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Full text of "Comedias de Tirso de Molina"

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•Vil 


Comedías  de  >t!írso  de  3^oUna 


Zomú  I 


de  anlíiw»  t  wowoW" 

para  los  edttQKS 

gr».  BamfíBBHUCTC  í  t>«<»- 

1Q06 


Mo  to  blitcción  MI 
eranu.  Si.  D.  dDdiCVlilh)  JDcntMO  !  PcldrO- 


Comedías  de  S^irso  de  ¿If^olina 


Komo  I. 


iColccdón  ovOenaDa  c  ilustrada 


99t 


B,  íSmiUo  Cotarclo  jf  3(bon 


'       oc  ü  Ittsl  SíJidnRU  EspaüoU. 


a>0dr{d 

pi4i«  M  S«tti  Sia.  lAn.  10. 
1906 


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cTic-n-.  ~ji^-:\  ."j^rre  'h'-  a  -arsatVi  i^  «  «,■•"  ^ViW.  >¡  •».'  i;  jii- 
'Sf^     -■'V^:^'.    í.     TXrty-í  it    Ji-    'i?v*?  J1rltuVv3>  •«¿¿■ai-  íiK   K'    \*t 


'   « 


COKXDUS  DE  TIBSO  DE  MOUHA. — TOKO  I        ^~V  ^  ^  ^ 


DISCURSO    PRELIMINAR 


SOBRE  ESTA  COLECCIÓN 


Don  Juan  Eugenio  H<irtz«n1>uscii  publicó  en  l.i  Biblioteca  de  Atitortt  etpaÁoles  an 
I  de  Comedias  encogida^  de  Tirto  de  Molina,  comprensivo  iJc  treinta  y  seis  obra» 
(franiáticas  de  esic  pocla.  Eligió  las  que  mejor  le  purecúron;  y  como  era  hombre  de  cJaro 
talento  y  acendrado  buen  gusto,  acertó  casi  siempre;  pero,  con  ser  el  lomo  de  Tirso  el 
que  más  piezas  de  teatro  contiene  en  toda  la  fiiblioleca,  vióse  obli^iado  el  colector  á 
dejar  fuera  otras  muchas,  sin  más  razón  que  la  de  que  no  podfan  tener  en  ^1  cabida. 
A  subsanar  esta  falta  y  llenar  este  hueco  vienen  hoy  los  dos  tomos  que  i  Tmso  destina 
esta  Nuera  Biblioteca  de  /I  u/ores  españoles.  Comedias  hay  en  nuestra  colección  que 
no  desmerecen  al  lado  de  Ui  mejores  y  m.-ls  famosas  de  las  ya  conocidas.  Pero,  tra- 
tándose de  un  autor  como  Tirso  de  Mouka,  ninguna  producción  suya  debe  quedar 
en  el  olvido.  Aun  la  pieza  de  plan  más  desordenado,  de  menos  inier<!s  dramático, 
suele  encerrar,  ya  una  sorprendente  pintura  de  carácter,  ya  gallardas  descripciones, 
bien  animadas  escenas  villanescas,  diálogos  inimitables  y  siempre  un  estilo  rápido  y 
nervioso,  lenguaje  castizo  y  elegante,  torrentes  de  pocsit  y  versiñcación  armoniosa, 
vibrante,  lácil  y  variada  hasta  lo  indecible. 

A  la  luz  de  estas  indicaciones  es  como  deben  de  ser  leídas  y  saboreadas  las  come- 
dias de  Tirso  vr.  Molina  y,  en  general,  las  de  nuestros  dramáticos  de  la  grande 
^poca.  No  importa  que  muchas  de  sus  obras  no  resistan  hoy  la  representación  en  el 
teatro:  el  gusto  público  ha  cambiado  por  completo  en  la  manera  de  entender  y  apre- 
ciar este  espectáculo.  Aquellos  discreteos  de  damas  y  galanes;  aquellas  largas  relacio- 
nes de  los  sucesos  de  actualidad;  aquel  sacar  de  espada  por  el  menor  motivo;  aquellos 
lances  maravillosos;  aquella  mcxcla  de  temas  de  la  mayor  profanidad  con  otros  del 
más  crudo  ascetismo,  eran  el  mejor  alimento  dramático  para  el  pueblo  cspailol  del  si- 
glo de  los  Felipes;  y  como  eso  le  fuese  ofrecido,  importaba  poco  que  la  acción  tuviese 
un  desarrollo  lógico;  que  el  carácter  de  los  personajes  pecase  de  inconsecuencia,  y 


IV 


COMKl>IAS  l)l:  TIHSO  t>t  MOLINA 


menos  iuin  t(UL-  el  argumvnlo  Jvl  drama  sirviese  pura  ilcmo^lnimlu  6  luotrit  tesis  mo- 
ral, social  ó  pulíticu. 

Kcsfiondi'ii  el  drama  asf  concebido  i!  lo  que.  cu  p.tan  parle,  presenciaban  kus  ojo»; 
y  el  convencionalismo  teatral  llegaba  i  lal  extremo  que  admitían  sin  empacho  que  en 
un  mismo  acto,  y  sin  previo  aviso  ni  apariencia  exterior,  sC  cambiase  dos  y  tres  veces 
el  lu!;ar  de  la  escena;  y  no  íisf  como  quiera,  sino  saltando  de  Madrid  i  Ndpoles  y  Je 
'  allf  al  Egipto  ó  Palestina.  L'n  lacayo  que  representaba  un  ciudadano  leonas  del  ríj;Io  i.x 
Kalirizaba  con  grandísimo  donaire  las  costumbres  de  la  corte  de  Kclipc  IV;  un  perso- 
naje hebreo  de  la  corte  del  Hcy  David  hablaba  de  bajar  «I  Prado  ii  solaparse  en  las  lar- 
des de  otoño;  otro,  egipcio  y  habitante  de  Alejandría,  ponderaba  despacio  los  talentos 
de)  regocijado  cnlremcsisla  Luis  Quiñones  de  Henavunte,  y  enumeraba  los  entremeses 
y  jácaras  que  últimamente  había  compuesto. 

Buscaban  el  pueblo  y  los  autores  un  arte  menos  retinado,  pero  miis  esencial:  y, 
menospreciando  la  conveniencia  de  los  medios  con  el  lin.  ponían  iodo  su  esmero  en 
la  expresión  de  los  alecto^,  en  el  choque  violento  y  aislado  de  los  hecbos  y  de  las  per- 
sonas, en  la  cn¿f){ica  pintura  de  los  caracieres,  hermoMiindolo  todo  con  los  primores 
de  len(;uaje,  versificación  y  estilo.  V  en  verdad  que  lograron  superabundan  teniente  lo 
que  se  proponían;  y  aún  mifs,  una  vcrosimilit;ld  interna,  tamo  nmyor  cuanto  más 
({randc  i  inten:sanie  es  el  suceso  que  describen.  Vcase,  por  cjcmptú,  si  el  último  aclo 
de  La  Venganza  tic  Turnar,  obra  deTmso  l>k  Molina,  eso  no  un  trasunto  fiel,  aunque 
terrible,  de  la  inicliz  corte  del  santo  Rey  de  los  Saltuos  en  la  ¿poca  de  su  vejez,  no 
obstante  los  discreteos  del  diálo^jo,  los  anacronismos  y  oirás  ¡nconcruencids. 

Asf  es  como  hay  que  tomar  nuestro  teatro  antiguo.  No  debemos  disputar  con 
Aníbal  sobre  d  arte  de  la  f-uerra;  sino  procurar  coicndcr  y  explicar  sui>  portentosa» 
hazañas.  Y  es  la  prueba  mayor  áe  incultura  y  grosería  de  entendimiento  pedirte  á  un 
autor  de!  sjjílo  xvn  qtie  dramatii^c  como  un  poeta  moderno. 

Entre  tas  comcdi.is  que  siguen  hay  algunas  que  son  las  mis  desordenadas  de  nues- 
tro TiKso,  pero  que,  i  la  vez.  son  de  las  mejor  escritas  y  versilicadas;  y  no  era  rait^ 
que,  sólo  porque  no  responden  i  la  pauta  moderna  de  esta  clase  de  obras,  quodaiicn 
siempre  rclt.-fi;adas  al  olvido.  Además  en  el  plan  de  esta  S'uera  Biblioteca  entraba]  el 
pfiblicar  todo  el  teatro  de  aquel  autor  celebre;  y  esto  baste  para  contestar  d  los  ropa- 
ros  que  algunos  eacrupulosos  pudieran  hacer. 

Aunque  se  ha  dicho  que  ninguna  de  las  obras  impresas  en  el  lomo  dedicado  i 
Tirso  en  la  Biblioteca  de  /<i»<ye'te)rti  tendría  cabida  en  la  nuestra,  hemos  debido 
hacer  una  excc|)ciún  en  pro  del  famoso  drama  /:7  hurtador  de  Sevilla,  urnto  fwr  M;r 
lu  comedia  pcormcntc  editada  por  Hari«nbusch,  como  por  la  extraordinaria  impor- 
tancia de  elta.  Keprodúccsc,  pues,  ahora  por  vex  primera  el  icxto  de  i63o,  cotejado 
con  los  de  1649  y  1654,  tamb¡6i  desconocidos  i  1  larlzenlmscli.  Y  d  manera  de  comple- 
mento se  añaden  una  esmerada  edición  de  U  rcfundici<'in  anónima  del  íiurlador  pu- 
blicada con  el  titulo  de  Tan  lar^o  me  lo/iáis,  según  el  único  ejemplar  cofKjcido.  hoy  de 
mi  propiedad,  de  esta  comedia,  no  del  todo  bien  reimpresa  en  1S78  por  los  diluntos 


Mtirquús  (le  U  F-'ucnsanta  del  Vnlk  y  l>.  Jos¿  Sancho  Hay&n;  y  la  loédMn  (k  U.  Alonso 
de  Oirdoba  y  MjiMitiiado  /.«  VejiKainia  en  el  Mpulcro.  picjw  casi  ilescnDociiia  li  los  quo 
modcrn;iiiicnic  liiiiiL-scrilo  sobre  el  /ton  Juan,  tcmiii]iii:  fvirccc  .tcsiicriJircnc^losdía» 
un  jnmr¿s  mayor  que  nunc<i. 

<Juizi  con  esus  ilustraciones  ccsari  la  lendenctu  tic  ;ilf;unDs  escritores  cxirañjcrox 
que,  poco  conocedores  de  los  secretos  de  nwcNtr»  idioma,  quieren  dcspofar  A  Tniso  de 
I»  propiedad  Je  esia  obra,  ^in  mis  raiün  que  la  de  no  haber  sid>>  publicada  por  ijl 
mismo,  cuanilo  apenas  hay  otra  en  que  mejor  resplandezcan  ■sus  pcculiurcN  condlcío-. 
nes  de  autor  dramáiico,  de  poeta  y  de  tmbltstu  orifjinal  6  inKcníoso,  sobre  todo  en  lott' 
dos  tiliimus  actos  de  ella.  . 

Hcimprimímos  también,  aunque  ya  lo  habían  sido  ani>:s  en  la  ItibUoteca  de  A»- 
tores,  uno  entre  las  abras  de  Ctldcrú»  y  otro  con  las  dcniis  de  D.  Juan  Ruis  de  Alar- 
cón  y  Mcndoxa.losdramaíicle  'l'm&o,  titulados  /.a  Venaan^a  de  Tanutr  y  Siempre  ayuda 
la  verdad,  para  que  el  lector  icnt;a  en  solos  tres  tomos  lodo  el  teatro  profano  del  Macs* 

T«0  'rÉLLKZ. 

De  los  cinco  autos  sacramcntalej;  que  m  conoce»  como  indudablu  de  Tmso,  dos, 
loK  titulados  El  CotmeHero  dimto  y  No  le  arriendo  t<t  ganancia,  publicó  D.  Eüluardo 
González  Pedroweael  tomo  de /lu/os  de  la  repetida  Biblioteca  de  .lu/or»  (volu- 
men Lvui>.  Aqui  súlo  dubi'átnox.  pues,  reproducir  los  otros  lrc&,  uno  de  ellos  inOdtto. 

Con  la  autoridad  de  O.  llar tolomc  iostf  Gallardo,  tan  profundo  conocedor  del  ¡jcniu 
literario  de  nuestro  T1K6O  como  revelan  las  imponunics  papsiet»  bibli0}{r4lkas  íw'- 
JUttt  que,  al  tin,  licmoü  tenido  la  fortuna  de  ver,  (traerás  A  la  generosidad  del  gratidc 
y  tinlvcrs:il  maestro  D.  .Marcelino  Mem'ndez  y  Pclayo  (1).  publicamos  tanibiiín  la  co- 
media inédita  Dtllaeotois,  (Jime^.  qno,  electiviimenit,*,  parece  haber  salido  de  la  pluma 
del  ^ran  Mehccnario. 

Las  demis  comedias,  aun  al^^unas  que  nos  parecen  hdrto  dudosas,  hemos  ínclufdo 
en  nuesira  colección,  porque  son  tas  que  ya  de  antiguo  vienen  conskIerAndose  como  de 
l'inso,  \v}t  críticos  tan  rc»pi:iables  como  Üur.ín,  hlart/.cnbusct)  y  Mesonero  Komanos. 

Diurnos  ahora  aljíunas  palabras  acerca  de  cómo  hemos  procedido  en  la  reproduc- 
ción de  los  textos.  A  U  anárquica  y  absurda  ortografía  de  los  impresos  del  si^lo  xvn 
hemos  snstriufdo  la  hoy  corriente  en  todo  lo  que  no  puede  afeci.tr  al  sonÍLlo  de  las  pa* 
labras.  Siguiendo  ejeniploci  de  editores  ilustres,  liemos  dividido  \m  actos  en  escenas, 
que  facilitan  la  lectura  y  las  citas  ó  referencias  de  estas  comedias;  pero  no  nos  hemos 


(1)  Rite,  coiaouniMotrinirilcub)!  que  <le- 
bUn  ele  it^iiinr  en  el  niiiiilnl  >  y  con  lo.to  ponen 
\'iv¡  ll*\ny>i  Je  una  IIMi-:t!<.-!i  et/ntñoJa  J<  Hirta 
r.truty  i-ari'itfa,  hc  h4lUi>  lioy  Uiia  la  i«j;iir4 
Huaiii*  átl  ísr.  Mcniruieíi  y  CeLiya.  por  ilonacÍ<'>ii 
ilfl  Si.  M4rt|iii!3  tic  izitt  át  Ion  Cibtillcrbt.  coni- 
|ir*il<ir  lie  U  liibllnlcc»  ile  ^nchn  Itdjrón.  Con  la 
ciionne  MiiiitluJ  Je  piprlcus  mvJlus  de  OalLir- 
pa  nene  p«ntado  el  ictual  Director  de  ta  Biblio- 


teca Naclonil  tonn»r  ün  qaini»  lotno  del  rcrerldo 
^.TaMyí.  qiir  no  .icci  menoi  impofljiíite  que  Ins 
yjtc'MoclJoi.  piirqucvüireoiroHinMcliot,  ile*a(4 
3riiculORt1eTi«(ouc>loi.i>it  y  Ji;<^)iii've<l4.  t«l«l- 
meiitcomitldi»*,  y  otro»,  como  Ion  de  Ccrvantva  y 
I.i>pcdeVc{;a,ió1»pubticadiMen  una  pcigiiofiJ  par. 
lo.Ati  «elurd  onn  r«it<tucl¿n  debida  i  Jiiucl  gfnn 
bltilii^rjfo.taii  n>al  aprccodocn  vi  di  y  tan  Inya. 
tanionta  rccorapccitado  aun  dcípuéi  de  inaerto. 


VI 


COMEDIAS  1)R  TIRSO    OF.  MOLINA 


atrevido  i  cambiar  las  acotacioni:s  (como  liizo  Hartzenbusch)  ni  añadir  palnbra  alguna, 
excepto  la  de  aDíchoí;».  para  indicar  que  en  )a  nueva  escena  si^jucn  los  de  la  anterior 
y  alguna  repetición  de  la  frase,  siempre  breve,  empleada  por  el  autor  al  mismo  pro- 
pósito ,  cuamjo  creímos  <^tic  la  claridad  lo  cxigis.  Tampoco  hemos  puesto  el  lugar  de 
cada  escena,  aunque  podía  facilitar  ti  inteligencia  del  drama,  á  6n  de  que,  en  todo  lo 
posible,  sea  el  testo  el  mismo  i^ue  pudo  salir  de  manos  de  T¿li^z,  ó,  al  meitos.  el  mus 
antif-uo. 

Cuando  hemos  podido  disponer  de  más  de  uno  se  han  seiíalado  las  variantes  en  los 
casos  dudosos;  hemos  intercalado  algún  monosílabo,  que  se  echaba  de  menos,  para 
completar  el  verso,  pero  indicándolo  siempre,  ya  por  medio  de  corchetes  ó  en  nota  ál 
pie  de  la  plana.  Hemos  corregido  sin  advertirlo  la'í  erratas  de  menos  valor  y  mayor 
evidencia,  como  cuando  á  la  palabra  tallaba  una  letra  ó  estaba  mal  colocada  dentro  de 
ella.  Sí  la  errata  era  de  todo  un  vocablo,  ¡generalmente  lo  hemos  advertido  en  nota. 

Ponderar  la  dilículiad  y  enojo  que  causa  reproducir  obras  de  este  género,  cuando 
se  empieza  por  carecer  de  buenos  copistas  y  los  originales  son  poco  accesibles,  ya  por 
únicos  ó  por  hallarse  en  establecimientos  públicos  sólo  abiertos  unas  cuantas  horas, 
y  no  las  más  cómodas,  en  no  lodos  los  días,  es  empresa  i  que  renuncio  por  no  hallar 
términos  iiara  ello.  Comedia  va  aquí  cuyo  cotejo  me  ha  llevado  cerca  de  una  semana, 
y  no  di;;amos  cuando  se  trata  de  estudiar  las  variantes  de  alf{ún  manuscrito.  Y  así  y 
todo  han  quedado  bastantes  erratas  y  otros  descuidos,  que  salvaremos  al  linal  con  las 
nuevas  variantes  y  correcciones  qiK  proponemos  al  texto  y  no  hemos  colocado  al  pie 
de  il  por  no  llenarlo  de  notas  innecesarias. 


I[ 


'IDA  Y  OBRAS  DE  TIRSO  DE  MOLINA 


I 
Sacimienlo  y  primeros  aihs.—lj>sprimilims  biógrafvs  iie  Tiuso  (r  571-1600). 

Lenta  y  trabaíiKaiiicnic  ha  ido  formándose  la  biografía,  bien  incompleta  aún,  del 
Maestüo  Tirso  de  Molina,  ó  sea,  el  Padhk  Fray  Gabriel  T£i.tM.  Mercenario  cal- 
ndo.  que  publicó  ms  obras  con  aquel  seudónimo-  Esta  identidad  de  persona  consta  de 
muhilud  de  (iuto»  de  absoluta  certeza  que  no  Iiay  para  qu¿  presentar  reunidos;  pero 
que  aparecerán  de  los  Jocumcntos  que  en  adelaote  liemos  de  producir  ya  íntegros  ú 
ya  en  extracto. 

A  las  breves  palabras  que  é  Tirso  consagró  su  amigo  y  paisano  el  Doctor  Juan 
Pérez  de  Montalbán.cnel  entretenido  libro  que  intituló  Para  todos,  impreso  por  pri- 
mera vez  en  it>33  (1);  ú  las  no  mucho  más  cxpUcitasdel  insigne  biblió^ralb  D.  Nicolás 
Amonio,  quien  re>;istró  en  su  lübtiotheea  hisp.  nova  (3)  el  nombre  de  nuestro  célebre 
Mercenario  con  el  debido  elogio,  y  ¿  las  no  siempre  seguras,  aunque  nunca  desprecia- 


<l>  «El  pAdre  AlAMiro  Frajr  Gatniel  TéWtz. 
Pr«(imlada  y  CameaátAnt  Ju  U  ÜrJcii  át  Nue>- 
Ira  Scñ'jra  de  la  McrcoJ:  pi'cdiíjdvr.  irólo^o, 
pnotí  y  íi*mpr«  urandc,  lu  iin[ircui  y  ctcrilo  con 
rl  nomhto  nupucsto  de  Ivi.  Mti.iTi>oTi»toi>L  Mo- 
uti  mocliJ*  cofii«i)iat  cx<:ctentIiÍmB&  y  lo»  '.'ift'd- 
rrúln  Jt  TaitJ<>-  y  licnc  para  d.ir  i  i«  Cilampa 
una»  -Vowdi»  rx«iR^>/.i>-n.  que  con  decir  que  son 
staj-*'-  ■tucdiii  bulante  mente  oJjibadAt  y  encare- 
cida i.> 

l>«,  JutH  P.  u%  MoKT\kiiin:  Ináiet  áe  lo»  Itfft- 
nin*  J*  Madrid,  al  fin  de  iu  Parj  k-Jia,  MadrM, 
'Hy»,  J  otras  muchai  vecen  imprcw. 

<a>  «K.  Otaotti.  Tiu.u.— Mairii«n<l«,  ordlnls 
S^nctac  AUriae  de  Mercedc.  Etedempilnnls  Cip- 
ItvoTUin.  ucrac  llieolupie  maitiMcr,  K«niri  el  in- 
genio obscitucos.  quod  nd  muurum  nrics  (erebo- 
tur.  ptura  Comifediu  in  iheairis  eihibendai. 


limul  et  alia  aeque  festiva  et  lageniou  In  vulfiai 
edidit.  prudcnier  hi«  ómnibus  niudesieque  pro- 
priuin  nomen  tut>duceni.  alque  ficttllum  TnM 
DX  Mokirit  inicriben*:  pueinesi  facilitei  Inganio- 
tut.  Ab  co  prodierunt; 

<:oiH^iiat  de  Tirtn  de  !\Min,\:  F.nriim  Icmnula: 
pjlal'r.is  y  pfumat.  <H^»tn  loi  otros  once  tltulo« 
de  la  1.*  Parlt.;  Matnii  in  4. 
Stgunda  parPe  dt  Ijt  ComeJiat.  Ibidcm  In  4, 
Tfivera  parle  de  ht  Cúme4ia\  ncngidat  por 
rt.FríUieixúLucitdeAi-Íl.t.¡itnuu<!,  i6]4,iii  4. 
Soluta  eiiam  oraiione  ediditr 
tnt  Cigúrrület  de  Toledo,  Mairlti  lo  4- 
DeleyUr aproyechaHd'i; \at\a  Itoniii  illudufffr 
dulcí.  Matriií.  apud  Re)c>iini  lypo);raphum  iCjS 
In  4.  Iluic  tamen  operi  ptnptmm  aointn  afflxlt. 
C«MÍt  TÍvii  circa  annuní  MHCt..* 
Nic.  Ani.:  A'of.  I.  iio. 


Comedías  de  Ctrso  de  3^olína 


2:omo  I 


fmpnao  n  ia  Tipbflnfla 

«e  «K^iNB  t  vmemté 

para  un  cdHorres 

Sres.  BaiUífBauucre  ¿  isfloa. 

1906 


i 


IRnevfl  biblioteca  de  'S^ntoiíB  lEepañólee 

balo  la  ofteccUn  twl 

Cierno»  Si.  v.  «ibauelino  <IDen¿nde)  f  X>c(»to. 

4 


■■. ' 


Comedías  de  Oreo  de  3^olina 


..■  *í 


Zcmo  I. 

■  ■  ■■■* 


Colección  ordeñada  é  iluetra&a 


..  ■  'j 


.'..".■.'■'■.'i. 

por 


^»  Emilio  Cotarelo  t  ^l^ori ,  i 


-  -,.  v 


'^^    '^í    '^^'tpw  Ai^^fl^"^m^^^P   í^^í^^iw^^F^^M 

-■:•■  .....   . 

^«^ 

::íí-.  . 

Plaja  oe  Santa  Sna,  nAm.  lo. 
1906 

-    ■         .i... 

-.-•■ 

•••        •«- 


*         •       ■ 


•  *■■! 


AL  excelentísimo  SEÑOR 

1 


1 


DON  ALEJANDRO  PIDAL  Y  MON 


Trece  años  van  transcurridos  desde  que,  en  1893,  tuve  la  honra  de 
dedicar  á  V.  mi  Tirso  de  Molina:  Investigaciones  bio-bibliográftcas. 
Hacia  votos  en  este  libro  porque  se  publicasen  todas  las  obras  de  este 
peregrino  ingenio.  Cábeme  hoy  la  satisfacción  de  ser  editor,  si  no  de  un 
Tutso  completo,  al  menos  de  las  obras  dramáticas  suyas  que  no  han . 
podido  figurar  en  la  gran  colección  de  Autores  españoles;  y  con  el  resul- 
tado de  mi  trabajo  me  presento  de  nuevo  ante  V.,  principalmente  para 
atestiguarle  mi  no  entibiada  amistad  y  mi  admiración,  siempre  credente, 
hacia  sus  talentos  y  virtudes. 

E.  COTARELO. 


COMEDIAS  DE  TIRSO  DE  MOLINA. — TOMO  I        %~V  %  <Y  3 


XIV 


COMROIAS  riE  TIR&O  DE  MOI.iKA 


Bl  convento  Je  lu  Merced  it«  (iitiidalajara,  bago  el  nombre  de  Han  AntoKn,  lué 
fundado  en  i3oo  por  la  Inlania  !>.'  Isabel,  scrtora  de  (Juiídaliijura.  Ayllón  i  Mita,  hija 
de  Sancho  IV.  Esta  dama,  «para  facer  bien  é  merced  á  los  Irayrcs  de  Santa  Olalla, 
de  Barcelona,  é  para  que  sean  icnudos  de  rogar  é  Dios  por  mí  (dice  en  la  escritura  de 
donación  I,  tcnuo  por  bien  de  les  dar  una  casa  que  yo  he  en  el  arrabal  de  <¡uad.illaiara, 
la  cual  dicen  Santo  Anloli'n,  para  en  que  la^an  una  (¡{lesia  de  Moneslcrio»  (t>. 

No  mucho  después,  en  tiempo  de  D.  Alfonso  XI.  el  famoso  caballero  Kcrn  jn  Ro- 
drfguee  Pecha,  iinliano  de  origen,  Oamurero  mayor  del  Principe  D.  Pedro  (luego  don 
Pedro  i'/  Cruel)  y  su  mujer  Klvira  Marliticz,  Camarera  mayor  de  la  Reina  D.'  María, 
fundaron  cuatro  capetlanias,  bien  doiad^is.  en  este  convenio,  y  eli);ieron  en  <.'l  liiK<ir 
para  su  enterramiento.  La  escritura  de  lundación.  confirmada  por  Alfonso  XI ,  lleva 
la  fecha  de  tij  de  Junio  de  i337.  Todavía  la  patrona  KWiru  Marti'ne:í.  después  de  viuda, 
enriqueció  el  convento  con  donativo»  de  cuantía  en  huertas,  viñas  y  tierras. 

Kn  141J3  la  Reina  Católica  D.*  Isabel,  por  favorecer  á  la  comunidad  de  San  An- 
toKn,  «extramuros  de  la  cibdad  de  Cjuadalaxara,  de  la  Orden  de  Santa  Maria  de  la 
Mercedo,  les  cedió  «la  Sina^joga  que  se  llama  de  los  Toledanos .  que  los  judíos  de  la 
dicha  cibdad  dexaron  al  tiempo  que  salieron  de  estos  nuestros  Rcynw»,  donde  pudiése- 
des  (les  dice)  facer  casa  de  cnícrmcría  para  que  los  dichos  religiosos  se  curasen»;  pues 
alegaban  ellos  no  tener  lugar  para  los  enfermos  {2). 

Con  estas  y  otras  donaciones  el  convento  de  Guadalajara  íui  enriqueciéndose  y 
cobrando  importancia,  d  tal  punto  que  en  iStTi  se  establecieron  en  ¿I  estudios  de  Ar- 
tes, explicados  primero  por  Fr.  Luis  de  Hcrcdia,  despuifs  Vicario  Apostólico,  Kn  1  SSy 
se  reunió  en  Zaragoza  un  capítulo  de  la  Orden  de  la  Merced.  Acordóse  en  di  dividir 
la  provincia  monacal  de  H^spaila  en  otras  dos,  separadas  por  el  río  Guadiana,  y  desig- 
narlas con  los  nombres  de  Castilla  y  Andalucía.  HiKouccabcxa  ó  capital  de  la  primera 
al  convento  de  Ciuadalajara,  y  por  esta  razón  se  reunieron  con  frecuencia  en  el  si- 
glo XVII  capítulos  provinciales  de  la  Orden  en  dicha  ciudad,  y  acaso  por  tal  causa  lo 
eligió  Tirso  para  formular  en  é\  sus  votos  monásticos. 

En  la  eiclaustración  fu<!  vendido  y  derribado  este  celebre  convento,  del  que  ni 
las  ruinas  se  conservan  hoy,  siendo  su  solar  convertido  en  vulgares  eras  de  labranza. 
Los  papeles  de  su  archivo  fueron  quemados  por  los  franceses  en  180K,  si  no  es  excusa 
de  los  encargados  de  hacer  la  incautación  en  1836,  que  en  otros  caios  acudieron  jI 
este  cómodo  expediente  para  disculpar  su  incultura  (3). 


(O  Stmtito  t  SiiMii;  Sutvot  it-ttai  Hi>gr^co$ 
tte  Tirv  Je  Malina.  Eo  In  Rtfiíta  át  KtptAa.  de 
jodcNovicfnbfede  1H94;  pfRf.  <4>  y  ilguionlM. 
<i)  S»)i,tHO  1  SiH>:  0^.  cti..  pift.  lAa, 
(j)  Don  BariotunKÍ  Ju&¿  Odlarilo,  que  en  loi 
dlllnlu^añni  Je  lu  vida  hibia  llcf^kdo  i  üoipe- 
char,  no  iab<(noi  tíimo.  la  prüfeiión  de  Tirio  en 
nuadalB¡ii.i.  Iiifo  aiguiiit  ilili((«nt:iu  para  com- 
probar el  liecho:  y  enire  suipipelví  le  hallj  U 
miuJ  tle  uMurudirifíiilj  á  u»  jinig-j  xu}o,  ilo&de 


üiuiUlajara,  «n  i9  de  Agosto  de  1839  y  en  ella 
me  pirtifo: 

»Ct.n  ret pecio  i  te  piriidn  de  profe«iÓA  de  Priy 
Gabriel  Tfllc;!  1  cuanto  iicne  reUciAn  con  au  pcr- 
loni  nado  ve  puede  averl¡{iiii(  en  etta  ciudad; 
porque  en  Aiuorliiaciún  icio  tniítcti  lo(  Übroi 
de  gittii  ilcl  Coitietiiü  y  linos  títulos  de  per  te 
nencÍJ  qat  m"  fuJirr  m  uilr,ir  Jr  lot/roncati.  lo» 
íu.irn  qHtmaniH  el  jrcAiiM,  ^eB<lll  (exulta  de  una 
informacióii  qne  eoine  co  t>u  oficinas.  No  con- 


COHUIIIA^  t>E  TIRSO  DC  MOLINA 


XV 


Y  volviendo  i  )a  profesión  de  Kr.  Garhiel  Tí.i.lki,,  no  doiarfa  de  ser  imporLinte 
conocer  los  motiviu  que  le  oblíKaron  <i  reirakurla  haun  los  veiniinuevc  años,  ^i  lubo 
tal  ver.  al({i'in  temporal  arrepentimiento  después  de  terminados  los  estudios  necesarios 
para  su  entrada  en  U  OrJen  relÍt;iosa?  No  sería  imposible.  Lo  más  común  era  que  el 
ingreso  en  religión  luevc  Itecho  un  la  primera  ¡uventud.  antes  de  los  veinte  atlos,  y  des- 
pués comcn/uban  los  e&tudtos  mia  profundos  i  importantes,  especialmente  de  Teolo- 
fffa.  Así,  al  menos,  sucede  con  ¡nlinidad  de  caso»  que  hemos  procurado  estudiar.  Puede 
decirse  que  casi  desde  la  infancia  seguían  la  carrera  Je  fraite. 

Con  Tinso  sucede  In  contrario.  Ksperri  ü  tener  .il(*ún  conoctmi<:nto  práctico  del 
mundo  antes  de  sujetarse  4  una  vid.-t  que  quixjl  no  siempre  tiaUú  muy  holgada. 

De  tOila.i  suertes  la  vacilación,  si  lu  hubo,  no  debió  de  durar  m^ls  de  siete  ú  ocho 
años,  en  cuyo  periodo  Je  tiempo,  no  sólo  no  sabemos  nada  de  su  vida,  sino  que  ni  aun 
inducir  ni  columbrar  siquiera,  con  alf{ún  fundamento,  cuál  haya  sido  (i). 

No  cultivó  la  amena  liieraiur¿i  en  estado  de  sc{{li'i'-  Tihüo  no^jozó  la  precocidad  de 
Lope  de  Vcfta  niCalderón  de  la  Barca.  Por  sus  propias  palabras  sabemos  que  empezó 
Mrde  &  componer  para  el  teatro;  y,  entre  las  obras  dramáticas  cuya  fecha  ha  podido 
conocerse,  no  hay  nin|;una  anterior  &  i6o5.  Comprueban  «tas  ideas  el  silencio  que 
acerca  de  su  perdona  guardan  los  diversos  escritores  que  al  expirar  el  si(;lo  xvi  y  en  tos 
albores  del  siguiente  nos  transmitieron  los  nombres  de  los  primeros  dramáticos  com- 
puíleros  de  Lope. 

Ni  dste  mismo,  en  su  Jardín,  compuesto  en  los  primeros  ailos  del  siglo  ^tvii.  aunque 
publicado,  con  lu  /■'Uomena,  en  i6ai:  ni  el  canónÍ);o  D.  Antonio  Navarro  en  su  Ois- 
eurso  en/avnrde  las  comedias,  ni  Agustín  de  «ojas,  de  ejercicio  cómico,  que  escribía 


lento  con  esto,  me  bu  vino  con  Frty  Rufo.  «I 
Mcrccaario.  que  ^aatdjilMi  algunoi  apunitt  cU' 
rioxoi  rcfereiilet  «I  Gómenlo,  i  wm  poco  liu  po- 
dido uiiit(ai:«rme.  Sin  embargo  me  ha  dicfia  que 
aun  «uponlcndo  que  eilufrieso  al  «rcliivo  del  Con- 
venio no  ie  iTcrij^utrla  oada,  poniue  nlDgane 
profetaba  fuera  del  NovicUdo  que  estaba  en  M*-- 

id,  en  cuyo  convento  ciutiin  Ui  no(Ícia«  que 

[Mden-  En  Álcali  umbk'nMenconirari alguna 
co»,  puei  para  recittir  á  cualquiera  colegial  era 
ncceMrlo  practicar  iu«tiiív^cione.t  delimpie/ade 
Mugre  iotraiqaedetcubdrdn  notidat  referentes 
1  la  persona  de  aqu¿].  Siento  no  poder  compla- 
certe, para  que  i&  complieae»  oo<i  el  Caballera 
que  me  cibu> (Pápele*  lnéililo«de  Gallardo.) 

El  precepto  de  hacer  la  profesión  en  Madrid 
sería  posterior  al  ligio  nm.  porque,  como  liemot 
viiio.TiasopoiitivameDleUhiRoeii  QuaJalajara. 

<■)  Suponifndolo  macho  mayor.  ÍEn4^Ínaron 
algunok  b'iúgialim  que  Tmxo  había  ttdo  soldado. 
CAudn  y  lionibre  de  vida  aventurera.  Sólo  como 
curiosidad  literaria  y  por  ser  el  único  oiio  en  que 
vi.-;iii>ii  niicitro  fraile  converiido  en  penonaje 
Ji  comedia,  ciíatciiiM  el  drainlia  de  D,  Francisco 


h'lores  García.  El  naeimimla  4e  Tino.  Cuadro 
Jríimétien  en  un  aetny  en  uerM,  orí^fina/,  Hepre- 
ttnUJ'i  /">r  primera  vti  en  <l  Te^trn  Martin  el  lo 
de  Octubre  Jt  I itjg.  MadriJ,  Arregui.  edi$or,iSjg. 
4.°,  33  pig*.  Intervienen  en  la  oMii,  ademts  del 
protafioniíta,  I.ope  de  Vega,  Leonor,  el  Conde  de 
Aliarado  y  Ordóñea.  Gat>riel  Téllea  es  un  gaUn 
enamorado  de  Leonor,  dama  casquivana  que  ama 
también  al  Conde,  lo  cual  provoca  un  duelo  entre 
ambos  que  en  vano  traía  de  evitar  Lope,  ya  u- 
cerilote.TíLLiimatai  lu  rival  en  el  mismo  Í4rd(n 
de  su  caía,  «n  vn  desafío  si n  letiigot,  y  J  renglón 
seguido  le  manitícsta  su  ainada  que  le  aborrece. 
Preséntase  Lope  y  le  aconMJa  que  deie  el  mundo 
y  cultives»  it'andc  ingenio  poético, i  la  vea,  y  en 
tan  oponunu  momenio,  que  impide  que  el  de- 
sesperado moao  se  traspase  el  pedio  con  un  pu- 
ñal Bntoncei.  como  él  mismo  dice, 
Y*  que  la  plrdsU  illvlni 
me  mueiira  <1  omino ibiHio, 
biiT  (iihriil  Ti\itt  ha  HUeno... 
Nan  Tmw  ua  Moi.iiu 

De  modo  que  en  realidad  no  viene  ii  «er  et  na- 
ciroieato  de  Tiaao,  tino  el  de  su  seudónimo. 


J!T1 


rouKniAs  nü  rinso  t>E  mouna 


en  1601  »u  célebre  Viajt  enlrelvnidu,  ptibücudoen  i6o3,  y  que  en  Ia  íjmdela  Come- 
dia enumera  cum  todiM  lus  auiorcs  ije  su  licmpo,  recuerdan  á  iiuesiro  fraile,  indicio 
cvklcnic  de  que  aúii  no  IiabÍJ  dado  al  icairo  ninguna  obra. 

Mucho  m;is  vxirano  es  que  (^rvanicii  le  haya  omiliJo  en  el  prólo};o  de  sus  come- 
dias, impresasen  iiiiS,  alseiíalar  cnirc  \os<^\iq  habían  ayudado  at  aran  ¡Myeáílevar 
ta  máquina  licsii  leairo,  al  Doctor  Í<emún,Miguel  Sincliez,  Mira  de  Amc:>cua,  eica- 
nAniíjo  Tarreña,  Guillen  de  Castro,  Gaspar  de  Aguilar.  Luis  Velez  de  Guevara  y  Fer- 
nando de  Galana,  cuiindo  yu  Tirso  había  producido  y  hecho  rcpre^ntar  un  (■rannú- 
mero  de  pier.aH  dramáticas. 

lÜsia  omisión  del  príncipe  de  nucstrt»  nove)ista«se  advierte  igualmentccon  no  me- 
nor sorpresa,  en  otra  obra  suya  publicada  el  año  antes:  el  Viaje  del  Parnato,  destinado 
i  elogiar  y  censurar  li  todos  los  poetas  de  su  tiempo.  DÍÓ  cabida  en  él  á  tii  poetas, 
mtichos  hoy  casi  del  lodo  desconocidos,  y  en  ninguna  pane  del  libro  suena  el  nombre 
lie  Kr.  G.1BRIKL  'VthLEZ.  ni  siquiera  el  seudónimo  de  Tn*so  dk  Molin.\. 

Don  Cayetano  Alberto  Je  !a  Rarrera,  en  el  articulo  Téllez,  de  su  famoso  é  insigne 
Catáhifo  del  tealrn  antiguo  español ,  parece  inclinarse  á  que  el  Mercenario  está  implí- 
citamente citado  entre  aquellos  seis  autores  que.  según  Cervantes,  alandn  en  divinas 
paestos,  y  en  sacra  religión  mnitiluidos.  tenían,  á  pesar  de  ser  amigos  de  las  Musas, 
por  molevtits  !asalaban/.as.  Nombró  ;i  cinco,  como  fueron:  el  Dr.  Francisco  Sánchez 
Je  Villanneva,  el  Maestro  (.)rensc,  Fr.  Juan  Elautbta  Capataz,  el  Dr.  Andrés  del  Pozo 
>■  Fr.  Alonso  Kemón.  I-In  cuanto  ni  sexto  no  dice  mdsquc  lo  que  sigue: 

Cl  otro  euja*  sl«ncs  ves  ccAiJat 
con  los  bfMúg  de  Dafne  en  iriuní'»  honroso, 
sus  ItUirU*  (i«nc  «i>  Alcili  ciculpida*. 

P.a  %u  iluilrc  icdiro  vitorioao 
le  nombra  d  ciioe  «n  canto  ao  funcMo, 
siempre  el  primern  coiitn  i  mi*  licnoto, 

A  lo»  doiváifCT  Hiyoí  ceh6  el  reti.j, 
cnn  propiedadei  «I  gorrón  dabid«t. 
pat  luberloi  corapucit'i  d  dcico(npucMo(i) 

E*tc  elos»  que.  como  tantos  otros  del  autor  del  (tai/ole,  parece  algo  equívoco, 
piK-dc  referirse  á  cualquiera  lo  mismo  que  i  Tiitso.  Desde  lucyo  hay  que  rechazar  la 
supuesta  alusión  del  ver»o 

En  su  tlMirelMfrv  viiorioso. 

que  fué  lo  que  indujo  i  Barrera  i  equivocarse. 

La  palabra  leairo  no  sisnificaba  entonce).,  como  hoy.  el  conjunto  de  las  obras  dra- 
milticas  de  un  autor,  sino,  adcmis  de  los  otros  sentidos  propios  (edilicio.  espccliículo, 
tnslítución,  eto,  se  aplicaba  al  tablado,  cadalso  ó  palenque  levantado  para  actos  so- 
lemnes y.  por  extensión,  al  local  (paraninlo)  y  al  aparato  donde  y  con  que  se  celebra- 
ban las  más  importantes  ceremonias  universitarias;  lomas  de  ¡grados,  oposiciones,  ga- 
llos, conclusiones,  disputas  y  otros  semejantes.  Quiere,  pues,  decir  Cervantes  que  en 


(O  CcavjiMTu:  Viafi  M  f>.frHiMo.  Mulríil,  i(i4<  «P-  IV. 


í'.OMKniAS  UE  TIRS^t   l)K  MOLIKA 


XVtl 


lo^ulus  ik  Alcut:!  do  Mcnures,  tal  vez  cu  las  <Jc  su  I  nivcrsidaiJ,  UM¡k  brillailo  comu 
uriíJor,  coiurovcr&jsu  ó  uscritur  donuiroso  i  cslilo  Je  colcgi:il,  el  poeta  cuyo  nombre 
calla,  quisa  por  cl  carácter  irónico  del  úllimo  icrccio,  cuyo  sentido  exacto  no  pene- 
tramos,   ' 

La  cdusa  de  preterición  lan  sinRular,  que  pudiera  ser  indicio  Je  citcmisiad  si  no 
supiíframoN  que  Tiioo  nombró  variar  veces  y  bicmpre  con  elogio  ó  sin  rencor  á  Cer- 
vantes, puede  adivinarla  olro  miis  perspicaz  (i  i;  noMitros  la  ignoramos. 

Y.  Min  «mba(>;o,  ya  en  i6to  vemos  citado  á  Tikso  como  autor  dramiítico  por  ano 
delotkK).  Publicótresafiosdespuís,  en  Sevilla,  el  fumoso  rtií/oí'íí<;com/\i«ias.  ó  sea  cl 
director  ó  jefe  de  ellas  y  tambiifn  escritor  de  comedias,  un  librito  en  vctío  titulado  f.e- 
tania  moral,  pero  que  suena  aprobado  en  a3  de  Maytrdel  referido  año  de  eiiio,  y  en 
una  lisia  de  ingenios  t\\.K  va  al  linal.  nombra,  entre  otros  muchos,  al  tí  Padre  fray  Ga- 
briel Téllei.  mercenario,  pneta  cimico».  ' 

Ks  muy  probiible  que  Tmso  Imbitasc  por  entonces  cl  convenio  de  Miidrid  fa);  re- 
hidcncia  que  pronto  hubo  de  cambiarse  por  la  de  Toledo,  lugar  siempre  de  su  predi- 
lección, donde  sabemos  que  se  hallaba  á  (incs  de  Mayo  de  tGi  3,  como  resulta  de  la 
protesta  de  fe  que  puso  al  fin  Je  la  primera  parte  de  su  comedía  Je  Saniit  Juana.  A'lti 


( I  >  (^tlitis  este  tílcnijio  pudo  mover  i  la  dls- 
Uapulda  vtcrilora  ti  *  Btiin<.-d  de  Iq«  Kio»i  >.-«nii- 
derjr  «|  M«K»riro  l'riwi  contó  atiior  del  (>»í/o(t' 
publiud''  biio  cl  n<inibr«  de  AlonM  Feroifidec 
de  Avellaneda.  Kn  tu  trabiji  'ktpjüii  moJfrna,  de 
>\l>ril  do  iS'}^.  fig,  iuj),c<inio  en  oiroi,  lució, 
niu  vox  iiUx  aquella  damaiiu  buen  iníicoioy  tnu- 
clia  Icoiura:  pero  no  trccmoi  h»y%  convencido  i 
■udifl  fibra  \u  icichperadj  solacl&n  que  propone 
al  ci'lcbre  cniftma  ccoaniino. 

ICn  mi  iii)Uirii>r  eMudin  ji'ercí  de  Tiii»o  1»  Mo- 
u<ii  Indtijo^  U  so<p<vla  Je  ^i  Ceridoiet  confun- 
dirla i  TítLU  con  el  Dr.  Reinón  b  lUiitón,  1 
quleii  atribuye  la  paterniJjil  de  ni uc I» »  come- 
dia», I.M  |s*l4bras  que  ciiipicú  en  cl  l'r-4<if;%t  de 
lai  Mirii  v>ti  ísUi,  detpuét  del  ^fanác  i  indiscu- 
tible elnj;!'"^'  I.ope:  *\  si  alKUnnt.  que  Kny  mu- 
clio^  liin querido cnirdrí)  Uparte  1  clonadciui 
lrnb<tiOk.  loiloi  iuntoi  nu  llc(^n  i  l<i  niit.-id  que  él 
>olo  l'ero  no  pof  eslo,  pucí  no  lo  concede  Dio» 
u>do  i  lod'i»,  de|en  de  lunef  se  en  precio  loi  tribi- 
jwdcl  Doctor  ttanión.  qut /ueí-«n  lormi»,  de>- 
potis  de  loi  del  gran  Lope.* 

T^n  )c|usc»-t  de  sereno  cierta,  cuando  el  mis- 
mo Cervantes  cita  luego  i  OuilKn  de  datiro  y 
Ltfb  Vtfiez.  »na  que  del  l)r.  Peoión  no  i«  cono- 
cen mil  que  cinco  comedu*-,  ni  nadie  le  concedió 
fftn  íeviiiididud  eti  rita  pirte.  ni  él  se  tuvo  por 
«iitor  Unniilico, 

Cetvjntet  ubia  que  Fr.  Atonio  Reinún  era 
fraile  merceiurio,  como  lo  prueba  su  incoloro 
el u$u)  contenido  en  el  Viaje  del  í'aratim:  i\uiií^ 

COMEUIAS  DK  TIHSO  OC  MOLINA.— tomo  I 


«upiue  también  que  el  que  en  iAi5  tenia  ctcn- 
U»  y  reproentatluí  cooicdias  i  cejiirnjro  ora  un 
mercenario  que  ík  disfrafaba  con  cl  aeudúntmo 
de  Tiiuo  ue  MoLiHt  y  tal  *ca  creyete  qn*  e^te 
falso  nombre  (««TQsportdioso  al  primero.  Knton- 
ces  tendría  rivil  y  natural  e1lplicaci•^n  lutntiiitjiio, 
4a)  Parece  que  en  ii>»h  m  lullaba  aún  en  «1 
convenio  de  Ouadalajara,  sorA»  lo»  Urmiob*  en 
que  se  rxprevi  al  registrar  en  dicfio  año,  y  en  sn 
Hittoría  Jf  fa  Mrrtr.l,  \a  muerte  de  )in  compa- 
ñero: *Miiri<i  en  (JM.tJiif.ijjrj  el  rtiuclu»  veces 
venerable  I'.  Hro.  Kr.  Diego  Coronel,  cuyas  ex-, 
ceicncias  merecían  cuadernot  dilatados  y  mis 
capaces  de  loque  permite  nucsirn  tiistorla,  Cu* 
ii>imo  varón,.,.  (.'iMi'X'flr  iniicli'i  y  iienipre  para 
confusián  do  uúi  i  m  per  rece  iones,  l'i  ■ilguiiJt  i/e- 
■m  rn  m  «vUdCl  rci  rato  (dicen  qucal  natural)  del 
gran  Pastor  Clararatcnie  y,  i  permitírseme,  alir- 
mara  que  no  era  de  eile  lanio.  sino  una  viva  CO' 
pía  de  nueiiro  Maestro  Coronel...  Fue  lan  eatre- 
madoen  no  admitir  moncha  crt  cl  lUbilu.  como 
reafirma  del  primero:  pues  si  decía  ^n  Bernardo, 
que  el  mon)e  que  en  lo  que  se  viste  coatiente 
alfiún  (¡enero  de  inmundicia  liimbién  se  descui- 
darJ  en  Ut  d,:!  alma,  nuestro  Mro.  Coronel,  ya, 
que  no  lo  dijeicconU  lengua,  nos  ¡o amtnieil<3ba 
con  las  obras,  porque  le  daba  en  (Mra  cualquiera 
especie  de  desaliño.  A  esta  causa.  miefU-n  monax- 
terio  ¡le  Gir<iditiafttr\i.  de  quien  (ué  hijo,  estuvo  it 
suene  limpio  y  aseado  tnientras  cuíd6  de  su  go- 
biein'j  (y  fué  no  ootio)...,t  (Torio  11,  foli.  aoi  y 
20Ü.) 

II 


XVlIt  COMEDIAS  Dt  TiRÍO  DE  MOLIKA 

mismo  compúsolas  otras  dos  partes  de  esta  obra,  cuya  tercera  lleva  una  licencia  para 

sil  representación  fecliada  en  Madrid  el  1 5  de  Diciembre  ( i ). 


III 


Via/e  de  Truso  á  la  isla  ¡le  Sanio  Domingo.-  - liegreso. — Permanencia  en  Scyilla. 
A¡nisliiii  con  el  Dr.  Salinas  (ii"ti5-[(i!7i. 

Propios  impulsos,  ó  más  bien  órdenes  superiores,  le  llevaron  en  il5i  5  ú  América  Sí 
hubiéramos  de  creer  al  P.  Fr.  Pedro  de  San  (¡ecilio,  este  viaje  no  se  habría  efectuado 
sino  en  if)25,  pues  así  !o  Índica  este  cronista  al  decir:  .'Conocí  al  Padre  Presentado 
Tci.Li:/,  en  Sevilla,  cuando  vino  de  la  provincia  de  Santo  llominjíO.  y  caminé  con  él 
hasta  la  villa  de  Fuentes,  donde  yo  era  actual  Comendador,  el  año  KiaÜ.» 

Que  esta  fecha  está  equivocada  (y  es  equivocación  trascendental,  pues  afecta  á  )a 
época  de  la  aparición  de)  lUirlador  de  Sevilla/,  lo  hemos  demostrado  en  otra  parte(2), 
probando  que  se  hallaba  aún  en  iVladrid  el  24  de  Sepiienibrc  de  \(yí^.  Pero  ahora  po- 
demos establecer  con  certeza  esie  hecho  tan  importante  en  vida  del  Mert;enario. 

Los  pormenores,  aunque  poco  explícilos,  de  este  viaje,  están  releridos  por  el  mismo 
Tki.li:?;  en  su  alfíún  tiempo  obscurecida  Historia  general  de  la  Merced,  que  manus- 
crita y  autóiírala,  en  dos  tomos  en  folio,  se  conserva  en  la  biblioteca  de  la  Academia 
de  la  Historia. 

Copiare  el  pasaje  que,  á  la  ve^.  sirve  para  conocer  cómo  escribía  el  autor  la  prosa 
histórica. 

"I. a  [ffal  Audk'iiuia  (que  roside  en  la  isla  que  llaman  hi  l^spañola  y  ijiudad  de  Santo  Do- 
rnjn^^o),  L■^crill¡r■>  al  Suptomu  (Consejo  dt  las  indias  pruvc;ese  Jt  KeligKiiON  nuL'SLri.'.,eji!mplari-i  y 
doctdN  para  icluvinar  lus  MunasUTÍusqueeii  aquella  Pruvincia  n(.'i;ei¡Laban  de  lutr.is  y  ubsetvan- 
tiii.  1.0  cíltii)  i;b  que  la  pobreza  sumiiia  de  aquellas  paites  descaminaba  á  lus  nui.-sIroi  para  que 
sin  licencia  dt;  sus  l'reladgs  se  paliasen  los  que  eran  importantes  á  ulras  rná^  acu mudadas  y  que 
quediindo  solos  los  iniíliles  padecía  la  [Kelijiiónl  alfíún  deiciédilo.  [.os  exUfiiios  siempre  desba- 
ratan las  leves  y  viiluiles;  el  de  la  mucha  abuiiUaneia  deseuiiiina  á  no  pucos  del  l'erú  (ciimo  ya 
insinuamus)  y  el  de  la  falla  de  lo  preciso  para  la  vida  desbarató  at;ora  en  esta  isla  lo  poliiicii  y  lo 
rcMíiioso  no  solo  de  los  nuestros  pero  aun  los  de  las  otras  (Irdeiies.  Por  eso  solicnaba  á  Dios  el 
Sal)¡o  para  si  la  mediania  que  tiene  el  lu>;ar  mas  soyuro  entre  la  penuria  y  la  abundancia. 

*l'!ra  tan  puia  la  suliijiencia  de  los  que  vivian  en  fl  .Monasterio  nuestro  cabe/a  de  !a  Pruvin- 
cia y  trccutniado  de  la  ciudad  Metrópoli  que  no  podia  liárseles  si  no  eta  á  cual  ó  cual  el  minis- 
terio de  la  l'cnitencia  y  la  devoción  con  que  se  veneraba  nuestra  Iglesia  no  solo  i;n  la  ciudad  y 

i  1 1    Aiii'''^raf<is  de  la  .SiiiiM  .luiina  e.i  i  sien  íes  en  hicienibre  de  iiu  3  se  representó  en  Toledn  Id  »- 

la  ütblioieta  Nacional,  (-ebníni.e/  iíiebih:  I)"n  ^'lut.ía  ^'afíc;  pero  es  a-ícrción  que  no  fundamenta. 

Jii^m  l'ni-;  .k  Al.iro-a.  Madrid,  1K70,  4.",  pi^ma  (;)     />'■.")  de   Si.<lina.   Iiiivstinaii""cs  bi<,-hi. 

\^i\  Lste  autiir  asegura  que  en  dicho  día  i5  de  bluipr.ijií-iis.  pijí-  ^^- 


COMÍCÜIAS  DC  Tt""*"!  i.c  UMI.INA 


XIX 


isis  ftro  vn  todas  I»  coiiMfcannt  y  iit)uclU  ItimcniUrJ  ili-  mares,  por  la  iiulogrou  iina^'^n  d« 
Nuvitrn  Rt'dcntora.  :]iie  con  tliuln  do  I»  McriicJt^  p^f¿o-i  son  lan  infoliuct  que  no  Int  liayan  re* 
dbido  de  lu  manii,  t)u«  Instiinmlos  Je  ciu  Taita  escdhiorotí  ta  Chancillerik  y  los  dos  CsNtdus  de 
Ib  Cátedra)  j  Airanuinivnio  ti  Kcal  Consi-jo  (como  h<  dicho)  piim  qite  »  fcmedlue. 

•üi'jsG  este  avliudc  parte  de  los  Oidiiic%suproiTM»  i  nucstiu  General  Ribera  li)  y  ílpuiolos 
ojoi  •en  el  padre  l.vctot  <  Jcspufs  fue  PrcwntAdu)  fray  Juan  (iomcx  ^ne  octiialmunle  leia  en  nuei- 
iro  Colegio  de  McMlá  U«  I  lenaies.  para  «stas  ocurrencias.  V  nosíUencMa  pane  anduvo  el  tietienl 
tan  «trenada  com»  en  otras  muchi>;  p<ji^ue  ni  la  edad  ni  la  <'ii  perene  ¡a  [»j<llan  «aUr  fihJores  su- 
yos {K>[  tM  haltcr  llanta  eni.iiKe^  nikinciadu  lu»  uDcim  y  g'ibicitii»  menirt  consíJcrahl»  quchOD 
comu  rudimentos  para  lu«  mayor»:  pero  liendo  hombre  vi  ücn<f  al  no  haMa  de  Acer lar  en  todo  y 
slnpaiár  por  (<iime>,1i<>»a«1tari  to  encumbrado.  Ni  luvoc&ie  Padre  ta  culpa,  ni  dcjádnputs  mal 
Mti^lcchav  á  las  Provincias  de  la  Nueva  titpaAi  cuando  le  encnmendiron  sa  gobierno,  &inu  uu 
piKoi  aíius  y  mulok  cumpaAiai.  i-^n  efecto  el  referido  y  otros  cinco,  i  quienei  %e  lu»  debe  la  tet> 
lauraclón  lixal  de  >quellu>  Moni»er»oti,  pasarxin  A  la  dicha  ixla.  A  costa  de  ta  R«I  Mscknda  y 
fucrun  rcceUdm  asi  de  la  Ctiancílterla  onto  de  tudn  lo  colegiado  de  agüeita  ciudad  nuble u>n  el 
npUuM)  y  ffoíQ  imaiiinabtc  riendo  ya  en  pane  complídiu  suv  dcMo%. 

•tiran  los  que  llevaba  el  dicho  General  fray  Juan  Oomez,  lot  padre»  fr.  Dle)to  de  Soria,  fi^y 
Hernando  de  Can.il».  fr.  liinn  t.opez,  fr.  Juan  Guiivnei  y  m,  fiADiirKi.  Tr.i  i.i'/  fue  cKribf  r*la 
xegunelit  parle  y  cl  que  menos  hiiu  y  vatio  menov,  pnrque  lot  cuatro  compañeros  suyos  y  el 
Prelado  desde  que  pnslffon  los  pies  en  el  Convenio  dkbo.  de  lat  suerte  restauraron  pérdldat  y 
cntnemtxrun  dei^aíioii,  que  predicando,  lcyemk>,  amoncMando  infailxabtemente  te  transforma 
(torcllos  no  sálu  aquella  cosn,  poro  las  dcma»  tle  tu  obcliencla  en  comunidad  de  cfcmptarfi.imo> 
raronct,  en  e^cuel»  de  Relt^iok»  ubtiH,  en  cumcrvio  de  espiritual»  inluretes  y  en  un  rolratu  del 
Paral».  Ascntironse  estudios  que  hoy  du  lucen  con  lucimknto  esiraAodc  sus  naturales  sin  ne- 
cesitar ya  de  l.tctotc»  extranjeros,  porque  aquel  cíima  Inltiiye  in^-i'n^oii  cjpacisímus  puesto  que 
percxosos.  V  en  fin  li>s  que  antes  los  habían  lAslima  dopuei  la  c>jitViniefoi)  en  envidia,  de  ma- 
oeta.  que  no  fueron  las  penccuciuncs  p<jcas  {siendu  yo  testigot  que  se  padecieron  por  algunos 
de  1j  mis  upiaudiil*  religión,  que  nu  quÍMcraD  i'iieran  nuestras  m.-jgr.is  tanist-  tíipeciatmeuie 
se  tntroduin  en  aquella  ciutbd  y  isla  la  icvucion  du  U  limpieza  prescrv^ula  du  U  Concepción  fu- 
rísima de  nuestra  Madre  y  Kcina,  ciMaCaii  IocAk»'*^  en  los  habitadores  de  aquel  pedazo  de 
mundu  descubierto*  (3^ 

(íuIKirdo.  en  urní  nata  Wblinjjriticj  Je  oía  obra  (que  (amblen  comiciA  y  estudió), 
opina  i|in;  el  viaje  i  In  Kspuñola  lo  rojli^ó  Tinso  cu  HiMl.  Kslo  parece  inducirse  de 
otros  Hicesos  inmediaiús  que  cl  liiHtoriador  dv  lu  Mcrcvd  refiere  i  dicho  afio. 

l*cro  cl  miimo  Tiíi,i.e/  dectirii  la  verdadera  lecha  eo  otra  obra  suya,  tiluUida  lié- 
teilar  aprovei-riaitiio  (3);  dr>iuie.  al  hablar  í«  «x/enso  de  ticrta  milagrosa  y  anli.i;ua 
imat-cn  de  NiícnU;)  Si:iV>f  a  t]ue  lutbtu  en  Satitu  DotiiiiiKo.  en  el  Convento  de  U  Merced, 
y  se  fcstqaba  cada  uño  en  el  dfa  de  mi  Natividad  (8  de  Septiembre),  aHadc  que  se  cjt- 
cut6  •teste  devoto  reconocimiento  en  et  de   mí)  y  seiscientos  y  tiuince»;  y,  entre  olc«s 


(il  I.Uiri.lbase  Kr.  Fraiiciíco  ilcfílliera.  I''u¿ 
xxivi>  riciieiiil  Ji:  la  Orden  y  eief;idarn  el  tiiisnio 
aflo  de  ■<<(>.  en  el  capitulo  gecmrjl  celebrad»  d 
pfini:ipl4it  de  Jiini».  en  ( jlatayud. 


fs)  UlMiirij  f-rnerjj  .h  la  Sítrt«4,  lomo  n,  fo- 
lio 140  vio.  y  üguiciiies. 

ijt  laipreu  en  ifljS.  y  q«c  d«CTlbi remos 
opoitunomenie. 


XX     ■  COMEDIAS  DE  TIRSO   DE  MOLINA 

demostraciones  de  regocijo,  «no  fue  menos  célebre  la  de  una  justa  literaria  que  auto- 
rizó la  solemnidad  con  el  crédito  de  los  infjenios  de  aquel  nuevo  orbe».  Tirso  concu- 
rrió á  este  certamen,  y  los  versos  que  compuso  para  él  tait;unos  que  obtuvieron  pre- 
mio) copia  á  continuación  en  dicha  obra.  Son  dos  canciones,  ircs  glosas,  dos  roman- 
ces'«4  lo  rústico»,  donde  se  observa  el  mismo  estilo  que  el  que  emplean  los  aldeanos 
de  sus  comedias,  y  una  canción  real  en  cinco  estancias  de  á  quince  versos.  Lista  «lle- 
vóse el  premio  con  todos  los  votos»  (i). 

Si,  pues,  en  8  de  Septiembre  de  HiiS  se  hallaba  ya  Tihso  en  Santo  Domin{;o, 
no  cabe  duda  que  en  este  año,  y  no  después,  habrá  hecho  el  viaje.  Kl  tiempo  que  en 
ella  residió  es  lo  que  no  nos  consta.  La  importancia  de  los  asuntos  que  allí  le  condu- 
jeron, que  en  modo  alguno  puede  suponerse  despachase  con  brevedad,  y  el  no  liallar 
noticias  suyas  en  los  dos  años  siguientes,  nos  llevan  á  presumir  que  en  la  íispañola 
transcurrieron  ambos  agradablemente  para  nuestro  poeta. 

Sin  embargo,  un  pasaje  de  su  Historia  general  de  la  Merced  pudiera  hacernos 
presumir  que  no  dos,  sino  tres  años,  permaneció  en  la  isla,  si  bien  las  fechas  no  con- 
cuerdan  exactamente  con  otros  datos  auténticos,  líe  lodas  suertes,  copiaremos  el  lugar 
aludido  de  su  Historia  (folios  461  vuelto  y  siguicnteh): 

•  Destrozó  el  año  1617,  á  los  principios  de  úl,  cuando  los  vientus  nuriua  lun  por  aquel  clima 
■  intolerables,  la  mayor  parte  de  aquella  grande  y  fértil  isla  y  lo  mejor  de  5u  ineirópoli.  un  terre- 
moto horrible,  que  dio  en  lierra  con  lo  mis  fuerte  y  vistoso  de  sus  fábricas;  durando  esta  desdi- 
cha más  de  cuarenta  días  con  mortales  temblores  de  la  licira  á  ire^i  y  cuat  ro  veces  en  cada  uno. 
Viéronsc  en  manos  de  su  perdición  todos  los  isleños  y  en  especial  los  de  la  ciudad  que  es  corte 
suya.» 

Sigue  largamente  describiendo  los  efectos  de  esta  desgracia,  como  quien  había  sido 
testigo  de  ella,  y  recordando  los  prodigios  que  la  Virgen  de  la  Merced  de  Santo  Do- 
mingo obró  en  tales  días,  añade: 

«Después  el  siguiente  año,  diligenciando  el  P.  Presentado  Kr.  Juan  Gómez,  Vicario  gral.  de 
aquellas  islas  y  los  compañeros  que  llei-ó  consi(;o,  todo  el  cabildo,  Jusiicia  v  Uefjidorvs  en  forma 
de  ciudad  y  ayuntamiento,  la  Chancillerla,  con  su  presidente  (éralo  entonces  D.  Diepo  (ióinez 
de  Sandoval)  y  sus  oidores  representando  la  Real  Audiencia,  votaron  á  nuestra  imagen  soberana 
por  única  patrona  y  sucedió  esta  acción  debida  el  día  de  su  Natividad  deseada.» 

Al  regreso  obtuvo  recompensa  de  sus  trabajos,  siendo  nombrados  Kr.  Juan  Gómez, 
Vicario  General  de  la  isla  y  su  provincia,  y  Fkay  Gabriel  Tki.i.í:/.,  Definidor  general 
de  la  misma.  Con  tal  carácter  se  halló  en  el  mes  de  Junio  de  lOiS  en  el  Capíiulo  ó 
junta  de  la  Orden  celebrado  en  Guadalajara.  para  la  elección  de  Maestro  General,  vo- 
tando en  favor  del  P.  Fr.  Ambrosio  Machfn,  que  fue  el  .t.'cxvin  General  de  la 
Merced  (a). 


([)    Deleitar  aprovechando.  Madrid,  1635,  fo-  (2|    Tiuij:  /lisloria  f;cne';il  de  la  Merced. To- 

lios  i8j  y  1B7  vio.  mo  11,  fol.  2H1. 


Cü.MKDlAS  DE  TIUSO  DE  MOLINA  XXI 

Si  la  repetida  noticia  Jel  PaJre  San  Cecilio  es  exacta  en  cuanto  d  lo  demás,  en- 
tonces sería  cuando  Tirso  estuviese  en  Sevilla,  si  ya  no  es  que  pasase  lambicn  por  ella 
en  i6i5,  al  embarcarse  para  América.  Un  una  ó  en  otra  fecha  debió  de  trabar  amis- 
tad con  el  lamoso  sevillano  Dr,  Juan  de  Salinas,  Capellán  del  Hospital  llamado  de  las 
Bubas,  y  poeta  satírico  y  jocoso  al  modo  de  nuestro  Mercenario.  Era  mayor  que  él, 
como  nacido  en  24  de  Diciembre  de  iSSg,  y  hombre  de  excelente  contextura,  pues 
alcanzó  gran  longevidad,  muriendo,  de  más  de  ochenta  anos,  el  5  de  Enero  de  iG^3. 

Entre  sus  versos  hay  una  composición  suya,  «\  cierto  papel  y  Decima  que  le  envió 
el  Padre  Tmso  db  Molina,  lucido  ingenio  de  la  Orden  de  Nuestra  Señora  de  las  Mer- 
cedes», que  dice: 

Apenas  de  tu  papel 
gusté  lo  dulce  del  verso, 
cuando  lo  Tirso  en  lo  terso 
ful  reconociendo  en  él, 
("on  la  antífnna  «¡oh  Manuel!» 
y  ios  «¡ohl»  de  los  tercetos, 
senii  en  júbilos  secretos 
dilatado  el  corazón, 
en  la  ak^re  especi.ición 
Jel  pnrto  de  tus  concetos  (i). 

No  fué.  por  tanto,  en  iGaS,  sino  en  época  muy  anterior,  cuando  Tirso  pudo  idear  , 
el  asunto  de  su  fíitrlador  da  Sevilla,  si,  como  se  asegura  generalmente,  e.\¡stía  enton- 
ces tradición  histórica  sobre  tan  célebre  personaje. 


IV 

Tirso  e;i   l'oledi).  -Venida  d  Madrid  y  larga  permanencia  en  la  Coiíe.   -Tirso  y 

l.ope  de  l'egd  (iGití-iOai). 

En  Guadalajara  no  permanecería  el  P.  Tkllez  más  que  el  tiempo  necesario  para 
el  Capítulo.  En  breve  le  hallamos  en  su  tranquila  y  alegre  residencia  de  Toledo. 
Consta  por  el  Libro  de  la  Hermandad  de  defensores  de  la  Purísima  Concepción, 
existente  en  la  Biblioteca  Nacional,  que  Tirso  se  hallaba  en  la  imperial  ciudad  por  el 
mes  de  Septiembre  de  1618,  pues  con  tal  fecha  se  inscribió  por  tal  defensor  y  «le 
firmó  el  convento  de  Santa  Catalina  de  la  Orden  de  Nuestra  Seíiora  de  la  Merced  de 
Toledo»,  firmando  á  continuación  Fu.  Gahbiel  Tiíllez  (2). 

Por  estos  días  debió  de  componer  su  comedia  Doña  Healri^  de  Silva,  en  que  re- 
cuerda el  movimiento  de  simpatía  que  en  España  produjo  la  declaración  pontificia  de 


(1)    Pneslas  del  Dr.  Juan  da  Salinas  y  Castro.  (2)    Seriiano:   Niieiiox  datos,  páj;.   71.   Firman 

íej-ii/aíBiblirtlilosandaluces),  iS6í»,  a  vols,.  11."       también  otros  Mercenarios  del  convenio  de  To- 
— Véase  tomo  1,  pJ^.  28 1.  ledo. 


XXlt  COMEDIAS  DE  TIKSO  DE  MOLINA 

la  probabilidad  dul  lüluro  Jo^m,idc  la  (iiniaculada,  y  proliibición  de  escribir  en  contra 
de  él;  v  como  loda  clase  de  ¡nstilutos  y  coleclivjdades,  cabildos,  municipios,  escuelas 
é  indivijiios,  se  apresuraron  á  declararse  dcfi^nsores  de  aquella  opinión, 
i  lin  Toledo  se  liabrán  rcprcsjnudo  cnioucrs  alj;unos  de  sus  autos  sacramentales. 

El  titulado  /.os  licrmams  parecidos,  dice  en  su  encabezado:  <ill.epresenlólc  Tomás 
Fernández  en  la  iglesia  catedral  de  Toledo,  entre  los  dos  coros.»  Y  el  que  rotuló;  S'o 
le  arriendo  la  ganancia,  dice:  «representólo  Pinedo,  en  Madrid,  delante  del  líey  ['e- 
lipc  II  I»;  pero  antes  quizá  se  hubiese  dado  en  aquella  ciudad,  que  tambicn  fué  cuna  de 
su  otra  obra,  que  bautizó  con  el  nombre  de  Cigarrales  de  Toledo. 

Y  antes  de  pasar  adelante,  deberé  desliacer  el  error  en  que  incurrí  en  mi  anterior 
estudio  de  1"ibso  relativo  á  iiabcr  sido  nombrado  por  los  años  de  iIhíj  Comendador  del 
convenio  de  Trujillo.  Alírmnlo  así.  aunque  sin  cimr  el  año.  el  cxircmeño  D.  Fer- 
nando de  Vera  y  Mendoza,  en  su  Panegírico  p'ir  la  poexin,  que  se  empezó  á  imprimir 
en  Madrid  y  terminó  en  Moniilla  en  iÚ2-j  {i)  dicicndor 

oKl  M.  Fr.  Ortensio  Kelix  Paravicino,  Provincial  de  la  S.'"'''  Trinidad  y  Predicador 
del  Rey  N.  S.  hace  versos  de  inf;enio,  elocuencia  y  profundidad;  y  de  facilidad  é  inj;e- 
niocl  Presentado  Fk.  (íabiuf.e,  Tki.lkz,  Comendador  de  la  Merced  en  la  ciudad  de 
Trujillo.n  (Fot.  54.)  Pero  como  en  la  introducción  Je  este  libro  se  dice  que  quedó  d 
medio  imprimir  «habrá  seis  ailos'i,  y  por  otras  deducciones  que  estableció  el  erudito 
líarrera,  concluí,  de  acuerdo  con  este,  en  que  Vera  escribía  este  pasaje  en  i'lig,  poco 
más  ó  menos.  Como  liemos  de  ver  más  adelante,  el  nombramiento  no  lo  obtuvo  T¿- 
LLEz  hasta  ifiaO;  era,  por  tanto,  reciente,  cuando  recoció  la  noticia  D.  Fernando  de 
Vera  (2). 
-^  En  ifiao  residía  Tirso  en  Madrid,  según  aparece  por  la  dedicatoria  que  Lope  de 
Vega  le  hizo  de  su  comedia  Lo  Jin^idu  rerdadern.  impresa  en  la  l'arte  xvi  de  la 
colección  del  fénix  de  los  in¡^eniox  y  suena  aprobada  por  el  Maestro  Vicente  Kspinel, 
en  24  de  Septiembre  de  aquel  año,  aunque  se  imprimió  dos  ilcspués.  ICs  tambicn 
curiosa  esta  dedicatoria,  porque  vemos  por  ella  que  Tikso  había  ya  obtenido  !a  digni- 
dad de  Presentado  en  su  Orden: 

«Al  PrusL'ntadü  Kn.  Gabriel  Tkli.kz,  r<.'lij}iüsu  Je  Nuestra  Scñura  de  la  Merced,  Kedoncuin  de 
caiiiivos.--AI;;unaa  historias  divinas  lit  vtsui  de  Vucsira  Paiemid.id  en  csic  i;énero  du  pocsia, 
por  las  cuales  vine  en  conocí  míen  10  de  su  lenilisimo  inüenio,  pues  á  cualquiera  cosa  que  le 
aplica  le  halla  dispuesto;  y  con  la  alitión  que  de  esia  correspondencia  nace  (aunque  á  los  cnvi- 


(i)    l'or  Manuel  du  l'ayva,  en  M."  rriiiUI').  recién  o  va.:  11,1  da  la  ciudad  por  las  1  ro- 
ía)   En  El  misni'i  error  incurrió 'Jalbnlo.  que  p.is  Jf   N.ipnloñn,  ak:ib,id:i  de  iLir  la   b:italln  Je 
lambiéii  conoció  eslc  curiosip  dato  y  ste.\pre,'..il>,i  Talawra,  rn  ravlr'>  lU  l^s  escritos  del  I',  '\'i\.\.i./.. 
así  en  una  de  sus  papeleías  iiiédiías:  AkiMup.iríé  al   Licenciad'!  II.  José  Salusuano  de 
•DeconsiHuienie.  ya  el  año  ,lf  iiiai  se  decía  de  Oiceres,  que  it»a  allá  dt-f.orreguior.  ir.is  Inrmo. 
moldequc  I"-. <i.iUKiKL'r>' -leí:  escribía  ver.snscoii  que  n'iqiiccía   lardarla   \ara,— lin  \aiin  -   ¡Harn 
facilidad  é  ingtnio,  que  era  PrcscniaJo  y  Comtn-  constancia  de  erudiln  que  durante  ireinia  y  un 
dador  de  la  Merced  en  Trujillo,  at'ios  ó  in.is,  persiguió  noticias  acerca  del  lamoso 
«Con  estas  noticias,  pasé  yo  el  año  de  i  «oN  d  Mercenario! 


COMKDIA.S  ht:  TII'SO  DE  MOLINA  \XI[I 

(liosos  patcztia  tmpijsiblc  sinipalial  qucdü  i;u¡JaJiis.)  ilc  MlríJorli;  alHtiiia,  y  pnr  venliiia.  t'ii  re- 
conocí micn  lo  de  lo  que  á  todiis  nos  enseña.,,  la  dov  á  la  osi.nnpa  1.011  el  nomlire  do  V.  í';Éieriii- 
dad,  y  con  muehas  raziincs  para  que  sea  suya,  á  pesar  Je  los  que  enviitian  su'i  oliras,  que  lan- 
íos bien  inlendnnadiis  calilk'an.» 

Tirso  correspondió  á  csic  elofí¡o  con  otro  estampado  en  su  comeJia  Jf  /.a  Villana 
de  Vallecas,  escrita  en  üstc  año  de  Miao.  diciendo  por  boca  de 

I).  I'nikf.      ^1,1110  li,iy  en  .M,idrid  di;  cftiiiediasi' 
1).  GíBititt.  1.a  curte  li.ibia  albornudo 

Cürt  AV  ÁRfnnhríj.  l'Mitdu. 

de  la  limfict  Ci:nci:i>ci"ii: 

y  fuera  la  devoci''iii 

del  noiDhi^e.  aliruianí^  puedo 

qiie  en  este  ^Ollero  lleca 

á  ser  la  prima. 
t).  i'Knno.  ^V  de  quién;" 

n.  G^SRihi  .  De  l.orK.  que  no  esián  bien 

l.itu>  musas  sin  lal  iv^ii  1 1 1. 

La  amistad  entre  esios  dos  jirandcs  ini;enios  debió  de  liaber  comentado  en   Toledo,  *• 
donde  Lope  pasó  alj^unas  temporadas,  con  disiinios  niutívos,  no  siempre  conlesables, 
aunque  no  deshonrosos,  desde  i(to4  á  iCn  1. 

TiKso  reconoció  siempre  la  majestad  del  yenio  de   Lope,  conlesándose  discípulo    t 
suyo  modesto  y  reconocido.  Y  Ío  era.  en  cfecio.  (^ui/á  ninf^uno  adivinó  mejor  la  im- 
portancia de  la  revolución  que  en  el  drama  íiabía  liecho  ei  Maesiro,  y  de  sefíiir,-)  que 
nadie  sifjuió  sus  hucll.as  con  más  decisión,  entusiasmo  y  te  en  el  acierto,  así  como  nin- 
fíiino  ,se   colocó   más  cerca  del  modelo  ni  en  el  número  ni  en  la  calidad  de  las  obras. 

¡Que  alejaría,  que  satisfacción  nu  se  descubre  en  nuestro  fraile  al  ver  que,  í^racias 
á  Lope,  ya  el  in^jenio  no  tiene  trabas  molestas  e  inútiles!  Kn  adelante  el  escritor  có- 
mico podrá  dar  rienda  suelta  á  su  aj;udeza  y  á  su  talento,  y  todo  tendrá  cabida  en 
aquel  inmenso  campo  de  la  dramática  española.  Rui;irán  las  pasiones  más  violentas  al 
chocar  entre  si;  el  espíritu  caballeresco  de  raza,  cuando  no  pueda  manitcstarse  de 
hecho,  porque  una  sotana  lijía  los  miembros  del  poeta,  rcvclárase  en  maravillosas 
obras  de!  entendimiento;  las  tranquilas  y  dulces  emociones  ante  la  contemplación  de 
la  naturaleza  vcstiránsc  con  las  galas  de  la  poesía  más  inspirada  y  meliflua;  el  amor 
se  desbordará  en  requiebros  y  diálogos  animados,  salpicados  de  ironía,  aticismo,  ter- 
nura y  malicias  que  suspendan  y  embelesen  al  que  los  escuche;  el  chiste  brotará  á  to- 
rrentes de  los  labios  nunca  cerrados  de  los  lacayos  y  doncellas  de  servicio;  la  sátira 
correrá  fina  y  sabrosa  en  los  mil  cuentos,  descripciones,  dichos  agudos  e  inocentadas 
de  los  villanos  y  pastores  y  hasta  el  idioma  se  enriquecerá,  creando  palabras  y  for- 
mando giros  nuevos  que  el  ansia  de  originalidad  y  la  íuerza  expansiva  de  imaginacio- 
nes fortísimas  arrojarán  de  si  como  chispas  un  incendio. 


(I)    La  Villana  de   Vitllecas;  acto  i,  esc.  vi. 


XXIV 


COMCniAS  DF  TIRSO  DE  MOLINA 


Con  esta  libertad  bicnliccliora,  y  en  posesión  de  los  nuevos  mundos  de  la  fantasía 
descubiertos,  el  ingenio  español,  pródigo  en  sus  conquistas,  dará  á  la  escena  miles  y 
miles  de  dramas  que  siglos  adelante  serán  el  orgullo  de  sus  hijos  y  el  asombro  y  envi- 
dia de  los  extraños. 

Y  todo  esto  era  debido  al  hombre  que,  con  acierto  semidivino,  había  sabido  elegir  el 
instrumento,  el  medio  y  el  tema  para  Su  grande  obra  en  fuentes  puramente  naciona- 
les. iQoé  de  extraño  tiene,  pues,  que  Tinso,  cuando  reflexiona  sobre  lo  que  Lope  había 
hecho,  exclame  de  este  modo? 

«Y  tiabicndo  él  pu»io  la  comedia  en  la  perfeci:ión  y  sutileza  que  atiura  licnu  basta  para  lia- 
cer  escuela  de  por  si  y  para  los  que  nos  predamns  de  sus  discípulos  nos  tengamos  por  dichosos 
de  tal  maestro  y  defendamos  constanu'meiue  su  doctrina  contra  quien  con  pasión  la  impug- 
nare (i). 

¿Ni  cómo  admirarnos  de  que,  por  el  mismo  tiempo,  congregue  á  todo  el  pueblo 
de  Madrid  para  oír  aquel  panegírico  del  gran  poeta  que  corre  por  todas  las  escenas  y 
constituye  el  asunto  mismo  de  La  fingida  Arcadia-' 


LucsrciA.  No  se  pudo  decir  más; 

hasia  aquí  la  pluma  llega. 

Anhela.     Pluma  de  Lope  de  V*eg.i, 
la  fama  se  deja  atrás. 

Lltfect*.  ¡Prodifiioso  liombre!  iNo  sé 
qué  diera  por  conocellc! 
A  Rxpaña  fuera  por  veile, 
.si  A  verá  Salomún  fué. 
la  celebrada  etiopisa. 

Anoelí.     Compara  con  proporción; 
que  no  e^  Lope  Salomón. 

LvcHECii.  Lo  que  .>^u  fama  me  avisa, 
lo  que  en  sus  cscriio.s  leo, 
lo  que  enriquece  su  tierra, 
lo  que  su  espfriiu  cncicrr.i 
}  io  que  velle  deseo, 
mi  comparación  excusa; 
y  á  él  le  da  más  alabanza 
lo  que  por  su  ingenio  alc3n;!a 
que  á  esotro  su  ciencia  infusn. 
'I'an  aficion^ida  estoy 
d  la  nación  española, 
que  porque  lú  lo  eres,  S"la, 
contigo  gustosa  estoy 
lo  más  del  día. 

Angela.  .Madrid 

es  mi  pairia.  corte  digna 
de  Rspaña,  madre  benigna 
del  mundo 

Ll'crf.cia.  Di  patria  ilustre  también 
de  i.ope,  y  dirásio  todo. 

AniiF.i.t.     Si  i  tu  gusto  me  acomodo 
no  es  ese  su  menor  bien. 

LijcRici  i.  Yo,  después  acá,  que  estoy 


en  el  español  idioma 
ejercitada,  si  á  l'voma 
á  'i'ulio  por  padre  doy  ' 

de  la  htina  elocuencia, 

V  al  Boccaccio  en  la  inscan.!. 
á  Lope  en  la  castellma 

no  le  hallo  competencia. 
Más  de  un  desapasionado 
me  lia  dicho,  de  tu  nación, 
que  en  la  prosa  á  Cicerón 
estilo  y  gracia  ha  iinitadu. 
y  i  Ovidio  en  la  suavidad 

V  lisura  de  sus  versos, 
sonoros,  limpios  y  tersos, 
confirmando  Cita  vi-idad 

con  lo  que  en  sus  libro.s  hallo. 

Anníi.a.      Si  él  ese  favor  oyera 

¡qué  bien  íe  corrcípriiuiiei":i! 
¡qué  bien  supiera  cstini.'illn! 

Li'CKECu,  MgridecKÍ' 

An'.ei.i.  Auiiqiii:  li.iy  ^ilgiino 

que  .ip.isjonado  lo  ineg.i, 
e.í  tan  lértil  esta  rena 
que  paga  ciento  por  uno. 
I'ero  équé  piensas  haccc 
con  tantos  libras  aquiP 

LiciirciA.   lodos  ::ün  suyos  y  asi. 
ya  que  no  le  puedo  ver, 
mientras  ^asto  bien  los  ralos 
que  recreo  en  su  lección, 
si  los  libros  suyos  son, 
veré  á  Lope  en  .sus  retratos  (2). 

Angela.     'I'odas  estas  son  comedias. 


(i>    I^.stn escribía  Tirso  por  lósanos  de  ifiio  y 
estampó  en  el  primero  de  sus  Cigarrales,  al  Gnal. 


(*)    Siguen  enumerando  largamente  las  obras 
no  dramáticas  de  Lope. 


CO.MKilIAS   DE  TIHSO  DK  MOE.INA 


XXV 


LücnEcn.  íítfiHi.tsu/p/i'iin  p.irli: 

ha  iiiip[osi>. 
AndELi.  No  )!;iv  que  csp.uUíint: 

que  .lun  cms  no  son  \as  iiicdiní 

que  lietii:  cscí  ilas. 
I,r  CBECH.  I'ues  ¿cuánus 

ha  conipuescí? 
Air.Ei.\.  Novecienlas. 

L I  cuten.  Si  los  a íl cu  no  le  aumentas. 


(Junde  íiny  viiij  pai.i  lainasí" 
,\níjELi.       R^l-i  t-s  \ci'il:»il  i'onrjiida 

en  r!s|iaria. 
l.LCRECii,  V(i  le  dkr.i 

por  cada  una.  .si  pudii-ra. 

Anfiela.  un  año  de  vida. 
AsiíEi.i.      A  ti'iiei:Ícnlof  I1ej;ara. 

siendo  'ilro  Matnsalén. 
Lucfieí:h.  íin  él  si;  lograran  bien. 


Con  la  parvedad  que  le  permilieson  sus  deberes  asistiría  tambicn  Tihso  por  este  ^ 
tiempo  ii  una  sociedad  literaria  particular,  pero  que  se  ornaba  con  el  ambicioso  título- 
de  Academia  poética  de  Madrid.  Reuníala  en  su  casa  por  lósanos  1617  a  16-22  el  Doc- 
tor Sebastián  Francisco  de  Mcdrano,  clérijío  que  había  residido  largo  tiempo  en  Ita- 
lia, de  donde  trajo  el  gusto  por  esta  clase  de  sociedades;  que  se  declaró  presidente  de 
su  Academia  y  era  muy  frecuentada  por  los  escritores  de  entonces.  Que  Tirso  asistió  d 
ella  algunas  veces  lo  dice  el  propio  Medrano  en  los  preliminares  de  un  libro  de  poe- 
sía que  publicó  algo  después  (1). 

• 

V 

Publicación  de  /os  Cigarrales  de  Toledo.— ICxamcn  de  esta  obra  (1621). 

Deseaba  "Pimso  dar  á  la  imprenta  cierto  ensayo  literario  distinto  de  las  comedias; 
y,  aunque  no  sin  algún  trabajo,  pudo  lograrlo  en  1G21  ó  i(yii,  en  que  salió  á  luz  la  pri-   ''— 
mera  parle  de  sus  Cifíarrales  de  Toledo  [2). 


(1)  F.ii'Ori's  de  /íi.t -Uh.s.h  hechos,  <f  lí.  .SVÍ'.is- 
íj.ín  í'Viirttistvi  rfi'  ^fe.lr.iHii  Mihíii.  Juan  lUuiihlj 
M.iljlesl.j,  i'Í2¡.  H."  Kn  el  prólogo  .le  cst.i  obra 
enumera  los  con  cúrrenles  d  su  Academia,  que 
eran  casi  lodos  lus  principales  poclas  de  Ma- 
drid. 

(2;  Madrid,  [G21.N0  he  visto  esta  primera  y 
rarisjiiia  cdícii'íji  ni  oi  citar  ningiin  ejemplar  de 
tila.  Ivl  de  S.ilví  (Cdtil'inn  I,  niini,  [441),  tam- 
poco lo  era  (según  dirO  iuego;,  y  además  carecía 
de  preliminares,  l.a  primera  nienciún  que  hallo 
de  unos  CinarralfsJc  ¡l'i-ji  es  en  el  !'.  I  larda,  co- 
mo se  ha  visto,  y  será  cierto,  atendiendo  á  la  le- 
cha Jel  privilegia  y  aprnbaciones  de  la  que  ^igue: 

L.1  SEi;i  NiJi  EiJicióM  lleva  esta  p.iriada:  Cii;atra- 
les  I  líü  T'Hed-i.  \  l'rimer.i  parle.  |  Cmiipi-estns por 
el  .\f¡>estr<i  I  Tirso  de  Molina  natural  de  Ma- 
drid. I  Vtinam.  |  .1  D'in  Sren,  de  Qviñunesy  .Icu- 
ña  j  Caiialíero  del  Itabitr,  de  Sanliaf:o,  Rei;idor 
ptrpelu",y  MJrrej  |  mayor  de  ta  ciudad  de  Leiin, 
Señor  de  Ins  Conceii>.t  \y  Villas  de  Sena. y  //i- 
bias.  i  En  M.idrid  \  Por  Luis  Sanche;,  impresor 
del  Rty  .Vuesfro  .Señor,  |  .Mío  de  /Caj.— 4."  7  |i. 
preJs.  y  Sfij  págs. 

El  íftiaam  de  la  portada  es  la  letra  de  uiia  divi- 
sa: está  dentro  una  corona  de  I.Turcl  que  sostienen 
las  figuras  del  Ingenio  y  el  h'afiir. 


l.a  hoja  siguiente  á  la  portada  contiene  la 
7jss.?.  á  4  mrs,  pliego,  de  73  que  tiene,  Techada 
en  Madrid,  Ti  Mar?"  iñ24.  A  la  vuelta  eoniienüa 
el  priviltuio  pordie/  años  que  se  copia  integro.  A 
nombre  de  O.  'lafcí  í.'í  Tirs  1  de  f^^^/i«lI;  Madrid, 
W  Noviembre  ii'121.  — l'rratas:  Madrid  22  febrero 
[1I24.  1:1  I.ic.  Murcia  de  la  [.lana.  — Aprobacioii: 
«l'or  comKión  del  .seíior  Vicario  de  .Madrid  y  su 
tierra  vi  un  libro  inüiulado  Cifiarrale^c  de  Tole' 
do,  compuesto  por  el  Maestro  don  (iabriel  Tirso 
de  Molina,  en  prosa,  y  diverso  género  de  versos, 
en  el  que  no  hay  cosa  contra  la  fe  y  buenas  cos- 
tumbres, sino  muclias  dignas  del  delicado  iufte- 
nio  de  su  autor,  dispuesl.ls  ciin  elegante  y  corte- 
sano estilo,  y  con  iiiuesira  de  la  erudición  que 
en  todas  ciencias  tiene  el  que  las  trata  aquí;  y  de 
que  se  mande  salgan  á  lu2  para  alentar  los  inge- 
nios á  sutiles  discursos  y  gastar  algunos  ratos  de 
los  que  ocupa  la  ociosidad  enemiga  de  toda  vir- 
tud, l£n  S.  Martin  de  Madrid,  á  H  de  Octubre  de 
ii'n  I  .--Fr.  Miguel  Sánchez.» 

Aprobación:  «Por  mandado  de  V.  A.  lie  visto 
este  libro,  donde  no  hiiy  cosa  contraria  á  la  fe  y 
buenas  costumbres.  V.\  ingenio  y  estudio  del  au- 
tor es  grande,  como  se  descubre  en  la  materia 
entretenida  desins  discursos,  dondi'  hallarán  los 
aCiclonados  aparato  notable  de  invención  fabu- 


XXVI 


COMEDIAS  DK.  TIKSO  DE  MOLINA 


Ji       Es  una  obra  miscelánea,  que  contiene  novelas,  poesías  líricas,  comedias,  cuentos, 
relaciones  de  licstas,  poemas  cortos  y  romances  descriptivos.  Las  comedias  inierca- 


losa  y  .irtiÜL-in   muy  dieslr'i  en  las  coiiieJia';  so- 
léelas quL'  enircmeití.  I'iicde  V.  A,  dar  licencia  .1 
su    impresión.    En    jMadiid  a    27  de  Ooliibre  de 
162 1  .--[.'Olí  Juan  de  Jaureiíui  » 
Décimis  «de  l.npe  de  Ve^a  Carpií. 
Con  menos  liffícil  paío 
y  rtmcjios  horiiunics 
híiy  lii'iic  cl  'l'ajo  cu  sus  monics 
Jjis  ilctdades  licl  l'arnisti. 
]>a  Jira  Je  i;3rt:jlaso 
junlu  á  su  crislil  íucicnit' 
IihiUi' líe  un  laurel  pciiLlieiile 
1^1  liso,  V  csía  lelra  escrjíji: 
«Fínix  pn  N  rcsuciu 
Hj.ijiía  y  cor<jna  lu  írcnte.* 
l>i!;ni>  [uc  lie  su  ilecuní 
el  iliKeniu  cclcsiiil 
qüc  iranís  crní  plcíiro  i^ual 
lan  f.raic,  .luke  y  sonurii. 
^  a  C'in  sos  .irenas  itc  orn  • 

cuiiipilfn  lirius  >  llores, 
pflra  .L^urrn.iMas  mavkres, 
á  quicii  con  niilai^ros  lalrs 
lit-i  áüpíTus  c^i^^arrales 
i:nnt¡i:rie  i'n  selvas  ,le  aiimn,  •■ 
lltciina  «l)e  di>n  Alonso  de  Caslill'i  Sl.Ioi /ari',: 
Si  TítleJo  se  hcrjiío^LM 
por  lener  sus  l'-ijiarriles, 
con  los  sobrenaturales, 
I  msn,  iM.iíln,!  se  recrea. 
.V^radcLe  j  vuestra  iJca 
i{uc  fe  ile%e  en  sucesión 
parioi  de  recrcjdiVn, 
c^r.tncias  de  amenidad, 
preceptos  de  urbanidad 
y  ese  iiplos  de  eru-lición.» 
Décima  «De  Joña   .María  de  San   Ambrosio  v 
l'iña.  nionja  en  la  .Magdalena  de  .Madrid; 
l.a  fama,  eterna  alabanza, 
ya  no  espera,  no  porfía 
SI  i'l  libro  en  quien  la  tenia 
ya  es  gloria;  no  eí  ya  cspcran/a. 
S..I0  vuestro  ingenio  alcania 
con  el  arte  y  U  experiencia 
ciencia  y  ser  de  la  cicicia, 
déllico  alíenlo  de  infusa, 
lauro  cierno  vuestra  musa, 
íuz,  líabriei.  Je  intcl licencia. >* 
DeJicatiiri.i.  (No;J¡ee  Je  particular  uiéís  de  cjne 
le  'lírtire  su  libro,  «t.tnlo  por  pagar  deudas  de  su 
padre,  quanto  por  el  inicré.s  que  se  le  sigue  de  su 
patrocinio. í) 
l'riiloKo.  «Al  bien  intencionado.» 
Texto:  l.a  pág.  SCj,  última  del  tomo,  no  lleva  pa- 
ginación y  srilo  esiJ  tiiipresa  su  milad. 

3.'  Enteló-'.  Uecieniementc  adquiri  yo  un  ejem- 
plar de  una  nueva  y  desconocida  edición  de  este 
libro-  Lleva  la  sij;uien!e  portada: 

CíU-lrrales  |  de  Toled'i.  j  Primera  parte.  \  C"m- 
pfcslus  par  el  Maestro  \  Tirso  de  Molina  natural 


lie  m^ídrid.  I  I  h'in  Si'pi-o  ile  '^>\-iÍi'incs  y  Acríia  \ 
Caiiallern  del  habito  de  Sanliano,  lt¡-¡;i.lor  perpe- 
tuo, y  A  Ife-  I  re-j  mayor  de  la  ciud.id  dd  Lean.  Se- 
ñor de  Ikü  'Jnnu'i'-s,  j  y  l'i/í.ii  de  Seiin.y  llibxjs.  \ 
Vtinam\<lnn  privilefíin.  ¡ /;«  ^íadrid  p  t  la 
i-iuda  de  lAiis  Sanche^  1  Inipressor^t  del  Heyno.  | 
Año  ,lr  M.CDXXX.  \  (sk)  A  costi  di  Mimso  l'c- 
reí.  librero  de  SU  Mut;esl,id. 

4.".  4  li,  prels,  y  1 12  fols.  El  lllinain  de  la  pt  r- 
tada  no  lleva  alcgiria  alguna,  sino  una  «ría  hecha 
con  adornos  lipogriificos. 

Eíii  cl  recio  de  la  lioja  siguiente  estd  la  lítJir.i- 
ífji  ij  á  ü.  Suero  de  guiñones  yá  la  vuelia  la  'l'assa 
(4  iiir.s.  pliego:  5^  pliegos^iiG  mrs.)  Madrid,  li 
de  Marino  de  il>24:  la  Sum^del  Prii'ilei;iii{i\oSa- 
legro)  Madrid.  S  du  Noviembre  de  it')2  i :  y  la  l-'e 
de  erralj.i.  diciendo  que  110  las  Itay,  A  2:1  de  Fe- 
brero de  rri24.  La  hoja  siguiente  lleva  las  .|i  ru- 
biui'nie^  de  Kr,  Miguel  Sinclie;'  y  D'ni  -liom  de 
/íiiiríSiií  i'-'ícj  y  las  dos /íecím^is  Je  l.upedeVega 
V  .-i  la  vuelta  las  dc  ('.astillo  Solórí.iiio  v  U.'  Ma- 
ría de  San  Ambrosio.  I,A  lioja  cuarta  ja  ocupa 
tod.i  el  prólogo  .1/  íicji  intenii'-niido. 

I  sia  edición  de  i  IÍ;io  es  la  que  Salv.l  creyó  ser 
1,1  primera,  al  'ibservar  que  er.i  conipU'tamenle 
dislinla  de  la  anterior  y  la  srguie.tle,  si  bien  su 
'"iempLir  carcci.i  dc  preliminari^s.  henmiíslrasc 
porque  le  asigna  el  misino  nilinero  do  lolins,  2  i  2, 
que  contiene  la  presente.  El  tipo  de  k-tra  eí  mu- 
cho más  peque ñi>,  así  es  que  en  \ei-  de  Lu  V.-}  p;i 
ginas  sólo  viene  á  tener  424  .tuiítciadas  en  2  1 2 
folios.  Los  preliminares  están  también  alterados 
y  el  l'rii-ile/íin  abreviado. 

4.'  FbiiaóH.  ''¡nárrales  \  de  T'dedn.  |  l'iimprent-i 
ptir  cl  Af [icj/i*o  I  ¡hso  de  .wo/iii.i,  njliiral  de  Ma- 
drid. 1 .1  Don  .S'i'fi-o  Je  'Ji'h'fines  y  .Ifi'ii.i,  |  '.'.iii.j- 
tlcro  del  habito  de  Sa»li.if;'i,  Hc(;id''r  )vrpelU'-y 
Al/ere^  I  m¡ivlir  dc  1.1  Ciudad  ¡fe  l.etm.  Se-'i-'r  de 
los  'Joncc/os  \y  villas  de  Sena,  t'  //ifti.t.t.  |  I  li'i  1  Ks 
cudn  del  impresor.)!';.''  I '•"  llarcil->iij.\  l'nr 
lieronim''  Marfítiril,  I A  i:osti  ./c  liisepe  lieii'iiijrt, 
mercader  dc  libr.-s. 

4.°,  V.  en  b.  Aprob.  de  Kr.  Tom.-ls  Itoca,  en  el 
convento  de  Santa  Catalina  á  3  de  Septiembre  de 
1 1330  (Dice  que  los  <:  i^arrciles  se  habían  impreso 
■seis  años  ha  en  .Madrid*  y  le  llama  al  autor  «l>nn 
Gabriel  TiriO  de  iV.olina»].— .\probacioncs  de 
Kr.  Miguel  S.lnchez  y  Jaiiregui.— Décimas  de 
Lope.  Castillo  V  I1."  .\larla  de  San  .\mbrosio. — l>e- 
dicatoria. -Prólogo  y  teili,  que  acaba  al  vuelto  del 
folio  2 1 5  con  la  palabra  l-'in,  y  tres  grabidiios  re- 
presentando una  mosca,  un  ratón  y  una  gallina 
cubriendo  los  huevos.  La  letra  es  también  de 
máí  cuerpo  que  la  de  la  edición  de  tój»  ex- 
cepto en  los  versos  y  comedias,  que  es  mis  pe- 
queña. (S  h.  prels.  con  laponaday  aiS  foliadas.) 


COURUIAS  DE  TIRSO  DK  MOLINA 


XXVII> 


)aá»s  son  A7  tmrtfon^oio  en  p^ilacio.  Cora/)  A.(íi  rfí  «»■  /oí  ttJitJffug  y  í/  celom  pru- 
dente. Incluyó  también  en  cll»  su  celebrada  novciiu  /.os  /rtu  mai-idos  biai<iifini,  un- 
ías veces  reimpresa  lutj^o. 

Hay  aJcmás  en  raie  libro  párrafos  y  espocics  que  encierran  alf(ún  inicrís  biográ-  ' 
fico.  En  et  prólofto  «Al  bien  inlcncionadoi,  y  suponiendo  que  habla  el  iiiÍmiio  libro, 
dice: 

*Oi:Áo  ineset  ha  f u«  Ctío)'  r»  ht  maMtilIat  dt  una  imprnila.  d»ndo,  comu  niAa  lUtlo  i  criar, 
me  eniciiaion  los  mnluí  te).)ibi<M  que  en  mi  de&cuhricrn;  m«n(iiui  de  un  i^noianlc  comptaítor. 
qm-  lil  I  et  aAxIln  paUbtAt,  Ul  xnahit  Ivtrat;  J  ojali  pniaia  en  eMu  y  mi  %v  iiitr  aoofiicra,  Ittt^n- 
daulr  i¡  mi  padrr  r/  ifiutrtí  adríaitlUKio  de  ii»i  cnatiKa,  <n<Jii>  prttio  >it  mi  imprem/n,  j  nit  de- 
jara iabt'ii)  A  la  malicia,  U  micad  de  vudl  }  laotyu  ile  ru*ldn,obli}(lod<i)e  i  l)UM:ai'itic  iiucvii|lti- 
pilaje.  iiuihatfar  papel  j  trampear  la  cusu.  Un  padre  l«n(|0  y  dot  ayot » 

Si^uc  en  este  estilo  jocoso  narrando  el  libro  hus  avcnluraü,  y  al  linal  ailnde: 
«J'uédnte  alirinar  que  enU  yj  comenzada  On  i.'  parte  üeétl  v,  en  lanío  que  m>  perlfciuim 
dada*  ata  tmprtnta  doce  tomtdút^,  prime^ra  ¡lartr  úe  miicha'i  quequicc-n  ver  miindi».  enfrvJj'ci- 
cfraiAi  fiM  rn  ralorce  <iAoi  lian  diverlkl»  melancotlAt  y  l)on»siB4Ío  ocí<wÍdMl«.  I'atnhiiin  lian  de 
seguir  ni'tt  buenas  ñ  malas  furiunn^  .fixr  narfhi,  ni  Ituiladav  A  ím  Uiscaiiasiit,  ni  cnHahatla^ 
unas  tras  nUas.  como  procesión  <lc  discipiminics,  sino  on  %u  arKumeiilu  que  lo  cuiDprenda 
todo.* 

Uc  estos  p.írralús»e  deduce  que  Tcnb  el  I*.  T(.txr.T,,  en  i6ai,  compuestas  irescicn-  ¿ 
fat.com«li:is'irccundidad  verdaderamente  pnsmosa  y  sólo  comparable  i  In  ■ic  Lopel); 
doce  rravcla»;  cnipcxjdii  la  secunda  parte  de  tos  Cigarrales,  y  dadas  a  ¡a  imprenta  Ino 
d  luí,  como  se  supiiüo  C'iiuivocadamcnte),  doce  obras  dr^m.tiicas  que  sc-rían  primera 
parte  de  las  suyas.  Lü  curiosa  ctpecie  de  que  tuvo  que  cjimbiar  de  imprc.ior,  per- 
diendo la  mitad  Je  la  ¿osla  y  el  haber  tardado  lo  menos  ocho  meses  en  icrniinnr  la 
impresión,  en  combinación  con  la  techa  de  K  de  Noviembre  de  Krji  que  lleva  et  pri- 
vilegio, dilicullan  el  hecho  de  que  el  libro  pudiese  salir  Á  luz  en  el  rclcrido  uño,  sino 
en  el  sijjuientc.        * 

Kn  el  cuerpo  de  i'l  w  iniroducc  Tirso  á  st  mismo,  como  ¡te  ve  por  este  pasaje: 

•Ti»»',  OHiK^tie  humilJt  p.utor  .ir  M.uinmam,  lialli^  en  la  llaneza  ficnetosa  de  T[>led'i  mr/or 
amolda  i]Uf  en  tu  p.ilii,i,  un  apoderada  Je  la  envidia  extranjera:  llt^ó  cu  un  pcqiiei'io  bniko. 


\)  MjIikiu  niuii'iti  i  las  iVoiv/m  in^ralet  <lcl 
cjpltin  iiiadrileilo  I>.  Dl«(t<i  ^le  Aftrudí  y  Varoax 
t)iir  puHicft  doce  t<cqiicru>  en  un  volumen  «n 
i6iu  t^ladrlJ.  |Hir  Ti<m.íii  Junii.  S.^jy  de  ind<:- 
■  dablo  caidctct  ililiino.  Aludía  Ureibifn  A  '>lca 
■•obra  del  iiiImii»  Agtsdu  liiulada-  Lat  mil  Jttlet 
amantti  /.riicifv  y  Ctil'ifittU.  hiilnria ¡friega,  ¡"nr 
■  I  galle»  Tjcin,  MeÍjnJFÍno,  traJucUa.  mtuira-lii 
y parU  enmiméttit  (Madrid.  Juan  déla  CUMU, 
'6' 7.  K,*),  l.a  verii¿n  Je  Agreda  noet  del  origi- 
nal ni  del  litln.  ci>inu  hixo  Pcllíccr,  sino  JrJ  '/'oi- 
cai»'i,  que  ei  á  lo  que  se  refiere  Timo.  En  cuanto 


í  é%tt.  que  nu  publica  ni  la  segunda  parle  orrccl- 
da  d«  lot  Cíg-irralrt  ni  Ut  .Kovtta$,  parece  dedu- 
eirM  dé  iu<  palalwas  que  «e  ptoponla  ücienvol- 
leralguní  teiii  mural  por  medio  de  ejeinptm; 
all^  parccidii  .1  I-I  que  lubla  ht^lio  en  (ñiidnn 
Oanulo  de  Cí>pcd»  y  Meneiui  en  xu  l'oema 
trágioi  Jet  etf^iioí  iifraf\i'>.  y  detpue,>  en  su 
^ttUaJo  í'i»,1ar->.  cnjtariando  divergís  cpiWins 
pof  medio  de  una  licci<'>n  Minejantc  i  la  quu  ii»l 
en  los  Cigirrales.  Nada  xe  bs  conservada  de  euas 
novelas, 


xxvrri 


COMEDIAS  DE  TitiSO  DT.  UOl.tNA 


aunque  curioso,  hecho  lodo  un  jnrdin  que  hallara  lu^r  entre  lov  lübtcos,  y  en  medio  de  ¿I  una 
pilma  ftliUima,  M>bre  cu>os  últimos  cogollut  eslaba  una  corona  de  laurel.  Trepaba  el  piUor 
por  ella,  vntlilo  de  un  pellico  blanco,  con  unas  barras  de  púipura  á  Ion  pechos,  insignia  de  los 
de  su  prúftiHiH,  y  ayudibanic  i  subir  dos  alas,  escrito  en  la  una  ingenia  y  en  la  otra  Hüuáia; 
VOUndo  con  ellas  un  alto,  que  locaba  ;a  con  la  mano  en  la  corona,  puesto  que  la  Envidia  {i ), 
en  su  r<irmi  acostumbrada  de  culebra,  enroscindoso  A  los  pies  procuraba  impedirte  U  glorloM 
ConMCuctón  de  su  irabajo,  aunque  en  vano;  porque  pisándola,  colgaba  de  ellos  esta  letra,  que 
sirvió  umbi¿n  para  tot  jueces:  Vtlit,  Nolii.» 

Suponiendo  Tirso  que  para  celebrar  U  vucltn  á  Toledo  de  cierto  cabaltero  y  el 
l^liz  (¿rinino  de  lo&  amores  de  otros  y  sus  damas,  dcicrminaron  varios,  amigos  de  todos, 
celebrar  un  torneo  acuático  sobre  el  Tajo  y  describe  extensamente  c&ie  esparcimiento, 
asi  como  los  sucesos  y  aventuras  que  lo  prepararon. 

AI  verse  reunidos,  acuerdan  pasar  los  cuarenta  d(as  de  más  calor  del  verano 
NÍn. subir  i  Toledo,  por  las  varias  casas  de  campo  ó  cigarrales  que  ellos  y  sus  amigos 
tenían  distribuidas  por  las  orillas  del  rfo,  Y  &  ña  d«  gozarlos  entretenidamente,  con- 
vienen en  distribuirse  el  deber  en  cada  uno  de  divertir  i  los  demás  en  cada  cigarral 
que  le  locase  en  suerte. 

Fueron  veinte  los  que  entraron  i  distribución;  y  como  Tmso  no  trató  mus  que  de 
lo  hecho  en  los  cinco  primeros,  parece  que  pensaba  emplear  cuatro  tomos  ó  p;rtcs  en 
describir  los  juefjos  y  distracciones  propíos  de  los  demás,  si  no  es  que  abreviase  en 
adelante. 

Ks  curiosa  la  enumeración  de  los  cigarrales  mds  hermosos  que  había  verdadera- 
mente entonces  en  Toledo,  y  en  los  que  Tmso  supone  se  celebraron  las  licstas. 

Comentóse  en  el  Cigarral  /  por  la  representación  de  la  comedia  /T/  Vergonzoso  en 
/u/nciu,  ya  antigua;  pues,  como  expresa  el  autor,  liabfa  sido  Rcciebrada  con  geneml 
aplauso  dic/  aóos había,  no  soto  entre  los  teatros  de  España,  pero  en  los  másci^lebres 
de  Italia  y  de  entrambas  Indias,  con  alabanzas  de  su  autor,  pues  mereció  que  uno  de 
los  mayores  potentados  de  Castilla  honrase  sus  musas  y  ennobleciese  esta  lácultad  con 
hacer  1a  persona  del  Vergon^oK.n  Y,  lo  que  es  mds  curioso,  parece  que  realmente  se 
hizo  por  entonces  en  Toledo  esta  representación,  pues  añade  luego  que  los  adhereiites 
con  que  se  exornó  tuvieron  por  autores,  «de  los  tono»,  á  Juan  DUs,  único  en  csi.i  ma- 
teria; á  Alvaro,  si  no  primero  tampoco  segundo,  y  al  Licenciado  Pedro  (íonzilez,  su 
[guat  en  loilo,  que  habiendo  algunos  aiíos  sutilizado  la  pielodía  humani>,  después,  por 
mcjoralla,  tomó  el  hábito  redentor  de  N.  S.  de  la  Merced,  y  en  él  es  Knís  único,  si  en 
el  siglo  i\¡i  canoro  cisne.  Los  entremeses  lucron  de  1>.  Antonio  de  Mendoza,  cuyos  sa- 


lí) E%  de  notoria  imluencia  con  <)uo  Tia- 
«b  M  queja  de  lox  envldlouii  de  iu  (atento. 
A  ella  aludid  también  l.ope  de  V«^,  en  la  de- 
dicatoria de  Lo  /i«iti.1a  r«rjjáera .  como  he- 
ñios •riiXo;  j  TÍLI.X1  no  ccsard  de  iractla  i  cuen- 
to cu  la  IfeJictilana  de  xdi  comediax,  en  lo( 
prólogo»  }  en  moclioi  lugareí  de  ella»,  liaclfn- 


do4e  uclamar  en  una  ocadón  l'.IkIoim  Gtveltt, 

Pdci  Tfn<]«K  ahoí*  liali 
tnridií  á  innoiot  dlrtrioa, 
qu*  hay  hoinbrc  que  hRCiciMo  t'<rioi 

y,  aunque  mát  rima  le  >I4b, 
ct  tal  lia  I  ccJid  o>  dijio) 
4»  qiillt  rl  h*Ha  4  •■  nMlfT» 


COMEDIAS  DE  TlhSO  DE  MOLINA 


XXIX 


Ir»  y  concetos  ígualtn  á  su  apacibilidad  y  nobleza;  y  los  bailn  Ue  Rcnavcnlc.  sazón  del 

alma,  (kkiic  de  la  naturaleza  y,  en  íin,  prodif{io  de  nuestro  T8)0». 

Tirso  compuso  una /oa  para  esta  representación,  que  incluye,  asi  como  la  comedia.  ¿ 
I A  continuación,  y  con  pretexto  de  hacer  su  defenuí,  explana  aquella  celebre  y  brio;ia 
rapcriogía  del  MStema  dramitico  de  Lope,  entonces  y  algo  ames  rudamente  combatido 

por  los  partidarios  de  la  imituión  cliisica.  E\  pasaje  es  tan  importante  que  no  debe  de 

bltar  en  una  bíot^ralTa  de  Tinso: 

•Con  la  apacible  suspensión  de  la  rereriila  comedia,  la  propiedad  de  los  rcciunies,  las  gatus 
rdc  lat  personas  >'  la  diventdsd  de  sucefos  se  les  hiao  el  Ikmpu  Un  curio  que,  con  habcT»«  ftav- 
'ladu  cerca  de  (tes  horas,  no  hallaron  »ira  falla  unu  la  brevedad  dcsu  discurso,  lisio  en  Un  oytn- 
tes  desapasionados  y  que  aúsilan  allí  mis  para  recrear  d  atnu  con  el  poiiico  cmretcnimicntu  quo 
pirj  t:eniurBTle.  <,tue  \it\  itinR.mos  ie  ta  miel,  que  dios  no  ^at>cn  labrar  y  hurlan  á  las  arhllcío- 
sas  abc|as,no  pudieron  dejar  de  hacer  de  las  suyas;  y  con  murmuradores  susurros  picau  cu  tus 
deleitosos  panales  del  ingenio.  Quiin  dijo  que  era  domastadatnenic  larga  y  quien  impropia.  Pt~ 
dartiehubo  historial  que  afirmó  merecer  casillo  el  poeta  que,  contra  la  verdad  dclo&  anales  por- 
tugueses, habla  hecho  pastor  al  duque  de  Coimbia.  D.  I'edto,  siendo  avl  que  muñó  en  una  ba- 
talla que  el  rey  D.  Alonso,  su  sobrino,  tedió,  sin  que  le  quedase  tii)o  succior  en  ofensa  de  la  casa 
de  A  vero  y  su  Duque,  cuyas  hijas  fúntó  tan  desenvueltas  que,  contraías  leyes  de  su  honestidad, 
Lbkieron  teatro  de  tu  poco  recato  la  inmunidad  de  su  jardin.  Como  si  la  licencia  de  Apolo  se  es- 
Eirecbase  i  la  recolección  histórica  y  no  pudiese  labricar  sobre  cimientos  de  personas  vcrdadetas 

arquitecturas  del  ingenio  fingidas. 
I       >Nu  fallaran  protectores  del  auienic  poeta,  que  volviendo  por  su  honra  concluyesen  loe  ar> 
'  gunieoioi  Zoilos,  si  pueden  entendimientos  coniumaces,  Narcisos  de  sus  mismos  pareceres  y  dis- 
cretos, mis  por  lai  censuras  que  dan  en  los  trabajos  ajenos  que  por  lo  que  se  desvelan  en  los 
propios,  convencerse,  "^ 

«Entrt  los  mochos  dcsacterlos,  dijo  un  presumid»  natural  4e  Toledo,  que  l«  nef;afi  la  tilia* 
clon  de  buena  gana  si  no  fuera  porque  entre  tantos  hijos  sabios  y  bien  inierKionados  que  ilustran 
su  lienigno  clima  no  era  mucho  saliese  un  abono  malicioso,  c)  que  mis  me  acaba  ts  paciencia  es 
vercuin  liccnciosamcnic  salió  el  poeta  de  Im  limites  y  leyes  con  que  los  primeros  mveniom  de 
la  comedia  d(«ron  ingentoso  principio  Á  este  poema;  pues,  siendo  ns{  que  íste  ha  de  ser  una  ac- 
ción, cuto  principio,  medio  y  tin  ncaej;ca,  i  to  mii  largo,  en  veíniicuairo  horas,  sin  movernos 
de  un  )u|;ar,  nos  ha  encajado  mes  y  m«c^o,  por  lo  menos,  de  sucesos  amorosos;  pues  aun  en  este 
término  parece  imposible  pudiese  disponerse  una  tlama  ilustro  y  discreta  á  querer  tan  ciegamente 
á  un  pastor,  hacerle  su  secretario,  declararle  por  enigmas  su  voluntad  y,  últimamenic,  atriesitar 
su  fama  i  la  arrojada  determinación  de  un  hombre  tan  humilde  que,  en  la  opinión  de  entram- 
bos, el  mayor  blasón  de  su  linaje  eran  unas  abarcas,  su  solar  una  cat>aña  y  sus  vasallos  nn  po-- 
bre  halo  de  cabras  y  bueyes.  Dejo  de  impugnar  la  ignorancia  de  O.*  Serafina,  pintada,  en  lo  de- 
más, un  avisada  que,  enamorándose  de  su  mismo  retrato,  sin  más  cert;dumtMe  de  su  original, 
que  lo  que  O.  Antonio  la  dijo,  se  dispusiese  á  una  bajeza  indigna,  aun  de  la  mis  plebeya  hermo- 
bnra.  cumo  ru¿  admitir  á  escuras  á  quien  pudiera  con  la  luz  de  una  vela  dejar  castigado  y  co- 
rrido. Fuera  de  que  no  sé  yo  por  qu¿  ha  de  tener  nombre  de  comedia  la  que  introduce  sos  perso- 
nas entre  duques  y  condes,  siendo  así  que  lasque  mis  grandes  se  permiten  en  semejantes  acciones 
no  pasan  de  ciudadanos  patricios  y  damas  de  mediana  condición. 


XXX 


rOMEDIAS  DC  rmSÚ  bK  HOUNA 


«It»  i  proseguir  t\  maticiuso  ■rguyonte.  cuando,  aiajinilak  D.  Alejo  (que  por  ser  la  licsia  i 

ni  coiilcmpladóD.  le  pa/eci^^  locarle  el  defenilerU)  le  respondió.  I'oca  laziin  luib^i»  tenido I. a 

CDHicdia  píeseme  ha  ^ua^llado  lai  leyes  de  lo  que  ahota  U  U»;  y  i\  mi  parei:ct,  con  formando  me 
con  el  itc  loa  que  tin  puMÓn  :tivnien,  el  luttar  qu;  iticrccen  \t%  que  aho>a  &c  rcprctciilan  en  nues- 
tra EspAAa,  k'omiMradas  con  la&  antiguas,  k»  hacen  conocidas  venlatas,  aunque  vayan  contra  el 
InMílutu  piimero  de  lu»  inventores  t'orque  íi  aquéllos  esublcdcton  que  una  cutnvJia  no  reprc- 
uníase  sino  la  acción  que  moralmcntc  puede  luccder  en  veiniKuatro  hora^,  ^cuá'itu  mayor  in- 
eoDveniontc  seta  que  en  tan  breve  tiempo  un  galán  discreto  se  enamore  da  una  dama  cuerda,  te 
iglidie.  rtftale  y  Testeje  y  que.  un  patar  ^iquíe^a  un  dfa,  la  obligue  y  disponga  de  suene  sus  ainu- 
lUS  qac>  comioxando  i  pretender  por  la  maAana,  se  case  con  ella  i  la  noche^  ^Qut  lu^ar  tiene 
para  fundar  celo^,  encarecer  de^eipcruc iones,  consolarse  con  cspeíamas  y  pintar  los  demis  afee- 
lot  y  accidentes  sin  tus  cuales  el  amoioso  es  de  ninguna  oUma?  jNi  cOmo  se  podrá  preciar  un 
■mame  rfe  firme  si  no  pasan  algunos  días,  m«scs  y  aun  aAos  en  que  haga  prucl»  de  su  cons- 
UlK-ia^ 

«Estos  inconvenientes  mayores  son  «n  el  juicio  da  cualquier  mediano  entendtntienio  que  el 
que  se  sigue  de  que  los  oyenies,xin  levantante  de  un  lugar,  vean  y  oigan  cusas  sucedidas  en  ina- 
cbos  diu;  poe>  an«l  como  el  que  lev  una  titsiona  en  breves  planas,  sin  pasar  muchas  huras  se 
f|l(oTinadcca%os  sucedidos  en  largos  tiempos  y  distintos  lu(!arei.  la  comedia,  que  es  una  imaxen 
freprcMimaclón  «u  argumeniu es  fueras  que,  cuando  l«ionu  de  lut  ku :esos  de  dui  amantes, 
retrate  al  vivo  lo  que  le»  pudo  acaecer:  y,  no  siendo  esto  vorosioill  en  uu  día,  lieni.-  obligsciún  de 
(Ingtr  pasar  lus  i«ci'>arÍos  parn  que  U  tal  acción  sea  perlela:  que  no  en  vano  se  tlimú  la  povs'a 
piniutH  viva,  pues  imilamlo  á  U  tnucna,  isXi,  en  el  hrese  espacio  de  vara  y  media  de  tienio, 
pinta  te|o.  y  distancias  que  persuaden  i  la  visi»  A  lo  que  signilknn:  y  no  es  just»  que  se  nie> 
liue  lo  licencia,  que  conceden  al  pincel,  á  la  pluma,  sk-ndo  ftia  lanío  niJs  signilicativa  que 
CSUlTlI 

»V  ai  nicafgtlhi  que  i  los  primeros  inventores  debemos  los  que  profesamos  sus  fitcull^ides 
guardar  sus  preceptos,  pena  de  ser  tenido^  |k>i  ombictoMn  y  pout  aKradeciikrs  i  la  Iuk  que  no» 
dicruii  [taia  pimoguir  sus  li utilidades.  uire^pon<lu  que,  aunque  á  lus  tales  se  les  debe  la  venera- 
ción de  hal»cr  salido  cun  ladincullnl  que  tienen  todas  las  cosas  en  sus  principios:  con  lodo  eso, 
«acierto que  uun  añadiendo  perfec\:ioncsá su  invención  (cosa  queptiesjoqucfdcil,  necesaria)  es 
fticrxaque  quedándose  la  vubstanciacn  pií-,  se  muden  luS  accMcnte».  meinrándolos con  la  expe- 
fklK'U.  iflueiio  >ci(a  que,  porque  el  primer  mAsiCo  sacó  de  U  Consunanciii  de  los  martillos  en  la 
yunque  la  difciencta  de  los  agudos  y  graves  y  la  armonía  música,  hubieren  los  que  agora  la  pro' 
fesan  deandar  carga J<js«le  lus  instrumentos  de  Vulcano:  y  mercctesen  castigo, en  re^de  alitl>un/a, 
los  que  á  la  harpj  lo crun  añadiendo  cuerdas  y,  vituperando  lo  supvrÉluo  y  iniUil  de  la  anligilediid 
li  deiaron  en  la  perfección  que  agora  vemosl 

>KvladirerencÍAhayde  la  naturaleza  al  arte:  que  lo  que  aqucitu  desde  su  cre*cion constituyó 
nOKcputxIe  varinr:  y  asi  siempre  el  peral  producirá  peras  y  la  etscma  su  grosero  fruto;  y  con  lodo 
eso,  tu  diversidad  del  Icrruño  y  la  diferente  iuHucncia  del  cielo  y  i:limi  á  que  están  sujeto»,  las 
saca  muchas  veces  de  su  misma  especie  y  casi  constituye  en  otras  diversas 

■  I'ues  en  lo  atllltcial,  cuyo  ser  consiste  sñto  en  la  mudable  imposición  de  los  hombres,  puede  ' 
el  uso  muibr  on  Un  trajes  y  «Acios  hasta  la  sustancín  y  en  lo  natural  se  piadn,.cn  p"r  medio  de 
lo»  Ingertos  cada  día  diferenlet  frutos,  ^qué  mticlio  que  la  comedía,  á  imitación  do  entrambas 
CMa»,s  arte  las  leyes  de  sus  antepasados  y  ln(¡iera  indusiriosamenie  lo  trágico  con  lo  cómico,  ta* 


COMEDIAS  Ot:  TIKSO  DK  MOUKA 


XXXI 


ctiDdo  uní  inctcl*  Jipacíbtc  de  estos  (ios  encontradoh  poemas:  y  quo.  panlcipBndodccntrNmbtn, 
'mitodti/ga  ya  p«fson»K''>vcs-<-'o'no  la  uní 7  ya  (iKo^u  y  ridiculas  comu  La  otra. 

•AdeiiiáN  que  1I  el  ser  un  cxcclcnics  en  Grciña,  Esquilo  y  Unió  (sic)  conio  entre  los  lilinüs 
SiínccB  >'  Tvrcncio,  t>a\i  i  pira  cxiablccer  \íí  kycs  tan  dcfendicUs  tic  sui  profesores  U  eieclencli 
dL-  nuvsira  ospaflola  Vega,  honra  de  Minianaret.  Tulio  de  (Ustllla  y  Kénix  de  nudirj  nw:ión. 
luxha<:c  uncon<.Kidu  vcnujasen  cnirambüs  materias,  ansien  la  cuantidad  como  en  la  cualidad 
de  sü'í  ntjiica  l>icn  L''>t>(»:>doi,  aunque  bien  m\til¡ñiSM  y  rnal  raordidc»  estudtut^,  qtie  la  autoridad 
con  que  ac  tes  adelanta  es  sulicicniv  para  dtrogat  sus  estatuios.  V  hxbtcndo  él  puato  U  come- 
dia en  ifl  perfección  v  %utile2a  que  ahora  titne,  basta  para  hacer  escuela  (l«  por  tf:  v  para  que,  l<i« 
que  nos  preciamos  de  suv  discipul »,  nos  tengamos  por  dichou»  de  tal  maestro,  y  defendamos 
cunMjiniemcntc  su  doctrina  contra  quien  con  p«st¿n  la  Impu^tnarc.  <,tueiá  el,  en  muchas  partes 
de  sus  escritos,  dice  que  el  no  guardar  el  arte  anli|4uo,  I»  hac«  por  conformarse  con  ul  (lusio  de 
la  plebe,  que  nunca  consintió  ct  l'ronodc  las  toycs.  y  preceptos,  dlcelo  por  su  natural  inodesliai  y 
porque  no  atribula  U  malicia  ignorante  d  arroRaiicia  k> que  ra  poMlKa  perleccíón-  ti). 

Kl  Cigarral  II,  <]tic  ikscribc  la  licsiii  en  el  CÍRarr<il  dd  Rey  «ai-ora  ild  Marquiís 
de  Mulplea*.  y  se  reduce  il  múHicas  y  c¡crcicios  cabaMcrcüco»  y  (talantcii.  sólo  in- 
cluya Iji  l'ábutn  iU  f'an  y  Sirinfía,  obru  de  O.  IMdcido  de  A^uilor,  poctu  itiudrilcño, 
hombre  del  Almirante  de  Custilb  y  Jcspucs  frdilc  mercenario,  JiiiCÍpulo,  ul  |Mifecer, 
i;cnli|  de  Tiiiso.  quien,  pur  l«l  razón,  lu  publicó  jiquí.  fCsiJ  el  pocmu  en  ociuvns 
reales. 

Una  inleresiinte  y  bien  entretejida  novela  de  />.  Juan  Je  Sakedo  y  la  Catalana 
fíianisia  lormu  el  coiiiexto  tU:l  Cigarral  Ul,  uprovixlmitdo  Uocusión  puru  ¡(ilcrctihr 
algun;is  piresias,  como  un  gracioso  romunce  -il  Maniíitniíres.  t'or  csM  corii[>osJción.  y 
otrws  tni:lu&.iscn  Deleitar  aproifechando,  libemos  que  Tirso  adoptaba  para  nutroci- 
njir  e«lus  versos  rúsiicos  el  svudi^nimo  de  l'aracuelIcM  de  Caballas. 

fío  el  Cigarral  IV,  rcnuttciiimlo  ul  mnle^ln  cuidu<Io  de  ir  colocando  mi»  versw 
Krtcosenlrc  las  niirr^cioni'seii  prosa,  coinieiizu  por  cnMirinr  seguidas  fwMa  i3  com- 
posiciones de  todo  ft<!itoro,  y  i  eontínuación  U  comedia  famosa  de  Cama  han  de  ser 
/oí  amigiix.  que  untes  liabfa  eslrcnuda  Baltasar  de  l>Ín«do.  umacstro  en  los  dcslc  olicio», 
<omo  dkc  'IV:li.i.j:  en  el  encabezado  de  ella. 

Tampoco  dejó  de  buccr  el  ctof;io  y  deteiisu  d«  esta  hennoM  obra  y  darnos  unJis 
curiosísimas  notíctus  y  juicios  sobre  el  arte  de  representar  «n  su  tiempo,  dk-iendo; 

«La  &«E¿n  y  doUezn  de  lo»  recitantes,  las  líalas  ctm  quv  sv  adorparon  y  lnfaiiM  i/ve  ya  ta 
c*tmtJí.i  leiil<i  CiiiuJ,!  en  loJ^t  ^tpañn,  (ai  t<a  i  ^tusto  del  apai:'blc  auditorio,  que  >fn  hlll>^  otra 
falla  iiinu  el  qutdaitc  tan  puco...  bntrcteiiidKk  dot  horas,  dijo  I).  Mclcliur,  Ueov  tí  entendí  miento 
en  una  C(fR>DdÍR  cuandü  os  buena.  Maitlrio  tic  tros  ú  treinta  paiecc  el  alma,  rrplicó  I).  (jarcia, 
cuando  es  nulo.....  Muchas  comedias,  dijo  t>.  Alejo,  han  corrido  con  nombre  de  disphirat«las  y 
pe^lilencialcs  que,  Mendo  en  si  maravillosas,  las  han  desacreditado  los  imUa  reprcseniinto;  ya 
pur  crrarlatt  >h  pur  no  vestirla^.  >'  ya  por  sei  dcspropusiUldos  ios  papeles  pala  las  personas  que 


(1)    AI»N*1«I  CllT-irra// 


XXXll  .  COMEDIAS  HE  TIRSO    DE  MOLINA 

los  csiudian;  las  cuales,  dcspuiis  qoc  caen  cu  otraü  mano^í,  ú  más  cuiíladüsas  6  mis  acomuda- 

das,  vuelven  á  restaurar  eun  el  logro  la  fama  quf  purdieruii.  La  del  Va-¿;on¡iOsij  en  palacio,  d¡|i> 
■Ü.  Juan,  pasó  por  esus  naufragios,  que,  no  parcv;iendo  tii  )a  toriü  como  increcia,  tu  poder  del 
mejor  autor  y  representante  dcslos  liempos,  porque  ni  sabía  el  papel  ni  era  á  propósito  sus  años 
para  ia  vcr^üenüa  y  cortedad  primeriza,  que  en  materia  de  amores  trac  de  ordinario  consigo  la 
juventud;  después,  en  las  demás  compañías,  que  hubo  pocas  que  no  la  rcpreaeiuasen,  ffanú 
rcnunibre  de  las  mejores  de  su  tiempo- 

'•Trcs  causas  hallo  yo,  dijo  I).  Melchor,  que  todas  jutiias  y  cada  una  de  por  si  echan  á  per- 
der un  estudio  tan  digno  de  nu  malograrse.  La  primera  es  en  vituperio  del  poeta;  que  ó  no  sabe 
trazarla  ó  escribe  impropiedades  tan  indigestas,  que  revolviendo  el  estómago  al  sulrimiento, 
provoca  á  silbos  y  vituperios.  \o  conozco  unu  de  los  más  corpulentos  y  no  de  los  más  dignos, 
que  en  una  comedia  sacada  de  un  Floí  Siiiiclorum  en  romance,  cuyo  argumento  fué  la  vida  de 
uno  de  los  jueces  de  Israel,  se  dejó  decir,  entre  ciertas  promesas  que  el  gracioso  hacía  i  no  sé 
quién,  que  le  iracrJa  el  turbante  del  (irán  Solí.  lUirad  que  ncntil  necedad  profetizar  un  pastor 
los  Sofics  que  vinieron  á  l'ersia  más  de  mil  años  después  del  jiaciinicnto  de  Cristo!  —  Tragarla 
el  vul{>o.  dijo  L>.  Vela,  con  todo  el  aplauso  y  risa  ima|;inablc  la  turbantada  que  le  dio  el  poeiún. 
—  Como  esas  zarandajas  caben  en  el  buche  (respondió  el)  de  la  b.dlena  plebeya.  Llaman  á  la 
Tarasca  (rj^M-ciiptrtiíii.v,  ¿y  no  queréis  vos  que  el  poblacho  trague  turbantes.'  —  Vo  se  le  col- 
gara, después  de  niucno.  acudió  lí.  (Jarcia,  sobre  su  tumba,  como  capelo  de  cardenal,  graduán- 
dole de  presumido,  no  con  borla,  poro  con  borlas. 

»La  segunda  causa,  prosiguió  D.  Melchor,  de  perderse  una  comedia  es  por  lo  mal  que  le  en- 
talla el  papel  al  representante,  ¿Quien  ha  de  sufrir,  por  extremada  que  sea,  ver  que.  habiéndose 
su  dueño  desvelado  en  pintar  una  dama  hermosa,  muchacha,  y  con  tan  gallardo  talle  que,  vc-s- 
lida  de  hombre,  persuada  y  enamore  la  jnás  melindrosa  dama  de  la  corle,  salga  á  hacer  esta 
ligura  una  del  inlierno,  con  más  carnes  que  un  antruejo,  más  años  que  un  solar  de  la  Montaña 
y  más  arrufas  que  una  carga  de  repollos;  y  que  se  enamore  la  otra  y  le  diga:  «¡A  y,  que  D.  (iilito 
de  perlasl:  es  un  brinco,  un  dix.  un  juftuete  del  amorra — Ln  esa  ocasión,  dijo  IJ.  Lorenzo,  cas- 
tigar podrían  por  vagamundos  cuantos  pepinos  pueólan  muladares  si  no  la  sacasen  colores  á  la 
cara,  ya  que  no  se  las  sacó  la  vergüenza,  ¿Pues  qué  hiciérades  vos,  ptosijiuió,  si  viéstdes  enamo- 
rar á  una  infanta  un  hombron,  en  la  calva  y  barriga  segundo  Vespasianu,  y  decirle  ella  amores 
mis  tiernos  que  rábanos  de  Olmedo? — Sacárale  yo  á  ése  por  alquitara,  respondió,  y  qued?ra  en 
la  disposición  acomodada  para  esc  papel  con  una  cabellera  posti/a. — Y  si  e^e  tal,  volvió  á  decir 
D,  Melchor,  haciendo  á  un  emperador  saliese  ves'.ido  como  un  Gome/  Arias;  v,  queriendo  dar 
un  asalto  á  una  fortaleza,  subiendo  pur  una  escalera  á  vista  de  todos,  ^le  viésedes  la  espada  des- 
nuda y  subir  con  chtnelasi*  -Diéraselas  yo  á  comer,  respondió,  como  el  oiro  señor  á  su  /apa- 
■  tero,  guisadas  ( i ),  — l'ucs  lo  más  intolerable,  prosiguió,  es  ver  errar  los  versos  por  instantes,  es- 
tropeando pasos  que  merecieran,  á  recitarlos  con  fidelidad,  suma  veneración.— Sabed,  dijo  don 
Kernando,  que,  después  que  se  usan  representantes,  no  ha  menester  el  Pegaso  de  .Apolo  herra- 
dores; porque  ellos  hacen  esic  olicio,  clavándole  por  puntos;  pero  castigáralos  yo  en  la  costa, 
como  albéi tares  que  mancan  las  cabalgaduras. —Ahora,  señcires,  bueno  csiá  de  murmuración, 
dijo  la  reina;  emplead  csos  aceros  en  la  cena  que  os  llama,  y  dejad  á  los  pobres,  que  harto  hacen 


I  i)    1-:sti>  cuentan  del  Principe  l>.  Carlos,  hijo  de  Kclipc  II  y  tal  vez  á  él  se  refiera  Tirso. 


<:0»IK1>IAS  l>r.  TIKSO  DK  MOLINA 


XXXIII 


ftuardando  en  U  nicmoría  un  proceso  Je  papeles  lic  cincucni*  contcdiu,  en  no  pssaisc  oo  d  M- 
blatlo  de  un  dicho  i  olro,  como  d«lincu<.'nie  «nire  dui  jurisdicciones*  <  ■>. 

El  Cigarral  V  comienu  <lcsJc  luc|{0  con  la  novela  (1«  Lot  tr<s  tmridot  buriadns. 
cucnio  boccacciano.  pero  que  umbidn  tiene  su  ori;;cn  en  las  anii}¡uas  colecciones  de 
Hxemphs,  Catíiuot  y  oíros  scmejanics  de  U  bxiail  Me<Jb.  Siguclu,  sin  inlermisión,  la 
comedia  Je  ¿V  Celoso  prudcttlv,  también  famosa,  scgün  clcncabezado.  y  aüimiünto  es- 
trenada por  l'incdo.  También  parece  el  autor  contento  de  ella,  y  termina  con  csia  cu- 
riosa defensa  del  teatro  en  general: 

4llt«n  aroriunada  tai  en  todo  cUa  comedia,  pii»  ni  en  lot  que  la  representaron  hubo  que  no- 
tar menos  que  alabanza,  ni  en  clU  los  escrupulosos  hallaron  cosa  que  no  fuete  i  saiisfacción  de 
tos  ituitos  dd  ane.'--AlÍlen  ap>tt,  dijo  D.  iuan  de  Sakedo,  los  Zoilos  mu rmu raciones  en  la  pl«< 
dra  de  la  envidia:  veamos  si  hallarán,  lot  que  parten  un  pelo,  alguno  en  £sta  diftno  de  repren- 
sión. Censuren  los  Calones  osic  eni retenimiento  que,  por  mis  que  le  registren,  no  tendrán  las 
costumbres  modadas  ocasión  de  distraerle.  Aquí  pueden  spreoder  lot  celosos  i  no  dejarte  lleVaf 
de  experiencias  mcntirot«<^;  los  maridos  i  ^r  prudentes;  lat  damas  i  ser  firmes;  los  principes  i 
cumplir  sus  palabras;  los  padres  á  mirar  por  la  honra  de  sut  hijos;  los  criados  i  ser  leales,  y  io- 
dos tos  presentes  i  estimar  el  entretenimiento  de  la  ccMnedia.  que  en  eslot  tiempos  expurgada  de 
las  imperfecciones  que  en  los  aflos  pasados  se  conseniijn  i  los  teatros  de  l^spsña,  y  limpia  de 
toda  acciún  torpe,  deleita  enseñando  y  enseña  dando  gusto.— Apacibles  predicadoras,  leplicú 
D.  García,  son  las  que  en  alabanza  de  sus  autores  no  paun  de  los  limites  honestos,  pues  per* 
sutden  y  curan  los  ánimos  que  so  quieren  aprovechar  de  sus  consejos  dúfraiados*  (a). 

Tal  es  c>te  libro,  mucho  menos  conocido  hoy  de  lo  que  merece  y  censurado  por  los  C 
que  no  le  han  leído,  atentos  sólo  á  celebrar  en  Tirso  ct  pcwta  dramático,  como  si  le 
estuvieran  cerrados  losdem^s  Imcrtos  de  l.i  amenu  literatura.  No  está,  como  afirmó 
Mesonero  Itomanos,  escrito  en  estilo  campanudo  y  afectado,  sino  con  agudeía  y  ori- 
ginalidad deexpresión,  que  dclcitaal  que  sin  apresuramicniopucac  saborear  tales  pri- 
mores. Kncicrra  un  abundantísimo  vocabulario  y  hasta  no  tiene  ejemplos  de  aquel  ad- 
jetivar sustantivos  y  convertir  otros  en  verbos,  de  que,  aunque  siempre  con  donaire, 
abusó  TíDso  en  ait^unas  de  sus  comedias.  Todo  queda  dicho  en  su  elogio  con  decir  que 
es  el  mismo  estilo  que  el  de  su  conocida  noveliía  de  ¿os  tret  maridos  burlados. 


VI 


Ti  uso  ^  lot  escritores  madrileños,— Viaje  á  Zaragoza.— Certamen  en  la  canoniza- 
ción de  San  Isidro  {\fti2). 

Por  el  rites  de  Noviembre  de  itiii  publicó  el  Ltccnciailo  Pedro  Arias  una  colección 
titulada  ¡*rimavera  y  Flor  de  l'is  mejores  romances  que  /lan  salido  ahora  nuevamente 


ri)     Al  Un  átlViK^rr-tlly. 

COMKUtVS  l'K  TIRSO  DE  MOUHA.— TOMO  I 


(a)    Al  Bcuü  de  la  obra. 


IJI 


XXXIV 


COMEDIAS  DK  TtttSO  DK  MOLINA 


en  esta  Corle,  recogidos  de  rarios  Poetas-,  dirigido  al  MactíroTinsout  Molina  (i). 
Gran  consideración  te  merecía  nuestro  Traile  al  Licenciado  Pedro  Arias,  á  juzgar  por 
el  respeto  con  que  se  expre&a  al  dirigirse  A  é\  (i).  En  esta  colección,  que  en  vano  he- 
mos re^tístrado  buscando  alguna  noticia  del  Mecenas  de  ella,  ninguno  de  los  romun- 
ces  lleva  nombre  de  autor;  pero  es  fácil  conocer  «1  d«  algunos  (3).  además  de  dos  que, 
sin  dudar,  corresponden  á  nuestro  Mercenario  (4)  y  acaso  al^ún  otro. 

Deberes  y  atenciones  de  su  prolcsión  le  llevaron  en  1623  á  Aragón.  Reunió&e  en ' 
Zaragoza  el  i3  de  Mayo  Capítulo  general  para  dar  sucesor  en  el  generalato  al  P.  Am- 
brosio Machín,  y  saltó  electo  Fr.  Gaspar  Prieto.  No  consta  que  Tinso  interviniese  con 
su  voto  en  esta  elección,  pero  si  que  asistió  á  ella,  pues  lo  asegura  ¿I  mismo  en  el  fo- 
lio 33.(  de  la  segunda  parte  de  su  ifittoria  de  la  Merced,  diciendo:  «Yo,  que  estuve 
presente  á  todo,  puedo  alirmar »,  etc. 

Pero  pronto  debió  de  regresar  á  \a  Corte  (5).  donde,  á  mediados  de  Junio,  se  cele- 
braron solemnes. festejos  con  motivo  de  la  canonización  de  San  Isidro  y  las  de  otros 
Santos.  Formaba  pune  de  las  fiestas  una  justa  poítíca  en  honor  del  primero,  y  i  ella 


fi>  M»driá.  Alonwi  Manió,  «.'.  H  h.  prel».  y 
iiorotud«t- Del  Licenciado  Pedro  Aríai  lubla 
Jim^nei  Paidn  en  tu  Kloctitn<ia  npaitUa:  ;  acá- 
10  i«a  el  miim'>  que.  «egún  Quc«cdo.  iiivd  por 
ctutdo  en  Álcali  al  ramoso  I),  (-'criundo  de  ACC' 
«edo.  deipui.'!!  Arrobíspo  d«  Burgos  jr  Presidióle 
del  Consei»  de  CbüIíII*. 

(1)    lie  aquí  la  dedicatoria: 

•AI  MaesiroTiiisni'íMoLni*  — Aristoljle* diitoí 
que  la  ofrenda  que  ac  dídicaba  primero,  no  lenU 
ptRa  equivalente,  puei  por  manque  el  valor  de 
la  cormpnndencia  le  anime  i  igualarte  i¡  ella, 
siempre  queda  eo  píe  la  ventaja  d«  haber  xido  la 
primera.  De  donde  debió  de  nac«T  la  estima  que 
haxe  Dion  de  la  primicia:  el  labrador  de  loi  fru- 
toi  primeros,  y  loa  padreí  de  sus  prímogíniíos. 
Ettia  que  ofre/co  1  v.  m.  aunque  en  ta  substancia 
lio  diferentes  padrón  (que  sin  menoscabo  de  tu 
honra  «c  precia  de  tenerlos) y  «n  la  disposición 
mía.  creo  que  ha  Kai^ado  la  calidad  que  ponderó 
el  h'ilúsofo  en  iM  primeros  dones.  Pues  no  sd 
que  haita  aflora  se  te  aya  dedicado  i  v,  m.  puedo 
alabarlo  sin  miedo  d«  reprehcnsittn.pucii  las  par- 
tes que  le  adornan  ion  de  nc.irrco,  j  no  de  mí  00- 
s«v~lia,  T  cspiirar  la  eiliinaci'^n  que  sui  propieta- 
rios merecen,  de  la  en  que  lodos  los  deiapaHo- 
□ados  f  (¡eniilcf  euplritus  lienen  A  V.  m.  debaxo 
CUfa  protección  csiJ,  i  quien  Nucttro  SeSor 
guarde.— Pedro  Arias  P£rez.» 

(j)    Por  eiemplo.  el  que  empieu: 

VeOüKta  ta  hermoia  Klllt 
de  lota^rarloade  rabio, 


que  es  de  Lope  do  Veita  ion  sa  noveU  üiiimén  ti 
Ard*i>>;  el  de  i^ucvodo: 

Lm  que  quisicrco  saber 
d<  alguno!  amigos  muerioi, 

que  Duriii  dc)ó  correr  como aoániíDos  en  su  fio-" 

(4)  Son  el  que  principia: 

.Mil  Hfiufs  laijaltra, 
la  Oe  lo«llDdoioja«l<H, 
Itrati  honor  rft  tos  siuiei 
<lulcc  iírenta  de  tai  negros, 

y  este  otro. 

Pero  Glt  imabí  i  Meosa 
dcide  ti  <li>  quien  la  boda 
de  KídjiuíIId  <I  porqucriio 
la  tía  bailar  con  AlJonla. 

listos  romances,  que  también  estampa  Uurin 
sin  autor,  »e  hallan:  el  primero  (en  parle),  en  La 
galltira  Mari  Htrmándcf  (telo  it,  esc  x).  yelse- 
f;undo  Integro  y  mds  correcto  que  en  Durin  en 
HI  prtltnJhnlT  úl  rrwriíacio  tu,  esc.  mi.) 

(5)  A  17  de  Julio  de  ii<a)  firma  €K«,  G^xatiL 
Tltixj».  con  otros  mercenarios  del  conveniu  de 
Madrid,  la  escritura  de  accptacidn  que  hace  del 
Convento  de  la  donací&n  con  que  le  favorece 
cieno  I).  Alonso  de  la  Cueva.  (Árchifo  ét  pr»- 
lacaloi.  ICscrituraj  de  Felipe  Sierra,  de  1613  y 
1614,  fot.  Iij.)  Debocjta  noticia  d  mi  erudito 
compaAero  D.  Cristóbal  Vírtí  Patior. 


COMEDIAS  OE  TIKSO  DK  MOLINA 


XXXV 


acudieron  mullítuj  de  ingenios,  pues  había  recompensas  para  canciones,  octatas,  dé- 
cimas, sontíos,  redondillas,  leretíos.  ¡iras  y  oíros  metros.  Concorrió  i  la  ¡usu  «el 
Presentado  Tpav  Gahhiel  Ti^llcz»,  con  CUAiro  ocuvas  reales  sobre  tos  celos  de  Sun 
Isidro.  Kongorinas  y  artiñciosas,  y  en  las  que  sólo  liay  de  notable  nquella  burlesca  pin- 
celada con  t)uc  termina  una  de  ellas,  sobre  los  «celos  de  San  Isidro»: 

Qoc  bravoi  ilcbcn  ter  pin  qaien  ama 
celos  que  se  apn^ienun  un  iuama. 

Presentó,  además,  cuatro  décimas  que.  aunque  más  sueltas,  tampoco  sobresalen  en 
nada.  Asi  hubo  de  opinar  el  Jurado,  que  no  les  otorgó  recompensa,  y,  por  consi- 
guiente, no  mencionó  Lope  de  Vega  á  su  amor  en  ct  fíomance  destinado  á  ensalzar  á 
los  vencedores.  Llcvóu  el  primer  premio  de  las  octavas  Guillen  de  Castro,  y  el  de  las 
ddcimas  el  Doctor  Mira  de  Amescua  (i). 

La  continua  residencia  en  Madrid  de  nuestro  poeta  le  daba  ocasión  de  estrechar 
amistades  con  los  mis  distinguidos  autores  de  la  Corte,  tíralo  el  ingeniosísimo  nove- 
lista y  poeta  dramático  castellano  D.  Alonso  del  Castillo  Solórzano,  que  alguna  vez 
elogió  debidamente  al  .Mercenario,  quien,  i  su  vez.  aprobó  la  colección  de  poesías  de 
Castillo,  titulada:  /ionaireí  de¡  Parnaio.  primera  parle l^).SascriÍx  Tiflsocsta  apro- 
bación en  Madrid  «en  este  Monasterio  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced  4  3  de  No- 
viembre de  i6a3>',  llamándose  «El  Presentado  Vn\Y  Gamiel  Tklij:z». 

Fué  también  en  r<j-j3  cuando  D.  Juan  tluiz  de  Alarcón,  ayudado  de  ajenas  y  poco 
amigas  plumas,  escribió  y  publicó  su  infeliz  Relación  poética  de  las  ñcstas  hechas  al 
Principe  de  Gales,  después  Carlos  I  de  Inglaterra,  cuando  vino  á  Madrid.  Demostrado 
ya  por  llarizenbusch  y  D.  I.uts  Fernández  Guerra,  el  primcrocn  su  Discurso  acerca 
del  carácter  dramático  de  Atarcón,  y  el  segundo,  en  su  célebre  libro  sobre  el  mismo 
Alarcón.  que  la  nube  satírica  que  contra  el  mísero  poeta  corcovado  descargó  con  aquel 
motivo,  fué  una  broma  de  amigos  (aunque  bien  pesada  broma);  y  admitido  que  algu- 
nos, como  Mirade  Amescuay  Luis  Vélcz  de  Guevara,  que  le  babían  ayudado  en  la 
formación  de  aquel  L'ngcndro,  fueron  los  primeros  en  zaherirle,  ningún  inconveniente 


O)  Se  inctuytTon  U»  Ara  cooiposicíoncs  de 
Tüj.(x  en  la  Htiaeh'n  Jr  las  jStstas  ¡jue  l¡t  ins'gne 
vfíÍ4  de  fM^irut  Jittn^n  \iiC''nt-nij,icÍ¿n  de...  Sdii 
Itiitra  ..  |vor  t.opr  de  Vtpi.  Miilni],  Viuda  de 
Atonto  Martín,  líiiS,  4,*,  y  roimprci»  id  t^  to- 
mo \ll  de  \»  firtn  C'ttteff'/ti  Jf  Obrai  uieliM  lie 
Lope,  hecha  por  b.  Antonia  SancKa.  (Madrid. 
•  776-7^,  »i  vol»,  eo^.*) 

(1)  Madrid,  Pof  Diego  Flamenco,  1 614.  un  í.*. 
8  h.  pntt.  y  lai  foliadai.  t.lcva  aJcniis  uiu 
•protMci4a  d«  Lope  de  V«^.  La  de  Tiato  es 
como  signe' 

•Aproiaeiin.  Por  CAOiisxión  del  leflor  don 


Diego  Vela,  Vicario  ücneril  de  Madrid,  he  *J»o 
va  libro  íniíiuUdo.  Útinairn  Jti  Pitrntwi.  qiM  ha 
compuetto  don  Alonso  de  Caslillo  Solor^ano,  en 
que  no  he  liilbdo  cou  contra  nueitra  Kt  y  bue- 
nas cotí  umbre».  sinoaxudcxasy  sales,  dignas  del 
ingenio  de  su  au(or,  ydela  cittnijcián  que  hl- 
zen  diíl  «n  esU  Corte  lodo*  los  buenos  ingenios. 
Por  lo  qual  nie  parece  muy  digno  de  que  salga  a 
luí  rmpreiso,  i'lc.  V-n  este  Monaslcrío  de  Nues- 
tra Señora  de  la  Merced,  i  Ires  de  N'nieinbro  de 
mil  y  aeilclenios  y  veinte  y  tres  años. 

F.L  P*a.wiTAiH>  n*T  GtNiítii,  T£i.lk.* 


XXXVl 


coMKDiAS  oe  rrkso  di:  modna 


hay  en  conceder  que  tambiifn  vi  P.  Tf.i.LF.z,  de  quien  hay  indicioetcra  Alurcóa  amigo, 

coUborasc  en  el  cordelejo  con  la  siguiemc  décima: 

Don  Cohombro  <]«  Mttcón 
aa  pocu  «nire  iÍo»  ptatot, 
cMyos  v«CM)s  los  niltuioi 
letnieron  y  con  taxón, 
CK tibió  una  ftelacWin 
J«  hxjiatiu,  que  tOi[>«clio 
que.  por  no  tcr  ilc  provecho, 
le  Kjín  <tc  poner  cnirediclio; 
porque  ts  lodo  lan  nml  diclio 
como  el  poeta  mal  hecho(iX 

AI  año  siguiente  de  1634,  y  con  fecha  9  de  Septiembre,  aprobó  también  Fkav  Ga- 
BHiEL  Tiiixtiz  la  novela  p,isioril  Experi&iciat  de  antor  y  fortuna,  cscriía  por  su  pai-ji 
sano  el  Licenciado  Francisco  de  Quintana,  sobrino  del  cronista  de  Madrid  de  igual 
apellido,  y  que  Iue¡>o  fue  gran  teólogo  y  predicador  famoso.  Sólo  dos  años  más  tarde, 
y  con  el  seudónimo  de  Francisco  de  Us  Cuevas,  publicaba  Quintana  su  obra  (3).  Y  á 
la  misma  época  corresponden  los  versos  de  Tinso,  laudatorios  del  poema  Orfea.  del 
Doctor  Juan  Pérez  de  Montalbán,  ó  de  Lope  de  Vega,  pues  no  está  aún  resuelta  la 
cuestión  de  paternidad  de  esta  obra  (3),  que  dicen; 

dietUaeftro  Tnuo  oe  Moi.nik.* 
Mienifii  rncmoriat  rcnaevaí 
del  hermano  de  Facl6n, 
noecbca<leineno«i  Aafi6n 


<■)  Pattltt  »ariat  de  firaudn  ingenlot  npúíh- 
A»,  recogidtt  por  Jot¿  Alfay.  '/.in^ra»,  16J4, 
4."~Un  comento  ani^niíno  j  utinco,  que  eiíde 
PMnnKrilo  <n  U  Itib.  Nacional,  atribuye  c>u  ii- 
^Ima  i  un  deKconociJo  l,uit  TiUct,;  pero  debe  de 
ict  error  del  copiante  del  opúsculo. 

(i>  En  Madrid,  por  ta  tinda  de  Alonio  .Mar- 
tín, i6i<i.en4.\íi  h,  preli.  jp  i9S  foliada*.  Dice 
\t  aprobación  de  Tibio: 

«Muyl'oderoioSeflor.— E«to*ditcur*oi.proMs 
j  vctoi,  que  te  intitulan,  lCxf*rit¡KÍas  Jt  .liuoi* 
y  Fortuna,  cumplen  ingenioumenic  con  U  obl). 
(¡ación  en  que  lot  puso  lU  Autor,  dando  con  po- 
lítico* desengaiios  aviM>x  diicietos  i  iuucniudei 
laaduettidai.  t  enlrcienimicnlot  A  los  ntoi  que 
pcrniiien  lot  citudioial  rec>oo,iin  halljr  cncllob 
ooM  conirs  nuciira  unu  Pe.  ni  buenas  coiiuin- 
bfcs,  j  B»i  puede  V.  alte»,  ai  es  teruido.  dar  la 
Ucencia  que  tu  dueío  le  Miplica.  etc.  En  Madrid 
á9de  Seliembfede  i6a4afio«. 

El  (■«imhtxdo  f.  GkMiit.  Tu.le>.> 

(j)  i>kcie.  y  parece  probable,  que  Lope  diO 
•Xlo  poema  i  tu  jo^cn  anii(;o  para  que  to  iinpri- 
micie  como  propio,  y  que  MonlalbJii,  entonce» 
de  10  aAos,  aíl  lo  hixo,  1,0  cierto  es  que  4  nom- 
bre de  íat  Hll6  i  lui  en  1614,  con  el  titulo  de 


Or/eo. .  i  ta  décima  muta  t/oía  tttT7i,triiii  f-'e- 
rr^ra  de  la  Cerda.  Seium  fortHgtoeta.  Cc.nura 
de  13  de  Agosto  de  1614;  aprobaci&n  de  I.ope  >lv 
Ve)^i,  fechada  en  Madrid  á  «1  de  igual  mes  y  uño; 
Tersos  laudatorios  de  D,  fjabriel  del  Corral. 
TisM,  D,  Francisco  l.6pe£  de  j^irale  y  U.  Jeró- 
nimo de  VtlUyxán  Gtrcf  s;  prólof^  de  l.ope.  Se 
reimprimía  et  poema  rarías  vecei  con  otra  obra 
de  Mootalbin.  Sitcetatx  praJigiiM  de  •luior,  co* 
lección  de  novelas  (fueron  puestas  en  el  fudicey. 
y,  entre  ellas,  ea  Barcelona  en  1734  y  en  Madrid 
en  1738.  En  U  de  Uarcclona  no  se  incluyó  el 
Oí/iw,  pero  si  la  norela  de  Tiaso,  Lm  trtt  mitri- 
Jat  turluditt,  con  este  encabeíado: 

Vnyíla  tarletca  y  entrrttnida,  dondí  te  >le<ciii- 
ran  tm/amvsM  frif/.H  ^ue  boaradameate  hieif- 
ron  á  tHi  Uarüiút  tret  \iujeret  de  tita  litiif;ite  *'f- 
íf<]  de  Jdodrid.  EKriU  y>r  un  lituenh  de  eU-i 
Corle.  También  figura  en  la  de  Madrid. 

Kay  ademis  oirás  mueliaa  ediciones  que  con- 
tienen el  Orfen  (Barcelona,  16]^  y  1O40Í  Madrid, 
171).)  En  Labran  biografía  Je  Lope,  por  Ü.  Ca- 
yetana Alberto  de  la  Barrera,  pubikada  poria 
Heal  Academia  EspaíioU,  s<  insiste  en  la  proba- 
bilidad de  ser  Lope  el  autor  del  repetido  pi}cn)a, 
que,  te^ün  Barrera,  habU  compueito  en  compe- 
tencia con  el  Or/eo  de  D.  Juan  de  Jiuregui. 


COMEDIAS  DE  TIRSO  DF.  MOt.lNA 

iQf  itrtcgo*  murus  ilv  )i'l»t. 
Cuando  at  r.-itigio  te  aif  eiai. 
donde  Foridíce  auipira, 
cania,  sux|>cn  Je  y  admira 
y  lilirc  In  (.ictritn, 
rii  U  de  que  csliniA  mii 
i  lu  plflnu  qu<  A  tu  Ur*. 


\XXVII 


vil 


Carácter  histórico  de  algunas  comedia»  de  Tittso.—ínveclifas  contra  el  cullera- 
aismu.—TiMo  persíguido.~/iefa  de  escribir  f^ra  el  teatro  {i67Í-i(>26t. 

Kn  el  Urf;ú  período  que  Tifso  habitó  el  convento  de  Madrid,  compuso  y  X  rcpre- 
sentaron  grnn  número  de  comedías.  Reflejan  muchas  de  estas  obras  el  Citpirttu,  ideas 
y  suce&os  que  mis  ocupaban  la  atención  en  aquellos  tiempos.  Ahora  es  la  indigna  ele- 
vación de  tantos  advenedizos,  impuesta  por  el  omnipotente  favorito,  el  Duque  de 
Lerma,  y  sobre  todas,  la  del  generalmente  aborrecido  Marqués  de  Sicic  Iglesias:  des- 
pulís la  innoble  lucha  por  la  privanxa  entre  el  mismo  Duque,  su  hijo,  el  de  Uceda  y 
el  P.  Aliaga,  confesor  del  Monarca;  luego  las  desacertadas  medidas  de  gobierno  d« 
unos  y  otrok;  y,  m^s  tarde,  aquella  explosión  de  odios  que  siguió  al  fallecimiento  del 
piadoso  Felipe  DI,  en  la  cual  no  faltaron  cadalsos,  licros encarcelamientos,  destierros, 
confituiciones,  y  la  destrucción  y  aniquilamiento  de  algunas  casas  principales,  sacri- 
ficado todo  li  los  manes  de  los  antes  humillados,  y  en  aras  del  nuevo  sol,  es  decir, del 
nuevo  favorito. 

A  lodo  esto  y  á  otras  muchas  cosas,  como  son  las  modas  de  la  época,  las  reformas 
Minluarias  relativas  á  coches,  lacayos  y  servidumbre,  bordados  de  oro  y  plata,  blon- 
das, puntas  y  randas,  sucesos  militares  en  Italia  y  en  Flandcs,  disputas  literarias, 
fiestas,  calamidades  públicas,  hay  alusiones  más  ó  menos  encubiertas  en  los  dramas 
del  fraile  de  la  Merced. 

Kn  una  de  las  comedias  cscrius  en  vida  de  Felipe  ID  {murió  en  ifiíi).  Veitlura  le 
dé  f>iot,  hijo,  cuyo  título  es  ya  una  alusión,  y  en  la  que  nos  parece  ver  á  Tisso.  evo- 
cando recuerdos  ¡uveniles  y  coo  e!  Ncbri¡a  en  la  mano,  sin  poder  meter  en  la  cahcia 
1m  conjujtaciones  latinas,  exclamar  como  el  Otón  de  su  obra: 

]i^>u«  deprentlA  yo  tan  mal 
y  que  ion  bien  me  enamorel 

En  esu  comedia,  pues,  hay  el  siguiente  diálogo  entre  el  profesor  y  el  discípulo: 

Fklviü.  ^No  oí  ttiítñi.  ¡impcriineniel, 

¡01  licinpoi  del  lerbo?— l£stalM... 
üt6h.    Ya,  yi:  na  mv  acordaba. 
FuLvio.  I'uci  dedel  licmpo  pretcnie. 
OfóH.    1^1  preiente  ci  bien  bellaco, 

ai  «I  cielo  no  lo  socorre. 

Moneda  d<  rellúii  corre 

j  teiiun  Vcnua  j  Baeo, 


xxxviti 

L^ra  tiuat  la  lísonfa  0)i 

el  |>eicadofi  de  c«ñ« 

la  VMdad;  la  letlud  diAi; 

te  amNciíJit  te  mttiá  manfi  (i). 

Ei  ctencM  la  preiunciAo; 

ingenio  la  otsearidMl  {^y, 

b1  meniir  ui^aciÜMl, 

j  grandria  el  ur  lattrán  (4). 

Vividor  el  quu  comiente; 

bahonvra  la  livrnioiura, 

vende  Uculo»  U  usura, 

y...  ¡cstoci  el  líocnpo  preMnicl 

No  está  mal  conjugado  el  verbo  satirizar,  ni  se  mordía  la  ten^jua  el  supuesto  esiu- 
dianie.  Debo  confesar,  üin  embargo,  que  en  las  demás  obras  de  Téllxx  quizá  no  se 
halle  pasaje  lan  acre  como  éste,  que  nada  debe  A  los  más  violentos  epigramas  de  Quc- 
vcdo  ó  del  procaz  Conde  de  Villamcdiana. 

Memos  dicho  que  las  contiendas  litcriiríait  tcnún  igualmente  plaza  en  las  comedias 
del  Mercenario;  y  ahora  debemos  ailadir  i:|uc  este  es  uno  de  los  temas  que  presenta  con 
repetición  ett  escena  y  aun  en  sus  demás  libros. 

Ardfa  entonces  en  la  república  poética  una  verdadera  guerra  civil,  provocada  por 
aquella  grande  herejía  que  se  llamó  culteranismo,  y  que,  á  modo  de  enfermedad  epidé- 
mica, tu¿  poco  ¿  poco  invadiendo  i  intcccionando  el  campo  de  las  letras,  incluso  á  los 
mismos  que  más  rudamente  le  atacaron  en  sus  comienzos  (^).  Y  mientras  reirían  bra- 
bas peleas  los  adversarios  de  la  nueva  escuela,  como  Lope,  Quevcdo.  Jáuregui,  Cás- 
cales, los  Argensolas,  con  el  indomable  D.  Luís  de  Oóngora,  que  fue  el  Lutero  de  ella, 
ayudado  de  sus  discípulos  el  P.  HortensioParavicino,  V'illamediana,  [Ribera  (Atanasío 
Panulcón)  y  D.  José  de  Pelliccr,  entre  otros,  Tiitso  se  burlaba  donosísímamente  de 


(1)  QuizA»  aluda  al  Duque  de  ITceda,  qne  por 
enioncet  edificaba  «I  hoy  Palacio  de  lot  .Coate- 
\o»,  pata  su  vÍTíesda. 

(1)  Probat)tenienie  el  anibicíoMi  Fr.  I.uis  de 
Alia(¡a,  perpeiuo  aipiranie  i  primer  Minictro. 

())  Con  *egtirid4d  alude  i  G^ngora  y  vxt  sc- 
coBces. 

(4)  De  lal  califictron  tus  enemit;r>s.  e>iire  elloi 
el  poeu  satiricoCoade  de  VilUmedúna.  al  gran 
Duque  de  Osunj,  Virccv  de  Ñápale*,  penteguido 
despuCt  por  el  Conde  de  Olnarea. 

(5)  Aunque  Timo  no  se  dejó  arrastrar  por  la 
cenieniu  t:onia  algunos  (Jiurecui,  por  ejemplo) 
de  los  que  hicieron  opMlci6n  i  U  nuera  secta, 
era  tal  su  inlluju  que,  sin  querer,  en  determina- 
doi  aunque  no  muy  Trecuenies  caMH,  aparece  es- 
cribiendo en  (ullo.  Kit  prueba  de  ello,  puede  ci- 
tarse el  principio  de  la  bcrmoui  comedia  ^.'/ >imnp 
j' la  ivniitíJ.  eo  que  el  Interlocutor  apostrofa  á 
un  iDonie  de  eue  modo: 

Alia  (trouiKiúo  il<  olen, 
Piíánuilc  lU  iliimiate. 


Knc^lado,  ¡im  K>K*nl* 
al  pttaut  r>nr  *c  itrcx: 
ft  toJ  en  iuic>nt4t  1>rlif 
etptriiu*  Je  caniMr, 
j  apeau  lu  rctplaatlor 
Mk  e»a  lu(  pura  y  maoM, 
cuando  TO  luf  hombro*  Jescanu 
por  Mr  el  Hlial  mayor. 

En  Oirás  tres  décimas  tigue  lublando  en  etle 
mismo  estilo;  muy  armonioso,  ain  duda,  pero 
muy  temetantc  al  del  Hiffigrifo  rioUnto,  de  don 
Pedro  Calderán. 

Donde  se  obiertan  mis  resabios  culteranos  es 
en  \a  poesía»  Úricas  de  Tieso,  escritas  en  diter- 
sa* tpoiTas.  En  laa  obcaí  en  prosa  de  sus  útiimos 
años  domina  un  conceptismo  mitif^adoy  el  em- 
pleo de  algunos  neologismos,  00  lodos  admisi- 
ble*, por  su  tendencia  k  convertir  los  sustantivos 
en  adjetivos  y  en  verbos,  defectos  que  le  censura* 
rotí  sus  coetlneoí  y  de  que  i\  se  defeodii,  no 
mal,  en  eJ  prólogo  de  la  quinta  parle  de  sus  co- 
medias. 


COMEDIAS  DE  TIBSO  OE  MOUIÍA 

éstos  en  sus  comedias,  sacando  á  la  vergúenia  pública  los  vocablos  t)ue  pretendían  y 
consií;uiefon  introducir  en  el  léxico  castellano. 

Así.  en  Celos  con  celos  se  curan,  liace  exclamar  i  un  criado: 

Miren  luctiriii  do* 
cHil  Mti*  y*  nucUro  iJíunit'. 
,  lodo  M  brilla,  ímula,  ammn, 

falil...  lOh,  mildigB  |iÍo« 
•I  primer  dogmiiizAnle 
que  te  vitiió  lie  cmdoi-  ( i  >! 

Amar  por  arte  mayor  (acto  v,  escena  ii).  dice  Bermudo: 
üruñto  cien  vataa  de  loca 
boitndeu  ó  piclicliiiRA. 
por  cuya  blanca  i;ateca 
M  asoma  una  cara  mica. 
Alna  uttrla.  mueb'icb/i. 
brilhnte.  rtpIt'uInrA,  aratlit, 
enttáor,  ertfiáKHla,  .iniiijru- 
aromat.  voturní,  pira... 
i\a  ca  CM  edad  gruAitón? 
iQaí  ha  áe  hacer  cuando  sea  tta? 
iqué  cuando  suegra  6  inadraura 
«i  rapaxa  malronluf 

En  Amor  y  celot  hacen  discretos: 

DuQutjt.  |Bijo  e»líto! 
VictMii.  Bien  parece 

que  licnct  el  atnuí  culu. 

j^uiíierai  lA  que  cmpoxira 

como  otro  que  me  cscrilviA: 

aFl  cielo  kiptrbolijú 

«magos  de  au  luz  clara 

en  vueMroi.  de  mi  amur.  oJM; 

íKimaiilo  lol  el  uno, 

Norle  el  otro,  á  quiea  Nepiuno 

fiM/lreat  riadiú  de»p<ijoif»— 

Rti^uílo.  en  llegando  aquí, 

viendo  tan  deHtinidoi 

airibuioiesiudiado*, 

y  airada  le  respondí: 

<l.a  meidfora  que  arroja, 

cauM,  í  mis  ojoi.  quercllj; 

puetti  uno  estol  yoiroetirelU, 

yo,  seAor,  scrj  bittjjaj 

En  La  celota  cíe  si  misma,  es  la  comedia  en  que  mis  prodí{;6  sus  dardos  sati'ricos 
contra  Gón^ora  y  sus  secuaces: 


DoM  MftJTjior. 


VsHTVM  (triadia). 


^l>e  quí  suerte  pude  ccrla. 
fi  me  eml>aras4  los  oi&s 
aquella  blani:ura  liema, 
aquel  crUial  animado, 
aquel... 

Di  eaitáor,  si  intenta* 
Jcrigoanr  criiíquicíos. 
DI  qot  MlUba  en  esircllut 


<ij    Acto  III,  eicena  nt  de  la  edición  de  Auiorrt  Etfáñoln. 


XL 


COMEDIAS  t>E   TIKSÚ  I)K  MOLINA 


qu«  cniMliiim  reip  Un  dores; 

qucWiTM/díd  en  csfcr»*; 

que  titi'tiritíii  diamaiiUt; 

que  baOefaba  afuccnat; 

¡1t«  una  in«no  (c  enamoras; 

por  el  iebo  pnnaüueu: 

dulce  por  1*  virgen  miel 

y  amare*  por  las  almentlrtí!  • 

Acercase  luego  Ventura  i  guiñones,  duda  ilc  D."  Magdalena,  y  le  dice: 

jTlene  lueuducflcrlii 
U  mano,  cual  tu  señora. 
etitlii,  atiimaíla,  nfiendfra. 
f^ii cíñante  y  atpta? 

Ventura  i  su  amo: 

Miu,  rinJe.  ttplewle,  trilla; 
licctiiMo  rufic'ii  Je  gloria; 

pira  bs  llccIiM  de  atiior- 
sí  wHo  aquí;  criliquiM. 

Habríamos  de  copiar  multitud  de  fragmentos  sí  hubiffscmo!^  de  reproducir  todos  los 
que  Tinso  disemina  en  sus  comedias  contra  los  culteranos  (i),  pues  ni  aun  dejó  de  ha- 
cerlo en  la  última  de  las  conocidos,  escrita  en  i638.  cuando  tenía  setenta  y  tin  aiios 

de  edad: 

DjiiTof|MiéorJ.      jQu¿  es  etto  que  rcimnbrina? 


ki.*omía. 

Un  diamante,  piedra  fina. 

Bmto. 

jLo  quí  lUman  tiprenJor 

tí  cu»  y  el  boiicirio^ 

Atrovio. 

íQuiiní 

B«ITO. 

Un  pir  de  cnieodimicniM 

que,  i  Í*\X»  d«  pcnumlenlot, 

n04  lubrdn  cxltaordinsti». 

La  censura  es  m;is  seria  y  fundada  en  sus  obras  prosaicas,  como  se  observa  en  este 
pasa¡«  de  los  Cigarrales: 

*So  son  estos  los  voisos...  comptendkU»  «n  mi  cxpurRitorío;  que  entre  cultos  y  críticos  hay 
direrencia  grinde.  L>  piilkU  y  elección  de  vocablos  oxquisitoi,  acomodadot  con  propiedad  se- 
gún el  dialecto  natural  de  nuestro  idioma,  siempre  merece  sei  celebrada,  pagando  el  caidado  al 
curioso  jardinero,  que.  entre  multitud  de  Dores  que  cultiva,  hizo  un  famltlcie  concoriado  de  las 

mis  peregrinas  y  selectas Pero  aquellos  escabrosos  en  U  primera dijtestiún  que  neccMlan  de 

Bramilicos  intírprclct, obligando  iconuruir  Brai.mos  romandiías,  deíacomodando con  violen- 
cia los  adietivoi  de  sus  sgitantivos.  y  echando  1"%  verbos  pot  contera  de  la  oración,  merecen, 
mientras  sus  autores  nu  cantan  la  palinodia,  ridiculas  inventivas,  como  el  que,  convidando  i 
curiosos  huíifedes  les  da  guisadas  las  aves  con  sus  plumas  y  las  frutas  con  sus  ciscnrai.  para 
que  primero  que  entren  en  provecho  ilinKenio,  se  quiebren  en  ella  los  dientes  del  cnietMlimianto: 
¿itos  vitupero  y  esotros  reverencio  y  alabo»  (i). 

Pero  todavía  es  mayor  el  desprecio  que  le  inspira  esla  secta  aflos  adelante,  viendo 
que  en  lugar  de  desaparecer  extendía  su  predominio.  Kn  Deleitar  aprovechando,  obra 


(i)    V.  la curiostiimaeic.  ni  déla  joe.  iiide/.d 
fimgidix  .1  rcadla.  pf gi.  454  y  4S5  del  presente  vol. 


(>j   rifiírrattt,  tbl.  i^iui.  da  la«Ud6n4aj 
ibjo. 


COMRUIAS  DE  TIRSO  ItE  MQI.IKA 


XU 


escriía  en  i63i ,  st^^ún  veremoi,  y  en  ku  úliima  novela  Et  Bandolero,  alude  i  ella,  en- 
tre oíros,  en  estus  p-iujes: 

«Era  discreta  como  hermosa:  >-  cuantas  vecM  conreruiba  con  »u  hcchiio,  taniat  encarecía 
U  lisura  de  íuí  palabras  que,  <kt.nu(lat  de  pondcf aciones,  ni  la  olocuencta  critica  se  las  dilkul- 
laba,  ni  la  penuria  de  conceptos  soMituia  amhaíe^  y  rodeos  pomposos,  con  meiiforas  tndigesiat 
y  vocablos  udoptivos,  <)ue  el  USO  de  este  siglo  orcuiido  gasta,  salteando  los  idiomas  extranieros 
y  españolíKindulos,  hacen  un  címÍüsq  mixto  que,  como  monstruo  procedido  de  especies  diver* 
las,  ni  bien  et  griego  ni  castellano.» 

Y  más  adelarttc,  suponiendo  que  Saurins,  dama,  premia  cierta  compostción  po¿* 
tica  del  joven  Arniengol,  dice: 

■Quiero  premiar  tu  fábulncon  csu  joya  que  no  lian  de  serian  dcsgrMiaih»  lus  versos  como 
los  de  muchos  que,  encarecidos  j  no  pjijtadot,  mendigan  en  los  teatros  la  censura  del  ruigú 
jidíDia,  expuestos  i  la  envidia  de  los  internados;  miserable  cuanto  ingeniosa  profesión  de  una 
Pnfte,  princesa  de  las  liberales,  vuelta  ya  mecánica,  por  obligarla  la  pobreta  de  «ut  dueños  A  ha- 
cer vendible  lo  que  les  concedió  el  cielo  gratuito.  Un  sol  «s  de  (Hamantts  la  presea  que  tu  dama 
tt  feria  por  mí  mano;  un  laurel  de  esmeraldas  le  corona,  para  que  sirva  de  jeroglllíco  á  la  tisurn 
y  agradable  inidigencia  de  tu  poema;  pue^  siendo  ístos  invención  de  Apolo,  no  s6  yopor  quí 
causa  los  que  af^ra  le  suceden  afectan  obscuridades  desabridas;  y,  ptecündose  esie  ptaneía  de  ma- 
nifestar i  lodos,nosótolab<t)cfa  de  sus  esplendores,  pero  aun  lo  mis  retirado  i  las  tinieblas,  los 
Lqtie  agora  versifican,  adulterando  su  claridad,  tienen  por  detaire  que  los  eniiendan.  Avcsnoctur- 
nías  fufíitivas  da  la  lux  hermosa,  quixá  porque  con  ella  temen  manifestar  lus  manchas  y  lunares 
de  su  apáreme  estudio.* 

Y  no  contento  aún,  hace  que  la  mifma  dama  proponga  i  unos  comp.iñcros  de  viaje 
que  inventen  y  describan  en  manera  de  comparación,  lo  que  st};iie: 

«t/'n  exempto  i  simil  que  pinte  al  vivo  la  escabrosa  propiedsd  desios  ingeniosos  modernos, 
que  se  iniilulan  críticos;  que  estoy  tan  mal  con  ellos  que,  i  i)uien  mejor  los  comparare,  ufreico 
en  premio  la  píeía  que  i  su  gusto  escogiere  maAana  en  las  ferias  vidriosas  que  nos  esperan.  Con- 
cluiremos sin  salir  del  pTopO:iil«con  el  entteienídnatunio  que  empezamos;  y  p^irnri  nunlra  )ot- 
nada  (como  si  fuera  de  comedia)  encitlrcmvs  ridiculo  denos  exagerantes  paladines  de  Ap<>l»,doc. 
tos  por  fe,  que  con  lenguaje  nicsilxu  adulteran  la  legitima  purcia  de  nuestro  HÜoma;  y,  al  con- 
trario de  la  babilónica  confusión  hacen  de  muchas  lenguas  una,  para  echarlas  A  perder  todas,* 

Los  símiles  son  tres,  que  los  interlocutores  exponen  asf; 

«tlexcmos  simplicidades,  replicó  Orielio,  y  repatcn  lodos  en  la  p(opi«J»d  con  que  comparo  á 
Duesiros  ver^iñcodores  de  ensamblaje.  Y«j  digo  que  el  boato  do  su  fanfarrona  perspectiva  se  pa- 
rece i  todas  estas  cosas.  A  tos  gigantones  del  día  de  Corpus,  que  fanfarrones  y  adornados  en  ku 
exterior  de  damascos  y  bto^ateles,  si  examinan  sus  interiores,  bailarán  en  un  papelón  pintado 
una  alma  de  atocha  ó  heno.  iJigo  mis  que  sus  poetas  son  los  ganapanes  que  á  poder  de  sudo- 
res  y  tatKadillas  hacen  que  parezcan  lo  que  no  son,  llevlndolos  á  cuestas,  aplaudidos  de  la  ad- 
mifaciúa  vulgocha  un  dta  no  mis;  porque  todos  los  otros  del  tiempo 3ÍrvM,  arrinconados,  de  al- 
bergue i  arañas  y  ratones.  Son  castillos  y  máquinas  de  püKora,  que  embutidos  de  coheces  aguar- 
dan que  se  ponga  el  sol  de  la  suficiencia  i  cuya  vtsta  no  lucen;  y  en  pasando  el  primer  ímpetu 
ruidoso  de  tu  aparscncí*  se  quedan  en  sola  ta  armadura,  para  relieves  de  muchachos  y  vecindad 


XLU 


COMEDIAS  DB  TIRSO  DE  MOLINA 


d«la  basuri.  Uliimtmenie,  digo  que  K>n  villancico ¿chanioncu  que  canuda  &  buUo  porta  vo- 
cería de  una  caterva  empapelada,  i«  autorizan  con  et  sonido  armóoico  de  las  voce*  toiat  de  toda 
una  capilla,  sin  que  baya  quien  se  aUbc  de  que  cntcodió  la  Icirs:  porque  ni  lieiieii  pcnuinienioit 

Di  ion  mis  que  espantabobos | 

■A  mi  me  parecen  esioi  obligados  del  humo,  críticos  abortos,  dijo  Lorino,  un  lienzo  do  bos- 
caies  y  paÍM3,  cuyos  ksos  se  nos  antojan  alcáxareí  sumpiuoi(»,  fuentes,  quintas,  riot,  damas, 
Italanes,  atamedas  deleiiotat;  peio  miradas  con  atención  desdccercs.  s6lo  rienen  i  ser  unos  em- 
briones de  la  pintura,  cuyas  colores,  sin  inquietar  las  ultramarinas,  no  costean  mis  que  cardeni- 
llos, aiarranes,  yeso  mate,  y  lumo  de  verdolagas  en  media  sibana  lurcida  de  remiendos.  Por- 
que, ^quC  otra  cosa  son  los  versos  hilvanados  de  tanto  emplasto  de  vocablos  herm afroditas,  sino 
capa  de  pobre  socarrón  que  con  diferentes  hilos  cove  reuzot  de  loda  color  y  materia,  sin  reparar 
*n  que  ct  sayal  se  ladee  con  la  raja,  ni  el  parto  con  ct  lienzo,  eslabonando  cláusulas  ni  en  ro- 
mance ni  en  latín:  pendilin  de  sastre  jaspeado  de  iodo  género  de  sisa*  ( i  )f 

Las  burltis  y  sarcasmos  que  Tirso  lanzaba  conira  una  parte  numerosa  tic  los  poetas 
de  su  tiempo  suscitáronle  no  pocos  cncmigosquc  acechaban  el  momento  de  vengarse. 
AüiiJase  d  esto  «I  escándalo  real  ó  supuesto  que  otros  manifestaban  al  ver  á  un  Traile 
surtir  de  comedias,  y  no  de  las  más  devotas,  tos  dos  corru/es  de  laCruzydel  Príncipe; 
llenarse  el  teatro  de  gente  al  solo  anuncio  de  obra  suya  y  salir  luego  d  la  calle  riendo 
ycelebrando  los  chistes  y  malicias  de  aquel  apicarado  ingenio. 

Tradtíjosc  en  licchos  la  mala  voluntad  que  la  envidia  ó  una  demasiado  estrecha  mo- 
ral habían  ido  acumulando  contra  el  mercenario,  yen  162S  se  presentó  al  Consejo  de 
Castilla  una  especie  de  queja  ó  denuncia  en  que  se  ponderaba  cuan  impropias  de  su 
estado  eran  aquellas  habituales  faenas  de  Tirso  y  se  pedía  que  el  Consejo  recomendase 
i  los  superiores  que  recluyesen  ó  desterrasen  al  escandaloso  fraile,  prohibíéitdole  ade- 
más componer  otra  comedia  alguna  (a). 

Efectivamente,  debieron  de  hacérsele  indicaciones  que  Tikso  lomaría  quizás  como 
ofensas,  ocasionándose  de  todo  un  drama  monacal  del  que  no  tenemos  completas  no- 
tictas,  pero  sí  del  resultado,  que  fué  la  salida  de  Ttxso  de  Madrid,  contra  toda  su  vo- 
lunud;  la  formación  de  un  proceso  ó  expediente  (como  hoy  se  diría)  con  caracteres  de 
verdadera  persecución,  según  lacaltftca  el  propio  interesado: 

^Tempestades  y  persecuciones  in»i4iosas  procuraron  malograr  lost  honetlot  re- 
crtog  de  sus  ocios;  y  yo  s¿  de  alguna  borrasca  que,  á  no  tener  á  V.  S.  por  San  Telmo, 
diera  con  él  á  pique» 

Estas  notables  palabras  van  dirigidas  por  el  mismo  T^llcx,  bajo  el  nombre  de  su 
sobrino,  d  un  noble  caballero  milanis.  llamado  Julio  Monti,  á  quien  dedica  la  Tercera 
parteác  sus  comedias.  La  condición  de  italiano  del  Mecenas  parece  indicar  que  en 
corle  de  Roma  sería  donde  Monti  prestaría  sus  favores  ul  atribulado  poeta  cómico  (3). 


(1)  IMettar  aprortehumto,  «dición  d<  163S, 
fotio»  i97,)o9.  Í13  y  114. 

(i>  En  et  Arcliiro  lliitórico  Nacional  existe 
la  nottci*  de  esu  querella.  >egún  me  U  lu  como- 
meado  mi  erudito  ;imigo  y  compañera  D.  Ctisi4> 


bal  Pírea  Pastor.  La  noticia  ei  aislada,  Ulundo  el 
expediente  que  debió  deicguirdU  denuncia. 

(j)  Quiíi  fuese  pariente  deCéur  Monti,  Pa- 
triarca de  Aniioqufa  y  Nuncio  en  Madrid  pof 
lOsailM  i6]0á  ■6s4. 


COMEDIAS  DR  TIRSO  DK  MOLIKA 


XU1I1 


Consecuencia  de  los  sinsabores  que  esu  contrariedad  le  produjo  lu<!  la  resolución  "^ 
■doptada  por  T¿lli!;c  de  no  escribir  miis  par»  la  escena.  Persistía  en  ella  durante  diez 
■Aos,  según  atirma  en  dos  lugares  de  la  misma  Tercera  parte:  uno  en  el  prólot^o  A 
cualquiera;  al  decir,  siempre  por  boca  de  su  postizo  sobrino,  que  aen  fe  de  U  buena 
tama  que  adquirió  (el  autor)  se  ha  echado  i  dormir  no  menos  tiempo  que  el  de  diez 
años,  escarmentado  de  trampas  y  mohatras»;  y  otro  en  lu  referid»  dedicatoria:  «Uos 
lustros  han  corrido  en  que  ni  importunaciones  de  Interesados  ni  preceptos  acreedoreíi 
han  podido  obligar  sus  sales  i  que  reiteren  sazones  del  teatro»  (i). 

Como  esto  se  escribía  en  i634,  las  fechas  no  convienen  más  que  aproximadamente, 
por  cuanto  ^abemos  que  en  iCiaS  y  en  lOxJ  compuso  algunos  comedias  (a).  De  todas 
suertes  bien  ganado  se  icnla  el  descanso  nuestro  pOKta.MátdecuatrocieHlaa  oomaliat  í 
llevaba  compuestas  en  veinte  aiíos.  según  Í\  propio  asegura  (3),  cuando  renunció  á 
s^uir  recoííicndo  laureles  en  el  teatro.  V  si  se  tiene  en  cuenta  3I  viaje  i  Samo  Do- 
mingo, en  que  emplearla  acaso  dos,  oíros  viajes  de  uno  en  otro  convento,  enfermcda- 
jdes  y  ocupaciones,  ul  vez  no  será  aventurado  suponer  que  corresponden  unas  aS  pie-   *- 

s  dnimilicas  á  cada  atlo.  Y  todas  se  rcprcscnUron;  porque  el  insaciable  apetito  del 
público  devoraba  todo  lo  que  ofrecían  poetas  tan  fccundoscomo  Tmso  y  Lope  de  V^a, 
que,  como  es  bien  sabido  escribió,  y  vio  representar  úoyó  que  lo  habían  sido  miíocho- 
cientat.  es  decir,  más  que  en  su  ¿poca  produjeron  los  teatros  ingltfs,  franc(5s  i  italiano 
reunidos. 

VIH 

Salida  de  Tinso  para  SalamaHca.—Ki  nombrado  Comendador  del  conrento  de  Tru- 
jiUo.— Publica  la  Primera  parte  (/¿  si»  CDntci/dS(i6a<>-i637). 

Antes  de  Mayo  de  iñad  se  hallaba  ya  Tmso  en  Salamanca,  probablemente  deste- 
rrado; pues  en  dicho  mes  y  año  se  reunió  en  Guadalajara  un  capitulo  provincial  de  su 


(1)  V^xc  inánadeltma  la  bibliogriFla  drama' 
ua  de  Tuto:  i>r¿l»i;o  y  Dddicdloria  ¿q  I*  Terct- 
m  pitrte  de  Ui  ContcdUi. 

<i)  Según  veremo»en  el  Catálogo  dramétíeo 
rti(o>ij.fu  de  Ti»to.  lis  comedíju  llablaJmv  «n 
mtrdiirfu.  No  kajr  peor  lartlo...  te  ««cribicioii  en 
ifiíi,  en  que  los  tnglcies  «comeiicron  la  ciudail 
de  CAdíz,  como  se  ve  por  diverio*  pasijc»  de 
elUt  «)us¡vM  i  dicho  tuccKi;  y  al  niismo  lAo 
pertenece  tambifo  la  bcllisima  D<íJe  ToMo  J 
Madrhl,  putt  en  i6i5  k  rln^iá  il  nucsrcan  umtí 
la  plasa  ilc  Brcda,  Icuyo  itic«io  hace  tu^Unlet 
rcfetencias.  La  liiiitada  La  Huerta  Je  Jk-in  Frr- 
M>fn>fet  se  compuio  eii  1616,  puct  en  Uictce- 
nai  T  T  *■  ^*'  *eio  11,  hay  dox  carut  fecliadaí  i 
19  de  Mario  y  14  de  Abfll  de  1616,  y  ca  el 
■CIO  iii.ncoia  11.  w alude  i  la  inundación  de  Se- 
villa, por  d ti bnrJj miento  del  Cuadalquirir,  oca- 
rtida  al  )}  d«  Kiicr»  del  miimo  añu.  Dopuéi  no 
M  coooce  fscha  cierta  de  ninguna  comí  día  haila 
lijSenqtKtcrmín^  en  Madrid  la  deLoiQuimu 


ét  l'arluKoi.  I)f  modo  que  tiólo  ocbo  ar'ios  llevaba 
Ti* toen  ii>34  de  abandono  en  el  cnUtvodel  dra- 
ma. Ki  prnbabte  que  luego  no  volvíate  «scrlMr 
otra  alguna  haau  la  de  1638,;  ninguna,  de  Mftu- 
ro.  d«*p<aé%. 

(j)  «GaMnoeiiti  autor  de  «eda:  de  tu  niiaoia 
«ubilancta  lia  labrado  la  numcrou  cantidad  de 
telai  con  que  cuairucienias  y  mái  comediAi  *lf- 
(ieron  por  KtHlrd4iMÍ  SUR  prorciorcs.  Mn  demu- 
dar, comefa,  ajenoi  atuaioi  ni  disfraxar  penaa- 
mienio»  adoptivos.*  (Dedicatoria  de  la  TVrcvro 
p-iri<.i  Si,  como  betnos  concluido,  en  viila  de 
oirus  dato*,  no  empezó  Trtiso  á  etcribir  para  el 
teatro  hasta  iCo6ycex6en  1616  comoqueda  do> 
mostrado  en  la  nou  anterior,  rebutían  exacta- 
menie  los  veinte  afloii  de  actividad  produciot^ 
que  acaba  de  apuntar.  K1  núiniorotuludo  scob- 
licne  con  las  palabras  del  prologo  de  los  Clii«rra- 
/n,  etcriio  entre  i6ao  y  i6>i,  donde  asegura  lle- 
var compucitas  300  conicdiai  en  Iok  eaiartw  añoi 
anlccedemcs. 


XL1V 


COMEItlAS  DE  TIIISO  DE  MOLINA 


Ofden,  presidido  por  el  saliente  Fr.  Gaspar  Pricio.  en  cuyo  piiísto  Ic  sucedió  l'r.  Blas 
Ue  Tinco,  y  entre  los  incrcenarfos  que  concurrieron  al  capi'tulo  y  (tivieron  voto  se 
Cticnia  i  Fu.  Gabhicl  Téllez,  á  quien  designa  el  cronista  Fr.  Felipe  Colombo  con 
el  aditamento  de  tt/iedenlor  tic  Salamanca»  {i). 
^  Quizá  |>ara  endulzar  la  amargura  de  la  anterior  persecución,  se  nombró  d  Tii*so 
Comendador  de)  convento  de  Trujillo.  adonde,  terminado  el  capitulo,  íe  marcha- 
ría á  residir.  Y  entonces  y  allí  le  conocerí*  D.  Fernando  de  Vera  y  Mendoza  y  para 
adornarle  con  su  nueva  dignidad,  rctocan'a,  en  esta  pane,  su  Panegírico  ya  citado.  La 
lecha  del  nombramiento  consta  en  el  P.  Colombo.  De  todas  suertes  la  designttción 
-*  de  Tix&a  para  Trujillo  era  una  especicdc  destierro,  del  t^ue  «■  apresuró  á  salir  cuanto 
^  antes.  Y  ya  que  no  podía  componer  nuevas  comedias  (y  eso  que  pudiera  presumirse 
que  en  esta  ¿poca  pergeñó  la  trilogía  de  los  Pitarros,  naturales  dcTrujillo),  se  dedicó 
á  reunir  al({unas  de  las  viejas  para  darlas  á  la  estampa,  como  lo  hizo,  Imprimiendo  su 
Primera  /Mile  dos  veces  al  mismo  tiempo  ó  en  el  mismo  año,  itiay,  una  en  MadriJ, 
según  toda  probabilidad,  y  otra  en  Sevilla  (a). 


I 


( t)  l'ambifo  el  St.  Serrano  iAriteiitot  cludos) 
*pi>nAila  biografU  de  Timo  iodo»  lot  datoi  coir 
icnidotcn  I*  fraHmcnuríd  é  ín^djin  Hitfu-ia  n'' 
itrial  .ir  U  íMci-cetf,  qnc  ic  conserva  co  nu«iira 
Uíblioiccii  S'aoonal  F.\  P.  Felipe  Colombo  nncíA 
en  UuBtlalijirs  en  tói^,  entró  en  la  Orden  de  la 
MerceJ  o<i  1641  y  murió  en  30  de  Oclubrc  de 
1(184,  iiciido  Comendador  del  conTcnto  de  tíua- 
dalajara.  V.fctibitt  icrmooc*  y  vidas  de  Santos. 
(Víasf  Oaulina  ÍJircl»:  Kteriloret  de  CHuJalila- 
ra.  fAg.  84.)  L>etempeiió  ademái  el  cargo  de  Cró- 
nica de  tu  Urden  y  gota  fjma  de  buen  predi- 
cador. 

i:n  loa  fra|;n)entoa  tl«  »  HiUoria  Irala  divcr- 
Mi  ««cci  do  Tf.i.LM.  como  ireiuoB  tiendo,  y  5ua 
nolicÍB)  ion  c I cf  tímente  preciosas,  poique  ae  re- 
liercn  J  apocas  poco  conot:idas  de  la  vtda  de 
nucMro  gran  .Mercenario. 

(1)  I  .*  tDiC)6v,  Xüi  di  jo  '1'iii.so  en  *n%  Ciearra- 
iMqueen  i5ai  tenia  Jada  1  i  la  imprenta  doce 
conicdiai  que  habUn  de  ser  Prhntra  parte  de  las 
suyas.  Ignoramos  par  que  la  impresión  no  it 
h I ao  par  entonces.  Uebió  de  salir,  al  lin,  á  tu/  cn 
Madtid  cn  1617.  según  le  deduce  del  priTÜegio, 
laia  y  crraiatde  la  edición  de  Valencia  de  tCji, 
que  luego  describiremos.  El  Conde  de  Schack.en 
til  Hittaría  de  literatura  y  arte  úraxnitico  de  Ei- 
^Ad,  tomo  III.  plg.  ]9i  de  la  traducción  casie- 
llana<Madr>d,iSlf7},clu  un  ejemplar  de  esta  im. 
pretíAn  RiadtileAa  que  dice  le  (aciliió  el  librero 
de.l'arli  Mr.  Tetnaus  Compans;  pero  no  da  de 
olla  mis  sañas  tlcrus  que  el  lamalto.  \a  Techa  es 
Riuy  dudosa  por  las  sisuiontcs  raioncs:  1  .*,  esta' 
ría  «II  la  portada,  y  el  Conde  no  cc^la  ¿su  6  la 


copia  cquivocadaMenic.  ■.*.  nodalosUlulosdc 
l.it  doce  comedias  que  el  lomodebía  de  contener, 
tino  de  once,  (üllando  la  ti  I  lima,  lo  cual  prueba 
que  el  ejemplar  que  turo  i  ta  viita  no  tenía  prin- 
cipio ni  fin,  y  y',  el  Conde  no  manilietta  haber 
conocido ifri'Úti  lareimprc-tión  de  lóji,  puctde 
lo  contrario  hubiera  establecido  las  dircicncias 
entra  una  y  otra.  I.o  que,  al  parecer,  vi6  ilnica- 
mcnic  foi}  un  ctenipUr  falto  de  la  edición  de  Va- 
lencia d«  láji.A  sea  la  icrccia. 

3.*  sDiciÓM,  Ooee  comediat  ntvius  dti  Matttr't 
Tirtíide  UotiiM.  A  D.  Mniito  de  Paj ,  Hegidurde 
la  ciudad  d*  Salamauía.  Primera  /•U'Vr.  Sesilía, 
Francisco  de  l.yra,  i  costado  Manuel  de  Sandi, 
niefcadcr  de  libros,  l(lt^f.—^.',  1  li,  prek.  y  jVO 
roltadas  (pnr  errata  dice  300).  Rita  edict6n  carece 
de  mis  preliminatct  que  la  JeJk'Jtiriii  y  los 
ÜlttI'it  de  la.t  comedias  que  contiene,  y  se  liallan 
en  ta  hi>)a  uguienic  J  la  de  la  podada. 

Comprende  las  siguientes: 

Patn'rr.ity  pliiiuji. 
Ht  frttrnJirnle  ai  revit, 
t:l  ,t^^lJ^  M  UKJnrJrnt». 
La  rillÁiiij  de  Yalltcii. 
t:i  melaiKiilk". 
ai  mayor  Jetengiii*>. 
tCI  •:attígn  drt  peiui  qae. 
Segunda  parle  d«l  pentt  f  «r,  ^ue  es  ('Hi>n  C'iUa 
alarga. 
1.a  gallega  Mári-lltrnáadei. 
Tanta  el  In  Je  mAt  eolia  lo  de  in«iioi. 
/.•I  ttiotadr  ti  mltma. 
Amar  fnr  rajítu  Jt  etlado. 
(Saivi:  CaU/ofo  de  su  bitrlloteca,  1,  S»i.— Du- 


f:<)Mi::niAs  drtihso  i>c  Molina 


XLV 


La  edición  mdunlcna  no4  es,  por  hoy.  soto  conocida  por  lu  rcimprc»ión  itc  Valencia 
ule  1631 ;  la  de  Sevilla  ofrece  de  particular  el  c:>tar  dedicada  por  Tirso  d  un  don 
Aioflüo  de  Paz,  Kt^idor  de  la  ciudad  de  Salamanca,  siendo  mí  que  había  dirigido  al  pa- 
recer la  de  Madrid  {que  comprende  las  mÍMna&  comedias)  i  su  amigo  el  Dr.  Juan  Piírez 
de  Montalbán.  Y  sin  embargo. Tku.kj:  censuraba  A  los  que  dedicaban  en  parlktilar 
cadu  pieza  á  diferenie  uiíeio;  lo  cual  es  cicrtamenie  distinto  que  dedicar  una  misma 
obra  i  diversas  personas. 

ICI  (al  Ue){Ídor  de  Salamanca  debía  de  ser  ami^tad  nueva,  adquirida  por  'riHM  en 
Salamanca  en  il'ii5  ó  i62(>  cuando  allá  le  enviaron.  Termina  su  dedicatoria,  que  sus- 
cribe con  el  nombre  de  K¡  Maestro  Molina,  con  este  p^írralo:  xToda^t  estas  doce  (co- 
medias) salen  á  su  nombre  Maturas,  ó  ü  lo  menoü  ejercitadas  al  sufr imienlo;  pues  ha- 
biendo pasado  libres  por  los  infortunios  de)  teatro,  maliciado  ya  de  envidia  y  ya  ma- 
liciado por  la  ignorancia,  como  soldados  viejos  gozarán  la  plaza  muerta  del  sosiego  y 
f>a^  que  les  pronieie  el  nombre  y  agrado  de  V,  md.» 

De  las  doce  comedia*  de  esta  Primera  partt  imprimió  D.  Juan  Eugenio  HarUcn- 
buschocho  y  en  el  presente  tomo  van  las  otras  ciiatro.  todas  cxcelcnies.e.vcepto/-r/  ár- 
bol del  mejor  J'rtilo^  que  nos  parece  mas  endeble.  í^l  Melancólico  es  superior  d  Ütío  ti 
ijue  es  negociar,  su  rctundición,  en  cuanto  á  que  el  carácter  está  mejor  descrito  y  sos- 
tenido; pero  no  cstif  tan  graciosamenlc  dialogada.  El  mayor  detengaño.  drama  impo- 
nente, puede  en  cienos  respectos  parangonarse  con  El  condenado  por  desconfiado, 
Ctjya  anti'iesis  extremada  viene  i  ser.  Si  Paulo  se  condena  por  demasiado  dcíconliado, 
á  Dión  lesucede  lo  propio  por  su  excesiva  soberbia  y  desprecio  de  la  omnipotencia  y 
miierícordia  divinas.  Tanto  ts  ¡o  de  mdt  como  lo  de  menos,  en  que  están  relundidos, 
COI)  ftrande  acierto,  las  dos  historias  sagradas  del  Ili/o  pródigo  y  del  ¡tico  ava- 
rienl'i,  es  un  ílramj  igualmente  bueno,  salvo  algunos  dcfectoi  de  pormenor,  y  se  sabe 
que  siempre  ha  hecho  buen  efecto  en  las  tabla&:  cu  el  siglo  xvtii  se  representó  niuciio. 


rin  y  IUrt«rft  ciinn  oito  «icmpUr  ciiitenle  en  \» 
Itit).  impcml  Uc  Vicna.) 

TkB':»!  Ki>ii:tA)i.  liofe  |  comniiaí  |  nvevttt  .M  | 
Maettro  Tirui  \  i¡e  Uollnj.  (  A  í  OoMr  IfOH  Ptref 
4e  .\lr>n  ( raJnin,  nuturjl  Je  \ta,lríJ.  \  Aia  <,Ex- 
<;udo,)  ífijí.  I  Con  f  rü"i7<xio.  I  Ck  V.iUhcÍ¡i  en 
ea$d  Jt  Ptdro  falrkio  M^.-^',  ■  1i.  prcli.  y 

L^ninJ  M  ¡rrihlruin:  Ttcoc  privilegio  del  Rey 
nuctiro  Señor  el  Maestro  Tirso  de  M<riinii  para 
Imprimir  esuj  ilo^ce  Oiflieiliiu  sufAv  Dctpn- 
clidJo  cii  d  Ofii:ii>  de  Diego  Conxálex  de  VíUh- 
tfool.  Su  fe^liien  ii  d«  Mano  de  ifiíO.* 

'f;iw.'(t4  inri,  plief!"'  y  tjeiic  74y  tnedjo.  En 
M4<1rü  i  ao  de  .Vovlembre  de  i6xC. 

Frrtlat:  Abdrld  n  de  Noviembre  do  n'nñ.  El 
Licenciado  Murcia  de  la  l.lsna  dice  i^ue  cocrea- 
ponde  con  «a  orlgioal, 


uAtílnetor  Juan  Perfj  Je  f-fonlalnan. 

>Por  Mr  «lai  doie  Comed  iai  de  un  tun  aficio- 
nado de  V.  m.  me  «trevo  á  que  lalgm  á  luí  de- 
bato de  su  aiupirA.  Recibí  cMc  pci)uei1o  afirtde- 
ciinlcmo  de  un  tmif;o  que  le  desea  muela  Mlud 
y  aumentos  en  su  persona,  cuya  vida  prospere  el 
ciclo.— Amigo  de  v.  ni,» 

•Títulos  de  lMd<u«  comedia».»  Son  las  ml>> 
mas  doce  de  la  edklAs  tcvlllan*  y  p&r  el  mitnw 
orden. 

En  muy  lingular  que  nu  linprc&tán,  hecliA  en 
Valencia,  traiga  uiu  Te  de  crraias  sii»críia  en  Ma- 
drid cincr  añoi  antes.  S'óifte  umtiíiin  que  no 
lleva  ninguna  de  las  Apr^tbwi'inet  ({uc  ilebla, 
ToJocttodemucsiraUeiiisiciicia  de  tinu  cdicián 
anterior,  cnfrcipondicntc  i  dicliosdoeunieniCM,  4 
fea  U  de  Madrid.  «617. 


XI.  VI 


CUMCOIAS  DK  TIP50  l>i:  MOLINA 


rx 

Tinso  Je  nuevo  <n  üalamanca.  —Fiestas  en  honor  de  San  Pedn  Sotaaeo  <l6a9). 

En  i6>i)  celebró  lii  ltcli);»ón  de  la  MercciJ.  en  honr»  de  su  fundador  Sun  Pedro  No- 
tasco,  solemnísimas  fiestas  en  diversos  lugares  de  KspaAa,  especial  mente  en  Madrid. 
Fu<  historiador  de  estas  últimas  el  Cronista  general  de  Ui  Ord<;n  y  autor  dramático 
Fray  Alonso  Remón,  quien  rcuni<3  en  su  libro  lodo  lo  que  se  acostumbraba  en  semc- 
jaitles  casos:  relación  de  los  sermones,  justas  poéticas,  representaciones,  etc.  Lleva 
además  un  gran  número  de  composiciones  poéticas  de  mercenarios  y  otros  que  no  lo 
eran,  pero  ninguna  de  Tirso,  á  quien  no  nombr»  ni  una  v>la  vex  en  todo  el  libro  (D- 
Prueba  evidente  Je  que  no  estaba  en  Madrid.  Tampoco  continuaba  en  Trujillo;  por- 
que en  el  mismo  año  se  congregó  en  (.iuadalajara  un  Capítulo  provincial,  en  el  qucíué 
nombrado  Comendador  de  aquel  convento  el  P.  Vcláüqucz  (a).  Acreditan,  pues,  que 
se  liallaba  en  Salamanca,  aunque  no  !o  dice  claramcnie.  las  palabras  contenidas  en  su 
ya  mencionada  obra  /ieleilar  aprovechando,  cuando  trata  de  «la  Justa  literaria  (Pa- 
lestra de  Apolo  la  intitularon)  que  i  la  canonización  de  sus  dos  primeros  htfroes  el  fun- 
dador y  patriarca  de  esta  candida  milicia  San  Pedro  Nolasco,  y  su  primogénito  en  la 
gracia  San  Ramón  Nonna/,  ó  no  nacido,  celebró  la  mayor  Atenas  y  católico  Parnaso, 
Salamanca;  cuya  liberalidad  en  los  gastos,  en  el  lucimiento,  en  la  devoción,  en  Ki  ca- 
lidad y  en  el  concurso,  si  no  excedió  pródiga  á  la  que  la  (^ortc  dedicó,  e¡  mismo  año, 
al  divino  patriarca,  compitióla  i  lo  menos  en  lo  obsientaiivo  y  no  s¿  si  mereció  pri- 
mer lugar  en  lo  aliñoso.  Una  de  las  acciones  tan  aplaudidas  de  ella  fué  el  desalío  poé- 
tico en  que  plumas  ¡Iguilas  volaron  tan  stihlimes  que  las  perdió  de  vista  la  envidia 
emuladora;  pero  ¿qué  maravilla,  si  eran  sus  plumas  las  de  Salamanca^) 

Tirso  concurrió  á  todos  los  cwrtilmenes  de  esta  justa,  escribiendo  veintiún  compo- 
siciones poéticas  diferentes  y  llevando  el  premio  en  algunas.  Siguiendo  el  método  ini'> 
ciado  en  la  justa  de  Santo  Domingo  en  i6i  ^  y  continuado  en  otra  celebrada  en  Toledo, 
con  ocasión  de  la  canonización  de  San  Francisco  de  Borja,  presentó  duplicados  versoM 
para  cada  tema:  uno  en  serio  y  otro'en  estilo  rústico  y  gracioso  (como  si  dijéramos  el 
galán  y  el  lacayo  de  sus  comedias):  sólo  que  aquí  cambió  su  nombre  serrano  de  Para- 
cuellos  de  Cabanas  por  el  de  (Jil  Bcrrugo  de  Texares,  sayo^ues.  Asi  compuso  do- 
bles una  canción  rcul,  una  glosa,  unas  décimas,  otra  canción  de  arte  menor  ide  esttj 
cla»e  tres),  un  romance  endecasílabo,  unas  octavas,  dos  clases  de  sonetos,  un  madrif 


(i)  Lat  JInhn  jm/i-iudm  y  gramJtiMiat  fuf  Aifo 
/it  .^ic^r Ai.i  ñtlii!l-n  de  Surtía  Señor»  ilt  U  Mer- 
Cft',  M  tiU  lu  f'Hrrnl"  J<  SMrtJ,  li  »r  uloriino 
l'atrUrtJ  y  primtri) /ui*il,tJor  San  t'tdro  Nolatctt 


este  ata  de  iStg.  Por  el  P.  Uaesir»  Fray  Aíoiuo 

Hrmm.SlitiriJ.ImFitnlide  fítyHü.Jil.DC.XXX. 

4-*.  ii'J  figinti  en  lodo;  iSde  prc  I  i  minares. 

(i)    Smuiki;  Nue^nt  tlaliM,  pig.  7  j. 


COMEDIAS  DC  TIRSO  DE  MOLINA 


XLVll 


y  unos  sáÍKos.  Algunas  de  estas  composiciones,  sobre  todo  las  de  gusto  popular,  nos 
parecen  buenuí.  Todas  las  incluyó  en  Deleitar  aprovechando  ( i ). 

Si  Tirso  no  estuvo  en  Madrid  en  el  retcrtdo  año  Je  1I1J9,  no  croemos  pueda  ser 
autor  de  cierta  rarísima  delación  en  prosa  de  las  ñestasquc  en  la  Corte  se  hicieron  A 
la  entrada,  en  el  mes  de  Octubre,  del  Príncipe  de  Gtiistala,  Embajador  del  Rey  de 
Hungría,  para  acompaílar  i  la  Infanta  D.*  María,  hermana  (le  Felipe  IV',  ya  caAada 
por  poderi»  con  el  futuro  Emperador  Fernando  de  Austria,  y  una  Loa  en  verso  al  na- 
cimiento del  Príncipe  de  Asturias  Baltasar  Carlos  (a).  El  autor  declara  haber  visto 


(r)     iVadrid,  iHj^;  ToIím  Ji8  y  aigoieniei. 

fi)  Rl  único  cicmpUt  conocido  de  CMe  opús- 
culo lidlIiM  en  li  biblioivca  de  h  Re*l  Academia 
L'sp«noU  y  »*  liioU:  fíreve  Suma,  y  HelaM»  áe 
t,aiiiratNliouii/ifttM^ueentii:orltiehiii(rcn4 
tú  tntraaa  dftttúor  Prindpt  dr  GmiitaU,  Emta- 
xadoráetu  MofnIaJel  tenor  Rey.1t  VnsHa.  Com 
mna  Loa  ai lueimiento  del  Pilnrí/ff  Jt  Kipittit. 
Comf.-U€Ho  F^r  ÜratM  (üe)  THI*i.  Im^ma  eo 
Stgoria  por  Ctrñnimn  Murillo.  Aio  1619.  8.*,  4 
hoJAs. 

V  para  qu<  se  vea  que  no  puede  adíudícafíio  al 
aaUM  del  li  Gil.  U  copUremoi  Inicfra 

(Piir  n<>e«n»r  mi  lector  mtMrlbo  PtAtogo  laritw. 
Mío  rtrilau  inlilíUt;  li  cual,  oliia  por  ku  fia*,  ei 
'odo  al  pac  lie  li  IfUt,  ileuandn  mi  corto  laRenlo  <lir 
(ueloi  mt  torpe  plutni,  V  et  rierioquctl  líiieino.  S4- 

A«r  Pfiocipt  de  fiuituia,  Kcnbiiador  por  I*  M*)tit*d 
Ceslrcí  y  Hty  ú<  llanfirtt,  entci  tn  Madild.  mlfreo- 
l«»  i  ]  lie  o«iabre.  Fui  trcihido  oon  la  uraadeu  y 
iplaiao  osAo  la  otteotbciúa  requ>«r«  1  irmtfantc 
ptraona,  on  juna  rtiAa.  Le  acampaAaban  cincuenta 
«atiilkrot  d(  >u  tierra  coa  *e>tido>  tan  entino*  y  ga< 
liaBüairibln:* eabillod  Sr.  Bmbirailor con  lama 
ltati]r  bítarrii,  iivr  inviJuba  el  tol,  i)ln<l(ilc  UmIot 
nll  parabieoct-  Lie  riba  u  pajoM^oi  y  it  lacayo*  coa 
librea  de  lereiopelo  ncK'o  con  ^sarnlciAn  4;  oro:  de- 
laaKjóacfmllaicoa  laxrnua  isiperiiltt  SallAáre- 
Cehlrtr  li  itrandMa  de  KipiR*  f  cabalkria  i  San  ler^ 
nlow  coc  laola  gala  j  biiartí*  iiirc  parecía  Midrld 
otrai  loJíai.cou  machai  libreaiijilecenlea  y  variedad 
de  pluii<>«dr  mBCboi  color»,  tnireel  butlteín  y  itrt»' 
daia  licitaron  lo«  teAo<t>  Ihiqvt  di  Medloa  i(t  laa  To- 
rrea y  el  S>.  CoiHletiable  i  uo  mi»<no  liempo  v  >e  la- 
lailaroD  la*  cortetio  dt^i Ju  j  lo  mnino  bieleron  Ina 
denaicMAoreique  en  el  acumpaKaRiientoie  hallaron. 
Bl  ÜDibalatlor  f  Principe  Ib*  en  un  caballo  brioao  en 
ncdtodc  do<itraf>driitAof(*:  el  Doqui  de  Medina- 
«ti  y  el  Condntibtt  La  can  oía  dtl  Sr.  Príncipe  Bm- 
bafador  dtirtí;  y  «a  tan  birarra,  queeide  lerdupelo 
carmal,  bardada  de  oro  cao  clavaii^n  de  plata  lobre- 
dorada,  ym  lo*  ccmalca  ifloilai,  arma*  impcrlale*; 
cem  cuairo  cabaltoi  loiaaoi;  do*cochcroi,  coa  la  mia- 
ña Ubria.  Lucro  Kfiuia  la  eafroaa  del  Sr  Conil«*l«- 
ble,  biiarra  y  tío  btlla  iln  comparaeiAo  SeKuiaa 
otra*  carroiat  y  niurbo*rochei  qst  no  todlgo  por  no 
caaMC  al  leior.  Ul  Sr.  Duque  d«  Medina  Coell  llcT*t>* 
toi  p>ÍM  y  laciyoi  con  librea*  de  lareiopeto  neitro, 
gaaíBccido  ilt  IMU  de  ptata  y  pluniM  bUacaa,  rovjr 


biiarra  en  eairemo.  For  str  tanta*  lu  llbreat  ifiie  haa 
tall.lo,  none  alafj»jaete'>biiU«:  que  *eita  iiien«»t«r 
un  libro  muy  urapde. 

rCoo  la  (nlenlaciún  relertdaaUroaintlupoe^la- 
ciuy  Platería  f  pla/a  Mayor,  halla  la  calle  de  luCa- 
trelaaidoadc  te  HotpedA  >«  Bxeia  en  caía  del  Mar- 
que* de  la  Fiojiícra. 

>RI  ilii  de  Sao  FraDCl*co,  i  4,  dcipu4*  de  mediodía, 
á  lai  tre*,  con  el  mhmo  acopa Aaialcn  lo  qoc  eatrA  au 
Eacia.  el  Sr.  Embalador  ítU  a  betar  i  *ui  maieitadea 
lai  mano*  y  *  la  Sea  Infanta  de  CltpaAa  y  reino  de 
IlDOgria. 

•Ltiíoyaaqtae  iruloel  Sr.  Principe  de  Cioaatala  para 
pre*entar  á  I*  Sra.  Reina  de  Itanicrla  wn  de  tanta  »• 
lima  y  valor,  que  patán  de  nia  de  AoLcoa  ducado* 

•La  noche  quebeida  loiüre».  Keycl  la  «ano  hubo 
una  mlacara  famou,  en  la  cual  en rr A  dSr,  Principe 
II,  Carloi  y.  i  aii  lado,  el  Sr.  Conde-tiuque  lo*  dtaiii 
gfitndei  y  teRMet  le  aconipaAabín  laJotcon  hachM 
blanean  cneendidai.  en  Itt  tnanH.  en  la  maleara  y 
ne*ta.  Kraa  tama*  laa  lútea  de  palicio,  plaiai  y  caUet 
que,  detdeleioi.  parecía  Madrid  que  m  ardía  eafw«)to 
I>i4(e  Un  i  I»  (trata*  1  lai  doce;  laicvalcí  fnnoBauy 
itrindtDiai. 

toa    atL  lf4>ai*IBMT0 

AlHireie  toda  ^tpaAa, 
Flandet.  Mitin  v  lu  InJlii; 
tambiís  te  >  leu  re  I.ubo* 
oon  Saboya  y  con  Sicilia, 
porque  la  reina  laabet, 
deiput*  de  lo(  nucn  4íaa 
que  aoduTo  la*  exaeioM*. 
luTo  parto  de  alcRria. 
A  di'ciaiete  de  Octubre, 
Tlapera  de  Kiaspeliita, 
a  lai  *clt  d«  t*  mallaaa, 
cuando  va  Cebo  ulia, 
et  Principe  aoberanu, 
liljodtiftey  de  Canilla, 
renodjA  toda  KtpaAa 

It  iMoa  lo(  preto«  dklia. 
uepo  11  (Igvlenle  noche, 
por  plaraK,  callo  y  coquina* 
larccia  Madrid  eicli, 
ucea,  mAtica.  armonía*. 
Duque*.  marqu«*«t.  t^fiort*. 
repariidoa  en  cuadtillai, 
do*  1  doa,  habo  carrera, 

falin  el  que  rrii  podía. 
Isrinr*  y  tacahuc >■-<*, 
trompelai  y  chirimiu 
rcpirtlfronae  por  ptaiaa, 
donde  lia  fiettat  *e  hacjan. 
Era  U  corte  oira  Troya 

['or  el  Kran  fucDoque  ardía, 
uminaria*  y  conelet, 
noequetei  y  artillería. 
Lo«  relotei  y  campana* 
•uallai,  laAen  7  repican. 


t 


'XLVIlt   ■ 


COMKDIAS  bt:  TJItM)  DE  UOtlNA 


•]>or  los  ojo&ti  lo  que  devcribc  con  t;raii  brevedad,  y  la  loa,  umt>i<!n  corU,  más  bien 
parece  romance  para  cuntar  los  ciegos  por  lus  calles  da  Scftovia,  donde  una  y  oira  luc- 
,  ron  ímprcsiis,  dJndoIcs  por  padre  i  un  tal  Giibriel  T¿¡fi!\.  lal  vez  segoviano.  que  vino 
í\n  liesiits  rcl'i:ridiis. 

Nada  liay  en  el  estilo  de  la  fíelación  ni  de  la  tua  que  recuerde  el  de  nuci^iro  merce- 
nario; y  wSlo  U  ciHialidad  del  nombre  hi¿o  i{uc.  aparte  ile  ^u  gran  rarcxa,  mereciese 
los  honores  de  una  reimpresión  elegíante  i  i ). 


Tiuao  vuelrt  «i  Toledo.  -  Termina  la  compo-iiciÓH  de  sú  Deleitar  aprovechando. — 

f'xaitiín  de  este  libro  (iÍi3o-tf¡y2). 

Probablemente  en  lüio  (»t  pudoTtt.i.i:z  volver  ¡i Toledo,  donde  $c  iMllabu  ú  prin* 
cipiosde  it'>3i.  Allí  consagró  un  año  entero  d  la  coin|>OKÍciÓn  de  una  ul)ra  que  concluía 
.1  26  de  Febrero  de  iCtSa,  para  la  cual  solicitaba  licencia  de  impresión  tres  incscs  des- 
pu¿s;  pero  que  no  sali'a  deliniíivamcnte  .'t  loe  hasta  tres  aAos  más  tarde. 
>>  Titulóla  Meilar  aproivchando  (3),  para  dar  i  entender  que  la  enscflanza  que  el 
libro  encerraba  iba  expuesta  en  amena  forma,  ü  lin  de  que  mis  fácilmente  y  con  nia- 
}for  gusto  pudiera  ser  rcco>({ida. 


que  >l  eco  >l<  linio  tuitlo 
■IIVll«I  T  ■Qf'loi  oí*«. 
Une*  l>utcib«n  su>  ctpit, 
maittc*  ta>  nunlcltin*!. 
outt  fot  <ha[tiBn  l'UKín, 
ciy(ndD>c  il<  ir  á  prio. 
S«|tiiml*  Boche,  dtl  iucvc), 

tot  I»  nfdta  Je  It  \'ill*. 
libo  iniKari  fimiyti 
■Ir  uní  iriowya  txqviilla. 
Nacrc  aicloiiet  JilvrtmnMc'i 
caili  una  con  su  inaigoia, 
daorat  Je  itfan  tatoiti 

SrovnciuJu  i  lodot  tíia. 
Tpat.  lito»,  Tihutlai, 
hinJurriat,  gulurru.  cilaraa, 
violiiit*  j  tvnij», 
«■Kibelci.  («iBpaiiillat- 
Ibin  ciniinJo  hIü  «omi, 
t«ill<>  (lallnr*,  ilcii  nlnlit, 

fettoi  toMhin  i<lvr<i, 
Dda  iMDJoriti  cuiiipliila. 
Ko  n  juito  itutilr  ta  illrncio 
lo  que  pilo)  el  prinrr  >Ii* 
tusnJa  »•<)(•  el  iirin  inanirca, 
c*  bien  que  >t  mjíi  j  Jim*. 
Iluboibleri*  pueril  franca 
a  laiten  lasque  querían 
beur  li  mano  1  >«  tty 

Ct  Oliente  (n  M^ilJurj■, 
libreóte*,  i ■(* o  y  viernn 
«oltle^n  iMOOCheiíJI». 
hachat.  farolea  y  luces 
omI  U  tul  ilcl  tal  pf  iTin 
Pof  ti  fellf  parto  itcüre 
tot  pcooionlin  T  Kiilin, 
que  lian  >lc  ttoii'  0<l  milulio 
reátenlo  J<  iuí  tlctílicliat. 
A  Klniiune  Jet  jKbo 
«uaiio  cooieJIíi  aliivaí 


en  público  (cpreseniin 

por  IOS  puftios  repiititJM. 

.1  tis  cunto  J*  U  ttr.le, 

dooiiniiu  en  el  niiiiiia  Jii, 

silii'i  vi  i\<!'i,  noolco  MAor, 

i  ver  Is  intsMn  Jivíni 

Jr  .Muclia,  (itukn  va  i  .Jir  nrKiu 

por  1n  nirtíi't'-  .■ii"ir''J<»i 

<•■'■ '"^ 

Je-  :io 

Frf  ilHieoH  graitdet  Retía*; 
nu  pluma  j  le->Rui  ic  allAa 
un  J«clr  I4  J«i»j* 
1  lotque  aitturJiBqlMMeribl 

TiasD  na  pudo  eictiblr  Ut  uadccci  y  vulgarí- 
diJ«s  <|ue  hay  en  este»  vcrsoi. 

li)  llíioÍBcn  iB96  olSr.  Mar<)u¿«dc  J»rez  de 
t(M  Cilvillero».  co  Saír  Illa,  por  I-:  IUKo{iri,*.  17 
pAginaii.  líranJo  sólo  <:lacuenld  cicniplareí  y  ob- 
(cquiindfHDC  con  <1  número  i. 

(1)     l;n<líi:hoañoiniprJmi4i;aM«dnil,unA< 
•fr  coniriVi'Hii.  cn  ttno  <f  en  (olio.  Mgiln  aürntan 
«I  P.  Ilarda  y  Aliareí  B«cna. 

/j)    i.'si.íctiS).,  IteUxiir  \  aproiwliéiuh.  i  Por 
el  .Vaetlr-i  \  Tirtn  df  SMina  \  A  \  Don  i.i-U  l-'rr-  ^ 
namJei  Je  Cord'tm.  \  y  .1  rx,t,  Stñar  .le  la  i-illé 
d*  Cupio,  Cauallero  \  J«l  Uabiio  dt  S-tntiiga,  y1 
VtyHtít/iutro  I  rfe  Citrdui^. )  Año  (Escudo    con 
una  Flor  de  V\%.)  163S.  |  Con  Mtiltgio  \  fn  Ha- 


COHKniAS  DE  TlItSÜ  UE  MOLINA 


XUIX 


Tan  iTontcnto  quedó  de  su  trabujo.  que  no  dudó  en  arirmar  que  »¡cndo  el  quinto 
en  el  número  de  le»  hitos  de  su  tálenlo,  er^  el  mayoraxjjo  en  el  unior  que  le  tenia;  ¡f, 
al  lia  de  él,  ofrece  una  scgunJu  parte,  que  de  seguro  no  llegó  á  escribir. 


I 


drid.  Em  la  Imfrtntí  fítal.  \  A  mtU  d€  Dotningu 
Gontitn.  hírrcultr  de  LitrM—^.*,  S  b.  pttlt.  J 
53a  rolLtdt^  .W/Jn:  *tn  Madrid.  |  Rn  b  Impr<n- 
u  Real.  I  Anu  M  DCAXW.— A  la  concluiiAn 
del  texto  lleva  una  prolesu  sointtif  rxiotc  d  la  co- 
rrección de  la  l(ile*ia,  y  ra  Techa:  «En  Toledo  i  16 
de  Febrero  de  1631  aiioa  >,  que.  al  parecer,  Cti^ 
cuando  lo  terminó. 

aSumt  del  Frirtítfio:  tot  sofiortt  del  CanM|o 
dieron  prÍviIe|po  al  padre  MicMro  rrajr  Gabriel 
Tillen  de  U  Orden  de  nue«ira  Señora  d«  U  M.-r- 
ced  portiempodedieiañM  para  poder  imprimir 
este  libro,  intitulado  lirlrylar  AfrrautfbdiiJo,  Úr- 
tnado  de  m  ,Ma{;eiiAd,  y  dc»p«chado  en  el  Oficio 
de  Marcoi  de  Prado,  «ciibino  dc  Cicnara.  IXdo 
en  Madrid  1  $eii  dlai  del  me*  de  Agoiio  del  añ» 
1634. 

•/^e  dtF.rrMK:  C«te  libro  intitulado  DrteyUr 
AfrantfhaitJri,  ciil  bien  y  !ielmenie  impreM  con 
au  original.  Dada  cr>  Madrid  i  iS  de  Juniodeóji, 
El  l.iceni:.*  Murcia  de  la  Llana. 

iSima  de  la  TMta:  Los  «eiforeí  del  CodMJo  U- 
laron  ene  libro  intitulado  beleytxr  Aprinieckan- 
da.  compuesto  por  «1  padre  .Micttro  fray  Gabriel 
Ti.'il(x,  i  cuatro  rDaravedií  y  medio  cada  pliego, 
y  iicnc  óchenla  y  sci»  pliegos,  que  a<  diclio  pre< 
G>o  monta  trecienlox  y  >>clienta  y  «ielc  maravedlt 
en  que  ac  lu  de  icnder.  Üada  un  .Madrid  i  5  de 
iulio  de  1635.  Despachado  en  el  Oficio  de  Mar- 
co^de  Pf«do  y  VelaKO. 

rLktiieía  Je  lú  Orden:  Tiene  licencia  el  padre 
CrcKcnUdo  fray  Gabriel  Tíllw,  Coronitts  Gene- 
ral de  iodo  el  Orden  de  nuestra  ScAora  de  lat 
Mn'Ctd<^.  Hedencián  de  (auiivot,  |>or  nucuro 
muy  Hvfcrendo  podre  Maestro  fray  Pedro  .Me- 
rino, calcdrilico  en  propiedad  de  Salamanca  y 
Proiincial  de  CaitiUa  de  la  Jichs  Or<lcn,  para 
preicniar  al  Keal  Contejo  un  libro  iniliulado  />«■ 
UyUr  .ifrovtfkandQ,  deapuo  de  haberle  visi» 
por  au  mandado  religiusoí  de  la  Orden,  graves  t 
docto*  que  le  apfobiiron,  de  que  yo  el  infra>.crilo 
Srcrclario  ile  dicha  Provincia  doy  fe.  Su  fecha 
en  nucMro  convento  de  ,^tadrid  i  34  de  Mayu  de 
631.  V.\  Prescnudo  fray  Uibtiel  Adargo  de  San- 
iMider,  Secretario. 

tAfrtt'aei'in  del  hl.ieura  Jattf  Je  VatJiríeltO. 
CapelUii  d«  honor  del  Sereniaima  Infame  Carde- 
nal: Kfle  libro  (cuyo  titulo  es  ¡ttltylír  Aproue- 
chaiJ",  y  Vi  auioír  el  reverendo  padre  iMaoiro 
fray  (^abrielTflIeit,  Diitnidor  dcsia  Provincia  y 
Comniita  de  lodo  el  Orden  de  nueiiTB  Señora  d« 
U  Merced)  merece  la  licencia  que  nuptícaí  por 


ser  todo  devMo,  auiil  y  entretenido,  ain  <iiie  en 
él  liaya  propoiicidn  que  no  sea  conforme  d  Ib 
tana  doctrino  de  nuciira  f£.  reformación  de  coa- 
tumbrei  y  diKia  de  U«  k(r;H  y  ingenio  de  *u  aa> 
lor,  con  que  el  tcAor  Vicario  General  en  etu 
Corte  <que  me  le  cosvetlA)  podrá  seguramente 
dar  au  licencia  en  loqntle  toca,  etc.  Madrid  y 
Abril  «  de  1634,  El  Maestro  Jo*í  de  Valdí«iel«>. 

»Apr<Aaci<>Hdti  pnJrt/mj-  Üttíinimadtla'lrví, 
Ltctor  dr  Tfotn/ila  Moral  en  el  Ne>il  Monatterlo 
Je  San  OerüHlmo  Je  Madrid:  Con  provecho  mío 
)ic  deleiiidome  en  e*te  libro  (que  ajuitadamcnw 
Cumplo  con  el  m(«mo  titulo,  y  V.  Altna  me  lia 
mandado  censurar)  y  a4lo  para  su  alabanza  (por- 
qtie  ta  comisión  que  te  me  ha  dado  no  tuire  pa- 
negíricos) diré  lo  que  Gregorio  Prcibitero  del 
grande  Nacianacno.  cunndoen  su  edad  poitren 
pociit'>  coniTB  hs  vicios  que  i-itrodujo  el  opó*- 
latB  lulianot..  Enilíndatoel  gramiiico  yprepln- 
tcseto  el  tomancisu.  perdonando  lo  prolijo  de  U 
■dloridad.  pivr  to  proporcionado  al  kujeto,  que 
merece  por  iodos  caairo  cotindo»  la  licencta  que 
i  V.  Altciaptde.  sin  perjuicio  de  la  f¿  y  coalum- 
bres, ante»  para  reforniaci6n  dcstas  y  confirma- 
ción déla  otra,  cic.  En  SanGorónimoelMraldeMa 
Corle  á  11  de  Junio  de  iti]4.— t'r.  Uetónimo  de 
UCrm. 

*,\  Oon  ¿«íi  ^'<rwrf«líí^  Je  C'irdota  y  Aij». 
Señor  Je  la  yilltt  J*í  Carpía.  Vab^llero  Jel  UiMo 
Je  Santiaf!",  l'mUeHle.  Coberuadiu-  y  CapítJn 
General  <  que  futí  Je  lat  froniKÍas  de  Cktle,  Veía- 
leieuatrii  Je  la  eindaJ  Je  Córdoba,  Wc. 

■Desde  el  dia  primero  que  en  caía  de  V,  &  ta- 
menuron  sui  aicradoti  favorecerme,  deseé  pe- 
gdi  riiditos.  tiquiora  dellue,  (lipoioi'ltidolcv  lu 
rnc)or  de  mi  caudal  (que  de  tan  desvalido  dueño, 
es  fueria  que  lo  sean  lo*  retornos).  En  mi  esü- 
maciófl  ningitn  eitudio  mió  con  más  derceho 
merece  mis  mciuras  que  este  libro.  lii|odeaii 
inlcDio  corlo,  el  quinto  en  número,  pern  el  mA- 
yoraigo  en  el  amor  que  le  he  cobrad».  Cotti^mc 
un  B^o  entero  de  desvelos,  sin  divertir  la  pluma 
i  nirot  en  que  la  inclinación  tne  ejecutaba.  Ena- 
mor<^me  la  elocuencia  hUtórica  que  San  Rasilin, 
obiipo  de  Scleucla,  cKribló  en  (¡rlcK'i  do  la  ín- 
clita Virgen  y  Iríunfadorj  mJrtir  aanlt  Tecla,  y 
llegó  1  mis  manos  ya  latina  Recreábanme  lo» 
cntrcteiidos  tnccvot,  los  acfnadot  de»camiiiot, 
y  las  detroiat  mluerlosaspor  donde  el  cielo  j^tif 
al  lacfoianio  pontlttce  Cleiticntc  á  sus  padres  y 
hermanos,  para  que  héroes  iodos  de  la  primitiva 
Iglesia,  dqii«l  fuese  tn  la  iMoaarquU  AposiAIlca 


COMEDIAS  DE  TtHSO  DE  MOLUtA. — TOMO  I 


^        Ei  obra  de  if^ual  inibuKÓn  y  contcxtum  que  los  Ci^arratti  de  Toledo,  sX  bien  los 
elcmcntoü  quv  cntrAii  Á  lormarl.1  M>ti  compleíamunie  Jí»lítiloc>.  En  vvz  de  cuentos  ulc- 


et  scgundu  Vice  Ciiiio  (oimformc  la  iliipoiiciAcí 
de  iu  glotirno  Maeilro.  Pe«c«d(>r.  Clavero,  «un- 
que  «I  cuarto  i^nún  el  nombramiento  Je  lu  c4n- 
cUvcj  y  to:t  otros  «dm¡r«ción  Je  AiU,  bUtón  de 
Europa,  conrusiún  déla  rortuna.  blanco  de  tn» 
édveriídadei.  jue|^  de  la*  caniingenciiM  j  triun- 
fo de  la  viriud  yin  consuncia.  Enicil0i«ábansc 
de  mi* afct:t'>i  lo»  rodeados  aujoi  por  donde  U 
p*eiJ>f;ui<^  piri  inií  luttre  Je  nuestra  Mílícii 
Hedeiiiora  los  paiot  del  Bandolero  m.irtir,  gloría 
de  CaiNluiin,  ejecutoria  de  *ui  lii¡<>s  j  Terdadcra 
ImiMciiVn  del  qtic  pendiente  de  un  madero  con- 
«trii''i  las  «rreriias  d«l  patíbulo  en  blaKine»  y  iiu 
«MiBiWo»  un  dcieoü.  logtdndoxele  lo»  que  abra- 
Mbari  j  nuestro  citaldn  (riunfanle.  de  manera 
que  ircx  dfas,  ¡oyet  de  un  Árbol,  pájaro  celeste, 
Iría  del  elemento  düíario,  trofeo  de  b  aurora 
Virgen  J  >'iva  similitud  de  lu  hijo  Üio*  difunto, 
qtiebró  los  brloi  i  li  muerte,  y  alarido  los  ptiiot 
é  la  vida  para  confusión  de  birbarot  j  admira- 
tíin  de  tielei. 

•Itu«cabi.  pues,  mi  pluma  alguna  disposición 
nucta  que  la  roed ratc  crédito  con  ule)  freí  itun- 
los:  tal  tu  imaiiinaba  liarlot  al  (estro  en  otras 
■res  comedias:  pero■pe^a^  me  las  coniuluba  el 
peniamienin,  cuando  retrocediendo,  él  mÍMiio 
me  ^verll.i  i:uán  dct{¡aDado  el  audiiono  á  lodo 
la  mitrado  amcn.i^aba  atrevimientos,  ya  cnvIdlO' 
«ox,  ya  ignorante*  (i;  los  unos  de  lo«  otrof  »e 
diMinguen).  lo  contín|;enTe  del  aplauso,  lo  pelí- 
KroAO  de  las  osientacionei  carpinteras  y  pintora» 
(adoi>de  han  dado  en  acogerse  como  i  ponerla 
d«  vooicnio.  las  penurias  de  las  traut  y  icnien- 
cias>;  la  poca  fe  que  ganan  Us  verdades  con  lo» 
entanches  memirasoíi.  que  en  semejantes  argu- 
mentos ailaden  las  musas,  pues  no  hay  comedia 
de  las  ileiia  especie  en  que  no  pongan  mis  pro- 
dtgltM  de  >u  casa  que  encierra  un  /-'los Sunctnrum 
(conio  ten  venga  i  cuento  i  las  tramoyas)  sin  que 
C»i;ruputlt;en  los  poelJs  las  ceniuris  que  el  Con- 
cillo Mcrosaiito  Tridenlino  fulmina  contra  los 
que  fingen  milagros  nunca  sucedidoi.  V  Oltima- 
mentc  recelaba  el  «abef  por  eiperirucia  lo  poco 
que  permanece  la  memoria  de  los  tatones  c<l«< 
bres  que  por  este  camino  se  manlflcsun  ai  con- 
curso, pues  la  que  mis  duracián  gOiia  et  en  la 
oorie  quince  diai,  y  en  las  demds  pueblos  iret  6 
caalru.  quedando  al  tercer  año  .sepullAdos  sus 
cuadernos  en  los  legajoi  luanito  mucho  de  algún 
traíante  papelista.  ViUasde  tantos  ime  dct:Ia  asi- 
ffliinio)  sencillamente  impresas,  por  mis  que  lat 
itKM  lo  admirable  de  sus  cosos,  se  llevan  con- 
sigo lo  íoaiidlOM,  que  iodo  lo  divino.  Lo»  liinloi 


solos  de  los  libros  espirituales  dao  de  suerte  en 
cara,  que  ofrecerle  i  un  mercader  el  privilegio 
deíalde  para  que  los  fie  at  molde,  es  Mntenciurle 
en  la  p¿rdida  del  gasto  y  la  impresiAo  al  Jotie- 
rr»  de  las  especerías  A  cartones  (tan  intlpld 
tiene  la  devoción  nuestra  libieía).  ¿Nótelas.*  K* 
si,  libros  de  comedias,  aunque  h>l(;an  los  tomos 
de  veinte  en  veinte,  quimeras  y  itcnturas.  con 
todogínero  de  diieriimiento  asefi'ai'adn,  por  loi 
nuevo  apetitoso,  por  lo  eslabonado  suspensivo,  y 
por  lo  satírico  picante.  Estos  se  compran,  se  bus- 
can, y  apetecen,  sin  que  (aunque  diversas  reces 
i«  impriman)  se  pierdan  los  libreros  ni  loa  ledo- 
res  se  empalaguen. 

sPues  buen  remedio  (proseguía  mi  discurso) 
doremos  esiB  pildora:  hagamos  una  miscelánea 
provechosa,  y  4  imitación  de  U  abeja  iquecon 
su  attiGcÍD  y  las  llores  de  l'is  romerales  saca  un 
tercer  mi.sto  que.  saludable  y  du'ce,  ni  es  intnl- 
mentc  tomillo,  ni  romero,  ni  del  todo  degencrn 
de  sus  virtudes  y  sustancia).  Novclemoi.  A  lo  san- 
to, y  entre  lo  maraSoso  y  entretejido  de  lo  iJirgJ 
de  sus  i'idas  Tabriquemos  estos  ire*  panales  que,' 
llsonleando  al  apetito  enfermo,  comunique  con- 
fitado lo  medicinal  de  sus  ejemplos. 

*SÍ  tanto  se  recrea  el  común  guhto  r.on  lo  per 
grino  de  los  cuentos,  lo  enmarañado  de  los  am<Kl 
res,  lo  temerario  de  k  valentía,  lo  ingeniowidc 
las  traías  y  loqutmiíricode  las  aventuras.  \i  en 
cuanto  el  Bocacio,  el  Giraldo,  el  Baodelo,  y  oír 
escribieron  en  toscano,  Eliodoro  un  griego,  eni 
portugudí  Feenin  .Míiidei  Pinto.  BarcUyo  <n 
Krancia,  los  autores  de  los  Uttianiut.  l'tifot.  I'rt- 
maUanrt,  DutaM.  Gu^maan  Je  Alfantche,  Oerar- 
¡tct  j  feriüfttti  nuestro  castellano,  pueden  com- 
pararse (puetio  que  todas  son  patrañas)  con  los 
sucesos  pontntosoa.  raro*  y  verdaderos  destos 
ti  es  suietoj. 

•Determinado  en  fln  en  el  empleo  destas  resolu- 
ciones, gjstú  el  año  que  digo  en  «linarias.  1.a  cu- 
riotldsit  registradora  siempre  que  las  li  tea  I  ice, 
ntanifcslsri  si  cumplí  (cuando  no  con  sus  deseos) 
con  los  m(o«.  Coteje  la  l'abtiH^  dt  ¡m  buim*  cd 
lo  que  escribió  en  tres  libras  de  la  milagroi 
Mnia  Tecla  tu  devoilflmo  obispo  ulfutirnu:  los 
Triut\foi  Jt  la  vtrJMl  con  loque  en  diei  (que 
Sta  Ciérneme  ilcdica  al  primo  de  nuestro  Dios  sla 
menor  Santiago  y  intitula  de  las  HeeognielQitn^ 
t'l  Hiiiiilolrro  nuestro  con  lo  que  las  Crónicas  de 
lu  Orden  reñereo  del  Armengol  divino  Y  atré- 
vase la  novela  mis  bien  quimeriíada  con  Us  que 
la  gracia  celestial  (sin  comparación  de  mis  sutil 
ingenio)  para  «tilidad  nuestra,  alabania  suya  y 


COMKlíUS  DE  TinSO  Üt  MOLINA 

f;rcs  conlienc  leyendas  pindosas:  en  lu^sr  do  comnlis^í,  vim  auto»  siu'ranK'niiiles,  y  en    - 
ütistilutrión  de  t'ábulus  mitológicas  ó  saiírícss,  vorsos  dcvoiON  (aunque  no  todos»,  encri- 
lOk  por  el  P,  Téllez  en  varios  ccrtilmcncs  <n  honor  de  algunos  sanios. 

Lo  que  más  bien  i  ¿I  le  parecía  de  su  obra  son  tres  novelas  i  lo  divino  qta>  tienen  '' 
por  Asumo:  una,  La  Palrona  tic  lat  Musas,  la  vida,  en  pane  apócrifa,  de  SanU  Te- 
cla, scf{ún  las  Acias  de  la  Santa,  libro  correspondiente  &  los  onucne»  del  cristianismo: 
otru,  l.ot  tnun/os  de  la  vtrdad,  tomados  de  otro  antiquísimo  libro  cbionitii  titu- 
lado las  t'.lenKnlinax  ó  Hemgnicionet,  historia  también  fabulosa  del  l'apa  Sun  Cle- 
mente y  su  familia,  pero  limpia  de  todo  resabio  herético,  y,  por  lUitmo,  la  vida  tradi- 
cional de  San  Pedro  Armcngol,  uno  de  los  lundadores  de  la  Urden  á  que  Tiitso  pcrie- 
nccia. 

De  estas  iros  novelas,  la  primera  es  cicrtamcnii;  muy  inferior  d  las  otras  dos.  Lu 
~  segunda  tiene  interés  dramjltíco  y  aforada  la  lectura  de  mi  primera  parte.  I^:^a  »obr«  ' 
todas  dcícucll»  /iV  Itandolem.  Ks  obra.  &  «utstro  juicio,  indebidamente  postergada  y  í- ' 
mal  entendida  1 1 ).  No  sólo  csiif  escrita  con  noliiblc  vi^or  de  estilo,  riqufsimo  vocabu- 
lario, giros  y  frases  construidas  con  primor  y  buen  ^míXo.  sino  que  me  parece  un  ad- 
mirable ensayo  de  novela  histórica  il  la  moderna.  Tmso  pinta  loti  caracteres  y  las  per- 
sonas, hasta  en  su  traje  y  modo  de  conducirse,  con  exactitud  arqucoló|>ica,  y  describe 
con  gran  verdad  y  arte  tos  lugares  en  la  ¿poca  en  que  viven  sus  pcrsonaics.  De  ello 
hay  un  noublc  ejemplo  en  la  pintura  de  Karcctwia  y  mis  liestas  en  el  si^Xo  xui,  y 
otro  al  referir  la  vida  de  un  labrador  cataUn  por  el  mismo  tiempo,  De  vcRuro  que  si 
se  publicara  en  forma  menos  amazacotada  que  «tí  en  McUar  aproivc/tandit,  se  su- 
primiesen el  lurguisimo  poema  de  Piramo  y  Tiste  ( i  .ri54  versos)  y  uIkuiios  episodios 


glorUdcius  liCrucs,  cnirvicli^  y  diipuko:  ulilri 
tic  la  cuaipcicncu  con  la  j^iuncia  que  Midas 
OOiilra  Apolo,  que  AraRuctiLOtiiia  I'hU>,  ;  yo  culi 
el  «cinto  por  \'i  menos  ilc  haburiclnt  J«<lii:n<l(> 
1  V  S  la)  ..Capellin  de  V.  S.-i:i  )>rv»cnuJo, 
fUA-i  U*M<i.tT£t.i.u.* 

*,*  it»uói.--lfel<}-lilr  aprufruhaiiJo.  far  tí 
Uatitro  Tirtit  Jr  A/nfim.  .1  ta  t'xetknHaiiHJ  te- 
itirj  n.*  M^rU  dt  ¡ai  rtm<Jio»  y  la  Cn«-u.i.  Cum- 
■fau  <te  ¡■MHtalula.y  Vimyna  de  Snuarra.  1'lit- 
gttt (V.tOiáa  ttm  una  flor  de  lis. )««_>■  mtJh.  Lo» 
lie»nei*:  Eh  Madrid.  S'ur  fu.in  Gartía  /n/mtfOH, 
4üorf«  (677.  .1  tmU  Je  Malta  dt  U  BirtiJa.  Mtr- 
emJtrdeUtnu, 

4.*;  6  h.  preU.  y  137  Totudat:  la  úliiiua  por 
orrau  dice  314.  Al  fin,  en  Iio)a  tuelca:  «Coii 
Ucencia  en  Madrid.  En  la  (mprenu  Real,  AAd 
M  bCXXXV. 

(^»ic  colot'ún  hico  Lreer  i  algunos  que  ctta  im- 
prc«i<tn  era  la  misma  que  \»  primera  con  nució» 
prcliminarci.  ."Vada  mi»  Incierto:  todo  ex  dlfc- 

<•)  Mg»c  iriiÉftdo  u*a  nltnia  biosrJ'ii  del  Me- 
ce*» 


runlo:  papel,  lipv  de  Iclra.  cMitcnido  de  la»  pla- 
nas, ck.:  v»  uiHi  tvrdjJeru  tcImprcMAn. 

litApuc!.  'le  l.i  dedicatotuí,  >|uc  ocupa  lio^  y 
nicJid  I  vj  (iriiiJMlj  por  l.a  IkutüU.  siguen:  I*  li- 
c«iivia  de  ta  Orden;  la  aprtilMcián  del  Mneitro 
^f•ld>Til:ílo  (ncj,  la  del  P.  ¿(oxi  Suma  de  taltcen- 
cl<  (Madrid.  iSde  Mauro  de  <C;7ii  Kri.iia«  (Ma- 
drid *}  Julio  i<>77K  Tasa  Madrid  14  A)Ki<iln 
"''?");  prAlo(PJ  ■*  >^italiMfa-,  Tibia  y  Texto. 

j.'kpiciúh.  Iieleylar  apro^retltiiiiJ".  I'orrlj-'- 
nt'fto  Tirtv  .U  Sl'-lina.*  IdairUf.  ímpfrnti  .f<-<4ii- 
tonio  Mirla,  ijS.'i.  de  hallatá  en  U  l'urtvríatM 
CmwiiIo  dt  hi  .VcrceJ  t.'uff arfd  dt  eslx  tirU. 

4.',  I  vúU.~ Dedicatoria  de  Tino— /W"(ío  j' 
noticU  del  autar  ,1r  tita  obra-  (Siii  (Irma. I 

Hicieron  «Ma  «Mncrada  edición  lox  Mtirceol- 
rios  d«l  <:«ii vento  de  .Madrid,  llmpU  de  la*  erra* 
US  de  ta  SQüunda. 

fi)  Don  l^uacsquioFcrniíidcf  do  Navarrclccn 
nu  Bot^mi"  lihiArfeo  Je  la  ttavtla  mpaánlii  (fíi- 
MiotKade ^latorties/uñolTi.Kino  )3.  pin,  lx<i}, 
mía  con  algún  desd£n  eiioi  entayos  novtkicos 
de  T(.i.i.ai.  Fin  dicho  tomo  te  incluya  t^rabiín  la 
nuTcliu  de  Ltí  iitt  maridtn  bnrladni. 


Lll' 


COMKUIAS  DK  TIKSÜ  U£  MULINA 


y  digresiones  ajenas  a\  asunto,  produciría)  no  poca  $orpres<i  ver  escrita  en  el  siglo  xvu 
una  novela  histórica  por  el  estilo  de  Us  de  W^ilicr  Scoti. 

Las  demifs  obras,  que  no  forman  parte  del  libro,  y  sólo  ocasionalmente  están  pues- 
tas allí,  son  tres  autos  sacramentales,  titulados:  F.i  Colmenero  dinino,  <:on  Letra  y 
Loa;  Los  hermanos  parecidas,  precedido  de  Loa  y  liomance,  y  No  te  arriendo  la  ga- 
naiKia,  tambitfn  con  Letra  y  ¡Jta. 

Los  diálogos  dramáticos  y  poéticos,  uno  entre  Simón  el  Mago  y  el  Apóstol  San  Pe- 
dro,  y  el  otro  entre  San  Pedro,  San  Clemente,  S'icetas  y  Aquila,  están  intercalados 
en  la  novela  de  Los  triunjos  de  la  verdad,  i  la  que  pertenecen;  y  se  conoce  que  el 
autor  quiso  dar  alguna  variedad  á  su  narración  interrumpiendo  la  forma  prosaica. 
Tampoco  son  esenciales  en  este  libro  la  mayor  parte  de  las  poesías  Hrícas  que  lo 
esmaltan. 

Ahora,  siguiendo  el  método  que  hemos  usado  en  la  descripción  de  los  Cifíarrales. 
_i  haremos  una  rápida  excursión  por  él.  Las  razones  que  le  movieron  ñ  componerlo  y 
acerca  de  la  forma  que  le  dio  están  claramente  expuestas  por  Tirso  mismo  en  la  in- 
teresante dedicatoria  que  hemos  puesto  en  nota.  Veamos  cómo  realizó  su  propósito. 
>  Supone,  pues,  que  en  los  tres  días  de  Carnaval  tres  familias  madrileñas  se  propo- 
nen festejarlo  de  un  modo  diferente  que  el  común  de  las  gentes,  reuni^njose  en  lujia* 
res  distinloii  para  leer  poesías  de  asunto  serio,  representar  picws  devotas  y  rclurir  his- 
torias no  profanas,  á  ímiución  de  ciertas  festividades  que  cti  sus  Colef¡Íos  celcbrabac 
los  Jesuítas. 

Las  reuniones  habían  de  ser  dobles  cadadi'a;  esto  es,  maiíana  y  tarde.  Congregóse' 
la  primera  el  Domingo  por  la  mañana  en  una  quinta  que,  «a  los  ojos  de  la  Corte»,  y  no 
lejos  «del  enano  Manzanares»,  poseía  el  que  primero  iba  á  leer  la  novclade  La  Patraña 
de  las  Miaat.  Intercala  en  ella  la  fábula  de  Mirra. con  pretexto  de  describir  alguns 
fiestas  paganas  en  Aniioquía,  patria  de  la  Santa,  cuya  leyenda  escribe.  En  el  mismo 
día.  por  la  larde,  se  hÍM>  la  representación  de  El  colmenero  divino.  Tntso  describe  el 
aparato  escénico  para  ella,  y  añade  que  el  auto  tu¿  aañoi  ha  aplaudido  de  ingenios  ¡r 
plumas,  primero  en  la  imperial  Toledo,  con  honray  proveclwdesujii/or,  Pinedo,  y 
satisfacción  del  poeta».  Re«.-itóse  t<i  loa  y  cantaron  varios  músicos  unas  endechas  alu- 
sivas á  la  fiesta;  y  á  renglón  seguido  incluye  Tiitso  los  versos  que  presentó  en  ii>2i  en 
los  certámenes  con  que  Toledo  celebró  Ja  canonización  de  San  Ignacio  <ie  Loyola  y 
San  Francisco  Javier.  Son  unos  tercetos,  un  soneto,  unas  liras,  una  glosa,  une  can- 
ción real,  redondillas,  un  madrigal,  unas  ociaviis  reales  y  un  romance.  Ks  de  adver- 
tir que  estas  poesías  son  dobles,  pues,  como  yj  iicmosdicho,  Tikso  escribía  un.i  en 
serio  y  otra  jocosji.iá  lo  rústico»,  en  todos  los  certámenes.  Su  nombre  pastoril  eru  ai]uí 
Paracuellos  de  Cabanas.  m 

L&  tiesta  del  día  siguiente  se  celebró  en  «la  nunca  bastantemente  ponderada  huerta 
del  curioso  y  apacible  Juan  Fernández,  regidor  benemérito  de.sia  corten,  como  Tiitso 
dice,  y  de  la  cual  hace  el  siguiente  elogio  en  prosa,  como  antes  lo  había  hecho  en  su 
comedia  del  mismo  título:  * 


ÍOÑEmAS  DF  TIRSO  DK  MOMKA 


«Su  dueño  cumplió,  sin  ser  pocia.  el  precepto  de  llorjicio,  catrclcjícndo  lo  dulce 
con  lo  prav-ixiioso;  porque  en  Mailrid,  ni  más  amena,  vistosa  y  acomodada  quinta  ( hay) 
ni  de  mier<!s  tamo  y  tan  Ifcito.  Lo  primero,  por  In  comodidad  cercana,  con  que  se 
ofrece  á  los  ojos  luego  que  se  entra  por  la  Puerta  de  Alcalá;  presidente  i  l,it  frescuras 
del  Prado,  que  en  ella  tienen  principio.  Lo  segundo,  con  el  eütipoiidio  interesable  y 
limpiode  inünidaddc  lavandcrAs,  que,  nintss  en  vellón,  de  sus  pilas  y  fuentes  son 
L'on^ejer.is  sin  f;afn.ic)ias,  pero  no  sin  mantellinas  de  la  junla  de  1u  pniÜcia,  puesto  que 
i  costa  de  nia/os  que.  con  no  pequeño  detrimento  de  sdbanas  y  camisas  tienen  las 
vcceit  del  jabón,  que  llevan  por  ceremonia.....  No  necesita  la  cuadra,  para  quien  (a  ha 
visto,  de  que  se  la  pinte,  ni  para  los  que  no  la  han  gozado  será  circunstancia  forzosa 
el  (kscribifseta.  Basta  h.ibcr  hecho  el  pensamiento  li  que  e:it.i  casa  de  placer  es  la  pri- 
mera de  U  corte  y  el  salón  dcllu  el  principal  de  sus  apocólos.» 

A  continuación  va  la  novela  de  San  Clemente,  con  él  titulo  ya  dicltode  Los  triun- 
fot  rf<  la  verdad,  y  el  mismo  Luna,  pero  por  ¡a  tarde,  se  representó  con  loa  y  letra 
musical  el  auto  de  Los  /lermanos  parecidos,  «no  poco  celebre  (dice)  anos  lia,  entre  los 
dos  coros  de  lu  t>tlcsia  icatedral  de  1'olcdo).  Representóle  Tomis  Fcrndndext.  Añ.ide 
que  en  esta  segunda  representación  (que  al  parecer  fué  real  y  efectiva)  Á  los  asistentes 
•  los  deleitó  la  notable  similitud  de  los  que  representaron  á  los  dos  hermanos,  pues, 
fuera  de  la  uniformidad  de  tos  vestidos,  en  la  edad  tos  tales  y  casi  las  (acciones  los 
buscaron  de  suerte  parecidos  que  no  hicieron  falta  los  dos  Valencianos,  sus  primemt 
rticifdfi/üt,  cuya  semejanza  tantas  veces  tuvo  confusa  .i  la  atención  mismj-.  Inserta 
lueifo  TÉtLKx  los  versos  que  compuso  en  Amírica  en  i6i5,  enhonordc  la  Virgen  Ala- 
ria, de  los  cuales  hemos  hablado  antes. 

El  Martes  por  la  mañatta  ípues  así  estableció  el  autor  la  división  de  su  obra:  por 
días)  le  tocó  «á  la  generosa  huerta  del  Duque,  al  Prado,  facilitada  ya  la  permí!«ión  de 
su  alcaide»,  ser  el  teatro  de  la  nueva  (testa.  «Compusieron  el  desahogado  salón  (ya  mu- 
chas veces  teatro  de  ñestas  Reales,  quando  la  privanza  de  su  difunto  dueño  divertía  en 
¿I  la  miü  piadosa  Majestad  que  gozó  i-'spaüaj,  adorruironlc  de  brocados  y  calzáronle 
de  alfombras  y  cojines.  Erigieron  después  eti  el  curioso  patio  (donde  tantas  veces  en 
espectáculo  festivo  desesperados  brutos  cedieron  provocados  las  fuerius  y  las  vidas  á 

la  costumbre  y  temeridad  de  nuestra  patria)  un  capaz  y  vistoso  tablado «  Leyóse 

luego  la  novela  del  liandolero,  que  ocupó  toda  la  mañana,  y  e)  Martes  por  ¡a  tarde  se 
efecutóel  auto  Vo  le  arriendo  la  ^antincrd,  «no  poco  aplaudido  anos  ha,  en  csu  corte, 
rcprescniiindolc  Pinedo,  en  presencia  del  pacífico  Felipe,  Tercero  desie  nombre»,  Ter* 
minado  el  auto  imprime  Téllüz  las  poesías  líricas  con  que  en  1639  concurrió  en  Sa- 
lam.-inca  á  los  certámenes  en  honor  de  San  Pedro  Nolasco.  fundador  de  la  .Merced, 
cuando  su  canonización,  de  cuyos  versos  hemos  hablado. 

Al  fin  viHílve  i  ofrecer  "la  secunda  parte...  si  consigne  este  libro  lo  que  en  el 
tftuk)  insinúa»,  y  las  últimas  palabras  son:  «En  Toledo  i  36  de  Febrero  de  lOSs  ai^os.» 


LIV 


coMicniAs  of,  Tmso  ne  molipca 


XI 


Elogia  Tirso  4  algunos  aulorts. — AV  nombratio  Cronisla  y  definidor  de  su  Orden. — 
/'ub/ica  la  Tercera  parle  de  sus  comedias  antes  que  la  segunda  (i63a-i634). 

Recuerdo  de  sus  amistosas  relaciones  adquiridas  en  Salamanca  san  Jos  pocsfiis 
con  que  celebra  en  una  de  ellas  y  con  el  nombre  de  El  Maestro  Tirso  de  Molina,  don 
Fr.  QabrisI  TéHex.  cierto  poema  titulado  Et  Adonis,  compuesto  en  octavas  |>or  don 
Antonio  del  Castillu  de  t.arzával.  é  impreso  en  Salamanca  en  1632  (1).  Kste  mancebo, 
natural  de  dicha  ciudad,  icm'a  tal  disposición  para  la  poesía,  que  i  los  veintiún  años 
deedaü,  y  en  el  termino  de  un  mes,  escribió  su  obra;  y  estaba  tan  bien  relacionado 
como  (kmuesiran  otras  composiciones  poéticas  en  loor  suyo,  obra  de  (Calderón ,  Mira 
de  Amcscu.-»,  D.  Amonio  de  Mendoza,  VilUyziln,  Ü."  María  de  Zayas.  etc. 

Kníialzú  ailcmds  con  otra  dtícima  cierta  obra  que,  con  el  título  de  Verdades  para 
la  pida  cristiana,  recopiladas  de  los  Santos  y  graves  autores  (s).  dio  á  luz  en  V'all.i- 
dolid.  en  el  referido  año,  el  Dr.  Jerónimo  de  Alcal.-!  YAñez  y  (libera,  famoso  autor  de 
la  novela  Alonso,  mo^o  de  muchos  amos,  más  conocida  con  el  título  de  El  Donado  ha- 
blador. Kste  celebre  mcMico,  que  lailccíó  en  este  mismo  año  en  que  Tmso  le  clofiia, 
aunque  natural  y  vocino  de  Sc^tovia.  ttcbif'j  de  ser  amistad  );ranjcada  en  Salamanca, 
adonde  iría  con  frecuencia  el  Dr.  Alcalá  y  donde  imprimió  años  antes  su  otra  o^rtia: 
Milagros  de  ^'ueslra  Seriora  de  la  /^MCncíí/n.  Nómbrase  en  el  encabeíJidodc  dicha  poe- 
sía al  aulor  de  ésia:  «Kl  I'.n.lrc  Tk.  ímumíi-i.  T1Í1.1.1;/,,  Difmidor  general  de  la  Orden 
de  .Vwtira  Señora  de  la  .Merced  y  txctor  en  Teología». 

No  fueron  estos  los  únteos  elevados  puestos  que  Tirso  alcanzó  en  su  Orden. 
->         En  el  mes  de  Mayo  de  este  ailo  de  iGJa  fué  nombrado  Cronisla  general  de  ta 
Merced;  y  te  averigua  <íc  este  modo,  ICralo  en  tfia<),  como  ¿1  mismo  dice.  Kray  Alonso 
Remón,  quien  vivi'n  ^ún  &  principios  de  \tíii,  como  ascfjura  Monlalbiln  en  su  fara 


(i)  Kn  ta  Oficina  de  JaeimUi  iMrmirl.  impm- 
Kirdthi  rnÍK/riifiiil.  .).",  44  [ii)(ir>n«,  Nn  lio  |n- 
^ȇn  ver  cxlt  folleto  de  ^rtn  rarru  y,  piir  iiiitn. 
iinpuciln  hablar  de  Li  pfnfi  de  'lluí/.  ('lulo 
{]alUrd<i  en  su  /;>uj|-a  ifr  «n<t  biHinirríi  rfe  hl>rm 
rarui  y  curioini.  tomn  ii. 

19/    A'm  WtltúMid if<r  JfT/inimn Slhrltto,  ííji, 

Knirc  las  cnaipiMlcínnct  en  vorto  átA\cxA»\ 
.(I  mtor,  liny  Ia  .t^clm.i  U|!"i"i'''- 
•í'/  í'AÍre  Fra¿-  ü.iMtl    TWIi^.  definidor  g«~ 


urial  ilf  ta  ot^en  .ir  uunlra  Sr/I»ra  it  la  Sttr- 
CtJ.    Lrth'r    Jt    n*iil"fíia.   Al    t\'<lar     Alcalá. 
ÍHtímíi. 
ilu*qi*e  tfl  «a  clcn«U  Mtlnt 
tIorttmiM  I*  *ltiu..1. 
I>u(t  >lif.  1I  il  cuerpo  iiluit. 
i  li>  )l.i  «ii  mciticini. 
|iot  l^i'prtiH  i  tu  .Iricirinft 

ecktiiti  V  tiiimín*  ifr«e*. 

qur  (O  l«  qiM  ti  n<>(nl>rc  mi rtect, 

que  l>nivr*iiln  lu  uii|t<'<  t*li< 

ernal  (>n  ,\tttU 

que  en  ii>cl»t  DiciKtii  ÚattatJf 


COMEDIAS  OE  TIRSO  DK  M0L1«X 


t.^ 


lodos,  y  había  fallecido  en  i633.  si^ún  consta  en  la  impresión  que  en  este  ano  se 
'hizo del  secundo  tomo  de  ua  Ifitloria  general  de  la  Merced.  Si,  pues,  en  24  de  Mayo 
de  i633  era  ya  Tkllez  Cronista  generai,  como  añrma  su  compañero  Tray  (jabricl  de 
Adarzo  en  la  licencia  para  imprimir  el  Deleitar  aprovechando,  y  á  principios  de  esle 
año  vivía  su  antecesor  Rcmón.claro  está  que  muy  poco  despuój  habla  obtenido  c!  nom- 
bramiento. Alvarc/  B^enn  dice  que  \ué  cronista  de  la  provincia  de  CaMilU;  y  en  este 
cano  habrá  desempeñado  este  cargo  particular  ó  limitado  antes  que  el  )>encral  \  1 1. 

Yencsie  repetido  año  de  idiía.  i  a6  de  Noviembre,  íu¿  Téumj  elegido  Definidor  * 
de  ia  provincia  dt  CattiUa,  según  nos  dice  ¿I  mismo  en  el  tomo  sej(imdo  (lolio  407- 
vuelto)  de  su //it/oWti  mnnuscriía  de  la  Merced.  Confírmalo  if¡ualmcnte  el  P.  Co- 
'lotnbo.  rcliriéndosc  al  capitulo  celebrado  en  Guadalajara  en  dichos  mes  y  año  bajo  la 
presidencia  del  General  Kray  Díc^o  Serrano,  al  cual  asistió  Tirso,  y  en  que  se  nom- 
braron igualmente  los  otros  tres  (3)  Deñnidorcs  de  provincia.  iCquivocósc,  pues,  el 
Doctor  AlcalJ  al  suponer  al  Paors  TfxLSZ  en  estn  techa  Delí'iidnr  general.  M.-Ís  ade- 
lante alcanzó  ciertaincnie  esta  dignidad,  como  expresa  la  inscripción  de  «1  retrato: 
pero  al  presente  los  Dclinídorcs  (¡cnerales,  que  eran  dos,  y  que  también  se  designaron 
en  el  (^pftulo  de  <iuadalajarii,  fueron  otros. 

Kn  los  años  tiJ33  á  i63&  no  sabemos  por  dónde  anduvo  Tiiisj.  In  Jício  de  que  es,- 
tarfa  ausente  de  Madrid  vemos  en  el  hecho  de  publicar  en  1634  la  Tercera  parte  de  ^ 
&US  comedias  en  Tortosa  (3),  ciudad  que  no  pudo  elefíirsc  sin  alRÚn  moilvo  espacial . 


( o  ei  P.  RIber*,  en  tu  Hiiiorij  de  la  SítrctJ 
(p*S.  3fi6).  coloca  do»  etonivu*  *nUc  los  l'l».  Re- 
m/in  y  Tiuu,  rundinJote  en  lat  Techas  .le  «ut 
obra*. Mi  pira  i^tat  como  ptri,  loidcmilt  que  des- 
cinpvüarnii  aquel  cirgo,  cuja  Ittu.  icit*in  H,  ci 
la  ^ifuicitlcr 

I ,'  Hr.  Pr.  Oanpar  de  Torrei.  OieOtático  <Je 
SalBDianca;  l'ruvincial  de  Cutilla:  TralJ^'i  .U  la 
/i/hJsM^  Mi-r(tHaria.  Sjlíimanc.i,  i56S. 

I.'  ^r.  h'raiKiM.-n  Zamel,  Caled  r4 1  ico  Je  Sa- 
lamanca: lU  iiiifio  rt /uiu1ati-nt  Oriittih  littUar 
hlnrinf  ,U  MerteJt.  iSUf. 

3,*  Vr.  l-'elipc  liuimeriii.  Iliitiiriniltla  Ontrn 
*■  .Vnfttra  Señora  dt  In  Merred,  f  jj/, 

4.*  Vt  Miiaw  fívmón:  IIMiria  ét  U  Mcvrrrf 
«11  a  lonúi  en  fol.  iSiS. 

y*  Vr.  Bernardo  de  \Utfts:  Chmitica  iiscn'  rí 
MIMariÉ  nrJluts  IMtae  .Wdrúe  ilt  Uerctde,  it/ii/. 
a  lomu, 

6."  Fr,  Inan  AnlillAn:  Epit-me  eroanlAgieinle 
Jm  fi*ntraltt  f  He  Aa  lentJo  la  HtUai-n  de  la  »tr- 
cté,  1S3B. 

7."  f->.  G*Min.  TtkLU:  cViníra  Je  la  Merced. 
UihlrlJ.  lüyt. 

ti.*  Fr.  MarcovSaliner'^n;/tecirer>yaf  AJiMricni 
y  pnlUitM  d<  Iit  Utrced  Jnde  ut  priaeipin  katla 
'646. 

9."  !■>.  Damiiln  EMeve;  Stmkoio  de  la  Comctp- 
tUut,  lejñ. 


■  O.*  Fr.  Felipe  OHomb»;  Vida  de  San  l'«dro 
Noliuea,  1676. 

Pero  ex  evidente  que  Fr.  BerriArOo  Je  Varfuii  y 
y  Fr,  Juan  .Viiiill6n  Tucion  anterioret  i  frij 
Alonso  !tcm<Sn,  puei  eiU  deinoitrad»  que  Timja 
fiiccdiá  áciic  úliimo. 

I.a  Techa  del  nombramiento  la  conúnua  el  inli- 
mo  TtLi.*' en  lU  llUf^ria  {(oUa  ¡')g}  ai  decir: 
«ScAntntc  por  general  coroniiiLt  de  la  Ordena! 
Presentado  F*.  UjiíaiiL  Tlhlr.x,  autor  Je  c«Ut 
Cotón  id.* 

(i,<    SxaaiMo:  SneiiM datos,  páf;.  73. 

(})  l'^rlt  I  UrCert  dr  |  Uueumi^Htn  dtl  |  uart- 
trn  'flrjo  I  dr  U"ttma.  |  He<"KÍdii$  p/ir  ll.  Fraitei* 
C"ti'  I  eé-uU Aulla,  vtl>riu<i.M  Aoinf,  |  A  ¡i.  MH> 
UonÜ,  C^Mllero  Milano.  |  (Ktcudo.H'io'tf.t.f.  | 
Con  lietitfim  I  taifrttto  e»  TartoMú,  en  la  ImprenLt 
de  Francite-'  UarlartIl,  d^  'S.W-  I  't  CMltt  >fe  l'e- 
dro  litemei;  mercader  de  Mi'ot  de  /arag^-jj.  ] 
,'AI  iln:t  Imprrto  e»  Tartaut  en  la  Imfrtala  de 
t'raneüea  .Varlorell,  ait»  16^4 

4.";  4  h.  pfci<!  7  xVH  foliadai. 

*TiMnt  de  l,n  ettmedia*  fui*  ««n  rn  nte  Mr«: 

IM  enrniitc*  tt  intmer  crnteía. 

Sil  hay  ^ar tardo... 

La  mej'ir  rtfifgadera, 

AtfrtgMi)  Varga*. 

La  elKtUin  pnr  la  vírínJ. 

Vtntura  le  di  Úiat,  tufo. 


,  a.vi 


coMRhlAs  DP.  Ttnso  r>K  moi.ina 


•  adeoiiissie  da  elcdso  cxtraorjinario  de  haber  salido  d  luz  .inics  l.i  tercera  que' 
la  tegvnda  pane  de  aquellas  colecciones,  de  ?lií  el  intcréo  que  nos  ínspir.1  tnl  nnonmlÍA 
biblioitr/ifica.  Mucho  tiernos  divai^ado  toJos  para  c\pltc.irla;  hoy  el  Icnúmcno  non  pa- 
rece  una  simple  errata  de  tn  portada. 

Que  el  ionio  ilia  pdra  ser  senunda  y  no  tercera  parte,  es  indudable.  V.n  el  prólo^fo 
se  dice  lerminaniemcntc:  «Si  e>tu viera  yo  (señor  cualquiera)  lanolvuluiladcl  buen  pa-¡ 
saje  que  Vmd.  hizo  a  los  Cigarrales  y  Primera  parle  de  comedias  del  Makstho  Tirso' 

oe  MwjXA,  mi  tfo,  como  lo  esiiin  sus  di  vertí  míenlos  de  la  promesa no  ate^undara 

yo  rtcsf^s  nuevos,»  etc.  Ks  evidente,  pues,  que  este iomos« quiso  fuese  secunda  parte, 
y  por  e<x),  al  año  siguiente,  al  imprimir  lü  que  había  de  ser  tercera,  se  enmendó  e) 
error  cometido. 

No  es  admisíblí-,  como  pensó  Salva,  que  estando  ambas  coleccione^  ¡t  In  vci:  en  la 
imprenta  salió  ames  la  tercera  en  Tortosa  porque  el  impresor  tendría  menos  trabajo. 


/..I  yrifienri-i  rn  la  inujtr. 

La  i^*i;.i»XiX  fie  Tamili: 

l.n  ¡■illana  -1^  la  S^ut^t. 

ti  «mor  y^rl  iimi\bnt, 

l.it  fingul-i  Ar<.i4iii. 

tj»  ku<rU  de  Juan  Ftrnámdcf,  * 

Af'ii'iKi'iH  Jrí  l>'iíl'-r  Frí»ctuo  f'troy.  í.'j- 
yitcol,  'Uwfñigo y  l'abordr* -tf  Tnrtoni; "YoiXota, 
I]  d«  Scpiiembre  de  i<>3j.—l.ieiHti.t:  i  Octubre. 

Afrobaci/m  dtt  AbsiJ ¡U  ^ai\  Cutu/att,  Jer^ni- 
motiiierau:  Biir<:cl(ioa,  ii  de  Diciembre  de  1633. 

Littneía  del  Canciller  fí.  Friu\cittodeEril;hU' 
celrní*,  3 1  d«  nkicmbre  de  1633. 

*A  Qunl^tfiera:  Si  ««tutíeía  yo  («iior  Qiul- 
(|uÍei«)uiinlTÍdadotlel  buen  piujequtf  Vm,  hic) 
i  lo*  Cigarraleí  j  Prímtrs  f*rfp  Je  '.'tuntilúts  del 
HmiUo  Tino  de  Molina,  mi  'Via,  corno  lo  citiln 
lus  divcrtiinicnlo)  i!c  Ia  prometa  que  vincula  «n 
iii  dccendlcnlo,  no  itcfiundar.!  cu  nombre  «ujro 
(aunque  sin  su  |>cfiiitf><Sn)  rietf^oi  nuevos  que 
eiamincn  »i  tún  dura  aquella  buena  ToiuniaJ 
primera;  A  i  imitací'^'i  de  \m  iraie*  y  lov'.idns  te 
han  modado  con  lai  t»\'*i  y  cuellos  los  humorcí 
jrpadndosci  valonas  y  sounilla*.  desconienU 
el  Autor  agora  despoís  de  tan  aplaudido:  porque 
íl,  en  fe  de  la  buena  Tama  que  adquirid  »c  ha 
echado  i  dormir  oomcnoi  licmpoquc  el  dedleí 
ññm,  eicarmeniado  d«  trampas  y  inoSatraj.  Kn 
ítt.  trece  se  citd  todavía,  sin  querer  tomar  In  pa- 
leta para  segundo  c*bt,  comento  con  el  buen 
«cieno  dc|  primero.  M«*  yo  que  soniido.  como 
mnio,  de  que  út  por  c&ii  ilejo  M  en  avariento  y 
recato  tn  Ut  navetas  de  dot  cscríioriox  loque 
anie*  despreciaba  por  los  icjtros,  he  querido 
liaccr  almoneda  (licrcdcro  sujroen  «ida)  de  sus 
blcnca.  A  la  plua  silen  (que  ya  no  <>«  uuti  bara- 
llltot)  los  que  pude  bisarle,  l.ittimadn  de  ver  que 
muchos  papeles  de  etta  eiptcie  que  «c  aplaudie- 


ron en  tot  corr.iles  en  vitiud  de  Int  que  Inq  reci- 
taroi).  te  ailben  después  en  silencio  leídos;  v  no 
meeipanto,  que  es  muy  dircrenic  I»  uovia  «n  la 
Iglesia  compuesta  y  en  el  tílamii  castra. 
,  »Apalof;elinra  ro  el  abono  del  Macsiro  con  es- 
los  que  llaman  encomios  y  pineglricot,  si  no  te- 
miera que  me  díjeien  que  como  sobrina  luyn 
alababa  mii  agujas:  pero  cstiodolo  íi  tanto  como 
pregonan  aun  sus  mismos  compatriotas  (que  la 
Aprobación  de  ú«tos  et  la  mil  caliKuda.  puo  por 
elU  medramos:  aitfwfnm  <X  mlmielt  noífriit  y  co- 
mo maniBesian  tos  extranjeros  en  Francia,  Italia 
y  los  dos  mundos,  ocationatla  A  que  me  dicten 
con  Hitt<a  en  los  ojos,  que  dice:  Ineptum  pan*- 
g^yrieum,  fuoj  pror.it  latem  s'i'ii:  quiero  decir 
(seAor  Romancitla  v  dama  señora>  que  es  necio 
quien  gisia  argumento)  en  probar  que  «lióles 
luminoso. 

*Por  lo  meno«  i«ngo  unas  buenas  nuevas  con 
que  taponarle-,  y  son  que  s.ilJrJn  con  toda  brete- 
dad  y  diligencia  las  Sovelat  prometidLis  |nn  le 
di|tn  el  nombre  porque  no  se  me  amotine  aiguno 
en  profccUi.  Y  tras  ellai  la  Se^unifii  ff^rlt  .le  Ita 
Cluarralfi;  y  en  medio  destos  dos,  con  el  apelli- 
do verdadero  de  mi  Tío,  otro  que  se  batitioari 
con  el  de  heUittr  apnin-chaitdti. 

■E;ícus«  Vm.  averiguaciones  sobre  al  de  una  y 
otra  Ubrica  ha  de  ser  el  aíanfe  mi  tío  el  Mawtro 
A  su  sobrino;  que  cuando  me  arrojo  i  aArmar 
que  entrambos,  poniendo  de  su  parte  nquil  cua- 
dernot  escondido*  y  olvidados  y  ísio  nuevas  aña- 
diduras, noserl  mentira  que  me  eiecuie  en  la 
rettitución.  Ellodiri:  y  como  Vm.  se  entretenía 
con  provecho  del  entretenedor,  ^quifn  le  mete 
en  la  li)tiiimidad  6  basiardia  de  los  inquillno* 
que  no  pretenden  canonicatos  ni  colegios^ 

•  Agasaje  ahora  li  este  liiul'Spcd  (s)quiera  por 
atrio),  qiae  no  ncupari  la  posada  iniis  d«  lo  qa« 


COMKIlIAS  DE  TIRSO  l)fc  MOLINA 


LVIl 


porcunntoen  iG}.),  en  que  éste  acübó  su  impresión,  no  habfn  empezado  aún  la  de 
b  scgunja  parte,  como  se  ve  por  la  licencia  para  ella.  I'ccliadn  i  8  Je  Diciembre  del 
mismo  iilo.  1.a  estampación  de  esta  nueva  parte  sólo  duró  ircs  meses,  pues  las  erra- 
tas y  tasa  llevan  las  fechas  <k  26  y  37  de  Marzo  de  1633. 

Son  documentos  de  gran  inicnfs  biográfico  el  prólogo  y  dedicatoria  de  este  lomo 
tortosino,  que  íntegros  van  en  la  nota.  Por  primera  vez  aparece  en  ellos  im  sobrino  de 
nuestro  fraile,  y  tan  autorizado,  que  w  cree  con  derecho  ú  enmendar  sus  obras. 

Casi  nadie  cree  hoy  en  la  existencia  de  tal  sobrino.  F.\  lenguaje  puesto  en  sti  boca 
es  el  mismo  que  Ttrtso  empleó  en  su$  demás  obras:  igual  el  estilo  ali^o  arlílícioso  y  el 
tono  zumbón  que  empica  aun  para  hablar  de  sucesos  que  debían  serle  poco  agrada- 
bles. Hasta  las  mei,-trúras  y  ({iros  son  las  usuales  del  Maestra.  Eu  lieíetlar  aprore~ 
chando.  por  ejemplo,  había  dicho:  «con  sólo  los  rtidimento»  de  las  ciencias,  el  gusano 
de  seda  saca  de  su  sustancia  misma  telas  prodigiosas  que  adornan  alcázares (El 


I 


Vcii.  quiticrc.  piiet  puede  tcliarlc  luit»  cujoil» 
tr  te  nnicjire  1  dele  Olo-s  un  liiiciii  mIiiiI  cual 
fuere  I»  intención  con  C|uc  U  leyere.  .Iixi'ii.* 

i7)<rfiVd«vrM.-J  «A  D.  Julio  Monii,  Mliallcmnii- 
lan¿*,  único  Patrón  del  Duciín  detic  litiro. 

•El  kanodtisnoMn  liudn  de  jUbinumAi  que 
Je  V  rtuperio)  tgue  como  ladrón  doméitico  de  ini 
lio,  Autor  deilii  doce  comcdm,  liícc  el  verano 
paudu  liindome  iit«  orift-nalcK,  me  p>irec<  qoe- 
dari  reniíuido  coa  meiorjf  llevlndotcle  li  V.  K.; 
porque  me  contu  de  tu  ml-iina  boca  que  M  un 
dueño  de  los  aliAoi  de  lu  pluma,  como  de  todas 
iu»accÍooe«.  Advertí  que  muclu«  \ccgs  ponde- 
raba la*  litwralidadei  de  que  i  V.  .^.  le  ct  deudor, 
tanta  mil  de  ettím^  cuanto  el  agrjdo  y  güito  con 
que  (m  etecDta  te  sTentaja  i  la  estrechez  de  nm- 
cIkm... 

•F.«io  le  eKcuchí  (claeradecimiento  A  Moiiil> 
mucha*  vece*;  j  no  poca.i  ocupjdo  en  el  dctein- 
peAode  ia«dcK»(.  si  jo  que  cumplirán  etiudioa 
ntii  considerable*  >ui  c^ipcranxa*. 

■Eatreiinio.  pue*.  que  iiíA»  m  pcrDclnnan, 
aunque  lé  yo  que  ha  de  coii^rme  no  piKat  rcpre- 
hentionet.  uco  i  volar  «In  iu  nnti^ia.  Jebaio 
de  la»  alas  de  V.  S.  eitu  dov-e  comcdtis...  en 
eitja  labor  en^ñjlM  melancolíat.  loi.  aiucini  del 
lieoipo  inlt  útilmenic  empicado,  .i  que  le  lleva- 
ban incltiucionet  de  mi  juventud  curioM.  No 
medía  ñámente  ha  de  «emir  icr  peregrinar  de 
nueto  su*  anagrama*  por  tanto  tribunal  de  ccn- 
luradore*.  que  aunque  dicliosot  en  c»u  pjite  lo* 
que  andan  en  tantas  manos  con  general  ap(ot>a- 
cíAn  de  todos  le  aseitunn  de  cite  recelo;  habla  ya 
con  las  cana)  retirado  las  inuu»  protunas  al  ta< 
grado  ittl  arrepentí  miento,  meiorindotai  de  esti- 
lo y  asuntos. 

■Dos  luitro4  han  corrido  en  i)ue  111  importuna- 
ciones de  iuiereíadot.  ni  preccpiot  ncruedorcs 


han  podido  oMItpt  tut  ules  i  que  reiteren  sasro- 
nct  del  icatrn,  lublUdnt,  puct,  de  ít.  aírete  mi 
conflarin  lak  preMnlc<  i  pUxa  niAs  desahogada. 
Cillpenme  l»i  etcrupuloiot  i  mi,  utas  no  i  so 
arilbce',  que  lasfalt^tque  registraren  lot  atemos, 
como  no  lo  ion  vn  toi  borradorcj  de  donde  las 
be  trasladado,  no  del>«n  correr  por  caenia  suya,.. 
•GuMno  es  su  luior  de  sedi:  de  su  mifnta  sus- 
tancia ha  labrado  la  numerosa  cantidad  de  telos 
con  que  cuatrocientas  y  más  Comedias  vistieron 
por  veinte  aAof  i  sus  profesores,  sin  desnudar. 
corfleia,aienos  asuntos  nidlsfraiar  pep.tamien- 

lOS  ItloptÍTOS, 

•l'em pesia d«t  y  ptTs«cactoilcs  litildiosás  pro- 
curaron malograr  tos  honestos  recreos  de  sus 
ocios:  y  yo  1^  de  álRunn  borrasca  que  á  no  tener 
i  V.  S.  por  Santelmo  diera  con  ti  i  pique. 

*A  todos  les  consta,  vflini,  nnlint,  del  caudal  de 
su  aui'H',  de  lj  ipatsibidad  y  propeRsidn  con  que 
V.  S.  1c  dciicndc:  dilatarme  en  lo  uno  y  lo  otro 
inercceri  la  reipuest*  de  Agciilaoal  embalador 
prri1t¡o,  y  me  podrin  decir:  ^iri  hotpes  re  ner«- 
sjriii.  Iit  non  netruíiña  láttrit. 

rSAlo  advierto  i  V.  S,  que  no  he  seguido  la  opi- 
nión uMda  de  los  que  ngoia  imprimen,  dindole 
A  cada  cotnedia  su  ayo  (por  no  decir  Mecenat),  no 
tanto  por  ahorr^raie  de  dedicatorias,  que  istm 
son  fucile*,  i  costa  de  un  par  de  latines,  cuanto 
por  no  defraudarle  A  V.  S.  lo  mismo  igue  le  pre- 
sento: que  en  U*  tnás  novelas  y  farsas  que  lie 
visto  nuevamente  estampadas,  sí  cada  padrino  se 
lleva  la  que  se  te  encomiettila,  vendrále  i  caber 
al  patrón  de  todo  el  volumen  no  nsis  que  ta  hoja 
primera  y  el  pergamiao...  Don  Francisco  Lunts 
de  Aiila.1t 

Brunei  y  el  conde  de  Schack  citan  una  reim- 
presión de  cita  Tercer,!  ^<trfe,  hecha  en  Madrid, 
16ÍJ.4" 


LVItl 


COMEDIAS  DE  TIHSO  DK  MOLINA 


Randoluro,  folio  ar4),  Y  esie  mismo  símil  emplea  a\  final  de  la  dedicatoria  al  caballero 
mibnOs  Julin  iMontt,  tle  quien  se  coniicsa  muy  agradecido,  como  puede  verse  más 
aba)0.  Así,  pues,  iodo  lo  que  aparece  dicho  por  el  supuesto  l'rancisco  Lucas  de  Avila 
debe  eiiicndcrse  serlo  por  el  propio  Tkixkx,  y  así  licnen  ](rand(stma  imporiancia  todos 
los  preliminares  de  sus  comedias. 

I>c  \is  comprendidas  en  el  tomo  de  que  venimos  hablando  siete  pertenecen  á  la 
antigua  <:olcccÍ<Sn  de  Auioret  española  y  la»  otras  cinco  van  en  este  volumen.  Son:  La 
mejor  espigadera,  tema  bíblico  lomado  del  /.ibro  de  Huí  en  que  el  poeta  conservó  la 
dulce  y  nativa  poesía  del  original:  la»  escenas  de  la  recolección  tienen  un  sabor  idílico 
que  encanta.  La  elección  por  la  virtud  es  la  historia  det  Papa  Sixto  V  hasta  su  eleva- 
ción al  cardenalato.  Son  dignas  de  l^stuJiO,  por  lo  i)uc  pocdan  afectará  la  biografía  de 
Tinso,  las  escenas  escolares,  y  muy  lindos  los  caracteres  femeninos  encarnados  en  las 
dos  hermanas  del  protagoni&lu.  mezcla  indelinible  y  picante  de  candor  y  matící.-i.  humor 
ciustico  y  corazón  apasionado.  Ventura  te  dé  Dios,  hijo,  comedía  cuya  inverosimili- 
tud csi^  compensada  con  otras  bellexas  Je  pormenor.  La  venganza  de  Tamar.  \ra~ 
^iu  (le  intensa  y  sombría  grandeza  por  la  que  se  ve  que  ni  aun  los  asuntos  más  es- 
cabrosos y  difíciles  d^-nerabnn  en  manos  de  Téllez.  Asi  lo  enicndíó  Calderón  al 
colocar  el  acto  tercero  de  1.a  vénganla  como  secundo  y  preparatorio  del  desenlace  de 
su  drama  Lot  cabtlhs  de  Absalón,  sin  atreverse  ú  retocarlo.  V  La  fingida  .Arcadia, 
cscrtia  en  ifias,  tributo  de  admiración  y  respetuoso  homenaje  i  su  gran  .Maestro  Lope 
de  Vqta,  como  ya  licmoK  insinuado,  á  la  vez  que  constituye  una  divertida  comedia 
palacie>;a.  Kl  tipo  del  falso  médico  que  viene  jí  curar  la  locurn  de  la  Oondcs-i  es  un 
di(^o  predecesor  Jcl  S}tunarclle  ó  Rariolo  del  Médico  a  palos. 


\ll 


t'ubHca  Tmso  la  Secunda  parte  de  tus  comedias.^ l'xamen  de  /n  caetlitin  sabré  la 
propiedad  de  alfíunas  de  e*/ns  ohras  I  ií)35i. 

Fn  i(Í35  residía  Jl-  nticvo  Tmso  en  Madrid,  como  se  dchice  de  qite  en  dirlio  aflo 
imprimió  aquí  su  ya  mencionado  libro  ttcteilar  aprorechando,  A  la  vez  que  la  roliasa- 
da  Sef.unda  parte  de  sus  comedias  (i). 


( t )  Stgmd.^  parte  i  .U  /4'  I  r^m nf i.m  I  ilfl  M<>et- 
Uyi  I  Ttrs»  (fe  |  Af»/Jiu  |  Hf^ogiJíu  fwr  it-  ñotri- 
IM  I  4-n  fr-ineitco  l.iirjt  de  .\uila  \  DfiitaJ^t  A 
la  ¡mtrrablf  |  y  pi.*il"t.i  ''cMiA-rrir.N'ínn  Je  Im  urr- 
eaáfrn  ih\ljbrai  .IrtMi'.ortf,  <n  Ai  TuUU 4rl 
Ctn  I  i-(..m  íl.ifr.r  .V.  tirftnim'i.  |  Un  U-'-irtJ  •.  Hn 
la  lmprcnl.1  rfW  fti-ino.  .idti  /tíjí  ¡  A  oif.i  .(«■  Ij 


Hri-m-lnJ.iíí  Jt  tn*  .Wre^trt»  4*  Ukiut  4etí*  \ 
Ciirtr. 

4*^  4  h.  prcU.  y  joo  (oIí«<|4L 

V.  en  b.  •Tiluloi  Jo  Un C-mn/ía*  y  t\otrrmntt 
i|u4  t.iii  tn  esU  tcKiiiKl'  parlvdvl  Muestro  Ti*M 
l'l:  M'>l,IM. 

¿,ti  Htina  At  (<■»•  Srj-ei. 


COMEDIAS  OK  TlltSu  DK  MOLINA 


I.IX 


'El  Conde  de  Schack  afirma,  con  evidente  error,  en  su  /fitíoria  de  h  ÍUeralura, 
y  del  arte  dramático  en  España  ^piig.  3iji).  que  ."«  hixo  una  primcia  edición  de  esta 
Parte  en  .Madrid  en  1627:  la  dedicatoria  de  Tmso.  lu  licencia  y  «probaciones,  todas 


Amar  y  ítíot  »ia>:eH  distrrU*. 

(juitti  liablti  piii'-- 

Siempre  .i_t'u>'it  '•)  rerdait 

Loi  Amantít  Je  Teruel 

P<fr  el  iiitjnu  y  «f  lorn". 

Chítela  eonira  ttutela. 

La  miiier  por  futría. 

Kt  eo»^enado  fftr  Jac/^mfiaéo 

Primera  parle  de  fí.  A  hora  áe  Luna. 

Segundj  parte  Je  fí.  A  ¡varo  de  Luna. 

Eitn  ti  que  es  negttelar. 

F.BiremcMi: 

!,  La  renta,  i.  La  primera  parte  «letotAkaidet. 
3,  Segunda  de  hit  AlealJet.  4,  Terebra  4e  lia  Al- 
tatdet.  5,  Ctmrtii  4*  Ui»  A  Italiief.  6.  Kl  t^HuJianle. 
j ,  El gabaebn.  it.  El  micm.  9./.<u  ■'■«•/•ii.  lo.EI 
duende.  ■  1,  Lm  c<vAu,  de  Renjnmle.  rx,  ¿J  Mah 
toitlenti. 

*.Suma  Je  la  tietneiúi  Tiene  licencia  el  P.  M. 
Tl*w>i'i.  MoLiHi  p.irs  imprimir  U  tegunda  parle 
de  huí  Coffivdisi.  como  consta  dc»u  nxifj,aa\, 
dci\ii{\\ián  en  el  aínit,  dv  \utf,n  CíoniiXtt  Je 
VilLarrocl.  SecrcUno  ilcCimara  ilc  Su  .Msíeitnú, 
rn  ncho  de  Dlcifmbtcdc  •A34> 

/:rraU).- 16  de  Mana  de  i6jS.  El  Lictnciada 
Mareta  J<  b  Llana. 

Tum:  K  4  mr<¡.  plÍ«gA;  U  abra  IMne  7A.  Ma- 
drid. 17  tic  Mano  de  iCji. 

Aprt^<iA»  del  LicenciaJn  Pedm  de  Malatlaiu, 
en  ItUdrid d  10  de  Strviembre  de  1C3.1:  atli-  vino 
«lie  libro  inlituljdo  Segunda  partede  Im  Viime' 
diai  del  Maetíro  Tirto  de  M'tlina.  etc.,  por  comí' 
L9i6n  del  Sr.  I  o^cdio  Je  hurrifarrn.  Vicario  gc- 
^necat  .Icila  Cofle  v  mi  partido:,  no  ticrie  coh  i)uc 
«c  opoiiga  A  iiucMra  vinrj  Fe  y  liutiini  cnttum- 
Ikcv  anln  mucho  de  ini;vniov>  y  lioncslo  cnirc- 
teniíiiicnio;  y  la  fama  de  (u  autor  merece  la  li- 
cencia que  «uplica.  cíe.  l-'n  Madrid,  i  1 1>  de  Nn- 
vlcrnbrc  de  i^ij^.  Kt  Lie.  I'edro  de  MaUllana.* 

Otra  apri>^afi6n:  <K*IC  libro  que  se  inliiula 
.Srgnn-la  parte  de  lut  Ctmtediat  del  uae%trn  Tirto 
(«trjn  an  pcdBi;odeali(ioparala>uludioMiii.  de 
«xCRipIo  para  que  lai  juvenludes  huyan  rÍctK(>^- 
y  de  sUban(i  para  el  ingenio  de  lu  autor,  itin  per- 
¡nieto  de  U>  coiiumbre*  ni  rcpi]|;nancia  i  la  Fe, 
y  atl  «etturamcntc  te  puede  dar  licencia  para  Im- 
primirle, etc.  ün  Madrid,  il  so  de  Noviembre  de 
■  6J4.  Bl  Uocior  Andrís  d«  Btpino* 

(thdk^utria:) 

•A  U  Venerable  y  piadOM  Congregación  de  1o« 
M«C»d«rt4  de  Librot  Je«ia  Corte,  en  la  Tutela 
de)  ((lortoM  doL-ior  «n  Gerófiírno. 

»Haix  de  tuerte  avecindado  en  rl  mundo  U 


licuor  ancla,  y  n  iin  iniepsrablc  La  altivM  preiit- 
milla  do  !'>>  que  ubeii  aljt".  que  \m  pudiera  poner 
•n  duda  cuil  du  ctios  doi  opu«»>oi  accldcniok 
viveti  BiA«  apatlilnadr»  y  cuctitan  m.iyor  iiAinero 
de  profeiom.  llloM>findi.>  lucRo  cuil  Je  elU*  e« 
n,is  intolerable  y  periudicial  i  las  rcpúMica*... 

•Qu(  dciic^timc  puei.  el  ignorante  lo  mitmo 
que  aborrece,  no  of  milagro;  pefoqucc)  que  iá- 
qulrrc  fama  ilocu,  no  agradeicaiqulen  le  dl6 
Ion  nMiiennkt  y  ucA  de  enUe  la  idioiex  pleboya, 
merece  irremítibie  viiuperio, 

•Yo.  puo,  por  no  incurflr(TJrtiiou  Congrigft- 
ciAn)  un  lo  que  («prehvndo;  reconocido  i  to  in«- 
cbo  que  todo  genero  de  esiudioi  deben  I  *u  pfo- 
tt-áiio  loable  (Cuy»  liendu  «on  joycrtaa  d<  la 
«nsyoe  pdicnvia  con  que  >e  adorna  el  alma,  no  de 
las  caducaí  que  ga lia  el  ard ficto  para  suplir  be- 
Weras  «no  de  I»  que  perdurables,  Un  innrif  con 
la  materia, autor II Jn  41a  forma. ..jagfjdcaco por 
lot  que  deben  y  nu  patiin,  y  lue^o  por  mi  niinnio 
el  burn  pjiaje  que  han  hecho  4  mit  papales;  la 
liberalidad  con  que  han  redimido  del  Argel  Jc 
la  penuria  min  IrabaiM;  {lucí  u  no  co>learan  tu* 
cttai»pd&,  murieran  balbucieitie*  entre  tai  man- 
lillai  de  suv  uriapaciot;  y  eo  mucitrai  de  que  ni 
como  ignorante  <qae  me  inTamaral  conresarlol 
deseiiinvo  i  l«n  tocorrídot  bicnliccliore<t.  ni 
como  inbtu  ique  nn  lo  »oy  tampoco)  libro  en  In- 
fcniíltudci  buenas  obrai  \»  d«dÍco  dcttaü  doca 
comedian  quniro.  que  Ron  mkt  en  ini  nomb^*»  y 
en  el  de  lot  dueAoi  de  lax  olr4i  oclio  (que  110  t¿ 
porqu^infoitunio  luyo,  siendo  hijat  do  tan  ilut- 
treí  padrcí,  lat  echaron  li  tiiin  puertas}  Lai  qur 
rcMan;  con  terduderot  y  edc.ictsimot  prop-'ixílo* 
de  palFOcinar me  en  lo  dcmáK  que  eiicrilia  de  lan 
lilwralex  acreedorcn  y  cooiiiinxa  do  i|uv  tuidrí! 
lucido  por  U  jüirtc  que  es  fuerxa  caberles  il  mía 
lilvroi...  I:i  M^i.smo  'I'i*mi  01  iMolih*.* 

Acaban  lai  comedLik  ni  íol.  t6i;  iiiguen  tonft'n- 
b-emeiet.  Intercaladas  con  ello»  van  las  pouJa» 
llrtcairola.  ario,  186,1)17,  i93,i<>4.a97  v.  y  300. 

Lo\  pniremeses.  excepto  el  de  í.ii  renta,  que 
parece  ci  de  <^ueredo,  d«li«n  de  pvrienecec  4 
i.uii(.>uiAonc(deB«naveme.ai  me.tcn  son  suyos 
Lat  Aleslda  ene'MIritíot,  cu.ilro  paites:  ¿ui  fí)~ 
ehet¡,  El  gatiMk'i  y  /.•)  Bi.tfconl^tird,-  estos  dos  él* 
timot,  Wfidn  gllrnia  d  mismo  l'iaio  en  su  oome- 
diadel  Hlcúavarienlo.  Las  poesUt  líricas  ton:  «n 
romaneo  ■'I  un  poeta  mur  Jlaco  y  riei".  aconte- 
¡Jndnle  fue  if  muera;  .1  la  derivad''»  de  P  na- 
(;rin7.i/n<toneia);  A  In,  cuando  la  enlerr>.  Juan, 
pnntind'da  lliannt  en  Ut  C"la  traw/nrmada  ea 
r^ítai  A  l"i  cr/o« (soneto):  A  ana  buKnna  qwtan^ 


1.x 


CAMENAS  ni:  TtPSO  I>E  MOIJSA 


> 


de  rifles  de  1634,  no  dejan  lugar  i  duda  de  que  en  i635  fu^  cuando  se  imprimió  por 
primera  y  única  vez. 

l-'n  la  referida  dedicatoria  d  la  Hermandad  de  San  Jerónimo  se  le  confie.'ta  Tiíllkk 
muy  reconocido  por  el  buen  pataje  que  han  hecho  á  sus  papeles  y  ta  liberaüdad  can 
que  han  redimido  del  Argel  de  ta  penuria  sus  ¡raba  jos,  pues  si  no  costearan  sus  estam- 
pas, murieran  balbucientes  entre  las  manliüas  de  sus  cartapacios. 

Hasta  aqui  todo  va  bien;  pero  algunas  Ifncaí  mds  abajo  dice  que  les  dedica  estas 
doce  comedia:^,  «cuatro  que  son  mías  e»  mi  nombre  y  en  el  de  los  dueños  de  tas  otras 
ocho  (que  no  Ké  por  qué  infortunio  suyo,  siendo  hifas  de  tan  íluülres  padres,  las  echa- 
ron á  mis  puertas)  las  que  restan». 

1.a  opinión  que  hoy  parece  mis  autorizada,  y  es  la  que  nosotros  compartimos,  para 
entender  estas  obscuros  palabras,  se  reduce  d  que  Tirso  tiene  cfcctiviimcnie  cuatro 
comedias  enicramcnie  suyas  en  el  tomo  y  ocho  que.  aunque  planeadas  y  escritas  por  í\ 
en  (;ran  parte,  unas  fueron  interpoladas  por  mano  desconocida  y  otras  son  prot,1ucto 
de  la  colaboración  de  algún  poeta  amigo. 

No  es  fdcil  distinguir  las  cuatro  de  la  primera  clase,  porque  en  tos  encabezados 
todas  llevan  las  palabras  «Por  el  Maestro  Tinso  i>e  Molcn.^u.  Pero  D.  Juan  Kugcnio 
Hari«nbuscl>,  el  primero,  sostuvo  qne  tres  de  ellas  eran  Por  el  sátano  y  ti  torno  y 
Amor  y  celos  /lacen  discretos  en  que.  al  final,  se  declara  Tirso  autor  de  estas  come- 
dias y  la  que  se  titula  Esto  si  que  es  negociar  yes  una  refundición  de  El  Melancólico,  ^ 
comedia  indubitada  del  mismo. 

Respecto  de  la  cuarta  se  creyó  al(;ún  tiempo  que  lo  fuese  el  admirable  dr.ima  de 
El  condenado  por  deteonfiado :  mas  creemos  que  ya  no  pueda  dudarse  ile  que  sufrió 
algunas,  aunque  pocas,  interpolaciones;  pero  torpes  iiasia  el  extremo  de  introducirle 
versos  de  l-opc  de  Vega. 

ICn  las  piezas  tituladas  Siempre  ayuda  ia  verdad.  Cautela  contra  cautela  y  las 
dos  partes  de  Pon  Alram  de  l.una  colaboró,  i  juicio  de  Hartxcnbuscb  y  D.  Luís  Fcr- 
nitndex  <¡ucrra.  el  insigne  mejicano  D.  Juan  Ruiz  de  Alarcón  y  Mendoza,  Como  lar- 
gamente hemos  intentado  demostrar  en  nuestro  anterior  estudio  sobre  Tinso.  parece, 
en  efecto,  seguro  que  hubo  tal  asociación  dramiiiica,  al  menos  en  las  dos  primeras. 
Que  de  hecho  había  existtdo.  si  no  en  éstas  en  otras  comedi.TS.  viene  á  acreditarlo 

aquel  ctílcbre  epigrama: 

|Vlior  Don  Juan  de  AUrc6n 
y  t\  Fraile  Jr  la  \tir«J... 
por  cnsacior  U  paie<] 
rnoporoird  r»«6n(i}t 


daba  siempre  rn  <r>fbc  y  peiiia  >l  tadtitpar,t  d^r 
al  eofhcro:  Efdtola  Jt  n*  n-it^ii  .iettiigañaJo  á 
Mita  damJ  muy  mudable  }•  tntrílenídi:  it<KiMnce 
.1  «N  amigo  á  quien  (oarid'i  <¡  autor  para  <■■  Aca- 
demUt  n»j  noche  de  invierun  y  lu  reipue^ta:  t^o* 
maticen  «ka  rir/.i  liabUdora  ike  callando  re/ii$- 
traba  4  un  galdn  lo  que  te  fatjibit  (v)n  tw  Jama 
deütr  m  e.iM. 


Por  tu  nteii  incluimoi  csut  poctUs  en  ol 
apéndice  de  nuciira  rescAa  biagcáfíca. 

(1)  Nof  iranimiti'S  ciie  epigrama,  que  quiiá 
sea  da  (^uevedo,  l>.  Tomli  áe  r.t»v»o  y  Zabaleía, 
i  sea  «I  .Marquíi^  de  la  Olmeda  en  lu  Ditcurii  crl- 
tien en fayar  Je  Ua  comediaiifAaóñá,  1731).  Que 
'Xtvi.f.t  t.ul>o  de  Kcniir  Hia  pulla  le  infieru  de  las 
expresiones  del  italiano  rabio  l-ranclii,  en  sus 


COMi:mAS  DE  TtRSO  UK  MOLINA 


LXI 


En  las  demás,  como  Las  Ámanía  de  Teruel,  Quien  habló  pagó  y  Im  Reina  de  tos 
Heyes,  aparece  oiro  colaborador  qu«  no  es  Alarcón;  y,  en  fin,  una  reúne,  ú  nuestro 
juicio,  las  condiciones  necesarias  para  jungarla  la  cuarta  de  las  comedias  que,  en  eata 
Parte,  corresponden  enteramente  á  Tirso  dc  Molina. 

Es  la  tiiutadn  La  mujer  por  fuerza  {i).  Pertenece  esta  comedia  al  g¿nero  de  que 
tanto  usó  y  aun  abusó  el  pocla,  y  en  que  el  enredo  consiste  en  el  disfraz  masculino  dc 
la  heroína,  como  son  La  villana  de  Valleeas,  Don  Gil  de  ¡as  calcas  vtráet,  Ayeri~ 
gtitlo  Vargat,  La  htteria  de  Juan  Fernández,  Quien  da  luego  da  dot  ivces.  Pero  coo 
la  que  liene  tal  analogi'a  que,  á  haber  usado  el  recurso  de  la  medicina  rayara  en  iden- 
tidad, es  con  F¡  amor  médico,  comedia  indiscutible  de  Th.i.r.r.. 

El  argumento  es  el  mismo:  muchas  escenas ,  especialmente  las  primeras,  se  des-  i- 
arrollan  del  mismo  modo:  se  emplea  tambídn  para  preparar  el  desenlace  el  medio  de 
que  la  protagonista,  en  hábito  hombruno,  enamore  i  su  rival.  La  traza,  pues,  perte- 
nece indudablemente  á  Ti:i.i,r.z;  eatá  bien  versificada,  y  hay  en  ella  gran  unidad  de 
estilo,  lo  que  índica  ser  producto  dc  una  sola  mano.  Aunque  la  acción  en  los  dos  pri- 
meros actos  se  desenvuelve  mansamente,  acaso  con  monotonía,  en  canDbio  en  el  ter- 
cero hay  un  verdadero  lu|o  dc  movimiento  y  quid  pro  quas.  Supuesta  y  tolerada  la 
inverosimilitud  del  disfraz,  esxin  bien  preparados  y  son  oportunos  todos  los  lances,  que 
se  suceden  con  rapidez,  y  también  esijín  vencidas  con  habilidad  las  dilicuhadcs  ú  que 
dan  lugar  tantos  enredos.  lUllanse  asimismo  sembradas  por  doquiera  lasctflebres  ma- 
licias tirsescas,  y  es  digna  y  propia  del  autor  la  ocurrencia  de  pedir  Finea  por  ma- 
rido al  Conde  Federico,  cuando  todos,  incluso  el  ítiicresado,  la  creen  un  hombre,  ya 
scji  Celio,  ya  »;a  D.  Alonso  de  Aragón,  pues  con  ambos  dictados  la  conocían  los  pre- 
senic5,  y  sólo  el  espectador  »tá  en  el  secreto.  Esu  situación  es  exactamente  iguul  á  la 
de  El  amor  tnédico. 


Ext^u'utt  potHau  é«  t.ope  >fe  Vtga:  •l*r«v£nf^«* 
d  Timo,  tuio  cvnsuri  parlicular.  aunque  |;cnciii- 
tUinu,  quectctit»  »tciTipre.aunqac;i<>im/  ;  Mtr- 
(n/ictii  c'in!H>nnnt«-'i;  porque  M  bien  puede  un* 

i,JMl1au  Mtlnca  manclur  con  una  rcdoiidilta  U 
■red  blanca  dc  un  paMctero.  nouf  ti  Uidb  dijína 

'y  Icirao  dc  un  iafienia  «omoel  tuyo  no  menos 
docio  que  fcslivo.* 

Al  mixn'O  cpíiodin  aluden  cxtoi  versos  de/.j 
('rafuiif  cvit  cif  nonbrc,  comedii  de  T(.t.(.i¿,  cs- 
criu  cuando  ya  i^oubn  disnidadct  cti  lU  Or- 
den: 

Ma  idv  y  aii  It  TCntn 
■i4i  tnpr\%ta. 

Timo,  VorKuthoycallet 

pero  alK^a  <!•>  hibliit, 

eo  dejindo  la  iriliuoi, 

qM  4  le  que  Vtatfi  Bit  ,le  una 

ir*k44uia. 
BalM.  iVm,* 


Timo.  Si,  i  l«; 

}  >tu(  me  lo  Han  ilc  ps<(a' 

mis  lie  cuatro  niollloiM* 

4u(  t»\ittiínio  p«r^u»a 

plenian  ijut  no  h«  ilc  lornir 

a  diráprumu  «ttiltiM 

qu«  enviiliii  y  t)uf  ri>fr. 
B*l4n.  y  uto  jcuinklv  lícu  ds  neti 
TlHio.  U*>  Jiaa  hin  que  looftinUat. 
(i)  Coala  descom'unM  que  me  intpiran  iui> 
opiniones  cuando  no  cftin  «iMcnidaj  por  ciirox. 
hevuello  &  leer  liasla  ir«t  vcccstdosile  clU.>  al 
imptimirla  «n  este  lomo)  t.a  miiírr  pw/ttcifá,  y 
no  meaKcvoi  niudiitcar  la  Opinión  dc  arriba  sus< 
temada  por  mi,  y  en  lotrniímos  lífmiaog,  liacc 
ircce  aAoi.  Na  he  inlcnUdo  «osiener  que  Tiim 
ftirte  inventor  de  lo>  diifracei  raronite»  de  algu- 
na^i  de  sut  damiu  de  teatro.  «íno  que  cnipled  e«l« 
fccurtqmuy  frecue lilemente,  [o  cual  et  de  por  sí 
un  indicio;  pero  en  L-i  "iii/rr  por  faei-^a  bay  las 
dcmilscircundanciiii  que  van  ipuntadak,  y  ceo 
qucloilBs  rennidat  alguna  Tuerca  Itabrindeuner. 


t.XII 


COMKDlAS  IIF.  TIHSO   DF.  MOUKA 


La  mujer  por  /ueria.  pues,  será  lii  cuarta  comt^lia  exclusivamente  propia  de 
TiHKo  eniru  las  Je  ciíta  üegunda  fiarte.  Hasta  la  icrmiiinción  lIc  db  parece  indicarlo, 
no  empleando  el  plural  al  tinblar  de  su  autor. 

Aquí,  wii*d«,  M  sutu 
La  miái«f  pnr/ufr^i,  luciendo 
de  I*  fucru  voluntad 
con  que  icrvirof  <f«Mu. 

Pero  cnii  esto  no  pruicndo  establecer  compuruciones  ni  ncKur  que  oiro»  que 
u  hallan  en  esta  parte  no  ícan  del  mi^mo  poeta.  1'un  persuadido  estoy  itc  lo  contra- 
rio, que  picnM  que  en  ninguna  de  ellas  la  colaboración  ajena  habrá  sido  grande. 

I£n  e&ie  punto  opino  exaciamcntc  como  el  Sr.  Mcn¿ndc2  y  Pelayo,  que  decía :  «A 
pesar  de  la  sajjacidad  con  que  la  cri'lica  va  notando  rasaos  de  la  pluma  de  otro!>  Auto- 
res, nada  tiene  de  temerario  creer  que,  si  no  estuviéramos  sobre  aviso  por  la  declara- 
ción de  Tirso,  leeríamos  iodo  el  volumen  como  produc<:ión  de  un  solo  inj^ctno,  puesto 
que  las  desigualdades  que  en  estas  comedian  SK  ob^rvan  no  W)n  mucho  mayores  de  las 
que  en  las  obras  auténticas  y  reconocidas  de  Tihso  pucdrá  notarse»  (i). 

Sin  embargo,  como  por  alguna  razón  escribió  'Vixxxi  las  palabras  que  tanto  nos 
dan  que  hacer,  y  como  en  algunas  comedias  hay  tales  caídas  y  defcclos  que  no  es  po- 
Sibk  atribuir  al  gran  poeu.  porque  no  son  de  los  que  solta  cometer,  es  fuerza  conve- 
nir en  que  por  una  ó  por  otra  causa,  una  mano  ajena,  tal  vez  la  del  cómico  dueño  del 
manuscritoó  algún  poeta  asalariado  de  las  companíusjas  hubiese  interpolado.  Y  acaso 
á  esto  aludía  el  mismo  Tihno,  cuando  exclamaba: 

Un  cieno  voii>puiieiIui' 
fiiv  aviía  por  In  cviaTeía 
Je  que  jí  loilu  poeU 
ttcne  on  icnicnlc  itcsor: 
uno  vKrifx  y 'flF"»  firm^; 
y  asi  salen  Ua  s<iilciii;idi 
fon  Haiabtet  Ji/mnciai 

Las  restantes  ^kkm  del  lomo  son  f^  Keina  de  los  Heyts,  Qutea  habló  pagó  y 
Los  Amantes  de  Teruel. 

La  primera  es  una  comedia  cíclica  que  abarca  un  gran  período  de  la  vida  de  San 
Fernando,  acabando  con  la  toma  de  Sevilla.  dc>piics  de  hacernos  pasar  por  las  de 
(!6rdoba,  Jaén  y  Murcia.  Kn  el  primer  acto  se  .jparcce  Nuestra  Señora,  y  en  el  se- 
gundo dos  .-ingelcs  que  dejan  al  Kcy  un  retrato  de  la  Virgen,  mucho  más  perlecio. 
como  es  de  suponer,  que  otro  que  poco  antes  había  esculpido  para  el  mismo 

el  MorUA<¡í  farnoso. 
que  por  M>to  «n  el  muntlo  >d  svñala. 

como  anacrónicamente  dice  la  comedia.  Y  por  cierto  que  el  de  hacer  vivir  al  gran  ar- 
tista en  el  siglo  xiii  no  es  el  único  anacronismo,  pueü  en  la  misma  época  se  supone  ya 


(i)    ÜUuJiMJtcrltiat  librar U.Stguiulaurtt,  Uti.frU,  Hl¡fS:  pig.  174. 


r.OMei>IA»  DK  TIRSO  UE  MÜUNA 


LXIlt 


cot>DCHJ<i  )u  baraja,  con  sus  rcycide  oros  y  Je  cs)>aJas.  Concluye  esta  comedia,  i^uc  no 
liviic  nudo  III  dcMnlace,  ^on  lu  cntregA  dv  la  ciudad  andaluzii,  diciendo: 

EiU  ei.  por  i)uc  lili  1c  dimai. 
U  I(adici6n  que  leiiuRio» 
Je  ¿lí  l^rr^M  rf<  fot  /t^rs. 

que  ()u¡/i»  &crta  su  primer  litulo.  En  tod»  ella  hay  raüROci  propio^de  TctLKZ,  especial- 
mente n1]{unus  íru:>c.s  del  i^ractoso  l'aja. 

I^s  seguramente  de  lu  invención  de  Tihso  U  ingcnio&a  escena  de  los  Mancebos  y 
el  Rey,  i]ue  tiene  su  reverso  cómico  en  la  tjuc  se  dcsnrrolla  entre  el  Ucy  moro  de  (.ira- 
nada  y  Paja,  el  (ruin  de  Garci  Pérez  de  Var};as. 

Con  todos  sus  deiccios,  esta  obra  es  incompurablcmcnie  mejor  que  oiru.  rarísima, 
sobre  el  mismo  asumo,  é  imtución  visible  de  ella,  impresa  :^uclta  con  el  lítuto  de  l.a 
we/or  luí  de  Sewitía.  Suettra  Señora  de  los  fteres,  y  obra  del  poeta  sevillano  I),  Je- 
rónimo Guedeja  y  Quíro^a  ( i ). 

f,tuien  hablü  paifó.  es  una  comedia  palacicjía;  csld  bien  versificada  y  dialogada;  (lero 

carci'c  de  unidad.  Kl  tflulo  se  deriva  del  castigo  que  una  Reina  de  Aragón  impone  »  un 

Conde  de  l'rgel,  de  quien  se  jujga  ofendida,  por  las  argucias  de  cierto  envidioso  que  le 

hace  creer  haberse  alabado  el  ConJe  de  merecer  sus  prelercncia»  y  l'avorc».  íül  primer 

acto,  que  es  una  buena  exposición,  parece  tener  algunos  versos  y  pensamientos  de  don 

Juan  Kiiiic  de  Alarcón: 

Soi*  tnujcr,  y  con  imIu 
liabian  de  scf  los  iitarldus 
cUji  oI  cuerpo  y  H  la  «umbta. 
St  no  lu  sibfit,  Tirena, 
Mbcd  que  la  niujcf  propia 
siempre  lia  de  umijt  en  el  peüio 
cotilo  la  ajciiJ  en  la  holti. 

Kl  plan  itene  no  poca  semejanza  con  otras  indubitadas  comedias  de  Tihso:  El  cus- 
ligo  dtt  fumse  que.  El  Vergonzoso,  f «««  calta  otorga,  etc.  (Ililrza  igualmente  et 
dislraz  masculino  de  una  de  las  damas,  .lunque  sólo  en  una  ó  dos  escenas.  Los  versos 
descriptivos  del  campo  tienen  el  sello  horaciano  qti«  Titiso  sabia  darles. 

1^1  asunto  de  l,ot  Amante^  de  Teruel  no  es  origiiul  de  Tinso.  ni  aun  en  la  lorma 
dramática,  pues  mucho  antes  había  compuesto  Micer  Andrés  Rey  de  Artieda  su  tra- 
Itcdia  de  Loí  Amantes.  ()ue  son  los  de  Teruel,  así  como  después  Monlalbün  lo  tomó  de 
nuevo  para  su  obra  de  aquel  titulo 

Gl  drama  de  Tirso  es  de  los  que  más  han  padecido  antes  de  volver  i  aus  miiKM. 
Debieron  de  alterarse,  no  sólo  muchos  versos,  sino  hasta  situaciones  y  escenas  enteras. 
El  estilo  es  ampuloso  en  unas  ocasiones  y  en  otras  trivial  y  plebeyo.  Cierto»  pasajes 
recuerdan  otros  de  La  Villana  Je  la  Sagra,  oí  papel  de  Lai'n  es  el  que  menos  ha  su~ 
frído:  en  casi  lodo  lo  que  dice  hay  huellas  del  lcnj{uaje  de  Téllez. 


(i)   Li  iinpfMi<in  parece  de  li>tetd«lsigl(>xvii:ao  tiene  ingu-  ni  «ño,  y  eitá  en  4.*.  con  16  fa.  num. 


LXIV 


COMEDIAS  DE  TIHSO  OC  MOLIKA 


Mucho  meóos  Jesordenadas  son  las  dos  comedias  relativas  al  buen  Condesmble 
jy  López  IMvbIos  y  O.  Alvaro  de  Luna,  sobre  todo  la  segunda,  que  es  un  buen 
rsma.  Un  manuscrito  antiguo  de  la  primera  parte,  que  existe  en  la  Biblioteca  Nacio- 
nal, nos  demuestra  cómo  se  Iiactan  las  alteraciones  en  estas  obras  después  que  salían 
de  manos  de  los  autores.  £1  dueño  de  esta  copia  ha  suprimido,  además  de  otros  pasa- 
jes, la  curiosi'sima  escena  en  que  interviene  el  poeta  Juan  de  Mena  y  en  que  el  Rey 
D.  Juan  11  recita  versos  suyos,  por  cieno  muy  bien  imitados  de  los  cancioneros  del 
si^jlo  XV.  En  cambio  reforzó  alguna  otra,  como  la  del  terrero,  que  le  pareció  de  mejor 
erecto.  ^Qu¿  tiene,  pues,  de  extraño  que  al  hallarse  Tmso  con  ules  cambios  en  sus 
obras  rehusase  reconocerlas.^ 

Ksia  segunda  de  D.  Alvaro  parece  haber  sido  escrita  en  los  terribles  momentos  que 
precedieron  al  suplicio  de  D.  Kodri}>o  Calderón.  Y  ^>;uiiín  sabe  si  eran  un  memorial 
en  pro  de  la  satviicióii  de  aquel  infeliz  privado  eatos  vcrM»  que  se  ponen  en  boca  del 
rrepcntido  D.  Juan  11^: 

Itcjr»  >Jc*<«  lifito.  nunca 
áetittffih  vuctiMí  taertcdet, 
ni  borráis  vuvsuas  liccbtiras. 
¡(Hi,  (|ui<n  li  iniK  ilcMcntlicnlc» 
rvIm»  que  no  huyan 
du  los  que  bien  ellKicron 
piM  la  mtxlAiii:!!  suya! 


XIII 


Muerte  i/ii  lAtfK.—  Tirso  noeolabora  en  ¡a  Kamu  postuma.—  Publica  /n Cuarta  pirl 

dt  sus  ajmedias  (tú35). 


La  muerte  de  Lope  de  Vega,  ocurrida  el  37  de  Agosto  de  este  año  de  i()3S,  fu¿ 
considerada,  y  con  ra2Ón,  coma  una  inmensa  desgracia  nacional.  Muchos  poetas  con* 
sagraron  sus  versos  á  llorarla,  y  sus  obras  fueron  después  reunidas  en  un  libro  ijuc  se 
intituló  h'ama  ptisluma.  Con  sorpresa  vemos  que  no  figura  entre  los  clogíadorcs  Kkav 
Gabkiki.  Ti:LLte:  bienes  verdad  que  se  procedió  en  la  composición  de  aquel  lomo 
con  bastante  negligencia,  pues,  además  de  lu  falta  de  nuestro  fraile,  nótase  también  la 
de  t^uevedo,  Alarcón.  Htoja,  Calderón,  Mira  de  Amcscua  y  Jiljregui,  por  itocilar  sino 
uutoro  de  primer  orden. 

No  es  cfCÉ'ble  que  la  ausencia  impidiese  ú  Tikso  rendir  citie  homenaje  postumo  i 
su  antiguo  muestro  y  amigo,  porque  justamente  este  año  es  de  los  i)uc  más  necesaria 
hizo  su  presencia  en  Madrid  el  publicar  no  menos  que  ircs  obras  extensas,  como  fue- 


COMEDIAS  DF.  TlttSO  DE  MOLINA 


LXV 


ron:  Dclcitttr  ítprorc:han'iu  y  k  segunda  y  cuarla  ¡Mtrle  de  su«  comedias.  D«  «SU  úl- 
tima nos  toca  liablur  altor»  (i>. 

Como  de  costumbre,  buscó  Ti^tuez  un  Mecenas  para  mi  cuarla  publicación  Jra- 
iniilica.  Fi>¿lo  el  Conde  de  S4staKo.  D.  Martín  Anal  de  Alagón,  cuya  amistad  con 
TiKso  debió  de  comenzar  por  entonces,  tal  vez  por  encargarle  este  magnate  la  genea- 
logía de  su  casa,  como  nuestro  autor  recuerda  en  la  dedicatoria.  La  Geneahgia  se 
imprimió  cinco  años  después. 

Kucron  aprobadores  de  esta  parle  Lope  de  Vega,  que  escribió  su  censura  cinco 
me:ses  antes  de  morir,  y  á  quien  la  ancianidad  y  sus  grandes  dci^racias  domesticas, 
que  dieron  el  último  golpe  i  su  quebrantada  salud,  obligiiron  i  ceñirse  i  lo  más  pre- 
ciso en  los  tiírminos  aprobatorios.  Contrasta  este  laconismo  y  sequedad  con  la  elusiva 
aprobación  ó  apología  que  hace  de  Tinso  el  Dr.  Juan  Pérez  de  Montalbiin .  que  exa- 
minó estas  comedias  por  encargo  del  Vicario  de  Madrid. 

En  cuanto  á  las  piceas  del  tomo,  advertiremos  que  son  muy  poco  conocidas.  Har(- 
Kcnbuscli  sólo  imprimió  cuatro  en  sti  colección  de  Autores  l^spañoles,como  fueron 
Privar  contra  su  gutto.  Celos  con  celox  se  curan.  El  amor  mdko  y  Don  CU  de  tat 


<t)  f^rtnyúrte]JelaiCiUHedi»  \JtlMaaPv 
Tírta  I  JeMoliHt».  /jffú^'i.f.ti  por  'l>,  Fmitíiteo  | 
¿ucM  Jf  Arila,  tobrino  \  del  lutur.  |  A  O.  Martín 
.Ir/.rí  I  Jt  MiígoH.CriniffJe  Siitíago,  Uarjut*  dt 
tguí  I  /dr,  sfñor  dt  la  cata  d«  f\sp«s...  \.\»(i 
'i6íS.  I  70  fpl><l(°*t  I  Con  prñ-ilcfia.  |  Kn  SlMÍri,t. 
I'or  SlarUi  de  Quiñones.  \  A  coaa  dt  Pedro  Coe- 
lla.  y-  Uaiuil  Lopef.  mereadera  de  ¡Abrí». 

4*.  4  h».  preli.  1  joN  rolUtlM.  A  la  vuHia: 

■Lai  (Iom«di«>  que  un  eiia  (¿marlst  partí  M 
con  lien  en  »ctn: 

frtvar  contra  m  gftto. 

Ceíot  eom  e<loi  tt  curtK. 

La  mwí*r  ^ut  maiula  en  cMa, 

AmlQini  ÜúreU. 

El  Amor  mMiev. 

T"éo  a  áur  cu  «M  eoM. 

Ama^unea  tn  la^  Indias. 

La  iMlfad  contra  la  envidia. 

La  Ptña  dt  ¡•'ranM. 

.Sanln  y  laitre. 

tivn  Gtl  dr  l-n  caljat  rtrdei. 

*l<emiii4n  Jei  Vit«ri-i.^  I>a  licencia  por  haber 
tido  citminado  •!  libro  por  el  Dr.  Juait  l'erot  de 
MoQUiban.  Madrid,  i.*  Kcbrcrod*  i&jS.  Lie.  t^- 
reiiiM  de  liurritarra. 

«tjrrotufi.^n  del  I'ocdw  Jiun  Pcrc:t  Je  Moni.il- 
van,  Noiarto  aposiolÍGO  del  Santo  Üliclo  d«  la 
S,  lnqatHcl6n.  A  la  qu-iria  parle  dt  las  Conuttini 
deliatro.  Jlnu  dt  M'ilina... 

•Por  comíal¿n  y  precepto  del  Scíior  Licenciado 

COMEDIAS  DC  TIHSO  DE  MOLINA.— TOMO  I 


don  Lortnio  de  Iturriiarra  he  vitio  1«  QuarU 
parte  de  lat  ti»neJÍai  dtl  Maestra  Tirtn  de  Mulita. 
cuyo  nombre  es  el  mejor  crédito  de  lu  ccnaura; 
porque  aiendo  suyat  (que  con  esio  se  dice  lodo) 
nonecetitan  ni  de  clORloaparaíiiaUbania.  ni  de 
adveriCQCiai  para  tu  corrección.  I'cro  anpuexio 
qoe  ei  fuer»  cumplir...  digo  que  n<i  llenen  cosa 
que  diiucnc  d«  la  verdad  caidlica.  ni  palabra  que 
ofenda  la.^  orc|as  del  mJs  e^crupuloxo  cotieuno; 
antct  bien,  lo  senisncioíO  de  los  concepios  ad- 
mira; lo  (attricú  de  las  TilUx  corrige;  lo  chíHoto 
de  lew  donaires  enireticne:  lo  enroaraüado  de  ta 
diipo«lcÍóa  deleita:  lo  j;umoio  de  las  cadencias 
enamora,  y  lo  pnlliico  de  lo»  concejos  persuade 
y  avifa,  siendo  su  variedad  diicreta  como  un  r«- 
Riltlete  de  florct  difereniet.  queademát  de  labe-' 
lleu  y  la  rrasancta  aAciona  con  la  dtTcrsidjtd  y  la 
compotiiitA. 

>SÍ  fuera  ule  luRar  de  alábanlas,  muchai  ae  me 
ofrecían  del  autor;  Maestro  por  au  Rran  talento 
en  Ut  Sajtfadas  kirai  y  Apolo  por  su  buen  jíutto 
de  Us  curiosas  Musas;  ¡r  ast  ma  conlcnurá  coa 
asegurar  que  merecc.noMloío  licencia  que  pide 
para  imprimir  esta  Qiiarta  p,trte  sino  un  ^¿nern 
de  premio  honroso  para  ubügarle  i  que  di  mu- 
chas i  la  impri'nu  en  gracia  de  la  lengua  caste- 
llana, en  bonra  de  Madrid,  su  pairia.  en  gu»io  de 
lo»  bien  iniencionadoj  y  en  pesadumbre  de  Iwi 
maidicientct.  \>.i  lo  siento.  En  Madrid,  á  lin  de 
lanero  desie  aüo  de  163S.— £1  Doctor  Juan  Pérez 
de  MonUtvin.* 

*LieeneÍa  dtl  S.    Vicaria»,   Es  la  remisión  i 


LXVl 


COMEDIAS  Lie  tirso  DC  MOLIIíA 


calcas  verdes,  lodo»  excelentes.  Las  dcrmU  van  en  la  colección  presente.  Knlrc  clUs 
&obre!Mi)e  la  trilojjia  de  los  lUi-arros,  que  forma  uim  uspcctc  de  epopeyu  en  acción  de 
esta  ilustre  cuanto  desjfraciadu  tamíliu.  k'.n  las  dos  últimas  parles  puede  admirarse  lu 
fuer/A  creadora  de  lu  muginación  de  Tinso.  E\  estilo,  entonación  y  lenguaje  están  ú 
la  altura  de  los  hechos  que  rccucrdu. 

En  Atilona  (Jarcia  se  complace  en  pintar  un  tipo  de  mufer  hombruna,  como 
MarÍ-/ienHÍnJe{  la  (¡allega,  llevado  hasta  la  cxu^íiTación;  en  Sanio  y  sastre  hay  un 
bellísimo  carácter  en  Margarita,  la  dulce  y  prudente  e»|)os^  de  San  Homoborto,  i^ue.  á 
su  vez,  forma  el  mds  acab^du  contraste  con  el  repulsivo,  pero  enerjíicumenic  Irazadio 
déla  impía  Jezabcl,  en  La  mujer  que  manda  en  casa. 


Monulbln  TechaJa.  MadriJ,  74  de  Vinero  Je 
16 jS;  asi  ctjttiií  tn<|ticJlili:i1Uiiú*HriiiiH<'jiiaL'k 
la  vct<U<]i-rji  'ici'ticia. 

,lfr:tMfi')'>  fiT  rl  C'iittrt'tilt  h'rvyLnfvJt  t>- 
git  Carpió;  «Muy  l'utlurmu  ititur. — l.a  ',ia,iri,t 
furte  de  tat  CunuJi-is  ,lc¡  \taeitiv  /Irjn  ,fe  Muli- 
na,  que  por  nundado  y  t^yxniM^ii  de  V,  A.  lie 
vUio,  no  tioflc  coiit  en  que  ofeiiil*  iii  i  iiuctua  Te 
nii  b»  buenas  i:otiumbrcx,  Mu«»ir«  en  clb.t  el 
auior  vivo  y  luiil  Ingenio  en  Irví  coficcpia«  v  pGii' 
Hmlcniot,  j  en  l«  parto  sentencia  ^rave  su»  es- 
tudios en  tixln  RÚnero  de  letras  con  lioiicttot 
liífmlnosl.in  bien  coiiiictcradoa  ile  su  hiten  juicio. 
PaoJv  le^uramenic  V.  A-,  lionüo  serniilo.  i:un- 
■:<Jc(l<:  1,1  metccd  que  piJc  paia  que  ulgan  í  lux 
y  le  gocen  (odoK.  Kno  es  inl  parecer.  Kn  Madrid, 
4  i«  ikt  Mano  de  iG3_S  añov  l-'rcy  l.ope  de  VcfiO 

Cjrpio  > 

Suma  del  privUtfíh  al  Maesiro  Timo  ik  MoLinit 
pi»  dle^añot.  Madrid.  M  de  Marfu de  1633.  Fran- 
cisco n¿fn«ii  de  Ijkpfilla. 

Taí.i:  AciMlro  y  medio  mes.  ckIj  uiiü  de  li^s 
76pltGRos  da  la  obra.  jSo  mít.  1  medio,  a  Agosto 
■  GjSen  Madrid. 

lirraUt:  tVLvi  b\en  f  licInicMic  imprcao  con- 
forme á  su  original.  Madrid,  1,'  de  Agoito  de 
iñjS.  I.ic.  Murcia  de  U  Llana.» 

ít'rt'rlogti  A  ti¿  irtta*. 

v.Mil  co%av  (cn[aqu«  comunicarle  cn  puridad,  y 
impórtame  el  secreto  lo  ini^nio  que  la  fama  que 
se  deiplonia  con  laa  murmuracionTi.  I'vrcí  11Í- 
nenmc  tan  cmbaraxado  lo»  irulndo*  de  mi  ^'nii- 
U  parle  de  comediaa,  lucetorai  de  ckta  \>itariái 
púiie,  j  ei  recelo  de  que  aocehat  encorroloqttc 
en  cblt(Vn  te  confiare,  qae  monifico.  i  peaar  de 
mi  gusto  mis  afeciM. 

•Con  lodo  cao  li  me  prometes  Imposibles,  que 
o»  Mr  guardadamas  de  lu  lengua  y  apcicce*  lo 
que  todos,  que  ct  picar  «n  fallas  que  en  nosoiroi 
IKM  pare  ce»  aradores  y  en  lot  donidi  ballena», 
b&tcame,  cuando  luya  salido  de  la  cuna  mi  licr* 
mano  el  i/Kinti  dcsie  aomtire.  Hallarlsme  en  la 


tienda  dcGabriel  de  I.cón.  mercader  dcMas  sa- 
lones j  nos  daremos  un  buen  ralo  i  coiLi  de  los 
abuiosen  especie,  liri  rtesi;'i  de  lo^  individuos. 
>' entre  unlo  hax  j;ana!(  (si  es  que  le  laluii.  qii«_ 
nu  puedo  creerlo}  para  la  cmaUdu  mis  sabro 
que  ¡amis  puso  A  tu  meM  la  ditcrción  pio«uea> 
da  de  Ia  envidia.  Vale.r 

DeJie,tioña:  «A  D.  Martín  .\rtat  do  Aragón, 
Cvnde  de  SdiU^o... 

•Salen  (ic-flor)  tan  preiumrdaí  doce  comedias 
de  Rii  (iutfi-Ia^itrw.  deipuénqueel  favoi  de  V  S. 
lai  ha  resudo  Je  esperanzas,  que  ni  me  puedo 
averiguar  con  ullai,  11  i  aspiran  menoi  que  á  in- 
mortal Idudet. 

•Son  indas  híiumfas;  y  torcerles  Has  lujas  su» 
inclinaciones  en  materia  de  1-imir  eslud't  o  des- 
acierto protiibidu.  Mis  ule  que  pequen  en  des- 
vanecidas que  cn  pusilinimes:  ng^n  su  buena 
sucTle:  añadirán  en  manoh  de  Ijl  duciio  crcdiios 
•I  que  adquirieron  por  untos  concurtoa  y  lo- 
iroi. 

■V  adviCrUse  que  nu  suplico  ú  V.  S,  las  dclien 
da  de  los  tában'is  plebeyos,  que  molestan  «iJi 
con  el  zumbido  que  con  los  aguijones;  porque 
me  pjirccc  una  pclición  isU  Un  imposible  cuanlu 
impcriineiilc.  í^uifo  luila  agora  tuvo  Un  10  es- 
pacio que  le  Itaya  opuclo  conira  enjambres  de 
adn^anos  do  miel  ajeiu.  patrocinando  libros  y 
enfrenando  libertades?  Ni  jqué  empleo  seria  des- 
autorifjr  las  alabardas  de  Unioarcliero  en  escar- 
mentar musquilos  que  é  soplos  se  castigan?  Mur. 
muren  ello*  y  guirdemc  Dios  d  V.  S.  para  iTiaiu- 
lesasunUis  d«  ini  pluma:  que  si  en  el  elogio  que 
le  he  oTtecido  no  me  lleva!  pique  1111  utrevimien 
to.  en  mis  dilatados  desvelos  Tío  del  bocii  pasaic 
dcstos  mis  airoso  «tpiritu  que  desempeñe  réditos 
de  mis  obligaciones,  y  coaceda  el  cielo  la  salud 
que  por  V.  S.  le  suplico  para  dcilasiimar  t  ctsan- 
lo*  no*  compadoceinoa  de  la  (alu  de  ella  en  su- 
ieto  tan  digno  de  vivir  privilegiado  de  icinc)jutM 
accidcnles.  etc.  Capel  Un  de  V.  S.— El  MattT»i> 
TiHSOoe  MouNa.a 


COMEDIAS  l>G  TIKSO  DE  MOLINA 


En  /Joíiü  fíealn'x  de  SUra  y  La  feña  de  l'rancia.  coya  acción  coloca  t-n  U  Wad 
Mcsiia.  rccucrdji  dos  iruJicíoiie»  piadouiü,  relativas  la  primera  .i  I»  fundación  del  con- 
vento de  la  Inmaculada  en  Toledo,  aunque  en  fecha  iinicrior  i.  la  verdadera,  y  la  se- 
cunda á  un  celebre  santuario  cxisicutc  en  las  ccrcani'a»  de  Salamanca. 


XIV 


Publica  Tirso  ta  Quinta  y  útiima  parte  de  sus  ct»weJ»ti>.— ¿VcriA;  «1/  lUlima  obra 

dramática  ((i»5ft-i63JÍ), 


Sin  intermisión  Mito  Tkixks  üalir  ul  público  la  Quima  parte  de  su»  obrus  d«  tea- 
tro (i)- Ofreció  en  cl  prólo(;o  un  «üexto  tomo»  que  contendría  piefdsdclas  m^  jocosas 
de  Mi  re|tcrtorío,  Ne^ún  atirma¡  peto  no  lu  fiizo,  con  hurla  (icrdidn  de  nuestra»  letras. 


f  1 1  ^rinta  I  l'aHf  \  Je  \  Ciwucrff Ji  |  Jtl  \  Stantro 
Tirto  .U  Molina  \  llf\:<if;iJm  f»'r  h.  /■'i-4i»i-i>fn  | 
/uiTiit  ife  -IW/.i,  íiri'in  •  Jel  Autrr  \  .1  Ir  M.irtin 
AritlJe  ,Miiir'-a\''i>n.te  tíir  Sattaj;-,  \ta'-juciJe 
Agilitar, ttü€tr  Jeta ca*aJ<l:iiplt,..  .tHi'i,l'-''<ti>'0') 
i6yf/.  Kn  \tadrid.Kn  I»  ImfrtHta  /Iem))  A  hmM  Je 
r.iiirifl  Je  Ltoit.  MerfíiJer  Je  libro». 

4.*,  4  in.  ftelt.  y  lAN  (g1ia^la«.  Un  U  piruda 
cl  cKudo  ilel  Meicader  l.ci^ii,  \  In  viiclu: 

■l.jti  comedtaji  (]uc  en  ciU  {'uiitM  parir  se  ton 
licncn  ion  Ui  Jiif;uícule»: 

.\mar  por  arle  mayar, 

f:wann¡tnlm  para  ti  cufrJo. 

Lo*  l^aift  Jt  San  Vitvnie. 

Kl  .Ifui'ln. 

^Urta  la  PiaJ-ut. 

\iuini  na  c4#  nn  k  ttvaHia 

Lit  Ptfiíbliea  al  rti-ñ 

t^  tUa  y  mtuerlt  Jt  lltroJm. 

La  fiama  M  alirar. 

tarimera  farir  Jt  Sunta  Juana. 

S^KUnJa  yarte  i¡<  Santa  Juana.» 

Suma  Jel  tviviltKi".  por  ilicx  4nm  i  Utar  de 
l^idnclKo  l.ucM  áo  AviU.  Madrltl,  a^  de  Julio<l« 
.6,S, 

ICrratai:  tV.ni  bien  y  ítelmccilc  impfcsa  ton  na 
otifiin»\.  IXid.i  en  Madrid,  ■.'de  Kiicru  de  i6]b. 
Lie.  Nurcii  de  U  Llana  > 

Tata:  A  ciMiro  y  m«dia  mrx.  etáa  pliCKO  do  \tn 
■17  del  lomo  <H  r».  y  19  mr>.).  F.ncro  <J  de  ifijft. 
HeipocÍMilocn  el  oficio  de  Jujn  nupejo. 

Apro^aeiAm  Miicilla  del  MieMra  Fr.  Francisco 


Buil,  Catlñeador  del  S%o.  Ollcio.  HMlrld.  jodu 
Junio  de  ifijS. 

tf<vi*r(<i  M  Vicario:  Madrid,  J  de  Julio  dg 
.6j5. 

.-i  priAÍ  jcirtii  Jt  O.  PeJro  CaUerñn  Jr  la  Horca. 
■Muy  Podi^roxo  scAor,  Pof  niaiiiljdo  Je  V.  A.  he 
viíf)  el  libro  intiluUdo  Ouinla  piiríf  de  lai  &■ 
meJi'ií  del  Mho.  Tiaio  dk  .Molini.  recogidas  por 
1>.  Francisco  Lucat  de  AviU.  en  lai  quale^i  no 
hallo  con  que  dJMiene  de  nucüira  Sania  Ve  y 
buenu  Goifanit>re):  antes  hay  en  elUí  mucha 
cradiciAn  y  ejemplar  docuioa  por  la  tnoralidad 
<)iie  tienen  en>:orrada  ca  su  honesto  y  1  pac  i  Me 
cntríKnimiento,  cfcios  lodo*  del  inf(<ni(>d«su 
autor,  que  con  tanut  tniiciirA»  de  ciencia,  virtud 
y  religión  ha  dado  que  «prohcndcr  A  loi  iiua 
JCKdinof  iinliarlc.  No  tiene»  inconvt-nieiito  para 
Imprimirse  y  a*i  podrd  V.  A.  dar  lu  ikcncia  qu« 
pide.  I^sio  ct  RtI  parecer.  £n  Madrid,  A  tO  ilo 
Julio  da  lAj}.— Üon  fedro  Calderón  d«  U 
Barca.* 

l>n/¡ealnria:  <Ei  un  opl|V.  da  MarcUI:  cl  *  del 
lib.  4.*)  trndticido  f>  ffl«|or  adaptado  en  doi  M- 
ctmu  pofTiaso,  sin  nufiir  lntar¿*  ni  aplicación, 

a/1   tí  tolo. 

•.SoAor  padrv  me  dijo  que  le  buxCiL%c  en  U  li- 
brería de  lu  c.itle  de  Toledo  en  U  tienda  4lc(;niln 
en  mi  Cuarta  pitrie,  y  que  te  lUinabits  et  Señor  J 
ti  tolo:  f  irgun  lu  Mflai  creí  el  mismo. 

■Yj  pu«5.  que  di  contigo  hai  de  ubcrijucyo 
tengo  (coiDO  »u  liijo)  en  nombre  luyo  porqua 


LlíVItt 


COMEUIAS  DE  TIRSO  bE  MOM.NA 


Tuvo  en  v)  presente  por  aprotNidor  a\  joven  y  ya  insigne  autor  dramáiico  ri.  Pedro 
Cjtldcrón  de  U  Barca,  quien,  en  lérminos  de  stmpálica  modcslta,  como  que  se  excusa 
de  censurar  (aunt^ue  por  deber)  las  obras  del  viejo  maestro,  á  quien  ensalza  y  gloriüca 
sobria,  pero  dignamente. 

Y  es  ijimbíén  de  interés  no  escaso  el  prólo^to  A  li  tolo,  porque  nos  descubre  cuan 
meditadas  eran  todas  las  innovaciones  de  Icngiiaje  y  estilo  que  TiiiMi  adoptó  en  sus 
obrís.  Censuráronle  sus  coetáneos  la  costumbre  de  lormar  verbos  de  sustantivos,  y  é\ 
se  defiende  así  de  este  como  de  los  demis  neologismos  con  la  libertad  de  creación  ó 
adaptación  en  los  idioma^.,  siempre  que  redunde  en  su  ventaja,  ya  abreviando  el  ((iroó 


Su  mrd.  aiuUun  acuptdocn  repartir  en Tidia» 
cuanto  itin  «mlMrJic  de  iv»  cicoc  i  mienta).  Ad' 
viriióme  te  diicie  Je  tu  p*ric  que  en  Sexto  lomo 
<de  qoe  j«  xeriora  nudrc  esti  preñida)  te  cuni> 
pürÍR  lox  briiidit  que  en  h  Cuarta  le  hi>o:  que 
entre  timo  no*  úy.ftmot  Ini  dos  J  lolaideunot 
bobartoBcs,  cicateros  del  grjiceio,  que  hurundn 
prous  Jnipreut  aI  tmoaado,  discreto  y  leído 
Don  l-'rancitco  de  Quevedo  para  los  panuitot  de 
MIS  ¿«medial,  ignoran  que  nuestro  Idioma,  c<hi 
lo  que  connituriliza  de  \a.%  oirs*  lengiut.  ya  de 
la  Uiiria.  de  qoUn  es  hijo,  ya  de  Ib  ariblf^, 
griega,  loicaoa  y  hmaiea,  (tk)  viene  á  tener 
caudal  copioMde  voce*  y  xinñnomoii;  y  que  ya 
to*  Coroniítai  no  llaman  al  socorro  de  mtintclD- 
Bes  y  comida  sino  contoyct  y  1  los  basiimentoí 
firr«i.  l'an  peiaroioi  eiUIn  c.tiot  lingunoi  de 
que  se  aproveche  nucttra  lengua  de  laxqucon- 
quist*iJis  son  su5  súbditu  que  not  oci^nniD  i 
que  mdíciemoi  que  liana  en  tax  sitií^  quieren 
sei  los  ¿meo*. 

•  [)iri]lcs,  puet,  i  lot  tale*  que  «te  tfrraino 
pítralfl«e»  aTiiiquIiinio  en  Caiiillaycl  deducir 
lo«  verbos  de  lot  nombres  con  común  en  loa 
l¡raiiiiiii:»s  (cuya  liita  los  ha  excluido  porque 
ion  antípodas  de  Amonio  de  Nebriga)  y  que  se- 
gdn  erto  el  p4r\ilel.tr.  que  tanto  les  escuece,  úg- 
iiifica,  t\a  perjuicio  del  estilo,  asimilar  dos  cohs 
óniscon  Íg«Bld«d  y  proporción  Un  justa  que 
no  tos  eairañe  ta  diferencia;  y  que  nos  ahorremos 
de  lodat  etasaarandajas  de  circunloquios  cuando 
en  un  solo  vocablo  bailamos  signi6cación  pro- 
porcionada J  nucMro  intento  sin  ofender  nial 
Jüilfíto,  nt  al  común  modo  de  liabtar  de  nuestra 
patria,  pues  ni  te  anteponen  ni  poiponon  los 
verbos  ni  adjeilios, 

■Pero  note  enicndcrln.  aunque  se  lo  difias; 
porque  cojean  dct  entendí  ni  i  en  lo  y  no  Mben  que 
la  c<Ji'ca  <i  eid(Vl|uto,  satitfechoi  de  que  entre 
Us  almohadillat  y  mecas  se  auioríean  cocí  acha- 
car 1  wilor  padre  que  te  viste  de  voces  huéspe- 
da*, en  cnyoi  r«s*ios  UitM^an  (este  vocablo  va- 


ya i  conicmpUci&n  de  su  deacatabradura)  que  i 
hacer  caxolos  lebreles  de  los  gotqucs  caseros 
que  loi  ladran,  nu  fuera  difícil  conurk»  uní  leu- 
nía  de  diaparaiet  en  la  substancia  de  sus  eacri- 
los  que  es  pecaí  de  cuatro  costados  contra  el  en- 
tendimiento: V,  fur  llamari  los  coches  ruitcAo- 
resdelos  ramlltetes  d«  Provincia  (tales  se  lo* 
depare  su  necedad  í  las  almohadas,  cuando  tm- 
gan  jaquecas). 

■Decir  que  nuestros  antípodas  son  lo«  que  tie- 
nen debajo  de  nuestras  plantas  tus  cabcaas  de 
modo  que  anclan  de  colodrillo  y  llevan  las  pan- 
torrilUs  en  el  aire,  imirenquí  buenos  latinos  y 
quí  bien  eniiendcn  las  sicnlñcicionct  del  anfi  y 
del  pt.t-pr.ioi,  délos  nominativos! 

■Vendernos  que  un  vaUenic  luchando  con  un 
jBvJn  le  congojó  de  modo  que  soltándole  com- 
pasivo, necesitó  salir  nidiRdo  por  el  piélago  de 
su  sudor:  que  en  la  cirrcta  de  un  Plramo  se  des 
avecindó  de  la  herradura  de  un  briddn  un  clavo 
y  voló  tan  icjro  que  ya  es  estrella  en  el  octavo 
ñrtnamcnlo  pira  lucir  el  conionanie  de  cMvo  y 

I'orque  un  coDionaaic  obliRa 
i  lo  que  UQ  bobo  no  pierna. 

>V  unUs  civilidades  i  esta  trata-,  que  i  air«" 
verse  i  despi.i«arlas  alguno  dieran  en  que  enten- 
der á  lodos  los  pañeros  de  ScROvia.  buen  prove- 
cho les  hagan  y  con  ellas  este  dístico  que. Marcial 
remite  i  los  que  se  alaban  de  que  de  ninguno 
dicen  mal,  y  los  estrados  y  polleras  los  desmien- 
ten, va  como  su  madre  le  parlA.  porque  en  latín, 
no  entendiéndole,  rio  les  para  perjuicio;  y  e>  el 
78  eplgr.  det  Libro  lil. 

D* mall«  lutririi  nulll  melidIcU  (Arllt) 
fhiMor  Jil,  (tiigiid  le  lamen  tii4  mal*. 

■SeAor  .1  (ÍMf'i,  dígales  todo  «to  4  no  le»  diga 
nada,  que  estin  en  et  hospital  de  los  predios,  y 
quMese  con  I>ioi  haxia  que  mi  padre  y  úl  asegun- 
den vidas,  iícj 


COMROIAS  DE  TIRSO  US  MULIKA 


LXIX 


ya  díindo  i  la  exprestón  vit;or  y  cxitctitud.  Un  estudio  completo  de  las  novedad»  filo- 
lógíc?üdc  Tii«so  creemos  que  oírcccria  no  poco  ínteres  para  los  inteligente::  y  aíkto- 
nados. 

Oe  las  comedias  de  esta  quima  parte  solamente  Jos  fíguran  en  Autofís:  son  Amar 
por  arte  mayor  y  Sfarla  ¡a  piadosa,  umbas  muy  buenas,  como  es  sabido.  Las  otra* 
diez  van  en  el  tomo  II  de  esta  nuestra  colección  novi'síma.  Kn  ella,  donde  tam- 
bién incluiremos  un  completo  y  razonado  catálogo  general  del  teatro  de  Tiaso  de  Mo- 
lina, daremos  sobre  estas  comedías  a]};una;  curiosas  noticias  que  aqut  serian  preiiia- 
luras,  pues  no  van  los  [cxto<i. 

No  se  desprendió  Tm^o  con  esta  publicación  de  todo  lazo  con  la  poesía  dramitiica.  ^ 
Todavía  en  i6S8  borrajeaba  una  comedia  cuyo  asunto  era  la  lundación  del  reino  de 
Portugal;  comedia  cuyo  car^icter  guerrero- religioso  la  singulariza  entre  los  demás  de 
este  ingenio,  así  como  el  aspecto  histórico  que  pretende  darle,  en  consonancia  con  los 
estudios  y  lecturas  que  entonces  absorbían  la  actividad  de  su  mente.  Por  eso  ofrece  inte- 
rés la  nota  ñnul  con  que  autoriza  la  composición  y  estructura  de  su  drama. 

«Todo  lo  tiisional  de  esia  comedit  se  hk  sacado  con  puniualidad  verdadera  de  muchos  atiio- 
res,  anii  ponuKueMí  como  ;:aiiellanDf:,  e^p«cialmenle  del  Epitome  ti)  de  Manuel  de  Fjirla  y 
Souia,  parte  icíccra,  capitulo  i,  en  latida  delprimcro  conde  dePoriagal  (pág.33o),  D.  Enrique, 
y  capitulo  II,  en  la  del  piimerorey  de  Portugal  (pig.  3iq),el ptr  Wum,  ítem: del  librillo  en  la- 
tín iniilulado:  De  tvra  Rtgum  Porlugaliat  Gcntalttgia,  su  autor  Duarie  Nuflcx,  jurisconsulto, 
capitulo  I,  de  Hnrico  Poriugatiae CmniU,  folio  a,  rf  capitulo  ii  de  Alfonso  primo  Porlugaliae 
R<g€.  Tolio  3.  Pero  esto  y  todo  lo  que  además  de  ello  contiene  esta  rcprcicnt ación  se  pone,  con 
su  autor,  á  los  piesdeU  Santa  Madre  Iglesia,  y  al  juicio  y  censura  de  tos  <)ue  con  caridad  y  su-, 
ftciencta  lo  enmcndaien.  Ki)  Madrid,  i  fl  de  Marzo  de  i638i,--Iíl  Makstro  t'K.  GAUtist  Tku.ki.»  , 

Esta  iiltima  comedia  de  Tjrso,  auiógrala,  al  menos  desde  la  hoja  novena,  se  con- 
serva con  la  debida  veneración  y  estima  en  la  sección  de  manuscritos  de  nuestra  Bi- 
blioteca Nacional  (a). 


XV 


Suevos  honores  Je  Tinso.— .4rfí<í(  á  ias  Mutas.— Muerte  de  Moníalbán.— Obras 
históricas  de  Téllez:  La  /Uitoria  general  de  la  Merced  ( i639-i<Í4o). 


El  P.  Felipe  Colombo  ri^istra  en  su  crónica  el  nombramiento  de  Maestro  &  favor 
de  Tirso,  en  estos  tifrminos:  «Rn  i3  de  Hcncro  de  16^9,  se  admitió  un  Breve  de  Ur- 
bano VIH,  en  que,  á  titulo  de  cronista  general  de  la  Orden,  se  hacía  Maestro  á  Frai 


(O    Es  et  Epitome  de  búlariat  partvguftiit, 
lillfa  muy  ctirioto  Je  Manoct   Fjrla   y    Soutn, 


tmpríso  en  Madrid   tCaS,  a  volúmenes  en  ,f.* 
())    SipfaiurA  l'i'-fiíyaniigua. 


LXX 


COMEnUS  HE  TlItSO  t>E  MOLINA 


Gabhicl  Tblleíc,  con  las  exenciones  cfae  tuvo  el  M.»cstro  Ramón,  y  por  es.o  se  le  di 
el  lu^Ar  inmediato  i  Ioí  Padres  Mucslros  M  número,  excepto  el  M<iesiro  Orio.  por 
cuanto  estaba  expuesto  y  conririnaJu.»  V  en  Octubre  del  mismo  año  se  reunió  un 
Capítulo  provincial  en  (iuadalajura  pjira  la  ejecución  y  cumplimiento  del  anterior 
Itrcvcd). 

Esta  dignidad  de  Maeí.iro  nu  serta  en  Teolofíia,  porque  la  lal  era  grado  que  se 
adquiría  cn  las  Línivcrstdade».  sino  m<fs  bien  puesto  inuyclcvadofcomoqiiecxif^ra  un 
Breve  pontificio)  cn  la  Orden  de  la  Merced,  acaso  necesario  para  obtener  el  máximo 
de  General, 
/'  lloRorss  y  carf>os  con  ejercicio  alciaron  ya  para  siempre  ú  Téllre  del  cultivo  de 
la  poesía:  asi,  que  sólo  de  cunndo  cn  cuando  hallamos  ya  versos  de  circunstancias  en 
algunos  libros  que  salieron  á  luz  entonces. 

A  principios  de  1 63i>  compuso  dos  décimas  destinadas  á  I  lorar  la  muerte  sentida  y 
prematura  del  Dr.  Juan  P¿rcx  de  Monialbin,  &u  grande  amigo,  y  se  estamparon  cn  el 
florilef;io  potftico  que  con  el  ti'tulo  de  /^grimas  panegiritas  recoció  todos  las  demás 
composiciones  alusivas  al  triste  suceso  (aj.  La  de  Tkllkí;  dice  asi: 


A  la  mal"i;ra.tii  muerte  ¡Mtiticbír  J»a*  Píref  dt  ^imUlMn, 
ti  Licenciada  'Tima  i>r,  Molina. 


Alan» nares,  -¡t  WMieita 
cn  ikmpre  aleare  horüonic 
li  Apinipe  Je  (u  monte, 
U  CdM.ilia  Je  tu  vega: 
yn  i  iiicgor  Apolo  Ik);*, 
pQri)uc  sea  su  arrebol 
<il  hahU  aqui  PUuio  eipjilol, 
i  quien  hlxo  el  Pinito  ulva) 
Monulbiln.  mtitiíe  Jel  A Ita, 
Ul  Alba  pjra  Ul  »ol. 


Águila,  i  la  e%Scn  lunia 
(ti  iftven  cisne  pritnefo 
caniAcii  lyniitrcon  lloincri) 
vof4  con  mU  una  pluma. 
Na  lernas  que  le  <on»ui>ia 
la  envidia,  que  nn  podrd. 
(i  elern>£ÍnJote  cali 
(pueblo  qae  auieiile  <)«  it) 
ia  Para  (•trfuiaqui, 
y  £1  parii  lodoiallá. 


Y  poco  posterior  será  otra  ddcima  escrita  para  el  elogio  del  Condestable  de  Portu- 
gal, vencedor  Je  Aljubarrotu,  en  la  Vida  y  hechos /lenñcot  de\  mismo,  compuesta  por 
itodrifío  Méndez  Silva  i*  impresa  en  1640  (3). 


<í)  IJtgrimtii  pi.iAei;lríciu  <l  /.i  ttaiF'^na  mrirr- 
Itáel  n''^»  po'l^.t  tv-'l-Ko.  ¡Miañe  Uoclur  luán 
Per«%  Hf  Mantaibon.  Clfri/co.  l'raUtfn:  i  A'uM- 
rio  Je  la  Sania  Injuíüíían:  natural  .Ir  hi  Impe- 
rial ViIIj  de  MaJt'M.  I.larajat  1  t-ertida'  p'-r  lot 
mal  lluUre-i  Inutniot  df  fitpaña.  Itetni^idat  y  pv- 
Hicadat  par  la  tttnJiMa  dtligentia  del  Ucanetado 
don  Ptdrtí  firande  de  Tena,  m  miu  .ifiei'-itaJo 
ami>i>.  Madrid.  Imprenta  del  Reln->.  MDC XXXIX, 
en  4.* 

t,a  Aprobación  (l«l  P.  NJaenoesdc  la  de  Fe- 
brero de  i6jS;  el  priviteitio  tic  1  .*  de  Mareo  y  l»% 
erraui  y  um  de  5  y  A  de  Scpiiembrc. 


Sobro  iNopoeUf  loaran  la  niemori.i  del  (trande 
ami|;o  V  ilixclpulodc  Lope.  BmpiMJn  tai  po«tÍaii 
COI!  una  del  Principe  de  K-iquilache.  y  al  lolia  16 
vuelto,  eiti  la  de  Tílíkí. 

(j)  Vida X  htehot  hfi-oieo%  del  gran  Cándala- 
ble  de  l'ortug^jl  D.  Ñuño  A  Ivartj  Perey-ra  Cande 
de Hareelot,  de  Ouren  de  Arrayolnt,.,  Par  Ho- 
drigo  Mendti  S¡li-a  Lutiíatit.  Ato  de  164a.  Coa 
pririlegio  íteal  en  M.4  p;r  la.'  üaneht^  iKvuftr  de 
i'.'  ctelln  mercader  de  librot.  ".',  1'/  h,  prrtic.  y 
laH  foliadas.  A  la  vuelta  rcplie  la*  tenas  de  la 
impresión. 

Deipu¿i  del  piivjtegio,  lau.  n probaciones, etc., 
lleva  la  dcdlcaiotia  del  autor  i  D.  Luis  Mdndu 


COMEDIAS  DE  TIRSO  DE  MOLINA 


LXXI 


En  la  rapidez  con  que  Tirso  procedió  ii  imprimir  las  cuatro  iiliimas  partes  de 
sus  comedias  adivinase  el  Jtihelo  de  terminar  pronto  con  tales  asuntos,  para  conver- 
tir su  atención  i  oirus  empresas  más  conformes  con  sus  híbiios,  y,  sobre  toJo,  exi- 
gidas por  carfío  que  desde  t63a  vcn^a  dc&cmpcrtando. 

Encerrado,  pues,  en  sti  convenio  de  Madrid,  empcxó  en  iftS/  ú  componer  su  ifh- 
toria  general  de  fa  Merced,  ú  que  varias  \ecci  nos  hemos  referido  (i  J-  ObeJotfa.  ade- 
más, los  mandatos  de  los  superiores  de  su  Orden,  como  el  mismo  dice  en  la  introduc- 
ción: «Mandóme  todo  un  Capítulo  general  que  prosiguiese  con  la  tercera  parle  do  esi^i 
historia,  las  dos,  primera  y  secunda,  que  el  P.  M.  Fr.  Alonso  Kcmón,  coronÍM«  ge- 
neral, dejó  impresas...  Obedecí  al  punto,  con  pariiculeír  ileleitc  mío,  sin  perdonar 
casi  un  día,  en  todo  un  año,  que  divirtiesen  otros  desvelos  los  de  este  asunto...  y  fuif 
Nncsiro  ScDor  servido  qtie  la  pusiese  lin,  comcnitando  sus  sucesor  donde  los  dejó  mi 
antecesor,  que  fueron  en  el  año  1870  hasta  el  presente  de  i63S.»Sin  embargo,  ya  por 


de  Maro;  luc^  «I  prMogn  y  mía  caria  que  dciJe 
FbnilK  envió  «I  auior  l>.  fttnehcn  Manuel  ilc 
Mclo;  tonctodcti  FadriqíiciU'IJmar*.  liíj»<Jel 
Coiidc  de  Vil Inf rama.  annolO  lUt  l>.  Fraiiciiico  dc 
Sou;  XADClnden.  Roilrlgode  Mcnexci,  hiífi  del 
Conde  lie  Cjxuileda;  xoncto  de  t>,  f^rancisco  de 
Ac«vedo  V  .\taide-.  ilécimide  ti,  OuiiC're  Mar- 
qués d«  Carcagí:  íonetn  de  l>,  (Jabricl  llocdiigel; 
«onelo  de  Barlolomf  t'ebo;  xoiicio  de  Aniunio 
KwrJbino;  .lilví  del  t.icencUJn  !l«i[iiii|;>^  Mariiii 
Kerii.lnde;!. 

At  r<)l.  7]  cmiiicuin  las  (KiMlat  en  loor  del 
Condcvl-ihlc  con  In  *lÍr,L  Mtl:«ri><>7'iatu  ui  MriLi 
•ií\M  ttpuhrn   iífl  gran   l'nnJetlubU.i  ffila 
Ji«.\ 

Maimnkf,  H«rni(ad 

ti  prniliKio  qur  rKonilíK 

eon  c.u)x>  rtrmpln  aJinirti» 

al  valer  )  i  U  picilad, 

eti4  1  M  frljcid»! 

<|uit4*  U  p4tria  rl  rNtlo; 

dM  nu«Toi  bflocs  al  citln, 

á  Ij  snbtrl»!  c»l-ria, 

Jiidcnia  )'  r«in<i  l  tu  ainijto, 

y  uo  xtnXa  mil  al  <'.arincla. 

Siguen  sofldot  de  Sor  Vinjanie  del  Cielo.  An- 
innio  l.Ap»  ilc  Vv^i.  irot  octofos  de  D.  P.  Cal- 
derón, díciinnií  de  SolU  y  l-'clipeOoitinu,  loiieio 
de  Hojní  /nrrilla.  cpiuiin  Je  Luti  Vüle»,  m/1* 
versoí  de  Gaspar  de  Avila,  Moreio,  Matot  y  oifot 
d<  menor  nombre,  fonitsndo  todo  una  eipecie  de 
'.'aneinnrro, 

( I )  Híttari.1  fsenerut  ,lt  la  nrdtñ  4t  Nra.  S.*  d« 
lat  ucrcvJ<i ,  H«Jnu,hn  dt  ciiWí*vii,^r>iii«vu  p,trtt. 
VaKHtJi*  liU  rU.uy  uictva  Je  i-enle  y  ncbo  jUdM- 
tnit  li«ner,ilti,  JetJe  el  primero  que  fue  tiro,  gto^ 
rUiíu  /üitJaJnr  y  Patriaren  S.  Pedro  iVof.rsr» 
hOMU  ti  rltimo  Je  Int  ffrfvtuot,  por  el  Jiicarto  Je 


yit)  íiiío».  Eieríbtu  lamhien  en  rifa  /.'  parir  f4i 
M.fd)  de  muehos  i.iat'Ax  martiret  y  Cnn/Vaom 
Helifíiotai  Virginet  Varanen  emlitentet  en  h>dit 
Kfiern  Je  Mrat  y  virtud^  yur  flnrecltmn  en  íoi 
.tlclnn  ahat.  <:omi>Tetí'\  prtr  el  f.t  Sl.o/r.  Oalriel 
Tellef,  Coromüa  Oeiteral  ileel  dkho  Ordea  de 
«ra  Señara  de  U  McrcrJ  R  ■>«  de  cauliHtM.  tit 
Madrid  d  entorte  df  Uieirmire  de  ei  anna  di 

'S.W. 

\'M»  Techa  corresponde  úiiicanientc  al  día  en 
que  orro  que  no  fui  ToM  pufn  la  portada  at 
toma;  porque  .il  lio  de  ¿I  dice: 

■AcabAso  cu  gmb  «':1d.t  del  mrinaMerio  re.il  Je 
nra  Sra.  de  Mi  Mcrccilct  Redcmpnn.ile  dutiuni. 
du  Madrid,  i  cinco  di.it  del  met  de  t'elircrodcel 
•lío  16 j'.'.  por  el  .M,"!'!'.  tiabriet  Ti:lli-x.>iri"ii4>) 

"íogundd  parte, 

lUtíoria  general  del  Orden  de  S.  S.  de  la*  uer- 
eedet  fí.on  de  ctfniii'M.  í.'  porte.  Contiene  lat  vi- 
das  y  f  Kicaoi  de  catorce  matitrot  genérale*  dnde 
el  vigéüma  "Clavo  que  Jae  í/  ' ."  de  Int  de  »¡  lía- 
Merno  limiltidn  dea  S  •iri'u  Aiiil.i  el  4t  ea ijae k 
diújin  detU  3.'  pitrie.  Referente  laaitieri  en  ella 
tatmdat  Jt  min-lt'>t  lienvMde  Dinr.Sanelatyrmi- 
HeHM  i'H  l.etrat  y  n'>trr¥an<ia  y  mm'llai  Heligio. 
sai  prrfeclíiimai:  tid'u  hijtft  Jr  eJ  dkh-i  iirJetl. 
Ciimpivrli'  fmr  rl  I'.  ^l.'Jr,  i¡atriel  Tellej,di- 
roMisla  geHerat.  l-^n  Madrid  J  fnt  ,1»  de  Utr^o  del 
itiío  de  ííijfj).  * 

Al  ña  dice: 

<Rn  e«tG  Mnnaxleho  de  Madrid  A  i.|  de  niclein* 
br«aío  ■■>39,  por  el  M.~  fr.  ijabríe:  T^IU'i,  Ijo- 
ronísu  General  de  Ij  orilcn.*  Lleva  mi  ririiia. 

MinusCdio  nrif¡ii)al  y  autcVijrafo  en  i  inliiine- 
oe*  en  folio  de  41 7  hujai  el  1.*  y  ^hr>  d  tc(>iiiidn 
con4nii«aiii  foluir.  iHibliotecn  de  la  Acadtniia 
de  la  Hitloria:  Ms.  E-16  y  17.) 


Ljreii 


COMEntAS  DE  Tinso  DE  MOLINA 


dar  unidad  á  su  trabajo,  ó  porque  no  le  pareciese  bien  la  obra  del  anterior  cronista, 
que  habia  tenido  muy  mal  despacho,  comenzó  de  nuevo  A  escribir  la  historia,  desde 
su  fundación,  y  rehizo  la  parte  ya  compuesta. 

Terminó  ta  primera  parle  y  tomo  el  5  de  Febrero  de  1639,  y  dos  meses  después 
empezaba  la  segunda,  i  que  poma  tin  el  día  de  Nochebuena  del  mismo  año. 

Csii  escrita  esta  obra  en  estilo  rápido  y  el^ante,  quizá  más  de  lo  que  conviene  á  la 
seriedad  yaplomode  una  crónica;  no  precisa  bastante  los  hechos;  omite  muchos  de  im- 
portancia y  acaso  tenga  otros  defectos  de  composición,  que  un  detenido  estudio  com- 
parativo con  otras  de  igual  clase  y  el  conocimiento  profundo  de  la  materia  puedan 
arrojar;  pero  no  creemos  merezca  la  desdeñosa  censura  que  le  aplica  el  P.  Colombo  al 
decir: 

«El  M.  Fu.  Garriki.  Tfci.Lrz  escribió  dos  tomos,  diciendo  que  era  ol  desvelo  de  dos  año». 
Coco  lietnpo  es  para  cohordlnar  noticias  de  mis  de  cuntrucicmus.  Pero  no  habiendo  para  ello 
visto  mia  autofM  que  al  M.  Vargas  y  i  Corvera  en  la  Vida  de  Santa  Ajarla  de  Cenvtlón  j  el 
brevísimo  /Vontudi-to  del  M.  lloil.comoconnctJi,  licmpolesobrópiralaobra.Miit  ha  de  treinta 
años  que  voy  trabajando  »ta  culiuta  y  cada  di>  se  ofrece  nuevo  trabajo,  habiendo  en  lo  estu- 
diado aún  mucho  que  estudiar  de  nuevo»(3). 

Que  TÉLtcr  había  visto  más  fuentes  que  las  que  señala  el  P.  Colombo  no  hay  ne- 
cesidad de  .isegur.irto  desde  el  momento  que  se  propuso  perfeccionar  los  dos  enormes 
tomos  del  P.  Remón.  impresos  en  i6t8  y  i633,  y  que  teniendo  &  su  disposición  los  po- 
peles de  todos  los  archivos,  siquiera  por  decoro  del  cargo,  los  habr^  examinado  con 
mayor  ó  menor  detenimiento.  Además,  el  mismo  Téllkz  estampa  en  su  fniroduceión 
estas  textuales  palabras:  «Revolví  papeles  antiguos  y  modernos,  leí  autores  y  crónicas 
impresas  y  manuscritas,  busquí  noticias  de  archivos  y  depósitos.»  Y  más  adelante 
afSade:  «Paciencia  y  tiempo  ha  &Ído  menester  para  ojear  manuscritos,  construir  letras 
que,  ó  por  la  mucha  senectud  ó  por  lo  ya  no  usado  de  sus  caracteres,  se  dificultaban; 
pero  todo  lo  sazona  el  gusto  de  la  obediencia.»  Si  esto  hizo,  como  no  hay  por  qu¿  du- 
darlo, claro  está  que  la  escasa  erudición  que  su  historia  tiene  obedece  al  propósito  de 
escribir,  más  que  una  crónica  autorizada,  un  compendio  histórico  de  lectura  fácil  y 
agradable. 

Otra  de  las  obras  históricas  del  Maestpo  Téllez  compuesta  por  esta  ¿poca,  y  de  la 
cual  tenemos  noticia  por  la  mención  que  de  ella  hace  el  mismo  autor  en  la  dedicato- 
ria de  la  Cuarta  parle  de  sus  comediases  la  Genealogía  de  la  casa  de  Sáltalo.  Cilanla 
tambitín  cl  P.  Ilarda  y  Alvarez  Ikcna,  añadiendo  <}ue  fu¿  impresa  en  Madrid  en  1&40, 
en  folio  (a). 


(1)    Colohm:  Cr^n.,i(A.  8.— Smiiidio:  Nw»oí 
dato*,  plg.  7 1 . 


(>)    T.n  \*  BiHiotKa  de  Prtnckciuu  no  ligura 
ene  libro, 


C0MRI>IAS  DK  tirso  UE  MOLINA 


l-XXlll 


XVI 

Últimos  años  rfe  la  vida  de  Tmso  dk  Molina,  Comendador  del  couptnlo  de  Soria.— 

Su  muerte  en  164/f. 


Segün  las  curiosas  noricias  que  i  D.  loné  Antonio  A.  Bacna  comunicaron  i  lines 
del  siglo  XVIII  los  Mercenarios  del  convenio  de  Madrid,  Tinso  fué  nombrado  en  »)  de 
Septiembre  de  iG^S  Comendador,  ó  sea  superior,  del  de  Soria. 

De  su  vida  en  los  cinco  años  anteriores  no  tenemos  por  I10)'  la  menor  noticia. 
Debía  de  llevar  bien  los  setenta  y  cuatro  de  su  edad  cuando  no  temió,  al  ir  i  sepul- 
tarse en  el  convento  soriano,  el  clima  crudísimo  de  aquella  rej^ión  inhospitalaria. 

AIK  residió  hasta  el  tin  de  sus  dfas,  quizd  sin  venir  más  á  la  corte.  FA  convento  de 
la  Merced  de  Soria,  lundado  i  lines  del  siglo  xtv  (13S7),  tu¿  reformado  hacia  1478,  y 
sus  religiosos  permanecieron  en  el  de  San  Martín  h.isia  la  exclaustración,  en  iS3S. 

La  inscripción  del  retrato  que  hemos  copiado  al  principio  de  esta  biogrofía  nos 
Informa  que,  si  el  P.  Tíllíü  se  olvidó  de  todo  trabajo  literario,  no  así  de  ornar  y  en- 
riquecer la  que  ya  había  de  ser  su  última  residencia.  Fabricó  el  retablo  principal  de  la 
iglesia,  los  colaterales,  un  camarín  y  otros  adornos  que  en  el  siglo  xviii  se  velan  aún 
en  ella.  Procuró  adquirir  alhajas  y  ornamentos  para  el  culto,  y  en  todo  lo  dcmiSs 
atendió  i  la  buena  dirección  y  administración  del  convento. 

E\  notario  de  Soria,  Abad  y  Crespo,  halló,  hacia  iti83,  una  escritura  de  carta  de 
pago,  olorgadaen  3  de  Octubre  de  1646  por  «el  Padre  .Maestro  Fhav  GAUHteu  Tíllez, 
Comendador  del  convento  de  Nuestra  Sefiora  de  la  Merced  de  esta  ciudad»  iSoria),  en 
ta  que,  á  nombre  de  dicho  convento,  confiesa  haber  recibido  i.yao  reales  por  la 
limosna  de  i  .000  misas  dichas  en  ¿I  en  sufragio  del  alma  de  un  cierto  O.  Francisco  Lo- 
pes del  Río(i). 

Bsta  es  la  última  noticia  que  tenemos  de  la  vida  de  mtesiro  fraile,  si  se  exceptúa  la 
de  su  maerle,  ocurrida  en  el  convento  de  Sori,)  el  u  de  Marzo  de  11148,  á  los  stlenlay 
seis  atios  y  cinco  meses  de  edad  (3). 

Ningún  escritor  del  tiempo  nos  ha  conservado  noticias  de  su  muerte;  nadie  lloró 
sobre  su  tumba;  olvidáronle  los  poetas  madrileños,  bien  es  verdad  que  ya  cslabs 
muerto  para  el  mundo  hacía  muchos  anos.  Fué  sepultado  en  el  convento  de  Soria; 
pero  nuestras  bárbaras  luchas  políticas  han  hecho  desaparecer  sus  preciados  res- 
tos (3). 


(i>  V.  La  Hmtrjcíó»  Eifmlhla  y  Aiittrleaiía 
de  Mayo  de  18H]. 

(1)  InMr'poiAn  d«l  mnlo  pertcnecltnic  al 
con  rento  de  SorU. 

(j>    Lacoffliiión  nambr]d4«n  iRfiV  p«ri  ínau 


gurarel  frutlrido  l'axieñn  .V.in*nnii(,  hinonlgu- 
iM«  avef iguaciones  «n  Soria  en  binen  de  Ijt  ccni- 
XA*  del  MiiiTcn  Tikio;  pero  lAlo  adquirid  ti 
irlMe  con  vencí  mienM  iiue  MtAn  p«cdid««  pan 
siempre. 


LXXIV 


COMRDIAS  OS  TIRSO  DE  MOLINA 


Los  papeles  de  T¿LLRZ,  en  que  Itabi'a  coineüiu»  autógrafas<ii.  parece  que  vinieron, 
des|>u¿s  de  su  l'allccimicnto,  al  convento  de  Madrid.  Pero  tfste  ■l'uc  demolido;  sus  mo- 
mdoreti  pas^dot  á  hierro  en  el  liorrible  día  del  Carmen  de  i!s34.  y  sobre  el  solar  Ue  la 
que  M  casa  de  Tihso  se  alza  iriunlanlc,  como  simbólico  monumento  de  b  cultur.-i 
proD^resisu,  la  csiaum  del  gran  desamor tizador  Mendiztlbal,  balitante  por  si  sola  para 
altuycninr  i  las  Gracins  y  á  las  iMusas  que  anidaron  en  el  alma  de  Tr,  Íjarhiri.  T¿- 
LLE)!.  (^ida  époc.1  licne  las  );randes  hombres  que  merece,  y  los  lionra  y  fcsieja  como 
puedcu  (a). 


XVII 


Editores,  colectores,  biógrafos  y  críticos  modernos  de  Tibso  he  Molina. 

>  Muerto  Tmso,  murieron  también  sus  obras.  <;omo  la  mayor  parte  quedaron  iní- 
dilas,  sobre  ¿stas  se  precipitaron  los  relunditlor^-s  Je  la  w^unda  miíaJ  del  sij;lo  xvii. 
eomo  hicieron  sobre  aquella  parle  de  las  de  Lope,  que  padecieron  t(;ual  infortunio,  y 
djlndolas  como  suyas,  condenaron  al  olvido  el  nombre  del  que  las  habí»  dado  ser  y 
forma. 

>  Por  los  arlos  de  1733  y  3.)  reimprimid  alguna-'  Je  las  que  tigiirab-in  en  los  cinco 
lomos  Icftitímos  de  Tibso  cima  D.'  Teresa  de  i'nwnán,  que  tenia  lonja  de  comedias 
en  la  Puerta  del  Sol;  pero  no  dio  ninguna  nueva,  ¡lorqtNí  no  lat  conocía  Asi  y  todo, 
esta  tentativa  de  rehabilitación  cayó  en  el  vacio,  ó  poco  menos.  V  hi¿  preci'ws  esperar 


<i)  Aunque  tn  iri  C«tilngn  /tnim/flieo  t¡tntn\ 
yrKüfirjittn  do  TinMi,  ijup  piiblu-.ircnios  .il  prliici* 
pío  ilnl  M'gUTidn  lomn  ilc  oUt  iv>rtif<Ii.i«.  h*!  <1iirA 
nnlicla  imltviiiu.il  de  miUi.  comn  en  evM  bi«)-(.i- 
fjd  hC'innt  ido  cu  pee  i  lien  ii  do  Ut  que  rl  mismn 
■uEor  fué  dando  il  lux.  {inndrcmn»  aquí  lamliif». 
sin  diacmirln,  la  IJtia  de  Ide  que  i  til  noinhrr 
G^unn  en  oi»:i  citecciniiei  (S  luelut^ 

Kl  llyrUJ'ir  Je  StvU/j.  (F.n  divefui  coJccctO- 
netdeMlc  1630.) 

La  Jírmeta  <n  ia  hcrmotur«.  (Pane  37  valcn- 
cMiu,  <<M&') 

Deuit  Tolato  ilUatlrid.  (Parte  26  de  nnM, 

Amítr  p^-r  teiiat.  (P.  17  de  fdctn,  1667.) 
La  vrntur.t  cu  ef  itdmlrre,  (ídem,  ld.> 
Kl  Cáb-tliem  Je  Uraeia.  (V.  31.  16C9.) 
Lj  KiiitN'ra  tle SaiM«fto.  i^.  ]].  tftjo.} 
fin  Hadridy  rn  rrii«  ta*a.  (P.  3S,  1671.) 
StielUo: 

!.{•%  tattann  áe  UitJrid. 
lUtliKo  ¡oit.  Cúnir;.  iMs.) 


Lmi'mJrín  ft.tii.ín/ern, 

fial>lit.lmf  rn  rnfr.111.f1>. 

í  7  Imnmtn  Mrrvimtenl". 

I.ii  hy*  ■''  '<**  '■■•'ihiiidf. 

/..)  ftiía  .Ir  Irif  enúm'»t>éa%. 

fintea  da  lurf;a  da  i/'"»  r\V(t. 

Santa  Juaitii:  j'  F.íriFA'\u^f<efth) 

No  inctulrno*  cu  exU  liitii  /:/  Nfy  ti,  /V.ír>>  cn 
uadrid  I,  el  tnjant-'H  d<  tllíieat,  porque  el  seili>r 
Menéndex  y  Pelaio  lin  rec.ilMdo,  i  nueMro  ver 
con  buenos  nuonei.  la  propiedad  da  la  comedia 
par»  Lope  de  VeRi  -V  favo*  dfl  Tiaso  no  liabla 
mil  pretunclAn  que  la  d«  <l|;uraT  Imprcfta  en  uim 
coleccti>ii  antigua  que  contiene  tambiín  otra  obrj 
iaya,  peroinon>br«  de  l.npe.  y  la  npini^o  de 
Itarixenbascb  que  la  Incluya  en  ta  fíib.  de  Auto 
reí  etfañotet,  opinlAn,  ün  enibarK»,  abandn- 
nida  por  fí  míi  adelante  y  vuelta  en  favnr  de 
L'ipc. 

(a)    Mtnf.Kí'tt  1  l'm  A\n:  Ftta.fíui  de  erlliea  íi- 
Afi^rtá.  Segun.U  terie.  pifi'  >6D- 


COHKniAS  DR  TIRSO  DE  MOLINA 


txxv 


todavía  otros  setenta  años  y  i  que  el  público,  cansado  de  los  disparates  cómicos  aple- 
bcyados  'le  Coniciia.  Zabala  y  Moncín,  asi'  como  de  las  frialdades  clasicas  de  lo<: 
afranccíuidos,  empezase  á  ver  sin  disgusto,  y  mutiladas  6  refundidas,  algunas  comedias 
<lc  nuestros  grandes  autores  -intinuos.  no  ya  Calderón  (que  nunca  hab/adeíado  de  ser 
popular  y  conocido  en  la  csccna>,  ni  Morcto,  Solísy  CaAi'zares,  slnocl  inn  maltratado 
Lope  (k  Vega  y  el  resucitado  Tiiiso  tu;  Molina. 

Un  literato  eminente,  aunque  de  modesta  clase,  pues  no  era  más  que  apuntador  en 
el  coliteo  del  Príncipe,  refundió  con  acierto  La  ViHana  de  ValUfas,  Por  el  sótano  y 
el  tonto,  fktn  GH  de  lat  caí^at  verde»  y  otras  que  no  llevan  su  nombre,  porque  su 
trabajo,  en  realidad  corto,  se  redujo  il  suprimir  pasajes desvergonudosú  escenas  poco 
necesarias  para  el  desarrollo  del  argumento.  Tuvo  Solís  imitadores  en  esiA  tarea,  loa- 
ble hasta  cierto  punto,  y  el  nombre  de  Tirso  comenzó  á  salir  del  olvido  dos  veces 
secular  en  que  yacía. 

Vino  luego  D.  Agustín  Duran,  gran  apóstol  de  la  libertad  crítica  y  aficionado  A 
nuestros  antiguos  dramáticos,  como  á  toda  la  antigua  poesía  popular,  y  uniendo  la 
predicación  con  el  ejemplo,  comenzó  ii  publicar  con  el  título  de  Taüa  eif>añolú(  lü'iw 
una  colección  de  obras  dramilticas  de  Tmso  dk  Molina.  Desgraciadamente  no  dio  d  la 
estampa  más  que  el  tomo  i,  que  contiene  tres  comedias  1 1 1  y  dos  excelentes  juicios  de 
La  prudencia  e»  la  mujer  y  h'l  condenado  por  desconfiado  y  algunas  noticias  bíogri- 
licas  del  poeta. 

Pero  el  impulso  estaba  dado;  y  al  mismo  tiempo  que  unos,  como  el  librero Ur lega, 
reimprimían  las  obras  de  nuestro  poeta,  con  líiscretos  aunque  superficiales  juicios 
sobre  sus  comedias,  escritos  por  buenos  liieratus  como  L).  Fiflis  f-jiciso  Cjistrillón, 
O.  Manuel  Itcrnardtno  fiarcia  Suelto  y  D.  Manuel  lüluardo  Gorosiixa  (2);  tarca  en 
que  acompañó  A  Ortega  el  editor  D.  V.  Grimaud  de  Vclaudc,  sin  ilustraciones  de  nin- 
jna  clase  (3),  comenzóse  también  á  investigar  algo  de  In  vida  obscura  del  traite  que 


<0  Talla  nf/añnU,  d  eiUnei'-u  de  drámat  drí 
anlinun  Aub-o  npitiini,  nr.lfaaJay  itv^'pilíhla  por 
/>  AtttttfH  l>ur.ÍH.  Tomn  I  (único  publtCtdA). 
MititriJ,  Hutebi'i  Aguado,  íA.í/- 

H*  iniiri)uilU.  Corréelo*  y  bien  imprcus  puMi- 
1:6,  con  dn»  iuicini  obrí"  t.a  prttJfnfU  rn  tu  niuifr 
y  A'í  enmí^naJ"  yar  itftcaiiJttiJo,  csia*  irw  ^inne- 
diat; 

Li  prudraci*  «n  li  muFtr. 
Pilibfu  y  plumit, 
Kl  prtttaiíitaír  il  irttt. 
(»)    t'onudiai  neogUat  del  Uautr»  Tino  de 
M"/iM'P.  U-idrid.  Orttg^y  Comfüñía,  illtC-iK_i4. 
■t  vtil(.»n  S.'  ronlientn  i^  coniedlai,  con  un 
fJMmtntiiiieo  *t  fin  de  (tda  una.  I.ns  ttxtoi  ton 
muy  poco  t<(;uroi  i  IncoiiipUios. 
Toa*  i     fJ  rtrKAiKMo  «o  l'ilacia. 
Kir  *i  túiiuo  y  el  lorno- 
Ctlof  toa  celoi  m  euf  iit. 
Don  Ctl  de  Ié(  cjIim  xrdei. 


Tmia  >/.    Bl  »nnr  y  el  imitud. 
L>  mujtt  pi>r  lu«r>a. 
Amir  por  rai6n  -Je  Kttidn. 
I.a  hurtlB  >ie  lutv  l'Vnindit 
rumo  III     '\n>'  por  *efi*(- 

S  o  lia  y  peor  tunlú  .. 
K.Hcirmien(ni  pafj  (leucr-lu. 
1.1  cJecciún  puT  1>  tirluil. 
Tumo  IV.    'Vtrlf'  ct  dar  en  un*  cota. 
I.a  romera  ile  Sanlia^. 

{%)  Tt>an>  ttpaA-l.  íiadnJ.  ti,  P.  tMmaud  de 
Vtlatult.  tHsj. 

1 1.'  ?.n  lomiiiM  suolios  publlcA  nclin  comediat, 
<on  un  ftribado  a\  frenlc  Jt  ci<Li  una;  i,  enir# 
elUt,  laiicuDtri>dc'nNiO(|uc»i)tu«n: 

tletile  Tolcilo  i  Madml. 
Lo)  btlcnntt  de  MitlHit. 
El  prclenilienic  al  refti. 
En  Madrid  y  en  una  «ata  (tttno  tt  ¡tajatt. 


txxvi 


COMEDIAS  DE  TIRSO  DE  MOLINA 


(an  lindas  comedias  habfa  producido,  distinguiéndose  en  estos  primitivos  y  loduvi'a 
rudimentarios  trabajos  el  ameno  escritor  de  costumbres  madrileñas  D.  Ramón  de 
Mesonero  [Romanos,  que,  .'i  In  vez,  retundió  con   notable  gusto  varias  obras  de 

TiNsotí)- 

Otros  fueron  á  la  vez  editores,  biógrafos  y  críticos  del  fjran  poeta,  todo  en  la  po- 
bre esfera  que  entonces  emli'ciioó  posible.  Asi  dio,  en  ií438,  á  conocer  en  Francia, 
D.  Eu(;enio  de  Ochoa,  al  creador  del  tipo  europeo  del  D.  Juan  (a)¡  y  con  más  brío  y 
suliciencia  el  insigne  tlarttcnbusch  (i839-i843)  la  colección  mis  rica  y  mejor  ilustrada 
que  hasta  entonces  se  había  hecho  de  ningún  dramático  del  siglo  xvii  (3). 

No  citaremos  entre  los  promovedores  de  este  gran  movimiento  de  rehabilitación 
y  desagravio  al  que  lo  pudiera  haber  conducido  mejor  que  todos;  porque,  hombre  in- 
saciable en  ei  acopio  de  dntos  y  materiales,  tollos  sus  peregrinos  hallazgos  y  descubri- 
mientos permanecieron  ocultos  hasta  hoy  mismo,  que  por  mi  conducto  reciben,  antes 


(i)  Don  (U(n4n  de  Mesonero  Romanm,  re- 
fundió  (con  muy  eicaux  altcracionct)  tas  coinc- 
diaí  Amar  iror  stHM,  IVnfurj  leJí  tiint.  hijn.  La 
dama  dtl  olivar,  con  el  titulo  de  torrnja  l¡i  ,it 
Eitertuel,  ioJai  ircx  en  1N16.  j  fueron  reprcMn- 
tailAt  en  los  leatroi  público». 

Rn  iMj7lc)'(VCT  el  Al«neo  dv  Mjdríd  un  dit- 
eurto  críft'o-i  sobre  T^ilci. 

Rn  el  .^cuijiurr'i  pintorac»  le  csludiA  de  nuevo 
en  s<t  llnt^H*if¡  Sitl'irito  Jfl  teatro  i-i/M>'ru/(ig44>. 

Rn  i^M  pubUcA  un  tomo  lituUdor  Ttrto  dt 
Sftitina;  cutniot,  fákulai,  dtKripiiann,  diátogoi, 
mdximaty  itp<4effm»*,  tpigramai  y  dicho*  agud«í 
rtíogidi/i  fnuiíibrat,  con  un  Diieurso  critica 
(Madrid,  1848,  «.*,  plgs.) 

Una  S<-tícia  iio^-rttfi^  en  el  tomo  45  d«  li  Bi- 
itiotrca  dt  \utiint  Ktpjñoltt,  «I  principio. 

(>}  Tmoto  del  Italro  tt¡níñol  detdt  tu  nrigrii 
¡aña  de  ijCS;  haita  nufttras  día»;  arregtadn  y  di- 
viáidit  en  evatrn  trartft  p<ir  Ü.  E.  de  Oekoa.  Partt. 
fSjS. 

i  iol%.,  i.'  francíi,  con  reinlo*.  R1  tomo  iv 
contiene  de  T\ti*o  tai  cuatro  grande*  coined>a>: 

l.(  ptudencl*  ea  li  muicr. 

tlon  GIJ  il«  I»  c*li»i  i«rdei, 

El  RucUJor  lie  Sevilla. 

Li  Imiu  (otmorada.  Man*  ti  piído». 
(J)     Teatro  «ttugido  de  Fr.  Oattití  miej,  en- 
nucido  Con  el  nomftrí  del  Maestro  Tino  de  Molina. 
Madrid,  Imprenta  de  Yenet.  1839 1  1841, 

11  volt,  en  K."  mirquitla.  Comprende  )3  co- 
medU*  j  «iiracto»  y  notii:l4«  de  Mttt.  Al  6a  de 
cada  uQa  hay  un  ¡uicio  del  colector;  en  el  tonto  x 
T»  Id  apologU  del  l>i'(,'oiiiOíO,  una  buena  m- 
troducciOn  en  el   1.*  y  la  biogralla  <)ue  DurJn 


pHWcntu  Taliii  espínala  y  alRunat  noiieiatde 
csia  clase  en  el  3." 


Tamo  1." 

La  Titlina  <Ic  li  S*j)ri. 

Mam  li  rUtloM 

AmorT  Cdcx  hi<cn  JitcrclOt. 

rano  •* 

PalaUrai  y  pluma*. 
La  mIou  di  M  míimi. 
Privar  contra  su  kuiio. 

Tomo  j.' 

Don  Gil  d<  lit  cali»  verdea. 
Kl  ctloto  prudente. 
VfDiuti  te  H  Dio*,  hiio. 

rom»  4." 

Kl  amor  r  ct  amittail, 

1, a  gallega  Maii-llccoáoilci. 

Na  hi)  peor  to[>)o„. 

Tomo  S» 

1.1  huetli  de  Juan  Vtttitniei. 
t:i  cuiijio  del  pciitt  que. 
t)a\tn  e«IU  otorita. 

Toma  «,• 

L*  prudeoci*  ea  la  niu|er. 
La  villana  dt  Villecai. 
Amar  por  riJOn  de  Katado. 

Tomo  7.° 

AveiígOelo  VirdiL 
Dc*d«  Toledo  i  Madrid. 
La  brmcii  en  la  acrmcsura. 

Tomo  «." 

Amar  por  icAaa. 

Kl  prcicodknte  al  rci^a. 

El  amor  nédico. 

Tomo  y.» 

Celoi  can  ctloi  te  curan, 
líalo  (1  >]uc  r>  Bi(«elar. 
U  MelaotOllDo. 

Tana  la. 
Toma  ti. 

Por  (1  «Otioo  y  el  toroo. 

Kl  T«rftaato*o  en  Palacio. 

La  T«ogaaiad«  Tanut. 

Del  carmiKo  el  pelan  cotat^a. 

Amar  por  arla  mijror. 

XI  ooniaenado  por  dcacan  fiado. 

Tomo  II. 

Kiiracim  y  aianiaa  de  lat  iirmát 

COMEDIAS  DE  TtllSf>  l>K  MOLINA 


I.XXVII 


de  salir  á  lux,  el  aplauso  respetuoso  y  admiruuvo  con  que  todo  español  <ivbe  saludar 
el  nombre  inmortal  de  D   Uariolomé  ¡osé  Gallardo  (i)- 

Pero  otros  j{raniJ<:s  cn'iícos  habían,  sobre  la  base  de  la  edición  primera  de  I  lurt- 
zenbusch,  (techo  estudios  muy  estimables  del  teatro  de  Tikso  dk  Mouk*.  Al  frente  de 
ellos  marcha  D.  Alberto  Lisia,  que,  por  m  parte,  trajo  aljjuna  joya  nueva  al  tesoro  en 
formación  del  poeta  madrileño  (3).  Y  por  igual  senda  fueron  D.  t-'ranctsco  MartmQz 
de  lu  Rosa  í'i).  D.  Francisco  Javier  de  Burgos (4)  y  D.  Antonio  Gil  y  /árate  <?). 

A  dar  nuevo  pábulo  á  este  estudio  vino  en  i>Í48  el  ya  mencionado  Hartzenbusch , 
con  la  segunda  y  más  copiosa  colección  de  obras  de  Tinso,  reunida  para  la  gran  lii- 
biioleca  de  Autores  españoles  (6). 

En  la  misma  liiblioteca  se  estudió  y  dio  á  conocer,  aunque  mit  t«rdc,  á  Tirso 
como  escritor  de  autos  sacramentóles  por  González  l'edroso  (7). 


(1)  CaltardOi  qae  pMcyó  el  minuicríto  de  li 
cORiídÍB,  l>OT  no  canocitb,  de  Tinsd  La  p«t\a  de 
/o«««iiiN'>ritif>M,  ta  proponía  pubticarta  con  uoa 
biogcsIU  (l«l  aaior.  P«tJió  ambas  caías  en  el 
naurriKioqueen tlGuaJitqtiiiir  pidecieruD  ta\\ 
lodo»  sus  papeles,  el  cílebre  día  de  S«n  Antonio 
de  1X13,  cuRndo  liuy^id  Cidií  precipiudaincnic 
el  Gobierno proviiiunal.on  cl  que  Gallardo  lenla 
al  empleo  de  bibliotecario  y  arcliivero  de  Ui 
Corle*.  i'oMeriontienit  reliiio  casi  todo  lo  rela- 
tivo I  blogiafU  en  papeleíai  aueliM,  como  hemos 
lenldo  ocflSÍ6ii  de  apuntar  en  el  texto.  Eaia*  pa- 
peleíax  no  tardarán  en  ver  U  lai  pública. 

(a)  Don  Alberto  l.isu  iraió  de  las  obras  de 
Tiaio  en  doi  diitintai  nciiiones.  1..a  primera  ta 
unas  lecciones  de  liitioria  del  tiatro  espaflol  que 
explicó  en  el  Ateneo  en  1K37  y  se  publicaron 
p^ilumai,  en  18J3.  con  cl  Inriicio  titulo  de  ¡jx- 
íiona  de  literatura  rtpaAola...  por  t)  M^trli' 
Litli.  MaáriJ,  luiprenta  df  íi.  Jatf  RrptiÍta,Lt- 
bitrla  Jt  Cunta,  i85j, 

1  vol).  en  8.'  de  34S  y  >9fi  pigs.  Lo  mis  nou- 
ble  de  ellas  leccíonet  ion  aleunoi  expreaione* 
criticas  en  favor  del  ñnrladarde  Sevilla,  que  con 
oirat  sotas  tres  obraü  de  Tinso  examina. 

Mayor  importancia  tienen  los  lyaTlIculos  sobre 
tas  comedias  de  Tiato,  contenidoi  en  el  tomo  11 
(pi^.  89-iSo)de  %<ii  Enuiyit  liítrariot  y  eriücaí 
(Sevilla:  Calvo-Rubio  y  Compañía,  t»44,  4."). 
Estudia  principalmente  el  Ieni;uaie.  estilo  y  «-crsi- 
Acaci6n  de  las  mismas,  con  exquiíitai  observa- 
ciones. Lista  fué  el  primero  que  UamA  la  atención 
acerca  de  la  comedia  Kn  Madrid  y  ía  una  cata, 
iBipre^i  i  nombre  de  Itojas.  aottcniendo  que  era 
de  haso,  cosa  hoy  indiscutible. 

(3)  En  el  Apéndict  tobrt  taCnmedta.  Otra» 
compUut.  tomoi.  París.  1845.  ft." 

(4)  En  ttn  articulo  publicado  en  cl  periódico 
k't  Laifrinlo.  Lo  reimprimió  llarixcnbusch  en 
tos  prelimioares  de  su  colección  en  Rivadencyra. 


(5)  En    au    hlaniiai   de   Ltíentíura.    H^iJrid, 

'«44. 8-' 

(6)  Coinediat  ncogUas  de  Fr.  Gatriel  TfHc^ 
iet  Staettro  Tirio  de  Molina)  fualat  en  eoleccion  i 
iÍHífradoí  por  Ü.  Juan  Ku/íeaio  líartirnbtnek. 
SljdriJ.  Rivadeneyra,  1S48. 4.*  ed.  estereotípica. 
XLiv-^aSpigc. 

Lleva  al  principio  un  breve  prólogo  del  colec- 
tor y  los  acilculoi  de  Itntán.  Mesonero,  uno  de 
los  de  Lista.  Burdos,  .M.  de  ta  Rosa  y  Gil  y  U- 
rata.  Un  breve  Catálog-  ratonado  de  Us  obras 
drtmiltlciis  de  Tiaso,  y  como  apéndices  la  3,* 
jornada  de  L''  ^ite  liact  un miinto  ta  MadriJ.U»ft- 
memos  de  una  impresión  de  £'f  fíey  li.  PeJr'i  en 
Madrid,  r  los  dos  juicios  de  Durjn  sobre  L.i  prti- 
Jencisi  en  l-t  mujtryHt  condenado  pordetcot^fiadn. 

Contiene  %(>  comadlas  que,  por  orden  alfabéti- 
co, son  las  si  Rulen  tes:  Los  amantes  de  Teruel.— 
Amar  por  arte  mayor.— Amar  por  raión  de  Esta- 
do,— Amar  por  sedat,- El  amor  médico.— i:i 
amor  y  el  amlsud.— Amor  y  celos  hacen  dÍKre- 
tos.— AverlitOelo  Vargas.— Los  balcones  de  Ha- 
drid,— F.l  Burlador  de  Sevilla.— El  castigo  del 
pcnf¿  que.— Cautela  contra  cautela.— Celos  con 
celos  se  curan.- La  celosa  de  sf  mitma.— Pl  ce- 
loso prudenic.— El  condenado  por  desconüido. 
-Del  enemÍRoel  primer  conMio.— Dcide  Toledo 
i  Mndrid.— Don  Gil  de  las  calías  verdes,— Esto 
si  que  es  negociar,- Kn  .Madrid  y  en  una  cata.— 
La  Rállela  Mari-IIernitndex.— -La  huerta  de  Junn 
Fernández.  — Mana  la  piadosa.— \o  hay  peor 
sor  do. —Palabras  y  |>lumBS.— Por  el  sótano  y  el 
torno.— l-:i  pretendiente  al  revís.— Privar  contra 
su  gusto.—La  prudencia  en  la  mujer —<.)ulen 
calta  otorga.— El  Rey  l>.  Cedro  en  Madrid  — L< 
veniuraconeInombrc.-Elvcrgonjtoioen  Palacio. 
La  villana  de  la  Sagra. -La  villana  de  Vatlecas. 

(7)  TomOLviiidela  Biblioteca  de  .tutores  A's- 
pañotes.  Contiene  los  autos:  No  le  arrienda  la 
ganancia  y  £1  Colmenero  difino. 


LXXVIll 


COMEDIAS  Ut:  TIKSO  DK  MOLINA 


En  vsiu  noble  cmproa  coaJyuvjiron  iilfjunos  escritores  cxlrnnjeros.  con  su  la- 
lento  y  erudición,  tutes  como  el  norteamericano  U.  Ticknor  en  ■m  excelente  tUttoria 
áe  la  íiteralura  española,  aunque  Tirso  no  sale  muy  favorecido  en  esta  obra;  el  be- 
nemérito alemán  A<lolib  Federico  Schack,  <(M  en  su  por  nosotros  ya  citadu  y  pre- 
ciosa Hisioria  dt  la  literatura  y  arte  íiramátki}  dt  l^s/Hiña  (i)  condensó  y  amplió 
los  trabajos  de  Duran  y  llartzenbuschespecialmente,  yconsu  criterio  expansivo,  ilus- 
trado y  verdaderamente  estético,  recabó  para  Tniso  todo  el  valor  ¿  importancia  que 
despuib  le  han  conccdidu  críticos  tan  esclarecido:»  como  sus  paisanos  J.  Leopoldo 
Ktct»(a)y  Adolto  Schaclfer  (3),  por  ciiar  sóloíí  los  más  eminentes.  Y  aunque  con  me- 
nos conocimiento  del  asunto,  los  francesc^íL.  Viel-Casicl  (4),  Philar&teChactcs[3),  AI- 
lonso  Koycr  (6),  Alfredo  Gassicr  (7)  y  oíros  de  menor  imporlancUi. 

La  bio^rafta  de  Tihso,  que  parece  liabís  sido  escrita  muy  á  principios  del  sí^lo  xtx ' 
por  un  compatlcro  de  hdbiio  {ü)  y  muy  poco  dcspuifs  en  la>  papeletas  bÍblÍOKráfíi.a>  de 
Galtardo,  progresó  muy  poco  á  causa  de  no  ser  conocidos  csios  trabajos.  Así  que  cuan- 
do cl  iluülre,  el  inolvidable  Itarrera,  reunió  en  su  uraii  Catálogo  del  teatro  esfMtiul  (9), 
todo  lo  que  se  sabia  y  lo  que  aportaron  su  erudición  y  diligencia,  pudo  ya  abrigarse  la 
esperan/.a  de  reconstruir  ¡ilnüa  día  la  vida  de  aquel  grande  ingenio. 

Kl  halla/^o  inesperado  del  famoso  retrato  de  Soria,  en  1(^74,  vmo  i  enriquecerla 
con  algunas  noticias  de  la  mayor  importancia,  que  condensó  luego  t).  Cayetano  Ro- 
scll  en  uiiít  breve  pero  sustanciosa  bio^trafín  de  Tirso  t»:  Molina  (lo). 

Deseosa  Ij  Academia  ICspañoIa  de  que  hubiese  una  buena  obra  acerca  de  Tikso  y^ 
su  teatro,  anunció  en  iSKí>  un  concurso  sobre  diclio  tcm;i,  que  sólo  dio  por  resultado,  ^ 
para  cl  piiblico,  el  notable  libro  de  crítica  de  D,  Pedro  Muftoz  IVna(it). 

Pocos  años  después  cúpome  la  Itonra  de  publicar  reunidas  todiis  las  indagactoiics 
recogidas  por  Barrera  y  Koscll,  con  otras  muchas  que  allegó  mi  curiosidad  ( 1 2},  y  la 


i*)  Schack  pabll<4 su  obiu  en  iN.)Si  pcronii- 
■  3!i4  liiKi  cii  Kraiti¿rnri  una  nucía  cilición  niují 
uflajldt.  V.iM  CK  U  <|uc  iraJuj»  en  iXHti  y  (1- 
{¡uicnlGt  IJ.  Kduarilo  de  Míer  en  5  voli.  K." 

(j)  Ka  cl  lomo  4.°  de  tu  lliítoria  dtl  drama 
eifaúvl  (pi£l.  I  n-iHi),  l^iptig,  T.  O.  Wtigel. 
't74,  4-''IRa  ilemln  >  llxjminA  lafg«mcnic  al- 
IpiíiOK  dctoi  principiíle.i  dranu». 

(]>  Hiit>ma  del  drama  nadinúl  riyañot. 
Leipiix.  '*?f.  a  »oI»,  4.°<ioioo  I  ",  plginas  jj'J- 

AmIIis  muchas  obru.  (f.a  alcmin.) 
<4)    üiuayo  totre  el  iM/ro  tifta^ol.  'Partt. 
i88t,3  tols.  «"(Son  arikulo5  pubticaJot  pri- 
iBWtt  en  In  'tirvuc  Jn  Oeiu(:V'"ula  tn  tS^o  y 

ii)  L^  Fr^HCf,  l'Hifaicu: el  t'll-tütitii  X^'Htti*- 
ttt.  J'arit,  i/ejj,  )i.*iHei<npfG*íón  dcsui£'iMlM 
*ufrr</.'>;><(i|>i,  publicados  en  1847, ) 

l<t)    Tr^doto  alguna»  comedias  de  T*k>o  (Pa- 


rí». iKCij,  ».')  y  CMrlfaíAHí»  llhiaría  uniívfal 
.Mleitti'".ent'  Wfn<»tn  H'd'arls.  i«G'J-7o,) 

<7)  Lt  TliAttre  csi>^ivií.  San  tiit  dcl*tir1ug4l 
rfí  Momo,  l'aris.  faul tUIrnJnr/.  iHgK,  4.*,  bl6 
pl|;t. 'V.  páj;*,  iii-ii'J.i 

(tt)  lU  P,  Kr.  Manuel  Marilncí  que  murió 
»rGndo  Obispo  de  Mál^Kaen  itja.  Iiat>l*.  tCfiAn 
dice  Mesonero  HoiiMnoi,  cxcriio  algunot  cuader- 
no* acercd  de  Timíd,  que  Mcionno  no  lia  viato 
ni  nftdicdopuüide  él. 

<V)  .M^rid,  ilU'io,  4.°~lil  arlkulo  T1U.K  eK 
la  bK'grafli  uiáieompleude  laj  publicada»  \i*%\» 
en  (un  ees, 

<  i  O)    £n  el  .1  ÍNiiiMfiK  J<  L»  llutíraei''ii  Ktpa 
lÍQléiyÁmerkaiM.  Madrid,  (^9.  en  Tolío,  conre- 
iralo. 

(ii>    f:i  Ttatrt,  Jtt  .V.n-*A^>   TÍnoJ<  MMma. 
Vílladolid,  iHSg. -t".  '■"H  pJus, 

(la)  Tir*<i  át  Slolimo.  IñixitinMionfí  iiv-H- 
MiOgráfitM.  Madrid,  ftfjij,  8.*,  »i  pi^. 


COMEDIAS  OS  TIRSO  DE  MOLINA 


I.XXIX 


ut)»facci6n  de  ocasionar  el  udmirubk  üflículo  tibiórico  y  critico  de)  r«y  de  U  erudi- 
ción moderna  (i). 

Y  al  afío  &i^uicnic  un  joven,  entonces  modesto  y  l)oy  ya  uno  de  los  más  notables 
eruditos  de  nuestra  i).icióii,  ampliaba  con  nuevos  i  importanlísimox dalos  mis  tnve>- 
libaciones,  como  x  ha  visto,  en  este  estudio,  con  las  rre«:uentc$  fckrcncías  ^uc  hago 
al  Sr.  Serrano  y  Sanz. 

Los  doce  afios  que  de  entonce»  acjf  han  transcurrido  nada  lian  irai'do  de  nuevo 
para  la  bioi;rat7a  de  Téllez,  aunque  sí  mucho  acerca  de  algunas  de  sus  obras. 

t;i  descubrimiento  de  un  texto  dctíconoeido  de  ¿,7  burlador  de  SnfUla  (i)  recabó 
la  atención  de  los  crílícois  sobre  este  tipo  dramático,  tan  lamoso  en  toda  Europa,  y  4 
él  con&aj;raron  notables  estudios  (parji  entonces)  O.  Krancisco  Pí  y  Margall  {3>,  don 
Manuel  de  la  Revilla  14),  D.  ("elipe  PicatoMe  (5).  D.*  Itlanca  de  los  Ki'os  {6).  1>.  Joa- 
quín liaüañus  y  La  Itúa  (7),  el  insigne  ncad<.'mico  Marqués  de  Valmar  (8),  y  como 
resumen  de  todos  estos  trabajos  y  tos  de  varios  extranjeros,  ampliados  con  las  propias 
indagactones,  la  eruditísima  monogrutía  del  Sr.  Arturo  E'arinelli  (<j),  que  es  por  hoy  la 
mis  completa  historia  de  las  evoluciones  y  translormacioncs  que  ha  sufrido  la  leyenda 
dramática  del  tiurlador  de  Sevitla- 

Sobre  las  fuenics  de  iC¡  condeiutdo  por  desconfiado  ha  versado  el  discurso  de  Ín(;reso 
en  la  Real  Academia  ICspañola  de  nuestro  ya  ilustre  compañero  O.  Ramón  M.  Pídal, 
adicionado  posteriormente  con  nuevos  datos  fio)  y  unos  profundos  arilcutos  sobre 
el  alcance  filosófico  y  tcoIá};ico  de  luobra  por  el  I*.  Norberto  del  IVado,  dominico  [11). 


1 1 )  EttuJitu  Je  eHlitv  {ittraria.  StflinJú  ftrie 
llaJiiJ.  /*j^í,  H*.  piÍRi.  iji-i'.i8. 

(il  C'iinediat  Ji!  Tirui  Je  Motlmii ^ ¡h  t>»Hfíiii- 
IUm  J<  Koíbv.  U.1J1ÍJ,  1S7//,  H* 

l,a  rcfuDiliciún  Üevi  el  llluln  de  7*>tM  klfg"  te 
lo  fiiit. 

(j)  Oixerrai'U>nc$  tobre  tt  Cilrifrtrr  Jt  Itnn 
Juan  Tenaria,  c«nio  prólogo  Je  b  abra  iiiitcrior. 
reimpreso  en  loi  opfitculoi  de  xu  autor  l>.  Kriiii' 
ciKo  Pi  y  Mjir(;iiII.  Crccmot  qac  Tué  lo  primero 
itlfto  seriD  que  te  escribió  cit  Hiiuíla  sobre  este 
icm*. 

(,()  \>m  *i\ííti\oi  en  La  ¡luttriich\H  Üipañt/lay 
Xmrrkaia.  ».'  ícmeiin-  Je  1S78,  pig»,  aSS  y 
iHi,  </  tuci;o  en  ¡iuü  Obrjt  completa*.  (lAtiriii, 
iMj.  ttlu.imi  ii'ftfíMrí'u,  pig,  ^jr.) 

(i)  í.'itii.ícii  /iftrrdríoi.  Don  Jaan  T<norh  yrir 
tí.  t-'ríitK  l'icaKMe.  .KhJiid.  tSg}.  B.',  i9f>  píg*. 
I'ltínuu  eterilot  Je  O.  í'etipt  Píeatatle.  uaJrid, 
iH'jí.i.'  V.n  ÍA  pá|t.  iV)  hay  un  atllculo  sobre 
/>««  Juan  r  ttit  intcrfrHet, 

(A)  Ooi  aniculoK  en  U  íSi/faia  uoJtma  (No- 
vlembrey  Diciembre <lc  iNKV), 

(7>  tíineiitx  JMrroth  Jt  la  leytnJa  Jt  Don 
Juan  T<Mitrio.  Sevilla,  iUsj.-l',  -jS  píg*. 

(S)    CoHlaUtció»  al  Ditcurto  de  D.  José  Zo- 


rrilla cu  aa  n^pcMn  nn  la  Acailcmia  tispjiftola 
--.MaJriiI.  iK!<!i.  .(.'ReimprcKien  las  UtmorÍM 
Jel-i  .icaJemit.  l-tiiio  »ii 

(9)  '0"'i  Oi"ni»ni  ^''tte  criliehe.  [loi  Ui^m 
urllculoicn  vt  Oiitrnalr  M"nco  dtlla  leaer-itunt 
imliana.  vol.  xivti(i896,  pi£s.  I  yaS4:  i49pd|p. 
en  í") 

El  Sr.  Farinctli  nos  par*cc  aljto  injuMo  en  su» 
apreciacione»  sobre  el  libro  de  I'ímIoíIc.  pues 
liaila  entone»  creemo»  eta  lo  mí»  copioío  sobre 
la  materia,  y,  apañe  de  algunas  di  vijieicione»,  bien 
rnionado;  Unlo,  que  el  nii^no  Farintlli  dMplá  la 
ditisíAti  CDpiul  quc,,l  mi  ¡uicioinruniladametile, 
I1Í20  aquél  del  cardcter  del  Don  Juan.  Mr,  de  Ma 
gnabal  liabla  ya  publi<:ada  en  Parfi.  cn  iSQj,  un 
etltidto  sobre  Ham  Juan  el  la  critique  apaganít. 

(10)  Madrid.  i'Jai.  Poiieriormenle el  Sr.  Me- 
n^ndei  l'iJjl  ha  publicado  en  el  ñoMín  hiif^inieo 
de  Burdcot.  Rnero>Ma»o  de  i!'o4  el  arlículo 
Udi  tfibrt  l.u /¡lentei  del  CondíatiJo  p-ir  Jetan- 
fiíido.  4.",  pigs-  3'í-4j.  Sobre  c»la  comedia  im- 
primió también  Revilla  otro  articulo  en  La  llitt- 
traei-m  Kspaá-la  y  .t»ierKun4  de  Junio  de 
I  «78. 

(11)  En  la  Ktviita  del  Saitlitimo  Rosario.  Vw, 
gara,  ii'04  y  i9o5. 


LXXX 


COMEDIAS  bE  TIRSO   DE  MOLINA 


El  gran  drama  da  t.a  prudencia  en  la  mufer  lia  inspirailo  un  notable  artículo  so- 
bre sus  futnlcsal  renombrado  hispanista  Mr.  Alfredo  Morcl-KalÍo(0,  y  con  anterio- 
ridad un  extenso  trabajo  crítico  que  apomparla  á  ^m  rcrundicíón  de  la  obra  hcclia  por 
I).  Knrique  l-'uncs(2|.  Del  drama  do  TéLL>:z  tambi<ífl  hay  una  rcrundtción  postuma 
de  ilurizcnbusch  (3). 

Tal  creo  que  ha  sido  hasta  hoj:  la  suerte  de  Tirso  en  la  literatura  (4).  Nos  lison- 
jeamos que  nuestra  publicación,  facilitando  el  examen  de  textos  hasta  hoy  poco  acce- 
sibles, dará  margen  á  estudios  más  perfectos  y  completos  acerca  del  ^ran  poeta. 

Para  que  no  se  busque  en  este  ensayo  lo  que  yo  no  he  querido  poner,  ni  es  obli- 
){ación  de  un  simple  editor,  diré  que  aun  cuando  no  sería  impertinente  el  estudio  crí- 
tico sobre  todas  y  cada  una  de  las  obras  del  Mercenario  famoso,  tal  obra  excedería 
con  mucho  los  límites  de  este  prólogo,  ya  harto  dilatado.  Solamente  el  trabajo  del  se- 
ñor Muñoz  Peña  ocupa  700  pájíinas  en  4.°,  y  versa  únicamente  sobre  las  comedías  (y 
aUD  no  todas)  contenidas  en  la  colección  de  tllvadeneyra.  Al  frente  del  tomo  se^tundo 
trii  un  extenso  Catáhgo  indmdual  y  ratonado  del  caudal  dramático  de  nuestro 
poeta  con  aquellas  noticias  y  observaciones  que  m^  tnten!^  puedan  olrecer  al  lector 
iatd^enle. 


(1)  BtuJei  sur  le  tMáIre  Jt  Tirso  di  HoÜna,  I. 
La  fnidemcia  en  la  mujtr.  Extniil  Ju  Bulleliu  His- 
raiiiiK  il'A  i-rlIStpIeiií^rt,  (ffou.  fíwrdtúwx.  Fmf 
eijitt.  i'jfío:  4.*,  54  pigt. 

(1)  La  ^ruieorl.)  cu  /it  m*ii*r.  Comfifía  dt  Hr. 
toát  Uoliit»,  it/itniltíji  tti  cuatro  aeloty  frtet- 
diltide Kn  ditcursú por  Knñqttr  Funn.  j.'íiíifíili, 
atrrtKiJa  par  ti  r^umiidar.  Santa  Cru¡  dt  Tcnt- 
rift.  Imprenta  rf«.i.  J.  •BentUf.  1S/I9:  4.",  i.ni- 

'77PÍÍ». 

(j)  l.a  prudncía  tn  la  mujer,  («madia  rn  tres 
¡orttadaty  Mis  euadrot,  eKrita  pnr  t'r.   liaMtl 

Ttílff,  «MtncMacon  rl  ntmbrtde  Tirso  dt  Uoii- 
na.  tte/unilida  por  Juait  Khicíhío  llart^tnbuteh. 

Hadril.Riifad.,  r^ui.  ll.",M4pJi;».  I.i  re  fundí  di^n 
le  representó  en  elitdirodcICircoel  lodcMajro 
de  18S8;  pero  quedó  iiiMitt. 


(4>  No  mencionamos  otros  muchot  (rabajos 
de  menor  iniportancis,  ya  porque  nada  nuevo  di- 
cen en  la  materia  y  ya  poriiue  no  aspitanioa  i 
hacer  una  biblio|;raria  completa  de  Ti»i«  k  Mo- 
Liv*  Cuando,  al  principio  Je  Cita  biografía,  diji- 
mos que  la  picccciía  Et  nacimiento  J*  Ttrm  era 
la  única  obra  en  que  nuestra  perwoa)C  lo  fuete 
literario,  olvidibamot  que  mucho  antes  lo  tiabia 
tacada  i  eiceita ,  por  cierto  de  un  tnodo  bien 
poco  airoto.  D.  I.uit  Egullai.  en  su  comedia 
l'na  aycñtura  Je  Tirso.  rcpreseolaJa  ea  iKJ5. 
Al  final  de  la  obra  cau  el  autor  á  Td-Lti,  nada 
menos  que  con  I),'  Feliciana  Enriquez  de  Gut- 
mán,  que  ditrrayada  de  hombre,  le  perdigue  en 
toda  U  comedia,  aí  mil  ni  menoi  que  las  anda- 
ricj^a.i  damaa  en  laa  del  celebre  .Mercenario;  y  con 
mayor  inverosimilitud,  pues  Tiaio  nt  ta  conoce. 


^^^^^^^^^^^V     III      ^^^^^^^^^^^^1 

^^^^^^^^^^^^^  A  P  É  N  D  1  C  E             ^^^^^^^^^^^B 

Poesías  líricas  incluidas  en  la  Segunda  parte  de  tas  Comediai  de  Tihso  ot  Molina.      ^H 

r 

Pondrán  tu  cuerpo  subijl                        ^^| 

»A  iin  patía  muy  fiaca  y  piejo,  aeonttiándale 

más  que  filos  de  machete,                           ^^| 
para  darle  sepultura,                                       ^^| 
en  un  bordado  tapete.                                    ^^| 

qae  »  mtura.» 

^m                  naviANCE  >!(  CONSOKAVTR& 

Mib  armado  y  mis  ulán                     ^^^^H 
due  un  valiente  miiaslete,                     ^^^^| 
desde  la  baja  esquinela                          ^^^^H 

^^^^H 

^^V          A  ti,  el  hombre  mil  lubtil 

que  tf,üi*  «le  hacer  tilete: 

hasta  el  encrestado  almete.                    ^^^^| 

con  vaií.  plíeiíUi»  en  la  can, 

Urna  de  labor  costosa                           ^^^^| 

<)Utf  de  un  obiipo  el  roqueie; 

á  tu  cuerpo  se  promete,                        ^^^^| 

A  li,  que  uart  el  juicio 

donde  csiís  mis  celebrado                   ^^^^^| 

puesto  siempre  i\  escudete. 

que  en  el  vino  está  el  luquete.               '^^^^H 

poitíUc  nu  quiere  ciiar  fi)o 

No  llegará  á  tu  sepulcro                   ^^^^1 
ninjtún  numano  nbete,                           ^^^^^^ 

en  barrenado  casquete; 

A  ti.  relevante  en  prosa 

en  subiendo  que  la  parca                     ^^^^H 

como  labia  de  bufete 

r'tií  de  tu  vida  corchete.                        ^^^^H 

que  daña  tu  munición 

-Muere,  poeta  caduco.                      .   ^^^^| 

mil  que  la  de  alquil  mosquete; 
A  '.1,  oue  tienes  el  casco 

porque  tu  cuerpo  se  quiete;                   ^^^^^ 
que  sin  remisión  la  parca                         ^^^^H 

mis  débil  que  su  copete, 
SKndo  veleta  en  la  ifcrra, 

lia  locado  ya  á  jarrete.                             ^^^^| 

siendo  en  «1  mar  gallardete; 

^^^1 

Olio  poeta  de  bien 

que  nunca  ha  pucito  bonete. 

De  un  amigo  A  quitn  eonfidó  tt  Autor,  para  ti^^^^^ 

pof  hacerte  algún  favor. 

Academia,  itnJt  noelie  de  ¡nyitrim.         ^^^H 

te  escribe  aqueste  billete. 

tstima  esta  cortesía 

ROVIAM3                                  .^^^^H 

para  ponerla  en  membrete. 

^^^^^H 

•  unque  leme  de  tu  ingenio. 

Seflor  s«crelario:  Anoche                  ^^^H 

que  íus  versos  no  interprete. 

ir  no  pude  á  la  Academia,                            ^H 

Dice  qtK,  pues  ya  tu  fama 

qoc  Diev<  y  lodos  obligan                            ^H 

a  lo  que  el  hombre  no  piensa.                        ^^M 

Fuime  k  ver  de  una  hermosura                  ^H 

lle^  ya  A  beber  del  Lcthc, 

que  le  dejef  sepultar 

en  el  nido  de  un  ariete. 

los  extremos  que  lo  fueran                         '  ^H 

Que  no  debe  ya  vivir 

á  haber  menos  que  lo  digan,                           ^H 

un  ingenio  tan  pobrete, 

ya  que  hay  lantoiS  que  lo  sepan.                     ^H 
Es  la  mujer  aijradable,                              ^H 

que  et  la  fábula  de  iodos 

y  de  la  risa  el  uinete. 

coyas  ventanas  y  puertas                            ^H 

Que  á  cualquier  pequeiSa  valla 

jamis  sufrieron  porfías                               ^H 

de  cuitado  se  somete 

y  nunca  escucharon  quejas.                        ^H 

por  no  tener  coitezón. 

Dase  i  lodos  muy  barata,                   ^^^M 

sino  miftadt  molicie. 

aunque  muy  cara  les  cuesta;                 ^^^^M 

Jamis  invocaste  musa 

y  si  no  es  por  lo  que  dan,                      ^^^^| 

sin  prevención  de  alcahuete. 

viene  i  ser  por  Ic^  que  llevan.                    ^^^^| 

y,  sin  ajruda  de  ami)to. 

Ma.i,  si  pur  la  variedad,                                ^^M 

lamii  hiciste  motete. 

es  naturaleza  bella.                                          ^H 

Cae,  amigo,  de  tu  buria. 

en  su  hermosura  es  Llsardc                         ^^| 

pues  eres  tan  mal  iineie, 

la  misma  naturaleza.                                 ^^^H 

que  scr¿  como  caer 
de  Valencia  el  Micaleí*. 

Teniendo  tantos,  no  tiene                     ^^^^H 

hombre  que  le  favorezca,                      ^^^^M 
y  así,  de  lo  que  le  sobra                        ^^^^| 
le  falta  lo  que  desea.                                ^^^^H 

Escoge  honroso  sepulcro. 

pues  yo  te  he  ofrecido  ticte, 
que  el  mis  humilde  de  lodót 
■  tu  vanidad  compete. 

Por  armas  tiene  un  botín                   ^^^^H 

con  una  ingeniosa  letra                       •'  ^^^^H 

COMEDIAI  OC  TIRSO  DC  MOLINA.— TOMO  1 

1 

^^^H 

LXXXII 


COMRDIAS  DE  TIRSO  DE  MOUKA 


qDcdke  en  Idra  valgan 
«Alejandro  d«  \í  mttma.* 

Con  étu  ful  tlscD  anoche; 
fuerte  fui  inoche  con  ísta; 
que  el  valor  en  la  calda 
nié  mis  que  en  la  rcsHlencte. 

Y  después  de  l<^^'alllado 
volví  i  caer  en  la  cucnu 
y  que  &c  pu<Í  Ib  causa 
del  daño  que  se  recela. 

Al  lin,  como  condenado, 
dando  K^ocias  por  ofensas, 
paguÉ  de  mi  propia  bolsa, 
i  mi  verdugo,  mi  afrenta. 

Esta  noche  no  he  dormido 
llorando  mis  fonaleías. 
pensando  en  lo  que  pasó 
)-  icmicndo  lo  que  queda. 

Rogad,  amigo,  i  los  cielo», 
si  os  o^cn  sus  luces  bellas, 

2ue  mi  icmor  sea  por  bien, 
por  menos  mal  siquiera. 

Y  que  de  tan  grave  culpa 
se  me  di  la  penitencia, 

ya  que  lo  pecó  la  carne 

sin  que  tos  huesos  lo  sientan. 

Y  puesta  imaginación 
en  los  tristes  aiormenia 
auD  con  aféelos  ñn^dos 
como  las  verdades  meunas. 

Va  que  padeico  en  la  mU. 
pudtendo  tener  mis  penas 
remedios  de  vuesirai  manos, 
no  es  justo  oue  »!  padezca. 

Respondcdme  y  consoladmc; 
que,  por  mi  desdicha,  crea 
que  en  sus  extremos  mayores 
ao  hay  mal  que  por  bien  no  venga. 

III 

BESPUBST*  *  KSTIt  ROfAKCE 

Disculpa  el  obedeceixja 
el  que  en  escribir  delinque 
i  versos  que  son  tan  doctos, 
con  ignorancias  liumildes. 

No  todos  usan  discretos 
d«l  sacro  humor  de  Aganipe: 
Dues  su  pilón  ya  es  patente 
i  caballos  y  rocines. 

Kn  el  cuartago  lenguaje 

2iue  mi  musa  me  permite 
porque  quien  mAs  no  merece 
no  ha  de  pedir  imposibles) 

Os  digo,  scfior  ami^o, 
que  vuestro  ingenio  lelícc 
hiio  falta  en  la  Academia 
del  claro  desdén  de  Clizie. 

Si  bien  estüs  disculpado 
con  el  rigor  insufrible 
d«  la  nieve  y  vendaba], 
que  una  hiela  y  otro  gime; 

Mas  quien  con  tanto  calor 
btisca  Lamias,  busca  Circes, 
pudiera  pasar  los  puertos 
de  Guadarrama  y  Bemblbre. 


Por  la  vista  relación 
hallo  que  gozar  quisisies 
empleo  de  ropería 
adonde  todos  se  visten. 

En  mesón  de  variedad, 
donde  huéspedes  s«  admiten, 
siempre  es  patente  la  estafa 
y  »emprc  expulso  el  melindre. 

Detenidos  pretendientes 
adonde  quejas  publiquen 
son  embarazos  de  calles 
por  quien  vecinos  r^istten. 

Menoi  escándalo  causan 
seis  ocultos  albañtret 
dlndoles  barro  á  la  mano 
que  no  un  público  cacique. 

Hizo  bien  la  tal  señora 
no  hacerse  uraña  y  diUcíl, 
que  en  estos  tiempos  modernos 
la  que  huye  no  se  sigue. 

Suelen  estas  mancebías 
con  brevedad  remitirse 
á  galicijis  experiencias 
y  no  se  ignora  el  origen. 

Todo  venéreo  baiet. 
el  timonero  que  ri^c. 
debe  lemci  el  escollo 
y  Buardarsede  la  une. 

El  vuestro,  que  anda  surcando 
mares  de  varios  países, 
para  conocer  ba]tos 
le  con\  iene  ser  un  lincc. 

<i)ueen  este  mar  de  Madrid 
hay  Sirenas  contra  L'llscs, 
sin  que  ta  cera  les  valga 
para  qu<  su  encanto  eviten. 

Hay  hurpias  que  i  las  otras 
les  pueden  dar  lalta  y  quince 
de  quxn  no  hay  presas  que  embolen 
Ui^as  que  son  tan  sutiles. 

Hay.  mas  ceso  porque  os  canso; 
y  i  esto  podréis  decirme 
que  al  un  no  hay  cuerdo  i  caballo 
ni  hombre  continente  á  un  brindis- 

Y  si  esto  es  ansi.  os  k  hago 
y  06  convido  á  varios  chiste» 
en  la  futura  Academia; 
pues  la  passada  no  fuistes. 

rv 

A  la  rfeiiMCÍÓB  de  •Pata  Gon^aio*. 

SOSETO 

Brígida  de  Rubiales,  que  la  gala 
De  todo  el  fregonismo  en  si  atesora, 
El  alma  inclina  al  talle  iquc  enamora] 
Del  lacayo  Gonzalo  de  Zavala. 

Rendirle  quierv  peclio  ó  alcavala 
Al  nii^O  Amor,  que  sus  hatpones  dora. 

Y  en  una  noche  en  que  seilala  hora 
Aguarda  al  que  ella  csuma.  s¡  ¿I  regala. 

Dlóla  A  su  ministerio  dcscmpeíío: 
Las  doce,  y  una.  del  rclox.  ha  otdo 

Y  v«  que  no  venía  su  icgato- 

Oyó  tas  dos  y  ya.  rendida  al  tueílo, 
diio  con  un  despecho  desabrido: 
[Ob,  cómo  pa^a  el  tiempo,  y  no  Oontalol 


<:OMCt>liU  DE  TIRSO  DE  MOLINA 


[.xxxm 


■  V 

i  una  9iti»  habiaiora  t¡M  callando  rtgtttraba 
á  un  galán  lo  que  le  patata  centudama  deule 
•Mía, 

KOIlANCí: 

Epilogo  de  los  liempt», 
almacén  de  las  arruftm. 
arcnivo  de  !ik  edadei 
j  uller  de  Iti  itlticia*. 
lnmemon>l  ponedora 
de  una  vula  que  madrukji, 
dtnic  el  iiempo  de  Noé.' 
i  ser  dt  much«s  injuiía. 
Azoie  de  im  demonios, 
polilla  (le  scpuílum, 
sslieadora  de  ahorcados 
y  contra  ios  niños  brují. 
Con  tu  larga  senectud 
ft)ue  no  te  parece  mucha) 
Sirra  &e  murió  en  agraz, 
Matusalén  en  tacana. 
Si  reii^nara  la  Parca 
d  oticio  que  ejecuta, 
por  tncxotable  fueras 
¡a  primera  en  la  consulta. 
Hn  lo  anciano  y  descarnado 
te  loca  el  ser  nusiiluta, 
pues  congregación  de  tabas 
en  tu  peileiu  m  juntan, 
¿yo*  swá  verte  en  un  cerco, 
cuandú  el  Cociio  conjuras, 
mo  zapatos,  patizamba, 
un  io>'sdo  pelirrubia; 
con  el  acebo  en  la  mano, 
que  descerraje  espeluncas, 
que  divierte  el  Cancetbero 
j  que  al  Flejeionie  enturbia: 
cuía  mándalo  obedece 
loda  la  canalla  inmunda 
como  i  miembro  de  su  centro, 
como  i  dueAo  de  su  íunas^ 
iQoi  Strá  vene  una  noche 
cuando,  i  las  doce,  desnuda, 
para  pisar  esos  aires 
le  valfct  de  las  unlurat, 

V  penetrando  bodega», 
brincando  de  cuba  en  cuba, 
tanto  chupas  sus  licores 
como  i  los  muchachos  chupas, 
hasta  que  en  solio  azui'fado 
el  torpe  cabrOn  adulas. 
t>etándote  aquellas  panes 
tan  cursadas  como  sucias.* 

Y  ^quiéo  te  viera,  |üh  vestiglo!. 
Milita  como  muda, 
desbalijar  de  las  horcas 
los  que  et  verdugo  columpia: 
pues  aun  en  bocas  cetradAS 
no  licncn  muelas  securas: 
aue  para  tus  in> endones 
oe  (US  ()uiiaicr.  tas  hurlas? 
Tú  forja»  las  icrtipcstadet, 
tú  lo%  elementos  turt>as. 
tu  los  );rantzos  congelas 
y  tú  desatas  lab  pluvias. 


A  fueraa  de  tu*  conjuros 
el  dia  claro  se  enluta 
y  en  las  más  peladas  peñas 
haces  que  nazcan  lechugas. 

V  con  todas  estas  fallas, 
no  me  ofende  ni  me  injuria 
tanto  como  ver  en  tí 

que  eres  habladora  sumí: 

que  el  truhin  mis  aplaudido 

y  la  monja  memis  xurda 

seri  mudo  en  tu  presencia 

y  ella  será  tartamuda, 

A  usarlo  contlnuamcnie, 

diera  i  tu  falta  disculpa: 

mas,  en  mi  daAo  callada. 

jquiin  ha  de  haber  que  lo  sufra.* 

Pues  el  silcntiodeíiicrra 

esa  lengua  vagubunda, 

no  en  ucasiOn  de  hacer  mal 

seos  Piligora  sigufa. 

Sólo  para  locutorios, 

donde  se  guardan  clausuras 

se  remite  á  los  oídos 

el  hacer  papel  de  escucha. 

Y  la  vinud  del  silencio 

no  es  bien  que  se  te  atribuya 
cuando  por  curmsidad 
veces  y  toces  renuncias. 
Ya  que  oyes  con  silencio, 
lenerk  siempre  procura, 
DO  desentierres  secretos 
que  nobles  pechos  ocultan. 
Pena  que  si  los  revela 
tu  lengua  vil  y  perjura 
de  la  manera  que  suele, 
vendiendo  por  vino  zupia, 
tremendo  castigo  aguarda, 
que  ya  mi  hgor  te  anuncia, 
sin  que  puedan  defenderte 
los  de  la  procita  turba. 
Con  legones  de  muchacho*, 
que  es  la  mis  inquieta  chusma, 
me  vengara  de  lus  ye;ros 
y  castigaré  tus  culpas. 

VI 
A  los  celos. 

SOKXTO 

Kmulos  del  amor,  celos  mestizos, 
linces  al  duAo  y  al  provecho  ciegos, 
que  SOIS  en  los  bucnornos  veraniegos 
y  sois  en  las  heladas  ínvefnixos. 

^Qut  mostachos  su  escapan  ni  qué  rizos 
i  quien  no  prevengáis  desasosiegos;' 
Si  azulos  os  piolaron  muchos  legos, 
los  cultos  05  pintamos  ya  pajinos. 

¿(¿lié  razón  liay  que  convenceros  pueda? 
Y  si  dais  confusiones  i  tropeles, 
jcómo  resistirá  daños(i)  atroces, 

pues  contra  el  alma,  celos,  que  os  hospeda^ 
moios  gallegos  sois  en  no  ser  lielcs 
j  mulat  falsas  sois  en  litar  coces? 

(■)   Eb  el  original  dlcf-  •como  rctMtifí  lio*  a4d 
auoiet.k 


LXXXIV 


COMEDIAS  DE  TtRSO  DE.MOLINA 


Vil 

Á  h,  cuando  ¡a  desterró  Juno  poniindola  lá- 
hanot  t»  la  cola,  tranformada  en  roca. 

L>  reina  de  las  diosas, 
d<  celos  la  ultcfcBban  picazones, 
coKquílUs  renenoMs, 
que  inquietan  mis  •jue  sarna  y  sat>añoDCS; 
aunque  Jovc  á  wi  pedio,  duro  en  celos, 
le  da  saiisfacción  por  caramelos. 

En  vaca  transformada, ' 
mira  i  la  que  es  á  olla  preferida, 
por  su  orden  guafdaUa 
de  aquel  que  en  muchos  ojos  tuvo  vida, 
con  ou^en  dcüpuñ,  Mercuno.  astuto  y  fiero, 
fué.  de  tnnioí  ojales,  boioocro. 

;t)h  tü.  Ninfa  encubierta, 
por  quien  mi  espow  olvida  su  rtmilia 
Idtce,  de  celos  muet ta); 
tú  eres  su  üe-ita.  yo  soy  tu  vigilia, 
y,  aunque  en  vitca  el  recato  ic  transforma, 
yo  me  tengo  los  cuernos,  tú  la  forma!. 

Tábanos  de  Sodoma, 
de  circulares  sillos,  sanguijuelas 
para  vengarse  toma, 
que  en  su  luga  le  soo  vivas  espuelas, 
pues  con  sus  aguijones  le  dan  caza, 
con  qukn  parece  perro  puesta  maza. 

Aquí  ul  sermáii  encajo, 
pues  f«  me  vino  el  cibc  de  paleii, 
tu  mordaic,  que.  á  d»i«jo, 
picaikcon  a)!ui|<'in  que  nos  inquieta- 
bl  curso  n»  repitas,  macho  en  nofít, 
que  ni  Bci  leodrds  gracia,  ni  alU  glofla.  * 

VIH 

A  una  tuscana  que  andaba  jíemprc  en  coche  y 
p€dla  á  titdot  para  dar  al  toíkero. 

UADHliUI. 

_jTrasanto  de  un  truhin,  ó  alguna  monja, 
debiste  de  nacer  i  ser  esponta: 
muchos  dudan,  mirando  cómo  andas, 
si  futsie  lü  primero  ó  las  demandas: 
los  Paier  nosKr  son  tus  devociones, 
porqtic  constan  de  sólo  peticiona: 
el  coche  en  que  haces  ruido 
i  un  maestro  de  hacerlos  le  has  pedido: 
por  eiuf*  le  sirven  los  cocheros, 
y  los  chImHos  son  de  dos  Archoros; 
«le  la  calle  Mayor  corres  la  costa 
con  más  daño  que  hace  una  langosta; 
que  i  pedir  andas,  siempre  lo  publica 
cara  mellada  y  mano  bacinica; 
pero  quesea,  yo  sufrir  no  quiero 
el  santo  por  auien  pides,  el  cochero; 
que  dicen  en  [a  villa 
que  de  cepo  le  sirve  ya  su  arquilla; 

Jaun  alirman  personas  de  importancia, 
que  es  tu  amiKO,  ó  panes  la  ganancia; 
las  harpías  le  oírczcan  mil  coronas, 
que  eres  la  quintaesencia  de  busconas. 


1\  1 

Ep}itola  de  un  gala»  dtungañado  á  una  dama 
muy  mudable  y  enirttenida. 

La  soberana  gracia  del  Pariclilo 
sea  conmigo  en  el  primer  capitulo, 
p  ues  que  ya  me  escapa  de  xr  1  lerichio. 

A  ti,  que  de  mudable  te  dan  ututo, 
siendo  con  tus  amantes  siempre  incrédula, 
terrible  institución  de  iu  capitulo; 

Tú,  que  de  arctiivoltatia  tienes  cédula, 
por  exceder  á  las  de  tu  matricula, 
con  esa  preeminencia,  í  lodoscrMula; 

A  li.  que  no  te  adorna  una  partícula 
de  cslabie  y  firme,  siendo  en  esto  única, 
por  dar  motivo  &  la  pasión  rxlícula. 

Oye  i  aquci  que  ¿e  necio  puso  túnica 
con  ^ue  un  tiempo  observé  tu  secta  pésima, 
forzándome  i  seguir  su  guerra  púnica, 

Va  cofrade  que  fué  de  la  ceniiisima, 
j.i  i  número  reduces  ese  oricUlu, 
que  nieiur  llamart  aflciún  milcsima. 

Ene,  qOe  toma  al  desengaño  el  báculo, 
huyendo  de  lu  luz  como  murciélago,    . 
dcáfieiado  (e  escribe  sin  obstáculo. 

Libre  de  verse  en  el  profundo  piélago 
que  i  tantos  sumergid)  el  olvido  trágico 
por  quien  cobra  renombre  de  archipiélago^ 

Ya,  Circe,  me  escapé  del  (íboi  mágico 
donde  en  ser  tu  galán  estaba  tisico 
y  convertido  ya  en  monstruo  selvájico. 

Que  el  desengañoU  un  experto  fisíc.o 
y  obligóme  i.  dejar  tu  trato  heréiko, 
persuadido  por  modo  mctafisico. 

Fué  la  causa  decirme  un  aritmético 
que  na  reduce  á  número  su  piindola. 
tus  mandos  de  rito  mahomético. 

Y  ella, hermosa  beldad,  por  no  ir  siguiéndola, 
de  su  secta  reniego,  que  es  cismitica, 

y  desde  luego  e^toy  aborreciéndola. 

Muchos  enfermos  hay  en  tu  probática 
que.  no  se  pareciendo  á  la  israellüca. 
ie  quedan  sin  salud  con  nu  lunática. 

Y  aunque  carezca  yo  de  tu  político, 
d»  tus  sentencias  y  de  lu  verónica, 
más  me  valdrá  sesuirvida  eremítica. 

Que  tomo  mucfio  en  la  regiój)  Pluiónica 
ver  i  mi  alma,  entre  brasas,  bélica, 
porque  ha  seguido  tu  virtud  irónica. 

Que  tíaleno  me  avisa  en  su  profética 

3ue  estará  muy  i  pique  el  que  e*  motolito 
e  tener  por  mujeres  gota  artética, 

Y  aquel  que  de  rntuables  fuere  acólito 
DO  se  podrá  escapar  de  una  ceática. 
aunque  sean  mis  limpias  que  un  crisólito. 

Muir  pretendo  tu  engañosa  plática, 
que  un  tiempo  tuve  condición  benévola: 
mas  ya  guardo  á  otro  gusto  su  pragmáüCB. 

S^ún  del  tuyo  la  intcnci6n  malévola, 
y,  eo  fuego  de  tu  amor,  sacriñ  cando  me, 
era,  por  tu  servicio,  un  Mucio  Scévola. 

Mas  ya  que  el  tiempo  va  desengañando  me, 
raJe  retro,  Satán  (Lisarda  ligidal, 
que  ya  con  mis  sentidos  voy  hallándome, 
y  apilo  de  tu  titrra  á  oír*  más  frígida. 


COMEDIA  FAMOSA 

os 

COMO  HAN  DE  SER  LOS  AMIGOS 


PERSONAS 


El  Conde  de  Fox  Don  Gastón. 

Don  Manrique  de  Lara. 

Tamayu,  lacayo. 

Don  Ramón. 

Tibaldo,   I     .   „_ 

Renato,    S 

Armesinda. 


Doña  Violante,  su  hermana. 

El  Rey  de  Aragón. 

Dos  soldados. 

El  Rey  de  Navarra. 

Un   CKIADO. 

Rósela,  criada. 
Rey  ds  Castilla. 


Representóla  Pinedo,  maestro  de  los  deste  oficio. 


JORNADA  PKIMERA 


ESCENA  PRIMERA 

Saltn  Don  G  stúr,  Condt  di  Fox,  Ityendo  una  carta, 
y  Don  Manbkiub  bí  Laka,  dt  canino.. 

(Carta.)  «En  fin,  han  levantado  los  ricos 
hombres  y  Grandes  de  Castilla  por  rey  á  dun 
Alonso  octavo,  y  han  podido  unEo  con  él  las 
persuasiones  de  Fernán  KuJz  de  C^siru  y  de 
don  Lope  D[az  de  Haro.  Señor  de  Vizcaya  que, 
prendiendo  á  la  reina,  su  madre,  ha  desterrado 
de  sus  reinos  al  conde  don  Pedro  de  Lara,  el 
mayor  Señor  dellos,  á  quien  por  el  deudo  y 
amistad  que  conmigo  nene  he  favorecido  y 
dado  tierras  en  mi  condado  de  Urgei.  Su  hijo 
donManrique,por  sus  hazañas  llamadoe/  Tor- 
neador, desnaiuraLzándose  de  tuda  España,  se 
va  á  favorecer  de  Vuestra  ExcelencLa,  por  la 
amistad  que  la  casa  de  Fox  ha  tenido  siempre 
con  la  de  Lara.  La  fama  de  sus  hazañas  corres- 
ponde con  su  pe.sona,  á  cuya  vista  me  remito, 
satisfecho  que  será  estimado  como  el  valor  de 
su  sanftre  merece.  El  cielo  guarde  el  Estado  y 
vida  de  Vuestra  EKce.encia,  como  de^eu  y  c:>e 
Cunoado  de  Fox  ha  menesier.  De  Urge),  y  Ju- 
lio 8  de  i  ia6  años.— D.  jAiM£,Cü>ii/e  de  Urfíeí.» 


D.  Gast.  jVilgame  el  cielot  jEn  mi  casa 
tengo  al  Conde  don  Manrique? 
Su  dicha  el  alma  publique, 
pues  tan  adelante  pasa. 
Desde  hoy,  famoso  español, 
conociendo  la  ganancia 
que  ha  de  tener  con  vos  Francia, 
envidia  me  tendrá  el  Sol; 
pues  yo  sé  del  que  se  honrara 
la  luz  de  su  cuarta  esfera, 
sí  por  su  guésped  tuviera 
á  don  Manrique  de  Lara. 
Mas,  pues  yo  solo  merezco 
la  honra  que  me  habéis  dado, 
la  vida,  hacienda  y  estado 
con  los  brazos  os  ofrezco. 

D.  Manr.  Esos  estimo  de  modo, 

que  el  pecho  que  !os  recibe 

se  honrará  en  ver  que  en  vos  vive 

el  valor  de  Francia  todo 

con  ellos;  y  si  hasta  aquí 

contra  la  fortuna  airada 

de  mi  desdicha  pasada 

quejas  inútiles  di, 

ya,  lamoso  don  Gastón, 

sus  licores  agradezco, 

pues  que  por  ellos  merezco 

veros  en  esta  ocasión. 

Pues  si  caanio  habia  perdido 


^^H              3                           COMLDIA  rAMO&A  D£  COMO  HAN  DE  SER  LOS  AMIGOS                     ^^^H 

^^^^^H               «1  viicitra  amistad  he  (tallado, 

\               Obligó  tamo  i  la  reina.                ^H 

^^^^^H               si  no  fuera  desdichado, 

1                 que  pasando  su  privanza               ^^B 

^^^^^H               ilodichadü  hubiera  sido. 

'                 oe  Tasailo,  a  ser  scAor,                       1 

^^^^^F               perdi«mlo  el  nu  conoocros. 
^^^V        D.  CiST.  Va  yu  sé  que  en  cotícela 

quiso  ilustrar  nuestra  casj,                    1 

y  hacelle  rey  de  Castilla,                        1 

^^^^^^                 vencíis.  como  en  vakntia. 

dándole  mano  y  palabra                         1 

^^^^^^               i  los  dcnnns  caballcfov: 

de  esposa.  Vez  qué  ocasión,                  | 

^^^^^H                 y  que  en  íe  de  que  i-so  «s  llano. 

S4  supiéramos  (ptzalla.                          J 

^^^^^H                    os  llama               valor 

Hubiera  llegado  k  efecto,                      1 

^^^^^H               don  M;intique  d  Torneador, 

si  en  secreto  eiecut4ra                          | 

^^^^^^p                don  Manrique  el  C.i&telluno 

los  intenioi  de  la  reina,                        i 

^^^^^H                los  demif  también  os  nonibijín; 

mi  padre:  mas  su  desgracia                   1 

^^^^^m                puei  porque  todos  os  sigan, 

y  cortedad  diñneron                             g 

^^^^Hi                 vuestras  f.izones  obligan, 

nuestras  dichas  y  esperanzas, 

^^^^H|                y  vuestros  hechos  asombran. 
^^^^^B                Ceien  encarecí  míen  tos. 

hasta  que  destus  sucesos 

voló  la  parleta  lama. 

^^^^^B               <lue  jamls  la  voluntad 

Alboroi.itonse  lodos. 

^^^^^H                (tasto  en  la  ñrmc  amistad 

y  puebla  C.isiilta  en  armas,                   \ 
i  don  Alfonso,  el  Infante,                       < 

^^^^^H               palabras  ni  cumplimicniot. 

^^^^^H               y  dadme  despacio  cuenta 

que  en  Galicia  se  criaba. 

^^^^^r               de  vuestra  itálica  hitturin. 

trujeron  hasta  Toledo; 

^m            D.  Manr.  Aun<iue  me  d':  su  memoria. 

y  aunque  en  la  edad  tan  temprana. 

^^^^                         pena,  serviros  intenta 

que  los  siete  años  cumplía, 

^^^L                       el  alma.  Y  poraue  las  leyes 
^^^^^^                 cumpla  desia  obligacián. 

por  i\  pendones  levantan, 

V  por  rey  todos  le  juran, 
naciendo  que  i  doAa  Urraca, 

^^^^^K                oíd;  sabríis  lo  que  son 

^^^^^H               las  privanzas  dé  los  reyes. 

\\i  madre,  ponga  en  prisión.                  í 

^^^^V               Después  que  el  c¿lebn:  Alfonso 

UleH<¿  luego  la  privanza                           1 
de  don  Fernán  Ruiz  de  Castro                1 

^^^^^m                  di-  A^ag'^^  y  de  Navarra 

^^^^^H                 se  hi(o  rev  en  Castilla 
^^^^^^                y  cmperadot  en  i^spafla. 

i  unto,  que  por  su  causa 

quitó  d  rey  las  fortalezas 
y  lugares  de  importancia 

^^^^^K               diO  libelo  de  repudio 

^^^^^H                 la  reina  doAa  Urrac», 

ú  mi  padre;  como  fueron: 

^^^^^H               por  ser  parientes  los  dos. 

Montes  de  Oca,  Villafranca, 

^^^^^H               -u  es  quv  fué  jii^uesia  la  causa. 

Villorado,  N'avarrcte. 

^^^^^H               Reinó  en  Castilla  y  l.eón. 

i  Casirojeni,  i  A  naya,                         j 

^^^^^H                como  reina  propietaria. 

á  Nájcra,  y  otros  pueblos 

^^^^^H                «Ifiunos  tiempos  en  paz, 

aue  ganaron  las  hazafias 
de  nuestros  progenitores: 

^^^^^B               mediante  el  consejo  y  canas 

^^^^^H              del  Conde  don  Pedro  Anzures, 

no  parando  su  %en;tanxa 

^^^^^H              cuya  prudencia  y  hazañas 

hasti  c^jhalle  de  Castilla. 

^^^^^H              darán  en  Valladolid 

desterrado.  Huvó  i  Navarra, 

^^^^^^H                eterno  nombre  i  su  fama. 

y  parando  en  CauluAa, 

^^^^^H                Mas  muerto  el  Conde,  y  sintiendo 

como  pariente,  le  ampara 

^^^^^H              las  condiciones 

don  Jaime,  su  primo.  Conde 

^^^^^H               de  «Iftunos  Grnndo  del  reino 

de  Urgel,  .Manresa  v  Cerdania, 
hasta  que  torne  á  oar  vuelta 

^^^^^^B               que  una  mujer  an\» 

^^^^^H                los  gobernase,  u^urp'a^un 

el  tiempo  y  lortunin  varia. 

No  pudo  mi  inclinación                            | 

^^^^^H              por  el  rifcor  de  las  armas 

^^^^^H               as  más  importantes  fuerzas 

de  que  viéndome  en  l^sparta,                    j 

^^^^^H              que  las  dos  Casiillas  guardan. 
^^^^^^1                Quiso  acudir      remedio; 

sufriese  el  ver  mis  contrarios 

sobre  tas  sublimes  alas 

^^^^^H               y  ansi  i  don  Pedro  de  l.ara, 

de  ta  privinzay  favor 

^^^^^H              mi  padre,  manda  que  ponga 

del  rey;  y  por  ganar  fama 

^^^^^H              freno    su  ambición 

futra  de  mt  patria  y  tierra. 

^^^^^g               llizolo,  aunque  con  peligro. 

(madre  un  tiempo,  y  ya  madrastra) 

^^^^H                 sin  que  las  fuerj;as  contrarias 

vengo,  valeroso  Conde, 
aquí,  donde  mis  desgracias, 

^^^^H                de  tos  rebeldes  le  hiciesen 

^^^^^L                                temor  la  cara. 

pues  os  conozco  por  citas, 
dar¿  por  bien  empleadas. 

^^^^^K              Puso  freno  á  su  soberbia, 

^^^^^H             venciendo  en  una  batalla 

D.  GaST.  Aunque  cual  propias  las  siento. 

^^^^^B             a  don  Keinin  Kuiz  de  Casiro, 

no  sé  si  el  contento  iguala 

^^^^^H             con  el  señor  de 

d*  teneros  en  mi  tierra 

^^^^^H               don  Lope  de  Haro  y  qucdú 

i  la  pena  que  mr  caucan. 

^^^^^H             con  aquesto  respe;»da 
^^^^^H             doAa  Urraca,     reprimidas 

Pero  si  ajcriat  desdichas 

Us  propias  dicen  que  ablandan, 

^^^^^H                   inquietas  arrogancias. 

y  pueden  nieior  lleiarse 

JORNADA   fRlMKRA 


las  pcnss  comunicadas, 
algún  tanto  me  consuelo 
por  ponuT  freno  ú  m»  amias 
cun  vuestros  males  á  median 
¡A y,  don  Manrique  de  Lara! 
Grandes  vaivenes  han  pueblo 
vuestra  quietud  en  balanzas, 
pero  puede  rct-siillas 
el  valor  que  os  acompaAa. 
Mas  si  rigores  de  celos 
arrimaron  sus  escalas 
la  noche  de  la  sospecha 
á  los  muros  de  vuestra  alma, 
juzgad  si  serin  mayores 
tormentos  sin  esperanza 
de  remedio,  siendo  amor 
ouien  me  destruye  y  los  causj. 
\  i  (nunca  viera»  en  Narbona 
la  hermosura  soberana 
de  Armcsinda,  bi|a  del  Duque, 
ifinorando  que  se  entrara 
al  alma,  amor,  por  los  ojos- 
Pero  iquí  necia  ¡(inonncia 
sabiendo  que  son  Sinonef 

Sue  meten  el  grie^  en  casai 
dor¿su  umulactOi 
alternando  sobre  las  aras 
e  su  memoria,  deseos, 
aromas  que  en  humo  pasan. 
Quise  dccilla  mis  p«nas, 
mas  fattironme  palabras: 
)Vcd  cuan  avaro  es  amor, 
que  aun  el  aire  da  por  tasal 
Busque  medios  pregoneros, 
que  son  lenguas  d«  quien  ama; 
rondé,  serví,  piK¿, 
de  Ubreas  rompí  galas. 
Entendióme,  mis  no  pudo 
ó  no  quiso  dar  entrada 
i  imposibles  pensamienioí 

Íi  intitileS  esperanzas: 
iendigo,  Inuiiles,  pues 
su  padre,  el  Duque,  la  casa 
con  don  Ramón  de  Tolosa, 
aunque  dicen  que  forzada 
la  libertad  de  Armestnda. 
Y  si  esto  es  ansí,  ¡mal  hayan 
leyes,  cue  la  voluntad 
siéiulú  libre,  hacen  esclava! 
VI  concerurse  las  bodas, 
y  llena  de  luto  el  alma, 
i  Fox  me  vine  á  morir, 

f;uardando  para  mañana 
as  obsequias  de  mi  muerte, 
si  mi  persona  no  basta 
á  divertir  la  memoria 
que  en  vivos  celos  me  abrasa. 
D.  Masr.  Conde,  imposibles  de  amor, 
con  ser  imponibles,  hallan 
en  los  peligros.  rem«dio. 

Í  ventura  en  las  desfiracias. 
o  dejes  de  ir  li  Narbona, 
Jue  si  aborrece  tu  dama 
ucTzas  de  amor,  como  es  justo, 
el  cielo  nos  dará  traza 
como,  aunque  al  Cotvde  matemoSt 
U>  hojas  marchitas  nascan 


desa  lu  esperanza  seca. 

D.Gast.  ¡Oh,  ilustre  valor  de  Espafts! 
con  TCiTictliüs  imposibles 
casi  las  Ttcndas  sanas 
que  me  atormentan.  Mas,  vamut 
que  ya  me  grumete  d  alma 
por  tu  ocasión  nueva  dicha. 
Mantenedor  es  mañana 
de  un  torneo,  el  de  Tolosa. 

D.  Max».  Pues,  Conde  ammo.  ¿qai  aguardas? 
Entre  todas  mis  desechas 
es  la  mayor  que  no  hay  arm» 

3ue  hasta  agora  hayan  sufrJlo 
os  encuentros  de  mi  lanza* 
Entremos  de  aventureros; 
verás  caer  la  arrogancia 
del  de  Tolosa  á  tus  píes. 
D.GAST.  Mas  prometen  tus  hazañas. 

ESCENA  II 

DiCHW  y  lalt  Ttiuro,  laetyo,  con  Ha  har^tn 


Tam. 


D.MA^a 

Tam. 

D.Ma»» 

Ta». 


I  D..M.VMI 
Ta>i. 
D.  Masa 

Ta«. 


D.  .Manr 
Tam. 


D.  Gast. 
D.  Makr 


El  caballo  lo  hizo  bien, 
y  quien  I»  contrario  sienta 
si  es  rasca  Trisonet,  mienta 
y  si  es  lacayo,  tamban 
¿Qu¿  es  esto^  ¡Ah,  locol 

¡El  niini 
lAh,  Tsmayo!  ;Ah,  majadero! 

V  pregúntele  al  harnero, 
M  era  mis  que  un  celemín 
y  si  me  le  dio  por  tasa. 
Basta  decillo  Taraayo, 
cspaAol  prololacayó. 

,  ¿Piensas  que  estás  en  tu  casa.^] 
Calla,  ó  vete  noramala. 
Para  quien  me  escucha  sojí 
hombre  que  mi  razón  doy. 
¡Necio!  Salte  de  la  sala; 
vete  i  la  caballerizo, 

Iue  está  aqui  el  conde  de  Fox, 
an  Gastón. 

¿Aqui  est¿,  ox? 
Cuando  el  hombre  se  encarniza 
es  caballo  desbocado. 
Vuestra  Excelencia  me  di 
los  brazos,  la  mano,  el  pie, 

Juelesoy  aficionado, 
fe  de  quien  soy. 

;Ah,  neciol 

V  si  fuere  menester 

le  haré  cualquiera  placer. 
por<fue  de  hocellos  me  precio. 
JQuiín  es  este^ 

Es  mi  lacayo, 

Í  tiene  siempre  este  humor, 
ó  es  por  agüero  peor. 
jCómo  te  llamase 

Tamavo; 
porque  Mayo  enamorado, 
H  lo<¡UDdic'en,dc  mí, 
el  mismo  mes  que  nací 
estuvo  determinado 
de  robarme;  y  para  aquesto, 
sin  advenir  que  lo  vía 
mi  padre,  me  meiíó  un  día 


^^^^^      4                            COMEUIA  FAMOSA  MCOJflO  HAK  DC  SER  LOS  AMICOS     ^^^^^^^B 

^^^^^L                entre  las  flore»  de  on  cesto; 

D.  Gatr.  Mucho  me  habéis  agradad,    ^^^H 

^^^^^m                  (natllcftandocomo  un  rayo 

Tam.        Téngame  por  muv  criado,            ^H 

^^^^^H                  mi  oirjido  padre,  le  dijo: 

que  lo  sabré  agraJtccr.  ivaattj      ^ 

^^^^^H                   ¡lal  ¡Ma/ol  dejitl  mí  hijo. 

^^^^^                   Y  a>:  me  llamo  Tam«yo. 

^^1 

^^H         D.  G*si.  Buen  gusto  nene. 

ESCENA  III                     ^1 

^^m         D.  Mank.                             Exiremado. 

^^M 

^^H                           Mis  lo  que  tiene  tnejot 
^^H                          es.  Conde  Ib  ley  tnaj'or 

SéUn  A»]u«t:.»AX  R«iuA.         ^^^^H 

^^^^1 

^^H                          <fue  luvu  á  tenor,  criado. 
^^H         0.  Cast.  No  es  poco  «o.  Pues.  Tamayo, 

AaM.         Si  una  fueria  resoluta             ^^^| 

quíeura  á  mi  ftusio  las  alas,    ^^^H 

^^H                        ¿con  quién  el  enojo  hi  sido? 
^^^^^  Tan.        1  a  con  nadie.  Ahí  han  regido 

¿para  qué  me  ofreces  palas           ^H 

cuando  el  coraxón  se  enluta,      ■   ^H 

^^^^K                 dos  ffisones  con  mi  bajo. 

Rósela^  En  vano  disputa              ^H 

^^^^^^               -D.le  un  pienso  de  cebada; 

tu  lealtad,  sí  al  fin  me  l'ueraa       ^H 

^^^^^k                  miS,  se^un  le  despachó. 

á  qucrni  inclinación  tuerza            ^H 

^^^^^H                  que  no  era  pienso  pensó. 
^^^^^H                  Y  como  iba  de  picada. 

j  ame  al  Conde,  que  no  es  roble  ^| 

la  voluntad  libre  y  noble              ^H 

^^^^^H                al  mis  cercano  caballo 

para  dar  fruto  por  fuerza.              ^H 

^^^^^H                  le  dijo:  inomiur  ftisón. 

iQué  imivna,  amif¡a  Rósela.        ^H 

^^^^^B                  }'o  leiiKu  hambre;  mis  rttim 

que  me  case  aquesia  tarde,            ^H 
5  con  lo  que  el  Conde  se  arde       ^H 

^^^^^1                 será  pedillo  que  huriallo. 

^^^^^B                De  e^e  med  o  celemín 

se  enfria  el  alma  y  se  hiela?          ^H 
Lietta  á  la  llama  fa  vela,                ^^ 

^^^^^F                he  de  comer  la  mitad 

^^^^M                    en  buena  coníoiinidad. 

que  aunque  enea  derse  es  su  estilo.      ' 

^^^^L                 Erizó  el  friM^n  la  cnn. 

si  el  alma  mojas  o  el  hilo,              ^J 

^^^^H                  V  dándole  un  mordisc6a, 
^^^^H|                le  echó  >,  en  (in,  como  groserot 

al  fueteo  resistirá.                          ^H 

Pues  ^qué  efecto  amor  hará          ^H 

^^^^Bl                Irat  un  relincho  un  no  quiero. 

donde  es  de  nieve  el  pabilo?           ^H 

^^^^H                  Mi  bajo,  con  la  faián 

Ros.          Alivio  suele  lener                            ^^M 

^^^^H                  airado:  aqucíu  afrot¡ancÍa, 

el  loimenl»  más  terrible                 ^H 

^^^^H                  dijo,  os  costará  pesares. 

viendo  el  remedKi  imposiUe     ^^^H 

^^^^V                Y  señalándole  i  pares 

y  que  más  no  puode  ser.         ^^^H 

^^^H                  los  doce  Pares  de  Francia, 

JHay  pena  como  no  rer?        ^^^H 
Pues  al  cicfio  aquesta  pena      ^^^H 

^^^^B                  se  metió  entre  los  frisones; 

^^^^1                  j  con  ser  pares  los  dos, 

la  imaginación  rtl  rena                    ^H 

^^^^m                  »  no  le  apartan,  por  Dios, 

de  no  poder  Cobiar  vista:        ^^^^ñ 

^^^^H                    que  me  los  reduce  á  nones. 
^^^^K                Aleiiósv  en  medio  un  gasc6n 

lu  pena      alma  resista            ^^^^| 

de  mil  imposibles  licna.            ^^^^| 

^^^^H                con  un  palo  >  apacifiuallo» 

Si  esta  tarde  has  de  casarte            ^H 

^^^^H                T  sobre  sí  mi  canallo 
^^^^H                  ó  el            turo 

y  liencsdescr  esposa                    ^H 

de  Don  Ramón  oc  Tolosa,              ^H 

^^^^H                  licitó  la  pender>cia.  en  ñn. 

jqué  sirve  desconsolarle?          ^^^H 
Lo  Imposible  ha  de  animarle.  ^^^^| 

^^^^H                á  que.  Si  no  se  repara, 

^^^^H                       le  enceleinlnara 

AiiH.         [Quá  mal  rcmed.o  me  ofrece  ^^^H 

^^^^^F                  con  el  medio  cclcmin 

lu  consejo!  |D>cn  parece           ^^^H 

^^^^L                 los  cascos.  Y  satisfccbo 

cuan  poco  'xpcrímeotada         ^^^H 

^^^^^■L             mi  ayravio,  me  salí  afuera: 

estás!  Lo  adquíiido  enfada:           ^H 

^^^^^^              «tía  es  la  hazaña  primera 

lo  diilcil  se  apetece.                   ^^^| 

^^^^^                 oue  dentro  de  Francia  he  hecho. 
H              D.  GasT.  No  dejaréis  de  aliviar 

jNo  causa  la  príi  a-;t6n             ^^^H 

apetil»  al  deseo  vario?              ^^^H 

^^m                        con  este  entreten  i  miento. 

Ros.          La  prívac-ón,  de  ordmarwf       ^^^^| 

^^H                      don  Manrique,  el  pensamtento. 

Mro  no  la  negac  ón.                     ^H 
Arm.         Con  tu  f'ikola  razian                        ^H 

^^^^B                 Vamos,  que  quiero  aprestar 
^^^^B                tas  armas,  porque  á  Narbona 

jamás  tnls  penas  i;iiblert)o.             ^H 

^^^^~                   partamos  luego. 

que  á  lo<  quu  atrasa  ei  ínÁerno,     ^H 

^^M       b.  Maír».                           El  torneo 

con  nc^á^selcs  la  (tona                     ^H 

^^H                       satisfará  tu  deseo. 

martiriza  la  mcrnuf-a                        ^H 

^^B        TaM.        Si  vasa  tornear,  perdona. 

de  ver  que  es  su  mal  e:crno.           ^H 

^^B                      que  aventurero  he  de  ler. 

lAy,  Rósela!  más  tormento             ^H 

tiene  de  darme  el  pensar                  ^H 
cuan  tarde  se  ha  oe  a<.abar        ^^^^| 

^^V           1    En  el  e«I|lail,  i  <•  a«a  InpfolAo  taelM  de 

m               int.  <)'«■  •«»»*  <*<"  ío  *e*  d«i  •!»  íeh4»  qi*«  n  tw 

la  pena  que  ahuia  siento.         ^^^^ñ 

1                 pueii*.  porquf  lo  otro  no  farol»  Miiiido  ni  Ttrto,  El 

Ros.         Entreten  el  pensamento         ^^^^| 

I                 ■■nutcriiodt  !■  RiM.  Nac.  dNtk-ar(ch4«l  groicro^ 

con  los  dnncs  naturales             ^^^H 

ft              ^ue  lampoco  ei  RMtor  leccían. 

d«  tu  cspoio.  pues  son  tales.          ^H 

^^K           a   En  U  ifnpreitAa  dt  i7>f  ti  •ptcÍBiMlIo*. 

que  hay  pocos  que  en  scntlleía,     ^1 

lOKKADA   PKIMSItA 


DD  discreción  y  «n  nobl»a 
á  Don  Ramón  mn  ittualri. 
Si  ama  la  vulunlad 
el  bien,  en  et  Cunde  tíetits 
tantos  ni^rnc:osile  bien«s 
que  dt>urrcv:elle  es  crueldad. 
knv,         tui  ti  dar  en  necedad. 
I>f\a  de  buscar  tametcs 
al  mníjr  que  me  prometo, 
que  <>in  ^mat  de  co.Tier 
Inútiles  suelen  ter 
los  mal  sabroso»  banquetes. 

ESCENA  IV. 
Diait  y  Hlf  Daf  >  Viotmii. 

D.*  VioL.  jQai  es  attiiesi»,  hermosa  hermana? 
Cuando  la  fama  en  Narbona 
tus  des  poto  ti  os  pregona 
y  atesra  súdenle  ufana: 
cuando  viendo  lo  que  g  na 
con  tan  famoso  heredero, 
está  el  vul|;o  lisonjero 
tan  bizarro  que.  en  la  Rala, 
hor  el  oficial  ie  iguala 
al  grande  y  al  caballero, 
¿tu,  Armesinda.  estii  ansí, 
siendo  el  lüdu  dcsias  fiestas? 
Viólame.  o^scq•Iias  funestas 
de  mi  libciiad  las  di. 

D.'  Viot.  Ya  tu  «ípoío  viene  aquí 
con  toda  la  bizarría 
deFrancia,  que  aqiie^tedía 
honra  el  illamo  oiic  esperas. 

Aim.         ¡Tálamot  Mejiir  dijeras 
tamul»,  Vrolantemia. 

D.*Vtot.  ¿Tümu'o?  ilei'is,  qué  susto 
me  hasdadi>^  No  quiera  llios, 
sino  que  os  améii  los  dos 
por  I  irtíos  ailus,  que  es  justo. 

A"í«.        Ouien  i^ne  cautivo  el  kusio,  ' 
oe  la  muerte  es  un  irjsunto. 

O.*  Vtot..  Ueja  eso  para  otro  pumo, 

Rcc>bc  á  quien  te  honra  hoy. 

Arm.         Si  hir¿  pues  que  muerta  estoy, 
que  no  hay  honras  stn  difunto. 

ESCUNA  V. 

DlcBOt  X  **''"  *'  HvQUK  rifle,  il  Cotdf  át  T«tc<i 
«na  Bn<  tan^t  ít  torntar,  Tia.i.no  y  ItaiuTo, 

Dvfít'K.     I.ania  de  roquete  basta. 
Haced  ouítar  la  cuchilla. 
,  O.  Ram.    No  he  de  quedar  en  la  silla 
menos.  Scfior.  que  con  asta 
de  cuchilla  de  dos  corles. 
Rucna  es  aquesta  y  ll^efS. 
Toma,  y  sea  la  primera 

que  me  des.    ítldtrladyn  criado J 

pTv,  Aunque  repi>ries 

lu  inclinación,  el  torneo 
saldri  mas  regocijado 
si  no  fuere  ensangrentado. 
D,  RaH.   Tibaldo,  siempre  deseo 
baccT  tas  cosas  de  veras. 


RtN.  Burlas  de  veras  no  son 
apacibles,  don  Ramón, 
que  pesan  lai  mis  lifteras. 

D,  Ram.    Hoy,  que  soy  mantenedor, 

Erotendo  de  íiacer  mi  gusto, 
las,  cese  Mane  robusto, 
y  hablen  hazañas  de  amor, 

?uc  aqueste  es  su  tribunal. 
ucE  goio  de  la  presencia. 
seAora,  de  vucxcelcncia, 
aunque  por  Dios  que  hable  mal, 
hable  Mane,  y  haga  alarde 
de  su  bélico  furor, 
que  si  es  h<jo  suyo  amor, 
ni  armas  teme,  ni  es  cobarde. 
¿Cúmo  está  vuestra  excelencia? 
A«M.         Mjrarr*  >  [Av.  Cioloi!  .(Cómo  estará 

Filien  sin  libertad  está? 
s  U  amorosa  presencia 
cdrcel  de  la  voluntad. 
Si  la  vuestra  vive  presa, 
la  misma  prisión  confiesa 
mi  rendida  voluntad; 
aunque  i  imitación  del  av^ 
desde  pequeña  encerrada, 
que  de  la  jaula  quebrada 
ni  quiere  salir  ni  sabe; 
de  tal  maneru  el  dc^eo 
vive  alcRre  en  la  prisión) 
que  delU  saco  invención 

S letra  para  el  torneo, 
echo  Dédalo  i  Amor  pinto, 
que  aqu!,  como  en  Creta,  traza 
los  enredos  con  que  enlaza 
su  confuso  laberinto. 
Después  i  mi  en  medio  del, 
que  en  (ede  cuanto  celebra 
su  prisión  e¡  alma,  quiebra 
mi  libertad  el  cordel 
con  que  se  libró  Teseo; 
y  unos  Ktillos  A  !os  pies, 
con  una  leira  después, 
que  explica  av{  mi  deseo: 
(¡Mr».}  «Si  el  mi^  esclavo,  ese  es  rtf 
en  las  prisiones  de  amor, 
cuanto  mJs  preso,  mejorj» 
Mirad  si  estoy  1  la  ley 
que  de  la  libcnad  priva 
el  alma  que  icnés  presa. 
0u9trB.     Conde,  Armesinda  os  confiesa 
estar,  como  vos,  cautiva. 
Idus  i  armar,  que  ya  es  hora. 

ESCENA  VI 
DtcHO*  y  tal*»  DosOastA».  Do»  MAimtva  y  Tamato 

O.  Gast.  Corrida  cI  alma  quedara 
|i  estas  bodas  celebrara 
Armesinda,  mi  seflors, 
(Aymcrico  valeroso) 
de  mi.  y  tomara  venganza 
mi  pena  de  mi  tardanza. 

Di:QifB.     |0h1  Conde  Fox.  famoso, 
quejas  formaba  al  amor 
q^ue  os  tengo,  viéndoos  ausente, 
siendo  tan  deudo  y  pariente; 


^^k.  ^ 

COMEDIA  FAMOiA  DE  CÓMO  HA;<  DE  SCR  LOS  AMIÚOU                                 ^| 

^^^^p 

mas  ya  con  rucsiro  valor 

á  donde  no  <A  poco  hallar               ^^| 

^^^^^^ 

il  d«tposorio  y  torneo 

píC,  ^no  el  aqucsa  la  fragua             ^^M 

^^ 

quoJari  honrAilo  tt\  extrenw. 

que  al  alma  arroja  centollas?           ^H 

B            D.  Ram 

Ya.  ilustre  don  Gastón,  lenno 

D.  Gast.  ^'Scri,  pues,  doüa  Violante?            ^H 

^^ 

que  llctindooscl  trofeo 

D.  Masr.  ¡Ay.  pensamiento  «froganie,            ^B 

^^^^B 

y  alaban»  de  la  ñnu. 

que  presto  un  alma  atropellas!  ^^M 
A  no  vencer  la  amistad                   ^^| 

^^^^H 

no  nos  habéis  de  dejar 

^^^V 

honra  que  poder  (tañar 

que  i  don  Gastón  debo,  presto         ^^| 

F            0.  Gakt 

.  La  que  Narbona  o5  apt^ita. 

hubiera  su  yugo  puesto                   ^H 

^^^^^ 

basta  que  la  lueric  os  rinda, 

amor  á  m|  libertad.                    ^^^H 

^^^H 

pues  cuando  otra  no  ganéis. 

Ojos,  JO  os  enfrenaré,  ^^^H 
^Famosa  letra?                          ^^^^| 

^^^^F 

mili  mayor  joyaqueréis 

O.RAM 

^ 

que  por  ciposa  i  Annesindaí 
(Ap^rit.)  ^CuAndo  nos  han  de  alabar 

Dl'Qve. 

Extremada.              ^^H 

H           Tam. 

¿Y  las  colores?                             ^H 

^H 

á  nosotros? 

D.  Ram 

Leonada,                   ^^| 

^ft^       D.  Ma:«ii.                   No  he  querido. 

verde  y  blanca.                               ^^| 

^^^^^L 

Tamayo.  ser  conocido. 

Rex. 

jBíen,  k  fri                ^H 

^^^H 

que  iníporta  el  disimular. 
A  don  Gastón  he  avisado 

Afi.li. 

Hermana,  ^no  has  advenido            ^^| 

^^^^^ 

en  el  mejor  talle  y  gata                    ^H 

^B 

oue  aquí  quien  soy  no  publique. 
.  vuelve,  amigo  don  Manrique, 

de  cuantos  Tiene  esta  cala?                 ^^| 

H            D.  Gast 

D.»ViOL 

.  Con  don  Gastón  ha  venido              ^^| 

^1 

los  ojos  á  aqueste  lado. 

un  español  en  el  traje,                     ^^| 

^H 

V  si  eres  d)tuili  mira 

digno  de  envidiarte  ci  soL                 ^^| 

^1 

mi  bella  mal  maridada. 

Aru. 

Bastará  ser  español                          ^H 

^^—^   D.^Vioi 

.  lApíirit.i  Hasta  aqui  viv!  engañada, 

para  que  se  te  avrnia[«.  ^H 
¡No  sé  que  estrella  me  fuerzt           ^^M 

^^^^^b 

Basta,  que  ha  sido  mentira 

^^^^^^ 

la  fama  q-jc  don  Gastón 

í  amar  aquesta  naciónt                       ^^M 

^^^^^^H 

tuvo  de  tu  prriendienie. 

M«s  ¡ty,  imaginación!,                       ^^M 

^^^^^^P 

Creí  fo  quemabí  auicnie 

ai  me  Han  de  casar  por  Tuerza,          ^^M 

^^^^^1 

deute  que  diii  d  dun  Itam6n 

jqué  imponan  vanos  deseos?  V 
Vamos,  que  me  quiero  armar.                1 

^^^^^H 

el  Duque,  mi  padre,  el  sí. 

D,  Ram. 

^^^^^H 

y  que  lloraba  memorias 
de  sus  pretendidas  glorias; 

D.  MAti 

■  (Aparír.t  Aunque  no  quiera  mirar,  1 
buscan  los  ojos  rodeos                           M 

^^^^^^K 

^^^^^^^B 

mas  pues  viene  «gora  aqui 

con  que  se  van  enlatando                 ^^M 

^^^^^^1 

tan  iialáa  y  cortesano, 

cada  instante.  ¿Hay  tal  belleza?        ^H 

^ 

venta  fui  de  amor  su  pecho. 

Dugii. 

Vamos,  hijas.                                       ^^M 

^1 

pues  tan  poca  estancia  ha  hecho. 
Como  ami  tarde,  temprano 

Arh. 

¡Qué  tristeza                 ^H 

^1            Aun. 

la  vida  me  va  acabando!                     ^^M 

^M 

pudo.  Violante,  arrancar 
la  T»\t  mal  arraigada, 

Rósela,  satje  quien  es                          ^^M 

^^^^. 

este  español,  que  deseo                     ^^M 

^^^^B 

porauc  viéndome  casada, 
jque  tenia  que  esperar? 
.  Dime,  i  fe;  cuando  enieodisle 

un  imposible.                                   ^^M 

^^^^T 

D.  Ram. 

«Al  torneo                   ^^M 

V           D.*  VioL 

saldréii?                                           ^H 

^^^^ 

su  declarada  pasión. 

Rbn. 

Claro  citi.                          ^H 

^^^K 

JsacO  fuet^i  el  eslabón 

de  amor  con  que  te  encendiue.^ 

0.  Gast 

Después;              ^H 

^^^f 

que  quiero  ser  el  postrero.                ^H 

^^^^      Ak». 

Aunque  soy  de  pedernal, 

(Ap.  d  il.}  Don  Manrique,  de  la  lanía       ■ 

^H 

no  da  fuego  mi  desdén. 

vuestra  pende  mi  esperan».                     M 

^H 

^Quiéresle  lA  bien? 

D.  Mam* 

.  Cumplírosla  luego  espeto.                ^^1 

■          D.*  VioL 

Muy  bien. 

D.»  VioL 

Tierno  le  mira.                                 ^^M 

^1 

,-Y  t¿? 

AflM. 

¿Qué  quieres?            ^^M 

H        arm. 

Yo,  ni  bien  ni  mal. 

Mtieru  voy.  ¡Ay,  cspañoletí,            ^H 

■           D.  Gait 

jQuí  te  parece? 

qoe  entre  los  hombres  sois  toles,        ^^ 

■            D.  Mami 

No  tí. 

y  rayo  entre  las  mujeres.                        fl 

^^^^ 

¿i\  cuál  amas  de  las  dos?— 
Pero,  don  Gastón,  por  Dios, 

fVaxirtDtrinio,  «llat  por  aaa  partt.y         1 

^^^fe 

*tlo»  por  etra,  y  ¡nJraat*  Macan  0.  Man-          1 

^^^^^ 

que  desde  que  las  miré 

rÍ4u*  y  AcciMtindi.  y  al  mtrant  TaiDt]>9          1 

^V 

estoy  medio  no  sé  cómo. 

Uliru  RoMli  tfefa  <úpa.                                     1 

^^^      D.  Gast. 

Pues,  don  Manrique,  primero 

^^B 

^^^H 

que  te  sientas  medio  entero, 

ESCENA  Vil                          ^H 

^^^^^L^^ 

porque  ya  recelos  tomo. 

^^^^^K 

esta  de  to  blanco  es 

RatsLA  y  Taxato.                       ^^H 

^^^l^v 

el  blanco  de  mi  tormento. 

Ros. 

Oiga,  hidalgo.                                       ^^| 

H          D.  Man» 

(Áy.}  <Qué  dices?  ;A  y  pefisamíentol,   ' 

TSM. 

Yo  soy  e«r,                  ^^| 

^^^^ 

volvnmos  i  casa,  pues. 

y  cIaik  de  tuesaucé.                        ^^H 

^^^^L 

por  Dios,  que  al  amor  del  agua 

Ros. 

^Gs  espaftol?                               ^^^H 

L 

me  dejé  casi  Iterar 

Taji. 

¿No  lo                   ^^^H 

JOrXADA  PRIMERA 


I 


Ros. 


Ros, 


Ros. 

TXM. 

Ros. 


Tam. 


Ros. 

Ta«. 

Ros. 


Tah. 


k   Tai 

■  Rot. 

■  Tam. 

R<n. 
Taii. 


Rot. 


Tam. 
Rw. 


¿Y  KiBcl  ciballcro? 

una  CAmAraJn  es  mii, 

3ue  me  Miílc  Rcompafiar 
ettls.  y  )c  tucto  dar 

de  comer. 

¡Bi;tfn  humor  cda 

el  liombrct  ^Cómo  se  llima? 

Yo,  don  Tamivo,  iiramiuní, 

<)Uc.  preso  dcsV  hermovura, 

pretendo  boy  mourar  la  fama 

de  Tamayo  Pn  el  torneo. 

¿y  el  nombre  de  su  señor? 

Don  Mínricjuc  el  Tornndor. 

M  llama,  de  Lara. 

Creo 

que  tenfto  va  díl  notlda. 

J  Y  i  qué  ha  venido  á  Narbona? 

Pienio  que  cicna  persona 

favorocenecudicia 

de  su  amistad  y  valor. 

¿Cómo? 

Comiendo. 

Dccl 
esto,  por  amor  de  mi. 
A  dar  al  mantenedor 
can«s  para  la  otra  vida. 
jCómo? 

Don  Gastón  ', 
mostrando,  como  es  razón, 
pena  en  que  su  amor  impida 
el  de  Tolosa,  >■  forzada 
ta  votuni»d  de  A  rmesinda, 
su  padre,  el  Duque,  la  rinda 
A  que  viva  mal  easadi, 
trae  consipo  i  don  -Manrique, 
i  cuyo  encuentro  primero 
no  hay  Inn  fuftic  caballero 

?ue  i  las  cuarenta  no  pique. 
or  aquesto  le  dan  nombre 
de  Torneador  en  España. 
Si  él  sale  con  esa  hazaña 
mucho  hará. 

¡Mal  haya  el  hombre 
que  de  mi  secreto  Tiál 
Va  I»  dije.  ^Qut  he  de  hacer? 
Püfs  yo  sí  que  podrá  s*r, 
si  iguala  i  su  bizarría 
su  esfuerzo,  y  al  Conde  mata, 
suceder  en  el  luf¡ar 
del  de  Tolosa,  á  pesar 
de  qu!«n  usurparlo  trata 
lo  que  íl  sólo  ha  merecido. 

forque  Armcsinda...  No  más. 
olvi6te  la  lengua  atrás. 
Ya,  señora,  lo  he  entendido. 
No  sepa  esto  don  Gastón. 


I  Vitto  ÍBcompleu):  qtiiil  dijo  aoiti  Roicb: 
■^^(ro,  cóaoN.  £1  ut.  d*  una  biuat  Ucciúa  en  r*ti 
farnt: 

T*H.  A  dir  al  rB)DientJ«r 
earlti  pii«  1>  clri  'ida. 
Tltac. 
Kot.  iCáate? 

Té».  Doa  Caai^a.ftc, 


Tam.       Serviros  en  ca'laf  quiere, 
Moniiura,  un  avcntutcfo 
que  ti;nc  hecho  salpican 
el  alma  por  m)>.  n%  pide 
un  favor  pura  el  lor.ieo. 

Ros.         ¿Qüi  fa^or  queré.i? 

Taíi.  Deseo, 

para  que  nunca  os  olvide, 
que  quitándoos  d  chapín 
un  ftusnte  del  pie  me  deis. 

Ro>s.         ¿Guante  del  pM? 

Tak.  ¿No  sabéis 

que  es  ya  guante  el  escarpín? 

Ros,         Pues  por  el  á  casa  vaya. 
seJtor  lacayo. 

Tam.  Si  haré. 

|Ah!  qtiién  viera  i  vueuucé 
deste  lacayo,  lacaya.  (Via»^ 

ESCENA  VIH 
íaUn  Tia^iso  y  KnuTo,  itbatltre*. 

Tis.  Digo,  que  el  espailol  que  a^orn  vino 

con  don  Gastón  de  fox.  es  don  Manrique 
de  Lara.  cuya  fama  le  da  nombro 
de  Torneador  por  c-\c  ele  neta. 

Rkx.  Dicen 

qucnoha  justado  vei.quenohayamucrto 
al  contrario. 

TiB.  ¡Notable  forlaloía! 

Rey.  Por  aquesta  ocasión  habla  jurado 

de  no  entrar  más  en  justa  ni  en  torneo. 

TiB.  Pues  no  viene  á  otra  cosa. 

Re».  As!  lo  creo. 

Tía.  Por  eto  darte  á  conocer  no  quiso 
al  Duque  de  Nnrbonn. 

Rbx.  El  de  Tolosa 

pienso  que  ha  de  dejar  libre  i  su  esposa. 

Tit.  DíBámosle  el  peligro  en  que  esiá  puesto. 

Rsíi.  ^Para  quí?  Si  Armeslndi  le  aborrece, 
como  oteen,  virtud  será,  que  en  pena 
de  pretender  go^ar  amor  for/ado, 
don  Manrique  le  deje  castigado. 

TiB.  Ya  ha  rato  que  (ornean.  Venid,  primo, 
á  armamos,  que  ya  es  ho-a  que  salgamos. 

Re».  Aljjún  suceso  adverso  espero.  Vamos. 

fl'«'«l»i> 

ESCENA  IX 
SjUn  AawKUMiJty  ItMOtt. 

Ar».        Fingí  el  desmayo.  Rósela, 
quitándome  del  balcAn 
por  no  ver  la  justa  y  tela; 
que.  aunque  justa  don  Ramóiif 
su  injusto  amor  me  desvela. 
Alborotóse  la  gente 
de)  repentino  accidente: 
vlijoníe  mi  padre  i  ver, 
V  aunque  debi-ó  de  entender 
la  causa,  como  et  prudente, 
dejándome  sosera r, 
se  volvii  1  ver  el  torneo. 
Mas,  ¿cómo  he  de  reposar 
siendo  de  aiogue  el  deseo 


^^E^^ 

COMEDIA  FAMOSA  DE  CÓMO  HAX  DE  SER  LOS  AMIGOS                                    ^^M 

^^^^K 

que  me  ha  venido  i  malar? 

Afm. 

.Salió  cierto  mi  temor.                       ^^H 

^^^^^P 

iQot  don  Manrique  de  Lata 

Por  don  (íasión  significa                   ^^H 

^^^^^^^ 

es.  Rósela? 

que  hace  el  valor  tcsistencia               ^^| 

■            Ros. 

El  talle  y  cara 

al  amor  que  ya  publica.                       ^^| 

^ft 

su  much'i  valor  pce)(ona. 

¡Ay,  cklos!  Dadme  paciencia.             ^^| 
Gallarda  prcsenaa.                            ^^| 

^m 

iQut  i  aqucM  vino  á  Narbona? 

Ros. 

^^^H 

)Av,  cielo!  ¡SiejecuUfa 

mi  esperanza  en  esta  empresa. 

AhN. 

Rica.                     ^^ 

^^^^B 

{VaMt.  y  al  patar  tcka  D,  Uirujqua  na         V 

^^^^^^^_ 

r  con  una  muerte  sola 
nicicra  mi  dicha  expresa!; 

paptl  ta  ti  latlii.)                                                 ^^M 

^^^^^H 

Ros. 

Un  papel  de  industria  echó                ^^| 
en  el  suelo,  don  .Manrique,                ^^M 

^^^^^^B 

que  lenico  el  alma  española. 

^V 

aunque  la  juiftas  Tranccsa. 

Akm. 

Muestra,  ¡«y.  Dios'  si  se  atrevió         ^^M 

■           Ros. 

A  instancia  <1<  don  Gastón 

su  amor  á  hacer  que  publique           ^^M 

^B 

viene. 

su  pena.  Abriréle.  No,                          ^^M 

^^^          AllM. 

«'Y  no  de  la  afición 

que  lü  que  tardn  en  leelle                  ^^M 
privo  i  os  ojos  de  vcl  le.                    ^^M 
Quiera  tornar  al  balcón.                   ^^M 

^^^^ 

con  que,  cuando  me  miraba, 

^^^^ 

por  los  ojos  me  enseñaba 

^^^^ 

el  alma  y  el  coreión? 

Amor,  haz  quel  don  Ramón           ^^M 

H 

No  lo  creas. 

y  su  arroRancla  airopelle.                   ^^M 
Mira  lo  que  viene  en  ti.                     ^^M 

■            Ros. 

Si  el  criado 

Ros. 

H 

no  miente,  aquetto  es  verdad- 

Arn. 

^Y  después  qué  haré,  ignorante,        ^^M 

^L           AoM. 

Podrá  ser  que  sin  cuidado, 

tiendo  conmiflo  cruel,                         ^^M 
li  pJL^rdo  ver  a  mi  amante,                  ^^M 

^^^ 

las  leyes  de  la  tmisiaJ 

^^^^ 

le  hayan,  Rósela,  obligado 

por  leer  este  papel?                           ^^M 

^^^B 

á  qué  hoy  muntrc  su  vdlor; 

(Va*t  Armttlnda.t        1 

^^^^^^^_ 

pero  yo  sé  que  et  rí^or 

de  amor,  corvo  i  mi  le  abrasa 

^^J 

^^^^^^H 

ESCE.SA  XI                             ^^1 

^^^^^^^r 

desde  que  entró  en  esia  casa: 

La  B^^f  Lv  ■  *  rl     vK*                                                                ^^^^^^^H 

^F 

que  ya  me  ha  dicho  su  amor. 

Rmila.                                       ^^M 

K           Rot. 

¿Pues  hasle  hablado  de  veras? 
Contado  me  han  los  enojo* 

^^B 

■            Aui. 

iQai  laberinto  intrincado                         V 

^^^^ 

de  sus  ard  entes  quimeras 

es  etie,  amor,  en  que  has  puesto              1 

^^^^K 

las  doi  nirtas  de  sus  ojos. 

i  ArmeiinJa  en  tal  curd*d<<?                     1 

^^^B 

que  rn  ser  ni/tas  son  oif  l«ra$. 
También  yo  he  sifcnilícaJo 

Mas  noesnuero  en  ti.  ¿Qué  esestof       M 

^^^      Ros. 

Oi|{an,  este  es  el  criado.                       ^^1 

^H 

tu  nueva  pena  al  criado. 

^^H 

^B           Akm. 

No  has  hecho  mal,  si  es  discreto, 
que,  como  ei  furfco,  el  secreto 

ESCENA  XII                          ^M 

^^^H 

revlenift  \i  esii  encerrado. 

T*Cd« 

tajaidnlro  5a/(  T>hiiTo  toit  an  vrtlirfn  Ai^^| 

^^^H 

Pero,  ¿qut  esiu? 

rila 

tum  laHfA.  En  ti  trato  di  la  tanta  Itera  una^^H 

^^^       Ros. 

ta<tadi  íarfrrra,  y  dibuía  (olgaJa  nía  Aulii  ra*  ^^| 

Imagino 

tU; 

Y  tm  la  otra  mana  una  tarlila,  y  tn  illa   una           I 

^^ 

que  es  algún  aventurero. 

baUma piaitáa.ytolgada  Ji  la  larjita  una  tula         I 
tima  tt  Hno.  Pata,  y  áa  la  ftlra.                                    | 

^^ 

ESCENA  X 

Tam. 

Stomiura,           ^^U 

^B^        Dt«>u  y  lait  DoH  OtirAa  «/uWnaantf»  d  Do»  Mam- 

todos  somos  torneadores.                 ^^M 

^^^^            fiiquK 

ftiali  d  torntitr.  Haca  «na  tanda  ta  la 

Ro«. 

ill  <y  mas  f¡''Bciosa  fi|tural                 ^^M 
A  esto  obligan  U>s  añores                  ^^H 

^^^H             tara  j-onpjff  can  aHd  Ur/da.y  ra  Wa  (itdln<<i 

Tam, 

^^^H             étlCoHBt.atla  turrle^ur  Jk<ji  (at  Cnplaf.  t>a  la 

de  vuestra  «ran  feínosur*.              ^H 

^^^H            btra«(Co>sK  1  AmiHiiOA,  y  illa  U  icmard  <;uit 

Mirad  la  «ala  y  aJ>irno                      ^H 
con  que  de  amor  el  buchorno           ^^M 

^^^^             torínl* 

H 

mis  pensamientos  peiieira,                 ^^M 
aue  uegü  vcr<íis  la  Icira                   ^^M 
oel  torneo  i  donde  torno.                   ^^H 

■             Anm. 

iSravo  lalld 

■              Ros. 

[Perígrinoi 

■             Akm. 

<Jue  es  el  español,  ínüero. 

Porque  hcchn  tornero,  amor,            ^^M 

■             Ros. 

)  don  Gastón  el  padrino. 

torntdndo  mi  deseo,                            ^^M 

H                  A»M. 

Mira  la  tarjeta. 

si  torna  á  hacerme  fivor,                   ^^M 

■              Ros. 

En  ella 

seré  un  torno  en  el  torneo                ^^M 

^^^^ 

lleva  una  divisa  bella. 

que  tornearé  alrededor;                    ^^H 

^^^^L 

Un  cab^lleno  es.  armado. 

y  si  en  el  torneo  irastorno               ^^M 

^^^^P 

con  la  amistad  abrazado. 

•1  torneador,  hecho  un  torno,          ^^M 

^^^^ 

que  el  niño  amor  atropelli. 

este  pecho  lorneido                          ^^M 

■             Ami, 

Lm  U  loira;  ¡lUy  lal  ri^orf 

torniri  A  veros,  hunrado,                  ^^H 

■           Ros. 

•Vuestra  nfrenia  siente  amor; 

I 

como  muía  de  rciurno.                       ^^H 

^^ 

mat,  perdonad,  que  conmigo 

1  Ros. 

lOué  bien  dfl  locublo  (ucfial            ^^M 

t 

puede  más  que  amor,  mi  amigo.» 

Tan. 

^No  (lenciráis  la  íniencixln?              ^^M 

JORNADA    PRIMrr»A 


Rot.         A  d«ctarármeU  11<sa. 
Tam.        Oíd  ití  i nierp relación, 

Sue  á  fe  <]u«  «I  dv  una  ;;alle^. 
n*  bicU  de  barbero 
es  esta,  y  bolta  de  cuero 
tstoifa  que  pende  de: ti; 
una  bou  aquesta,  aquella 
una  bs.tcna.  Ahora  quiero 
darot  la  iniciprctacíán. 
Porque  est¿  la  bL<ia  mía 
lien*,  K*ito  mt  ración 

;'  siempre  iraijto  vacia 
a  bolsa.  Aquella  raz^n 

que  iraigo,  Tamavü  ord.-nn 

la  bota  con  la  ballena. 

la  bulsa  con  li  bacia: 

lea,  pues,  franchón  mía. 
Pos.  «Vacia,  porque  va  llena».  (Lit,) 

Tam.        Porque  va  llena  la  buU, 

la  bolsa  vacia  va. 
Ros.         De  lu  iniíenio  ■  has  dado  nota. 
Tam.       Vuetcí^orU  veri 

una  hazaAa  lacaj'oia.  (Vamtí 

ESCENA  XIII 

May  ruUo  át  ainat.  SaUa  niv  Mi^iaiout.  Don 
G«iT6a  y  ti  Dcq^c.  himio,  TiatikO)'  DvinnM 
«CHCai/raaiT'i  it  Doa  MAnaiQUa  y  l>aN  [Hitidn,  y 
rl(ot  rtnmn.tntt.) 

DuQUS.     Maialde.  que  al  d«  Tolosa 
ha  maerto. 

D.  Mahr.  Aqoeito  n  ínjatio. 

Si  según  las  le>et  i'utiu 
del  lorneo,  ^es'  iitiia  coíi 
que,  porque  al  Conde  tiava  muerto, 
me  prendan.  Duque  perjuro? 

D.Gast.  jAsI  ((uardas  el  seguro 
oetias  fiestas? 

E>u9uK.  EncuS'eio 

veníst;  por  da!  c  muerte, 
fiero  eipaftiil.  Ya  Me  sibiJo 
quién  ere*:  v  ru«  hass'do 
quien  en  ob^equ  ■«  convierte 
Us  bodas  de  dnn  RamÓRi 
si  porfía  c-1  rc*»lir*#, 
maiaide,  quee'  cnirubrirso 
especie  fue  de  t'a::i\'in. 

D.  Caít.  ¡Ah  liraiicfl  .;Dciiemodo 

quieres  que  el  mundo  publique 
tu  infamia? 

Duque.  Con  don  .Manrique 

prended  at  de  Fox  f  nido. 

3ue  él  (oda  la  causa  ha  sido 
esia  deigracin. 
D.  Manr.  El  valor 

de  Espafla  me  da  favor. 
Muerio,  pero  no  vencí  'o 
me  tracrí.i  ft  tu  presencia.-— 
Díin  Gastón,  mii  piisos  síRue. 
(Betiranu  Iim  Í9tf  »ait  trat  #ll«c  ím 

<    En  <l  in«.  d«  U  Stbl.  lile:;  tXtt  ltl£eii(oio  bu 
■I«ila  aou*. 


A*M. 


ESCENA  XIV 

iHciH»,  M<n«i  I>oH  X  .niqua  y  Do»  GaitAh  y 
Im  gmaréiMt. 

RsH.         Espiniome  que  le  obligue 
U  pasi&n  i  vucxcelcncis 
ptta  hacer  lal. 

DuQui.  Dakte  alcance, 

6  malalde,  ó  moriré. 

TiB.  Mira,  gran  Señor,  que  fué 

el  torneo  i  loJo  trance. 
Si  con  hierro  de  dos  cortes 
quiso  justar  don  Ramón, 

Íle  han  muerto,  ¿qué  rai>>n 
ty  po'que  no  te  reportes? 
DiíQUt.     iMal  hiva  el  torneo  y  lanza 
De  tal  valor  homkidal 


ESCENA  XV 
DtcHol  yAMKiniiTht. 

Aleare  por  ver  cumplida 
mi  libertad  )  esperanza 
vcnRo.  pero  c!  sentimiento, 
aunque  finu<)i,  es  forzoso. 
Si  llorare  al  muerio  esposo, 
alm».  decdleí  que  miento. 
lAy.  de  mil 

IJestM  enojos 
tú  eres  toda  la  ocasión. 
Por  li  han  muert.>  4  d>in  Ramón. 
Tesiijpis  scrín  I-jí  oins. 
Señor,  li  el  atm,i  ha  sentlJo 
esta  *!eísr»fira  cruel. 
jLIoras.  í<lsa?  ¿ijui  papel  (Apante 
es  vi  que  Se  le  hj  ca'Ju? 

<H*tt  4Ht » tutrhltet  y  tántii  ti  jmjmI 
4»  li  iliA  Aon  Miiiiiqu*.) 

¡A y,  cielos! 

■Mostrad,  veré 
lo  qué  dtce. 

lAfjint.í      El  que  medió 
don  Manrique  es.  iTnsie  yoí: 
ya  de  verai  lloraré. 

(f.re  ti  fla4H«  (a  r^rlmj 

«Tres  cosas  me  han  oblifiado  i  quebrar  el 
juramento  que  me  loriaron  i  hacer  las  des> 

SraciM  que  siempre  en  l«s  fiesia»  y  lurneoS  me 
■n  sucediio.  La  primera  es  S4t>er  que  el  Cunde 
de  Tutaü4  ha  ubüi^adrí  la  •  de  vueitru  padre. 
el  Duque,  1  que  se*  case  con  él.  La  segunda, 
la  amritad  que  debo  al  Conde  de  Fox  (cuy»s  de- 
seos merecen.  Scfiofa,  ser  por  vos  premiados, 
por  no  haber  ¡amís  excedido  de  las  Icjíí  que 
un  licito  amor  permite.)  Y  la  tercera,  aunque 
*s  la  principal,  quiero  callarla,  por  no  ofender 


DVQUK. 


Aa», 


DuQint. 


Arh. 
DtiQt:i. 

AUM. 


I  Falta  la  palabra  avAtuaiad*  ót^uU  de  «la*, 
proba  bit  m«nl«.  Eo  (1  mt,  limblín  rilla. 

>  TambUfl  vi  Mauro  que  «n  <rei  de  «m  «tcriblrU 
Timo  m»  Iá'*feci«,  ati  lUcc  <1  lu.  ik  la  BlbUoMca 
NmívsaI. 


lo 


COMEDIA  TAJIOSA  DE  CÓ:k:o  HAK  DK  Sflt  LOS  AMIGOS 


A  la  ««gunda.  Rogad.  Sri^ota,  al  cielo  currpla 
vuestra  esperanza  )*  el  dtttv  que  de  serviros 
tanijo.— Don  Makhiql-i:  dk  Lara.» 

Di.Qur.     Mitad  «i  fui  mi  (ecclo 

cierto,  ¡ah,  (iraoa!;  por  (i 
munú  tton  Ramún  ansí. 
Pero.  ;crueit,  vive  el  cielo 
<iu<  hode  icncrie  en  prisión 
iniemra.$  que  tuvieren  vida 
fl  ospaitol  homicida, 

Lsu  amigo  don  Gastón, 
levalda  i  una  fortaleía, 
y  \n  llaves  me  entregad. 
RiN.        [SeAorf 

DcQL-c.  l-levalda;  ¡acabadl 

Tía.         iSeiVorí 
OtiQi;e,  iMal  haya  belleía 

tan  cara! 
A«H,  Qnalquier  príitún 

alegre  el  alma  recibe, 
pues  que  don  Manrique  vive 
y  fí  murió  don  Ramón. 

(Unan  d  Armntnáa,) 


ESCENA  XVI 

Dic«M  /Tamavo,  fHC  tait  ton  la  tarta  Jt 
baritt«  r  t*t<i4aúnnit)ta. 

Tam.       Algún  diablo  me  ha  metido 
en  dibujos.  DI.  Tamayo. 
jtü  lorneídor  y  lacayo? 
Don  Manrique,  se  ba  pcrdidOi 
V  yo  (si  el  Duque  me  cojcj 
he  de  pagar  por  los  dos. 
Bada,  escondedme  vos, 
aunque  las  barbas  me  moje: 
nunca  mis  Francia  tornero. 

iPintit  I»  »«cla.j 

Dt'QL's.     ^Quí  hombre  es  Hte? 

Ta«,  Yo,  Señor. 

DvQi,í.     Prendelde. 

Tam.  Ten  el  rigor. 

Dt^QL-e.     ¿Quiín  foÍ*.* 

Tam.  Un  pobre  barbero 

oue  vengo  á  sangrar  i  un  músico, 
digo,  un  criado  que  agora 
murió,  por  quien  Francia  llora. 
La  bacía  te  hari  cierto 
de  que  I  sangrulte  Tenia. 

DuQt».     ¡Ecnad  este  locol 

Ta».  Bueno. 

¡Vive  Dios  úue  voy  rcllenol 
Mamóla  el  thique,  bada.  (Vati.) 

ESCENA  XV|[ 
DvQva  y  Gcakaa*  fut  taltn. 

GuAR.       Tan  grande  el  esfuerzo  ha  sido 
del  valcrosu  español, 
que,  con  la  ausencia  del  sol, 
la  noche  ha  favorecido 
su  vkia,  Sefior,  de  suerte, 
que  al  lio  t<  nos  ba  escapado. 


Sólo  el  de  Fox  ha  quedado, 
tan  herido,  que  i  la  muerte 
cst¿. 
[>LOiT.         Pues  poncdlc  presr), 
y  sejtuid  csie  enemigo. 
que  con  público  castigo 
ha  de  pagarme  ese  exceso. 


JORNADA  SEGUKDA 

ESCENA  PRIMERA 
Don  MAXiuiiva  y  ti  Rkt  na  Natama. 

Dos  Masnioi-X. 
Don  Guillen  de  Tolosa.  curo  estado, 
como  hermano,  heredó  del  Conde  muerto, 
viendo  al  de  Fox,  mi  amt|to,  aprisionado, 
su  dañada  intención  ha  descubierto, 
porque  con  Aymerico  concertado 

2ue  guarde  á  don  Oasión,  tiene  por  cierto, 
espués  que  i  Fox  y  su  condado  rinda, 
ser  dueño  de  Narbo'na  y  de  Armcsinda. 
Hésela  el  Duque  viejo  prometido, 
r  hasia  que  ella  di  el  si  de  ser  su  esposa, 
la  tiene  en  un  castillo,  donde  ha  sido 
Armcsinda  tan  firme  como  hermosa; 
porque  aunque  i  nadiC  el  Duque  ha  permitido 
visitalla,  sino  es  al  de  Tolosa, 
ni  que  la  sirva  mis  que  una  doncella, 
no  puede  persuodílla  ni  vencella. 
Aquesto,  gran  seilor,  pasa  en  Narfaona. 
Amigo  soy  de  don  Gastón;  y  tantOi 
que  por  la  libertad  de  su  persona 
iJaT¿  la  vida.  Pues  el  cielo  santo 
de  Aragón  te  ha  entregado  la  corona, 
con  que  tu  nombre  al  moro  causa  espanto 
y  obedecerle  aqueste  reino  miro 
por  sucesor  del  Monje  don  Ramiro. 
Asi  pise  las  lunas  africanas 
la  victoriosa  cruz  de  tus  banderas» 
desterrando  las  barras  catalanas 
al  sarraceno  vil  desús  nberas, 
que  el  nombre  que  de  justo  r  largo  ganas, 
con  don  Gastón  mostralle  agora  quieras, 
dándome  gente  r  armas,  con  que  pueda 
su  estado  defender,  que  á  riesgo  queda. 
Perderi  el  de  Tolosa  su  arrogancia, 

Í'  partiendo  á  .Narbona  en  son  de  guerra, 
as  lises  quiíarf,  que  le  di4  Francia, 
y  las  barros  pondré  de  aquesta  iier'a. 
üoraris  á  Narbona,  si  1  tu  instancia 
al  Duque  venio,  que  la  par  destierra, 
y  libre  don  Gastún,  seri  testigo 
de  to  que  vale  un  verdadero  amigo. 

Bey. 

Don  Manrique,  el  amor  que  os  he  cobrado 
á  vos  y  i  vuestro  p:;dre,  el  Conde  muerto, 
por  el  Rey  de  Castilla  desterrado, 
y  admitido  en  mi  reino,  os  hará  cierto 
cuanto  deseo  que  al  antiguo  estado 
de  Castilla  volváis:  y  tomen  pucno 
altl  vuestros  ttabajos:  mas  recelo 


JOr!<ASA  SEOfXDA 


I 


* 


que  aun  no  quiere  «pUcar  su  enojo  el  cielo. 
Con  el  Rey  de  C»t>Ili,  Atranso  Octavo, 
por  cartM  he  iraiaJn  que  o%  reciba 
en  tu  firacia,  mas  lleva  por  el  cabo 
Ib  envidia  i  ttt  rl^or  de^c  que  piivt 
con  é\  don  Lope  de  Maro,  y  temo  al  cabo 
que  ha  de  tcr  imposible,  rnieniris  viva 
iu  enojo,  y  de  don  l.opc  U  rrivan/a, 
cumetit  vuestra  quietud  y  mi  esperanza. 
Quisiera,  don  Manrique,  pura  aqueito 
que,  resiaurando  pane  del  eilado 
que  hiMis  perdido,  os  viera  >  oira  vez  pueito 
conforme  mcrecits.  Pues  el  condado, 
de  Fox  está  en  peligro  manilieito, 
preso  su  Conde,  v  el  casi  usurpado, 
{tozad  de  Is  ocAsi¿n:  yo  os  daré  gente 
con  que  quede  por  viiesuo  fácilmente. 
A  mí  me  esti  esto  bien,  porque  es  frontera 
diversas  veces  á  Aragón  y  í  Espafta, 
Fox.  de  Aruón  y  tu  riipera  montaba, 

rior  donde  Francia  ha  hechn  guerra  fiera, 
'or  aquesta  raíón,  Conde,  quisiera 
que.  sacando  mis  f;er>tcs  en  campaí^a, 
ftanárades  i  Fox,  que  hhí  procuro 
que  estemos,  »ys  honrado  y  yo  sepuro. 

DoK  Mavdiqce. 
Seflor,  si  la  amistad  que  he  profctido 
con  don  Gastón,  permite,  estando  preso, 
tan  grande  ingratitud,  que  tu  condado 
le  tisurpe... 

Rsr. 

Don  Manrique,  dejaos  deso; 
mi  amiito  sois  lambiín:  dctciminaJo 
tengo  dé  hacer  msialle.  que  os  confieso 
que  lat  pucrras  que  ha  hecho  á  esta  corona 
piden  siii>facción  de  su  persona. 
Si  estimáis  mi  amistad  niás  que  la  suya, 
yo  har¿  que,  despreciando  al  de  Tolosi, 
su  bija  el  de  Narbona  os  restituya. 
y,  conquistando  i  Fox,  sea  vuestra  espota. 

DoK  .MAsaiotc. 
Printero  el  cielo  santo  me  dcsiruva, 
que,  siendo  yo  lu  amigo,  haga  lú  cosa. 

Rev. 
Perderiis,  no  cumpliendo  lo  que  oí  difio, 
~  ir  un  Binigo  Conúe,  un  rey  umigo.  (vtiuj 


ESCENA  II 
Don  MiDiKtQOa. 

]Qu¿  notable  tentación 
ha  combatido  mi  pecho! 
La  honra  con  el  provecho 
grandes  enemigos  son, 
>t  ha  de  morir  don  Gastón, 
sin  que  le  dé  lihcnad 
de  Aymertco  le  crueldad 


Tam. 


II 

con  que  mis  ruegos  resóítc. 
porque  su  estado  conquiste 
,'en  qué  agravio  su  amistada 
Mas  fOh,  civil  pensamiento! 
¿tal  comunicas  conmigo? 
Preso  don  Gastón,  mi  amigo, 

Ítu  hKienda  oturvatk  intento? 
luimeras  sin  fuíníamenio 
ton;  mat,  si  en  prisión  cruei 
mucre,  ¿qué  he  de  hacera  Ser  fiel, 

Íi  pesar  de  armas  y  miedo, 
benalle;  y  si  no  puedo, 
morir  en  prisión  con  él. 
jMandólo  el  rey  de  Aragón? 
Cuando  el  amigo  es  de  ley 
airopella  vida  y  rey: 
¿que  importa,  si  entrambos  son 
amigos?  La  obligación 
que  tengo  al  rev,  y  su  amor 
no  ha  de  manchar  mi  valor, 
para  que  su  intento  siga, 

2ue  no  es  amigo  el  que  obliga 
su  amigo  á  ser  traidor. 
Estas  consecuencias  ciaras, 
por  mis  securas  elijo, 
que  bien  dita  aquel  que  dijo: 
«El  amigo  hasta  lasaras.» 
Mas  ¡ay,  alma!  ¿No  reparas 
queá  Armrsinda  me  han  de  dar? 
Gran  premio,  no  hay  que  dudar; 
porque  ti  te  ha  de  romper 
la  amistad,  sólo  ha  de  ser 
por  amor  ó  por  reinar. 
Interés  y  amor  me  llama 
pero,  en  ñn.  soy  don  Manrique; 
padezca  yo,  y  no  publique 
de  mi  tal  caso  la  fama. 
Amo  á  quien  amigo  ama, 
sin  poder  mi  tibenad 
olvidar  tanta  beldad; 
pero  atorménteme  y  muera 
mi  amor,  como  quede  entera 
la  ley  de  nuestra  amistad. 

ESCENA  III 

l>0)l  Mi*l9t>  y  T*H*YO. 


t  Er.  el  Mlfilait  •hubitr»^  pero  *i  trnii,  pucí  d 
veioUn4ria<)a<e  (iUbiL  El  mu.  din  iimbitn  mi 
a  rlcrw. 


iVálgame  Dios:  y  qué  i  pique 
de  morir  r^tá  un  lacayo, 
si  anda  cual  yol 

D.  Man».  Tamavo. 

Tam.        ¡Pardtez!  seflor  don  .Manrique 
que  no  lleguemos  é  nietos 
con  esta  vida  en  .Narbona. 
Ayer  se  vio  la  persona 
en  temerarios  aprietos. 
No  soy  bueno  para  espía: 
mándame  lú  que  haga  plaza 
del  mandil  v  la  almrjha/a, 
6  que  juegue  t"do  un  dU 
y  la  noche,  aunque  á  mi  padre 
pierda,  y  no  me  mandes  ser 
podenco  de  una  muiet; 
que  no  pare  yj  mi  madre. 
{Bravas  cosas  hay  de  nuevo! 

D.  Manr.  ¿Cómo?  ¿Hablaste  k  don  Gastón? 


^^^^^la 

COMKilA  FAMOSA  OE  CÓmO  ÍíAN  D^t^O^ÍMIGO^^^^^^^^^ 

^^M 

]SG  iBuníca  M  la  pri&¡¿n, 

y  de  Armesinda  ha  de  ser          ^^^^| 

^^^K 

y  bon  a;o  es  el  mancebo! 

esposo,  con  el  poder                        ^H 

^^^^^L 

Ahi  tenemos  en  el  «fca 

y  a'mas  d.l  Bey  de  Aragón;             ^^ 

^^^^^M^ 

otra  vida.  No  hay  cnirar 

que.  pues  favor  me  ha  ofrecido             1 

^^^^|k 

una  moscicn  el  lu^tn 

como  te  usurpe  ct  condado,              ^^M 

^^^^^^^P 

y  por  loda  $u  coinarc* 

dré  que.  deicnvtínado                       ^^| 

^^^^^" 

se  publM:^  que  eres  mucno. 

de  dalle  líuslo,  he  querido                ^^M 

^m              D.  Mahn.  ^Que  toy  muertu? 

(tanar  i  Fox  y  i  Narbuna.                ^^H 

^^_         Tamv 

Si:  y  lambiín 

Dimbalrce  hustA  sacar                      ^^H 

^^^^ 

oue  en  volviendo  don  (Juillín 
de  Fox,  que  dkcn  que  tí  ceno 
el  haberse  apoderado 

libre  á  d>>n  Gastón,  y  dar                 ^^M 

^^^^^^ 

señales  de  que  me  abona                 ^^M 

^^^^^^b 

san^  c  de  Lara  y  valor                    ^^M 

^^^^^H 

de  su  iniusia  poscsSín. 

de  bspana.  porque  después             ^H 

^^^^^^^1 

1c  darin  i  Jun  Gastón 

sepan  que  pisan  mis  pi«s                 ^H 

^^^^^^^P 

despachos  en  un  bocado. 

al  inierlh  y  al  amor.                        ^^M 

^^^^^  D.  Manr.  ¿Que  sor  mucno  )'u? 

Tamayo.  tú  has  de  dar  traía          ^^M 

^^1 

Tú,  pues. 
Y  aunque  entonces  lo  cret, 

como  sepa  que  no  he  muerto,         ^^M 

^^^^^k 

Armesinda.                                     ^^M 

^^^^^L 

y  mandé  decir  por  il 

Tam.                           ¿Yo?  Por  cierto               ^H 

^^^^^L 

un  real  út  mitas,  dessuít 
que  vi  ji  Hosela  quedé 
de^enitañado  y  corrido. 

que  cociste  Imda  maza.                   ^H 

^^^^^1 

^Cómo  st'i  eso  posible,                   ^H 

^^^^^^1 

si  el  Duque  tiene  las  llaves              ^^M 

^^^^^P 

Dice,  que  el  haber  fincido 
et  Duque  lu  muefic.  fué 

de  la  prisión,  como  sabes?              ^^M 

^^^^^^^L 

Haz  tú  que  sea  invisible,                 ^^M 

^^^^^H 

porque  Armeíinda  te  adora, 

6  dame  la  traza  y  modo,                   ^^H 

^^^^^^^H 

di-Kwquc  í  Narbona  fuiste 

puci  que  Gl  pclijiro  me  das.               ^^M 
D.Manh.  Tú.  Tamavo,  la  bal  aras                ^H 

^^^^^^^H 

y  muerte  á  don  Ramón  disic. 

^^^^^H 

como  i  su  Kndimiór)  la  Aurora. 

q^ueercs  hombre  para  lodo.              ^^M 

^^^^^H 

Tiénela  tu  padre  presa 

ttto  impona,  y  me  esti  bien:         ^^M 

^^^^^^^1 

hat>ia  que  dé  el  si  de  etposa 

que  si  me  tiene  por  muerto,             ^^M 

^^^^^^^H 

á  don  Guillen  de  Totuu; 

es  mujer,  y  scril  cieno                       ^^U 

^^^^^^^B 

y  cumo  1  vocci  cunüi-ia 

el  serlo  de  dan  Guillen.                     ^^M 

^^^^^H 

que  don  Manrioue  de  Lara 
sólo  su  esposo  na  de  ser. 

Tam.        Mas,  que  me  tienen  de  dar              ^^M 

^^^^^^H 

un  zaparrazo  por  ti,                        ^^M 

^^^^^^^P 

tu  muene  ünfie.  pur  ver 

^^M 

^^^^^^M 

si  asi  su  mal  se  repara 

D.  Makr.              Haz  esto  por  mt,                 ^H 

^^^^^^"^ 

y  de  su  amor  la  revoca. 

Y  vamos,  qu?  vov  i  habUr             ^H 

V              D.  Man» 

.  jOuí!  ;Por  eso  lo  ha  finflldo? 

al  Rey,  por  dar  á'un  aml^             ^H 
vida  y  libenaJ.                                 ^H 

^^_^        Tam. 

St:  mas  tan  mal  le  ha  salido 

^^^H 

Ib  tfaia,  que.  como  Uk», 

Ta».                              Yo  voy                      ^M 

^^^L^ 

tin  gue  á  nadecumun'que, 

i  Narbona  i  morir  hoy:                   ^^ 

^^^^^B 

no  hay  en  ta  turre  lu^ar 

San  Nudo  vaya  conmigo.  (Vanuj          1 

^^^^^^^L 

donde  no  vaya  i  buicar 

^^M 

^^|| 

su  Torneador  don  Manri<]ue 
esto  de  Fti.selasé. 

ESCE.SA  IV                         ^M 

^^^^  ti.  Maní 

■  jQuél  ^Tan  de  veras  me  ama? 
Dttu  qu;  i  voces  le  Huma. 

Sol*  Oo*AViot&Ki(,  y  Don  GiarAn  (Ufa  ^riridn.         1 

■               Tam. 

J 

■               D.  Manb 

,  Tamayo  am>H",  ^quí  haré? 

D.*  VioL.  No  me  agradezcas  á  mi,                   ^H 

■              Ta». 

Buscar  it(¡iif)  hrcfíiccro 

don  Gastón,  es:e  favor;                      ^^| 

^^^K 

que  te  lleve  por  el  viento. 

agradécelo  al  amor,                            ^^M 

^^^H 

por  arle  de  encantamiento. 

que.  aunque  qucinsa  de  tí*              ^^M 

^^^H 

que  yo  no  oso  ni  ouíe'o 

la  industria  para  libarle                    ^^M 

^^^^P 

meterme  masen  díbujtiS. 

que  vfi  afto  a  me  ha  dado.              ^^M 
Mí  padre  oniiiio  airado.                ^^M 
manda  al  alcañle  ntiia'te                  ^^| 

^^■^       D.  Mam 

■  l/^yl  iQuiC'n  la  descnitañara) 
Puet,  don  Man'ique  de  Lara, 

W              Tam. 

^^^^, 

si  eso  intentas,  busca  hruiüS, 

esia  noche,  v  i  m   instancia,             ^^M 

^^^^k 

que  en  .Vav  rra  y  Aragón 

danL'o  uarrote  i  otro  preso                ^^M 

^^^^r 

no  faltan,  y  cump:!rin 

por  ti,  te  libró.                                 ^^M 

^V 

tu  deseo. 

D.  Gast.                        f:onf1esA                     ^H 

^^^        D.  Man» 

En  ñn,  ^que  están 

que  eres  It  lealtad  de  Francia.         ^H 
Confieso,  doRa  Violante.                   ^H 

^^^K 

resuellos  que  don  Gasióa 

^^^V 

muera? 

que  A  pitder  mi  viilunisd                   ^^H 

■             Tam. 

Como  te  lo  cuento. 

usar  de  su  líhcriai,                             ^^M 

^^        D.  Mahr 

.  No  taldrln  con  tu  crueldad. 

quedara  con  «er  tu  amante,               ^^M 

^^^^ 

jMiivirfd  quien  ioit,  amistad! 

en  ta  obüjtaciún  mayor                    ^^M 

^^^H 

|Ah!  iKuera,  vi|  peniamienlo! 

que  un  hombre  puede  tencí^           ^^M 

L 

que  ha  de  vivir  don  Gauón, 

pero,  ¿cómo  puede  ser                     ^H 

^^^^^^                                             lOf-SKOK  Segunda                                              i3           ^H 

^B                    li  A  Armntnda  tengo  amor? 

¿Cómo  es  posible  que  hayas  derribarfo          ^H 

H                    EcliÓM  sobre  U  hx;  enda 

con  el  taño  ínteres  de  una  hermosura               ^^| 

^1                    pof  ler  acreeJof  phmeio; 

la  mis  llrmc  amisiad  y  mil  se„ura                    ^^H 

^M                    y  asi,  auntiuí  paitarte  quiero, 

que  Krancia  vio  jamás  y  Esparta  ha  dado?        ^^M 

^^^                  S>  no  es  que  palabras  venda, 

Labra  en  palacio  en  el  verano  el  nido           ^^M 

^^^^             que  son  M>las  ias  alhajas 

la  golondrina,  que  parece  eterno,                      ^^M 

^^^P             que  n>c  han  quedado,  no  U 

mas  huye  en  el  invierno  y  busca  abrifto:           ^^M 

^^^               comv  pHKart«  podre. 

1               De  la  falsa  amis  ad  símbolo  ha  sido:              ^^M 

H                      que  tn  puabrai  pa^o  en  pajn. 
H     D.*  VioL.  Don  tíaniun,  no  quiero  niái 

labró  el  verano,  pero  huyú  el  ínvierito               ^^M 

<tc  mis  trabajos  el  mayor  amigo.  |  vmu^            ^^M 

H                    de  que  i  lu  estado  te  vuelvas 

^^^M 

H                       y  que  en  el  alma  rctuelV4S 

^^^M 

H^                   la  uMi{;ac'ún  cu  que  estas 

ESCENA  vr                        ^M 

^^^_                i  iiii  ariiur,  ya  que  ¡ni  ticnnana, 

^^^M 

^^^B               lan  kios  de  amarte  vuc. 

Xaba  TjkiMTa  y  Rosiul.                                  ^^H 

^^^F               que  sulo  ddinitc  j  recibe 

^^^H 

F        ,              una  prelenstur.  tilUna 

Ros.         D«  manera  Ío  ha  scntdo,                    d^^H 

W                        de  un  falso  amiyu  que  tienes. 

y  tan  lucra  de  si  e^iia.                            ^^^^f 

con  quien  mi  padre  la  cau. 

aue  al  Duque  le  pesa  ya                        ^^^H 
de  haber  su  mucric  ññgido.                   ^^^M 

1         D.  Cait.  |A.v,  ciulutl  Si  aquet-upata. 

H                      joot  qu¿  á  Jarnie  vwla  vienei? 
^P                    h  ut>iiT,e  fueía  i)ie|or. 

Teme  que  ha  de  enloquecer,                ^^^^f 

y  aunque  más  la  desengafla.                 ^^^^H 

H     D.*  Vioi^  ^purK  f  CcM  ¿que  vais  A  decir? 
H                       Mas.  u  vive  de  nientir 

que  vi^e  y  queestien  hspa^a,             !^^^H 

no  hay  persuadiila  a  creer,                  ^^^^| 

^B                      y  engañar  siempre  el  amor, 

sino  que  con  don  Gastón                           ^^H 

^M                     con  una  mentira  quKto 

murió  también  don  Manrique.                   ^^H 

^^^B               probar  si  á  Arnic^iiida  o\\  ida 

Tan.        íAftritt  No  sé  que  tra^a  fabrique              ^^M 

^^^B              don  liasiún,  que  aborrecida. 

para  entrar  en  la  prisión.—                      ^^M 

^^^"                ■le^re  suceso  espero. 

jliin  lin,  que  lacrucidad  (,«  it^rJaj           ^H 
de  Ay  mcrku  il^ó  á  lamo                            ^^M 

■     D.  Gast.  ^t^s  don  Manrique  de  Lara 

H                      el  amigo  que  me  tendea 

que  al  de  Fox  mató?                                    ^^M 

H     D.*  VioL.  Esc  a  Aniiciinda  pretende. 

Ros.                                         Es  espanto;                ^^M 

H                      y  solamente  repara 

no  hay  persona  en  la  ciudad                   ^^^| 

^H                   en  que  viva^,  don  tjasi¿n¡ 

que  su  muerte  malograda                    ^^^^1 

^^^              y  ast  la  ocasión  ha  ixlo 

no            en  extremo.                          |^^^H 

^^^ft              de  matarte.  Ha  mieft.edido 

Tam.                                       y  bien;                 ^^^1 

^^^^              por  é\,  el  ie>  de  A .  a^on, 

¿piensa  sattr  don  Guih^n                     ^^^H 

^^^H              y  mi  padre,  á  institni.ia  su^ra, 

Con  la  traza  concertada?                            ^^^| 

^^^P              despreciando  al  de  Tolosa, 

itos.         En  Conquistando  el  condado                  ^^^H 

^^^                se  la  ofrece  por  esposa. 

de  Fox,  se  despojará                                ^^^H 

■     D.  GasT.  |Vál(¡aiiie  Utus;  ¡Vucdestru/a 

con  ArmCkinda.                                  ^^^^H 

H                    et  ínteres  lal  amor, 

Tam.                                   hari,                      ^^^H 

H                    unta  fe,  tama  amistad, 

no  vuelve  trasquilado.                      ^^^^H 

H                      [anta  nobleza  J  Icallod, 

Don  M.>nrlque,  mi  señor,                   ^^^^H 

H                      tanto  cslucrzu  y  tal  vaíorl 

parte  á  su  defensa,  y  lleva                          ^^H 

■                      iD.  .Manrique!...  ¡ah,  ingratos  cielosl 
H     D.*  Viot.  tia  nutafic  nts^o  vsiis. 

diez  mil  soldados  á  prueba                       ^^H 

de  lealtad  y  de  valor.                                   ^^H 

^                     ii  aquí  le  di'itenuk  tnéi. 

0.  Gast.  ¡D.  Manr.qud...  laj.rabtatiay,  celos! 
:         D.*  ViOL.  Vete  ú  Foü,  y  en  el  «dvieiie 

Y  pues  don  G  slón  es  muerto                ^^^M 

sin  herederos,  s  n  duda                           ^^^^| 

que  >u«üu  i  Strb^ni  acuda:                 ^^^^H 

H                     qtie  le  di.  Conde,  la  vkU. 

y  en  viniend  ',  ten  por  ^eilo                     ^^^| 

^^^^^                                     ( Vsit  do**  Vlalaou.) 

que,  veniianoi  á  don  Gastóa,                     ^^H 

^^^^^^^L 

seii  du^ue  (le  \*'fOna.                               ^^H 

^^^^^^^H 

Y  para  honrar  m   pertona,                          ^^H 

^^^H                ESCENA  V 

dicen  que  tiene  n  ención,                            ^^H 

^^^^^^^H 

armándome  cib*!  lero,                                  ^^H 

^^^^^^■^             Do»  Giif  J.*.  iffia 

de  haco>  me  caballerizo                             ^^H 

H               Mientes.  Tú  eres  mi  homicida. 
^m            ¿Aquella  es  vídar  K^Ia  es  muerte. — 

matur;  y  aunque  sea  postito                    ^^H 
et  cargo,  C(inti(io  quiero                               ^^H 
Catarme,  que  eres  rolliza.                             ^^H 
Ros.         ^Conmigo                                                 ^^H 
Tah.                         Mi  fe  te  doy,                            ^H 
sí  cabatleriio  soy,                                     ^^H 
que  ba>  de  ser  caballerizi.                         ^^M 
£n  pateo  de^to  quisiera                            ^^^M 

^m               falsa  amiUnd,  ladrón  disimulado. 

H            que  liiongea  al  que  robar  p^o^:u^ai 

H            peno  que  halaga  lo  que  el  manjar  dura, 

H          paiB  niuider  dñpués  que  está  acabado. 

H 

^^M 

que  á  Armcsindacunsoiaro                 ^^^^M 

^m      (   BaicaaDMoíalucAU  Inprcwúa  iMlia  deiTM- 

y  que  U  dcseagaAara».                         ^^^H 

COMEDIA  f  AM.:SA  De  CÓMO  HAS  DE  SER  LOS  AMtGOS 


'4 

Rb,.         Tamayo,  iqueso  n  quimera. 
Ni  me  ha  tle  creer,  ni  puedo 
entrar  i  vclla  ni  hablalla. 

Tam,        ¿Pues  cómo  podre  avlsalU? 

¿quü  niujcf  hav.  que  un  cnrcdv 
no  sepa  para  «¿vcrlJlla 
que  mi  scftor  vivo  mi? 

Ros.         De  ninguno  lo  creeri 
mejor  que  de  ti. 

Tah.  a  decilla 

vengo  aquesto  de  Acagún. 
Pero  «qué  traza  ha  de  haber 
para  haftlall*.  si  ha  d«  ser 
entrando  70  en  la  prisión, 
y  no  sabiondo  volar? 

Ros.         Guardindola  el  Duque  tanto, 
no  s¿  como. 

Tau,  Ha/  tú  un  encanto. 

Ros.         Ten  inimo  para  i-nirar 

dentro  «n  un  cofíe  currado 
que  de  venidos  la  envió, 
y  hablarisla. 

Tam.  ¿Cómo^  t'n  (rio 

de  miedo  el  alma  me  ha  dado. 
¿Yo  en  cofre^ 

Ros.  Si  tan  tcal 

eres  siempre  ¿  tu  S«nof, 
no  es  mucho  esto. 

Tah.  De  temor 

me  suele  venir  un  mal, 
siempre  que  estoy  encerrado, 
con  que  se  me  ablanda  el  vientre 
Si  me  viene  después  que  entre, 
y  estoy  vivo  embalsamado, 
¿gustarás  de  verme  ansí? 

Ros.  Hoy  le  tienen  de  llevar. 

Si  te  quieres  ar(i«sftar, 
famosa  traza  te  di  1. 
Deierminaie,  Tamayo. 

Tam.        Vamos,  lomart  sudores. 

SA  quí  no  ublíeáis,  seAotcs, 
un  leal  y  ñeliacayo^ 
Roí.         Ven  i  enterrarte  '. 
Tah.  Ka  salud 

me  Ikvan. 
Ros.  ¿Eso  t«  espanta? 

Tam.       Mi  sacristán  eres.  Canta 

cuando  esté  en  el  ataúd.  (v*iu*^ 


ESCENA  Vil 

SéU  um  4laf4*  4*  $oUad«t,  tite»ii4o  primtro  ÉtMra 
■H  rantvr,  y  Don  JIahkicve  áHrit,  («■  ^attil^  á* 
gtntral. 

DOH  Manuk^vk. 
|EI  Conde  don  Gattún  muerto,  y  tu  ainiso 
con  vida,  y  sin  que  tome  U  venjianza 
de)  homicida  un  '  ejemplar  castt]{ot 
¡Oh.  Duaue  fiero!  espera,  que  si  alcania 
ituNarbonael  fuego  de  mi  furia, 

1    Cb  el  originil:  adc  li*. 
1    Kn  el  otif:  •cDicrrtnBc*. 

}    En  el  orUinil;   «f^Qi,  t«t«lu«d«  it  verw  de 
40M  MUbu.  U  raí.  dlet  lua*. 


no  lograrás  tu  inútil  esperanza. 
¿Qué  alarbe,  qué  villano  de  Liguria. 

r>r  la  codíCd  de  un  condado.  hicieCA 
su  mismo  vAlor  tan  grande  injuria? 
A  Fox  he  defendido,  y  defcnd-era 
de  lu  avara  ambición  el  mundo  todo, 
por  más  que  el  de  To'osa  se  opusiera. 
Presto  veris,  si  escalas  acomodo 
i  tus  cobardes  muros,  que  en  España 
soy  heredero  del  esfuerzo  godo. 
Manrique  y  Lara  soy.  Si  en  sangre  b*fit 
mi  eno|0  lu  ciudad,  y  no  perdona 
nlftos  y  viejos  mi  sangrienta  huaica, 
00  te  espantes.  Marchemos  á  Narbona, 
que  la  sanare  del  Conde  á  voces  pide 
vcncanza  de  la  muerte  que  pregona. 
El  Duque  muera;  aunque  mi  amor  olvide 
á  Armcsinda,  que  no  hay  amor  que  ablande 
el  pecho  donde  un  fiel  amigo  vive. 
Coligo  grande  pide  injuria  urande: 
mas  iay,  ciclos  crueles!  ¿que  castigo 
la  muerie  vengará  de  tal  amigo?  1 

Soldado  i>i<iMt:ao. 
Famoso  don  .Manrique,  marcha  lu^¡ 
mete  á  saco  á  Narbona;  muestra  i  rrancia 
to  valor,  y  la  guerra  i  sangre  y  fuego; 
que  pues  el  de  Toioia  y  su  arrogancia 
buyo  furioso,  y  Pox  por  tuyo  queda, 
ser  tus  soldados,  es  nuestra  ganancia. 

Soldado  skoumh). 
Aunque  el  Rey  de  Aragón  quejarse  pueda 
que  contra  el  buciue  de  Naibona  vamos, 
cuya  antigua  amistad  la  guerra  veda, 
es  tan  grande  el  amor  que  te  cobramos, 
y  tan  grande  del  Duque  fué  el  exceso, 
que  tu  gusto  y  su  muerte  procuramos. 

Don  MAMai9i;e. 
Cuando  el  Rey  sepa,  amigos,  tí  saeevi, 
aunque  era  don  Gasión  contrario  suyo, 
confesará  el  agravio  que  confieso: 
de  su  valor,  su  justo  enojo  arguyo. 
Marchemos  i  Narbona,  y  sus  despojos 
gozad  mientras  me  vengo  y  U  destruyo. 
Doblad  banderas  y  estandartes  rojos; 
sacad  pendones  negros,  y  entapicea 
los  vientos  la  color  de  mis  eno|os. 
El  destemplado  parche  solemnice 
las  obsequias  y  el  luto  <)ue  merec« 
mi  amigo  malogrado  y  infelicc, 
que  contra  el  fiero  Duque  el  c  elo  ofrece 
un  castigo  cruel:  mas,  ¿qué  caMígo 
la  muerte  vengará  de  tal  amigo?  tVaiu,Mc$^ 

ESCENA  VIH 
Saíi  Ai»uiii»«  ■#(«. 

Ya,  aunque  libertad  me  den, 
no  la  querrá  mi  ñrmeía, 
qnellberud  v  trisicia 
pocas  veces  dicen  bien. 


t    Eit«t<o  ili  eiu  tK«ni  filii  ea  Ulm^rtiUtit 
I7J4,  aii  t«ao  eirot  nuthos  piMjct. 


JOKNAO.V  SEOUNDA 


l5 


Llore «1  Conde  dan  Gulllfn; 

podrd  ser  me  iblande  ansí, 

que  como  cusnio  hay  ta  ir( 

a  Hamo,  pena  y  dolúr, 

vestido  (t<  mi  color, 

quiíi  me  obligará  i  un  ^. 

Mas  jpara  que  ha  de  querer 

el  ií  de  un  alma,  trasunio  . 

del  sepulcro  de  un  difunto 

cufa  vtda  solía  ser? 

Ojo5,  ya  «  hora  de  hacer 

h»  funerales  oficios, 

de  vuestro  petar  indicios. 

pues  funda  en  v<ti  cada  dia 

smor  la  capellanía 

destos  tristes  ejercicios. 

ESCENA  IX 
Dtuétrnt  ■>■  te/rt  >ii  «nt  Wara  Taxaip;  ra  rtt» 

(tr.  Pioiig¡i4  Akiiiuiiiu. 


Apim. 


T*Ȓ. 

Arm. 

T*»i. 
AkH. 

T*M. 

Amm. 

Twi. 
Aun. 


T*»i. 

A  KM. 

Tam. 

Adm. 
T*»i, 

A>M. 

T*Ji. 
AuM. 

Taü, 
Akh, 


Tam. 
Arm. 

TiM. 


jEs  posible  que  murió 
don  Manrique,  y  que  estoy  viva, 
cuaiKlode  tu  lux  me  priva 
la  muerte,  que  le  eclipsó? 
Lengua,  respi^nded  que  no, 
y  engañadr.e  \in  rato  asi. 
jVive?  Decid  que  si. 

Sí. 
|Ay,  cielos!  ¿Quiín  rcspotldÍ6 
el  si  que  el  alma  üvó? 

'      Yo. 
¡Válgame  Dios!  ¡Con  quí  miedo 
oyendo  esto  quedo! 

Quedo. 
^Huire  de  aquí?  .Mas,  00. 

No. 

Cmás  temeroso  ensayo? 
.  que  mi  mucnc  dilicres, 
di,  ¿soy  jn  quico  ere»? 

Eres. 
jY  «i?...  Desmayo... 

Tamayo. 
«'Quien  es  Tamayo? 

Lacayo. 
[Valíame  el  cielo!  ¿Hay  íal  cosa? 
No  oso  hablar  de  medrosa. 

Osa. 
Voz,  ¿de  dónde  me  has  hablado? 
¿Adonde  csUs? 

Embaulado. 
De  ollle  estoy  rcmctosa. 
Que  perdí  el  seso  imapno. 
¿Si  es  esto  algún  frenesí? 
Mas,  no.  ^Qué  quief»  de  mi, 
voi,  que  a  mi  mal  vino? 

Vino. 
Sin  dada  que  desatino 

ISalt  Tain>y«  dtt  tofn.} 

Vino  quiero  y  vino  {^do, 
icncrpo  de  Dios!  que  embutido 
en  un  baiil  más  de  un  ■  hora. 


1    BsilMt|.:«iii*4elwfw.  tlm*.  dfM  wn  orw. 


por  sólo  hablaros,  sed,  .-a, 

ni  he  comido  ni  he  bebido. 
Ak».        tAv,  Jesús!  ¿Quiín  ores,  hombre? 

¿C¿mo  entraste  aquí? 
Tam.  No  s¿: 

en  arca,  como  Noí. 

Tamavo  soy.  no  se  asombre. 

Don  Manrique,  mi  seAofi 

tiene  de  vivir  mis  años, 

á  pesar  de  los  encaAos 

de  lu  padre,  que  Néstor. 

A  esto  sólo  me  ha  enviado. 

Con  las  armas  de  Arap6n 

va  á  lomar  U  posesión 

de  aquel  famoso  condado, 

3ue  será  suyo,  por  muerte 
el  Conde,  su  gran  amigo; 

y  i  mi,  que  siempre  le  obligo 

con  haiaJlas,  desia  suerte 

en  el  cofre  au<  Rósela 

de  vestidos  te  envió. 

mi  industria  me  sepultó: 

agradece  mí  cautela 

y  dame  albricias. 
Arm.  Si  es  cierto 

que  mi  cspaflol  vivo  esU, 

cualquiera  joya  seri 

de  poco  precio. 
Ta«.  No  «í  muerto, 

Arm.        Toma  este  diamante;  te.n 

esta  cadena,  este  anillo; 

loma  aqueste  cabestrillo 

y  aquestas  perlas  tambUn. 
Tam.       ¡Cuerpo  de  Dios,  y  quí  rico 

quedo  esta  vei! 

<0*n(ro.  tí  Oaquc.)  (Abrí  aqUl.) 
AhM.        Este  es  mi  padre,  jaydemll 
Tak.       ¿Qui¿n?  ¿Cómo? 
Arm.  El  Duque  Aymerico. 

Tam.       De  esta  vez  me  hace  gormar 

oro  ^  joyas.  San  Onofrc, 

ayudadme,  que  en  mi  cofre 

quiero  tornarme  i  embaular. 

f M'rtM  in  ti  to/n^ 


ESCENA  X 

ARxraiiVA.  tt  Ovqv»  y  Vwlabtk. 

Di-Qt'K.    Notable  es  la  contusión 

en  que  estoy  Ducsto.  Violante. 
Si  aquesto  pasa  adelante, 
temo  la  ¡usiB  pasión 
que  don  Manrique  de  Lira 
muestra  por  su  amigo,  el  Conde. 

Arm.        ¡Señor] 

Di^UK.  Hija,  hoy  corresponda 

la  foriuna,  hasta  a^ui  avara 
con  lu  gusl».  Aquí  me  eitcribe 
y  manda  el  Rey  de  Aragón 
que  acudiendo  á  la  36ción 
do  don  Manrique,  i^ue  tívc, 
aunque  lo  contrario  dije, 
le  despose  con  él  luc¡;o. 
Yo  quiero  cumplir  su  ruego 


^^^^^1^^ 

COMEDIA.  FAMOSA  DR  CÓMO  HAN  I»  SEK  LOS  AMIGOS       ^^^^^^^^ 

^^^^^ 

y  tu  gusio.  Que  n»  aüigc 

el  ver  \tti\i  i  Naiboa» 

dun  Manrique,  en  son  de  guerra. 

ESCENA  XI.                    ^^H 

Dufui,  AuiasiniA  y  TiDUTo.                   ^^| 

deMtuyé.idomc  la  liecra 

Ta«. 

jFuckP                    1 

de  suerte,  que  no  perdona 

Amn. 

Si,  tal.                                                  ' 

ía  vejez  ni  li  puencia 
auc  su  rigor  ñero  alcanaat 
diciendo  que  ti  en  venüaiisa 

Tam. 

Mas  si  acá  volviese.... 

OUQUZ. 

Ansí  Armesinda,  raiOn                             ' 

seré...  iiítii  »  aquesto?  Espera. 

del  Conde  }  de  mi  injusilcia. 

Taü. 

Cocióme  VIVO  ipur  Dioií 

Algún  gran  daño  recelo. 

DuouB. 

Jt^uc  hatréis  aquí?  ¿<J\iita  sois? 
Un  lacayo  en  su  va>tia: 

que  me  c-ige  dficuídado, 

Ta». 

y  un  eipiñol  enojado 

el  diablo  mi  suerte  ordena.  íapJ            i 

ct  ira  y  ra>o  del  cielo. 

ÜVOVK. 

¿Quiín  sois?                                              1 

^^^^     AUM. 

¿Sabe  ti  que  (lUftas.  seUoT, 

Tai». 

Ya  no  vivo  más.  (apJ        i 

que  sea  tni  cíiKiso? 

Yo.  sefior,  soy  un  Joñas,                       9 

H             Di^out 

Si. 

y  este  co.rc  es  mi  baüena,                     3 

^^              Akm. 

^Puet  lan  poco  fias  de  mf 

AHK. 

Cnadu  os  de  dun  Manrique, 

;  lan  poco  puede  amor? 

que,  con  aquesta  invuncun,                  | 
entro  >)ioia  «n  mi  piii;vn 

iBravBias  son  eipañolaU 
Pasen  lempcMad  y  ilutaos. 

para  que  me  ceriifíque 

verá*  loi  cteíoi  serenos. 

de  que  >u  señor  no  t>  muerto. 

V  el  mar  amantar  sus  olas. 
Yo  quiero  deienojale. 

T*M. 

ti'n  l.i^aro  al  natural 

soy,  que  gQelo  como  el  mal 

^^H       D>  VioL.  Eu>  mejor  to  htrt  yo, 

sepukiadu;  mas  si  «s  ctcrto 

que  Don  Casión  no  murió. 

que  don  Manrvque  ha  de  ser 

^^H          DUQVK. 

jCAmo? 

yerno  tuyo,  perdón  pido. 

^^^1        D*VlOL.               Si  juíA^  dcdiille 

Duque. 

üiande  aircvimienlu  ha  sido; 

por  esposa  á  CX^n  Mamique, 

aunque  me  ha  obligado  el  ver 

como  dices,  á  mi  hermana, 

vuestra  leAitad. 

0  haré  que  venga  mañana 

1  tus  pies,  y  que  publique 

Tam. 

Yo  me  obligo 

de  traerte  i  mi  seiSor 

pesarle  haberte  <  enogado. 
10  lo  iuro.  Pero  di, 

luego  aquí,  sr  lu  ti^^of 

^^^HÍ{>gguK. 

US*  ceiiicncia  con.iiigo. 

^^^^^^^1     ^ 

jDon  Ga»t6R  ti  viro^ 

Ditele  que  vivoc^ii 

^^r^  D.*VioL.                                   Sb 

el  de  i-'ux,  y  que  e»  su  esposa 

por  mí  índuMria  i*  ha  librado 

mi  señora  y  tu  b'ia  hermosa. 

de  tu  rigor,  dando  muerte 

DVQUE. 

VchkI,  pue>;  que  titiponari. 

el  Akaiije  i  utru  por  il. 

para  que  se  ccriilique, 

^^H        Duque. 

ConAnn  que  íul  cruel: 

que  k  descOKuñíiS  vos. 
Tumba  de  tni  muerte  ¡a  íós! 

Contento  estoy  desa  suerte. 

Tah. 

MaAana  entrara  en  Nart>ona: 

Akm. 

Amor,  vcoctó  don  Maanque. 

eslaris,  hi]&,  avisada. 

ÍVanMt  loáotj 

^^H 

iC^C'O  eres,  pr  nün  amodd 

^^^1        DuQt;E. 

Vtolime.  por  lu  perNona 

■^«■^«tf^kVk      afai 

ouedarl  lioie  mi  cMado 
<M  la  culera  cspiAola; 

ESCENA  XII 

D«o>  tUivaa  jr  Hkiiato. 

Siendo  bKianie  ellj  sola 

á  ven-ce:»!  *.  übiijtado 

Reh. 

Fox,  famoso  don  Gastón, 

voy.  Hnz.e  luego  avisar, 

a  dun  Maiiriquc  de  Lara 

que  vo  quiero  u-spondec 
ai  Rey. 

rGkunucc,                                             1 
D.  Gast.                   lAh.  suene  avaral                    | 

^^^^^'Aiih. 

Volv'úse  en  piacer 

RtN. 

Mandóle  ei  Hey  de  Ara^jun                     | 

mi  lemtfiíiu  oísi.'. 

que  t-on  sus  armoi  y  (¡ente                    | 

^^H         D.'VioL.  iAMirn>  tL'i\^\ct  de  Don  Gastón 

por  luerza  la  cunquotose. 

bcao  svr  e&p;>»a. 
IA¡  irtf  tt  OM"»  y  Ví*í«iir».  nwf»»4 

y  que  con  tt  se  queus>e, 
y  ve.iciendo  Isciimcnic 
a  don  üui  itn  oc  1  ulosa 

lallr  Ttmaye.  y  Mgttt  ti  Onf ■*  ("  •'  M- 

la  Duscsion  ie  l>a  tomado. 

/r#,  MR  r*<  f^n  ét  /ittn .} 

D.  Cast.  ¡Aii,  UIw  amigo  Ül  estado                    | 

me  quitaste  con  U  esposa. 

ül  Cielo  te  de  un  castigo 

que  i  quien  le  cunoce  asombre: 

^^^1              1    ta  ti  orl«.:  •habfilr*  Cl  nra.  iíer  «pcull*  kft- 

pero  ua.iaie  ei  ue  nombre 

^^^H           ktf  tt  ei 

«j>(Io*,4ut  pirene  mtiur  Itciura. 

de  UI*o  )  ir«ido>  amit¡o. 
henatu,  jo  me  reiue.to 

^^H                1    Af 

tn  (1  AOiiiul  1  «n  i*  iiBp(c*É*n  tv«1u;  qut< 

^^^H            (iUcbaicr  cvtn^.tn^tr.  p>Mi  l'iftbt<B  «»a».a  en  el 

oe  rabux,  porqui' el  amor 

^^^1           VI.  ú»  U  NacMiui 

_ 

que,  Coiiiv  á  propio  scñ^ 

JORNADA  SEGUNDA 


17 


me  tienen  todos,  sí  vuelvo 
me  dará  su  posesión. 
Res,  Temeridad  es  aquL-.a. 

De  la  ¡ísn'c  ara¡;uncsa 
tiene  puesta  (¡uarniciún 
el  Rey.  y  el  tener  por  cierto 

aue  lio  vives,  causa  ha  s;do 
e  n  .  haberte  perseguido. 

D.  Gast.  Su  enojo  y  ri^^or  adueño; 
pero  dicer)  que  mandó 
don  Manrique  que  dejasen 
mis  armas,  sin  qui^  borrasen 
lo  que  su  traición  borrú, 
y  que  de  Fox  no  ba  querido 
llamarse  Conde;  y  mi  muerte 
fingió  sentir  de  tal  suerte, 
que  pienso  que  fué  lingido 
que  va  i  asolar  á  Narbona 
en  mi  venganza. 

RxN.  Con  eso 

querrá  encubrir  el  exceso, 
que  su  desleaitad  pre{>ona, 
en  que  después  no  nu  le  culpe 
el  mundo. 

D.  Gast,  Tú  dices  bien; 

aunque  la  fama  también 
su  fa^sa  amistad  esculpe 
en  el  bronce  de  su  afrenta, 
que  nunca  se  ha  de  borrar. 

RcN.  Tu  muerte  ha  de  procurar, 

sin  duda;  porque  si  intenta 
ser  esposo  de  tu  dama 
y  Conde  de  Fo.\,  ,;quién  duds 
que  se  asegure  y  acuda 
á  desmentir  á  lá  fama, 
que  en  viviendo  tú,  ha  de  ser 
su  infamia.-' 

D.  Gast.  De  aqueste  modo, 

si  soy  desdichado  en  tudo, 
¿adonde  he  de  ir,  qué  he  de  hacer? 
No  puedo  huir  á  .Araj-  m. 

Porque  eí  su  Rey  mi  enemigo: 
ox,  anuncia  mi  castigo: 
Narbona  fué  mi  prisión... 
Estoy  por  darme  la  muerte. 
RsN.         Una  pobre  lorialcza 
me  diú  la  naturaleza, 
V,  aunque  pequeña,  harto  fuerte, 
tsa  te  ofrezcu  y  la  vida. 
D.  Gast.  Aunque  la  mia  aborrezco, 
vo  la  admito  y  a;;radi:zco. 
Español,  mi  agravio  pida 
al  cielo  ven;;anza  lanta, 
quedesta  injuria  le  acuerdes. 
La  v  da  pierdas,  pues  pierdes 
la  ley  inviolable  y  santa 
de  la'  verdad  pura  y  clara, 
aunque  en  ia  necesidad 
dicen  que  trae  la  amistad 
i  las  espaldas  la  caía.  (Vamt.} 

ESCEN.\  xin 

Doía  VioUTTi  y  li  s  Maxíi^í-  .  rff  .'ais  ti  attTfo,y 

D.  Mahii.  Nu.'.ca  oiv  Ja  ios  ajc^vios 
U  ley  de  la  cortesía 

«•«BU»  BE  TUUO  »l  MOLl!(A. — T«HO  1. 


entre  los  nobles  y  sabios; 
ni  la  merced  dcsie  du 
es  bien  que  Suiu»  los  labios 
U  agradezcan,  que  el  \enir 
á  honrar  ios  el  campo  nuestro, 
basta,  scñi>ra,  á  impedir 
aqueste  ri{;iir  que  os  muestro. 
Hoy  no  se  lia  <Jc  combatir, 
aunque  muerto  dmi  tíasiún, 
y  corriendo  por  mi  cuenta 
su  injusticia,  inútil  son 
concitarlos,  si  el  Duque  intenta 
el  darme  satisfacción. 

D.'  VioL.  Conde,  ni  está  la  ciudad 

tan  sola  de  armas  v  gente, 

que  mieJo  ó  necesidad 

la  obliguen;  ni  hjy  quien  intente 

en  ella  que  la  ainiilad 

rompáis,  que  con  don  Gastón 

tuvisteis,  ^útu  he  vc.iido 

á  desmentir  la  opinión 

que  de  su  muerte  ha  tenido 

Narbona,  F'ox  y  Aragón. 

Si  aqueste  luto  es  señal 

del  honrado  sentimiento 

de  un  amigo  tan  Ijal, 

trocaldc  hoy  por  el  contenta, 

á  vuestra  tristeza  ifiual. 

Donüasión  vive,  que  á  ser 

muerto,  no  tuviera  vida 

ju,  pues  aguardando  ver 

una  paga  ag'^adecida, 

soy  amante,  aunque  mujer. 

Mi  padre  mandó  maialle; 

pero  por  mi  industria  huyó, 

y  el  Alcaide  por  libralle, 

la  muerte  á  otro  pres<>  dio 

de  su  mesmo  cuei  po  y  talle, 

Dióme  palabra  de  ser 

mi  esposo  por  ul  favor; 

con  que  pudo  entretener 

mis  esperanzas,  y  amor 

y  vos  la  experiencia  hacer 

desta  verdad. 

D.  Mans.  Será  poco, 

si  vive,  que  mi  contento 
me  fuerte  á  volverme  loco: 
pero  duda  el  pensamiento. 

D."  VioL,  Si  á  creerme  no  o4  provoco, 
dud,  vos,  ira;ta  para  hacer 
crjmo  os  pueda  as'.'gurar. 

D.  Mana.  Sois,  aunque  ilustre,  mujer; 
y  es  de  cuerdos  el  dudar, 
si  es  de  nobles  el  creer. 


Tam. 


dei 


ESCENA  XIV 

D<CHO*    f    TilHlTO. 

(9ué  es  de  m'  señor.*  El  luto 

eja,  con  que  cubrir  pueda 
la  ium:'3  del  core  iiVWi: 
P'jrite  jaiíi  di  orj  ;.  -.eJa, 
y  pa.:a  a.  p'i..'  •.".., y.-j. 

\j  •■.  •  11  \,  .  '-í.  i.itó, 

co.Tl  <  vo  .-eiji.,té 

del  cúf'rc  <o  que  me  metió 


i8 


COMCDIA  l'AUUSA  t¡£  CÓMO  IIAM  DE  SER  LOS  AMlfiOS 


tu  amor.  Todo  aqunto  sé 

<te  Reniio,  que  llegó 

i  Naibona,  y  de  su  vidt 

ha  d*iio  cuenis  &  Ayinuríco. 
D.  Mam.  No  tiuy  qukn  mi  comento  impida, 

si  eso  es  cierto.  Ya  publico 

la  paz  que  mi  guefra  olvida. 

Hermosa  úqÍ\a  Viólame, 

¡que  nxi  vivo  don  Gastón! 

¡ouc  cf  lu  esposo.'  ique  es  tu  amamd 
D'.  VioL.  ^  pot  el  Rey  de  Am^^Jn 

lo  serás  de  aqui  adelante 

de  ArmeMnda.  á  quien  te  ofrece, 

juntimenie  con  la  paí 

mi  padre. 
D.  Makm.  Mi  dicha  Ctccc- 

Amor  ciego,  hazme  capai 

de  tal  bien. 
Tam.  ¿Qué  t'  parece 

de  aqueste  lacayo? 
U.Masb.  Toque 

oira  icx  templado  el  parche, 

poraue  el  pc^a^  se  revoque, 

Íi  Natbona  el  campo  niarclic. 
'a  no  temo  Rey  ni  Roque. 

I>.MAMt.  Den  i  los  Tientos  librea 
los  atcRres  estaodancs, 
porque  el  sol  mis  dichas  vea, 
y  cntípiccn  por  mil  partes 
ti  aire  que  los  desea; 
que  mañana  htté  tmiiito 
al  mundo  de  cuin  diulioiio 
soy.  pu«s  á  ArmL-sÍRd4  oblijío 
que  me  admita  por  su  esposo 
sin  ofensa  de  mi  amiuo. 
Y  vos,  que  sois  el  valor 
de  Francia  y  resiauradou 
de  don  Gasión  y  mi  amor, 
triunfad  en  Nartiona  agora 
dcstc  campo  vtncedo:. 

X>.'  Vioi.  Sólo  icrvirot  piocuro. 

Si  aqufcuo  adelante  pasa.  fAp.) 
por  mentir,  mi  amor  pccítiro 
y  con  mi  hermana  se  casa 
mis  deseos  aseguro, 

Eucs  don  Gastón  pa^ari 
t  vida  que  le  ofrecí. 
Tah>        l^sc  lulo  scrTÍrft 

de  ornamento  para  mi, 
porque  soy  de  réquiem  ya 
desde  el  entierro  primero. 
VnmoS,  que  vivo  ' 
i  mi  smif;o  vc«  espero, 
pues  la  media  vida  es 
un  H:ni(;o  verdadero. 
Hoy  me  ha  dado  San  Onoírc 
la  vida  que  habla  pcidido, 
porque  no  hiciera  úodofre 
■  al  haitaña. 
D.  Mash.  «Cómo-^ 

Tám.  Hcsulo 

Patriarca  ó  Patricofre. 


■  Kíii.l  y  en  l¡t  IcprnlAa  Mrlta.  r< 
.  .  ._  M.—ftu  illoka4o:*Vanai  qvt  v,i 


JORNADA  TÍÍRCEIU 


ESCENA  PRI.MERA 
Don  Ox>TÁx.  ta  lÁUlo  it  pirtgriim 

Cuando  de  la  incletneiKÍa 

que  el  ciclo  usa  conmigo, 

no  sai:ara  mi  penaoiro  provecho 

mis  que  liacef  experiencia 

de  un  falM)  y  dot>ic  amigo. 

quedara,  en  mis  deMlichns,  satisfecho. 

iMis  males  prueba  han  hecho, 

en  sus  adversidades, 

de  un  nidrio  que  incunsianie, 

compraron  por  diamante, 

pues  son  la  piojrdlo<¡ue  de  amistades; 

y  fuero  cosa  nucía 

hallar  nmigo  en  el  irabaio  i  pruebo. 

Si^üt  al  cuerpo  la  sombra 

cuando  el  sol  está  claro, 

mas  huye  si  la  nube  s«  le  opon«. 

iQué  bien  Ov  idiu  nombra 

sombra  al  ami^  avaro, 

que  en  sólo  «I  interés  su  amistad  p«ne!; 

pues  por  más  que  propone 

seguir  su  adversa  suerte. 

ti  falla  la  ventura 

huye  en  la  noche  escura. 

que  no  hay  palabra  en  la  desdicha  ó  muerte^ 

{fuera  cosa  nueva 
aliar  amit(0  en  el  trabajo  ¿  prueba. 
Vidrio  fué  don  .Manrique, 

Eor  masque  le  celebra 
spaña,  y  sombrj  cuando  jo  sol  era. 
«Qué  muchu  que  publique 
ser  vidrio  que  se  qurcbra,  _ 

y  huya  cual  sombra  en  la  ocasión  primera^ 
A  h'o\  t;')7ir  eipetii; 
y  sin  que  le  avergOence 
su  amiitad,  i  mi  dama, 
esposa  y  dueño  tlama: 
que  et  interés  las  amistades  venc^ 

fuera  co^  nueva 

aliar  amigu  en  el  trabajo  á  prueba. 
Huyendo  \oy  i  España, 
pues  de  mi  p'op  a  tierra 
un  falso  amitto  i  desterrarme  vino. 
Solo  iimoi  me  »>:oinpaña, 
que  por  hacerme  guerra, 
ni  le  vence  ei  ausencia  ni  el  camino. 
Cual  pobre  peregrino, 
ando  á  buscar  un  hombre 
que  convcn^M  co(imi);o, 

Í'  siendo  linne  amigo. 
as  obras  correspondan  con  el  nombre: 
mas  será  cosa  nueva 
hallar  amÍ)to  en  el  iiabajo  A  pfueba. 

ESCENA  II 


nir  la  cena 
i3a  Manrique, 


í 


J0RNABA  tflteRHA 


«nirc  lu  sbmbfu  dcsiu  aliinedu, 
pasa  !a  sinu  que  hace  caluroii; 
>jue  cnirxmos  ya  en  bispaña,  y  I»  posadas 
M>n  un  malas  en  ellas,  que  ñu  Iiacicndu 
iiquesiB  diU^encia,  no  liallsrcmus 
queccnar,;  me  envida  el  hambres!  KSto. 

CniADU  1.'  , 

A  Zaragoza  licuaremos  presto. 

Tamavo 
Fn  aplacando  el  sol  su  fuila  un  poco, 
avisen  á  mi  amo,  sí  durmiere, 
«  diKanle  que  soy  i  «perccbilie 
sábxaat  limpias. 

Ckiado  j." 
)Ple¿ue  i  Dk»  las  hall»! 

Si  no  esUhn  limpias,  catarán  «1  menos 
rociadas  y  dobiadai.  que  cscu''ltimbre 
«le  España  (Jurar  limpias  unas  sábanas, 
sirviendo  cada  noche  desia  sueric, 
seis  meses  sin  Urarse. 

CniAix»  I.* 

¡Ay,  hosteriis 
<fe  Italia  y  Francia! 

TansAYO 

lAy,  carne  y  pan  de  Espafia, 
y  vino  de  mi  sanio,  cama  blanda, 
udoodc  duermo  v^omo  en  seis  colchones!: 
^qué  cama  puede  haber  en  un  camina 
como  una  bola  de  olotoso  lír.o? 

Chiaim  i.' 
Si  te  bas  de  adelantar,  ¿qu¿  aguardu^ 

Ta^ato 

Nada: 
1  pico  el  frisón  y  parlo  como  un  rayo,  rvdx.» 

Criado  a,* 
iiXf.  qué  te  hallamos  como  ayer,  Tamayo? 

ESCUNA  III 

CniABM  y  Doa  GaitAn. 

Don  Gastó» 
Tamayo  o¡  decir,  y  don  .Manrique. 
iVilgame  Dios!  Si  dicen  que  enNaibona 
con  Armesimla  había  de  casarse, 
^aúi  puede  ser  la  causa  de  que  aflora 
a  rfancia  deje,  y  á  Aragón  caminen 
Sabcllo  quicro.  ¡Ay.  ri^jurasos  cielos, 
si  M  acabasen  mi  temor  y  celos! 

Criado  i," 
Sed  tengOi  y  el  calor  hace  excesivo. 

Criaiw  3.* 
Si  tienes  sed,  aqui  corre  un  arrayo, 
rííndose  de  ver  que  no  ts  males. 

CfttADO  ■.* 
¿\o.  asua>  «ya  en  mi  uipa  sabandiías^ 
Xtaldiga  Dios  (|uten  casa  de  aposento 


le  diere  en  elliu.  Oye,  un  peregrino 
me  ha  deparado  Dús.  Monsiur,  >i  acaso 
la  hermana  calabaza  sufre  ancas, 
^quiere  dejarme  dalla  i,n  par  de  soplos, 
y  prr)bando  si  es  bucnn  &u  /uinaque, 
pues  ta  i  San  Jaque,  le  daremos  jaquea 

DjN  Oí.STÓ!* 

Iloigárame  de  alarían  prevenido, 
que  tiujera  con  qu¿  refni^raros: 
pero  voy  lan  ajeno  de  mi  i;ust<>, 
i)ue  no  me  acuerdo  de  estas  piocnciutu^. 

Ckijdo  (.• 
1  Maldiga  el  cielo,  amén,  i  pereurino 
que  puede  andar  sin  el  bordón  del  vinú> 

ClIlAUO  3.* 

¿Vais  ó  venís  de  Español 
Dos  Gastó» 

A  Monserraie 
voy  y  á  San  laque,  y  pienso  que  us  tieoldo 
decir  que  «a  a  Aragón  dcsdcNavaira 
don  .Manrique  áí  Lara. 
Crlído  a." 

¿Coaocíisle? 
ÜuN  Gastók 
Tengo  noticia  d¿l. 

OUIK)  I.* 

A  ZiTñypt» 
vamos  con  ¿I,  ndonde  el  rey  inicnta 
ser  su  padrino,  y  celebrar  las  l>.'>das 
líela  licrmosaA'riiic<.inda: que ácsia causa 
habrá  dos  dins  que  su  padre,  el  Duque, 
panió  con  ella  psni  ¿anfi^ta. 
y  con  duna  Vi,ji,inie,  hermana  suya, 
porque  el  Rey  de  CastiUu,.Mrons»  Octavo, 
con  el  Rey  de  .\rag6n  y  el  de  .Navarra 
quiere  verse  en  Monxó'n,  y  Iodos  juntos 
hacer  guerra  á  los  morus  andaluces. 
Han  convidado  al  Duque  de  Natbona 
á  esta  guerra:  y  ans!  para  mis  honra 
quiere  casar  sú  hi]n  en  su  presencia, 
echando  el  sello  A  sus  venturas  todas, 
pues  se  han  de  hallar  tres  reyes  k  sus  bcdn. 

Don  Gastón 
¡Ah,  cielo  riguroso!  {Y  por  que  causa 
don  Manrique  no  va  en  su  compañía? 

CaiADO  !■• 
Porque  pensó  pariir  í  Fox  primero 
que  á  AraKÓni  mas  dcsputs  le  ha  parecida 
que  queda  bien  se^um:  que  quien  ama, 
siglos  eternos  los  msiantes  llama. 

Don  Gastón 
¿Podríale  yo  hablar? 

CRIAbO  3." 

En  despenando, 
^por  Qué  no?  Bien  podéis  mientras  enfrenan 
los  caoallos  que  ahora  cstin  paciendo. 
Pero  va  ha  despenado,  y  imai;ino 
que  querrá  caminar,  aunttue  la  siesta 
el  rigor  de  su  Tucgo  multiplica: 
mis  donde  pica  amor,  c)  sol  ao  pifa. 


30 


COMEUtA  FAMOSA  DC  CÓNO  HAN  DB  SK»  tOS  AHtOOS 


Don  GASióHfAf.} 
|Bueni  Misión  ie  o^rKC  de  vengarme! 
A^tvw,  yo  o»  harÉ  .tuota  i»iíko 
de  que  ti  casiigar  mi  (atau  amigo. 

ESCENA  IV 

DlOtOl  /    Don    MltHdlQUC 

jNo  «  hora  j»  de  caminar,  hermanos? 
tnrrenid  y  panamux. 

OlADO  I.* 

Es  temprano, 
I  tí  calor  es  terrible. 

D.  MxítaiouK. 

Va  lo  reo, 
mu,  ¿qui¿n  lendri  tas  riendas  al  deseo? 
(Ah,  c(«losI  (Quién  supiera  de  mi  amigüli 
que  el  no  saber  i  donde  esii,  di-&hace 
en  pane  el  gusto  de  mi  airgrc  boda. 
iDcplramck,  amoil  Scri  cumplida 
mi  dicha,  que  sin  il  esti  partKla. 
¿No  viis  por  los  caballosr 

Criado  »,* 

Vamos.  ¡Holal 
Criado  !.• 
Aqueste  peregrino  quiere  hablanc. 

D.  MANRIQtlK. 

Querrá  alguna  limosna.  Knfrcna:  pane. 
( Kaiut  fot  enadoij 


ESCENA  V 

Don  MAS*igDi  y  Dow  GmiAm. 

D.  Makk.  <Soi>  francas?  (a  doa  CatiAa,  fM  tltga 

D.  Gast.  No  tengo  tierra. 

D.  Mano.  ¿Cúmono? 

D.  ü*>r.  La  que  tenia 

días  há  )  a  que  no  es  mía. 
D.  MAKP.^Por  que? 
D.  Gait.  Porque  me  dvstierra 

un  falso  amigó  hecho  al  temple, 

aunque  al  olio  pareció, 

que  una  borrasca  borrú 

Í'  obliga  i  que  scdcttemple 
I  p<ntura.  que  entendí 

fuera  eterna;  mas  no  dura 

la  amistad  ni  la  pintura 

en  el  trabajo. 
D.  Mank.  Es  ansí. 

<De  dónde  sois? 
D.  Gasi.  Tal  estoy 

por  un  tirano  iniofis, 

que  no  ié  si  soy  franca 

aunque  dicen  que  lo  soy. 
D.  Max».  ¿Cómo? 
f>.  Cast.  Vuelvo  i  dudar  luego; 

porqu4  mudó  el  tiempo  vano 


un  amigo  castellano, 

que  >a  en  la  lealtad  es  griego. 

I.  .Man».  Alio:  vos  no  os  declaráis. 

Tomad,  y  adius,  que  ya  es  tarde. 

(fíalr  llmamt,  y  mira  nacAv  Ao«  Ga*> 
t6n  f»4H(  I*  4ii  4aéo.) 

I.  Cast.  Dl' quien  sois  hacéis  alarde. 

).  Mank.  Ün  duultjn  es:  ¿qvié  miriis? 

I.  Gast.  Mifu.  aunque  me  mnravillo, 
el  dublitn  que  me  habíis  dado. 
]Dut>ie  el  dueño,  y  «I,  dobLdoI: 
mas  US  quisiera  sen<.illo, 
y  no  salieran  tan  claras 
mis  desdichas:  mas  ya  son 
del  mudo  que  vos,  dottión, 
lotí  aini(ius  dedos  caras. 
En  dcspievi^rus  me  tundo, 
basta  que  ya  el  tiempo  os  borre, 
que  SOIS  falso,  y  ya  no  corre 
otra  moneda  en  el  mundo. 

.  Makr.  ¿Falso  esc? 

,  Gast.  El  dueño  me  induce 

á  que  le  ptcrda  el  decoro, 
que  aunque  reluce,  no  es  oro 
todo  aque.lo  que  fcluc«. 
An)igos  hay  de  apariencia 
de  uiu,  que  en  viendo  pobre 
al  amiKu.  son  de  cot>rc: 

Ía  yo  nc  vii,io  la  experiencia, 
a  no  hay  Eneas,  ni  Acates, 
porque  el  engaño  alquimista, 
cadenas  hace  á  la  vi»u 
de  oro  de  mil  quilates, 
pero  son  hierro;  y  no  yerro, 
que  ya  la  amistad  mis  buena 
se  dura  como  cadena, 
con  ser  amistad  de  hierro. 

.  Makr.  U  habla  aqueste  conmi|;o, 

ó  está  loco.  |Oon  Gastón,  fc*ia<(Mi« 
ami)(o<lel  corajtónl 

■  Oast,  iNombre  me  oircces  de  amigo, 
traidor,  cuando  íama  cobras 
de  la  desivaliad  que  labrasl: 
dcarniH»  Min  ;us  palabras, 
j^  de  enemigu  tuv  obras. 
Cuando  usurpando  mi  estelo, 
con  el  de  Araj^n  conciertas 
mí  muerte,  por  gozar  cienat 
tus  traiciones;  cuando  has  dado 
de  esposo  palabra  y  mano 
i  Armcsinda,  cuyo  pecho, 
casa  de  aposento  ha  hecho 
el  alma  que  lloro  en  vano, 
porque  tu  traición  traspasa 
la  amistad,  que  ya  atroptlla, 
y  por  quedarte  tú  en  ella, 
echas  al  dueño  de  casa; 
cuando  me  vas  i  quitar 
mi  esposa,  amigo  me  llamas. 
(No  echas  de  ver  que  te  infamas, 
cuando  me  vienes  i  dar 
ese  nombre,  pues  con  él 
pierdes  de  amiKo  «I  decoroh 
mas  quietes  parecer  iie  oro, 
V  no  e  es  iiiás  que  oropel. 
La  media  vidí  te  di 
el  día  que  á  tu  «mistad 


JORNADA  TERCERA 


31 


te  admitió  mi  voluntad, 
y  esa  he  de  quitarte  aqu!; 
aunque  por  haber  estado 
con  otra  media  que  es  tuya, 
e%  razón  que  dcila  huya, 
porque  se  le  habrá  pegado 
¡a  pesie  de  la  traición 
que  tu  espe  anza  hace  uTana; 
y  como  está  ia  mía  sana, 
huye  de  lu  conta'^ión. 
Mas,  por  lo  que  á  Kspaña  debo, 
cuyos  nobles  naturales, 

[lor  amiiics  y  leales 
os  aventai'o  y  apruebo; 
por  lo  que  á  mí  amor  obliga, 

V  po'que  á  ti  te  está  bien, 
i  trueque  que  no  te  den 
nombre  de  traidor,  ni  diga 
ei  mundo  en  tu  deshonor, 
haciendo  tu  culpa  clara, 
que  don  Manrique  de  Lara 
á  su  amigo  fué  traidor; 
aquí  con  mortal  castigo 
sepultaré  lu  deshonra, 

que  quiero  volver  por  tu  honra, 
por  lo  que  fuisies  mi  amigo. 
D  Masí,  Y  yo  sufrir  tus  agravios, 

poroue  soy  tu  amigo,  quiero, 
sin  desnudar  el  acero 
ni  la  lengua;  <iue  los  labios 
tienen  su  enojo  con  llave, 
y  yo  no  apruebo  ni  sigo 
el  amigo  que  á  su  amij^o 
sufrir  injurias  no  sabe. 

Y  ans!,  aunque  me  has  injuriado 
con  la  traici'in  que  me  indicias, 
yo  te  perdono,  en  albricias, 

don  Gastón,  de  haberte  hallado. 
¿Yo  te  usurpado  tu  lierra? 
vé  á  Foi  para  que  divises 
si  en  vez  de  tu  Flor  de  Lises 
han  puesto  la  paz  ó  (¡uerra 
las  dos  calderas,  que  son 
las  armas  con  que  honra  el  cielo, 
desde  don  Diego  Porcelo, 
los  Laras  y  su  blasón. 
¿Qué  alcaidías  he  mudado? 
¿qué  tributos  he  coi;ido? 
¿qué  servicios  he  pedido? 
¿qué  monedas  he  labrado? 
¿qué  escritura  hay  que  publique 
lo  que  tu  pasión  alirma, 
adonde  dii;a  la  firma: 
«Conde  de  Fox,  don  Manrique.» 
No  hallarás,  sino  es  cobrado, 
tu  patrimonio  perddo; 
e!  de  Tolosa,  vencido, 
y  el  de  Narbona,  obliíjado 
a  darle  á  doña  Violante, 
á  quien  si  de  esposo  diste 
tu  palabra,  cuando  fuiste 
libre  por  su  amor  constante, 
¿qué  mucho  que  intente  ser 
esposo  de  quien  no  puedes 
sello  tú,  sino  es  que  Quedes 
por  perjuro?  Tu  mujer 
M  dofia  Violante,  y  yo 


tan  tuyo,  que  la  experiencia 
hizo  prueba  en  mi  paciencia; 

fiucs  ni  la  mano  sacó 
a  espada,  haciendo  testigos 
mis  agravios,  ni  han  bastado 
á  que  no  le  haya  enseñado 
cómo  han  de  ser  ¡as  amigos. 
D.  Gast.  Si  todos  como  tú  son, 

[maldiga  Dios  la  amistadl 
¿Probarás  lu  lealtad 
con  el  Rey,  que  en  Aragón 
te  dio  sus  armas  y  genic 
para  que  á  Fox  conquistases, 
y  con  él  le  levantases? 
Dirás  que  la  fama  miente: 

2ue  pues  dices  que  yo  di 
doña  Violante  mano 
de  esposo,  dirás  que  en  vano 

fucdes  persuadirme  ansi. 
ero  ni  quiero  creerte, 
ni  manchar  mi  noble  acero 
en  tu  sangre;  sólo  quiero 
que  vivas,  pues  en  tu  muerte, 
la  infamia  que  tu  honra  priva 
mcrirá;  y  será  mejor 
dejarre  vivo,  traidor, 
para  que  lu  inTamia  viva. 
Viva,  que  si  en  il  vivió 
de  mi  v'da  la  mitad, 
que  lu  rompida  amistad 
tan  presto  del  alma  echó, 
hoy  darte  vida  he  querido, 
aunque  el  enojo  me  abrasa, 
por  no  derribar  la  casa 
que  por  huésped  me  ha  tenido. 
D.  Manr.  Pues  )vive  Dios!  que  esta  vez, 
aunque  lu  furia  me  ofenda, 
no  ha  de  romperse  la  rienda 
de  mi  paciencia,  y  que  juez 
tienes  de  ser  y  testigo 
de  mi  amistad;  y  aunque  tuerza 
hoy  mi  inclinación,  por  fuerza 
has  de  ver  que  soy  tu  amigo. 
[Hola]  {Saltn  toi  doi  criaáat.) 


ESCENA  VI 

Don  MiiHRiQíIK,  Don  Gaitúh  }*  doiCniADai. 

Criad,  i.*  ¡Señorl 

D.  Manr.  Esa  espada 

quitad  á  ese  peregrino. 

D.  Gast.  |Ah,  traidor!  Bien  imagino 
lo  que  tu  amistad  doblada 
intenta.  A  Aragón  me  lleva, 
porque  su  Rey  me  dé  muerte. 

D.  .Manr.  Mas  para  que  desta  suerte, 
haci':ndo  bastante  prueba 
de  mi  amistad,  sean  testigos 
cuantos  han  visto  mi  amor, 
que  ha  enseñado  mi  valor 
ciimo  han  de  ser  los  amigos.  (Vtnst.) 


32 


i;»MCDI\  FAMOSA  U:  CÓMO  RAK  HE  SKA  LOS  AMtOOS 


tSCENA  Vil 

iíl  Rki  bt  AkaOM,  ti  I>vi)«(,  AtkiutnroA 
j-Do3*  Vtoi.A»rr, 

Rey. 

Un  buen  dia  habéis  dado  i  Ziragoia, 
ramudo  Duque,  pues  de  ll  belleiJi 
de  vueMriN  ceiebridii.  Iiijat  giza. 

DuguL. 
Su  humildad  Tav-orcce  vuntta  altfia. 

ItEV. 

VuM'.ra  vejcí  con  vellas  se  rcmoia. 

MuLh»  dr!>£¡s  ¿  1j  na;ufdleía, 

pues  cuanto  pudo  dio  á  vuestra  ventura: 

a  VU&.  valor,  y  i  ellas,  hcrmosu  a. 

Ya  tengf>  envidia  al  Condi-  don  Manrique 

y  léxtima  noinbic  al  de  Tolosa: 

«I  uno,  en  i);tc  vucxiro  liiín  se  publique; 

V  al  ntro,  ei>  que  no  |p>l:c  tal  cspoia. 

Ntas  ú  quetíis  que  1»  que  sientu  explique. 

vuestra  suene  cua  él  ei  vcniurosa. 

pues  s>  Atniesinda  «>  Ftni\  en  beliexa. 

íl  es  Sol  en  valnr  y  ue.iiilc^a. 

Yo,  seAcrj,  he  de  ser  p.idrjno  vuciiro, 

que  mimo  v  amo  mucl-.o  i  vuestro  jmar.ir 

Admesinca. 

La  nbll|;ai.'i'in  eallanJo,  señor,  mueiiro 
con  que  os  debo  senir  de  aqui  en  adelante. 

RST. 

*"  Conio  e!  tiempo  me  h'io  en  nmor  diestro, 
casi  imj;¡inr.  v«.  bella  Vi^jljinic, 
que  me  j>e<J  s  que  á  f).  f  rati>>n  recibn 
en  mi  anii.uJ  y  C'ai'ia.  Vin  ella  vira, 
pues  ouc  iivc  ^ur  vos,  _v  don  Manrique, 
cjeniplí)  de  amislaü.  i'inii;o  y  iiru. 
i  Kos  le  e-.iíCp'je,  y  Arax^'i  publique 
que  cvá  en  mi  proieccitVn  y  real  nmparoj 
pueí  cuando  d;  la  par  se  certiiiquo. 
\ulvienilu  ll  ver  ci  hol  otra  vcir  claro, 
de  sus  irabagos  y  prisión  pas.id^, 
vendrá  i  cumpliros  la  palabra  dada. 

OoSa  YioLA.sir. 
Bew>  luit  píet. 

Rbv. 
Yb  viene  gI  de  Castilla 
i  ver  el  Pilar  tant'>.  consa:íraila 
por  ll  Itñnadel  cícln.  cuya  vlla 
■iene  su  asiento  sobre  el  ^ni  dorado, 
Quiero  hacer  guerra  al  m^H"  de  Sevilla, 
que.  soM^bio,  las  parias  to  ha  negado, 
y  que  N'jvarra  y  AruRiin  acuda 

Eira  Un  santa  cniproii  á  darle  ayu  Ja. 
n  pitia  del  SiKorro  dcsia  ;:ucrra' 
te  he  di  rcd'i*  que  tornen  los  de  Lara 
A  su  nnit^uo  valor. 

El  que  se  encierra 
tn  viMitra  Alia  -.t,  am  rtvor  dwltrd. 

SI  don  Minrtdue  vutlvt  <  ttt  lu  Herraj 
y  ifl  lut  atuwi  otra  vil  la  trrifttt. 


i  instancia  mía.  el  Pcv.  Duque  Aymerico, 
[CDdrtis  un  hterno  valeroso  y  rico. 

Di  ■ore. 

Teniendo!  vuestra  Alie»  por  padrino, 
^qué  mucho  que  i  su  patcia  restaurado 
se  vuelva  don  Maniiijue? 

Rr.T. 

Yo  imagino 
q^ue  le  he  de  ver  romo  merece,  honrado. 
Cansado  vendréis.  Duque,  del  camino. 
?.n  mi  palacio  catáis  aposentado. 
And>d  con  Dios,  y  de»:anvnd.  que  es  larde. 

Mil  afios,  gran  scAor.  iH  clflo  os  guarde. 

(V<mt4  ti  t>vli¡t  y  Ini  híjiu.) 

ESClíNA  VIII 

Kf  RCT,  Do;i  MAiRigtK.  tuandsftit.dtfirtgriiiv, 
y^tttJaii  'i  va  Im4e. 

D.l»  M;lMi[9li)t. 
Bien  si  qu;  H«  de  costarme  vida  ó  seso 
lo  que  hoy  inienio  hacer  por  un  ami^o. 
y  que  espantando  al  muitdo  mi  suce.i{), 
tiene  de  ser  de  mi  ralnr  tei>tÍ)to: 
mas  piérdaic  la  vida,  pues  profeio 
la  amistad,  cuvas  Uves  [cuardo  y  sigo, 
que  aunque  la' vida  és  muchj.  estimo  en  poco 
quedar  por  un  ami(;o,  muerto  ó  loco. 

Ret. 
iQui  ts  eiio.  don  Manrique?  ,;r-:n  Zaragoia 
vos,  y  lan  traste,  la  colar  perdida? 
Cuando  Armc^iinda  vuestra  dicha  gota, 
tan  «mad4  par  vus  v  pretendida: 
cuando  aguardaba  áe  la  gente  moxa 
la  nublem  alebrar  vuestra  venida, 
con  señales  de  lieíti  y  de  contento, 
¿lan  triste,  vos.^  Dccid:nc  el  fundamento. 

O.  M*sa,  Díme  los  p;ct,  graa  scílor, 

y  no  ic  admire  el  suceso 

de  la  novedad  que  ves 

y  tristeii  con  í¡uc  vengo; 

que  una  determinación 

dcspaciiaJa  en  el  Consejo 

de  amisudy  sc;iieiKiada 

en  ini  da!\o'  y  mi  provecho. 

me  tra;  i  mí  pic»  confuso. 
RtT.        Leíantaos.  Cunde,  del  sudo, 

y  sin  hablar  p!)r  enijímB*, 

de;.I.irá(>í,  que  e;to)  suspenso, 
D.  .Mana.  Ya  sabeí.  Rey  podérow, 

lo  que  al  (>>.-idc  de  h'ox  debo 

y  la  amistad  que  con  tí 

tantos  añ->*  hi  profeso. 
«í».         Ya  si  oue  Fri.Kía  y  España 

os  celebra  |^r  cícmplo 

tte  la  xmislnd  inviolable^ 

(}ut  C.1  vos  ha  hallado  tu  centra. 

M  porque  ti  d«  Fox  eslA 

mn  Üittda  y  ni  d«it:crro 

p«r  mi  cavila  tfvn  Minriquii 


^^^^B                                                       JOKXADA  TERCEM                                                            sIl^^^^^H 

^^^^^      hacéis  a^ucsos  cMrc.i-.o), 

1                  niiü  sal  i  !>  lace  lunes,  viene,                          ^^H 

^^^1           )'a  yo.  oividadtis  enojus. 

1                   si  es  licito,  en  son  de  ptefo                         ^^H 

^^^H            Diir  vuestra  ixasiO  .  le  hv  vucllo 
^^^B           a  mi  ([riiria  y  ^tmistad. 

para  que  sus  0)os  vean                                ^^H 
0  que  por  i\  hacer  •^uWfO.                        ,^^H 

^^^B            y  (juv  (¡oce  óxtt  vck  qui«ra 
^^H            i  I-tíx  y  á  dúñn  Violante, 

Invicta  Rey  de  .\r3i40u,                         ^^^^M 

cartas  de  C.aitiiln  toiuo                        ^^^H 

en  que  me  perdona  e  Rey,                     ^^^^| 

'  levantando  el  destierro                         ^^^^| 

A  l«i  de  mi  nuble  sangre,                      ^^^^| 

^^^1            i  quien,  cuiuulo  ntuvu  preso. 

^^H           dicen  que  dld  fe  y  pulobrn 

^^^K           ¿t  cspoio... 

^FD.  M,\\n.                   ¡Pluguiera  al  cielo! 

promete  el  volverme  presto                    ^^^^| 

^B                 Tsmt>i£n  sibcs  el  amor 

mis  tierral  y  patrimonio,                        ^^^^| 

^M                   que  ú  ArniCMnili  Sella  icngo, 

si  olvidando  enojos  vie|oí,                      ^^^^| 

^1                desde  ouc  vi  su  hermosura 

con  üon  Fernán  Ruiz  de  Casiio            ^^^^| 

amistad  y  parenicscu                            ^^^H 

^■RST.                            SI:  {á  quf  efecto 

cont  algo,  dando  &  su  bija                      ^^^^H 

^1                 me  kaciis  tamas  prcvenci^^net, 
^1                  pueiiclla  y  su  p*(Jr«  me«:Tio 
^1                  han  venado  á  cc-iebrar 

palabra  de  esposo  y  ducüo.                    ^^^^B 
ksio  esiñ  bien  A  mí  hon<a,                      ^^^^B 

i  lo  qu>;  i  don  Gastan  debo.                 j^^^^l 

^M                \  uettro  aterre  casnmiento? 

á  mis  pnKcnieii  y  amigos,                        ^^^^B 

^B  ti.  Manr.  Gran  teñiir,  mi  H>T)i;¡ti  el  (Inndí 

aunque  mal  i  mí  deseo.                              ^^^B 

^B                há  seii  Añas  que  en  (lese;>t 

Si  e!  amor  que  me  has  mostrado,                ^^H 

^M                  i  iu  liermoiur»  ¿cdxx 

cun  tan  ma^nilko  pcchoi                       ^^^^H 

^B                el  alma  y  Ir»  pert«4iH(enio(. 

tai  leyes  di:  la  jmiiíiad                             ^^^^B 

^^^H            Vu  le  prümeiicasiilt:: 
^^^B          con  el  a,  >  en  el  lurncu 

V  el  remedio  de  mis  deudos                   ^^^^| 

ic  oblifian,  ansí  A  lus  pUnias                 ^^^H 

^^^H           mai¿  si  C'jncte  de  Tolosa, 

»e  poitren  los  viles  cuellos                     ^^^^| 

^^^H          causa  de  lantus  >ui:esos. 

de  sarracenos  alarbes,                               ^^^^| 

^^^1          Y  aunque,  cuando  vi  i  Armeunda, 

tu  nombre  reconociendo,                         ^^^^| 

^^^H           amor  enccndiú  mi  p«cho 

que  i  Aymerico  penuadaii                    ^^^^| 

^^^1          llamas  que  no  tian  apigado 

mi  intercesión  y  tus  ruegos                     ^^^^H 

^^^1          valor,  ausencia,  n¡  el  tiempo, 

á  que  .i  d:>n  Gastón  admita                         ^^^B 

^^^B          ha  reiiuído  lU  furia 

por  hijo,  que  con  aquesto,                          ^^H 

^^^H           lu  amistad,  i  cuy»  espejo 

desenojar)  ando  á  Armcsinda,                           ^^M 

^^^1          me  miru  para  enmendar 

mosirari  el  mundo  en  mi  ejemplo             ^^H 

^^^B          en  iv  crfital  mis  defectos. 

cómo  han  de  ser  l^s  amigos,                  ^^^^M 

^^^B           Aquesto  at¡lt¿ó  mi  atnof 

tan  ratos  en  este  tiempo.                        ^^^H 

^^^fl         A  padecer  un  intlcrno 

Rbt.        Conde,  cuando  el  Rcr  Alfouso                 ^^H 
no  me  cumpliera  el  deseo                           ^^H 

^^^H          de  penas,  sin  rsperatiza 

^^^B         de  ahvio  ní  de  remedio. 

que  du  veros  con  quietud                           ^^H 

^^^B           hsMa  que  dofn  Vivíame, 

hd  tantos  artos  que  ieogo¡                          ^^H 

^^^B           por  dar  fin  i  «us  deM;i>v, 

el  valor  oiie  haMls  mostrado                        ^^H 
y  amistad  diifia  de  templos                           ^^H 

^^^H           sospechnt  i  mi  amiii.irl 

^^^B          y  ¿dunGaiti'in  junt'jí  celos. 

V  altares,  diinde  clcrnice                             ^^H 
la  lama  el  renombre  vuestro,                        ^^H 

^^^B          me  engañó  con  persuadirme 

^^^B         ouc  el  noble  i^rujccimi<:nic> 
^^^B          del  Conde,  libre  por  ella. 

me  obtijia  A  hacer  vuestro  gusto.               ^^^B 

Al  Rey  de  Castilla  espero                          ^^^^B 
aquí:  podéis  aguarda  le.                            ^^^^B 

^^^H          \q  oblij;6  con  jur.imeiiio 

^^^fl          A  ser  su  esposa,  ('relio: 

D.  Man*.  Prospi-re  tu  viJa  ci  cielo.                           ^^^^B 

^^^B         y  advirtiera,  A  ser  discreto, 

Rev.         .¡Adonde  esti  di>n  OnuAn^                       ^^^H 

^^^B          que  la  mujer     el  cnt:nrt » 

1).  Gast.  A  lus  piet,  ■icñ'it,  pidiendo                        ^^^^H 

^^^B          caudal  á  la  pi.te  h.m  puesto. 

que  en  lo  gracia  me  recibas.                     |^^^^| 

^^^H          Entre  en  Njrbomi  úi  pjz; 

Rlt.         l.evantao>,  Conde,  del  suelo,                    l^^^l 

^^^H          y  quedando  laiixic-^ho 

y  alabaos  de  haber  hallado                       ^^^^| 

^^^B         tic  que  dejaba  en  m  fuerza 
^^^B         la  amistad  que  estimo  y  precio. 

iin  ami)jO  verdadero,                                J^^^H 

en  U  aaversidad  constante,                   ^^^^H 

^^^B        concerté  mis  desposorios 

que  es  milagro  en  este  tiempo.              ^^^^^B 
Vamos,  (x)nde  don  Manrique,                 ^^^^^H 

^^^B          «R  ella,  por  ver  que  en  ellos 

^^^B         m>  padrmo  hablas  de  ser. 

y  hallaréis  al  Duque  viejo                        ^^^^H 

^^^B          Vino  el  Duque,  y  quiso  el  cíelo. 

y  Armcsinda.                                        ^^^^H 

^^^B         dllaland^>  mi  I1e;iada, 

D.  Man».                         Gran  seüor,                       ^^^^B 

^^^B         que  no  batiR^L-n  e.-ireiot 
^^^B         a  poner  mi  fama  v  honra 

tengo  amor,  y  temor  ten;^                       ^^^^H 

que  hede  pi-rder  el  juicio                         ^^^H 

^^^H         en  manuí  dtí  vul¿;o  necio. 

u  el  tetoro  hermoso  veo,                           ^^^| 

^^^B          Encon:r¿  de  pett^úno 

úr  riuicn  siendo  ducAo  prapto,                    ^^^^ñ 
ha  Jegoxnr  otro  djeüj.                              ^^^H 

^^^B        i  don  Uai'.tin,  q.:c  creyendo 

^^^B         lo  qu*  a.-i  mi  «jtro^  h  la  tama 

HansxMi  ablandan  mudbo,                     J^^H 
y  «1  Tata  mli  Arma  y  rMIo                     ^^H 

^^H       pubilub»!  /  no  idvlnlando 

H 


COMEDIA  FAMOSA  DE  CÓMO  HAN  DE  SER  LOS  AMIGOS 


Rey. 
D.  Man». 

D.  Gast. 


D.  Mank 


D.  G*ST. 
D.  Manr 
Rey. 


D.  Mank 


que  resistió  Rolpes "gran  des, 
suele  romper  un  pequcñu. 
Pasarme  quiero  á  Castilla, 
que  ima|>ino  que  no  es  cuerdo, 
sicnüú  vidro  la  amistad, 
qui.'n  osa  ponella  á  riesgo. 
¿Pues  no  queréis  aguardar 
al  Rcyf 

Saldréle  al  encuentro; 
y  pediréie  licencia 
para  volver  á  sus  reinos. 
Adiós,  amifjo  del  ahna. 
Yo,  don  Manrique,  me  precio 
también,  como  vos,  de  amigo, 
y  si  el  casamiento  acepto 
de  Armcsinda,  aunque  la  adoro, 
es  mis  por  veros  resuello 
decaparos  en  Castilla, 
que  por  cumplir  mis  deseos; 
que  de  otra  suene,  bien  sabe 
cl  amor  grande  que  os  tengo, 
que  á  trueco  de  vuestro  gusto 
me  seria  'gloria  el  tormento. 
Conde,  esposo  de  ArmesinJa 
habéis  de  ser:  vo  lo  quiero, 
y  estáis  obligado  á  darme 
gusto  en  todo. 

Yo  lo  acepto. 
Dadme,  Rran  señor,  licencia. 
A  poner  voy  en  efecto 
lo  que  os  ten^o  prometido, 
y  á  publicar  el  extremo 
de  vuestra  ñrme  amistad, 
porque  sepa  el  siglo  nuestro 
cunto  han  de  ser  los  amigos. 
.  Tus  invictas  plantas  beso. 


ESCENA  IX 
Dos  .MiiniQui,  lale. 

Solos  habemos  quedado. 

¿Qué  habéis  hecho,  pensamiento? 

¿Qué  habéis  hecho,  amistad  ciega? 

Alma  loca  ¿qué  habéis  hecho? 

Por  dar  la  vida  á  un  amigo, 

¿es  bien  haberme  á  mi  muerto? 

iJcsúsl  ¡qué  extraña  locura! 

Sin  Artnesind.i  ¿qué  espero? 

¿Dónde  he  de  ir,  que  el  rey  Alfonso 

ni  me  pjrduna,  ni  cl  cielo 

quiere  que  i  mi  esiado  torne? 

Todo  fué  fingido  enredo 

por  casar  á  dun  tjasión 

con  Armesinda.  ¡Ay,  lormcniol 

acabadme  de  matar. 

Necio  he  sido;  si.  ¿No  es  necio 

quien  da  el  alini<?  A  lo  que  obliga 

un  amigo  vcrdidefo 

es  á  dar  la  hacienda,  cl  gusto, 

la  libertad  y  el  sosiego; 


r  En  cl  oriifÍDil  y  U  imprc^iún  suclt*,  ><cri>.  El 
mauuicrito  limbiéa  dice  >4cri>.  Igualmeotc  formi- 
ria  aentido  iTucr»,  y  acaio  aii  lo  cscribiú  el  «uior. 


¿pero,  el  alma?  aqucso  no. 
Si  era  cl  alma  destc  cuerpo, 
Armesinda,  ya  la  he  dado. 
Sin  vida  estoy;  ¡bueno  quedol 
Loco  estoy  sin  Armesinda; 
pero,  no  es  mejor  que  cl  seso 
pierda  un  hombre  que  la  fama? 
Claro  está:  loco  soy  cuerdo. 
Más  vale  que  muera  yo: 
mas  jay,  rigurosos  cielos! 

3ue  vivo  para  morir 
e  amor,  de  rabia  y  de  celos. 

ESCENA  X 

Don   .MAABiQec  j  Tahato. 

Tam.        ¡Bravo  lugar  es  aqueste! 
Espantado  de  ver  vengo 
!a  soberbia  de  sus  calles, 
la  riqueza  de  sus  templos. 
Mas  mi  señor  está  aquí. 
¿Que  diablos  tiene?  Suspenso 
se  pasca,  y  siispir.indo, 
la  vista  enclava  en  el  suelo, 
¿lias  merendado  cazuela(.iD.  Manr.) 
para  dar  tantos  pa<eoS, 
ó  hay  moscones  en  la  cola? 
íi.  Manb.  Sin  Armesinda,  hay  desvelos. 
Tv-M.         [Oiganl  Pascar  y  dalle. 

¿Qué  es  aquesto,  qué  tenemos? 
h.  Mank.  Por  mi  culpa,  por  mi  culpa. 
'I\M.        «Y  por  i.into,  pido  y  ruego 
á  Dios  y  á  Santa  María, 
á  San  Miguel  y  á  San  Pedro...» 
h  M*N[i.¿QuedÍcos? 
T  m.  La  confesión, 

por  ayudarte. 
D.  Manh.  '  Confieso 

que  estoy  loco. 
Tam.  Yo  también. 

¡Ay,  celemines!  ¿Qué  es  esto? 
Respondedme. 
D..\1anh.  ¿Qué  rc'ipuesla 

te  t'cne  de  Jar  un  muerto? 
Tam.        ¿Tii  estás  muerio? 
n.MANB.  Sí. 

Tam.  ¿y  con  habla? 

f>.  .Manb.  No  hablo  vo. 
Tav.  '  ¿Pues? 

n.  Manr.  Mi  tormento. 

Tam.        Ya  filosufisiicamos. 

¡Trabajo  tiene  ei  celebro! 
,   D.  Manh.  \'en  acá.  (Jiandn  da  el  alma 

un  homhrc  ¿no  queda  muerto? 
Tam.        Ansí  lr>  dijo  un  albi'iiar, 

tomando  cl  pulso  á  un  jumento, 
n.  Manr.  ¿I'n  amante  no  da  el  alma 

á  su  dama? 
Tam.  Ese  a'-gumentn 

I  traen  siempre  los  hoquirubios, 

pero  ni)  ios  boquinejri'S; 
porque,  ¿cóimi  puede  esiar 
sin  alma  un  hombre? 
D.  Makp.  Eres  necio: 

porque  cl  alma  de  su  dama 
se  pasa  Itiego  á  su  cuerpo. 


JORNADA  TERCERA 


35 


Tam.        ¿Pues  es  casa  de  alquiler? 

p.  Manb.  ¡OyetL',  luco! 

Tam.  '  Hable,  cuerdo. 

D.  .Ma^r.  Pues  si  el  alma  de  Armeslnda 
villa  dentro  eti  mi  ptcho, 
y  á  dun  Uasión  se  la  he  dado, 
muerto  estoy. 

Tam.  El  tema  es  bueno. 

D.  Manr.  Dipo  que  no  tendió  vida. 

Tam.        Mas  que  no  la  tongas:  ¡quedo! 

D.  Manr.  Entiérramc. 

Tam.  Vuelve  en  ti, 

por  amor  de  Dios. 

D.  Manr,  ¡Oh,  ejemplo 

de  ingratos!  ¿!a  sepultura 
me  niegas!* 

Tam.  Yo  no  la  niego, 

sino  reniego,  señor. 
,;Pué  has  comido,'  ¿Si  los  berros 
de  anoche  te  hicieron  mal.* 

D.  Mami.  EniiciTame. 

Tam.  Ya  te  entierro. 

{Quiero  ses'iiil'í  ^'  humor:) 
¿N'i)  te  has  de  echar  en  el  suelo? 

D.  Manb.  ¿Qué  más  echado  me  quieres, 
si  á  mal  mis  venturas  echu? 

Tam.        El  primer  difunto  en  pie 

eres  que  viú  el  siglo  nuestro. 
Ahora  bien:  ya  entran  en  casa 
tus  parientes  y  tus  deudos. 
Iodos  cubiertos  de  luto. 

D.  Makr.  iVálgameDioi!  ¡Que  hünrcá  un  necio, 
muerto  por  sola  su  culpa, 
tanta  multitud  de  cuerdos! 
Mas  si;  que  la  neCLdaii 
es  !a  honrada  en  esiu^  tiempos, 
y  muertos,  todos  Sun  unos 
los  nc-cius  y  los  d'Scretos. 

Tam.        Los  niños  de  la  Doctrina 

vienen;  ya  entran  aci  dentro: 
joh,  qué  de  sarna  que  traen! 

D.  Manr.  ¿De  la  Doctrina  son  éstos? 
Tam.        ¿No  lo  ves? 

D.  Ma.nr.  Por  dar  doctrina 

á  los  amigos,  me  quedo 
cual  niño  de  la  Doctrina, 
amiHo  Tamayo,  huérfano. 
Tam.        Las  Ordenes  Mendicantes 

vienen. 
D.  Masb.  No  entren  acá  dentro. 

Tam.        Aguarden,  Padres. 
D.  .Manb.  ¿Qué  orden 

tendrán  ya  mis  desconciertos? 
Tam.        Aquesta  es  la  Cofradía 

de  la  Soledad. 
D.  Manb.  Discreto 

fuiste  en  iraella.  pues  solo, 
sin  Armesinda,  padezco. 
Tam.        Aquesta  es  de  la  Pasión. 
D.  .Manb.  Será  la  de  mis  tormentos. 
Tam.        Kstotra  ei  de  los  Dolores. 
D,  Manb.  Terribles  son  los  que  siento, 
Tam.        La  Candad,  que  á  los  pobres 

entierra. 
D.  Man».  Muy  bien  merezco  i. 


Tam. 


D.  Manb 
Tam. 


D.  Manb 
Tam. 


D.  Manb. 
Tam. 


I    En  el  mi.:  «Bien  lo  mcreieo». 


D.  Manb. 


T.\M. 


n.  Manb 
Ta.w. 

D.  M  ANB 

Tam. 
D.  Manr 


Tam. 


n.  Manb 
Tam. 


D.Manb 


pues  I,  por  dar,  pobre  hequedído, 
que  me  compares  con  ellos. 
Mas  oye,  ¿no  hay  Cofradía 
de  la  Amistad? 

En  el  ciclo; 
que  aquí  hay  muy  pocos  cofrades, 
y  esos  son  al  uso  nuevo. 
¿Pues  no  soy  cofrade  yo? 
Y  aun  mayordomo  de  necios, 

Íiues,  estando  vivo,  cumples 
as  mandas  del  testamento. 
iEa!  Si  te  has  de  enterrar, 
y  estáí  difunto,  no  hablemos.— 
Los  pobres  son  de  las  hachas. 
¿Cuáles  son  los  pobres? 

Estos. 
Salios  al  zaguán,  hermanos: 
leal  salid;  acabemos; 
que  es  muy  estrecha  esta  sala, 

[no  huele  bien  el  cuerpo.— 
os  clérigos  vienen  ya 
de  la  parroquia:  ¿daremos 
las  velas? 

Bien  puedes  dalles 
las  velas  de  mis  desvelos. 
Tonie  cada  cual  la  suya, 
desde  el  cura  hasta  el  perrero  ', 
No  toméis  dos,  monacillo: 
¿escondcislas?:  ya  lo  veo. 
¡Ka!  que  el  Responso  cantan. 
¿Quieres  que  sea  el  Memento, 
ó  ti  Peccalem  me  quolidie, 
responso  de  majaderos? 
Si  el  Memento  es  acordarse, 
y  peno  cuando  me  acuerdo 
ía  hermosura  que  perdí, 
canta  olvidos,  que  eso  quiero. 
(Cania.)  Va:  Peccatem  me  quolidie. 
¿Quién  me  ha  metido  en  aquesto? 
Pero,  ¿qué  tengo  de  hacer? 
Canta. 

Ya  va:  qiiia  in  inferno. — 
Tamayo.  ¿tú,  sacristán? 
¿No  cantan? 

(Cama.)        Nulla  est  redemplio. 
Tienes  razón,  que  no  tiepen 
ya  mis  desdichas  remedio. 
|Ay,  Armesindade!  almal, 
¿qué  he  de  hacer  sin  tí? 

¡Silencio!, 
que  no  ha  de  hablar  un  difunto: 
¡cuerpo  de  Dios!,  vaya  el  cuerpo. 
Ya  doblan  en  la  parroquia. 
¿No  escuchas  el  son  funesto? 
Ove:  din,  dan,  din,  don,  droH. 
.  Todo  eso  puede  el  díneru. 
Ya  cantan  la  letanía: 
Sanfle  Peire,  ora  pro  eo; 
kyrie  eleyson;  Christi  ekyson; 
kyrie  eleyson. 

\.\y,  confusos  devaneos!, 


I  En  el  originll,  «que*;  ta  li  impresión  de  1734, 
«pues*. 

1  En  la  imprcsiúii  luclu,  «portero*.  En  el  buiim- 
crlio,  «perrero*. 


a(i 


CO.MEDIA  FAMOSA  DS  COMO  HAS  DE  SER  LOS  AMIGOS 


dejaJmc  ir  á  morir,  puej  que  ya  dejo 
de  mi  ñrmeamistad  al  mundo  ejemplo. 
(Van  Don  Manrique.) 


ESCENA   XI 

Tama  10. 

El  se  ha  ¡do,  y  me  ha  dejado 
con  el  flaslo  del  entierro. 
Voy  ¿  buscallc,  ¡Ay,  amor!, 
hijo,  al  fin,  de  un  ilios  herrero, 
lodo  lo  yerras,  como  ¿I, 
Ir  tras  de  don  Manrique  quiero, 
y  dar  cuenta  á  don  Gastón 
del  peligro  en  que  le  ha  puesto. 
El  que  quisiere  enterrarse, 
yo  suy  el  sepulturero. 
Vengan,  que  chico  con  grande, 
enterrare  á  real  y  medio.  (Vasr.) 


ESCENA  XII 

I!t  Riv  DI  Amoón  y  et  Duque. 

Ri:y. 
Duque,  aquesio  os  importa,  y  yo  os  !o  ruego. 
El  condado  de  Fox  casi  conhna 
con  el  ducado  vuestro  de  Narbona: 
no  hay  quien  en  Francia  aventajaros  pueda, 
si  destos  dos  estados  hacéis  uno. 
Cumpliendo  aquesto,  quedaré  obligado, 
contento  el  Conde,  y  vos,  rico  y  honrado. 

Duque. 
Señor,  si  don  .Manrique  vuelve  á  Espaiía, 
y  por  casarse  en  ella  el  lU-y  le  vuelve 
Á  su  primer  estado,  no  me  espanto, 
que  aquesto  y  la  amistad  que  debe  al  Conde 
le  obligue  á  q'ue  el  amor  suyo  reprima 
por  el  valor,  que  como  noble  estima. 
Engañóme  Violante,  y  no  me  espanto, 
amando  al  Conde,  porque  don  Manrique 
quitase  los  estorbos  á  sus  celos, 
que  me  hiciese  entender  haberle  dado 
ptlabra  don  Gastón  de  ser  su  esposo; 
que  amor,  con  ser  rapaz,  es  cauteloso. 
Yo  le  acepto  por  hijo,  que  A  Annesinda 
y  á  mi  DOS  está  bien;  pues  cuando  el  Conde 
no  fuera  tan  ilustre,  cuerdo  y  rico, 
buik  venir  señor,  por  orden  vuestra. 

Reí. 

De  vuestra  discreción  dais.  Duque,  muestra. 
Llamen  á  don  Gastón. 

Digi-F:. 

Só!:t  recelo 
la  pena  y  resisienci.i  de  Armcsinda. 

f  arque  aespucs  que  estos  sucesos  sabe, 
ace  extremos  de  loca. 

Es  obcdiintc, 
y  fbriirdU  ti  vsr  «tus  yo  imsrcffdo 
p«r  it  dt  Fox  y  qut  qufda  uhiiKido> 


ESCENA  XIII 
Dienosy  Don  Gurbx.dt  galán,  y  un  CKuao ditpiít*. 

Don  Gastón, 
Dame,  señor,  3",ucsos  pies. 

Rey. 

Los  brazos 
dad.  Conde,  a!  Duque,  de  quien  ya  sois  yerno. 

Don  Gastón. 

Vivas,  famoso  Rey,  un  siglo  eterno; 

y  vos,  Duque  y  Señor,  con  la  corona 

de  Francia  honréis  ia  vuestra  de  Narbona. 

Dcqi.t. 
Por  lo  bien  que  os  está,  lo  descara, 
puei  siendo  mi  heredero  de  importancia 
os  fuera  agora  el  verme  rey  de  Francia. 

Un  Criado. 
El  rey  Alfonso  octavo  de  Castilla 
encubierto  ha  venido  á  Zaragoza, 
y  ya  á  las  puertas  de  palacio  l!:ga. 

Rey. 
iVálgame  el  cielo!  A  recibirle  vamos. 
Duque,  venid;  Conde,  venid,  pariente. 

Dlque. 
Ya  te  seguimos, 

Don  Gastón. 
Cierta  es  ya  mi  gloria, 
pues  ha  salido  amor  con  la  víciuría.  {Vant:) 


ESCENA   XIV 

DOÍ.l  VlOLAS-E  J'  .\«JlSJI.t3A. 

Ar.m.         Violante,  mi  muerte  e;  cierta. 
jAv,  español  enemigo! 
¡sola  la  ley  de  un  amigo 
es  bien  que  tu  amor  divierta! 
A  poder  cerrar  la  puerta 
mi  amiiriisa  voluntad 
i  tu  injusta  liviandad, 
dejarte  fuera  mejor, 
pues  no  ama  el  que  su  amor 
no  antepone  á  su  amistad. 
Ordena  naturaleza 
que  de  su  patria  se  aleje 
el  hombre,  y  sus  padres  dujc 
por  la  conyugal  belleza; 
¿y  oblígate'  lú  nobleza 
por  un  amigo  á  quebrar 
aquesta  ley?  Por  amar 
bien  pudieras  ser  traidor, 
que  lus  yerros  por  amor 
dignos  son  de  perdonar . 
rQ\ié  he  de  hacer.  Violante  mla.^ 

D."  V|  ji..  D.ir  consuelo  á  mis  cuidados, 
si  pue.ien  dos  desdichado, 
hacerse  asi  compaiVa. 
El  rey  te  casa  ey.e  día 
con  don  Gallón,  y  lo*  ciíloí, 
para  darffi«  má«  «iv*loi, 


^^^^H                                                                                     ^H 

^^^^^^^  mi  induiuij)  tic,t>ar^iadii. 

RktdeC.  Yo  os  confino  que  la  envidio,                    ^^H 

^^^■^         te  don  muerte,  mal  ctskda. 

y  que  i  ^¿alla  en  Castilla                            ^^H 

^^^^          y  i  mi,  de  aintíf  y  tic  celos. 

viviera  aleare,  Aymerico.                       ^^^^t 

H^               ^Queha&deiefdedonGastón? 

D.*  Viot..  Dtaoi  los  pies  vuntra  Alteza.               ^^^^| 

'                jquc  lu  guttu  ha&  de  rendir. 

Dvore.     Mis  hijos  son.  rey  invício,                      ^^^H 

i  mi  p«sir? 

y  tus  esclavas.                                       ^^^H 

A««.                        Por  morir 

IteiÍDeC.                      Meiof                                ^^^M 

K               he  de  adiniíír  su  añción. 

diríis  inf¡elei  divinos.                               ^^^^H 

^^^            Mi  {>*dre  r  el  de  ArH^fin 

Atzod.  señoras,  del  suelo,                        ^^^^^ 

^^^h          lo  msndjiñ:  u>y  de^khid*. 

que  vo  por  cielo  le  estimo.                     ^^^^| 

^^^H         y  antj  U  mucriv  me  airadi. 

puei'con  lalbellcia  quedan                    ^^^H 
lechos  sus  Campos  f  Itscos.                   ^^^H 

^^^H          aunque  «ci  de  etia  lucrte, 

^^^1         que  no  hay  mn  áspera  muerte 

it>e  cuál  desias  dos  bellezas                  ^^^^| 

^^^B          como  vivir  mal  casada. 

ha  de  ser  el  de  Fox  digno                      ^^^^| 
de  liamsr^  esposo  y  dueñi,                  ^^^^^ 

^^^^M 

^^P 

porque  he  de  ser  yo  el  pad  itio?              ^^^^| 
D.  Gast.  Beso  tus  pies.  Mi  ventura                      ^^^H 

DlCMOt    >■   KOITI.A. 

y  la  lealtad  de  un  amíso.                       ^^^^| 

iu  vasallo,  que  á  ser  harfo,                    ^^^^| 

BouiL\.    Los  reyes  scAora,  vienen 

vieras,  sei^or,  un  Zopiro,                        ^^^^| 

H                  de  (laitilla  y  Aragón, 

premia  mi  amor  con  hacerme                 ^^^^| 

^V                  L'tjn  el  Duque  y  dan  (iut&n. 

merecedor  del  sol  mismo,                       ^^^H 

Amm.         Ya  mi«  obsi-quiax  previenen. 

úue  á  los  ojos  de  Armesinda                   ^^^H 

aiú  sus  rayos  crislalinos.                        ^^^H 

D.*  Vioi .  IjAy  de  mi,  que  tal  ncucho!)                  ^^^H 

RcvDrA.  Vuestra  alte/a  ha  merecido                      ^^^^| 

1      P.'  Vwi .  f}ui  mala  salid»  tienen 

^K               mt&dneúS.  y  la  hazaña 

^P               que  mi  amorosa  marai^a 

micntdl 

el  vasftvo  más  lea)                                        ^^^H 

A»M.                 |A)'.  fiero  Manrique! 

que  vio  el  mundo  i  su  servicio.                     ^^H 

^m               mi  agravio  España  publique, 

RsVocC.  ¿Cómo.^                                                           ^^M 

^M                 porque  te  aborrecen  l'>pañn. 

JümiutA.             ^No  ha  sitado  cl  desiíerro               ^^1 

^^^^^^_ 

V  estados  restituido                                     ^^M 
i  don  Manrique  de  Lara,                                ^^H 
como  i  los  baitdoi  antiguos                           ^^M 

^^^V           ESCENA 

^B     tlifüM  y  el  Itiir  dc  Ciitill*,  <(  dt  AmoAn. 

de  lo!  Manriques  y  Castróse                         ^^U 

^1         [>«KÜA3ti>.%(/  J)v9v(  y  acompaiamitnn. 

Ponga  An,  y  siendo  amigos,                           ^^H 

^^É 

se  case  con  una  hija                                   ^^H 

^KktdrC.  Porcsti  vinccncubicno. 

del  Conde  de  Castro.                                   ^^M 

^nitbC.A.  Prudencia  roiable  ha  sido. 

RKvnrC                                   Digo,                               ^^M 

^B               pues  íi  no  vc.-iir  «!>í^ 

que  aunque  siempre  he  deseado                  ^^1 

^1                aunque  noi  pte-.iara  Egipto 

ese  suieso  infinito.                                      ^^H 

^K^         iu(  pliámiiics  famosaií; 

que  nuiKa  inienií  tal  cosa,                         ^^H 

^^^K          (¡rana  y  mármol,  Puro  y  Ti;o¡ 

aunque  por  e»ccam¡no                                   ^^H 

^^^1          Grecia  tus  arcos  Iríunfaleí, 

me  holgara  ver  et  valor                             ^^^| 

^^^1          y  liorna  sus  obeliscos. 

di  lot  I.aras  reducido                                ^^^^M 

^^^H        cualquiera  rectbtmicmo. 

i  SU  hacienda,  patria  y  honra.                   ^^^^H 

^^^1         por  mis  suniuuiu  y  rfco, 

D.  G  tsT.  Todu  esto,  señor,  lia  sido                              ^^H 

^^^P          lucra  de  piiCo  valor 

mayor  lealtad  v  firmeza                                 ^^M 

^^^         para  cl  que  hcmoi  conocido 

de  la  fe  de  un  firme  ami^,                    ^^^^t 

^M                en  Ttieiira  A.teza. 

y  al  fm.  Manrique  de  Latí,                    ^^^^H 

BtCTOKC.                             Yasf 

^^^^^^M 

^H              que  me  lu  de  dejar  vencido 

H  ^m  ^m  m^  b4    *          4^>f4fl                                                                                             ^^^^^^^^^^^^^^^^^^1 

^M                vuestra  Alieüa  en  curiesia 

ESCENA  ,\VII                             ^^^H 

^H              como  en  todo.  Yo  he  venido 

Dicho*  y  TjiuaTo,                                       ^^^| 

^^^^          á  ver  aqueiiaciuiiaj. 

^^^ft        cuyoi  nobles  edificios. 

Tam.       Lleve  el  diablo  los  amores;                     ^^^H 

^^^H        hermosura  de  sus  calles, 

lorque  por  sus  desvarios                          ^^^^| 
la  de  andar  de  ceca  en  me»                      ^^H 

^^^B         riqueza  de  suí  vecinos. 

^^^1         valor  de  sus  caballeros. 

la  paci«ncia  y  el  juicio.                               ^^M 

^^H         claro  ciclo  y  bello  slt'o, 

T>.  Gast.  ^Quc  es  esto.  Tamavo?  tQu^ol             ^^^H 
Tan.       jQué  quedo^  ¡Cuerpo  de  Cristel              j^^^H 
l>.  Ghsr.  Que  está  aquí  cl  rey  de  Castilla.               S^^^H 

^^^H          scavcrtiajj  al  nombre  y  f.ima 

^^^H         que  %a*  firandc/ss  ha  escrito. 

^^^B          l.a  CB;>.lla  h:  v^<:tndo. 

Tam.        Aunque  ctlé  aqui  Valdovinos.                   ^^^^1 

^^^1          y  e.-i  cUn  el  PiUr  divino 

¡Sueno  has  parado  á  mi  amot                  ^^^^| 

^^^H         nuc  >  i»  crifíianJad  de  líspaña 
^^^r        ,;;¿  mllajiroso  priivcipio. 

D.  Gait.  jCúmo^                                                      ^^1 

Tan.                   Loi  ca»:o»  vacio»,                          ^^H 

^F             ¡Gran  raiiquia! 

buKxqutf.  vaya  «Iqullatloit                ^^^1 

Biv'Qucí                    iMllagreiil               ¡ 

Coa  unu  t>iir*ma  h«  imiMb              ^^^M 

^^V                 38                         COMEDIA  rXMOSA  OE  CÓMO  HAN  DE  SER  LOS  AMIÜOS                             ^H 

^^^^^k                  fli  renunciarle  á  Armesínda, 

ESCENA  XVlll                    ^M 

^^^^^^L                 que,  luco  y  desvanecido. 
^^^^^^B                 D>  dado  en  decir  que  está 

DlcMM,  l>oii  HaaniQUI  !r  T*«1T«.             ^^B 

^^^^^^1                 medio  muerto  y  medio  vivo- 

D.  .Mamr.  Dame  los  pies,  rey  invkto,             ^^M 

^^^^^^P                 Hame  mendadocnterralle: 

que  con  tu  pretendía  eipero           ^^H 

^^^^^V                  y  (i  fe  de  quien  soyl,  que  ha  habido 

cobrar  el  seso  perdido,                   ^^B 

^^^^^^H                   aue        en  la  pompa  y  hunra 
^^^^^^1                 de  su 

pues  el  comento  de  verte              ^^B 

refrena  mis  desvarios.                   ^^M 

^^^^^^B                 Si  le  contara       itastoi 

y  no  es  poco  rerrenallos               ^^fl 

^^^^^H                 de  luios,  hachas  y 

mirando  aquí  lu  que  miro.            ^^B 

^^^^^V                 fuera  una  gran  tiíamira. 

Tak.'       ¿Acabóse  cI  mal  de  madre?          ^^B 

^^^^^H                    Alao  ha  vuelto  <n  su  sentido, 
^^^^^V                   y  i  mi  persuasión  esiá 

^hcmos  de  enterrarte  vivo,             ^^B 

b  podemos  ya  deom                        ^^B 

^^^^^B                      tosetf'^o,  aunque  en  suspiros 

vuelve  i  casi,  pan  perdido?          ^^B 

^                          «e  le  va  el  alma  i  pcdaios. 

RuYoeC.  Alzaos,  Cunde,  de  la  tiena,           ^^B 

^^^B                         Tú,  señor,  la  causa  has  Sido. 

que  por  mis  ojos  be  visto               ^^B 

^^^H           AiiM.         (|A)',  cielo»!,  si  eso  es  verdad. 

la  noblexa  y  el  valor                       ^^1 

^^^B                         celebren  los  ojos  mlus 

de  vuestras  haxaiías  dii;no.                   1 

^^^H                         las  desdichojí  de  los  dos.) 

No  es  bien  que  Castilla  pierda       ^J 

^^H          RevorC.  Nuiable  valor  d«  amigo. 

la  presencia  do  tal  h<Io,                 ^^ñ 

^^^^^    D.Gast.  Yo  lambicn  icnRu  de  sello. 

sus  reyes  tan  grao  vasallo,            ^^M 

^^^^^^^                    y  con  la  haza/la  i^uc  él  hizo, 

sus  grandes  tan  gran  amigo.           ^^M 

^^^^^H                  aunque  ta  vida  me  cueste. 

Cuantos  estados  tuvieron               ^^| 

^^^^^H                  he  de  vencerme  á  mt  mismo. 

vuestros  padres,  esos  mismos              1 

^^^^^H                 FemosKS 

US  rcíiiiuyo,  vohifndooi                    1 

^^^^^V                    ilusi:e  Duque  Aymcríco, 

á  mí  amor.                                   ^^M 

^^^^^B                     goce  mi  amic"  &  Armesinda, 

Tah.                        ¡Manrique,  vitofi          ^H 

^^^^^B                     y  sepa  el  presente  lijtlo 

0.  .Maks.  Prospere  lu  vida  el  cielo.                 ^^t 
D.  Cast.  Don  Manrique,  porque  envidio             1 

^^^^^^                   que  dura  en  ii  la  amísiad 

^^^^^^L                    qurensalxaron  los  aniijíUM 

el  nombre  que  aques'.a  baiafla            1 

^^^^^H                   de  un  PDadci  y  un  Oreites. 

os  ha  iÍHdr>  hüt .  he  querido                   1 

^^^^^K                 de  un  Tesco  }  un  Perisico 

dar  también  claras  señales              ^^fl 

^^^^^H                  Eneas  soy  dcsic  Achaití, 

de  que.  como  vos,  he  sido              ^^| 

^^^^^B                   deste  Curíalo  sov  Niso, 

amigo  fiel  y  leal.                              ^^M 

^^^^^V                     y  Picías  >  dcsie  í>amón. 
^^^^^1                      Con  vuesira  licencia  pido 

Gozad  a^os  infinitos                       ^^B 

la  belleza  de  Armcsmda,                 ^^M 

^^^^^m                      la  mano  i  dofia  Viólame, 

que  la  mano  y  alma  rindo             ^^M 
£  dona  Violante  hermosa.               ^^M 

^^^^^ft                     por  quien  ctioy  libre  y 

^^^^^^H                   que          su  amor  salísfago 

Dv^uR.     Ya  et  el  Conde  su  marido:            ^H 

^^^^^^F                    i  doy  la  vida  i  un  amÍMO. 
^^^^^^    RirosA.  Mostráis,  don  Gastón  Tamoso, 

dad  i  Armetlnda  la  mano.             ^^B 

"D.  Manp.  Si  de  pesar  el  ju'i'cio                      ^^B 

^^^^^                    ouc  los  quilates  subidos 
^^^^^^                   del  oro  de  la  nobleza 

perdí,  ¿cómo  no  le  pierdo             ^^B 

de  contento  y  r^^ocilo?                ^^fl 

^^^^^P                   vuestra  sanitfc  ha  ennoblecido. 
^^^^^                    Yo  ruego  arOuque  que  os  de 

Sol  de  Francia,  perdonad               ^^M 

si  es  que  juzgáis  por  delito            ^^B 

^^^H                          i  doña  Violante. 

el  anteponer  i  amor                       ^^H 

^^H           Dt^Qtis.                              Me  sido 

la  lealtad  de  un  ñel  amigo,             ^^fl 

^^^K                         venturoso,  gran  SeAor, 

y  dadme  esa  blanca  mano.           ^^B 

^^^H                            en  cobrar  tan  noblet  ht]os. 

Aau.         .Siempre  el  pasado  peligro             ^^B 

^^H            Rbt  DeC.  Traigan  aquí  1  don  .Manrique, 

en  el  contemo  presente                   ^^B 

^^^^^^_                       que  ^uien  vs  tan  buen  ami¿0( 

se  olvida.  Conde.  Yo  he  sido          ^^M 

^^^^^H                     también  será  buen  vasallo. 

en  los  Anes  venturosa.                    ^^M 

^^^^^H^                    Aquí      cielo  me  ha  tra'do 

si  infeliz  en  los  principios,             ^^M 

^^^^^^B                  para  aue,  alzado  et  destierro, 
^^^^^B                  y  s  uelto  á  su  estado,  rico, 

y  vus,  mi  sertof  y  dueilo.                       1 
RsvocC.  Porque  las  euerrasque  ha  habido       1 

^^^^^H                    de  su  valor     lealtad 

entre  AranAn  y  Castilla                          1 

^^^^^y                  hoy  yo  propio  sea  testigo. 

tanto  ha,  sobre  el  scflorlo                   J 

^^^^^^                      Padrtno  suyo  he  de  ser. 

de  .Molina  de  Aragón                     ^H 

^^^B            D.*  Viot..  Mi  etpe  unía  se  ha  cumplido. 

se  acaben,  yo  determino               ^^M 

^^^H            AaN.          Loca  de  contento  auedo. 

dar  el  derecho  aue  tengo               ^^fl 
en  aqueste  esTado  rko                    ^^U 

^^^B                             Dejad  el  pesar,  sentidos: 

^^^H                            pciLd  albricias  al  alma. 

i  don  Manrique  de  Lara.              ^^M 

RstdeA.  Yo  también  ledoy  el  mió.            ^H 

Tam.         Nuestra  es  Molina:  ipardióst          ^^B 

que  en  ela  labro  un  moliDO.               1 
D.  MAMa.  Con  callar  pago  mejor                 ^J 

^^^B               1   Bn^IndHecPiriioor 

^^^H                   •    Lf*M>Pilkiu> 

lanías  merccdét.                           ^^B 

JOKNACA  TCKCERA 


RetobC  Venido 

he  á  Aragón  por  el  socorro 

2ue  contra  el  Alarbe  pido 
vuestra  alteza,  y  quisiera 

irme  luego. 
Rey  DE  A.  Apercibidos 

tengo  veinte  mil  soldados, 

y  el  de  Navarra  he  sabido 

que  acudirá  con  diez  mil 

brevemenie. 
RkydeC.  Pues  yo  elijo 

por  alférez  general 

de  aquesta  guerra  á  Aymerico, 

que  de  su  larga  experiencia 

felices  sucesos  flu. 
Duque.     Beso  tus  píes,  gran  señor. 
ReroEt..  Los  dos  seremos  padrinos: 

vuestra  alteza,  de  Armesinda, 

y  yo,  de  VioloDte. 


RetdbA.  Digo, 

que  soy  contento. 

T*M.  Y  Tamayo 

se  queda  en  perpetuo  olvido, 
sin  dalle  una  sed  de  agua; 
mal  dije;  una  sed  de  vino. 

D.  Maní.  Pide  lo  que  tú  quisieres. 

Tam.        Pues  si  lo  t|ue  quiero  pido, 
es  por  mujer  á  Kosela, 
V  ser  tu  caballerizo. 

D.  Manr.  Lo  postrero  yo  lo  acepto. 

Ros.  Yo  lo  s^undo  suplico. 

Arm,         Alto,  pues. 

Tam.  Caballeriza 

eres:  tu  gusto  he  cumplido. 

Rev  dbA.  Venid,  condes  valerosos, 
que  dejáis  ejemplos  vivos, 
en  que  tos  hombres  aprendan 
cimo  han  de  ter  los  amigos. 


EL  ÁRBOL  DEL  MEJOR  FRUTO 

COMEDIA  FAMOSA  DEL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA 


PERSO 

ñl  Al 

5 

Clodio.                           i 

Cloro. 

Melipo.                        ! 

LisiNio. 

Pe  LORO. 

NiSE  T  MiNÚO 

Constantino. 

Elkna. 

Andró  Nio. 

Irene. 

Maximino. 

Ifacio. 

Un  paje. 

Constancio. 

Cuatro  soldados. 

Tres  indios. 

RcfrescnlÓla 

Orli- 

■ 

ACTO  PRIMERO 


ESCENA  PRIMERA 

Salín  con  máscartu  Clociq,  McLim  y  Pkloro.  baB- 
évUro*,  acuchltlaHJo  á  Constantimc,  de  canino, 
y  AiiDnonio. 

Clodio. 
Rendios,  caballeros, 
que  somos  cuatrocientos  bandoleros. 

Mempo. 
iQaé  habéis  de  hacer  iin  pocos 
contra  tantos,  si  no  es  que  venís  locos.^ 

CoNSTnMiNO. 

Yo  no  rindo  la  espada 

á  quien  la  cara  trae  disimulada. 

Quien  della  no  hace  alarde, 

traidor  es,  y  el  traidor  siempre  es  cob&rde; 

que,  en  ñn,  entre  villanos, 

cuando  las  caras  sobran,  faltan  manos; 

y  será  afrenta  doble 

que  se  rinda  ¿  quien  no  conoce  un  noble; 

pues  ser  traidor  intenta 

quien  descubrir  la  cara  juzga  afrenu. 


Peloso. 
Mataldos,  caballeros. 

Constantino. 
Mal  conocéis,  villanos,  los  aceros 
que  aqueste  estoque  animan. 

Andronio* 
Porque  no  te  conocen,  no  te  estiman. 
Diles  quien  ere-. 

Constantino. 

Calla, 
cobarde,  que  es  honrar  esta  canalla 
mostrar  tenerlos  miedo. 
Cincuenta  somos,  y  el  valor  que  heredo, 
basta. 

Andró  NI  o. 
iQué  desatino! 

Constantino. 
Villano,  jes  bien  que  tema  Constantino 
i  cuatro  salteadores, 
cuando  besan  sus  pies  Emperadores? 
j. Mueran  los  foragidosi 

Toóos. 
|A  ellos! 


ACTO  PRIA1ER4 


3i 


Pe  LOBO. 
Pocos  son,  pero  atrevidos. 

(Métenlot  á  cuchiltades.) 

Constantino. 
(Dtntro.)  \Ay,  Irene  querida! 
muerto  soy. 

Clodiu. 
Por  callar,  pienJes  la  vida. 

Andüomo. 
Romanos,  de  la  muerte 

huyamos,  que  no  es  cuerdo  el  que  por  fuerte 
la  fortuna  provo-a, 
que  la  temeridad  pierde  por  loca. 

(Sattn  loi  bandulirot,  tacan  i  Andronio,  y  frac 
Clodio  unu  carias  y  un  rrtmto.J 

Clodio. 
No  harás,  mientras  repares 
encubrirte,  y  tjuien  eres  no  declares, 
este  retrato  y  pliego, 
que  alimeniaba  del  difunto  el  fuc;>o. 

Andbomo. 
Ya  el  callar,  ¿qué  aprovecha, 
fortuna  en  mis  desdichas  satisfecha, 
si  ha  de  decir  la  fama 

lo  que  la  lengua  encubre  y  el  mundo  ama? 
Al  César  Constantino 
habéis,  bárbaros,  muerto,  y  al  camino 
saliéndole  tíranos, 
la  esperanza  quitáis  á  tos  romanos 
del  más  noble  mancebo 
que  vio  en  sus  ojos  coronado  I^cbo. 

Pllobo. 
iVilgame  Dios!  iQaé  dices? 
Andronio. 
La  yedra  de  sus  años  infelices 
en  cierne  habéis  cortado, 
en  túmulo  su  tálamo  trocado 
■  César  con  Irene, 

Kr  quien  la  Grecia  luz  y  vida  tiene. 
sde  Roma  venia, 
viudo  antes  que  casado:  en  este  día 
le  llora  el  tiempo  ingrato. 
De  [rene  es  el  bcllisimo  retrato 
que  en  aqueste  tra-iutito 
amor  pintado  paga  amor  difunto. 
Huid  de  la  venganza 

de  un  monarca  que  á  todo  el  mundo  alcanza, 
que  su  padre,  el  augusto, 
tiene  de  procurar  con  amor  justo, 
en  sabiendo  la  nueva 
que  mi  desdicha  y  su  rigor  le  lleva.  (Vait.) 

ESCENA  11 
DicHoi,  intnot  Co:(ST*i'TrKO  y  Akdkomo. 

Clodío. 

¡Cielos!  si  aquesto  es  cierto, 
todo  el  imprio  ha  de  vengar  el  mn  rto. 
jPues  de  qué  traza  y  modo 
podemos  resistir  al  mundo  to 


Huyamos,  bandoleros, 

que  no  son  muros  estos  montes  fieros 

para  excusar  castigos 

de  tantos  y  tan  fuertes  enemigos. 

Mellpo. 
No  nos  han  conocido 
con  el  disfraz,  que  nuestra  vida  ha  sido, 
y  dcstos  desconciertos 
no  hay  que  temer,  no  siendo  descubiertos. 
Lci  mejor  es  que  huyamos, 
y  los  neos  despojos  repartamos, 
pues  con  ellos  podremos 
de  la  pobreza  asegurar  extremos. 

Pelopo. 

{Notable  desalinol 

Inú. 
Corra  la  voz  que  es  muerto  Constantino, 

C:.0Dio. 
Murió  en  este  destierro 
el  César. 

Otpo. 
Constantino  ha  sido  el  muerto. 

(Yantt  dando  roen.) 


ESCENA  1I[ 
Cloro  y  Lismio,  tabradortt. 

(Cloro  ttrd  ti  mima  qut  hlfo  d  Constantino.) 

LisiNio.     La  conformidad  constante. 
Cloro,  que  quiso  algún  Dios 
hacer  que  fuese  en  ios  dos  - 
de  un  natural  semejante, 
de  tal  suerte  me  ha  inclinado, 
que  no  me  hallo  sin  ti. 
¿Qué  es  lo  que  haces  aquí, 
siempre  en  libros  ocupado.* 
Mira  aue  al  tosco  sayal 
el  ser  letrado  repugna. 

Cloro.     Desmintiendo  á  mi  fortuna, 
Lrsinio,  mi  natural, 
aunque  en  verme  te  congojas 
cuadernos  desentrañando, 
por  árboles  voy  mirando 
libros,  pues  todos  son  hojas. 
No  nací  para  pastor, 
put'Sio  que  mi  madre  sea 
natural  de  aquesta  aldea, 
porque  el  oculto  valor 
que  vive  dentro  en  mi  pecho, 
me  inclina,  si  lo  penetras, 
á  las  armas  y  á  las  letras; 
y  aunque  estudio  sin  provecho, 
el  amor  de  aquesta  gente, 
que  los  Césares  romanos 
persiguen  por  ser  cristianos; 
p]  verla  tan  inocente, 
~ñn  constante  en  los  trabajos 
■■"  en  los  tormentos  tan  firme, 
'  '  venido  á  persuadirme 
"".e,  no  pensamientos  bajos, 
"  ~]0  verdades  ocultas 


3s 


EL  ÁRBOL  DEL  MEJOR  FRUTO 


amparan  su  profesión, 
V  helos  cobrado  afición. 

LisiNio.    No  sin  causa  dificultas 
lo  mismo  que  j-o  resisto 
cuando  de  sus  cosas  trato. 
Su  sencillez  y  recato 
amo,  pero  aquese  Cristo 
que  adoran  me  hace  dudar 
)■  que  de  su  ley  me  asombre. 

Cloro.     ¿Porqué.'' 

LisiNio.  Anteponer  un  hombre  . 

á  los  dioses,  ¿no  ha  de  dar 
ocasión  de  que  por  locos 
los  juzgui.'r'  A  un  crucilkado, 
de  su  nación  despreciado, 
tenido  por  Dios  de  pocos, 
y  esos-  pocos,  pescadores, 
á  quien,  como  simples,  pudo 
eofíañar,  roto  y  desnudo: 
jqué  Augustos,  qué  Emperadores 
de  su. parte  alegar  puedes, 
que  acrediten  sus  hazañas, 
sino  barcas,  y  marañas 
de  engaños,  como  de  redes? 
La  tey  de  nuestros  pasados 
es  de  más  autoridad, 

fiorque  toda  novedad 
ué  dañosa  en  los  estados. 
'  La  adoración  de  los  dioses, 
por  antigua  y  santa  adoro: 
déjate  de  engaños.  Cloro, 

Cloro.     Cuando  repugnalla  oses, 

^qué  importa,  Lisinto  amigo, 
si  sus  obras  celestiales 
muestran  que  son  inmortales? 
Aunque  yo  á  los  dioses  sigo, 
^perdieran  laníos  la  vida 
con  tal  gusio,  á  no  saber 
que  oira  mejor  ha  de  ser 
para  su  le  prevenida? 
¿hicieran  milagros  tantos? 
¿vencieran  tantos  tormentos, 
siempre  humildes  y  contentos, 
á  no  ser  buenos  y  sanios? 
^qué  fuego  se  atreve  á  ellos? 
¿qué  mares  los  anegaron, 
aunque  millares  echaron 
con  hierro  y  plomo  á  sus  cuellos? 
Los  anfiteatros  digan 
si  los  tigres  y  leones, 
mansos  á  sus  oraciones, 
á  sus  pies  vienen  y  obligan. 
Di{;a  el  cuchillo  más  fuerte 
si  en  ellos  luvo  poder: 
si  es  ansi  ¿qu6  pueden  ser, 
hombres  que  vencen  la  muerte? 

LisiMO.     Encantadores. 

Globo.  No  creo 

que  ese  atributo  les  dieras 
st  en  este  libro  leyeras 
lo  que  yo  admirado  leo. 

LisiNto.    No  dio  el  cielo  á  mi  ignorancia 
ta  ventura,  que  aprender 
haya  podido  á  leer, 
aunque  soy  todo  arrogancia. 
Mas,  ¿qué  libro  es  este? 

Gloko.  Historia 


de  mil  de  aquestos  que  dieron 
sus  vidas,  >  al  lin  salieron, 
aunque  muertos,  con  victoria. 
¿Quieres  oír  algo  del, 
y  sabrás  quien  es  su  Dios.-' 

L  ISIS  I  o.     Di. 

Clobo.         Sentémonos  los  dos 
debajo  di.'ste  laurel. 

(Siéntanse  debajo  de  un  laurel  y  lee  Cíorc) 

«Pedro  y  Andrés,  en  cruz,  cjn  fe  divina 
un  Dios  confiesan  sólo  Oinnipotenie; 
victorioso  del  mar,  triunfa  Clemente; 
del  cuchillo  y  navajas,  Catalina. 

Palmas  ganan  tulalia  con  Cristina; 
un  Laurencio  honra  á  tCspaña  y  un  Vicente; 
del  cordero  en  la  púrpura  inocente 
Justa  se  baña,  auméntala  Rufina. 

Sebastián,  con  las  plumas  de  sus  flechas 
corónicas  al  cielo  en  sangre  envia; 
salen  Diego  y  Ignacio  vencedores. 

Leocadia  ablanda  cárceles  estrechas; 
cuchillos  vence  Inés,  llamas  Lucia.* 

(Unavof  dentro.) 
(Lisinio  y  Constantino,  Emperadores.) 

(Cae  sobre  tus  cabex,as  un  ramo  de  laurel.) 

Cloro.     ¿Qué  es  esto? 

Lisinio.  Son  las  grandezas 

con  que  el  cielo  nos  sublima: 
cayendo  el  laurel  encima, 
corona  nuestras  cabezas. 

Cloro.      Emperadores  nos  llama 

quien  nuestra  dicha  pregona, 

y  la  ninfa  nos  corona 

que  Apolo  consagró  en  rama. 

LisiKio.    Cloro,  ya  el  celo  se  ofende 

de  nuestro  ocio,  pues  que  del, 
cayéndose  este  laurel 
nos  despierta  y  reprehende. 
Tu  pecho  con  él  anima, 
y  deja  estorbos  cobardes. 
Basta  esta  rama,  no  aguardes 
que  se  caiga  un  monte  encima, 
que  yo,  animado  por  el, 
desde  hoy  el  traje  grosero 
dejo,  poique  verdadero 
salga  este  imperial  laurel. 
Escuadrones  de  soldados 
me  ofrece  el  cielo  propicio, 
no  en  el  rústico  ejercicio 
hatos  de  humilde  ganado. 
Aquesta  es  mi  inclinación: 
púrpura,  á  mi  ser  igual, 
reinos  dará  á  mi  sayal 
y  hazañas  á  mi  opinión. 
Maxencio  en  Roma  adelanta 
su  ambición  y  mis  deseos, 
y  con  augustos  trofeos 
gentes  alista  y  levanta. 
Con  Constancio  tiene  guerra, 
del  mundo  competidor; 
un  Sol  y  un  Km  pe  ador 
preiendosulo  la  tierra. 
6\  qu't.esqu.'  militemos 
á  su  Sombra,  Cloro  noble, 
j  que  la  encina  y  el  tobl< 


^^^^^^^^^^^^^^^^^    ACTO 

^^V                        H 

en  lauro  y  palma  troquemos 

ESCENA  IV                                     ^M 

dcjonov  muntcs  losdut. 

Ci.a«».  Vnm,  Utraáora.  y  Hiooo.  mlltmo,                      ^^| 

H'            que  (ústkos  animales, 

cAn  mi  aarn«ra,                                            ^^H 

^P          ni  cívicas,  ni  itiutain 

^^^M 

^*          dan  coronas,  sino  Dio*. 

MtNOO. 

Vilsame  >  Diost  «Por  echalte  ^H 
a  c«i>ada  os  di  molestia?                               ^^H 

Ci.0110.     Oye,  Lkmio,  primero. 

pue«  como  el  oro  en  la  mina. 

NiSB. 

jCalla,  bruto,  necio,  bestial  ^^1 
Eto  si:  «podar  y  dalle.                                ^^B 

una  '  alma  e'icondet  divina 

MlNCO. 

^m            dentro  de  un  cue<po  Kroiero; 

Pues  no  sucio  yo  ser  mudo,                          ^^B 

^fe           que  pursio  que  el  penumiento 

ni  vos  muy  limpia,  aunque  hsbliit,             ^^B 

^H          que  tienes  en  mi  es  de  e&iima, 

que  media  azumbre  gasiilt  ^^U 
de  agua  en  lavar  un  menudo.                     ^^H 

^M          lo  que  mit  el  pecho  anima 

^H           ti  el  noüle  nacimiento. 

NiSk. 

■Yo!...  jcoindo?                                         ^H 

^M           Díjame  tabcr  quien  soy, 

MiMOO. 

El  de  hoy  os  avise.             ^^M 

^B           pues  nunca  mi  ingrata  madre 

Niu. 

Tú  mientes.                                              ^^H 

^B          me  ha  dicho  qu^en  es  mi  padre. 

MlKOO. 

(Dalle,  y  gruñiri                     ^^^H 

^1           que  mi  palabra  ic  doy. 

Clo*o. 

¡Que  siempre  habíi»  de  rcAirl                 ^^^^| 

^m          ya  tea.  como  imagino. 

¿Qui  tienes  con  Mingo,  Siséf  ^^H 
Aposeniósc  un  doctor  ^^^H 
m  el  mesón...                                        J|^^H 

^M            iteneroio,  ya  >  al  layal 
^B          (Kba  (1  ser  y  natural. 

Nise. 

^M           que  este  presagio  divino 

MlNCO. 

iQuÜ  ^quería                   ^^^H 

^H           coniigo  ha^a  verdadero. 

declllo  el1a>  En  ñn,  ^enla                      ^^^H 

^M            sin  que  pcli^nti  sean  parte 

afligido  del  calor                                        ^^^^| 

^1           para  que  de  ti  me  aparte; 

V  de  hambre  de  la  jornada.                          ^^W 

^1          antes,  deiule  ahora  quiero 

Mandónos  poner  i  aur                                        B 

^M           que  de  cualquiera  Torluna 

una  gallina,  y  echar  B 
»aia  á  la  muía,  v  cebada.  B 
[ntro  luego  en  la  cocina,                       ^^^^1 

^V           que  nueilia  dicha  prevenga. 

^1           igual  parteen  olla  tenga 

H            cada  cual   porque  sea  una. 

y  como  mal  entendí.                              ^^^^| 

^B          Si  fuere  C^ar.  seis 

la  cebada  al  doctor  di,                            ^^^H 

■            Osar  como  yo:  si  Rey. 

y  á  la  muU  la  gatlína:                            ^^^H 

^U           Rey  scrAs  con  igual  ley. 

;mlrcn  qué  culpas  son  éstail  ^^^H 
^Vi6se  necedaamayor?                          ^^^H 

^m           íin  dividirse  jamás 

Cloro. 

^M           por  guerra  ó  por  olro  extremo; 
^B           q^uc  más  puMe  una  amiiíiad. 

MiNÚO. 

.;Pues  no  ha  llevado  al  doctor                ^^^H 

fa  cansada  muía  á  cuc^ta^?                       ^^H 

^B            SI  os  ñrmc,  que  la  hermandid 

¿Ko  n  bien  ouc  i  quien  mil  trabaja  ^^B 
se  dé  mejor  de  cenar.^'                                 ^^M 

cruel  de  Hómulo  y  Memo. 

LisiNio.    Eso  mismo  que  me  ofrece» 

Luego  bien  hice  de  dar                                  ^^H 

cumpliré.  Cloro,  contigo. 

at  doctor  cebada  y  paja,                         ^^^H 

haciendo  al  cielo  testigo. 

V  i  la  muta  la  gallina.                           J^^^H 

como  á  sus  deidades,  )ue-es. 

VtSB. 

¡Calla,  bestia!                                         ^^^B 

Pero  no  puedo  esperarte  1. 

XttNOO. 

jpeniiisvo«  ^^H 
que  no  sabe  oe  los  dos                               ^^H 

Jfa 

^m            que  la  inclinación  me  llama, 
^B            aplica  espuelas  la  fama. 

■ 

la  muía  mis  medicina?                              ^^H 

■ 

^B           r  abrase  mi  pecho  .Marte. 
^B           No  nos  veremos  los  dos 

^^H 

■ 

ESCENA  V                                          B 

■ 

^»            mientras  monarca  no  sea  4 

■ 

del  mundo. 

DlCWM  y  f.íUiÁ.  át  títtadOTa.                            ^^^^^| 

■ 

CtoRo.                        Su  esfera  vtt  > 

Klksa. 

¡Que  no  ha  de  haber  ocasión                 ^^^H 

■ 

á  tus  píes. 

que  donde  quiera  que  estiit                  ^^^^| 

w 

Litimo.                   Adlús. 

Cloro.                              Adiós.  (Ym*LM»ío.í 

MtNOO. 
NiSE. 

ambos  i  dos.  no  riñiisi  ^^^H 
jQué  quiere?  Soy  un  riñon.  ^^^^1 
Mientras  este  bruto  esté  ^^^^H 
en  casa,  ^quién  no  darl                       ^^^^B 

■ 

.  Elkka. 

Éntrate  tú  allá.                                  ^^| 

I    En  >l  «M.  át  lAti  «un  lia».  A  n\t  miiMO  eMke 

Nisi. 

iPara  ésta!                                                 ^^H 

ptrtintcto  IM  df»t>  coirttclonri  ü  irtriintci  ijiic  ii> 

1  Mimo. 

Jurad  la  fe;                                     ^^B 

|U(n.  Litvif  1  nAn.  l^-|S4  •■(  l>  S*c«t4a  de  HinuMrl- 

1 

si  es  bien  que  en  vuesa  fe  crea,                  ^^B 

tD*  Ot  ti  hJblioiMí  NkioiuI,  f.o  «ll>  h*T  «n  «ito  ti- 

no  siendo  la  fe  de  Dios,                              ^^B 

4ict  i^vni.  •úlo  algaaws  friamcnloi.  quf  lanibitn 

aunque  si  se  aAade  en  tos,                         ^H 

k 

htOMI  CO[tt*llO. 

' 

no  va  mucho  de  fe  i  tea.  frote  KIn.)          ^H 

■ 

I    Ea  el  CDi.  «A  ytr. 

^^H 

^ 

}   •■f.aaídutta,  y  lo  miiino  tn  ct  mt.  j.^v;, 

4      «MU. 

^^^^1 

^H 

^ 

5 ,  aitaUb 

1    tVtlftmvm.                                                                       ^^H 

1 

«OMUIAS  QS  TIRSO  OK  MOLIX*.— TCMO  1. 

^ 

^H 

34 


EL  ÁRBOL  DEL  MEJOR  FRUTO 


Ki.i:^;.\, 


Ei.rNA. 


ESCENA  VI 

riirirns,  niíiiM  Ni^e 

Cloro,  --quL-  haces  aqui? 

Generosos  pensamientus 

animan  ai rtvi miemos 

lan  pdderoioscn  mí, 

que  me  han  oblifiado.  madre, 

que.  porque  los  irertifique, 

aqucuaveí  te  suplique 

me  difias  quién  fué  mi  padre. 

Que  el  ilustre  natural 

que  X  mi  humildad  haccpucrra, 

nie  certilica  que  encierra 

este  rústico  sayal 

prendas  con  qiie  esfuerzo  colirc 

el  valor  ú  que  se  aplica. 

sin  cre?r  que  alma  (an  rica 

proceje  de  un  padre  pobre. 

Cloro,  si  estos  pensamientos 

los  (¡obcrnara  el  juVcio. 

que  en  esta  ocasión  te  falta, 

fueran  sabios  como  altivos. 

A  un  pastor,  humilde  y  pobre, 

debes  el  ser  abatido, 

que  no  en  palacios  soberbios 

te  dio,  sino  entre  cortijos. 

l.'na  pajiza  cabana. 

que  contra  el  sol,  el  estío, 

V  contra  el  agua,  el  invierno 

sirve  de  toldo  propicio, 

es  tu  casa  de  solar; 

no  los  pavimentos  ricos. 

ni  los  artesones  do  oro, 

.isombro  del  artiikio. 

.jOué  importa  que  el  arroyuelo, 

soberbio  cuanto  atrevido. 

con  las  lluviosas  corrientes 

haga  competencia  al  Nilo. 

si  l'a  tempestad  pasada 

vuelve  al  misero  principio, 

V  después  pisar  se  deja 
del  animal  más  sencillo 

V  pequeño  de  la  tierra, 
(lando  ñ  sus  pavis  camino^ 
Nacen  á  la  hormiga  avara 
alas  para  su  peligro, 

pues  cuando  .i  Dédalo  intenta 
imiiar.  de  un  pajarillo 
es  miserable  sustento, 
sepulcro  hacieíido  su  pico. 
No  es  bien  aue  porque  la  palma 
hasta  el  alca/ar  lucido 
se  atreva  á  subir  del  sol, 
un  junco,  desvfinccido, 
quiera  competir  con  ella, 
nuci  de  su  llaco  principio 
i);norando  el  rundamciito. 
es  verdupo  de  si  mismo, 
(■■-uando  te  pintes,  soberbio, 
Uomulo,  Alejandro  y  Ciro, 
y  la  ambición  te  prometa 
cor.inas  v  señorios, 
cunsidcfatc  un  arroyo, 
no  profundo  caudal  rIo| 
un  fuñen,  iini  horml(tt  *lii 


I  y  desharás,  convencido, 

¡  ruedas  de  pavón  soberbias: 

que  si  la  corneja  quiso 
vestirse  plumas  hurtadas, 
ellas  le  dieron  castigo. 
No  violentes,  ambicioso, 
tu  natural,  si  perdido 
después  llorar  no  pretendes  ■ 
juveniles  desatinos  -. 
Una  haza  son  tus  armas, 
V  en  vez  del  estoque  limpio, 
Ja  hoz  corva,  el  tosco  arado, 
veinte  ovejas  y  un  novillo. 
Kstos  ejercita,' Cloro, 
y  á  Scipioncs  y  Fabricios 
ileja  triunfos  y  victorias, 
pues  para  pobre  has  nacido. 

{Vait  F.lent.) 

ESCHN'A  Vil 

Ct.obo.     Rigurosa  madre,  espera. 

¡Ay,  cielos!  no  sé  si  impíos, 
porque  en  tales  desengaños 
sepultáis  nobles  desinnios. 
^Para  que  Klcna  te  ¡lamas, 
si  siempre  este  nombre  ha  sidn 
blasón  de  ilustres  S  matronas, 
que  en  ti  despreciado  miro? 
Nunca  yo  quien  soy  supiera, 
pues  la  humildad  pone  grillos 
al  deseo  ya  frustrado, 
que  de  un  rústico  soy  hijo. 
MiNCiO.      Yo.  á  lo  menos  más  dichoso 
soy,  aunque  me  llamo  Mingo, 
pues  si  no  mintió  mi  madre, 
diz  que  me  parió  en  el  signo 
de  Capricornio,  y  en  fe 
desto,  la  comadre  dijo 
que  un  sátiro  me  engendró 
V  por  eso  satirizo. 

ESCENA  VIII 

Ci'Onlo, Olí  fajciirtiJJ  y  ritmla.  Pelobo  y  Mriifo. 

Dispuéx,  Ci-oRO  )■  Mixao. 

Ci.ODio.    Cuanto  más  lejos  estemos 

del  Emperador.  airaJc, 

cuvo  hijo  malogrado. 

sin  conocer,  muerto  habernos. 

más  se  asegura  la  vida, 

que  con  tanto  riesgo  está. 
Mei  Lr*o.    Al  romano  imperio  da 

l'ersia  4  guerra  defendida; 

en  ella  no  hay  que  temer, 

Clodio.  c.TStig'o  ó  venKii^"' 


1  Asi  en  ti  impres"  y  en  el  mí,  de  lOsi.  Kn  el  JJWT 
«llornadnv, 

2  «Jcí^virioii". 

3  •blll.il",  ííírlio  ■iitllM»!  pern  t'   linfruo  tt 

mtjar, 
i  oOrielMi 


pues  en  su  reino  nu  akanza 
de  Roma  todo  el  poder. 
Descansemos  por  ahora 
en  esta  venta. 

Ci-ono.  jAy,  de  mí. 

que  tan  humilde  naci! 
¡(?ue  cuando  el  ciclo  mejora 
con  el  esfuerzo  el  valor 
de  quien  ilustrar  desea. 
Cloro,  cielos.  Cloro  sea 
hijo  de  un  pobre  pastor! 

Ci.ODio.     Labradores,  ¿hay  posada? 

Mistio.     ^Para  cuántos? 

Ci-ORO.  ¡Deteneos, 

desvanecidos  deseos! 

Mingo.     N'o  les  fallará  cebada 

que  coman,  si  snn  doctores, 
ni  gallinas  que  les  demos 
á  las  muías. 

Ci.ODio.  ^-No  leñemos, 

á  pesar  de  los  temores 
con  que  á  costa  del  cansancio 
animan  nuestro  camino, 

Eresente  acjul  á  Constaniino, 
¡jo  del  Cesar  Constancio? 
.Melipo.    a  no  desdecirlo  el  traje 

y  saber  que  queda  muerto, 
yo  lo  tuviera  por  cierto, 
sino  es  que  del  cielo  abaje 
á  castigar  nucsiroi  nsullo 
disfrazado  en  el  saval. 

Clodio.    ,;No  es  retraii)  original? 

Si,  que  vive  en  ¿1  oculto. 

(No  es  aquella  su  cabeza. 

sus  ojos,  su  boca  y  tale? 
Pelobo.    En  él  quiso  relraialle 

la  sabia  naturaleza. 

No  he  visio  igual  semejanza. 
Clodio.    Ahora  bien;  sea  ó  no  sea 

quien  mi  ventura  desea, 

si  consigue  mi  esperanza 

lo  que  mi  intento  procura, 

Íeste  hombre,  amigos,  engaño 
oy  con  un  ardid  extraño, 
doy  alas  á  mi  ventura. 

Mei.ipo.    ¿Pues  que  pretendes  hacer? 

Cij>Dio.     Pues  que  se  parece  tanto 
al  difunto,  que  es  encanto, 
si  no  es  del  ciclo  poder, 
y  aquí  cartas  y  retrato 
de  Irene  tengo,  inienlemos 
persuadirle,  si  podemos 
y  tiene  ingenio  y  recato, 
que  se  finja  Constantino 
y  se  case  con  Irene. 

.Mflipo.    ¡Extraña  traza,  si  viene 
á  admitir  tal  desatino! 
Mas  ¿cómo  un  tosco  pastor 
mudará  su  grosería 
en  el  trato  y  policía 
de  un  romano  Emperador, 
si  conforma  con  su  traje 
su  inasnior* 

ClopiOi  D<  un  toico  robla 

Rt  hu«  m%  ImniiM  nohiti 


ACTO    PBI.MEHn 

I    PEI.OHO. 


35 


SienJo  tiárbaro  el  lenguaje 

3ue  aqueste  monte  le  ha  dado, 
escubrirá  esta  traición. 
Mfi.ípo.    Disfrazóse  de  león 

un  bruto  torpe,  y  trocado 
en  él,  bramar  cual  él  quiso, 
y  dicen  que  rebu/nü. 
y  en  su  afri'nia.  á  lujns  diú 
de  su  atrevimiento  aviso: 
lo  mismo  ha  de  sucedemos 
si  hacemos  tal  desvarío. 
Ci.onin.     De  su  irnüa  y  rostro  fio 
que  podemos  atrevernos. 
Aquellas  nobles  facciones, 
del  Principe  semejanza, 
me  animan. 
,  Meiipo.  Todo  lo  alcanza 

la  industria.  A  mucho  te  pones; 
aunque  si  con  eso  sales, 
seguro  csiá  el  interés 
y  ventura  de  Iss  (res, 
porque  á  Dédalo  te  ¡guales. 
Clodio.    Si  con  Irene  se  casa 

y  á  ver  á  Constancio  va, 
cuando  de  su  hijo  está 
llorando  la  suerte  escasa, 
la  similitud  extraña 
que  le  iguala  á  su  valor, 
burlará  al  Emperador: 
y  si  dichoso  le  engaña 
y  le  tiene  por  su  hijo, 
¿qué  más  dicha? 
.Mei.ipo,  Quedó  el  muerto 

.■i  elección  en  el  desierto 
de  las  fieras.  Vo  colijo  ' 
(]iie  ya  habrán  hecho  en  él  presa. 
Si  no  parece  ¿quien  duda, 
viendo  que  en  este  se  muda 
y  el  imperio  le  confiesa 
por  el  propio  Constantino, 
que  su  paarc  ha  de  creer 
ser  el  mismo? 
Pei.obo.  Vendrá  á  ser 

un  engaño  peregrino. 
Ci.oom.     Poneiio  en  ejecución 

falta  sólo. 
(^LORo.  ■  ¡Que  haya  sido 

tan  bajamente  nacido! 
¡.'\y,  loca  imaginación! 
CLooro.    (ntriidi/ífli.)Danosesos pies  augustos, 

si  merecemos  besallos. 
Cloro.     ¿Que  es  esto? 
Clouio,  ■    Honra  tus  vasallos 

con  premios,  señor,  tan  justos. 
Ci-oso.     Señores,  si  el  tosco  traje 
que  traigo,  os  obliga  así 
á  que  hagáis  burla  de  mí, 
ninguno  me  hizo  ultraje 
que,  con  honrada  venganza 
no  sirviese  de  escarmiento 
á  su  necio  pensamiento. 
Clobio.     (ienerosa  semejanza 

del  más  ilustre  heredero 
que  Roma  i  su  imperio  dió 


1     «V  Mll|o%i 


36 


EL  J^RBOL  DBL  MEJOR  FRUTO 


y  la  muerte  malogró, 
si  e]  retrato  verdadero, 
que  autoriza  y  ennoblece 
hoy  en  ti  su  original, 
no  es  en  tu  alma  desigual 
V  á  la  tuya  le  parece, 
por  un  extrañü  camino 
ha  puesto  el  ciclo  en  tu  mano 
la  esfera  y  globo  romano 
y  feliz  '  de  Constantino. 
Si  á  tu  saber  '  satisfaces 
y  tu  persona  eternizas, 
de  sus  augustas  ceni/as 
milagro  al  mundo  renaces. 
Constantino,  sucesor  3 
de  Constancio,  partía  á  Grecia, 
que  en  fe  de  lo  que  le  precia 
Maximino,  Emperador 
y  Monarca  del  Oriente, 
á  Irene  le  babia  ofrecido, 
hija  suya,  y  reducido 
el  griego  lauro  á  su  frente. 
Con  «ste  retrato  y  pliego 
caminaba  Constantino, 
cuando  saliendo  al  camino 
un  escuadrón  loco  y  ciego 
de  quinientos  foragidos. 
de  repente  le  asaltaron, 
y  el  Abril  verde  agostaron 
de  treinta  años  no  cumplidos. 
Por  no  darse  á  conocer 
dio  venganza  á  sus  aceros. 
Huyeron  los  bandoleros, 
que  vinieron  á  saber 
la  calidad  del  diTunto. 
temerosos  del  castigo. 
Yo,  de  su  muelle  testigo, 
tomando  aqueste  trasunto 
de  Irene,  y  canas,  volvía 
■     con  las  nuevas  lastimosas 
á  su  padre;  mas.  piadosas 
las  deidades  este  dia, 
ofreciéndome  tu  vista, 
quieren  en  ti  consolar 
la  pérdida  y  el  pesar, 
que  es  imposible  resista 
Constancio,  si  á  saber  viene' 
que  le  ha  quebrado  su  espejo 
la  fortuna,  y  por  ser  viejo 
la  mtjerte  su  fin  previene. 
Tú,  pues,  dichoso  pastor, 
que  con  su  imagen  hcr.'das 
su  imperio,  para  que  puedas 
dar  principio  á  tu  valor, 
sí  quieres  en  lugar  del 
transformarte  en  Constantino, 
el  cielo  á  ofrecerte  vino 
el  siempre  augusto  laurel. 
PiLORO.   No  pierdas  esta  ventura, 

3ue  por  lo  que  iottresamos 
ella,  palabra  tejamos 
de  hacella  los  tres  secura. 


1  *j  Halas. 

2  uuerie*. 

i    <EmpcridorK;p«raci  ertiu. 


Meupo.    Consianlino  {que  ya  quiero 
de  aqueste  modo  llamarte) 
procura  determinarte; 

doja  esc  traje  grosero, 
que  aquí  del  César  traemos 
con  que  serás  transformado 
o  iginal,  no  traslado. 
Mingo.     ¿I'ullas  en  casa  tenemos? 
¡Voto  al  sol!  gente  ruin  i, 
que  si  la  honda  desalo, 
1.1 1  doy  dos  silbos  al  hato 
y  hago  venir  al  mastín, 
que  el  dimuño  os  trajo  acá. 
Cloro.      Rasia  la  burla,  seAoies; 

ved  que  somos  labradores, 
y  no  se  sufren  acá. 
Clodio.    i'ara  que  la  verdad  creas, 
que  por  tu  dicha  te  trato, 
en  este  sutil  retrato 

i  quiero  que  tu  imagen  veas, 

y  con  ella  á  Constantino, 
que  al  sacro  laurel  te  llama. 

!  Pelord.    ai  atrevido  la  fama 
ayuda. 

I  Cloro.  ¡Cielo  divino! 

i  parece  que  en  el  cristal 

me  miro  de  alguna  fuente, 
aunque  en  traje  diferente 
seda  aquí  y  en  mi  sayal. 
¿Qué  hay  que  recelar,  temor, 
sí  el  cielo  á  cumplir  empieza 
del  laurel  que  en  mi  cabeza 
me  gratuló  Emperador 
el  pronóstico  divino? 
('.rédito  á  mi  dicha  doy. 
Cloro  he  sido;  ya  no  soy, 
sino  el  César  Constantino- 
Dadme  el  retrato  ile  frene. 
Clodio.     Kste  es. 

Globo.  jQué  hermosa  pintura! 

Cifrada  aqui  la  hermosura 
Indos  sus  milagros  tiene. 
Sólo  de  mis  pensamientos, 
que  ya  ejecutados  trato, 
pued'e  ser  este  retrato 
dueño  hermoso.  Airevimientos. 
en  vuestras  alas  sutiles 
fundo  mi  imaginación; 
nobles  mis  intentos  son, 
si  mis  principios  son  viles. 
Vamos  á  Grecia,  vasallos, 
que  aunque  este  apellido  os  doy, 
vuestro  amigo  firme  soy. 
Haced  prevenir  caballos, 
y  advertid  que  si  el  secreto 
(Jeste  engaño  descubrís, 
aunque  pastor  me  advertís, 
ser  Constantino  os  prometo 
en  vengarme  y  castifjaros. 
Ya  el  verdadero  murió. 
y  en  mi  pecho  se  infundió 
su  alma.  Sabré  premiaros, 
y  castigaros  también. 


1    «A*. 


ACTO   PRIMERO 


Su  alma  el  César  me  ofrecí, 

que  en  quien  tanto  se  parece 

por  fuerza  ha  de  hallarse  bien. 
Peloro.    ¿Hay  mudanza  semejante? 
Melipo.    ¿Hay  más  porienioso  extremo? 
Clodio.     ¡Vive  el  cielo  que  le  lemo! 
Peloro.    Yo  tiemblo  en  velle  delante. 
Cloho.     ^Quieres  venirle  conmigo.-'  (á  Miago.) 
Mingo.     (Que  por  que  se  pareció 

al  otro.  Cloro  salió 

Emperador  '.^ 
Clooio-  Si,  amigo. 

Mingo.      ¡Que  nunca  yo  me  parezca 

á  nadie! 
Cloro.  Acaba,  grosero. 

Mingo.     ¿No  habrá  otro  emperadero 

por  ahí  ¿  quien  merezca 

parecerme? 
Melipo.  Si,  á  mi  jumento, 

tues  os  parecéis  los  dos. 
uego,  parízcome  á  vos. 
Ir  contigo,  Cloro,  interno. 

Cloro.     No  soy  Cloro  desde  aquí, 
Mingo,  sino  Consianiino. 

Mingo.     Yo  os  llamaré  asi,  si  atino  '. 
Una  vez  me  paree! 
á  otro:  en  tiempo  cruel, 
porque  á  palos  me  molieron 
de  noche,  y  luego  dijeron: 
«perdone,  que  no  era  él». 

Cloro.      Dadme  el  caballo  y  vestido, 
y  no  pongamos  en  duda 
nuestra  suerte,  pues  ayuda 
la  fortuna  al  atrevido. 

Clodio.    A  mucho  nos  atrevemos, 
y  lemo... 

Peloro.  ¿Quí  hay  que  temer? 

Clodio.    Que  nos  vengan  a  deshacer 

aqueste,  porque  le  hacemos.  (Vann). 

ESCENA  IX 
Haitmino  i  Iiia:.i  3. 

Mas.     -  Ya,  Irene,  se  llegó  el  día 

en  que  el  César  sea  tu  esposo. 
liiiNB.       Si  de  la  inclinación  mía 
el  ánimo  belicoso 
sabes  que  mi  valor  cria, 
^por  qué  tu  rigor  le  enlaza 
en  el  yugo  que  embaraza 
la  libertad  y  quietud? 
Manda  tü  a  mi  juventud 
que  se  ejerciie  en  la  caza; 
que  del  jabalí  protervo 
el  curso  ligero  siga 
con  que  mis  gustos  conservo  4; 
que  el  tigre  sagaz  persiga 
y  alcance  al  limido  ciervo; 
que  en  sus  despojas  celebre 


Max. 


Irene. 


Max. 


I    •empcradercx. 

a   oYo  OÍ  lo  lltmirt  si  atino*. 

3  *Saten  Mavihisd  emperador,  lkiH£,  $u  hija  y 
ACOitrAll^liiSHTa». 

4  falla  «ale  rtrio  en  el  ms. 


^7 

triunfos,  y  el  venablo  quiebre 

en  el  león  arrogante, 

ya  con  el  noble  elefante, 

ya  con  la  tímida  liebre: 

y  no  me  mandes  que  el  gusto 

pierda  á  mi  edad  el  respeio, 

que  aunque  es  el  tálamo  justo, 

no  sabrá  vivir  sujeto 

mi  pecho  libre  y  robusto. 

Si  a  mi  voluntad  te  allanas, 

al  César  por  dueño  ganas, 

de  las  romanas  esferas. 

Anda  á  caza,  en  vez  de  fieras, 

de  libertades  humanas. 

No  es,  padre  y  señor,  decente 

el  estado  que  me  das 

al  valor  que  el  alma  siente. 

Yo  sé  que  mi  gusto  harás. 

(Kdir  Maximino.) 

ESCENA  X 

Irihe. 


La  cerviz  indomable  del  toro  ata 
con  las  coyundas  de  su  yugo  grave 
el  labrador,  y  brama,  porque  sabe 
que  '  su  preciosa  libertad  maltrata. 

Al  pájaro,  que  en  plumas  se  dilata, 
el  cazador  cautiva  del  suave 
acento  enamorado,  y  llora  el  ave, 
aunque  honren  su  prisión  rejas  de  plata. 

No  en  los  jardines  la  florida  yerba 
medra  del  modo  que  en  el  monte  y  prado, 
patria  y  solar  de  su  morada  ^  verue. 

Dichoso,  libertad,  el  que  os  conserva, 
pues  es  prisión  el  solio  sublimado 
de  quien  por  reinos,  vuestro  reino  pierde. 

ESCENA  XI 
Iiaclo,  Duqat,  í  ¡kbne.  Luego,  Un  rAii. 

ISACio.      Hermosa  prima,  ,jqué  haces 
sola,  si  lo  puede  estar 
quien  se  precia  de  llenar, 
tiranizando  las  paces 
del  amor,  como  él  atados 
al  carro  de  sus  prisiones 
encendidos  corazones 
con  grillos  de  sus  cuidados? 
|Ay,  si  mereciera  yo 
que  te  acordaras  de  mil 

Irene.       ¡Uh  í,  Isacio!  como  nací 
libre,  y  el  cielo  me  dio 
un  alma  de  quien  soy  dueño, 

Íor  no  ser  prúdiga  y  dalla 
prisión,  quiero  gozalla. 
pL-nsar  que  he  de  amar,  es  sueño. 
Hoy  dicen  que  Constantino 
á  d:irme  la  mano  viene 


I    Falta  el  «quo  en  el  impreso;  pero  coaiu  en  el 
cúJice. 
I   *proMpia>. 
]   Ka  el  mi,  j.907,  «asi*. 


38 


EL  ÁRBOL  DEL  MEJOR  FRUTO 


de  esposo,  como  si  Irtne 
al  mismo  Apolo  dirino 
sujeiar  imaginase 
la  preciosa  <  libertad, 
<jue  en  mi  es  única  deidad, 
sm  que  amor  mi  pecho  abrace. 
¡Viven  los  cielos,  que  adora 
lodo  el  humano  poder, 
que  de  Irene  no  ha  de  ser, 
si  no  es  Irene  scñors! 
Mal  mi  padre  me  conoce. 

Is.vciO.      Con  eso  contenió  quedo. 

Pues  yo  gozarte  no  puedo  ', 
ninguno,  Irene,  te  goce; 
que  si  tu  desdén  furioso 
á  cuantos  te  aman  alcanza, 
quedare  sin  esperanza, 
mas  no  quedaré  quejoso. 

Irene,       Verás,  cuando  el  César  venga, 
retratado  en  mí  el  desdén. 

Is.vcio.      Mas  vale  tratarle  3  bien, 
porque  tu  padre  no  tenga 
ocasión  que  á  la  impaciencia 
provoque,  que  es  e!  poder 
rayo,  y  éste  suele  ser  4 
mis  daño  en  más  resistencia. 
Entreten k  con  cnjiaños; 
ni  le  trates  amorosa, 
ni  le  mires  desdeñosa, 
hasta  que  los  desengaños 
le  dispongan  poco  á  poco, 
que  un  repentino  rigor 
suele  aumentar  el  amor, 
pues  con  furias  crece  el  toco. 

Ire.ne.       ,No  dices  mal;  y  á  fe,  Isacio, 
que  luce  más  con  su  opuesto 
el  sol  á  la  sombra  expuesto. 
Desdeftaréle  despacio, 
y  por  tu  consejo  sabio 
me  {juiaré  en  esta  ocasión, 
forzando  mi  inclinación. 

IsACio.      Fingiendo  no  ser  agravio, 

cuando  llegue,  encubre  enojos; 
recíbele  agradecida, 
ostenta  risa  ñngida, 
dale  á  beber  por  los  ojos 
ponzoña  sabrosa  y  lenta, 
y  engaña  á  tu  padre  así. 

Un  f.UE.  Ya  llega,  señora,  aquí 
el  César. 

Irene.  M¡  pena  aumenta. 

I'ero  ¿sabes  qué  he  pensado? 
Que  para  que  me  aborrezca 
y  en  verme  no  se  enternezca, 
encontrando  á  amor  armado, 
pensand>  hallarle  desnudo, 
que  en  el  marcial  ejercicio 
me  halle  ocupada. 

Is.vCio.  Codicio 

el  daño  que  de  eso  dudo, 
porque  de  aquesta  suerte 


I  «la  prcciiJa»  en  el  ms,  j.iw;. 

■j  «gozar  no  ic  putJu*  cu  iJ. 

^  .trataUo»  en  ti  ms.  ri.4B4. 

4  «hiüiT»  en  iJ.  y  ca  el  jy;. 


■  te  ve  I  bella  _v  belicosa: 

SÍ  te  amaba  por  esposa  -, 
ha  de  adorarle  por  fuerte. 

'   Ihene.       Kn  eso,  primo,  te  engañas: 
el  amante  que  es  prudente 
no  busca  dama  valiente. 
Al  hombre  ilustran  hazañas, 
y  á  la  mujer,  la  hermosura, 
ios  regalos,  la  afición, 
la  apacible  condición, 
las  lágrimas  y  blandura. 
Tiernos  les  dieron  los  nombres, 
porque  con  terneza  amasen 
v  regaladas  templasen 
la  condición  de  los  hombres; 

I  que  el  ejercicio  marcial 

es  violento  en  la  mujer, 
como  en  la  nieve  el  arder, 
derretirse  el  pedernal, 

,  V  acobardarse  ei  león. 

V  la  que  asi  no  lo  hiciere, 
es  seña]  que  usurpar  quiere 
la  preeminencia  al  varón. 
Yo  sé  que  si  Constantino, 
en  vez  de  amorosa,  armada 

!  me  ve,  á  la  guerra  inclinada, 

que  por  el  mismo  camino     • 
que  en  mi  amor  lierno  se  abrasa, 
primo,  me  ha  de  aborrecer, 

'  porque  no  pueden  caber 

'  dos  hombres  en  una  casa. 

¡  IsACio.      Tu  divina  discreción 

\  ei  L¡;ual  á  tu  hermosura. 

Que  te  aborrezca  procura: 

i  ejecuta  esa  invención 

en  que  estriba  mi  esperanza, 
dando  alís  á  mi  deseo. 
Irene.       Quiero  ensayar  un  torneo. 
Sácame,  Isacio,  una  lanza, 
mientras  la  espada  me  ciño, 
para  que  el  César,  amante, 
de  verme  armada  se  espante: 
que  amor  teme,  porque  es  niño. 
Isacio.      De  las  que  en  esta  armería 

hay,  es  esta  la  mejor. 
Irene.       Haz  locar  un  alambor. 

:  Isacio.     Miedo  3  me  das,  prima  mía. 
De  la  guarda  de  palacio 
hay  una  aqui. 
Ire.ne.  Toque,  pues. 

Aquesta  la  entrada  es 
del  torneo.  Adviene  Isacio... 

íHace  ta  intradii  del  tornto  eon  ga¡l*r- 
dia.  Tocan  chirimías.) 

ÜSCKNA  XII 

Diciros,  Cloro,  yíilíiJ'i  líe  PHíicípí.  Melipo,  Pkloro, 
Clodio,  Mamhiso  y  Mi.soo. 

Max.        Aquí  aRuarda  á  vuestra  alteza 
ta  Princesa,  agradecida 

I    "te  halla»,  Tanibiín  en  el  jn<.  3.907. 
3    •<!  le  amaba  por  hcnnoia».  «Si  ic  aioi  pot  liír- 
mosat  en  vi  3  i)}7. 
3    .iMediot  en  el  iniprou;  piro  está  bien  en  loi  mu. 


ACTO    l'HIMKRO 


Cloro. 


Max. 
Cloro. 


Ikem:. 
Isa  CIO. 


Cloro. 

MlSGO. 

Ikene. 

hACIO. 


Irene. 
Cloro. 


Max. 
Irene, 


Cloro. 

Melipo. 
Clooio. 
Peloro. 

Cl.ODItf. 


á  vuestro  amor  y  venida: 
mas  ^quc  es  esto? 

A  su  belleza 
añade  U  fortaleza, 
i:omo  á  mi  amor,  nuevaii  alas. 
Las  arm  s  enlre  las  galas 
parecen  en  ella  bien, 
porque  en  ella  á  un  Uempo  estún  < 
tierna.  Venus;  fuerte.  Patas. 
Su  inclinación  belicosa 
me  asombra.  Sepa  que  estamos 
aquí. 

Eso  no.  Suspendamos 
en  su  hermosura  animosa 
la  vista  y  alma  dichosa 
en  este  ejercicio  un  poco. 
¡Vive  el  cielo,  que  estoy  loco! 
lAy,  griega  del  alma,  hermosa! 
(Qué  tcparece?  (d  isscio) 

El  extremo 
de  la  gracia  y  la  destreza. 
Aunque  adoro  á  tu  belleza, 
tu  valor  y  ánimo  temo. 
¡Por  Júpiter,  que  me  quemo 
entre  su  armado  rigor 
de  inmortal  y  tierno  amor! 
I  Valga  te  Dios  por  muchacha! 
Si  eres  hembra,  ó  eres  macha: 
no  casarte  es  lo  mejor. 
Saca  la  espada  y  verás 
cuan  bien  los  golpes  ensayo. 
En  tus  manos  será  rayo. 
Cinco  se  dan,  y  nu  más. 

(Dan»  (ui  cinco  galptt  de  ttpúda,  lo- 
cando dentro.) 

Retira  ahora  =  el  paso  atrás. 
Basta,  hechizo  desta  tierra, 
6  cielo  que  el  sol  encierra, 
que  para  alcanzar  la  palma 
y  rendir.  Princesa,  un  alma, 
no  es  menester  tanta  guerra. 
Tu  esposo  es,  Irene  mía. 
iOh,  gran  Señor!  ^'Vos  aquí? 
Ya  las  armas  os  rendí. 
Mejor  el  alma  diría.  (Ap.) 
¡Qué  apacible  gallardía! 
Dichoso,  divina  Irene, 
quien  á  ver  y  á  gozar  viene 
tal  belleza,  tal  valor, 
pues  en  vos.  Marte  y  Amor 
rayos  vibra  y  llamas  tiene. 
Clodio,  í'es'este  aquel  villano 
que  hijo  de  un  monte  fué? 
Mejor,  Melipo,  diré 
que  es  Constantino  romano. 
^No  adviertes  que  cortesano 
a  gravedad  imperial 
representa? 

A  su  sayal 
desmiente  con  la  presencia, 
que  también  hay  elocuencia 
en  las  almas,  natural. 


la 


.Mingo. 
Cloro. 

Ihemí. 


1S.VC10. 
Irene. 

ISACIU. 

Cloro. 


Irene. 


Ci.oiio. 
Irene. 


ISACIU. 

Irene. 

isAcio. 

Cloro. 

Ikene. 

Cloro. 

Irene. 

Cloro. 

Irene. 

Cloro. 

Irene. 

Cloro, 

Irene. 

Cloro. 

Irene. 

Cloro. 

Irene. 

ISACIO. 

Irene. 


3'J 

¡Válgame  '  el  diablo  por(;ioro! 
Vera  lo  que  decir  sabe. 
iQuc  quillotrado  -  está  y  grave! 
De  sueirie,  Irene,  os  adoro, 

3UC  á  la  divina  beldad 
e  ese  simulacro  rico 
esperanzas  sacrifico, 
sin  creer  que  hay  más  deidad 
que  vos.  Señora,  en  el  cielo. 
Y  yo,  que  en  veros  y  hablaros 
tengo  en  poco  compararos 
al  claro  señor  de  Délo: 
no  adoro  yo  á  Dios  ninguno, 
sino  á  vos;  y  si  dichosa 
merezco  ser  vuestra  esposa, 
no  tendré  envidia  de  Juno, 
pues  en  vos  tengo  presente 
de  Júpiter  el  valor. 
Hien  ñngc  (cnelle  amor. 
,íVa  bueno?  (.iisacio.l 

Divinamente. 
Si  yo.  Princesa,  lo  fuera, 
nunca  más  me  transformara: 
otros  cielos  os  criara; 
otro  mundo  os  ofreciera, 
i^ue  uno  para  vos  es  poco. 
Si  yo  pudiera  mostrar 
la  ventaja  que  en  amar 
hago  aludas... 

¡Estoy  loco! 
Ni  Cariago  honrara 'á  Elisa, 
como  á  Penélopetirecia, 
ni  Roma  honrara  á  Lucrecia, 
ni  hubiera  en  Caria  Artemisa. 
Pero  hipérboles  refreno, 
pues  más  que  ellos  os  estimo. 
I-No  hago  buen  amante,  primo? 

Bravo, 

(Va  bueno? 

Re  bueno. 
¿Un  fin,  me  amáis? 

Como  á  dueño. 
Vos  sois  mi  sol. 

Vos  mí  esposo. 
Vivo  en  vos. 

Yo  en  vos  reposo, 
(Si  me  olvidáis? 

Eso  es  sueño. 
En  gloria  estoy. 

.Mi  mal  Cihna. 
¡Gran  suerte! 

¡Bien  soberano! 
Dadme,  mí  bien,  esa  mano. 
Y  con  ella,  esposo,  el  alma. 
(á  Irrat.)  ¿La  mano,  tirana,  das? 
Búrleme,  jugué  y  perdí. 
No  he  podido,  primo,  más. 


2    M-iQue  jquil letrado»  en  el  j.'jn;. 


I    «Para  que  ¡untas  ettínr.  I.o  mismo  en  el  3.</>T. 
3   •neliraici'lpaw  *tri»,  Tambtto  en  cij.ijoj. 


40 


EL  ÁABOL  DEL  MCJOR  FRUTO 


ACTO  SECUNDO 


ESCENA  PRIMERA 

CoKmiicio  vlt;o,  Emptraivr,  cwn  lalo,  Ahmiomo 
y  ptrui,  Ij'*  P«ii- 

Ani>.  En  este  deúerto  fué 

li  ir>K<>lJa,ar*n  scAúr, 
aue  provoco  su  valor. 
Aquiniuerto  ladejí, 
y  huyendo  los  foin^idos 
cuando  se  ccnifícafDn 
Mr  C^ar  el  i^uc  miuron, 
icmerosoí,  si  atrevidos, 
de  tu  enojo  y  su  uuiigo. 
Llegue  i  etu  pequeñj  aldea, 
que  en  llantos  su  amor  emplea; 
llcvi  paviores  conmigo, 
tomé  el  cadáver  difunto. 
y  habiéndole  embalsamado, 
le  deji  depositado, 

fartiéndotne  at  mismo  punto 
dattc  la  nueva  triste 
queceftiücaí  tus  ojos 
en  sus  funestos  despojos. 
CoNST.     Muerte  con  vlla  me  diste. 
¡Ay,  pirca  fiera  i  ingraial 
¿p'gr  que  ofendes  tu  decoro? 
^juventud  despojas  de  oto? 
jrejez  reservas  de  plata? 
Vieran  mis  aAos  p-oiijos 
tu  tii{oreiCi:utado 
en  este  padc  cansado; 
coDscr\irase  en  sus  hijos 
mi  memoria;  y  la  gtandeía, 

3UC  ja  mi  esperanza  pierdct 
oreciera  en  Abfil  verde 
su  joven  naturaleza, 
y  dieras  final  Enero 
de  la  veje;:  que  va  lloro. 
Cobraste  el  tnbúto  en  oro: 
menospreciaste  el  acero. 
Tracdme  el  cuerpo  y  veré, 
mientras  llanto  le  apercibo, 
mueno  el  t;u>to.  el  dolw  rivo. 
Segunda  vez  !.■  daré 
el  ser,  si  el  dolor  informa, 
como  el  alma,  al  ■  cuerpo  frío 
almas  >  llora,  el  llanto  mío 

Íodri  1  dalle  vida  y  forma, 
a  con  fúnebre  aparato 
le  traen. 
CoNST.  |Ay.  cielo!.  \ty  *,  rfgoif 

corlaste  un  Irbol  en  llof, 
de  Ib  belleza  ri'traio; 
dcjiste  un  tronco  con  vida. 
iKlección  bárbara  ycicgal 
huye  á  quien  te  llama,  v  ruega 
al  que  te  huye  apercibida. 


I  «a»*, 

a  Mlnu». 

j  apoilre*. 

4  «n* 


Muriera  el  César  romano 
entre  armados  escuadrones, 
dando  v^da  i  sus  blasones, 
ya  conquistando  al  britano, 
o  ya  oponiéndose  al  persa, 
ganando  con  pompas  reales. 
ya  civicas,  ya  murales, 
glorias  de  fama  diveisa. 
Va  cegando  cavas  hondas, 
ya  muros  altos  midtcndo, 
porque  imitara  muriendo 
la  fama  de  bpamioonJas: 
p«ro  jemre  unos  bandoleros, 
porque  de  una  misma  suerte 
den  é  tu  fama  la  muerte 
como  i  tu  vida!  ¡Qué  fieros 
te  son  los  hados!  ^qué  evquiva 
la  fonuna,  que  envidió 
tu  suene,  y  no  permitía 
dejar  tu  memoria  viva! 

Uxrajt.  El  Principe  Constantino 
viene  ya, 

Co«T.  Ya  sé  que  viene. 

por  mi  mal;  ya  sé  que  tiene 
deicrmiiado  el  camino. 
Su  vista  i  mis  años  largos, 
infelit,  porque  en  mi  espejo 
quebrado  mire  este  viejo 
hnes  de  un  principio,  amargos. 
e'Pur  qué  proVjo  me  adviertes 
pena  q  le  yo  llego  i  ver? 
Mi  alma  no  ha  menester 
que  á  pedradas  la  despiertes. 

(7*<a*  fjAt  diilrmptadaí  y  lri>mpH4t 
reinen  S^fitnlwladt'iHnMttid  ytam- 
4»rat  mfrtfrrailr-aii-ío.) 

Con  Otro  recibimiento, 
hijo,  os  aguardaba  yo: 
en  túmulo  se  trocó 
vuestra  b-^la  y  mí  contento. 
Con  vos,  el  tiempo  avariento 

ÍH^  el  curso  acostumbrado 
la  muerte,  juei  «¡rado 
3ue,  ya  grave,  ya  ligera, 
ando  i  otros  plr-.ios  de  espera, 
de  vos  cobra  8de<antado. 
Descubrlmccl  rostro  triste, 
retrato  de  loque  fué; 
en  él  mí  muerte  veré, 
li  en  el  mi  vida  con  tiste. 
Vaso  que  «I  licor  tuviste 
de  un  alma  que  ja  en  su  ocaso 
se  puso  y  con  leve  paso 
roló  á  eterno  seítotto, 
bien  parece  quevacio 
DO  tiene  valor  el  vaso, 
lúuc  hermoso  que  te  vi  yo( 
Pero  eres  vaso  de  tierra. 
Bartó  la  vida  que  encierra 
el  alma  aue  te  inlormó; 
como  el  baño  se  acabó, 
la  tierra  te  desengaña, 
pues  de  su  color  ic  baAt, 
f  tí  alma  de  ti  se  aleja, 
como  el  pastor  cuando  deja 
despoblada  la  cabana. 

(Sumo*  e*irú*Mi  r  «lataTaeJ 


^^^^^r                                                                 ACTO  SBOUNO*                                                                             ^^M 

^^^^^^B         Peo  ^qu¿  mucsiris  son  estas 

yo  estoy  soitando  sm  seso.                   ^^| 

^^^^^^B          <lc  iriunr4>i  y  glufia^  fc^lts. 

Andronio,  si  estoy  despieno,                ^^H 

^^^^^^H           inciclando  viv»t  su.^alcs 

libra  mi  imaginación                           ^^H 

^^^^^H           «nirc  memorí»  funmat? 

de  u  extraña  con íuslón.                      ^^H 

^^^^^B         jYo  li^rim»  /  ello»  Gest«i? 

^Qué  es  rito?                                          ^^1 

Asi>.                            Seí^or,  lo  cierto              ^^M 

^                              ESCENA  II 

es  que  Constantino  mucrlo             _^^^H 

^^^^^^^^^^^^H                                                                                            4#  %*  X'  ^^  1  T  i  « 

encMc  b(js^uei]uedó.                    '"^^^1 
1  CoKsT.      Pitágorai  afirmo                                   ^^^| 

^^^^  Dlcaoi,  Ctona.  4tl   kIimo  n*^!»  fn*  CmoAniivti, 

^H               AUlIKI'XI,  Ibkxk,  tlICIO.  MllIMI,  Clooia,  l'aioxu  )■ 

1                    que  las  almas  que  detabín                    ^^H 

H                    MslIM. 

1                  un  cuerpo,  se  trasladaban                   ^^H 

á  otros, )  no  mintió.                            ^^M 

^B        Cloou>.    Muctira,  Cloro,  luvBtor 

SI,  a  crocr  me  determino                       ^^M 

^M                        aquí:  no  como  pittor, 

1(1  que  alegra  mi  esperanza,                    ^^H 

^^^^                   como  el  C¿)tar  verdadera 

que  el  amor,  que  es  semejanza,             ^^M 

^^^b                lu  imta.  purque  asi  espera 

apoya  cttc  desatino.                                ^^H 

^^^V                vene  ptesio  bniperador. 

bl  alma  de  Constantino                          ^^M 

^m       Cuwo.     CtodtOi  vuesirod<siiino 

buKÓ  un  cuerpo  semejanio                  ^^H 

^^^^                  hasu  atiora  os  ha  engaAado: 

al  primero,  en  que,  consiaot«(               ^^M 

^^^(               que  soy  Cloro  habéis  pensado. 

sus  espíritus  reciba,                              ^^H 

^^^P                siendo  el  César  Constaniino. 

dándumc  la  iniv^cn  viva                        ^^H 

^^^MstiíH).   ¿Cómo? 

del  muerto  oue  está  delante.                ^^H 
El  corazón  dividido                             ^^H 

^K^  CiAfau.                  Por  Jove  divino, 

^^^K                  si  injuriüs  el  noble  ser 

«n  dos  mitades  agora,                          ^^M 

^^^^^                i)ue  nie  vino  i  engrandccar, 

cuando  un  hijo  muerto  llora,               ^^H 

^^^^^H           que     tosía  de  vuesias  vidas 

vivo  un  biio  ha  recibido.                      ^^H 

^^^^^^1          experimente  periiíj^i 

Luto  por  el  que  ha  perdido                  ^^H 

^^^^^H         Uk              'it  mi  poder. 

fuerza  et  dolor  á  traer:                            ^^M 

^^^^^H         Si  más  CíoTü  mclUniáis, 

fiesia>  hocen  «uspender                           ^^H 

^^^^^^          llorareis  vuestro  ñn  hoy. 

el  pensar  que  en  vellc  calma:                  ^^H 

^^^V                CoDSlantii>o  el  Cé>ar  my. 

dos  contrarios  en  un  alma                    ^^H 

^^■^                 r  mi  padre  el  que  míráiv. 
^m      PctoMO.  Melipo.  Clodi»,  ^cMuctilis 

me  obligar)  á  suspender.                         ^^H 

Pésames  tristes  recibo                          ^^H 

^^^^                la  arrogancia  dci  vllUnoi' 

del  h')0  que  muerto  veo,                      ^^H 

^^^K                 Como  tC  diinos  la  mano. 

plát;emes  dan  ai  deseo                          ^^H 

^^^r               gor  ew  noí  dadel  pi«. 
^        MtüOo.     Con  mns  miedo  veii([Oi  i  fe. 

contento  del  mismo  viro.                       ^^1 

Látinmas  aqui  apercibo.                         ^^H 

^^                        que  M-rgücnia. 

brazos  aquí  dar  consiento,                    ^^^| 

H       MELifo.                           ^Hay  lat  tirano? 
H       Cloro.     Vuestra  Sacra  Mtjeslad 

y  en  los  extremos  que  siento,          ^^^^M 

cuando  la  verdad  ignoro,                   ^^^^| 

^m                        me  dé  los  pi«s. 

en  un  mismo  tiempo  lloro               ^^^^H 

H       Co»T.                           i&clo  sanio! 

de  pesar  y  de  contemo.                      ^^^^| 

^B                      ¿qut  es  esto? 

St  al  eirctu  natural                          ^^^^| 

H      Clodo.  -                     Y  al  belh>  encanto 

hago  juez  en  esta  prueba                     ^^H 

^M                       desta  divina  beldad, 

y  la  sangre  siempre  \lc\»                    ^^^^t 

^1                       los  brazos. 

«1  alma  a  su  original,                       ^^^H 

B       CoNST,                        ¡Alma,  deiid 

con  amor  y  Kusto  igual                    ^^^^| 

H                        sueñ»s  si  M  que  estáis  durmiendo! 

por  entrambos  dos  susfüra:               ^^^^1 

^^^  AUx.        Mi  fortuna  ei)itt''ntl<<ciendo 

«te  Tuerza,  estotro  ura                      ^^^^| 

^^^L                 ampara  el  cieto  divmo, 

el  corazón  á  sus  brazos,                       ^^M 

^^^F                pues  á  Irene  y  Consumirlo 
^                     na  enlazado. 

y  hejha  enire  los  dus  pedazos               ^^H 

dividiéndose  se  admira.                            ^^H 

H       CoKST.                        ^Qu¿  <-si0T  viendo? 

«Viose  lamás  tal  portento,                      ^^H 

H       Mal.        Dad  i  MaxÍm>no  ahora 

luntus  los  bienes  y  males.                     ^^H 

^1                       los  brazos,  que  alc^irc  viene 

y. por  una  ciusa  iguales                       ^^^1 

^ft                       á  ofrecer>.s  cun  Irene 

la  tristeza  y  el  contento,                     ^^^^H 

^M                      el  ave  en  quien  Arutña  adora  >. 

lerplejo  el  entendimiento,                ^^^^^ 
a  voluntad  sm  saber                              ^^^| 

^M      CoiUt.      Si  la  desdicha  que  llora 

^M                    este  trá^o  suceso, 

lo  que  en  tal  caso  ha  de  hacer,               ^^M 

^^^H               yueneelseniidopreso 

y  que  en  un  mismo  lugar                     ^^H 
den  lágríma-i  de  pesar                           ^^H 

^^^B                en  la  cárcel  del  pesar, 

^^^^               no  me  ha  venido  á  engaitar. 

las  lágri'TiBS  del  placer?                    ^^^^t 

Ahofii  bien;  la  ««mcjanM                 |^^^H 
que  tal  vez  naturaleza                      ^^^^| 

^^^H^i    Kaclni».**!  Ati*  qut  Arib-iidorir.ptrotieTl- 

en  fe  d«  su  sutileza                                   ^^H 

^^^^Dtnu  fue  TiaKi  ctcilbio  *«1  <ve  ca  que  AraU*  ado- 

forma  para  su  alabanza,                          ^^H 

^m      ra»,4«tl*vt4ae  Anbi«■>lor■^  ciMei,elave  feaia. 

de  un  ciirai\a  mudanza                     ^^M 

44 


CL  AKItOL  bet  MF.JOK  PAUTO 


En  ello»  fiMOQ 
(bchas  qu«  callar  conviMic. 
Si  un  buen  suceso  licnc 
tu  dcsk;(acla,  cspuM)  mío, 
ya  de  iüi  venturas  fio 
iriunTos  con  que  al  mundu  aumbfn 
pata  que  todo»  loi  hambres  > 
dilaten  tu  señoriu. 

CLoao.      Para  coronar  lu  frente 
la  cifera  del  Sol  quisieta 
beredir,  porque  en  tu  esfera  > 
le  adore  )  todo  el  Oíicnie. 
ílftl.     Migencio  Inienia  al  presente 
arrogante  y  rcbeladi^ 
contra  el  imperio  sagrado, 
gozar  «!  lauro  de  Roma. 
Usar  eres,  monstruo),  doma 
que  la  ambición  ha  sacado. 
Lleva  todat  mn  legiones  «: 
por  su  señor  te  obedezan. 
Cerca  i  Roma,  y  permanezcan 
en  sus  muros  tus  pendones. 
Rmp>eia  It  ganar  blasones 
que  te  den  nombre  divino. 

Clouo.     a  eso.  seftor,  me  inclino. 

CoNST.     Diga  el  aplauso  fclix: 

viva  Elena.  K mperairií. 

Toóos.     ¡Viva  Elena,  Emperairiil 

CoNST.      ¡Vtva  el  Usar  Constantino! 

Todos.     ¡Viva  el  Céiar  Constantino! 

{Vauíftmmtiilt*.) 

ESCENA  IV 
LiiiNio.  a*  CjpfMii.tMffafU.  SmutkBot. 

Ltsisio. 

A  Constincto  ^  de  la  patria  amigo, 
dependo  onira  el  bárbaro  MagenciOj 
ct  hijo  de  Constancio,  mí  ^  enemigo, 
por  legitimo  Citar  reverencio. 
Siga  al  tirano  '  Kuma.  que  yo  sigo 
i  quien  gobierna  al  mundo,  y  al  silencio 
de  la  lengua  remito  en  noble  alarde 
las  obras,  no  palabras  de  cobarde. 

S01J>AD0  I.* 

Valeroso  Lísinio,  tus  haxaíias 
le  han  dado  justamente  la  jineta, 
aue  en  la  tirana  sanare  honras  y  baAas, 
digna  que  nuevas  honras  ^  le  prometa. 
Pastor  fuisie,  entre  rusticas  montañas 
criado:  si  un  laurel  fué  tu  profeta 
j  tí  Imperio  te  ofrece,  como  dices, 
tiempo  es  de  que  te  ilustres  y  eternices. 
Constancio,  Emperador,  á  Roma  viene 
contra  Maftencio,  y  el  amor  divino, 


I  «ireeala-^orialciBOmbraat. 

>  'pi>t««r.  por()iM  (B  M  Mfert». 

3  «It  llorar », 

4  rj  I04ot  nit  etqnadrootla. 
i  aA  Contusllno*. 

}  i£li;*  i  llMsotB. 

8  «HUrM  UlUofotK 


que  acreditadas  sus  ■  victorias  tiene, 
al  heroico  renombre  ubre  camrno. 
Casado  con  la  griega  y  bella  Irene 
le  si^ue  el  invencible  Constaniiivo. 
Si  tu  pecho  >  y  hazaAas  reconoce ), 
tu  tama  harA  que  su  privanza  goce  (. 

Soldado  >.* 
Vámosle  á  dar.  Lislnto  valeroso, 
ta  obediencia  debida  que  le  ofreces; 
Como  sea  ^  de  tu  pecho  belicoso 
el  premk>  que  en  su  ejírclto  meicces. 

SoLDAOO  I." 

Constantino  >,  agradecido  y  ¡generoso , 
si  en  las  viciorias  como  en  dicha  creces, 
de  tu  lealtad  ofrecerá  1  tu  fama 
coronas  de  laurel,  de  roble  y  grama. 

Soldado  a.* 
¡Muera  .Magencio.  capitAn  romano! 
¡Constantino  y  Constancio,  eternos  vivanl 

LlSINIO. 

Vámosle  á  ver.  y  sellaré  en  T  su  mano 
labios  leales,  que  su  amor  reciban. 
Ampárese  entre  muros  el  tirano, 

3ue  célebres  haxartas  los  derriban. 
61o  es  Augusto  el  cílebrc  >  romano  < 
Consianiino,  y  en  el  honras  csiñban. 
A  (^Dstamino  mi  valor  inclino. 

Toóos, 
jViva  ConstaiKio!  ¡Viva  Constantinal  (K^naO 


ESCESA  V 

tL%tu,,  ¡•■Ht.ConTABTiio,  ÍiAi:io  y  tola*4<H~  Con*- 
lanuao  afar«tttina4o  rm  mtJHi  dt  Klisa  t  ireot. 

Ct-oao.     Este  es  el  Babel  del  mu-^du, 
que  encerrando  siete  riscos 
entre  aitupas  y  obeliscos, 
no  reconoce  sc;]undo. 
Roma  es  esta,  en  lin;  extremo 
de  ta  Real  osteniKión; 
laitimosa  emulación 
de  los  dos,  Rómulo  y  Remo. 
Y  siendo  Imperial  cabeza 
de  cuanto  mira  el  aurora. 
si  os  tiene  i  vos  pur  autora  4. 
honrando  en  vuestra  cabcia 
el  laurel  que  ya  os  previene 

áquifn  dusla  áuc  en  más  eslime 
esde  hoy  su  Imperio  sublime, 
pues  le  honran  los  pies  de  frene? 


I  at  ut>. 

»  «« tu  »{iMr>«>. 

5  arMoaoceM. 

4  ««oeei». 

a  «CoatlaMlo*. 

7  tftil'rftii*. 

9  Filuatttt  vtrao  )rtlit|iHl«nic«ae|nu. 

^  «laAAca^  qfit  •>  la  votladiri  UcciAa. 


ACTO  SEflUMAt 


IMMX. 


1X4. 


CtOBO. 


Ulitis. 


Vmo*  vi  su  kcnptfailor, 
vencido  el  loco  Mattoncio, 
que  yo  iólo  reverencio. 
Consuntino,  rurMro  «mor, 
sin  que  del  laurel  los  laxos 
ile^tí  á  mi  gusiu  din, 
niienirss  en  mi  cuello  mén 
coronindtilc  csu&  brutos. 
Ocasión  h»y  en  que  puedas 
moU'ar  que  hercJn,  romano, 
las  huañjt  de  tu  he/mano, 
como  el  Impelió  le  licredas. 
Conxtantinu  el  Alieno,  el  Grande, 
lodo  el  Imperio  te  llama; 
grandn  hazañas  U  lama 
te  pide  para  que  ande 
el  vslur  con  el  blasón 
Igual:  la  ocaix^n  te  oblífti 
a  que  el  nombre  no  desdiga 
de  lüi  hecho»  V  opinión; 
.Magervcio,  en  F)um>  scj^uro 
se  ampara,  v  tnuntu  yak.tl, 

2ue  no  corona  et  laurel 
quien  na  corona  el  muro 
de  víciuriO!.af  bandcms 
que  planten  manoi  gallardas. 
A  SU  vista  esiát.  ¿qui  a^uardat?; 
Roma  es  aqueiia,  ^quí  «perat? 
Conquístela  tu  valor, 
que  en  Roma  tu  Imperio  Tundo: 
no  serás  seflor  del  mundo, 
si  en  Roma  no  ere<  seAor. 
Mienlms  con  iriunfo  soknc 
en  Roma  tu  nombre  afames  '. 
ni  de  Elena  tiijo  le  llames, 
ni  ilustre  ctptííü  de  Irene. 
Que  eres  mt  madre  n^ara 
y  la  unf¡rc  que  te  debo, 
ti  con  ánimo  lan  nuevo 
tu  valor  no  me  obligara. 
Hoy,  midie,  ve  ás  quedé) 
soy  [egiiimo  heredero: 
morirá  el  tirano  5cro, 
que  si  es  cobarde,  es  cruel  >, 
que  ensangrentando  sus  manos 
en  inocentes  s«  infama, 
la  ouc  Mngencio  derrama 
de  los  humildes  cristianos 
anima  mi  corazón 
á  que  ven^altos  intente. 
No  sí  que  tiene  esta  gente, 
que  me  roba  el  corazón. 
Cosas  on  ellas  he  visto 
de  mis  que  humano  podcf, 
A  .Magenci»  he  de  vencer 
con  la  ayuda  de  lu  Cristo. 
¿Qué  dices.*  ^A  un  hombre  alabas 
mueno  en  cruz,  j  en  íl  esperas? 
¿A  los  dioses  vituperas 
cuando  de  imperar  acabasf 
¿A  un  ajusticiado  estimas, 

?ue  en  un  pesebre  nació, 
Egipto  de  un  Rey  huyó, 


I   ainfuseMi  peo  «•  «rraia. 

1   ^1  Uur>l>, 


y  con  su  favor  le  animaSi 
cuando  en  un  Ioko  madero 
no  *e  ptido  á  si  librar? 
Dioses  en  quieo  esperar 
tiene  tu  imperial  acero: 
lúpitcr  rayos  fulmina, 

!|uc  ciclopes  sicilianos 
orjados  dan  i  sus  manos 

llenos  de  furia  divina; 

.Marte,  en  sanK'c  humana  tinto. 

contra  tu  elección  se  enoja, 

y  lanzas  de  fuejio  arroja 

reinando  en  el  cielo  quinto. 

iSa  hay  una  Palas  aue  Invoques, 

un  Apolo,  cuyas  flecnas. 

Pitones,  sierpes  deshechas, 

i  diric  favor  pruvoquci? 

¿Aun  hombre  muerto  y  desnudo 

pides  que  te  a]  ude? 
Cloko.  Espera. 

Imimc.      Quien  habla  d«i«  marvera, 

mal  tener  cifuerzo  pudo. 

Max  con  6',  en  Roma  alarde 

del  triunfo  que  darte  intenta, 

y  quien  loa  dioses  afrenta 

nunca  ser  mi  esposo  aguarde.  (V'iit/> 

ESCENA  VI 

DicH<«,  in«aM  Irene.  Att^ii».  OnitriASos. 

Clo)io.     ^Hay  caso  más  peresrlno? 
Escucha,  espera,  niiWcn. 
que  me  abrata  tu  d«sdín, 
btíla  Irene. 

(Ihanvana  »(,} 

tConMantinol 
Ctoao.     tOelol  ¿Oulén  me  llama  ansí?  ■ 

^CoRStantinoí 
Clmo.  thitce  voz, 

que  con  discurso  veloz 

triunfas  amorosa  en  mi; 

^qué  me  quieres? 
Voz.  ¡Consianiino! 

Cloro.     Ya  le  escucho  v  reverencio. 
Voz.        Itov  vencerás  i  Magercio 

si  el  estandarte  divino 

llevas,  que  al  cielo  >  da  luz, 

y  es  símbolo  de  la  fe. 
Cloao.     jCon  qu¿  señal  venceré? 

(Cditroa  •f«Hrr«.> 

(Con  la  ttñal  dt  tú  CruU 
Elbka.  ¿Hav  míisica  más  suave? 
Cloro.     «Hay  cosa  más  celestial? 

Pues  me  das  esta  sei^al, 

el  mismo  cielo  te  alabe. 

A  mis  tinieblas  des  luz, 

pues  en  ti  he  de  mere:er 

triunfaren  Roma  y  vencer, 

(Por  la  uñal  de  lo  CruiJ 

(P«id  jH>r  ti  airt  u*«  cmt:  tuisa  múif- 
ca  y  4kt  Clvr»  arnJiUánJM*:} 


I    Paltaa  tn  el  mt.  nt<  verao  j  lo*  iti«  ri|«laai««. 
a  Aalt«elin*.;enfliHpr(M*t  Apela*. 


46 

Ele:»  A. 
Ci.onn, 


KL  .tunoi,  DEL  MEiOB  FRUTO 


Globo. 
CmsT.  1 


Ci.ofio, 


Cbist.  [ 


Crist,  2 

Cloro. 


Andf. 


CUST.  I. 


Si  por  aa.  süñal  venzo, 
í'qué  es  lo  qlie  temo  ',  cobarde? 
mga  aquí  mi  esfuerzo  alarde: 
que  2  hoy  á  adorarte  comienzo. 
Hijo,  el  cielo  es  en  tu  avuda. 
Por  la  sartal  vencerás 
íie  la  Cruz:  no  esperes  más. 
Ai  arma,  confusa  duda. 

(Kntraa  atf¡unot  cruliannt  tit  cceiia. 

(Qué  es  oslo? 
"  Danos  los  pies. 

¿Quién  sois?  jQué  queréis  de  mi? 
■  Crisiianos,  que  sólo  en  ti 

esperan,  señor,  después 

aue  jMagencio,  vil  tirano 
e  Roma,  donde  se  encierra, 
conjurado  nos  dcstierra, 
porque  con  nombre  cristiano 
ilustrados  nos  ha  visto. 
Rasia  ese  divino  nombre 

fara  que  el  mundo  se  asombre. 
o  también  adoro  á  Cristo. 

Seguid  en  su  nombre  santo 

mis  banderas;  suyo  sov: 

por  él  he  de  vencer  hoy 

y  dar  á  Magencio  espanto, 
-    Todos  los  que  aqui  venimos, 

cti  su  nombre  te  ofrecemos 

que  al  tirano  venceremos, 

y  en  este  papel  pusimos 

nuestras  (irmas  de  ofrecerle 

diez  cabezas  cada  uno 

de  los  contrarios. 

Ninfiuno 

teme,  (jran  señor,  la  muerte. 

¡Oh,  valor,  sólo  crisiiano! 

De  quien  sois,  dais  testimonio. 

General  eres,  Andronio; 

mi  estandarte,  honre  lu  mano: 

de/a  Aftuilas  Imperiales, 

que  idolatras  prendas  son, 

la  Cruz  en  su  luRar  pon, 

pues  vencen  estas  seiíaics. 

Yo  .10  puedo  3  derogar 
la  antigüedad  4  del  Imperio, 
ni  con  ese  vituperio 
á  Júpiter  provocar. 
Suyas  las  Águilas  son 
que  Roma  ilustre  enarbola. 
Con  esta  bandera  sola 
daré  nombre  a  mi  opinión 
volando  hasta  tas  estrellas: 
otro  á  honrar  la  Cruz  comience, 
y  veremos  hoy  quien  vence, 
_  ella,  ó  mis  Águilas  bellas,  (Vast.i 
'  ¡Oh,  bárbaro!  yo  me  encargo 
de  alcanzar  del  mismo  Alarte 
victoria,  si  el  estandarte 
de  la  Cruz  está  í  mi  cargo. 


1    •Mpcroi. 
a    FiltJ  ti  «que-  ín  el 
minuscrlin. 


i'npr«soi  ptro  í-Pnii»  rn  ej 


Cí.OBO.     Llévala,  pues;  saca  á  luz 
de  Dios  en  ella  ci  poder, 
que  á  Magencio  he  de  vencer 
por  !a  señal  de  la  Cruz. 

(l'ame  las  Critiiinos.) 

ESCENA  Vir 

I  ThOBO,  LisiMo,  V.t  irx*,  ISAcio  y  i'ntóarfm. 

f.rsi.NTo.     Gran  señor.  ¡Válgame  el  cielo!  {Ap.) 

¿no  tengo  á  Cloro  delante? 
Ci.oRo.     ¡Cielo!  Si  no  es  que  me  espante  (.jp.) 
lo  que  mirando  recelo. 
¿.No  es  este  Lisinio?, 
Ltsixro,  El  es;  (,ip.) 

¿pero  tan  presto  un  pastor 
puede  ser  Emperador? 
Cloro.     ¿Qué  quierci? 
Lrs;Mo.  Dame  esos  pies, 

y  en  tus  banderas  recibe 
un  Capitán  que  se  inclina 
á  tu  fama  peregrina, 
y  animoso  te  apercibe 
I  á  Roma,  donde  has  de  entrar, 

á  pesar  de  su  tirano, 
hoj*  con  triunfo  soberano. 
CroRO.     I.isinio  es;  ¿qué  hay  que  dudar?  (Ap.) 
Lf^tsio.    (^lom  es  éste,  ó  estoy  loco,  {\p.) 
flioHo,     Ea  verdad  he  de  saber.  (Ap.'i 
No  sabe  Lisinio  leer; 
asi  su  esfuerzo  provoco. 
^  o  estimo  vuestro  valor:  (.i  Lisinio,) 
por  mi  Capjlán  os  nombro. 
!  Lisinio,     ¡Ciclos!  ¿Quién  vio  tal  asombro? 
.  Cloro.      V  porque  podáis  mejor 

con  hechos  extraordinarios 
vencer  la  envidia  y  olvido, 
ahora  me  han  prometido 
de  los  bárbaros  contrarios 
darme  cuarenta  cabezas 
;  cuatro  soldados  valientes. 

Si  á  sus  hechos  excelentes 
comparáis  vuestras  grandezas, 
en  este  papel  firmados 
sus  nobles  nombres  están: 
;  imitaidos.  Capitán, 

i  pues  lo  sois,  y  ellos  soldados. 

I  i'irmad  aqui. 

L'sr^i".  ¡Vive  el  cielo!  {Ap.i 

i^uc  es  Cloro,  y  me  ha  conocido. 
Nunca  á  leer  he  aprendido: 
mi  afrenta  noble  recelo. 
Decir  que  leer  no  sé, 
es  decir  que  no  soy  hombre: 
pues  ¿de  qué  sueríe  mi  nombre 
aqui,  cielos,  firmaré? 
Cr.ohn.      ¿Qué  dudáis? 
LisiMo.  De  firmar  dudo. 

porque  no  es  bien  que  presuma 
que  tírme  hazañas  la  pluma, 
sino  el  acero  desnudo. 
Cien  cabezas  de  enemigos 
ofreceré  á  tu  laurel: 
Us  piezas  destc  papel  (R4nip([t.) 
^eal1  de  squasto  leítigos, 
V  la  4ut  «ngt  'n  li  diil* 


C1I  "ipürán  aciuesa  suma, 

sk'  1  Jo  mi  espada  U  pliimt 

V  scndo  sanpre  la  lima. 

Pof  cío  rompo  las  firmas 

de  lodos,  porque  vo  súlo 

he  de  cumplir  por  Apolo 

su  promesa.  (Vjic.} 

Cloro.  Bien  confirmas 

lu  valor  V  alrcvimienio 

4¡snodcLisiii¡o  (icl. 

Kl  es;  no  miniió  el  laurel; 

yo  cumplirá  el  juramenlo. 

César  ha  de  ser  conmigo; 

que  asi  cumple  mi  valor 

palabras  de  Kmperador 

y  premia  un  heroico  amigo. 

¡.Al  arma,  nobles  romanos! 

¡tríunf).dde  Roma,  valientes! 

Coronas  ciñan  las  frentes, 

que  os  rindan  esios  tiranos. 

aaifta  vuestro  esfuerzo  á  luz. 
Toiws.      ¡Arma!  ¡arma! 
Clobo.  Roma  ha  de  ver 

que  sabe  la  fe  vencer 

por  la  señal  de  la.cru7.  (í'anse  todi's.} 

ESCENA  VIII 

Dast  la  tttalla.  Duranlt  illa  apartcr  .Mi:(iio  Coi  caS' 
coyrOd<la,á  to gracíosn.  Van  talitJtdn  tucisira- 
tHtKtt  S^i-OÁDOi  durantt  la  tsetna. 


Mrsr.o. 


Mi.sno. 


SOLD.  I. 
SOLD.  2. 

.MiNr.o. 


SOI.D.  I. 
.MlNCO. 
SOI.D.  I. 

-MiNCo. 

Sor.D.  I. 
MrNon. 


¡Ea!  aquí.  Mingo  es  soldado  ' 

sin  haber  tenido  poira; 
ni  estar  quebrado  quillotra 
el  miedo  con  que  vo  armado. 
,;.Mas  que  tiene  de  llover 
esta  fiesta  sobre  mí? 
Del  escuadrón  meescurri: 
(dónde  me  podré  esconder? 

Weniro.i 
(¡Al  arma!  [alarma!) 

La  grita 
que  anima  á  otros  y  alborota, 
me  va  helando  cada  gota 
de  sangre,  ¡oh,  mi  paz  bendita! 
¡Cuánto  mejor  me  estuviera 
yo  agora  junto  al  hogar, 
viendo  la  sartén  chillar! 
(Salrn  loisoláadtifcon  espaitax-dnnudasA 
¡Viva  Constantino! 

¡Muera! 
Si  estos  encuentran  conmigo, 
y  preguntan  de  quien  soy 
¿qué  diré?  ¡Al  infierno  diay 
la  guerra! 

^Quién  va  allá? 

Amigo. 
^Quién  vive? 

M  agen  cío  viva 
por  siempre  jamás,  amen. 
¡Ah,  traidorl   (DdndoU.) 

¿No  dije  bien? 
Aquí  me  han  de  volver  criba 


I   •Ht«41iltMt(im4iiiH«g1dida>: 


ACTO  SEGl-NDO  ^7 

¡que  no  pueda  ai^crtar  yo 

en  cosa  alguna! 
SoLU.  1."  Villano, 

viva  el  César  soberano 

Constantino. 
.  .MiNOri.  ^Porqué  no? 

Viva  más  que  una  madrastra: 

siempre  su  campo  segui. 
.  Sot.D.  i.°  l'ues  dilo,  cobarde,  asi.  í''""".) 
.Minijo.     .Mi  muerte  ei  cordel  arrastra. 

¡Ay,  cuál  tengo  las  costillas! 

(Saín  oíros  dot  soldados.) 

Oíros  vienen;  ¿de  qué  parte 

serán? 
Soi.n.  3.*  Hoy  ayuda  .Marte 

con  divinal  maravillas 

á  -Magencio. 
Soi.D.  t."  El  cielo  ordena 

dalle  el  laurel  que  apercibe. 
SoLii.  3.*  ¿ijuicn  va? 
Mi.voo.  Va  no  vov. 

Soi.D.  3.»  '  ¿Quién  vive? 

Mr\i.o.      ¡Dios  me  la  depare  buena! 

Estos  son  de  Constantino.  (Aparit.) 

Constantino,  Emperador, 

viva  más  que  un  tundidor. 
Soi.n.  3."  ¡Oh,  perro!  (Dándole,) 
.Misf.o,  Nunca  adivino. 

Téngase,  seor  soldado, 

la  espada,  que  reverencio.... 
Solo.  3.'  Pues  ¿quién  vive? 
.MiNOO.  ¿Quién?  Magencio, 

que  es  el  hombre  más  honrado 

que  el  licor  de  Baco  bebe. 
Soco.  3.°  ¿De  Constantino  sois  vos? 
Mingo.     ¿Yo.' 
Sor.D.  3."  Sí. 

MiNíjo.  Mas  que  plegué  á  Dios, 

señor,  aue  el  diablo  Te  lleve. 
SoLD.  3."  El  combate  anda  encendido, 

á  la  batalla  acudamos,  (Va«**) 
.MrNOO.     Buenos,  costillas  andamos. 

¡Gentil  adivino  he  sido! 

(SalmoiTOs  dos  toldados.) 

Otros  salen:  ¿qué  diré? 
Soi.n.  I."  Los  caballos  nos  han  muerto. 
-SoLD.  a."  ¿Quién  va? 
.MimjO.  Si  esta  vez  no  acierto, 

volaréis,  alma,  á  la  fe. 
SoLD.  a."  ¿Quién  vive? 
MiNoo.  Todo  viviente. 

Vive  un  perro,  un  elefante; 

vive  un  curiado,  un  amante: 

vive.... 
Sor.n.  a."  Mátale. 

MiNOO.  Detente. 

Solo,  s,*  ¿Quien  vive  de  aquestos  dos, 

t  Magencio  é  Constantino? 
Mingo.     Viven  ambos,  si  convino 

con  la  bendición  de  Dios. 
SoLD.  !.•  Dale,  que  aqueste  es  neutral.  f/»on/í,j 
Misno,     ¡Ah,  señores! 
SoLD.  1."  ¡Oh,  villanol 

(Vanst  lus  toldado»  ) 
MiHOOi     Malo  soy  para  gitano, 

jVli^  <l  ntvttáa  dwiillGhkttttt«lF 


feVB 

^^^^^^ 

■ 

^ggH^^^I 

^^L       ^ 

EL  kuriOL  DrL  MEiO» 

rf  UTO        ^^^^^^^^^^^^^H 

^^^^K 

SI  vuelvo  ror  Cunst^niino, 

MtHCo. 

El  parabi¿n  le  vó  á  dar.                   ^H 

^^^^^H 

con  los  de  Ma|:cnc:o  doy; 

LsiNto. 

iBuen  vaior  en  ti  st  empleal             ^^H 
Pondré,  si  llego  á  mi  aldea.             ^^ 

^^^^^^F 

si  digo  que  íl  t^ivs.  »lo)' 

MlKUO. 

^^^^^^^ 

con  euotro:  ü  me  inclino 

escuela  de  adivinar  ivaintat  do».)         1 

^^^^^L 

é  eninmbox,  ismMn  me  pegan. 

^^M 

^^^^^H 

Ampcradme,  «^ueva.  vos. 

ESCENA  X                           ^H 

^^^^^^^f 

<\ae )«  vienen  otrotdoi. 

•■••^^^•tf  » ^ a*    r^                                                             ^^^^^^M 

^^^^^Hf 

T  htn  de  acibirnne  i\  llegan. 
Si  de  Rqul  vengo  á  escapar 

S-att»  C«Nir'Nitio,  Ciar»,  Ulcnji,  iHaaa  y  SoUaáoi,      1 

^^^H^ 

1  Clono. 

Yo,  cruz  dirina,  os  pron>eto                   I 
buscar  en  vos  nuestro  bien,                   1 
y  dentro  en  Jerusalén,                     ^^1 
aunque  os  encubra  el  secreto          ^^M 

del  liKilatraó'  hebreo,                      ^^B 

^^ 

cun  vida,  y  pa^a  la  puerta. 
he  de  poner  en  mi  tierra 
eKucla  de  adivinar. 

^^^^^H 

tÉmtraM  M  fa  entré.) 

^^^^^^H 

no  descansa'  hasta  hallaroSi            ^^M 

^^^^^F 

ESCENA  IX 

y  desde  hoy  eternizaros  *                 ^^H 

^H 

por  el  mi-^noble  trofeo                    ^^M 

^^^^         Mimo  n 

ta  íHtvd,  y  LiiiHio  eoH  dot  t  (m  C«frf  («(> 

que  conserva  la  memoria.               ^^fl 
Solo  a)  «oberano  Dios,                   ^^fl 

^^^ft 

Hn  uiantfarf*  /  «n«  np*á: 

^^^^P 

que  fué  i  satrrificio  en  vos,              ^^B 

^^^       Littmo. 

Con  etu^  caberas  lengo 

atribuyo  esta  victoria.                       ^^| 

^K 

cincuenta,  y  k  pr<jmet{ 

Irene, 

lingraio  á  Ins  dioses  pagas               ^^M 
la  ventura  que  huv  te  han  dadol            V 

^^^L 

ciento  á  (lonslaniino.  A<]ui, 

^^^^H 

mientras  á  cumplillu  venfio. 

t'n  hombre  crucilícado,                        J 

^^^^^^ 

guardádmelas,  cueva,  vo«: 

por  más  que  le  satisfagas.                ^H 

^^^^^p 

por  las  demás  volveré. 

no  pu<to  victoria  darte:                    ^^| 

^ 

(htkalat  Antro  4t  la  Mtvt,  y  é*  MU 

Júpiter  si.  que  ts  IMos  sólo              ^^M 

^V 

t'(aiiHtu«J 

con  sus  rayos  de  nro,  Apolo,            ^^M 

^1            Mingo. 

jAy,  que  me  ha  muerioí 

v  con  suf  rigorct,  Marte.                   ^^M 

^B                     LK4NI4}, 

¿Sa  fui 

Sil  buMiucs  prendnt  infames            ^^H 

^1 

voí  humana  aquesia> 

de  un  puiibulo  afrentoso,                  ^^M 

H                  MlMOO. 

;Av,  Dios! 

ó  deja  de  ser  mi  esposo.                   ^^M 

^^^^^ 

¡que  aunque  me  esconda'  y  encueve 

y  tuya  más  no  me  llames.               ^^M 
Hijo,  Cristo  es  el  Eterno;                 ^^M 

^^^H 

no  ha  de  laliar  quien  me  asombrcl 

Elena. 

^^^F 

lay,  de  mil 

quien  no  le  adora  se  ofusca:             ^^M 

^            LisiNto. 

^Quiín  eres,  hombrea 

la  cruz  soberana  busca,                  ^^fl 

H             Misoo. 

Sojr  el  dem'>nio  que  os  lleve. 

noble  asombro  del  inOerno:             ^^M 

H             LisiMO. 

íQüiéner«? 

vamos  i  Jerusalén.                             ^^M 

^^            MiNuo. 

jQuí  malas  trazas  ■ 
boy  me  pertiguen! 

laiür. 

Si  niegas  la  adoración                      ^^M 

^H 

de  tos  dioses,  la  *  aflción                   ^^fl 

H                 LltlMO. 

jQui¿n  eres? 

mientes  ^  no  me  quieres  bien.         ^^M 

■                 MlMUO. 

Un  hombre  solo  ¿que  quierct »? 

Elena. 

Por  Dios  se  ha  de  dejar  todo.           ^^M 

^1 

que  hoy  has  muerto  i  cabezadav. 

laESE. 

No  ima>;ine«  que  he  de  amane.         ^^M 

H                  LlllN>0. 

^(ÜtMingo^ 

si  i  Apobdejis  >  i  .Marte.                ^H 

H             MiMoo, 

;Quién  diablo  os'dijo 
mi  nombrer 

Elena. 

Pa(ta  con  heroitra  modo                     ^^M 

^1 

aquesta  victoria  á  Ciisio,            ^^^^ñ 

H^                LtSIKtO. 

Li linio  soy. 
Mas....  no...,  nada....  Tal  estoy 

Busca  su  cruz  soberana.            ^^^^| 

^^^         MlNCO. 

UlNI. 

No  sigas  la       cristiana.            ^^^^| 

^^^^B 

que  no  o\  conoico,  Colijo 

que  firme  vrsque  resisto.            ^^^^| 
Ingrato  rres  si  ia  dejas,                ^^^^H 

^^^m 

que  sois  Lisinio  el  paitor. 
^  del  Ctsar,  capitán. 

Elina. 

^M           LiliNio. 

lliIN«. 

A  mi  amor  eres  ingrato                   ^^M 

^^^         MlNOO. 

jVeslidí»  de  tafetán? 

Mas.  SI  es  Cluro.  (imperador, 

si  la  sismes.  Poblar  trato                  ^^M 

^^^B 

el  Bire  de  jiisias  quejas,                      ^^M 

^^^^P 

,idc  qut  me  admiro  y  eripanio? 

si  menosprecias  mi  amor                   ^^H 

^^^^       LiiiMo. 

|Ah,  col>ard<! 

por  un  madero  insensible.               ^^M 

^^^^       MlNOO. 

Esto  confuso. 

Cloko. 

jVIóse  aprieto  más  temblé?             ^^fl 

^^^^L 

y  al  fin  loy  valiente  al  uso: 

jViósc  confusión  mayor?                ^^fl 
Yo  sé  que  me  antepondrás              ^^M 

^^^^H 

lodo  aquciiio  «  por  er>canto. 

Ibknb. 

^^^        LltlNlO. 

No  lemas;  vente  conmigo. 

A  Ccisio.  SI  l>icn  me  quieres.               ^^H 

^B 

que  Constantino  venció. 
.Mas  larre  allá! 

Elcna. 

Augusto  por  la  cruz  eres;                  ^^M 
^pgr  qué  a  buKatla  no  vas?             ^^fl 

^B             Mi  Nao. 

^^                LllINIO. 

Ya  quedó 



^^M 

^^^ 

muerto  el  tirano  enemigo. 

1    *)r» 

^H 

^^^^^B 

a   •(■tfODíiarix*.                                                      ^^H 

^^^V 

^^^H        1 

4    •«•■ 

1 

^^^H         ■  aun 

hvatbrc  i  la  4M  4»i»)erc». 

S   •niatid*.                                                                       1 

ACTO  SCOUKD* 


CtjOPlt.     iQtii  huí  BU  dttd»  un  e<quivi, 

Íoe  tan  pcrplrl»  me  tienen 
ino  i  Líisn);  c-iimo  4  Ifcn*: 
niM  ¿ou*  impiíriaí  Cnsio  vi»l. 
Su  cfUJE  vsnx»  i  buscar. 
iKE^e.      Oprobio  de  limptfraitoruk, 
que  la  lev  de  tus  mayortt 
quiere*.,  bárbaro,  dcjnr. 
No  cf^pere^que  el  vituperio 
de  tu  vil  iniención  si[;a: 
;a  e>  Irene  tu  cncmiv*; 
yo  le  qu'iarí  íl  impefio; 
en  odio  mi  amorir<íCiilo: 

aue  yo  nu  tic  de  ler  mujer 
e  un  hombre  que  dü  poder 
de  I>ios  A  un  crucificaJo.  (Vm*,; 
ÜUtao.      Espera,  el  paso  rcpona; 
mud*  el  bárbaro  conscio; 
mas.  si  por  la  crax  tu  deio 
co  que  murió  Dios.  ^qu¿  importa.* 

ESCKNA  Xt 
thCniM,  mna*  IH'SC.  Ari-*o-'>io.  tlraifiiMlo  per  «n* 

Am>i>.       Las  A  CU  i  laf  imperiales 
en  que  idóUira  ador* 
tos  diosn  Con  mala  Te, 
postro  d  tui  plantas  rciln. 
Herido  de  mueble  eiioy. 
que  Júpiíer.  lorpc  f  vano, 
no  me  cleíendió.  D'ann: 
que  no  es  O.os  diré  dcvle  hoy. 
Perezca  »U  ley  U^iva: 
apeíoA  un  l>íi>s  %erJadcfO; 
en  la  lev  de  r.ti^i<'  niucío. 
Cunsuñlinu  ',  CnMuviva.  (i'ate.) 

KSCENA  Xn 
ItiCMoi,  y  H«  eritUana  fon  /a  túniíea  <ti  la  era(. 

CatíT.       El  *>tandarW  divino 

que  al  Uíoi  human»  enarbola 

Seon  «11  sant;"  acrisola, 
■  Vil  nslanlino. 

A  «;  I  mano 

lUí  luí.'F  j  .  j:r  Inne, 

pues  lus^'í""-!'  •!  destruye. 
Cioao.      ¡Oh,  ^alfri>M>criMuno! 
mi  alliTCj;  erev  mnyor. 
r---  '  ■  nlav  romana*, 
L  liaras  }  vanas. 

1...  ,. .  ■  J^  un  Emperador: 
adúrneie  mi  cuTona 
Con  la  tlruí.  que eí  nuestro  amparo; 
honre  (IrsUc  hojr  mi  lábaro. 
V  au(i>rii:e  mi  p«raona. 
Ley  9  dii  ina.  aunque  lo  estorbe 
«I  infierno,  i  \u  pesar, 
US  he  de  bate*  adorar 
doide  aquí  por  todo  el  urbe. 


MlKDW. 


C(«no. 


LlSIKIO. 
DoDu. 

I.MlNtO. 

Ci-oao. 


LisiNio- 
Ci.oao. 


\ 


UlilNIO. 


Clo*o. 
TurKi*. 
Ci.oao. 


Cien  cabezas  prometí 
de  los  cnomifios  <lBrte. 
Cincuenta  aqueitc  eitandane 
«ale,  que  icofreico  aquí;  . 
ottas  cincuenta  te  doy. 
con  que  cumplo  mi  prometí. 
V  la  mía  tn  c««  empresa 
te  presento,  qu*  i  fe  aue  hoy, 
s^bn  son  las  cabexadas 
que  la  han  dado,  si  lit  cuentas, 
que  «ale  mis  de  trecientas. 
No  mis  guerra  y  cuchilladas: 
i  mi  aldea  lie  de  tornarme. 
Lisinin.  de  tu  valor 
has  dado  mueitra  meior 
que  ima^tmí.  A  presentarme 
vienes  hajiafl«s,quc  míenlo 
premiar.  Pues  que  las  Irujisle, 
lU  juramenio  cumpliste: 
cumplir*  mi  turamcnto. 
La  mitad  jure  de  dañe 
del  Impeiio.  si  mi  suerte 
me  le  daba.  Hov  hB^ '  de  Terlc 
Aucuslo:  gota  la  parte 
que  jusiamente  te  toca. 
Vasallos.  Listnio  es 
asar. 

Deja  que  en  *  tus  pies 
«He,  gran  señor,  la  )  boca 
Pero  has  de  jurar  primero 
dos  cosas. 

SI  dcHas  pustas, 
claro  estl  que  serftn  iu\tai.) 
Proponías. 

<Juc  jures,  quiero 
no  perseguir  los  cristianos. 
sino  hi-nrullos  y  ouercKos, 
pues  t>  OK»  mi  dtcna  en  ellov 
V»  lo  prometo  en  tus  manos. 
Has  de  jurai,  lo  seuuivdo, 
no  levantarte  (amas 
contra  mi. 

No  me  verás, 
aunque  se  alUtroieel  mundo, 
con  falso  y  villano  trato 
V  torpe  co'niuración, 
tiBcene  jamás  iraición, 
que  es'i  lucra  serle  Ín([rato. 
Yo  lo  juro,  (tran  scfior. 
en  tus  imperiales  manos. 
¡Viva  Lisínio,  romanos! 
¡Viva  por  Kmperadorí 
Alza:  y  vu>.  madre  y  scAoia, 
venid  conmign  á  buscar 
la  Cruz  que  he  de  cntroniíai 
en  cuanto  ciñe  el  aurora. 
Prevenida  Jcrusalín 
triunfos  1  la  Crus.dirina. 


•r.rttto.» 
•CriM^ 


I    aqae  i<n>. 

s 


■mw. 


COMEDIAS  Bt  TIMO  DE  MOUSA.— TOIIO  I 


El.  itUBÜL  DEL  MEIOR  rRt'TO 


Kl-KüA.     Diflt  lU  curnzó:!  inotina. 

\Unarca  cristiano,  ven, 
MiN'-O.      \o  y  todo  tus  pasos  sigo. 

(!miranii,  aunque  upoticadf. 

SO)'  desde  hnv,  i'  no  soldado. 

La  guerra  y  ¿olp»  maldigti, 
Clono.     Bautizará  i  Coniianiino 

áe  Huma  el  sacro  Pa»ov. 
Mingo.     ^'  i  mí  y  iodo,  aunque  mejot 

me  bjiuuza  i  con  vmo. 
CLORO,     li!  madero  soberano 

busquemos,  que  á  amar  me  ohll^in 

su  teñal,  y  el  campo  di^a: 

Liíiniu,  César  foiiiano. 
Tosoi.     ¡Litínio,  Cesar  romano! 


ACTO  TERCERO 


ESCENA  PRIMERA 

Imxe  é  lucio. 

laEKE. 

jA  un  vilUno,  í  un  Liiinio  ta  corona 
de  Roma?  Mas  ^quc  muchu,  si  K  i  illar.o, 

Ijit  auioricc  su  'mi<.ma  scmejanzar 

il  Monarca  romano 
los  dioM-4  dc]*a,  y  t}árharo  pregona 
i  Criólo,  del  hebreo  vil  renganxa. 
No  \erá  *u  e\peran):a, 
Conttanlino,  cumplida 
mienlras  á  Irene  ei  alma  dio&c  vida.— 
Isacio.  ya  el  amor  <«  ha  convertidr» 
en  Ikiio  riiio',  en  odio  justo. 
iPle^ue  al  cielo,  si  mñs  le  amare  Irene, 
que  cautive  mi  ^uito 
un  aUrlie  cruel,  y  que  querida, 
me  at>orrcíca  V  di-  celos!  No  conviene 
que  con  triunfo  setene 
por  Ccfjir  le  leota 
Roma,  ni  que  la  ley  de  Cristo  siga. 

lf\CK>. 

Murió  Constancio,  y  con  la  viuda  Klen» 

ÍartlA  á  lerusalfn.  supersticioso, 
buscar  el  madero,  quecttiif^ 
diú  í  un  hombre  sedicioso: 
(uua  y  dcMda  pena  ^ 

itc  un  hombre  que  k  su  patria  Toé  enemigo. 

[rkm.. 
llAiqucU.  que  conmigo 
en  odio  se  convierte 
el  amor,  que  aspirando  va  a  su  muerte, 
liacio,  de  lu  amor  y  fe  consianic 
oblittada.  preiendo.  en  pernio  justo, 
darle  el  «Imu  rendida  ci)n  U_mano, 
si  «las  muerte  al  Augusto, 
que.  cie-^o  y  '^noranie, 
los  dioses  mega,  el  nombre  honra  crísiiano. 

ItACIO, 

1*0 r  bien  lan  lutbcrano 

illera  muene,  no  sAlo 

á  C(»nslafiiino:  i  Jújiiicr  v  i  Apolo. 


I  faene. 

I  Lisinio  es  ísie  que  el  gobierno  goia 
de  Ruma,  mientras  halla  ConsianiJno 
la  cruz  que  eslima  y  su  valor  infama  '. 

Isacio. 
Si  halláramos  camino, 
pues  nueMra  ley  destroza 
el  loco  emperador  que  i  Cristo  llama, 
para  enftaíiur  A  este  hombre, 
Roma  me  di.ra  de  su  Imperio  el  nombre. 
Fincc  que.  si  contra  íl  iiero  se  conipira. 
se  ás  Su  esposa,  le  darás  la  mano, 
que  tu  hermosura  más  que  aquesto  alcanza, 
y  el  bárbaro  villano, 
si  en  iu  beldad  se  mira, 
rendirá  su  lealtad  a  su  esperanza, 
y  dándonos  venjtanza, 
matando  á  Constantino, 
serás  mi  esposa. 

Ircnf. 
¡Inj¡cnÍo  pereftrino! 
Apruebo  lu  conscju.  Ksie.  atrevido, 
por  sus  hazaAas.  con  valor  extraAo, 
alcanzó  el  tmno  auausio  y  opulento: 
si  con  amor  le  enuno, 
verá  Roma  cumplido 
mi  nuevo  amor  y  justo  pensamiento, 
y  el  matador  violento 
pa^rá  su  delito. 

iKINf. 

El  vieiK, 

Isacio. 
.Mi  vénganla  solicito. 

ESCENA  11 
Dicuot  y  LiirKi«.  a 

Lisixio.    f^f-t  Mucho  á  Constantino  debo, 

Emperador  soy  purcl: 

cumplió  el  prcsífiio  el  laurel, 

propicio  a  RUS  dichas  Febo; 

pero  esto  de  compañía 

reinan. D  medainsicia. 

.Sólo  pide  une  cabeza 

el  nombre  de  monarquía: 

lu^O,  no  seré  Monarca 

mientras  aue  reinemos  dos. 

Un  .Sol  solo,  siendo  Üios, 

la  esfera  del  cielo  abarca; 

un  planeta  sOlo  t«nc 

cada  cielo,  y  es  major 

que  la  tierra. 
Ikkkc  .-Gran  scitoif 

Lhikio.    ¡üh,  hermosa  v  divma  Ircnri 
Ireke.      ^De  qu£  viene  pensativo 

vuestra  Aitctar 
I  isiviM.  El  gobernar 

consigo  tiene  el  pciar. 

por  sec  su  peso  excesivo. 


I    Taatbi<a  til  el  ini  diec  •In'ama*,  peto  debe  de 
•cr  •InOaifia». 
a    nlc  emptri^or*. 


^^^^^^^^^^^^^^^^^ATTí^raCBIt^^^^^^^^^^^^^^T^^^^^H 

^^^^^^  (tám«  punto  mi  vcniu» 

mas  de  los  dioses  el  celo                             ^^M 

^^H          en  lo  que  nu  ^  si  ac  crto. 

1                    pueden  mis.  pue^  en  el  ciclo                        ^^H 

^^^B          perú  Itiefío  inc  divíeno 

reinan,  cuando  H  en  la  tierra,                 ^^^^ñ 

^^^H           en  vI<n<lo  \uc^t^ll  hcrmotUTa. 

No  puedo  yu  ser  traidor,                       ^^^^| 

^^^1           V  oj«tA  que  CiiniíBnirno 

si  su  ley  quiero  amparar:                       ^^^^| 

^^^H          su  pQWíinn  no  K"'*!*". 

el  amor  y  el  imperar                                  ^^M 

^^^H           que,  nuevo  kstra,  voUm 

no  admiten  competidor.                             ^^M 

^^^H          ii  vuestro  cielo  divino. 

Amor  1  Impcriii  me  espi-rj,                           ^^H 

^^^B          pueblo  qu¿  á  su  ímiiocmn 

y  pues'nucsira  ley  derritia,                         ^^M 

^^^1           «iberMn  eomoél  envera. 

ct  amor  de  trene  ílva.                                 ^^B 

^^^P           puot  muriendo,  al  fin  pudie'n 

V  el  tirano  Cesar  muera.                           ^^H 

^r                  hunnir  mi  imai;if>síii^n. 

Inrsir.       Dame  esos  hra/os,  «alor                          ^^^H 

HlfCxc.      La  que  yo,  Lisinio,  lenpn 

de  Roma,  qtie  díKni'nenle                     ^^^H 

■                >1  preuñte,  e^  olvidar 

honra  en  <u  lauro  tu  frente                       ^^^| 

J^^          á  quien  prciende  iniunar 

y  en  lu<  méritos  mi  amor,                            ^^H 

^^^^           la  ley  que  i.  defender  vene»: 

que  linde  hoy.  Irene  es  luya.                     ^^H 

^^^1          due  el  culto  que  revcreivciu 
^^^1          cié  los  dioses,  han  trocado 

Is\rio.      Lldmaic  restauración                                     ^^H 

de  iu  le)  nuestra  nacii^n,                           ^^H 

^^^H          en  odio  mi  amor  pasad». 

Constantino  se  destruya:                            ^^H 

^^^1           Venció  el  Osar  A  MagCocM 

reine  l.rsinio,  no  mis,                                ^^H 

^^^H           con  el  favi.r  «/ibcrano 

en  el  mundo  y  en  Irene.                                ^^H 

^^^1          de  Jiipiícr.  y  en  su  ofensa. 

l.isiMo.     Trazar  el  cómo,  conviene.                         ^^M 

^^^H          OmMantincí  cnsaliar  piensa 

liTNr.      Eti  Roma  por  él  csta%.                                ^^M 

^^^1          la  ley  y  nombre  crísiiano. 

Disfrazados  v  cncubienos                           ^^M 

^^^1           Y  mal  por  dueilo  lendtA 

á,  Jerusflk^n  raftamov,                                 ^^H 

^^H         mi  alma  al  que  en  desacato 

V  en  ejccuc<<^n  pontiamos                          ^^H 

^^^1         del  cielo,  es  i  Jove  ingrato: 

deseos  que  saldrán  ciertos,                      ^^^| 

^^^1          pues  conmigo  t»  será 

pues  los  dioses  nos  amparan:  ^'^^^1 
que  encubiertos  y  lingidotí                          ^^^B 

^^^1          quien  á  desprecia ligií  viene; 

^^^1           y  asi,  aquél  que  losvcn(;arc 

antes  de  *et  conocidos                                    ^^H 

^^^H          y  á  r^nsuniíno  maiare. 

de  tos  que  i  ilrisio  declaran,                         ^^B 

^^^H           vendrá  d  ser  dueiío  de  Irene. 

por  Dios,  podremos  malarie.                         ^^H 

^^^1          Sí  RO  es  encarecimicnio 

V  en  fe  que  el  alma  le  adora,                        ^^B 

^^^H         el  amor  que  me  mosiriis, 

yo  he  de  ser  ejecutora                                ^^B 

^^^1           y  Imperar  sólo  ínieniAis 

dcsta  li.tzañai  yo  he  de  darle                      ^^M 

^^^1         (que  lo  demás  es  tormento) 

la  muerte:  que'mi  rijcor                                  ^^M 

^^^P          vengad  este  vituperio. 

muestro  cuando  en  ¿1  me  vengo;                 ^^M 

^^^1          siendo  dcMa  causa  juez, 

que  en  más  á  los  dioses  tengo                       ^^H 

^^^^          V  ftanaréis  de  una  vex 

V  su  culto,  que  mí  amor,                      ^^^^B 

^^^H          mi  voluntad  v  el  Imperio. 

I.isisio.    Alto,  pues.  Haga  el  efeto                       ^^^H 

^^y         ^Qufdicet?  ' 

)o  que  la  lengua  propone.                      ^^^^B 

^P-tUMO.                        Que  dilkullo 

■Mí  juramento  perdone.                          ^^^^| 

^t               tan  ardua  empreía. 

y  ampárenos  el  secreto.                            ^^^^| 

^BsACio.                                  El  amparo 

(loce  yo  el  globo  del  mundn,                      ^^H 

■  de  los  dioses  esii  claro 

■  por  vos.  si  en  ít  de  su  culto. 

V  el  laurel  que  adora  Apoto,                       ^^M 

imperando  en  Roma  sólo,                           ^^B 

^K^           casiiifiis  esic  tirano. 

siendo  R¿mulo  segundo,                            ^^B 

^^^K         El  reinar  sin  compañía 

y  la  bolleía  de  Irene                                    ^H 

^^^1         ci  la  mayor  monarquía. 

disculpe  aquesta  traición.                           ^^M 

^^^B         Mi  piimá  os  dará  la  mano 

iPFNr.      Mis  brazos,  en  Ka'ardt^n.                       ^^^^t 

^^^H          y  In  poie^iñn  de  Órente. 

la  voluntad  te  previene.                          ^^^^| 

^^^^          si  nuestra  fe  defendíit. 

con  mi  venganiia  cumplida.                    ^^^H 

^B-l)>Klo.    Grande  premio  me  ofrecéis; 

l.iSiMOi     Presto  muerto  lo  verás.                             ^^^^| 

H               (¡ran  pelipro  es  el  prnenie; 

is.tf  10,  1*P>  V  lú  despufs  pagarás  ^^^H 
este  insulto  con  la  vida.  ii'nHitj                  ^^H 

^^               pero  de  dos  ¡trandes  eos '  s 

^^^^         se  ha  de  escoger  la  mayor. 

^^H 

^^^H         Ellmpero  V  (uesiroamof 

^^^M 

^^^B         haiaftas  dificultosas 

ESCENA  til                                    ^M 

^^^H         merecen:  mas  pues  escucho 

^^^M 

^^^H          el  túen  ñ  que  me  provoco. 

XaUn  ¡vtj.*,  vt*jv,  Lsvf  y  ZuaeLóK.  ¡uátM.                 ^^^^ 

^^^B          nunca  mucho  costó  poco: 

^^^^H 

^^^H         si  mucho  pcdis.  dais  mucho. 

JiroAS.  No  pasó  nuestra  nación  ^^^| 
desde  Vcspasiano  y  Tito                            ^^^B 

^^^V         Jur¿  al  Ci-Kar  ConManiino 

^^^H          no  perseiiuir  loscri\tiano>. 

tal  persecución,  Lcvi.                                     ^^H 

^^^B          di  con  intentos  tiranos 

Lev!.        No  tuvieron  los  judíos                                ^^1 

^^^1         abrir  ingrato  cammn 

tal  desdicha,  tantas  plajias,                          ^^H 

^^^B         contra  fl,  de  iraici<ln  ni  guerra: 

aunque  cuente  las  de  b^ipto.                      ^^B 

52 


EL  Árbol  del  mejop  priito 


i.Kvi. 
MlM.O. 


Zabi  ]., 

Mi  Mili. 


Zabi  i„      Ni  Nabucodonosíir. 

monarca  de  los  asirios, 
ni  las  de  Antiocii  fiero, 
como  las  de  Cünsiantino. 
JiriAS.       ¡<?ue  se  haya  un  Emperador  Ji  ias. 

aficionadode  Cristo  Mimíu, 

de  tal  suertet  ¡que  defienda 
con  tanto  amor  el  bautismo, 
y  que  la  Cruz  nos  demande, 
y  si  no  la  descubrimos, 
á  muene  vil  nos  condene, 
á  tormentos  y  martitiüs! 
Todos.     ¡Guayas!  ¡guayas  de  nosotros!  i 

Judas.       Su  madre  le  ha  persuadido 

que  á  tormcnios  nos  la  saque; 
para  aquesto  Elena  vino. 
Leví.        Pues  el  Comisario  (iero 

que  ha  nombr.do  por  ministro 
y  ejecutor  desie  caso... 
Zabiíi..     (-Ni  dádivas  ni  suspiros  i 

son  bastantes  á  abiandaller' 
Judas.       ¡Que  un  bárbaro,  que  un  indigno        i 
de  ser  hombre  nos  persij;a!  I 

¿Viüse  más  cruel  casiifio.-* 
Leví,         ¡Que  un  hombre  tan  ignorante 

nos  tenga  lan  oprimidos! 
Judas.       Si  no  le  damos  la  Cruz,  ■ 

si  no  decimos  el  sitio 
donde  de  nuestros  pasados  | 

estar  oculta  supimos, 
este  bárbaro  feroz  '■ 

ayer,  colérico,  dijo, 
que  nos  había  de  azotar  ' 

y  pringarnos  con  tocino. 
Tonos.      ¡Guayas!  ¡¡juayas  de  nosotros! 
Zabll.     iOue  á  este  punto  hava  venido 

nuestra  misera  nación! 
Leví.        Este  es. 
Judas.  De  verle  me  aflijo. 

ESCENA  IV 

riiciioí  y  MiHQO, Wfííirfo  rf(  cojii/idii"  gracíusamtntt, 
Clin  Tiipa  át  Ifyaninr  y  /¡(mirilla 

MiNi.o.      ¿Qué  hay,  hermanos  narigones? 

¡Loado  sea  Jesucristo! 

Respondan  todos  .jffit'n, 

de  rodillas  y  de  hocicos. 

jCallan?  Respondan  amén, 

o  habrá  latiga/o  lino: 

digan  amen,  judióles. 
Judíos.      Amén,  humildes  decimos, 
Misiio.     ¿Cómo  les  va  de  cosecha 

aqueste  año  de  tocino? 

¿Ha  habido  mucho  solomo? 

¿Qué  chicharrones  han  frito? 
Junios.      Prohíbelo  nuestra  ley. 
MiM.o.      Pues  yo  no  se  los  prohibo. 

Coman  conmigo  mañana. 

que  i  salchichas  los  convido. 

¿Cómo  OS  llamáis  vos?  <_Á  jud«.) 
Ji.B\s.  Señor, 

Judas  es  el  nombre  mió. 
Mi^i.i),     ^Judasel  Escarióte, 

de  aquel  saúco  racimo.^ 


JCDAS. 
MlNIiO. 

Zabul. 

MjNiiO. 

2a  un.. 

MlMiO. 

Jl'OAS. 
MlN'.ll. 


JrnAS. 

MlM.O. 


Z*Bi  1.: 
Mts'io. 


Jims. 

MlM.O, 


J'    (US. 
M)M.O. 


¿Cómo  no  tenéis  las  barbas 
rubias  ;ch!  Judas  maldiioí 
Enrubiaos  \  noramala, 
ó  mudar  "  el  apellido. 
Señor,  ^stoy  cano  y  viejo. 
¿Estáis  viejo?  Pues  teñios, 
y  andaréis  al  uso  nuevo, 
aunque  en  lósanos,  ai;tiíiuo. 
¿Qué  narices  son  aquestas?  lA  Leví.) 
¿Cómo  han  de  ser? 

,  ¡Oh,  qué  lindo! 

No  son  estas  de  la  marca, 
hermanos,  de  los  judíos. 
Esas  son  narices  romas 
y  hidalgas. 

¡Señor!.., 

¡Pasito! 
Sabéis  que  es  el  comisario 
de  vuestas  nances,  Mingo. 
Quítense  esas  luego,  luego, 
so  pena  de  un  romadizo 
por  dus  años  y  dos  meses, 
y  miren  que  ya  me  indigno: 
pónganse  otras  de  dos  fiemes. 

¿Hay  más  torpe  desvario? 
(^on  narices  garrafales 
tienen  de  andar  ¡vive  Cristo! 
¡Señor!... 

Esto  se  ha  de  hacer. 
No  replique. 

No  replico. 

¿Con  naricicas  me  vienen 

enanas? 

¡.■\y,  cielo  impío! 

¿Que  hace  la  s¡na{;oga? 

¿Cómo  va  de  sabatismo? 

¿Su  .Mesías  cuándo  llc¡;a? 

¿Vjene  en  muía  ó  en  pollino? 

No  profanes  nuesta  ley. 

í^omo  es  lejos  el  camino, 

si  viene  á  pie,  quedaráse 

en  algún  mesón  dormido. 

¿No  dan  orden  que  parezca 

ía  cruz? 

Sino  hemos s-ibido 

donde  está,  ¿que  hemos  de  hacer? 

I.uo^o  ¿búríiin'^e  cnmigo? 

Pues  li'i  jiiJiciimc  beus 

ad*  iei  lan  lu  que  les  digo; 

que  si  la  cruz  no  parece 

el  sáb.idi>  ó  el  domingo, 

ha  do  cnar  en  su  casa 

un  k'ch<m  caJa  judi<). 

y  con  regalo  y  amor 

íraKirlc  cimo  asi  mismo. 

¿I. echón?  Nuestra  Ity  lo  veda. 

Vedo,  (i  no,  vo  suv  niinisiro, 

V  hrm  de  hacer  lo  que  les  mando. 

No  repliquen. 

Ni)  replico. 

A  fe  de  archicomisario, 

si  no  callan  v  me  indigno.  ■ 


1  »ínrubijínsj;is*. 

2  •mudaoo. 


ACTO  TBItCEKU 


t]u«  t»  de  maiKbr  t)ue  en  la  cala 

bcMn.... 
Ji^iMk  ^A  quién? 

MiMio.  A  un  cochino. 

lUn  lie  •contarle  en  »u»o»mu. 

],<  ii  esié  timpio, 

>  -ii, 

oui.  <->  .H^^i  uk  >tj>  m&'idos. 
2am'i..     Sartof,  nu  pcninUN  tal, 
itiuAk      Señor.  IiuiiiiI*Jl'&  t>ctliinoü 

que  intcrccJa  por  itowuos 

d  uro  debite  bDi&iilo, 

Cirit  cKudos  hay  cabalok. 
MiMiu>     Stiv  intnistio;  n»  reciltu. 

X  Peto  ¿DO  lOtS  Judut  Vtr»!' 

Jt'D^S.       t'Mc  es  scfíi",  mi  ¿pell)<io. 

C*n  cvoudí/*.  fcmemidí)? 

Si  lu«fan  irtiniu  dniefi». 

fuera  el  nditieri^  cumplido 

en  que  v«ni]isiai  á  tht}i. 
Ivtui.       (Api  ¡Que  a^l  noi  trate.  Üios  mÍO. 

un  villano.  ui>  icnutanid 
MiKoo.     Oigan  lu  que  mindu  y  d'tto: 

pongan  en  lodassus  puenis. 

pata  bunrar  sus  rroniispLcios, 

cada  uno  unacru2. 
Toóos.  jScAor! 

Mini''*o.     No  repliquen. 
h.UAt.  No  replico. 

MtNov.     iPor  vida  del  comii^nol 

voy  i  recoiíer  buiíütoi 

por  lodi)S  íot  judai^fanio. 

Pure/fa  la  crui  de  Crii,io, 

ó  ti  no,  de  loí  leclionei 

ser&n  aym,  que  apercibo  ■. 

DevJe  u'qui  quiero  ewuchar  fAp.) 

to  que  iratah,  CMiundido, 

y  &I  murmuran  de  mi. 

yo  bar¿  que  suelden  i  Mingo. 


ESCENA  V 

J«I>Áa,  Z4MKM.  I.KVi.  Mmoo.  f  >t  ttlil  »tmlt«.  r  «  I" 
al  fv<o  rúl»,  fiiKéo  it  imJtqut. 


MiMtO. 

¿tt,KlV.  • 
Jl'UAS. 


LKvf. 

MlMiU. 


ZaauL. 
Zaii.'l. 


JUUA*. 


S(. 

¿Que  hemos  de  hacer 
U  Sitotados  V  oDrÍmid<.>'>, 
por  no  pircv'cr  la  cruz 
IK»  da  muerte  <.<>nsiafilino¡' 
Entcrrironla  en  un  monte 
nuestros  pasador  .v  antiguos, 
dictándonos  el  lUKaf, 
el  cuat,  de  padres  1  hijos 
sabemos  por  tradición; 
pefo  muertes  ni  peligros 
no  nos  tienen  do  obligar 
i  descubrilla. 


MiMoo. 

JllUAi. 

ZaBi't.. 

MlHQU. 


jUDAk. 

Zabul. 

JutlAS. 

LevI. 


Jc;i>AS. 


53 

(¡l>l>.qu¿  lindo! 
¡Vive  I>¡i>t.l  que  es  de  provecho 

mi  cautcli»'>  escindriio. 
I.j  veriliiJ  V.  .  <  ido; 

stiJ^ICl.i  pi'.  '  fio.) 

i'uev  ji-'imii  !i  •!  iinrjreniOS 
de  14  niueite  >  el  cn^ilft*! 
i^Ui'iios  estd  ami:na;(tndo^ 
LscuOiad  aqueste  atintrio. 
Latiremos  luctio  uliacrui, 
pues  es  do  n-'chc.  de  pino, 
y  rnicrrJindola.  dircmi» 
que  e»  en  la  que  murió  Cristo. 
jUinda  Kt»fi3t 

ibiavo  enredof 
(Si  no  extUTlem  e«^:(>ndido 
el  lobti  tras  las  ovejas, 
(meiur  dijera  cabritos^  ' 
cruz  sin  dudn  ¡ih.  nart)^nesl 
A  Klcna  \o\  Adecill'i, 

Ccon  el  tiuriu  cu  las  manos 
»  hcmus  Je  cojjcriivos.) 
jf..u,  .,    ,.   .fj^  un  candil 

i.V  ->  iu/  de  rudiús!l 

Vu.  t  ..,,  ,,,r  U  madera: 
trae  la  a/uela  y  el  cepillo. 
Vamos. 

(Vayan,  norabuena, 
que  yo  me  escurro  pasito. 
para  auc  Clona  los  coja 

Cú'noharb'jscn  «arillo.)  (VaM  Miago.) 

.'Ouilndo  llenes  de  rcolr, 

Mesías  santo  y  divino, 

y  lilirar  lu  pueblo  irisic 

dciamu  daño  y  peligro^ 

Estos  son  los  íhsitumcntos: 

luí,  escopli^s  y  mariillo. 

dtfi,!  p»ra  haeír  la  tr»i,  y  ktrramt*ala.i 

Alumbrad,  pues,  y  daré 
á  nueiiro  eniijno  principio. 
La  cruz  en  que  nuestra  gente 
hiío  hcrmco  sacriikio 
de  aquel  hurub'c  gullleo, 

3UC  adora  el  mundo  por  Cristo, 
icen  que  de  ccdfo  lui, 
y  habiéndola  tú  de  oino, 
dudjrnn  de  tu  >  verdad 
los  cristianos  atrevidos. 
Eso  esiá  dudviu  aKora. 
altercado  entre  eltúiS  mismos 
con  diversas  opiniones 

Í  pareceres  distinto», 
cvl,  solire  esa  materia. 
Unos  dicen  que  se  hizo 
dffl  drbul  en  que  peco 
Adán  en  el  paraíso, 
porque  desterrado  díl, 
un  ramo  llevó  consijto 
de  aquella  planta,  que  fué 
nuestra  pena  y  su  castigo; 
y  plantándole  lloroso 


r   •p«Blr>Dl«,  vlie  C/toto. 

]Cru  £n(|idil  i  nir  i  goM>t< 
a  tét»v^ 


^^H             S4                                                 KL                  OBI-  MfciUB  t-RUT^^^^^^^^^^^^^^^^B 

^^^^^^                         munt*  divtou, 

Zahi  i.. 

Yo  nu  anrmu                   ^^M 

^^^^^B              dg(Kl«  Salomón  d«i|>ués 

(SO  de  ai^uesos  milagros,                   ^^H 

^^^^^H              him  el  templo  ilustre  y  rkD> 

aunque  asi  lo  hjyati  escrito            ^^B 

^^^^^H              Orecii).  emulación  Jd  ci«ío, 

los  ccisúan'js  hi\'tii^eTDS.                  ^^| 

^^^^^H              y  pur  «xtriiíu  proiiuío 
^^^^^H               naciú  una  fuente  del  ironcu. 

l.r.\i. 

Ni  yo:  solimi:nie  ili);o                       ^^M 

qué  con  la  lin^ida  cruí                  ^^M 

^^^^^H              de  quien  i  formarse  vino 

que  labráis,  i  0>nstantinu               ^^^ 

^^^^^V                  U  iitludiblt;  piscina, 

enginamos,  puei  dichosos              ^^M 

^^^^^B                <iuc  dt  dolores  disiiniod 
^^^^^B                ■!  movimicmo  del  Ángel, 

dt  tantos  malos  salimos.                ^^M 

^^^ 

^^^^^R                sanó  untos  Atli^idos. 
^^^^H                 HJxo  Salomón  curiarle. 

ESCENA  Vt                        ^^ 

^^^^H                por  íüT  eiiurtK)  >,  del  !>itt» 

l)iont,<ii(*Aaii«(a>futr<td/J<i^iir«ra<m(,  Klk]^4        J 

^^^^H                t|ue  ell({k'i.  i>«bio  y  diitcreto. 

.Mij>uo  y  x«iilr.                              ^^H 

^^^^^R                  pata      célebre  edilkiu: 

^^^^HL               y  onainorado  de  vede. 

MrKOO. 

Etta  es  Ib  pura  verdad,                   ^H 

^^^^^H              aptiudrle     templo  qui&o 

y  a{(ora  lo  pued.:»  ver.                    ^^M 

^^^^^H               pira  ane:són  de  su  lecho. 

ICl-KSA. 

iQtié  hMsiíi  aqui.^                           ^^M 

^^^^^1              que  asombró  al  arte  corinio. 

JldaS. 

La  crueldad         ^^M 

^^^^^H              Labráronte  codiciosos. 

y  desdicha  debe  ser                            ^H 

^^^^^H               y  ya  compumo  y  pulido, 
^^^^^H              procuraron  aplicar  c 

de  nuestra  itti'el.c  dad.                     ^H 

ZaarL. 

¡Guayas  de  mi!  ¿oué  diremos?  ^H 
¿QuJ  hacéis  aqui^                                 1 

^^^^^H               en      pavimento  rico: 

Elena. 

^^^^^H               pero  por  mti.tet¡o  oculto. 

Jt'UAS. 

Gran  señora,        ^J 

^^^^^H                     siendo  i^rande,  ja  chico. 

del  comisario  léñenos                     ^H 

^^^^^^H                 des  rn  i  n  ti  en  Jo  arquileclurc*. 

expreso  mandato  ahora                    ^^M 

^^^^^H                nunca  á  la  Fábrica  vino. 

que  si  la  crui  iio  puncmos             ^^M 

^^^^^H              Por  lo  cual  desesperados. 

sobre  las  puertas  de  casa,                ^^M 

^^^^^H               jungándole  por  indigno 

nos  ha  de  mandar  quemar,             ^^M 

^^^^^1               y  Inútil  del  templo  sanio. 

que  por  saber  íu  que  pisa                ^^B 

^^^^^H              mandaron  úue  por  castillo 
^^^^^^H                     la  piscina  le  echasen. 

la  queríamos  labrar.                          ^^ 

MjSbO. 

¡Buena  excusa!                                          | 

^^^^^H              Hundióte, 'pero  nacido 

Lkvi. 

¡A  V,  suerte  cscasal         1 

^^^^^H              el  .Vaiarcno  que  adoran 

Mi.sbO. 

¡Chilindrinas  para  Isleña!                         I 

^^^^^"               los  cristianos  cnemi^'is. 

Judíos,  todo  lo  sabí:,                        ^^É 

^M                             wbrc  las  aguas  salió. 

y  daros  la  mué:  le  ordena,                ^^M 

H            Zabui..     íMisteriu  jamás  oidol 

porqueá  vuestra  culpagrave           ^^1 

H             ¡vot.%.      Y  sacándote  de  alli. 

luuate  lamb  en  la  pena.  ^^M 
Por  ocullarUcroi  santa                  ^^M 

^^^.                        le  echaron  en  un  camino. 

^^^h                       por  do  ide  curre  en  cristales 

que  buscas,  labrar  querían               ^^M 

^^^^ft                      el  Oedrón,  arroyo  limpio. 

esta,  que  ya  los  espanta,                   ^^M 

^^^^^v                puesto  que  tal  vex  crecientes 
^^^^^L               le  dan  ambición  de  rio. 

y  enienándula  declan                      ^^M 

que  por  ser  la  instancia  unta,        ^H 

^^^^^fe              Sirvió  en  él  de  puente  y  paso  =, 

decir  que  es  la  verdadera                   ^H 

^^^^^H                hasta  que  por  susdclil'os 

esis  que  ahora  labraban.                  ^H 

^^^^^^B                á  muerte  de  cruz  semencia 

y  con  aquesta  quiTiiera                     ^^t 

^^^^^H                el  preior  romano  i  Cristo, 

librarse  de  ti  inieitiaban.                   ^^M 

^^^^^V               aue  por  ver  que  era  pesado, 
^^^^H^                decretaron  los  ¡udios 

Ktcondido,  dcidcaqul                       ^^M 

esla  traición  escuche.                        ^^M 

^^^^H                que  díl  se  hii:tc<«  la  crui:. 

EttKK. 

Traidores  ^fHo  es  asi.^                      ^^M 

^^^^M                como  en  ftn.  á  hacen;  vino. 

JVDAS. 

1.0  que  le  hecontad:;  fiíi.                 ^^M 

^^^^H                Murió  en  ella,  y  los  cristianos 

Ml.NOO. 

No  es  sino  lo  que  yo  oÍ.                     ^^M 

^^^^M^               supersticiosos  han  dicho 

Mándaloi  i  puro^  tratos                   ^^M 

^^^^^^                que  es  dii;no  de  ado  ación. 

de  cuerda  que  el  sitio  digan               ^^| 

^^^^^H                hai:i¿ndoie 

de  la  crujt,  cuyos  retratos               ^^| 

^^^^^H                Kscondicronic  por  esto 

labran.                                           ^^M 

^^^^H                nuesiro!  padres,  y  escondido 

Leve. 

¡Que  nos  persi(¡an                 ^H 

^^^^^^H                pof  tradición  nos  dejaron 

tanto  los  ci  .-los  ingratos!                  ^^M 

^^^^^F               donde  eiiaba.  (^nstaniinu. 

EutKA. 

Decid  dónde  esti  el  modero             ^^M 

^^^^^L                que  á  ilntio  manda  adorar 

dónde  el  eterno  Abrahain                 ^^M 

^^^^^H                 con  >¡eneca  et  edictos. 

ucrilicó  al  \crdadero                        ^^M 

^^^^^B               cnn  t'j'itientoi  nos  compele 

Isaac,  y  el  dedo  de  Juan                    ^^M 

^^^F                      dárwli. 

nos  mostró  el  tierno  COfiloro.          ^^M 

^^^^^H 

LbvJ. 

Señora,  á  tener  noticia  ^^M 
M.,  huyéramos  sin  duda                  ^^M 

^^^^           1   Ka  el  imprcM  dkt  atiei  om,  per»  t*  erraU  evl- 

H               éeate. 

vi  iein<-r  de  tu  jusLícia:                   ^^H 

^^^H           a   llntt  'n>pr*>o.  «.'MTtlvikt  ■folej  piaA* 

_ 

d  ritioi  en  piedad  muda.                  ^^M 

ACTO  TIRCKRO 


55 


MiMno.     Que  la  esconden  de  malicia, 

ScAaia. 
Clcna.  lOh,  inísme  ftentv, 

íitcrcdula  y  coniumNz! 

V¡»e  el  Rey  oni  ni  polen  le, 

que  muufú  iiuc&tr*  par. 

y  en  U  cruz  niuríú  obediente, 

G|uc  OÍ  he  lie  quitar  la  vida 

Á  lormenloi!  Vayan  preSoS. 
,MiN&0.     Oarruchi  hay  aperciDida, 

judioii,  mai  no  confnos. 

^one^  dicen. 
Jt-tüiot.  Kien  perdida 

scfi,  j>VKs  tú  lo  dispon«i, 

Itran  señora. 
Ei.E?tA.  Andad,  in^raiot. 

Mixtio.     Vo.  judíos  KoCJirroiKS, 

ui  diT¿  i  pares  lut  Iraloti 

míen  ira»  dij¿redet  nones. 

(Vatt  Mingo  tvit  loi  ¡uJiat^ 


ESCENA  VII 

Eloa  y  l'.trmirimo. 


Cloro. 
Elena. 


jQuc  es  csio,  madr«  j  señora.^ 

Diligencias,  hifo  mió, 

«on  de  la  cruz,  en  quien  fio 

que  leogo  lie  hallaría  jLgura. 

Tormén  10  len^o  de  dar 

i  cuantoí  hebreos  hállate 

micniras  U  tierra  ocultare 

de  Dio»  el  divino  aliar 

en  que  m;  pa^ó  á  sí  mismo. 

Íen  cu>'a  ara  misteriosa 
alió  la  iglesia,  su  csDosa, 
ku  fuente  y  nuestro  bautismo. 

Cloro. 

Palma  dltinu.  regalado  CtnJro 
del  Iruto  n^is  :tjibrow>  y  mis  suave 
aue  la  tierra  go/ú;  n¡di'>  del  st  u 
tlcl  ciclo,  y  nu  de  Arabia,  por  quien  medro. 
Eli-n». 
Restauración  de  Addn,  t:uyo  desm«dru 
irífpnó  la  culpa  al  tiuinbrc  tirave: 
irbol  mayor  de  ta  dit  ina  nave 
que  Andrés  requiebra,  que  gobierna  Vedm. 

Cloho- 
Merezca  hallaros  yo,  laurel  disino. 

Ki.r.NA. 
Alirie  vuestro  liallaíf;"  nuexlra  pena. 

Cloro. 
Enriqueced  é  Elena  y  Constantino, 

Elrsa. 
Sin  V0&  no  ha;  bien. 

CLoro. 
Sin  vos  n  3  hay  suerte  buena. 
Elesa. 
Llave  del  cíelo  sois:  abrid  camino. 

Cl.OKO. 

Constantino  os  adora. 

El.KNA. 

V  lusca  Eluna. 


ESCENA  VIII 
Dieaai  y  Mijia». 


MlNOO. 
Cl  ORO. 

Misuo. 


Cloro. 
Mi>M>o. 


Cloi>o. 
Elkna. 

.Ml.M.U. 


Cloro. 

Klknv. 


Ellos  itir;in  la  verdad. 

Ítiti  ^cñuri,  aunque  les  pese. 
scuchad:  ^qur  traje  es  ese? 
Ulgno  de  mi  auiocidad. 
Comisario  viv.  scilor, 
Uc  toda  la  judiada 
que  la  crai  lienc  ocultada. 
^Quicn  Ic  la  dio.* 

Mi  valor. 
Si  indicios  he  descubierto 
tk  la  crui  que  oculta  está 
y  tu  madre  vübe  ya. 
^parictte  deKiinc.erlo 

aue  Comisario  iiic  nombre.^ 
«líos  en  or'i  lie  cobrado 
salarlos  que  no  ir.e  has  dudo, 
que  no  soy  piedra,  soy  hoii^bre, 
y  he  de  comee 

Basu,  bastd. 
Indicios  tengo,  hijo  m!o. 
de  hallar  la  cru¿  en  quien  fio. 
La  gente  es  de  mala  c.sia, 
pero  nu  seré  yo  .Miiigo, 
6  Jcrusalín  verá 
si  lacrutoculia  esta, 
q^iie  CL>n  tocino  tos  pr.ngo, 
\:\  cielo  nos  di  á  los  dos 
tal  vcniura. 

jAy,  cielo  '  sinio! 
.¡por  que  nos  diLaiáis  tanto 
\a  dicha  que  estriba  en  vos^ 

fCdir  C«niiiallnoO 

ESCENA  IX 


Kii.NA,  Mixbo  y  JcDAi.itraJD  tn  ana  garnitiii. 

.MtNr.(>.     Aqui  esta  la  ^indaleta 

y  cl  delincuente. 
Ei.c\A.  Colgalde 

hasta  que  la  verdad  diga. 
MiN<>o.     Traidor,  dirJisla  en  el  AÍre, 

pues  nu  queréis  en  la  lierra- 
Jl'uas.      |Ay,  guayas  de  mil 
MiKOo.  Aunque  guayes 

mas  que  cien  r>iños  d«  teta. 
Judas,      ,'Vo$sois  verdugo? 
MiMW,  Y  alcalde. 

Condesa,  perro. 
Elena.  Decid: 

^en  ()ué  lugar,  cuc^a  ú  pane 

os  dijeron  que  escondida 

tílii  ta  ctiii.  vuestros  padres? 
lu&AS.      Nu  s¿  nads  jay?  no  me  ha  dicho 

cosa,  mi  señora,  nadie, 

quedsabello,  lo  dijera, 

¡A}-! 
Eleva.  Dalde  oiru  tritio:  dalde. 

MiMio.     ¡Ahí  Judas,  como  el  colgado: 

¡ujalá  que  reventases 

de  la  suerte  que  el  primero! 


f  alrbal*. 


^^r       ^ 

EL  ÁRBOL  DtL  MkJUR  PKUTO                                               ^^^^| 

^m 

¡Ahí  iMyónl 

una  eaia  deshonesta,                       ^^^| 

■                  MlNOO. 

;Ah>  ictcríba  infame! 

donJe  mujcre')  inlames                     ^^H 

H^                  ÜLIKA. 

fIMndc  ovlA  el  ACA  divina^ 

con  uaiiaitcta  torpe  y  vil  ^^H 
aquel  lui^at  profanasen.                    ^^H 

ilcitkftdji  cgo  la  itn¿Te 

de  ini  UiDíi* 

Después  Adrfanu  Ccar                   ^^H 

H                   JUDIS. 

(Ayl  no  lo  sí. 

manda  poner  una  imagen                 ^^M 

^B                  MlKUO. 

Aun<)ueinas  uf(ii)Cs  aycs 

6  estatua  suya,  y  que  allí                 ^^H 

te  ier'.)(u  de  coluiiipiíir. 

como  deidad  le  adorasen.                  ^^H 

Uira  uouivulu  i  iitaldc. 

Mas,  vamos,  señora,  allá                  ^^M 

^1 

¡Aj! 

y  doRtie  dijere,  cuven,                       ^^M 

^V             Elisa- 

L>i  la  veidad. 

que  yo  sacare  la  cruz,                       ^^M 

H               Judas. 

S!,  haré. 

aunque  mi>  deudos  me  maten.        ^^M 

Hax,  Ignora,  que  me  tufen,  (odiante. > 

Elcsa.      Vamos  pues.  ¡A),  áibol  ui  oI          ^^H 

H                   bLSNA. 

il>ú\iili!  ciiá  \¡í  Cruz  Uivina? 

¡nido  sanio  de  aquel  ate,                  ^^H 

^L                 JUUAk. 

So  &e,  icilura. 

qucM  l-cnixdeiiueitruamor,           ^^M 

■                 Kl.CNA. 

Si.  sabo. 

y  en  ii  |>ermitió  at). aiand                ^^M 

■            MiHüo. 

¡Ohl  iborraijltul  ¿>>ara  aquesto 

!>i  merece  mi  ventura                       ^^M 

[Küisic  que  le  0iit4&i:n? 

que  venga,  mi  cfun,  a  haltarte,  ^^M 
yo  liare  que  de  piala  y  oro               ^^H 

H         '  tteHA. 

Hcb^'Cu,  íit  durtJC  cMi, 

ó  mandirt  que  ic  maten. 

un  teniplu  ilustre  te  labren,              ^^| 

^B 

Si  no  tu  ií,  ¿^ÚLiio  puedo 

donde  le  adoivn  y  eMiincn,               ^^H 

ÜLVirlu,  pur  n)i^  quí  inand«t? 

y  que  ei  Monurca  mas  ^ra>e           ^^H 

^K              Ei.er<A. 

Alormenutdeuira  vcü. 

por  timbre  de  su  corona                 ^^H 

^K             AllKüo. 

iAh,  je  ariibdl  Columpiadme 

tu  lisura  sama  enlace.                    ^^H 

^H    . 

i  G^LC  mñu. 

Avisen  á  Conttanlino,                       ^^H 

^V                 Jl'DAt. 

lAj,  que  tormento! 

acudan  sus  Ci>p;lanes,                       ^^H 

■                     EU!tA. 

«Dónde esti  la  cruf.  quecs  l!ave 

sus  l'riivcipei  veupan  todo),             ^^H 

del  Alx.áj:ar  celestial? 

lo '  SBcerdules  se  llamen.                   ^^H 

H^            Judas. 

;A>I  )'o  lu  dtié. 

Idsirumcnios  venturosos                ^^H 

^^^^       Mi.súo. 

En  el  aire. 

Ifatgan  que  U  iicrra  aparten             ^^M 

porque  Riícntcas  no  lo  di^i. 

úuc  csla  joya  sama  oculta,  ^^M 
aijcna  de  reverenciarse.                      ^^H 

no  hay  pvnwr  que  lian  U«  bajarle. 

^m            JiiUAS. 

tnteiraJa  cMá  vn  un  monte 

Tu  o>  haré  mu<has  ineri;edcs           ^^| 

cntic  ct  1  i](iis  y  el  Eulrales. 

si  esta  |0}a  vioiic  ¿  hallarse              ^^M 

H                  MlKúO. 

Ya  lo  dijo. 

por  vos.                                               ^H 

^1            Elena. 

¿Dónde? 

JvDAs,                   Yo  la  socaré.                      ^H 

■                 MlMOO. 

Dice 

Mmco.     Pues  la  verdad  conrcsasie,               ^^M 

que  cntfc  los  tigres  y  üoiles. 

ya  serAs  de  hoy  mis  confeso.            ^^M 

H            Elkna. 

Muriiiü  en  ei  turmenio. 

Ci.iNA.     jAy,  palma  hermosa  y  suavel            ^^M 

tiaülur,  mientras  no  declaras 

]uoa£.       ¡A),  descuyuniudos  xOnosI               ^^M 

donde  eSlá  mi  amada  prenda. 

Mi.Yúo.     ¡Ay,  que  tocino  he  de  darle!              ^^M 

H                 JUDAt. 

jAy!  Uu  niaidiciuii  le  Picanee 
de  ÍMjduma  y  de  üoinorra. 

(KanMj         ^H 

H                  MlNOO. 

|Ohl  J<abino,  al  Im  cobarde; 
¿mi  tiurra,  que  culpa  Dene, 

ESCENA  X                             ^M 

que  la  makliccs^ 

Sait  C«MtTA«TtHa  r  cilaáot.  Siéniait  rm  uaa  tUU        1 

^^H      Judas. 

lAjudadnU, 
D)os  de  Jacob,  Dios  de  Isaac, 

MR  ira  rHratotñ  la  niaau,  y  rjntt  fM  triaJot.            m 

Mesías  santo! 

Cumio.     Dejadme  soto  este  rato:                    ^J 

^m           MiNfio. 

Aunque  llames 

ja  que  csiA  ausente  mi  Irene,            ^^H 

al  menjuy  j  al  aniDar  ^ns. 

ai  alma  una  pintura  tiene,                 ^^M 

H              Judas. 

tlaz,  señora,  que  me  abajen, 
que  yo  la  verdad  di>¿. 

hablare  con  iu  teiraio.                      ^^H 

Similitud  de  un  injiíalo                     ^^H 

^M                 tLINA* 

tíi  c'nle  pun,  y  maiulde 
u  donde  csii  no  co.'ilicta. 

pcclio,  que  encendiendo  el  mío,        ^^M 

le  provoca  al  dcsvaiio                        ^^H 

H                 JUDAI. 

No  n  powbk'  ya  que  calle, 

de  un  receloso  desdOn,                     ^^M 

t)ue  me  quebranidn  li>s  (jUesos 

ipoi  qué,  quertéiidote  bien                ^^M 

y  me  aiurmenlan  los  carnes. 

espero,  si  detconfK>?                           ^^M 

lAdtUs,  Mírelos  ucutloSl 

jt.s  posible  que  el  amor  ^^H 
de  tu  dueitu  lut  Ungido^                   ^^H 

Dios  de  Israel,  perdonadmd 
;nel  monte  de  Siún 

PcTu  si,  que  tanto  olvido                 ^^H 

bioerun  que  se  enterrase^ 

dimana  de  su  ngor .                            ^^B 

iws  aniiKUus  d(  mi  ley. 

Porque  de  Cristo  el  favor                         ■ 

j  que  ciKtiiia  cdilicascn 

■i^o,  ^<-s  raxón  que  me  deje  ^^M 
Irene,  y  de  mi  se  queie?  ^^U 
Si  de  teras  me  qui(«cni,  ^^1 
mi  ley  liene  siguiera;                             1 

■ 

V                                                  ACTO  TKItCEKO 

57 

V 

^^m 

pero  no  hay  quien  U  Koniejc 
Lo«  diosei.  Tal»»),  adora. 

traidor  será  mi  rifior 

^1 

^^^^H 

si  da  muete  i  su  seriar 

^^^M 

^^^H 

que  »  fulsu  lu  vuluntad. 

quien  á  dalk-  el  alma  viene. 
Con  el  tetraio  de  liene 

^^H 

^^^H 

y  ci  muier  la  Iaiw<lad 

^^H 

^^^M 

«kiitprL-  sdliu  Tcnccdum 

dormido  csii  cuando  estoy 

^^H 

^^^^B 

autcci  veJiu  pudietJ  u^orat 

.'n  sucrtu  me  in^uicu  en  vino. 

para  maialie;  ^yn  soy 

^^^H 

^^^^1 

amunleí"  ,ha>  tal  desvario^ 

^^^1 

^^^1 

DofiKir  quicru.  Aiiiut  uranu, 

Vos  cun  el  reiraio  mio! 
)os  mil  pisas  atrás  doy. 

^^1 

^^^1 

mi  pcti]trg  cunjciuru. 

^^H 

^^^^H 

que  no  dkirmirc  supuro, 

¡Mal  haya  el  primero,  mnvítt. 

^^^M 

^^^1 

con  nti  enemiga  en  la  mano. 

que  lus  armas  invenía. 

^^H 

^^^K 

tOtiéimttt.) 

u  tcn^odc  llorar  yo 
piir  ellas  el  mavo'r  bien! 

^^M 

^* 

ESCENA  XI 

¡Afuera,  inóralo  desdén! 
¡F\iera,  ventanía  aticvlda) 

^H 

C<KmAiiTiH<),  dorm4d«.  (koi,  lucio  y  Lmn», 

que  >)U'en  ama,  tarde  uU  ida. 

^^H 

ifcWl/'MUI. 

y  sj  ti)  Iniema,  no  acierta. 
Despi  .-na.  Ci%»t.  despierta, 

^^^1 

^^^1 

[.tusio. 

Entrado  hvmot  en  tu  tienda. 

oue  esia  en  peí  }t''o  tu  vida. 
iVilxame  la  cruz  sagrada! 

^^H 

un  hatMtnoi  coniKid^i 

CiMto. 

^^H 

nadlv  en  el  ¿i^iini:  (incido 

iOui  voíel  eielo  meenvla> 
¡Irene  del  aioia  niiat 

^^H 

dkic  nueitfu\  pavs  oli'ndi. 
Kuv  Uten^jiiuaeii^umicnda 

^^^1 

Ircrk. 

InGNK. 

(Prenda  por  m\  Ucn  hallada! 

^^H 

lai  ariiiiu  á  rni  (iyur,- 
mi  agratiu  es  e;is:uii>r                    ■ 
que  ■  VH-'Ru  1  S4lL>litcerme. 
Pero  ^no  es  «ic  que  duerme 
e)  mudable  bimperuduf? 

á  matarle  vincaiada, 
pero  ^^uindi)  supo  amor 
efccuiai  el  rigor 
OQ  p/esencia  del  quf  adora? 
Contiaesia  mano  traidora 

1 

lucio. 

Kl  e>,  )  losdusci  altos 
eit  fo  que  lu>  ha  ofendida. 

Cunira  su  esp"ivi  y  leilor, 
vcnj-a  lu  agravio  én  Irene, 

^H 

te  te  dan,  primí,  dormido. 

Cloiio. 

Si  lia'í  Con  aquestos  braios. 

^^H 

Iakhx, 

Amoi  iud<m  subrisHliui, 
Dentro  el  peúho.  dando  saltos 

que  con  amorosos  laxos 
mi  ventura  se  previene. 

^M 

el  curaión,  inquido  anJa, 

llICNE. 

Líiinío  á  malaac  vrene 

^^^M 

Maiarkel  rii^or  me  manda: 

r  IsKio,  aunque  el  ser  mi  amante 
■«disculpa. 

^^M 

^^^K 

la  vuliiniad  no  obtdNe, 

i^^l 

^^^H 

pues  Ȓ  U  ira  la  endurece. 

Cu}KO. 

^Hay  semejante           , 

^^H 

^^^H 

con  su  presencia  se  ablanda. 

traiciún?¿hay  atrevimiento 

^^H 

^^^^p 

I'cio  tícn/a  la  ra¿un 

J           • 

igual? 

^^^1 

B^^ 

y  el  <l<sptci;io  de  nii  \ey. 

ListHio. 

(Oh.  muicrcsí  ¡viento 

^^H 

V      LlSIKIO. 

jpuc  aguardas.' 

en  la  mcoiutancial 

^^^1 

■      toiNC. 

Si  el  gusto  a  lee. 
mAnaceas  mis  celos  ion. 
Cobiarán  salí  si  acción 

Cl.OKO. 

Villano, 
¿tú  contra  mi?:  ¿tú,  tirano? 
jY  el  propuesto  )Ufamcmo? 

ti  veiteseKuir  i  Crisio, 

■ 

^1 

con  tu  muerte.  Amor,  no  hay  misi 

LlgtMO. 

^^H 

^H 

lujciu  á  mi  >K"^'<'  csiis: 

de  Irene  las  persuasiones, 
desleales  ainbiciuncv 

^^^1 

^V 

S4lli>r4celle  i:ulljO. 

^^^1 

H    Ci.otio. 

laabiaMo  «I  tmf»vt^  jAjTr  Irene! 

me  otiliKan  á  lo  que  has  visto. 

^^H 

■    Inkmk. 

¿Irene  dijo? 

Ci«ao, 

¿Cómo  mi  enoio  resisto^ 

^^H 

^B 

Puts  vü¿lvome  un  paso  airas. 

Isa  CIO. 

A  tus  pies  pido,  leñor. 

^^^1 

H 

Quien  durmiendo  sueña  en  mi, 

perdón,  si  basta  el  amor 
a  disculpar  mi  delito. 

^^H 

^L 

no  inequicfc  '  mal  de t pierio, 

^^H 

^^^^B 

ni  es  t»cn  que  vo  llore  mueito 

laeM:. 

Si  tu  cólera  limito. 

^^^1 

^^^H 

A  quien  vivo  me  ama  ansi  }: 

perdona  á  Isacio  por  mt. 
Vo  l<  pcriion  j  por  ti. 

^^H 

^^^^ 

mas,  jffluofal 

Cloro. 

^^H 

H^    Cloro. 

Ipufl  ¿Te  perdí? 

que  en  todo,  mi  bien,  te  imito. 
1  i  tí,  Lisinío  traidor, 

^^H 

^P 

Irene  mía:  ¡qucl  (CSiás 

^^^1 

H 

ausenic!'  .Mal  puto  das 

indigno  de  mi  cotona; 

^^H 

H 

i  quien  el  alma  te  dio. 

que  el  que  ini'urias  no  perdvoOf 

i^^^l 

H      IHBKII. 

¿Suja  el  C¿sat  me  llamó? 

no  se  llame  Emperador. 

i^^^^H 

^1 

pues  doy  dos  palos  airis; 

LlSIKtO. 

Dame  esos  pies. 

I^^^H 

I 

que  tí  por  suya  me  tiene, 

Ctoao. 

Mi  volor 
se  ven  na  dcsta  monera. 
Darte  fa  muerte  pudiera 

^M 

^H 

^M           1     apUt 

.*< 

que  piden  tus  tiranías. 

^^^^H 

^1       a  •qu«rrlv. 

pero  las  ofensas  mías 

^^^^1 

^1       }  Ml^audv. 

oo  te  vaogu.  O/c,  eapetá. 

■^^^^1 

^^^^^     W                                                 BL  AMBUt.  DEL  HRJOn  rKUTO                               ^^^^^^^^| 

^^^        LniMo.    ¿Quimandu?                                   | 

.MiNoo,     Comencemos  á  cavar.       ^^^^^^H 

^1            Ct^no.                           Dos  jnramenios 

EisHA.     Haced  primero  llamar                     ^H 

^M                           hiciste,  que  haí  quebiantado. 

á  mi  hijo  Consumlno:                    ^^M 

^m                           Va  el  uno  •  csU  pcfdonadu. 

no  pierda  el  precioso  hallazgo  ^H 
desta  joya  soberana,                        ^^U 

^M                           y  en  «1  lus  atrevimientos. 
^M                           Con  inBciicios  y  iormci:lo& 

pues  en  cita  el  César  gana               ^H 

^^^^^^                (oscfHlianos  pcrscKuislci 
^^^^^B                á  infinitos  muerte  diste. 

lan  ilustre  mayorazgo.                   ^^M 

Mixno.     Voile  á  llamar:  mas  ■  el  viene,         ^^M 

^^^^^H                asombro  siendo  del  mundo. 

trocando  el  cetro  en  azada.             ^H 

^^^^^H                     juramento  segundo 

^^H 

^^^^^H              bdrbaro  y  cnict  rompiste 

^^M 

^^^^^H              Ri«n  puedo  yo  petdonar 

ESCENA  XIII                        ^1 

^^^^^H               mit  attravios,  pero  no 

^^^^^V               los  de  Dios,  que  me  mandó 

DtcHcb,  lasxH  y  CoxsTatrrnio  roa  Haa  úf^Ja.           1 

^^^^^*                sui  contrarios  castigar. 

M 

^^^^r                     Venftan  en  ti  i  escarmentar 

Ci.uHo.  Murió  el  tirano,  y  mi  espada,  ^^M 
hermosa  y  querida  Irene,  ^^M 
á  vuestros  ptes,  si  es  capaz,                     1 

^^^K^               desleales  y  crueles. 

^^^^^K              y  los  romanos  laureles 

^^^^^H              sepan  en  mi  desatino 

m¡  bien,  del  que  en  vos »  encierra.        J 

^^^^^^B              que       ven^a  Constantino 

trocad  «  mi  enojo  y  su  guerra        ^^1 

^^^^^H              la  sangre  de  sus  Abeles. 

en  vuestra  amorosa  pez.                 ^^H 

^^^^^^                                                    fDal»  nmirtt  tfenlroj 

taese.      Con  unto^usio  la  admito,             ^H 

^K            laENE.      Matóle:  heroico  valor! 

(generoso  Kmperador,                       ^^M 

^^^^                     Pero  es  usio  aqueste  pago 

que  en  fe  de  mi  firme  amor,            ^^M 

^^^m                    d*  mis  servicios.  ^Qui  estrago 

en  cuanto  hacéis  os  imito.              ^^M 

^^^1                     hiio  lamis  el  rijior 

La  cruz  preciosa  buscad,                ^^M 

^^^H                     vendóle  i  la  mano  amor? 

que  yo  desde  aqui.  con  vos,  ^^M 
i  Cristo  tendrí-  por  Dios                   ^^M 

^^^■^                     Kcfrenaron  mis  enojos 

■^                           íu  vista. 

rendida  mi  voluntad:                        ^^H 

^1             IsAcio.                  Leves  antojos 

guc  qu^cn  á  un  César  obliga             ^^H 

^M                           icdisculpan.  enemiga. 

á  que  la  itcrra  grosera                      ^^| 

^1             Irisc.      Nadie  que  se  vences  diga 

cave  de  aquesta  manera                 ^^H 

^m                           si  ve  á  su  amante  á  sus  >  ojos. 

y  humilde  sus  pasos  siga,                 ^^M 

^^^^                                                                     {Vañ$t.) 

no  es  posible  que  no  tiene                ^^M 

fuerza  de  Dios  y  valor.                     ^^H 

Cl-oau.     Kchaslc  el  sello  A  miamor,              ^^M 

^^^■1                            KSCEXA 

discreía  y  hermosa  Irene,                ^^M 

^^^^^^V                EtKH«.  MD'uo  y  (VDi).  (OH  ífíJai, 

y  si  idülátra  te  am¿,                       ^^M 

contra  nuestra  ley  tirana,                ^^M 

^^^        Eleha.     Crui  divina,  que  yo  s  adora. 

ya  ajíradecída  y  cristiana                  ^^M 

^^^L                      si  yo  os  hallo,  si  yo  os  veo, 

sol  de  mis  ojos  te  har¿.                  ^H 

^^^^^^                rico  queda  mi  deseo. 

Ei.BNA.     Hijo,  sglamenie  á  vos   ^                  ^^M 

^^^^^^K               ¡nliniío  es  su  tesoro. 

us  aguarda  mi  deseo                       ^^M 

^^^^^H               La  primera  quiero  ser 
^^^^^H               que  saque,  mi  cruz,  la 

para  btjscar  el  irofao  ^^M 
y  triunfo  eterno  de  Dios.                ^^M 

^^^^^H                quecnmo  minaosencierra: 

ton  ese  humilde  mstrumenio        ^^M 

^^^^^^                 mcr¿icaot  mi  dicha  ver. 

mosiríii  mayor  majesiaij                 ^^H 

^^^P        Ji;uAS.       l:n  aqueste  monieesli. 

auc  con  él  autoridad  ^^H 
lie  vuestro  imperio  opulento.          ^^M 

^^^^                      conforme  la  tradición, 

^K                              señora,  de  mi  nación. 

Vamos  los  dos  ñ  c^te  monte,          ^^M 

^^^_        Mrsc.o.     De  sepulcro  os  scrviri 
^^^b                      el  hoyo  que  hemos  de  abrifi 
^^^V                         si  no  parece,  judio. 

preñeE  del  parto  que  espero,            ^^M 

naceri  el  sol  verdadero                     ^^M 

que  d¿  luz  i  este  horizonte.           ^^M 

^V              Jl'kAS.       Que  habernos  de  hallarla,  fio  4. 

Yo  he  de  dar,  postrada  en  tierra,            ■ 

^^^^         Eleüa.     Ni  el  oro  que  ofrece  Ufir, 

la  primera  azadonada.                          J 

^^^ft                         mi  cruz.  s«  iRUala  con  vos. 

CLoao,     Si  es.  madre  y  señora  amada,         ^^1 

^^^^^^                  ni  las  riquezas  del  ,\sia, 

el  depósito  esta  tierra                        ^^M 

^^^^^K                         cmamomo  y  la 

del  tesoro  que  esperamos,              ^^M 

^^^^^H               duesoisárbol  de'mi  Dios, 
^^^^KF                \\mo  de  valor  divino. 

pidamos  juntos  los  dos  ^^M 
favor  i  su  (tt\ix  Dios.                      ^^M 

Elcxa,    Iticn  dices,  hijo,  pidamos.              ^H 

^^^1          1 

^^M 

^^^^H            t   «i  lu*  otoi*. 

1   tftro*.                                                         ^^H 

^^^^1            3   *«i  4Ulcn  iiloto*. 

1  •««  eectnra*.                                                ^^H 

s  «irutu*.                                                 ^^H 

ACTO  TeftCKRU 


30 


Clomo. 

Puente  dirins,  en  piélago  profundo, 
_l|a«  Dios  frnnqtica  y  pasa  en  nit  reparo; 
'  pendón  del  cielo,  y  impcriai  Ubaru 
<kl  Monarca  divino  sin  M'gundo. 

Elt.sx, 

Báculo  de  iiKob.  en  qui«n  me  fundo 
SUMcmar  mi  esperanza;  Oriente  claro, 
antes  Ocaso,  donde  el  pueblo  avaro 
hizo  ponerse  el  So),  que  alumbra  el  mundo. 

Ci^ono. 
Arco  d>c  paz,  que  venturoso  adoro. 

Elena. 
Cátedra  donde  Dios  Icyú  de  prima 

Closo. 
Tálamo  del  amor,  felit  misterio. 

l£t.ENA. 

Mercicamos  hallar  vuetiro  tesoro. 
Ci.ono. 
Dadnos  la  joya  que  mi  suerte  anima. 
y  estableced  con  ella  nuestro  imperio. 

tC'^w^i.yuMatimgra»  ruMv.yt^  una  iionla* 
éa.avH4ttilarJn  l»i  eruc*$.) 

irnA  raf.t  I 
(Consiantíno,  sólo  i  vos 
se  reserva  esta  ventura. 
K'tia  es  la  crui  que  procura 
vuestra  fe,  cama  de  (Mos.) 

Cloro.     ¡Oh,  miMerío  soberano!: 
¡oh,  celestial  intcncs! 

M11M.0.     Una  buKáis.  y  son  (res 
las  que  halláis. 

IxcNE.  César  cristiano, 

derretida  por  los  ojos 
sale  k  ver  alegre  el  alma 
esie  cedro,  aquesta  palma 
(jue  á  Otos  tuvo  por  despojos. 

Cl.CKA.     SI;  ^pero  cuál  dcllas  es 

la  crui  en  quien  Oíos  derrama 
su  sanare,  y  sirvió  de  cama 
»  su  muerte? 

Olo«o.  Aquí  están  tres. 

«C6R10  haremos  experiencia     • 
de  la  que  es  toya  inñniía? 

JviMS.       Si  vuestro  Dios  resucita 

mucflos,  la  misma  excelencia 
tendrá  la  cruz  verdadera. 
Manda  >  tr^er  un  diTunio, 
y  aquella  que  díeie  al  punto 
vida  al  muerto,  que  no  eipera, 
co'tucindole,  esas  dudas 
satisfará. 

Ci.o«o.  Buen  consejo. 

.Mi.soo.     Sin  fe  le  habéis  dado,  vieio: 

mas  jnui  mucho  si  sois  Judas? 

CLofo.     A  l.ismío  muerte  di 

por  Idólatra  y  ira»ior. 


Mingo. 


í¡ 


I     mC*ñlélr: 
»   tHtUtíM-. 


La  crui  le  ha  de  dar  favor 

{vida.  TrAiKaole  aquí, 
amos  por  el. 

¡Palma  santa 
que  veros  he  merecido! 
Cloho.     il^ue  ul  ventura  he  tenidot 
Ire.se.      ¡Que  por  vos,  divina  planta, 
salf  de  la  confuuón 
de  la  ciega  Idolatría! 

ESCENA  XIV 
tticiio*  >-  LiuHio  murrio,  ¡«hrt  u»»  laAJa. 

MiXQo.     Ya  un  buitre,  serior.  quería 

hacer  con  él  colación. 
Cloro.     I. a  cruz  primera  bajad, 

y  al  muerto  poniian  sobre  ella. 
JiUAi.      .Si  cobra  la  vida  en  ella. 

vo  tendré  por  ceguedad 

la  ley  que  el  hebreo  profeiJ 

y  la'Siniuotía  adora: 

yo  «eié  cristiano  a^ora, 

SI  lal  veo. 

•  Tama  .HinRo  la  prlm<ra  trafj 
¡Oh,  cómo  pesa! 

No  U  llevara  un  Sansón. 

y  más  si  sut<e  una  cuesta. 

¿Quieren  apostar  que  aquesta 

'uc  la  cruz  del  mal  ladró»? 

Ponetda  encima  tos  dos 

del  difunto. 

Dadnos  luz 

sisoís  vos,  divina  crux. 

la  qucdió  abrazos  en  Dios. 

jl'ardiós!  Tan  muerto  se  esti 

como  su  at{üel(i.  «Qué  eipera? 

<]ue  esta  cruz  va  saltó  huera. 

Sin  duda  esotra  será 

el  árbol  divino  v  santo. 

Ouitalda. 

Yo  bien  dccia 

que  del  mal  ladrón  seria 

cruz,  seAor,  que  pesa  tanto. 

I  frét  .Mingo  Iñ  irgatilú  crii(.> 

Pues  esta  no  le  v;;  en  zaga. 
Dándome  va  testimonio 
que  es  la  cruz  del  matrimonio, 
scijún  pesa. 

Cloro.  Kn  ella  se  ha^a 

la  experiencia  apercibida. 

EusA.     Pues  en  la  Cruz  dio  á  la  muerte 
muerte  Dios,  por  nuestra  suerte 
d>d  á  este  muerto  la  vida, 
si  SOIS  vos,  mi  Cruz,  (a  cierta 
en  quien  se  hizo  aquesta  hazaña. 

MiN'io.     A  la  primera  acompaAa. 

I»r«.      ^MuKcse? 

Miwio.  Si.  á  esotra  puerta. 

Cioao.     Vn  he  de  trser  la  tercera, 
.|iie  la  fe  rt  ello  me  inclina. 

f  Trac  ConiUn  uno  í«  crufatCrhlO.) 

Elena.     KsTernde  Dios  divina. 

Si  SOIS  la  verdadera. 

sacad  nos  de  aquestas  duda«. 
Jt'US.      SI  ella  tul  milagro  hicicie, 

serla  ocasió»  i^ue  viese 

el  mundo  cnsiiann  á  Judas. 


MiMtu. 

Ct.ORO. 

Elina, 
Mi  mío. 
Cloro. 

MlMiO. 


6o 


EL  ¿KBOL  DRL  MBIOR  FRUTO 


Cloro. 


LisiNio. 

Judas. 
Irene. 
Cloro. 

Elena. 

LlSlMO. 


Elena. 


Cloro. 


Árbol  que  en  et  Paraíso 
de  vida  da  fruto  eterno, 
en  Cjuien  el  racimo  tierno 
su  licor  exprimir  quiso: 
mostrad  agora  que  en  vos 
nuestra  ventura  hemos  visto. 

(Pónenla  sobrt  Lisinio,  yé$tt  rtsucita.) 
Nu  hay  más;  Dios  es  Jesucristo  '; 
Cristo  es  verdadero  Dios. 

Y  yo  crisiiano  desde  hoy. 
Yo  la  ley  de  Cristo  sigo. 
Yo  de  sus  glorias  testigo. 

Y  yo  mil  gracias  le  doy. 
Yo  con  penitencia  larga, 
Cruz,  por  vos  adquiriré 
el  bien  que  perdí  sin  fe. 

Mi  devoción,  Cruz,  se  encarga 
de  haceros  un  templo  tal, 
que  no  iguale  á  vuestra  Iglesia 
la  antigua  fábrica  Efesia, 
ni  el  de  Delfus  te  sea  igual.     . 
Llevémosla  entre  los  oos 
al  Calvario,  donde  esté,    ' 
pues  en  él,  señora,  fué 
el  triunfo  y  muerte  de  Dios. 


■  Elena. 

Con  vuestro  hallazgo,  soberana  planta, 
granji.0  nuestra  dicha  la  riqueza 


de  más  valor,  más  precio  y  más  grandeza 
que  de  Alejandro  Grecia  ñnge  y  canta. 

Clobo. 
Yo,  señal  misteriosa  y  sacrosanta, 
os  pienso  colocar  en  mi  cabeza, 
cifrando  en  vos  mi  vida  '  y  fortaleza, 
dando  á  mis  sucesores  dicha  tanta. 

Elena. 

No  os  tiene  que  dejar,  preciosa  oliva, 
palma,  cedro  y  laurel,  mi  justo  celo, 
pues  deposito  en  vos  el  bien  que  he  visto. 

Irene. 
La  Cruz  de  Cristo  viva. 
Tonos. 

¡La  Crtiz  viva! 
Clopo, 
Árbol  del  mejor  fruto.  Iris  del  cielo. 

Todos.    . 
¡Viva  la  cruz  adonde  murió  Cristo! 
CuoBO. 
Ya  su  hallazgo  hemos  >  visto: 
á  su  triunfo  os  convida 
y  aquí  da  fin  El  árbol  de  la  vida  3. 


t    rüo  hay  mia  Dioi  que  Jesucristo*. 


1    «jinpenaa. 

3    Hd  el  origiail  *hibemow.  Ha  el  mi.  *hibíis> 

3    «y  Jemos  fin  al  Árbol  de  la  yida. 


EL  MELANCÓLICO 

COMEDIA  FAMOSA  DEI.  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA 


PERSONAS 


I.EONiSA, ;)fl,'(ora. 
FiRELA,  iiieni. 
CAfiLÍN,pas/or. 
RooGKio,  duque. 
El  Diiyi'E  Dfc  Bbetaña 
Kn.ipn,  caballero. 


Emihjije,  conde. 
Clemencia,  duquesa. 
PiNAFiDO,  viejo. 

ÜS   PAJE. 

Ricardo. 
MÚSICOS. 


Represeníáranla  las  Valencianos 


ACTO  PRIMERO 


ESCENA  PRIMERA 

Leontsa  V  FiBELA,  pasloras.  con  tíos  dt  ropa  en  tax 
cabt^at, — CABi.ts,  pastor, 

FiHELA.     Carirn,  déjanos  aquí; 

no  seas  siempre  pelmazo. 
Carl.jn.     Pues  ^qu¿  importaba  un  abrazo, 

si  ves  cuál  ando  iras  ti!* 
FiREi.A.     ¿Cuál  andas? 
Cabi-ín.  Cual  te  dé  Dios 

la  salud:  ando  cual  ves. 
FiRELA.     ¿Cuál  andas? 
Camlín.  Ando  en  dos  pies, 

porque  andas  tú  en  otros  dos. 
FiPELA.     En  cuatro  fuera  mejor, 

que  eres  un  asno. 
C^RLiN.  Si  tratas 

de  que  ande,  Firela,  á  gatas, 

á  t'atas  anda  el  amor, 

que  es  niño,  aunque  canas  t¡én. 
Leonisa.  Déjanos  ir  á  lavar, 

que  es  tarde. 
Capi.ín.  Pues  no  han  de  hablar. 

Lfomsa.  Déjale,  Firela,  y  ven. 


Caki.Is.     ¡VáiRame  Dios!  ¿También  ella 
rezonga.'  Pues  venya  acá: 

áqué  cuenta  a!  cura  dará 
espués,  mi  pastora  belia, 
si  por  no  amarme  me  mala? 
FiRFi.A.     ¡Oh,  qué  pesado  que  estás! 
Cabl.ín.     El  qumlo,  no  matarás: 

no  matéis,  Firela  ingrata, 
con  desdén  á  las  criaturas, 
que  leñéis,  aunque  gallarda, 
mucho,  Firela,  de  aibarda 
en  e>to  de  her  mataduras. 
FiBEi.A.     Mira  que  estamos  cargadas 

con  los  líos  de  la  ropa. 
('ablí\.     Si  no  más  de  en  eso  topa, 

¿ha>-  son  soUallo,  y  sentadas 
escuchar  la  arenga  larga 
de  mi  amor?  Soliatdos  ¡ea!, 
que  to  que  el  amor  desea 
es  echarse  con  la  carga. 
I  Lejos  está  el  lavadero; 

I  escuchad  mis  desvarios, 

V  yo  os  llevaré  los  lios, 
Leonisa.  bye  aqueste  majade'O, 
porque  la  ropa  nos  lleve 
I  y  acabe  ya  de  cansarte, 

que  tengo  á  solas  que  hablarte. 
I  Firela.     Vaya. 
I  Carlín.  Vaya. 


I     Los  Timosoí    hcrminos  cómicos,  Juan  Bauíiili  y  Jeróolcno  ViLcncitDO. 


^      62 

BL  MBLANCáHUO                                                              ^^^^| 

^^^         FlKSlA 

En  bznv- 

con  él  ti^n  de  desposarse,           ^^^^| 

^L^     CabiJk 

En  breve. 

porque  el  dar  coi  es  casarse             ^^M 

^^^^ 

Mi  burr»  y  yo...;  no  ^  b  bien, 

eor  palabras  de  presente.                  ^^M 
Mas  yo  por  e%o  no  pato.                  ^^U 

^^^^^ 

que  ci  burro  no  ha  de  ir  delante: 

^^^^^^K 

¿0  J  mi  burro...:  ¡ijuc  ignor»ntc! 
Cnanloc  i  un  horneo  \en 

f  [REL',.     Pues  eso  ^'que  üin  que  ver,                ^^M 

^^^^^^B 

betlia.  con  darme  A  entender             ^^| 

^^^^^^B 

cafgaiio  «no  ti  cuta  cUre 

el  tu  amor.*                                     ^^M 

^^^^^^^H 

flue  lleva  al  dueAo  tru  si 
dándole  (le  patos.^ 

CamlIii.                      Vamos  al  caio.              ^^M 

^^^^^^ 

El  darcoces,  ;noes,  Firela.             ^^M 

^M               PWRLA. 

Sí. 

querer  desposarse  dos?                       ^^M 
Dadme,  pues,  una  co;  vos,               ^^M 

■          C»fiis 

Pues  Iterando  yo  In  vara 

^M 

con  que  dalle,  ciicMa  arriba 

con  botín  ü  con  chinela:                     ^H 

^^^^ 

V  cuesta  ahai»,  á  ciimpás> 

cuéstemc  una  quebradura                ^^ñ 

^^^K 

llevándome  i  mí  detrás, 

(aunque  os  estará  á  vos  mal)             ^^M 

^^^V 

el  burro  delante  iba. 

que  con  esto  no  habrá  tal                 ^^M 

^g               t.IONKJ 

.  jY  eso  ímpuna  parad  cuento^ 
iN'ilpame  Dios!  he  squi  arguyo 

como  ahorrar  de  baile  y  curaj          ^^M 

^^^      Capi-ík 

pues  si  par  r'e  to  se  saca,                  ^^| 

^^^^L 

i^uces  bien  dalle  lo  tjtien  suyo 

venimos  los  dos  á  ser                       ^^U 

^^^f 

también  al  pobre  jumento. 

tan  marido  y  ten  mujer                    ^^M 

^^^     FIIIRI.A. 

Pau  adelante. 

como  Adán  y  doña  Urraca.                ^^M 

H               CMltÍN. 

jOuién?  ¡Yol 

Y  porque  nue^  para  más                   ^^M 

^^^B 

Si  adelante  he  de  pasar. 

y  voy  á  buscar  amibos,                    ^^U 
desic  concieno  testigos.                    ^H 

^^^^ 

n<i  querrá  cl  bornuo  andar. 

^^^^^^^> 

porque  tí  dctrAj  no  vo 

lorquc  no  os  volváis  atrás,                ^^M 
os  lies  que  os  prometí                        ^^M 

^^^^^^p 

se  me  aleva  al  primer  pao. 

^^^^^^^" 

que  es  besiia  de  mucho  liento. 
Que  pise  adelante  el  cuento, 

llevo  á  la  huente  veloz:                     ^^M 

V               FiMCI.*. 

mas  mirad  dó  dais  la  cok,                  ^^M 

H 

te  difi<}. 

r.o  03  quejéis  después  de  mi.             ^^ 

■          Cahün. 

Vamos  at  casa. 
La  borrica  Jel  barbero, 
que  venia  del  molinu, 

(l'Mf  cna  IomUoI.)          i 

^^^^^^ 

luo^o  que  VIO  á  mi  pollino. 

ESCENA  II                           ^1 

^^^^^^^L 

ino  sé  yo  Quien  viú  primera 

^^H 

^^^^^H 

á  quién.)  jMI  burro  bajaba. 

t.rnK»A)-PiaRLA.                              ^^H 

^^^^^^^B 

V  la  borrica  íobla: 
la  vtsiael  burro  ponía 

^^H 

^^^^^H 

LioNiS)i.  Es  un  Ionio:  déjale:                           ^H 

^^^^^^P 

en  cada  paso  que  daba. 

no  hagas  caso  del.  Firela,                 ^H 

^^^^^^^^ 

I.a  burra,  .1I  sirbir  la  cuesta. 

que  cosas  de  más  caudal                   ^^M 

^^^^^^H 

no  le  debió  de  mirar. 

le  quieren  dc\:ir  mis  quejas.                ^^M 

^^^^^H 

porque  nunca  «uele  aliar 
lotui\>«,  que  es  muy  honesta. 

Ese  Rogcno,  aquese  hombre               ^^M 

^^^^^^^ 

que  tiene  cl  alma  de  piedra                  ^^M 

■         l.eoMi* 

Atab.i  >u. 

en  cuerpo  de  hueto  y  carne,               ^^M 

H          Cadún. 

No  le  aburra: 

descuidado  me  desvela.                        ^^M 

H 

mas  di{;a;  i.uando  te  ven. 

Kse,  que  todo  lo  sabe,                       ^^M 
V  haciendo  del  campo  escuelas,         ^^1 

H 

^quicn  mua  primero  i  quién. 

^1 

amándose,  el  burro  ú  burra.* 

le  llaman  Fénix  los  sabios                   ^^M 

H              FiDKUA. 

Ambo»  á  dos,  st  en  tal  caso 

en  las  armas  y  en  las  letras,               ^^M 

^B 

es  igual  la  toluntud. 

deMleí^oso,  presumido.                       ^H 

^^^    CakiIn. 

Por  Dios  que  decis  verdad: 

con  saber  todas  las  ciencias,                 ^^M 

^^^K 

a&l  hai:  vamos  al  caso. 

ignora  las  del  amor,                          ^^M 

^^^^^L^^ 

FA  burro,  como  se  pica 

que  son  las  oue  el  alma  precia.          ^^M 
Kien  sabes  tu,  mi  pattors,                    ^^M 

^^^^^^H 

decorieuno,  al  pasar. 

^^^^^^^B 

ñ  la  burra  hi/o  lu^i^r; 

que  me  da  nombre  esta  Sierra            ^^M 

^^^^^^H 

mas  dljolc  la  borrica:— 

verdadero,  de  cruel,                              ^^M 

^^^^^H 

■no  pasara,  ciertamente; 

si  mentiroso,  de  bella.                          ^^U 

^^^^^^^B 

>ase  vucsa  borriouencia^ 
)ijo<l:— «no  hafe  en  mi  conciencia.» 

Aunque  entre  frisa  y  sayal                   ^H 

^^^^^^B 

nft>:l.  serrana  grosera,                           ^^M 

^^^^^H 

Yo,  que  estaba  ya  impaciente. 

en  cuerpo  humilde  y  villano               ^^1 

^^^^^^^1 

alzando  la  vara  y  voz. 

api<s<nio  un  alma  reina.                      ^^M 

^^^^^^1 

te  di  un  palo  entre  lasceias: 

i^audalosus  ganaderos                        ^^M 
juran  (podrá  ser  que  mientan)            ^^M 

^^^^^H 

V  elh,  aliando  las  orejas, 
le  d¡6  al  bonico  una  co; 

^^^^^^^1 

que  cl  atma  les  tiraniín                        ^^| 

^^^^^^1 

tal,  que  ha  mencslcr  braijucro. 

cauíiía  do  sus  potencias.                   ^^| 

^^^^^^p 

porque  está  el  pobre  quebrado, 
tit  alcalde  ha  Mnicnciado 

^Qué  Abril  de  la  juventud                   ^^M 

^^^^^^^H 

ño  me  ofrece,  si  no  pecha                    ^^U 

^^^^^H 

que  li  burra  del  barbero. 
■  mi  burio  lo  consienie, 

entre  esquilmos  de  intereses               ^^M 

L 

Itibutotdc  Kenliteíai?                       ^H 

^^^^^^^p                                                    ACTO                                                                                                        ^H 

^^^M           iQui  (álamos  de  deseos 

LcoMf.v.  ¿Pues  qué  importa  que  est¿  el  fuego        ^^M 

^^^H            no  si>n  lúmulos  que  cnscAan 

cebado  en  la  tosca  leña                            ^^U 

^^^H             de  deidenM  homicidas 

d  en  la  despreciaba  paja?                         ^^M 

^^^1             cspcrünzas  ya  l'uncMas^ 
^^^B             ^Qué  tronco  ng  »  ya  letrado 
^^^1            i  puras  cifras  y  cmprnas, 

¿Por  eso  es  rarun  que  ptcrda                     ^^H 

su  inclinaciún  generosa                           ^^H 

y  que  el  subir  no  apetezca?                     ^^H 
Pues  ,;qué  importa  que  mi  amor,              ^^M 

^^^B            libros  de  l<  voluntad, 

^^^1            del  sencillo  amoj-  imprenus? 

cebadó  en  alma  grosera,                             ^^M 

^^^1             ^Hav  rúenle  que  no  murmure 

humilde  sujeto  abrac«)                                ^^H 

^^^M             mi  rigurosa  atpcreía? 

si  experimento  en  mi  mesma                     ^^H 

^^^H             ,-Pritda  que  no  me  retrate? 

que  a  p.sar  de  mí  ser  tosco,                       ^^H 

^^^H            i'-'^^  *)"'  no  me  dé  quejas? 
^^^H            Puct  i  todos  soy  inj^raia. 

subir  al  valor  intenta                                  ^^H 

de  Ftogerio,  noble  y  ruco,                           ^^M 
que  es  centro  donde  sosiegal                   ^^M 
Todas  las  itmas,  ami|¡a,                        ^^^^M 

^^^B            S<VIo  SHradecida.  necia, 

^^^^             á  un  hombre  sabio,  ignorante. 

H                   que  enamorando  alormcnia. 

son  ¡Iguales:  la  materia                           ^^^^| 

H    FincbA.    Rj^erio.  Lronisamla. 

de  los  cuerpos  solamenlc                    ^^^^| 
hacen  esa  diferencia.                               ^^H 

H                   que  en  tantas  cosas  diversas 

^^^^             seocupa.no  da  al  amor 

Alma  noble  me  dio  el  cielo.                     ^^H 

^^^H             ociosa  deidad,  licencia. 

No  te  espantes  si  con  ella                        ^^H 

^^B             Es  padre  suvo  Pinardo, 

ct  amor,  fuego  con  alas,                           ^^H 

^^H               y  sucede  en  )r  ttcrencia 

intenta  subir  y  vuela.                                 ^^H 

^^^L            desiBS  fcrtim  moniafias. 

A  Rogcrio  he  de  adorar.                             ^^H 

^^^H            que  rústicos  pueblos  cercan, 
^^^H            Trnímosle  por  tei^or, 
^^^H            y  como  inl  le  resp«tan 
^^H            U»  frutos  de  aquesto*  valles. 

FniEi.a,     Basta,  quecsiás  bachillera,                        ^^H 

después  que  en  Rot{crio  sabio                    ^^H 

tus  esperanzas  alientas.                            ^^H 

Vamo%  á  lavar  agora,                              ^^H 
por  ver  si  en  la  luente  templas                  ^^H 

^^^H             oue  siempre  ie  pagan  renta. 
^^^H            No  querrá  humillar  el  alma 

ardores  tan  desiguales.                                ^^H 

^^^H           á  pastoriles  beUe/as, 

LeoKtsA,  No  hayas  lú  míed»  que  pueda,                ^^H 
que  es'poca  el  a^ua  del  mar.                    ^^H 

^^^H           que  entre  sayales  vasallos 

^^^H            se  ensoberbece  la  seda. 

FiKei.4.    Los  serranos  que  desdeñas,                      ^^H 

^^^1             Hale  enseñado  su  padre 

jquí  han  de  hacer,  si  no  los  amas^           ^^M 
LsoxiSA.  ^ue  pues  padezco,  padezcan.  (V»itj        ^^M 

^^^H            todas  sus  armas  y  ciencias. 

^^^H             porque  \e  herede  su  ingenio 

^^^M 

^^^1             como  el  csudo  le  hereda. 

^^^M 

^^^H             Las  letras,  sc^ún  el  cura. 

ESCENA  llt                                 ^H 

^^H            causan  al  sabio  soberbia. 
^^^H           Sabio  es  Rogcfio:  ^qu¿  mucho, 
^^^H            si  loes.  quescMSobcrbeics? 

KofliMv,  gaUn.  y  PiKAlinn.                              ^^H 

PiKaaon.  Ya  no  ten^O  que  enseñarte:                         ^^H 

^^^B            TiJ.  si  bien  ta  mis  hermosa. 

en  la  esitrima  tu  destreza,                           ^^M 

^^^H            eres  hija  de  una  aldea. 

junto  con  tu  fortaleza,                           ^^^M 

^^^H            pajixa  choxa  tu  casa 

retratan  en  ti  otro  M^rte;                    ^^^^| 

^^^1            y  tu  dote  cien  ovejas. 

la  pintura  ver¿  su  arte                         ^^^^| 

^^^H            A  la  sombra  de  las  canas 

eternizada  por  ti;                                        ^^^| 

^^^B           que  obediente  reverencias. 

las  liciones  que  le  di                                 ^^M 

^^^1             iiiil  aldeanas  ic  cn\  idian, 

en  la  música,  maestro                                  ^^M 

^^^H             mil  la^alei  ic  desean. 

le  han  de  llamar  del  mis  diestro,              ^^M 

^^^H           ^uí  Abril  hay  que  en  ñor  ven  rama 

cifrándole  Apolo  en  ti,                             ^^^H 

^^^H             no  le  ciiiaptt.c  la  purria? 

Sutil  dialéciicoestás;                             ^^^H 

^^^1            «*<?»€  Mayo  en  K')Ci>nt<'S  mayos 

docto  en  la  lilo»ofía:                             ^^^H 

^^^1            que  i  lu  puc  la  no  umaneüca? 

sabes  de  la  asirolofíia                               ^^H 

^^^H            Quiere  á  quien  te  quiere  bien, 
^^^H            e  imposibles  locox  deja. 

¡o  que  es  licito  y  no  más.                         ^^U 

.Metafísica  podrás                                        ^^H 

^^^F            que  del  brocado  \  sayal                        1 

enseñar  á  quien  la  enseña:                        ^^H 

^f                    nunca  se  hizo  buena  mezcla. 

y  aunque  una  parte  pequeña                    ^^H 

H   Lrok:«a,  Eso  diselo  lú  al  alma: 

sabes  de  la  arquitectura,                          ^^H 

H                  s-eris,  am^  Firclu. 

por  ti  Vitrubio  asegura                            ^^H 

^^^^            qu£  de  cosa:!  te  responde 
^^^^           en  mi  abono  y  su  oci'ensa. 

el  renombre  que  en  D  empeña.                 ^^H 

Versos  haces  extremados.                           ^^H 

^^Hp           jE\  amor  no  es  fue^o? 

los  que  para  un  cuerdo  bastan:                 ^^^M 

FlMEI.A.                                                  Sf. 

que  los  que  á  resmas  los  gastan             ^^^^M 

LroNFSA,  ^Y  ísic,  por  naiuralcza, 
1^                  no  sube  o  más  arriba 

no  están  va  bien  opinados.                   ^^^^| 

Los  términos  no  excusados                       ^^^| 

^M                 oue  es  posible  hasta  su  etrera? 
^ft^W.A,     Asi  serA,  pues  que  tu 

de  la  (.'.orle,  en  if  ue  publiques,                    ^^H 

cuando  al  palacio  te  apliques,                     ^^H 

^^^K            lo  afirmas,  que  eres  discreta. 

lisonjas,  estudiado  has:                             ^^H 

^■i^H^ÉH^ 

^^^^^^^^H 

^^^^^    ÍÍ4                                                                BL  MlLANCÓLtCO       ^^^^^^^^^^^^^^^^^ 

^^^                      nt)  filis,  Itoficrío.  mis 

quien  entre  las  llamas dtjerme?        ^^M 
Voluntad  que  allá  no  rnfci'me,         ^H 

^M                           dcquccucrtluloí  rtii'ques- 

^^^       Roomo.  Si  at  padre  ye  debe  tt  »r, 

no  escorias:  esto  es  verdad;              ^^M 

^^B                        y  bI  maestro  el  ser  df  hombre. 

ni  es  bien  que  en  tu  sequedad         ^^M 
llchct.  por  hacerme  afjravto.             ^^M 

^^^^H                Se&oT,  te  lk|(<)'i  deber, 
^^^^^1                iCÍ>nM  podre  «ifr^decer 

un  enicndimienlD  KatMo                     ^^U 

y  una  idiota  \«luniad.                     ^^M 
RooKRio.  Aquí,  señor,  no  hay  sujeto              ^^M 

^^^^^R                el  doble  Mr  que  te  debo? 

^^^^^K                 Pur  padre,  i  darte  me  atrevo 

en  que  lograr  esperanzas.                ^^M 

^^^^^H                gradas  de  eternos  loores, 

ni  entre  xroseriis  labrunxas               ^^M 

^^^^^H                mas  por  maestro,  mavotcs. 

ni!  amor  halla  igual  objeto,             ^^M 

^^^^^H                pues  que  me  encendí  as  de  iiucro. 
^^^^^^H                Dichoso  yo,  que  traslado 

Si  lie  tienes  pcir  discreto,                   ^^M 

y  amor  es  similitud,                        ^^M 

^^^^^1              veagp  A  ser  de  origtnal 

.;pur  qué  culpas  la  nutciud                ^^M 
queco  mi  libertad  oespreciait?          ^^M 

^^^^^H                como  el        universal 

^^^^^H              de  «nin             adornado. 

{F.i  bien  qtic  scrrjfiai  necias            ^^M 

^^^^^H                Mil  ciisiLS  me  tiAS  enseñado. 

malofiren  mi  ju%c-nttid?                    ^^M 

^^^^^H              que,  a»i)()  dicct,  quisiera 

Viva  el  alma  libre  y  franca.             ^^M 

^^^^^H                que  aUrde  dellaü  hLciera 

pues  en  su  esiudiu  me  alegra.         ^^M 

^^^^^^^              mi  mudÍLi.     tu  numbreclaro; 

PiHhtOO.  p^nKAiar  la  espada  negra                   ^H 

^^^^^K                que                     oro      avaro. 

suele  hacer  diestra  i  la  blanca.         ^H 

^^^^^H                      noi  le  le              fuera. 

Nunca  tmi  el  loro  arranca                ^H 

^^^^^H               jau¿  «Kuardas,  padre,  en  llevarme 

qu<en  ni>  ensa)  ó  su  valor                 ^H 

en  el  novilln  menor;                          ^^t 

W             PiNARno.                        Aun  falta  más; 

y  un  discreto,  si  tu  ignorat,            ^^M 

^^^                      que  puesto  que  dociu  estas 

llamaba  a  las  labradora»,                ^^M 

^^^K                        en  lodo,  r  puedes  honiarint, 

cspajiís  nrifras  de  amor.                   ^^| 

^^^f                        temo  desacicd  (arme 

Si  el  fiiásulu  aJmirabk                     ^^M 

^^^                          por  otra  parte, 

■              Roocftto.                          ^'i;n  qu£  modo. 

llamó  animal  racional                        ^H 

al  humbre,  Platón,  i>u  igual,             ^H 

H                                si  i  tu  puMo  me  acomudo? 

le  llama  animal  suciaoie.                  ^^U 

^t               PiM«Rt>0.  Aunque  tiiri  stbo  tv  la-nio. 

Klqueno  es  Comunicable                ^^M 

^^^B                          voluntad  y  eniend  miento 

no  e>  hombre,  sei;ún  i'latón.           ^^M 

^^^B                      componen  un  huinbie  todo. 

y  S'ttU'enJo  su  opiriion,                    ^^U 

^^^Km-                   Y  puesto  que  sea  verdud 

le  h«ri  laní*  sequedad                     ^^M 

^^^Bfe                 que  al  enicndimienu)  deti«s 

bruto  por  la  Mjiuniud.                     ^^M 

^^^^^L               las  letras  c«n  que  te 

aunque  hoiiibtc  por  la  r«7i^n.          ^^1 

^^^^^H                    cualquiera  Ucutiad, 

Si  vci    la  curte  pteiC'uK  ^.                    ^^M 

^^^^^H                 no  s¿  >4uc  la  volumad 

como  ap  endisieá  s.iovr,                   ^^M 

^^^^^^B                      hombre  te 

también  aprc'ide  i  querer.                       1 

^^^^^^B                 pues  rs  tan  seca  la  tuya. 

qucen  vcncun  mármol  me  ofendes.      1 

^^^^^^F                 que  muestras  por  experiencia 

Ama  del  mudo  que  entiendes                  1 

^^^^^L                  que  te  falla  esta  potencia 

mis  a  pac  ble  ^  hum  no,                         J 

^^^^^B                 porquo  lu  ser  te  d^iruya 

p(}ique  en  el  palacio,  es  llino          ^H 

^^^^^H                       luientud  lati  d>.rid>. 

que^í'aduaei  nlcno^p^eci^).             ^^M 

^^^^^^f                 Cuando  eitimulus  de  imor. 

al  máv  docto  por  mái  ntcio,           ^^M 

^^^^^^                  dode  el  Kev  hasta  el  pntior. 

í4  rt  \it>H>  y  no  es  cortesano.  fV""->      1 

^^^^^B               dan  i  sus  iñccnd  os  iida. 

^^^J 

^^^^^H                 lú,  que  imiten  esculpida 
^^^^^H                 de  bronce  debes  de  ser. 

ESCENA  IV                       ^M 

^^^^^^P                   Jhjis  poilidí)  dete:id«r 
^^^^^^f                 de  apacibles 

Kooaaio,  nio.                             ^^^ 

^^^^Pr                       alma,     en  piedrus  frías 

Hntre  el  amor  y  el  desdén.              ^^M 

^^^^F                     xe  puede  amor  encvnde  ? 

mal  UcierKia  se  conserva.               ^H 

^^^V                        iNu  te  viera  ro  squiera 

porque  Venus  y  Minerva                 ^H 

^^^^^^                  jnu  di(¡4  aman  mf  ituitar 
^^^^B                de  ser             de  mirar 

lamas  se  llevaron  hicn.                   ^H 

Ojos  que  hermosuras  ven              ^^M 

^^^^^B                  •>)(■>"■  <^*'>  hechicera! 

conira  p4>:tiiiescuniusat,                ^^M 

^^^^HF                iAi(!una  \tt  no  te  viera 

na  hallan  i  su  djAo<xcusat.         ^H 

^^^^H                    hurtar  del  estudio 

pues  su  ocupación  distinta.            ^^U 

^^^^H                  y  en  los  hermosos  rci  ratos, 

dcshuncsla  n  Venus  pinta.               ^^M 

^^^^^K^                  del  cJclo  de  amor  licspujos, 

j  vlrgencsá  las  Musas,                    ^^M 

^^^^^^H                       vei  descu'dar  los 

^^M 

^^^^^H                  que  ya  bUson^n  de  ingratos! 

^^M 

^^^^^^1                  jCOmo  podrí  yu  nireverme 

^^H 

^^^^^^B                  que  vaya  ¡t  la            un  hombre 
^^^^^^B                 (si  «t  que  merece  etie  nombre) 

^^^t 

^^H 

^^^^^^^^^^^^^^^^^^P          ACTO  PRIMERO                                                                                 ^H 

^^^^f                  ESCENA  V 

r>jidmc  at>¡ún  remedio  ros.                    ^^M 

fíoúKaio.  ¿El  Duque  ha  salido  i  caza?                   ^^M 

^F           Roomio  y  Citiuiii,  f ut  tptrttt  mv/aJo  y  llnm  J* 

Cahi.In.    a  voUr  una  picazo.                                 ^^M 

RoGENio.  ¿Aquí  cerca.*                                        ^^H 

H        C*»LÍ.s.     lAjr,  cutí  vengí)!:  amor,  no  mis. 

CahUh.                        Si,  por  Dws:                    ^^H 
y  si  no  se  me  trabuca                           ^^H 

^^^_                   ^uego  de  i}\uy  en  lal  dios! 
^^^b               Yo  me  acordarí  de  vot. 

el  meollo,  una  mujer                            ^^B 

^^VftooiBio.  Pues  Carlln  ¿i  dónde  ras? 

machorra,  que  debe  ser,                       ^^H 

^r      CablIk.    lAyl  nucsamu  el  tnoio.  a  echarme 

pues  va  i  caballo,  la  Duca.                    ^^H 
RoGEnio.  No  Hay  tal  en  I  reten  i  miento                     ^^H 

^^^                caiof^c  bizmai. 

^^■AoKWto.                         ^Caísie? 

cual  iá  ca/a  pata  mi.                            ^^H 

^^^^F'^"!-"''    En  'b  cuenta  6  on  el  chisie. 

^^H 

^^^B                jDeamor.  podtéiincucharme 

CaplIs.                      Yyo,  queahi                     ^^H 

^^^I                 Gualru  Drue^a»  de  razones^ 

^^^BOGEirio.  lOui  taUi  ellas scfAn! 

■       Cakün,    y  dichas.  PuL-s  fama  os  dan 

batanada  el  alma  siento,                         ^^H 

echarme  cien  bizmas  trato.                     ^^H 

Para  el  enfermo  de  amor,                       ^^H 

^m                     que  sabéíi  por  seis  »Imones, 

Fireia  es  lindo  doctor,                           ^^B 

^M                       juoa  traía  no  pudréín 
^^^H               aatme,  con  que  de  I-'írela, 

que  le  cura  con  un  mazo.  /roanJ        ^^M 

^^^^^H 

^^^H                que  es  trampoia  y  medesvela 

ESCE.NA  VI                               ^H 

^^^■^              SI  no  me  ama,  me  venguéis^ 

H       R(>(.H*io.  ¿Yo? 

fffCaNW«EiiMQva,Ci.RiiKacu,  awtM Mtarrof,          ^^H 

■       CA«di.            Porque  no  me  reproche. 

^^B 

■       Ro<>E»iu.  De  amor  no  ií  jugar  treta. 

^^^H 

■        CAsti>.     Pues  yo  cor.o7CO  poeta 

ExaiQUa.                                     ^^1 

■                        que  compra  trazas  de  noche. 

Mientras  el  Duquecsza.                                       ^^M 

■       RocsHÉO.  ¿Qué  le  ha  sucedido? 

y  en  ejercicios  nobles  se  embaraza,                          ^^H 

■       CarlIs.                                      Estaba 

ove,  Clemencia  mia,                                            ^^B 

■                     «n  la  huenie,  corda  y  lucía 
^B                       lavando,  que  lo  quceniucu 

desvelos  de  mi  ciega  Tanlasfa;                                   ^^B 

dards,  irbiiro  juez,  en  ellos  traza                            ^^B 

^K^                 mi  amor.  Kírela  lo  Uva. 

de  mi  vida  ó  mi  muerte.                                            ^^H 

^^^L               Parlaban  las  compañerat, 

Veniste  de  Bordona                                               ^^B 

^^^H               (que  todas  nuestras  tcranas. 

á  darle  á  it  la  mano.  1  mf  ponzoña,                    ^^H 

^^^K                por  lo  que  tienen  de  ranas. 

V  siendo  su  sobrina,                                             ^^H 
hocene  esposa  suya  <  determina:                          ^^M 

^^^H              en  «1  «Kua  son  parletas) 

^^^B                y  dábanle  con  los  majtos 

masía  llama  por  tierna.cn  mtbisoña,                    ^^H 

^^^1                en  la  ropa,  que  el  regato 

hechizo  de  mis  ojos.                                            ^^H 

^^^B                que  dan  es  i»fyja  de  palo. 

si  en  4t  engendra  CUSIOS, en mletiojos.                       ^^B 

^^^H                arremangados  los  braios. 

Sotfino  y  heredero                                                    ^^H 

^^^B                Yo,  que  topé  la  ocasión, 

soy  suyñ,  y  de  sus  deudos  el  primero.                  ^^M 

^^^B                lleftuéme  i  Fíri'la  y  dtjer 

Su  vida  es  imposible                                                 ^^B 

^^^B                «mi  amor,  que  e>  nii^o  y  me  afrige, 

que  dilaic  más  tiempo  el  infalible                         ^^^| 

^^^B                debe  de  ler  pañalón. 

censo  («lal,  que  en  vaullaje  liero,                     J^^^l 

^^^B              porque  tal  vex  huele  mal 

A  la  tirana  ingrata                                                ^^^^| 

^^^fl              cuando  triste  i  casa  vuelvo. 

tributa  el  mozo  en  <iro,  el  viejo  en  plata.            ^^H 

^^^B                T  el  alma  donde  le  envueiro 
^^^1              hace  oficio  de  pañal. 

O.rMKKCIA,                                   ^^^M 

^^^B                Cerapeí  lien,  j/^ui  os  espani.i? 
^^^B              laridmela,  si  os  molesta, 

íQmí  sacas  de  todo  eso?                                   ^^^H 

^^^^^B 

^^^H              que  quien  con  niños  se  acuesta. 

ESCENA  Vil                          "^H 

^^^B               ya  vos  veis  cual  se  levanta.*— 

^^^H               «Que  mos  prace»,  respondieron 

DiCHM  f  tí  Dugua,  oevJto.                             ^^^| 

^^^B              Kxlas,  asiendo  los  maios... 

^^^^1 

^^^B                il'ardiás!  que  i  puros  porrazos 

^^^B              las  costillas  me  molieron. 

Es  vieja  la  sospecha,  amor  sin  seso,                   ^^^^| 

^^^B                Pügsban  con  tanta  acucia. 

y  Enrique  con  Clemencia,                                       ^^H 

^^^B                que  de  miedo  el  alma  helúls 

creciendo  celos,  nien>iuan  mi  pactencJL                  ^^H 

^^^1                creyendo  salir  Uvada, 

Yo  soy  vtejo,  ella  moza,  y  i\  travietoj                  ^^| 

^^^H                ó  suda,  ó  vuelve  mis  sucia. 

tras  ellos  mi  sospecha                                          ^^B 

^^^B                Y  i  n>i  llegar  cortesanos 

me  trae,  que  amor  con  celos,  siempre  acecha.            ■ 

^^H                con  el  Duqije  en  compaAla, 

E!llilt}liS.                                                 ^^B 

Si  al  Duaueal  Tin  heredo,                                        ^^| 
y  en  verde  mocedad,  Clemencia,  puedo              ^^^H 

^^^B                llena«dc  volatería 

^^^B               como  los  cascos,  Ih  manos. 

^^^H                caitandA,  daban  los  mazos 

^^^B                en  U  huesa  con  Cattin. 

en  tiiamos  iguales                                           ^^^H 

^^^^^K        Que  ropa  de  maio,  en  fin. 

^^^^^H 

^^^^^H        muere  moza  hecha  pedazo*. 

I    Kn  <I  «riginal  «mi  v,  errau  tvi^enie.                       ^^H 

^           COllliaiAt  D£  TIKSO  DE  MOUÍIA.— rOMO  J. 

^1 

66 


Ct,  MELANCÓLICO 


■mane  nposo  k  remediar  mn  malea, 

j':uinio  mcior'ic  evii  goiiif  sin  miedo 

de  caducoi.  engaños, 

ilun^a  luvciiiuu  que  helados  años? 

No  uftndii«  tul  icsoro. 

ni  con  (Múa  piala  mezcles  oro 

do  pici:ii>i<>i  quilates, 

pun  cuando  si  cie^o  amor  coyundas  ales, 

si  bieti  te  quiere  el  Duque,  yo  le  adoro, 

ni  tan  hermoso  espejo 

niegue  obfoios  é  un  moio  por  un  ^  iejo. 

Di-Que. 
{Oh,  ámame  liioníero!, 
no  serís.  si  yo  puedo,  mi  hcrMoro; 

3tie  no  es  bien  me  suceda 
ludo  que  en  vida  lo  mejor  me  hereda. 
Hi¡o  Icn^iíf  (cttoto  verdadero, 

Íue  i  quien  es  corresponde, 
(fo  veamos  lo  que  dice  al  i'onde. 

Clemencia. 

Enrique,  en  la  tutela 

del  Duque,  que  en  amarme  se  desveta, 

qucdí  desde  la  cuna, 

muertos  mis  padres:  y  en  i(tual  Tonunt, 

el  tiempo  de  mi  edad,  que  joven  t  uela, 

conoce  satisfecho 

la  pnca  falta  oxe  con  i\  me  han  hecho. 

Duquesa  me  obedece 

Oriii::iseMM'»  Kc4li  SÍ  me  apetece 

mi  tio  el  de  Breraña; 

y  cl  lue^''  '^'^  "''  amor  le  nieve  engaña, 

que  este  hcchkcro  amor  rejuvenece, 

na  té  que  el  güito  mto 

admita  ver  esposo  i  quiett  ve  lio. 

Ataja  tú  esos  dai\os 

y  peesaadc  sus  nestóreos  años, 

que  vo  que  le  obedeico, 

n  >  ámame,  padre  si,  la  mano  ofrcico, 

i  quien,  cuando  consulte  desengaños, 

el  Duque  me  dedique. 

E!(*tOL>K. 

Espera. 

CutUKMClA, 

Hano  os  he  dicho,  conde  Enrique. 
(Ytu  Ctnaencla  J 


ESCENA  Vltr 
Kl  ConJe  EiRigcK  y  ti  l>i'«va,  oeulto. 

ENBI^lrr., 

Harto,  y  unto,  que  dudo 

u  estoy  despierto  6  sueño.  Dios  desnudo, 

pues  que  rapaa  ic  llamas, 

desticrren  canas  tus  sabrosas  llamas, 

que  tu  reino  jamlts  sufriltas  pudo. 

At  Duque  desengaña. 

Dame  i  Clemencia,  amor:  dame  ¿  Bretaña, 


ESCENA  IX 

KlDsqv*,*oto. 

Ni  i  Bretaña,  ni  á  Clemencfa, 
que  tenüo  ya  sucesor: 
menos  impulsos,  mi  amor; 
V  mis  canas,  mis  prudencia. 
La  Duquesa  ha  dicho  bien; 
no  dice  mi  senectud 
con  la  verde  juventud 
que  en  su  edad  mis  ojos  ven. 
Sucesores  deseaba 
que  legítimos  en  ella 
me  beffdasen,  mas  la  estrella 
que  en  Rogcrio  Francia  alaba, 
me  inclina  á  que  de  Bretafla 
el  ducado  ilustre  herede, 
y  ci  conde  iCniique  se  quede 
con  la  opinión  que  le  engaña. 
Hijo  es  mío  natural 
mi  Rogerio,  y  la  prudencia 
que  hace  i  mi  amor  resistencia 
le  dará  mujer  igual.  0'"«^ 

ESCENA  X 

rit>aa«  y  Koaní*. 

Roomo. 
Ya  he  vuelto  por  la  opinión 
que  perdió  mi  voluntad 
por  teca  y  sin  atición; 
ya,  señor,  la  autoridad 
y  sentencia  de  Platón 
puede  difinirme  en  hombre; 
pues  SI  es  animal  sociable, 
porque  en  ti  el  amor  te  asombre, 
unancllcza  SEradable 
me  ha  honrado  con  esie  nombre. 
Ya  estoy  tan  enamorado 
que  no  si  tí  vivo  en  mi. 

Pisa*  DO. 
¿Tan  presto? 

BO<>FPIO. 

Es  precipitado 
amor.  Vine  ',  vi  y  perdí 
la  libcriid,  noel  cuidtdo. 
Ya  juzoar^  por  mejor 
potencia  la  voluntad 

3ue  cl  entcndim^en'.o:  Amor, 
c  su  noble  facultad 
liov  me  ha  hechn  profesor: 
de»te  hoy  cursaré  su  escuda. 

PlNAUDO. 

Rogerio,  perdido  cstis. 
Booeaio. 
Amor,  coma  es  ave  y  vuela, 
llegó  presto.  Uye,  y  sabrás 
la  causa  que  me  desvela. 
La  caaa,  ucupacii'in  que  al  noble  mursira 
del  trato  militar  cifras  y  sumas, 
al  Duque  trajo  á  la  comarca  nuestra, 


I    Kneloriilntlirirt*. 


ACTO  PWMERO 


■ 
■ 
I 

I 


que  yo  solía  gonr,  porque  preiutn» 
que  el  ver  servir  al  viento  de  palestra 
i  escaramuza!  de  enemiüit  sumai, 
mi  natural  inclina  venturotu, 
en  itt  símil  del  tuyo  (¡enetoso. 
Emboscóse,  pecdllc,  y  á  la  Tueme 
dei  «rraván,  guiando  amor  mi  palo, 
la  humildad  contemplaba  de  i.u  oriente, 
la  soberbia,  ja  rio,  de  su  ocaso, 
cuando  va^ndo  amor  por  su  corriente, 
corrida  su  deidad  del  poco  caso 
que  hacia  de  sus  llamu  mi  sostexo, 
rayos  de  agua  forjó,  si  anirs  de  fiícgn. 
t'na  serrina,  entre  otrjt  lavanderas, 
cristales  con  cristales  arteniibii 
lavando  linos  y  aumentando  eii'eras 
•n  circuios  de  piala,  que  acendraba. 
Espejos  eran  todos,  donde  vieras, 
que  el  sol  con  sus  relíelos  retrataba, 
no  ciego,  linces!,  bellos  despojos. 
dando  ojos  í  la  ropa  v  á  amor  ojos. 
Ksta  es  vasalla  nuestra,  oiía  es  Lconisa. 
de  libres  presunciones  vengadora, 
que  florea  crece  cuando  llures  pisa, 

Perlas  produce  cuando  perlas  llora, 
agaba  el  afjua  en  sucesiva  risa 
eouiactos  luyvs,  mis  murmuradora 
que  otras  veces,  que  en  ver  que  no  podia 
cursos  parar,  corriendo  se  corria. 
fresas  madejas,  no  de  las  que  á  Febo 
peina  el  Aurora,  que  esas  son  de  oro, 
de  ¿baño  si,  que  estima  el  uso  nuevo, 
cabellos  nejtfos,  no  rubio  tesoro, 
en  un  iardin  de  red.  cárcel  que  «pruebo, 
»1  is  bien  tener  en  la  pfisiOn  que  adoro 
grillos  de  voluntades,  que  traviesos, 
mii  almas  prenden,  cuando  esiin  mis  presos. 
Rlanca  gorguera,  abierta  lechuguilla, 
guarnecida  de  pumas,  mejor  ilcchas 
que  entre  limpia  camisa,  maravilla 
seri  si  ves  sus  pechos,  y  no  pechas. 
Ribeteado  uyuelo  de  palmilla 
verde  en  color,  azul  en  mis  sospechas, 
mangas  preus  al  hombro,  cu}'-'  Uno 
humano  fué  ttia  v«  con  lo  dirino. 
Gozaba  el  agua  to  demds  que  callo, 
puesto  que  bien  pudiera  por  viriles, 
cuando  no  distinguíllo,  peneirallo. 
Los  ojos  del  amor,  arfeos  sutiles 
de  mi  vasalla,  en  Un,  siendo  vasallo, 
criminales  deseos,  en  civiles 
ejercicios,  de  estudios  ocupados, 
á  nuevo  amor  dan  ya  nuevos  cuidados. 
No  U  lo  que  le  dije,  divenido; 
mas  sé  que  respondiéndome  agradable, 
mudú  palabras  al  mayor  sentido, 
si  amor  ciego,  por  ojos  es  bien  que  hable, 
Tus  consejos,  itñnr.  he  yu  cumplido; 
hombre  soy  con  i'Utún  comunicable: 
no  diris,  si  intratable  daba  nota, 
que  ya  me  agravia  voluntad  idiota. 

PlHARHO. 

Ni  tanro,  hijo,  ni  lan  poco; 
ni  en  amar  tan  descuidado, 
fii  de  suene  enamorado, 
que  de  libre  dei  en  loco. 


De  <Io«  cxucmoi  contrarios 

un  medio  se  per  fie  tona; 

ta  sequedad  te  ocasiona 

á  erectos  exira'jfdmarios. 

y  el  amor  que  ahora  adquieres 

en  cosa  lan  desigual, 

de  tu  noble  natural 

te  ha  de  hacer  que  dcgeneret, 

á  todo  pondris  remedio 

si  ves,  Quc  para  querer, 

el  cuerdo  no  ha  de  escoger 

por  lin  lo  que  sólo  es  medio. 

Quila  lij  de  aqucsc  amor 

losupcrñuo,  y  quedará 

en  buen  puntó. 

ROOKRIO,  NOÍCfí 

posible  eso  ya.  stñot. 
La  memoria,  que  por  tarda, 
con  dtliculiad  aprehende, 
lo  que  díHcil  entiende, 
sin  olvidarlo  lo  guarda. 
Yo,  que  en  la  memoria  tengo 
esta  ves  la  voluntad, 
si  puscdiliculiad 
«n  amar,  y  ya  prevengo, 
prende,  en  due  mi  gusto  vivo, 
al  ángel  he  de  imiur 
en  no  saber  olvidar, 
porque  eterno  en  ella  viva. 
PiNANDu.  ¿Hay  mudanza  semejante? 

EsnesA  XI 

Dieaat  /  CaklIh. 

CAni.ÍK.    Nuesamo,  los  dos  Duquesos, 

con  pijaros  v  sabuesos, 

csitn  en  casa. 
PíxxiiDO.  Ignoranl*: 

^qu4  dices? 
CarUn.  Que  en  casa  están 

los  dos  Ducos,  hembra  y  macho, 

¿Pensará  que  esto  bo'Tacho? 

Pues  va  llegan  al  laguán. 
Pin'audo.  ¡Válgame  el  ciclo!  salgamos 

á  recebillos. 
CAKiJfe.  iVerá!. 

de  rondón  se  entran  acá. 

Boda  hay  hoy:  cena  esperamos. 

ESCENA  XII 

DicilM  SalfK  ¡íor  una  patria  ti  OtQci,  r.i.aurxciA 
y  Esmvu».  Por  oír»,  Lsosiu  y  Pi»*i.a  con  /lo»  Ut- 
flOf  4t  fiara  y  Hd*icci  coa  yutimntu  dt  JoAra* 
4ara. 

M tísicos.  Qm*  ti  ehi-el  y  /j  rota 

Ícuál  rra  ináí  hermoui? 
;i  clavel,  lindo  en  color, 

y  la  rosa  I  oda  amor; 

el  jaxmin  de  honesto  olor, 

la  azucen ji  religiosa. 
MI!,ticos.  jCiidl  et  la  más  Kermotaf 
I'mo.        La  violeta  enamorada, 

la  relama  encatamadi. 

la  madreselva  me/claJa. 

la  flor  de  lino  celosa. 


fiL  melamcAlico 


.% 


Zh'ifi'E. 


i-tonaií. 


FlREI.A. 


Dt'ffi'r. 


CaklIn. 


Cl.CUBK, 

CakÚk. 


DL'QÜK. 


^vát  ei  más  hermofa? 

aiJI  era  mát  hermosa!' 

iucliw  (Itbc.  uran  señor, 
i  %  uc5ira  cssa  t^ti  <)U:nia, 
pues  pur  ella  «qucsU  v» 
pnra  nonrarnos.  U  visita. 
;üh,  Pinardo!  ya  que  i  <to% 
de  nueuta  Cune  o>  reitra 
U  quieiiMl  (1«  jiquesiM  campos, 
envidiando  vuciiri  viJa, 
pues  no  me  veis,  vengu  á  veros. 
Rogcrio.  FlreU  ilila, 
i  pcsBf  de  (esisieticias, 
i  mi  amor  ifii\i<  dich». 
Como  led^^co,  es  mi  umante. 
¿So  va  el  nima  en  mi  vr»ia 
con  má-S  <iios  qne  pestañas, 
poroue  !ius  penat.  me  digín? 
iQui  no  poilrin  los  he>:hij:os 
de  tu  gracia,  LconKi! 

Eues  las  llamas  de  lu  amor 
as  cebado  en  a^ua  fiía. 
Si  tenéis  ules  serranas, 
Pinardo,  no  es  maravilla 
que  olviiitis  lelas  de  Code 
por  aldeanas  palmillai. 
)Qu¿  cuii>)sas  lavandeíai! 
A  )o  menos,  teñur,  limpias, 
libres  de  los  badulaques 
que  allá  i  las  damas  empringan. 
(Apcrit.t  ;Ay,  serrana  de  mis  ojos! 
¡qué  bien  Jicc^t  ;quc  bi«n  pintas 
l>  diferencia  que  al  arle 
hacen  beliei^^s  suncillaiil 
Lavan  la  ropa  de  casa, 
señor.  Fircl»  )■  Lev-nisa, 
y  hay  pattor  que  les  da  á  vikIUu 
el  alma  de  las  camisas. 
Pero  hay  mazo  lavandero 
que  desmenuza  costitlu 
)'  batana  enamorados: 
mis  espaldas  se  lo  di^an. 
.'(^uc  os  parece,  mi  Clemencia, 
las  lavanderas.^ 

Que  Dbli|{Bn 
á  su  alabanza  los  ojos 
y  las  almas  d  •m  envidia. 
iOhl  pues  si  lavar  tas  viera 
un  menudo  con  sus  tripas 
y  enchir  de  sunj-re  y  cebolla 
un  obispillo  sm  mitra, 
yo  SÉ,  por  más  que  esduqueso, 

Suc,  sin  buscar  gollorías, 
la  comida  y  la  cena 
no  pidiera  son  ■  morcilla'i. 
RÚMko,  apártale  alta. 
Dejaldc,  pur  vida  mfa. 
que  tiene  donaire  extraño. 
Rrincipalmente  esta  nirta, 
que  ahorra  de  suene  el  agua, 
que  híio  un  vientre  «I  oiro  dia 


PlSA^IW. 
CARt-ÍM. 


Hucesto. 

Ot'QUK. 


(tOGERIO. 

Du9t''B. 


RoiOiiRio. 


sin  gastar  mis  de  un  caldero: 
(mirad  si  es  barata  y  limpia! 
¿l-^ste  mancebo  quién  es? 

(Por  KoKti 

Mi  hijo,  y  en  quien  se  cifra, 
f¡ran  sei^or,  mi  sanRre  y  casx. 
Perdígasele  el  oko  <na, 

señor,  la  escofieta  al  cura, 

que  hay  quien  dice  que  t>én  tUla, 

V  con  Firda  cenando, 

ia  halló  dentro  una  morcilla. 

Dcme  los  pies  vm-sira  alte». 

l.trxnr.i  iCielnsl  ^So  fuera  injusticia 

a  lat  presencia  neaalie 

mi  sucesión,  siendo  di  «na 

de  la  corona  (!e  Franti».' 

Mi  hi¡o  es,  y  ima^ien  misma 

de  la  prenda  mila^trosa 

que  en  el  cíelo  esirellss  pisa. 

Alzad,  ¿(ximo  «  vuestro  nombre? 

Cran  señor,  Rogeno. 

IApartr.t  AdmiU 

trciaña  por  su  seitor 
tan  heroica  fiillardfa, 
que  Fnriqueno  lo  hadeser.     _     ^ 
i.t^.i  Suspenso  el  [>uque  me  míra. 
Pues  no  ha  de  hereJaime  en  muerte 
quien  piensa  heredarme  en  vida. 


I    t:ii  el  tcttoy  en  t*  tdldAn  ilt  llxneobiucli  Mi> 
p«r«  M  tmia  <rl<l(nie. 


Pinardo,  ya  que  las  canas 

tic  i  tan  tente  os  jubilan 

de  la  asisiencia  en  mi  conc, 

Hogerio  es  bien  que  U  siga. 

Cormigo  quiero  llevarle. 
Ror.KKio.  ¡A  y.  ciclos! 
Lkokisa.  ,Qué  es  esto,  amig«> 

¿hoy  amada  y  hoy  ausente? 
Fii>n  K.  Ouien  bien  ama  tarde  olvida. 
PiKAKiKi.  lia  cumptido  vuestra  aliexa 

en  esii  acci<^n  con  distintas 

cspeíanzas  y  deseos. 

t.o  primero  con  las  mías, 

viendo  que  en  "  Rogerio  puede 

daros  mi  vejez  prolija 

traslado  de  original, 

que  mi  fe  y  lealtad  imil4. 

Y  con  lat  tuyas,  iCñoT. 

Jorque  de  suerte  s«  inclina 
serviros  en  la  corte, 
que  importuno  cada  día 
mi  tibieza  reprehende. 

RooExio.  iAf;srtr.i  ¡Av,  serrana  de  mi  vida) 
¡Oíali  quecsias  verdades 
no  fueran  por  ti  mentiras! 
Pretendí  ser  cortesano 
anies  de  verte:  ya  vista, 
la  corte  s«rá  d<4ieno 
que  ausente  de  ti  >  me  altija, 

Dt.'Qi't.    Iloy,  RoKcrio,  st^ún  oslo, 

vuestra  esperanza  es  cumplida. 
Trocils  por  la  corte,  campos, 

Ípor  palacios  las  quimas, 
lonrindome  vuestra  alteza 
por  tan  clara  mejoría. 


1   Suplido  ciit  «ea*. 
3  Ii««)(iti||laal*dcn(*. 


«qué  inleríi  e«  drtprcdar 
tu  que  «i  ii  no  lienc  csltmi? 


I DUQI». 


'  Clcmcm. 


Roúuio. 


Lkomsa. 


rRooEftio. 


LeoMts*. 

Rooinio. 

Roc.Koia. 
Lkoniia. 

ROÚMIU. 

Leomsa. 
Leomsa. 

RütiSBiu. 
LsostsA. 
Roocnio. 

IRoiirnio, 

iRor.tmo. 

rCJkKLtN. 


H^íio  ídJtif  ■  ■-■'»»  yarir,  y  un  ^co 

«^■'IitifMttidiva  it'upiiiCir  US  jr  Pícela.} 

Euuchad.  Pinaftlo,  aparte. 
MCitfl).)^-''^  de  mi.hcnnoui  prima, 
que  xi  no  le  pcfíuailo. 

Sel  Duque  vicj»  pi^rfia, 
e  ilc  perder  á  UceuAji. 
Téiigole  amor  <le  ^rbrina, 
r  aunque  le  de^ilenu  amuntc, 
no  «ti  bien  que  permilt 
deMCaloí  liccii<:><>S(>^.  ^ 

[.t  l.n>n>ii.)NomcrccenmlldejilkblS, 
dukc  hcchUo  de  mi  iliiia, 
duración  en  su  aii-gnu. 
Hoy  o*  ame  y  hoy  nic  parlo. 
;Antor  }  ausencia  en  un  dial 
¡l'ena  y  gliiria  en  un  in^untet 
Si  no  acaban  con  la  vida, 
no  son  efectos  de  amui. 
Sin  vus,  Kogeriti,  la  mía, 
que  ha  Unto  que  «uMenlaba 
su  esperanza  en  vuestia  tiua, 
peor  lo  habré  de  pasar; 
que  vos,  en  fín,  cuya  herida, 
por  nueva  no  es  peMeuame, 
presto  hallafíií  mcjicma. 
¿A  qué  detíeno  ol  pañis 
sino  ¿  la  corle,  en  que  hahitan 
eniie  hermosuras  y  en|(aiÍ05, 
amorosjisiiriiniaí? 
iPtibre  de  quien  .sola  queda! 
^Borran  añu^,  prenda  tnia, 
seAales  que  en  un  inMimle 
el  rayo  en  bfirnteeierni/a? 
jPuedcniniu'iasdel  tiempo, 
memorias  de  las  minas 
que  A  Troya  han  dado  tragedias, 
aniquilar,  ni  aun  cenizas.^ 
(Pues  por  qu<^  rayos  de  amar 
no  quieres  que  etWnos  vivíii 
en  una  voluntad  bronca, 
que  victoriosa  conquísias^ 
Inmóvil  SO)  i  mudanias. 
Que  se  cumpla  y  no  se  dt|;a 
es,  Kogerio,  lo  que  impona. 
íQmí  Icmcs^ 

Circes  que  hechizan, 
UlisGS  soy. 

Todo  cngiAos. 
Til  me  agravias. 

Tú  me  olvidas. 
lYo!  <-Cómo? 

Como  te  ausentas. 
En  ti  me  quedo. 

¿En  mi  mismaí 
SI,  mi  bien. 

¡Ar.  que  eres  bombrd 
Hombre)'  firme. 

^()ui£n  lo  añrmaP 
Quien  w  adora. 

Jura. 

Juro. 
jArre  allá!  que  el  I>uco  <ñ  mira. 


Í'(KA>00. 

Bnmiqub. 


Clkmen. 


Leo  MISA. 

RoiiKIlO. 


t 


rO  PRIMKRO  69 

s.  :■,  co'pja  y  ciín 

de  v.i-  ■..i...^,..íi  y  letras. 
No  querrá  el  anior  que  viva 
para  dilatar  mi  clnria, 
y  dar  d  tu  eJ«d  Herida 
él  Enero  de  sus  uñoi, 
que  la  tuya  enerili^un. 
Uck  Dios,  Enrique  al  Duque 
salud  Con  un  larga  vida, 
como  en  mi  cr<\:en  deseos 
de  que  en  su  amor  no  prosiga. 
V.n  fin,  Hot^erio,  ^os  paitls.^ 
Lu^o  que  yo  vi,  l.eonisa 
mi  primero  amor  en  a^ua, 
pr<jmtstlqu¿  su  rClinu. 
¡Qué  ticilmvnte  se  enturbian 
sus  esferas  cristalinas! 
tQue  lá^il  desaparecen, 
dando  i  sus  corrientes  prisa! 

LiuHtsA.  No  dista  mucho  la  corte 
desias  sulodades. 

Itov^exH).  Dista 

lo  que  basta  para  etiorbo 
de  verle  ro  cadn  dia. 

Leonisa.  Caías  hay  que  amor  inventa, 
garzas  nuestros  montes  crian: 
amor  es  iodo  ocasi<ln 
st  la  Buseni:ia  nu  la  entibia, 
si  TOS  la  buscáis.  Rocerio, 
yo  haré  también  de  us  iiúas 

farairosi  ver  allá, 
lumple  lú  eso,  l.conisa, 
vulverátel  alma  .1  un  muerto 
y  vetiis  que  resucitan 
los  reces  que  1  verme  fueres, 
mis  esperanzas  marchttu. 
Li;oMs\.  Va  querréisoua. 
Ro'.KBio,  ¿Yo.  k  quién? 

Lgunisa.  Hay  allí  damas  que  pisan 

Elaia  en  corcho  coronados, 
e  su  mudanza  me  avisan. 

Lkunisa.  Arrastran  lelas. 

RoGEBiu.  éQué  importa? 

LüoMSA.  ¿Pues  qué  attimáis  voi? 

RooEHio,  Tu  frisa. 

Lcosis«.  ¿Mis  que  el  brocado? 

RoiíKaio.  iPuesnol 

1.C0.MS».  ¿Por  qtií,  síes  tosca!' 

RoiíEMio-  Es  sencilla. 

I.EoNisA.  Traen  cadertas. 

RooKHio.  Son  prisiones, 

I.Ki>M>A.  Traen  firmezas. 

RooiíRio.  Son  postizas. 

I.voNrSA.  Traen  diamantes. 

RoiiEioo.  Son  engailos. 

CAat-i.H.   jArre  aMi!  que  el  Duco  os  mira. 

DtKft^E.    Casarélc  con  Clemencia, 
si  el  Papa  te  le)>liima, 
y  sucederá  en  mi  estado. 

PlMAKOO.  :>oU  su  hermosura  es  digna 
del  esposo  que  la  orrcces. 

RuaKRio.  ^Permiliris  que  te  escriba? 

Lkokisa. 


Si  lascarías  son  U  sal 
que  conserva  amor,  ^quiín  quita 
que  no  escribiis  por  instantes? 
Roce  a  10.  ¿Sabes  leer? 


7° 

LcoKts*.  La  canilla 

áe  lu  >mor,  donde  comienzo 
ct  A  &  c  de  mis  dichas: 

RoGcnio.  ¿Y  eícnbir  s«bris^ 

Lkomsa.  Ttmbicn; 

pues  siendo  de  smor  pupila, 
plumas  serán  pensamientos 
y  lignmas  datin  lima. 

Ro(,K*io.  ¿De  quiín  pod-emos  fiarnos? 

LcvMSA.  De  CarÜn,  cuyas  malicias 
son  en  toda  aquctta  sierra 
sin  perjuicio  v  de  ni«. 

RooEmo.  En  fin,  «no  me  olvidarás!' 

Leokisa.  Amor  labrador  no  olvida. 

[toúEaio.  jSerii  firmen 

LtosrsA.  Seri  bronce. 

CakUk.    ¡Arre  allí'  que  el  Duco  os  mira. 

DÜqub.     Ya  me  parece  que  es  hora 
que  nos  panamos,  sobrina. 
Traillan.  Conde,  los  caballos. 

CaülI».     Boca  abajo  el  zaguán  pisan. 

DuQue.     Venga  conmigo  Rogerio. 

PiKAHuo.  Gracias  A  Dios  que  cumplidas, 
hijo,  ves  tus  «peraniat. 
Letras,  armas,  cortesía 
le  he  enseñado.  Si  con  ellas, 
entre  enredos  y  mentiras, 
te  conservas,  bien  logradas 
serin  lai  liciones  mias, 
Hlftate  drchoso  el  cielo. 

RooCR  10.  Adiós,  seAor.  MI  Lconisa, 
esto  es  panir. 

CarlIk.  Con  dolores, 

porque  Si  parto  una  panidft. 

Rooeaio.  No  me  olvides. 

Leohisa.  ,iCÓmo  puedo.^ 

ftouEnio.  «Irásme  i  ver? 

LeostsA.  Cadadta. 

Rotisaio.  Adiós. 

I.EOMISA.  Adiós. 

Rogerio.  ¡Ay.  mi  bienl 

CaklIn.    lArrctlUlqucelDucoosmira.' 


ACTO  SEGUNDO 


ESCENA  PHIMÜRA 

El  DvQua,  RoOKHio,  Cíkusim*  y  oirM. 

Ot;Qtt. 
Ya  estás  legilimado, 
y  por  sucesor  mió  declarado 
en  Bretaña,  que  estima 
lamparles  con  que  d  cielo  le  sublima. 
Ya  yo,  cansado  y  viejo, 
seguro  de  tus  iciras  v  consejo, 
en  tus  homLiros  alivio 
el  peso  del  gobierno  que  no  envidio, 
sino  ociosos  descansos 
decazt.s  Icrcsy  de  libros  mansos, 
porque  en  vcjei  lograda 
me  manda  el  tiempo  jubilar  la  cspada- 
Clemerciaet  mi  sobrina, 
en  hermosura  y  discredón  dirjna; 
Jei  de  't}or(ioñ¡i'herman:i. 


KL  MELAN'CAUCO 


do  Oniens  Duquesa,  que  apacible  y  Hins. 

mientras  Ruma  dispensa, 

sólo  en  amarte,  como  á  dueño  piensa, 

juzgando  á  gloria  inmensa  el  bien  quegans. 

Rogerio,  ¿pues  qué  es  esto.* 

<Tii,  triste  agora,  cuaiiuo  manilieslo 

secretos  que  na  tenido 

el  tiempo  en  las  entrañas  det  olvido? 

Cuando  solo  creías 

heredar  las  groseras  alquerías 

que  viste  el  uval  pardo, 

hijo  de  un  Duque  ya,  no  de  Pinardo, 

en  posesión  segura 

del  estado  bretón,  donde  te  jura 

por  seftor  la  nobleza. 

¿melancólico  tú?  ¿Tú  con  iristc»? 

Pudiera  hacerte  agravio, 

á  no  llamarte  tus  estudios  sabio, 

creyendo  que  echas  meno* 

munies  de  riscos  y  de  encinas  llenos, 

riisiico  por  costumbre. 

y  que  te  da  l«  corte  pesadumbre, 

el  palacio  Irísteía, 

y  bárhurii  disgusto  esta  belleza: 

que  aunque  ilustre  has  nacido, 

Sodrás,  como  entre  montes  has  sividOi 
t  la  costumbre  hacer  naturaleía. 

ROOEPtO. 

La*  ruonct  que  alegas 
contra  el  tropel  de  mis  pasiones  ciegas, 
i  mí  tristeza  alcadén 

S fados,  señor,  que  mis  me  persuaden 
la  melancolía 
que  ocupa  mi  confusa  fantasta. 
bsiaba  yo  contenió 
con  un  mediano  estado,  fundamento 
de  la  alegre  esperanza 
que  mienta  malograr  esta  mudanza: 
ni  pobre  lornalero, 
ni  privado  en  la  corte  lisonjero, 
mascón  la  medianía 
que  Salomón,  prudente,  á  Dios  pedia; 
porque  ni  la  pobreza 
deja  volar  ingenios,  ni  la  alteza 
que  estriba  en  la  abundancia, 
se  escapa  de  soberbia  i  ignorancia: 
pues  solo  hallan  remedio 
estos  extremos  en  el  quinto  ■  medio 
que  forman  la  bajeza  y  la  arrogancia. 
Era  mi  pasatiempo 

los  libros  y  las  armas,  contra  el  tiempo 
que  el  ocio  necio  pierde; 
ya  el  agua,  el  viento,  y  ya  «I  campo  vvnle, 
midiendo  auroras  frescas 
con  envidiosas  caías  v  con  pescas; 
y  mientras  estudiaba,' 
agradecido  al  ciclo,  me  preciaba, 
que  á  petar  de  la  herencia 
en  que  en  el  mundo  estriba  la  potencia 
de  necios  opulentos, 
que  llamo  sabios  vo  por  testamentos; 
yo  con  la  industria  mía. 


fiuato». 


Asittori||iail):H*r»«nbai(h:peT»4ebe  de  «f 


^^^^^^^^                                                      ACTO                                                                                    71              ^H 

H       lo  que  no  i  la  fortuna,  l«  debía                                           nube  por  vos  «yudada.                           ^^M 

H       anibicÍoM>  de  fama  v  de  ^aodcia 

se  entretendrá  el  alma  mía.                      ^^M 

H      no  heredada,  adquirida 

que  ya  i  imitaros  empieza;                       ^^H 

B      ^'^  noble  ingenio  y  cMudiosi  vida. 

51  al^re,  hará  mi  alugiía                        ^^H 

que  íluitra  mái  la  pertunal  nobleía. 
Agora,  pues,  que  veo 

Alarde  de  esa  belleza.                             ^^H 

Seré,  en  ün,  espejo  ñ<i                          ^^| 

frutiTOdos  mil  estudios  y  deseo,                                          i^ue  en  todas  iát  utationes,               ^^^^H 
y  que  en  (e  desta  herenda                                     1                    sin  colora  ni  pincel,                            ^^^^H 

no  hay  entre  mi  y  el  nejio  diferencia,                  1                    leirale  haiía  lasaccionejí                    ^^^^H 

puei  fortuna  irKonítante                                                          vueiiras,  miiánduos  en  ¿1.                   ^^^^| 

con  riquezas  me  iguala  al  i^tnorame. 

ftocEKio.  Perdóneme  vuestra  alteza,                  ^^^H 

¿no  te  parece  justo 

que  merece  su  belleza                           ^^H 

que  cuando  adquiero  estado,  pierda  el  t^usio. 

un  gusto  más  sazonado                         ^^H 

viendo,  como  soldado 

que  e!  m!o,  agora  asaltado                     ^^H 
desta  enfadosa  irisioia.                          ^^H 

en  la  paz  el  ingenio  tciofmadii? 

A  pocos  poderosos 

l'aru  mejor  ocasión                                   ^^H 

he  oido  celebrar  por  inftcniosús, 

guardo  el  agradecimiento                     ,^^H 

que  en  ellos,  de  honras  llenos, 

que  debo  i  tanta  afición,                 ^^^H 

es  et  ingenio  lo  que  vale  menos.                                               cuando  el  amor  y  el  contento            ^^^^H 

Y  asi  líenlo,  ofendido,                                                         pongan  d  Rusto  en  sazón.                ^^^^1 
tener  en  menos  lo  que  mis  ha  sido,                                         \  cnirclanio  de  tu^r                          ^^^^H 

pues  crceri  auien  me  jura                                                        á  que  sín  más  compañU                        ^^^| 
que  no  es  sabio  quien  tiene  tal  ventura:              1                    que  mi  dcscorlés  pesar                             ^^H 

y  si  es  aüi  ¿tn  qué  precio                                                          ceda  i  la  melancolía                                 ^^H 

tendré  «te  estado,  en  opinión  de  necio,                                el  derecho  del  amar.                              ^^1 

contra  el  ingenio  que  volar  procura?                    Cl^hem.  No  lenjío  más  gusto  yo                         ^^ 

r.,  .,,^                                                        queel  vuestro.  Ahí  mi  amor  llesÚMaJ             1 
^"O^^-                                                 3e  la  esfera  de  mi  cielo                          _^M 

Toda  melancolía                                                                la  llama,  que  envuelta  en  velo,              ^H 

ingeniosa,  es  un  ramo  de  mama.                                         abrasándome  me  heló.                          ^M 

y  no  hay  sabio  que  un  poco.                                              Es,,  sequedad  adoro.                            ^H 

si  á  Platón  damos  fe,  no  loque  en  loco.                               «,c  cotendimienio  estimo.                    ^M 

En  u  lo  verificas,                                                                jcjle  marmol  me  enamoro,                  ^^1 

«ntiéndolo  de  modo  que  lo  explicas.                                  v  amando  me  desatino.                         ^M 

Feliz  Platón  llamaba 

el  reino  donde  el  Rfy  filosofaba. 

porque  si  vjspecho,  ignoro.               ^^^H 
Discreto  que  tanto  suoe,                      °^^^H 

¡.Mira  lú  cuin  opuesta 

triste  sin  más  ocasión                          ^^^| 

es  la  opinión  que  triste  te  molesia! 

de  ta  auc  aleiia.  no  cabe                          ^^H 

Probarás  cuin  sf3ave                                                          en  bu¿n  discurso  y  razón.                    ^H 

et  el  gobierno  para  aquel  que  sabe,                                         Celos,  falsead  la  llave                              ^H 

^H,?  *?  '^^'°  '■  e''pe''i«"=ia.                                                   de  su  «condido  secreto.                        ^H 
^^■U  divina  hermosura  de  Clemencia                                           v  aunque  perdáis  el  respeto                    ^H 

^^berá  como  instrumento                                                             al  re¿a,o  y  al  temor,                               ^H 

^^Houe  divierta  tu  triste  pensamiento.                                      sabed  síes  ia  causa  amor,                    ^H 

^^^Sus  discursos  reprime.                                                              porque  llore  yo  el  efecto.                   ^^H 

W       que  suele  hacer  mis  mal  el  mis  sublime.                                Mí  sosi>echa  temerosa                        t^^M 

^^^^pucsial  vezdaAael  mucho  pensamiento  (v'awj 

sacara  i  sus  desvelos.                      ^^^^| 

^^^^fe 

pues  son,  pasiiin  amorosij                    ^^H 

^H                      II 

inquisidores  lus  celos                           ^^H 

que  no  se  les  pierde  cosa.  (Váuj           ^^M 

^^^^                          RoMMe,  y  Clekkhci*. 

^^^ 

^^^^  Clcmck.  Si  como  yo  os  tengo  amor. 

ESCIENA  III                             ^M 

^^^L                ventura  también  luviera 

huORUO,                                                       ^^H 

^^^K^^         para  alegraros,  sejior. 

^^^^^^L         contento  Bretaiía  os  viera 

Todo  esto  os,  Leonisa  mía,                  ^^H 

^^^^^^H         y  á  mi  con  gusto  mayor. 
^^^^^^B        Massí  paradivertiros 

con  sofisticas  razones.                       ^^H 

buscar  necias  ocasiones                   ^^^H 

^^^^^^1        os  pueden  ser  de  provecho 

para  mi  melancolía.                        ^^^^1 

^^^^^^m        propósitos 

Si  yo  no  te  viera  et  dia                          ^^H 

^^^^^^H          dcseosde  un  lirmc  pecho. 

que  perdí  mi  libertad,                          ^^M 

^^^^^H         y  de  un  alma  ñcl,  suspiros, 

luera  esta  prosperidad                         ^^H 

^^^^^H         loda  yo  en  vos  empleada 

el  colmo  de  mi  contento:                    ^^H 

^^^^^B         os  me  ofrezco,  dedicada 

ya  sin  ti.  será  tormento                    ^^^M 

^^^^^H               templo  de  vuestra 

la  más  regia  voluntad.                        ^^^| 

^^^^^H         vos  SOIS  mi  sol. 

Pcrdiie;  ya  00  es  posible,,                J^^H 

79 


EL  MELASCÓLICO 


en  deiguatei  estados, 

dar  alivio  i  m»  cuidados, 

ni  ver  tu  rojtro  apacible; 

puimmar  un  imposible 

será  cicmo  padecer; 

no  amarle,  no  puede  ser: 

pues,  amarte,  y  no  esperar 

padecer,  y  no  olvidar, 

es  morir  y  no  pwler. 

Sí  yo  de  Pinardi)  fuera 

hijo,  cual  peni¿,  y  le  amara, 

cuando  i  mi  ser  t'e  íKualara, 

poco  tu  suerte  subiera. 

Soy  Duque:  ¡ly.  fortuna  fieral 

tormentos  con  honras  das: 

jra  yo  sé  que  igualado  has, 

midiendo  amorosas  leyes, 

los  pastores  i  los  rey  es: 

mas  yo  soy  sabio,  que  es  mis. 

En  cuanto  rey,  no  era  mucho 

llevarme  de  mi  pasión; 

en  cuanto  sabio,  es  acción 

en  que  mi  deshonra  e«ucho. 

[Con  qué  de  coniranos  luchol 

Amando,  he  de  aborrecer; 

príncipe,  tenjjo  poder; 

sabio,  ocasiono  mi  agravio, 

y  arnante.  principe  y  sabio, 

queriendo,  he  de  no  querer. 

l'ues  dar  alivio  á  mi  amor 

por  medio  menos  que  honesto. 

Di  aun  pensarlo,  porque  he  puesto 

todo  mi  honor  en  tu  honor. 

Morir.  Leonisa.  es  mejor: 

batalle  en  mi  Tanlasia 

esia  contraria  porfía, 

mientras  la  Tlaa  haga  pausa, 

como  se  ignore  la  causa 

de  tanta  mclancolia. 

ESCENA  IV 
ItAOKiiio  y  KcKi^irs, 

bxaiQUX.  Que  el  Duque  me  haya  quitado 

Sor  vos,  bastardo  y  espurio, 
Bretaña,  no  me  mjurio, 
que  mi  nobleza  me  ha  dado 
U  sucesión  suricicnic 
que  mi  sangre  ha  merecido; 
legitime  á  un  mal  nacido 
el  Papa,  esiando  yo  ausente, 
que  dc  su  eicccii'iñ  aguardo 
el  suceso  que  merece 
Ia  pfovirto.1  que  obedeice 

for  Duque  suyo  d  un  bastardo, 
ero  que  con  esta  herencia 
d  Duque  i  Clemencia  os  d£, 
«so  no,  que  os  sacaró 
el  alma  yo  con  Clemencia. 
Si  fuérades  sabio  vos, 
y  por  consiguiente,  cuerdo, 
eniriradcs  en  acuerdo, 
y  comparindoos  los  dos, 
vos  y  Clcmeflci».  mi  prima, 
temiÉrades  su  no  ble/ a, 
porque  en  la  naturaleía 
•i  Papa  oo  legitima; 


ni  por  mis  que  os  habilite 
para  el  estaJí)  que  os  da, 
posible  al  l'apa  será 
que  mancha  de  sangre  os  quite, 
Al  agua  mis  limpia  v  clara, 
como  á  otro  cualquier  licor, 
se  le  p^a  el  mal  sabor 
del  vaso  vil  donde  para: 
y  aunque  de  reyes  írartceses 
sangre  el  Duque  os  haya  dado, 
el  vaso  en  que  habC'is  estado 
por  lo  mi:nus  nueve  meses, 
que  os  habrá  pegado,  es  llano, 
el  bajo  ser  que  icn^-s, 

fiues  sois  Duque,  y  no  perdéis 
QS  resabios  de  villano. 
Que  lio  es  mis  que  villanía 
el  soberbio  pretender 
i  Ckinenüiii  por  mUKf 
Ic^lima,  V  sangre  mía. 
^(.onmigó  competís  vos, 
sin  honra,  ser.  ni  consejo? 
Rotiaaio.  Conde,  mtriosi  un  espejo, 
y  veogaréisme  de  vos.  (V»u4 

ESCENA  V 

¿Que  yo  i  un  espejo  me  mire, 
y  de  mi  le  vengaré? 
E:(ttaña  respuesta  fué: 
causa  me  da  que  me  admire. 
(Cuando  le  injurio  y  espero 

2ue  usando  de  su  poder, 
hade  mandarme  prender, 
ú  vengar  en  mi  su  acero, 
sin  airarse  contra  mi, 
sin  hacer  de  injurias  c«so> 
sin  descomponer  el  paso 
se  pane  y  me  deja  as!t 
Suceso  es  diuno,  por  Dios, 
de  admiración  y  consejo. 
•Conde,  miraos  á  un  espejo, 
y  vengiir¿¡sme  de  vos.> 
¿S\  quiso  decir  por  esto 
lo  que  Séneca,  adivino  ■, 
que  la  cólera  y  el  vmo 
en  un  mismo  grado  ha  puesta 
cuya  furia  y  frenesí, 
si  Íb  tiiitn  no  la  aplaca, 
■i  hombre  mis  cuerdo  saca, 
paraat'renialle,  desi? 
^1  el  airudo  se  mirase 
(dijo  Séneca]  i  un  cristal, 
yo  sé  que  viéndose  lal, 
de  si  mismo  se  afrentase.» 
Ya  mi  cólera  se  mira 
i  vuestro  espejo,  ratón, 
y  ya  mi  loca  pasión 
afrentada  se  retira. 
Justamente  os  llaman  sabio* 
pues  por  tal  os  bien  se  estime 
quien  sus  pasiones  reprime 
y  disimula  su  agravio. 


I    Ka  d  original.  (Urutobuwb  «erlbiA  ■divioo*. 


ACTO  SEODXIK) 


No  h«y»  mis  antr*  los  dos, 
que  me  iliréis,  si  mo  quejo: 
«Conde,  miraos  i  un  »|>cjQ, 
j  venyaréívinv  de  tos.*  f  Kiitr.) 

ESC£NA  VI 
CUHKNcu  y  CariJn. 

Clknes.   YoguModestoídeíalíle, 

Caklí.h.    ^'Puei  put  .jut  no  hablan  de  entrar? 

Clshik.  (litando  )'o  Mil  á  cuar 
te  conocí. 

CarUn.  Ni  cII  alcalde, 

ni  el  cura,  me  tjuiia  á  mi 
que  no  entre,  u  se  ni>c  antoja, 
en  la  igrcja. 

Cleuen.  ¿Quiín  le  enoja? 

Cari  K.     Va  viejo,  porque  eniro  aquj. 

Cismen.   Gs  aquete  el  guarda  Hamu 

CarUn.     jVilRanot  Dios!  ¡que  hay  quien  deba 
uuardar  damat,  y  se  atreva 
a  que  no  quemen  tas  lUmasl 
Pues  aun  no  puede  un  marido 
{¡uardar  sólo  i  su  mujer, 
¿y  habri  quien  pueda  tener 
tanto  palero  en  un  nido? 
El  ticnc  Kcniíl  icmpcro. 

Ct-EMent.  ^A  qué  hat  venido  á  palacio? 

CarlIn.  tn  el  campo  huy  mat  espacio 
que  acá.  Mai  diúi.  ^csde  vero 
que  Rogerio  a  Ducí)? 

Clkmen.  S!. 

jVendrisle  i  pedir  mercedes? 

Cahi.In.    Si  viniete  6  oo... 

Clchem.  Bien  puedes, 

que  yo  rogaré  por  ti. 

CaniÍn.    y  que,  jcl  Uuco  viejo  es  ya 
^u  padié? 

CtEHE».  El  le  ha  dado  el  »r. 

CarlIn.    jY  ella  diz  que  et  sti  mujer? 

CieuEN.   Mi  esposo  ha  de  ser. 

CaiilIs.  ¡Veril: 

hombre  huí  siempre  de  chapa; 
d«de  mochachii  (o  luvo. 
Cura  «n  nusij  lugar  hubo 
que  gdivinú  el  verle  papa. 

CI.IHX3I.  ¿Cómo? 

Carün.  Desde  el  primer  día 

2ue  eropcKo  de  gorgcsr, 
lodos  los  del  lugar 
laita  y  papa  tes  decia: 
y  corno  no  se  (e  escapa 
nada  at  cura  al  pumo  dijo: 
«jPapa  sabéis  decir,  hijo? 
pues  yo  espera  veros  papa.» 
Cl.CMKN.  {(.iraduva  ruilicidadt 

Pues  le  vais,  serrano,  á  ver, 

prucuralde  enireicner, 

y  su  ttbiezaiilivisd, 

que  después  que  es  Duque,  vive 

melancólico  en  extremo, 

y  al  paso  que  le  amo,  temo 

su  salud. 

CA«iÍ!«.  lOhl  &i  recibe 

cieno  envoltorio  que  aquí 
k  traiso,  yo  le  aiefturo 
qu«  cita  vea  cual  le  curo. 


I 
I 


Ci.euKN, 
CarlIk. 

Cami.Iv. 
Clchcn. 
CarlIh. 
Clcmen 
C^rUn. 
Clenbn, 

Carlin. 

CLINaN. 

CahUm. 

CahUk. 
Clcmek, 
Carlís. 

Cl.CUEM. 

CarUk. 

dLEVBN, 

Cari-Ik. 
CcK.virK. 
CarU.1. 

CI.BMEK, 


CarlIm. 


Carün. 


Cu:mii«. 
CarlIn. 


Clehen. 
CarUm. 

Csm.fN. 

Clrniix. 

CaatlN. 
Clcmex. 

CarlÍn. 


.  ^Es  regalo? 

Creo  que  ti, 
Moitralde  aci. 

V¡cne  oculto. 
¿EadePinardo? 

No  es  del. 
.  ^Puescuyo? 

Es  cierto  fMpel. 
Regalo  que  no  hace  bullo, 
^qut  será? 

jSo  lo  penetra? 
Son  unos  polvos. 

¿Dcquí? 
[>e  carta,  que  SÍ  ios  ve, 
también  podrá  ser  ta  íiira. 
¿Eí  billete? 

SI,  por  Dios. 
jQuién  le  ewfiW? 

No  hay  decillo. 
¿l*or  qué? 

Mandan  me  encubrí  ti  o, 
principal  menie  de  vos. 
¡Ay,  cielos!  j  V  t.  quien  le  avisa 
en  él  alguna  serrana? 
.Más  fresca  que  la  mañana. 
Bueno;  ^y  llámase? 

Leonila. 
Según  eso,  no  me  espanto, 
si  es  su  umanie,  y  no  la  ve, 
que  irisic  Kogerio  esté. 
^uMfense  mucho? 

Tamo  cuanto. 
¿Y  cual  de  aquellas  dos  era. 
que  cuando  á  caza  sal! 
con  Regcrio  hablando  vi? 
Picando  os  va  la  celera. 
La  que  me  ba  dado  esln  carta, 
cuyo  porte  pasáis  vos, 
es.  scrtora,  de  las  dos, 
barbinegra  y  cariharta. 
jEsaeJ  LeonísB? 

¿No  bonda 
decir  que  si?  En  muesa  villa 
U  llaman  «la  albondiguilla» 
por  ser  tan  carirredonda, 
¿Y  é  esa  quiere? 

Es  bella  mora 
Mosirad  el  papel  acá. 
Mas  no  nada. 

Acabad  yo, 
villano. 

lAy.qucme  retozal 
¿Vos  sabéis  aquestas  tretas, 
rústico,  zafío,  villano? 
¡Aquí  del  Rey,  que  la  mano 
quiere  meterme  en  las  leíasl 

iSaU  naturio,) 


ESCENA  VU 
Dicnot  y  nociRto 

RooiRio.  ¿Qué  es  aquesto? 

Cluibn.  La  ocasí6n 

de  vuestra  melancolía, 
si  de  la  desdicha  mia 
presagios  ciertos  no  soo. 


^^^r                                                                               KL  UELAKCÓLICO                                                          ^^^^H 

^^^^^B               Tfttle  otiís;  ten^  raxón, 

CahUn.    No  hay  ya  discretos  ogaüo.            ^H 

^^^^^H               que  el  muijif  naturaleza 

RobíRiD.  Muestra  acá.                                  ^^M 

^^^^^H                 ji  qüiín  no  causa 

Ckhüs,                    ¡Qué  mala  cuca              ^H 

^^^^^H               V  mis  i  vos.  que  trocado 

ta  Duca  debe  de  scrt                          ^H 

^^^^^H                 hibt>&  un  ilustre  «lado 

RooKKio.  jAy,  mi  bien!                                  ^H 

^^^^^H               pofc&iavil  rustíqueiía. 
^^^^^H               S«íá  para  vos  destierro 

CarlIn.                      Un  Lvciítt                  ^H 

es  si  enoja  la  Duca.                              1 

^^^^^H               la  corte  que  os  recibe. 

tl^t  Rogtiie  U  tarU.i      1 

^^^^^H                porque  donde  el  );usto  vive, 

«Del  pláceme  que  os  envío                   J 

^^^^^H               que         la  cortees  cieno. 
^^^^^1               Cambio  os  da  el  atnor,  abierto 

votvcdme  el  pésame  á  mi,                     1 

pues  lo  que  siempre  icml                ^J 
llora  ya  mi  desvario.                        ^^M 

^^^^^H                 en  letras  que  os  ha  librado, 

^^^^^H               cobrad,  quedareis  pagado, 

Duque  sois,  y  no  sois  mío:              ^^M 

l^ocíis  en  gusiu  mayor                     ^^M 

^^^^^H                    aceptii»  de  mejor  gana 

^^^^^H                una  morada 

mejoras  de  vuestro  amor,                ^^M 

^^^^^H                 que  un  generoso  duendo. 
^^^^^H                 Y  alebraos,  que       os 

que  »  en  esta  triste  ausencia          ^^M 

fuere  allá  todo  clcintnda,                ^^| 

^^^^^H               de  aue  en  vuestra             ausencia 
^^^^^H                 no  na  de  malu^f^^r  Clemencia 

lodo  ai:á  será  rigor.                           ^H 

Entre  celosas  mudanjeas                   ^H 

^^^^^H                 csperanias  de  Leonila. 

mis  deseos  faetones,                        ^^| 

^^^^^^^              Guardad  para  ella  la  risa, 
^^^^^B            .y  para  mí  los 

envidiando  posesiones                      ^^| 

sepulturin  esperanzas.                   ^^| 

^^^^^H            que     villanos  despojos 
^^^^^^^               el  alma  os  liranizafon, 

Dad,  sin  injuriar,  venganzas           ^^| 

á  quien  me  ha  d«  sucederi               ^^| 

^^^^^E,               yo,  porque  á  vos  os  miraron. 

que  yo  que  os  supe  querer,             ^^| 

^^^^^B               ubre  casiit^ar  mis  ojos.  rv«ir.i 

y  nunca  sabré  olvidar,                       ^^ 

siempre.  Duque,  os  sabré  amar              I 

si  no  os  supe  merecer.»                  ^^J 

^^^H                                        VIII 

RotiERio.  lAy,  imposible  queridol:                 ^^| 

^                                             Roomro  y  CaklÍk. 

lus  parabienes  son  tales.                   ^^| 

aue  más  serán  para  males              ^H 
del  bien  que  sin  li  he  perdido.         ^H 
Que;B>,  I.ronisa,  me  das,                 ^^| 

^^^         RocKHio.  ¡Bárbarol;  ¿que  lias  bocho? 

^H       Ckhiis.                                      vYo? 
^^^^^^               no  me  s£:  ¿quí  quiere  c  aga? 
^^^^^B               Aquesta  sera  la  paga 
^^^■iP               de  parabién  que  le  dó. 

cuando  en  tus  valles  amenos          ^^| 

quitiera  ^o  valer  menos                 ^^| 

que  aquí,  por  gozarle  más.            ^H 
Sin  li  ¿que  va  e  la  corte.                      1 

V             RooEttio.  ¿Envióle  a^á  ttunisa^ 

H              Caolín.    ¿Pues  quien  me  habla  de  envixr? 

sí  lo  es  por  ti  el  monte?  En  íin            J 
perdonándole.  Carlin,                    ^M 

H              FtOGEXio.  c'Y  escribe? 

K^         Cxni.i.s.                      Todo  un  plenar. 

te  vengo  á  pagar  el  porte               ^^| 

^^^L                      por  mis  ^ue  la  daba  príta. 
^^^B        RooBRio.  Y  le  habrás  dicho  i  Clemencia 

dcste  papel.  Ven  acá:                      ^^M 

¿llora  por  mi  mí  Leonisa.*             ^^| 
CAni.fH.    Todo  es  llanto,  si  era  risa,             ^^| 

^^^1                      todo  cuanto  en  mi  amor  pasa. 

^^H         CahlÍn.    Pues  si  con  ella  se  casa. 

suspiros  de  á  legua  da.                   ^H 

^^^V                         ¿no  era  encubríllo  conciencia.^ 

Roüamo.  ¿Tanto  llora?                                ^H 

^^H        RooENio  ¿Hay  dispárale  mayor? 

Ca«l(!í.                        0|os  y  cholt*            ^H 

^^^1        CaklI.';^.     El  marido  y  la  mujer 

lién.  que  ei  verla  compasión,         ^^| 

^^^1                      ¿una  carne  no  han  de  ser 

y  más  SI  hace  salpicón                   ^^| 

^^^1                      y  un  alma^  1:1  sermonador 

y  es  picante  ta  cebuUu.                   ^^ 

^^^1                         mos  lo  dijo  el  otro  día. 

no  embargantcque  haya  quien            1 

^^H         RooSRlO.  ¿Qni  querrás  decir  por  eso? 
^^H         CarlIk.     Pues  si  es  su  t:arnc  y  su  gucso, 

ocupando  el  lujgar  vucso,                ^J 

ande  por  ella  sm  seso                    ^H 

^^^^^^                   el  papel  que  d  el  le  iraia. 

y  la  quillotre  también.                   ^H 

^^^^^L                  y  yo  le  negué  importuno, 

RotiEaio.  Será  algún  pastor                          ^H 

^^^^^F                cuando  i  su  mujer  le  diera. 

CAaLlM.                               iMal  aíl<ri           ^H 

^                      ¿quí  impona  que  le  leyera? 
^^^H        RoOERio.  |Hay  tal  ncci<^ 

Es  caballero,  que  hereda                  ^^M 

dos  castillos,  cruje  soda,                 ^^| 

^^^B        Camlík.                           jNo  es  todo  uno? 
^^H        RocBRio.  ¿[>tsieseleal  fin? 

y  guarnece  de  oro  el  pafto.             ^H 
Rooe«K>.  ¿Quién  es?                                    ^H 

^^H        CarUn.                              ¡Mal  añol 

Car  lÍk.                    Kilipo,  el  señor            ^H 

^^H        Rooeaio.  ¿Qu¿  es  del? 

de  Castel  y  FuenMolino.                ^^| 

^^H        CarlIn.                        Aquicsii  metido. 

RooiRiO.  ¿Filipo,  nuestro  vecino?                  ^^| 
CarlÍi*.    Esc  la  t>én  lal  amor,                        ^H 

^^H        RofiKiiio.  Discreto  tercero  has  sido 

que  i  do  quiera  que  la  v4              ^^| 

la  poíiilencia  le  toma.                      ^^| 

^^^H             1    A*t  enmen^A  llaiiitnbuirh  il  itxto  que  dttli 

No  hay  desde  París  á  Roma            ^^| 

^^^H          letr**. 

quien  tales  musquinas  dé.             ^H 

ACTO  SEGUNDO 


Anoche  cantó  ásupuen« 
con  oíros  dot  una  trors, 
y  por  DioK  que  nu  era  bob&: 
pero  no  6U*na  despierta 
u  moza,  y  qiied6^en  mco> 

RoGEitio.  jY  quí  dice  á  tía  Lconiu? 

CAttUs.    Aunoue  hacedesu  amor  risa, 
perdóneme  Oíos  ii  peco; 
<)ue  <IU  es  hembra.  yi\^  tal, 

Jue  temo  lia  de  dernballa 
la  postre. 
loúMio.  Torpe,  calta. 

Cmüh.    Hurtironmos  del  corral 
et  gallo  el  lunes  paiado 
no  si  cual  de  U&  vecina», 
y  viudas  las  Rallínas 
ño  airavcsabiin  bocado. 
Llcvtlasoifo  mejor, 
y  él  todo  plumas  y  gala. 

Ía  quillotrando  £1  una  ala 
asta  el  suelo  alrededor, 
ya  escarbando,  apenas  lOca 
el  muladar  con  la  mano, 
cuaiido  por  dallas  c!  grano 
se  le  quita  de  la  boca, 
lillas  con  los  cusios  nuevos, 
menospreciando  el  ausente, 
oue  dó  no  hay  itallo  presente 
ais  que  no  se  ponen  uüevos, 
¿arin  i  Leonila  olvido, 
y  hari  en  la  memoria  callos, 
que  de  galanes  y  ínsitos, 
uno  ido,  otro  venido.— 
iMai  no  si  qu;e:i  enira  acá. 

BossBio.  Espírame  afuera  un  rato. 

mientras  que  responder  trato 
A  l.eonise. 

Carün-.  ¿Eícribiráf 

RooKmo.  Pues  nol 

Cakü».  Acabe,  que  es  tarde. 

Al  puebro,  par  Oíos,  me  acojo, 
que  me  mirú  de  mal  ojo 
la  Duca,  y  el  diabro  aguarde.  (Vúit.) 

ESCENA  iX 
Kooaaiq  y  Esmiii;!. 

Kkmqi;b<  Primo  sabio,  en  el  espejo 
me  he  visto  de  laraión, 
donde  para  confusión 
de  mt  mifmo,  faltas  dejo. 
Vuestro  prudente  consejo 
á  pedir  perdón  me  obllú, 
y  á  que  respetándoos  oÍg«, 
que  no  hay  más  cuerda  venganza 
que  aquella  que  con  templaoia 
aconsejando  castiga. 
Pues  sois  sabio,  perdonad 
•  mi  necia  del  compostura. 

RotilBlO.  Conde,  amor  todo  «  locura, 
ciega  ei  toda  voluntad. 
Yo  «timo  vuestra  amistad 
sin  haceros  competencia: 
remitildu  i  la  paciencia, 
V  tendréis  presto  noticia 
que  hay  para  todos  justicia, 
pero  para  vos  fltmencia.  íVan.) 


Pisiaoo 


75 

ESCENA  X 

KxMQtia,  «alo. 

¿Para  mi  Clemencia?  íCniuma 
es,  que  mí  ventura  cntablo- 
Itugeiio  es  sabio  y  no  habla 
sino  sentencias  de  estima. 
lÜslB  csperiinia  me  anima: 
haced  mi  duda,  obediencia, 
amitr,  )  tened  paciencia, 
pues  íiogeriu  os  da  noticia 
que  hay  para  todos  justicia, 
pero  para  mi  L'/emewi'M.  {Vmi.) 

esci-:na  xr 

y  Huiro,  t«fta/Jmi  Iw  itoi  tn  irajt 
4*  tampt. 

PlüAKhO. 

Es  Leonlsa  una  hermosa  lab.'adora, 
Filipo.  que  si  bien  se  consideta, 
es  en  belleza  ydis>:reción  seftora, 
aunque  U  humilla  calidad  grasera. 
Su  padre,  mofO  entonces,  viejo  ahora, 
en  los  prÍn-:Ípios  de  su  edad  primera. 
eviran)cro  U  trujo  á  «su  montaüa 

[•am  ¡lustrar  sayales,  de  Breíaüa. 
tcnceru  ha  kido  miu  muchos  años, 
y  aunque  pobre,  os  afirmo  que  parece 
que  desmintiendo  su  prudencia  enga/Sos, 
alpijn  valor  oculto  Ic  ennoblece. 
Vaivenes  causa  la  fortuna  extraños: 
mas  sea  humilde  ú  noble,  ella  merece 
ser  excepción  entre  esta  rustiqueza 
de  tosca  sangre  y  de  común  bellejea. 
No  porque  vos  la  amíis.  pierde  conmigo 
la  elección  que  habíis  hecho  en  su  hermosura 

KlLll-O. 

Si  tal  abono  en  mi  favor  consigo, 
¿por  qué  recela  estorbos  mi  ventura? 
Estoy  sin  padres,  y,  aunque  noble,  sigo 
ti  inclinación,  Pinardo,  oue  procura 
de  mi  oro  noble  y  de  xu  lana  escasa 
telas  lejcr  con  que  adornar  mi  caso. 
Desdéñame  Leonisa;  n»  me  espanto, 
que  no  creerá  promesas  generosas 
en  tiempo  donde  amor  promete  tanto 
y  paga  al  cabo  en  ditas  mentirosas. 
Si  vos  la  pcrsuadb  uue  at  yugo  santo 
conmifio  ate  coyunoas  amorosas, 

Íiues  siempre  os  tuvo  obedcncial  respeto, 
a  vidt  os  deberé. 

PINARSO, 

Yo  os  lo  prometo. 

ESCENA  Xlt 

Dicuot  y  ftw-í  tíiH  iiBoi  eor*lt4  >n  Ja  nano, 

FiHELA.    Cuando  los  corales  pierde 
l.eonisa,  perdida  está; 
pero  quien  perdido  ha 
su  esperanza,  un  tiempo  verde, 

y  ya  marchita,  ¿qué  mucho 
que  de  cuentas  no  haga  cuenta? 


76 


EL  MEl.ANc6t.tCO 


Amor,  suspensión  violenta. 
¡qué  de  mal»  de  ii  vMuchol 
¿yuí  hdv.  Fircts,  por  acíí 
f  L'rdiú  «II  la  fuente  l.coniu. 
lA^rimit  dando  i  SU  risa, 
«itos  coralm.  Siesta 
en  can,  mjindc,  \eñur, 
que  loi  1*1^4  á  recitar. 

Y  ha  de  sentir, 
penad  pcrdcllos. 

Mejor 
será,  dándoos  cT  balUigO» 
que  me  los  deis  i  mi. 

JA  fe? 
Y  en  CAbeía  los  pondré 
de  mi  noble  mayotKgo. 
>Psra  <|uí  qu'ere  i\  corales? 
Para  nhvrar  mi  pasi<.'in, 
que  «n  el  mal^  corazún 
me  Bfirman  que  &on  coidiales. 
Do»cs(  bienes  ajenos 
es  pecado. 

Rcsiltuye 
en  ellos  quien  me  destruye 
cuando  no  lo  mis,  lo  menos. 
Tomad  vos  esia  soilija. 
jPuedo  yo  ser  liberal 
de  hacienda  avenad 

Mi  mal 
me  manda  que  los  elija. 
Si  lo  sabe,  ¿qai  ditkf 
Daldc  vos  esta  cadena 
por  dios. 

Enhorabuena; 
mas  no  la  rG<:ibiri, 
ni  habrl  quien  dirsela  ose. 

(Oati  Kircla  Ii>t  curafd  Á  Filipo  y  loaa 

PtNAitDO.  Soy  yo  SU  casamentero, 
T  dalla  á  h'ilipo  quiero. 
Com«  ella  acepte,  acabóse. 
Vos  habéis  Je  rniercedefi 
que,  en  lin,  más  podremos  dos. 
Como  se  lu  inantikis  vos. 
¿qué  hay  que  dudar  ni  temer? 
Décis  bien,  que  es  mi  vasalla. 
Hien  Ftoiterío  la  ha  querido; (-^F) 
lietPiliposu  marido, 
y  ¿1  sabio,  Tendrá  á  olvidan*.— 
Vamos. 

Convenios  en  risa, 
ligrimas  de  amor  leales  < 
y  corales  de  Leonisa.  iVauM  i<u  éo*.} 

ESCHNA  XIII 

I.Boai»!   y  Fiau.4 

LiOMSA.  Amicip6w  el  invierno, 

valles,  si  hasta  aqui  floridos, 
ya  secos,  mi  bien  ausente, 
ageoo  si,  que  no  mió, 


i<<aiii>o 

FlHFl-A- 


FlLtPO. 
FlRSLA. 

FlLlTO. 


Fian.a. 
Filtro. 

F'meLA. 

Fll.lK>. 


Fiasu. 

FlLIPO. 
FlRSLA. 

Piuro. 

FiaELA. 

FlUPO. 

FmsLA. 


FlHELA. 

Pisámdo, 

FlKKLA. 
PlNAHIK). 


"itiro. 


I    Talla  an  v«rM  ea  «I  origiiul  ^ue  Hariicabuteh 


FlKELA. 


Leo^isa, 


FlKKLA. 

Leokisa 
FiatLA. 
LEomsA. 


PiKELA. 


Lkohisa. 


FiaEiJi. 


Lkonisa. 


FmBiJL. 
Lkonisa. 

FlMBUA. 

Lkonisa. 


ya  no  esperCis  coronar 

de  verbenas  y  de  linos 

las  mi.^icnes  de  sus  fuentes, 

los  limites  de  rstos  ríos: 

sin  Hoíterio  todo  e%  falta. 

LeonisA.  de  los  suspiros 

que  das.  si  n<v  son  de  amor, 

lo  que  buscas  adivino. 

Si  lloras  p«r  tus  corales, 

halládolos  íia  un  perdido, 

que  lu  lias  ganado  en  pecderlos. 

Todo  lu  que  eausí  olvida 

lo  pierdo  yo.  mi  FireJa. 

.Mas  «quien  los  lieiie? 

Fitipo. 
^ui¿n  scIosdÍ¿? 

Su  ventura. 
jQüé  mal  dueño  han  escogido! 
Ci'ibramekvs,  mi  serrana, 
asi  poblando  tus  hiios 
lodos  c\t</S  despoblad<M, 
cotíes  vuelvan  sus  conifos. 
Levántasele  con  ellos 
y  alega  en  tu  perjuicio 
que  le  tienes  aici  et  alma, 
y  asi,  que  le  es  perrnilido 
cobrar  de  dor.de  pudiere; 
fuera  de  que.  como  es  rtco, 
lo  que  te  usurpa  en  corales, 
en  oro  pagane  quiso. 
F.sta  cadena  me  dio 
para  It. 

¿Qué  dcsvarfoi, 
Firela,  te  descomponen 
ó  la  lealtad,  A  el  |u:cÍo? 
¿Tü  eres  mi  amiga? 

Por  serlo 
esposo  te  solicito 

Íual.  ya  que  no  á  tu  estado, 
tu  pensamiento  altivo. 
¿Pues  en  quién  puede  emplearse 
si  subir  hji  merecido 
hasta  adorar  á  Rocorio, 
que  ya  no  caiga  abatido? 
Rogefio  es  Duque. 

iQaé  importa? 
Casan  le. 

Puesto  que  envidio 
venturas  de  mi  contraria, 
no  pore*o  desconfío. 
.Mi  amor  e»  sólo  potencia 
del  alma,  que  no  apetito; 
y  el  amor  por  sólo  amar, 
es  perfixuíán,  si  es  martirio. 
Que  se  case  ó  no  Rogcrlo, 
ni  con  Clemencia  compito, 
ni  se  amorilKuan  las  llamas 
de  mi  amor  peifect"  y  limpio. 
Tú  crev  aDAsionada; 
cohechos  ñas  reciUthi; 
para  amiga  no  eres  buena; 
ni  sé  si  hasta  aqui  lo  has  sido. 
Quédate  i  Oiits  con  tu  oro, 
cúmpliie  de  tus  delitos, 
que  según  hace  traiciones, 
no  os  mudio  que  ai>dc  amarillo 


^^^^^^^^^P                                       ACTO                                                                                             ^1 

F1PK1.A.    Oje,  Meera,  vuelve  ticéi 

()u«  a  )to|;«rio,  y  no  CS  ni<po, 

Como  viene  de  camino                            ^^| 

cansadi,  y  yu  lo  s4  ¿quieres                   ^^| 

quien  con  pri«íonc&  dorMUs 

qa«  te  lo  cuente?                                   ^^1 

encjticna  tus  scoiklos. 

CAatÍN.                              Eso  pido.                     ^^1 

l.ioNr».  ¿Qu¿  (Bees? 

LsoKiSA.  ¿No  me  retpor.de  el  papel?                     ^^1 
CahUn,    Asi  teyóel  vucso  y  vino                     ^^^H 

FiJi»LA.                      puc  en  !u  amistad 

la  poca  firmeza  hu  wsto. 

la  Duca,  que  es  una  sueftra,                 ^^^^H 

con  qur  j  la  pru«^R  pnm«ra. 

y  el  Duco,  d<.-  quien  es  hi|o,                 ^^^^| 
luro  celera  la  í>ui:a;                                   ^^H 

en  vez  de  bíoncc,  ete^  viilrío. 

jAíí  obliRaciiín»  rompt»? 
LlONis*.  Nuncd  el  verdiidur»  aniijío, 

hubo  llamo  y  tuspirio;                         ^^| 

temí  alguna  empalÍ2ada¡                           ^^H 

en  rieiiitu  de  nu  kjiliiid. 

mandóme  el  l)uque  nuvicio                      ^^| 

üii  Je  ardidas  tiiiiiiito^. 

que  aKuacdasc  el  reiponsorio,                 ^^| 

Mji  ^vic.iw  .ú  df  Ij  Corle? 

y  yo  entonces,  adidno                         ^^^| 

^^^^                 ^hus  hallad»  :(l  duvAu  mlu? 

de  cualque  paluicado,                           ^^^^| 

^^^P               ^di.'lc  plica  mi  esa  prcndaP 

«couime  de  improviso,                          ^^^1 
y  s-en^ome  sin  la  carta:                            ^^H 

^^^                ¿que  ha  pasado?  .-quí  le  ha  dícbo? 
■       FiKELA.    cTBn  anclane^a  nic  hnllasie? 
H                       S:  con  Carün  le  has  cvcríio. 

ya  la  debe  haber  escrito.                            ^^H 

LeONiSA.  ¿Pues  cuándo  te  pudo  dar                      ^^H 

H                       y  ha  vudlu  on  la  Teipiiesta, 

la  Cadena  que  recibo,                             ^^H 

■                    <qué  pr«>[unias? 

si  hubo  tucg'i  lanío  estorbo?                  ^^H 

H      Lkokisa.                           jt^Krlin  vino? 

CauMh.    a  Fícela  me  remito.                                   ^^H 

■ 

FiaFiA.     jHív  tvifbaro  semejante?                         ^^| 
Meniecato.  ¿no  me  has  dicho                   ^^| 

^^^^                ESCXNA  XIV 

que  en  v¡end»ct  Duq^ueel  pape!,             ^^| 

^^^^^^^^B 

amante  y  ticrnu  lediio                              ^^H 

^^^^^^P 

que  en  fe  del  constante  amor,                 ^^^| 

Con  que  i  pesar  del  olvido.                 ^^^^| 

Cahün.    ¿Quiín  huna  á  Cadln  el  nombre? 

aumente  i  (.omisa  tiene,                       ^^^^| 

LeoNiSA.  lOh.  leal  y  fiel  miniítro 

de  mí  amor!  djune  «ov  braíoí. 

este  uro  hacia  tesiífco                               ^^^| 

de  su  invencible  ñrmexa,                          ^^H 

CaRÜ».     Esuw  itiie>.U.  lOh.  qué  lindo! 

y  que,  como  sti  cautivo,                        ^^M 

Cof  Diot.  que  piensv  hirola 

to  q  ue  en  V  iar  1  e  podía                                ^^H 

que  se  I<>1  pi^ng».  jHoniío 

oran  prisiones?                                  ^^^^| 

soy  yo  para  dar  velera! 
LKOMrtA.  Kn  fin,  .^poüeriu  no  ha  skio 

CamlIn.                         Si,  dijo.                       ^^H 

Lbomí^.  ¿Enlftrian  todos  luego.                    ^^^^| 

hombre  en  mudarse?  en  fin,  ¿vi 

y  con  eltiis  divertido                                 ^^^| 

de  la  Armc/a  proji^iu? 

te  mandó  que  le  esperases?                ^^^H 

en  lin,  ¿no  sabe  olvidar?    . 

r.^aLls.     A  Fircla  me  remito.                             H^^^f 

CahUk.    ('Pues  quién  diabros  se  lo  dlfo? 

I.KOKitA.  Kn  ñn,  ¿se  acuerda  de  mi?                  ^^^^| 

jha  habido  berros  y  artesa? 
Leonisa.  bn  esta  cadena  esiiino. 

Caiiüx.    Como  ta  olta  del  tocino;                           ^^H 

como  el  rucln  de  la  yeitua,                   ^^H 

rK>  el  oro,  que  es  lo  de  menos. 

y  como  la  sed  del  vÍno>                        ^^^^| 
Mas  y»  venjto  tan  cansado                  ^^^^| 

el  dueAo,  »t,  que  ha  tenidu. 

^^^K                Al  dáriein  para  mi 

de  la  corte  y  del  camino,                      ^^H 

^^^H               ,'dnpidiuie  enternecido? 

que  si  bay  más  que  pescudar,                ^^H 

^^^H               ¿encargóte  mi  contiiancia? 

A  Fircfa  me  remito.  <v«>r.t                     ^^| 

^^^B              ¿comparú  á  su  mc(al  lino 

^^H 

losouiUicsdc  mi  te? 
¿que  dices? 

ESCENA  XV                          ^^H 

CarlIn.                       .:I  labia  conmigo? 

L««H»jk  y  Ktajii «.                              ^^^^H 

Lkomisa.  DirAs  que  le  paftuc  el  porte. 

Euojc  el  mejor  cabrito 

de  mi  manada. 
(^ARÜM.                            ¿Porqué? 

UiONiSA.  ¿Ves  ahora  cuan  constante                    ^^| 
es  Itogcrio.  y  que  el  olvido                    ^^| 
no  tiene  jurisdicción                             ^^H 
en                                                    ^^^H 

FiRii                 Tu  ventura  he  visto                ^^^^H 

FiaitLA.    (Aparit.i  ('ailín,  l»i<>  lo  que  finjo 

aqut  me  importa  ^ue  otorgues, 
ó  de  mi  amor  te  despido. 

CawUn.    ¿Hay  son  callar  y  oiurgar? 

I.KoMta.  ¿Qu¿  dices? 

Cai>iI>.                      Lo  que  yodígo 

de  que  te  doy  parabienes.                  ^^^H 
LcoNtSA.  lOu£  contenía  lus  recibal                    ^^^^| 
FioeLA     iMie  amor  fmes  tan  .buenos                  ^^H 

como  gozas  lus  prínc.pios.  (VMt^          ^^| 

es,  que  en  cuanto  i  la  cadena, 
iFirela  me  remito. 

ESCENA  XVI                          i^^l 

Leosisa.  ¿Oimoesello? 
i:ai>Um.                              ¿(;iutséyo? 
^i       Fimi-aI    Este  es  un  asno.  Hame  dicho 

LiewM.  qmttt  tcka  4l  tH«(ts  la  t^fiaa.              ^^^| 

|Ay,  bienvenida  cadensl                         ^^M 

^^                     cuanto  t:on  i\  ha  pasado. 

mal  le  pago,  pues  te  envidio                  ^^M 

78 

al  cuello  donde  has  ciUdo, 
de  amorotoi  btaíus  digno. 
Tin  odotnaris  dt^Jc  agora 
el  pee  tío  que  ie  dedico: 
mi  cala  eterna  ha  de  ser 
lis  fintas  j  los  domtngt». 

ESCENA  XVII 

l.a«»)tjt,  riuta,toit¡oieorúltt  4I  rmtito,  nimtllot 
nt  ■■!■  tanda. 

FiLiPo.     iQue  busque  yo  iniercesoreí  Mr) 
para  que  mí  esposa  tea 
una  pasiora,  y  k  vea 
mi  esperanza  enire  temoresl 
Mas  ¡a)>cíelosl  aquicsiá. 
j  con  mi  cadena  al  cuello: 
alma,  si  p'idréiscrcello; 
viento  en  popa  amor  os  da. 
lOh.  solicita  Kirela! 

Lbokisa,  Si  vuestros  quiUics  toca  lAp.) 
mi  fe,  que  os  bese  mi  buca, 
cuando  el  atina  se  des>  ela 
por  el  dueño  aae  0%  enria, 
no  hifto  i  mi  nonor  agravios. 

Fiuro.     ¿En  rm  cadena  loi  labios?  i^p.) 
¿Que  cspcriit  venluri  mia? 
Seguro  puedo  llcijar, 
pues  de  mi  pane  esia  amor.— 
Si  auscme  hac^s  tal  favor 
á  quien  le  viene  i  adorar, 
y  ya  le  tenéis  préseme, 
no  ocasiunCií  mit  desvelos, 
que  tenga  de  ese  oro  celus, 
pues  en  mi  agravio  consiente 
labios  de  inmenso  tesoro, 
dignos  aue  amor  los  asalcet 
pues  vale  mis  ese  esmalte 
que  los  quilates  de  esc  oro; 
que  aunque  ya  son  celestiales, 
pues  tal  cielo  los  tocó, 
mis  juvto  es  que  bese  yo 
por  vuestros  estos  córale (. 

LiOMSA.  ¡Ay,  mis  corales  perdidos! 
Aftorusiquc  lo  esiiis, 

FiMPO.     Hállelos  yo,  y  vos  haHiis 
mis  perdidos  mis  sentidos. 
Al  amor.  Lconisa  mia. 
le  rogaba  yo  me  d  ese 
retrato  vuestro,  que  fucs« 
apoyo  de  mi  aleerla- 
■Mas  como  excedas  al  arle, 
íavorecióme  de  modo, 
que  no  airevifridosc  en  todo, 
vino  á  copiaros  en  parte; 
jr  dando  alivio  i  mis  males, 
me  dijo:  «suspende  a)(raviO£i 
pues  et  coral  de  sus  labios 
retratan  esos  corales.» 
Hallólos  en  ocasión, 
V  en  fe  de  lo  que  intereso, 
lo  que  sijinitkan  beso,  tBHalm.) 
no.  l.eoni<4,  lo  que  son. 
Mas  si  vov  besáis  también, 
por  ser  mía,  esta  cadena, 
«'qu¿  mis  dicha^ 


INCÓLICO 

LtONrs*.  ^u<  más  p*na 

que  la  que  mis  o|os  vcnr 
jEsta  cadena  era  vuestra? 

PiLtPO.      T  vuestros  estos  corales. 

LcosiSA.  <■*?"■■»'•)  Firela,  cun  desleales 
indusirias  su  pecho  muestra. 
iFiad  de  amistad  dorada! 
Filipd.  engañada  he  sido: 
que  destroquemos  os  pido 

Íirendas  que  han  de  hacer  culpada 
a  opinión  de  mi  decoro, 
pues  dan  sospechas  iguales 
caballeros  con  corales 

C  labradores  con  oro. 
o  que  es  vuestro  os  restituyo: 
haced  otro  tanto  vos. 
IQuUait  la  <atlrna  r  "*  '*"  «"«'"-) 

ESCENA  XVIII 
DicHOi  y  RBoamo- 

RoCBPio.  Amor,  en  íc  de  que  es  Dios, 
en  mí  muestra  el  poder  suyo. 
Con  color  que  s»lt;<>  i  caza 
mi  Ueonisa  venso  4  »cr. 
Lo'-  favores  han  de  ser 
voluntarios,  no  de  traaa 
que  causen  per^a  i  su  dueño. 
Soltad. 

¡Leonisal... 

;Ay  de  mt 
¿Filipo  y  Leonila  áqul? 
Bien  se  auieren,  6  yo  suei^o. 
iBoacriof 

¡Scñorl 

Extrañas 
suenes  halla  un  cazador. 


LCOMSA, 


Flupo. 
Roce*  10. 


Lr-OMSA. 

FiuiPú. 

ftooEaio. 


LtO.HIS*. 
ROüERtO. 


Firjpo. 
Ror.KRio. 


iQué  h*t>éis  liecho.  ciego  amor? 

¡Ocasionadas  montaftasl— 

Bien  08  están  los  corales. 

y  el  oro  os  está  i  vos  bien. 

iQuÉ  de  cosas  nuevas  ven 

cada  día  los  mortales! 

^Qué  diré,  que  estoy  confuso? 

^Queréis  que  se  use  el  coral 

entre  ge  :ie  principal? 

No  me  parece  mal  uso, 

quehíbienJohombrescongofgwerts, 

guedejas,  faldas,  anillos, 
y  ojalá  no  con  zarcillos, 
si  ya  no  son  orcjcfas, 
para  que  queden  iguales 
con  la  dama  más  curiosa, 
no  faltaba  ya  oira  cosa 
que  chapines  y  corales. 
Quitáoslos,  que  no  debíis 
dar  gusto  i  quien  os  los  puso. 
Gran  señor... 

Vestios  al  uso. 
pero  no  los  inventéis, 

ESC F. NA  XIX 

CaKLf».   Estos  nucos  no  mos  dejan.— 
jAci  también  estáis  vos? 


FlLIPO. 

Ror.Kiiio. 


ACTO  TEPtEBO 


'Mb«ÉHO.  ^(Pu¿  dices? 

CndH.  Que  ctotros  dos 

nu«05  ganados  aquejan. 
El  víejci  y  la  Duui  nuera 
helos  aquí  donde  e«tin. 

RooKftio.  A  aumenur  mi  mal  vendrán. 

Lkomiu.  Pedida  ioy. 

CaiilIn,  Pía»,  afuera. 


ESCENA  XX 

PiSAftDO.  No  aguardaba  yo,  scñuros, 

un  impensada  ventura. 
Di'QL'C.     La  ociosidad  apresura, 

Pi nardo,  i  los  caladores. 

Rogerio,  ^sin  darnos  cuenia. 

oi5al!s  á  caza  asi? 
(tooamo.  Críeme,  sei^ot,  aquí, 

V  uü  mi  iriticii  intenta 

buicar  en  mi  natural 

alivios  que  allá  no  tengo. 

|Gtan  sei^ocal 
CuíMeN.  Por  vot  rengo 

ácaiar  también. 
Roúuio.  .Mi  mal 

m«  obliga  á  divírtiinientos 

del  campo. 
Cutuxx.  Tcntit  razón, 

y  más  en  esta  prisión, 

cifra  de  vuestros  contentos. 
Rooiaio.  Pinardo,  también  os  cabe 

farie  á  vos  de  mi  venida, 
os  pies  os  beso. 
RoaiPio.  [Qué  v!da 

Sisé  aquí,  quieta  y  suavd 
iviértaie  y  no  imagine 
vuestra  alienta,  gran  señor, 
en  eso. 

RoceDiO.  Aun  estoy  peor 

después.  Pinatdo,  que  vine. 

PiManoo.  ^De  qué  procede  este  mal 
tan  lastimero? 

RoGEKio.  Yo  creo 

que  es.  conforme  á  lo  que  veo, 
ramo  de  gola  coral. 

Leomis*.  Por  mis  Corales  lo  dice. 
¡Ay,  Firela!  ¡qué  de  daílo<S 
han  causada  tus  engaftosl 

FiacLA.     Puet  yo  por  tu  bien  lo  hic«. 

Lbonisa.  Tú  también,  villano.  fUiste. 

Caat-lK.   ^Puet  yo,  por  qué? 

LeoNoa.  La  cadena 

que  ser  del  Duque  ñngitte 
bacc  cierto  tu  dcilio. 
Si  »s  Filipo,  su  scAor, 
¿por  qué  burlaste  mi  amor? 

CaMLfx.    A  Firola  me  tcmilo. 

Clzmev.  Envidia  tengo,  serrana, 
al  donaire  que  tenéis: 
tras  vos  la  corle  os  iraiéis; 
dkenme  que  en  vténdous  sana 
cualquier  iristc;ra  que  os  mira. 

I.EOMtsA.  Pues  vos  triste  me  miráis. 
y  viéndome,  no  sanáis: 
creed.  señora,  que  es  mentira. 


Rouiaio. 


ClEUEX. 


ROGKHIO, 


Fiiiro. 

ROGESIO. 

Fiupo. 
Ror<Eaio. 


CaaLlN. 

LlOMU. 

Cari.js. 


79 

Yo  imagine  divertirme 
por  csios  montes  agora, 
pero  mi  mal  empeora, 
todo  ha  dado  en  afligirme. 
Volvinjonoí,  si  es  servido 
vuestra  sliezn,  gran  uñar, 
que  cotriii  e  .tá  en  lo  interior, 
mi  mni  disparate  ha  sxlo. 
No  los  hailéis  vos  aquí. 
Duque,  y  hallar>éis  en  mi 
medicina  y  enfermera.— 
IMmoste,  gran  seAor,  gusto, 
aunque  U  ca/a  perdamos. 
Pues  que  vos  le  tenéis,  vamos, 
Fitipo,  no  fuera  justo, 
habiendo  sido  los  dos 
amigos  y  comarcanos, 
dejaros  entre  villanos 
sin  acordarme  de  vos. 
Sed  mi  secretario. 

Beso 
á  vuestra  alteza  los  pies. 
Seeutdme,  Filipo.  p  es. 
¿Hay  más  inleln  suceso? 
Que'miro  muchos  respetos 
en  vos  de  satisfacción, 
secretario,  y  más  si  son 
parientes  nuestros  secretos. 
¿Tengo  de  ir  por  el  cabrito 
que  en  albricias  me  mandó? 
Traidor,  tú  me  has  muerto. 

¿Yo? 
A  Firela  me  remito. 

ACTO  TERCERO 


ESCENA  PRLHERA 

Rocíalo. 

Estaba  melancólico  yo.  c>clos, 
por  ver  que  un  imposible  apetecía, 
¿qué  haivls  agora,  pues,  desdicha  mía, 
ti  sobre  un  imposible  os  cargan  celos? 

Corales  dan  at  corazón  consuelos, 
y  en  mi  corales  snn  melancolía: 
vuélvase  á  un  desdichado  en  noche  el  día: 
lo  qur  á  otros  da  quietud,  á  mi  desvelos. 

Sabio  dicen  que  soy,  mas  si  lo  fuera, 
tuviera  en  mi^t  pasiones  sufrimiento; 
pero  ¿quién  le  tendrá  can  tanto  agravio? 

Siempre  el  en  tendí  miento  fue  su  esfera, 
T  contra  injurias  del  entendimiento 
jamás  supo  tener  prudencia  el  sabio. 

ESCENA  II 
FiLir«  ;■  Xoaaaio, 

FiLiro.     En  cumplimiento,  scSor, 
del  secreto  que  me  encarga 
en  estas  informacinnes 
vuestra  alteza,  etia  mañana 
hice  esia  breve  minuta. 

Rotitaio.  Pretendo  saber  las  faltas 

oue  tienen  los  pretendientes 
de  mi  corte  v  de  mi  casa: 


EL  MELANCÓLICO 


que  aunquenbíen  premiar  servidos, 
no  Mrá  r«2i>n  se  hkga 
mf  riDs  que  con  sufictciicia 
de  las  pana. 
tUKi.  La  iitnorancii, 

seftoT, }-  poca  noitcia 
de  al^unus  prlncípeí  causa 
que  kín  [nénios  m  dea 
injuitanienle  la^  plazas. 
Yo  me  he  infucrnaJ»  de  lodas 
con  el  iecreiu  qut  baUa 

Sara  que  nadie  laa  sepa. 
eciJ.  i¡Ay,  colosas  aiisiat!) 
Piupo.      Fcdcrko,  hijo  de  Albeito, 

que  i  tos  Duques  do  Breíaila 

Siníó  en  la  paz  y  en  la  guerra 

con  consejos  y  con  afm»s, 

quedó  rico,  mas  (instando 

su  hacie.^da  en  jueKOS  y  en  dantas, 

dicen  que  m  en  la  pobreza 

del  pr&Í>go  semejanza. 

Mas  no  enmendado  con  esto, 

fuerzas  de  flaqueza  saca; 

wrve  y  ronda. 
Roctato.  ^Es  lícn  til  hombre? 

FiLii-o.     Tiene  las  piernas  delgadas. 
RoOEiito.  Si  lo  esiin  como  su  haciendo, 

listima  es. 
Firjpo.  Suple  csia  Calla 

con  la  industria. 
RooíBio.  (Cómo  así? 

Fti.ii-(i.     Trae  paiiiorrilUt  de  plata. 
RoAKMio.  cPucsqutmuchoque  listgt  piernas? 

No  era  sueno  pura  e^uiua 

de  Nabucudoncsor 

si  en  laii  ricas  piernas  anda. 

Prosetiuid. 
FiLwo.  Vino  Conrado, 

cubierto  anteayer  de  canas, 

i  darme  csic  memorial. 

y  ho>  por  ver  si  se  despacha. 

como  un  mozo  de  veinte  años, 

teñida  cabera  y  barba. 
RoGSKtO.  i\  quí  pide? 
Fii.ipo.  La  tenencia 

de  un  castillo. 
RootHio.  Quien  no  guarda 

lealtad  i  sui  aña%  mismos, 

mal  U  guaidará  A  su  patria. 

Decid  mis. 

ESCENA  III 

Ricardo.  Licencia  piden 

miKhoR,  Aran  seflur,  que  aguardan 
remedio  «w  vuestra  alie/a, 

3UC  como  vuela  la  fama 
e  su  mansedumbre  y  letras, 
y  da  A  lodos  puerta  tranca 
pura  que  le  cumuniquen 
pasiunes  del  cuerpii  y  alma, 
no  hay  quien  no  venga  á  {tozar 
tal  díi:ha. 
RoQKvio.  Djldos  entrada. 

Divetiitímc  con  ellus, 
y  aliviaré  sus  desgracias.  (Vm*  lUrar.) 


ESCENA  IV 

5dl«n  vdríiu ^rKMdintM eon  mtmañatrt.  Dieaea. 

P««T.  I."  A  vuestra  alteza  supiko 
mire  mi  necesidad, 
senicios  v  calidad. 


ROOEHIO. 

PaET.  I.' 
Roaemo. 
Ppst.  i.* 
Rooanio. 

PtiET.  I." 


RoTiBaio. 

PRKT.  a.» 


ROÜRKIO. 

Pbbt.  »." 


Ro-ieaio. 

PaBT.  3.' 

RoGGRIO. 

Pbkt.  3.' 

RoctRio. 
Prkt.  3.' 


Roouio. 

Pf.KT.  4.* 


ROOBRIO. 

Pfít.  4.' 

HOOEMIO. 


PtET.  4-* 


¿Estáis  pi>brc,  Federico? 
Si  es  vuestra  alteza  mi  dueño, 
los  ricos  me  envidiarán. 
Pobre  esiáis.  pero  galin; 
salan,  pero  pedifiOeBo.         , 
Sí  no  tengo  que  comer, 
no  hagadesio  maravillas. 
Comeos  hoy  las  pantorrillas, 
y  despufs  volvedme  i  ver. 
¡Vive  el  cielo  que  ha  sabido 
que  me  las  pon^to  de  platal 
Sabiu  que  de  todo  trata, 
temelle:  yo  ^  o>-  corrido.  {Ym*.) 
i(¿ué  pedís  vos? 

Consultado 
estoy  en  una  alcaidía. 
La  nobleza  y  szngrc  mía 
me  tienen  acreditado: 
mis  hazañas  ya  son  llanas. 
Conrado,  muzo  venís: 
no  os  dar¿  lu  que  pedt^ 
basta  que  peintís  mis  canas. 
(Ar^rit.i  e'^i  sabe  aue  me  tas  tino? 
Votme.  que  no  es  buen  consejo 
pretender  car^jos  de  viejo 
quien  quiere  parecer  niño.  (Vom.) 
¿Qué  pedís  vos? 

A  firmar» 
señor,  vengo  este  decreto. 
¿De  qué? 

El  consejo  diserwo 
los  coches  manda  quitar. 
¿Por  qu¿? 

No  se  rió  jimis 
tal  desorden  días  ni  noches: 
menos  casas  bay  que  coches. 
No  los  quiten,  que  habrá  mis. 

Aconsejarme,  señor, 

con  vuntra  alteza  querría, 

por  ser  su  sabiduría 

al  paso  de  su  valor. 

Yo  tengo  una  mujer  moza 

y  tan  señora  de  st, 

que  no  hace  caso  de  mi; 

tuda  mí  hacienda  destroza. 

Mas  to  peor  que  hai  en  esio 

es  que  oe  celos  me  abrasa: 

no  quepo  con  ella  en  casa, 

y  en  Ini  extremo  me  ha  puesto, 

que  el  amor  que  habla  e.n  lus  dos 

rs  ya  un  inlieino  ab.'vviado. 

Lastlmdinie  vuestro  estado: 

mas  ¿pedidla  celos  vos? 

No  puedo  disimúlanos. 

F'ues  mudo  habíis  de  advertillos, 

porque  lo  mismo  es  pedlltot, 

que  dar  licencia  de  dallos. 

Celos  soD  que  me  atormentan. 


^^^P                                                                                 ACTO  TERCERO                                                                        ftt                ^^M 

H     RouEnto.  Hav  dns,  y  unirambos  <an  ñeros. 

Rocmo.  ^CkmeiKía  esii  enferma?                        ^H 

H                     4ué  alli(;en  si  son  u>l(eros. 

DtM}ua.                                          Y  siente             ^^M 

■  i  StC8Sa<t05  aircnian. 

H      pRET.  4.*  No  hay  gata  que  no  quísicfa. 

■  RoOKaio.  Pues  diJseU  íi  podíiSi 

vuestro  amor  tlMo  y  remiso.                    ^^M 

Desde  el  punto  queos  vi¿,  os  quiso:        ^^| 
si  Sois  sabio  y  obediente,                         ^^| 

H                    7  (on  «to  excusaríis 

agradeced  como  sabio;                            ^^M 

H                    el  admitir  lu  de  fuera. 

como  obediente  dejad                             ^^H 

H                                                                íVMttlpr*l,4.*) 

la  vuestra  en  mi  voluntad,                        ^^H 

H      PaST.  5.*  Scflor.  vo  me  vuelvo  loco 

que  os  hacéis  i  vos  agravio.                     ^^H 
La  dispensación  espero                           ^^H 

H                      adoian3o  unadoncella 

H                      para  ca&arme  con  ella, 

de  hoy  i  maüana.                                      ^^H 

^M                      maí  correspondeme  poco. 
■      Ror.nto.  ¿HeíaMnii^ 

RooHio.              <Ar«r'r-)|Ay.  amorl                 ^H 

Dispensad  vos.  que  es  mayor                    ^^H 

■     Paet.  S.*                    Dí>ila  versos 

vuestro  dominio.                                    ^^H 

H                    Innnlto*  en  quintitUs, 

Duqus.                               Yo  espero                    ^^H 

^K^              décimas  y  redondillas 

que  resuure  su  alcgrfa                           ^^1 

^^^K             y  oíros  i;Jneros  diversos 

y  salud  vuestra  presencia.                       ^^1 
Sangrarse  quiere  Clemencia:                      ^^H 

^^^H              que  no  digo,  por  ser  lanioi. 
^^^               Seis  ctnios  Je  octava  rima 

covialda  la  sangría.  it'Atr.)                         ^^| 

H                    la  di  ayer. 

^^H 

H      Rdokhio.                 Pondránla  grima, 

ESCENA  VI                                   ^H 

H                      que  dcstralabsn  los  cantos. 
H                      ¿Son  vuestros? 

Dkmo*.  nKNM  ti  OHf  H*.                                    ^^^H 

■     Pasr.  i.*                        No,  gran  seflof, 

ttociNaio.  Filipo.  la  juventud                                 '^^^^l 

H                    que  tengo  un  poeta  amigo. 
H     ttoGCKio.  Y  serA  Justo  casti^ 

tambiín  es  enfermedad:                        ^^^H 

diiposicioneti  curadi                                   ^^H 

H                    q^uc  ese  usurpe  vuestro  amor. 

sangraríisos  en  salud.                                 ^^H 

H                   Cualquier  ijéi.er»  de  penas 

Corales  que  adornan  cuellos,                    ^^M 

^^^              es  raKÚn  liaccr  pasar 

no  generosos,  villanos.                            ^^M 

^^^L             i  quien  piensa  enamorar 

afrentan  los  concsanos;                              ^^H 

^^^f             mujer  con  gracias  agcnas. 

sangre  muestran,  sanoráosdellot.            ^^H 
FiLiPO.     ScAor,  la  que  ios  perdió                           ^^H 

■                   ^Queréisla  mucho? 

■     PitKT.  5.'                              1.8  adoro. 

^^H 

■     Roouiio.  Pues  dejad  los  madrigales, 

RooKKlo.             Yo  soy  vuestro  ami^:                    ^^H 

■                    y  dalde  i:sncíon«s  reales 

que  M  sanurtit  dellos  os  digo;                 ^^M 
no  ajtuardeis  que  os  sanftre  yo.                ^^| 

H                    y  redondillas  en  oro. 

■                                                    iVónttPm.S.*) 

FiLii-o.      .Mucho  encierra  este  misterio.                     ^^H 

^^    PhET.  6.*  Un  amiRO  pierde  el  seso 

RouEHio.  Hscnbir  quiero  k  Clemencia;                      ^^M 

^H                     por  casar  con  cierta  dama. 

iraedme  con  qué.                                     ^^| 

^P                    que  ella  excusa,  por  la  fama 
H                   que  le  han  dadode  confeso. 

Fiupo.                               La  ciencia                     ^^H 

astróloga  de  Rogerio                                ^^| 

■    Rogelio.  ¿Gasta? 

todo  lo  alcanza.  jSi  sabe                         ^^1 

■    PiiET.  6.*            Hale  dado  en  socar 

que  quiero  1  Lconisi  bien?                        ^^H 

■                     el  alma. 

^si  la  licuó  amor  también?                         ^^H 

H     RooRaio.               Pues  bien  se  emplea. 

Rociaro.  ¿No  vais?                                                ^^H 

H                      que  él  del  tribu  de  ü.in  sea, 

Fii.tpo.                  ^Si  det  cargo  grave                     ^^H 

H                     cuando  ella  es  del  de  Isdcar, 

que  ejercito,  desiguales                               ^^H 

■     Pmt.  6.*  Male  qutudo  inñniío. 

juz(t>  serranos  amote^                              ^^H 

H                     y  déjale  porque  etlá 

RoosRio.  Acabad.                                                        ^^H 

H                     ya  un  rica. 

Fiuro.               ¿Quién  vi6,  temores,                      ^^H 

■    Roouito.                    Sf  estará. 

sangrar  de  mal  de  corales?                       ^^| 

■                   si  es  suyo  el  reino  de  Quito. 

{Va  rillpo^r  rtíMía él ttiriHr.)          ^^M 

^^^                                                         (  Vta*  ti  Prtl.  «.*) 

RoueaiD.  Por  mas  quecallar  procuro,                     ^^H 

habla  mi  desasosiego;                               ^^H 

^^B                                        V 

que  en  lin.  donde  amor  es  fuego,               ^^H 

bfuian  celos,  que  son  humo.                      ^^M 

^^^■^                  Ro4i*I".  Fiura  y  ti  Diiqi'e 

FiLiPD.      Aquf  está  la  escríbanla.                                ^^M 

H    FiLtro.     A  ver  entra  i  vuestra  atteía 

(Coa  «f  rrt*áo  4*  mrtMr.)           ^^| 

H                   t\  firan  Duque. 

Rooenio.  Escribiré  este  papel,                        ^_    ^^ 

H    Ro<JEiiK>.                         Dejad,  pues. 

y  llevaréisle  con  él                           "^          1 
a  mi  prima  la  sangría.                               ^J 

H                   consultas  para  líespuifs. 

H     DUQVX.     Hijo,  d«  vucsita  trrMCJtX 

ir&nnri  twHUr.)           ^H 

^m                  pariicipa  vuestra  prima; 

FtLiPD.     iQue  dcslc  hombre  tiemble  yo!                  ^^M 
>ero  es  Duque  y  es  discreto:                       ^^H 

^^                   enferma  por  vos  esii; 

^^^B             vtsiialda.  y  sanará. 

sangrarme  manda,  en  «feto,                   ^^^^1 

^^^H            pues  veis  en  lo  que  os  eslima. 

porque  los  corales  vio.                            ^^^^| 

^^^^       COMIMAS  DB  ruso  OE  MOLINA.— TOMO  1 

^^1 

83 


UL  MELANCÓLICO 


Yo  ntoy  por  Leonisa  ctego, 

V  si  me  sangra,  veri 

que  en  vei  ¡le  un^rr.  saldrá 

de  KxtaK  mis  vcna&  fucfio. 
lto<»iiH>.  Üctiad  polvos. 
PiLiro.  ^Qu¿  hice,  cíelos? 

flU  K*aái>  ti  fíalfro  por  filrof.i 

Túrbeme;  la  tinU  cch« 

por  los  polvos. 
ItflOCMIO.  Eio  fui 

como  echar  sobre  amor  celos. 

Dadme  el  papel  blaaco  aci. 

(l'iirfM  á  iicriMr  trlra  TúrU.) 

Fluw.     Otra  v«  vuelve  A  escribir. 
Tal  pruilencii.  tal  sufrir, 
^qu^  mirmol  no  obligará? 
¡Que  echase  la  tinta  yo 
por  los  polvos!  Pero  ^&  quién 
no  turba  un  sabio?  ¡Ay,  mi  bien, 
lu  memoria  lo  causó! 
Mi  turbación  manitiesu, 
Leonila,  lo  que  le  quiero. 

Bofiemo.  Kilipo.  ««te  «el  tintero 
y  la  salvadera  es  esia. 

(i'ott  («■  la  («riattciía.) 

KSCtNA   Vil 

lComp«iKUosa  reprensión 
y  discreto  advertí  mier.iot 
Tan  sutil  entendimiento 
bien  merece  admiración; 
pero  mayor  me  la  ha  dado 
lu  que  por  cifras  me  avba. 
¿QaÉ  le  importa  que  en  Leonisa 
ocupe  amor  mi  cuÍda<to, 
que  con  tan  claras  scAales 
muestra  el  pesar  que  le  doy? 
iQuí  le  va  si  suyo  soy, 
en  que  iriíKi  sus  corales? 

Bien  la  debe  de  querer; 

juntos  vivieron  los  dos: 

si  ii  es  DuQue.  amor  es  Dios: 

jquiín  lefiori  mayor  poder? 

Pues  sea  su  amante  6  no, 

que  si  disgusto  le  dan 

tos  corales  en  que  están 

cifras  que  amor  declaró, 

yo  que  no  osu  cara  ¿  cara 

mis  deseo»  descubrirle, 

por  escrito  he  de  decirle 

et  favor  que  los  ampara. 

(KttriH  y  ktHa.) 

Lo  que  por  sabio  penetra, 

en  este  papel  resuma: 

sirva  de  lengua  la  pluma 

V  de  palabra  la  letra. 

Pirmeta;  bien  csiá  asi. 

«Al  Duque  nuestro  seftor»; 
decliruldc  vos  mi  amor, 
papel,  cuando  vuelva  aquí. 

(D*>d  *(  ptptl  'ofrr  la  mtlú  y  Mifc) 


ESCENA    VUI 
RooiHia. 

Prometió  venir  á  verme 

Leonisa.  y  fué  en  prometer, 

como  en  el  amar,  mujer: 

La  ausencia  es  sueño:  ella  duerme; 

mas  ya  que  i  favorecerme 

no  venga,  sea  á  atormenlarme, 

que  si  por  Filípo  á  darme 

viene  penas  aue  sufrir. 

más  vale  verla  y  morir, 

aue  no  verla  y  abrasarme. 

Aquí  está  un  papel  cerrado. 

(rdmalt  y  étntf.) 
sobrescrito  para  mS. 
¿Quiín  le  dejiría  aquí? 
De  Filipo  está  lirmado. 
Hele  reñido;  n»  ha  oudo 
de  vergüenza  y  de  temor 
darme  cuenta  de  su  amor, 
y  darámelc  en  paocl, 
que  en  fe  de  que  bay  poca  en  él, 
no  tiene  el  papd  color.  {Ur.) 
•Lconlsa.  seAor,  perdió 
los  corales  que  os  dan  pena. 
Halklos,  y  una  cadena 
k  envié,  que  recibió; 
que  la  besaba  vi  yo, 
con  que  satisfecho  quedo: 
si  de  vuestro  gusto  excedo 
por  intentarme  casar, 
ros  lo  podéis  remediar, 

Jue  vo  la  adoro,  y  no  puedo.» 
qul  si  que  es  menester 
estudiar,  ciego  r¡)tor. 
Comeniú  amor  por  amor: 
viniéronle  á  suceder 
celos;  mas  ya,  ^qué  he  deh*ccr 
si  para  ftn  de  mis  afios 
K  van  aumentando  diAos, 
pues  quieren  mis  penas,  cielos, 
que  i  mi  amor  sucedan  celos, 
y  á  mis  cdos  desengaAos? 
¡Que  Leonisa  me  olvidó 
tan  presto!  Kscrib!  en  arena,  (¿m.) 
•.Hállelos,  y  una  cadena 
le  envié,  que  recibió.» 
jPororo  Filipo  entró? 
Pero  el  oro,  ¡que  no  acaba! 
¡A  y,  cielos!  (tu  1  «Que  la  besaba 
vi  yo.>  Basta,  que  si  agora 
amor  ya  sus  Hechas  dora, 
no  habrá  menester  aljaba. 
Condesa  el  suyo  sin  miedo, 
y  no  le  puedo  culpar.  (Ui.) 
«Vos  lo  podéis  remediar, 
que  vo  la  adoro,  y  no  puedo» 
Condultlo,  por  Dios,  quedo. 
¿Qué  bay  que  replicar  aquí? 

íftampt  rJ  p*p*t.i 
Oanó  lo  que  yo  perdí. 
Pierde  el  que  *  junar  se  isieíita. 
V  paga  aunque  mas  to  sienta: 
io  rwsmoseráde  mi. 
Ctsarlot  mañana  intento. 


ACTO  tüRCKRO 


83 


jr  mostrar  cuin  &abiu  toy, 
pu«  venciíndofne  á  mi,  áay 
«orona  á  mt  sufrimiento. 
E«o  dice  el  pensamiento, 
ina.s  no  el  amor  en  que  escedo 
i  la  ley  que  admito  y  vedo. 
Si  hacéii,  ausencia,  ólvidif, 
«os  lü  podéis  Tomediar, 
que  yo  la  adoro,  y  no  puedo.* 


ESC£NA  IX 
ftacui9  y  Emiiifin;, 

Ya  iif  dispensación,  Duque,  ha  venido, 
ya  le  ¡.'an  parabionei  á  Clemencia, 
y  ya  JO.  castÍRado,  presumido, 
de  mili  deiuJichas  lloro  la  esperíencia. 
Imerpreié.  de  vos  favorecido, 
en  mj  lavor  la  equivoca  ventiíncia 
que  pronunciaste,  míslcrJoso.  un  dia, 
tuzgjnd»  que  Clemencia  fuera  mia: 
etiK*rtime  de  pur«  confiado, 
(•uzalda.  primo,  vos,  que  si  algún  (tuno 
admite  mi  dolor  desesperado. 
c»  \er  lograrse  en  vos  amor  tan  justo. 
Yo,  Duque,  niorifí  menospreciado, 
Abriles  «(¡nstando  este  disgusta 
de  una  florida  «taJ.  de  un  firme  amante, 
de  un  dcuUchado.  en  lin. 

RonsRio. 

Dadme  cm  Kuanie. 

(t'iiK  KoiicrJo.) 

RSCRNA  X 

£11*191  ■ 
.iSin  responderme  se  va 
y  de  la  mano  me  lleva 
rl  cuanic?  Confuiión  nueva, 
¿quién  declararos  podrán 
.Válgale  el  ciclo  por  sabio! 
¿tiuante  mío  para  qué 
si  de  desafio  fué 
contra  su  primer  aeraviu.* 
Mas  no,  que  en  el  desañu 
quien  lus  hace  y  \oliciia. 
i;u«nics  da,  que  nu  los  quila. 
y  el  Duque  se  lleva  el  mío. 
¿Yo  ddndoie  parabienes, 
y  il  mis  penas  escuchando? 
¿Yo  muriendo,  y  él  callando 
su«  dichas  T  mis  desdenes; 
y  cuando  esperaniia  eslA 
respuesiii  mi  amurcunsianie, 
sale  con  «dadme rscpuunie*. 
y  sin  hablarme  se  va^ 

ÍOh  enigmático  ítogeriol 
ablad  y  daos  á  entender, 
que  Enrique  no  puede  ser 
Ivdipo  desic  ntisierra.  (IMm.) 


uso:  NA  XI 


CLaaiMcu  DMi  k*ii4a,  yát*  CaiiMt. 

Clcucn.  Cuanta  hacienda  tenpo  es  poca 
para  albricias  dcsic  bien; 
el  seso  he  dado  también, 
que  estoy  de  contento  loca. 
^  a  se  ha  acabada  mi  mat. 

S~h,  alegre  díspcnsactónl 
rea  de  la  posesi<)n. 
todo  anior  e>  liberal. 

CI.KXRK. 

Caui>.a.' 


¿RoRCtio.  qué  dice  á  esto? 
Celébrala  su  alegría. 


si  de  su  melancolía 

no  fuera  el  mal  tan  motesio. 

CuMEN.  La  causa  de  su  pesar 
■  me  atreviera  k  aocir  yo, 

pero  mi  amor  me  cnscí^ó 
i  sentirlo  y  fi  callar. 
El  ci  sabio  V  obediente: 
no  sabrá  salir  del  gusto 
de  su  padre. 

Criad,  t.*  Y  eso  ei  ¡usto. 

Ct-CMEH.  Yo  sí  de  mi  amor  ardiente 
si  una  \ct  su  esposa  soy, 
que  sabrf  híccrle  olvidar 
memorias  de  su  pesar. 

ESCENA  XII 
I>iciioi  r  í,»ra<^f. 

Enpi^i-t.  Mil  parabienes  os  doy, 

aunque  i  mi  costa,  señara, 
del  tatamo  gue  esperáis, 
puesto  qu;  ingrata  pauis 
un  alma  fiel  que  os  adora. 
Coxad  de  amor  fénil  fruto, 
con  <^ue  á  Francia  reyes  díii, 
que  SI  vos  galas  iraéit, 
las  de  Rnrique  scriin  luto. 
¡Pobre-  de  quien  con  perderos 
tiene  de  perder  la  vids! 

Clkmen.  No  agriéiscon  vuestra  venidat 
Enrique,  el  gusto  de  veros. 
Va  os  dije  la  voluntad 
que  de  obedecer  mi  tio 
ha  tenido  el  gusto  mk>: 
mi  contento  acompaflad. 
que  si  me  queréis,  es  justo 

Sue  mis  dichas  os  le  den. 
léxclaieel  mal  con  el  bien, 
Íel  placer  con  el  disgusto. 
e  me:tc1a  el  alma  se  viste: 
porque  esiiis  vos,  prima  mia. 
alegre,  tengo  alegria, 
y  porque  os  pierdo,  estoy  triste. 


ESCENA  XIII 

DiCHoaj-  FiLirs  coa  una  (tja  tvrJqra  cerrada,  esa 
un  poftl. 

Pimpo.     El  Duque,  nuestro  teftor, 
dilata,  señora,  el  veros, 
porque  teme  entristeceros 
su  m<lanc¿lico  humor, 
y  este  présenle  os  ctivia. 


84 


EL  NBtAlfC4Vt.IC0 


(Il.EHIK. 

Cpiad.1.* 
Gnu»,  I.* 

CmUO.  3.* 

Clehkk. 
Criado. 


Clckk». 

Cmiad.  i.* 
Ekriqvx. 
CLExrK. 
Ehmique. 

Clsmcm. 
Enrías. 
Clbmrn, 

rt<i>i<}i'it. 
Clkmcs. 

ClttADO. 
O.IMBN. 

Enrique. 
Clsmen. 


Enriqui. 
Cl.eHE^. 


Ehriqi.'!. 

CUIMCM. 


Cmriqub. 


OUDO. 


Su  mil  aguí  mi  plucr. 
Regalos  d«b«n  il«  ser 
y  jovu  de  U  unftría. 
iQucdc  perla  ydediaminie 
el  nuevo  espuso  enviiiil 
Es  sabio  )'  largo:  si  hará. 
Aquí  v¡\a  viene  un  guante. 
jGuanie^  Dobcdc  pidir 
Ninotna. 

^Hay  mejor  sangría? 
¡Costous  |0]rai  envía! 
iQüi  M  lu  que  querri  decir 
mi  e&poso  «n  «le  presente? 
^Guante?  ilXtnow  regalot 
para  parches  no  era  malo, 
si  tuviera  llaga  ó  fuente 
su  esposa. 

No  sin  misterio 
viene. 

¿Si  es  dessdú? 
.Señora,  ese  fiuatie  ct  mío. 
¿^'uesiro  guante  k  mi,  Rogerío? 
£t  tiompaAerú  esií  aqui: 
avcrigualdo  por  t\. 
Quiero  mirar  el  papel. 
Siempre  esie  sabio  habla  asi. 
Desaciertos  sutosson 
semencias  Jijinas  de  estima. 
Veamos  el  papel,  prima. 
Soto  coniicnc  un  rci^gtóit. 
Ma^ta  en  las  letras  también 
K>.  avariento. 

lAy,  do  mi! 
Leed. 

Dice  el  Duque  aqui: 
«esto  idlo  os  viene  bien.* 
¡Que  cue  guante  solamente 
me  viene  á  mi  iMenl  ¿Pof  quí? 
Si  no  es  que  sin  seso  esi¿. 
¿qué  es  lo  que  por  esto  siente? 
¿No  hab^s  dicho  que  era  vuestro? 
Fl  mismo  me  lequit¿. 
Que  os  quiero  bien  sospechó; 
pues  siendo  tan  sabio  V  diestro, 
¿quidn  duda  oue  habrl  alcaniado 
lo  que  me  haDiis  pretendido, 
j  de  celos  combatido 
este  guante  me  ha  enviado 
para  que  se  ^if;^lfI^-)ue 
la  mano  en  i\  de  tu  dueito? 
No  fuera  esc  bien  pequci^o, 
si  lo  consiguierabnnque. 
Sospechas  todo  lo  ven, 
j  lie  vos  celoso  en  vano, 
dice  que  en  vcj  de  ta  mano, 
me  v}cnc  este  guante  Uen. 
Bicn  puede  de  vos  formar 
quejas  su  melancoüa. 
Claro  estaba,  prima  mía. 
que  yo  lo  habla  de  pagar. 

ESCENA  XIV 

L'n  ftccidenie  le  ha  dado 
i  vuestro  esposo, scllora, 
moriaJ. 


Ci.EKeiii.  Nenad,  Conde,  agora 

que  vos  se  lo  habéis  causado. 
ErtaipUE.  Decís  bien;  culpadme  í  mi. 
Clemcm.  Conde,  mi  sospecha  es  clara, 

que  tí  Duque  no  me  dejara 

por  otra,  i  no  ser  asi. 

quítaosme,  Enrique,  delante,  ivuti. 

ESCENA  XV 

DlCNOC,  MMMtUxltilNCia. 

E.NNiQi'E.  ¿(Ju¿  es  esto,  cielo  cruel? 
Criado 3.* Sacaos  la  sangre  por  i\, 

regalaraos  con  un  guante.  (Vdnw.) 

KSCENA  XVI 

Ra.t  Mu- 
No  estoy  bien  acompasado; 
dejadme,  cerri  e«a  puerta; 
pues  mi  espcrinxa  es  ya  muerta. 
viva  eterno  mi  cuidado. 
iQuc  por  la  posta  han  llegado 
las  penas  de  mis  sentidog 
No  basta,  gustos  perdidos, 
el  grado  en  que  Roma  piensa 
dispensar,  pues  no  disjKnu 
amor  en  casos  prohibidos. 
Di^a  el  médico  verdad, 
pues  siendo  sangre,  es  amor, 
será  su  grido  mayor 
por  la  contaguinidad. 
LeonisR  en  mi  voluntad 
como  mis  propincua  vive; 
es  pastora,  y  no  recibe 
mi  estado,  su  suerte  corta 
dispense  amor,  mis  ¿gué  importa, 
si  la  r»il>n  lo  prohibcf 
^l.os  celos  también  no  son 
en  amur  prohibidos  grados? 
Pues  SI  esiAn  si-erí)(u*dus 
¿quí  importa  dispcn^aclún? 
jNo  es  mayar  jurisdicción 
la  de  amor  v  mis  precisa 
que  esotras.'  Si:  ¿pues  qué  prisa 
Roma  ha  dado  A  mi  pac>en>:ia? 
Mi  amor  no  quiere  i  Clemencia, 
ni  mi  noblcia  i  Leonisa. 

ESCENA  XVII 

KOMMO,  í,«fflH»»>C«l>l.ílt.)r|l«OU*«n* 

LsoNts*.  (^■c""'»^' «»"■"•■-' 

He  de  entrar.  aun<)ue  les  pese. 
Gl-arda.  iTenle,  villanal 
RotiiRiD.  ¿Qu*  es  esto? 

Lkokisa.  Quien  rive  con  tañías  guardas, 

A  es  cobarde,  A  mda  preso. 
RoGBRio.  iLeonisa  es<  Dejalda  entrar. 

¡Vos  squC  ¿A  qué  bueno? 
Lronisa.  a  procurar  que  lu  estéis, 

que  alli  va  os  juagan  por  mucflo- 
RociRio.  ¿Muertoí 
LtONiSA.  Si. 

RooEKio.  En  vuestra  memoria 

lo  estart. 


ACTO  TÜRCeltO 


tí 


Lbonisa.  {Pluguiera  «I  dclo, 

y  no  usur|>«ra  mi  llanto, 
buque,  los  ojos  «I  %ueño! 
Rüiíf  Kio.  Vemlrú  á  r«r  i  Filipo< 
LroNiSA-  Bso,  si,  butiCad,  Ro^erío, 
Mcusu  á  vuestras  bodas, 
y  grados  1  mis  tormentos. 

Rqoeoio.  Diréis  que  le  aborrtcéis: 
corales  vi  vo  por  trueco 
<lc  eslabones,  que.  dorados, 

Íugo  son  d«  vuestro  cuelto. 
*arr)bi¿n  yo  vi  que  os  llamaba 
Brcla^tB  sabio  y  discrcio, 
sin  merecer  «sic  nombre, 
ifuicn  prc^iindose  de  serlo, 
es  lan  fá^il  en  creer. 

Rucamo.  ^Uos  ojos  cuindu  mintieron^ 

LaoKis*.  Cuando  no  los  rige  el  alma, 
ni  alumbra  el  enicodiroknto. 

Roucaio.  (Pues  engaítironse? 

LconiSA.  Si. 

RooEmo.  (Pluguiera  i  Dios!  ptro  tengo 
Icsiigos,  yo  en  vuestro  d«Ao, 
fidedignos,  fuera  dcllos. 

ESCENA  XVIll 
Dieiio*  y  li  Du^ua. 

Ot>Qcs.     Ki]o  ^qu4  nuevo  accidente 

ts  este,  que  en  lanío  extremo 
os  tiene,  que  solo  csUis? 
Mis  jqu¿  villanos  son  estos? 

LtOMSA.  Yo,  K'*"  ^'to'isoy  Leonisa, 
hila  <H  Lauso,  el  rentero 
d«  Pioardo.  que  me  man<U 
que  venga  i  ver  á  Rogcrío, 
Y  yo  soy  saludador, 

Juc  cuando  rabian  los  perros, 
dos  soplos.... 

¿Qaé? 

A  dos  soplo» 
mato  un  candil  j  lo  enciendo. 
Sd  desus  simplicidades 
gusiiis,  hijo,  entreteneos 

Íilivlaid  melancolías, 
rieme,  seAor.  i:on  ellos. 

l.r.oNiSA.  No  hemos  venido  de  balde. 

DuvoK.  ^Cómo? 

Leohisa.  Curo  en  nueso  pueblo 

de  mal  de  hechizos  y  de  ojo, 
y  i  la  fe,  que  si  no  miento, 
que  está  Rogerio  hechiíado. 

OLtQui.     iQui  (lites? 

LKomu.  ahí  sabemos 

mucho  d«sto  las  mujcrt». 

Cahün.    y  los  hombres  muclio  menos. 

l.iONtXA.  Hechizos  son,  no  Kay  que  h«blir. 

Duqt;K.     Bien  puede  ser. 

LiiO!<:SA.  íY  qué  ciertol 

^£llo  va  i  decir  verdades? 

DutjUE.      Sf. 

LeoNtSA.         Pues  «"B^de  secreto. 
Quiso  alli  houeno  mucho, 
Siendo  s61o  caballero, 
á  uiu  serrana  al^o  bfafi. 


Caulík. 


Cahük. 

DVQUI. 


CaklIw. 
Lio  MISA. 


OVQÜS. 


ROOIRIO. 
Lbonisa. 


CaflK. 

LsOMtA. 

CarlIh. 

DuQVt. 
Lbonis.s. 


Duqi'G. 


ROCERIO. 

Lkomsa. 


ROOEBIO. 

Leo  ü  ISA. 


RO<ÍB»IO. 

Leohisa. 
Roosaio. 

LtONJSA. 

Rooeaio. 

LtuKisA. 

Roce  uto. 

Leonisa. 

RocKRio. 

Lkomisa. 

Ca»lI!«. 

Diwui. 

CabUh. 


Que  chupa  níiío»  y  riejoi. 
Como  abura  le  ve  t>uquc, 

!'  ha  mudado  con  el  tkinpo 
a  voluntad,  pues  se  casa, 
hcchiióle. 

Yo  lo  creo; 
que  tristeza  semejante 
no  es  natural,  m  yo  puedo 
creer  que  quito  sabe  Isnto. 
si  bechiioi  no  me  It  han  puesto 
como  está,  viéndose  Duoue, 
le  entristezca;  jet  verdad  esto? 
Verdad  cs  que  á  una  serrana 
quise,  mis  ya  no  la  quiero. 
¿Velo  si  doy  en  el  punto? 
(jAh,  muJabId)  Pues  yo  reapo 
i  curarle. 

Y  yo  lambíin. 
Calla,  bestia. 

Dimc  bcslio, 
que  so;r  macho  y  hembra  no. 
^Sabríts  vos?... 

Comts*6n  tea^o 
de  la  bruja  para  loilo. 
Díjeme  hablarte  en  secrcio- 
Hay  en  todas  la^  monui\as 
desios  extendidos  rdnos 
mil  gtntes  desus  perdidas, 
tributarías  del  Inüerno. 
Pues  lo  añrma  esta  mujer, 
su  hechizo  debe  ser  cierto, 
y  no  es  mucho  colegir 
de  ul  CAU  V*  t  al  eíecio.  Mw^riM  Duq<i«  i 
Yo  lo  vi,  no  hay  que  excusarte. 
Firela  hizo  aqucsc  enredo 
por  caínrme  con  Filipo, 

fCarlIn  fai  el  instrumento, 
ilipo  mismo  te  culpa. 
¿Pues  qu¿  amante,  si  no  es  necio, 
siendo  pane  apasionada, 
no  mentirá  en  su  provecho? 

ÍSu  cadena  recibiste? 
'or  luya,  que  este  grosero 
en  lu  nombre  me  !>dió. 
Carllnt  ¿pues  quí  le  iba  en  00? 
En)(a<larmc. 

No,  Lconisa; 
tus  liviandades  me  han  mueito. 
Yo  he  sido  en  ñtmti»,  bronce; 
por  testigo  pongo  al  cielo. 
Con  Filipo  has  de  casarte. 


Daréme  muerte  primero. 
Tu  le  adoras. 

Mentís,  huque. 
|Qu«do,  cuerpo  de  Dios,  quedo! 
Apartaos,  pastor,  «ci. 
¿Que  me  aparte?  Por  Dios,  bueno: 
traeme  por  saludador 
Leoolsa,  y  por  sopladcro. 

Di>Vi'K.    ¿Saludador? 

CarlÍk.  ¿No  to  r«? 

de  soplón  vivo;  aunque  creo 
que  hav  muchos  ya  dcsCo  oficio 
(^ue  ac*  Maman  litonjeros. 

RooBKio.  ^  o  te  he  querido,  Leooisa, 
con  el  amor  mis  perfecto 
dt  cuantos  su  deidad  taonrani 


86 


El.  MELANCÓLICO 


vi  tu  mudable  sujeto; 
díjame,  v  ama  A  FiÜpo. 
Leomva.  Nómbrale  y  dame  tormento. 
ftoCRiiio.  Clemencia  cí  ya  eipoví  mi*. 
[.toiiKA.  Si  no  la  abrasan  mis  celo». 

La  palabra  has  de  cumplirme. 
RooEato.  Soy  ya  Duque. 
I.EONt&A.  Y  aun  por  eso. 

RouERto.  Llimanme  sabio. 
Leomsa.  No  lo  es 

quien  se  muda  ¿  todos  vientos. 
Amas  ti  Clemencia. 
RouKAio.  No. 

LroMSA.  ;Y  quien  se  casa,  os  discreto, 

con  quien  aborrece? 
Roomo.  Es  fuena 

LioMSA.  ^Porqué? 
RocKDio.  Mi  padre  obedezco. 

Lkonim.  ^Dtos  no  es  mis  que  e)  padre.^ 
HoOKHIO.  Si. 

LeoNiu.  <Amor  no  es  Dios? 
KooEHio.  üs  Dioiciego. 

LeoniSA.  ¿Tiénesmcamor.^ 
RooEiiio.  ¡Ay,  ingratal 

Leonisa.  di  verdAd. 
Rooeaio.  Mucho  le  quiero. 

Leomsa.  {Y  no  me  obedeces.^ 
RoGEHio.  No. 

I.RoMsA.  ¿Porqué? 
RooKDiu.  .Mil  estorbos  veo. 

I.KOMSA.  ¿Y  son? 
RooKKto.  La  dispensación. 

Leomsa.  Nolanccpies. 
RocEdio.  ¿C6mo  puedo?... 

LioNiSA.  Dame  i  mi  la  mano. 
RocKKio.  ^Cdmo? 

Lkokisa.  Siendo  mi  esposo. 
RobRKio.  E>o  leino. 

'  LaOKisA.  No  teme  amor. 
RooEHio.  Antes  si. 

Lbonisa.  ¿Cuándo? 
RoucjuD.  Cuando  tiene  celos. 

LzoKisA.  No  los  creas. 
RodCBío.  Vilos  yo. 

LeoNiSA.  ¿A  eso  vticlves? 
RooEsio.  A  eso  vuelvo, 

que  eres  (icil. 
Leonisa.  Mentís.  Duque. 

CA«t.Í!<.    iQuedo,  cuerpo  de  Dios,  quedo! 
I>L*9itE.     ^Qut  n  lo  que  hahéi*  tolegido. 

serrana,  de  nuestro  enfermo? 
LsoN*i3A.  Ouv  esii  hechiaadu.  señor. 
Carlín.    i-.l  alma  á  suplo»  le  he  vuelto. 


ESCENA  -XIX 

Iilciini  y   Futro. 

DvQVK.     jQut  OS  parece,  secretar»? 
Hechizado  esti  Rostió. 

FlLUH>.      ¡Válgame  Dios,  quede«|(raci«! 

jNo  cs  eUa  i.eonisi,  cielos?  (.ip.) 

LeOMSA.  tortor,  todo  nucsiro  ha:hiiO 
consiste  Iverá  si  ucicrioj 
en  ponelle  unos  coriile% 
duc  Filipo  trae  «t  cuello. 

Dtqi'C.     ¿En  erales  de  Killpo? 


Leonisa.  Si.  porque  vienen  en  dios, 

según  nos  dijo  la  bruja. 

«IOS  hechizos  envueltos. 
,  Duque.     ¿Tenéislos  vos? 
FlLiPO.  Si,  señor. 

DUQi/K.     ¿Quién  o»  lo  ha  dado? 
l'iLif-o.  Malicio;;. 

Lbokisa.  y  consintió  todo  c)  mal 

del  Duque  sólo  en  pcrdellos. 
Dif^UB.     Dildosscá. 
FiUM.  ¡Ay.  prenda  ir.l¿ 

perdiéndoos,  perderé  el  seso. 
Leohisa.  Si  yo  le  amara,  cruel. 

no  tuviera  atrevimiento 

para  pedirle  mi  sarta. 
Roi>r:Rio.  Por  cnttaAarme  lo  has  hecho. 
I.KON1SA.  Pomelos. 
Ro'.KMio.  ¿Yo?  ¡Cómol  Aparo, 

que  estos  corales  me  han  muerta. 
Leonisa.  mi  Uu^ue.)  ¿No  ve  cumn  se  r.'vn'.e? 

Mire  su  merced  si  es  veru 

lo  que  dice.  Téngale. 
Dl'Qi.ie.    Por  mi  bien  te  trujo  el  cielo.  ~ 

Hiii),  en  esto  está  tu  vida. 
RoGERio.  iQue  os  enitaAanl 
Dii<ít;E.  Ten  sos-.e}'.j. 

RooKKio.  ¿Corales  que  has  dado,  intjisM. 

1  otro,  me  pones? 
Leo.sisa.  Fueron 

hallados,  que  dados  no. 

■Mi  bien,  mi  esposo,  mí  dueA», 

crédito,  ó  muerte  me  da. 
RoüEKio.  En  fin,  ¿mi*  ojos  miniieron? 
Leumsa.  Los  ojos,  mí  Duque,  n<j. 
RooEHio.  ¿Pues  quién? 
Leomsa.  El  entendimiento. 

RoGERio.  ¿Qué  no  me  ofendiste? 
Leomsa.  Nunca. 

RooERio.  ¿Qué  me  quieres? 
Lkosisa.  Sin  ti  mucru. 

RoiiE«io.  ¿Y  i  Filipo? 
Leomsa.  Si  le  nombras... 

RocERio.  ¿Qué  harás? 
LtoMs».  Rasgarémcfl  pe>.*ho. 

RuoEKio.  Tu  esposo  soy. 
LaoKisA.  Yo  tu  esclava. 

DuoLE,     ¿Cómo  estáis? 
RuciKKio.  Mejor  me  siento. 


ESCENA  NX 

CHcllM  y  CtKHUICtt. 

Clemcs.  ¿Es  posible  que  hechizado 

esté  el  Duque?  Mas  ¡ay,  cielos! 

¿No  es  esta  la  labradora. 

nublado  de  mis  contentos? 

Prendan  i  estos  dos  villanos. 
Di;qi:k.     Sobrina,  ¿qué  hacéis? 
Clemks.  Prcndeldi'!.. 

Di;oi  K.     ¿Por  qué,  si  á  curarle  vienen? 
Clemkn.  i. a  hechicera  que  me  ha  muerto 

y  i  mi  cspovo  llene  asi. 

esétts.  Préndela  presto. 
KiLU>u.     Amor,  ayudad  mi  causa, 

y  ricioriosos  saldremos. 


ta 

P                                                      ACTO  TERCKRO                                                               87           ^| 

^ 

Gran  sector,  csio  cf  verdad: 

como  Clemencia.  DcspuA                     ^^| 

^^^^^^ 

jro  té  que  quiso  i  Rogerio 

que  no  os  veo,  se  murió                   ^^^H 

^^^^K 

esu  pastora  infinito. 

el  pastor  i  quien  tenia                      ^^^^1 

^^^^r 

V  intenta  ahora  de  nuevo 
hcchiiarle. 

por  padre  v  obedecía                           ^^^H 
t.eonita,  el  cual  me  dejó                      ^^H 

^M 

H          DnQlIt. 

¿yué  dech? 

aqueste  papel  cerrado,                          ^^H 
mandando  que  se  me  diese                      ^^M 

H       Fiupo. 

Este  pastor,  si  i  tormento 

^^^^ 

le  ponen,  dirá  lo  queei. 

el  dia  mismo  que  muriese.                        ^^M 

^^H<CAItLjK. 

¡Helo  aqui  to<lo  en  el  suelot 
Di  lo  que  sabei. 

Lclle.  y  áil  he  sacado                             ^^M 

^^Bt)u«cx. 

que  era  un  noble  caballero,                    ^H 

■      Cabüs. 

Señor. 

úuc  del  gran  Duque  ofendido                  ^H 
oc  BorgoAa,  y  persuadido                      ^^M 

^»^^ 

la  verdad  ti  que  yo  vengo 

^^^^L 

por  saludador  de  anillo. 

de  vengarse,  el  medio  fiero                    ^^H 

^^^B 

que  ni  tal  oficio  tengo, 

que  tomó,  fai  de  dar  muerte                 ^^H 
a  I.oonisa  en  una  quinta,                         ^^H 

^^^^^ 

ni  en  \  icrnes  santo  nací. 

H       Du^us. 

^Y  quiín  es  esta? 

recién  nacida,  en  quien  pinta                 ^^H 

■       C&aUn. 

Yo  pienso 

el  cielo  su  ilustre  suerte.                        ^^M 

^M 

que  es  bru  a  que  i  chupar  viene 
Ducos  desde  nuestro  pueblo. 

Hallóla  sola  y  tan  bella,                        ^^1 

^m 

que  iuzundo  por  crueldad                   ^^H 
el  marchitar  su  beldad,                            ^^H 

H       Clsjiev 

{Qué  os  parece,  gran  seftor? 
{Hay  tal  cosal  Quitad  luego 

■       DintvB. 

huyó  i  estos  montes  con  ella;               ^^H 

^M 

i  RÓgcrio  esos  corales. 

due  por  vivir  desterrado                           ^^H 
(le  Horgoña  y  ún  hacienda,                   ^^H 

^M 

que  el  hechizo  vendri  en  ellos, 

H 

T^rendan  aquestos  dos. 
.  iTraidorcíl  gestáis  sin  seso? 

le  pareció  con  tal  prenda                         ^^H 

^^^.RooRiira 

quedar  mis  rico  y  honrado.                  ^^H 
vino  en  traje  de  pastor,                         ^^1 

^^^L 

gA  mi  Leonis&I  ¡i  mi  esposal 

^^^^p 

eso  no. 

nombrtle  por  mi  rentero,                      ^^H 

^^^  Climek. 

Citan  *«ftot,  (veislo? 

hasta  que  al  trance  postrero                     ^^H 

K^  CamUn. 

LucBO  que  soplón  me  vi, 
•divine  el  paradero- 

esto  me  escribió,  ^eñor.                            ^^H 

^^^^L 

Ved  como  serA  hechicera                          ^^H 

^^^P 

jMfts  que  me  queman  pof  brujo? 
|Ar,  Dios!  á  chamusco  huelo. 

quien  de  Clemencia  es  hermana.              ^^M 

^^^^^ 

Di;<;L'b.     Novela  fuera  e^^a  vana,                             ^^H 

^p 

{Echan  mano  d  l.miiu  y  Cirtln.) 

Pinardo,  si  no  supiera                            ^^H 
la  pérdida  de  una  hija                             ^^H 

■       Rmuio.  {Viven  los cidoiJ  viltanos, 

H^ 

que  SI  la  esposa  que  quiero 

que  el  Duque  mi  hermano  tuvo,              ^^| 

^^^_^ 

mis  oue  i  mi,  nodcjils  libre 

por  cuya  ocasión  estuvo                        ^^M 

^^^H 

que  pierda  al  Duque  el  respeto. 
iWme  una  espada. 

para  morir.  Regocija                             ^^H 

^^^^K 

mi  trísie/a  aquesa  nueva.                       ^^H 

V          DVQUE. 

¡Hay  tal  cosa! 

A  sacarU  de  priiióu                                   ^^H 

^^^^ 

Dejalde.  que  está  tín  seso. 

lamos,  que  ^i  el  afición                            ^^H 

^^^^L 

Curaráte  la  villana. 

Que  melancólica  prueba                            ^^H 
ue  Hogerio  la  lirmeza,                              ^^H 

^^^^^^ 

6  maurila  á  lormcnios.  (t'daw.) 

^^^^^^^^ 

siendo  su  espuso  este  día,                      ^^H 

^^H 

ESCENA  XXI 

tendrá  su  melancolía                           ^^^H 
fin,  V  premio  su  bellcia.                   i^^^H 

^^^^ 

Koucma  y  Eski^i. 

PiSMt».  Los  pies,  gran  señor,  os  beso.            i^^^H 
Duqi;e.     Clemencia  perdonará,                          ^^^^| 

H       Emuoie 

SeAor.  ^<|u£  alboroto  es  este? 

que  más,  Pinardo,  me  va                     ^^^^H 

H          RoCBRtO 

¡Ay,  Enrtoue.  que  me  han  preso 
el  alma,  c-  gusto,  la  vida! 

el  ver  al  Duque  con  »(»o.                     ^^H 

^1 

^^^H 

H       Ekriquk 

No  hagiis.  primo,  esos  extremos. 

^^^^H 

H       RoGBRro 

No  hnrc,  si  vos  me  nyudiis. 

ESCENA  X.XIII                       ^^^1 

■          EkRIQI'K 

Yo  moriré  al  lado  vuestro. 

H       Roúcmo. 

Pues  venid,  dirios  el  cómo, 

que  no  inieresüs  vos  menos,  {vamt  > 

Kr  [hJ4DB,  PiNAKoa  y  Komm».                         ^^H 
RoúEfio.  Ya  yo,  señor,  esiov  bueno,                    ^^H 

^^ 

ESCENA  XXII 

y  mi  tristeza  pasaáa,                              ^^M 
en  contento  convenida.                          ^^U 

^^ 

Bt  tfvvct,  y  (■lüAuo. 

le  debe  á  aquella  serrana                        ^^M 
csia  cura  milagrosa.                              ^^H 

H       DirQtic. 

SI,  Ptnardo.  hale  hecht»do 

(^ue  la  suelten,  señor,  manda.               ^^1 

^1 

una  pastora  i  quien  quiso. 

SI  no  es  que  pagues  servicios                  ^^M 

■         l*)!«AIIDO 

Quien  os  ha  dado  esc  aviso. 

coa  prisiones  v  amenazas.                     ^^1 

^B 

os  b«,  seftor,  engañado; 

Ov<íiE.     (lExtraña  fuerza  de  amor                      ^^M 

^B 

porq^u«  esa  pastora  es 

tiene  la  voluntad!  Tanta,                       ^^M 

^^^^B 

ocasión  de  mi  venida, 

que  disimula  contenió.                           ^^M 

^ 

y  tan  noble  v  bien  nacida                  . 

solimen»  por  librilll).                        ^^H 

^^f       88 

EL  MKLANCÓlICI» 

^^H 

^^B 

Hijo,  <lc  vcfos  )*«  bueno 

Rocsaio 

Primero  que  i  Parísjiana                          1 

^^^^H 

doV  é  los  cÍ«Io$  mi)  gracias, 
'  btrt  mercedes  lambíín 
i  Ix  pasiots  que  un  ama; 

vue»ira  excelencia  honre  esta  cone,        1 

^^^B 

que  ya  siente  que  »e  vaya.                           1 
I'or  serviros,  gran  señor,                    ^J 

^^^^1 

Lkomsa. 

^^^^1 

ma»  hatx^i  de  ser  «poso 

dilataré  mi  jornia.                               ^^H 

^^^p 

(le  Clemencia. 

Fiuro. 

f,tC4riin.i  Diga,  señor  caballero,          ^^| 

^^^       Rootmo 

Como  el  alma 

jc6mo  se  llama  madama                      ^^| 

^■^ 

lie  la  enfeimcdad  del  cuerpo 

la  duquesa?                                       ^^M 

^^^^m 

dcfccios  participaba 
noconu>:ia  la  oicha 

C&rlík. 

Bona  guii                            ^^M 

^^^^^ 

loixton.                                                   ^^U 

^^^^^^> 

que  con  la  Duquesa  gaaa; 

FlLIPO. 

No  entiendo  palabra.                ^^ 

^^^^^^^H 

pelo  yaque  la  conoce. 

jTieiK  Sil  aiistancia  en  Londres?             1 

^^^^^^^^ 

cii  su  hermosura  idolatra. 

cEt doncella  ó  escalada?                           1 
fioiid  ^iiii  toixion.                                       1 

■            Duqu«. 

(,(  i'iiiirJc.^  Todo  esio,  finardo,  lingc 

CAfl.iK, 

^^^^_ 

porque  ta  patiora  uígA 
ibre  y  tegura.  ¡Oh.  nmorl 

FlLíl-O. 

iQui  cs  estu.^       ^J 

^^^H 

¿Hay  ñgura  de  mis  gracia?               ^^M 

^^^^^^^^ 

•KombiOK  ton  \u&  haxañai. 

j Es  caballero?                                   ^^M 

^^^^^^^B 

Llevad  aaue&ia  sortija 
i  la  pnsion, )  sacaua: 

Cahiín. 

A/o»  1  turo.                       ^^M 

^^^^^p 

h'iupo. 

Gracias  í  Dios  que  ya  habla             ^^H 

^ 

pero  haced  que  venga  aqut, 

palabras  imeligibles.                         ^^M 

^^^         PlNAHM) 

.  Cosas  he  viSto  boy  cxtraAas. 

^^^M 

^L 

tVa*m  Plnardoki 

ESCENA  XXVI                          ^H 

DlCHi»  y  r.l.«HklICIA.                                     ^^H 

^^^v 

ESCENA  XXIV; 

Clsmen 

Si  tt  Duque  está  sano  y  paga            ^^| 

^B                       ffr  Duvui*  RwKBio,  Bni^vt  y  Fiuro. 

mi  voluntad  en  albricias.                     ^^M 

^1              'EHHIQVE 

.  La  Duauesa  de  ClarcncU, 
quede   ngatalofra  pasa 
i  París,  csU  en  la  corte. 

excede  >  mis  esperanzas:                    ^^M 
sei^or.                                                ^H 

^B 

Dugus. 

Adv'ertid,  sobrina,                    ^^M 

^1 

que  tcníis  en  vuestra  casa                   ^^M 

■            DwuB. 

iQaé  dccli^ 

la  duqucM  de  Clarencia.                   ^^M 

■            E:<iii«uc 

Esta  maflar>a 

par*  honrar  nuestra  liretafta.                   1 
Vuesclencia...  (¡A y.  Dios.'  ¿quí  miro?  ^J 

^^^^ 

en  el  puerto  mis  cercano 

Clkmbn. 

^^^K 

tomó  tierraj  que  es  BretaAa, 

¿no  es  kqucsia  la  serrana                    ^^H 

^^^^H 

la  provincia  mis  propincua 
á  Inftataiena,  de  rrancia. 

hechicera  de  mi  esposo?}                      ^^M 

^^^^^^^B 

CahUn. 

«Mas  que  aqui  mos  desacotan?         ^^M 

^^^^^^^H 

Viene  huyendo  de  su  Rey, 

^^H 

^^^^^^^^H 

en  el  favor  confiada 

^^^H 

^^^^^H 

del  nuestro,  que  es  su  pariente. 

ESCENA  ULTIMA                     ^H 

^^^^^^ 

y  aunque  poco  acompasada. 

UlCUM/  t'UUHBO.                                        ^^H 

^^r 

no  quiere  pasar  sin  veros. 

^^^        DUQUS. 

Avisen  luego  i  Madama 

PtNARoo.  No  esti  en  ta  prisión  Leonlsa.            ^^| 

^^^^fa 

Clnncncia,  j  i  recibilla 

Dtiqití. 

¿Cómo  es  eso?                                      ^^H 

^^^^p 

vamos  todos. 

PiNAano 

También  falta            ^H 

^            Enrioli 

Ya  esti  cfl  c*sa. 

el  rústico  que  traía.                           ^^M 

^^^^ 

CAIIl.fK. 

Temblando  estin  mis  lunadas.         ^^M 

^^^L 

Clkmim 

Esta  es.  Leoniso,  señor,                              V 

^^ 

ESCENA  XXV 

y  este  el  villano,  que  engaAon                 M 
tu  corte,  si  no  la  hechisan.                 ^H 

^1                     tltOO*]' 

Lkodua,  4  t«  Itiglé*,  Ht«rrm,  y  CajliJi>,  é 

Dtl^UE. 

¡Bárbara*  ¿Quién  eres?  Hobla.           ^H 

^B 

lo  gr*cl«ta,  túmUtM  imgUt. 

Ca«lIn. 

Bona  guiM  toixton.                                ^^M 

^1              León  ISA 
■              CakUn. 

^1            LsoxiiA 

<A  CuUa.>  No  nos  eches  i  perder. 
Bona  guit  toixton.  Palabras 
inglesas  hablara  solas, 
y  en  lo  demá»  chile  y  callo. 
Demc  los  piel  vucMra  Alteía. 
Cran  Duquesa,  nu  etpcraba 
nuestra  corte  tanta  dicha. 
(iQalosl  ^csia'no  es  ta  cara 
de  L«onlsa,  la  pastoral 
Mas  no;  que  en  brevedad  tanta, 
jc6mo  engíflarme  puJicraí 
Su  rostro  j'  talle  retraía.) 

CHIMEN. 

Duque. 

Clcmen 
CAaUtí, 

Dwjyic. 

Ehhjque 

Malalde,                ^M 
Sosegad,  Clemencia;  basto.                 ^^H 
Matalde.                                                  1 
Bcrcebú  lleve                                 1 
e<  bonaguis  y  las  bragas.                            1 
Yo  soy  Carlln,  señor  Uuco,                     ■ 
j  esta  Leoniso,  empanada                        1 
miilesa,  que  sac¿  el  Conde,                    ^J 
porque  KoKerio  lo  manda.                  ^^H 
Conde  Enrique  jcámo  e%  esto?          ^^H 
.  Rogerio  ha  sido  la  cauta                     ^^M 
de  que  csién  estos  dos  libres.               ^^M 

^K            Piupú. 

(jVo  cs  mi  Leontsj  esta,  ciclos? 
Mas  jay,  ojos!  que  os  engañan 



■ 

^^^— 

1    ei«rlBlnil(ltot*ai«d««Ktltfu«Bb<M(til«corri>        | 

L 

mentirosas,  a^uncocjas.) 

tlAc»no 

*■  «rrtba.                                                           ■ 

ACTO  TERCERO 


89 


Clemen. 
Roce  RIO. 
Duque. 


Clemen. 
Duque. 


Clemen. 


Leonisa. 
Pinar  DO. 

RoGERtO. 

Leonisa. 
Duque. 
Leonila. 
Duque. 


Esta  es  Leonisa;  maiaSda. 
Clemencia,  se)do  en  las  obras. 
No  será  vuestra  ira  tanta, 
que  gustéis  de  dar  la  muerte 
aquí  á  quien  es  vuestra  hermana. 
^Quién  es  mí  hermanar' 

Leonisa, 
la  que  ha  sido  tan  llorada 
de  vuestros  padres,  perdióse, 
y  hoy  el  cielo  os  la  restaura. 
\Ay,  hermana  de  mis  ojosl 
No  hay  para  qué  hacer  probanzas: 
la  sangre  sin  fuego  hierve; 
reconocido  te  ha  el  alma. 
Dame  esos  brazos. 

¿Qué  es  esto? 
No  eres,  Leonisa,  villana; 
hija,  si,  det  de  Borgoña. 


¡A  V,  gloria  de  mí  esperanza! 
jYo  soy  Duquesa,  selinresi' 
De  Borgoña  sois  Infanta. 


¿Y  esposa  del  Duque,  quién? 
lemencia. 


Leonisa.  Puei  00  soy  nada. 

RooERio.  Melancólico  estaré 

toda  mi  vida,  si  pasan 

adelante  los  efectos 

rjr  no  remediar  la  causa, 
eonisa  ha  de  sermi'dueño. 
Clemen.  Siendo  Leonisa  mi  hermana, 

en  albricias  de  su  hallazgo, 

mi  amor  en  ella  traspasa 

su  acción. 
Leonisa.  Las  manos  te  beso. 

R0CER10.  Sed,  pues,  hoy  en  todo  franca: 

dad  la  vuestra  al  Conde  Enrique. 
Quemen.   Cuando  dispensare  e!  Papa. 
Duque.      También  será  menester 

para  los  dos. 
Carlín.  lAltot  vayan 

por  otra  para  Cariin, 

que  esta  comedia  se  acaba 

sin  bodas.  Tirso  la  ha  escrito; 

á  quien  la  juzgase  mala, 

malos  años  le  dé  Dios, 

y  i  quien  buena,  buenas  Pascuas. 


EL  MAYOR  DESENGAP^O  " 

COMEDIA  DEL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA 


PERSONAS 


Btii:  so,  galán, 
Mavció.v,  ni  criado. 
Etrhonr.  w  Bruno. 
ATAt'LtO,  galán. 
Un  tIo  de  tvAM>KA. 

SoLOADOi. 

Vaos  A,  dama. 
Leída,  mütica. 


El  Rey  oeFuavcia. 
La  Reís*  oe  Francia. 
Marcela,  dama, 
Hdgd,  fxqw. 
EvASDRA,  dama, 
Laiheta,  su  criada. 
El  condb  PnáapKRO. 
LORCN'A,  dama. 


Esffico.  tmperador. 

MlLARUO. 

La  CNPERATniz. 

RORERTO. 

_         { atiiáianttt, 
Fn.iffl  1 

Laura,  dama. 

Un  Amcsu 


Represéntala  Orlln, 


ACTO  PRIMERO 


ESCENA  PRIMERA 

BttvyO,gaUn;  ilAwaiiXt^i caplgcrrin:  Eta»oka, 
dama,  y  LAVtJtr», $u  <TU4ii,<oit  mcntM. 


BmrNO. 

£VAN0. 


EVAI«I>. 

Briko. 

Marc. 

BRt;No. 

EVAKD. 

Bruno. 

Lacr. 
Marc. 


Lalir. 

Mar*  . 


¡EAirafla  csiís! 

Nn  te  nptnies. 
^CóiDD  es  posible  me  ten^t 
BiHor,  ú  cru«l  le  vengss 
con  desdcfws  scmcjaniM 
de  iiiAk*  que  nunca  le  hice? 
¡Qut  terribles  Stoit  lo»  hambreil 
.Sr  me  abraw,  no  \t  «Mjmbies. 
iQué  lo  alajú  que  lo  dicH 
O  me  quietes  bien,  ü  no. 
Quiérele  COn  «mor  casto. 
¿Q\ié  i  persuadirte  no  basto 
i  darme  una  mano? 

iJoI 
Como  alli  te  manoican 
de  lenftuas,  >o  soy  amigo 
de  obrar  callando. 

|Jo).  digo. 
I>e  ¡io!  (US  requiebro»  sean. 
¡lu!  di^as  cuando  te  caMis; 
cuando  et  li  t  ayas  á  Jar 
dleas  ijo!:  cuando  A  (icy,kr 
ollas  >■  platos  repases, 
por  tiple  ú  por  contiabijo 
cantes  :)o!  pues  lk>ro  vo. 


que  al  fregar  no  e%  malo  el  ¡jol, 
>i  en  jo  acaba  el  cttropajo. 
|Jo!  te  llame  tu  tertora, 
¡iu!  seas  en  todA  pane, 
Ijol  digas  al  acostaite, 
l|ol  cuando  salga  la  aurora, 
¡lol  sea  tu  si  y  tu  no: 
¡jol  en  p1a»s'.  tienda»,  calle», 
y  en  fin,  un  marido  halles 
con  la  paciencia  de  un  Job. 
Bruno.     Et  andra,  si  cuando  dejo 
tantos  aumentos  por  ti. 
letras  á  quien  años  di, 
respeto^  de  un  podre  riejo, 

(tradns  i.'e  universidades, 
eyes  por  las  de  tu  amor, 
cargos  que  ofrece  el  favor, 
honras  que  son  dignidades, 
iquí  estado  habrá  que  me  cuadre, 
pues  msltralas  mi  deseo. 
cuando  despreciado  \cq 
pgr  li  mi  estado  y  mi  padrea 
jIU  darme  una  mano  bella 
fuera  mucho  Ralardón? 
EvAíro.     SI,  Bruno,  <]ue  la  opiniíSn 
tengo  de  mi  honor  en  dli. 
Vive  el  recalo  entre  miedos 
de  menosprecios  villanos: 
den  otras  el  gusto  i  manos, 
(fue  yo  dudo  darlo  i  dedos. 
U  loque  por  mi  has dijado 
en  mi  amor  cobrando  vaS| 
juiga  tú  cuál  vale  más. 


^^^^H                                                      ACTO                                                                           rji              ^1 

^^^V            «lo  perdido  ó  lo  gañido? 
^^^B            Un  alma  imanas,  que  snimst 

no  paran  hasta  dar  doce,                         ^^M 

y  otros  que  dan  cuatro  cuartos,  ^^| 
N'o  alcanzan  i  más  mis  bríos;                  ^^| 

^^^1            con  la»  lUmiis  di-  lu  amor, 

^^^H              un  racruputosu  honor 

recibe  el  escaso  don,                              ^^^B 

^^^H             que  por  recatado  csiiitias. 
^^^B            Pieftiei  letras  v  úpinión 

que  si  cuatro  cuartos  son,                     ^^^^| 

serán  ocho  con  los  míos.                     ^^^^H 

^^^H            de  estudios  en  que  amor  (.'alma: 

Toma,  ^quv  le  melindrizas?—                 ^^^| 

^^^H              por  libros  Ic  doy  el  alma, 

Tu  padre  es  este,  sciíor.                              ^^H 

^^^H             ¥  P^'r  grados  ini  añción. 
^^^H             si  esta  es  más,  dcic  que  llegue 

i\  no  venir  ciego  amor,                               ^^H 

por  Dius  que  me  dcscuarii/a».                    ^^B 

^^^H             su  lienipo.  que  yo  %c,  ikunú. 

^^H 

^^^B             que  me  pides,  ímponunn, 
^^^~              lo  que  iiíusUí  que  te  nicuue. 

ESCEÜA  II                                  ^M 

H^    Mam.      jQuc  no  ha)' darme  ura  martop>tu 
^K                     •  quier)  mh  vervus  dedique? 

HKHot  y  ti  ntttM  un  tt¡vnú.                               ^^H 

^^^M 

^M                    ^Stquiera  un  dedo  meiiique. 

P.  oa  Bu.  Buenoi  lutíroi  de  tu  estudio                       ^^| 

^V                   una  uña? 

das  á  mis  prülijtis  b:Íos,                              ^^^^B 

H     L«tia.                 ;)o!.  di^io. 

á  la  opiniun  de  tu  inf¡enio                      fl^^^l 

■     Marc.                            ¡Soplal 

V  al  sudor  de  tus  trabajos.                   ^^^^| 

H                   Jo  y  bofetón,  ptc&a  y  pinta. 

buen  empleo  hijco  la  hacienda                 ^^H 

^^^^             La'mano  te  pido  yn'. 

que  lanío  tiempo  he  gastado                    ^^H 

^^^K            pero  en  \<¡i  carnilos  no. 

comido  en  Pans.  Bolonia,                           ^^H 

^■V            <|ue  es  fiims  sm  pluma  y  tínu. 

l.ovaina  y  Praga.  Letrado                         ^^H 

^TBix'no.     Seis  »fíoí  lia  que  le  adoro. 

en  las  leyes  de  tu  amor,                              ^^H 

H     EvA.to.     Oíros  lanio;  ha  quecn  li 

va  que  no  en  sus  desengaños,  ^^^| 
la  cátedra  Ices  de  prima,                         ^^^^t 

H                     nuevo  ducAo  al  alma  di. 

H     BnVKO.     Todas  las  jova's  y  el  nru 

amante  ya  que  r.o  sabio,                        ^^^^| 

^^                    que  de  mi  madre  heredé. 

^Honrai  asi  la  nobleza                           ^^^^H 

^M                    y  en  li  mejoran  de  dueñu, 

que  de  tus  antepasados                          ^^^^| 

^^^H                te  trai|p).  Don  c^  pequero, 
^^^B              ma^  quiialet.  de  mí  le 

e>  espejo  de  Colonia?                           ^^^^| 

jestc  es  merecido  pa^o  ^^H 
do  un  padre  que  deposita                         ^^H 

^^^B             k  darán  nuevo  valor: 

^^^B             recibe  mi  voluntad, 

su  ser  «n  li.  y  te  ha  entregado                  ^^H 

^^^V             y  veris  su  calidad. 

por  ser  único,  en  mi  casa,                        ^^H 

tvAND.      .\  puder,  Bruno,  mi  amor 

su  valor  y  sus  cuidados?                          ^^H 

!                          ofenderse,  me  avcri;acn2U 

f'Tij  (c  casas  sm  mi  gusto?                   ^^^H 

^ft                  de  ver  que  tan  mal  te  apoyas. 

^lú.  i  mis  consejos  contrario.              ^^^^| 

^^^              D«  afrentadas  esas  joyas 

el  honesto  irajc  truecas                       1^^^| 

^^^ft             se  esconden  en  ese  líenlo; 

de  escuelas  que  ilustra  i  tantos.               ^^^| 

^^^H             y  aunque  con  prendas  tan  baj» 

por  las  gatas  licenciosas.                             ^^H 

^^^H              me  ofendes,  de  lu  oro  advierto 

y  para  volar  más  alto,                              ^^B 

^^^B             que  en  fe  de  que  viinc  muerto 

mudas  plumas  (torpe  y  ciego)                  ^^B 

^^^B             para  mí  amor,  )e  nmortajas. 
^^^B             Seis  aAosd«%'olunlud 

al  sombrero  de  la  mano?                         ^^H 

¡Plegué  á  Dios...                                           ^^B 

^^^B             ¿se  pueden  satisfacer 

Bfit^Ko,     íDr  rvdií'ai }  Padre  y  seAor:                         ^^B 

^^^H             ton  oro.'  e'^oy  mercader 

después  de  poner  li>s  labios                         ^^H 

^^^H             que  vendo  mi  überiad? 

donde  tú  ponei  los  pies,                              ^^H 

^^^fl             ,JQué  ¡¡-rtofancia  hacerle  pudo 

lus  canas  reverenciando,                          ^^B 

^^^B             intentar  tan  vil  quimera? 

respondo  humilde  i  tus  quejas.                ^^| 

^^^1               Si  amor  vestirse  quisiera 

que  aunque  cuerdo  he  procurado             ^^| 

^^^L             no  se  [intace  desnudo; 

seis  anos  ha  ubcdcccrte.                            ^^B 

^^H             pero  tú  para  <iue  torne 
^^^1           i  agraviar  en  el  la  visia. 

inclinaciones  turbando,                                ^^H 

ni  ausencias,  madres  de  olvidos.                ^^| 

^^^B           lienzo  le  das  que  se  vista 

ni  estudios  siempre  contrarios                   ^^H 

^^^B            y  joyas  con  que  se  adonie. 
^                 Dijamc  }'  vite. 

de  ia  ociosidad  dafiosa,  iLirdmatt.}              ^^H 

ni  eniretenimieniDs  castos                            ^^M 

H   Bruno.                            Uye,  ctcucha; 

pudieron  ser  de  provecho  ^^H 
a  borrar  de  miscuidados                              ^^H 

H                    no  te  altere»,  no  le  enores. 

^1   Mahc,      Hoy  somos  todos  relojes. 

el  amor  que  á  Gvendra  tengo,                   ^^H 

H                  También  yo  tengo  mi  hucha. 

de  su  hermosura  el  retrato.                         ^^H 

^H                              (Súce  mn  |i,i*«(to  m¥y  tutto  y  ruto.) 

Si  supieras  diligencias                                  ^^H 

^^^H            Cuatro  cuartos  bien  contados 

que  en  tu  obediencia  buscaroR                 ^^H 

^^^B            en  CSC  pañuelo  van. 

remedios  contra  mi  amor,                           ^^H 

^^^B            oue  si  escudos  amos  dan. 
^^^H            liamos  cuartos  los  criados. 

dcst  clos  que  me  han  costado,               ^^^H 

yerbas,  palabras,  conjuros,                  ^^^^H 

^^^B           Porque  aunque  hay  relojes  hartos. 

compai^ia  de  hombres  sabios,                 ^^^H 

^^H^           hay  unos  que  asi  le  goce 

jucsos,  en  iTCienim  rentos,                          ^^B 

^^^^^  9a 

oesbnoaSo                      ^^^^^^^^^H 

^^^^^K               ya  en  la  ciudad,  y»  en  el  campo, 
^^^^^K,             lásiima  m  vez  ik  rígúi 

tu  desobediente  estado,       ^^^^^B 

y  ú  los  tienes,  ptibrexa                   ^H 

^^^^^H             ine  luvicrav  mai  mn  (»\so% 

meicte  su  amor  con  trabajos.         ^H 

^^^^^H               los  rciticdioí  que  dtú  Ovidio 

Tus  más  amigaste  vendan.             ^H 

^^^^^H              conifa  M«  CMgo  tirana. 

tengan  poder  tus  contrarios            ^^M 

^^^^^1              íQui  importa  que  padre  s«at 

en  lu  deshonra,  mas...  no...              ^^M 

^^^^^H               i  que  los  preceptor  sanios 
^^^^^H              de  mi  Iry  *  obedecerte 

higate  Dios  un  gian  santo.               ^^M 

Pero  ¿cómo  se  enternece                    ^H 

^^^^^H                me  obliguen,  vi  me  inclinaron 
^^^^^B                lai  «irellas  vupeiiotet. 

un  cor<i¿n  injuriado                       ^^t 

de  un  hrjo,  que  lanío  quiso                   1 
á  un  pariré,  a  quien  debe  lamo.*       ^J 

^^^^^^B                <)ue  evlando  en  lugar  mis  alio 

^^^^^H               Ib  juiisdiccíón  te  usurpan. 

Plegué  al  ciclo,  si  en  mi  ofensa         ^H 

^^^^^H              de  quien  me  confino  esclavo? 

dieres  la  atrevida  mano                     ^^| 

^^^^V^               Por  la  mujer  (dijo  DiosJ 
^^^^^H               que  dcfarU  olvidado 

i  esa  muje'',  pobre  «1  ñn,                ^H 

que  es  la  afrcnla  de  mái  caso,          ^^M 

^^^^^B              el  hombre  »u  paJrr  y  madre. 

que  todos  te  menosprecien,             ^H 

^^^^^^1                Ni  le  olvido,  ni  hcdcjado; 

no  te  acompai^en  bidaI|{os,              ^^| 

^^^^^H                pero,  iHni  lcn)(0  de  hacer. 

dedesleales  te  sirvas,                       ^H 

^^^^^H                si  las  esiitllat.  lot 

pidas  limosna  á  viltaooSi                   ^H 

^^^^^H                mi  inclinación,  mit  de«eos> 

si  Jurares  no  te  crean,                     ^H 

^^^^^K               la  libertad  me  usurparon? 

en  cuanto  pudieres  mano                 ^H 

^^^^^^V               Ttj  eres  toío;  muchos  ellos: 

desdichas  te  agden  aumentos;         ^^| 

^^^^^H               amor,  dios  fuerte;  yo,  llaco; 

cuanto  estés  mái  conliado              ^H 

^^^^HV                bella  Evandra:  ¿cúmu  puedo 

de  la  lealtad  de  un  amigo,                 ^^M 

^^^^^E               hacer  resistencia  i  tantos? 

le  usurpe  lo  más  preciado                 ^^M 

^^^^^K               Sangre  ilustre,  padre. 

de  lu  gusto:  pero...  no. .                 ^^M 

^^^^^H              y  ci  copioso  ma)  orazgo 

hágate  Dios  un  gran  santo.               ^^| 

^^^^^^1               que  me  dc¡>j  en  herencia, 

EvAND.     Si  no  tuviera  respeto                         ^^m 

^^^^^H               basia  á  darme  noble  estado. 

á  tus  venerables  al^os                           1 

^^^^^H              Ksiudicn  hijos  vtgundos, 
^^^^^H              que  en  las  letras  nan  cifrado 

y  al  amor  que  icngo  á  Bruno,          ^1 
de  tu  nobleza  tr  .tlado,                     ^M 

^^^^^H                la  dicha  de  sus  aumentos. 

pudiera  ser  respondiera                   ^H 
i  medida  de'  agravio                          ^^t 
que  en  mi  calidad  injurias               ^^M 

^^^^^H              vinculadacn  tus  trabajoSi 

^^^^H              que  los  Iónicos,  cual  yo, 

^^^^^1               cuaodo  al  ocio  y  al  recalo 

Si  no  descurtas,  osado.                     ^^M 

^^^^^1              deo  generónos  destvlos. 

Mi  sangre  no  desmereca                  ^^M 

^^^^^H              ni  es  menosprecio  m  agravio. 

darte  niclús,  pues  honraron             ^^M 

^^^^^H              Evandta,     no  tan 

mis  progenitores  nobles                     ^^M 

^^^^^H              porque  los          ciírsfon 

augustos  triunfos  v  lauros.              ^H 
Si  i  falta  del  oro  ni,                       ^M 

^^^^^H              tesoros  en  su  hermosura. 

^^^^^H              discrectán,  honra  }'  recato, 

que  Galiüca  villanos,                          ^H 

^^^^^^H               es  lan  noble  como  yo: 

supliendo  sangres  ilustres,               ^H 

^^^^^^H               no  permitas,      eres  sabio. 

dorando  quilates  bajos,                   ^H 

^^^^^H               que  me  ose         el  oro. 

mi  nobleza  en  poco  tienes,                ^H 

^^^^^H               ocasión  de  tantos  daños. 

guarda  tesoros  avaros,                     ^H 

^^^^^^H               Dotes  que  maridos  compran, 

que  tos  de  mi  honor  estimo             ^^M 

^^^^^H              los  obligan  como  iesclavos 
^^^^^H             i  indignidada  de  honor, 

como  más  calificados.                     ^^M 

No  vendo  á  peso  de  hacienda            ^^M 

^^^^^H              por  ser  maridas  comprados. 

la  calidad  que  he  entregado               ^H 

^^^^^H              Ast,  padre,  siglos  cuentes, 

i  persuasiones  de  Bruno,                   ^H 
á  uer  de  mercader  falso;                   ^H 

^^^^^P               que  permitas  mi  descanso, 

^^^^^^                 y  antes  ouc  de  c  estos  píes 
H                              pueda  i  Evandra  dar  la  mano. 

sólo  noble  correspondo                   ^^M 

en  amorosos  contratos                    ^^M 

H              Padrc     Antes  que  mis  canas  Tean 

i  la  fe  con  que  me  sirve;                   ^^M 

H                              mi  afrenta,  lu  desacato 

Brme,  no  rico,  le  amo.                       ^^| 

H                           y  deshonra  de  tu  sangre. 

Y  agradece  ta  lirmeía                        ^^1 

H                           plegué  al  cielo... 

oon  que  en  mi  pecho  ha  arraigado          1 

H            Mamc.                             (Ya  pleijamos.} 

sti  proceder  generoso                       ^^J 
U  fe  d«  su  noble  trato;                    ^H 

H              pAB*a.     Que  la  noche  de  tus  bodas 

^^^_                      trueques  gustoscn  agravios, 

que  á  poderte  despreciar,                 ^H 
causa  en  tus  palabras  hallo             ^H 

^^^B                       7  el  lilaino<}ucdoseas 

^^^^^^              manchen  adúlteros  braiosj 

para  que  del  ni  de  ll                           ^^M 

hagan  mis  injurias  caso.                    ^^M 

Bruko.    Padre...  lei^or...  ¿es  posible             ^H 

^^^^^H               famis  te  mire  amorosa, 
^^^^^H              desdenes  sean  sus  regalos. 

^^^^^H               menosprecios        favores. 

que  con  ruegos  no  te  ablando^             V 
Si  estimas  tesoros,  coge                          1 

^^^^^H                y  sus  promesas,  engaA^^rS. 
^^^^H              No  fertilice  con  hijos 

perlas  deuosojoa  claros,                       1 

■ 

^^^^^ 

¡j           ■ 

^^v 

oro  de  aquesos  cabellof. 

Ll¿van>e  contigo.                                   ^^H 

^^^^H 

nibin  lie  aqunos  labiot. 

Lai». 

Tengo                         ^H 

^^^^H 

saii&farát  Intereses 

á  la  escalera  un  alano                             ^^| 

^^^ 

qot  está  el  amof  cnvidiindo. 
En  ñn,  jconira  el  gusto  mÍo 

;  que  una  pierna  se  merienda.                   ^^H 

H          PftMIK. 

y  en  la  cocina  dos  galos  ^^H 
con  unas  uftas  de  á  jeme.                         ^^H 

H 

le  internas  casar,  dejando 

H 

burladas  m^s  esperanzas? 

Marc. 

Buenas  son  para  escribanos.                   ^^M 

H         EíHUNO. 

¿Qué  he  de  hacer,  si  amor  tirano 

Bru.no. 

En  Gn,  ¿te  vas  )  me  dejas?                      ^^H 

^H 

violenta,  padre,  deseosa 

EVAND. 

El  alma  (e  ha  aposentado                         ^^1 

■      Ma»c. 

Si  no  ex  mát  en  nuestra  mano, 

en  medio  del  corazón.                            ^^H 

H 

iqaé  habernos  de  hacer  los  dos 

.Marc. 

Y  el  cuerpo,  h  ti  suspiramos,                  ^^H 

^1 

sino  echar  cosas  á  un  lado? 

^^H 

■        P*MK. 

No  me  llames  padre  más. 

jque  me  dejas  y  te  vas?  ^^H 
El  alma,  gorriíacayo,                             ^^H 

■      Bruno. 

Mi  padre  y  señor  te  llamo. 

Laur. 

■      PAbftt. 

Mientes. 

le  llevo,  oue  el  cuerpo  no.  ^^H 
^Almas  1  cvas?  Serás  diablo.                  ^^H 

H      M*>c. 

lAyl,  cateado  queda. 

Makc. 

^L     Pami. 

Hijos  que  degeneraron 
de  su  valor,  no  son  hilos, 
sino  espiireos  v  bastardos. 
Desde  aquí  tedesheredOt 

0''n<(EvADiira)-l-*<"'*t*-)               ^^H 

^B^ 

ESCENA  )V                           ^^H 

^H 

que  aunque  te  faltan  hermanos, 
sobrfnut  iluscres  icnftOt 

Srvio,  tt  tonát  fhit*f*o  Y  HA*aA«.              ^I^^^l 

^^^H 

i»o  cual  tú,  lucos  e  ingratos. 

P>d«P. 

Qu¿  tenéis  en  esta  calle,  ^^H 
Bnioo,  que  lan  de  ordinario                   ^^H 

^^^H 

Si  más  los  umbrales  pisas 

^^^^ 

dcflií  casa. 

deseos  avecindáis                                ^^^H 

^T     Marl. 

(Aqui  entra  un  palo 

en  ella?  Jamás  os  hallo                      ^^^^| 

H 

de  molde.) 

cuando  os  busco,  sino  aquE.              Í^^^I 

V       Pashe. 

¡Vivtn  los  cielos!. 

Bri'no. 

;Oh,  Conde  y  scrtorl  son  pasos           ^^^^| 

^L 

que  ha  de  matarte  un  esclavo. 
.Susténtete  tu  mujet; 

de  la  pasión  de  mi  pena  ^^^^| 
tos  aue  por  csia  calle  and».  ^^H 
Aqu  vive  quien  me  mata.  ^^H 
¡Gracias  i  Dios  oue  he  sacado                  ^^H 

^H 

^^^^ 

si  en  sus  dientes  r  en  sus  labios 

^^^K 

perlas  tienes  y  rubíes, 

bien  puede  suplir  tus  gastos. 

pRÓsr. 

^^^f 

en  limpio  que  suií  amante.                      ^^H 

^^^^ 

¿pué)o>'as.  traidor,  son  éstas? 
Escondo  mis  cuhIco  cuartus. 

BauNO. 

Venturoso  y  desdichado.                   ^^^^1 

B      Marc. 

PRÓSP. 

Esas  son  contradictorias.                  ^^^^1 

Padre. 

Muestra  v  agradece. 

BkUNO. 

Cor  respóndeme  quien  amo,  ^^^| 
y  desdéñame  amorosa:                           ^^H 

Marc. 

iMalo! 

H      Brl'no. 

ScAor,  mira. 

veis  aquí  los  dos  contrarios.                   ^^| 

■       Padre. 

Dios  permita, 

Marc. 

Lo  cieno  es,  seAor  (si  puede                   ^^1 

^ft 

pues  su  enojo  fori*  ravos, 

á  un  Conde  hablar  un  lacayo                 ^^H 

^H 

que  uno  te  abras«;  mai...  no... 

bachiller  en  la  cartela                                ^^H 

h 

higaie  el  cielo  un  gran  santo.  <vatt.) 

y  en  el  pasar  licenciado)  ^^H 
que  el  estar  á  tales  horas,  ^^| 
cuando  Febo  csiá  jugando                        ^^1 

ESCENA  III 

con  la  noche  al  escondite,                      ^^1 

P 

DtCHoa,  Mnei  tt  paírt  it  Uruno, 

Brl'no. 

es  «61a  a  Talla  de  rancho.  ^^H 
Calta,  loco.                                            ^H 

■     Maac. 

A  la  luna  de  Valencia 

Pbósp. 

¿Cómo  es  eso?                    ^^| 

^B 

parece  que  nos  quedamos: 
¿Qtii  haocmos  de  hacer  a|íora? 
iHay  tal  crueldad! 

Bat-Mo. 

En  la  nobleza  (Vado                                ^H 

^P 

y  amistad  que  os  acredita,                      ^^| 

Brumo. 

Os  contari  sin  cansares                           ^^^ 

Mar<l 

jOh.  viejazol 
Mi  bien,  si  anda  amor  desnudo. 

misdesdichat  brevemente.                      ^^| 

K     Brvho. 

Sino  i  Evandra,  habrá  seis  años,           ^^1 

■ 

amor  soy.  pues  le  reirato. 

origen  de  la  hermosura,                            ^^H 

^B 

Padre  y  casa  por  ti  juerdo. 

de  sus  efectos  milagro.                            ^^1 

^H 

gloria  y  dicha  por  ii  gano. 

Honradas  correspondencias  ^^H 
alientan  deseos  tiranos,                           ^^H 

^B 

jQuieres  que  sea  tu  gOíspcd? 
No,  Bruno,  que  los  enoaAos 
temo  que  otro  gtitspedhilo 

■       EVAND. 

y  rerreo&n  osadías                                  ^^| 

^B 

tnire  et  amor  v  el  recato.                        ^^1 

H 

i  la  viuda  de  Canago. 

Pienso  casarme  con  ella,                         ^^1 

H     Bhuko. 

l.lfvamt  á  tu  casa. 

k  cuya  causa  he  mudado  ^^^^ 
el  habito^  profesión,                        ^^^^| 

■        EVAMD. 

Tengo 

^^ 

un  tío  vÍc(o  y  avaro, 

contradiciendo  cuidados                     ^^^^| 

^H 

]>  no  lo  consentirá. 

de  mi  padre,  que  lo  estorba.                   ^^H 

^H 

que  es  mal  acondicionado. 

Hallóme  con  ella  hablando                        ^^| 

■    Marc. 

Laureía,  «no  habri  un  rinc6n 

i  sus  puertas,  de  su  luí                             ^^H 

^ 

entre  sartenes  y  caaos? 

lalUto  cortina,  un  manto.                       ^^H 

^^^^  94 

^^^^^^^^^^ki^STyor 

SwSflA 

IV^H 

^^^^_ 

Alburuli'>M  de  tcrinc 

EVANO. 

perdona  si  mis  rocelas               ^^^^H 

^^^^^^B 

mi  vkjn  pjidrf,  jLumeniaruIo 

se  muestran  contigo  avaros,            ^^M 

^^^^^^H 

láKnm«&can  ni«Idikioncs. 

y  el  hospedaje  te  nicxa                       ^^M 

^^^^^^^H 

un«s  nubi-v  y  oirwí  rayos: 

úuien  su  libertad  te  ha  dado.            ^^M 
Amor  es  nÍAo,  y  se  atreve,               ^^M 

^^^^^^^H 

y  al  tin,  ^  ienJo  que  rebelde 

^^^^^^H 

en  eue  wl  iJulairo, 

si  sólo  y  determinado                         ^^M 

^^^^^H 

de  í,\i  casa  me  detpidc,                         i 

ie  ofrece  el  líempo  y  li  noche            ^^M 

^^^^^^^H 

injurias  muí  lipl  ¡cando.                         i 

cabellos  ocasionados.                       ^^M 

^^^^^H 

Pedí  i  mi  K\  undra  que  fuete 

Yo  estimo  tanto  mi  honor,                ^^H 

^^^^^^^H 

la  su  va  liospicio  y  Mi|trad<> 

que  no  ha  de  tocar  mi  mano            ^^H 

^^^^^^H 

de  mi  destierro  y  amor: 

úuien  na  me  ladd  deespoM             ^^M 
debajo  del  yugo  santo.                     ^^M 

^^^^^^H 

pero  como  puede  lamo 
la  ocasión  con  íl.  temtóla. 

^^^^^^^H 

Y  es  esto  cun  tanto  extremo,           ^^M 

^^^^^^^B 

y  escarmientos  del  uovano 

que  cuando  hubiera  Hilado             ^^M 
á  lomármela  por  fuerza                     ^^1 

^^^^^H 

¡Oeiped  de  la  imanic  l^lisa 
lOy  iu  puerta  me  cerraron. 

^^^^^v 

«1  hombre  mis  torpe  y  bajo,            ^^H 

^^^^^H^ 

Como  sin  padre  me  veo 

ó  me  casara  con  el,                            ^^M 

^^^^^^^L 

y  sin  casa,  recelando 

6  hiciera  matarle  en  pa^o                ^^M 

^^^^^^1 

perder  mí  dama  también. 

de  su  luco  atrevimiento,                   ^^M 

^^^^^H 

me  quedé  rilo5>orando 

Esto  oblíK*  i  mi  recato                    ^^M 

^^^^^^H 

quimeras,  que  en  veros,  Conde, 

k  no  admitirte  en  mi  casa:                 ^^M 

^^^^^^^F 

cesan,  pues  con  vuestro  amparo 

pero  í\  quieres  despacio                      ^^H 
hablarme  y  verme,  esta  noche           ^^M 

^V 

no  hecho  menos  padre  y  casa. 

^^^        Marc. 

jEsic  es  ci  t>(nedi(itmus? 
Agora  que  sí  que  puedo 

I.orena  me  ha  convidado                   ^^H 

^^B 

(que  es  mi  amiga  y  es  mi  deuda)           1 
á  divertir  el  en  ado                            ^J 

^^^^L^^ 

serviros,  amico,  en  alg<t. 

^^^^^L 

en  albricias  de  U  pena 

del  calor,  entreteniendo                    ^^M 

^^^^^^^P- 

os  doy... 

liegos  noches  de  verano.                  ^^M 
)0S  casas  vive  de  aquí;                       ^H 

^^^^^T(ai»c. 

(^Dineros?) 

Los  brazos. 

K            Ph¿íi>. 

procura  que  nos  reamos:                   ^^M 

^^^^B 

Si  Oi  casAit,  tendréis  en  mi 

*■ 

dispondremos  nuestras  cosas,            ^^M 

^^^^M 

padrino.  Si  os  tía  ncitado 
vuestra  padre,  en  mf  hallaríis. 

y  adiós.  ¡Mola!  dame  un  manto.       ^^M 

^^^^^H 

{Un  trut  K  >  a  adra.  J^^B 

^^^^^^^P 

ya  que  no  padre,  un  hermano. 

■ 

^^^^^^" 

«Qué  tengo  yo  que  no  sea 

M 

^V 

vuestro? 

ICSCENA  VI                                   1 

^1              Brizno. 

Sois  ejemplo  raro 
de  la  amistad  v  nobleza. 

liiiam,  nnot  RritiiiaA.                        ^^H 

H              Ma»C. 

Sois... 

Makc. 

jJuef¡os  sin  cena?  lAbrenuncioI         ^H 
Manden  que  nos  echen  algo,            ^^M 

■                  BSVNO. 

¡Ah,  necio! 

H            Maiic. 

I. arito  y  ancho. 

ya  sea  asado  ó  cocido,                     ^^M 

■                  PitÓiP. 

Hacienda  hay  para  los  dos. 

óueá  la  hambre  no  hay  pan  malo.         1 
Conde,  esta  noche  pretendo,             ^^1 

^M            Bdiino. 

Alargue  vida  y  estados 

Bni'nq. 

^B 

el  cielo  i  vursita  nobleza. 

temores  asegurando,                          ^^fl 

J^       Maic. 

Y  á  mí.  rMión  y  sahrio. 

desposarme  con  mi  Evandrt,            ^^M 
SI  ayudáis  mí  imenio  casto,             ^^M 
Yo  sé  que  ella  lo  desea,                     ^^H 

^^^^^H 

líSCENA  V 

y  mi  padre,  aunque  enojado,           ^^H 
es  padre,  en  tin.  y  piadoio,                ^^M 

^^^^^f 

D<ciio*.^E*Aiit>iudra  Mnland. 

^^^^^^^^^ 

en  olvido  pondrá  a^iiravios:                ^^M 

^V             EirAüo. 

\Qai  mal  hke  en  despedirle! 
Corta  y  descortés  he  andado. 
Cuanoo  mi  casa  le  niegue. 

¿qué  os  parece.*                                  ^^M 

^^^^_ 

Pll/tSP, 

Divenido                   ^^H 

^^^■^ 

estaba.  SI  desposaros                        ^^M 

^^^^^_^ 

favores  le  dan  tcrbIos, 

intentiis.  padrino  soy;                       ^^H 

^^^^^^^b 

^No  se  ha  ido.*  Señor  mío. 

no  cuidéis  de  costa  y  gastos.            ^^M 

^^^^^^^ 

^sois  vos.* 

Vamos  á  trocar  vestidos                  ^^H 

H              Makc. 

Bnino  serenado 

de                                                        ^^H 

H 

y  yo  somos  maxa  y  mona 

BauKO. 

A  estar  Alejandro                ^^1 

^1 

que  un  romadiio  aguardamos. 
Soy.  Evandra  de  mii  ojM. 

vivo  ¡quécnvKÜa  os  tuviera!              ^^H 

^^^^          BniiKO. 

Paósp. 

{Afjrit}  .Oh.  mujer  divinal             ^H 

^^^^L 

un  enfermo  que  esperando 

Brizno, 

Vamos,  ^^1 

^^^K^ 

que  salga  el  sol  de  tu  lu/, 
6  tus  umbrales  uguardo. 

PpAíp. 

(Aparit)  Si  con  palabras  hechiías,  ^H 

^^^^^^K 

¿qué  harás  con  l«s  bellos  rayos             ■ 

^^^^^^^p 

jQuiercs  abrirme,  mi  bien? 
Abra,  mientras  que  yo  abro. 

que  en  lu  hermosura  contempio^          M 
Amor  ciego,  retiraos;                        ^^M 

^^^^^Mauc. 

^t 

entre  dormido  v  harñbricnto. 

pensBmienti>s.  resistid,                     ^^H 

^^^^^^^^^^B 

botieíos  y  bocik  á  palmov. 

_ 

<)ue  si  cobardes  y  Aacos                  ^^M 

p                                                     ACTO  PRIMERO                                                                ()3              ^^| 

M  rendik,  mí  amigo  orcndo: 

que  despuús  de  estar  rcAidoa,                    ^^H 

nikt  con  «mor  no  hay  agravios. 

pasado  el  primer  furor,                           ^^1 

iVtñítBrvtmy  Pró>p«ro,> 

aumenta  llamas  su  amor                          ^^H 

y  ellos  se  quedan  i:orridos.                        ^^M 

LoRs<cA.  Ahora  bien;  yo  te  pcrdonu                      ^^M 

ESCENA  VU 

como  propongas  la  enmienda.                 ^^M 

^^^F          SUMrij»  r  UtiHKTA  á  la  mtana. 

Ataul.     No  hay  cosa  en  mi  aue  te  ofenda;           ^^M 
mi  firme/a  eMá  en  abono.                         ^^H 

^T>\kHC. 

|Cí!  Ltureii:  ¡ce!  jbd  ¡del. 

jEn  que  pasatiempo  pieitsas                        ^^H 

Lauk. 

,-Quién  tlam*? 

pasar  csia  nuche  injurias                        ^^H 

Maac. 

Yo  llamo  y  amo. 

del  calorr-                                                 '  ^H 

Lau». 

^Y  <)U¿mequier»? 

LoasMA.              Contra  sus  furias                        ^^H 

Makc. 

Qu«  me  quieras. 

lú  entretienes  y  dispensas,                      ^^H 

Lal'o. 

Livcse  primero. 

que  como  amor  predomina,                   ^^M 

Muc 

Lavo 

su  l'uetjo,  y  no  el  tMimpo,  abrasa.            ^^M 

cara,  sotana  y  manteo, 
para  Mívirie  avado. 

Esperando  csloy  en  casa                           ^^M 

i  bvandra,  nuestra  vecina.                     ^^H 

Lai.i*. 

jY  tiene  aitua^ 

Es  amante  suyo  Bruno,                         ^^M 

Ma*€.. 

So. 

y  como  á  honrados  respetos                   ^^H 

Lavk. 

¡Agua  va! 

del  amor  viven  sujetos,                          ^^H 

tArrifaU  agwa  y  rttimitj 

les  doy  lugar  oportuno                          ^^H 

para  que  se  vean  aquí.                              ^^H 

ATAtiL.     Bruno  ck  cuerdo  y  es  mi  amigo.            ^^M 

I 

^^^^^K 

ESCENA  VIH 

.Mis  á  quererle  me  »bli|{0                 ^^^^^| 

^^H 

llAKCIÚl,    lulo. 

sí  ayudas  tu  amor                             ^^^^M 
pero  este  debe  de  ser.                         ^^^^| 

^^^^^^^p 

jAyl  esta  es  agua,  este  es  caldo; 

^^^^^H 

^^^^^^ 

llena  cftá  de  zarandajas; 

^^^^1 

^^^^H 

8Cle\ti  es  i-Me,  «te  csiropijo. 

ESCENA  X                                    ^H 

^^^B 

¡Oti,  ladrona!  no  os  nic  iríis 

DiCHM  y  *l  ConDii  PiiúariERO.                            ^^^M 

^^ 

al  otro  mundo  á  pagallo.  ivattj 

Pkúsi*.     Ociosidad  y  calor                                  ^^H 
necesitan  el  favor,                                 ^^H 

^^^^^^H 

ESCENA  IX 

l.orena,  que  entretener                             ^^H 

^^V 

AtACLFO  y  LoaiKKA. 

sabe.  con¿s  y  discreto,                           ^^1 
i  quien  se  vale  de  vus.                              ^^H 

LopexA 

iQué  qulereí!  estoy  celosa, 
Auulfo,  con  razan. 

Ataul.    [Conde  y  señorl                                     ^^1 

PaAip.                           De  los  dos                       ^^M 

Atavi. 

Espuelas  tos  celos  son 

buena  noche  me  prometo,                    ^^H 

de  una  pasión  amorosa; 

LoaBNA.  jVuesci^oriaen  mi  casa?                          ^^H 
PndSP.      Una  güéspeda  tan  bella                             ^^1 

mas  sin  causa,  ya  tú  ves 

SI  serán,  Lorena,  injustos. 

habíis  de  tener  en  ella.                              ^^H 

Lmibna. 

Eres  tratante  de  gusios; 

que  su  memoria  me  abrasa.                     ^^H 
Da  licencia  A  mi  deseo                           ^^H 

grande  será  tu  intcris. 

jQui  tanto  habrá  que  no  vienes 
i  esta  casa? 

y  anima  mis  desatinos!                          ^^H 

pero  con  tales  padñnot                         ^^H 

Atail. 

Ocupaciones 

como  en  s'OKolros  dos  veo,                       ^^H 

impiden  tanto... 

no  saldrá  mal  despachado                      ^^H 

Loite.SA 

A  ñ  clones. 

el  pleito  con  que  he  venido.                    ^^H 

diris  me)or.  .jLbs  que  tienes 

ATAt'i..     Por  «eñor  os  he  tenido,                          ^^H 

te  impidieran  el  venir 

de  serviros  me  he  preciado,                    ^^H 

á  verme? 

V  comprara  yo  ocasiones                       ^^H 

Atal'U 

iQuí  tal  escucho! 

i.  cosía  de  mis  desvelos                             ^^H 

LORSItA 

Haste  encargado  de  mucho; 

para  serviros.                                         ^^1 

lio  con  todo  has  de  cumplir. 

Pa^Sr.                            Coo  celos,                          ^^H 

1.0  que  no  «  tan  impoiiame, 

«mor  y  imaginaciones                        ^^^H 

que  n  mi  honor,  olvidarás. 
Pecada,  l.orena,  estás. 

vtn^,  Ataúlfo,  á  ampararme           >^^^H 

Ataul. 

de  vuestro  noble  favor                         ^^H 

No  pase  mis  adelante 

y  de  Lorena.                                         ^^H 

^m 

tu  enojo,  que,  vive  Dios, 

LoKBHA.  '                  Seflor,                                ^^M 

^^^^M 

á  pensar  que  hablas  de  veras. 

serviros  de  mi,  es  honrarme.                  ^^H 

^^^H 

que  á  mi  muerte  causa  dieras. 

Paósp.      «A  Evandra  habíis  convidado                ^^1 

^^^H 

Amor  puede  entre  los  dos 

esta  noche?                                                ^^H 

^^^H 

hacer  pac<&,  que  en  cuidados 

LoacHA.                     Y  larda  ya.                         ^^^^1 

^^^^M 

como  estos,  los  celí»  son 

Paósr.      Bruno,  que  en  ^u  amor  está              H^^^^ 

^^^B 

<.-omo  quien  mete  quistión 

tiernamente  transformado,                ^^^^| 

^ 

entre  dos  enamorado^ 

comandóme  sus  empleos,                 ^^^^| 

^m 

KL  «ATOR 

DKSeNOASo                                                   ^H 

^^^^^ 

de  tucftc  me  cncsreci6 

Prósp.      Si  en  «tos  ojos  benignos                ^^| 

^^^^^H 

su  ticrmotura,  que  engendró 

para  Bruno,  y  para  mi                   ^^M 

^^^^^^^H 

en  ini,  SI  nü  imor,  deseos. 

no  oso  decir  rigurosos,                  ^^H 

^^^^^^^B 

Diólc  •udienda  una  vcnuní. 

pensamientos  amorosos                ^^| 
nalliun  piedad,  aquí                       ^^H 

^^^^^^K 

de  mi  libertad  hechizo. 

^^^^^^H 

de  donde  le  utiifixo 

dirá  un  (.onde  que  os  adora          ^^H 

^^^^^H 

tan  honesta  y  cuttesina. 

d  su  ventura  i*  palma,                      ^^| 

^^^^^^^H 

que  aunque  laiiníebla  oicura 

haciéndoos,  como  del  alma.           ^^M 

^^^^^^^H 

ver  su  caía  tne  ne^, 
su  discreción  confirmó 

do  cuanto  tiene,  wfiofa.                 ^^M 

^^^^^^F 

Etasq.     Suplicuá  vuesefluria                      ^^H 

^^^^^Hl 

en  mis  penas  su  hermosura: 

que  mude  conversación,                ^^U 

^^^^^B 

porque  alma  un  dtscrcia. 

que  afrentarme  no  es  razón,          ^^H 

^^^^^^^B 

jquiin  duda  que  en  cuerpo  vive 
nermoso,  j  que  la  apercibe 

aunque  honrarme  es  cofiesla.        ^^H 

^^^^^^p 

I'móSP.      La  verdad,  por  Dios,  os  digo.         ^^H 

^^^^^B 

potada  en  iodo  perfeta? 
A  ver  por  lo*  ojo»  vcn^ 

E»ND.     Serálo  el  encarecer,                        ^^M 

^^^^^^^L 

pero  no  podrí  creer                        ^^M 

^^^^^^^B 

si  corresponde  eiia  dama 

que  en  ofensa  de  un  amigo,             ^^M 
6  quien  su  favor  admite,                ^^H 

^^^^^^F 

con  mr»  dudas  y  su  fama. 

^^^B 

.  Yo  por  dichosa  me  ten^o 

mientras  que  no  desmerece            ^^M 

^^^^^^ 

de  que  hsgiis  esta  experiencia 

cuando  su  casa  le  ofrece,               ^^M 

^^^^^^^L 

en  mí  casa,  t  si  á  tcsti|{os 

su  dama  le  solicite.                        ^^M 

^^^^^^H 

de  loda  verdad  amigos 

pRÓsj».      Si  es  tíruno,  cuipad  su  amor,         ^H 

^^^^^^H 

gustáis  de  dar  fe  en  ausencia. 

pues  ofendiendo  el  secreto,                    ■ 

^^^^^y 

yo  os  prometo  que  Evandra  es 

aunqua  amante,  (mí  indiscreto             J 

^^^^^^^^ 

envidia  de  la  hermosura. 

y  necio  encarecedor                         ^^fl 

^^^1         Atai'L. 

Y  en  donaire  y  hermosura. 

oc  beUc/a,  cuya  copia                      ^^M 

^^^H 

hija  de  tas  Gracias  tres. 

materia  ha  dado  á  mi  p«na,            ^^M 

^^H         LoaeKA 

jNo  ba.sta  que  yo  la  alabo. 

pu«  peligra  en  dama  ajena            ^^M 

^^^^1 

sin  que  voi  seiis  su  orador? 

T  dcihtmra  en  mujer  propia.           ^^M 

V<i  estimaba  su  amistad.                  ^^U 

^^1        PRÓsr. 

¿Son  celos> 

^^^V 

Celos  y  amor. 

m»i  ya  no  será  razón                     ^^M 

^^M , 

Es  un  mixto  ese  sQave. 

habiendo  sido  ocasión                     ^^M 

^^^K           LoKK.VA 

V  ¿sia,  Evandra,  que  ha  venido 

de  perder  mi  tibcnad.                        ^^M 

^L 

i  sacarme  verdadera. 

Dejad  que  mi  dicha  ordene,            ^H 
aunque  mi  lealtad  estrague.            ^^M 
Quien  tal  hace,  que  tal  pague;         ^^U 

^^^^ 

ESCENA  XJ 

quien  tal  pa^a,  que  tal  pene.            ^^| 
EvAHu.     Yo,  Conde,  soy  diferente                  ^^M 

^^^V                   dtoiot,  }■  EvAMUM*  y  Lackiita  ma  Mantu. 

de  opinión,  que  es  hnor  ptrave         ^^M 
que  porque  Ftruno  me  a  abe,           ^^M 

^        •- 

^^^            EVAK». 

Amiga. 

olvidándole  le  afrente;                       ^^U 

^^K           LOPIINA 

A  quien  os  espera 

y  quiero  que  sea  testigo                    ^^M 

^^^^M 

amante,  habéis  ofendido. 

de  mi  amor  la  noble  llama;              ^^H 

^^H        Atavl. 

Y  á  Mía  casa,  que  sin  vos 

que  sé  hacer  más  (irme  dama         ^^H 

^^^U 

todo  bien  juz^a  pequeiSo. 

que  vus,  Conde,  flet  amigo.            ^^H 
Ataul.     Ahorremos  de  inicrccsloncs,           ^^M 

^^H 

No  «chara  menos  su  dueAo 

^^^H 

ocupándola  los  dos. 

Lurcna.  que  lo  mejor                     ^^M 

^^^m 

Hablad  al  Cunde,  á  quien  debo 

entre  pendencias  de  amor                  ^^H 

^^^^M 

por  ros  aqucsia  merced. 

es  ofrecer  ocasiones.                           ^^M 

^^        PHÓsr. 

{x^^dOjos,  venda  os  pán«d. 

El  Conde  es  noble,  y  merece          ^^M 

^V 

no  os  ci<t(ucn  ravos  do  Febo!) 

lo  que  Hruno  es  razón  pierda:         ^^M 
su  alabanza  poco  cuerda                 ^^H 

H                    EvAKD. 

Vueicfloria  me  d^ 

^1 

lui  manos. 

luito  castigo  le  ofrece.                   -^^H 

^^^           PdÓSf. 

(Ap.)  f  A  ser  de  esposo, 

Lo«ENA.  Quédense  solos  los  dos,                  ^^H 

^^^^L 

mil  veces  yo  venturoso.) 

y  averigüen  sin  lesti)^                    ^^H 

^^^^^L^ 

Una  alma,  Evandra,  os  darf, 

obligaciones  de  amigos                   ^^H 

^^^^^^^L 

que  se  enamoró  de  otros, 

y  de  amantes.                                 ^^M 

^^^^^^P 

y  os  idolatra  de  veros. 

ATAtJL.                           Bien,  por  Dios.          ^H 

^^^^^^ 

se  eterniza  con  quereros. 

Las  luces  malo,  fingiendo 

^1 

y  se  honra  con  serviros. 

que  voy  á  despabilarlas. 

^H                   EtAHP. 

A  no  saber  >'o  cuan  largo 

LoniMA.  fA  iftAtpno.)  Las  ocasiones,  tto»rUs 

^H 

sois,  señor,  en  dar  favor 

el  que  es  sabio. 

^^^^^i 

i  medida  del  valor. 

pRÓSP.                             Ya  te  entiendo. 

^^^^^ft 

que  siempre  lenüs  i  cargo, 

(Vauti  AujIIu  V  Lorena,  Jttpu*!  ilt 

^^^H 

y  mts  méritos  indifinos. 
0  me  híci^rades  correr. 

tingar  la*  tuttt,) 

L 

Coode,  ó  ensoberbecer. 

J 

^H 

~  ..  ^  1          —    --^  . 

^^^^^^^^^H 

^P 

«TO  pnmtRO                                          JT^^^^I 

^^^^^ 

ESCENA  Xl( 

horas  que  pasadas  son                             ^^H 

^P 

SI  CMd*  ('lio«rii*0)-  Ev*RPii4. 

por  et  calor.                                           ^^H 
pKÓsr.     (Afirtt.)      Niño  asiuio.                      ^^^H 

■     EVAXI>, 

¡A y.  cidosl  Conde  ,-qué  es  ejto? 
Fuerza.  Evandra,  de  mi  «mor. 

en  llor  «siáisj  d jdme  fruto. '                 ^^^H 

■    P»4». 

*jue  no  huy  hien  .sm  posesión.                  ^^^H 

■       CVAH». 

Ataúlfo,  «vos  traidora 

Briixo.     Sentémonos,  pues,  si  él  Conde                    ^^H 

■ 

¿vos.  Conde,  un  descompuesto? 

gusta  de  nuestros  flurens.                         ^^H 

^■^ 

Jiú.  Lorcna,  desleal? 
bollad.  Conde;  soltad,  digo; 

(SUntemt  y  t.Kan  ■■J  CMIa  it  fi9TH\           ^^H 

^^^_ 

Pxósp.      Si  á  llores  de  mis  deseos                           ^^| 

^^^H 

lorpc  amanic.  ruin  ami){o, 

i|;ual  fruto  correspondo,                             ^^H 
poco  va  de  juego  a  íucgo:                            ^^H 

^^^V 

wliRd  la  mano. 

■     PR¿$r. 

En  igual 

jugando  pienso  abrasarme.                       ^^H 

^1 

corretpondenda,  si  f>a» 

LoRSNA.  Tome  el  Conde.                                       ^^^k 

^B 

mi  amor  á  lo  que  interesa. 

Lavrkt.                           ¿i  no  ha  de  darme           ^^| 

^^^^ 

l«rétt  mi  esp'jsa  y  Condesa, 

Itmbién  flores?                                        ^^| 

^^^K 

dueño  seréis  de  rñ i  casa. 

Marc,                              Ya  Nc;jo                                 ^^H 

^^^^H 

Quien  0%  tocase  la  mano, 

á  entregarte  la  mis  ticllu                         ^^^k 

^^^H 

oí  )'oquc  habla  de  ser 

y  más  olorosa  llur.                               ^^^^| 

^^^H 

vuestro  esposo,  y  sois  mujer 

porque  sospecha  mi  amor.                   4^^^| 
Laureía.  que  estás  sin  olla.                     ^^H 

^^^^H 

noble  y  firme,  no  hagiisvano 

^^^M 

Ufamcnto  en  tjuc  me  va 

Lauret.  Miente  el  pajilacsyaxo.                                 ^^1 

^^ 

a  vida.  I.a  manóos  toco; 

Makc.      Esta  hoía  en  su  luear  lleva,                        ^^H 
y  taparávte,  comuEva,                            ^^H 

vo  os  adoro,  vo  estoy  loco. 

EVAND, 

htU»,  Conde,'  basta  ya. 

COR  la  hoja  de  un  lampaxu.                        ^^H 
Lauhkt.  Es(&  ev  ortltja.                                               ^^H 

ESCENA  XIII 

Mará.                           Perdona                             ^^H 
si  te  he  venido  á  picar,                              ^^H 

EtC«»dt  I^Atmio.  RvaniiM,  ATJiuLro,  LoR»» 

porque  asi  pienso  pagar                            ^^H 

y  Lavbiiti  tam  íveti. 

el  a^~a  va.  socarrona.                                 ^^H 

At*wu 
PrAsp. 

Bfnno,  Pn^spero.  nU  en  casa; 

tot^Aos  y  comn^oéos. 

jAy,  amorosos  deseos! 

^qu¿  hará  un  alma  que  se  abrasa.-^ 

Pli¿si>.      Kstc  clavel  me  ha  cahido.                            ^^H 

AlAUL,     ^A  qucdama  K- le  dáis^                              ^^H 

Prúsp.      Donde  vo»,  Evandca,  estáis.                        ^^H 

fuera  mi  amor  sin  sentido.                           ^^H 

ü  duraron  mis  cuidados                            ^^^k 

de  dárosle  en  esta  empresa.                         ^^| 

LoRKíiA.  Elcicloos  tiagaCoixlesa.                          ^^| 

Ataul.     Dios  os  haga  bien  casados.                        ^^1 

lL*ríftaii  y  qultilt  la  ft«r.)            ^^H 

ESCENA  XIV 

Dichos,  BatiHo  f  MamiCk. 

Bhusu. 

Por  la  mano  me  gaoAis, 

LoRENA.  Evandra  y  el  Conde  vivan.                        ^^H 

sefior  Conde. 

Ataul.     Para  en  uno  son  losdos.                           ^^H 

1^    PbAw. 

Por  la  mano 

Bpvho.    ¿Qué  es  eso.  PrAspcro?  Vos.                      ^^1 

■ 

que  pierdo,  la  mano  ^ano. 
¡yu¿  solicito  me  honráis! 
I  a  yo  he  mudado  de  pelo. 

en  quien  mis  honras  estriban,                     ^^H 

^    BnuNo. 

¿Consentís  que  os  intitulen                         ^^H 

Mm>c. 

esposo  de  quien  adoro?                                 ^^| 

j.No  me  ves  en  otro  traje, 
L«ureta!> 

.Marc.      Por  Dio:í,  que  han  sollado  el  loto.              ^^| 

■ 

Bruno.     No  »  bien  que  se  disimulen                          ^^| 

■  Laukct 

¿Es  lacayo  i>  paje.^ 

mis  Agravit)),.  Con  U  espada                         ^^H 

■   Mahc. 

Laquipaje,  vive  et  ciclo. 

pienso  deshacer  traidores                          ^^H 

■ 

No  bay  caballos  que  curar; 

engaños,  que  cifran  (lores                         ^^H 

■ 

fotcniras  s«  compra  un  morcillo. 

contra  umi  amistad  quebrada,                   ^^H 

■ 

á  fuer  de  obispo  de  anillo. 

PaAsp.       Bruno,  advertid  que  conmigo                     ^^H 

■ 

soy  lacayo  tiiuUr. 

rvo  es  justo  que  compiláis,                           ^^H 

■    Bkuho- 

Turbada,  mi  Evandra,  csiüs. 

Brumo.     ¿Ferompéis  y  llores  dais?'                        ^^H 

¿Vos  sois  noble^  ¿Vos  amrgo?                    ^^H 

PbAgp.      Soy  noble,  y  por  cw>i>t.ttejo;                       ^^H 

1^    Eva  NO. 

Ocasión  dcb«  de  haber. 

Bu  UNO. 

Mis  desdichas  deben  ser. 

^     RVAND. 

Es,  sin  duda. 

soy  dijino  meiccedor                                     ^^H 

H    Brcko. 

Vos  basUis 

de  Evand'a,  y  es  mi  valor                           ^^H 

i  aliviarlas  V  el  favor 

lal,  si  no  mudáis  consejo,                         ^^H 

H    EvAMD. 

que  por  el  Conde  >:(jnsigo. 
Tenéis  en  íl  un  amigo 

que  os  obligará  á  dejar                             ^^H 
prenda  que  no  meicccts.                           ^^H 

de  notable  ley  y  amor. 

Brv.wú.     ¿Cúmo  celos,  si  esto  veis,                            ^^H 

^1    LOKKNA 

Remitid  cosas  de  amores 

no  me  procuráis  vengar?                             ^^H 

para  después,  y  juguemos 

Atai;!..      Bruno,  en  aquesta  ocasíiln,                         ^^| 

UD  rato. 

temed  la  airada  vénganla                             ^^| 

^■&rANO. 

¿A  quí? 

del  Conde.                                                     ^^1 

^^BpOBf* 

Bien  podremos 

Bfivífo.                     Presto  m<  alcaaia,                    ^H 

pasar  iu^ando  i  las  flores 

padre,  vuestra  maldición.                          ^^| 

^^^       COlUtlAIÍ    DE  TIRIO  t>e  MOLIKA. — TOMO  I 

^H 

.9ft 


EL  MAYOR  UKSRSGANO 


Yii  el  amigo  en  i]uii:n  lie 

la  premia  <k  mi.s  eiiima, 

tne  usurpa. 
Makc.  Al  Conde  se  arrima 

lodo  hombre:  lo  mismu  hari. 

)Viva  quien  vence! 
Ataul.  Dejad. 

Bruno,  locas  compciencias, 

y  veréis  las  experiencias 

Jue  obligan  ó  mi  amMad 
«te  lado  contra  vos. 
LoaCMA.  3runu,  á  Evandra  el  Oinde  adora. 
Marc.      Bruno,  disimula  aKora, 

Íue  eres  uno,  y  ellos  dos. 
Dfirata,  ^así  corresponde 

lu  amor  mudable  i  seis  afios 

de  penas.* 
Ataul.  Los  desengafios 

fuiftucn  si  es  mejor  un  Conde 

de  'iuicn  Kvandra  ^ca  esposa, 

que  no  un  pobre  cabsliero. 
BRt'Mo.     «MudA  cuas,  cruel?  Ya  íniíero 

que  conxieniL-s  engañosa. 
EVAND.     ¿jelo*;  ¿May  Ul  confusión? 
Makc,      Ella  ei  una  buena  lanía, 

fiíego  azul. 
B«uxo.  Presto  me  alcania, 

padre,  vueura  maldición. 

ESí:ENA  XV 
Dichos  y  ti  'lio  iw  Oisnu. 

Tío  OS  E.^'Quc  alboroto  desatina 

la  vecindad  de  esic  modo? 
Makc.      ^'as  que  ^  lene  el  barrio  loiJo? 
Tío  i>c  E,  Tenaos,  ^que  es  csio,  sobrina? 

Bruno,  ^qué  es  esto? 
Bacso.  Pasiones 

del  amor  y  la  amiiiad 

son  contra  la  deilealiad 

sobre  las  juriíi dicciones. 

Pdúsrr.ao. 
Parte  sois  desia  causa,  pues  sois  tío, 
Artemio  noble,  de  mi  Evandra  bella. 
y  juei  habéis  de  ser,  que  de  vos  fio, 
la  sentencia  en  favor  de  mi  querella. 
Vendiúí>e  Bruno  por  amifto  mió: 
peto  inierís  de  amor,  ,-qué  no  airopella, 
si  es  mercader  que  en  ferias  lit  amistades 
amibos  vendo  y  compra  voluniailes? 
A  vuestra  Evandia  amaba,  hcriTvoso  objeto  ^ 
de  mi  ventura,  jr  fué  correspondido 
seis  aAos,  aunque  6  costa  del  respeto 

3UC  i  sus  letras  y  padres  ha  perdido, 
cshcrcdólc  en  6n:  forioso  eleio 
de  un  liiío  inobediente  y  atrevido. 
Contóme  sus  dcsucacias  y  pobreza, 
k  que  acudid  piadosa  mi  largúela; 
encarev:¡ómu  tanto  la  hermosura 
de  *u  dama:  juntó  merecimientos, 
oobleza,  discreción,  gracia  y  cordura, 
que  despertó  en  mi  nucsos 'pensamientos. 
Quien  i  su  dama  alaba,  ;quí  procura? 
^[>cqu£  sirven  (dccil  encarecimientos, 
que  aun  dentro  el  alma  los  amantes  sabios 
nctlan,  cuanto  j  mis  rompiendo  labw»^ 


^Quiín  nUb6  el  manjar  al  deseoso 
que  no  te  lo  quitase  de  las  manos? 

Íel  tesoro  al  corsario;  al  ambicioso 
a  prívanxa  de  reyes  y  tiranos?; 
^-|a  empresa  de  valor  al  generoso, 
joya  i  mujer  y  gala  á  cortesano, 
ni  dama  á  amigo,  que  aunque  más  lu  fuese,' 
su  posesión  á  nesgo  no  pusiese? 
VI  su  belleza:  fué  mi  amor  testigo 
Je  lo  úue  puede  la  aiabanz-)  a^cna: 
iiixgaa  si  es  bien  c)ue  niegue  por  mi  ami^o 
mi  gloría  propia  á  costa  de  mi  pena. 
Sírvale  su  aiananr.a  de  castigo, 
pues  su  leniíua  habladora  le  condena. 
y  Evandra.  pues  su  mano  bai.  hermosa, 
SU  juramento  cumpla  y  sea  mi  esposa. 

Tío  dk  E.  La  ventura.  Conde  ilustre, 
que  dais  á  nuestro  linaje, 
al  ciego  amor  agradezco, 
si  nifto,  con  vi>s  gigante. 
Evandra,  si  hermosa,  es  cuerda, 
y  si  elección  de  vos  hace, 
premiando  su  discreción, 
dará  valor  á  su  sangre. 
No  hay  duda  que  os  anteponga 
olvidando  mocedades 
i  Bruno,  pues  tal  esposo 
adquiere  por  tal  amante. 
Y  cuando  necia  resista, 
yo  que  en  lugar  de  su  padre 
quedo  con  nombre  de  ito, 
os  la  ofrezco  de  mí  parte. 
Cumplid,  Druno,  mandamientos 
tan  dignos  de  respetarse, 
y  maldiciones  temed, 
siendo  justas,  que  os  akancen. 
Las  letras  que  profeslis 
seguid,  pues  SOIS  estudiante, 
y  estudiad  de  hoy  más  por  ellas 
i  callar,  que  es  ignorante 
quien  antes  de  poseer 
alaba  prendas  oc  nadie, 
que  dineros  y  hermosuras 
Siempre  suelen  codiciarse. 
Dale,  Evandra,  al  Conde  el  sí 
con  la  mano. 

LoaENA.  Amiga,  baste 

la  resistencia  que  has  hecho, 

forquc  Condesa  te  llames, 
erdlóie  por  hablador 
quien  no  supo  conservarte: 
íl  fui  necio;  el  Conde,  cuerdi; 
quien  tal  hace,  qtic  tal  pague, 
Ataul.     iCuánto  es  mctor  para  esposo 
quien  sólo  de  oir  nombrarte 
te  amó,  que  quien  por  hablar 
conservar  su  amor  no  sabe! 
Bruno  et  pobre,  el  Conde  rico, 
las  maldiciones  de  un  padre 
es  fuerza  que  panicipcs 
cuando  con  Bruno  te  cases. 
Amor  es  fuego  y  sin  oro 
será  fucrxaquese  apague, 
que  es  la  t«Aa  que  le  aumenin. 
Méritos  del  Conde  sabes; 
•Ktrmltnta  Rmnoen  ti» 


ACTO  SKGUSnO 


EVANO. 


V  si,  une  otra  vez,  no  alabe 
bolleras  que  perder  puede: 

5uien  tal  hace,  quetslpxf¡ue. 
i  se  hade  lomar  mi  loto, 
danos  scñur  que  nos  mande 
rko  y  nobte,  que  se  mucre 
enire  pobres  amor  de  hambre. 
AKAfra  urasciíijiia, 
visiu  rspoias  de  grandes. 
Hítenle  en  ^illa  i  lii  i([losia 

V  en  carrosa  por  las  calles. 
Qu^efo  lluoo  por  bruio, 
y  pues  es  pübre.  ethc  un  i;uanir, 

que  »i  por  hablar  le  pierde, 
quien  (al  hace,  que  Tal  pa(;uc. 
l'uci  lodos  me  acon\e)i!ii 

)o  que  lamhitn  puede  eturin^ 

y  Bruno  ror  hablador 

es  diiínu  de  casii^arle. 

enn  ju  mano  doy  el  alma 

A  l'ioipero,  cuerdo  amam  *. 

que  ya  de  derecho  es  suv*, 

st  palabra»  iíaii<>faccn. 

No  «rá  btn  que  por  m!. 

Bruno,  pierdas  calidades, 

(como  tu  padre  me  dijo 

»U  pondciadú  lioaie.) 

A  lu  sotana  le  vuelve. 

defa  Kslas  arrugantes. 

cunía  escuelas,  mira  libros, 

no  eres  pobre,  mucho  sabei. 

(tcsiíiu)c  plumas  leves 
con  que  ligero  viilasic 
detdc  el  scimbfero  al  papel, 
que  pueden  ctcrniíarlc, 
>  i  un  padic  restituido, 
cuando  obcdienic  k  agrai^et, 
Dvot  te  llaga  un  gran  letrado, 
L'omo  le  lii/o  un  necio  amante. 
(Kaiudc^otnraxi  Bruno /MircidM.) 


m 


l-SCI-N.X  XVII 
tiiii;<»,«d/ti. 


Quien  maldkíonef^  no  lemc, 
raiAn  scíé  que  le  alcancen; 
quien  en  amigort  confia, 
bien  mcr«cc  que  le  engañen; 
quien  guarda  en  corres  de  vidro 
tesoros  que  ha»  de  quebrane, 
siembra  jrena,  funda  en  nenio, 
fia  en  |ueg->«, carguen  navcí: 
cuando  su*  perdidas  síenia, 
ni  se  queie.  m  \e  aparte; 
porque  aniigi>s  yinuicrcs 
vidfOí  son.  que  ño  dlamunu-s. 
;0h,  desengaños  del  mundol 
cúrenme  vuesiru*  verdades, 
piJCN  vxpcnmenlocn  mi 
el  (le\engaí>o  ml^  grande. 

jC<»n  tjuéojos  podrí  volver 

i  los  o|0*  de  mí  padre, 

que  no  l'iv  ciegue  mi  nfrcnia. 

que  su  rigor  no  me  ulirajc* 

^■V'olvcré  á  cursar  escuela*? 

no,  que  aunque  nui^dan  honrarme, 

Fiiicntraí  viviere  nc  de  ser. 

sí  desdichado  cunstanie. 

I*ües  ni  en  leiras,  ni  en  amores 

luve  dicha.  Condenarme 

3 Hiero  á  la  guerra,  castigo 
e  \  icios  y  |f)o;;cdadcs. 
Adioi.  pal  na:  iidios.  amorc»; 
adioí,  amigos  mudables: 
cruel  pudre,  casa  ingrata; 
mujeres  inivresablts, 
qtje  si  haxjñas  dan  ventttra. 
bov  teiigd  de  aventurarme, 
y  dejar  ejemplo  en  mi 
del  descflftaAú  mis  grande. 


ESCENA  XVI 
livuHo  )' M**a&a. 

f  Ma»c.      iPardióst  scAor.  que  nos  de\;ia 
de  páticas  en  la  calle. 
Til  sin  dama,  yo  un  moza: 
yo  iin  blanca,  y  lúsmpadf^ 
a^qué  diablos  hemos  de  Itaci.? 
Si  admitir  consejos  sabes 
como  perder  ocxvionr^ 
lo  que  puedo  aconi«jarie 
es,  que  del  pródigo  imites 
el  remedio,  y  cuando  guardes 
á  los  cerdos  de  su  hisinria 
harÍK  la  segunda  pane, 
que  yo  me  voy  i  cumplir 
maldiciones  de  mi  madre, 
qu«  me  dijo:  «yo  te  vea. 
plegué  d  Dto>.  ventero  ó  Iraíle.» 
A  lo  primero  me  acojo; 
qu^ate,  adiós,  que  te  {guarde, 
que  pues  alabaste  de  necio, 
quien  tal  haca,  que  tal  ;nguv.{Vnr.> 


ACTO  SEGUNDO 


ESCENA  PRI.MERA 
{¡■RICO,  tnptraáor,  f  toUadti  cna  atalm  y  nfadtt 

Emiico.    ¡Eal  ntiblfi  alemanes, 
hecha  esta  la  batida: 
muestren  huv  mis  capitanee 
que  en  galas'y  bizarría 
M)n  tuertes,  como  galanes. 
No  os  asombre  el  muro  alto, 
de  valor  y  esíuer^i  fallo, 
pues  cuando  no  hubiera  escalas, 
la  fama  os  diera  su-^  olas. 
iHal  ¡al  asalto)  ¡al  a^lio! 
Arriba,  amigos,  arrit>a, 

3ue  ya  la  gcnic  tirana 
c  csíuer/o  y  valor  se  priva: 
jviya  la  fama  alemana! 
¡Viva  Kiitique  cuarto? 

jVivil 


Tonos. 

lÍNClCO. 


Uno. 
Tooof. 


10* 


EL  HATOK  DOCKGAÍÍO 


ESCENA  II 


Ma^c      iVKa  lo  que  Dios  quísicn, 
y  viv»  Mardán  utnbiéfl, 
>iue  »  un  borracho  el  que  muere! 

Enmco.    (t'i,  soldado»! 

M*»c.  ('No  ven 

que  quedo  se  e%ti,>  Si  quiere 
que  el  toldado  fuerte  sea, 
justo  es  que  i  su  duefto  vea 
que  ta  bandera  en  arbola. 
Todo  amo  manda  con  Ma, 
lodo  Emperador  con  <o. 
iCuerpo  de  Crísiol  coosefos 
déte,  y  haia'tas  celebre 
quien  honra  soldador  viejos, 
que  si  el  capiíin  es  liebre, 
los  soldados  son  conejos. 

Ef»»ico.  rt  «■«»«,(  ipué  vos.  soldado,  aquif 
¿ebmo  no  subls^ 

Mahc.  Subí, 

y  siendo,  seffor,  soldado, 
y*  pienso  que  soy  quebrado, 
y  busco  un  braguero,  Ful 
al  asalto  r  uonfust^n. 
y  huyendo  de  su  apretura, 
no  quise  hacer  la  ra2Ón. 
oue  brindan  con  confitura 
Je  bellaca  digestión. 
Manteles  puestos  consuclun 
m«tat,  quccl  manjar  revelan 
sobre  boietcs  seguros, 
pero  no  lienzos  d<  muros, 
que  i  Kolpes  se  desmantelan. 
«Brinais*,  dilo  un  artillero: 
•Caraus,  rcspondi.  patrón», 
y  el  maldito  tabernero, 
diciendo,  «haCExl  la  raiói», 
desató  en  luitar  de  cuero 
un  esmeril,  que  reparo 
pecho  por  tierra  al  amparo 
de  un  toso  en  et  campo  nuevo; 
y  respondllc:  «no  bebo 
en  ayunas  de  lo  caro»; 
•pues  vaya  este  perdigón*, 
replicó,  y  al  punto  arruga 
un  mosquete  el  btllacón. 
Yo  dije:  «está  sin  pechuga, 
y  hov  hago  yo  coiKión.» 
Dile  lugar  por  la  yerba, 
y  i\  replicó:  «pues  reien-a 
su  vida:  mientras  que  ayuna, 
allá  va  aqursta  aceituna 
y  csti  naranja  en  conserva.» 
Arrojóme  de  repente 
dos  pelloias  enramadas. 
y  fcspondlle:  «pariente, 
aqucsas  nueces  moscados 
vendeldaí  con  aguardiente.* 
«Que  me  nlace»,  dijo  luo^; 
y  como  el  caballo  tíñego, 
un  infierno  junto  arroja; 
mas  diciendo:  <el  diablo  coja 
letuario  envuelto  en  ruego», 
retíreme  i  las  barreras, 
que  no  es  poc«  vdenUa, 


porque  si  entre  tus  banderas 

noy  juega  la  aitilleria, 

TO  soy  hombre  muy  de  veras. 
Eitaico.   Vos  sois  un  cobarde. 
Makc.  y  tal, 

que  flo  hallaréis  igual; 

pero  todo  hombre  de  bien 

come  lo  que  le  está  bien, 

y  nti  lo  que  te  hace  mal. 

IS-*li  afiaarü  Bruno,  y  tmjrtota  «i*J 
itn^rrí  to»  lt¡  armm  Jil  tmptrUi.) 

Eküico.   (Bravo  valora  ^^uien  ha  üiJo 
«que)  soldado  valiente, 
el  primero  que  ha  subido 
al  muro,  para  que  aírente 
al  enemÍKo  vencido? 
I-as  águilas  que  cnarbola, 
blasón  de  la  auttusis  bolo, 
por  su  alftre/  le  lendr&n. 

Makc.      {Vilor  Bruno,  capitán! 

y  i  quien  !e  pesare,  cola. 

Ek«ico.    ¿Bruno  se  llama? 

.Makc.       ^  Y  mí  dueño 

que  la  pluma  por  la  lanía 
trocó,  y  en  tiempo  pequcüo, 
si  en  escuelas  fama  akanu, 
aquí  es  un  Marte  aguileno. 
No  fué  Hercules  con  Caco 
tan  valiente,  ni  de  Baco 
tan  ftrande  valur  publico. 

ÜKos.       (Viciorial  jvictoriaí 

Otros.  Enrice. 

Tocos.     tVivaEnrKoI 

Otdos.  Al  saco,  al  saco. 


ESCENA  m 
liamieo,  1íIaiici6>i,  Miliboo  y  MdaátM. 

Mii^KDO.  Si  tu  augusta  majestad 
pretende  gozar  despojos 
desia  rendida  ciudad, 
yo  he  visto  dos  soles  rojos 
<tc  mis  divina  beldad. 
No  es  digno  su  resplandor 
sino  de  un  Emperador; 
massinotosgoiaEnrico, 
premia  haioñas,  te  suplico, 
de  Milaid»  con  mi  amor. 
Cuando  el  oro  i  todos  svbrt, 
mere7Ca  yo  que  posea 
bcllcxa  que  mi  fe  cobre, 
úuc  no  es  bien  que  presa  sea 
de  un  soldado  humilde  y  pobre. 
Por  sólo  aqueste  Interés, 

fideme  haiahas  detputs 
medida  de  tu  dusio. 


ESCENA  IV 
DicBot,  BseUD  y  ViMiu. 

Bruko.     Un  soldado,  invicto  augusto, 
sus  labios  honra  á  tus  p:es. 

Enkicd.  No  estdin,  bruno,  Ncn  premiados 
ansí,  ni  su  fama  abonas, 
que  yo  los  vi  levantados 


ACTO  SKOÜKDO 


hacer  de  mnit»  coronni, 

por  lu  tiíattzu  c<>nt)u  «.iodos. 

Braxus  tengo  con  ouc  honianc, 

si  i  falta  de  los  de  Marte, 

ioidcun  Emperador  son 

bulantes, 
UiiL-w.  Por  tal  blasón, 

otra  \tz  quiero  besarte 

tus  sacros  pies:  pero  ^qui¿n 

le  <b)o  mi  nombren 
E  KM  ICO.  Den, 

i  p«ar  de olvidoi  viles, 

tos  pincele),  y  buriles 

fama  y  nombre  i  cuan  tus  son 

la-t  hazañas  que  este  día 

te  ilustran,  y  no  le  asombres 

auc  sepa  tu  nombre:  Tía 

de  mi.  que  inmortales  nombres 

ic  ha  de  dar  tu  valcniia. 

'jQüí  belleza  KlestiaE! 

iRtfiar^Mú  tu  Vi  tota.) 

BauNO.     De  tu  valor  imperial 
es  sólo  merecedora. 
Eítaico.  ¿Cúmu  le  llamu? 
VisoKA.  Visora. 

IÍmrxo.   [M,  serafín  celestial. 

Cuando  s¿lo  conquistaras, 
Bruno,  csia  sin  par  belleza^ 
hazañas  aveniajaras 
de  cuantas  la  fortaleza 
celebra  en  bronces  y  en  aras. 
Di  quién  eres,  pues  que  das 
mientras  que  triunfando  estfs 
la  fama  que  noble  adquieres, 
porque  cuanto  menos  fueres, 
[yo]  pienso  ensaliafte  mis.\ 
Colonia,  augusta  ciudad, 
César  y  monarca  invicto, 
tan  ilusire  entre  modernos, 
tan  celebrada  de  antiguos, 
es  mi  patria,  y  tengo  en  elU 

un  padre  prudente  y  rko, 
de  sanerc  calificada 

entre  ilustres  y  patricios. 

Ñad  solo,  vinculando 

el  amor,  que  repartido 

suele  ser  en  olrcts  padres 

menos,  siendo  mis  i<n  hijos. 

Estudié  felicemente, 

dando  muestra  en  mis  principios 

de  fertilizar  con  letras 

la  fama  que  adquieren  libros. 

Graduímc  de  maestro: 

llcté  entre  iní(«nios  divinos, 

citedrasquc  auiori/irnn 

mis  «ños  en  I  teten  idos. 

(justara  mi  viejo  padre 

aue  echara  por  el  camino 
e  la  iglesia,  ñor  tener 
algunos  deuoos  obispos; 
p«ro.  amor,  más  poderoso, 
rayo  dios,  liigante  niño, 
pata  cuya  resistencia 
suelen  ser  diamantes  Tidros, 
sujel6  mis  verde*  años 
al  más  hermoso  prodigio 
que  encareció  la  betleía 


lOt 

entre  sus  dulces  hachÍK». 
Evandta,  ilustre,  si  pobre, 
desiruiciún  de  mi  albcdfio, 
prisión  de  mi  libertad 
y  cárcel  de  mis  sentidos, 
en  amo  rindo  me  honesta, 
multiplicó  desvarios, 
tiraniza  libertades, 
y  dio  maierÍB  i  suspiro». 
Quisemecss.ir  con  ella; 
pero  mi  padre,  üfcndido 
de  ver  malograr  mis  tetras, 
ya  con  consejos  prolijos, 
ya  con  megos  paiernates. 
ya  con  enojos  fingidos 
y  maldiciones  de  veras, 
impedir  mi  imenio  quiso. 
Entreamcnazasy  miedos 
en  su  presencia  me  dijo: 
«Plefiue  *  Dios  te  sea  traidor, 
Bruno  ingrato,  el  mis  atnl^goí 
la  prenda  por  tjuien  me  dejaa 
le  quite  d  tus  OJOS  mismos; 
ella  te  desprecie,  odiosa^ 
pagando  amor  con  olvido.» 
¡Ay,  Diosl  iqué  bien  se  cumplió! 
No  pasaron,  seiVor,  siglos, 
aflos  y  horas,  que  los  cieio^ 
con  d«sdcfloso  castigo, 
en  fe  destas  maldiciones, 
el  conde  Próspero,  indigno 
de  la  amistad  profanada, 
que  le  llamaba  Zopiro, 
er.amorado  de  Evaodra, 
y  ella  del  estado  rico, 

3ue  interesó  con  querelle, 
ando  á  sus  quejas  oldpt, 
juntáronse  en  yu^foci^go, 
dejando  desvanecidos 
deseos,  entre  espera  nías 
de  seis  años  de  serridos. 
Casironse  al  fin  los  dos, 
y  viéndome  aborrecido 
de  mi  padre,  de  mis  deudos, 
y  lo  que  e»  más,  de  mi  mismo, 
salla  buscar  muerte  honrosa, 
creyendo  hallar  el  olvido 
de  celos  desesperados 
entre  armados  enemigos. 
Supe  que  aquesta  ciudad, 
rebelde  al  valor  invicto 
de  tu  majestad  cesárea, 
temor  del  planeta  quinto, 
te  negaba  la  obediencia, 
y  sus  infieles  vccíooo, 
armándose  contra  tí, 
desprc>.~iat>an  tus  edictos; 
()ue  con  tu  campo  imperial 
la  ponías  cerco  y  sitio, 
honrando  con  tu  prcseocia 
tus  alemanes  presidios. 
Alísteme  por  soldado, 
batióse  el  muro  prolijo, 
postrando  montes  de  pícdrí, 
abonos  del  fuego  en  Uro*. 
Hliosc  la  batería, 
y  publicaron  los  brias 


^^^^^     103 

RL  MAYOR  hfSENGASO        ^^^^^^^^^^^^^^^ 

^^^^_ 

(1«  (u  vcng«nx»  el  kmUd, 

cuerdo,  sabio,  bien  nacido. 

^^^^^^^1 

de  los  rcMldn  cavlígo. 

valeroso  y  libietal. 

^^^^^H 

CeltM  y  «mor  ton  de<LprecÍo 

juuo  es  ser  agradecido. 

^^^^^^^M 

pudieron  lanio  conmi>¡o. 

y  honrar  mi  pa^  y  mi  gucrrA 

^^^^^^m 

qat  dtytt-perado  y  lo£(>. 

desde  este  punto  contigo. 

^^^^^^H 

■lenixl»  df  \oi  ¿thoa 

Acreditando  privanzas. 

^^^^^^^1 

coa  <)uc  siiiinabas  cobardes. 

que  en  ti  ilustrar  determino. 

^^^^^H 

no  hazañas,  mas  dcsaiint>s, 

gobierna  mi  aupustu  estado, 

^^^^^^^^ 

me  ^ubiertin  d  pnmcro 

y  entre  las  armas  >  libros. 

^^^^^^H 

sobre  los  muros  altivos 

da  consejos  y  haz  haxaftas 

^^^^^^B 

de  la  rebelde  ciudad, 

repane  carm'>s  y  oiicius. 
lisa  divina  hermosura 

^^^^^^^m 

V  sobre  el  mayor  cabillo 

^^^^^H 

Us  dgiiiUs  imperiales 

en  tu  Ic.iliad  depiisii»; 

^^^^^^^1 

puke,  si  amante,  atrevido. 
Ua|¿  al  saco,  uudieíok». 

s£  alcaide  de  ese  tesoro 

^^^^^H 

y  ini;el  deie  paraíso. 

^^^^^^^B 

y  mjentra%  despojos  ricoi 

Celos  de  la  t!mperairi¿ 
icmo  que  h.in  de  ser  castijp) 

^^^^^^^B 

robaba  el  atrevimienio, 

^^^^^^B 

llorando  viejos  y  nii^os, 

del  amor  con  que  me  abrasa. 

^^^^^H 

«n  et  mis  noble  palacio 

No  la  vea.  que  imagino 

^^^^^^^B 

que  ¡lusifB  con  cdiftcios 

que  la  v  ida  Han  de  quiíatla 

^^^^^^^1 

la  )a  rendida  ciudad. 

mis  turbosos  dcsaiiows. 

^^^^^H 

«ntro,  V  Je  rodilUi  miro 

lucsto  que  á  quererlo  el  cielo, 

e  «Bfadcciera  propicio 

^^^^^H 

Ü  los  p)c<  de  un  vil  knldjKk* 

^^^^^^^m 

el  Mombro  peteüríno 

«i  en  las  sienes  de  Visora 

^^^^^^P 

desu  bellexa  hechicera. 

pudiera  el  laurel  invicto 

^^^^^^L 

M  hefmusuras  son  hechtu». 

de  mi  corona  ufanarse. 

^^^^^^h 

Derterminiba  for/allu 

A  la  que  al  sol  dora  signos. 

^^^^^^B 

sin  refrenar  sus  suspiros 

Mi  esposa.  Bruno,  es  aquosla 

^^^^^^F 

torpcjtas  que  en  pechos  vileí 

que  i  recibirme  ha  venido 
desde  mi  Corte  impcriai. 

^^^^^^P 

se  rinden  ai  apcliio. 

^^^^^Bb 

Impcdisclo,  piadoso; 

pedlsela.  comedñlo, 

0  rescate,  y  respondióme 

Mientras  que  favores  finjo 

^^^^^^B 

con  que  i  los  suyos  cngafie. 

^^^^^^^M 

sinc  i  quien  el  alma  humillo; 

^^^^^H 

soberbio  y  desvanecido. 

guáidavncU  cuidadoso. 

^^^^^^B 

Perú  yo.  que  de  ordinaiio 
al  nuble  acero  remito 

y  haz  que  tenga  amor  i  Enrko. 

^^^^^^^1 

fVoHj 

^^^^^1 

lo  que  la  lert^ua  no  alcanza. 

^^^^^^^M 

de  amor  >■  íida  le  privo. 

^^^^^H 

La  noble  proa  consueto. 

ESCENA  V 

^^^^^H 

SU  honor  precioso  redimo; 

Bki»o,  Vwwá  y  MabciAn. 

^^^^^^^p 

poigado  en  p«rtas  que  llura 

^^^^^^f 

y  ensartan  preciosos  hilos. 
Supe  i)tie  era  única  prenda 

BxtfKO.     |0h.  maldiciones  dichosas! 

^^^^^L 

jOh,  amorosos  laberintos. 

^^^^^^^K 

del  más  ilustre  lecíno 

en  los  lines  provechosos. 

^^^^^^B 

desiB  Ciudad,  que  á  tus  armas 

si  fieros  en  tos  principios! 

^^^^^^B 

mucno,  nagó  sus  delitos; 

¡Oh,  desdenes  bien  prcmiadost 
¡Üesengai^os  no  entendidos!                      1 

^^^^^^B 

y  jui^ando  su  belleza 

^^^^^H 

por  intercesor  benigno 

¡Amistades  mal  pagadas!: 

^^^^^^^B 

contra  lu  eno¡o  sebero. 

ya  os  adoro,  ya  os  estimo. 
Por  vosotras  honra  adquiera. 

^^^^^H 

í  tus  pie^t,  augusto  invicto, 

^^^^^^^B 

)a  presento,  confiado 

á  pnvanias  me  sublimo. 

^^^^^^B 

qtie  premiando  este  seniclo, 

carfios  intereso  honrosos. 

^^^^^^B 

y  consolando  estos  ojos. 

mi  sanare  noble  auiori/o. 

^^^^^^B 

perdonarás  los  rendidas. 
Con  niuchai  obligaciones. 

S)  i  logro  perdidas  dan 

V            E  SKico. 

lal  líanancia.  deide  hoT  digo 

^^^^ 

Druno  noble,  has  ad^}uirido 

con  Ce^ar.  que  me  pe/dáora 

^^^L 

el  favor  que  hucvrir  pienso, 

si  no  me  huO^cra  pcfd'dí>. 

^^^^B 

de  (US  nobles  partes  dtKno. 

VisokA.    Añade  á  esas  dichas  tudas. 

^^^^^^ 

tlidaltta  tiiniífe  le  iiusira. 

si  á  mi  amor,  ilruno,  te  obligo. 

^^^^H 

letr.is  te  han  engira ndec ido, 

la  voluntad  que  te  ten^M. 

^^^^^^B 

haynñn\  le  dan  valor. 

V  en  va  ISO  honesta  resisto. 
Bruno,  tu  cautiva  soy; 

^^^^^B 

despojos  me  lias  nfrecido 

^^^^^^^ 

mereced' irci  de  prcmioi, 

de  atmimientos  lascivos 

^^^^^^^V 

no  sé  si  diga  dittnos. 

de  un  soldado  nte  libraste. 

^^^^^H 

pues  tne  conlieso,  aunque  César, 

de  mi  honor  dtfensa  has  sido; 

^^^^^^B 

de  lu  cautil  a,  cautivo. 

a^tuia,  pues,  que  deudora 

t. 

Sccndu.  pues.  Bruno  lomoco. 

la  fama  que  has  ufei>dido. 

ACtO  SEGUNDO 


prtmios  te  ofrece  del  alma 

qut  en  medio  del  pecho  cifro,  • 

jMrá  razón  que  viólenles 

tan  generoso»  principien, 

«  coflúenUt  que  profane 

lo  que  defendiste,  Knhco? 

No  w  perniitin  tos  ciclos, 

ni  el  vilor  que  he  conocido  . 

en  tu  invencible  nobleza,  I 

a  quien  raí  espcfanxa  lindo. 

Padres  ilustren  me  han  dado, 

si  no  dicha,  nobles  btins 

para  defender  mi  fama. 

3UC  ya  pu(  luya  la  esiímQ: 
el  soldado  me  libraste,  | 

I. brame  también  de  Ent'ieo, 

8ue  no  mudan  la  deshonra, 
runo,  sujetos  distintos. 

Mi  dueíto  er«,  sí  mi  «poso; 

tesoros  tengo  inünilos 

de  la  fucr/a  de  !a  guerra 

se^uramcnie  escondidos. 

En  la  calidad  le  igualo, 

y  en  el  amor  excesivo 

te  Ileso  tantas  ventajas 

como  es  el  tuyo  testigo. 

Con  honra,  Bruno,  me  hallaste; 

con  ella  también  tr  pido 

me  dejes,  ú  no  te  nombres 

de  honor  y  nobleza  diftno. 
}iiL-NO.     Visora,  los  desent:ai\os 

sonaron  locos  hechizos 

en  mi  de  promesas  vanas, 

que  ya  sepulta  el  olvido. 

No  más  crédito  cnvai^oso, 

no  llamos  de  cocodrilos, 

pues  escapé,  gloria  al  cielo. 

seRuro  de  sus  peligros. 

Ef  Emperador  le  adora: 

es  mi  señor,  vo  le  sirvo: 

tú  eres  suya  de  derecho. 

por  despojo  le  has  cabido. 

No  afrentan  deshonras  reates; 

pues  tu  fortuna  lo  quiso. 

ama  al  Císir,  y  perdona. 
tAlAKC.  A  eso  voy  y  aqucso  di^to. 
iVisoMA.    |0h,  avariento  mcrcedcrl 

¡que  el  interés  ha  podido 

iu  valor  poner  en  venta, 

T  la  fama  que  te  flol 

(>ues  mira  bien  lo  que  haces. 

que  si  pierdo  el  honor  mío 

por  tu  cau«a,  he  de  trocar 

en  rigores  %engativ<is 

el  amor  que  ic  he  mostrado. 
^  Bkvko.     Anda,  y  deja  desatinos.  (V««  VjMra.] 


ESCENA  vr 
Hoitnoj'.llAtc.iú* 

[Marc.      ,¡Y  yo  podréme  volvef 

a  mi  lBca>il  oficio 

»  servirte? 
I  BiiVMO.     '  S!,Marciún; 

que  puesto  que  ingrato  has  sido, 

qniero  perdonar  tus  fallas. 


M**c      Ya  son  chaxas,  señor  mi»; 
pelóla  casgada  suy, 
pero  si  medro  un  vestido, 
vuelto  i  tu  casa  dirás: 
V  uclre  i  casa  pan  perdido*  (Vaiue.) 


ESCENA  Vil 

ta  E«Faa«iMi,  Muuino  y atvmpttamitKKi. 
EMPCRATaU. 

^Que  ei  tan  billa.  MíiarJo,  la  cautivad 

MiLAaoo. 
Ojos  deslumhra  y  inimos  derriba, 
vencida  vencedora. 
i  m!  me  hechi/a.  al  César  enamora- 
Si  no  ataja  con  líempo  sus  desvelos, 
en  ei  infierno  de  la  envidia  y  celos 
llurari  vuestra  Alteza 
competencias  de  amor  en  su  belleza. 

Empíhatriz. 

No  tendrá  Enn'co.  i  quien  el  alma  he  dado, 

el  gusto  de  su  amor  tan  estragado. 

que  puesto  aue  en  ausencia 

cualquier  beileía  me  haga  competencia, 

ya  que  l«  he  visto  al^rc,  me  prometo 

ias  veniaías  de  amor,  siendo  su  objeto. 

Perú  ¿qui¿n  fué  el  soldado 

que.  atrevido,  tal  presa  ha  presentado 

al  César,  dando  causa  i  mis  enojos, 

materia  á  celos  y  á  su  amor  despojos? 

MiLAn&o. 
Bruno,  entranjero  y  pobre, 
porque  soherbia  la' bajeza  cobre, 
más  loco  que  valiente  y  animoso, 
subió  el  primero  at  muro  temeroso, 
enarbulando  al  viento. 
Aquilas  del  imperio,  en  cuyo  asiento 
ñjando  el  estandarte,  dio  materia 
á  su  ventura  y  ña  i  su  miseria  i; 
pues  obligado  Knrico 
i  su  esfuerzo  á  locura,  certifico 
^  Vuestra  Majestad  que  le  ha  entregado 
en  guerra  y  paz  vuestro  imperial  estado. 
Kste.  rendido  c!  muro, 
i  la  ciudad  bajó,  donde  seguro 
de  la  muerte,  que  i  miseros  perdODa. 
mientras  el  campo  el  saco  real  pregoDa. 
despreciando  riquezas, 
despojos  busca  s6l:  de  hellezat; 
y  salióle  dichosa  su  (urtuna 
aun  hasta  on  esto,  pues  hallando  una 
ostentación  hermosa 
de  la  naturaleza  prodigiosa, 
i  Enrico  la  presenta, 
con  que  su  lama  y  su  favor  aumenta, 
pues  rendido  el  Augusto  i  sus  amores, 
de  cargos  caiga  ¿Hruno  y  de  favores. 
i,Os  despachos  le  entrega 
destc  imperio;  que  en  Hn,  es  pasión  ciega 
la  voluntad  enamorada  y  loca, 
y  no  es  el  alma  Ji  resistencias  roca. 


I    En  ei  «rigiDul  «ntmoria*. 


104 


SL  MAYOR  DESEK«AflO 


Evn  tin.  Bruno,  Mñora, 

es  el  ilepoMUíío  de  Vlsuru, 

y  porque  guurdaal  O&tr  U  cautiva, 

el  imperio  (¡obicrna,  y  con  el  priva. 

EMrC*AT«ll! 

Snbió  H  villano  pmto: 

Bretto  cacfi  tlel  encumbrado  puc»o, 
tedios  ruines  no  M>n  escalüntt 
que  sustentan  privanzas  y  ambiciones, 
y  misst  tüs  ücrril^sn 
celos  V  agcavios  que  en  {uror  estriban. 
Mujer  soy  agraviada  y  poderosa; 
eaca  su  muerte  basia  estar  celosa. 
Mas<4ucese«io.^ 

ESCENA  vm 

Dteaoa,  LatUA.rfaMa,  con  guiurr»,  jr  il«t  S^^^a»** 

SOLDAtM)   ¡.* 

A  tu  Alteza 
iniíionera  presento  eita  bclleía, 
que  huyendo  de  la  furia 
que  i  e^ia  ciudad  castiga  por  su  Injuria, 
estos  montes  vagaba 
y  sus  penas  cantando  disfraiaba, 
pues  con  su  melodía 
orbes  paraba  y  vientos  suspendía. 

Emí-eiutiiic. 
^Bres  mihict^ 

Templo 
males  con  l«  paciencia,  y  a)  c)«mpto 
de  los  trabajos  míos, 
suspendo  con  acentos  desvarios: 
y  como  es  propio  cfeio 
de  la  múska  obrar  en  el  sujeto 
según  ^us  calidades, 
aumenundo  á  Imlexat  soledjtdes, 
j  al  contento  ategria, 
peni^  cantando.  A  penas  aAadia: 
que  el  triste,  gran  scifora. 
meior  entonces  canta  cuando  llora. 

Emi'ikatIiii. 
Si  la  mátka  aumenta 
la  pas*6n  del  sujeto  en  quien  se  asienta, 
canta  envidia  y  desvelo», 
porque  celos  aumentes  á  mts  c«lot; 
crecerá  ta  esoer anca 
que  tengo,  en  mis  agravios,  de  vcn^piasa. 

LttbA.      rCjaf*,)  £'f  i¡uf  tuscare poHífoñti 
dt  lat  firlvd  y  poder 
aue  m<tlen  á  mugre  fria, 
huiqutcetoitn  muta: 
El  fw  yenfitnt*  anta 
nniraettlviéoy  ¿etáén, 
out  dan  /,i  murrte  vh-ttndo, 
hua^urcftnim  mujer, 
Quitv  bútilitau  tascare, 
áípidn  ^uñiere  rer, 
y  omas,  kurtadot  siu  hif»s, 
euique  celos  €»  mt/im; 


Empu.     Basta,  no  protigas  más: 
todo  aqueso  vengo  i  sm: 
ponioña,  vengania.  tigre, 
basilisco  y  áspid  fué 
contra  Bruno  mi  sosMcha. 
De  mi  verr)^ nía  cruel 
verá  efectos,  pues  que  foco 
buscd  cctosen  mujer.  (f4M.) 

ESCENA  IX 
DiGKM,  mtne*  U  Etkftmntnt*. 

Solo,  i.*  ¿Qué  nto?  La  Emperatriz 
arroiando  rayos  i\si 

f'or  ios  ojos;'st  sus  perlas, 
[amarlos  rayos  es  bien. 
MiLAKKO.  Celos  la  abrasan  el  alma, 

y  de  su  inlierno  cruel 

siento  penas  ínmonales 

en  que  me  abraso  tambitn. 

Envidia  de  la  privanza 

en  que  encumbrado  se  w 

este  Bruno  venturoso, 

en  mf  muestra  su  tKX^. 

Pero  canta,  L«ida  nermosa, 

que  si  la  música  os 

suspensión  de  ponas  instes, 

las  que  sienro  suspcndrí. 
Leu>a.      (C'aitd.)  m  fM  en  /oí  Príncipes  fia, 

yáU  cumbre  dtí  podrr 

por  elfavw  wa  subienda, 

mire  cómo  Mienta  elpit. 

Por  escateraa  de  fidm 

tube  ti  privado  mái  fi»t, 

y  es  fátit  ciraih/o  dtciatda 

6  dtiliiar  i  romper, 
(.tait  Brvao  ((«■«  ár  mtmmtátM  «or  U 

r»ñ  iltiéo,  y  Mucmt  c«iiM,y  itumin^f 

tt  oytnéo  (anUr.) 

Aun  en  ti  culo  im  (ii*>o 
seguridad  Lucifer, 
pues  no  iubo  mát  de  un  inUanit 
dtsdt  el  privar  al  caer. 
Efímera  ei  la  envaina, 
mudable  el  mát  firme  Rey: 
koy  derriban  diifat-oret 
al  que  entalx,arttn  aytr. 

IVtnti  laaoi  tMnta»á<>,  y  t¥id»»   Btuoo 
r  Marctoo.) 

ESCENA  X 
Bmno  y  MAKcr  Aü 

BauNo.    jQue  mal  pronostico  anonda 
la  mútica  qu»  he  escuchado 
Del  aunusio  soy  privado; 
¿si  mi  caida  pronuncia 
el  acento  temeroso 
que  aj^a  acabo  de  oír? 
Hoy  que  comencé  i  subir, 
¿el  caer  será  forzoso? 
Ful  desdichado  en  amores; 
por  la  guerra  los  dejé: 
a  Enricocl  cuano  ubliguí; 
mas  mujeres  y  scAorrs 
ton  fábrkas  sobre  el  vient* 


'    ACTO  «ÍÜKD«                                                       105 

pofqueel  tmor  y  prívanzn 

ampara  la  monarútiia 

poticn  silla  en  la  mudania. 

la  nobleza  y  opinión. 

y  es  peligroso  iu  asicnio. 

porque  el  poder  ><n  raidn 

^ÍIaiic. 

(Quí  lltni)  de  peii<;lon« 

más  parece  tiranía. 

le  ha  ocupado  laambkiAnl 

Aunque  eres  Emperador, 

Ayer  dabas  pciictún 

no  has  de  usar,  en  cuanto  amante. 

rI  poder,  hoy  las  dispones: 

de)  poder  siempre  arro^nte; 

i  lal  subir  y  privar 

()uc  ruegos  vencen  á  amor. 

presto  wr  monarca  esperas. 

Sirve,  no  en  cuanto  seAor, 

Bkuno. 

Aceriira%s¡  dijeras, 

tino  como  enamorado; 

i  lal  üublr,  tal  bajar. 

rucKx  y  [«Kali  humillado,                             ' 
si aldeiden  ouieres  vencer, 
que  no  es  irbol  la  mujer 

Maic. 

¿Pues  <iué  iJene»  que  lemer? 

¿Quí  recelo  hay  que  te  ctpante? 

BlICKO. 

jQue  no  hubo  más  que  un  intiant» 
dndc  el  subir  al  caer > 

que  ofrece  el  fruto  forzado. 
Enrico.   ai  no  fueras  más  valiente 

gOb.  rfesfto  de  la  ambición! 

que  eres  sabio  consejero. 

rOh,  pcheros  de  un  vasallo! 

pío  hay  hombre  cuerdo  i  caballo. 

DO  debieras  al  «cero 

Makc. 

mi  privanza. 

pero  tente  lú  al  arxór. 

Ma*c.                           itruno,  tente. 

puei  con  la  carrera  arrancas. 

Exftico.    Pendádcsme  elocuente 

K 

y  lucfto  no  tenicaí  miedo, 
■Ui>que  también  yo  caer  puedo, 

que  no  pretenda  á  Vitora 

por  fuerza  cuando  ta  adora 

L 

poruñeen  fin  voy  i  las  ancas. 

el  alma  que  la  entregué; 
pero  ya.  villano,  ni 
<]ue  en  mi  ofensa  le  enamora, 
buell  1  la  llave  que  ha  sido 

ESCENA  XI 

^* 

E*aic«,  huvKo  y  UAna^ 

guarda  suya,  y  la  ocas*6n 
de  lu  privanza. 

■      Enbico. 

Bruno,  como  es  niño  amor. 

Ma*c.                             Al  arcAfl, 

H 

DO  sabe  tener  soskgo; 

icueepo  de  Diocí 

■^^ 

aionnenta,  como  es  fuego; 

BhUKO.                            Si  ofendido 

^^K 

da  priesa,  como  es  furor. 

estis  porque  persuadido 

^^^1 

Al  hermoso  resplandor 

de  mi  lealtad  le  aconseio. 

^^^H 

de  Viiora  cera  he  sidü; 

perdóname,  que  ya  dejo 

^^^M 

Icaro  soy,  que  he  ciiJo 

desde  «qui  de  aconsejar. 

^^^H 

de]  delude  mi  grandeza: 

porque  te  puedo  quebrar 

^^^^H 

las  plumat  de  la  firmeza 

siendo,  gran  señor,  mi  espe^. 

^^^^1 

á  su  sol  se  han  derretido. 

Como  la  verdad  esdura.                                   \ 
quitbrt  lal  tez  el  cristal:                               fl 

^^^H 

jPar^etequepreienda. 

^^^H 

mis  lurmentos  dila1at>do. 

TU,  ítran  señor,  hablé  malí 

^^^H 

sus  favores  obliiando. 

la  íisonicada  ventura 

^^^H 

'  quecnireíantu  me  encienda, 
'  >  que  enamorad')  ofeiMla 

es  blanda,  y  asi  as<)(ura 

^^^^1 

V  idrios  sicm  pre  delicados. 

^^^H 

Ic)  es  de  U  Gorresla, 

Lisooicros  Man  criados 

^^^^^ 

y  goiindola  esie  dia. 

y  pavtores  lisonjeros. 

^^^^P 

aunque  obligavloflesiucrxa, 

por  humildes,  verdaderos. 

^^^H 

muestre  al  moivdo  que  no  hay  fuerza 

y  por  sello,  despreciados. 
Yo  estoy  tan  lepos,  señor, 
de  ofenderte,  siendo  amanta) 

j^H^V 

en  pfxler  ni  en  monarquía.* 

■      Bruno. 

Gran  serk>r,  ddarconscíos 

es  de  ta  privanza  oficio. 

cuanto  desde  aquí  adelante 

y  el  estar  en  tu  servicio 

con  recelo  y  con  lemor 

puede  suplir  años  TÍe)OK. 
Los  Principes  son  espejos 

decaer det'u  favor. 

Goza  a  VÁora  y  procura 

del  mundo,  y  iiJ  en  el  sagrado 

tu  esperanza  baccr  tejtura. 

SolÍ4  imperial  asenl»d.>. 

que  cuando  i  tus  plantas  vtn 

es  raión  oue  alumbres  mis: 

el  mundo,  no  seri  bien 

«por  qu£  luz  después  daris  >, 

resistirte  una  berntosura. 

SI  eres  espejo  q^cbrado^ 
Vjsora  al  ün  es  mu)er. 

Maki..      Kw  si,  (cuefpo  de  Diori. 

vístele  del  mamo  pafloi 

qoe,  aunque  cauttrerios  llora 

viva  y  ven»  aqui  el  engaflo. 

y  su  muerto  pMlre agora, 
después  [te|  vendrá  i  querer. 

y  nKoraremí>s  los  dos. 

Baiílto,     (Af'ru.i  Padre,  si  os  creyera  í  ros, 
mis  estudios  prosiguiera. 

La  )usiicia  en  el  podef 

sti conseoación  confliu 

y  en  riesitos  no  me  metiera 
del  favor  y  la  privanza: 
vuestra  maVdición  me  alcanza. 

t    fui 

n  «1  erlKlaal:  par«c(  debiera  decir;  *»aM 

qM  IU-«,  Itc. 

ctuulto  justat  verdadera. 

toC 


n.  MAVAM  bfseíicAfto 


iímuco.   Hoy,  Bruno,  i  privar  empieinv 

Si  tequͫre!tconmvar, 

sombra  has  d«  ^r  y  imitar 

en  palacio  las  );ranileza&.  ! 

Vu«tie  á  •:onh>lar  tfistcxas, 

que  si  lu  discreción  sabe 

Bgra<larmr.  el  caffto  grave 

KOzatAs  auc  ic  <Ji  agora. 

Sáceme,  Bruno,  i  Vísora; 

trücla  aqii!;  toma  la  llave. 

Pero,  delenic,  que  viene 

laMiipnalrix. 
BkuMO.    (Apnrit )  lAy.  de  mil 

ÍQue  el  palacio  traía  asi 
quien  con  honras  mamiene? 
¿Que  tan  flico  asiento  itcne 
en  íl  el  sublime  puesto? 
(Subir  y  bajac  tan  presto! 

ESCEXA  XU 
Kiiaico,  fa  E>rt*iT*i(,  llatino  y  HakuAx. 

Emmb.     ¡Gran  seAot! 

Enaico.  I^sposa  mía. 

Eupca.     <Qu¿  nueva  melancolía 

os  entristece?  jO^f  es  esto? 

EKatco.    M^  d  Bruno.)  Si  tú  obediente  cumptíe- 
lo  que  te  mandó  mi  amor,  ¡ras 

y  necio  aconsejador, 
mis  deseos  no  impidieras, 
ni  mis  tormentos  crecieras, 
ni  á  mi  esposa  alborotaras, 
haciendo  sospechas  claras 
que  ha  visto  en  mi  turbación. 
tVCH.     <No  merece  mi  aTición 

que  nic  hables?  ,Nü  le  declaras? 

EKaKO.   Entronizar  un  villano, 
necio  y  desagradccúlo, 
causa  de  mi  enojo  ha  sido. 
DJle  indÍM:rclo  la  mano, 
tubió  por  el  viento  vano, 
y  al  mismo  paso  ha  de  ser 
lUerxa  que  vuelva  á  caer: 
pregúntale  lo  demis.        {V^t.) 

ESCENA  Xiri 
riKiio*.  niraM  KiiaiiTO. 

Elil>Eti.     ipt  aquesa  suerte  le  vas?— 
Celos  tengo,  y  soy  mujer; 
satísraceltos  conviene.— 
Ven  aci,  ¿Por  <ju¿  ocaiiiin, 
con  tan  grande  indignación, 
contra  li  enojos  previene? 

BntKo.     La  culpa  esta  llave  i¡en«, 

en  que  me  premia  y  castiga 
quien  al  silencio  me  obliga, 
que  ha  de  eslabonar  misdailos 
por  no  creer  desengaftos: 
ella  la  verdad  te  diga. 

(Da  I»  llavt  d  la  ÜmperiiTi/  y  rM^.y 

ESCENA  XIV 
L*  EMFtRATlii'  y  Maxiúü,  lutit fin  i4  mudo. 

E»n*.     ¿I^>y  ■*!  descomedimiento? 
Sin  responderme  se  fui: 


yo,  villano,  humillara 
vuestro  desvanecimiento; 
presto  seréis  escarmiento 
de  lo  que  el  favor  se  muda. 
Satisfaced  vos  mi  duda, 
llave,  pue»que  la  sabíis; 
pero  cuerda  mediríis 
i^ue  sois  socrctaria  muda, 
bslc  debe  ser  criado 
del  arrogante  extranjero: 
saber  dé\  U  causa  «quiero 
por  qué  Enríco  va  indignado. 
MarC>      raji.)  ¿So  es  bueno,  que  me  he  qae> 
en  el  potro,  donde  dudo  {anátí 

decir,  aunque  no  desnudo, 
la  maraña  dtsta  dan^a? 
Todo  este  mundo  es  niudania: 

Br  Dios  que  he  de  hacerme  mudo, 
ola! 
,MAac.      (Ap  1     Ya  empieza  i  olearme: 

desahuciado  debo  estar. 
EwKK.     (Quién  sois? 
.Marc.      (.1/),)  Oir  y  callarme, 

si  es  que  pretendo  escaparme. 
EuKK.     No  temáis:  llegad  á  hablarme 

¿Ser\'¡si  Bruno? 
MAac.      1.1^,1  Dirf 

por  señas  que  no  lo  sé, 

ni  lo  que  me  dice  entiendo. 
Emkk.     ¿No  me  respondéis? 
Mabc.  Pretendo 

de  mi  lealtad  dar  hoy  fe. 
Kxrzn.    ¿Qué  tiene  el  Emperador? 

¿Por  oué  se  partió  severo? 

¿Qué  llave  es  esta? 
Manc,      (Ap.}  El  primero 

que  sirve  y  no  es  hablador, 

he  sido. 
Eupca.  jAcbso  es  traidor 

con  el  César  vuestro  dueñof 

¿No  me  respondes  si  sueito? 

.iSois  mudo.*  Dice  que  si. 

.Mas  mudo  en  tal  traje  aquí, 

¿es  ó  no? 
.MAhc.      (Ap.}         Cielo  ñsueflo, 

lleva  mi  enga  A  o  adelante. 

y  tácame  dcste  aprieto. 
Empsh,     Este  me  encubre  el  secreto 

con  engaño  %eme)an[e; 

mas  no  pasará  adelante 

su  cautelosa  afici&n. 

lllotal 
Mavc  Tres  con  esta  s<in 

las  oteadas:  ¿qué  mar 

te  pudiera  hacer  tragar 

lanías  olas,  di,  Marcíón? 


ESCENA  XV 


MlLAK. 

Empsh, 


Makc. 


¿Llama  vuestra  Majestad? 

SI,  Mitardo.  Aqueste  mudo, 

de  ctjyas  cautelas  dudo, 

de  un  pino  al  punto  colgad. 

Mp.><CuCfpodcDioslLengua,bablad 

y  molamos  de  represa,  (iraMan^*^ 


ACTO  SEGUNDO 


Gran  Mñora,  i  mi  me  pesa 
de  no  habeae  respondido. 
]ml)ícn  conmi^  naií  sido 
dcmilagroi.  Digo... 
SoLD.  I.*  Apriesa 

Mahc.      Que  yo  me  liamo  Marvíón, 
sirvo  d<  l^ayo  á  Bruno. 
Fuék  el  amor  importuno, 
Y  poraquKta  razón 
d«|ó  esludios,  flunquc  sabio; 
dejó  amor»,  aunque  ciego; 
deiá  padre,  fíalas,  jue^o. 
celos,  desdenes  )*  agravio. 
Vino  i  la  ttueirii,  sequile; 
subió  ei  muro,  y  ayúdele; 
venciú  ta  ciudad,  loflc; 
honróle  Ennco,  y  wctvÍIc. 
Presentóle  cierta  dama, 
eaamoróse  de  vclla. 
htzolc  custodio  del  la, 
fué  mariposa  en  su  llamo, 
puisoia  agora  forjar, 
fuÉle  i  la  mano  mi  dueño; 
esto  del  privar  es  sucílo; 
comentóse  á  desgraciar. 
Quítale  el  (;ñar  Ta  llave, 
temió  Bruno  el  iropcxó.i, 
mudó  cuerdo  de  opinión, 
que  quien  míenle,  privar  sabe. 
Dijotc  que  hacía  muy  bien, 
que  pues  era  Emperador, 
apretase  con  su  amor. 
Ayúdele  yo  tambiín: 
restituyóle  ¿  su  gracia; 
iba  d  sacar  ¿  la  moza, 
pero  todo  lo  destroia 
si  se  cmpena  una  desgracia. 
Saltó  entonces  vuestra  Alte», 
fué  perro  del  hondano. 
vio  su  amor,  Enrico,  en  vano, 
dióle  su  evtorbu  irisicza. 
trocó  «I  (avor  cu  desdén; 
fuese,  acabóse  la  historia: 
•quf  ({racia  y  después  gloría 
por  siempre  jatnis,  amén. 
Vut.  u*  Mudo  que  habla  de  eu-  modo, 
(fuego  en  £11  Callar  y  huir. 
Marc.      Reventaba  por  parir, 

Íeché  Ifls  parias  y  todo, 
o  he  quedado  saii\lccha, 
celosa  y  dncngaílada. 
si  con  la  verdad  airada, 
libre  de  amor  en  sospecha. 
No  gozará  su  esperanu 
el  mudable  Emperador, 
ni  et  villano  intercesor 
de  sus  gustos,  su  privanza. 
Toma.  Milardu,  esta  llave, 
^oza  la  ocasión,  diicreio; 
saca  esa  mujer,  efeto 
de  mi  agravio  y  pena  grave, 
Lkvala  de  aquí,  no  viva 
dotHle  pueda  darme  enojos, 
ni  hcch?:(ar  con  torpes  ojas 
al  César,  loca  y  lasciva. 
Su  jurisdicción  te  entrego; 
|oza  SU  amor  eniretanl* 


ICf 

aue  yo  «fltre  penas  y  llanto 

de  nKnosprecios  me  anega  tV<ii«) 

ESCENA  XVr 

Mjlaroo.  ¡Oh,  llave  de  mi  esperanza, 
remedio  de  mi  temor, 
premio  iuMc)  de  mi  amor, 
y  de  mí  envidia  vengania! 
Perdone  el  Emperador, 
(]ue  si  su  vasallo  ful. 
amor,  ouecs  Dios,  puede  en  mi 
mis;  asi  obedezco  a  amor. 
Sacaré  la  prenda  hermosa 

3ue  mi  tealud  Biropdla: 
esterrarémc  con  ella, 
que  si  In  patria  amorosa 
menospiecio  por  Visora. 

fatrla,  riquexa  v  ventura 
!cvar¿con  su  hermosura, 
y  servirá  i  mi  sertora,  ivatt.) 


ESCENA  XVri 
t>i(no«.  ntnM  Mimmm. 

Sptj).  (,•  ¡Lindamente  desbucháis! 

Makc.      El  lemorcausarlopudo. 

Haceos  vos  media  hora  mudo, 
vcríis  después  lu  que  habláis. 

boto.  1.*  ¿HácenloasI  losdócretos? 

Mak4;.      Para Trinchaada  tan  oifiota 
es  m«dicina  famosa 
una  gaita  de  secretos. 

ESCENA  XViri 

VlMM,  Jo/a. 

iOjik  es  esto,  soberbia  mía.* 
iOuién  os  humilló  tan  presto 
i  jas  leye»  del  amor 
y  injurias  del  menosprecio^ 
¿Vos  de  Bruno  dcsdcrtada, 
cuando  pa;;ab,-in  deseos 
de  espíritus  (generosos 
el  ver  mis  0|os  risueños? 
¿Yo,  ayer  de  amor  simulacro, 
que  á  idólatras  pensamientos 
pagaba  en  desdenes  locos, 
siendo  adorada  por  ellos 
de  un  pobre  saldado  adiara 
menospreciada  y  i  riesgo 
de  que  mi  fama  profane 
En  neo.  amante  soberbio^ 
Eso  no,  imaginaciones; 
prevenga  mi  amor  primero 
brasas  con  Porcia  y  con  DÍdo 
espadas  que  alíeme  el  fuego, 

ESCENA  XIX 

Vko»*  y  MiiAUDo. 

MiLAROo.  A  daros,  Visora  hermosa, 
la  libertad  que  no  lengo 


^^^^tt» 

EL  MAYOR  OEÍENüaSO      ^^^^^^^^^^^^^^^^H 

^^a 

me  enría  la  Emperntriz 

Biiti.ia.     ¡Oh,  bárbaro!  ¿Tú  te  atre\'es^^^^^^H 

^^^^^ 

abratjdien  vu«^irot  celoi. 

a  in|utiarme?                                      ^^B 

^^^^^^B 

lUte  declarado  bruno 

Mii.*atio.                      En  este  acero                  ^H 

^^^^^H 

el  amor  qur  Enrico,  ciego, 

hallarán  sstfsracc  Iones                         ^H 

^^^^^^B 

i>%  tiene,  y  que  determina 

sus  agravios  y  mis  celos.                        ^^1 

^^^^^^H 

(ortuoi  torpe  y  violento. 

(ÜtttK  mti'/r  tali  Eiirit'i  fdrKndjiar*           J 

^^^^^^B 

Diále  la  lla\e  que  veis 

f(  y  Id  EiBpetatili  y  MaieíAa  for  otra.)       ^^U 

^^^^^^B 

y  funlamcnie  consejo 

^^M 

^^H 

óue  os  qtiile  1>  hermosa  vida, 
aigna  de  siglos  elcrnos- 

ESCpNA  XXI                                ^1 

^^I^^H 

llsninc  hecho  su  c  ccutor, 
pero  yo.  oue  en  so  o  vetos, 
vivo  adofindoos,  ViM>ra. 

VuiHU.  BhcMo,  MtikKou,  ExMCO,  La  C«»iaiiHl(,                1 

^T  1 

X  Makci4w.                                                i 

J 

M  es  vida  vivir  muñendo; 

Exaico.    ;Tr^(lores!  ^En  mi  palacio                    ^^B 

^^^^^L 

ii  admilis  servicios  nobles 

desnudáis  armas?  Prendeldot.               ^^B 

^^^^^K 

'  un  alma  que  humilde  ofroico, 
eai  á  vuestro  servicio; 

Eui-EJi.     ¿Qu¿  1-tKcs,  señor,  son  esu?               ^^B 

^^^^^^H 

EítaiU).    Uus  locos  y  descompuestos                  ^^| 

^^^^^^B 

íi  aeradcci:s  mis  deseos, 

i  la  inmunidad  sagrada                       ^^M 

^^^^^^^H 

huircon  vos  determino 

de  mi                                                         ^^M 

^^^^^^B 

con  volUDIario  destierro. 

Mii.AitDo.                   Yo  confieso                        ^^| 

^^^^^H 

y  mejorar  amoroso 

cuan  mai,  ftran  señor,  he  andado;        ^^M 

^^^^^^B 

la  cone  por  el  destierro. 

mas  «i  castigar  excesos                           ^^B 

^^^^^^^H 

Casarimonos  los  doi. 

contra  tu  fama,  merecen                      ^^B 

^^^^^^B 

y  con  el  irajc  grosero 

perdón  de  mayores  yerros,                  ^^B 
Bruno,  á  outen  bat  conlíaao                ^^M 
los  despachos  del  imperio.                    ^^M 
encumbrado  en  lu  prívanxa,                  ^H 

^^^^^^^M 

ditfraxaremot  las  almas. 

^^^^^^B 

de  nobles,  villanos  vueltos. 

^^^^^^m 

No  reipufidiis  desdeñosa 

^^^^^^r 

á  los  nobles  pensamientos. 

y  con  tu  Tavor,  soberbio,                     ^^M 

^ 

que  en  ve/  de  daros  la  muerte 

(Jenito  tu  mismo  palacio                      ^^M 

^^^^P 

os  eligen  por  mi  dueño. 

con  torpes  atrevimientos                      ^^M 

^^^    VlSOIIA. 

^Bruno  aconseja  i  la  Augusta 

quiso  góiar  á  Visora:                              ^^M 

H 

que  me  de  muertci' 

y  hubiera  llegado  a  eTccio,                   ^H 

H          Mri.ARix).                                    Ettti  e»  cierto. 

si  con  la  espada  en  la  maoo,                ^H 
de  justa  cólera  ciego,                           ^H 

K            VlSOKA. 

jOh,  b4rbaro>  mal  nackloj 

^^^L 

^Ya  añades  i  lut  desprecios 

no  impidiera  desatinos                            ^^B 

^^^^^ 

nuevos  agravios  y  enojos? 

traidores  y  deshonestos.                         ^^B 

^^^^^^B 

Saiisfaréme,  y  con  elluí 

Si  no  basta  esta  disculpa,                       ^^B 

^^^^^^^1 

verás  lo  que  es  un  amor 

divide  de  aquestecuello                       ^^B 

^^^^^^F 

vueitu  en  aborrecimiento. 

la  cabeza  que  te  ofende.                      ^^B 

^^^^^K 

Con)ii  á  esc  ingrato  enemigo 

Bii-iMO.     ¡Qué  escucho,  piadosos  ctelosl             ^H 

^^^^^^B 

mates,  Milardo,  primero. 

^Yo  intenté  tan  eran  delito?                   ^^B 
VisoMA.    Gran  Sej^r,  mi  honor  le  debo             ^^M 

^^^^^^B 

en  laiisfacciún  dicl.osa 

^^^^^^ 

el  alma  v  vida  ic  enircBO. 

á  Milardo,  (lerensor                                ^^M 

H         MiLAUDu.  Pues  hojr  dsré  mumcá  Bruno. 

de  la  joya  de  más  precio.                        ^^B 

^^^^ 

Verdad  es  cuanto  te  ha  dicho.               ^^M 

^^^L 

Ehpsk.     .iKstccs,  señor,  el  sujeto                     ^H 

^H 

ESCENA  XX 

tan  digno  de  vuestra  gracia.                 ^H 
célebre  con  tanto  extremo?                  ^H 

^^^^^H 

ViKdu,  MitiUDO  f  Hamo  «w*  itlt. 

Quien  deja  vasallos  fieles                       ^^t 
por  encarnar  el  Robierno                         ^^M 
a  un  humilde  advencdiio,                       ^^B 

H,         Butiico. 

jA  Bruno  matan;  qué  es  esto? 
¡Traidor,  ingrato,  villano. 

■              VlSOM. 

la  culpa  se  eche  ú  si  me^mo.                 ^^| 

^1 

alma  vil  an  nobtc  cucrpol 

Justas  quejas  habéis  dado                       ^^M 

^^^H 

venganzai  son  contra  injurias; 

á  mis  inocentes  celos,                           ^^m 

^^^^^ 

castigos  contra  consejos. 

que  satisfacéis  confuso                         ^^B 

^^^^^^_ 

Si  mi  muede deseabas, 

con  vergüenza  y  con  sitcndo.              ^^B 

^^^^^^^b 

permitieras  al  acero 

Si  en  vos.  que  sois  la  cabera.               ^^M 

^^^^^^B 

del  soldado  violador 

tiene  el  mundo  tal  ejemplo,                  ^^B 

^^^^^^^B 

cuoiplit  tu  bárbaro  intento. 

¿qué  espera  la  cristiandad?                    ^^B 

^^^^^V 

^Porque  le  quise  me  matas? 

jqué  harán  en  ella  los  miembros?        ^^| 
Volved,  jiran  leftor,  en  vos,                    ^H 

^ 

^Porque  mi  opiniñn  defiendo; 

^^^y 

portiue  desprecio  al  augusto; 

y  á  apetitos  deshonestos,                      ^H 

^ 

porque  insultos  aborrezco? 

re}isier>t;as  generosas                              ^^H 

H              8BVK0. 

jQuí  dices,  Visoia  bella? 

pongan  victurios',»  frenos.                     ^^H 
Visora  le  dé  á  Milatdo                                  V 

H          MiLABSo.  tu  ir*icioncs  con  que  ha^  h<cho 

^^^ 

agravio  á  aquesta  hermosura. 

la  mano,  en  fe  que  agradMCo                    M 

L 

que  a^ora  vengar  pretendo. 

U  defensa  de  su  honor,                        ^H 

ACTO  TERCERO 


como  utga  de  aqui  lucgi^ 

y  aulcn  i  vuestra  privanza 

«unió  con  tan  maioí  mnliói, 

dcttibiá,  pues  que  es  indigno 

del  favor  que  le  haláis  hecho.  (Kur.) 

ESCENA  XXII 
DiCHM,  mmof  1«  KiintiATtiix. 

'  Etmico.    Desnudad  cslc  villano 

d«  Ui  iníi^niíN  que  han  hecho, 
cuanto  mis  nobl»  en  é\, 
mis  indigitoK  auü  empleos, 
estele  ato  por  cisii|to, 
que  si  matarle  no  quiero, 
es  por  pajtaT.  aunque  ingrato, 
su  mal  empleaJí)  csfucno. 
So  01  perdono  á  vos.  Milardo. 
este  honrado  atrevimiento, 

Íá  V'isora  por  esposa 
faecalmenic  os  concedo. 
Lleralda  i  vuestros  estados, 
y  sírvame  de  escarmiento 

tiara  no  fiar  de  hazañas 
o  que  agora  experimenio. 
Salid  de  mi  corte.  \ os, 

?iue  quien,  lu  padre  ofendiendo, 
u6  contra  su»  canas  malo, 
no  Mrá  para  mi  bueno.  (Vom.) 

ESCENA  .XXm 
UavNOt  Miijvno.  Vi>«iu  y  MaktjiM. 

Vitoaa.    Asi  castiga  desdenes. 

dcicortís,  ingrato,  el  cielo. 

Escarmentad  en  vos  mismo, 

si  escarmienta  nunca  el  necio,  (vat*^ 

ESCENA  XXIV 
BauNO,  Mitjkapo  y  M*iici6)i. 

Mtuiaiio.  En  tres  días  de  privanza, 
Bruno,  serviréis  de  ejemplo 
al  mundo.  Presiü  subisteis; 
no  es  mucho  que  cniKÜt  presto. 
Kcvolvtd  o'ti  vcí  libros, 
y  citudiad,  Bruno,  de  nuevo 
derechos  que  os  ba^an  sabio, 
que  en  privanxas  no  bay  derechos. 

fV«»,í 

ESCENA  XXV 
BdVNo  y  M*»a6«. 

Marc.      ¿Qvé  privania  tercianaria 
ei  esta,  señor.*  Tornemos 
(pues  i  ires  va  la  vcnc>da> 
aesde  el  principio  este  juego. 
Privado  eres  de  alquilar; 
quien  le  vló  dando  ((obíernos 
on  aqueste  triunvirato, 
y  agora  quedarte  en  peto, 
diníquc  nm  rev  de  ¿altos, 
que  en  ios  tres  días  de  aniruefo 
triunfaste,  y  ya  te  desnuda 


109 

el  miércoles  ceniciento. 
TríBn|íul>da  es  tu  ventura, 
pira  bonete  eres  bueno, 
de  tres  esquinas:  seftor, 
voime  i  buscar  amo  nuevo. 
Adiós,  ieñor  tres  en  raya, 
que  pues  coniifiii  n»  medro, 

Juico  se  muda  Dios  le  a^uda: 
I  me  ayude,  pues  te  dejo.  iVan.} 

ESCENA  XXVI 

B*U*«. 

|0h,  sagrados  descnrtaflos! 
pues  no  me  curá't  el  setó, 
curad  mi  Cicfia  inquietud, 
alumbrad  nii  eniendimionlo. 
¡En  ires  días  de  privanza 
tama  confusión!  ¿qué  es  esto? 
Fié  en  humbies:  ^qué  me  espanto? 
Si  crió  Dioí  al  primero, 
y  de  un  soplo  le  infundió 
et  alma,  animando  el  cuerpo, 
por  fiier/a  se  ha  de  mudar 
si  fué  su  principio  el  viento. 
iQuí  coníTado  dormía 
SonAs,  i  la  sombra  puesto 
de  una  yedra,  que  secó 
un  nasanillo  pequeñol 
YeJra  es  la  pri^  ama  humana: 
roy6la  la  envidia,  y  luego 
falible  al  fa>or  la  sombra, 
quedé  i  la  inclemencia  puetto. 
Dichoso  sov^  sin  raxón, 
piadosa  deidad,  me  quejo; 
cmbosqu¿me  en  laberintos 
de  lazos  y  pen»s  Ucnot. 
Si  anduve  tres  dJas  perdido, 
dichoso  llamarme  puedo, 
pues  la  salida  he  hallado 
de  su  confusión  tan  presto. 
No  mes  cngaAos  de  amor, 
no  mis  favores  soberbios, 
no  más  principes  mudables, 
no  mis  cargos  y  gobiernos. 
Peregrino  he  de  vivir, 
y  pregonar  eu:armicntos 
por  el  mundo  i  tos  mortales; 
conmigo  el  ejemplo  llevo, 
puien  dcsengaflos  buscare, 
mercader  soy  que  los  vendo, 
pues  el  mayor  desengaílo 
puede  en  mt  servir  de  ejemplo. 

ACTO  TERCERO 


ESCENA  PRIMERA 
RoasHTO,  Uocio  y  KiiiKi.  ttliulUnt*:. 

Roberto.  )Noiab1e  ingenio! 

Lticio.  lEspantoso 

monstruo  es  Bruno  en  todas  ciencias! 
Roberto.  Con  esceso  se  llevara 

la  cátedra^  aunque  con  elU 

se  llevara  la  tfara. 
Fiuro.     No  hay  quien  le  haga  competencia. 


1  lO 


El.  MWÜR  t)E!lKSÍlA*l> 


LiTjo.     A  SU  mae&iro  Dton, 

con  ser  i^Ui  «n  tai  ciencias, 
ít  avcniaja  aqueste  monstiuo. 

(toBERTo.  Asi  ti  mismo  lo  conlicSK, 
y  como  ha  caldo  malo, 
y  Ib  muerte  se  le  acercfli 
que  i  su  cátedra  se  oponga 
me  han  dicho  que  le  aconseja. 

Lucio.      Eí  t)fon  un  grande  Kanlo: 
á  Dios  goza  aci  en  la  tiemí; 
IIArale  todo  Paiis. 
quedíl  maravillas  cuentan. 

RosenTo.  En  ñn,  ^a  la  cposíctAn 

se  hallan  el  Rey  y  la  Reina 
de  Fraociai' 

Ltvw.  Quieren  honrar 

i  Bruno,  y  por  espcricji^ia 
ver  lo  que  la  f-ima  i  voces 
de  su  mu>;Iio  estudio  cuenta. 

PiUPo.      Sj  leecAtcdta  de  Prima 

y  ti  canóniKo  en  la  inicia 
de  París,  n<i  serd  muclio 
que  livve  una  mitra. 

RoarKTO.  ^'  sea 

la  de  arzobispo  de  Remes, 
ó  un  capelo  le  engrande/cs. 

Lucw.      Los  Rejcs  y  los  doctores 
salen  al  acto. 

ftoBCNTO.  A  mi  cuenta 

esii  un  argumento. 

Fiiit«.  Todos 

delante  la  Real  presencia 
aritCliremos,  aunque  Itruno 
nos  concluya  v  nos  convenía. 


ESCENA  II 
DiCHM.  krua«.  rff  tttHgo.  Mi»a6a,  it  gorri»,  M«a- 

KtJ»*,4ectortt  y  titinllanta  di  la  UnlMriidaJ. 

¡Teea»  muiica.  t.m  lUyttt»  cufucda  tn 
un  ittial  Dtuiio  tn  uta  lili;  \-átla*Uvn 
hi/ilt{iii%  anal  eontlmioim.  Loi  tloítom 
yitluíionti*  iifiljn»  tM  un  t*nt«,  y  en 
niru  MirMli,  l.mté  y  MiiciiSn.  Lirdnta- 
MtllnuKi,  y  lUnlatt  luifi  al  fmpt^'rj 

Bruno.     Cuestión  antigua  y  reñida, 
con  no  pocas  competencias, 
es,  cristianísimos  Roes, 
ampar'i  de  la  ley  nuestra, 
enirc  sabios  y  soldados 
sobre  cut)  profesión  s«a 
mayor  en  nombre  y  en  fama, 
¿  las  armai  ó  las  letras. 
No  me  atreveré  á  mMtrar 
cuál  de  los  dut  lo  merezca, 
por  no  ofender  á  la  una. 
aunque  en  cátedras  y  guerras 
segui  entrambas  profesiones, 
oue  respeto  en  la  grandc/a 
del  cristianísimo  Rer 
la  espada,  noble  defensa 
de  la  fe  por  tantas  siglos; 
matdire  por  cfKacierla 
que  l«iras  y  armas  sa  hermanan. 


y  súlo  se  difcfcndan 
en  que  las  armas  se  ayudan 
de  las  corporales  fuerias, 
como  las  letras  del  alma, 

fues  unas  y  otras  pelean, 
as  armas  son  instrumentos 
belicosos,  que  sujcian, 
mcdianie  el  valor  invicto. 
material»  resistencias: 
las  letras,  con  argumentos, 
silogismos  y  eniinicm», 
que  convencen  el  discurso 
V  la  mis  noble  potencia. 
tste  al  presente  me  toca, 
puesto  oue  temblar  pudiera 
delante  la  MajeMad 
y  soberana  urandcjca 
de  los  Católicos  Reyes; 
mas  si  el  argüir  es  fuerza 
donde  el  inimo  acredita 
y  donde  el  temor  alienta, 
en  la  oposición  que  he  hecho 
k  la  cátedra  suprema 
de  la  sacra  Teología. 
que  está  vaca  en  las  escuelas, 
por  no  solver  las  espaldas, 
«I  mantener  será  fueria 
los  pumos  que  me  han  cabido, 
aunque  pobre  en  suficiencia. 

y  así.  Sacras  Maiesudes, 
luz  de  la  sangre  francesa: 
Rector,  mamru  decano, 
divino  de  memoria  eterna; 
insigncl'nivecsidad, 
donde  viven  en  su  esfera 
las  Musas  y  tas  Virtudes, 
el  saber  y  la  elocuencia: 
proponiendo  mi  cuestión 
en  nuestra  lengua  materna, 

fiorque  mejor  la  perciba 
a  Reina,  sc'^oro  nuestra, 
digo  en  el  punto  asignado 
y  escogida  controversia, 
que  vs,  si  puede  la  criatura 
ver  de  Dios  la  eterna  esencia, 
con  su  virtud  propia  sola, 
y  si  hay  naturales  fuerzas 
que  á  ver  en  Dios  sean  bástanles 
la  beatilica  presencia. 
Cienos  filósofos  hubo 
en  la  platónica  escuela 
que  ser  posible  aiírmaron 
ver  de  Dios  la  esencia  et;rna 
una  criatura  ñniln 
«n  esta  vida;  que  tenga 
virtud  un  hombre  mortal 
en  si  para  comprcndella. 
DcMe  error  blasfemo  y  loco 
dan  A  h'udomto  por  cabeza, 
de  quien  eudomios  se  llaman 
los  que  siguen  esta  s«cM. 

Asi  lo  refieren  muchos, 
como  son:  Pselo  >  Nketas, 

San  Gregorio  Nazianceno. 

Crisóstonto.  Homilía  terlia. 

de  incomprentibiliilad 


^^^^H                                                                                     1         ^H 

^^^^^H        '^^  Dios,  jr  otros  mil  que  en  Crecíx 

del  entendimiento  humano,                   ^^M 

^^^^^^        se  opusieron  valcroios 

por  mAs  finito  que  sea.                         ^^B 

^^^1               contra  sus  plumas  perversas. 

toca  et  conocer  á  Dios,                          ^^M 

^^^H              Siituieron  «tos  errotet 

pues  es  su  naturaleza                           ^^B 

^^H                después  con  birbaras  lenguas. 

un  «bjeio  inteligible                              ^^B 

^^^H               Beguafdo,  Beouino  y  otros, 
^^^H               con  que  en  Alemania  siembran 

que  en  su  latitud  se  encierra.                ^^B 

Lue|;o  si  et  impedimento                       ^^B 

^^^B              ponxoñosas  hetcjias, 

de  la  corpárea  materia                           ^^B 

^^^H              quo  va  condenadas  quedao, 
^^^1              conforme  una  Clemcntmt 

S«  quita,  según  la  gracia,  ^^M 
jno  habrá  quien  á  Ihos  no  entiendan  ^H 
Pruebo  la  mayor  aiimtli.                        ^^H 

^^^H                dct  concilio  de  Viena, 

^^^H                \'  enirc  otras  autoridades 

La  vista,  que  en  las  tinieblas                   ^^| 

^^^H                que  puedo  traer  con  ella. 

no  puede  ver  la  color.                              ^^B 

^^^1                baMa  atesar  á  San  Pablo, 

que  es  su  circd  quam  materia,                 ^^B 

^^^1               >ol  claro  M  nuestra  Iglesia, 

luego  que  sale  la  luz,                               ^^B 

^^^1                que  «jcriblcndo  A  Timoteo, 

echando  el  estorbo  fuera                      ^^B 

^^^1               en  la  ep¡j.iola  primera 
^^^H               y  en  el  cipüu  o  sexto. 

que  impedia  sus  efectos,                           ^^H 

produce  visión  perfecta:                        ^^B 

^^^1                dice  de  aquesta  manera: 

tgilur,  si  Uios  quitase                           ^^B 

^^^B              «Dios  habtta  eternamente 

las  imperfecciones  nuestras                   ^^B 

^^^B               luz  Inaccesible,  eterna. 

y  el  conocer  sin  especies                        ^^B 

^^^1               la  cual  ningún  hombre  vi6. 

que  los  sentidos  presentan                     ^^B 

^^^1               ni  es  posible  pueda  verla.» 

su  Divinidad,  ^quién  duda                       ^^B 

^^^H                Dejando,  pues,  esie  error 

que  si  immeiiiiile  se  viera,  ^^B 
del  entendimiento  humano                     ^^^ 

^^^H              como  herético  y  sin  fuerzas, 

^^^H               pues  ya  no  hay  lan  loco  ingenio 

ser  conocido  pudiera?                           ^^B 

^^^1                aue  le  apadrine  y  defienda, 
^^^1                <]i|{o,  que  alirmaton  otros. 

Pero  lodo  esto,  no  obstante,                  ^^B 

mi  conctusidn  verdadera                       ^^B 

^^^H                puesto  que  con  agudeza. 

es,  que  no  hay  pura  criatura                   ^^| 

^^^H                (ditlínción  cuartiita  y  ntiere 

que  con  naturales  fuerzas                       ^^H 

^^H              del  cuarto  de  lat  lemencias, 

vea  la  esencia  divina,                                ^^H 

^^^1                al  número  ivinlicuatro. 

la  pueda  tiozar,  ni  entienda,                   ^^| 

^^^M                fti»/Í0M  segunda  y  tercia}. 

si  con  la  lumbre  de  gloria                        ^^H 

^^^1              que  aunque  Uios  no  puede  verse. 

Dios  nu  realza  y  ele>-a                           ^^B 

^^^H               pof  ser  sol  de  luz  inmensa. 

el  criado  entendimiento,                        ^^B 

^^^B                conforme  A  la  orden  común 

y  animando  su  flaqueza,  ^^B 
le  da  celestial  valor                                ^^B 

^^^B              de  nuestra  naturaleza: 

^^^B                porque  según  me  orden 

con  que  hasta  su  objeto  vuelva.             ^^H 

^^^H                nadie  es  posible  le  entienda. 

Esta  clara  conclusión                               ^^H 

^^^H              $i  con  sentidos  corpóreos 

es  de  fe.  sc^^iin  lo  prueba                          ^^| 

^^^H                primero  al  alma  no  entra» 

en  el  lu^ar  ya  citado                                 ^^| 

^^^B                y  siendo  espíritu  puro 
^^^B                de  Dios  la  divina  esencia. 

el  Concilio  de  \'^fena.                                 ^^B 

y  como  tal,  admitida  ^^B 
de  la  Católica  iglesia,                                ^^B 

^^^H                no  hay  sentido  que  le  alcance. 

^^^B                por  no  tocar  á  su  esfera. 
^^^B              Con  todo  eso,  re^lzanilo 

me  excusa  de  autoridades                      ^^B 

que  puedo  excusar  por  ella.  ^^^| 
Pero  ralione  probolur;                        l^^^l 

^^^B                nuestra  natural  flaquera 

^^^B                (según  el  orden  de  gracia) 
^^^B                la  Divina  Omnipotencia, 

entre  ct  objeto  y  potencia                 '^^^1 

tiene  de  haber  proporción                      ^^^H 

^^^B              puede  una  pura  criatura 

natural,  medida  y  cieña.  ^^M 
Dios  es  objeto  infinito                            ^^B 

^^^B              alcanzar  la  inteligencia 

^^^B              de  Dios,  y  en  mortates  lazo« 

de  Tirtud  pura  v  inmensa;                     ^^H 

^^^H                ver  la  soberana  esencia. 

finito  el  entendimiento                           ^^H 

^^^H                Esia  opinión  es  de  Scoio, 

humano:  luego  esii  fuera                      ^^B 

^^^m  ,              sobre  la  pane  tercera 

de  la  latitud  debida:                               ^^B 

^^^1                de  la  distinción  catorce 

luettoconfesares  fuerza                        ^^B 

^^^B               qinrUhne  pmna;  y  se  prueba, 
^^^B              porque  loaa  facultad 

que  entre  nuestra  mente  y  Dios              ^^M 

no  hay  proporción  verdadera:                 ^^B 

^^^B                y  cosniliva  potencia 
^^^H              quede  al):úri  modo  termina 

luego  para  conocclte                              ^^B 

es  necesario  que  tenga                              ^^H 

^^^H              al  objeto  ^u  ajjudeza. 

una  calidad  sublime                                ^^^M 

^^^B              quitado  el  impedimento 

que  de  suene  le  engrandezca  ^^^^H 
(mediante  su  actividad)                        ^^^^| 

^^^B              emrinseco,  que  estorbo  era 

^^^B                para  producir  el  acto 

otie  pueda  stibír  por  ella  ^^^H 
a  la  divina  visión,                                 ^^^^B 

^^^B               y  efecto  que  nace  dellt, 

^^^H               luego  al  momento  obra  fAcil; 

que  lumbre  de  (¡loria  sra.  t^^^l 
Otros  mui:lios  arfumenuia               ^^^H 

^^^K^         Mi  lie  ett,  que  i  la  potencia 

^^^^^^^K^ 

^^■i^^^^^l 

^^^^^l7^^^^^^^^^^^         Et  MAYOH 

DESENGA^^^^^^^^^^^^^^^^^^^B 

^^^^^K             «legara  en  nii  defenu; 

Rouhto.  Pruibola.  Es  inteligible                    ^^m 

^^^^^H             pero  los  propucsK»  buun. 

Dios:  luego  ci  fuerza  se  emienda            1 

^^^^^H             pu»  para  que  respUndeica 
^^^^^H                   verdad  de  mi  dúclfjna. 

no  puixle  el  enlcndimicnla                 ^^1 

humano  cnienilerlc:  queda,               ^^B 
según  esto,  defraudado                       ^^B 

^^^^^H               las  ÍmpU)(naclot-,es  vue&tras, 

^^^^H              doctores  5at>io«.  ilustres. 

de  su  virtud,  ó  conceda                    ^^| 

^^^^^^              Uhatdn  mát  consianle  y  bella. 
^M           Maii<:.      ¡Vitor,  Bruno,  vjvc  Diotí 

que  no  es  Dios  inieliRÍble.                  ^^B 
Bbuko.     RespoiKlodesia  manera.                        ■ 

^^^_                     ^^"^  papagayo  pudiera 
^^^B                    hablar  con  mdi  elegancia^ 

Nuestro  eniendimientu  humano             1 

entiende  lo  que  sus  fuerzas                    1 

^^V                    iVttof,  Urunol 

alcanzan,  no  mis,  que  es  propio       ^J 

■           Maiicel.                       |A>'.  prima  bellal 

de  ludo  néjente  }  potencia.                 ^^H 

^^^                     i)u«  me  hechiía  aquvMC  ttombrc 

No  puede  alcanzar  i  Dios,                 ^^H 

^^^^                     con  los  ofos,  con  la  lengua, 
^^^B                     con  el  talle,  con  la  cara, 

cuya  laiilud  inmensa                         ^^M 

excede  inlinito  y  puro                        ^^| 

^^^V                    con  su  gr*cia,  con  su  ciencia. 

nuestra  natural  llaqucza:                 ^^B 

^^K^LAL'na.     Todo  lo  merece  Bainú. 

luego  ;por  eso  no  es                        ^^B 
inteli);iblc^  Hs  quimofs                      ^^B 

^^^^HL             que  es  FcnÍA  de  la  edad  nuestra. 
^^^^^B             Calla  Bitora  y  escuchemos 

alirmar  tan  grande  absurdo.              ^^B 

^^^^^               los  doctores  que  iq-umentan. 

El  Padre  üicrno,  que  engendra         ^^B 

^H                                                     (R^bcf  lo.  tu  pity  tlfttmbitrlo,) 

■             RoBiaTO.  Contra  vueura  conclusión 

al  Verbo  de  su  substancia,                  ^^B 

entiende  su  misma  esencia,                ^^B 

■                              habita,  primo,  liícnlia 

siendo  el  Hijo  sacrosanto                   ^^B 

H                              a  strenistimus  rcgitut 
■^                          de  la  cnsiiandad  defensa, 

el  acto  y  la  npecie  expresa                ^^B 

de  su  Ínie¡eccK>n  divina:                     ^^H 

^^^^^^               ti  a  domino  rectore 

luego  ya  probad»  queda                    ^^H 

^^^^^H             el  decano,  en  quien  se  muestra 

que  es'intcliphiu  Dios.                        ^^B 
Sí  na  tiene  el  hombre  fuerzas           ^^B 

^^^^^H             en  Iguales  paralelos 
^^^^^1              la  V  riud  y  la  i.oblcia, 

para  entendelle  ^-cstari.                    ^^M 

^^^^^1             el  a  Iota  siMa  in  qu4 

decid,  aquesa  impoicncia                  ^^| 

^^^^^H             en  hermosa  con)pctei)cia, 

en  Dios?  De  ninguna  suene,              ^H 

^^^^^H              retpiatuifnl  kiV>'C/>  cI  virluln 

que  es  primera  inteligencia,              ^^B 

^^^^^F               qu>x  ad^uirunl  /HHum  ctlermm 

Sino  en  nuestro  entcndimieRto,         ^^B 

^^^^^ft                acuiiutme  Mti/tisler, 

eso  si,  cuya  dsqucxa                       ^^B 

^^^^^H             á]tuila  de  nuestra  escuela. 

no  alcanza,  por  ser  finito,                ^^H 

^^^^^H              este  argumento  propongo. 

á  la  infiniia  excelencia.                      ^^H 

^^^^^H              oue  parece  me  hace  fuerza. 
^^^^^^^              Decís  que  no  puede  ver 

Luego  es  mís  intcü^iible                     ^^H 

de  cuantas  cosas  encierra                   ^^B 

^^^^^H              de  Dios  la  naturaküa 

la  miquína  que  crió.                        ^^B 

^^^^^^B               on  entendimiento  humano 

Y  porque  el  hombre  le  vea.                ^^B 

^^^^^H              mientras  que  lumbre  no  tenga 

(pues  por  si  sólo  no  basta)                 ^^H 

^^^^^H             de  gloria:  pues  tic  imurgo. 

cria  una  luz  pura  y  bella.                  ^^B 

^^^^^B             inútil  «s  la  potencia 

que  llaman  lumbre  de  gloria,           ^^B 

^^^^^B             que  no  se  reduce  at  acto. 

para  que  á  nuestra  potencia              ^^B 

^^^^^B              como  Aristóteles  prueba. 

de  antojos  de  larga  vista                     ^^B 

^^^^^B              Luei^  st  á  Dios,  que  es  objeto 

sirva,  con  que  alegre  llega                ^^B 

^^^^^B               inieliKible,  no  llega 

al  sol  Dios,  de  quien  dcpemle              ^^B 
nuestra  beatitud  eterna.  \ijr4tiiait\          V 

^^^^^1               la  potencia  intetectira, 

^^^^^1              por  mis  finita  quesea. 

Toóos.     ¡Vitoil  iViiof!                                               I 

^^^^B              en  varvo  Dios  la  crió. 

RcT.                               Eso  basta.                        I 

^^^^K             y  Dios  Mldri  de  la  esFera 

No  se  arguya  mis.  pues  muestra,           1 
Bruno,  cuín  bien  empleada                ^^fl 

^^^^^H            do  inteligible,  que  es  cosa 

^^^^^H            absurda.  Probo  le^tutam: 

es  la  ciudra  que  lina.                      ^^B 

^^^^^H             Dios  no  se  puede  entender 

De  mi  Parlamento  os  hago.              ^^B 

^^^^^H              de  quien  con  lumbre  no  venga 

ButiKO.     Dílc  el  cielo  i  vucura  alteza            ^^1 

^^^^^~^              de  gloria:  lueco  es  TorKoso 

las  dos  coronas  del  mundo,              ^^H 

^M                            que  inteligible  r.o  sea. 

pues  tan  magnilico  premia                 ^^H 

^^^_      Bhvno.     Arguil  sic  dominut  rttior, 

mis  merecimientos  cortos.                  ^^B 

^^^B                    inüiil  »  la  potencia 

Ukik*.     También  corre  por  mi  cuenta           ^^B 

^^^^^^                que  no  se  reduce  al  acio. 

A  honraros,  Bruno  sabio.                 ^^B 

^^^^^^b              como  el  filósofo  cnscAa; 

BituKO.     «Qué  honra  de  más  grandeza            ^^1 

^^^^^^F               concedo  este  antecedente. 

que  la  de  haberos  tenido,                  ^^1 

^r            RokEKTO.  Ergo.  como  á  Dios  no  vea 

gran  setlora,  aquí?                           ^H 

^^^                     el  humano  entendimiento. 

RxiNa                                   Quisiera               ^^1 

^^K                    inútiles  son  sus  fueriat 

que  hubiera  vaca  una  mitra               ^^B 

^^y                     V  en  balde  Dios  te  crió. 
^^^      BaUNO.     Kitj¡f>  aqucsa  consecuencia. 

aue  boniara  vuestra  cabuj.               ^^H 
Yo  me  acofdari  de  ros.                    ^^M 

ACTO  TKKCEHO 


m3 


r 


Bkumo.     Pisen  Ux  Lunas  turquescas 
vucuras  flores  de  Lb  de  oro, 
imperando  ambos  en  Grecia. 

ESCENA  III 
I  tn  la  cKraa  anttriar,  tttnot  <t  R*t  y  fa 

Rosan To.  Contnuiíis.  scAof  DoctOfi 

la  ciloJca  que  se  aumenta 

por  regirla  vos,  en  mitra 

de  ta  mis  sublime  iitíeíia. 
Luao.     Darme  puedo  el  parabién 

á  mi,  por  lo  que  inierMB 

con  tal  maestro  mi  di;:hB. 
FlLiro.      Paris  de  hoy  mis  se  renuna, 

pues  por  ordculo  ot  tiene. 
Bruno.     Va  yo  sé  mi  sulkiencia 

y  cuan  corteses  honrlis. 

seAores,  mH  pocas  prendas. 

Aquí  estoy  para  serviros. 
Lucio.      La  universidad  espera 

veros  honrando  un  capolo. 
BhUKo.    jQiri  iDá«  honra  que  con  ella? 

(YanMlotf*tuíí«iittt.} 

ESCENA  IV' 
B>v!*ai,  iUnou.  Laum  y  MjiaaAn. 

Makcbla. 
K  pueden  dar  amores 
parabienes  en  vei  de  dar  favores. 
el  mucho  que  o%  enseño 
os  los  da,  que  aunque  en  cuerpo  tan  pequero, 
vive  un  amor  gti^unie 
que  os  desea,  cual  sabio,  ver  ámame. 

Bruno. 
No  entiendo  vuestro  enigma. 

Laura. 
^Cuando  llei-átt  la  cátedra  de  prima, 
tñuc  vuestro  ingenio  exalta, 
oecis.  5<Aor,  que  entendimiento  Ot  falta? 

Brumo. 
Es  facultad  diversa 
la  que  en  amor,  no  en  cítedra,  conversa. 

MxacEt^. 
lAy.  Bruno!  70  os  adoro. 

Marciós. 
gOite,  puiol  muchachos,  guardi  el  toro: 
|fue|to  de  Dios!  resina. 
Oli'ndome  vais  hoy  i  chamusquina. 

Marcela. 
Bruno,  vueura  presencia, 
discreción,  elegancia  y  suliciencla, 
desdo  «I  dichoso  dfa 
que  os  vi&  para  perderse  el  alma  mía 
en  AvÍA¿n  de  Francia, 
aunque  el  amor  en  mí  fué  una  ignorancia 
hasta  allí  no  enlcndida, 
lu^o  os  rendí  la  libertad  y  vida, 

'      COIUDI&S  bl  TIDtO  Dt  MOLINA.— TOMO 


siguiéndoos  en  el  traje 

que  estoy  hasta  París,  de  mi  linaje 

y  nobleza  olvidada, 

(¿lo  en  vos,  Bruno,  transformada. 

Quiso  mi  poca  suene 

para  darme  tormento  (si  no  muerte) 

que  al  sacerdocio  santo 

subisteis  dando  fuentes  á  mi  llanto. 

y  bailara,  á  ser  cuerda, 

para  olvidaros  esto,  mas  recuerda 

amor  con  imposibles, 

en  fe  de  que  son  llamas  invencibles, 

pues  si  os  amaba  antes. 

ya  os  adoro  con  fuerzas  tan  constante», 

que  si  me  sois  ingrato, 

seré  de  Oído  un  misero  retrato. 

Laura,  pues  compañera 

de  mis  desdichas  eres,  s¿  tercera 

de  mis  remedios;  dile 

lo  que  le  quiero,  y  el  cuchillo  afile 

de  tu  crueldad  si  mtenta 

despreciar  el  amor  que  en  oif  aumenta. 

Laura. 

Por  vos  las  dos  andamos 

tierras  extrañas  que  hoy  por^inamos 

con  el  disfraz  violento 

3ue  veis.  Pues  Fénix  sois  de  entendimiento, 
e  voluntad  agora 
lo  sed,  agradeciendo  á  quien  adora 
vuestro  talle  gallardo, 
que  si  corrcüpondienie  dO  os  aguardo, 
juzgaré  á  [{roserU 
It  ciencia  que  os  ilustra  aqueste  dia. 

BauNO. 

¡Ob.  invencible  hermosura! 

no  hay  resistencia  para  vos  sátira. 

|0I^  ciegas  preiensionesl 

jQué  pretendéis  con  tantas  InToncíonesi' 

Ni  en  mi  patria  bellezas, 

ya  seguras  rendidas  fortaleíat. 

que  fcosta  dt  seis  aftos 

pararon  en  daflo«os  descngaiíos; 

ni  en  la  guerra,  soldado, 

do  amor  desnudo  escapa  Marte  airado, 

pues  aun  padezco  agora 

persecuciones  largas  de  Visora, 

sino  que  hasta  en  las  letras, 

libros  derribas,  cátedras  penetras. 

Deidad  cic|{>  v  desnuda, 

?ues  de  estado  mudé,  de  intento  muda, 
a  me  acogí  á  sagrado: 
del  sacerdocio  gozo  el  sacro  ftrodo. 
Mas  ¡ay!  pasión  tirana, 
¿qué  inmunidad,  qué  asilo  no  profana 
tu  fuego,  si  hay  c)emplot 
de oue  violentas,  como  chocas,  templos? 
iPoore  de  mi,  que  al  paso 
qtie  lotcoio  resistirme,  más  me  abrasol 

Marción. 

Si  son  las  dos  mujeres, 
aun  no  tan  malo,  pues  que  gallo  eres. 
Juzgábalos  varones, 
y  recelaba  en  ellos  chicharrones. 
'  Apretemos  coD  ellas, 

8 


bi^^H^HiP' 

I^^^^^^^H 

^^V       114                                                                                ^^^^H 

^K            jcurrpo  Je  Di»^!  ú  te  patoccn  bttiai. 

honras  de  concurso  tanto.              ^^H 

H              ii  lecrdetcrminiis. 

RoMnTO.  Ya  llegan  con  ¿1  aquf.                        ^^M 

H            <|ue  también  el  amor  paga  propinas; 
H            j  mieniras  que  las  cobras. 

Marckl.  Qi;i¿ramc  bien  Rruno  á  mi,             ^^M 

y  sea  ó  00  Diún  santo.                     ^^M 

■             reduciendo  palabras  i  lis  obras. 
H              si  dcrmil  isia  leaim. 

RoacfiTo.  En  la  capilla  real                             ^^H 

le  depoiiian,  y  en  ella                        ^^H 

H             itia  me  servirá  de  fjJtmecum. 

quieren  por  t'ivorecetla,                   ^^H 

^B                                                  hljtarrtí 

que  con  pumpa  Tuncral                    ^^M 

^^^1                                                                                                    JilA^^a^t-A» 

los  olidos  se  Ic  hagan;                       ^^M 

H            Responde  agradecido, 

y  que  han  llegado  recelo.                   ^^M 
BauNo.     Sen-icios  hechos  al  ciclo                  ^^M 

H            ó  mátame,  si  imentas  con  olvido 

^1            p>8*^t  Bruno,  amor  lanio. 

de  aqueste  modo  se  pagan.               ^^M 

^^^                                 I0»ira.)  <|Cuerpo  saniol] 

Roberto.  El  Rey  v  Reina  son  estos.                 ^^M 

^^B 

Marc.      éCuindo  dos  ninfas  amamos,          „^^| 
de  rtqiiíem,  señor,  estamos^             'i^^l 
Sucesos  temo  funestos.                    ^H 

^^^      ¿Qu*  es  esto? 

^^               (Ofdirti.í  (¡Cuerpo  Santo!) 

^^^^                         ESCENA 

ESCENA  VJ                          ^M 

^^^^^^K                           Dicho*  y  lt««ai(Ta. 

B*ir»a.  Utacidv,  Uabcii.*.  Lal'rj,  Ratínta.  t-uao. 

^^^^^BC 

FiiiMk  rl  Rkt  y  la  Kon*  ton  ac«minliatii¡tKto  y 

^P^^^BOMOTO.  Murió  Dión,  w  es  cordura 

titudlanlti. 

H                               decir  que  murió  quien  vive 

H                               la  vida  que  le  apercibe 

ITrain  «iiAiitiii^di  y  tu  tllatá  Díin.di- 
/uHtd.  d*  (liriet..  cen  tvnrir  y  fri.rí*.  Lvl 
^tyct  ttrgitn  a  trtitr  ía  m,t no  Jtl  mvtrlv. 

^1                               el  cielo,  y  eterna  dura. 

H             Brvno.     (Válgame  el  ciclo! 

y  at   inlfiriu   riruifiu  •irrvdillant  I.ucia, 
Filijio  yolrtn.t 

■             RoBiNTO.                             I^arís 

^^^H                      á  voces  santo  te  llama. 

Rky.          l-lexad  A  reverenciar, 

^^^k                     y  divulgando  la  (ama 

esposa  y  sellara  mía, 

^^^^^_^                óue  por  las  calles  oís, 
^^^^^|H                (  esdc  ct  plebeyo  hasta  el  noble 

al  santo  que  en  este  día                           1 

nos  ha  de  patrocinar                        ^^M 

^^^^^H                i  su  lúmulo       allega. 

con  Dios.                                          ^^M 

^^^^^H                  como  á  santo  le  ruega. 

Reina.                       A  quien  l-II  levanta             ^^M 

^^^^^H               No  hay  campana  que  se  doble; 

toda  majetlad  se  humilla.               ^^M 

^^^^^7                 antes  repicando  todas 

RoBCaro.  Escuchad,  que  lacaptlla                  ^^M 

^^^^^1                con                      soléales. 

el  íiinebre  olicio  canta.                    f^^ñ 

^^^^^H                  en  yei  de  honrar  funerales. 

(CdnMN  rfralr«.^^V 

^^^^^B                fiestas  k  aprestan  de  bodais. 

¡n  memoria  atenía  eril  fütíut:                1 

^^^^^B                 Sus  ropas  cuantos  le 

abaudiUone  mata  non  limebi!.                  1 

^^^^^R                 van  á  cortar  á  pedazos. 

ttiiün  ItramléHáint  ét  mtmo  eutrpo.  Y       1 

^^^^■1                y  el  cuerp'j.  huesos  v  brazos 

^^^^^^B                  quis:cran             también, 
^^^^^^K                 a  no  hacellcs  rcsislcncta 

Oióx.        Por  justo  y  recto  inicio                          1 

d«  Dios,  Juez  Soberano,                  ^^m 

^^^^^H                 la  catedral  clerecia. 

ajuicio  voy.                                    ^^H 

^^^^^H                que  con  su  cuerpo  csic  día 

Runa.                        '  ¡Ay,  ciclo!                       ^^H 

^^^^^H               aumenten  la  reierencía 

Ret.         ¡Qué  portento  tan  cxiraflot              ^^| 

^^^^^H               de  su  templo,  pues  que  vienen 

R£iNA.      Sat.'ad  de  aquí  CSC  difunto.                 ^^| 

^^^^^H,                 «Aadir  la 

que  no  es  posible  sea  sanio               ^^| 

^^^^^^^                con  este  santo  varón 

quien  pone  en  duda  espantosa         ^^| 

^r                            de  Un  fehi)uias  que  tienen. 

su  salvación.                                   ^^| 

^^^        Bkuno.     Toda  es  deuda  merecida 

RoBEaro.                        ¡Gran  mitagrot              ^^| 

^^^L                      de  la  mucha  santidad 

Rbt,         {Válgame  el  cmIo^  ¿Es  posible               V 
que  un  hombre  tan  csllmado                M 

^^^^^^                de  DióD,  su  cristiandad, 

^^^^^K               limosnas,  virtud  y  vida. 

en  boca  de  todo  el  v  ulgo,                  ^^| 

^^^^^H                 Tiene  nuestra  corle  llena 

y  por  sjnio  respetado,                     ^^M 

^^^^^H               de  fama  que  !e  bendiga; 

ejemplo  de  la  virtud,                         ^^| 

^^^^HB                no  hay  lengua  que  del  n:t  diga 

en  la  doctrina  un  San  Pabloi           ^^| 

^^^^^^                 mil  bienes. 

un  San  1  lilarío  en  la  vida,                 ^^M 

^1             RoicRTO.                  Paris  ordena. 

un  (iregorio  en  el  recalo,                    ^^H 

^^^H                       con  un  entierro  pomposo. 

un  Antonio  en  penitencia,                ^^H 
cuindo  los  nobles,  los  bajoi,           ^^H 

^^B                      oue  le  iraiftan  á  palacio. 
^^^^L^                 donde  tos  reyes  despacio, 

desde  la  cama  hasta  el  cielo              ^^| 

^^^^HT                 de  su  cuerpo'  milagroso 

subir  dichosos  pensaron,                 ^^| 

^^^^^                  lis  santas  reliquias  vean 

su  salvación  ponua  en  duda.           ^^B 

^K                                v  te  admitan  por  Patrón. 

y  que  i\  mismo  hava  añrmado               1 

^^^         Mahcci  .  l^ra  un  gran  santo  DiÓn. 

que  Dios  le  llama  á  su  juicio                 1 

^^H                    Josiamcntc  en  íl  se  «aaplcui 

ante  tu  tribunal  santo?                          1 

:ei«o 


115 


MAKcn.. 
.Ma(.c. 

FtOBKTO. 

Lucio. 

FtEINA. 


RST. 


;No  sé  si  rivo  6  si  mtiC'oT 

jLu  carnes  mv  esUn  tc.nblirdo! 

D<  miedo  muriat  csioy 

medio  dciabuion.-ido. 

¡Hkv  asombra  scmejinie! 

El  coca/ún  it  mt  lia  helado 

en  fn^ioel  pe^iho. 

Mejor 
es.  Fiiipo,  que  noi  vimos. 
Sacsdinc  de  aquí  este  cuerpo. 
Boina  y  scrtora.  Pev  sabio, 
dociorci  siempre  discretos, 
escuchadme  v  sosegaos. 
Nu  es  di|:no  de  lamo  asombro 
tj  que  veis,  puesto  ouc  cspanio 
os  cause  que  os  hnt>lc  un  mucrin, 
que  siempre  asombra  U>  raro. 
I>i6n  fui  en  Paris  y  en  Francia 
por  unto  reverenciado, 
y  hasta  ahora  no  tenemos 
«encxa  de  lo  contrario. 
Que  va  á  juicio  conliesa; 
^qu£  indicios  d¡tde  pecados. 
ni  qui^n  dirá  por  aquesto 
q^ue  Dios  le  haya  condenado? 
Uon  su  divina  lusticia 
,'<|uicn  hay  recto,  (juiín  hay  santo, 
si  con  ella  David  ¿ke 
que  íiemo  ¡¡niiJiMlur? 
«'Pierde  el  tesorero  fict 
tu  crédito  V  fama  en  alfio 
porque  el  Rey  le  llame  á  cuentas 
y  al  recibo  ajuste  ei  L-argo? 
Aniel,  si  sale  bien  dclias, 
por  prudente  y  recatado, 
qucaa  con  nombre  mayor 
y  con  su  crtíiio  en  salvo. 
iQa(  justo  puede  alabarse 
que  le  haya  perdonado 
en  el  juicio  severo 
un  pensamiento  liviano^ 
Podrá  ser  que  este  difunto 
tan  bien  haya  administrado 
los  talemos  de  «u  vida. 
que  con  Dios  cuenta  ajusiando 
salga  con  nombre  de  lid, 
V  premiándole  su  mano. 
llame  testigos  el  cielo 
de  la  gloria  que  ba  ganado. 
Por  samo  le  tienen  todos: 
^quién  será  tan  temerario, 
porque  Dios  le  llame  á  cuentas, 
que  ose  «firmar  que  no  es  santo? 
No  le  ha  sentenciado  el  ¡ue;t, 
pues  cuentas  le  esti  lomando: 
sepamos  cual  %a1e  deltas, 
si  libre,  si  condenado. 
No  sin  causa  quiere  el  cielo 
que  los  que  viéndole  estamos 
para  mavor  honra  suya, 
que  VI  i  juicio  sepamos, 
Prosigan,  si  \  uesira  alteza 
Kusia,  los  oficios  sacros, 
iiue  }'a  podra  ser  que  quede 
ael  uclo  canoniíado. 
Dices,  maestro,  muy  bien. 
Hasta  agora  sólo  ha  dado 


noticii  que  va  i  juicio: 

¿que  hi>mhrc  havquc  alcance  tan to^ 

que  del  Tribunal  eterno 

libre  quede,  si  el  nii>í  santo 

leme  el  dar  cuentas  á  Dios^ 

Jerónimo  está  temblando 

con  la  trompeta  al  oído 

)  la  loz  de  «ItyoHiáos. 

'iiiiertot,  á  dai"  á  Dios  cutnta.» 

Pues  si  i\  tiembla  ;qué  m.c  espaiilO> 

que,  imitindolr  Dion, 

nuestro  ohido  desperUndo. 

freno  ponga  i  nuestros  vicios, 

fasl  quiera  escarmentamos? 
rosiga  el  fúnebre  oñeio. 
.Makcil.  lAy,  amor  torpe  y  liviano! 

Si  á  un  sanio  pide  Dios  cuenia. 
^quí  íeri  de  m!? 
Roberto.  ¡Caso  raro! 

{CjnltH  tlrslre,) 

tRetpoiidt  mihi  gaaiilat  ttjbeo  ¡niquilattt  et  _ 
pec;alii,scclrra  mea  atqtic  deliclaoflende  mi/li.» 

(Oída  al(4nrfoi(  Jtniítni 
Di¿M.        Por  justo  y  recto  juicio 

de  Dios,  iuez  Soberano. 

en  juicio  esiov. 
Rey.  VoIv!6 

segunda  vci  á  avisarnos 

et  aprieto  en  que  se  ve. 
Rbina.     y  en  mi  acrecientan  dcsmavos 

que  me  asombran.  ;Sanlo  Dios! 

iau£  espantoso  y  triste  caso! 
Marc.      Marciún,  desde  hoy  libro  nuevo: 

no  mis  sisas  co  a\  rastro, 

en  la  plaza,  ni  taberna, 

si  con  bien  de  aquesta  sal(to. 
Marckl.  ¡Jesús!  Laura,  aqijcsie  aviso 

reprehende  mti  pecados. 

Yo  haré  enmienda  en  mi  vida. 
Lacra.     Vida  nuera  desde  hoy  hago. 
Rev.        Muestre  aqui  mi  real' valor 

el  esfuerzo  necesario: 

el  fm  tengo  de  saber 

de  aqueste  suceso  extraño. 

Pues  dice  que  esii  en  juicio, 

el  fin  que  tiene  sepamos 

tan  sesera  y  justa  cuenta, 

Prosiga  el  oficio  sacro.  (Camlani 

Rtsponde  mihi,  etc. 

(AKn  «tM  Tf  t  IffaKld'iifniO 
Di6».        Por  jusio  y  recto  juicio 

de  Dios,  salgo  condenado. 
RtiMA.     ¡lesijs  sea  con  nosotros) 
Touoa.     |]csi':s  mil  veces! 
Reina.  Huyamos.  (YauJ 

ESCENA  Vil 
Dirjios.  mnittU  Rsima. 

Rkt,         ph,  ciega  opinión  del  mundol 
jOh,  juicios  temerarios! 
iqué  dello  hay  que  saber 
en  un  coíaxón  humano! 
¿Diún  se  condenó,  cíelos.^ 
^el  caritativo,  el  santo, 
el  recogido,  el  virtuoso, 
el  humilde.  <l  cutrdo,  e]  caito? 


ii6 


EL  MAYOR  ÜKSENOaAO 


(Quí  difCTentes  que  son, 
Dios  eterno  7  sobenno, 
vuestros  divinos  secretos 
de  los  nuestros,  siempre  ffilsost 
¡EoBKNTO.  Yo  pienso  que  U  soberbia 
que  at  querub  tis  derribado 

ÍenoaAa  i  la  hipocresia, 
Dión  ha  condenado; 
porque  cuando  morir  quiso 
dijo,  loco  y  lemeratio, 
mis  que  humilde,  justo  y  cuerdo: 
«No  quiero  que  en  esie  paso, 
iiegfiti  su  misericordia 
me  jujígue  Dios,  porque  aguardo 
que  por  ri¡tor  de  Justicia 
me  ai  el  ctelo  que  han  ganado 
mis  virtudes  y  paciencia»: 
y  quien  (la  de  s!  lanio, 
que  por  santo  se  averigua, 
condenarse  no  es  milagro. 
Rky.        Si  cto  (Ujo,  justamente, 

f)or  loco  y  aeutinado 
a  justicia  k  condena 
quien  da  á  la  gracia  de  mano. 
Yo  voy  lan  lleno  Je  asombros, 
como  bien  dése n ganado 
de  que  mientras  uno  vive, 
hasis  en  el  último  paso, 
no  puede  fTar  de  si, 
pues  como  avisa  San  Pablo, 
quien  eslA  rn  pie,  lenga  cuenta 
nocaitta,  quecsiódocngaAos.  (VéM.) 

ESCENA  VIII 

Basa»,  Lwaok  Fii-iro,  MauciAk.  Roichto,  Makcil* 
f  Likviiii. 

Marckl,  Al  ñn  se  canta  la  gloria. 

No  hay  hombre  cuerdo  A  caballo; 
camino  es  aquesta  vida 
llena  de  enredos  y  taios. 
Hn  un  monasterio  quiero, 
si  hasia  aqu!  me  he  despeíiado, 
buscar  por  sendas  estr e>;has 
otro  mis  seguro  y  llano. 

LatxXA.     En  Iodo  quiero  imitarte. 

Makc.      Desde  hoy  me  vuelvo  ermitaAo 
ó  motilón  de  un  convento. 
Adiós,  mundo  inmundo  y  falso. 

(KanK  .Marcela.  L«iia>-  M«rcíAa.> 

ESCENA  IX 
5>at>o,  Kmcot*,  L»ei«  y  Fitiro. 

Bkuko.     cQu¿  hacemos  aquí  suspensos, 
seAoresí  iQai  dilatamos 
nuestra  salvación^  ^Qué  hechizos 
noi  desvanecen?  iQui  encantos? 
jQut  imponan  letras  y  esludios, 
oignUades.  honras,  grados, 
libros,  cátedras,  oñcios, 
si  se  condenan  Ins  sabios.^ 
Dichoto  el  pobre  paitor 
()ue  entre  el  grosero gaoMlo, 
ignorante  pira  el  mundo, 
para  tos  dncretos  lafio. 


es  para  Dios  eloctiente. 
Decid,  ¿quí  to  aprovecharon 
fama  y  opinión  de  bueno 
á  quien  para  Dios  fué  malo? 
Abrid  los  miseros  ojos: 
no  os  predican  desengaños 
los  vivos  ya  solamente; 
los  muertos  nos  están  dando 
voces  y  ejemplos  se(;uros. 
Pulpitos  son  ya  de  humanos 
los  lümulos,  ¡Jesde  donde 
un  muerto  eMá  predicando. 
Si  dcsengaitos  buscüs 
donde  con  loi pes  halagos 
no  os  divirtáis,  el  que  veis 
es  (I  mayor  desengaño. 
Dión,  tenido  en  París 
por  un  vivo  simulacro 
de  santidad  y  virtud, 
sin  bastarle  los  trabajos 
de  estudios  y  de  desvelos, 
el  verse  reverenciado 
de  los  Principes  y  Reyes, 
de  tos  plebeyos  y  bajos; 
sin  dalle  ayuda  sus  letras, 
magisterios,  honns,  cargos, 
se  condena,  y  por  su  boca 
pronuncia  su  horrendo  fallo. 
^Ycspcfaremos  nosotros 
en  las  cortes  y  palacios, 
enirc  ocasiones  lascivas, 
entre  tanto  enredo  y  lazo 
salir  libres?  ¿No  es  locura? 
Amigos,  dcsen^tañios, 
pues  el  que  preiente  vemos, 
es  el  mayor  dcKngaño. 
A  vida  lan  breve  y  coru, 
A  tan  inefable  plazo, 
á  juez  lan  recto  y  severo, 
á  tan  apretados  cargos, 
^no  despertamos,  seflores? 
^Nos  dormimos  descuidados? 
¿Nos  entretenemos  locos? 
¿Nos  divertimos  ingratos? 
hi  un  predicador  difunto 
no  es  suiicienle  i  quitarnos 
vendas  de  los  ojos  ciegos, 
prisiones  de  pin  y  manos, 
¿que  desengafio  lo  hari? 
¿Tan  contumaces  estamos 
que  ya  para  converilroos 
soo  necesarios  milagros? 
(Oh,  mil  veces  venturosos 
desengañaos!  Ya  me  aparto 
de  ocasiones,  pues  he  visto 
hoy  el  mayor  deiengaHo, 
ROBUTO.  A  persuasiones  tan  ciertas, 

¿quí  bronce,  Bruno,  qué  mirmol 

eodri  rcvislir  rebelde? 
n  muerto  vivo  está  dando 
liciones  al  ambicioso, 
y  un  vivo,  muerto  miramos 
en  ti,  pues  al  mundo  mueres 

Í  predicas  desengaflos. 
ues  de  los  despeñaderos 
nos  apartas,  vi  guiando 
ti  camino,  que  nosotrt» 


ACTO  TÍRCERO 


Lucio. 
Fiuro. 


B»u>(o. 


queremos  s<stiir  tas  pasos. 
Por  mi  c«pÍMn  (t  elijo. 
A  lu  lombrt  aseeurMlo 
procufsré  desde  noy  mis 
escarmenlar  mis  pecado». 
Eso  ti,  amigos  discretos; 
en  los  desiertos  y  campos 
•ún  no  esti  un  hombte  sMuro, 
¿cómo  lo  eitiri  en  palacio? 
En  ellos  PeJro  á  Dios  niega. 

Ípara  llorar  agravios 
áUios  contra  el  ciclo.  buKa 
cuevas  que  ocullan  peñawos. 
Lloremos  con  éi  nosotros, 
J  también  con  él  huyamo» 
ocasiones  engañosa», 

Bues  lo  son  de  vuestro  daño, 
na  orden  de  vivir 
muriendo,  quiero  enseAaros, 
donde  aprisionáis  seniidM, 
enemigos  no  excusados; 
freno  i  la  lengua  «I  silencio 
ha  di  poniír,  y  candados 
i  los  oídos  y  ojos, 
si  nos  despeñan  regalos. 
Penitencias  nos  den  vida; 

rTpetuo  ayuno  le  mando 
mi  cuerpo,  sin  que  guste 
otro  manfar  que  pescado. 
Prisión  >■  circel  perpetua 
tendrán  i  los  pies  livianos 
i  raya,  y  en  su  clausura 
darin  al  alma  descanso. 
N'o  ha  de  entrar  mu)er  jamás 
en  parte  donde  vivamos, 
ni  en  ¡a  ÍrIcsíb  que  labremos, 
que  asi  el  pcliero  excusamos. 
Si  este  modo  de  vivir 
admitís,  y  como  hermanos 
débalo  de  )s  conducta 
<le  Dfot,  03  llamáis  soldados, 
responded  me  brevemente. 
Todos  humildes  te  damos 
It  obediencia  desde  aqui. 
poniendo  á  tus  pies  tos  labk». 
Pues  suplicjuemos  á  Dios 
pon|;a  su  divina  mano 
y  ayude  nuestros  principios, 
porque  ñrmes  prosigamos. 
Pero,  atended;  ¿qué  es  aquesto? 


Luao. 


Anokl. 


ESCENA  X 

Di«ao«,  fH(  tt  potará»  ái  rMiUQt.  £1  Ptpa  llcoa 

r  ■■  Asoii,. 

(Suem  müiit»,  y  aptrKt  iinlaílt,  tn  a* 
flríaííJ  Pj/siHhkc  ^Hn  Anitrí  ita  Ufait- 
tf»  r«r  InoMciUii,  e»«  llft*  arrtllM  «a  la 

Un  ministro  soberino, 
abriendo  Dios  nuestros  oíos 
y  su  potencia  llevando, 
ti  sucesor  de  San  Pednj 
lletta,  y  con  celestes  rayos 
consuela  nuestro  temor: 
iq^ué  favor  lan  soberano! 
Piloto,  que  este  gobierno 
de  la  ntvt  que  surcando 
almas  para  Diov  ñcctúo. 
tienes  dtchoso  en  la  mano: 
Dios  quiere  que  pres-akzca 
á  tu  sombra  y  con  tu  amparo 
una  nueva  rchgiOn, 
que  Bruno  desengañado 
comienza  i  fundar  agort. 
A  tus  pies  con  seis  letrados 
que  con  ¿I  el  mundo  dejan, 
s-endrá;  procura  anímartot, 
que  lodos  siete  han  de  ser 
fundamentos  soberanos 
desia  fábrica  divina, 
significada  en  los  rayos 
dcstas  líete  estrellas  puras. 
Ya  les  da  sitio  v  espacio 
el  valle  de  la  Cartuja, 
de  quien  el  renombre  santo 
tomará  su  religión. 

(Cubratcnn  mútUa  ti  Ans«IJ 
El  P.  H.  Si  alista  tales  soldados 
nuestra  militante  iglesia, 

fostrará  viles  contrarios, 
o  les  doy  mi  bendición. 

iCttrut  tt  f*fk.) 
Dadme  lodos  etot  braios 
en  albricias  de  mi  gozo, 
y  en  ejecución  pongamos 
ituesiros  ptopósiios  justos. 
Si  etcarmicnu  vi  cuerdo  y  sabio 
en  desengaños,  aqueste 
ese/  mayw  dettngaño. 


BauKO, 


^■mroESJHOis  co)  o  lo  decenos  ^ 

^V       COMEDIA   FAMOSA 

DEL   MAESTR 

.o   TIRSO   DE  MOLINA  fl 

^^^^H                                                   Repreuntóla  Juam  Bítii 

PERSONAS                                                   ^^1 

^^^^H 

CUCMKNTR,  m/o. 

dama.                  ^^^^1 

^^^^^^             Modesto. 

TOKMSCO,  piular. 

Felicia,  dama,                 ^^^H 

^^^^H 

Akkakam. 

dama,                   ^^^^M 

^^^^H             Cuüx,  lacaya. 

i.kvtii.JÁ,paí\ora. 

Mf'Sicos.                           ^^^H 

^^^^^1             Dioooiio. 

Carbón,  pjiior. 

Cíatuo  Ksaes.                      ^H 

^^^^^B             Din*. 

LkxAKO. 

Dos  CAPKAtMUS.                  ^^^H 

^^^^H 

SlMá.H. 

Dos  PaSTOMES.                       ^^^^H 

^^^^^1              Um  ckiado. 

Nkamwo. 

La  Avaricia.                     ^^^^| 

^^H          ACTO  PRIMER 

0 

cada  año  i  Baco  desfruto                          1 
desde  Bcrsabé  hav.t  Dan.                          i 

^^^^^^K                     ' 

¿So  cubren  e^tt»  comarcas                     1 

^^^B                  ESCENA 

vellocinos  apacibles                                j 
para  el  numero  imposibles                 ^M 

^^^^^H                Nmccto,  Lt*ii»io  y  UltAno. 

respetados  por  mis  marcas?               ^H 
Los  tientos  me  engendran  potrws      ^M 

V            NiKitvc.    jEn  fin.  en  mi  com^iencia 

que  brotan  aqucios  cerros,                 ^H 

H                            amiis  los  doi  i  FclKJa? 

en  sus  ciias  los  becerros             ^^^^H 

H              Lt|i(i>iO.    No  siempre  guartla  juitícia 

se  impiden  unos  i  otros,             ^^^^H 

^^                        el  juez  que  ctcgo  sentencia; 

A  la  ariimclica  arrcnia                ^^^^| 

^^^L                       y  siendo  cieip  el  amor. 

la  suma  de  mi  tesoro,                 ^^^H 

^^H                       cuando  te  vcriRa  i  ncogcr 

pue»  entre  mi  plata  y  mi  oro              ^H 

^^^                      Felicii,  por  ^r  mujer, 
H                            vcndrl  a  ewo^er  lo  peor. 

se  llalla  akanzada  de  cuenta.            ^H 

De  suene  el  planeta  real                    ^H 

■            NtKkuc.    No  imagines  que  me  «ficoto 

con  diamantes  me  enriquece             ^H 

H                            de  tu  loca  mocedad; 

y  esmeraldas,  que  parece                  ^H 

^^_^ ,                  que  jierra  lu  voluntatl, 

que  traigo  el  sol  i  jornal.                  ^H 

^^^H                    pero  no  tu  enimdimimio; 

Las  ondas  del  mar,  si  á  verlas           ^^| 

^^^B^—               que  ^te,  por  torpe  que  sea. 

llego,  son  tan  liberales,                 ^^^^M 

^^^^^fi               confcMii,  aunque  i'orzado, 

que  en  nácarei  v  en  corales        ^^^^| 

^^^^^B               qua  no  ha^  hombre  afortunado 

me  ofrecen  púrpura  ,v  perlas;      ^^^^| 

^^^^V                que  el  bien  oue  goio  posea. 
^^^^B                 No  hay  caudal  ni  posesión 

con  las  unas  )'  otras  quiio                 ^^M 

honrarme  el  cielo,  que  trata              ^H 

^^^^^K                que  en  Palcstinn  pretenda 
^^^^^B.               ser  rídilos  de  mi  liacienda: 

mi  dicha;  visto  escarlata.                   ^H 

Kisto  Cambrey,  rompo  biso.       ^^^H 
Mi  mesa  es  la  cifra  y  suma          ^^^^ñ 

^^^^V                ctti  mis  vaiallosion 

^^^^L               cuantos  en  Jerusal^n 

donde  el  Buslo  no  preserva          ^^^^B 
desde  el  árbol  á  la  yerba,            ^^^^| 

^^^^H              saben  mis  tuenes  inmensos, 

^^^^H             sus  casas  me  pagan  cenwj», 

desde  la  escama  i  la  pluma.       ^^^^1 

^^^^^H             su%  posesiones  también. 
^^^^H              DcmIc  el  Mío  hasta  el  iordin 

Brindo  á  la  sed  que  desprecia       ^^^^| 
vides  que  poda  Tcsslia.                       ^^M 

^^^^^B             C«rM  nía  rinde  tríbulo; 

_ 

va  con  Kalcrnos  de  Italia,                  ^^t 

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^Tícto                          ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ 

^^^^^     y  ya  con  Caniiiat  <k  Grecia; 
^^H          y  á  lal  gloria  me  provoco, 

y  pues  adoras  la  galt, 
iw'^usqucs  otra  mujer. 
NiKEi'c.    Hres  luco  v  ic  desprecio: 

^^^B           que  conforme  i  lo  que  escucho, 

^^^1           para  rey  me  sobra  mucho. 

súl.-,  sobrino,  de  ti           u  Láiar») 
me  admiro  por  ver  que  asi 

^^^H           para  Dios  m«  falla  poco. 

^^^1            Si  desto  tcncíK  noticia. 

mientes  como  csie  necio. 

^^^K            ^no  scr¿  tcmeriJaii, 

haciéndome  aposición. 

^^^B           viendo  mi  felicidad, 

desacreditar  la  fama 

^PF             que  pretendáis  á  í-'elicia^ 
W   Liamiio.   Ponderaiiv»  has  »tsdo, 

que  sabio  y  cuerdo  te  llama, 
I.ÁJCAHO.   Sobriratc  la  raión 

■                   rico  y  poderoso  eccs, 

si  estribara  la  esperania 

K                  mu  no  es  cazón  que  exageres 

que  en  Felicia  len^u  pucita 

H^^             con  tal  subcrbia  lu  estado. 

en  la  riqueza  molesta. 

^^H           Arrogante,  é  Dios  te  igualas. 

que  es  tu  bienaventuranza. 
Si  es  causa  la  voluntad 

^^^1            y  á  nadie  ic  comunicas: 

^^H            caudaloso  le  publicas 

del  amor,  y  esta  potencia 

^^^1             V  á  li  solo  te  rebullas. 
^^^B           bl  bien  es  comunicable. 

del  alma,  cuya  excelencia 

gola  de  mmónalidad, 

^^^1           Dios  es  bien  unívL-nal; 

no  creo  yo.  siendo  tan  sabia 

^^^V            tú  para  ti  liberal. 

Felicia,  que  hari  elección 

^^H             para  todos  miiterable: 

de  tus  riquezas,  blasón 

^^^H             mira  cnin  diversos  modos 

caduco  que  el  alma  agravia. 
Menos  rico  oue  tú  soy. 
aunque  con  Vastante  hacienda 

^^^1           distinto  da  Dios  te  han  hecho: 

^^^1             iú  á  ninguno  de  provechOi 

^^H            V  Dios  ludo  para  todos. 

para  que  esposa  pretenda 
a  quien  inclinado  estoy. 

^^H             l'odrenius  sacar  de  aquí 

^^H             (aunque  te  in¡ufL<.-s)  los  dos, 

Y  adviene,  porque  deshagas 

^^H             que  no  es  bueno  para  Dios 

la  rueda  sobre  que  estribas. 

^^H            quien  es  [odo  para  <j. 
^^H            Yo  en  ilasl  riqueías  no  fundo 

más  considerado  vi»-as. 

y  menos  to  satisfagas, 

^^H            la  pretcnsión  de  mi  amor. 

que  imitó  naturalcic 

a  una  madre  que  ha  criado 

^^H            que  en  fin  soy  hijo  menor, 

^^H             pues  me  hiio  el  cielo  segundo. 

dos  hijas  á  quien  da  estado: 

^^H              co  las  parlen  pentonales 

una  de  extra  A  a  belleza. 

^^H            con  que  me  aveníalo,  si; 

y  ofra  fea,  y  que  acomoda. 

^^H             de  ilustre  sanare  nací, 

porque  casállas  desea. 

^^H             dotes  tengo  naitiralet; 

toda  su  hacienda  i  la  fea. 

^^H            juvcniud  y  k^"'''^}^* 

y  i  la  otra  su  gracia  toda. 
Finiré  sabios  é  mdiscreíos 

^^H             es  el  lesoro  mayor 

^^H            para  los  gustos  de  amor, 
^^H            cayo  objeto  es  la  belleía. 

Dios  aus  dones  repanló; 

ingenio  á  los  sabios  d!6 
y  hacienda  á  los  imperfetos: 

^^H            En  «>ia  felicidad 

^^^1            hallarás  tus  dcscngai^os: 

que  eof  «so  es  pobre  el  sabio, 
y  el  Ignorante  es  tan  rico. 
Pon  el  ejemplo  que  aplico 

^^^1            no  quita  e)  oro  los  aAos 

^^H             que  ya  han  mediado  lu  edad: 

^^^B              ya  en  la  tela  de  lu  vida 

en  los  dos,  aunoue  en  lu  a^ra^vio, 
que  si  para  tu  desprecio 

^^^H              icje  ta  teje/  incrata 
^^H              hilos  de  peinada  plata 

la  sabia  naturaleza 

^^H              que  traen  la  muerte  escondida; 

reparte  hacienda  y  riqueza 
á  U  medida  del  necio. 

^^H              ya  con  arrutias  procura 
^^H              Itt  cara  desengañarte. 

des  tos  dos  diversos  modos 

^^H            pues  le  dobla  por  guardarle 

la  cuenta  podías  hacer. 

^^^1             el  tiempo  en  la  sepultura. 

que  tan  necio  vendrá  i  ser 

^^^1            Disforme  ellas  para  amante. 

el  que  e«  más  rico  de  lodoK. 

^^^B              que  la  gula  corpulenta 

Niíicit.    Consuélete  esa  opinión. 

^^^L            en  fe  que  en  n  se  aposenta. 

que  no  por  eso  me  agravio; 
tan  rito  fui  como  sabio 

^^^B             le  hiio  su  semcianic. 

^^^H            Si  amor  se  pinta  con  alas. 

Job,  David  y  Salomón. 

^^H             porque  siempre  es  i^\l  ^cómo 
^^^^            siendo  tú  un  monsiruo  de  plomo 

No  es  bien  que  por  «O  cobre 

desestima  de  mi  «lado: 

^^^k              á  mi  agilidad  te  i^ualat? 

siempre  el  rico  es  murmurado 

^^^1              Anda,  que  ete  es  barbarismO; 

y  desvergonzado  el  pobre. 
Llamados  hemos  venido 

^^H             come,  bebe  y  ate.tora, 

^^H              de  ti  mismo  te  enamora. 

por  Felicia  todos  tres; 

^^H             pues  eres  Dios  de  ti  mismo. 
^^H             Procura  dcsvaneccf 

si  es  hermosa,  discreta  es; 

escoger  quiere  marido. 

Al  más  digno  ha  de  nombrar 

^^V             el  fu^o  quo  te  estimula. 

laO                                  TANTO  BS  M>  DE  MJIS  COMO  LO  r>e  MENOS                                     ^^^H 

por  esposo  de  nosotros. 
Eüt«  es.  jPobics  de  vosoiroi, 

V  Felicia  me  llamáis.                 ^^^H 
la  inclinación  determino            ^^^^| 

ciiiltí  os  he  de  dcjul 

con  el  nombre  coniotmar.          ^^^^| 

Felicia  soy;  solsmcnie                  ^^^^| 

aquel  mi  ducAo  será                   ^^^^| 

ESCENA  11 

que  poseyere  en  su  estado         ^^^H 

Dmmim  y  fn-icift. 

la  humana  felicidad.                  ^^^H 

Vos,  Libefio,  mientras  vire        ^^^^1 

FiticiA.  Recoaocidft  al  amor 

vuestro  padre  y  i  i\  esUis          ^^^^| 

<)ue  todM  tres  me  moitrit», 

sujeto  hijo  de  familia,                  ^^^^^ 

y  aunque  conrusa  en  la  deuda, 

tasándoos  la  cortedad                ^^^^H 

deseou  de  pagar, 

de  su           alimentos,                ^^^^H 

os  permito,  caballeros, 

mal  os  podréis  alabar                ^^^^| 

que  ahora  merced  me  hagils. 

de  s<-r  friix,  pues  consista           ^^^H 

honrando  esta  caw  vuestra. 

el  serlo,  en  la  libertad.               ^^^^| 

duo  ufana  en  wros  está. 
Si  yo  tuviera  lte>  almas 

Juventud  y  biiarrU                     ^^^^| 

son  venturas  al  atliur                        ^H 
que,  ó  el  itompo  tas  liranixa,       ^^^H 
0  postra  la  en  crmedad,              ^^^H 

cn'ircs  cuerpos  que  lograr, 

«nirc  sujetos  tan  nobl«s 

diera  en  amorosa  pac 

Felicidad  de  futuro,                    ^^^H 

ñn  i  vuestra  competencia. 

sujeta  á  la  variedad                      ^^^^H 

brio  A  vuestra  voluntad, 

de  mudanzas  y  accidentes,         ^^^^| 

quietud  i  mi  confusión 

mientras  llega,  pena  da;             ^^^^| 
en  cs)>era.  sois  dichoso,              ^^^^| 

V  i  mi  sangre  calidad. 
Mas  alendo  vosotros  tres. 

martirio  es  el  esperar:                  ^^^^M 

y  una  sola  la  que  amiis. 

dichas  présenles  procuro,          ^^^^H 

fueria  es  que  entre  vuestro  amor 

pues  que  tardan,  perdonad.       ^^^^| 
V  vos,  Lázaro  también,             ^^^^| 

viv»  mi  clecciún  neutral. 

^^^^m                Desvelos  me  htbin  costado 

que  puesto  que  sea  verdad         ^^^^| 

^^^^^B             con  que     cuidado,  á  pesar 

que  os  den  tama  las  virtudes             ^^| 

^^^^H             del  sucAo,  diversas  noches. 

que  piadosa  ejercitáis,                 ^^^^| 

^^^^H              ya  abogado,  ya  flscal. 

ya  remediando  pobrexas,           ^^^^| 
componiendo  pleito  va,             ^^^^| 

^^^^^B             01  abona  y  os  condena: 

^^^^^B              ved  como  wnlcnciari 

con  que  os  llama  todo  el  reino         ^H 

^^^^H             quien  es  juez  en  causa  propia. 

su  socorro  universal,                        ^H 

^^^^H             SI  <s  pasión  lu  tribunal. 

entretamu  que  adquirís                        ^H 

^^^^^H             Iteconoico  de  Libcno 

á  costa  de  la  mortal                          ^H 

^^^^^H               que  es  ilustre,  que  es  ftaUn, 

la  felicidad  eterna,                             ^H 

^^^^^M             que  es  discreto,  que  es  hermoso. 

a  auc  piadoso  aspiráis                       ^H 
dislpartdo  vuestra  hacienda 

^^^^H             que  es  conis.  que  es  liberal; 
^^^^^1             y  cuando  voy  a  elegir, 
^^^^H             hallo  que  alegando  e>tá 

y  fallándoos  el  caudal, 
uerza  es,  casando  con  vos. 

^^^^^1             Láiaro  mcr<ci  míenlos 

que  también  falte  la  paz. 
bn  la  casa  de  Nineucio 

^^^^^H             do  valor  j  estima  igual. 
^^^^^B              Consideróle  apacible. 

no  halló  la  necesidad 

^^^^H             virtuoso  y  pnncipal, 

ouena  franca,  ni  hasta  ahora 
na  entrado  en  ella  el  pesar. 

^^^^H             bienhechor  de  sus  vecinos. 

^^^^H             amado  en  esta  ciudad. 

La  abundancia  es  quien  la  habita. 

^^^^^1             £ien  pudieran  tantas  partes 

y  hasta  clU  corriendo  van 
los  deleites  como  ríos. 

^^^^^H             reducir  mi  libertad. 

^^^^^H              si  no  la  contrapusiera 

cor  ser  Mncucio  su  mar. 
Llámate  rico  avariento 

^^^^^1             Nineacio,  prosperidad 

^^^^H              deste  siglo,  mayoraiao 
^^^^^V              de  la  fonuna,  caudal 

la  murmuración  vulgar. 

porque  con  ellos  no  gaña 
los  bienes  que  Dios  l«  da; 

^^^^r              del  conicnio     la  riqueía. 

^^^^^L               que  en  i\  colmados  csiin, 
^^^^B            En  fin,  halla  en  vos  el  gusto 

miente  el  vulgo,  que  el  avaro, 

sólo  por  acrecentar 

^^^^^F             gen  ti  leía  y  mocedad; 

riqtiexa  á  riqueza,  es 
verdugo  de  si  mortal. 
Cuando  mis  tico,  es  más  pobre: 

^^^■^              en  vos,  prudencia  y  vinud: 
^^^K                                                               (A  Ltiaro.) 

^^^^H             y  ea  vos  hatU  autoridad 

^^^^^M                                                                  (A 

DO  come  por  no  gastar. 

Bo  visic  por  DO  romper. 

^^^^^M            y  fiquexa      intcr^: 

no  duerme  por  no  loflar: 

^^^^^H              coIi'kmI  cuil  csuri 

en  U  casa  de  Nineucio, 

^^^^^1             {{uten  ha  de  «setter  al  uno. 

desde  el  retrete  al  zaguán 
toda  gHele  á  ovientadóo. 

^^^^H             y  perder  i  los  damas. 
^^^^H             Pero  pu«s  ha  da  tcr  fueria, 

Wda  sabe  á  majetud. 

ACTO  pniMf-RO 


1*1 


Sus  paredes  cubren  tcUs, 
sos  snnoni-sesiin 
compitiendo  en  iUi  Itboies 
coD  la  esfera  celestial. 
Biso  delicwlo  vitic, 
airastra  púipura  real, 
sobre  blanda*  pluma%  dtierme, 
en  carro/at  fuer»  va. 
^Qué  invenciún  el  upeilto 
na  inveniadu,  quC  manjar 
que  no  fc^'^cc  su  mesa^ 
4Q\ii  licor  lan  cunffal 
q^uc  su  sed  tw  satisfaga, 
SI  su  prodüatidad 
empadrono  parad  gusto 
cuanto  abraza  üerra  j  mar? 
Lu^o  no  Mci  avacienio 
quien,  consigo  liberal, 
no  malogra  sus  riqueaas 
y  bienes  con  lo»  demáv. 
Si  et  NIneucio,  pues,  tan  rico, 
discreto  sois,  sentenciad 
el  pleito  de  vuestro  amor, 
que  entretanto  que  cnridllis 
mi  elección  y  su  poder, 
<t  y  yo  con  vugo  igual 
al  triunfo  de  amor  unidos 
consagrartmos  su  altar. 
(ptiut  léM  Maimi  NiiKucio  y  Felicia.) 
Ni)rB«:c.    CoRtoUos  el  uno  al  oteo, 

Íuno  de  oteo  me  vengad, 
ico  loy,  Felicia  «  mía; 
cuerdos  seréis  si  sacáis 
en  mi  abono  y  vuestra  afrenta, 
que  aunque  el  bien  partido  está 
en  bonexo  y  deleitable, 
no  bay  bien  sin  uuLdad. 

<VaKH(OtlfM.) 

ESCENA  m 
Liauíio  y  LAiitaa 

LiaSRiO. 

No  fueras  tú  mujer,  y  no  clifperas 
iniefcsibles  gustos.  Si  tú  amaras, 
mis  dotes  naturales  abrazaras, 
sus  miserables  bienes  pospusieras. 

Adora  á  un  monstruo  de  oro;  Ibonjerss 
nicntiras  apetece,  estima  araras 
felicidades  lorpct.  pues  reparos 
en  lo  que  esconden  montes,  pisan  fieras. 

Riuuezas,  de  tu  amor  apetecidas, 
herede  yo.  si  asi  te  satisfac». 
que  premiaran  tu  amor;  pero  más  justo 

es.  que  imitando  en  la  elección  i  Mklas, 
tengas,  cuando  en  tu  espotu  el  oro  abrac«S| 
con  sed  al  intorás,  con  hambre  al  gusto.  (Van.) 

ESCENA  IV 

LilIHO 

Tan  lejos  de  formar  qucÍAs  ni  celos 
estoy  de  ti.  Felicia  interesable, 
que  mil  gracias  te  doy  porque  mudable, 
lus  desengaños  cunn  mis  recelos. 

¡Qué  contrarios  que  son  nuestros  desTeios) 
Tu  to  dtleilta  humanos  variable, 


felicidad  dijes;  yo.  Inmutable, 
agregación  de  bienes  en  los  cielo*. 

No  es  gtona  la  <|ue  teme  á  la  mudancA 
y  «menaza  en  peligros  de  U  vida; 
mas  funda  en  ella  tu  raiíón  de  estado. 

pondrd  yo  en  Dios  mi  bionavcnturania 
y  veremos  los  do«  i  la  partida 
cuál  de  los  dos  n  bienaTcoturado.  fVéttj 


ESCENA  V 
Ci^Kuaxis,  irt*j«  y  Moi»*t«.  ta  ái/o. 

MoDEST.  No  le  espante  de  que  viva 
Liberio  tan  sueltamente, 
Kñur,  si  en  tu  amor  estriba 
de  sus  vicios  la  corrienie 
^ue  su  juventud  derriba, 
bi  por  ser  hijo  menor 
te  na  da  ocauonar  tu  amor 
4  consentir  lo  que  pasa, 
sin  que  lengí  é  nadie  en  cim 
ni  respeto,  ni  temor, 
cuando  disipe  tu  hacienda, 
to  fama  desacredite, 
ju^ue,  dcsperdwie.  venda, 
llórelo  quien  lo  permite 
y  te  da  tan  Urna  rienda; 
que  yo.  cumpliendo  con  esto, 
y  á  obedecerte  diipuesio, 
aunque  soy  hijo  mayor, 
RH  quejare  de  tu  amor 
y  sus  *  locuras. 

Clexe».  Modesto, 

hasta  que  padre  bayas  sido 

Ícon  tierna  sucesión 
ayas  cuerdo  repartido 
en  hijos  el  corazón, 
de  si  misino  dividido, 
no  culpes  lo  que  no  alcanzas. 
La  Juventud  en  mudanzas 
gasta  la  llor  de  susaAos. 
y  el  tiempo  con  desengailos 
suele  lograr  esperanzas. 
Cuerdas  amonniacionn 
doy  á  Libcrio!  no  puedo 
violentar  inclmuiones. 
Que  es  travieso  le  concedo; 
mas,  si  no  excusas  ratones, 
^he  de  ser  con  él  tirano^ 
jNo  puso  Dios  en  su  mano 
su  libertad  y  alredrto?: 
rompa  la  presa  este  rto, 
cual  avenida  en  verano. 
Quien  ve  un  arroyo  pcquefio 
crecer  con  la  tempestad, 
hacerse  del  campo  dueAo, 
inundar  una  ciudad. 
y  en  breve  espacio  pequeño, 
el  «lúe  snics  Imitó  el  mar. 
dejarse  humilde  pisar 
Sin  barco,  ó  vado,  i  pie  enjuto, 
de  un  simple  niiío,  de  un  bruta' 
pues  asi  tiíu  de  comparar. 


t   «T«l><ailocl|iiaaL 


^^^^^^^1^^^^^^                                  tO  Dt                                         «Efi^^^^^^^^^^^^H 

^^^^^B                  La  juvcmud  itcetKimt, 

me  forzaron  ún  razón           ^^^H 

^^^^^H                    borrajee  cv  en      c^tio 

á  hacer  versos  1  ira»ci¿n                ^^M 

^^^^^V                   de  la  edad,  que  pretutosa 

que  borre  la  lavandera.                 ^ 
MoMST.  Cualquiera  bellaquería 
se  puede  esperar  de  ii, 

^^^^^T                     KiCB  de  iTiAdre  me  rio, 

^^^^^L                   cuya  creciente 

^^^^^H                  rompe  peAax  y  edificio»: 

jqué  es  lo  que  cubres  aquí? 

^^^^^^1                 pero  como  ion  los  vicios 

({>atiítrtlt  U  (•!/«,} 

^^^^^H                 que  causabín  5ut  crecientei. 

Climek.  Toda  esta  es  hacienda  mia. 

^^^^^H                 bien«  no  mis  que  aparentes, 

Traidor,  ^-mis  joyas  n>c  llevas? 

^^^^^H                   dan  de  su  viutencia  indicios: 

-Hay  atrevimiento  íruiI? 
CciJk.       Yo  soy  lawayj  leal. 

^^^^^H                 y  empalagando  el  descanso 
^^^^^H                   que  tn  ellos  crcvú  icner, 

ClKmeü.   Muy  bien  con  e^in  lo  pruebas, 

^^^^^^B                 u  reduce  á  su  remanso, 

pues  me  robas. 

^^^^^^                    y  vuelve  lucfto  ^  correr 

GllIs.                               <Yo? 

^^^1                           seguro,  apacible  }  manso. 

MonesT.                                 ¿.\  excusar 

^^H         MoDttT.  Pudicrate  replicar 

te  atreves? 

^^^L                        mil  cosas.  6  no  mirar 

Gt;Lf^.                     «Y  es  maravilla. 

^^^^^H                    lo  que  obedecerte  estimo. 

u  aun  el  basto  y  la  espidilta 

^^^^^B                 Oe  mi  hermano  me  lasiimo: 

no  robo,  por  no  robar? 

^^^^^B                                le       luRar 

MI  seiior,  que  enamorado 

^^^^^^B                   para  que  auje  prudente 

coligo,  por  ser  galán. 

^^^^^^B                        juvenil  Je:iiario, 

que  amor  del  tribu  de  Dan 

^^^^^H                   que  el  mar  ]■  muerie  inclemenie. 

sale  mejor  despachado. 

^^^^^H                 y  suele  sorberse  un 

no  cesa  de  dar  jamás. 

^^^^^K                  en  mitad  de  su  corriente. 

porque  so  pena  de  olvido. 
Cupido  se  acaba  en  pido, 

y  sus  damas  en  dá  mái. 

^^^P                            ESCENA 

Anoche  descerrajó 

tus  escritorios  por  ver 

^^^H            thCNM  y  CoiÍk,  ton  una  <afa  4»  foyn  Mccn'Ma. 

sí  el  ioierís  mercader 

en  amor  se  transformó: 

^^H         GuLÍN.      ¡Altoi  MI  gozo  en  eJ  pozo: 

y  perdido  por  Felicia, 

^^H                        en  las  brasas  hemos  dado. 

cara  comprar  su  hermosura 
hizo  esta  lacdc  postura. 

^^B         Clcmen.   ^Qu¿esesio? 

^^H         MoMiST.                         Este  es  su  criado: 

mas  pujando  lacudicla, 
venció  su  competidor. 

^^H                           cual  el  amo.  tal  el  mozo. 

^^H          Clkubn.    ¿Dúndeie  vuelves?' Espera. 

Quiso  despicarse  luego 

^^^H          GulIm.       Ln  poco  se  me  olvidaba 

jugando,  que  en  ña  el  juego 

^^H                         allá  dentro:  (¡angutiia  braval) 

es  triaca  contra  el  amor; 

^^H         Clcmen.  Detente. 

perdió  el  dinero  en  diez  piolas 
(de  tabardillo  serán). 

^^H         GulIk.                  íQuién  scMcurricral 

^^H         Moi>EST.  cQuf  es  lo  que  escondes,  turbado, 

y  según  prisa  le  dan, 
VB  no  debe  tener  cinlni. 
Maridóme  en  fin  que  viniere 

^^H                                la  CBpa^ 

^^H         GulI».                         ^Vuqutt  ocondo? 

^^H         Clenek,  ^No  respondes? 

por  el  oro,  que  aicondido 

^^H          GuÜN.                                Ya  respondo. 

ftuardó  anoche,  prevenido 

^^H         Clenen.  «Qu¿  Ilesas? 

que  nadie  en  casa  me  viese: 

^^H         GulIv.                         Cieno  recado.  ■ 

es  mi  amo,  y  yo  soy  fiel. 

^^H         Clcmkn.   iMuettra. 

pues  dice  el  refrán  que  anda: 

^^H         GuUh.                   Camisas  y  un  cuello 

<Ha«  to  que  lu  amo  te  manda 

^^H                         con  ropa  sucia  es.' 

SI  quieres  cenar  con  íl.» 

^^H          Ci-RMEN.                                   Espera, 

Ci-EMCN.  Vos  SOIS  un... 

^^H          (ti'ÜK.       Llfvolo  i  la  lavandera. 

GulIs'.                          Dirás,  bellaco. 

^^H          t'.i.f.Mr.H.   jPues  yo  por  qué  no  he  de  vello? 

Ct.EMíN,  iQuf  i  su  medida  os  halló 

^^H         GulIh.      jParaqué  hasdc  ver  andraioSi 
^^H                         señor,  de  un  salario  cortoi* 

suestro  buen  amo! 

Gi^Uíi.                                  Si  yo. 

^^H         Ci.EMCK.  Reporta. 

lo  que  ¿1  hurta  á  plaza  saco. 

^^H         GiilIn.                     Ya  me  reporto. 

¿en  flué  peco,  ó  qué  te  asombra? 
Somora  e^el  criado  Hel 

^^B         .MoDasT.  Enseña.                                             i 

^^^^^  Gi'Uh.                   «Cuatro  cstrt^ajo), 

de  su  sei^or;  voy  iras  él: 

^^^^^ft                   por  mc)or  decir,  rodillas, 

^no  imita  el  cuerpo  i  su  sombra? 

^^^^^K 

jSÍ  él  roba,  he  yo  de  rezar? 
En  casa  el  tamborilero. 

^         MoDCtT.                        Yo  s£  que  mieniei. 

^^H         Clemen,    Ettscfla. 

el  mozo  baila  el  primero: 
mozo  soy,  y  he  de  bailar. 
CtuiEK.  No  has  de  estar  más  un  instante 

^^H          Gvütt,                      No  u>lAn  liecentn. 

^^^L^                   porque  algunas  suKU<dillas 

^^^^^^                 que  causo  cierta  Zambrera. 

en  casa.  Las  (aUriqucras 

^^^^^^^^^^^^^^                         ACTO  PRrtlERO                                                             ^^^^^^^B 

^^^^^^     le  mira,  que  son  tefcerts 

Gi'ÜN.                        (Salmonaf                              ^^| 

H                  de  sus  hunos. 

me  quieren  tas  dos  lunidas.)                     ^^H 

■  GilÍk.                          jNuntustintc 

SeAor,  desde  hoy  pondré  fin                      ^^H 

■                  disculpa  U  quo  le  he  dado^ 

al  juego  }'  hurtos.                                     ^^H 

■                   Riguroso  escás. 

-^^^1 

^B                                  {lUgitlranlt  f  U  halUn  una  ta^M.) 

^^^1 

■^  Clcmex.                            ^Qui  es  eso? 
MoocST.  No  té,  ¡pof  Dtos.'  bs»  ^(¡no 
h«llc  sólo  (TI  e«e  la>(k>. 

ESCENA  Vil                                  ^H 

Ci.«>KiiTa,  Uonano,  Cvilx,  I.imxio  rCat^iMa.               ^^| 

H  CtKMEx,  Knseña.  ^Pues  para  que 
H                    Iroes  este  hechizo  contigo? 

Liapaio.                           ¡¡Qu¿esesto?                     ^^| 

Cismen.  ,:Qiié  ha  deserr'                                        ^^H 

GuLfx.      ^Vo,  hechiio? 

Gl'lJn.                             Acude  presto,                    ^^| 

Clcmen.                         Habla,  enemigo. 

que  corre  riesfto  Gulln.                              ^^1 
Clcmem.  Ijos  grillos  y  una  cadena                           ^^| 

GulI.s.      ¿Brujo  yo? 

Ci-eNCM.               '      (-Puei  no  le  ve? 

te  echad.                                                  ^^H 

^  GuUk.      Solamente  ic  fallaba 

LtBEKW.                  \\  Gulint  ^porqué?                i^^^l 
Qv.üs,      jComllo  yo?  Mi  timo  fue.                    ^^^^| 

H                  para  Tormarme  procetoí 

H                    desen  ten  arme  lox  güesov. 

Cleme.s.  Llevaldo.                                              ^^^H 

■  CiEUBS*.  ^Pucsqué  es  aque?i[o? 

Gl-Un.                     «a  dúnde?                             ^^^H 

■  GuLfft.                                          l'ni  taba: 

CniAA.  1.'                              A  Itirrai.           ^^H 

H                  juego  desacreditado 

IVañU fai  dM  Criado*  ni CuJín,}           ^^| 

H                    para  andar  entre  esporiiliai. 

^^H 

■^                   aunque  libre  de  pindillai 
^^^            3  sin  artificio  hu  lud<i. 

^^^P 

ESCENA  VIH                                  ^H 

^^^B               .                                   '■)*tgJ  cait  r<i  («hi.) 
^^^H            Echase  asi.  Si  hacia  arriba 

CLaHUtta.  Muuuio  y  Ltatnio.                            ^^H 

^^^H             cte  la  carac,  que  es  csia, 

Clcnen.   Mal,  Libcrio,  te  aprovechas                         ^^| 

^^^H            f¡ana  el  que  tira  la  apuesta: 

del  amor  con  que  te  trato:                          ^^| 

^^^1           pero  si  sobre  ella  estriba 

A  Dios  y  á  tu  padre  ingrato,                         ^^| 

^^^B           este,  cuyo  nombre  ucuitu 

conseíos  cuerdas  desechas,                           ^^H 

^                 para  caUar  es  mejor, 

y  haciendo  ya  mis  sospechas                     ^^| 
verdades,  porque  ce  aooro,                        ^^H 

^P                  pierde  al  punto  el  tirador. 
MoDEST.     iieftocuto. 

osas  perderme  el  decoro,                        -  ^^H 

Grtl».                        No  es  honesto, 

y  eres,  pjr  vivir  iin  rienda,                        ^H 
iadrún  de  tu  misma  hacienda,                   ^^H 

^L                  pero  entretiene  cuidados. 
H  Cl£nen.  Provechosa  ocupación. — 

piratade  tu  tesoro.                                    ^^H 

■                    ,'Quí  es  eso? 

.\un  si  en  nobles  ejercicios                          ^^H 

■    .Moi>EST.                       Tres  dados  son. 

moxo  la  desperdiciaras,                             ^^H 

^   GulIn.      Xunca  los  busco  prestados. 

ó  amigos  con  él  ganaras.                           ^^| 

Cleme».   Con  oraciones  devotas 

en  la  Adversidad  propicios,                         ^^H 

á  los  detniti  te  aveiiiajas. 

colorearas  los  vicio*                                     ^^H 

MoDEST.  Aquí  lienn  dos  barajas.  (SiíMtim.) 

con  que  darme  muerte  quieres;                 ^^H 

GitlIn.      Siempre  me  perdiguen  sotas. 

pero  en  juegos  y  mujeres,                            ^^| 

MoDEsT.  )Buen  tibro!  ¡devocíún  buena! 

peste  de  la  juventud,                                     ^^1 
liospital  de  la  salud,                                  ^^M 

1        Gci-i.f.       Y  tal,  que  suele  obligar 

^ft                    las  más  veces  á  ayunar 

del  mñcrno  mercaderes...                           ^^H 

^P                    csia  tanta  cuarentena. 

¡Ay,  de  til  ouc  al  mismo  paso                      ^H 
que  á  engaños  v  icios  enlatas,                    ^H 

■  Clemek.   iQui  hable  éste  tan  sin  empacho, 

^P                     y  sti  vicio  no  le  asombre! 
^1  GuU».      Si  tú  ¡ufaras  al  hombre 

tu  perdición  misma  abrazas                       ^H 

corriendo,  ciego,  á  tu  ocaso.                        ^^| 

H                     r  supieras  dar  un  chacho, 
^H                    io}trar  la  espada  y  bastillo 

De  tu  edad  verde  htz  mis  caso,                   ^H 

que  el  que  en  torpezas  livianas                   ^^M 

^H                    con  la  malilla  v  cni'oila, 
^^^H              hacer  reponer  la  oolla, 
^^^1            llevirtcla  de  codillo. 

gasta  las  llores  tempranas                            ^^| 
de  su  juventud  florida,                              ^^| 

plazos  acorta  k  su  vida                             ^^| 

^^^B            valdándoie  de  un  manjar. 

y  al  tiempo  adelanta  canas.                      ^H 
LiBKDio.  No  ha  estado  malo  el  sermón                    ^^| 

^^^H            y  los  reyes  escoger, 

^^^^            te  olvidaras  de  comer 

para  el  humor  con  que  vengo:                  ^^H 

H                   V  de  dormir  por  lugar. 
■    Ci-sMtN.  No  olvidaré  de  daros. 

sabio  David  en  ti  tengo                             ^^H 
cuando  ser  quieto  Absalón.                      ^^H 

H                    yo  al  menos,  el  galardón 

¿Tan  torpes  mis  vicios  son?                        ^^H 

^^^^             digno  d«  la  ocupación 

¿Tan  adeudado  te  dejo                             ^^H 

^^^^            en  Quc  sabíis  emplearos. 
^■V                iHoial                  {Saltn  áit  cttulm.) 

para  que  llores  perplejo                            ^^1 

culpas  que  ling<.-s  en  mi.                              ^^H 

^VtJULJK.                En  habiendo  oleadas, 

que  en  cada  marave'jl                                  ^^H 

^P                   tormenta  promete  el  mar. 

me  has  de  dar  siempre  un.consejo?          ^^| 

«^    Ci.EMtM.  (.i'M  criaCot.)  Aladmeciic. 

Gcniil  modo  has  invcni«ik>                      ^^H 

^^^^^^iS^^^^^^^taÑ^mI^o  de  mAs  coíio  lo  de  menos  ^^^^^^^^^I 

^^^^^B                  <le  ahorrar:  por  no  persuadir». 

r  basque  en  Alejandría                ^^ 
la  humana  felicidad.                          1 

^^^^^H                 siempre  que  llego  i  peline. 

^^^^^H                   me  nftes  adcluitado. 

Corte  soberbia  es  Kgipto:                     1 

^^^^^H                 Ya  )'o  estuviera  colado. 

(oKraré  en  ella  mí  hacienda,               1 

^^^^^H                  si  mcno»  guardoso  fueran, 

soltaré  al  deleite  rienda 

^^^^^H                  con  quien  honrarme  pudieras, 

y  presas  al  apetito. 

Con  el  mismo  sol  compito 

^^^^^m                  y  mí  sosiego  alabaras. 

^^^^F                  en  nietos  teconüervaras 

en  gentileza;  á  mí  amor 
ta  dama  de  más  valor, 

^^^^^k                  r  aoble  en  ellos  vivieras, 
^^^^^H                 Mas  como  dura     invierno 

mis  rica,  sabia  y  hermoM, 

^^^^H                 da  (u  larga  vejez  lanio. 

rendiré:  será  mi  esposa. 

^^^^^H                 me  licncn  (v  no  me  espanlo) 

y  yo  de  Egipto  scftor. 
Triunfará  mi  mocedad, 

^^^^^H                  por  hijo  del  Padre  ivierno. 
^^^^^F                   be  tu  cantado  gobierno 

sin  perdonar  juego  ó  fiesta. 

^^^^H                     es  yt  miriii  mi  paciencia, 

convite,  prado,  ó  floresta. 

^^^^B                   edad  lengo  y  experiencia: 

deleite,  6  prosperidad. 

^^^^B                  Padre,  acaba,  ó  muérete. 

Esiscs  la  felicidad 

^^^^^L                ó  la  parte  se  me  di 

por  quien  me  dejó  Felicia. 

^^^^^1                que  me  toca  de  mi  herencia. 
^^^^^H                Del  dote  que,  caudaloso 

esta  mi  gusto  codicia, 

y  esta  sola  me  destierra 

^^^^^H                de  mi  madre  te  enriquece. 

de  mi  casa  y  de  mi  tierra, 

^^^^^H                  la  mitad  me  pertenece: 

y  en  fin.  de  vuestra  avaricia. 

^^^^^^H                  por  c&to  (c  suy  odioso. 
^^^^^B                No  es  mi  edad  para  el  reposo 

Venmc,  padre,  i  entregar  luego 

lo  que  heredé  de  mi  madre. 

^^^^^^1                  ()ue  me  aconsejan  molesto: 

saca  el  testamento,  padre, 
ó  pondré  á  tu  casa  fuego. 
Clemex.  Liberio,  ten  más  sosicfio; 

^^^^^H                  mucho  vives,  mas  supuesto 
^^^^^H"                que      alma  le  ha  de  Ileftif 

^^^^^P                  el  querértela  sacar. 

considéralo  mejor; 

^                         asi  morirAs  mis  presto. 

no  uses  tan  mal  de  mi  amor, 

^^^L^  MoDlST.  Atrevido,  «okI  es  razón 

que  ya  tu  perdición  lloro.  <jLJor«.> 
LiSBKio.  Mejor  dirás  por  el  oro, 

^^^^^K                que  hables  á  quien  el  ser  debes? 

^^^^^V                  jasl  i  tu  padre  te  air eves^ 
^^^^^^  LnsMO.  bmplc/a  iú  oiru  sermón. 

de  quien  soy  tu  ejecutor. 

Como  guardas  el  dinero, 

^^^B                       hipócrita  en  la  opinión 

guarda  lágnmits  también. 

^^^^^^a                   de  quien  ttene  entendimiento; 

y  baz  que  mi  hacienda  me  den. 

^^^^^H                  sncarcce  sobce      viento 

que  partirme  i  Egipto  quiero. 
Ni  me  repliques  sc\*io,     ' 

^^^^^H                la  virtud  aue  no  acreditas, 
^^^^^H                dlme  que  a  mi  padre  ¡mitas. 

ni  amoroso  me  persuadas. 

^^^^^H                por  ser  cual  él  Hvanento; 

A  romper  voy  aceradas 

^^^^^H                 tlibate  que  no  juegas, 

arcas  y  cofres  que  adoras; 

^^^^^H                 que  nunca  serviste  damas. 

00  me  enterneces,  que  lloras 
lágrimas,  padre,  doradas. 
Dame  mi  hacienda  y  no  intentes 
aue  mala  vejez  te  dé. 
Climem.  Oye:  eso  y  más  te  daré, 

^^^^^H                 <)ue  si  Modesto  te  llamas. 

^^^^^H                  modesta  vida  sostengas; 

^^^^^H               que  ñ  soberbio  me  alegas 

^^^^^H               que  eres  mi  hermano  mayor. 

^^^^^H                 te  probare  jo,  en  rigor. 

como  de  mi  no  te  ausentes. 

^^^^^H                 que  del            Abel  en  ñn 
^^^^^H                fué  hermano  mayor  Cain, 

MoDEST.  Respeta  canas  prudentes, 
y  si  estás  de  m  ofendido. 

^^^^^H                7  vino  á  ser  el  peor. 
^^^^^H                Si  en  los  primeros  que  el  mundo 

perdón  y  brazos  te  pido. 

Ltuiitoi.   Aparta  engañosos  lazos: 

^^^^^H                         el  mayoraxt;u  'ut 

dinero  quiero,  y  no  abrazos: 

^^^^^H                lan  malo,  ^es  justo  que  esté 

tus  engaAos  he  entendido. 

^^^^^^1                  sujeto  á  tí  poi  segundo^ 

Todo  es  por  lo  que  sentís 

^^^^^^B                 Ln  no  csiimartc  me  fundo. 

que  i  loe  dos  el  oro  os  Itevej 

^^^^^H               por  ser  de  li  tan  distinto, 

ni  vuestro  llanto  me  mueve. 

^^^^^H                 que  SI  obediente  le  pinto. 

Di  con  él  me  pertuadts. 

^^^^^H                 será  hipócrita  avariento 

|VÍve  Diosl  si  me  ImpedUs                  , 

^^^^^H               pira  que  en  su  testamento 

la  hacienda  que  me  usurpáis 

^^^^^V               i«  meiorc  en  tercio  y  quinto. 

y  el  tesoro  me  negáis 

^^^^^H                 Por                y  de  ti 

en  que  idolatráis  avaros. 

^^^^^B               pienso  partirme  un  teros 

que  en  casa  no  he  de  dejaros 

^^^^^H                que  os  espante:  tus  consejos 

un  sólo  pao  que  comáis,  (v»é*.í 

^^^^^F                V  tu  ambician  huyo  ast. 
^^^^K^                Liberio  soy;  pues  aqtil 

^^^^^ft                opnmet  mi  libertad. 

^^^^H               etcuse  mi  libre  edad 

^^^^B              VB«Hrt  avara  bipocrMb 

^^^^^ 

n 

^^^B                                       ACTO  PRfMEItO                                                                                     ^^1 

^^^^ 

ESCENA  IX 

y  es  Mids  el  que  titit*  más,                          ^^^k 

^^ 

r.tmsxTB  X  AlotiMtOi 

fú  fue  dat                                                ^^H 
rui  bienes,  gue  ton  lu  ur,                          ^^H 

H    MoDKfT. 

Discla.  corra  csic  rio. 

ltrá%  tu  propio  homicida!                            ^^H 

^B 

como  dices,  caro  padre, 
tin  pccsai;  salga  de  madre 
su  juvenil  desvario. 

puet  tnienlras  gasiat  tin  rienda,                 ^^H 
cuanto  dieres  de  tu  hacienda                      ^^H 

^1 

H 

tanto  acQrías  de  lu  vida.                           ^^H 

H  Clbmeh. 

íAy,  eoftañido  hijo  mlol 

Niüiiuc.   ^Cúyaes  esa  letra.*                                    ^^1 

^B 

ExcerimeaU  moríales 
peligros  que  i  buscar  sales. 

MOsico».                              1^1                                 ^^1 

^^ 

de  un  poeta  corpulento                             ^^M 
en  verdades  avariento                                ^^H 

^^^H 

si  «1  desengaño  previene*: 

^^^B 

que  nunca  estimó  los  bienes 

V  en  los  versos  ulabrds.                            ^^| 
Miente  más  que  da  por  Dios;                     ^^H 

^^^H 

quien  nunca  probó  loi  males. 

H 

(y<M(.) 

[ahur  en  naipes  y  cngafios,                       ^^H 

viejo  en  pleitos,  como  en  sQos,                  ^^H 

y  es  on  la  cara  de  k  dos.                            ^^1 

NiNKiic.    Esc  ha  de  estar  en  mi  casa:                       ^^1 

^^^F 

ESCENA  X 

^V  NiatiKto.i4iiUn>fM>r  (afrfnrfaHfoa  ndrtcd  <<(tAÍ- 

gajes  desde  hoy  le  scí^alo.                            ^^H 
MCsicos.  Este  medra  porque  es  malo,                    ^^H 

H        HnUt 

*  trí*4M  4án4«tt  di  ralir  r  Dnt,  i*  kimea 

■        Jtr(>4JI(dl>-4(t«. 

que  aquí  la  virtud  no  pasa.                  ^^^H 

H  Din*. 

Señor,  si  en  tiempo  de  bodas 

^^H 

^a 

los  reyes  hacen  mercedes, 

ESCENA   XI                           ^^H 

^1 

y  tú  aventajarte  puedes 

DnCM*  Y  SuióH.                                  ^^^^1 

^H 

entre  las  personas  todas 

^^^H 

que  coronan  sus  cabezas. 

SiHÓH.      Señor,  mi  esposa  y  tu  prima,                ^^^H 

^^^B 

casándote  hoy,  no  hay  dudar 

espiró  ahora,  y  es  cieno                             ^^| 

^^^H 

que  ic  haj'as  de  aventajar 
8  iodos,  como  *n  riquezas. 

que  más  la  hambre  la  ha  muono               ^H 

^^^^B 

que  la  enfermedad:  si  estima                      ^^| 

^^^H 

Mayordomo  tuyo  ha  sido 

tu  sangre  la  compasión                             ^^1 
que  á  fasdifuntot  se  debe:                        ^^H 

^^^^B 

mi  esposo:  di6  mala  cuenta 

^^^H 

de  su  oücio  y  de  tu  renta. 

SI  el  ser  tu  deudo  ic  muave,                  _^^^^ 

^^^^1 

en  deleites  divertido- 

si  obliga  la  religión                               ^^^^| 
que  adoras  y  profesaste                        ^^^H 

^^^H 

Disculpa  en  pane  mcrcc^ 
pues  en  ellos  te  ha  imiíado, 

^^^^H 

y  con  lu  piedad  concierta,                           ^^H 

^^^H 

que  lodo  leal  criado 
a  su  teílor  se  parece. 

dame  con  que  entienc  muerta                   ^^^| 

^^^H 

á  quien  viva  no  amparaste.                   ^^^^1 

^^^^H 

En  mil  ducados  le  alcanzas. 

No  tengo  con  que  le  dar                         ^^^H 

^^^^B 

mortaja  ni  sepultura.                                '^^| 

^^^H 

y  le  has  hecho  encarcelar; 

.\iNBuc.    l.os  pubret  y  la  basura                             ^^H 
echa  los  al  muladar.                             j^^^H 

^^^H 

ño  te  ha  de  poder  pagar, 

^^^H 

si  no  le  das  esperanzas. 

En  Job  esta  verdad  fundo^                    ^^^^| 

^^^H 

Deudo  os  tuyo  y  yo  mufer: 

pues,  luego  que  empobreció,                    ^^^| 
en  un  muladar  paró,                                ^^H 
por  ser  basura  acl  mundo.                    ^^^H 

^^^^1 

si  uno  y  otro  no  es  bastante 

^^^H 

i  eniernccei  un  diamante, 

^^^H 

to  misma  sangrú,  lu  ser 

Simón.     ^No  fui  sangre  Iuva^                           ^^^H 

^^^^B 

cifro  en  dos  ingclcs  bellos, 

NlNBUC.                                        Sf,                         ^^^H 

^^^B 

parles  de  mi  corazón: 
haz  eme!  ejecución 

mas  fui  sangre  aborrecida,                   j^^^H 

^^^^^H^  i 

por  ser  pobre  corrompida,                    ^^^^| 

^^^H 

en  tu  sangre  y  cobra  dellos. 

y  echóla  fuera  de  mí.                            ^^^^| 
Sangre  que  no  es  nutrimento                 ^^^^| 

^^^^^ 

oda  lUfiar  i  su  padre 

^^^B 

para  pagarte  despu^, 
siquiera  porque  á  tus  pies 

del  cuerpo  que  en  ella  espera,                     ^^H 
de  lu  oficio  degenera.                             ^^^^ 

^^^^P 

esii  su  ailigida  madre. 

Quien  me  pidiere  sustento,                   ^^^^| 

NtHEUC. 

Cantadme  algún  nuevo  tono. 

no  se  llame  sangre  mía,                        ^^^^| 

Dina. 

QuÍm  vale  mucho,  hace  mucho. 
Cantad. 

pues  mi  sustancia  empobrece:              ^^^^| 
a  sangre  mala  enflaquece,                      ^^^^| 

NiNXlIC. 

Dina. 

Escucha. 

la  buena  alimenta  y  cria.                         ^^H 

NlMBUC. 

No  escucho. 

[)«  parientes  inc  he  sangrado                       ^^H 

Dir«A. 

Perdónale. 

pobres,  que  me  dan  congoja,                       ^^H 

SlHBüC. 

No  perdono. 

pues  al  muladar  arroja                             ^^| 

V    DlK*. 

Sí  no  le  das  libertad 

su  sanure  el  que  la  ha  sacado.                      ^^H 
Hez  á  los  cuervos  con  ella                           ^^H 

■ 

JCÓmo  ha  de  satísracer? 
Los  hijos  podéis  vender 

■  Stitxvt. 

plato,  en  que  sepulcro  cobre,                   ^^H 

^M 

par*  pagarme.  Cantad.  (Caara*.; 

SI  por  ser  carne  de  pobre,                          ^^H 

^H 

Si  el  podtr 

los  cuers'os  osan  comella.                          ^^| 

Ih 

tttri(a  lulo  tu  tener, 

lUtu*  at«M»  ét  yMMr.)                 ^^| 

^^J^^^^^M 

^^^^^^^1 

^^^^M        tl&                                 TANTO  ES  LO  DE  MÁS  COMO  LO  DK  MENOS                             ^^^H 

^^V        SiuÓN.     jlíeAorl 

son  abonadas  librinzas^             ^^M 

^^H         NiNELC.              Noseu  importuno. 

Dichoso  pretendes  ser,                   ^^M 

^^H                        Cantad:  cchaldos  de  aqui. 

y  cuando  se  le  entra  en  casa        ^^M 

^^^^^    SiMÓK.     ¡Que  el  oro  enloquezca  lú'. 

t\  bien,  le  cierras  lus  pueriu,       ^H 

^^^^^K 

porque  i  los  vicias  las  abras.        ^H 
Va  que  niegas  buenas  obras,  ^^^H 

^^^^^^f 

^                                 ESCHNA  X[{ 

no  niegues  bucnis  palabras,  ^^^^M 

^^^B            OtCHoiy  KKi.rci«  con  «uj  (dj4  «n  ufl  ^falo.  CA(r/- 

siquiera  porque  en  el  mundo^^^^^ 

^^^H                Mlm  y  criaJot  fon  rniilf«   }■  flélM  y  ttitát. 

son  la  moneda  que  pasa.                     ' 

¿Cómo  atunaras  tus  cuentas 

con  Dios,  que  al  mis  santo  akanct. 

^^H          NiMtt;c.  ^<;^é  ex  «Uo?  ¡Holal 

si  en  e\  registro  del  ciclo 

^^H          Mavohd.                                  Eideuyuno. 

las  cartas  de  pago  rasgas?            ^^ 

^^M          Felicia.  Porque  te  «eps  mejor. 

Si  felicidades  buscas,                   ^H 

^^H                            c|uiie  yo  servirte  el  plato. 
^^^K          NiNELt:.    bnvidicnic  e\  aparato 

mavor  bienavcniíiranita               ^H 

es  dar  que  no  recibir,                  ^H 

^^^^^_^                   el  monarca  que  har  mayor; 

oue  esta  sirve,  aquella  manda.    ^H 
Aprende  de  las  criiiuras,             ^H 

^^^^^^1                   pues  njnfiuncí  mereciú 

^^^^^H                   el  banquete  que  hoy  recibo 

que  unas  con  otras  contratan,     ^H 

^^^^^H                        fuentes  óe  cri»al  vivo, 

ya  dando,  ya  recibiendo,             ^H 

^^^^^B                   mas  tengo  más  dicha  vo. 

con  trabazón  soberana.                ^^t 

^^^^H                 iQüi  hacéis?  Cantad  mi  ventura. 

So  fuera,  augusto  planeta          ^^M 

^^^^H 

el  sol  si  3U  luz  negara.                ^H 

^^^^^R                 *Kh  la  casa  del  plactv 

pues  no  se  alumbra  i  si  mismo,        | 

^^^^^^                   ha  convidído  á  torntr 

y  alumbra  á  todos  do  gracia.             J 
bi  sutiliza  vapores                      ^H 

^^^^^                     al  apflila  la  hariura.v 

^^^L^    NixRi'C.    Telicift  a  quien  la  procura, 

que  le  da  la  tierra,  patia               ^H 

^^^^^^                    pue:i  á  pesar  del  pesar. 

en  nubes,  que  fertiliían                ^H 

^^^^^B                  al  uusto  ofrece  manjar 
^^^^^H                 y  f¡o%  ojos  hermosura. 

sus  verdes  campos  con  agua. 

Recibe  <l  fuego  materia               ^^ 

^^^^^1 

en  que  consena  sus  llamas,        ^H 

^^^^^H                    *Auagiie  en  dhvrtot  txtrrntot 

y  paga  con  el  calor                     ^H 

^^^^^p                    phlo  /rann  hact 

que  nos  alienta  y  ampara.           ^H 
Recibe  el  aire  impresiones           ^H 

^^^^^^                         ÍSaln  iBOiru  Fobr n  y  AlnMn»  dt  ro- 

^^^F 

pcre^irinas.  que  rehusara            ^H 

^^^^^   ÜM  Pm.   Danos  limosna.  soAor, 

si  en  re>piracióii  vital             ^^^^t 

^^^^H                    quede  tiambie  pcrcccDioí.  iCanUa.) 

las  vidas  no  conservara.        ^^^^| 

^^^^^V                     t.Satis/echo  rl  ¿usto  nemos. 

Recibe  el  aire  hospedaje        ^^^H 

^^^F                          puei  fue  U  «iV-m-  /.i  har  i  uro. ■* 

en  la  tierra,  que  es  su  casa,         ^H 

^^^^^    Ot.  Pob.  SeAor,  nuestra  desventura 

y  pigale,  agradecido,                     ^H 

^^^^^&                  manda  por  Dios  remediar.  (í:ani.ii¡ 

en  dar  humor  á  sus  plantos.             f 

^^^^^M                    *AI  giitío           el  manjar. 

Li  tierra  que  toma  á  usura               i 

^^^^^H                    y  á  los  0/01  la  lutrtnotura,* 

loi  granos  á  sus  entrañas,          ^H 

^^^^^V    ^,                                         (Sititocie  í  loí  mtiáígitt,) 

de  tos  tres  vivientes  es                ^H 

^         NiKKt'c.   iOh,  asqueroso  y  vil  eníambre 

senerosa  iribuiatia.                    ^H 
Todos  pagan,  si  reciben:             ^^ñ 

^^H                            de  moscas,  que  licenciosas, 

^^^^^B                   en  las  m?sas  mis  preciosas 

t(i  Solamente  te  apartas              ^^M 

^^^^■1                  osAis  matar  vuestra  hambre! 

desia  lev.  pues  que  de  todos        ^H 

^^^■r                    Despuís  que  aqui  habéis  entrado 
^^^^H                     el  alma  me  liabais  revuelto; 

recibes.'v  i  nadie  f>»\¡í»s.               ^H 

¿Quieres  \cr  cuin  tnstc  cosa        ^H 

^^^^^L                  ^de  quf  infierno  os  habíis  suelto. 

es  rKibir?*  Pues  repara                   ^H 

^^^^^H                    i>  qué  pesie  ui  lia  brotado^ 

en  el  invierno  encogió,               ^H 

^^^^^H                   ]0*ii  pretto  olistcs  mis  bodas, 
^^^^^H                   narpUs  de  mis  regalos! 

que  es  cuando,  necesitada,          ^M 

mendiga  la  humilde  tierra,          ^^1 

^^^^^^B                   Echádmelos  de  aquí  á  palos 

ya  la  nieve,  ya  la  escarcha,          ^^M 

^^^^^^P                 cerrad  me  esas  puertas  todas. 

el  sol,  la  lluvia,  ct  calor,             ^H 

^^^^^^1                        (l)iiUrrn  wAnrloi      túlt  Uktua  ti  n- 

la  sementera  y  tabranaa,            ^H 

^^^^^H                   nMntn  y  tténtiot.í 

y  verás  que,  porque  *  todos        ^H 
pide,  iqut  desaliftaida.                  ^H 

^^^^^^B 

^^^^^^^m 

qué  melancólica  está!; 

^^^y 

mas  recibe  ¿qué  me  espanta!* 
Considérala  después 
que  i  sus  aciecdoreí  llama 
acsde  el  Abril  al  Octubre, 

^^^^^        KtMaeci«,  ttn;  Fiikia,  üiutu'.  Li«»«,  Wmicm, 

^^^1                                       UrndigM  y  Crl*doM. 

^^H          LAzabo.   ¿Con  tal  desalumbramiento. 

serás  qué  hermosa  y  bizarra 

^^^^H                   tío,  los  pobres  maltratas, 

al  Mayo  corre  cortinas,               ^^ 

^^^^B                     que  del  ctídiio  de  I^os 

las  Primaveral  que  arrastra,      ^H 

■ 

ACTO  rpiMBUO                                                                1*7                         1 

^^^^^ 

l<H  tabim  que  untipiza. 

SiM<V\,                              Con  quecntierrc 

^^H 

los  plumB)^  que  la  attf'cian. 

mi  esposa,  mitad  del  alma. 

^^^H 

¡Ayer  irikte.  hoy  un  alegre! 
iVitgamc  Dio&r^quc  tnu3atizi 

I.^ZAno.  Sangre  es  mía:  en  el  sepulcro 

^^H 

donde  mis  padres  descansan 

^^^B 

dMiai'  Ayer  recibid: 

esté,  y  para  tus  obsequias. 

^^^H 

rcdbir  es  cosa  baja. 

ti  cien  escudos  no  bastan 

^H 

Hoy  paga,  hoy  tiene  que  dar, 
y  el  dar  ti  de  reyes;  Miga 

<l>d/(  nía  iottítlit.i 
que  aquí  llevas,  ven  por  mis. 
SiMós.     Pisen  mis  labios  tus  plantas. 

^^^B 

cuando  hace  mercedes,  rvin»; 

^^^^1 

cuando  las  recibe,  esclava. 

NiSEí:):.    ¡Oh,  sepultureio  loco! 

■ 

Da  i  lus  deudoí.  da  i  lot  pobres, 

y  no  serás  semejanza 

d«  estéril  tierra  en  invierno. 

Mientras  que  tu  hacienda  gasiat 
en  la  baiura  del  mundo, 
yo  con  acciones  contrarias 

V 

ni  maloararA'i  iu  fama. 
Dcsairatió  persiladct. 

quiero  sepultar  deleites 

■  NiHKUC. 

en  mi  mismo,  llai  que  me  traigan 

■ 

lofisiícainenie  engañas; 

para  cenar  csia  noche 

^M 

para  concluirle,  quiero 

el  ave  FcnÍK,  si  Arabia 

^^ 

valernie  de  lus  palabras, 
Prodiuali/a  la  tierra 
cuaoao  iras  pobreías  largas. 

*«  atreve  á  ponerla  en  precio. 

lEm  la  itttna  «urtc^ran  á  va  taJa  Li- 
iiro  (oit  <(■■  paírn,  y  a  otra  NIneucla 

^^^K 

C«»  IKI  (rld^M.) 

^^^H 

«n  Invierno  padecidas. 

Posat  t."  Vo,  scftor,  pido  frazadas 

^^^M 

se  le  sijiuc  la  abundancia. 

para  el  hospital,  que  hay  muchos. 

^^^H 

Pero  mira  lu  después 

y  casi  no  tienen  camas. 

^^^1 

ou<  desnuda  y  esquilmada 
aespcrdició  sus  riquezas. 

LÍ2a»o.  ¡Av  agenics  Je  Dios  vivol 
Todo  es  pagar  libranzas. 

^^^^B 

^^^B 

si  en  el  invierno  se  holRam 

Ve  A  la  noche,  y  te  daré 

^^^1 

defiuardar,  por  nn  pedir, 
y  luego  i  la  no[mÍKÍi  alaba. 

cuanta  ropa  tengo  en  casa. 

^^^1 

NiKSUC.    ¡HoIbI  Haced  á  miscabjllos 

^^^H 

que  no  mendiga  en  Enero, 

y  i  mis  yeguas  nuevas  mantas; 
cortaldas  de  paAo  azul 

^^^H 

porque  en  el  Agotio  ({uarda. 

^^H 

^Sen  bien  que  en  el  eslió 
m  mi  edad,  necio  reparta 

y  guarncccUas  de  grana. 

^^^H 

l.ÁZAao.   Clenad  conmigo  vosotros 

^^^H 

bienes  que  eche  despuís  menos 
en  la  senectud  helada^ 

etia  noche,  que  empalaga 

^^^B 

el  man)ur  comido  i  solas. 

^^H 

Si  yo  limosna  A  estos  diera. 

NmKiri;,    listen  mis  puertas  cerradas 

^^^1 

oíros  pobres  convocaran. 

mieniras  me  asiento  i  cenar. 

^^^H 

porque  siempre  se  eslabonan 
los  pobres  y  las  desgracias. 

que  no  os  mi  mesa  villana 

^^^B 

para  que  á  otros  pague  pechos. 

^^^1 

Tengo  mucho  que  vivir. 

Simón.      ¡Qué  vidas  lan  encoiiiradasl 

^^H 

sustento  familia  v  casa; 

^^^H 

uducea  K  mi  opinión; 

^^^^ 

la  inmortalidad  del  aimí 

F.SCENA  XIV 

^^H 

niego;  en  murÍéndo«e  el  hombre. 

Dlíi'Oí    aliena  un  ctarin  y  talrn  á  tttalto,  ti^arrú- 

^^^H 

lodo  para  i\  se  acaba; 

intnitiff  c.inuna.l.imtnroi  y  M  Has  mula  dt  ah 

^H 

ni  espero  premios  del  cielo, 
ni  el  ¡nlicrno  me  amenaxa. 

quiltr  tret  4t.  CkíIx  d  le  gracioso. 

^^H 

Tú,  que  en  opinión  diitinia. 

Lineaio.    Mucho  me  huelgo  de  hallaros                        ~ 

^^^K 

quimérica  gloria  aguardas, 
deposita  en  pobres  toscos 

junios  cuando  medespido: 

^^^^^ 

Va  de  menor  he  salido:                                     ^ 

^^^V 

bienes  que  con  ellos  gastas; 

va  no  tengo  que  envidiaros. 

^^^H 

y  si  en  el  mundo,  mendigo 

be  los  tesoros  araros 

^^^B 

vieres  i  la  hambre  la  cara. 

que  mi  padre  encarceló. 

^^V 

por  la  hartura  que  esperas. 

la  pane  que  me  locó 

V 

muy  buen  provecho  le  haga. 

pone  á  mi  apetito  espuelas; 

■  LÍ2AII0 

iQáí  ciego  esiisl  Ven  aci. 

de  alimentos  y  tutelas 

H 

A  lu  mayordomo  alcanzas 

mi  libertad  me  sacó. 

^^^ 

*n  mil  ducados;  por  ellos 

A  la  Babilonia  egipcia, 
de  Alejandro  íunoacián. 

^^K 

te  quiero  dar  una  granja 

^HH 

que  orillas  del  Jordán  tengo, 
)  a  la  he  visto. 

me  desiieira  la  elección 

^^WEt<:, 

bárbara  que  hizo  Felicia: 

LÍZJiHQ 

Soltar  manda 

juzgue  ahora  su  codicia, 

Bv. 

por  ella  i  lu  inayordomo. 
Hazme,  puei.,  la  entrega,  y  salga. 

sida  lugar  al  consejo. 

■  Ni^tuc. 

mientras  oue  della  me  quejo, 
cuál  es  mds  cumplido  gozo, 

■i>IX«. 

Dame  esos  piadosos  piei,  ' 

m. . 

Binpam  de  pobres. 

ó  el  gusto  en  brazos  de  un  mozo. 

■  LÁZARO 

Alza, 

ó  el  pesar  en  los  de  un  viejo. 

L 

Í^OC  pides  tú?  w  Sí«tfnj 

Que  aunque  el  tesoro  le  sobre. 

138 


TASTO  ES  LO  DE  mXs  «OMO  LO  DE  MENOS 


¿que  imponi,  si  ya  publica 

3ue  al  paio  quf  triunfa  rica, 
ora  el  cumo  triste  y  pobre? 
tH  su  rolicidkd  cobre 
réditos  f  1  imcríi, 
)r  compilamos  los  tr« 
sobre  quién  es  en  su  citado, 
sóloel  Dienaveniursdo 
icinari  en  los  dos  después. 
Guta  lú  «olo  i;oniigo<4  Sintuei«.) 
rej^lale,  come,  bebe; 
y  lú,  empobreciendo  en  breve, 

(A  LátiM.) 

gana  el  ciclo  por  amigo; 
((ue  yo,  que  otro  extremo  tieo. 
an  que  perdone  m¡  tditd 
üesta,  deleite,  beldad, 
gala^  convites,  placeres. 
s61o  en  jueBo»  y  en  mujcreí 
pongo  mi  felicidad. 

( r«Mii  «í  tiárin  y  rMM-l 
GulIk.      Yo.  lacayo  Gandalift, 

y  e!  primero  que  anda  ámala, 
trompetero  de  la  gula, 
que  por  «o  soy  tSulín, 
ya  en  jumenio,  ya  en  rocín, 
ya  de  pórtame,  va  al  trote, 
comiendo  i  pasto  ú  i  escote, 
daré  i  vcmeros  venQan>:a: 
no  me  llamen  Sancho  Panza, 
que  se  enoja  Don  (Quijote.  <Caw.> 

ESCUNA  XV 
DictiM,  minm  Lmiiuo  y  Gril*. 

NiNKUc.    ¿Ua  loco  me  desafia 
i  deleites?  I  Vivfl  Dios, 
mi  bien,  que  hemos  de  ir  lo4  dos 
ti  la  egipcia  Alcjandrlal 
ll»su  allí  U  hacienda  mta 
llefja;  haxia  Mcnñs  alcanita 
mi  poder:  déme  vcngan/a 
qtiien  soberbio  me  rcsitic, 
y  s¿paM  en  qué  consiste 
esta  bic  II  aventuran». 

Hikno.   En  nosotras,  pubres  míos, 
la  Suva  ha  puesto  mi  fe. 
Venid  y  os  regalaré; 
corran  al  mar  estos  rloi: 
pucs  sois  del  cielo  navios, 
mi  hacienda  al  cielo  llevad, 
que  en  él  mi  felicidad 
lenijo  solamente  puesta, 

NiNKuc.    Fste  necio  me  molesta. 

Tri^e  estoy:  jholal  Cantad. 

laio  y  of rot  pvr  utrul^ 


ACTO  SEGUNDO 


ESCITNA  PRIMERA 
Llaatlo.  «Hx  gaUí.  [tidi.aitb,  MniKo  y  Gvilii. 

DtoDoao.  «Cuánto  perdiste? 
LtBUio.  No  es  nada, 

icis  mil  ducados. 


DiODoao. 

Ltaearo. 
DiODoao. 

GULJN. 


NisiRo. 
Lisxfito. 


NlSiao. 

DWDOHO. 

NisiHo. 
Líber  10. 

NlSIRO. 


LiaKKio. 

DlODORO. 

.Misiao. 

GULÍK. 

DlOUORO. 
LlBEitlO. 


.Nisiao. 


Dioooao. 

LlBKRIO. 


DlODORO. 
LlRtRIO. 

DlODORO. 

1. 1  HE  RIO. 
DlúUORO. 


NlSlRO. 

LiasRio. 


DfOIWRO. 
NlSIRO- 


UlBtaio. 

NiSIRO. 


LlBBRlO. 


Los  naipes 
son  de  casta  de  mujeres. 
¿Por  qué? 

Porque  son  mudables. 
DI  lambiiín  porque  se  afeitan, 
porque  suelen  desollarse, 
porque  en  Principes  se  estrenan 
y  se  rematan  en  pa,*es. 
¿Salís  picado? 

No  mucho; 
loto  sentí  levantarse 
aquel  corlo  jut^ador, 
poríjue  pudieran  ganarme 
veinte  ó  treinta  mil  escudos. 
Es  un  triste  miserable. 
Venturosas  pintas  hixo. 
Asenióse  con  cien  reates, 
y  llevónos  «I  dinero. 
Siempre  pierdo. 

No  os  espante, 
que  en  juego  nunca  es  dxhoso 
quien  es  venturoso  amante. 
¡Brava  quinta! 

iDeleilosal 
liste  cenador  nos  hace 
el  brindis:  seniémonos.  íSHnUiue.} 
¿Brindis  aguado»?  Un  salvaje 
que  le  acepte. 

¿Qué  hay  de  amores?  j 
El  mío,  por  despicarse' 
dt  unasdamas.  pica  en  otras, 
va  alabastros,  ya  azabaches. 
}uega  el  gusto  al  ajedrea. 
Donde  no  hay  muchos  manjares, 
es  amor  mal  comedor, 
y  DO  es  mucho  que  se  canse. 
Buena  cara  tiene  Elisa. 
Es  doncella  con  su  alcaide. 
Acogióte  al  mairimonío 
y  ciiúmede  remate. 
¿Matrimonio.^ 

Por  lo  menos, 
y  por  lo  mis  doncellaje. 
Daros  quiso  ftii<f  pro  firo. 
porque  esa  es  virgen  y  madre. 
¿Cúmo? 

Yo  sé  que  ha  parido 
sieicmesmo  un  infante, 
tan  huíríano.  que  le  aplica 
para  cada  mes  un  padre. 
¡Oh.  doncella  nominall 
Vlay  lunas  vitRinidadcs 
que  cada  ver  se  renue^-an, 
va  crecientes,  ya  menituanies, 
No  son  malas  pura  j^uindu. 
Ni  faltH  quien  lan  compare 
i  los  C]r^o^  de  barquillos, 
úue  entretienen  sin  que  enfaden. 
A  las  casadas  me  4ioni;o. 
Ci»  il  gusto.  Dios  me  guarde 
de  jurisdicción  íi  medias 
y  arnor  de  participantes: 
¿yo  habia  de  comer  las  sobras 
de  un  marido? 

Mejor  saben 
uvas  del  majuelo  ajeno 
que  las  que  en  el  propio  nacen. 


'  swi;NDit 


lafi 


Nismo.     Serturcí,  *  (í 

aoior  lir  vtucfu.  qiíe  ei  trance 
do  mis  i-iisio  j  mcnu«  riesgo, 
ludii  cntucnirm,  un  azares. 
fi^üi  comento  es  ver  pasar 
un  mungil  por  una  catlo, 
•forra(li>  JeUvI, 
loen»  tiUiKii  \  ojos  gravesl 

Ltucaiu.    Yo  M>y  de  ese  parecer, 

porque  pteni»,  si  ten^o  hambre, 

que  utn  iii.intelet  en  mesa 

sus  tocat,  que  el  plato  tne  hacen. 

CuUk.      jDúhJc  flejlís  las  KoUernH? 

Ltwoio.    Eso  os  leer  en  romanee, 
vcsiirsede  roperta. 

Í  comprar  gustos  Ae  lanc«. 
abrMoras... 

DtoDORO.  Tosco  gusto. 

Libemh).   Si,  mu  tal  ve/ delcilablc. 
como  quií-n  cnire  capones 
mezcla  la  vao  tianibrc. 

GulÍ».      Apuntad  en  vuestra  Itsta 
fregatrices  á  la  mur];en 
como  ensillada  de  berros, 
común,  sabrosa  y  de  baklc. 

l.iBKXio.    Amor  es  una  •.oñ-edía 
dütitlelodo  persotiiije 
hace  su  pupel;  las  re-.naa 
bolines  V  devanules. 
Yo.  en  fin,  no  de&ccho  ripio. 

tVoert  á^ntn.i 
ll'ari.  patA.t 

ttar-Kio.  Desetnbsraiien 

muleres  ¡cuerpo  de  tall 
que  nos  alearen. 

NisiNw.  Dos  salen. 


F.SCKNA  II 

Dti.iiiK  Salai  MltHJo  Taiim  y  PLaai,  y  mtuint 

4«(  Mnrait. 

C.ÁflTt.  unk. 

^Qvi  pcirtctn  nahnai  f  ve  adornan  cah-as^  > 

Otka. 
Lot  hornaiox  rfe  gOa-os  que  Jan  ¡tor  Paíou 

Todo». 
A/jí  II  kjy  iiintro, 
donJf  no  folUn  reates,  %«h-an  caMlos. 

IWa. 
CortíibaJot  umantts,  Ji  ^^iié  parecen? 

OniA. 
luios  engemiradot  de  unicAdx  wetet. 

Toóos. 
Mas  ti  hay  dinero, 
cí  iwno  uíi  pinc  de  oro  iodo  satitelio. 

^(¿ui  partee  tina  cara  Ktiando  se  afeitad 


I    S*  imprtmeit  mux  tr^uiJitla*  en  I*  Mma  «u« 
ilt»en  es  el  !<■•□  ririgl-tit 

COMEDIAS  DE  TIRSO  DE  HOU.tA.— TOMO  I 


OrcA. 
Ilermomra  qut  en  ¡-erto  tnieníe  y  deleita. 

Tonos, 
t/.u  ((  hay  dinero, 
.iútimana'es  un  ángel,  y  un  tigrt  Venus. 

Un*. 
¿OÍ  rieot  avarienlos  son  atmo  tardos, 

OTI.A. 

fue  J  ninguno  aprúifeehan,  sino  tnierradat. 

Todos. 
Todo  dinero 
es  redondo  por  cauta  gue  es  rodadero, 

U.SA. 

£l  amor  y  el  ¡tino  lodo  se  es  ano, 

Oth*. 

porgue  andan  enlramiw  en  cueros  purw. 

Taaot. 
Sfas  sin  diñero, 
ni  el  anior  rale  nado,  niel  fisto  es  bueno. 

IIWA.' 

^Qué  parecen  las  viudas  con  mongil  negro? 

Otk*. 
Trucha*  empanadas  en  pan  cenltno. 

Todos. 
Mas  si  hay  dinero. 


'.aa 


toda  nuda  llorona  vende  contento. 

LiMRIO. 

Bien  cantando  y  bien  bailando. 

Dádivas  y  no  rabones 

ae  csilmanr  nuts  di'blooei, 

que  del  juego  me  han  quedado, 

rtpatiid  loMXro»,  y  éit» 

vosotras.  </mi«  «hm  tailtHai.) 

Flora.  TaA  liberal 

amante  no  sea  mortal. 
Taida.      Bien  c¡  numbie  maiiilieiias, 

quede  ptúdigo  adquiriste, 
Liasvio.  Sentáus  lasdos  é  mi  lado. 

(üf  tn  mtMo.) 
GitUit-      £n  mujer»  empcAado 

no  hayas  miedo  que  «si^  triste, 
ttisaio.    Esta  ñ  mi  felicidad; 

^ora  en  mi  centro  estoy, 
DlODuou.  Tambiin  vo.  l.ibeno.  ioy 

de  la  hermosa  faculiad 

de  amor.  f>adnos  paite  <}ella. 
LiBEMO.    Kno  no:  pedidme  «os  i 

dineros:  pedid  tos  dos 

jaulas,  joyas,  la  mis  bella 

picjta  lie  cuantas  poseo, 

que  nunca  en  cw  reparo; 

¿61o  en  damas  soy  avaro: 

lanin  quiero  cuantas  veo. 

Mucho  os  habéis  hov  tat^Jado; 

(ItMHa  con  errat.) 

jCAoio  os  habíis  detenido? 
Taida.     Bastante  ocasión  ha  sido 

ver.if  en  coche  prestado. 

Prometieron  melé  anoche. 


^^m             1 3o                              TANTO  ES  LO  DK  MÁS  COMO  LÜ  DE  MEX«^^^^^^^^^^^H 

^^^^^_^                 pero  esiandifkil  cou, 

LiSERro. 

MuT  buen  provecho  le  hif;i,  ^^M 
y  saiisraga  l'clida,                         ^^M 

^^^^^K               óue  la  que  es  mít  generosa 
^^^^^V-              <Urá  un  0)o  ames  que  un  coche. 

si  no  su  amor,  su  cudicia,              ^^ 

^^^^T'lJKBio.  ¿Luego  esUH  sin  ¿1  las  doi^ 
^^^^^^^AHkA.     Circunstancia  es  para  dama. 

que  mal  cobra  quien  mil  paga.             1 

Y  entre  tamo  que  ella  llora,              ^J 

^^^^^H                que  diiininuve  su 

lrái|{nnno:t  de  merendar.                  ^^H 

^^^^^V                y  tnis  queriíndoos  i  vos. 
^       LiKRio.   No  ha  de  quedar,  pues.  |>or  eso. 

Nisifto. 

Mañana  se  han  de  casar                  ^^M 

Timsndro  y  Arquisidora  ^^B 
y  hay  sortija.                                ^^| 

^^H                      En  el  mío  os  tlevarí, 

^^H                       V  cR  casa  os  le  deíací. 

LlBCHIO. 

jfensAisvos              ^H 

^^^H         TAto.v.     La  pródiga  niaoo  os  beso. 

^H 

^^^B                         que  á  Alejandro  afrenlar  sabe. 
^^^1        OíODOo.  Difino  «rades  de  imperar. 

Nisijto. 

Fáltonme  caballos.              ^H 

LiBEaio. 

Escusatéos  de  buscallos,                 ^^M 

^^^1        PuwA.     También  ;i>  os  quiero  abracar 

como  saldamos  ks  dos.                 ^^M 

^^^1                       por  la  pane  que  me  cjbe: 

De  un  alaiin  )  un  otero               ^^U 

^^^H                       que  coche  que  es  de  mí  amiga 

sois  dueño,  que  aliento  belje,          ^^H 

^^H                      conmigo  se  ha  de  pjirTír. 

las  alas  con  que  se  atret  e               ^^H 

^^^^        LiiEKiD.   No,Flora;  no  hedesuTrír 

•1  pijaro  más  li|;ero.                        ^^V 

^^^^                      que  nadie  en  mi  agravio  dit¡a 

NlSliFO. 

jVive  Dios,  que  echáis  prisiones             1 

^^^^^^                que  os  dejo  quejosa  A  vos. 
^^^^^^B                  Para  comprat  oirocoche 

á  las  almus!                                        ^J 

DiOOORÚ 

^tJay  largueza           ^H 

^^^^^^P                  vengan  i  casa  esta  noetie 

semejamos                                    ^^M 

^^^^^^    .            por  mil  escudos. 

Taidji. 

La  nobleza                   ^^H 

^^^P    'imiBO.                              Por  Dios, 

impera  en  los  corazones                ^^B 

^^■^                      que  tois  un  rejr. 

con  bcneücJus,  testigos                  ^^M 

^^H       Flora.                         ¡Otil  ¡bien  luva 

del  valor  de  quien  los  da.              ^^1 

^^H                       quien  os  slr^'eI 

LtBsaio. 

|Ea!  señores,  bueno  esii;               ^^| 

^^H        CulN.                             lOh  socarronas, 

quien  no  da.  no  gana  amigos.          ^H 

^^H                       atuftaitices,  chuponas. 

Aderezos  y  jaeces                            ^í 

^^^H                         ani  bien  le  enci|iiis  la  sa>'kl 
^^^1        Taisjl.     Asi  iu  hiciera  el  poltrón 

«on  ellos  os  llevarán:  1 
y  vos,  porque  de  galán  (i  niodor».)        1 

^^^1                       de  .N'mcucío. 

os  den  el  precio  los  ju<^:es,                   I 

^^B        Flora.                         Desde  el  día 

os  vesticéis  en  mi  casa                   ^^M 

^^H                          úueviveen  Alejandría 
^^^H                          lalia  en  ella  provisión. 
^^^H         Nisi*o.      .No  hay  redíalo  de  provecho 

la  librea  que  tenia                         ^^| 

para  mi.                                        ^^1 

DtODOKO 

^'a  es  demasía                        1 

^^^H                         que  no  embarftue  su  despensa. 

lo  que  en  ^  uestros  gastos  pasa.       ^M 

^^^1         DlODORO.  bso  es  su  Dios,  eso  piensa; 

¿Habíaos  yo  de  quitar                      ^^| 

^^^^^^                 de  suerte  glotón  se  ha  hecho. 

las  galas  que  para  vos  ^^1 
tenéis  hechas^  ¡Bien,  por  Diosí            1 

^^^^^^                que  siempie  su  mesa  llena 

^^^^^H                se  alcanza  (juzpad  quí  vida) 

LlBBlitO. 

Vos  las  habíls  de  lograr.  J 
puesto  que  á  dos  mil  escudos         ^H 

^^^^^^H                  del  almuerzo  A  ta  comida. 

^^^^^H                 V  ta  comida     la 

me  llegan.  De  azul  turquí              ^H 

^^^^^H                \  csio  sin  participar 
^^^^^H                otro  que  i ,  deudo  ó  amigo, 

y  blanco  son.                            ^H 

GuÜK. 

^Masque  aquí           ^H 

^^^^^^                 de  sus  bienes. 

nos  han  de  dciar  detnudos            ^^H 

^^H         Niiiko.                            Buen  testigo 

csios  leones  rápame^,                      ^^H 

^^H                       soy  )'o  deto. 

si  dése  modo  les  das?                       ^^M 

^^^1          DiODOUO.                       Y  buen  luftar 

LlKRIO. 

Sov  pródigo.                                 ^^M 

^^^B                       Epicuro  le  apareja. 

Cvü>. 

V.n  gOerta estás:        ^H 

^^^1         LiKMO.    Felicia  que  su  oro  goia. 

seremos  lepcc&eniantes                   ^^H 

^^^H                       ¿cómo  lo  pasa^ 

de  Adán  y  E\&  en  paraíso;    ,         ^^B 

^^^^        Taiiu.                            CujI  moza. 

hunde  tta'las  y  dineros,                  ^^B 

^^^B                       con  las  pensiones  de  vieja. 

quedarémonos  en  cueros,              ^^B 

^^H        Liiuio,   ^Porqui^ 

llorando  tu  poco  aviso.                   ^^H 

^^^^^  FbOhA.                  Todo  hombre  barriga 

Tú  el  Adán  vendrás  á  ser,              ^H 

^^^I^L                es  inútil  para  amante: 

y  yo  á  tu  lado  desnuda,                 ^^B 

^^^^^f                todo  mar)do  Iraftante 

sctc  la  Lt  a  bigotuda,                      ^^B 

^^^^^^                 deleites  de  amor  castiga. 

si  valgo  pan  mujer.                      ^^B 

^^^^        Niimo.     Dios  de  impotentes  es  Haco 

Pondrémonos  dos  lampazos,          ^^B 

^^^^K                 V  por  eso  es  barrigún. 
^^^^^H                 Dios  de  la  generación 

saldrá  el  hortelano,  en  fin,             ^^B 

y  echaránov  dtl  jardín  ^^M 
i  palos  y  i  pcpmazos.                   ^^B 

^^^^^B                  es  pan.     le  pintan  flaco. 

^^^^^H                  Nlneució.  que  1  Baco  y  Ccm 

LiKmo. 

Yo  quiero  salir  de  verde                         J 

^^^^^^H                  por  dioses              adora, 

y  cncirnad-:*.  fliic  es  color                      1 

^^^^^H                  más  querri  dormir  un  liora 

que  t:un:'orma  con  mi  humor.               1 

^^^^^H                que  ¿ti  noches  de  mujeres. 

Taioa. 

Merendemo!.  que  se  p*crdc            ^^B 

ACTO  SKOUNDO 


l3l 


el  licmpo. 
fhaiwRO.  Ya  cnin  \t¡%  mesBS 

dct»]í>  Aquellos  parrAlcí, 

mQMrandocuñn  liberales 

son  Ion  gustos  que  pmfms. 

tLiraiitenit  loifoj.] 
LiBEKio.    Vamos,  puet.  y  ti  oí  (tu  í  manos; 

no  quede  gui-t»  i  \i  vi»i 

dct  dele  ic,  que  nu  asi&ln 

en  nuni'a  iiie>a:  ntr  Dios, 

<)ue  no  he  de  perdonar  ílesu, 

mientras  durare  la  ^  idj, 

que  no  cKperimcoie. 
Fi-OPA.  Impida 

tu  edad  la  vejez  molesu: 

en  etecna  juventud 

triunfes  y  loKres  el  tiempo. 
Ltnimo.    Gloria  ei  lodc  pataucmpo, 

inllcnio  loda  virtud. 

lista  noche  he  de  cenar 

en  lu  ca».  Taida  bella. 
T*it>A,     Toda  >o  soy  luya. 
LiacHio.  A  ella 

puedes  por  m!  convidar  ' 

cuanioi  entretenimientos 

aleKranAlclandds, 

bailes,  lue^us,  bíiarrft. 

Juglares  vencarilamenios. 
laya  cornedin;  discrdat, 
que  es  el  mejor  ejercicto, 
tuspetitíún  de  lodo  vicio 
V  mariiriu  de  poetas. 
No  tenga  el  pesar  modesto 
jamit  en  mi  casa  puerta: 
sólo  el  gusto  la  halle  abierta. 
Venid,  cantad  mis.  «Qu¿  es  esto? 


ESCENA  III 

I.ÁZAKO. 

Mísero  fin.  Llbetio,  m-.  camino 
ha  tenido  c.i  h.tbcroí  encontrado, 
ti  ya  no  ei  que  el  cielo  la  previno. 
Incomprensible  en  su  razón  de  Kstodo. 

LtasPio. 
Látaro.  ¿vos  í  pie?  ,iVos  peregrino? 
¿Vos  en  Egiplí>,  solo  y  fatigado? 
¿Tan  (ico  ayer,  un  pobre  y  uist«  ahora? 

tkZKhO. 

No  tí  pobre  quien  rroue^tas  atesora. 
i>epostt¿  en  los  cambios  de  los  cielos 
(pobres  digo,  de  Dios  correspondioniK) 
mi  hacienda,  donde  libre  de  ráelos, 
no  temen  Ton  U  i  ios  accidentes, 
ni  recelan  ladrones,  ni  en  desvelos 
necesitan  de  guardas  que,  imprudentes, 
i  costa  de  la  cwaita  de  los  njos, 
cuando  hallar  piensan  oío.  hallan  enojos. 
Qtiedí  pobre,  que  en  Itn  el  que  contrata 
j  emharcaá  extrañm  rci^ios  su  tiquc/a, 
mientras  no  llega  el  logro  de  su  plato, 
fuerza  es  que  le  ejecute  la  pobreía. 
Siempre  al  menesteroso  le  luí  ingrata 


la  patria  aue  le  áió  naturaleis: 
íuelo  tamnijn  la  mía:  no  hallé  ayuda 
r-n  deudos,  ni  amistad  que  el  tiempo  muda. 
Fuémc  futfxo  pedir.  <qué  mis  bafcía? 
Parientes.  cuan<lo  tico,  mc  adulaban, 
que  nunca  conocí,  y  en  mi  pohre/a 
los  que  eran  mis  propincuos,  ine  negaban. 
Amigos  lisonjearon  ta  riqueza 
que,  mendigo,  después  vituperaban, 
y  huyeron  el  invierno  como  hormigas 
que  brota  el  campo  cuando  dora  espigas. 
Por  no  cobrar  en  fm  en  sínfazoncs 
bcnellcios  librador  en  engaños, 
espuelas  me  pusieron  ocasiones, 
destierros  me  enseñaron  dtsengaiíos. 
Peregrinando  bárbaras  nacioma, 
antepongo  í  los  propios  los  extraños. 
que  para  el  pobre,  si  le  ven  con  mengua, 
lo  que  les  falta  en  manos,  sobra  en  lengua. 

Liscaio.    Desperdicios  imprudemei 
son  de  su  afrenta  testigos; 
quien  ganar  no  supo  amigos, 
no  halle  ayuda  en  tus  parientes. 
En  pobres  impertinentes, 
loco  liberal  has  sido; 
aun  ti  lo  hubieras  comido, 
eio  hubieras  mis  gozado, 
que  lodo  jiusto  pasado 
suele  deleitar  perdido. 
Cobras  en  necias  libranzas 
bienes,  que  en  miseria  truecas; 
si  en  pobres  las  hipotecas, 
no  aseguro  sut  fiamas. 
Susiéniatc  de  esperanías, 
aunque  envidies  mi  ventura, 
que  ti  es  ganancia  segura 
la  que  has  después  de  tener, 
no  puede  Láiaro  ser 
hambre  que  espera  hartura. 
Aunque  con  fin  diferente, 
pródigos  somos  loi  dos; 
tij  el  liado  diste  á  Dios, 
mas  yo  cobro  de  presente. 
Amigos  gano,  prudente, 
A  quien,  cuando  pobre,  pida; 

fiero  en  li  esti  tan  salida 
a  hacienda  que  diste  á  pobres, 
que  no  es  posible  que  cabres, 
SI  no  et  perdiendo  la  vida. 
Mas  yo  quiero  con  todo  eso 
ser  hov  liberal  contigo: 
sigue  la  vida  que  sigo, 
profesa  el  bien  que  profeso: 
ama,  juega,  se  travieso, 
que  mi  hacienda  k  de  los  dos. 
Moío  eres,  holguémonos. 
que  al  lin  de  la  vida  breve, 
si  en  sus  pobres  Dios  te  debe, 
ejecutarás  i  Dios. 
Ventea  vivirá  mi  casa, 
que  cual  yo  su  ducfto  eres: 
escoge  desias  niujces 
la  que  más  bella  <e  abr»a: 
pues  se  pasa  el  tiempo,  pasa 
et  que  te  queda  en  regalo. 
LAiAM.  Muyendo  de  ti,  señalo 


^^^^3^ 

t.\'nto  ks  lü  dr  mAs 

COMO  LO  l>R  MKNOS                                  ^^^^| 

^^^^ 

lo  qii«  til»  TJcio»  condmo:                   r 

que  debes  i  mi  arición.             ^^^^| 

^^^^^^H 

mA>  (]Ui«tu  Mr  i)<jt>rc  t>ucno 
que  neo,  si  he  de  ser  malo.  (■^"'-I 

L>csde  la  oama  i  la  mesii,          ^^^^H 

^^^^^H 

y  de  In  mesa  i  la  cama             ^^^^H 

^^^^^H 

dan  periniviún  á  tus  ojos           ^^^^H 

^^^^^^H 

tu»  KuMos  y  mis  cnoius:                          1 

^^^^^^H 

liSCENA  IV 

jMi^  quii  Im  de  hacer  quien  te  amo^    1 
Ht  nunca  te  halb  despierto.               ^H 

^^^^H 

t>ICH«l.  ■MN'U  Lll«>0. 

^^^^^^^H 

el  amor  que  cifré  en  lí,                      ^H 

^^^^^Gui.Im. 

lOh.  borracho!  |<Vh,  de  la  ^tlcnat 

¿qii¿  mucho  que  digan  de  mi           ^^M 

^^^H 

mella  el  tnaMin  al  bribón; 

que  me  casé  con  un  muerto?            ^H 

^^^^^H 

déjate  con  su  opinión. 

IKiBtuciu  rntéii,  éormUo.^^% 

^^^^^B 

'  pida  de  puerta  en  puerta, 
uzgue  la  ili-l  cielo  abierta. 

NlKCUC. 

Ya,  Taontiendo...  cH...  adelante...         \ 

^^^^^^^B 

FRLIf.lA. 

¡Qué  bien  sientes  misdesvciii.;         ^mt 
¿A  la  somhra  di*  mis  celos                 ^H 
te  duerme-)^  itieniíl  amante!              ^H 

^^^^^V 

y  nusuiros  incfeiidetiiot; 

^^^^^^V 

vidik  y   uvcntudloiiuinri4. 
|{u»o.  hacienda  V  llbenad. 
¡Viva  el  próáigiot 

^^M 

Esto  mcr«:emu)er                            ^H 
que  h  1. iberio  despreció                     ^H 
por  ti.  Duerme,  duerme.                 ^H 

^^M 

Ciniad,                       1 

^^^^^ 

que  nosolras  baila  re  mus. 

Simvc 

^^B 

IVanite^Htúitá^y  k»iUnáo.) 

r  «LICIA. 

Si  (ú  supieras  querer,                        ^H 
deiaris  ejercitar                           ^^^^ñ 

^^H 

ESCENA  V 

Almo  que                                ^^^^H 
poicncius  que                          ^^^^H 

^ 

ftucu  y  Kinivcio. 

pues  nunca  Ins  das  lu^tf          ^^^^| 

^^H        Fkucu. 

Hny,  Felici»,  estás  motesia. 
¡(,lui  muchol  Soy  lu  mujer. 
Acabando  de  cimcr, 
es  salud  dormir  lasmia. 

Ni«EWC. 

que  usen  de  los  sentidos,           ^^^^H 
que  tu  sueftu  tiene  esclavos.                   1 

(NÍnr.>clo  luti»  «n  n^  *lla,Í     J 

Seis  tortas  reates,  dos  pavos            ■■ 
y  diez  capones  manidos.                 ^H 
¿i^'ue  uun  cniíc  sueAi-s  Is  gula        ^H 

^^^^K 

t Ftíuiíimt  ft  uto  uU»,  iinUnú»  Im 
firt  i"frr  a»  lattiieU.t 

No  ic  doy  celos,  no  llenct 
falla  en  fiqui-vss  ni  en  Kalas, 
en  mi  mesa  te  re^aUt, 
wfifita  e(C4  de  mi»  bienes, 
adoróle  por  mi  dueño: 
¿por  que  le  quejas  de  mi? 
Tengo  celos. 

PSI.ICIA. 

^L     \ 

trata  ii  eMe  liicOaro  aM?                    ^H 
Miren  cuál  ronca.  ¡Ay  de  mE            ^H 
pobre  del  amor  que  adula               ^H 
al  que  aborrece.  Ya  el  mío               ^H 
en  desdín  s«  tía  transformado.        ^H 

IXlncucie  to*aii4<f^^M 

^^H 

VtNKIX;. 

No  hay  IHns  que  me  de  cuidado;            1 

^^H         NiKEirc. 

jOIos? 

a. 

lo  detiiit  es  dnt  arfo.                         ^m 

^^H 

Futía  A 

jOh,  blutremo!  Allá  veri»                 ^H 

^^H         MiNiuc. 

¿Pues  tú,  dequtin? 

la  evidencia  deic  error.—                  ^^^ 

^^M         Fkucu 

De  tu  sucfto. 

^No  hay  vida  eterna,  traidor?          ^^M 
Nacer  y  morir:  no  hay  más.             ^H 

^^H 

Por  Dios,  que  tienes  dnnaire. 

NiNEUC. 

^^^^ 

IVMtéurmie94o,í 

^^H 

^^^^^^^ 

Nuevo  modo  de  querer: 

^^H 

^^^^H^ 

ya  dicen  que  hubo  mujer 

ESCENA  VI                        H 

^^^^^H 

que  tuvo  celo,  del  aitc. 

KcLKiA,  SnKvao  y  V»  C«i4n«.               ^^M 

^^^^^^^a 

peco  de>  suc't\o  no  s¿ 

^^^^^^^P 

que  hflva  habido  otra  inventora 
it  laks  celos. 

CniAOo. 

SeAor,  scAor,  lu  sobrino,                 ^H 

^^^^^^ 

l.áxaro.  ba  venida  á  verte.                    1 

^^H^   PELtCIA 

Ahora 

(Ni-iCK^k>  Jttprrlán4m».i     j 

^^^^^L 

yo,  Nineucio,  loKré. 

NlItBIIC, 

l&árharot  ¿Pues  desB  suene             JH 

^^^^^^^ 

¿No  los  iienecon  raz¿n 

me  Asas  despertar?                            ^H 

^^^^^^^B 

iN  que  dentro  de  su  cüa 

CaiADO. 

¡Si  vino             ^H 

^^^^^H 

ic  la  oteiisi  que  U  abruma, 

de  lerusal^n  por  li                    ^^^M 
lu  mi«mo  soDrino!                  ^^^^M 

^^^^^^^1 

y  que  la  jurisdickión 

^^^^^H 

que  le  dió  el  tálamo  justo, 

Nihruc 

{IjunUniloii.)            Necio,          J^^^H 

^^^^^^H 

la  usurpan  *n<mn  tazos, 
privándiíU  di-  sus  bfa^'ís. 

¿qué  sobrino  hay  de  mis  predo^^^| 
que  el  descanso  que  pordi?             ^H 

^^^^^^P 

^^^^^^^ 

lifanixándi>l  i  el  gtisio^ 

^B 

^^V           NiNSUC 

KsasL 

^^M 

^^H        FtticiA 

l.ueg»  bien  puedo 

<    La  rvfundMlúii  titniait*  1.a  WpIW  <'>■>»(•  i^H 

^^^B 

quejosa  del  sueño  estar. 

alfil»  tr*e  VMo*  vcrw'i  *■<:                                          ^H 

^^^^^^^ 

pues  iiic  ha  lenidu  i  usurpar 

cl>1fn»i|ueut  ij(«Blta«,                          ^^H 

^^^^^^^L 

derechos  de  jmor  que  heredo. 

lat  pvicncli*  ilrinifw.                            ^^M 

^^^^^H 

Al  sueño  sólo  k  pL-sa 

i|ui  I1UIK.I  Ut  ilatun>t,                           ^^H 

L 

de  U  íustd  obli^tóii 

á  ^u*  UMn  de  IM  aanUd**,                     ^^H 

ACTO  SECUNDO 


Nlnnün  pjfienic  me  trate; 
sálu  mi  tutii<Kl^í]*il 
buKa  mi  iviicJdad: 
lu  demiü  es  dl&paraie. 
So  hay  lobrino  que  ni«  cuaiire, 
iú\a  níi  guMo  es  tni  dueño; 
por  un  Insianic  de  sucfto 
vendare  á  mi  p.iiire  y  madre. 
Ni  á  mi  íobrinii  reciña 
mlk'a&B.  I»  en  vil*  estés 
Xü  tampoco,  lie'^onñ^ 
quu  no  V»  bien  que  en  «lia  viva 
^(licn  en  ív  lie  mi  liovpedaje 
a  mi  cow*  m;  iuMenie. 
No  leniju  nm>;ún  piiriciilc, 
[u>  conozco  mi  liitaic; 
ffl)  vimirecs  mi  Diu$;ni  pido, 
ni  doy:  mjIo  n  bien  vmplcndo 
lo  que  i:oiiniigo  Itc  ¡¡astado, 
lo  (]UC  con  uiro»  perdido. 
iQuchavia  aqui  me  den  tormento 
parientes!  No  meunirc  acá. 
FitKiA.  ¡Maldiga  Oíov  quien  csli 

contigo,  rico  «varíenlo!  iVsiu*.i 

ESCtíNA  Vil 

LtBK>io.    ¡Brava  comedial 

DioiMiKO.  gOonosa! 

LiBCi>io.    «Y  et  enircmís.^ 

Tai»*.  ¡I^Ktrcmadoí 

LtkiPio.    ¿Quién  fu£  el  poeta? 

Nkiok.  La  sal 

dr  los  (lusios.  ct  reculo 
de  nuestra  corle,  irsdv  un  hombre 
moxo,  cuerdo,  cortesano, 
TÍnui)M>,  y  que  no  ha  dicho 
mal  (le  poeta. 

NiCANif.  iMilAfircí! 

Taiua.      Amigo  debe  ser  tuestro. 

NiUKo.      Aunque  &oy  su  upanionado, 
la  verdad  .'s  más  mi  amiga. 
CuníxmcnU  los  teatros 
goxusüs  y  deleitables 
por  más  de  nueve  í>  diez  año^ 
que  tienen  en  pie  A  lu  riM 
y  á  Ifm  gustos  con  descanso. 

FlOka.      «Que  cfitremrseí  tinOri  escrito? 

Nitmo.      Al  pie  de  trexciento». 

LiKBHio.  ^Tantos? 

Ntsiau.     Y  acaban  en  bailes  lodos, 
si  los  aniifiuos  en  palos. 
ICl  hilo  La  MaUonttnía. 
Et  Marión.  Lot  Antojadat, 
dos  de  l.Qs  .Worioí.  A7  Juego 
del  Ao"iír<  )  de  Lot  f  Jíiino», 
/.ti  ol<>;  Kl  cie/io,  l.vt  lilerts. 
Comprar' peuut,  gabmho, 
Lot  dnitonanles  y  ahora 
he  vrsto  ciisi  acabada 
uno  de  Loi  t,iil,irin*s 
¡•rrfoiiyiiiltr,  iiue  ha  jurado 
de  dar  risa  A  un  envidioso 
jumo  A  un  bien  iloriunado. 
Mieniras  not>  dan  de  cernir, 
juguemos  pinta»  6  dados. 


UlOfXtHO. 

Taiim. 


LlBCHIO. 

Fi.ua*, 
Nicako. 
DioooRo. 
Flofa. 

LlBKItiO. 

NicA.su. 

LlHEVIQ. 

Ntsi"0. 

NlCAND. 

UlOüOdO. 

L.tuíiio. 

Dforwpo. 
NicASb. 
Liacmo. 
Nmno. 

l.tHEHIO. 

Nji:ami. 

Nismo. 

DioiwRo, 

l.iacRio. 

1)1  ODOR  O- 

l.iai;»i<i. 

NiMHO. 
LlflKMIO. 
ÜtODOHO. 
I    LHHtHlO. 

I  LisEaio. 

NtSJRO. 

LisEOto. 

DtOIMRO. 

L I  armo. 

NlUA!CI>. 

Liaenio. 


FuoRA. 
Todos. 

LlSEOtO. 

NicAso. 
Diodo  no, 

NlCANU. 

NtsiRo. 

LltlF-HlO. 

DiODOBO. 

NlSIBO. 

I.IBKniO. 

NlCA^D. 

1. ■»!.)•  lo. 
NlCANO. 


Va  de  pintas:  naipes  vengan, 
V«  he  de  HTvir  ese  plato. 
il^ma  •ánbuftlt.yuttan  i¡t  una  $*t- 

¿tía?  tiía? 

S!,  estafiroie)'*. 
Curiosa  es  y  rica. 

¿En  cuánto? 
Dos  mil  escudos  costó. 
Rifémosla,  pues,  en  cuatro. 

iSalgaa  mlgitai>i4  inlr^r) 
A  mil  nos  cabe  A  cada  uno. 
Por  damas  todo  es  barato, 
I'or  mi,  vaya. 

Por  mi  y  todo. 
No  quede  por  mi. 

Pues,  laliot 

MJtao  Jtiua«.) 
iCincol 

¡Siete! 

¡Sola! 

.Tres! 
El  naipe  me  cupo. 

Paro 
esto  más  i  cinco  pintas. 
Paro. 

Paro. 

DI|ío  y  hago, 
(aballo  y  dos. 

SAcala, 
jTcníis  atar  en  caballos? 
Cuando  juego,  soy  de  i  pie. 
Pue-í  andni  que  no  la  saco. 
Esta  et:  una,  dos,  tres. 
(Y  el  iTct  de  cncaie?  andar. 

Cuatro, 
cinco,  seis. 

Y  el  seis  y  todo- 
Siete,  ocho,  nueve. 

Ahí,  diablos. 
Diez,  once,  doce,  v  no  mis. 
¿No  son  hartas? 

Esio  gano, 

(Tiru  ti  éiiurv,  y  ai^oii  (m  nalptttot 
olroi.) 

y  tengo  pata  la  rifa 
doce  pinl&s.  Uoy  barato: 
tomad,  Taida;  tomad,  Ktora: 
tomad,  lodos. 

iQ\ii  Alejandro 
hax  cui!  lü? 

(Viior,  Liberiú! 
irvHiii  otro  il  nalpt.) 
A  diei  doblones. 

Barajo. 
A  treinta  doblones. 

No. 
A  cincuenta. 

Parad  iaigo, 
que  «sio  le  corre  detrás. 
A  ciento,  pues. 

Topo  i  enlrambo:<. 
As  y  rey. 

Va  i  la  trocada. 
Anda  y  no  temMíis. 

¡f}vi  abajo 
que  está  el  señor  teji 


^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^m 

Hil^^i^^^H 

^             Í54                               TANTO  Ei  LO  p£  nis  GOMO  1.0  DZ  MF.-fOS                              ^^^^| 

^^V       DioooRO.                                     Y  encima 

no  os  llaméis  ptúdigo  ó  Iaf(;o.^^^^B 

^^f                       el  as  (1«  copas. 

LiBEKio.   Con  matos  corrciponilioniñ,          ^^M 

^^^         NiCAso.                          Aiídallo. 

raiún  es.                                        ^H 

■              Diouowo.  Una,  dos,  im,  cuatro,  cinco. 

Nisiao.                   Hablad  más  bajo.             ^H 

W                             íei%,  ticte,  ocho.  nune. 

LiiKRio.   Nisiro,  ¿pues  sos  conmigo             ^H 

1               LiBEjiio.                                        ¡Malo! 

os  descomponéis?                           ^H 

H              DioDoao.  Dier,  once. 

Nisiao.                               Me  canso,             ^H 

H             LiHKaio.                    iCoti  as  V  rey^ 

por  Dios,  de  que  siempre  usns        ^H 

H             NicAKD.    lUI  ¡maldiga  Dios  mis  manos! 
1             DioDoao.  Doce,  trece. 

□e  hermano  mayor.                        ^H 

DioDOBQ.                               '^  esclavos         ^H 

■             NicAMD.                     Trece  pierdo. 

menospreciad  dése  modo.               ^H 

■             LiBCHio.   ¿Cuánto  me  cabe á  mi? 

V  juguemos  que  me  enfado.             ^H 

^^^       NicAMD.                                     Cuanto 

Nistho.      ConiJluvamus  csla  rifa.             ^^^H 

^^m                      sobre  estos  trecientos  cuente. 

y  si  os  dais  por  agraviado.        ^^^^H 

^^V                         y  lie  los  ilcmás. 

opilaciones  de  honor                ^^^^H 

Nisiao.                             Yo  cano 

sana  el  acero  en  el  campo.                    1 

mil  y  quinientos  escudos. 

Liuaio.  Jugad,  pues,  elnaipecs  luestro.           J 

DtoooRO.  Y  }'o,  que  paro  doblado. 

¡Perezosos  desengaños)                    ^H 
abriéndome  vais  los  ojos;                  ^H 

gano  tres  mil. 

LiaKtiio.                        ^Ctiinio  es  todo 

mas  gloria  á  Dios  que  los  abro.          ^ 

lo  que  debemos  entrambos? 

1 

NisiRO.     (luatro  mil  y  más  quinientos. 
LiMtaio.    ¡Que  he  de  perder  de  ordinario! 

^^J 

ESCENA  VIH                 ^m 

Nicjisd.    Sobre  estos  irecicmos  cuenten, 
y  dad  lo  demás. 

dcHM  }'  GviJn.  tuda  atbtroitdn-            ^^m 

LiBxrio.                           ¡Qué  extraño 

GuUm.       ¡Agua,  agua!  ¡Fuego,  fuego!             ^H 

ligor  de  estrellas! 

¡Calderas,  jeringas,  ca^os,                ^^^ 

t>ioDORO.                             Tres  mil 

que  se  abrasa  lodo  el  mundoC          ^H 

y  nuevecienlos. 

¡A^ua,  Dios!                                        ^H 

Taida.                              <jran  mano 

LiRMlo.                        ¿Estás  borracho?          ^H 

perdí  stes. 

¿Qué  disparates  son  «os?                 ^H 

Liataio.                   Tomad  ahora 

GuiJk.      ¿Borracho  yo?  Pues  á  estarlo    ^^^H 

^^^                     esos  tres  mil  entretanto 

¿pidiera  agua  tan  aprisa,           ^^^^H 

^^r                     Que  me  traen  de  cau  más. 
DioDOiio.  Yo  nunca  juego  al  flado. 

elemento  tan  contrario             ^^^^| 

de  mi  lacaya  purera?                  ^^^^| 

ÑiUKú.     Ni  yo  fio. 

Tu  casa  se  esti  abrasando         ^^^^^ 

Liataio.                  il'ucs  tan  poco 

desde  el  Ínfimo  cimiento            ^^^^| 

crédito  tengo  gamUu 

hasta  el  chapitel  más  altu.        ^^^^| 
LtBERio,   ¿Qué  dices,  loco>                       ^^^1 

con  vosotrosl  jQuí  os  parece 

de  mis  amigos? 

GulIn.                             ¿Qué  digo?              ^H 
Cargó  el  mojto  de  caballos              ^^ 

Nisiao.                           Jugamos. 

y  no  hay  amistad  en  íucgo, 

delantero  aquesta  noche,                        1 

cuando  el  oro  nos  tiramos. 

arbitro  cnite  tinto  y  blanco.             ^J 

DioiwRO.  Aquí  como  aquí,  y  allá 

Fue  al  pajar  con  un  harnero;           ^H 

como  alli. 

llevaba  encendrdo  un  cabo              ^H 

Ll>BKlO>                      Diodoro,  pavo. 

de  sebo;  cávasele                             ^H 

jugad,  y  sed  mis  cortét. 

un  pábilo,  y  en  sacando                  ^1 

^^K                     que  no  tardará  un  criado 

la  pajiza  provisión, 

^^V                     que  fué  i  casa  por  dineros. 

cecrú,  du^  un  pienso,  y  soltando 

W                            y  os  satisfará  en  llegando. 
K^        Nisiao.      Mientras  que  viene  ó  no  viene, 

las  riendas  al  sueño  y  vino. 

entre  sábanas  de  Baca 

^^^                     podéis  para  asegurarnos, 

envolvió  los  torpes  míemb.'OS 

^^f                     empcAar  esos  diamantes 

entre  sucftos  paseando 

^^^                      y  «a  banda. 

paraísos  de  la  noche. 

I               Flooa.                            Yo  me  encargo 

va  que  no  á  pasos  &  Irados. 

B                            de  su  depósito. 

bió  el  pábilo  tras  la  paja, 

1             LiBtHio.                         Bueno: 

Ib  paja  tras  lo  inmediaiu. 

^^B                       i  ser  los  diamantes  falsos 

y  esto  Iras  el  primer  techo.               ^ 

^^B                     cual  h»  amigos  que  se  usan, 

que  yendo  comunicando                    ^H 

^^^^^-                diera  engaños  por  engaños. 

su  coningión,  en  un  punto              ^H 

^^^^^k              Tomad,  no  quede  por  eso. 

emprendió  salas  y  cuartos,              ^H 

^^^^^H              aunque  creí  que  obligaros 

y  para  acabar  con  elto.                    b 

^^^^^^B               á  vos  mis  gatas  pudieran 

en  un  hora  (iirístc  estrago!) 

^^^^HF                y  á  vos  también  mis  caballos. 

más  pródigo  fué  oue  tú, 
pues  que  todo  lo  na  abrasado. 

V             DiODOao.  ¡Oti!  pues  si  en  cara  noí  dais 

^^^                     con  dadivas,  que  os  honraron 

sin  dulcrsc  de  la  ropa. 

^^^L                     por  adnaitillas  nowiroi, 

caudal  d«  un  pobra  trcayo. 

ACTO  SEGUNDO 


Pcnonus,  bestias,  hMÍemla, 
cotKiduras,  corres,  imslot, 
todo  ie  ha  resuello  en  hutnOi 
como  favor  de  privado. 
Deia  ya  damu  j  Íatf¡o%, 
y  a  la  patria  nos  volvamos 
cenicientos,  si  no  ricos, 
que  asi  pagan  ruines  amos. 
LiMrio.  Sirviendo  al  mundo,  bien  dices. 

f>ué  tarde  en  la  cuenta  caigot 
amos  4  ver  si  podemos 

dir  algtio  remedio. 
GvLÍ5.  Vamos. 

puesto  que  en  balde  ha  de  str. 
Lik»ro.    Amigos,  si  los  trabajos 

son  toque  de  la  tcaliad, 

en  (cdc  la  que  he  mostrado 

con  vosotros,  socorredmc, 

que  si  es  verdad  rsiccaso, 

sólo  en  vosoirr/i  confio. 
Drotwr.o.  Mostrad  corazón  hídaljio 

en  la  adversidad,  l.tberio. 

7  como  de  un  propio  hermano 

de  mi  hacienda  disponed. 
Nismo.     Lo  propio  ofrexco. 
Taioa.  Mi  llanto 

muestre  lo  que  esta  desdicha 

stenio. 
F1.0NA.  Y  )'0  también  que  os  amo 

con  el  corazón  que  os  di, 

seflor  de  mi  hacienda  os  h*^. 
Ltunio.   Sois  ejemplo  de  lírmcza. 

sois  de  la  lealtad  retratos. 
GrL(K.      A  la  vuelta  lo  veredes, 

dijo  Agrijes. 
LiBMto.  Vamos. 

Gtilx.  Vamos. 

\Vwu4l0t  éei.) 

ESCENA  I.\ 
I)i(Hw«o,  Nhiro.  NiGJki^iHO,  f'Loiu  y  Tjti*a. 

Taida.     Muy  gentil  despacho  lleva. 
Floka.      Ya  este  pollo  va  pelado. 
DioiMiiO.  lAlloí  á  cenar,  que  si  vuelve, 

el  llevará  su  recado.  ( i'an/i  (Dtfnt  j 

ESCENA  X 

Tm»Mtiio y  Cioduo 4rtnuáai  lax  t$p«4ai  Ira 

4t  Uvti»,  qut  tilt  Itaytnáu. 

GulIk.     iQuedo  aue  dan  el  porrazo, 
que  me  decriengan,  quedilo! 

TiMAMO.  No  grite. 

GuUk.  Pues  si  no  grito, 

no  acuchillen.  ¡Ay,  mi  bratottoan/r.) 
jQuf  quieren,  cuerpo  d^  Dios^ 
Pidan  sin  dar. 

Clomo.  Lo  primero 

pjdo  el  acero. 

CtJtfM.  ^Yo,  acero^ 

iQuJ  poco  saben  los  dos 
del  humor  á  que  me  inclino! 
Siempre  que  estoy  opilado, 
tn  vcjC  de  andar  acerado, 
conmuto  el  acero  en  vino. 


Clomo- 
Gi:ü». 


TwAsn. 
Gi;l(x. 

Ti  MANO. 

GuLf». 

Cl.OOKO. 

OiiUn. 


I 


TlMAKS. 


CVLJN. 

Clodro. 
CulIm. 

TlMAND. 
GUÜK. 


Ci.oono. 

GijLrii. 


Clooho. 
GtidN. 


TWAMO. 

Gui.fK. 

Cl.ODMO. 

GlU!*. 
Ctociao. 

GttLfK. 


Tm»M>, 
GuUk. 

TlUAXI>, 

GvtJx. 


Clobxo. 
Gulík. 


l36 

¿No  trac  espado? 

En  mi  vida 
ni  portl¿,  ni  reñf. 
Un  no  por  no,  y  si  por  si 
es  mi  riña  conocida. 
Largue  la  capa. 

«1.a  capa? 
ipidleraldes)  un  capón! 
Acabe. 

¡Hay  tal  pe(ici6nl 
jEa  pues! 

De  una  gualdrapa 
salió,  i  imiución  Je  Evt 
de  la  costilla  de  Adán. 
Mi  amo  es  rico  y  galán, 
>-  sale  más  la  que  lleva 
le  gontordn,  oro  y  raso. 
A  no  dejarle  escapar, 
tuvieran  bien  que  pillar. 
Atajado  le  han  el  paso 
otros  que  le  inmen  ctMilM 
de  toda  esa  bizarría. 
Acabemos. 

¿La  porfb? 
Dale,  y  muera.  (a*nit.) 

lAyl  tengan  eticóla 
con  la  necedad. 

No  calla  I 
y  da  lacafM. 

jBobear! 
Sí  la  tienen  de  lle^'ar, 
<de  qué  sirve  cuchillada.^ 

(í»ar«  (a  cdM.) 
El  sombrera. 

Está  lloviendo, 
tengo  reumas,  soy  quebrado, 
no  puedo  ser  bien  criado^ 
dar  ele  en  amaneciendo. 
¡Oh,  pesi  «1  bufón!  Acaba, 
dale,  y  vamonos  los  dos. 
Dada  mala  les  dé  Dios, 
con  vigilia  y  con  ocian.— 
Allá  va  el  sombrero. 

El  sayo. 
tEiirifémí^fn,)  jSayo^Carade  sayón 
icníis  vos. 

Venga  el  ¡ubAn 

un  lacayo. 
Quite  los  carsoiies. 

Yerro 
es  negarlos,  va  los  dan;  ípnKatMj 
si  muero  aqu!,  llenos  van 
de  cera  para  mi  entierro. 
Pues  brevemente. 

Hilo  á  hilo 
me  voy. 

^Qué  dice? 

lAv,  de  mil 
¿quién  ha  visto,  sino  én  mi, 
cera  hiluda  y  sin  pabilo? 

La  camisa. 

Eu  es  crueldad. 


fOaaJKJ 


I    Aii  ta  il  «liainil:  U  rafuadKtA*  B«  trit  Mt« 
piiait.  q<ic  qiKili  fin  cor(«Hir. 


^^^^^^^^^^ 

^^^^i3? 

TANTO  ES  LO  DE  ÍlA%  CONO  t.O  DK  >tT',NOS                      ^^^^^^f 

^^H 

.  N(i  hade  qutiilitfk  un  cibello. 

Liaanio 

lAy.  titítít       ■ 

^^^^^^  GulIn  . 

Señof».  qiiv  tiMoy  duiic«ll<>. 
no  jfíraviijn  mi  iióttcsud^d; 

¡Que  bien  mcYockIo  m  llene 

mi  mala  vida  el  ri^ior 

con  que,  aunque  larde,  recuenloC 

^^^^^^^ 

virK>oa(e&. 

GliUn. 

{Qui«n  viene* 

^^H         Ci^DRO.                 Xo  hava  micdu. 

Liacaio 

Desnudo  pierdo 

^^B 

Scr«,  SI  tn  punt'us  quvdo, 

Ciipidu  Je  ttn  tnvjyu». 

1 

á  fuer  do  pobre,  el  temiir: 
ya  ^quc  me  pucicn  qLiiUr. 

^^H         Cu>l>i>a 

.  (itnie  >uenu:  ilc\c  pti»». 

ii  ni>  rt  l<i  vida  cinuida, 

^^m 

Aún  no  Ikuj  ú  (iietlij  pierna. 

en  el  piíbre  dopivciadi. 

^^^M        TtMASo.  A)tnttl«:ic*  á  \a  linic(n.i 

M  en  el  (ico  de  eit;mar.^ 

^^^^^■j 

el  dejurk  la  caniiui.            (Vantt^ 

GulIk. 

I.1*K»I0 

iQui.^  en  breve  el  auUo  se  pata! 
^<^uicn  va? 

¿Quien  es  qmen  me  avias? 

^^^^^^H 

ESCENA  XI 

GULÍ.H. 

tlnadnncclu  en  camisa, 

^^H 

que  la  echaron  de  su  cau, 
V  iras  toballa  su  Hor, 
le  han  quitado  el  faldellín 

^^^^^v 

Con  buen  fl«Íiro  ine  socurren 

^^^^^^H 

p*ti,  rew»iif  canales. 

dos  bcllacov. 

^^^^^^B 

j(^UL-  cobardes  suii  lus  males 

LlBUJO 

jEsGulin? 

^^^^^^H 

cuando  irj»  un  pubr«  coreen! 

Gui.(n. 

^Kt  Liberto,  mi  señor? 

^^^^^H 

No  hii)a  miedo  i^uc  Ac-imcun 

LlBKKtO 

¡Ay,  amtgoi  la  fortuna 

^^^^^^1 

dt  uno  en  unu;  co  cüiudilrún 

mi  deía:  tuda  es  entremos. 

^^^^^^^H 

vienen  junltis.  _v  i  irn^ion 

GulIn. 

SeKun  llueve,  no  diremos: 
defado  ñus  lia  á  la  luna; 

^^^^^^1 

pulcras  de  ¡íg»i  recetan. 

^^^^^H 

Cunira  el  fiie^<\  cuyus  brios 

á  Las  puertas  de  lu  dama. 

^^^^^^^1 

nuestra  hacienJ-t  hjn  nhrauílo, 

mojaJus  }'  pobrcí,  si. 

^^^^^H 

fuego  V  Águit  me  h«n  Jejadii, 

LlHtIO 

Dos  nmluo^  tendió  aquí 
que  me  den  Micoau.  Mama. 

^^^^^^^B 

de^nuJü  j'  cvn  caloiríoii. 

^^^^^^1 

¡l'ucs  decir  que  cjJa  guu 

Ci'lIn. 

i\nHiiiH? 

^^^^^^H 

ni>  eti  una  tclt  de  hieiul 

Lmaniú 

Si;  llama  aprisa. 

^^^^^^1 

¡'l'ania  rijtur'dad,  cielu. 

GulCk. 

Como  los  de  Job  serán. 

^^^^^^H 

C'jHtrd  unü  camiu  rou! 

que  ciiandi>  saldan,  saldrán 
a  quitarnos  la  camisa. 

^^^^^H 

I>u¿la'.i^  el  peligra  mío, 

^^^^^^1 

que  suy,  si  movcri«  puedo, 
ti...  tliiundo  de  inmlu, 

LtBCHIO. 

Pues  yo  mi  hacienda  les  daba, 

^^^^^^H 

de  qué  me  amparen  no  dudo. 

^H 

ti...  tiriuado  de  frío. 

Gi;i.fN. 

Más  dá  el  duro  que  el  desnudo; 
desnudo  estás:  va  de  aldaba. 
ll.iama  y  arrílfa  itttn*  mtifea  y  artta 

^^^P 

ESCt-NA  XII 

yiíUrt.  Caartn.) 

jQvé  parecen  /i»  rUvt  f  ii«  empoltrecicrou^ 

^^^^^^           (Lriisio,  ((nan^o;   GciM,  Dnputt  TtiM, 

C4ttar<). 

líe  «iVeiHM  yiií  te  sorbitron. 

BtMC, 

^^^H 

Plotu  y  ftutt. 

TOita  h 

^^H 

No  et  pequera  niaravlllH, 

Jt  los  trá  licMip9S  yire  tilo  el  prtuiile. 

^^^^^^ 

llamárMÍ'>K  el  mundo  mar, 

Gulík. 

Si  eicuchai  cito,  ^qut  esperas? 
Bailando  están  ¡vivo  Dhis! 

^^^^^^v 

de  MI  lormcnls  c^apat. 

^^^^^B 

aunque  desnudo,  á  ia  orilla.                 1 

y  acá  rabiando  los  dos 

^^^^^^1 

Quitc'ime  l;i  hit-icuda  ol  fUcgo, 

al  it'a  de  viento  y  goteras. 

^^^^^^H 

salteadores  al  vnixio. 

1. IBERIO. 

En  eso  se  diferencia 

^^^^^^H 

torpes  vicit»  ct  scniídu, 

el  tenn  del  no  tener. 

^^^^^H 

moceiJadeí  el  losieic». 

CulIm, 

Ño  lo  quisime  creer 

^^^^^^^B 

Loi  bienes  de  In  fortuna. 

cuando  luviite. 

^^^^^^1 

Como  ion  b«nes  preiiadoi., 

Lnuio. 

iPadeoclal 

^^^^^^1 

quien  lo^  jux^u  i iiiculaitot, 

GuifN. 

Gflevot  nos  llamó  sorbidos 

^^^^^^H 

no  hHtKendi>  iirniexa  alttuna 

«1  cantor. 

^^^^HP 

en  ku  variable  rueda, 

LiaKaio. 

Vcrda.Ief  fra^iua. 

^^^^^H 

que  i  tantos  postra  en  un  dJa, 

GULlN. 

CltovOs  pasados  p<-ir  *f,üx 
sontos  anorn  y  cucido^ 

^^^^^^v 

cuando  tais  ta  ella  (la. 

^^^^H 

del  modo  quo  yo  se  queda. 
Mué  h«dc  hacer?  ^Adonde  ir¿ 
de  noche,  solo  j  desnudo? 

como  lu  hacienda  en  el  fuego. 

^^^^^^ 

asada  y  htxliu  (iljioie. 

V 

Dwr»  Jo  por  mi  capole 

■                  GUÜN. 

¡<.>ut  despacio  y  qué  menudo 
te  ik|a  lloved 

cuairo  votos  y  un  tenieüo. 
¿No  lo  oy*!? 

H                  LlKflO. 

iOué  htti? 

Lmiutio. 

Llimí  otra  r«i. 

■             CulIh. 

Uiro  cn;:aniitad(i  viene. 
.Mal  de  mucliiis  ti  consudu. 

GuLfK. 

A  un  pobre  nadie  le  uiri, 
y  si  viene  un  atíua  va 
con  su  mano  ue  almirez, 

^^^^K 

^Si  M  nucUTO  pródit^? 

ACTO  SKOWNn'  ■ 


*  é  piamn  Calta  j  Mcude, 

lUtlfi  CJk^t». 

.ttt.no.  I-Uma. 

Cvu^i.  Ltainu. 

ifínnro.»  ¿Quién  vaalUL? 
Gui.Ik.  üulia  y  su  aino 

en  ttmofo. 

tnnlrv  l      I^ius  tt  >;  U(k. 
GulIn.      ^Ayuík.'  So  »li)rnihiimus, 
Liuoio.     I'ijil»  contra  mi  sr  ntiuta. 
Clin  iM.     Bueni^  »  Ckitmiauo  uyuJ» 

cunmlxr  CaUdo*  ctumus. 

^LIllmll  •tr-M  Hf.) 

LiBtniO.    I.llMrtO  M)r.  Abre,  ami)^. 

{iHni';  I  I.Uwfio  no  vive  a>)ui. 
Ltaxaio.    <-  rku  vtvl; 

Í<  iiic  uiy  mendigo. 

IC1.1.J  j  I  j  Ja  quac»tA 
Uilwtio  atjui. 
Uko.  iBuea  fCttJiloI 

iPuM  si  tuju  i:4>n  un  pali>! 
Ot«o.       Cíeita  ycanU.        iCürr^m  j*  gotpt.t 
GviÍh.  iBueno  val 

t.Vo  í-íiífrf  eiffl  (iHij  (Jrjfrii'j  ni  e.ilros, 
porijM  utvjf  y  ííroi  vi^fKn  peíjdot. 

mifiUr^s  M>  Muf-iert  gaitni,  no  liiibrd  rtviüos, 

^Llaxlllo.    iViv«  Ditn.  que  va  no  ba»a 
la  puckiKial  \l>rid,  vtllanoí, 
itKi  gttlpnrrelí'  I 
|ura  recibir,  con  mnnu!i: 
K  KÍ'i  i'i  gastu. 

I  <'' 

vuestra  IcalUia? 
Uko.  |A|;ua  va! 

iCulln  mii/aia  pvr  ti  ii|iai<i  arrufMú.) 
GuUn.      Agua  tiene,  y  nn  loiada. 
jPull  iJ'ueit»  J«  Oíos  en  ellal 
iLíbtrw  lUmtnái.'  tvn /u4rta.} 

LiaKMto.    Los  puerui>  tie  tic  quebrar, 

jvivc  Üius! 
GuLfN.  Para  afcitdr 

caras  rt  cla(;iM  bella, 
tiauío.   |At),  TvM  ,Ah,  Klora!  jAh.  tiranasí 

«Asi  pa)(iÍN  un  amor 

inn  il  1  1a  .1  ,?  ;  'ii  T¡-;i>r 

<J<^  I>i8 

(1^1  ,      .     i>irat 

f¡  '  jc  e^tu  iiu  Ot>  mueve! 

GuLÍK.      (.1 '  -  iiainas,  mi»  lluevi;. 

iVui  iitül  iicmpu  pjiia  jKiini^ 
LiBKkio.    ^rlvie  piviii  O  da  unj  diniu 

que  su  bermiixura  iicirbiut' 

iSüIct  4  !•!  i^iiiiiFi.i  raiili  ]-  Flerj.) 
Taii>*>     ¿Quien  e»  el  no.íi.'  que  quiebra 

av  Ihs  pucri;ii^  ^'juién  llamad 
Lieeaiü.    Mi  bien,  lu  l.ibei  m  ^oy; 

abtv,  amor  es,  que  desnudo 

I'  u1  ,lLMl:i,   ílí.   \'  <I  ■  4Ü1J0, 
V 

tni  ■■        I  : 

el   tUCUU4tlI   :  !  -.^ 

ún  haber  qu  i.> 

del  aKua.  Si  iii'.  iUi  quvfidu, 
cumple  b  paliil»*  iibura 
que  me  ofrcciO  lu  (avor; 


Taioa. 


Ltaanio. 

T*ID*. 


l.iac(iio< 


Gi'ifs. 
Liacpiio. 


^ 


UUÜM. 


NIU80 


hax  alarde  '-    '  ■  r, 

Tullía  hm  Flota. 

I  '  I  ;''j"s, 

Ci  'itC. 

Aun  .<  .'iiiiire: 

i>^>n  1;  I  ^ue  le  mojuJ 

kMalc  Lin  }.'<-.{u.to  más 
dcbjjo  Je  e^ia  guiera 
(G  putl;  lle,$u. 

lAIi,  ingraial  ^Ah,  Hcral 
¿Hurlando  dv  mi  te  vsiás> 
¿Yt'  buriurí*  Nu,  pur  mi  vkü,' 
»in'>  que  cumplu  un  deteo 
detpiíu^  qiicAl  ufiíu  te  veo. 
De  iiiiictMi>  que  lui  querida 
escuklié  el  deuiMfivjju, 
porque  ludus  me  tumban 
quo  poi  mi  am>>(  kc  aorauban. 
Cansábame  Laniu  lue|$o, 
pero  cH  II  cesa  nii  ci)i<uló{ 
\<t  saz  unas  mi  apetito, 
que  deicaba  miinilu 
un  amunie  temiijad>>. 
l(a»tu  U  burla,  iiii  bien, 
Abura,  hii>:uj  itDrirme  vo». 
I  lciii</i  de  lUtlir  las  d'» 
si  le  «biiii)ii-t )  le  ven 
h>>  que  ealáii  aquí,  uncamiu, 
la  vay.i  que  ic  luii  do  dar, 

¡creyera  lu  pc>ar 
medida  de  su  itsa. 
A  casa  pueJes  tornarle, 
que  puckio  que  se  na  quemado, 
liullurits,  pues  te  has  niojjjii, 
lümbic  en  eila  en  que  enjugarle. 
Y  no  llames  más,  im  bien, 
que  acá  m  abrimos  y  subes, 
cumu  alli  Uu«veti  las  nubes, 
llovufAn  paJusiiimbiiín. 

1  IL'xri  j.i  cun  rtmljimt/^y  mate.) 

CuncenaJnve  esus  mctlido*. 

Vill«n«i,  aiiii^us  viJes, 

mujeres  Memp>e  uiviles, 

ai  turpe  ínteres  iciidiJas: 

<lc  vuestra  dusivalud 

esU  agraviadlo  ei  valor; 

de  vosotras,  el  amuí; 

de  vosotros,  U  amislaj. 

Mas,  no  importa;  padre  tengo 

que  entiqueccrmc  ouilfá, 

SI  el  ciclo  atiku  le  Ja 

lie  la  ik-s>iicba  i  que  vcnt{o. 

Vo  le  escrituré,  villanos; 

,vu  volveré  presto  i  ser 

caudaloso  para  ver 

ti  leni'ts  cnionves  manos 

para  detrndur  casiigus 

que  no  podréis  resistir, 

como  para  rvt:ibir 

á  luei  de  lalvos  amigos. 

Salgan  acA  los  que  arrojan 

xupM, )  MbrAit,  SI  los  vemos, 

<lc  la  suerte  que  corremos, 

y  ctol  mudo  que  se  muían. 

V  ellas...  las... 

(Otniro.i        Abre  etai  pucrus; 

]vive  Diosi  que  h«  de  matallc 


i38 

TAKTO  ES  LO  D^Ts  COMO  LO  DB  Mi'.    0^^^^^^^^^^^ 

i  palos. 

ToRM  esa  callr. 

que  h»M3.  en  esto  ic  cüi  honrud^H 

GutlK. 

quiere  mi  suene  importuna            ^H 

[.1  BEBIÓ. 

no  haya  iras  el  agua  ya,                    , 
un  raio  <ic  torbellino. 
;Ay,  luvcníl  dcMitino! 
urde  esctrmcntusie  ya. 

IVaaM  f««  tf«i  J 
1 

que  Liberio  i  tus  pies  i  cnga           ^^ 
^                                        (Arre4ttUtti       1 
pura  que  los  suyos  tenga                 ^J 
en  mi  cuello  le  fortuna:                  ^H 
n»  quieras  mayor  venjfanKa    ^^^H 
de  quien  <:ompitió  contigo.       ^^^^| 
CcUc      Nidc  un  lacayoprodico          ^^^^| 
que  entra  inmbien  en  la  danzad     ^H 

ESCENA  XIII 

LtDKRiO.    Mientras  mi  padre  me  envia           ^H 

algún  socorro,  seAor,  ^H 
haimc  en  tu  casa  favor.               ^H 

Destruyéronme  en  un  día              ^H 

NlMCC. 

^Tú  en  mi  c*M  «  mi  pearf 

las  llamns,  el  vkío,  el  juc^o,           ^H 

¿Til  á  mis  pticttflt  pordiosero? 

la  amistad  que  ahora  pasa,            ^H 

Ni  le  conoico,  ni  quiero 
piif  deudo.  Te  he  de  sacar 

que  pues  que  lodo  csto  abrasa.     ^H 

todo  <Ieb«  de  ser  fuego;           ^^^H 

yv  tn  pcrson*  dett»  corte 

y  como  no  hace  ventaja         ^^^^1 

y  del  mundoí  no  me  (io 

el  pobre  al  que  se  murió.  ^^^H 
la  VüTtuna  me  dejó                   ^^^^H 

de  nadie. 

Láiako. 

Nineucio,  ilo. 

solamente  csu  moruja.         ^^^H 

scAur,  mi  humildad  repone 

El  mis  vil  de  tus  criados         ^^^^1 

tu  cólera;  enfermo  esior, 
i  pobres  mi  hacienda  di. 

ser  en  tu  casa  quisiera.           ^^^^| 

tiULÍx.  Porque  venimos  siquien  ^^M 
como  piñones  mondados.             ^H 

nÍnt¡uno  conozco  aquí. 

de  tu  tierra  y  sangre  soy. 

NiKEiic.  ¡Oh,  qué  buenos  mercaderes  ^H 
de  La   elicidad  fuisteis)                     ^H 

jt^uc  impona  que  á  los  umbrales 
de  tu  casa  un  pobre  ettí 

^^^^^& 

Initcniosos  la  adquiristeis,               ^H 

^^^^^^H 

que  sobrino  tuyo  Tué.* 
bn  la  cone  hay  hospitales. 
No  lo  es  mi  casa:  ta  fuera. 

tú  en  pobres,  tú  con  mujeres.       ^H 

^^^^^   NlKKt'C. 

Felicia,  buen  casamiento               ^H 

^^^H 

hubiens  hecho  sor  Dios  ^H 
con  cualquiera  de  los  dos.            ^^ 

^^m        Lkik*o 

Opinión  los  pobres  dan 

^^^H 

oue  A  puertas  del  rico  esUn; 
Jeja  que  á  las  tuyas  muera: 

Felicia,  j.tp.j  ¡A j,  Libcriol  ¡cómo siento  1 
tu  pród>|(a  adversidad! 

^^^^^a 

^^^^^^h 

crean  los  que  i  ellas  me  ven 

aunque  más  siento  la  m(a. 

^^^^^V 

que  Mr  limosnero  sabes. 
Cerrad  y  dadme  las  llaves. 

oue  en  fin  en  tu  compaflia 
luera  va  felicidad. 

^^V           NiMtCC. 

^^1            FtLICIA. 

Compasión,  esposo,  ten 

y  no  en  la  «teste  avarienlo. 

^^H 

por  esta  noche  no  mis 

porque  mis  es  de  sentir 

^^^B 

de  tu  sobrino. 

que  ta  pobreza,  el  vivir 
junio  atl  manjar,  hambriento. 
SdVor.  pues  que  vencedor  ^á  NimtucUi 

^^H            LitAKO 

Lebreles 

criar  ref;alados  sueles. 

^^^^^^L 

y  i  perros  sustento  das: 

haz  cuenta  qu<:  un  mastín  tienes; 

dcslos  pobres  has  salido. 

^^^^^^H 

hacer  merced  al  vencido 

^^^^^ 

con  olios,  seftiir,  me  ifiuala. 

es  propio  del  vencedor. 

^^^ 

No  haiio  yo  cuenta  tan  mala 

ICn  tu  casa  los  recibe. 

^^^^^^1 

que  men<><^abe  mis  bienes. 

NiüBVC.    De  que  eso  digas  me  pesa: 

^^^^^^H 

Ni  aun  como  perro  has  de  estar 

loa  migajas  de  mi  mesa 

^^^^^^B 

aquí,  que  ellos  i  quien  p>asa 

no  les  dar(,  ¡el  cielo  vi^cl 

^^^^^H 

ladran  p'ir  guardar  la  casa 

Quitádmelos  que  me  corro 

^^^^^p 

que  el  pobre  viene  i  rotur: 

de  que  aun  los  tengas  amor: 

^^^^^^T 

V  no  es  justo  qui:  lii  cobres 
íu  que  ellos  lan  bien  merecen, 

idos. 

^^^^B 

Liaaaio.           iSocorro,  seftort 

^^^^^V 

pues  no  sin  causa  aborrecen 
ios  perros  tanto  i  los  pobres. 

Gvi.f>.      Socarrón,  seíVor,  favof, 

^^^^^v 

mala  imagen  dtl  socorro. 

^^^^^^H 

Mira  quün  eres  y  fia 

LiDiRio.    ¡Ay,  cielos!  ¡quí  larde  aviía 

^^^^^^K 

que  limosnas  te  acrediten. 

el  desengaño! 

^^^^^^1 

pues  aun  los  perros  no  admiten 

Ct;LlN.                           A  buscar 

^^^^^^^1 

a  un  pobre  en  su  compañía. 

Toy  quien  me  dé  de  cenar 

^^^v 

Sacolde  de  aqui  arrastrando. 

i  costa  de  mi  camisa. 

^^B 

ESCENA  .\IV 

- 

^^^^^^            DiciK*.t,tMBioxGcL(>,  a^^M'fl>>■tfM. 

^^^^^    LlBEDlO 

Potque  tu  felicidad 

1 

L 

inuAÍe  <lc  mi  adversidad. 

'. 

ta 

^^^^^^^^^^^^ACT*  TERCERO 

^^^^^Ts^^W 

^f 

ACTO  TERCERO             t 

(si  es  lu  pjtdrc  el  Marjtso)                         ^^| 
Y  i  Ccres  el  censo  niegan                          ^^M 
que  tantos  ai\os  le  has  dido^                   ^^H 

: 

^^^p 

ESCENA  PRIMERA 

GULÍN. 

Como  a^ora  los  seftorrs                              ^^| 

^r    Olí In, dt  la^rm4or,  Tottnco y  Oinaóir,  rílUntr».       , 

son  tan  malos  pa^^adores,                         ^^| 
tos  habrá  el  NiJo  imitado.                           ^^H 

H    Ton  BIS. 

Sea  pir:)  bien,0utin, 

t*or  lasi  ración  noi  dan,                             ^^H 

■ 

el  nue\  o  C4rf;<>  >'  "(ii^io- 

tasaJM  mal  sazonadus                                 ^^H 

H      GULÍK. 

Aunqucsov  vn  £1  novicio. 

V  pan  tosco  de  salvadoi.                             ^^H 

^B 

pucK  n<j  soy  del  camp',>,  en  ña,            . 

TOBBtS. 

l'ara  la  hambre  no  hay  mil  pan.              ^^H 

H 

yo  mtMnifi  en  mi  talento                    ' 

Gvútt. 

Cada  cual  cuidado  tome                              ^^M 

^B 

que  soy  perruna  ile  lomo. 

de  trabatar  mientras  pasa                         ^^H 

^1 

Hixomé  lu  inavucdomi> 

este  aAo,  que  en  esia  cau                         ^^H 

^H 

Nincudo,  el  rico  avurinilo. 

quien  no  tiabaja,  nocomc.                         ^^H 

^^^ 

(que  asi  le  llama  tagenic) 

Caii>ók. 

Yo  soy  vaquero.                                          ^^H 

^^^Hj* 

dtsia  sraní».  y  pienso  en  ella 

Tuitaiii. 

Yo  guardo    -                ^^M 
cl  [¡anadoquesc  pitrd«                             ^^1 
á  ull.i  del  p:isio  verde.                                ^^H 

^^^^P 

mostrar  ouc  sé  mcrecclla 
por  auardoso  y  lülipenu. 

^^^^ 

H    CAnnÓN. 

^Que  es  to  que  movclie  pudo 

Ct;üfi. 

Y  yo  Con  mi  tíabin  pardo                           ^^H 

^m 

R  recibiros,  un  hombre 

Soy  quintero  y  mayoral.                             ^^| 

^H 

Un  miserable? 

TORBB. 

Murió  el  piirqucrifoavti.                           ^^H 
De  pura  hambre  dcbi¿  ser.                       ^^| 

H  Guün. 

Mi  nombre. 

GaitBó.4 

^1 

Gniré  en  su  caví  desnudo, 

ToRBtS. 

Y  «s  la  necesidad  tal,                               ^^H 

^ft 

con  el  pródifto  perdiilo. 

que  su  ohclo  se  pretend;                          ^^H 
de  muchos  con  la  porifia                          ^^H 

^B 

envióle  enhoramala, 

^^^^ 

q^ae  aii  i  los  pobres  regala. 

que  cl  cetro  de  Aleíandrla.                    ^^^^H 

^^^^B 

sm  dalle  un  pobre  vesitdo: 

GulI». 

l.a  hambre  todo  lo  vende.                     ^^^^H 

^^^H 

V  qu«ríendü  hacer  de  mi 

quien  me  diere  más  por  él                     ^^^^M 

^^^H 

io  propio,  me  preguntó: 
«jquicn  sois  t  osS  Dijrle  yo: 
«MCai-o  prt^di(^  ful. 

liesari  su  investidura.                               ^H 

^H 

GaI>8oN 
TORUS. 

Btien  cncgo.                                                  ^^M 
f  Por  qué  procura                    ^^H 

^^^^B 

y  Gtiiin  et  mi  apellido.»— 

Nineudo,  si  de  Israel                                   ^^H 

^^^H 

•SJdcgulA  se  deriva. 

es  natural,  y  el  hebreo                             ^^H 

^^^H 

dijo,  justo  es  que  os  recibí: 

noptiedecomeriocino,                            ^^H 

^^^^B 

en  Bfa^ia  me  habtis  caidoc 

de  a  KUla  esclavo  soy, 

y  en  íe  dellu  honraros  quier.>¡ 

criar  lechones.*                                        ^^| 

^^^H 

Cwilx. 

El  vino                            ^^^1 

^^^H 

dispenu  con  ¿1.                                           ^^H 

^^^^1 

mi  mayordomo  y  quintero 

TOKBIS. 

^^H 

^^^H 

habtSis  de  ser  dei'de  hoy.> — 

• 

la  amistad  que  han  profesado    '                ^^H 
el  Dios  vino  y  bíos  lam^n;                         ^^| 

^^^1 

Díómede  leilir.  v,  en  tin, 

^^^^B 

su  quintera  me  intitula. 

mas  como  á  vuestra  nación                      ^^| 

^^^^ 

que  siendo  su  dios  ta  n^iU, 
luerxaes  que  mcJreüulin. 

«se  manjar  se  ha  vedado,                          ^^H 

^^^F 

de  qtic  le  coma,  recibo,                           ^^H 

■      TOMIS. 

No  es  píxa  vuestra  venturí, 

nuestro  Nmeucio.  peiar.                         ^^H 

que  sc^jún  cl  año  pasa 

Culík. 

En  lógica  os  he  de  dar                            ^^H 

^^ 

estéril  todo,  en  su  <asa 

' 

la  respuesta.  Vo  relatKo                         ^^M 

^p 

Ib  vida  esiarA  segura. 

es  imposible  que  o&té                              ^^H 

H    Cakíón 

Toda  esta  región  perece 

lin  correlativo:  cl  vino                              ^^H 

^1 

de  hambre. 

ti  relación  del  tocino                              ^^H 

~     CulCm. 

lRi(ior  extraña! 

desde  el  tiempo  de  Noj.                           ^^1 

I             ToíB». 

No  ha  crecídoel  Vilo  ogaño. 

Nineucio,  que  á  cangilones                        ^^H 

^L 

'  con  su  olvido  padece 
1  campo.  Común  sustento 
de  lo*  hombres  y  los  brutos. 

bebe,  ie  come  en  efeio,                              ^^H 

^B 

porque  estima  el  ser  sujeto                       ^^H 

H 

de  aquellas  dos  relaciones.                      ^^H 

H      Gauhók 

.  En  Egipto,  siempre  enjutos 

Y  en  lo  que  toca  A  pecar,                       ^^H 

^M 

lüS  Ciclos,  niewn  al  viento 
bs  preñeces  de  sus  nubes. 

no  repara  si  hay  comida,                        ^^H 

H^ 

porque  mega  la'  oua  vida,                         ^^H 

^^^^_ 

porgue  jamás  en  el  llueve; 

y  en  esta  quiere  triunfar.                           ^^H 

^^^v 

al  Ni  lo  sólo  se  debe 

TpUBIS. 

¡Qué  birbaro  parecerl                             ^^M 
beba  y  coma  hasta  morir.                        ^^H 

^^^^r 

ta  vida. 

nt;LÍ.i. 

H       TORBIS. 

jPor  qu£  no  subes 

que  unos  beben  por  vivir,                      ^^H 
pero  ¿1  vive  por  neber.                            ^^H 
Y  con  esto,  alio  aqui:                               ^^H 

■ 

como  sueles,  rey  de  ríos 

^H 

y  rompiendo  tu  prisión, 
(;<»is  la  iuris-Jicción 

^B 

i  trabajar,  que  ya  es  hura.                      ^^H 

^1 

queensaiicha  tus  señor  ios? 

^^^H 

H    C.M(i¿r( 

.  ¿Por  quí  los  campos  no  riegas 
que  el  cielo  liarte  quiso 

1 

^^^^^^■40 

TANTO  KS  LO  D^IÍ 

COMO  LO  DK  MtÑo^^^^^^^^^^^H 

^^^_ 

rsci^NA  II 

Todi>  Kt^'pio  llora  tiambrt«nt^^^^| 

^^H 

lilCMOi  t^vnKri,  fMlen. 

hasia  cñ  esto  inleliz  ful.                 ^H 
pues  en  tiempo  empobrecí              ^^ 

^^M 

I-'ctkia,  nuMS  Priora, 

que  no  hay  quien  me  M  sustento.       I 
Ni  ien(io  fuerxah  ni  aliento,           ^^J 

^^^H 

está  en  ia  (¡rjoja.  Venid 

^^^H 

a  tectbIlU. 

ni  de  aquí  puedo  p.isir:                  ^^U 

^^H        Ton  Bis 

La  mujct  Je  nució  ducftu. 

la  nuyor  pena  y  a^jr                    ^^M 
■    que  d  sentir  un  pobre  viene,          ^H 

^^H 

^H        GclIm. 

¿PucsA  quu  vctxlri? 

es  cuando  pide  al  que  ttene            ^H 

^^H 

U«l  hueAo 

excusa  para  no  dar.                        ^^U 

^^^^^ 

y  gula  de  quien  no  la  ama 

1                    boma  ts  esta;  ^poJr¿  ir                 ^H 

^^^^^^L 

i«  queja,  y  por  ciini''\ane. 

A  pntir  Umosnar  nu,                       ^H 

^^^^^P 

suliral  cjiíDp-j  ha  queodu. 

porque  no  hay  para  «1  que  did,     ^H 

^^^^^CuUn. 

No  >up!c  ai  campo  un  marido. 

afrenu  como  ol  pedir.                     ^H 
No  hay  de  ser  vii  d  strtrir        ^^^H 

^^^1 

t'un  qii^u  con  i!l  casarse, 

^^H 

pvna  ui-nc  inervckU: 

nada,  si  una  letra  mudo:          ^^^^M 

^^H           TOHBIS. 

pájiucla. 

También  1»  digo. 

servir  quisiera,  mas  dudo         ^^^^| 
aun  dichow)  en  esto  ser.           ^^^^| 

^^1 

Mas  venid  tixius  conmigo 
i  darle  la  bienvenida,  {faan.) 

porque  ¿quien  ha  de  querer          ^^^| 
i  un  pobre,  hambríeniu  y  desnud^^J 

^^B 

ESCENA  lli 

[-:SCENA  IV                        ^M 

^^^^^ 

l.lm(.iiit>,  muy  nAtf  i, 

LlIMto  y  til-Ha.                     ^^^^^M 

^^H^  LlUKlO 

Árbol  M  tliima  al  re^ís 

GulIn.      Para  comida  de  prieta              ^^^^| 

^^^^^L 

el  bumlire,  )  »i  en  ludus  ellos 

bástale  un  pavo  y  capón.          ^^^^| 

^^^^^^B 

íun  ia>c«  MJscjbellos, 

Haj>  que  los  asen,  Ciailvún,             ^H 

^^^^^^ 

V  son  lu»  rjimo%  »u$  pies, 
árbol  con  piupívdid  <», 

V  en  el  jardín  pon  la  me&a.            ^H 
LiBuiio.   Kste  hombre  dcl)e  ser                    ^H 

^^^^^^K 

qucmáí  pctfccciun  encíerfa; 

el  que  administra  esta  hacienda:     ^H 

^^^^^^^V 

msí  r<y,  de  mti  ¡cuantu  yctn 

lemu  qtie  en  letme  se  olenda,        ^^M 

^^^^^H 

<|uten  pur  gustos  de  mcniira. 

que  aun  no  esiuv  va  para  ver.        ^H 
^ñur,  la  necesidad,  iin  raauíai)     ^H 

^^^^^^^^ 

raices  que  el  ciclu  mira, 

^^^^^^^r 

qui«e  arraí)^!  en  la  iicfra! 
i'or  lu  caduco,  lu  cturnu 

que  tan  adelante  pasa...                  ^^t 

^^^^^■* 

Ci;Un.      Hermano,  en  aquesta  casa             ^^M 

^^^^^K 

de»priii:i<í;  cuantío  arbul  fui. 

no  hay  limosna;  perdonad.       ^^^^ñ 

^^^^^^H 

hoj.is  T  llur  me  vestí 

Ten^ó  un  amo  comilón,          ^^^^| 

^^^^^H 

liv  mi  edad  en  Mayo  ticrnoi 

de  pobres  tan  enemigo,             ^^^^| 

^^^^^^H 

no  ^e  acuerda  del  mviemo 

que  si  lu  que  manda  sigo,               ^^| 

^^^^^H 

el  ¿rbui  en  lux  veranos. 

y  US  llevo  Nllá,  es  un  irattón.          ^H 

^^^^^1 

Despt>jarunme  hgrieianos 

que  US  comerú,  aunque  le  sobre     ^H 

^^^^^^H 

6  arni(;us,  cuyus  empleos 

la  hacienda,  porque  ha  sabido        ^H 

^^^^^H 

iil  di!>lruur  sun  briareu«, 

que  todo  pobre  eS'  manido.              ^H 

^^^^^H 

y  al  plantar  nu  tienen  manos. 

r  quicfc  almorzarse  un  pobre.        ^H 
Idos,  antes  que  un  mastín               ^H 

^^^^^^H 

|<^Uien  ve  al  hortelano  aMuto 

^^^^^H 

cavar  cun  c<  a/adún 

os  innchc  una  pierna.                       ^^M 

^^^^^B 

un  troncu,  purquccn  uión 

LiBEmo.                                    jCtelo!           ^H 

^^^^^^H 

Ciibre  di:  sus  ramos  (rutul 

«no  ciesieGuUn?                          ^H 

^^^^^V 

Cun  el  estiércol  eniulo 

Gtíün.                                Recelo                ^H 

^^^^^B 

le  lisonjea,  y  después, 

que  U  en  cita  os  ven...                  ^H 

^^^^^L^ 

en  le  que  es'  todii  interés. 

LiBEHio.                                     Culln,          ^H 

^^^^^^B 

C|ecui.iile  piucura, 

^no  me  conoces^                            ^H 

^^^^^^m 

que  lu  que  le  dió  en  basura. 

Ciii.lf.                               ¿De  tú                  ^H 

^^^^^H 

le  rotM  en  l'rulu  dcspitús. 

é  mi,  un  pobre?  ^atupcríúl            ^^M 
LlktKio.   J^o  L'oDcces  á  Liberio.'              ^^^^| 

^^^^^H 

^Qut  luc  lo  que  diime  pudo 

^^^^^^H 

«1  mundo,  sino  vilezas 

Gtíi.ÍK.     l^ni>2i:ak  BeJccbli.                 ^^^H 

^^^^^H 

de  vicios  y  de  torpezas. 

jQuttn  es  Libera?                   ^^^H 

^^^^^V 

que  aun  numbiar  ^ura  dudo? 

Linctio.                               Quien  fué          ^H 

^^^^H^ 

\i  despojadi'  y  desnudo 

ducAo  tuyo.                             ^^^H 

^^^^^^B 

soy  árbol  de  su  ven^an;ía; 

Gt;LlN.                        Ftit...  pasó...         ^^^H 

^^^^^H 

y  aun  menos,  que  en  tal  mudan» 

No  ti  pretéritos  yo;                    ^^^^H 

^^^^^1 

el  áit>oldesnud>i  espera 

ios  présenles  v'ilu  sé.                 ^^^^H 

^^^^^^H 

tesiiriccn  la  pi.mavrrn. 

Dos  hn-i|et                                 ^^^^H 

^^^^ 

y  yo  m  aun  tennu  espcrania. 

en  el  mundo  puede  nabcr,        ^^^^H 
que  es  tener  y  no  lener.                    ^H 
y  un  tiempo,  que  es  el  presente.     ^H 

^H         1    Ea«l 

oríAlul;  aSak  ci  PrMiau  muy  roiwJ 

ACTO  TF.KCent> 


141 


Si  no  ten¿fs.  y  luísteis, 
y  en  nc  arvdrjjuvi  Unit 
1»  pasáis  i  •tUü  hn*jc. 
ya  no  m>ís  el  que  luMois. 
Aun  no  vm  vuntro  rviratu, 
que  miiidíf(.-reni;iB  aplico 
entre  el  pnluc  qoe  ftié  rico, 
que  «ntre  «1  tIuiiii-Dcu  y  inutaiii, 
LisKHto,    Tienes  tazun;  no  te  p.di> 

^ue  me  (les,  que  n»  pinlrÁ^ 
U  con  durAo  avaro  titis, 
wr  liberji.  Ha^lo  sxio 
conmigo,  pf  ro  Jciantc 
dequivn  íjlvc-í.  y  yo  Icjt», 
H  crínlus  ion  cípv|ii$. 
tmiiarli.  su  Noiihunu-, 
ciini  é\  tttii-t  avariento. 
H».ll>«iiie  (IJ  tu  itrviúo 
p4<' el  mis  hunóldr  olkio, 

fílame  UAo  el  husienio. 
aereo»  hay;  jt>t<r£is  i;uardalloS? 
Sabrí,  por  mk  un  inmundo, 
pucsquie  equt  urvacl  inundo 
d  mi  mozo  de  uibullos. 
Pg«  dellos  cuenta  tened, 
qu:C  en  m  /ahurds  man, 
y  no  ímag'nAs,  );jlAn, 
que  o»  ha^o  poca  mciccd: 
que  s  fe  que  Ua\  opui.  lore& 
muchiit.  cuFiii:  .'-I  :ir.i'  oi  curo. 
Mas  «'inq'  ~o  avaTO, 

las  obla»  iej'„  i-s! 

bellotas  que  íes  echéis 
o>  quiero  dar. 

iOué  de  males 
npetimmto! 

Oofdatcs 
Min;  nti  las  (totminris, 
1  CcnaríK  i  U  noche, 
hejid  pcOMniicntos  iriites. 
que  fi  en  cih  :       .1  ti., Isies. 
acáhiv  tiin^'  :■  -cuche 

pif  la  ioiñ '-I    '    ^  i.ifiU. 
Qwcn  v:i  I    í  I  .    is  vivtii 
Ütn  incrc^v  ^'jiiio  yu. 
qua  brutos  tan  lurpcsguaide.  jVdaH.» 


ESCUNA  VI 


Liu»io 


CvilH. 


Minuto. 

I 


Libe DIO. 


ESa;NA   V 
PlUOiJL,  m»y  IrUtt. 

line  ¿  escofief  amor,  niño  tendado: 
de  irn,  el  unonpoH><iay.  suene  mío!) 
crd  que  el  inicrí*  ev;o,;c(ia 
á  mcdxb  de!  ííuito  ¿cptA^iído. 

Desprecie  la  virmd.  raím  dccMado^ 
de  una  err^inlc  denl^d  que  al  cielo  (tula; 
dt^nM  juvi-niud  y  K*liArdU 
por  un  moDMruo.  si  bien  d«  oro  carado. 

Comn  e^  desnisüo  ninor,  dcvprtcia  cuerdo, 
paUsinL-cia  eleccii:in  de  quien  -iiijeta 
el  (¡Uslo  iil  itifci^i  411''  '<■  .i  r  ici, 

y  colíliíjd  rJo 

que  la  muid  <    <  ,   'letit, 

pues,  presumida,  lo  peor  elifte. 


Pcuei*,  CulOi,  41U  luMa  Jndr  rftn  tro.  ttiiputi 
Ltanaiix 

Liii.lx.  ^ointra  a  lJttii<'¡  Ksos  los  Icchoncs  son. 
y  liis  bclluiavíiin  e%xs: 
hoporji  lii  ¡prunas 

i  lu  hu  <    un, 

que  os  i>.i  11:  i->i  ...11  LMdn  una 
una  canitUd  de  paluv 

II. it-trio.C'B  HtiA  gamita  rf«  ^<iMa•■} 

LiDKHio.   |Av.  dcleiiciv  rtyaliis 

del  mundo y'.ii;  .i  forumaí: 
)can  buen  p  fcdiun 

vueslro%  («,  iMs! 

Sirvo,  pi*  scu.t  iii.k  VICIOS, 
kot  tiruiiA  que  lok  tniiTun. 

kn  el  campal  pentc  hultur 

alivio  de  mi  pe^ir, 

y  en  él  con  mds  pcnat  lucho. 

Quiero  ser  si  me  divierto 

en  vos,  criMal  sucesivo. 

Crol  Clisar  con  un  vivo, 

y  cáteme  con  un  ntuerto  |  Vdjrj 


ESCENA  Vil 
Liuaio. 

.No  lleva  el  mundo  nims  Truio* 
que  los  queaqui  iii.iniHe%to; 
brut>>  es  torpe  ei  dríL|i>>ric>l<,; 
Ci^ido  he  manj^ir  de  brutns. 
En  deleites  disolutos, 
para  que  mu  mccon{to)e< 
sembr.'  1  icios  que  recoge, 
mt  merecido  ri^or, 

3ue  en  lin  iodo  labrador 
el  mi>doque  siembra.  co|{e. 
lluMJ»ndo  el  bi<.-n  aparente, 
torpezas  apaceoié. 
y  es  bien  quien  inmundo  M 
que  inmundicias  apicienic. 
¡Ah.  vil  mundo!  iquí  degenic 
lk>rj  tus  promesas  rotas! 
¿Otii-  iiim.n  iii i.  SI  brotas 
en  .  Aman, 

dui  >{ras  por  pan, 

oue  me  de:t  u  mi  tiellol.is^ 
Aun  estas  me  son  vcdiid.is, 
que  eiilie  los  bienes  <:iue  alittas, 
iusdochns  siin  piu^  vistas, 
pero  no  pjra  tocadas. 
Aun  menos  son  que  pintadas. 
y  pruébalo  mi  esvar miento, 
pu«s  para  mayor  lonnenlo 
lie  m  sdeíetiti.iftos  sanos, 
icn^u  el  manjar  en  Us  mano4, 

Ínii  ito  Lomclle  hambriento, 
rüel  ttnmbre  me  pr[>^'i>ca; 
ved  la  desdicbn  á  que  ventjo, 
que  to  que  en  lis  mani4  tengo, 
no  uso  llenar  i  la  boca. 
Castigo  es.  iuvenlud  l'ica, 
de  qu  en,  sien«lo  mctonal, 
ia  FMitlc  eMgtó  brutal, 


^^^143 

TArrra  ts  li  re  más  como  lo  íe  .«e-íos                  ^^^^| 

^^^K 

despfccúndu  de  hombre  el  nombre, 

ya  que  con  azoitu  D>os,          ^^^^| 

^^^^^B 

que  ctimv,  en  fe  if  uc  no  es  hombre, 

i  lucr  deeicUva  oseasii^a.           ^^M 

^H 

bellous  como  ammut.                        | 

Al  vilUna  no  le  oblisa  ^^U 
el  hien,  que  es  hijo  de  Adtn:  ^^H 
trabajos  virtud  1c  dan.                   ^^M 

^^^^H 

l-SCENA  Vtll 

¡Av.  úiusl  jCuinios  jnrnateros       ^^M 

^^^^^  I>ICH«,  Liivvr.Tjt.  GuilH  Y  fix*^oit.  aut  anmtttn  d  i 

de  mi  ptjre.  aunque  KT>»eru>,        ^^M 

^^r                Libcrl 

o  yttfuilan  la»  »tll"tiii  y  mallratan,         i 

andan  sobr.tdoide  pin,  ^^| 
V  ro  pereciendo  aquí                       ^^M 

^H 

¡Hau!  que  te  cnt¡u)lc  á  piMados 

de  r  amtTC.  suspiro  en  vano!          ^^M 

^^M 

Us  bcllutas  que  m>  mawd 

¡Mi  Di'^!  dadme  vos  la  minot         ^^M 

^^^1 

el  picarón. 

levanudme,  puescai.                      ^^| 

^^H        Gvi 

¿Sois  líTiica? 

íri  i  mi  padre  ¡av,  de  mi!;              ^^M 

^^B 

Quluseljs. 

á'tHv,  beundú  ef  suelo:                   ^^M 

^^^^^   CAaaAN 

l&icn  medrados 

•l'ttdre.  contra  vos  v  el  ciclo          ^H 

^^^^L 

esiuvkfsn  tos  lechonn 

pequ¿,  no  me  llamáis  hijo;            ^^M 

^^^^^B 

Con  vosl 

e)  menor  ^sñan  elijo                     ^^M 

^^^^^  Liumo. 

SosegBi».  amigos. 

ser  de  v  ucstra  casa.*  Apelo,            ^^| 

^^K       Lauret. 

Hermano,  tra>tn  bodif^. 

mundo  vil,  de  tu  etcasex                 ^^M 

^^^^m 

en  la  C«rie  ha;r  bodegones: 

i  su  abundancia  y  clemencia:        ^^ 

^^^^^H 

i  buicar  amo  y  alón, 

sabio  soy  por  expcrienciai                     1 

^^^^■^ 

que  no  hels  dc'estar  mis  aquí. 
Quien  bsiloususgaasi, 

de  mi  mismo  seré  (uez.                 ^J 

^^K        Gui.Iíc. 

No  he  de  servirte  oi'a  vci,            ^^H 

^^^^^r 

hoy  daiá  trat  un  Itchón. 

mundo  V  It;  destngaAado               ^^M 

^^^^1^ 

V  irai  lodos  poco  á  poco 
nisia  engulille  el  berraco. 

salgo  de  ti  y  desmedrado,'              ^H 

^^^^^^i 

mas  no  me  baldonarán                  ^1 

^^V        Camban. 

¡Oh,  comilón! 

que  he  comido,  en  fin,  tu  pin, 
que  bcüous  no  me  iMs  dado. 

^H         Lai'reta.                      lOh,  be.lacol 

^^^P 

¡Con  ciKAras!  gestáis  locof 
Lo  que  habU  míiiciier 

tOuttri  Irtí  y  ^tlUiult  Kflic  »,i 
Frlicia.  Apuarda,  tiberio  amado. 

^H        Gaii»¿k 

^^^E- 

nuesoamo. 

si  he  sido  de  li  querida. 

^■^    CULÍN. 

Quien  tan  aprisa 

Desde  csia  mata,  escondida. 

^^^^^^L 

hasta  i  los  cochinos  sisa 

tus  desdichas  he  escuchado:          ^^1 

^^^^H 

lo  que  tes  dan  de  comer, 

No  sí  de  los  dus  i  quién               ^H 

^^^^H 

picar  de  aquí,  que  no  quiero 

persiga  asi  U  inclemencia;              ^^t 

^^^^^^P 

Uñeros  en  casa  un  día. 

lú,  en  litt  males  con  paciencia,              1 

^^^^^^^ 

L-as  bellouif  se  comij. 

vo,  impaciente  en  tanto  bien.        ^^1 

^^B        Carbók 

lOh,  Udrónl 

%unquo  ya  no  son  tus  daAus        ^^H 

^■1            LAt-üET 

¡Oh,  ){olosmierol 

como  U>i  rnios  tan  atroces,          ^^M 

^L 

{Vaitit  luí  Irtí  y  fuMai*  Llbtrí»,) 

tus  desen^^aiVos  conoces.  ^H 
yo  conozco  mis  engsAos:  ^^^ 
mas,  ¿qué  importa  conucellos.             1 

^^^^^v 

ESCENA  IX 

si  cuando  olvidaltos  tratan,            ^M 

^^^^H 

Lianii«  y  Filmia.  ocaffa. 

lú  con  tiempo  le  rescatas,             ^H 

^^^^^^^ 

vn  quedo  cautiva  entre  ellos?  ^H 
No  ti  tu  suene  tan  cruel.                     1 

^         Líber  lo 

Hasia  en  «ui,  avarn  mundo. 

^^H 

muestras  quien  eres:  ^siquicrj 

pues  no  hay  desi  entura  i^ual          ^J 

^^^1 

>ot  hombre  no  mc(ck;lcra 
o  que  un  animal  inmundo? 

como  conocer  el  mal,                     ^^1 

^^H^^ 

y  no  poder  salir  díl-  ^H 
Tongo  esposo  que  aborrezco,             m 

^^^^^K 

Cuando  mi  sustento  tundo 

^^^^H 

en  (al  vileía  ¿me  afrenta 

i¿n(Eoie  presente  á  il,                          J 

^^^^^^p 

lu  ingratitud  avarienta? 

como  mujer  eleKÍ.                           ^^1 

^^^^^B 

¡Siauíera  no  mu  paKaras 
en  M(l(>las  i  igualaras 

V  como  ele^i  padezco.  ^^H 
Guando  de  tod»s  qutrido,             ^^M 

^^^^^^1 

^^^^^^1 

con  mis  lorpexas  tu  renul 
¿A  NabucodMiASor 

te  aborreció  mi  mtcrés.                 ^H 

^^^^B 

y  imnie  cuando  lo  ves                   ^^1 

^^^^^K 

como  bruto  apacentaste. 

de  indo«  aborrecido:                    ^^M 

^^^^^^B 

y  hasta  eso  i  mi  me  negaste? 

mira  los  diversos  modos               ^^M 

^^^^p 

mas  debrí  de  sei  piíor. 

del  muíerlt  desvario,                    ^H 

^^^^F' 

[Que  haya  llcündo  el  ri^or 

que  ahora  te  llamo  mío                 ^^M 

^^^% 

del  dañó  que  vcn^'>  i  ver 

cusndo  le  han  dejado  todos.         ^^M 

^^H^^ 

A  tanto,  que  por  comer, 

Si  puf  el  am»r  presente  ^^M 
el  desalen  p;isado  oUidas,              ^^M 

^^^^^^L 

cnvidk;  )c)el  \'ú  matí.> 

^^^^H 

del  bruto  mísdespreciad>>. 

restaura  prendas  perdidas:            ^^M 

^^^^^^1 

j-  no  lo  mercica  tcr! 

repudios  mi  ley  consiente;           ^^H 

^^^^^H 

Alma,  del  cielo  encmitca. 

repudiaré  un  |Í:rpe  ducAOi            ^^M 

1 

despertad,  vulrcd  en  vot. 

avariento  hasta  en  amar,              ^^M 

^^^^P                                                            ACTO  TERGEK*                                                                                  ^| 

^^^^^     pu<s  si  suele  comparar 

1  CiuAD.1.*                  Esti  todo  Egipto             ^^^H 

^^H            el  sabio  i  Ib  muerte  c¡  sueflo, 

pereciendo.                                      ^^^^H 

^^H            y  ét  duerme  en  mi  smor, ¿qul^n  dudí 

1  Cmiad.1.*                  Gran  señor,                         ^^^H 

^^M            úuc  ;&  par.i  mi  murió 

más  mueren  que  quedan  rivot.         ^^^^| 

^^m           ^ülcucil),  y  que  me  ileí6 

N':nkuc.   Pues  uái^anmc  de  comer,                   ^^^H 

^^H            libre  pan  amtrie  y  viudal 

que  no  luv  para  mi  apetito                ^^^^| 
como  ver  a  otros  hambrientos.          ^^^^| 

^^H            Li^vamc,  mi  bien,  coniijio: 

^^P           rica  soy,  serás  señar 

^^•^            de  mi  hacienda  y  de  mi  umor. 

V  sirtame  Je  principio                      ^^^^H 
la  necesidad  oc  iodos.                        ^^^^| 

W   LtBuio.  Eso  no.  mundo  eiiem'i;». 

jKn  quí  se  distinj^uc  el  noj                 ^^^^| 
del  pobre,  si  todos  comen,                 ^^^^M 

■                  Sir^  ifndoie  me  despidñ 

■                  desnudo,  solo  y  hambricnl», 

los  nobles  y  los  mendigos^                ^^^^| 

^^^           y  porque  dejanc  intenlu, 

jOjalá  que  nr>  quedara                        ^^^^H 

^^H           el  paso  ahora  me  impides. 

nadie  en  esic  siglo.                       ^^^^H 

^^H           A  ser  Un  misero  llegas. 
^^H           que  cuando  eitoy  en  tu  casa. 

para  que  (lozaca  yo                          ^^^^H 
bienes  tan  mal  repartidos!                   ^^^^^| 

^^H           me  (filas  con  unía  lasa 

^^^^^^M 

^^H           que  aun  las  hellotas  me  niegas. 

-.^^^^^H 

^^M           y  ya  lan  pródigo  estás. 

^^^^1 

^^B           que  lo  que  mies  adoraba 

Ditiiras.  y  GcLlit.  P«»hu,  dapuU.                ^^^^H 

^^H           y  i  ptso  de  oro  compraba 
^^H           de  balde  ahora  me  ias. 

GuUn.     Dame,  gran  seftor.  los  pies.                ^^^^| 

^^H           Ya  te  eniltndo:  la  razón 

NiKBL'c.   (Oh,  Gutln,  seas  bien  vcmdo.             ^^^H 
Bien  por  lu  nombre  lequiero;           ^^^^H 
la  Kula  ful!  lu  padrino.                       ^^^H 
¿Llegó  Felicia.'                                  ^^^H 

^^B          rompió  i  mis  oíos  la  nube: 

^^H           de  lo  que  contigo  estuve 

^^H           ooaoico  tu  condicióni 

^^M          amigo  reconciliado, 

OuLJK.                              Indispuesta;              ^^^H 

^^H           no  por  mi  bien  el  tornarme 

tanto,  que  al  punto  que  vino,            ^^^^H 

^^H           i  casa,  mas  por  robarme 

se  echó  en  la  cama.                           ^^^H 

^^H           lo  poco  que  me  ha  quedado. 

NiNEuc.                                  jQuí  tiene?         ^^^H 

^^H            Quitarme  tu  engaño  pudo 

Gulín.     Dicen  que  antojos  di  un  hijo.            ^^^^H 

^^H           la  hacienda,  la  libertad. 

NisEuc.   No  apetezco  yo  herederos:                 ^^^^H 

^^V           la  virtud,  la  casi/dad, 

quidesecn  mi  mttnifas  vivo.              ^^^^H 

^^H            hasta  deiarme  desnudo: 

mas  lu  haijienda  que  i  su  padre          ^^^^H 

^^H           ycomosobremí  hevuelio. 

vo  he  de  heredarme  á  mi  mismo.       ^^^^H 

^^H          tprupúsitos  he  adquirido 

En  un  día  han  de  acabarse                 ^^^^| 

^^H           de  tu  ripor  despedido, 
^^H           y  de  mis  engallos  suelto, 
^^^1           i  robármelos  se  atreve 

yo  y  mis  bienes.                                ^^^H 

Guüx.                              ¡Buen  alivio              ^^^H 

para  quien  enfermí)  está                      ^^^^| 

^^H            tu  lisonjera  malicia. 

por  verte  en  su  amor  tan  IÍb¡o4                ^^H 
NiKKCc-  .Mufrasc,  porque  me  ahorre                ^^^^| 

^^H            que  le  peta  i  lu  avaricia. 

^^H           aunque  propótítos  lleve. 

de  los  gastos  excesivos                       ^^^^| 

^^H           Desnudo  voy,  no  te  admires 

con  que  todas  las  mujeres                   ^^^^H 

^^H           si  de  li  el  cielo  me  escapa. 

empobrecí!  sui  maridt».                   ^^^^H 

^^F           que  aun  no  me  dciastc  capa. 

Todo  lo  que  en  mi  no  empleo           ^^^^H 

■                 como  i  José,  de  que  tires. 

me  llega  al  alma.  ¿Han  traído             ^^^H 

1  Feucia.  Ni  i  mi  me  queda  paciencia 

de  comer?                                         ^^^H 

■                 que  sufra  tanto  rigor,  ivati  Llberío.) 

CauD.  t.*               Esta  es  la  mesa.                         ^H 

{ptKÜiFtjt  Mna  inuj  muy  ttpUndUt.             ^^H 
Siinlait.  loCAn  <airinilili,  y  tlrvetli  (0»             ^^M 

^^^f               ESCHNA 

Ni»&i;c.   DI  el  altar  de  mi  iipetiio.                         ^^^H 

Faucu  jr  Vi  Chiaiki, 

jHay  deleite  comparable                      ^^^^| 
de  cuantos  i  los  sentidos                      ^^^^| 

CauDO.    Vuestro  esposo,  y  mi  scAor, 

tributa  naturaleza                              ^^^^| 

esti  sin  (  uestm  pretencia 

como  el  del  gusto?¿tlay  paraíso        ^^^^| 

triste,  seAora,  y  me  envía 

como  el  distinguir  sabores                 ^^^^H 

por  vos. 
PeuCiA.                  Irf  á  padecer: 

de  maniares  exquisitos.                      ^^^^H 
ostentando  competen  cías,                     ^^^^^| 

esco)ticomo  mujcr. 

unos  siinpleí  y  ntriyt  mixtos?               ^^^^H 

ta  culpa  >■  la  pena  es  mía.  (Vait.) 

VQuí  gloria  hay  com»  el  comer?         ^^^^H 

Gui.fx.      Yo  por  mayor  he  tenido                       ^^^^H 
la  del  beber,  gran  señor,                     ^^^^| 
>uesto  que  á  entrambas  me  inclino.        ^^| 
;i  comer  cucsii  trabajo,                    ^^^H 

^H                       ESCENA  XI 

^^^r                 KiHEvcioy  DmCrudm. 

HNinkvc:   En  ñn,  ^muerc  mucha  ^nte 

necesita  minisir;»                           ^^^^H 
en  la  digcsiidn  primera.                      ^^^H 

1                 de  hambre? 

de  dienten,  muelas.  colRiilloi,             ^^^H 

^■H 

^^^^^^Hd 

^^^^44 

^^^^^^^ASf^t^^^*k^O»0  LO  DI  -MFS"«      ^^^^^^^^^| 

^^^^ft 

mn1mcr(>\  di'  In  Stca, 

malil                              "'^^^^^^B 

^^^^^^^m 

(Jon>li:l>il  \rx  el  (i<:IÍKr<> 

No  1                                              ^H 

^^^^^^B 

<1<  iinuch'nii  il«^.cfraía 

d<  tit>  su'.^'.'         'i\i  'i                     ^^P 

^^^^^^H 

un  liicote,  que  es  mdsquc  un  hijo. 

o>m»  las  quc|is  y  lldn<<>4               ^H 

^^^^^H 

^N<>  US  tfAlujii  que  1»  kngU4, 

drl  tiatnliCKntu  y  alli^o.             ^H 

^^^^^^^1 

cu>:lt>tr  del  puchen  vivo. 

^^H 

^^^^^^^P 

dv  In  bo<:a  nayj  du  andar 

^^^^^^ 

^^^^^^H 

c.icin¡m<li>  tin  alifto, 

ESCRNA  XIII              ^^^1 

^^H 

y  td'tli-iefiJ'j  piiitadiiS 
que  cnire  ijienies  <'%c()ndÍdos 

ni>  ■■■»  y  Liít*u  nuy  Utguao,      ^^^^H 

^^^^^^B 

i>fen;lfn.  si  n<i  Ins  Mun 

tJlEaán.    A  las  puertas  de  U  niucne       ^^^H 

^^^^^^^^ 

el  Hliiuacíl  de  un  njlill^^ 
Kl  tKlxrcs  c.ihal  ero. 

i  Itis  luyus  hun  irai.In           ^^^^^ 

^^^^^H 

(u  crueldad  y  mi  niiicfi.i         ^^^^f 

^^^^^^H 

pufs  sin  tanUrt  rcquisiinv. 

A  morir  i  tu  sobrino.                     ^^^ 

^^^^^^H 

^ii>  necesidad  de  di*n'cs, 

l.os  bienes  di  á  usura  i  Dios.         ^H 

^^^^^^H 

en  niikziH,  >ic¡iis  y  nlA'iS. 

que  lú  llamas  despcrd'oof;             ^H 

^^^^^^m 

lU  lili  u'istus  sin  pensii'm 

no  me  ho  qucsJaifo  con  nadu,         ^^H 

^^^^^^^B 

el  hlanco  y  tinto 

'lud  he  vendido,              ^^^ 

^^^^^H 

iquL-t  cIa,  ¿la,  cli. 

•.■\\,í\  cubicrio.               ^H 

^^^^^^^^ 

ap.iviiHc  V '.i  Une  ico. 
Ifniu;  eútiadmc  de  tietwr. 

lU'  r'i-.-:>\  v>y  íin  pT>iJÍ^Í(i,                 ^^H 

^^^r 

y  indi!»  eKia«  mi  tusian                   ^H 
i  moverte,  aunque  dan  gritos.        ^H 

^^^^^_ 

C'inlirmarí  lo  que  ha  dicho. 

^^^^^^^fe 

(n<^r  ai  i<i*  rft  tAiriafai.  i  htn<a¡u<4r 

Dame  á  censo  una  lixio^iia.            ^H 

^^^^^^^H 

rV/Jilltt  mtinlrtit  htht.) 

í-r,  ....  .■;.-i..,  te  libro            ^^B 

^^^^^H 

No  anduvo  Naiurdlm 

^H 

^^^^^^1 

discreta  en  el  ariificío 

'  '''             ^^^^^1 

^^^^^1 

y  or^aniíacl^^n  liuinana. 

^^^H 

^^^^^^p 

puc^^  en  tan  tono  distrito 

^^^^^^H 

^^^^^^B 

como  C(  el  cuvlln,  cirro 

al  tle>prJir\cmc  el  aim-i,                    ^^| 

^^^^^^^P 

ungnin  deleite. 

ya  nii  por  mi.  por  ti  mismo;           ^^| 

^^^^^  Cur-lM. 

Mil  hixo 

que  aunque  de  tan  poco  preciut     ^^b 

^^^^L 

en  no  dilatar  nninaiM 

quisiera  pti:  e1t.it>,  lio,                       ^^^ 

^^^^^^ 

aue  imÍIR^en  pasadnos. 

en  el  ir\6unJl  de  Oii»                       ^H 

^^^^^H 

Entiiiidha  Kiloxeno 

atesar  por  ti  serricins.                      ^H 

^^^^^^H 

el  ■.uell'j  líif^n  y  pnilijo 

^H 

^^^^^^p 

de  b  innih  por  t;üv«r 

¿de  «1                                vin           ^H 

^^^^^^^ 

mis  el  sutil  f;iifí;arTsm". 

Son  ^1l'^il|-1^  cii~sivriLki;.t>                           ^^H 

^^^v 

Vlytlt  iStnlra  i'i><rrin  it  ftttrtt » 

que  impcrccpiibleí  codicio?            ^H 
Pues  si  Iq  que  no  aprove:ha            ^H 

^^H        Totxyt. 

¡Siicorn>,  seíliir,  suslrniol 
Puí»  el  cicUi  te  tii/o  tuo. 

^^H 

te  compr'}  yo,  ti  me  obligo              ^^f 

^^H         Tono*. 

Kuvureccá  l»t  hambrícnioc: 

por  ell.is  A  énrqueieftc,                   ^ 

^^^B 

MKorTK,  que  n(Ji  morimos. 

M  esiimas  tanto  el  »cr  fieo. 

^^^^ 

¿yu*  es  csior" 

da  Ui  que  e*  fu<^rin  arrojar. 

^^H           OlíÜK. 

Nece^it.idos 

ha;t  virtud  lo  que  en  (i  e:>  vicio. 

^^^^^^ 

que  á  tus  puertas  hiin  venido, 
loriados  li-  la  miseria 

y  en  abono  desia  deuda 
har^iiiis  Ubicas  testigos. 

^^^^^^K 

^^^^^p 

que  padorc  todo  tlppio. 
ficia  dos,  pues  votear. 

NiKtuCi    i^vt  Míe  eiiás.itoritienI  indo. 

^^^^^  NiNruc. 

■(inorante  persuasivo,                ^^^^H 

^^^P 

que  al  *«n  <lv  \a  himhrc  y  (gritos 

Clin  inmortales  quimeras,         ^^^^H 

^^^H 

ciimit  til  con  niil%  ilílciic; 

que  \iit.K,c,  por  desvarios?           ^^^H 

^^^^1 

mi  >aKa  t-m  íuv  (;i''"Íd'"i. 

,'No  Mbe%  q^ue  no  conlioo              ^H 
mis  lienta  vida,  y  que  aTinnii 

^H 

|EUrt>;iri><  ^cruel  iirjn</ 

^^^^m 

de  l()i  cietxs  seas  maldito; 

H\te  como  los  ÍtuioS,  mueren 

^^^B 

lu  trucld.i '     -■•  -■:>}  líi.iS. 

>;uc(pi>  V  alma  i  un  tientpo  mismo? 

^H      Oi 

Descdr.1                 4<> 

jl'ues  de  qu#  csilma  si-rjin 

^^^H 

pidis  uiiii  „    .  .1.  .ii:ua. 

]ir'imesasquccn  desatinos 
.  >  plazos  dol  ciclo  ofrv<:cs. 
latstnM>mri  !ii  y  fin(;rdosí 

^^^m 

s.'i)  i^ue  nadie  le  di  alivio. 

^H 

iMaldl^atc  l)i(is! 

^^H         Tooot. 

¡Amínt 

\.Kz\tio.    iAy,                    rn  la  experiencia      ^H 

^^m 

t9u¿  devotoü  monncillo»! 

cuarii                 ,)s  al>i<<tii'>s                ^^| 

^^H                1 

'  A  piM  he  de  maiariM. 

de  penuv  Mcmpre  inmortales,         ^H 

^^^^ 

I>c|ald»s. 

detenpiítoi  te  .iperciKi.                   ^^| 

^^^1 

*                 jSI  los  sufrimos 
maldecirle? 

^l.a  i'ida  n                 ;;na,                        V 

^^^H 

imagen  dv                                                 J 

^^^B 

Rn^tordo  vu 

en  e<  fin  sin  1'                                 ^H 

^^^^1, 

asi,  ^ue  son  pitra  el  rico 

puesto  que  luv                 >?             ^H 

m. 

medicinas  curdTatcs 

¿Nunca  tu  esplmu  lor^'c                ^^^ 

ACTO  rEnCP.HO 


.45 


CTi  éxiasis  sUípCTisiros. 
y«  viHando,  ya  Jurmicndo, 
pkb6  treguas  d  lo$  j[fillt>s 
ael  cuerpo,  breves  instantes, 
pensa  inicn  tos  diso  ursiv  t>s. 
remontando  pur  los  ciclos 
}-  midiendo  sus  itafirus? 
jCon  los  brutos  te  tromparas? 
Mas  como  dlus  lumernidu 
en  torpeus,  n»  me  eipinuv 
que  en  brui<»  transforma  el  vicio. 
Mal  racionales  que  tú 
son  tus  perros,  que  tian  lamido 
Us  llagas  que  tú  malirajas, 
piadosos  y  compasivos. 
¿Migajas  nietas,  a^aro? 
Pleüa  i  Uios  auc  en  su  jflicio 
no  le  nicgut-  el  ciclo  giitit 
cua rulo  ««diento  des  fritos. 
Yo  me  mucru  por  vivir, 
pero  tú  con  tin  dJttinio, 
morirás  para  más  muerte, 
mientras  mix  mueras,  mis  vivo. 

ESCENA  XIV 

Nmucto,  fililí"  y  C«"*no»- 

NiHKUC.    Maialde,  sacalde  el  atma; 
Hiisfatedmc  ufendido. 

GvLÍK.      Ya  £1  por  si  se  c%lá  muriendo. 

NiMcuc.    ¡A  mí,  un  liagadúl  ¡á  mf,  un  mendlgol 
Arro)ad  aquetas  mesas: 
el  asco  me  ha  conmovido 
las  eniraiVis:  muerto  soy, 
ortliscanse  mis  sentidos,' 
Desnudadme,  que  me  abraso: 
llamas  broto  por  suspiros; 
vengan  los  mcdicos  todos 
oue  en  más  precio  llene  l^i^plo. 
¡Que  me  ahraso.  que  me  enciendo! 
¡Agua,  cactos!  {Vin.> 


ESCENA  XV 
OvcfM  y  CmitDa*. 

[GiilIii,  Dalde  vino, 

y  plegué  i  Dios  que  reviente 
ti  de  lulo  hn  de  vtMirnos, 
que  non  fí^laa  del  criado. 
Cjiiao.  r.'AI  que  muere  uvaro  y  rico, 
compara  un  sabio  al  lechan. 

I  GuUx.      Dice  bien,  jorque  el  cochino 
aprovecha  á  indos  muerto, 
como  enfada  á  iodos  vivo. 

fVanf.í 

ESCENA  XVI 

Clehbktk. 
La  madre  de  Tobías 
imitan  valles  las  dcsdkhas  mias. 
Como  ellas,  i  cada  instante 
salgo  á  buscar  un  hijo,  que  iftnoranle 

COMEDIAS  DK  Tinto  bl  MOLI.IA. — TOMO  I, 


de  vidos  sjitcadores. 

causan  su  perdición  y  mis  temorvs. 

Caminos,  rcducildc. 

si  loco  se  ausentó,  cuerdo  y  homitdc: 

arroyos,  deten  cide, 

si  se  despeina  contra  Dios,  rebelde. 

¡Av,  prolijos  enojí»! 

si  íe  vieran  vcoíj  mi*  tristes  ojos, 

diera  A  la  vkb  plaios. 

y  á  su  cuello  amoroso  tiernos  brazos. 

Apenas  se  muere  hoja. 

cuando  al  alma,  que  viene  se  le  aniojt. 

Mas  [ay,  loco  deseo! 

jquién  es  aquel  que  apresurado  veo? 

Pasos  que  engendran  sustos. 

y  entre  temores  sobresaltan  gustos, 

el  aire,  el  movimiento 

es  todo  de  mí  hijo.  ¡Ay,  pensamiento!, 

salid  vos  al  encuentro, 

del  alma  precursor,  ^ue  esii  aqui  deniro 

pintándome  en  sus  leíos 

re^iocijos  que  admito,  aunque  en  bosquejos, 

porque  A  petar  de  enojos, 

mikt  penetra  su  vista  que  mis  ojos: 

corriendo,  al  viento  alcanza, 

y  juijio  yo  por  siglos  su  tardan». 

ll.tbeciol  <;Ay,  d««varfoI)irJ<tM<i^ra<u.) 

¡Mijo,  Libniú! 

¡Amado  padre  mlol 

CLUueNTC. 

(¡Ay,  cielod  padre,  dijo. 

¿Si  el  eco  me  en[;aAó>)  Querido  hijo. 

¿eres  iCi? 

LlKRIO. 

Sí,  mi  padre.  (Mt  Mr(«j 

Cl-SMENTR. 

1:1  esi  ^qué  dicha  habrá  que  no  me  cuadre? 

¡Ay,  pie\l  si  os  entorpece 

la  edad,  imor.  que  es  Dios,  rejuvenece, 

<;i>rred,  que  siempre  el  goxo, 

iiñendo  al  viejo  canas,  le  hace  moto. 

jMitad  del  alma  mía, 

restituye  coo  elta  mi  alegría! 

tC«m  mal  iaJa  vtt.  IJ*f  <t  l.lbCfiO.  «M 
»M  y  ti  l¡íit<a  dt  T«dilía  y  il  It  .xhrat»,) 

¡Quí  alegre  que  estuviera 

si  en  veros  Kida  en  brazos  se  volvieral 

Levántate  del  suelo. 

Linenio. 
Pequé  contra  ti,  padre,  3  contra  el  cielo. 

Cl^MSNTB, 

N'o  diftss  más  disculpas; 

bastantes  son  arrepentidas  culpas. 

Mi  lianlo  V  tus  cuidados 

son  cohechos  de  amor.  ¡Hola,  crtadosl 


10 


Tanto  es  lo  de  mAs  como  lo  de  menos 


KSCKNA  XVII 
Dicnoi  y  dax  Cbiami*. 

CniADO  !-• 

'  iQai  M,  sWlor,  lo  que  mandas? 

Púrpurat  esco^tcd.  sacad  holandas: 

dli  ei  hoy  de  mi  boda; 

mi  recámara  abrid,  robalda  loda. 

Entapizad  mil  üalaii, 

7  rcgisirando  migntuosai  galas. 

Haced  elección  delLos 

viniéndole  k  mi  hijo  lai  mát  bellat. 

Sus  dedos  le  coronen 

anillos,  que  del  »>1  giros  blasonen; 

sean  lal»  sus  órnalos, 

?uc  en  diamanies  se  anrgucn  sus  zapatos, 
lonvidad  mis  amiftas, 

que  no  hay  contcntn  donde  no  hay  testÍ)tos. 
Matad  una  ternera 
eKogida  enire  mil  desn  ribera; 
tan  pinK^e,  que  la  leche 
«n  víí  de  %nti(ire  por  lot  poros  oche. 
Iniírument»!  sonoros 
alegren  danzas  y  ocasionen  coros: 
todo  sea  regocito. 

fues  muerto  «n  victos  resucita  un  hijo. 
erdi6s«me,  y  ahora 
restituido  alegra,  porque  llora. 

OlADO  3,' 

Tan  bien  venido  sea, 

que  siglos  laf¡-os  de  tus  canas  rea 

paiornaks  ciemplos. 

para  que  erija  i  tu  clemencia  templos. 

l.lDCRia. 

Ya,  bárbaros  engaños, 
mejora  con  U  vida  torpes  años: 
no  sois  >'a.  alma,  cautiva. 


jViva  18)  padrcl 


Toóos. 


Uinanio. 


Mis  que  todos  viva. 
{SunamétltadttMrímiM.yranit  Ir^n», 
m(BOt >( Criado  i,*.) 


ESCENA  XVIII 
M«at*To,  tomo  dt  c*mp»,  y  *l  Criado, 

MoocST.  «Que  músicas  serán  estas 
tan  nuevas  en  esiacasa? 
¿(,)ué  Huésped  ha)  ;•  ,quiín  ve  casa? 
juor  qué  se  hacen  lamas  limas? 

Cfi:aDO.    No  admires  el  reitucijo, 

SCAor,  que  juzKas  por  vano. 
Hoy  ha»  hallí<io  un  hermano, 
V  tu  pndrc  ha  hallado  un  hijo. 
Vino  I. iberio,  aunque  rolo, 
deten^afiado  y  confuso 
del  mundoi  i  los  p^et  s«  puso 


de  su  padre.  Cumpti/i  el  soto, 
cual  marinero  que  eii  medio 
del  mar,  naufragó  perdido: 

f'orque  en  fin,  su  padre  ha  sido 
a  imauen  de  su  remedio. 
Recibióle  con  los  braxos 
abiertos,  poraue  es  clemente: 
él  pidió  pies  ae  obediente, 
y  en  vez  dtlto*  halló  abrazos. 
Tan  refocilado  está 
el  viejo  noble  y  piadoso, 
que  con  todos  generoso, 
albricias  y  joyas  da. 
Terneras  de  leche  mata, 
á  sus  amigus  convida, 
y  remozando  su  vida, 
años  y  gustos  dilata: 
tanto  como  esto  ha  podido, 
con  !«r  tú  su  mayorazgo, 
de  un  hijo  muzo  el  hallaift^i 
hoy  hallado,  ayer  perdido. 
.MoDEST.   tisó  si:  auxc  con  él 

la  hacienda  que  i  mi  me  loca; 

¡iremiedesu  vida 
os  vicios,  y  á  mi,  que  líel 
siempre  estuve  en  su  obediencia, 
iriumecon  cscascx, 
erectos  de  su  vejez. 
V  prueba  de  mi  paciencia. 


ESCENA  XIX 
Dkno»,  CitJitmray  tttédM. 

Clehek.  Dame  albricias,  hijo  mío, 
ó  para  decir  mejor, 
pídeselas  A  mi  amor. 
Va  volvió  á  su  madre  cl  rio 
que  desaliñado  viste 
romper  presas;  ya  tu  hermano, 
obeaientc.  humiiJe  y  llano, 
te  espera:  ^dc  qué  citás  triste?: 
entra,  y  abrazos  apresta. 

MonesT.    Desde  que  tuve  de  li 
\id3  y  ser,  nunca  sal! 
de  lu  ^usio,  ni  en  molesta 
iuvcnlud  quebré  íamás 
las  leyes  que  me  pusiste, 

V  nunca,  padre,  me  disto 

lo  que  hoy  a  un  perdido  das. 
Aun  un  cabrito  siquiera 
que  comer  con  mis  amigos 
le  debo  (sean  tesiíRos 
mis  quejas),  y  unaiemefa, 
lo  mas  KrueSd  de  lus  hatos, 
d  un  disipador  prcí  ides 
desús  virtudes  y  bienes 

V  autor  de  sus  desacatos. 

Si  es  bien  hecho  que  autorices 
contra  quien  ieobedec>i>, 
i  quien  su  hacienda  (tasto 
en  juegos  y  en  mexeiriceí, 
más  me  valiera  haber  sido 
como  él,  que  obedecerte. 
Cu-VBK.  Necio  eno|0  te  divierte. 
Mi  mayorai>|0  querido 
cm,  Ntodesio;  mi  hacienda 


ACTO  TBRCEBO 


147 


ti  toda  tuya  ^quifii  diutn? 
El  tiempo  columbres  muda, 
la  expetiencia  pone  rienda. 
S'>  reducido,  lu  besa 
lot  pies:  entínale  amor, 
vagravisris  tu  valor 
iideiu  dicha  te  peta, 


ESCENA  XX 

CunslTR.  Mddmio  y  t.iitnno.  qui lalr  H^nrramr»- 
áol.  Dttpuit.  Felicia,  tiynt  miititt  ái  ihírinltl. 

^t-tUKlo-    Hermano  y  itfíOT,  ro  hesido... 
IOD£iT,  {Las  enira'ñai  meenierni-ce.l 
No  me  digas  mis:  mil  icces 
seas  hermano,  bien  vei-.ido. 
Tu  hiirt  es.  á  ííiiciíille     t.t  r.itaicoie.) 
con  los  demás  quiero  ir, 
quemas  es  el  reducir 
un  tiijo,  que  el  cnjend  i'  e 

.  lSa¡t  \'tU^i%  ilt  maéa.) 

Fbucia.   Si  descngailos  del  mundo 

son  padres  del  escirmicntOi 

y  de  tut  justos  aarat  ios 

alcani'i  perdón.  I, iberio, 

viuda  ya  y (Ictenxañada. 

con  el  alm.i  quí  it  nUtttQ, 

i  darte  cuenta  he  venido 

de  lístiiDJs  y  kuccsos. 

Murió  de  uiui  api)pl«;iia 

Nineucio,  el  (ico  avariento, 

blasón  que  torpe  ha  punido. 
.luaio.  iQüi  dices?  ¡Ví||<4me  el  ciílo! 
FELicra.   Murió  l.i/;irommC>i¿n, 

los  dos  en  In  vida  etlr.mos 

de  la  rueda  de  fortuna, 

y  hasta  en  ol  morir  divcTMit. 

A  l.i/Bfo,  como  i  sobras 

del  mundo,  por  pobre  dieron 

sepulcro  en  un  arenal. 

cornil  su*  enirartas  seco. 

Al  nlnicon  ;ip.irjt'>s 

costosos,  cuanto  si>berbi<». 

arrastrando  lardos  luios. 

^Us  de  sus  herederos. 

on  prol¡)a  procesión 

le  llevaron  hasta  un  templo, 

donde  de  mármoles  flnuN, 

de  iaspts  verdes  y  iicgiu-, 

piras  que  á  la  clave  litga.i 

del  ediücio  supremo. 

grabadas  de  armas,  de  motes, 

V  jerojjlJIicospticK'js. 
en  sus  entrañas  admiten 
el  cadáver  av.-iricntn. 
que  VIVO  no  abrió  jamds 
¿■adosas  puertas  al  pecho. 
bstas  son  ks  honran  quí  hace 
el  mundo  en  la  muerte,  y  esto 
en  lo  que  paran  coronas 

V  el  fin  que  licnen  imperios, 
ttica  y  libre  restituyo 
i  la  voluntad  el  remo, 
que  mi  en^Aada  elección 
«itregó  al  inierfs  ncctO. 


Mil  veces  yo  venturosa, 
y  miichat  má>  m  mereico 
en  lilamot  mejorados 
enmendar  pasados  ycfros. 
CuSMEM.  Felicia,  poroue  lo  sea 
ya  mi  t;anado  Liberto, 
esposo  vuestro  será. 
V  el  amor,  de  eutriimbín  dueAu. 
La  inmortalidad  del  alma 
ne^abui  el  torpe  Nineiicio; 
su  felicidad  p'>nla 
Lázaro  en  bienes  del  cielo. 
Mi  Dios,  pata  cerirdumbre 
de  la  vida  i^iie  conitcso 
en  vuesirrt  inmortal  dominio 
y  más  sc}tun>  escarmienta 
ileste  Pródigo  enmendado, 
enseñadnos  con  quí  premio 
premiáis  l»i  pobres  humildes 
)'  castiftits  los  soberbios. 

ESCENA  CLTIMA 

[McHM.  Liuac.  AiaatUx  y  N  Matéelo. 

iSmtna  méiKH  arrtfa.  H»  lo  alio  itti  ts- 
biiiáoam  /•ar*lto,  yLiiiro.  dtUantty 
nn),(n  «r  rtgita  4t  Abrihia.  A^f«  ■■ 
lofirrnv,  y  Manicio  tintada  d  una  mna 
atiraidAdpit  y  mucAiaplalcí  rtAandodi 
Itt  Ktanjant  Itamaij 

NiNEUc.    Padr«  Abrahdn,  que  me  abraso 
en  el  alma  y  en  el  cuerpo: 
llamas  de  inmortalidad, 
castigos  de  UiüS  eierno. 
La  gula  en  que  idolatré, 
manjares  me  da  de  TuefiO* 
hidr<^pica  sed  me  abrasa: 
ten  piedad  de  mis  tormentos. 
Cadfc.  A  Lizaro  me  envía 

3UC  moje  el  último  c.vircmo 
el  dedo  en  agua  un  instante, 
y  d£  un  breve  refrigerio 
a  mi  lenj^ua. 
AaRAH.  Acuérdate. 

hijo,  del  bien  que  viviendo 
recibiste  en  la  otra  vida, 
y  Láiraro  los  desprecios 
y  trabajos  .)ue  tu  sabei. 
No  hay  dos  ^l^rias,  no  hay  dos  cielos; 
f     iH  recibe  descansado 
de  sus  virtudes  el  premio: 
tú  en  lormenios  perdurables 
nagas  los  males  que  has  hecho. 
Mal  te  podrá  socorrer 
desde  lugar  tan  diverso 
«I  en  que  cslAs,  que  hay  abismos 
de  inmensa  distancia  en  medio. 
Ni\suc.    Uué|toie,  pues,  que  le  envíes 
fsi  desde  aquí  obligan  ruegos) 
i  la  casa  de  mis  padres, 
donde  cinco  hermanos  itngio, 
para  que  los  amoneste, 
porque  á  estas  penas  vinioHlo 
110  acrecienten  las  que  poto: 
i«n  mlser>curdia  dellos. 


148 


TANTO  ES  LO  DE  MAS  COMO  LO  DE  MENOS 


Abrah.     a  Moisés  y  á  los  Profetas 
llenen  en  libros,  que  llenos 
de  amonesiaciones  santas 

Sredican  y  dan  ejemplos, 
o.  Padre  Abrahán,  mejor 
los  persuadirán  ios  muenos. 
Si  á  Lázaro  ven,  no  hay  duda 
que  ponga  á  sus  vicios  freno. 
Abrah.     Quien  los  Profetas  no  admite 
y  tiene  de  bronce  e!  pecho, 
ni  ¿  los  que  resucitaren 
creerá  tampoco;  esto  es  cieno. 


Ci.EMEN.  Hijo,  á  Lázaro  imitando, 

y  escarmentando  en  Nineucio, 
restaurarás  lo  perdido 
y  excusarás  lus  tormentos. 
Viciólo  pródigo  fuiste, 
y  aquél,  misero  avariento; 
tanto  en  ti  fué  lo  de  más, 
como  en  él  fué  lo  de  menos. 
En  medio  está  la  virtud: 
si  son  viuios  los  extremos 
de  Lázaro  el  medio  escofíc, 
y  tendrás  á  Dios  por  premio. 


LA  REINA  DE  LOS  REYES 

COMÜDIA  DEL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA 


Rtpretriitila  AtvnJaAQ. 


PERSONAS 


At**H  PÍMBZ  i>B  Castko,  gtnt^í. 

La  (losi*iLi\,  su  mujer. 

tkA  DAMA»  de  la  Condesa. 

Alhahx»,  rej-  de  Granada. 

Maiiomad,  (u  rúMlto. 

NuSo  i>E  Lara,  vejo. 

La  ReiKA. 

El  tanto  rey  don  Fernakoo. 

NlttSTKA  ScKüKA. 

JOKNADA  PKIMERA 

ESCENA  PRIMERA 

¥nA,  truMn,  con  una  emiatla  di  pan,  nlirdnéOM 
d*  trtt  lUinírit  fue  laJtn  at¥tMIU¡idr,tt.  Uttf»U 


Paja. 

HOMB, 
PAIA. 

NirSo. 

HOMI. 

HvHq. 


IIOMB, 

Paja. 


En  palacio  haMís  cotrado, 
V  habrá  quien  al  Ftcy  lo  diga. 

I.*  La  hambre  que  nos  ubl>Ka 
no  iKOTUKe  ssgraJo. 
jEl  pan  que  es  para  lot  reyct 
()tl«r£is  quiíarmcr' 

¿Hay  m&l<lad 
i|tual^ 

3,*  La  neu«uda(l 

der<j(tB  todas  las  leyM; 
y  tai,  aunque  sea  contra  ley, 
del  pan  Hemos  itc  llevar. 
Monsiruo  indóoiiio  vulgar, 
el  pan  es  para  mi  Rey; 
y  aunque  de  unu  al  olra  polo 
Viniera  aquí  el  mundo  entero, 
del  pan  que  defender  quiero 
«O  llevara  un  pan  tan  OAa. 

I.'En  loquedicci  lepata, 

3ue  uuntjuc  á  enuiu  provocado 
nuM:h(>  te  lint  o)>li};ado. 
^No  vntquees  Nuiíu  Je  Lata? 


Gaací  PfcRSZ  Mt  Vargas. 

DiEOO  PÉHSZ  DE  VAaiiAS. 

1>0!<  Alonso  Tello. 

Maxím,  moro,  turrnano  dtt  rey  d«  Murcia. 

Pa)a,  truhán. 

Tkks  iiombdu  vuloame». 

Vm  soldado. 

Um  correo. 


Hous.  I  -*  Sea:  si  me  ha  de  malar 
la  necesidad  infame, 
NuAo  mi  sangre  derrame, 
pues  la  su>a  me  ha  de  hunrar. 
Deja  que  alKún  pan  llevemos, 
ó  prevente  a  la  (wfensa. 

fNuAo,  tcAaitdo  mamo  é  la  t*p«4*~t 

NvÑo.       Miente  el  villano  que  piensa 
comerlo. 

HoM».  a.*  Aquí  moriremos. 

Paja.        Mirad  que  la  Reina  TÍene. 

(iCnrdiKda  ladot  fu  tápñáét,  >  afr*M» 

llUHtt.f 


ESCENA  II 
Dicnc*  ytm  Rarxii. 

Bbjha.      ^Qu¿  es  e«lu? 

HoMR.  I.*  Poner  la  boca 

en  tus  plantas.  Una  loca 
pasión,  que  castijto  tiene, 
pues  desia  suerte  nos  ves. 

Runa.      Ñuño,  decid.  ^c<^mo  es  esto^ 
jvos  airado  y  descompuesto? 

NuSo.      Humillado  i  vuestros  piei, 
antes  de  «Uros  respuesta, 
pido,  seAora,  perdón. 

ReiüA.      Sepa  yo  quí  es  la  ocasión 
de  una  locura  Cumoesu. 


I  Adeani*  ■!<  (tiot  pcrMMjci  lottrirlcnea  ttt  U  obra  los  liuwleolt*:  Kl  Gra»  Fuior  ■•*  San  Íoaní  lo*  U*n- 
Tiin  DK  >  aifisDinii;  I).  Lúdanlo  Su.i*M;  AitTAta.  ity  di  sirilli;  \vawyn\o%:  AnSKKtjai,  4ttrátegii¡  Al  i; 
el  rxiK'.jrt  li  A>Tum«iU.  KjjM.i  ME  LmÜa;  t>.  Ka>9|i  OuntrAJ;  aa  VaiiTmiiuir  Munv»,  Im  aucve  últisio*  túlc 
(B  U  Jvr»aáa  tirara- 


iSo 


LA  REtNA  DE  LOS  KEYEt 


HoMa.  ).*  Hambre,  sefiOM.  No  lluere; 
loftreros  guardan  el  irijto, 

V  á  los  que  aquí  eslin  conmigo 
iiietti  uprime,  Ttit&a  muere. 
Etiando  desde  anteayer 

sin  comer,  csie  truhán 
pasaba  con  ese  pan, 

V  al  qucfctic  dclt^ner 
para  que  alguno  noi  di«c, 
sacó  la  espada.  i>:asiAn 
detjuc  aquí  con  tal  pasión 
vuestra  majestad  nos  viese. 
Ñuño,  cual  veis.  tJcrcDdÍ¿lo: 
ate  el  el  caso,  rsias  son 
nuestras  vidas;  la  razón 

de  procurarlas,  es  s<3lo 
por  darlas  de  buena  gana 
á  Kcrnando  nuestro  rey. 
por  jusia  )  guardada  ley 
de  la  lealtad  castellana. 
Reina.      Bien  acertó  i  ponderar 
de  una  corona  el  desvelo, 
el  que  hallándola  en  el  suelo 
no  la  quiso  levantar. 
El  reino,  át  varios  mudos 
repartido,  está  ocupado 
cada  uno  en  su  cuidadoi 
pero  ei  Bey  en  los  de  todos. 
Vela,  porque  vos  durmáis; 
porque  vus  comáis,  trabaja, 
y  porque  Ü  al  moro  ataja, 
s'OS  vuestra  hacienda  goxáis. 
Aquí  entráis  desesperados 
porque  la  hambre  os  lalijía, 
cuando  el  Seftor  nos  casiifta 
qui/i  por  iiucsiros  pecados. 
El  Kcy  por  vosotros  llora, 
á  Dios  ruega  penitente. 

V  ha  muchos  dias  que  ti  siente 
io  que  aqiii  sentís  a);iifa. 
En  lodo  el  reino  se  hacen 
rogativas,  procesiones 
de  sangre,  por  si  en  acciones 
tales  i  Dios  satisfacen. 
No  ha  quedado  ima(;cn  santa 
en  isbcrniculo  alguno 
que  el  triste  pueblo  importuno 
DO  saoue  en  aMicciún  tanta. 
Tres  días  haquc  mi  Femandd 
no  veo,  porque  tres  son 
los  que  na  que  está  en  oración, 
por  este  reino  Dorando. 
Vtendo  de  Dios  los  enojos, 
le  Intenta  desenojar, 
y  agua  le  piensa  sacar 
con  el  Btjua  de  sus  ojos. 
Ved  como  son  diferentes 
de  los  reyes  los  cuidador. 

lloMl.  I  «SeiSora,  nuestros  pecados 
"  causan  los  daños  presentes. 
Nunca  mereció  Castilla 
tal  tic)-;  divino  tesoro 
es  su  valor:  tiembla  el  moro, 
el  mundo  se  maravilla. 
No  ha  habido  como  i\  alguno 
en  castellanos  ni  Kodos, 
pues  siendo  amparo  de  lodos. 


\ 


es  padre  de  cada  uno: 

y  en  lin,  es  santo. 
Rkixa.  Oid  ahorar 

haced.  Ñuño,  pregonar 

que  vengan  á  declarar 

en  termino  de  una  hora 

lodos  los  que  ncnen  t  figo, 

sin  que  me  oculten  un  grano, 

pena  de  ta  vida. 
HoHB.  3.*  Es  llano. 

que  hay. 

Tu  celo  bendigo. 

Rstando  de  manilícsio 

comerá  la  pobre  gente, 

que  es  quien  más  U  hambre  sienie: 

yo  lo  paf^ré. 

V<jv. 

Presto. 

^'  en  todo  et  reino  avisad 

que  hafta  lo  mismo. 

Si  harí.  iVaii.i 


.VtSo. 
Reina, 


NuSo. 

Rkin'a 


Nt;.<¡o. 


HOMB. 

Reina, 

HoMB. 

Reina. 

Paja. 
Reina. 

Paia. 
Ho.vs. 

Reina. 

HONB. 


ESCENA  IIJ 
£a  Ram,  Pu*  y  lut  ttoaaiH. 

>  .*'  (A  la  htiBi.}  Dios  muy  larga  vida  os  ( 

muros  de  la  cristiandad. 

Lloverá  ó  podfi  ser  que  haya 

trigo  oculio,  de  maneta 

que  sobre  hasta  el  que  se  espera  I 

por  Galicia  y  por  Viícaya. 
3.'  Para  sembrar  y  comer 

hay  bastante:  hanlo  ocultado. 

porque  no  habiendo  sembrado 

pata  lanero  sin  llover. 

lA  pjjí.)  Tú.  reparte  entre  esta  gema ' 

el  pan. 

.¿Todo? 

trique  trajiste. 

^PLies  yo  he  de  comer  alpiste? 
i.'Sei^ora,  aunque  lo  consiente 

la  necesidad,  no  es  justo. 

Dáselo.  No  repliquéis. 
3.°  I.a  gran  Sesília  ganéis. 


V  en  ella  os  gocéis  con  gusto.) 

HoMB.  3."  íQué  piadosa  y  qué  discreta)    

íVn'in  lu  Hombrtí  lUvándon tí pw» 


ESCENA  rV 
/.d  Pus»  )■  P/ii». 

Paja.        f,^,,.)  Higales  muy  mal  provecho.] 

No  me  veo  saiisfecho 

después  que  la  hambre  aprieta. 

Del  est6maf;o  el  ahinco 

es  tal.  que  comer  solía 

tres  hogaias  en  un  dia, 

V  ya  no  hay  harto  con  cinco. 
Ruma.      Vuelve  al  panadero. 
Paia.  .;A  qué, 

si  las  raciones  ha  dado? 
RaiKA.      Otras  darik. 


JORNADA   PRIMCKA 


kíX.        (Ap.\  AXogaxtdádo 

me  ateneo.  Yo  volver*; 
de  un  cHadosu  y  noMc  alférez 
requerirá  U  guarida. 
qut  me  regala  j-  cúnvida 
por  truhán  dcGarci  Pire». 
Pajs  me  llaman,  y  espero, 
icgún  se  e&irccha  el  comtr. 
que  lo  Itc  <lc  venir  A  ser 
en  lo  vano  y  lo  ligero. 
YopienM)  indar  I  no  e&  donaire, 
de  vera«  hablo)  enueunio 
que  esto  dufn,  Uida  i  \in  CAHIO, 
porque  nn  me  lleve  el  «iré.  (Vom.) 

ESCENA  V 
La  KiiM.  lutgotl  Rki. 

EJKA.      Ya.  deseos  y  ansias  mías, 

que  cnirc  á  ver  á  mi  Fernando 
me  csiiis  persuadiendo:  ^cuándo 
SG  acaban  ya  los  ircs  diss? 
Tres  siglos  han  parecido. 
)*  aunque  no  se  deja  ver, 
seré  confiad»  Esiher, 
que  es  amor  muy  airnido: 
con  síkncio  quiero  abrir 
por  ti  reposa;  elevado 

(Cerrt  ¡t  Ketni  lit  corda*,  y  aparte*  ti 
Kay  iltradoia  oracióA.iinltun  eruelflia.} 

en  la  oración  se  hj¡  quedado. 
No  le  quiero  divertir, 
antes  en  esie  retrete 
i  que  salga  esperaré, 
(irán  Rey,  gran  Santo,  tu  fe 
alias  cosas  nos  promete. 

l£Kd«d<M  la  H«>aa  tn  i¡  rtlrilt  Tir- 
f HfH  Mrimiat,  y  aparttca  A'unrri  Stlto- 
ra  como  ttl4  tn  tu  <apllla  dt  J»i  Reyn  ni 
■■«♦•.> 

{Dfíllro.) 
«Kcrnando.  enojado  estaba 
Dios  con  tu  reino:  el  perdón 
alcanzó  lu  intercesión, 
que  todo  ion  Dios  lo  acaba. 
Yo,  por  ((loriar  tu  cuidado 
en  aflicción  un  terrible, 
traigo  í  Dios,  nÍAo  apacible, 
cuando  era  Dios  enojado. 
La  pena  y  temor  desiierra, 
íjue  pues  en  mi  fiado  esiis, 
mientras  vivieres,  jamAi 
fallará  el  agua  en  tu  iierra.» 

t¥ut¡vi,é'<t'"'^i>t'*<a,yJtta]>art<tla 
ritió».  Alfaii  ti  Htyyttponi  lagvrra.) 

''HKAK.   ¡Vilgame  Dios! ^ Si  es  verdad 

lo  que  he  visto?  ¿Si  fui  sucfto? 

(¿a  R.«ina,Mr((fl<f«.> 
IciMA.      Mi  Fernando,  amado  dueílo, 

milagrosa  novedad. 

Logróse  vuestra  esperanza: 

ved  que  agua  abundamc  y  recia 

riega  la  tierra. 
^itKA.-4.  Fui  necia 

siempre  la  deseo n lianza, 

y  mi  Dios  muy  piadoso. 

Mil  gracias  os  doy.Señor, 


Reina. 


Fernak. 


Rkika. 
FsRNay. 

Reina. 


RCIKA. 


Fe»  ÑAS. 


RciKA. 


i5i 

Süts  venció  el  justo  rigor 
oy  vuestro  pecho  amofx>tQ, 
Por  mi  y  por  toda  Castilla 
los  pies  os  quiero  bwar, 
pues  Dios  b«  querido  obrar 
por  vos  tan  gran  maravilla. 
Alzad,  señora,  del  suelo, 
queesie  favor  soberano 
que  os  humilla  ame  un  gusano, 
es  de  la  Reina  del  cielo. 
Quien  al  Sel^or  aplacó 
fui  U  Rtina  de  los  Reyes, 
y  quien  no  uuarda  las  leyes 
de  agradecido,  soy  yo. 
Trasportado  en  ía  oración, 
viá  la  Viroen  asentada 
en  una  silla,  cercada 
de  gloria;  en  tal  suspensión 
me  dijo:  «l^ierdeel  cuidado, 
que  en  allicción  tan  terrible 
traigo  á  Dios,  niño  apacible, 
cuando  era  Diaseno¡adoj» 
A  Jesús  niño  tenia 
en  sus  rodillas:  víó  ei  alma 
ei  Cielo  en  gloriosa  calma: 
luego  oi  que  me  decía: 
«La  pena  y  temor  dest ierre, 
que  pues  en  mi  fiado  estAs» 
mientras  vivieres,  jamis 
faltari  el  agua  en  lu  licrri.* 
¡Gran  favor! 

Aunque  soñado, 
en  él  pude  ver  la  gloria. 
Es  maravilla  notoria, 

Eu es  Dios  agua  nos  ha  enviado, 
lena  de  amor  y  triste/a 
recuerda  el  alma  de  un  sueño 
glorioso,  con  nuevo  dueño. 
[Qué  soberana  belleza! 
[Qué  negros  ojos,  tan  bellosi 
jQuí  honesto  y  grave  mirar! 
kn  su  amor  pudo  abrasar 
almas  de  nieve  con  ellos. 
¡Qué  soberanos  tesoros 
VI  en  la  mídela  que  peina) 
iQuí  gran  ser!  ¡qué  diana  Reina 
de  los  angélicos  coros! 
Era  up  ctclo  su  espaciosa 
frente:  no  ha^  serafín 
que  su  boca  iguale,  en  fin, 
morena,  grave  y  hermoso. 
Quiero  hacer  por  mí  consuelo 
que  la  retraten;  mas  ¿quién 
la  sabrá  retratar  bien, 
sino  US  un  in^el  del  cielo? 
Üio  tomo  yo  A  mi  cargo. 
Una  memoria  me  dad 
del  retrato,  y  descuidad, 
que  yo  de  hacerlo  me  encargo. 

íSífnIatKl  Ket.  yntríit  lobrt  un  éa- 
feU.) 

Dichoso  aquel  cicultor 
que  un  retrato  verdadero 
me  hiciere;  premiarle  espero 
con  eran  riqueza  y  honor. 
Aquí  he  de  estar  esperando 
&  que  me  deis  la  memoria. 


LA  RBINA  HE  LOS  KKYCS 


ESCENA  VJ 

Paja.       Todos  doto  dsn  U  gloria 
al  Sinlo  rey  don  Fernando. 

del  mundo  h«  de  tiacer  buscar, 

3 ue  alguno  podfi  acertar 
índole  bien  lasMAaln. 
El  mismo  deseo  que  vo4 
teng.0,  que  luiiquc  no  la  vl> 
muy  grande  devou  en  mi 
tt«nc  la  madre  de  Dios. 

|Afii*d  (I  Rcv  Jr  tiítíNr  la  nunurUi 
Jila  íl  tt  muítr,  y  (nlriiittíld.j 

'Fbrnan.  Ksiu  e»  lo  que  eictibir  puedo 
de  la  ima^n  deunda. — 
¿<Jui¿n  cu" 


ESCENA  Vil 
ISf  Mt  y  í*í* 


P*)A. 


Soy  paja  mojada, 
puct  sin  mis  albricias  quedo, 
Con  uno  y  otro  turbión 
m<!  he  detenido  hasta  abofa, 
que  la  Reina,  mi  señora, 
me  ha  hunado  la  bendición. 
Fuec/a  cik  que  el  vestido  tuerza, 
pues  que  vcn^o  hecho  una  sopa, 
que  aunque  v%  fucua  mudar  ropa, 
el  ni>  mudarla  es  mks  íuorta. 
'WnHAH.  Dllc  d  NuAo  que  le  át 
un  vestido. 

Paja.  Gen  mil  s^os 

vivas,  y  en  los  miscitraAos 
reinos  ensalces  la  te. 

FaHAS.  ^Esii  contento  cMugat 
con  el  agua? 

Paja.  Aunitue  es  lardia, 

general  es  la  alearía 
y  el  deseo  de  sembrar. 

FiHNAK.  Aunque  está  el  tiempo  adelante 

3UC  hoy  sumos  quince  do  Enero, 
e  quwn  cnvi6  el  agua  espero 
un  ano  muy  abundanic. 
Alcgtia  general 
dtjv  que  tittbia,  y  mal  di);0, 
que  los  logreros  de  irí^o 
se  han  alegrad»  mu^r  mal. 
Un  misetaole  malqui»to, 
aunque  vio  el  cielo  nublado, 
no  lo  creyó,  l'ai  al  tejado, 
vio  su  desdicha  mJis  llana; 
cual  de  parto,  siii  sosiego 
con  dolores  v  ansia  esquiva, 
andaba  escaíera  arriba, 
cs>:a1cra  abijo  luego, 
á  la  axolcB,  al  mirador, 
ponifndosc  los  antojos; 
en  tta.  cuando  vio  i  sus  ojos 
tal  agua,  como  el  traidor 
Judas,  se  echó  una  lazada 
á  la  garcantn,  y  se  ahotta 
li  no  le  i:ortB  la  lo^a 
SU  escudero  con  la  espada. 


Paia. 


FunnaH.  (Cran  miseria! 

Paía.  Lo  mejor 

es,  que  despidió  al  ctiado. 

FeaKAN.  ¡Bien  le  pa¿ó  su  cuidado! 

Paja.        Hay  otra  gracia  mayor. 

Que  hicieron  cuenta,  y  después 
que  tuvieran  conferido 
lo  que  tenia  recíbalo 
r  el  suddo  de  cada  mes. 
ie  contó:  ■tanto  de  un  plato 
que  quebró,  tanto  que  un  dia 
respecto  A  ser  cosa  mía 
leJióTello  de  barato. 
De  medio  din  que  faltó, 
tiintu;  tanto  de  un  disanto 

Suc  estuvo  indispuesto,  y  tanto 
t  la  soi;a  que  conó.> 
FnKAH.  Lo  que  tii  inventando  estás, 
fuera  digno  de  castigo. 


ESCENA  Vm 
Bl  Kar,  Kv*«  d>  Laka  y  P«m,  Ituf  un  Caiano. 

Frhkan.  m  Nufio.)  jQuí  b«>  NuAo? 
Niifto.  "  ' 


ScAor,  hay  trigo 
para  dos  aAos  y  mis. 
¡EscoiKlidoI  «qué  dccisP 
Ln  codicia  era  tan  ciega. 

5ue  ll<^ó  i  valer  la  han^a 
doce  maravedís. 
CaiADo.    Aoui  está  el  Embajador 
del  rey  de  Murcia. 

Kniiar  puede, 
q^uB  todo  lo  que  hoy  sucede 
sin  duda  es  en  mi  favor. 

(MctirMr  «I  criado.) 


FeHNAM. 

Nufto. 


FUIKAN. 


ESCENA  IX 
DiCHM  y  llAtáii,  moro  Embafaáw. 

Haxín. 

A  tus  pies,  nnn  Femando,  humilde  tienes 
un  hermano  de  un  Rey,  cura  embajada 
05  darte  otra  corona  y  parabienes 
de  tu  fortuna,  al  cielo  levantada. 
Tu  fama  vuela  publicando  bienes, 
y  de  coru  en  el  mundo  está  notada. 

FrHNAKoo. 
Levanta,  noble  Hax4n,  y  de  tu  intento 
nadi  me  digas  sin  tomar  aliento. 

Wkzíx. 
Obed<N:ícndo  humildemente  tu  mandado, 
aunque  es  exceso,  tal  honor  rccib-.:. 

|.Ni/*/4nit(iilatNr«IM) 
Mi  hermano  el  rey  de  Murcia,  confiado 
en  tu  piedad  y  de'tu  amor  cautivo. 
Stl  rtlno  i  tu  grandeía  ha  dedicado, 
y  qgkrc  que  lo  heicdes  siendo  íl  vivo. 
Dos  condiciones  pide,  en  razón  puestos, 
para  enircKerlu  lur^-o.  que  son  éstas: 
la  primera  i">.  i^uc  dejes  1  mi  hermano 
la  mitad  de  sus  lenlasi  la  segunda, 


I 

I 


;ac  etté  en  tu  protección,  y  tu  real  mano 
I  sus  de(cn&a&  salga. 

Fernando. 
Estu  se  funda 
en  que  el  rey  A  lh»m«r,  soberbio  y  vano, 
vueitro  reino  pretenUc,  y  de  ahí  redunda 
<]UercrM  (¡uareccr  HudivI  <;oninigo 
sin  renJii  %ida  y  icino  A  su  enemigo. 
Pero  yo.  que  jamis  ncBuc  mi  ampara 
al  que  lleco  anigído,  con  i^ran  gusto 
lomara  su  defensa;  y  si  le  ampara, 
00  lemaquc  Albaniar  le  d¿  ilisttusig. 
En  la  rema  que  pide  no  reparo: 
icndrála  de  por  vida,  que  es  muy  justo. 

Haiés. 
Este  papel,  t«ñor,  con  la  reit  lirma, 
mi  embalada  acredita  y  la  confirma. 

IDrít  un  paptt  y  léalo  *l  K«) .} 

ftvüo. 
Mabfi  en  Castilla  Rencral  cántenlo 
en  ver  oue  tal  poder  á  caf((o  tome 
csia  defensa,  y  de  Alhamar  exento 
la  birbara  arroKancia  y  yerro  dome. 

Paja.  (tUMnéa  gutot  al  mwo.} 
Es  gran  pctraio. 

Vkhhxsoo. 
Calla. 
Paia.  (Un  mf  »a/a.) 

Yo  no  ni  lento. 
Ni  vino  bebe,  ni  tocino  come, 
y  me  juran  que  desde  muy  muchacho 
su  ordinaria  comida  ha  sido  macho. 
El  rey  de  Murcia,  en  ña,  es  rey  de  Muía. 

NuSo, 
Et  famoso  lut(af. 

Fehka.vuo. 
Vele  alia  fuera. 
Paia,  {Apait*.) 
iQuií  severo,  su  gUKto  disimula! 

ESCENA  .\ 

DiOBO*  y  «■  Criado. 

Cmado. 
Gard  P^ea  <k  Vargas. . 
Paja. 

lC6mo!  Espera: 
¿ha  venida  mi  amof 

CaiAoo. 
De  una  muta 
se  acaba  de  apear,  que  á  la  li)tcra 
se  vieoe  del  c|¿fciio  apartólo. 

(Stlt  ?>)■  «H  MOmfnruJ 
Feunanoo. 

Caúsame  so  venida  ^ran  cuida<lo. 
El  aKUa  enviasteis.  Virgen  Soberana, 
y  aquí  añadís  un  rano  i  i»i  corana. 


No  sea  mi  dicha  como  dicha  humana; 
no  la  agüen  csiai  nuevas. 

Paja.  (Snlr^n^u  con  la  (airta  4t  na  rty  moro.) 
Hi«n  abona 
d  mi  amo  este  birbaro.  cuya  ufana 
cabcxa.  como  reina  se  corona: 
preso  <íe  las  agallas  le  lo  oftece. 

tUtts. 

El  bárbaro  es  de  vator  ■. 
Paja. 

Barbón  parece. 

ESCENA  .\t 

ElV-ti,  NvR»  SB Lau,  W  ■wru  lUiás.GfRcipjMii 
M  V^Mu  y  Paja. 


Gaüci  P. 


Hazén. 
KaaNAN. 
Uahci  P. 
Fkknak. 


Gaüci  P. 


FKaXAK. 

GapciP. 


SI  armándome  caballero 

me  honró  viicsirn  majestad, 

aquí  humilde  moxirarquiera 

con  prÍTiiicias  de  mi  acero 

mi  at¡radecida  lealtad. 

Y  aunoue  no  os  justo  que  ¡(¡usle 

at  favor  mi  ofrenda,  es  cierto 

qas  mt  amor  de  deuda  sale, 

SI  al  ser  de  noble  equivale 

la  cabeza  de  un  rey  mueng.  / 

F.lde  los  Gaxules  es. 

y  un  Alarbe  vjieroso. 

tUftintútaoit.i  Mi  brazos  sean  interís 

desta  haxaña. 

En  viietiros  pies 
akanc¿  piemio  dichoso. 
Que  le  tengáis  apercilw 
cual  vuestro  nilur  merece, 
y  el  don  por  f-t»nde  recibo, 
que  es  mejor  muerto  que  vivo 
un  rey  que  i  Dios  no  obedece. 
Contad  despacio.  García, 
de  la  jomada  el  suceso. 
Es  largo,  y  ta  prosa  mía 
muy  grosera:  no  querría 
enfadaros. 

Con  lodo  eso. 
Ya  vuestra  majestad  supo 
que  la  gran  villa  de  Palma 
rendimos,  llevando  i  hierro 
los  moros  que  la  ocupaban. 
Puslmosle  guarnición 
bastante,  y  en  dos  encuadras 
dividimos  nuestro  campo 
para  hacer  general  tala. 
Una  llevó  el  ^ran  Miesirc 
de  Santiago  hacia  Granada, 
para  bajar  hasta  Córdoba 
abrasando  sus  camparlas; 
con  la  oira  quedó  el  Principe, 
vuestro  heredero,  i  quien  llaman 
el  Sabio,  que  en  tierna  edad 
es  igual  en  letiu  y  armas. 
Su  campo  rigió  Alvar  Pérez, 
cuya  expefiencia  y  espada 


1    Ati  rii  <l  orii^asíl  parece  ilcblHa  ilcelr:  «Ül  re- 
Balii*o«£lpreteiii«ti  de  vate,* 


^^^^   |54         ^^^^^^^^L^FW^^O^CY^^^^^^^^^^^^^^^^I 

^^^^K            i  CsptAi  dejan  s!n  moros. 

de  i  caballo,  ya  apartada          ^^^H 
de  la  dea  pie,  hecnas dos  (ropas.     ^^M 

^^^^H             «mcniíando  i  los  de  Africi. 

^^^^H             Marchamot  hacíaScvílla 

toca  nuestro  campo  al  arma.             ^H 

^^^^H             detlniyendo  »ux  comarcas. 

Santiago  y  Castitla,  dx:en,               ^^| 

^^^^H              un  pírdnnar  i  1»*  irigo^ 

y  embisten  con  tal  pujanza,              ^^| 

^^^^H               de  laabundnnie  Tablada. 

que  á  los  primeros  encuentros         ^^| 
A  los  moros  desbaratan.            ^^^^^ 

^^^^B               Hasta  Xcr»  tammamo» 

^^^^V              un  aue  la  ardiente  {¡uadaña 
^^^^H              olvidase  una  hoja  verde 

Cada  soldado  era  un  rayo         ^^^^| 

que  parece  que  llegaba              ^^^^| 

^^^^^1            que  al  moro  diese  esperanzas. 
^^^^H             viendo  Alhamar,  rey  soberbio. 

una  legión  en  el  cuerpo.            ^^^^| 

Era  crQel  la  matanza:                 ^^^^| 

^^^^H              loda  la  licru  abusada. 

este  Itcy  de  los  Kaxules,                   ^H 

^^^^^1             V  que  i  los  muro^  que  encuentran 
^^^^H              IOS  CBUlivaii  ó  los  diaian, 

no  se  yo  por  cual  desgracia        ^^^1 

con  grsn  cuidado  seguía             ^^^^| 

^^^^H             juntó  innumerable  gente 

mis  acciones  v  pisadas.               ^^^^| 

^^^^H             de  la  liei^a  comarcana. 

Yo  andaba  d^l  receloso               ^^^H 

^^^^H              buscando  (avor  iu  miedo 

viendo  que  con  asechanza               ^H 

^^^^H             CR  lis  «frican»  plavu. 

trej  caballos  me  había  muerto.         ^H 

^^^^H             Puto  tu  campo  en  Xerei. 
^^^^H              y  subiendo  Ala  muralla, 

y  embestirte  deseaba.                         ^H 
bljele,  hallando  ocation                  ^H 

^^^^H             vi6  cI  nueitru,  que  en  la  ribera 

de  encontrarle  cara  i  cara:                ^H 

^^^^^1              del        (iuaJakic  eMaba. 

«Voto  á  Dios  que  hemos  de  ver        ^H 

^^^^^1            Cuando  vtú  que  ¿ramo»  pocos. 

quien  líeva  esie  gato  st  aftua.»        ^H 

^^^^H             y  que  su  gente  tra  tanu. 

Paja.       .Vlcjor  ditera,  este  perro.                  ^H 
Garci  P.  F.n  lin.  de  un  bote  de  lan/a             ^H 

^^^^H             que  para  ^»<¡»  cristiano 

^^^^^H              so  hallaba  cun  una  escuadra. 

lo  lend!  en  la  roja  aiena,            ^^^H 

^^^^H              mancki  luego  hacer  cordeles. 

donde  segué  su  (¡argania.          ^^^^| 

^^^^H              con  pncsa  y  con  abundancia. 

ScAtláronsc  entre  io<los              ^^^^H 

^^^^H             para  llegarnos  cautivos 

con  valerosas  haiaAas,               ^^^^| 

^^^^H             y  airis  las  manos  atadas. 

el  Principe  y  Alvar  Pérez.         ^^^^| 
don  Gil  Manrique  de  l.aia,         ^^^^| 

^^^^H              Sacóiu  ejírcito  at  campo 

^^^^H              con  victoriosa  alK*2ara 

Puv  lionzálcz  de  Vnlverde,        ^^^H 

^^^^H              demoros.con  añaliles, 

Tedo  Alfonso,  y  con  vcninja      ^^^H 

^^^^H             tfompiA,clarinet.  t  cajas. 

quien  mi»  lució,  aunque  es  mi  her-^H 
fué  nie^o  Pcrea  de  Vargas.      |mano,^H 

^^^^H              Hi20  dei  dos  mil  vinctett 

^^^^H              siete  lucidaí^  escuadra, 

Mató  inlinidai  de  moro%.                  ^^| 

^^^^H              poblando  el  quemado  ^uelo 

y  quebrándole  la  espada,                    ^^| 

^^^^H              con  sus  sarracenas  plantas. 

desf¡aj6  de  un  acebuche                     ^^| 

^^^^^B              El  dueño  desta  cabexa. 

un  verdugón  con  su  maza.        ^^^^| 

^^^^^1              con  un  eKuadrón  de  langas 

Era  una  porra  ñudosL              ^^^^| 
lal.  que  de  cada  maüada            ^^^^| 

^^^^^1            y  de  andaluces  caballos. 

^^^^^1            nos  cogió  la  retaguardia. 

daba  cun  uno  en  el  suelo;          ^^^^| 

^^^^^H              Los  nuestros,  que  eran  dos  míl 
^^^^^H              no  más,  mirando  lal  máquina 

y  esto  hacia  con  tal  gracia,        ^^^^| 

que  el  Principe  y  Alvar  Pérez,         ^H 

^^^^^V            y  que.  aunque  afrentosa,  no  era 

viendo  que  los  machucaba,         ^^^^| 

^^^^V               posible  la  retirada. 

le  daban  grita;  «Machuca,          ^^^^| 

^^^Hg^             porque  tenían  á  Alhamar 

machuca.»  Con  esta  causa        ^^^^| 

^^^^H            enfrente  de  la  vanguardia. 

daba  á  diesiio  y  á  unieslro         ^^^^| 

^^^^^H              y  i  este  Rey  y  i  Guadalele, 

tantas     tales  porradas.               ^^^^H 

^^^^^H              por  la  oira  parte  contraria. 

que  les' hundía  los  sesos            ^^^^| 

^^^^H            animadotdeAlvar 

alli  en  la  sima  de  Cabra,            ^^^^| 

^^^^V             que  viendo  que  se  acobardan, 

En  fin,  los  moros  sin  orden,       ^^^^| 

^^^^F              les  persuade  y  asegura 

muertos  ya  los  más.  desmayan,  ^^^^| 

^^^^K             que  es  todo  chusma  y  canalla, 
^^^^H              siendo  satos  encerrados, 
^^^^^B            fueron  leones  de  BspaAa 

y  para  entrarse  en  Xeroz            ^^^^H 

lodos  vuelt  en  las  espaldas.        ^^^^H 

Proseguimos  la  victoria,             ^^^^H 

^^^^^H              resuellos  con  gran  valor 

fulmosles  dando  lal  caxa,                  ^^M 

^^^^B              i  que  se  di  la  batalla. 

queellos  porcogcr  l>  puerta       ^^^H 

^^^^V               Confesaron  todos  luego. 

unos  á  otros  se  mataban,           ^^^^| 

^^^^B               y  para  alcanzar  la  gracia. 

y  no  quedara  uno  vivo               ^^^^H 

^^^^H              perdonindou  unos  á  otros. 

si  á  tos  nuestros  no  estorbaran         ^H 

^^^^^H              se  reconcilian  y  abrazan. 

loicucrposmuertos,  que  al  campo   ^H 

^^^^P             E\  principe  don  Alonso, 

hacían  sangrienta  montaña.             ^H 

^^^Hk               vuestro  hijo,  que  llevaba 

Huydá  Xcre/  Alhamar.                   ^H 

^^^^H              quinienius  moros  cautivos. 

y  temiendo  que  no  estaba                  ^H 

^^^^H            que  sean  dei;ollados  manda; 

seguro,  por  oira  puerta                     ^^| 

^^^^H             nlcese  al  pumo,  y  la  genic 

secretamente  se  escapa.              ^^^^| 

joknada  primera 


Paia. 
ÜAUCI  ('. 


Feunan. 
OauciP. 
Fernán. 


CANcr  P. 

FmNAS. 
ÜKUtA  P. 

FnNA^. 
Garci  P. 
Fbrka». 

Gadci  P. 


PCKNAK. 


Paja. 


GAtci  P. 


Feo.vAN. 

HAltS. 

Feküam. 


\hxi:>t. 


^üi  mal  l»gradoi  cordeles! 
So  un  mil,  pues  hoy  cnUían 
cti  cautiverioá  los  moros, 
á  ma»os  (ic  su  atrottancía. 
Volvimos  por  el  dcípoíw, 
que  fUL- ul,  qucsecMnsaban 
los  lOidados  de  ui^tt 
cusas  d«  mucha  ímponancla. 
Y  por  no  hacer  iliüresióii 
con  mit  circunMitrKia  larga, 
para  tnejnr  coronlsu 
quicri)  deinr  loque  falla, 
falta  lo  mejot,  tiaicla. 
;Quc  falla,  señofi^ 

Sabn 
U  gente  que  falurla 
de  los  nuestros. 

A  fe  mia 
que  no  se  puede  creer. 
^Tanu  fue? 

Porque  o*  osombre. 
sólo  un  hombre  o%  ha  faltado, 
(lis  posible?  ¡Sólo  un  hombrcí 
^Cra  nobler- 

Era  su  nombre 
Pero  Mí){uel. 

(irán  soldado. 
Conocile  muy  bien,  que  era 
de  Toledo. 

Mas,  señor, 
si  os  ama  Dios  de  manera 

3ue  una  jerarquía  entera 
cspavhú  en  iiucsuo  l'asor, 
y  al  í'atri'ti  de  i£spay^a,  es  cierto 
óue  alli  por  caudillo  vimos, 
^qui  hay  que  admirar  nuestro  atier- 
ni  losiíciniamilquehan  muerio  Ito, 
por  un  hombre  que  perdimos? 
bl  cual  murió,  como  es  llano, 
por  entrarte  h  pelear, 
cnemiíio  de  mi  hermano. 
sin  qoeier  darle  la  mano 
ni  quererle  perdonar. 
Mi  enfeimcdad  ha  causado 
no  halUrmtr  en  esa  jornada: 
mas  luego  iré  confiado 
en  quien  la  salud  me  ha  dado, 
A  senirle  con  mi  espada. 
Señor,  yo  también  quedé 
tercianario,  y  voio  hago 
ik  ir  A  pelear  ñor  la  fe, 
que  )0  tamhien  venceré 
como  me  ayude  Sanlio^o. 
Ahora  es  tiempo,  sefior, 
de  acabar  de  conquistar 
la  Andalucía,  y  hay  temor 
en  el  moro,  y'no  lúy  valor 
para  ofender  ni  esperar. 
Hatén. 

(irán  Señor. 

l'ues  viene 
mi  hijo  en  buena  ocasión, 
paríceme  que  conviene 
que  con  la  fíente  que  tiene 
vaya  é.  tomar  pusesión 
(kl  reino  de  Murcia. 

Deso 


FthKAH. 


se  sigue,  sin  dir  lugar 
i  ningún  motín  ni  exceso, 
todo  nuestro  buen  suceso: 
importa  mucho  abreviar. 
Volved,  tjarci  Pérez,  luegv\ 
y  al  Principe  le  enirt)!a<t 
ilonde  estuviere  este  pliego, 
y  cuidad,  hecho  el  cntrTego. 
que  marche  con  brevedad 
a  Mu.'cia,  y  ta posesión 
tome  del  reind.  en  que  ponija 
presidios  y  guarnición 
bastante,  y  su  durK:Í<Vn 
con  buen  conscio  disponga. 
Hl  (ralo  podrá  firmar 
por  el  papel  del  mensaje. 
Yo  le  quiero  acompañar. 

(5irci  Pira  rrn^HraM.) 
Pienso  que  lo  hemos  de  h.illar 
«1  Toledo- 
Buen  vis|c. 
Con  canas  al  Wny  prevén, 
V  partid  juntos  los  dos. 
lAl  Hvy.)     Yo  iré  sirviendo  á  Mazén. 
rsiosc  ha  de  hacer  muv  iwn. 
Tu  esclavo  soy. 

Id  con  Dio). 
fV'M*  loilo»,  y  qwnta  fío  el  üey.) 

KSCENA  XII 
Kl  Rhi. 


Mueno,  sin  duda,  Vir^jen  Soberana, 
cstuvecuando  os  vi.  pues  que  me  privo 
lie  aquella  clona  cuando  me  hallo  vivo, 
por  ser  dcIU  incapax  U  \  iJa  humana. 

V.\  alma  de  gozarla  quedú  ufana. 

Íyo  preso  de  amor,  y  aqui  cautivo, 
aciendo  estos  favores  que  recibo 
mi  fe  segura  y  mi  esperanza  llana. 

Si  el  ausente  amador  con  razón  pide 
un  retrato  i  quien  ama,  que  entretenga 
las  esperanzas  de  la  viMa  y  trato, 

mientras  la  carne  vuestra  vista  impide, 
permitid,  gran  señora,  que  yo  tenga 
por  prenda  de  mi  fe  vuestro  retrato. 

ESCENA  Xril 
£1  Kav  y  Al*«m  Pteaa,  4*  tamino. 


I!azé:n. 
Garci  P, 

FrKNAfí. 

Carci  P. 

Mazi'in. 
FKaHAN. 


Alvar  P.  Beso  i  vuestra  Maleiud 

los  pies. 
Fbboas.  Seíis  bien  venido, 

como  de  mi  recibido. 

Alvar  Pérci,  levantad 

y  abrasadme:  habcisme  dado 

fran  KU*to  en  venirme  á  ver. 
usio  premio  viene  k  ser 

tal  favor  i  mi  cuidado. 

Huclgome  mucho  de  hallar 

á  vuestra  maíetiad  bueno. 
Ferhaik.  Ya  mi  ociiisidad  condeno: 

vamos,  Alvaro,  i  pelear. 

¿Cómo  queda  Alfonso? 
Alvar  P.  Queda. 

graciu  á  Dios,  con  salud: 


y  en  valor,  ckncia  y  virtud, 

no  huy  en  >u  «lud  qui«ti  k  cxccdx: 

<)u«  n  vuestra  hí|0  atírmar  puedo. 
Fkknan-,  ^I>6nilc  csti^ 
Alva»  P.  Vo  nw  quedé 

tn  Manos;  paréeme 

(]uc  CDiia  mañana  en  Toledo. 
Fkhnak.  ^Puesqu¿  hubucn  MartM^ 
AlvahI».  Hubo  Ii«rt04 

combates,  i)iic  o5  cansari 

oirloü:  en  lin,  «lá 

por  vos  Ib  PeAs  de  Mariot. 
FsKKAN.   Padmu  los  bra/o».  No  había 

boy  co>a  tan  dmcada 

deuif. 
AtvAit  P.  Hade  :>er  ganada 

muy  pf«iii  ti  AmUlucU. 
FiKNAH.  Eí.  tuext*  n]U}  impártame. 

^Qucgent«dejái«P 
Alvar  P.  Cuaicnta 

soldados  de  nombre  y  cuenta. 
Fehsah.  No  s^  si  es  (tuarJa  bacante. 
Alvah  P.  Vo  he  de  resiitir  en  ella; 

ya  dejo  mi  casa  luda 

¿entro. 
FeKKAN.  Asi  se  aomoda 

can  certe/a  el  defendella. 
Alvar  P.  Marios  lúe  In-.  accitunj^ 

de  lu  biidnde  Xerex. 
Firma».   Iíclip*iaJa»  dciía  rex 

quedan  tas  nvoriscas  lunn. 
Alvak  P.  Va  Gatvi  P4re/  de  Varga», 

que  cogiú  la  bendición, 

os  lubii  hecho  relación 

de  nuc^iiai  historian  largas. 
Ferna:!.  Dios  bunrs  mi  butii  deseo, 

7  acá  otro  reino  me  ha  dado. 

ESCENA  XIV 
DlCRO*,  ■«  CHUS»  y  iMfitU  ua  CoaiUM, 

Criauo. 
Corriendo  la  posta  ha  entrado. 
icflor,  B&ori  un  correo. 

Uh  «orreo. 
Roy  Fernando,  u  acudes  dilÍKente. 
la  ¿ran  ciudad  de  Córdoba  has  ganado. 
Dentro  de  la  Ajarqula  c^tá  tu  gente; 
seis  torm  y  una  pucna  han  ocupado; 
i  socorrerles  mircltit  prcsiamenie. 
que  son  d<»  mil  no  mas.  y  en  tu  cutdado 
y  socorro  conwslv  su  esperanza, 
y  su  mueitc  á  cuchillo  en  la  urdania. 

Fernasuo, 

jCómo  siendo  tan  pocos  han  podido, 
si  tos  almoRaribes  guardan  la  Ajarqula, 
entrar  en  ella? 

Correo. 
Porque  trato  ha  sido, 
y  «QUAdj  s«  les  diú. 

FKR  MANDO. 

|Vtr};en  MarU, 
wa  BÍ«s  me  llevad;  socorro  os  fM 


t.A  REINA  DE  LOS  HEVKS 


Correo. 
l'ane  luego,  scfior,  y  en  Dios  confb, 
que  á  toda  la  comarca  han  despachado 
por  socorro,  y  alguno  habrá  llegado. 

FZRNAKUO. 

Temeridad  ha  sido  lo  que  han  hecho. 

AtVAR  PÉCEZ. 

Darles  los  almt>;t*'''>bcs  entrado, 
fui  muy  (grande  ocasión. 

Fernando. 

Mayor  el  hecho. 
El  Maestre  «  persona  confiada. 

Alvar  Pérez. 
Forzoifo  c»  socorrerle  en  tal  estrecho. 

<X1RRK0. 

Fiad  de  Dios  que  Córdoba  es  ganada. 

Fermamio. 
Quiero  llevar  la  Rente  desta  costa. 

Alvar  Pini:/. 
Yo  partir  al  socorro  por  la  posu.         rva»»,) 

ESCENA  XV 

Conpesa.  Mirad  si  por  dKha,  amigas, 
veit  venir  á  nuestra  gerile, 
que  estando  mi  Alvaro  ausente 
todo  es  miedos  y  i'aiigas. 

Dama  i.*  Ti/da>  te  p<>nemus  culpa. 

Sor  serno>  fuerza  seniiilo, 
B  encerrarle  en  un  castillo. 
CúxoeSA.  La  obeaienci*  m<-  disculpa, 
y  el  OJnor.  pui.it  es  forzoso 
si  mi  csp.)(.f  viene  aqui, 
I  ouc  sea  corle  piirii  mí 

dor.di:  oitivieie  un  esposo. 
Dama  i.'  PordeirA^dc  Aquella  loma 

Rran  Irupa  de  i;cnie  viene, 
uestra  soledad  me  tiene 

con  pena. 
Dama  i.*  Otra  vez  asoma: 

moros  ton,  señora  mia. 
Condesa,  /¡ran  ilc^dlchal  Moros  son, 

y  Ci  muy  ^fueu>eleu:uadrún. 

¡Valednos,  Virgen  M.iríal 
Dama  ).*  Aquel  culladu  al  bniar, 

olra  escuadra  nos  enseAa. 


ESCENA  XVI 

DtCMAt.  S*lf  P*,i*  «in  la  tapa  *l  homén  f  iiaa  caria 
»a  fu  waiiv, 

Paja,  (Valúate  el  diablo  por  peña 
de  Marios)  ^Has  de  llegara 
lAh,  ddcastillol 

CONOEM.  ^QuJ^n  vát 

Paja.  Sin  «cudo  un  e»cud<'io, 
y  un  peóji  mA«  caballero 
que  el  Conde  Portinupks. 


JOttNAt>A   1'PIMFRA 


CoKDBí*.  ^OuSfn  es? 

D*WA  1  .*  Criado  es,  señora, 

de  tiirci  Pita. 
CosDKSA.  Ruón 

iknm. 
Dama  i.*  iFamovo  itufAnl 

CoMoUA.  Paro  «o  Mtaitnn.  uf,ntii. 
Pa(a.        a  I>teRi>  l'érvx  dt  VftrKBS 

irsiK"  un  papvi  de  iii  hermano. 
Daua  r.*  Yx  üe  cutirc  iodo  el  llano 

de  las  moriscLLí  aJarcax. 
Paja.       )Pvuir  de  quien  me  ptiiát 

Abran  apncia  el  posiigo. 
CoHDf.sA.No  c5  posible,  mdnic.  amtgo. 
Paja.       iQat  no  m?  punic  abtirf 
Condesa.  No. 

I.ot  cuarcma  hombres  de  guerra 

que  »lfl  rr>rtalcxa  (luardan, 

ctiun  fuera  delta.  )'  tardan. 

i^ue  han  id»  á  correr  la  lícrra. 

Sola  en  l.il  desasí i>.ie(to 

me  halláis,  y  han  de  quebrantar 

moros  la  peña,  v  entrar 

M  no  les  avitii^lue^Ov 

Atended  i  lo  que  m.  húblo; 

id  vvIanducR  nuestra  ayuda, 
.   que  Oíos  os  ifuii>  sm  dÚJa. 
PaiA.       Su  me  trujo  sino  el  diablu. 

Si  dentro  (emicndu  están. 

porque  la  ocasión  lo  enseña. 

que  hnn  de  quebrantar  la  peña, 

«■en  mi»  toüiilli^  qué  harin.^ 
&A.  Altiamarek. 
f*l.*  Hombre,  vele, 

que  nos  tienen  6  ocrcai. 
Paia.        Vo  temo  que  este  Alha^iiar 

para  mi  hn  de  \ercoí^licte. 

Abrirme  seri  ineifir; 

mirad  que  rcncHari^ 

si  me  prenden. 
>AMA  1.*  A'  la  fe? 

Paja.        Soy  un  gran  ren^^ador. 
COKDCSA.  No  es  tiempo  de  burlas,  faja: 

Corre  A  avisar  nuestra  gente. 
Maja.        Yo  correrí  dilrgcriie, 

Si  AlHÚn  diablo  no  tnc  atafa. 

ESC-KNA  XVII 
1^  r.oijiaM  y  iiu  tktH*a, 

CoaiDCSA.  ].<>s  pechus  afeminados 

trocad,  pues  miirir  «.  ruerna, 
y  dcíendamos  b  metía 
como  valientes  S'ilJiídos. 
Tomad  varonil  vestido, 
y  esíuerzu  y  armas  Cün  él. 
que  si  el  hado  no  es  crCIel. 
nmosa  haiaíSa  habri  sido. 
Itattamot  al  moro  ofensa 
como  hi>mt>res.  sin  dar  Itigar 
áque  pueda  imaginar 
la  falta  que  hay  de  defensa. 

Oaua  i*  Mudar  traje  seti  bien. 

Dama  3.*  Mila^rusa  traía  es  esa. 

Dama  i.'  LUmcie  el  mundo  <Joi)desa. 
púas  serlo  sabes  tan  bien. 


■5? 

ESCENA  XVIII 
.  Dicn««.  fif  rf)- Aiiuiua.Maíaitdii,  Hamihu» 
yiionu. 

Mahom.   Nunca  l-'ernando  pensó 

que  aqu!  ^u^  pendones  viera. 
Aliiah.    Nuncael  vil  moro  naciera 

que  lal  castillo  perdiú. 

\il<H  (usio  iiue  te  llame, 

de  vil  sanare  _v  baja  e^ey: 

fiucs  cobrar  rio  pueoc  un  Rey 
o  que  aquí  perdió  un  infame. 
La  pona  es  tan  importuna 
do  haber  i  Manos  p«rdÍdo, 

3ue  por  a;rar  lo  he  tenido 
e  mi  próspera  fortuna. 
Mahojk.    Muy  (usioí  vm  tus  enojos, 
pucii  va»  ev  pe  timen  lando 
que  es  una  higa  que  l-'ernando 
nos  Ikne  puesta  en  los  ojos. 
Vintíndose  á  guarecer 
al  casiiitu.  los  que  encierra 
roban  y  talan  la  tierra. 
sin  poJeiles  ivfender. 
t'ertí,  valiente  Alhamar, 
re_>  iJini'M'  de  Granada, 
va  csii  la  l'efia  cercada, 
y  hoy  en  ella  hemos  de  enlror, 

ESCESA    .\1.\ 
DiLiiM,  tHKca  Hatt.  Uytmdo  mna  carta,  l'a*  Alona 
Tvt«,  P*i»  y  SoiBiiw™  fftr  i'íro  /mirra.  /a«MN> 
iHitf  ú  tomona   'ej  bici™  •  m»  'arfo  y  !•■*  nunírM 
aletrv. 

Paia.       a  (^uc  avisase,  con  hartos 
miedos,  me  hicieron  venir. 
•Firme  (solemos  decir) 
como  la  Peña  de  Mallos.» 
■,>uien  en  «usencia  confia, 
con  este  su  error  conlltmc, 
pues  una  petia  no  es  ñrmc. 
Sí  la  dejan  sola  un  dia. 

Un  tOLD.  Si  esti  la  fucna  pcrdsda 
pof  salir  nosotros  della, 
y  ta  el  querer  defcodella 
cs'dese-pcrar  la  vida, 
en  consultas,  pordemis 
cuidado.}  tiempo  gastamos:  , 
^no  veis  que  cuarenta  estamos. 

V  hay  tres  mil  moros  y  mis? 
1  tayá  cien  mil  ivoto  A  Diotl 
que'  he  de  embestir  yo  con  ello*. 

Y  vos,  honor  de  los  TclloS, 
,'qu¿  decti> 

Que  iri  con  vo«. 
Todos  iremos  también, 
mas  es  desesperación. 
(Quieto  ver  auf  guarnición 
hav  denlfo.  Haced  que  nos  den 
escalas. 

.Moro  es  aquél. 


DiEbo  P. 


D.  Alo» 

t'N  SOLD. 

Alhaj*. 


Paja. 
O.  At.oN. 
DiEnoP. 


lUiran  al  itilaarlt.) 

Corriendo  ai  castillo  viene, 
que  pase  no  conviene. 
•ati  yo  dar¿  cuenta  del.       tv*ir.i 


^ 


1 58 


LA  REISA  Ttt  LOS  BEYfS 


D.  Am.t.  Kn  la  falda  Jesu  ptñn 

fioi  podemos  citcubt.r 

psrauliri  morir, 

q»<  i  Mto  hotüor  nos  empeña.  (Vmi.) 
Pam.        ^  &  D\eg,o  Piíti  dl¿  en  tierra 

con  d  moro:  su  vcslnt.> 

me  ha  de  h«ccf  moro  ungido 

?ara  entrar  en  «Isgucrra. 
a  que  liarla*  no  puedo, 
porque  broiu  la  campaAa 
uotos  j^algos  á  cita  haiaAa, 
puedo  asegurar  mí  miedo, 
pues  entfc  tilos  disfrazado 
tendrá  la  vida  scj^uri, 
sinscjiuir  yoU  locura 
de  cmbmirá  un  campo  armad». 
Voime  i  vestir. 

(Van  fi¡»  y  túU  U  C«nde»  r  mi  da- 
mat  par  lo   *tlu,  tuáet   rtttíáat  tlt  tul- 

déáat.^ 

CoxoEtA.  ValeroK» 

soldados,  hoy  conio  tales 
lerfítal  mundo  inmortales, 
ú  muertos  6  vlctonows. 

Dama  i.*  Si  hay  para  morir  un  día, 

escoja  nuestro  valor 

el  de  hov. 
Dama  3.*  Dadnos  favor 

en  tul  ailiccíón,  Maria. 
Aliiau,    Con  ímpetu  se  acometa 

para  entrar  por  los  adarves. 

{Toetm  ii  rtéalu  y  mttn  (ui  muret  p»r 
Iti  «rjCiii:  4cliañli>i  lai  nn/irtt  á  «icAÍ- 
lladaí  y  ulcinri.irüi.) 
Makoh.    jAI  arma,  I u enes  alarbes! 
Aliiam.     Ayudad.  Sanio  Profeta. 
Mahoh.   Na  es  muy  valiente  la  fueria 
que  h>)*  dentro:  no  deMlsperes. 
ISalin  l)i(go  firti,  Hoo  Monto  Tillo  y 

OiEMi  P,  iPor  Üioi,  que  ion  Iss  mujecn 
los  que  (leiienden  la  fucnaí 
^Cuál  serlii  el  eK:udcro 
tan  sin  honra  y  itn  sin  ley 
que  habrendo  liado  el  Rey 
esta  fuer/a  de  su  acero, 
si  hoy  el  moru  la  cediese 
y  i  las  mujeres  en  ella, 
siendo  su  culpa  el  perdella, 
ante  tu  Bey  patecine? 

D.  Alon.  Razón  es  para  quí  inflame 
el  pecho  i  cualquier  soldado 
í  querer  morir  honrado 
antes  que  vivir  infame. 

DtKoP.  Embistamos  de  tropel. 

y  entrar  dentro  procuremos, 
que  con  la  mitad  quo  entremos 
ha  de  temblar  el  infiel. 
£ntremus  haciendo  estrago, 
pues  una  mujer  se  arma 
con  lamo  valor. 

D.  Alo».  ¡ai  armal 

DiKOO  P.  iSaniiaKo! 

Toóos.  pianliaito! 

ItítifK  manii,  r>ic4<>  r  rfai<  la  tatallt. 
Voicfit  lat  NHriiix  y  rfd*  i>ik%-Aiti  evchi- 
Itaéai  á  Pt|É.  i>niiit<>  dt  ««ro,  tan  taar- 
f»,  y  M  mttt  littn  Jut  Mvrof.) 


Paia. 

Condesa. 

Mahoh. 

Paja. 


DiicoP. 


Aliiam. 
Mahom. 

AUUM. 


Paia. 

D.  AtON. 

Paia. 

Ai.tiAU. 

Paja. 
Alham. 

Mahom, 
Paía. 

AUIAM. 


Mahom. 
Paja, 


D.  Alón, 
Diego  P. 

D.A1.0X. 
Mahom. 


Paja. 


Li.  ii,  ii.  :<.ti,ii,  li.  li. 

Dios  á  lo.  nuestros  socorra. 

(A  Aih.)  Hu)C.  rey.  que  al  de  la  pon» 

de  Xercz  he  visio  aqu! 

¡Que  soy  Paja!  Andan  metidos 

en  fuga,  y  aunque  tes  hablo, 

ni  me  oyen,  ni  ven:  el  diablo 

me  hiío' trocar  mis  vestidos. 

(jiitdn  I>l«iio I'ecvi  pari4m*<tt«lay  lut 
drmdi  por  i'rrail 

Ella  es  gran  temeridad, 
que  brota  el  suelo  paganos. 
V  al  cros>^s  castellanos, 
arriba  al  adargo  entrad. 

(IHtr  duilt  la  aJln;) 
Ya  Diego  Piícz  de  Vargas 
cst¿  en  el  castillo.  Perros, 
Id  i  maliiar  los  cerros 
con  lunas,  bandas  y  adargas, 
que  yo  solo  he  de  guardar 
esta  fuerza  en  que  me  veis, 
aunque  mas  muros  juniíis 
que  tiene  orenai  el  mar, 

iPti*  lultrt  luNr  niaWn  por  IM  tjea< 
lat  y  Ir  teta»  é  citc»llladai.( 

Retiraos,  canalla  vil. 

jTan  presto  vuelves  airis? 

bi  cuarenta  hombres  no  más 

acometen  Itiesmil: 

¿<\üé  hay  que  esperar?  Aliad  luego 

el  cerco:  vuelta  a  Granada. 

Que  soy  Paia;  dadme  entrada: 

ved  que  disirazado  lle|{o.  «rirdni*.) 

¡Válgate  el  diablo,  el  moríllol 

Ya  mi  mala  traza  lloro. 

Por  Alá.  quequiere  un  moro 

solo  Kanarcl  osiillo. 

|Ah.  Diejio  Pérez! 

(A  MMiom)  <Nov« 

lo  que  por  subir  trabaja.* 

Es  valiente. 

iCiuida.)   Que  soy  Paja. 

¿Oyen?:  hablad  con  Inés. 

(jiiat  iiiyof )  TraMmelc  con  cuidado, 

que  te  quiero  conocer 

y  premian  no  es  bien  perder 

tan  importante  soldado. 

lUtgmit  fu  n^rvi  4  P>1*.) 
(A  P«i»-»  El  Rey.  de  vuestro  valor 
admirado,  os  quiere  hablar. 
QueremoA  Manon  ^«nar: 
Ijgo  volvelde  lonior. 

IVtif ft  tuHr  y  áeUt  arrtta  f  Hilan  lo* 
iKaIat ) 

.  Diez  hombres  nos  han  faltado. 
Ha  sido  muv  gran  ventura 
ver  esta  pinza  secuta. 
Y  el  moro  se  ha  retirado. 
(A  p»)>.)  Ki  Alhamar  por  vos  envió, 
¿es  bien  que  aguardando  esi¿? 

(t.J<rJ>tfo  V  w»ntt¡ 

Licva  it  diablo  vue^ancC 
y  el  madre  que  le  parió. 


lODNADA   SEGUNDA 


<5g 


JORNADA  SECUNDA 


ESCENA  PRÍMERA 
Etr*rS.  Kkn»iii>oi,I>oiiI.o«ek«oSi;íiiu,  Don  Alvar 

PÍKKX,    iMt   MlX»TI»I    ifr  ^NKAna,    ClLAItlA*4     y 

putrl;  la  Ririu  y  Jai  damat  por  utra  al  «oa  4* 

Reina.      Mi  Kernando  y  mi  bien. 
Feunan,  Señora  mía. 

RsirtA.      Bien  merecidos  lenRO  c%to^  abraios. 
con  la  esperinzx  laraa  dme  dli. 

FEKKAMtlO. 

Hanie  ofrcciJo  encuenlrot  y  tmbaiaios, 

mss  iodos  están  puestos  en  olvido 

con  s^lo  haber  llejiAd»  i  vuestros  brazos. 

Re[NA. 

Lo»  pies  por  Til  favor,  señor,  os  pido, 
lunque  pudiera  bien  estar  celosa 
de  lo  que  dictn,  si  verdad  ha  sido. 

Fki'\*sqo. 
¿Qat  es  lo  que  h»n  dichoP 

Que  i  una  dama  hcrmou 
habfis,  seAor,  primero  visitado 
<]Ue  llt((¿stets  í  ver  á  vuestra  esposa. 

FmKANOO. 

Soy  desa  dama  tan  enamorado. 

3ue  su  amor  al  subu  me  enirú  en  U  sala 
onde  et  retrato  esli  que  han  acabado. 

Reina. 
4\  qu¿os  ha  parecido? 

Fernando. 

Que  no  es  mala 
li  mano. 

Fui  del  Moniaíl¿s  famoso, 
que  por  solo  en  el  mundo  se  scrtala. 

Feknasuo. 
En  esto  anduvo  poco  venturoso, 
y  la  falta  está  en  mi,  que  no  merece 
gozar  un  pectdor  bien  laii  dichoso. 

Hkisa. 
¿Er  efecto^  se/lor,  no  te  parece? 

F^*^ANno. 
Muy  poco  ó  nada.  Fáltale  hermosura; 
de  agrado  y  buen  color  carece. 
Fuera  si  acierto  el  escultor  veniura, 
y  á  mi  en  U  vida  celestial  consuelo; 
mu  mi  mírito  en  vanu  \<i  procura. 

Rt^iSA. 

Que  alguno  ha  de  acertar  confío  en  el  cíelo, 
y  siempre  imtftiné  que  «t«  acertara. 


FCPKANDO, 

Templari  la  cordtira  al  desconsuelo. 

La  imagen  es  de  diferente  cara: 

pero  por  ser  de  mano  de  tal  hombre, 

que  u  estime  es  raxún  p.)r  cosa  rara, 

y  por  María,  que  en  lin  se  hito  en  su  nombre. 

Reina. 
En  memoria,  scAor,  de  su  promesa 
ha  de  ser  de  lai  Actúas  su  renombre, 

Feiinasüo. 
Pues  tanto  Con  las  lluvias  se  interesa, 
la  Virijcn  de  las  Aguas  sea  l'amaila; 
su  advocación  desde  hoy  ha  de  ser  esa. 

Reima. 
¿C6rdoba,  en  fin,  sector,  queda  ganada? 

Fernamw. 
Asi  tuvierais  i  la  gran  Sevilla. 

Rejs*. 
No  et  difícil  i  Dios  y  i  vuestra  espada. 

FsnKAxoo. 
Córdoba  es  vuestra,  á  vticsiros  pies  se  httmílla. 
Ya  esiá  sin  moros,  y  i  poblar!»  cmpíeía 
mucha  gente  andaluz  y  de  Castilla. 
Su  conquista  se  debe  á  la  nobleía 
de  caballeros  que  tennis  presente. 

Mj.KST*e  I>E  SAN1t«ltO. 

Participan  los  pies  de  la  cabeza. 

FER  SANCO. 

El  gran  .Maestre  cniíó  con  poca  ft^nte 
y  mucha  confianza  en  U  A|arqu!a, 
de  quien  fui  defendida  heroicamente. 
Don  Alvar  Pérez  socorrió  en  un  dia 
i  los  nuestros  con  (tente  y  bnsiimenio, 
dando  á  todos  valor  su  ccimpañia. 
El  Macsirc  de  Alcántara  fué  aumento 
del  valor  que  en  las  torres  se  encerraba, 
causandi>  sus  encuadras  nuevo  aliento. 
Trajo  Us  suyas  el  de  Catairava, 
y  el  moro  i  sus  hazañas  cobró  miedo, 
perdiendo  la  esperanza  en  que  se  hallaba. 
Del  l'rran  Prior,  sin  dttaciún  no  puedo 
decir  del  modo  que  nos  fui  importante: 
en  úl  y  en  los  demás  muy  cono  quedo. 
Mas  todo  junto  no  fuera  bastante 
ai  Don  Lorenzo  Suárez  no  viniera; 
¿I  nosdió  la  ciudad  en  un  instante, 
porque  si  ti  i  Alhamar  no  disuadiera, 
que  al  socorro  llr^ó  de  sus  amibos, 
rendir  á  Córdoba  imposítilc  fuera. 

Dos  Lorenzo. 
Sólo,  señor,  servimos  de  testigos 
de  los  grandes  milagros  que  Dios  obra 
por  vos,  que  destruís  sus  enemigos. 

Fernando. 

Hoy  el  Apóstol  sus  campanas  cobra 
que  á  su  mezquita  el  cordobés  le  trajo. 

Dos  Ai.vAM. 
Bien  pagan  el  baldón. 


tflo 


t\  KRIKA  DE  LOi  REYES 


1                                   DoM  tOfRNZO. 

Fehkak. 

'                                              Li  m6n  sobra. 

Fbrkando. 
Por  hacer  el  Apóstol  agasajo 
vcatLigar  del  moro  U  mslkio, 
i  cuetus  las  irsKÍnan. 

Reina. 

Man.  i.» 
Pens-AN. 
Man.  1.' 

lUlNA. 
FcnMAN. 

Man.  i.» 

jBucn  tt&lujol 
¿De  Córdoba  i  Saniiagu  tk  Galkia 
i  CUCSU&  llera  el  moro  las  campanas.^ 

Feüsaji. 

Fernando. 

Fvi  concierto:  rÍKor  (ü6  de  juUtcia. 
Rbina, 

Man.  1." 

FUMAH.. 

iDt  Alfonso,  nai  ubiíif 

1                            Keinando. 

Que  (íctie  llanas 
las  ruerjai  de  aquel  reino,  y  qoc  es  lan  cuerdo 
que  alrmiH  su  niñ«i  i  trtU4:has  canas. 

Mam.  i.' 

ESCENA  II 

IhCIM    >■  Neto  DK  I. ARA     Mi;»»' >  rfoi  MaKCHM 

txiraniiros,  tm  Adt^lu  ét  ptrtgrlmyt. 


NuSo. 

FE»  KAN. 

Reina. 
Man.  i.' 

Reina. 
Fe^nAn. 
D.  Loa. 

Man.  i.* 

Fernán. 

Man.  a.* 
Fe*  .SAN. 

Man.  I.» 

Fbrnan. 
Man.  i." 


Un  pintor  )*  un  escultor, 
señor,  ha  muy  (tranik  rato 
quee%pcrBn. 

Hnrí  favor 
«I  e«culior  y  pintor 

Sue  acenasen  el  retrato, 
ntren  lueigo. 

iSalta  tai  día  ptrtgriuM^ 
Aunque  lot  dos 
hagan  conciertos  ñriiiados, 
han  de  dar  llanxas. 

Dios, 
rey  Fernando,  sea  con  vos; 
su  paz  en  vucsirusestidos. 

(i^ráitiáu  ti  Rey  y  ^uiiau  la  gorr*  y 
Ura¡i  la  Rtiat  ít  U  C«h  y  tUnl^t.} 

Muy  moxtn  son.— ¿be  ta  lilla 
Oí  levantiis? 

Divertido 
con  Jafn... 

El  rey  se  humilla, 
y  ellos  ni  hincan  la  rodilla 
ni  la  mano  te  han  pedido. 
Scftor,  el  mayor  macítro 
t)uc  en  el  inunda  ha  trabajado, 
el  mis  in%ignr  y  mis  diestro, 
sabiendo  un  deseo  vui-Mro. 
i  cumplirlo  nos  ha  enviado. 
Yo  le  scr¿  agradecido 
si  el  retrato  no  se  yerra. 
tVo  se  errarí. 

jHabíis  venido 
de  muy  lejos-* 

Fuerxa  ha  sido, 
pues  no  somos  de  la  tierra. 
jiEn  lin.  lleitó  allá  la  (ama..,? 
Deque  un  retrato  fiel 
queráis  hacer  de  una  dama 
i:ele«ti8t. 


FkrNan. 
Man.  i,* 


Fernán. 

Man.  i* 

Reina. 
Man.  i.' 


Reina. 
Man.  i.' 


FERNÁN, 

Man,  i." 


Fernán. 


^C/>mo  se  llama 
CSC  maestro? 

Emanuel. 
^Es  eminente  en  la  talla? 
Con  (¡ran  superioridad. 
El  pudiera  rctralalla. 
,-D¿ndc  reSJÜe? 

Hoy  so  halla 
en  Ho«tia. 

Noble  ciudad. 
En  cualquiera  profesión 
merecen  Uuro\  y  palmos 
lo*  que  así  cminenles  son. 
^Hostia  es  (trinde  población.^ 
Ñúscenla  intíniías  almas. 
Por  ser  tan  moíos  podemos, 
aunque  ei  celo  se  agradece, 
temer  si  consefiuiretnos 
el  fin. 

Mis  edad  tenemos, 
señor,  de  la  que  parece, 
Oficiales  tan  cabales 
suele  el  maestro  sacaf 
que  vencen  esas  seAalcs, 
y  aquí  os  envía  oñciales 
que  sabe  que  han  de  acertar. 
¿Es  escultor  y  pintor? 
De  uno  v  otro  es  tan  bizarro. 

Íue  es  divino  su  primor. 
1  fui  el  primer  escultor 
que  hixo  figura  de  barro 
y  de  hueso,  y  i  ocasión 
hlio  dos  ligijras  tales, 
y  de  tan  ftran  perfecciAn, 
que  ellas  por  el.  sin  pasión,' 
pudieran  ser  inmortales. 
¿Será  rico? 

No  se  ve 
su  iftual,  ni  i  quien  tanto  sobre. 
¿Hombre  humilde? 

Lo  aue  sá 
es,  señora,  que  hijo  fui 
de  un  carpintero  muy  pobre, 
jY  enseñóle  el  carpintero? 
Fué  lu  afición  de  manera, 
que  sin  aprender,  primero 
supo  obrar  en  un  madero 
lo  que  otro  que  él  no  pudiera. 
Pero  no  hay  por  <\i¡i  os  asombre 
ingenio  tan  peregrino, 
ni  que  tenga  tanto  nombre,  _ 

porque  aunque  fué  humilde  hombre, 
tuvo  natural  dlt  Íno. 
¿Tan  gran  mwsiro  es? 

No  bay  cosa 
buena  en  el  mundo,  esto  es  llano, 
que  se  estime  por  preciosa, 
rara,  perfecta  6  famosa, 
que  no  sea  de  su  mano. 
Y  si  el  original 

(como  es  justo  que  se  sr^uva) 
de  quien  queréis  copia  í((tial, 
raro,  per:ecto  y  cabal, 
iamht¿n  scrA  Hechura  suya. 
Si  el  original  tuviera 
yo,  no  buuara  el  traslado, 
que  (Gilmente  se  hiciera. 


^                                                         JOB  I*  ADA 

SKOUXDA                                                          l6t               ^H 

^^^^^       El  retrato  que  se  espera 

veréis  lo  que  deseáis.                               ^^| 

^^^y              esUcn  un  monte  guard«do: 

FkaNAH.  Si  ffanzBs  ofrecéis                                   ^^M 

^^^^               miraj  si  habrá  de  ser  diestro 

de  lo  que  aquí  prometéis,                           ^^H 

^M     ■                oulcn  ha^a  oirocomoíl. 
^V    Max.  i.*  En  un  caso  cnino  el  vuestro 

muy  buen  premio  aventuráis.                    ^^H 

Reina.     Dcsio,  amigo,  no  ic  asombres,                 ^^M 

H                      hizo  un  retrai»  el  maestro. 

que  no  han  sabido  oceriar                          ^^M 

^m                     per')  no  lin  hecho  mát  que  aquél. 
^M                     Tuvo  su  podre  en  la  mente 

hombres  de  inmorukt  nombres.               ^^M 

Man.  t.*  Nosotros  no  'u>mo^  honihrcs                      ^^H 

^^^H              fabrkaida  una  leñora. 

queos  habernos  de  engañar;                       ^^H 

^^^B            hermosa  perlcctamenie. 

y  no  eniendiís  que  el  provecho                ^^M 

^^^H            j  un  deseo  Tehemcntc, 

nuestro  celo  hace  importuno.                  ^^M 

^^^H            como  el  que  tenéis  ahora. 

que  el  retrato  ha  de  estar  hecho               ^^M 

^^^H             y  fué  su  gracia  tan  alia, 

y  haber  antes  satisfecho                           ^^M 

^^^^B             que  aunque  siempre  en  caso  tal 
^^^H             la  talla  6  el  pince   falta, 

que  se  nos  dé  premio  alguno.  ^^H 
Fia»*N.   Kasianie  satisfacción                                   ^^M 

^^^H            la  copió  sin  una  Taita, 

es                                                            ^H 

^^HP            y  sin  ver  la  ori){Ínal. 

(l.ia  da  té  ^tíat  a»a  mmvritj           ^^H 

Fea!<aN,  ¡Gran  cosa! 

ReiNA,               Esta  es  la  memoria.                        ^^M 

Mas.  i."                   Causó  este  hecho 

Man.  i.*  Kn  lan  dificil  acción                                    ^^H 

^L                     alguna  incredulidad 

i  una  buena  apri^henuón                         ^^H 

^1                    en  maestros,  mas  sospecho 

se  ha  d«  atribuir  la  gloria.                        ^^H 

H                   que  liabiíndok  satisfecho. 

El  retrato  estudiaremos                           ^^H 

H                     lian  de  honrar  esta  verdad. 

conforme  á  este  memorial,                       ^^H 

H    Fennas.  Obra  es  tan  particular. 

y  querrá  Dios  que  acertemos,                  ^^H 

H                     4UC  elta  sola  basta  )'  sobra 
^                   a  darle  nombre. 

que  si  bien  aprehendemos,                       ^^H 

no  podemos  obrar  mal.                           ^^H 

Man.  i.*                           Alabar 

Una  sala  es  menester                                   ^^H 

^_                   os  puedo  por  tinuular 
^h                    lo  encarnado  de  aohra: 

tita,  6  baja,  en  que  la  imagen                   ^^H 

con  quietud  se  pueda  hacer.                     ^^H 

^^^^             que  encarnó  en  eite  retrato 

Y  porque  os  vemos  temer,                      ^^H 

^^^H             tan  alta  v  perfectamente. 

y  esos  recelos  se  aiajen,                       ^^^^1 

^^^H           que  bubi)  de  andar  con  recato. 

DOS  queremos  encerrar                        ^^^^| 

^^^H             huvendo  de  aluún  mal  ítalo 
^H^P             puf  la  envidioi  de  la  |{Cnte. 
^Pl^RNAK.  Gracias  tales,  perseguidas 

dentro  delU.  y  de  la  llave                         ^^^| 

la  reina  se  ha  de  encargar,                         ^^H 

sin  que  á  nadie  de)e  entrar                        ^^H 

H                  son  de  ordinario. 

hasta  que  la  obra  se  acabe.                      ^^H 

■   Man.  a.*                          Esiancictw, 

Paraqumcedlas  podéis                            ^^1 

H                  que  hubo  gentes  mal  nacidas 

hacer  que  metan  sustento,                       ^^M 

H                  que  le  dicri>n  cinco  heridas 

que  ames  de  los  diei  y  seis                     ^^^H 

H                   y  le  dejaron  por  muerto. 

el  retrato  ^oj;aréis                                J^^^H 

H    Femna!*.  Con  celos  inicmpesiivos 

como  está  en  cl  pensamiento.               ^^^^| 

H                   la  fiera  envidia  en  la  tierra. 

Fkknan.  ^-NuiVoí*                                                    ^^M 

^ft                  j  con  daños  excesivos,                       , 

NcRo.                   Señor.                                               ^^H 

^1                  quiere  enterrar  i  los  vivos. 

FernasH.                         Si  la  sala                            ^^1 

^B                   '  i  los  muertos  desentierra: 
H                  a  la  misma  rabia  excede 

de  ante  el  oratorio  quieten                        ^^1 

se  les  ptiede  dar.                                       ^^M 

H   Man.  3.*  Con  las  señales  quedó. 

Nuflo.                                No  es  mala;                   ^^H 

■  Pbrnan.  y  es  eran  ventura  que  quede 

ninguna  en  quietud  le  i>¡i>nla.                     ^^H 

■                  Af|i>- 

Fuñan.  Déseles  lo  aue  pidieren.  ^^H 
Man.  i.*  En  los  semblantes  advierto                       ^^H 

^1  Mam.!.*         Mu;r  cierto  se  puede                    , 

^1                    decir  que  resucitó. 

que,  como  mozos  nos  veis,                      ^^H 

^B                    pues  muerto  v  amiirtajado. 

tenéis  el  lin  por  incierto,                              ^^H 

^B                   y  con  mil  melancuüís 

tamo,  que  viendo  el  acierto,                      ^^H 

^^^^            de  muchas  Kenies  llorado, 

por  milagro  lo  tendréis.  ^^H 
Fbdnan.   Premio  podéis  esperar,                             ^^H 

^^^B           lo  encontraron  levantado 

^^^^            sus  amibos  en  tres  dias. 

demás  que  nombre  se  cobra                      ^^H 

H^  FeMNAH.  Dificultoso  ha  <1«  ser 

con  obra  un  singular.                              ^^H 

^m                   el  traerle  por  acá, 

Man.I.*  ai  maestro  se  han  de  dar                             ^^M 

^M  Man,  1.*  Oc  lan  noble  proceder 

las  urac^as  de  aquesta  obra.  ^^H 
Mah.3.*  Aquí  su  saber  se  muestra.                         ^^H 

^B                    es,  que  en  siendo  menester 

^B                    i  cualquiera  pane  vi.                           I 

Siendo  los  dos  instrumento,                      ^^M 

^^^^              Pero  pues  él  nos  envia. 

suya  es  la  K'<'ria,  aunque  es  nuestra,           ^^M 

^^^K             perded  el  miedo  j  recato, 
^^^H             que  si  visteis  i  Muría 

y  también  vendrá  á  ser  vuestra                    ^^M 

por  el  agradecimiento.                                  ^^M 

^^^H             y  está  en  vucsira  fantasía 

<V«a«f  iM  áM  Muiceboacon  NuAd.)               ^^H 

^^^P            su  verdadero  rcimio. 

^^^1 

^^^^              con  que  memoria  nosdei» 

^^1 

H                 COHKDtAt  DK  TIMO  [>S  MdLlNÁ. — TOMO 

^H 

^^^ 

^ggg^gj 

■ 

^^^^^^H 

^^p        163 

REINA  DE  LOS  RCTF.S                 ^^^^^^^^^^^^^H 

^^^^^ 

ESCENA    III                                   > 

porque  sí  entraras,  cscierto              ^H 

^^^^^^P              OKaOi.  n>tiM/a(  Muciso*)-  Nv99, 

Paja. 

que  al  momento  lueras  muerto.  ^H 
.No  hivax  miedo  vuexancé.            ^H 

V                 FXKílAK. 

(A  Id  RtlQi  )  iQ\ii  dccii>                        1 

Vlham. 

Por  Alá  que  es  animoso.                  ^H 

■             Rkik*. 

Que  Mfi  icmor 

Jamii  en  alarbe  v(                     ^^^^M 

H 

uní  itnn  cotaacumeten. 

valor.  Tu  nombre  di.         ^^^^| 

■             D.  LoB. 

f>tiM«ie  temer  üu  etror. 

Paja. 

^^^^H 

^^^K 

que  son  muy  moxoi.  leñor. 

Aliia». 

Nombre  i'amo»).        ^^^^| 

^^^^L 

V  es  mucho'lo  que  prometen. 
La  lulia  to(l«  he  andado, 

Paia. 

Rl  moxeres  le  boxeamos,         V^^l 

^^^^^L 

y  cl  liombfcv  mcdo  icnelde.       ^^^H 

^^^^^^H 

y  hombre  eminente  cri  el  «rte 

del  nombre  que  aquí  tran  iiornbradú 

Alham. 

iAf }  {Ene  podrá  «cr  que  suelde       ■■ 

^^^^^^M 

lie  honor  la  quiebra  en  que  estamos.]^ 

^^^^^m 

no  supe  i|uc  hubiere  csudo 

V  tu  venida  á  estas  partes 

^^^^^^^ 

en  itostü  ni  en  otra  parte. 

¿Clin  qué  causa  ha  sido,  y  cuándo? 

■               D.  Ai.r. 

Muchm  engaños  m  ven, 

Paja. 

í,(p,)(lil  me  ha  de  estar  preguntando 

■               D.  l.ui>. 

Y  con  mas  ocasiones 

desde  el  miércoles  al  martes.)          ^^ 

H 

muy  grandes  hurtos  iamtȒn. 

Venemos  en  romería                        ^H 

^^_^       Fehman. 

Parecen  hombres  de  bien; 

i  Xaniiago  de  Cialecia.                       ^B 

^^^K 

no  hay  temor  que  sean  ladrones 

A  I. HA». 

¡Qué  romería  lan  necia!                     ^H 

^^^^^^ 

y  en  lo  dem£«,  la  razón 

Paía. 

í.tp.i  Buena  la  hedícho,  á  fe  mia.  ^H 
«'Moro  ¿  Sanliogo.*                             ^H 

^^^^^H 

de  parte  dcllui  «ti. 

Aliiah. 

^^^^^^^M 

pue>Mn  pedii  galardón 
nos  dan  á  sati&racción 

Pa>a. 

ExacK  elia.  ^^^H 

^^^^^^^M 

AuuM. 

Sospechoso  es  tat  auxilio.        ^^^^| 

^^^^^^^ 

el  rcirsio. 

Paia. 

Hxtar  vuexaucé  boblüo.          ^^^^| 

■                   D.  I.OH. 

Kilo  diri. 

Pox  il  tención  no  cntendclía,         ^H 

^^         I-'eknak. 

A  María  encomendad 

on  crexttano  de  Caxiítia            ^^^H 

^^^L 

su  acieno. 

devotox  de  \on  Miguel              ^^^^t 

^H       M.  DcS. 

Todos  lo  haremos. 

poneldeon  candela  á  él           ^^^^| 

^^^^^H 

y  si  vuestra  majevtad 

y  i  xo  diablo  on  candelilit.  ^^^H 
E  dccer,  que  hacelde  ¡«uat  ^H 
at  xanto  c  dcablo  tamben,               ^H 

^^^^^^H 

di  licencia,  £  la  ciudad 

^^^^^^'^ 

de  Jaén  cerco  pundcemos. 

^^H 

Obtifiáis  al  amor  mió. 
Tenilrílo,  amigos,  por  bien, 

aquel  porque  hacelde  bcn,            ^H 

^^^^^_^ 

e\tc  que  no  hacelde  mal.                 ^H 

^^^^^H 

y  aunque  dclanie  os  enviOt 

Dil  Kaiixu  no  verán                         ^H 

^^^^^^P 

pnrlirí  luego;  en  Dios  fio 

que  danio  il  moroi  lenemox          ^H 

^^^^^^B 

que  hemos  de  entrar  áJa£n. 
Cada  uno  puede  marchar 

por  el  fcxta  que  le  hacomox           ^H 

^^^^^^B 

il  manianí  de  xon  luán.                 ^H 

^^^^^^B 

con  sus  huestes  de  i-  sncra 

Ni  en  baUliax  se  ve                        ^M 

^^^^^^P 

que  se  vengan  á  i...ur, 

que  en  el  moto  haccldr  extrogo      ^H 

^^^^^H 

qut  A  todos  podré  alcanzar 

con  xo  expada  esii  Xaniíago:          ^H 

^^^^^f 

caminando»  la  libera. 

exiar  beliaco  uxarcc,                     ^H 

^^^^^^ 

tl.irániaxít  t'ii  heve*  1 

Exli  el  moroK  acribilla.                    ^H 

^^K^  D.  Aldn.  Garci  Pini  con  U  it«nie 

Al.llAM. 

En \erez  lo  hablas  de  %er.        ^^^H 

^^^^^L 

que  de  Murcia  trae  «obrada. 

Paia. 

Joro  idex  que  c\  metiexter     ^^^^t 

^^^^^HB 

úuc  marche  alli  es  conveniente. 
IrA  un  correo  diligente 

ponelde  alcon  canddilu,  ^^^H 
y  i  vexetalíie  xo  cas».             ^^^H 

^^^r^  Pehkax 

^^H 

que  le  encuentre  hacia  Granada. 

que  vamos  de-^caUo  el  pe.        ^^^H 

^H 

(TofHni  y^nlrfDH  Iv^M.] 

ESCENA  V                  ^^H 

^^^^P 

ESCENA  IV 

Dtuiio*  y  AAiiom.it.                         ^^| 

^^^^^^^ 

£1  Ktv  Alhah«i>.  y  P«ja  dt  n«rt>. 

^^H 

^^^■^ 

Maiiom 

Cubierto  el  campo  se  ve                  ^H 

^^H 

En  fin,  ^eres  «fricano 

de  gente,  y  dicen  que  pasa             ^H 

^^^H 

■lArabc? 

i  Jaén,  que  el  rcv  Fernando          ^H 

^^B 

\I,  xonior. 

la  manda  otra  vez  cercar.          ^^^H 

^^H 

Espere  tu  gran  valor 

Alha>i. 

Tanto  podrá  porfiar                 ^^^H 

^^^^^^^ 

premio  honroso  en  mi  mano. 

que  la  imda  porliando.  ^^^^H 
Garci  Pérez  dicen  que  es.             ^^H 

^^^^^^L 

que  de  moro  que  se  empeAa 

Maiiou 

^^^^^^B 

contra  el  cristiano  poder 

Paja. 

^UarciPérezi»                                 ^M 

^^^^^^M 

en  Manos  i  pretender 

Al.HAH. 

(.1  Piit.)        (Dóndevas?                        1 

^^^^^^^P 

entrar  él  solo  en  la  fefla. 

Paja. 

CHr  su  nombre  no  más                           1 

^^^B^^ 

cl  esfuerzo  es  bien  que  honremos. 

me  puio  aUi  en  los  pies,  {a^í        ^m 

^^^B 

Que  Alá  no  le  di^de  balde. 
Mahoma  li  perdunaide 

Qucremox  desafTalde  ^M 
e  conamox  il  cabeza.                     ^H 

^^H 

^^^1 

el  oilorbalde  que  entremos. 

Maimh 

Aunque  lera  gran  proeza.               ^H 

^^H 

Con  cuidado  lo  estorb*. 

^ 

iw  nos  saldrá  mu;  de  balde,            ^H 

JURNADA    Si;6tINDA 


i63 


'kiÁ. 

Mahom 

]>AJA. 

AIahom, 

Alham. 
Mahom, 

(•aia. 

Mahom. 
Paia. 

AUIAM. 


Alkau. 
Paia. 


AUlAM. 

Paja. 


Alkam. 
Paja. 


pues  nuestra  vena.  h>  (bImIo, 
>  i  lo&  moros  ruüilrvoK 
jc  Alhambra  lleva  cauIívos: 
lodos  tAhin  OcsumparaJu. 
¿üxü  el  CfcvUanilio  hattido.* 
Dami  el  annai  v  cabalio, 
vsmQxi  díiaflalio. 
i\o  tabc/a  icacide. 
Kn  que  ha  pá^ádD.  repara. 
V  ya  camina  .i  Jaén. 
I  laxla  lia  vamox  lamben, 
que  imponamiix  veldc  el  cara. 
Seta  desevpiTuijión. 
EsOarci  l'érez  un  hombre 
de  tan[u  valor  y  nombti-, 
que  mala  con  la  opinión. 
Es  señalado  en  Castilla 
por  más  valicnie. 

Estribando 
en  ¿I.  piensa  el  rcv  Fernando 
que  ha  de  ganar  áScM  ii. 
Roño  extar:  e\o  quercir.ox; 
campox  vamo\  á  perder, 
xi  el  \v  airevctde  a  xater, 
los  dox  nox  etiicndcrernox. 
Los  hombres  se  come,  y  d£1 
los  nuestros  lemhlando  eitán. 
No  comelde  el  .Solimán. 
XQ  no  vúlvclos  con  mel. 
Si  vcinic  cfisiianos  salen 
á  maianr.  .iquc  remedio^ 
A  traedor,  traedor  t  medio: 
comego  ircta.v  no  valen. 
Xonior.  hacetdc  ona  c  bona: 
on  irtta  tener  prinxa^'ü 
con  que  hacemox  celebrada, 
in  el  mondo  me  pixona. 
^Qaé  treta? 

Oi  vuxanc^. 
Docenlox  morox  lieramox 
valentex,  y  i  Jafn  vamox 
cuando  il'noche  oscuro  e\<í, 
y  en  on  caxeria  caída 
que  extá  cerca  dil  ciodad. 
con  il  mexmo  ovcoridad 
poner  il  eenie  excondida. 
JY  luego? 

VaXollmin 
tocax  blancas  tremoland'i 
al  campox  dll  rey  Hcrran.'o, 
donde  xox  brabón;  e\iiin. 
Adelante, 

Contax  tarijax 
dexie  pecardiax  le  damox 
«1  rev,  e  dexafiamov 
al  Callo  Pifcx  de  X'atiiax. 
Logo  el  xalcr  confeado 
en  xo  cxirclia  c  xo  poxanía. 

Í'  al  primer  bola.v  de  Ijiwa 
o  lenemox  'Icrrebado. 
Loro  en  el  arxon  poncmox 
el  xo  cabcxa  pendiente, 
y  adonde  extar  noextra  Rcnte 

Bixo  i  paxo  noü  volvemox. 
o  lox  cresieanox  xaler 
vente  6  trema  con  prexieza, 
y  k  quitarmos  ¡I  cabeía 


lienoN  de  crocex  vencr. 
Van  irax  me  loa  crextaníllux. 
al  caxeria  (¡uiamox, 
y  al  niorox  lox  enire^amu\ 
comoá  irentacordenlio^í. 
iQui  te  parece  por  ^  ida 
rostía? 
Alham.  Que  está  muy  bien  dícbo, 

y  que  es  tan  bueno  el  capricho 

?'  ue  A  la  ejecución  conxlda. 
amosa  hazaña  seria. 
Ai.iiAH,    Dos  cosas  son  de  sab«í; 

una  cs,  si  s«  puede  ver 

del  cerco, esa  casería. 
Mahom.    No  e>  posible,  porque  enfrente 

cubierta  de  un  monte  esti. 
Aui,\M.    Üira  es,  si  capai  scri 

de  encubrir  á  tanta  gente. 
Mahom.  Deso,  seAor,  no  me  acuerdo. 
Paia.        Pode  extar  loda  encerrada 

en  xolo  on  rencoxonada 

que  lencide  al  lado  exquerdo. 
Al.iiAM.     Mlranásc  con  cuidado; 

y  ahora  del  que  me  dan 

los  Oximeles,  que  se  han 

por  rebeldes  declarado, 

vamos  A  ttaxar. 
Mahom.  Conviene 

que  en  eso  se  di  algún  medio 

antet  que  falle  remedio. 

aunouc  no  si  si  hoy  lo  tiene, 

3UC  los  expelidos  moros 
e  Córdoba  les  ayudan, 

y  habrá  otros  muchos  que  acudan 

á  fama  de  sus  tesoros. 

Tu  corona  j*  tu  persona. 

señor,  (¡randc  rtcsiío  corren. 
Alham.    i<^uc  los  Oximeles  borren 

los  triunfos  de  mi  corona 

y  la  estín  amenazando! 
Paja.        Qucialde  i  iodos  el  vida, 

c  xi  te  vex  de  vt^ncida. 

acoderal  rey  Herrando. 

que  extar  la'n  hombre  de  beo, 

que  xi  .\u\  pex  li  bexamos 

como  vasallo,  v  ¡c  damox 

por  conccrtov  a  Jaén, 

il  tomará  to  defensa, 

dindolex  il  morie  i  lodox. 
Alham.     Mi  valor  poroiros  modo* 

venaarsc  de  todos  piensa. 
Mahom.    No  fuera  este  grande  yerro, 

Sues  te  aseguras  con  él. 
o  quedaide  on  aximel 
que  no  lievar  pan  de  perro. 
Alhah.   Terrible  es  mi  confusión. 

{ttU  ¿  Alh»nnr,  (ii< "  r«r(ra.) 
Paja.       Sefior,  llevadme,  aunque  indino, 
i  la  tierra  de  tocino, 
que  es  tierra  de  promisión. 

(VaiKtfMtrM.) 

liSClíNA  VI 
El  ny  Dow  Fu  «.i  tono,  la  HCIN*  )'  t'-vS», 

RsisA.     (^  D-KctniD  )éQuí  novedad  es,  sei^or, 
la  que  con  tal  privM  01  lleva. 


^^B              ¡64                                                    LA                                 RKYES                                                   ^^^^H 

^^^^Hk              cu)'oall>orr>Io  naatvt 

Jpor  il6ode  habían  de  stlir?           ^^| 
Pmnam.  No  hay  para  quí  diferir                 ^H 

^^^^^H                los  lormenlos  &  mi  amor? 

^^^^^H                De  daroi  quejan  no 

nuestro  gusto  c  nuestra  queja.         ^^M 

^^^^^^H              que  (jfan  catisn  dvhc  ser, 

.MrSo.       Déme  vuestra  majestad                    ^^M 

^^^^^H               pues  os  dusmia       ver 

la  llave,  que  yo  cntrarí,                   ^^M 

^^^^^H               de  la  Virgen  el  reiralo. 

j  esta  enltjma  aclararé.                     ^^M 

^^^^^H              ^Püíiblc  es  que  por  lies  dias 

(Dtlt  la  flaiv,  r  NuAo  Haga  «■#  ntrt  y 

^^^^^H                que  fallan                  o\ 

énfnti) 

^^^^^^                y  de  tal  eloria  os  pnviis 

■  i  costa  de  penas  tnlas^ 

■  FtaNAx.  Gloria  fuera  conocida 

Rbina.     Tomad,  Ñuño,  abrid  y  entrad.— 

Aunque  el  alma  se  me  parte,                  , 
Fernando,  cuando  pinh.                 ^^fl 
la  ocasiún  que  me  decis                    ^^| 
puede  consolarme  en  pane;             ^^| 
pues  es  cosa  tan  precisa                    ^^| 
acudir  1  la  concordia                        ^^| 

H                               ver  el  retrato,  y  tormento 

^^^_                        sabe  la  Virgen  que  siento 
^^^B                    en  mi  fnriosa  partida; 
^^^^^^                pero  mis  le  ha  de  agradar. 

^^^^^H               cuando  le  vo  '  i  servir, 
^^^^H               el  tormento  del  panir 
^V                           que  la  gloria  del  quedar. 

■  Reina,      Sonde  «amo  »isflnc;t8S. 

■  Pehkan.   Del  cjércitn  he  s»bido 
H^                      que  en  bandos  se  ha  dividido 
^^^^                      por  haber  muchascabexas. 

del  campo,  cuya  discordia               ^^| 

lustamenic  os  da  lal  prisa.               ^^| 

FiaxAN.  Nunca,  señora,  en  mi  pecho          ^H 

habrá  culpable  mudanza.                 ^^ 

IMbAo.  tatitndo  dt  la  tatm.} 

.MrSo.      Famosa  ha  sido  la  chanza 

^^^^L                      y  i  dilíKencia  deseo 
^^^Hh^               llegar,  qtic  el  demonio  vil 
^^^^^H              quiere  con  (tuvrra 
^^^^^H"             malograr  mi  buen  deseo: 

de  los  maestros. 
RciNA.                              iQ\ié  han  hecho? 
sNtSo.        Volaron. 
Rkim*.                    Entrad,  señor,                 ^^ 

^^^^^1              y  aunauc  estorbe,  6  lea  aia{e. 
^^^^^1              entrare  i  ver  el  estado 

que  alguna  tuja  lian  limado.             ^^M 
Fuñan.  Contra  aquel  tiUe  >  uí:raJo            ^H 

^^^^^H              dei  retrato  deseado 

culpable  es  cualquier  temor.                    1 

^^^^^H              para  tener  buen 
^^^^^B             Nufto,  en  la  puerta  llamad 

{VanMti^ntimrlaputnadtta  tala  y       i 

tatgtm  for  'lira  lutgn.f                                         1 

^^^^^T                de  la 

¿Veis,  scAora.  como  n»da                  ^J 
han  llevador'                                      ^H 

V!                                      ititg»  N'uAo  i  mírér  i»r  la  purrtA.) 

■  <            Rcüxa.                  Tengo  jro 

Rkina.                      Es  una  cosa               ^H 

B,                           la  llave. 

lan  notable  y  misteriosa,                ^^| 

K              FEaNAN.                    «'Quiénos  ladió^ 

que  «iioy  confusa  y  turbada.          ^^M 

B                           Fui  encerrarlos  cortedad. 

NuSo.       Lomo  espíritus  se  han  ido.             ^^H 

K^       Reika.      Para  que  nadie  les  riese. 

Rkina.       y  yo  los  ten>|o  por  tales.                  ^H 

^^^^                       ellos  misrnos  ordenaron 

pues  en  doce  días  cabales                  ^^M 

^^^H                       el  dia  que  se  encerraron 

no  han  bebido  ni  comida.               ^^M 

^^^^^H              que  yo  la  llave  tuviese. 
^^^^^H                 como  hicieron  entrar 

Nij!to,       No  han  llegada  i  la  comida:           ^^M 

loda  tní  como  la  puse.                     ^H 

^^^^^H               para  quirtce  dias 

Feknan.   No  aé  c¿mo  les  excuse                    ^H 

^^^^^^B                   a»  se  han  cumplido,  siento 

desta  Docubicna  partida.                  ^H 

^^^^^^               que  le*  queráis  penurbar. 

Rkina.      El  modoes  tal.que  algunaalU         ^ 

^1             pKaNAV.    Sobrevino  csie  accidente 

inaravilla  nns  promete. 

^^^                      de  partir,  y  el  de  mi  amor 

F»NAK.  jAquí  no  esiahd  un  bufete^ 

^^K                    dispensa  tn  ese  rigor 

Niifio.      Si.  señor;  e«  nos  falta. 

^^V                   de  clausura. 

Con  la  sobremesa. 

H            Nuflo.                           Aquí  no  hay  geni». 

Fcnnan.                             Ved 

H            Fexnan.  ¿So  responden? 

si  le  mudisieis  de  aquí. 

H            Ni'So.                              Antescrro 

Ni;5o.      Yo,  no. 

H                           que  no  hay  quien  responda. 

R»NA.                 ^Si  es  el  que  esii  allí 

■            FtaKAV.                                             Gstin 

arrimado  i  la  pared^                             1 

H                              ocupados,  y  querrin 

NuSo.       El  es,  y  como  cortina                             J 

H                           ver  el  ñn  de  su  deseo. 

tiene  delante  un  dosel,                         ^^| 

H            fíEtHa.      Kastaquexaben  la  imagen 
B                           no  han  de  querer  responder. 

RsiNA.      ¿Si  esii  encubierta  con  él,                 ^H 

señor,  la  imatien  divina?                    ^^M 

■            Nti.4o.      Por  la  loba  se  han  de  ver 

Que  de  alli  sale  un  olor                    ^H 
del  cielo,                                          ^* 

H                           como  en  la  sala  trabaten; 

H                             mas  no  están  dentro. 

Fernak.                 El  dosel  quitad. 

^^—^     Runa.                                 Son  vanos 

(Carra  NvAs  la  tortita,  y  partfta  ta 

^^B                   antojos:  tengo  yo  aquí 

Imagen  ttma  H  rty  la  riá,  paiiii  intrt 

^^r  . 

*t  tufatt.  €<»  lotrimna  larga  arrim«44 

■          NuAo.                     Pue«  para  mi 

d  ¥H  illial  y  arrmIUlMi*.} 

■  pienso  que  hay  juego  de  manos. 

■  IttiNA.      SI  no  hay  ventana  sin  reja. 

NuSo.      Ciégame  It  claridad 

de  un  divino  resplandor,    (rafum  | 

JORNADA   SCGtlNDA 


i65 


Frutando. 

Rclrtto  desudo  y  mílsgroso, 
j<|ui«n  sino  quien  ó»  hiio,  hacer  supiera 
imagen  un  perfeaa  y  verdiiiera 
de  aquel  oiiftinal  que  vi  lilurlus»? 

Bn  vos,  coma  en  e!>De)u,  mirar  osn 
el  Sol  que  al  Sol  noi  aló,  v  como  vidriera 
habiéndonosle  dado,  qucd&  enteca, 
sacando  al  hombre  i  puesiio  venturoso. 

Pobrt  es  un  Rey  para  (avot  un  rico, 
mas  pues  mi  alma  con  licbído  ateto 
á  vuestro  original  se  tía  tJcdtcado. 

á  V0&,  divina  imB>:cn,  (is  dedico 
mi  cuerpo,  y  .lunquc  iniiiil,  os  prometo 
que  al  pie  de  vuesccu  aliat  serA  enterrado. 

Rkina. 

Reina  del  cielo,  que  con  mil  seAalcs 
os  mustriis  de  Fernando  tan  pauda, 

3uepara  que  ¿I  osten)ta  retratada, 
e  vuestra  Corte  envlasies  oñciales. 
i  ciclo  y  tierra  con  favores  tslci 
notorio  hacéis  que  oS  tienen  obligada 
su  fe;  su  amor,  tu  santidad,  su  espada, 
que  en  (irado  superior  -íoví  tan  iguales. 

.Si  el  agua  le  ufiecisieis  de  por  vida 
cuando  ajenado  el  Kcy  mereció  veros, 
porque  los  írutos  nuestra  edad  prosperen, 

permitid,  ¡oh,  gran  Reina  esclarccidal 
que  U  alcancen  también  los  vcnidcn» 
cuando  i  esta  sama  imaucn  la  pidieren. 

(Curra 7ii  totiína  y  IfvdnldNM.) 
Fbmnan.  Corred,  Nuñu,  la  cortina, 
y  guardad  con  gran  secreto 
este  miUgruso  eíeto 
de  la  clemencia  divina. 
Yo  soy  tan  gran  pecador, 
que  no  es  mucho  i^uc  pretenda 
mi  confusión  y  mi  enmienda 
por  este  medio  el  itfiot. 
Yo  seré  mudo. 

Señora, 
adiós;  tened  alegría 
con  la  nueva  compañía 
que  mi  jornada  me)iira, 
j  eoUj!ad  con  nuoos  la^os 
al  oue  tan  vuestru  nació. 
Dichosa  mil  voces  yo, 
pues  merecí  vuestros  braios. 
El  escultor  y  el  pintor 
US  guien. 

Con  la  verdad 
DOS  engaAaron;  guardad 
en  vuestra  alma  este  favor. 

{Venir  por  ¡1^4  puntúí.) 


NtrSo. 

FiDHAN. 


RxtNA. 


FthNAN. 


ESCENA  VII 

Oaací  Ma>i,  »m  glitia,  y  I).  LoaKiifo  SuilsBa, 
«n  <iurpo. 

D.  toa.    La  paloma  con  la  oliva 

en  vos  nos  ha  enviado  Dios, 
pucscesó.  licitando  vos, 
la  lornienla  mtcmpestlva. 
Cor  vos  csti  sosegado 
el  campo,  y  seti  cercada 
la  ciudad. 


Gaací  P,  En  vuestra  espada 

se  logrará  m¡  cuidado, 

Íucyoponerinientí 
los  Maestres  en  paí, 
Í  atajar  tspertinai 
iscordia  en  que  et  campo  hallé. 

Pude  aplacar  dos  amigos 

que  profesan  religión, 

sin  que  diese  su  ambición 

gloria  á  nuestros  encmisos; 

pero  rendir  no  es  posible, 

aunque  conformes  estén, 

la  gran  ciudad  de  Jaén 

sin  vuestraespada  invencible. 
O-  l-ok.    No  debe  ser  compatada 

otra  i  la  vuestra  en  U  tierra. 

pues  es  temida  en  la  guerra, 

cuanto  en  Ut-m  respetada. 

y  i  ella  sola  acberamus 

el  sosiego  y  la  victoria. 
Cíarcj  P.  De  Dioses  toda  la  gloria 

si  algún  acierto  tenemos; 

aunque  no  vé  sí  lo  ha  sido 

el  volver  conira  Jaün 

en  esta  ocasión,  si  bien 

se  debe  haber  conferido. 
D.  LoH.    Porque  en  Manos  Alhamar 

diei  caballeros  mató. 

Fernando  airado  juró 

que  i  Jaén  le  ha  de  quitar. 

y  confirmó  el  juramento 

cuando  supo  que  mataron 

á  Paja. 
ÜAXCI P.  En  ¿I  nos  quitaron 

muy  Rrande  entreienimienlo. 
D.  Lok.    Su  muerte  ha  sentido  el  Rey, 

que  le  era  afecto. 
Gakci  P.  y  «  juuo, 

pofque.aunqueerahombradegusto, 

era  vasallo  de  ley, 


ESCE.NA  VIII 

D)cna  y  *t  Cm**  Pato*,  c»«  gtitHai  4t$pntt  un 
SakiiAUo. 

C.  PRIOR.  Tan  brvvey  tan  fetJimente 

quiera  Dios  que  sea  ganada 
la  ciudad,  como  coreada 
de  nuestra  animosa  gente. 

D.  Lo*.    Con  buen  alicnio  se  empieza 

el  cerco. 
Caro  P.  Ha  de  ser  durable, 

que  es  Jaén  inexpugnable 

Sor  su  sillo  y  foriale». 
tuntes,  castillo  v  murallas 
la  tienen  fuctalectdo, 
y  está  muy  bien  prevenida 
de  armas,  gcnie  y  vituallas. 

G.  Prior.  Confiado  el  Rey  csii, 

aunque  todo  eso  confiesa, 
de  salir  bien  con  la  empresa. 

Garci  P.  Milagro  suyo  scri. 

D.  Loa.    Taniua  Dios  por  él  ht  obrado, 
á  su  amor  agradecido, 
que  toda  su  vida  ha  sido 
un  milagro  dilatwlo. 


i66 


LA  KEIKA  DE  LOS  REYES 


Y  asi  lo  sc(4  uiiibicn 

el  ganar  nuciud»!. 

ISalt  un  &ot<lid«.> 
SoLOADO.  Llc^iado  ha  su  majestad 

por  la  posta  al  campo. 
D.  LoK.  ^Quifn^ 

Soi^DAD'j.  El  Rey  ha  venido. 
Carci  P.  Es  hombre 

incansable. 
G.  raioR.  Vamos  tu«KO 

i  recibirle. 

ESCENA  tX 
ij-fJ  Ki.1.  can  tatliin,  atonpakado  dt  l«*  tr*t 

Fkrna.n.  Yo  lleao 

descant'aiJo.  No  oi  asombre 

que  la  venida  anilcipe, 

porque  mi  amor  na  querría 

ver  en  el  campo  un  mal  día 

deque  yo  no  pajiicipc. 

íit¥milUmt  y  /cfinM/vl.) 
G.  PniOR.  Denos  vuestra  majestad 

los  pies. 
FiRNAK.  Mis  bracos  es  justo> 

Mame  dddu  K^andc  f.iMo 

ver  cercada  la  ciudad. 

(Disimularé,  pues  hallo         iAparii.) 

en  paz  mi){ente.) 
C-  PKIOK.  Señor, 

vos  dai!>  heroico  valor 

■I  mis  humilde  vasallo. 

ESCENA  X 

jgltt»  y  Ptií,  dt  mniv.  <0<l  ran;d)-  adarga  por  il 
al,  nontadom  an  catallit  y  titbUrto  ti  rat- 
rre  to»  un  Mtn. 

G.  pRioa.  l'n  moro  haciael  cerco  viene, 

V  de  pal  ha  hecho  seflal. 
FiaHAN.   Háganle  oifascfla  igual, 

por  si  el  temor  le  detiene. 

Ulafa<t  tttai  ton  un  lunutlo,  y  Ihgat.) 
D.  Loa.     Meniajero  debe  ser 

de  Alhstnar.  rey  de  (¡ranada. 

que  viendo  i  Jaén  cercada 

quiere  alsún  feudo  ofre«:cr. 
Paja.        Rey  don  Fernando  el  Terceri), 

á  quien  por  sanio  veneran, 

por  milagrosas  hazañas 

V  por  viriutlu excelsas: 
ó«e  i  un  mofi>,  due  ha  venido 
deMlc  la  casa  de  Meca 
i  sólo  deshacer  tuertos, 
hado  en  solas  sus  fuerzas. 
Hi)o  soy  del  gran  Mahoma. 
habido  en  un  alma  en  pena. 
y  al  valor  que  me  infundieron 
no  hay  humana  rcsistencii. 
El  resplandor  de  mi  rostro  I 
águilas  deslumbra  y  quemai 
y  por  no  abrasar  lu  ejírcitOi 


I    Aii  en  el  origía*!-,  p<(o  Tino  «Ktibit  «(ru  púa 
«iiKOTijir  con  •cutitrii  • 


cual  ves  lo  traigo  cubierta: 

Í ludiendo  entrar  castigando, 
le|;o  usando  de  clemenciti 
por  la  paciencia  y  piedad 
que  en  ti  la  fama  celebra. 
Tu  abuelo,  el  rey  don  Alonso, 
indignó  á  nuestro  profeta. 
De  las  Navas  de  Tulusa 

en  la  batalla  satignenia 
mn^dc doscientos  mil  moros 

no%  mulo  cniont:»,  con  pérdida 

de  veinte  y  cinco  cristiano^. 

Fue  una  cosa  muy  mal  hecha, 

pero  pues  tú  no  la  hiciste, 

trataré,  sin  tratar  della, 

de  recompensar  a);ravios 

q^ue  has  hecho  después  que  reinas.! 

No  hay  cosa  4  mi  ciencia  infusa 

cr.  todo  el  orbe  encubierta, 

V  asi  s¿  cuánto  i  lin  nuestros 

íes  usurpA  tu  violencia. 

De  edad  de  dici  y  ocho  aJIos, 

por  U  reina  Berengucla, 

tu  madre,  le  dio  Castilla 

la  corona  y  la  obediencia. 

Después,  por  muerte  del  rey 

de  LeiSn,  tu  padre,  que  era 

tu  cunirariu,  fué  aquel  reino 

tu  li¡|[iiTid  paterna. 

No  es  m¡  pretensión  quiurtc, 

aunque  de  hecho  pudiera, 

de  Castilla  y  de  León 

las  dos  coronas  oue  heredas; 

sólo  quiero  que  a  los  moro» 

les  rcsiíiuyasy  vuelvas 

lo  que  tú  les  has  ganado, 

no  sé  vo  con  qué  conciencia. 

Lo  primero  has  de  dejar 

libre  ta  ciudad  que  cercas, 

puesnoet  posible K'narla. 

aun  cuando  yo  no  viniera. 

Luego  rey,  me  has  de  entregar 
el  reino  de  Murcia  y  fuerias 
(fue  en  él  tienes  ocupadas. 
Sin  exceptuar  una  almena. 
Masme  de  entregar  á  Córdoba, 
i  .Manos,  Quesada.  i  Cuenca, 
A  Priqto,  I.oja.  Montijo, 
Capilla,  c:áceres,  Mérida. 
Palma.  AadajoJ!,  Caloría, 
á  Chelis,  Jódar.  Estepa. 
áTru)illo.  áMedellin, 
Andúiar,  Qabra,  l.ucena. 
Alfanjes.  L'bcda,  Usuna. 
Torre  de  Att>ep,  Santtsieban, 
Almodi'ivar,  Sieiesilla, 
l.uque.  Sama  Crui,  Marchcna, 
Alhama,  Febiori  Anona, 
Kanataf,  Cacheros.  Kctja, 
Zambra,  Catcies.  Bcjitar, 
Chiclana.  Curcl.  Baena, 
iCazalla.  &  Moratilla, 
ANeg6n,  A  Sanlaella. 
á  Bcrmegit.  Aguilar, 
Pegalajar,  F Marcena, 
Fucnterrubiel,  Hornachuctos, 
CafrapanJal.  Rubitella. 


k 

F                                                           lOKMADA 

secríiDA                                              167              ^H 

^^^^ 

Cote,  Alcalá  de  Benzude. 

si  iX  salir  rehusa  es  cuerdo.                               1 

^^^a 

Lora,  Montoro,  Baeía, 

Garci  P.  (Caiirarf4rB.)MorohBblador,BquÍesIi:     ^^^^k 

^^^H 

V  á  Morón,  con  cuaircicientoa 
lufiare»  de  me^o^  cuenta. 

deja  palabras  ociosas,                          ^^^^B 

^^H 

que  el  Rey  de  oírlas  se  enfada,              ^^^^B 

^^^1 

que  con  mal  tiiulo  ocupaí 
a  nueira^entc  a^arena. 

{Saca  ta  ai>ada.}           ^^H 

^^^H 

y  descubre  con  la  espada                      ^^^M 

^^^K 

Sólo  te  dejo  i  Porcuna 

tus  quimeras  fabulosas.                         ^^^^H 
Paja.        De  e  las  te  quiero  dar  pane,                ^^^^H 

^^H 

por  tu  mal  numbie  )'  por  prenda 
de  que  alcanzarás  mi  gracia 

^^^1 

Icaro  te  quiero  hacer,                          ^^^^H 

^^H 

si  lo  que  pido  me  entregas. 

porque  yo  no  he  menester                  ^^^^H 

^^^B 

Y  &i  no  ten  pur  muv  cierto 

para  ti  mis  que  mirarte.                     ^^^^H 

^^^1 

que  de  toda  la  nobleza 

Gakci  P.  Pues  quilate  el  velo  aprisa,                 ^^^^| 

^^V 

que  lu  persona  acompaña 

ó  bien  mis  golpes  repara,                    ^^^^H 

^^^^ 

y  lu  ejercito  gobierna. 

Paja.       Con  descubrir  vo  la  cara                          ^^M 
moriréis  todos  de  risa.  rQiiiianttwto.)         ^H 

^^^K 

no  quedará  un  hombre  vivo 

^^H 

como  él  á  salir  »  atreva 

Ga^ici  P.  ¡May  tal  pícarol                                        ^^H 

^^^m 

cuerpo  á  cuerpo  á  U  campaña. 

FsasAN.                        f'puién  es?                      ^^^^| 

^^^H 

Y  porque  veas  la  experiencia; 

P*iA.       (.Mamóla.)                                          ^^^H 

^^^H 

áGsrci  Pétei  de  Vargas 

GahciP.                   Manos  cngaflado.               ^^^^H 

^^H 

desafío:  salga  aunque  sea 

Paia,        Paja,  en  la  tierra  postrado                     ^^^^H 

^^^H 

el  asombro  con  que  el  moro 

para  besar  vuestros  pies.                       ^^^^^| 
h'KaKAx.  jQuées  esio?  ¿Dedondesalos?                 ^^B 
Paja.        De  tierra  de  moros  vengo,                     ^^^^B 

^^^B 

i  sui  hijuelos  desteta; 

^^H 

pagari  los  dsAos  que  hizo 

^^^H 

en  la  granadina  Vega, 

)  al  pie  desta  peña  tengo,                      ^^^^H 

^^^1 

siendo  su  viólenla  muerte 

señor,  doscientos  lorzalcs.                  ^^^^H 

^^^H 

de  mis  verdades  la  prueba. 

Dos  compartías  enviad,                       ^^^^H 

^^^1 

Y  SI  él  muerto,  i  otro  valor 

y  el  pescuezo  les  torced,                      ^^^^H 
ó  en  aulados  los  tened,                          ^^^^H 

^^^1 

apelas  de  mi  sentencia, 

^^H 

salgan  los  nobles  que  (raen 

porque  son  de  calidad.                        ^^^^H 
tngaiV  al  rey  de  Granada,                   ^^^^| 

^^^1 

verde  cru;c,  blanca  ó  bermeja) 

^^^1 

caballeros,  ncuderos. 

que  soy  moro  alarbe  piensa,                 ^^^^^M 

^^^H 

y  de  la  gente  plebeya 
salgan  los  bravos,  que  aquí 

y  en  ñn.  traigo  en  mi  defensa              ^^^^H 

^^^1 

una  famosa  emboscada.                      ^^^^H 

^^^P 

Cachumbanchuí  les  Mpera. 

Cerquen  csacaserla.                         ^^^^^^M 

BriARcí  p 

.  A  no  estar  deUnlc  el  Rey, 

(^ue        encerrados  están.                 Ij^^^^^H 

H 

y  deberse  i  «u  presencia 

Fbrka.s.  I-.I  Gran  Phor  de  San  Juan             ^^H^^H 

B 

soberana  reverencia. 

Heve  la  ubalkrla,                                    ^^H 

^^^ 

que  es  en  mi  divina  ley, 

porque  no  puedan  huir.                      ^^^^B 

^^H 

le  dijera  moro,  que  eres 

G.  Poion.  ¿Cómo  se  ha  de  proceder?                   ^^^^H 
FaMNAN.  Presos  los  podéis  traer                          ^^^^H 

^^^B 

un  perro,  vil,  malnacido. 

^^H 

que  de  embustes  prevenido 

se  quisieren  rendir,                            ^^^^H 

^^^B 

engañar  al  mundo  quieres. 

sino,  mueran.                                      ^^^^H 

^^^H 

Mas  pues  no  se  me  permite 

Garci  P-  '                       Yo  iré,                        ^^^H 

^^^B 

hablar  libre,  por  ser  mengua 

seAor,  con  toda  mi  gente,                   ^^^^H 

^^^M 

dmc  respeto,  mi  lengua 

porque  mis  cómodamente                 ^^^^H 
os  traerá  gente  de  i  pie.                     ^^^^B 

^^^M 

á  la  cspadft  se  remite. 

^^H 

Aguarilft,  que  si  en  tu  idea 

^^^^H 

^^^B 

eres  so!,  un  español 

^^^^^^^H 

^^H 

hará  tjuc  Mt»  noche  el  sol 

ESCENA  .\l                            ^^H 

^^H 

en  el  intitrno  se  vea. 

ni  rty  FadKAiinu,  Lol  Knannt,  t>OH  LoajiHto  y  fttí.           ^^H 

^^^^r 

Licencia  me  dad.  (.*'  "'r) 

^^^^^H 

BFivkak 

A  vos 

FaRttax.   DesB  suerte  se  asegura                          ^^^^H 

entre  lodos  desafía. 

el  buen  sueno  al  fin,  Paja.                  ^^^^| 

H 

Lance  forzoso  es  Oarcia; 

Paia.        Por  valiente  de  venuja                         ^^^^^M 

^L 

vaya  en  vuestra  nyuda  Dios. 

pude  hallar       aveniura.                     ^^^^^| 

^^^K 

(Ajftait  t>j|t  )'  va  al  itHade  por  >ii  la- 
4:  OafCt  Píffí  tnita  4  atntantA 

Señor,  al  mundo  engañoso,                 ^^^^^| 

^^^B 

que  ve  las  verdades  larde,                   ^^^^H 

Vti7Pi>toR.  Míiieriui«  pretensión 

cuando  estuve  mis  cobarde,               ^^^^H 

H 

la  deste  moro  parece. 

parecí  mis  animoso.                           ^^^^B 
Vlmcen  Manos  con  muy  gran           ^^^^H 

B  FlRKAI* 

.  A  gran  pciigro  se  ofrece 

con  mucha  satisfacción. 

miedo,  y  sucedió  tan  bien                     ^^^^^| 

1  D.  Loo 

Ames,  scftor.  imagino 

que,  siendo  polvo  de  seo,                   ^^^^^| 

■ 

que  el  tener  la  vida  en  poco 
aebe  nacer  de  ser  loco. 

remanecí  SolimAn.                                 ^^^^H 

» 

y  el  traje  muro  me  diÓ                       ^^^^B 

FCKKAN 

,   Por  lo  menos  es  ladino. 

con  la  vida,  esta  gran  presa.                ^^^^B 

-   PA(A. 

Garci  Pérez  (arda  ya. 

D.  Loa.    De  paz  viene  un  moro  apriesa.            ^^^H 

L 

y  siento  el  tiempo  que  pierdo: 

Paia.       Para  llegar  se  apeó.                                 ^^B 

^^^^^    r68                                   LA  USINA  de  los  rktes                              ^^^^^H 

^^H^L               Seri  d«l  rey  Alh4maf, 

FniTAK.  Es  fuerza,  aunaue  de  otra  ley, 
que  el  que  i  ni   Itetta  alliüido 
lea  amparado  v  defendido. 

D.  Loa.    Ese  es  animo  ac  Rey. 

^^^^^H               á  quien  con  gueiras  cfUeles 

^^^^^m              inquietan  los  Oximeles. 

^^^H                           HSCENA 

^^^^^^F                                              DiUlM  J'MaKOKUi. 

ESCENA  XIV 

^^H        Maiiom.  Al  rey  Femando  he  de  hablar. 

Dteti<*,*l  rty  KtMtiáiK  y  MAiroit*», 

^^H        Fuman.  Llegar  puedes. 

^^K      Mahom.                        Un  papel 

Alkam.    Dtnie  vuestra  Majestad 

^^^^^L.              traigo  que  os  dar.  t  primero, 
^^^^^P              gran  seúof ,  besar  ós  quiero 
^^^^^'^               tos  filis. 

i  besar  su  mano. 
PCRNAN.  iIMtraaáo  ta  mano.)  Es  ÍUSlO 

oue  mit  braxos  con  {{ran  gusto 
den  muestras  de  mi  amistad. 

^^H       FeRHAN.                               Alza4. 

^^^H                                             líMIi  ■"*  ttrt»  y  (M  f*ra  ti.) 

Le\-anti  del  suelo. 

^^B       Mamou.                                         Ver  en  ¿1 

AtJtAM.                                En  vano 

^^^B                     de  mi  Rey  la  preiensián 

negáis  la  mano  i  mi  fe. 

^^H                      puede  vuesrra  majesiad. 
^^H        Paja.       Bon  am<t{0  Mahomad. 

p  irque  en  el  suelo  estaré 
hasta  que  os  bese  la  mano. 

^^H                        ^no  lioramox  inc  prcxión? 
^^H         Mahom.  Sullmáni^qut  harí  llorando. 

FkrmaN.  Eres  Rey,  y  yo  profeso 

humildad. 

^^H                        cuando  de  AlA  k  pcrmíiidaP 

iTAmtlt  la  na*e  y  WifJa.) 

^^^H        Paia.        ,j1'i>x  quedamox  de  por  vida 

Alkam.                    No  os  resistáis. 

^^H                      cautivox  del  ny  llecr^ndo^ 
^^H        Mahom.  No  harit  sí  el  Rey  que  me  envió 

que  si  conv»  á  Rey  me  honriis. 

como  vasallo  os  la  beso. 

^^H                      el  librarte  i  carRÓ  loma. 
^^H        Paia.        I.icvael  diablo  a  seor  Mtthoma 

En  Jaín  podüs  entrar. 

que  ya  está  llana,  seiiDr. 

^^^1                         V  et  perra  que  lo  parió. 

ILtrÁnUlttí  KejrJ 

^^^1        FiUtsAN.    M^ihomad. 

FsftNAN.  Seif  amigo  y  p rotee lur 
del  rey  Abenalhamar. 

^^H         Mahom.                       Sefior. 

^^H        KetütAN.                              Bien  puede 

Alham.     Yo  vuestro  esclavo. 

^^H                       Ikgar  al  Rey. 

^^H^       Mahom.                       Tal  piedad 

^^^^^^               ¿tan  alta  Majestad 

ESCENA  XV 

^^^^^b               iguala,     no  ic  excedo. 
^^^^H               voy  A  avisarle.  ( ^«i*  <r  Woro.) 

Dtouea  y  GAHut  Plaai 

Gakci  P.                               Va  están                 ] 

^^^H                        ESCENA 

los  doscientos  moros  presos.                 \ 

^^^^^^^^B                        Dvciios,  i^fnvt  Maiioma*. 

At.HAM.    Nuestros  pasados  excesos                      j 

perdonad,  y  á  Solimán, 

^^H       Kbhnan.                         María, 

capitán  desa  cuadrilla. 

^^^^^^            Reina  celestial,  pot  vos 

que  dellos  os  scrvir^ii 

^^^^^^^v              milascosamenic  Dios 
^^^^^r              DOS  lavocccc  >'  nos  RUta. 
^^^V                      Amitfos,  nuestra  es  Jaffl. 
^^H        D.  LoK.    jQuíereU  el  Rey  enircgarP 
^^H        Fbrhax.  Hoy  en  ella  hunio»  de  entrar. 

y  de  oirus  mil,  si  queréis 

ir  acercar  á  Sevilla. 

FsNNAN.  Queden  libres,  pero  no 
Solimán. 

Alham.                 Advenid  que  es 

^^H^  M.  »  S.  Dáneoí  pueiJe  el  parabién. 

muy  valeroso. 

^^^^^^                que  es  muy  próspeto  suceso, 

Fbrmas,                         Después 

^^^^^B               Hüor,  por  no  ser  posible 

sabrás  cómo  te  enuAÓ. 
Yo,  en  Kua meciendo  á  Jaén, 

^^^^^                 rendirla. 

■              0.  Loa.                 Es  un  infalible 

i  Sevilla  he  de  cercar. 

^^H                       milagro. 

Alíiam.    Este  es  tiempo  de  abrasar 
sus  nueses.  i'o  iré  tambitn 

^^H        FsNNAH.                Pues  demis  dcso 

^^^^^                ofrece  ser  mi  vasallo. 

para  que  su  Rey,  que  el  bando 

^^^^H                   r  la  mitad  de  sut  rentas. 
^^^^^L                flácenle  muchas  afrentas. 

de  mis  contrarios  anima. 

tea  to  que  Alhamar  eslima 

^^^^^1                V  pretenden  de*pc)allu 

ser  vasallo  de  Kcrnando. 

^^^^P               los  (^imelcs,  y  autere 
^^^V                        valente  de  mi  pooer. 

FBKíiACt.  Conforme  á  este  memorial 

nuestro  contrato  lirmemos. 

^^H        M.  »K  5.  De  lo  que  os  envía  á  ofrecer] 

Ai.iiAM.    En  Jaén  lo  lirmaiemos. 

^^H                      to  que  le  altigen  se  infiere. 

Eniiad  con  pompa  real. 

^^^^^^Paia.       Alhsmar  es  perro  viejo. 

que  va  mi  gente  os  deiea« 

^^^^^L               y  asegura  su  ouictud: 
^^^^^K               «le  Dios  mucha  salud 

viendo  cuanto  se  mejora: 

y  como  en  Jaén  agora, 

^^^^^H               i  quien  le  dio  este  consejo. 

en  la  gran  Sevilla  os  vt*. 

JORNADA  TEUCKRA 


t6^ 


Fbkxak.  En  nundo  <:onsagr«*la 
la  >gl4;&ia,  con  Jcvución 
eo  militar  procesión 
K  hatta  una  solcnc  entrada. 


JORNADA  TLKCtKA 

ESCENA  PRtMRRA 

AxAT.      Qurrcf  nnSr  i  Smlla 

no  G&  pfftensióii,  «a  locura. 

A1.B8NZ.   Un  imposible  procura 

con  que  al  tituniJo  inaravillii 
y  mAs  con  haber  {urado 
que  en  ct  ccfcu  ha  de  aiitlir 
haua  remtitta  ú  morir. 

AiAt;       El  Animo  le  ha  entrañado, 

no  adviriicndD  ({uc  huv  se  encierra 

para  un  sÍ^Id  bastKidá, 

ir  que  «ai  fortalecida 

con  cj«n  o>il  motos  de  uuerra. 

Veinte  leguas  <k  Ajarafe 

nos  bastecen  por  Tríana: 

en  lin,  esiniención  vana, 

V  mis  reinando  Axaiafc. 

A(.aKNJt.    Reines  mil  aiVos,  señor. 

para  que  á  Sevilla  ampares; 

pero  ti  justo  que  cepam 

con  recalado  valor 

on  que  es  un  ny  prodigioso, 

Feraamlo. 

AxAT,  Trae  poca  (Knte. 

y  aunque  la  anime  6  aumenie, 
alxar  el  cerco  es  rurxoso. 

Alkní.    Yo  consulte  a  Abenraxel, 
celebrado  judicrano, 

S«  <lc  parcccf  contrario, 
o  es  justo  hacer  caso  <1¿I. 

^Y  qu¿  dicer' 
ALaEKi,  Que-wrá 

Smlla  perdida. 
AxAT.  Esc  hombre 

engaña  con  fama  y  nombre. 
Alwxj.    Es  muy  docto. 
AXAT.  Locoesti. 

Como  Alcalá  se  nndló, 

Íde  paso  entró  á  Cereña, 
Cantil  Una  i  Guillena, 
y  yu  Oaimona  se  di¿, 
en  Sevilla  ceniltca 
la  ejecución  del  inicnio. 

AtBXsf .    Scílor,  con  mi-i  fundamento 
nuvstru  daño  pronostica. 
Yo  \t  hice  vemr  conmi^ 
para  que  oigas  el  que  tiene, 
que  pagar  parias  cunviene, 
y  echar  de  aquí  esie  enemigo. 
Oyulc,  y  sus  letras  premia, 
que  es  sabio.  Voilci  traer. 

AxAT.        Por  Alá  que  lo  he  de  hacer 
empalar  por  la  blasfemia. 

^Vau  Mbtattidt  4  »u«ar<tldltrtfrem, 

jr  nMirt  al  mumtnio  n*  H.) 


ESCE.NA  It 


AxAr'FK,  Ai«>i»Aiaa  y  ABiHKAfu,  ailrátogv. 

ALtsKx.   Ya  Abenrajclnii  aquf. 

AaxKRAi.  Tus  pH$  beso,  y  quieta  el  cielo 
que  coo  prudente  recelo 
seüorces  lu<  asiros. 

AíAT.  DI, 

¿i*n  sabio  crct,  que  llora 
nuestros  daños  lu  cuidado^ 

Abcnmai.  Nunca,  señor,  me  ha  pesado 
de  ser  idbiu,  smu  ahora. 
Mi  patria  me  hacen  llorar 
tos  estudios,  y  el  uiber 
lin  Consuelo  de  temer, 
que  me  he  podido  engaí^ar. 
Hcro.  vicios,  la  hura  es  esia 
en  que  prometen  mi  muerie 
las  estrellas:  ¡irisle  suerte! 
no  puedo  daros  respuesta, 
(}Ue  la  muiTlc  imaj^inada 
turba  mi  lengii.i  y  sentido. 
Matarme  quieren,  tt:»ii¡íáftmaya4»:} 

Axat.  íQüí  ha  údor 

AI.BEN2.   Una  locura  extremada. 

Dice  que  halla  por  su  ciencia 
su  muerte  i  esictcempo  y  hora, 
á  que  pretenden  ahora 
macarle  con  violencia: 
y  este  desmayo  mortal 
causó  la  imaginación. 

AXAT.       Mayor  es  mi  tui  iMcti^n, 

aunque  es  tan  ¡(tnaút  su  mal. 

Darle  la  muerte  quería 

en  premio  de  su  lüício, 

y  este  desmuvo  es  indicio 

de  su  gran  sabiduría. 

Mi  pensamiento  y  iu  muerte 

supo:  en  confusión  me  ha  puesto, 

que  quien  ha  acertado  en  esto, 

temo  que  en  mi  daño  aoerle. 

La  vida  tienes  secura. 

Lovanu. 

(LcMaH»  úy^aénéalt.) 

Aknkaj.  Beso  tus  pies. 

Ax  AT.      Quiero  que  cuenta  me  des, 
pues  has  aliado  ll|tura, 
del  daño  desia  ciudad 
por  el  cerco  de  Fernando. 

Akn»ai.  iGrao  scflorl 

AxA  r.  No  cstfs  temblando; 

hdblame  con  libertad. 

AaKMiAi.  Una  figura  he  juagado 
pira  ver  la  duración 
c)uc  tendrá  en  nuestra  nación, 
ovilla.  El  punto  he  lomado 
de  aquél  en  que  fui.-  ganada 
por  los  nuestros;  v  en  su  doAo 
hallo  que  »er^vsie  año 
i  cncmi({»s  entregada. 
Otra  figura  alc¿  en  prueba 
desia,  sirviendo  de  miento 
el  pumo  del  nacimiento 
del  rey  Fernando. 

Axat.  ¿Y  comprueba 

esotra? 

Akkxaj.  Con  tal  verdad, 


170 


LA  REINA  DE  LOS  REYES 


AXAT. 


que  k  prom«e  i  csie  Rey 

que  con  geaiv  de  su  )ey 

poblar!  nuvMfi  ciudao. 
Ax*i.       be  presente  no  h»y  scñil 

aue  lu  pronóMicu  entable: 

be%'ílla  et  inexpugnable. 
Abenru.  Es  un  cieno  nuestro  mal. 

que  «tundo  ya  comprobado 

con  do«  iguales  jUicioí. 
J         y  llamando  los  Indicios 

■1  temeroso  cuidado. 

haití  una  conlirmacion 

de  un  antiguo,  á  quien  se  debe 

grande  fr. 

^Hay  quien  compruebe, 

Abcnrajel,  tu  opiniónr' 
AacüHAi.  Tumcno,  aquel  airicsno 

astrólogo  sin  Mf¡undu, 

que  dej6  «dmiradu  el  mundo 

con  su  innienio  soberano. 

El  que  predijo  i  Abdclm6n 

su  imperio,  tan  vcidaderu, 

que  vendo  hi|0  de  un  ollero. 

hit  Kcy  de  nuestra  nación. 

lín  uno  de  tos  ochenta 

pronósticos  que  escribió 

esta  pérdida  llorú. 
Ax*T.       No  sí  yo  donde  la  cuento, 

que  sus  pronósticos  tengo 

leídos  y  venerado», 

dociamcnieinterprctados. 
AüEMiAi.  Que  hay  muchos  yerros  prevengo 

en  Us  ¡nterpretacione». 
AXAT.       (/.fuMdnrfo.l  Hola. 
Ukckuu.  Señor, 

AxAT.  Dame  el  libro 

de  Tumerio,  que  en  él  libro 

la  luz  destas  confusiones. 

AiKNMAJ.  Vea  vuestra  majestad 
el  pronóstico  veintiuno. 
Oiairatl  Ctítilo  conil  litro,  tiimátttt 

AxAT.       Ni  en  ese  ni  en  otro  alguno 

trata  de  nuestra  ciudad. 
AKKRAf.  Culpable  fuera,  señor. 

que  una  ciudad  tan  grandiosa 
pasara  en  silencio. 

Es  cosa 
muy  posible. 

Eso  en  ritjor: 
pero  despacio  mirado, 
verás  cuan  bien  lo  entendí. 

(llvItaníD  4l  Itbrv.) 
AxAT.       Veintiuno.  Dice  asi 

el  pronóstico  citado.  <;.».> 
•Oespuís  de  dar  el  sol  por  el  Zodiaco 
quinientas  vueltas  sobro  treinta  y  cualro, 
mirando  capellares  y  turbantes 
en  la  l.ihia  cmdad,  cuyas  murallas 
al  que  muriú  infeliz  hacen  eterno, 
el  gran  restaurador  del  alto  nombre, 
alctzares  de  estatuas  (abricanic, 
de  bronce  al  ciclo:  y  con  temor  valiente, 
su  ciudad  asentada  sobre  el  íucko 
entrará  en  la  abundante  y  invencible, 
habif  ndole  sesado  lagarftania 
con  cuchillo  ac  palo:  acción  que  etpania.» 


AXAT. 

Auítxiti. 


Ai-BRNir.    Rlfldomc;  obscuros  esiin. 

AxAT.       Dice  un  autor  díli|tenle 

que  habla  de  la  Libia  ardiente 
y  de  la  ciudad  de  Oran: 
y  la  que  diCe  asentada 
sobre  el  fuego,  que  es  Madrid, 
por  cuyaDcnie  v  ardid 
Orín  ha  de  ser  ¿añada. 

AaENKA;.  No  me  quiero  detener 
en  refutar  la  opinión 
de  esc  autor,  que  es  dilación 
prolija,  y  no  es  menester. 
Sólo  para  intelioencia 
de  lo  que  dice  Tumerio 
asentaremos  por  cierto, 
pues  que  lo  es  con  evidencia, 
quchaaueelsolmira  turbantes 
en  Sevilla,  ó  tu  teatro, 
quinientos  y  irein(a  ^cuatro 
aiíos.  Tanto  ha  que,  inconstantes, 
ia  dejaron  los  criiiianos 
y  que  el  moro  la  posee, 
y  el  sol  capellares  vee 
en  los  moros  sevillanos. 
Llámala  libia  ciudad, 
porque  Hércules  comenió 
a  fundarla;  v  se  llamo 
Libio.  TsmWn  es  verdad 
que  la  cercO  de  muralla 
Julio  (;ísar,  que  fue  mutno 
i  puñaladas. 

AxAT.  Tu  acierto 

quiero  ver  lerendo.  Calla.  </.«  j 
«Después  de  dar  el  sol  por  el  Zodiaco 
quinientas  vueltas  sobre  treinta  y  cuatro 
mirando  capellanes  y  turbantes 
en  la  Libia  ciudad,  cuyas  murallas 
al  que  murió  infeliz,  hacen  eterno.» 
Hasta  aqui  se  entiende  bien. 

Alicm.  y  al  parecer,  propiamente 
habla  del  tiempo  presente 
y  de  Sevilla  también. 

AlUTATE.  (£.«,} 

«El  gran  restaurador  del  alto  nombre.» 
AasKaAJ.  Hse  es  Fernando,  que  tanto 
ha  rniBurado,  y  ev  hombre, 
cual  veis,  de  tan  alto  nombre, 
que  todos  le  llaman  santo. 

AlATAm.  (Lee.) 

«Alcáxares,  de  estatuas  fabricantej» 

AaKsaAi.  Esos  alciiarcsson 

mil  templos  que  ha  fabrícido 
y  rentas  les  ha  aplicado 
con  cristiana  devoción. 
El  hizo,  acabó  y  dispuso 
el  tiran  templo  toledano, 
y  en  público  de  su  mano 
la  primera  piedra  puso. 

AXATAFK.    (LmJ 

«De  bronce  al  cielo  y  con  temor  valiente.» 

Ab£KRAi.  ¿tr^rometiíeie/o.esiáclaro. 
pues  con  prolija  asistencia 
es  de  bronce  á  la  inclemencia 
del  cielo.  Ks  hombre  tan  faro, 


^^^^^v 

TMCEUA                                                171              ^H 

^^^F^     qoc  aunque  en  d  cerco  perece 

con  cuchillo  de  palo:  acción  queei»          ^H 

^^^H             1  rtn  ptnc  de  sus  soldsdos, 
^^^H            de  frío  y  calot  fatigado». 

Ai-BEM,    El  ladrón  que  tal  escribe...     (panta.»           ^^M 

AaRNRAi.  NucMra  garsanta  es,  si  atento                    ^^M 
se  ve,  paso  del  sustento                             ^^H 

^H^P            nada  (c'mc  ni  le  empecf. 

WTCjÍat,       Con  temor  ¡'•i/iente  ¿qai  es? 

que  el  estómago  recibe;                             ^^H 

H     AacKaAf.Que  tiendo  tan  vikroNo, 

y  de  Sevilla  diremos,                                 ^^H 

H                     CK  de  »u  Uius  lemerv». 

que  es  la  garganta,  la  puente                       ^^H 

■  AxAT.      «'Dequí  luerie^ 

por  donde  ya  hoy  solamente                     ^^H 

■    ABIKKAt.                                 ^Nolovu? 

pasa  el  sustento  que  vemos,                      ^^H 

H                   En  luda  U  cristiandad 

pues  hiiv ,  señor,  como  ves,                       ^^H 

H                   s«  vmera  su  paciencia. 

ú  Como  del  Real  se  entiende,                     ^^H 

H^                  su  piedad,  su  pcniícncia, 
^^^_              su  justicia  V  su  humildad. 

el  rey  Fernando  pretende                          ^^H 

dar  con  la  puente  al  través.                          ^^H 

^^^H              Persiguiéndole  su  padre 

Dos  naves  de  las  miis  buenas                       ^^H 

^^^H            con  las  armas  y  en  persona 

apresta  para  este  intento.                             ^^H 

^^^B             port(uÍlArlc  U  corona 

que  con  la  fuerza  del  viento                      ^^H 

^^^H           que  tu¿  herencia  de  su  madre, 

rompan  barcos  y  cadenas                            ^^H 

^^^H             aunque  icoloROK  sabiot 

Desta  acción  se  maravilla                             ^^H 

^^^H            le  dijeron  que  debía 

Tumeito,  ciue  al  derribar                            ^^H 
la  puente,  llama  segar                                  ^^H 

^^^^K            defender  su  monarquía 

^^^H            de  loi  paternos  agravios 

la  garganta  de  Sevilla.                                   ^^H 
y  a  tas  dos  naves,  cuchillo                        ^^| 

^^^H             no  quiso  tomar  j'amix 

^^^H            las  armas,  aunque  ofendido, 

de  palo.                                                     ^^H 

^^^H           conira  su  padre;  ,;no  ha  lido 
^^^H             temeroso  ae  Diosi*  Mas. 

AxAT.                     Está  interpretado                         ^^H 

tan  bien,  que  me  da  cuidado,                       ^^H 

^^^H           úue  por  observar  su  tcy 
^^^H             í  mil  rebeldes  vasallos, 

si  bien  no  es  justo  scniillo.                           ^^H 

Quefer  derribar  la  puente                            ^^H 
de  nuevo  foitiñeada                                      ^^H 

^^^H             que  pudiera  castigallos 

^^^H             como  justiciero  Rey, 

y  con  cadenas  trabada,                             ^^H 

^^^H            perdonó;  fueron  traidores, 
^^^H             haciéndole  injusta  guerra. 

es  frenético  accidente.                              ^^^^ñ 

Abenraj.  Solas  dos  cosas  podrán                           ^^^^H 

^^^H             r  Latandoilcj  lu  tierra 
^^^H            íoi  condei  y  otro»  leñorcs, 

mejorar  nuestra  fortuna:                        ^^^^| 

matar  al  Rey  es  la  una:                           j^^^H 

^^^P            prendiólos,  y  sus  amigos 
■                   ioi  hizo. 

oifa  et  que,  con  alquitrán,                    ^^^H 

estopa,  pez  y  tesina                                     ^^^H 

H    AxAT.                       Acción  soberana: 

se  hagan  balsas,  y  con  ellas                        ^^H 
en  tiempo  que  á  (as  estrellas                     ^^H 

^B                   que  sin  duda  es  sobrehumana 

^B                     perdonar  los  enemigos.                (Ln.) 

densas  nubes  sean  cortina,                        ^^H 

V                   iSu  ciudad  asentada  sobre  el  fuego.* 

en  las  naves  se  eche  fuego.                       ^^H 

1     AscNdAi.  Su  ciudad  es  el  real, 

que  si  se  quema  su  tloia,                              ^^H 

H                      que  en  el  campo  de  Tablada 

nuestra  desgracia  remota                              ^^H 

^^                   es  una  ciudad  formada. 

abrirá  puena  al  sosiego.                               ^^H 

ALasNz.   En  el  Real  traigo  una  espía                       ^^H 

en  hdbiio  de  cristiano,                               ^^H 

^^^H             sin  faltar  cosa  esencial. 

^^^B            Tal  concien»  y  pulicja 

^^^H             tiene,  y  tan  >;rande  artificio, 

que  plaza  de  castellano                                 ^^H 

^^^H             que  hay  calle  de  cada  olicio 

pasa  en  una  compañía.                              ^^H 

^^^H            y  cualquier  mercaderia; 

AXAT.       ¿Ese  no  es  Ali  Muley?                                  ^^H 

^^^B            plaaas  para  bastimentos. 

At-BEKZ.  Allá  se  llama  Baizaga,                               ^^H 
y  presa  espero  que  naga                            ^^H 

^^^H             ¿eme  de  cualquier  nación. 

^^^H             j  «ciudad. en  conclusión. 

en  la  persona  del  Rey,                               ^^M 

^^^r            con  iodos  sus  cumplimientos. 

que  en  hallando  algún  camino '                ^^M 

^K                                                                        (Aiataf*  Itt.t 

ha  de  avisar  nuestra  gente.                          ^^H 

H    AxAT.      aSu  ciudad  asentada  sobreel  foego.s 

AaKNRAi.  Es  moro  astuto  y  valiente,                         ^^^ñ 

H    ABKsnAt.  Nuestras  míCMS  abrasaron. 

ven  la  lengua  muy  ladino.                    ^^^^M 
At-acM.  tw  por  coger  trabaja                           ^^^^| 

H                      ft>eg«  á  Tablada  pusieron. 

H                      y  en  ei  fuego  que  encendieron 

a  Fernando  en  soledad.                            ^^^| 

H                      sus  reales  asentaron: 

y  ha  granjeado  la  amistad                         ^^H 

H                    y  ui  ta  llama  ciudad 

de  un  tiuhin  llamado  Paja,                         ^^H 

■                    asentada  sobre  el  fuego. 
H     Anki.       Poco  i  poco  á  creer  iTego 

quecomu  a  entremetido,                             ^^H 

sabe  el  secreto  mayor.                                  ^^H 

H                      mi  rQina  y  su  verdad.                 {Ut,) 

V  en  electo  es  hablador.                             ^^H 

'                      «Enirari  en  la  abundante  y  invcnci- 

Abemiai.  £so  está  bien  prevenido.                            ^^H 

AaEMtAi.  Eso  es  que  entrará  en  S«>'ill8.    {ble.» 

AxAT.      Echar  en  las  naves  fuego                          ^^H 

AXAT.       JPoes  cómo,  siendo  invencible.* 
^B   Ahnkai.  a  este  Rey  no  hay  imposible: 

es  cosa  muy  importante,                      ^^^^ñ 

V  i  asegurarnos  bastante.                     ^^^^| 
AuM>*r.  fmpona  que  se  haga  luego.                  ^^^H 

^B                   todosu  estrella  lo  humilla. 

H  AxAT.      (t,M]  «Habiéndole  sentado  la  garganta 

At^ENz.    Abenrajcl  lo  ha  de  echar,                          ^^M 

T7i 


LA  BEIJíA  DE  LOS  RETES 


Pau. 


AÜ. 


P*IA. 


pifa  que  m  acierte  en  todo. 
AXAT.      vamos  á  Htbnrar  el  modo. 
Abkhhaí.  (a>>.)   íQuií  poco  ba  de  aprorcchafl 

(l'inic  ful  irti.) 


ESCENA  Itl 
Aii,<a  AdMIu  éKnttiano,  yPUA,  Tofun  mAtlcd. 

ALr.        iQai  es  cnoi' 

Paia.  K1  Rey  ha  irttdo 

en  procesión  otieniosa 

una  imagen  milagrosa 

de  la  Virgen,  y  ba  vcRklo 

con  ella  «n  e&ia  ocasión 

el  l'rincipe. 

^Ka  entrado  ya 

con  la  gente  que  le  da 

su  suegro  el  rey  de  Aragón? 

Todos  la  han  acompañado, 

y  ya  la  imatten  bendita 

queda  en  b  famoia  ermita 

que  en  el  Rcat  le  han  fabricado. 

Muy  largo  cercu  se  espera. 

Sí  al  Rey  le  k  apafeciú 

San  Isidro,  y  le  animó, 

B'  mámenle  porsevcfa. 
icen  que  trac  consigo 
i  dun  Kamón  de  Losana. 
cltríRo  de  sobrehumana 
ciencia. 

Es  don  Alonso  amigo 
de  hombres  doctos.  Vo  me  voy, 
señor  Barzaga,  *  Álcali: 
ved  lo  que  qucTÍis  de  alli. 
Ya  sabcis  i]ue  vuestro  loy. 

Llevo  una  carta 
del  tanto  Rey  á  la  reina, 
que  Amor  en  sus  pechos  reina, 
aunque  Marte  lus  apaña. 
Querrila  vef,  que  en  eíccio 
tanta  ausencia  lo  promete. 
Yu  voy  á  ser  alcahuete, 
pero  advertid  que  ri  secreto: 
esta  tarde  la  va  i  va 
disimulado. 

¿\  qué  gente 
llevari? 

No  la  consiente 
el  vecreto,  ni  el  lugar, 
por  lo  cual  tiene  intención 
de  llevar  solo  consigo 
al^ún  caballero  amigo. 
IA¡>.}    (t>cl  Cielo  n  esta  ocasión.) 
^Vendréis  hoy? 
(^p)  {A  vHe  soldado 

ya  con  enfado  le  eicuchu, 
que  aunque  me  regula  mucho, 
es  preguntador  cansado.) 
Adtós,  que  hoy  he  de  volver, 
y  loí  reyes  salen  ya 
de  la  ermita.  (K«i«P*|a.) 

AtL  Por  Alá 

flu«  A  Fernando  he  de  prender. 

(fOfAUJ 


ESCENA  rV 

El  r*y  D.  PakuiíiDO,  I.okisio  Sriaii,  Ctuiu  tt»»*, 
ti  PaiNGipa  y  U.  Huióm  Louiu. 

LOSAKA. 

No  he  visto  imagen  que  con  (al  imperio 
levante  al  cielo  el  coraión  humano. 
Contempla  en  ella  i  la  gloriosa  Virgen, 
y  un  divino  retrato  verdadero 
de  como  esiá  en  el  ciclo. 

PaÍKCifs. 

Algunas  cosas 
repugnan  al  estar  asi  en  el  cielo, 
SI  bien  confieso  que  es  cosa  divina. 

Fkanahoo. 
Alonso  siempre  tiene  la  contraria. 

Losana. 
Yo  no  hallo  cosa  que  lo  dificulte. 

PultKitt. 

Pues  yo  bailo  cinco. 

FsatlANDO. 

^Cuites  son? 

Pnixcirr. 

No  et  justo... 

FSRNAniiO. 

En  que  esto  se  conflora  tendrá  gusto. 

PniNctra. 
La  primera  es  que  tiene  i  Jes¿s  DtAo, 
y  DO  está  asi  en  el  cielo-  La  segunda, 
Que  la  Virgen  murió  y  subió  a  tos  cielos 
do  más  edad  de  setenta  artos, 

Í'  et  retrato  parece  que  es  de  treinta; 
uego  no  será  :iiiagen  6  retrato 
de  como  está  en  el  cielo.  La  tercera 
es,  que  tiene  csia  imagen  por  cabello 
una  nca  madeja  de  ora  üao. 
y  virisimil  no  os,  aunque  es  decoro, 
que  hubiese  en  tal  edad  cabellos  de  oro. 
Demát  ijue  i  Alberto  Magno  le  par*c« 
que  la  \  irgcn  tendría  et  cabello  negro, 
porque  procede  de  igualdad  de  humores: 

Íesia  misma  raxón  viene  i  proposito 
la  quinta  obieción  que  se  me  ofrece 
que  es  de  Alberto  también;  e)  cual  oot  dice, 
que  la  igualdad  de  humores  y  la  buena 
complexión  qtie  en  la  Virgen  ve  supone, 
engendran  un  color  de  envés  de  rosa, 
que  la  cara  hermosea,  y  que  tcodría 
tsie  color  el  rostrj  de  -Maiia. 
La  imagen,  como  vemos,  es  morena, 
y  ú  Crino  fué  blanco  y  colorado, 
como  de  loi  cantares  se  colige, 

Íno  tuvo  en  la  tierra  otra  persona 
quien  ser  parecido,  bien  se  infiere 
que  la  Virgen  fué  blanca  y  colorada. 
Es  la  quinta  objeciun,  y  sea  la  última.' 
que  estando  recibida  en  las  mujeres    ■ 
la  pequenez  por  gracia  y  hermosura, 
esta  imagen  es  alta,  y  tal  detcto 
no  pudo  hallarse  en  cuerpo  tan  perfeto. 


JORNADA  TGRCEKA 


175 


DoH  Lotttszo, 


Bien  dan  en  que  entender  l&s  objeciones. 

FCHNANDO. 

Don  Ramón  de  Loun«  ^qut  os  parec«? 

Losa  HA. 

Tiene  su  Alteza  superior  ingenio, 
f  pienso  que  se  funda  su  agudeza 
contra  el  común  y  propio  sentimiento 
solamente  en  querer  probar  d  mío; 
pero,  pues,  es  t'onoso  nheiíeceros. 
pfobarf  con  razón  que  es  evia  imaf;en 
retrato  de  la  Reina  de  lot  Htyet 
como  en  el  cielo  está,  aunque  en  tal  cuidado 

Juisiera  responder  más  de  pensado, 
uanlo  á  tener  el  niño,  no  le  l!«ne 
como  retrato,  sólo  por  Insignia 
por  la  cual  el  i:risliano  reconoica 
que  es  la  Madre  de  Uios,  )  muchas  veces 
se  ha  visto  aparecer  en  esta  forma. 
Cuanto  á  su  mucre  y  su  subida  al  ciclo, 
aunque  giuríó  la  Virgen  de  setenta 
>'  dos  años,  tenemos  de  los  santos 
óue  está  en  la  ifloria  su  sagrado  cuerpo 
<K  edad  de  ireinia  y  tres,  no  mis,  y  es  llano 
que  los  tiene  el  retrato  soberano. 
San  A|tustin,  San  l'ablo  y  San  Crisósiomo 
dicen,  que  lodos  resucitaremos 
de  aquella  m^sma  edad  que  Jesucristo: 
y  estando  en  lat  edad,  mu  v  propiamente 
tiene  la  \'irgen  el  cabello  do  oro. 
sin  que  obste  el  parecer  á  A  Iberio  Magno 
Que  debió  de  ser  negro,  procedido 
oc  la  buena  Igualdad  de  los  humores: 
pues  en  contrario  afirman  que  fui  rubio 
Epifanío  y  Nkéforo;  y  Galeno 
le  alaba  por  hermoso  y  por  mis  bueno. 
Que  va  el  cabello  rubí»  más  hermoso, 
lo  dicen  las  dañma»  ditífencias 
que  por  lenello  han  hecho  las  mujeres 
y  (iemlo  el  más  hermoso,  le  tendría 
aqucila  en  quien  cifró  Dios  la  hermosura. 
Et  cabello  del  rostro  d«  su  hijo, 
según  dice  ,\ic4foro,  fui  rubio, 
y  cnn  más  evidencia  sccoti|¡e 
dedos  cartas  que  Quíniu  lo  y  Pílalo 
escribieron  á  Roma,  donde  trata 
cada  uno  de  Cristo,  y  le  retrata. 
Los  cantares  nos  dicen  del  Ksposo 
que  tiene  la  cabeüa  de  oro  fmo: 
y  sea  la  conclusión  de  esta  materia 
un  lestifto  de  vista  muy  auténtico. 
La  bienaventurada  Santa  Brígida 
dice  oue  vi6  á  la  Víreen,  y  el  cabello 
tend>doen  sos  espaldas,  dice  que  era 
una  bella  madeja  de  hebras  de  oro; 
esa  misma  tctwmos  en  la  imafien, 
que  causando  en  las  almas  mil  consuelos, 
representa  i  la  Reina  de  los  cíelos. 
Respondo  i  la  objeción  de  ser  morena, 
que  aunque  es  la  conjelurs  taironable 
para  quí  fuese  blanca  y  colorada, 
es  opinión  que  hallamos  contradicha 
porNicéforo  y  por  San  Eetfnnio. 
que  dicen,  que  la  Virgen  fué  iri|pi*ña. 


Y  esta  opinión  confirman  las  imigenes 
del  tiempo  de  los  )^os  veneradas; 

y  que  Costo  lambián  íucse  irÍRueÁo, 
traiariilo  de  sus  partes  y  colores, 
lo  tienen  afirmado  estos  autores. 
Pero  dado  que  blanco  y  colorado 
fuese  en  la  Vrrgcn  d  color  nalivo. 
cuando  vino  A  tener  treinta  y  tres  aíio4 
que  lo  hubiese  mud.tdo  el  sol,  es  fuerza, 
como  ella  nos  lo  advierte  en  los  cantares. 

Y  asi  por  ser  este  color  gracioso, 
como  causado  por  amor  del  hijo, 
en  sus  penalidades  y  destierros 

to  pudo  conservar  lusta  U  gloria, 

como  Cristo  sus  llagas,  por  scí^ales 

de)  grande  amor  que  tuvo  i  los  mortales. 

A  la  quinta  »bieción  responderemos, 

que  es  verdad  i^ur  se  dice  comunmente 

que  las  mujeres  han  de  vrt  pequeñas. 

porque  del  nial  el  menos;  mas  la  Virjjco, 

que  fué  el  bim  y  el  remedio  de  los  hombres, 

y  la  mujer  en  todo  má*  perfecta. 

no  pudo  ser  pequeiU,  p'irque  i  serlo, 

nn  hubiera  perfección  en  su  hermosura. 

I  'na  máxima  «s  c*t»  de  A  ristóieles, 

que  la  pequeña  dice  que  es  graciosa, 

pero  que  no  es  per fec tangente  hermosa; 

y  entr«  cuatro  precisos  requisitos 

ie  la  hermosura,  pono  lagrandeía 

en  el  primer  lunar.  Y  en  la  E<cr¡tura 

«emos  que  Adán,  que  fué  ínmodiatamcnic 

hechu  por  Dios,  con  pfrfec«;ii'in  hermoso. 

>'  al  respecto  lambíín  su  compai^era, 

fueron  muy  alioíi.  tanlo,  que  se  escribe 

que  era  cama  de  Adán,  en  que  dormía, 

una  piedra  de  treinta  pies  de  largo, 

después  que  el  sueñocchói*ucucrpo embargo. 

José,  David,  Sans.in  y  oirás  figuras 

de  nuestro  Salvador  fueron  muy  altos; 

y  que  es  gala  en  las  mujeres,  nos  lo  dken 

ios  disformes  chapines  dcsie  tiempo. 

En  la  ciudad  de  Roma,  hay  en  la  iglesia 

de  San  Juan  de  Letrán  una  medida 

del  cuerpo  je  la  Virpen,  que  yó  he  visto, 

j  es  de  la  misma  altura  desta  imagen, 

alia  con  proporción,  sin  demasía. 

Y  asi',  de  lodo  con  ceneía  ¡nfieco 
que  es  divino  retrato  y  verdadero. 

pRl.<(ciP8.  Honrado  han  mil  desvarios 
á  Don  Ramón  de  Losana. 

D.  Loa.    Cada  objeción  queda  llana. 

Pbksan.   Don  Ramón. 

I.osKNA.  Seflor. 

pEasAN.  Cubrios. 

Losana.   Es  contra  todas  las  leyes 
del  real  decoro,  sci^or. 

FxasAN.  Cubrios  por  defensor 

de  la  Rema  de  ht  Reyes. 

Y  porque  i  nadie  en  Ca&iilla 
pueda  exceso  parecer, 
titulo  os  doy  de  primer 
«rxobispo  de  Sevilla. 

Y  no  entendáis  que  es  prcmi«r 
de  anillo,  á  Sevilla  os  di>y. 
porque  con  certeza  estoy 

a»  qu«  la  hemos  de  ganar. 


^^H^^H^^^ 

■ 

^^^^^^H 

^^^^^^174                                                      LK                  DE  LOS  FKYR^^^^^^^^^^^^^^^^^ 

^^^^^  Losana.  Bv^ooi  lo»  pid,  i)ue  t^  muj-  ci«u 

J.oquc  importa  es  que  no  habMís.      1 
porque  ninguno  es  ladino,                   i 

^^^1                         Ia  tiudí  en  que  me  poni'n, 
^^^^^H                  pues  merced  que  vtn  ha<:¿it 

y  se  puede  abrir  camino 

^^^^^H                   no  puede  salir  incierta. 

á  que  cautivos  quedéis 

ó  muertos,  sin  qiK  iourcmot 

esta  irnporianie  ocasión. 

^^^^^V                               E5CPNA 

^^^^^^^^^^^^^^r"                                                                      t^^fi^ft«tin 

nue  ha  de  ser  la  remisión     * 
del  aprieta  en  que  nos  veta6s. 

^^^^f                                  DiciiM  y  RjtiiAii  SiMiriii. 

^^H         EtoMFAZ.  Das  naves  se  han  apmta>do 
^^^^                        pan  que  é  la  puente  laya. 
^^^^^H                  de  Us  trece  que  en  Vi^cáj-a 
^^^^^H                   hice  por  vucsiro  mandado; 
^^^^^B                 mas  sIti  vient»  del  Puniente, 
^^^^^^H                  que  íullt  seis  m»cs  ha. 

Ai.ae\x 
AU. 

.   Aquí  tienen  tus  agudos 
ardides.  .MI  Mulcy. 
para  la  prísitin  del  Rer 
veinte  ejecutores  mudos. 
A  Alcalá  desde  Sevilla 
este  es  forzoso  pasaje. 

^^^^^^r                  cotí,  imposibic  seiá 
^^^r                        que  derribemos  la  puente. 
^^^P         FsftNAN.  «Pues  en  sólo  eso  consiste 
^^^M                        el  rendir  cstA  ciudad? 
^^H^        BoNiFAK.  Muy  bu«ia  »  mi  voluntad, 
^^B                        pero  el  cielo  la  miste. 

Albcnz 

Moao  1 
Al(. 

que  por  eso  en  tal  paraje 
su  ha  labrad»  esa  ventilla. 
Aquí  aguardaremos,  pues; 
lo  demás  queda  i  tu  cuenta. 
"  I'n  hombre  pari>  en  la  tenta. 
Vo  llegaré  á  ver  quien  CS. 

^^■^  FiasAN.  tAparu.i  ¡Válgame  Dios!  ¿Si  esdivino 

^^^^^K                   inipulio  et  que  al  corarón 
^^^^^H                inclina  más 
^^^^^H                  que  al  concertado  caminoi' 
^^^^^H                 Al  amor  que  dentro  reina. 

ESCí:N,\  Vil 

Diciiia,  pAiA  }-  tt  VuiKKa. 

Paja. 

Ventera  ¿qué  hay  do  come*-. 

^^^^^H                le  dice,  aunque  le  es  molesto, 

ttue  está  el  molino  picado? 
Habrá  algilin  torrezno  asado. 

^^^^^H                que  Dios  se  sirve  mAs  dcsto 

Vem. 

^^^^^■^                que  de  ir  i  ver  á  la  Reina. 
^^H                        Ramón  Bomfai. 

y  buen  vino  que  beber, 
Pues  abrid  por  medio  un  pan 

Pam. 

^^m          BoNtrai.                                 Señor. 

y  animadlo  con  iticino. 

^^H          Fersan.    Mañana  es  día  de  la  Cruz, 

desquilaremos  en  vino 

^^^^^^                 en  que  Cristo,  nuesira  l.uz. 

el  a^UB^^^  Solimán.  {Vamt  Veowro.) 

^^^^^h                 fué  Klorioso  tenccdor. 
^^^^^H                 Mañana  hemos  de  vencer 

AU. 

.SvKurav  tiene  el  seo  Paja 

las  espaldas,  yo  tas  guardo. 

^^^^^H                   por  su  inñniía  bondad 

Paja. 

Parccténdole  que  lanjo 

^^^^^F                eiti  ijtran  dilicultad. 

sale  al  camino  y  me  ataja. 

^         BoMtfAZ.  Sin  viento  no  puede  ser. 

Guarda  de  c%paldas  molest* 

^^H         Kbrnan.  jDel  Poniente  ha  de  venírP 
^^H         SoKirAZ.  Muy  recio,  y  uun  plegué  i  Dios 

OT  será  Kat/aiia.  y  más 

si  preguntáis  por  detrás. 

^^^ft                       que 

que  no  es  cortes  la  respuesta. 

^^^B        PsaxAN.                     Virften,  por  vos 

¿Qué  gente  es  esa? 

^^^^                       mi  intento  he  de  conMguir. 

AU. 

Estos  son 

^^^I^K                En  cada  una  de  las  dos 

veinte  soldados  de  guarda 

^^^^^B               naves  una  cruz 

de  herberos.  ¿La  Reina  a^uard* 

^^^^^"^                y  el  sticesO  encomendad 

i  su  esposo? 

^^^B                          con  grandes  veras  á  Dios. 

Paja, 

A  la  oraciAn. 

^^H         GA»C.t  P.  Señor,  los  noMcs  hin  ido. 

¿No  es  Don  Pedro  Finestrosa 

^^H^                          y  ya  la  mano  han  besado 

con  su  gente  y  compai\ia 

^^^^^^                  i  la  Reina.  Yo  he  faltado 

de  guarda? 

^^^^^H                  ^ur  jusia«  causas  que  ha  habido. 

Aul. 

Aii  se  decía. 

^^^^^r                   Si  me  dais  licencia,  iré 

pero  acordóse  otra  cos«. 

^^^f                          esta  tarde. 

iSalt  il  Ventero  con  u»  p'*  aHtrlo  y 

^^^^^  Fmnah.                   Yooslactoy. 
^^^^^                y  avisaréis  que  no  vOy, 
^^^^H                 Ganrfa. 

lo<ln«  ittntrt.) 

Veht. 

Este  recado  esiáaqui. 

Paja. 

Y  á  f e  que  trac  buen  fecado: 

^^^^^  Carci  P.              Yo  avisaré. 

¿adivino  el  convidado? 

^^^^^^                                                  {Taqatn  y  myain*.) 

Vent. 

Paja, 

¿Traeré  medie  Azumbre? 

Si. 

^^^V                           ESCENA  VI 

rVMi  «1  VUiters.  Paja  c««a  )'  4*1*  á 

^^^F              AlI,  At.»attt«i»«  f  Hoaot,  laáoi  *■  lr*¡t  é§ 
^^^H                                        «ri>  na  ■  01 

ALl. 

Ea.  merendemos. 

¿Qué  es  esto? 

Paja. 

Muy  bien  se  puede  comer. 

^^^^^  Aü.          Nadie  ha  de  cxiraifaT  el  veros 

Ai.Í. 

¿Es  tocmo? 

^^^^^L                por  el  traje  en  que  venís. 

Paja. 

Al  parecer. 

^^^^^H                  que  enlenderin  que  salís 

Aü. 

Yo  no  me  hallo  bien  dispuesto. 

^^^^^F                 para  guardar  los  herberos' 

^ 

y  me  haría  daAo- 

^H 

^^^B^^^=^^^B 

^^^^^^■^H 

^B 

inRHADA  TEBCEIfA                                                          1?^         ^^^| 

?A¡K. 

No  hari. 

AlI.                           AmlKos  y  guanla                    ^H 

que  vsti  ««do. 

Yo  recibo 

de  tus  bérberos.                                       ^^H 

Aü. 

Pam.       XAp.\                   Callar.                           ^H 

la  merced. 

será  bien,  por  excusar                              ^^H 

<PiJa  rv/rtj^ndalf  tdt'iíii«»i>(l'"Ctno,) 

alguna  xaIsKardi.                                     ^^H 

PAI*. 

No  seáis  «úuivo: 
Abrid  U  boca,  que  tai 

Cakoi  P.  Vuelve  conmigo  á  Álcali.                         ^^1 

Paja.        Vamos.  «Viene  el  rev?                              ^^1 

provocativo. 

OamciP.                                     No  viene.               ^H 

AÜ. 

¡Que  necio! 

Paja.        (Algún  nnfiet  le  detiene,)                             ^^H 

^Por  íucr^a  queréi*  que  coma? 

jQuf  ha  tklo?                                          ^^H 

PAIA. 

jEs  precepto  de  Mahoma, 
0  del  convite  de%precio? 

Gauci  P.                      Na  viene  y«.                        ^^H 

Paia.        Es  santo.                                                      ^^H 

Alí. 

No  esiov  bueno. 

Gadci  P.                 Dame  aquel  lienzo,                    ^^H 

PXIM. 

Huoi  soldados 

que  se  ha  caido.                                       ^^^ 

harin  por  vos  la  rax6n. 
Pocos  IOS  torremos  wn 

IPajaCDiiJai  naaol  ala4at  alrai  á*cf           ^^M 
Mllgintiat  para  aUtmartl  UtafO,  r  no           ^^H 

ALUMK.   4.1 /«i  txvaM          Mal                                         ^^1 
lemos  hecho  en  perder  lal                       ^^H 
cautivo:  yu  me  avergüenzo,                   ^^^ñ 

Mri  tantos  cunvidtdos. 
Comer  puede  cMa  pringada 
un  lev  de  espadas  ó  de  oro*. 

lAtírcau  á  lai  murt,»  (<.n  ti  HKina.  y 
tiiot  It  dan  Hfi  galft  f  ■*  It  Aútt  utitafio 

si  por  temor  se  ha  dejado.                    ^^^H 

él  («  umiib.} 

Aü.         jQuiín  cautivarlo  pudiera?                   ^^^1 
Ai.kRM.  Cuando  )'o  sólo  viniera                           ^^H 

¡Vive  Cristo!  que  son  moros.  lAp.) 

y  que  es  alguna  celada 

te  llei-aia  maniatado.                               ^^M 

que  está  aquí  guardando  el  f^ey. 

Aü.          «-Pues  cómo  no  se  hizo  asf                         ^^H 

(Aibeoiiidc  d  iH  gtnit.i 

cuantío  lo  de  la  escofieta?                        ^^H 

Alsbm 

.   Fuerza  es  aue  le  deicnüainos, 
que  ha  maliciado. 

(I.légaiit  t  Pai*.  }-  tal*  4r  nunit  tt 
Vcnlcro  (oa  linda  y  tata,  fu<  togr  ti 

Alo«o  1.*  ¡El  diablo  que  le  acometa!                           ^^M 
Albenx.   Porque  yo  no  estaba  allí.                            ^^1 
Gamci  P.  ¿No  acabas?  iHaír  tal  lorpeía!                  ^H 

■    Paja. 

irtMt.} 

Paja.       i.4j>.t(Ni  puesto  al  hilo  ni  al  sesgo              ^H 

Bebamos. 

lo  alcanzo,  y  estoy  á  riesgo                      ^H 
de  hacer  alguna  vileza-                            ^^M 

Moro  i 

-■  Avisaré  i  Ali  Muky. 

■     Paia. 

No  acostumbro  á  beber  vino 

(f^íitüfr  rf<  rtpaUat  y  fgi'l  rttnt».)               ^^H 

por  la  larde. 

Mi  silencio  es  por  demás.)                        ^H 

jEt  rejalgar? 
No  lo  tengo  de  probar. 

Seflor,  aquellos  soldados                        ^^^| 

AiJ. 

^^^H 

j_     Paja. 

Yo  me  corro  y  me  amohino, 

Gaacr  P.            ,iQu¿?                                      ^^^H 
Paja.                          Motos  disfrazados.          j^^^H 

k 

Banasta:  de  veras  babU). 

■     Aü. 

Es  dieta,  no  os  asombre. 

Cual  ves,  atadas  atrás                           ^^^^| 

■       PA>A. 

Decidme,  jBarza|ta,  es  nombre 

las  manos,  me  vi  en  priú6n.                   ^^^1 

■ 

de  pila^ 

Desálame.                                               ^^M 

"    Ai.Í, 

Es  nombre  de  diablo. 

(Oarci  Hrtt.lunlrtalaáPtií.}         ^H 

Paja. 

Yo  lo  creo.  ^Quí  se  debe?  lAtVtaui») 

OarciP.                 pues  «por  qui                          ^H 

Vi  «I. 

Señor,  dos  marasedls. 

callaste  cuando  pas¿?                              ^^H 

Paja. 

¡Linda  aracia!  ^Qué  deeis? 
JCuil  de  vucsarccdcs  bebe 
dos  maravedís?  Robando 

Paja.        Porqucsé  lucondiciÓHi                              ^^M 

y  temí,  que  hay  veintiuno.                      ^^M 

Cakci  P.  |V!ve  Dios)  que  he  de  volver.                   ^H 

csiiis  el  mundo. 

tllnytn  la*  moret.)         ^^M 

Alí. 

La  paga 

Albekz.  iQucvuelvel                                        ^H 

esii  aqui. 

AlI.                           Yo  ai  correr.                         ^^H 

tPaga  Wnl  gaitij     Van  il  Vrnicf*.  r 
tnlniícn  Ivt  MCru],  Sttpati  4t  ^>ntt»T  la 
limttti  y  tat.a  i  Piii,  fi>  manlaMH.) 

Paja.        Ya  no  ha  quedado  ninguno.                     ^^1 
Garci  P.  La  culpa  has  tenido  tu.                         ^^M 

Paja. 

Señor  llRr;(aga, 
jqu¿  es  eslo? 

Se  están  burlando. 

Pma.       Honra  has  comprado  barata.              ^^^H 
Halles  la  puente  de  plata,                   ^^^H 

Aü. 

y  vayan  con  Belcebü.                                    V 

Paia. 

¿Se  están  hurlando?  ¡ah,  iraidorl 
.*  üarcí  Pérex  viene  aquí: 

{Vanit  por  J»n4r  Uañ,)                 M 

Moho  i 

^^^^^M 

equ¿  haremos? 

ESCENA  IX                                  ^M 

Aü. 

Dejadme  á  mi. 

tXm  I.ouMO  SvJtaii  y  El  om"  P*iok  b«  San  JeAV.         ^^H 

KSCfrNA  VIII 

Patón.      Milagro  es  de  la  oración                         ^^M 
del  Rey,  pues  tan  de  repente                    ^^1 
sopla  el  viento  de  poniente                     ^^H 
que  ha  deseado  Ramón                          ^^H 
Bonifaz.                                                ^^M 

Otauty  Gana  PÍki.).  fof  tntra  por  un»  putrla  tu 
é«a4*  r*téit  tai  mur^, -MrariiM  lo  fiffxa  ytt  f# 

Paja. 

jMI  uno  y  mi  redenloil 

D.  Loa,                   Con  la  una  nave                        ^^^1 

Caitci 

P.  ^«¿  gente? 

i  cmltastir  la  puente  va.                     ^^^^M 

I7fi 


KE1KA  D^l 


l*Hrott.     Mayor  milagro  lerá 

(jue  la  rcmueví  y  desirabc. 

D.  LoR.    ^  no  c4  gijindc,  u  so  nola 
d  mililitro  que  hubo  aj^er, 
raquesccchaicdc  ver 
que  querían  quemar  la  Rota. 


líSCENA  X 

OlCiiM  y  ti  rtytUm  fm'Amo.tl  PfclKCIi-K.fl  M«UTii> 
Dt  Ctl-ArHACA  y  llAHÚK  BoxTi-Ai,  <n  trna  nart  M* 
frt»ti4tttaUa4«,«  urna  patria  tota  popa. 

Fbhkan,  Quí«n  cl  ^iir-iucMC  envía 

hará  enirra  U  merced. 

ItamAn  Bonifaz,  poned 

vuMira  ef.pcranza  en  Atarin. 
BoMFAZ.  Vueít(oi>  marvdatás  son  leyes 

divinas:  mis  son  que  de  hombre. 

y  así  A  ciiib«lJf  vov  ei»  nombre 

oc  la  Reina  áe  las  keye». 
PaKKAN.  I.k  Virgm  vaya  con  vos. 
Pbioh.      Con  ta  crccieñie  y  el  viento 

parece  rayo  viólenlo. 

ÍC<>rra   ta  naví  v  Mgau  niiáo  antro 
ditatr  tapyíntt.i 


Fkrnah. 
D.  Loí. 


rato». 
FnKA.N. 


Lo);r<.^  nuestro  intento  [>ios. 
Este  ha  sido  inmorul  hecho 
milafifosamente  obrado. 
J,i>S  Barcos  se  han  derrabado, 
y  la  puente  se  ha  deshecho; 
y  el  moro,  que  sin  remedio 
de  bastimentos  so  halla, 
reducir  quiere  A  batalla 
los  peligros  del  asedio. 
De  la  ciudad  hao  salido 
i  pelear. 

MaxsAa  es  sabia, 
aunque  es  connckla  rabia 
de  haber  la  piitnic  caido. 
Animo,  española  Rcnie, 
que  al  lln  se  canta  la  gloría, 
cieña  tenéis  la  victoria, 
pelead  valerosamente. 
Sevilla  al  moro  desiierra 
y  i  nuestro  poder  la  envía; 
invoquemos  i  Maria. 
y  á  Santiago:  |al  arma,  cicfrat 

(ToMD  taiJi  }■  r.tnti<vn  lat  iipadél 
éum»44M  y  iii'tn  A  tL-«nj  >;■](.  A  tí  y  nlrol 
ivorúV  coa  t<*%  átrnúí  ^ne  qmtáün  a<ucH- 
llándou  Y  ftiirttilutt  ,11  I>on  Lortsig 
Saittt  yW  (-rtordt  S>n  Juid  v<(Mintr< 
•IcCsItiotí  ■'■«Jr.ii  a  talir  la*  murot 
a«^ianá0  alHunitt  Rey  y  tal/ta  en  iiidyv* 
da  ti  iTinCipc  •  /«(ir™  flarci  Hrtí  y  Pija 
y  iKtfi)  II.  I.orinro,  <í  tr.ür  v  «f  H(cti>( 
d(  Caliinva.) 

Albkhi.   fil  Animo  te  ha  en^Aado, 

Hey,  y  metido  le  has 

donde  cautivo  teris; 

6  mueftú. 
plxciit:.  E«coy  yo  i  sn  lado, 

porros. 

Morirá  los  dot. 

Si  en  peligro  me  he  metido, 

VirKen,  bien  sabéis  que  ha  lido 

jirsta  confianza  en  vos. 
C*flu  P,  ¿Vjútc  lal  lemcridad? 


Fekmak. 


Ai(.  ^A  Garci  Pini  no  víis.' 

(Iluytn  fot  iHatm.  y  trai  tllM  Gwel  I 

rtíyWj») 
D.  I.oft.    MI  Kcy.>^Dundc  ráis, señor?  ¿quertñ 

entrar  s¿Iü  en  laciudad? 
Fkrnam.  Kscatemos  la  muraila. 

y  dentro  en  Sevillacniremos. 

pues  ya  encerrada  leitooios 

csiacobaidc  canalla. 
Paioa.      ic,ríté.)iEscü\ksl 
t>.  LoM.  Por  esta  paric 

podemos  acometer, 

y  pues  riesen  pucdv  haber, 

vuestra  maimad  se  aparte. 

ll'oKgam  tual-ai  y  lafrdx  y  ¿rfiandan  el 
miro  tul  atar»!,  iftiitu  Ab.| 

PcaNAN.    Nada  temáis,  Don  t.orcnKO, 
que  Dios  es  en  nuestra  ayuda. 
De  golpe  la  gente  acuda, 
I  que  no  es  muy  fuerte  ene  lienzo. 

I  (S4r*.«lbciutiiJeJ 

Al  iiKKZ.   Prodigioso  rey  Femando, 
si  gustas  de'quc  se  trate 
de  medios,  c«e  el  combale 
que  en  vano  esliis  intentando, 
hn  este  eslido  se  quede 
hasta  que  el  Rey  salga  al  muro, 
que  con  licencia  y  seguro 
le  quiere  hablar. 

Fekíiak.  Salir  puede. 

fVaM  Albeniilde.) 
X)ué  decís  desioN/,-1  ntyo  «««coue- 

Ppioa.  Que  haciendo 

•ventajado  partido. 
Con  honra  se  habrá  salido. 

Fednax.   Honra  y  provecho  pretendo. 


ESCENA  XI 
nicMM  y  <r  rty  mor»,  Aairara,  «a  éI  mun, 

AxAT.      Fornando,  aunque  está  mi  gente 
bastecida  y  animada 
á  morir  determinada 
peleando  animosamente, 
me  ha  parecido  excusir 
la  mortandad  que  ha  de  haber 
en  éstos,  por  defender, 
r  en  esotros,  por  entrar. 
Dos  embalado  I  es  salen 
de  mi  ciudad  á  tu  tienda 
para  que  (Sellos  se  entienda 
mi  intención,  y  ellos  señalen 
los  buenos  medios  do  pal 
que  á  los  dos  bien  nos  csltn. 

FniMAK,  Ilubitrase hecho  esto  bien 
si  nii  fuciai  pcTtina/. 
Kn  Otro  tiempo,  ei  verdad 
que  pudp  haber  medios  buenos, 
mas  noy  no  los  hay  con  menos 
de  entregarme  la  ciudad. 

AXAT.       Oye,  scAor,  mi  cmbaíado, 
verás  que  servirte  quiero, 
y  de  tu  prudencia  espero 
resolución  acertada. 


ion:)  A  DA  TERCERA 


'77 


que  m&%  cuerdo,  qnc  cobsrdí, 
tu  gr»cla  buscartito  c>io)'. 

ItMAN.  A  oÍT  lu  tir.bajad;!  voy. 

tAT.       AU  IC  pcospcrc  y  gu<rd«. 

ESCENA  Xtl 

ti.  dt  norOt  Mdaía'a-fo,  y  cotiáMida  ¡tur  Paja, 
««#  fr  naftral*. 

McEtÍ2oprc{t  untador, 
ubri  el  fie}'  de  quí  manera 
cspitin  de  mudoi  efu 
Un  ^rnndiutno  hablador. 
jVi»e  DJuíit  perro  cübarde 
que  babíis  tic  comer  tocino 
gottfo  *  rancio,  v  bc&cr  vino, 
aun<)ué  ita,  por  la  urde. 
Pringaiio  haUit  de  dar  cuenu 
desde  el  día  en  <)ue  nadsicís 
por  las  preguntas  <)uc  Tiiciiieís 
para  salit  a  la  venia. 
IngTaiamcr.ie  me  piftai 
U  nmisud  queenlrc  amb^>i  hubo. 
;a.         Yo  KBbté  que  ii[i;;cn  luvo 
la  caxu  de  lot.  BarjEagaü. 

ESCENA  Xm 

ici  P.  iQué  es  eu»?  ¿I'or  qué  ocatión 

la  tregua  ei.iis  quebrantando? 
a.       No  es  fruta  de  contralundu 

funlillazú  y  mojicón, 
n  fln,  jcon  iteguas  se  traía 
de  partidos  con  el  moro^ 
ci  P.  Su  Bey  i  poso  dcoro 
la  gran  Sevilla  rescata, 
pero  nti  cnicto  Fernando. 
Mcnsajcfos  van  y  vienen, 
r  picnio  que  efecto  tienen 
IOS  medioH  qua  van  tomando, 
puet  ya  por  ia  Heina  han  ido. 
lA.        Si  la  Reina  viene,  ciertos 

son  y  honrosos  los  conciertos. 
Roftád.  perro  mal  nacido, 
que  os  la  depare  Üios  buena, 

Sue  á  Sevilla  han  de  rendir, 
vos  habéis  de  servir 
de  espantajo  en  una  entena. 
Sei^o^,  su  maldad  nblíRa 
i  un  caMijto  muy  snlcne: 

P    mírale  Htenio,  que  tiene 
los  diabloi  en  la  barriga. 
Este,  siendo  Ali  Muley, 
tai  itíiTiágt.  y  A  ser  vino 
espJa,  V  satiú'al  camino 
de  Akall  í  prender  al  Rey. 
.  El  es  tal.  que  piadoso 
su  traición  pordonari. 
ESCENA  XIV 
Qt-nti  Maar,  Ai.(,  Pkiji  y  RiuAn  BovtrAi. 

iirax.  La  ciudad  se  entrega  ya. 
A.        «Hay  perro  ten  renturoso^ 

COMEDIAS  DE  TlnSO  t>E  MOLINA. — TOMO 


Garci  P.  Justo  es  que  se  saiisraga, 
pues  AnaiafiTSc  humilla 
y  nos  entrega  á  Sevilla, 
con  cntreftarlri  Banatta, 
j     Aü.  iQuÉ!,  ¿en  fin  la  quiere  entregar? 

BoMfAZ.  I>e  esFMicío  lo  ha  recateado. 
El  ser  vatallo  ha  intentado 
primero;  lueKo  pa^ar 
lo  que  al  .Miramamolln. 
El  tercio  de  !a  ciudad 
daba:  después  la  mitad 
con  muralla  en  medio;  en  fin 
con  que  salir  se  les  deje 
con  lo  que  puedan  llevar. 
la  ciudad  se  ha  de  entregar. 

Paja.        Pues  yo  estoy  hecho  un  herej* 
dequcvucsarcé  secscurraj 
aunque  asi  lo  ordene  el  Rey 
lan  contra  ratón  ¡r  ley, 
sin  darle  una  gentil  zurrí. 

ESCENA  XV 

WoHos.  Tofutti  y  laltn  pí>r  un*  farff  lai  damai 
ría  flKiii  .1  fiiMD  IJ4II*  (ff  lo  mano  ti  Pníncir*. 
fwalra  (flipjri  IMs  LoRtuio  SiTi*ii,  lot  Kiti- 

[>ui<  pKiiiivou  )'  AiJirtm  (bn  lax  llarrt  di  Stitlllt 
t»  iin*fatnU  y  tám*l*i  il  Kc¡r.) 

ÍAxtxtU,iH'Kánd»i<dt  iwtíllatj 
AxAT.      Como  dueño  de  Sevilla 

su  Rcv  tenéis  i  los  pin 

y  sus  llaves. 
Fkmnah.  Rev,  noicstü» 

as!. 
AxAT.       (UrgHiináan.}  La  taxón  me  humilla. 
Kkkkan.  (vlfaKtiDii  Será  vuestra  .Majestad 

bien  venida  y  recibida, 

pues  le  da  lá  bien  venida 

tan  alcigrc  novedad. 
Runa.      Dichosa  soy.  pues  me  acerco 

i  merecer  vuestro  lado; 

3ue  lo  dcmiis  han  aranjeado 
iej  y  seis  mcics  de  cerco; 
Ícumo  cuntinuamcnie 
uisteís  clemente  y  piadoso, 

conseguís  lin  tan  dichoso 

en  día  de  San  Clemente. 
KnaKAN.  Tan  grande  favor  incita 

al  justo  agradecimiento. 
ReiNA.      Yo  harí  el  reconocimiento 

i  la  Virgen  en  su  ermita. 
Feunam.   i. a  iglesia  sea  consagrada 

y  la  ciudad  guarnecida. 

y  baga  el  moro  su  salida, 

porque  se  basa  nuestra  entrada. 

Su  Paironi  en  procesión 

llevemos  i  la  ciudad 

con  solemne  Majestad 

y  cfisiiana  deíocióo. 
Garci  P.  Quedarán  en  este  estado, 

aunque  no  muy  satisfechos 

del  re/  Fernando  los  hechos, 

3UC  stendo  k  reyes  dechado, 
ió  i  Sevilla  santas  leves, 
testa  es,  porque  fin  le  demos, 
i  tradición  que  tenemos 
de  la  Virgen  de  lot  Heyu. 

I» 


QUIEN  HABLC),  PAG(!) 

COMEDIA  FAMOSA  POR   EL  MAKSTRO  TIRSO  DE  MOUÑJ 


Rffprnenldlj  ValdH. 


PERSONAS 


La  »ei>'a  i>e  Ahagón. 
El  «er  deNavanka. 
DoRa  Blanca,  su  hermana. 
K&TEi.A,  dama. 
El.  (:o»i>e  ot:  Uf úei  . 
Don  SAScito,  i 
Dos  Vela.      ' 
Sakchú.  labrador. 


criadot. 


JORNADA  PRIMHRA 

iíSCENA  PRIMERA 
El  caxiiB  DI  i;iiic>;l  y  Ira  liiii*ji&o«ii*. 

CoNoR.     La  Reina  aún  no  »<¿  vcsdda: 

«410  m«  «ívtd  i  mandar 

que  os  diga. 
Eh*.  i  .•  Yo  he  de  «perar, 

siendo  ití  alieza  servida, 

á  que  me  vea. 
Emb.  a.*  E*  foMOso 

que  hoy  tome  renolución. 
Cmb.  y*   En  Guanlo  á  mi  |)reiCDiión, 

i  mi,  pot  mil  cuidadoiio, 

me  envV6  mi  Key  aquí; 

V  en  la  dilación  que  veo, 
In  prieia  de  lu  deKO 

me  habrá  de  culpar  i  mi. 
Con».     No  niego  yo,  caballeros, 

3UC  lencis  iuítfls  razones 
e  seniir  tas  dilaciones 
con  que  excusa  rcspondcro'í 
la  Reina;  pero  adviniendo 
que  no  ha  de  elegir  etpoto 
sin  un  acuerdo  dudoso 
con  que  se  va  disponiendo. 

Y  ¿lie  las  horas  dilata, 
y  los  días  eotrelltM: 


TitiKE.SA,  labradora. 
Sil tiO,  Stcrttario. 
RiCApno. 
.\iutN,  soldado. 

TnaS  KURAJADORCS. 
ftr>S  PCKTÍNDItWTES. 
L'S  SOLDAAO. 


disculpa  bástame  tiene, 

Ícon  poca  ofensa  os  trata. 
ien  sabéis  todos  que  el  Rey 
mandó,  muriendo,  que  fuese 
su  esposo  el  que  ella  escotiicse, 

!'  su  testamento  es  ley. 
■revenad  con  la  cíper'ania 
el  buen  lin  deste  suceso, 
que  no  habrá  culpable  exceso 
en  quien  til  ingenio  alcanza. 
Su  Jilieza  sale;  llegad 
y  habla  Ida  lodos. 


ESCENA  11 
tiQ  RaiitA,  <o>i  gran  luampallanUiila:  foi  i 
M»oii(*.  dM  PK(tiimii.vi><iya«Sai««BO,coii  mi 
morialnítftim.  ElCnxux. 

(SUnlattIahriattn  una  itíUytlCtl 
ótim  pilé  talado. 

En».  I.'  Señora, 

pues  vuestra  alteza  no  ignora 

el  valor,  la  majestad 

de  Alfonau,  rey  de  Castilla, 

las  partes  de  su  persona, 

á  quien  la  imperial  corona 

por  mil  respetos  se  humilla, 

admita  el' lusto  deseo 

con  que  ser  tuyo  se  ofrece. 


^^^^^^^^^^^^^^^^^  ion  S  A  DA 

pniMEf^A                                                    T79             ^1 

■     Rr.i!>«.      Ya  lo  que  Alfonso  ntemee 

cómo  os  puede  mejorar.                         ^^M 

H                      etlimo,  cma/xo  y  veo. 

pRBT.  1.*  Después  os  iré  A  besar                            ^^B 

H     E»B.  3.*  Kfancia,  cjn  tusta  nzón 
H                    i  su  príncipe  bdlin 

las  manos.           <i'dir.)                         ^^B 

1  Covrtr.                     Vuestro  s<-re.                          ^^B 

H                     estima.  No  busca,  en  Un, 

Soi  »*»<).  Muchas  veces.  [;ran  teñora.                       ^^B 

■                   la  posesión  de  Arittón 

he  dado  ya  ¿  i  uestra  alie/a                       ^^H 

^^^^              pivtcníticndo  á  vuestra  alteza. 

memorial  de  mi  pobiYia                       ^^^M 

^^^B              en  qui<'n  cllra  su  ternura. 

)'  mis  haxai^as.                                ^^^H 

^^^B             que  a<lora,  alaba  v  procura 
^^^B            su  djscrcción,  su  6e  leía. 

RciXA.                            Y  agora                      ^^^H 

¿qué  me  pedís?                                  ^^^H 

^^^P            Metcica  premio  «la  fe 

SoioADo,                        Lo  qoe  ayef                ^^^^B 

que  por  mi  os  publica  auienie. 
RnNA.      Debo  a!  DeKin,  mi  parienlc. 

pedí,  y  pediré  mai^aia,                       ^^^^| 

y  un  si^lo,  si  no  se  humana               ^^^H 

■                    mil  favoreit. 

como  pradosa  y  mujer,                          ^^H 

■     Emb.  3.'                     Bien  podrí. 

como  reina  de  Araf  ^6n,                               ^^H 

H                   aunque  tercero  en  Iu:;ar, 

como  Kmperatnx  tiel  suelo,                      ^^H 

H                   informaros,  í:rar)  señora. 

al  ver  que  n<>  lluer ;  el  cielo                    ^^H 

^^^B             de  que  Pogeriu  os  adora. 

sobre  cosa,  en  conclusión,                      ^^H 

^^^H            i  quien  el  Tirreno  mar 

que  pueda  llamarse  mía.                         ^^B 

^^^B            besaen  Sicilia  Uis  pies, 

ReiNA.  .'Dónde  habéis  sido  suldado^  ^^B 
Soi.o.tuo.  (Cogióme.]  Aunque  no  he  empegado        ^^M 

^^H            y  yo  los  vuestros  nqul. 
^^H            Por  él  su  retrato  os  di. 

i  serlo,  muy  bien  podria.                     ^^^B 

^^^H            que  fue  el  mayor  inicrís 

RcixA.      También  yo  os  pudiera  dar                 ^^^^ñ 

^^^1             queos  puedo  gTrecera^ra, 

mucho,  pero  nada  os  doy                    ^^^H 

^^^1            pues  siendo  lan  bella  vos. 

por  esta  vei.                                           ^^H 

^^^1              y  éJ  tan  galin,  en  los  dos 

.So'.oADo.                     A  eso  voy.                            ^^H 

^^^1            c'quiín  la  consonancia  ij^nora, 

Loi  reyes  no  han  de  mirar-                        ^^H 

^^^P            cuando  ha  de  hacer  el  amor 

para  dar  por  qué,  ni  cuána'.o,                   ^^H 

^^^             música  de  pensamientos 

sino  quien  ha  menester,                       ^^^H 

■                   rtales^ 

que  i  Dios  han  de  parecei'.                  i^^^l 

■     RkiNA.               Do  sus  Intentos, 

que  siempre  nos  esiA  dan<]o.  ^^^^| 
Rbika.      Pues  yo  os  doy  sólo  por  él                  fl^^^f 

1                      de  su  gallardo  ^  alor. 

H                     de  su  gala  y  bizarría 

lo  que  me  pedís  por  vos.                         ^^H 

H                   tengfi  nuevas;  mi  co.iseio 
^^^            me  ha  de  casar,  i  il  !->  dejo, 

Soldado-  Daré  mil  gracias  i  Dios.                           ^^H 

Reika.      Acudid  al  conde  de  l'rgel.                        ^^H 

^^^H            si  b«cn  la  elección  es  i:>¡b, 

Soldado.  Ya  me  espantaba,  que  habla                      ^^H 

^^^H            por  justo  acuerdo  del  Rey. 

cosa  en  que  no  entrase  íl  Conde.             ^^B 

^^^B            mi  padre,  que  no  forzó 

Cosí»:.     Ved  me  después.                                       ^^B 

^^^H            mi  voluntad,  aunque  yo 
^^^B            hoy  la  sujeto  á  \a  lev. 

Soldado.                         Corresponde                   ^^B 

á  quien  es  rueteñoria.  (K«j«.)                     ^^| 

^^^V             Hablad  al  Conde  mañana. 

rKCT.  3.°  ?.n  tan  justa  pretensión                              ^^H 

V                     que  íl  responderá  por  mi. 
■     En».  1  .*    Si  á  Casti  la  lino  un  si. 

como  la  mia,  señora,                               ^^H 

quisiera  informar.                                    ^^B 

H                   gloriosos  aumentos  gana,  fvojr.) 

Reí  HA.                                 Ahora                          ^^1 

■    Emk.  3."  Si  i  Francia  en  esta  ocasión 

venís  á  mala  ocasión.                              ^^B 

H                     puedo  conducir  tal  Iteina. 
f                   nasta  donde  el  sul  se  peina 

Acudid  i  hablar  al  Conde,                       ^^B 

que  él  me  inrormari  despacio.  ^^H 
Cosoc.     Cuando  salxa  de  palacio                          ^^B 

se  dilaisrA  Ar3k6n.  (i  Jtr.> 
Em».  3.*   Si  la  elección  de  Ropcríu 

me  hablarért,  ya  sabéis  donde.                 ^^H 

llevo  á  Sicilia,  y  yo  veo 

Y  estad  cierto  de  mi  pecho,                        ^^H 

bien  logrado  mi  deseo, 

que  vuestro  aumento  querría.  ^^H 
?RKT,  3."  Yo  soy  de  vueseñoria                                  ^^H 

j^                    tiemble  el  otomano  imperio.  (I'm^)    '. 

^1    PpBt.  1.*  Aunqueetiaba  consultado. 

obligado  y  satisfecho.  (Yati.'i                     ^^H 

^B                    iVan  señora,  en  la  tenencia 

Reixa.      Ea.  despejad  la  sala:                                ^^H 

H                     de  Jaca,  por  cierla  ausenciH 

salios  todos  d  fuera.-                                ^^H 

^^^^              ror;tosa  se  me  ha  quitiilo. 

Conde,  yo  tengo  que  hablaros:                ^^B 

^^^B            Yo  he  servido  i  vuestra  alieía 

no  os  vais.                                               ^^B 

^^^B            como  un  vasallo  Hel. 

Cosuc.                      Mande  vuestra  alteza.             ^^B 

^H                              {Fnlrtga  hv  «ttmurial  d  Ja  RcJ9>.>'r>la 

{VaiiK  toám.y  fudian  ««Im  Ja  Kclna         ^^H 

y                         lo  aa  al  Ccndc  ) 

y  fl  Cdoüc.)                                                          ^^H 

Reixa.       Hablad  al  c.-nde  de  Urgel. 

^^M 

.         Conde,     m/  pr<t )  Merece  vuestra  nobScia 

ESCEíNA  111                               ^H 

H                      V  vuestra  nuble  opiniíin, 
H                     Ñuño,  mayores  empleos. 

Haiii*  jr  il  C»nK.                               ^^^^H 

^H                     y  creed  que  á  mis  discos 

ItriNA.      ¡Grave  peso  el  del  gobierno!                ^^^| 

^1                     deMis  grande  csumaoón. 

^N'o  s«rá  justo  que  tengan                   ^^^H 

^1                   A  Ib  Reina  advertiré 

los  rayes  algunos  diat                         ^^^B 

^             t80                                                        QUIEK  HABLÓ,  PAGÓ                                                       ^^^H 

^^^^^L               eo  <iue  el  CDldado  suspendan? 

quien  inTormó  i  vuestra  altesaT^^H 
OoAa  Teresa  es  hermosa,             ^H 

^^^^^K               Quiero  fntmtnernie  un  rato; 

^^^^K              hablemos  en  cwíí  nuevas. 

mas  tiene  mucho  de  necia,            ^H 

^^^^B              De  la  cone  ^qué  os  divicnc 

V  cuanto  ajirada  i  los  ojos,            ^H 
los  oldot  atormenta,                     ^H 

^^^^^r                 y  entretiene  mis  en  ella? 

^^^^^                jjuglit^  ^sallt  i  caballo? 
^^^^^k              ^Guitiii  de  imitat  la  guerra 

que  es  brava  pensión  del  gusto.     ^H 
RciNA.      Rien  decís;  esta  sospecha              ^H 

^^^^^H             en  la  caxa  por  los  parquet, 
^^^^^F               ¿  en  la  ciudad  hac¿it  neuis? 

pudo  engañarse,  si  va                   ^H 

no  llegue  á  ser  la  mis  cierta          ^H 

^^^^^M                ¿Ea  quí  os  ocupiis  las  horas 

que  doña  Angela,  su  prima,         ^^ñ 

^^^^^r                que  los  negocios  os  dejan? 

es  la  que  mis  os  desvela.         ^^^H 

^^V       Co!«i>K.     Loque  me  ocupa  es  serviros, 
^^^^^^               y  so  amenté  me  alegran 
^^^^^b                 \o%  sucesos,  gran  señora. 

CoMi>i:.     Ef.  un  ángel,  vive  Díos,           ^^^^ñ 

mas  es  muy  libre,  y  es  fuerza^^^H 

queorcnda'su  libertad                 ^H 

^^^^^H                 «n  que  mi  cuidido  acicria- 

su  opinión,  aunque  no  Ikga    ^^^H 

^^^^H                En  él  ttcupo  lot  dias. 

í  menosprecio  su  honor.        ^^^H 

^^^^^1                }-  tas  nochet  me  desvelan. 

Preciase  de  muy  discreta,        ^^^H 

^^^^^1               prevenciones  que  hago  al  tiempo 

escribe  versos  y  canta.            ^^^H 

^^^^^f                 por  las  huras  que  me  ni^a. 

con  que  visitar  se  deja             ^^^^| 
mis  de  lo  que  fuera  justo.       ^^^H 

^^^^^                 que  siempre  el  tiempo  me  falta. 
^^H        Rkina.      OcWisl  vuestra  nubtcza. 
^^^^H                   Cunde,  tan  grande  cuidado, 

Rkika.      Esa  es  advertencia  cuerda:            ^H 

hace  doAa  Angela  mal.                 ^H 

^^^^^1                 pues  he  contiado  Je  ella 

¿Y  doBa  B«iiri2  de  L'rcea?            ^H 
CoHM.     Poco  me  debe  esa  dama,               ^H 

^^^^^H                 iodo  el  peso  dcsie  reino. 

^^^^H                Pero  admírame  que  puedan 

que  es  conformidad  de  estrellas      ^H 

^^^^H                vuestras  galas,  vuestros  aAos. 

amor,  y  han  estado  siempre            ^H 

^^^^H                no  lomarse  la 

muy  cnconiradns  Us  muestras.     ^H 

^^^^H                que  suelen  los  hombres  moios. 

Reina.      Mucho  os  e5iimiis,üaicla:           ^H 

^^^^H                  y  que  tan  estrechos  sean 
^^^^^^               los  preceptos  del  cuidado 

ninguna  at  fin  os  contenta,           ^H 

y  asi  no  amáis.                             ^H 

^^^^^1               tiue  vuestras  pasiones  venzan. 
^^^^^1                ¿fio  servís  dama  en  palacio?; 
^^^^^1                que  con  pretensión  honesta 

CoNDR.                          No  por  Dios.          ^H 

Rkiha.     «'Cierto,  cierto?                             ^H 

Conde.                           Ya  es  ofensa          ^H 

^^^^^f                DO  lo  excusa  un  caballero. 

de  mi  verdad  eu  duda.                 ^H 

^^^^^                 GarcU,  de  vuestras  prendas. 

RmsA.      Mintier-m.  pues,  mis  sospechas.    ^H 

^^K^  Con».     Tal  vei,  scfíora,  podría 

Ahura  bien.  Conde,  volvamos        ^H 

^^^^^L                  haber  visto  vuestra  alteza 

á  mis  cuidados,  que  apenas           ^H 

^^^^^1                 en  tas  cuadras  de  palat:io. 

puedo  una  hora  suspenderlos.       ^H 
E\  reino  me  pide  apriesa,               ^^t 

^^^^^1               en  los  saraos  ó  en  las  fiestas 

^^^^^1               algún  descuido  en  mis  ojos, 

por  ser  mujer,  que  me  cate.           ^H 
Mi  padre  ya  veis  que  ordena          ^H 

^^^^H                y  que  habrá  nacido,  advicru. 

^^^^^P                de  obligaciones  corteses, 

en  su  muerte  oue  yo  escola          ^^ñ 

esp'.>so,  y  me  oa  licencia         ^^^^t 

^^^^^T                mas  no  de  amorosas  penas. 

^^V        RciKA.      So.  Conde,  no  quiero  yo 

para  elegir  i  mi  uusto,             ^^^^| 
aunque  mí  vasallo  sea.            ^^^^H 
Él  de  Castilla  me  pide,           ^^^H 
el  de  Francia  me  desea;          ^^^^| 

^^^^^^               apurar  desa  manera 

^^^^^b                vuestras  verdades,  que  s¿lo 

^^^^^B               mi  curiosidad  desea 

^^^^^1                saber  á  cuil  de  mis  damas 

Rogerio,  re)'  de  Sicilia,           ^^^^M 

^^^^H                os  incliniis,  que  hay  entre  ellas 

mesoliciu  con  veras.            ^^^H 

^^^^H                algunas  de  ilustres  partes. 
^^^^P                Dwles,  hermosas,  discretas. 

y  no  me  inclino  i  ninguito.                  T 
Demás  que  no  es  bien  que  tenga         i 

^^^^^  Ct»mK.     Yo  conlicüo  sus  valores. 

Aragón  rey  extranjero,                 ^H 
y  B¿í  casarme  quisiera                     ^H 
oeniro  en  mi  reino,  pues  tengo     ^H 

^^K                         pero  vuestra  alteza  crea 

^^^^^L               que  me  deben  poco  amor. 
^^^^^K               no  porque  no  lo  merezcan, 

<k  nuestra  real  nobleza                  ^H 

^^^^^'                 sino  por  desconfiado. 

deudos  tantos,  si  vasallos             ^H 

^^V       AiiKA.      ¿Cierto? 

lan  ilustres,  que  no  llegan            ^H 
con  tocas  indignidades            ^^^H 

^^B        CaxDt.                  La  verdad  es  esta. 

^^M        RciKA.      ¡Graciosa  dcsconfranzal 

la  corona  i  sus  cabezas.          ^^^^M 

^^^^^               Uira  cosa  sienten  delia 

Esta  es  mi  resolución,             ^^^^| 

^^^^^m               las  damas  de  Zaragoza, 

r  para  acetUr  en  ella               ^^^H 
hacedmc  memoria  ahora         ^^^^H 

^^^^H                que  no  falu  quien  mecuenu 

^^^^V                  su  hermosura  j  vuestra  gala: 

de  los  nobles  en  quien  pueda        ^H 

^^^^E                 ya  sé  que  doña  Teresa 
^^^^B                de  Aragún  es  muy  hermosa, 

escoger  uno,  que  al  reino              ^H 

>  i  mi  por  suyos  merezca.           ^H 
Coxos.     Supuesto  que  determiné.               ^H 

^^^^P                y  que  algún  cuidado  os  cuenta. 
■             CoMss.     Poco  sabe  de  mi  pecho 

gran  tcAora.  vuestra  alteza          ^H 

^^^^g                                               JORNADA 

PRIMfcRA                                                          l8l 

^^V         dtrnos  rey  en  Arag¿o, 

ESCENA  IV 

^^H          que  propio,  y  no  exiraffo  sea, 

Bl  Coa»!. 

^^H          (que  n  |usio  y  prudente  acuerdo) 

^^H          cAhallefus  haf  que  llettan 

Fuese,  y  confuso  he  quedado. 

^^^H           i  mcteccT  eite  nombre 

*         IJoy  desvanece  >  U  Reina 

^^^H           en  vueiilni  reinu.  Noblexa 

mis  altivos  pensamientos; 

^^^B          hay  en  el  Conde  de  Ampuriui, 

desde  hoy  suben  i  su  esfera. 

^^^H          demií  de  U«  excelencia! 

Mis  necias  desconfianzas 

^^H          de  su  ingenio  y  suti  virtudes, 
^^H          de  su  gau  y  t;entilc;(a. 

con  fusta  causa  condena. 

pues  águilas  de  su  sangre 
a  su  s<2  k>5  o{os  cierran. 

^^H          De  vuestra  sangre  es  el  conde 

^^Hl          de  Bckhilc:  la  grandeza 

Animo,  temor  cobarde; 

^^^            de  la  casa  de  Moneada, 

las  mis  heroicas  empresas 

1                   don  Ramón,  su  dueflo,  aumenla. 

la  fortuna  las  acaba 

1  RstNA.      Kt  vano  el  conde  de  Ampurias: 

cuando  el  valor  las  comienza. 

■                  preciase  de  su  beWtza, 

Ya  en  mis  sienes  la  corona 

K                   y  no  es  bueno  para  m! 

que  ponen  sus  manos  bellas, 

H                 humbre  <}ue  lan  lindo  %ea, 

con  rayos  de  un  sol  se  dora, 

^^^           que  es  Tueria  que  entre  luí  dos 

guarnece  un  alba  con  perlas. 
\Qat  envidia  dará  mi  atcbal 

^^H          haya  grandes  competencias. 

^^H          r  estimo  mucho  la  pax. 
^^H          El  de  Belchite  se  precia 

^^H          d<  mucha  sangre  real 

ESCENA  V 

^^H          que  Ic  habrá  de  dar  sobertia 

m  COKDS  y  XlCAMIIK 

^^^B           con  que  no  me  estime  en  tanto, 

^^^K           ni  este  favor  agradezca: 

Ricaaoo.  ¿Su  alteza  no  estaba  M|iii 

^^^1           quiero  esposo  más  humilde. 
^^^m          El  de  Moneada  i  la  guerra 

ahora  ? 

CoaoE.                 Pienso  que  sf. 

^^H           de  Marte,  no  á  la  de  amor 

iQai  es  lo  que  qucr¿isP 

^^^B           se  inclina,  y  tanta  fiereza 

Ricaaoo.                                    ¿Pordicha 

^^^P            no  ei  buen*  para  marido; 

alcanza  vuestra  privanza 

^^^^           vaya  á  gusrtlar  mií  fronteras. 

■  Conde.     A  don  Blasco  de  Aragún, 

■  ó  don  Ximeno  de  Urreaf 

á  querer  de  mi  secreto 
saber  el  ñaf  |Brivu  efeto 

de  favor:  gran  i:unfjanzat 

Rbika.      Ninguno  delUis  me  agrada. 

A  la  Reina  quiero  hablar, 

G>NDK.     No  roe  parece  que  oueda 
K                 otro  nook  en  Aragón 

y  no  o<  vengo  hablar  i  vos. 

si  no  es  que  ya  aois  los  dos 

H                 que  tan  digiumente  tenw 
H                 bríos  de  ser  vuestro  dueño. 

tan  uno  en  este  lugar, 
donde  asistís  de  orüinario. 

■  ^           cuando  estos  no  lo  mcrcicsD. 

aunque  su  opinión  se  ofenda. 

■^KA.      ¿íi  posible  que  no  hay  otros? 
^^I^DE.     Aseguro  i  vumra  aluza 

que  para  que  ella  me  entienda, 

que  me  oigáis  es  necesario. 
No  imagino  que  responde 

^r^            que  no  alcanzo  otro  ninguno 

H                 que  proponerle. 

sin  vos,  ni  puede  vivir. 

W  RiiNa,      iAf.f              UQui  necia 
■                    dfsconrianial)  Yo  ié 

pues  00  acertáis  á  salir 

de  su  aniecdmara.  Conde. 

H                 que  hay  en  el  reino  quien  pueda 

La  Reina  es  reina  y  mu)er, 

H                   tener  lan  alta  esperanza; 

y  vos,  en  fm,  su  privado: 
privad  con  menos  cuidado. 

^^^           mas  csio  es  bien  que  se  advierta 

^^H           con  mucho  espacio.  MtfaJdo, 

V  no  tendréis  que  comer. 
Mirad  bien  como  medís 

^^^B           Conde,  con  más  viva  ciencia 

^^H           y  escribidme  una  mcmofla 
^^^B           ae  los  titulot  que  quedan 

los  pasos  por  donde  vais. 

que  hasta  el  ciclo  Icvantii» 

^^^B                                                       iUtínlati  la  Kfioa.) 

y  al  sol  los  rayos  pedis. 
Porque  os  tengo  voluntad, 

^^^1            por  advertirme  hasta  ahora, 

^^^1            y  mirad  que  venga  en  ella 

de  hallaros  aau!  me  peía. 
CoHDE.     Si  la  Tolunudesesa, 

^^^1           también  el  conde  de  Urgel, 

^^^1           porque  humildades  tan  necias 

Ricardo,  es  poca  amisud; 

^^H            roas  parecen  cobardía, 
^^H            que  ocKoníTania  cuerda. 

porque  cuando  yo  tuviera 

tal  pensamiento  conmigo, 

^^K                                                         (VaniaKtliu.) 

si  vos  fu^radcs  mi  amigo. 

^^^^^^^^^K 

no  envidia,  contento  o»  diera. 

^^^^^H 

Consejo  á  quien  no  le  pide, 

^H 

nunca  es  dailc  discrcciúo. 

I    A»  «n  ti  oritintl,  pero  qniU  ucelbirli  Tdlcc 

^H 

•«TU«U*. 

^^^^^^ 

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^r^^^^i 

^^~    tSs 

qUIBN  HABLÓ,  FAOÓ                                                  ^^^| 

^^K^^ 

y  iriAs  ll  coa  la  rizón 

sue  con  mis  svcrelo  alcanza.        ^H 
Abora  me  ha  dicho  aquí                ^H 
que  ha  de  ser  rey  de  Aragón          ^H 

^^^^^^H 

Boco  se  Gobierna  y  mide. 
Y  ciUROQ  mi  pcnianncnta 

^^^^^B 

^^^^^1 

fuera  áe  cmprcst  un  u>ca, 

malsana;  dióme  ocasión                 ^H 

^^^^^^B 

¿por  qu£  part«  i  \o>  ox  uicu 
el  llamarle  ntrevitnlcnto? 

i  enojarme,  y  respondí.                   ^H 

^^^^^H 

Rkika. 

Basta.  ¡Qué  i{c'^'<^  enojost          (At^^ 

^^^^^^^ 

t'Vjoliinte  no  hi  ik  eKt>}¡ef 

¡Ah,  necio  Condel  ¡ah,  villano'     ^^H 

^^^^^1 

el  marida  que  quisiere? 

Paa  cuando  á  inl  me  escogicfc. 

¡Apenas  os  doy  la  mano,                  ^H 

^^^^^^1 

cuando  me  quebráis  tos  ojosl          ^H 

^^H 

jquiín  como  yo  puede  svTf 
Cuanto  mis  que  csia  ci  respuesta 

Casilito  de  mi  osadia                      ^H 
ha  sido  tan  Tuerte  ofensa.                    " 

^^^^^H 

do  vu«tr4  mala  inicnción. 

Ricardo 

■  Mp.)  Turbada,  hermosa  y  suspenta    i 

^^^^^K 

aue  mis  míritus  no  son 
dignos  de  empresa  co:no  esta: 

rayos  i  mi  pecho  envfa.                 ^M 
Adoro  á  la  Reina,  aspiro                 ^H 

^^^^^H 

^^^^^^m 

mas  cuando  los  tcn^  alguno. 

i  esta  corona,  si  es  ley                   ^H 

^^^B 

si  no  le  Í)(ua1o,  Iv  excedo. 

que  un  primo  del  muerto  Rey,      ^H 

^^V        UlCAIlDO 

.  Paso,  Con<le,  hat>UJ  mi^  quedo, 

con  los  valores  que  miro          ^^^H 

^^H 

oiie  no  oí  cvcede  nin|{unii. 
Vod  sois  el  mejor  de  iodos; 

en  mi  A  todos  k  adelante.         ^^^^| 

^^^^^_ 

Un  Tan  justa  pretensión,           ^^^^H 

^^^^^B 

jusiamenic  pretendéis. 

no  liis  reinos  de  Aragón                  ^^| 
iieiendu.  adoro  á  Violante.            ^H 
icina  nació,  y  es  mujer,               ^^ñ 

^^^^^^H 

vos  la  empresa  merecéis, 

^^^^^^ 

vos  la  igualáis  de  mil  modoSi 

^^^^^^r 

V  lodo  con  gran  razón. 
La  Reina  vuelve,  no  puedo 

no  pcfia.  Esperan»  mU,         ^^^^ñ 

■                   COXDE. 

ánimo,  que  quien  porfía          ^^^^| 

^^^ 

responderos. 

con  arte  vence  at  poder.           ^^^^| 

^^H        Ricardo 

Vo  me  quedo 
aqui  con  cierta  ocasión. 

Rp.lNA. 

(Api  Resuélvome.  aunque  me  cucs^H 

^^^L^^ 

la  mitad  del  atma:  pero                  ^H 

^^^^^L 

Dejadme  hablar  con  su  alteza 

quiero  averiguar  primero               ^H 

^^^^^^B 

á  solas. 

la  verdad,  si  acaso  es  este          ^^^H 

^^^^^  COKDE- 

^Qué  pretendci»? 

envidioso  ó  su  enemigo.          ^^^^M 

^^K          BlCARDÜ 

.  Después,  Gjnde,  lo  sabriiis. 

Ricardo.                                 ^^^H 

^^^^^m 

que  hoy  m\  pretensión  empieca. 

Ricardo 

^^^H 

^^^^^H 

Y  pues' fuera  desvarío 

Reina. 

^H 

^^^^^^B 

¡Uinr  vuniro  pensamiento, 
larnoién  será  aiicvimientu 

creisie  al  Ci>nde?                     ^^^H 

^^^^^^H 

Ricardo 

^^H 

^^^^^r 

querer  vos  saber  el  miu. 
Quedaos,  Ricardo,  en  buen  hora. 

reñilc,  el  cielo  es  lesiigo;           ^^^^1 

^^V          CONOE, 

y  á  no  estar  en  lu  apoMnto,          ^H 
oue  me  suspendió  a  ira          ^^^^| 
de  su  enojosa  mentira.            ^^^^| 

^^1           RlCAKUO 

.  bl  cielo  esa  vida  aumente. 

^H       Come. 

(Af)    Este  encubre  lo  que  siente. 

^^^^^^ 

y  su  necia  envidia  dora. 

pagara  el  atrevimiento.             ^^^^| 

^^^^^k 

■ 

Reina. 

¡Que  se  atreviese  á  mi  honorl        ^^M 
.  Tan  necio  v  un  satisfecho,           ^H 

^^^^^^H 

Ricardo 

^^^^^B 

que  diío  que  aun  hoy  le  ha  hecho ^H 

^^^^^K 

ESCENA  Vf 

vuestra  alteza  un  gran  favor.          ^H 

^^^^^V 

r.A  Krika  y  RiciNsv. 

f  ftciiu,  'p^f^J^^^ 

^^^^^  Rkisca. 

¿Con  quién  hatalAbais  aquí. 

Rbisa. 

RlCAJiOO 

iVálgamc  el  ciclol  ¿A  qué  aguaTdo?^^ 
.  (.4^7  Bien  culpo  al  Conde,  en  efeto.      ^ 

^^^H 

un  alto,  Ricardo? 

RaiKA. 

íAp.)  1-1  s<creto  amor  me  cnseAa  *;       j 

^^1           RlCAKM 

Hablaba 

ya  veis  que  importa,  Ricardo.        ^H 
Tú  eres  mi  deudo,  y  sabrás          ^H 

^^H 

con  el  Conde,  que  m«  daba 

^^H 

mucha  ocasión. 

guardarle,  si  va  no  ba  sido             ^H 

^^M       Rbiha. 

¿Cómo  asi.* 

que  el  falso  Conde  atrevido            ^H 

^^1           RlCAKtK) 

.  Está  tan  desvanecido 

te  haya  dilatado  más.                    ^^% 

^^H 

con  tus  (avorev,  seAora, 

¡Con  mentirosa  alabanza            (^^t    I 

^^^^^^— ^ 

que  aqui  me  ha  tratado  ahora 
tan  soberbio  y  atrevido. 

que  se  atreva  á  mi  opiniónl                    1 
Yo  tengo  satisfacción        Mt^icu^oJ    J 

^^^^^h 

^^^^^^H 

que  á  no  salir  vuestra  alteza 

del  muchu  valor  que  alcanza         ^J 

^^H 

castigara  su  arrogancia. 
La  sangre  real  de  Francia 

tu  persona,  y  quiero  ahora           j^H 
valerme  de  ii.  (|Qu¿  pena!)         (AlPV 

^^^^^K 

me  dio  esta  ilustre  nobleza. 

Ricardo 

.  Tu  esclava  my;  manda,  oniena.        T 

^^^^^^v 

y  también  me  da  el  respeto 
conqueámlsemehadehablar; 

verás  el  amor,  señora,                     ^J 

^^^^^^F 

V  la  lealtad  de  Ricardo.                   ^H 
Llámame  al  conde  de  L'rgel.         ^H 
y  volverás  tú  cun  él.                      ^H 

^^^^^E' 

pero  quiero  disculpar 

Relia. 

^^^^^B 

á  un  noml>re  tan  indiscreto 

^^H 

que  atribuye  á  ^u  privanza 
el  merecer  tus  amoret. 

t       I^IC 

ttnoiIcM4deeK«JliÍM«:  •<AnDr  rm  mi^^ 

L 

y  aun  se  alalia  de  favoret 

a>.)KI  tKrdo*.                                                          1 

rticAMio.  Voy  i  buscarle. 

,  fUlXA. 


Aquí  aguirdo. 


fíjate  RkarJo.) 


I 


I 


ESCENA   Vil 


La  Rci.-u;  latgo  SuSa,  ifCrrldrlo,  Mu  iiita  «arltr*, 
lÍMla y p¡umai,  yunaeona. 

RciNA.      Necia  y  vana  conñania. 

^Qu¿  (Ijré  con  mujo»  labios 
¿c  lan  injusios  «(¡ravitn^ 

K'^ómo  tomaré  venganza? 
enganza,  cielos,  de  un  hombre, 
por  indigno  dv  mi  amor; 
olvido,  nina  y  rigor, 
qu«  aborrezco  basta  su  noitibftt 
Stcuipa  mi  aifcv Itnicnlo 
quien  íui  del  suyo  testigo, 
tambiín  darA  su  castigo 
ocasión  al  escarmiento. 

Nrfio,     C£a(r<iniuJ 

'  Aqui  «cribe,  s«iJora.  vuestra  alieu 
ésta  al  rey  de  Navarra,  en  que  le  pide 
que  suspenda  tas  armas  con  que  intcnU 
salín  facerse  por  estar  quejoso 
de  no  haberle  admitido  por  esposo. 

Rki\a. 
Mostrad,  la  lirmaré. 


ESCRNA  VIII 
Oicao»,  ti  C«)iD«  jr  Ricardo. 

RlCARQtí. 

Ya  está  aqu!  el  Conde. 

COKDE. 

¿Qué  uunda  vuestra  alteza^ 

RlIKA. 

En  gran  cuidado 
me  pone  el  de  Navarra:  injusta  guerra 
mueve  en  mi  ofensa.  Jioy  supe  que  se  apresta 
para  meter  en  Aragón  su  genlc. 
que  es  fuerte  cosa.  Eit  la  ocasi<ín  presente 
importa,  Conde,  que  os  partáis  al  punto 
i  toda  priesa  á  veros  con  Tcobnido, 

3ue  vuestra  a.iiorídad  y  carta  mia 
isuadirán  al  Rey  del  nuevo  miento. 
Uecilde  que  dilate  el  casamiento, 
y  que  lomando  en  ¿I  mejor  acuerdo 
iKKlri  ser  que  atentemos  nuestras  paces. 
No  dtís  crMito  vus  á  esta  mudanza, 
ni  aseguren  del  todo  su  esperanza; 
soto  te  entretened,  que  es  lo  que  importo. 
Mi  carta  es  esta,  y  vuestra  diligencia 
feliz  suceso  me  promete  en  lodv. 
Partid,  Conde,  y  partid  i  la  ligera; 
tan  solamente  Nurto  os  acompañe, 
que  lo  que  mis  conviene  es  el  ^«cieto: 
no  os  quiero  decir  mh,  pun  ^ois  discreto. 

NuSo. 
Y*  ai  como  mandáis. 


PRI.MBRA 

CoKDE, 

Y  yo  A  serviros 
con  esta  misma  fe,  por  cuanto  dora 
el  sol,  desde  el  ocaso  hasta  el  aurora. 

REl^A. 
Vos,  Ricardo,  volved  d  verme  luc|to, 

3ue  tengo  en  que  ixupar  vuestra  persona 
e  mi  real  servicio. 

Rica*  00. 
Si  serviros 
es  digno  premio  que  mi  amor  alcanta, 
desde  hoy  llamo  dichosa  mí  esperania. 

(Vamit  {tiufilo  y  la  Reina  por  una  purria,  y  ti 
Cono*  y  Nudo  por  «Ir«.> 


ESCENA  IX 
Smcbo  y  TiaaaaA,  labrt^ortt. 

TiitRENA.  Mal  hayan  los  caxadofcs, 

y  vayan  siempre  en  mal  hora 
i  espantarnos  el  ganado. 

Sanoko.  iQue  hasta  en  una  pobre  choH 
no  viva  el  cuidado  ocioso! 
Verá  qui  confusa  tropa 
de  cortesanos  deciendc 
al  vaiie:  ia  fuente  agotan. 
Acá  parece  aue  (¡uían. 

TwBBNA,  No,  que  hacía  el  monte  se  emboicaa. 

Sakcho.  Acercaos  4  mi,  Tirrena. 

TiSRENA.  iQuí-  vida  tan  enfadosal 

¿Siempre  he  de  andar  junto  i  ti.^ 

Sancho.  Sois  mujer,  y  con  tudas 
hablan  oe  ser  los  maridos, 
ella  el  cuerpo,  y  él  la  sombra. 
Si  no  lo  sabéis,  Tirrena, 
sabed,  que  la  mujer  propia 
siempre  ha  de  andar  en  el  pecho 
como  la  ajena  en  la  bolsa. 

TlKacNA.  Tu  necia  desconfianza, 

Sancho,  me  tiene  quejosa; 
tu  cuidad»  me  da  pena 
v  tus  recelos  me  enojan. 
En  estos  campos  desiertos 
habito  una  pobre  choza, 
cubierta  de  humildes  pajas, 
entre  cuatro  peñas  sotas. 
I.B  música  de  las  aves, 
que  me  desfiena  al  aurora, 
á  quien  ayudan  Us  fuentes 
y  el  aire  entre  aquellas  hojas 
de  aquellos  copados  olmos, 
ni  me  llama  ni  enamora, 
porque  no  entiendo  la  letra, 
por  mis  que  las  vuces  oiga. 
Estos  Arbolesque  viste 
el  cielo  de  verdes  ropas, 
son  galanes  satamente 
de  la  Primavera  hermosa, 
y  i  mi  jamás  me  dljeiOfi 
amores,  con  vernic  sola. 
Míi  veces  durmi  la  siesta 
sobre  esa  pintada  airombfa. 
Por  estos  montes  pasco, 
no  en  las  calles  espaciosas 


lS4 


QUIEN  HAFtLÓ,  VhOÓ 


d«  la  corte,  que  á  los  ojos 
unlu  vKcs  iKasiunin. 
Si  estás  itiile.  no  nw  alogroj 
lo  que  te  enoja,  me  cnojt; 
concí^  goiü  tus  bK-ncK, 
conmigo  tus  males  lleras. 
Sancho,  Sandio,  necios  celoi 
poco  excuMn  la  doliooTM 
del  muido  <Je:idicliado 
que  escoi;iá  liviana  esposa. 
De  la  mano  de  Dios  vMoe 
la  buena,  y  i  poca  costa  * 

d«  cuidados  ast^iura 
á  su  dueAo  por  si  sola. 
Esto  adviene.  Sancho  mío, 
y  ven  i  s«gar  «mora, 
que  se  va  pasando  el  día; 
que  al  paio  que  lú  las  cortas 
cogecé  yo  las  espida, 
para  que  ea  mis  brazos  cojas 
el  fiuio  de  tus  amores 
libre  d<  peius  celosas. 
SaxcKO.  Pontos.  Tínena,  en  mí  cuello, 
que  tus  palabras  de  alcoraa 
me  han  aiucarndo  el  alma. 
Vamos,  y  esta  mano  toma 
de  que  no  me  vctAt  mis 
pedir  celos  desde  agora. 
TiKRKHA.  ¡i^uí  necedad  espedirlos) 
SaNbiio.  Y  darlos,  jqui  mala  cosal  (Van«r.) 

ESíItNA  X 
Kt  COMAS  Ds  L'a^KL  y  Kcflo,  4*  caaitne. 

CoMiic.     Aquf  pod«m»s  parar. 

tivüo.      Señor  conde  I>on  Garda, 
ya  vuestra  melaocolia 
me  da  licencia  y  lugar 
de  p.-cgunisros  la  causa, 
si  es  posible  que  se  díjta, 
auei  tal  pesar  «toblit;»- 

Conde.     No  si.  por  I^s,  quitn  la  causa. 
Vengo  con  tlffin  cuxbdo 
de  lor  que  al  pattir  cayA 
mi  caballo,  y  se  trató  ' 
tan  mal,  que  al  fia  le  he  dejado. 
Hemos  perdido  el  camino 
tres  veces,  y  en  la  calda 
me  pudo  qiiitat  la  vida 
mi  pnspta  espada.  Ima^^ino 
que  al  salir  de  Zarafjoia 
vimos  los  dos  escuderos 
heridos;  necios  aitüCToa 
son,  mas  tenf¡o  de  Mendoza 
alguna  sangre  en  mi  casa, 
y  no  los  puedo  excusar. 

NvfiD.      M  dais  en  imaginar, 

y  i  tan  grande  extremo  pasa, 
Conde,  esa  melancolía, 
vuestra  salud  lemo. 

CoMDE.  Ardiente 

esti  el  sol;  aquesta  fuente 
mks  templado  el  aire  envía, 
á  quien  h*ce  somhra  aquel 
olmo,  y  me  íatitta  el  sueAo. 

Nvflo.      Dormid,  que  es  peado  dueAo» 
y  JO  »s  s«r¿  guarda  liel. 


Sa^cRO.  (zvntrc.i  Canta,  Ttrrena,  que  quiero 

que  alivies  nuevas  ía:ÍKat- 
UnO.         Vaya  al  son  de  las  espk}¡as 

mucsama,  que  es  un  silguero.  J 

(Cdnr«  átnlro  utit  mwjerj 
AUbaslis  oj,  catallero, 

gtitiil  hombre  aragonést 

if)  01  alabaréis  otra  re;;. 

Alabatíit  o$  en  Caslitta 

qu<  Uhíms  íii%Ja  jmiga, 

gentil  hambre  aragoiiH, 

no  o$  alabaréis  otra  *e%. 
fCnfi  tui<««  «•no  ralds  i(#  ttfadvmj 
Ni^So.       No  cama  mal  la  villana. 

falsa.  Conde,  os  puedo  ser 

al  sueño. 
CoM>B.  iQ*ii  Itc  de  temer? 

(Díjamc,  sospecha  vana. 

4Qu4  quieres,  necia  tristeza? 

jóuitn  me  enoja  y  me  divierte.*) 

AÍii  me  reclino.  Advierte 

ouc  en  pasando  esta  aspereza 

del  calor,  u  me  durmiere, 

me  llam^ts,  y  caminemos. 
Nofio.       Descansa,  ((f'uctlrs  exircmosi 

¡Oh,  privanza,  quien  te  quiere!) 

díUo.) 

ESCENA  XI 

ltre**it>D,  it*  eamino,  ten  una  téiat*  y  «a  pttifti  át 
eariti  e»  U  «ano.  Hvltoy  il  CoXi-'k,  itornUA. 

Ricaaoo. 
CorrlendOi  Nuflo,  dcfo  atris  el  viento 
por  akanzarte.  ¿Dóiidc  queda  el  Conde? 

Nulto. 
A  l!i  descansa. 

Rica  ano. 
(Lograré  mi  ¡mentó.) 
Esta  cMula  real  mira,  y  responde 
i  la  Reina,  por  cuyo  mandamienlo 
mi  lealtad  *  mi  sangre  corresponde: 
secretos  suyos  »on,  no  hay  resistencia. 

NtJÑo, 
La  fcspucsla,  Ricardo,  es  la  obediencia,  (¿m.) 

«fticardo,  i  mi  servicio  conviene  que  ayuda- 
do de  Nufío,  mi  secretario,  que  le  acompaña, 
d(is  ia  muerte  i  I>.  (jarcia,  conde  de  I  rK^l 
Buscad  el  luKar  mis  i  propósito,  por  lo  que 
importa  esie  secreto.  En  vuestra  dili^tencia  co- 
noceré el  celo  que  tenéis  de  mi  scrvKio:  y  lu- 
bténdolo  muerto  pasartis  los  dos  i  Pamplona, 
donde  abriréis  el  ¿liego  que  os  he  dado,  y  tra- 
tad con  el  rey  do  Navarra  lo  que  ordeno  en  él. 
La  Heina.* 
[Fuene  resolucióal 

Ric»bo. 

Este  es  el  plMg». 
Nt;fio. 
Su  tetra  es  csia,  v  el  que  allí  descanu 
•I  irííM  Conde,  descuidado  y  ciafO| 


JORNADA    PRIMERA 


iB5 


I 


I 


gozantlodna  ímnieclara  >'  mansí 
con  que  templa  dol  tol  d  mayor  fuego. 
El  sueAo  rinde  lo  que  mát  le  cansa, 
que  (üé  &u  pcnsamicniu. 

RlCAKOO. 

Pues  despierte 
en  las  últimas  quejas  de  la  inueric. 
Desnuda,  NuAo,  como  yo  el  accfo; 
si  eres  leal  vasallo,  y  obedct:«s 
una  lirma  real. 

Nuüo. 
lie  pena  muero. 
RiCAtioo. 
¿Dónde  csii  tu  valora  ¿Tú  te  enterneces? 
Si  no  te  atreves,  yo  scrt  el  pnmero 
que  pnc  el  traidor  pei:lio  muchas  vmcs: 
á  mi  Hcina  obedcüco. 

Nufio. 

Hso  obediencia 
será  testigo  fiel  de  mi  inocencia. 

CoM>K.  ÍDtMIrO.t 

Reodido  al  sueño  ^quí  mayuce»  scAas 
de  que.  tca^dorci.  aírenii:^  Mero» 
en  mis  beriíJai,  que  juigó  pet:)uei1as 
rigor  infame  de  ammus  tan  lieros? 
Kepiíe  el  eco  cmrc  elevadas  peñas 
que  sois  cobarde,  vilrscstialicfus, 
y  en  la  traiciúiidcqucos  valéis,  ádvierio 
que  llegáis  á  matar  un  hombre  muerto. 
iSúUn  ahora  y  «;  Coad<  lUrUu.) 
Con  IX. 

¿TÚ,  Rkardo,  tú  tienes  sangre  mla^ 
¿Tti  eres  mi  deudo ? 

RltlAlUM). 

En  mi  riKor  advierte 

Jue  la  iusiicU  de  la  Reina  eovia 
lu  delito  intxcusable  mutf te. 

CONWK, 

De  tu  envidia  nació  la  alevosía 

que  en  mi  desdicha  ocasionó  la  muene. 

Yo  muero:  iay>  cicioil  (Car ) 

RlCAI>l>0. 

Vamos,  que  «sio  es  hecho. 
este  anillo  publique  su  mal  pecho. 

(funf  Rkirdu  unaiorlija  tu  n»  4t4it  al 
lonát,  r  défanlt  in  rl  turto,  y  iaU  itvB* 
Bl«»««,  titfamta  dt  Sararrt,  muy  gallar- 
ila.át*ata.t 


ESCENA  Xil 
DeAk  Buho  »■  NiiT*iia«  y  «/Commi. 

D.*  Blax.  Qticrkndo  vengar  la  niiMrte¡ 
del  caudor  que  en  las  selvas 
de  Chipre  lloró  piadosa 
y  enamorada  su  Reina, 
me  deíó  sota  mi  gente: 
Un  vejot  huye  la  liera, 


que  si  no  corre  con  «lis, 
con  miedos  cobardes  rucia. 
^Por  dónde  iré,  que  eílc  monte 
no  tiene  camino  á  lenda 
i]ue  malexas  no  le  corlen, 
que  no  le  borren  las  verbas? 
Pero  «quí  itriu^  m.itices 
labran  el  campo.^  ^quién  hielt 
■I  alma  en  mi  pecho.^ 
CowE.  lAy,  cictosl 

D.*Bl*k,  jVálume  Dios!  ^Qukn  se  queja? 
jQue  voz  es  esta  que  mueve 
los  monics,  si  en  su  a&percia 
enietnccidaí,  pnrccc 
que  llorín  luin^rc  las  piedras? 
¿A  mi.  qué  puetie  importarme? 
¿Qué  necia  piedad  es  esta 
que  alentar  no  deja  el  alma 
j  mover  me  deja  apenas? 
Aqui  está  un  mancebo  herido. 
¿SI  es  caxador,  que  la  fiera 
bifi¿?  Las  Ralas  y  e!  talle 
do  lodos  le  diferencian. 
Quiero  llc^r...  No  es  accidn 
de  mi  calidad...  ¿La  Reina 
del  Cativ  no  curó  un  moro 
de  mis  (Jeii}(ualcs  prendase 
jOeidftd,  que  nació  en  ct  roar 
de  otra  superior  esfera, 
no  bañó  d  Adonis  en  llanto 
sobre  la  tierra  sangrienta? 
¿(fui  aguardo?  ¿nu  es  la  piedad 
acto  generoso?  Venza 
lafaxón,  noel  fallo  engafto, 
que  la  vanidad  »u»tenia. — 
•Caballero*.  )Ay,  Dios,  si  es  muerlol 
Faltóle  al  mundo  su  idea 
en  tan  iloreciente  edad, 
Abríl  do  la  gentileza. 
■¡Ahí  cabalTeroI  jih.  scAoil»— 
Aun  tiene  vida  y  aliento. 
«Abrid  los  ojos,  de  quien 
rayos  del  sol  son  centellas.! — 
No  puede  hablar;  jtristc  suerte, 
que  paita  en  flores  la  tierra 
espíritus  que  traslada 
de  las  del  cielo  á  sus  venas! 
¿yuién  me  mueve?  ¿si  es  piedad? 
¿que  exttaña  pasión  me  esfuerza 
con  movimientos  de  nieve, 
que  abrasan  cuando  se  hielan? 
Para  piedad,  mucho  e>  esto. 
¿Quien  me  iivclma?  ¿quién  me  lleva 
tras  este  engalgo,  á  qui¿n  sigo 
enirc  desdichas  tan  ciertas? 
¿A  un  no  vivo,  que  da  muerte, 
7  á  un  sol.  que  eclipudo  ciega? 
¿Oué  discreteos  me  entretienen 
para  que  no  le  prevenga 
remedio?  Mas  la  ocasión 
llegó  i  faltarme  en  las  fuerzas. 
Inculto,  erizado  monte, 
heladas  y  duras  peídas, 
á  quien  si  labra  esta  aengre^ 
bailan  mis  lágrimas  tiernas: 
sordos  troncos,  que  os  tapáis 
con  arrugadas  cottezat 


^^H 

^^^^^^^^H 

^^r^  isfi 

HABLÓ,  rAOd                                 ^^^^^^1 

^^^^H 

ti  Mictnto  de  mil  voces 

D.*Bi.AN.                        Abrevia,     ^^^^^H 

^^^^^H 

V  *  la  pi«d*d  de  tus  ouej»: 
llera»,  que  dcsla  crueldad 

que  temo  en  U  dilación                  ^^M 

^^^^^^^H 

su  muerte.                                     ^^1 

^^^^^^^H 

si  no  piído&ss,  sus  peni  a». 

Sancho.                  Yo  voy.                           ^^H 

^^^^^^B 

las  cnirai^H  denlos  moni» 

D.'BuAN.                            Espcrs:                ^H 

^^^^^^^H 

en  sus  gruus  os  encierran; 

¿Sabes  leer?                                   ^^H 

^^^^^^^H 

llegad,  que  seréis  humanos 
riendo  el  nuor,  la  inclemencia 
de  los  hombreí,  de  loi  cielos. 

Sakcho.                     y  escribir.                    ^^M 

^^^^^^H 

y  aun  letras  de  otras  escuelas.          ^^M 

^^^^^V 

D.*Bi.AN.  Sancho,  guarda  esa  sortifa                ^^M 

^^^^^^^r 

de  clemenios  y  de  estrellas. 

prest»,  que  mi  gente  Mega.                ^^M 
Sancho.  Lus  letras  quiero  leer,                     ^^M 

^^^^^ft 

Picroos  e!  mal.  que  al  remedio 

^^^^^^B 

cnirc  c>p(:rnn/ts  inciertas, 

aunque  los  labios  me  sellan:            ^^M 

^^^^^ft 

ojos  in^rnioi  le  %obT:  n 

■quien  habló,  piagó*:  eso  no,            ^H 

^^^^^^^H 

cuando  le  lult.-in  orejas. 

yo  soy  mudo.                              ^H 

^^^^^^^B 

Si  no  es  ilusión  que  forma 

D.*Blak.                       Tu  cabeza                 ^H 

^^^^^H 

la  necesidad,  con)eta 

guardari  tu  lengua.                        ^^M 

^^^^^^H 

relox,  penetra  un  vilUno 

Sancho.                                Vamos,             ^^M 

^^^^^H 

el  monie,  el  \  alie  y  la  sierra: 

que  yo  guardaré  mi  lengtJa.                   ■ 

^^^^^^^H 

parece  oue  cy<'i  mis  voces, 
y  que  adonde  estoy  se  acerca. 

( fojf  U  laltntA  por  un  fatfo,  y  p«r  tt       1 

^^^^^^^H 

airo  üaiwho  roí*  rl  Cond*.)                                ■ 

^^^^^H 

;Qu£  anillo  es  aqueste,  Heno 
de  sospechas  y  de  lett^v^  (t« ) 
•Quien  hablúi  pago.-  «Qu*  es  esto? 

1 

^^H 

JORNADA  SEGUNDA.         ■ 

^^^^^^^H 

Ven^nza,  vcngan/a  e>  esia: 

^^^1 

^^^^^^H 

«quien  habló,  pagó»;  yn  crecen 

ESCHNA   PRIMERA                     ^M 

^^^1 

con  la  piedad  las  sospechas. 
Fiera  venuanza  ¡ay,  de  inll 

D»Sk BLinCA, )-d ron  nrJwgAit», y  Fjutii.m  «iima.^^ 

^^^^^H 

¿Qué  pudo  hablar,  quemerctca 

(DuAa  BljDCi  mliidd  tu  «ni  lilla.)       1 

^^^^^H 

lo)  rtgor.^  Aunque  este  calle. 

D.'Bi.AN.  Cie^a  piedoJ,  ¿i  quien  soy                       1 
se  ha  de  atrever  mi  deseor                ^J 

^^^^^^H 

bien  pudo  tener  soberbia 

^H 

y  émulos  su  bíitarria. 

Estela.   Triste,  señora,  te  veo.                     ^^M 

D.'ÜLAH.  Triste,  Estela  amiga,  estoy.            ^^M 

En  nada  alcanzo  sosiego,                ^^M 

^^^^^^B 

ESCENA  .Mil 

lodo  me  ailige  y  contjoja,                ^^M 

^HH 

nienu  /  Sahcim,  Uirtéor, 

lo  que  me  alivia,  me  enoja,             ^^M 
ya  soy  de  hielo,  y  ya  fuego.              ^^M 

^^^^^Sa  mcho- 

Alada  dejo  la  ycRua. 

EsTBiJt.    ¡Extraña  meIanC4>lia!                       ^^M 
Pues  procure  vuestra  alte»              ^^| 

^1 

y  es  tan  togusá.  que  temo 

^1 

que  rompa  el  tronco  y  lai  riendiis. 
jSeftora.  tlamáisme  á  mi? 

divertir  esa  trístcia.                         ^^M 

^1 

D.'Blak.  Adoro  su  ctímpaAia:                        ^H 

■                 D.*Bl.AN 

.  ¿Conóccsme? 

vivo  con  mi  pensamiento.                ^^M 

^M            Sancho. 

Vuestra  aitcia 

y  muero  sin  él,  Estela:                    ^^M 

^1 

me  dé  sus  pies. 

lo  que  me  mata  y  desvela                ^^H 
es  e  consuelo  que  siento.                  ^^M 

H                  D/Bl-AN 

Dime,  amÍKO, 
jcs  cerca  de  aquí  tu  aldes^ 
No  le  conoxco;  una  cho/u 

^H 

Déjame  sola;  mas,  no,                      ^^| 

^M            Sancho. 

no  te  vayat.                                              ■ 

^^^^ 

tengoftl  irisp'iner  la  cuesta. 

Estila.                      ¡Fuerte  extremo!                 1 

^^^K 

pobre,  pero  >in  vectnos. 

Tu  vida,  señora,  temo.                          1 

^^^V 

que  no  es  pequeña  hqueiia. 

D.*Blas. Quien  niAs  la  acaba  soy  yo.               ^J 

H            D/Blan 

.  l.lei*  en  tu  >ej;ua  este  herido. 

Entra  por  un  librn,  i  ver                ^^H 

^^^^ 

y  lo  me|iir  que  tu  puedas. 

si  me  puedo  divertir,                       ^^H 

^^^^L 

que  la  falu  de  la  sangre 
fuera  de  acuerdo  1«  lleva. 

Estela                                                   1 

^^^H 

Estela.            Voito  i  servir.              (Va««.)      M 

^^^^       Sancho. 

Para  restañarla,  )o 

D.*Blan.  Alma  ^que  habernos  de  hacer          ^^1 

^1 

conozco  piadosas  verbas. 

con  tan  extraña  pasión,                     ^^H 

^1 

V  sé  curar  por  ensalmo. 

con  tan  ciego  desvario?                     ^^M 
¿Quien  amó  un  cadáver  Mof,         ^^M 

■             D.*Bla;< 

.  Toma,  amigo,  esta  cadena: 

^^^^. 

pues  tan  cerca  eni  la  villa. 

js¡  fué  amor  ó  compasión?              ^^M 
Déjame  ya,  pensamiento,                 ^^M 

^^^H 

trac  médicos,  que  la  ciencia 

^^^^V 

es  la  verdadera  cura. 

que  mi  vii/  enlernccida                    ^ 

^^H      Sancho 

Eso  es  querer  que  se  muera. 

pudo  detener  su  vida. 

^^V       D.*Bt.AN 

.  ¿Cómo  le  llamas? 

que  vi  en  el  postrer  aliento. 

^V                SAXCItO 

^Vo?  Sancho. 

(^•fiir  CsltU  BM  ritro.) 

■              D.*Bi.A!x 

.  ¿Cüfl¿cc»le? 

Estela.    Busqi>é,  señora,  un  poeta 

H            Sancho. 

En  la  presencia 

pura  eniroienerie  más. 
D.*Blan.  No  sé.  Ksiela,  u  pudras. 

^^^^ 

un  princifK  me  parece, 

L 

y  no  k  conozco. 

aunque  fué  elección  discreta. 

JORNADA  ABOUNOA 


Estila.  Plenio  que  el  mefor 

de  Itillti. 
D.'Bi.JiN.  jAriosiof 

HXTCLA.  Si. 

D.*Bi.A!<.  Vudvcle,  EslcU,  ¡av,  de  mi! 

qucaumenuriln  mi'<lolor 

las  lirridis  de  Modoto 

V  ia  piedad  de  la  bclU: 

ial  es  mi  pcna- 
EsTstA,  Si  en  cita 

no  te  sirrot  es  que  la  ignora. 
0.*Bt.AM.  Licia  CSC  lihro,  >  di  i  1-ubiu 

que  cante  un  raí».  Allá  (uora 

en  la  aniccámara  espera... 

no...  vajn,  kkIo  es  agravio, 

todo  m«can^a  ;ay,  Jé  mil 
Estela.    A  Kablo  voy  á  avisar.      fVawHiicU.) 
D.'Blan.  Ui  que  cante  sin  templar, 

ó  que  Ríe  saldrá  de  aquí. 

Cesad,  cuidado,  que  os  ^en 

sin  esperanias;  cesad, 

acibeso  la  piedad 

donde  se  acaba  el  dcN<M>. 

tSalt  t'*leU  i'  iMnn  ^ealr»  Huagaitam.} 
.as  VQCC1S  del  msituinemo 
y  las  de  su  dueñ»  cícuctiai 
que  ya  le  lirven. 

Es  mucha 

mi  pena:  morir  mt  siento. 

(Cdniíx  rffHír*.) 
«En  un  pastoral  alberi;ue, 
que  la  guerra  cnirc  unos  robles 
le  dejó  p'>r  rscundid^i 
ó  le  perdonó  poi  pubre, 
mal  herido  y  bien  curado 
ic  alberga  un  dichoso  ioven 
que  sin  tirarle  nmur  iWchas 
le  coronó  de  favores. 
I.ai  venas  con  pocasangf^ 
los  ojüs  con  mucha  noche, 
l«  halló  en  el  campo  aquella 
rida  y  muer!*  de  los  hombres. 
Amor  le  oírece  sus  vendas, 
mas  ella  sus  velos  rompe 
para  alarle  las  heridas: 
los  rayos  del  sol  perdonen. 
Los  últimos  nudos  dab^, 
cuando  el  cielo  le  so<:orre 
de  un  villano  de  una  yegua 
que  iba  penetrando  el  monte.» 

Illa  nl»d',  ifrrcn^o  I*  Intinu  jr  ffM> 
cAattJo  i  rKO.) 

D.'Bi.A!'.  (^EitcU.)  No  canten  mis. 
ESTKLA.    Ya  en  tu  llanto 

cuan  poco  le  alegras  v«o. 
D.'Blan.  Suspiros  doy  al  deseo, 

lágrunas  ofusco  al  canto. 


ESCENA  II 

Dicho*  y  TaoMi.DO.  rty  itt  Sat^rr».  ngy  ffdldn. 

■f  haya  tU44a  t*<tlhaiiJu.  Lutgtí  <án  Cmudo. 

EsTKLA.    VA  Rey  te  bt  escuchado. 

Rkv.  hlennanji, 

<quién  causa  vuestra  irisic»i' 
D.'Blam.  Tunería  con  rue*ira  altera 


Rey. 
D.*Blan 

RCT. 


I«7 

fuera  pulan  ntela  y  vuut. 
A  vuestro  wrvlcio  estoy 
alegre  de  que  ten^iüs 
salud  buena  ¿cómo  euiis.^ 
Con  mil  disguucis.  Yo  voy 
al  campo,  á  ver  si  divkrto 
csir  pesar:  ^gastaréis 
de  acompañarme? 

fSo  veis 
mi  pecho,  seAor,  abierto 
siempre  i  vuestra  voluntad? 
Ya  i"mc  resolución 
en  lo  que  ptdc  Aragón. 
Vem'iú  mi  ruMc  verdad, 
el  poc'i  uJvertido  cn);año 
con  que  Violante  quería 
ser  Knni,  en  ofensa  mia, 
de  Navaí  lu,  ;caso  e.vtfaño! 
Nii  pcriiiit:o  cl  lusio  ciclo 
tan  grande  ofensa  en  mi  honor, 
puc»  su  mismo  embaidor 
me  avisó  de  su  mal  celo. 
Amabj  al  conde  de  Cnicl 
de  suerte,  que  dc  aUbnba 
que  »us  favores  gustaba 
poco  amante  y  poco  llel. 
Mandóle  matar,  y  lue^O 
con  indiftno  atrevimiento 
intentó  mi  casamiento. 
Vano  error,  intento  ciego: 
corrido  estoy  ¡vive  Ü!osI 
en  el  grado  que  ofendido. 
Con  justa  ocasiún  ha  sido. 
Quiero  suspender  con  vos. 
Infama,  tanto  pesar. 
IJ>P'  Si  nr,  le  excediera  cl  mío, 
que  aunque  olvidailc  porfío 
nunca  le  acierto  i  olvidar. 
Ya  está  todo  prevenido. 
Vamos,  hermana. 
'  ;Ay,d<m« 

«Si  hallará  donde  penii 
la  libertad  y  el  senttdo....^ 

(VaHttttáM.) 


ESCENA  III 

£J  Co«aa  ba  llkoat.,  ton  gaUn  rf*  labrador  y 
apoyÁnéott  tm  la  ttpada. 

¡Oh,  bienaventurado 
silencio  santo,  de  sajal  vesiidol 
tOh,  venturoso  estado, 
de  pocos  en  la  \  ida  conocido, 
donde  cl  menos  dichoso 
no  tiene  que  temer  ni  estar  quejofol 
D«  la  vcrdtd  sagrada 
luce  el  ciisial  por  varios  horiiontes, 
y  sobre  una  cayada 
está  la  vida,  por  incultos  montes, 
más  segura  entre  fieras 
que  entre  espcranias  siempre  lisonjeras. 
La  envidia,  m  por  seibas 
11e);ó  á  la  ¿hofa,  al  monte,  ai  valle,  al  fisco, 
ni  estas  soberbias  peñas 
que  tantas  teces  coronó  cl  lentisco, 
pretendieron  alguna 


D.'Blan. 
Ret, 

D.'BiA.N. 


CktADO. 

Rky. 
D.'Bt^K. 


iM 


QUtrN  lliBtó,  PAOÓ 


mU  Mlu  (lores,  ni  mejor  fonuiM. 

MberocorTesiiiD. 

conienio  nunca,  eterna  tiranía 

de  quien  ic  buica  en  vano, 

donde  el  padre  del  ^ijo  no  so  ft«. 

que  al  mandar  solamente, 

Di  leyes  cuadra,  ni  igualar  contiente. 

Para  mí  miuMa  muerte 

no  si  l8  causa  en  que  ofendió  mi  vida; 

mas  ^qué  oc«il6n  mis  fuerte 

que  en  un  dtudo  la  envidia  mal  nacida^ 

iQaí  rigor  mis  sillanu 

que  un  falso  amigo  y  un  aleve  hermano? 


ESCENA  tV 
Et  COHDit,  Tmaoi  ;■  Síiteao,  «tullo  aJ  priueipi». 


Tumcna 


TlPHKKA 

Cdsdc. 


TinaiNA. 

COKDI. 


TlKBINA 


COXDC. 
TlRKCNA 


CONDK. 

Tin  MESA, 

Sancho. 


.  Después,  eallardo  Ramiro, 

^quí  débil»?  < 
ÍApartt.)      (Esta  villana 

me  mira  de  buena  gana.) 

De  tu  condición  me  admiro. 

A  la  piedad  que  has  mostrado, 

y  i  la  que  en  tu  capoto  hatif, 

eternamente  estaré 

si  agradecido,  oblit;adD. 

No  tienes  que  ponderar 

d«uda  tan  reconocida. 

«-qué  es  la  vida?:  con  la  vida 

aun  no  la  podré  pagar. 
,  Mayor  la  causa  ju'S'it^i- 

Ya  sup«  que  tu  marido, 

Sancho,  me  halló  tan  herido 

que  casi  sin  wdi  estaba, 

y  con  mis  piadoso  iifecio 

que  el  ifof  ano,  me  llevó 

en  sus  hombros. 

Bien  sé  yo 

que  debéis  mis. 

En  efecto, 

al  darme  vida  aquel  dia 

medios  puso  mis  que  humanos. 
.  Sancho  si  ponia  las  manos, 

pero  vo  el  aimí  ponia. 

ÍAeK'l*  S»i<In>, y  dttát  il  p» Ao  4iga.) 

Bueno,  bueno,  ¿qué.  esto  pasa? 
No  recetaba  yo  en  vano. 
Vive  Dios,  seflor  fulano, 
que  habéis  de  volar  de  casa. 
.  M74rt()(De  verle  cerca  de  mi 
tengo  un  no  cumplido  antojo.) 
\fiy,  que  me  cayó  en  el  ojol 
¿Qué  es  eso? 

Llégate  aquí, 
Ramiro,  que  ya  no  espera 
mi  vista  la  \\ii  del  dia. 
Atguna  paja  soda- 
Sopla  y  echaiásla  fuen. 
Asi,  noramala,  asi, 
sopl  Mtme  la  dama  luego 
al  primer  deKoicto:  ifucgo, 
en  vo«.  en  ella  y  en  mi 
En  vos,  porque  hoy  habéis  Sido 
ingrato  huésped  aqui¡ 


I 


TiaUBNA. 

Sancho. 

TtnNKXA. 

Sakcho. 


1    Par«ei  íaltai  aleo  «a  tan  lagar. 


por  ficil  en  ella,  en  mi 

por  desdichado  marido; 

que  Ramiro  os  llaméis  vos, 

r  me  queréis  enramar 
as  sienes:  ¿ha  de  quedar 

en  CAM?  no.  juro  a  Dios.        (S*U) 

lAy,  Suncho,  ya  puedo  v«1 

Vu  tenjto  en  vos  buena  alhaja. 

Tuve  en  el  ojo  una  paja. 

L*na  vifta  había  do  ser. 

Vos.  señor  Ramiro,  ya 

estáis  valiente  mancebo. 
CoNOK.  Sancho,  la  vida  te  debo. 
Sahcho.  Vos,  Tirrena,  entrad  alli, 

y  esto  podéis  excusar, 

porque  al  huésped  la  mujaf 

nunca  Ic  ha  de  entrnener, 

aunque  le  ha  de  regalar. 
TiRKE.s*.  Tras  de  negaioie  un  in^a^o 

deudas  de  un  alma  que)os«, 

es  esto  bueno.  (VaM.) 


ESCENA  V 

El  Coiiiit  y  SuiCHD. 

Sancho  (yt^an*.)  No  hay  cosa 

que  no  facilite  el  trato. 
De  cualquier  modo,  imagÍDO 
la  segundad  que  es  necia: 
no  se  matara  Lucrecia 
si  conversara  i  Tarquino, 
ni  Troya  ardiera  en  su  fuego, 
ni  resuella  en  su  humo  y  brasa 
pereciera,  si  en  su  casa 
se  recelara  el  Rey  griego. 

CoMDK.     Pues  Sancho,  ¿quésuspenslón 
os  divierte? 

Sancmo.  Aquesto  es  hecho, 

Ramiro,  en  vuestro  provecho. 

Conde.     Conozco  mí  obllgacíóni 
la  vida  os  debo. 

Sancho.  No  es  i  mi, 

Ramiro,  sino  i  la  infanta 
de  Navarra.  ¿Qué  os  espanu? 

Conde.     ¿A  la  Infanta,  Sancho? 

Sakcko.  SL 

¿Qué  os  encoge? 

CoNDB.  Hablad  con  tleaio, 

por  Dios. 

Sakcmo.  El  pecho  ensanchad, 

que  en  Blanca  esta  voluntad 
tiene  mayor  fundamento. 
Mi  vida,  ciegos  desvelos  (4j>art*.) 
aventuriis.'  i>o  es  tan  malu 
monr  volgado  de  un  palo 
como  arrasirftdo  de  celos. 
Por  f\ieiza  lo  ha  de  saber 
la  Infanta;  yo  me  aventuro; 
si  el  bien,  Ramiro,  os  procuro, 
en  esto  lo  podéis  ver. 

CoNDt.     ¿En  Un,  que  el  hallarme  herido 
pudo  mover  su  valor? 
¡Gran  piedadl 

Sancho,  Mis  grande  amor: 

no  soy  yo  tan  atrcv  ido. 

CoxtM:.     Ed  k)  que  dkas  repara. 


JORNADA   SCCL'KDA 


¡Qu¿  enco^tlos  son  \m  Mbiosl 
ftamiro,  }'o  vi  en  %ms  labios 
tingre  ie  tu  mittna  catt. 
Los  pemnmieniot  In'Rnift 
i  tu  fortuna  (Jichotn; 
mai  inifi  que  »  peliurota, 
y  quiere  i  un  mudo  la  Infanta. 
Que  hoy  ba  salido  presumo 
a  cais:  ya  *l  rumor  siento. 

CoKK.      Voy  i  verla  como  el  viento. 

Sancho.  Y  sea  la  vuelta  del  humo. 

lVaít*ICoa4t.} 

ESCENA  VI 
DoSa  BUMC4,  S«HCD«  jr  TiajtaxA. 


D.^Blak, 
TinacKA, 

D.'Bla». 


(^^•1 


TiaasNA 


¿En  fin  vivió^ 

Quiso  el  cielo 
guanlark. 

Supe  su  historia, 

Jue  hoy  obliga  mi  memoria 
liMima  j  <l«iconsu«Io, 
■I  paso  que  mi  dato 
por  volverte  i  rcr  k  abrasa. 

ÍCurúse  al  lin  en  tu  caía? 
'or  mil  caminos  lodeo 
d  llegarle  á  preguntar 
adonde  esii,  y  no  he  sabido 
quién  ». 

Cuidada  he  tenido, 
mas  il  ha  dado  en  callar 
con  tal  corJura  r  tal  modo, 
que  lanío  sÍleni:io  admiro. 
Sé  que  se  llama  Ramiro, 
<)uc  «uo  nos  responde  i  todo, 
pero  en  su  lallc,  á  la  fe 
que  parece  un  ^n  scAor. 
ÍÁp-i    Déteme,  atrevido  amor, 
pues  á  donde  vas  no  tí. 
.  (Ap.)    Como  por  claro  cristal 
el  corazón  maniliesia. 
(ArJ    |El  callar  qué  poco  cuesta! 
Va  lo  ai|e:  yo  hice  mal; 
quiero  ver  libre  mi  itonur, 
suceda  lo  que  sucnla. 
jY  Ramiro,  adonde  queda? 
El  tiene  gentil  humor. 
A  pie,  ),in  querer  la  yegua 
siguiendo  fué  los  ventores 
del  Rej,  que  los  caaadorcs 
se  sienten  á  media  legika. 


ESCENA   VII 

DMHoa,  H  Rar  taldn  lU  cafa,  ti  ooMi»  Mt  Uaod. 
)•  C*tiB«*¡  iapuU  ■■  C*iAU.Ka«. 

Rey.        Infanta. 

D.*  Bla.k.  Rey  y  señor. 

Raí:.        Cuando  en  el'bosque  os  dejé, 

este  Labrador  hallí, 

cuyo  notable  valor 

es  indigno  dcsic  nambre. 

(jrande  inclinación  me  debe; 

notable  estrella  me  mueve 

en  su  favor;  no  os  asombre 

que  os  diga  que  ha  satisfecho 


TwKEHa. 
Sancho. 


D.'BtAít 
Saxcko. 


Con  DI. 

D.»Bl.AK 

Conde. 


D.*Blan. 


Rky. 
D.'Blam. 

CaiAtL, 


Rey. 
Ca»ai.i.. 

Conde. 

Sakcko. 

Conde. 

Sancho. 


Conde. 
Sancho. 


(^M>(. 


189 

mi  pecho  de  tal  manera 

en  sola  la  acción  primera 

que  hoy  en  mi  servicio  ha  hfchOi 

que  ya  es  ducüo  de  mi  amor. 

Ksodebcr¿  i,  mi  esirella, 

pues  ya  llego  i  vn5  por  ella 

con  lan  indrgno  valor. 
'  {Ap^    1'iene  agrado  y  gentileza: 

mal  hice  en  volverle  á  ver. 

(.1^ )    No.  humana  no  puede  ser 

tan  peregrina  belleza, 

que  con  secreta  deidad 

mueve  á  adorarla.  Si  gano 

lo  que  me  dijo  el  villano. 

dichoso  yo,  si  es  verdad. 
,  iAp.)    Si'cuando  sin  alma  estaba 

rcv  uelto  en  su  sangre  fría, 

divino  me  parwia, 

por  inmortal  le  juzgaba; 

viéndole  con  tal  valor 

f'  tan  gallardo  jqu¿  esperoP 
>csdelioy  será  mi  montero. 
Dicen  cue  es  gran  caudor. 

)('n  i.ihiKcm  «011  kn  ptiígo  it  ttrtm.) 
Supe  .ti  pasar,  cómo  estaoa 
en  el  busque  vuestra  alteza, 
y  puesto  que  el  premio  empieza 
■donde  el  servicto  acaba, 
no  quise  paiar  de  aqui 
sin  verof . 

(Dalí  ti  plitee  al  Itt)  y  apártvt  á  l*tr 
á  un  farfoj 

Sciis  bien  venido. 
Yo,  seflor,  o*  he  tenido 
como  debo  á  «os  y  d  mf. 
Sancho,  en  la  amistad  sencillo, 
^hasmc  engañado? 

Eso  no, 
que  os  amo. 

Dichoso  yo. 
tíuardad,  Ramiro,  esle  anillo, 
oue  nos  importa  á  los  dos. 

(£1  Coopte  Itl  Ja  áiuha  *tí  Anilla.) 
«Quien  habló,  pagó.» 

llasU  aquf 
me  tocó  guardarle  á  mi, 
V  desde  hoy  ot  toca  i  vos. 
besad,  Ramiro,  la  mano 
á  la  Infanta,  mi  señora; 
hablad. 

'  Apt      El  alma  la  adora. 
Mal  sabri  un  tosco  villano. 

illitat»  i  Im  titfanU.i 
No  el  claro  Olimpo,  horizonte 
del  so),  si  ciclo  en  belleza, 
compite  con  Ingrande/a 
de^ie  jardín,  que  íai  monte. 
[)eNpué>  que  entre  giurias  tantas, 
donde  otras  memunas  pierde, 
goza  de  Abril  siempre  verde, 
agradecido  A  estas  plantas. 
Aquí  de  la  aurora  hermosa 
ti  sol  madruga  en  tavorcs. 
j  aquí,  entre  vencidas  ñores, 
colora  al  nacer  la  row. 
Aqut  el  crísUl  desie  risco 
que  helaron  desdichas  mías 
y  coronó  en  sierpes  frías 


^^^^^—^               t)  ariteniatlo  obcliKco. 

bltima  casa  del  mundo          ^^^^H 

^^^^^h               U  plata,  que  enire  nmeraldat 
^^^^^H                 mis  bella  hace  las  ««mhraí. 

y  m&s  cieña  que  temida,         ^^^^H 

rciirfWe  i  estas  monUñas        ^^^^B 

^^^^^V                 bordaJas  te  oíivic  ulfambrai 

al  tiempo  que  va  i  porfía              ^^B 

^^^^^1                 que  nu  se  aiievc  il  cuirnaldoit. 
^^^^^1                 Aquí  1)i&  fieras  rendidas 

venimos  los  di'<s  cai^^dos          ^^^^H 

de  años  él,  yo  de  desdichas,     ^^^^fl 

^^^^^y                 pualtada^  vienen... 

Fué  mi  mHestrú;ensetÍ(ime     ^^^^B 

^^^^  D.*Blax.                               y  aqu! 

á  huir  la  compañía                  ^^^H 

^^H^^                 no  han  de  decirse  i  mi 

de  los  hombres,  que  las  fieras        ^^B 

^^^^^L                  iKonjes  tan  atrevidas. 

luvo  por  menos  esquivas.               ^^M 

^^^^^1                No  (>t  ctc|(ucn  vanos  Jnicniot 

Murii>.  quedé  en  verdcsatlos,         ^^M 

^^^^^H                de  quien  ofendcti  las  señas. 

y  obligaciones  precisas                    ^^M 

^^^^^P                 tí  no  quetéís  que  e^us  peñat 

me  hicieron  diestro  en  el  arte        ^^B 

^^^^^'^                 despeñen  ai  revi  míen  los. 

desla  moniarax  milicia.           ^^^^B 

^^H        Comm:.     (^San<h«.>  ■Sancho  ¿qué es  esto? 

Híríúme  una  íiera  airada,        ^^^^B 

^^B        Sanuio.                                                Porfía 

}'  casi  de  la  otra  vida                ^^^^B 

^^H                      que  di&imula,  y  con  ello 

me  volvía  el  lima  un  pastor.          ^H 

^^H                      acuérdate  <iae  scllu. 

que  el  curar  consiste  en  dicha.       ^^ñ 
Ksie  tengo  por  amigo,                     ^^M 

^^m                      anc  a  lu  cabeza  v  U  mía. 
^^1        Conde.     Coturdc  quedo. 

que  entre  estas  peñas  vecinas,  ^^^^ñ 

^^H        Sancik).                            Enamur 

hufcndo  de  la  cuidad               ^^^^H 

^^H                      se  iMccde  todo  cobarde. 

seguros  bienes  culiiva.            ^^^H 

^^H                                      (Kt  RCT  >'  partidor  ét  tOé  ptitfotA 

Co^  verdades  en  flor,                   ^^B 

^^f        Rey.        Descansa,  y  vedmeesia  larde. 

guirnaldas  de  verde  oliva,             ^^M 

^^^          CAtALt.    Beso  vueiiros  pi«,  «ñor.         (K«m) 

con  que  le  premian  virtudes          ^^M 

K             Rey.        (.t(  c«adf .}  Quien  eres  quiero  saber, 

que  en  la  corle  te  cuiigan.           ^H 
Permite,  invicto  señor,                 ^^B 

^^K                       V  á  mi  servicio  disponte. 
^^H        Coxoe.     La  Tjda  me  dio  esie  monte, 

que  en  estos  montes  te  sirva,        ^^M 

^^^^^r               BU  hijo  debo  de  ser. 

no  en  la  corte,  de  quien  dicen        ^^M 

^^^^^B             Aquí,  sertof,  me  he  criado 

que  tiene  malas  salidas.                ^^B 

^^^^^^P             en  este  humilde  ejercicio. 

Allá,  stii  Tavordel  Rey,           ^^^^H 

^^^^^V                y  motiró  en  tu  scnicío. 

os  airopcllan  y  pisan,             ^^^^H 
)-  si  el  Rey  os  favoro:e,           ^^^^B 

^^^^^H                 menos  libre,  más  premiado. 

^^^^^^M                (Aqui  me  imporU  ñngit 

os  han  de  quitar  la  vida.               ^^B 

^^^^^H                 lo  que  no             seré. 

D/  Bt-AM.^'En  la  dicha  te  acobardas?           ^^M 

^^^^^H               pue%  esiii  vidd  que  hallí 
^^^^^^V               hn  Sido  pira  morir.) 

¿Qué  es  lu  que  tienes?                    ^^M 

CoNor.                                   Podrta    ^^^M 

^^^^^V^                Gin  mis  talor  que  foriunn 

llegase  i  ser  dichoso.           ^^^H 
dar  de  mis  dichas  envidia,        ^^^^H 

^^^^^L                  (que  huye  siempre  y  se  olvida 
^^^^^fe                 del  merecer)  riu  mi  padre 

aue  es  la  desdicha  mayor.        ^^^H 
D.'Blan.  Justo  es,  señor,  que  te  sirvas        ^^M 

^^^^^1               la  guerra:  venció  infinitas. 
^^^^H               Soldado  rué  muchos  altos. 

de  humbrc  tan  bien  entendido.      ^^M 

^^^^H               tuvo  otras  tamas  heridas 

Rer.        Talgo  bastantes  premisas             ^H 

^^^^^K^             en  el  pecho,  porque  espaldas 

de  que  acierte  mi  elección               ^^M 

^^^^^Hl               dicen  que       las 

en                                                ^^H 

^^^^^F             Asaltó,  rompió  murallas, 

D.'Blax.                   Determinas           ^^^^B 

^^^^H                ftan6  pla/Jis  defendidas, 

cuerdamente,  que  los  reyes      ^^^^H 

^^^^^L                       v«  kon  sus  4rmas  propias. 

dan  liisire,  dan  hidalicu'"^'       ^^^^| 

^^^^^H                 muchas  venciendo  enemipis. 

y  ct  poder  mucho  ho^er  iffinJe     ^^U 

^^^^^1               Fué  siempre  soldado  pobre. 

i  quien  tan  chico  se  humilla.         ^^M 

^^^^^1                 y  de  banderas  moriscas 

Rkt.         ^Es  aquél  el  labrador                      ^^| 
Ttlósoro?                                           ^M 

^^^^^1               suarneciú  templus  crisiianosi 
^^^^^M               acsguamccicitdu  me;f  quitas. 

Sancho.                    Soy  alquimia.             ^^M 

^^^^^B               A  los  reyes  de  Arag6n 

De  las  artes  no  sé  rils                  ^^M 

^^^^^1                 $irv»6,  donde  se  dccia 

que  fiuanjar  esta  c-stilU.              ^H 

^^^^^H                 que  ¿1  súlo  echaba  de  EspaAa 

por  ser  hueso  de  mis  huesos,         ^H 

^^^^^M                 las  africanas  reliquias. 

aunque  no  mi  carne  misma.         ^^M 

^^^^^1                Fui  comunmente  estimado. 

Rky.        ^Ei  tu  mujer?                              ^^M 

^^^^^B                     alcanxnr  en  íü  ^  ida 

!iANC(io.                        SI,  señor.                 ^H 

^^^^^^P                 ni  i  ser  cabo  de  una  encuadra, 

Rkv.        Vamos.                                         ^H 

^^^^^1                 rífor  de  su  estrella  misma. 
^^^^^H               Viendo  que  vencer  no  pudo 
^^^^^H               el  hado  en  tan  lar^'os  dfas. 

CosDc.                      La  amistad  sencilla     ^H 

de  Sancho  siento  perder.                ^H 

,:MandasqueenmlcompaAÍa        ^H 

^^^^^B                 col^  las  arnus  san^icnlas. 

Id  lleve?                                       ^M 

^^^^^1                que  ansi  carecen  mas  limpias, 
^^^^^1                V  habienao  dado  á  mi  madre 
^^^^^B               blancas  y  fúnebm  pirai. 

riRí.                      Vaya  conmigo,                ^^ 
tVamit  loáo*.  iMnM  SAr,«b»  y  tu  ■>•    1 

^J 

JURXAOA   lEOIlNOA 


ESCENA  VI  n 

S«ilCHti  y  TiMtic*. 

SANCito.  ^Vo  i  la  cone?  No,  en  mis  dbs. 

Tmreha.  bancho.  ¿y  si  lo  manda  el  Rey^ 

Sancho,    Ya  oí  tiene  desvanecida 
la  corle  y  sus  embetecoi. 

Ti»ii«N\.  Atli  he  de  ir. 

Sa»ciio.  Como  1  Turquía. 

TifaEMA.  Vamos  i  la  cone.  Sancho. 

SANCtto.  No,  sino  al  intlerno. 

TiMiSMA.  Vira 

mil  aAos  yo  cnire  sus  penas, 
y  entre  estas  llores,  ni  un  dfa. 

ÍVAtt  (OÍ  4m,) 


ESCENA  IX 
La  aaini  ds  AhadA»,  Nulo  y  lliuii»o. 

Ricardo.  El  secreto  k  guardó 

como  mandaste,  de  suene 
que  deKonoui6  la  muerte 
Us  manos  en  quien  llegó, 
valerosas  y  advenidas. 
¡Fuerte  rigor! 

¿Ea  «feto 
murió? 

Con  Igual  secreto 
SI  no  h»b1aron  tas  heridas. 
De  una  monUAa  en  la  falda 
victima  á  tu  honor  leofrccn 
atravesado  mil  veces 
del  liaidor  pucho  á  la  espalda. 
lAparii.i  Ya  la  piedad  tic  mujer 
quiere  culpar  mi  rigor; 
mas  lay.  venganzas  de  honor, 
que  lucftc  es  V  ucsiro  podcfi 
Lt  pueblo  temo  en  su  muerte, 
oue  eia  el  Conde  muy  amado 
oe  todos. 

No  os  di  cuidado, 
puesto  que  e>  airado  y  fuerte. 
.\o  se  entienden  con  los  reyes 
las  leyes,  que  su  derecho 
consiste  siempre  en  el  hecho 
de  las  armas,  no  en  las  leyes. 
Esta  es  la  raión  de  Estado 
que  ensancha  Us  monarquías. 
tApartt.i  Borrad .  csperanaas  mías, 
tan  ofensivo  cuidado. 
LtKUra  es  desesperar, 
que  en  la  formnii  que  intento 
lal  vex  el  aircvimícnio 
ocupe  el  primer  tunar. 
iQoi  responde  el  iíey? 

Abrí, 
gran  ScíSora.  vuestro  pliego, 
vE  lo  que  ordenaba,  y  luego 
i  besar  la  mano  fui 
á  l'eobaldo,  y  sabe  el  cielo 
que  antes  de  hablarle  quisiera 
que  el  último  paso  diera 
mi  vida.  Cúbreme  un  hielo 
de  imaginar  que  ha  de  oÍr 
vuestra  alteza  su  respuesta, 
y  á  mi  me  aflige  y  molesta 


Nvílo. 

RlIKA. 

Ricaudo. 


Rbika. 


ROO. 


RlINA. 
RlCAÜOO. 


pensar  que  la  he  de  decir. 
Recibiéronme  en  Pamplona 
deslucidos  h^sdalgo. 
que  del  color  de  los  rcyet 
se  visten  tos  cortesanos. 
Eché  menos  por  las  calles 
aquel  (¡enera!  «plauso 
que  en  las  bodas  de  los  reyes 
suelen  hacer  los  vasallos. 
VI  las  ventanas  cerradas, 
desocupados  lus  pa^os 
m¿s  citrcchos,  lus  olidos 
en  su  cjcrcicii)  ocupados. 
Como  si  un  villano  fuera 
de  los  Pirineos  altos, 
entré  sin  hacer  rútdo, 
vicronmc  un  hacer  caso. 
Mnlihronme  aquella  noche, 
sin  ociMÚn,  dos  crí'aid(>s, 
que  mi  guarda  y  tu  respeto 
se  desconoció  en  palacio. 
Hablar  quise  en  mí  embajada, 
V  suspendiólo  Teobaldo 
algunos  dias,  que  yo 
juzRué  por  prolijos  aitos. 
Al  ñn,  seítslómeun  dU. 
que  el  cielo  cubrió  de  pardo, 
que  es  justo  que  en  sus  ofenus 
le  vista  el  sol  de  villano. 
Itesuelio.  en  lin,  fican  seifora, 
como  injusto,  aleve  y  falso, 
tu  casamiento  desprecia. 
Llamó  á  mi  \crdad  engaño; 
di)onic,  sin  querer  ver 
del  mismo  cielo  et  retrato 
en  el  que  yo  le  llevaba 
de  eie  t<i6tri>  soberano: 
«Va  sí,  Ricardo,  que  es  fea, 
no  discreta,  v  de  mis  años 
que  déos.  Nó  han  de  engalUrmo 
pintores  apasionados». 
Ríspeto,  vida  y  cordura 
ave.iiwré,  v  con  la  mano 
piicsU  en  la  espada,  mis  fiero 
que  baja  el  temido  rayo,.. 
Ñuño  te  podci  decir 
tu  que  dije. 

Nufio.  ¡Bravo  casíi! 

iquehede  ayudarle  i  menlirt 

Reina.      Ya  sé  que  tenéis,  Ricardo, 
valor.  El  Rcv,  .¡cncfeao, 
me  desprecia',  jfcn  mi  agravio 
dice  que  soy  vieja  y  fea? 
No  me  ofrece  desengaños 
mi  espejo,  sinn  IKijnjas. 
que  siendo  amigi>  i.in  claro, 
verdades  que  le  pregunto 
me  ha  negndi»  MtKunos  a{\o*; 
nu  tantos  c«mo  el  Rey  dice, 
que  se  ha  engañado,  Tcobaldo. 
Ya  buico  satisfaciÓD 
&  esta  ofensa. 

Ricardo.  No  la  hallo, 

sino  es  casarte. 

Reina.  Eslá  bien. 

RtcAaoo.  Porque  lu  esposo  gallardo 
te  rengue. 


^^^^^^^•í»* 

QUIKX  HABLÓ,  PAOÓ            ^^^^^^^^^^^^^^^ 

H             Reiüa. 

Y>  hice  eitcción. 

por  mii  oueel  justo  me  coioac.           1 
bec>J  {fue  buena  amistad                     1 

■             Ric^Hoo.  ^DequWn^ 

^^^        Reina. 

Del  mi'ímo  TeobaUo. 

encañarme?                                   ^^A 

E\  lia  dcscf  i»i  ntArido, 

Conde.                         ^Qué  (c  admira?           ^^M 

si  los  ciclt»*,  si  los  asiros 

Sancho.  0  que  fué  aquello  menlirn,             ^^U 

no  lo  niV|Cin,  y  en  su  favor  ' 

ó  que  no  es  esto  verdsd.                    ^H 
Comí».     Diferente  es  mi  suceso.                   ^H 

dispunun  ya  lócontrario. 

jQiiién  mi'  despreció  por  fea? 
Esie  es  ti  mtyor  att'avio 

Yo  vine,  Sancho,  á  morir.              ^^M 

1            Hvüo. 

Sakcho.  ;Que  en  comenzando  i  Nervir          ^^U 
pierdan  en  la  corle  el  seso!              ^^U 
Mas  díbcsc  de  llamar                        ^^U 

que  siente. 

^L^       Reís*. 

Siendo  tu  espota. 

si  no  conoce  tu  engaño. 

privania,  porque  e^lc  viento            ^^1 
os  priva  de  entendimiento:              ^^H 

tendrá  i  lo  menos  cauigo 

d«  verse  necio  y  caiadu 

esto  pienso  que  es  pritar,               ^H 

OH  la  mtsma  que  desprecia. 

'pues  con  tener  la  subida                    ^^M 

Ahslcnso  mis  soidados. 

incierta,  si  peli);rosa,                       ^^M 

salga  en  campaña  mi  (¡ente, 

no  tiene  el  mundo  oira  cosa            ^^M 

biun  los  parches  pedazos, 
de  bélico  son  los  ecos 

de  todos  tan  pretendida.                  ^^M 

No  hay  judiciario  adivino                  ^^M 

repliají  los  monies  altos, 

que  estas  locuras  concierte.             ^^B 

'  aiemorizando  el  mundo, 
:  Navarra  ponm  espanto. 

CoKOe.     |Ay,  Sancho!  Ucaquel-i  muerit             1 

que  con  valor  peicjirino                   ^J 

sabrén  que  el  arniís  luctenre 

me  libró,  fué  por  mat.irme               ^^1 

mejor  que  el  cabello  tramo; 

con  penas  v  ccn  desdenes.                 ^^M 
Sancho.  jEsc  es  tocio  el  mal  que  tienes? 
CoNDR.     Y  de  quien  no  sí  libraimc. 

que  atJn  no  la  ha  trocado  el  tiempo 

en  pUia  de  sus  a^rariof, 

al  oro  que  le  enriquece 

Sakciio.  Para  ^tar  mis  consolado 

de  que  ofendida  me  hallo. 

en  tu  mal.  yo  le  aconsejo 

^p            Ricardo 

.  Oiga,  advicna  vueitra  allexa 

aue  te  mires  al  espejo 

que  será  más  acerudo 

del  mis  dichoso  casÁdo. 

que  secase  en  Ara^ján, 

CoKi>E.     JuiKué  con  bienes  de  amor              ^m 
en  la  luna  mi  fonuna.                    ^^M 

pues  tiene  tales  vasallos 

que  ol  amnr  de  ellos  exctde 

Sancho.  Bienes  de  amor,  y  en  la  luna,          ^H 

en  valor  al  Rey  navarro: 

tendrán  menguantes  de  honor;         ^^M 

casada  será  mejor 

y  pues  hoy  estás  en  ella,                 ^H 

que  s«  vengue. 

mandando  el  reino  (aue  el  Rey        ^H 
por  su  gusio,  que  es  la  lay              ^^M 

V             Rbina. 

jY  si  entreunto 

me  olvido  de  sus  ofensas? 

que  las  dcmis  atrepella,                  ^^M 

H                   RlCANOO 

.  Cisesc  luego. 

le  puso  en  lan  gran  prísanza,          ^^M 

■              Runa. 

Ricardo, 

que  aun  él  mesmo  te  obedece,         ^^U 

eso  quiero  hacer. 

y  con  él  nadie  merece                        ^^U 

H                  RlCAfiUO 

Yo  sé 

mis  que  de  lu  gracia  alcanza)         ^^M 

de  alguno  que  ¡KUala  á  cuantos... 

si  no  te  quieres  perder                     ^^M 

H             Rkina. 

(ApA  (Ya  entiendo  i  este  majadero. 

huye  de  amor,  pues  te  advierto '            1 

qué  necio  y  qué  confiado. 

uuc  es  el  camino  más  cierto                   J 
ac  tropezar  ó  caer.                           ^M 

quiere  que  le  elija  á  él.) 
Vuestro  consejo,  Ricardo, 

CoNDB.     Al  revés  me  aconsejabas,                 ^H 

estimo:  casarme  quiero. 

juzgando  con  otra  ley.                    ^^M 
Sancho.  Eres  muy  pot<re,  y  del  Rey              ^^M 

«ro  ha  de  set  con  Teokaldo. 
.  Cielos,  si  mi  vida  os  cansa. 

^^^      Rkardo 

en  obligación  no  estabas.                 ^^ 

jpara  qu(  U  guardáis  tanto? 

([/■)  Criado  csH  UM  pápit  y  ttnnátlf.)        | 

{Yoiut  tai  Ira.} 

CatAso.    Aquí  tiene  vueseñoria  ■                         1 
lavconsultas  y  un  papel                        1 

ESCENA  X 

de  su  alteza.                                   ^^1 

^^^B            Sf  eoKDa  <■■  U*asi.¡  Stpcmotdt  l»íayo,  ruUdo 

CoNDR.                         Veré  en  él                   ^H 

loque  manda.                                ^H 

Sancho.                        Cortesía                    ^^M 

^r 

irmttota>nnti¡  Itfgo,  BU  Cmiao. 

H                  CONDC. 

jCómo  te  va,  Sancho? 

sin  ocasión  y  excusada.                  ^^M 

■             Sanciw. 

Mal: 

Come     Luego  es  raido  que  los  vea.            ^H 

el  cielo  me  dé  paciencia. 

Dejadme  solo  los  dos.                     ^H 

■             Come. 

Hay,  Sancho,  gran  diferencia 

Crudo.    Gran  ministro.                             ^H 

desia  seda  i  aquel  sayal. 

Sancho.                          Plegué  i  Dios          ^H 

H             Sancho. 

Dios,  Ramiro,  os  lo  perdone. 

que  muchos  a/los  lo  sea.                       1 

que  yo  me  estaba  mejor 

(KaiMC  Sincho  y  W  Crt*do.)        1 

con  mi  s*yo  pecador. 

1    VtrM  de  Bueit  tllibat:  qulrá  ihb*  Icvist  «Tve-       I 
üríf.                                                                   ^J 

^^^V           v<no4cBu»**iíUbw. 

iORKAOA   SPXUNDA 


•93 


ESCENA  Xt 
El  c«Kni  na  L'nait.. 


(Séémlaír  /anlD  á  u«  hnfltt  rs  aiitk»y 
ncit^o  dt  ti:ritír,  y  akr*  tí  p*p*l. 

ilM.i  *C.aa  el  rcv  de  Ottiilln,  Alfonso,  tengo 
efKiUKlv  el  CMMrñieniu  de  mi  hermiina.  Ofr^' 
cilc  en  el  contrito  t:i«ru!t  lierriü  i^ue  «lejífl  per 
tcnojeile.  Querría  escnbírle  aue  turne  la  pu«e> 
íiún  de  ellai,  >'  señale  el  dia  de  sus  badas.  Fto 
lo  de  vuestro  ingenio:  haccldo  luego,  y  buscad- 
mc  en  el  cuarto  ilc  mi  hefmana.—  >'o,  */  Rry,* 
¡Ha&ta  aquí  pudo  llegar 
mi  dicha!  No  ac;eflo  en  nada; 
ya  está  la  scnicncra  dada, 
amor,  morir  ú  olvidar. 
jQiii  he  de  hacer?  Quiero  asittír 
i  mi  obligación:  celuso, 
favorecido  y  queJMO. 
nu  he  de  gcenar  i  escribir, 
que  este  espanloKO  cuidado 
me  acubsriJa.  Quiero  hacer 
la  ccut:  pecada  ha  de  ser, 
si  la  del  alma  Ira.tlado. 


ESCENA  XII 

StCoM».  turlUtnío,  y  tatt  la  Ipir*vij|,  y  áttJt 
tp'íTlt  It  mira,  y  h.tHa. 

K'Slam. tAp.)  t.aoca«ÍOnquehede!teBdo 
halÜ.  iQué  temeridad 
inieniÓ!  Honor.  perd»nad: 
por  lo  menos  desde  aqui 
veré  donde  me  perdí 
1  rrunoMle  mi  pievlad. 
Solo  eiii  CNcribiendo:  quiero 
verle  bitn,  quc  vivo  apenas 
)c  vi.  De^tanp  ada.'t  venas, 
fcuán  otras  os  corriidero; 
Sin  duda  que  es  <:a^aIlera, 
que  aquel  talle,  aquellas  manos 
no  nacen  entre  villanos; 
y  si  no  os  noble  mi  bien. 

ÍirinciDrs  hacen  también 
Oí  principes  soberanos. 

Ilidal^ios,  nobles  y  leyes 

hace  el  Rey,  v  vei  aljtuna 

deja  de  Mr  su  fortuna 

la  voluntad  de  los  reyet. 

Deja  de  seguir  los  btíeyes 

con  tardo  paso  el  villano. 

y  sin  darle  el  Rey  la  mano. 

con  sólo  acordarse  del. 

cinc  su  frente  el  laurel 

que  no  alcanió  el  cortesano. 

.Mucho  importa,  ó  ct  amor 

lo  que  escribe  y  le  suspende. 

iKiertbt  ti  C.oa-ie  y  MctíJ 

Btioe,     «Vuestra  majestad  si  entiende:» 

;huy  disparate  mayor? 

Si  eitlienJe.  dice  en  rij;or:  laórrAin  ) 

^es  locura  ó  necedaJ.* 

ÍEttríti.i  «Sepa  1  uestra  Maimad...* 

peor:  auc  escriba  es  forioso.  la^rru.) 

-■puídiré^  Que  estoy  celoso. 

y  eKnbirí  la  verdad, 

COHLOIAS  DI  TIKM  DB  MO  1.1  HA,— TOMO  I. 


«Quise,  obedeciendo.,.»  Asi 
comicnia  bien:  «brevemente 
dar  la  posesión...»  No  intente 
tm  pluma  pasar  de  aqui, 
que  posesión  contra  mi 
viene  A  ser  todo:  y  en  suma, 
porque  volar  no  presuma 
ni  alargue  U  pieiensiún, 
que  lienc  ya  posesión 
etcribieroh  Iennun  v  pluma. 

Ü.'Btits.  (Ap.)  Tal  horrar...  Vo  he  de  saber 
que  es  esto:  quiero  llegar, 
que  no  puedo  aventurar 
mds  que  en  dejarlo  de  ver. 

CoKDC.      El  papel  he  de  romper 

pues  ¿Ate(t'''t  escribí,  (fíimpilt.i 

O.'  hLAK.  Ramiro,  jno  estaba  aquí 
mi  hermano? 

<'-'»Nnc.  Aquf  me  escribió 

^Uc  i  tu  cuarto  fuoic  yo 
»  hablarme  y  buscarme  á  mi. 

D."  Bi.*!*.  (Pues  vos  solo  despacháis 
y  escribís,  ya  tan  privado 
del  Rey,  que  en  el  mismo  grado 
que  íl  mismo  el  reino  mandáis? 
Mne/a  es  K'ande:  priváis 
dipnamtnic  con  mi  hermano, 
que  el  buen  ministro,  esto  es  llano. 
del  Rey  aquellos  ciclos 
que  oúicrc  que  cslín  secreiot, 
lian  de  pasar  por  su  mano. 
Vuestra  letra  quiero  ver; 
dadme  ese  papel. 

CoM>r.  SeAora, 

tú  misma  digiste  ahora 
como  el  secreto  ha  de  ser. 

D.'Buiiic.  Vo  no  pretendo  leer, 

lAp.t  Honor,  ^dónde  te  abalanzas? 
borrones,  rnsRos,  mudanias, 
vade  plumas,  ya  de  Intentos, 
l'ara  borrar  pensamientos 
rasgaba  las  confianzas. 
Rasgarlas  no  es  valentía, 
sustentarlas,  si.  {En  la  corte 
hay  quien  lo  que  vosimp'ine, 
ni  el  sol  al  nacer  del  día? 
,jPens8tíis  que  es  biiarria 
desconfYar.eítimndo? 
Si  me  vicia  en  ese  estado 
condenara  el  desvario, 

Eero  puev  yo  deici^nflo, 
ien  s^  que  soy  desdichado. 
Lo  que  rasí;iis  quiero  ver. 
^luntar  los  pedazos  quieres? 
M.  que  somos  las  mtjjcres 
muy  amíRas  de  saber. 
No  acertaras  i  leer, 

fior  ser  en  esta  ocasión 
a  tima  de  ese  borrón, 
noche,  aunque  de  sol  nresuma. 
de  un  ronco  cisne  la  plumst 
y  el  papel  del  coraión. 


D.*B(.AK. 


CONIiK. 


D.'Bt.AS, 

CofiOK. 

n.*n..«¡«, 

COXH. 


Íroma  t>o6»  Btino  loi  ptJa^et  irl  pa- 
rolo, y  ralat  jnitUiJB  y  liytnáa^ 


D.'Blan.  ¿Dkt postilen^  Si.  si, 

que  ya  la  tendréis  entiendo: 
j  aquí.  fV'»>  oMkúiuÍo: 


tí 


^r^M 

Ol'IES      AIILÓ,  PAGÓ                                            ^^^^^1 

^^^K 

tmviwite.  dice  aquí, 

CúNOc.     Señor.                                 ^^^| 

^^^^^^L^^ 

y»  vucsuos  burrüncs  \¡. 

Hev.                  Hablarte  quería.          ^^^| 

^^^^^^^H 

y  puK  os  mandan  amai. 

CoHi».     Creces  la  fortuna  mía                  ^M 

^^^^^^^H 

obedecer  y  callir 

con  los  favores  que  admiro.  ^^H 

^^^^^^^F 

es  justo.  i',ip)t\o  acicfuen  nada, 

Hei.         Eres  vasallo  f(el.                   ^^M 

^^^^^^^P 

quien  busca  ¿esalumbtaJa 

CoNor.      Tu  esclavo  soy.                      ^^^| 

^^^^^^ 

lo  que  no  quisiera  hallnr.) 

ñev.                               ^Escribiitlc     ^^H 

^H             CONDK. 

I-;M>que  ves  esi:ribl 

á  Castilla?  .-respondiste               ■ 

^^B 

&  All'onso,  su  miícsud. 

a  Alfonso?'                                H 

^H         IX*Bla\ 

.  La  uilisfacciún  Ic  dad 

CoNnr.                        Vi  tu  papel,                 H 

^H 

i  quien  le  importa,  que  i  mi 

en  que  escribir  me  mandabas,     ^| 

^^^ 

no  h»y  F»f"  S»"^-. 

per<)  yo  no  me  aiml.                    ^M 

^K           CONDK. 

Si  et  nsi 

BitT.         ,;Por  qué  ocasión?                         ^M 

^^1 

que  el  pecho,  el  alma  len!» 

CoNor.                                Advertí,           H 

^^^^^^ 

en  otra  parte  ¿qué  vían 

aunque  de  mi  lo  fiabas,  H 
que  habiendo  de  ir  de  tu  mano,    H 

^^^^^B 

por  tantas  bocas  abiertas.. 

^^^^^^^ 

sino  unas  entrañas  muertas 

ningún  ingenio  es  tan  diño           H 

^^^^^^^^K 

sobre  sus  cen;xas  frías? 

por  ser.  si  no  eres  divino              ^M 

^^^^^^H 

^Por  qué  contra  el  bien  de  verle 

tan  divinamente  humano.            ^M 

^^^^^^^^H 

susocnde  tu  i  oz  el  viento, 
no  eona  en  darme  aliento. 

Br.v.         lites  muy  cuerdi>.  Rn  efeio         ^M 

^^^^^^H 

debo  estarte  aaradecido.  ^H 
como  por  ser  oicn  servido,          ^B 

^^^^^^H 

sino  en  procurar  mi  muerte? 

^^^^^^^^H 

Si  es  matar  de  cualquier  suerte 

por  mostrarme  ¿  ser  discreto.  ^t 
Iticn  dicen  que  esti  obligado        ^| 

^^^^^^^B 

lindei  rÍKor  mis  airado, 
claro  ntft  que  has  desvado 

^^^^^^^1 

rl  Rey  á  tener  consigo                  ^U 

^^^^^^^^H 

moMrar  que  íaé  tu  picd-id 

un  pánicuiar  amigo,                     ^U 

^^^^^^^H 

tin  de  otra  mayor  crueldad. 

y  este  ha  de  ser  el  priv  ado,  ^1 
En  este  lugar  te  tengo,          ^^^M 

^^^^^^^H 

que  el  morir  ye  era  pasado. 

^^^^^^^^H 

No  es  haxuñade  estimar 

y  pues  hago  confiania           ^^^H 

^^^^^^^H 

de  la  deiditd  no  ofendida 

del  gobierno  de  mi  reino,       ^^^| 

^^^^^^^H 

resucilar  y  dar  vida 

del  cuidado  de  mi  casa,                ^M 

^^^^^^^H 

para  tener  que  quiur. 

solamente  de  tu  ingenio,  ^| 
que  te  ha  llegado  a  mi  gra^Sa,      H 

^^^^^^H 

lAp.í  <-^mo^  me  lu  de  despeñar 

^^^^^^^^H 

contra  el  sell»  que  me  dio 

por  tu  estrella  que  me  inclina,     ^ñ 

^^^^^^^H 

Sancho.  «Quien  habI6.  paco.» 

por  tu  valor  que  me  llama,  H 
quiero  f^'arte,  Ramiro.                 ^| 

^^^^^^^^^P 

IMim  ia(#rf</«.> 

^^^f^^^^ 

ia  mudo  auicrü  scnitllo.) 
.  lAf.)  |Oh  idü  Sancho  el  anillo; 

ludci  el  secreto  del  alma              ^M 

^H        D.*Bt.AS 

para  que  eslimes  mi  amor,  ^M 
pues  te  obliga  mi  oiivanza.  ^M 
Yo  quiero  bten  i  ^  ¡otante.          ^U 

^^^^^ 

mal  el  secreto  Kuardó: 
no  me  pesa.1  ^Todavía 
hacéis  borrones?  ^á  quiín 

^^^^^B 

^^^^^^ 

reina  de  Aragón,  por  fama           ^M 

^^H 

habláis? 

de  su  belleza  y  virtudes.              ^M 

^H        Coxut:. 

A  un  soAado  bito 

aunque  esta  tal  vez  engaña.  ^^^| 

^^H^ 

que  retudí»  «I);ún  día 

Quise  casarme  con  ella,         ^^^^ 

^^^^^_ 

la  rnueria  e>pLTania  mía: 

y  al  tiempo  que  lo  iraiaba,  ^^^H 
enamorado  y  gozoso,                    ^M 

^^^^H 

sueño  al  fin,  y  sueño  leve. 

^^^^^m 

si  pudo  en  tiempo  mis  breve 

supe,  ¡ay,  ciclos,  quí  dewracial  H 
que  amaba  al  comiede  Urecl;  H 
aunque  de  su  sangre  y  cau  ^í 
pudo  ofender  su  opini&n.  H 
que  hasta  los  cielos  llegaba.  ^U 
l-.n  fin,  el  Conde  atrevido,           H 

^^^^^^K 

enriquecerme  tan  franca 

^^^ 

fortuna  con  una  Blanca 
de  jaimln,  de  rosa  y  nieve. 

^H^  D.*Blam 

.  Borrad,  que  escribís  sin  tiento. 

^^^^L 

y  rasead  laconÜanKa 
si  es  niía  de  la  privanza 

^^^^^^B 

necio  amante,  le  dí6  causa        '  H 

^^^^^H 

que  os  comunica  esc  aliento: 

para  mandarle  dar  muerte           H 

^^^^P 

no  pase  el  ;itrcvimÍenio 

quejosa  de  su  alabanza.              ^M 

^^^^^^ 

¿castigo.  iVatt.) 

pues  publicó  sus  favores:            ^| 

^^^          CO!<I>C. 

A  Dios  pluguiera. 

mas  nopudo  ciecuiarla  '            ^M 

^^^^^H 

cíelo  hermoso,  hermosa  liera. 

con  lanjirudcnic  so:reto  ^| 
queco  Casulla,  Italia  y  FraiKia  ^M 
no  lo  supieron  sus  rey<^.              ■ 

^^^^^H 

que  cuando  me  hallaste  muerto 

^^^^B 

no  honraras  aquel  desierto 

^^^^^H 

y  vivo  que  no  te  viera. 

que  al  mismo  tiempo  trataban  H 
lie  su  ilustre  casamiento.              H 

^^^^V 

^^^^^1 

ESCENA  XIII 

Iturladns  «us  vsperanias,  ^M 
todos  dejaron,  Ramiro,  ^| 
pretensión  tan  engañada,             ^M 

^^^^^      n  CiMiD>.  .Vafj[<  Sakcho  á  prirta  y  lurga  H  R(  Ti 

^K        Sakcho. 

El  Rey  (chusca . 

y  en  este  tiempo  Violante            ^H 

^H 

Ramiro. 

i  ser  su  esposo  me  llama.           ^M 

F 

^^" 

^P 

JOPEADA 

SKOirNDA                                                         KjS 

^^g 

Sí  fué  ofenu  tú  Ig  juxgi. 

si  oira  potesiiSn  no  atcaneas 

^^^H 

y  li  debiera  ntímirU; 

qtK  cuanut  él  te  conceda 

^^^1 

üCmii  que  supe  también 

tendrás. 

^^K 

que  iniuiumentccnRañatnn 

Sancho.               Tus  reales  patas 

^^^B 

lo«  pini:cU-s  á  mi.i  wi-n 

beso  má-s  de  treinta  veces. 

^^H 

ton  liM>njvru  alatiuii/n, 

{CaiíttKtj'j 

^^^H 

pursio  (]uc  ci  menos  hc(ni(i»3 

^^H 

que  h  pmun  la  distancia 

KSCENA  XIV 

^^^^ 

que  hay  ilc  Navacraá  AraK^n, 

Bl  Cok»!  y  Saxchol 

^^^v 

(jue  no^  diviiltó  las  almat. 

FCoíloc. 

¡Paí  extraiga  iraicíi'in.  señor! 

CoKDe.     Sancho  amigo,  escucha.  oR'jtrda: 

■ 

No  proMgas,  que  la  agrdt  iu». 
•:i  bi*n  su  vülor  no  ofendes 

en  li  mi  remrdK>  estriba. 

H 

pero  temo. 

R^^ 

aunt^ue  lu  cngüño  dilslas. 

Sahicko,   ^Porqué  afiravias 

mi  IcalUd,  noble  Ramiro, 

^^^K 

MíntiA  el  falso  caballeril 

^^^B 

que  la  Di'«ndiú,  no  su  fama, 

con  esas  desconñanzas? 

^^H 

que  nía  stihe  i  las  estrellas, 

Co.tM.     Com»  te  ñé  ta  vida. 

^^^H 

y  pudiera  estar  mds  alia. 
A   as  mam»  de  la  vniidia 

hoy  quiero  fiarte  el  atma, 

^^^1 

ó  lodo  el  secrein  della. 

^^H 

murió  vi  Conde,  no  por  causa 

Sakcko.  Tuyo  suy,  prosigue,  dcahn. 

^^^H 

tan  indiK'ia  de  su  nombre. 

Cosuc.     Yo  M>y  el  conde  de  t'rftel, 

^^^1 

Honesta  fui*  iu  privanira, 

en  quien  fortuna  contraria 

^^^B 

y  lü  estlmarli  debieras 

á  tos  pechos  de  la  envidia 

^^^B 

para  reina  de  Navarra, 

alimentó  las  desgracias 

^^V 

11  debo  .if^iio  justo 

del  conde  Don  Pedro  Anxurei. 

V 

i  cuantos  dcMa  mu  hablan. 

cuya  lealtad  en  su  patria 

■  Ret. 

JPues  pudiera  \'o  casarme, 
Ramiro,  si  hut>o  esta  fama? 

túmulos  tiene,  y  altares 

B 

por  todo  ei  orbe  su  fama. 

1   COKH. 

S'o,  scAor:  que  á  tu  grandeica, 
como  el  mismo  cielo  mtacta. 

Soy  tercer  nieto,  la  reina 

■ 

de  Arat^ón,  mi  prima  hermana, 

^^^ 

ha  de  ser  en  la  opinión 

i  quien  au unte  venero. 

^^^K 

quien  la  merezca,  aunque  e^ubas 

SI  ri^turosii  me  ajiravia. 

^^B 

oblitado  i  averiguarlo, 
h'ra  nacer  propia  lacauva. 

Desde  la  edad  ouc  anochece 
sobre  aborreciOA  plata. 

PIIY, 

H 

y  Aleña  me  está  más  bien. 
Digo,  que  por  no  agraviarla 

A  la  que  amano:e  v  brilla 

■  Cosor. 

tan  atcrodocida  el  alba.                          ^^^^M 

H 

irts  la  información  primera, 

ful  en  Aragón  bien  querido,                 ^^^^H 

H 

tan  tospechosa.  acertaras 

celebráronse  mis  galas,                      ^^^^H 

H 

«0  procurar, hacer  otra 

honré  las  paces  con                           ^^^^H 

p 

secretamente,  y  si  hallas 

las  victorias  ten  armas.                    ^^^^H 

que  et  verdad,' seguir  tu  intento, 

Tuvo  un  detidu,  y  m  la  envidia            ^^^^H 

V  catiittar  si  il-  engañan. 
[Hees.  Ramiro,  muy  bien: 

toca  en  sangre,  nó  hay  un  brava        ^^^H 

Rer. 

liera  ponzoñosa                                 ^^^H 

yo  conficKo  que  fue  tanta 

V  más  con  desconfianzas.                   ^^^^H 

mt  pasión,  que  me  ci^ttí 

tste  ambicioso,  corrido                      ^^^^H 

de  enojo. 

de  ver  oue  yo  me  llevaba                   ^^^^H 
H  voz  del  pueblo,  v  quizá                 ^^^^H 

COIDC. 

Pues  ya  M  pasada. 

•nvla  á  quien  con  secreto 

otra       esperanza,                         ^^^^H 

lo  sepa. 

intentó  darme  la  muerte,                   ^^^^H 

Bev, 

L'sa  confianza 

úue  enterneció  las  montaí^as,             ^^^^H 
dejándome  cual  me  hallaste.                ^^^^H 

de  ti  solo  quiero  hacer. 
Por  cristal  ves  mis  entrarlas. 

Conde. 

Quisiera  entre  peñas  pardas                 ^^^^H 

Rky. 

Iloy  has  de  partir. 

pasar  en  tu  compañía                          ^^^^H 

Coüiw;. 

At  punió. 

la  que  ff>ct  en  tu  cabaAa.                  ^^^^H 

Br». 

Que  si  tu  verdad  ensalzas. 

mas  temi,  que  el  perseguido                ^^^^H 

*  Violante  restituyes 

tiene  siempre  i  la  garganta                ^^^^H 

su  honor,  y  á  mi  toJn  el  alma. 

la       del                                           ^^^^H 

Sancho 

.    ^Asl  se  pasa  su  altera 

cuchillo  que  le  amenaza.                     ^^^^H 
Sirvo  ul  Rev,  y  quiere  agiora               ^^^^H 

sin  ver?  jNo  k  sobra  nada 
que  dar  i  quien  tanto  tiene? 

que á  Aragón  parta  maflina               ^^^^B 

RKr. 

lO)i.  Sancho!  ^CUimo  te  hallas 

sólo  á  aventurar  mi  vida                    ^^^^| 

en  la  cone? 

por  cieñas  sospechas  falsas.               ^^^^^ 
Ivn  lu  cabana  estaremos                     ^^^^| 

Sakoio 

.Mal.  seAor, 

porque  no  comn  en  tu  casa 

los  dias  ó  las  semanas                             ^^U 

sino  esperanzas,  manjar 

que  en  ir  y  •>(ú\  cf  pudiera                       ^^M 

de  poquísima  sustancia. 
Quéjate  de  Don  Ramiro 

ocupar.                                                   ^H 

Rev. 

Sancho.          '    ¡Famosa  tranl                    ^^^M 

tgd 


Vxixm. 


QUIEN  HABLÓ,  PAO/l 


To  biMoría  á  piedad  m«  muri-e. 
Ven,  tettar,  ordena  y  mandw, 
que  en  mi  halUrix  el  que  fui. 
¡Uh,  verdad  dñ  ina  v  iinial 
¡quií  o(e(tdida  vives  siempre 
«n  las  orles,  y  qut  amada 
en  los  miinie»,  donde  asistes 
lia&ia  que  é  los  cielos  pasas! 


JOfíNADA  TRRCEKA 


ESCENA  PRIMERA 

l\l  PiiT  Dr  N*v*i<pj  y  la  In/»mt4  ImCa  SlaIica,  m> 
/un^«  «•4ipd  ««nifiiiA,  >«/m  por  uta  patria.  Ut 
RUI»!  DK  Umw.  y  SAMon»,  an^M  rf*  c<i«fa«,(aJm 

Sahoio. 
Aqui  cstin  sus  allozas. 

lUv. 

Seat,  Ramiro, 
bien  vtnido. 

CONU. 

ScAor,  si  é  veros  llego, 
fcHi  suceso  aqui  dichoso  aspiro: 
que  vetift»  bien  he  conocido  luego 
que  b«e  \  ut-stros  pies- 

Rbt. 

De  nuevo  admiro 
lu  valor.  ^/ 

COMM. 

El  alma  c)ue  os  ootrego 
0%  dirá  c6mo  oi  sirven  mí»  iMltades. 

Riy. 
^upisic  de  verdad? 

CONM. 

Y  mil  verdades. 
Ll«t\i¿  A  Aragón  al  tiempo  que  salia 
la  Reina  antes  que  el  sol,  como  iu  aurora, 
dando  hermosura  al  campo,  luí  al  día. 
va  de  todo  divina  veiKedura. 
NumerQírf>  «Kuadrún,  que  ordena  y  ^ula. 
luciente  iinis.  que  con  loi  rajos  dou 
del  cdtKllo  que  etparce  por  el  tiento, 
su  beldad  me  dijeron  r  su  intento. 
De  lus  deipreciot,  (tran  xftot,  quejosa, 
sus  Rentes  mueve  con  valor  divino^ 
y  el  limpio  acero  ciñe  valerosa, 
ya  retrato  de  Palas  pere(;rmo: 
pienuí,  %cfi(it,  que  estaba  mis  hermosa 
cuanto  mis  enojada  la  imagino; 
extremo  de  beldad  que  la  asegura 
si  d  enojo  escurtcc  U  hermosura. 
Veloi  caballo  oprime.  Hilo  dvi  tiento, 
criado  en  las  riberas  andaluces, 
blanco,  por  ser  del  sol,  en  cuyo  asiento 
Mlió,  dando  i  la  tierra  nucv«s  tuces. 
Temblaran  de  su  brío  j  ardimiento 
con  que  alentaba  «us  crittianu cruces 
ciuntas  moriscas  lunat  tiene  Eipaila 


hasta  la  grao  ciudad  que  Genil  baüa. 
Llegó  Violante  i  Ebio;  el  claro  rio 
suspendió  de  sus  aguas  la  corríenie; 
cuajó  el  vapof.  en  v«  de  otro  roclo. 
perlas  que  (tuiímecitron  el  Oriente; 
coronúdc  (aimln  á  su  albedrio 
y  de  claveles  U  sagrada  frente: 
vuelve  la  Primavera  i  sus  pensiles 
vertiendo  rayos,  deframando  Abnies. 
¿Qué  le  podrí  decir  il  vuestra  alteza 
de  su  hermosura,  pues  me- atrevo  en  vano, 
que  ha  de  anegar  el  mar  de  su  be1l>''a 
la  misma  esfera  del  in^nio  tiumanu? 
Si  la  estampa  rompió  naturaleza 

áquiCn  pusUilc  juzgó  la  autora  mano 
e  perfección  iguaír  Mal  me  dovelo, 
que  el  cielo  ha  de  acabar  lo  que  es  del  cUlo. 
^  ÍDéUwnrilrmn.) 

Rbt.  caparte  «(CoaJe.) 
Yo  admiro  en  lu  retrato  su  hermosura. 

jNorable  cncarocerl  Si  el  alaballa 
nace  de  amor,  icrríblc  desventura. 

Rer. 
K  ntrc  pintura  vuelvo  il  contemplatta. 

DoSa  Bl.ASCA.  lApúrír.t 
Viola,  «s  hermosa;  hoy  muere  mi  cordura 
á  manos  del  silencio,  ^ufre  y  calla, 
cobarde  corazón,  si  entonces  fucnr 
diste  la  vida  A  quien  te  dtó  la  muerte. 

CoHnK. 
Infórmeme  de  todos  con  s«r»lo; 
supe  que  vive  el  Conde,  y  que  atrevido 
ai  cielo,  A  su  valor,  i  su  respeto 
noble,  un  traidor  cobarde,  fementido, 
la  causa  fui  de  tan  coiitrario  efeto. 
Con  su  engaflo  A  los  tres  os  ha  ofended», 
i  ti,  i  la  ReiiU,  al  Conde;  porque  todos 

t urden  quejarse  por  diversos  modoi 
a  Reina,  de  la  ofens»  que  (e  has  hecho, 
sintiendo  mal  de  su  vtnud:  el  Conde, 
del  nombre  indigno  de  tu  noble  pecho, 
si  el  castillo  i  la  culpa  corresponde: 
tu  alteza,  puesio  en  tan  notable  estrecho 
con  tan  fiirii.i»a  uuerra.  pues  adonde 
llega  con  tal  pi>d<f  la  Rejiia,  luego 
pul>li<.a  su  njior  i  sangre  y  fuego. 

Rev. 

Forzosos  son,  Ramiro,  mis  enojos, 

porque  podrá  Violante  hacennc  guerra 

con  los  nermoM>S  rayos  de  sus  ojos 

mis  que  con  sus  solilnJos  en  mi  tierra. 

Publique  su  victoria  l'js  despojos 

<|ue  en  mi  rendido  pecho  amor  encierra. 

oespiiís  que  tu  alabanza  y  mi  deseo 

destiaccn  el  engaño  en  que  me  veo. 

Salga  mi  g«i<te.  no  i  estorbarle  el  paso, 

i  prevenirle  si  dichosa  entrada. 

Llegue  el  v>l  de  AfaKÓn  ii  hacer  SU  ocaM 

en  mis  braztis,  purt  bella,  aunque  enojada. 

^adosa  GcntirA  que  ya  me  abraso 

con  alma  amante  a^ora,  si  culpada 

de  aquellos  pensamientos  atrevidos. 


JORNADA  TRRCEKA 


107 


que  amor  hiere  lumbién  por  los  oMos. 
Mi  itenetal  U  nombro  en  tsta  empresa. 

fvo  he  de  ^er.  Kumiro,  lu  soldado. 
ne>a  me  Jj  el  ¿tiea,  dale  priesa: 
hoy  al  campo  saldréis,  y  yo  A  tu  lado. 
Tu  aumento  empitia.  y  mi  cuiíiado  ccm 
si  me  conduces  d)oii<lc,  disítmáo, 
pueda  ver  i  la  Reina. 

CúNO£. 

Sox  tu  hechura. 

Rsy. 
"en.  y  dirisme  más  d«  su  bcrmosura. 
Hermana,  adió^. 

Do9a  Blanca. 
ti  guarde  a  vuestra  alteza 
iVétttt  Rtj  cam  tu  «wnpaa4i<if«nl«.t 

ESCENA  rt 
Et  CewD*.  DoA*  Ikuic*  y  Saucim. 

SANCiro. 
SeAvr,  la  Reina  viene. 

Conde. 

jQuJío  lo  igrora^ 
Gerto  aviso  he  Unido. 

Sancho. 

Tu  agudeza 
tola  pudiera  haber  fingido  agora 
el  viaje  que  has  dicho. 

(faic  dntfiínio  tt  Coad»  poto  4  poco^y 

Do.^A  Blanca.  {Af^rii.) 
,;OEra  belteu 
I  de  escuchar  que  niabu  quien  le  adoraP 
^Lo  que  no  pudú  amor,  piudows  cíelos, 
contra  mi  honor,  han  de  poder  los  celoi^ 

Ramiro. 
Conde.     tDtunUi'iiit'i    Seftora  mia. 
D.'  Blan.  ^A  d^nJc  vais^ 

ICoMiG.  A  servir 

al  Rey.  Voy  á  prevenir 
mi  partida,  que  me  envia 
tu  alte»  i  estorbar  el  paso 
i  la  reina  de  Araiiin. 
D.'Blan.  Notable  satitracci<>fl 
tiene  de  vos.  (^'o  me  abraso.)     (.i^,) 
Si  es  cooio  vui  la  pinliis, 
es  intento  temerario, 
K  que  para  tan  jtran  contrario 

■  poia  defensa  lleviis. 

H  Aunque  es  tal  vuestro  valor, 

H  no  s¿  si  Bcicna  su  alteza, 

H  que  lan  superior  belleza 

H  es  fuerza  maiar  dr  amor. 

■^  Ldstima  tengo  de  vos, 

O» 


el  VI 


V  asi  el  peligro  os  advierto. 
Ha  ' 


G>NDK.      Ha  tanto  que  amor  me  ha  mu«no, 
que  yo  imapti»,  por  Dios, 
que  ya  no  ha  Je  hallar  en  mt 
vida  que  poder  quitar. 

D.'Blan.  SI,  porque  unto  alabar 
•so  mismo  <üce  aquí. 


Los  bellos  soles,  los  ojos 
tiraron  rayos  ó  flechas 

3ue  yendo  al  alma  derechas 
jcron  mortales  enojos. 
O  lodo  el  divino  cielo, 
digo,  el  rostro  que  retrata 
su  hermosura  ■. 
Cunde.  puien  me  mata 

es  fuefio  que  cubre  un  hielo, 
un  délo  hermoso  y  sereno 

que  en  mi  fulmina  rigores, 
un  Áspid  entre  las  flores, 
y  en  vaso  de  oro  un  veneno. 
D.'Blan.  ¿Tanto  rigor?  (VxJ/vfM  4  ir  rJCon^e.} 
Conde.  |Ay,dem!1 

D.*Blan.  (4/1,1  (Honor,  con  celos  no  puedo 

resistirme:  más  mi  mícdo 

me  anima:  yo  me  perdí.) 

Ramiro,  oye,  para  * 

(OettmtM  tí  CooM.) 

el  ligero  curso, 

que  pueden  sospechas 

lu  que  amor  no  pudo. 

Piírdansc  los  reinos, 

ya  lo;  iveniuro. 

que  es  vida  del  alma 

el  vivir  con  gusto. 

Publiquen  mis  males 

las  penas  que  sufro 

deíoe  que  mis  bienes 

te  hallaron  difunto. 

Reconoce  ingrato, 

adorado  injusto, 

que  huyesen  vano 

si  en  vano  te  busco- 
Negar  sus  pasiones 

supiéronlo  muchos. 

sospechas  ni  celos 

no  supo  ninguno. 

Sepan  que  te  adoro. 

publtquelo  el  mundo; 

morir  por  callar 

no  es  buen  disimulo. 

.Mi  bien,  no  te  ausentes. 

que  en  tan  fuerte  punto 

llorarin  mit  ojes 

efectos  tan  suyos. 

Cantarin  entonces 

sobre  arroyos  turbios 

viudas  lortolillas 

llorados  arrullos. 

Parece  que  ya 

al  alba  madrugo. 

bañando  ellas  rosas 

y  yo  eterno  luto. 

A  Aragón  te  vas, 

iay,  DiosI  no  le  culpo, 

que  es  Violante  hermosa, 

y  alábasU  mucho. 

Si  de  mi  te  acuerdas, 

q^ue  llegues  presumo 

cMfto  (Mra  veri  a, 

para  hablarla  mudo. 


■    kiujc  lalatcliglblt  cono  no  deba  di  UerM:  «j 
lodo  <l  divino  ciclos,  <[c. 
*    En  il  original <etp«ra*;fr(«t>iiidiiiS*blí. 


TTitiS,  pxaú 


No  bukiiaei  mi  mu«rt« 
cuando  el  atina  ocupo 
COniem piando  ausente 
la»  (¡lonas  que  tuvo. 
CoM>c.     Hermosa  señora, 
por  qukn  c)  buril 
del  sol  «n  su  esfera 
!>e  afrentó  de  ti. 
.MiLagrosa  imai^en, 
que  entre  oro  y  marfil 
tocó  la  azucena 
retacó  el  carmín: 
cazadora  de  al  mas. 
^quün  podrá  huir? 
que  es  cebar  con  glorU 
{{ctierosa  ardid. 
Cuando  muerto  estuve, 
mi  t»cn.  sin  sentir 
vos,  vida,  y  yo,  alma, 
nos  dimos  allí. 
Pagué  dv  contado; 
ya,  «que  me  pcdis? 
Sinalmu  y  sin  vos. 
jque  he  lie  ver  ni  oír? 
No  se  visla  el  to\ 
de  aceña  turquí, 
dejaldo  ¿  mis  ojos 
>juc  van  á  morir. 

bobcrana  Infanta,  i 

mi  gloríi,  advertid 
si  vososquedáis. 
^uc  yo  voy  sin  mi. 
ti  Rey,  mlseflor, 
me  manda  partir, 
amor,  que  no  parla, 
y  vos,  ¿quü  dccis^ 
Llorar  puede  el, sol. 
cerca  está  mi  ñn, 
que  el  rij;or  Ib  espada 
C4)l(!0  en  mi  cénit. 
Bien  hayan  los  celos, 
bienes  para  mi; 
Men  haya  la  ousencia, 
pues  puedo  decir 
que  ){ozo  por  e!la 
lo  que  nocrci. 

Hermosa  Tirrena, 

escúchame  tú, 

que  también  me  ausento 

refUdodeaxul. 

De  satisfacción 

no  lleno  un  almud, 

de  sospechas  si 

que  llevo  un  baúl. 

Quisiste  la  corte. 

lorxosa  inquietud 

donde  hallar  pensaste 

riquezas  del  Sur. 

Defiéndele,  amista, 

mira  la  virtud, 

aat  «n  la  corte  haya  gente 

de  CafarnaCin. 

.^'o  Quieras  que  yo 

pierda  la  salud 

si  r><i  yÉlape 

puf  saber  la  tu; 


ni  que  en  nuestros  monlvt 
casado  avestruz 
digiera  tinteros 
en  mi  juventud. 
Dicen  que  los  pavtos 
son  ya  de  común; 
cisese  con  e>(o 
algún  Bercebú. 
Si  del  caracol 
no  llevo  el  testuz, 

Sue  lo  temo,  j  uro 
Dios  y  A  la  cruz. 
OoMOE.     Cuando  Toriuns  y  valor 

del  uno  el  otro  envidioso 

quieren  hacerme  dichotOi 

es  mi  desdicha  mayor, 
D.*11la\.  Ivn  tan  dudoso  quedar, 

y  en  tan  forzoso  partir, 

¿Qui  has  de  hacer  por  mi? 
Cosos.  Morir. 

¿Y  tú  en  mi  ausencia? 
D.*Bi.Ax.  Penar. 

Coíioe.     Muerto  voy. 
D.'Blan.  Sin  alma  quedo. 

.Mi  bien,  ¿volverás? 
Conde.  MÍ  bien, 

adiós. 
D.*Blan.  Adiós. 

Sancho.  Vo  también 

voy  muerto,  mas  |es;  de  mi< 

(Vaiut  *t  Conde  y  Saaci 

l-SCENA   llt 

DdIa    ItLXIICA 

Fuese  al  tin.  Va  que  mi  estrella 
me  inclinó, ^a  que  homicida 
le  di  á  Ramiro  la  vida, 
porque  m«  mate  con  ella; 
si  ya  mi  honor  y  recato 
quitaron  á  amor  U  venda. 
SI  no  temo  que  se  entienda 
el  bien  que  estimo  y  que  trato, 

ácómo  en  tan  dudosa  calma 
ejo  que  partí?  ;Ay,  sospechas, 
riechas  de  amor!  ¡Qué  derechas 
llegáis  penetrando  el  almat 

KSCENA  IV 

Daii  flL«!K:i  1-  SAKcaO 

Sanckd.   «-Volvió  el  Conde  á  eslar  aquí? 

D.*BLAN.jQuiiCor>de? 

Sancho.  (.ipd>-rr.)        ¿Qué  hice? 

D.*Blan.  Responde: 

jno  %iencs  buscando  al  Conde? 

5A.i<:tio,  (Yo  buscando  al  Conde! 

D.*Bi.AN.  SI. 

Sancho.  Por  Ramiro  preguntaba. 

(I.a  Icnuua  se  deslizó,  iap<¡mi.) 
que  esta  en  agua,  v  descubrió 
el  secreto  que  guardaba. 
(Pesar  de  mi! 

D.'Blav.  Aiiuarda.  espera.' 

Sakcmo.  Vuelvo,  seAora.  a  buscar 
i  Ramiro. 


D.'Bla.s 

Sakchu. 

Sancho. 


D.'Blax 
Sancho. 


D.»Blan, 
Sanciiu. 


D.'BiAs 

Sancho. 


).*8lan. 

Saxcmo. 

CBlan. 

Sancho. 
D.'Blav 

Sancho. 

D.'Bla» 

Sancho- 


'UÍ«io  hablar 
contigo. 

Esuca  «IIk  fuera 
esperando,  mí  icrlora, 

Íuc  hoy  nos  hemos  de  pariir. 
nmei'o  me  has  de  decir... 
Voy  con  mucha  pn^A  agora. 
Soía  una  terciad. 

Ninguna 
puedo  sabir  que  le  impune: 
cuanto  ha  aue  «loy  en  la  conc 
no  he  licftaao  á  akanxar  una. 
Toma  esa  cadena. 

¡Fuerte 
ocasionl  ¿Cebo  me  pones? 
N»  saldré  de  luí  prisioitcs. 
iE%  (tamiru  <'x)nde^ 

.•\dv  ioric; 
»ie  ev  el  conde  de  tJrgel: 
no  Ramiro,  don  (jarcia 
es  su  nombre.  (;.\h,  Iciíjgua  mía,  iaji.í 
qué  poco  habéis  sido  nelM- 
Jpucs  cómo  tú  lo  has  sabido? 
Cuando  i  Aragón  le  mandó 
partir  el  Rey,  se  quedó 
en  mi  casilla  escondido, 
y  me  coniú  de  la  suerte 

3UC  la  reina  de  Arajjón, 
fuerza  de  una  traición 
Intentó  darle  la  muerte 
dorKJc  llegó  tu  piedad 
i  darle  la  vida. 

Admira 
su  historia. 

De  su  meniiía 
he  sacado  esla  verdad. 
Si  me  ha  engai^adu,  y  te  queda 
algo  por  saber,  mejor 
lo  sabrás  del. 
.(_Ap.)  .\ecioamor, 

ya  no  hav  mis  mal  que  os  suceda. 
¿Iréme?  ' 

Til  eres  discrcio: 
no  le  digas  nada  al  Conde. 
Como  en  un  mirmol  se  «conde 
en  mi.  que  soy  muy  discreto. 
.  Vete  con  Dios. 

r.\  te  guarde. 

{V«l*  Siovbo.) 

ESCENA  V 
DoSa  St-AncA. 

jA  d^ndc  vais,  confTsn/a, 

si  }a  con  necia  alabanza 

hará  de  mi  ¡imur  alarde?' 

.\Íi  atrevido  des*  arlo. 

jqué  espera  de  un  necio  amante.^ 

Si  del  favor  de  Viólame 

se  alabó,  .ique  hará  del  mío? 

¡Triste  dcmj,  que  w  fué. 

Jue  se  alabn,  que  ha  querido 
la  Reina,  que  he  perdido 
la  esperanza,  que  le  amí'. 
¿Daré  vuccs  que  en  mi  agravio 
Stispcndsn  los  airt^i"  iCiclwí; 
{dÍK  mi  amoi ,  ó  mis  celos? 


c'quv  lu!  necia,  ó  que  no  es  sabio^ 

^quejaiémcal  Rev  mi  hcrmanoí* 

¡A y,  de  m¡!  ¡quí  loco  error! 

si  ya  le  dije  mi  amor. 

que  ya  le  publique  ct  llano. 

¡Cielos!  ^cómo  en  un  ^uicto 

caben  traición  y  nobleía, 

en  mal  ingenio  mudttt 

y  en  fácil  lengua  secretea 

¡Qué  rigurosos  enoiosl 

^Poc  qué,  cielos,  ofendidos 

no  tapasteis  sus  oídos 

ó  no  ccgásiC'S  mis  ojtjs? 

Hn  vano  lloro  y  suspiro: 

jno  fuera  inCjor  morir? 

"ESCENA  VI 

DOIa  flLASCI  }■   (í«tl.l.A> 

EsTKt-A.    «No  quisiste  ver  pariir, 

seflora.  al  galin  Ramiro? 

Salió  gallardo,  y  con  el 

dfcen  que  va  de'  secreto 

el  Rey. 
D.'Blan.  ¡Qué  amoroso  cíeto! 

Pué  siempre  el  conde  de  l^rgcl 

un  ftallttrdo  caballero. 
Estela.    ^'Ramiro  es  Conde.^ 
0.'Bt.\».  ;Ay,dcml! 

Estela,  no  estaba  en  mi. 

¿Qué  haré?  <qué  remedio  espera? 

¿que  se  ha  partido  mí  hermano? 
Estela.    A  Aragón  dicen  que  va 

por  la  posta. 
D.'Blan.  j  Dónde  esii 

mi  resistencia,  que  en  vano 

me  defiende?  Llama.  Esida. 

en  mi  cuarto  i  nm  criados 

iodos:  ¡qué  extraños  cuidados! 

no  á  todos,  llama  i  don  Vela 

y  ádon  Sancho. 
Esrei-A.  Al  punto  voy. 

D.*Bi.AS.  Cobardes  aire\'lmÍcntos, 

¡qué  de  varios  pensamientos 

me  afligen!  muriendo  estov. 

Cunde,  espera;  ¡qué  bizarrú 

llegará  tu  estimación 

á  ostentar  en  Aragón 

presunciones  de  Navarral       fVatut. 

ESCENA  vrt 

La  KKUiA  DofA  Vi«t.AKTX,  iNuy  Mt Jcru,  cun  mantny 
vaf  iKre,  rtpaJa  y  lombrtn  toa  plamiui  Ricauso 
]'  Nulo,  coH  plumni  y  ídnifiu.'  Komiuoi. 

Rkika. 
Los  campos  de  Navarra  son  aquellos, 
y  este  es  el  postrero  llmiic,  suldadus, 
de  Aragón,  y  ya  espero  ver  en  ellos 
lodos  mis  escuadrones  alojados. 
La  ocasión  m<-  presenta  sus  cabellos, 
puerto  que  los  navarros  descuidados, 
no  de  vuestro  valor,  de  nuestra  guerra, 
no  previenen  defensas  de  su  tierra. 
Hoy  su  Rey  atrev  ido,  cuanto  necio, 
tendrá  de  su  locura  el  desengaño 


200 

y  yo  iBtitfACCi6n  de  tu  detprecjo; 
fuligo  junto  de  Un  toco  engafio. 

RKAMKt. 

Yo,  señora,  que  soy  el  i)ue  más  precio 
tu  MíA'icio,  prevengo  el  graic  Jífto 
que  puede  resultar  dnu  lurnBJj, 
que  e$  ya  menos  dichoM  que  acertada. 
No  quieren  Rey  los  de  Ara^ún,  Iralet, 
cxtrinjcrcí,  lu  amor  le»  llanuí  y  mueie; 
mira,  Kñora,  u  i  buscaik  salcií, 
qué  medio  has  de  lümar,  que  ai  le  atreve 

J^a  la  Ivy  que  milita  en  cav>s  talM, 
tiendo  i  quien  Kituir  la  común  plebe, 
lefia  padi-cc^ás,  fuc  el  pueblo  inquieto 

'  m  peioMDdü  el  temor,  pierde  el  rc&pelo. 

lUlSA. 

Kicardo.  ^dúnde  csid  la  valentía 
que  tembló  el  africano  en  su»  arenan, 
valor,  que  ya  con  la  opinión  vencía 
ganado  con  la  «anurc  de»a^  vena«? 
^Cómu  en  >u  patria  leme  quien  wlía 
ser  ausente  temido  en  la»  a)cnaí^ 
¿Va  villano  tumulto  o%  acobarda 
que  en  deshacer^,  lo  que  en  verme,  tardad 

niCANOO.    (Apúrlt.) 

Por  mis  remedios,  ciego  amor,  que  intento 
fuerte  rigor  Je  mi  falal  estrella, 
no  puedo  disuadir  tu  pensamiento. 
Si  i  casarse  ¡ay,  de  nit!  lletia  con  ella 
el  Rey,  iT\.%  esperanzas  en  el  viento 
se  Tundarcn:  ,:quc  hatú?  Violante  es  bella, 
grande  mi  amor,  si  su  desdén  exiraAo. 
Quiero  vul<  rme  de  uiro  nuevo  eneaAo. — 
No  ton  sólo  el  navarro  te  ha  ofen^do, 

U  fa  R»».) 
gran  sci^ora,  nc^ndo  tu  belleza 
al  cielu  d<-ios  solé»  atrevido, 
que  de  tu  hunor  la  lOberana  alte» 
humilla,  ofende,  culpa  inaJvcii>du, 
puesto  que  hoy  be  sabido  con  c«rieia 
que  vivecl  Conde,  y  que  con  £1  milita, 
y  en  su  senganxa  la  opinión  te  quita. 


QUIEN  HAn[.<^,  f>AOV> 


¿El  Conde  vive? 


«KL-xa. 


ttlCAKOO. 


Dile  mil  heridas, 
la  menor,  liera  y  menos  <.-»i>antovB, 
para  rendir  por  ella  dos  mil  vidas 
en  manos  de  la  muerte  rit;uiosa. 
Andaban  por  el  monte  divídalos 
tropas  de  ca  madores,  y  dudosa 
fortuna  me  obl:gó  á  que  le  dejase 
donde  Teobaldo  sin  morir  le  hallase. 
Hallóle  al  fin,  y  con  piedad  impía 
se  le  quitó  i  la  muerte,  deseando 
Kabcr  la  cau^a,  que  contó  Garda 
su  gran  matdid,  sobre  tu  honor  cargando. 
Esta  es  la  inrotmación  que  ya  tenía 
de  tu  grandeva  y  excelencias  cuando 
no  diu  audiencia  Teobaldo,  ya  ofendido 
de  lo  que  fu¿  por  £1  tan  pretendido. 


Kscutpa  tiene  el  Rey.  si  el  Conde  aleve 
tan  falsamente  le  informó  en  ofensa 
de  mi  opinión. 

Kii'Aauo. 
Ya  la  pasión  le  mueve, 
que  no  tiene  lu  agravio  recompenso. 
A  tu  de;dad  igualmente  se  atreve 
quien  lo  cree,  quien  lo  dice  y  quien  lo  piensa: 
y  asi.  seAoia,  el  Rey  te  ofende  al  doble, 
que  Oiis  injuria  y  honra 'el  que  es  mis  nobk. 

Kei.SA. 
Dccit  bien,  y  de  mi  villano  Coisdc, 
atrevido  i  ini  honor,  panente  ingrato, 
pues  un  mal  á  su  sangre  corresponde, 
de  au  nuevo  Castigu  sólo  trato, 
no  de  casarme  ya.  Si  el  Roy  le  esconde, 
no  le  podrí  guardar  con  tal  recato 
que  no  llegue  el  cuidado  &  la  venganza: 
va  el  ciclo  me  asegura  csia  esperanza, 
í^uicn  me  entregare  al  Ccjnde,  preso  ó  muerUv^ 
ese  ha  de  ser  mi  esposo.  Caballeros, 
i-ste  es  mi  inicnio;  ya  d¿l  os  adnerto: 
manchad  en  su  vil  pecho  los  accius. 
Por  mi%  seguridad  de  este  concierto 
mi  palabra  real  quiero  ofreceros, 
que  siendo  noble  ^oimi  mi  mano 
quien  me  diere  vcnjian^  j  del  tirano. 
Haceldo  publicar,  sépanlo  todos. 

RtCAHIM. 

('uerdo  consejo  tomas.  (¡Cielo  santo!         (. 
¡por  qu4  pensados  y  diversos  modos 
mcdwel  bicnquediiíuultu  tantot) 

NuSo. 
Sangre  ilustre  me  anima  de  los  godos 
á  tal  empresa.  No  me  causa  espanto 
que  se  ampare  del  Re) .  Bus^aié  al  Conde, 
M  un  sus  senos  la  tierra  no  le  esconde. 
Yo  me  paño  i  servirte^  (Vtutj 

Ricardo. 

Y  yo,  scAora. 
nuevo  valor  ofrezco  en  tu  venganza 
ü  corro  cuanto  el  sol  alumbra  y  dora. 
(Aunque  va  bien  segur*  mí  esperan»,  (Ay ) 
pues  mueno  el  C^nde,  como  es  cierto,  ahor 
mi  nue^a  industria  la  curon  >  alcanza. 
El  cuerpo  buscara  en  aquel  desierto, 
que  basta  que  le  ttatga  preso  ó  muerto.) 

(fat«n.icarJo.) 

ESCENA  VIH 
L»  Kaiaa.  l»*g»,  XuttN,  ivMarfa. 

ReiHA.  Si  es  de  muíer  mi  venganza, 
también  es  fuerte  mi  ofensa, 
pues  no  pueden  mis  pedides 
ni  olvidarla,  ni  temerla. 

XiHís.     De  un  caballo.  h>jo  del  viento, 
un  caballero  se  apea, 
á  quien  tan  sóluacompaAs 
un  criado.  A  v  ucsira  alteza 
del  pane  del  Rey  nos  dice 


■ 

JOKKADA 

TERCERA                                                         aOI 

^^ 

<|ue  quMre  h>b!ir. 

he  >«bid(i  que  en  mi  ofensa 

■    RsríiA. 

Cq  mi  iiend& 

ampiraen  tu  reinoahora. 

^P 

enlr^él  no  más. 

Rív. 

Ha  enitaJado  i  vuestra  alteza 
quien  dse  que  el  Hey  al  Conde 
(avorece,  sabeO  piensa 

■       XlMiK. 

iOirigUH*o$tal  Hey.)  Enifid  solo. 
()u«  )  11  os  «guarda  la  Reina. 

K 

H 

qtie  esté  en  Navarra. 

H 

Rll.'«A. 

Dacilde. 

H 

ESCE.NA  IX 

que  hasta  qu«  el  Conde  parsica 

H            DvcHM  f  ti  wxi  a*  K*vA«HA,  mar  g*lén 

h<  propuesto  no  casarme, 
y  sólo  quiero  que  sea 

^M 

(0*  bola*  r  upttla*. 

V 

ini  «spo%o  quien  me  le  diere. 

Btv. 

bcM>  loi  p*ei,  Knin  tíAora. 

ó  preso  ó  muerto,  en  m'n  tierras: 

KtlKA. 

Aliad. 

si  el  Rev  eslima  mi  mano, 
búsquele. 

Riy. 

(Ap.)(lt>ivina  belleza! 
Pocu  la  alat>6  Ramiru, 

Rzy. 

Su  dili||enci> 

y  mucho  miniió  íu  ofenu.) 
El  Rey,  mi  suñur,  ícAora, 

veréis.  Kílora.  y  que  estima 

daros  gusto:  pero  es  fuerza 

dice...  (\*y,  Diosl  111  di|era 

que  aunque  no  parezca  ei  Conde 

un  nucvu  «recto  de  amor!)  C^) 

os  caséis.  Saber  quisiera, 

(tSINt. 

íQuí  dice  el  Rey? 

si  csio  no  fuese  rásible                               ^^m 
oue  hará  pur  el  Rey  la  reina                       ^H 
de  Aragón?                                              ^H 

Rev. 

Que  le  pesa 

Je  habcfot  dado  ocasión 

de  que  Clin  \»n  dura  Kucrra 

Kkima. 

Lo  que  os  he  dicho,                ^^| 

le  ■menacíiv  porque  teme... 

mi  resolución  es  csu.                              ^^| 

Rkina. 

^Qu¿  teme? 

(VdnM  fa  Helaa  y  Xlni4a.  Sait  it  CettdaJ          ^H 

Rbv. 

Morir  en  ella, 
que  »  poderoso  el  coriirario. 

■ 

pues  con  divinas  fuerzas 

ESCENA  .\                                 ^H 

■ 

no  liay  mi'ittncias  humanas. 

t:i  KNT  OB  N*VjUI»A  r  (i  COSOa  OK  ÜMSL.                           ^^H 

si  vuestra  alicia  pelea 

^^^B 

^^^H 

con  vivos  ra)Cñ  que  abiasao. 

CumjE. 

Cuidadoso  me  ha  tenido,                         ^H 

^^^B 

con  bellas  luccí  que  ciegan. 

cspcraitdo  como  oucda                            ^^| 
de  sus  enojos  Vio  ante.                            ^^| 

^^^^ 

estos  CR  soles  hermosos, 

1 

'  en  claros  cielos  aquíttas. 
.isonías  después  de  afccivios 

R»r. 

Ni  piadosa,  ni  severa,                               ^^| 

■^      RllMlk. 

y  yo  mis  enamorado:                                 ^^| 

no  me  obliuii.  piit-s  mernsrflan 
que  antes  luenn  alabanzas 

es  hermosa  y  es  discreta.                         ^^| 

B 

Mintieron  mis^nsamientos                    ^^| 

^K 

las  que  ahor4  mu  afrentas. 

y  mintieron  mis  sospechas,                      ^^H 

^^^_^ 

Suspenda  el  temor  el  Kcy 

mintió  el  vil  que  me  engafió,                      ^^H 
y  miente  quK'n  no  conoesa                            ■ 

^^^^k 

si  no  le  eNpantii  por  fea, 

^^^^k 

que  esta  es  li  mavor  balalia 

que  puso  advertido  el  cielo                             1 

^^^^H 

que  lemió  siempi'e  su  alteza. 
DcciMequca  las  mujeres 

todo  su  retrato  en  etla.                                   1 

^^^H 

CoM>i:. 

Se^i^tn  eso,  mis  vcrd*d«s                                1 

^^^^1 

mu)'  pocos  discretos  llettan 

ya  tu  desenftaño  aprueba:                              1 

^^^^H 

con  tan  claros  desengaños. 

dichoso  he  smIo  en  servirte.                               M 

^^^^1 

ni  con  verdades  tan  necias. 

Rtv. 

Y  TO,  Ramiro,  lo  fuera                               ^^B 
si  noy  mereciera  su  mano.                       ^^M 

^^^^P 

que  aun  del  Itcmpo  no  U>  suffco, 

^^^1 

y  que  su  alteza  pudiera 

Co.-toi. 

¿Pues  quién  lo  estorba?                           ^^| 

dar  otra  causa  á  mi  agravio. 

Reí. 

Mi  estrella.            ^H 

si  no  :iiii  juiíla,  mi.s  cuerda. 

Pídeme  el  conde  de  Urgel,                        ^^| 

Rey. 

Dircle  al  Key,  vive  Dios, 

i  quien  dice  que  en  mi  tierra                   ^^H 
amparo  en  ofensa  Suva,                         ^^^M 
y  dice  que  e»ti  resuella                       ^^^H 

\a  necedad,  vuestras  auejas, 
su  engafío,  vuestro  valor. 

su  dicha  V  1  uestra  belleza. 

en  no  casarse,  hasta  tanto                      ^^^H 

Discúlpi'lc  que  os  adora. 

que  ya  en  su  poder  le  tcn^a.                      ^^H 
t^n  tan  grande  extremo  sigue                  ^^H 

^  que  ya  rendido  Ilesa 

a  vuestros  pies,  donde  humilde 

este  inicnto,  que  se  cnife([a                         ^^H 

vuestras  victorias  confiesa. 

á  si  misma  al  que  le  diere.                        ^H 

Las  cadenas  de  Navarra 

preso  6  muerto,  su  cabeza.                       ^^1 

ris  rinde,  twrque  con  ellas 
al  carro  de  amor  le  atéis. 

COKOC. 

iCran  rigor!                                           ^^^| 

Rkv. 

Y  gran  venganza.                 d^^^H 

que  es  duke  prisión  que  espera. 
Csto  os  dittu  de  su  parte; 

MuicT,  al  fin.  iQuién  supiera                 ^^^H 
del  Conde,  Ramiro  amigo,                      ^^H 
queadoro  ya  subellextt                              ^^H 

jqu¿  t«  diré  de  la  vuestra? 
Que  cuando  pensé  acabar 

Reina. 

<No  dijiste  que  vivía?                                  ^^M 
Pícete  por  cosa  cteru                               ^^H 

nuestros  enoios,  se  aumentan, 

CONDB. 

puesto  que  al  coode  de  Ur^^l 

en  Aragón,  pero  nadie,                             ^^H 

^^^■^KhhI 

HH 

mm^^^^^M 

^^^^^^3                          ^^^^^^^SlEN                                                                              ^^^^^ 

^^^^^,                dcspué»  iiiiu  quiso  U  tteina 
^^^^^1                m>urk,  ha  ?tibÍ(lo  tlondc. 

los  ardides  s«  permiten            ^^^^| 
cuando  no  va  en  las  fucrias.         ^^M 

^^^^^F                Solamente  m  inottncu 

ltl.V. 

¡Oh,  cuánto  debuá  Iü  ingenio!       ^H 

W                              el  pueblo  publicji  á  vocn. 

Co>t>E. 

í-tp.y  Hoy  quiero  dur  a  la  (teína      ^H 

^^^         (tnv.          1.a  de  Dioi  hibla  por  ellos. 
^^ft                         Yo  quiero  poner,  Rimiro, 

digno  esposo.  }  mis  lealtades          ^H 

quiero  que  conozca  y  vea              ^H 
a  pesar  de  sus  rigores.               ^^^H 

^^r                      mi  vida  y  mi  díliKencia, 
W                           y  bu&car«l  Conde. 

Aky. 

Ouiero  volver  á  su  it«nila.        ^^^H 
Ramiro,  vamos.                     ^^^H 

^            Conde.                                  Aguarda, 
^^^                    oye  una  traía  y  ¡qu¿  buena 

Conde. 

Ya  05  sigo.       ^^^H 

^^K^^               para  que  logn'N  tu  inlsmo! 
^^^^K              La  Rnna  $¿lo  desea 

Bkí. 

Amor  me  anima  y  le  eascfta.  (Vaa^H 

^^H 

^^^^H              Que  parcics  el  Conde.  í  Tin 
^^^^^B              de  que  el  i  ulgo.  que  condena 

^^M 

ESCENA  NI                 ^^M 

^^^^^H               siempre  por  sus  presunciones 
^^^^^H               sin  que  la  verdao  entienda. 

^^^^^H 

XiuÍJi.               ^^^^H 

^^^^^H               %Íendo  que  está  vivo  el  Conde 
^^^^H              se  satisfaga.  ^  la  ofensa 
^^^^H               que  ha  pülecido  su  honor 
^^^^H               por  lan  indignu  sospecha» 
^^^^^1                de  su  majestad  rcil, 
^^^^^^              cuyo  nombre  en  la  estrellas 
^^^^^1               tiene  atiento,  it  castigue 
^^^^H              conui;iendo  el  autor  della. 
^^^^^1              El  Conde  y  yo,  eran  seAor. 
^^^^^B              desde  nuestra  edad  primera 

Reina. 
XmÉ-i. 

Reí  KA. 

¿Qué  dioes,  .Ximén?                 ^^^| 
Que  espera      ^H 
señora,  el  R«y  que  le  des          ^^^H 
licencia  de  verte.                      ^^^H 
£lcs               ^^H 
lodo  extremos:  no  q^uisiera        ^^^1 

XlMÉN. 

Runa. 

que  (c  engallaras,  Ximén.              ^^ñ 
,-EI  Kev  en  mi  tienda?             _^^^M 

jVWtele  tur                             ^^^M 

^^^^^1                nos  criamos  siempre  jumos. 

XlHÍN. 

Yo  le                   ^^^1 

^^^^^1               porque  su  vasalla  era 
^^^^^H               mi  padre.  Di<^iios  el  cielo 

Rkina. 

jY  etiís  informado  bien          ^^^^| 
de  que  es  et  Rey?                          ^^M 

Sus  cri'ados           ^^^1 

^^^^^B              tal  conformidad,  <|uc  apenas 

XiMÉN. 

^^^^^P              en  nuestros  rostros  se  vieron 

«^             ^p             ^^*iv^                          ^^^^^^^^^^^^^H 

^^^^^1                conocidas  diferencias. 
^^^^H               Mii  veces  por  él  me  hablaron. 
^^^^H               Kinja  «hura  vuestra  aliexa 
^^^^H                con  la  Reina  que  soy  yo 
^^^^^^              el  Conde,  oue  ya  me  enire)^ 
^^^^^1              en  su  prisión,  vuelva  á  hablarla, 
^^^^^H                que  en  viéndome,  seri  fuerza 

Reina. 

lu  dicen,     su  persona,              ^^^H 
bien  digna  de  su  corona.           ^^^H 
aM-Kura  tus  cuidados.                ^^^H 
Entre  el  Rev.  Pon«d  aqtli        ^^^1 
dos  sillas.                                      ^H 

^^^^^B              que  me  tensa  ú  mí  por  él. 

^y 

^^^^B                y  que  en  esie  engaño  tenga 
^^^^^f              la  satisfacción  que  busca. 

ESCE.VA  Xll                      ■ 

^^^^F               Vos  podréis  desta  manera 

Klciws  y 

DoSABi.tscjt.rnd'afrifffiíIrfn.Das  StscDo 

^^^^B                decir  que  ya  habéis  cumplido 

jr  Dos  VllLA.                                                    1 

^^^^K               con  lo  qué  pide,  y  que  sea 

^^B 

^^^^^f              vuestra  esposo. 

b.»BLA> 

(¡Rara  belleíai)                 ^H 

^^^^Rir.                               ¡Aguda  traza! 

Déme  á  besar  vuestra  alteza          ^H 

B                           ^Y  si  acaso  no  conciertan 

su  mano.                                       ^H 

^^K                        tus  razones  con  las  su\ as, 

Reina. 

Démela  á  mi                       ^H 

^^H                       de  la  suerte  que  pudieran 

vuestra  majcsiad.                             ^H 

^^^                      las  mismas  del  Condcr' 

D.*BLA^ 

No  en  vano        ^H 

U                 CoM>K.                                                     Yy 

i  tan  valiente  enemigo                     ^H 

^^_                        tuve  curiosa  advertencia 

la  pido,  pues  que  k  obligo             ^H 

^^B                       de  saber  lodo  el  suceso. 

sólo  con  tomar  su  mano.               ^^| 

^^B                      y  ascuuro  que  la  Reina 
■                               no  advierta  el  engaño. 

A  mi  amistad,  que  recelo,         ^^^H 

y  i  tan  peligrosa  guerra             ^^^H 

^^        Hby.                               Vdime: 

no  está  seguro  en  la  tierra        ^^^1 

^^B                        luego  que  Violante  sepa 

i  quien  amenaza  el  ciclo.                ^H 

^^^^^                que  he  sido  yo  quien  a  engasa, 
^^^^K                de  que  tendrl  justa  queja. 

Reina. 

(,ip.)  (Gallardo  mo):u  es  el  Rey,       ^H 

y  no  parece  tan  necíii                       ^H 

^^^^H                       me  hu  de  culpar  A  mi. 

como  mosiró  en  su  desprecio.)  ^^^H 

^^^^V                cosa  indigna  en  la  grandeza 

Yo  debo  por  justa  ley             ^^^^k 

^^^^B                de  la  majestad 

estimar  %  uesia  amistad,            ^^^^| 

^^^                     ouc  siempre  verdad  profesa? 
K              CoNDt.      Después  de  una  vei;  casado. 

pero  no  olvidar  mi  agravio.       ^^^H 
.  Poco  amante  y  poco  sabio              ^H 

D.'Bi.Af 

^^m                      ni  taufendevucstra  alieía, 

ofendí  vuestra  deidad;               ^^^^| 

^^H                      ni  se  ofende  á  si.  Demás 

si  hien  fue  justa,  seflora,          ^^^^| 

^^^^H              que  en  lao  amorosas  guerras 

la  Causa  do  tal  efecto.              ^^^^| 

I 


I 


¿JUSUl,  mAot? 

Yo  os  prometo 
<^ae  aun  U  cslov  icmiendo  ahora. 
Según  eso,  ^lodavia 
os  parece  mai^ 

Por  Dio*, 
que  soit  un  ingel:  de  vo* 
nuda  sut  rayos  el  dU. 

IteiMA.      ,;PueK  qai  ot  obliga?  ^Dc  dúndc 
nació  el  n'i  halicimc  quccidu? 

O.'Blan.  DiJL^ronnie  que  había  sido 
mi  conifutiu  ciefiu  Conde, 
á  quien  diú  vue»iu  lavor 
alreiiinienio  tn  nii  ofensa. 

Reina.      Mucho  se  engaña  quien  pictiu 
lal  bajeza  de  mi  honor. 
Hallé  en  el  conde  de  l-tgcl 
satisfacción  para  dalle 
mis  papd<->:  quise  honralle, 
pero  luego  que  vi  en  el 
lan  bi/arf'.is  pensHmicnioSi 
castigué  sus  cuníinniai, 
y  sus  necias  cspetanías 
desvanecí  por  Vos  vientos. 

D,*Bl».s.  ^Quc  cr*  tan  indigno  el  (U>nde? 

FItiKA.      tía  mi  vasallo,  y  inl, 

que  na  eüuviera  i  mi  mal 
hacerle  Hey.  Ya  os  respondo 
mi  verdad  y  su  casii);o; 
tcstÍ|tos  ha^o  a  los  ciclos. 

D.^Blan.  Quiero  asegurar  mis  ^etos 
y  que  os  (le<:Iar¿is  coniní^, 
y  que  lomemos  acuerdo 
en  nuestras  bodas. 

ReiNa.  Si  al  Conde 

me  enir«tÁis>  pues  que  le  esconde 
vuestro  favor... 

O.'Blas.  (Va  me  picrdo-> 

¿No  >t:ti  mviur,  scAora, 
que  ase^iure  mis  temores, 
ya  que  de  vuestros  rigores 
s«  ha  librado  ausente  ahora? 
Tratad  de  mi  pensamiento: 
ya  estoy  rendido,  por  Dios, 
,  á  vuestros  ojos. 

Ruma.  De  vos, 

de  vuestro  aircpeniimienio 
y  vuestro  honesto  deseo 
no  podre  quedar  quejosa. 

D.'Bi.AH.  Por  Dios,  que  sois  muy  hermosa, 
y  mis  mientras  más  os  veo. 
¿Qüí  vi  parezco  yo? 

Reika.  Muy  b(en; 

que  aunque  me  quiera  vtngar 
en  vus,  no  tienen  lugar  \ 

ni  el  desprecio  ni  el  desdén. 

O.'Blak.  Bisóos  por  este  favor 
tas  manos. 

RkI!>a.  Vuestra  he  de  ser. 

D.*Blan.  Macana  os  volveré  á  ver. 

ItiiNA.      V  yo  os  espero,  seAor. 

D.*Bla.s.  El  cielo  os  (guarde. 

fttiXA.  Id  con  Dios, 

ijue  ya  con  el  alma  os  sÍro. 
Lo  mismo  es  iros  conmi}^, 
[teína,  que  quedar  con  vos: 


con  tal  igualdad  podéis 

liar  vuestro  amor  de  mi. 

En  fin  ¿va  me  qucrfis? 
ItaiHA.  St. 

D.'Blan.  ¡Qu¿  mal,  señora,  escogéis! 
ReiKA.     Ames  al  cielo  a^rade^co 

el  poderos  merecer. 
D.'Bla».  I'or  IJio^.  qiiequi>iera  ser 

eso  mismo  .¡iie  »>  pamco. 

Vjinos,  Doii  Vela. 
D.  Vela.  (.1^.  ii  lioAa  ftliiFca  )  Señora, 

esto  que  cmptind<.-is  me  admira. 
D.'Bla.n.  Calla,  que  desta  mentira 

saqué  uní  verdad  ahora. 

Muy  pieslo  sabréis  mi  intento. 

Sigúeme. 
R>ixa.  Ucstos  enojos 

ni  puedo  apartar  los  ojos, 

ni  apartar  el  pensamiento. 

I  t'«nir  (K>Aa  lllin<a,  l>iM  VeU  y  D.  SiikIia.) 

ESC;b'NA  Mil 
La  Knxx.EIKiii  ytll'Anatfatioltiporoteiifartt. 


Hev, 


CuHDE. 


RaiNA. 


CONtlE, 


Reina. 

COKOE. 


No  puede  ya  vuestra  alteza 
negar  al  Rey,  mi  se/lor, 
pues  le  merece  su  amor, 
el  premio  de  su  belleza. 
Nadie  después  de  ser  él 
tan  digno  de  vuciira  mano 
os  obliga,  pues  es  llano 
que  ya  os  da  a)  conde  de  Urge!. 
Preso  os  lo  entrego,  llegad, 
Conde. 

A  vuestros  plescstor, 
y  d  mismo  que  he  sido  soy 
en  nobleza  y  en  lealtad, 
y  siempre  humilde  vasallo 
vuestro. 

No,  sino  enemigo. 
Pero  ya  que  mi  castigo, 
por  las  Qtcnsas  que  callo, 
n^  puso  fin  á  tu  vida,. 
Yo  tengo  mano  y  acero. 

Venturosa  muerte  espero 

con  tan  piadosa  homicida, 

pero  sepa  yo  la  culpa 

parque  lal  cuiíko  aguardo. 

Pregúntaselo  á  Ricardo. 

Esa  es  mi  mayor  disculpa. 

Pero  para  qué  la  acierte. 

pr^untirsclo  es  mejor 

á  su  envidia,  i  tu  favor, 

primer  causa  de  mi  muerte. 

Sabe  mi  inocencia  el  cielo. 

tu  engaso,  y  la  vil  malicia 

del  traidor.  A  su  justicia 

de  tus  rigores  Jípelo. 

Mira,  si  quiere  ampararme, 

que  en  trance  tan  peligroso, 

tu  poder  y  un  envidioso 

aún  nu  han  podido  matarme. 

lAptrit.)  Bien  finge  Ramiro.  Kl  Conde 

ha  pensado  que  es,  sin  duda. 

jOh!  ¡Cuinig  el  ingeolo  aytKlal 


l¡t;lK<e  HABLÓ,  PAG¿ 


Ruina. 


Runa. 


jQu¿  bi«n  i  unIo  mpondd 
CoKM.     £«0  es  verdad.  Vuestra  slUza 
veri  que  no  U  ofendí. 
RKardo  lo  diri  asi, 
ó  aquf  tiene  mi  cat>oia. 
lAjuriri  Parece  que  ya  co  mi  pecho 
halla  lugar  su  razón. 
¡Oh.  primera  información! 
\Quí  de  venf^anzas  has  hecha 
mjuilas!  Ya  he  conocido 
que  le  importa  al  poderoso 
cuando  escuchare  un  quejoso 
guardar  siempre  el  otro  oíoo. 
^^rart^all^ty.)iQai  te  parece,  seílor, 
I»  finjo  bien? 

Por  exircmo. 
¿Qüi  diré  al  Rey?  Porque  tcino 

tA  la  H«<n>.) 
que  no  os  obliga  su  amor. 
Todo  el  disgusto  pasado 
he  puesto  en  pe fpctuí  olvido 
si  bien  conmigo  na  tenido 
mucho  de  desconfiado. 
A  (oda  satisfacción 
me  ha  querido  por  mujer, 
pues  hasta  venirme  i  ver 
no  tomó  resolución 
de  ser  mi  esposo. 
{Ap'rtí)  Por  Dios, 

que  me  han  conocido  ya. 
lAptrfiii  Rey.)  Ya  mertos  furiosicstá. 
Si  quiere  y  qucrfts  los  dos, 
()ue  es  lo  mismo  que  desea, 
vuestra  alteza  hable. 
(A  u  ReiD*.)  So  ha  sido 

desconfianza;  he  querido 
que  también  á  mi  me  vea 
vuestra  alteza  para  dar 
4  tus  ofensas  ventanía, 
porouc  adonde  el  suyo  alcanza 
jqué  valor  puede  llegar? 
Mitad  cudn  lejos  estoy 
de  ofender  vuestra  hermostira: 
hoy  que  llego  á  tal  ventura 
podre  decir  que  el  Rey  soy.  íCkbmt.} 
¿Voi  sois  el  rey  de  Vávarra? 
Parece  que  os  na  pesado. 
Yo  soy. 

Pues  han  me  engañado. 
Vongan/a  ha  sido  bizarra. 
Digo  que  cn^jjii^ada  he  sido. 


Rkv. 


Runa. 

Rzy. 


Reina. 

Ret. 

Rbixa, 


ESCENA  XIV 


'.tWIBI.f*  In/^tla  DoMa  Blanca  y  Don  VsLA.fiir  m 
Jtlltmt»  ai  r4r  al  Rey. 

D.  VetA.  ¿D6aáe  vuelves? 
D.*Bl*.h.  a  buscar 

uo  hombre  que  he  visto  entrar. 

ÍM\  hermano!  Yo  me  he  perdido. 
O.  VeUl.  El  Rey  está  aquf,  señora; 

^qué  habeoios  de  hacer? 
E>.*Bi.ai(.  Don  Vela, 

DO  te  lurbM. 


D.  VatA.  Ya  recela 

mi  temor. 

D.'Blax.  Déjame  ahora. 

Digna  reina  de  Aragón, 
i  quien  se  debe  ule  nombre 
por  rrína  de  la  hermosura, 
escúchame,  y  pues  me  oye 
vuestra  alteza,  Invicto  i^y 
de  Navarra,  aunque  le  enojo 
mi  airrviiniento,  disculpe 
yerros  oue  son  por  amores. 
boAa  Blanca  soy,  infanta 
y  hermana  suya,  i  quien  ponen 
en  esiB  ocasión  desdichas, 
V  en  este  traje  temores, 
t^nire  unas  soberbias  peíias 
que  de  un  elevado  monte 
coronan  verdes  lentiscos 
y  ciñen  ilustres  robles, 
hay  un  campo  en  quien  el  cíelo 
ditata  un  espeso  bosoue, 
siempre  albergue  de  las  ñeras, 
siembre  imagen  de  la  noche; 
donde  á  caza  lleguí,  cuando 
tiernos  lamentos  se  oyen, 
que  enternecieron  las  peñas, 
que  penetraron  los  montes. 
Alutizaba  el  verde  suelo, 
no  el  tirio  carmín  de  Adonis, 

3ue  más  compa.siva  sangre 
aba  én  Abel  tiernas  voc«s. 
Hallé  herido  otro  Medoro; 
si  mas  gallardo  y  más  noble, 
otra  Angélica  Ío  diga, 

?uc  alguna  «Jebe  este  nombre. 
reguniélc  enternecida 
con  i3|{rimAs.  que  me  oye, 
al  cictü,  si  estaba  muerto, 
y  muerto  el  eco  responde. 
Con  el  alma  propia  mía 
h  di  la  vida,  y  pagóme 
con  matarme:  pero  ¿k  quién 
no  pagan  asi  los  hombres? 
Ya  sabrás,  Vwlanie  hermosa, 
oue  estas  son  deudas  del  conde 
dt  Ürgcl,  á  quien  castigaron, 
justos  ó  no,  tus  rigores. 
Que  }>udiera  sor  tu  esposo 
publica  quien  k  conoce, 
y  quien  merece  ser  Rey 
no  humilla  las  presunciones 
de  una  infanta  d«  Navarra. 
Creció  mi  amor,  conocióle, 
mas  no  olvidó  tu  hermosura 
entre  mis  Obligaciones. 
Alabóla  en  mi  presencia 
con  mil  extremos:  parlÜse 
i  verte,  supequien  era, 
que  celosas  ocasiones, 
temor  de  sus  alabanzas, 
si  oo  amor  de  sus  valores, 
guardada  dcsos  citados 
y  escondida  en  este  nombre. 
me  traen  siguiendo  sus  pasos. 
y  mieniras  no  me  conoces 
qu;i<,  ungiendo  contiyo, 
Bseguror  mis  temores 


^^^^p                                               JORNADA 

TERCEKA                                                         3o5         ^^^| 

^^V        ¿on  tah  verdad»,  V¡  ahora 

descuidado  Don  Carda,                      ^^^H 

^^H          entrar  en  tu  útadn  al  Conde, 

estaba  durmiendo  entonces. .               ^^^H 

^^H          i  quien  tnc  dicen  que  buicas. 

Prendile  S)n  resistencia,                       ^^^H 

^^H           Si  con  nueías  smra/onei 

y  con  recato  sacóle                                ^^^H 

^^H           vuelves  á  ofender  su  vida. 

de  entre  las  suyas  mí  escuadra:             ^^^^H 

^^H           en  mi  hay  valor  que  to  esioftM; 

Si  ívi  deslvaltad,  perdone:                    ^^^^B 

^^H           M  quieres  qiiv  sea  tu  esposo. 

preso  le  traen  mis  soldados.                  ^^^^B 
Cumple  tu  palabra,  y  goce                 ^^^H 
Ñuño  tu  mano  y  sus  dichaSi               ^^^^^ 

^^B           y  i  mi  hermano  le  antepones. 
^^H           mis  me  debe  i  mi  qucá  li. 

^^B           V  ha  de  ser  mi  eiposo  el  Conde. 

pues  mi  nobleía  conoces.                      ^^^^B 
Tra¿Ie,  Ñuño,  á  mi  presencia.               ^^^H 

^^B           Perdona,  Reina,  v  el  Rey 

Reina. 

^^H         que  me  eicucha  íne  perdone: 

N't'So. 

Presto  estará  en  tus  prisiones.              ^^^^| 
No  niego  vo  mi  ptüabra,                        ^^^^^ 

^^H           perdone  el  rey  de  Castilla, 

RCIKA. 

^^H         due  antes  auc  mi  mano  turne, 
^^V          daré  mi  vida  1  esta  «pada. 

mas  no  %(  que  medio  tome,                   ^^^^^ 

puesto  que  un  Conde  os  pedí,               ^^^^| 

^^H           Del  Conde  soy ,  rico  ó  pobre, 

V  me  traéis  tantos  condes.                   ^^^^H 

^^V          muerto  6  vii  o.  libre  ó  presoí 

Uno  ha  de  ser,  caballeros,                    ^^^H 

m               mi  ñrmcxa  amorcoronc. 

mi  espose,  las  pretensiones                   ^^^^B 

vCoNor.     i^r  RcT.)  A  tus  pies,  invicto  F)ey, 

de  tres  no  es  posible  ser                       ^^^^| 

■                  pone  su  cabeza  el  Conde 

todas  juntas  y  conformes.                     ^^^^| 

^^^            verdadero,  no  Hngido, 

Una  ha  de  ser  verdadera.                       ^^^^B 

^^K          atrevido  en  tui  favores. 

esa  admito;  tiecue  v  cobre                     ^^^^H 
su  deuda  el  rev  de  Navarra,.                 ^^^H 

^^H           Derríbala  de  mi  cuello 

^^H         si  le  enoja  que  me  hnnre 

que  £1  solo  me  entrega  al  Conde.         ^^^H 

^^B         con  honesto  amor  la  Infanta, 

^^^^^H 

^^^           si  no  consientes  que  adore 

^^^^H 

M               SU  deidad  el  almi  mia. 

ESCENA  ULTIMA                       ^^^| 

JflKT.         Levanta  del  suelo.  Conde. 

mm  s^^mmm^                     ^^  *^                                                                                                              ^^^^^^^^^^^^^^^^H 

IftKíN*.      jGrande  amor! 

niCMO*  y  ti  covn»  ni  tlUíai.;  tM$a.  ÜAvead          ^^^^p 

KltEi.                           V  gran  disculpa. 

rntri  doiSoi.nkBOf.                          ^^^^^^H 

■                  Vete  de  aqui,  no  provoques 

^^^^^^H 

■                  i  mayor  rifor  mi  enojo. 

COKDB. 

Humilde  vuelvo  i  tus  pies.             ^^^^^B 

B                 que  ya  que  no  sean  traiciones 
^^^           á  lu  lealtad,  i  los  reyes 

ItEINA. 

Ouicn  se  atreve,  no  se  enoje.              ^^^^H 

Iticardo,  aqu!  esti  García:                    ^^^H 
tii.  Ñuño,  bien  le  conoces,                   ^^^H 

^^B         los  engaños  de  los  nobles 

^^^^   parecen  íjínero  dellas. 

V  yo  vuestros  falsos  pechos.                ^^^^H 

^^^^^B                  (ViiH«iCsnJer«a((  Ricardo,} 

COüIDK. 

heroicos           traidores                      ^^^^1 
no  han  de  quedar  sin  castigo.             ^^^^H 

^^^^^^B  * 

Dadme  licencia.                              ^^^^^B 

^^^P           ESCENA  XV 

Bet. 

Perdones               ^^^^^^1 

W    n  Rtt  Bi  N«v*RK«,  La  niKi*  na    AnAiiaH,  r>«4* 

con  el  deste  alepre  día.                      ^^^^B 

1                 lli^HC*,  HiciKoo  y  dupult  NvS«, 

RicAaoo 
CoHoe. 

.  Conde,  mi  verro...                               ^^^^| 
No  tornes               ^^^H 

Bllicaii.      Ya  quiere  el  deto  que  lojjre 

i  ocasionar  mí  picicncia.                      ^^^^H 

■                  mis  altivas  esperanias. 

Unsoia 

Aqui  traigo  preso  al  Conde.                  ^^^^H 

H                 Ricardo,  señora,  (toce 

Sakcho. 

\Qat  Conde  ó  qué  calabaza)                 ^^^H 

^^_          el  bien  merecido  premio 

f-Kn  esto  para  en  la  cone                    ^^^H 

^^B          oue  le  ofrecéis:  del  vil  conde 
^^B         ¿t  Ufgcl  traigo  la  cabeía. 

el  que  trueca  i  sus  engaños                ^^^^B 

las  quietudes  de  los  montes?           ^^^^^H 

^^B         SI  tus  promesas  conoces, 
^^B         y  siendo  ley  tu  palabra 

CONDS. 

¡Sancho'                                         ^^^^^^1 

Sancho. 

Parece  que  sueño.            ^^^^^H 

^^H          te  obiitia,  nadie  ic  opone 

NuSo. 

Mf)  Corrido  estoy;  engañóme            ^^^H 

^^H          i  mi  valor:  justamente 

mi  atrevida  confTania.                         ^^^H 

B[              soy  ya  tu  esposo. 

Bev. 

Todo  el  cielo  lo  dispone.                     ^^^^| 

BítiAo.                               Tu  nombre, 

coivde  de  Urgel,  vuestra  estrella            ^^^H 

■               tu  palabra  y  mi  osadía 

dichosa,  vuesiros  valores,                     ^^^^| 

H               aumentaron  mis  valore*. 

que  1  m!  me  Inclinan  i  amaros,           ^^^H 

^^K         gran  señora,  y  por  servirte 

me  oblij^uen  i  que  ya  abonen                ^^^^| 
justos  yerros  de  la  Infama:                    ^^^^| 

^^B         busque  al  atrevido  conde 
^^B          de  Lrgel.  Supe  que  servia 

dalde  lá  mano.                                    ^^^^B 

^^H          a!  rey  de  Navarra;  di6me 

COXDK. 

^^^^H 

^^H          airevimicniú  dichoso 

tu  frente  de  laurel  sacro.                     ^^^^| 

^^B         la  oscuridad  de  la  noche 

D.'Blak.  Venturosos  siglos  goce                           ^^^^B 

^^B          para  llegar  A  «u  campo, 
^^B          Pasé  pnr  sus  ccuadroncs 

vuestra  alteza  tal  esposo.                       ^^^H 

RKtKA. 

Y  vos  la  vida  que  et  Conde                 ^^^H 

^^B         con  secreto  hasta  su  tienda 

os  debe  para  serviros,                      .i^^^^^l 

^^B          con  diei  soldados,  i  donde, 

i  quien  pido  que  perdona                É^^^^^^ 

ao6 


QUIEN  HABLÓ,  PAGÓ 


mis  rigores  engiñKdos. 
Sancho.  ¿Y  qué  hay  de  Sancho?  ¿quedóse 

por  entrar  con  tantos  reyes? 

Servir  siempre,  y  siempre  pobre 

ya  es  cosa  vieja  en  palacio. 
Conde.     A  mí  es  justo  que  me  toque 

tu  premio,  y  vo  te  le  ofrezco. 
Sancho.  Dios  te  libre  ae  traidores. 


Conde.     El  nacer  con  buena  estrella, 
Sancho,  en  todas  ocasiones 
es  defensa  en  los  peligros 
y  mérito  en  los  favores. 
Si  esta  comedia  la  tiene, 
se  verá  en  los  que  la  oyen, 
perdonando  nuestras  faltas 
y  animando  mis  temores. 


SIEMPRE  AYUDA  LA  VERDAD 

COMEDIA  FAMOSA  POR  EL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA 


Hfjfrtwniila  Juan  Jerónimo  YaUnciam,  con  que  tniri  en  Sefilh, 


PERSONAS 


Don  Vasco  de  Acuña. 
Rev  do»  Pedro  de  Portugal. 
PoBEHTO,  principe  de  Polonia. 
TüiítAn  dk  Silva, 
Tello,  tiradoto. 
DoR'A  Blanca,  (fiijiio. 
BeATftiz,  criada. 
El  Comdutablk. 


DoSa  Elena,  i^nmü. 
CoNtTAKíA,  criada. 
Nlño  Pkhcina. 

DcABTE  DE  ALMKIDA. 

Don  Pedro. 
Macedo. 
Uk  criado  ■■ 


JORNADA  PRIMERA 


ÜSCENA  PRIMICRA 
El  Rix   Do^  PíBUo  )■  V*«fn. 

.     El  (le  Polonia  ofendido 

se  h>  <te  mostrar  sí  le  amparai. 
^Pucsquiín  de  un  rey  sena  valido, 
sien  la  obligación  reparan. 
Vasco,  que  no  lo  haya  sido? 
<Y  qui¿n  es  tan  inhumano, 
aunouu  aboncica  á  su  hermano, 
que  le  pese  de  su  bien? 

.     Ya  deja  de  serlo  quico 
fui  con  su  sangre  tirano. 
Mas  puesto  que  i  ima^'nar 
que  es  lirario  te  acomodas, 
pues  debes  considerar 
que  no  son  verdades  todas 
las  que  pasan  por  ta  mar. 
Cuando  el  desengaño  importe 
poco  se  puede  perder, 
pero  denifn  de  la  corte 
tabes  lii  que  no  ha>  poder 
que  Iss  venturas  reparte, 


r    Adfmii  figurín  en  I»  comedí*  OeTAOo  y  Soi- 

DARO*. 


Aquí  por  sus  voluntades 
reparten  las  dignidades 
oncios  y  provisiones. 
que  con  locas  disensiones 
andan  i  inquirir  verdades  *. 
No  hay  honor  seguro  aquí. 

Vasco,     Ya  viene  Roberto. 

Rrv.  Advierte 

que  ¿stc  se  ampara  de  mi. 

Vasco.     Pues  me  toca  obedecerte, 
tomaré  ejemplo  de  ti. 

ESCENA  II 
DMaea  y  Roiuito,  aarda,  4f  tamin». 

RoaERTO. 

Vuestra  alie/a  me  di  los  pies. 

Rev. 

Roberto, 
los  brazos,  «1  valor  vuestro  debidos. 

Roberto, 
Dichoso  yo,  si  en  ellos  hallo  el  puerto 
que  me  han  negado  bárbaros  oídos; 
ai  en  esU  informacián.  temor  incierto 
aquella  de  enemigos  aire^-idos. 


!    £>le  p*Mte  c«  cMi  IntnttURiblc.  HiriicDbuxh  l« 
Al  Uro;  ptre  au  puUu  bacrrlu  mucho  mis  cUro- 


30A 


SIEMPRE   AYtJDA    I.A  VKWnAO 


y  íste  de\  Rey  m¡  hcrm»no,  me  han  forzado 

i  vivir  íaniüvo^f  desterrado. 

Mas  >'a,  Pedro  infielísimo,  quo  veo 

i  vucsin»  pies  pasada  mi  fortuna. 

no  tengo  que  pedir  Ét  mi  deseo 

ai  de  tantas  envidias  queja  alguna. 

La  antigüedad  pintaba  á  Prometeo 

oro  rotundo  al  sol.  pina  i  la  luna; 

despu^t,  atado  en  ásperas  momañai. 

un  iituila  rompiendo  sus  entrafiat: 

e«e  fiero  castigo  mereciera 

quien  la  corona  deoro  hurur  pensara 

al  legitimo  re v,  y  hasta  su  esfera 

FaMonie.  loco  de  ambícidn,  llegara 

á  los  rayos  de  un  rcv,  alas  de  cera. 

cual  karo  atrevido  fabricara, 

que  no  sembrara  en  cindidas  espumas 

soberbias  locas,  ni  ambiciosas  plumas. 

No  suele  en  verde  prado  íiamo  Mito 

esmaltarse  de  pljaroí  parleros 

pera  dormir  cuando  se  »cue«ia  Apoto, 

como  lo  estaba  el  Rev  de  lisonjeros: 

debe  de  ser  estrella  de  aquel  Polo, 

aunque  hay  muchos  muy  nobles  caballeros 

darles  los  reyes  ficiles  oídos, 

que  han  de  estar  de  diamantes  guarnecidos. 

ÍYo  pretender  et  Reino?  ^yo  la  oiucnc 
I  Vencislao?  jTrúdoresI  por  Dios  vivo 
que  me  transforma  la  maldad  de  suene 
que  en  tus  respetos  de  razón  me  privo; 
mas  pues  m:  yedra  halló  muro  un  fuerte, 
traspuesta  en  ti  de  su  \ufít  nativo, 
agradecido  á  la  piedad  del  cielo 
aun  de  ia  misma  envidia  me  consuelo. 

Rey.         Estoy,  con  haberte  visto, 
seguro  de  tu  valor; 

Íue  ci  poderoso  un  traidor 
hacer  A  un  noble  mal  quista 
Vo  siTÍ  de  hoy  mis  Roberto, 
pues  quieres  vivir  conmigo, 
para  tus  penas  amigo, 
para  tus  fonunas  puerto. 
Cinsose  la  envidia  en  vano, 
que,  pues  le  fuiste  leal, 
vivirisen  Portugal 
saguro  del  Rey  tu  hermano. — 
Vasco. 

SeAor. 

Ho^  contigo 
descuidaré  mí  cutdado: 
hoy  á  Roberto  te  he  dado 
por  huéiped  y  por  amigo. 
Regálale  y  entreten 
SU  persona  con  mi  amor. 
Y  con  el  m(o.  seflor, 

Suícn  le  merece  también, 
eso  los  pies  de  tu  aItcxB 
mil  veces.  Rey  espaAol. 
que  bien  te  ilustran  por  sol 
rayos  de  tanta  grandeza. 
Riv.        Que  ci  mi  persona  creed, 

Vasco  de  Acufla. 
Vasco.  t.a  hechura 

toy  de cso« pin.  íVúm tí Rcr» 


Vasco. 

RíY. 


Vasco. 


ESCENA  tu 
Roa»! o  y  S'ako. 

Roaiaio.  «Q'^í  ventura, 

qu¿  honor,  qué  mayor  merced, 
que  darme  para  señor 
y  huésped  tal  caballero.' 

Vasco.     Serviros.  Roberto,  espero 
con  la  voluntad  y  aiiwr 
que  el  Rey.  mi  seiVor,  me  manda, 
y  lo  qu;  vos  merecóis: 
porque  la  envidia  que  reís 
en  vuestra  patria,  lia  de  ser 
en  Portugal  amistad. 

Ronraro.  Los  pies  mil  vei;cs  me  dad. 
si  los  puedo  merecer. 

Vasco.      Dejad  ahora  humildades; 
y  pues  habé¡%  decantad», 
y  ya  lo  estáis  del  cuidado 
de  lamas  adversidades, 
venid  á  ver  la  ciudad, 
sus  damas  y  caballeros. 

RoHtt'To.  No  tengo  nías  que  ofreceros 
deipu^s  de  la  libertad. 


ESCENA  IV 

Dieatot  y  T*i.lo. 

Teui  o.     Que  el  Rey  se  fuese  esperaba, 

para  hablane. 
Vasco.  Tetlo,  advierte 

3ue  Roberto,  aquel  hermano 
el  rey  de  Polonia,  es  ístc 

queañteavor  desembarcó. 

quiere  el  ftey  favorecerle 

y  diómcle  por  amigo. 

con  el  cuidado  de  huésped. 
Tii-U>.     No  ha  mostrado  en  eso  el  Rey. 

lo  que  dicen  que  te  quiere. 
Vako.      Antes  si,  que  es  honra  mía 

la  que  él  de  amparalle  tiene. 

En  casa  de  un  hombre  mozo, 

^qué  cuidado  darle  puede 

un  huésped  también  mancebo? 
■  l(9"*  ''■  ***  quitarme  6  ponerme?- 

Di  presto  i  lo  que  venias. 
Trli.0.     Luc^o  tú.  señor,  ^no  adviertes 

que  has  de  gastar  cada  dia 

mil  escudos? 
Vasco.  Gaste  veinte— 

Di  presto,  necio- 
TEkto.  Si  estás 

tan  liberal,  jqué  prometes 

á  un  papel  de  duna  Blanca.* 
Vaaco.      Mil  abrazos  que  te  aprieten 

amorosamente  el  pecho. 
Tbm.o.     .Menos  amorosamente 

tomara  yo  dieí  escudos; 

Íirobane  quise,  no  esperes 
Bvor  de  Blanca  en  tu  vida. 
Vasco.     Tello  amigo,  ti  le  tienes 

sírvete  dcste  diamante. 
Telio.     Ahora  amante  pareces. 
Toma  este  papeL  seftor, 
y  haa  cuenta  que  me  la  dtbM^ 


Tüti*. 


lORNÜ 

porque  l>  <lijc  que  csubas 
de  rondílU  seii  ó  ticte 
nochei,  con  un  nouble 
r  peligroso  accidente 
que  no  podUí  comer, 
ni  dormir,  ni  «lar  alqtic; 
que  ic  dabín  piirasixmos, 

Íquc  remedio  le  diese. 
OQ  esto,  lii  escribanía 
le  tru)e  al ter idamente, 

Íhincándiime  de  rodillas 
la  mano  y  al  bufete, 

en  cuya  mano  el  papel 

y  la  pluma  me  parecen 

iodo  piala  V  JO  laiínia 

y  el  íoano  de  una  íucrtc. 

Cnrr.ó  al  fin  por  cl  papel 

una  azucena  seis  veces; 

lanioti  fueron  los  rcj|¡lones 

tantos  diamantes  me  del>e«. 

íí^»v«wo.i  «Di'.e  Tcihi  que  no  ci- 
táis con  salud;  bien  parece  que  es  la 

mía,  pues  la  traíais  tan  mai> 

ilos&sl  < 

Tei.L0.  'jQu*  has  viMo? 

Vasco.  Un  faror 

tan  8'''>nde,  que  me  enloquece, 

su  talud  Ji\:c  que  es  mía. 

Muérete,  y  veris  ii  tnientc. 
iLt4  v»<o.)«Mifad,  que  si  no  deiciis 

venir,  me  niaiaiéis  i  mi.» 

¡Acabóset 

^Quí.el  pápela 

No,  sino  cuanto  favor 

pudo  merecer  mi  amor. 

Pucí  »\¡to  más  viene  en  él. 
{Le*  Viico.)  «Como  es  imposible  it  A 

curaros,  va  mi  letrato  con  poder  de 

sustituir  en  cualquier  atrevimientos 

^Pues  perro,  aquesto  iraias^ 
TüLi-o,     ^Perrosov? 
Vaico.  Muestra  cl  rttraio. 

I  Tullo.     No  le  veris  tan  barato 

como  el  papel. 
Vasco.  ^Pues  porfías? 

T&LLO.     iQaé  me  has  dedar? 
,  Vasco.  ¡íI  vestido 

con  qaei  tamgcstra  salí 

con  ei  ejército. 
Tku.o.  Aquf 

tienes  del  mejor  sentido, 

la  luz,  la  vida  y  el  sef: 

aqui  de  tllanca,  cifiado 

el  rostro,  y  aquí  el  traslado 

de  la  mi5  belU  mujer 

que  Tormo  naturaleza. 

(Datt  HJt  tvlr4(n,] 

Tasco,      Por  mi  de  manera  hablaue 
que  Iodo  mi  amor  cifraste 
V  el  cielo  de  su  bcllexa. 
Mas  di.  .;qué  Quiere  dcdrt 
por  no  parecen  le  initfato. 
que  tiene  aqueste  retrato 
poder  de  SL'ítiiuir? 
Tkllo,     No  has  hecho  tales  afiraviot 
i  lu  ingenio  como  ahora: 

COlUtblAS  DE  TlliSO  DK  MOLINA. — TOMO 


I    Tul 

I  Tatto. 
■  Vasco. 

t 


Tello. 


Imeba         ^^^^^^^^    M9 

da  poder  esta  serlora 
i  sus  ojos  y  i  sus  labios, 

Jue  en  este  retrato  están, 
cualquier  aircvim>cnto 
que  tenga  tu  pensamiento 
como  de  ausente  salan. 
^  Has  I  o  en  tendido  f 
Vasco,  V  me  admira. 

Tcllo,  tan  nuevo  saber, 
quisiera  le  responder; 
pero  Roberto  no»  mira, 

aue  debe  de  estar  cansado 
estediKurso  amoroso.— 

Perdonad,  que  fue  forzoso 

hablar  con  este  criado. 
RoaciiTo.  No  me  iraiüscomo  amigo, 

si  es  que  lo  habemos  de  ser. 
Vasco.      Yo  os  quisiera  entretener; 

venid,  Roberto,  conmisto, 

que  cuando  por  ocasión 

que  yo  os  voy  apadrinando, 

para  que  vos  vnis  pagando 

vtiilai  de  i>b1if¡acion, 

no  ha  de  haber  dama  en  Lisboa 

queesia  urde  no  veáis. 
RoBiEiiTo.  Dos  grandezas  me  cnseAáis 

que  todo  el  mundo  las  loa; 

Sel  cielo,  con  mano  franca, 
izo  en  tanta  perfección. 
Vasco,      ¡Oh,  que  dichosa  ocasión, 
Tello.  para  ver  i  Blanca! 
Tbllo,      Rxtremada  dicha  ha  sido. 
Vasco,     Pensando  voy  con  recato 

en  mi  divino  retrato. 
Tellx).      y  yo  en  mi  humano  vestido. 

<c<iu*  r  )•"••  &l3K«  y  Eleoi.) 


ESCENA  V 

BlaHca. 

Seituromenie  puedes 
decjrme  tu  cubdado. 

Blena. 

Y  yo  lo  quedo 
d<  que  admirada  quedes. 

^Cdmo  de  efectos  amorosos  puedo 

admirarme,  aunque  vea 

aue  i  su  hijo  Semíramis  desea? 

Amor,  los  elementos 

en  dulce  unión  enlaza;  amor,  conforma 

e\irufios  pensamicnios; 

amor,  valiente^  Hercules  transforma 

en  actos  mujerttcs, 

y  en  fuerza  de  Sansón,  ánimos  viles. 

Amor,  sin  pesadumbre, 

corta  del  mar  las  olas  arrogante. 

y  por  pequeña  lumbre, 

tan  abrasado  llena  un  ciego  amanta 

que  entre  Seno  y  Ávido 

quedó  el  Estrecho  «n  fuego  convertido , 

>4 


SIEMPRE  ATl'DA   1.A  VERDAD 


Atnof,  con  una  rspsJa 

halló  camino  i  \  ene  con  la  mucfce, 

doí  alma^  aae  la  airada 

Tonuns  dividió,  porque  tan  fucne 

pasión,  no  misuda, 

tiene  por  gloria  despreciar  la  vida. 

El. ESA. 

VA  <1ÍB.  BInn<:a  hermosa. 

que  fuiste  al  mar,  y  el  de  Polonia  vino, 

cuando  pt>r  la  arenusA 

plata, cubrtcra  damas «1  camino. 

en  ¿1  puse  los  ojos 

librt  de  imaginar  untos  onoíos. 

Fufcosa  en  mi  tan  nueva 

g1  ver  que  un  cxiranjexo  me  agradase, 

que  no  pudo  hallar  prueba 

amor,  que  mis  sus  fuerzas  conürmaic; 

pues  la  ciudad  tenia 

tan  Ritas  ocationes  aquel  día. 

Verle  otra  vez  dc-ieo: 

mis  imaginan ionoi  cultivando 

aquel  primer  cmpliio. 

puf  veniuTA  !ic  irán  dcscngariaiido; 

que  es  bien  que  *e  resista 

tanto  valor  de  la  primera  vista. 

R1.A.1CA. 
Xo  estís  tan  descontenta, 
IClena.de  tu  gusto  por  extrajo, 
pues  Quc  la  friega  atenta 
■I  capitin  de  Troya  y  de  su  engallo 
con  más  Ucil  conquisisi 
rindió  su  amor  á  la  primera  vista. 
No  haya  miedo  que  abrase 
á  Lisboa  tu  amor  ci>mo  ella  a  Troya, 
ni  que  i  cuidado  pase: 
que  allí  la  admiración  de  tanta  joya 
pof  tan  ricos  despojos 
tiixo  i  la  voluntad  ahiir  los  o)os. 
Otra  vex  que  le  veas 
conocerí»  tu  error  ydeiiatino. 

KlKS.V. 

iKy,  Blancal,  no  lo  creas; 
piensoque  por  mi  mal  á  ICspaña  vino, 
y  más  si  á  pensar  llego 
que  saliese  del  agua  tanto  fuego. 

ESCENA  VI 
Diciioi  y  Bhatrii.  iriaá». 

Br-Atnir..  fna  visita  notable 

pide,  sci^ora,  licencia 
para  besaros  las  manos. 

RiPMA.     <Kt  á  mi.  ó  á  ladondcsa^ 

KCArPix.  Claro  etlá  ouc  es  i  las  dos. 

ht-AíiCA.  jQuién  es,  lleulriz.  que  te  fuerxo 
a  venir  con  tonto  brío 
y  priesa  tan  descompuesta? 

UsATiiti.  Aquel  Principeextranjero 

que  dicen  que  á  nuestra  tierra 
viene  huyendo  de  su  hermano. 

Blanca.  ¿Itohcrior 

Beatvií.  Et  mismo. 

BiA«cA.  ^Quí  intentad 

BsAiats.  Cumplir  con  su  obIif(ación. 

UijiMCA.   jDt qut  te  pones  susptnsa^ 


EiEKA.     ^Quieres  que  <le  aqui  me  vava.> 
Biani:a.   ^Oucpicrdesenque  tevea.  ' 
dcmis  de  ser  necedad 
cuando  lú  verle  deseas? 


ESCENA  Vil 
DirKO*.  ADB(iiTtt.t>ON  VucnyTKi,i.n. 

Vasw.      No  os  pames  airct  ¡miento, 
teiloras,  que  á  veros  venija: 
de  Roberto  soy  padrino. 

[toHEHTu.  Bien  dice,  que  no  pudiera 
ver  al  tol  sin  tanto  amparo. 

BcANCA.  No  sé  cómo  os  agradezca 
tanto  favor  y  merced.— 
^iene  bueno  vuestra  alteza? 

BosEiiTo.  Tan  mal  me  lia  tratado  el  mar, 
como  ahora  bien  la  tierra. 

Vasco,     ¿puí  os  parece  tiestas  damas? 

RonaiiTO.  Que  es  de  la  hermosura  reina 
la  condesa  Doña  Blanca. 

Vasco.      .Mi  señora  Doña  Elen*. 
es  su  prima. 

RoBRKTO.  Bien  parecen 

ser  de  un  mismo  ciclo  estrellas. 

Blamca.  jHabrñ  vuestra  alteza  visto 
muchas  damas? 

RoaeiiTo.  No  quisiera 

serles  ingrato  en  decir 
que  todas  son  sombra  vuestra. 

Blanca.   .¡Qué  os  parece  de  mi  prima? 

K08EI1T0.  Lo  que  r%  justo  que  parezca. 
una  estrella  junto  al  sol; 
junio  á  un  diamante  una  perta, 
junto  i  una  palma  un  laurel. 

El^na.     Los  0)0S  Blanca  te  lleva; 

no  p¡en»o  que  se  me  inclina. 

Vasco.     La  visita  ha  sido  necia; 

que  Kobertu  en  Ooüa  Blanca 
tan  iteinamenie  se  eleva, 
que  le  bebe  la  hermosura, 
como  dicen  los  poetas. 

TcLLO.     Mientras  sus  divinas  amas, 
señora  Beatriz,  emplean 
sus  altos  entendimientos 
en  demandas  t  respuestas: 
mientras  que  íuzgan  facciones 
y  envidias  en  competencia 
ian  altas  dlscreterias 
entre  donaires  y  veras, 
escucha  un  necio  amador, 
ansi  nunca  en  tal  se  vea, 
dos  pares  de  necedades. 

BcAiRiz.  O  me  burla,  ú  me  requiebra; 
si  me  burla,  ^quí  vio  en  mi 
que  de  burla  te  parezca?; 
si  me  requiebra,  <i  quÉ  efeio 
pretende  que  yo  le  quiera? 

TeLi.o.     Doncella  de  tu  seíiora. 

por  este  nombre  doncella, 
requiebros  son.  que  no  burlas. 

BsATarz.  Pues  diga,  que  estoy  atenta. 

Tbllo.     Don  Vasco  de  AcuOa... 

BrATaiz.  »«"• 

TaLuo.     Quiere  á  BUaCa,  y  pie"***  <!"* ■"* 
le  quiere  A  áL 


JORNADA    PRIMERA 


Utl 


BfATitiz.  Punir  ur 

que  Blanca  lambík-n  te  quiera. 
Tcu.o.     ^No  me  cniicndc^ 
Bkatk».  \o  kemiendo. 

Tello.     I>ebacle  hKcr  mala  leirs: 

que  me  quiera  <  1aquctr¿. 
Beatriz.  ¿Cieno? 
TEti.».  Si. 

IX.  .Sobre  quí  pr«n(U? 

«Luego  pide  matrimonio 

á  la  piegunia  primera? 
Beatriz.  ^No  le  hiciera  Dio^  mo'ced 

en  casatsc? 
Tillo.  Beatriz  bella, 

como  salkra  el  melón; 

3UC  tal  \ci  quien  más  lo  piensa, 
lleva  un  duro  pepino 

Aelf;un>  Hoja  badea: 

p«ro  t:asados  tú  y  yn. 

p»enw>,  Beairij;,  que  pariera* 

algún  muñíante  dcrtcnma. 
\'ikU:o.     La  primer  líniu  n  cttt: 

no  será  ra/i'm  conMro». 
RoBEMTO.  ¡Quú  presto  las  iliuhas  cesant— 

«Queréisinc  oír  \{a.  señora? 

jQaé  me  manda  vuestra  attexa? 
o.  DcciMc  i  Blanca  i^ac  voy 

un  alma,  y  que  si  pudiera 

fuera  reina  de  Polonia. 
RiJüxA.      ifíaú  desdkhal  (.tp.) 
Rorchto.  ¡Ouí  bclleíat  (^^.j 

V'uco.      Cclofo  voy  de  Koberto. 
Blanca.    Nobay  cóitn  humana  que  pueda 

tacara)»  de  adondeotiis. 
Vau:o.      De  lo  que  hedicho  me  pesa. 
Tei.LO.     jCümo  quedamos,  Kcairi»? 
BCATNi£.  Tello.  <:omu  lú  me  quiera!, 

soy  luva. 
Tkilo.  a  Unto  favor 

mis  sentidos  hagan  Üesta. 

ponga  el  alma  luminarias, 

corran  loros  mis  potencias. 

tl'CHií  Tcllo,  fttibtrto  y  Vaw».) 

ESCENA  VMI 

BtA*u,  Ei.r.m  y  8K4>M(. 

Blax^'.a.  Ptréceme  que  has  quedado 

triste. 
Elc^a.  «No  tengo  razón. 

si  he  visto  con  la  afición 

que  Roberto  te  ha  mirado? 

De  U  viíila  he  medrado, 

Blanca,  notables  consuelos 

para  mis  necios  desvelos: 

porque  %i  en  la  fantasía 

solamente  amonen  la, 

ya  tengo  amores  )  celosa 

No  he  visto  tal  desatino 

como  tenia  en  mirarte, 

sin  que  Vasco  fuese  parte 

fiara  impedir  su  destino; 
uego  al  despedirse  viivo 
á  decir  que  te  dijese 
cómo  iba  sin  alma,  y  fuesa 
con  la  mia  >n  lu  lu¿ar. 


que  vo  se  taquisedar 
para'quc  alguna  tuviese. 
Bi.AMia.  tlena.  cuando  mi  amor 
don  Vascii  no  mereciere, 
segura  estoy  que  no  hiciere 
i  un  CAiunjeio  favor: 
e>l  el  hidalgu  meior 
ikl  mundo  estoy  empleada: 
ama  y  vive  descuidada 
de  leiicr  celos  también: 
^uedc  parecertc  bien 
a  quererle,  hav  crin  jumada. 

'  (l'.iiKt  eUM4  y  Hfatrir J 

ESCENA  l.\  I 

EbaK4. 

Extraña  desdicha  ha  s«lo 
que  de  Blanca  se  agradase 
y  qi¡e  apenas  me  mirase 
^         mirándola  divertido; 

pero  pues  me  ha  prevenido 

para  nacerme  su  tercera, 

Bunt^Mc  mi  ifti^o  prefiera 

i  mi  honor,  v  lendn  que  muero, 

sin  que  sepa  que  le  quiero 

tengo  de  hacer  que  me  quieía.  (Vaie.t 

ESCENA  X 
'  Bar  y  Ttaniíi. 

Rcr. 

^o  me  deja  el  dolor,  como  si  fuera, 
Trisián  de  Silva,  aqueste  el  primer  dii 

3ue  vio  aquel  ángel  la  dorada  esfera 
esu  inocente  y  pura  jerarquía: 
admírese  el  amor  de  que  no  muera 
quien  perdió  su  adorada  compañía, 
y  yo  que  viiiO,  en  lamo  mal  me  veo. 

Sienso  que  bnMa,  que  morirdeseo. 
i  á  doña  Inés  de  Castro,  tan  airado 
malo  mi  padre,  cuya  muecie  mjusta 
en  los  licros  traidores  he  vcncado 
por  ley  de  amor  v  p.vr  sentencia  (usta. 
en  sombras  me  aparece,  y  mi  cuidado 
de  adorar  su  divina  imagen  gusto, 
^por  quí  le  admira  In  tristeza  mia? 

TbistAn. 
Porque  cual  es  el  sol,  tal  es  el  día. 
Si  estás  triste,  señor,  por  la  sangrienta 
historia  de  tu  Nise  lastimosa, 
que  el  coro  de  los  Jin^jCtcs  aumenta, 
con  muerte  tan  itroi  y  ngurosa. 
jcómo  no  quieres  que  tu  reino  sienta 
tu  misma  pena? 

RtY. 

Mi  querida  esposa 
no  m«  dtja  alegrar. 

TristAh, 
Ni  et  reino  puede 
Tiendo  que  tu  pesar  to  justo  excede. 
Ya  en  público  teatro,  coronada 
reina  de  Portugal,  después  dt  mu ena, 
fv4  la  dívmj  doAa  Inn  jurada. 


312 


SIEMPRE  AYUDA  LA  VERDAD 


de  teUí  de  oro  y  de  dolor  cubicfla; 
y  el  pecho  que  p^tA  cobarde  eupida 
del  alma  noble  doluroüu  pueriu 
goió  tuü  brazos;  ¡inimo  exceí>ivo. 
con  una  cnunUticípü^arMun  virol 
Dt  lu  vengaiua  y  dcsic  dolor  fiero 
taa  sangriento  y  cruel,  scrtor,  quedaste, 
que  tiembla  Ponugat,  de  aquel  severo 
rostro  que  desd«  entone»  k  motirtUC 
conlicso  que  la  cauui  fui  primero, 
mas  ya  los  homicida» caMifc^Me: 
ires  rejTM  Pedros  tiene  a^ori  h'i.pRña 
T  lodot  ires  crueles,  [Cosaexlntña! 
Mas  ü  el  de  Ara^tún  y  el  de  llaitilla 
porJnUKíeros  este  nombre  tienen, 
en  Zirago»  aquíl.  ¿sicon  Sevilla, 
dtrertntes  renombres  te  convienen, 
tu  tristeza  á  tu  reino  niardvilla: 
licslas  en  mar  y  tierra  le  previenen, 
alígratc,  teñof. 

Rky 
Si  yo  pudiera 
olvidanne  de  mf,  posible  fuera. 


ESCENA  XI 
ntcan,  KoBiHTo,  Vtteíay  'riu.0, 

RoBiniTo.  Todo  el  mundo  csli  cifrado 
en  esta  insigne  ciudad; 
de  luda  lu  variedad 
la  quima  esencia  ha  sacado 
la  bella  n atúfale». 
Ilicn  la  podéiv  alabar, 
>i  por  lamo  varTar 
se  conoce  su  granJna. 
Como  grandes  edirtcloi, 
adornan  i  las  ciudades 
ríquetas  y  cantidades 
de  incfcadcfes  y  oficios. 
,  jNo  hay  aquí  Universidad? 

Vasco,     bn  Coimbra  esii  fundada 

donde  se  aumenta,  adornada 
de  una  y  otra  facultad, 
liarla  músíija  y  poeila. 

Tillo.     V  advenid,  que  no  es  acá 

como  en  Castilla,  que  ex  ya     - 
una  vulgar  urania. 
Un  cierto  compon«dor 
nte  arisó  con  la  estaféis 
de  que  ya  todo  poeta 
tiene  un  teniente  a^cson 
uno  «cribe  y  otro  firma, 
j  asi  salen  las  sentendaí 
con  notables  diferenciait. 

RtWSKTO,  Esa  K^andezaconñrma 
la  riquoiadesu  mar, 
sus  damas,  calles  y  ^alas. 
No  oran  las  dos  rabias  malas. 
Nada  me  pudo  agradar 
como  la  Blanca  que  vi. 
[Guarda  fuera! 

No  es  tan  bdta 
como  la  hKéis. 

llnactirella, 
un  sot  en  lus  ojos  vi. 


Vasco. 

ROIKRTO. 

|Tbu.o. 
Vasco, 

RoHanro. 


Tello.     Un  diablo  fuefa  mejor. 

Vasco.     jNo  era  mis  hermosa  Elena? 

RoKEHTO.  hasta  vi  nombre  me  da  pona, 
que  lii'ne  trágico  amor. 

Vasco.      ^L-a  morena  casadilla 
no  es  hermosa? 

RoncxTO.  Blanca  es  blanca; 

y  en  diciendo  doAa  Blnnca 
el  sol  i  sus  p:es  se  humilla. 

Ti:i.i.o.     (AdenSiame  «a  novia.) 

RoaitfiTO.  May  en  lasdos  mas  distancia' 
que  desdi'  Polonia  á  Francia, 
y  devic  Kspiiña  ¡i  Moscovia. 

TiitLO.     (Mala  mosca  te  dé,  amín. 

V  á  quien  te  tru|i>  de  alli.) 
Vasilo.      boñi  Kcfnafda  Je  Si. 

)u  sí  que  os  parece  bien. 
RoBBMTO.  Iit^uicn  puede  tener  igual 

Con  Blanca? 
Teli.o.  (Est¿s  blanoueado 

con  cal  viva  por  un  lado 

V  por  el  otro  con  sal. 
k\  esii  fuera  des!, 

no  lo  socará  de  lilanca, 
si  una  tena»  le  arranca.) 
Vasco.     M^drioU^elon,  aué  queréis  de  mi!) 
baft»  Elvira  de  Miranda 
es  bellísima  mujer. 

RoBCRTo.  ('on  Blanca  ng  puede  ser, 
porque  como  Venus  manda 
los  Amores  y  C^upídus 
que  andan  tcpariiendo  flechas. 
(Cuatro  le  piasen  derechas 
los  ojois  y  los  sentidos.) 
^Cúmo  ne^nnc  pudíis 
la  hermosura  v  biiarria 
de  duna  Ana  l^stefania? 

RoBcaio.  Con  las  gracias  que  sabéis 
de  dorta  Blanca  ilivma. 
,iQue  le  poiftas?  (,«d.  a  ib  am»  ) 

|An  cielos* 
Mayores  haces  lus  cdos 
si  íí  lu  cuidado  adivina, 
liste  Roberto,  Tiistáo, 
es  un  Principe  que  puede 
heredar. 

Por  ew>  excede 
la  envidia  de  los  que  estln 
i  U  mira  del  suceso. 
Si  mi  hermana  Isabel  fuera 
(etiitima,  se  la  diera. 

TmstíM.  Vue  no  te  he  visto  confieso, 

humilde  en  otra  ocaüón. 

ni  aun  la  merece  mirar 

si  acabase  de  heredar 

su  reino. 
Rry.  Tienes  raidn. 

Tullo,     El  Rey  está  aquí. 
RoniiaTO.  Señor, 

Vuetira  allexa  me  perdone. 
RtT.         No  es  menester  que  os  abone, 

Roberto,  m As  que  mi  amor. 
RoncHTo.  I'n  si|;lo  nie  hn  parecido 

que  no  veo  i  vuestra  alteía. 
Rey.         Consueto  de  mi  Iristeía 

■I  veros  hubiera  süo. 


Tkllo. 
Vasco. 


Tei.lo. 
Vasco. 

TSLLO. 

Rur. 


TaMTAn. 


Ret. 


JOKNADA    PHIMEHA 


ai 


Vasco.     Tello.  yo  pierdo  et  juicio 
tic  vcf  esie  hombre  lio  d. 

Tbllo.     1>c  (lue  es  IJndü  i:aM:abcl 

me  ha  di  Jo  su  amor  indicio, 
que  viendo  liict  mil  mujtTCs 
«t«  sola  ¡e  apasiona. 

Vasco.     Tiene  tan  linda  persona 
Blanca. 

Tki.u).  ¿Disculparle  quieres.* 

Vako.     Ti<nc  lan  lindo  mirar 

?ue  lleva  et  alma  tras  si. 
iesio  que  me  tía  muerto  á  mi, 
f'á  quién  no  piidrá  malar? 
U>n  dos  armn^  exircmodas 
de  hermosura,  amor,  t:on<iuÍstis, 
anas  que  mataron  vislat^ 
y  oifas  después  de  miradas. 
BIsnca,  en  viímiola,  segura 
tiene  el  alma  en  la  prisión 
que  partc)uiisdiCCÍon, 
con  el  cielo  su  hermosura. 

Tbllo.     Mi  dicha  el  cielo  mejore, 

porque  bien  sí  ya  que  ha  oslado 
en  que  no  tuvo  criado 
quede  Beatriz  s«  enamore. 

RcT.        fC^mo  os  ha  ido  estos  dias 
con  el  hu¿spe4^ 

FtoniuiTO.  Con  exceso 

me  ha  regalado. 

Vasco.  Confieso 

que  las  humildades  mfa^ 
afrentan  la  voluntad, 
Tuntra  altexa  etli  culpado 
3Í  no  ha  sido  regalado 
conforme  A  su  calidad. 

RtY.         Yo  se  de  vucstfu  valor 

Vasco,  q\ie  yo  no  pudiera 
hacer  mas. 

Vasco.  Que  yo  quisiera 

sabe  Roberto,  señor, 
qite  mi  amcr  ha  conocido. 

RoscBTo.  De  todo  estoy  obligado; 

Vasco  de  AcÚAa  ha  mostrado 

ser  hombre  \\n  bien  naddo. 
Rbt.  ^Qué  os  parece  tu  ciudad^ 

RokKKTo.  Que  aún  es  mayor  que  la  fama 

que  por  antigua  la  llama 

su  nobleza  y  calidad. 

I>eide  el  Taio  por  la  orilla 

del  mar  tendido  se  ve 

aue  viene  i  besarla  d  pie 
e  ios  moiues  de  Castilla. 
M  iicho  me  alegré  de  ver 
naves  de  tantas  naciones; 
mas^dónde  hallarr  razones 
ki  quisiera  encarecer' 
de  sus  hidalgos  Us  Halas, 
de  su»  damas  I*  hermosura, 
sin  ponerme  en  aventura 
de  I'aris  con  Juno  y  Palas? 
Que  una  Venus  vi  tan  bella, 
que  el  premio  á  todas  lle\-aba. 

RcY.         JQuita  por  mi  vida? 

Vasco.  Repara 

Tcllo,  en  lo  que  diuc  delta. 

RoauTo.  Blanca  s<  llama,  sc&or. 


Rev.        ¿Li  condesa  de  Adcmira?: 
I  con  jusu  causa  se  admira. 

Tello.     No  era  para  mina  amof. 
Vasco.    ¿Porque? 
Tti.i.o.  ¿No  to  ves  aquí? 

No  sabe  encubrir  el  fuc^. 
Vasco.     Nuestro  huísped  andA  ciejio 

V  no  es  bueno  par.t  mí. 
'  Rkv.         rn  fin,  ¿la  habíis  violado? 
RoaEKTO.Y  la  comienzo  i  servir. 
Rey.        De  Blanca  os  puedo  decir 

que  esiat<.'is  bien  empleado. 

De  la  cdsa  de  Mendoza, 

de  (JasiiUa  tutsu  madre; 

la  calidad  de  su  padre 

tantos  privilegios  goxa 

que  JO  solo  soy  mejor. 
(toncHTO.  Principios  ahora  han  sido, 

aunque  «itoy  favorecido. 
Trli.0.     ¿Oveí  aquello,  señor? 
Vasco.     Callo,  porque  estoy  culpado. 
Rky,         Que  os  entretenglis  asi 

estimo  mucho. 
Roberto.  Vo  fui. 

de  Vasco  de  Acufla  honrado, 

donde  luvctsta  ventura. 

(^aii4c(I  K<f  j-TriiUn.} 


ESCENA  Xlt 
Do»  Vau»,  KoaaKTo  y  Tsu.o. 

Vasco.     Mal  habíis  hecho,  Roéerto, 
en  haberle  descubierto 
que  amáis  á  Blanca. 

RoaiaTo.  Es  locura 

todo  iraor,  y  yo  lo  estoy. 

Vasco.     Pues,  Roberto,  no  lo  estéis, 
que  un  competidor  tenéis 
tan  bravo,  i  fe  de  quien  sois, 
que  03  ba  d«  costar  cuidado. 

RoBEKTo.Dcl  rey  abajo,  ntnguno. 

Vasco.     ¿No  podrU  ser  que  alxuoo 
que  la  «mase  y  fuese  amado 
se  declare  con  vos? 

RoiianTO.  fio, 

que  soy  yo  muy  diferente. 

Vasco.     Vos  no  sabéis  con  la  gente 
que  tratiis. 

Roberto.  Presumo  yo 

ave  os  un  Cid  todo  espaAol. 

Vasco.     jVive  Dios  que  hay  portugués 
que  pondrá  el  sol  *  sus  pies 
si  se  le  igualase  al  solt 
reyes  tendrán  por  esclavos, 
porque  cuando  no  lo  frieran, 
del  rey  D.  Pedro  aprendieran 
que  los  ensefla  1  ser  bravos. 
Desenterr6  á  duna  Inés 
y  con  ella  se  cató 
después  que  la  coronó, 
porque  esto  «  ser  poriugufs, 
y  los  hidalgos,  Roberto, 
,       qae  son  de  tan  buena  ley, 
harin  lo  mismo  que  el  Rey; 
ao  di^s  qu«  no  os  advierto. 


^^^^2l7 

SIKMPRF.   AYCDA   LA  TEROAD                                 ^^^^^^| 

^^B         f)oBE«To.  Bl  que  mi  huésped  no  tucra 

Telio. 

Solo  un  broquel^^^H 

^^^H 

no  me  hubiera  hablado  ansi: 

y  esta  hoia,  que  con  ella              ^H 
he  mucno  dlc/  casteljanoj;           ^H 

^^^1 

advertid  que  i  Blanca  vi 

^^^^ 

y  que  basta  que  me  quiera 

y  esto  i  vista  del  de  ÁcuAa,          ^H 

^^^|L 

tara  aventurar  la  vida. 
*cro  decidme  quien  c% 

y  otros  luntos  por  la  uíla              ^^M 

^^^^K^ 

se  escaparon  de  mis  manos.          ^^M 

^^^F^ 

e«  bravo  p»rlut;a¿^ 

Bev. 

jDíti  castellanos?  mirad             ^H 
lo  que  decís.                                   ^H 

^^^V 

oue  yo  haré  que  no  me  impida. 
Pues  v(!  haré  que  íh  vcnua  a  hablar. 

^^H 

Tkllo. 

¿l^slo  admira?           ^^M 

^^H          RouRTo.  (únanla  no  (lei)  el  Rey  prcliero. 

lid. 

Pucos  ton  para  mentira               ^^^ 

^^H         Vasco. 

No  es  el  Rey. 

y  muchos  para  «erdad.          ^^^^ñ 
¿Y  dúnde  de  noche  va           ^^^^| 

^^H         Rmbkk-io.                     Pues  ya  le  «pero. 

^^H 

jüinde* 

general?                            ^^^^| 

^^H         RosuTO.             A  Is  orilla  del  mar. 

Tello. 

Gran  seAor,                  ^H 

^H           Va»:o. 

¿Con  que  armas  le  diríí 

tiene  un  poquito  de  amor       ^^^H 
que  pesadumbre  te  da.           ^^^^| 

^^H         RoBCHTO.  Con  dágj  y  espada. 

^^H         Va  veo. 

íri. 

Rev. 

^^^^1 

^^H         RoatHTo.  Yo  \oy  i  anuardarlc allá; 

TCLt,0. 

No  seAof.                         ^H 

^^H 

y  en  la  campaña  veré 

lo  que  son  lo^^  putlufiaese». 

Rey. 

¿Quién  es,        ^H 

^^^B 

porque  i  e<.(ar  en  fKtsesi^,         ^H 

^H       Vako. 

Pues  id,  que  á  llamarle  vt<y. 

ni  aun  al  Rey  era  raxún               ^H 

^^^^^H 

tVait  Hotitno.) 

decirlo?                                      ^H 

^^^^^^H 

Tci.t.o. 

Beso  lus  pies...                   ^H 
boñt  Blanca  de  Mendoza             ^H 

^^^^^g 

KSCENA  Xm 

^^^^^n^ 

es  pur  quien  Va^o  suspira.          ^^M 

^^^^■~ 

Dos.  Vnato  y  Tai  i  o. 

Rey. 

¿Pues  cómo  Ruberio  mira           ^H 

^^V         Tkllo. 
^^H         Vasco. 
^^K^    Tello. 

^        Vasco. 
^^1          Tellu. 
^^H         Vasco. 

¿Qtií  ¡mentas?' 

Perdido  estoy. 
De  qoe  crédito  le  dieses, 
en  lo  del  favor  le  culpo: 
que  es  extranjero  y  liarí» 
favor  de  la  córlela. 
K«el  favor  le  disculpo. 
(Vaste.» 

No  mu  digas  nada.  (VaM.) 

Teí-lo. 

lo  que  don  Vasco  nogoia?         ^^M 
Aquí  le  ha  avisado  ya           ^^^^M 
que  tiene  compciidór,           ^^^^| 
y  con  saberlo,  seflor,             ^^^^H 
resucito  en  quererla  t-sti,              ^^M 
y  yo  en  que  sepas  de  mi                ^^M 
la  Verdad  de  lo  que  pasa.               ^H 
Vasco  de  celos  se  abrasa        ^^^H 

y  düo  á  Roberto  aquí             ^^^^M 
que  le  quería  enseñar             ^^^^H 

^^^^^^B 

quien  es  su  compeiidiir           ^^^^B 

^^H 

ESCENA  XIV 

y  fué  i  HKUardarle,  señor,              ^H 

a  las  orillas  del  mar.                        ^H 

^^^^^^ 

T«LI«> 

Y  el  general  irá  lue|{o                      ^H 

^^^^^B 

Puesto  quedo  en  contusión: 

donde  á  costa  de  su  daño               ^H 

^^^^^1 

;que  por  tan  necia  ocasión 

ha  de  ya  el  desengaño;                   ^H 

^^H 

saoue  don  Vasco  la  espada! 
Roberto  estará  ignurantc 

Rev. 

que  lo  remedies  te  ruego.              ^* 
Bien  se  yo  que  Vasco  es  hombre 

^^H 

de  competidor  i|(ua], 
cuando  vea  al  general 

Tbllo. 

de  valor.                                      ^J 
Cuerpo  de  tal,                  ^H 

^^^^^H 

don  Vatco  amante  v  diamante.— 

e>  tan  hombre  el  general              ^H 

^H 

El  Bey  «  este,  ¿qué  liaré? 

que  soto  basta  su  nombre.           ^H 
^  o  te  vi  partir  un  moro               ^H 
pci  t>  mitad,  de  un  revés.              ^H 

^^^^E 

líSCE.^'A  XV 

Rkv. 

Jluen  re\és.                                  ^H 

^^B 

Tau9  y  «i  Xa*! 

Teu.o. 
Rey. 

De  porlUfiues.                ^H 
Aunque  de»hii.tre  el  decoro      ^^^H 

^^Hr  B>T. 

^Quién  sois  hombre» 

real,  nn  me  da  suslefto             ^^^^H 

^^■^   Tillo. 

Soy  criado 

la  braveía                                 ^^^^| 

de  Vasco  de  Acuña. 

¿Ha  mucho  que  el  uerKral     ^^^^| 
fué  i  la  ribera?                            ^M 

^^H 

Honrado 

dueño  tenéis 

Tello. 

Fué  luego.            ^H 

^H        Tsllo. 

Ya  lo  sé. 

Rey. 

Con  qué  enojo  escucho  y  trato     ^H 

^^B 

¿Deque  le  servís? 

hastü  las  cosas  más  viles:              ^H 

^^1        Teli.o. 

Scflor, 

6  len^-ocl  almade  Aquiles,            ^H 

^^^^^^ 

un  pobre  soldado  ful 

ú  nte  engendró  Viristo.                   ^^M 

^^^^^L 

que  en  la  guerra  merecí 

Desde  aquella  sombra  helada         ^H 

^^^^^^H 

que  me  hiciese  alifún  favor. 
Después  que  vinimos  della 

que  estoy  por  intunie\  viendOi     ^H 

^^^^^1 

luego  en' cólera  me  enciendo:        ^H 

^^^^^^P 

MtfiOdc  noche  con  él. 

muero  por  sacar  la  espada       ^^^H 

^         RCY. 

¿gu6  lleváis? 

con  alma  tan  ofendida,          -^^^^| 

JÜIiN'VDA    l-RIMKKA 


que  tujiUiUKr*  pk-nw  <|U(;  n 
quien  dio  muctic  i  d"TÍ*  "i" 
y  me  ha  quitado  l>  vidu. 

(Voxíj-xíiKwbcno.) 


ESCENA  XVI 

En  U  mavor Confusión 
que  hombie  «  ha  vÍmo  iamii 
vcny"'  *"'0f  ■  d"nde  me  (Us 
para  unetta  oca^iúi): 
celoso  e«oy  con  razún, 
porque  el  favor  aue  he  lenido 
por  mtn*  mano  na  sido. 
y  bien  puede  hal>er  engaso, 
no  en  iaí  celos  cu^^o  daño 
jcómo  puede  ser  lingido^ 
Que  tí  el  Be;  tenso  pensado 
el  que  tiene  i  blanca  amor; 
que  menos  competidor 
)a  le  hubiera  declarado. 
Ser  don  Vasco  su  prit  «do, 
es  máscieri»  fundamento, 
pues  <qué  ciperiis  pensamiento 
en  tanta  dnconflanKai*: 
que  es  locura  la  c^peranít 
que  ha  de  parar  en  el  viento 
Playa  del  mar  lusitano. 
puerta  ilustre  del  Orienie, 
aquí  de  mi  reino  au^«nlc 
vine  huyendo  de  mi  hermano; 
p*ro  ya  pretendo  en  vano 
del  rev  ilun  l'edro  el  lator, 
que  ti' á  Blanca  tiene  amor 
presto  me  ha  de  aborrecer, 
porque  el  supremo  poder 
no  admite  compciioor. 
Si  fuere  el  Rey,  Blanca  hermosa, 
aunque  Elena'  me  ha  contado 

3ue  es  mi  amor  de  vos  pagado, 
cjaré.  que  ex  iustacosa, 
la  pretcnsión  amorosa; 
que.  Turra  de  ser  uuicn  es. 
y  tan  bravo,  que  i  sus  i»cí 
tiene  el  mundo,  fuera  wror 
tener  en  cosas  de  amor 
competidor  porluftu^s.  iSait  v««».> 


E!x:ena  XVII 

tMcMM  y  t)  V**c*. 

'  Vaitio.     Amor,  donde  la  esperanza 
que  se  funda  en  fe  mis  pura 
no  líenc  cosa  segura 
mientras  que  su  tin  no  atcanii 
pues  con  tal  dcsc'>nliania 
me  trae  de  Blanca  hermou, 
permite  i  un  alma  celosa 
impedir  á  un  nue\o  amante 
porque  no  pase  adelante 
su  pretensión  amorosa. 
Er  decirle  mi  añctún 
bien  sí  que  no  soy  discreto. 


3l5 

ifieto  que  amor  fué  secreto 
SI  cetos  dan  la  ocasión? 
Puesto  vengo  en  cuniusión: 
que  callar  es  dar  lugar 
que  su  amor  pueda  aumentar; 
y  decir  que  tengo  amor 
es  declarar  el  favor 

Ídara  Blanca  pnar. 
cdir  celos  no  he  querido; 
porque  csián  de  agravios  llenos, 
y  porque  es  tenerme  en  menos, 
que  de  quien  yo  celos  pido, 
el  amor  que  csiri  dormido 
suele  despertar  con  ellos: 
Kufrillos  ú  no  tenellos 
fué  siempre  mayor  razón; 
que  por  la  misma  ocasión 
viene  el  agravio  tras  «¡tos. 
Ya  Roberto  ocupa  el  puesto; 
honra  ó  amor  k  hun  lomado; 
mayores  celos  mi:  ha  dado 
el  verle  venir  wn  presto. 
A  todo  viene  dispuesto; 
mas  no  es  á  su  sangre  igual 

auc,  siendo  honor  su  caudal, 
esde  Polonia  y  sus  híclos 
traiga  una  nave  de  celos 
i  vender  d  Ponugal. 
Roatnro.  Vasco  me  parece  aquíl. 

f-:i  es:  jquj  es  esto  don  Vasco^ 
Vasco.     Venir  i  volver  por  mi. 
RuaKHTo.  «Vos  por  tos,  cuando  vo  aguardo 

i  quien  quiere  i  duíla  Olanca.^ 
Vasco.     Yo  soy  quien  la  quiere  tanto 
que  he  de  quitarle  Is  vida 
al  quu  quÍMere  estorbarlo. 
RoABRTO.  Nú,  Vasco,  no  puede  ser: 
el  Rey  aqui  os  tu  e-iviado; 
él  la  quiere,  y  vos  queníi» 
cerrar  á  mi  amor  el  pato. 
Vasco.     Vo  os  he  dicho  la  verdad, 
y  si  csiiis  determinado 
de  servir  á  Blanca,  oídme: 
Fsa  es  la  mar,  i'ste  el  campo: 
ó  navegar  por  alli. 
ü  aqui  morir  peleando. 
RoBKii-ro.  Entrambas  cosas  haré; 

porque  después  de  mataros, 
'  será  fuerza.navegar, 
y  librarme  navejuindo. 
Vaüco.     ^Sabéi»  bien  quien  M>y? 
RoaEaio.  Va  sé 

que  el  Rev  no  me  hubiera  dido 
a  menos  fiuésped  que  á  vos. 
Vasco.     ¿\  es  noble/a  ser  ingrato^ 
Roberto.  No  a  aquesta  ini;fal(iud, 
sino  presunción  de  bravo: 
que  quien  entre  en  Portuftal 
OK  honra  con  imitaras. 
Vasco.     Sacad  la  espada. 

ESCENA  XVIII 
DiMoa.  rí  Ka?,  Tkttoy  TaiiTXj>. 

Rev.  éOué  es  eaw.* 

■  VASca     El  Rey,  por  Dios. 


^^^^^aí^^^^^^^^^^^íIBMPRB  AVUDA  LA  VCKDAU      ^^^^^^^^^^^^^^B 

■            RoBKRTO.                            tCuo  exirañoí 

en  defensa  de  don  Va5i:o.          ^^^H 

H            Ftsv.        ^Asl  loj  huispcücs  riñen? 
H              Vasco.      bcAor. 

¿Genérate                                      ^H 
Vasco.                   SeAor.                             ^ 

■            Rky.                  No  ha¡r  que  disculparos: 

Rav.                                      Yo  quiero 

^^^.                     ya  s¿  la  ocasión,  Robcfto, 

hoy  de  mí  mano  casaros. 

^^^fe                     f  <iue  icnjii  culpa  entrambos: 

Vasco.     Vcíiiuroso  yo,  si  hoy  quedo 

^^^^^_                vot  en  querer  alterar 

casado  de  vuestra  mano. 

^^^^^B                el  reino,  de  ayer  llegado. 

Rby,        Yo  sí  que  hoy  habíii  tenido 

^^^^^H                )'  VaKo  en  no  hablarme  i  mi. 

un  papel  con  un  retrato: 

^^^^^H              óue  supiera  remediarlo. 
^^^^^B              ¡vive  Dios  que  el  reponarmc. 

Blanca  os  quiíre;  va  sal>¿is 

que  su  padre  don  Fernando, 

^^^^^H                mis  que  cordura,  es  milagro!: 

sus  dos  hijos  me  eticarjitó. 

^^^^^H                yo  no  quiero  que  de  hoy  mis 

y  que,  muerto  don  Gonxato, 

^^^^^^B                me  llamen  don  Pedro  el  Bravoj 

>ara  mavor  dicha  vuestra, 
tUnca  hereda  sus  estados. 

^^^^^^1                yo  veo  espadas  desnudan, 

^^^^^H               y  ningún  respeto  humano 

Ya  sois  conde  de  Ademira, 

^^^^H(              liene  embainada  la  m!a. 

y  yo  á  su  dote  os  aAado 

^^^^^TlOBKiiTO.  Si  yo  pentara  enojaros. 

seis  mil  escudos  de  rema. 

H            Rey.        bueno  e&tá. 

Vasco.     Las  estampas  que  dejando 

H             Vaícu.                       General  vuestro 

van  vuestros  pies,  son  cnvidi* 

H                            en  mar  y  tierra  me  llamo; 

de  mi  boca.                            ^ 

^^^                        si  aqu(  habíts  de  ser  |u», 

Rky.                           Tristin,  vamos. 

^^^h                       señor,  y  no  Rey  airadOi 
^^^^^^                 pues  decís  >^ue  habéis  sabido 
^^^^^K                  a  ivasión,  a  suplicaros 

Thistín.  Conde,  el  parabitn  os  doy. 

(VnMK  <i  Kcr  >-  TrlslSa.) 

RoRSHTO.  Y  yo  voy  desnperado. 

^^^^^P                  me  atrevo  que  me  eMUChiis, 

lleno  de  celos  y  envidia. 

H              Rsv.         Nunca  estuve  tan  despacio. 

(k-AM  Hobariu.) 

^^^                         t.a  condej-a  duna  Blanca, 

^^^L                     que  es  sólo  en  lo  que  reparo, 

^^y                     ¿cuil  de  los  dos  favorec*? 
^^^         RoB«BTO.  Mis  favores  no  son  tantos 

ESCENA  .XI.'C 

H                               que  pueda  alabarme  dellos; 

Do»  Voaoo  Y  TatLO. 

^^^B                         basta  que  me  hará  contado 

^^^P                        su  prima  Kk-na  que  estoy 

Tullo.    jPuedo  besane  la  mano? 
Vasco.     No,  Tello,  que  al  Rey  dijiste 

^^^"^                        en  su  gracia. 

H              Rsy.                               jQuién  Oculndo 
^^^                         os  llevó  i  verían 

lo  del  papel  y  el  retrato. 

Tello.     Gentil  agradecimiento 

^^K       RoBEHTO.                          Señor, 

si  por  esto  estas  casado. 

^^H                      don  Vasco,  reciín  llejüodo. 

Vasco.     Ahora  b«n,  yo  te  perdono. 

^^H       Rbt.        No  tenéis  culpa  en  quererla; 

Tello,  mas  pues  eres  sabw. 

^^^^^^                pero  habi&idoos  avisado. 

advierte  que  entre  los  nobles 

^^^^^^               ^ci>ma  la  podtis  servir 
^^^^H               sin  hacer  a  Vasco  agravio? 
^^^^^H               La  ley  de  amigo  y  de  huísped, 

"V:  tiene  á  lÉrmino  bajo 

decir  anadie  el  favoe. 

TaLio,     Esos  estilos  tan  altos 

^^^^^^              ^no  obliga  k  un  noble? 

son  del  tiempo  de  Amadls: 

^^^^^  RouniTO.                                   No  hallo 

que  agora  hay  muchos  htialgos 

^^B                         disculpa;  perdAn  le  pido; 

que  cuentan  lo  que  no  han  hecho 

^^^                       y  i  vos,  señor,  de  enojaros. 
K             Rey.        Vencido  habtis  mis  enojos: 

Gomo  si  hubiera  pasado.       (VdUMj 

^^^B                      jvos,  general,  en  qut  estado 
^^^f                       tenéis  «1  amor  de  Blanca? 

^^^K      Vasco.     Da  que  la  sirvo  seis  aAos 
^^H                        sin  haberme  hecho  favor; 

JURNAD.A  SEGUNDA 

^^H                        mal  dije,  pues  me  ha  dejado 

^^^B                        servirla  sin  que  se  ofenda, 
^^^H       Rey.        iQuf  cortesano  recalo! 
^^H        TiusTÜN.  c.st¿  cierto  vuestra  tlieía 

ESCENA  PRIMERA 

C«DD«»tA»t«  y  THsri»  aa  Silta. 

^^^^^                   que  en  su  servicio  y  palacio, 

^^^^^^k                 como  don  Vasco,  no  tiene 

C0NÜCSTAIU.X. 

^^^^F*                tan  valeroso  fídat)^. 

De  cuantas  novedadet  en  mi  ausencia. 

^        RsT.        Lisonja  me  hi/Céis.  Tristin¡ 

TriMán  de  Silva,  referis,  ninguna. 

^^^L^                   1  si  como  éste  es  hermano 

puede  estar  con  el  gusto  en  competencia 

^^^^^               de  un  rey,  y  al  ñn  extranjero, 
^^^^^H^               oue  viene  i^butcar  mi  amparo, 
^^^^V               ru«ra  del  reino,  por  Dios, 

de  ver  casada  i  Blanca. 

TdlSTAtt. 

^^^^^^                qtie  hubiera  metido  mano 

Si  hay  alguna 

^^^^K               'j  «{nlládole  ta  vida 

que  pueda  celebrar  vuestra  cxcclcacia, 

JOP.NADA   SEGUNDA 


217 


I 
I 
I 
I 


de  SU  real  un^rc  y  xu  mayor  foiiunj. 
es  ver  casada  á  tSknca,  »U  subrio*. 

CONDESTASLE. 

Digo  que  fui  disposición  divina. 
Muerto  iu  padre  y  su  gallardo  hetmami, 
fue  lodu  mi  cuidado  la  Condesa, 
temí  qu«  catxallero  castcl  laño 
KOíBW.  i  mi  pnar,  isn  alia  empresa; 
Vmco  es  hon»r  Jd  remo  iuí.iuno, 
Vásco,  d«  la  nobleza  ponu^ucv*, 
lustre  y  valor,  y  en  U  extcanicra  tierra, 
v^ienic  por  la  'p».z  y  por  la  i;"*^^'- 

TuisíAn. 
t^l  dU  de  lus  bodaV  sumamente 
fui  de  (oda  Lisboa  celebrado, 
honrándolos  el  Rey  como  pariente, 
sino  digo  mejor  como  á  pnva<to. 

G>NUeSIAStE. 

jOh,  cuinto  me  pes6  de  estar  ausente! 

Tkbtíi*. 
Mucho.  seAo4,  tiub«éradcs  honrado 
el  regocijo  7  licsu  de  aquel  dJo. 

OONOES1A8L£. 

].as  cartas  luve  alli  cuando  venia. 

Tbistás. 
Alabaros  de  BlaiKa  la  hermosura 
aquella  noche,  fuera  empreu  vana; 
que  digna  lui'  su  cclrsiial  piniurj 
lile  nu  admitir  comparación  humana. 
El  bañado  juJEmin  en  pUia  pura, 
la  purpura  en  cld^el,  ta  rosa  en  ^rona, 
no  fgualaron  su  roMro  que  u-nia 
aquella  lux  con  que  seaicita  el  día. 
Galán  Vasco  de  AcuAa,  jconipaAado 
de  tuda  la  nobleza,  se  presenta 
airoso  en  la  ocasión,  como  soldado; 
que  es  guerra  amor,  y  pareceilo  intenta. 

CoNE'CSTAIII.K. 

iDichoso  el  que  se  casa  enamorado, 
si  aquel  amor  basta  mcrír  sustenta! 

Thisi*n. 
Si  la  dama  después  no  desmerece, 
amor  os  tuAo  jr  con  ios  años  crece. 

ESCENA  II 

DiciiM,  rl  M«T,  Vuco  /  TaLl». 

RCT. 

Esto  nw  escriben  del  Algarvc  ahora: 
mirad  U  es  justo  que  me  cause  pena. 

Vasco. 
Truciún  extraAa  y  digna  de  castigo. 

ConoesTAatE. 
Vuestra  alteza  me  di  sus  pies  reales. 

Kbv. 
¡Oh,  Condenable!,  ¿  tiempo  habéis  venido 
que  ea  taata  pesa  me  daiiü*  consuelo. 


C0NDCSTAKI.K. 
Muchos  años,  señor,  os  guarde  el  cielo. 
Rer. 
<  {Cdmo  en  Castilla  os  (ui> 

'  Co»t«STA»I.S. 

No  bay  cosa  en  ella 
Hue  al  nuevo  rej',  señor,  no  esté  rendida. 
Ya  queda  don  Knriquc,  rey  pacllko 
y  alridado  lambjin  su  muerto  hermano; 

3ue  se  quejaba  el  reino  caMcllinu, 
C  U  fiera  crueldad  del  rey  don  Pedro, 
til  parabién  l<  di,  mostrando  el  gusto 
que  de  vuestra  amistad  y  pai  ei  justo. 

(Datt  uñlt  tarta.) 
Aquí  responde. 

Rey. 

■Muerto  su  hermano, 
no  habri  contradicción  en  lodo  el  rdno. 

CONOeSTABLC. 

Esta  muerte  y  prisión,  los  castellanos 
han  sentido,  seAor,  con  grande  exceso  '. 

Rey. 
Que  fuú  valiente  principe,  osconüeso. 

TaiSTÁ».  iApi 
Como  él  es  tan  cruel,  disculpa  i  un  hombre, 
de  quien  se  precia  de  imitar  el  nombre. 

Rbt. 
Descansad,  Condestable,  que  mañana 
uata  remos  despacio  desús  cosas. 

CONOESTABU:. 

Que  fueran  sospeche,  dilkulious. — 
Vasco,  dadme  los  bracos. 

Vasco. 

Todo  el  pecho 
como  siempre  os  lo  di. 

CosDcsrABLí:. 

Cirunde  alegría 
me  hn  causado  de  Blanca  el  jtisio  empleo. 

Vasco. 
Yo  sé  vuestro  valor,  vos  mí  deseo. 

ffAutrCondciubU,) 

ESCENA  U 
£1  hfti,  Don  %'Atco,  Tmittl»  y  TUlo, 

Rív.        ¿Vasco? 

Vasco.  Señor. 

Bet.  ¿Qué  be  de  hacer 

para  poder  castigar 
quiea  me  ha  dado  tal  pesar? 


I  Como  jr>  «btcrvA  HAruMboMli,  filu  «lu  ._ 
e.  le  lu(j»r.  Li  mucitc  y  prisioo  «riin  prot-ibhRun  )■ 
Jt  ilgutrot  pulidafiss  Jd  rcv  D.  fraro,  eonjo  ñor 
(/implo,  el  .Uxitre  a.  Mullía  [.6|>c*  d«  CirdobjL  iml 
Cuinicnic  i]««>IUd«>  pv»  O.  Juiliaua.  líl  putjc  leria 
UciMda  por  üi  ccaiurt.  " 


2l8 

V»ico. 
Kky. 


SIEMPRE  AYUDA  LA  VKHbAD 


Señor,  mi  mis  de  querer. 
Con  lo5  Al((«rv«  se  alió 
Mect'iT,  «un<4ue  nu  el  iruyano. 
y  fuera  afrcnur  mi  mano 
tr  i  <:axti}iarle  yo. 
(¿ye  por  lo  que  n  mi  disgtisiK, 
vive  OlúS,  que  lucuo  fuera 
y  aue  en  pcrvona  le  diera 
mil  muerie^. 
Vam:o.  No  fuera  ¡unto; 

qtic  vos  nu  habéis  de  salir, 
ni  entre  los  reye«  es  ley, 
no  avieitdo  Kcy  contra  Bey; 
pero  es  quererme  decir 
que  lome  las  arma»  yo, 

que  wy  tucstro  {-eneral 
V  me  loca  empresa  igual. 
No,  Vasco  amigo,  eso  no. 

que  esiiis  muy  reciín  casado. 

Afrentóme,  pur  Dios  vivo; 

que  aunque  mi  amor  excesivo 

me  dicru  mayor  cuidado, 

en  siendo  servicio  vuestro. 

ninguno  puede  ((¡ualar 

con  mi  lionor  esc  lugar. 

Quede  \  aico.  i  cargo  nuestro 

casiii^ir  ese  tirano; 

uozad  vuestra  esposa  vos. 

No  diuits  eso  por  Di<n, 

sino  dadme  vuestra  mano, 

q^ue  esto  quiere  brevedad. 
Rev.  No  sí,  don  Vsjco.  quf  us  diga; 

la  confianza  me  oblijía. 
Vasco.      Vos  sabéis  mi  voluniad. 
Ret.         tiende,  siendo  vuestro  (justo. 

partid- 
Vasco.  Mil  veces,  sefVur, 

os  beso  los  pies. 

(V^in  *í  Ktj  y  Ttiixin.) 


ESCENA  IV 

Ito»  V**co  y  TSLLO. 

Ter.u).  Valor 

has  mostrado. 

Vasco.  ¿Y  no  era  íusto? 

Tello.      No  deja  de  ser  por  eso 
valor. 

Vasco.  Y  e»  valor  de  suerte 

aue  no  me  diera  la  muerte 
dis^sto  con  mis  exceso. 
¡Ay.  Tcllot  no  s*  lí  amor 
es  sólo  el  que  rae  uturmcma. 
sino  oiro  amor,  que  es  afrenta 
de)  amor  v  del  honor. 
Hicieron.  Yeito,  los  cielos 
dos  anidrcs:  al  mayor 
llaman  comunmente  amor, 
y  al  secundo  llaman  celos. 

Trli.o.     Cuando  níAo  me  contaba- 
mi  madre,  que  quiso  hacer 
hombrcv  rl  diablo  por  ver 
si  los  del  cielo  imitaba, 
y  que  le  salieron  monas, 


con  que  temor  me  ponU 
todas  las  voces  que  via 
q^uerer  imitar  persona». 
^  asi  dijeras  mejor, 
por  la  envidia  y  sus  desvelos, 
que  nu  son  amor  los  celos, 
sino  monas  del  amor. 
Vasco.     He  visto  hablar  con  Elena 
i  Mobedo  en  (¡rsn  secreto. 
TELLO.     Pues  ¿qu*  importar 
Vasco.  Te  ptomeio 

oue  me  ha  dado  mucha  pena. 
.\ndo  con  ciic\  desvelos 
de  mi  amor  y  de  mi  honor. 
que  no  hay  íurmenio  mayor 
quccallar  teniendo  celos. 
f*ues  di,  ^quí  scri  de  mi 
si  me  ausento^ 
Teli.0.  Loco  estés; 

mas  la  disculpa  que  das 
valga,  aunque  no  para  mi. 
Elena  quiere  i  Roberto 
y  ií  la  debe  de  querer. 
Vasco.     Puede  ser. 
Tello.  Si  puede  ser, 

que  es  gran  IiKura  te  advieno 
pensar  que  pueda  llegar 
el  ma)or  airevimienio 
con  sombra,  ni  pensamiento 
á  tan  divino  lu}¡ar. 
Que  la  Condesa,  ya  es  claro 
que  es  quien  es. 
VASCO.  puédate  aquí, 

que  al  Rey  escucharnos  vi; 
porque  ya  sólo  reparo 
en  que  el  ha  de  ser  servido, 
si  cuesta  vida  y  honor. 

{Van  VtKD  y  lítt  el  Ke) 


ESCE.NA  V 
la  Rar  y  Tm-lo. 

Rev.         ¿f-'uese  H  Conde^ 

Tello.  Si,  scflor. 

Rev.  l'arece  que  está  ofendido 

de  unos  necios  pensamientos; 
no  me  encubras  nada  i  mi. 

Tello.    jQulín  podrá  nefiaric  i  ti 

los  mis  graves  sentimientos, 
si  no  ofendes  la  lealtad 
del  Conde,  siendo  lú  el  Rey, 
pues  no  hay  lealtad  de  mis  ley 
^ue  tratar  al  Rey  verdad^ 
bl  Conde  lleva  temor 
en  esta  ausencia. 

Hsv.  ^Dcquí? 

Tullo.     1'ieneimor. 

Rev.  Pienso  que  fue 

del  amor  hijo  el  leroof. 
Mas  viene  i  ser  desconcierto 
si  es  de  Blanca. 

Tello.  No.  señor. 

Rey.         ¿Pues  de  qui¿n  tiene  temor? 

Tello.     Dsste  principe  Robeno; 
qtK  desde  que  se  casó 


lOUNADA   Si:tiL'í(DA 


Rev. 
Tki.u>. 


m. 


LLO. 


RlT. 

Tillo. 
lUv. 

TutLo. 


Bív. 


Va»co. 


BST. 


Vamo. 


ha  dadu  un  M>li>:itBr 
a  Blanca. 

I>aña  llenase  le  dio 
en  ntKunx\  oi:.iNÍ(>ne%. 
^Pu»  cúmi)  pata  por  CW> 
ti  Conde? 

Perdiendo  el  seso 
y  malognndu  raitmc» 
que  Elena  entender  no  quiere, 

Ípknso  que  hubiera  muerto, 
no  ser  por  li,  i  Hubwio: 
de  que  su  lealtad  se  inlícfc. 
pues,  por  no  daric  dis)-usio. 
pasa  por  su  atreví  míenlo, 
^c  va:ia  á  la  {¡tierra  sieniu. 
Servirle,  señor,  w  ¡usio. 
Llámale. 

Ya  vuelve  aquí. 


ESCEN'A  VI 
DiCHM  y  DoK  Vaico. 

Conde,  yo  no  me  acordaba 
que  aquí  el  Condestable  estaba, 
cuando  esta  ¡ornada  os  di. 
Descansad  recién  casado. 
Vuelva  vuestra  alicza  Ká, 
que  ni  el  Condestable  Irá, 
ni  oiro,  aunque  mayor  soldado, 
de  cuantos  os  sirven  hoy; 
ni  merecen  esta  afrenta 
mis  servicios. 

Ni  lo  intenta 
ninguno,  d  fe  de  quien  soy. 
Sino  que  lástima  lenfto 
i  Blanca. 

No  hay  Blanca  aqui, 
sino  vos  s61o. 


Vako. 
Tti.Uí. 


Vako. 
Tw.1.0. 

Vasco. 


219 

l'ariid,  que  en  vuestro  lu^ar 
lucüirii  honor  ub[¿  (¡uardar, 
pues  vo»  miráis  pur  nn  honor. 
Vuelvo  i  besar  vuestro»  pick. 

tVtít  ti  Bor.) 

ESCESA  IX 

UvN  ^'A(c*  y  T«U4i. 

¿Estás  contento?* 

V  lú  debes 
estarlo  ya,  pues  le  atreves, 
fci  un  Bey  tu  defensa  es. 
Muerto  voy. 

Saben  los  ciclos 
que  con  lealtad  te  he  sefvídu. 
¡Ah,  Blanca!  mucho  he  perdido 
en  que  sepa  el  Hey  mis  celos. 

(Vaan  y  laita  Bluu  y  Eltiu.) 


ItKt. 

Es  ansf. 

Va3i:i», 

He). 

Puvi  ya,  señor,  me  preven(¡o. 
Id  en  buen  hora.  fVúu  ii  Kcy.) 

ESCENA  VU 
1)0.1  Vkco  y  Tkli.u. 

VAS<:ir. 

TBLto. 
Vasco. 

iVillanoe 
^mi» celos dijistcal  Rey, 
contra  la  lealtad  y  ley 
que  me  de  bes? 

'I'eu  la  mano. 
¡Vive  Dios  que  has  de  morí; 

isait  t 

«*>-) 

ESCENA  Vlll 
Dichos  y  d  H  c  V. 

FtKV.        ¿Qué  es  esto,  Vasco:  «siiís  locoF 
Vasco.     A  ser  toco  me  provoco, 
por  deseos  de  servir 
a  vuestra  aliezu,  señor. 


ESCENA  X 

B[4ii£»  y  Elm* 

Blasca.  Aunque  s¿  que  tiene  amor 
lemas  de  loco  y  porfías, 
que  ni  las  vencen  losdias 
ni  lasdiwcric  el  calor, 
no  puedo  con  el  icmor 
det  Conde  dejar,  Elena, 
de  refcTlne  la  pena 
que  á  darme  por  punto  v  ícncs, 
con  el  que  i  Robcrio  tienes 
va  causa  propia  y  no  aftena. 
No  me  ha  dicho  nada  el  Conde 
con  saber  ya  que  lo  sienic; 
porque  es  hombre  lan  prudente 
<juc  sus  secretos  esconde, 
oes!  mismo,  y  no  responde 
a  propúsilo,  SI  intento 
entender  su  pensamiento: 
que  el  hombre.  Elena,  que  es  sabio, 
hasta  saber  el  aeravío 
nunca  declara  el  intento. 
St  he  de  aventurar  |>or  ti. 
Elena,  el  amor  del  Oinde. 
vete,  prima,  y  \'i\  c  donde 
no  me  trate  él  Conde  ansi. 
Tu  casa  tienes  aquí 

Saied  en  medio,  con  puerta 
la  mia,  aunque  encubierta: 
sin  que  lo  llegue  á  entender 
me  puedes  ^cr,  y  tener 
toda  la  del  alma  abierta. 
Elcka.     Al  fin  meapanasairada, 
só'o  por  la  faniasia, 
de  tu  casa,  ven  la  mía 
auieres  que  viva  apartada. 
A  no  vivirconñada 
de  tu  amor  y  de  quien  eres, 
pencara,  Blanca,  que  quieres 
darme  i  enii;niicr  que  no  es  bien 
que  i  lo»  requiebrus  estin 
presentes  otras  mujeres. 
Cuando  el  Conde  haya  entendido 
mi  pensamiento  amo  ruso. 


aio 


SlEMPRK  AYltOA   L\  VERnAO 


^cómn  puedv  i->tar  ^cloío 
de  lo  que  no  le  ha  ofendido? 
Yo  pienso  que  tiJ  lias  lenido 
celos  de  mi,  que  ti  lo  cierto, 
que  él  no,  pues  quiere  i  Boberio, 
imaginando  de  mi 
que  de  vene  amar  á  li  . 

Icngo  vo  amor  encubierto. 
Cuanoo  csií  hiibtando  contigo 
diris  que  me  ttíí  mirando 
y  que  estoy  imaginando 
que  quisicrn  hablar  conmigo; 
amor  no  quiere  te&tigo, 
que  buK'a  las  soledades, 
para  tratar  sus  verdades, 
porque  son  lus  gusios  menos 
cuando  los  ujOS  ajenos 
enfrenan  lus  voluntades. 
Dcsenfidatc  con  í\, 
que  no  estoy  lan  advenida 
que  á  lus  requiebros  les  pida 
im  ajenación  es  del. 
Amo  á  Robcno,  y  por  íl 
euoy  tan  fuera  de  mi, 
que  no  vendré  mis  aqui 
porque  no  ofendas  mi  amor; 
que  quien  ama  su  valor 
no  puede  envidiarte  i  li. 
Esa  pucfta  de  mi  casa 
que  pasa.  Blanca,  i  la  tuya, 

fucs  no  es  dtl  alma,  y  la  suya 
laque  le  di  no  pasa, 
es  visita  muy  escasa; 
DO  la  abnrí,  ni  vendré 
i  vene,  porque  yo  sí 
que  es  necia  U  voluntad 
que  prosigue  el  amistad 
adonde  (alia  la  fe. 

tvaí*  tt«ti»  y  tale*  D.  Vaaoo,  «rCoo- 
(kaUbU  y  TtiU>. 

ÜSCENA  XI 
O.  S'AW».  ti  Co«.«»T*ai.«.TnM>  r  Smwc*.  rttírAd*. 

ValCO.     Con  esta  priesa  me  envía, 

aunque,  sabiendo  mt  pena, 

me  quiso  quitar  el  cargo. 
CoKDEST.  Sobnno.  en  oíensa  fuera 

de  vuestro  valor  y  el  mío; 

servid,  que  los  reyes  promi&n 

obras  y  no  voluntadas, 

Sue  aunque  en  todo  s«  parezcan 
Dios,  solo  en  esto  no. 

Vasco.     Asi  es  taión  que  lo  entienda. 

CoHoesT.  En  so  modo  hacen  los  reyes, 
tomo  dicen,  de  la  iierra 
hombres,  que  si  no  los  crían 
con  su  favor  los  sustentan. 
Los  reyxs  hacen  jusikia, 
castigan,  honran,  enmiendan, 
perdonan,  juígan.  defienden 
con  las  armas  y  las  letras. 
Lo  que  no  pueden  hacer, 
que  i6lo  t  Dios  se  reserva, 
es  conocer  voluntades 
finadas  ó  verdaderas, 


y  asi  es  menester  servir 

para  que  I»  obras  puedan,     

porque  en  llegando  á  intenciones 
no  JuigaR  tos  hombres  dellas, 
Vamio.     Aquí  está  blanca,  señor, 
d«clldo.  por  vida  vuestra, 
mi  panilla,  porque  yo 
soy  cobarde. 
CosDEST.  Si  lo  fueras 

no  fueras  adonde  vas.— 
Sobrina... 
líLANCA.  Sei^or. 

CoNOísT,  Los  nue\-as 

dicen  que  han  de  ser  sangrías 
i  paus^,  porque  ei  prudencia 
no  sacar  toda  la  sangre 

de  un  golpe. 
Blakca.  La  de  mis  venas 

se  helara  á  no  ver  al  Conde; 

con  él,  lo  que  fuere  sea. 
CONDEST.ÜI  Conde  va  ¿  los  Al^carvcs: 

breves  son,  si  no  son  buenas. 

Héctor  FernAndez  se  slzO 

con  ellos,  no  es  esto  guerra 

sino  castigo;  y  en  fin, 

cuando  to  sea,  paciencia: 

que  es  bien,  si  el  conde  es  Aquilet 

que  Héctor  á  sus  manos  muera. 
Slakca.  Cuanto  es  el  honor  del  Conde 

no  es  justo  que  me  eniernexca; 

quisiera  nu  ser  mujer, 

como  su  mujer  no  fuera, 

porque  llevara  i  SU  lado 

valor  y  amor  en  defensa. 

Agravio  me  hiciste,  lío, 

co  prevenir  tan  de  veras 

las  ligrimas  de  mis  ojos, 

aunque  estoy  de  amor  enferma; 

ante»  por  esa  merced 

beso  los  pies  k  su  alteza, 

porque  espetando  victorias 

sabré  yo  templar  mis  penas.    (>'''*■) 


ESCENA  Xtl 
D.  Vasco,  «I  C«iiM*TitMB  y  Tsu«, 
CONDBST.  ¿Qué  diCCS.^ 

Vasco.  Queesioy  sin  mi, 

Co?<»GST.  (Bravo  valor! 

Vasco.  Mis  quisiera 

menos  valor  y  mis  llamo. 

CoKocsT.  Yo  os  aseguro  que  tenga 
mis  agua  este  claro  sol 
que  ha  menester  vuestra  aui.... 
jNo  veis  que  iban  ya  las  niAas 
de  aquellas  ojos  lan  tiernas 
que  hadan  pucheros,  Conde, 
¡r  deienicndosc  en  ellas 
las  lágrimas,  como  el  agua 
queda  en  e]  hielo  suspensa? 
Yo  la  voy  i  consolar.  (Vutj 


JORNADA  SEGUNDA 


331 


ESCUNA  XIII 

T>OM  Vmc«  y  'f(i4«. 

Vaíco.     Tcllo. 

Tki.lo,  S«Aur. 

Vav:o.  No  aprovechan 

engaAús  en  unto  mil. 
Tello.    ¿Engaños.  rfc<)U¿  manera? 
Vasco.     No  vit,iG  partir  de  aoul 

sin  liRrimas  la  Condesa? 
Tbli.o.    Si,  seAor,  mas )  o  le  ¡uro 

úuc  no  r^\é  Mork  tin  ella*. 
VASca     .iH»  rwporvJiíio  mujer 

de  Ul  ■iutna  en  tat  ausencia?— 

aCuanio  es  el  honor  del  Conde 

no  t*  justo  que  me  enirlsieica, 

quisiera  no  ser  mujer 

como  su  mujer  no  fuera, 

purqu»  llevara  i  su  lado 

valor  f  «mor  en  defensa. 

Atavio  mo  hiciste,  lio. 

en  prevenir  tan  de  veras 

las  ligrimas  de  mis  ojos, 

aunque  csioy  de  nmor  enferma.* 
Tkí  i.o.    Lindamcnie  lo  tomaste 

de  memona. 
Vasco.  Las  ofensas 

no  hablan,  sino  trasladan 

al  ofendido  las  penas. 

«Ames  por  esa  merced 

beso  los  pies  de  su  alteza,*  ' 

jhabia  (le  decir  fllanca? 

Amas,  temes  y  recelas: 

tres  disculpas'que  te  culpan, 

conocida  la  lirmeza 

de  mi  secuta  en  amarte. 

¿Qué  hari  después  de  mi  ausetKia? 
ÍS^U  Btalrif .) 


ESCENA  XIV 

¿Esti  «qul  el  Conde? 

Aquiesli. 
SeJSor.  mi  señora  qued4 
en  brazos  del  Conaestabk... 
¿Qué  tu  turbas? 

Medio  muerta. 
¿De  quí? 

¿De  qtif  me  preguntas 
cuando  te  vas? 

Voy  i  verla; 
<)iic  la  quiero  desmajada, 
y  medio  muerta  me  alegra.      {Vtut^ 

ESCENA  XV 

Tkuo.     La  diosa  Venus,  Beatriz. 

Sara  las  bodas  y  liesias 
e  amor,  dicen  que  las  randas 
inventA  la  ven  primera, 
juntando  de  majaderos 
mil  docenas  para  hacerlas. 


Beatuix. 

Tei.tj). 

RXATHIZ. 

Vasco. 

IteATMI. 

Vasco, 
iikatrix. 

Vasco. 


Sobre  un  tafctin  aiul 
unos  con  otros  enr»Ja. 
mas  faltándole  á  Cupido 
tal  ve/,  pata  el  arco  Hechas, 
kM  majaderos  tiraba 
i  cual  yerra,  á  cual  acierta. 
Mas  ni  los  que  necios  aman 
ó  que  guardan  mal  su  hactenda, 
ni  ios  que  hijos  de  oir»>s 
que  los  enp;endraron  piensan, 
igualan  i  nuestro  Conde; 
que  quien  tiene  mujer  buena, 
st  con  sus  celos  tt  infama 
merece  que  no  lo  sea. 
Bkatuix.  Ya  cesará  b  ocasión. 

2ue  se  ha  retirado  Klena 
su  ca*ii,  y  concertaron, 
que  pues  hay  en  medio  puerta. 
la  visite  ausente  el  Conde- 
Y  pues  ya  los  celo»  cesan, 
dime  qué  Algarves  son  estos, 
ó  quf  guerra  i  que  le  llevan 
mis  desdichas.  (U»r«.; 

del  valor  de  la  Conde»*. 
BaATaii.  ¿No  he  Je  llorar  si  te  matan? 
T«Luo.     No  hayas  miedo  que  ul  sea; 

que  como  esti  concertado 

el  cavarnos  á  la  vuelta, 

para  tal  desdicha  mfa 

querrá  Dios  que  vida  tenga,  (raatr.) 


ESCENA  XYI 

jalea  It«Mn>v«  r  Ovavi». 

HoBEato. 

Hasta  aflora  tenia  mi  esperanza. 
Ckavio,  puesta  en  duda. 

Otavio. 
Todo  el  tkmpo  lo  muda, 
la  porfía  en  amor  todo  lo  alcanxa: 
p«ro  estov  admirado  do  tu  empresa 
por  la  faina  y  virtud  de  la  Condesa. 

Roana  To. 

Vo  nunca  hablé  con  Blanca  en  mis  amores; 

Elena  sólo  ha  sido 

de  quien  he  recibido 

tan  altas  esperanzas  r  favores: 

Elena,  prima  suya,  de  quien  fia 

Blanca  su  amor,  rendida  i  mi  porfía. 

OT*VK>. 

En  Elena  no  puede  habír  engafto, 
por  interés  ninguno. 

Roberto. 

Ni  yo  1c  he  dado  alguno 
que  me  pueda  servir  de  desengafto; 
todo  nace  de  Blanca  agradecida: 
un  mal  resiste  una  mujer  querida. 

Otavio. 
El  irse  ahora  el  Condees  tu  remedio. 


Routmo. 
Ese  tent(o  xe|turo: 

ponjue  en  habiendo,  Ouvio,  ilcrra  en  medio, 
pocas  mujetet  luelcn  ser  consianics 
i}uc  hay  mucho»  vidrios  \nn  dos  diamante*. 

ESCENA  XVri 
l>lciKi*  y  un  Cu*Bo. 

CniADO.    Orno  mcniamlasiefiii 

i  ícr  si  el  Conde  pariU, 

V  llqtué  cuando  salia. 
Roberto.  ^Visie  á  Blanca? 
Guiado.  A  Blanca  tÍ. 

Porque  puesta  en  el  batcún 

A  manern  de  la  nurora. 

perla  con  las  ro%4S  llorn: 

que  sus  mejillas  \o  son. 
RoBCdTo.  'f)at'-  ^lloraba? 
Ckiaüo.  o  lo  ún^, 

mas  n<:  me  quise  adjmrar, 

si  las  pensaba  enjugar 

con  saber  que  el  sol  salla, 

Don  Vasco  de  AcuAa,  en  iin, 

salíú  tan  bifn  adornada 

do  plumas,  como  esmaltado 

t«  mira  <n  Mayo  jardfn. 

No  ha  quedado  caballero 

que  n<>  te  acompase,  y  todos 

SHlancs,  por  varios  modos, 
asta  el  más  pobre  escudero. 
Entróte  ll|ant:a  en  partiendo; 
que  si  cha  allí  se  quedara, 
ninguna  cosa  fallara 
díl  jardín  que  estoy  diciendo. 
Lticf^  de  un  balcón,  que  estaba 

tunto  al  suyo  me  llamú 
:tena,  v  este  me  dio.  ffialr ««  p*^i.) 
DoaEaTO.  Tu  rclaciOn.  necio,  acabd, 

si  aquciiu  papel  traias. 
CauDO.    Puisecontaric  el  suceso. 
Otasio.    tOuc  amante  escucha  con  setoi' 
RokKKTO.  Animo,  esperanzas  mías. 

(L»»Roii*rtf.)«EICondc  «  parte  esta 
noche,  el  campo  queda  wfiuro:  i  las 
oivce  os  aguardo,  úue  la  casa  se  reco- 
geré temprano  y  Elena  se  fui  á  la 

SUJB.» 

CaiADO.    jSo  lees  mis? 

ROKHTO.  «Para  qué> 

Lo  demis  n  que  me  fiuardc 
Dios:  |ay  si  fuera  mis  tarde! 

Otavh).   Ya,  Roberto,  el  sol  se  tuf: 
vet«  i  entretener  un  rato. 

RoaeaTo.  ¿Adonde,  cómo.  i>  con  quiín? 
pues  fuera  ser  de  tal  bien 
I  tanta  esperanza  Ingrato. 
Noche,  que  A  tamos  has  dado 
tamos  comentos  y  gustos, 
como  penas  y  disgustos 
por  tus  tinieSlas  causado: 
noche,  á  quien  llamaron  fria, 
«iendo  á  mi  esperanza  fuego, 
ven  esta  vex  á  mi  ruego 
y  nunca  amanezca  cidia. 

(I-jhk  y  iMtin  8l*na  ?  rontw»!*.) 


Elknv. 

COMSI*> 

Elena. 


Constan 


Clkna. 

CO.NSTA» 

Els-sa, 


CONStAH 


Elíw». 

COKSTAV 

Elb^a. 


Este  papel  escribi. 
iTemerario  atte>imiemo! 
Perderme  6  ¡(anirme  siento, 
■un<iuc  estoy  luetademi, 
Yo  pastrc  por  la  puerta 
ásu  casa,  y  si  me  ven, 
sabrí  disculparme  bien, 
pues  la  Condesa  concierta 
que  nos  veamos  ansí; 
ti  no  me  ven.  abrirt 
y  segura  miraré 
siesta  mi  Itobertoalll: 
io  demiis  haga  el  amor 

V  Rviidcme  la  fortuna. 
.So'he  visto  mujer  ninguna 

de  mis  resuelto  íurot. 
¿No  ves  que  han  de  conocerte? 
¿no  vei  que  puede  infamarte? 
^n<>  ves  que  el  Conde  ha  de  darte 
con  justa  causa  la  muene? 
jA  mi  conocerme? 

Y  lue^o. 
No  harí,  que  en  tal  ocasión, 
Ut  liemUsdela  razOn 
Ilesa  el  apetito  ciego. 

Y  cuundo  sea  conocida, 
¿cuil  hombre  querri  perder 
la  ocasM'n  de  una  mujer 
entre  sus  brazos  rendida? 
No  se  funda  en  desatino, 
como  piensas,  este  amor: 
yo  1(1  he  pensado  nte^or. 

que  ha  mucho  que  lo  imaitin'»- 

Yo  le  contar*  después 

i  Blan^  iodo  el  suceso, 

ella  al  Conde,  pues  por  esn 

celoso  y  inste  le  ves: 

d  Conde  al  Rey,  satisfecho 

de  Dlanca.  el  Rey  enojado 

á  Roberto,  que  culpado. 

no  ha  de  negar  lo  que  ha  hecho. 

S«(á  el  remedio  casarme, 

y  si  el  de  Polonia  qucda 

sin  hilos.  Roberto  hereda, 

y  nadie  puede  quitarme 

el  ser  de  Polonia  reina. 

Ahora  veo  que  *n»or 

es  un  ardiente  furor 

que  en  las  voluntades  reina, 

¡Por  quí  notables  caminos 

Je  grado  en  ^tado  te  has  hecho. 

teína! 

Amor  mt  abrasa  el  pecho: 
suyos  son  mis  desatinos. 
Ya  es  larde. 

¡ExtriAa  portlal 
Vaví  vuestra  maiesWd. 
Co'nsiania,  en  siendo  verdad, 
te  has  de  llamar  seiVorta. 

I  l'aiiw  y  *úle  •!  i:»n(K«liWt  *»•  m^** 
4é  y  rodtU.) 


JOKXADA  SCCUN'DA 


ESCENA  XIX 

El  Cd.itiMtá*i.(. 

En  las  pilabntt.  que  oí 
á  don  Visco  en  Im  partida, 
sospechas  de  su  ofendida 
honra  y  valoc  coaoci: 
no  porque  yo  presumí 
de  mi  sobrina  icmor, 
que  conozco  bien  su  honor, 
más  porque  ocasión  te  ha  dado 
algún  atrevido  honrado, 
V  porque  es  cobarde  amor. 
Los  celos  pintaba  un  día 
Apeles,  «bif  pintor, 
en  forma  de  aquel  pastor 
que  con  cien  ojos  vela; 
no  sé  yo  si  en  la  edad  mía 
vendrá  bien  este  cuidado; 
mis  yo  estoy  determinado 
de  guardar  aquestas  puertas, 
no  porque  han  de  ser  abiertas 
mis  por  haberlas  guardado. 
Es  loca  la  )utcniud, 
y  aunque  no  (ení¡a  i'avor 
suele  con  sólo  el  amor 
dar  al  honor  inquietud; 
no  es  creída  la  vmud, 
y  así  el  honor  dcsconcierlan, 
que  porque  lodos  lo  adviertan, 
quando  á  dormir  se  retiran, 
con  pólvora  \'>la  tiran 
y  la  vecindad  despiertan. 


ESCENA  XX 
titr^a,  r  •*'««  ti  Mi  Dmt  Peono  y  Tutriti  nt  Stírt, 

Rey. 
TristAn 

RlY. 


Dame  ese  broquel  y  vete. 

Pienso  que  hay  gente  en  la  calle. 

Ya  le  he  dicho  que  te  vayas. 

¿Dequí  sirve  replicarme? 
TRitTÁN.  jMas  de  quedar  solo  aquí? 
Rey.        Nunca  un  rey  puede  quedarse 

solo,  y  yo  soy  muchos  reyes, 

y  cada  rey  nene  un  ángel.' 

Taisris.         ,.Aquf  detrás,  señor, 
desia  esquina? 

!*">■•  No  nve  cansen, 

¿soy  don  Pedro  el  Bravo,  6  quién? 

raiSTÁN,  £n  los  monasterios  tañen 
y  deben  de  ser  tas  doce, 
^dónde  mandas  que  te  aguarde? 

Rey.        b«an  las  ciento,  matadero, 
ni  me  sigas,  ni  acompañes. 

Tbistax.  Esto  es  amor. 

Rey.  Si  es  amor. 

vete  i  acostar  que  va  es  tarde: 
y  haime  mañana  un  soneto 
cfi  que  ese  amor  me  dcctare«. 

TatíTAí*.  Ya  me  voy.  (i'a'íl 


ESCENA  XXI 

£Í  Hat  r  ti  COMMITUIUt. 

Rev.  (Ort-ntehay  »qui.» 

^Quién  va? 
CoNuesT.  Vn  hombre. 

Rey.         En  esta  calle 

no  hay  mis  hombre  que  yo. 
CosDEST.  V  yo, 

que  de  lodas  pienso  echalle. 
Rey.        áaque  la  cKpüla. 
CoMSiriT.  ;Señor... 

Bky.        jQui^n  eres? 
CoHDKST.  El  Condestable. 

Rr-Y.        ¿Pues,  en  quí  me  conociste.» 
G>NDr.<¡Y.  No  s6lo  en  la  voz  v  el  talle, 

sino  en  et  sacar  ta  espada, 

auc  la  postura  y  buen  aire 
ebtis  al  primer  maestro, 

que  es  el  que  tenéis  delante. 
Rey.        ¿Qu¿  hacéis  aqui? 
CoNOEST.  Vine  4  ver 

á  mi  sobrina. 
Ret.  Tratadme 

verdad,  que  no  se  eniri  en  casa 

de  mufcires  principales 

A  visitar  con  rodelai, 

sino  en  IflN  que  son  infames. 
CoKDFsr.  Señftr,  vine  .\  ver  si  andaban 

porcsia<:alte  galanes, 

en  ausencia  de  don  Vasco. 
RsY,        jFuÍ  celo  de  vuestra  sanure, 

i>  fueron  celos  del  Conder 
CowcsT.  Celo,  y  no  celos  me  traen; 

que,  como  Blanca  es  hermosa, 

V  hay  muchos  necios  amantes, 
ño  dan  honra,  ausente  el  Conde. 

Rky.        jQuién  por  mi  vida?  nombralde. 
CoNDitST.  ftobcTto,  lictmano  del  rey 

de  Pulunis. 
RlT.  Aquesta  tarde 

tuve  cartas  de  su  hermano 

con  mil  descnjíailos,  tales. 

que  por  el  menor  me  dice 

?uc  do  Roberto  me  guarde. 
I  es  un  traidor  al  Im, 
mañana  haré  despachalle 
y  saldrá  de  Portugal: 
idos  á  acostar  que  es  larde, 
que  yu  guardara  csus  puertas. 

CoNDKST.  Pctmiiíd  que  os  acompañe. 

Rey,         Idos  con  Hios. 

Co.si»:sT.  Señor... 

Rey.  Basia: 

no  me  enojéis  Condesublc- 

<x)N0KST.  lAp)  No  era  sin  raxón  la  pena 

Sue  tenia  de  ausentarse 
Conde,  el  Key  sirve  á  Blanca. 
y  enviarle  á  los  Altjatves 
ño  ha  sido  %ino  ocasión. 
¡Ah,  ciclos!  quiero  dcjatle; 
que  no  tiene  condición 

fara  que  se  atreva  nadie 
contradecir  su  gusto; 

V  pues  que  Blanca  no  sale, 
tiene  de  estar  inocenia. 


224 
CONDEST, 

Bey. 


SIKMT-RE  AYdDA  LA  VKBDAn 


Condestable,  Condcti tibie. 
Sefior. 

¿Murmuráis  por  dicha, 
que  yo  guarde  aqueja  callea 
¿vals  celoso? 
CoKDCsr.  ¿Yo,  leñof^ 

Pues  ¿ro  SO)'  lan  ignorante, 
que  del  scAor  soberano 
que  honord  lodos  rcpacie, 

S resumiese  que  k  quita 
vasallos  tan  leales^ 
Rrt.        Id  con  Dios. 
tjoMuesT.  Guirdcos  el  cielo. 

Rby.        Cosa  que  «sie  imaginase, 

que  soy  hombre,  aunque  soy  Rey. 

ESCENA  XXII 
El  Rkt  rittr*do,x  t''n  D««ki>io  y  Ot&tio  m*  fvi 

RoMiRTo.  Vete,  Otarlo,  y  no  mea^ardes. 
UTAvto.   Hasta  que  salgas,  no  es  lusto 

que  desta  «squina  me  «parte. 
RoaKKTo.  vete;  no  entienda  que  atatino 

nuestro  amor  stcrcto  sabe. 
Otavio.   Bien  dices,  pues  no  hay  peligro. 

lV4te.) 
Roberto.  No  U  si  espere  ó  si  llame, 
la  calle  ettd  sola,  allí 
se  divisa  un  bullo  grande, 
¿si  es  hombre  á  es  sombra?  Voy... 
mas  iK>,  que  las  puerus  abren. 

(Salí  Eltat  á  U  putrtj  ] 


ESCENA  XXIII 
SUK4,  RoMwro  y  ti  Kkt  rtítrado. 

Elxha.     Pbs¿  la  puerta  iin  verme, 
que  ha  sido  dicha  notable; 
y  entrando  en  casa  del  Conde, 
con  la  prevenida  llave 
he  sbicno  el  postigo.  jAy  cielos, 
ouí  temores  me  comhaienl 
Alli  csiA  un  hombre,  \vi  es  ¿II 

RoHKDTo.  Hcimosa  Blanca,  ¿tú  siles 
i  abrirme? 

Elzka.  No  hables  palabra: 

entra  y  sigúeme. 

RobEHTo.  Pues  habt« 

amor  por  mi. 

Eleiia.  En  el  jardín 

podris  con  espacio  hablarme. 

<Vdaiffoi  <tM.) 


ESCENA  XXIV 

£JHav. 

¿A  (.''Vnde  podri  haber  honor  securo 
»  taiiu  en  esta  Casa,  airadüs  cielos? 
¿(Ju^  f>alat)ra,  qut  (e,  quf  fuerte  muro, 
qu^  obl>g*c'¿">  quí  aigftlicos  desvetos, 


quí  pnncipios  de  omor  honesto  y  puro, 
quí  respetos,  qué  méritos,  quf  celos 
f-uarduni  una  mufcr?  ¡Ah.  Blanca  Infame, 
que  asi  mereces  tú  que  un  rey  te  lUme- 
Vasco  de  Acuña  »  ha  partido  apenas 
y  ya  el  honor  le  quitas;  pues  advierte 
que  lavara  la  sangre  de  tus  venas, 
su  noble  honor  con  tu  violenta  muerte. 
Cuanto  se  deben  estimar  las  buenas, 
lu  ejemplo,  tu  malicia  nos  advierte; 
y  es  de  manera,  Blanca,  tu  malicia, 
que  envía  Dios  un  ley  á  hacer  justicia. 

Pues  yo  la  harÉ  de  ti;  maestras  llaves. 
¿cual  hará  de  vosotras?  esta  pruebo; 
no  entra,  iquí  desdicha!  Honor,  pues  sabes 
haz  una  Have  y  un  milagro  nuevo. 
Esta  quiero  probar;  hierro,  si  cabes, 
con  mil  diamantes  guarnecerte  debo; 
enir6.  la  vuelta  dió,  t  queda  abierto; 
que  entrase  en  el  jardín  dijo  d  Roberto. 

ÍFitra,  y  «i**  Vasco  /  Tcllul 


Vasco, 

Tíl.LO. 


Vasco. 


Tf.llo. 


Vasco. 


TíLLO. 


Vasco. 

Tbllo. 

Rkt. 

Vasco. 

Rcv. 

Vasco. 


ESCENA  XXV 

tton  Viico  y  T««i*. 

No  vengo  &  entrar,  sino  i  ver, 
para  descansar  con  esto. 
De  cualquiera  sume.  Conde, 
ha  sido  notabif  yerro, 
■Mav  )'a  que  la  ^enie  dejas 
en  ese  lUK'r  primero, 
por  reñirá  ver  tu  casa, 
oí  que  ct  amor  y  entra  dentro; 
mi  señora  pensará 
quees  lineza.  que  no  celos. 
No  pensará,  que  me  ha  visto 
lleno  de  amor  y  de  miedo: 
eitímonos  co  la  calle 
hasta  que  el  alba  del  cielo 
nos  eche,  como  á  la  noche, 
hasta  los  potos  opuestos. 
¿De  manera,  que  has  venido 
por  unos  celos  tan  ciegos, 
desde  marido  i  galán? 

ESCJ; NA  XXVJ 

ftieiBM  /  ti  nat. 

{Sait  *l  Kt]r  ;■  títrrm  ttm  U«v*,  y  ¥4Í 
aprlna,) 

Espera,  Tello,  ¿qu*  es  esiof 
¡Hombre  sale  de  mí  casa 
V  la  vuelve  ácefrarl 

Quedo. 
¡Vive  Dios,  que  d«  ella  sate; 
y  qu¿  aprieta! 

¡Ah,  caballero! 

Bh,  caballero;  ¿á  qu!4n  digo? 
ombrc  ó  diablo. 

Teneos. 
¿Cómo  tener? 

¿Es  don  Vasco? 
¿Esel  Rey,  mi  señor?  iCieloS 
¿vos en  mi  casa«  seAoií 


I 


RtT. 


Vasco. 


RCY. 

Vasco. 
Riv. 


'«ICO. 


R«Y. 


Vasco. 


Ttt.LO. 


M  Vasco. 

RtT. 


JORNADA  TERCERA 


Yo  (c  obligo  )'  no  ic  ofendo: 
i  guardar  vine  lu  calle; 
en  lu  casa  entró  Roberto: 
enirí  y  mátele. 

SeAor, 
cooio  quien  lois  habéis  ti«cho. 
jHablaba  con  BlanctP 

SI. 
i'í  quf  hay  de  ella? 

Que  la  be  cnueno, 
y  junios  rn  un  enanque 
los  eché  por  más  secreto. 
Votveoi  i  llevar  la  gente: 
que  yo  para  lodo  quedo, 
como  Rey  y  como  amigo. 
Don  Vuco',  vot  soit  discreco: 
no  os  han  dequiíar  la  honra 
mientras  vo%  me<siii%  sírv'iendo. 
£1  rey  soy  don  l'edro  el  Bravo, 
y  aqui  suy  el  iuiiiciero; 
DO  entréis  aqui.  no  entréis.  Conde, 
que  no  ei  acción  de  hombre  cuerdo: 
ii  algo  se  os  o/tccc.  hablad. 
Señor,  quisiera  v  no  puedo; 
f-que  es  mucna  lllanca^ 

Ya  es  muerta. 
Volveos,  Conde,  volveos  luego, 
que  no  me  iré  sin  que  os  vais. 
Mi  señor,  ya  os  obedezco: 
|EI  Rey,  Tello!,  mata  un  hombre 
en  mi  casaI 

No  me  atrevo 
á  decir  que  este  cuidado 
naciá  de  amor  y  de  celos, 
pero  matar  la  condesa 
Joo  pudiera  SCI  por  ello? 
Esto  la  sospecha  quita. 
So  el  dolor,  ¡ay  Tellol.  hoy  muero: 
hoy  perdí  vida'y  honoi: 
vamos  de  aquí,  que  en  saliendo 
al  campo,  quiero  dar  voces. 

(VéamlCoolty  Ttllo.) 

ESCENA  XXVI] 

Mi  KiT. 

iCual  va  el  pobre  caballero! 
Listimí  me  áa,  por  tUoii 
r  in  que  de  Blanca  tenso 
me  va  traspasando  el  alma; 
pésame  de  habella  muerto, 


Rry. 

TristAx 
Rty. 


Tpistík. 

RCY. 


Twstín, 

RBt. 

TmsTlK. 
Rky, 


TwíTÁíd 

Bív. 
TmstjIn. 

Rrt. 

TmsTX». 
Ret. 


JORNADA  TERCERA 


ESCEN'A  PRIMERA 


!t*U  rt  »MJ  Doa  TisHo,  Tiuiris  oí  SiLVa,  y  rimAm. 


RtT.  No  quede  ninuuno  aquí. 
Tmistán.  Ya,  tenor.  Iodos  se  van. 
Rkv.         Oye  mi  pena,  Trisiin, 

y  ten  lá:  tima  de  mi. 
ThistAh.  De  manera  esíds.  sector, 

que  U  que  tengo  es  de  suene. 

COMEDIAS  DX  TIRSO  DE  MOLINA.— TOMO  t 


Tbistííí 

Rey. 

Thisták. 

Rev. 


aaS 

que  no  me  diera  la  muerte 

mis  pena,  ni  mis  dolor. 

jTú  puesto  en  Ud  gran  cuidado? 

.Nunca  lan  grande  ocasión 

Ib  desdicha  y  la  raión 

i  ningún  hombre  le  han  d»do. 

Tres  dio»  ha  que  estoy  ansi, 

desde  aquella  noche  triste 

5ue  me  dejaste  y  te  íuis(«. 
ios  sabe  que  lo  senil. 
Parece  que  adivinaba 
algiln  tráfico  sucoso. 
Que  be  perdido  te  confieso 
lo  que  yo  más  estimaba, 
que  es  aquella  natural 
bravera  con  que  nací. 
¿Viste  alguna  cosji? 

Vi 
la  cauta  de  tanto  mal. 
Vi  entrar,  TKstin,  á  Roberto 
en  casa  del  Conde. 

jEn  casa 
del  Conde  un  hombre? 

E^io  pasa. 
[Espantoso  dosconcleriot 
Pruebo  las  llaves,  abrid 
una:  tan  propia  y  igual 
vino:  <)ue  para  hacer  mal. 
¿quí  llave  jamis  faltó? 
Entro  al  jardín,  hallo  en  él, 
sobre  la  arena  sentados, 
á  los  dos,  bien  descuidados 
de  su  fonuna  cruel. 
Luego  en  viéndome  Roberto 
se  puso  en  pie,  y  animoso 
sacó  laespúla;  furioso, 
ie  arremeto  descubierto, 
dond*  de  dos  estocadas 
midió  U  tierra. 

¿Pues  quün 
estaba  con  él? 

¿Que  quien...? 
O  de  nombrarle  te  enfadas, 
lo  dejas  por  olvido? 
¿Que  era  Blanca  es  menester 
teíerirte? 

jEn  tal  mujer 
lal  infamia? 

Amor  ha  sido. 
Amor  que  lanías  afrentas 
ha  hecho:  pues  tiene  amor 
tamos  hombres  sin  honor 
y  Uniat  camas  sangrientas, 
cuantas  estrellas  el  cielo, 
cuantos  arenas  el  mar. 
Blanca,  en  viéndole  matar 
vino  desmayada  al  suelo, 
póngola  «n  los  braios;  vov 
i  un  estanque,  en  que  el  desmayo 
templó  con  agua. 

iQoé  rayo; 
qué  castigo! 

Yo  lo  sor. 
iBuena  manera  de  echar 
agua  á  quien  se  desmayó! 
Sobre  su  arena  quedó, 
y  «n  esc  mismo  lugar 

I» 


i' 


330 


SIEMPRF.  AYUDA   LA  VERDAD 


Tmstín. 


Rev. 

TutíTJif*. 


Roberto,  que  no  cía  bien 
que  dejftüen  de  eiur  juntos. 
TnmAN.  Bii-n  es  que  to  eȎn  difuntos. 
Ninguna  pen»  te  den: 
sólo  me  iH  cuusR  á  mi 
que  aquesto  se  ha  de  saber. 
;Qut  puede  el  Conde  wnicr 
SI  10  por  su  honor  voívi? 
^0uí  punk  ei  Conde  ganar? 
Kl  morirá  de  dolor. 
Yo  ic  daré  má»  honor 
que  le  pudieron  quitar. 
Quiérolc  dar  i  Isabel, 
mi  hermana. 

.Mil  veces  beso 
lOí  pies  por  él. 

No  ei  exceao, 

Eues  ha}  mirilos  en  í\. 
scrlbclc  que  en  volviendo 
de  la  Kuerta.  será  suya 
Isabel. 

La  fama  tujra, 
mil  Alejandros  venciendo, 
en  las  puntas  de  las  alas 
akanzará  los  dos  polos, 
Parte. 

De  tus  hechos  solos 
con  que  cielo  y  tierra  iftuaUs, 
quedaran  tantas  memoria.'i 
i.'on  esu  piadosa  ha/aña 
que  las  hrstorias  de  España 
cuenten  ciernas  tus  glorias,  (i-am.) 

KSCENA  ir 

El  Rkt. 

Después  que  la  infeliz  estrella  y  astro 
con  que  nació  mí  amor,  el  blanco  velo 
quiso  que  view,  como  rosa  en  hielo, 
tvAída  en  san^tre  á  doña  Inés  de  Castiu, 

y  un  ángel  retratado  en  alabastro 
pedir  venganza  á  mi  abrasado  celo. 

3Ucdiu:ucriú  la  tierra  Gomo  ei  cielo 
e  cometa  veloz  fogoso  rastro, 
nunca  tuve  mis  penas,  ni  mayores 
asombras,  aunque  puede  la  con'<:>cnc;a 
mejot  asc^turarmc  U  disculpa; 

que  í  doña  Inés  matáronla  iraidores, 
á  blanca  un  Ftey,  con  »ia  diferencia: 
culpada  Blanca,  y  doAa  Inéi.  sin  culpa. 

ESCENA  III 
£f  KoyialfDu»  Pimío. 

D.  pKMi.  (Su  pena  y  tristeza  admira; 
fu^  por  los  ojos  vierte.) 

RcY.        iQxié  har  í>.  Pedro? 

D,  P»*.  Viene  á  verte 

la  cotidesa  de  Ademira. 

Rbv.        ¿O"*  condesa,  estáis  en  vos.* 

í>.  Pk»*.  Doña  Blanca  de  Mendoza, 

que  el  premio  Je  Venus  mote 
en  hermosura,  por  Dios, 
al  gusto  de  cuantos  ven 
su  talle  y  su  biurrle. 


iLisonjeallequerrfa, 

que  sé  que  la  quiere  bien.) 
Rev.         Idos  luego  noramala. 
D.  Pci>i>.  ^Pues  en  que  puede  ofenderte 

el  decir  que  viene  i  vene? 
Rev.        Despejad  luego  la  sala. 
D.  PROR.  SeAor,  vo  se  lo  diré. 
RsT.        Jpué  te' diréis  majadero? 
D.  Pbdp.  Til  enojo,  porque  no  quiero 

que  piensen  que  no  ic  hablé. 

(l'aieUoM  Fcdfii.) 

ESCENA  IV 

ériBcY. 

Sombras  vienen  i  turbarme, 
ya  en  mi  casa  se  parecen; 
si  i  mis  criados  se  ofrecen 
no  será  justo  enojarme, 
ni  yo  perder  el  valor 
donde  jamás  hubo  miedo. 


ESCENA  V 

£1  Rit  y  Maccbo. 

^'o  lo  diré. 

,-Que  hay,  .Macedo? 
Aqu!  e^ti  (llanca,  señor, 
que  dice  que  os  quiere  hablar. 
Pues  hacelde  la  cruz  vos: 
id  con  Dios,  ({Válgame  Dios! 
¿si  me  ouiere  encomendar 
su  almaf) 

(No  me  ha  entendido.l 
Digo,  señor,  que  está  aquí 
la  condesa  Blanca. 

i.\hl  ^s¡? 
«Ipo  estaba  divertido. 
(;Quc  haré,  que  aquesto  es  verdad? 
^'no  soy  yo  D.  Pedro  el  Bravo? 
^pucs  ác  qué  valor  me  alabo?) 
Macedo. 

Sefior. 

Llamad 
á  algunos  que  entren  con  ella, 
por  honra  suya  y  del  Conde. 
(Esto  i  mi  valor  responde, 
ó  mi  valor  atropella.) 
[Olal,  no  venga  ningurto; 
entre  sola. 

Asi  vendrá.  (v«j(.) 
Mi  espada  conmigo  está: 
ven  espíritu  importuno 
en  sombra,  A  como  quhieres. 


MAcrno. 
M  acKDo. 
Kkv. 


Macedo. 


Rfy. 


Mari;  do. 


M  ACKOO. 

Rev. 


ESCENA  VI 
XtRit  y  tal*  fluüiu..  rttMadtmtgro. 

Ri.anca.  Déme,  leAor,  vuestra  alteza 

la  mano. 
Rky.  ¡Oh  muerta  belleza! 

jqué  me  asombras,  qué  me  quieres? 
Blanca.  A  hablaros  vengo,  sei^ot; 

que  yo  no  ven^  á  asombraros. 


^^^^B                                                                                ^^^1 

Kltt^.        (Nunca oi  que  i  cidus  claros 

aunque  no  lacreo.                             ^^^^H 

B                diesen  Ut  sombran  temor. 

SoRt  que  miraba                            j_^^^^H 

I                 jSi  me  en^nñf.  $i  softi'? 
^^^           No,  que  yo  truje  la  espada 
^^B          L-<in  uncre.  ,;Kk  viva,  o  Tormadii 
^^H         del  aire  BUncn?  jqiiv  liar^? 
^^H         perú  <soy  1>.  Veato  ñ  quién.'' 

i  mi  esposo  muerto.                       I^^^^^l 

cara                           ^^^^^^1 

deshecho:                           ^^^^^^1 

con  hachas  blancal                       l^^^^^l 

cuatro  bultos                                 ^^^^^^| 

^^V          Sea  quien  ruerc.l  Aquí  ns  sentad, 

que  estaban                                    ^^^^^^M 

Bl«nc<. 

en  torno                                             ^^^^^^| 

DiAttcA.               Señor. 

Dcspurtí^  l¡c>rand<i,                              i^^^^^^H 

Acabad, 

d:                                                             ^^^^^H 

(ínuircmc  y<»  Umbién.  iSíM*»»*.) 

todas  mis  criadas;                                    ^^^^H 

Blanca.  En  la  merced  focibida 

conté  mí  suceso.                                  ^^^^^| 

á  D.  Vasco  csuis  honrando. 

Dije  que  ú  mi  prima                                ^^^^H 

Ust ,        (La  ropa  le  estoy  tentando 

me  llamasen  luet;o:                              ^^^^H 

por  tcrsi  es  cosa  linKid.i.) 
Blakca.  Pedro  generoso. 

no  parece  Elena,                                             ^^M 

f4lt6nic  el  cmsuelo.                                     ^^ 

lusitano  Ptdro, 

ü  se  me  ha  negado                                           1 

cuya  vida  guarde 
mil  aíios  el  cielo. 

piir  ciertos  respetos.                                ^^^^^ 

ü  porque  U                                              ^^^^^1 

Principe  lamoso. 

que  quiere  i  Itobeno:  ^^^^^| 
Roberto  Valor.                                               ^^H 

^^H          cuyos  altos  hecho> 

^^H         dan  (iloria  i  tu  nombre, 

aquel  extranjero                                 ^^^^H 

^^H         dan  fama  á  tu  reinu. 

traidor     su  hermano.                       ^^^^^^M 

^^^1         Por  tu  gusto  y  mando 

^^^^^^H 

^^^1         fué  mi  c.itamíento. 

estas                                          ^^^^^^H 

^^^1         y  aunque  gusto  tuyo 
^^H          ui  mió  ei  deseo. 

de  que            muriendo,                   ^^^^^^^H 

saliendo  á  un  jardín                          ^^^^^^^H 

^^H         Honra  dio  i  mi  casJ 

paseo.                                      ^^^^^1 

^^H        y  alto  nacimiento, 
^^H        don  Vasco  de  Acuita 

Cerca  de  unas  yedras                           ^^^^H 

lodo  el  verde  suelo                               ^^^^H 

^^B        y  PoTtocarrero. 
^^H        Don  Vasco  m  quien  j-i 

con  asombro  miro                                ^^^^H 

de  sanare  cubierto.                                      ^^M 

^^H        amaba  en  extremo. 

Quedóme  suspensa.                            ^^^^^^M 

^^H        que  bien  me  disculpan 

en                                  ^^^^^^1 

^^B        sus  merecimientos. 

destocado                              ^^^^^^^| 

^^M        ApoDts  mis  ojos 

'^^^^^^^1 

^^H        áe  sus  brazoi  vieron 

Desde  allí  a  un  estanque                  ^^^^^^^ 

^^H          de  incieria  esperanza 

la            líAendo                             ^^^^^^| 

^^H         desengaño^  ciertos, 

sangre  voy  pisando.                         ^^^^^^| 

^^H          apenas  le  tuve 

temerosa                                            ^^^^^| 

^^H          sAlo  un  mes  en  ellos. 

Con  estav  congojas                                   ^^^^H 

^^H         que  celos  injustos 

i  pediros  ven^o.                                   ^^^^H 

^^H         quititonme  el  miedo. 

Pedro  generoso,                                   ^^^^H 

^^H        cuando  i  los  Algarves 

que  me  deis  remedio.  ^^^^H 
Dice  el  Condestable                                 ^^^^H 

^^H        con  quien  se  alza  Hiíctor. 

^^H        «nvTasie  al  Conde 

que  no  está  tan  viejo                               ^^^^^^ 

^^H        V  su  ausencia  siento. 
^^H        ttorí,  soy  mujer. 

que  carato  ^^^^H 
lie  prender  á  Héctor.                                ^^^^^| 

^^H^         porque  no  tenemos 

le  dais                                                   ^^^^H 

^^H         en  nuestras  tristezas 

partirisc  luego;                                    ^^^^M 

^^H          mis  fuerte  consuelo. 

volverá  mi  espoto,                               ^^^^H 

^^H         Fui  el  Conde  á  servirle. 

dejarinme  sueños.                               ^^^^H 

^^H         Uifialascubrieron 

Ouc  aunque  los  enojos  ^^^^H 
de  don            temo,                             ^^^^H 

^^M        el  luto  del  alma 

^^H         V  e!  temor  del  pecho. 
^^H         Las  auras  y  plumas 
^^H        llevaban  troleoi. 

de  mis  brazos                                           ^^^^^| 

aplacalle  presto.                                       ^^^^H 

RCY,        Blanca,  mucho  me  ha  pesadn               ^^^H 

^^H        penas  los  sentidos. 
^^H        los  cuidados  celos. 

y  mis  de  lo  que  pensáis,                       ^^^^H 

puesto  que  tan  triste  estáis                     ^^^^H 

^^H        Qutd¿  temerosa: 

de  la  causa  que  os  he  dado,                    ^^^^H 

^^H         aue  han  hecho  concierto 
^^H          Íq  andar  siempre  juntos 

Levantad,  oue  si  culpado  ^^^^H 
he  sido  en  dalle  el  bastón.                       ^^^^^ 

^^H        el  amor  y  el  miedo. 

fué  por  honrar  su  opinión,                    ^^^^| 

^^B        Esa  misma  noche 

no  por  haceros  pesar,                                      ^^M 

^^H        un  petado  \ueño 
^^H          me  ha  puesto  en  cuidad». 

que  bien  |[>  vengo  á  pagar                              ^^M 

f  con  mayor  confusión.                             ^^M 

aafi 


SIBMPKE  AYUDA  LA  VCRnAD 


¿Adonde  axi  el  Cf^ndnubk? 
Blanca.  Cunmif^  vino,  ieüor. 
Rbt.        Enue. 

ESCIENA  Vil 

Dicwoi.  r  tait  ti  CaKM*TAai.«. 

CoMseST.  De  to  aran  valor 

la  Cámara  mái  moles  hable 

eicfRimenie  admirable^ 
Rkt.        Id  al  cKrcito  luc^o 

y  decÚ,  que  vo  le  ruego 

el  Conde  o%  ¿i  su  lu^r. 
CoKDKST.  Los  pi«  te  vuelvo  i  besar. 
Rev.        i,^uc  estuviese  yo  tan  cickoí  i 

Id,  lilaiKa.  con'vuesifo  lio. 

Id  con  Dios. 
Blaxca.  Déme  la  mano 

tu  alte».  cvíi") 

B^v.  ¿El  ragaño  es  llano. 

en  quidudoi  en  que  porfió? 

aue  notable  desvario! 
aiéi  Roberto  V  i  Elena: 
la  casa  del  Conde  Ikna 
de  sanare  y  do  díshonor 
dejó  mi  loco  l'urof: 

Pero  puo'no  et  "amo  el  daño 

como  yo  lo  imaginé, 

por  disculpa  le  daré 

tu  honor:  á  ni  está  culpada 

Blanca,  con  su  misma  espada, 

la  puede  matar  crUel, 

que  yo  Icdaiéá  Isabel, 

menos  moza  v  mis  honrada,  (imk 


ESCENA  VIII 

Tvída  («/••,  yM/dlM'VAico}'  Dcaktk  b«  Ammula. 
Mfttái,  y  Tillo,  y  (otfM  fui  fu*  paMtTtn  4t  lul- 
áaátt». 

DVAKre. 

Mucho  ofende,  seflor.  vutsira  tristeza 
á  lodo  vuetrtio  ciército.  y  es  cosa 
t^ue  pone  en  nuestros  ánimos  flaqueza: 
SI  miran  al  amor  dr  vuestra  espos», 
de  un  soldado  se  espantan  que  ha  tenido 
i  sus  pies  la  fortuna  valerosa. 
Sí  advierten  al  enojo  recibido 
del  Rey,  que  us  desterró  de  vuestra  cau, 
¿c6mo  vuestro  valor  padece olvkjo^ 
Bien  dicen  que  el  soldado  que  se  caM, 
cuelga  las  armas  ese  mismo  día. 
aunoue  i  guerra  mayor,  de  menor  pasa. 
Mal  nace,  el  rey  don  Pedro  que  os  envía 
forzad»  á  pelear  contra  una  gente 
que  con  desesperado  error  porfía. 

Vasco. 
[>uarte  de  Alinelda.  capitán  valiente, 
no  nace  mi  tristeza  de  las  cosas 
que  vuestro  pecho  advierte,  jusUmenic 
besé  del  Rey  las  manos  fwnerosas 


por  la  merecd  dcste  valor  j  tengo 
esposa  que  rae  Uj6,  pero  no  esposas. 
Con  mucho  gusto  a  su  servicio  vengo: 
cusn^  vuelva  sabríis  en  qu¿  ocasiones, 
no  triste,  divertido  me  entretengo. 
No  desmayéis  los  fuertes  corazones 
que  vais  á  castigar  rebeldes  viles, 
mis  diestros  que  en  las  armas,  en  traiciones. 

DuARTí;. 
Pues  Conde,  ;sefá  justo  que  aniquiles 
con  tu  pena  el  valor  de  tus  soldados? 

Vasco. 
Triste,  Ouartc,  estaba  en  Troya  Aquiles: 
mas  no  por  oprimllle  sus  cuidados 
dejó  de  ser  un  Alarte  víiorioso, 
y  luí  trofeo),  de  Héctor  arrulrados. 
y  ei  cuerpo  de  su  carro  polvoroso, 
iriunfú  á  la  vista  de  la  leucra  gente, 
que  lloraba  del  caso  lastimoso. 
La  nuestra  rccofted,  que  brevemente 
me  daréis  parabién  de  la  vitocia. 

DUAHTE. 

Guárdete  el  cielo  y  lu  valor  aumente. 

(Voif  Doancdr  AtmeidalT 


ESCENA  l\ 

IMM  VaK«  f  Twua. 


i 


Tei.Lo. 

Es  posible  que  puoda  ht  memoria 
le  una  mujer  que  te  ofendió,  quitarte 

de  lus  empresas  la  corona  y  gloria? 

i*i\iK  lle^^ucá  hablar  tan  bárbaro  Üuacte, 

que  oscureiCR  tu  honor  con  lu  llaqueía? 

^(¿mí  olvido  «  éste,  lusitano  .Mane? 

Vasco. 
Alma  divina,  celestial  belle/a. 
ouc  pisando  los  orbes  eiirellados, 
aelas  )a  mía  en  tan  mortal  irisleta. 
mira  desde  ese  alcázar  mis  cuidados. 
^Pcro  cómo  podrás,  S4il  de  mi  vida, 
si  ya  t.'eocs  los  rayos  eclipsados^ 
jMaldiga  Dios  la  bárbara  homicida 
mano  que  te  mató! 

Ti;i,t,o, 

^Qué  dices.  Conde? 

Vasco. 
¡Que  en  agua  maió  el  Rey  mi  luz  querida! 
jNo  has  viiio,  Tello,  el  sol  cuando  se  esconde, 
que  se  entra  por  el  mar?  Pues  desa  tuerte 
se  puso  Blanca  en  agua  y  no  responde. 
¡Que  la  echó  en  el  esianqutí 

Telw. 

Conde,  advierte,.. 

Vasco. 
íQmí  tengo  de  advertir,  cuando  piadosas 
ligrimas  debo,  á  su  temprana  muerte? 


JOHNADA  TCKCEKA 


I 
I 


Como  ponen  de  flores  olorous 
en  agua  un  ramillete,  puso  i  Blanca, 
ella  aiucena  y  lis  mejilla»  ro%at. 
E^l  alma  de  pcnsallo  se  me  arranca. 

TSLLO. 

Va«|vc,  scAor,  tn  (J. 

Vasco. 

Con  «I  detmayo, 
Blanca  estarfa  como  nteve  blanca. 
Dken.  Tello.  que  muere  en  agua  el  rayo; 
asi  murió  mi  bien.  ¿Cúmu  caerla 
de  loi  brazov  del  ttey.* 

Tku-o. 

^Cómo^  al  losiajro- 

Vasco. 
[Olí,  quién  le  viera,  hermoM  Blanca  mia! 
^No  has  visto  imagen,  Tcllo,  en  vidrlcf  a> 

fues  tal  en  el  cristal  aparecía  >. 
ero  cómo  me  olvjdo  que  oíta  fiera 
mJ  noble  boaot... 

Tino. 
Peor  «sii  que  «suba. 

VA4C0, 

Bajó  del  wl  V  iun  mAs  sublime  esfera. 
^Haf  lal  maldadí*  ,i¿ue  i  un  extranjero  amabal 
;Que  le  llamó  la  noche  de  mi  aui«ncia, 
)'  que  «n  mi  ca&a.  en  ol  jardín  le  hablaba! 
¡Bien  haya  el  Rey,  bien  haya  la  inclemencia 
que  en  a^tua  scpultú  iu.  vOis  míame! 
Lavó  mi  honor;  ¡qüi  buena  diligendal 
Yo  hart  que  toda  el  agua  se  dcirame 
en  volviendo  i  Lisboa:  que  no  quiero 
que  catando  cerca  del  traidor  me  iníamCi 
y  aun  otra  vci  matar  i.  Blanca  espero. 

Ta^Lo. 
Ya  cuando  vuelvaí  se  habri  vuelto  rana. 
(Perdió  el  sentido:  jah,  pobre  caballerol) 

Vasco. 

Bien  dices:  Kitomena  por  su  hermana 
M  volvtó  ruiseñor,  y  tiernamente 
la  llora  dolorosa  en  voi  humana. 
Hsia  que  fué  traidora  justamente 
quedtrí  convertida  en  pez  tan  ñero. 

Tello. 
Toma  el  bastón,  xeñor.  que  viene  gente. 
Ten  tisiima  i  lu  honor. 

Vasco. 

VctK«nn«  quiero. 

ESCE.NA  X 

Dkmd*  y  talr  Kvá»  Pantia.*. 

Nufto.       Aquí  dicen  que  está  el  Conde. 
TxLLO.     Aquí  está  .^uilo  Pereira, 

señor,  que  VMne  á  buscarte. 


NuSo. 
Vasco. 

NuSo. 

Tkllo. 

Vasco. 
NuSo. 

TltLO. 


NuSo. 

TtLLO. 

Vasco. 


NuSo. 


Vasco. 
NiiAo. 

TtLLO. 

Vasco. 
Tbu.o. 


I     Ati  «n  el  uri^lixt,  lUrticabuich  corrlfiA  ace*' 


NuSo. 

Tillo. 


Vasco. 
Tillo. 

Vasco. 

Tillo. 
Vasco. 
Tillo. 


ai9 

Dan»,  valor  de  la  guena, 
mil  veces  los  pies. 

¡Oh.  Ñuño! 
^cómo  «s  posibit  que  vendas 
lan  alegra  de  mi  casa.^ 
Mi  sertora  la  Condesa 
me  envia  á  siber  de  ti. 
¡Oh,  qué  üeniil  borrachera! 
¿Qaé  Condesa? 

Mi  señora. 
I^Mi  seAora,  y  csii  muerta?! 
Por  Dios,  NuAo,  que  sospecho 
i^ue  Debéis  cargado  en  la  v«nta. 
>  u  no  os  eniieodo  i  los  dos. 
«Pues  quién  quieres  que  te  enúenda? 
gt^ué  se  dice  por  Lisboa? 
di  lo;  no  tengas  veritücoia 
de  mi  honor. 

<Pues  que  has  perdido, 
cuando  Cumíenlas  U  guerrar 
Aquesta  caria  me  dió; 
rcclbesmecon  trisieía. 
j  no  cniietfdo  lo  que  dices. 
,.- Blanca? 

c'Puesquiin? 

Otra  es  esu. 
Mfr*  lo  que  dices,  Nufto. 

(Atrt  y  It*  U  cwta.) 

Ñuño,  (el  corazón  me  tiembla; 

del  otro  mundo,  sin  duda, 

dab«d«ser  estaieía.) 

^Qué  hay.  Ñuño,  en  el  otro  mundo? 

jCómo  los  antigos  puedan 

que  pasaron  deiía  vida? 

ÍDc  huí  iimncfa  atormentan 
envidiosus,  i  lestiuui 
falsoSi  é  gente  auc  Heva 
por  mil  reales  sicie  mil: 
A  ingratos  que  no  se  acuerdan 
de  los  bienes  recibidos, 
1  gente  necia  y  soberbia? 
¿Cómo  pena  un  bellacón 
que  hace  un  pleito  de  espera 
por  no  pagar  á  quien  dew 
con  escrituras  supuesta»? 
¿A  un  hipócrita  vicioso 
que  anda  de  iglesia  <o  iglesia, 
agazapado  i  lo  sanio, 
en  que  sartenes  le  queman? 
<Esiis  loco? 

tso  i  mi  amo, 
que  esii  lerendo  la  letra 
que  aquella  caru  sin  alma, 
que  tiene... 

Dígate  cerca, 
mira  esu  letra. 

Soflor, 
DO  tna  mandes  que  la  lea. 
Lkgi.  bestia,  ^no  os  de  Blanca? 
Si,  seAor. 

Oye. 

ComieníB- 
<¿M  Vaioo.)  «Tan  desntegada  estoy. 
después  que  o»  fuiMís,  scflor  mÍo  y 
iodo  mi  bien,  que  he  suplicado  á  su 
aliezaentieen  vuestro  lugar  á  los 
Algarves  otra  persona.  Piertso  qut 


I^B^^^^^H 

X  LA   Vfc;HI>At> 

33o 

SICUPHE  AYL'D 

ifí  ci  CúRdesl^ble:  n.i  ns  •.-ni>|í>s.  que 

tscE.vA  xr 

m»i  va  <n  mi  tii»  que  en  ciMigat  í 

IMcNw,/  (dlrn  Dt«aTE  M.  .^L«Ml•.l.Il  CoMitaiAaLa 

H*cior.» 

y  totdaéta. 

Hiy,  Tcllo.  un  i:ierto  placer 

UvAHTS.  AquiconNuiVo  Pereira 

y  un  pc%tt  en  cúmp«iencia. 

y  con  Tello  de  Meneses 

qu«UDo  ei  honra  y  otro  ainur. 

comunica  sus  tristezas. 

ouieren  que  lea  y  no  l«a. 
AlégroniL-  <le  que  viva. 

CoMOcs-r.  Sobrino. 

Vasco.                     Señor,  <quc  es  esto? 

y  de  quc%iva  nte  pesa: 

«'Itóodc  va  vuestra  excelencia? 

que  TM  puedu  tener  lionca 

CoKMiST.  <I'U  que  sabíis  preguntáis? 
No  'is  pese  de  que  yo  venga. 

ü  no  es  mueriu  la  Condesa. 

ni  v>da  puedo  tener  ■ 

blanca  de  «usencia  se  muere. 

ti  fuera  verdad  que  es  muerta.— 

y  al  Rey  con  láurimas  nieRa 
que  volváis;  volved,  sobrino: 

Nufto,  in\ji  dia  te  dio 

Blanca  csia  carian 

que  este  e«  castillo  y  nogtierra. 

NuSo. 

No  eran 

Yo  <)ucdo  en  vuestro  lugar, 

la&  oncí  ayer. 

V  cuando  primero  fuera 

Vasco. 

Mira  bien 

mío.  yi>  os  1(1  diera  ú  tos: 

que  no  puede  ser. 

prestad  al  Rey  la  obediencia; 

NlSo. 

¿Qai  intentas 
con  esas  carta»,  urñor, 

que  es  piadoso  obedecido, 

V  resistido  una  fiera. 
So  os  eno|íis  por  mi  vida 

para  que  entenderte  pueda? 
bijétonme...  Kstoy  temblando... 

Vaíco. 

con  Blanca;  que  es  mujer  vuestra 

que  «a  muerta. 

V  la  disculpa  el  amor. 
Vasco.     Digo  que  mil  veces  sea; 

tomad,  seftor  CondcsLible, 

StSt». 

Viva  qucdu. 
Diov  U  guarde,  y  mis  bermosa 

que  el  t(iJ,  llorando  tu  ausencia. 

el  bastón:  ()ue  «j  nir<i  fuera... 

^^K 

¿Qué  la  has  visto  y  la  tus  hablado.^ 

CosuEST.  No  rtüsi^ftis;  que  este  honor. 

^^^^^  |<i;>o. 

jPuu  c4mo,  s«nor,  pudiera 
haber  fingido  esta  caria 

esta  jútnada,  c^ta  empresa, 
iguaímenie  á  entrambos  loca: 

de  tu  firma  y  de  su  lelrai' 

vuestras  mismait  armas  quedan. 

^^^^Vavco. 

Muerto  sov.  Tollo. 

Dad  esie  contento  á  Blanca 

^^B         Tello. 

,Qué  dices.* 

y  no  os  espantéis  que  os  quiera 

^^H         Vasco. 

Que  dos  cosas  me  atormentan, 
sm  remedio. 

con  tamos  merecimientos. 

Vasco.     Ahora  bien,  dadme  iiceiKÍa, 

^^H         Telu>. 

^Dc  qué  suerte? 

V  el  cielo  os  guarde,  señor. 
CoKonT.  La  cana  del  Rey  es  esta. 

^^H 

Si  (uí  mi  desl^onra  cien». 

el  Rey  no  dÍ<S  muerte  i  Blanca, 

Vasco.     El  Rey  ha  de  ser  sen-ido.— 

y  para  que  yo  me  fuera, 

Tello. 

quiso  engasarme  y  librarla: 

TcLtjo.             Señor. 

st  tai  que  i  ItUncu  desea, 

Vasco,                      >Qué  irist«i¿ 

y  de  Roberto  celoso 

le  mató  hablando  con  ella, 

(Vaiíí4  v»%co  )f  TeUii.) 

■ 

es  mayor  mal,  porque,  en  lin, 
queda  vivo,  V  fl  por  fuerxa 
ser*  tirano  de  entrambos. 

ESCENA  XII 

j[rc«i<i>c>TAiii.s,Dv»ii>'  SMMm. 

^           TCLLO. 

¡Qué  de  quimeras  intentas! 

DuNOKsi.AI  lin  utroseneral, 

seAo fes  soldados,  llevan, 

Si  el  Rey  la  quisiera.  Cande, 

claro  csti  que  no  ouisiert 
que  volvieras  i  l.»DOi 

si  no  de  menos  '  valor 

de  mas  canas  y  experiencia, 
Di/AMTK.  A  la  Kenie  has  dado  t  ida: 

para  coiaUa  en  tu  ausencia. 
¿En  fin,  íl  mató  i  Roberto? 

^H^ 

porque  la  llevaban  muerta 
las  in>ie/Bs  de  don  Vji<ic<>. 

^^H         Tello. 

¿A  Roberto?  no  lo  creas: 

mai^ana  vendrá  otra  cana 

Cuyi^ST.  .M^irchen,  l>uarte  de  Almeida; 

de  su  llrma  y  de  su  letra. 

que  de  Blanca  mi  sobrina 

^^H 

Cues  cuando  vivan  los  dos. 
^quc  honor  con  Blanca  me  queda. 
salíeodo  el  l*ey  de  mi  casa? 
Como  esas  sombras  en  pena 

le  disculpa  la  betlcxa.  <i-au(.i               l 

^^B 

•^SCENA  XIII 

andan  de  noche  en  Lisboa. 

Di  A>e*.  Kkathm  /  TniiiXii. 

TristAn.  Aqtil  le  podfU  hablar 

que  para  vos,  mi  seAora, 
no  hav  ocupación:  agora 
y  siempre  tendréis  lugar. 

^^H             1    K*(c  T«r*a  y  el  linuinU  r«cfo«  oniíidoi  por 

^^^K              llMtlCObUfGk. 

1   AtíenelDrtelHl'.perodiboUatrtaaayM^. 

JOKNADA  TKKCKHA 


33 1 


&LAxr.A.  Vengo  con  notable  p«na; 

que  en  estn  soy  de&¿TaciAU. 

TiiiüTÁN.  ^  os  seríU  bien  escuchada. 

Bi.am:*.   Cuesto  que  por  Culpa  agena 
no  me  he  podido  excusar 
de  dar  enfado  i  su  attcxa. 

TaiiTAs.  ¡Cuánio  puede  la  belleza.  tAp.) 
pues  puede  &  un  Rcv  obligar 
que  á  un  vasallo  como  el  Conde 
quite  el  honot!  Pues  yo  creo 
oue  por  mus  que  su  deseo 
aemí  privan;ta  te  esconde, 
ya  se  le  tengo  enlendidn 
desde  I*  noche  que  vi 
que  enirú  en  su  casa. 

Blanca.  Cor  mi 

no  hubiera,  Beatrix,  venido. 
Temo  al  Conde,  y  es  fai¿n. 

<SaJ«  tt  Rey.) 


TbiStAk. 


Itev. 
Blanca. 

ItHr. 


I-SCENA  XIV 
DrcHot  y  tt  Kit. 

Blanca... 

Déme  vuestra  altoxa 

sus  manos. 

De  tal  belleza 

los  reyes  vasallos  son. 

^Xo  riño  el  Conde? 
Blanca.  Ya  espero 

al   ^unde,  con  la  merced 

que  le  habéis  hecho. 
Kbv.  Creed 

que  como  le  cnímo,  os  quiero. 

ipat  es  lo  que  ahora  queréis? 

Í Blanca,  beñor,  el  traidor  Roberto, 
para  que  fuese  mis  cierto 
lo  que  por  cartas  sabéis, 
ádoita  helena,  mi  prima, 
ha  robado  y  a  ha  embarcado. 
Kfr.        Afue  i  dofta  ülena  ha  robado? 
En  el  alma  me  lastima. 
Y  es  Cieno  que  se  embarcó? 
■or  el  suceso  se  ve. 
tAp.)  (SI,  y  en  un  estanque  fué, 
donde  ful  el  piloto  yo.) 
Poro  ^dc  quién  se  ha  sabido? 
Blanca.  El  haber  los  dos  faltado.,, 
Kky.        &  Roberto  la  ha  robado. 

Páris  de  otra  Blena  ha  sido. 
Blaxca.  Pues  si  él  no  está  en  la  ciudad, 
ni  más  se  ha  sabido  del, 
¿noescierto,  seAor.  quces  el?     * 
Ritr.         [Que  extraña  icmerídad* 
Con  él  i  Polonia  iría. 
pues  que  falta  de  su  casa, 
y  por  él  de  amor  \e  abrasa. 
(Api  (No se  abrasa,  antes  se  enfría.) 
Tristán  de  Silva. 
ThisiÁK.  Señor. 

Bky.         Esto  ha  de  tener  lemedio. 
TírsTÁN.  (Como,  estando  el  mar  en  medio 

y  lanío  fu^o  de  amor? 
Hkv.        Salgan  dos  naves  con  gente 
()ue  le  sigan. 


Ret. 


Sus  criados 
he  visto  desconsolados. 
O  se  fué  secreumcnie, 
A  los  dej6  de  temor. 
Id  Blanca,  _v  estad  segura 
que  el  Rey  vuestro  honor  procura  t 
y  q^uc  no  se  ir¿  el  traidor. 
Blahca,   Al  indio  más  apartado 

vuesiras  quinas  Heve  el  cíelo. 

IVaiutlatíluJ 

ESCENA  XV 

Ef  Krt  y  TiLinAit, 

TatSTÜK.  Yo  voy,  señor;  que  recelo 

que  cl'viento  les  ha  faltado, 

y  no  están  lejos  de  aquí. 
RsY.         Esperad:  no  os  vais,  Trisián: 

que  vo  sé  que  cerca  están. 
TbistAn.  jVos  sabéis  donde  están? 
Riv.  SI. 

Tristán.  Pues  yo  los  iré  á  prender. 
Rkt.         D«  donde  están  embarcados 

no  se  itdn. 
Tnnráx.  ^Tan  descuidados 

amor  los  ha  de  tener, 

con  deudos  de  tal  valor, 

áquicn  tal  ofensa  ha  hecho? 
Rxv.  Como  le  han  paudo  el  pecho, 

Tristán,  heridas  de  amor. 

i  Roberto,  y  está  Elena. 

templando  con  agua  el  fuego, 

él,  como  mueno,  está  ciego, 

y  ella,  de  pena,  sin  pena. 
TaiSTÁK.  No  le  entiendo. 
Rkt.  -N'o  podrás, 

que  son  secretos  de  amor.<s<iM  Ttil».) 


ESCENA  XVI 
piciii»  r  TKtio. 

Tkli-o.     No  pido  los  pies,  señor, 

sino  la  tierra  no  más. 
Bm.        ¿Quiénes? 
Titto.  Tello,  ¿no  me  ves? 

Pues  no  vengo  destroxado, 

que  no  habernos  peleado, 

ni  visto  contrario  arnés. 

Esto,  porque  no  has  querido. 
Reif.        ¿Volví*  ti  Conde? 
Tello.  Ya  volvi6. 

RsT.        ¿Sintiólo  mucho? 
Tello.  Sintió 

loque  un  hombre  bien  nacido. 

Manda  que  7'tisián  despeje, 

fue  tengo  á  solas  que  hablarte. 
'risUn. 
TkistAn.  Señor. 

Reí.  A  otra  parte. 

Tpistán.  {Apy  Solos  quiere  que  los  dejo: 
no  me  engañé  yo  en  pensar 
que  el  Rey  por  Blanca  se  mucre. 


1   Veno  omltitle  por  llatticabiticb. 


iu 


SIKMPRK  AYUDA  LA  VKKOAU 


Viene  el  Conde,  y  ella  quiera 
d4rle  disculpa  ó  \iin»r. 
Pero  el  calUr  w  pr uikntef 
que  el  que  ai  Rev  ha  de  servir, 
na  de  hacer,  li  ha  de  vivir, 
que  ni  v^  ni  oye,  ni  sietiie.  (Vam.) 


ESCENA   XVtl 

El  H«r  y  Tn.u>. 

Tkllo.     Mientras  al  Conde  no  injurio, 
ames  vueiro  por  su  honor, 
me  huelgo  de  ser,  señor. 
cktiB  irajitdia  Mercurio. 
Sabiendo  ti  Conde  la  muerte 
de  Blanca,  se  enloqueció, 
de  pena,  cuando  llegó 
un  criado  que  te  advierte 
de  que  vive  y  que  le  escribe. 
Duda  el  caso,  que  es  noiablc; 
pero  ll«^a  el  Condeiuble 

V  eüii  ci«no  de  que  vive. 
Luego  picn^ta  que  fui  cierto, 
viendo  que  le  hav  en{¡ai\ado, 
aue,  de  Blanca  enamorado, 
ílisie  la  mucfie  á  Roberto. 
O  oue  si  fui  por  piedad 
el  oejar  k  Blanca  vrva, 
perdió  el  honor,  pues  estriba 
en  no  guardarle  lealtad. 
Paftimos,  y  en  el  camino 
«1  Condese  resolvió 
de  malar  i  Blanca,  y  yo 
de  impedir  su  desatino. 
Esta  noche  lleva  intento 
de  aho)tal1a  con  una  liga: 
no  permitas  que  prost^ia 
en  un  hecho  tan  san^rienio. 
Aunque  Blanca  mi  culpada, 
que  flaqueza  de  mujer 
con  dejarla  puede  s«r 
perdonad*  o  castigada. 
Monasterios  hay,  seflor, 
deshágase  el  matrimonio, 
que  es  bastante  testimoníj 
para  que  ¿1  cobre  el  honor. 
Casa  al  Conde  con  tu  hermana, 
como  ve  lo  haspromelido. 
[9u¿  discreto,  Tello,  has  sklol 

ue  fuera  cosa  inhumana 
que  matara  i  Blanca  el  Conde. 
Señor,  piedad:  que  fué  amor. 
^Lloras,  Tcllo^ 

Si,  señor. 
A  (u  pitd«d  corresponde. 
Toma,  por  esa  piedad 

V  el  aviso,  este  diamante. 
La  fama  tus  glorias  cante 
invicto  honor  de  esta  edad; 
y  plega  i  Dios  que  tus  quinai 

Eues  ya  por  los  mares  corres, 
onren  almena»  y  torres 
de  las  mis  remotas  Chinas, 
Ven  conmiftoi  que  á  lo  menos 
vivirá  Blanca  cutreusio.  (f  «m  *t  X*ri 


Rk». 


Tillo. 

Rky. 

TaiJ.0. 


g 


ktr. 


ESCENA  XVm 
Tbli.«. 

No  pcnst  que  para  el  llanto 
eran  los  iliamanies  buenos. 
¿Q\xé  valdri  csic.*  [Hay  ul  cosa, 

Jucden  (al  etlímación 
una  piedra!  Y  es  raiónj 
que  es  por  todo  extremo  hermosa» 
Yo  mis  quisiera  dinetos; 
que  csti  el  v  alor  en  contar, 
y  no...  Mas  quiero  callar, 
que  se  enojan  los  plateros. 

iVéS*  Tcllo.) 


ESCENA  XIX 

BI.IXCA,  V*>eo  y  BaaTBiI. 

BtAtic*,  No  me  canso  de  abraiarte. 
Conde  mto  y  mi  señor. 
Pero  |ouí  necio  es  amor! 
que  debes  tú  decantarle; 
pues  no  es  justu  qtie  ■uit  pane 
un  enojo  que  ha  nacido 
de  amor,  pues  amor  ha  sido 
de  mujer,  y  tu  mu)er: 
que  suele  e!  amor  poner 
las  ofensas  en  olvido. 
Si  yo  no  ic  deicara, 
^qué  pensaras  tú  de  m[? 
pues  por  no  llorar  por  ir 
en  la  partida,  repara 
que  me  escondiste  la  cara; 
y  con  esta  causa  habl¿ 
al  Rey,  porque  imajiint 
que  mi  voluntad  dudaba»; 
^puK  para  qvé  me  culpabas 
U  tu>a  la  culpa  fut? 
Aterra  "^  rostro,  y  advierte 

3ue  no  me  ha  dejado  un  sueño, 
uke  de  mi  vida  dueño, 
dejar  de  tlamanc  y  vene; 
cualquier  temor  de  tu  muerte 
es  prmcipio  de  la  mía: 
no  dure  más  tu  porfía; 
que  á  ver  mujer  tan  constante 
eres  el  primer  amante 
que  vuelve  sin  Ble){ría. 
No  son,  mis  amores,  éstaa 
los  promesas  esperadas: 
dígante  aquestas  criadas 
las  lágrimas  que  me  cuestas. 
Deja  que  te  hagan  tiestas... 

tA  Blanca  tantos  desdenes^ 
Mí  mía,  dime,  «quí-  tienes^ 
jPof  qut  estás  tan  enojado, 
que  antes  dt  haber  peleado 

g'enso  que  vencido  viencv* 
)ndcsa... 
BLaMCA.  |Qu¿  mal  comicniul 

Di  Blanca,  por  vida  mia; 
aunque  tu  enojo  v  porila 
st  es  tierno  el  estilo,  venias. 
Vasco.     Supuesto  que  me  conventas, 
Blanca,  pues  asi  lo  quieres, 


^ 

=-^^^^^^H 

1 

^^P                                                            JORNADA  TKRCERA                                                          333            ^| 

^1 

con  (]ue  la  causa  no  eres 

RcY.                      El  Jardinero                            ^^M 

^H 

de  mJí  pesares  y  enojos, 
y  cun  lener  en  los  i>joi 

venga  pira  desaguatic,                          ^^H 

^^1 

y  porque  so  vaya  luego.                             V 

^^1 

ta  disculpa  tas  mujereí. 

{YMt  tí  Hcy  y  don  Vstco.)             J 

^^1 

no  puedo  dejar  de  estar 

^^fl 

^^1 

algo  enojado  contigo. 

^^H 

^^1 

<t<  que  «s  Teilo  buen  testigo; 

ESCENA  XXI                             ^H 

H 

que  no  lo  puado  excusar, 
porquetl  Rey  hade  pensar 

BtAMCjl,  BlATIlU  y  TxLt».                                 ^^H 

^^1 

que  roconitgo  ukí. 

Bi,A»cA.  Tcllo,  ¿cómo  no  me  hablu?                 ^^| 

^^1 

que  e  habUsies,  y  tendré 

TKt.LO.     El  R«y  me  tuvo  suspenso.                    ^^| 

^^1 

con  él  tan  mjila  opinión, 

Quisiera  Moer  la  boca                           ^^H 

^^1 

aue  me  aborrezca  en  raxón 
oe  un  secreto  que  yo  tii. 

á  la  medida  del  cuero                           ^^H 

^H 

de  la  surta  del  chapín,                             ^^H 

^^1 

No  c^iari  el  Rcj  $aiis(echo; 

aunque  fucridc  ctcn  dedos,                   ^^H 

^H 

pero  <qué  %<  pueJc  haccrf 

para  befártelo  lodo.                                  ^^H 
BLA.SCA.  Levantu  del  suelo  Tello                          ^^| 

^^1 

aunque  antn  Je  amanecer 

^H 

lo  ha  de  quedar  de  mi  pecho. 

y  dame  un  abruo.                               ^^H 

^^1 

Todo  lu  posible  he  hecho 

Tcllo.                                ¿Yo?                         ^H 

^H 

de  mi  parte,  y  tú  el  error 

(Vive  tKos  que  len^u  miedo;                    ^^| 

^^1 

i  que  le  ha  obligado  amor; 

que  aún  p.enso  que  citi  difunta.)          ^^| 
Con  et  debido  respeto                            ^^| 

^^1 

que  los  hombres,  (no  ic  alteres,) 

^^1 

queremos  bien  Us  mujeres 

IQ  abrazo,  sdlora  müt                          ^^H 

^^1 

,  y  mucho  más  cl  honor. 
Yo  saldré  del  iodo  bien: 

pero  ha  de  ser  ilcMle  lejos.                       ^^H 

^^1 

BcATRii.  AbrAccto  loJualU,                                   ^^H 

^H 

no  Ic  espante  cl  verme  ansf. 

y  aci  que  nos  papen  duelos.                   ^^H 
Tkt.lo.     Con  pan,  señora  BcAirii;                          ^^H 

^H 

pues  cuando  el  honor  perd!, 

^^1 

gané  de!  Rey  cl  desdén. 

^e  con  carne  no  son  menos.                '^^H 
Blanca.   TcIIo,  jcómo  ha  csiido  el  Conde.*         ^^| 

^^1 

Ahora  i  mis  bracos  ven; 

^^1 

que  ya  eiioy  detenojado. 
Blakca.  Mil  vidas,  mi  bien  me  has  dado. 

¿Tuvo  mucho  scniimicnlo.^               ^^^^| 
Tullo.      Dios  lo  sabe,  y  otronaon.                   ^^^^| 

^r 

B 

lAúráíaAit,  y  idfc  ti  Rey.] 

SI  bien  yo  entiendo  su  pecho.            ^^^^| 
Blanca.  jQué  decía,  por  tu  vida?                       ^^H 
Tello.     Mil  amorosos  requiebros.                     ^^H 

^K^ 

^^h 

^^^^L 

Blakca.  ¿Cómo,  cómo?                                    ^^1 

^H 

^^P                 ESCENA    XX 

Tello.                             ¿Qué  preguntas?           ^^| 
Esta  noche  has  de  saberlo.                    ^^1 

^^1 

^^^^ 

^H 

W                       t>iCH«a,  il  Rbt  y  Tvllo. 

Blakca.  lOh,  cómo  saben  los  hombres               ^^H 
»aglr  caricias  y  enredosl                       ^^H 

^^^ 

1 

Rev.         «Esto  llamas  TclIo,  enojos? 
TcLtO.    ^Qué  imponan  alegres  o[os 

En  la  cara  son  traidores                        ^^H 

^M 

y  en  au&cncia  verdaderos:                     ^^H 

^H 

ti  hay  corsK^n  lastimadoi* 

que  hay  marido  que  desea                       ^^H 
sm  que  otcnsa  le  haya  hecho,                ^^H 

^B 

(tsY.        Seáis  Conde,  bien  vnnido. 

H 

Vasco.     Señor,  ¿vos  aquí?  |Quc  exceso 

dar  la  mucric  d  su  mujer,                        ^^H 

^1 

tan  gr andel 

por  verK  libre,  ó  por  celos.                  ^^H 
Tbllo.      >ues  no  lo  digas  burlandoi                  ^^H 

H 

Ktr.                         Aunúue  á  vuestra  casa 
fué  justo  venir  i  veros, 

^B 

que  Conozco  algunos  destos                  ^^H 

^H 

esta  cana  que  he  tenido 

que  ya  trau  á  su  mujer                        ^^1 

^^L 

del  Condestable,  me  ha  pucilo 

como  pierna.                                       ^^^| 

^B 

■               en  mayor  obligación.— 

BaAsc«.                         No  lo  entiendo.              ^^^^| 

^^P 

r              (^ndesa. 

Tkli.o.     Quiere  aprctalla  con  liga.                  ^^^^| 
Blanca.  S  es  de  sus  braxos  al  cuellOf               ^^^| 

^F^ 

Blanca.                  Señor. 

^1 

RcT.                                No  acierto 

venturosa  tal  mujer.                             ^^H 

H 

á  daros  el  parabién 

Tcli«.     No  mucho.                                       ^^H 

^1 

hasta  el  ñn  deste  suceso. 

Blanca.                     ¿Pues  por  qué,  Tello?        ^H 

^m 

Vasco.      Pues  ^qué  escribe  cl  Condestable? 
Ríir,         Que  vino  A  verle  don  Héctor 

Tello.      Porque  lo  pasara  mal,                             ^^H 

H 

á  no  haber  rey  de  por  med9o;                 ^^| 

^B 

y  echado  i  sus  pies  le  pide 

quecuando  juegan  al  triunfo,               ^^| 
Blanca,  el  amor  y  los  celos,                   ^^H 

^B 

perdón,  y  que  le  trae  preso. 
Vasco,     Sin  sangre  se  ha  negociado. 

V 

suele  llegar  la  espadilla,                           ^^M 

^B 

Ret.         Estoy  contento  Ai  extremo. 

V  no  es  el  rey  de  provecho.                   ^^1 

^K 

Yo  tengo,  Conde,  que  hablaron: 

Pero  ya  vino  un  caballo                     ^^^^| 

^B 

baí¿nM>nos  i  este  huerto. 

que  por  la  posta  corriendo               '^^^H 
dio  aviso  al  Rey  que  p«rdia,               ^^^H 

^H 

porque  habernos  de  estar  solos, 

H 

para  negocios  secretos. 

carta  blmica  todo  ei  juego,                      ^^H 

^p 

JHay  algún  estanque  en  ¿l> 
Vasco,     ¿i,  señor. 

y  antes  que  et  otro  triunfase,              ^^^| 

1 

i 

nwüóse  ct  Rey  de  por  medio:           j^^^H 

134 


SIEMPRE  AYUDA.  LA  VERDAD 


Rey. 
Vasco. 

Rbv. 
Vasco. 


R«r. 


Vasco. 


cun  que  no  habrá  más  barajas 
aunque  se  prosiga  el  pleito. 


ESCENA    XXII 

«Estáis  satisfecho? 

Estoy 
de  lo  que  vi  satisfecho. 
Pude  engañarme. 

Pudistes; 
el  favor  os  agradezco: 

2ue  visteis  ¿  doña  Elena, 
sa  por  la  vuestra  he  muerto; 
hablad  bajo,  y  no  lo  entienda 
Blanca. 

^'o  seré  tan  cuerdo, 

3ue  tes  daré  sepultura 
e  noche,  con  tal  secreto, 
que  quede  limpio  mi  honor. 


Rey. 

Tello. 
Vasco. 
Tello. 
Vasco. 
Tello. 


Vasco. 


Blanca. 
Rey. 

Vasco. 

Blanca. 


Que  abracéis  i  Blanca  quiero, 
y  la  estiméis  como  es  justo. 
Señor. 

¿Qué  me  queréis,  Tello.* 
Licencia  para  Castilla. 
¿Pues  por  qué? 

Porque  estoy  cierto, 
c6mo  en  secretos  andáit;, 
que  porque  sé  parte  dellos, 
cuando  esté  más  descuidado 
me  habéis  de  dar  pan  de  perro; 
que  saber  secretos  graves 
nunca  ha  sido  de  provecho. 
Yo  haré  que  el  Rey  te  dé  cartas, 
y  yo  te  daré  dineros. 
Abrazadme,  esposa  mía. 
Con  el  alma  v  con  el  ptcho. 
Siempre  ayuda  la  verdad. 
Con  este  titulo  quiero 
que  dé  lin  nuestra  comedia. . 
Senado  ilustre  y  discreto, 
si  no  ayudaren  las  obras, 
ayúdennos  los  deseos. 


LA  MUJER  POR  FUERZA 

COMEDIA  FAMOSA  POR  KI.  MAESTRO    TIRSO  DE  MOLINA 


R^fnttHtóia  Arenda^o. 


PERSONAS 


Finca. 

Fl^HKI.A. 

Cr  coNbi;  FeoEHico. 
Albemto,  Aermano  ¡Jt  Finta. 
Hl  klv  iic  N\roLti. 
Clahí»,  iTíaJQ  dvl  Comfc. 


FiMiA,  criada  Je  Horela. 
Fabio,  criado  dt  AViie». 
R1&B1.0,  criado  de  Federico. 
El  MADQi'it  tiE  Li'UQVico. 
l.t  MttOKti,  i-riWo. 
Otro  chiaüu. 


I.a  tfctna  a  <»  NápoítJ. 


J-^^^^^^V^^^^ 


Faiio. 
Finca. 

FAbH>. 


KiKEA. 

Fabio. 

FlNBA. 


JORNADA  PRIMERA 

ESCENA  PRIMERA 

AtffH  KtKM.  dtiHit,  y  I  tMO,  (■  (rMd». 

Mirs  quf  »  poca  pnxknda. 
iS^uc  poco  sabes  de  tmor! 
Quien  nu  htcc  resistencia, 
para  ofender  su  favor 
parece  que  da  licencia. 

ÍQué  puedo  yo  resistir 
un  (tiTiur  desatinado? 
^De  un  liDnibci;  que  v:  ha  de  ic 
lal  penuniicnio  le  ha  Jado? 
Eso  me  ubli);(M  :i  morir. 
Vino  por  (embajador 
iJcl  rey  líc  Ñipóles,  Fabio. 
ct  Conilc:  iqué  lococrrurl 
pero  f  ()uiín  ha  sido  sabio 
en  accidentes  de  a  mor? 
Por  fpiuo  dci  rey  de  Hungría 
le  dio  mi  hermano  su  casa; 
vi  su  talle  y  bizarría: 
^y,  del  deseo  que  pasa 
dñdichas  por  ccloiia! 
Que  á  darle  necios  trofeo» 
pata  lan  loco»  empleos 
conief  tamas  y  lan  llanas, 
hallaba  pocas  ventanas 


Fabio. 
Fines. 


la  ptisa  de  tos  deseos. 
-Si  el  Conde  se  levantaba 
sin  que  me  pudicM  ver, 
con  «tención  le  miraba: 
esto,  Fabio.  es  ser  mii]er: 
Ib  inclinacjiin  m«  foriaba. 
.Sí  con  mi  hermano  cumia, 
lin  que  mi-  t  iese  le  vía. 
y  de  todas  stis  acciones 
hallaba  el  alma  razones 
y  engaños  la  fantasía. 
De  esta  manera  Icamú. 
ifíuc  nunca  el  Cunde  le  \ióf 
\o,  por  mis  que  lo  intenté; 
porque  mi  hermano  temió 
lo  que  guaidindome  fué. 
El  pTocurabii  esconder 
lu  aue  me  di6  mds  tuftar, 
y  al  iin  me  vine  A  perder, 
que  mal  se  pueden  guardar 
los  ojos  de  una  mii)cr. 
Mas  ¿dónde  hallare  razones 
para  pintar  mi  afición 
mi  inquietud  y  mis  pasiones, 
que  en  habiendo  pre\  cnción 
es  Iodo  amor  invenciones? 
Sueño  y  susieiiiü  perdí, 
val  fin  medctermm^ 
A  seguirle:  \  como  en  il 
mis  esperanzas  fundf. 


336 


Í.K   MUJER   rOR    rtfCRZA 


cuenta  de  mi  cnor  ic  dr. 
Yo  píento  mudar  el  traje, 
Hit  auc  me  obligue  y  rqxiftc 
U  afrenU  de  n»  linajei 
ver  de  Nápolei  la  corte, 
V  en  ella  i«fvir  de  paje. 
No  repliques,  irierrael  labio, 
u  me  vas  á  reprender, 
porque  en  resUiMiido,  Fablo, 
la  furia  Je  una  muíer 
dari  en  el  roa>or  agravio. 
Ellos  salen,  y  i\  se  pane. 
Vo  mo  voy,  espera  aqu!. 

Fab*0.      V^  tengo  de  acompaflaric? 

FiKEA.      Por  no,  Fabio,  ic  di 

de  mi  ■trevimiento  {iirte. 
Aitradece  el  ir  conmigo, 

!|ue  detdc  que  en  mi  cuidado 
uiste  secreto  leiiiKO, 
tubi»e  desde  críaoo 
á  la  grandeva  de  amigo.  (*''**■) 

ESCENA  II 

¡Qüi  notable  penumieniot 
Pero  seguiré  su  intento, 
que  si  ta  desamparase 
¿quien  duda  que  se  arrojase 
a  mayor  atrevimiento?  ivan.) 

ESCENA  MI 

ALaKKTO.  ((canee  rtutieo y  <ri*á^. 

Alsxhto. 
De  no  iiabcfos  férvido  cMoy  corrido: 
que  aunque  el  Rey  me  ñó  vuestro  regalo, 
ni  le  he  servido,  ni  le  habtís  tenido. 

CoNDB. 

A  SU  deseo  vuestro  amor  igualo»  ^ 

y  del  que  en  vuestra  casa  he  recibido, 
por  tan  esclavo  t  ucstro  me  señalo 
como  vertís  mandándome  en  ini  tierra. 

Gues  hoy  se  trueca  en  blanda  paz  Is  guerra, 
oy  he  sabido  que  icittís  hermana; 
sólo  el  favor  de  verla  me  ha  faltado, 
que  á  haberla  visto,  fuera  cosa  llana 
volver,  Albeno,  i  Ñipóles  cesado. 

Alkrto. 
Fínea  ha  dado  en  retirada  y  vana: 
por  esu  causa  no  le  hab^  hablado; 
V  por  lo  que  decis  del  casamiento 
bisóos  las  manos. 

Conor., 
Digo  lo  que  siento. 
Alukto. 
Tinn  honra  para  mi  serviros  ftHr». 

CONOK. 

Escribiré  en  Ikgando. 

Alberto. 

El  cielo  ot  guarde. 


COKW. 

Vo  parto,  como  veis,  i  la  ligera. 

Alberto. 
Y  es  justo.  Conde,  porque  el  Rey  no  aguarde. 
Quiéroos  acompañar. 

CONOB. 

De  esa  manera 
volveréme  con  vos. 

Ai-BEaTO. 
MJradqueesurde. 

CONDB. 

No  pasaréis  de  aquL 

Ataca  To. 
Serviros  quiero. 

CoSDK. 

Alberto,  adiós. 

ESCENA  IV 
Auiaio  /  (■  Crubo. 

Alberto. 
¡Qué  honrado  caballero! 
Cbiado. 
Toda  tu  casa  deja  aficionada 
y  tus  criados  de  presentes  llenos. 

Albchto. 
Asi  pagan  los  buenos  la  posada, 
con  agradecimientos  por  lo  menos. 

Odiado. 
Mi  señora  eauviera  bien  casada 
con  lal  \alor  y  términos  tan  buenos 
«1  Ñapóles. 

Alberto. 
No  quise  que  la  viese, 
que  fuera  obligación  que  la  sirviese, 
gue  para  dalle  juvds  competentes 
a  su  valor  y  al  de  Finea,  mi  hermana, 
se  pudieran  seguir  i  neo  n  venientes; 
U  nobleza  té  yo  napolitana. 

Caiatio. 
SI  él  quisiera  que  fuésedcs  parientn, 
jqué  mayor  dicha? 

Albbrto. 
Si  el  paso  allana. 
yo  vendré  en  ello. 

Ciitaao. 
Eicrlbele. 

AUlkTO. 

Si  el  Conde 
me  escribe,  v  i  su  Intento  corresponde: 
(que  si  palabras  son  de  cumplimiento, 
porque  en  mi  casa  al  Conde  he  regalado, 
DO  es  justo  que  le  obligue  i  casamiento, 
ni  lodo  huésped  4  volver  cuado). 


^ 

JORNADA 

I>IÜMEIIA                                                   337           ^H 

H      1»  cafiks  nns  <lifin  su  penumitoio: 

y  del  que  debo  tenerte,                          ^^| 

H      un  noble  soy  como  i\. 

perdona  mí  desvarío.                             ^^H 

H 

CniAOO, 

Cumplimiento  y  necio,  íu£:                     ^^H 

■ 

Ser  tu  cuñado 

pero  )>or  disculpa  ha  sido  ^^H 
el  no  haber  visio  i  Finea;                      ^^H 

H      tu  noble  honor  y  «1  smisisd  le  obli^. 

no  me  des  mayor  castigo,                     ^^H 

H 

AL3BIITO. 

ni  allá  to  rebele  el  alma                      /^^H 

B     Si  no  ha 

de  ser,  no  tt  juMo  que  se  diga. 

por  dcslcaltad.  por  olvMb.  ^^H 
obligar  i  un  caballero  ^^| 
oue  con  generoso  indicio  ^^H 
de  su  valor  me  ha  obligado.                  ^^H 

^M 

^M 

ClakIn. 

Si  tuviera  aquel  chillido                           ^^H 

H 

ESCUNA  V 

de  las  mujerex  celosas,                             ^^H 

^M                Ki  c«)ii><  tKtiKtico  y  CuKla,  (h  trt»4v 

te  dijera:  «Federico,                                   ^^H 

^M 

no  mis,  acabuse  aqui.                              ^^H 

H         CLAKfK. 

En  lugar  de  lo  que  suele 

—  Señora. ".\'u  miiconmigo —               ^^| 

^H 

entretener  los  caminos 

—0*  e  por  Dios.— .No  hay  oír.—         .    ^^^ 

^^ 

reprehenderle  quistora. 

— ICscucha.— Dar¿  mil  gnloí.                  ^^M 

^^^^K 

([encrtHo  scAof  mío. 

Esto  deseaba  ver,                                     ^^1 

^^^^K 

¿Tienes  i  Florela  amor? 

}  haber  visto  ya  confirmo                     ^^H 

^^^F 

¿sirves  i  Floréis^ 

iu$  irait;ionc{'¡\luene  soy:                      ^^H 

■      Coude. 

Sitvo, 

desleal,  traidor,  finj^dot»                          ^^H 

■ 

y  ten^o  amor  i  Floreta. 

^'  va  el  otro  majadero                           ^^H 

■         ClAIlfN. 

¿Puei  no  c>  cruel  dMalirio 

muy  contento  deste  arbñlrío                   ^^H 

■ 

el  decir  i  ia  partida. 

i  sacar  ropas  y  sayas.                              ^^H 

^1 

sin  hibec  de  Albetio  visto 

tirma  con  un  vestido                             ^^H 

H 

U  hermana,  que  le  casaras 

las  paces  que  en  brazos  de  otro               ^^| 

^^ 

con  ella> 

U  de  liis  celiios  hizo                                ^^H 

H     Come. 

Pues  ¿qué  hay  perdido^ 

mientras  duraba  el  enojo.                      ^^H 

■       CudÍk. 

Sj  ol  otro  u  respondiera 

COKDB. 

No  riAas  mis.                                       ^^1 

^1 

tan  necio  v  no  i«n  amigo, 
^■cómo  Toi vieras? 

ClarIk. 

.No  te  ríñ<^                      ^^1 

^ft 

mas  por  Dios  que  he  de  mirar                 ^^| 

H      Conde. 

Casado. 

si  el  dueño  desle  cortijo                            ^^| 

■      ClaaIk. 

¿Eiodicej? 

tiene  hermana.                                      ^^M 

■         COKM. 

Eso  he  dicho. 

COKDK. 

Gente                               ^^H 

■         CuAOlN. 

¿BúrUstc.' 

ilUkti». 

iücniil  talle!                                     ^^| 

H       CoNDr. 

D.'  lí  me  burlo. 
que  aquelll  palabra  ha  sido 
sol»  por  honrar  al  huésped: 

CONW. 

iHcrmoso  bríol               <     ^^H 

^^^^^^ 

que  aunque  «il  es  tan  bien  nacido 

ESCENA  VI                               ^^ 

^^H 

y  debe  de  ser  su  hermana 
un  initel,  el  excesivo 

Dichos r 

itli  FiKKA,  4t  homhrt  muy  g*lám,  y  P**ioi              1 

^^^^^^^1 

amor  que  á  Florcla  tengo 
no  mchubie<'a  permitido 

Finca. 

Pregunu  si  vamos  bJon,                       «^H 

^^^^^^1 

Fabio. 

Esc  es  el  Conde.                                        ^^H 

^^^^^^^1 

casarme  sí  el  rev  de  Hufljtrla 

FiKEA. 

Pues  calla.                       ^^M 

^^^^^^B 

me  diera  i  su  hija. 

Clamís. 

Sobre  buena  cara  entalla                         ^^M 

^^^ClÍpIs. 

Es  digno 

mejor  la  {cala  lambiín.                                V 

^J^ 

su  honor  de  un  urande  amor; 

Finca. 

iM  ConM]  Diosguardei  vueseñoria.  M 
t.\  mismo  venga  con  vo^                        ^^m 

^^^^B 

que  si  su<  m<írtius  miro, 

CONDB. 

^^^^^ 

aunque  sin  pasión,  apenas 

¿De  dónde  buen  (^                                ^^M 

^^^^^^^_ 

tu  amor  se  alcanza  i  si  mismo. 

Finía. 

Los  dos                   ^^H 

^^^^^^H 

Occir  puede  un  hombre  i  otro 

somos,  como  veis,  de  Hungría.               ^^M 

^^^^^^K 

á  cuenta  de  los  servicios 

Conde, 

¿tUináe}                                               ^M 

^^^^M 

que  ha  recibido  en  su  casa; 

FlNBA. 

A  Italia.                                ^H 

^^^^^^ 

«ScAor.  mi  hacienda,  mis  hijos. 

CoNoe. 

jAqu¿  ciudad^             ^^M 

^^^^^^^H 

mis  caballos,  mis  criados. 

FlKBA. 

A  Ñipóles.                                            ^M 

^^^^^^^B 

mis  pijaros  V  mis  libros 

CONDB. 

Del  la  soy.                             ^H 

^^^^^H 

á  vuestro  servicio  esiin; 

Venid  conmitio,  aunque  toy                 ^^H 

^^^^^^^H 

siempre  len^o  de  serviros.» 

de  prisa.                                               ^^H 

^^^^^^^P 

Pero,  «yo  tne  casir¿. 

FlNKA. 

Vuestra  amistad                        ^^H 

^^^^^^K 

y  con  mu  cr  que  no  he  visto*, 
no  lo  ha  aicho  caballero; 

y  compañía  me  pone                            ^^M 

^^^^^^^B 

codicia.                                                 ^^M 

^^^^^^H 

caballero  no  lo  ha  dicho, 

Conde. 

Y  i  mi  la  vuestra.                    ^H 

^^^^^^ 

aunque  fuera  l.anzarote 

FlNEA. 

Luego  en  la  vista  se  muestra                   ^H 

^1 

cuando  de  tlreuj^a  vino. 

lo  que  el  corszi^n  dispone.                        ^^U 

H         COKDT- 

}Av,  Florelat  Si  fui  agravio 
d«f  amor  que  te  he  debido 

Conde. 

Soy  el  conde  Federico.                          ^^M 

L 

FlN«A. 

Dadme,  grao  wflor,  los  pies.                  ^^1 

^^^338 

LA  MiriVt   ÍOR  FUERZA                                               ^^^^^^| 

^^^^H 

que  mi  calidad  no  ct. 

Fabio. 

Mil  veces  los  pies  te  beso.           ^^^^| 

^^^^^^H 

Ki  la  ««dad  os  publico. 

FiSKA. 

jQué  venturoso  suceso!                        ^^U 

^^^^^^H 

para  if^uaUr  ul  valor, 

CoMir. 

^^^^^^H 

que  »oy  un  pobre  ewudero 

Clarín. 

^H 

^^^^^^H 

con  humoti  de  t:ab*IÍero, 

CosnE. 

Haz  que  den               ^^U 

^^^^^^H 

que  gradúa  el  buen  humAr. 
Ilav  cieria  univeisidad 

lo  necesario  i  los  dos,                        ^^M 

^^^^^H 

y  traigan  las  postas  tu^o.  (t'4it  j       ^^M 

^^^^^^^H 

para  tot  pobreí  discretos. 

1 

^^^^^^V 

donde  hace  quodlibetot 

^^1 

^^^^^T 

U  mediana  calidad. 

ESCENA  Vil                          ^M 

^^^V 

Aquí  soy  vu  bachiller 

Fl.ltA.  t'AlIO  y  ClARfn                                          ^^^1 

^V 

V  precen'dienie  de  un  don. 

^^^        CONbR. 

'(.a  nobleu  y  diícrcción 

FlüBA. 

Que  me  deis.  Clarín,  os  ru^o,          ^H 

^^^^L 

jumas  ic  os  echan  de  \  or; 

los  braios.                                    ^H 

^^^^1 

oue  pues  coscan  humildad, 
aonde  no  sois  conocido. 

Cl.AKl^ 

Celio,  por  Dios                ^H 

^^^H 

que  habéis  tenido  ventura.               ^^H 

^^^H 

os  habí is  Jisminuido, 

lefo  tos  la  merecéis.                           ^^H 
^n  mi  un  amigo  tendréis.                 ^^M 

^^^H 

jquc  mis  cieña  calidad.' 
Unos  hombm  fanfarronc)^ 

FiMKA. 

^^^H 

Clarín. 

Rl  Conde,  solo  procura                    ^^M 

^^^^1 

que  ¿  dos  leguas  de  %ut  casa« 

hacer  bien  í  sus  criados.                   ^^M 

^^^^ 

quieren  asir  de  lat  ttts 

Fiíír*. 

¡Qué  bivn  se  le  echa  de  veri                 ^^M 

^^^^^^^K 

los  mií  antieuov  blasones, 
son  monos  de  U  noblen: 

jl'ienecn  Ñipóles  muier^                ^^M 
Tiene  la.s  de  otros  casados,                 ^^M 

^^^^^B 

Cl.AaÍM. 

^^^^^^^ 

que  con  tiestos  v  vii^ies 

pero  suya  no  la  tiene,                      ^H 

^r 

remedan  altos  linaies. 

aunque  ha  poco  que  quería              ^H 

^L               FlNEA. 

Yo  os  he  dicho  mi  bajera. 

casarse  el  necio  en  Hungría;              ^^M 

■           CONbR. 

Esa.  aunque  to^eacubráis 

que  allá  de  su  corte  viene,                   ^^M 

^^^^ 

la  nubtexa  aue  tenüs, 
mal  persuadilla  podáis: 

que  el  de  Ñapóles  le  dio                   ^^M 

^^^B 

particular  embajada.                        ^^M 

^^^V 

con  el  rostro  la  negáis. 

y  por  pagar  la  posada                       ^^M 

^K             FlUEA. 

Con  alguna  á  Italia  vcn^o. 

por  lo  menos  intentó                           ^^M 

^^^ 

pcfo  casos  de  fortuna 

casarse  con  cierta  hermana               ^^M 

^^^L 

me  llevan  i  ver  si  at^iuna 

de  la  capacha  que  habla                    ^H 

^^^^v 

fuera  de  mi  patria  tengo. 
Esto  sabréis  cam  i  nanoo. 

en  casa-                                            ^H 

^^^^ 

FlWEA, 

,:Vi('>la  atfíún  dlaP                      ^H 

^1 

pues  ul  espacio  ha  de  haber. 

ClarI-s. 

Jamis  en  puena  ó  ventana:              ^^1 

H              FAtlO. 

Como  vo  sé  que  es  mujer. 

que  el  hermano  era  celoso,               ^^H 

^1 

estoy  de  oírla  temblando. 

y  debió  de  conocer                              ^^H 

H          CoMW:. 

Pésame  que  con  disgusto 

el  humorde  la  mujer                        ^H 

^H 

vci'ts  á  Italia. 

y  el  pcnsamicnio  brioso:                   ^^M 

■               FlN>*. 

No  xtk 

que  el  Conde  tiene  buen  talle.           ^^M 

■ 

sino  con  i;usto,  pues  yo. 

y  doncellas  y  secretos,                      ^^M 

^^^_^ 

seAor,  de  serviros  gusto. 

si  no  lo  guardan  discrems,                ^^M 

^^^^k 

Y  pues  lenao  de  servir 
de  paie  en  Ñipóles,  quiero 
servir  tan  uran  cabal  ero, 
sí  me  queréis  admitir. 

presto  salen  á  la  calle.                      ^^M 
En  fin,  ^no  es  casado  el  Conde?        ^^M 

^^^^^^^ 

Fi.se*. 

^^^^^^H 

Clabík. 

No,  pero  quiérelo  ser                         ^H 

^^^^^^P 

con  una  hermosa  mujer                    ^^M 

^         Conde. 

Por  cieno  que  si  pcnsáh 

que  le  adora  <  corresponde.                ^^M 

^^^^ 

servir,  ya  determinado, 

que  habfis  un  hombre  hallado 

FlKZA. 

,;  Donde?                                                 ^H 

^^^^ 

Clarín. 

En  Ñipóles  «etá,                  ^^1 

^^^^L 

como  vos  lo  ima^in^is. 

FiKEA. 

¿Cómo  se  llama?                              ^^M 

^^^^^^^ 

Mi  am^ro,  bracos  y  casa 
tendréis  desde  hoy. 

Clarín. 

Florela.                  ^H 

^^^^HB 

y  es  la  flor  de  la  canela.                    ^^M 

^^^^PWI*. 

Oran  seíor 

FlSE». 

(,Araru./  ¡Muerta  soy!                         ^^ 

^^ 

lanu  merced  y  favor 

ClarIn. 

Ptenso  que  y*          ■ 

^^^B 

dd  cori^  limtle  pasa. 

seréis  vos  ct  alcahuete,                      ^^1 

^^^B 

En  estos  brazos  me  olvido 

que  suis  muy  acomodado:                 ^^M 

^^^^ 

de  la  patria:  ya  soy  vuestro. 

que  hasta  ahora  yo  he  llevado            ^^M 
el  recado  y  el  billete,                            ^^M 

■              COMDC. 

Y  vos  verítc  que  me  muestro 

H 

i  ese  amor  agradecido. 

el  vestido  y  la  sangría.                         ^^B 

^1 

jEI  nombre.* 

FlJCE*. 

(Áp^rtt.i  Sangrarme  del  alma  pueio,         ■ 

H          Finia. 

Olio  es  mi  nombre. 

que  a  ella  se  fué  de  miedo                    ^^M 

■           Conde. 

jQui¿n  es  el  que  vt  con  vos? 
Criradomlo,y  los  dos 

cuanta  en  los  braios  tenia.                ^^M 

■           Ft»ZA. 

ClARÍK. 

Ahora  bien,  vos  tenéis  duermo              ^^M 

^B 

vuestros. 

enamorado  y  scAor.                                1 

^^^       CONbK. 

Puesvus(teniÍlhombre, 

FlXE*. 

u^.dFib.)I.a«peraniademiamot    ^J 
Fabio.  se  convierte  en  sueik).             ^^H 

^ 

tendréis  mi  casa  tamb«tn. 

JORNADA    PRIMEA  A 


ClarIk.    Venid,  verüsle  coiner. 
Fauo.     (-V.  i  Fin.)  iQni  p¡«nti*  h«c«r* 
FisKA.  Morir. 

¡Qué  pr«lo  suele  t.^[UÍt 
p»n  prsai  á  ^!»n  pl*cer! 
Mal  bien  puede  haber  mudania; 
jbuen  ánimo,  corazón, 
<)ti<  de  aquí  á  la  p«»esión 
tiene  iu^car  la  Mperanzal  (Vaa>«,) 

ESCENA  VIII 
pMMinA  y  RuiM,  rrfarfu  M  tinutt  F*átrín 

(■LO.    Lee  U  cana  y  \etk% 

cuándo  se  pane,  por  ella. 
x>HCLA,  ¡Ob,  qu¿  mal  sufre,  Ríselo, 

grande  amor,  fcrandcs  auwtwias! 
SSLO.    Pues  ^quf  culpa  tiene  el  Conde 

ti  el  Rcr  le  condena  á  ellas 

con  lan  honrofLaembajiidar' 
.No  le  culpe,  aunquí  pudiera. 

pucí  se  pudiera  cvcusar. 

que  es  de  lo  ^ue  xnn^o  quejaí 

culpado  Ic  ha  mi  fortuna. 

Está  segura  que  ven^ 

mur  presto,  que  ati  lo  dijo. 

^Puí  dudas?  Rompe  In  nema, 

pr<IjúntaMlo  á  la  ^«rta, 

que  i-lla  le  daiá  respuesta 

como  oráculo  de  amor. 

Dilato,  Rítelo,  d  verla. 

por  entretener  las  dudas, 

por  ensar^r  las  sospechas. 

íEnirA  muy  lucido  el  Conde 

en  la  corteí 

Cuando  fuera 

el  mismo  Roy,  no  sé  vo 

si  fuera  con  mis  grandeza. 

Salieron  de  la  ciudad 

hasta  la  famosa  puerta 

todos  los  (irandes  señores, 

todt  la  ilu<irc  nohleza. 

Las  {^las  fueron  notables. 

pero  )unta&  todas  ellas 

DO  igualaron  la  del  Conde 

sobre  tanta  geniilexn 
Fto»ai,*., -Qué  color* 
f*>i«"-o.  A/ul  celeste: 

bordadas  de  oro  y  de  perlas 
cifras  de  lu  nombre,  v  rtores 
que  decían:  Fe  y  FSortta, 
Ivrael  caballo  español, 
que  la  gualdrapa  de  tela 
quería  arrojar  de  si 
para  mostrar  qae  lo  era. 
Parecía  al  son  del  oro, 
como  ib«  tocando  en  ella, 
instrumento  á  cuyo  son 
iba  tsiampando  la  arena. 
Llegó  á  palacio,  y  el  Rey 
salió  á  la  sala  primera 
i  recibirle,  y  lo»  dos 
hablaron  más  de  hura  y  media. 
Lo  que  iraun  se  murmura, 
que  es  casar  I.isarda  bella 
con  el  Príncipe  d«  Hungría, 


>39 


Florsla 


RtsxLo. 


FURELA 


RlSKI.O. 


pacílicando  las  guerras. 
Abre  la  carta  por  Dios. 
Fi.oar.i.A.  Venuarémc  de  su  ausencia, 
Riielo,  en  no  abrir  tacana, 
aunque  ella  de  mf  se  venga. 

{Abrt  la  frtay  U  Iré.) 
•Lleno  de  pena  te  cKribo, 
pero  entre  esta  misma  pena 
halla  gloria  la  memoria 
de  hablar  contigo  por  ella. 
No  s¿  cómo  he  de  af;erar  • 
lo  que  siento,  porque  sientas 
i  lo  que  obligan  temores, 
y  á  loque  sospechas  llegan. 
Celos  queallA  no  sabia, 
aquí,  mi  bien,  me  atormentan, 
^ue  los  sostituyc  amor 
a  falla  de  la  presencia. 
Perdona  este  injusto  agravio: 
y  trn  por  seguras  nuevas, 
que  tentiO  para  partirme 
mil  almas  y  una  Ikencia, 
Presto  te  v«íé<mal  dije), 
porque,  por  presio  que  sea, 
será  tarde  para  amor 
que  me  enloquece  tu  ausencias 

RtULo.    ¿Mereico  albricias? 

Florela.  .Mereces 

los  brazos  y  esta  cadena. 

RiWLo.     Yo  te  aseguro  que  el  Conde 
llegue  mas  presto  que  piensas. 

Flooela.  Bien  dices,  porque  el  temor 
amando,  piensa  que  llegan 
todas  las  cosas  muy  larde: 
¡con  tal  ansia  las  dcses! 
|Ay.  Federico!  si  quieres 
dar  vida  i  un  alma  tan  muena. 
haz  mis  deseos  jornadas, 
serán  instantes  las  leguas. 

(Kanir  lotd».} 

ESCENA  IX 

SaUa  tt  KtT  •■  NiMLn,  rf«  ^rba:  ti  MdMQvb 

l.VMtttM  y  acmpañamitnlo. 

RtY. 

Tendrá  de  esla  manera 

quietud  el  reino  y  los  confines  pKes. 

MAUfll.'ÉS. 

Como  de  ti  se  esfera, 

cuanto  crMtto  tienes  satisfaces. 

fUv. 
En  lo  qtie  escribe  el  Conde 
se  ve  que  el  Rey  con  gusto  corresponde. 

.Makqiiís. 
Federico  es  diwreio, 
sabri  muy  bien  lo  que  ha  de  hacer  ta  todo. 

Rbt. 
El  lleva  de  secreto 

de  lo  que  impona,  Ludovico.  el  modo 
en  este  casamiento. 

t  Av  tn  f t  onaiail;  qulji  iltb*  d*cir  ««xt^itrirs. 
En  It  cdi«iúa  él  orttai  tcUiec,  ^Sott  c«nisnt  Jt 
pJDiu.* 


»40 


LA  MUJEPt  pon  rURRZA 


Madql-ÍS. 
[%no  ba  Ȓtlo  de  ti  su  penBatnicnio. 

Rby. 
En  tanio  que  »in  aucm, 
sin  untttt  de  vasallos  que  coniume 
la  mis  tlotida  tierra, 
lapu  que  m  preieniie,  te  presume 
aciertan  mit  los  reres 

V  viren  en  quietud  lat  untas  lejrei. 
liatón  de  conservarle 

con  guerra  un  reino,  nunca  fué  admitida 

de  quien  debe  oí>lift>rse 

mis  á  la  religión,  puesto  que  olvida 

la  paz,  Marqu¿&,  en  parte 

t  (os  vasillos  el  valor  de  Marte. 

Fuera  del  Rey.  no  <s  justo 

tener  tal  vez  'c|ércÍto  que  obliga 

■I  que  os  diera  disgusto 

que  depuestas  las  armas  no  prodiga 

en  declarar  su  inienio. 

El  Conde  viene. 

Ri». 

Y  vkne  al  pensemtenio. 


ESCENA  X 
DicBCM.  rl  MNM  FutMilO,  frUK*  y  triadat. 

CONDI. 

Vuestra  alteza  m<  d4  los  pies. 
RkT. 

Ya.  Conde, 
loi  brazos,  que  tcníit  tan  mvrwidos, 
os  da  mi  amor,  que  al  Tuesiro  corresponde. 

CoxoE. 
.Mis  servicios  de  ti  favorecidos 
tendrán  de  hov  mis  valor,  tendrán  ventura, 
pues  siempre  fuá  el  mayor  ser  admitidos. 
Va  te  escriM,  que  el  Húngaro  procura 
■atisracerte  si  hay  algún  agravio. 
deqoe  ya  lo  tratado  le  asegura. 
En  todo  M  mi»ir6  Príncipe  sabio: 
honró  mi  entrada  su  real  persona, 
sus  dos  sobrino^,  v  su  hermano  Octavio. 
Eldigno  sucesor  áe  su  corono. 
y  que  ha  de  ser  esposo  de  Liiarda, 
agradecida  tu  elección  abona. 
El  tiene  la  persona  mds  gallarda 
que  vi  en  mi  vida  y  de  quien  toda  Hungría 
ta  tjcciK>6n  de  su  espcranu  aguarda. 
Salló  bizarro  cuando  el  íul  »alia 
una  mafiana  en  un  caballo  airoso 
que  i  hacerle  mal  dtjerun  que  venia; 
mas  41  li>  hiio  tan  bien,  que  (u^  forzoso 
mudar  e\le  lengiiaje  en  qu'cn  miraba 
brío  tan  alentado  y  animoso. 
Allí  tan  dtestramente  U-  llamaba. 

Sue  al  concertado  son  de  U  baqueta 
caballo  parece  que  daniaba 
como  si  fuera  oyendo  la  trompeta. 
Intentaba  quitañe  las  espumas 


de  la  boca  ■  fogosa  i  inquieta, 
mas  porque  desio  lo  demás  presumas, 
cuando  al  curso  te  puso  las  espuelas, 
volando  entrambos  pirtcieroa  plumas. 
No  suele  por  el  mar  con  blancas  velas 
y  remos  la  galera  presuioia; 
«on  banderolas  de  diversas  telas 
berir  las  blaiKas  olas  más  airosa, 
ni  del  arco  veloz  partir  la  Aecha, 
pues  ttxn  era  la  vista  perezosa. 
A  cíie  Principe  puedes  sin  sosoccha 
dar,  leAor.  i  la  Infanta  mi  seAora, 
que  va  queda  la  pat  lirmada  v  hecha, 
y  este  es  el  pliego  que  responde  ahora. 


Rky. 


CoxoE. 


Rut. 


MapO' 


Los  brazos  os  vuelvo  a  dar, 
y  el  premio  os  dar¿  tan  presto 
como  veréis. 

Yo  he  dispuesto 
tu  deseo  hasta  llegar 
al  fin  de  lu  pretensión, 
y  eslees  el  premio  que  quiero, 
porque  de  «ervir  no  empero 
mis  seguro  ¡galardón. 
iDicboto  qui«n  ha  servido 
h«y,  á  quien  puede  decir 
que  es  aceitarle  á  servir 
premióle  haberle  servidot 
Ahora  bien;  voy  í  leer 
lascarlas.  {Vm.) 

ESCENA  XI 
l>iCHoi.  mtnoi  tí  Rav. 


Ya  os  puedo  dar 

el  parabién  del  lugar 

que  presto  habéis  d«  tener. 
CoxoK.     Lo  que  al  Rey  le  respondí, 

respondo  á  vuestra  «mistad. 
MxaQ.      Yo  os  amo  con  la  lealtad 

que  d«bo  y  me  debo  i  mi.  (Kaw.» 

ESCE.\'A    XII 
Et  coa»!  FaBaaico.  ClakIr  y  Fi»(4. 

ClarIn.    Mtcowl*.)  Lo  mis  tienes  h«cho  ya. 

CoNi>E.      Antes.  Clarín,  lo  que  ti  menoi; 
que  en  los  negocios  ágenos 
menos  libre  elalma  está.  . 

(^IP>  ágenos  que  no  son  I 

los  que  lanu  fuerza  tienen. 
si  bien  á  ser  propios  vienen 

Ror  tan  justa  obligación.  . 

o  quise  veri  Flortlt  1 

primero  que  al  Rey,  y  asi 
con  la  obligación  cumplí: 
Bajura,  Clatin,  veréla 
con  espacio,  que  después 
de  ausencia.  s«ri  raxón. 
CLAaÍK.    Hoy.  seAor,  tu  pretensión 
alas  te  puso  en  los  pies. 
Oran  merced  del  Rey  te  espera, 
y  luera  de  parecer 


I    V«rM  IneoaplHo.  Ka  It  iiapriata  i*  Ontga 
lambléD  (tía  tii<aai|»t«M. 


■ 

JORKAOA 

PRIMERA                       ^^^V               341               ^H 

que  hftnu  tenerla,  y  saber 

porque,  6  diciendo  el  secreto,  ^^M 
ó  econsejtndole  mal,                           ^^^M 

^^^H 

que  no  ma  lal  que  prefiera 

^^^^H 

lo  que  Florela  mcfcco. 

ha  de  ser  decausa  tal,                         a^^^H 

^^^^ 

no  trataras  de  casarca. 

si  «s  necio,  nKÍo  el  efeto.                           ^^H 

^1     COKOB. 

A  nu  poder  disculparle 

El  rey  cua:ido  tiene  al  lado                       ^^M 

^B 

que  mi  afición  ic  enloquece, 

el  sab:o  ;culn  t>icn  actenal                          ^^M 

^B 

viv«  Uius,  necio,  que  hiciera 

que  áqu:er>  el  reíox  conderu,                  ^^| 

^H 

un  disparate  contigo. 
¿Eso  aces^ 

se  debe  andar  concertado.                        ^^H 

H^ 

El  sabio  goMrnador                                ^^H 

■    Clavín. 

Esto  digo. 

con  prudentes  conseferof                        ^^H 

■     COKM. 

Pues  aunque  el  Rey  me  preñera 

afila  bien  los  aceros                                 ^^H 

^p 

á  si  mismn  ¿puedo  yo 

T  puede  cortar  mejor.  ^^H 
No  hay  sabio  al  lado  del  necio;                 ^^M 

igualará  un  ánuel? 

CU4RÍN. 

Mira 

un  loco  h»ce  muchos  locos;                       ^^H 

^K 

tu  calidacL 

siempre  los  sabios  son  pocos.                     ^^H 

^1    COHIW. 

Es  mentira 

Por  sabio,  Celio,  te  precio:                       ^^M 

^H 

cuanta  mi  sangre  me  dí¿ 

que  cuanto  en  este  camino                       ^^H 

^^ 

comparada  i  su  belleíai 

contigo  he  tratado,  fui                            ^^H 

^^^_ 

mus  cuando  su  gran  valor 

satisfacción  en  que  hallé                             ^^H 

^^^H 

considere  sin  amor, 

tu  eoiettdi miento  diiino;                             ^^H 

^^^H 

DO  la  iguala  á  su  nobleaa. 

y  asi.  aunque  paje,  he  (tuslado                   ^^1 

^^^^H 

Vive  Dioí.  si  del  romano 

que  me  s-rvis  con  espada,                           ^^M 

^^^H 

imperio  el  ceiro  tuviera. 

que  está  mis  acreditada                               ^^U 

^^^^H 

ü  como  el  sol  en  su  esfera. 

honra  que  la  trae  al  lado.                         ^^M 

^^^H 

fuera  señor  soberano 

Que  aunque  es  verdad  que  la  pluma          ^^M 

^^^^1 

de  la  tierra  y  de  la  mar. 

es  en  lo  que  has  de  servir                             ^^M 

^^^H 

que  me  pu^ieía  i  sus  pies 

no  la  embota  el  escribir,                           ^^M 

^^^H 

aun  pensaiid»  que  después 

y  mis  cuando  yo  presuma                       ^^H 

^^^p 

no  la  pudiera  i);uilar.~ 

de  general  de  una  einprna,                         ^^H 

^^^^ 

Celio,  jc6mo  callas  unio^ 

aunque  cese  la  de  Hungría.                         ^^H 

H  Finca. 

Señor,  como  yo  no  entiendo 

Mas  Dorquedtamor  la  mía  ^^M 
ya  sobre  (us  hombros  peNS,                      ^^H 

^B 

que  tratas,  esioy  oyendo 

^H 

f  callado. 

ven  con  este  necio  i  ver                               ^^H 

H  Coütos. 

No  me  espanto. 

á  Florcla.y  xü  diri%                                      ^^M 

^H 

que  yo  sí  que  si  tupiera» 

que  no  hay  en  Ñipóles  más,                        ^^M 

H 

qué  prenda  adoro... 

Si  Dios  no  lo  vuelve  i  hacer.  (Vau.)           ^^M 

H     FlKSA. 

Mpi                     ¡Ay.  dcmil 

^^^M 

H   Cosí». 

Por  lo  que  ya  he  vitio  en  il 
que  oiro  convejo  me  díe'Ai. 

ESCENA   Xiri                             ^M 

^^ 

¡Ay,  Celit^:  quiero  i  una  dama 

FisrA  r  ClaaU.                                        ^^^^ 

^1 

que,  por  rene  tan  discreto. 

ClarIn.    jQu¿  te  dice  este  Calixto                      ^^^| 

^^^^ 

te  la  he  de  mostrar  á  efeto 

de  la  hermosa  Melibea?                        ^^^^| 

^^^H 

de  que  culpes  qu  en  disfama 
un  ángel  de  ul  valor. 

Finsa,  Que  es  hombre  y  que  la  desea.  (.iB.)  ^^H 
iQué  aguardo  con  lo  que  he  vjstoi^            ^^M 

^^^H 

^^^H 

con  pe.isar  que  jn  la  igualo 

jPor  quí  iio  me  vuelvo?  lay  cielosl  ^^H 
Pues  no  puedo  conseguir                         ^^1 

^^^^H 

cuando  i  su  súl  me  regalo 

^^^^H 

deshecho  i  su  ticrnoamor. 

loque  Inicnio.  yes  murír                         ^^M 

^^^H 

Este  es  un  necio  que  debo 

muy  bajo  morir  de  celos.                          ^^H 

^^^^H 

sufrir  porque  me  he  erado: 

Y  no  ha  sido  aircrimiento                           ^^H 

^^^H 

lú  tut  de  »;  de  mi  cuidkdo. 

que  aqueste  nombre  le  dé,                          ^^H 

^^^^H 

desde  hoy  secretano  nuevo; 

que  morir  dr  cetos  fué                         ^^^^M 

^^^H 

tú,  de  todo  el  pensamiento 

bajeia  del  pensamiento.                       ^^^^| 

^^^^H 

sin  encubrir  parte  alguna, 
el  dueño,  j  de  mi  fortuna 

Pero  ¿por  qué  celos  llamo                    ^^^^| 

^^^H 

lo  que  no  lo  pudo  ser?                                ^^H 

^^^1 

dichosa,  próspero  viento. 

Este  quiere  una  mujer  ^^^^ñ 
sin  saber  que  vo  le  amo                       '^^^^H 

^^^^B 

Contigo  quiero  tratar 

^^^1 

los  favores,  los  deseas, 

ni  tenerme  obligación;                             ^^^H 

^^^1 

porque  veis  lú  que  empleos 

«qué  ánTfi  \o  ni  celos  puedo                        ^^H 

^^^^H 

tan  venturosos  üc  amar. 

tener  ni  peJtr  al  iniodo                                 ^^H 

^^^H 

Bicn  haya  quien  con  discretos 

de  mi  justa  perdiciAn?  ^^M 
Loca  fui,  loca  he  venido                             ^^H 

^^^^H 

trata  lus  bienes  6  males. 

^^^H 

porque,  en  fin,  de  cautas  tale% 

de  mi  tierra  irai  un  hombre                        ^^H 

^^^H 

resultan  laks  efe^iot. 

que  apcnat  Sabe  mi  nombre:                       ^^H 

^^^H 

Cuando  veo  un  entendido 

¿mi  nombre?  ni  aun  si  he  nacido.              ^^H 

^^^^B 

tratar  con  un  necio,  y  ser 

¿Hay  desdicha,  hay  necedad  ^^M 
(fie*  lá  necedad  desdicha)                   «^^^1 

^^^H 

SU  amigo,  vengo  i  tener 

^^P 

aquel  hombre  por  perdido; 

como  U  qtK  tengo  dicba?                   I^^^H 

^^^           COMEDIAS  DE  TIRSO  DE  MOLINA. — TOMO 

^H 

^^^^^  343 

LA  MUJER   POR  Fl'EUZA^^^^^^^^^^^^^^^^H 

^^^      ClarIn. 

Ya  lu  nuev*  voluntad 

len^o  temor  i  tu  brío.        ^^^^^^B 

^^ 

Miará  h*clcn<lo  quimeras 

FlHIA. 

^Qu¿  temes?                                   ^^M 

^^^^1 

de  la  que  t«  muestra  el  Conde: 

ClarIh. 

Va  desvarío.                ^^M 

^^^P 

no  me  espanto,  que  responde. 

FiKr*. 

^Celitos?                                         ^H 

^^^^^^ 

Celio,  i  la  mcn;ed  <;ueeiperHt. 

r.u^nls. 

Celio,  larobün;                  ^^1 

H^ 

Bien  entrH'ken  el  «crvir 

queá  las  veces  llevad  hombre...           J 
No  digas  más.                                 ^^J 

^^^^ 

con  achaquen  de  mediar, 
que  eMo  de  soliuilar 

FlKEA. 

^^^B 

ClarIk. 

Con  cuidado               ^H 

^^^^^^^ 

iran  premio  sude  adquirir, 
.rfadu  de  Mñor  mozo. 

muchas  veces  le  he  mirado.            ^H 

^^^^^^B 

Finí*. 

y  en  f)n,¿qu¿  soy.*                                i 

^^^^^^1 

que  nu  es  oiicial  del  guíco. 

Cukuík. 

Gcntd  hombfo.     ^J 

^^^^^H 

muerto  de  hambre  r  disgusto 

Y  esta  picara  que  adoro                   ^H 
es  una  veleta  a)  aire.                           ^H 

^^^^^^^1 

date  sepulcro  en  ur.  poxo 

^^^^^^^1 

destos  en  que  suarJan  nie^  e 
con  esta  Idra  baldía: 

que  en  mirando  tu  donaire                ^H 

^^^^^^H 

me  ha  de  perder  el  decoro.                 ^^M 

^^^^^H 

aaqui  murió  quien  vivEa 
de  S'il')  hacer  o  que  dctx.* 

FlNKA. 

tCsaes  pura  necedad,                          ^^M 

^^^^^^^1 

que  donde  hay  amor  con  trato        ^^M 

^^^^^H 

.No  sé  que  eK  que  no  lo  entiendo 

no  es  posible  que  sea  ingrato           ^^M 

^^^^^^^M 

elle  deleite  de  amor, 

A  la  primer  voluntad.                      ^^M 

^^^^^^K 

que  en  pensar  otro  mayor 
H  naturaleza  ofendo. 

Clarín. 

No  conoces  las  mujeres.                  ^^M 

^^^^^^V 

poiouc  aun  tu  barba  procura           ^^| 

ser  de  ta  primer  tonsura:                   ^^M 

^^^^^^B 

Kl  que  tiene  más  va»tl«s. 

^^^^^^^1 

mi&  nqueüas.  mii  oticíus. 

y  en  lo  del  trato  no  esperes:              ^^M 

^^^^^^1 

mis  suherbr»s  cdiücios. 

que  por  lo  mismo  desea                   ^^M 

^^^^^^1 

más  en  iac;( silos  cabailow. 

una  mujer  novedad.                        ^^M 

^^^^^^B 

no  llene  justo  comento 

Yo  rio  de  tu  amistad                       ^^M 

^^^^^^^H 

mientras  no  hn  comunicado 

que,  como  me  dices,  sea.                   ^^M 
ven  y  verás  dos  infames                    ^^M 

^^^^^H 

con  una  hermoAura  al  lado 

^^^^^H 

KU  intrin'teco  pent-amiento. 

que  pueden  prestar  contento            ^^| 

^^^^^^^p 

¡Uh,  Tuerte  i m afinación! 

al  diablo.                                        ^^M 

^^^^^^ 

jOli.  loco  deleite  humanol 

Yo.  Clarín,  pienso  que  en  vano 

tus  celos  de  Condesan. 

FlNBA. 

¡Qué  atrevimiento!            ^^M 

K            Finca. 

So  quiero  que  asi  las  llames.           ^^M 

^^^B 

Cl.AlttN. 

¿Pues  qué  quieres  que  te  diga?         ^H 

^^^M 

Soy  hombre  de  bien,  soy  noble. 

¿que  son  remas?                             ^H 

^^^^^^m 

no  iirvo  por  interés, 
aunque  oe  opinión  estes 

Finí*. 

Que  honres  qulero^^ 

^^^^^H 

Ins  mujeres.                                           1 

^^^^^^^1 

que  ía  privanza  me  doble. 
Contradices  al  amor 

Ci,«ftí\'. 

Presto  espero  •              ^^ 

^^^^^H 

que  tu  opinión  contradiga                 ^^M 

^^^^^^^1 

de  tu  scrtor,  no  et«  cuerdo, 

tu  ticllaca  condición.                       ^^M 

^^^^^H 

aunque  las  vo-pechas  pierdo 

Fikka, 

Kl  gusto  no  es  calidad                       ^^H 

^^^^^^^M 

que  tuve  de  tu  valor. 

ni  puede  en  la  voluntad                   ^^M 
haber  honra  ni  elección.                  ^^B 

^^^^^^p 

Criado  que  contradice 

" 

^^^^^^^L 

al  dueíio.  no  ha  de  medrar; 

^No  has  visto  al  Principe  amar        ^H 
tal  vez  i  una  vil  muierr                  ^H 

^^^^^B 

que  consiste  en  aprobar 

^^^^^tL 

1(1  buen»  <>  malo  que  dice. 

OLAtix. 

La  calidad  del  placer                          ^^M 

^^^^^^^B 

cuanto  mis  en  lo  que  hace. 

es  s>Mo  saberle  dar.                          ^^B 

^^^^^IP 

¿Esta  dama  es  bella^ 

Fine  A. 

Dices  soberanamente,                      ^^B 

^^^^^fiuABlíl. 

SI. 

y  te  lo  quiero  abonar.                      ^^M 
Cuando  tcs  un  rey  cenar                   ^^B 

H                  FiSRA. 

¿Es  noble? 

H             Clakín. 

Como  ¿1. 

entre  una  escuadra  de  gente,             ^^B 

■                  FlItKA. 

Pues  di. 

y  le  vabe  bien.  Clarín,                        ^^M 

H 

.¡si  Cf.  noble  y  le  salitrace. 

una  perdiz,  un  capón,                        ^^M 

^P 

en  qué  yerra? 

un  torrezno  de  un  jamón,               ^H 

H                 CtARlN. 

Kn  no  saber 

nunca  «1  principio  ni  al  lin                ^H 

^1 

i  dimde  el  Re)  le  pimdri. 

prc-,iunta  Ji>nde  nació.                        ^^B 

^P 

que  qui/A  le  ijtualari 

come  loque  bien  le  sabe.                   ^^B 

^1 

con  lu  S4ngro  y  su  DOder. 
Necio  Citas,  que  ya  os  revés 
no  ctiipaiicntan  con  vasallos: 

Y  asi  amor  en  hombre  grave            ^^B 

^^^      FuatA. 

se  mira  si  sabe  /j  no:                    ^^^H 

^^^^b 

si  sabe,  no  hay  que  saber            ^^^H 

^^^^L^ 

obciiccellDS  Y  amailot 

si  es  bai»  su  lucimiento.             ^^^H 

^^^^^^^p 

son  del  sersK:io  las  leyes. 

porque  nunca  del  contento               ^^| 

^^^^^^^P 

Tratemos  de  nuestras  cosas: 

míormac4<'>n  se  ha  de  hacer,               ^^| 

^^^^^H 

yo  estoy  en  Ñipóles  ya; 

CLAKfK. 

Por  Dios,  que  debes  de  ser               ^H 

^^^^^^9^ 

¿no  me  enüendet? 

diablo.                                                  ^^B 

^^^^^tll.  *  » ( X . 

Claro  ctii,              1 

- 

^^m 

Dos  mut:hachat  tengo  hermous: 

■utUtsidu 

•  iifuí  lidia  ta  (on«lu*>Aa  de  ta  (Kcn>,  t*li        | 
ct  1(110  con  punios  >«(MBitt«t  «n  !■  nit*       ■ 

^ 

i  la  una  quiero  bien; 

dta  ■!<  Urlcita (CvMnTia  MtogMa'i.i                          ^^M 

^^^^^^^^^^ 

PRIMERA                                                   343            ^H 

H     PiítSA,       .ip.)    |Ay,  de  mi,  qu«  he  venido 
^H                         am>f  un  hombre  perdUk> 

CosnR.     Floreta,  un  rayo  me  «betsc                     ^H 

»  ri  ta  hermana  de  Alberto.                      ^^1 

^^^^^^        de  amores  de  iflta  mujerí  /vtiuj    ■ 

^  aqui  lle);an  misdospaios,                      ^^H 

^^^^^K 

de  quien  podráis  informaros.                   ^^H 

^^^^                ESCENA 

^H 

^^^r               rfoovni:  l'>.i>r>i.io  y  Klokkia. 

ESCENA  XV                               ^M 

Florei-a.  Vóimc  templando,  que  quiero 

DioHM.  VutA  y  CiamIv.                            ^^H 

que  el  contenió  no  me  msie. 

FLOHri.A.  Clarín  no  ha  de  declararse:                     ^^H 

CoNoe.     No  presumo  que  lo  es 

va  conozco  yo  su  humor.                        ^^H 

pUcer  que  pueda  templarse. 

CoNDi.     Tú.  CeliO.  pasa  adelante:                        ^^H 

Fi.oaEL*.  Quiero  decir  que  k  doy 

dilei  la  hermosa  Fiorela,                       ^^H 

al  alma,  no  en  todo,  en  parte. 

q^ue  aun  no  quiere  asegurarse.                ^^H 

que  ii  lodo  se  le  dieta 

SI  vi  la  hermana  del  huísped,                 ^^H 

pudiera  el  rujio  anegarme, 
l.os  bra:cos  os  vuelvo  i  d.ir. 

(aunquedicen  queeraunángcl)              ^^1 

donde  posé  aquellos  días.                          ^^H 
F'Mf  A.     Si  puede  crédiio  darse                             ^^H 

CoNOC.     Bien  mere:(Co  que  me  abracen 

bra^toí.  que  me  cuestan  vidas. 

i  un  hombie  de  bien,  que  sirve,              ^^H 

FtORELa.  Bien  qí  que  abiertos  los  hallen  ■ 

yo  os  juro  que  en  una  cárcel                     ^^M 

galanes  liespués  de  ausencia. 

iu\  0  Alberto  i  su  Finca.                           ^^H 

porque  s¿!u  los  ^alunes 
los  pudieran  merecer, 

Perdonadme  que  le  llame                       ^^H 

su  nombre  en  presencia  vuestra.             ^^H 

CoMDB.     Bien  tia>dn  desdichas  lalcs 

Ft.onr.LA.  ¡Buen  paje!                                                  ^^M 

que  hacen  A  uo  hombre  dichoso. 
FiontLA,  Temo  de  vos  informarme 

Cokm:.                      Viniendo  i  Ñapóles.               ^^H 

le  recibí  en  el  camino.                            ^^H 

en  malcría  de  mcmoria- 

Flodei-a.  jY  de  cslc  puedo  informarme.*                  ^^H 
FiNEA.      Bien  podéis,  señora  mía.                            ^^H 

CoKi».     Excusa  tenéis  bastante 

ti  os  gobernáis  por  la  vuestra. 

que  nllA  vi  iit  Conde.                                  ^^H 

FtORELA.  Yo  no  he  podido  olvidarte. 

Flodbla.                               Tu  traes                   ^^M 

CoxDC.     Juz|;ad  lo  miímo  de  mi; 

contigo  la  información.                             ^^H 

que  os  prometo  que  las  lardes  *, 

FiNRA.      Ñoct  justo  que  asi  me  trates:                  ^^H 

imaginando  las  noches. 

Jten)t»  cara  de  mentira                             ^^H 
Fionri  A.  Tienes  á  lo  menos  talle                          ^^H 

^^^L               bastaban  para  matarme: 

^^V              pues  .;qué  os  dirí  de  los  dia».* 
V       Florbi.a.  Mejor  pudieran  pasarse 

Je  solicitar  placeres                                ^^M 

al  Conde.                                               ^^H 

H                        entre  lis  hiinitaras  damas. 

FiMf-A.                   ¡Desdicha  grande!                      ^^U 

H                       que  vuestra  per>una  y  talle. 

Según  eso.  bien  me  puedo                      ^^H 

^L^               y  «todcl  ICmbaiador' 

despedir.                                               _^^M 

^^^^              obligan  á  muchos  lances. 

Conde.                  Presumo  que  anics             m^^^H 

te  quieren  hacer  mercedes.                l^^^l 

Ci-Aiii.v.    Mi  señora,  no  te  espantes:                     ^^H 

^^^H               ^Con  quién  luvistm  lugaf^ 

^^^                ¿qué  os  dijeron.'  No  se  calle 

1                        nmítunü  cosa  conmíRO. 

que  si  es  mala  condición                        ^^H 

H      CoNoe.     Hoy  cjuicresúe^spcrarme; 

no  querer  Bsegurarse                                 ^^H 

H                      esto  SI  que  fué  querer 

no  scr¿  umot,  que  son  celos.                    ^^H 

H                    templarme  el  guMo. 

Rt  Conde  fué  i  cosas  graves,                    ^^H 

■      P1.011E1.A.                                 Dejadme, 

mi,  como  presumes  tú,                         ''    ^^H 

H                     Pensaren  que luie celos. 

tr.ilar  de  enamorarse.                             ^^H 

H      CoNDC.     Tuvisieiscelos  de  balde, 

OunmiKo;  que  le  asisii.                              ^^H 

H                       que  yo  no  sabia  la  leottufc: 

hablo  Siempre  en  adorarte                      ^^H 

^1                      y  en'llcgando  dama  i  hablarme. 

y  en  sólo  sentir  tu  ausencia.                   ^^H 

^^^               ella  se  entendía  i  si 

Fi.OHrLA.  ¡Qué  testigos!                                         ^^H 

^^^ft              en  el  hCicigaro  Icnuuaje, 
^^^              y  yo,  ni  i  ella  ni  a  mi, 

CoNOF..                  ¿No?  pues  basicn                     ^^1 

j  ura  men  los.                                          ^^H 

^^^                 respondrcndodisparaics. 

F1.011BLA.                   ¿Cuáles>                             ^H 

H       Fi.o»RL«.  .Dieron  os  alsún  favor? 

CnKoe,                                    Oye:                      ^^1 

H                       Por  vida  mía,  mosiradme 

iPIegue  al  cielo  que  me  falten                ^^M 

^M                      banda,  llor,  papel  i*>  cinta; 

tus  ojos,  si  ic  ofendS,                             ^^M 

^^^B                 que  aunque  en  palacio  excusase 

ni  en  palacio  ni  otra  pane                     ^^H 

^^^1               la  novedad  estas  cn>SAs, 

vi  mujerque...                                         J^^| 

^^^^             no  pudieron  excusarse 

F¡.oi>ri.A.                         .Solodigas.                      ^^H 
¡Qu¿  juramento  notable!                          ^^H 

^^^B             en  cota  de  vuestro  huésped. 

^^^^ 

¿.Mis  ojos  jurasf                                    ^^M 
CoNoir.                             Pues,  Cello,                  ^^M 

^M 

■           1    fi*tc  vcrioy  losdoitj|iui«niriru»roniupr¡inldo( 

tú,  que  sus  cielos  miraste,                     ^^M 
ahora  di  li  perdellos                              ^^H 
es  juramento  bastante.                         ^^H 

B        en  l>  impretíAii  d«  Otttgt. 

■           I    Tiabj^n  Míe  y  loi  tm  <|ue  livueo,  fatiao  «a  la 

H        Tiliciís  dicha, 

344 


La  mujck  por  fl'guza 


KiNtA.      Mirarlos  de  etpKio  qiiwro. 

Fíchela.  jLos  üjo»  qutcres  mirarme? 

Finca.     (Quiero  saber  su  valor, 

pof^uu  el  Con<Je  no  se  engtñe. 
jJcsusl  mitran  iuramtntul 
Son  dús  ciclos,  que  por  darles 
«Ste  nomb;i',  iicheh  almas 
con  sol  que  en  ^u^  n[t>i%  arde. 
Creed  al  Conde,  itftor». 

Florri.a.  Ya  quiere  en  el  miir  bajarte 
el  del  cielo  y  del  jnrdin 
llaman  loi  cUto^  i:dMalefi 
á  [;ozar  de  su  armonía. — 
Venid,  Conde,  porque  irace 
con  vos  lu  que  ayer  me  di|0 
habUndumv-  en  vos  mi  padre. 

COKDC.  Si  es  de  nuntro  castmtenio, 
no  huya  causá  que  dilate.— 
Volveos  i  casa  vosotros. 

ir*»tt*l  CoMdt  y  Horcí*  ) 


ESCENA  XVI 

Fnr*  yCmHIti. 

Fmea.     iÁp>  V  JO  volveré  á  matarme. 
Ct^KiN.    Ven.  Celio,  A  ver  nuestras  daifas; 

no  nos  ocupen  galtnes 

la  puerta. 
Fiíti:*.  ¿Es  gente  át  muchos* 

ClarIn.    Oiex  6  do«:c  personajes: 

de  ellos  dan  y  de  ellos  no. 
FiHSA.     <ap  I  i'cniainientos  me  combaten 

que  me  han  de  quitar  U  vida.— 

¿litU  ts  \genie  de  donaire? 
ClakIn.    Tú  lo  veris. 
FiHliA.  Pues  no  timas, 

aunque  <l  mismo  turco  baiei 

quí  con  la  qiit  traigo  al  lado 

scrf... 
ClakIm.  ^Qutín? 

Finca.  Roldin  de  p^K^. 


JORNADA  SEGUNDA 

E!sCENA  PRIMERA 

y  CaiAMu. 

Rcv. 

lo  be  tenido  en  mi  vida  mayor  pena. 

MAagtits. 

farsee  coM.  gran  Mñor,  indigM 
de  Federico,  y  de  sa  nombre  agena. 

Rkv. 

jAmot  á  quién  no  fenf^afla  y  dcsiitina? 
Viene  esia  cana  de  rabones  llena, 
que  U  menor  t  su  castigo  inclina. 

Maoguis. 
Llama  al  Conde,  véiittoi  q04  mpoode. 


Rev.  (A«ficrí»]».> 
Llamad  al  Conde  lutf¡o. 

CatADO. 

Aqui  esti  ei  Conde. 

ESCENA  II 

Cofttx. 
iQaé  manda  vuestra  alteía? 

RST. 

No  quisiera 
pensar  de  ti  tan  grande  alevoii!a, 
■St  «ta  cari*  y  la  ra^/m  m«  aliéis 
con  que  d«  ti  se  quei«  el  rey  de  Hungría. 
Por  csioira  veris  que  fin  esacra 
una  irntcion  que  el  agnvradj  envía 
SU  sentimicmo  en  ctlá  de  lal  suene 
que  con  la  infamia  le  cimdcna  6  muerte. 
No  te  d:fío  lo  que  es,  puéí  y*  me  entiendes, 
j  has  (le  leer  las  cartas  i  mis  ofos. 

Conde. 
¿Es  este  el  premio  con  que  honrar  pretendes 
mis  servicios  después  de  mil  cnnjosf 

Rkv. 
Pues  di:  >)  embaíadot  i  un  rey  ofendes 
y  t'an  desu  haj^aAa  por  denpojos 
i  la  he.-manB  del  huésped  que  le  ha  dado, 
^mcteces  ter  premiado  ó  casii(|adoP 

Co:(i>e. 
{^ué  hermana,  ni  qué  huésped?  Vuestra  alteía 
pienso  que  no  cuonce  i  Federico, 
pues  Ñapóles  bien  sabe  mí  noble» 
y  el  divino  valor  del  conde  Enrico. 

Rkv. 
Lee  las  canas,  que  mavor  bajeza 
no  se  cuenta  de  PArit. ' 

(Tona  Ut  e*ri*t  N  C»ndt.) 

Comm:. 
Yo  suplico 
<  vuestra  alteía  que  iin  dos  oídos 
no  juzgue. 

Ya  lo«  lenno  prevenidos. 

1L»  fl  Conde  ra  (arla:)  «Al  conde  Federico, 
que  con  particular  erhbajada  me  envió  vuestra 
allcia,  aposentó,  por  mi  orden.  Alberto,  mi 
gentilhombre  de  cámara,  cuyus  regalos  pago 
con  llevallc.  i  la  partida,  á  F^nci.su  hrr'nana, 
Vuesira  alie/a  vea  que  medio  pueJc  tener 
tanta  ingratitud  y  bajo  término,  que  el  mis  Bre- 
ve será  catarlos,  porque  Alberto  no  tome  la 
detwia  saüsUcción  de  sú  infamia  á  costa  de  su 
vida.» 


Pkt. 


jRínude  la  caru? 


JOKNADA  SECUNDA 


«45 


blejarrnc  de  reír? 


esta  maldMl? 


COHDE. 

¿Cómo  pu<do 

jNo  te  ha  lutbado 
Co^DK■ 


Cuando  ic^uro  qu«(b>. 
no  me  turba,  «eñur,  el  sur  tuipadd. 

^Pucstú  respondes  jé  perdida  el^iedo, 
**b«  de  ser  on  fe  de  esia:  ciudo. 
I  csUs  casado,  no  te  tmbes.  Conde: 
escribe  á  tu  cuñado,  al  títy  fctponik. 

Conde. 
Esa  se^íUfidad  no  es  taque  tengo, 
]ue  nace,  grao  s«ñor,  de  mi  inocencia. 
Hungría  s¿lo  con  mi  gvntc  vengo; 
I  desnuda  verdad  no  quiere  ciencia, 
íace,  seAor,  la  nsa  qUe  prevengo 
de  la  seguridad  de  mi  inoconot: 
que  un  animo  inocente  muestra  en  risa 

^que  lo  secteiti  i  lo  citeriOh'avisa. 
Por  el  Rey  en  U  c*»*  de  we  Alberto 
eituve  Con  mi  ^ente  apoNCniadix 
si  vi  á  su  hermana,  ivdu  el  i:«ntío  abierto 
me  deje  enircsus  llaniis  %«pullado. 
Si  alguno  cun  quien  luvu  i^ual  concierto, 
luego  i;uo  me  p*rU  se  la  ha  tobado, 
no  es  i'usio  que  de  mi.  que  sO)  tan  noble, 
presuma  el  Rcr.  ni  Aibcriu  un  trato  doble. 
Yo  regale,  señor,  á  sus  cri'tdos 
de  jo^ss  y  presentes,  y  sabiendo 

L<k  su  hermana  el  valor,  con  mil  honrados 
ofrecimientos  IcobUguí  pan:cnilo. 

''Ni  la  vi,  ni  la  ui,  ni  mis  cuidados 
fueron  mis  que  servirte,  disponiendo 

,  tui  coAas  con  recato  y  con  prudencia. 

Ma^quís. 
Piir  Dios,  que  persuade  :tu  moccncia; 
y  que  debe  de  ser  que  algún  amante 

3ue  tendrU  Finea.  en  la  pafiida 
e  Federico  halló  lut^^r  bailante, 
la  cas«  cu  unto  butsped  divertida. 

Ri:*. 
No  puede  ter  que  cosa  semeíantc 
hiciese  un  hombre  noble. 

Marques. 

Es  conocida 
maldad  del  mismo  que  robó  i  Finea. 

R(r. 
Querrá  que  sn  defensa  el  Conde  tea. 

COKUK. 

_  ScAoi.aqol  me  quede  lacabei* 
'  cuando  se  roe  probate  que  yo  he  sMo 
Infame  autor  de  tan  cruel  bagexa. 

Rut. 
Estoy  de  tu  inocencia  persuadido. 


CONDI. 

Mis  honra  mis  ser\'ii:ios  vuestra  alteza 
con  esa  conñanza.  Sus  pies  pido; 
déme  mil  veces  estos  pies. 

(tlT. 

Escribe, 
que  quien  nunca  ofendiA,  itcgotO  vive. 

(Vue  ti  Rey.) 

ESCENA  II) 
tt  C«iiM  y  ti  iu»«v|t  (.«navio». 

CONOC. 

4Qx¡i  os  parece,  Marquíl? 

Que  eKHbiis  luego, 
respondiendo  i  asa  carta. 

CONM. 

No  he  querido 
leerla,  por  nu  ver  que  un  humbre  cie^ 
K  descomponga  airado  y  atievido.    ,' 

¿Que  importa  un  desatino?  Abridla  os  ruege: 
que  no  será  tan  necio,  aunque  ofendido. 

COVOK, 

Por  vos  ta  leo,  aunque  temiendo  el  d«ío 
que  puede  reuiltarmc  de  esic  engaño. 

<¿wWConJt  i«  (ari.i.)*En  mj  cala  OS  aeoscn- 
l¿.  en  mi  voluntad  os  tuveí  lá  conüania  ie 
vuestro  nombre  me  «nfuñó,  pues  i  mí  cafa 
babiis  sido  traidor,  i  mi  -■  oiuntad  ingrato  y  í 
mi  confianza  tan  deslcdl  como  os  lo  diri  presto 
mi  agravio,  pues  cuanto  tarde  en  llegar  tea- 
dtéii  de  vida.» 

—¿No  os  dije  yo  que.  eo  fin,  Oimo  ofendido, 
era  fuer»  escribirme  descompueti»? 

MARygis. 
Si  está  engai^adi>,  corla  ofensa  b*  tidt^i 
que  aunque  libre,  lomó  (érmino  bóncilo. 
Que  lucjjO  despacháis  un  hombre  os  pi(¿i, 

Íue  por  eiCfiío  sitiiU(i;4  deMQ 
un  noble  caballero. 

COKOC. 

Si  il  lo  pteofji, 
disculpo  las  palafatas  ppf  la  ausencia.  (Vanu,) 

ESCENA  fV 
FlxiRiL*  y  fmt*.  m  >ii  Irt/i  it  k»m»rt, 

f-'u»Et.A,  Que  *sil  muv  enansorado 

el  Conde  lo  d'a  á  entender. 
Finea.      Y  ^qui^n  puede  ifieiecer 

mejoe  que  tú  su  cuidado^ 
Fi.o«Et.A.  Ya  vas,  Celio,  conformando 

las  palabras  con  ei  nombre. 
FiKRA.      Pues  i  fe  que  no  soy  hombfe 

para  andar  solicitando; 

;'  aiel  nomhrc  de  alcahuete; 
maque  ya  la  cortesía, 


^^^^^^^^^H 

^^^^^^HH 

^^m          346                                   LA 

IV>R  tlXRZ.V                                                            ^^M 

^^^H  ^                   si  y*  no  fuoc  irunb 

porque  puedo  persuadirme             ^^| 

^^^^^^^                  otro  nombre  k  pruinett;), 

que  ha  sido  posible  amarme.          ^^M 
No  es  milafiro,  y  en  tu  edad,          ^^M 

^^^^^K               pues  coinu  il  que  es  bachiller 
^^^^^H                 e  llamamoi  ttcenclado; 

que  yo  te  pdrexca  b>en:                   ^^M 

^^^^^H                moreno  at  negro:  y  honrido 

melindres  son  para  autcn               ^^M 
nunca  tuvu  voluntad.                    ^^M 

^^^^^H               al  que  no  lo  quiere  Mr, 

^^^^V^                 al  alcahD«(c  m  llama 

^i  tú.  Celio,  porfiaras                     ^^M 
en  cosa  tan  ae«igual.                     ^^M 

^^^^K^                tercero:  desde  ftic  dia 

^^^^^B                 dejifé  mercaderix 

que  lite  pareciera  mat,                     ^^H 

^^^^^H                 que  lanío      tercero  Ínfima; 

es  sin  duda  y  me  enojaras.               ^^H 

^^^^^^                   no  qu«ro  servir  al  Conde. 

Mas  quien  quiere  y  no  porfía          ^^M 

^^^1         Fu»>Et,4.  ¿Por  qué,  li  le  quiere  bxn? 

diue  su  amor  y  no  enfada:               ^^| 

^^^r         FinxA.      No  pnrqueel  nombie  meden 

y  no  w:  que  ofenda  en  nada             ^^M 

^^r                               qii<:ll  iJÜijiuCorfrtjionde: 

mientras  no  tiene  osadía.                 ^^H 

^^^^                         mav  porque  despuci  que  esto} 
^^^H                      en  Napoks  he  tenido 

Celio,  á  ninguna  mii|er                   ^^H 

le  pesó  de  ser  querida.                      ^^M 

^^^B                        una  dñdlc  lu . 

como  no  fuese  ofendida                  ^^M 

^^^1        t-u>ktiA.                      rX'tii  ha  udo^ 

más  que  en  callar  y  querer.            ^^M 
Quiere  tú.  no  me  ló  di|;as.               ^^M 

^^^1        Fis-rA.      No  sé  mis  tic  que  lo  soy. 

^^^1        Flokula.  ¿Tú  puedes  scf  dcsdich'adu 

que  tampoco  lo  dirí                             ^^M 

^^H                       siendo  crtado  leal? 

al  Conde:  pero  con  fe                       ^^t 

^^H        FiNEA.     f-Paféc«te  poco  mal 

de  que  á  set  mudo  te  obligas.          ^^M 

^^V 

Nn  i'iendo  corresponder                   ^^M 

^g^        Flomela.            ,'Cónio? 

es  mena  que  has  de  olvidar,          ^^M 

H               KixcA.                            Enamorado. 

que  amor  no  puede  durar                ^^M 

H               FLOitFt.A.  i^h,  quf  donaire! 

sin  ayudarlo  i  querer.                     ^^M 

■               Ft.siA.                                No  fué 

FiKEA.      ¿(Quieres  lu  que  yo  ted^a              ^^H 

H                                iMe  donatre  lan  aire 

quién  sov,  y  ditc'ulparis                  ^^M 

H                             que  no  me  cueste  el  donaire 

mi  amor?                                      ^^M 

^B                                la  vida. 

FiORELA,                  Quiero.                              ^H 

^m             Fto«Ki-A.             ¿Quií'n  es? 

FrNRA,                                Hoy  sabrás         ^H 

H               \'iyr.\.                                      No  St:. 

lo  que  é  quererte  me  obliga:          ^^M 

H              K1.011EUI.  Por  la  m!«  duc  lo  díK'^- 
H              FixKA.     Si  me  guardas  el  Mcrcio... 

que  mejor  que  et  Conde  toy.         ^^H 
F1.011ELA,  ¿Mcfor^                                         ^^M 

H              Florclv.  De  ((uardirtclo  pmmno. 
^^^          FPNt\.      .Mii«  que  i  mucl)')  ic  obligas; 
^^^M                         que  es  una  dama  del  Conde. 

Finia.                   Escucha.                          ^^M 

Flobela.                             No  mienlu.        ^^M 

FiMA.      Jura  el  secreto, » intentas                ^H 

^^^^^FlOhela.  jPucs  el  Conde  tiene  dama. 
^^^^^^^               luora  de  mf^  ¿"I!  Conde  infama 

saberlo.                                          ^^M 

Fl.O>KLA.                A  íe  de  quien  soy.              ^^M 

^^^^B^               SU  lejiltadP  Habla,  responde: 

Fikea.      Si  funsel  ser  mujer,                     ^H 
fue  juramento  discreto:                    ^^M 

^^^^^^                  «quién  ct  aijueíia  muier? 
^J^^        Fi.NEA.      Una  mujer  enojada. 

que  de  no  RUardar  secreto                ^^H 

^^^^^                    que  de  ^erli  lan  airada 

juró  naciendo  su  s«r.                        ^^H 

^^^B                    no  lo  acierio  á  responder. 

Mas  ií  juras  a  quien  eres                 ^^H 

^^^^     Ploaela.  ¿Soy  yo? 

vo  medoy  porconfiado.                ^^H 
Fi^WKLA.  Mucho,  Celio,  has  afrentado          ^^M 

^^             VinK*,                    ¿Pues  ya  no  sabias 

^^^K                      que  tu  hermosura  y  valor. 

el  valor  de  las  mujeres.                   ^^M 

^^^B                     pucxlcn  abrasar  de  amor, 
^^^^^—^              Floreia,  las  piedras  trias? 

FiHEA.      Hi  0  soy.  Floreta  hermosa,             ^^M 

de  rey  de  Aracón,  Fernando;         ^^M 
mira  tú  si  puedo  yo                        ^^M 

^^^^^H              Oir¿s  que  es  atrcvimknio: 

^^^^^1                claro  esti,  mas  pues  me  voy. 

tener  pensamientos  altos.                 ^^M 

^^^^^H                 sin  decific  quién 

Mucho  dije;  va  luhrdichih              ^^M 

^^^^^H                no  es  tan  loco  pensamiento. 

y  esto  en  feJe  que  has  jurado.        ^^M 

^^^^^^H                Quila  la  imaginación 

y  también  de  que  me  voy,                ^^M 

^^^^^H                de  lo  que  piensas  de  m!, 
^^^^^H                que  cuando  yo  me  aifevf 

si  al  G»»di-  piensMS  contarlo:           ^^M 

aunque  no  se  lo  dlris,                             ■ 

^^^^^H              no        sin  mucha 

que  no  has  lleitadn  á  loi  bratos,             M 

^^^^^H                ni  creas  que  es  deslealtad 

que  es  adonde  los  secretos                 ^^M 

^^^^^^H              querer  lo  que  quiere  el  Conde, 

IK>  tienen  reparo  humano.                ^^M 

^^^^^^1              pues  mi  ausencia  le  responde 

Yo  en  aouesia  conflania                  ^^M 
te  he  dicho  lo  que  he  callado          ^^M 

^^^^^H               que            le  trato  lealtad. 
^^^^^H                    yo  me  voy  por  ser  fiel 

al  Conde,  y  aun  á  mi  mismo,          ^^M 

^^^^^H               ¿en  qué  me  puede  culpar? 

si  i  sotas  conmipí  hablo.                  ^^H 

^^^^^■^               No  fui  en  mi  mano  mirar. 

Dirds:  «pues  hombre,  si  fuiste           ^^H 

F                              serálo  apañarme  de  el. 

quien  dices,  ¿cómo  has  Ilefiado        ^^M 
£  servir  desta  maneraS                   ^^M 

K             Flouela.  ¿Cómo  había  de  enojarme. 
■                           Celio?  He  querido  reírme, 

Ktto  te  dijen  Fabio,                       ^^M 

^^^^^^v 

SEUUN'DA                                                         347               ^H 

^^H             el  crTaclo  que  inc  sirve: 

«sti  U  muerte  esperando.                         ^^M 

^^^B              auc  n  el  mifaucs  don  FcrnaiKlo 
^^^B            oe  Cabfcra  y  d«  Aragón, 

Como  tlcKÓ  la  ocasión                                ^^B 

del  mat  encubierto  parto,                        ^^H 

^^^B              que  hsMi  cí  nombre  m  ha  mudado: 

ssisli  i  verla  en  i^ecrelo,                              ^^H 

^^^H              pDr()ue  yo,  que  aquj  wr  Cello. 
^^^H              don  Alo'nMi  allii  me  llañio. 

y  el  niño  infeliz  lomando                           ^^H 

en  la  capa  mal  envuelto,                           ^^H 

^^^H              Ove  lu  hUlorit  y  ísbm 

con  ella  entre  algunos  paños.                    ^^H 

^^^H              por  iI6ntle  me  «itevn  i  Unto. 
^^^^              El  Kev  quisu  cierta  dama. 

salí  donde  pense  )o                                 ^^H 

que  asistían  mis  criados.                          ^^H 

^^^^^             de  quien  par  ^uí:eaus  vaTÍ4» 
^^^H             ivu  itji,  KU'tcla.  marido. 

LlegO  el  Principe  i  saber  ^^H 
quíai  era,  7  yo  poiliandti  ^^H 
i  no  querer  <lcsi:ubriime,                           ^^H 

^^^H             Naci  yu  de  estf>s  eni;aiAu»; 

^^^B            casóle  el  Rcj,  y  me  dlú 

dos  ó  tres  me  acuchillaron.                        ^^H 

^^^H            en  brc\e  i¡emp<i  un  hcrmanu 

¡Caso  extraño!  que  otros  nflen                 ^^B 

^^^H              cnlendicki  y  gentilhombre, 

dando  rodela  al  contrario.                       ^^B 

^^^H              que  lo  era  et  padre  de  entrambos. 

r  ro  para  defcndcrn»  ^^H 
áaba  todo  el  pecho  á.iantos,                    ^^H 

^^^1              No  ROS  criábamos  juntos 

^^^1            que  aun  no  estaba  declsradu 

Quiso  Dios  que  no  le  hirieron                    ^^B 

^^^1             mi  nombre,  por  el  tumor 

ni  i  mi;  pero  no  es  miln^ro,                       ^^B 

^^^1              de  los  celos,  siempre  larKoi; 
^^^H              porque  lu  que  fue  un>  ve^ 

que  mal  pudiemn  herirme                          ^^H 

con  un  ángel  en  lotbraios.                       ^^H 

^^^H              amof  por  dicha  obli^iud», 

Ei  Principe  lo  quedó                                  ^^H 

^^^1              piensan  Ihi  propias  muiereí 

y  Araron  alborotado,                             ^^H 

^^^H            ¡\úe  bu  de  durar  dos  mil  años. 

de  suerte  que  en  una  aldea                      ^^H 

^^^1            knviudá  et  Rey,  y  con  esiu 

de  las  faldas  de  Moncayo                           ^^B 

^^^H            me  tiajeion  i  palacio 

dejo  al  niño,  y  por  la  posta                       ^^H 

^^^1              de  una  aldea  en  que  vivía 

«n  toda  t  rancia  no  paro.                        ^^H 

^^^H            con  un  retirado  hidat^o- 

Corro  á  Flandcs,  ilcg^u  á  Hungría              ^^B 

^^^H             Cóbrame  el  Prin>:ipcamoT, 

á  la  salón  que,  llegando                             ^^B 

^^^1            y  de  la  »ngre  « v  udndo, 

el  Conde  con  la  embajada.                      ^^B 

^^^B             ya  de  alRunas  };r«t:i>s  mUis. 

pude  a  lie  ion  arme  tanto,                            ^^^B 

^^^B             puetlo  que  toy  de^Kraciado. 

que  asi  por  más  ocultarme,                   j^^^^ñ 

^^^B              en  los  c|oi  de  la  Corte 

como  por  verme  obligado                    ^^^H 

^^^H              halk  KU<kto.  y  }  a  inventando 

de  su  amor  y  inclinación,                      ^^^| 

^^^B            galas  y  iie»U!t  que  Tueton 

en  el  camino  le  aguardo.                        ^^H 

^^^H             ucasio'n  de  luntos  dañoh 
^^^B              puse  tos  ojos  ;ay,  Diov 

l>i6me  oiicio  de  mi  edad;                        ^^H 

i^ue  estu  no  lo  tuve  á  agravio,                 ^^H 

^^^B            en  uiu  dama,  ()'ue  estando 

1-  tome  aoucsic  secreto,  ^^H 
que  la  vida  rnc  ha  costado,                         ^^H 

^^^B             en  un  jardín  cierio  dia 

^^^B             se  dc|6  locar  las  manos. 

que  viendo  tu  rostro  he  visto                     ^^H 

^^^H           riixu  el  l'rincipe  lo  mumo: 

Je  lo  que  amaba  reparo.                             ^^H 

^^^H              veis  aquí  lodo  trocado 

olvidando  cuanto  quise                               ^^H 

^^^B            amor  en  odio,  que  luego 

hasta  romper  lu  retrato.                             ^^H 

^^^B            nos  dividimos  entrambos. 

No  ^é  como  me  atievi                                  ^^H 

^^^H              Tenia  yo,  aunque  eran  menos, 

á  decirte  suspirando                                 ^^H 

^^^B              KIoreta,  aquellos  privados 

lo  que  no  pcns¿,  Florcta.                       ^^^^ñ 

^^^B            ouc  no  llegaron  á  ser 
^^^B            de  la  llave  de  mi  bennanu. 

Ya  tu  di|e  y  ya  me  parto.                    i^^^H 

que  el  decirlo  fui  partirme;                  ^^^H 

^^^B              Estos,  ya  por  sus  consejos. 

mas  iuramcnio  te  hago                              ^^H 

^^^H              ya  por  sus  lisnnlas,  dando 

á  la  cru£  de  aquesta  espada  ^^H 
como  aragonés  honrado                           ^^H 

^^^B             principie  á  nuestra  discordia. 

^^^H             todo  cuanio  ves  causaron. 

y  i  la  que  traigo  encubierta                     ^^H 

^^^B            Pero  la  firme  señora. 

de  nurstto  espai^ol  Santiago,                      ^^H 

^^^B             que  le  envidaba  de  falto 

que  si  me  guardas  secreto                        ^^H 

^^^H             al  Príncipe,  y  me  queria. 

y  me  t  eo  en  el  estado                              ^^B 

^^^B             dispuso  de  suene  el  caso 

que  pienso,  y  el  Conde  falta  ^^B 
á  vuestro  concierto  y  trato,                       ^^H 

^^^B              que,  en  ausencia  de  su  paute. 

^^^B            cntr6  una  nuche  en  su  cuarto... 

de  casarme  y  de  enviar                               ^^H 

^^^B            ¡Nunca  entrara!  Al  rin.  Florcla, 

por  ti  al  marquésdon  Bernardo                  ^^H 

^^^B              mtti  ait'cvido  y  gallardo. 

desde  Afacón,  porque  estoy  ^^B 
por  lu  bclieía  espirando.  ^^B 
Ten  lástima  de  mi  muerte,                               1 

^^^H              l'asdrunsc  alalinos  meses 

^^^B            el  hii^pcd  de  estos  cuidados, 

^^^fl              descubriendo  su  socrvio. 

pues  que  me  han  muerto  tus  manos,         ^J 

^^^fl            COR  irnos  la  v  ida  i  entrambos. 

que  en  tenerla  de  mi  vida                            ^^B 

^^^B             mueren  los  que  n<f  han  salido 

no  haces  al  Conde  agiavio.                        ^^B 

^^^B              á  la  lux  pi>r  ver  sus  rayos. 

(rraie  fU  la  ro.)        ^^H 

^^^^^^       que  no  saben  que  acá  fuera 

Flomui-a.  Tente,  tente.                                           ^^B 

^^^f            348                                                            LA    MUJSIt    P1K   FUKKZA                                                              ^^^^H 

^f           FiMKA.                           ¿Qu<  meflui«res? 

Fiícba.                   ^Yo>*I,  seftof.            ^^^H 

■                                                                             {Sal4  *i  Coodt.) 

CoNiw.     ^Pues  quién  le  hablará  mejor,         ^^M 
Celio,  en  U  Inocencia  mia?              ^^M 

■            Floróla,  boiri  «1  Condt  ao  1«  digo. 

jNo  sabes  tú  que  he  venido               ^^M 

^^K                              ESCENA  V 

solo?                                              ^^M 
Finea.            iY  cómo  sí  lo  sil                      ^^M 

^^^V                   nica«>r(f  co«iii  ftiMüiM. 

Conde,     m  fimcIíI  Si  á  Finea  vi  ni  bable,      ^^t 

H            CoHt».    tAp.)  Que  picrdm  un  faombrt  un  amigo 

mi  amor  te  merezca  olvido.                     1 

^^^v                    por  enredos  de  mi)icr*s, 

Flonkla.  Ya.  Conde,  sé  'o  que  son                 ^^fl 

^^^^                   6  por  lu  propK  ai:c:on 
^^^^^H              lu  detd^na  Le  diKu1[n: 

los  cuidados  en  ausencia.                 ^^M 

CoNDX.     (Vive  Dics  que  miinoccrKÍa             ^^M 

^^^^^B              pero  que  á  un  hombre  le  cutpe 

dé  voces  a  tu  ratón!                           ^^H 

Juzga  si  quieres,  de  m!,                      ^^M 
como  es  justo.                                ^^M 

^^^^^H             « la  mayor 

^^^^^B                que  se  ha  vuio  ni  se  ha  nido. 

Flouzla.                     Ya  be  juzgado             ^H 

V                          jPlorsIa? 

que  te  ausentaste  y  he  hallado         ^^M 

^P            Ploksla.               Seas  bien  venido: 

que  duró  el  amor  ca  il                       ^^M 

W                           ¿Quí  hay  de  nuevo  en  la  ciudad? 
K              CoMDB.     Cirus,<4Aorii,  de  Hungría. 

hasta  que  visic  esa  dama                 ^H 

jDónde  la  tienes?  Bien  creo             ^^M 

B             Fi.oaiUL.  Conuañas  debtn  de  s*t. 

oue  puedes  d<  mí  deseo                   ^^M 
nar  lo  que  el  tuyo  ama.                   ^^M 

H                             puu  te  veo  suspender. 

V                           y  mis  en  ptesencia  mk. 
H           1    CoMOB.     SI  son  canas  contra  mi. 

¿Por  qué  no  la  traes  aquí?                     ■ 
Conde.     jOh,  peur  de  mi  dctdicha!                      1 
Fin»,      taji.)  Por  aqui  ha  de  entrar  mi  dicha.       1 

H                              iao  me  ha  de  causar  peui? 

■            Flokela.  ^Contra  ti^ 

CoNDS.     iQue  tú  me  trates  asi!                             1 
¿Pues  satisfácese  el  Rey                   ^^M 

H              CoüOE.                       ^Puedes  pensar 

■                            isl  cosa? 

r  «1  mundo  de  mi  inocencia,            ^^M 

■             Flo>bm.               ¿Qu*^ 

y  tú  en  mi  propia  presencia             ^H 

■            Cosos.                         Escucha. 

contra  toda  íusia  ley                       ^^M 

K            Fi.o*Ei^,                                       H, 

de  amor  y  de  obligación,                 ^^H 

H            Conos.     Escribe  el  húngaro  R«jr 

por  culpado  va  me  noínbras             ^^H 

^^^                     diciendo  que  le  he  robado. 

por  imaginadas  sombras?                ^^M 
Flokela.  Muy  justas  sospechas  son,             ^^M 

^^^B                    contra  la  ley  de  hombre  honrado 

^^^^^^              V  humana  y  divina  ley. 

que  el  Rey  no  le  ha  do  querer          ^^M 

^^^^^H               «1  huésped  donde  posaba, 

ni  tener  celos  de  ti,                            ^^H 

^^^^HP             una  hermana  que 

y  yo,  Federico,  sf,                              ^^H 

^           pLORKL*.  jY  »er  verdad  no  podía? 
^L^       CoKDC.     £so  sólo  in«  fallaba! 
^^^L                   Ni  podía  ser  verdad, 
^^^H                   ni  la  vi,  ni  sé  quien  es. 
^^^                     Ptlblko  partí;  después 

que  pienso  serlu  mufer.                   ^^H 
Conde.     Petdona  mi  atrevimiento,                  ^^H 

que  no  te  puedo  escuchar.  (Vur.)      ^^ 

1 

^^M 

■                           suc«dió  osla  novedad. 

ESCENA  VI                        ^M 

■             FtoneLA.  No  se  queja  sin  rtzáa. 

Fl-UKILA  r  FUI«A                                              ^^H 

^M             CoKi>K,      llsrcismc  dcsMpcraí. 

^1            Flokbla.  ¿Pues  cómo  os  puvJen  culpar 

FiKSA.      Mal  has  hecho  en  apretar                ^^M 

^M                          sin  causa  de  este  traición? 

lamo  al  Conde  el  pensamiento;         ^^M 

H             CoNOK.     ^Cetio,  aquiesiiis? 

que  de  ser  ctio  verdad.                       ^^1 

■            Finia.                                  Si,  «e/ior. 

verdad  es,  y  la  ha  traído                           1 

H            CoNDK.     Ponte  luego  de  camino. 

consigo.  Adiós.             WtetquiutA.}      1 

H           FtNEA.     ^'De  camino? 

Flokcl*.                      fQüi  atrevido                    1 

^^^      CoNDB.                          Determino 

i«  hace  ya  la  voluntad!                           1 

^^^L                    defender  mi  noble  honor. 

Teme,  vuelve,  escucha,  para.                 1 

^^^                    EsU  cjfia  has  de  llevar 

Finea,     ¿No  tcsquamc  he  do  panir?                 J 

^g                         i  Alberto,  y  aquesta  ai  Rey. 
H            Finba.     «Yo,  seAorr 

fAp.t  (Harto  bueno  fuera  ir                 ^^fl 

donde  Alberto  me  n^atara.               ^^M 

H           Conde.                   ¿No  gs  justa  ley 

[Caso  extra  fio:  queéste  intente         ^^M 

H                          servir,  defender  y  honrar 

quevayeá  mi  propio  hermano!          ^^M 

H                          á  sus  dueAos  los  criados 

Mas  no  me  enviaba  en  vmno              ^^| 

■                          cuando  hay  tan  grande  ocasión? 

cuando  disculparse  intenta^             ^^M 

H             FlKKA.      Yo  conoaco  que  es  calón. 

Dues  soy  la  misma  ocasión.)            ^^V 
Triste  estás.                        í*  Fiord*  )      1 

H                          pero  hay  otros  más  honrados 
H                          y  de  mu  entendimiento. 
H^           CoKDE.     Pues  hago  elección  de  ti, 

FiOKBiA.                     Eslov  pensando                 1 

vcnganiss.                                        1 

^^^_                     yo  se  que  sabrás  por  mi 

Fihba.                      No  son,  amando,             ^J 

^^^m                   defender  nul  noble  mtenio. 

nobleza  ni  estimación.                       ^^M 

^^^■^             jNo  conociiu  n  Hungcla 
^^^H             áAlberio^ 

FixiacLA.  jPues  no  dices  que  ei  verdad?         ^^M 
FiXEA,      Y  SI  meguardat  tacrtlo                   ^^M 

JORKADA   SECUNIM 


H9 


Flopkla.  [Qut  ifcto 

deceloüJ  «oluniadi 
¡Ay,  Celio!  &i  tú  me  «nsfflas 
»ú  mujer,  un  por  cieno 
que  le  adote. 

KiNEA.  Yo  soy  macrto 

si  &t  entiende  ni  aun  por  sertas. 

FtOHeL*.  Quíteme  el  cl«Io  Ia  vida 

cuando  te  venaa  algún  daño. 

FiweA.      Hoy  v«r4s  el  Jesenftsñ». 

Flursla.  Tú,  la  palabra  cumplida, 
mi  hacienda  » luya. 

FiXKA.  No  quiero 

mis  premio  quí  hacerte  gusiú. 
aunaue  de  al  Conde  diigusto, 
por  la  (e  de  caballero. 
,  Ffa  en  la  palabra  mía. 
Gran  necio  debo  de  s«r, 
^uet  (lo  de  una  mujer 
I  ola 


Floukla 

FlHE*. 


doí  lecreíostn  un  dia. 


ESCENA  VII 


(VaitN.) 


Satru  AL»Eaio  y  LvuaoMO  tf>  nocAf ;  AutaiitA 
e«n  uaa  ¡tltlola. 

Alberto. 
Deolra  suene  quiwcra  disfrazarme, 

¡a  que  á  Nápotcs  vme,  Lusidoro, 
cobrar  «I  honor  que  me  ban  quitado. 

LvsiDOHO. 

L^CAmo  quiern  venir  mis  disfrazado 
.que  no  «icimIo  de  nadie  conocido? 

Almmto. 

Si  del  Conde  lo  9,oy,  que  me  ha  ofendido, 
^qué  importa  que  ninguno  me  conoica.^ 

LVSIDORO. 

Guárdate  d<  él  hasta  que  llegtie  ct  dta 
que  le  puedas  vengar  de  sus  agravios. 

Ai.a»TO. 

Siií  pocos  son  en  la  venf¡Nn2a  sabios! 
onde  tendrá  i  mi  hermana,  Federico? 

Lusiooao. 
«Pues  hale  de  faltar  lugar  secreto 
en  est4  insigne  máquina?  ¿So  adviertes 
iao tos  palacios,  tani«s  turr»  fuertes. 
Untas  hermosas  qumlas  y  jardines, 
y  que  de  la  libera  los  confínes 
parec«n  otras  calles  y  tiiudades? 

Alberto. 
En  fin  jÍ  quí  n  mejor  me  persuades 
disparaile  de  noche  una  pistola? 

Ltjsii>oi'0. 
No  me  parece  que  es  venganza  honrada, 
porque  donde  hay  traición  basta  la  espada, 
y  si  le  dije  que  era  bien  maialle 
en  su  casa,  en  palacio  ó  en  la  calle, 
fi»¿  consejo  no  másdcconsulmllc 
con  fl  hoivor  entonces:  m^s  agora. 
jniriodo  qtw  otros  medios  son  ois  cuerdos 


y  remedian  mejor  tu  honor  perdido, 
que  no  le  mates  i  traición  le  pido, 

Albemto. 

¿Pues  qu£  llamas  iraicióQ?  ^Córreme  acaso 
obligac:4>n  de  haccllo  en  desafio, 
hsbiíndome  quitado  el  nonor  mfo? 

LuSIOONO. 

Si  pudieras  casarte  con  Fmca, 

^noera  remedio.  Alberto,  más  honrado? 

AtBKRTO. 

¿(^uién  duda  que  si  el  Conde  w  casara, 
cuantié  honor  me  ha  quttadr>  me  volviera, 
V  que  el  remedio  mi^  piíiiüio  fuera? 
l'cro  llígando  á  ser  rebelde  tu  todo 
sola  su  muerte  puede  ser  el  modo 
para  que  salga  yo  de  lanu  afrenta. 

LtlSlDOUO. 

SI  al  Rey  hablase.  lengo  yo  por  cierto 
que  puesto  el  Conde  en  ásperas  prisiones, 
venarla  á  confirmarse  en  lo  que  es  justo. 

Alberto, 
Mas,  l.usidoro,  devcnaarmc  gusto, 
que  00  de  pleitear  públicamente. 

LusiDOpio. 
De  la  casa  que  acude  sale  gente. 

Alberto. 
Aquí  dicen  que  vive  cierta  dama, 
á  quien  el  Conde  sirve,  adora  y  ama. 
y  cor  quLCn  antes  que  partiese  á  llungrla 
casarse,  que  es  muy  noble,  pretendía. 
Pucí  mim  tú  si  el  C^ondc  se  cavrm 
que  buen  remedio  daba  al  honor  mío. 
Yo  no  quiero  prisión  ni  desafío, 
sino  pasarle  el  p«;ho  con  dos  balas. 

Lvsiooao. 
La  vn2  he  conocido:  ii  a  tín  dud«. 

Albkrto. 
El  trae  un  paje  y  un  lacayo  solos. 

tUSIDORO- 

Hombres  de  espada  son. 

Albkrto, 

No  importa  nada 
que  no  delicnde  pólvora  la  eipada. 

ESCENA  VIII 

DiCHCs,  y  laln  tí  ooupi  Fko(iiio«,  FlNsa  y  ClabIn 
át  »odn. 

CoKDc.     Perdido  voy  de  iristeri. 

CLAttÍN.    .Muy  atrevido  has  andado. 

Conde.     Cau^a  Floróla  me  ha  dado, 
aunouc  adoro  su  belleza. 

Clarín.    ¿Que  causa  le  puede  dar, 
si  son  efectos  áe  amor 
los  celo»?  ¿."^0  ves,  seílor, 
que  como  no  puede  estar 
el  so!  sin  sombra,  no  puede 
el  amor  estar  sin  celos? 


^^^^    a5o                                   LA 

PdlHÜttBZ^^^^^^^^^^^^^^^^I 

^^^       Ki.sEA.      (Ap.)    ^  a.  pof  pi<v1Ȓl  de  lo(  Cielos, 

de  lo  que  el  pU>mo  íalió.             ^^^^í 

H                               prúsperamcnic  sucede 

<,Ua<Atf(«iiii,)-Ftu«>i  ratraiWbtnvf        M 

^K                            ini  imposible  prctcnuón; 

l.UIÍI>0(0.>                                                                                 ^^^1 

H                              que  U  discordia  ^uc  ha  entrado 

FlMGA. 

¡A  ellos,  seAor,  i  ellos!                    ^^| 

H                           por  celos  principio  tu  dudo. 

ClakÍn. 

¡Cómo  se  tiene  con  ellos,                 ^^M 

H            CoHM.    iQixi  hora  es-^ 

petar  de  quien  me  pariól                  ^^| 

■            CladI^i.                         l.u  doc<  &on. 

COHUC. 

iüb)  buen  Celio,  no  los  sigas.            ^^1 

■                            DesrTaie  de  ett  puvru. 

fVaMfRMFle«a.)       1 

^^^_^                       4]^ue  se  vengatú  de  ti 

FinsA. 

Porque  huyen  le  obedeico.                    1 

^^^b                       Mubc  míe  ettisiiqul. 

COHDI. 

Que  premio  y  braios  ofre/co.  1 
Con  lo  postren)  me  obligas.             ^^a 

^^^B      CoNDC.     Mis  i)uÍMcrj  veflji  atileria. 

KlXKA. 

^^^V      (li.ARÍN.    I'ucs  volvammá  llamar. 

Corroe. 

Vive  Di»s,  que  eres  honrado.            ^^H 

^^^^^^               Di  que  no  puedes  vivir. 

Clarín. 

¡Pesia  tal,  qué  cuchilladas                ^^H 

^^^^^^U              ;Ah.  scilor:  \QOnw      fingir 

tiraba!                                             ^^| 

^^^^^^H             niKocia  más  que  el 
^^^^^F               ¿Tienes  scso^  Mahí'i%  reñido 

PlNEA. 

Bien  empleadas                     ^^1 

por  tu  tida  y  a  lu  lado.                     ^^H 

^^^^^H                sobre  tan            noivk 

Conde. 

vEsts  ijcntc'qtDén  seriad  ^^H 
Ladriinei'  deben  de  ser.                      ^^H 

^^^^^H               como  decirte  Klurda 

Cl.*BÍS. 

^^^^^H               que  una  mujer  tiii  traído. 

Conde. 

No  llenan  i  acometer                         ^^| 

^^^^^^H              ^Juraitc  d«  no 

con  fue^o  y  unta  osadia;                 ^^| 

^^^^^^H              porque  no  quiere  cr«cne. 

que  el  ladrón  pide.  Clarín,                 ^^| 

^^^^^H              )-  ella  i  ti  lie  no  quererle, 

la  capa,  y  no  mata  al  hombre;          ^^H 

^^^^^H             y  luegu  quieres 
^^^^^H               Estile  dos  huras  quedo, 

sólo  quiere  que  se  asombre.             ^^| 

Clamíx. 

La  llama  del  polvorín                      ^^| 

^^^^^H             no  muestres  que  te  apasionas: 

me  puso  bravo  temor.                     ^^H 

^^^^^H               Its  mojeres  y  tas  monas 

Cokdc. 

La  pátvorx  ardió  no  mis.                ^^| 

^^^^^H              no  han  de  conocer  el  miedo. 

Finea. 

Mal  seguro.  Conde,  cstis.                   ^^| 

^^^^^K             que  en  uonociéndok  muerden. 
^m            CoNlw.     iQu¿  ficilmenic  a<:onseifl 

CtAKÍN, 

Mal  sc^iuto,  estás,  seiWr.                   ^^H 

Cosim:. 

V.^m  demonio  i'i  mujer,                      ^^H 

^M                             Quícn  no  quiere  á  quien  se  queja! 
^M            Clahín.    ¡Oh,  cuinios  iu  gust»  pierden 

esia  Kinea  inTeriuil                              ^^H 

es  causa  de  tanto  ntal>                        ^^H 

^M                          por  no  saber  «perar! 
^1                           vamonos  de  aquí,  señor. 
^1            CoKCC.     Clarín,  no  me  deja  amor. 

ClAKÍN. 

Por  ella  debiú  de  ser.                       ^^| 

Vamos  1  casa  ;i  volvimos                ^^| 

con  ruqso  i  buscar  quien  son.  ^^| 
No  ha  de  faltar  ncasión,                   ^^M 

^m                          que  hatio  me  quiero  esforzar. 
H            Clahín.    Pues  irii^niciqui  la  cama, 

COKUC. 

Clarín,  si  de  noche  andamos.           ^^| 

H            Conde.     ¡Que  tal  mertiira  se  crcal 

k'n  Ñipóles  esti  AlborU»,                 ^^H 

^^                          ¡Maldifja  Díus  i  Finca. 

V  aqueste  debió  de  ser.  ^^H 
Yo  me  quiero  reco}:cr.                        ^^^ 

^^^H                     por  quirn  Florcla  me  infama' 

^^^B                      ¡Que  me  culpasen  á  mi 

FlNEJI. 

Eso,  scftur,  es  lo  cierto.                      ^^| 

^^^^                      de  to  que  n»  vi  ni  sí! 

(.1)1.)  Sin  duda  mi  hermano  fu¿t        ^^| 

^m             PiNKA.      /A^.>  La  discordia  que  sembré 

que  el  rostro  le  conocí.                     ^^M 

^K                             viene  i  llover  sobre  mi. 

CONDC. 

nasiA,  amigos,  que  hoy  nacf.             ^^^ 

^m           CONOC.     iPl<$ue  i  Dios,  Finea,  ú  quien  eres 

Finea. 

(.tf>.i  Por  no  me  reporté.                    ^^^ 

^B                          que  nunca  lenitas  ventura. 

;)et(Js,  qué  desdicha  fuera                  ^^f 

■            nntA.      SeAor,  ja  es  ew  locura. 

si  hubwra  muerto  k  mi  hermano,           1 

^^^^                    ¿Pues  tú  ofendes  las  mujeres? 

ó  él  al  Condd                                             1 

^^^ft                   iQui  culpa  tiene  Finea 
^^^P                   de  lo  que  piensan  de  u? 

COKM. 

Ya  «1  en  vano               ^^| 

salir  de  aq^uevta  quimera                   ^^M 

^^^^      C^NOB.     ^No  es  ella  la  causad 

con  escribir  ni  con  dar                           ■ 

■              FlKBA.                                              Si. 

satlsfaccionei  de  mi.   (VaHWCundcl       J 

^M                            itnii  qué  importa  que  lo  seal' 
^M            Coxm:.     Celio,  si  me  quieres  bien. 

^^M 

^^^H 

^^^B                    ayúdame  ó  maldecir 

ESCENA   IX                      ^H 

^^^H                     etU  mujer  V  decir 

^^^^                     que  e%  un  demonio  también. 

^M           FiNkA.      No  hHr¿  tai,  pur  vida  rnfa 

^^H 

ClaiiIn. 

jVcrás  i  Fenisa.''                                 ^^H 

H                          que  »0)'  noble,  y  defender 

KlNEA. 

^H 

H                             me  toca  loda  miíjer. 

si  el  Conde  se  va  i  acostar.                ^^H 

H           Lusiuoi'.  lA  Mb }  «Aguardas  que  llegue  el  dta> 

ClawIs. 

Dijome  que  te  esperaba                      ^^1 

H           CoKi»:.     Gente  tiene. 

con  Flora.                                        ^^H 

^^^      ALSF.aTu.                   Yadispark). 

FlHBA. 

Si  aqueste  loco                  ^^1 

^^^H                                     {DUpara  Albtrto  y  ■•  dafiitg«.i 

tarda  en  acostarse  un  puco,                ^^1 

^^V                   ¡No  di¿  ftMJgo,  vive  Dios! 
^         Conde.     jOh,  pcrrosl 

vov  como  flecha  de  al)ab«.               ^H 

CtJUllN. 

Vive  Dios,  que  ere»  valiente                ^H 

K^     LvsiDOR.                    Pues  somos  dos. 

pero  quéjase  FeniM                             ^^M 

^^H                   sea  «1  acero  reparo 

que  eres  tibio.                                  ^^H 

JOHKAIjA  SIüGÜNDA 


35l 


Fima.  Esti  «Iv  |>ri5a, 

comu  rl  •Jini.Tilto  diente. 

Yu,  como  vjv  MKsrTütii 

querríais  cnAmurAC. 

porque  ntotk  crccutaf 

es  tmxy  bAJB  Condición. 
kHi».    Yo  í¿  que  (e  quiere  bien, 

r  que  me  «Ut»  lu  brío. 
FrNCA.      Por  el  ilineríllo  mfo 

<lebe  de  hacello  umbicn. 

e'Ki  timpifl.^ 
ClAPÍ».  Como  una  plata 

lo  interior  y  ta  concia. 
FiKEA.      Porque  n»  habiendo  limpíela 

lodo  amoC  se  tJc^barBta. 

¿Buen  olor? 
GuittN.  Ditino  olor. 

ñiCE*.     No  digo  lo  perfumado. 
ClavIn.    Acaba,  no  vms  pnxfc), 

que  &c  aleja  mi  señor. 
Ki-SKA.      ¿Hayoiro? 
r.LAxIs.  jNecia  porfía! 

KisiA.      Saber  yo  si  hay  otro  «  juMi-. 

porque  no  es  i:ambÍo  in¡  gu^iu 

que  naya  «Celio  y  compai^ia*. 


ESCENA  X 
m*tr  0KNiFnLaii}-*liuii«i!<>Lu»bricv. 

Vuelve  i  eKíibif  me  el  Rey:  csii  con  pcnu. 

No  ti  posible  qu«  el  Cunde  to  negara, 
puei  no  era  cosa  de  raiónagena 
que  Con  mujer  lan  noble  \c  casara. 

Mucho  tanta  porfrn  le  condena. 
Yo  piento  que  el  enL;uño  se  declara: 
Pondrí  en  príilón  al  Cunde. 


•Marv>'¿*' 


{Con  qué  prueba? 


Pet. 


¿Por  toí  indicios,  íwhí  cosa  nueva^ 

.Manv''^^. 
No  fucn  nueiB  cuando  %»n  baKianles: 
el  CoiKle  jura  que  na  vi6  i  Finea, 
y  no  se  prenden  hombres  semenintes 
sin  que  la  causa  conocida  sct. 

Hrv. 

Que  esté  indicioso  en  c«lo,  no  te  espantes. 

lucra  de  no  «cr  justo  que  lo  crea, 

y  el  Ci>ntie,  cnm<'  sabes,  me  ha  obligado. 

Mamoi^éS. 
Satilfacciún  de  su  vaktr  te  lia  dado: 
fuera  dev>  me  obWgi  lU  mo:encÍa 
saber  que  quiere  y  sirte  Acierta  dama 
con  notable  cuidado  y  asistencia, 
y  ella  tambi^  le  correspondo  y  ama. 


Como  c&ss  cusas  paian  en  autencit... 

Mawoi'^s. 
No  siempre  dice  la  t  crdad  la  fama. 
El  Comle  libre  importa  i  tu  servicio, 
mis  que  en  prisi<)n  por  tan  pequeño  indidu. 

ESCENA  \l 
llii.-m>  y  talt  iim  CKuira 

OlAUu.     Dos  húngavín  laballcros 
piden,  ^i»n  seAor.  Iíccikhi 
para  vene. 

Rkt.  Ya,  .Marque 

mayores  pruebas  comloncaii. 


Ai.eaiiTO. 
Ubsioof. 


Rey. 

Albkkto. 
Kev. 


Albirto. 

Marq. 

At^enTO. 


ItEt. 


ESCEN.^  xir 

I .  ti  Hauiíví.*^  Ai.naaio  /  Li-UDe«Q. 

borne,  uran  seflor,  los  pies. 
Por  vuesira  presencia  y  lieira 
es  justo  daros  los  braiós. 
Conforme  lu  real  grandeva 
favorece  los  vasallos 
de  un  Principe  que  desea 
darte  en  su»  hijot  su  sanare. 
^s  embajada,  ó  e%  queja.' 
Queja,  seAor 

Ya  conuKo 
quien  eres.  Mucho  me  pcM 
que  esto  se  ponga  en  estado 
que  asi  te  otiligue  que  venj^», 
Alberto  tsi  eres  .Mbertol. 
A  busirar  con  tanta  pena 
satisfacción  i  tu  honor; 
mas  porque  no  es  bien  que  mi 
lu  iniíifmaciún  sm  la  pane 

Jue  Se  alirma  en  su  inuccncta, 
amad  luego  á  Federico. 
Yo  si^  que  cuando  él  me  vea 
no  nc};niá  lu  verdad. 
Por  lo  menus  ;urH  y  ni^s 
que  nunca  vjá  á  vuesira  hermana. 
Pues  >•',  con  licencia  vuestra, 
sé  que  me  ptdiú  .il  partirse, 
y  con  mucha  dilitjencia, 
que  por  mujer  se  la  diese; 
^pues  cómo  me  la  pidiera 
SI  nunca  lj  hubiera  iiiior* 
¡Extraigas  cosas  son  cstai! 
jNo  viene  el  Conde? 

ESCENA  Xlll 
DieHí»  }■  <r  CMDa  Fanaitic». 


1' 
11, 


Conde. 


Y  B  estoy, 
gran  seAur,  en  lu  presencia, 
agradecido  en  cvircm» 
de  que  no  dieses  sentencia 
contra  mi  sm  escucharme. 
Pfo|>6n.  Alberto,  tus  quejas, 
A i.aiaTO.  Habiendo,  ilustre  )tuger>^, 

que  en  la  mayor  pane  reinas 
(le  Italia,  fuera  de  Koma, 


Bey. 


sS? 


LA   MUIKR   POR   FUERZA 


(p^dontn  Mantua  y  Florencia) 
«puwniadu  en  tnr  cau, 
de  anti{;ud  y  cUra  noblcua, 
al  Con<le,  que  está  pmcnic. 
y  rt|fatá«lolc  en  ella, 
si  no  como  el  mercóla, 
como  pude,  al  salir  de  ella 
ene  faliu  mi  propüi  hermana; 
fullO  mi  hermiina  Finca 
de  mi  cahn.  habiendo  (ido 
ejemplo  1  cuanlas  doncellas 
tuvo  la  cuite  de  Hunnria. 
donde  á  una  voi  no  discrepa 
persona  que  no  le  culpe: 
y  es  un  cierta  la  sospecha, 
que  habiéndose  en  todo  el  fcíno 
aecho  grandes  di iiKcncí as 
con  penas  extraordinarias, 
no  liay  quien  diga  ni  quien  sea 
mis  de  que  la  vox  común 
dice  que  el  Cunde  la  lleva. 
Con  esio  el  Hcy  te  «icnbió; 
}'o  sin  aKuardar  respuoia 
vine  i  icr  si  Je  mi  honnt 
me  daba  Nipolrs  señas. 
No  he  nicri'cidu  ninguna 
de  misconiranas  estrellas, 
y  asj  tuve  por  mejor. 
czcuMndocompctefictas, 
venir  i  pedir  justicia 
at  tribunal  de  tu  atieía. 

CoKDK.     El  (tey,  mi  Mñor.  Alberto. 
y  cuantos  en  su  presencia 
te  eKuchan,  habrin  juagado 
por  in  información  incicrin 
tu  engaño  con  mi  lealtad, 
tu  opinión  con  mi  inocencia; 
porque  fallarte  tu  hermana 
corto  indlc:o  manifiesta 
deque  yo  me  U  llevase, 
porque  pudo  entonces  ella 
entre  tanta  confusión 
sslircon  quien... 

ALBCRto.  No  te  BUevos 

i  decir  tal  libertad. 

CoNOB.     Si  es  pleito,  ^ót  qu¿  te  queju^ 
Pues  aun  en  opoíícionei 
de  cátedras  hay  licencia 
para  decir  los  defectos, 
y  DO  es  bien  que  lü  la  ttn(¡*i 
de  llamarme  a  mí  traidor, 
y  que  )0,  Alberto,  no  pueda 
docir  que  lo  {ai  tu  hermana 
á  tu  valor  V  nobleta. 
Cúlpame  <fc  la  ocasión 
que  mi  alboroto  ptKtiera 
excutir,  i  no  ser  huésped 
y  no  de  tanta  bajera; 
que  meior  es  presumir 
que  algún  galin  que  requiebra 
muchos  tiftus  i  una  dama 
el  que  la  ha  llevado  sea, 
que  no  el  que  jamis  la  vió: 
que  mu]cr  de  tBÍe>  prendas 
no  habla  de  conquistarse 
con  una  palabra  tierna. 
Esu  es  toda  la  verdad. 


Vuélvete.  Albeno,  i  tu  tierrw 
que  los  caballeros  nubles 
que  lan  lusto  Rey  eobief  Da, 
no^an  i  ser  de&ltales. 
sino  al  negocio  que  llevan. 
y  esiD  le  úivc  en  el  campo 
á  il.  é  tu  sentiré,  i  cualquiera 
(^ue  salga,  Bunque  entre  tu  Rey, 
SI  el  mío  me  <U  licencia.  {Vátij 

ESCENA  XIV 
IMCM04,  iHiial «( Ceaioa. 

AtaettTO. Saldré  luego  I  defender 

que  eres  traidor. 
Makq.  .V'o  preiendu 

ia  juuicía  que  no  nenes. 

nt  ausente  al  Conde  te  atrevas. 
LintDOU.  «Puede  el  Conde  con  raz¿n...? 
Maho-      Pues  porque  lú  ledcrtend», 

dos  i  dos... 
R«v.  Quedo:  ¿qué  es  esto? 

AlAttq.      Perdone,  scftor,  tu  alteza, 

i)ae  no  es  justo  que  por  cokas 

injustas,  asi  padezca 

el  honor  de  tus  vasallos. 
Rsv.  No  quiero  que  se  resuelva 

este  caso  por  las  armau 

en  mi  contejo  se  vea. 

Pnietie  Alberto  lo  que  dice, 

que  hasta  ahora  por  sospechas 

noesfusio  infamar  al  Conde. 
ALasftTo.  Perdona  si  ba  sido  ofensa 

querer  defender  mi  honor. 
Ma»q.      Tainb.fn  es  bien  que  dcAcada 

el  Conde  el  suyo. 
Lusmoa.  Es  verdad. 

Albxrto.  iMatdiga  el  cielo,  Finca, 

tu  liviandad,  pues  padeico 

tanto  disgusto  por  ello)  rv«M*.> 

ESCENA  XV 
Safra  rtMM  y  Fixia. 

FcMSA.     <Es  posible  que  has  de  ser 

tan  avariento  de  un  si? 
FimA.      Si  esto  no  haces  por  mi, 

vo  no  te  p>)enso  querer. 
Fbnisa.    Dime  tú  si  puedo  yo 

servirte,  y  mi  amor  verás. 
FiKEA.      Oye  y  todo  lo  sabrás. 
Fbnisa.    Habla. 
FiKEA.  El  Conde  me  mandó 

que  buscase  una  mujer 

para  dar  á  su  Florela 

celos,  que  amor  con  cautela 

suele  mi  1  veces  vencer. 
Fiíüís*.     Ya  s4  sus  estrataitemoi. 
FiNKA.      Florela  celos  le  ha  dado. 
Fbnisa.    iOuf  amor  tan  desaliñado! 

.Mas  si  le  quiere,  no  temas. 
Finca.      Que  le  quiera  ó  no  le  quiera. 

cotos  le  ha  dado,  y  él  qurerc 

darle  celos. 
Fna&a.  Pues  espere 

doi  cotas  de  esa  manera: 


JORNADA  TCRCEPA 


35} 


6  plcula  i  mis  venganM, 
d  rendirla  i  mis  amor. 

FikS*.     Tiene  el  (>>[ide,  mi  señor. 
en  mi  Hnnde  conlíiní». 
PkriMí  Fíltrela  que  habimos 
traido  cierta  Kinea 
de  Hungría.  Ó  sea  ^  no  sea, 
con  mil  celosos  extremos 
le  amarti-la  por  vénganse. 
y  tí  quiere  Jarla  ¿  enlenaet 
que  es  verdad. 

FiNKA.  Bien  pucdeter. 

FiKEA.     Amos  (kiM  de  Cfi){artarMí 
pero  vo  te  he  de  llevar 
y  lú  Engine  Fmea. 
porque cumo  ella  te  rea 
se  puede  certiiii:ar. 
Coniariile  que  hai  venido 
con  i\,  y  cuánto  le  quiereí. 
.Suelen  asi  las  muiere», 
Celio,  cletcariar  olvido 

V  quedarle  en  s6U>  amor, 
bióo  que  lodo  lo  haré. 
^Sabrás? 

Pienso  que  sabré. 
Pero  <nu#  abono  ma)oi 
<)ue  ser  mujer,  porque  todas 
ucnen  destreza  increíble.^ 
Con  e»io  seri  posible 
dulce  lin  de  nuestras  bodas, 
que  yo  quiero  ser  muy  tuyo, 
como  en  las  obras  veris; 
mas  no  has  de  querer  jamás 
otro  amor. 

TSMisA.  De  todos  huyo, 

Celio,  despu^  que  te  vi. 

FixEa.      Trúiome  aqueste  picaAo 
deCiarln.  á  qu  cu  eniiaAó 
con  Silvia,  y  muero  por  li. 
r.llo  no  es  mucha  lealtftd. 
peto  ya  los  cortesanos 
dicen  que  no  siend»  hermanos 
no  se  mira  en  amistad. 

Y  de  ver  hombres  me  admiro, 
que  ai  amigo  mis  honrado, 
por  cualquier  gusio  prcstadu 
tuteen  en  la  honra  un  tira. 
TÚ  oo  Iienc5  tenias  prendas 
con  Clarín  que  me  tsyi  mal 
serle  un  poo  desleal. 

Fkmsa.     ¡Que  taiitracer  pretendas 
1  un  lacayo  picarón! 


FiMtSA. 


FlNIU. 

FSMISA. 
FlNBA. 


ClarIm. 
Fkmsa. 


ESCENA  XVI 
Diciic».  y  CLI.WJ*  af  pflA*. 

iQvé  es  aquesto  de  lacayo? 

Páseme  la  vida  un  rayo 

si  le  he  tenido  afición. 
Clahík.    iCjcIío  y  Fenisa  y  aquí 

de  lacayo  y  íuramentol 

Mujeres,  ai  lln. 
Fihba.  íQüí  intento 

pudiera  movttie  a  si  i" 
FsKtSA.    Decir  que  te  casidas 

conmigo,  y  ba  de  tener 


miedo  una  hoIb  muícr 

de  vivir  sin  compañías. 

Sujétale  el  vino  al  tal 

y  el  brRvo  desatinado 

nos  pone  en  tanto  cuidado 

y  i  veces  en  tanto  mal. 

Quise  aceptar  el  cmbite, 

que  en  lu  demás  es  Clarín 

un  lüallina,  un  hombre,  en  (Ir.       (^ 

que  lo  ^ue  sabes  permite. 

Y  no  quieras  saber  mit- 

Clah^íi.    Fiad  de  mujeres  tales. 

Fkmsa.    .Mi  bien,  pues  prendas  iguales 
de  lu  voluntad  me  das, 
confílmalas  con  los  btaios. 

FiKCA.     Una  y  mil  veces,  mi  bien. 

Clakí»    is«iindit.i  Y  yo  doy  el  parabién 
i  usaste  de  los  abrazos. 

FSNiSA.     Pues<;qu¿  le  paiccc,  diga? 

ClamIn.    Que  ci  mil  hecho  y  quee*  mi  amigo. 

FiSBA.      Picaro,  tú  eres  testiip> 

que  necesidad  me  obliga, 

Krquc  vo  soy  caballero, 
i-e  Dios,  que  b»  de  cortar 

i  alguna... 
FlMiA.  Deje  de  hablar, 

tana V o  innato  en  cochero, 

o  daréle. 
Ci.Ait(N.  ¡Pesia  á  mil 

Saque  el  pijaxo  la  espada. 

ISíKtm  l«t  «ra'at.t 
Finía.     Pucstomv  CMacuchillad«, 

gallina. 
CtAdK  Ftepafu  asi. 

FiNKA.      ¿No  huver  pues  si  me  cnojd... 

Tome.  ' 
Ci.arIn.  ¡Pesia  i  mi  linajel 

FsKiSA.     «Hay  tal  donaire  de  paje? 

(Vive  Dtos,  que  es  de  la  hojal 


JORNADA  TtRCKKA 


ESCENA  PRIMERA 
SAhn  Flo*ei.*}-  TainM  fon  xanloi.  yl-iK». 


FloaetJl. 
FlNEA. 

Fenie*. 


Ft.OKRLA. 

FesisA. 

Fl-ORKLA, 
FíMS*. 

Flohkla. 
FartiSA. 

FOLKELA, 

Fbnisa. 

FlHEA. 


Celio,  bien  venido  seas. 

Hov  veris  si  verdad  fué. 

^Etlis  en  to-lo?  (a  FeaisiJ 

Ya  sé 
que  me  he  de  llamar  Fmea. 

i'Ptvtli  á  FmId  i 
¿Sois  vos  i  quien  trujo  el  Conde, 
hermosa  dama? 

Yo  soy. 
jQué  en  unía  desdicha  estÜt? 
Mal  i  quien  es  corresponde. 
Yo  soy  la  hermana  de  Alberto. 
.Mal  mifisieis  por  su  honor. 
¿Qmí  concierto  dot  atnor 
no  fui  Siempre  desconcierto? 
¿Tan  presto  se  te  tuvisteis? 
¿Pues  tardasteis  mucho  ros 
en  tcnéisclc? 

¡Por  Dios 
que  te  cogiú! 


^^^2^4 

LA  ill'JC»    POR  FttEKZA                                                                  ^^| 

^^^     Flmeu 

Ri«n  bícituít. 

M  nuevo,  no  hay  que  te  asombre        ^^ 

H           Frnisa. 

bien  ó  mil,  [hjsi^  en  mi  cau: 

mi  poca  puniualidad.)                                1 

^B 

«0)'  mujer,  n»  ton>o»  Tueries 

¿Qué  le  mandáis  á  Kinea?  «^  norcli.J         1 

^1 

en  ü¡  ocasión. 

FLoaei.A 

.  ¡Quél  ¿os  dijo  muchos  amores?               1 
Pienso  que  fueron  menor»               ^^1 

H              PlH£A. 

Aif.4v\M*lÉ.)  Rkn  advienes 
o  que  pisa. 

Femsa. 

^1 

/ 

los  de  Jason  á  Medn.                        ^^M 

H                Fu>REl.A 

Y  que  me  abrasi. 

Juribame  que  en  su  vida                   ^^M 

■ 

/Es  posible  que  ensañare 

luvo  amor  á  otra  mujer.                   ^^H 

^1 

el  Coaée  i  una  dama  noble. 

FLOfELA 

.  Si  jura,  bien  puede  ser,                      ^^M 

H 

y  que  cun  irato  un  doble. 

pero  piensa  que  se  olvida.                    ^^H 
Va  sé  que  os  1c  tuvo  li  vos,                  ^^H 

^B 

casa  y  voluntad  pagase...^ 

Fenisa. 

■               Fl»A. 

Si  se  ha  <k  caiar  con  clU, 

y  que  no  le  tiene  ahora,                    ^^M 

^1 

no  Mrá  muy  mala  paga. 

porque  dice  que  me  adora                 ^^M 

^1               Fl.OOBLA 

.  Bien  ícri  oue  sUJtUf» 
la  deuda  e  Conde. 

estando  i  solas  los  dos.                        ^^M 

^H 

Flokrla 

•  tAp.)    (Celosa  esta  necia  trata             ^^H 

H          Finca. 

¿Noel  bella? 

asegurarse  de  mí.)                             ^^M 

■           Floüeia 

.  Ei  demonio  para  mf. 
Nunca  la  hubieran  iraido. 

Llévame,  Celio,  de  aqu!                       ^^M 

^H 

esta  muier^ueme  mata.                         V 
<4i'etiii)  \en,  Finea,  qucoirodia          J 

^L^      FiKCA. 

Tú,  seAora,  lo  hai  querido, 
porevi  la  irujc  »iui. 

FiKEA. 

^^^H 

habrá  mejor  ocasión.                               1 

^^^M 

.  ^Es  posible  que  diitsc 

Fenisa. 

(A  n«rTii.)  Pues  sabéis  mi  oMtgactfini       M 

^^Kr 

amores  á  oira  niuicrí 

suplicóos,  señora  mía,                         ^^M 

^f         Finca. 

Si  no  lo  quicm  creer, 

que  ni  te  admitáis  aqui,                      ^^H 

^^Lb 

mejor  desengaño  «  esc. 

y  que  la  palabra  dada                          ^^M 

^^^^B 

ila;(  cucDia  QUe  Íu6  mentira, 
que  cuanto  a  mi  ¿qué  me  va? 

me  cumpla,  nucsts  jurada:                 ^^M 
decid  al  <^uidc  por  mi.                      ^^M 

^^^V 

^T               FtNtU. 

t.ip.  á  CcUo  )  TurbÁda  Floreln  ttti; 

que  si  no  mi  hermano  Alberto           ^^M 

^^ 

con  mal  temblante  ni«  mira. 

te  ha  de  matar.                                 ^H 

H 

Vimonoí,  (Il'Iío,  que  cuo> 

FumcLA 

Bien,  será.                  ^H 

^H 

lemMand»  no  ven^a  el  Conde. 

1 

(Ap.i  (Tras  la  ofensa  me  hace  ya        ^^M 

H           Flmcla 

,  fAp.)  ;0>n  quí  libertad  responde: 

tercera  de  su  concierto.)                    ^^M 

^^^^ 

•yo  soy  Kmea,  yo  wy 

Celio,  si  de  aqui  no  llevas                 ^^M 

^^^^ 

dé  Alberto  herrñana.'v  i  quien 

este  demonio  ó  mojcr,                      ^^M 

^^^^ 

«ngafló  el  C^ndel* 

^^M 

^^^     Finí*. 

(A  KcniM.)              diabla  más. 

Fenisa. 

^Qué  puedes  hacer                  ^^M 

^1            Feniia. 

lOuí  libre  miniiendu  mi%\ 
Mi  pane  me  va  también. 

que  i  ti  misma  no  te  debas?               ^^M 
^  éojíaie  del  Conde  en  mi,                 ^^M 

^1           Fine  A. 

^1             FEKnA. 

¿Pane? 

que  mejor  que  el  Conde  soy.              ^^H 

.  Por  vendarme  dJI  estoy;                   ^^M 

pero  no  na  de  s«r  asi.                           ^^H 

H               FlNEA. 

Si,  metía  prometido 

Fi.oacLA 

^H 

el  Conde  por  estos  celos, 

^^^^ 

para  irarr  con  desvelos 
i  la  memoria  su  olvido, 

que  mi  honor  y  el  luyo  temo,             ^^M 

^^^^H 

puesto  que  me)or  se  emplea.              ^^M 
Vimonos  de  aqui,  Finea.                  ^^H 

^^^^^^ 

mil  CKudo»:  ¿búmo  quieres 

FWKA. 

^^^^^^B 

que  no  lenga  en  esto  pane? 

Fksisa, 

jHtcelo  bien?                                    ^^U 

^^^^^^V 

La  mitad  len^o  de  dañe. 

FlNEA. 

Por  extremo;                ^^H 

^V 

Fenisa.  para  ulHIcre». 

la  misma  no  le  igualan.                   ^^H 

^^^      Fehis*. 

Para  una  cau  lo»  tomo. 

Fenisa. 

¿Qué  metías  de  ilarr                         ^^H 

^^^B 

aunque  yo  salo  de  li 

FlHEA. 

Calla  y  vamos,       1 

^^^V 

quiero  tu  amor. 

que  en  grande  peliftro  estamos,          ^J 
si  ésia  en  su  agravio  r<;f>8ra,               ^^B 

V               FlüBA. 

i,i|Mr(/.)               Pues  en  mi 
buicatis  oro.  y  hay  plomo. 

^H 

y  aún  mi-  espanto,  según  vi              ^^M 

^M           Fbnisa. 

Mira  que  c)  Conde  vendri. 

sus  ojos  echando  rayos,                   ^H 

^M             Finca. 

¿Cómo  ha  de  venir  si  yo 

que  no  Mame  dos  lacayos                  ^^M 

^^ 

concerií  con  él  que  no^ 

par*  vendarse  de  mi.                         ^^ 

^1 

En  lin,  avivado  esii. 

iVAmt  Ini  ifui  pítr  aiia  putrlú,y  laUtl        M 

^ft           Fu>iin.) 

•  (af  )  Porque  me  informé  de  todo 
me  estoy  muriendo,  v  qutücra 
no  escucharía  ii  pudiera. 

^^^B 

.Mostredme,  celos,  un  modo 

ESCENA  11                      i^^^l 

^^^^^^_ 

con  que  no  pueda  saber 

t':l  Cniínc       l-iOHitA.                         ^^^^1 

^^^^^^^b 

esto  que  saber  deseo. 

^^^H 

^^^^^^H 

Pero  si  lo  escucho  y  creo 

Conde. 

Con  estos  necios  cuidados,               ^^H 

^^^^^^H 

¿qué  sirve  darme  ¿'entenJcr 

Florcta,  y  viles  sospechas                  ^^M 

^^^^^^P 

que  es  mentira  la  verdad? 

de  antojos  de  Albino  hechas           ^^M 

^ 

¿Finca? 

y  de  dos  locos  criados,                     ^^M 

H             Finea. 

lA  i'-tniía.)  Responde. 

mis  lisonjeros  que  honrados,          ^^M 

B                 FS.StSA. 

iAp  4  PlMJ )              iCI  nombrt 

no  pude  venir  á  vene,                        ^^M 

«RUADA 

TF.Rrr.ttA                                           25.'>           ^H 

porque  et  la  co»  miii  fueru 

^Quieres  mísf                                          ^H 

qu«  i  hombre  noh)c  «ucedió. 

CoHM.                           ^Quc  tú  has  hablado          ^H 

supuesto  que  me  libró 

esa  que  llaman  hínea?                                 ^^M 

mi  iivocencia  ile  mi  muerte. 

Fi.oaELA.  La  misma  que  te  desea,                            ^H 
y  con  quien  estás  casado.                          ^^M 

Di6  fuego  ún  empren<ler 

U  pdlvora  v  munición; 
turbóscmc  el  corazón, 

jQué  bien.  Conde,  me  has  pagado             ^^M 

lo  que  he  pasado  por  iil                            ^^M 

porque  íuÉ  razón  temer. 
No  s¿  que  tengo  de  hacer 

C(»Ni>K.     jLa<iue  yo  00  hable  ni  vi,                       ^^H 
has  visto'iú?  ^Quf  es  aquesto.^                ^^H 

contra  aquc&ictesitmonio. 

Algún  demonio  se  ha  puesto                   ^^H 

lodo  invención  del  demonio. 

en  ÜKur*  contra  mí.                                    ^^H 

lólo  pofúuc  dije  un  día 
no  M  que  por  cortesía 

Flokbla.  a  cuatro  dias  de  .ausencia                           ^^H 

amores  á  otra  mujer,                                  ^^H 

con  nombre  de  matrimonio... 

ser  su  esposo  prometer                            ^^H 

jOüé  e*  esto»  ^e»(iW  enojada^ 

y  iraurU  á  mi  presencia.                          ^^H 
No  se-  quien  me  da  paciencia                    ^^H 

jcOAa  que  4l)¡«  de  tito  crease 

que  si  matarme  deVM),, 

para  suTrir  tus  agravios.                           ^^H 
Coítits.     El  alma  tengo  en  los  labios                      ^^1 

no  busqueit  mejur  etpada. 

jPoes  no  respondes,  airada^ 
Vuelve  ese  rostro,  señora; 

y  el  corazón  en  los  ojos.                             ^^H 

¿Hay  tan  injustos  enojos?                          ^^H 

¡bueno  scri  que  tú  ahora 

Ft.onrLA.  ¿Hay  desengaños  tan  sabios?                   ^^H 

sus  desalmo^  ajudeí 

CoNnr.     ¿Hsv  malicia  semejante?                         ^^H 

y  que  el  semblante  me  mudej. 

Fi.OitrLA.,-Hay  traición  tan  desigual                         ^^H 

que  el  alma  por  verlo  adora? 

en  un  hombre  principal?                          ^^H 

jAh,  Floréis!  Mas  ^au6  di),'o, 
si  me  matas  tú  lamoién? 

CoMur.      Yo  haré  que  i  este  reino  espante               ^^M 

venRsn».                                            ^^M 

^^^_              Mira  mi  bien,  que  soy  quien 

Pt-OHKLA.                      No  es  bastante                     ^^H 

^^^B             estoy  habUndo  contiit». 

ninguiu  lalisfacci^n;                                   ^^H 

^^^F              jDe  qu¿  sirve  dar  casiift» 

^V                     a  un  hombre  que  esti  inocente.. .^ 

los  ojos  testifíos  son                                     ^^H 

aue  no  se  puedch  tachar.                         ^^H 
r.oNoc.     Tú  me  quieres  obli^iar,                            ^^H 

^1    Fi^REUA.  No  es  inocente  quien  miente; 

^M                      V  con  vcffidenia  tan  poca. 
^^^^                lo  que  en  el  alma  no  siente 

y  aprovechas  la  traición.                         ^^H 

Flouela.  ¡Buena  salida;  y  que  tiene                        ^^1 

^^^ft             quiere  que  dsg»  la  boca. 

ingenio!                                                    ^^H 

^^V             (Ah,  Conde!  nunca  te  hubieran 

CoNoe.                 .Vunca  le  «plico                            ^^1 

visto  mis  ojost 

é  traiciones.                                              ^^M 

Cofme.                         «Ahora 

Florbla.                   Federico,                                 ^^1 

sales  con  eso,  señora^ 

tarde  tu  mulicta  viene.                                ^^M 

Fi.oKELA.  iCuánto  más  dichosos  fueran! 

Olvidarte  me  conviene:                               ^^H 

que  si  esie  );usto  perdieran, 
menos  lágrimas  I  oraran. 

de«de  aqui  voy  á  olvidarle.                      ^^M 

Co.xoE.     Yo  i  matarme.                                         ^^H 

CoKDC.     jt:n  qué  tus  dudas  reparan^ 
Que  no  pensí  que  tus  o)oi 

Fi.oaFi.A.                         Yo  4  detalle,                     ^H 

pues  que  tu  traición  me  esfuerxa.             ^^M 
CoNuc.     Mi  verdad  hariquetuerza                      ^^H 

(amas  con  agua  de  enojos. 

mas  que  con  sol  me  mataran. 

lu  intento.                                               ^^M 

Haa  sol,  la  lluvia  suspende: 

Flomla.                  No  puede  ser.                          ^H 

mira  que  te  han  engañado. 

CosDt.     Basta,  que  vengo  á  tener                          ^^M 

Fuihela.  En  no  verte  hablar  turbado 

aquesta  mujer  por  fuefxa.  (Vamn.)          ^^M 

tu  misma  traiciíin  se  entiende. 

^^^M 

CoNOB.      Antes  eso  me  deliende. 

^^H 

porque  mi  inocencia  crea 

ESCENA  Itl                                   ^M 

quien  tanto  mal  me  desea. 

S«lf  a  *l  Mi      ti  Ha»vo6$.                               ^^H 

Fu>i>Ki-A.  ¿Quieres  que  claro  lo  dina? 
Covor.     l>i)o,  si  mi  amor  te  ubti|{a. 

Rrt.         Alberto  ha  dado  en  decir                          ^H 

H    Fi.oiiiti.A.  Pues  hoy  hevisto  i  Finca. 

que  el  t.onde  tiene  A  su  hermana.            ^^H 
Makv.       yo  tengo  por  cosa  llana                              ^^1 

^m    CoNDT.     «'Qué  Finca? 

^1    FLORRi.a.                    F.%»  mujer 

que  lo  debe  de  lingir.                               ^^M 

^P                     con  quien  estás  >  a  casado. 
^    I^ONDC.      ¿Tú  visto...? 

Rxr.         ¿Cómo  fingirlo  pudiera                            ^^1 
nu  le  moviendo  interés?                         ^^H 

Ft.oaEiA.                      Visto  y  hablad«. 
^    CoNDK.      Soñando,  bien  puede  sof. 

Mx»9.       O  es  enfiaño.  pues  ya  ves                          ^^H 

que  al  Conde  nada  le  altera.                    ^H 

Rkv.         Buenas  ausencias  son  leyes                     ^^M 

^k    Flokela.  Digo  que  acabo  de  ver 

^B                   viva  y  presente  esa  dama. 

dignas  en  humbres  de  honor.                   ^^H 

H                   qoeya  tu  mujer  se  llama; 

Ma*o.      Asi  las  tienen,  sei^ur,                                ^^1 

^^^^             y  Itorandu  me  pidió 

los  que  eslAn  lunto  á  tos  reyes;                  ^^M 

^^^ft            que  te  persuadiese  yo 
^^^^^^      a  que  vuelvas  por  tu  bmi. 

porque  como  ftiemprc  \en                         ^^M 
\o  que  hay  con  ojo«  ajenos,                     ^^H 

356 


LA   MUJER  POR   rVEftk 


hac«r  maloi  6  hacer  buenos 
consiste  en  qu-cn  )uble  bien. 
Pero  cierto,  jiran  ícñor, 
que  Qo  n  por  mi  ntiural. 
n)i&  porque  sé  quo  a  leal 
el  Cunde  y  digno  de  amor. 


ESCENA  IV 

Oteaos  r  un  Cutoo. 

Cmiaüo.     Una  mujer  está  aquf, 

que  quiete  hablar  á  lu  altCM. 

RiY.         Entre.  lAp.)  Notable  tristcxa 
por  el  Conde  vive  ca  mi. 

ESCENA  V 

Dtcw*.  r  <tflf  PiHi«,  ■>«  mtftr,  MU  matilo,  ntitrta 
*l  rlMrt,t  hM<»u4i  raáUltt dttanlul  ^ef. 

Como  en  lu^r  de  [)>os  ntin  lo«  rey«. 

podeTuM>  Rugero,  cuantw  humano, 

y  el  dispenur  ú  ejecutar  Ibü;  le>es 

está  en  &u  voluntad  coma  en  su  mano. 

sin  exceptar  dewleel  que  humildes  bueyes 

pone  ai  arado,  bárbaro  villano, 

hasta  el  mayor  señor  (-^ue  la  jusiicia 

ni  la  tuerce  el  amor  ni  la  codiCia); 

DO  es  juíio  que  se  tcntta  á  dcNironcieno 

vtflif,  seAor.  pues  la  rs/ón  rnponde, 

á  tus  pies  generosos,  como  puerto 

que  at  mar  de  mis  de^n  has  corresponde. 

rinea  sov,  la  hermana  soy  de  Alberto. 

á  quien  ¿e  tlunuria.  con  «(it^aAo.  el  Conde 

Fnerico  mco.  dando  píimcfo 

Eijabracumü  noble  caballero, 
esde  entoncei.  «.eñor,  casi  oprimida, 
üi  bien  amor  mi  causa  de  mi  dai^o, 
me  tiene  disffaiada  y  cs^ondiila, 
Hra  encubrir  con  i'^ilus  este  engaño. 
Niégame  la  palabra  promti^a, 
de  que  tengo  tan  cieno  descn(;a5o. 

aue  se  quiere  casar  con  otra  dama, 
«  que  corre  por  Ñipóles  la  fama. 
Suplico  i  vuestra  alteza  no  permita, 
ya  que  yo  Tul  mujer,  cuya  (fsqucza 
no  «S  la  primera  vei  que  se  ve  escrita; 
(asi  nos  Tabricúnaturalejia) 
que  no  se  case,  pues  mi  honor  me  quila 
y  el  de  mi  casa,  de  mavor  nubtexa: 
que  si  saben  tan  grande  tiranía 
M  ha  d«  poner  en  arma  toda  Hungría. 

Rxv. 

i" 


iQüí  01  parece  de  aquesto,  Ludovko? 
jEs  verdad  ó  mentira.'  ¡Vive  el  cielo, 
que  ha  de  morir  el  conde  Federico? 

.Marqiés. 
A  tu  piedad  de  tu  justicia  a|>elo. 

«BV. 

^Pues  no  es  justo  el  ligor  que  signiKco 
contra  su  deslealtad  é  injuto  ctíoY 

{Ño  basta  la  iraicián^  ¿A  un  Rey  so  niega 
a  verdad  que  pregunta,  pide  y  ftitga^ 


jEsto  te  sufre  en  ley  de  cortesía, 
cuanto  más  de  respeto  y  de  obediencial 

Mauqués. 
¿A  quién  no  le  pusiera  cobardía 
tu  enojo,  de  quien  ya  tiene  eupsíiencia? 
Demás  que  esta  mujet  Unge  y  podía 
ser  hermana  de  Albeno. 

RlT. 

En  mi  presencia 
etU  Alberto  Umbién. 

Fimea. 
[Ciclos!  hoy  muero: 
■ni  atterlmiento,  me  mató;  ^qu¿  espero^ 

ESCENA  VI 
Dicno*  y  Aiatitro. 

AtJiCRTO.  lAi  li(f .)  Sq  puedo  dejar,  seAor, 
de  proseguir  en  cansarte: 
porque  no  icngo  otr^  parte 
donde  pueda  hallar  favor. 
El  Conde  quiere  mautme, 
todos  me  j<)famen  por  él. 

llUblan  nt  tTMirtl  ^tf  r  ti Hit^aH.» 

Makq.      jDccirlo  úuiercsí' 

RüT.  Y  del 

quiero,  Marques,  informarme. 
Descubre  el  rostro,  K:nea. 

¿Es^ti.  Alberto,  lu  hermana? 

(Sa«a  •««  ittgA  ptra  illa.) 
ALaxaro.  ¡Oh,  infame,  vil  y  villana! 

Con  esta  daga... 
FiMEA.  ¡Ay,  de  mi! 

Ma»o.      {A  r\n»*)  Huye  pr«to. 
Fine*.  Eso  deseo. 

(Va»  kuy*tda  PIdm.) 

ESCENA  Vil 
El  Rav.*l  üit-q/vU  r  Ataaaro. 

pKV.         ^Hirióla? 

■Maro.  No,  seftor. 

ALaKRTO.  Creo 

que  es  ilusión  lo  que  vi. 

Kby,        ,;Pues  Alberto  en  mi  presencia...? 
Préndanle  luego. 

Alberto.  Señor, 

movióme  el  justo  dolor: 
no  pude  hacer  tesisiencia. 
Confleso  el  atrevimiento: 
pero  yo  estoy  tan  pcnbdo, 
que  aun  pienso  que  no  he  tenido 
señal  de  artepeniimicnto. 
De  honor  mis  afectos  sont 
perdona  mi  desatino. 

Hit».        Su  rey  ha  sido  el  padtmo 

E}r  quien  meri'ce  perdón, 
orre  por  cuenta  Je  ser 
esposo  ya  de  Lisarda 
su  hijo. 


■ 

^^V                                      JORNADA 

TERCei^A                                                         25/               ^H 

^^^^r 

ESCENA  Vtll 

¿Por  qué  &I  Iralo  humano  el  ser               ^H 

^^^^ 

DlciKn.  ElCetoty  Ct«*6(. 

con  que  se  v  ive  en  concierto?  ^^M 
Tienes  ri  mi  hermana  aqui,                         ^^H 

H    Clapís. 

No  enlr<s.  nguarcU. 

y  en  dcshoniir  y  cu  desprecio  ^^H 
suyo  y  mío.  y  aun  del  Key,                        ^^H 

H   Conde. 

Antes  lo  uui«ro  saber. 
¿D«  qué,  Mii^uéh,  procctlirt 

^B 

que  ú'los  dos  nos  esiA  oyendo,                   ^^H 

^H 

san  ittmovi'f 

¿niegas  que  jamás  la  viste?                      ^^H 

^K    MaRQ. 

(Áp  di  c.oa4i!.)  Tenet», 

CotiDG,     Alberto,  yoesiuvcL'Íc)(o.                            ^^H 

^H 

que  está  cl  Rey  muy  enojado 

yo  sin  sentidos,  pues  lodos                         ^^H 

^^f 

con  vos. 

ven  aquello  que  no  veo.                           ^^H 

^F    C0!<I>K. 

j  Con  migo? 

Ello  es  sin  duda  terdod;                           ^^H 

^^    Manv- 

Y  no  «lento 

pero  cnscAame.  te  ruego.                            ^^M 

^B 

dixciilpa  i  vuestra  malicia. 

esa  seAora,  y  si  dice,                                    ^^H 

^1    Conue. 

l'ucK^voK  os  mudJis  Un  prcMo? 

no  d>)co  yo  que  la  tengo,                          ^^H 

^H 

¿ti  porque  Alberto  e«i  squlí— 

sino  solo  que  la  he  visto,                         ^^H 

^1 

Señor,  ^qii¿  os  lia  dicho  Alberto 

yo  digo  que  desde  lue^O                              ^^M 

^H 

que  me  volvéit  vueiim  roitro? 

loy  su  mando.                                         ^^M 

H    Rkv. 

Lm  icalei  Ciiballeru\ 

Alíento.                         Pues  yo                            ^^M 

^B 

nunc^cngañari  :i  lus  reycí. 

voy  A  buscarla.  iVau.i                                ^^M 

^^ 

porque  cl  bien  ó  mal  quo  han  hecho 

CoKoe.                            Y  yo  espero.                     ^^1 

^^^^_ 

no  se  les  debe  ncpar. 

Hbt.        Tú  has  hecho  como  quien  eres.               ^^1 

^^n)«iH:> 

Scrtor,  M  i:ulpa  nu  ien¿;u. 

CoNOE.      Yo,  Koy  poderoso,  he  licijho                       ^^H 

^^^B; 

¿será  bien  que  la  coniicsc? 

lo  que  quiere  mi  fortuna,                            ^^H 

H    Rr.v. 

^Marques? 

la  (axón  no,  parque  puedo                        ^^H 

H    Maiiq. 

Scíior. 

jurar  que  jamAs  la  vi.                               ^^H 

■    Hcy. 

i^sio  es  bueno. 

Rrv.        ¿Otra  vex?                                              ^H 

H    Map9. 

(^nde,  aquí  estuvo  Tinca; 

.Maco-                        Tan  grande  exceso,               ^^M 

^H 

el  Bey  la  vió,  y  Alberto 

MAor,  parece  locura.                                ^^1 

^^^ 

dice  que  es  lu  propia  hermana. 

Rrv.        Qat  ti  lema  en  que  ha  dado  creo;            ^^1 

^^^^ 

Quejare  de  li  diciendo 

y  no  es  ¡usto,  Ludovico,                             ^^M 

^^^f 

que  la  trujUiedc  Hungría, 

que  pierda  tal  caballero                               ^^M 

^^^^ 

y  que  tratas  cAsamienio 

vida  y  honor  si  es  culpado.                       ^^M 

^H 

con  otra  dama. 

y  si  no  es  culpado,  el  seso.                       ^H 

^B    Cokm:, 

iQ\¡é  dices? 

(Van»  y  f  «mM  uIo  ti  Cond^)           ^^M 

H    Mah<^. 

iQui  digo? 

^^H 

Mak^. 

Si. 

Lo  que  veo. 

l-.SCIvNA  \K                                .    ^M 

^     CoNiis. 

Seftor,  ¿tú  has  visto  á  F'inea.* 

^^H 

Vo  la  he  visio,  _v  te  coniieM», 

(^onde.  que  lié  que  en  il 

y  en  lu  Duen  cnicndimiciUn 

no  cupiese  tal  maldad. 

;Si  la  ne  visto,  plettue  al  ciclo...! 

/Podavia.^  ¡[íxiraÁocHSoI 

U  está  lo^o,  i>  n  tan  ne;:io 

^llay  semejante  desdicha?                        ^^M 

jSÍ  la  vi i\  n'>  me  acuerdo?                  ^^H 

Pero  (Cómo  puede  ser  ^^H 
que  la  viese,  y  que  lan  presto  ^^H 
no  me  acuerde  haberla  visto?  ^^H 
Que  estos  se  han  juni-ido  pienso              ^^1 

que  i  lodos  nos  vuelve  locos. 
Señor,  di^o  que  lo  creo. 

para  haberme  al^iuna  burla.                      ^^1 

H      CONDR, 

^^H 

pues  vuestra  aliext  lo  dice. 

ESCENA  X                                  ^H 

V  que  es  verdad  que  la  lenpo. 
Vo  la  debo  de  tener. 

Kf  C«iiBBr<aleCSA»nt,                             ^^H 

aunque  ¡vive  Dios  cicrnol 

Clarík.    Afuera  estuve,  creyendo                          ^^M 

que  no  sé  cómo  ni  dónde. 

que  salieris  para  ver                                   ^^M 

porque  yo  jamás  la  veo. 
Va  no  la  debes  de  ver. 

ti  Un  de  aqueste  suceso,                             ^^H 

^Tltsy» 

y  oigo  decir  que  esii  cl  Itey                     ^^H 

como  tratas  casamiento 

tan  enojado  que  entiendo                           ^^H 

con  esa  dama  .i  quien  sirves; 

que  te  ha  de  costar  lu  vida.                        ^^H 

que  aborreceria  lelia  hecho. 

CoKDG.      S'a  ni  aun  la  vida  deseo.                        ^^^^ñ 

el  tratarla  de  esta  suerte 

Ci.ai>(n.    ^COmo  irujiste  esta  dama,                  ^^^H 

lorquc  no  te  obli{;ue  Alberlo 
i  que  con  ella  te  cases. 

seAot,  con  tan  gran  secicio,                  ^^^^1 

que  no  U  viese  CUrin                                ^^^| 

H    Alurto.  FedoTko,  si  tcneiru» 

por  todo  el  camino?  Y  tengo                      ^^H 

OJOS.  &  razón,  si  lej. 

lusia  raxón  de  quejarme,                           ^^H 

SI  trato  humano,  ^quí  es  CStú.^ 

puei  siendo  liel  me  has  puesto                ^^^| 

jCómo  niegas  á  los  ojos 
to  que  con  los  ojos  vcmo»? 

con  dos  vueltas  á  la  llave                       ^^^H 

silencio  .'i  tus  pensamientos.                  ^^^H 

.{Por  qué  i  la  razón  tu  pena? 

B  nséñamela  siquiera,                           ^^^H 

¿Porqué  .i  la  ley  el  derecboP 

sepa  yo  s>  la  mi^e/co                         J^^^l 

^g            co»£niA3  DC  Tipso  oe  M0I.I.'<A. — TOMO 

17        ^^1 

35ft 


LA  tnVIVH   POR  FUERZA 


CLAnfn. 


CONOK. 

ClarIn. 


por  to  qac,  en  ñn,  te  he  servido 
y  mi  paJfc  i  tus  abuelos. 
iQaí  Ulie,  qué  rostro  (lenc, 
qut  brío,  quíenlendimienio? 
Que,  pues  lü  In  tt>'*^'l*>  linio, 
debe  de  ser  de  los  cielos. 
CoKDB.     Ellos  se  duelan  de  mi, 
pues  i  núceme  padezco 
tan  grande  persecución. 

Y  tu,  vitURO,srosero, 
^también  ayudas  i  quien 
eusia  dt  quitarme  eJ  teu>? 
ScAor,  icnie,  que  no  es  juMo 

3ue  juzgues  airevimientu 
ecir  lo  que  dicen  todos. 
^Oómo  lodos.* 

Lo  primero, 
dice  Florcla.  scltof, 
que  vi6  i  Finca,  y  haciendo 
«xucnios  por  tus  injurias, 
daba  perlas  y  oro  al  suelo: 
ésias  de  sus  oellos  ojos, 

Y  esotras  de  sus  cabellos. 
Lo  segundo,  dice  el  Rey 
y  [os  grandes,  que  estuvieron 
én  la  cámara,  que  han  vislo 
á  Finea,  que  pidi«ndo 
justicia  movió  i  piedad 
cuantos  la  vieron  y  oyeron. 

Y  porque  no  puede  ser 
que  lo  línjnn,  dice  Alberto 
que  cssu  hermana:  pue^^qu^  quieres^ 
Todos  mienten^  vive  el  cielo, 
que  si  me  dijeran  todos 
que  era  caballo  ú  jumento, 
que  en  una  caballeriza 
pusiera  á  un  pesebre  el  pecho, 
y  que  si  dijeran  que  era 
murciélago  ó  cuervo  negro, 

3UC  me  arroiara  i  volar 
csdcun  Lorfcdor  de  aquestos. 
Hace  entender  una  dama 
ásu  marido,  que  viendo 
csií  el  mancebo  que  viene 
i  su  cosa  por  momentos, 
que  es  por  una  prima  suya; 
y  mil  veces  los  hijuelos 
que  salen  zarcos  y  rubios, 
siendo  el  hombre  pelinegro, 
que  se  parecen  á  un  (lo 
quo  ora  colorado  y  fresco. 
y  críalos  el  tal  hombre 
como  si  fuera  su  ducflo. 
Hace  entender  la  doncella 
á  tu  nobl«  padre  viejo 
que  loma  acero  en  Abril, 

V  sale  vivo  el  acero. 
Hace  entender  la  soltera 
que  tiene  treinta  requiebros, 
que  son  lodos  primos  suyos. 

V  crteilo  todos  ellos. 
Hace  la  viuda  entender, 
con  mis  locas  que  un  armenks 
que  es  bayeta  lo  que  visic, 
y  es  oro  todo  el  manico: 
lY  no  quieres  tú  creer 
ib  que  todos  estin  viendo? 


Acaba  ya,  que  es  locura 

n^ar  lo  que  ven  los  ciegos. 
CoKDi.     Inlame  ^qu¿  es  lo  que  dices? 

¿hablas  conmigo?  ^-qué  es  esio? 
CunfK.    Tente,  señor. 
CoNDit.  ¡Vive  Dios, 

que  de  temor  me  deiengol 

iPof  quidirélsqucestov  loco? 

Pero  vodebo<k  serlo:' 

acabó'se.  yo  lo  estoy; 

jilo  oue  lodos  dicen  niego? 

Por  Dios,  que  si  el  ma^or  sabio 

Sue  vieron  latino  6  griego 
leiias  ó  Komn,  fuera, 
que  le  qutiarin  el  seso. 
Pues  quitara  yo  la  vida 
i  quien  me  tratare  de  oto. 
ClakÍm.   SeAor,  Soñar,  yo  nudigo 
que  lo  he  visto  ni  lo  creo, 
sino  que  lo  dicen  todos. 


ESCENA  XI 

OtcMMfFiíCÁ.cBíHlUMraih  pul*. 


fo' 


FlXKA. 

CLAafx. 

COHI». 
FlXEA. 


Con». 


ClakIm. 

FisiíA. 

ClahIn. 

PlNBA. 


^EsU  aqui  el  Conde? 

A  buen  tiempo... 
,-Qu¿  quieres,  Celio? 

Seftor, 
por  muchos  años  y  buenos 
te  cases  con  esa  dama 
que  en  lanto  rigor  ic  ha  puesto, 
que  no  hay  en  todo  palacio 
otra  cosa¡;  y  yo  me  huelgo 
por  lu  honor,  que  murmuraban 
mil  envidiosos  j  necK». 
Vila  salir,  y  por  Dios 
que  es  eatlarda  en  todo  extremo, 
y  que  debe  de  tener 
"no  menos  en icndi miento. 
Bien  haces  en  atajar 
el  curso  de  esioi  enredos, 
que  me  dicen  es  muy  noble 
y  rica  de  hacienda  y  deudos, 
y  que  lo  dlsie  en  Hungría 
fMMbra  con  juramento 
que  serlas  su  marido: 
pues  con  esio  has  i*ti%f«ho 
el  Rey  de  alli  y  al  de  acá 
y  no  monos  al  del  cklo. 

(.f<i<d  la  upaáé  (ICoBd 

Finatmenio  infame^  • 

el  que  primero  huyere 

poJri  vivir. 

¡La  espada,  seüorl  jquí  es  esio? 

fPues  tú  para  mi  U  espada? 
luye,  no  le  ai|uafdcs,  Celio. 
Pues  «por  qu¿  no  me  avitabas 
que  ot  Conde  estaba  sin  seso?  _ 


t    E*i*  pacaicMii  iÍeUi)oe*i(t<aieiii««ie.  Cl  tditeír 
de  latCanMKdiMC'fUat  to«ani«n(ldaiJ: 
COHDi.         ilBrimctt  Ki  ijoc  prJRitfn 

,  huferc,  poirl  lirit. 

CLAalii.       |La  «pul*,  i«*or!  (qa«  ci  etlof,  ew. 


^           JORNADA 

TERCERA                                                            S59           ^H 

^^^^^^^^ESCEN^Ir 

ya  voy  cobrando  valor;                         ^^H 

^^^^^P                                     Rl 

mire,  scftor,  vuestra  aliexa                     ^^M 

^^^^                                      j»"     »'*'''■'•' 

U  noblcia  de  mi  casa.                             ^^M 

Acabóte,  fortuno;  yo  estoy  loco; 

Rkv.         íQuí  presto  á  otras  cotas  pasa!               ^^H 

no  tengo  que  esperar,  pues  un  lacayo 
y  un  paje  liefi<;n  mi  vHior  en  pnco. 

Ya  trata  de  «u  nobleza.                            ^^H 

Yo  le  Quiero,  l.udovico,                        ^^H 
curar  de  aqueste  accidente.                    ^^H 

¡Abrase  uta  mujer,  del  cielo  un  rayo! 
Pero,  por  Dios,  que  í  veces  me  provoco, 

Mahq.      Bien  es  oue  su  alteza  intente                  ^^H 
su  remedio.                                           ^^H 

si  bien  me  causa  i»n  morial  desmayo, 

presumir  de  que  debe  de  ser  cierto. 

Rkt.                         Federico,                              ^^H 

)'  ouc  se  queja  con  razón  Alberto. 
'    As  debende  estar  los  que  enloquecen 

vos  tentades  razón,                                ^^H 

y  Alberto  no  la  trnla.                                ^^H 

como  yo  ahora,  no  creyendo  nada. 

que  Finca  está  en  Munucrla                     ^^H 

á  quien  varias  fmÍK^es  se  ofrecen. 

V  niega  vuestra  afición.                          ^^H 
Sosegaos,  volved  en  tos,                          ^^H 

nubes  de  confusión,  alma  turbada. 

L'n  rey,  un  reino,  crédito  mere.'cn, 

que  no  os  habéis  de  casar.                      ^^H 

pues  todos  esta  dimade^idichada 

Con».    (4;>,)(E1  Rey  mequlereantiaftarT             ^^M 
pues  no  lonadehacer,  por  Dios.)           ^^M 
Señor,  si  hasta  ahora  he  sido                  ^^M 

vieron  y  hablaron,  que  con  la!  ctiidado 

me  pide  la  palabra  que  le  he  dado. 
Un  Rey.  ,-d¿ndc  no  fui  siempre  creldo^ 

rebelde  en  no  conocer                            ^^H 

íquí  ley  no  le  da  fe.  si  él  solo  jura^ 

que  os  Finea  mi  mujer                              ^^H 

Pues  luego  ^cuántos  hombres  han  tenido 

y  quede  allA  la  he  traído,                         ^^H 

noticia  de  mi  cngaAo  y  mi  locura^ 

sabed  que  !anbli}:ación                             ^^H 

Kl  seso  tcn^o,  vive  Dios,  perdido; 

y  amor  que  tuve  i  KIorela                         ^^H 

maa  que  «c  del  cielo  todo  me  asegura. 

me  obli};aba  i  la  cautela                            ^^H 

jNo  estaba  cuerdo  yo*  ^puet  cómo  es  esio^ 

que  puse  en  ejecución.                           ^^M 

«quéhechixoinfaméentanto  mal  me  ha  puesto^ 
(Si  hablé,  si  dije  amares  á  Kinca 

Ya  que  esiíis  tan  eno).ido,                        ^^M 

no  es  razón  que  por  su  gusto                 ^^H 
pase  adelante  el  oísgusto                         ^^M 

mientras  duró  en  Munfcria  la  emi>apad>.* 

Que  no  es  mucho  que  loco  de  U  idea 

con  aue  me  habéis  castigado.                  ^^H 
Mandad  que  venga  Finea,                        ^^H 

la  tenga  ya  confusa.  6  ya  borrada. 

Mas  com»  quiera  que  el  suc«to  sea. 

que  yo  me  quiero  casar.                         ^^H 
Rey.         Pues  yo  os  quiero  perdonar                   ^^H 

cumplir  <s  justo  la  palabra  dada: 

oue  ti  yo  la  gocé,  no  es  bien  ni  apruebo 
fallar,  por  no  acordarme,  i  lo  que  debo. 

como  vuestra  mujer  sea.                        ^^H 

ycrecd  que*ceflar¿is                            ^^H 

Quiero  decir  al  Rey.  para  que  oueda 
detenojar  al  Hcy,  que  fu<í  ucciurnie: 

«n  hacer  lo  que  es  tan  justo,                  ^^H 

dando  á  todo  el  reino  gusto,                    ^^1 

y  quiero  catarme,  con  que  queda 

por  la  opinión  que  tenéis.                         ^^H 
balde  la  espada  que  ya                           ^^H 

H      mi  seso  en  pax  y  libre  de  esta  gente; 

H     que  fuera  de  pedir  que  me  conceda 

puede  ceñirse  la  espada.                          ^^M 

■     perdón,  no  puede  haber  cosa  que  intente 

por  quten  mi  corona  honrada                 ^^H 

H     que  de  más  gusto  en  mis  desdichas  sea, 

en  tantas  partes  está.                                 ^^H 

■     pues  veré  por  lo  menos  i  Fines. 

Id,  Federico,  en  buen  hora                       ^^H 

■ 

i  vuestra  casa,  y  tracriís                        ^^H 

■ 

i  Finea,  porque  deis                               ^^H 

■                            ESCENA  \ril 

su  honor  i  tan  ftran  seílora.                   ^^H 

^B                        El  lMt,*l  MA»^t¡U  y  ti  CoKot. 

que  os  )uro  que  es  la  aue  tiene                 ^^H 
mis  sangre  del  rey  de  Hungría.                ^^H 

H    Makq.      La  espada  tiene  desnuda; 

Conde.     Señor,  la  palabra  mia                             ^^1 

^B                     pienso  que  quiere  matarse. 

cumplirá  yo  si  ella  viene,                        ^^H 

^     ItRT.         ¿Tanto  aborrece  el  casarse, 

que  yo  ¿cómo  he  de  traer                      ^^H 

que  de  la  muerte  se  ayudad 

la  que  no  tengo  ni  he  visto^                     ^^H 
RsT.        Mucho  he  de  nacer  si  resisto                  ^^1 

.Mahq.      Ul^ue  vuestra  majestad, 

^m                     que  es  justo  favorecer 

en  tanto  enojo  el  poder.                         ^^H 

^B                    un  caballero  que  ayer 

«No  confesásieis  aquí                              ^^H 

que  la  trujisieis  de  1  tungría?                   ^^M 

CoüDE.     Digo  que  verdad  serfa,                                ^H 

^M                  sirvió  con  tanta  lealtad. 

■     Rev.        ¡Ah!  Federico,  ^qué  es  ettof 

H                   cP"^  ^"^  "^  tratáis  ast^ 
■     COKoe.     i  Uv  mis  que  pase  por  mi? 

puesto  que  yo  no  la  vi.                              ^^H 
MAaq.      Mira,  señor,  que  esii  loco.                      ^^H 

H                     Aiufén  en  tanto  mal  me  ha  puesto? 
H    RcY.        Ouitaldc  la  espada  vos. 

Rer.         Traedla  lucfio,  6  haré                            ^^1 
que  os  prendan.                                      ^^H 

^^    CoKDi.     Bien  digo  yo  que  estoy  loco. 

CoHDK.                              Yo  ta  traeré:                   ^^M 

^B    Aev.         Qgkn  el  alma  tiene  en  poco, 
^M                  Conde,  no  conoce  t  Dios. 

vuestra  alteza  espere  un  poco.                ^^M 

(Yo  vov  por  ella,  y  no  sé                        ^^H 
dónde  ta  tengo  de  hallan                        ^^H 

^1    CoNDK.     Tras  ser  loco,  ifan  señor. 

^^                   ¿eso  me  añaden  ahora? 

lero  andaréla  i  buscar                           ^^H 
hasta  que  con  ella  dé.                                ^^H 

^H                   Ya  mi  fortuna  melora. 

^^K^    a5o                                    LA                                                              ^^^^^^1 

^^^^^B                 Pues  iodo  ct  poiiof  m<  íaeri» 

CUTO  talle  mi  allci¿fl,                    ^^M 
fuera  de  su  san^iie  adnia.                  ^^M 

^^^^^H                de  un  iU-y,  qur  vengo  á  crMr 

^^^^^H                 i  i^uc  lengo  de  tcnct 

Rkt.         ;Que  dicesf-                                     ^H 

^^^^^^                 aqucsin  mujcf  por  fuerzs.)    {Vatt.) 

FiOHRLA.                    güero  lo  sú,                ^H 
V  le  hablo  cada  oia.                         ^^M 
So  será  mucha  osadía                     ^^M 

■              FtEY.         tdcon  él,  Murquv^,  notiagj 

■  ct  Conde  aluún  desalmo. 

■  AIauq.      NodeJRllcdeiMfnino. 

que  la  sangre  que  heredé                   ^H 

^^^                          porque  el  honor  snUirac* 

se  atreva  al  rey  de  Aragón.              ^^M 

^^^ft                         ik  Un  pimcipal  mujer. 

Rkt.          No,  F'loiela,  que  bien  puedes            ^^M 

^^^r                         anicid«  mtyof  locura.      (r<u() 

iguatalle.  y  .lun  le  evccdet               ^^| 

V               RKt.          Bien  pudtcrii  su  hermosur» 

en  pacte,  ouc  menos  son.                 ^^| 
F[.oeKL<.  Va  eniieudo;  las  que  podía               ^^M 

»^^                 -      su  necio  «mor  merecer. 

^^K                         ¡Que  lanío  A  Florcta  e^linul 

tener  de  alguna  humildaJ.                ^H 

Mi  amor  y  su  voluntad.                    ^H 

para  tanta  dicha  mía,                        ^H 

^^^f 

nene,  seilor,  i:onccrtadú.                   ^^M 

^                            i:t  nxry  Pi.aari.ji.fAK  hmhIh 

si  gustas,  que  nosca^mos.               ^H 

ni>  porque  los  dos  leñemos               ^^M 

^^H        Plómela,  ia^)  {E\  Kev  esti  hnblnndo  en  mi: 

mis  que  el  hnbedo  tratado.             ^^M 

^^^^                      á  buvn  tkmpu  vine  squi: 

llame  dicho  que  ic  hable.                ^H 

^^^^^^_                oír  mi  nombre  me  iním*-! 

que  sin  tu  k'>s[o  y  favor                   ^^| 

^^^^^K                  Tengo  por  dlchob<  i^ücru 
^^^^^F                 que  li&ble  rutsira  nlie/u  en  in!. 
^m             Rkt.         No  (u¿  en  lu  favor,  queatti 

no  ^e  atreve  y  tiene  amor.                ^^M 

Itrr.          li I  es  suceso  notable.                         ^^M 

Hui'lgome  de  tu  ventura.                  ^^M 

H                             mcDus  obligarte  espero: 

qur  me  dicen  que  el  infante              ^^M 

H                             ames  csiof  enojado. 

es  gallardo  y  arrogante                    ^H 

■  Florkla.  Pues  yo.  s<-/lor.  ^le  hf  ofendido? 

■  Rey.         Si  es  Federico  marido 

de  sjU  ingenio  y  su  hermosura;        ^H 

y  aun  presumo  que  l«  vi                 ^^M 

K^^                       de  mujer  que  ha  disfamado 

alfiuna  vc^  retratado.                      ^^| 
^Dúnde  cstd?                                  ^H 

^^^L                        y  trald»  dc^dc  Miiniiiia, 

^^^K^                  y  siendo  más  generosa. 

Flodüla.                       Como  criado             ^H 

^^^^^H                 «-parécete  jusia  cosa 

del  Conde,  á  quien  sirre  aquí,         ^^M 

^^^^H                quitirwletu  poifia? 

está  en  su  casa,  señor.                    ^H 

^^^^^M                  jEs  bien  que  lu  necio  nmor 

Rev.         ^Este  enredo  mis  tenía                   ^^M 

^^^^^B                   miga  Mn  mentid'!  bI  Conde? 

el  Conde?                                        ^^M 

^^^^^L                 {Esto,  rioreta,  responde 

Plopcla.               HallAle  en  Hungría           ^H 

^^^^H               al  gcneroio  valor 

sin  conocer  su  valor,                      ^^M 

^^^^^^               de  tus  padfc«.  tu»  abuelos. 

y  i  Ñapóles  le  ha  traído;                 ^H 

^r                            de  tu  casa,  i  quien  lie  hur.rado^ 

sólo  A  mi  se  ha «tescubieno.              ^H 

^^^       Ft-ORELA.  iQue  mal  Imnritn  informando 

pBY.          Del  Conde  tengo  por  cieno               ^^M 

^^^B                         gran  scftor,  ajenos  ccios! 
^^^^^^                  Ni  ai  Conde  quiero  querer 

que  es  el  hombre  mas  fingido         ^^M 

Y  de  mayores  enredos                     ^^M 

^^^^^^h                 ni  tengo  por  que  estorbar 

<)Ue  hay  en  el  mundo.                     ^^M 

^^^^^^B                 que  le  deje  de  pajear 
^^^^^H               a  Ion  principal  mujer 

FtORKUt.                                    Seflor,           ^H 

ya  sabes  que  es  el  amor                    ^H 

^^^^^P                 lo  que  dicen  que  le  debe: 

todo  esperanzas  y  miedos.                ^^| 

^^^^^^                  á  oira  cosa  vengo  yo. 

Haxme  este  bien.                            ^^H 

H               Hki.          Pues  el  Conde  me  cngaíl6, 

Rry.                                    Si  haré;                ^H 

H                                sino  esoue  su  amnt  le  mueve,      j 
■                PLORCt  A.  El  lo  debe  de  pensar,                       1 

no  tengas  pena.  Ploréis.                 ^H 

Pl.Ol'StA.  Mi  remedio  me  desvela.                     ^^M 

■                             que  es  bombee  de  puco  seso. 
H              Rbv.         Bien  se  ha  visto  en  el  exceso 

Rrv.          Va  que  tu  ventura  fui,                     ^^í 

no  lo  perderás  de  mi,                             1 

H                             con  auc  ba  dado  en  por^r 
■                             auc  a  Finca  no  tenia, 
^^^_         Flomela.  Mintió;  que  la  he  visto  yo. 

que  hoy  tengo  de  hacer  de  modo          J 

que  tenga  remedio  todo.                        1 

ílHola!                                              ^J 

^^^b                        con  que  me  desengañó 

^^M 

^^^F                      del  cnftaño  en  que  vivía. 
V             ttKY.         Pues  di  ahora  lo  que  quieres, 

^^^M 

ESCENA  .\V                       ^H 

H                             si  libre  del  Conde  estás. 

H              VumrxÁ.  Tú,  que  tanto  aumento  dat 

t>iaiM  r  ■"  CaMii«i                   ^^1 

^^^                       al  honor  de  las  mujeres, 

^^H 

^^^L                        grun  señor,  con  tu  favor. 

CnikDo.             átiiot.                               ^H 

^^^P                        oye  un  notable  secreto 

Rki.                                Traed  aquí                   ^H 
al  Conde,  Alborto  )  Pinta.              ^^M 

^^i                           que  e^  de  m¡  remedio  efeío. 
H             Rsy.         Díbesme,  Florela,  amor. 

FtoNKi.A.  Harás  de  tu  ftnn  valor                     ^^| 

■             PtoacLA.  En  Nápoicsestá  ahora 

cosa  lan  di^na.  señor,                      ^^B 

^t                            don  Alonsodc  Aragón, 

qtiG  famosa  al  mundo  sea.               ^H 

^^^^H 

TEftCERA 

^^^H                 ÜSCbNA 

Rer. 

^^^^^^^              Dichot  y  lale  AtasoTO. 

Albekto. 

H      Albehto.  D«sc«oáo,  invicto  Rey, 

H                     cobrar  mi  honor,  que  mis  deudos 

^^^^               con  mis  vaioT  por  ventura 

^^^L              muelen  el  húngaro  reino 

C0»0K. 

^^^1               sin  que  i  tu  tierra  se  attcvan, 

^^^H              vengo,  como  ves.  resuelto 

^^^B              á  pedirle  una  merced 

^^^1              de  tu  valor  utis fecho. 

^^^1              El  Cunde  ahora  me  habló; 

^^^H               dkcme  que  «stá  contento 

^^^H               de  casarle  con  mi  hermana. 

^^^M               que  f-c  la  di  si  la  tengo. 

AtJENIO. 

^^^1                porque  il  no  la  vio  en  su  vida, 

^^^1              ni  puede,  no  la  teniendo 

CoM>e. 

^^^B              casarse:  de  donde  ya 

^^H              imagino  que  la  ha  muerto. 

Rsv. 

^^^B              Si  ha  muerto  i  mi  hermana  el  Conde, 

AUHERTO. 

^^^B              como  infame  caballero 

CONDK. 

^^^1               ha  procedido,  seAúr: 

Al.RKKTO. 

^^^B                verdad  es  que  la  sospecho. 

COMDB. 

^^^B                Pues  el  remedio  que  hallo 

Albkrto. 

^^^B                es  pedirte  contra  é\ 

Rsv. 

^^^H               campo,  que  es  justo  derecliu 

Klovela. 

^^^1              en  coMS  que  son  dudosas. 

^^^B               Cónchemele,  que  quiero 

^^^B                matarle  si  estl  culpado. 

^^^B              porque  si  no,  quiera  el  ciclo 

^^^B              aue  me  dé  la  muerte  á  mi, 
^^^"^              oc  que  ya  tengo  deseo. 

Ret. 

H^      Rer,          Alberto,  si  el  Conde  dice 

H                     que  acepundii  el  casamiento 

H^                    le  pondrá  en  ejecución 

^^^_                j<^uÉ  otra  Tuerza  hacerle  puedo^ 

^^^B                Si  de  pedirte  á  Fmea 

Finia. 

^^^B                presumes  tú  que  la  ha  muerto, 

CuihÍn. 

^^^B                mejor  es  que  el  desafio 

FiKEA. 

^^^V                  la  teguridad  del  pleito. 

^K                     Pide,  que  yo  har£  justicia. 

Clakís. 

^B      ALBXhTO.  <V  he  de  a^tuardnr  los  pr<icesus 
^B                       sin  honor  por  tantos  dUs' 

KlNEA. 

ClaaIk. 

^J^               jNo  son  mejores  derechos 
^^^K              Tas  espadas  ouc  las  plumas 
^^^B               entre  honrados  caballerosa 

FiíISA. 

ClabIn. 

FlNKA, 

^^^H 

Clabíh. 

^^^H 

FiKEA. 

^^                       ESCENA  XVII 

H           Dicno*,  ti  CoNM:,  «r  M.iiiQfuris,  Ct-At^lü  y  ¥mx, 

Flomil-a. 

■                                         i»  rúft. 

Finca. 

■       CoNDC.     Si  su  alma  otorga  el  campo. 

H                        respondo  que  yn  lo  acepto. 

R£Y. 

■        Mapq.      -Mira  que  está  el  Ke)r  aquí. 

B         Rkv.          En  confusión  habñs  pucstOf 

K                      Federico,  el  reino  todo. 

^ft                       V  aun  los  reinos  extranjeros. 
^^^                Nunca  fuéradcs  á  Huntiría. 

FlSÍA. 

^^^K                 que  tanto  mal  habéis  hecho 

^^^P                 y  lanías  honras  quitado. 
^^^  Conde.     Scflor.  aqui  lcn){o  el  cuello; 

^^                       mandad  cortarle,  señar. 

Rey. 

^^^B                 pues  i  serviros  no  acierto; 

Fine.».* 

^^^B               que  nací  tan  desdichado. 

^^^^^^H         que,  por  mit  que  os  obedezco. 

Re». 

^^^^^B        no  ot  Kterto  á  obedecer. 

FlSEA. 

261 

Miiod  lo  que  dice  Alberto, 

que  es  la  pane  que  se  queja. 
.  Digo,  Soñof.  que  sospecho 

que  el  Conde  h«  muerio  A  mi  her> 

pun  acepta  el  casamiento      [mana, 

y  dice  que  no  la  tiene. 

|V¡\e  Dios,  que  no  la  lengol 

Denmenla,  que  luego  al  punto 

le  dar^  U  mano,  y  ciento 

le  dieta  si  lax  tuviera, 

porque  iodo  mi  deseo, 

luera  de  aiíradaf  al  Rey, 

es  dejaros  satisfecho 

del  honor  que  habéis  perdido. 
.  Pues,  Federico,  yo  os  reto 

de  traidor  y  os  desafio. 

Vo  acepto  el  campo  y  me  ofreico 

á  sustentar  que  mentís. 

Y  yo  á  los  dos  le  concedo. 
.  Bisóos  mit  veces  los  píes. 

Yo  también  los  pies  os  beso. 
.E«lo queda  bien  asi. 

¿Para  cuándo? 

Para  luego. 

Basta  que  mañana  sea. 
,  Ya,  señor,  que  queda  esto 

á  las  armas  remitido 

de  tan  buenos  caballeros, 

ahora  tienes  lugar 

de  ejecutar  el  concierto 

que  te  dije. 

t Dónde  está, 

oue  yo  también  lo  deseo, 

don  Xlonso  de  Aragón, 

que  quiero  honrarlo  por  deudo 

y  saber  su  voluntad* 

KAp.'i  Hoy  me  ¡¡.ano  ó  hoy  me  pierdo. 

Celio  ¿de  qu¿  estas  lemblaador 

«No  ves  hablar  en  secreto 

al  Rey? 
Si. 

Pues  de  mi  habla. 

jDecsú  tiemblas^ 

Deso  tiemblo. 

^Pucs  que  trata  con  Floréis* 

Ciertas  cosas  que  yoenilcndo. 

¿So  las  puedo  yosabcrí 

Clarin.  sabtinse  tan  presto, 

que  nii  hay  porqué  (as  pregonits. 
.  l.le>;ad  cerca,  scfior  Celio, 

úue  su  nlieüa  os  quiere  hablar. 

(bien  temeíoso  me  acerco.) — 

,:Qué  me  manda  vucslra  alle»^ 

f)on  .\lonsu,  ya  no  es  tiempo 

de  encubrir  vuestra  persona. 

Dadme  los  brazos,  que  quiero 

casaros  hoy  de  mi  mano. 

Señor,  Is  palabra  acepto 

y  estimo  tanto  favor; 

pero  sea  el  casamiento. 

^i  vos  fuéredes  servido, 

con  quien  ya  le  tengo  hecho. 

Eso  mismo  quiero  yo 

V  saber  con  quién  espero. 

Con  el  conde  Federico. 

I  Vos  con  el  Conde!  ^Quí  es  esto? 

^Esto  os  causa  admiración^ 


a6a 


LA  MUJER  pon  rUCRZA 


Rir.        jNo  se  acaban  los  taitdaí 
del  Condc^ 

CoNM-  S6lo  me  falta 

para  remaiarol  ímo 
lo  que  dice  aqucsii-  paje — 
Hombre  ^«lís  en  ti? 

FiNZA.  No  puedo 

aer  hombre,  que  ú  lo  fuera 
no  tratara  el  ca&amkoto 
coDti(¡o,  que  me  has  costado, 
Conde,  irabajos  intnenu» 
desde  ci  dia  que  ic  vi 
en  liungda,  pues  siguiendo 
tus  pasos  con  loco  amor 
con  tal  confusión  he  puesio 
al  Ruy,  á  Alberi».  i  Florela 
y  á  li.  Pero  el  Rey  y  Alberto 
y  Florela  sepan  hoy 
que  aunque  me  has  visto,  y  sjrvkmto 
tu  persona  csioj'  cüniigo, 
nunca  supiste  el  suceso; 
que  en  cl'ecio  soy  Finca, 
que  de  aqueste  atre^imiofllo 
l«  pido  perdón  at  ttcy, 
i  ii,  A  Florete  y  Albetto. 

Rir.  |Hay  suceso  lemcjaniel 

ClakIn.    «y  a  mi  nuf  ¡Viven  ha  cielos, 
oue  si  lo  hubiera  sabido...! 

CoNDK.     íEi  posible  que  tú  has  becbu 
lamo  mal  á  mi  inocencia^ 

Rbv.        Fnlerico,  ya  no  es  tiempo 


dcexaminur  el  amor, 
de  quien  laimos  y  griegos 
tantas  cosas  tian  eív'rito. 

FLOSKtA.  Su  poder  conozco  inmenso; 
pero  (Ct  efecto  de  amor 
la  burla  de  que  me  queiu 
i  tu  iusticia^ 

Krt.  Florela, 

y  \it.  Conde,  estadme  atentos,    y' 
Hoy  mi  voluntad  es  ley.        / 
Que  sea  Finca  quiero        ,-■' 
mujer  del  Conde,  que  es  fustu 
de  sus  trabajoi  el  premio. 
Yo  no  tengo  por  traiciones 
la»  induMnat  del  injüenio, 
may»nnenie  cuando  amor 
a\'uda  al  entendimiG.iio. 
Todo  hade  quedar  en  pai: 
4ale  lu  la  mano,  Alberto, 
á  Florela:  en  lo  demds 
pongo  perpetuo  silencio. 

CtAHh.    <No  le  dan  nada  á  Clarín? 

Fl^tA.      ¿No  basta  quesatisícvho 
quedes^ 

CLAhJK.  jDe  qu¿* 

FtnsA.  De  l-'enita, 

pues  como  estaba  la  dejo. 

CoHOE.      Aquí,  senado,  se  acaba 

La  mu/er  por  fuerza,  haciendo 
de  la  fuer»  voluntad 
con  que  serviros  dcs«o. 


PRIMERA  PARTE 

rilOSFEliA  FORTUNA  DE  M  MiRO  DE  LUNA 

Y  ADVERSA  DP:  RUY  LÓPEZ  DE  ÁVALOS 

CUMEUU  FAMUSA  M  E  MAESIfiÜ  TlitSO  DE  UOUKA 


Reprttfntóla  VdUií. 


PERSON  AS 


El  hey  Don  Jcak  dc  Castilla, 

El  Infante  Dt  Araiíóx. 

Don  Auvako  de  Luna. 

Jijan  ds  Me.-<a. 

Rut  Lórní. 

Ai.ron&o.  Hey  de  AragÓH. 


I.A  Ixt'ANTA  DE  CaSTILUI. 

DoRa  Elvuia,  Jama  de  la  lufaiaa, 

Hmw.'aJ^"^'''''*'*''^^"^*- 
IkAs,  criada  de  doña  EIrira. 

PAaLtl,L(». 


JORNADA  PRIMERA 


ESCENA  PRIMERA 

^iiic  ¡.lugu  H»  Pxit. 

Rv. 
¿<¿aé  hon  ei? 

GahcIa. 
ScAof,  U$  nueve. 

Kl-y. 
A  U  vejef  cuatquierA  mal  se  atreve. 
Tatde  me  Iwamo: 

mi»  coniinuos  achaques  lo  hía  catuado. 
Hijos,  vcsiidme  aprisa, 
porque  anirs  que  i  palacio,  vaya  i  misa, 
ilcrrcta,  Juan  García. 
•  mucho  huelgo  de  vcfus,  i  Ec  mía. 

(JAHClA. 

Ta  vida  el  délo  aumcnie. 


Ruif. 

Amigos,  ^quf  se  dcbcá  a<]uelU  gente 
que  lie  sentido  allá  lucrar 

ÜKRReaA. 
Nada,  señor;  son  pobres, 

Rut. 

Pues,  Herreta, 
jno  es  deuda,  y  muy  debida, 
la  limosna  que  piden  por  mi  vida? 
Que  nunca  el  pobre  aguarde; 
la  limosjta  donace  el  darla  tarde. 
Dadme  capa  y  espada, 
que  se  alegra  el  día,  y  si  le  agrada 
salir  al  campo  agora 
al  Kcy,  nuestro  sertof.  pienso  que  es  hora 
de  verle,  que  ha  tres  oias 
que  no  ic  vi  por  las  dolencias  mías. 

VspASa. 

Este  papel  te  envía 
el  marqués  de  Villcoa. 


^ 


264  rftÓüPCItA  rOKTI'NA  01:  b.  AlVAKO  y  At>Vt:itSA  OK  ItUT  LÓl-EZ 


RvH. 

El  que  solia 
t«ner  un  grinde  eiliido, 
y  agora,  i'on  tuh  libriM,  retirado, 
conietnpla  Ib%  eilrettai, 
adivinando  lo  futuro  en  ellu. 
Sal,  y  juma  esa  pu«ria.  (^i  f^^,} 
Aunque  no  nos  prcdke  cou  cicfta 
la  docta  a&iroiogía. 
á  Knrique  co»sul(¿  la  dicha  mía, 
y  en  éste  me  responde 
el  ñn  gue  á  mi  vejez  ti  ciclo  ascondc, 
d«  vanos  astros  lleno, 

tUt.)  «A  Don  Ruy  López  de  Avalos,  elfiucno.» 

Mejor  a  que  lo  fuera, 

y  que  el  mundo  este  nombre  nu  me  diera. 

(fxrO^^uando  leavucicAoria  este  papel,  esta- 
rá coo  dos  criados  suvof,  los  que  miis  quiere: 
rl  uno  seti  cicmplo  de  tcalud.  y  el  otro  de  la 
uaición;  el  uno  caiixirá  su  ruin*',  y  el  giro  sera 
restaurador  de  iu  honra.  I>e  illl  a  pocos  dias 
cnirari  en  <u  cau  quien  le  ha  de  suceder  en 
RUSestidus,  y  vueseñvria  será  reliz  en  sucesión, 
ni  desdichado  en  sus  úliimos  dUt.  —  üon  ¿n- 
rifue.* 

iQat  decís  dcsto  los  dos^ 
lUaatRA.Que  el  prudente  predomina 

los  asiros  de  lux  divina, 

y  sobre  lodos  es  IJim. 

Si  voy  siijuicndo  tus  huellas 

y  lusejemplus  «j¡»'. 

claro  está,  setlur,  que  en  mi 

han  mcniido  las  estrellas. 
DarcU.   Si  real  papel  se  debiera, 

como  i  precepto  du  thm, 

me  pesara  á  m!  por  vos, 

Alvaro  NúAcx  de  Herrera: 

pues  halUndomc  fVcl 

con  Ruy  Lüpeí,  mi  señor, 

A  vos  ítfia  el  iraídor 

ó  ha  meniidrí  ese  papel. 
HcaBEHA. Córdoba,  mí  patria,  sabe 

que  jamás  auravío  he  hecho, 

y  el  hábito  de  mí  pocho 

nos  dice  que  en  ¿I  no  cabe 

semeja  me  des  lealtad: 

y  asi  es  consecuenciu  mia 

queel  traidor  es  Juantiarda, 

SI  el  papel  dije  t  erJad. 

Basta,  niim,  que  seAates 

vencen  virtud  y  prudencia, 

y  esa  honrosa  competencia 

os  da  8  los  dos  por  leales. 

ScAor...  scAor... 

¡Con  qu£  susto 

cntrasl  Prosigue,  <qu¿  pasa? 

Su  majestad  entró  en  casa. 

Grande  amor  ú  grnn  divKUslo. 

Buenas  albricias  mereces, 

y  m>  es  nuev»  para  mi 

que  revés  entren  uqui. 

Au  padre  entró  muchas  veces, 

auni^uc  esta  me  maravilla. 

A  rccibille  saldré. 


ESCENA  II 


Dli'IIM  }' 

Rbt. 


Rey. 
RtíV. 


Rcv. 
Riy. 

RlT. 


Ru*. 


Paje. 
Ruv. 

PaiK. 
Rut. 


Kuv. 


i" 


Reí. 
Ruy. 

Hemib» 


Bk*. 
Rlt. 


Rev. 
Buv. 


«f  KtT  r>,»i  ¡«AS,  Ht»a.  y  htíltí  la  t»Vlf*H«. 

Va  no  teníis  para  qué, 
gobernador  de  Castilla, 
Condestable  amigo:  ansi 
se  han  do  vísiUr  tos  hombres 
como  vos. 

Dente  renombres 
de  Alejaisdro  y  César. 

Di 
de  Knrique,  mi  padre,  pues 
á  su  [prnnl  nombre  es  debido 
mis  honor. 

Mf^rre.)     ^Gracia  ha  tenido: 
fué  agudeza  y  verdad  es). 
Hónreme  el  besar  tu  ntano. 
Los  bracos,  padre,  te  debo. 
Otro  honor  es  ese  nuevo: 
nombre  es  esc  soberano. 
Mi  padre,  cuando  murió, 
por  ser  ti!t  el  mejor  vasallo 
que  en  tod>.<s  mis  reinos  hallo, 
mi  nirtcx  te  encomendó. 
Como  á  hijo  me  has  criado, 
y  pues  que  mi  padre  has  sido 
v  mi  ayo,  estcapcllido 
|us;amcnte  te  ha  cuadrado. 
rantu  estimo  que  me  cuadre 
e!  de  subdito,  auc  aún  hallo 
en  el  nombre  de  vasallo 
mis  honra  que  en  el  de  padre. 

(Kn  la  tala  hayan  4¡ntl  ain  lilla.) 
Senlilos,  señcr,  y  reciba 
honra  de  espacio  esta  casa; 
y  no  es  nuevo  lo  que  pasa 
en  ella,  que  ansi  yo  viva, 
que  vuestro  padre  [a  honró 
tres  veces,  v  en  esta  silla 
niniíun  seAor  de  tJaslilla 
después  aci  se  sentó. 
Vuelta  ha  estado  i  la  pared, 
en  scAal  honrosa  y  bella, 
que  el  rey  s<  scnuba  en  etta, 
haciéndome  á  mi  merced. 
Kn  mi  vive  el  mismo  amor. 
Oíd  aparte, 
<.t  l4  gfit}  l>espe|ad, 
que  quiere  su  majestad 
quedar  solo. 
*-  ¡Gran  favor!  (Vtait.) 

ESCENA  III  ■ 

£f  Mv/Rur  Lériij, 

f'Cómo  no  05  cubrís? 

No  pasa 
ena  honra  i  mi  cabe/n: 
porque  es  tanta  la  grandeía 
del  estar  vos  en  mi  ciM, 
Rey  y  monarca  espaAol, 
que  me  deslumhro  con  olla, 
y  cualquier  merced  estrella 
será  delante  del  uil. 
Cubrios,  dadme  ctfo lento. 
Nu  he  de  ser  grande  este  día. 


^^^^^^^m 

PKtMERA                                                           365             ^^M 

^          AcRbad,  pot  vidn  inlg. 

perdonad,  que  bien  le  quise.                       ^^H 
Wbole  el  ser,  y  ansí  el  alma                        ^^H 

H     l4iiT.         Obligóme  el  juramento. 

H     Rtfv.          Mi  pudre,  á  quien  liamii  ul  mundo 
^M                     el  [-.nferma  dnn  tnrique. 

por  los  ojos  se  derrite                                         B 

en  lúrimas.  sí  me  acuerdo                                M 
del  Enfermo  rey  Enrique.                       ^^H 

^1                      inuri('>  cuando  átbn  yo 

^L^              loü  primeros  pasos  libres 

Sus  memorias  me  enternecen,                 ^^H 

^^^K              <Ie  Ik  t  ido.  Jando  al  reino 

y  estas  lágrimas  me  piden                          ^^H 

^^^1              su  muerte  Uk'i'I'íi^  insies. 

como  le^iiima  deuda:                              ^^H 

^^^1             i;>uedii  vo  («n  nifi»  enioncci. 

lllotad,  ojos  infeliccsl                             ^^^^B 

^^^B              qu«en'su  lesianicnto  impide 

Rbt.         Condestable,  si  en  el  cielo                     ^^^^B 

^^^H              que  pueda  coMr  el  reino 
^^^B             hsMa  que  1  cguc  i  los  quince 

ahora  m¡  padre  vive,                           ^^^^| 

el  mismo  amor  hallarais                             ^^H 

^^H             aAos.  y  á  vos.  Condestable. 

en  mis  si^os  juveniles.                             ^^H 

^^^1             gobernador  os  elige. 

RvT.         Ansí,  señor,  lo  he  creído,                           ^^H 

^^^B             con  otros  grandes;  mas  pues 

mas  son  afectos  gentiles                            ^^| 

^^^B             ct  cielo  santo  permite 

del  alma  tales  «fecioSf                                ^^H 

^^^H             que  para  los  quince  nñm. 

y  ansí  suelen  eunvertirse                           ^^M 

^^^H               medio  me  falla,  tuplilde 

«n  ligrimas:  perdonad.                            ^^B 

^^H               Ituy  Lópex,  para  que  yo 

^^^M 

^^^H               esiQK  reinos  adminrure. 

^^^M 

^^^1             Hoy  á  los  grandes  y  al  reino 

ESCESA  IV                                ^M 

^^^H               esTa  petición  humilde 

IhcHM  y  tt  l»«iiTa  aa  A»«m)m,                           ^^^| 

^^^1              !«  propuned.  Conécsiablc. 

^^^H               si  en  a't:o  queréis  ser^'irme. 

iKi'ANTt:.  Sifiuiendo  los  psMs  vine                         ^^| 
de  tu  .Majesiaa.                                       ^^H 

^^^H               pues  á  vuestra  casa,  amigo, 

^^^^               sólo  i  cslc  negocio  vine. 

RxT>                                 |0h,  primo!                     ^^M 

^P     Rvr.         A  estar,  sci^or.  en  mi  mano, 

jQ\ii  hayde  nuevo^f'A  qu¿  venistes?       ^^| 
IitPaNTi.  (.'na  novedad  extraña                                 ^^H 

^F                      úuc  siempre  experiencias  hice 
^f                     ie  vuestra  capacidad. 

le  traigo  á  tu  majestad.                           ^^| 

^^^_               no  fuera  haccrlodiricíl. 

Rey.         Infante,  ¿qu¿  novedad*                           ^^B 

^^^B               *,Oht  iQui  bien,  qu¿  sabiamente. 

Invamc.  Que  está  en  tos  reinos  de  E)p«A«            ^^M 

^^^H                va  severo,  ya  apadblc, 
^^^1               hizo  temerse  y  amarse 

el  Pontífice  romano,                               ^^H 

porque  |untándose  van                              ^^H 
a  Concilio  en  Perpiílin,                              ^^M 

^^^1              vuestro  padre  dun  tinriquel 

^^^B                Acuérdeme  que  una  vez 

Con  un  hijo  desu  hermano,                     ^^| 

^^^1               cazaba  por  diveriirsu 

^ta  etcnbe  para  ii.                                  ^^H 

^^^H               en  las  riberas  de  Árlanos 

Rvf.          Yu  lo  H(;raJezco  y  estimo.                         ^^M 

^^^H                palomas  y  codornices. 
^^^H                Y  como  l'odai  sus  renlai 

Abrid  vos  la  carta,  primo.                         ^^| 

iNt'AKTE.  Su  Santidad  dice  ansí:                             ^^M 

^^^B              M  gastaban  en  las  lides 
^^^B              con  los  moros,  pi>brc estaba, 
^^^B              pero  no  por  eso  triste, 
^^^fl               Llega  al  Ret  su  despensero, 
^^^H                y  con  turbación  le  dice 
^^^H                que  no  tiene  que  yantar. 
^^^H                ni  crédito  Con  que  ñen 
^^^H                el  bastimento  A  su  alteza. 

•A  nuestro  muy  caro  y  amado  hijo       ^^ 
el  rey  dcCastilla.doniuancl  Se^un- 
du.  Cus  cuidados  V  diferencias  en  ouc 

.'lll'                                           '                                                                   M                        ^                          t 

«lalalKlcwa  romana  por  la  elección 
de  irra  Papas,  mc  han  traído  í  Espa- 
ña á  hacer  Concílin   para  unirla  y 
conceriaila.  Desio  doy  aviso  i  vues- 

^^^B                Oblígale  á  que  se  quite 
^^^B              un  balandrán  que  irnia 
^^^B                para  que  le  empeñe  y  guise 
^^^H                al;tn  que  coma,  timpeñúle; 

1                  tr»  majesud,  i  quien  envió  i  don 
Alvaro  de  Luna,  mi  sobrino,  para 
que  le  sirva.  De  nuestro  palacio.—        ^^| 
Brwdicto  Jícimo iricio.»                        ^^H 

^^^H                 no  compraron  francolines: 

Rev.         jOué  os  parece.  Condcsuble^              '^^^1 

^^^B                 una  espalda  de  carnero: 

Ruy.         Que  en  vuestro  palacio  viva                     ^^M 

^^^B               ¡(j>ui'  pobre/a  tan  insigne! 

ese  mancebo,  y  reciba                               ^^H 

^^^B               ',\>¡ic  riqueza  un  gloriosa! 

con  rostro  alegre  y  afable                      ^^H 

^^^B                 iOu¿  modestia  lan  felice! 
^^^B^          Parame  que  le  escucho 

vuestra  majesiad,  porque  es                   ^^H 
hijo  de  un  gran  caUlicru.                         ^^B 

^^^^^^^          muchas  veces  uue  repite 
^^^^^^P          csiB  sentencia  discreta: 

Rey.         Maccr  vuestro  gusto  quicr:».                   ^^B 
Ri^Y,         Mi)  veces  beso  los  pies                           ^^H 

^^^^^H         «mas  tcmi<  yo,  más  me  ailiftcn 

de  tu  matestad,  seisor.                               ^^H 

^^^^^H         las  maldiciones  del  pueblo, 

Siendo  del  i'apu  si>brÍno,                          ^^H 

^^^^^^         qticcon  mucho  amor  me  sirve. 

lisonja  os  hi/o  si  vino                               ^^H 

^^^^r               que  las  arma.*  de  Uis  moro<S-* 
^^^^^^_          Sentencia  de  rey  sublime. 

buscando  Mieslro  (avor,                         ^^M 

Reí.         Entre  don  Alvaro.                                 ^H 

^^^^^^B         l.lei'úscle           íc'inprano. 

^^H 

^^^^^H         porque  Ojos  que  nos  redime, 
^^^^^H         para  si  quiere  los  buenos: 

^^H 

J 

a66 


PRÓSPERA  POBTUNA  DE  D.  ÁLVAHO  Y  AUVEKSA  DE  fcUV  LÓI'EZ 


pAftUU.. 


D.  Alv. 
Paklili.. 


Ihpantk, 
D.  Alv. 

Rey. 
D.  Alv. 

Rby. 


D.  At.v. 
D.  ALr. 


EtKY. 
D.  Ai.v. 


Rev. 
O.  Alv. 


Rtv. 


D.  Alv. 


PAblill. 


Hev. 
D.Alv. 
Pasull. 
D.ALV. 


ESCENA  V 
1>IM«4,  Don  Alta*i«  y  ft.»t  illm. 

tuna, 
tu  loct^  ■  ha  de  ser;  ya  sigo  * 
lu  lux. 

(Santiguan  I  Entre  Dit«  conmiíjo. 
Entre  tu  buens  fuiiuna, 
y  no  iMg&s  poT  ileubchas 
revcrriKiaí  con  corcobosi 
encomiéndale  i  loi  boboí, 

Site  ion  dueños  de  las  dichas. 
Ivaro,  besad  la  mano 
i  su  majestad. 

Los  {ML-S 

bcurd  al  Principe  que  es 
mlx  iluurc  y  subnanu. 
Levaniad:  ¿cómo  ba  venido 
el  Papa? 

A  Eipnóu  ha  llegado 
con  salud  y  con  cuidado. 
Esis  ci&ma  le  ha  iraldo. 
En  la  suya  me  da  aviso 
de  vueiitfu  virtud,  v  atiuf 
quiere  que  os  valgáis  oe  mi. 
Si.  Mñor,  y  hkn  ni«  quUo. 
¿Cómu  le  'dcjíisr' 

Por  ser 
criado  vuestro,  que  ansí 
seré  mis  de  lo  que  ful. 
Ya  o'i  tengo  que  a{{radeccr. 
Natural  ínclinacÍ6n 
es  preicnder  vuestro  aumento: 
no  pido  agraden  i  miento. 
¿Cómo  siendo  de  Aragón 
vuestro  padre,  habéis  dejado 
vuestra  patria? 

Kuí  copero 
del  rey  Enrique  el  Tercero, 
y  cuatro  vilUs  le  ha  dado, 
porque  mi  abuelo  sirvió 
con  la  hacienda  de  importancia 
cuando  Enri<iue  pasti  á  Francia; 
ouc  en  Aragón  le  venció 
A  rev  don  Pedro. 

Vos  dais 
muy  buena  cuenta  de  todo, 
y  por  Tuestrü  honrado  modo, 
deM<>  que  me  Sirv&is; 
y  creo  que  acertaréis, 
porque  ya  se  han  confrontado 
nuestras  sangre»,  y  he  pencado 
que  buen  vasallo  seréis. 
^elicidad  icri  mia 
el  saberos  agradar, 
que  no  se  puede  alcanzar 
SI  no  es  con  dicha. 

;Quí  dia 
podrí  yo  besar  fa  mano 
de  tu  majestad,  scí^oI? 
¿guiOfi  eíí 

Un  loco. 

l<Juí  crrorl 
lAh,  necioí 


PAkULL. 


Rhv. 
Pablilu 


ItKT. 

Pabull. 

RST. 

Ruy. 
Rav. 

iNrattTE. 
Rtiy. 


Muy  cortesano 
csiiis,  muy  introducido 
os  veo:  ■^'¿aúi  desprecio!  ' 

Ful  vucítro  ayo.  y  vo  soy  necio. 
Caí  como  habéis  subido. 
i^ué  ingenio  nena! 

Ya  el  modo 
de  mi  inKCnio  le  prevengo. 
Estos  arbitrios  que  tengo 
son  el  remedio  de  todo. 

{Dú  Mnot  púftits y  tte  ti  Rty.) 

(f.ar.1  «Artxtrio  para  que  el  rey  de 
Castilla  sea  rey  de  (íninada,  de  Ara- 
gón, de  Navarra,  de  Portugal  y  de 
antípodas  y  nuevos  mundos.» 

«Arbitrio  para  que  Manxanarillos 
compita  con  su  corriente  con  el  rio 
Nilo,  hf^iTcu  de  cocodrilus.* 

«Arbiiríu  para  que  no  se  halle  un 
necio  por  un  ojo  de  la  cara,  aunque 
sea  menester  para  una  medicina.» 

■Arbitrio  pura  que  en  K^paiij  no 
h«)ra  pwodos.  ni  falta  de  dineros, 
sino  que  todosysir^'un  il  Di(«,  y  esi¿n 
ricos:  hay  grandes  arbgiiius.» 
Algun'j  dcllus,  amigo, 
seri  forzoso  saber. 
Como  el  premio  llegue  i  re r, 
i  declarados  me  obligo. 

(Wt»  «(  R<T  yindott.)  I 
No  OS  olvidéis,  Condcstabk, 
de  lo  que  os  pido. 

Seitor, 
serviros  debe  mi  amor. 
IM Mi <No«, primo,  muy  agradable 
don  Alvaro? 

Y  ha  de  ser 
hombre  prudente  y  saku. 
¡Mas  si  fuest-  «te  rapaz 
el  que  me  ha  de  suceder!  {VamtttoJot.i 


I    Ka  (I  m.  ijAoi  Je  I*  DID.  Nk  inorlo, 

a    Kn  ti  i>rlKin«l*v  ha  sido*.  £a  ti  mi.  t«i>bi«n. 


i;SC£NA  VI 
La  UntuiTt  na  C*itiii^  y  DoR*  líi.vin«. 

D.'Elv.  El  infante  de  Aragón 

huv  mí  ha  corito  este  pape). 

IwASTA.  No  habrá  lineías  en  *i, 
sino  loca  presunción. 
Inquietos  principes  son 
mis  primos.  ¿Pues  qué  te  escriben 

D.*  hLv.  Dirá  que  amándote  vivo. 

IWAKTA.  e'Lucgo  tú  no  l«  has  kidu^ 

».*  Elv.  Ahora  le  he  recibido, 

IsrACTA.  ^oá  mujer  cuerda  recibe 
papel  del  Infante,  que  es 
quien  me  enfada  cada  día? 

D.'Elv.  Temí  la  descortesía. 

Ikfama.  Hazle  pedatos,  nodes 
crédito  á  antojos. 

D.*Elv.  Despuéi 

jquÉ  rcspoiMlcrí  al  Infante? 

iNrAKTA.  Que  deje  dc  scr  amante, 
ó  que  aprenda  urbanidad, 
que  es  libre  mi  voluntad, 
y  es  su  itrniino  arrugante. 


JOHNAUA   PRIMERA 


367 


D-'Elv.  ¿C^o  rompes  impaciente 
papel  aue  no  es  par*  li? 

iKfAMTA.  Pues  SI  fuera  para  mí, 
¿romplérale  solamente 
sin  que  la  nianu  insóleme 
que  le  escribió  se  rompieran 

KSCliNA  Vil 

DtfaM-.yiali  SI  bráHts  »>  AmauAn-  <áI  tntrarn 
Jd  lnrAiiTA,  <«!*■  rJ  Hbt,  t>«li  Alvako  y  KcT  Ltirist 
yloáDt^ 

Infaxta.  Tan  atrevida  nu  Tu^ra, 

ni  tan  dichosa  comido, 

que  mereciera  en  castigo 

lo  aue  por  favot  tuviera. 
Rkt.        ^Dúnde,  Infanlaí 
IWAMTA.  Al  cuarto  voy 

de  la  reina,  mi  Krtora. 
Aet.         Conoccil,  hermana,  ahora 

¿  don  Alvaro,  á  quien  hoy 

EU  tio,  d  Papa,  ha  enviado 

i  servirme,  y  vo  dnco 

honrarle  mucho,  que  creo 

que  ha  de  M:r  bien  empleado. 

Miralde  bien,  que  me  nallo 

tan  inclinailo  i  su  »mor 

que  no  le  tendrá  mayor 

fliogún  rey  á  su  vasallo. 

(l'aiufWRtjy  Ruf  LApei.) 

ESCENA  VIII 
DiCMOt,  mtnanl  Kkt  y  Rui  l.¿tiii. 

D.*  Eiv,  (jtp.i  i,)uiero  mirar  muy  atenta 

tsio  que  el  Rey  encarece. 

Buen  talle  tiene,  y  parece 

que  majrsiad  representa 

so  áspelo  Eon  birarrla. 

Con  dicha  en  palacio  entró, 

pucN  que  con  el  Rey  halló 

tanto  favor  en  un  dia. 
Infanta.  Huelgo  aue  d  ttey,  mi  sefior, 

se  sirva  <íe  vos.  y  espero 

que,  como  buen  caballero, 

mereceréis  su  favor,  wat*.) 
Di*  Eiv.  Luna  sois,  palacio  os  vea 

siempre  un  lux  eclipsada: 

feliz  ha  sido  la  entrada, 

ansí  la  salida  sea.  {Van.) 

ESCENA  IX 
El  Uf&MTi  DK  Aiuuon  y  t)<4>  Altana, 

Ikfakts.  ¿Don  Alvaro? 

D.Alv,  Mi  sertor, 

jqué  me  manda  vuestra  alicia? 

l.vPAitTB.  Ampare  la  suillcia 

de  tu  in^nio  ei  grande  amor 
que  Knyfí  i  In  Infama,  v  creo 
(juc  lia%  di-  ver  favorecido 
tanto  dvl  Itey,  que  VKcedidú 
halles  tu  mismo  dneu. 
Si  hac«i  mis  partes  desde  hoy, 
con  prudencia  y  con  recatO) 


de  que  nunca  seré  ingrato 

Íalabra  y  mano  te  doy. 
o  (e  prometo,  yo  jtiro 
de  ser  tuyo  si  encamina 
esto  tu  Industria. 

D.  Alv.  ¿Adivina 

vuestra  alteza  lo  Itiiuro, 
ó  burla  de  mi?  ^Quí  fuente 
en  los  abismos  del  mar 
no  ve  morir  y  atajar 
el  cristal  de  tu  corriente? 
-■Qué  luí  de  breve  farol, 
ó  qué  centella  atrevida 
tiene  aliento,  tiene  vida, 
si  está  delante  del  sol? 
Yo,  fuente,  jpuedo  iraur 
misterios  del  Océano.^ 
Yo,  centella,  al  sol  humano 
jpódré  nunca  aconsejar? 

iKraNTC.  vanas  retóricas  son 

las  de  la  modestia,  ami^o. 
Si  podrit,  y  yo  me  oblí^u 
de  nuftvo  ¿  tu  proircción, 
Tú  p'idris  to  que  descasi 
venceris  humanas  suertes,  {VattJ 

D.  Alv,    iMega  á  Uioi  que  en  cuj  acicneSi 
aunque  tú  ingrato  me  seos. 


ESCENA  X 
m  HxT  y  OoH  Al  VANO, 

Rky.        Alvaro,  poco  me  qtiieres, 
pues  sin  mi  puedes  estar 
cuando  le  vengo  i  buscar, 

D.  Alv.    iMi  propio  ser,  mi  Rey  eres, 
y  poder  estar  sin  ti 
es  querer  que  el  sol  esté 
sin  la  luz  que  en  i\  se  vo. 

Rkv.         jil'ues  cómo  huyes  de  mi? 

D.  Alv.    Humildad,  no  desamor 
me  detiene. 

Rey.  ^Y  osodfa 

no  te  da  la  amistad  mía? 

D.  Alv.    Mucho  alienta  tu  favor. 

Rsr,  Como  tienes  poca  edad 

como  yo,  fuerera  es  tener 
amistad. 

D.  Ai.v.  ¿Favorecer 

á  un  criado  es  amistad? 
No,  seAor.  no  dé  tal  nombre 
tu  majestad  al  favor. 

Rey,         La  amistad  nace  de  amor. 

D.  Alv,    Siendo  dcsi(;ual  el  hombre 
que  el  favor  recibe,  es  llano 
que  no  es  amistad,  y  ansi... 

Rey.         En  fin,  yo  te  quiero  á  ti, 
y  tu  pciisamicnlo  es  vano. 
Siéntate  y  dimc  qué  damas 
viste  mis  bellas. 

D.  Alv,  Señor, 

aeniarme  será  favor 
desproporcionado. 

RicY.  .¡Ltamav 

desproporción  ul  hacerte 
yo  favor?  Siéntate  aquL 

D.  Alv.    ¿Qué  dirA,  señor,  do  mi 


^^p 

^^^^^hhJ 

^^^    368 

■•KÓSI'CRA  rOKTl'NA  DE  D.  ¿LVARO  Y  ADVE:HSA  DK  RUT  LÓPEZ                     ^H 

^^M 

quien  me  viere  de  ctU  sutrtc? 

de  los  rloi.  que  procuran               ^^| 

^^^L      Rey. 

Nadie  no%  ve,  y  «xj  digo 

llefttr  con  ansias  al  mar,                 ^^M 

^^^^^^K 

que  no  « iijcno  di-  ley  ' 

una  vci  montes  inundan,               ^^M 

^^^^^H 

que  p»r  ser  un  hombre  rey 

otiot  valles,  otras  prados,               ^^M 

^^^^^^^H 

tener  iw  pucdi  uo  amigo. 

pero  siempre  el  brui  e>  una.          ^^M 
Varios  climas  va  ilustrando             ^H 

^^^^^^^B 

Siéntale. 

^^^^^^ 

(SWntiutd  iiu  pUti 

el  sol.  con  sus  trencas  rubias          ^^M 

K             t>.  Aiv. 

Ütiedezco,  pu«i. 

diversas  cosas  lumina,                      ^^M 

^^^B 

y  ilifo  que  sA\o  ahora 

nuevos  hemisferios  t>usk;a,              ^^M 

^^^^P 

con  la  Infama,  mi  Mñora, 

V  siempre  es  una  lux.                      ^^M 

^^^^^ 

vi  una  dama. 

besia  suerte  es  la  íonuna:               ^^M 

m             Rer. 

EUiracs 

siempre  corre,  sii-mpte  vuela,         ^^M 

^P 

Ponocarrcro,  y  es  hija 

siempre  delante,  atrás  nunca:          ^^H 

■ 

del  scflor  de  Mogurr. 

nuevos  campos  fcnilizB.                   ^^H 

^^-_        Ú.  Alv. 

tClla, 

nuevos  caminns  procura,                 ^^M 

^^^h 

ó  nocido  de  mi  cílfHIa, 

nuevas  hechuras  levanta,                 ^^M 

^^^^1 

ú  psra  qur  yo  corr¡ía 

que  son  imifiencs  suyas                    ^^M 
agua  y  sol.  Quiero  escuchar           ^^M 

^^^^M 

mi  sfroiíancia,  si  dc&ca 
altivez  demastadji. 

^^^^L^^ 

lo  que  dicen.                                      ^^H 

^^^^^^^ft 

me  dijo:  «rclicc entrada; 

Rby.                            La  más  pura              ^^M 
te  y  amistad  que  los  ibros             ^^H 

^^^^^|P 

ansí  la  salida  sea.» 

■                  RíT. 

iDono&a  bachillería! 

.Si  tú  en  mi  gracia  hts  entrada. 

en  sus  historias  ocultan,                ^^M 

^1 

Al>  aro,  ha  de  ser  la  muestra;          ^^M 

^^^^ 

no  temas  que  pueda  el  hado 

)  tn  reinando  le  asetjura                  ^^M 

^^^^^ 

quitane  U  ntH't  mía. 

mayores  honras  mi  pecho,             ^^M 

^^^^^^^B 

Préciavc  Elvira  de  bcr 

como  lo  verás.                               ^H 

^^^^^^H 

quien  Iodo  amante  acobarda. 

D.  Alv.                           Quien  usa               ^^M 

^^^^^^" 

iQvi  le  pareced 

de  ese  favor  que  le  has  dado,          ^^M 

■             D.  Alv. 

Gallarda. 

harto  ha  merecido.                         ^^M 

■             Rey. 

Es  muy  hermosa  mujer. 

Ri:v.                                      Iniuríos,           ^^M 
Alvaro,  mi  ftrande  amor.                  ^^H 

^^^^ 

Si  tú  fueras,  por  ventura,                 ^^H 

^^^fc 

ESCENA  XI 

rey,  <'qu<±  me  dieras  i  mi,                 ^^H 

^^^^1                 DlCHM 

,  Ya  Á  tnlir  Utr  Lmh  y  tn  rltuilolo* 

i  quererme.^                                   ^^M 

^H 

4*f  rfaic  M  :H<ad  a<f «, 

D.  Ai.v.                      Fuera  tuya                  ^^M 
mí  potestad,  fueras  rey;                    ^^H 
yo  fuera  una  estatua  muda.             ^^H 

^^^       Ruy. 

Hablando  Mtá  el  rey  don  Juan 

^H 

con  don  Alvutu  de  Luna. 

Á  tu  voluntad,  mi  ser                     ^^M 

^^^^ 

que  i  sus  pies  está  sentado: 

al  luyo  pasara,  y  Juntas                 ^^M 

^^^^K 

irivari  con  él,  sin  duda, 
.a  juventud  de  los  dos 

nuestras  dos  naturalexas,               ^^M 

^^^^^H 

parecieran  ambas  una,                      ^^M 

^^^^^^^M 

sus  nobles  ínimc«  juma. 

y  aún  no  te  diera  nada,                     ^^H 

^^^^^H 

que  no  siempre  la  tazón 

porque  fucfas  la  absoluta                ^^M 

^^^^^^^1 

contradice  la  fortuna. 

potestad  del  reino  y  mia.                 ^^M 

^^^^^^H 

Nifto  el  Hcy,  Alvaro  joven, 

Raí.         «Y  asidcdarmete'excusas?              ^^M 
D.  Alv.    fliciérale  condcMable                        ^^H 

^^^^^^^1 

ouc  sobre  ¿1  labio  las  puntas 
det  bello  de  oto  se  muestran, 

^^^^^H 

de  Castillo,  fueran  tuyas             ^^^^ñ 

^^^^^^H 

aunque  en  h  biirbn  se  encubran, 

Arco*,  Arjono.  Ladrada.            ^^^H 

^^^^^^H 

claro  está  que  han  de  tener 

ftibadeo  y  Villoescusa.               ^^^^| 

^^^^^^^H 

■mistad.  .Siempre  son  unas 

Aillin,  BManios,  Vivero,                 ^^H 

^^^^^^H 

nuestras  acciones  humanas. 

Alontalbán  y  Viliarrubia;                ^^H 

^^^^^^m 

aunque  con  la  «dad  se  ocultan. 

fueras  conde,  marque,  duque.       ^^M 

^^^^^^^^t 

1.0  miimo  pasó  por  mt. 

Rl'T,         |Ama(;(>s  son  estas  burlas                 ^^H 

^^^^^^H 

Muchas  vetes  fueron,  muchas. 

de  los  sucesos  del  tiempo;                 ^^M 

^^^^^H 

la»  que  yo  sentado  estuve 

sin  malicu  y  sin  industria               ^^M 
le  ha  dado  el  rapax  mi  hacienda.            ■ 

^^^^^^H 

entre  las  alfombras  turcas 

^^^^^^H 

de  ta  enmara  de  Knriquc 

¡Ay  del  pobre  que  lo  escucha,               J 
si  hubiera  de  ser  serdaif                    ^^fl 

^^^^^^^H 

á  sus  pin,  que  sus  hei:huras 

^^^^^H 

tiene  cada  rey,  y  quiere 

Las  puenas  e»uban  juntas;              ^^M 

^^^^^^^B 

parecer  i  Dios,  y  i;u\ia 

hauct  quieto  que  las  abro.)              ^^1 

^^^^^^^H 

de  hacer  de  nuvto  \íit  hombres 

D.  Alv.     ^Quidn  entra  oguraP                                1 

^^^^^^H 

á  su  ima^n.  Las  profundas 

RcY.                                      ^Te  turbad      ^J 

^^^P 

y  cristalinas  corrtcnics 

i^üi  tienes?                                    ^H 
D.  Ai-r.                      Me  vló  sentado             ^H 

Ruy  Lópeí,                                    ^H 
Rey.                           Pues  disimula.              ^^M 
D.  Alv.    [M|p\  scltor,  que  el  halcón              ^^M 

^^^P           1    Kk  «i  oTíflinil  dkt  •■UIrítn,  erraU  iBdmUblc; 
^^^^        MTo  Mi  vci  cT  tiMo  M  tiiib»  «torito  *m:  ««rT  mtiy 
^B               airaoilclcy,»  Kn  ti  lat.  •qtii  do  nijtaailc  ley,* 

JORNADA  SeOUKDA 


Jfio 


con  íus  rn|iJño<ids  puniii 
de  la  garj^a  so  remonta. 

Ruy.        i.(;>,)  Vif^^^  bien  la  plática  mudan!) 
SeAi>r,  ya  iralc  en  las  Cortos 
que  lot  itti.  meMS  &«  suplan 
y  que  teiiicí  luei(o. 

RiT.  Y  pun. 

Jiqui  fué  la  nspuc^la  suya^ 

Ruy.        Parece  al  reino,  scrtor. 

que  vvTuiít  una  ky  lan  ]ustB 
la  que  dispone  la  edad, 
que  fcpiima>.  y  que  sufras 
los  deseos  de  reinar, 
pues  lallB  puco. 

Rkv.  ,'Qui£n  duda 

que  por  mundano  vos  lodo 
me  ponéis  laIc^  excusas.^ 
.Soi),  Gobernador  del  reino, 
y  linii/teos  del  muh  ya  es  mui:lin 
esa  ambición.  Condestable, 
en  una  vejex  caduca. 

Rt'T.  ;Vive  Dios  que  no  he  podida 

■  hacetlo,  porque  se  juz^^ 
á  liviandad  el  intento! 
Rey  don  Juan  ^porqui  me  culpase 
^cómo  dudas  de  mi  amur^ 
i.ifi  (Moriscas  vscaramuias 
no  temo  como  i  esie  niño. 
Alguna  deidad  oculta 
vive  en  los  reyes.) 

D.  Atv.  Señor, 

siempre  en  loa  ayos  se  culpa 
la  severidad,  mas  ellos 
et  bien  del  pupilo  buscan. 

Rev.         ¿Quién  os  mete  A  vos  en  eso^ 
Aluctio  sus  cosas  me  injurian. 

Rwr.        ¡Señor...! 

Rsv.  Basta,  Condesuble. 

D.  Alv.    (Hf  >  La  lenipia  suspendo  muda. 
Quedóme  si»  ir  con  el. 

Rev.        Alvaro. 

D.  At.v.  Señor. 

RsT,  Escucha. 

D.  Ai.v,     Yo  le  quitaré  el  enojo. 

Condestable,  con  industria. 

RtiY.         Obrar  bien  es  lo  que  impiirta, 
don  Alvaro;  no  me  turban 
accidentes,  que  Dius  tiene 
en  sus  manota  la  fortuna. 


JORNADA  SEGUNDA 

ESCENA  PRIMERA 
llaanBMrCjiítci*,  eriaJ«t  áe  Ruf  LApt/. 

CarcIa.    ¡Vire  Dios  que  he  de  probar 
mi  intención  d^ndc  no  hable! 

tlRKKEnA.fin  casa  del  Condestable 
ha  de  sufrir  y  callar 
con  respeto  y  corietio. 

GabcU.   y  cuando  llegue  i  perder 

el  respeto  ¿c\kí  ha  de  hacer? 

lICNUra*. Tiemple,  seiíor  Juan  García, 
el  enojo,  ouc  está  en  casa 
de  Ruy  Lópci,  mi  señor. 


¿  quien  respeto  y  amor 

debemos  ambos. 
OtKcU.  Me  abrasa 

esa  nema.  Si  habla  mal 

á  espaldas  vueltas  de  nif, 

JMra  qti¿  etli  humilde  aqui> 
HeRKr.aa.  ríanle  engañado:  no  hay  tal; 

y  si  agora  humilde  estoy, 

ya  he  dicho  por  quC,  Garcia. 
GARfiÍA.   KJh!  iquí  cortís  cobardJa! 
MKimenA.bso  no,  que  noble  soy; 

cobardes  son  tos  villanos. 

Perdone  esta  vex  la  casa. 
Gapcía.   Agora  veré  si  pasa 

desde  la  lengua  1  las  manos. 
rSaf  Htft  lat  nyMat  y  ttlt  Kiiy  Lúp«i.) 

ESCEN'A  Jt 
DiCHOiy  Kvr  l.Orci. 

Buy.        ¿Qué  es  esto?  ^-Ans!  se  alropelU 

el  respeto  que  se  debe 

k  mi  casa?  ^Ansi  se  atme, 

sabiendo  que  estoy  en  ella. 

vuestra  soberbia,  rapaces? 

¡Vire  Dios,  que  os  mate  A  palos; 

necios,  locos,  hombres  malos, 

y  que  derntmiiis  solaces, 

como  dicen  en  Castíllal 

jAnsi  turbáis  mi  sosiego? 

V  tú,  que  pusiste  luego 

en  U  vaina  la  cuchilla, 

jquién  duda  ouc  la  ocasión 

diste  al  enojo? 
HroftiMiA.  Prometo 

aue  ha  sido  por  tu  respeto. 
Ri)T.         ^a  s«  vuestra  condic>6n, 

soberbia  y  prcsuniuow; 

también  sois  de  Andatucia. 

j  tenéis  por  biicnrrU 

no  sufrir  ninguna  cosa 

los  andaluces.  Ya  s¿. 

de  veros  ansí  i  los  dos, 

que  tendréis  la  culpa  vos; 

no  me  engaño,  bien  lo  sé. 

Andad,  andad  noramala. 

no  estéis  detanle  da  mi. 
llEoaEMA.Debo  obedecerle.  (fa»-) 

ESCENA  III 
Rut  XjbrKt  Y ^WOK. 

Ruy.  Di, 

¿qué  fué  aquesto? 
OaucIa.  No  le  iguala 

ninguno,  i  su  parecer; 

revienta  de  caballero. 
Rut.        Como  ve  que  bien  te  quiero, 

celos  debe  de  tenor. 

Sed  amigos,  no  haya  más; 

tened  paz.  tened  amor 

í  vuestro  ducñ  11. 
GARrlA.  Señor, 

si  un  hibiio  no  me  das, 

como  i  Herrera,  viviré 

siempre  del  meiiusp  roe  iodo. 


^^H 

PRÓSPERA  FOBTUNA  DE  D.  XlVJVRO  Y  ADVF.PSA  DK  RUT  LÓPKZ                      ^^f 

^^H 

No  lencas  «¿lo  un  criado 
con  hflbiio,  amor  y  fe. 

que  tu  descrédito  está                      ^^M 

^^^■^^ 

en  lo  que  está  pretendiendo.              ^^M 

^^^^^K 

M«  debes  honrar  rñi  pecho 

Pmv.       Kste  memorial  me  ha  dado              ^^M 

^^^^^^^H 

como  el  iüvo.  porque  ansí 

un  pobre.                                        ^^M 

^^^^^H 

mire  tu  poder  en  m!. 

Rut.                       y  con  mucho  gusto          ^^1 

^^^^^^^H 

y  Hefrcra  esté  uiisfccho 

le  vefé  yo:  csio  si  es  justo.                 ^^1 

^^^^^H 

de  que  no  ha  de  slfopcljar 

¿Memorial,  r  tan  cecradn?                 ^^M 
(Ui.)  «Mire  bien  vuesefUrria               ^^H 
loque  lifma,  f^ue conviene               ^^H 

^^^l^^v 

tus  criarlos. 

■^^Rüv. 

Oirodfa 

^1 

hablircmc»  miK,  García, 

eslc  recato  á  quien  tiene                     ^^H 

^H 

en  nio. 

por  secrelarío  iGarcla.>—                ^^M 

■           GapcÍa. 

iQué  se  ha  de  hablar? 
Si  tú  quieres,  ¿qué  no  puedes? 
jQue  iVtaesire  no  es  tu  amigo? 
^Ii  seíloT,  si  es  ouc  ic  obligo, 
no  me  hagas  mis  nierccdcs 

¿Hay  desveigdenia  como  esta?         ^^M 
Grande  envidia  le  escribió.                   ^^B 

^^^K 

^^^^^ 

{Al  P*it.}  Uile  que  entre  i  quien  le  dio        1 

^^^^^^^_ 

y  llevará  la  fcspucsin.                      ^^fl 

^^^^^B 

jQue  pueda  descomponer                   ^^1 

^^^^^^^ 

que  csia, }  en  ella  confio 

la  malicia  i  un  buen  criado.              ^^| 

^r 

que  mi  sucrle  se  mejora. 

con  mercedes  obligado!                    ^^1 

■            R:tr. 

(Te  bastirá  por  ahora 
M  le  doy  un  luaar  mío? 
Pufft,  «ñor,  ¿dificuliadcf 

jYo  tenia  de  creer                               ^^| 
lácilmente  dcsiealiad                        ^^M 

^1 

■             GaücU. 

en  quien  mucho  amor  merece?         ^^| 
Paje.       Quien  me  le  dio  no  parece.               ^H 

H 

hallas  con  lania  aspereza? 

H 

¿No  es  bastante  mí  nobkia? 

Ruv.        ¡Qué  conocida  maldad!                     ^H 

■             Ruy. 

lUh,  qué  mal  te  persijadest 
Teino  el  pedir,  >  ansí  quiero 
darte  uo  ugar. ' 

Ya  he  conocido  de  quien                  ^^M 

H^ 

ha  procedido,  sí,  si.                          ^^| 

^K 

^^^1 

^^            GakcIa. 

¿Pues  qué  aldea 

^^H 

^^^^ 

puede  haber  que  merced  sea 

ESf^ENA  V                          ^H 

^^P 

como  hacerme  caballero 
de  h  i  ti  lo? 

n«v  LAfM  y  (¡akIa,  ton  ^t*t  y  tinlü.           ^^H 

^B           Rut, 

Bien  ctii; 

GarcIa.    Que  firmar  llenes  aqui.                       ^^M 

^^^_ 

yo  lo  trataré.  García. 

Rut.        ¿Que  parque  te  quiero  bi«n              ^^M 

^^^^fe 

Ames  que  se  ausente  el  día. 

testimonios  te  leranien?                   ^^M 

^^^^^_^ 

que  remontando^  va, 

[Oh,  envidia!  jsoberbto  truenol         ^H 

^^^^^^^B 

he  de  ir  i  palacio:  mira 

vómitos  das  de  veneno.                    ^^M 

^^^^^F 

si  hay  que  firmar,  dejaré 

porque  A  la  virtud  espanten.              ^^H 
Salle  fuera,  Juan  Oarcia,                    ^^M 

^V 

despachado. 

^^^      GarcIa. 

¿Y  yo  tendifi 

no  sé  SI  tienes  memoria                      ^^H 

^^^^L 

con  iusias  raxones  ira? 

de  un  suceso  de  la  histufla                ^^M 

^^^^^^ 

SI  tendré;  pero  jcon  quién? 
con  el  que  me  dice  aquí 

de  Alejandro,  que  tenia                    ^^M 

^^^^^^^K 

un  médico  muy  privado.                 ^^H 

^^^^^H 

6  que  no  hay  Dobleza  en  m!. 

y  escribiéronle  un  papel                    ^^H 

^^^^^^^H 

6  que  no  me  quiere  b^cn. 

que  se  recalase  del,                             ^^H 

^H 

{Vdu  Garda  J 

porque  había  concertado                    ^^M 
darle  la  muerte.  El  famoso              ^^M 
y  magnánimo  seílor,                          ^^M 

^^^^^^v 

ESCENA  IV 

como  le  tenia  amor,                           ^^H 

^^^p 

Rav  LiVru.  fínpuét  va  Pail 

nunca  otuvo  temeroso.                    ^^H 
Trúiole  cierta  bebida                         ^^H 
un  día  el  médico,  v  él,                     ^^H 

V           Ruy. 

¡Con  qué  furor,  con  qué  extremos 

^^^^ 

de  soberbio  y  loco  error 

enucgándole  ct  pa'pel,                      ^^1 

^^^H 

nos  ODgsAa  el  propio  amor. 

tomó  la  copa,  y  la  vida                    ^^H 

^^^^^^^^ 

y  nunca  nos  conocemos! 

se{(ura  en  caso  lan  nuevo,                ^^H 

^^^^^K 

Nadie  sus  defocios  ve: 

dijo  con  uallardo  brío:                     ^^H 
•-Mira  si  de  ti  me  fio:                          ^^H 

^^^^^^^B 

amor  propio  es  amor  ci^o; 
bien  dice  el  proverbio  grwKO, 

^^^^^P 

Ice  tú  mkntros  yo  bebo.»                ^^H 

^^^^^^KL 

que  la  mayor  ciencia  fué 

El  mitmocaso  confirmo,                 ^^H 

^^^^^^^fe 

el  cunoceise  i  si  mismo. 

sin  ser  Alejandro  yo,                          ^^M 
mira  si  le  quiero  6  no:                      ^^M 

^^^^^H 

Es  hombre  humilde  García: 

^^^^^^H 

no  es  hombre  noble  y  porfU 

lee  tú  mientras  yo  firmo.                  ^^ 

^^^^^^1 

con  tan  loco  barbirismo 

( Dilt  tí  paprt  r  firma  mlmlrf  Itt        M 

^^^^^^^K 

por  un  hibiio,  y  recelo 

Oarcii.)                                                         ^^M 

^^^^^H. 

descngailar  su  ambición. 

GapcIa.     i^.)  «Mire  bien  vuesefloria             ^^M 
0  que  firmo,  que  conviene              ^^M 

^^^^^^K 

porque  le  lon^o  añctún 

^^^^^^^B 

V  le  daré  desconsuelo. 

este  recato  í  quien  tiene                     ^^M 

^^^^^^H 

Mas  iréle  divirtiendo 

por  secretario  i  García.*^               ^^M 

C 

hasta  que  conozca  ya 

lEito  se  escribe  de  mC                      ^^M 

I^p 

■^■^B 

■i 

■^^^^^H 

m 

JORNADA 

SEGUNDA                                                           371              ^^ 

^^M 

^-Quién  dudo  que  Herrera  ha  sido 

essín  duda.  El  le  escribía                       ^H 

^^^^H 

Mtberbio  y  desvanecido 

otro  tiempo  cada  día,  ^H 
y  hacíenoo  la  conferencia                       ^^M 

^^^H 

autor  desto?  ¡Que  tvo  íul 

^^^B 

hombre  para  darle  muettti 

con  tas  cartas  que  tú  tienet,                   ^^M 

^^^^M 

Mas,  si  bien  lo  considcfo, 

vcrásque  ei  una  la  tetra                           ^^H 

^^^M 

agradccÍTMlo  quiero. 

y  que  el  misterút  penetra.                  ^^^^| 

^^^H 

pu»  me  ny'ist  de  la  suerte 

Rut, 

^Milauritos  me  previenes?  ^^^^1 
iMuy  cnniado  csioy  de  ti,                     ^^^^B 

^^^^ 

^uc  podré  ventearme  yo, 
Ki  el  hibitn  no  me  dan. 

^V 

Mienir^s  se  Irmpla  iní  enfado                  ^^H 

H      Rrr. 

Todaí  tirmadak  citan. 

has  de  hacer  lo  que  he  mandado;             ^^H 

H      GarcU. 

«No  las  ha»  leido^ 

no  estés  delante  de  mi.                           ^^M 

■        RtfT. 

.No. 

HEanaüA.  Ni  le  absuelve  ni  condena                         ^^M 

■ 

ansi  viva  y  an&l  ^ivas: 

Rii  lengua,  pero  colijo,                           ^^M 

^fc^^ 

soy  confVado,  aunque  viejo. 

ouc  si  acaso  verdad  dt|0  ^^H 
don  Enriqucde  ViUena:                            ^^H 

^^^^L    , 

Dos  firmas  en  blanco  dcgo 

^^^H 

;  lorquc  dos  cartas  et^nbas 
'.  \  l.uis  y  i  Pedro,  mi  hijo. 

aunque  á  mi  me  quieras  mal,                ^^H 

^^^^v 

y  i  el  le  tengas  lanío  amor,                     ^^H 

^^^1 

y  sepan  que  bueno  estoy: 

que  él  ha  de  ser  el  traidor,                     ^^H 

^^^^^ 

mira  si  crídilodoy 

r  yo  he  de  ser  el  leal.                              ^^ 

^H 

á  lo  que  la  envidia  dijo. 

iVúnitl^ide:)                M 

^V     GarcU. 

jYenlodelhátvilo? 

^^J 

■      Rrv. 

Calla. 

^^^M 

■ 

que  ya  es  necia  tu  porfía. 
Esa  pretensión.  Garda, 

ESCENA  Vil                               ^H 

■ 

El  ll«T   Dota  lUAS  y  IMK   ALVABO  »■  LuKA.                     ^^H 

H        GAKCfA. 

^Cu*.> 

Rey. 

Salir  esta  noche  quiero.                             ^^M 

■      Rl'T. 

Pcnsalla. 

D.Alv. 

¿V  d^ndc  has  de  ir,  sci^or  mto?               ^^M 

■     CarcÍa. 

{Ap.)  .jCon  Herrera  inimo  franco. 

Rev. 

A  oasear  hacía  el  río,  ¡^^M 
6  i  rondar  hacia  el  terrero,                     ^^| 

^1 

conmigo  tanto  rccdu? 

^B 

Si  no  me  le  dan  «peiu 

que  hay  una  dama  á  quien  tengo            ^^M 

^B 

á  las  dos  firmas  en  blanco,      tvat*.) 

una  grande  inclinación,                          ^^M 

H       RVT. 

[Qué  en^aiísda  aprehensión 

y  quiero  que  el  afición                            ^^M 

^H 

en  aJKunoi  mciínt  veo 

crea  con  que  i  verla  vengo.                    ^^M 

H 

cuando  apoya  su  deieo 

Quisiérame  declarar                                   ^^M 

^^ 

Stí  misma  imatiinacii^n! 

con  ella,  aunque  su  valor  ^^H 
es  tan  grande  que  mi  amor  ^^^^M 
mis  en  esto  he  de  mostrar.                ^^^^| 

^^^^^^H 

ESCENA  VI 

D.  Alv. 

jQuíén  es  la  dama,  seflor?  ^^^H 
De  doña  Elvira  me  agrado.                      ^^M 

^^^^^^1 

RiTT  L¿r>i  y  HroonA. 

RST. 

^^^^^^^" 

Parece  que  te  ha  pesado:                         ^^1 

■      ilto^EDA.  jEstís  VI  desenojado? 

JtiinesU  t(j  acaso  amor?  ^^H 
Hasta  tqul  mi  peniamienlo                      ^^H 

^ft 

jpodre  llegar  i  luspies.^ 
No,  ingrato,  loco,  porque  es 

D.  Alv. 

H      Rut. 

ni  le  he,  señor,  reprimido,                         ^^H 

^H 

mi  enoio  a^ora  doblado. 

ni  es  cobarde  ni  airei'ido.             t            ^^H 

^1 

Cuando  acabas  de  reñir 

Ritr. 

¿Amor  fuera  atrevimiento?  ^^M 
El  cortés  galantear                                     ^^H 

^^^ 

con  üarcia,  porque  del 

D.  Alv. 

^^^^L 

no  me  fie.  ^csie  pjpcl 

de  palacio,  no  es  amor.                          ^^H 

^^^^1 

te  has  atrevido  á  escnbir? 

como  el  del  vulgo.  scAor.                       ^^H 

^^^1 

j{jo  hombre  tan  bien  nacido 
na  de  hacer  cosas  mal  hechas? 

Es  un  linaje  de  amar                             ^^M 

^^^^H 

sin  celos,  sin  esperanza,                         ^^H 

^^^H 

^Ponerse  deben  sospechas 

Sin  cuidado,  sin  porfía,                           ^^M 

^^^^m 

en  criado  que  ha  servido 

sin  amor,  sin  fantasía,                            ^^H 

^^^■^ 

lan  (iclmcntei'  Mira,  di 

sin  intento,  sin  mudania;                       ^^H 

^V 

si  anueMa  letra  conoces. 

es  respetar  las  deidades                              ^^H 

H      HmnxRA.AnM  de  buen  <nilo  ¡lOces, 

de  un  cielo  humano:  tal  es                     ^^H 

^M 

que  esc  papel  no  escnbi. 
jYo  tenia  de  dudar 
de  la  fe  del  secretario? 

el  palacio  de  un  rey.                              ^^H 

^M 

Rer. 

jPues                     ^^H 

^M 

con  esas  diltcultades                               ^^H 

H     Rut. 

¿Pues  qukn  es  el  temerario 

amas  i  Elvira?                                      ^^H 

^H 

que  me  pudo  á  mi  enviar 
ul  papel? 

D.  Atv. 

^^M 

H 

«su  inclinación  le  tengo,                        ^^1 

H     HsRiiEM».                 Reconocer 

pero  ya  yelos  prevengo                          ^^H 

^^ 

quiero  la  letra,  que  yo 

•t  pensamiento  menor.                              ^^H 

^B 

U  he  visto. 

Rkv. 

Después  que  xabes  que  á  hablalla             ^^1 

H      RvT. 

jYouiín  Ib  escribió? 

rengo  yo  ^dicei  que  quieres                      ^^H 

^K     Hkhiirra.  De  fray  Vicente  Kerr«r, 

olvidar?  Gracioso  eres.                           ^^H 

^^^^■b 

el  samo  que  está  en  Valencia,            ' 

D.  Alv. 

Señor,  mira...                                        ^^H 

PRÓSPrRA  FORTl'SA  DK  D.  XlV\RO  Y  ADVERSA  DE  BL'Y  LÓPKZ 


Aiiaro.  calta, 
qucdoAa  Elvira  ha  de  vct 
por  lu  infinito  valor 
que  SI  la  Iraio  de  amor, 
sólo  del  luyo  ha  de  ser. 
Por  il  soto  hablarla  quiero; 
y,  it  le  aRradi.  wrá 
tu   niuji-f,  Alvaro,  ja 
qur^o  vcnfio  á  xcf  tercero. 
jQo>in  tantas  díchat.  akanxaí' 
Dame  esos  pies  que  ptesuino... 
Necio,  que  agrailcces  humo, 
^(Joito  )o  ano  esperan»?  ■ 


iQut  haj. 


Rey. 
Paklii-l. 


D.  Alv. 


Pavlill. 


ESCENA  VIH 
DiciMK  y  P«aLuxof. 

Énirome,  que  Huevo. 

Pablillos? 

Vengo  podrido 
de  un  pr«i3  que  na  venido 
de  allA  de  Córdoba,  v  irae 
un  liliro  que  ha  dedkado 
1  tu  mainiMl. ",-i^uc  impona 
que  con  ciencia  le^  y  coila 
haga  un  libro  un  iKencíadu 
>'  me  dedique  su  empeflo, 

fiara  que  por  esi>  vo 
c  hava  de  dar  lo  que  no 
vate  el  libfn  ni  iti  dueAo^ 
Al(tunas  veces  tci  icnto 
por  decir  muchas  verdades. 
Escribe  mil  necedades 
un  cortesano  hainbrwntoi 
dodicalasá  un  señor, 
con  seií  fcnjcloncs  en  proiSa, 
duro,  exiranjiTa,  cscubtusa, 
j  pretende  con  ri^r 

Íue  le  di  para  ta  imprenta 
euudo  por  necedad; 
y  hay  quien  tenna  vanidad 
de  to  que  llamo  vo  afrenta, 
y  lo  dc:  )qu¿  biirbari^mo! 
jDe  un  arbiitiu,  puv».  leetpjinias* 
Que  haga  el  señor  olraü  tantas 

Íse  Us  dedique  i  él  mismo. 
I  insigne  Juan  de  .Mena 
tiene  incentu  soberano. 
También  yo  al  amor  tirano, 
que  la  libertad  condena, 
en  lerwis  míos  espero 
atibar,  porque  también 
los  haKo,  aunque  no  muy  bien, 
don  Alvaro. 

[.itonjero 
quisiera  ser.  Vanaglorias 
puedes  recibir  con  ellos, 
jpuién  duda  que  del  hacellos 
te  han  de  alabar  las  historias? 
Entrad,  seih>r  Juan  de  .Mena, 
que  sois  hombre  muy  sonado. 
Peto  «cuánto  habíis'ganadu 
i  csie  oficio? 


I    KacImiL.  iT.Mi  fili*  l«  quesífue  hatialotMl* 
Atilno*  ktrtM  de  la  cMcM  X. 


ESCUNA  IX 
El  Rrt,  D<m  Alt^iid,  Jt a;>  bc  Hexa  y  pAtiLtlIM. 

Mena.      (^■i.'MiK'.)      Fama  y  buena, 
Dejad,  señor  soberano, 
Príncipe  dc  Ksfvaña  Aurusio, 

3ue  ^c  me  cumpla  este  i;uMu 
e  l^eiaros  vuestra  mano. 

Juan  de  Mena  soy,  aquél 

que  el  castetlaito  poeta 

llaman  hoy,  y  si  prufeta 

es  et  corazúfl  líe) 

del  hombre,  yo  he  dedicado, 

por  saber  ta  inclin^-i¿n 

vuestra  y  notable  aiición 

i  l(yi  s  ersos  inclinado, 

este  libro  i  vos.  I£n  él 

no  s¿  sin  con  diii:ha  alguna 

las  mudanzas  de  fortuna 

ctciibo.  César  notcl. 

Sitvase  tu  maiesiad 

de  cecibillc.  'I  ruscientas 

um  las  coplas.  Tu  me  alíenlas, 
■    lú  eres,  señor,  mi  caudal. 

Mi  voluntad  maniliesta 

es  de  escribir  tus  ha/aAas. 

siendo  Rt)  i!t  dos  l^spañas. 

La  dedi-^atofia  es  csia: 
(Lm.)  *-M  muy  prepotente  don  Juan  el  Spundo 
aquél  con  qu>en  Júpiter  tuvo  tal  celo, 
que  ¡anla  de  parte  te  b.icc  dct  mundo 
cuanta  dc  pane  se  hace  del  cielo: 
al  gran  rey  dc  t'spar^a,  al  César  novelo, 
al  que  es  én  las  lides  bien  afortunado, 
aquél  en  quien  caben  virtud  y  reinado 
i  el  las  rodillas  postradas  al  suelo.* 

PABLILI.OS. 

jAyl  que  me  mata  aquel  yrepottnte, 

pudicndo  decir  at  muy  poJeroto: 

¡ay,  ay!  que  ese  metro  es  tono  famoso 

para  los  i;)C)¡os  cantar  de  repente. 

|Ay,  ay!  que  >a  temo  que  pueda  la  )(enie 

oir  tatcs  \  crsós  sm  dar  ahullidos. 

tirando  los  bancos  p<ir  mal  admilidot. 

.Mkna. 
Atiende,  y  no  hablH,  bufón  imprudente. 

I*rs.         Mucho  estimo  conoceros, 

2ue  muy  inclinado  soy 
los  versas,  v  desde  noy 

por  maestro  he  de  teneros, 

pues  sois  castellano  Apolo. 

Aunque  yo  en  tan  cona  edad, 

versos  hago. 
MiKA.  V  calidad 

das  á  las  musas  tú  solo. 

Mas  no  eres  el  rey  primero 

que  escribe  versos,  señor, 
Rr.v.         A  les  mudanzas  de  amor 

les'rtc  unos  versos  quiero. 

0)c. 
PAkl.ii.t.         Mis  arbitrios  sanios 

ton  esta  ve/  para  vos: 

versos  leéis,  vive  Dios. 

que  pagüs  con  otros  tantos. 

lRty.iaea*rfoi>«  ¡rai/tt 


^P^^^^^^H 

^B 

HBH^^^^^^^^I 

^^^^^^^^^^^^H 

^^^^^^^H 

^ 

^^^^^^M 

^^^^^^^^^^^^^^^^^^     JOPNADA 

^^^"          273              ^P 

^L     ¡itit         iLtt,)  «Amur,  amor  n<>  penié 

1 

del  pobre  con  tnayor  gon:                     ^^M 

^H                      t]ue  tuviera!  tal  poder 

Dale  esta  cadena  mía.                             ^^B 

^^^^              <]uc  puJieras  ileiliaiier 

Rer. 

,  Alvaro,  tal  bnarria                                 ^^H 

^^^B               la  lirmcza  de  una  (t, 

no  se  vV>  en  hombr;  tan  moro.               ^^B 

^^^M               lum»  ah'JTa  que  lu  sí. 

l.lamale.  Algún  dta  podrí                          ^^B 

^^^H              Es  lu  luer/a  sin  i¡¡iuil. 

pAftirida.                                                ^H 

^^^H              puc5  lIcvA  lu  inchnicián 

Pacuu..  '               ;Ah  Juan  de  Mena!:                 ^^B 

^^^B             al  mis  l'ucnc  cor*/6n 

el  Rey  os  pone  en  s:wlena.                           ^^1 

^^^H             rendido  a  lu  iril>un3J> 

pero  no  será  en  el  pie.                                 ^^B 

^^^V               Para  en  pena  ár  su  m») 

(Mcni.roJWtffilq)                  ■ 

^^^H               ya  en  tu^-  c.-in:clrs  se  ve 

MrsA. 

^Qué  manda  tu  majestad?                             ■ 

^^^H               una  nlm'ii  libre  hasia  aquF: 

Pasull 

.  No  ex  manda,  que  es  de  conisdo.             ^^fl 

^^^H               nunca  in  fucria  creí 

Rbv. 

.Voos  vais  sin  haber  llevado                     ^^B 

^^^               del  piider  que  en  ii  miií. 

alguna  cosa,  'lomad.                                ^^B 

^M                       hasia  ahora  que  lu  si.» 

MC\A. 

JJeso  lus  pies.  (fiiH.)                                 ^^M 

^1     Mkka.      Deuultr<^n  can  hiüarrU 

^^M 

^M                      jtracia^  )  are>:l(>i  mraiioi. 

ESCENA  .\                                  ^H 

H     t>AM,ii  t.  ,'Ven  csto>  De  aqui  i  ct«n  aAot 

A'f  Kiit,  Don  ALtAimr  PAUtihiM                       ^^^1 

^M                    nabtJ  quien  dellos  se  fia. 

^1 

^m     MsNA.      En  mi  >ttro  los  pondni. 

Rr>. 

Bien  liabcmos                      ^^B 

H     Rev.         Y  en  mi  nombre. 

dlvcrildonos.                                            ^^B 

^K    Mr.KA.                                 Ossme  honnret. 

D,  Ai.v. 

Entiendo.                            ^^B 

^B  JtEV.         Y  sepan  mis  sucewics 
^H                     que  as  letras  rstimú. 

seí^or,  que  va  anocheciendo.                    ^^H 

y  que  y*  salir  podemos.                           ^^H 
Sin  que  Kuy  Lopex  nos  vea;                       ^^H 

■^                   ^'No  crci.  Alvaro,  inclinado 

lírv. 

^K                   a  los  versos? 

porque  es  mi  ayo  en  efeío.                          ^^B 
Si,  señor;  y  eie  cunceto                             ^^B 

^B    t).  Att .                           Mucho  á  oillos 

O.Auv. 

^M                   r  eilimstlo».  no  d  «cribillos. 
^H                     MI  inclinación  me  Ii3  llevado 

es  muy  digno  de  lu  allega.   iv*ntt.y          ^H 

^M 

^M                   i  Uft  arma»  y  i  iutlstr. 
^^^H               y  V  vueMra  alleira  (iii^ta, 
^^^^^              mantener  pienvo  una  ¡uvu 

ESCENA  XI                                  ^M 
ík»t«  El  vítulo  lüái,  crfada,  i  fa  »«Nlana,                    ^^H 

^^^^^              cuando  comience  á  reinar. 

D.«  Ei.v. 

Ya  que  en  esta  galerEa                                  ^^M 

^M    Mkka.       y  yo  he  venido  á  escribir 

corren  los  vientos  temnlodoi,                     ^^B 
y  estacón  nuevos  cuidados                     ^^H 

^M                      U  real  coronación. 

^M     pABMLt.  Olga,  pues,  una  cuntión          . 

de  mi  amor  el  alma  mía,                           ^^H 

^1                   que  se  tiene  de  docir 

del  fresco  quiero  gozar                             ^^H 

^M                   en  los  sicl»s  venideíos. 
^^^              Juan  de  Mena,  d  su  peur. 

esta  Aocbe.— In^                                 ^^B 

JkÍs. 

SeAora...                     ^H 

^^^ft             conmigo  quiere. trovar 

D.'Elv. 

Si  me  quieres  bien  ahora.                             ^^H 

^^^H              apostando,  y  no  dineros,— 
^^^B              V  uesira  mafesiad  me  ahorque 

podras  un  rato  caniar.                                  ^^H 

iKfcS. 

¿Aquí,  sertora?^No  ves                                ^^H 

^^^P              de  aquella  más  aila  almena 

que  se  juntarán  de  ««p«Cio                          ^^H 

^^^^               si  el  poeía  Juan  de  Mena 

los  galanes  de  palacio                                  ^^H 

^B                     diere  consonante  á  alcorque.                ' 

A  escuchar?                                              ^^B 

^m    Mfna.       Vuesira  majetud  le  ahorque 

D.*  Elv. 

No  imtK>ru,  Inch                 ^^H 

^M                     pof  no  quebrantar  In  ley. 

Ixis. 

jPues  difásme  una  verdad?                        ^^H 
Si.  din.'.                                                .^^H 

^B                     pues  en  la  huerta  del  Rey 
^1                    nar  quien  los  cardos  npcirquc. 

D.«Elv. 

Ik^s. 

¿Sírvete  alguno?                           ^^^^| 

r  Bkv.         ^Veslo? 

D."  Elv. 

Inís,  no;  si  bien  luy  uno                     ^^^^| 

Paauí.L.               ¡Ay,  quii  mal!  ¡aporque! 

que  me  inueitra  voluntad.                       ^^H 

^L                    mal  consonante:  i  ese  mudo               : 

iNis. 

¿Corrcspóndesie?                                     ^^B 

^1                   consonante  stri  y  iodo                       1 

0.'Elv, 

En  mi  vida                    ^^H 

^B                   albarcoque  v  alcornoque. 

Ic  hablé  palabra  ninguna.                         ^^B 

H                   toquilimboquc. 
■    Rii .         M  H«u.)           Venid 

JNrs. 
D.'  Ei.v. 

^Es  don  Alvaro  de  Luna?                         ^^B 
El  mismo.                                                 ^^H 

^M                   á  verme. 

Isf». 

iQué  conocida                          ^H 

^1    McvA.                   Tu  esclavo  soy. 

tengo  yo  lu  inclinación!                                ^^B 

^B    Paslili..  y  entretanto,  Mena,  o>  doy 

D.'  Etv. 

jPues  en  qué  lo  conociste?                       ^^B 
fin  que  tú  sola  advertiste                           ^^B 

H                     con  los  di»  cufrei.  del  (lid. 

ifh.. 

^H                                                           (Vai<  lii»B  a<  Mtai.) 

en  palado  su  attctón.                                ^^H 

■    D.ALV.    (4j  Hcr.}[>ule.  señor,  por  tu  vida 

^M 

^B                   alguna  cosa. 

H    Bbv.                           Denpuis, 

^1                   cuattdo  reine. 

ESCENA  Xli                                      ^H 

^B  CAlv.                         Luego  es 

PASULL 

Ccnie  hay  en  la  galería,                            ^^H 

^B                   cualquier  cosa  recibitU 

si  el  oído  no  me  engaña.                           ^^H 

^L  M      X^WBülAS  Dg  imSQ  PE  HOLIX.^.-  TOMO  1 

^ 

^^^^^^^^i^^^^B 

274 


PHÓSrKPA  KOHTUNA  OS  D.  AlVAHO  T  ADVERSA  DK  RUY  LOPEZ 

PAB1.1U.. 


Inte. 


SeAor  soy  de  la  campaba: 
la  tierra  «la  aocixe  es  mU. 
A  mi  me  pudre  el  mirar 
lo  que  llaman  galameo: 
«hora  bien,  yo  me  paseo; 
el  terrero  he  de  ocupar. 
No  ha  de  haber  ánJmu  en  pena 
que  llegue  esta  noche  aquí, 
viéndome  ocupar  á  mi 
el  puerto.  Música  suena. 

<C4nfd  Icxi.) 

«Manzanales,  de  buen  ^udo 
ion,  aunque  pobres  tut.  aguai, 

Suet  por  lle^r  á  Mulrtd 
e  la  sierra  i*  desatan.» 


ESCKNA  XIII 
Sdieffl  limatt  d  fd  viKldaa.  1>I •■■•». 

Infanta,  jpresco,  música,  ysin  nil^ 

lN¿s.         Su  altc2B  viene... 

iNrAKT».  No  vengo 

i  Miorbarof,  porque  lenRO 
jíütín  también.  Inés,  di. 

\sis.         (Caiu.)  *N<i  dan  bU.-i6n  i  loi  rios 
grundes  corrieiiie»  de  plata; 
arroyos  recibe  «1  mai 
con  más  aplauso  ,v  más  fama.» 

ESCENA  XIV 
liicMo*.  y  d  Ir»»!*  mu  ■■  triada,  ét  oMite. 

iNtANTC.  Como  es  la  noche  serena, 
damas  á  las  rejas  hay, 
y  al  fiolfo  de  amor  me  (rae 
la  vox  de  aquella  breña  '. 

Iní».         (CanM  I  »Basta  que  bese  los  ptei 
¿  tos  Císarcsde  EspaAa: 
no  envidien  ondas  del  Tajo 
Guando  tributo  k  pu^ait.* 

Pablill.  Ducmks  «cnen;  jo  les  doy 
estorbo,  cólera  y  celos. 
Ha  cantado  de  los  cielos: 
muy  aRrftdecido  estoy. 
Como  muchas  reces  cante 
la  serviré  de  escuchar: 
goloso  soy  de  oír  cantar. 

ESCENA  XV 
Safo  *' Raí  X  r>'^*  ^i.oao.  Je  iia<A* 

flív.         ¿Quiénhabta? 

1>.  Alv.  Serl  el  Infante. 

iNrjiNTe.  LtcKa  á  ver  si  reconoces 

quiCn  ce. 
Chiaoo.  DíHcil  seria. 


iNto. 
D.'  Ei.v. 


Al  Tifo  4u«  dicen: 
Ai.o»<a.      PleniQ  4u«  onii  um  dam 
ItlT  <Me  fiKri  licilo  iiluí^ 

Al.«iii>e.       jKailt  1>  l,tm■f*^ 

iBti  .)•  t  orrt*  *t  lltmi: 

cnaili  Jf  ttofli  Kliirt. 

ctOuciKinvt,  por  mi  \iAk 

»B  i«t  Jakr  1  riftUJ*. 


r  1  Do<l 


Cante  mis  vucseAorta, 
que  esa  ruz  t%  voz  de  roces. 
Es  un  trueno  cctcsiíal, 
es  un  chillido  excelente, 
es  la  trompeta  valiente 
del  gran  iufcto  ünal,. 
ptits  los  muertos  resucita. 
¡Oh,  bien  haya  gracia  tanta! 
¡Oh,  bien  hajra  quien  lo  caoia! 
lOh,  biet)  haya  quien  lo  grital 
Uno  con  voi  lisonjera 
gracias  da  de  haberme  oído. 
Curioiidad  habrá  sido. 
(4^.)(tOh,  si  d^-in  Alvaro  fuerali 
Pregúntate  tú  quién  es. 
Mí.)  (Amor,  deten  tu  violencia]. 

Inés.  jDamo  tu  alte/a  iKrencia? 

Iníamta.  Licencia  tedoy,  Inés. 

Inís.         jQuién  rs  el  agradecido.^ 

pAkUi.L.  SI  lo  soy  desde  la  cuna: 
soj  don  Alvaro  de  Luna. 
(A;i.)  (Sólo  csia  vcK  he  mentido 
y  otras  mil.) 

CniAiio.     (jii  intime )  «Oyes,  tcñorr' 
Don  Alvaro  dzce  que  es. 

IxPANrE.  Huílgome  mucho:  hable,  pues, 
que  tercero  de  mi  amor, 
por  medio  de  doña  Elvira, 
intenta  ser:  aguardemos. 

D.'Elv.  Piosiftuc,  Inés,  y  sabremos 
S)  es  discreto,  oes  mentira 
lo  que  dicen  dil. 

pABLtLU  SeAora, 

«Tuí  tapaboca  mi  nombren 
¿Es  acaso  hablar  á  un  hombre 
,     buey  de  hurto?  N»  habrá  ahora 
quien  <i%  riña;  mamA  ú  taita. 

Ifi^s.         t<^ué  música  fuií  niAs  tiuena 
para  vos? 

Pasull,  La  que  mis  suena: 

un  órgano  y  una  gaita, 
y  el  firufiido  de  un  cochino 
cuando  le  quieren  matar. 
pi>rque  esta  cerca  de  dar 
aña^axat  para  el  vino. 

D.'Elv.   o  se  Mirla.  6  cfli  loco 
quien  habla. 

Pavuu..  Mi  inclinación 

es  de  justar,  lama:!  son 
los  II  sirumcntos  que  toco. 
Mantener  pienso  una  justa 
cuanJf)  mi  rey  se  corone: 
loda  dama  me  perdone, 
que  de  la  color  que  t^usta 
cada  cual  he  de  vestirme. 

iKts.         <Saldré»  en  muchas  colores? 

Pablill.  Saldftft  mi  Irajc. 

Rbt,        (.Ilion  Aivxo.t     En  amores 
andji  el  Infante  muy  firme. 

D.  Ai.v.     ¿Y  tenemos  de aguárdir 
á  que  acabe? 

ftiv.  Hasta  tor 

quien  le  habla. 

D.*  Elv.  El  manienei 

una  íusiaes  singular 
Kción  y  dificultosa 
pata  RH>ios. 


^■^^^^B 

^i^^^^^^H 

^                                                JOKNADA  SEGUNDA                                                                375                ^H 

^FTabMiT.                       iLiniJo  aliAtií 

D.  Alv.                                   iQ*¡*,  loco?                         ^^| 

H                  Aunque  soy  sl)to  timpiAo. 

PaaLii.i..  Que  he  conocKto quien  &on.                        ^^H 
Rev.        Si  está  la  Infanta  al  balcdn;                      ^^| 

H                    len^o  }'o  It  edad  aAou, 

^L^^            ¿Venmc  con  aqucMs  cata 

don  Alvaro,  capera  un  poco.                     ^^H 

^^^K          Un  [ara  y  f»?  A  fv  mU 

CMkbo.    {At  loCute.)  Oíros  llegan.                           ^^H 

^^^H           úue  en  !■  titut  cnrnicerla 
^^^H           de  lot  ¡nfühlM  (le  Lora 

iNrAHTS.                                   |Qu4  rigort          ^^M 

Rkv.         [Ala  infinta  )  Bien  la  música  asegura          ^^| 

^^^H            me  tullí  yo;  y  en  Ara)[ón 

que  vuestra  allc/a  procura                          ^^| 
hacer  cielo  rl  mirador.                                 ^^H 

^^^H          mantuve  en  el  mu  ile  Abtil 

^^^H           un  torneo  contra  mil: 

Invakta.  «y  quic'n  líene  e\e  cuidado?                        ^^H 
Rkv,          k1  Infante  lie  Ara)t6n.                                  ^^H 

^^^H          jmil  he  dicha?  pocot  son: 

^^^H           y  de  t<j<Jo«  cltuí,  Milos 

Infante,  i.*  i.  cúmo-í  «Oiite  aquella  raxAn?             ^^| 

^^^m          en  pie  me  iiucdiron  dos. 
^^V             Biclabalus,  vive  Dios, 

CliiAiM.     A  vuestra  aliena  han  nombrado.                ^^H 

Infanta.  El  Infante  se  podia                                   ^^H 

^^^K           con  mi  lait/a  como  bolos. 

quietar  ya  cun  más  razones,                     ^^H 

^^^H           Uno  saliú,  muy  galán, 

pues  que  son  sus  nretensiones                  ^^H 
para  tratadas  de  du.                                 ^^H 
No  con  armas  ni  denuedo                         ^^H 

^^^1           Hin  biitas  V  con  etpueUs, 

^^^H           «esiido  io¿o  de  tdas 

^^^H           de  cedazo  á  de  Míldn. 

mi  inclinación  venceri:                                ^^H 

^^^B          Su  tnvcnciün  eca  una  arpia, 
^^^f           que  en  su  Rartn  sucia  y  fea 
^^^^            se  llevaba  iGaUtea. 

que  es  mi  condición,  diri,                        ^^H 

muy  fuene;  yo  lo  concedo;                      ^^H 

pero  ser  de  otra  manera                           ^^H 

■  D.*  Etv.  <Y  la  letra? 

me  pesara,  porque  estoy                           ^^H 

■  Paiull.                     Ansí  decU: 

Contenta  de  ver  que  loy                              ^^H 

^B                   Poli/emo  tenia  un  ojo; 

poco  afable,  ivau.)                                  ^^M 

Rky.                         Escucha,  espera.                      ^^H 

H^'                  no  Uiis  PaíiftniQ  poí. 
^^^          Otro  MCÚ,  a  lo  que  entieiulo. 

iNrANTC.  ^Válgate  I>iospor  mu)er1                              ^^H 
Si  entro  armado  de  Aragón                      ^^H 

^^^h          la  humana  nsiufslczii 

en  Castilla,  agravios  son;                          ^^H 

^^^H           con  un  mute  en  la  cabeza; 

si  en  servir  y  pretender                                ^^H 

^^^H           mídicuí  la  iban  siguiendo. 

me  humillo,  también  te  ofendes.                ^^H 

^^^H           Eia  el  muic:  Intento  <i  mío 

;Vive  Diosl  que  he  de  inquietar                   ^^H 

^^^H           fu«  crezca  ti  gt^nrto  humano. 

á  Castilla  hasU  alcan/jt                              ^^H 

^^^H              etlo»  me  van  >f  la  mano. 

la  deidad  que  me  defiendas.  o'«itJ             ^^| 

^^^1          piití  ttiiian  mdt  fue  yo  crío. 

Rkv.       mi>.  aIi.)  hnujaila  fui  mi  hermana.            ^^| 

^■P 

D.  Alv.    Cánsale  el  atrevimiento                                ^^| 

f>.*  Elv.             Iviciiera  «  nicjor. 

del  Infante.                                              ^^H 

porque  mtl  irán  can>ando. 

Rey.                        Andar  intento                          ^^H 

K  Cm*!».    lAi  inhnií.í  U<  ju^as  cslán  irataodo. 

basta  que  de  la  mañana                           ^^H 

H  Ihfanie.  |(>h.  necto^  trai.i  de  amor. 

la  luí  vea,                                                ^^| 

H  D.'  Et».  lAf)  Apenas  ha  renovado 

^^H 

^1                  am'>f  sus  linns  cu  mi, 

1  ^^^^^H 

^M                  cuanJu  el  dnenflañii  vi 
^^                  que  ludas  las  ha  borrado. 
^L^              Iba  creciendo  pur  punios, 

ESCENA  XVII                                    ^H 

£/  Raí,  tVíN  Air'KO.  Rvi  I.Anti,  ro*  riuttia,                   ^^^| 

^^H             pero  va  es  ftier^u  nmfit 

^^^1 

^^^L          úveii^o  un  h<>mt>te  decir 

Ruy.                       Rey  mió,                                  ^^H 

^^^H          tamos  dispárales  lunios. 

cuando  tenya  voluntad                        ^^^^| 

^^^^^^^         inttlitntidi  ta  rt-Unt  Blvira^  laM.) 

de  salir  tu  majestad,                             ^^^^| 

^^^^^^K 

■un  no  he  perdido  yo  el  brto                     ^^^| 

^^^^^^^B 

de  galAn  y  de  soldado;                                  ^^H 

^^^^              ESCENA    XVI 

avtscmc,  pues  priicuro                                 ^^H 

^K  £7  Har  y  ttoo  Ai.*aiiio,  HI  i<iri,fii«  »■  Anaom  y  tu 
^m     CaiAM,  La  bvAHra  oa  Curuut.  é  t«  Maiana. 

su  fiiisio,  itk  más  seguro                              ^^H 

llcvindome  1  mi  á  su  lado.                       ^^H 

RsT.         Con  calor  ha  entrado  Mayo,                       ^^H 

^TD.  Alv,    PienM>  que  no  es  el  Infante. 

y  el  fresco  sal!  á  gu/ar:                                ^^H 

■  Rky.         ¿Qui^nserA'' 

Jiiempre  me  habéis  de  buscara                 ^^H 
Cansada  cosa  es  un  ayo.                             ^^H 

■  D.  Alv.                     Pahlilli»  ex; 

^1                no  me  eogaflo. 

Rvt.        No,  señar:  como  ayo  no,                          ^^H 

■  lUv.                                PaiJue,  pues, 

como  vasallo  y  criado                                 ^^H 

■                 la  bufia  de  hacerse  nmanle. 

le  buscü,  que  mi  cuidado                         ^^H 

^  D.  Alv.    Loco  ¿qué  e»iás  holicando,* 

á  esta  esfera  se  exl<ndi4.                            ^^^H 
Pero  ya  que  es  tartft  ahora                   a^^^| 

Bst.         ¡Ah!  necio  ¿qui  eMii  dicictklo? 

^B  pABiiLi..  Devos  nombres  no  me  i^tendo 

suplicóle  le  rccoías;                                ^^^^| 

lorque  ya  sabes  que  enojos                    ^^^^| 
a  la  Reina,  mi  seiiora.                             ^^^^H 

^B                  cuando  esioy  (lalanleando: 

^V                y  agranKicanme. 

Rkv,         Ruy  Lópex,  yo  lo  tiai4.  (Vaa*.t            ^^^H 

^^^L^  376 

PHÓSPCRA  FORTUNA  OK  0.  ALVARO  Y  ADVI^USA  DE  RL'Y  I.ÓPfJ'                    ^^ 

^^^^B 

ESCENA  XVni 

Ht\.         Lc\-am»d.                                          ^^1 

^^H 

Rirr  L4»aJ  y  Ddn  Alvam. 

GarcÍ».                  Beso  tus  píes.                  ^H 
A  la  Heina.  mi  seiVora                      ^^M 

^^^^^MtuT. 

¡Allí  Jon  Alvaro,  «cuchad  ■, 

di  cuenta  dr  una  iíaii:i¿n.           '    ^^M 

^^^^ñ 

que  en  vos  i  su  niAivstad 

y  he  sentido  oblif;aciün                    ^^H 

^^^^^^^_ 

la  Mlida  fCilirí. 

dedarlaá  mi  Re>  ahora.               ^^M 

^^^^^^fe 

Sin  vos  vi  Rey  no  mIÍ>: 

VA  t^ondeitabtc  ha  enviado...         ^^M 

^^^^^^H 

sal«  por  salir  lo*  dos; 

Rey.          .Mirad  bien  lo  oue  decís.                  ^^M 
GarcU.    a  su  hijo  don   .(lit,                         ^H 

^^^^^^H 

por  si  mirabasin  \o.'i: 

^^^^^^H 

ul  M  vuestra  cumpaAia. 

que  es  de  Murcia  adclaniado.         ^^S 

^^^^^^^H 

La  >alud  y  autoridad 

un  correo  en  que  le  munda                   1 
gue  al  rey  de  Gcanad*  entregue       ,^M 
a  l.orcu.  v  aniCN  que  llegue            ^^M 

^^^^^^1 

andando  de  nocfíc  pierde, 

^^^^^^^H 

y  M  menester  que  se  acuerde 

^^^^^H 

de  las  dos  su  tnajcstad. 

I  ansí,  aunque  vos  no  sois  viejo, 

con  esta  mjutta  demanda.             ^^M 

^^^^^^H 

rendri  á  Madrid  el  corre                ^^M 

^^^^^^^H 

sois  hombre  ya  de  ra^ón,  ' 

porque  vahan  ido  por  c:                ^^ñ 
Rr).        Vedmc  después.                            ^^M 

^^^^^H 

y  icn¿is  obligación 

^^^^^^^^ 

de  ÜRrk  el  mejor  consejo. 

(Uf.tx.  lApartt)           Muy  crtlet              ^^1 

^^^^^^^H 

Nieto  de  ilustres  abuelos 

ando  en  esto;  ya  lo  veo;                   ^^H 

^^^^^H 

naciueit;  ^i|u>¿n  u«  íku'UI'^ 

ciego  me  traen  mis  anlo]iit.      {Vote.)   1 

^^^^^^^1 

norabuena  6  norumala 

Her.          Pues  veré  lascarlas  presto.                    V 

^^^^^^B 

no  CiU-sdií  esto)>  deiicloi. 

suspendo  el  crfdüo  en  est<i.                    1 

^^^^^^^K 

Al  Kcv  seguiré  imitar 

^^^1 

^^H 

es  bien  k  vuciiro  linaje, 

que,  aunque  ya  barbáis,  so>s  paje, 

ESCEXA  XXI                       ^M 

^^^v 

y  os  mandaré  caí  ligar.  n'<i«rl 
CuanJo  lal  uii^o  decir. 

Kt  R11,  n<»  Aliako  }-  Rirt  LArn.           ^^M 

^^H 

Ruy.        .S'o  hace  provecho  a  tos  ojos          ^^H 

^^^B 

JtcnKo  )'o  mullos  mis  labiiit^ 
l>el  Rey  son  estos  aaravios: 
por  Él  los  pienso  tuirir, 

mi  Rey,  aqueste  scnno.                   ^^M 

^^^^H 

Rky.         Si  i  tos  ojos  hace  mal,                     ^^M 

^^^H 

no  á  la  majestad  real                       ^^U 

^^^^^^^^ 

conque  traiciones  coiKleno:            ^^H 

^^H 

ESCENA  XIX 

deMaf  est-i  el  pM;ho  lleno                      V 
de  un  hombre  que  habiendo  sido         J 

^^^^^^ 

m  Hit  y  I>(>h  Airniis. 

tan  leal,  h*  pretendido  '                  ^^H 

Alvaro,  ^quí  es  esto? 

Enojos 
de  Ruy  Lópex.  .Me  ha  reñido, 
porque  de  noche  ha\  valida; 
ñame  quebrado  lus  o)u% 
con  iU!t  injurias  aquí. 
^Ciiinias  i'uerun? 

Cinco  ii  seií. 

d  lavcjei  dcwlorar                        ^^H 
su  buena  fama  y  mostrar               ^^M 
que  M  traidor  y  mal  na:idD.           ^^M 
¿IJc  qué  sirven  los  blasones             ^^ 

^^m 

<^ueen  la  Kuetra  hsbc.v  ganado.            ■ 
SI  tan  mala  cuenta  han  dido          ^^M 
vueiiras  lúcas  amt>iciones.*             ^^H 

^^B         alv 

Oc  las  aleves  irdiciones                    ^^M 

^^1 

Tantos  estados  tendréis 

que  en  tos  descubro  w»  rcx        ^^M 

^^^^^^^> 

como  sufristeis  por  mi. 

iesti{(0  soy  y  soy  juez.                  ^^M 

^^^^^HB 

baldones  del  Condestable. 

¿No  fuera  mucho  mejor               ^^M 

^^^^^H 

que  he  de  ser  a^tra decido. 

morir  mozo,  que  el  honnr            ^^1 
ultrajar  ñ  la  vejez^                           ^^M 

^^^^^^^^ 

pues  con  vos,  Alvaro,  ha  sido 
mi  voluntad  tan  notable. 

^^^^^^^B 

<ir«c¡as  i  la  noche  doy                    ^^H 
por  lo*  bienes  que  me  ha  hecho;          V 

^^H 

1  la<;erme  de  nuevo  puedes: 

y  si  yo  ambicioso  fuera, 
mis  agravios  pretendiera 

por  ella,  de  vuestro  pocho                     J 

^^^^^K 

conocí  la  maldad  hoy,                  ^^1 

^^^H 

habiendo  de  ser,  mercedes. 

.'\hiira  si  que  Rey  soy.                  ^^H 
puesconoíco  la  cnuaftoxi               ^^B 
fe  que  en  vuestra  alma  reposk,              1 

^^^^^H 

^^^^^^^ 

ESCENA  XX 

iratcion  que  el  pecho  os  abrasa :           m 

^^^H                 DlCMOl  )'  tVÁM  ÍIaucIi,  crlmfoiff  Hi»  I.APM. 

n>¡  salg.'iis  de  vuestra  cava                       1 

^^^^^H 

hasta  que  >>s  mande  otra  coso          ^^ñ 

^^H 

(Ap.t  (Perdone  sí  soy  tirano, 

Rl't.         Mudo  obcdc/co,  señor,                    ^^M 

^^^^^^ 

el  Condestable  imprudente. 

y  no  quiero  disputar                      ^^M 
si  me  lo  podtis  mandar                  ^H 

^^^^^^b 

puei  me  di|0  claramente 

^^^^^^^r 

que  voy  un  hombre  villano.) 

siendo  yo  ( Jobernador.                  ^^M 

^ 

¿Es  vueura  altexa?              (ai  Rey.) 

Déme  Dios,  déme  un  dolor              ^^U 

^^H 

jQüiia  es? 
Criado  del  Condestable. 

tan  excesivo  y  tan  <uetle                 ^^M 

^^H 

que  no  se  acabe,  y  de  suerte          ^^1 

^H 

Permitid,  señor,  que  os  hable. 

se  aiormonien  mis  sentidM,            ^^H 
que  en  ellos  estén  vencidos                   4 
los  asombros  de  la  inuene.       H'awJ  J 

^^^^^     1    Ka* 

n>.  «nprn^». 

JORNADA   5K0irNt>A 


277 


ESCENA  x;íii 

Tufbof  b'cen  lus  cnoio;., 

como  Alientan  tus  racrecdn. 

Toeanilo  con  Ui  piredo 

va  ituy  Lupe/.  A  los  oioi 

ks  Taita  luz. 
RcY,  Losd«tpoio& 

Mn  que  la  traición  ha  dado; 

que  sicm^ttf  turba  el  pecado. 

y  an&i  nu  es  mucho  ^uc  ciagtie 

el  que  i  tal  bjjc^a  tlcguc. 
n.Ai.v.    Sucesos  sciiidccDvidiado; 

tí  no  ha  hrcho  acci'in  liviana; 

pieníD  que  ha%  de  aircpcntine. 
Key.         Alvaro. 
[).  Alv.  Seilor. 

FtBT.  CcAlric 

quieru  la  espada  mañana. 

Dane  ha  la  etpuela  mi  hermana. 
D.  Alv,     beso  tu>  pie>. 
Rtv.  Gentil  hombre 

de  mi  cámara,  se  nombre 

ya  don  Aharode  I. una. 

que  de  iü  grande  (ortuna 

quiero  que  el  mundo  üc  üsombre. 

(l'dDlt.) 

ESCE>fA  XXIII 
Il«r  Mmi  . 

¡Hotal  i:rÍBdo«:  Garcja: 

;aún  ni)  hay  Uwc^  en  mt  cuarto.* 

Sombras  y  iijjuras  u>n 

Je  las  deulich»  que  paw. 

(tevcntando  csioy  ^qué  tu  esto? 

Etnas  en  el  alma'trftijto: 

aun  mi  vestido  me  cansa, 

mai  ;qiié  mucho,  si  me  abrasol 

,;Palahrasde  un  níAo  rey 

pesan  tanto,  pueden  unió, 

que  mi  valor  atrupctlan?' 

jFueron  palabras  ó  rayos? 

¿Vo  *in  honra,  yo  iraiJor. 

y  yo  mala  cuenta  he  dado 

ele  mi  honor  á  la  vejcíí 

<cómo.  6  por  qué:  (]6n(te,  ¿cuándo^ 

lAh,  ciclos.'  ,jestc  riHor 

mcguardiü*  Asi  die/  añot. 

anics  me  hubicru  muerto. 

dichoso  (ucra  y  honrado. 

¡Que  siendo  amable  la  vida, 

A  mi  sólo  me  haga  daAo! 

^qué  muoho,  si  era  forzoso 

que  naciese  deidiehado^ 

ESCENA  XXIV 
Iheiio:  y  íattn  ¿f  I^bv  y  DoK  AlvaNO. 

D.  Alv.    Voces  da  sin  luz  y  á  escuras. 

Rsv.         No  parece  gente;  htgamoi. 

Rut.         NlAo  rey,  .;ercs  gilianitf 

jCúmotJe  li  csia  temblando 
quien  ejércitos  de  moros 
venció  en  andaluces  csmpos^ 


i.\h,  ruduna!  ¿de  qti¿  sirve 

que  en  estus  Vfilos  paudos 

me  dieses  honra  y  nquczas. 

si  Je  un  KOlpe  me  has  quitado 

el  honor  i  la  vejez, 

cuando  suden  los  ancianos 

icnct  ya  su  honor  si-guro 

y  venddoii  los  nauTrados 

(k  la  juventud  ociosaK 

Bien  dicen  que  el  hombre  es  ¿fbol: 

hojas  y  llores  producc; 

su  bdlexa  son  los  ramos. 

sus  ri()Uezj)S  son  las  llores, 

compitiendo  con  los  rayos 

del  S'jI  y  los  arreboles 

de  tas  nubes  del  <>caso 

en  colores  y  hermosura. 

Sopla  el  cierzo,  sopla  el  au&iro, 

y  antes  de  llenar  el  fruto, 

pimpollos  verjel  y  blancos 

Jernban  en  la  campaña 

verdei  blnvine»  de  Mayo. 

¡Ay,  honor!  ¡ay,  vejez  mUJ 

¡ay,  hijos  ausentes,  tanto, 

aue  ya  verme  no  podrtísl 

lineas  de  la  muerte  paso. — 

Hey  de  (bastilla,  yo  llego 

al  iribunat  rc^:toy  sanio 

de  tu  jusltcia;  .¡por  qu¿ 

me  bu  hecho  <alet  agravios. 

t]uc  traidor  me  llamas?  Yo 

honrosos  ttmbrt'S  he  dado 

i  las  armas  de  Castilla 

con  esta  espada,  este  braxo; 

seis  batallas  he  vencido 

J  serví  treinta  y  dos  años 
tu  padre  y  á  tu  abuelo: 
con  amnr  de  padre  y  ayo 
te  crié,  tu  bien  deseo: 
jen  qué  le  ofcndi?  ^qu¿  ha«o?— 
«Ruy  Lúpea,  á  mi  me  ha  dicho, 
que  sois  traidor,  y  me  espanto 
que  deis  vos  un  mala  cuenta.*— 
Hcy  mío,  mirad  que  enfiíños 

fadece  el  hombre,  y  la  envidia 
veces  suele  cansarlos.— 
■Yaituv  López  hecrddo 
lo<)uc  me  han  dicho,  y  no  hallo 
disculpa  á  vuestros  errores; 
estad  preso,  retiraOiS.» — 
Pues  apelo  ai  Tribunal 
de  Dios,  que  es  Rey  soberano.— 
SeiSor,  yo  vengo  i  itiicio: 
leal  soy  al  castellano 
monarca,  bien  lo  sabéis; 
4poT  qué  sufro  este  trabajo^— 
•Ruy  López...— Señor,  y«  tiemblo, 
He^  eterno,  de  cscuchnros— 
¡OhIá  hubieras  servido 
i  mi  Madre  y  á  mis  santos 
como  al  Rey:  tú  fueras  íueno, 
como  el  mundo  te  ha  llamadot— 
Señor,  si  los  corazones 
veis  vos  solo,  y  los  humanos 
reres  no  los  pueden  ver, 
sólo  i  vos,  Rey  justo  y  santo, 
servir  debemos  los  hombros.» 


a?**  PftÓSPERA  FORTUNA  DE  a.  XlVARO  Y  ADvr.RSA  OE  PUV  táPK)! 


O.  ,Vi  ■  I      ni»  Ji)  «I  c%cuchnrlo. 

Rky.  '    '  :^'l  i|uc  fitj  nene  culpa. 

D.  Ai.v.    UcnU  baiacun  lux. 

fÍKT.  VaiDOÜ.     (rai«««,) 

Ruy.        .¡Con  (]uUn  me  conwUré, 
sin  m¡*  hijos  y  críadoi? 
jAh.  Juan  García.'  -^h.  hli'i  mM 
contl]^  sólo  descanso; 
jlXónde  etiás  que  me  consueles? 

ESCENA  XXV 
Reír  L4*xi  y  FIbiiiik*a,  co<*  ■■■«  Imf. 

HntSHA. Señor,  esu  lux  le  ttaigo 
can  re<:elo  de  enoíanc, 
triste  Je  haberle  cv:uch»do. 
Si  yo  fuera  ta»  dicliuw 
t)uc.  como  pruJeaiej  Kat>Ío, 
le  sirviera  j  af^raJHra. 
me  echara  i  tui  pies,  robando 
que  me  dijeras  qué  lien». 

Rut.         Herrcrn,  ditdichas  paso. 
GaiciB.  quiii  por  \cnc, 
icoosolafmc  no  ha  entrado. 
Vete  allá  fuera.  ¡Ah.  García! 

IVau  rriiranio  li«rrer*.) 
Hijo,  mira  que  ic  llamo; 
ei  inimo  desfallece; 
jcómo  ó  pof  qui  me  d«mayo? 
Tenijtamos  valor,  concic.nvla, 
puei  que  Mjiuros  estamos. 
Mas  jquí  valor  puede  hab«r, 
si  en  la  honra  me  ha  tocado 
un  ny  <le  (üspañn;'  iAh,  García, 
bíto...  «para  qu¿  ic  llamo?  > 


JOK.NADA  TEKCIÍR.^ 

KSCJtNA  PRIMKRA 
RumcM  >  DiKO,  ¿«<<iM(iia. 

HeMiehA. 
Pues  llecas  i  Madrid  ho)'.  de  Sevilla. 
escucha,  Garccrin,  las  novedades 
de  osic  imperio  rspaflot  y  desta  villa: 
metrópoli  v  dosel  de  majestades. 
I>cl  segundo  don  Juan,  rey  de  Castilla, 
que  del  Fénix  akance  Ig^  edtdcs, 
ayer  se  coronó  In  hemic»  Trente 
jr*  sea  con  los  rayos  del  Oriente. 
Quererte  yo  decir  la  diferencia 
famoM  de  aparato,  ^enie  >  ftalas, 
ijn  retórica  grie|;a  nt  clocuenua, 
era  pedir  á  Dédalo  sui  alas. 
Excedió  lacatóltca  prudencia 
las  rábulas  de  Itjpiter  y  Palas, 
y  la  historia,  de  espanto  y  gtoria  llena, 
en  metro  está  escribiendo  Juan  de  Mena. 
Ruy  López  no  lo  vio,  mi  iluMrc  duci\o; 
en  su  casa  Ir  tienen  retirado: 
asombro  dcCasiilla,v  no  pequeño: 
mas  «qui  ilustre  varón  no  «  envidiado? 

I    en«laa.:atii)Kiiitra4uelellimoJ> 


Aquel  valor  altivo  )  zahareño 

con  que  tuvo  este  reino  alborotado 

el  [otante,  ha  c^'sulo,  y  preso  viene; 

(^uc  la  soberbia  humana,  este  (in  tiene. 

hse  concuna  popular  que  miras, 

ese  tropel  confuso  de  la  penie 

que  en  esa  pli^a  ves  y  mudo  admiras, 

una  jiuta  es  Real  )■  acción  valiente 

|Üh,  aragonés  bizarro!  en  ella  aspiras 

á  eterní/ar  tu  nombre  eiernamenie. 

Manliiínala  don  Alvaro  de  Luna, 

mancebo  á  quien  aplaude  la  fortuna. 

,,  ilhtido  Utñiro-i 

Masf-quc  rumoren  esic  tan  viólenlo? 

Alfiuna  novedad  ha  sucedida. 

VA  Rey  decM-nde  aprisa  de  su  asianto: 

don  Alvaro  cayó:  jjj  estará  herido? 

Con  lástima  común  y  sentimiento 

«I  pueMo  se  altera,  que  es  bien  iquerído, 

<'a)t\  láfírimat  el  Be*  i  verle  sale: 

¡oh!  cuánto  la  virtud  de  un  hombre  vale, 

ESCKNA II  _ 

niCNi>,  yiAcdNd  tloi.ii>«iiodr)i«ava.r«  «nlre  ifMf' 

r(  K'íi,fA»i.H.t.otygt»t4ií<s*rmándalt 
Rkv.        ^Estd  muerto? 
pAatiLL.  No,  seflor. 

Rbt.  Buenas  albricias  te  mando. 

Ilde  las  armas  quitando, 

no  Ic  utonnente  el  calor. 

Don  Alvaro,  vuelve  en  U; 

adt  ierie  que  esa  caida. 

si  da  peligro  i  tu  vida, 

me  ha  de  dar  la  muerte  A  mi. 

Nunca  yo  m«  coronara 

ti  me  babla  de  costar 

tal  disgusto,  tal  paisar: 

nunca  yo  á  ser  Rey  Ilecara. 

pues  no  hay  reino,  no  hay  blasón 

niayor  al  que  quiere  bien, 

que  estar  ¿oíando  de  quien 

es  dueño  de  su  alWión, 

Si  con  mt  pena  te  obligoi, 

csia  aikión  ptalarduna, 

que  no  quiero  la  corona 

SI  he  de  perder  tal  aintgo. 
PAauu..  Alguna  vieja  bellaca 

de  mal  ojo  le  miró; 

rirque  aquella  que  lltftñ 
i:uafcnia.  no  se  saca 

los  ujus  por  no  matar. 

Si  yo  aluún  poder  tuviera. 

cuervo  de  las  viejat  fuera. 

y  aprendieran  á  rerir: 

viejas,  ni  vivan  m  beban. 
RlT.        Sus  pulsos  sin  fuer/i  es'.án. 

¡Ah,  scóor  de  Montalbinl 

|Ah,  marqués  de  Sanlisteban! 

)Ah,  duque  de  Aucnzal  |ali,  conde 

famiiso  de  Santorcax! 

j<Hs,  duque  de  Gormax.^— 

Muerto  es,  puM  que  no  responde. 
Pabull.  Si  es  d>tcretu  y  Socarrón, 

aunque  oifia  ha  de  ntai  Gallando, 

porque  \t  Taya»  lUmaitdo 

con  más  dluloa,  que  ton 


^3 

^^^^^H 

■ 

i^v^^^H 

1^ 

■M 

IcRcEltJI 

í/y^^^^^^^H 

^^M 

pi^os  de  ^ ton  umtOM 

que  le  volverm  lá  vUa.—                     i 

>  o  vi  cKlar  anK>fl«cida 

flecha  seris  penetrante,                             ^^H 

^^^^B 

locada  en  yerba  cruel,                               ^^H 

^^^^ 

que  el  coráión  me  traspase.                     ^^H 
Atas  jcómo  es  posible,  cielos,                 ^^H 

^^^H 

una  dim«  meütitlrosa, 

^^^H 

potque  comprada  no  hsbla 

que  eo  aquellas  canas  falte                     ^^H 

^^^^M 

cierto  cocbv  su  marido: 

ta  generosa  leatiad,                                ^^H 

^^^M 

J  él.  llcgárdoM  al  oído, 

timbre  de  su  tiustrc  sangre?                      ^^H 

^^^^B 

Mimos  en  vano  decía. 

Temerosamente  Ico.                                  ^^H 

^^^1 

Quiíc  8l  maríJo  de  altl 

¡Ploga  al  cielo  que  no  halle                    ^^M 

^^^^M 

mis  imte  que  escura  nuche: 

en  \tí  de  tinta,  veneno,                            ^^H 

^^^H 

llegué  y  dije:  *£ixhe.  cocho, 

y  en  vei  de  letras,  un  A.spid'                   ^^M 

y  al  mumetiio  volvió  en  si. 

Alcai.d 

lAp )  ¡Piadoso  se  muestra  el  Heyt             ^^M 

Rsv. 

^'Amitto,  ami;;o.,.?  " 

Di«s  muchos  aílos  le  üuarde.                    ^^U 
cQuí  iriiiemente  que  lee!                           ^^U 
Miedo  me  hu  dudo  el  mirarle.                   ^^M 

D.  Alv. 

.Señor, 

jcoa  CM  nombre  queráis 

darme  vida? 

Rkv. 

(.s^.>Esioes  hecho.  ^A  Dios  pluguiera        ^^1 

Pabui-l 

(Ap.)             Ojos  jqu*  vci*I 

que  palabras  semejantes                               1 
Mter  no  hubiera  podido!                           ^^M 
jHay  mayor  traición?  Alcalde.               ^H 
Seflor.                                                    ^H 

^esia  es  lastima  ti  Mf,  amor? 
Cflsiijio  dct>ió  de  ^er, 

RlT. 

que  inobedicnic»  con  ira»!  a; 

Alcalo 

pues  diciendolc  yo,  •bastar. 

Ret. 

Para  hacer  justicia                       ^^M 

volver  quisiste  á  correr. 

os  doy  mi  poder  bastante.                      ^^M 

D.  Alv. 

E)emplo  luC  mi  caida 

Toma  esas  cartas  v  haced                        ^^H 

de  que,  aun  en  burlas,  es  ley 

lo  que  importa  á  casos  lalea.                   ^^H 

que  la  palabra  del  Ref 

Id  luego  i  reconocer                                  ^^H 

sea  siempre  obedecida. 

la  casa  del  CVtndestabte:                         ^^H 

^^^K 

SI  la  vida  6  muerte  das 

poneldc  guardas  eit  ella.                        ^^M 

^^^^B 

coa  mandarlo  dcsa  suerte. 

Alcalo. 

¿y  al  correo?                                             ^^M 

^^^ 

vo  aprenderé  á  obedecerte 

RST. 

Esc  sollaldc.                        ^^M 

1 

sin  replicarte  íaoiás. 

que  sin  duda  está  inocente;                    ^^M 

■       Rev. 

SénRrcsc  ahora  que  cmpíeía 

que  si  llevaba  el  mensaje                          ^^M 

H 

i  alentar  con  priesa  tanta. 

sm  sabci  A  to  que  iba.                               ^^H 

■        PkmULi 

tAp.)  Su  mucha  aficióri  etpanla. 

jqué  culpa  tiene?  ¡Ab.  mudable              ^^M 

■         D.  Aiv. 

I.os  pies  b»o  á  tucsifs  alte».  {V'at<.) 

Uuy  1  ó  pez,  que  i  tu  vcjci                       ^^M 

K        Pablili. 

.  i.ucso  bien  dice  i  ese  intento 
(ID  doctor  moderno  que  hay. 

tales  afrenlBií  buscaste)                             ^^M 

■ 

^^M 

^^^^ 

que  en  loftando  uno  que  cay. 

^^H 

L 

nade  sangrarse  at  momento. 

ESCENA  IV                            ^M 
tu.  Rav,  >■(>«■  ALVAKecOfl  taWa.                     ^^H 

ÜSCENA  III 

^^^M 

niUT, 

pAKUtm,  ex  CMAHO  >'  lUffO  «H  AlXALU. 

D.  Alv. 

Seüor,  á  pedir  me  enría                          ^^H 
en  su  prisión  el  Infante                             ^^H 

OlADU. 

Un  alcalde  quiere  ver 

que  le  vea  y  que  te  pida                         ^^H 
licetvcia.                                                ^^H 

i  tu  miiesud. 

Pablill 

^Akalde^ 

Ricir. 

^Ya  te  sanftTaate?                     ^H 

No  ha  Tcoido  acá  de  balde: 

D.  Alv. 

SJ,  scAor.                                               ^H 

huid,  que  os  querrá  prender. 

RCT. 

^Cómo  U  sientes?                    ^^1 

Rsv, 

F.aut  j  despejad. 

D.  Alv. 

Mejor.                                                   ^^1 

Pabliu. 

Despejo, 

Bev. 

Visfialc.                                  ^^H 

y  entre. 

D.  Alv. 

Dasme                        ^^^^| 

ALCAtb 

Como  me  mandaste. 

.mil  favores.  Tus  pies  beso.               ^^^^| 

lenDo,  señor,  secrestados 
los  bienes  del  Ondestable. 

Pero,  nejtor.  tu  semblante                 ^^^^| 

^^ 

muestra  trístexa;  {qu<  tienes?            ^^^^1 

^^^^b 

Ya  tfujeron  el  correo. 

Rby. 

Alvaro,  queson  verdades                      ^^H 

^^^^ 

porque  le  akaniaron  antes 

ias  sospechas  de  Ruy  Lópet.                 ^^1 

^^^^B 

que  entrase  en  Murcia.  Estas  canas 

D.  Alv. 

Señor,  envidiosos  hocen,                       ^^M 

^^^f 

son  los  despachos  ^'  el  parte 

Ul  vex.  aparentes  culpas.                        ^^H 

■^„ 

que  llevó. 

K^uinios  pequeños  y  grandes                  ^^M 

■       Rkv. 

iVAIgame  Piost 

. 

han  padecido  vn  culpa!                           ^^H 

^1 

¡con  quf  temores  las  abre 

.:Aquellss  canas  y  sangre                        ^^H 

^1 

la  mano,  que  ya  en  tí  pecho 

tan  ilustres,  aquel  hombre                       ^^M 

^H 

mil  temores  me  reparte 

que  á  tu  abuelo  y  á  tu  sanftre               ^^H 
sirvió  tanto,  puede  ser                              ^^H 

^1 

Carta,  si  no  eres  lea). 

^1 

traidor?                                                ^^M 

^^L          1    Ba  el  Mlitin*!  (ilu  ana  d«  lot  auniío**;  PMo 

Rbv. 

Tu  verdad  le  ampare.                  ^H 

^^^HMBKa  <c 

ti  laaiMMrlM. 

^ 

(Vait  ii  h«f.í     ^^B 

>5pn«A  KORTrNA  DE  D.  ALVAItO  V  ADVCRSA  DB  RVV  LOPRZ 


KSCKNA   V 
U»]>  Al  r.tBO. 

itirv*n<r»  de  eiemplo  {¡rave 
In  ilewticlu  <l<  líu;  I..)p«¿, 
Mas  el  mismo  >.\itKÍ«ublc. 
■ubfar  bien  vi  lo  i)uc  impoitj" 
(lijo  utií  icí:  «íiicianic 
es  mi  pjrcccr.  Fortuna, 
ú  ya  tiimc.  o  ra  conslsnlCí 
obremos  bien')  iiibamos: 
yo  he  de  poner  de  mi  parte 
obrar  bien:  tú,  de  U  tuya, 
han  uqu<llu4]uc(;us[iici.  if<iw) 

ESCENA  VI 
Hu*  t.4i-M  yii**c(ii. 

Ruy.         Si  mi  dftcaniú  deseas, 

al  pato  que  te  he  úuerido. 

^es  bien  que  ciiaado  aiÜ^du, 

m  Ríe  hables  ni  me  teas^ 

Si  con  i*  auvtitcia  me  allijo 

de  mis  hijos,  ^cúmo  ansi. 

viéndolos  todos  en  ti. 

(que  amor  le  hu  hcxho  mi  hJ)ol 

te  hAS  fclírsdo  de  vcrmer' 

Ya  sí  que  pena  le  doy 

en  el  estado  en  que  c^ioy; 

bien  ■íí  que  tu  amor  no  duerme. 

que  mi  mnl  le  ha  de«perttdi>: 

pero  en  el  varón  constante 

no  ha  de  mostrar  el  semblante  - 

la  rmiga  ni  el  cuidado. 

Ten  pjiciencia,  pues  que  ubes 

mi  ino(:encia  v  mi  verdad; 

no  te  admire  tu  crueldad, 

poroue  en  los  sucesos  graves 

se  ved  ¿nimo  teal: 

mira  Juan  lo  que  te  estimo, 

JUG  )ü  soy  el  que  te  animo 
que  no  sientas  mí  mal. 
Mis  ^qué  mut:ho,  si  lo  sientes 
más  que  yo,  que  yo  te  anime, 
vque  lu  presencia  ntimc? 
Ro,  rapax,  no  te  ausentes, 
ni  le  ntejes  más  de  aquí; 
que  el  vene  me  ha  consolado, 
jr  teniéndote  á  mi  lado 
lluevan  desdichas  en  mi. 

García.    ¿Vn  \illuno  te  consuela, 
vesiu  hito? 

Rin,  Calla,  necio: 

no  fui  el  declllo  dcsprecso 

de  lu  honrcJA  parentela: 

que  espero  en  Dios  que  has  de  ser 

cabeza  de  un  ^t^n  IinB)e. 

como  la  c.ividiB  no  ultraje 

mi  verdad  y  mi  poder. 

GapcfA,    (Y  puedevivir  con  (toKO 

quMn  ve  ansí  i  vucseñorlai* 

RvT.  Si,  maAana  <s  otro  dia. 

lAp.i  ;I.O  que  me  quiere  csic  moiol 
Cuando  mis  l)icnes)  males 
secrestaron  escondí 


cieno  cofrecillo  alli: 
truele  avá  y  dará  seftales 

V  muestras  mi  ttrandc  umor 
de  la  alit;ión  que  te  dcboi 
aunque  cunii):o  no  es  nuevo 
ser  liberal  lu  señor. 

{Sdcü  Girdi  «a  to/rKill't.il 
Toma  esiH  joya,  G.irclj; 
quizá  seri  ta  postrera 
que  hededarie.  ¡Ay.stUviers 
,  mi  hl|a  doAa  María, 

no  la  olvidara  jamás! 
KstimaU  li'i.  y  ansi 
culpa  á  ti>s  hidot,  no  á  mi 

VI  j-a  no  ic  dieie  más. 
OAecÍA.    Mi  icñor.  merced  es  esa 

qucaffradezco;  excede  y  pasa... 

ESCENA  Vil 

llKUQ»  J-  «■  CnlAUO,  llMiT"  •<■  Aliiuith. 

Ouoo.    In  alcalde  ha  entrado  cn  casa. 
KvY.  Vuélvele  A  esconder  aprisa. 

(i.rci.HifvCiorcii  fl  tofrt.y  mttil  Ale«tilc)  I 
Alcald.  [>Íos  guardt  á  vucseñorU. 
,   Ruv.         -Sertor  a)^a[dc.  cn  Imcn  hom 
I  á  esta  casa  vcnfia. 

I  <iA»cfA.  \.^p.^  .\a.otA 

ha  de  conocer  que  es  mía 
In  causa  de  su  prisión. 
Iteiirarme  me  conviene, 
que,  aunque  es  viejo,  valor  tieoc 
y  le  ayuda  la  razón. 
ALCAtu.  ciOmcí*.!  Dejadnos  solos. 
Gaiicía.  SJ  haré.  tVauf. 

ESCENA  VIII 
Kuv  Lo*u,  y*l  ALCAttK.  tjn$a  bm  C>l*bo. 

At.cAU>.  Vucseflorta  de  licencia 

para  cierta  diligencia. 
Hi'Y,         No  es  menester  que  la  dé; 

ya  la  dio  el  Rey.  mi  scAor, 

üueAii  feliit  dc'<:3Slilla. 

{Quítfiít  il  .\lc*ldt  ifNidr  tu  Id  tUlÁ 
ttti tluirl  y  ralat  rvlftr.} 

Señor  alcalde,  esa  silla 
cs  una  silla  de  honor; 
mi  casa  la  reservó: 
no  la  vuelva,  ni  usedella. 
Reyes  se  han  s«nitdo  en  ella, 
pero  ricos  hombres  nO; 
cuanto  y  mas  hidalgos.  Hola: 
traed  en  que  esté  sentado 
aqui  ti  scfíor  licenciado. 
Alcalu.  fAy.)  I-a  vanidad  espartóla 
murmuran  los  c)(lrsnjeros. 
|En  qué  punto  se  cniremeic! 

(SaltmnCfitana/n  HN  ra^rrtr.) 
CaiADo.    Aquí  esifl  ya  un  labumc. 
Alcald.  Atinisuos  y  caballeros 
ettimndos  han  de  ser 
de  un  modo  y  sin  cxcesíi^tif 
padres  de  la  patria  son. 
Sei^or  Condestable,  ayer 


^■^B  ^^^H 

^^^^V                                                JORKADA  TChCfcRA                        ^^^V          sftl                  ^V 

^^H           éridet.  por  bado  íncíerio. 

y  que  pueda  «tar  ansi! 

^^H           i^bernador  de  (^atlilU, 

jQuc  me  llamen  t-ueito  A  mi. 

^^H          ni  in«  dábiidM  U  tilU, 

V  vivo  frita  caria  leal— 

^^H          ni  )'u  os  hubl.ibd  cubierto. 

Ruy  l.ope;(,  ¿con  el  vCDvno 

^^^V           Trcuá  rortunii  i-sij  \c/. 

deltas  ra.(one>  vitis? 

^^^H           el  ticmp(\  cumo  mudHbk; 

Meniis,  Kuy  Liipet.  menilí. 

^^H           ya  SOY  máNtíueC^ndcMabk. 

ni  SOIS  .Xvaios,  ni  e/  Baerm. 

^^H          pa«t  que  soy  \  uuMro  jiie^. 
^^H          La  difcrcnt;!*  deasivtiiu 

¿I'ara  culndo  guarda  un  trueno 

con  un  reUnipaK»  Tuerte 

^^H           no  es  jiisio;  otii>  inanJo  es  hoy: 

el  vapor  que  se  convierte 

^^^B          no  soy  ukatdc.  rey  &uy. 

en  nube  luna  de  Mavoí* 

^^^"            pu«  su  poder  icprcseotix 

^Para  cuánd»  t;uar<fa  un  rayo...* 

■  Rui.          Taiiirí  rcipcio  csic  n-ntilnc, 

¡Aflora,  agora  la  muerte* 

H                   que  me  conlieso  rmdiilo. 

{Ijt  tí  *írtí  ¡•iiti¡<..)  «Poderoso  rey 

■                   Muuha  razün  ha  tenido: 

de  Tiranadn:  paia  cumplir  con  vues- 

^^^          que  el  que  es  justicia  no  c%  hombre 

tra  majestiid,  hecNcriinaladclanudo 

^^^K          como  lu«  demás,  rey  es 

de  .Murcia,  mi  hijo,  que  o»  entregue 

^^H           ú  imujien  luva,  y  ansi 

á  Uorcn.  ilarálu  al  punió,  y  cvmpla 

^^H           quita  ese  sícñlo  de  ahí. 

vuestra  majertlad  loque  ha  proitie- 

^^H          que  ya  quiero  que  le  des 

lido.* 

^^H          jquctU  Ma,  y  concluva. 

Si  íiaber  mi  puede  oiro  inal 

^^H           pues  sus  accionen  M>n  ieycf^: 

lan  espaniusu  y  tan  ñero. 

^^^           »  donde  se  sientan  leycs 

y  con  este  mal  no  muero. 

H                sicnicsc  la  ima^vn  suya. 

debo  de  ser  inmortal. 

VAlcali>.  Lh  prudencia  v  cortesía 

^(^u¿  demonio  escribió  lal^ 

■                 ion,  sin  poderlo  encubrir, 

^bs  Bi.*ci»n  de  Juan  iSarda.^ 

H                 diamanics  que  han  de  ludr. 

;C6mo,  si  la  culpa  es  mU, 

H                   liÍK.iiiie  vue^e/Soiia 

i  Cristo  p*rcíco  yo. 

H                   i)U¿  encntiiios  iieac. 

que,  viendo  Dios,  le  vendió 

■  RtfT.                                          ^Voi* 

el  oue  en  su  plato  cnmta? 
¿Como  no  es  mi  corazón 

H                 Ningunos  puedo  tener. 

H                  porque  janiis  mi  poder 

vencalivo  ni  crflct? 

^^^^           i  lo\  ricoi  se  aicevió, 

Mis  me  hn  pc%ado  por  el 

^^■k           ni  á  los  pobres;  ,ipucs  á  quten? 

que  pur  mi  de  su  traición. 
Esias  las  fábulas  son 

^^H           Siempre  recio  y  siempre  iguat, 

^^H           i  lo:t  unosnolíice  mal. 

del  villano  que  vio  helado 

^^H           y  á  luí  oirux  hice  bien. 

el  ispid.  y  le  ha  abrigado 

^^H           yue  ef  hombre  de  bien,  el  día 

para  su  nial  en  el  pocho: 
áspid  i^li,  lo  mismo  ha  hecho; 

^^^1          que  agradando  al  enemigo 

^^H           le  ganó  para  su  amigo. 

áspid  fue,  mas  no  pisado.— 

^^H          hizo  rica  granjeria. 

Mucvjic  tanto  dolor, 

^^^1         t't  ejemplo  en  Dios  se  re, 

Oarcia.  di  In  verdad: 

^^^P         si  «tto  manda  hacer  mayor. 

pero  (Vuíndo  hubo  piedad 

^^™^          cuando  gana  un  pecador 

en  el  pe>:Ii(tdc  un  traidor? 

■  q^ue  antes  su  enemigo  fué. 

■  Ai.CALu.  No  conocerlo  p^^rfa 

^Asi  se  p-iga  un  amor^ 

jAh.  Lielusl  Tomad  ahí 

B                d^ñar  en  csia  ocasíón- 

carias  que  yo  no  escribí. 

_               (Cuyas  eMas  ñrmas  son? 
Buv.        Un»  y  otra  e*  firma  ml«. 

cartas  que  yo  he  do  llorar. 

cartas  que  me  han  de  costar 

Alcald.  Reconoxca  hien. 

la  vida  y  honra:  ¡avdc  mi! 

B  Ruv.                               No  crea 

Alcald.  Cuando  entraba  vi'esconder 

H                  que  las  len^o  de  ncfiar 

mesa  6  escritorio  allí. 

■                  volviéndolas  á  mirar; 

Perdonad.  selVor.  que  ansi 

B                   ambas  son  mis  ñrmas. 

mi  oficio  debo  hacer. 

■  AlcaLD.          (DÍHdr/t*  Un  plwgnt.í  ].«■. 

(,ip,>  (Sus  joyas  deben  de  ser). 

BftuT.        (¿M.)  «Hijo  don  Luis:  luego  que  vic- 
■                reís  esta,  entregad  la  ctuoad  de  Lor- 

{Vat4tt  WatíJt.) 

H                  O)  al  rey  de  Granada,  y  sea  de  siwr- 

^^H           le  que  se  emienda  que  se  perdió  acv- 

ESCENA  IX 

^^B          so  y  no  la  entregasteis.» 

Rrv. 

^^^P          ¡Vdlfiame  Diov  ¿(ximo  acicno 

^^H          a  decir  l.ites  nzunes. 

¿Cuindo  hallara  el  alma  mía 

^^^fl          y  leyendo  e^ios  renglones 

consuelo  en  tanta  af^onía^ 

^^^H          én  piedra  no  me  convierto^ 
^^^^          ^Como  no  mccaíito muerto 

Dentro  de  mi  me  he  perdido.— 

García,  ¿en  que  te  he  «rendido? 
¿Qué  mal  te  he  hecho,  üarcia? 

^^^B          mirando  i  visión  lan  fea? 

^^^^^^   íQuebaya  un  hombre  que  esto  vea. 

|Oh,  quién  al  traidor  co^ra 

^^H 

^ 

^^■^^■bS 

^^^^^^^3^2 

^I^OTPKir^ORTrS^^í^tLvJir^^rDVKRS^I^U^^OPE^^^^^^B 

^^^^H 

}  U  viüa  Iv  acabara! 

lusU  defender  tu  honra. 

^^^^^H 

jOh,  villano^ 

y  Casiilla  ha  de  saber 

^^^^^^^B 

^Esto  di|Ci?  No  lo  hiciera: 

;                    queKuy  l.^pex  es  leal. 

^^^^^^B 

aue  el  int\t  A  L)io\  quitara, 
at  iu  mano. 

Ruv.          V  que  lú  lo  eres  umbién. 

^^^^^^1 

;Ay,  hijo  del  alma  míai 

^^^^^^1 

No  en  balde  íui  mi  rocmigo: 

ya  cono/co  oue  pequé, 
no  contra  el  Itey,  contra  ti; 

^^^^^^B 

Dios  caMiüa  mi  pccadu. 

^^^^^^^1 

Instrumento 

pues  é  un  villano  cruel 

^^^^^^B 

fiii  v\  Kaidot  de  mi  castifto; 

quise  mis. 

^^^^^^ft 

aplaque  A  nioserMJado 

Hf'hKaA.                    tJn  buen  cuballo. 

^^^^^^^B 

mi  (otmcntti. 

fuerte  de  manos  v  pi», 
tu  estd  ajtuardanao;  camina, 
Rl'>.         i^uí  mal  me  puedo  mover! 

^^^^^^B 

Vo  vine  en  mi  juventud 

^^^^^H 

con  mi  itp*  y  con  mi  espada 

^^^^^^B 

k  palacio: 

Como  nu  e*toy  «itsefiado 

^^^^^^^M 

diOme  dicha  la  virtud, 

á  huir... 

^^^^^H 

subí  á  Kran  seAor  de  nada. 

*  Hembha.               Pues  yo  sei¿ 

^^^^^^M 

bien  despacio. 

Eiveas  de  un  nuevo  Aiiquiscs. 

^^^^^^^M 

Cuatenta  años  he  vivido 

Ruy.        ¿Ah.  doctísimo  marquH 

^^^^^H 

con  dicha  y  honra  iDlímla, 

de  Viltcna!  bien  di|isie: 

^^^^^^B 

y  aunque  apriesa, 

los  dos  cicmplos  se  ven 

^^^^^^^M 

dcslas  pompas  he  caído, 
si  Dm  las  da  y  las  quila, 

de  trfeición  y  lealiad- 

^^^^^H 

Pi^ucic  Dios  tanto  bien.    {VaiiMt.) 

^^^^^^^1 

DO  me  pesa. 

^^H 

Al  ataúd  y  á  la  cuna 
una  misma  forma  dimos: 

ESCENA  XI 

^^^^^^B 

nuestra  muerte 

m  nsT  Don  Ivt»  y  Do*  Altak». 

B 

iüé  linea  de  la  fortuna: 
^quf  mucho!  Todos  nacimos 
día  una  sueitc. 

D.Ai.v,     Vial  infame,  y  aunqueespera 
que  venga  el  Rev  de  Aragón 
i  sacarle  de  pristan                                ^ 
con  guerra  <!>  pat,  no  quisiera 

^^^P 

ESCENA  X 

la  libertad  de  ese  modo; 
sólo  servirte  pretende. 

^ 

Rov  LO»Ki  /  lUiikEiíA. 

De  tu  aliento  y  voi  depende: 

^^^1           HuMEdA.  Aunque  no  quieras,  seflor. 

ja  esté  arrepentido,  y  todo 
se  rinde  é  tu  voluntad 

■ 

oe  de  aTro¡armc  a  ius  pío; 
perdone  «tía  vex  mi  enojo, 
y  mi  respeto  también. 
Cuando  á  un  hombre  como  lü 
llenan,  sertiir,  i  prender, 
ibien  fundada  uti  la  culpa! 
¡bien  informado  esti  el  Rey! 
Bien  ii  que  tu  ^tun  virtud 
en  (lasiilla  un  it'nix  es: 
bien  ii  que  eres  inculpable, 
tu  virtud  y  lu  honor  sé; 
mas  si  envidiosos  hitn  hecho 
que  xoxobre  lu  bajel 
ea  tas  liMÜax  de  palacio, 
salvar  las  vidas  et  bien. 
Huye,  que  el  fcy  dcAraKÓn 
daré  amparo  i  tu  vejex: 
11)  inocencia  será  sol, 
nubes  deshará  Jespuís. 
Herrera  ^lal  me  aconscltsí 

para  que  su  ducAo  seas. 
Sel^of,  si  quietud  deseas, 
céscle  lu  majestad; 
cásese  ya  norabuena 
con  la  Infanta,  mi  seniora, 
cuyo  dote  seré  agora 
el  estado  de  Vil  lena. 

^^H 

RiT.         cQué  rodea  tu  quimera^ 
Alvaro,  ¡;no  has  conocido 
que  es  criufaote  atrevido^ 
\  aunque  casado  pudiera 
sosegar  de  su  valor 
el  Ímpetu  fervoroso, 
siendo  de  la  Infanta  esposo 
temo  que  ha  de  ser  peor. 

D.  Ai.v.    No  le  quiero  responder. 
La  mano  le  beso  y  callo: 
la  obediencia  del  vasallo 
es  callar  y  obedecer. 

^^^H 

pues  si  yo  me  ausento  ,iqui£n 

^^H 

volveré  por  mi  honra?' ' 

ESCENA  XII 

^^^1            HBKRm*. 

Oidio»,  y  fAnnxattamtltafrttma 

^^^^^B 

que  tu  esclavo  pienso  ser. 
Sh  hacienda  vendí,  señor. 

^^^^^^ 

Pabi.iu,.  ^Qat  loyas  son  las  que  tiene 

^^^^^^^^ 

cuando  secrestar  miré 

un  cofrecillo  cerrado. 

^^^^^^B 

la  luya.  Diez  mil  ncudos 

que  con  ¿1  me  habéis  cargado? 

^^^^^F 

tengo  a|i:ora  en  mi  poder 

Rit.        «Viene  la  Infanta? 

^^^^^^K 

en  una  cami  escondidos; 

Pablill.                              Ya  víentt. 

^^^^^B 

lleva  para  ti  los  seis 

Rbt.          Ruy  LópeK  las  recataba: 

^^^^^^^M 

á  Aragón;  ya  van  delante. 

sin  duda  que  |oyas  son 

■ 

Con  tos  cuatro  pMltué 

de  estima. 

JORKAD*  Tl-Mi'FKA 


D.  Alv,  iAt<«rttt  {¡(Jwá  ul  vttim 
foriunn  cmc  fin  guartUba!) 
^Han  tai»  lu  que  hay  en  ct^ 

RiT.         Aüara  lo  unnpciáa 
J  lo  vefwntrt. 

D.  Aiv.    (Afirtt.)  (Ya«Uán 

sut  ri^uczH  contra  ¿I.) 


ESCENA  XIII 

lüf  ANTA.  Venjeo  Cun  ^ran  compasión. 
Péaome  <l«  hnbct  sabido 
que  el  Condcsuble  se  ha  ido. 
¿A  doodt? 

I>i/  que  i  Areg6n. 
lAquel  viejo  venerable 
culpado  en  euo  >«  vel 
Si  el  Coiidi'SiJiMc  &c  fué 
jquiín  scr¿  im  Condestable? 

Pabuu..  Yo.  &c6or. 

Rk»,  Ya  de  un  Urano- 


Rkv. 
Infakt* 
D.  Alv. 

Re». 


D.  Alv. 


D.'  Elv, 
D.  Alv. 


pARLILt. 


qge  me  auetia  vender, 
libre  me  he  venido  A  ver. 
Ruy  Li^pex,  el  caucllano, 
que  Ul  uaict&n  conwtid, 
por  fusio  derecho  y  ley 
Mt  <tMgrada  de  su  rej 
por  sus  doUtos  c*v6. 
D«  sui  estado*  y  fiacicnda 
le  despojo,  á  oíros  se  den 
que  to  merezcan  mis  bien; 
y  porque  el  dueño  se  «niíenda, 
don  A!vai(j  sólo  hereda 
los  que  en  esie  papel  van. 
ilM.)    «De  don  Alvaro  ierín 
Arcos.  Arjona.  .Maqueda. 
la  adflana  de  Sevilla; 
«conde, duque  v  marqués 
de  esioi  tres  cslatlos.  v  es 
Condestable  de  Castilla.* 
Inís.  darme  el  parabiín 
de  estos  estados  bien  puedes. 
Los  cielos  i  tus  mercedñ 
asradccimicnioden. 
|Ah'  desde  la  edad  suprema 
de  aquel  aveaenerosa. 
que  plumas  de  nieve  y  ros.i 
en  iKuas  de  mirra  quema: 
U  que  cuna  j  itimba  hace 
donde  acaba  y  ctcrnÍKa. 
pues  gusano,  «ve  y  cenin. 
mucre,  expira,  vive  y  n»cc. 
Pero,  señor,  yo  no  quiera 
aue  las  lUinen  ambiciones; 
deja  que^anc  blasones, 
deja  servirle  pniiiero. 
En  la  guerra  peleando, 
ya  venciendo,  ja  muriendo^ 
honras  iré  mereciendo, 
a)ef  cedes  iré  ganando; 
porque  no  ewriban  do  mi 
apasionadas  historias 
que  sin  sanit'ey  sin  victorias 
tus  favores  recibí. 
Aceta,  bárbaro,  aceu. 


D.*  Ei.v. 

I.1FAHTA. 

Rkt. 


3R3 

que  t%  mucha  descoriesla. 
(Aff)  lüli.  quí  vana  biurrla' 
lAp.}  Acción  i-allttrdn  y  díscreu. 
Yaque  mercedes  no  quieres 
«n  que  las  jíiincs  primero, 
darte  ese  nusto  quieto, 
pues  lodo  lo  que  sov  eres. 
¿Oai-  más  Imtia  hade  sor 
el  desearte  )o  dar 
que  el  preietidei  v  estorbar 
lú  mi  laritueu  v'podiirp 
Paslill.  Basta,  señor,  lasque  llamas 
flneKa».  y  ¿sie  rompamos. 

RíY.        Sí,  abrir  puedes,  tcpartamos 
las  joyas  entre  las  dsmas. 
Para  mi  hormona  ha  de  ser 
la  que  sacaremos  antes. 

Pavuu.  iLindo  ramal  de  diamanift! 

¿Monía  la  queras  hacera 
Ret.        Para  aoAa  Elvira  quiero 

una  joya. 
Pablilu  (awi)  hh  aiíctQ-i  y  sea  dt  faiaa. 

jUndo  moAo  psr«daina 

do  palMíoí  Liso  n  jera 

es  el  seAor  coffccillu. 

fijui  donosas  bujerías 

par*  tatas  señoras  mi  asi 

¡Capricltoso  cabestrillo! 

Su  nombre  ilustre  no  pierda. 

Portucarrero  ha  de  ser; 

ápor  qué  la  queréis  hacer 
oAa  Elvira  de  la  r:e(da^ 

Rbt.        Que  eMa  es  mortaja  iniapno. 

Ihfanta.  Joyas  son  esta»  de  nombre. 

Rív.         ¡puc  esto  tuviere  tal  hombre! 

Pahuli..  Entierro  del  Saladino 
cse«te  repartimiento 
de  ¡ovas. 

D/  Elv.  Todas  s.>n  ules. 

Rbt.         ^Qué  son  esos? 

D.  Alv.    ,ut)  Memoriales 

dcpobm. 

Rív.  Lástima  siento: 

cartas  que  yo  k  escribí 
cuando  en  la  ({uerra  asistía 
son  flsiasi  la  letra  es  mia. 
jDon  Alvaro,  «sioy  tín  mB 

D.  Alv.    ^Pudo  tener  tal  intento 

quien  puso  en  estocuidados? 

Rbt.         liLM.}«Aleiitoiialcsde  soldados: 
mandas  de  mi  tesumenio.» 
*A  mi  hija  doAa  Matia 
aquittas  joyas  le  dejo, 
poique  lo  sirvan  de  espejo 
en  que  verse  cada  día.*— 
Estoy  en  llanto  deshecho 
viendo  caso  un  extiaAo. 
Don  Alvaro,  aquí  hay  engajlo. 

D.  Auv.  Este  sccreurio  hn  hecho 
sin  duda  alKuna  liaiciuo, 
y  mal  por  bien  ha  pagado. 


aS., 


»7tIlv*ho  r 


USCKNA  MV 

DiOKIM  /  un  C«I4UU> 


OMuu.    Señor,  m  Cubila  ha  cnifdJo 

A\(;nw,  u-v  Je  Ar«g6n: 

it  librar  su  ficfmiino  viene 

«in  armas  y  gtnt^. 
Rt».  Vamos. 

porque  al  paM>  le  saigamoi. 

(V) l^'"  "^^ cuecaso  me  ticoc.) 

ESCENA  ,\\ 
Dow  AMOWtOinrjr  il«4r4fi>i!,  Soiiuno*.  ¿n((«Kvt 

Don  Ai.rnvM. 
SuCTitn  i-JMs  Je  guerra. 
\'a  que  pisamos  enemifia  iierr^. 
y  sepa  el  de  Castilla 

que  Alfonv)  el  de  ArafEÓn  ttcne  cuchilla, 
tuyo  lucienic  acero 
al  África  venció  y  icmbtA  primero, 
til  Inlmic.  mi  hermano, 
laklíi  d«  la  prikión  lioy  por  mi  mano. 

Bi  T  Lórez. 
Re)  de  \n  wlts  <)e*(e  mar  Tirreno: 
rey  don  Alfonso  de  ArayAn,  atiende 
i  un  larón  ínlclix  d<' agrjvi<n  lleno, 
i^uc  agonizando,  lu  lavur  pretectde. 
bste,  de  cuvo  rostro  al  campo  ameno 
un  arroyo  de  lagrimas  do:iendc. 
»ytT...  ¡Av.  qué  <ci-\t/  sin  culpa  alguna, 
«spociiculo  vil  de  U  I'ortunsl 
E&U  capada  que  ahora  es  simple  órnalo: 
(  Uculo  y  compaAii  desias  canas, 
«sombro  fu¿ilel  bélico  apáralo 
de  tat  hu«lc^  iitfilctsv  v  ifrioanas. 
Por  BcrsuaMÓn  arU'ra  de  un  ingrato 
cal  de  lai  e>l'era\  Miberanai. 
á  Un  MnM  profundos  del  abismo: 

Íite  toda  m*  distar>cia  hav  de  mí  mánio. 
or  extranjeros  reinos  peregrino, 
Bclisarib  cspuñul,  aunque  inocente, 
me  lleva  á  la  veic£  [luerte  desf;noI 
enojo  de  mi  rey.  y  rey  pnidcntc. 
El  Condestable  de  CtsUtla  vino 
"huyendo,  á  tu  valor,  joten  valiente; 
á  nuevo  re^,  A  nuevo  sol  renace 
el  que  a  iu%  planiat  generosas  yace. 

Ai.roNM}.  Ruy  I. ¿peí.  c!  castellana; 
Coñdeslablc.  levantad; 
que  hombre  que  llaman  ti  hituo 
en  la  tierra  no  ha  de  esur; 
en  mis  braios  si. 

Ktn.  Seftor, 

ipon  vM  mitmo  Oi  humilliit 
para  levantarme  i  mli* 

l>.  ALr.    Dicho>u  me  han  de  llamar 
de  ler  voi  tan  desdichado, 
pue»  ja  B%  fuerjta  que  vlvtii 
en  mi  reino;  y  ¡rive  l>iosl 
^lurélo):  no  ha  de  faltar, 
que  no  volváis  1  Casulla, 
aunque  el  Reyi  como  Icali 


Buy. 


y  bueri  caballera,  quiera 
haceros  mercedes.  Ya 
Nápol»  ha  de  ser  hoy, 
laKeniil.  quien  os  áa'i 
los  Utulus  que  en  Castilla 
injuviamenie  dejáis. 
Dichosa  fui  mi  desdicha: 
no  os  perder,  sino  medrar 
el  huir  al  rey  Alfonso 
del  enojo  de' don  Join. 


ESCENA  XVI 


Ui 


Hkmkha.  Oame  albricias,  dueAo  mío, 
el  bueno,  el  sanio,  el  leal, 
el  que  Castilla  perdía. 
por  sus  pecados  quii4. 

Rut.         I'ucs  am>>:o  ,;qui:  hay  de  nuevo^ 

HEtotEHA. Salí  con  el  p'leiloya. 

La  sentencia  vs  esta:  loma, 
que  no  quebró  la  verdad. 

RtjT.  </.«)  "iVisioi  l(«  míriios  y  autos, 

deste proceso,  (*ll»mosquedebemt>í 
absolver  y  dar  por  libre  de  la  culpa 
que  se  Imputaba  i  don  Buy  Lúpea 
de  .Vvaloi,  el  Sueno.  Condestable  de 
CaSlilla.y  le  depuramos  por  leal  y  f c- 
licisimo  vasallo  del  Rey,  nuestro  se 
ñor.  Y  Hsi  mismo  debemos  condenar 
y  condenamos  á  Juan  G«rcia,  tu  tc- 
crctario,  á  ahorcar:  y  hacer  cuarto», 
por  autor  de  la  falsedad  y  iraición.v 

Tres  seniimienios  í  un  tiempo, 

tres  afectos  en  mi  están 

peleando  por  salir. 

y  hallando  dtlicullad 

gor  competir  y  ser  grandes. 

El  primero  es  de  abrazar 

al  que  es  padre  de  mi  honra: 

el  segundo  es  la  piMsd 

del  cuiíaditlo  que  muere 

con  afrenta  y  pena  tal, 

y  cl  goio  de' verme  honrado. 

Pero  mgraiu  no  seiss, 

corazón;  Nalga  primero 

el  afecto  natural 

del  amor  que  le  he  debido- 

Hijo,  abráxame.  que  ya 

mi  amor  te  engendra  en  mis  braxos; 

mi  hijo  lu  has  de  llonvat: 

^qué  fuera  de  mi  sin  éste, 

gran  scAor? 
U.  Alp.  Yo  be  de  premiar 

su  lealtad. 
McHi'EaA.  Vo  he  de  servirle. 


ESCENA  XVIl 

DtLHM,  •■  CaijiMi.  Lmtgo  t(  an  •O*  Iva»  ru«  ta 
trnnana  y  <J  1>mj>T*a«  lUtiuAi.  | 

CaitiM.    Mucha  luí  y  maJMtad 
en  pocos  arto«,  te  busca: 
•I  teituodo  re/  don  Juan. 


-'i-ic:^.  ^^T 


JORNADA  TERCERA 


285 


con  su  hermana  y  e!  Infante 
ha  llegado. 

(Salín  todos.) 

RfydrC,  Aqui  nos  trae, 

buscando,  rey  de  Araf-ón,  Rey  de  C, 

el  amor,  vuestra  amistad. 
D.  ALf.     A  mi  el  amor  de  mis  primos. 
RevdeC.  Yo,  primo,  vengo  de  paz. 
D,  Alf.     Yoiambién  súIo  á  pedille 

la  mano  á  tu  majestad 

y  á  su  alteza. 
Infanta.  "  Bienvenido 

hoy  á  Castilla  seáis. 
D.  Alf.    Don  Enrique,  (asu  /itrmaao.) 
Infanta.  Mi  señor.  D.  Alf. 

D.  Alf.    Con  tan  dulce  libertad  HeydeC. 

,-qué  prisión  no  ha  sido  libre?  p_  ,\lf. 

Rrv.        No  sé  si  osaré  llegar  RevdkC. 

á  ios  pies  de  mi  buen  rey.  [^.  ,\lf. 

REVDFC.jOh,  Ruy  López!  ¿aqui  estáis?  RevdeC. 

Rl:v.         Señor,  temi...  no  temí...  D.  Ai.f. 

Llegué  á  pensar,.,  no  á  pensar...  RF.vneC. 

Turbado  estoy  de  miraros: 

tenéis  un  sol  en  la  faz. 
D.  Alf.     Yo,  primo,  para  mis  reinos, 

lenia  necesidad 

de  un  consejero  prudente, 

de  un  famoso  capitán: 

la  fortuna  me  ha  traido 

á  Ruy  López. 
ReydeC.  Libre  está.  Infante. 

V  así  volverá  conmigo. 
D.  Alf.     f'erdone  tu  majestad:  Rej. 

iuré  de  nunca  dejarle. 
RevdeC.  ¿Y  sus  estados? 
D.  Alf.  Ya  están 

repartidos  ^'quién  lo  duda? 


y  será  dificuliatl 
quitarlos  á  quien  se  dierun. 
Tantos  Itlulos  lendrá 
en  mi  reino. 

Desa  suerte 
no  ha  sido  más  de  trocar 
las  suertes,  pues  de  Castilla 
á  Ruy  López  os  lleváis, 
y  á  mi  me  deja  Aragón 
al  hombre  más  singular, 
á  di.n  Alvaro  de  I. una, 
en  quien  España  verá 
que  solamente  el  ser  rey 
conmigo  le  ha  de  faltar. 
Vo  eslimaré  esta  vejez. 
Yo  estimo  esta  mocedad. 
Ruy  López  merece  mucho. 
Y  este  ha  despreciado  más. 
.\valos  lendrá  m¡  reino. 
Lunas,  Castilla,  lendrá. 
Familias  serán  ilustres. 
Pues  desa  manera,  en  paz 
lodo  queda.  Doña  Elvira, 
mañana  se  casará 
con  don  Alvaro,  y  mi  hermana 
al  Infame  le  ha  de  dar 
la  mano,  pues  della  ha  sido 
tan  cortesano  galán, 
y  el  ducado  de  Trujillo 
para  dote  se  le  da. 
Sólo  ose  titulo  ahora 
en  arras  debo  aceptar. 
Aquí  se  queda  suspensa 
esta  historia,  por  dudar 
si  hasta  la  segunda  parte 
nuestras  faltas  perdonáis. 


SEGUNDA  PARTE 


ADVERSA  FORTUNA  DE  DON  ALVARO  DE  LUNA 

COMEDIA  FAMOSA  POR  EL  MAESTRO  TIRSO  DE  MOLINA 


Representóla   Vaídis. 


PERSONAS 


El  bey  D.  Juan  de  Castilla. 

L*  REINA,  su  mujer. 

El  Infante  de  Apagón. 

La  Infanta  de  Castilla. 

D.  Alvaro  de  Luna. 

D."  Juana  Pimentei,  rfania. 

Grandes. 


El  Conde  de  Benavente. 
Juan  oe  Silva. 
ZARiGA. 
Robles. 

VlVEBO. 

Un  portugués. 
Dos  <:[udadj>nos. 


Un  alcaide. 

Un  secretario. 
Linterna,  gracioso. 
Mor  A  Lie  os,  criado. 
Soldados. 
Cazadores. 


JORNADA  PRIMERA 

ESCENA  PRIMERA 

Sattn  dos  Ciudadanos. 

CiuD.  i.°  Seas,  Ñuño,  bien  llegado, 
á  los  reinos  de  Casiiüa, 
de  los  peljf-fos  de  Oriente, 
de  aquellas  gentiles  islas 
del  mar  Tirreno.  Después 
que,  capitán  en  Sicilia, 
dejaste  á  España,  no  tienen 
el  estado  que  solian 
las  cosas.  El  Rey  es  hombre; 
á  empresas  grandes  seinclina. 
Niño  le  dejaste,  y  ya 
conocerle  no  podrías 
averie  sin  ma|estad, 
y  la  diferencia  misma 
en  don  Alvaro  hallarás. 
Otro  es  ya;  mas  tanto  priva 
con  el  Rey  como  merece: 
consérvele  Dios  la  dicha. 
Viudo  está,  ya  lo  sabrás; 
que  murió  doña  Mencia 
Portocarrero,  que  fué 
del  señor  de  .Moguer  hija. 
El  Rey,  en  fin,  cpmo  sabes, 
casó  con  doña  Marra. 


hija  del  rey  de  Aragón, 

y  las  bodas  en  Medina 

se  celebraron;  y  ahora 

esa  grandeza  que  miras, 

ese  espanto  de  los  hombres, 

esa  pompa  y  bizarría, 

ese  concurso  que  ves 

en  San  Pablo,  es  que  bautizan 

al  prmcipe  don  Enrique, 

3ue  en  las  amenas  orillas 
e  Pisuerga  le  ha  nacido 
destc  matrimonio.  Digan 
los  críticos  las  señales 
con  que  los  cielos  avisan 
revoluciones  y  aumentos 
desia  feliz  monarquía. 
Tres  padrinos,  tres  señores 
han  de  sacarle  de  pila. 
Don  Alonso  Enríquez  es 
uno  dellos;  sangre  antigua 
del  mismo  Rey,  gran  señor 
y  Almirante  de  Castilla. 
El  Adelantado  es  otro: 
ya  sabes  que  se  apellida 
Sandoval,  y  Diego  Góine/ 
ordinariamente  ñrma. 
Es  don  Alvaro  de  Luna 
el  tercero;  no  adivinan 
á  este  propósito  mal 
políticos  estadistas. 


lOftKADA    PHIMKKA 


»«7 


Dicen  aa«U>»do»  ofíoos 
i  don  ílnriquc  apiídrinan, 
<r  fülu  et  de  <.)urultíiable, 
áue  tjuedú  de  lu  lüinas 
de  Rut  Lópeí,  y  i^ue  ahora 
tiuerri  el  Rey  que  sa  k  pida 
don  Alvaro,  poique  ansí 
«n  ciic  baut'Smu  sirvan 
los  ues  oficios  que  son, 
<ya,  NuAo,  llenes  nucida; 
Almifante,  (Condestable, 
y  AilcUnudo.  1.a  uríia 
y  aclamaCionís  Uel  vul|to 
parece  que  nos  avíMti 
que  salen  ya  de  la  ifjlesia. 
A  esu  parle  le  retira, 
ó  acompaAetnos  lambién 
It  soberana  familia 
del  Rey,  para  ver  dcsputs 
lo  que  tamo  nos  admira. 


ESCENA  ti 

Sdl*  (<  CcMaa»T*a(  ■  DoH  Ai.vAao  su  Lniu  CM  «I  «!• 
4a;  ^«1  leaUaáotr  U  >tii4it  m  f  wt  h  Utf»i  loáa  (« 
iVM^AIa  y  Jumat.  y  ttlnl  nie  jf  rafunlro.  Dft- 
paít  Liatuui*. 

Rsr. 

^Cómo  XMttíi  al  Principe? 

Don   Alvaro. 

Crisiiano, 

del  gremio  deta  Ifilesia,  y  con  la  risa. 

(como  el  alma  es  aliento  soberano), 

sil  oculto  regocijo  nos  arisa: 

tal,  en  florido  Abril,  olarel  Umprafio 

muestra,  fasgdndu  In  sutil  cumisa, 

en  las  hojas  que  íon  esl'era  breve, 

unas  listas  de  sancre.  otras  de  nieve. 

Cuando  el  desnudo  Infante  se  miraba 

con  UD  ceño  arrufar  la  herniosa  frenle, 

de  )igrima.s  tos  oíos  coronaba, 

mayorazgo  de  Adam  inobediente; 

j  apenas  del  primer  borrón  se  lava 

cuando,  puesto  el  capillo  iranspareme. 

«lado  seraffn  ñus  parecía 

?uc  del  trono  de  Dius  se  demasía, 
or  edades  se  cuente,  y  no  por  años 
ku  dichoso  vivir  y  tú  le  veas 
conquitiando  los  reinos  mis  extraños, 
uallaido  Anquiscs  desie  nuevu  Rneat. 
No  atienda  á  los  mortales  dcscn^ñt», 
enire  las  garran  pálidas  r  feas 
de  la  muerte,  hasta  ver  como  retrata 
ta  prudente  vejez  hebras  de  plata. 
Alégrete  de  ver  oue  excede  y  pasa 
su  Msd  i  ta  del  Fínix  mniiitailo 
que  en  árabes  aromas  hechas  brasa, 
su  cuna  y  su  sepulcro  ha  fabiicido. 
En  íita,  ya  dct  sol  célebre  casa, 
de  tus  nietos  te  mires  adornado, 
que  con  esto,  sertor,  pareccrias 
a)  lAo  con  sus  mesn  y  sus  días. 
En  (US  armas  coloque  la  Granada 
mis  hermosa  del  mundo  Knrique,  y  sea 
quien  «juclU  república  cerrada 


con  flor  de  nilcar  en  su  escudo  vea, 
que  agora,  de  turbantes  coronÉda, 
su  pálida  corteja  abnr  desea, 
mostrando  por  rubíes  y  herniosos  granos 
racimos  de  v  jüenles  casicllaiios- 
Este  pimpollo  de  tu  ¡lusire  copa 
i  Castilla  dilate  los  extremos; 
piélagos  surqueen  atrevida  popa 
cuantos  ocultos  i  los  tiempos  vemos. 

Í  revienten  liM  limites  de  l-.uropa 
asta  que  en  A\ia  la  mayor  llamemos, 
i  pesar  de  los  bárbaros  alfanies, 
Guadalquivir  al  Tigris,  Ta)0  al  Ganges. 

■i  Rev.         Denle  el  tiempo  y  la  fortuna 
esa  edad  ;r  ese  trofeo. 

2ue  yo  mismo  lo  deseo, 
don  Alvaro  de  l.una. 
Si  rl  itran  Filipo  decía, 
cuando  Alejandro  nacl6. 
que  el  cielo  dicha  le  diú, 
porque  en  el  tiempo  nacia 
de  Aristóteles,  y  <Uestro 
en  la  virtud  peregrina, 
bebería  la  doctrina 
de  tan  divino  maestro, 
lo  mismo  di)(o,  que  un  rayo 
swi  el  I'rlncipe  temido, 
pues  en  el  tiempo  ha  n»cidü 
que  ot  podrá  tener  por  ayo. 
D.  Alv.    a  tanta  satisfacción 
el  alma  se  rinde  ya. 
Condestable,  bueno  euá. 
Esas  palabras  no  son, 
señor,  las  que  os  he  pedkk». 
^Nuestro  concierto,  qut  ÍMt? 
¿Condestable  yo;  por  qu¿, 
si  i  tos  moros  no  he  vcnckto^ 
Esa  modestia  rs  blxarra, 
como  lo  [ul'  esa  cuchilla 
que  retiro  de  Castilla 
las  banderas  de  Navarra. 
Mayor  victoria  es  vencer 
un  rey  cristiano  que  un  moro: 
vuestros  méritos  no  ijtnoru. 
Si  bauíixó  el  l^anciller 
á  don  Fnrique,  es  raían 
que  le  hayan  apadrinado 
Almirante,  Adelantado 
y  Condestable,  quo  son 
los  cuatro  oficios  supremos 
de  Castilla.  Condestable, 
vuestra  modestia  no  hable, 
r  porque  os  cansáis,  andemos. 

LiitiUM.  No  ande  mis.  «ran  señor, 
deténgase,  que  no  es  rio: 
atrevimiento  es  el  mío, 
pero  div:iilpa)c  amor. 
Los  sabios  debemos  ser 
audaces  coii  cortesía. 
Yo  soy  de  la  Asiroloftla 
el  primer  hombre,  el  primer 
conocedor  de  los  cielos, 
un  signo  soy  desalado 
del  Zodfa>;o  arrojado 
por  Ir6picus,  paralelos, 


Rut, 
D.  Alv. 


Rkv. 


asa 


ADVERSA  PORTL'NA  DE  D.  jIlVAHO  DE  LONA 


rumbus.  climiu,  epkicU», 
polo*.  n«ri.s.  Iioroicopoii, 
Kiiramniili»  y  foilopos^. 
hori/untc^  y  CDciclOh 
Mí  Cama  lix  de  i«r  eterna: 
luü  y  ^uU  u>y  <¡tl  hombre. 
y  pdr  jqucMo  «  mi  noinbrr 
el  itccnctiido  I.inlcrna. 
He  ^ido  kianiAilor 
dcMr  admintilr  pnncnio. 
«I  dichusn  ri»cimÍcnio 
del  Prinopr,  mi  sct^or: 
veráten  cMa  liKura 
cuániti  le  ha  tic  \u^edu . 
Bit,'        E^mul'i  no  debe  mt 

de  su  Ciiadu;  ]a  unatuia. 
Lo  que  Dios  hn  dedicado 
para  si.  no  ha  de  mquirlr 
ti  hombre,  ni  dclie  oír 
el  ptóvido  y  recalado 
los  sucesos  que  ii'vcla 
U  j  udtcitrij.  Si  Sun 
advcrirts.  dan  aflicción, 
lu  nai:ciB  de^oDMiela, 
si  kon  pnWpcros  n<n  dsn 
Tanoslorii  y  cunnanita, 
y  si  después  tiay  mudan/a 
en  los  OM)*.  V  no  tan 
sucedí  en  du  líe  cm  modo, 
más  n\>i  allíRen.  v  ansí 
nunca  esas  figuras  vi: 
tólo  [>>os  lo  Mibe  iodo. 

( RiHtpt  <l  paptl.t 
NInRÜn  pronóstico  leo, 
ni  tenüo  noticia  ái\, 
mas  aunque  rampi  el  papel, 
tomad  por  e)  buen  deseo. 

tltaU  una  taJtHB.'l 

I.ISTCRV.  Vitas  más  quc  el  que  no  muere, 
Ftniv  raro:  mas  lui  es  justo 
adivinar  sin  lu  gusto: 
vil  as  lo  que  Dios  quisiere. 
Y  el  Prindpe  que  tía  nacido; 
pw^iue  Kspaña  un  (^t.ar  vea, 
viva,  señor,  siva,  y  sea 
lo  que  Dios  luere  Unido. 

\Yimu  forfui,  f^ufJa  Llnurua.) 

FSCEXA  III 

I.IUTtnK*. 

Aquí,  que  nadie  me  ve, 

jdónde  está  U  ciencia  mía, 

embustera  AMrolofiU. 

que  yo  paUbra  no  sí? 

Que  no  es  nuevo,  en  mi  conciencia. 

csie  modo  de  cnjurW: 

jtinda  cosa  c<i  el  hablar 

con  ánhno  y  desverKUrti/al 

ESCE.N'A  IV 
l.iiiii.M*y  nm.u. 

KoBt.Bi.   SeAor  uirúlago. 
LlNTsax.  .jPuci 

ser  asiróloftoes  ser  loco? 
|)(ML«s.    Manda  que  le  ctperc  un  pocu 


el  CoDdeMible. 
LiKTRHK.  ^Quién  ej.* 

Rovixk.    Don  Alvaro,  mi  señor. 
l.ixTEHN.  ,;Desde  cuando? 
itoai.F.s.    '  Desde  ahora. 

I.INTBHK.  Es  muy  Jicbosa  esta  hora, 

que  est'i  en  la  L'rsa  Mayor.  ' 

Nadir  y  Onii  están 
I  en  oposición  del  Can 

I  lunto  al  luminar  Thumo, 

Yo  mo  acuerdo  t  muy  ahina 

cuat»lo  no  ern  <^ndestahle. 
'  Roetes.   ;LÍiul8  memoria! 
LiMTCRN.  Notable. 

Tom*  la  iacarandina. 
RaBkr.s.    I. a  aii.i>:ardina  dirá. 
l.ivTrHN.  Todo  lo  tomo,  ^f^^  dador, 

don  Alvaro,  mi  señor? 
Robles.    Ya  ha  renido,  y  to  sabrá. 

ESCENA  V 
DicnM  y  D«9t  .^lvami. 

D.  Alv.  Ltcenciado,  ^%e  acordó 
de  aliar  aquella  liguri 
que  le  dije." 

l.iwTKR».  iQué  locura! 

no  picttoniara  mis  yo. 
Pues  CMótnie  aqui  acordando 
cosas  que  espantan,  y  ^habla 
de  olvidar  lo  que  vusU' 
tanto  me  ntá  supinando? 
El  año  de  cu^iriKÍenios, 
que  nació  dLCho>anientc, 
teniipur  ascendente 
dos  planetas  turbulentos. 
Marte  y  Venus.  C«da  uno 

Sor  horóscopo  tenia 
Mercurio  y  A  su  Ha: 
(VB  se  sabe  quc^siacs  Junn.i 
Mirando  citaba  de  iríno 
iüpiíer  ii  los  Tritones: 

;'  hack'rid"  la«  direcaones, 
O  que  \ur.fiií  y  adivino 
es  que  tiene  la  fortuna 
de  hacer  sucesos  noubles 
con  lodos  los  Condeitables 
dichos  Alvaros  de  Luna. 
Con  desdichas  y  embarazos 
todos  aquellos  á  quien 
hará  en  este  mundo  bien, 
le  serín  ingratonaros. 
Dkhoso  en  quenas  scti: 
vencer*  vtKseftorla 
tres  baiallu  en  un  día; 
treinta  títulos  lendrd. 
Viviri  comento  y  falso 
Con  la  ronuna  en  Madrid, 
Toledo  V  Vallodolid. 

D.AI.V,     ¿Y  morfríf 

LiKTnN,  En  cadahalso. 

D.AI-V.    Vn  luRar  junio  i  Toledo. 

Vive  Dios,  que  no  he  de  entrar 

jamasen  »e lugar, 

pues  vivir  sin  icrir  puedo. 

I    falla  aq«i  na  iirM  en  «t  Brl^iM<> 


^^^^^p 

PRLMERA                                                          3H9          ^H 

^P^^TiÑtíiis.  y  con  aqueo  podrá 

^^H 

^^^                 ser  un  Juan  de  i':>p«r«  «n  Dioi; 

qii<'                   u  ha  olvidado,                ^^H 

^^^K                   vivirá  un  si){to,  }  iiun  dix; 

D.  AbV.     Hablad  al  lev,  beuKl  hoy                      ^^M 

^^^P                 Ffínix  tiarbaiJii  séiá. 

su                                                            ^^H 

^^^   D.  Alv.   ,-Quiemsefviffr»^ 

ViTBJia.                   Tuvos<f¿.                                ^^H 

■         LiKTCKN.                              Si,  haré. 

D.  Ai.v.    V«e  á  casa  tú.                                    ^^M 

H         (>,  At-v.   ( ip.)  iMc  aerad*  lU  buen  humor.) 

LiNrEMN'.                         .St,  harí;                           ^^H 

H                        Mcrniuul^)  de  f^oblcs,  mira. 

á  mudar  de  traje  voy,                         ^^1 

H         Roblks.   jQuí  me  nidndati> 

porque  espero  ser  ansí                        ^^M 

■^        D.  Alv.                                Quien  aspira 

precio  lu  enemigo  llera:                        ^^H 

^^^^                 6  medrar  con  mi  Uvor. 

quise  decirle  aiie  esperu  ^^H 
ret:ibir  mcrcKl  do  (i.                            ^^H 

^^^K                 unn  cos«  ha  de  observar 

^^^V                   solamcniv. 

D.  Atv.    Te  IJrmarás  Licenciado                       ^^H 

^V        Roult.!.                    Di  cual  US. 

COD  npada.                                        ^^H 

^^^    D.  Alv.    Oye  primeTO.  >  únputs 

LiNTKBN.                   íQuc  advertidol                   ^^H 

^^^H                   lo  Kabrit.  Oc  lu  lui;ar 

¿V»  he  de  hrmnr  loqueiie^ttks.           ^^M 

^^^^^^^            le  he  .sacado  \  le  he  (laiJo              ^ 

y  )ie  de  hacer  lo  que  un  vtdado            ^^H 

^^^^^^K           á                              eiiik 

iilfére.f  en  Aragón.''                                 ^^H 

^^^^^H          «»      «Ivl  Rey,  porque 

(■rdenósc  y  cura  era,                              ^^H 

^^^^^^H          d«  rtii  amor  ía\  oreciiio, 

y  daba  deuu  manera                              ^^H 

^^^^^^           medrando  míi  cada  dia. 

cédulas  de  confesión:                             ^^H 

^^^^^^           Mn  M-c  hombre  pñncipal. 

<Ha  cnnlesado  csie  d(a                          ^^H 

^^^H                  Tr&orcro  general 

conmigo  ei  señor  Toni¿.                     ^^H 

^^^                 er«  ya. 

y  por  esto  lo  firmíi                            ^^H 

H        Robles.               Ponjia  vu^ia 

el  air^rex  l.uts  García.»                        ^^M 

H                       d'>^  hierros  rn  ma  (rente, 

Decir  en  mi  tierra  i>l                               ^^H 

H                             porque  dvt>o  Ker  su  e\>  IRVO. 
^1         b.  ALt .     Ksa  mi){le%iia  te  nlnt<o; 

i'tra  {{''■ciosa  Iocuih.                              ^^H 

[)ijéri>nmc  que  i>tri>  cura  ^^^^H 
las  cédulas  daba  ans::                       ^^^^| 

^^                         |ii  que  i|iiiero  wlamenie 

^^^_^                   e«  qiiea|;nidcviiju  seas. 

•tía  conlesadn  conmigo                 ^^^^| 

^^^H                   porque  me  han  pronusiicado 

el  regidor  don  Gaspar,                          ^^H 

^^^r                 inuchoi  el  %er  desdichado 

y  por  no  saber  lirmar.                        ^^H 

^V                      hacteniío  tnen. 

lo  hrmú  por  mf  un  testigo.*  iVútr}            ■ 

^^^  BoBLBS.                      No  k>  ere»; 

J 

^^^■j                   y  meóos  de  mí,  setior. 
^^^g                  Lo  que  ese  iitlrúlo^hadíclio 

^^^M 

ESCENA  Vil                            ^H 

^^^^                   n  tucura,  ci  un  capricho 

D«N  AL«*fto,                                     ^^1 

^M                         procedido  desu  huitutr.                     i 
^1         D.  Alv.    Vo  i  hcsar  la  mano  al  Rey 

Mi  ambición  es  solamente                   ^^H 

^1                         por  la  rr.erccd.  que  el  lo  quiere. 

hacer  bien.  ;Que  \eide  planta             ^^1 

^M         ItúSLBl.    ¡Mal  havB  aqticl  que  le  fuere 

subrc  tos  campos  levanU                      ^^H 

^1  .                      criadu  de  mala  ley; 

verde  rana,  allita  treme,                      ^^H 

H                          la  forluna  le  derribe; 

que  ni>  brinde  en  \'*s  caminí»                ^^H 

^1                         muera  preso  en  buen  estado! 

»  su  simht*  y  á  sut  ilom,                  ^^H 

^M         0.  Al.v.    Solamente  es  deMhchadu                   i 

alticifiue  d<-  ftiiM'ñ<'res,                          ^^H 

^ft                       el  que  nial  por  b;en  recibe.— 

descanso  de  peregrinos.^                         ^^H 

^^^_                 ¿O^ei,  Vivcrrj.^ 

No  seáis  súlo  para  VOS,                          ^^H 

^^^H 

Alvaro,  en  dichas  scijuras,                     ^^M 

^^^^L^^ 

porque  esto  de  hacer  hechuras              ^^M 

^^HH                     ESCENA  VI 

tiene  un  iu>  se  qué  do  Dios.                    ^^M 

l.a  Infanta  viene  hacia  aquí:                ^^H 

^                 Dar<  Ai.TJMO,  Lii>TaRMx}-ViTMio. 

me  retiro.  Y  doAa  Juaiif ,                      ^^H 

^^^^P 

U  oue  aurora  soberana  ^^H 
es  del  cíelo  para  mi,                                ^^H 

^^^   VivEHo-                            Señor. 

^M        0.  Alv.    También  vitis  en  mi  pa:ho. 

ta  acumpaAa.  |Ay,  dulce  amor!              ^^M 

^1                      Su  Majestad  v%  ha  hecho 

ipudcroso  imperio  alcanuii!                   ^^M 

^1                         ya  &u  Contador  majuf. 

í-.ntre  guerras  y  prtvanxai                     ^^M 

^M        Vi^Eiiu.    Aloiandro  aragonés: 

no  me  deja  tu  ligur,                            ^^H 

^^                         nuevo  Cisar,  nuevo  Eneni, 

^^^M 

^B                         católico  Numu.  vea^ 

^^^M 

H                          tiempo  y  fortuna  i  tus  ptes. 

ESCENA  VIII                            ^M 

H         D.  Aiv.     KusliwnjRs  no  os  pido; 

l)o)f  ALvaa»,  Ma  fMo  irttfdii:  itltnlé  tarAtirA        ^^U 

^M                      mayuces  pueblos  e«pcro 

V  t>i>l4   iv^MA.                                                                       1 

^B                            que  habéis  de  Icner,  VivefO; 

^B                            nulo  US  quiero  a^t^udecido. 

InpAxrA.  Doffa  Juana  ['.mentel,                         ^^| 

^M        Vivero.    Muera,  Mñor.  domeñado 

dcsic  mal  me  hun  avisado:                   ^^H 

^M                      Je  un  monteúdeal§ttin  bakón          I 

uifasi  lendr^  cuidado;                         ^H 

^^^_                 LDMeniAS  tit  TtPíXt  UF.  UOl.lNA. — TOUO 

Uj             ^1 

a^ 


At>VCH$A  t-'ORTUNADE  D.  ALVARO  DK  LUNA 


JUAKA. 


D.  Alv. 

Juana, 
p.  Alv. 

IL-AÍIA. 


I).  Auv. 


IlJANA. 

D.  Auv. 

Jl/AHA. 

ÍD.  Alv. 

JUAHA. 


t6  me  puede»  uKar  <JM, 

llabU  al  Condeilublc,  amittii: 

ÍAVof  iCTá  no  pcqu«iVi, 

(juc  es  el  Infjinie  mi  Jucfn.. 

y  i  lAlci  ansias  riiculih^». 

S6loilon  AIvsfo  puede 

Mcarmcdcsic  pmt. 

Vitk  aquí,  iiarc  lu^or 

para  que  Iv  hablev  <.>iieck 

con  lus  lio*  mi  gr«n  dolor 

pata  que  liiliiiia  o&  dt.  <^aM.) 

A  lu  alie»  vrvirí 

como  licbu.  iV'i  (Calla,  amor; 

disimula,  ninii  Dios, 

si  en  mi  ptutetidcí  creer. 

porque  en  dinJote  i  entender 

somos  perdidos  tos  dos. 

Si  hablas  en  ctla  ocaüón 

fnr  darás,  amor,  enojos: 

no  le  alomes  i  lo)i  o)m, 

vive  allA  en  el  corazAn.)  — 

Don  Alvaro... 

Apenas  creo 
que  en  tu  su/  mi  nombre  oL 
jEso  es  imposible? 
Si. 
tanto  como  mi  desei>. 
A  su  alleiH  kdiicron 
que  al  Infame  de  Aragón 

E revienen  una  icaiciún 
umbres  que  mal  le  quiüieion, 
que  como  el  Infante  mueve    ' 
nuevas  guerras  en  CastiiU,     . 
no  pienso  que  es  maravilla 
si  á  £1  el  cngaAu  se  atreve. 
Dicen  que  a  caza  ha  salido, 
y  aunqui:  el  Uey  lo  haya  mandado, 
sacadnos  dcsU  cuidado, 
don  Alvaro,  yo  os  lo  pido. — 
^Dónde  vais  sin  responderá 
volved  acá,  ('.ondetlablc: 
dadme  lu(¡ai  i  aue  m  hable. 
jDi^nde  he  d«  irr  A  obedecer 
órdenes  que  á  mi  me  da: 
gustos  de  V  uescAuna 
no  admiten  replica.  MU 
«s  Unta  la  causa  ya, 
que  aunoue  es  gloria  csiat  oyendo 
tu  deidad  ;r  estar  mirando, 
lo  que  el  alma  estima  aman<k>, 
quieto  mis,  obedeciendo, 
auseniarme  y  \«t  dctpoj»s 
de  esa  dicha:  porque  e«  jutto 

3iie  me  ausente  vuextro  iiutilo 
e  la  uluna  de  mis  iijos. 
Impedid  una  traición, 
y  á  la  InCanta  vvic  peuf. 
lQu¿  bueno  fuera  llevar 
para  esta  empresa  un  Irst6n 
verde  de  un  peclu»  cruelí 
Y  su  attexa  iiu  da  cuenta 
desto  al  Rc),  por  si  el  inlcnls... 
Fuera  para  mi  laurel 
ct  verde  iLsiún,  que  diera 
envidia  á  'asares. 

Yo 
pienso  que  ti  no  lo  mandó. 


D.  ALVi    Li  misma  fortuna  fuera 

Í  fuera  ahi^mo  de  gloria*, 
n  ('aslilta  no  es  laiión 

matar  á  (vorique  i  iraicii^in. 
O.  ALv.     Yo  porfío.  Dos  hiüiurias 

ton  las  nuesiras,  p<riocreo 

que  diferentes  han  sido, 
JuAMA.      Yo  habto  en  esto  nue  os  pido. 
D.  Alv,    Y  yo  en  esto  que  desoo. 
JiíAXA.      Diño,  pues,  que  amtws  tendremos 

dicha  en  esio,  aunque  distinta. 
D.  Auv-    Pero  en  esto  de  ia  cinta 

¿<\\ii  tenemos? 
Juana.  ■iQu<^  tenemos? 

una  empresa  por  nada, 

locura  en  que  un  hombro  dio. 
D,  Atv.     Ya  me  contentara  yo 

con  no  veros  enojada. 
JliAHA.      Si  á  partido  os  dais,  yo  intento 

volver  otra  vez  los  o|oí; 

dUfo  que  voy  sin  eno)os. 
O.  Alv.     Digo  que  yo  voy  contento. 

iVamtteaáa  mti*r<tréUUnto  laJu.) 


ESCENA  IX 
Sd'cWlKrAKTKy  iiaCiubA. 

Ikfantk,  Estas  fuentes  v  estas  sombras 

del  celebrado  f>isuer)(a, 

de  cuyas  sombras  y  florea 

aprende  la  Primavera, 

suelen  divertirme  i  ratos 

del  cuidado  y  U  trísteita, 

porque  li  caza  arrebata 

todas  las  tristezas  nuetiras. 
CaiADO.     Della  dicen,.. 
iNrANTK,  No  me  digas, 

que  es  imagen  de  lauucrrai 

que  es  vieja  civilidad, 

y  me  cansa. 
CatADO.  ^V  si  dijera 

que  es  inclinación  real, 

y  las  delicias  honestas 

de  los  principes? 
jKrAHn.  Dirías 

cosa  ordinaria  y  mAs  cierta. 

jLds  monteros,  dónde  estin? 
CoiAoo.    Siguen  diversas  veredas 

para  eniretcnene  i  ti. 
Ihfants,  Entremos  pur  la  malexa 

de  sabinas  enlazadas 

con  hermosas  madrmelvas.    (fam*.) 


ESCENA  X 
Saín  slguiniM  rUiAKoiiaa  can  niltc'rat. 

Cas.  i.*   <>uardasdel  monte  ha  penud> 
que  somos,  y  asi  cubieitati 
las  caras,  como  ouien  t»ne 
recelo*  y  no  veriíOenía, 
harcmiM  lo  que  nos  mandan 
los  tenores  que  desean 
el  soslqio  do  Castilla, 
oíatindole. 


^^^^^^^^^^^B^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^    ^^^^^^^^^^^^^^^^H 

^^^^^^^^^^^^^WlKADA 

t*R  IMEm^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^H 

H     Caí.  2.' 

iSi  lo  fnunu 

aunque  primero  be  de  ver                       ^^| 

«1  Rey  ansí? 

cuanto  el  attihciu  pueda.                         ^^H 

H     Cax. 

No  lo  creo. 

{ftáUtHUUt.'i       ^^1 

No  ton  et)señani:Ht  csu$ 
<tc  quien  «i  tu  piitno  y  tcy. 
jY  )o&  dcmis? 

Ya  TodCftn 
«1  monte,  todos  i:ubierti>i 
latearas,  porque  no  pui-da 

Cax.1.*    Que  nos  vamos,  dke;  creo                      ^^| 

H    Ca>. 
■     Ca(. 

que  nos  engaña:  ouien  sea                        ^^| 
no  sjbcmoi,  y  el   nfanie                           ^^M 
está  solo.  No  se  pierda                              ^^H 
la  ocasión:  ■cumctamos.                        ^^H 
D.Alv.    Sí  U  mañano  aprovecha,                       ^^H 

■  Caí.  >.' 

■  Ca>. 

■  Caí.  3.- 

«»carM  de  unos  ú  utro». 
¿Cuanto»  iomoii  toiios-^ 

Trcinu, 
conjurados  á  morir 
sin  que  la  traiciVín  se  sepa 
de  nuestras  bocas. 

Aquí 
in«  parece  que  es  la  senda 
donao  vendrán  á  parar. 
Aquí  npadas  y  ballestai 

apele mos  A  In  escuda,                             ^^H 
señor,  la  dicha  de  C¿sar                         ^^H 
va  con  vos.                                           ^^H 

Infanti.                   y  «un  el  valor,                     ^^H 
s«gán  Uzarro  te  muestras.                       ^^H 

Caz.  3."    Un  rayo  del  cielo  ha  sido                       ^^H 

quien  ic  ampara.  KeMiiendt                  ^^H 
es  imposible;  el  huir                                  ^^H 
agora  nos  aprovecha.            iitmyin.\       ^^| 

Icdarin  la  mume. 

^^B 

ISaIt  Jdd  AlTiro  con  máscara  y  Mttltt 

^^^1 

H*M  f  H«  >f  rayan  J 

ESCENA  Xli                                   ^H 

Hcax.  (.* 

¿Quiín 

^^H 

es  aqueste  que  por  scftas 

Kl  iNVAxra  y  Don  Alvajw.                          ^^H 

retirar  nos  manda? 

^^^1 

■     Caí.  3.* 

Alguno 

Infantk.  La  vida,  amÍ|{o,  tedebo:                         ^^H 

dtestru  opuesto.  Cabeza 

¿qui¿n  eres.^                                           ^^H 

wrdde  la  otra  cuadrilla. 

D.  Alv.                      Quien  no  desea                    ^^H 

pues  con  mineara  te  muestra 

pi^¡a  de  aqueste  servicio.                           ^^H 
iNfAtrTE.  I>eicubrc  el  rostro.                                ^^H 

orden  damlo  i  nuesiro  intento. 

■     D.  Alv. 

Silencio,  ani¡);oí.  y  alerta 

D.  Alv.                                No  quieras                 ^^H 

á  mi  aviso. 

obligarte  i  nadl«.                                    ^^| 

L    Caí. 

Ya  Mperamoi. 

Intauts.                             Amigo,                         ^^| 

B«coDOce  bien. 

en  esto  ¿qu¿  me  aconsejas?                     ^H 

¿Iré  á  palacio?                                        ^^| 

D.  Alt.                         ¿Pues  no?                          ^^1 

iNFAmB.  Temo  que  mi  muerte  intentan                 ^^H 

ESCENA  XI 

el  Rey  y  su<ZondcttabIe:                         ^^H 
y  ati'me  he  de  irá  Villena.                        ^^| 

riiRHM  ¡r  ti  IsTANr*. 

D.  Alv.    \a^a  (Cuando  me  importa  el  honor*        ^^| 
acabarán  las  fifyezas                                   ^^M 

^^TwSbtb 

No  esperan 

de  no  darme  i  conocer.)                          ^^| 

lot  pamofi,  ni  aun  los  •lonejos. 

(Dac«»rM«.)         ^^H 

y  aun  es  novedad  que  teman 

No  imagine  vuestra  alteza                       ^^1 
que  mi  Rey  ni  el  ('.«ndvsiabte                    ^^H 

hoy  tamo. 

H     D.  Alv. 

Sei^or  Infame: 

muerte  ni  mal  le  desean.                            ^^H 

salga  del  monte  tu  alteza. 

iNrANTx.  Alvar». dámelos  braxos.                            ^^H 

por  esta  parte  que  el  rio 

¿De  quien  Enrique  putllcia                     ^^^ 
sino  de  li  recibir                                      ^^H 

que  murallas  de  agua  peina. 

buba  luego  CD  su  cabolo. 

la  vida?  Tuva  es  mi  hacienda,                  ^^H 

porque  dalle  muerte  mientan 

mi  bien,  mi  vida  y  mi  alma,                       ^^| 

aquellos  hombres  que  mira. 

D.  Alv.    SóIú  P'do  que  auradeica»                           ^^H 

mejor  diré,  aquellas  ticras. 

mi  voluntad,  porque  yo                          ^^H 

H    Ikpaxte 

jY  i^ab^is  quién  lus  cnvla.^ 
No,  señor.  No  sc  deienjía 

hago  bivn  lólo  i»n  esta                           ^^H 

B-  D.Alv. 

condición.                                               ^^H 

vuestra  alteza;  huya  en  tanto 

Infants,                  Tú  me  casaste,                        ^^| 

que  yo  con  maña  ó  con  fuerza 

tú  ipc  das  la  vida.                                    ^^| 

los  «niroieogo. 

D.  Alv,                               Quieran                        ^^M 

H    Infante 

V.\  caballo 

los  cielos  que  no  me  pagues                    ^^H 

se  ha  quedado.  ainJftu,  fuera 

como  suelen  todos.                                 ^^H 

del  monte,  y  el  ancho  rio 

Ea,                             ^^1 

por  aquí  tío  se  vadea. 
Mal  podré  escaparme. 

deja  tal  detconüanza.                              ^^| 

Otra  vcx.  ya  se  me  acuerda,                    ^^H 

■    D.Al*. 

¿Mal? 

te  di  la  mano  y  palabra                           ^^^ 

Pues.  íeñor,  inimo,  y  mueran 

de  ser  luyo.                                                  ^^| 

los  traidores,  6  muramos 

D.Alv.                     Vuestros  sean                         ^^| 

tos  dos  en  vuestra  ilefens«¡ 

* 

los  reinos  de  Asia,  señor.                           ^^H 

^^H               agS                                ADVERSA  FORTUNA  DB 

ni;  LUNA                ^^^^^H 

^^^^^^  turxKTic,  Y  tajn  la  Tama  cierna. 

jCÓRio  mis  propios  laMos,                    ^^^^| 

^^^^^^L                  A  <.\añn  quiero  piitirme, 

ti  bien  le  quieren,  le  dirio  aigravios?            ^^H 

^^^^^^                   úue  mi  pecho  no  sosiega. 
^^^^^^^                   Aillos,  uon  Alvaro. 

^1 

^^H         D.  Alv.                                 k\  vaya. 

ESCENA  XV                         ^1 

^^^1                        gran  señor,  con  vuetira  Alteira. 
^^^H        Infanti;.  Tu  amigo  soy. 

Kt  RKt  y  DoA*  Iujix*                       ^^H 

^^^V         D.  Au',                            Vo  lu  esclavo. 

^^^M 

^^^H          Imfame.  Nu  (einas<4uein};rai'>sca(i-;itr.] 

OoSa                                   ^^H 

^^^H         0.  Alv.    Si,  icmo,  porque  eres  hombre, 

La  Reina,  mi  seíVora,                                    ^^| 

^^^^                          y  ti  tal  su  naturaloxa.  {Van.f 

lo  espera,  gran  seAor.                                       ^^H 

Dame  tú  agora             ^^| 
valor  y  atiento,  Juana,                                  ^^M 

^^^^B                         E.SCKNA 

^^^^^^H                                        r  la»  ÜauKiiu. 

auc  nó  puede  mi  lengua  ser  tirana.                ^^M 

bl  reino  me  lia  pedido                                   ^^M 

^^^^^P                            Gkakue 

lo  que  en  esic  papel  veris,  y  ha  sido              ^^H 

^        A  un  reino  conmovido, 

^^^B         jquí  prudeiKía  de  rey  ha  rcii«iido? 

^^^1         Scfior,  el  reino  ittienu. 

^^^H         no  on  modo  d^coit^  ni  acción  viólenla, 

^^^B          que  M  ejccutr  lucfto 

^^^1         para  bien  de  (Usiilta  y  lu  «>s<cgo, 

^^^H          fo  que  aqui  ve  contiene, 

^^^H         que  cuando  injuMo  (uers,  te  conviene. 

tanto  su  aircv  unten  lo,                                      ^^H 
que  sin  tuerza  me  deja  y  sin  alíenlo              ^^H 
con  que  palabra  alj^una'                                   ^^H 
decir  puMa  i  don  Atvaio  de  {.una.                 ^^M 
Dilc  tu  lo  auc  paia:                                           ^^M 
«1  reino  leiicticrr:)  de  mi  casa,                 ;     ^^M 
r  yo,  por  no  peidello,                                   ^^H 
OTisdo  de  Jos  grandes  vengo  i  liaccllo.        ^H 

^^^^^^  Yo  lo  vtti  de  espacio. 

DúQa                                   ^^M 

Señor, ¿cuindo  las  damas                             ^^M 
secretarios  han  sido^  jA  mt  me  llamas          ^^M 

^^^^^H                            Ckandk 

pafa  intimar  semencia                                       ^^M 

^^^^^^  Eso  no  puede  ser.  AquI  on  palacio 

que  ta  envidia  escribió  con  Ul  violencia^       ^^ 

^^^1          el  cumplímicnlo  v<^peran 

Rey.                               ^J 

^^^1          (oR  tll*i>det  de  Casulla. 

^1,  Juana,  porque  et  tiucno                              ^^M 

^^^^ 

que  al  amigo  m  di  dulceel  veneno.                ^^H 
Él  viene,  «qui  me  emperio                                ^^M 

^^^^^■k                                         ¡Que  ver  quieran. 

^^^^^v  da  ta  envidia  llevados. 

en  un  grande  dolor,  yo  (in|o  sueño               ^^H 

^^^V        los  vasallos  leales  catiigadod 

por  no  viT  su  semblante;                                 ^^H 

^^^H                                   Granok  i.* 

verle  no  quiero  y  quiero  esiar  delante.           ^^M 

(.«Otra»  rl  ReT>   V 

^^^B         No  ef  rigor  convenieiKta 

iQuifn  durmiera  de  veras                                    M 

^^H        que  i  tu  corona  imporia.                 O'^iimj 

por  no  escuchar  palabras  tasiimerai!             ^M 

^^^^^ 

Do>*                                   ^^H 

^^^B                         ESCENA 

Si  para  tanta  crueldad                                   ^^M 
al  Rey  le  falta  el  valor,                                      ^^M 

^^^^^^H                                            £i 

«cijmo  ha  de  hncer  el  anwr                              ^^M 

lo  que  teme  el  aniivlad^                                   ^^H 

^                                             «'Qu¿  paciencia 

l-'aliábjme  ü  mi  amiuad                                   ^^H 

^^^1        tendrá  correspondiente 

pini  de;ar  de  seniir                                           ^^H 
¡ti  que  no  se  ha  de  decir;                               ^^M 

^^^B        á  ia  pa^iún  colérica  que  siente 

^^^H        el  alma?  ¡Oht  ¡quifti  hKitra 

iius  si  jo  pude  leer                                      ^^H 

^^H        lo  que  un  tey  de  Aragún,  y  ejemplo  diera 

sin  morir,  bien  pudrí  ser                          ^^^^1 

^^^H        de  |us()cia  y  rifiores. 

que  lo  dÍKa  sin  murif.                                  j^^^H 
Excusa  c!  Itty  su  dolor,                              ^^^^H 

^^^B        cortando  en  ufi  jardín  U\  aiías  flores 

^^^P         que  empinaban  el  cuelUit 

^^^H         Simple  era  ei  monje  ley,  sabio  fui  en  ello. 

V  i  mi  mi-  le  da  doblado:                             ^^^^| 

qu<  la  amistad  no  ha  alcanzad»                    ^^^| 

^^^1         tUo  1  «Que  de  mi  corte  y  ciM 

Ui  línrx»  del  iimor.                                         ^^H 

^^^B         deilief  re  yo  i  don  Alvaro  »  ^Euo  pM'f 

Si  yo  adofo  c)  rnptundor                                 ^^H 

^^^B        Contuui  estuy;  ¡úue  pida 
^^^1         el  reino  tal  crueldad,  si  de  mi  vida 

desta  luna,  aunque  adveniílos                         ^^H 

se  recaten  mis  semidiós,                                     ^^H 

^^^B         es  la  mitadl  ¡ay.  ciclot: 

A  ya  honeitos  ú  ya  sabios,                               ^^H 

^^^1         In  prudencia  iñc  falta  y  el  consuelo. 

(Cómo  han  de  putler  mis  labios                  ^^^H 

^^^H         M&s  cuandu  ei  cumpliinicnlo 

dar  veneno  i  mis  oÚas^                            ^^^H 

^^^H         deste  licsTietru  i  vngí  ,t:un  quí  aliento. 

^^^^H 

^^^1             amor  n<>  da  lK.'encia, 

^^^M 

^^^^^^  podrí  nftilicaite  u  seniencii.* 

1 

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^B^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^l 

JOKNADA 

PRIMERA                                                          203 

1 

ESCENA  Xvr 

Quien  hace  bien  i  un  villnm>, 

^H 

IHCiDi  y  Doy  Ai.TiKo  bk  l.i'm. 

quien  á  aun  iraidnr  favorece, 
esta  ingratitud  merece. 

^M 

m   D.  Ai.v. 

iDurmícittlü  el  Rey,  y  leyendo 

.Mas  ^qui^  mucho  si  en  aquel 

^^H 

con  turbación  un  papel. 
doiVa  Junnd  Pimcnul! 

divino  y  santo  leritel 

^^^1 

labró  Dios  una  iigura 

^^H 

novedades  estoy  viendo. 

que,  en  mirando  su  hermosura. 

*  1 

Cuando  en  mi  mitmo  no  cniiendo 

se  recetó  contra  él? 

íi  ei,  verdad  6  no  es  nmof 

Mi  seAora,  cuando  importe 

1 

^qu¿  mucho  que  con  lémur 

al  Rey,  mi  scAor .  mi  ausencia* 

M 

CMiín  mi»  ú)os  inquiecot. 

no  es  muy  agria  esta  sentencia. 

^^^M 

ii  ven  (untos  dos  sujeiuj. 

Pariiréme  de  la  corte. 

^^^M 

la  privHnxa  y  el  «mor.^ 

y  A  los  piílBKosdel  Norte 
1  me  pusari',  al  mar  profundo 

^^H 

H  Juana. 

Don  AlvKrui 

^^1 

■   D.  Auv. 

No  deipienc 

que  ve  el  í'unio  sin  segundo, 
ó  por  ver  si  verdad  fu¿ 

^^^M 

Is  voj:  al  Rey;  hable  pato 

^^H 

vucscñoria. 

que  hay  antípodas  me  iti 

^^H 

H    iuASA. 

Si  en  caio 

buscando  oiru  nueso  mundo. 

^^H 

(an  ríguruío  y  lan  fucttc 

Hkt.         Sois  ingrato  y  desleal 

^^H 

en  hielo  no  se  conviene 

i  mi  grande  amor.  ^.-\nsi 

^^^1 

la  voz  ,-cómo  puede  hablar 

sentís  el  dejarme  i  mi. 

^^H 

pato  la'iiuc  quiere  dar 

cosa  que  llevo  tan  mal 

^^H 

voces  que  remedio  son 

que  Au.-i  el  Inimo  real 

^^^1 

par.i  echar  del  coraión 

me  ha  faltado,  vtvc  tHos, 

^^H 

tantos  %islos  de  pécari* 

para  decíroslo,  y  vos 

^^H 

Don  Alvaro,  devdi^hitdo 

scniis  aleure  y  coités^ 
No,  Condestable,  no  es 

^^^1 

fuera  ei  hombre,  á  no  tener 

^^H 

aima  mmortal,  y  á  no  ser 

amistad  la  de  los  dos. 

^^H 

un  bou)ucjo  trasladado 

0.  Alv.    Rey  y  seiior,  el  no  verte, 

^^H 

del  mismo  que  le  ha  criado; 

supuesto  que  mi  desgracia 

^^H 

porque  excMÍdo  se  viera 

fuera  el  perder  yo  lu  gracia* 

^^H 

de  to&  bruKis,  de  una  licra. 

eso  fuera  trance  fuerte. 

^^^1 

de  un  pagarilio  pequeiio, 

y  siendo  el  hombre  su  dueAo. 

sombra  y  lineas  de  la  muerte. 

^^H 

Eso  si  fuera  sentir. 

^^H 

miserable  animal  fuera. 

eso  si  fuera  monr, 

^^H 

Y  es  su  cxccicncza  mayor, 

eso  si  fuera  penar, 

^^^^1 

digna  que  se  estime  y  prccie> 

eso  si  fuera  ílurar. 

^^^^^1 

<]uc  los  brutos  de  uiiaoipecic 

eso  si  lucra  gemir. 

^^^^1 

llenen,  pues  tienen  amor: 

Pero  imponando  al  sosiego 

^^^1 

entre  si  se  dan  favor. 

de  tu  reino  mi  partida. 

^^^1 

y  s6lo  el  hombre  es  cruel 

airopíltcsemi  vida. 

^^H 

con  el  hombre,  porque  en  ¿1 

muera  ó  ausénteme  luego; 

^^H 

nunca  bay  pax,  y  siempre  lidia. 

que  aunque  con  el  alma  llegft 
¿sentir  lu  ausencia  yo, 

^^^1 

Rasgos  son  de  humana  envidia 

^^H 

las  kir»  deste  papel. 

aquél  que  honrado  nació. 

_^^^^M 

■   D.ALV. 

Déjasmc  tan  pracnido. 

y  sus  costumbres  condena. 

^^^H 

que  ya  es  fuerza  que  al  leer 

siente  el  merecer  la  pena, 

^^^^^M 

piense  que  ha  Je  suceder 

pero  el  padecclla  no. 

^^^^H 

lamo  como  el  trueno  ha  sido. 

Rky.        Condestable,  yo  no  soy 

1^^^^^ 

tl^.t  iScitot,  el  reino  ha  advertido 

tan  filósofo  moral; 

^^^^^1 

•que  don  Alvaro  pretende 

vuestra  ausencia  llevo  mal. 

~^^^^| 

■  mandarlo  Iodo:*  K¡  ofende 

iristexa  al  semblante  doy. 

^^^1 

mi  intención  y  mi  lealtad; 

D.  Auv.    Rej  mili,  excusando  estoy 

^^H 

no  dice  e]  reino  veidnd. 

lo  que  el  alma  calla  y  siente. 

^^^1 

mas  la  envidia  mué  no  emprendei* 

Sabe  Dios  ti  estando  ausente 

^^H 

i'Lmj  «Causa  ha  sklo  su  ambician... 
^'Ambición  es  fe  setKÍlia^) 

yo  sentiré  más  dolor, 

^^H 

porque  en  mateiia  de  amoi 

^^H 

>qucnosdcn  cucira  en  Castilla 
»los  Infantes  de  Arag6n: 

es  más  ti«na  «1  mis  valiente. 

^^^1 

iUANA.      ca^,)  y  quien  oye  i  la  amistad 

^^H 

■y  ansí  muchos  grandes  son 

hacer  aquestos  extremos 

^^H 

roe  su  pane,  por  lo  cual 

¿qué  ha  de  haccri*  Disimulemon, 

^^1 

»Cí  conveniencia  real 

amor,  tirana  desdad 

^^^1 

»quc  el  ConJcslablc  no  esté 

de  la  humana  voluntad. 

^^H 

»i:n  ta  cofie.»  Mayor  fué 

D.  Alv,     lín  Aillón  me  estaré  yo. 

^^^^H 

«1  lemor  del  mal  que  el  mal. 

Rtr.         <Es  tuyo?  Pienso  que  no. 

^^^^1 

Letra  de  Robles  parece... 

D.  Atv.    ¿Tu  merced  olvídate 

^^^^1 

¡Vive  Dios,  que  es  de  su  mano! 

Rkv,                                       ¿Quién, 

J 

^^^      304 

ADVERSA  KOHTUNA  tlK  n.  ÁI.VAHO  t>K  LUNA                        ^^^^^^H 

^^^H 

si  es  amiKO  hombie  óe  biun, 

de  lopsuu  y  do  rubí?               ^^^^| 

^^^^^^^ 

se  KueniA  de  lo  quo  «Hó? 

Km. 

■Vdió^  Alvaro.                           ^^^H 

■              D.  Ai.v. 

Soto  se  debe  Kurdjr 

D.  Alv. 

Sinttos                          ^^M 

^^^B 

auicn  ve  que  el  que  \<i  rodbe 
Ji:>.attrjKkcidu  vite. 

almas  voy,                                      ^^M 

^^^B 

R«. 

Vengan  mañana             ^^M 

^^H 

Tu  .luscnciu  pudri  oblifiar 

cartas.                                                 ^^V 

^^^H 

á  que  pueda  SDienir 

D.  Alv. 

Adiós,  doña  luana.                         1 

^^^V 

es(i  envidiosa  porfía. 

Juana. 

ÍAp.)  (Responder  no  puedo.)  Adiós,      fl 

^V 

Eüscribeme  cmU  día. 

don  Alvaro.                                          ■ 

^L         D.  Alv. 

iCúino  pudiera  «ivir 

Rey. 

{A  ao*>  AiTaro.)  «Cómo  vos                ^J 
no  me  mirilsf                              ^^1 

^^^^U 

callando  sin  escribir 

^^^^p 

afccios  del  alma  tnlat 

D.  Alv. 

No  n>e  atrevo.              ^^M 

^^        R«r. 

^Y  qui  i.^mpo  osuit  yo 

R«v. 

Mucho  os  amo.                                    V 

^1 

sin  vetiuiii- 

D.  Alv 

Mucho  ot  debo.            M 

H                Juana. 

lAp.i                 lAiDorexIraifot 

JUAHA. 

íAp.)  iMucho  callo-                          ^H 

■              D.  Alv. 

Un  «Ao. 

Rby. 

l^é  rigor!           ^H 

■             Ret. 

Siglo  es  un  año. 
Conde&tanlc;  un  aüo  no. 

D.  Alv 

iQuí  cuidado!                                 ^^H 

^1 

Rky. 

',i)ai  temor!                ^^M 

^1                   JUAKA. 

/Af.t  Con  mi  misma  lengua  habla. 
Mcdio  esUfé. 

Juana. 

Triste  voy.                                     ^^M 

■               D.  Alv 

D.  Alv. 

Pesares  llevo.               ^H 

■               Rey. 

No  ha  do  Mr 
sino  ires  meses. 

■ 

B                D.  Alv. 

Hacer 
lu  folunUddeiermiiiD. 

J1>KNAD.\  SKGUNDA         H 

■                      FtBT. 

Y  loma  para  el  camino 
el  ducAdo  de  Alcocer. 

^1 

■                D.  Alv. 

Beso  tus  pies. 

ESCESA  PRIMERA                  ^H 

B                   IVAHh. 

(Áp.}              ¡Quiín  le  diera 
el  favor  q\ie  me  pedUI 

Sal**  OfHi  At-VARO  r  tlHtniNA.               ^^H 

^^^K 

Modo  falta,  no  osadía. 

Lutrean 

.  Gracias  á  Dios  que  te  veo                ^^M 

^^^^H 

que  ya  siento  de  manera 

volver  A  la  corte  ya.                           ^^M 

^^^^r 

Sil  ausencia,  que  le  dijera 

D.  Alv. 

iifai  hay  de  nu«vo  por  allA^           ^^M 

^^v 

lo  que  el  Rey.  lAh,  listón  verde! 

LlHT>R> 

.  Hay  un  general  deseo                       ^^M 

^F^ 

iQuí  dulce ocatión  se  pierde 

de  vene  en  lov  corazones,                  ^^M 

^B 

de  que  vos  suvo  seiis, 
p.ira  que  alli  le  diitiis 

1.0  que  paso,  Alá  saber.                     ^^M 

H 

D.  Alv. 

Si  miscaras  suelen  ser                    ^^H 

^1 

que,  SI  ama,  de  mi  »e  acuerdeí 

lisnnjat  y  adulacionex                       ^^H 

^^^     D.  Alv. 

Viviera  fuera  de  mi 

que  nos  cubren  el  semblante,          ^^M 

^^^^B 

i  no  haber  de  vene  presto. 

,quién  verá  lo  verdadero?                ^^M 

^^^V 

y  podrí  decir  con  csio 

LlHTBKÜ 

.  So  quedará  caballero                        ^^H 

^^^^B 

que  ic  dejo  1  ti  poi  ti, 
Tu  quietud  procuro  ansí: 

que  ni)  saltta  de  pottanio                ^^H 
■  recibirte,  por  vene                          ^^H 

^^^^^^^ 

^^^^^^^L 

reina  «n  (wi.  vive,  señor. 

de  su  rey  favorecido.                       ^^M 

^^^^^^B 

sin  esto  inquieto  ri^or. 

tai  se  ciionia  ^ue  ha  sentido           ^^M 

^^^^^^H 

y  oquíl  que  servirte  sabe, 

más  lu  ausencia  que  la  muerte         ^^^t 

^^^^^^^V 

ytque  en  tu  corte  no  cabe. 

de  la  reina.                                      i!^^! 

^^^^^^^ 

quepa  al  menos  en  lu  amor. 
Ese  ha  de  ser  inviolable: 

D.  Ai.v. 

Calta,  necio.                      ^^M 

■             Rbt. 

Sentimientos  y  cuidados                 ^^U 

H 

Pllodes  SQ>  de  mi  (tusto. 

de  los  reyes  son  tagrados                ^^M 
de  tal  deidad,  de  laf  precio,              ^H 

■             D.  Alv. 

Üi  Mecenas  con  Augusto. 

■                 ItBT. 

Abraxadmc.Cundestablc. 

que  no  los  ha  de  juigar                   ^^H 

■              D.  Alv. 

Calle  Alcjartdfo,  no  hable 

la  plebe,  ni  discurrir                        ^^H 

^1 

su  privado  Efetiiún. 

sobre  el  obrar  y  sentir                      ^^M 

H                  JUAHA. 

Anvor,  dame  la  ocasión. 

de  su  rey.  Ea  to  vulgar                   ^^1 

^^^^ 

Ea.  modeilia  importuna. 

te  pregunto  quá  hay  de  nuffvo;        ^^H 

^^^^B 

sirva  de  rayo  i  esta  l.una 

deía  aparte  \o  ugraJo.                       ^^H 

^^^V 

UpItUdMle  listón. 

LlKTBKN 

Si  desio  me  has  preguntado.            ^^M 
poca  cMimoción  le  debo.                  ^^M 
Sabe  que  iienei  de  hallar                    ^^M 

^V 

No  me  VÍA  el  rey. 

^^^       D.  Alv. 

Jurar¿ 

^^^^ 

oue  al  locar  lui  braxoi  yo 
dos  favores  recibid 

monstru(>s  que  la  coneespantaa.           V 

^^^^^^^^ 

Yo  VI  músicos  que  canian,                     J 

^^^^^H 

un  alma,  un  pecho,  una  fe. 

sin  hacerK  de  ro^ar ;                            ^^M 

^^^^^^^1 

^Quí  Dspcr^inía  n»  tendrá, 

yo  ri  sana  una  ramrra.                      ^^M 

^^^^^^^f 

St  lus  brazos  merecí. 

yo  vi  celoso  un  marido.                     ^^M 

^^^^^^H 

si  con  olios  recíM 

un  cutio  que  se  ha  «ntendtdo           ^^M 

^^^^^B 

«1  favor  mds  excelente 

y  un  calvo  sin  cabellorai                   ^^M 

L 

que  al  sol  coronó  la  frcnie                    1 

una  vieja  sin  KTuAir                         ^^1 

lOhNADA   SeCUMDA 


sqS 


y  sin  fingifrK»  cuidkdo, 
•}  ufii  moia  que  ha  habloido 
ircs  palabra»  tin  pedir. 
D.  Ai.v.     Ya  dispáralas,  no  espero 

Jue  tu  (¡uito  nie  entretcniia. 
uan  de  Silva  vii'ne. 
;P.  Alv.  Venga, 

que  es  banrado  caballero. 

ESCENA  ti 

Silva.      DíIc,  scAor,  vueceleiKla 
i  nu  hKhura  to%  pie». 
D.  Alv.    Juan  de  Silva  >mif[o,  «qué  es 

Excelencia^ 
Silva.  E%difvrencia 

^^         qu*  inventa  la  cortesía 

para  que  entre  lus  seflores 
*e  cunoxcan  los  mayoret. 
O.  Alv.    ^No  Usuba  scfloriaf 
Silva.      Y  asi  i  los  grandes  se  dice. 
D.  Alv.    Acepto  el  iraiarme  »n«, 
como  no  comience  en  mi, 
que  un  privad»  ev  infclice 
con  el  reino  cuando  suele 
ser  dichoso  con  %\i  rey. 
Sin  et  freno  de  U  ley 
le  mormunn,  aunque  vele. 
!Mbre  sus  mismas  acciones 
V  teaiunte  á  ta  raadn. 
En  mi  llaman  ambición 
el  recibir  galirdoncs 
de  tas  manos  liberales 
de  mi  rey;  pero,  paciencia. 
Suva.       jV  cómo  csií  vuecelencia 
detenido  aquí  en  Clij^^les? 
D.  Alv.    Hasta  ver  se^urvdo  avUo 
de  su  majetüd,  i  quien 
mi  I  legada  cKríbl. 
StLVA.  Bien 

tu  periona  estimó  y  quiso 
su  majestad, 
LiM-UH.  Por  la  arena 

corren  dos:  aprisa  suben. 
Micnifas  tienes  miel,  acuden 
itingaricis  k  la  colmena. 
Cuando  al  destierro  saliste 
eras  colmena  vacia, 
poca  {[enlu  nos  scgulai 
pero  agora  que  \olvisie 
i  la  corte  y  al  amor 
del  rey.  te  van  aplaudiendo: 
velos.  seAor,  conociendo: 
velos  marcando,  sefior. 

ESCENA  Itt 
Dicnoi,  *tn.<ny  Viran*. 

Vivtao.    Voccelcnda  ái  los  pies 

¿sus  criados. 
RoaLrs.  Y  sea 

bienvenid».  pues  desea 

Caatilla,  poi  i^u  interés. 

etia  dichosa  venida 

con  que  á  mi  el  vivir  me  dais. 


D.  Alv. 


Como  vos  lo  d«MÍi( 

cea  llemando  vuestra  vMa. 

(Saca  «a  P^fiti.) 

Robles,  precuntams  quiero 

.M  esta  letra  conocéis. 

La  calera  y  la  razón 

no  consiente  I)  dilación: 

no  os  turbáis  ni  la  iHvuíis. 
ROBLSS.    Conliesu  que  la  cscríb). 

pero...  seitor... 
LiMTKRK.  Que  no  hay  pero: 

vos  so4s  lindo  maiadero. 
D.  Atr.    Si  vu  aquel  villano  ful 

que  la  Mrpiente  abrigó. 

que  muerda  no  es  maravilla. 
RoaLKS.    Los  señores  de  Castilla. 

sin  tener  la  culpa  vo... 
O.  Alv.    Bueno  está,  no  dets  disculpas, 

que  ya  saqueen  vuestra  casa 

dos  (untas  hÍ2o  laenvidiai 

de  mis  ¿mulos.  ^t,>ué  causis 

os  he  dado  pata  ser 

escritor  de  las  palabras 

que  este  memorial  contiene, 
envidiosas  y  tiranas? 
¿Por  haceros  bien  y  honraros 
I  merezco  vuestra  dcsaíacia^ 

Una  de  dos:  ó  me  haMis 
de  confesar  que  vuestra  alma 
es  ingrata  y  sois  traidor, 
6  que  merezco  la  infamia 
deste  papel:  porque  vos, 
siendo  una  persona  baja, 
"  no  hab¿ñ  merecido  nunca 
las  mercedes  soberanas 
de  mi  Hey,  V  mecastifian 
por  haber  sido  la  Causa. 
¡Que  escriban  los  naturales 
admirables  alabanzas 
de  brutos  agradecidos, 
y  el  hombre,  imagen  sagrada 
de  Dios,  apenas  lo  scal 
iQue  de  las  azules  narras 
de  una  serpiente  librase 
á  un  iuuila  hermosa  y  parda 
un  piadoso  labrador, 
quo  i  cofier  las  ondas  claras 
baíó  de  una  clara  fuente, 
y  luego  al  beber  el  af¡ua, 
el  iguila,  attradecKia, 
le  derribó  con  las  alas 
el  barro,  porque  et  veneno, 
que  el  labrador  ifinoraba 
y  vomit6  la  serpiente 
sobre  la  liquida  plata, 
no  te  matase!  ¡Qu«  un  hombre, 
en  los  demertos  de  Arabia, 
tacase  una  aguda  espina 
i  un  Ie6n  cuando  bramaba 
ex ire meciendo  los  montes 
y  tlerrtbundo  las  palmas 
de  dolor,  y  que  después, 
saliendo  este  hombre  d  In  plaza 
de  Komj.  echado  i  las  ñeras. 
aquella  bestia  inhumana 
reconoció  ag^^da 
at  bienhechor,  y  d  suii  plantas 


^^^^^    3<H>                                               1'DHTUKA  VE  0.  AlvAKO  DK                                  1^^^^^| 

^^^^^H              se  pnsir6,  didcndu  muda: 

la              castellana,                  ^^^^H 

^^^^^^H               nqul  mi«  iKcntcs  no  maldn 

el  bUson  de  Kspafia  sale            ^^^^H 

^^^^^^H               á  t]UKn  ia  salud  itu-  lii  tlailoi 

de  su  tronii  y  ile  las  iiUs                    ^^H 

^^^^^H             su  dricnss  M>y     ^ujrtia' 

de  su  deidad,  y  r«;ibc                         ^^H 

^^^^^^H              iQuc  confujiúnf  ¡',>u<'  vergüenza 

con  luinrase^iraordinanas               ^^H 

^^^^^^H              de  io^  hnmbKt!  ^^'u-:  pfníal>a» 

sus  hechuras.                                   ^^M 

^^^^^^B  '             i:unnjt>  cut^  leiüt  ha^lqí. 

RlV,                                Condestable:                  ^^| 

^^^^^H              meiK»  que  lieni.  >i  i^rovias 

en  mi  edad,  ti  hien  no  larga,             ^^| 

^^^^^^H                                   inKtalitiitl 

no  he  tenido  mejor  dia.                       ^^H 

^^^^^^H                   narur>lv;(4  humaru. 

¡Oh.  cuánto  ver  dei«aba                   ^^M 

^^^^^H               puc»  el  á(;uila  >  Itón 

\^\  ami^ol  ^^mo  vienes?                   ^^H 

^^^^^^^                  «nscñan      le 

D.  Alv.    AleKte,  como  quien  halla                 ^^| 

^^^^^^B             Vive  Dios,  que  i  tal  traictón 

tamas  honras  y  mercedes                 ^^M 

^^^^^^1             Du  hay  conuictún  iccatada, 

y  un  rey  que  iñi  amor  me  pai;a        ^^| 

^^^^^^1             no  hay  pnidencia,  no  hay  paciencia, 

tan  inmenso  y  tan  pmfundo              ^^H 

^^^^^H              lodo  es         lodo  es  rabia! 

()Ue  la  luz  hermosa,  y  clara                 ^^H 

^^^^^H             Pudiera  darte  U  muerte 

era  ímaft^n  de  U  muerte                     ^^M 

^^^^^H             el  jKcrii  d«t4) 

«n  SU  ausTncíj.  Las  bizarras              ^^M 

^^^^^H             mat  quiero  que  tcpa  vi  mundo 

manchas  del  cielo  y  csticllas             ^^| 

^^^^^H               qu«  mi  ra/6n  tio  ic  mala 

loto  de  noche  miraba.                         ^^M 

^^^^^^H              porque  me  hicÍMU          vex 

La  corona  de  Ariadna                         ^^H 

^^^^^H               un  SUMO.           mi  ulma 

entre  loj  confusos  lueñ.ts,                ^^| 

^^^^^H               quiere  ser  «t;radei;ida, 

con»>  no  está  ocitisu  el  alma,              ^^| 

^^^^^H               no  Btentlxndo  á  la  vcngan/a, 

me  rvprcicniaba  especies                     ^^^ 

^^^^^H               por  darte  ejemplo 

de  alí¡unas  cosas  pasadas                    ^^| 

^^^^^^H              oue  las  piailoMS  enuañai 
^^^^^^B               del  hombre  noble  perdonan 
^^^^^H             por  un  Mriicio  mil  TalU», 

enire  l<>s  dus:  y  si  acaso.                   ^^| 

enlre  hurrures  y  lanlasmas,                ^^H 

se  turbaba  d  súciío,  lodo                   ^^H 

^^^^^H             y  ti  mejor  aftradecer 

eta  ver  águilas  pardas                         ^^H 

^^^^^H              el  t:orlu  don  que  <«  skania 

y  leones,  por  ^er  revés                        ^^H 

^^^^^H              que  veniíar  muchi^ 

¿c  los  brutos.  Yu  hallaba                    ^^| 

^^^^^^H               que  um>  da  honor,  otro  ii];ravi«. 

basiliscos  animales,                           ^^^ 

^^^^^H              Acuerdóme  que  dijjiiie; 

que  reyes  pequeños  llaman,                ^^H 

^^^^^H             «jnucra  en  privún  triste  y  larga 

porque  tnien  unas  coronas                 ^^H 

^^^^^H             quien  no  lucre  agmdtcidu.* 
^^^^^H               Laatiguente  tus  palabras: 

de  rtyvs,  vedes  y  blancas.                ^H 

Si  á  referir  mis  pasiones                      ^^H 

^^^^^H               vele  en  paxi  íigui:  tu 

Mil  i'i  las  verdes  campañas,                  ^^M 

^^^^^H              Tú.  Viveru.cn  e&tacau&a 

Sillo  el  hcrmuio  granado                     ^^1 

^^^^^^1              toma  c|cmplo  y  escarmienta: 

los  ojos  me  conquistaba;                    ^^| 

^^^^^^V             y  si  mi  pxdad  le  cn^aAa, 

porque  entre  ramasde  muña,            ^^M 

^^^^^^H              advicru'  que  no  nta  siempre 

cnirv  las  i)ores  de  nácar,                      ^^H 

^^^^^V              nucília  colera  enfrenada, 

comu  un  mcnarcitdcl  campo             ^^H 

^V                             auv  at^unat  vecct  se  suelta. 
^^^      LlXTKHN.  bcíSor,  el  Rey  de  Catiillo, 

da  su  fruta  coronada.                        ^^M 

Ret.          Yo,  amiKo.  p<.dré  decirte                     ^^M 

^^^^                    de  LeAn  y  laV  tnoniañ.-iSi 

que  U  luna  cunlempliiba                     ^^^ 

^^^^^^               de  Toleito  y  deScvilla: 

muchas  veces  cuando  hermosa          ^^| 

^^^^^K                  principe  íle  Vizcaya, 

hurtó  al  sol  rayos  de  piala.                 ^^| 

^^^^^^H              el  hiío  del  rey  L'nrique, 
^^^^^^H                  S'iWninii  rnonarcu. 

por  ser  tu  nombre,  y  decía:               ^^M 
■Si  yo  soy  el  xo(  de  EspaAa               ^^M 

^^^^^B                  meto  del  rey  don  iiun. 

y  he  de  iluminar  mi  lunií.                    ^^M 

^^^^^^              elprimer  lioníbre  di  b'spjfla... 

,;qii¿  mar,  qu£  tierra  pesada                ^^M 

■            D.  Alv.     ^Ijui  dice^.  be&lia  'f 

se  lia  puesto  en  medio  y  no  deja         ^^H 

■            LlNtCRM.                               Que  v:ene. 

que  penetre  esferas  alliis                      ^^H 

^M                             sí  mis  antojos  no  en);añan. 

su  luzr»  Y  dorarvdo  layus                   ^^H 

^^^_                      Suya  es  nquetla  carroza; 

de  rosicleres  su  cara,                            ^^H 

^^^ft                     yA  íleKa  cercj,  ya  paca, 
^^^^^^              ya  levanian      estribo, 

sosegué  al  tii>  el  eclipse                       ^^H 

que  la  envidu  le  cau>aba.                   ^^H 

^^^^^B                   tale                   aguarda 

Llamóte  y  vemsie.  v  yo                     ^^1 

^^^^^H             que  á  >us  pict  llegue!».  Camina, 
^^^^^H             que  lu  dicna  te  acompaña. 

viudo  va  en  ausencias  largas,             ^H 

silgo  á  alegrarme,  y  te  doy                ^^1 

con  obras,  no  con  palabras,              ^^M 

la  bien  venida.  Ya  eres                         ^^M 

^^^P                           ESCENA 

duque  de  Escalona  )  Riaza.               ^^1 

^^^B                                 IHciio*  y  ti  Kkt,  y  gtnlt. 

D.  Alv.    Y  cscInvu  del  rev  df¿n  Juan.               ^^1 
Rev.         ^Qui£n  escl  queieacontpaAa^           ^^M 
D.  Alv.     Juan  de  Silva,  un  caballero                 ^^H 

^^^K  Rrr.         jívaro,  amiK»- 

que  por  sus  parles  hidalgas                 ^^H 

MKNADA   SKGlINbA 


397 


le  mimo. 

ftev.  ^V  «quci  inidor. 

et  ingrato  en  cuva  zas*, 
que  )'a  lo  íupc,  w  hi^o 
la  conjurnoúii  pa&aila 
contra  ii.  se  atrctc  ahora 
it  i'ctnosl'  Va  tcn^o  causat 
para  derribarle:  en  úMi; 
el  cii^i¡)(<i  no  es  vénganla. 
Sea  mi  Alliircit  mayor 
Juan  de^Siiva,  y  puríjuc  ha)^ 
lueu»  Aiifun  vervioH),  prenOn 
á  Kernanilü  de  K<jblcj. 

Sil.VA.  Uncías 

por  tan  gran  mcrircd  ir  de. 
César  e&paiiül,  lu  í^ma. 

FtoBt-ES.    Sertor.  ¿en  qu-í  te  he  uicndído? 

RcT.         ^n  muchas  cosas.  ^No  basta 
comunicar  con  personas 
i  nú  corona  coni  raras^ 
t.a  hacienda  le  secreMad. 

LiNTBKM.  1.a  fonuniUa  voltaria 
ha  dado  paU--  urríbft 
con  toda  vueilranrrD|;ancia. — 
Señor  Juan  tie  Silva,  eicuche. 
Crió  un  villano  tn  iu  casa 
un  cochino  v  un  jumcnio. 
Al  cochino  rc¡;aial>a 
tanto,  que  iil  gumcnto  mismo 
daba  envidia,  que  esta  falta 
n  muy  de  asnos.  Llegó  el  día 
de  Sari  Martín.  V  cs^:uchaba 
el  asno  griindes  j^ruAidos. 
A&omi'sc  Á  una  ventana, 
y  vio  al  misero  cochino 
él  cuchillo  á  la  (tatitants, 
que  roncaba  fin  dormir, 
jpara  aqiivMo  k  engordaban? 
dijo  el  ntni>:  Voimc  al  monte 
porleñu.  vcnt;i  mi  albarda. — 
Subiste,  llcfiú  tu  día. 
roncando  t  a  lu  dr>ijricmi 
vuílvotnc  á  mi  asuoioiga, 
ser  mo/o  (le  espuelas  basta. 

Rou.es.    ¡Bárbaro,  luco,  poi  vida! 

LtSTcaü.  ijruñidos  son:  no  me  espantan. 

D.  Alv.     Honras  recibo  mlinilas. 

Rav.        Silva. 

Sit.vA.  Señor. 

Huí.  Dad  las  gracias 

á  don  Alvaro;  por  £1 
tixlas  mi%  mercedc^t  pasan; 
iMI  reciben  hi  virtud, 
i  la  manera  del  a¡{ua     ' 
qtio  por  arcaduces  llevit 
su  curso  i  la  Tucnte  clara. 
(;on  mercedes  y  castigos 
íc  han  visto  bien  gobernadas 
las  repúblicas. 

D>Alv.  Del  oibc 

»eas  singular  monarca.  (Vdaw.) 

ESCENA  V 
La  t»rí»TA  y  UoSi  huiA  fmwwtn. 
iNt'AMA. 
K\  Infante  me  ordena  en  macarra 
que  a  Trujilk>  me  paria, 


villa  que  el  Rey  le  dio,  y  quitó  •  vniena. 

t.olirtco  me  oivlenii, 

sin  duda.  e>la  panida. 

Alguna  Kuerra  tienen  prevenida 

el  de  Navarra  y  líl;  y  añil  mi  hermano 

tendrá  sosieiju  en  vani> 

en  tanto  que  mis  primo» 

en  <;jisiilla  cstuvicrim.  Itien  lu  timos 

en  el  ai^o  pasado, 

pues  con  estar  conmigo  deiposado, 

á  i-iisiilU  turbó  paz  y  sosie^.i 

d'in  Knriquc,  aunque  lite^u 

se  rcduju  a  la  pa/.  ¿(Jui-  cau>a»  pueden 

)iac«i  i)ue  muchos  su  upin^m  hereden.* 

^  a  muchtjs  Grandes  swuen  su  paitidoi 

por  mirar  que  ha  venidu 

don  Alvaro,  y  le  ha  dado 

tan  grande  mano  el  Rey. 

ÜotiA  JuAxa. 

jCuindo  un  privado 
un  rey  no  luvu.  si  en  dos  mil  historias 
divinas  y  profanas,  las  memorial 
ejemplos  ven  írccucnies, 
i^ue  son  cumunes  ya  ú  tudas  las  gentes.* 
l-.kio  nu  es  bien  se  diga. 
iSo  ha  de  tener  el  Rey  quí«n  la  Taliga 
del  pevo  del  reinar  |c  sobrelleve. 
COI)  quien  ¿1  comunique  lo  que  debe 
hacer  en  las  acciones  misdudosas? 
iOh.  jtcnies  envldiuvist 
jOh,  condición  humana: 
rí);uri>sa  costumbre,  vd  tirana, 
de  miserm  moriJitet, 
que  siempre  las  ent  idiai.  son  fatales 
al  que  el  Rey  quiere  bien!  Nadie  repara 
cuAti  pcli^riisu  y  cara 
es  aquella  priva'nxa. 

Don  Alvaro  ha  llegado: 

quiero  dar  cuenta  al  Rey  áe  mi  cuidado. 

Oofi*  ¡l'kKA. 

Y  yo,  si  vuestra  atte/j 
ausenta  de  palacio  su  belleza, 
licencia  pedirá,  niueila  Maria, 
la  reina  mi  señora,  i  quien  serria. 

Inkanta. 
i^üi  hcdc  h&cer,  doAs  Juana? 
Volverisc  i  casar  el  Roy  mañana.  tVa>#.) 

Do9a  Juana. 
Vuesii*  .^lte^a,  seftorn, 
ei  el  ilueñv  que  yu  venero  axora. 
1^1  parubiín  de  )a  venida  quiero 
dar  al  Condestable. 
Esperaré  i  que  hable 
con  esta  caballero. 

ESCENA  VI 

DoÍA  lVt»A,  D«I   AI.V.IKU  y  KK  ClHAUntD 

Don  Al vaho. 
Difio.  Kftor,  que  en  esto  no  habri  duda. 
Cun  Isabel  de  l'oriu^l  sin  falla 


^^P         agft                      ADVRPSA  FORTirxA  DE  D.  Xlvaro  di;  luxa                       ^^^I 

H^            el  Itcy  se  caufá.  No  lo  he  iraitdo 

ESCENA   VIII                           ^H 

^B             con  i!l,  per»  está  bien  d  casamiento 
^M              i  Castil  a,  y  an\  dov  la  palabra 

^^^H 

Qo*a  hfÁWA.                                 ^^H 

^^^       «1  -Maniré  de  Avls'de  qu«  tui  hecho. 

Tanto  es  este  amor,  que  muero        ^^ 

^^^B                                               CABAt.LEao. 

con  el  susto  y  el  espanto.                       M 

^^^        Al  MaMtrc  ijir^  que  vuexc«l«ncia 

Corrida  estoy  de  amar  tanto;            ^^1 

^K^       te  hace  csia  mcftcij. 

nu  lie  de  amar,  olvidar  quiero.         ^^| 

Mas  .icuándo  se  ha  pretendido          ^^M 

^^K                            I>Of>A  Juana.  <:(^rtt.) 

olvidar?  iQué  loco  error!                   ^H 

^^f^                                      SI  no  me  cngaAo, 

Sin  querer  vino  e|  amor,                   ^^M 

^M             de  casamiento  tratan.  No  m«  han  vhXo: 

sin  qtKrvr  venga  el  olvido.               ^H 

^m             qul«ro  acercarme. 

^^^ 

^^^                                DoK  Alvaro. 

ESCENA  IX                          ^H 

^^^L                                  ,:l-'s  Isabel  hermosa? 

^^^T                                 Cabal  L£KO. 

Er  Raí  y  iteii*  JoAiiA.                     ^H 

^K             Esic  retíalo  k>  asegura. 

Ret.                                                                ^^M 

^^^L                               Dor<  Al«a»o. 

Juana.                Señor,  he  tenido                    ^^M 
i  dicha  el  veros  aqiti                       ^^H 

^^^r                                           Quedo 

para  deciros  qtie  en  mi                    ^^H 
la  resolución  ha  sido                        ^^M 

^          '«(tndadoi  itiior,  por  todo  extremo. 
^M            Al  Maestre  diré»  u  <)ue  on  he  dich». 

el  (>ariirtne  á  fienaventc.                    ^^H 

^1            La  palabra  le  doy,  y  i  vos  la  mano. 

RcT.         jCámo.  Juana?  Cuando  trato,         ^^M 
rbícn  lo  mu<:sirt  este  reiraiot            ^^| 

^M                                           OnAM.Kao. 

^M            Esa  respucila,  Cundcsiabk,  llevo. 

^^^^                                               1  Vésw  ti  Caballero  porlunul*.) 

de  casarme  brevemente,                    ^H 
¿irte  de  palacio?  No:                         ^^M 
y»  se  sane  lo  que  estimo                   ^^M 

^^Hl                               I>ON  Alvaro. 

sangre  del  Omdc  mi  primo.              ^H 

^^^       Al  Maestre  de  Avli  amistad  d*bo. 

Presto  tendré  dueflo  yo,                   ^^M 

y  presto  tú  le  tendrís,                          ^^M 

^^^                               I^SCENA  Vil 
^^^Br                           ^o^  Ai-VAKO  y  Oh&a  Iujima. 

tMtvo  sol  y  luí  de  España.                 ^^B 
JuAXA.      (A^i     Don  AUaro  nu  mccngaiia.           J 
RxY.          Aquí.  Juana,  lo  sabrás.                       ^J 

■             iuAHA.      Cuando,  por  haber  lleudo, 
H                             veros,  Condestable,  quiero. 

Mira  este  cielo  francés,                       ^^M 

A  cuyo  dorjwlu  sol                             ^^M 

H^                           no  ¡ti  que  lie  dt  dar  piímerot 

se  pone  el  sol  cspaAol                         ^^H 

^^^^^^^                si  el  parabién  de  casado 
^^^^^^B              ó  el  de  la  vuelta  dKhosa. 

por  tapete  de  sus  pies.                         ^^H 
Revrisuiída  es  la  fraiKesa                    ^H 

^^^^^H              iAf)  No  licnv  mucho  pesar 

que  verilicacl  pmcel.                          ^^M 
Juana.'    (^pn^y.  ile  mi  No  es  Isabel,           ^H 

^^^^^H               qukn  puede  disimulan 
^^^^H*^             turbuut  estoy     celosa. 

Rbv.          Esa  ci  la  I.it,  llor  es  esa                       ^^M 

^f            D.  Alv.     Este  retrato,  señora, 

que  hoy  cli({e  mialbedrlo,                 ^H 

^K^^                        podrá  responder  por  mi: 

•orquc  irríos  soheranos                       ^^M 
leones  castellanos                          ^^M 

^^^L                    para  el  fie)  le  recibí: 

^^^H                    su  casamiento  es  ahora 

con  el  alii:tiiu  den  brío.                     ^^H 

^^^^^H               el  que  se  trata,  no  el  mío. 

JUAKA.      ¿Francesa  reina  nos  das?                    ^^H 
Rbv.         Si,  Juana:  nn  es  maravilla,                ^^M 

^^^^^^H              Isabel  de  Portugal 

^^^^^H             es  la  cpDsorie 

queá  Francia  ha  dado  (bastilla         ^H 

^^^^^H             cuyo             cuyo  hrlo 

reinas  santas.                                     ^^U 

^^^^^H             ha  trasladado  el  pincel 

Juana.      tAp)                 Ya  no  más,                   .^^H 

^^^^^H              con  tan  valiente  destreza 

fiero  amor,  más  aiicliin,                    ^^H 

^^^^^^V               que  dejA  á  naturaleza 

que  mi  rabia  y  mis  enojos                 ^^H 

^B                             con  envidia  y  celos  dtl. 

arrojan  hoy  p<ir  los  ojos                     ^^| 

^^^      JtiAK*.      íAp  >    i^i  me  dKe  la  verdad^ 

pedaxos  del  corazón.                         ^^U 
El  engaño  siento  más                              1 

^^^ft                       Si.  que  mal  será  traidor 

^^^^^^              hombre  de  tanto  valor. 

quo  la  tfau-ión  que  me  ha  hecho:       ^J 

^^^^^^              Ahora  en      alma  mia 

no  cabe  el  alma  en  el  pecbo.               ^^M 

^^^^^H             los  celos  se  han  ik  mostrar: 

ttKY.          jQav  tienes?  ^á  dónde  vas?  .              ^^M 
JtlAHA.      Ese  retrato,  scAor,                                ^^M 

^^^^^^H              callarlos  supo  el  pesar, 

^^^^^^              y  »"  sabrá  el  alearla. 
^^^^^^               V  con  esto,  adiós. 

ha  acordado  al  alma  mia                   ^^M 

la  reina  doña  Maria,                          ^^M 

■           D,  Alv.                                 Ahora 

y  eniemccemc  su  amor.                       ^^M 
Bien  me  quiso,  y  Ihntaday               ^H 

H                           saber  de  vo<i  me  conviene. 

H           JuAHA.     No  puede  ser,  que  el  l^ey  viene. 

del  alma  ^in  resistir.                              ^^U 

H                              Idosdeaqui. 

M».)  Si  hty  mavor  mal  que  morir,   ^^B 
a  bu»car  ese  mal  «oy.  (fur-)                    1 

^B            D.  Alv.                           Adiós,  scAora.       (Ka>f.>  ' 

^^^^^■^^■^ 

^^^^^^^^^H 

^^^^H                                                     JOKNARA 

SKOlIKbA                                                         3(>0            ^H 

^^^B 

Este  M>l  rctplatulcciente                        ^^| 

^^^^^^H 

de  Uatiel  de  Portugal.                               ^^| 

del  Muevire  de  Avis  hl|a,                          ^^B 

^^^^^^        Aunque  mii  un  colot  arda 

quise.  K^an  señor,  que  elija                     ^^H 

^^^^T               pur  iccKlontc  icmur. 

vuestra  majcstiiil  Heal.                             ^^H 

^^^^^^^          pienso  rvndirmc  *l  amor 

L<n  ab'smu  es  de  telleía,                         ^^H 

^^^^^^B         por  vo<^  ftancesfl  i¡*U*ráM. 

ouc  al  liempo  t^uc  la  Tormo                     ^^B 
a  %]  misma  se  exc«J:6                               ^^H 

^^^^^H        A  oadic  he  dich'>  mi  inienio, 

^^^^^H        mas  ya  que           incliiudo. 

la  madre  naturaleza.                             ^^H 

^^^^^H        reina  üoÍn  de  mi  cuidado. 

Compararse  á  nadie  debe,                     ^^H 

^^^^^^B         duerVo  (le  mi  p«numicnto. 

que  para  su  ejemplo,  son                     ^^B 

^^^^^^B                iSUnUii  r(  Hcy  «•■      r<f  rdlo  tu  la  «0- 
^^^^^^^B           DO,  rMlt  don  AÍTiro.) 

las  eMrelIat  un  carh6a,                            ^^| 

sombra  el  sol,  noche  la  nieve.                ^^H 

^^^^^H 

RxY.          Alvaro,  yo  me  contento                         ^^H 

^^^H                      XI 

cún  mi  elección  y  me  caso                   ^^H 

^^^^^^^f                      Kkt  y  llixf  Ai.Tiiio, 

con  la  nieve  en  que  meabraso,               ^^H 

con  el  sol  con  que  me  aliento.                  ^^H 

■       D.  Alv.    SAlo  csU  «1  Rey,  y  un  reiraio 

Eklleza  tan  sin  igual                                ^^H 

^^^B                  comempU  con  aienclán: 

nasme  i  la  naluralexa,                            ^^H 
>isicme  á  mi  una  bclle/a                       ^^H 

^^^■^                ^si  tu\icsc  otra  intención 

^^^^^^_          cuando  dccasaile  tratui^ 

que  mereica  hombre  mortal.                 ^^H 
Daiime  el  retrato.                                     ^^H 

^^^^^B        Mal  hice  en  no  darle  cu«nla 

^^^^^H         prímeru  de  mí  doieo. 
^^^^^H        Empeñada  en  esio  reo 

D.  Alv.                             Seiíor,                        ^^H 

conveniencias  de)  estado                       ^^H 

^^^^^H         mi  óalabra;  mas^qutmtenia, 
^^^^^^B        <^ue  pie^ume,  qué  imnginai 

son  las  que  swmprc  ban  casado            ^^H 

i  los  reyes,  no  el  amor,                        ^^H 

^^^^^H        510  que  yo  lo  sep.ir'  Nada; 

no  el  gusto,  no  los  antojo»:                    ,^^H 

^^^^^H         según  eso,  ni  le  agrada 

oue  hacef  debe  el  casamiento                ^^| 
de  un  oran  rey  su  entendimiento,         ^^H 
no  la  elección  de  los  ojos.                      ^^H 

^^^^^H         el  reitato,  ni  s<  inclina. 

^^^^^H         Sin  duda  que  está  durmiendo. 

^^^^^H         pues  enirí  y  no  me  mintió. 

Con  guerras  esti  ('aoiilla:                     ^^H 

^^^^^^H                                                         [Xtirtat* 

Ponu^l  la  daré  ^cnto.                         ^^B 

^^^^^H        El  retrato  que  envió 

Hkv.         También  Francia,  y  tan  valiente.          ^^H 

^^^^^m        el  rey  de  Francia  estoy  viendo. 

Recitunda  es  maravilla                         ^^H 

^^^^^1          ICue  retrato  le 

de  l^urapt,  y  m!a  ha  de  ser.                 ^^H 
D,  Alv.    I'ue^,  scñof,  ,iy  si  yo  he  dado,                ^^^ 

^^^^^^1        y  \e  pongo  el  de  Isab« , 

en  vuc%iro  amor  conllado,                      ^^H 

^^^^^^B        despierte  ó  no,  porque  en  él 

mr  palabra,  qué  he  de  hacer?                  ^^H 

Rkv.         ¿Como,  don  Alvaro,  vos                        ^^H 

me  casáis  i  mí  sin  mi?                          ^^| 

^^^^^H        mi  palabra  solicito. 

^^^l^V                                                 (OnpUrUtí 

^V       Rev,        Rapto  del  sueño  vclox 

D.  Alv.    Amor  suele  htccr  ansí                          ^^^ 

^^^                 venció  mis  <tj'js.  Piniuia, 

una  voluntad  dedos.                            ^^H 

^^^L               si  i  \-Q%  en  unta  bermosura. 

Confié,  rama/lémc,  erré;                          ^^H 

^^^K^^          os  Taita  Mía  la 

pero  ya  me  vuelvo  á  Aillón                 ^^H 
a  tomar  salisfncción                                ^^H 

^^^^^H         en      tucflo  paa-cidos 

^^^^^H         habernos  tos  dos  estado; 

de  mi  mismo.  Allí  estaré.                       ^^H 

^^^^^B         que  el  hombrv  e\  mundo  pintado 

huyendo  vuestra  presencia:                   ^^H 

^^^^^H          cuando  duvrmen  sus  sentidos. 

pues  que  sin  palabra  estoy,                    ^^H 

^^^^^^H         Mu  mui  esto^  ^quién  se  atrevo 

afrentado  y  triste  voy:                         ^^H 

^^^^^^H         i              sombras  iMcuras 

mi  error  me  ha  dado  licencia,               ^^| 

^^^^^H        perfiles  de  estrellas  puras. 

Ret.         Volved  acá.  ,-üué  es  aquesto?               ^^B 
Don  Alvaro  ^dóndo  vais?                       ^^H 

^^^^^H        sombras  de  luz  y  de  nieve? 

^^^^^H         ^Qué  occidente  A  mar  helado. 

D.  Ai.v.     Donde  un  hombre  no  veáis,                   ^^H 

^^^^^^B          que  nube        arrebol 

que  su  fe  y  palabra  ha  puesto                ^^1 
donde  no  puede  cumplí  la.                      ^^H 

^^^^^^B         hurló  de  mi  mano 

^^^^^H             la  sombra  me  ha  dejado^ 

Rey,        Alvaro,  en  nuestra  amistad                   ^^H 

^^^^^B        ¿Qué  nube,  que  hiimof,  qué  mal 

no  cabe  diñcultad.                               ^^H 

^^^V                truisfoTmó  con  arrogancia 

Reina  scri  de  Castilla                           ^^^ 

^^^B                 los  bellos  lirios  de  Francia 

liabel;  no  os  enojéis.                               ^^H 

^                       en  quinas  de  I'nriuftal? 

jOtra  vez  os  desterráis?                          ^^H 
Poco,  don  Alvaro,  amáis,                     ^^H 

^L^D.Alv.    Mi-  jNo  khapaieodo  bien. 
^^^^                 Aoora,  ahora,  furluna. 

poco  i  mi  me  agradecéis.                      ^^H 
D.  Alv.     Dadme  vuestros  pies,  seflor;                   ^^H 

^^^B                 be  menester  que  en  mi  luna 

^^^^^H          tus  ravos  pn'isperos  den.— 
^^^^^H         Yo  fui  el  mar,  ru  el  occidente. 

vida  y  honor  me  csiüs  dando.               ^^H 

Rrt.         Don  Alvaro,  esiov  pensando,               ^^| 

^^^^^B         yo  Tu!  la  envlJü  y  la  nube 

que  pues  cobré  tanto  amor                  ^^B 
á  esta  francesa,  podría                          ^^H 

^^^^^H         que  CSC  auevimieiito  tuve. 

1 

•"      —     —       '                                            TI  m 

^^^^^^^^H 

1 

^^^ífi^^^^^^^ÜívEIlSA  FORTUXA  DE  nOtnttVAHO  DC  tJIN^^^^^^^^^^^^^H 

H 

^^^L             huncaní:  «iKun»  disculpa. 

porque  yo  en  Henavcnte  retirada  ^^^^^| 
sanare  de  Pimenieln  (¡enerosa                              ^^H 

^1 

^^^B            pMia  qUL-  nu  ru«e  culpa 

^1 

vuntrji  paUbta. 

de  amof,  i:on  escarmientos  enseriada,                   ^^H 

^v 

t).  Ai.v.                             ^l.á  mta? 

K<>;tar£  libertad  y  paz  dichosa.  ^^H 
Y  pues  que  la  fMtuna  reculada  ^^H 
infeliz  me  formó,  no  siendo  hermosa,                 ^^H 

^1 

B                    No.  señor,  mejor  seri 

^1 

^K                  que  yu  >lvi  tle^iertado 

^1 

^^^B            como  un  humbru  que  ha  quebrado 

allí  con  mil  pesares  divertida.                                ^^H 

^1 

^^^B            íU  palabca, 

contaré  las  tragedias  d«  tu  vida.                            ^^M 

^1 

^^^H             vuestra  tiia]Citail.  scAur, 

Nu  siento  tus  en^Aos,  sólo  siento                        ^^M 

^1 

^^^^^            CSC  iIucAo  que  deíca, 

que  mi  impruJcnic  amor  se  haya  atrevido          ^^H 

^1 

^^^^r             y  el  mundo  i  mi  nu  mo  vea. 

a  salir  á  la  leneua  y  el  tormento  ^^H 
que  el  silencio  le  daba,  haya  rompido.  ^^M 
iOh,  mal  nacido  amor!  KMerscarmleniu            ^^M 

^1 

Rkt.         Alvaro,  ^lanio  fifeot? 

^1 

Volved  ftci,  por  mi  vida, 

^M 

^L                    que  n  ('«  mi  du«6o  (i>ab«l; 

tu  vil  facilidad  hj  merecido:                                  ^^M 

^1 

^^^^               MI  I«rat>>  adoro  en  él; 

jmurieras  en  el  alma,  y  no  en  (os  labio»,             ^^M 

^1 

^^^^            tendré  el  almadivunidn. 

sintiendo  in)urias  y  llorando  agraviofi                ^^M 

^1 

^^^H             Y  mirad  si  snlixtatto 

^^^M 

^1 

^^^B            vi  amor  qiice^li  en  mi  pecho, 

Dos  Alvaho.                            ^^M 

^1 

^^^H            <|Uc  los  (rollos  os  han  hecho 

Atiende,  mi  sei^ora.  al  dejengaAo                       ^H 

^1 

^^^H             Maeilre  de  Saturado. 

de  quien  la  sombra  de  tu  tu2  adora.  ^^1 
kn  Francia  quiso  el  Rey  (que  i»o  le  cngaAo)              1 

^1 

^^^^P            Vos  Solo  MTéh  caudillo 

^1 

^^^^B            di:  mi  ejercito, )   ansí 

casarse  sin  mi  |(USto:  pero  agoea                           ^^J 

^1 

^^^H             pariid.  Mscílfe.  de  aquí; 

no  quiere  casamiento  tan  eKiraAo.i                       ^^M 

^M 

^^^H             K^i^admc  luvKo  i  Trujillo, 

A  Isjibel  quiere  va.  Mira,  scjíora.                       ^^M 

M 

^^^H             utiv  el  Infanicde  Araíiurt, 

el  retrato  (ranc¿squetedÍ4>eno)OK.                      ^^M 

^v 

uandei  huesin  ha  juntado. 
D.  Alv,     VcnccrA  vucvira  raxón. 

Doña                                            ^^I 

^1 

iAy,  Dios!  ^si  esto  a  verdad?                             ^^M 

■ 

Rey.          M¿samur  que  tenéis  mgwttu. 
D.  Alv,     SeAor  ^habtHts  en  el  caso 

Don  Alvaro.                             ^H 

^1 

de  Isabel? 

Si,  por  tus  ojos.          ■ 

^B 

Rkv,                        Sf,  que  me  caso. 

M 

^B 

sin  mí  gusto  ypoío!  vueíitfo,í*'«'J 

Do^A  Jl.ANA.                                         ^^H 

^L 

D.  Alv.    Hoy  ve  el  turso  «k  mi  vidt 

¡Qu¿  fácil  condición  tiene  quien  ama!                 ^^M 

^1 

K                     con  cslo  h|a  i  mis  pees 

Al  mar  la  compararon  lo^  poeías,  ^^M 
con  ci'los.  L'na  ve/  airado  brama;                         ^^M 

^1 

■  .                    i  U  ronuna.  si  es 

1 

^^^B             I»ab«l  agradecida. 

moviendo  y  produciendo  olas  inquietas  ^^M 
en  ({lobos  de  cristales  se  derrama,  ^^M 
que  parecen  diáfanos  cómelas,                              ^^H 

^1 

^^H                     ESC£NA  XII 

y  luego  en  dulce  paz  y  sin  rigores,                       ^^H 

^1 

^^^H                 Do*  .\i.T*iiu  fltolii  Juuu. 

campo  de  eurcllas  es,  campo  de  flores.  ^^H 
l'asó  la  tempestad  de  mis  enojos;                         ^^H 

^H 

^^^H 

^U 

^^^V                                    t)0.^\JCANA. 

serenó  ct  desenitaño  mi  semblante.                     ^^1 

^m 

Mal  caballero.  lemeniHlo  amante. 

borre  en  mi  lengua,  pues  borró  en  mis  ojos,  ■ 
lantas  quejas  amor  de  aqui  adelante.  ^J 
Tributario  de  bárbaros  despojos                         ^^M 

^M 

desleal  y  traiJ.'r  i  la  fe  mía. 

^H 

mus  candida,  más  pura  y  más  brillante 
que  el  rosicler  y  purpura  del  día: 

^1 

le  mire  la  fonuna  tan  triunfante,                          ^^M 

^1 

^e»  qué  varón  magnánimo  y  consUDte 
\u  veneno  vcnift  la  alevosía? 

que  aun  el  tiempo  sentirse  apenas  pueda            ^^M 

^H 

en  los  vuelcos  fatales  de  su  rueda.                        ^^H 

^1 

Rr  li  solo,  traidor:  iviven  lósetelos! 

Ni  recele,  ni  sienta  lu  privanza                             ^^H 

^H 

que  estos  agravios  ion.  que  no  son  celos. 

gotpe  infeliz  de  mlKra  caída,                                 ^^H 

^H 

Oue  el  Rey  se  caüa  en  Portugal  dijisie. 

ni  se  mire  tu  luna  con  mudanza                          ^^H 

^B 

cuando  el  lirio  francés  miro  tn  su  mano; 

de  los  rayos  del  sol  instituida:                            ^H 

^1 

que  un  reitaio  le  vi,  v  otro  mediste; 

ni  adquiera  en  tul  sucesos  so  venganaa               ^^M 

^H 

JvsiH  es  acción  de  nohle  6  de  villano? 
Mentiste,  Oundtslable.  lu  mentiste: 

la  envidia  de  los  hombres,  ni  en  tu  vida              ^^H 

^1 

nos  dejen  experiencias  la^  historias                     ^^M 

^H 

no  lo  merece  amor,  Utos  sol>erano. 

de  to  que  pueden  las  humanas  glorias.               ^^M 

^1 

que  del  pe^ho,  á  peiar  de  mis  enojos. 

Pasmo  del  mundo  tu  fortuna  sea.                      ^^M 

^^ 

M  asoma  á  los  venlo  de  mis  »jos. 

^^^M 

^B 

il'lega  al  ciclo,  iiaidor.  utic  dvf r<bado, 
á  fuerza  de  la  erivid-a  di  líente, 

Don  Alvaro.                            ^^H 

^P 

.No  es  eso  to  que  yo  me  deseaba.                        ^^H 

^H 

del  supremo  lii^ar,  del  ■Iid  estado. 

^^^M 

^M 

admtraci<,'>n  te  llamen  de  la  ícente. 

DoAa                                       ^^H 

^1 

Y  SI  cnví<liii  causó  lu  bien  pasado, 

Pues  tcoKai  lo  que  esta  alma  le  desea,               ^^H 

^H 

mayor  limima  de  lu  mal  orcscnte, 
deiivanéic^ise  ya  sin  Iuj:  altjuna 

^^^M 

^1 

Do>  Alv  Alio.                           ^^M 

1 

la  pompa  y  majestad  de  tu  furtuiu; 

Str  ptidicfa  con  eso  desdichada.                         ^^M 

JORRADA  SEGL-KOA 


ioi 


Siempre  CssiiiU  tus  bcxAfiu  vra. 

Dax  Al? uto. 
No  es  CM.  na.  favor  de  enamorada. 
Si  ca&ado  no  dices  >  contigo, 
icnmcpor  ínfclii. 

HunModigo. 

ESCFNA  XIlí 

iHTAXte.  Stcnla  Cauílla,  bi^tarra 
sotainente  en  su  opinión, 
las  banderas  de  At'iiún 

V  las  caja^  d*  Navarta. 
t^Uxa  de  arrnas  ha  de  ser 
Trujiilo.  de  nueüra  gente: 
desde  u^ul  osad»  r  valicnic 
á  Castilla  he  de  otcnder. 
ApricM  marcbi  mi  hermano: 

V  «lando  jumoi  tus  líos 
he  de  domnr.  vive  Dios, 
el  oritulUi  >:iutcllano. 
1.a  ocasión  he  de  ventar 
que  de  mi  muerte  han  tenido. 

S01.D.  I."  Al  Condestable  iias  debido 

la  Vida. 
Infante.  Pues  liheriar 

lenso  al  ttev  de  su  poder; 

no  na  de  golvernallo  todo. 
SoLD-  J.*  Adviene  que  Je  esc  modo 

inDrato  vienes  a,  s«f. 

Eltecasó  con  la  Inrania. 

la  vida  después  te  dio. 
litrAHTE.  Y  (u  poder  me  c«nsú: 

cuto  en  mundo,  ¿^w  te  espanta? 

ESCENA  XIV 
l>irjw«  f  ««  ALC*i»t,  arnta  tn  *na  lorrr. 

Ar  CAIM.  Sepa,  leilor,  vue<tni  Alteza 
que  esiá  «  peliíjrii  b  villa: 
que  la  ijeniede  CaMilU 
viene  va.  Ksta  Tortalexa 
no  icrñe,  pi>fquc  ha  de  estar 
por  el  nombre  y  la  opinión 
de  Navarra  y  Aragóni 
no  la  puede  conquistar 
el  casU'IlanLj  (f  jfm, 
que  al  lin  n  mcxpiiKnable. 

Inpaktk.  ^Si  ha  venido  el  Comlcstable 
con  el  eféicilof' 

Alcauc.  Cico, 

se|{ún  dk:cn  tas  e-ip£n%, 
que  el  cumie  de  Benavente 
gobierna  ahura  la  ;ienie. 

Infanie.  jEn  «íivio,  dwc.inliBS?— 
.Mis  luer^ai  mn  d»igitatcs. 
Alcaide  ,'qu¿  me  aconsejas? 

AlcaioK.  Señ»r,  si  la  villa  Jetas, 
quemados  los  airabalcí 
y  á  AlburoiicrL)Uc  pn»as,  pienso 
que  os  medio  más  «cenado. 


IwTAKTi:.  C<imo  J  .'>■ 

moiinti.i  •.li 

ikfcnJiendii  >.■  ■; 

rifijue  10,  p  .i'jo, 

Alourqueiiiuc  p*v>,  i  dci. 
desmantclaJi-l  TfU)ilKt. 
Auc^TUE.  Mnriri-,  srAur,  pof  vo*. 
Imfaxti:.  (Sois  leal? 
Alciioc  Tuvii  S«Té. 

lürA^TC  Freno  con  esii'i  p.<ndré 

á  Castilla.  Adiós. 
AI.CAIDK.  Adiós. 

litrAHTK.  .Marche f'  '■■'■ '■■■■-n; 

y  al  ma'  cr  rayo, 

quedcsu  ■.....'-  .1- .i--.(yn 
en  vencerá  uniere  v  ruf¿». 

(>'*tf  (iinfami. 

ESCENA  XV 
MI  AtcitB*  j>  mlgamM  Solmihh. 

ALcaiob.  La  k  :  el  Rey  previnu 

en  ili,  es  usa 

que  mjir>.ii,>ndu  rt-ís  apiieu: 

cuntrj  los  Infantes  vims 

Como  latio  su  inlcncion. 
Solo,  i.*  Cosa  iniusia  c\  d  nmai 

en  Costilla  irL-molar 

les  banderai.  de  Arn^nn. 
AtcAitie.  Grandes  los  han  ImriniJi. 
SuLU.  I.*  Qui'i  vnvMtiusiis  -. 
Alcaide.  Sm  JudaescUapi:'.ii 

el  que  i  la  piista  na  llcyudu 

al  ejército.  ^N'o  ves 

que  te  abalen  las  banderas 

V  en  concerlikUs  Iiikras 
le  reciben? 

SoiD,  I.*  Pientoquen 

don  Alvaro  el  Keneíal. 
Alcaim.  Alinimoy  la  loriuna 

de  don  Alvaro  de  l.una 

seré  lamoso  y  leal.  (fH«i*,t 

ESCENA  XVI 
Tooin  ta¡*x  .t  marthar  y  ultn  tiivi  AiTiMOk  rl 

D.  Ai.v,    Decir  píxlr^,  castellanos 
invencibles  y  valicniet. 
que  por  el  viento  he  tenido; 
porque  no  dudo  que  i'ues^n 
hijos  del  viento,  nacidos 
«n  l<s orillas dul  Hvü^, 
los  CHtialti«  que  he  traído. 
El  conJc  Je  lh;niiventc 
bien  mis  auscn>:l*^  suplió; 
inand'imc  el  He;  que  viniese 

V  áTrulilto  len'an.ise, 
CoKue.     l.Una  esU  1u  villa:  el  fuerte. 

inc\pu^naiiic  cBsilJIo, 
Jiliculiiisii  nari^e 
dc^a"'''  AlutrH  marcha 
de  don  l-'nnx^iit-  In  ^ente: 
^se^uirOmuslii? 
D.  At.v.  No,Oondff. 

El  Key  ú  Trulitkt  (iutoreí 
tiémotic  á  Trujlltú. 


H            3Ó2                       advers\  kohtuka  de  don  Xlvaro  de  luna              ^^^^^^^^H 

H        LiNTtKN.                       ütmm. 

D.  Alv.    Ya  no  puedo  mási  rcTíento                 ^^H 

^1        D.  Alv.    ¿Demos dico-^AcixTictc. 
^B                       Ka,  «tcálcM!  el  ca&tillo. 

mi  impacioncia.  «Tü,  «Icaidillo,          ^^M 

lü,  humbrecillo.  te  defiendes                  ^^M 

^B        LiNTCBN.  Atriveíc  quw»  ie  atrevo. 

del  rey  «ton  iuan?  Vtvt  thoí.,              ^^t 

V  -      D.  Auv.    iLUmaiiM.¡  lAli,  del  cüslillol 

quo  con  una  infame  muerte                  ^^H 

has  do  Itcvar  i  esc  valle                        ^^H 

hoy  tu  lealtad.                                    ^^ 

^^B                         ESCfÜNA  XVII 

IDtrrlbalt.i            M 

^^^F                 mcnoar  ti  AiCJiíiM.fB  ta  Imtt. 

Alcaide.                       Socorredme                  ^^fl 
los  del  canillo.                                   ^H 

^^^    Alcaiui'-                                    t-puȎn  lUiiia? 

.SoLD.  t.'                        ^uitn  basta               ^^1 

^M          D.  Alv.     Llama.  Akaiik,  qukn  pretende 

cunira  el  ánimo  valienie                      ^^M 

^^^H                  vueítro  honor  v  vuestro  súmenlo. 

del  Condestable?                                 ^^M 

^^^P                 Kl  rey  do  Casiííta  quiere 

D.  Alv.                                  ( A h,  soldados!                   1 

^^^*                 que  le  entreguéis  i»  caMÍUo. 
^F         AlXAiiM!.  No  »e  (lann  do  ei.a  suerte 

(Stlm  tt  Conde,  Liattf u  y  Soldadoi.)     ^^B 

CoNoc.    {Mucral                                               ^H 

^^^^                    honor,  ^»mo  vo\  dcch. 

D.  Alv.                   No  muera:  prendeldo.             ^^M 

^^^H                   Maga  el  Rey  nuv  i  nil  me  suelten 

Da  el  anillo  del  Infante                          ^^M 

^^^K                   lus  infantes  de  Arajiún 

para  que  el  castillo  entreguen,              ^^M 
i>  morifis.                                               ^H 

^R                      rl  bomejuje. 

^^^  0.  Alv.                      jpuün  puede 

Alcauw.                   Véisle  aqui.                        ^H 

^^^L                en  lierrss  del  rey  don  Juan 

D.  Alv.    Suban  las  banderas,  trepen                 ^^1 

^^^P                  tener  CBslillus?  ' 

ae  cerro  los  soldados,                           ^^M 

^^^^  Alcaiok.                           Qukn  suele 

r  en  las  almenas  del  fuorto                 ^^M 

H                        darte  guerra  y  »ei  su  igual. 

^K         D.  Alt.    i/tr.)  No  le  ropuntlo  ()uc  míenles, 

^^                         villnnu.  pur  nn  Impedir 

las  tremolen.                                      ^^M 

LiNTBhK.                   Bien  rodiis,                        ^^H 

señor  alcaide.                                     ^^H 

^^^H                    ta  racciOn  que  se  prümvtc.-> 

Co)iOE.                        El  Rey  viene                  ^^H 

^^H^                  Retírele  t  uoioclvncia: 

i  gotar  de  la  victoria.                        ^^H 

^^^H                retiraos  ludoi.  y  queden 

^^H 

^^^V                algunos  en  CM  ermita. 

^^H 

^^^^^^^                                                              iffvllraaM.) 

ÜSCENA  XVIII                        ^M 

^^^^^B           Súlo  qu^cro  hablarte.  Déme 

Dlflbrt  V  tf  Ktv                                                         ^^^^^1 

^^^^IV           ^u  salvaguardia      castillo. 

■rlKBm    V   TI    T^ki'                                                                   ^^^^^^^M 

^M         Alckioe.  Suba.  pues,  que  )a  la  llene. 

ItiEV.         tJn  nuevo  í<itdado  tienes.                    ^^M 

^K^                    A^ria  tn  la  cuesia,  y  quien  sólo 

.Maestre  de  Santiago:                              ^^M 

^^^K                 i  esta  fonalcia  viene. 

no  puedo  vivir  sin  vene,                     ^^H 

^^Hp                 no  noj  enjjaAará. 

tu  sombra  soy  y  testigo.                     ^^M 

^^^  D.  Alv.                               Yo, 

D.  Alv.    Seitor,  et  ciclo  prospere                      ^^M 

^B                      icñor  Alcaide,  ful  Mempre 

tu  corona.  Ya  es  Trujlllo                     ^^H 

^^^B                 vuestro  apasionado,  y  pues 

luyo  oira  vez.                                    ^^M 

^^^H                 «I  Kcy  manda  que  leentie^uo 

ttCY.                                 A  Atburquerque        ^^1 

^^^^^^           %o  castillo,  i  cargo  mío 

paiaiemot  á  esperar                           ^^M 

^^^^^B          han  do  quedar  las  mcrcodos. 

allí  que  la  reina  llegue:                         ^^H 

^^^^^H          Salid  acá  y  hablaremos 

por  ti  y  por  ella  he  venido.                 ^^H 
Alvaro,  lamane  puedes                     ^^H 

^^^^^^V           sobre  cs[e  repecho  verde 

^^^^^F           con  que  i-slc  verc),  esta  basa 

duque  de  Tru|illo;  tuyo                     ^^M 

^V                         del  tai'.illo  ^c  Kuarnece. 

haidc  ser,  pues  le  deüendci.                  ^^M 

^B         ALCAtnC.  Señor  CondeMable.  hablemos. 

D.  Alv.    Mirad.  sti\or,  que  la  envidia                  ^^1 

^B  ,       D.  Alt,    Si  los  inranle^  no  pueden 

vive  entre  tantas  mercedes.                   ^^M 

^K^                  reaistir  al  ley,  4por  quÉ 
^^^B                   M  resiste  y  sedel'iende 

No  más.  señor;  ¡vive  Dios.                    ^^M 

que  esta  mcrcHl  me  enirisiecei             ^^H 

RiY.         Prosi  «mus  U  victoria.                       ^^M 

hlaced  que  marchen.  Maestre,              ^^M 

Marques  de  Vitlena.                           ^^H 

^^^f                       slcaidó^ 

^^^  AlcAidk.                      Porque  he  sido 

^M                       noble  como  tos. 

■        D.  Alv.                              No  siempre 

LisiíBtn.                                Date.                    ^^ 

^m                       es  noblcxN  el  ser  constante. 

(0.  Alvaro  va  4  »*Mar  lat  pin  ai  Rey  y         M 

^B                       porque  tiav  constancias  alevcf.. 
^B        Alcaiue.  £nire|;j)d  it  Knnquc  vos 

Ctl^trr  *Upt.)                                                    ^^^M 

■  D.  Alv.    Beso  tus  pies.  Que  tropiece                ^^H 

^B                          el  kuMillo  de  Albutquerqije. 
H          D.  Ai.v.    ^1.0  que  no  d«l>o  ni  puedo 

hixo  el  peso  de  tus  honras.                  ^^M 

Dctcnte.dicha,  detente:                        ^^H 

^B                          me  pedts^ 

fortuna,  no  quiero  mik:                       ^^H 

^B          Alcaiok.                 Mi  dichu  es  ese. 

i  los  píes  del  Rey  me  tienes.              ^^M 

^1         D.  Alv.    Vos  deti6s,  si  sois  leal, 

^^^^H 

^B                        ontrcgallc. 

vj^^^H 

^^^^  Alcaioc.                f(^u«¿n  me  excede 

^^^^^^M 

^^^^                 en  lealtad  i  mfí  NInftuno. 

-■ 

TERCERA                                                         3o3                 | 

^■^  JORNADA  TERCKKA 

ESCENA  II                                    ■ 

£1  Kmt  y  Vitmo.                               ^^^H 

¿Qüí  hay  Vivero?                               ^^H 

^H-         ESCENA  PRIMERA 

Rkt. 

^^^H                 iUAii  na  Sil  va  y  Vivniui, 

Vive*  o. 

üran  s«Aor,                  ^M 
lo  que  siempre  digo.  Presto                ^^H 
no  tendréis  nacíenda;  y  esto                ^^H 

F  SitVA.       Yo  no  %é  desde  Míe  día 

H                   lo  que  en  lo  conc  ha  pasado. 

lo  5¿  como  contador.                             ^^^| 

H                   qtiv  tne  han  icriid»  ocupado 
H                   iranlcra^  de  And4lui:ia. 

Mucho  i  lion  Alvurn  dais,                     ^^^^ 

lodo»  Io5  (grandes  lu  sienten:                ^^^| 
Iplt^a  á  Dios  que  ellu^  no  intenten              ^| 

m  ViVEAO.    El  tnUniedv  Aratión, 

K                   lioy  i  U  pax  reducido, 

remedio  que  vos  sintáis!                      ^^^M 

■                   cnírft  «11  lit  Cüru*.  que  ha  lido 

Remedialdo  como  sabio:                       ^^^H 

t       ■            un  soberano  biasún 

rico  esti;  basta,  seAor,                          ^^^H 

^^^            de  don  Juan  no  ser  cruel 

tanta  merced,  tanto  amor.                    ^^^H 

^^H           i  unios  atrevimicntui. 

Rkv, 

¿Os  ha  hecho  a\giin  agravio?              ^^^| 

^^^H            Yi  sabes  los  casamientos 

VlVKRO. 

No,  scAor.  ni  dtl  le  «p«f0.                    ^^^M 

^^H            del  f<c>*  con  doAa  Isabel 

Rbt. 

Injfrato  sois.                                       ^^^H 

^^H            lie  PoflU)(Bl,  que  ya  vino. 

VlVKHO. 

criado                         ^^^1 

^^H            siendo  ociHvn  nisravilla 

á  su  lluego  «iti  obiiftado.                     ^^^| 

^^H             de  los  dnma\  de  <'.aslÍUa; 

H8Y. 

Bueno  está:  basu.  Vivero.                   ^^H 

^^^1            y  con  eüi  (ué  pa>Inno 

^M 

^^H            el  Ke>,  piudvnie  y  afable, 

^^^^B 

^^H           de  don  Alvaro:  aiñbot  fueron 

ESCENA  III                            ^H 

^^H            padrinos  que  hunrar  supieron 
^^H            las  bodas  Jcl  Cundtsiabie. 

ntCHM,  la  RuH*  f  rt  laruiTa-                ^^^^^H 

^^H           Dofla  Juana  Pinientel 

Reina. 

SeAor,  el  Infante  viene                  ^^^^1 

^^H           fué  el  favor  que  U  fofiufla 

mis  humilde  y  mis  humano.           ^^^^| 

^^H           dio  ádun  .MvarodcLuna 

Suplicóos  le  deis  la  mano.                     ^^^H 

^^H            mis  supremo,  porque  en  él 
^^H           el  Cond«siable  na  librado 

Rky. 

Cuando  tal  padrino  tictie                      ^^^H 

los  brazos  darc  al  Infante.                  ^^^H 

^^H            loda  xu  dicha,  }-  en  ñn. 

iK^Arcnt 

.  Señor,  si  aljjunos  enojos                     ^^^H 

^^^1             la  quinln  de  su  jardín 

os  he  dado  sin  raz¿n,                           ^^^H 

^^^1            fu¿  el  lálimí)  de\caili>. 

bástame  para  perdón                             ^^^H 

^^^H           Mas  si  el  ^ol  «uelc  crecer 

el  sagrado  de  esos  o)0s.                        ^^^^| 

^^H           al  iuisfi.  y  de  alli  no  lubc. 

Soy  vasallo.                                       ^^^H 

^^H            la  misma  io^tpecba  (uve 

RaiNA. 

yo  lo  fío.                      ^^H 

^^H            de  que  esto  hi  de  iuecdcf 

Infante 

.  Pues  que  sab^s  mis  intentos;                ^^^H 

^^^K           i  don  Alvaro,  y  que  ha  smIo 

perdonad  vi  tenuo.  alientos                     ^^^H 
de  aconsejaros.  Key  mto,                     ^^^| 

^P           el  auge  de  su  ventura 

ser  dueño  de  esta  hcrniosura. 

No  llevan  los  (jrandn  bícn                    ^^^H 

SiLTA.      jDe  quí  lo  habf'is  pmumidoi* 
ViVBao.    De  que,  voUiendo  el  Infame, 

Unto  favor  y  amistad                        ^^^H 

COR  <lon  Alvaro.                              ^^^| 

le  han  de  volver  los  estados: 

Rkika. 

Es  verdad.                ^^^M 

y  tos  gramles,  incitados 

Riv. 

jY  vos.  s«i\ora,  también?                      ^^^| 
¡Pobre  don  Alvarot  creo                        ^^^H 

de  la  amlución  arroftanie 

de  don  Alvurn,  i«  unieron 

oue  una  vez  os  diü  la  vida.                  ^^^H 
■So  hay  obligación  que  impida             ^^^H 

i  hacer  cargos  rifjurow». 

Infants 

Silva.       ^Y  vos  llamáis  ombiciosos 

el  buen  celo,  el  buen  deseo            ^^^^^M 

pecho  y  ánimo  que  os  dieron 
lanío  honor?  ^Ksc  es  buen  pagoP 
¡Vive  Dios,  que  es  iiiL'ulpab  e 
^_            la  vida  del  Condestable 

de  que  esté  lu  majestad                 ^^^^^| 

en  sus  reinos  con  quietud.             ^^^^^| 

Rev. 

[Oh,  villana  ingraliludl                         ^^^H 

¡que  se  atreva  lu  impiedad'                    ^^^H 

^^H           y  Maestre  de  Santiago! 

i  una  reina  y  i  un  infaniel                        .  ^M 
Muchas  culpas  nos  relieren                     #  ^M 

^^H          Ni  arroKanie  ni  ambidoso 

¡nfxtnt 

^^H          en  sus  obras  se  ha  mostrado; 

del  Maestre,  con  que  quieren                        S 

^^H          mas  es  siempre  «1  envidiado 

que  no  le  ivnglis  delante.                       ^^^1 
SeAor,  ojdlas.  quees  justo.                  ^^H 

^^H          lo  <{Ue  quiere  el  envidioau. 

^^H          De  ingrato  y  desconocido 

R>T. 

«Carnni  le  quieten  hacer?                     ^^^H 
No  e^  bien  dejaros  vencer                      ^^^H 

^^H          retaros  puedo,  y  prometo 

IsrAXTH 

^^1          aue  á  no  mirar  el  respeto 
^^^            de  palacio... 

de  la  amistad  y  del  gusto.                     ^^^H 

Reika. 

Y  cuantío  culpas  no  hubiera;              ^^^| 

■  VivKMO.                     Ya  ha  salido           ^ 

(si  las  hay,  sibclo  DÍos|                       ^^H 

B                  el  Reí.  Yo  os  rcspondcrt 

el  apartarle  de  vor,                                 ^^^| 

H                  iloodé  os  deje  satisfecho. 

^quí  inconveniente  tuviera?                 ^^^1 

^^^K           (jip.)  Declaróme:  mal  lie  hecho; 

^^^H 

^^H           mas  yo  lo  retnediafí.)  (VtitSint.) 

^ 

^^^^2 

^^^^^^^^^^^^^ 

^^^    3o4 

AOVCnSA  PORTUNA  DK  l>ON  ALVARO  DK  LtlNA                     ^^^^^^| 

^^1 

ESCENA  ÍV 

preMo  fui.  fonuna.  preito.            ^^H 
Señor  Imante.  en  lus  o)0S                ^^M 

^^^H 

tXCItO^  f   ZlljKlflA, 

^^^^M 

del  itev  he  vi^t»  mudanza:              ^^M 

^^m        Zí%ir.í. 

Eí^ra  mí  hermano  os  «scrlbc. 

en  vi>s  tcni^  mi  cspcranxa:            ^^M 

^^H 

iQuün? 

3al>edmo  si  son  cm>)os.                   ^^H 

^^m 

Ki  conde  de  PIsscncía: 

Ihfantk.  Nosocomo  puede  ser,                    ^^1 

^^^H 

«1  qiiu  con  vuestra  licencia 

que  está  el  nesocio  npreudo.            ^^1 
D.  Alv,    ^No  os  ai:'>idAisque  latMndodo            1 

^^^^K 

reüradoen  Hcjaf  *ivc. 

^^H 

Levanud,  ¿úít'nia.  íAi>.}{Ttmn 

palabra  ik  agradecer                       ^^1 
inivulufltadr'                                     ^^M 

^^^^B 

y  ol>iiin»i;(Cm  Je  (ununa 

^^^^^^_^ 

quieten  tiirlMC  eiUi  luna. 
Tuibado  rumpo  la  nema.) 

iNra-sTi;.                      Si  me  acuerdo,           ^^ 

^^^^^H 

ma>  ¿qui¿n  batta  para  ianiu&?               ■ 

^^^^^^L 

tUf.l    «SeAor.  todos  Ut*.  que  flr* 

(l'<"*r'  Infinic.)      ■ 

^^^^^^^B 

man  dc-^ean  cumo  U-ales  la  cax  ilei* 

1 

^^^^^^^p 

tos  reinos,  v  Cxin  c-i  iiiipiHifílc  ¡laltat- 

ESCECNA  Vil                              1 

^^^^^B 

se  puf  K'ihérnar  nido  D.  Alvaro  de 

/.a  Rw^iDoa  Alvabo,  ViTFiie>,  l.taraRiu               1 

^^^^^^^H 

Luna,  en  cu.vi  ¡xidef  eilin  Vi<'K'>^  y 

>'  MoiuLionj.                              ^^H 

^^^^^^^H 

culpan  (|iie  H'  p-'d>iun  ver.  Vuciira 

^^^^^^B 

Maivslul    Id   icnicdie.-'//.   Luis   rfe 

D.  Alv.    Hasta  Dios,  bastan  sus  santos,        ^H 

^^^^^^H 

l'(/inií),  CtnHirrrn  Miiyor,  E!  cotidr 

basta  mi  verdad;  no  pierdo              ^^H 

^^^^^^^H 

de  PliUtiKiti.  iíl  mar^iict  df  SjhIí- 

el  Animo  cuando  us  hallo,                ^^M 

^^^^^^K 

Uaná,  fedrn  Manriqut. 

niagestad  piadosi.  aquí.                    ^^| 

^^^^^^^H 

^Qué  es  esto,  reino  cni  idioso^ 
¡l^ue  «ra  culpa  M  dicha. 

Reina  sois,  volied  por  mi                  ^H 

^^^^^^V 

Rbixa.     Sed.  Marstre.  buen  vaiatlu,                    ■ 

^^^^^^ 

f  que  ven^a  *  ser  desdicha 

*     y  oso  solver*  (vir  vm.      (fo»)           M 

^^^^^^^^h 

el  ler  cnniiii|p)  dKhMOl 

^^H 

^^B 

Vedin«  vos.                   /!■««  zaáli».) 

ESCENA  VIII                       ^1 

DlCUO»,  «MI»  ta  HlIKA,                               ^^1 

^^^^^^^^H 

ESCRNA   V. 

^^^M 

D.  Alv.    (Api  Vo  os  Iiice  sót"  en  un  día              V 
mnjeMwJ  de  señiirlii:                                M 
reina  oi  hicc.  ¡viie  I>)OS!                   ^^fl 

■              D.  Alv. 

ía  Lintrtna,)  jA  quí  hit  venido? 

t-^l  ser  me  dcMis.,  y  ansf                    ^^M 

H             Lloren  A 

,  Soy  de  buen  «umo  y  cufioso, 

vcrof  ínttrala  ef  consuelo,                ^^M 

^H 

¿A  tnwmbiade  un  dichos*). 

púa  sé  que  es  ubtn  del  cielo.           ^^M 

^B 

quf¿n  no  eniiú  Junde  ha  querídor* 

V  i)ue  no  nace  de  mi,                      ^^M 
Los  mismos  oelos  envían                ^^M 

■               Ü.  Alv. 

tHi  Htv  ¡  Tonjii  vuestra  tnajcMad 

^^^^m 

relscek  días. 

d  un  maiinánimo  cslc  mal               ^^M 

^^B 

Sisón 

para  ejemplo  universal                    ^^H 

como  el  de  hi>r,  ito  es  bcodidón. 

de  los  huiiibics  que  confian             ^^H 

^^^B 

sino  especie  de  cnicMad. 

en  los  hombres,  y  si  ven|jti>              ^^M 

^^H              At 

¿No  me  diii  la  mano? 

A  ser  cK'iiptn  th'l  mundo,                 ^^H 

^^1 

<.i^>                            iQitiia 

aun  cayenHn  en  lu  profundo.          ^^M 

^^^^^^^ 

tantas  desventura»  vtü? 

hoy  Singular  ¿icha  lengu.                 ^^M 

^^^^^K 

Di-Mlicha  es  querelle  yo. 

Bien  sí.  Vivero,  que  aquí                  ^^M 

^^^^^^^H 

dcitio  i|ucrcrmebien. 

andAis  con  alKÚn  encaño:                 ^^M 
>u  mismi>  labtí  mi  daño;                ^^H 

^^^^^^H 

¿Posible  rv  que  iuv  ve  emplea 
en  culpas?  No  las  espero. 

^^^^^^H 

KUtano  ilc  teda  ful,                           ^^M 
Bien  conozco  en  estos  modos           ^^B 

^^^^^^H 

Puex  v>y  solo  quien  le  quiero. 

^^^^^Ht. 

sea  yo  quien  no  las  crta. 

que  poi  bien  me  pujáis  mal.    (Vai«.>    1 
Vivero.    Oíd.  oid.                                               ■ 

^^^^Rb*ALv. 

Betar  la  mann  usaré 

^^^^^B 

pata  mí  tan  liberal. 
Y  quí,  ¿no  me  la  dais? 

1 

^^^F 

ESCFNA  IX                          ^m 

^^H 

tAü.)                            Mal, 
üi  es  kulpado  Ib  dard. 

S'tiraiia,  Limii»*  >'  Mokalic"*'                ^^^| 

^^^m 

Mí,  ri(;urosi.is  caMigo«l 
llablatime.  señor,  por  I>Íos, 

LlKTEkK.                  iPtW  á  Ul!                               ^H 

^^M 

San  Martín  hay  para  todo».             ^^M 

^^M 

Alvao'.  iTiiiad  por  vot; 

¡(>h,  en\  idia,  que  eres  polilla           ^^H 

^^^K 

poique  \«ata  en«in'ito»-        (Kate.^ 

de  ta  orAspcra  fortuna                     ^^H 
deilon  Alvnrodo  l.una,                   ^^H 

^^^1 

EsccNA  vr 

r.in.ii'i.ia>i|<-  dediiitilta'                 ^^H 
'   Juan  el  serondo             ^^H 

^^^^^v 

Ricaot,  iBnuf  f  t  Kiv. 

V                fTnblanle  le  mira:             ^^H 

^       D. 

;Vilf¡aine  el  cielti!  ^\>ué  ct  e^Ui? 

cosa  es  tomún,  mal  se  admira        ^^H 

^^^^K^^ 

<Mau  reventado  la»  iiiliui 
de  la  cutidla?  SI  duclitiav, 

,  de  aquellas  cisas  el  niiind'i.           ^^H 

L 

¿t^uriD  DO  dio  iilft  primictaa         ^^H 

lORNAttl   TERCERA 


3o5 


i  Ím  rartuna  voliaris^ 

Mil-  tuelia  la  ruvda  varía, 

(tocó  en  ijft*  sus  caricias. 
Mural.     Si  lioy  parece  que  dtclins, 

volverá  A  su  MI  mañana. 
LiNTERN.  No  ha)  scjiurídad  humana 

sin  ci>ntnidK<;Í<''n  divina. 
MoHAL.     Todo  pasa  >  suelve  aprisa. 

no  hay  llrrnc  seguro  estado. 
LiNTBnM.  Jloy  el  Hcy  n»  le  ha  fablado. 

mimli- di  mala  guisa. 

Traí  el  voy,  porque  diría: 

j(Jo  esii  n)¡  lacayo?  ¡ah,  tiolo! 

Dejáronme  venir  íolo 

ta  (lenlc  que  nic  sckuIb.         fi'aaw.) 

ESCENA  X 
Salr  Iion  Ai  >  ti<i> 

I).  Alv.    iOh.cas.i.  huiitanu  reposo! 
¡Uh,  cuánifls  veces  me  %ls(e 
mi)t  dichiriu.  ment»  irUie, 
mis  cutido,  wii.  animoso! 
Aigui  de  Dbis,  impoiluno 
p«rtüamicnl<i  habla  por  mi. 
^■Hice  liicti  i  muciius?— Si. 
^'Y  st¡rav)<i  ¿  quién?— .\  nint;un<>. 
¿Soy  iraidor?— í>c  niní;un  alto. 
iOái  he  mcrcciilo?— Laureles, 
^T«nK<^  enemigos?— Crtíelcs. 
^Quí  rrclcndcn?— Derfibsftc. 
^V'i'ín  lo  ilicc?— La  experiencia. 
¿Quí  dice  el  vuIro?— Ks  confuso. 
¿Porquí  mecniidian?"— Es  uso. 
^Dc  quicnr^Oíl  mundo.  ¡Pacicnifia! 
;tPuc  mal  un  trisie  reposa) 
Mura  lieos. 


ESCENA  XI 

ItON  AlVAU  y  MOHAUCM. 

Mo*AL.  Mi  scAor. 

D.  Ai.r.    Tú  suele^  cual  ruiseñor 

3ue  dcspierift  al  alba  hermosa. 
¡venirme.  Sitaniatev. 
}<i  que  m^  faliita  es  lamo, 
i:ani;iiincs  Ir.ttei  me  cania 
para  liar:arme  de  pesares. 
RAL.    ¿<^uiercs  que  Liurdo  cante. 
(lt.    Si. 
Moral,    (iitma.}  «'Lisardo? 
D.ALV.  Canic  afuna, 

for  si  mi  cólcfa  alicra 
í  gravedad  del  semblante. 
.\o  me  mire  mis  acciones; 
porque  suele  delirar 
el  ouescdcja  llevar 
de  ia^  humanas  pasiones.— 
<0"*  hay,  mi  í  ■    mé  hay? 

•'^ueme tiec;ii>  '  «tuoikio. 

Ya  ha  lemhlnd-p  l,  ^urJiL-io; 
esta  mAqiiinji  s«  cay. 
MCsicA.   I  DiHtro.i  "lo  'le  ayer  ya  se  pasó: 
lo  de  hov  i^unl  vienio  pasa. 
lo  de  mañana  aun  no  lloga, 
ansf  aqueste  inunJ»  anda.» 

COMEDIAS  DE  TIRSO  De  MOLINA. — TOMO  I 


I).  Ai-v.    Si  humo,  nada,  polvo  y  riento 
es  U  vida; ^quesera 
el  bien  que  el  mundo  nos  da? 
También  vendrá  i  íÁ-t  tormento. 
;QiiC  mal  un  triste  repoial 
No  hay  discurso  que  mitigue 
la  imapnuci^'>n.  ('r'isiguc, 
Lisardo:  cama  oira  copla. 

Mii'SiCA.    al. os  que  priviiii  con  los  rtyes 
notad  bien  la  histuria  mía; 
mirad  aue  i  la  fu»  se  cn^aRa 
el  hombre  que  en  hombres  fia.» 

D.  An .    Scrvile  iremta  y  dos  artos. 

y  siempre  bien  me  ha  aucrido; 
.jcAmo  ahora  se  ha  creído 
de  mentiras  y  de  en^ños.^ 
Ma-i  si  mi  daño  sentía, 
como  piadoso  y  humano, 
^poi'  qui'  me  ncfíó  la  mano? 
Amistades  no  aucria; 
reiin^la.  enojo  na  sido: 
pcro^c6mo  me  ha  avisa<lo? 
No  lo'eniicndo.  estoy  turbado: 
n»  lo  eniicndo,  estoy  perdido. 

¡S^tna  mUi)  rfrafrn,  y  4jlt  Llat«rna.) 

ESCENA    XII 

Dox  ALtiUO  y  LiatKKfia,  liitg»  .Moaaucoa. 

D.  Alv.    ¡HoW  ¿qué  es  esto? 

LiMEKN.  No  es  nada. 

f'ayfrsc  un  balcón  ínric): 

csijba  Vivero  en  íl. 

y  dtú  lal  pajarotada 

quecomij  huevo  estrtllado 
V  hace  la  liitura  de  Ero. 

Moral.    Alonso  Pcrea  Vivero, 

i  esc  balcOn  arrimado, 

esperaba  para  hablarte; 

era  aniii^ua  la  madera... 
D.  Alv.    Salii  no  quiero  alli  fuera. 

n»di(;an  que  tenjiu  parte 

en  iu  mvicitc:  aunque  si  í^ 

mi  dicha  loda  accidentes. 

hoy  lo  dirán  los  presentes 

)  las  hislodas  después. 

ESCENA  Xllt 

UlCIIM  /  Dú?A  JUAÜA  PtHIKTII.. 

Jl'asa.      licín  Alvjro.  mi  seAor. 

dlcunme  que  habéis  venido 
melancólico:  jqué  ha  siílo? 
.vos  trisiel  ;vos  sm  color! 
Sólo  el  hombre  sjn  honor 
lia  de  turbar  el  M'mi>Unti*, 
noel  maK"*"!!""  >  cunstanie. 
¿Cmo  *e  ha  de  entristecer 
ta/ón  que  deba  tener 
el  corazón  de  di.(nianic? 
,l-".i!  scñiK.  ;ú  dónde  «I* 
del  únimo  lüpindeza. 
del  valor  la  íurtaleza? 
¿Accidenta  humano  os  tía 
pefiutboCión  cuando  ya 
con  la  experiencia  y  Uxs  aitoa 

ao 


3u6 


ADVERSA  FORTUMA  OE  DON  kt,V.\HO   DE  LUNA 


U  luz  (le  Uii  clescn^nAi» 

debe  alúmbralos?  ^qué  n  esto^ 

ü.  Alv.    Rctlr&fts. 

LtNTnM.  Morátcs,  prcsio 

vcrát  succtos  ntraAos. 

<l'A>Mt.) 

.  ESCENA  XIV 

Don  AtfARo  j-Dof*  /daba. 

y.  Alv.     Mi  seAora,  yo  he  míriido 
que  I»  sido  vue^ir»  rilor 
el  bien  úliimo  y  nityüi 
que  la  foitunt  me  hi  dwl<>. 
Principio  me  diA  y  eiUidg. 
y  dcclitiiLciúti  icitdrc 
como  CUínio  el  cielo  «e. 
Cumencé  cuando  scrvt, 
títulos  luvc.  Mibl. 
vuciiro  ful,  mi  csudo  fui. 

Y  »  el  tiempo  y  u  rL>nuna 
á  un  mismi>  paso  caminan 

¡'  en  ete  cielo  declinan 
Ds  aspcctoide  la  luna, 
si  no  hay  cUancia  nlnKi")' 
en  cuanto  el  cielo  crió, 
mi  de^.li^aciún  llcg/> 

V  7a  mi  ruma  preven)|0. 
Muchos  cnemi^í>s  tengo: 
la  mano  el  rey  me  negfi. 

Juana.      Mi  señor,  mi  bien,  mi  amiftú: 
ni  os  animo,  ni  aconwio. 
que  á  vuestra  experiencia  dejo 
uno  y  oiro:  peco  di(;u 
que  al  que  es  fniHl  enemigo 
no  puede  la  humana  suerte 
resistir,  y  cJ  varón  fuerte 
no  tiene  cOkra  aluu'ia 
con  el  tiempo  v  la  lonuna, 
con  la  ve|ei  y  la  muerte. 
Lo  que  importa  e^  que  en  el  trance 
«le  cualquiera  de  cMos  cuatro 
te  expon>ifl  el  hombre  al  teatro 
del  vivir  mu  que  le  aksncc 
culpa  aluuna,  y  que  balanee 
su  virtud  y  at:cinnci  de  liDmbce; 
porque  cuando  mis  le  asombre 
tonuna  6  muerte  atrcvKla. 
()uiiafAnle  estado  y  vida, 
mas  no  botrsrán  su  nombre. 

ESCI-NA  XV 

DiewM.  y  i»lt  l-iirTWKA. 

LiNTl'N.  Subid,  seftor  Condestable, 
en  aquel  troltin  apresa; 
huiréis  del  Rey  In  saAa, 

fiorquei  prenderos  envía, 
itconstanics  son  los  hombres, 
sus  palabras  v>n  Uncidas, 
cautclusai  sus  mercedes, 
r  «US  verdades  mentiras. 
Vol<ed  los  ojus.  señor, 
á  las  pisadas  desdichas 

Ífurtad  el  cuerpo  attora 
la  que  ya  viene  tACima. 


D.  Alv,     Linterna,  jquí  vs  1»  que  dices? 

LiNTMN.  l'omu  Ubloeii  leii;iu>i  anticua, 
al  uvo  de  nuesir<>s  oadtei, 
pensiiis  iiue  es  ■^inder.  la  mía. 
Nuesa  casa  esid  cercada, 
ya  las  puertas  nos  derriban, 
Henf:  sube.  :¡-    '  "■■Ui-i. 

Sucotrort-i  I  flaca, 

orlcsanos  j-.ij-.ii_i..- 
quc  eoire  tisnnias  se  crian 
Don  t^uardan  Ins  mandamientos 
y  vos  ffuardan  las  esquinas. 

ESCENA  XVI 
[hcues,  r  tal*  /iSioi  roa  laUa.f" 

ZíiSiGA.    Señor  Con<lestable,  daos 

á  prisión. 
LiNTKiiN.  Acoulinda 

<e  ha  de  dar. 
ZASioA.  \l\  Key  lo  manda: 

tí  á  prenderos  me  envía. 
JuAKA.      Huid.seAtit,  mientras  yo 

defendiendo  vuestra  vida 

fuere  c'istiaiia  ^maxona, 

fuere  segunda  Tamila. 

ISien  fj  np-iJa  ¡tt  «no  y  pdaureontrd 
IMni.l 

¡Vive  Drot,  que  el  ftran  Maestre, 

Condestable  de  flastllla, 

ni  se  ha  de  dar  i  prisión 

ni  suieiar  ajusticias! 

Tomad  las  armas,  criados. 
ZfritKkA.     Señora,  en  vano  poifian 

vucsirit  amor  y  vuestro  aliento; 

cieii  hombres  trai^i. 
Juana.  A  ta  Ira 

de  mi  pecho  serán  pocos. 

Subid,  seAor,  por  mí  vida, 
D-  Ai.s-,     Ni  me  suelta  mi  destino, 

ni  mi  esperanza  me  anima, 

ni  me  dejan  dar  un  paso 

el  peso  (le  mis  desdichas. 
ZCifiMlA,     Esta  cédula  es  del  t(ey; 

por  ella  promete  y  firma 

que  será  vuestra  persona 

salva  siempre. 
D.  Alv.  No  «g  diga 

que  si  D.  Alvaro  huye. 

algunas  culpas  tenia. 

No  d:ft>n  que  contra  el  Rey 

tome  luí  armas,  lustíc^a 

guarvUnl  mi  Kcj;  bien  vi 

óue  no  hallari  culpas  mías. 

Y  M  el  Itomite  es  breve  mundo, 

obra  de  itiano  divina, 

pequeño  IHos  es  el  Rey; 

j donde,  pues,  d6ndc  podrta 

huir  yode  su  poder? 

Preso  voy. 
Jt;ANA,  Yyo»Invl4U. 

LiKTKRK.  Yo  sin  tomar  mi  coiiscfo. 
MoMAL.    Yo  dando  ligrimas  vivas. 

ffaaM.l 


^^1 

^^i^^^H^H 

^■m^^^^^^^^H 

■ 

lORNADA 

TRRCCRA                                                                 307           ^H 

^^^|v 

ESCKNA  XVI  r 

cuando  grandes,  cuando  chicos,           ^^| 

^^^^^^Sjr  el  IntMin.  tutao  tá  Raia«  r  «( Kit.  par  r« 

Dlfio  y  hombre  os  la  quitaron.              ^^H 

^fétM. 

Recibí  grandes  mercedes,                      ^^M 
no  las  niefto.  no.  ames  hallo                ^^M 

H         lirrjkXTii 

.  Que  menijUe  luna  tan  ll«na 

que  no  ha  recibido  tantas                       ^^M 

^^^^ 

i  mi  «úhi  me  conviene. 

ninguno  de  rey  humano.                       ^^H 

^^^^L 

puei  los  cuado!)  me  nene 
úe  Ttujillo  y  ¡le  Villens. 

Nada  os  pedi,  Vo%  me  distei»                ^^H 

^^^^^^ 

esta  miquina  que  (rai|{o                      ^^H 

^^^^^^^L 

S«bc  Dios  que  no  deseo 

encuna  de  las  ñaueías                         ^^H 
que  ya  me  van  derribando.                    ^^H 
Si  me  (as  disteis,  señor,                           ^^H 

^^^^^^H 

ni  su  mal.  ni  su  disculpa. 

^^^^^H 

y  cnire  el  engaAo  y  t*  culpa. 

^^^^^^H 

ni  hien  dudo,  ni  bien  creo. 

por  darme  lugar  más  alto                      ^^H 

^^^^^^H 

Mientrat  lenjtn  la  pasión 

de  que  arrojarme,  preiiunto:                  ^^H 
^fueron  mercedes  6  a^ravios^                ^^M 

^^^^^^^^ 

solo  quiero  la  juMicia, 

^^^^^^^" 

como  vnKañci  ni  maliuin 

¿P<>r  que  me  h-!ci-itcii  tan  rico                 ^^H 

^B 

no  i;abe  en  su  perdición. 

p<ra  hacerme  desdichado?                      ^^H 

H     Rmha. 

Que  reina  por  su  orden  fui. 

Cruel  M>is  haciendo  bien,                        ^^H 

^1 

pretende,  y  c&gran  rigor 

dando  vida  sois  tirano.                            ^^H 

^^^^ 

el  tenei  uñ  acícedor 

Muy  Usilma,  ayer  envidia;                   ^^H 

^^^K 

siempre dclanic  de  mi; 

hay  lati|^,  ayer  descanso;                     ^^H 

^^^Ki^ 

que  k-randc  deuda  serla. 

hoy  prisiones,  ayer  triunfos:                  ^^H 

^^^^^^^K 

y  su  qurjj  Cicn8csiat>a 

bien  se  te  que  esiA  jugando                    ^^H 

^^^^^V 

viendo  que  na  le  pagaba 

la  foriur^a  con  los  hombres,                   ^^M 

^ 

V  que  pifiarle  pixUa. 

y  vos,  Ruy,  y  Rey  cristiano                    ^^M 

■^R«v. 

S'a  cslard  el  reino  coniento, 

su  inMrumento  MÍt, ,( quí  mucho?         ^^M 

^^^L 

porque  |oi  jueces  nombra 

l.os  elemc.iios  contrarios,                        ^^H 

^^^^H 

que  examinen  bien  la  fe 

y  amíiíos  entre  si  mismos                        ^^| 

^^^^ 

y  lealtad  de  aquel  ponontn 
ie  desdichas. 

<le  su  poder  blauínarvín,                          ^^M 

^1 

agua,  tierra.  fUCKO  y  viento                  ^^M 

H       Rbina. 

En  la  muefie 

soy,  seiVor,  creci  de  espacio,                  ^^M 

^1 

(le  Vivern  poco  habri 

y  aprisa  me  derribáis.                              ^^H 

^1 

que  avcriKuar;  claro  esta. 
No  muy  claro:  de  otra  suene 

Acordaos  de  mi.  acorduos;                   ^^H 

■       Rsv. 

no  borráis  la  imagen  vuestra:               ^^H 

^K 

ahora  ib  han  referido. 

no  deshaitan  vuestras  manos                  ^^H 

criado  que  tanto  os  quiso,                     ^^H 

hechura  que  os  costo  tanto.                 ^^| 

Rsv.        lip.)  No  le  puedo  responder                 ^H 

^^^^ 

ESCENA  XVIir 

^^^^^^F 

-Otenoi,  y  tait  y.iittOA 

con  (■  gravedad  y  el  llanto                   ^^^H 

■        ZtSw*. 

A  esta  tora-  iraíito  prew                    ' 

de  rey.  ami^o  y  )uez.                     ^Id^^^l 

Zf:AiUA.               SeAor.                                      ^^1 

Rav.                            Llevatdo                            ^H 

i  Ponillo.  ([Ay,  infelícel)                         ^H 

H       Rkv. 

il  0>ndc»(able. 

que  su  amor  me  ha  enternecido. 
jViGu  dijof'  iqu<>  r-iiüt! 
jquí  apriesa  que  le  pcrsi^uenl 
¡Plega  i  l>ius  que  no  me  obliguonl 
i  otra  palabra  pcoi. 
fO«ain>.i  (He  de  entrar.) 

■No  puede  ser, 

ZOÑK.a.    SeAor  Condestable,  vamos.                      ^^M 

D.  Ai.v.    f.KRc,  ).jMnhiarmo  no  me  queréis,        ^H 

ni  mcnoK  me  hahcis  mirado.                    ^^| 

ni  me  dii%  contuciu.  Rey?                      ^^H 

Démele  el  Rey  (.obcrano.    luéranir^           1 

■ 

no  querrA  el  Rey  que  le  vea 

^^1 

H 

homhre  pceix>. 

ESCENA  XX                                ^H 

■        D.  Ai.v. 

Aunque  [o  sea. 

Kl  I*s».  tllnnttnuy  In  RmnA.                                       ■ 

^- 

vive  Dios  que  le  he  de  ver. 

RíT.         Mi".)  iQücme  obligue  i  mi  el  reinar        ^J 
Con  quietud  í  un  trance  amargo            ^^M 

^^^^L^^ 

ESCENA  XIX 

de  vc'  preso  i  quien  bren  quise!              ^^H 

^^^^^K 

Hicaei  X  Doct  Ai.viiit>. 

MiiN  padecer  puede  eneaflos                    ^^H 
este  amor.  Llevarme  ocju,                       ^^H 

^^^^^^^B 

^^^oHÍlv. 

Rey  do»  Juan,  rey  mi  señor. 

ya  flcil,  y  vitcrisiiano,                            ^^H 

^M 

perdonad  si  prcwi  cu  hablo. 

del  r>U(ir  ó  del  acierto                               ^^H 
de  mis  grandes.                                         ^^M 

^^^H 

que  cstepritilL-);lo  iknc 

^^^H 

quien  mA  prci-j  en  palacio. 

iNfANTK.  <.if  .1  r^Kríei  1   No  turbaron,                  ^^H 

^^^^^^^_ 

tlien  Ob  acordáis  seltur. 

como  pens^  los  afectos                            ^^H 

^^^^^^B 

que  son  ya  ircinia  r  dos  aftos 

del  Rey  sus  palabras.                            ^^H 

^^^^^^B 

lok  que  ós  mtvI  con  lealtad, 

Rkim*.                                     Vario                    ^^M 

^^^^^^H 

miL^  de  nmitio  que  casillo. 

dijeron  que  era  el  discurso                      ^^H 
contra  el  dcilino  r  d  hado               _^^^t 

^^^^^^^B 

La  libertad  que  no  tenso 
initeha«  veceK  ov  he  dado, 

K 

lo3  filósofos  ftenúts..                        ^^^H 

^^B^   Soft                           ADVERSA  FORTUNA  M  IMK  Al. 

^^^^^H 

^^^K                       ESCENA 

aue  di^Nirada  del  arco                     ^^| 
de  ín  deklichft,  penetrnt                      ^^ 
dos  pech'>s  de  cera  y  mirmol! 

^^^^^^       Oicnw>,  ■•  CMiiio  r  tmgo  mn  SacniTjLiiia. 

H           Criam.    Aqut  espora  el  secretario  (stirMt.) 

I'luma.  pincel  qtie  rubi^ 

■            Rey.         ¿Q\ii  ^utriis  voi? 

ta  imafien  del  umiilacro 

^^^     SkcnET.                               A  Tirmar 

de  la  ptlvania  de  un  rer. 

^^^B                       \oii  juocc^  me  enviaron 

jinal  03  baga  Dios! 

^^^r                       la  Mntcncia  del  Maestre. 

RstNA. 

¡Que  tanto 

H             Rev.         ¿Sm  ncucharsusüruargos? 

pueda  en  un  rey  la  p^cdaiT 

^^^                        ,'Son  comedia  esias  aci:)ún«s? 

lnrAMTI 

.  Sentir  debe  el  propio  da^o; 
que  era  uiro  Jl  el  que  mucre. 
Outen  dice  que  es  ser  privado 

^^^L                      ¿Ki  niicslra  t  ida  (oairo. 

^^^L^^             aue  lod»  pasa  vn  un  dia^ 
^^^^^K              Pero  ^quién  vive  «k  etpacío? 

Rrv. 

dicha,  miente;  de  la  envidia 

^^^^^^B              Pre^l(>  d>er(>n  la  M'nterK:Ía. 

es  un  ob|cio  bizarro.               (Vahh.) 

^^^^ihf  ANTr.  Í.<w  carijos  juMirlcaJo^, 

H                              hien  hacen  en  darse  pri«M 

H                           sote^ndd  el  reino. 

ESCEXA  XXII 

H             Ret.                                          Guindo 

Clm  Ak.*A»«  MH  eaJtñiii.  y  Mhhalicm  Muta.-             1 

^^^B                       <a  ia  pasión  el  )ucjt, 

luif  ialr*l  Sacar  r«iiio. 

^^^■^                   amor  piupio  el  abogada. 

^^^^^_                la  envidia  el  procurador. 

t\i>»CK 

«A<|u^l*  luna  hermosa 

^^^^^^h              ;ai'.  del  reu!  no  lirmaroa 

que  sus  rayos  le  diú  el  sol. 

^^^^^H              fo'ycs  con  lanío  icmor. 

^ 

hoy  con  un  mortal  eclipse 

^^^^^H              ,'A  qué.  pues,  íe  senienciaron, 

p4crde  luz  y  resplandor 

^^^^^P             secretario,  los  jueces^ 

en  lo  mis  alto  subida 

V            Srcrct.    a  ouc  muera  dcjcoJlndo. 
^^^      Rav.         ¡va  game  Diovouc  lle^^r, 
^^^K                      K"""'''*  luna,  ai  ocaso! 

del  cielo  de  ^u  favon 

nace  en  la  casa  del  Toro 

y  muere  en  ta  de  Leún.* 
Don  Alvaro,  mi  señor. 

^^y                      ¡Qué  linicbla»  mereciste. 

SCCkBT. 

^^^                       después  del  camino  largo 

aqui  es  menester  pacienci*; 

H                          (le  tus  «ervicioí! 

aqui  importa  la  prudencia; 

■           RsiNA.                              Señor. 

aqui  es  menester  valor- 
¿Cuindo  permiten  que  habtc? 

H                          jvalor  falta  en  vuestra  mano 

D.  Alv. 

^^H           '         para  (cner  una  pluma 

Alvaro  escuchando  estoy; 

^^^H                       V  un  pipe!,  que  es  justo?  Agravio 

sin  duda  que  ya  no  soy 

^^^                      hacéis  i  vuestra  jusiicía. 

Maestre  m  Condestable. 

■           R  tT.          Con  siete  letras  destia^ 

jSlendo  yo  el  mismo  valor, 
de  valor  me  prefenis? 

^^^_^                      \o  que  en  muchos  aAos  hice. 

^^^k                     ¡Que  pueda  un  homhre  en  un  cargo 

Seckct. 

A  {tran  dcsd:chj  vcnñ. 

^^^^^^               darle  mucne,  siendo  dueño 

y  no  pucJc  sct  mayor, 

^^^^^ft             del          sola  la  mano 

A  mucne  os  han  condenado. 

^^^^H             de  Dioh!  iQui  tiranos  reyes 

y  esta  s«  ha  de  ejecutar. 

^^^^^F              á  cite  trance  no  temb]aron^ 

D.  Alv. 

jQuiíii  oyéndola  nombrar 

^^^^^K^             l.a  pluma  e>  Áspid:  veneno 

no  ha  gemido  y  no  ha  temblado? 

^^^^^k             es  la            el  papel  blanco 

[Vtl)^me  Dicis!  jtrunce  fuertel 

^^l^^f              es  retrato  de  la  vida; 

{miseria  fatal  ilct  hombre! 
^i  me  npanta  sólo  el  nombra 

^^■^^^              raanchcmoi.,  pues  cJ  retrato. 

H                         Nu  acKrrtK  i  csciibir. 

jquc  sera  la  misma  muerte?— 
un  iarro  lír  ();ua  me  trae; 

■          RsiNA.                                      Ansi 

■                          movciis,  seflor,  la  mano. 

porque  siento  con  desmayo 

■                                                                        {IJirattIa  aiano.) 

esta  sentencia,  este  rayo 

H            Ret.          «Yoel  Re;»  dití.como  ñero. 

que  del  mismo  cielo  cae; 

^^^H                      o)  criKl,  más  acertad»: 

y  la  tañare,  en  tal  cMfKhn, 

^^^B                     ¿yo  lie  de  decir  que  lo  firmón 

oyendo  el  trueno  ha  temblado 

^^^^^^_              jyo  he  de  decir  que  le  malo.^ 
^^^^^B             Kl  le  »i);ue,  elliit  dirán, 

yde)d  desamparado 

el  coraión  en  el  p«h<>. 

^^^^^^B            envidiosos     lir.tnos: 

MORAI.. 

(.varr.)  Aqui  hay  ta»i- 

^^^^H            Rey,  digo.  ÍMos  en  la  ilerrt, 

U.  At.v. 

¡Cámo  espanta 

^^^^^B             ^  otro  fiKC  en  este  p^so, 

Is  muene  con  su  gemido! 

^^^^^^             icitmi  he  limr)A<lo  «Yo  el  Rey>^ 

Atinque  entró  por  el  oido, 

^^^^^                jcótn»  ñrmi  lo  aue  es  falso? 
^^^^h               Letras,  si  lleváis  borrones. 

so  airavesi'i  á  la  ^'■'(t'>">B- 

Pasarla  quiero  bebrcndo.           <A«M 

^^^^^ft              caracteres  sois  de  encantos. 

SCCBET. 

Sentimiento  natural; 

^^^^^K            lincas  de  la             muerte. 

penst6ii  del  úiiimo  mal. 

^^^^^^K             no  US  vean  ojos  humanos. 

•MüHAI.. 

Sal"'  l>.iis  que  eMov  sintiendo. 

^^^^H            tOli,  pluma,  ticcha  con  yerba 

D.  Alt. 

Ea,  alentad,  co ratón; 

^^^^H                                                                 (ÁrrHala.t 

temor  no  d(béi«  sentir, 

JOkSAOA  TEItCüflA 


3üg 


porque  el  nacer  y  el  morir 
■Mos  semejantes  wn. 
Siempre  ádcttJkli*!.  nacimoi, 
SMmpre  en  miMriAit  oíatnos, 
cuando  nacemos  IlDratnos, 
lloramos  cuunda  iijurímos. 
Ei  que  nace,  ulir  quiere 
<lc  un  sepulcro;  en  otro  yace: 
sepulcro  deja  el  que  nuce, 
i  sepulcro  va  el  que  mucre. 
La  cuna  es  bien  y  es  usbajo. 
poique  sin  dÍ5iancia  alguna, 
cuando  cslá  liscia  arñba  es  cuna, 
lumba  cuando  nu  hacia  abajo. 
Bien  sabéis,  rey  verdadero, 
pues  sois  el  ori'>;Ínal 
de  mi  rey,  que  es  re>  inorlel, 
que  por  su  oten»  no  muero: 
ptfr  ías  vuestras,  vi.  )  av>mbre 
vuestru  gran  piedad,  mi  Dios, 
que  ofcndcriis  puJe  i  vm 
sm  hacvf  ufensí  al  humbrc. 
y  ofender  como  infiel 
no  puede  al  [ley  hombre  sabio 
sin  <{ue  vos  simáis  agravio, 
no  sintiendo  el  vuestro  41. 

SccRCT.   Kscuchodme  la  sentencia. 

D.  A\.v.    Sin  oifla  la  consiento. 
Niño,  lu  pérdida  siento: 
huérf.mo  mis,  ten  pMieiKia. 
Con  sólo  este  aníllu  vengo» 
dAr«!lc  este  último  bien 
y  mi  sombrero  iambi¿s, 
pues  yn  C3bej^.i  no  ten(io. 
Di  tú  al  l'tincipc  jurado 
que.  á  quien  sirve  cor  amor, 
aprenda  á  na^ar  mejor 

8ue  su  paare  me  hi  pagado, 
ien  se  que  atalaya  >oy, 
que  subi  desde  la  cuna 
«I  monte  de  la  íoriuna, 
y  avisos  al  hombre  doy. 
porque  se  guarde  v  isumbre, 
diciendo  con  voí  incierta; 
•Alerta  hunjurios,  alerta, 
no  confiéis  en  el  hombre.»     (Vaiut.} 


IvSCCNA  XXIII 
SmUh  ti  *«)  Pea  Jvjt>.<r  lüTArtí!.  y  cmiimb. 

RtY.        Fantasmas,  melancolías. 

^que  rae  qucríls  desia  suerte^ 

bombras  ¿qut  sois?  ^Ifnc*  ú  mueno? 

Pues  ya  se  acaban  ñus  días, 

basten  ya  tas  ansias  mías; 

dejadme  rigor  extraigo: 

con  pieJad  v  sm  rn^srio, 

todo  es  piedad  y  sentir, 

qucM'ilo  podre  vivir 

mis  que  don  Alvaro  un  «ño, 

si  me  cita  al  Tribunal 

de  Dios...  Kstoy  enitañudo: 

que  fué  siempre  el  dndichado 

lan  piadoso,  tan  leal, 

que  no  me  harJl  tamo  mat. 

y  i<(  culpado  nv  espero. 


No  permito  el  trance  ñero 
sin  piedad  y  con  niailcia; 
todos  dicen  que  es  justicia, 
y  quebrantarla  nu  quiero. 


KSCIÍNA  X.KIV 
Di<iia».jr  ttoüi  Ivíki,  Piaaimi.. 

JVANA.      Hcy  don  iusn.  rey  de  Castilla, 
y  metcceJordel  mundo; 
en  el  titulo  segundo. 
i  tus  píes,  se/lor.  se  humilla, 
como  viuda  turtolilU, 
la  misma  lealtad,  la  fe. 
aunque  sin  alma  se  ve, 
sin  don  Aliraio.  y  es  va 
sombra  de  lo  que  sera, 
no  sombra  de  lo  que  fué. 
Hey  piadoso  «cómo  puedes 
maiarnos  conimptedad> 
que  siendo  yo  su  mitad, 
el  mismo  lin  mcconccdcs. 
I>csdkhas  son  tus  mercedes: 
una  de  dos.  rey  airado: 
si  él  pecó,  tú  estás  culpaik> 
en  darle  honor  imprudente; 
si  no  erró,  y  es  inocente, 
j>por  qué  há  de  ser  desdichado? 
E,a,  Kcy.  que  es  singular 
la  pi«lad  en  la  grsiKl«ia: 
la  ley  en  naturaleza      ' 
pelea  por  conservar 
lo  -que  ha  sabido  criar: 
imiía  á  fíw,  si  renombre 
pretendes  que  al  mundo  asombre, 
que  untes  quiso  padecer 
que  Iwrrar  ni  deshacer 
e4ta  máquina  del  hombre. 

ftsr.         (Ap  I  Con  el  ulmu  enternecida, 
entre  piedad  y  rinor. 
yo  vcn^ü  á  estar  como  ilor 
de  dos  vientos  combatida; 
pesando  esiov  muerte  y  vida. 
jOh,  iii,  justicial  ^aqui  esiis? 
JMui,  amor,  li^nmas  dos? 
Peícid  con  cspemnicas; 
muera  6  viva  en  las  balonias  ■, 

E:r<)  la  justiciii  mis. 
uei'xj  mío,  no  hay  piedad; 
tru(«>  de  U  fortuna         « 
es  vuestra  pompa  velos, 
vuestra  majestad  caduca. 
Hoy  morirás,  y  lan  pobre, 
que  te  falle  sepultura: 
mas  no  tmpurta.  prodijiiosas 
scrin  las  obsequias  tuyas. 
Los  montes  scrin.  del  mundo, 
pirimides  v  col  un  as 
de  tu  rico  monumento, 
no  le  igualsrá  el  de  Numa. 
Kl  cóncavo  Je  tos  cielos 
seri  la  fúnebre  tumba, 
y  la  temerosa  noche 


,1    íía  el  arl|¡lB>l  dict:  'niurt»  via*,  en  lat  balas* 
fas*:  Je  ludo*  in«tl<>>  vi  paMic  t&  ma>  uKsru. 


3io 


ADVERSA  FORTUNA  DE  DON  AlVABO  DE  LUNA 


Bky. 


con  sus  baj'ctas  la  cubra. 

Las  esirellas  serán  hachas, 

pUM  son  faroles  que  alumbran 

en  el  eniierro  del  sol, 

en  la  tristeza  nocturna. 

Lágrimas  serán  las  fuentes, 

que  el  mar  anhelando  buscan, 

y  las  voces  de  tu  fama 

epitafios  que  reduzcan 

alabanzas  á  tus  dichas: 

si  el  Rey  falta.  Dios  te  ayuda, 

porque  tan  grande  varón 

no  cabe  en  menores  urnas.  (Vast.) 


ESCENA  XXV 

Kt  Ret,  el  Infante  y  criadat. 


Movido  de  aquellas  voces; 
más  piadosas  que  importunas, 
seguidme  lodos,  seguidme, 
y  esta  acción  tenedla  oculta, 
porque  historias  no  la  cuenten 
á  las  naciones  futuras. 
Por  si  alguno  nos  conoce, 
los  que  vinieron  se  cubran, 

3ue  quiero  ver  el  teatro 
onde  en  tfágicas  figuras 
representan  mis  mercedes 
en  agravios  y  en  injurias. 
¡Vive  Dios,  que  si  no  es  muerto, 
que  aunque  el  reino  se  conjure 
contra  él,  que  ha  de  vivir: 
mas  ya  mi  tardanza  es  muchal 
Infante.  Ya  estás,  señor,  en  la  plaza; 
que  parece  que  con  plumas 


has  venido,  y  aquí  tienes, 
si  mis  ojos  no  lo  dudan: 
el  espectáculo  triste. 
Rey.         ¿Quién  habla  en  él?  Ove,  escucha. 


ESCENA  XXVI 

Dacíibrota  un  teatro  de  iuto.  y  Hohilicos.  de  luto 
con  un  plato  pidiendu;  elcatrpu  aparte  y  la  cabtfa 
aparte. 


Moral. 
Rey. 


Moral. 
Rey. 


Dadme  por  Dios,  hermano, 

para  ayuda  enterrar  este  cristiano. 

¡Ay,  Luna  triste! 

saliste  tarde,  y  presto  le  pusiste; 

nunca  á  crecer  llegaras, 

Borquesi  nocrecieras,nomen{íuaras. 
>admc  por  Dios,  hermano,  etc. 
Si  la  vida  no  le  di, 
¿qué  importa  la  sepultura? 
Honras  le  hiciera  en  la  muerte, 
pero  de  hacerlas  resultan 
inconvenientes  agora 
que  de  su  bien  me  desnudan: 
arrepentido  estoy  ya.— 
Reyes  deste  siglo,  nunca 
deshagáis  vuestras  mercedes, 
ni  borréis  vuestras  hechuras. 
¡Oh!  ¡Quién  á  mis  dL'sceudicntes 
avisara  que  no  huyan 
de  los  que  bien  eligieron 
para  la  mudanza  suya! 
Y  con  este  triste  ejemplo 
de  la  envidia  y  la  fortuna, 
acabe  aquí  el  gran  eclipse 
del  resplandor  Je  los  Lunas. 


COMEDIA  FAMOSA 


LA  MEJOR  ESPIGADERA 


PERSONAS  DELLA 


El  rey  de  Müab. 

Rut. 

Orpí,  dama. 

BOHOZ. 

TlMHttEO- 

A^ER. 

Herbel.  ' 
GoMOB, 


pobres. 


Li&is,  pastora. 

NOHEHÍ. 

Jabel. 
Zefara. 

ASAKl.. 

Elimelec. 
Masalon. 

QUELION   >. 


JORNADA  PRIMERA 

ESCENA  PRIMERA 

balfn  ASEP  y  Kerbel,  pobres. 

ASER.        ^HastB  cuándo  ha  de  durar 

el  hambre  de  Palestina? 
Hebbel.    Mieniras  no  cesa  el  pecar 

no  cesa  la  ira  divina 

que  nos  quiere  castigar. 

Tres  añus  ha  que  olvidada 

la  tierra  que  esteriliza 

nuestra  suerte  desdichada, 

la  maldición  profetiza 

de  nuestro  padre  heredada. 

Mete  el  hambre  el  mundo  a  saco; 

ni  á  Cércs  paga  el  Agosto, 

ni  el  férli!  otoño  á  Baco, 
AsEtt.        Herbcl,  sin  pan  y  sin  mosto, 

todo  estómat;o  anda  flaco. 

Comimc  t'l  año  primero 

el  ganado  que  Icnía. 

sin  dejar  macho  ó  carnero; 

los  bueyes  maté  otro  dia. 


comiéndome  carne  y  cuero. 
Mis  tierras  después  vendí, 
y  comímelas  también. 
Por  pan  mis  alhajas  di, 
y  lacasa  que  en  Belén 
tuve,  también  mecomí- 
Ni  ya  tengo  que  vender, 
ni  el  hamnre  su  rigor  doma, 
pues  de  suerte  viene  á  ser, 
que  si  no  que  á  mi  me  coma, ' 
no  tengo  va  que  comer. 

Herbel.    ¡Pobre  de  quien  no  ha  dejado, 
Aser,  jumento  ó  rocín 
que  al  hambre  no  hayaguizado  * 
Ayer  me  comí  el  mastín, 
alcaiJc  de  mi  ganado. 
Por  tejados  y  rincones 
ando  a  caza  todo  et  dia 
(sin  ser  gato)  de  ratones; 
gazapos,  que  el  hambre  mía, 
juzga  pavos  y  pichones. 
Va  no  tengo  qué  comer 
si  Dios  su  rigor  no  aplaca: 
cayéndome  estoy,  Aser. 

AsEB.        Yo  anoche  cené  una  urraca. 

Herbel.    Yo  un  jernicabo  3  anteayer. 


1  Ki^uran  además:  Jamüel.  Niiiko,  CapitiIh  ismaelita,  Elfí  y  Asa. 

2  En  li  reimpresión  de  U."  Tere»  d*  Guzmio:  «quiudo.» 

3  Kd  la  mi5ma:  ■(zcrnicalo.» 


^^^  iis 

^^^^^^^^^^TinscSo^^BiDERA    ^^^^^^r^^^^^^^B 

^^m 

ESCENA  ti 

aunquk-  de  t^^^RFetiufi,         ^^^^^| 

^^^^                                             inulurn. 

Ltus, 

,i  pftlilte  ticnws  venido                    ^^H 

limosna.                                              ^^M 

ifue  la  di  liutio.                    ^^M 

^k^       LtMS. 

Pane  conrn>KO.  Gomofr 

Asea. 

Por  su  deudo  me  !ia  tenido.               ^^M 

^^^B 

l>  mitad  (le  nc|UCM;  pan. 

Más  da  el  duro  que  el  desnudo.         ^^M 

^^^^f 

M  c*  que  me  Uanti.  amoi. 

y  el  uvMro  que  el  perdido.                   ^^M 
So  hay  hombre  en  todo  lífrairi        ^^M 

^               OOMOÜ. 

Hambre  >■  «mor  mal  cAbrán 

Herbbu 

^^^^ 

vn  el  Dccho  de  un  pattoc. 
[>ie2  (lias  ha  que  p<>r  curmt. 

tan  cau<lalOv.>.                                     ^^M 

^^^^L 

Lms. 

¿ijui  importa,           ^^M 

^^^^E^ 

buscando  }  crLviü  perdido. 

si  á  nadie  empresta  ni  da?                  ^^M 

^^^^^^L 

airojos,  valki,dcslicrfo^ 

Lari^  hacienda  y  mano  cofia          ^^M 

^^^^^^^^^^^   ■ 

hecípulgad'j.  y  no  liecumtdu 
si  sofas  sciai  )'  bcrroi: 

mal  socorrer  nos  podrá.                   ^^M 

^^^^^^^B 

Las  trojes,  que  el  graito  ruío             ^^M 

^^^^^^^H 

mitad  vos  cómo  os  querrí 
comiendo  regalos  la  es. 

guardan.  de)ará  comer                       ^^M 
del  atretÍdogof(t<'Ío,                           ^^H 

^^^^^^^ 

V           Lnis. 

;SÍ  tú  amaras  bccnl 

y  el  vino,  que  viene  i  utr                  ^^M 

H                  GOMDR. 

Ccoi 

del  aAo  el  po>tre.'  despojo.               ^^M 

H^ 

anoche  un05  mcYCuriilo, 

en  vin.i>:ie  convenir                        ^^M 

^^^_^ 

y  lodo  ot  amor  purgue. 

pri/ner<i  que  remediar                        ^^H 

^^H|     Ln». 

^l^)uten  la  vida  te  cntrggú 

^^H 

^^^^r 

merece  iraur»  ansí? 

A»r«. 

Yo  he  (le  pedir                     ^^H 

^B           Gomo». 

jVtieta  villa  icn^o  yo^ 
MI  riJa,  inproio,  te  di: 

á  sus  puertas  y  incitar                       ^^H 

^^^       Una. 

su  ciiij|o  antes  que  morir.                  ^^H 

^^^K 

quequien  tirmemmic  amó 

Hk^sf-l. 

¡«.'ue  mal  que  le  cuadra  el  nombre          1 

^^^f 

mis  vive  en  la  cosa  amada 

de  Elirnelec!                                     ^^1 

^ 

que  co  si  tnitiiiio. 

Ase*. 

Signilica                      ^^fl 

H            Couoa. 

bien,  ipof  Dios! 

t 

hiot  mh,  porque  os  asombre.         ^^M 

^B 

El  trueco,  Lisis.  me  agrada. 

Gouon. 

Mal  el  ser  Üios  se  le  aplica                 ^^M 

H 

En  ñn,  que  yo  vivo  cii  vos, 

i  tan  a>arienlo  hombre.                     ^^H 

^B 

V  vos  en  mi,  iransíormada. 

Si  bien  me  quieres.  i)0  liay  duda 

que  D.OS  á  t'xlos  mantiene,                ^^M 

^L  '         Ltsts. 

V  mis  guardando  >u  k) .                   ^^M 

^^^^^^E 

que  vidas  hemos  trocado. 
Mif¿  si  es  Ttiún  que  acuda 

Hbrbbl. 

key  i  interpretarse  viene                 ^^H 

^^^^^^H 

Elmielec.                                        ^^H 

^^^^^^^ 

á  quien  vo  mi  vxla  he  dado 

Lisis, 

¡Que  mal  rey                     ^^M 

^^^M 

y  en  mi  la  que  tieivc  muda. 

quien  tjuardado  el  iri^>  tien<            ^^M 

^^^        (jOMOK. 

;AUol  Pues  que  me  da  s«r 

y  i  ningún  pobre  recibct                  ^^M 
bs  alma  el  rey,  que  del  modo          ^^M 

^v 

vuesa  vida  o^radccüla. 

Al». 

^^^^ 

no  lenjjo  que  responder, 

que  vida  ni  cuerpo  apercibe,             ^^M 

^^^^B 

un  que  i  áuicn  me  di6  su  vkia 
que  )'o  la  ¿í  de  comer. 

y  «sundo  toda  en  el  todo,                ^H 

^^^^^k. 

toda  en  cualquier  pane  vtve;            ^^M 

^^^^^b 

Medio  pm  me  ha  dado  Dio^ 

asi  el  rey  tiene  de  estar                     ^^M 

^^^^^H 

y  según  el  hambre  es  fiera. 

dando  diodo  el  reino  ser,                 ^^M 

^^^^^H 

no  hay  para  empegar  los  doi; 

y  en  cualqunT  pule  ú  lugar            ^^H 

^^^^^^^L 

mas  justo  es  que  yo  me  muera 
á  trueque  que  vtvais  vok 

lodo  lo  ha  de  s^iorrer                       ^^H 

^^^^^^B 

V  sus  miembros  sustentar.               ^^M 
Id  á  Elinielcc  con  eso,                        ^^M 

^^^^^H 

Pues  leiv¿is  mi  vida  ulld, 

COMOK, 

^^^^^^^1 

no  os  tíi  pena,  muérase; 

venítt  si  lo  cumple  anitl.                     ^^M 

^^^^^^^f 

que.  micniTas  hambricnia  esti, 

Lis». 

El  hambre  r>s  aviva  el  seso.                ^^M 

^^^^^^ 

comiéndome  el  pan.  podf¿ 

He«bbl. 

De  su  inuicr  Nohemi                          ^^M 

^B 

susienur  la  vucsa  acá.     (C'imt**!^) 

la  mucha  virtud  confieso,                  ^^H 

^1           Lisia. 

jkespuetU  tuya  es  aquesa. 

GoMon. 

llasia  empezar  en  Sué                       ^^H 

^1 

Urbaro,  ingrato,  haji)i>:>da^ 

sti  nomhíe  para  ser  buena,                ^^M 
que  el  vino  inventú.                         ^^M 

^^^^       GOMUN. 

¿Ot  verme  comer  us  pesa?" 

^^^H 

¿No  se  lo  quito  Ji  mi  vida 

ASER. 

Yos«                   ^M 

^^^V 

para  dárselo  ¿  la  vuesaf- 
Vo  me  venjjart  de  ti 

que  la  avaricia  condona                    ^^| 

^V          Lms. 

oucel  pueblo  en  su  esp'>so  te.                 ■ 
Nohemi  es  lo  mismo  que  hermosa.     ^^1 

^M 

si  el  rigor  del  tiempo  pasa. 
Klimcíec  vive  aquí, 

IIURBIL, 

^M               AlKtt. 

Lil». 

Fuílo  mucho,  mas  los  aiV»             ^^M 

^^ 

la  persona  mis  escasa 

traen  la  vejei  enfadota,                      ^^M 

^B 

y  rica  que  en  Itcltn  vi. 

envuelta  en  los  desenlíanos                ^^H 

H              GOMOH. 

)A  bucn.xs  puertas  nos  coge 

que  marchitan  cualquier  rosa.          ^^M 
Puv,  no  tiene  lanía  edad.                   ^^H 

^V 

el  hambre! 

Asea. 

^L           Hií»»rL. 

iKur^  ik  Dios 

Lisis. 

Ha  parido  ya  dos  veces.                    ^^H 

^^^^ 

(lUe  le  destruya  y  despoje 
oe  tn/ila  hacienda! 

GOMOR, 

Los  hijos  y  añu)  dejad,                     ^^M 

^^^^P 

juventudes  y  ve|cce%,                       ^^U 

^^^^     Aslu. 

Los  do», 

^ 

que  con  bambre  es  necedad              ^^1 

/ORNADA    PRIMERA 


3l3 


meleros  en  tsa.   » 

Hkrsei..  Anii 

d  ticmp»  y  himbiu  se  pata, 

GoMOR.    Kl  hainhre  no.  el  tiempo  tí. 
Si  l^liiTieli-c  n:)  »lá  en  oso, 
«le  \»  vii'liiii  Je  N'ohemi 
remediar  mi  il  iñt>  espero, 
que  es  ¡;efter(>SA  y  hutie^ta. 

AkCK.       Llamar  á  íüí  pucrus  uuieru 
V  poJilU.  M»>^nues  Csia^ 

MeuncL.  Si. 

Liais.  Su  picdftd  considero. 


ESCEXA  Itl 
ntciMa  y  NoMiitl. 

NoHSHí,  ¿FoMhle  eN<]uede  brraiit, 

que«c  interpreta  iibundiinie, 

os  olvidéis  mi  Üiu>  V«.^ 

No  hay  k:omar^a  leinejanie 

en  la  iribu  deludj 

en  frutos,  puc:)  de  Israel 

lauuj  se  solia  llumat. 

Vos,  scftof,  piadoso  y  llcl. 

que  á  Jscob  quisisteis  dar 

esta  tierra,  acordáusdc  ¿I. 

.Mirad  quccst£ril  y  seca 

afliic  vucslr.»  nación, 

^uc  cierra  el  ciclo  quien  peoí. 

No  es  licrra  de  promisión, 

ni  ha  dado  miel  y  manteca, 

ni  aun  yerba  en  estos  tresaAos. 

como  p'romclistcs  vo-s. 

¿Qué  han  de  decir  luscairañof 

sino  ímpuiaros,  mi  Dios, 

estos  traba]!»  y  daons.^ 

Ctilpará  la  providencia 

de  vuestra  mano  iniíiiita, 

contra  vuestra  omnipotencia, 

el  idólatra  mohabita, 

y  dirá  con  insolencia 

que  es  mejor  Dios  su  Dogón, 

su  Asiaroi.  su  Bshalln, 

que  no  \os,  Dios  de  Si6n; 

que  not  irujisles,  rn  ñn, 

no  á  tierra  de  promisión, 

aino  de  daño  infinito, 

r  dt  iteer-Snbc  hiiM«  Dan, 

loa  que  atlije  su  delito, 

otra  vez  sutpicarin 

Sor  lus  cebollas  de  El^tipto. 
o  permitáis  tal,  ieñor; 

vuestro  pueblo  socorred, 

y  dando  lin  al  ngor, 

no  por  nosotros  volved. 

mts  volved  por  vuestro  iionor. 

No  está  en  casa  mi  [liando: 

Ofsli  pobres  vinieran. 

que  pues  Dios  me  ha  enriquecido, 

con  «bundaiK'ia  comieran 

te  que  les  he  prc\enido. 

Pero  aquí  están.  Pobres  mios, 

¿querréis  comer? 
IIbrml.  Dios  lo  sabe. 

NoHKMf.   I'ícados  y  desvarios 


Gouoft. 
Asco. 

GOUOR. 


NotldMÍ. 

Lisis. 
Ases. 

NoHEMÍ, 


llKBWL. 


NOHKMI. 
COMOH. 

NohcmI. 


I 


limen  tus  cidos  con  llave. 
\'  los  eíli^ma);»>  fr>ü«. 
Seis  mcset  ha  que  no  si 
\q  que  es  pin. 

I 'na  barriga 
de  buey  onoctie  cene; 
dutlase  de  mi  barrica, 
que  no  hallari.  si  lu  ve. 
cosa  en  clU  que  encomiende 
i  las  tripis,  importante. 
Por  pie-  mi  estómago  entiende 
cual  bolsa  de  plciieinte, 
A  como  casa  c  iti  duendie; 
como  robada  inak-tj: 
como  brasero  eo  eerano: 
como  enfermo  con  dieta: 
como  lealtad  de  gitano 

Í' cerebro  de  poeta. 
Inirad.  mis  pobres,  que  oqul 
US  lengo  puesta  la  mesa, 
fleitue  i  Dios,  cuerda  N'ohemf, 
que  de  la  familia  vuesa. 
pues  n'>%  sustentáis  unu, 
«I  Mesus  deseado 
nunca  que  A  Israel  áé  s^otia, 
Vucso  nombre  celebrado 
qtiedecon  divina  liisioria 
cit  nuestro  libro  sagrado. 
En  ese  oculto  aposento, 
Asacl,  la  mesa  está: 
dalos  en  elU  susienui. 
pues  dlCco  que  el  ciclo  da 
por  uno  al  piadoso,  ciento, 
knirod  primeriiqije  scnea 
mi  esposo,  que  lltva  mal 

aue  de  su  hucienda  mantenga 
emi  itibu  y  nxtiiral 
los  pobre»,  y  unte»  t^ue  ten|[a 
.Masalón  de  eüto  noticia 
y  Quelión,  mis  dos  hijos, 
excusemos  su  malicia, 
que  ¡os  irat^aius  prutijos 
con  que  de  Dios  la  justicia 
nos  ailige.  los  ha  tiocho 
tan  conos  como  Á  su  padre: 
entrad,  y  tiA^aos  buen  provecho. 
Pues  de  pobres  eres  madre, 
jrcon  tan  piadoso  pecho 
acudes  i  nuestro  daAo, 
tu  casa  el  ciclo  bendiga, 
hónrete  el  propio  y  extraAo. 
Enliad. 

lio¡r,  Lisisamiip», 
saco  el  vientiede  mal  oiio.  (CaaM.) 
Si  de  i^gipio  el  hambre  licra 
nuestro  Ios£  socorrió, 
aunque  eviraña  nación  cea. 
y  mi  casa  enriqueció 
el  cielo  de  esta  manera. 

Spor  que  en  ella  ha  de  faltar 
los  de  Israel  sustento? 
Nlngíin  pobre  hade  ile^ur 
que  vuelva  i  salir  h  jmbríenio 
mientras  haya  que  les  dar. 


^^H        3 14 

ESPIGADERA                                                                 ^1 

^^^^                         ESCEfÍ\  IV 

ni  yo  '("V  n.idrc  inclemenie,              ^^H 

^^^^I^H                   Noumid,  Zn-AMA  y  Ialhc 

pues  ti                 1  manda                   ^^H 
Huvn                   i<jo  sustente.            ^^M 
¿viosi;  uLeiiu  más  cri;e1>                    ^^M 
vvióio  demanda  mis  licra.^               ^^H 
¡Vtve  el  .Señor  de  Israel!                     ^^M 

^^^^JAtKtU     1>                   .(.  nui-  _vj 

NotUHl 

^1                                 U'-'                 liu  ¿  curiicr 

^1                             Ol  Itij»  ijiii'  núsijuciiú. 

^ que  el  piJre  sólo  da  el  ser 

que  si  en  mi  casa  nu  hubiera            ^^H 

^^^^^^L              al  hi)0,  y  la  madre  no. 

mis  qtic  un  pan,  probara  en  M         ^^ 

^^^^^H             No  le  esconda»,     vs  que  quicm 

la  piedad  que  me  eniernK*.                      1 

^^^^^^^               que  refrene  mi  rijtor, 

^m             ZerAHA.  Madre  u>,  si  lú  padre  cret, 

^M                             y  itiemprc  nina  e  amor 

(^ue  el  hambre,  mi  Dio.t,  horrenda          1 

pueda  tanto  cuando  crvcc,                        1 

que  i  su  hipo  comer  pretenda            ^^M 

^M                          mis  que  el  hambre  en  las  muieres. 

un  padre,  si  es  que  merece               ^^M 

^B                          El  ser  como  tú  le  he  dudo: 

este  nombre  tal  delito!                       ^^U 

^H                             r)uevc  inc&cs  le  he  iralJo 

¿<,)uc  vuestro  rigor  no  aplaca            ^^M 

^1                             de  mi  sangre  alitiienlaUo: 

esto,  Seflor  infinito?                        ^^M 

^H                          con  dolores  le  he  parido; 

^^M 

^^^^^^               mis  pechos  le  han  suvienUtlOi. 

ASAKL. 

Sen  ora.                                       ^^M 

^^^^^^L              Elh  vino  Jaleel  pordas 

NoHKUl. 

^^M 

^^^^^^B              probar  que  eres  vúo  el  dueño 

cuatro  panes  y  uncabríio.              ¡^^^ 

^^^^^^H             dequKf),  nii  tomo  yo  ctla^ 

tVú  il  triado  fur  *)loJ       m 

^^^^^H              de  noche  i  coMa  del 

Sustentaos  con  el  lo<  dos;                       1 

^^^^^H              y  del  deNCun^iu        día». 

^^^^^H              Dalle, el  ser  ,;dc  que 

'  volved  por  mis  después,                  ^^1 
alcel,  qua  no  es  bien  que  vos            ^^M 

^^^^^^H                                   sv  quedara 

quccAcs  comer  A  quien  ct                    ^^M 

a,  semejanxadt.-  inov.                       ^^M 

^^^^^^H              y  antes  que 
^^^^^^H              y  del  alma  &c  informara, 
^^^^^H            sin  mi  amparo  pereciera. 
^^^^^H              Vida  le  difi  mi 

Venid  si  adelante  pa'ut                        ^^M 

del  cielo  el  nuor  prolijo,                     ^^H 
que  la  piedad  que  me  abrasa,            ^^H 

^^^^^H              en  mit  entrañas  estuvo. 

por  la  Vida  de  vuestro  hijo,                ^^M 

^^^^^^H              y  Cbov,  como  en  obrador, 
^^^^^H              3U  cuerpo  infirme  entretuvo, 

os  daré  A  saco  mi  cosa.                       ^^M 

Ttaedme  aci  la  criatura,                    ^^M 

^^^^^H              hasta  qtie  viendo  cii^idor 

que  i  cnatla  me  provoco.                   ^H 
f.omEtlc  un  padre  procura.                 ^^M 

^^^^^H             dd  alma,  que  no  te  has  dado» 

ZCfARA. 

^^^^^H             en  su  cuerpo  la  infundio, 
^^^^^H              por  mi  san^ri-  organizado. 
^^^^^^^              Oc  mi  con  vxla  sali6, 

que  en  fe  de  costalles  poco                ^H 

no  ponen  mis  que  La  hechura.            ^^U 

ASAtt, 

tSali)  Aqiii  i-slá  ei  cabrito  y  ci  pan.          1 

^^^^^^B              hermoso  y  pcrflcionadu; 
^^^^^H              tnas  de  ti  tan  imperfecto. 

Jalrbu 

(A  Auii.)  V  en  tu  señora  se  ve            ^^1 
la  cuidad  de  .\briham,                      ^^| 

^^^^^H              que  aun  hasta      ser  de  animal 
^^^^^^H                                     respeto 

sU  amor,  su  piedad  y  fe.                    ^^M 

NOtlKMi. 

iQue  la  maldición  de  .Adán,                ^^M 

^^^^^H              Mío  de  homhrv 

mí  I>tos,  le^ifi  tal  poder                     ^^H 

^^^^^^p            siendo  de  111           efecto. 

que  lleftue  en  un  padre  á  tanto          ^^U 

^^^^^V^             ¿Por  au¿  has  de  queror,  inKraiu. 
^^^^^^K               (cuando  el  ser  de  ti  tuviera) 
^^^^^H                conicr  lu 

que  a  quien  ü«>  la  vida  y  ser,             ^^U 
comal   'ero  ^qu<^  me  espanto             ^^H 

si  i  vos  os  han  de  comer?                  ^^M 

^^^^KB              ^u  "<adre  ^oy  verdadera, 
^^^^^B                y  «s!  cscoriil¿ne!c 

^^H 

^^H 

^^^^^B                cúmemu.  titano,  á  mi. 

ESCENA  V                                ■ 

^^^H^                que  su  misma  carne  soy, 
^V          Nohzmí.  fQu4«tesio? 

Iheitaa 

jr  a«l#n  ELIHU.11C,  tl*»Ld»  y  Qi;iit.iAa,            ■ 

^^^     Zbfama.                       i(.>h,  cuerda  NohemS 

I:lihkl. 

UlaMaitMo  ■«(•,i<l.os  jueces  mi  pan  á        1 

^^^K                      crueldades  has  de  ver  hoy 

para  dar  í  pobics?  ¡tttienul           (mi       1 

^^^K^               (^Ur  le  han  de  nácar  de  li. 
^^^^^K                                  iro.  no  padre. 

ÍLü  que  vo  scnibic  y  cogí?                         J 

jyo  ni                <  .^^eniOflo                   ^^M 

^^^^^H                              :io  qucdlóet  seri 

^^^^^H             sin  ^iii:        ni  amor  le  cuadre. 

Muera  la  ¿■cr.n:  ullana                        ^^M 

^^^^^H               quiere,  hirbaiu.  i:omer. 

de  hainbie,  que  yo  no  doy                ^^U 

^^^^^^             r  yo,  que,  en  fin,  :ioy  su  madre, 
^^^H                   le  defiendo, 

á  quien,  Co::               'jarana,             ^^M 

se  come  su                                           ^^H 

^^^■^      Jalecl.                       Si  se  atreve 

sin  reparar  ■•>. ii.jtuai.             ^^M 

Ames  pcKar^  i  mii  trojes                   ^^M 

^r                          el  hambre  á  mt  hiio  ansí. 

^^^_                     la  necnxiad  me  mueve. 

fu<f¡o,  y  vaciaré  mi  vino.                   ^^H 
Padre  y  scttor,  no  ic  cnuies;              ^^M 

^^^b                      La  vida     el  ser  le  di. 

Masal. 

^^^^^^              pagúeme  tn  t^ue  me  debe. 

que  pues  C(?n  tul  dcs4ttni>                  ^^M 

^^^^^H              que  in  irat<ato  tan  urgente 

lo  que  É  tanta  costa  urgei                ^^M 

^^^^^H             00      injusta  mi  demanda. 

te  catán  pidlcivdo  los  lucccs,              ^^M 

JORNADA   PttlMEAA 


3i5 


EUMEI.. 

QuiLlAx 

CUHSL. 


Jauesl. 

EUMBL. 


NoiicmI. 
IEumel. 


NohkmÍ. 


Zar  «HA. 


Zepaca. 


con  n(};átselohj$t:umplKlo. 
¿A  los  poixri  viles  Iiixcs, 
4iu«  siempre  ba^uri  han  &ÍiJo 

Tú  lo  mrfoccs. 
pu«  di-  pstp  pin-W'í  tiuno 
no  In  rno. 

A  hii  ,iritno, 

«no  tiii>aj4ii  Ji'  .n^itinn, 
Vicncn  i  hurur  «1  tvfsno 
prtmctu  me  nuMintaré 
debelen  y  a«b:ir>ii: 

firimeio  i  Moal»  me  irí. 
Icvanijo  mi  l)Ai;t«i)tln  nlll, 
que  un  p«n  i  lus  puhrcsdé. 
Mus  ^qiil^r)  son  cMos  qito  auui 
me  cau^•  cnfatk)  et  niirallusr 
l'ux  «leudos  lomos. 

Nohvnit, 
¿masqué  puri  %uíicnull03 
venir  lu>  Iikí^iv  uquí? 
K^vcriltil.  Porex^uur 
que  it  iu  liiío  un  padre  no  coma, 
lo  que  VM  les  mati.lé  iJiir. 
:lnfcrna1  furU  ruv  iixiul 
No  mi  casa  rías  de  u^jUr. 
¿Sihcs  que  licncs  J«>  tiijos? 
¿Satín  ta  i-sicnlidad 
que  Mngni:i»  en  artos  prolijos 
hambre,  petle  y  mortandaid. 
que  l»s  cauíUk-s  mis  lijos 
ha  deshecho  «a  ct  rigor 
con  que  el  ciclo  nos  provoca? 
^Ni  á  mi  me  (Knes  amor, 
rróJigii,  perdda,  loca? 
A  til»  patienies,  sfflor... 
jQue  parientes  mi»  cercanos 
que  tus  hijo  y  marido? 
bollad  el  Dianiar,  villanos; 
come  el  hijo  mal  nai.Hl(i 
liechura  de  vuestras  maao«. 

Echalcn  ite  ahí,  Misalün. 
I>1<M.  pe^ie  (le  Israel. 
^A  los  que  luk  ih-udnsson 
c-t  justo,  avaro,  crllcl, 
iraUr  ansí? 

Que\tbn. 
rnitalos  iodos  A  pulo». 
Salid,  ínlames,  i  coces. 
De  mal  árbol,  frutos  malov. 
Permita  I>ios  que  no  ((oCes 
tui  avarientos  fejtalos; 
púdrame  tus  viK-s  niieses, 
vinaftreel  vínose  lürnc, 
los  lobos  Coman  iitt  mes. 
jamas  tus  lechoi  .tJornc 
el  oiofloen  su-  "-     ■  -es. 
De  tu  hacicnd.i  •> 

patrias  <-\irañ.'^  .  .^..^l.^.ies; 
no  halles  hi.'iipicín  en  poMadoi 
y  como  al  pol^tc  persigue:} 
del  rko  seas  mal  tratado. 
Fáltele  el  C^s  en  que  esperas, 
y  ejecute  su*  Cfl)tlf;<>s 
en  esas  entrañas  (ícfas; 
cnin  tui  mis  enemigos 


fuera  de  tu  patria  n 

No  ^u.--N'i5  más  A  li 

ni  til  jmansen, 

ni  «■[■■  !'Ti 

en  qut  \n  k-scanscn 

con  los  ilu  :  .  ,  lOn.       4  faiur.) 

¡Ah,  míati-c^'  de^diue  entrar 

por  un  p«lo. 

Va  se  han  ido. 

NoiiemI.  Mík  padres  hundo  encontrar. 

(Jueuóx.V     -^    --ii-      -^is  querido 

■par. 
,1  ■•■■ncs 


MasaL. 


KUHKI.. 

AUsitu- 


NOKSMÍ. 


1  nn. 

Si  II  . 

■:   tri({ü 

¿que 
bel* 

■icer  después? 

.  ^l  llielKlÍKO 

es  pi; 

■iiiir  es; 

>'  el  r. 

-K   HÜ' 

ir  y  abriuu 

de  los 

pequeños  V  hambrientos. 

, 

'1  'ixón 

1 . 

i>. 

Salid. 

ha>, 

que  ir 

i  Itl.. 

salid. 

ml^^ 

•»s. 

queqr 

1  nii  ' 

.liCflliil, 

Elmul. 


inútiles  y  «iniuci.jsas: 
qui:  lu  mesa  ric  de  quemar, 
que  de  I  ais  contaminada 
la  que  tu  vino  i  convklar, 
}  U  <:»ia  que  apeitada 
SB  es  oprobio  ttcl  lu^Nr 
jt/uí  «ituardiis,  reliquias  bafas, 
de  Israel  polillas  cruelcsr* 
Haasiu..  Guarda,  avaro,  tus  mi^niti.  iVamt.) 
K(.iiiii:u    Kitiniad  que  tos  inaniclcs 

no  (n  iirii- 1  hi.t  (Je  morufos. 
V  lu.  eral, 

om  I  I  ,:ido  el  provecho 

■  :Uii  y  <:audal. 

'1  torpes  ht\  hacho 

mi  k«s«  nuble,  nospil.il, 
ya  mi  mujer  no  ic  iljuicii. 
pues  no  lo  merece  ser 
aoien  Ahué^pcijcs  inTamcs 
■-  ■  íiter, 

'  Ames. 

ÜJIII:!:     -IS    IMVO    L.-C    ludo 

I»  que  tan  mol  apruv(>:lias, 
que  H  Kasias  de  ese  modi> 
mi  bacHnda.  diré  que  la  echas 
«  pobres,  que  es  en  ci  lodo. 

ESCENA  VI 

NdHiHl,  Kuaisac,  Mas4i/>i>.  i^iiahróa.  Satt  úait^» 
MU  ■•)  r^al*e•^n  etrnt  y  rja,  <uia<«iirii>,  r  una  «r- 
yilltU  Al  vMilto. 

Gojioii.    El  mlnti>  que  ino  provoca 
me  lu  escondido  i  la  iñlcad 


1    Ba  la  rdiaf  rcMO*  JKo^  «y  krlboaa.* 


1^^^^^       3in                                                       L^  MIClOIl  ESPIGAbKBA                                  ^^^^^^^^^| 

^^^B                        del  L-ontitr.  iA>,  lumbre  local 
^^^H                      pucs  que  no  liiy  sc)(urij«ij 

NoHCHt,  ¿t.os  pobres  ouécomcrán^^^^^^^B 
en  tan  míscranle  estado^                        1 

^^^H                        dnde  U  mano  á  la  boca. 

«Porquéen  Belén, DiosdcAbtaham.     1 

^^^H                      Dcfadmc  acabar  primero 

«I  pan  li-s  haDéis  negado,                       1 

^^^H                        de  etic  pUlti  la  tarca. 

si  es  Belén  cas»  de  pan?                            1 

^^^H                      ¿irrudji  un  pin  y  en  carnero. 

Klimsl.     ¡Kucj^o  del  cicla  en  nación                        1 

^^^^                      y  deipuís  mil  que  me  vej 

que  me  ha  puesto  en  este  trance      ^^m 

^V                                y  riña  este  :ivar<>  ticro. 

por  tu  necia  condición!                      ^^M 

^M               KuMr.l,.    -'Aún  quedi  uin-  cunvidado^ 

NoiiEHi.   ¡Quiera  Dios  que  no  te  alcance        ^^M 

H                             Ycnco». 

en  Moab  su  maldiciánt        (Vnu)       1 

^1             GoMOH.                  rMjenme  que  cuma 

^J 

^1                                Mln  poco  que  ha  quedado. 
^1               EUMKi..    E\  plJiltí  y  H  pan  le  toma. 

ESCENA  VIII                        ^M 

^M               GoMu».     Zantptmi-lo  de  un  bocado, 

Sal*u  l'raaaie,  Ri'r,  Upr*.  Nisiao  y  naiicni.           1 

^1              Bi.inKi..    iVIvc  [>ius,  que  to  tías  de  echar, 

£l/alanM.                                    ^J 

^M                                vilknu,  ú  ii4s  de  niLiiiif 

^1               CoMott.     ^Dc  qué  le  Ita  de  aprutcctlSI 

Truaneo.                              ^^M 

H                             mascado  ya? 

En  el  teatro  verde                                               ^^M 

H              (h'ELWN.                      No  le  h»  d«  ir. 

desia  alam<>da  umbrosa,                                 ^^M 

^^                                mf  ndÍ;io.  de  me  lugar 

y  al  nacimiento  desia  Tuenie  (fia,                     ^^M 

^M                                (.un  m>ni»r  que  se  convi«na 

vida  del  alntn  mía,                                                    ^^H 

^B                               en  lu  vil  siiUanciii  y  vida. 

Rut  discreta  y  ticimota,                                     ^^1 

^M               GOHok.     Señiir,  que  iiteihoí^i  advíertH. 

por  quien  mi  amor,  ganándose,  se  pierde,               1 
duerman  pesares  p.ira  que  recucfae                ^^M 

^H               t^Liuri,.    Echa,  infame,  la  comida. 

^H               liíjMiiM.     ,;l'i)r  J6,  si  cierra  la  pueru? 

el  contento  petJid»                                             ^^H 

^U               Klimkl.    Ahi^^alde.  v  cun  ella  muera. 

que  en  lu  r>»tro  IIi>riJo                                      ^^M 

^U             GoMOK.    Ya,  seiioics.  lo  despacho.    [SuHiatt.'í' 

la  primavera  alei;rc  retrataba,                           ^^M 

^M                             td  mañana  d  la  jtagucra 

y  acabándose  en  ti.  mi  vida  acaba,                   ^^M 

^H                               por  ello.  pci¿n,  boirachú. 

A  esta  sombra  te  asicnia.                                   ^^M 

^^^^^^^                  y  podréis  Cobrarlo  en  cera.       tV<Mr.) 

que  en  tapices  de  ttorcs                                      ^^M 

cojines  de  labi  burda  Anultea,                          ^^H 

donde,  aunque  el  Sul  desea                                ^^M 

^^^V                            EST.lvNA  Vil 

hurtalle  suscolores,                                            ^^M 

^^^^^^^                             tluaoi  Mino  GoKOO 

porque  sus  rayos  en  sus  V|0S  v«a,                  ^^M 

no  le  dv|an  entrar,  por  mAs  qtie  sea                 ^^M 

^^^H       EitMCL.    Nii  he  de  Citar  mis  en  B«|¿n, 

su  luz  penetrativa,                                              ^^M 

^^^^^^^               no  ha  de  verme  má»  Juda 

los  árboles  que  arriba                                         ^^M 
verás  icjicndo  y  enlazando  ramas,                    ^^M 

^^^^^^1                 adunde  enfad.-)  me  den 

^^^^^^ft                holcBíane^  de 

^^^^H               Todo  el  i^njdii  prcvín,    i^niAj/vj 

»«n  de  Us  frescas  Dores  guardadamas.            ^^M 

he  tus  melancolías                                              ^^| 

^^^^^V                 bestia»,  caballos,  camellos; 

el  ri|;or,  Kui,  suspende:                                      ^^H 

^^^^^^K                mí  hacienda  en  lo^  carro»  carga. 

dtviene  aquí  losciistalinusojos.                       ^^M 

^^^^^K                que  i  Moab  he  de  ir 

Si  el  campo  olvida  cnO)Os,                                ^^H 

^^^^^H                pues  nocs  la  jornada  larga 

por  este  campo  extiende                                 ^^M 
a  vista,  asiento  de  las  dichas  mías,                 ^^M 

^^^^^H               ni  hailar¿  pobres  «ntre  ellos. 

^^^^^H               Esta  noche  be  de  panirme. 

<)uc  en  i\  mirar  pudrías                                  ^^M 
mi  amoroso  cuioado                                           ^^H 

^^^^^V               ¡vi\c  Dios! 

^H             Mas.vl.                    Medio  es  prudente. 

al  vito  retratado:                                                 ^^H 

^^^         K  LiuíL.    Mendigos  no  hin  de  alligirme; 

mas  ¡flvl  que  si  en  las  llores  que  diviso            ^^M 

^^^^                        maldtua  Dios  lan  ruin  gente, 
^^^^^^^                 que  viven  de  pcrM^uiniic. 
^^^^^K                Apmiad  nuestra  partida 

las  tuyas  ves,  te  volverás  Narciso.                    ^^M 

Mira  esta  fuente  clara,                                       ^^H 

que  en  líquidos  rodeos,                                      ^^H 

^^^^^H                 y  huyamos  de  cstji  langosta. 

amuroiii  este  prado  besa  y  tifie,                        ^^H 

^^^^^H                quea'brasa  nuestra  comida 

y  parece  oue  riñe                                                ^^H 
mal  pairados  deseos                                             ^^M 

^^^^^^H                    se  sustentan     costa 

^^^^^^"^                de  mi  hacienda  )'  de  mi  vida. 

de  quien  yerba  del  sol  «  de  lU  cara-                 ^^M 
En  las  yñlras  repara,                                      ^^M 

H^             Masai..     Vecmo  soy  desde  hoy  más 

H                            de  Moab. 

que  con  eternos  lazos                                     ^^M 

^1             OiruÓN.               Vamos,  MasaláU. 
í^t               NoitCMi.   ^'A  tierra  idolatra  vas? 

todas  se  tornan  brazos                                        ^^M 

hasta  que  de  su  umanie  el  cuell»  (oca,            ^^U 

H               Elimbl.    Huyo  üc  ta  perdición 

cada  cual  por  juniar  boca  COD  biic:i,                 ^^M 

1^^^                         cruel  ifue  a  mis  bienes  das. 

Pinten  mi  confian/a                                            ^^M 

^^^^                        No  ouicro  que  en  tierra  quedes 
^^^^L                     donae  mstas  de  ese  modo 

los  troncos  de  estos  olmos.                                 ^^| 

dando  la  mano  A  aquestas  verdes  parrak,         ^^M 

^^^^^^H                lo  que  lO  adquirir  no  puedes. 
^^^^^H               Cargaldo  en  os  carros  todo, 

cuyas  hxjBs  bizarras,                                      ^^M 

con  ({t^nerosos  colmos.                                        ^^M 

^^^^^K              deisd  solas  las  paredes. 

néctar  á  Baco  dan.  <iuc  amur  akanjai            ^^M 

lOBSADA  psimfha 


3'7 


y  <nv¡di«  mi  nfettm^ 

ver  en  lizoí  estrechos, 

como  hijos  de  los  pechos, 
icolgirdo  Io%  SBrmieniDN  lov  rncimos 
[que  al  mnirímimío  dan  frutos  opimM. 
'MitxIcKaUs  hcua, 

los  pagar i>t  Iravícson; 

C4)fnpcii(  con  la«  hierbas  y  l«  florn. 

que  en  Te  de  iu&  umores. ' 

5C  dan  con  dulces  bews 
tplumat.  pof  braio^  y  por  labioí  picos, 
icaniandd  villancicos 
lá  Apoto  cuand»  navC, 
'porque  lo  nuevo  aplace. 

Mas  ¡ay.  de  mil  que  como  amar  ignoras, 

canias  si  peno,  y  si  me  alrntfi^  lloras. 
LTodo  muestra  alearía, 
lia  fuente,  el  monte,  el  prado, 

los  irholes,  las  aves  y  lus  pecct: 

sola  Iii  te  entristeces. 
de  luto  has  pobljdu 

él  rio,  el  prado.  «1  m<»nie,  el  sol,  el  dU: 

llora  la  fuente  Iría: 

Ja»  aves  <)ue  eniunoran, 
í^r  verte  llorar,  lloran, 

y  yo,  que  todo  á  padccello  vengo, 

DO  SÍ  qu¿  licnes  cuando  amor  le  tengo. 

Rut. 
'Si  maflsnt.  Timbreo, 

me  esperas  dar  la  mano 

..-quí  sosoechas  contrastan  tu  lirmcta^ 

S'o  guarda  la  trlsieza 
^lírmino  cortesano, 

li  corresponde  »mor  siempre  al  dc«xh 

Lo  que  me  quiere*  veo. 

lo  que  padezco  ignoro 
'^ín  saber  de  qué  lloro. 

Si  un  mal  humor  los  gustos  dt^aiona, 

mi  amor  estima  y  mi  rtftur  perdona. 

TiuBneo. 

Su4  compendiosa  y  brcrc 
ligando  lasiimas 
'  y  en  Usiímosas  dudas  satisfaces! 
íii  en  reciprocas  paces    - 
mi  amor  mañana  animas, 
eternice  el  amor  su  yu^O  leve. 
Pero  pues  se  atreve 
Upilida  iriste/a 
que  envidia  á  tu  belleía. 
canud:  mas  nunca  ul  canto  el  mal  resiste, 
que  al  alegre  da  (;usto.  y  peiva  al  irtsic. 
(Cdnfdi )   «Flureciías  que  Rut  bella  pdsa. 
mientras  sus  ojos  recados  os  ven, 
no  os  riáis,  no  os  riAis.  que  no  viene  bien 
con  sus  lágrimas  vuestra  risa.» 

Tinuiieo.  Del  Itey,  mi  tluí,  eres  hija; 
á  Modb  has  de  heredar, 
contigo  me  he  de  casar; 
deja  U  pena  prulijii, 
que  ciuirtdoel  pesar  te  a  Rija, 
para  que  te  alcsres  basta 
la  corona  iiue  contrasta 
melancólicos  humores 
de  tu  belleza  divisa,    {Ctiitiii.i 
•d^lorcciiBs  que  Rui  bella  pisa*,  etc. 


Bi.*r, 


La  tristeza  que  es  vmlcnis. 
menos  su  n^or  perdona 
i  la  diadema  y  coropa, 
antes  con  elU  seaumcnlH: 
en  los  I^^lac¡l■^  k  alienta 
debajo  del  v>tioreiil, 
y  pcrdoivando  al  sayal, 
vive  en  artesones  de  oro. 
Ría  el  prado,  que  yi)  lloio 
pcnusqueel  pesar  me  avisa.  (MAMea.) 
•  ^'lI>^ec:u^  que  Rut  bella  pisa»,  etc. 
Tmanüo.  Si  A  entretener  no  estáis, 
árboles,  prados  y  fuentes 
las  tristezas  inclementes 
qtwen  quien  adoro  aumcniéis, 
ni  t:on  el  viento  finjiis. 
las  unas  risa  cu  las  hoja!!, 
DI,  entre  las  arenas  rojas, 
mováis  decrntjl  tos  Ut>Í4>s 
las  otras:  llorad  aitravios 
de  una  voluntad  remisa.    (Cdititn ) 
«Florecitasquc  Itut  bell»  piva»,  etc. 

TiwaRKú.  .¡Purmlése  mi  espoia? 
NisiKo.  Si. 

TiMBHiio.  Dejuldit.  que  siempre  dsucrto 

es  de  la  trisie/a  duei^o. 
Onri.       Muí  leiidii  que  llora  ansí? 
TlMUBKo.  Pocií  amor:  porque  la  di 

el  .lima,  que  no  se  aircve 

d  pasar,  ingrata  y  leve, 

^  no  es  con  pena  y  ii[    i; 

porque  aburrcce  ci  .If    :   i 

por  no  pax""  ■''  <l"e  dein-. 

Mas  si  m;iftana  ha  de  ver 

mi  esposa,  mal  conteluro, 

cuando  quejas  dar  procuro 

en  luiíAr  de  B)triidecer. 

Muchas  vccc-i  Mn  tener 

catiM  la  melancoliii 

crueles  efectos  cria. 

como  en  mi  espos4  se  vot 

tal  vez  la  triste»  fue 

víspera  del  alegría. 

Yu  espero  querella  tanto 

que  otra  ve/  la  aurora  fíesca 

en  su  semblante  amanixca. 

V  trueque  en  contento  el  llanto. 

t>uer.-in  nii  Rut,  y  entreunto 

en  fe  de  lo  que  la  adoro, 

despojemos  el  tesoro 

dr  <-ste  pradal,  )  de  su  flor 

Cor-'n.is  rija  jni  .«mor 

micnirav  w  pone  la  de  oro. 

( Vaa»  (oifoi,  y  «iitif  ai<  Dul  •íormMa  > 

RSCRNA  IX 
5<ilea  Muai0«  y  Ambu 

AtARL      Ksia  noche  llegaremos 
A  Moab. 

Masal.  Mientras  la  siesta 

del  sol  los  cuerpos  moicsu, 
AmcI,  descansaremos. 
A  las  sombras  deleitables 
de  este  bosque  hasdeasuaur 
bs  liendits  t  upiccnur  ' 


3i8 


I.A  MEJOR  ESPIGADERA 


el  ganado. 

AsAEi..  ¡Quf  agradables 

riberas!  ¡yué  alegre  rii)! 
su  marfjen  es  un  verjiel, 

iMasai..     Nii  se  echa  de  ver  en  íl 
la  sequedad  del  eslío, 
ni  ol  rifi'T  de  uintos  años 
con  (lue  Iiaoen  los  cielos  guerra 
á  la  israeliti>:a  tierra. 

ASAFL.      Mereccmijs  estus  dañus 

porque  nuestra  tjente  cicna 
miiinar  i  Dius  no  sabe. 

Masai..     Tiene  el  pecado  con  llave 
las  nubes,  y  ei  ciclo  niega 
el  agua  á  nuestras  querellas, 
que  como  contra  él  pecamos, 
mientras  culpas  no  lloramos 
no  quieren  que  lloren  ellas. 

ASAEI..      Kn  .Moab  viveoi  hartura. 

Masal.     Mientras  esto  rigor  pafia 
olvidaré  patria  v  casa. 
Brindando  está  la  frescura 
de  aquestos  álamos  bellos 
al  sueño. 

AsAEi..  Hacer  la  razón. 

.Masai  .     Kntrotanto  que  (.luelión 
hace  dsscargar  camellos 
y  en  las  tiendas  sedeíienden 
del  sol  mis  padres,  aquí 
cama  decampo  escofji. 
diinde  sus  raMis  no  olendcn. 
Vete,  y  diles  donde  quedo, 
y  vuéiveme  i  despenar 
cuando  quieran  caminar. 

ASAKi..       Voy.  pues.  (I'd».! 

KSCKNA   \ 

.Masal..  .\  esta  sombra  puedo 

lo  oüi'  queda  ^il'^cansar 
ik  la  sii-sla.  ¡Mella  luenie! 
No  lia*  cosa  qiuel  sueño  auriienie 
coniii  i's  i¡  oir  cantar: 
t  s;  en  ias  i;ii;ias  ti-mpkidas 
di"  Cst.'--  I":^',:i.-.10S  crista  íes 

cantan  loni.s  naturales 

SU'-  co'.r:i'n:es  enla/aJas. 

¿quL-  rc\ts  bav  que  merezcan 

ei;  cimas  que  muik'ii  ll>res 

diir::i;r  ovendo  canluits 

sjn  qtie  lainas  se  oiirunquezcanr 

bichóme,  pue-,.,.  Mas  ¡ay,  cielo! 

una  muier  duerme  aqm: 

¿niuier,'  mal  diie,  án_i;fl  si, 

que  c   n  las  ro'-as  del  suelo 

cnipucn  las  ilo  >u  ca;a. 

S;  en  la  k'\  qne  pr.iíese 

no  n;i'  cnsoñ.ira  la  íe 

que  h.i\  Mijo  ;in  IV.'s.  afirmar.» 

qui-  cr.i  la  :r.:snia  ik'J.id 

de  la  :ii.idrede!  ;  m^r. 

;\  :i>se  Hermosura  miior? 

So  diitnia:s.  o\o-,  \elad 

m-.eniras  su  amor  me  desvela 

\  el  alma  en  su  visia  hermosa. 


imita  á  la  mariposa 

dando  vueltas  á  la  vela. 

Solia  reírme  yo 

de  que  afirmase  un  amante 

que  hava  amor  que  en  un  instante 

se  engendre:  perú  ya  no, 

pues  quiere  que  experimente 

esta  hermosura  dii  ma 

que  hay,  cual  muerte  repentina, 

también  amor  de  repente. 

Instantáneamente  abrasa 

una  casa  el  rayo  licro: 

rayo  es  amor  más  ligero: 

mas  ;av!  si  yo  fuera  casa 

que  tal  huésped  mereciera 

¡qué  bien  que  le  aposentara! 

todas  las  puertas  cerrara 

Eara  que  no  se  me  fuera. 
■  na  mano  de  cristal 
la  hermosa  mejilla  apoya: 
mas  bien  merece  tai  joya 
tal  en¡;aste  y  basa  tal. 
A  descansar  vine  aqui, 
y  hallé  por  descanso,  cielos, 
amor,  temor  y  desvelos.  ^Eícacha,} 
Parece  que  habla  entre  si. 

\t<iii,  tntre  sueüo^i 

Hi;T.  Hija  soy  del  rey  moabiía; 

mas  ,;qué  importa  el  nombre  real 

si  en  lo  que  es  más  principal 

mi  padre  el  gusto  me  quita? 
.Masal.     ;V:Ugameel  Dios  de  S  ún! 

Hija  del  líey  dijo  que  er,i. 

¡.\v,  amor!  ^ulvéos,  quimera. 
Rt'T,         ¿.\mur  no  es  inclmaciiinr 

,;Pues  por  que  contra  la  mia 

á  Tinibreo  me  han  de  dari* 

Yo  no  me  quiero  ca-.:ir. 
.Masal.     ^íüelos  y  amor  en  un  d;a? 

¿dulce  y  amargu  en  un  punto? 

.jpena  v  ¡¡usiotn  un  suivto? 

¿amor,  sospecha  v  respe!. >■■ 

,-vi\ij,  ciei  is.  V  difiint.'?' 

¡',)ue  contradicciones  l:enei 

voluTUad  desorden :<da! 
RiT.  .\  Isr.iel  sin  inclinada. 

.Masvl.      Ue  aquí  Colijo  m;s  bienes. 

Isr.iehia  so\,  pr>^\cn, 

amor,  mi-,  \ciniiras  va. 
I'i  r.  lie  la  iribii  de  Jiidá, 

y  vecino  dt'  llc.én 

tía  de  ser  s.iU>  mi  dueño. 
.M;*SAL.     ¿Il;i^  dicha,  h.iv  ■■ueite  mavt,r? 

IVspieriii  le  cÁiré  amor. 

laioreciiinie  lu  ■•m-ñ  '. 

Si  me  aborreces  despierta 

c-.'mo  me  eliía-  .i-^r:!!  da. 

no  .iespienes  en  la  \.A.i. 
Hi  r.  1.a  iev  aborrc/c  .  ii,.vr;j 

de  m;  c:e^a  id.i!.iir;.u 

a!  Kyi  dv'  Isíavl  ni.    nc^:'..i 

de  un  orácu  ■  ■  o  \  -!  . 

que  e>iiniii  p.-r  pr.;.,:.i. 

Si:  O-ie  i:n  esp;>s<  ■  :i  i  L.rt'a, 

e.  ;ii:i'.  nuMe  de  K'rat.i, 
que  i-n  mi  suces;i>i;  ti-.-.iira 
dilaiada  de  manera 


^^^^^^^^^HHBM^n^^^^^ 

^^^^^r 

PRIMERA                                                     3i9              ^H 

^^H             que  llrgur  su  filUma  rama 

Parece  hebreo  «a  el  irafe,                         ^^M 

^^^H             al  ciclo  mii  cininrnu. 

y  para  que  le  aventaje  ^^H 
i  Timbre)  el  alma  mía                              ^^H 

^^^B             pata  que  ni  ■su  flor  se  asiente 

^^^H              un  lYv  Ihm  aat  i  Israel  ama. 
^^^B              Y  M  ct«i  hn  lIc  5cr  ansi. 

basta  sólo  el  parecello.                               ^^H 

Sei^uro  á  dormir  se  echó;                           ^^H 

^^^^               no  mi  padre  ni  Timbrco 

mas  (¡Uicn  lal  lama  cobiv&,  ^^H 
que  sm  asir  del  cabello  ^^H 
i  la  ocasión,  resistir                                ^^H 

^^                     impelirán  mi  deseo. 

^T    MatAL.     Nu  duermen  lú,  tnsa  yo  si. 

■                        proreiisu  sabÍ4  y  cierta. 

se  \up>,  duerma  en  lal  cama,                 ^^H 

L                       poes  que  tú  durinicndn  sabes 

que  quien  cobra  buena  fama                     ^^H 

H^                      tnuclio  iiiAs  que  lai  mis  tirares. 

Ivien  puede  ivharve  á  tiormir.                        ^^H 

^^^^              Abre  los  ojos,  despitriu... 

Hermoso  talle:  Israel                                   ^^H 

^^^K              Pero  duerme,  que  e«  razón 

bellezas  noubics  cfia.                                ^^H 

^^^H               no  diuas  rn  des¡>cnsa(k> 
^^^B              S)  íé  i  tu  sueAo  estov  dando, 

De  aquesta  suerte  sería                            ^^H 

Jacob  cuando  vió  i  Kaqucl,                       ^^H 

^^^B.              que  los  sueldos  sucJIns  son. 
^^^V              Yo  estoy  mucnuí  vo  estoy  ciego, 
^^^B              li  la  recuerdo  se  ita. 

según  en  su  hisioila  he  visto.                   ^^H 

lAvl  iSi  fuera  mí  ventura  ^^H 
Raquel  de  aquesta  hcrmusural                   ^^H 

^^^H               y  si  dueitne  no  podrá 

Mas  it\tíi  es  esior  ,-Ans!  resisto               ^^M 

^^^H              uber  mi  miiurosu  fue(t». 

el  primer  encuentro,  amor,                        ^^B 

^^^H              Si  t(i  que  durmiendo  alirnia. 

<ie  vuestro  fuc);ol'  Ks  hebreo:                   ^^M 

^^^1             despicita  api  ucb^,  dichoso 

la  mclinacíón  v  el  deseo                              ^^H 

^^^B               yv  que  ven^o  á  sc(  su  esposo. 

le  dan  carias  Je  favor.                                ^^H 

^^^H              f  mi  esperanza  •lonlirnia. 

¿P«ro  d«  mi  honestidad                           ^^H 

^^^B              iCúmo  iberio  pndrtí^ 
^^^B              La  indusiriA  me  ha  de  ayudar. 

tan  ptesto,  liero  titano,                            ^^H 

Us  aras  limpias  prof4no^                           ^^H 

^^^B              A  eMi  pnrie  me  he  de  vchxr, 
^^^H              y  qu»auermi>  lingífú, 
^^^B              para  que  cuando  clespicrie 

Volved  en  vos,  libertad.                              ^^H 

Mas  SI  mañana  Tinibrra                            ^^H 

ttcne  de  tiranizaros,                                      ^^H 

^^^B              averi|;üc  la  verdad 

^cuánto  es  mejor  rmptcaro»                    ^^H 

^^^B             de  su  amor  y  voluntad, 

en  este  ullardo  hebreo?  ^^H 
Pero  «como  sabrC  yo                               ^^H 

^^^B             que  vii!(ul«me  de  eMU  suerte 

^^^B              algo  conforme  dirá 

que  mi  amor  querrá  admitir                   ^^H 

^^^B              con  lo  que  hu  dicho  itormJda.  (fücAatr.) 

quien  viéndome  at|u!.  ádnrmir                 ^^^| 

^^H             jAy,  libertad,  ya  perdía, 

tan  descuidado  se  echó?                            ^^^B 

^^^H              tarde  el  atma  os  cobrará! 

Nc  admitcel  israelita                           i^^^H 

^^H             DespenaliR  aRora  quiero 

muicr  de  contraria  ley,                          ^^^^| 

^^^^              para  que  m<  vm  dormido. 

aunque  sea  hija  de  uñ  Rey:                      ^^^| 

H                                                                íDttpíM*U.f 

mi  suene  me  hizo  moabiía;                       ^^H 

■    Rut.         ¡GeTos,  cielos,  favor  pido! 

huyamos.  pue>,  pasión  fiera.                      ^^H 

^B                     morir  escojo  priniero 

PfTu  fCónio.  si  conmigo                          ^^H 

^B                     oue  tor/ur  mi  mchn.iclón 
H^                    Jando  la  mano  á  Timhrco. 

^\c^  ó  ceios  mi  encmi(|u?                           ^^H 

Mas  revJMJríle.                                              ^H 

^^^^            que  aún  no  esioy  despierta  creo. 

Masal.     iFí —      '  '-■'-•  •  Kspera.                  ^^M 

^^^B              jAy.  inquieto  corax<>n! 

^M 

^^^H              iQtuc  aun  durmiendo  me  lormcntcd! 

t'ii                            '  :<lcanzB                   ^^B 

^^^1              Mas,  ¡ciclos!  ^quion  esta  a^ui? 

mi  amor  que  me  da  esperanza                     ^^H 

cuando  el  sosiego  he  perdido.                   ^^H 

^^^B             jun  hombre  junto  de  mi. 

Pero  de  sucAos  ^qué  espero                       ^^H 

^^^B              V  mif  vasallo>  ausentes^ 
^^^H              Hsréle  malar;  mas  no, 

sino  quimeras  v'enKifto?                         ^^H 

Sofi  ocasión  de  su  lUÓO,                             ^^H 

^^^H              que  quien,  viéndome  dormida, 

S4  hallando  aquí  eMeeiLiranjero.                ^^H 

^^^B              pudienilo  ofender  nii  vida. 

i  Timbreo  causo  enii|os,                            ^^H 

^^^B              mi  ho;iosiidid  no  injurió, 

pues  mal  encubrir  podrí                          ^^H 

^^^B              milirilalle  no  merece. 

mi  nuero  amor,  cuando  s^                      ^^H 

^^^H              0  es  bien  njK:id<j.  ó  es  luco. 

(fue  le  pregonan  los  ojos.  ^^H 
kn  la  amorosa  violencia                           ^^H 

^^^B              Asabedc  amom  poco. 

^^^B              quien  la  ocasión  que  leofrecf 
^^^B              e)  iue«1u  y  la  snloiad 

el  mis  urgente  remedio                               ^^H 

es  eí  poner  tierra  eti  medio                         ^^H 

^^^B              pierde;  mas  no  hay  ocasión 

quien  no  tiene  resistencia.                           ^^H 

^^^H             que  en  el  prudente  varón 

Honor,  huyamos  atioia                               ^^H 

^^^B            despwrtc  a  la  voluntad. 

de  quien  dormido  os  maltrata.                   ^^H 

^^^B             A(;r«dccK)s  le  t-sioy. 

MASat.  jPues  ansí  pa>;as.  ingrata,  ^^H 
áqukn  lu  bvlle;ti  adorad                            ^^H 

^^^B             y  si«l  agradecimleriio 

^^H            d«l  amor  es  fundamonlo, 

Rut.          Soñando  en  quien  ama  está                       ^^H 

^^^B             aficionándome  voy 

para  aumeniar  mis  desvelos.                     ^^H 

^^^B^      i  su  noble  concsla, 

A  mor.  si  venis  con  celos,                        ^^H 

^^^^^   3ao       ^^^^^^^^^t^tE/OR  kspiíimVfT^^^^^^^^^^^^^^^^^H 

^^H                        ;q'jiín  (l.'^;'.^^T'-  7".Ifá> 

cuando  me  nflÍKetu  ocsu.         ^^^^^ 

^^^^        Masal.     ^i  i  mi  n.>.                 l-4  bkn 

Pierdo  i  un  tiempo  lo  que  ^ann              1 

^^^^^^^m                y  dvsuns  qui^ 

como  el  que  lÁ  nido  alc>n2u             ^^m 

^^^^^H                sea  tu  ei(K>t'>,  cfraie» 

)'  el  pdjar»  que  cogu>                         ^^H 

^^^^^H                soy,     ini  pjtiriii      Belén: 

se  le  v<il<ide  la  mano;                        ^^B 

^^^^^^H                     la            lie  Judá 

lUimo  el  soñado  (Icm'u,                            1 

^^^^^H               no  hallafSs  quien  me  aventaje 

como  el  que  en  sombras  se  ofusca...      1 

^^^^^^B                on  hncienJa  ni  en 

(Itul.Uf  Jftr"  ■!  votu  )       1 

^^^^^^H               ContiRij  (Itipcn&ac-'t 

Ri'T.         El  que  bicn  ama.  bien  busca.                 1 

^^^^^^B                 snxir  que  no  gusfila  ley, 

Ilusca  si  amas  bien,  hebfvo.                   ■ 

^^^^^F                cuando  Ifi  Rucsira  lo  impida. 

^^M 

^              Bit.          ;Ay.  rtpernníj  perdiJfi! 

ESCENA  M                       ^^^1 

^^^                          perdone  mi  puJre.  el  ftey, 

ft«  ^^-rf  l-H  1  ■ '■                                                                                    ^^^^^^^^^^^H 

^^^^                        y  el  amor  ii'tn  que  me  ofuico 

Maui  ax.                             ^^^ 

^^^^L^^                 u  lo  (iiic  eMucho  es  verdad, 
^^^^^^K                 aue  e   Iiuir  ci  tieoedad 
^^^^^H                (le  1»  que  ha  unto  que  busco. 
^^^^^^^H                Per»  Si  viene  'l'imhieg 

jQuc  busque  t»en,  s!  amn  bien?  ^^1 
Dices  bien;  por  ii  estoy  loco;  ^^M 
nunca  mucho  cosi6  poco:                 ^^| 

^^^^^^B                    le  nula            he  de  hacer? 

alai  mit  penni  me  den;                      ^^H 

^^^^^H               huelo            ha  de  ser 
^^^^^^H                  del             que  te  po^eo. 
^^^^^^               Mu;atnoí  de  csie  impo&ible. 

que  en  tu  Mftuimiento  irin  ^^| 
hasia  hallarte  quien  le  adora.  ^^| 
como  el  sol  lias  el  aurora,  ^^B 
y  tras  el  norte  et  imán.                    ^^M 

^^^_         Masal.     Mienirj^yii  viva  nohar^s. 

^^H 

^^^B                         Djme  inii«nc,  y  quedarii 
^^^^^^                  libre,  tirata apacinte: 

ÜSCT.NA  XII                                  1 

MAUtOn.  Sai*  o'  eacuentrn  üoMtni.  altonltAa.           1 

^^^^^B                 pa(;n  i  quien  le  Kuafdii  el  sucflo 

^^^^^H                      ulciitler  i  lu 

KuiiKMi.  «A  dAnde  vasdcsdichatlo?  ^J 
Huye  el  encuentro  i  la  muerte         ^H 

^^^^^H              con  itesdcn,  &i          riKOT 

^^^^^H              didiva  de  un  nobkdueiVo: 

que  en  castifio  de  tus  culpas  ^^M 
i  cortar  lus  aflús  viene.                   ^^M 

^^^^^V                 íttnftt 

^^^^^B                 con  iii^raiitud:  quebranta 

Los  bárbaros  ismaelitas.                    ^^B 

^^^^^^H                la  lev  inviolable  y  santa 

que  vn  lus  devciius  silvestres  ^^| 
destos  montes  y  estos  valles             ^^| 

^^^^^B              que  al  exiranícro  da  hospicio: 

^^^^^H               mátame  y  veiedc&puCs, 

tiendas  por  ciuilides  tienen,               ^^| 

^^^^^H                cobrarás  de  iiigfala  nombre 

cuando  al  dcS\:ufilo  ir  al  sueño          ^^B 

^^^^■^ 

tu  padre,  ftanado  y  l>icnes                  ^^M 

■             Rut,                 ^Oinócetme,  hombre? 

rendidos  buscaban  <ombras             ^^M 

^^^_                      jSabu<(  que  priiKesa  es 
^^^B                          de  Miúb  1n  que  atrevido 

que  el  sol  la  íutu  impidiesen,          ^^M 

nuestras  iK-nda^  aiAltarun,                 ^^B 

^^^^^^_                 usas  ofender 

y  primero  que  pudiesen                      ^^B 

^^^^^B               jSabcs  que  u 

^^^^^^r                 fos  que  en  mí  tiuardt  Irían  venid» 

jiuner  defensa  bailante                         ^^B 

á  sus  Ímpetus  ciüeles.                        ^^B 

^f                               la  vúla  puedo  quítaite? 

Iti  padie,  herma»"  y  criadas            ^^M 

^^^         MaSAi..     Sií  que  M1Í4  Icdejamn 

de  sus  airantes  aleves                         ^^M 

^^^L                      cuando)  mis  penaste  hallaron. 

prueban  los  bftrbaros  lilut               ^^M 

^^^^^                y  que  pudiera  iinraviartc 

V  las  caras  vidas  pierden.                   ^^M 

^^^^^^                mi  amor,  <ii  ci  respeto  nuevo 

iiu  sanftre  tifVe  estos  campos,             ^^B 

^^^^^^B                que^uard»  li  tu  hcr!ntr>a  cala 

y  el  cristal  resplandeciente                ^^B 

^^^^^^                  mis  dcseus  im  enfrcnera. 

de  este  rlu  y  este  arroyo                     ^^M 

^t               Rut.         Si  pait^i  loque  te  debo 

en  liquido  coral  vuehen.                   ^^M 

^^^B                         no  toy  dt^a)ua decida; 

Nuestros  (tañados  se  llevan,             ^^M 

^^^H                     premie  et  uru  tu  Ínteres. 

h>s  pastores  y  mujeres                     ^^M 

^^^^^^^                                                         (P^lt  mn»  tailtnat 

de  su  torpeza  déspotos.                      ^^B 

^^^^^V                Si  me  icuardasic  coní-t. 

que  k  sus  apetitos  t  enden.               ^^B 

^^^^^K                 para  u"ardarie  la  vida 

El  oro.  fnyai  y  >!nlas                          ^^M 

^^^^^^B                es  bien  quede  ii  me  ausente. 

en  que  la  avaricu  t»en«                      ^^B 

^^^^^^B                purquc  nv>  vivirás  más. 

cifrada  su  (id]til  dicha,                     ^H 

^^^^^^B                    no  me  vnv      aqui  e-^lis, 

ya  son  males,  que  no  bienes:            ^^M 

^^^^^H                de  tu  que  tarda  mi  K^nte. 

castijto  del  Cielo  justo.                      ^^B 

^^^^^H                Rkifiíi  corremos  t.'>s  dos. 

con  que  A  tos  pobres  pretende           ^^H 

^^^^^H              que  >o  tuviera  dicha 

ven^iar  de  ruestra  ciueldad.               ^^B 

^^^^^H                SI  conio      cuerpo  se  aparta 
^^^I^^P                se  anartara  el  xlina.  Adtós.  (Vtttj 
^^^^^^tiktiit^      Dden  el  liftcro  paso, 

que  es  I>iOS  padre  de  inocentes.         ^^M 

.Sc(:Astt-isles  el  sustento                      ^^M 

siendo  doudo«  y  parientes.                 ^^B 

^L^^                        lol  (k  hu  resplandeciente. 

^quí  mucho  si  i  Un  cxtrath^s            ^^1 

^^^^                       que  «penas  guio  tu  orknte 

sftor*  el  ckio  enriquece?                  ^^M 

^^^^^■^^■^^^^V^^^^^^^B 

^^^^H 

SEGUNDA                                                         Sai                ^H 

^            Mufk^  Eljinelec,  mi  etposo. 

CapiTiit.  Tu  llanto  á  piedad  me  mueve.                 ^^| 

^^^H             por  l<K  quetle  hambre  muefen 

Vida  )  libertad  Ir.  doy,                            ^^B 

^^^H             en  Jud»  y  t^rntU. 

el  &or  le  deben  dos  veC6S.                            ^^H 

^^^1            Imaitinó  ñundo  aui«nie. 

Quitaldos  esos  lesiidus                            ^^H 

^^^H            coaKnar  sus  bi«ne«  rico. 

entre  la  e>pesura  verde                                ^^H 

^^^B            mas  como  son  bicnM  muebles 

deste  bosque  reservado:                           ^^H 

^^^H            los  bienes  de  \»  foituna, 

i  esta  muier  solamente                               ^^H 

^^^H            no  es  mAfjvillique  tuteen. 

no  la  quitéis  cosa  alguna.                            ^^H 

^^^H             Por  guardar,  hi|u,  lo  poco. 

QUKLii'iK.  Qtiicn  tos  pobres  aborrwoe,                       ^^M 

^^^H             lodo  el  aviro  lo  pierde. 

y  á  Dios  en  ellos  maltrata,                       ^^B 

^^^V             Huye,  no  pierdns  la  vida, 
^^|H             que  viene  un  li  la  muerte. 

razón  es  que  pobre  quede.                       ^^H 
NoiiEuf.    jAy,  Elimvlec  querido!                             ^^H 

^^^IXtAL,     A  buen  licmpo.  ciego  amor. 

iamis  el  consuelo  espere                          ^^B 

H                  abracándome  pretendes, 

enjugar  mis  tristes  o|OS,                              ^^B 

^^^             pues  mirAndoie  desnudo 

pues  que  los  privan  de  rene.                      ^^H 

^^^b            imposibles  toco  inlcnie. 

Masal.      Olvidad,  alma  allipda.                                ^^M 

^^^H           Perdí  i  mi  padre,  mi  hermano. 

quimeras,  que  si  los  bienes                         ^^H 

^^^H             perdí  mis  criados  fieles. 

&on  las  alas  del  amor,                               ^^M 

^^^H            mí  haciend»,  mi  amada  p>:ria. 

,icóma  es  posible  que  vuelen                    ^^B 

^^^1             «y  también  que  pierda  quieres 

mis  eiperiDzas  sin  alas?                           ^^B 

^^^H             la  liburiad.^  Vn  ,:qu¿  vales 

Pues  no  es  mucho  Que  se  seque              ^^^t 

^^^H            3iil  hiicienda,  amor,  ^uvS  liieces 

la  yeUra  de  amor,  faltando                   ^^^H 

^^^H             Its  almas  con  flechut  de  oro. 

interés  que  la  sustente.                           ^^^^| 

^^^H           y  al  plomo  pobre  abrirreoe»? 
^^^H             Pues  la  espeninxa  me  quilas. 

^^^M 

^^^M 

^^^H             pues  despojado  me  ofendes. 
^^^H             pues  que  me  dotas  desnudo 

JORNAÜA  SF,GUNI>.\                ■ 

^^^B           )»sio  será  que  medejcs 

^^^M 

^^^H           tu  también,  que  no  es  ra^ón 

RSCEN'A  PRIMERA                                ^M 

^^^H            que  exiranjero  y  pobre  intentes 

SaliH  r¡  K«r  nt  .Vujia,  Rut.  Ok*  .í,  TiMaaaa.  Kuiao             ^^M 

^^^H            imposibles  de  unn  infunla. 

yiiinyt.                                               ^^^M 

^^^H           aunque  dí^as  que  los  vendei. 

^^^^H 

Rsv.        jFs  posible,  hija  querida,                         ^^H 

^^^                 ESCENA  XIII 

Dicho*,  «ahn  n.i  Cantíi  DiixurA  )■  rnu  mioado). 

ouc  cuando  para  con.suelo                          ^^B 
de  mi  vejeit  afligida        '                             ^^H 
en  ti  crei  darme  el  cielo                              ^^^t 

Sol»,  r.'  Aqulcstdn. 

un  báculo  en  que  mi  vida                    ^^^^H 

CapitAk.                  Maialdos  Iodos 

sustentase  al  untve  peso                      ^^^^B 
de  mí  edad  y  Tu  grandeza                           ^^^| 

H                  si  humildes  no  se  rindieren 

H                  al  derecho  de  las  armas. 

que  con  el  reino  intereso,                            ^^B 

^M    ^                                          ¡Sitean  prnoí  QucliAn.) 
H    NOHKMÍ,    lot  radiüat.)  ICl  acero  mis  valiente 
^M                   act  más  bárbaro  enemigo 

quieres  Con  esa  tristeza                             ^^B 

quitarme  el  descanso  y  seso?                      ^^H 

^Nu  me  bastaba  el  cuidado                    ^^^^t 

^^                   es  cortiis  con  la\  mujeres. 

que  en  mi  larga  edad  se  ve?                 ^^^^| 

^^^H             con  los  vencidoi  piadoso. 

;Cúmo  de  un  reino  pesado                      ^^^^| 
ís  car^  sustentara                                   ^^H 

^^^B             con  los  humildes  clemente. 

^^^1           Valeroso  ismacliía. 

sobre  un  báculo  quebrado?                      ^^B 

^^^H           hijo  mío  es  el  que  ofreces 

^<,~>ué  interior  mclancolk                          ^^B 

^^^M           i  los  ñlos  de  tu  alfanje. 

eclipsa  la  tui^  hermosa                                 ^^H 

^^H           y  esotro  que  agora  prendes 

de  esa  cara  que  es  mi  día?                           ^^H 

^^^B           es  primogéníio  mío: 

;Qu¿  cierxo  seca  la  rosa                              ^^H 
de  e«a  primavera  mU?                                 ^^B 

^^^H           ^qué  injurias  te  hacen  que  vengues? 

^^^B             ¿quí  (tioría  en  malollos  )(nnas^ 

jQüi  riguroso  pirata,                              ^^^t 
hurlando  al  gusto  el  tesoro,                 ^^^H 

^^^H            ^ué  viclorin  ilustre -idquieres? 
^^^H            Goza  la  hactencli  que  llevas. 

te  añige  y  matarme  traía.                       i^^^H 

^^^H            conténtate  con  la  muerte 

cuando  tus  cabellos  de  oro                        ^^^| 

^^^B           lie  la  mitad  de  mi  vida. 

daban  valor  i  mi  plata?                            ^^B 

^^^B            del  ducilo  que  cita  alma  tiene. 

Un  mes  ba  que  en  dilaciones                    ^^B 

^^^B            Aturió  mi  esposo  á  tus  manos; 

suspendo  tu  casamiento,                          ^^H 

^^^B            deja  estos  retratos  líeles 

y  flnfjiendo  ocupaciones                       ^^^H 

^^Hp            de  su  noble  original, 

doy  riguroso  lormcnto                        ^^^^B 

^^^"              porque  mis  penas  consuelen. 

á  enamoradas  pasiones.                        ^^^^| 
¿Cuándo  tras  la  noche  oscura              ^^^^1 
de  CSC  escondido  pesar.                         ^^^^| 

■   Capitík.  «Tus  hijos  son  estos  dos, 

^                     >■  tú  la  señora  eres 

del  despojo  que  gozamos? 

tirano  de  tu  heimosura,                              ^^H 

NoftCMÍ.    Yo  soy  la  quei  tus  pies  vierte 

volveri  el  sol  á  alumbrar                         ^^H 

B                  el  cora/ón  por  los  o¡os. 

de  lu  cara  mi  ventura?                             ^^H 

H             COMEDTAS  RE  TIPSO  I>e  MOLÍ» A. —TONO  1 

^^B 

^^1 

^^^^    ^32 

LA  MKJOrt 

^^^^^^^^^^^^^H 

¿Cuindo  del  hermos»  e«pc|u 

quiero  peider  lo  que  gano.  ^^^H 
Piérdase  el  reino  que  espero             ^H 

en  que  mil  pena>  encaño 

y  mi  amor  ciftadu  Jeju, 

por  II  esperar;  tu  belleza                   ^H 

quiturái  et  tmie  paflo 

pierda  11) i  amor  verdadero.               ^H 

para  cnliatse  este  viejo? 

la  esperan»  que  ya  empieza      ^^^H 

¿Cuándo  en  tu  rustro  gentil 

á  secar  tu  rigor  licro;                   ^^^H 

cobrarin  su  resplandor 

la  vida  que  en  ti  confia               ^^^^| 

Rut,  «1  coral  y  el  marfil? 
^Caindo  poblari  de  Dor 

y  el  gusto  que  puse  en  ti;                 ^^M 

que,  aufiquc  es  en  ofensa  mía,    ^^^H 

tus  mcjiltatcl  Ahríl? 

más  quiero  perderte  á                 ^^^H 

jY  cuándo,  en  lin,  mi  des«» 

que  lu  pierdas  la  aU^rfa.          ^^^H 

su  vcjcx  rcmoMf*. 

Rev.  «Qué  callando,  mi  Kui,  quieres  ^^H 
dar  &  mi  vejei  enojos?                      ^H 

y  en  lo»  brnxos  de  Himeneo 

xegaro  dormir  podrá 

el  rtrme  «mor  de  Tímbreo? 

Rut.        I'adrc,  siempre  en  las  mujeres         ^H 

pueden  livianos  antojos                  ^H 

m           TiMUKO.  No  ti  digna  mi  suene  dura 

tiranizar  sus  placeres.                     ^H 

que  goce  sin  contrapeso. 

¿Quién,  padre  y  señor,  creyera,  ^H 
cuando  de  tus  reinos  soy                 ^H 

seílor,  tai)  grande  hermosura. 

Quíteme  su  amor  el  seso. 

y  tesoros  heredera,                            ^H 

y  su  desdín  In  vertlura. 

que  de  la  pena  en  que  tSXOj  ^H 
la  causí  una  oya  luert?  ^H 
El  dU  que  á  divertir                          ^H 

seré  amante  desdichado. 

y  tendré  que  agradecer 

menot  al  amor  vendado. 

sal!  al  campo  con  Timbreo              ^H 

que  el  pesar  con  el  placer 
de  mil  buJay  ha  mexclad». 

pernio  que  Mielo  sufrir,  ^H 
(que  en  el  mundo  no  hay  deseo       ^H 

\           Orfá. 

jEs  posible,  prima  mU. 

que  llegue  el  gusto  á  cumplir)  ^H 
dormidí  al  sonoro  acento                 ^H 

que  no  libremos  el  mal 

que  dcstierfa  tu  alegría? 

de  la  música  sOave,                      ^^^H 

La  cnTormcdad  más  monal. 

di  ucguas  al  pensamiento,         ^^^H 

la  mavor  melancolía 

oue  cerrar  los  ojos  sabe  ^^^H 
de  un  Mercurio  el  instrumento.  ^^^| 

lomcaio  buscar  procura; 

y  el  tormento  que  hay  másgrsve. 

Todos  sota  me  dejaron,                    ^H 

conocido  se  aseitura. 

y  apenas  en  varios  sueAot          '^^^^ 

porque  ei  mal  que  no  se  sabe 

mis  cspcrnn^ns  pintaron            ^^^H 

con  dificultad  se  cura. 

gustos  ahora  pequeAos,             ^^^H 

Habla,  oue  ouien  comunica 
lU  mat,  ios  dolores  mengua. 

que  al  cielo  entonces  volaron,         ^H 

cuando  perdiendo  el  d<coro              ^H 

porque  remedios  aplica: 

al  valor  que  en  mi  v  ve,                   ^H 

U  enfermedad  toda  es  lengua 

á  un  extranjero  que  ignoro         ^^^M 

que  sus  tormentos  aplica  *. 
Habla  el  pulsu,  la  color, 
hablan  las  manos,  los  ojos, 
el  destemplado  calor. 

Ti  que  cuando  desperté              ^^^H 

con  mis  codicia  del  oro            ^^^H 

que  de  mi  cuello  pendU                   ^H 

que  de  mi  honor  {que  ieini6            ^H 

lo«  suspiros,  los  enojos. 

su  ofensa)  mientras  dormía             ^H 

los  desvelos,  el  dolor. 

la  cadena  me  quitó                     ^^^H 

SoUmcntc  en  ti  se  muda 

que  en  más  estima  tenia.  ^^^H 
Quise  dar  voces,  Icmf                 ^^^H 

este  orden,  pun  del  modo 

queiuvidahaspuestoenduda, 
en  ti  ha  enmudecido  todo 

la  muerte  que  amenazaba:        ^^^^| 

déjesela  en  lin.  y  huí                  ^^^^| 

viendo  que  padeces  muda. 

adonde  mi  gente  c«taba,              ^^^H 

I          R*v. 

I'or  mi  vhU,  m  es  de  estima 

y  Unto  ha  podido  en  mi            ^^^H 

en  tí  quien  el  ser  te  dio. 

tu  atrevimiento  y  mi  pena,  ^^^B 
que  entretanto  que  el  adrón  ^H 
darme  la  suene  no  ordena,         ^^^H 

por  la  de  tu  esposo  y  prima, 
Rut  mía.  que  Kcpa  yo 

la  pas>6n  que  le  lastima: 

que  me  robó  el  corazón  ^^^H 
(quiero  decir  la  cadena).  ^^^H 
no  hay,  podre,  para  qué  trates        ^H 

aclara  ia  confuuón 

que  mi  veje/  «tropelía. 
Danos  de  tu  mat  razón. 

1                 OHfÁ. 

que  cobre  el  gusto  perdido          ^^^H 

cara  prima. 

por  más  que  el  tiempo  dilates;  ^^^H 

K            TiuaiiKc 

Esposa  bella: 

mira  lo  que  en  mi  han  podido   ^^^H 

ti  yo  he  sido  la  ocasión 

mujeriles  disparates.                     ^^^H 

de  «w  pesar,  que  tirano 

RxT.        Pues,  Rut,  ^por  causa  lan  poca  ^^^H 

i  dos  en  uno  atormenta, 

á  perder  la  salud  Tienes?  ^^^H 
¿Eso  á  petar  le  provoco,             ^^^^| 

y  sientes  darme  la  mano, 
a  trueque  que  eslía  contenta 

cuando  mis  tesoros  lienes         ^^^H 

^^—^^ 

hftcieixlo  ley  de  tu  boca?          ^^^H 

^^H          1    aSiplIua  w  tee  an  li  rtlnir«tw6a 

TwanRO.  ¿Una  cadena  te  agravia,            ^^^H 

JOKNADA  SKOIINDA 


333 


siendo  bastuite  i  impedir 
tu  alcsrU  y  ere^  ubiA? 
Tratladi  á  Moab  é  Oflri 
pide  á  los  (Ttoiiies  de  AfAbia 
de  >ut  paitos  «bund^nies 
el  Krndtado  mat«l; 
(Üiccl  A&ÍA  sus  diamantes, 
y  entre  perlas  y  coral 
%us  crisuliios  brillanies; 
bálsamo  Ilfíipto  dHIile, 
y  de  imbar  \c  ufreica  pomaí 
con  que  III  pe:u  aniquile; 
plata  Tani^.  Saba  aromu, 
Mdn  el  pcfia  gusano  hile 
que  teja  el  mcdij  con  oro, 
y  el  muiice  dc>pu¿&  liña, 
y  en  fe  d<  lo  >^ue  lu  adoro 
para  «jue  tus  sien»  ciAa. 
el  iol  te  di  su  tesoro, 
que  una  cadena  e^  bajeza 

3ue  ectipu;  et  hcfmoto  Oriente 
e  lu  divina  bel  leía. 
Ltiego  yo  díte  reí  a  mente 
os  callaba  mi  tristeza. 
Ño  la  materia.  Timbreo. 
cuando  %uci-do  i  mi  padre, 
de  la  cadena  de^c», 
lino  el  dármela  mi  madre 
y  el  liunArmela  un  hebreo 
de  mi  pena  es  la  ocasión; 
que  soy  mujer  te  conñcsú, 
cuya  lese  inclinación 
hace  que  una»  coman  yeso, 
y  quctiitiYfcn  el  carbón 
Wras  mis  que  el  néctar  puro 
que  i  lov'c  ái  Ganimcdes. 
Vcngania  lomar  procuro 
de  un  U<lrón  que  buicar  pueiks, 
y  vive  en  Moin  tefiuro. 
¿Quí  vclkicino  á  Jaxón? 
¿qu£  manxanat  de  uro  pido, 
ú  no  CR  fe  de  tu  afición, 
i  mi  amor  agradecido, 
qitc  me  busques  un  ladrón? 

TtwatiKO.  SJ  en  eso  no  mis  etiriba 
in  tristeza,  altgraic, 
que  aunque  et  vil  hebreo  viva 
en  los  cielos,  subirt, 
por  servirte  mi*  anib». 
Venid,  y  en  Moab  n»  quede 
casa,  poMda  ó  mc%6n. 
que  si  botipicio  le  concede, 
no  busquíis,  pues  mi  pasión 
y  amor  i  su  industria  CKode.  (ran.) 

Rkv.         ;Que  por  cosa,  hija,  tan  poca 
le  entristeces  siendo  cuerda? 

(tur.         Volvcrdmc  el  pesar  loca 
de  que  una  joya  se  pierda 
que  i  vennnnza  me  provoca, 
y  que  un  oiitbaro  robusta 
ine  líese,  padre,  con  ella 
robada  el  alma  y  tí  gusto, 
lai  de  mi  madre,  y  pcrdclla 
sin  qtte  lo  sienta  ^no  es  ¡n^tof 
Si  como  i  hija  me  quieres 
déjame  sola  entretanto 
que  al  ladrón  no  me  iiuicrcs. 


Rkt. 


OfirX. 
Rut. 

OaFÁ. 


Rut. 


OnrJt. 


K»  niño  amor,  no  mt  «spanio 

que  la  Imitíis  las  mujeras.       (i'aM.) 

ESCENA  II 

jTú  ttoras  por  nlAcriai.* 

La  soledad,  prima  Orfá, 

alivia  las  penas  mías. 

Mi  amor  consolar  podrá, 

prima,  tus  melancolías. 

No  pienses;  si  eres  discreta, 

que  persuadirme  podrás, 

en  la  pHMÓn  que  le  aprieta, 

que  de  la  pena  en  que  estás 

no  haya  otra  causa  secreu 

mis  que  el  oro,  que  no  estimas. 

1.0  ouc  con  la  tencua  callas 

dicen  los  ojos,  enigmas 

que  amor  sabe  adivinallas. 

aunque  i  ocullallas  te  animas. 

Mlslcrlo  tiene  el  ladrón. 

que  tatilK  8pete<:es  ver. 

^o  pienso  que  es  discreción 

ni  amistad  querer  saber 

lo  que  oculta  el  eoraxón. 

No  acrecientes  mi  pesar. 

Músico  el  amor  parece, 

que  haciéndose  de  rogar 

para  uue  i  cantar  empiece, 

después  no  ^abe  acabar. 

Vorme.  que  aunque  agora  estés 

de  esa  opinión,  tu  tristeza 

me  Iiuscará.  sí  amor  es, 

y  una  vex,  si  el  canto  emfMCia, 

no  sabrá  acabar  después.       (fon.) 

ESCENA  III 

BOT. 

^De  qué  ha  servido  lay  de  mil 
el  hutc  de  mi  enemigo, 
pues  que  le  truje  conmíj^o? 
¿Si  en  el  alma  le  admití, 
para  qué  mando  que  aquí 
me  le  vuelvan  en  prisión? 
¿Si  vive  en  micoraión, 
cómo  con  su  ausencia  pena? 
y  si  le  di  ta  cadena, 
¿por  qué  le  llamo  ladrón.^ 
¿Cómo,  amor,  te  llaman  ciego, 
si  to  engendras  de  mirar? 
¿Por  qué  tiemblas  al  hablar. 
si  te  dan  nombre  de  fuego? 
¿Poc  qué  quilas  el  sosiego, 
si  el  mundo  paz  le  ha  llamado? 
¿Cómo  eres  rey  sJn  estado? 
¿cómo  Dios,  y  estás  desnudo? 
¿cómo  docucnic,  s:  mudo? 
¿cómo  coiiardc,  si  osado? 
SI  blasona  tu  poder 
que  ares  deidad  atrcs-ida, 
¿cómo  acometes  dormida 
el  pecho  de  una  mujer? 
¿Quién  delinirá  tu  ser. 
si  de  repugnancias  nace; 


^^^^     334                                                      LA  MEJOI» 

ESPIGADERA                                 ^^^^^^^^H 

^^^^K               ni  de  li  quien  caudal  hace 

ya  sin  hacienda  ^qu¿  espero,  ^^^H 
si  es  mudanza  U  muieri'                 ^H 

^^^^^1               une  en  breve  no  %c  L-untuma. 

^^^^^H               ti  ereí  nieio  de  t>  espuma 

Mas  ^no  me  tlijo  deseo,                    ^H 

^^^^^K             que  el  viento  en  «1  mar  deshace? 

por  ntils  que  el  lemur  te  ofusca,      ^^M 

^^^^^1               I'ero  sin  provi>:ho  einpleii 

«el  que  b;en  ama  bien  busca:          ^^M 

^^^^^B              injurian  que  en  vani>  f¡fUo, 

buica  si  amas  bien,  hebreo?*           ^H 

^^^^^1                pue^  á  abUfí^tte  no  baUu 
^^^^^H                i  que             mi  de^co. 

Si  lo  que  buscaba  veo,                   ^H 

jpor  qat  aparlindomc  dudo?  ^H 
Igualar  el  amor  pudo  ^H 
vT  burcl  al  real  ornato:                      ^H 

^^^^^^                ¡Ay,  cni:anta>.lof  hebreo! 

^^^^^H                Como  yo  ic  vea  píeseme, 

^^^^^^                pata  que  »mut  no  se  aíreme. 

del  mismo  amor  sov  retrato.          ^H 

^^^^^B               confcsaccmos  los  dos 

pues  vcn^o  como  ¿I  desnudo.  ^H 
Si  le  engendra  semejan»,          ^^^H 

^^^^^B               que  es  vida,  que  a  Rey.  que  es  Oios, 

^^^^^1              que  a>  luj,  que  es  pa«,  que  es  cle- 

7  susctnejanía  SO),                 ^^^^| 

^^^^^1 

amor  es  rey,  amor  soy,  ^^^^| 
Ro  hay  de  qu¿  tener  mudanxa;       ^^M 

^^^P                                         IV 

riiro  venRO  de  esperan/a,            ^^^^^ 

W                   RCT  y  Muktóo,  rtUfJ»  dt  tayal  mtáy  pittrt. 

aunque  pobre  de  riquexa.  ^^^^H 
El  poder  y  la  urandeza  ^^^^| 
al  más  humilde  levanta:            ^^^H 

1            Masal.     Discrcia  necAídad, 

1                           despufs  que  contigo  estoy, 

ánimo,  pues,  oue  la  Infama  ^H 
SublimarA  mi  oaie/a.                        ^H 

^^H                        lo  que  eres  st,  f  lo  que  soy. 

^^H                      Ne<:iacs  la  roicidjid, 

Rut. 

Hombre,  ^quí  buscas  aquí?            ^H 

^^^^L                    contigo  anda  la  vcrd:di(J; 

^sabes  que  estás  en  PalMÍo.             ^H 

^^^^B                 U  meniifa  y  la  abundancia 

y  que  es  prohibido  este  espacio       ^H 

^^^^V                acompasan  la  arrogancia 

sino  A  mi  padre  y  A  mi?             ^^^H 

^^^^B                   con  la  afccuda  belleza. 

Masai. 

Perdona  si  le  ofendi.                ^^^H 

^^^^K               Mienirat  sení  ü  U  tiquexa 

La  Ignorancia  en  todo  yerra.  ^^^^| 
Como  no  soy  de  esta  tierra       ^^^^| 

^^^^^B               ful  Hiervo  de  la  i)(nurancin, 

^^^^^^               Dial  ya  que  p»bre  me  veo. 

eoiré  donde  no  sabia;               ^^^^| 

^^^^^1             como  de  un  coniui»  abiimo. 

aquí  de  Id  patria  mia                ^^^H 

^^^^^P             conocitmlonie  i  nii  misino. 

la  potoc/a  me  dcsiierra:            ^^^H 

^^^^V              é  onl  mismo  me  poseo. 

mas  voime  por  no  ofenderte.      ^^^H 

^^^^H               Libt<^  el  cordel  d  Tesco 

Huí.  , 

Espera.                                          ^H 

^^^^H             del  intrincado  \crgc!. 

MatAL. 

Servirte  irato.                     ^H 

^^^^H             y  yo  (amblan  salgo  de  i\ 

Rui. 

^^p.)  ¿No  es  este,  amor,  el  retrato  ^H 

^^^^^B               piara  que  librarme  pueda. 

que  á  mi  honor  hizo  atreverle?  ^H 
SI:  ¿mas  pobre  de  esta  suerte           ^H 

^^^^^H               que  dci  engaño  que  enreda 

^^^^V               es  la  verdad  el  cordel. 

un  principe  de  Efratá?  ^H 
Ottiraz  sin  duda  seré                      ^H 

^^^^p               Mas,  pcn%amientn  atrevido 
^^^^b               ¿dónde  entrando  me  desvelas? 

con  ^^ac  i  verme  habrá  venido.       ^H 

^^^^^1              ¿quí  tienen  que        las  telas 

que  SI  el  pobre  es  atrevido,              ^^t 

^^^^^F                          sajal  abatido? 

¿en  qu¿  parte  no  entrará?  -•        ^^^^M 

^^^^^f                Amor,  aqui  me  lin^  metido, 

jD«  dAnde  eres?                        ^^^^| 

^^^^F                 que  abatiendo  me  Icvanlaii; 

Masal. 

De  hei«n.         ^^H 

^^H                     mas  ^vómo  osarán  mis  plantas 

R(T. 

^u¿  buscas?                                 ^H 

^^^^                  pisar  reales  pavimenios. 

Masal. 

Mi  (rafe  es  lengua     ^H 

^^^^^               ni  mis  pobres  pensamientos 

y  le  contará  nti  mengua,                 ^H 

^^^H               osar  pretender  infantas? 

que  yo  00  lo  dir¿  bien,  ^^^H 
¿Por  qué?                                 ^^^H 

^^^^H                Mas,  amor,  ella  está  aquí. 

BlIT. 

^^^^^E                |A)',  imposibles  quimeras! 

Masal. 

La  nccesidaid              ^^^^| 

^^^^k               ¡plujiuicra  i  Dios  que  durmieras 

cuando  á  combatir  comienta     ^^^H 

^^^^H               corpo  la  vea  que  ic 

al  noble  causa  ver|(i'lenja,                ^^ñ 

^^^^V               ¿Kibriaircvimicnlo  en  mt 

y  al  plebeyo  libcrlad.                  ^^^^| 

^^^^^T                 para  liahlalln,  ciclos?  No; 

Rut. 

¿Pues  lú  eres  noble?                 ^^^^| 

^^^^K               ella  es  rica,  y  pobre 

MasAr. 

^^H 

^^^^H              ^Qué  osidia  habii  qiic  cobre 
^^^^V             ánimo,  si  siempre  et  noble 
^^^^V              delante  el  tico  lembto? 

Rut. 

jY  tu  hacienda?                           ^^^^| 

Masal. 

Meta  periMo.    ^^^H 

BtlT. 

¿Jugado?                                        ^^M 

^^^Hl              Vuílvoinv...,  pero  en  el  suefio 

Masal. 

Yo  el  fuego  be  stdo,          ^H 

^^^^^H            que  fiíifií  ^no  supo  amor 
^^^^^1             el  no  eiperado  favor 

Rut. 

¿De  quiín?                                      ^H 

Masal. 

Del  tiempo  y  de  li.            ^H 

^^^^^H             con  que  me  llamó  su  duefio? 

Rut. 

¿Kobáronic?                                   ^H 

^^^^^H              IH  su  scmblanic  nsueAo 

M  ASAL. 

Alarbes  crueles.     __^^ 

^^^^^H              mi  esperanza      crecer: 

Rut. 

Nada  vales.                               ^^H 

^^^^H             pero     me  \lt^»  i  ver 

Masal. 

Es  verdad.              ^^^^| 

^^^^H             pobre  mendiifu  extranjero, 

Rut, 

¿Quedóle  atgo?                           ^^^H 

jons-AnA 

«EOUKDA                                                   325            ^1 

Maiai.. 

Voluntad. 

con  el  más  rico  metal,                           ^^H 

Rut. 

jQuÉ  más? 

pues  nunca  fué  paga  igual  ^^H 
de  la  voluntad  el  oro?                            ^^H 

Masal. 

Pensamienios  ñdes. 

KlJT. 

jV  eso  licno  Valor? 

La  mia  se  llama  i  engaño.  ^^H 
^Yo  qué  liberud  te  debo?  ^^H 
Si  anie  amofcl  pleito  llevo,                ^^^^H 

Masal. 

SL 

Rirr. 

fífT. 

(Sin  haciendan 

Makal. 

Majai.. 

Es  pobre  smor. 

no  sentenciará  en  mi  daflo.                ^^^^| 

Rut, 

En  fin,  <Bm*s? 

El  contrato  se  deshaga.                      ^^^H 

Masal. 

Con  lemor.            > 

pues  soy  pobre  y  acreedor;  ^^^^| 
amor  te  S,  dame  amor,                     ^^^^| 

Rlt. 

,-Ruc5  de  quién  ternes^ 

Masal. 

Deii. 

que  amor  con  amor  se  paga.                    ^^H 

Hl-t. 

^Soy  ÍCM  que  espanio? 

RllT. 

jIUy  igual  alrcvimicnio!                           ^^H 

Masal. 

Obli^Ai. 

Loco,  Jaqui  para  eso  entraste?  ^^H 
Vine  i  hacer  lo  que  mandaste:                 ^^| 

Rut. 

^A  qui? 

Masal. 

MAtAL. 

Al  culto  que  merecet. 

testigo  el  prado  y  el  atento.                    ^^H 

Rlt. 

Piado»  soy. 

Rtrr. 

{Buenos  testigos  te  abunaol                      ^^H 

Ma^ai.. 

Favoreces. 

¿Yo  qué  te  mandé  jamás?  ^^H 
Si  en  vano  las  voces  dai                            ^^H 

Rur. 

Pero  hi|a  de  un  rey. 

Masal. 

Masal. 

Cutigis. 

que  tu  inconstancia  pregonan,                 ^^H 

Rut. 

^Pides  limoKia? 

mudable  fué  tu  deseo                                ^^H 

Masal. 

Slpido, 
(D¿u  una  cAJfiia,)  Toma. 

cuando  dijo,  aunque  le  ofusca:                ^^H 

RtíT. 

el  fiK'  tirn  ama,  éici  Iiukj;                     ^^H 

Masai.. 

Con  oira  me  has  preso. 

busca  si  tint.ii  bitn,  Itfbreo.                    ^^M 

RtIT. 

^ Preso  JO? 

Bien  amé.  mal  he  buscado,                     ^^H 

Masau. 

La  Tida  y  seso. 

pues  hallAndotc  le  pierdo.                         ^^H 

Rut. 

^Tíi  eres  pobre? 

RtIT. 

,]Loco  esiis?                                              ^H 

Maial, 

V  atrevido. 

Masal. 

Mal  seré  cuerdo                    ^^M 

RtT. 

,iQu£  aguardas? 

si  tal  deuda  roe  has  negado.                   ^^M 

Masaí.. 

Morir  a)|U8rdo. 

(Hde(  f  1»  it  ca.)        ^^H 

Rut, 

^Por  qui£n? 

Rut. 

¿A  dónde  vas?                                             ■ 

^       Masal. 

Por  qukn  me  condena. 

Masal. 

A  morir.                           ^^t 

■       Rut. 

^Con  qué? 

Rut. 

^uién  te  fueizB?                                   ^^U 

H      Masai- 

Clin  esta  cadena. 

Mas.vl. 

Tu  mudan  10.              ^^H 

■      Rut. 

Guárdala  allá. 

Rut. 

Espera.                                                  ^^M 

H      Maíal. 

Ya  la  ftunrdo. 

Masal. 

No  hay  esperanza.                    ^^H 

■ 

Otra  vez  te  he  visto  yo. 

Rut. 

Yo  te  la  doy.                                          ^^1 

H       Masal. 

Y  en  fiirluna  diferente. 

Masal. 

Por  lingir.                          ^^H 

■       Rut. 

¿Donde  fué? 

Rut. 

¿Tú  me  injurias?                                  ^^H 

H       Maaau. 

Junto  á  una  fuente 

Masal. 

Tengo  celos.  ^^H 
^Pues  hoic  yo  amado?                           ^^H 

^H 

mi  annur  dormida  ic  halló. 

Rut. 

H     Rut. 

Coit¿i  fuiste. 

.Masal. 

^H 

■      Masal. 

No  hcr«d¿ 

Rut. 

^Cuando?                                              ^^1 

H 

dicha  como  cortesía. 

Masal. 

Soflando  te  vi.                          ^^M 

■      Rut. 

Lo  que  entonces  te  debía 

Rut. 

.iQuésuflaba?                                            ^^H 

H 

mi  honor  ya  te  lo  p*g,ui. 

.Masau 

Mis  desvelos.                     ^^M 

^1 

jUna  jova  no  tedj? 
Oira  caJena  me  diste: 

Rut. 

«-Yo  amarle?                                          ^^1 

H         M  ASAL. 

Masal. 

Como  i  la  vida.                 ^^M 

H 

lodoej,  prisión. 

Rut. 

Fué  sueño,                                            ^^1 

■           RlT. 

j^Qui  ta  hiciste? 

Masal. 

Fué  cosa  cierta.                   ^^H 

H       Masal. 

A  una  madre  socorrí 

Bur. 

¿Durmiendo?                                         ^^H 

■ 

con  ella  v  á  un  pobre  hermano, 
que  dando  i  mi  padre  muerte 

Masal. 

KstBnd»  despierta.                ^^M 

^^^^ 

Rlt. 

¿Enamorada?                                        ^^M 

^^^^L 

vivos  me  iJcj6  la  suerte. 

Masal, 

Y  perdida.                          ^^M 

^^^1 

y  del  despojo  tirano 

Brr. 

jQué  hacías  tú?                                        ^^1 

^^^H 

de  los  bárbaros  quedó 

Mas.m.. 

Dormir  llngia.                ^^H 

^^^H 

segura  por  cscondella, 

Rut. 

«Para  qué?                                           ^^1 

^^^^B 

que  sólo,  scñoii,  en  ella 

Masal. 

Par»  escucharte.                   ^^1 

^^^H 

nuestro  caudil  ve  cifró. 

Rii. 

¡Uh,  traidor!                                          ^^H 

^^^H 

Venderinla  para  hallar 

Masau 

Amor  es  arte.                      ^^M 

^^^H 

con  que  vestir  y  cumer. 

Rut. 

Ya  me  mudé,                                         ^^H 

^^^^H 

y  yo  viniéndote  d  ver 

Masal. 

Suene  os  mía.                  ^^M 

^^^H 

quise  atret ido  probar 
tJ  como  ejecutas  pagas. 

Rut. 

Cásanme.                                              ^^M 

^^^F 

Masau 

Mi  mucae  aguardo.                ^^H 

F      Rut. 

jpuei  yo  qui  eiecuio  en  li? 
Lb  libeiiadqtie  perdí: 

Rut, 

^H 

■       Masal. 

Masau 

Impídelo  mi  pena,  ^^M 
¿Quién  te  estorbar                                ^^1 

H 

¿i  quién  no  es  bien  satisfagas 

Rut. 

^ 

siendo  del  alma  tesoro, 

Masau 

Esta  cadena.              ^^M 

^^r        3a6 

La  ME]on 

eSPIGADKHA                                                ^^^^H 

H            Rut. 

CuirdtU  allí. 

1 

Adiós,  patria,  rey  TimbreOi            ^^M 

■            Masal. 

Yo  f>  ((uiikIu. 

adiós,  temores.  ¡Ah,  OrfA!               ^^M 

■            Rut. 

Hebreo,  quf  hablando  hechir»!, 
monstruo,  que  mirando  maus. 

■ 

^^^^ 

pobre,  que  reye^  maltratas, 
guerra,  queaimts  lirani/as. 

ESCENA  V                          ^H 

^^^B 

DioM*  y  0*iTÍ.                           ^^H 

^^^^^^_ 

^e  qu¿  conjuros  te  armase 

^^^^^ft 

¿Sin  llamas,  cómo  me  cncienifcs? 

Btrr. 

Llamas,  prima?                              ^^M 

^^^^^^^b 

¿Desniulo,  cuino  me  ofendes? 

Llamas  fieras         ^^M 

^^^^^H 

jCómo  me  vences  «n  armu? 
Mas  ¡ayl  que  ignorante  dudo 

del  alma  i  la  lengua  pasan              ^H 

^^^^^^H 

q^ae  te  llaman  y  me  abrasan,             ^^M 

^^^^^^H 

deaniór  las  leyes  discretas, 

SI  antes  mudas,  ya  parteras.            ^^M 
jVes  como  al  músico  imitas,           ^^M 

^^^^^^^M 

que  trayendo  Rrmas  secretas 

OarA. 

^^^^^H 

conquiste  ciej^o  y  desnudu. 
En  nn,  ¿me  tienes  amor? 

que  haciéndole  de  rogar,                   ^^M 

^^^^^ 

agora  para  cantar                               ^^M 

MUAL. 

Testigo  mi  pena  ha  sido. 

me  rueitas  y  solicitas?                      ^^M 

Rui. 

jLuego  seris  atrevido^ 
No  nbe  amor  el  temor. 

¿QuC  tenemos.^                               ^^M 

Masal. 

Rut. 

¿El  poder                   ^H 

Rut. 

jpuet  osarás  s«r  mi  «sposoP 
imposibles  de  amor  sigo. 

'de  un  principe,  cara  pnma,               ^^| 
no  es  ae  tal  valor  y  estima,              j^H 

Masal. 

Rut. 

Tienes  un  fu  ene  enemigo. 

que  mida  con  su  querer                  ^^M 

Makal. 

Amor  es  mas  poderoso. 

su  potencia?                                   ^^M 

Rut. 

Eres  de  contraria  ley. 

Onri. 

Ley  es  esa                    ^H 

MAXAt. 

No  hay  lev  que  al  amor  l«  cuadre. 

que  el  poder  estableció,                   ^^M 
jNo  soy  la  primera  yo?                   ^^M 

Rui. 

Es  rey  de  Moab  mi  padre. 

Rut. 

Masal. 

Amor  es  Dios,  «  íl  es  rey. 

0»rÁ. 

De  Moab  eres  Princesa.                      ^^| 

Rut. 

Agraviaráse  su  corte. 

Rut. 

Lucfio  i\o  que  quiero  puedo?           ^^M 
Puedes  todo  lo  que  alcania               ^^M 

Masa).. 

No  agravies  tú  mi  llrmeu. 

OarA. 

Rut. 

Cortar  ate  lacabeu. 

de  tu  poder  U  e%perani3.                  ^^| 

Masal. 

A  todo  da  el  «mor  conc. 

Rut, 

¿Tener  un  principe  miedo                 ^^M 

Rut. 

jSi  te  mata^ 

HO  es  bajeza?                                      ^^M 

Masal. 

Muerto  estoy. 

0»9k. 

Sólo  á  Dios,                ^H 

Rut. 

Loco  «lás. 

r  ¿  lo  que  es  contra  lo  justo             ^H 

Masal. 

Kstoy  sin  seRo. 

teme  un  principe.                             ^^M 

Rut. 

^Sl  le  prenden? 

Rut. 

Mi  gusto,              ^H 

Masal. 

íQuf  mAt  presol 

amor,  sólo  os  lemt  á  vos,                 ^H 

Rut. 

ExtriAo  eres. 

que  sois  [>íos  i  cuya  llama               ^^M 

Masal. 

Tuyo  soy. 

toda  deidad  tiene  miedo.                  ^^M 

^■RUT. 

Teme  el  peligro. 

Onfá. 

Pun  bien.                                       ^H 

Maul. 

Es  en  VADO. 

Rut. 

A  mi  padre  heredo.             ^^M 

Rur. 

jpuifn  lo  impiden 

Oi-Pi. 

Es  verdad.                                       ^^M 

Masal. 

Tu  hermosura. 

Rut. 

Qué  ¿tanto  me  ama?        ^^M 

Rut. 

¿Tti  Tidaí 

OnwL 

Cualquier  encarecimiento                 ^H 

Masal. 

Aquí  está  MKUra. 

con  su  amor  no  lu  será.                    ^H 

Rut. 

^En  qué  amparo? 

Rut. 

Pues  si  me  ama,  no  querrá               ^H 

Maial. 

Kn  esta  mano. 

tni  padre  que  en  un  totmenio          ^^M 

iTómai»  y  Míala.) 

viva  cierno,  quien  adora.                 ^^M 

Rut. 

Hombre,  ¿quí  haces? 

f>KrÁ. 

Ma(al. 

Adoralla, 

Rut. 

y  por  conservar  la  vida                   ^^M 

Rut. 

¿Estis  en  ti> 

de  ouien  ev  su  sucesora                      ^^M 
dar    por  bien  hecho  todo                   ^^M 

Masau 

Estoy  en  ella. 

Rut. 

iQni  inicnlas? 

lo  que  á  su  conservación                 ^^M 

Masal. 

Vivir  por  ella. 

conviniere.                                       ^^U 

Rut. 

jVivir,  cómo? 

ObpjL. 

En  confusión                      ^^M 

M  ASAL. 

Con  besa  lia. 

me  tienes  de  aqucsv  modo.                  ^^M 
¿No  incumbe  a  la  real  grandeza.       ^H 

Kui. 

Suelu. 

Rut. 

Masal. 

Nies-e  es  entre  brasas. 

para  mostear  su  p^er,                      ^H 

Rui. 

Vele. 

á  lo  qu<:  no  tiene  ser                         ^^ñ 

Masal. 

Inténtoto.  y  no  acierto. 

sublimar?                                            ^^1 

Rut. 

|Ay,  hebreo,  que  me  has  muenol 

OarJl. 

Naluralexa                        ^H 

Masal. 

|Av,  moabila,  que  me  abrasasl 

hace  que  con  eso  cobre                     ^^M 

Rut. 

¡Vive  tu  Oíos  soberano. 

el  poder  en  que  so  ve.                          ^^M 

oue  olio  que  tú  no  ha  de  ser 
duerto  A  quien  pueda  ofrecer 

Rut. 

Quién  hay  que  mis  cerca  esté          ^^M 
ae  la  nada  qiic  el  que  es  pobre?         ^^M 

^^ 

^^^■^ 

el  alma  como  U  manoí 

OkPi, 

NinKuno.  i  lo  qUe  sospecho;            ^H 

^^^^^^ 

Si  amor  de  tu  parte  ctld. 

porque,  en  ñu,  e)  no  tener                ^^M 

L 

^quicn  impide  mi  dcsco^ 

es  prima  casi  oo  ser.                        ^H 

■ 

lORKADA 

SECUNDA                                                         $37                 ^H 

^Rw. 

Con  eso  me  bas  sailsfecbo. 

Diamaittc  es:  que  esté  en  mi  mano            ^^M 

■     ' 

Si  tú  halUras  un  diamante 

es  mi  gusto,  y  es  forxoso.                         ^^H 

del  valur  mis  csiímado 

No  me  repliques  si  estima,                           ^^H 

^^^H 

que  viú  ci  W)l,  Runquc  engastado 
oel  lapidario  íunorantc 
en  un  anillo  ae  plomo, 

Orfd,  mi  vida  lu  amor.                                ^^M 

^^^^B 

Onri.       ^No  temes?                                                    ^^M 

^^^^ 

Rut.                     No  es  el  temor                             ^^H 

H 

¿quí  hicieras? 

blasón  de  prfndpes,  prima.                       ^^M 
Onrk.       Alto.  sif(0  tu  quimera.                               ^^H 

~    Owl. 

iQaií  \e  reslzatk. 

<r  cl  mejor  oro  buscara 

aunque  llena  de  recelos.                            ^^M 

i  '*"•' 

para  ti.                                              ' 

Maíai..     Goce  yo.  proptclos  cielos,                          ^^M 

Esc  cjcmpto  tomo. 

i  Rui,  aunque  )uei:o  muera.                     ^^M 

¡f  en  fe  de  tu  o5tenuci6n 

{VáiuttttníáM.í          ^^H 

- 

tu  mano  honrarás  con  él. 

^^H 

OffX. 

No  liarii,  si  no  a  de  ét 

ICSCENA  VI                                  ^M 

H 

el  dedo  del  c«razón. 

Salt  ti  lt«T,  y  Rdt.  Ltiro  MAuí.á»  y  Oari.                   ^^H 

^H 

iQuí  íMtnms  con  Ins  prcgonla^ 

^^^H 

^K 

que  tan  diversas  me  has  hecho? 
neckrarte  mi  provecho 

Rkv.         No  puedo  hallarme  sin  li.                            ^^H 

■  Rut. 

Eix  tu  melancolía,                                       ^^H 

H 

en  ellas  hoy  í.i  Us  juntas. 

hija  de  la  vida  mía,                                      ^^H 

^^ 

El  poder  el  un  rej  grande. 

la  ha  de  acabar;  vuelve  en  ti.                      ^^H 

^^^> 

mi  padre  c«  rey,  >'o  le  heredo. 

j<>)mo  cstis?  ^Guindo  podr¿                   ^^H 
dar  a  mi  vcjcx  prolija                               ^^H 

^^^^1 

Tener  un  principe  miedo, 
si  no  es  i  Dios  que  le  mande. 

^^^H 

albricias?                                                 ^^M 

^^^1 

esafrcnirna  bajeza. 

Ri;t.                      Cuando  una  htía                         ^^M 

^^^^1 

y  cl  dar  ser  i  lo  que  es  nada 

que  tienes  sota,  y  se  ve                             ^^H 
de  una  trisieía  aili^ida,                                ^^H 

^^^H 

es  hizafla  reservada 

^^^P 

al  rey  v  i  naturaleza. 
Vn  pobre  casi  mi  tiene 

que  ni  puedes  remediar,                            ^^H 

^^^^1 

por  ti  vueWii  restaurar                              ^^M 

^^^H 

ser  que  su  humildad  levante. 

con  el  contento  la  vida.                            ^^1 

^^^^M 

r  si  es  ilustre,  es  diamante 

De  estos  eairemos  terribles                       ^^H 

^^^M 

que  engastado  en  plomo  vícae. 
El  diamante  de  Judá, 

tú  solo  el  medico  eres.                              ^^H 

^^^H 

Ret.        Pid<r.  Rut,  lo  que  quisieres,                       ^^H 

^^^H 

que  i  eariquectr  Moib  basta, 

que  si  amor  hace  imposibles,                    ^^H 

^^^^m 

es  este  que  en  plomo  engasta 

y  yo.  sujetii  á  su  ley,                               ^^H 

^^^^B 

la  pobrera  con  que  esii. 
Hallóle  y  por  lo  que  gano 

te  adoro,  por  tu  salud,                             ^^H 

^^^B 

si  ts  necesario,  mi  Rui,                             ^^M 

^^^H 

en  su  ñnoza  y  valor. 

menospreciaré  «1  sor  Rey.                         ^H 

^^^H 

quiero  engastarle  en  mi  amor 

Rut.         Padre  amoroso,  (que  el  nombre               ^^H 

^^^B 

para  honrar  con  él  mi  mano. 

de  padre,  siempre  apacible,                       ^^H 

^^^^1 

que  si  cl  temor  es  empresa 

ct  conjuro  dct  amor                                ^^H 

^^^1 

en  el  Principe  culpada, 
dando  ser  a  lo  que  es  nada 

bastante  para  que  obligue                           ^^H 

^^^^1 

A  conservar  en  su  imaf^en                            ^^H 

'^^^H 

no  lemo,  pues  sov  Princesa; 

el  noble  ser  que  rtic  diste,                           ^^H 

^^^H 

ni  tienes  que  repficarme 

en  quien  la  n^ituralexa                           ^^^| 

^^^^1 

coa  mi  p^rc  ú  con  Timl)feo, 

quiere  que  te  inmonalicr)                   ^^^^^ 

^^^H 

si  estimas  lo  que  deseo 

SI  luticras  muchos  hijos                     ^^^^^ 

^^^^B 

y  le  precias  de  at:radirme. 
Lleva  aqueste  hctireiiconii(to. 

on  quien  \ícras  repartirse                          ^^^H 

^^^H 

U  voluntad  que  me  iJenei,                       ^^H 
porque  en  mi  tu  sanare  vive,                      ^^M 

^^^H 

y  en  la  rtvitmara  real 

^^^H 

trueca  el  humilde  sayal, 

no  me  espanto  que  me  amaras                  ^^H 

^^^B 

del  ser  que  le  doy  testigo, 

menos;  que  si  se  divide                         ^^^^H 

^^^H 

en  la  púrpura  que  ensaUa 

en  muchos  bracos  un  mar,                    j^^^H 

^^^^1 

i  mi  padre  j  veris  como 
cuando  la  saques  del  plomo 

no  son  sus  vados  terribles.                       ^^^| 

^^^H 

-Mas  si  una  pequeña  rúente                      ^^H 

^^^H 

la  fineza  sereülza 

viene  en  un  lago  i  ceií!rs>c                          ^^H 

^^^H 

de  este  precioso  diamante; 

T  con  corrienteietefttas                           ^^H 
le  paga  censo,  aunque  humilde,               ^^M 

^^^H 

pues  en  fe  que  suya  soy 

^^^^1 

e)  alma  y  mano  ledov 

añadiendo  siempre  arroyos                      ^^M 

^^^F 

por  diamante  y  por  amante. 

ha<cc  su  paso  imposible,                           ^^U 

¡Dalt  la  niiBO.) 

St  muchos  hijos  tuvicris,                        ^^1 

OaPi. 

^aé  es  lo  iiue  hace  vuestra  aliena? 
Mostrar  ans  mi  poder; 

viendo  su  amor  dividirse                         ^^H 

K     Rirr. 

cupiírame  iiocii  pHrie.                            ^^H 
So  a  soy,  solo  en  mi  vives:                       ^^^| 

H 

dar  i  lo  que  es  nada  $«r. 

1      r.      , 

que  es  propio  de  mi  grandeza. 
.Mira,  prima... 

Siendo,  pues,  csio  verdad                      i^^^l 

■    Onwi. 

«qué  mucho  que  deposites                  ^^^^1 

M    Rut. 

Ene  es  mi  esposo; 

en  mi,  como  en  cifra  luya,                     ^^H 

b 

Yf  el  aconseiarme  es  vano. 

el  noble  ser  que  me  diste?                       ^^H 

^           338                                                      LAJIEJOF 

ESPlOAfíERA                                                 ^^^H 

^¡           Rey.         Kscuu.  mi  Rut.  rodeos 

mientras  en  hilos  sutiles           ^^^^| 

^                          aue  al  coraián  ¡ólo  sirven 
^^^                      d«  tornicnlos  dilaudc». 

desentrañábamos  copOiS           ^^^^| 

de  uljjodijn  y  seda  virgen.          ^^^^H 

^^K^^              que  la  csp«f<nza  me  afligen. 

para  emular  tus  colorse            ^^^^| 

^^^^^L             y  aie^tircic  cni  amor 

en  bordados  y  matices.              ^^^^H 

^^^^^H             oue  la  corona  tublíme 
^^^^^B              d«  todo  el  orbí  mortal, 

ninguna  converiAción                ^^^^| 

nos  vr»  lan  apacible                   ^^^^| 

^^^^^B              la&  victorias  miU  insignev. 

como  el  tratar  de  Israel,             ^^^H 

^^^^^B              las  fiquGias  m»\  copioxai. 

de  sus  hijos  varoniles                 ^^^^B 

^^^^H              con  ser  tan  npvtucibki. 

y  los  hechos  de  sus  duques,             ^^M 

^^^^H              con  el  amur  que      tengo 

lisiantes  i  hacer  que  quiten           ^H 

^^^^^H              son  prenda»  bajai     viles. 

la  posesión  de  sus  reinos                  ^H 

^^^^^1              Si  ct  que  no  amas  i  Timbreo 

i  Untos  pueblos  gentiles.                ^H 

^^^^H             y  tos           no  permiten 

Siempre,  pues,  que  en  estas  cosas    ^| 

^^^^H             que  con  su  amor  te  conlormcs, 

procuraba  divertirn>e                        ^H 

^^^^^1              ni  i  Ki  su  esposa  te  incline^ 
^^^^^1              antes  que  le  des  la  mano. 

de  pensamientos  que  al  ocio             ^H 

indigna  entrada  aperciben,  ^H 
miiándome  atentamente,                ^H 

^^^^^H              j  en  lajiadas  apacibles 

^^^^^H              enrede  amor  laros  tiernos. 

tal  \tt  alegre,  y  Ul  vez  triste,     ^^^B 

^^^^^1            cautiverio  de  arma«  libres. 

de  misteriosos  secretos              ^^^H 

^^^^^H              retrocediendo  vu 

me  daba  mu«tra  infalible.        ^^^H 

^^^^^1              el  Dios  amante  de  [Clise 

Una  vez  que  entre  otras  vi  ^^^M 
con  los  afectos  decirme              ^^^H 

^^^^^1              coniradirA  al  primer  móvil 

^^^^^H              sin  que  violeniado  gire. 

lo  que  la  lengua  no  osaba.        ^^^^| 

^^^^^B             QuticK  de  ti  Timbieo 
^^^^^1            y  dt\  amor  que  consiste 

animíndola  la  di[e:                            ^H 

c'qu¿enigmas,  Alva,  v>n  «las?         ^H 

^^^^^B            «n  conformarse  las  almas. 

^qiié  partos  el  alma  oprimen           ^^t 

^^^^^K             pues  et  querer  es  unirse. 

que  p-)t  los  ojos  pretenden         ^^^H 

^^^^^H              que  cuando  i  un  pastor  auFSieras, 
^^^^^H             (que  es  el  mayor  imposib  c 

tnobcdienles  salirse?                    ^^^H 

Si  deseos  naturales                      ^^^^| 

^^^^^H              que  de  tu  altivez  conoaco) 

de  ver  tu  palna  te  alllgcn                  ^H 

^^^^^H              (oseo,  ciiranjero  y  humilde. 

(que  no  hay  feliz  cautiverio        ^^^^| 

^^^^^1             la  voluntad  que  (é  adora 

(lue  se  ¡t{uale  al  t  Ivir  libre)  ^^^^| 
dimclo,  cautiva  hermosa.          ^^^H 

^^^^^1            sobre  mi  trono  sublime 

^^^^^H            colocándole  le  diera 

qué  aunque  del  gusto  me  plive  ^H 
que  de  (u  apacible  trato                     ^H 

^HHHP            la  corona  que  á  Moab  ñf». 

W        '   Rut.          Dame  esa  mano,  honrará 

mí  amor  sociable  consigue,               ^H 

K                            estos  labios  en  que  imprimes 

te  enviaré  llena  de  joyas,                 ^H 

^^^                     agradecí  míen  I  os  nobles 

que  para  que  no  me  olvides              ^H 

^^^^                    pata  promesas  felices. 
^^^^H             y  en  fe  de  eia  real  palabra. 

la  memoria  que  me  debes                 ^H 

a  mi  amor  le  necesiten.               ^^^^M 

^^^^H             que  en  ser  luya  teiá  litme. 

«Mal  (dijo),  señora,  pa^as          ^^^^| 

^^^^V            ojes  sucesos  que  amor 

la  voluntad  aue  en  servirte  ^^^H 
no  en  el  olvido  se  funda,            ^^^H 

^^^^H             te  manda  que  facilites. 

^^^^K            Entre  los  muchos  esclavos 

disculpa  de  pechos  viles.             ^^^H 

^^^^H             que  en  la  guerra  que  tuviste 
^^^^H             con  las  tribus  de  Israel 

La  patria  más  natural                 ^^^^| 

et  aquella  que  recibe                 ^^^^| 

^^^^^B              tu  reino  ilustran  y  sirven. 

amorosa  al  extranjero,              ^^^^| 

^^^^H              en  fe  de  lo  que  me  quieres. 

que  si  iodos  cuantos  vivea         ^^^^| 

^^^^H             ana  cautiva  me  di^te 

ion  d<  la  vida  correos,                ^^^^H 

^^^^H             parienta  del  ^ran  Bohoi, 

la  posada  donde  asisten              ^^^^| 

^^^^H             iucr  noble  que  á  Bclín  rÍRe: 
^^^^H            Rohoz,  aquel  patriarca 

con  más  agasajo  es  patria           ^^^^| 

más  diftna  de  que  se  avise.          ^^^^| 

^^^^H            oue,  seRi'tn  los  hebreos  dicen. 
^^^^H             de  la  mayor  tribu  es  padre. 

Si  tantas  vecct  suspensa             ^^^^| 

con  la            Itut.  te  dije             ^^^^| 

^^^^H            que  trae  de  Abraham  su  origen. 
^^^^H            Como  era  discreta  y  moza. 

lo  que  nuiKa  osó  el  temor,         ^^^H 

freno  que  la  lengua  «prime,             ^H 

^^^^H            y  hace  el  cielo  que  tnc  inclioc 

misterios  v>n  con  que  el  cieto           ^H 

^^^^H            con              inrtuoncia 

<u  no  es  que  amor  desatine),             ^H 

^^^^H             á  aouesta  nación  insigne. 

en  historias  y  en  estatuas            ^^^H 

^^^^^H             r«cini!a  en  mi  piivanza. 

quiere  que  té  inmortalices.  ^^^H 
Rohoz.  de  quien  prima  soy,       ^^^H 

^^^^H             que  cuando  vienen  i  unirse 

^^^^M             en  conformidad  los  Bustos 

para  que  la  dicha  estimes           ^^^H 

^^^^K            hace  amor  sus  lizot  fiemes. 

>)ue  de  (an  ¡lustre  deudo              ^^^^| 

^^^^H            Desde  entonces  juntas  siempf  c. 

á  mi  valor  se  le  sigue,                   ^^^^| 

^^^^H            ya  de  noche  en  los  ¡ardines. 

una  no^he  entro  los  brato»        ^^^^ñ 

^^^■F            ja  de  dia  en  la  labor. 

del  sue6o,  sobre  cogin«            ^^^H 

JORNADA  SEGUNDA 


que  el  alba  bordi  de  í^i\a\ 
y  Rom  que  el  Mayu  pisv, 
tonaba  (si  en  los  proictai 
merecen  «uibuitw 
ii  sueños  inislcn&s  altos 
que  Dios  en  ellos  Icsdice) 
soñaba  que  de  una  piedra, 
que  con  el  ciclo  compile 
)'  del  generoso  tronco 
que  i  Judá  di6  real  estirpe, 
con  inHucndds  celestes 
vino  un  monte  a  producirse 
lan  alto,  que  se  iuualaba 
al  trono  en  que  l>iot  aviste. 
Ilajú  á  pacec  de  su  hierba 
un  coraero  que  se  viste 
<1«  mis  cándidüí  ({uetkjas 
que  las  que  adornan  al  cJtnc. 
Pe«perió  lleno  de  e<>zo. 
j'i  ioi  profetas  les  pide 
que  de  e^ie  oculto  misterio 
los  sccfetos  proi'ciicen. 
Echaosc  en  omciún  todos, 
>'  convienen  en  decirle 
quede!  trunco  de  JudJ 
el  suefio  aleiíre  predice 
la  casa  real  de  lloho/; 
y  que  U  pieJfA  sublime 
de  qutcn  nacerA  la  vara 
que  el  m¿s  alio  ciclo  humille, 
será  una  mujer  gentil 
de  Muab,  bella  y  humilde, 
que  casándose  con  él, 
el  cordero  amante  obligue. 

auc  de  los  pastos  sabrosos, 
onde  ab  actetno  reside, 
al  monte  de  Judi  baie 

fiara  que  á  D^^ón  derribe, 
'or  una  idiilaira.  en  fin, 
y  un  príncipe  de  la  estirpe 
de  Bdhoü  ha  de  jjoiar 
el  mundo  al  que  el  ciclo  rjge, 
y  llamándose  el  Mesías 
hará  hazañas  auc  conquisten 
desde  lacuna  J«l  sol 
hasta  su  túmulo  irisie. 
Viendo,  pues.  Princesa  amada, 
CDio  bien  estas  cosas  dicen 
con  tu  nombre,  pues  Rut  es 
cujndo  en  mi  lensua  le  exphque, 
lo  mismo  que  piedra,  siempre 
que  i  tu  presencia  me  admites, 
alborolindome  el  alma 
viene  casi  á  pet%uadirse 

!iie  tú  h*s  de  ser  esta  piedra, 
quien  amor  apercibe 
ramas  del  ilustre  tronco 
<le  Boho^,  cuyas  raices 
el  monte  pronosticado 
producirá  en  que  se  cric 
el  Cordera  que  Israel 
ha  tantos  siglos  que  pide, 
tAy,  Princesa  Rene  rosal 
si  es  lusio  que  te  suplique 
quien  deica  que  tu  fama 
los  tiempos  inmonaticvn, 
que  de  el  amor  que  (e  debo 


Ret. 


Rut. 


339 

las  palabras  acredites, 
y  al  cielo  conti^io  franco 
estos  favores  supiíqucs, 
no  te  cases  si  no  lucre 
con  quien  no  ha^a  imposibles 
las  Mperanzas  d«  ver 
que  esta  verdad  salga  Brinc.» 
Crsú,  al  paso  que  crecieron 
mis  deseos,  porque  siguen 
la  inclinación  que  i  Israel 
me  oMif^ue  que  ame  y  envidie: 
y  para  aumentarlos  mis 
isi  cr(.i:etí  con  imposibles) 
i  casarme  con  Timbre*, 
padre  y  rey,  me  persuadiste. 
Tu  sobrino  e%.  no  me  espanto, 
pero  siendo  atnirreciblc. 
^quien  juniard  voluntades 
ouc  la  inclinación  olviden 
De  esto  nació  mi  trüteía, 

Ísl  quisiera  decirte 
axañas  de  amor  que  el  tiempo 
ft  U  lengua  no  peimile, 
me  disculparas  piadoso, 
laslimindoie  apacible, 
obligándote  clemente 
y  peraiindiéndoic  libre. 
Pero  no  quiero  cansarle, 
sino  stilo  persuadirte 
que.  si  el  amor  que  me  tienes 
es  bien  que  mi  vida  estime, 
no  espetei  que  esposo  llame, 
mientins  mis  venas  anime 
el  corazón  que  te  adora 
V  en  quien  tu  imagen  imprimes, 
a  quien  no  fuere  eírateo 

Ídel  escogido  origen 
e  iudd  no  descendiere, 
pues  cuando  el  cetro  me  quites 
que  pienso  bctedat  de  li, 
y  matarme  determines 
i<^ué  importa  que  el  cuerpo  muera, 
mientras  la  libertad  vive? 
Obligaran  mi  afición 
tt»  quimeras.  Rui  «querida, 
para  restaurar  tu  vida 
y  alentar  lu  inclinación 
si  con  medios  tan  terribles 
cosas  no  me  propusieras, 
cuanto  menos  verdaderas 
mis  livianas  y  imposibles. 
De  Moab,  mi  Kut.  soy  Rey, 
tú  mi  sola  sucesora, 
Israel  á  un  Dtos  adora 
que  contradice  mi  ley; 

Iiues  tCÓmo.  aunque  yo  permita 
o  que  me  pide  tu  amor, 
conseniiri  por  seftor 
.Moabá  un  israelita? 
¿Esto  cómo  puede  ser? 
^Cuándo  halló  dificultad 
rebelde  i  la  voluntad 
que  no  venciese  el  poder? 
Si  aqui  un  israelita  hubiese 
con  todas  las  condiciones 
que  yo  pido  y  ttli  proponet, 
y  dt  sucfie  me  quisicw 


^M         )3o                                                      tA  MEJOn  rSPrCAbERA                                                         ^^^H 

^^^^h            que  iii  lev  por  mf  dejaK, 

Rrr. 

El  te  acredita.             ^^^H 

^^^^1           y  reducido  á  l>  nuestra 

^Y  por  la  ley  moabiía               ^^^^| 

^^^^B            poi  el  amor  que  me  muesita. 

rondris  la  tuya  en  olvido?        ^^^^| 
^1  amor  mí  tcy  ha  sido               ^^^^H 

^^^F            su  sangre  r  patria  olvidase. 

Masai.. 

^mereciera'  succdcric^ 
^^     Bív.         No  se  vcriñcafli 

y  Rut  mi  lefíisladora.                  ^^^^| 
No  icnfio  otra  ley  uftora             ^^^^| 

^^                    entonces  la  profecía 

si  no  es  la  de  a)(''*''^i''o,                    ^H 

^V                  ■í^'C  te  inquieta  de  cu  suerte. 

Rky. 

Si  has  de  darme  decendencia       ^^^H 

Rut.        ^I'ues  por  qué?  Su  con<lid6n, 
si  lo  advienes,  no  me  pide 

no  menos  que  de  tu  Dios,           ^^^^| 

y  ha  de  alcanzar  Je  los  dos        ^^^^H 

que  mi  lev  de  e  y  olvide 

mi  sanare  tal  excelencia.            ^^^^| 

en  daño  ¿e  m   nación. 

el  no  citimar  tu  presencia          ^^^^| 

Rky.         Pues  en  tal  caso  con  ti, 

fuera  no  esiimarme  á  mi.            ^^^^| 

por  lo  mucho  que  IntercM 

Pues  lo  ordena  et  ciclo  ansJ,        ^^^^| 

^m                      nuestra  t«y  si  la  profesa 

será  el  resistirle  en  vano.              ^^^^| 

^^t                    un  Principe  de  Israel, 
^^^^             diera  ñn  i  tu  triste/a 

Dale,  hebreo,  a  Rut  la  mano,            ^H 

que  cstA  idolatrando  en  ti.                ^^| 

^^^B             en  fe  de  lo  que  te  adoro. 

IDaitt  laí  maniMj^^M 

^^^^K            y  con  mi  diadema  de  oro 

Masal. 

Dame  tú  los  pies  primero.               ^H 

^^^^1            coronara  stiCRb«ia. 

BíY. 

Los  brazos  y  el  corazAn.                 ^H 

^^^^T            Mas  siendo  todo  quimera. 

¿C¿mo  es  tu  nombre?                     ^H 

^qué  ct  lo  que  intentas  con  eso^ 

Masai.. 

Masalón.     ^H 

^^     Rut.        Porque  no  culpes  mi  seso. 

RíT. 

Desde  hoy  serás  mi  hcrcitero.          ^M 

^K                   amoroso  padre,  espera. 

.Mas  AL. 

Sólo  ser  lu  esclavo  quiero.              ^H 

^^^             y  un  prevenir  enojos. 

Onfi. 

Imposibles  Uou;o  A  ver:                       ^H 
mas  ¿qué  no  hará  una  mujer            ^H 
y  un  Rey  que  hechiza,  amorosa,      ^H 

^^^^L            aqui  el  alma  j  vista  pon. 

^^^^1             que  amor  para  esta  elección 

^^^H            no  es  ciego,  que  iodo  es  ojos. 

pues  la  más  difícil  cosa                    ^H 

^^^^H                     {Tir*  maa  utrlín*  y  dttcttrt  d  Miulda 

vencen  amor  v  poder?                       ^H 
La  breiedad  de  este  caso                   ^H 

^^^^H                 4t  rt*ttí  rvpoi,  (unto  d  u*  tu/tít.  y  to- 
^^^^^1                trt ti  rx  ina/utnlt.  unatorima,  y  á  tu 

Rey. 

^^^H                  r*<f«  Or/J.} 

itnporta  como  d  i-ecrcto;                   ^H 

^^^^H             .Mira  SI  iguala  Timbreo 

no  intente  el  vulgo  indiscreto            ^H 

^^^^1              á  la  ostentación  gallarda 

motines  viendo  que  os  caso.              ^H 

^^^H              de  qukn  tu  licencia  aguarda 

Tanto  te  quiero,  que  paso                 ^H 

^^^^H              oara  alegrar  mi  deseo. 
^^^B              Mira  el  valor  de  Bcltn, 

por  cualquier  inconveniente:           ^^ñ 

sitio  á  tus  bodas  decente             ^^^^ñ 

^^^m             la  nobleía  de  Klratá, 

es  mi  caía  de  platcer;                   ^^^^H 

^^^ft              «1  hechlxode  Judi, 

en  ella  tienen  de  ser                    ^^^^| 

^^^H            «1  obíetode  mi  bien: 

ain  aparato  y  un  gente.               ^^^^| 

^^^H            el  que  ser  tu  sucesor 

Es  mi  sobrino  Timbreo            ^^^^| 

^^^^1            sólo  en  el  mundo  merece 

en  el  reino  poderoso:                  ^^^^| 

^^^^P            y  el  que  por  dueflo  me  ofrece 

alborotara  t:eli>so                        ^^^^H 

1                          en  siempre  discreto  amor. 

vuestro  amor  y  mi  deseo.           ^^^^H 

Rkt.         ^u  presencia  y  majestad 

En  mi  quinta  ical,  hebreo,         ^^^H 

^K                    fuerza  á  que  tu  amor  apruebe, 
^^L                      ya  que  robada  me  lleve 
^^^H              el  a  ma  y  la  voluntad. 

con  aparatos  mejores                   ^^^H 

serán  padrinos  sus  llores,                ^H 

y  aunque  murmuren,  madrinas       ^H 

^^^^1            Alguna  oculta  deidad 

sus  fuentes,  si  crisialinas,                ^H 

^^^^ft             m«  obliga,  y  vuelve  por  ¿1 

espejo  en  vuestros  amorev               ^H 

^^^H             i  ser  Apoto,  el  Uurcl 

Vamos  alU.  Mas  ^qu4  es  esto^       ^^ñ 

^^^^B              no  se  transformara  en  planta, 

RtlT. 

Mi  ventura  el  cieloordena.        j^^^H 

^^^^B             iQuc  engendre  belleza  tanta, 

^^^^^M 

^^^^1              cielo,  el  reino  de  Israel 

^^^^^M 

^^^^M            Quien  tal  elección  no  abona 

ESCENA  Vil                         H 

^^^H              hace  i  la  justicia  agravio. 
^^^H              La  hermosura  (dijo  un  sabto) 

DicHM.  Sata»  Simi»n  y  Mrví  d  .N'oaml  y  QuauAa  ^| 

^^^H               ser  digna  de  la  corona. 

r..-v*                                                    ^^^H 

^^^^F^               No  tiene  Moab  penona 

NlSIHO. 

El  ladrón  de  la  cadena                       ^| 

^^^H               tal  que  se  atreva  i  i(;uaiulle: 

que  en  tal  extremo  te  ha  puesto      ^H 
lué  aqueste  hebreo  dispuesto,          ^H 

^^^H                «1  talle  me  inclina  A  amalle 

^^^B                 y  que  premie  su  valor. 

que  con  aquesta  mujer,                  ^H 

^^^H               i)ue  no  hay  cartas  de  favor 

procurándola  vender                   ^^^H 

^^^H             como  buena  cara  v  talle. 
^^^^               En  fin.  ^cres  beilehcmila? 

prendimos.  Restaura  agor*        ^^^H 

tu  contento.  K^'n  señora,           ^^^^| 

Masal.     Aunque  tuyo  ser  pretendo. 

pues  están  en  tu  poder.                     ^H 
Este  es,  gran  seftor.  mi  hermano    ^M 

^_^                   del  mayoraxgo  deciendo 

Masal 

^B                   de  iacob. 

y  esta  mi  madre  Nohoml.                 ^H 

lORMAOA   SEGUNDA 


33l 


Masal.  Perdí 

mi  hacienda,  y  un  rdno  gano. 

[><mc  d  bosir  csi  mano. 
Rut.         y  i  mi  lus  bra/os  me  da. 
MAtAt-      Pobre  he  sido.  Bey  soy  ya, 

t^uc  asi  el  cielo  me  sublima. 
RwT.        r.*  Qu«iiAn.i  Y  lú  esposo  de  mt  prima. 

si  su  bien  conoce  Orfi. 

Padre  y  sei\or,  en  ju«o. 
Masal.     Con  mi  hermano  Quelián 

tetrdrát  en  eira  ucait¿n 

esposo,  re(ialD  y  rumo. 
0«KÍ.      No  sabré  yo  dar  dlsfiusio 

A  mi  priirí*  li  Princesa. 
Noiteul.  Hijo  ^quí  es  csio? 
Ma&al.  La  priesa 

no  da  lugar  para  más. 

Despacio,  madre,  sabris 

lo  que  tu  dicha  intrresg. 
RKTt        Daos,  pues,  las  manos  los  dos, 

y  venid.  ^rtiintUt.) 

8usu¿N.  Cielo  ¿viin  es  sueño^ 

ASAL.     (•«  '^ui')  ¡Ay,  mi  b)en! 
Rut.  ¡Ay,  dulce  sucAol 

Masal.     Muriera  el  alma  sin  viyt. 
ÜoKeMl.  jl*ues.  hijo,  lu  ley,  lu  Dios? 
AiAL.     Mi  ley.  mi  Dios  y  mi  vida 
es  sola  mi  Rut  querida. 
NoKRNf.    S'a  tu  perdición  recelo, 
que  no  favorece  cl  cielo 
amor  que  á  su  Dios  olvida. ' 

KSCENA  VIII 
Dmrm  y  TiMMia. 

TiuBRRO.  Ya  los  cosarios  tiranos, 

sol  queda  luí  a  Timbreo, 
csUn...  mas  icialosf  ^quc  veo? 
¿Rui  y  un  hombre  de  las  manos? 
Celos  que  como  villanos 
icometvis  á  irAÍción; 
no  hay  güeña  sin  prevención 
que  no  condene  la !«)'. 
Moabilas.  Princesa,  Hey, 
aclarad  mi  confusit>n. 

RsVt        Timbreo,  conformidad 
de  gustos  se  llama  amor, 
y  cmre  nubles  es  ngof 
violentar  la  voluntad. 
Supuesta  aqucstj  verdad 
y  que  mi  Rut  tiene  esposo, 
si  puede  un  desdén  celoso 
vencer  un  pecho  robusto, 
busca  mejor  d  lu  aiistoi 
y  sufre  lo  que  es  l(>rzosú. 

SVatttil  K«y,Orfl.  Rut,M*ialoa,0>^ 
ny  Nohcmi.) 

ESCENA   IX 
Timanao  y  Kiatto. 

TlMBAEO.  {Ap) 

«¡Sufre  lo  que  es  for/osol»  ¿Esto  consiento.^ 

¿Al  Tin  de  tantos  años 

me  remites,  cruel,  al  sufrunlento 


con  celos,  rpas  no  celos,  deiengtAos? 

¿Cuándo,  tiranos  cielos, 

se  hallaron  jumos  sufrímíeniu  y  celois? 

Sufra  el  amor  que  vive  en  esperanza, 

que  no  es  tormento  eierno 

Cl  mis  prolijo  sí  á  la  fin  se  alcan;ía: 

¡mas  pedir  sufrimicnio  en  el  inñernot 

¿Cómo,  decid  desvelos, 

se  compadecen  sufrimícnlo  y  celos? 

Pedir  que  con  el  sol  la  noche  viva; 

la  quietud  con  la  KUerra: 

que  á  la  salud  la  enrermod.id  reciba; 

la  liviandad  el  peso  de  la  lietra 

y  al  fuego  aticen  yclos. 

es  ped?r  sufrimiento  i  amor  con  celos. 

Quién  es,  decid,  moabitas,  este  hombre: 

esie  tirano  fiero.* 

Ntsmo. 
Ni  su  patria  sabemos,  ni  su  nombre; 
sólo  que  es  cxtranjcrn, 
que  el  reino  hereda,  la  Princesa  le  ama, 
el  Per  le  casa  y  sucesor  le  llama; 
en  la'quintadel  bosque  amtT.  elij;e 
el  lálami)  amoroso 
que  á  Hut  te  usurpa  y  lu  esperanza  allige. 

TlMaRKO. 

¡Oh,  ingnta!  ¡oh,  vil  nposol 

¡oh,  Rey  tirano!  ;«h,  blrbaro  homicida!— 

jSueAo>  ¿he  perdido  e!  seso?  ¿tenjto  vida? 

Mas  ¿cómo  viviré  si  Rut  me  mata.' 

si  toco,  ¿cómo  siento? 

(i  duermo,  ¿cómo  el  Rey  de  veras  trata 

su  pusti»  y  mi  tormento? 

Ma^  ¡ay,  de  mil  soñando  estoy  despierto: 

voy  luco  cuerdo,  y  tenu»  vida  muerto. 

Abrase  cl  cielo  los'  crueles  laxos 

en  quien  mis  penas  fundas: 

dñan  tu  cuello  áspides,  no  braíos, 

y  en  vot  de  tas  coyundas 

de  amor,  porque  me  vengue  y  le  desveles. 

desdeñosa  tirana,  halles  cordeles. 

Presto  aborrcicas,  pues  tan  presto  adoras. 

i  quien  mis  {tustos  priva: 

ÍU2«uc  por  siglos  de  lu  amor  las  horas, 

y  aborrecido  viva; 

mas  si  perseverare  en  tus  amores 

en  vei:  de  bodas  sus  obsequias  llores. 

Pero  ¿para  qué  pido  á  los  extraños 

venganza  cuando  puedo 

mi  injuria  casiigar  y  lus  engaños? 

Al  rey  tirano  heredo, 

pues  soy  ramo  del  tronco  real  moabiía: 

f  lerda  la  vida  quien  á  Rut  me  quita, 
asaltos  tengo,  amigos  y  parientes 
que  por  esto  no  pasen, 

Í'  celos  que,  atrevidos  y  valientes, 
a  quima  vil  abrasen: 

pues  e>  me¡'or,  cuando  en  furor  me  enciendo, 
morir  maUndo  que  vivir  muriendo. 


^V          332                                                      LA  MEJOR 

^^^^^H 

■^         JORNADA  TERCERA 

para  convertir  en  ílores!           ^^^H 
Rut.          Díiame,  ntano  infiel.                 ^^^H 

^^^^^^ 

llorar  la  muerte  ctUel                 ^^^H 

^^^                 ESCEN'A  PlttMIiRA 

de  los  Principes  mejores             ^^^^h 

^^V         Saltm  Ri  T  4i  ^a^radl>ta,  OmX,  KoheuJ,  TlHBKro 

que  honraron  á  l'alcsiina:                 ^H 

^^r                                            yotrM. 

oue  si  el  que  en  presencia  cs(i   ^^^H 
de  quivn  u  muerte  le  da            ^^^H 

L           TiuuEo.  Traje  es  esc  mcivcido 

por  disposición  divina                9^^| 
brota  vanure,  y  tú  me  has  muenoJ^H 
poi  dcscunrir  lu  traición,                  ^H 

^^L                   de  tu  mttr«titud  tírans; 

^^^                  iiue  á  conexión  tan  villAna, 

^^^^H              con  el  viihino  vcMído 

la  sangre  del  corazón                         ^H 

^^^^H            latKfKvn  dcscnRuíiu» 

que  ^brotan  los  ojos  vierto.                ^M 
Y  la  silla  en  que  tu  asienta»,            ^M 

^^^^H              de  un  mal  p«t;jiiio  deicg. 

^^^^^H              Vivido  ho\con  un  he4)rea. 

pucsdella  mi  esposo  falta,                ^M 

^^^^H              Pfincevs,  en  Modb  diet  años; 

cuando  su  corona  esmalta               ^M 

^^^^H            que  no  piulo  mí  venganza 

de  piedras  por  ti  sangrientas,            ^M 

^^^^B            ser  i  tu  padre  traidora. 

mcnosprccialle  es  forzoso;          ^^^H 

^^^^H             hasta  que  llcg¿  la  hora 

que  sed  afrenta  doblada            ^^^| 

^^^H             aue  i  amor  pidió  mí  ospcrania. 

admitir  mano  manchada            ^^^| 

^^^H              ti  US  muerto,  y  yo  wy  Rejr; 

en  la  san^rv  de  mi  esposo.         ^^^| 

^^^^B              porque  noció  el  reino  fuera 

Vele  y  dfjume,  traidor.               ^^^H 

^^^^H              que  en  su  vita  coníínlicra 
^^^^H              ■  un  biriuro  de  otra  le;. 

TiMaaco.  lastima  mi  cotieua,                        ^H 

que  auni)ue  forzarte  podría,              ^H 

^^^^H              Malí  i  tu  espgso  atrevido. 

no  es  villano,  al  fin,  mi  amor;           ^H 

^^^^H              y  lambi^n  i  l,)uelión 

f  apacienta  toscos  hatos                   ^M 

^^^^^1             su  hermano,  qui.*  no  es  ra^tón 

con  rústis;os  ganaderos,                     ^m 

^^^^H              que  diez  nñoj.,  que  en  tu  olvido. 

pues  son  sus  pechos  groseros          ^H 

^^^^H              tirana  me  aiormcniistc. 

d«  lu  ingratitud  retratos.            ^^^1 

^^^^H            no  MtUfaga  mis 

i.  prueba  de  lu  desdín,              ^^^H 

^^^^B              Vengúeme,  en  lln.  y  abraíflos 

difiino  de  vestir  stvat;                   ^^^H 

^^^^^1              comu  en  ellos  me  abracaste. 

que  si  i  la  mesa  del  mal             ^^^H 

^^^^V              Ni  viuda  mi  amor  te  muevc^ 

echares  menos  el  bien,                ^^^| 

^^HK               ni  estimas  ser  mi  mujer, 

podrá  ser  que  su  aspereza                 ^M 
te  obligue  i  mudar  consejos.      ^^^M 

^^^^^               ni  el  soberano  poder 

^^m                    del  remar  á  quien  se  atreve^ 

porque  no  espanta  de  lejos         ^^^| 

^^^^^              El  mis  nuieto  natural 

el  hambre  ni  la  pobreza.             ^^^H 

^^^^B             te  ha  podida  persuadir. 

Cuando  de  cerca  la  toques         ^^^H 

^^^^^1             siquiera,  ingrata,  á  admitir 

y  conoxns  lo  que  pierdes.          ^^^H 

^^^^H            ia  mi*  pequeña  setial 

como  de  mi  amor  te  acuerdes,    ^^^| 

^^^^H            de  amor,  que  fuera  t^asiantc 

y  á  pagarle  te  proroques,            ^^H 
i  1>  razón  reducida                     ^^^H 

^^^^H             á  refrenar  mis  rigores. 

^^^^H              puei  aun  finitidu^  íavofM 

dcqui«n  tan  lejos  esiis,              ^^^H 

^^^^H            tucen  cortés  al  amante. 

la  puerta  abiena  hallaris           ^^^H 

^^^^B            A  rista  esiis  do  Bclín, 

de  tu  reino  y  de  mi  vida;             ^^^^| 

^^^^B            V  entre  pobreta  y  conidias 

oue  mal  la  podrán  cerrar            ^^^H 
desdenes  por  mis  que  ofrezcas,         ^H 

^^^^H            acoyuntura,  quecscofas 

^^^^H             lo  que  te  estuviere  bien. 

pues  cuanto  más  me  aborrezcas       ^1 

^^^^H            Si  la  mano  me  concedes 

mis,  jcrflell  te  pienso  amar.  (Viu<.)    ^| 

^^^^^ft             la  diadema  gozarás 

^H 

^^^^H             de  Moab;  si  ürm^  c^tis 

^H 

^^^^H             en  tu  in^iralilud.  y»  puedes 

(ESCENA  II                    ^^M 

^^^^B            Satisfacer  tu«  deseos. 
^^^^^B             Cruel  sirena,  jqut  llorase 

Dieaoi,  MMOi  TtKHttav.                ^^^H 

^^^^H             4i\  los  hebreos  ado^as^ 

NoHiMf    Hijas. fraque  I>ios  me  ha  dado  ^^H 

^^^^H              va  pisas  campos  hebreos. 
^^^^B              Todos  de  un  pastor  descienden. 

el  Castigo  merecido,                    ^^^| 

y  sin  hijos  ni  marido                    ^^^H 

^^^^L             que  este  humilde  oikio  dan, 
^^^^H              i  la  nobleza  de  Abrahan, 

en  soledad  ha  trocado                  ^^^H 

mi  amorosa  compañía;                ^^^H 

^^^^H              los  que  irnitatic  pretenden. 

mis  comentos  en  dolor.             ^^^H 

^^^V             Pastora  eres.  ,iqué  te  quejas 

en  llanto  eterno  mi  amor          ^^^H 

^^^H               si  si)>uesiu  incUniición^ 

V  en  lormenio  mi  alegria.           ^^^H 

^^^P^                por  los  que  pastores  son. 

a  Moab  os  reducid:                      ^^^H 

^^V                    sublimes  púrpuras  dejas: 

iM>  renovéis  é  mi»  oíos                ^^^^| 

^^^^_             si  te  arrepientes,  acaf¡e. 

pasadas  penas  y  enojos              ^^^^| 

^^^B             ¡Aii,  Ftut  de  los  OÍOS  mioi. 

de  mis  desgracias  huid,                    ^H 

^^^^1            no  formes  de  p«las  ríos 

que  aunque  mi  pena  os  (ktvele       ^H 

^^^^B            que  Abril  codicioso  coge 

ofenderá  vuestra  dicbi,                   ^M 

JORNADA  TEKCeHA 


333 


qticeiconu|;tón  I >  desdicha 
que  i  lodos  pegar  m  ^uelc. 

Rut;        Muiré,  no  es  justo  que  ansí 
i  quien  le  adora  df&pidsí. 
Un  atma  vive  en  tres  vidas; 
quccn  las  da  ser  es  Xohcmi. 
10  no  le  pirn»)  dejar, 
que  etto  mi  vcniura  ordena. 

OarJk.      Tti  fortuna,  mala  6  buena, 
la  nucsirn  ha  de  acompañar: 
diez  flflos  hemos  vivido 
contigo,  haciendo  experiencia 
en  lu  virlud  y  prudencia. 
iCutn  cn(¡nnOM  ha  Kolido 
la  fuma  con  que  tas  suegras 
SU  opinión  han  desdorado) 
Madre  en  tí  habernos  hallado; 
con  lu  visia  nos  alegras: 
despedirnos  es  rigor. 

NoueMf.    ¡Ay.  Rut  hermosa!  ;Av.  Offél 
fCon  quí  pjigarns  poiti 
mi  dtsoicha  V  un:ro  amor^ 
A  tista  estoy  de  Belén; 

Coza,  Rut,  agradecida 
I  corona  apetecida 
que  has  merecido  lan  bien. 
Goxft  en  atnorojios  laxos 
al  homicida  crüci 
de  mis  hiioí.  que  con  íl, 
entre  lícitos  abtaios 
refrenarás  desconsuelos 
que  es  de  renovar  conmigo, 
con  miserable  castigo 
quisieron  ven^tar  los  cielos 
en  mis  hijos  el  dejar 
su  Dios  y  ley  verdadera; 
de  la  ambician  lisonjora 
se  defaron  engañar. 
De  Dios  la  lusiicia  estimo, 
como  su  esclava  k  adoro; 
pero  como  madre  lloro 

Sen  KU  muerte  me  lastimo, 
o  pierdas,  mi  Rut,  por  mi 
loque  por  naturatexa 
heredas;  ni  lu  bcllexa, 
Orfá,  despreties  aniU 
alld  os  casuréi»  los  dos, 
por  madie  á  Moab  lentís: 
no  es  bien  que  peregriRéis 
extranjeras.  Hágaos  Dios 
dichosas,  pagúeos  el  bien 
que  en  vuestra  patria  me  hicisieit; 
premie  el  amor  que  lurisieis 
á  mis  dos  hijos  también: 
que  ni  desdichas  ni  «(¡ravios 
bastarán  i  que  os  olvide. 
Si  amor,  cuando  ^e  despide, 
suele  imprimir  con  los  labios 
recuerdos  en  la  memotia. 
dejadme  sellar  con  ellos, 
hijas,  vuestros  r^uiros  biellos, 
y  sef¿  la  postrer  gloria 
que  i  mí  dicha  deberé. 

Prospere  vuestra  vanlura 
«I  cielo. 
Rut.  NoestásTgun 


sin  vos,  madre,  si  le  ve. 
O&fí.       Por  no  aumentar  tus  «nojoí 

habr¿  de  sefjuir  tu  Rusio. 

Bien  conoce  el  cielo  justo. 

siendo  testigos  mis  ojos. 

h>  que  el  apartarme  siento 

á  esta  ocasuVi)  de  las  dos. 

Adtós,  madre:  prima.  adÍ6s. 
RitT.  Turba  á  I*  lengua  el  lormenlo: 

quien  amando  se  despide 

habla  poco  y  mucho  siente. 
NoHEMt.    Dios  tus  dichas  acreciente 

y  famas  de  ti  se  oktde.      (vm*  tmk 


ESCENA  III 
NonaHf  y  Hvt. 

Núxirvit.   Vete,  mi  Rui,  con  lu  prima 

donde  segura  reposes; 

goia  lu  tierra,  tus  dioses 

y  el  esposo  que  te  eslima. 

i<^\ti  esperas  de  mí  pobreza, 

ni  m!s  hados  infelices? 
Rut.         Cuanio  miís  me  contradice» 

aumentas  más  m¡  irisieza. 

Sombra  he  de  ser  que  te  siga; 

viviré  donde  vivieres; 

seguíréte  donde  fuetes, 

ya  la  suene  te  persista. 

vade  fortuna  mejures. 

Tu  patria  es  mi  patria  ya: 

tu  ley  preceptos  me  da; 

adorare  el  Uios  que  adores. 

Un  pueblo  ha  de  rccil>irn'«. 

una  cama  ha  de  abrigarnos, 

una  mesa  sustentarnos 

fuña  tierra  ha  de  cubrirnos. 
legue  al  cíeto  que  me  niegue 
SU  luz  el  planeta  hermoso, 
me  persiga  un  envidioso 
y  i  ver  tu  patria  no  llegue, 
cuando  imposibles  sean  parte 
para  que  en  tu  compaiila 
no  viva  aleare  hasta  el  día 
que  la  muerte  nos  aparte. 

NoHEMÍ.    Alai  amor,  tal  lealtad, 
ingrata  es  mi  resistencia: 
aliviará  tu  presencia 
mi  viudez  V  soledad. 
Esta  es  Bel'ín.  Rut  querida. 

Rut.         Nuevo  go7o  cobro  en  vclla. 

NohsmI.   Rnircmos.  y  veré  en  ella 
si  la  patria  át  pobre  olvida. 
Parientes  rkos  dc)^, 
i  muchos  favorecí, 
á  muchos  siiMentu  di, 
muchas  gLlerfjn3>  cusí. 
Por  fuer/a  habré  de  probar 
agora  para  vivir 
si  la  cara  del  pedir 
es  la  misma  que  del  dar, 
y  si  es  tan  emparentada 
en  Beltn  la  adversidad 
como  la  prosperidad. 

ROT.        Esa  prueba  es  excusada, 

no  hay  para  que  hacella  intentes: 


334 


L'A  MEJOR  ESPIGADERA 


queauaaue  tcu  Blabtlla. 
ni  la  verdad  poiads  halla, 
ni  la  pobtua  parienl».        (Vjhkj 


ESCENA  IV 
Luí*  y  OoaoK,  ^KsrM. 

GoHoii.    Ltsis  icüindo  han  ilc  cesar, 
dimc.  lus  dmirtirs  tOCO«?: 
sino  es  que  llore  los  niocw, 
no  tengo  ya  <tue  llorar. 
iQ\ié  gno  en  camaranchón 
anda  como  ro  maullnndo, 
qué  borrico  rebuznando 
ta  prado,  «Hablo  ó  metAnP 
jQué  ben-HCO  de  concejo 
^uñecual  jo  y  seembarrinchi, 
ó  qu{  cuartago  relincha, 
sin  atbarda  ni  aparejo, 
cuando  (upa  i  la  mohína 
cual  yo?  Mira  que  me  malas 
con  cía  cara  de  natas. 
Ya  he  Horado  hasta  la  orina: 
no  reposo  en  nin)íün  cabo, 
mojadit  ictiKo  \a%  parvas, 
dos  años  ha  que  lus  barbas 
no  me  quito,  ni  me  lavo 
la  cara,  que  con  pesuñas 
tal  vex  cubren  telarañas: 
lleno  mo  traes  de  legañaii 
del  )'eme  >  icngu  las  uñas. 
Ten  mancilla,  Liüs  mía, 
de  que  ande  ansí  tu  Gomor; 
porque  si  esto  no  es  amor, 
al  menos  es  porquetia. 
Sírvame  esto  de  castigo: 
dame  á  hocicar  esa  mano. 
Bocado  Comido,  hermano, 
dicen  que  n»  ^ana  ani¡t|o. 
Un  tiempo  te  amalia  yo, 
mas  como  el  pan  te  comiste 
)  darme  de  éi  no  quisiste, 
mi  amor  de  hambre  se  murro. 
^.Medito  pan,  Lisis  discreta, 
entre  dos  de  quí  servia, 
sabiendo  tú  que  venia 
con  más  hambre  que  un  poetaP 
Siempre  os  habernos  de  dar: 
jno  habri  una  mujer  que  quiera 
de  balde?  ^es  amor  ttoicra 
que  nunc&  ticn  de  parar? 
ino  basta  ser  gentilhombre? 
Como  de  Adin  descendáis. 
SU  nombre  es  bien  que  imitéis. 
Pues  bien,  jquí  lia)  en  eso  nombre? 

Siue  he  de  dar  el  que  de  AdAn 
eciendc.  he  sacado  vo; 
aucporeso  se  llamo 
Adin.  qtic  se  acaba  en  dan. 
jEn  lí.ii»;*  ¿pues  cs  tamboril? 
V  si  en  los  nombres  m«  Tundo. 
la  primer  mujer  del  mundo, 
este  secreto  sutil 


Lkis. 


GOMOM. 


Lisis. 

GoMor 
Lisis. 


Gomo» 
Ltws. 


GoHoa. 
I.ius. 


I    Atj  ea  ti  orioinil  y  en  la  rtimprcudiiij  p«ro  tal 


también  con  el  suvo  aprueba. 

t^so  no  más  mos  faltaba. 

Pues  ven  acá.  Ain  qu¿  te  acaba 

el  eco  del  lleva? 
Gomo».  En  et'a. 

Lisiv.        Luego  quien  no  Ja  no  es  hombre, 

ni  quien  no  ¡Uva,  mujer. 
GoMon.     De  aquí  saco  que  ha  de  ser 

desde  ho)  lleva  vucso  nombre, 
l.isis.         No  ha;  sin  dar  ntneún  galáa, 

ni  s:n  llevar  dama  A  prueba, 

pues  llti'ii  se  acaba  en  ej->t. 

como  Adin  se  acaba  en  Jan: 

pues  no  has  dado,  no  hay  amores. 
Gomo*.     Ya  os  doy  i  los  diabrot  yo, 

V  i  quien  tanto  os  enveñü. 
Lttn.         Vcniilo  han  los  secadores, 

Gomor,  de  Hohuz,  nueso  amo, 

porque  hoy  comienia  la  siega. 
GoMoM.     (Si  no  os  lian,  no  amáis,  borrega? 

^chancera  sois?  pues  no  os  amo. 

ESCENA  V 

DiciKM,  y  (vniafitado  ttKUiL,  Asuii., 

Zni^tAy  Jiuii . 

Heubei..    Salve  y  guarde.  Es  tiempo  ya 
de  aprestar  dediles  y  hocos. 

Lisis.        |Oh,  llerbel!  si  el  tiempo  conoces 
en  casa  el  agosto  eMá. 

ManiiKL.    Dolióse  Dios  de  Israel: 

buena  cosecha  espetamos. 

AsAKi..      tSait.i  Manténgaos  Dios.  Aci  eitamot] 
todos,  pardiei- 

Goxon.  |Üh,  Asaell 

Oraciones  de  IJohoi 
moi  faan  dado  el  aílo  lleno: 

Hkhbel.    Es  samo  Hohoi. 

Lists.  Es  bueno. 

AsAEL.      Embotada  estaba  mi  hoz 

diez  anos  ha,  y  de  orín  llena, 
que  el  hambre  la  daba  empacho; 

fero  ya  ha  suelto  el  gazpacho 
dar  tilos  i  lacena: 

(SattH  Ztlcra)-  JabtLll 
if^K^AMA.   Afio,  buen  afto. 
Hkhkl.  ¡Úh,  Zefara! 

¡Oh.  labell  d«  aquí  adelante 

no  habrá  hebreo  mendigante. 
Iabkl.      Todo  lo  llena  U  hartura. 

iSo  sabíis  quien  ha  venido 

á  Bekn? 
Lisis.  ¿(¿uién^ 

jABSt.  Noheml. 

AsASL.     jDecIsto  de  veras? 
1a  SKI..  SI. 

iioMOR.    El  sustento  nueso  ha  sido. 
I.isis.        jVienerica? 
/.KiARA,  Antes  un  pobre 

que  no  tiene  que  comer. 
Mkusbi.-    ^Pues  y  el  avaro  Klitcer?  ■ 
Zbfak*.   No  hav  vicio  de  quien  no  cobre 

Daos,  en  plaxoi  de  vengania. 


I    Aquí  fc  ol*>d4  Ttrm  di  qu«  il  oumhri  qu«  intet 
habla  dad*  al  etptno  <tt  Soinau  tra  kiim*l*£  roo 

SIUCÍT, 


^^^^V                                                          JORKADA  TEPCERA                                                           335             ^H 

^^H              Is  jusu  utUracdón. 

que  no  hay  más  de  dos  linajes,                ^^M 

^^^H               Ncftonoü  U  protividn, 

que  es  tener  t  no  tener.                         ^^M 
Tus  deudos  tienen;  si  afrenta                   ^^M 

^^^P              hiiode  Relén  mudaní*. 

^^^^                y  en  Monb  Jiz  i]ue  perdió 

^1                          Ib  hocíeiidA  V  vida. 

la  falla,  madre,  de  bienes.                         ^^M 

^quf  mucho,  cuando  no  tienes,               ^^M 

■      GoMon,                                   lOiU,  puioj 

que  ic  nieguen  por  parienia?                    ^^H 
Nii  pniebes  pvchot,  Nohemí,                   ^^H 

H       Jaul.      No  tia«ini&  que  llanto  y  iuto 
H                      Nobemi,  que  alli  &c  dejo 

que  U  hacienda  endureció,                       ^^H 

H                      mucnos  los  bijos. 

que  HvercGetixi  mucho  un  no               ^^H 
£  quien  dijo  á  lodos  ti.                          ^^M 

■       AíAKi..                               ^Y  vlvc^ 

■  Jaukl.      Sin  que  haya  quien  U  socorra. 

■  Uiiii.         Si  el  bcncñciú  se  borra 

Princ(-sa  he  sido  y  seAora,                     ^^H 

mas  la  pobreza  maestra                         ^^H 

H                        al  tiempo  que  se  recibe. 

y  amor,  qu*  todo  lo  muestra.                ^^H 

^^^                 y  cl  attraviü  en  piedra  está 

m«  enseria  á  ser  labradora.                    ^^M 

^^^L              eternamente  nculpido. 

1.a  siega  ha  empezado  ya:                      ^^M 

^^^H               el  odii>qui:»u  mando 

va  Ores  da  su  tesoro                               ^^H 

^^^H                tuvo  i  lodos  tiuTscá, 

i  Atiosio  en  espinas  deoru;                    ^^H 

^^^P                MD  que  hnya  meniotia  alguna 

la  K^nie  ocupAtla  mi                                ^^H 

^^^               de  lo  que  a  Nohemí  debemos. 

en  nfeiiar  los  lmIhiIIos                               ^^H 

H       HenBEL.   Todo  Cite  mundo  es  extremos. 

al  campo,  que  d.i  en  despajos                ^^M 

H       AsAEt.     Gobiérnale  la  fortuna. 

i  las  eras  sus  man'ijns                              ^^U 

H        Jarel.      Trae  la  mis  hermosa  nuera 

colmando  los  trojes  de  ellos.                    ^^H 

H                        que  ha  visto  Eíiati,  conúgo. 
H      GoMOK.    Sin  bacienda.  buen  abrigo 

Espl^dcra  he  de  ser,                             ^^H 

si  prmcesa  hasta  aqui  he  sido.                ^^H 

■                     trae  do  alU. 

NoKCMt.   Hija,  si  ol  reino  has  perdido                   ^^H 

■       Zkpara.                     Di2  que  en  Moab  era 

por  mi,  no  es  justo  perder                        ^^H 

H                      princcsA. 

cl  respeto  á  tu  «alor.                              ^^M 

H        Hkhiibl.                  ^l'uct  quién  U  ruer;ía 

Quirn  dcbair.  el  solio  real                         ^^M 

H                     í  venirse  acA  á  moríT 

se  crió  nevará  mal                                 ^^M 

■                     de  hambre? 

desacatos  del  calor.                               ^^H 

H       ZeFAKA.                    1-11  no  consentir, 

Atrévase  el  hambre  vil                             ^^H 

H                       Merbcl,  catarse  por  fuetxa. 

á  hacer  en  mi  vida  prueba,                       ^^H 

H                     y  cl  amor  que  en  Nohcmi  fundo. 

primero  que  e)  sol  se  atreva                     ^^H 
icsecorat  y  mariil:                               ^^M 

H        Gomo».    jEn  tu  stu^a? 

■       Zbfaba.                        ^Quí  tccspinia, 

no  es  bien  que  oficio  K  cuadre               ^^M 

H                     sabiendo  que  es  una  santa-^ 

tan  tosco  como  criJel.                             ^^M 

H      Gomo*.    La  primer  nuera  es  del  mundo 

Rut.        No  vale  mis  que  otro  aquel                   ^^M 

H                     (léese  humur. 

que  no  hace  más  que  otro,  madre.          ^^M 
Deja  que  en  la  siega  coja                          ^^M 

■       L»is.                             Pues  del  buen  iraio 

H                        eso  y  mAs. 

espigas  que  el  rico  olvjda,                    ^^^^H 

H       üOHOK.                    Scri  por  j^crrxi. 

pues  antes  que  se  las  pida                    I^^H 
as  da  cl  campo  r  no  «e  enoja.           ^^^^| 
Algún  ptdre  habrá  clemente                   ^^H 

H                        Suc|;ra  )  nuera,  galo  y  perro 

H                        no  comen  bien  en  un  pluio. 

H        Lisis.        Dejad  eso  y  apresicmu» 

de  familias,  sin  codicia                             ^^H 

H                      U  siega. 

del  iriRo  que  dcsperdk:Í4                           ^^H 

H       IIgpbkl.                Aqui  etitimihox. 

mientias  lo  siega  su  gente,                      ^^H 

H       Jaril.       Anlc%  que  venida  üoho:t 

que  dejándome  espigar                        *  ^^H 

^^                       cun  bendición  empecemos; 

me  dé  con  que  sustentaite.                    ^^H 

^1                       pero  Mpcrad,  que  Nohcmi 

NoHSHf,    Estatuas  puede  labrarte                            ^^M 

H                      de  ijuien  hablamos  es  esta. 

la  piedad,  ponerte  aliar.                          ^^^H 

■                     r  la  moabitj. 

Bendecid,  cíelos  constantes,                ^^^^1 

■      AsAiL.                           lY  qu6  honestal 
H      GoNON.     .Noramala  para  mi. 

á  Rut,  que  humilde  os  obliga:            .j^^^^l 

haced  que  mientras  espiga                '^^^^| 

coja  por  granos  diamantes.                ^^^^| 

B                      i-:sa-:NA  vi 

^B                          DiCHM  y  mltti  Kt-T  y  KohimJ. 

Jamls  tu  memoria  muera,                     ^^^| 
y  el  amor,  mientras  cspiua                     ^^H 
lan,  con  nucMi  blasón,  diga:                  ^^H 
¡a  mejor  tjpifjaJtrj.                             ^^H 

H     Rut.         Pues  que  la  pobreza  líera 

H                    en  nintiuno  halló  piedad. 

Zepara.    Seáis,  Nohemí,  bien  venida.                     ^^H 

^1                       porque  La  neccsidiul 

.SokemL    No  me  llamáis  más  Nohemi.                 ^^M 

^^^^              ex  en  su  patria  extranjera. 

que  es  hermosa:  amarga  kÍ;                    ^^U 

^^^B              para  poder  sustentarte. 

viuda  sola  y  añigída.                                 ^H 

^^^1              señora  y  madre  querida, 

jPof  quf  Nohvm!  me  llamáis.                  ^^M 

^^^1               yo  tomo  A  car^o  tu  vida. 
^^^V               Cánsate  ya  de  cansarte 

Si  no  »  raión  que  me  cuadre                ^^1 

tal  nombren                                         ^^^ñ 

^^^B                pidiendo  á  quien  socorrer 

Jabel.                        No  lloráis,  madre.           ^^^^1 

^^H              te  putScra  y  dice  ultrajes, 

que  cl  corazón  nos  rasgáis.             ^^^^| 

^^^^H      336                ^^^^^^c^ejo^spioadeSÍ^^^^^^^^^^^^^^^^I 

^^^^                                   vri 

enamorando  al  amor            ^^^^^| 

^^^H            DicBOt  Y  B«H<u,  fiit  tttá  »\  ■«KKO  4u«  Jll(9  (I  Mat»> 

le  iransrorma  en  secador;            ^^B 

^^^H                Iftn,  fon  nn  f4^in  y  M«nt«r«  eoni»  KoMr  <■)  >J 

y  porque  sus  pasos  si|ia,             ^H 

^^^^B 

en  vez  de  espigas,  arroja             ^^M 
i  racimos  las  estrellas,                ^" 

^^^1          Boitox.     ¡b'a,  AmiROt,  ú  la  tícgsl 

que  al  bajar  las  manos  bellas 

^^^H          Toaos.     Vamoicñ  nomt)rcdcDl<»s. 

se  estorban  porque  las  coja. 

^^H 

Va  no  con  alas  veloi: 

^^^B          Bur.        Vnlvo»,  miidiv.  a  ca«a  vos 

la  aljaba  á  los  hombres  echM, 

^^^B                         y  lo  qutt  mi  «mof  os  ruega 

pues  arrojando  las  üi-chas. 

amor,  del  arcu  harcs  hoz, 

^^H           NoHEHf.               \Ks,  fonuna  fiera! 

y  como  sin  vj»u  Megas                  ^^M 

^^^H                           bien  (u  inconxlancia  te  ve. 

derribando  cunnio  alcanzas.        ^^M 

^^^H                           pues  la  que  princesa  fu¿ 

se((ando  mit  esperan/as                ^^M 

^^^H                         }'a  n  huinilJce>|>iKtiJefa.  (t'daf*.) 

i  ciegas  mis  diuh.is  sircas.             ^^M 

^^^H                                  \AI  lr<r  Hu  1  Ulan  mXrtmdumMy  éttr- 

(CrlMn  antn^ 

^^^H                                   /hÜid  rila  y  iHutaf.) 

Ya  cantan  mis  secadores. 
Haceos,  pensamientos  vanos, 
espigas,  porque  en  sus  manos 

^^H                                  ESCKNA 

dCiS  fruto,  pues  que  sois  ñores. 

^^^B 

1  «Segadores,  afuera,  afuera. 

^^H                            jVil^antc  el  Dios  de  SiAn! 

dejen  llegar  i  la  espigoderuela.*) 

^^H                         ^Quién  es  esta  muier  belta. 
^^^B                           que  me  ha  dado  s¿lo  en  vella 

llr-RSici.. 

(Diairoi  Quién  espiga  se  tornara 

costara  lo  que  Costara, 

^^^H                         mil  vuolcut  al  corazón^ 

porque  en  sus  manos  gozara 

las  rosas  que  hacen  su  cara          ^^M 

^^^1                         No  la  he  vittu  en  esta  tierra 

^^^1                            otra  vei;  m¿s  bajari 

por  AkosIo  primavera.                ^^M 

^^H                         á  la  «.ieita  de  Judá, 

Tonos. 

1  «Segadores,  afuera,  afuera,»  rtc.>    1 

^^^^                         como  !tuelen.  de  )a  sierra, 

Uno. 

¡Vitori                                          J 

^^^H                         con  lo^  dcmit  monisfleses. 

Tonos. 

^m 

^^^B                            Deiris  de  loa  M^idorcs 

BOHUZ. 

¡Qu¿  alegría             ^H 

^^^H                           cotíc  espigas^' ierle  Úoret, 

han  dado  A  mi  curazón!               ^^M 

^^H                         perlas  wcnitira  y  llrvs  micscs. 

¿Hay  sie^acon  más  razAii^        ^H 

^^^K                            ^Hay  más  bella  i;(>mposiur<^ 

GOMOR. 

{Va  la  mía,  va  lamia.) 

^^^1                           ^hay  ruin  c«mpu»lB  beldad? 
^^^1                            Más  pueJc  la  honesildad 

(Caatan.)  «Sien  las  manut  que  bendigo 

ÍUcra  yo  espiga  de  trí(¡o, 
que  me  hiciera  harina  digo 

^^^B                           con  amor  que  In  hermosura. 

^^^B                            Pues  si  es  compuesta  y  hermosa 

y  luego  loria  ú  bodigo, 

^^^1                            ioiii  mucho  val;;!  por  doi.' 

porque  luego  me  compra. 

^^H                         ^Vo  íin  armas,  amor  Dius, 

Todos. 

Segadores,  afuera,  afuera.*  etc. 
(¡Vítor,  Gomorl) 

^^^B                         T  la  ocasión  poderosa^    ' 
^^V                          Peligro  corrí;»,  sosiego. 

ASAIL. 

t  Lindamente 

^B                              que  si  el  >ol  de  Agosto  abrasa 

lo  habíis  dicho.) 

^B                                  y  el  de  amor  el  ilmifpasa 

Gomos. 

( Aunque  grosero 

^B                                 jquién  sufrirá  tanio  fuettor 
^ En  un  mivleriotosueAo 

jquf  queréiii?  yo  so  coplero.) 
Envidia  tengo  á  mi  gente. 

BoHOü. 

^^^^^^K                   quiso  el           revelarme 

puei  donde  punen  los  pies           ^^fl 

^^^^^^H                   quc  no  ient;o  de  cavarme, 

sus  bocas  pueden  sellar.              ^^B 

^^^^^V                        mi  amor  llamará  dueño 

GOMOH. 

(Lisis,  la  luya  has  de  echar.] 

^^^^^H                    sino  i  una  muicr  mohabíla. 

Toi>os. 

(D^a  Lisis.) 

^^^^^H                             virtud  y  humildad 

I.ISIS. 

(Digo,  pues. 

^^^^^^B                    honre  mi  posteridad 

(C'tiiita.)«Slyome  vieraensusmatios 

^^^^^^H                   con  descendencia  inlinita. 

perlas  volviera  los  gianos, 

^^^^^H                  Por  esta  cjusa  hasta  a^ora 

porque  en  anillos  galanos 

^^^^^H                   á  nadie  la  ilatc  he  dado 

en  sus  dedos  soberanos 

^^^^^^1                   det  alma  donde  se  ht  entrado 

eternamente  anduiiera. 

^^^^^^B                   esta  hermosa  labradora. 

T<M>OJ. 

Segadores,  afuera,  afuera,»  etc.j 

^^^^^^1                 ¿CücnOf  abracados  antojos. 

GoMoa. 

(Etin  se  Ilesa  la  gala. 

^^^^^^p                   entró,  si  n  puerta  cercada 

¡Vivo  Lisisl)                                         1 

^^^^^^                    estaba  tí  alma  i;uiirdiida? 

Tonos. 

{iLísik  vival)               ^H 

^^^^r                      Moa  si  air\'i«rt>n  1<h  i>|ds 

Boitoz. 

Yaamor  el  a)ma<:.iut:vai              ^^B 

^^^F                         de  puertas,  que  hallando  abiertas. 

fuego  por  la  visia  exhala.                    1 

^^^^^^                    conquisti'i  ^qu¿  har  que  dudara 

.  Uaná.)  Sí-j¡*Joies  ¡ahí  Gomor,          1 
.isis,  AsaeL                                ^H 

^^^^^K                   pues  mal  se  pudra  guardar 

^^^^^^H                   casa  que  licoe  dos  puertas, 

Tono». 

(Nueso  amo.)            ^^B 

^^^^^^H                   El  donaire  con  que  espiga 

GOMOD. 

(¿Llama  acaso?)                         ^H 

lORNAOA  TERCEftA 


337 


BoHoz.  Llamo  y  amu 

entre  las  llamas  de  amor. 


ESCENA  IX 

BOHM,  Qe.MOIl  y  ll(HBI>. 

Gomo*.    ^Qu¿  es.  nueso  amo,  lo  que  manda? 

BoHoz.     jQuidn  K  esta  espit^xdera 
que  las  atmas  vuclias  cera, 
con  manos  de  nieve  ablanda? 

H£>aEL.   Esta  et  nucía  J«  Notieml, 
moabiía  en  profesión, 
esposa  de  .Masalón, 
que  rué,  tegün  to  que  ol. 
princesa;  pero  lle%*ada 
del  amor  de  nueu  kf . 
con  el  moabiia  rey 
menospreció  etinrcaiaila: 
y  por  susieniir  tu  tuegra, 
desde  la  uiberbia  silla, 
contiendo  espij^s  \t  humilla 
y  i  cuantos  la  ven  alegro. 

Boiioz,     iVil^^ame  el  Dio)  deseado! 
iquc  co  una  idólatra  ansi 
hallí  la  viuda  Nolicml 
lo  que  en  sus  deudos  no  tía  hallodol 
jQue  una  piincesa  excelente 
con  eiercicio  lan  bajo, 
i  costa  de  su  trabajo 
anii  k  su  suegra  susicnid 
Si  boncsia,  humilde  y  hermosa 
conquitlado  mi  pechó  ha, 
poderoso  amor,  ¿quí  hará 
socoirida  y  virtuosa? 
Y  si  con  una  moabit^ 
quiere  el  ciclo  que  me  case, 
jqué  milagro  ei  que  me  abrase? 
Ya  vienen  con  ñesta  y  grita. 
y  tros  ellos  el  cristal 
d«  los  pies  que  á  amor  provocan, 
( olriendo  el  trígo  que  locan 
de  trechel  en  candeal, 

ESCENA  X 

iio«  fialn  fot  «MADosn  canfav^o  y  Rvt  rrat 
ttfot  lliHO  4i  ttpigat  tIátUttal. 

Todos.     «A  la  «.pi^aileiuela  linda 

el  amor  su't  (lechas  r>nda; 

á  la  etpiítaderuela  honesta 

hagan  estos  campos  fiesta. 
IVno.        Arcos  haga  nueías  hoces, 

flechas  las  espigas  bellas 

que  tire  al  amor  con  elUs 

contra  las  suyas  veloces; 

las  nucsas  con  tiernas  voces 

cantando  la  den  la  galo. 

y  i  Ids  pies  de  la  zauala 

Flora  ramilletes  rinda.» 
¡Topos.      <A  la  et.pii;aderuela  linda.»  etc. 

cavlao.) 
tUm.        «VuAlvasc  á  vestir  de  flor 
el  prado  que  Atjusto  seco, 
pues  con  su  visii  se  trueca 
en  primavera  mejor. 

COMEDIAS  DC  TIRSO  DE  HOUNA. — TOMO  I 


Todos. 

BOKOI. 


Rut. 


Más  p*ca  el  fuego  de  amor 
que  ti  fuego  del  sol  ardiente; 
su  hermosura  es  fret^a  (ueate 
que  en  vasos  de  cristal  brindajr 
«A  la  esp^gaderutla  linda,>  etc. 
Bendiitan  lu  hermosura 
los  ciclos  rristalinos, 
hermosa  espi([adera. 
como  yo  le  bendigo. 
Percftrina  piadosa, 
enamorado  hechizo, 
princesa  del  amor, 
si  de  .Moab  lo  has  sido, 
i  tus  hermosas  plantos 
las  de  este  claro  rio 
humillen  por  bcsallas 
los  cuellos  mis  uliivos: 
vuelva  á  brotar  el  prado 
jarmines,  rosas  y  lirios, 
cotonas  de  tus  pies, 
de  mi  esperanza  grillos: 
00  quede  ruiseñor, 
pintado  jilguerillo. 
calandria  y  oropéndola 
en  Arboles  y  en  nidos, 

3ue  aletires  y  bizarro», 
camor  y  pluma  ricos, 
no  ofrezcan  k  tus  plantas 
en  vez  de  labios  picos. 
Mil  veces  venturosas 
las  hazas  de  mis  trigos, 
los  pagos  de  mis  miases, 
pues  ver  han  merecido 
primicias  de  sus  partos 
en  el  cnsial  bruñido 
de  aquestas  manos  bellas, 
i  quicn  el  alma  rindo. 
No  ausentes  de  mi  si^, 

fior  otras  que  ya  envidio, 
os  soles  de  tu  cara, 
risueños  y  benignos; 
que  sin  tl^rilcolmo, 
en  fe  de  tal  castigo, 
se  anublarán  las  mieMt 
que  viéndole  han  crecido. 
Sigue  mis  labradoras, 
que  en  fe  de  que  te  sirvo, 
soikitas  y  alares 
las  pongo  en  tu  servíc». 
Recoje  espillas  rojas, 
serin  plumjjcs  ricos 
del  oro  que  tus  brazos 
guarnecen  cristalinos. 
¡Oh,  generoso  hebreo! 
^Dc  donde  ha  merecido 
una  rnmcra  pobre 
tus  ojos  ver  propicios? 
Ln  tierra  humilde  beso 

3ue  honraron  tus  vctUgios, 
ust re  Patriarca 
del  pueblo  circunciso. 
íAf^  (Retrato  es  verdadero 
y  espejo  donde  miro 
de  mi  difunto  esposo 
el  simulacro  vivo. 
Pero  si  de  Bohoz 
mi  .Ma£al¿n  fué  primo. 


33fl 


I.A  MEJOB  FJiPIGADItPA 


jquí  mucbi.1  que  uní  ungrc 
de  dos  htgA  uno  mismo?) 
jQui¿n.  noble  beilehemiu 
le  obliga  &  que  benigno 
amparen  cxtranicful 
V  hiíspcdf*  peregrinos? 
BuHOZ.     S'a,  inoabiía  hermosa, 
hazaAas  he  «ibido 
Je  lu  piado»»  pecho, 
de  tu  valor  benigno: 
ya  «¿que  el  reino  dejas 
i  tu  virtud  debido, 
la  patria  en  que  naciátt, 
el  ulamo  ofrecidí}. 
Ib  ley  que  cuerda  (tuecas, 
p>^  la  que  el  dedo  ha  escrito 
de  Dios,  que  dio  i  MoiUj, 
nuestro  primer  caudillo. 
La  caridad  más  nueva 
que  vieron  nuestrtii  »Ígloí 
que  con  tu  suegra  uwiiK. 
puev  al  humilde  oficio 
de  cvpigaclcri  pobre 
el  irunu  bis  reducido 
por  sólo  sustenialla 
del  majesiuo!.»  mió. 
Colme  de  bendiciones 
el  Seflor  infinito, 
que  Dio»  Israel  llama, 
irabajoi  tan  lucidox, 
mudanta  tan  dichosa, 
amor  tan  Inaudito: 
mal.  ti  har*.  (juc  en  sus  alas 
te  (1¿  su  sombra  abrigo. 
RiíT.         Va  JO  la  «perimenio, 
pues  ha  hallado  contigo 

fracia  mi  buc-na  suene. 
uei  amoroso  y  pió, 

mi  alma  has  consolado. 

mi  pocho  ernerncctdo, 

pues  liberal  ensaUas 

mismirilos  indignos. 

Aun  scf  esclava  lura 

mi  amor  no  ha  merecido, 

la  tierra  que  has  pit.ad". 

el  aire  que  respiro. 
BoHOZ.     íAp.ii"»y  humildad  tan  grande* 

¿tíay  mis  bello  prodigio 

VD  cuantos  celebraron 

imágenes  y  libros?  (Grita»  átntro  t 
KuT,         Ya  vuelve  á  su  tarea 

el  escuadrón  srncrlto 

de  nuestros  segadores. 

Si  gustas,  scAor  mío, 

siguiendo  sus  trabajos 

Íroseguiff  mi  oñcio. 
igualarás  tU'-K'*^'** 
á  SUS  granos  de  trigo. 
Ve,  hermosa  espigadera, 
despoja  el  vellocino 

Iueiu  desnuda  tierra 
i6  Círts  por  vestido: 
saquea  á  mis  gavillas 
los  fértiles  racimos 
que  en  órdenes  dispuntas 
componen  granos  limpios. 
>  en  cada  huella  tuya 


pruduKca  el  amor  niño 
contra  el  calor  que  abrasa 
claveles  y  narcisos.  (Vimi  Rui.) 

KSCENA  XI 

BoHoz.     Lisia,  seftora,  espera; 
escucha,  Herbel  amigo, 
•si  tu  mesa  cerque 
amor  de  nlejírcs  hijos, 
que  de  rtta  espigadera 
cuidíis  tan  advertidos 
que  muestre  su  recalo 
que  sols  zagales  miot. 
Ciiandu  de  Círcs  fértil 
corieii  el  fruto  opimo 
desperdiciad  manojos 
de  mdusuia  perdetüios, 
llenuldacl  delanial. 
y  servirá  su  lino 
de  mesa  que  al  amor 
ponga  en  manteles  limpios. 
Si  lased  rigurosa 
agravios  del  esUo 
formase,  h1  á  las  fuentes 
del  bosque  más  vecino. 

brindilda,  mis  zagales, 
con  su  raudal  nativo, 

que  es  Mclec  mi  Ftut  bella, 

V  as!  beberá  frío. 

Si  el  rústico  vinagre 

y  el  fruio  del  olivo 

con  líquidos  ábralos 

diere  ai  calor  alivio, 

cuando  moiíis  el  pan 

(oga  Ida  co  m  cdtdoSt 

llamalda  diligenies, 

«ervilda  agradecidos: 

mirad  que  vive  en  ella 

mi  alma,  y  que  consigo 

me  lleva  clcorai>  n 

ganado  por  perdido.  (VdH.) 
(JúMoa.    Picado  va  nueso  amo- 
Lisis.        I  lagamos  lo  que  dijo, 

3UC  Ituí,  tiomur,  merece 
el  sol  ser  bollo  signo. 

llc^KL.    ¡iMuKuieraá  Dios  que  en  ella 
tuviera  Bohozun  hijo 
de  qu;en  nacieran  reyes! 

UOHUH.    Amor  todo  es  principios. 
Quitlóirelc  una  ret. 
que  siendo  él  moxo  y  rico, 
y  ella  muchacha  y  bella 
hecho  va  ya  <t  partido.  {Vanu.) 

ESCENA  XII 
Ki.*I.N»KaittxAa*. 

KlpI.         La  hacienda  que  de  Belén 
llevaste  á  Moab  pudiera 
socorrerte.  Ya  le  ven 
pobre.  Noheml.  y  extraniero; 
porque,  si  lo  miras  bien, 
itunqne  esta  tu  nerra  ha  sUo, 
no  hay  patria  más  natural 


ta 

JOltNAOA  TKKCCtlA                                                          33g                 ^^ 

^^1 

como  U  tucitnd*.  H«s  vvnido 

NoueMl.    u^)  l^i<'<*>l  premiad  tal  virtud: 

^^^H 

viuda.  «>U  y  sin  c*u(UI¡ 

eiemiiod  tal  mujcri) 

^^H 

(ni  avarknto  tu  marido, 

^Y  en  aui  hacienda,  pues,  mi  Rut 
quiso  el  ciclo  socorrer 

^^^B 

sus  parientes  detprcuój 

^^^f 

que  te  <lespte>:íen,  Nohemi, 

tu  frabaio  y  mi  esperanza? 

^ 

no  le  cspantex. 

Dios  i  su  duvAo  bendiga. 

H    NOHEMI 

Ya  tí  yo 

ltUT<         [>e  Uohoi  es  la  labranza. 

■ 

4^ue  auni]ue  á  muchos  «ocotil 

NoiiKMf.     r>e!e  Dios  por  cuJa  espida 

^^ 

siempre  en  la  urena  vscritMÓ 

mus  oro  que  Arabia  alcun/u. 

^^^B 

sui  cartas  de  obligaoán. 
D«ji  raiona  protíias, 

Rut.          ¡\y.  m«dre,  que  he  visto  en  él. 

^^B 

de  mi  amad"  MaialAa 

^^^H 

con  que  mi  pobreza  corres, 

lu  imagen  m¿s  vita  y  Tivl 

^^^H 

y  mis  penas  nu  cotrijat: 

que  putl»  la  iinltücldn 

^^H 

que  pues  que  no  me  socorres. 

ffar  del  meíur  piiiccll 

^^^H 

DO  scrs  bien  que  rne  añijas. 

lAy,  multe,  qué  voluntad 

^^^F 

Mi  sobrino  so  i  i  as  ser. 

le  debo,  aunque  se  la  pajtol 
¡con  qué  cariho  y  halago 

H 

pero  ya  lo  cx^ris. 
EMoy  pobre,  <i)u¿  he  de  hacer? 
Rico  me  han  dicho  que  ettiv 

■  Elfí. 

cautivA  mi  libertad: 

■    NoHB»(. 

¡A y,  madre,  que  sus  rajtones 

eitJn  l'en.i'.  de  elocuencia. 

■  Euf. 

Suiíemo  hijo  y  mujer; 

B 

no  lie  de  quulñelo  i  ellos 

de ,;               t^enJic^ones, 

1 

para  gastarlu  comido. 

de  ^             .   u  presencia. 

AdJos.  I  i-«Mj 

Vete,  Asa,  con  ellos. 

ded»ti>t  í>u>  persuasloncsl 

NomkmI, 

|Ay,  madre,  que  hablando  obliga: 

K 

[Ah  tiempo,  que  del  amieo 
son  ot  loque  [uscabvUosI 

que  enamora  cuando  re; 

^P 

que  con  su  ausencia  castiga; 

^^^H 

Tus  canas  y  desenuaAos 

T  ¡ay.  madre!  en  fin.  quent>  sé 
bué  ten){0  ni  qué  me  digal 
NomíhI.     Uendiüale  Dios,  amén. 

^^^1 

me  enseítan  i  no  fiar 

^^^H 

en  deudor,  que  ha  ^  uello  extraiWia 

^^^H 

el  ínteres,  que  i  mudar 

pues  que  A  los  vivo*  socorre 

^^^H 

basta  la  cara  y  kn  años. 

V  á  \cis  muertos  hi/o  bien. 

^^^1 

Si  yo  próspera  viviera, 

lamat  el  olvidu  borre 

^^^H 

¡qué  de  deudor  me  cercaranl 

su  memoria  de  Belén. 

^^^B 

i<|u4  de  pariente»  tuvicral 

Kl  pariente  má.s  cercano 

^^^1 

iqué  de  caías  me  hospedaran! 

era,  mi  Km,  de  tu  esposo, 

^^^H 

¡qué  reverenciada  fuera! 
Pero,  en  lin,  sí  el  no  tener 

porque  era  su  primo  hermano. 
BuT.        ka  su  talle  generoso 

^^^1 

^^^H 

escui  no  ser.  quien  venga 

le  miro. 

^^^ft 

en  su  patria  i  empobrecer 

NoiiicMi.                Por  mAs  anciano 

^^^B 

no  se  espante  que  no  tenfta 

hay  Oiro  deudo  prinwro 

^^^B 

deudos,  pues  no  nene  ser.  (Sdi*  Kbi.) 
Sólo  en  Rut  este  argumento 

que  Bohoz.  cuya  obligación. 

si  atenerme  1  la  lev  quiero. 

ni  tiene  lueria  ni  vale: 

el  nombre  de  MasaU'yn 

pues  deja  el  reino  opulento 

i^ue  en  ti  propajjar  espero 

y  á  (tañar  humilde  vale 

ttene  de  resucitar 

con  su  sudor  mi  sustento. 

dándote  mano  de  espuso. 

iCielol  pagádselo  vos. 

Ri.-T.         No  haré,  madre,  ese  pesar 

pues  yo  no  tengo  con  qué. 

el  ciel»  i  mi  amor  piadoso: 
sólo  á  Knhojr  ha  de  amar 
por  dueño  suyo  mi  vida. 

ESCENA  Xin 

NomkmI.     lil  cielo  tu  dicha  ordena. 

SmíbbI  j-  Hot, 

Rt;i.         tloy  i  sus  deudor  convida 
para  una  esplínd'^la  cena. 

BllT. 

Ya,  madre,  gracias  á  Dios 

NohemI.    Costumbre  v<>  ta  recibida 

y  al  noble  Bohoí,  hall* 

en  )udA  cuando  se  empieta 

con  que  comam'»  las  dos. 

el  Agosto,  que  el  señor 

Tres  celemines  de  trigo 
traigo:  ^nu  he  espinado  bien? 

de  las  micsCv.  si  riqueza 

tiene,  haga,  a  lu  labrador. 

NohemL 

Mil  reces  tu  amor  bendi^. 

alarde  de  su  lar)tuej:a. 

Rut. 

Carne  y  pan  traigo  también. 

Cenan  lodos  en  las  eras. 

querida  madre.  conmi|{o. 

v  lueitu  sirscn  de  camas 

Asentáronme  i  su  mesa 

las  parvas,  aunque  grosera». 

los  ptadodos  segadores. 

Mas  Dues  limprameniele  amas 
V  el  favor  del  ciclo  espera». 

y  entre  su  hambre  y  mi  prieta 

de  los  bocados  mejor» 

él  ntedebcdeanimaT 

para  vos  guarda  una  prast. 
Vcnidí  MAora,  á  com«T. 

para  que  cosas  te  di^a 

^ 

^uc  esia  noche  han  de  añudar 

340 


LA  MEJOR  ISPICADEPA 


latoi  que  el  amor  bendigí 

V  alivien  nuesifo  pesar. 

Ven,  que  ys  el  cíelo  procura 

conira  la  lonuna  alfoz 

despertar  nuestra  ven  I  tira; 

pues  sólo  es  d ¡tino  Bohoz 

de  lu  vinud  y  hermosura.  íVtnt*.} 

ESCENA  X!V 
Salem  to^ot  Ion  f*ti*rtt.  LMgo  Boaoi. 

LtMS.        iltrava  ccnal 
ZerARA.  Cual  su  dueAo. 

HaaBEL.   Bohoz  es  rico  y  liberal. 
GoHOK.    No  hay  cena.  Lisis,  igual 

como  el  vino  para  el  sueño. 
AsAEL.     Poderosamente  habernos 

cenado. 
GoKOR.  Y  mejor  bebido. 

Yo  venjio  medio  dormido. 
jAxei..      Parva»  mulüdat  leñemos 

libres  (fe  pulitus  y  chinches. 
GOMOR.    No  me  cabe  en  la  barriga 

la  cena.  Lisia  amiga. 
Lisis.        Tal  embutes  cuando  hinches. 
Gomo».     Buscar  quiero  do  me  acueste, 
Lisis.        iCuil  debes  de  estarl 
Gomo».  Ya  r« 

^ayancas  me  hacen  lo«  pies. 
BoHoi.     (SaíiMiío.)  Amigos. 
Gomo».  Nuevo  amo  os  nte. 

BoMor.     jNo  es  horm  de  reposar? 
GoMOH.     Tú  >l  menos  é  cenarme  voy, 
BoHox.     Huésped  esta  noche  soy 

de  los  crss. 
Hkrkki.,  Buen  lugar 

hay  aqui  sin  que  os  ofenda 

el  cuidado  y  la  ambición, 
IrCHOK.    i>ea  en  vos  la  ejecución, 

y  echaos  sobre  vucsa  hacienda. 
Bohoz.     Idos  á  dormir  vosotros. 
GoHoa.    (■*  i-i"» )  FtolliiB  V  hermosa  esiáls. 

iPIcga  á  Dios  que  no  me  hagüs 

»n  sueño,  Lilis,  quillotros. 

{VtHUlaiugailiiru} 

ESCENA  XV 
aoiis«, 

Nlflo  amor,  que  par  señal 
de  lo  que  los  campos  precias, 
los  de  tu  Chipre  antepones 
k  l*s  cortes  cpulenias. 
Cuidadoso  labratlor 
que  esperanzas  verdes  siembras 
y  amorosos  pechos  labras 
que  dciptjos  con  llanto  riegas; 
tú,  que  las  mieses  sanonas 
y  arrancas  después  sospechas, 
de  pensamientos  cizañas 
con  que  tus  frutos  desmedran,- 
iú,  que  estando  en  posesión, 
coge*  tu  a)(osio  y  cosecha 
en  granos  de  hijos  sabrosos, 
sieivdo  el  tiUmo  tus  eras, 
ta^r^dor  soy  como  lú; 


una  hermosa  espigadera 
trilla  ^eiiiamientos  castos 
que  otfcccn  memorias  tiernas. 
Sopla  manso  y  favorable, 
limpia  las  aristas  mchs 
de  estorbos  siempre  enfadoso* 
que  con  tu  trigo  se  mezclan. 
Co)a  yo  lícitos  frutos 
de  la  tierra  más  honesta 
que  tu  heredad  fertiliza, 
que  tns  mcmi>nas  celebran, 
bi  en  una  mujer  f;entil 
he  de  tener  descendencia 
de  quien  proceda  el  Mesías 
que  Isiaet  lamo  ha  que  espera, 
sea  Rut,  piadoso  amor; 
que  si  significa  piedra, 
en  piedras  hace  señal 

el  arado  de  tus  fichas-  

lAy,  sol  del  alma  que  alumbftS 
¡si  en  mi  pecho  amanecieras 
y  con  tu  vista  alegraras 
de  mi  pesar  las  liniebUsI 
Sosegad,  cuerpo,  entretanto 
que  los  pensamientos  velan: 
en  las  faldas  de  la  noche  ■ 
dormid,  ojos,  hasta  verla. 

(£cA««<  una  varea  4t  nplgat,  y\ 
Rui) 

ESCENA  Xvr 
Boiu»  y  Rut. 

RtfT.        Í.M  consejos  de  Sohemi. 

madre  pn  obras,  aunque  suegra, 
sola  y  de  noche  me  traen, 
bien  que  enamorada  honesta. 
Durmiendo  esti  aquí  Bohoz; 
costumbre  dicen  que  es  vieja 
en  las  tribus  de  Isiael 
cuando  algún  varón  intenta 
casarse,  en  v«  de  la  mano 
y  el  sí  que  al  libre  sujeta, 
cubrir  con  su  misma  capa 
de  su  esposa  la  cabeza. 
Esta  es  ley  del  matrimonio 
hebreo,  cri  scflal  y  muestra 
úuel  marido  es  el  abrigo 
de  U  mujer  casta  y  cuerda. 
Buen  testigo,  amor,  sois  vos, 
que  no  lascivas  quimeras 
ofenden  la  honestidad 
que  limpia  et  alma  conserva. 
Persuasionesde  .Noheml:         ' 
celestiales  ínl1ucnc:BS 
oueen  proííticos  avisos 
c'eriiñcan  sus  promesas, 
me  traen,  puesto  que  amoro 
tan  segura,  que  en  ofensa 
del  honor  que  reverencio 
k  hafí  de  mi  vkla  ofrenda. 
Temblando  voy.  Dios  piadoso 
de  Israel,  d  ouien  confiesa 
mi  fe.  libre  ocl  encaño 
que  idólatras  almas  cieu. 
Sed  vos  conmigo  animandonie, 
/en  vuestras  llamas  ctcrnu 


34>       ^H 

^^^^^AUtelfti^uio  amor. 

Al  interesado  voy                               ^^^^| 

á  buscar  de  tu  bellexa.  i                     ^^^^H 

^^^m        A  lus  amofosos  ptei 

Vuélvete  á  casa  segura:                       ^^^^H 

^^H         rKlinsndo  la  caben 

di  mi  comento  4  tu  suegra,                 ^^^^H 

^^H  ,        cumplo,  Sobemi,  nobl«  y  sabia, 

que  hoy  tienes  de  ser  mi  esposa,          ^^^^| 

^^P          las  Icyrs  de  tu  obediencia. 

porque  á  un  mismo  iicmpo  tengan       ^^^H 

BoHOZ.      iVilsamc  cl  nombre  ineiable 

del  íeflor!  ^Quicn  me  Jeipietta, 

mis  trojes  y  mi  esperanza                     ^^^^H 
de  trifto  y  de  amor  cosechas.                ^^^^H 

Galas  de  bodas  preven;                          ^^^^H 

y  lo  que  ioftando  goiía 

mas  no  es  bien  que  las  provengas,        ^^^^H 

el  alma  dcsasosirea? 
^Quién  cstáaqUiT 

que  si  ansí  me  enamoraste.                   ^^^^^ 

BDSJ  esposa  es  bte.i  le  vean.                  ^^^^H 

RVT.         (ix  mitilliu.)           Yo,  bohoi. 
Soy  Rut,  una  esclava  vuestra, 

Saldranle  A  echar  bendiciones              ^^^^H 

nuestras  matronas  hebreas,                         ^^| 

que  en  vuestro  amparo  segura 

porque  sea  espejo  suyo                         ^^^^H 

sa  honra  y  rida  os  encomienda. 

/a  mrjor  espigadera.                           ^^^^M 

El  pariente  mis  propincuo 

RvT. 

Si  yo  tuviera  palabras                        ^^^^H 

^^K           sois  en  sanftre  y  en  nobleza 

p«r8  agradecerte...                              ^^^^H 

^^H          de  mi  etpoto  maloftrado. 

BOMOC 

^^^H 

^^H           La  ley  de  Mohís  ordena 

de  amor  exageraciones,                         ^^^^^^ 

^^H       -  que  refuciléis  su  nombre: 

que  la              usa  de  ellaS)                   ^^^^^^ 

^^H          pues  inuri¿  sin  descendencia, 
^^H         honrad  su  posteridad 

y  dime  ^que  tanto  me  amas?               ^^^^H 

Rut. 

Como  el  sol  á  su  luí  bella.                 ^^^^H 

^^H          y  cubridme  la  cabera. 

que  no  hallo  ejemplo  mejor               ^^^^H 

^^V               (C«N  un  taba  dtt  gtb4n,  1*  tmtr*  ta  to- 

con  aue  imitar  mi  pureza.                  ^^^^H 
¿Seras  mi  esposa?                               ^^^^H 

^■^            l»l«) 

BoHOZ. 

1  BoKoz-     Mil  veces  bendJu  tú, 

Rut. 

tt)  esclava.            ^^^^| 

ft                pues  que  la  piedad  primera 

BoHOZ. 

¿Qucrrásmc  sabiai*                             ^^^H 

■                con  la  sc^iunda  aventajas, 

Rut. 

honena.            ^^^B 

^^H          ejemplo  de  la  belleza. 

BOKOC. 

^Mudariste?                                       ^^^H 

^^H         Agrad&tcaic  mi  amor 

Rut. 

Como  un  monte.             ^^^H 

^^m         con  el  alma  y  con  l«  lengua 

BOHOI. 

¿CcAirisme?                                      ^^^H 

^^H           la  elección  quede  mi  hiciste. 

Rut. 

Como  yedra.                   ^^^^H 

^^B         cuando  pudieras  hacella 

Bo*ioi. 

¿Tondfdsme?                                     ^^^^H 

^^^1          de  la  luvcntud  lozana 

Rrr. 

Como  i  seiVor.                ^^^H 

^^H           de  Belén,  de  la  riqueza 
^^H          de  Efraiá,  que  tu  hermosura 

BüHOZ. 

^Llamarisme?                                   ^^^^H 

Rut. 

.Mí                                ^^^^H 

^^H           cuantos  la  habitan  rindiera. 

BoKoi. 

^Rccibirismc.*                                 ^^^^| 

^^H          No  nicKodc  Masatón 

Rut. 

^^^^H 

^^H          el  deudo  y  naturaleza. 

BOKOt. 

¿Yguardariisme?                               ^^^^H 

^^H          pero  hay  otro  má»  propincuo 

Rl't. 

Obediencia.              ^^^^H 

^^H         en  quien  esa  ley  se  emplea. 

BoHuz. 

íQuc  gloria!                                        ^^^^| 

^^^B                                                          (tArÍHl»n»t^ 

Rut. 

iQoé  dulce  vida!               ^^^H 

^^1           Propondr¿te  lu  vínud. 

Boiioz. 

|Ay,  mi  solí                                        ^^^^H 

^^^K           tan  grande  aue  la  celebran 

R(;t. 

jAy,  cara  prendal              ^^^^| 

^^H         cuantos  vec  nos  ampara 

Boiioz. 

Adiós,  dulce  esposa.                           ^^^^| 

^^H          nuestra  patria  entre  sus  puertas. 

Rut. 

Adló«.                 ^^^1 

^^H          Diríle  su  obligaciónt 

BOHoZ. 

Contigo  voy.                                            ^^M 

^^H         quiera  el  cicto  y  mi  amor  quiera 

Rut, 

Tú  me  llevas.   (vaM>.)         ^H 

^^H          que  asegure  con  un  no 

^^M 

^^H           mi  vida  porque  no  muera. 

^^H 

^^H          Si  me  cede  su  dcrtvho. 

ESCENA  XYII                                     ^H 

^^H           y  d  lí  y  la  mano  le  ni^a 
^^H           con  todas  las  ceremonias 

SaUG«tisi%<Qrr\*iiiotr»t  Ltiu,  f.a*f « (¡M*  jidjror*)       ^^^^| 

^^^^^^H 

^^V           que  dispone  la  ley  nuestra, 

^^H           pídame  albricias  Judi. 

Lilis. 
GoMOk. 

¿Esxés  loco?                                    ^^^H 

Estov  borricho.               ^^^^| 

¿Qué  me  quieresr                               ^^^H 

^^H           envidia  Ismel  me  tcn^a. 

LlSIS. 

^^H          la  fama  mis  dichas  cante. 

GoMoa. 

Que  me  quieras.       ^^^^1 

^^H           esculpa  en  bronces  y  en  oiedras 
^^H           nuestro  amor  la  eternidaa. 

Lisis. 

GOKOft. 

¿Agora  sales  con  eso?                               ^^M 
Agora  salgo  con  ella.                          ^^^^H 

^^H          porque  el  olvido  no  pueda 
^^H          borrar  con  sus  tristes  sombras 

Pardiós,  Lisis  de  mi  vida,                   ^^^^H 

^^^^H 

^^H          nuestra  historia  alegre  y  tierna. 

LiSTí. 

Siempre  sueñas.               ^^^^^ 

^^H          Ya  el  sol  i  su  misma  lus 

GoMon- 

Que  parias  tin  muchacha,                  ^^^^H 

^^H          saca  i  eniuiiar  Us  madejas 
^^^^           que  cada  noche  rn  cl  mar 

con  todas  sus  pertenencias;                ^^^^H 

^^^^^^^^^1 

^^H          Uva  cuando  en  ét  se  acuesta. 

1    Asi  caaaboiutto»;  per»  debe  defduratgD.        ^^^^H 

^r  34a 

LA  MRlOn 

RSMG  ADERA       ^^^^^^^^^^^^^^H 

^^^_ 

pescudibs  !•  comadre 

para  que     la  noche  sean        ^^^^| 
tas  twdas.                              ^^^B 

^^^^^^1 

cuyo  «*  el  níAn,  >  lú  mesma 

^^^^^B 

entre  lo*  ayei  d«i  patio 

LlBS. 

Que  buena  pro         ^^^^| 

^^^^^^H 

con  una  voz  de  manieca 

les  haga.                                     ^H 

^^^^^B 

doclas:  i-Xyl  de  cicim<i(. 

üoNOa 

Que  los  dos  vean             ^H 

^^^^^^V 

SD  nombre  quiero  que  lengs, 

laiaianícios  y  choznos                   ^H 

^^^^^H 

Oomor  quieio  que  &e  llame. 

que  en  t:uairü  mundos  no  quepat^^| 
Todos  han  salido  ac^:                    ^^| 

^^^^^H 

Goinni  le  nombra  lu  abuela: 

ASABL. 

^^^^^H 

V  el  rapaz  que  10  imitaba. 

y  con  múskas  y  fiestas.                  ^H 

^^^^^H 

la  ^oqullla  medio  abíeria, 

en  co.-npcicncia'  bailando.             ^H 

^^^^^H 

en  ve/,  de  decir,  gua.  gua. 

los  M:({Bdore«  se  alegran.               ^^H 

^^^^^H 

dKÍa.  00.  go,  lUnmc  teta. 

Lisrs. 

¿Pueü  qué  aguardamos  nototros^^H 

^^^^^^H 

&M0  M  ha  de  \t(  verdad ; 

Aquí  traigo  cii^iBñela%                    ^^| 

^^^^^H 

la  mano  y  el  alma  venga. 

como  el  puño.                              ^^| 

^^^^^B 

que  pues  ja  de  mí  panMe. 

GoMOH 

Y  yo  pulgares         ^H 

^^^^^^^ 

nu  caiarif  «  desvefKÜenia. 

que  las  arco{an  más  tiesas.            ^H 

^^H 

Anda,  vete  en  lioramala. 

Mas.  pues  oueso  amo  se  casa.       ^H 

^^H           GOMOH 

Para  ti  será  mi  hacienda. 

^no  haremos  nosotros  sendas       ^H 

^^^^ 

para  l<  mi  peiiuiar, 

pirjt  ti  mi  bucr  y  ovcia». 

maihino/laduras?                         ^H 

^^^^^_^ 

t.tsis. 

OlRO                  ^B 

^^^^^^b 

para  ti  el  alma  y  la  vida. 

que  soy  tuya.                               ^H 

^B^^H 

y  para  I  i  mi  borrefta 

GOMOR. 

Alio,  pues,  vengan  ^^| 

^B 

y  eviot  tiraxaifiomofrilet.  (,t^^a<«la.> 

los  dos  puAos.                             ^H 

H           Lisis. 

¡Ay,  Üioil  aqui  de  la  siega, 

LiSH. 

Uno  basia.            ^H 

■ 

q^ue  hurtan  ladrones  el  trigo. 

GoMOR. 

So  basta.  'I'esiijíos  sean                ^H 
que  me  he  casado  i  dos  manos     ^H 

K^           CbMOIi. 

Nu  iloí  boccs. 

^^B 

Que  se  llevan 
Xas  xallmts, 

cuantos  estin  en  las  eras.              ^^| 

^^B           GoNOH. 

¡Oh,  beltacsl 
Meo  »béis  guardar  la»  vuesas. 

KSCENA  XIX              ^^H 

^^^^ 

iSattm  tía  pttom  <tm  Nd^oi  y  Mr> 

CiU,) 

Sal*  teda  la  tomptUa  a*  lairtáora,  y 44  la*  SBI^H 
BOH«i  y  Kct;  talt  NoatMÍi  tantán  y  bailan  ^^H 

^^^^'iiWL. 

jMueran  tus  tadronet  iodos! 

r**lortM.                                                                  ^^^1 

K                  COMOII. 

Pul  mi,  Jabel.  mal  que  mueran. 

(Catiimit.)  «KSta  si  que  se  lleva  la  gala.     1 

H                   HSHKI. 

Todo  eMe  bieldo  le  encajo. 

de  las  que  e%p>f[«derBs  ton;              ^^ 
esta  si  que  \i:  lieva  la  pila,              ^H 

■ 

Jl^ué  e%  del  ladrón  que  ot  alterad 
No  hay  nadie;  que  me  burlaba. 

B             Lisis. 

que  la«  otia%  que  espiJtan  non.  ^^^H 
Viertan  todos  trigo                  ^^^^1 

1             Gomo». 

M  a  mi  ron  la. 

■                  ZKfAIIA 

iBuena  flema.' 

sobre  la  cabcia                       ^^^^| 

■             Latí. 

Pof  despertaros  lo  hk«. 

Toóos. 

digna  de  coronas.                      ^^^^| 
De  la  espigadera.                     ^^^H 

^^K 

Uxo. 

Echen  bendiciones                  ^^^^| 

^^^ 

ESCENA  XVIIl 

quedelciclovengan                 ^^^^| 
V  á  montones  caigan.               ^^^^| 

^^^^^B 

DlGIISS    r    A«ASL. 

TOIMM. 

En  ia  espigadera.                       ^^^^| 
-Maten  os                                 ^^^^H 

^^^^" 

Uno. 

ASAEL. 

Segadores,  buenas  nuevas. 

la                                    ^^^^1 

Hoy  tH>  hñbiit  líe  trabajar. 

lu»  campos.                 ^^^^H 
A  la  espigadera.                       ^^^^| 

qué  e»  dia  de  boda  y  lieua. 

Todos. 

Gomo». 

iCAmof 

Uno. 

Que  ella  es  la  primen              ^^^^| 

ASAKl.. 

Ntieto  amo  se  casa. 

gloria  del  amor.                               ^^M 
Y  esta  si  que  se  lleva  la  gab.     ^^^B 

Lis». 

¿Con  quién? 

Tonos. 

AlAKU 
GOMM. 

Con  la.  espigadera. 
¡Miren  ir  lodÍ|e  ycf 

BoHOz. 

que  las  oiraí  esposas  non.         ^^^^| 
De  Rut  y  Bohoi  nació             ^^^^| 

HtMBSL. 

^Tan  presto? 

Obed.  y  por  Unc.i  recta                    ^^M 

AtABL. 

Amor  lodo  es  priesa. 

de  OhMt.  it\i.  que  íuí  padre          ^H 

^^K 

Vestida  do  labradora. 

de  Darid.  rey  y  profeta,                   ^H 
de  quien,  decendiendo  CrtMo,         ^H 

^^^H 

porque  luzca  su  belleza. 

^^^^^1 

como  el  sol  entre  las  nubes. 

hace  la  memoria  eicrna                  ^H 

^^^^B 

llores  vierte  v  r«sas  sxmbca. 
Toda  B<l¿n  la  acompai^a, 

de  Rut.  que  esta  historia  llama       ^H 

^^^r^ 

/a  Afe/or  Espigadera.                     ^^% 

1 

«  de  casa  de  ;u  suc(;ta. 
bohoz  U  Ueva  á  la  suya. 

{bntt¥mi  an  drf»l.  r  *•)  H  la  énnm-       1 
^(ada  Á*  DaHé.éná*  Jit*  Aatta  JIoAd^^^J 

COMI'-DIA  FAMOSA 


LA  ELECCIÓN  POR  LA  VIRTUD 


PERSONAS  DELLA 


Sixto. 

PnsTO,  mfo. 
Ohila. 
S«aiKA. 

CkSAKO. 

Di  CIO.  criWo. 

■MaüCO  AüTONtO. 
PottPSÍÜ, 

Fabio.  criaAo. 

Chamoso  y  oirns  pastortí. 


RoaKi.ro,  cahalitr». 

ASCÁNIO. 
M^KCKI.O. 

Jid.io,  criado. 

Cmenudo. 

Alexandko. 

COLOKA. 

Dos  fUAILH  nHiMCttCOt. 

Mfisicot. 


JORNAD.\  PKIMKRA 


ESCENA  PRIMERA 

Súlr  SuTo  4«  tairador  potrtt^tiit  n»t¡áo:  latA  4 
tu  paárt  wtiáy  ritió,  tfttida  dt  lairaáor,  tam  hb 
gaMn  rltfo,  y  iá<alt  cali  m  kratot.  Mn  McuJ» 
grt'itra:  ttámAie  I>km.>i>,  ti  >it|0, 

Sixto.      Ya  es.  padre,  hora  de  almorijir. 
Aquí  hace  bu^n  sol.  Sabina, 
uca  un  banco  en  que  sentar 
nuntro  padre. 

PEWKTO.  iPíreprina 

virtud!  ¡piedad  singuiarl 
Hijo,  aunque  viejo  y  can5«do. 
no  tuito  que  si  arrimado 
k  un  palo  los  pies  provoco, 
no  pueda  andar  poco  A  poco. 
Soy  ya  viejo,  estoy  petadoi 
ya  de  mis  cimei  mol«tias 
la  carga  grave  coniempto. 
SimIix,  si  ya  no  me  apresu» 


de  Ib  cigUeña  el  ejemplo, 
que  lleva  i  tu  padre  a  cuestas; 
no  te  cante,  por  tu  vida, 
pu«t,  la  cota  mát  querida 
de  mi  vc|ei... 
Sixto.  (.>uicn  os  lleva, 

padre,  en  el  alma  que  apmeba 
esta  obligación  debida 
i  quien  n  ser  <jue  me  anima 
me  di6.  que  sois,  padre,  vo«, 
es  raión  aue  os  lleve  enclmit: 
que  e¡  paarc,  detpuét  de  Dios, 
la  joya  es  de  mis  «.tima, 
Y  si  el  padre  es  et  segundo 
después  de  Uios  en  el  mundo, 
no  es  bien  que  os  püic/ca  nuevo 
si  en  el  hombro,  padre,  os  llevo; 
que  en  buena  razón  me  fundo, 
aunque  os  espanlo  y  atombfOi 

Sues.  según  naturaleza, 
c  de  llevar  cuando  os  nombro, 
padre,  á  DÍo%  en  la  cabera. 
y  luego  al  padre  en  el  hombro, 
que  es  el  secundo  lunar 


I    nf«naad*HS&*(«  l(coni(dt«iM>iBui(nir«:  Ei    Pift  K«h  fio  V,  Arooha,  K»iu9u*  f «wliauo, Ivuioo, 
Kju*do,  Ki  EiiMiAOMi  n<  tivjkS*,  ('«■■icio,  Romji,  EiruMAHtat,  PtMoana. 


^            344                                              LA  ELECCIÓN  IVJh  i.\  VlRTUn                                              ^^^H 

^^^^H              donde  s«  paeáe  a^rtiar 

verdugo  de!  harnbre  vil,                  ^^H 

^^^^H              U  piedad  en  que  me  fundo, 

para  que  la  vuesa  impida.        ^^^^B 

^^^^^1              pues  SOIS,  en  ñn,  el  segundo 

PsRETo.    ¡A  V,  mi  sobrina  querida.'           ^^^^H 

^^^^^^             que  he  de  obedecer  y  »mu. 
^^^^^  Pbrsto.    lasc  que  hn  de  vencer, 

MÍ  vei'ci  ve  en  tí  su  Abril.       ^^^^| 

Camila.    Entre  ewsdoi  rebanadas          ^^^H 

B                           hijo,  en  raionet:  mus  eso 

viene  que  alienta  su  olor.                ^H 

^^H                      CAnmijio  no  ha  de  valer. 

Sawna.     Comeldas,  que  están  prín|¡adas,      ^H 

^^^P                       que  no  e%  para  ian[»  peso 

porque  desde  el  asador                      ^^| 

^^^B                       lu  cuello,  ni  lia  de  lr*cr 

en  la\  dlverí.as  jornadas                   ^^| 

^^H                       cosa  que  le  canse. 

que  at  pl4lii  la  tanja  hacía.             ^^| 

^^1        Sur     0.                                (Cómo^ 

que  Us  cumplieren  decia         ^^^^| 

^^H                     Eso  por  agravio  tomo. 

las  ta^rimas  que  lloraba:           ^^^^| 

^^^^^^              ¿Causa  «[  noble  cuello  pena 

y  ctái  \Qt  que  negaba.            ^^^^| 

^^^^^b                 oro  que      la  cadena 

y  enjugárselas  qucria,               ^^^^| 

^^^^^1             üonc  por  liviano  d  plomo.' 
^^^^^H             ¿Cansa  el  honroso  b>as¿n 

como  en  toalla  de  lino              ^^^^| 

descansaban  sus  enojos,            ^^^^| 

^^^^H             con  que  el  ilusirc  alemán 

r  lloraban,  imagino,                  ^^^^H 
los  dos.  dando  el  pan  los  ojos,        ^^| 

^^^^^H             «doma  con  eiiusón 

^^^^^^             tí  pecho,  cuando  le  dan 

las  lágrimas  el  tocino.                    ^^| 

^^^^^H             las  insignias  de  Jas¿n?  ■ 

pRaBTO.    iQué  gracia!  Camila  amada.           ^^| 

^^^^^m             ¿So  honra  el  francés  decoro 

pane.                                             ^H 

^^^^^B              con  el  .San  Mijtuel  de  oro? 

Sabika.              Come  si  os  agrada,         ^^^^| 
aunque  está  salado  a  fe.             ^^^^B 

^^^^^V               ¿Qut:  con  la  cruz  de  San  Juan 

^^^^^H               al  español  no  le  dan. 
^^^^^B              con  a  encomienda  un  [etoro? 

Pbdsto.    Por  muv  salado  que  esté.         ^^^^B 
hija,  estáis  vos  más  salada.              ^^B 

^^^^^B               Y  quedando  salísfechos, 

Félix,  tíntate  aqui.                           ^H 

^^^^^B             ganan  horras  y  provechos. 

Ea,  ¿no  US  sentáis  las  dos?               ^H 

^^^^^B             sin  que  el  peso  tes  oprima. 

SncTo.     (Oí  jT^íiiUat  t  Padre,  ya  sabéisde  mi,  ^H 

^^^^H               y  llevan  cruces  encima 

que  siempre  que  coinüs  vos,             ^H 

^^^^^1             de  los  cuellos  y  tos  pechos. 

gusto  >'o  lie  estar  ansi.                   .^H 

^^^^^1             Pues  si  en  tus  maj-oreí  ftesras 

PcBBTo.   Ahora  quiero  que  me  des                ^H 

^^^^^B              son  sus  insignias  aquestas, 

este  gusto.                                   ^H 

^^^^^B              ¿parecieran  mejor  ellos 

SiKTo.                      Si  lo  es                           ^H 

^^^^^             con  sus  cruces  i  tos  cuellos 

vuestro,  alto,  enhorabuena.             ^H 

V                             que  yo  con  mi  padre  á  cuesiasi' 
B^       pERitTo.    tomo  en  mi  casa  pajiza 

ÍUítla»U  In4in  \       1 

Pekbto.    Almorzad, quchastala  cena                 J 

^^^                      detcubtena  d  la  ínclemcnoi 

no  habáis  de  comer  los  tres.              ^H 

^^H                     del  cielo,  cuando  ^rjmza. 

CAMitA.    ¿Quí  os  dice,  padre,  la  lonjt^          ^^| 

^^^^^^             su  soberana  influencia 

pEitr.TO.    Que  si  mirara  de  espacio           ^^^H 

^^^^^B                invierno 

la  ambición  y  la  lisonja            ^^^^B 

^^^^H            con  que,  entre  el  tosco  sayal. 

del  adulador  palacio                  ^^^^| 

^^^^^B            eres  vela  al  natural, 

que  al  tico  sirve  de  esponja,            ^^M 
tí  que  es  de  tu  gusto  esclavo            ^H 

^^^^^B              que  en  la  linterna  encubierta 
^^^^^1              i  su  luz  a>rc  la  puerta 

csiimara  más  que  el  pavo,                ^^| 

^^^^^B              por  viriles  dí  cristal, 

et  francolín  y  tí  faisán,               ^^^^B 

^^^^^B"             mil  cosas  mr  pronosticas. 

pobre  mesa     negro  pan,            ^^^^H 
aflejo  jamón,  y     cabo             ^^^^H 

^^^^^a             Quieran  los  ciclos  que  cobres. 

^^^^H             fatjo,  lo  que  significas. 

dos  cascos  de  una  cebolla;        ^^^^H 

^^^^^^            V  que  estas  montaAas  pobres 

que  en  la  labra  Jora  mesa           ^^^^^f 

^^^^^B              tu  dicha  lu  vuelva 

siempre  que  anda  el  hambre  en  folU      1 

^^^^^1              Mas  si  haiin,  que  yt  han  mirado 

SOI,  en  vez  de  la  camuesa,                       J 

^^^^^1            el  amor  qu:  me  has  cobrado; 

mondadientes  de  la  olla.                   ^H 

^^^^^1            y  bonra  siempre  su  clemencia 
^^^^^B            la  paternal  obediencia. 

Porque  aquí,  todos  sentados,      ^^^^^ 

no  hay  menos  ni  máshoofadoii:^^^^! 

^^^^^^H 

iodos  comemos  al  fin,               ^^^^B 

ESCENA  11 

sin  que  nos  cst¿  et  rClIn               ^^^^B 
contándonos  los  bocados,          ^^^^B 

S*can  C«aitj  y  Sá>i>i<,  ét  ¡abraáorat,  uh»  mutlli 

comn  en  el  palacio  están.           ^^^^H 

eON  itanltlit.  jarny  rita  y  ptK  y  un  lom^no,  f 

Camila.    Echaos  esta  vez  de  vmo,            ^^^^H 

■■  íaitco  y  uaa  if  U«  dt  coilKlai. 

que  cuidados,  pena  os  dan.        ^^^H 

PuBTo.   Sf.que  sin  ti,  el  tocino               ^^^^B 

es  cura  sin  saciislin.                 ^^^^B 

¿Y  irítt  hoy  á  Termo?  t^  si*»^}       ^H 

SakiKA.    Ea,  padre,  ya  esti  asado 
un  lorreino  de  pemil. 

Sixto.                                       suelo        ^^^B 

Pbreto.         Ya  que  ei  tarde  recelo.         ^^^H 
Sabina.    Dad  gracias,  padre.                    ^^^^B 

1    Co  el  of  lainmt  •■■  ufíD*,  lo  culi  Ro  h<ce  Mtiiiilo. 
^m      KaU  r«Íinpcni4Nc]«Oricgi*il  JjMO'.quenoroulu 
^^H     wta  Glar«. 

JORKAnA   PRIMERA 


Quien  BQuI  notiuxtentó 
CíO%  t>cndisa  hIIú  en  el  cielo. 

Todos.     Am*n.  <.*'<•>'«  '*  ■"■">  r  itfaniaiw.i 

PencTO.  ^Quien  hs  tic  ic  coniigo? 

Sixto.      Siempre  vaSibina.  fiC.nroHSixi») 

PsBETo.  V«ya. 

aue  tú  quedmis conmigo,  (,4C*miij.) 

Sasin*.    bi,  »iempie  h«  de  ser  la  maya. 
CüTnila. 

Camila.  Tanibiín  lo  digo: 

mas  yo  si  que  no  ic  pesa, 
en  levaniando  la  mesa, 
de  if  *Ui  Qtii»  maiViinM: 
porque  íun  oucrpoí  de  {[rana 
y  pjicrii  rabilicsa 
ic  vean  \oi  C5CCJl«re<: 
^para  qué  muestra»  pcur»? 

S*bi!CA.     ñago  bien,  ¿qué  quieres  tíi,* 

PznETo.   ^Y  que  llevas.* 

Sab)»*.  Alajú. 

turran  de  almendra;  dos  pares 
de  caniantUs  de  arrope, 
transparente  como  el  :iscua, 
donde  el  hombre  el  pan  ensope: 
cananas,  fiuiudc  Pascua, 

auecuandu  el  hambre  ¡as  lope 
e  la  gente  escolanicga, 
yo  apostaré  iiuc  se  pe^ 
á  compraltas  como  moscas; 

Í'  aun  míe},  nueces  v  ro«c» 
levamos;  y  apenas  (lefta 
al  mercado  la  borrica, 
cuando  como  tordos  vienen 
escolares,  í  quien  pica 
el  hambre,  qucsccniretiencn, 
como  alguna  es  Kcnie  rica, 
en  comprarme  en  un  intianie 
cuanto  les  ponj^u  delante. 
y  nos  dan  aquestos  riscos. 
Ello  mis  de  dos  pelliscos:    — 
me  paso,  aunque  un  estudiante 
harto  garrido  me  aguarda, 
que,  mientras  vende  la  tcAa 
mi  hermano,  que  1  veces  tarda, 
me  defiende  y  aun  iih-  enKÍa 
voluntad. 

I>E»ET0.  De  ellos  le  guarda; 

que  es  mala  gente. 

Sabina.  iSi  soy 

muy  boba  yo  cuando  voy! 
Si  Ilesa  al  braio  desnudo, 
con  el  palo  le  saludo 
T  le  di^o;  «¿liaste  de  ir  hoyN 
Ttenme  miedo. 

SUTO.      iStit)  Aparejadas 

están  las  jumentas;  ea, 
vamos. 

CAHiut,  ¿Eaia  ya  cargadas? 

Sixto.      Si,hermana. 

Camila.  Cosa  que  sea 

que  las  cal;í8S  coloradas 
9e  os  olviden,  como  ayer, 
y  no  las  uaigais. 

Sixto.  Por  ver 

la  gracia  con  que  le  enoJ*s 
DO  las  traje 


345 

Camila.  Excusas  írojas 

son  esas;  no  han  de  valer. 

Sixto.      Ea,  las  alforjas  pon. 
Echadme  1h  bendición 
como  soléis,  padre  mío. 

PeazTO.    jAy.  hijul  del  cielo  fio 

que  ha  de  diiric  el  galardón 
que  tu  ritwdlenciB  merece. 
I, a  bendiL'iórv  que  i  lisaú 
Jacob  hurtó.  >  ptd«  tú, 
mi  amor,  Fúlix,  le  U  ofrece. 
RucKO  al  cielo  que,  pues  él 
mudo  el  nombre  en  Israel, 
lo  mudes  tú,  aunque  es  locura, 

en  papa.  IHin^lcrU  y  UfáMttHtr  I 

Sabina.  Barbero  6  cura 

lomara  yo  que  fuera  él. 
SrxTO.      E»,  vamos. 
CA.W1LA.   (^páSixio.)iltuen«choUa 

tiene  el  vkjo,  ciundo  e»cap« 

del  torrezno  ó  de  la  olla! 
Sixto.      Pues  qué  ,1*0  puedo  ser  papa? 
Sawva.    íQuiín,  111.=" 
Sixto.  Yo. 

Sabina.  iPapateollal 

Sixto.      (Aut^r*^  Al  sol  os  dejo.  La  mano 

me  dad,  y  adiós.  |Ur*a  la  mam.) 
pKBKTo.  Kt  te  guarde. 

Mira  que  vuelvas  temprano. 
Sixto.      No  hav  volver  hasta  la  urde. 
Camila.    Lascalj!asdeí;rans,heTmano.(i'aiiM.J 
Pereto.    Hija,  mi  bien  pronosüco. 

Fiues  que  de  Filix  espero 
as  venturas  que  publico. 
Camila.  Disputa  con  el  barbero: 

csoimuño.  Cuando  chico 
llevaba  el  calendario 
alcura,y  el  incensario, 
y  él  mismo  le  dijo  un  día 
que  si  estudiaba  seria 
sacristán  i  bolicaiio. 

y 

ESCENA  III 

PUÍT«,CAUIb*rCMAMMO,|ld4rOr. 


Ckamoso. 
PbhkTo. 
Cha»  oso 


Pebeto. 
Chamoso 


PCBBTO. 

CmamosO. 


Pereto,  Dios  os  mantenga. 

¡Oh,  Chamoiol  ¿por  acá? 

.¿Do  está  Félix?  porque  venga 

conmigo:  qnuá  seri 

rey,  que  no  hav  quien  convenga 

los  xagalesde  Montallo. 

(Cómo? 

Todos  pican  alto 
quitando  v  poniendo  leyes. 
Como  es  la  Pascua  de  Reyes, 
cada  cual,  de  seso  falto, 
quiere  esta  Navidad  ser 
rey. 

Va  sé  la  costumbre 
que  aquí  se  suele  tener 
cada  aflo, 

Esu  pesadumbre 
no  la  puede  deshacer, 
sino  vuestro  hijo,  Percto, 
que  es  muy  meolludo  y  discreto. 


p     346 

LA  ELIDCCIÓN  POR  LA  VlKTUn                                          ^^^| 

^            Pemkto 

A  Fcfmo  á  venderme  va 

stijoio  si,  qa<  ella  propia  ^^^H 
mal  en  los  ojos  cabria.                   ^^| 

^^^L 

leña;  niás\aflios.  que  allí 

^^^f 

apacigúanos  pfúmeío. 

jbo  víis.  padre?  Üejaot  de  eío. 

Camila,  m¡  «riiur  iravioo 

Fuera  dc  que  e^  circunstancia.       ^H 

^^^           CiViiiA. 

como  muestra  la  experiencia,         ^H 

H               pKiirTí^ 

que  entre  el  objeto  v  potencia        ^H 

^^^B 

híce  mot»  mi  veje/. 

haya  debida  distancia.                     ^^| 

^^^^ 

r  *i  ve»>  rey  csia  v*í 

Dbcio. 

Vent¡amos  al  fundamento.              ^^| 

^ta 

a  K¿lix.  valdré  de  seixi.  {Vaitt.t 

Citaao 

Las  especies  que  á  los  ojos  ^H 
representan  los  despojos  ^H 
<lo  la  daina  ;no  son  vtonio^ —        ^^| 

^p 

ESCKNA  IV 

.SI.  que  para  vene  á  ti,  ^^| 
desde  el  iugat  donde  estás,  ^^^H 
especies  al  viento  das               ^^^H 

^^^^^  Sai*  CtMM  ift  «liufitfalf.  r  Dkcio.  in  MmIp,  <tt 

las  cuales  llegan  á  mi              ^^^^| 

^^^^^^K 

g*t4H. 

r  me  enieilian  tu  retrato.  ^^^H 
Todo  [lo]  concedo.                   ^^^^H 

^^^^^^ 

Decio. 

V            Dbcio. 

i'AMa  un  m«  de  ausencia  puede 

C£sAfto. 

Pues.               ^^H 

H 

ñxcerte  que  i  Laura  olvid»? 

claro  está  que  lo  que  ves         ^^^^| 

1             CtsAno. 

t'AI  viento  lltmesa  pidesi' 

es  el  vvento,  mentecato.            ^^^H 

■             Okcio. 

^Viento,  amur^ 

Luego  si  ama  el  pensamiento    ^^^H 

B            CISAiio, 

SI,  y  aun  le  exc«de. 

la  licrmosura  que  tnír^,            ^^^^H 

1             Decio. 

Diversas  di 11 Iliciones 

y  ¿sta  sólo  viento  fui.               ^^^^| 

^^H 

he  visto  suyjí.  i/tfíOf. 

el  amor  no  es  mis  que  viento.  ^^^H 

^^^k 

Uno»  le  lUinan  furor. 

Dbcw- 

Bien  (u  opinión  has  probado.          ^H 

^^^^^_ 

)  á  «ut  erectos,  pasiones: 

Conforme  á  aqueso,  señor,            ^H 

^^^^^^fe 

Olroi  dKeo  que  vs  locura 

nadie  lendrd  más  amor                     ^^| 

^^^^^H 

ó  accidente  que  maltraía; 

que  un  cuero  cuando  «lá  Mnchad^H 

^^^^^H 

oUMcalidaJ  innata 

porque  es  todo  vtenio.                     ^H 

^^^^^1 

que  al  hombce  mclinar  procura 

CÍSAttO. 

Quiero        ^H 

^^^^^^H 

que  ame  ilc  Cicria  edad 
a  quien  tiene  ini:llnación; 

dejarte  para  importuno.                   ^^| 

^^^^^1 

Obcio. 

Ahora  sé  que  es  todo  uno               ^H 

^^^^^^B 

quien  tal  llima  imperfección. 

viento,  amor,  amante  y  cuero.        ^^| 

^^^^^^H 

quien  tucura  y  liviandad. 
El  médico  dice  que  n 

il'obre  de  Laura,  qu¿  en  vano  ^^^H 
llore,  Oiaro,  por  til                  ^^^^^ 

^^^^^H 

^^^^^B 

cieno  hnmof  ó  destemplanza 

CASAHO. 

Dccio,  desde  que  silf                ^^^^| 

^^^^^H 

de  la  sangre;  semcianu, 

de  nuestra  pairín.  Tabríaivo,       ^^^H 

^^^^^^1 

el  filósofo;  tniefís. 

f  vine  á  l-Vrmo  i  estudiar,         ^^^B 

^^^^^H 

la  dama:  y  «1  desvario 

de  Laura  olvida  el  amor.           ^^^^H 

^^^^^M 

del  astrólogo  adirina 

,iDél>ole  masque      favor          ^^^^| 

^^^^^^1 

que  es  fueria  deastrot  quo  inclma 
a  amar  al  libre  albedfio. 

que  una  dama  suele  dar  ^^^^| 
á  quten  cumien»  á  servilla;           ^^| 

^^^^^H 

^^^^^^^^^^r 

Fueito  le  lliimnron  ciento. 

una  ventana,  un  sembUnie            ^H 

^^^■^ 

pues  que  abruA  al  que  enamora, 

risueño,  una  mano,  un  guante,      ^^| 

^^^F 

y  a^ua  le  llama  ci  que  ignora: 

y  cuando  mucho,  una  stlla       ^^^H 

^^^B 

mas  njMlic  le  llama  viento. 

«n  su  casa?                                 ^^^H 

^^^^^^^A  RO 

Puet  nadif.  Decio,  le  da 

Dvcio. 

jAqueso  es  bucnol  ^^^H 

^^^^HT 

el  nombrcquc  le  conviene. 

f  Pues  amor  que  habla  Helado,       ^^| 

^^^^^^P 

Quien  amor  tiene,  no  tiene     - 
smo  viento. 

seAor,  á  verse  ensillado              ^^^^^ 

^ 

sabe  tan  poco  de  freno?           ^^^^| 

B            Dccio. 

Bien  está. 

Es  imposible.                             ^^^^H 

■                 CftSAKO. 

Y  asi  aguarda:  quien  ama                   ■ 

CáSAKO. 

Vos*                    ^^M 

^ 

y  al  yugo  de  amor  suspira. 

que  «1  principe  dc  Fabriaito,  ^H 
mi  padre,  y  /uliu,  mi  hermano,       ^^| 

^^^^L 

^fto  es  poraue  primero  mira 
la  belleza  de  su  dama^ 

■ 

^^^H 

tienen  do  holgarse  en  que  estí          ^^| 

^^^     Dscio. 

Es  verdad.  He  lo  exterior 

tan  libre  que  á  Laura  olvide,            ^H 

B 

Coml«nf  a  amor  &u  conquisU: 

porque  lo  llevaban  mal.                 ^H 

^^_ 

mnt  íniícfc&^ 

D>cto. 

Laura  es  mujer  prir«:tpal.                ^H 

^^fe       Cltvt»o. 

Verás  tu  error. 

CfcUMO. 

Mis  prcnilss  mi  vanare  pide;            ^^| 

^^^^^_ 

i'in  fin.  que  cualquier  amor 

que.  aunque  soy  hijo  menor,          ^^| 

^^^^^^b 

tiene  prirKipi.>  en  la  vista. 

en  Italia  ni  en  Skiha                        ^^| 

^^^^F 

y  el  obieio  que  se  ve 

no  hay  más  ilustre  famiUa        ^^^H 

V 

es  lo  anudo. 

que  la  ttrsina.                         ^^^^| 

1             Dicio. 

Vé  al  efeto. 

^^^^H 

■                  CfiSAKO. 

SI  har4.  Si  la  dama  n  el  objeto, 

'" — ■ — 

^^1 

^ 

para  que  en  la  vitla  estí 

de  quien  la  ha  de  amar,  no  envía 

1    B«tM  do*  weíoa,  delcouoM»,  ciun  ««i  a«  l^H 

eiHel«n  de  Otieas.                                         ,^^^^H 

tuitio  btiianU  oopt»,                       ^^^^H 

1 

sujeto  ^uiVcwnie  copia, 

t«j<io  (i,  qiM  (Ua  pnpia.                ^^^^^H 

w 

PRIMERA                                                         $47             ^^M 

^r   Decid. 

nis  la  m«jor: 

sale  más  M(«rTO  y  bello                         ^^M 
que  la  melosa  villana                           ^^M 
entre  el  grosero  vestido,                         ^^H 

^B 

mt%  no  mirabat  «n  eso 

H 

hsbrá  un  mes  ciundo  adorstM» 

H 

á  Laura  y  palabra  dabat 

<londe  la  nsturaleía,                              ^^H 

^K 

de  ser  au  «fxuo. 

sin  el  arte,  á  su  hcltexa                             ^^H 

■         CfaAKO 

Et  exceio 

su  poder  todo  ha  rendido.                         ^^H 

^fc 

de  amor  disparatea  fragua 

Si  vieres  la  ul  que  tiene                         ^^H 

^1 

como  esos:  jaué  no  difá 
Dcck>,cl  qué  bklrúplco  «siá 

cuando  habla,  aunque  el  (enguate          ^^M 

H 

corresponde  cnn  el  ttaie;                        ^^H 

^M 

por  ocharse  un  Kolpcdeagua? 
De  Laura  no  hay  caleniura. 

si  el  donaire  con  que  vlen«                        ^^H 

H 

6  vender  vieras  despacio,                           ^^H 

^1 

T  }'«  la  sed  acabó. 

La  cauta  bien  la  si  yo. 

yo  s^  que  me  disculpara!                          ^^H 

W     Dccio. 

y  su  aldea  vcnta)aras                                 ^^H 
á  la  conc  y  el  palacio.                               ^^M 

Cfcsuio 

Diiát  alguna  locura' 

a          DbCIO. 

Dirí  que  la  villancja 

Ocho  días  ha  que  salgo                             ^^1 

H 

que  cada  día  al  mercado 

i  vella.  y  deipués  de  vetta                          ^^M 

^1 

víenf.  ese  clavo  ha  sacado. 

quedo  más  muerto  por  «lia.                      ^^H 
Decio.      Pues  di  ^hasta  dicho  algo?                     ^^H 
CÉsaao.    SL  mas  diéronla  los  riscos                        ^^H 

H       CtSAKO. 

Necio.  ()i),p»rBiex  deja. 

H       DKCtO- 

Niei^a nielo,  por  lu  vida, 

^1 

que  estoy  yo  ciej!".  «ñor. 
Yo  s¿  que  ifí  tu  p^cho.  amor. 

su  aspcreía.                                            ^^H 

^1 

Dkcio-                         Todas  son                           ^^H 

^H 

jucfia  i  «saiga  la  parida,* 

caioscn  camaranchón.                           ^^H 
¡Do  al  diablo  galos  aiiscosl                        ^^H 

^1 

y  que  i  Laura  ha  rempujado. 

■     CtSAM- 

¿Por  qué? 

CttARO.    No  tanto  que  no  me  avisa                         ^^H 

■    Dscio. 

Porque  ic  desvelas 

tal  vex  con  los  ojos  bellos                         ^^H 

^V 

mucho,  y  má^  que  la.t  escuelas 

que  e«perc  mi  «mor  en  ellos                     ^^H 

^1 

curMt  la  ptaia  y  mertado 

lo  que  me  ofrece  su  risa.                           ^^H 

^^^^ 

de  Fermo.  Si  las  más  reces 

Y  aunque  con  lengua  grosera,                  ^^H 

^^^^B 

v¡enc:?t,  y  en  viéndola  aqui 

responde  de  cuando  en  cuando,                 ^^U 

^^^K 

sin  más  criados  que  á  mi. 

risueño  el  semblante  v  blando,                ^H 

^^^^M 

con  ser  quien  eres,  te  ofreces 

y  en  el  mercado  me  espera.                     ^^1 

^^^H 

hablar  con  ella,  de  modu 

porque  mis  deseos  entiende.                    ^^H 
Dkcio.      Mas  porque  ve  el  mtctés                            ^^H 

^^^1 

<]ue  da^  noia  á  quien  te  ve; 

^^^H 

y  si  quiere!,  que  le  d^ 

que  saca  de  ti  después,                            ^^M 

^^^H 

raaén  que  lo  diga  ludo. 

que  á  precio  de  oro  le  vende                     ^^H 

^^^^K 

jpor  qué  me  mantlas  comprar 
cuanto  aqu!  trac  á  venderá 
jpara  quí  puedes  querer 
Itno  tú.  pues  no  has  de  hilat.^ 

sus  nisiicas  mercancías.                          ^^H 

^^^H 

CJisARO.    Antes  juigas  como  necio:                       ^^H 
porque  sólo  el  justo  precio                    ^^^| 

^^^1 

^^^^H 

toma,  sin  que  mi*  porfías                   ^^^^M 

^^^B 

¿No  me  hiciste  el  otro  día 

la  hayan  podido  obligar                     ^^^H 

^^^^H 

que  me  ensuciase  la  ropa 

á  que  un  anillo  reciba.                             ^^^| 

^^^^H 

con  una  carga  de  estopa 

Drcio.      Una  condición  «tquiva                            ^^H 

^^^^^ 

que  trujo? 

tnsl  suele  comentar.                               ^^M 

■      CiSAKO. 

liarás  que  me  ría. 

Ella  se  ablandará  cuando                        ^^M 

■     Dscro. 

¿Deque  sirven  tus  iiautelas^ 

al  mtefds  no  resista,                                    ^^M 

■ 

jqué  puede  si^tiitlc^r 
nacerme  ansí  ayer  comprar 

que  no  hay  mejor  tOMiiün                          ^^M 

^^ 

que  la  que  empieza  en  tMránéO.              ^^H 
Pero  ¿aguárdasla  hoy?                            ^^H 

H 

una  espuerta  de  pifuclas 

^^^^ 

que  trujo?  Dos  aposentos 

Cáwmo.                                      Ahora                  ^^H 

^^^K 

tengo  llenos  de  despojos. 

vamos,  que  ya  habrá  venido.                   ^^H 

^^^B 

SCmc  antes,  de  manojos 
de  cebollas,  de  pimientos. 

Decio.      ¡Pobre  Lnural  |que  ha  podido                 ^^H 

^^^^H 

una  grosera  pastora                                   ^^H 

^^^f 

de  lomillo,  de  tornero. 

quitarte  la  pos«iión,                                   ^^H 

^^^^ 

deaplieyo-.. 

que  el  sayal  quieres  que  tome)                 ^^1 
Mas  ¿que  mucho^  si  hay  quien  come         ^^| 

H      CtSARO. 

No  digas  más. 

H     Dbcio. 

¿Tú  espliego?,  ;y  me  necar^s 
que  es  amor!  6  ^trcs  barDcro? 
Decid,  la  mayor  vengan» 
que  Laura  tendrá  de  m!. 

vaca  mejor  que  un  capón.     <V4it«ej         ^^| 

^H 

^^H 

■    Césamd. 

ESCENA  V                                 ^^ 

^1 

es  que  una  villana  and 

Ralt  Saswa,  con  aljiríat.  y  Siti*.                       ^^H 

^1 

me  obligue  á  hacer  isl  mudanza. 

^^^M 

B 

Connote  que  la  adoro. 

^^M 

■    Dffcio. 

Fáciles  muros  contrallas. 

Estas  paredes  v>n,  hermano,  el  sitio                          ^^H 

■       CtlAHO. 

Ni  p«rlas  en  conchas  bastas. 

donde  sueles  restirte.  Los  jumemos                           ^^M 

■ 

ni  en  sayal  Konrniciún  de  oro. 

dejo  paciendo  en  unas  rerdei  mielgas.                       ^^M 

^^^^ 

ni  el  sol  que  por  la  mañana 

Cerca  estamos  de  Fernioi  ¿  has  de  mudtna             ^^H 

B 

por  nube*  tienda  el  cab«)id, 

d*  escolar,  como  suelea?                                        ^^M 

348 


:a   KteCClÓN   non   LA  VWTUO 


Sixto. 

Sabina. 
Saco,  pues,  el  inantct>  y  la  Miaña. 

Sixto. 
El  ciclo  tnh  intentos  favorwc. 
Cuatro  años  ha  i]ue  cttudio:  y  que  tu  vendes 
las  rústicas  .-ilhajas  que  te  compran, 
mientras  csnidiu  yo.  l.«  causa  de  «to, 
aunque  no  le  li  he  dich»  haila  evie  panto, 
es  eila;  que  á  tu  untir  \etú  inil  hecho 
no  levelane  cuanto  et^onde  et  pecho. 

(SaMif'fnt  al/or/^s  lúSatt  rtíllAo  át tiluilnnU 
Y  Hü  ratltmKit.  y  rait  uiilítiilo.) 
Uii  dia  que,  como  vttoí.  en  la  plaza 
de  Cita  universidad  vendía  t:ontif!0 
loi  miserables  íruios  que  ta  sierra 
á  quien  cultiva  su  aspcre/a  ofrece, 
se  lltgiJ  un  cstud-Jintc,  que  con  otros 
cnlfe  una  carfia  tic  cabnios  liemos 
estaban  escogiendo  los  mis  gordos: 
y  reparando,  con  notables  veras, 
en  las  facciones  de  mí  rostro  un  ralo, 
T  advirtiéndome  ser  el  que  regía 
la  cilcdra  súiil  de  Alaiemntica, 
me  pidió  úue  Ic  dietie  larga  cuenta 
de  mi  edad,  patria  y  nombre, 
en  qué  mes  y  en  qué  dia  salí  al  mundo, 
porque  miraba  en  mi  fisonomía 
pron<>st)Cus  notables  de  ventura. 
correspondiendo  con  su  peitsamieniu 
la  dicha  de  mi  humilde  nacimiento. 
Rclmc.  imaginando  que  eran  tretas 
<1«  estudiantes  ñsgoncs,  y  dejóle; 

fero  de  suerte  á  persuadirme  ^  Ino 
que  hablaba  de  veras,  que  obligado 
i  escucharle  por  ver  en  su  persona 
panes  diftnas  de  darle  honrado  crédito, 
lo  mejor  que  yo  supe  satisfice 
á  sus  preKunia%.  advirtiendo  que  era 
de  humildes  padres,  v  mí  pobre  patria 
lai  titulas  toscas  de  CTasiel  Monialto; 

3ue  un  miércoles  nací,  que  era  á  catorce 
G  I>iciembrc,  según  solia  mi  madre, 
(que  tÜOi  haya)  decirme,  y  ser  el  año 
OD  que  al  mundo  sali  mil  y  quinientos 
y  vcinle  y  uno;  Félix  solamente 
en  el  nombre  de  pita,  y  infelicc 
en  todo  lo  dcmís;  pues  no  hiy  ventura 
adonde  siempre  la  pobrcxa  dura. 
Quedó  suspenso,  y  aro  u  can  do 
después  las  cqat,  danao  un  grande  grito: 
«Ftlíi:,  dijo,  las  obras  corresponden 
con  el  nombre,  de  modo  que  lu  dicha 
ires  coronas  ofrece  i  tu  cabeía; 
si  tomas  una,  con  que  lerin  cuatro. 
Ed  una  tvlii{iOn,  estudia  y  deja 
tt  rústico  ejercicio,  que  las  letras 
prometen  cnsalxar  tu  nombre  y  fama. 
En  estrella  naciste  venturosa: 
ten    cuenta  con  el  miétcoles,  que  es  dia 
en  que  has  de  ser  dichoso,  sin  que  tengas 
felícid^  que  en  él  no  te  suceda. 
Tu  ingenio  fertiliza  el  Crtlo  pi0¡ 
sigue  las  tetras  y  el  godsc)o  mío.» 


h'uese:  }qué  de  suspenso  volrl  á  casa! 
y.  cavando  en  aqueste  pensamiento, 
dispúseme,  A  pesar  de  U  pobreza, 
estribo  vil  de  inclinaciones  nobles, 
i  seguir  del  astrólogo  el  con^eja. 
Voívl  á  buscalle,  y  tiall*  que  eta  ya  muerto; 
pero  no  desmayé  por  cm)  un  punto: 
antes  vendiendo  mis  humildes  ropas 
i  los  serranos  de  mi  pobre  sierra 
y  Ufando  también  algún  dinero 
de  lo  que  iba  vendiendo  cada  dta. 
compré  secretamente  á  un  estudiante 
este  vestido,  j  tk  tu  amor  fVado. 
ha  ya  cuatro  años,  con  ayuda  tuya, 
cual  ves  que  en  estudiante  me  transformo- 
Bien  es  verdad  que  en  nuestro  pueblo  el  cura 
i  leer  y  escribir  me  enscAo  un  tiempo 
y  un  poco  de  gramAlica,  >*  con  ella 
aprovecho  de  modo  en  los  estudios 
que  todos  me  celebran  y  respetan; 
mas  DO  porque  ninguno  hasta  este  punto 
sepa  quien  soy;  adonde  vivo;  adonde 
me  escondo,  cuando  salgo  de  sus  cursos: 
porque  como  me  etperas  aquí,  y  luego 
me  visivo  á  mis  groseras  antipitras, 
de  modo  los  deslumhro  y  causo  espanto 
({^ue  hay  quien  piensa  que  es  todo  por  encanto. 
Lste.  Sabina  mia,  es  el  suceso 
de  mt  historia. 

Sabina. 
Y  i  fe  que  «  agradable. 
(Uttt  tt  ivitUo  áe  Utrador  tn  (M  al/oriai  } 

Sixto. 
Yo  espero  en  Dios  aue  presto  he  de  pagarte 
lo  mucho  que  te  debo. 

SUIKA. 

Estudia,  hermano: 

Jue  no  será  pequeña  tu  ventura 
fueres  sacristán  del  pueblo  ó  cura. 

Sixto. 
Dame  esos  braios,  mi  Sabina  cara. 

Sawna. 
iQué  bien  te  está  el  vestido!  Ser  mereces 
calóndrigo,  y  pardiei  que  lo  pareces. 

Sixto. 

Ves  á  veixkr  la  lena. 

Sabima. 

No  repares 
en  eso.  AdióSt  que  vknen  escotares.        ivatt) 


ESCENA    VI 
Siavo- 

Si  Cleantes  de  noche  acua  sacaba 
para  vender,  por  estudiar  de  dia, 
y  en  la  atahona  dornlc  el  pan  molla 
nombre  á  tus  letras  y  vinudes  daba¡ 
si  Plauto,  por  ser  sabio  mendigaba, 
y  á  un  pastelero  muero  serbia; 
si  Euménides  en  gilesos  escribía 
á  falta  de  papel  que  no  alcaniab^; 


si  hft  habido  ijuien  en  el  [mp«no  altivo 

Sor  el  ceiro  trocando  el  aguijada 
célebres  hiitorias  dio  moiívo: 
si  á  Pedro  pncador  Roma  aftradaba, 
no  Mri  mucho,  aunque  pobre  sivo. 
por  letras  venga  á  ser... 

Voi.  (DtHiroj 

(O  jnpa,  ó  nada.) 

Sixto. 
Precedióme  i.  la  razón 
una  voz  cuyo  sentido 
me  ha  dejado  suspendido; 
y  tí  pronósticos  son 
uñat  de  alf;ijn  bien  íuturo 
muchas  veces  para  un  hombre, 
y  siendo  Félix  mi  nombre, 
serlo  en  las  obras  procuro, 
ya  he  visto  pronosiicada 
mi  felicidad  aquí; 
el  cíelo  dijo  por  mi 
Hue  he  de  ser  ó  papa  6  nada. 

ESCENA  Vil 
SMt  Mahko  Abromo  y  foai'Kio,  dr  camino. 

M.  Akt.  (DtiátdnirD.i  O  papa  6  nada  pretenda 

ser  el  cardenal  Colona, 

puei.  ton  digna  o  su  persona 

de  la  tinrA. 
PoHMCTO.  No  entienda 

Roma  que  de  so  elección 

poca  gloria  ha  de  tener: 

mas  temo  que  le  ha  de  hacer 

notable  contradicción, 

entre  otros,  el  cardenal 

Carraía- 
M.  AüT.  El  senado  grave 

del  conclave,  primo,  sabe 

que  no  hay  sujeto  papal 

mis  divino  de  la  elección 

que  mi  lio. 
PoMPETO.  Quiera  el  ciclo 

asejiurarme  el  recelo 

con  que  estoy. 
SiiTo.      ¡Ap.)  Estos  dos  son 

Colonas.  La  Vicaria 

de  Cristo  debe  esur  vaca. 
M.  ArtT.   Si  el  cónclave  no  le  saca 

ahora  en  vuno  porHa 

mt  lio. 
Sixto.  inTormarme  quieto 

de  lo  que  es. 

ESCENA  VIII 
Oicno»,  )'  lalt  Palio,  íTiaáQ  dt  Püm»». 

Fabio.  Yaestinaqu! 

los  pastores. 
POMPKTO.  Primo,  vení.  iVaiMloféai.} 

Sixto.      ^Quí  es  esto? 
Faaio.  Paulo  Tercero 

es  muerto. 


JORNADA    PtílMCAA 
Fa»io. 
Sixto. 
Fjtaio. 


Sixto. 


{ 


jVilgame  Dios! 


349 

Es  el  cardenal  Colona 
pretendiente. 

Su  persona 
lo  merece. 

Son  k»  dos 
sobrinos  y  i  Roma  van 
para  ver  de  este  suceso 
el  fin. 
Sucto.  Las  manos  os  beso.  (V4i«Fibl».) 


ESCENA  IX 

SUTO. 

Nuevos  alientos  me  dan 

mis  deseos.  A  buen  punió 

mis  palabras  atajaron 

cuando  me  pronosticaron 

el  bien  que  he  de  goiar  junto. 

El  Bsuúiojjo  me  dijo 

que  si  en  religión  entraba, 

tres  coronas  me  guardaba 

mi  dicha.  Ei  hibilo  dijo 

en  San  Francisco,  después 

que  de  doctor  graduaJu 

pueda  lomar  otro  estado. 

que  este  mi  deseo  es. 

I.a  ciencia  es  mí  enamorada, 

por  letras  he  de  valer: 

¡alto!  á  escuelas,  que  he  de  ser, 

aunque  pobre,  papa  ó  oada.  ira*t.) 


ESCENA  .X 

Sttit  SAtmik  eom  uit  fumtntocargaa»  <l4ltlU  y/r»!*, 
yuH  ¡talón  la  nano.  yCtítm^.niHdlaitUfalAa. 

SaatKA.    ¡Jo,  parda!:  veri  el  dimuilo 

cual  va:  ¡jú,  burra?  ,Qiii  agudal 
porque  el  hijo  deja  en  casa 
quiere  volverse,  ¡io.  tiurral 
Serrana  bella,  escuchadme, 
hablad  siquiera. 

So  muda. 
¿Muda  ó  mudablcr* 

Eso  no. 
¿Pues  nunca  os  mudaréis? 

Nuoca, 
¿Luego  nunca  imaginiis 
quererme? 

Quiérale  ludas. 
|Ay,  quién  os  diera  un  abrazo 
aq'uü 

¡Arre,  que  se  burla! 
Escuchad,  serrana  bella. 
Juegue  limpio,  que  soy  limpia  ■, 
y  tenua  quedas  Us  manos 
que  3Í  poquito  de  burlas. 

(tXiUCOK  ti  i>ala,i 
Todo  esto  es  amor 

Amor 
quiere  que  se  le  sacuda. 


rCfcsAHo. 
Sabina. 

CiSAKO. 

Sabina. 

CfcSAAO. 

Sawha, 

CÍSAKO. 

Sakixa. 

CtlAHO. 

Samka. 

CÉSARO. 

Sabi.ia. 


CiSARO. 

Sabina. 


I    A*i  en  el  «rlgiiul  )r  cu  U  re<mprc4i4a  de  urie> 
gi;  p«ro  el  Donaaie  pide  imi*  pAlabr*  «umc  *rii>lM, 


■Jur**  ú  otfi  t«iD«faaU. 


35o 


Sabina. 

CfcSAfO. 

Savima. 

CASAKO. 

Samna. 

CktAM. 

Sabina. 

CftSAHO. 
SAftINA. 


LA  BLECCtÓN  I>r>l)  |.A  VIPTUD 


CiSAKg. 


S  ASI  NA. 
CfcSARO. 

Sabina. 

CttARO. 

Sabisa. 
CkSAno. 
Savina. 

CtSAKO. 

Sabika. 
Césaho. 


Sabina. 
CCsAko. 


Samna. 

CtlAKO. 
Sa»I!>A. 


CRIADO, 

Sabina. 

CtSABO. 

Sabina. 
Sabina. 


Lli;guc,  ()Uf  ei  ímvi  y  el  polvo 
(licrn  qiii-  i  p*lot  se  t:urin. 
No  %i-  quí  icflgo  en  cMc  ojo: 
¿«lueréiv  Voplírmelc* 

Acuda 
i  lo*  (uelies  del  herrera. 
Soplud. 

¡Arre,  que  se  burla! 

¡Uhl  soy  muy  salada. 
Mi  tormento  o%  to  asegura, 

r'Orquc  mr  matiisde  sed. 
labia  comido  acdliinas. 
Uid. 

ScAur  acolar, 
vaya  con  Dios,  que  wn  much&t 
iBntas  burlas  y  L'hufeux; 

£en  mi  vfda  comichuraií. 
eme  gI  dinero  si  ((uiere 
d«  mi  leña  y  de  mi  (rula, 
que  anochece  y  vivo  lejos, 

V  tiene  la  bolsa  dura. 
Siempre  dilato  el  pagaros, 
porque  lumc  mi  ventura 

que  ot  vaik  luC(!o  y  me  dejáis, 
serrana  del  alma,  á  oKurai. 
iPfiti  üoy  yo  candil? 

Sois  lol 
que  mis  línieblas  alumbra. 
^No  ve  Ihs  uñas  que  tengo? 
jPor  qu¿  quiere  sol  con  uñosr 
Porque  me  aso  como  el  fénix 
en  i\. 

i()iit  se  asa> 

Sin  duda. 
Pun  aun  no  está  bien  asado 
tu  mcrcé. 

jPor  qué? 

Aun  no  suda. 
iPluguiera  á  Dios  que  sudara; 
y  fuera  seAal  uRura 

3UC  de  la  liebre  de  amor 
eclinaba  ya  la  turia! 
jLuego  está  calenturiento? 
De  mi  amor  las  llamas  puras 
me  abrasan;  Icned  el  pulso, 
poned  mi  lormeniu  en  cura. 
g.Mas  artel 

Acabad,  tomalde; 
ea, 

Désele  d  mí  burra, 
que  nació  cat  del  albeilar 

V  sabe  de  calentUMs- 

Vo  i*  que  habéi«  de  quererme. 
Poco  sat>e  si  no  eiiudia 
más. 

LIccid,  dadme  una  mano; 
¿qucrílsí 

lArro.  que  se  burla! 
jSabcn  en  vuestro  lugar 
loque  es  amor? 

lYa  pescudal 
fpues  no  to  hablan  de  saber? 
Desde  el  porcariio  del  curra:  ■ 


I    AiJ  en  ambo*  icitoi;  p«r«  qviiA  n«rlblA  Timo 
Dnd(  el  porquerlio  al  <«rB. 


ellos  deben  Je  pensar 

que  no  rompe  capemcas 

amor,  si  brocado  y  seda 

nada  escupe. 
CCsANo.  Pues  escucha: 

^qu¿  es  amor? 
Sabina.  Debe  de  ser 

eriito  que  pica  y  pun/a 

el  alma.  <i  mango  de  sastre 

ca'gaju  de  sus  agujas. 
CiisAno.    ¿Mas  ainadií? 
Saiuna.  Tanto,  cuanto, 

Cb^aho.    jtiustas  de  amar? 
Sabina.  J<Jui¿n  nu  gusta? 

CESADO.    ¿Vultatc  el  sueñor 
Sabi-ia.  No,  duermo. 

CtSAHO.    «Pues  caúsale  pena? 
Sabina.  .Alguna. 

CfiSAho.   ¿Ha  mucho  le  quieres? 
Samna.  No 

CÉSAho.   Pues  dilo. 
Sabina.  ICs  desett  voltura. 

CisABo.   ¿.No  es  10  igual? 
Sarika.  Cs  mucho  más. 

CiiSABo.   ¿Scri  lu  espoto.' 
Sahína.  Esto  en  duda. 

CiSAKo.   ¿Amate? 
Sabina.  Dice  ¿I  quesf, 

CÉSAR  o.   Pues  basto. 
Sabina.  No  estoy  segura. 

CÉSAHo.   Dimt  qulin  es. 
Sabiiía.  *  ¿Paraquí? 

CésiRO.    Matarais. 
Sabisa.  ¿Por  qu¿  injuria? 

Césaro.   PorqtiB  te  ama. 
Sabina.  (Arre,  que  tie  burla! 

CítARo.    |Ay;de  mi! 
Sabina.  ¿Siéntelo? 

CfiSARo.  Mucho. 

Sabina.    ¿7'anio  me  quiere? 
CfSAMo.  Bs  locura. 

Sahisa.    Puesfúreto. 
CtSA«o.  |Por  tus  ojos! 

Sabina.    ¿No  más? 

Césaho.  V  por  tu  hermosura. 

Sabina.    ¿Es  muy  noble? 
CísARO.  Soy  Ursino. 

Sabina.    Y  yo  villana. 
CtSARo.  ¿Amor  no  ajusta 

deiiguales  niuchai  veces? 
Sabina.    Cuando  su  llama  a>et;ura. 
C¿SAR0.    Luego  Iguales  los  dos  somos. 
Sabina.    No  hay  amor  en  paite  alguna. 
CisAHo.   ¿Pues  qui  es  aqueste? 
Sabina.  Engaño. 

C¿sARO.    .Mucho  sabes. 
Sa«:na.  So  muchacha. 

CfctARO.    ¿Ks  galán  tu  amante? 
Sabina,  l.indb 

CktARb.   ¿Muy  alto? 
Sabina.  Como  una  gtulla. 

Césjlko.   ¿Uentilbumbre? 
Sabina.  Como  un  Mayo. 

CtsARO.   ¿.Muy  ditcrao? 
Sabina.  .Mas  que  un  cura. 

C*:tARO.    iiiai  talle? 
Sabina.  Do  aquesc  talle. 


lOKNADA    PHIMKRA 


35  t 


SuiKA.  Comoissufi. 

CiSABto.   ^Soy  yo  acsso^ 

Sami^a.  ^<,)u«ri  él  Ktloi* 

CtsAKo.   ii>u«t  no! 

Samna.  íAac,  qu«  w  burla! 

(Áp.l  ¡Valu  el  diablo  «I  wcolatl 
Quillolrada  rsioy  sin  duda, 
6  «s  amor  el  auc  me  cotM, 
Q  son  cotquillav  ó  pulfias. 

Cíauta.   «-Que  oo  me  crcc»^ 

Sabina.  .     Noti>cr«o. 

CiSAko.   ¿Piia  qué  har¿? 

Samxa.  Comer  lai  inichas 

de  aqtif.  que  di/  que  m  peKan 
seAoi ,  á  iiunus  enjuiai. 

áPafa  quL-  qu>cft>  »>rdinas 
el  a'.dcA.  i)uc  lunque  hav  muchas 
—  son  mu)  grúMfas  y  carai? 

CisAso.    Sobre  gu&u>s  no  hay  dispuia. 

Dama  esa  mano. 
Sauna.  jA  qu¿  fm'T 

Cfc&AhO.    Dirémi  buena  tentura 

li  la  tuya. 
Sabina.  ^So»  gitano^ 

CitA«o.   ¿Qvi  no  n  amor? 
Sabina.  |Ah.  hi  de  pucha: 

quí  bien  ubtis  quitlolrari 
A  fe  que  M>i»  mala  cuca. 

{baiita  naiiodCeMro.) 

CAtAiiO.   iQué  blancal 

Sabina.  Como  varbóii. 

CéSAHo.    Dimc,  pues  la  patria  tuya. 

S*BiNA.     Ya  no  «  puedo  nenor  nada. 
Casic-I  M'ini.ilio  y  sus  xrutat 
»  mipait:a  huimidc  y  pobre; 
j  un  Daga  mi  fortuna' 
que  mi  padre  y  lrc&  hermanos 
bcredamoí^  do  la  cuna 
una  casa  &in  ic)ido, 
(teinia  oveias  y  dos  burras. 
Pereto  á  rni  padre  llaman. 
mi  nombre  es  Sabina,  y  una 
hermana  que  me  dio  el  cielo, 
nits  fresca  quc  Int  kchuftu» 
s*  llama  «iiniilu:  Ketix 
»s  mi  hermano,  que  procura 
el  re^fll»  de  mi  padre, 
con  lat  piedad  y  cordura, 
que  espero  en  Dios  le  ha  de  hacer 
mil  mercedes.  Si  es  que  gustas. 
tcAur,  de  mucsa  pobrexa 
y  muesas  peAas  incultas, 
esto  sólo  sov  y  luya, 
que  es  lo  mis  que  tener  puedo. 
it  como  noble  procuras 
que  la  joya  de  mi  honor 
ni  se  rompa  ni  duslruya; 
que  la  guardo  por  ser  tOlo 
to  auc  debo  á  la  foriuna. 

CtsAiiu.    Sabinaubia,  va  entiendo 

tus  palabras,  l.a  hermosura 
de  eto«  OJOS  vale  más 
que  cuanto  mi  sangre  iluslra. 
Fia  de  m>.  que  soy  noble, 
V  que  las  palabras  tuyas 
por  ser  tan  casias  y  honradas 


Sasima. 


Ci4AfiO- 

Sarina. 
Ct:£At>o. 
Sasiíia. 

CfeSAKO. 

Sabikk, 

CASADO. 

Sabina. 

CfcVAPO. 

Sa»ina. 


EST.  i.» 

Esr.  a> 
Es».  I.' 


EST,  3.' 
EST,  i.' 
EíT.  s.« 


EST,  a." 

E»T,  1.' 


ol  oro  «le  mi  fe  apuran. 
Yo  \ti  i  tu  lugar  maflana 
ünglendu  que  en  la  espesura 
de  sus  mOnics  dndo  i  ca/a: 
ocasión  de  vertios  busca. 
verAs  cuanto  puede  amor. 
Aquota  cadena  es  tuya 

Í  aquestos  brazos  tras  ella, 
o  postrero  no.  que  ci  mucha 
licencia:  ctolro  rcvibo 
por  su  amor  y  por  mi  fruía. 
En  lin,  ¿me  quieres^ 

Noté. 
^  Serás  mia> 

Seré  suya. 
jCuAndor' 

El  tiempo  lo  dirá. 
^QuÜn  lo  puede  hacer? 

Kl  cun. 
Dame  en  señal  una  mano. 
l.uC|toL  jArrc,  que  se  burlal 

iVama.  Utga  d  a>raT<Uta,*r  rdx  >>" 
dArJCdffa.) 

ESCENA  XI 

StUn  tfM  RiieouMtM.  , 

Ya  descubrí  el  estudiante 

que  k  Kermu  y  comarca  asombfá. 

^De  vera»? 

Kétix  se  nombra. 
Cosa  os  diré  que  os  espante 
deíde  el  cuello  '.  y  le  seguí 
por  saber  si  por  los  vientos 
con  alas  de  encantamentos 
volaba:  y  fuera  de  aqui, 
uas  una  casa  calda, 
vi  que  una  hermosa  villana, 
i,  quien  di6  nombre  Je  hermana, 
con  su  lardanira  stligida, 
i  dcsnudalle  acudió 
la  sotana  y  el  manteo. 
¿Oué  dices? 

Aún  no  to  creo. 
Y,  ¿pues? 

I>e  un  cottal  sacú 
un  ir.i)e  túsiico  y  vil, 
v  vestido  en  un  instante 
íué  pastor  nuestro  estudiante. 

Sllay  enroJoniAs  sutil! 
ileitó  en  ct  saco  al  momento 
el  escolástico  traje, 
y  vuelto  al  tosco  lengua  je. 
cada  cual  en  un  jumento 
sublA:  y  la  hermosa  villana 
djjii:  «hdi\,  aguijemos, 
que  amichecc.  y  aún  tenemos 
seis  millas  que  andar.— Hermana, 
respundíú,  yo  si  que  fallo 
i  mi  padre,  que  me  espera; 
no  ptKxlo  mas:  yo  ouisivra 
estar  ya  en  Casiel  Muntalto. 
Mas  caminemos,  que  presto 


Ad  ta  Im  do«  lisprnoi.  TiMe  d«BÍ4  <i*  ctcribtr: 
útvMclla  1  U  waut. 


35a 


LA  ELECCIÓN  POR  LA  VlBTUft 


EST.  I.* 
EiT.  J.' 
EST.I.» 


llegafcfnow,  y  picando 
se  lueron  los  io\,  quedando 
suspenso  yo. 

Hibéismc  puesto 
en  admiración  cMrañi, 
(Casiet  M'jnuUo  es  iu  liírfal 
^l.as  pcfidíd*  aqucs*  sierra 
y  rl  ri^or  de  una  monUila 
ul  íni{<:niu  ci^ar  pticdí? 
Mfiñana  h-i  de  venir; 
pues,  i  U,  que  he  de  decir 
quién  es,  y  ún  que  lo  rede 
\M  poco  nombre  y  ettima. 
con  toJoi  HeiiiON  de  liucer 

Sue  d  l-erinu  le  haga  oponer 
la  cátedra  de  prima. 
Eso  será  lo  mefor. 
No  vi  cosa  semeiantc. 
En  un  punto  fue  estudiante 
el  que  en  otro  fu¿  pastor.      (Va«w.> 


SUTO. 


Samna. 

Sixto. 

Sabina. 


ESCENA  Xll 
SaltH  Sixto,  if*  rHUno.  y  Sd»l^*, 

Aún  no  ha,  hermana,  anochecido, 

V  estamos  en  caca  ya. 
I    bueno,  ni  anochecerá 

en  esta  hora. 

Hemos  venido 
lodo  el  camino  corriendo. 
.    (.\parir.\  lAy.  escolar  robador! 
Si  Cito  que  lengo  es  amor  ' 
de  amores  me  estoy  muriendo. 
{Ap.)  Mi  iniaf¡> nación  honrada 
me  está  consumiendo  en  mi 
detde  el  insianic  que  o! 
la  \ot  del  ser  papa  6  nada. 

\  ('Md  ii  finta  étulTA,^ 
K¿ltx,  Mili  voces  son  £stas? 
I.K;:ate  in  Pascua  ya. 

V  alguna  tiesta  seni. 
No  está  el  alma  para  tirsiss. 


EscES'A  y.m 

Sóln  I>Mtonii><  toa  m*>M>i,  I'Ka«ia  y  Cauil*. 

(Caiirii*.)  «Viva  Félix  felice, 
de  los  moios  rey: 
que  la  Patcua  de  Reye^ 
ya  de  l)or«s  ». 
Vhq.        Su  rey  los  serranos 
le  acaban  de  herj 
Dios  le  ha(ja  de  veras 
lo  que  en  jutRoes 
obispo  6  barbero, 
papa  6  sacfistín. 
Denle  la  obedietici* 
con  el  pirabiín 
los  que  haciendo  fieslas 
le  vienen  i  verj» 


Todos. 


Camila. 

PCABTO. 


Sixto. 

CaMtu. 

Sixto. 

Camila. 


Cha» oso 
P\sT.  a." 

Sixto. 
Cmamoso. 
Tonos. 
Past  a." 


Sixto. 
Pmgtu. 


P,*ST.  I.» 

Chamoso. 
Past.  3.* 
Chamoso. 
Past.  a." 
Chamoso. 


•ViiaFéttx  f^ice, 
de  los  motos  rey. 
que  la  Pascua  dé/tcveí 
ya  de  llores  es.» 
Hermana,  dame  esos  brazos. 
Enojado  le  esperaba 
el  amor  que  mi  vcjei 
tkne  con  tu  tardanza, 
((>tfi.,fiii4i,)Nohepodido,padre.mis. 
Dadme  esa  mano. 

¿Y  mis  cataas? 
Dentro  las  alforjas  vienun 
con  uok  pjiíena  y  sarta. 
|Viv«s  mil  añ[»!  ^No  ves 
cómo  los  de  lu  comarca 
te  tiMti  liechu  ley  eiu  larde 
parA  holfiarse  aquesta  Pascua? 
.Pardiez,  que  no  faltó  voto. 
Seííal  que  á  nadie  le  falla 
el  amor  que  todos  muestran. 
El  que  les  lengo  me  pagan. 
.¡Viva  Félix,  nucso  royf 
iFiílix  viva! 

llIoUiSacá 
una  silla  de  costillas. 

(S^uafa  y  «M>ianr«  I _ 

Dcjeisio  por  una  vam 
de  alcalde  de  miiesa  aldea. 
Vayan  por  colación. 

Vayan. 
Trai^n  tostones  r  peros, 
pan.  turrón,  vino  y  castañas. 
;Adóndeesiá  U  corona? 


1    t«  ta  arl(iHlvt: 

Sivto  ijut  Unpt  M  ■iiwr^ 


ÓMedúsc,  pardiobrc,  en  casa. 
Ve  por  ella. 

Vivo  tejos, 
.ji'ues  qué  hemos  de  hcr? 

Aguarda, 
entrara  dentro  en  la  ^reja, 
y  una  corona  dorada 

Suitaré  que  puesta  tiene 
an  Luis,  el  rey  de  Francia. 
Pa»T.  i.*  No  le  vengan  lamparones 

si  los  santos  detacatns. 
Chamoso. No  desacato,  «nte^quiero 
que  á  Félix  mened  le  lusa. 

(Caallki  >■  Afruaae.) 

Camila.  ¿De  qué  esiás  mc1cnconÍos«r 

Samíia.  Teopo quillotrada  el  alma. 

Camila.  ^Quillotrada  cómo? 
SaaiHA.  |At,  Dioil 

(S»<J  ChiBoto  uKii  liara  O*  Irtí  cor 
■dji  y  yAnrttl*  fa  la  C4t(<«.> 

Chamoso.  Vf^sle  aqu>  ya  coronado. 

Past.  t.*  lAo!  |ia  corona  de  f  apa, 

que  lien  puesta  San  CreRorio. 
Icpusol 

pEXKTo.  ^Quí  has  hecho? 

Pait.  3.*  Estaba 

un  poco  oscura  la  i}!reja, 
V  pensando  que  quitaba 
la  del  rey,  quítele  estotra; 
per<^  buena  pro  le  haga. 

Sixto.      ^<^ué  es  esto,  piadosos  cíetoi, 
tantos  pronósticos^  Basian 
los  que  he  «ísto,  que  me  inqutclao 
los  pensa  míen  ios  y  el  alisa. 


JORNADA  SEGUNDA 


353 


Bien  viene  aqumc  presagio 
ya  con  las  propia»  palabras 
dcl  8Stt6lnj|o  y  la  voz 
que  tanta  inqu.uiuJ  me  causan. 
¿Qué  a¡{uarJo  que  na  ejecuto 
CJ  priDiTipio  «tue  inv  manda 
el  ¿ielopjra  cdc  fin?— 
Francii';»,  vuMtraOr<i;n  sacra 
me  ha  üe  recil>ir  piir  hiju. 
A  RM:uti  (mc|  ¡ri  mañana 
donJe  los  clausirjU-s  ii«r^n 
tina  noble  i  in&iftne  caij; 
el  habito  ficilcpedllcs, 
que  >a  ct  cfer-ta  mi  esperanza, 
y  ha  de  salir  vi\;lüriosa, 
pues  hoy  los  cicloa  U  amparan. 

PnsTO.   Bien  te  dice  la  corwna. 

Camila.   Chamoso.  ¿no  lien  la  cara 
buena  para  ptpt? 

Chamoso.  Buena. 

PaRKTo.    A  scllo¿(]ué  no«  rallihaí* 

Past.  i.*  Que  ü«menos  le  hii'í  tXov. 

Chahoso.  £s  vcrdAcl.  y  buqueiba. 

CAMINA.    I.acoljoíón  noieípera. 

Chamoso.No  le  qui^é-i  la  tura, 
vfi  rvy  poniilical. 

Sixto.      iQu<!  inquieta  llevo  e)  alma* 

C)iAM050.\cflj(*en  braxos. 

Past.  i  .*  Bien  has  tticbo. 

Toóos,      ¡Viva  Filixí 

CtlAMotO.Í^  ■.<•  pailorA  SilvíO,  Ctnta. 


Siitu. 


Pontiñcc  soy  de  burlas; 

Eues  Pedro  Je  vucsna  barca 
c  Je  reairel  timón, 
porque  ne  d4  ser  papa  ó  nada. 


JORX.ADA  SKGIJXDA 


ESCENA  PRIMERA 


l»tfM  Sttj-'.ít/ratUfrancittn.  cu»  ^'irttm  t»ta.- 
itta,enii  borla  btmnt«,  y  i  i»  l»4o  KootiLra, rain- 
lUro  muy  gata»,) 

RoDULTo.  Gocéis  el  honroso  csisilfi, 

padre,  que  Kcrmo  os  ofrece, 
puM  el  tirado  que  os  ha  daJo 
(ti  mueii'as  que  l^>  merece 
vucsiro  irt^^enio  en  sumo  t;rado. 
Goce  vuestra  religión 
la  dicha  que  con  tazón 
vuestro  nombre  pronintica, 
fray  K£li!(,  pues  qucJa  nca 
(Mr  vns  su  C'ingr^vacion, 
(joce  vui-sira  hábil  Jail 
f'crnw,  afinque  vivió  ido  vos 
ha  de  habsr  il'fiLuliaJ 
«n  ditiinjiuir  de  I(i>  ios 
cuál  «  la  UnivcrsiJad; 
pues  11  se  caciefran  en  ella 
toJ  s  las  ci<;nt;ias,  veitcella 
m.rect  vue^ira  lurluna, 
pues  no  hay  facultad  «Iguna 

COMEDIAS  DE  TlhSO  DC  WOLIXA.— TOMO  I. 


?ue  no  os  iguale  coa  ella, 
asi  en  esa  borla  fundo 
»Uc>iío  in^fnif'  sin  scxundo, 

Eues  os  la  di  el  ciilo  trinco 
lanca.  p<ir  ser  vns  el  blanco 
de  tas  cene  a«  en  el  mundo. 
Padre,  el  cardenal,  mí  ih, 
i'ucsi  a  hjbilidiil  conoce. 
Pío  en  nombre,  en  obra*  pió; 
y  pira  que  el  mun  !o  os  ^uce, 
que  dirá  de  vos  confio, 
al  Papa,  para  que  pueda 
apoyar  vuestia  ventura. 

Snc^.      Si  á  tan  buena  sombra  qutda 
mi  humide suerte  seguía, 
^qu<í  envidia  hatirá  que  la  exceda.^ 
Yo  soy  hijo  ijc  un  villano; 
ptro  ya  nuev>i  ser  i¡ano, 
pueí  si  lan  baj'>  me  hiMH, 
y»  los<tot  me  hvaniiiis, 
pues  luí  dos  me  dais  la  mano. 

RoDL'LTO.  Andad,  padre,  y  tleicaiuid, 
que  >o  OS  ptomeiü  de  hacer 
que  én'.ilce  Su  SaniHÍad 
vuestro  humilde  y  p'-brc  sor 
f  honrevucs  ra  hab  Idvd. 
Aqueste  es  vue>iro  convento: 
la  Liiiívcrsidad  podrá 
volverse. 

Sixto.      {Ap.'t        Buen  fundamento 
el  cielo  i  mi  dicha  da: 
no  desmayáis,  peasamienlo. 


ESCENA  ir 

SafM  Pkuto.  Samha  y  Camila,  y  4*tim*H  í  Sut«. 

PsftCTO. 

Félix,  hijo, 

Sabina. 
Con  ta  priia 
que  se  va.  hermano, 

Sixto. 

¿Qué  ei  «to,* 
Mi  padre  y  tu  voi  me  avisa. 

Sabiha. 
L«  caperuza  le  han  puesto 
de)  cura. 

Camila. 
iLIadadlTÍia! 

Sixto. 
^QuÉ  nuevo  aliento,  amado  padre  mío, 
os  trae  á  Ferm^.  vos  quedf  ta  cama 
apena»  i  ta  ijlesia  el  cuerpo  frío 
podía  des  mover? 

PcniTO. 

Hijo,  quien  ama 
remoxB  su  vejez  y  cobra  brío 
q^ue  amor, con  ser  lan  tícío,  iig  se  llxma 
sino  niño,  que  al  viejo  vuelve  mniw; 
si  viejo  soy,  con  vete  ii>c  r^moxo. 
Difítonme  en  ,MonuIlo  que  este  día 

t 


354 


LA  ELECriON  POR   LA  VIRTUD 


te  honraba  esia  ciudad  con  un  bonete 

y  una  borla  que  blanca  te  ponía 

tu  Orden  porque  Italia  le  respete; 

y  como  la  honra  tuya  esjion'a  mía, 

el  gozo  me  animó  que  me  promete 

tu  vida  deseada:  al  fin  á  Fermo 

me  he  atrevido  i  venir  viejo  y  enfermo. 

Hoy  es  miércoles,  hijo,  _v  hoy  has  sido 

con  esa  nueva  tli;inidad  honrado; 

en  este  día  sólo  hemos  tenido 

las  venturas  que  ei  ciclo  nos  ha  dado: 

en  miércoles  te  vio  Itaha  nacido. 

en  miércoles  te  vimos  bautizado. 

en  miércoles  ese  hábito  toma^^tc, 

y  hoy  que  es  miértioles,  Félix,  te  f;ra,liiaste. 

En  miércoles,  en  fin,  mi  fraile,  espero 

que  has  de  honrar  nuestro  rústico  linaje. 

Sixto, 
Si  la  fortuna,  padre,  como  os  quiero 
me  ayuda,  aunque  la  envidia  más  me  ultraje, 
Italia  os  la  tendrá. 

Vo  os  considero 
muy  grave  fraile;  como  en  ese  iraje 
estáis,  ya  no  hacéis  caso  de  Sabina. 
A  fe  que  estoy  i^nojada. 

C.V.WILA. 

Y  yo  mohina, 
Sixto. 
¡Ay,  compañera  vn  mis  esiudlosl  Sabe 
el  cielo  que  eres  de  mis  gustos  vida. 

Camii-a, 

Ya  no  hacéis  taso  de  nadie;  estáis  muy  grave. 

Sixto. 
Jamás  lo  que  it  quiero  se  me  olvida, 
Camila  amada.  Porque  no  h.-iy  qu;cn  lave 
la  ropa  en  el  convenio,  ya  sabida 
vuestra  pobre/a,  si  fjusiáis  quisiera 
que  fuéredes  desde  ¡lov  su  lavandera. 
Seis  reales  os  darán  cada  semana 
y  de  comer,  qiic  asi  1"  ha  prometido 
el  padre  guardián.  Venid  mañana 
por  la  ropa. 

Camila. 
En  buen  h'tra. 

Sixto. 

Y  lo  que  os  pido 
es  que,  ayudándoos  mi  querida  hermana, 
regaléis  nuestro  padre. 

Pf.iieto. 

Siempre  he  sido 
en  esto  venturoso. 

Sixio. 

Y  li.id  conieiuo 
con  vuestro  buen  sorvicii)  á  csic  convenio: 
haced  la  ropa  limpia  v  rilmn^a. 

r,.\Mi[..\. 
Más  blanca  ha  de  venir  que  la  LUrij.ida, 
y  de  las  hojas  del  poleo,  la  losa 
y  trébol  llena. 


Sixto. 

Sed  muy  aseada. 
Sabina. 
No  hay  labradora  sucia  ni  asquerosa; 
y  más  Camila,  que  es  leche  colada. 

Ca.viii.a. 
Ya  es  hora  que  nos  vamos,  que  anochece. 

Peheto, 
jQué  corta  aquesta  tarde  me  parecel 

Sl\TO. 

Padre,  adiós. 

Pkheto. 
Kl  te  vuelva  brevemente 
ámís  ojos. 

Sixto. 
Si  hará.  Dadme  esa  mano. 

iDt  roiiillai.) 

Pt.HElO. 

Eres  de  misa;  ya  no  lo  consiente 
tu  dignidad. 

Sixto. 

Si  el  trono  soberano 
de  Roma  coronara  aquesta  trente 
con  la  tiara  del  pastor  romano, 
me  levantara  de  su  sacra  silla 
y  os  la  besara  hincada  la  rodilla. 
Adiós,  Camila;  ad.os,  Sabina  amada; 
¡dcon  !>ios.  (.ili-iiíofoí.J 

Sabina. 
Aun  no  habernos  vendido 
nuestra  leña. 

Sr.\iu. 
Iréis  de  camarada. 
padre,  con  los  serranos  que  han  venido 
al  mercado. 

CVMII.A. 

.\o  lia}áis  temor  de  nada, 
que  hartos  irán  cun  l¡. 

,S  1 K 1  ij  . 

Padre  quciido, 
mirad  que  no  caiyáis. 

Sabin.v. 
Que  no  hará,  hermano. 

Si\to. 
^jAnda  bien  el  jumeniu? 

Sahína. 

nien  V  llano.      iVansr.i 

F.Si.CNA  III 

Satrn  i'c'in-i.to  v  p!  "¡^jf-^ITu  \i;  \ip  <,  Jrailt 

llou!  líu.l-.l  cardenal,  mi  señor. 

Como  en  su  .lumento  se  emplea, 
ver  á  Iriiy  Féli.'i  desea 
del  papa  predicador. 


JORNADA   SEOUMDA 


35& 


Fu.  Abos.  Vuestro  (lo  d  cárdena), 
scilor  RoduITu,  se  inctliiu 
i  una  penoni  muy  dina, 
sabia,  noble  v  pnnupal, 
¿Para  semejinies  pucítocs 
como  el  pulpito  romano 
es  bien  honrar  i  un  villano. 
y  dejar  ules  supuíMuí 
comu  hav  en  mi  relistón!' 

BoDütFo,  Fra^-  Fílix«  noble  y  uruve; 
llalla  y  el  mundo  sabe 
las  letras  y  erudición 
de  fray  Félix. 

Fu.  Abos.  t.as  ovejas 

que  ayer  le  vimos  guardar 
le  deben  calificar. 

Robut.ao.  A  pelar  tle  vuestras  quejas, 
padre,  su  virtuJ  anruebo. 

3ue  aunque  la  ^^>ble^a  cucd* 
u^trar  i  quien  )a  liereda, 
al  que  la  gana  de  nuevo 
enulza  el  mundo  y  alaba; 
pues  porque  más  se  aventaje, 
comienita  «n  i\  tu  linaje, 

Jen  oiroi  el  suyo  acaba, 
las,  pues  iraifjn  aimisidn 
del  cardenal,  quiero  d^r 
hoy  i  la  envidia  luRar 
que  Jciliace  su  opinión. 
iQuv  iujel"S  liat  aqui 

Íue  al  papa  pied  car  puedan? 
luchos  que  en  ia  sangre  heredan 
leiras  y  vntud;  que  en  mi 
no  hay  cnvdia,  masde^cü 
d«  ver  prciniaf  nobles  canas, 
y  en  c tías  doctrinas  sanas, 
y  no  en  un  moxo. 

Koovi.rn.  Ya  lo  veo. 

F*.  Asos.  Doce  ton  los  que  contiene 
csie  papel.  Cada  cual 
fama,  experiencia  y  caudal 

?ara  aqueie  car^o  tiene. 
■  Roma  sabe  quien  es 
el  maestro  Tolcniino. 
KI  Predicador  divino 
tuvo  por  nortibie  después 
quecon  aplauso  notable 
le  oyó  la  curia  romana. 
Rainaro  ya  es  C'^sa  llana 
que  es  un  púlpiío  admirable. 
I>ue?i  fray  Marci>sde  Kspoleto 
Iras  si  ve  ha  llei'odo  el  mundo: 
el  Pablo,  llaman.  %ct;uM4lo 
al  eleftanic  Cur*ieio. 
Florencia  dijo  por  «I 
esto  Advíenii>,  al  capuchinOt 
el  celeítr.ido  Anionino 
se  llamaba  Cademíel; 
y  yo,  que  s>y  el  menor, 
no  ha  un  mcs  que  en  la  sacra  curia... 

RoDi'LFO.  Basta.  A  nadie  ^c  hari  injuria. 
F.char  suertes  es  mejor, 
que  pues  tan  i^ualeí  son, 
para  fuiRar  como  i  sabio 
no  quiero  hacer  á  once  agravio 
por  honrar  á  uno. 

Fa.  A»oe.  Es  ratdn 


nta  muy  justa.  Ya  estJn 
todos  dentro. 

(.V«c4<i  una  unia4tf4aia,r  mitin  Ul 
cMaíM.i 

RoUL'LFo.  Gl  <)ue  saliera 

? rimero,  ose  se  prefiere 
todos;  y  dunque  les  dan 
en  tes  %o.-monet  la  fama, 
nadie,  padre,  me  piirece 
que  entrar  en  suerte  merece 
conio  fia>  Félix;  mas  ama 
mucho  las  escuelas  lea 
ahora,  aunque  no  pted'que 
al  papa,  «  l-'crmo  publique 
lu  oue on  i\  el cicl)  emplea. 

Fa.  Abos.  Guie  oí  ciclo  soberano 

mis  dedos  donde  el  deseo 
pretende,  que  aliora  veo 
mi  bien  y  mal  en  la  mano. 
La  primera  que  be  (opado 
saco. 

Roo<iLro.         tksdoblatdj,  puet. 

Fn.  Anos.  ¡Vi||;a.-ne  el  cielo! 

Run[ii>o.  fV'»''^''^  "S'' 

Fh.  Aboí.  Fray  Félix.  Mas  s'  no  ha  onirodo 
en  sumes  .icómo  ha  salido? 

RosuLFo.  Dale  su  virtud  favor; 

fiero  al|!uno  por  error 
a  debe  de  haber  metido 

con  los  dumái. 
Fk.  Abos.  ¿Qu¿  es  aquesto, 

cie|in>  iQue  hasia  un  villano 

me  ht)(i  puntal 
RutMjt.ro.  fiííiif»  en  vano. 

Aunque  es  tan  ^tAn  supuesto, 

no  ha  de  ir  fray  Félix  á  Roma. 

Rasgalda,  y  volved  A  sacar 

otra. 
pB.  Abos.        iQiuoralsme  a;r  udar. 

ciclos,  que  si  unB  vcx  toma 

mi  dicha  la  pose:ii<>n 

del  pulpii')  sacro,  presto 

^oxMíii  el  supremo  puesto 

de  la  tle  mi  relipAn. 

(SocdN  alrm.} 

Por  lo  menos  no  sni 

de/rav  Félix  lista. 
Rouuuro.  Aquí 

dice  *¡froy  /"V/íx.» 
Fr.  Abos.  ¡Queansi 

muene  m>  envidia  me  dal 

\u  >kl<e  de  hsbei  otro  nombre 

denuu  deevte  vaso. 
RootitPo.  Vos 

las  cscflbistcis- 
Fb.  Aaos.  ¡(,iM  bios 

me  atormente  con  esie  hombre! 
Rot)L't.FO,  Pues  tíos  iccc«  ba  Nslldo 

sin  que  en  suertes  baya  entrado, 

Íel  ciclo  te  ha  leñalido. 
I  debe  de  sei  servido 
que  de  aque>le  cargo  noce. 
Padre,  haced  que  vencía  aquí. 
Fn.  A»os.  iQue  dos  vece^  ^jl^a  asi 
este  villano  entre  doce! 
RoDULPO.  {Gran  cosa! 
Fb.  Abos.  ;Quc  por  tan  ruin 


^^"^Hi^^ 

^^^^^^^H 

^0             356                                               LA  ELECCIÓN  POK  tA  VIRTUD                                          ^^^^^| 

1                             hombre,  mis  uenu  me  inquieten! 
1              RDDUi.ro.  Euoi  priiKip  us  prometen 

de  sus  melosas  palabras          ^^^H 

la  iibetlad  me  tobó.                  ^^^H 

1                               RfaiKtc  liunia,  ilicIiUNU  lin, 
1                               No  k  llamcii,  que  yo  (juicio 

En  fin.  le  dije  mi  nombre,        ^^^H 

pueblo,  tierra  y  glición:            ^^^H 

1                               darle  el  cargo  )  p^r^bicn. 

auc  amor,  mudo  en  los  prmcipiot<^H 
da,  á  la  poítcc,  en  hablador.            ^H 

^^—         Pü.  Aio».  M^  1 Y  1  m  e>  pciamc  m«  den, 

^^H                         Mai  pue%  de  cnvid>»  me  muero, 

Prometió  de  if  d  verme                      ^H 

^^^^„                   V  scielebfi  en  rijTCncíi 

ta  (raje  de  cazador                         ^H 

^^^^k               capitulo  Kentral, 

olro  día  á  mues^i  tierra.                     ^H 

^^^^H                ti  »o.(  del  orden  claustral 

[A y.  Dios!  ¡qué  bien  lo  cumpllál     ^H 
Lu«  peñascos  son  testigos,                ^H 

^^^^H              (ter.cral,  UcompcienciB 

^^^^^H                me  pafitii  ^vivecl  ciclo! 

sus  roblei  testigos  son               ^^^H 

^^^^H               y  que  ivdüo  de  envialle 

de  sus  palabras  n^i^  yerros      ^^^H 
el  oro  de  amor  doró.                   ^^^H 

^^^^y                i  que  ande  de  valle  en  valle 

^^^^^                guardindb  cabras. 

Diome  palabra  de  ser                 ^^^H 

1                 RODULfO.                                      Rtccto 

mie>poso,  auivque  urdiese  amor     ^H 

1                             que  tuiti  eni  idioso. 

entre  su  seda  mi  estambre,               ^H 

1              Fm.Abos.                                 ¡Yol 

que  siclnt^re  ha  s-do  urdldot.           ^H 
Qu(dé,  mi  Camila,  ducAa.               ^H 

I^H                         De  mi  pecho  iuipAis  mal. 

^^^^                       tAp.i  ¡>a)|ta  una  \cx  gential, 

pcfo  no  duelan  Je  honor                   ^H 

^^^^^                 que  ya  l«  memoiia  hjilló 

mientra^  Cétiro  no  cumpla            ^H 

^^^^H                 traía  Con  que  me  ^  cn^^r. 

la  palabra  que  me  dio.                     ^H 

^^^^H               La  op  nión  ha  de  perder 
^^^^1               que  llene  el  viilanu,  j  ter 

Tres  añoii  ha  que  vinieitdo       ^^^^M 

k  Fermu.  cumo  á  señor,            ^^^H 

^^^^^                 paituf. 

le  paju  mi  amor  tributo;           ^^^^| 

W             RoouLFo.             Vamos. 

suya  ha  \t<^  años  que  soy;             ^H 

^^        F«.  A»os.                        jOh,  peiari;      ivann.) 

e^ia  casji  de  placer.                           ^H 

^^^k 

quinta  ó  icrcera  ci  de  amor:            ^H 

^^K^^ 

^adonde  no  puncen  quintas      ^^^H 

^^^K                          ESCENA  IV 

esic  cleffo  enredadora                  ^^^^ñ 

^^^^^^H 

Pero  lo  que  mis  me  añige         ^^^H 

^^^^^H                       Salta  SianiA  /  Cuuta. 

es,  mi  famtla,  que  estoy           ^^^H 

^^^^^^V- 

comu  KÜevo  de  jos  yemat,             ^H 

^^^^^X*MiLA.   Adclanie,  hermana,  pasi 

ptirqueaqui  mehu.lcn  dos;            ^H 

1                                 con  lu  cuento  y  cin  lu  amor, 

icvániüscme  i  mayores                   ^H 

^^H                       mienirav  nos  p»^n  It  leña 

el  bríat.  y  de  mi  error                       ^H 

^^B                        que  hemok  vendido  las  dos, 

descubro  el  fruto  qje  quise             ^H 

^^^^^               que  me  parecei  consejan 

itoxar  sotamcnie  en  llor.                   ^H 

^^^^H                 la»  que  cuernas;  y  ii  ion 

¿Qué  me  aconsejas?                       ^H 

^^^^F                verdadct.  pardiei,  Sabina, 

Camila.                                    No  si;             ^H 

W                                t|uc  ci  lu  d'Cha  la  mayor. 

parllto,  que  es  lo  mejor.                 ^H 
Tu  liviandad  me  ha  enojado,         ^H 

^^^        SA>|^A.     bs  el  eivolar  (garrido 

^^B                         más  que  cuando  silc  el  «ol 

tu  amor  me  da  compasión:             ^H 

^^^^^                entre  nube^  á  ouicn  borda 
^^^^^K               su  dofido  r«sp  a<idor. 

ello  os  hecho,  no  har  remedio:       ^H 

ct  tiempo  descubridor                     ^M 

^^^^^^                Cada  día  en      m-'^cado 

nos  diii  lo  que  has  de  hKcr.     ^^^M 

^^^^^1                 me  AK*'''^''''^-  k'onio  hov; 
^^^^H               que  amor  diz  qiie  aguarda  al  vuelo 

Tinje  que  es  opilación,              ^^^H 

no  lo  s«pa  mutso  padre.            ^^^H 

^^^^H               como  asiuio  ca»djr, 

Samna.    Mi  esposo  viene.                       ^^^H 

^^^^H               Compribjm:  lof  dopoíos 

Camii^.                          (Ah,  uúdor          ^M 

^^^^H                 que  mu:ia             nosdió. 

rapar,  descubre  seareíoil                ^H 

^^^^1                       el  l.nn,  ya  las  p  ijueUt, 

¡HueKo  en  quién  se  cree  de  vos!      ^H 

^^^^K                 va  la  miel,       el  requesón. 
^^^^H                 Y  Si       d  decir  verdad. 

^^t 

^^M 

^^^^B                 en  VjCndotc 

ESCENA  V                  ^^M 

^^^^V                  me  hailaba  dinuí)  vi  pecho; 

Dkmi-*,  y  t»li  C4u>«,               ^^^^1 

^^^^H                 no  sé  )-u  quien  le  hacia  son. 

^^^^^^^1 

^^^^V                   Llevé  dos  cari:as  l'o  ItAa 

CtSAfio.    iLal»radorade  misojos!           ^^^H 

^^^^H                   una  ves.          niAo  l)Íoi 

Sabika.    jCorte%aito  de  mi  vioa!             ^^^H 
CiSABO,    Va  la  pena  se  me  olvida                   ^H 

^^^^B                  como  vn!i  IcAa.      rs  fuego. 

^^^^m                 echando  chupad  siliA, 

oue  p..r  il  me  daba  enojos.             ^H 
l>anie  esos  braxos.                          ^H 

^^^^v                 mAs,  que  es  L-<.sa,  y  cosa  hermana. 

^^^^L                  que  en  lu  tcAa  no  emprendió, 

Sabina.                                 Y  en  elloi    ^^^1 

^^^^^h                 stnn  en      alma,  do  ^ 

^^^H 

^^^^^H                cuniiriiénddla  cncaibón. 

Camila.               ¡Veri  del  modo             ^^^H 

^^^^^B                Dtjomeel  rsci>l>ireio 

que  esiánl                                 ^^^H 

^^^^H                tullas  cosas,  que      sabor 

CftSARo.                    Mi  bien  es  todo.       ^^^H 

lOANADA    SEGUNDA 


C£SAI«. 

Sauma. 
Camila. 

CéSABD. 

Camila. 


CtUMO. 

Camila. 


Camila. 

CttARO. 

Camila. 


Sabina. 

CiSAttO. 

Sabina. 


CisARO. 

Camila. 


CUako. 
Camila. 

CfcSAKO. 

Camila. 
Césako. 
Sabixa. 


CbAHO. 


¡Eso  si;  apiviAos  tos  cuellos. 
Arrullios,  Qúí  palominüs 
sois  los  dosí 

^Esta  sctrana 
quiín  es.* 

Camila,  mí  hcimana. 
Ya  sabe  mis  dcsAtinos, 
abtizaia. 

,;A  quién?  ¿i  mi? 
mas  n«.  nada:  hacíus  á  un  lado. 
Abrajadme  por  cuñado. 
Por  cuñado,  aquesJ  si. 
iOui  buen»  cara  que  tienl 
No  hevLstu  i.jús  nids  guirldos. 
Andaos  &  rscot;cr  mandos, 
Sabina,  que  lu  hacéis  bxo. 
^Queréis  vos  uno? 

¿Qu<  manda? 
Nació  en  las  malvas  mi  fiesto. 
Que  os  casaréis:  seri  presio 
la  boda. 

Ya  s;  m«  nnda. 
Pues,  Camila,  yo  me  encargo 
de  casaros,  y  os  prumeio 
marido  rico  y  diKfClv. 
Abrasadme. 

Es  cuento  lar(;o. 
Tomad  aquesta  tortita 

y  los  bracos.  M6r<ltaid.> 

Lo  que  os  piJo 
es  Bqucllo  del  mando. 
¡Au  verá  cuAl  me  cmbfacija! 
Sabed.  Céssro,  que  c>tó 
mala. 

¡C6mol 

Eloirodta... 
dtscto  lú,  hrro^ina  mia. 
qucienKo  vcrKúcnza  yo, 
¿Qué  tenéis,  espora  amada? 
¿pué  diiibroü  ha  de  icnef? 
Tentad  y  echattn  de  ver 
que  lien  la  tripa  liinclioda. 
¿Eia  me  dices  ansí 
sin  albiicjas? 

Yo  os  laa  pido. 
¿Qui  albrician' 

Las  del  marido. 
¡Hay  tal  ventura! 

I A  y,  de  mil 
que,  si  mi  padre  lo  sabe, 
temo  que  me  ha  de  matar. 
Dejad,  mi  bien,  de  llorar, 
que  en  el  peligro  mis  }(rave 
socoire  el  cielo  mejor. 
Aquí,  con  gloria  disiínta, 
ha  de  ser  Oiipre  eita  quinta, 
y  vus,  Venuí,  que  al  amor 
hade  parir.  Al  metcailo 
acostumbráis  cada  día 
venir:  cuando,  esposa  rala, 
llegue  el  lienipo  deseado, 
aqui,  serrana  querida, 
daréis  el  fruto  que  espero. 
La  mujer  del  jardinero, 
que  también  csii  parida, 
cuidaridc  lu  regalo. 
Mi  padre  et  viejo  y  enfermo. 


Camila. 
Césako. 
Camila. 


Sabina. 


CVMILA. 

C£SAB0. 
Camila. 

CÍSAHO. 
C«MM.A. 

CÉsAXo. 

CAMlIJk, 


357 

y  pre«o  te  ha  de  ver  Fcrmo, 
si  á  mi  amor  mi  djcha  igualo 
en  divena  vida  y  traje: 
sed  ahora  labrudora, 
queat!  mi  ai'iur  os  adora. 
Sólo  Castro  y  un  paje 
saben  nue^iru  amor;  mi  bien, 
no  lloréis. 

A  1(0  de  aquí. 
jEs  hora,  Camila? 

SI. 
que  ct  tarde.  Sabina,  ven, 
que  hueles  i  caballera, 
y  vo  envidiosa  un  poquillo: 
yo  no|-úe)o  »i  i  tomillo 
y  cantueso. 

No  quisiera 
partirme  de  aquí  en  mi  vida; 
pero  yaei  de  noche.  Ad*s, 

?uc  acá  me  quedo  con  vw. 
spera  hoy  la  dvspcdída. 
Camila,  el  cielo  os  me  «guarde. 
Ao,  no  ponuáis  en  ulvidu... 

¿Qué? 

Bueno,  lo  del  marido. 
No  hayáis  miedo. 

Vea  que  ex  larde. 

IVantt  laiéM.Í 


ESCENA  VI 

PaiscifE. 
Debe  á  su  Santidad  la  casa  Ursina 
mil  mercedes,  y  yo  principalmente 
por  la  afición  que  á  mi  favor  le  inclina. 

CfcSABO. 

ScAor  iqui  a  esto? 

PaíícciPE. 

Hoy.  hijo,  dale  al  cielo 
mil  gracias  en  alb'icias  da  que  toma 
á  au  carvo  tu  aumento  mí  consuelo- 
Cardenal  eres  Césaro.  de  Ruma. 

CttARO. 

PbíNCipi. 
Sí:  la  beatitud  de  Pió  Quinto, 
sanio  en  la  dijinidad  como  en  las  obras, 
la  púrpura  le  da  con  que  en  dstinto 
y  en  diferente  estado  teprefices 
a  tu  ticrmano  mayor  en  honra  y  fama. 
Cardenal  te  ha  criado,  y  ya  tu  ci'es. 

CÍÍAIW>.  (Ap^rU.) 

|Ay,  de  mi) 

PaiNcira. 
La  familia  y  casa  Ursina 
honra  su  Santidad  con  gran  cuidado. 

CtSARO.  lApdrft.) 

|Ay,  mi  serrana  hermosa!  ¡ay.  mi  Sabinal 
jqu¿  esiorbosde  tu  amor  son  los  queeicucho? 
Mas  ^qué  estorbos  quien  ama  no  atrop4Ha* 


35S 


LA  fLECCrAN  POR  LA  vÍmTÍT 


Quien  qui«rc  niiuiii)  incnuipmtA  muclio. 
Perdóneme  Ja  piitpur*  romana, 
la  c)i){nidad  i.up(cma  )  tu  c»pr\o. 
nuil  mí  sayal  euimu  J  no  %u  K'im». 

Parécctnc  que  ic  liai  onirisivcido 
de  lo  que  era  ra^ón  i\ue  te  alcxt'l'tc&. 
jNo  me  rcíp<>ivdn?^Tii  el  Culor  pttdiiia'f 

No(ccs|Mmr»,  señor;  mudo  he  quedado 
cuando  me  uffcctt  «t  liuniuso  oRcio 
(tcl  ca^o  sacro  que  gozar  ni>  pueJu. 

CklNctn!. 

|C¿mo  que  nr>  pu(\)e^!  ^QuJ^n  lo  Inhibítiit, 
que  dm  puedci  )iij:(alk^ 

CÉSAHO. 

EiXoy  cAssdn. 

PalNCIMl. 

{Ca^ado^lUoC'il  mi  paciencia  irrita 
á  lusto  enojo.  |Ah,  Jcsdichado  viejo) 

CfcSAHO. 

No  jiguarda  «mor  licencia  m  consejo. 

I'*(mcipií. 
¿Quién  es  tu  in(&mc  etpo&a? 
Cfcsaao. 

No  es  infame 
Ifl  cKpoM  de  lu  hijo,  ai  ahora  puedo 
declararle  quién  ts, 

PHlXCIfE. 

¡Que  no  derrame 
tu  sangre  vill  ^Quidn  es,  Dccio,  responde. 
esa  mujer? 

[>KCI0. 

Tan  ignorante  en  eso 
«toy,  que  nu  te  quien,  cunto,  ni  adonde: 
no  privii  yo  taoio  que  me  cuenta 
de  su  amurca;  oirm  pjjcs  li^tw. 
«líos  te  tudirin. 

PhImcipc. 
ijfla*  luí  ufienia? 
^Parecerálc  bren  que  fualva  a  liorna 
el  capelo  que  el  pupa  te  h*  enviado, 
cuando  con  tanto  amor  tus  cosas  loma? 

Ctihño. 
Sobnnos  tienes,  cleudns  j  patrcníc^; 
pide  p4ra  tino  Je  Hlus  el  capelo, 
que  en  mi  hallará  •  un  mar  de  inconvenientes. 

PaíMctít. 
j(^uiín  es  esa  mujer? 

CíSAKO. 

N'o  he  de  drcilh>. 

PdlMCIW. 

Poneldc  en  d  castillo  d<  Kabrunu, 
«oremos  st  lo  dice  en  el  cimIiIIu. 
t>e  guarda  Bsteu  ciea  bonbrei. 


Ct.SA,¥0. 

Aunque  aplican 

(irisiones,  poco  importa,  que  en  la  auseripis 
as  almas,  con  amor,  se  comunican. 


Llevalde. 


PmIncik. 

(lf:\AKo.  lAp^rU.» 

Todo  pwr  Sabina  es  poco. 

(Uri>a«  4  CMa 

tSC-ENA  Vil 
Kl  rntvcira  r^aaiAM  y  Dmjo. 


Pi'InciK. 
No  snldrás  en  tu  vida;  tu  vcrdtigo 
lert  en  lugar  Je  padre.  Infame  loco, 
Declo.  lú  sat>es  esto. 

Decso. 

Ruegt»  al  c*clo, 
Mfior,  si  sé  ul  cosa. 

PalHCiPi.  |/.(am«.) 
(HulaJ  traadme 
■qui  un  verduiio. 

Dxcio. 
Delu  Inclemencia  apelo. 

PatNciPS. 
Sacad  un  potro  aquL 

Decio- 
[túmetc  otro. 
No  le  saquen,  señor,  que  lunquc  estudiante, 
no  quiera  que  me  d^-n  el  ^rado  on  potro. 
La  verdad  canUré.  yo  scrc  gallo. 

PalKCtPi. 
Acaba,  pues. 

Dccio, 
Estése  el  potro  dentro, 
que  no  s¿  andar  en  potro  ni  t  nbillo. 
Césaru  hatiri  tres  años  que,  perdido 
por  una  seiraiieja  de  Monlaltu, 
tedió  palabra  y  mano  de  marido, 
Tan  pobre  e^.'quc  su  hermana  es  lavinde 
de  los  frailes  ffanclvt:u>  que  aquf  habitan, 
y  Cesarii  U  «lora  de  minera 
que,  sin  mirar  que  et  hiij  d;  un  villino, 
el  más  humilde  j  pob'e  de  csia  sierra, 
la  |ura  hacer  Princesa  Je  Kabruno. 
Cada  mercado  viene  aquí  cargada 
de  biralijas,  y  careada  vuelve. 
porque  picnsu,  scAof,  que  está  preñada. 
Aquesto  es  lo  que  ii.  que  i>u  t\>*  secreto 
que  el  relincho  de  un  potro  no  descubra: 
ella,  «n  fin,  es  Sabina  y  el  Pcreío. 

Pnfíicira. 
No  ÍIB  de  quedar  en  todo  el  vil  MontaltO 
casa,  pajltd,  enona,  piedra  ú  roble 
que  ci  fuego  v  mi  vcnjtanaa  no  >íi  aialto, 
>0  en  persona  he  de  liuctr  enta  vcnitanra. 
JÜB  una  vilUna  Ctsaio  inandu^ 
No  logrará  su  vana  esperanza. 


innNADA  SECUNDA 


359 


^  Dkcio. 

Canté  por  Oim:  un  pouo  el  «rpa  ht  sido. 

UÜCtiNA  VIII 

AsCANio.  ,'V  á  du¿  va>«,  s«Auf,  i  Duma^ 
Marcki..  a  iuSAniidaJ  iiwcntla 
Venecia  y  su  ícfturi*; 

«'..I 

t\»        .  ■ 

con  una  tmia  il<:  ulu 

y  piedras  cun  que  bendiga 

d  cManitarU',  le  oKcuc. 

AlCAMiO  La  puicncia  vcniN:idria 
de  liberal  y  ctñimni 
el  primer  nonbfc  merece. 

MaaciL.  A  idcnla  mil  ducados 
ha  Ueijail». 

Átomo.  jllurmova  pie»; 

y  digna  de  In  cabeza 
de  un  P'"<  í'uiiiti)! 

Mahcbl.  Convoca*» 

los  KFoetales  «Man. 
de  aqiifiu  l.n;i.  i't  romano 
por  !.i   ülís  .1   fl  '.cneciaiio 
y  L  riadon  Juan, 

Iiij..  Maric 

y  cabera  d^  lu  i.i^a. 
guicftfo  que  el  P>i|>a  timdi)i3 
el  cai6I.Co  csiindunc, 
donde  lat  arins«  lian  puct(<' 
de  la  't^\vti»  ■ 
del  rcv-,  y  i3  i 

scAoría.  y  pnij  í:íiu 
me  envían  Con  la  liara 
que  os  bed.cho. 

AsCAKto.  Deeícmodo 

vamos  jumos,  que  yi>  y  todo 
roy  i  l*utiia,  ;  me  pe^'^a 
oo  halisdne  en  eMa  ocasión 
en  ella,  porque  i:v  mi  tk> 
elcapilin  A  quien  t'iu 
da  (le  la  ikIcmí  ei  ba^t¿n: 
hame  Ímpei'i>ilo  un  capelo 
del  Papa. 

KUaceu  Y  en  vos  csié 

b«en  empleado. 

AscAM».  Será 

para  ler  virus. 


ESCENA   IX 

iNonoa  y  «il«  Siit» 

¡Que  ei  clel«. 
cuando  mis  li«nta  me  traía 
en  la  vi-.k  ■■"■■  '■■", 
por  la  ■.       ■  I 

delaci. I   ■:  Ji'iwl 

Huycodc)  de  su  malicia 
tcn^o  at  sacro  tribunal 
del  )flei  poniitkdl. 


b 


que  sólo  de  su  justicia 
espeto  to  que  me  niegja 
la  envidia  en  mi  re!i|pón. 
Atas.  vAluine  IhuS,  <'qui¿n  son 
aquohCukiT 
Mahcki..  Un  rrailc  llega 

de  camino  y  á  pje? 
AS4:atiiO.  Padre, 

«'■dónde  soto  t  ft  pie? 
Sixto.       Adonde  el  cíelo  me  it¿ 

defensa.  A  Koma,  que  es  madre 
d«  perseguidos. 
AstANio.  étjui  veo? 

jno  sois  vos  fruy  h'¿llx^ 
Sixto,      vihx.  tul,  ya  soy  int'ebx. 

señor  Ascanio. 
AscANio.  El  deseo 

de  veros  se  me  ha  cumplido: 
mas  no  de  veros  ansi. 
Vets.  selVof  Marcelo,  aquí 
el  aut  i  lialin  ha  enriquecido 
delcK»- .  n  el  mundo 

culunn  .  fuera 

cual  I»  íic  --vt.  i-  viniera 
otru  ililuvlo  sep lindo. 
E*  e>ie  el  írav  Fcli%  Perew. 
Marckl.  ¿El  de  .Momáitu? 
Ase*»».  Eloue  asombra. 

Mahceu  E>  iMriastfuo.  Ilalia,  le  nombra 

de  letras. 
Asckxru.  Ksto.  os  prometo. 

MMir;»;u  (Puescómii  \enH  ¡ins(, 

honra  de  nu  Jn? 

StXTO.      Hícemccotí;: 

la  envi.lia,  pui  t;i  un  mi 
humildad  en  el  linaje, 
leir.ís  i-n  la  luvcniUd, 
premio  y  honra  en  la  virtud, 
V  lliinc/ii  en  el  lenutuje- 
'  Itanme  bccho  predicador 

del  Papa,  y  llévalo  mal, 
seílorcs.  mi  iteiierai. 
II,,.  ,  j,,,  -i,,  ,!,.  ^11  tigor, 

p.  ulo  prenderme, 

y  ;■.     ... .,.-        L.irnie. 
al  Papa  envía  acusarme, 
y  yo,  queriendo  valetme 
de  mi  lu^llcia,  be  venido 

I  buyetiiio  liasia  la  montaAa. 

MaacKL.  ,Oh.  bien  eobemida  Kspatta; 
donde  la  Ot>KervancÍ3  h..  sido 
la  que,  echando  A  la  Claustral 
tiene  en  ella  fiíme  asicntol 

I  Sabe  el  cielo  lo  que  siento 

que  O]  trate  vuestra  Ordm  mal: 

Siero  no  fuera  sertor 
ote  de  Eppio  y  su  tierra 
ú  ito  hacciii:  tanidL  aucrra 
ta  envidia.  MosttaJ  valor, 
que  A  Roma  vamos  los  dos. 
y  Con  n»>íotri>\  (kkIl'-.s 
tí  semiroi,  si  qiieríiS. 

Sixto.      PijfOfov  taniu  merced  Dios. 

AscAnio.  Va  el  P*pa  icitiliA  nolici* 
de  quien  tuis;  pero,  si  fuere 
neceNaii»  >  os  pidiere 
cuenta  de  vuestra  Juslicta, 


^^^^^^36ll                                                LA  ELECCIÓH  POR  L*  VIRTUD          ^^^^^^^^^^^H 

^^B                           OS  Bbontre. 

que  tanto  itis  ^atii'acc^           ^^^H 

^^K         SuTO.                             De  mi 

Llorando  uno  y  otro  nace,          ^H 

^^^^^B                   voy  saiisfecho.  seAor; 

1                  y  con  las  mismas  señales,            ^H 

^^^^^B                 no  he  mcniíicr  pfoiKior, 

1                  cayados  y  cetros  reales,               ^^M 

^^^^^^                   mi  inocencia  hable  por  ini- 
^^H           AtCANio.  Ya  yo  U  que  U  tenéis 

lloran  lamtMÍn  al  sal<r:           ^^^^ñ 

que  e.)      nacer  y  morir         ^^^^| 

^^H                         en  loda  Italia  abonada. 

unos  y  otros  S^^n  i(¡uales.       ^^^^| 

^^^m                                                                   '5a'*  Jutio,  <wi*d4Í 

No  abate  al  roble  la  palma           ^^U 

^^H          Jntio.       l.R  cena  e^tá  aderezada. 

por  scf  ius  frutos  m<^jores,            ^H 

^^H          Makmu  Venid  y  deicansaféis: 

que  las  dotes  que  hiy  mayores     ^H 

^^H                         que  luifto  camin«remos. 
^^H          AscANiu.  Vamiji,  Mttii  la  tiara. 

sor)  sólo  doies  del  ntma.    '             ^H 

Con  e  loi  mí  tli^lia  Clima,             ^H 

^^^^^    Sixto.      Virtud,  tu  valor  me  ampara. 

por  tallarme  los  pequeños,           ^H 
1                   de  qutcn  san  oíros  dUeñoS:            ^H 

^^^^K                  por  tnt«/]ueandes  porextrcmov. 

^^^^^H                 (CHtntui'.i'nsri  Julia, fa« «den  i»i«  rí^ra.) 

'                  peAas,  razón  de  esto  os  pido:       ^H 

dádmela,  aunque  csií  dormido.    ^H 

si  puede  habeita  entre  suci^os.       H| 

^^^H                            ESCENA 

Íl>it4fi»nr  flirt  lat  ("ñm   anndt   Mtá   u 

tfcnaidJ.i  la  liaro   Ayumi-'i  "urna  rq  Ja     ' 

^^^^^H 

«ífu  ci<n  iin.»  Iftru  i«  Iit  iiiii  nian^,j|^ 

tn  la  utra  u»atiptJa  Janitda.t           ii^| 

^^^^^1                lOh,  hiiica  inagotable 

Roma.      Félix,  ¿qu¿  descuido  es  ese?           ^H 

^^^^^V                de  la  cod.cia  de  .Mida^ 

Tiempo  es  de  vetar,  d^pierta;      ^H 

^^^^^^                  oro  ftastan         comidas, 

que  et  que  ha  de  ser  mi  pastor      j^H 

^^^^^1                 lu  sed  bebe  ora  poinble. 

no  es  bien  que  descanse  y  duerm^^| 
{Énirr*atAá^M 

^^^^^H                  De  oro  vi>ici  lu  avar.cia, 

^^^^^F                  de  oru  buM:ai  lu  amiiiad 

Sixto.      ¿Quién  eres,  doncslla  hermosa,     ^H 

^^^^V                 y  oro  ha  puesto  mi  kiUad 

que  tus  pa  abras  me  inquietan       ^H 

^^^^^L                 en  tus  m^noi,       codicia. 

^^t 

^^^^^H                  La  liara  que  Vcnccia 

Roma.                    Roma,  del  mundo            ^H 

^^^^^H                  ha  CDtrcgjdu  á  mi  scAot 

y  de  la  Igleua  caiiexa.                      ^H 
S:xTo.      ¿Pues  qué  me  quieres?                  ^H 

^^^^^H                  para      Kumino  Pastor, 
^^^^^1                hurtó  mi  codi.:Ía 

Roma.                                        Armarte,     ^^ 

^^^^^K                  Con  sesenta  ir.il  ducados 

para  que  en  los  hombros  tengas         1 
it  carfia  honros  i  y  pesada             ^^ 

^^^^^1                 que  vak'is  ^que  lealtad 

^^^HjF                   podri  con  seguridad 
^^^^t                      'brar  de  vos  sus  cuidadosa 

da  la  militante  Iglesia.                   ^H 

El  Sa   lo  Papa  Pío  (^umlo,             ^H 

^^^^K                    Entre  c^tat  piodrai  que  sot) 
^^^^Hl                   las  má\  oculta»  ot  dejo 
^^^^^H                etcor  d  da.  y  yo  me  jIíjOí 

en  Guvo  favur  esperan                     ^^M 

Austria  y  España  en  Lopanio         ^^M 

vencer  las  lunas  turquescas,           ^H 

^^^^^m                  con  vos  queda  el  corazón. 
^^^^^1                Quiero  vulvcr  donde  pueda 

cor)  un  capelo  te  aguarda;        ^^^H 
y  después  que  Us  ovejas          ^^^^| 

^^^^^1                no  dar  toipecba.  y  d:ipué> 

del  católico  rebaño                   ^^^^| 

^^^^^V                que  en  vaf)o  busquen  qu'Cn  es 

seis  aAos  rtia,  y  suceda            ^^^^| 

^^^^H^                 el  ladrún  que  c  i  vus  se  queda, 

en  su  vint>daJ  V                        ^^^^| 

^^^^H,                   1ornB'¿,  que  aunque  es  vileía. 

Crtf-^orto  de  fama  «terna,          ^^^^| 

^^^^K^                 esta  nu  la  puede    abcr 

para  consaitr^  tus  sienes                ^^M 

^^^^■T                como  el  haber  menester. 

mis  tres  coiunas  te  esperan            ^H 

^^^^^H                 pues  S'vmp  e  es  vil  la  pob'eta. 

por  un  lustro  con  que  ilustres       ^H 
i  Ita'ia,  que  est¿  en  un. oblas.          ^H 

^^^^^H                        i£$t¿n<í<U  tnirt  Htd*  fit-lra  y  v«h.) 

No  te  vencerá  la  envidia                   ^H 

^^^B                           ESCENA 

de  lus  émulos,  ni  temas                 ^H 

sus  vanas  purs^uc iones.                ^H 

^^^^^L                                S4ite 

pu  s  po'que  mcíor  las  venzit        ^H 

^^^^^B               Mientras  duerme  quien  me  ampara, 
^^^^^K               montañas.  cu«  a  atpcrcza 
^^^^V                lenito  por  naturdle/a, 
^^^^^a                   o«d  en  Ivi  que  repara 
^^^^1                 del  mundo  la  suerte  avara: 
^^^^^                   porque  entre  el  toteo  sayal 
^^^^^B                nace  la  inviiiia  mortal 

dos  lla>cs  te  ofrc:e  el  cielo;             ^H 
pe.'o,  isirque  las  poieai             ^^^^| 
en  seguridad,  te  da                     ^^^^H 
aquella  e>pada  con  ellas.          ^^^^| 
Cruel  le  llamará  el  vul^o,          ^^^H 
pero,  1  peMr  de  sus  lenguas»           ^H 
advU-rte  que  no  se  alcanxa               ^H 

^^^^V                  y  me  ^ausa  esta  inquietud: 

i  vece\  la  jti  s<n  guerra;                  ^H 
usa.  Felix.el  ricor                             ^H 
que  esta  opada  l'knca  muestra.     ^H 
y  fi'iiaras  ao  estas  llaves.                  ^^ 

^^^^H                   que  haita  la  misma  virtud 
^^^^^^                quieren  que  sea  principal, 
^^^^^k               íQtié  diferencia      c>eio  hace, 
^^^^H                (decid,  encinas  y  robles) 

rt'irf  •   Itraitctu,  lacd  la  lura  (i*  t^^l 

^^^^B              entre  villanos  /  nobles. 

manti  *Ui,nt*áii  |                                     ^^1 

JORKAOA  SEGUNDA 


SiiTt».      Oye,  Roma,  aguarda,  espera; 
Ib  i'iict  que  me  ofreces 

Juieto  ver  dónde  U  ll«viis; 
ame,  Roma,  la  liara. 
)Vál^amc[>m!  ,qui-<]uimcrai^ 
Bun  durmifndomc  pcrsjiucn' 
^Cielos!  ^-que  liara  ct  esu? 
jquién  diifmí.-nda  me  Ib  h«  puesto? 
?«■■>  dentro  de  c^iat  peAjtl 
Cuaniio  dckpedé  U  hillí. 
Si  con  señales  lun  cierus, 
Roma,  1.0  nor.í>  lu  silla, 
nadie  en  pro nóM icol  crea. 
[Oh,  peso  de  todo  el  mundo, 
que.  MO  saber  lo  que  pcsBi, 
nenes  tamos  deseosos, 
rica  y  noble  en  la  aparloncísl 
¿que  muchb  que  peses  tanto 
sf  te  adornan  tantas  piedras? 

Ír  ¿qu¿  iTiuclio  que  Jé  ilc  ojos 
a  cab:xa  que  te  lleva? 
jVilicame  el  cielol  ,;quíén  pudo 
ocultar  tanta  riquejia 
en  estos  toscos  peAawos? 
Pero  iVii  voces  son  etlas? 

ESCENA  XII 

Satca  AK<iKia,MAKcBi.»y  Juuodrt«ro(aAa. 

Marceu  Todoi  lo^  de  la  posada 

y  el  huísped  con  ellos  prendan, 

que  lal  insulto  merece 

co'no  e*  la  culpa  la  pena. 
AscAüio.  ¿Hay  i;:ual  atrevimiento? 

¡La  liara  que  Venecia 

envia  at  Papa,  robada! 
Julio.      /A»arif,>  Encubrid  mi  insulto,  peAas. 
Mabcil.  ¡valídame  el  cid^^I  ¿que  veo? 

¿m  liara  no  es  aquella 

la  mismj? 
AtcAKto.  ;Jc*úí!  Fray  Kilíx, 

¿vos  la  hudisieis?  No  creyera 

t'al  co;a  lainái.  iJesíis! 
Makcei.-  No  me  cspaniode  que  os  tengan, 

padre,  en  tan  maU  opinión. 

(lucsque  vuestras  obras  muestran 
as  malis  incliiiaiiones 

que  ii  lat  de  vuestra  orden  fuerzan 

a  pe:^e¡;uirosansI, 
Sixto.       Pues  yo... 
AscANio.  ¿Aún  no  leñéis  vetnOenia 

de  hablar  aquí?  No  hay  disculfu. 
Marcei-  Vaya  á  Boma,  poit^uc  en  ella 

se  castigue  Cite  de. iio 

como  merece, 
AscAXio.  ¿A  bajeza, 

se  inclina  un  hombre  cual  vos, 

aemeianie?  Mal  se  emplean 

las  loras  que  os  dan  tal  fima. 
Julio.      iAp.i  E>e  mis  desj^racias  las  media.s 

ahorro,  yi  que  perdí, 

por  mi  poca  diiij;enda, 

lat  joy,).  pues  mi  codicia 

con  mi  infamia  cuá  encubíeria. 
AscAKio.  Por  lo  bien  que  os  he  qu(-r.do, 

padre,  y  por  la  rcvor«iKÍa 


Sixto. 
Makckl. 


3(íi 

del  hábito  que  tiaéis, 
de  quien  dais  lan  mala  cuenta, 
haré  que  no  os  lleven  preso 
i  Roma,  que  me  a^erKtlenia 
el  ver  á  un  fraile  ladrón. 
Escuchad,  señor. 

lOue  aún  Icngn* 
te"tt¿i<  para  disculparos  ■ 

de  tat!  ¡Uc  que  1  lal  baje^za 
U  do  su  bajo  linaje 
le  inclina!  (Vauítj 

ESCENA  Xm 
Sixto. 

iCielos.  paciencia! 
¿Quí  enredos,  qué  cunrusión 
rendir  mi  paciencia  intenta? 
¿Qué  borrasca,  quí  tormenta 
derriba  así  mi  opimiin? 
¿Ya  me  tienen  por  ladrón, 
CU'indo  me  iux^o  po.'  dueitn 
de  Roma?  jPor  tan  pcqueíto 

KSIO,  afrentas, cielos,  tales! 
spiono  me  dajs  los  males, 
y  los  bienes  cuando  sueño. 
(Ay  d=  mi.  cómo  ha  salido 
e)  vil  pronóstico  cierto? 
Ya  experimento  ((«pierio 
lo  que  me  cnttafió  dtirmicodo. 
Las  t(e\  coronas  lian  sido 
aquestas  que  mis  quimeras 
creyó  natAt  verdaderas. 
¡A y,  désdicli^dd  ambiciónl 
|de  burljt  mis  dichas  son, 
y  mis  desdichas  de  veras! 

ESCENA  XIV 
SliTO.  S4ttH  C«AWO««,  Casi. cao  jr  Piihkto.  $loraMd«. 

CRKMt;t>o.  Ya  el  llamo.  Pereto.  en  vano 
vuestra  hunrada  vejez  baña. 

Cha>ioso..\'o  ha  siiii.  porcícrio,  luiaAa 
del  princip;  Kabriano 
el  quemar  la  pobre  hacienda 
que  el  ciclo  en  Montalio  os  dio; 
pero  ya  que  os  la  quem¿, 
dando  i  su  cólera  rienda, 
en  mlcasaviviréis, 
Y  la  mta,  aunque  es  escasa. 
será  vuesa. 

Pkreto.  No  es  mi  casa 

quien  causa  el  llamo  que  veis: 
que,  aunque  de  ella  vivo  falto, 
la  vejcí  que  me  hace  guerra 
casa  debajo  la  tierra 
pide,  y  no  sobre  Monialto. 
Mi  honra  lloro  perdida. 

Íi  Sabina  que  ladió 
quien  tan  mal  la  empleó, 
iPadrcI 

¡Hilo  de  mi  vida! 
¿Tú  aqui? 

Y  vos  dando  é  los  ojoi 
llanto  que  mis  penas  fragua. 


StXTO. 
PSÜSTO. 

Sixto. 


562 


LA  EI-ECOIÓN  i>(iR   LA  VIH  rUD 


Pebeto.    ¡a y,  Félix!  no  baila  el  agua 
que  derraman  mis  enojus 
para  qii<;  la  m^incha  lave 
de  nuestro  honur. 

Sixto.  ¡Ay  de  mi! 

Padre  mío,  ¿cúmo  ansí? 

Perkto.    Sabina,  lu  hermana,  sabe 
el  cómo  á  COsaru  ha  dado 
la  joya  de  mát  v^lor 
oue  hcredú  Ue  nueitro  lionor. 
Su  padre,  el  Principe,  airado, 
porque  su  mujer  la  llama, 
dicen  que  Iü  lienc  prtM,, 

V  en  vcnjianza  de  csie  exceso 
que  dice  ofende  su  lama, 
fuc>io  á  mi  casa  paji/a 

ha  puesto,  cuyas  alhajan; 
por  ser  ios  techos  de  pajas 
se  han  Cünvtriidí)  en  ceniza. 
Pero  no  sienin  esto  tanto 
como  mi  perdido  honor 

V  que  quite  de  este  error 
fruto  que  aumente  mi  llanto. 
Félix,  Sabina  está  ■ 
preñada. 

Sixto.  tlso,  sí.  fortuna: 

ventean  desdichas,  que  alguna 
la  vida  me  acabará. 
¡Ah,  males  con  que  acrisolo 
mi  paciencia!  Derribad 
.  juntos  mi  felicidad; 

que  nunca  un  mal  viene  solo. 
Pjdre,  ni  el  honor  perdido, 
ni  la  hacienda  siento  tamo 
como  esi:  honrado  llanto 
que  el  alma  me  ha  enternecido. 
¡Ay,  padre!  quién  padeciera 
cuanias  penas  puede  haber 
para  que  del  padcctr 
ninguna  parte  us  cupiera! 
No  pequeñas  me  han  cabido; 
infamado  de  ladrón 
eslüv.  V  mi  reli;.;iiin 
de  su  gremio  me  ha  expelido. 
Pero  aunque  tunta  vennanza 
á  la  invidia  dm.  nci  Iritenio. 
porque  cre/ca  e'  pensamiento, 
que  disüiave  Li  e>.p::rari/a; 
que  ^i  el  ciel  i  •.uiiclla 
contra  m:  de.Jl.ias  ;,ik-. 
\ ,  cl'11  ;i'  irufi .  d-.-  :r..i  e-. 
'  todns  |i  |^  bjeueS  me  -luila. 
sin  ellos  mi  diclia  prueb'i. 
que.  pues  por  taii  \arill^  niodos. 
Dios  me  desnuda  d  ■  tndos. 
es  por  icslirnie  de  iiiievi. 
Vij  lov  á  Itoiii.i;  aiii  leTl;;o 
al  cardenal  pnili'Ctnr. 

V  de  su  ¡i\  uda  y  lav'ir 
mi  felicidad  prevenpi. 
línirelamo,  padre  inio, 
podréis  con  t;ham"sii  estar; 
que  de  n;idie  ii^<-  I  i'ar 

li  I  que  de  su  amistad  lio. 


Chainoso  por  mi  respeto 
mirará,  padre,  por  vos. 
Chamoso.  Por  cualquiera  de  los  dos, 

que  es  muy  honrado  Percio. 
Mas  ya  que  á  F<oma  partís. 


Sixto. 


;vaiS  a  pier" 


No  ienf;oen  qué. 

V  es  fuerza  que  va*  a  á  pie. 
Cha.moso.No  hjréis.  pues  esi>  decís; 

que  os  presi.ifé  un  ci)ariati<' 

que  el  miércoles  os  pondrá 

dentro  en  Knina. 
Sixto.  -Quién  podrá 

pagarlor 
CuAMOSO.  No  quiero  pa;jo. 

Sixto.        Dame,  mi  padre,  lu  mano. 
Pkt'Kto.    Pafiuc  lu  obediencia  el  cielo. 

que  con  verte  me  consuelo: 

mas  sin  honi>r  tfxlo  es  vano. 
Sixto.       Estos  trabajos  celebran 

mi  nuc\a  felxidad; 

que  la  virtud  y  verdad 

adeltíaxan,  mas  no  quiebran,  ivan»*.) 


KSCKNA  XV 

F.nira  Pío  <,)i'ist<i.   RomrFü.  un /riiríí  /ranciico  y 

i:lPap.\. 

Ya  yo  tenno  nuticia  de  las  partes 
que  aqueste  reliniuS.i;  que  fray  Félix 
tiene  fama  v  rcnniübre  en  vanas  partes. 
También  la  envidui  s-;  que  le  hace  odioso 
Con  SU  ürdL'n,  v  e-t¡mole  porcso. 
que  siempre  es  envidi.ido  el  \iriuoso. 
Si  el  (jeneral  pur  csi.  le  abor  ece 
y  le  acusáis  \  hm  '¡rus,  i  n  le  aiabii. 
que  la  virtuí;  niái  peisL-i;uida  crece. 

Kk.vil  f.  i  ." 
liealisimo  Padre,  en  e>la  carta 
que  nuesircí  P.ulie  '  i.:ii.r;;l  e-..rihc 
á  vucsira -Santidad  \\.<}   maleria  haría 
para  que  eche  de  ver  cuan  viuüoso 
cb  Iray  Félix  al  mu''.d'i.  v  su  justicia 
daravuda  v  favor  á  un  s^ispechoso 
en  la  fe. 

IfiiOI  l.Vi. 

Si  no  hubieij  niás  sospecha 
en  vuestra  acusac.'in  que  en  el  náhilo  ', 
quedara  esa  luali.i^i  NUisiecha. 

|-:i.  I'vi'.v. 
(>.i<as  de  le  aun  en  duda  es  bien  lellas. 
que  aun  la  fama  no  m:is  di.slu^iia  un  hombre. 

l'.iiii  1  1-.  I. 
¡Ali,  eovidia!  ¡qué  de  hi  muí  es  atrope  1 1  as! 

i:.    Pvi'v. 
Vos  la  letil.  .jii-'  Ji-  j;i  !n;.;e,'-iií>  L:rari  ic 
se  puede  sospei.li, ir  cualquier  d',s.:;;.icia. 


Verso  ir.cumi'k'iu  «ii  loMiriKiii:'!''- 


j     .\si  cu 


*li>'.ipcr'j  el  pJ.Ari'  csKi  vicild^ 


innNAnA  sRnifNOA 


5ft3 


RODULfO. 

Que  i  mi  maldad  la  envidia  s^dninandcf 
Mai  BUTiqu?  mi«  íii  fiieu')  y  rubia  atice 
la  verdad  vtnctfá  por  llací  aue  ande 
Anií  la  carij,  Padre  Siinlo,  dice: 

lUt.t  «Kl  maeslco  frav  TéliA  Pernio,  por  a- 
(óhcouelrisodcnui-itrBSatild  Te.)  el  mis  doc- 
to de  nucsiia  llcli^K^n.  merccr  <]ue  vuc^Ita 
Santidad  le  premie  en  el  tijr^údv  Inquisidor  de 
Véncela,  que  eitá  ahora  viicanlc,  y  en  cunlír- 
maci6n  de  esta  vetJstd  I»  rirmiiinoi  vo  y  los 
infrascdioí  pi>r  ieiii(c>&  <je  su  abonó  eri  eiía 
Univcisidad  de  l-'er'iiu  r  Munawerio  ClauMr«l 
de  San  rrant:>st.'ü .  i  36  de  d-iutire  de  1370.  — 
E/oi.írifrr>/lNííí(ii.  (Tí  /  -r^'  ', -ncij/ Je /4I  Or- 
rfen  Claustral  Je  Si»  '-  -Fray  Ange- 

tode  Sionle.—Fray  Jjj. .ipígio'.r 

FUAIW  I.*  iMmy  f,rfrt-.n4f.t 
Fray  Angelo,  decid,  jvo  he  firmad» 
tJil  cosa? 

^'l(All.c  a.* 
i  Yo  «n  lu  abono  ecM  mi  llf  ma.* 

i?.\  Padre  tiencral  escribió  csu^ 

E t  P*PA. 

jSon  aquestos  [os  eari¡os  que  deponen 
á*  Iray  Fcliii,  decidí  V  uesira  vernaooia 
os  sirva  de  casiij^  por  ahora. 

«OOLU-O. 

No  qucfio  de  comento. 

t'HJULII  >.* 

ElOh,  onvWa  nccial 
El.  P*ÍA. 
or  le  nombro  de  Venocia. 


ESCENA  XVI 

DlCHM.  3alf  SlIM, 


Sirro.      Gracüü  al  cii-lo,  que  puedo 
piiiroi,  pjlacids  %.ictoS, 
y  en  mieicules  que  e*  mi  dfa, 
venturoso  tin  aifUiirdo. 
Pcfü  ^eitúT  en  inl.^  ¿quí  «*  esto? 
(nadveí  liJu  me  he  enirado 
haMa  la  preSíOcia  misma 
del  universal  l'ielado. 
Pon,  santhSimu  Pastor, 
en  mi  boia  inv  pie  santo, 
dii»  veces  por  e>  iiliciu 

Ípur  ei  dueilii  va^rudo. 
evintéov  hii'i,  ;qiiiCn  sutv' 

ias  leniurasilc  Irjy  l-'élix. 
VA  auo  te  «di>rj|  puitrado 
es  el  que  Sil  ( húen  pcísÍRue. 
Ct  Pafa.  a  buen  licmpn  habéis  licg^do, 
Hu^lxome  de  t:iin'Ker<>í; 
irutcros  he  vislodaros 
de  vuestro  <lii  in<>  inKOiio 
en  vuestro  H-mbl4n(e  ■•bto. 


Vuestro  General  es  muerto. 
Sixto.      jVítginn;  el  ciclo! 
ÜL  PapA.  Kn  vos  hallo 

f'aiies-diitnasd*  ocupar 
ray  Kí'i  '  xmi  carfto. 

Por  Vi.  «i 

en  luKiii  »..•>'  ">  leñalo. 
Sixto.      Son  mb  luñxai... 
Eu  PaP4.  De  e&to  |{USIu. 

.Sixto.  En  tus  pie  pnn^u  mis  UttJos. 
FnAiU.i.'.iQuédlee,  padre,  cJcaquntu? 
'P(iAli..g.*Ouc  hemos  muy  bien  negociado. 

ji,lu><n  le  dijo  q'tie  era  muerto 

ot  llenera  I  > 
F»Aii,.l.*  Si  es  Un  snito, 

Uios,  padre.  ■■    íio. 

El.  PaFa.  Tamban,  t:  ■     'fiO 

Inqui^liltir  lie  Veiiecui. 
Sixto.       Tanto  twen... 
RoDULFú.  Goobs  mil  a/ios 

el  oficio. 
Sixto-  Todo  viene. 

Rodulfc,  por  vuestra  mano. 
Kmail.  I.*;^  síaiu-I  Uadmy»  a  bevat  la  vuntra 

como  li  subditos. 
Sixto.  I. os  bra»» 

os  óoj,  olvWtndo,  pjdrri, 

vuestra  «nridiu  y  mis  agravión. 

ESCENA   XVII 

RiciiOit.  Saltm  A*cani.j  j*  lliicii.0,  y  lata»  r*  vba 
/kfnftfa  UarM, 

Marcbl.  Oran  sucesor  de  San  Pedro: 

«I  Senado  venniano 

rsia  llura  os  présenla. 

porque  el  esiaitdine  unto 

de  U  l,t)(a  bendi)táis 

conelLa. 
El  Papa.  Muestra  el  SeoAdo 

de  su  ciisitandad  el  cela. 
Roori.Fo.  ;Crai>  Joya! 
FfAn^i.*  iPftsenierarol 

EtPAfA.  Mostrad. 

<V4i«I*  4  .lar  y  trtpUt^l,  y  4»  t»  tiAr» 
M  JJl  ruJIIM  <lt  SlKIO 

Sixto.  ¡Valcaos  Dios!  Tened, 

3ue  la  Que  ha  de  etiar  en  alio 
u  la  calseca  del  Papa 

no  es  raj:ún  quctat^a  abajo. 
El  Papa.  No  haiá,  Iray  Kólix ,  que  vos 

la  tenéis,  y  en  vuestras  manos 

mi  (Vara  está  scftura. 
Sixto-       .«/d  ¡VAiftamc  Diost  fqu¿  pre^atn'os 

tan  (grandes  mi  pecho  inquteíanl 
AsrKNio.  PiKlie,  el  cielo  ')sdasu  amparOi, 

)  vuelve  [MI  la  vmud 

que<rsda  lama  y  nuiíibre  claro. 

Ya  supimos  quim  hurtó 

esta  trara  y  cuAn  f4lso 

fué  nuetlio  luco  iuicio: 

i\  queda  )a  C4sii)(ado, 

y  á  vos  peid'in  n  pedimos. 
Sixto.      *^n  el  oS  duy  e>t>>s  briiios. 

Cielos,  dA:hoM>  hn  tienen 

mil  rm;uro*oi  uabafoi; 


^^^^ 

^^r 

w 

■ 

3^4                                               I.A  CLP-CCIÓN  l-OH  t.A  VIKTUD                                               ^^^| 

^1 

la*  de  mi  padre  volved 

del  Princ:pc  mi  seBor,            ^^^H 

^^H 

en  gusto. 

efectos  de  su  rigor                  ^^^^H 

^^H 

.      El  PáTá.                 a  bendecir  vimo» 

os  hagan  lencr  paciencia.        ^^^^H 

^^^1 

1                       el  calálrco  csiandurte 

El  es  quien  aqui  me  envía              ^^M 

^^H 

^-                   ¿c  la  Liga.  En  vocfirns  manos 

i  que  de  su  pane  os  ruqtue,            ^H 

^^^1 

^H                dló,  iray  Fciíx.  mí  nara; 

sin  que  el  inietés  os  ci.-gue            ^H 

^^H 

^H                iracldi.  que  os  he  cobrado 

de  vuestra  vana  porHa,             ^^^^ñ 

^^H 

^H                 tanta  afiiiión  <\\xe  hedc  haceros 

que  (léis  i  Sabina  estado          ^^^^U 

^^H 

^f               mucho  Uvur. 

con  atjjün  t«rrinu  ift*»'            ^^^^H 

^^^1 

^"  Sixto,                           Tu»  piti  sacros 

i  su  san^ire  y  natural;               ^^^^| 

^^H 

be»  mil  tecM  humikk. 

que  an»i  quedaréis  honrado,          ^^M 

^^H 

tAp.i  Miércoles,  siempre  me  tía  dMlo' 

y  Císaro,  vuelto  en  si.            ^^^^M 

^^H 

en  ti  el  ciclo  buena  suerte.) 

viecxl;>  i  Sabina  casada,          ^^^^| 

^^H 

FDAiL.a.*  iGiAD  dicitsl 

podrá  li  palabra  dada             ^^^^| 
cumplir  a  Octavia.  Si  ansí            ^^M 

^^H 

M«ticiL.                      {Suceso  extraño! 

^^^H 

^^ 

lo  hacéis,  para  remediaros            ^^| 

^^H 

H 

mil  ducadus  os  ofrece                     ^^H 

^^^1 

el  Prlncice;  si  os  parece           ^^^^H 

hoy  podéis  determinaros.         ^^^^H 

p£RBTe.   Deci  al  Principe.  scAor,           ^^^H 

^M 

■         JURNADA  TEKCIÍKA 

^^H 

^H 

que  si  supiera      cuntetito        ^^^^| 

^M 

H                   ESCENA  PRIMERA 

que  mi  líroscru  sustento           ^^^^^ 
y  estado  de  labrador                           ^^| 

^^H 

^^r                     Saítm   Alumosho  f  fiUTO. 

me  causú  siempre,  )  lo  poco           ^H 
en  que  estimo  os  blasones,             ^H 

^^^H 

^^H 

1 AteJA>4,    La  mano  Cbaro  ha  dtdo 

nublezai  y  pretcnsiones                 ^H 

^^H 

^K               de  »poso  á  Ociavta  Colooa: 

que  llama  homs  el  mundo  loco.    ^H 

^^H 

H|               ya  se  ilustra  su  persona. 

yo  quedara  tlisc  ulpado                   ^H 
y  tuviera  su  (trandeza                    ^H 

^^^1 

^m                asegurando  el  cuidado 

^^H 

^1                de  su  padre,  que  tiaíta  ahora 

mas  envidia  a  mi  pobreta            ^H 

^^^1 

^h                 le  ha  tenido  en  una  torre. 

que  yo  i  su  soberbio  estado.    ^^^^M 
Que  no  el  tener  cofres  ilcnos  ^^^^| 

^^H 

^H                 Pues  una  vejez  socorre, 

^^H 

^H               y  una  pobre  labradora 

la  riqueía  en  pie  mantiene:      ^^^^| 

^^^1 

^M               pierde  poco  en  ser  gozada 
^H               de  un  Principe,  no  o«  affiia. 

que  no  es  rico  et  nut  mas  tiene       ^H 

^^^1 

sino  el  que  ha  menester  menos,      ^^ñ 

^^H 

^H                 buen  viejo,  el  ver  vuettra  hija 

Si  Sabina  mccrcj^era,                      ^^M 

^^H 

^H               de  ni  c^pcrania  burlada; 

ni  el  Principe  se  quejara,                ^H 

^^^1 

^H                 que  el  nielo  que  el  cíelo  os  dio. 

ni  nuestro  estado  sacara                  ^^M 

^^H 

^H                 corno  hi)o  natural 

de  su  humilde  y  pobre  esfera,  ^^^^ñ 

^^H 

^F                 (1«  Céssro,  dul  sayal. 

lita  mujer,  y  heredó                 ^^^^H 

^^H 

V                 que  en  vuestra  cas«  heredó. 

de  la  pnmera  mujer                  ^^^^H 

^^^1 

Uk                   pasará  i  la  ilustre  seda. 

ficil  de  creer;                   ^^^^| 

^^H 

^L                y  os  honrafís,  en  efeto, 

pera  pues  que  la  entcaifó,        ^^^^| 

^^^1 

^h               con  un  caballero  nielo 

decid,  que  de  quí  provecho      ^^^H 

^^H 

^H                 que  á  pique  de  herei^ar  queda 

dalla  i  oiro  espuso  será,                  ^^M 

^^^1 

^V                 el  estado  de  Fabriano, 

ni  qu'cn  deshacer  podri                   ^^U 

^^H 

H                 porque  Julio,  que  heredaba 

lo  que  Dios  y  el  cielo  ha  hecho.     ^^M 

^^H 

B                 al  Principe,  ahoia  acaba 

Vo  no  le  pienso  ofender,                  ^^M 

^^^1 

r                  de  morir;  siendo  su  hermano. 

supuesto  que  sé  por  cierto.             ^^M 

^^^1 

P                     Césaro,  lan  venturoso. 

por  su  paUbru  y  concieno,             ^^M 

^^^1 

que  en  el  estado  sucede. 
i^PíKitTO.  Cuando  por  Principo  quede              ^ 

que  cs  Sabina  su  mujer,                   ^^U 

^^H 

pues  vivirá  consolada,                      ^^M 

^^H 

^m                 Céssro  r  dcOciavia  c-poso. 
^H                 no  quedará  muy  honrado, 

por  más  que  el  vulgo  1i  arguya,     ^H 

^^^1 

con  llamarse  esposa  suya;               ^H 
aunque  no  perdiera  nada                ^H 

^^H 

^H                 j  su  nobleza  celebta 

^^H 

H|                con  las  palabras  que  auicbea 
^g               quien  su  valor  ha  quebrado. 
H                  Gázcnse,  vivan  los  dos 

vuestro  Principe,  por  cierto,            ^H 

^^^1 

en  juntar  su  s>ngrc  noble                      1 

^^H 

con  nuestra  humilde,  que  a)  itoble        J 

^^H 

H                 en  el  fruto  de  su  hazai^a: 

es  mis  sabroso  el  rngcrto                 ^^É 

^^H 

PP                que  si  una  mujer  enoaAa, 
E^                   DO  podii  engañar  i  Dios, 

^iie  junta  la  noble  rama                  ^^M 

^^H 

al  tronco  áspero  y  grosero,            ^H 

^^^1 

B                 aue  es  juez  y  testi({o  santo 
de  que  es  sola  su  mujer 
mi  Sabina. 

y  amor,  como  es'jardinerOi            ^H 

^^^1 

más  «tos  engíenos  ama.                   ^H 

^^^1 

Pero  no  impona,  deci                      ^H 

^^H 

Alua.^.                     PodrA  stf 

que  (toce  á  Octavia  mil  aAos.         ^^M 

^^H 

u  porllüs,  sadré,  tanto, 
^_                qi:e  irritando  la  paciencia 

>ues  agravian  sus  engaSos            ^^M 
a  ctsa  Culona                        ^^^^M 

1 

JORNADA  TEKCgRA 


S65 


y  los  ductdos  que  ofrece 

DO  los  r.«mos  mciiesier, 

que  no  se  tisa  aqu!  vender 

Ls  honras,  ni  me  pirecc 

que  juxfiart  el  vul^o  necio 

bien  de  nucsiro  honor,  s>  i  menta 

ponelle  al  Pcincipc  en  venta 

jr  Sabina  admíie  el  precio; 

que  en  la  corle  es  cosa  a\  da, 

por  mis  que  el  vul)(o  lo  noie, 

el  remediar  t;on  un  doie 

una  mujer  deihonrada. 

Y  si  esto  el  inundi>  pubiKa. 

no  es  bien  que  esta  Cama  cobre; 

pues  i-alc  mki  U  honra  pobre 

que  la  deshonra  más  rica. 
'Aluax.    Pesir« me  deque  os  venga 

de  aqucsa  resolución 

al^ún  mal. 
PuRTo.  En  mi  món 

mi  inocencia  amparo  icnga: 

DO  es  la  jutlicia  cu  barde 

que  me  ha  de  amparar. 
Aleiam.  Recelo 

algiin  mal,  buen  viejo,  lít  cielo 

os  desengañe. 
PuxTO.  El  os  guarde. 

I^ai*  Alt}>i»dro.) 


ESCENA  II 
l'aacTO. 

Acuerdóme  una  vez  hatver  oído 
una  rábula  en  que  ejemplos  toco, 
notables  de  un  cipr¿t.  que  en  tiempo  poco 
hasta  el  cielo  creció  desvan^tdo. 

Burliba^^c  de  un-junco  que,  vencido, 
su  segura  tiumiiJad  iuxt;aba  en  poco; 
mas  con  un  viento  recio  el  ciprc.s  luco, 
quedando  el  junco  en  pie.  se  vio  abatido. 

Su  humilde  estado  _v  pobiri  ejercicioi 
enime  mi  Sabina,  aunque  baya  he^ho 
burla  el  ciprét  de  su  honra  v  heimosura; 

que  cuando  en  los  soberbios  cdirkios 
abrasa  el  rayo  el  más  dorado  lecho, 
la  más  humítde chuza  «ti  segura. 

ESCENA  111 

Paaato.  Satt  Sxbiiu. 

SaaiNA.    Arrogúelos  que,  entre  arenas, 
p'ata'cn  guijas  descvibris, 
pareciendo  que  os  rcis  , 

porque  lluro  yo  mts  penas; 
mirficnn  verdes  v  amenas 
que  al  sol  servís  de  curiina, 
cuando  en  tu  iKua  cristalina 
ImilR  á  Narcii'i  hermoso, 
dccilde  á  mi  preso  esposo 
loque  llora  su  Sabina. 
.Montes  de  crecidos  talles 
que  los  ciclus  as^liáis 
y  al  ambicioso  imdiis, 
como  al  humilde  los  valles; 
verdes  é  intrincadas  cill«s. 


por  cuya  sombra  camina 
el  que  ausente  peregrina, 
cual  vo,  sin  j;usto  v  reposo: 
decildi:  a  mi  pobre  esposo 
lu  que  tloia  su  Sabina. 

Pereto.    ¡Qué  descuidada  venís 

cantando  endechas  al  pr«dol 
Llorad  vuestro  honor  burlado, 
hija,  si  asravioi  sentís. 

Samka.    Padre  mío,  ,iqu¿  decii? 

PtRaro.  QueC*«ro.  en  vuestra  afrenta, 
ajenos  bra^tos  intenia, 
y  á  olvidaros  se  ha  dispuesto; 
porque  quien  se  cree  de  presto 
presto  también  se  arrcsienia. 
Céiaro  i  Ocuvia  pretende 
por  esposa,  que  es  su  igual. 
V  el  oro  con  el  saval 
siempre  se  agravia  y  se  ofende. 
Comprar  vuestro  honor  pretende, 
p  ra  naceros  más  afrenta, 
,  y  cubrrr  con  oro  intenta 

•I  hierro  de  vueiiro  amor: 
mirad  ti  es  joya  el  himor 
dr)ina  de  ponerse  en  venia. 

Sabina.    (Av,  demi! 

Pkuto.  Llorad  las  penas 

de  vuestras  desjtracias  sumas, 
pues  vuestras  ¿roseras  plumas 
detásieis  por  Ids  ajenas. 
Las  del  sayal  eran  buenas: 
quien  su  natural  viólenla 
bien  es  que  su  agravio  «íenu; 
morir  llorando  os  conviene, 

r)rque  en  poco  su  honor  tiene 
quien  no  mata  una  aírenla. 
Sabina.     ¡Cictosl  ¡Cí^ar»  casado! 

No  es  posible,  en)tañ»s  son: 
que  es  profeta  el  curaíón. 
y  no  le  siento  alterado. 
Alto,  amoroso  cuidado, 
buscad  el  modo  mejor 
como  asegure  mi  honor 
con  mi  esperanza  Bñ<](ida, 
que  corre  hesgr^  la  vida 
en  el  potro  del  icmor.  (Vdnx.) 


ESCENA  IV 
Saff^PaMcrra,  Makco  AKTocta  )•  ALtMaoao 

PaÍKCirc.  jEso  responde  el  villano^ 

Aliiand.  tn  eso  se  determina. 
Esposa  llama  i  Sibina 
(te  C¿saro,  y  que  es  en  vano, 
dice,  el  que  intenU  vencer 
con  inter.'i  su  íirme/i, 
que  etiiina  en  rnát  su  pobreza 

Sue  (u  valor  y  poder; 
uera  de  que  ofemleri 
i  Oíos  íí  se  determina 
casar  cim  otro  á  Sabina 
si  Con  tu  hijo  lo  esiá: 
esto  responde. 
M.  Ant.  ¡Oue  ansí 

uo  nisiico  vii  responda 


I 

idfl                                                L\                         POH  LA  VIHTUtt                    ^^^^^^^^^^H 

^^H 

i  «n  Principe,  y  coirckpondn 

Y  si  fuera  otra  pcisuní           ^^^^| 

^^^^H 

■1  vhI"-  "■!"  ■vpeii  lil  , 

que  Con  Aicanto  Cutuna           ^^^^H 

^^^^H 

Y»  ni                ■Mütí  ver 

compitiera,  y  irn  un  i^avím             ^^| 

^^^H 

H'"'                       uno  vilUna 

sin  premiat  v  lio  i«lor                     ^H 

^^^^1 

r                        a.  ini  hcrinanj. 

como  vos,  de  quien  pref;o(ia            ^H 

^^^^H 

'-1'-                                           1  UÜ'f . 

ta  fa  lia  tama  amble  ón,             ^^^^k 

^^^H 

iiie/ii                                       fe 

U  competencia  tlerafa             ^^^H 

^^^^1 

la  Mri. 

mcjoi;  ma»  vui  ¿es  raidn        ^^^^H 

^^^^1 

toin/i  ei  vt(  nuc  á  (u  pcrson» 

<ju<.  atplr¿is  d  ta  Kara.  ^^^^^ 
de^dc  el  |;r<i<cro  aracl^n.            ^^^^| 

^^^^1 

hiblo  un  puiíoi  áv  rtia  xucrtc- 

^^^^H 

¡Vive  Hío\)  que  he  d«  quiur 

y  que  el  m'-enlo  villjno              ^^^^H 

^^^^H 

ioi  «ir)rbos  de  iinii  ve/. 

de  vueurji  hermana  la  maoo           ^^| 

^^^^1 

T  que  íu  locj  v<^i(  .- 
[»caiifl<  ha  lil-  l'.ir  II 

pitia  A  ('Mafo,  y  me  trferuU,             ^^| 

^^^^1 

tan  S'ibrrbia  que  pretenda                 ^H 

^^^^^^ 

ei-  ■  ■     1      TV  lie  su  iiij*. 

ser  F'nncna  de  Kabnanu?                 ^^| 

H 

pHfNcirE.  í                   le  taJ  persona 

^Voc,  cuvo  padreen  Moniallu,       ^^| 

^^^B 

qiK.-  ■iui  .!>  Anioiiiu  Coluna 

con  vida  lotea  y  j^rusern,           ^^^^| 

^^^H 

vrn(:ar)xa  tan  vil  elija. 

de  lod»                                         ^^^^H 

^^^^L 

auc  Kii  nii^  vileí  crfajos 
1                  ac  mi  c JM  abraftrin 

y  ella,  que  una  lavandera          ^^^^| 

^^^^H 

cS  de  Fermo.^  ^vos  tan  alto,            ^^| 

^^^H 

|l                i  Monullu  V  (|iiiiirin 

que  el  (¡r »la  de  cardenal            ^^^^H 

^^^^H 

H                  leu  c&turNjs  y  i:iiljjicl'ti 

pieteiidlis  desde  el                     ^^^^^ 

^^^H 

W                que  nos  lia  cu  vil  mu|cr, 

ella  llsmaiic  i'iínccsa^          ^^^^H 

V 

con  «u  mueri*. 

Sixto.      )SeAor..J                               ^^^^| 

^^^^ 

M.  Ant.                           Con  inia  manos 

Ascaxio.               ^Ambición  es  cta        ^^^^| 

^^^ 

he  de  hacer  que  eum  villanos 

de  un  rúsirco  natural^                      ^^| 

^^^K^ 

QO  %«  R'.ret'an  i  puner 

jVos  C'mmifiu  competencia,             ^^| 

^^^^B 

L                  el  penMmienli)  lan  alio 

sabiendo  que  OS  huo  el  cielo          ^H 

un  villano?                                         ^^| 

^^^^H 

■               que  i.'oii  nii  hermaita  compila. 

^^^H 

H                l(i)V  ver*  llalla  vine  imita 

Sixto.                       Mi  paciencia            ^^^^H 

^^^^H 

p-                A  Trova,  'iaMct  Monialiu.     ,  y^r-i 

US  oblhj;uc.                               ^^^H 

^^^^* 

^P*ÍHcm.  iQiie  «a  «o  i,ir,  /             l.Io 

AsCAXio.                     ¿Vos  lapeló^           ^^^H 

H 

aut  vcn^a  i  w                 '•■■tó 
de  tr>:%  hi|i:).  el  i^r.^^iii, 

un   llHÍiirTlCOIt!  IIK'linidd 

Sixro-      Yo  ivoien)¡o  suli.-iciH:ia.           ^^^^1 

^^^_^ 

mcntoí,  san^fre  i  valor              '^^^^B 

^^^b 

puit  que  en  Homa  pioiendi             ^^| 

^^^^L 

due  darme  iinio^t  prtlcnda 
1                   de  Sungre  tirtiteía  y  t  'Kal 

esa  diuoidad,  sclVor,                            ^^| 

^^^^B 

ni  umpt/co  es  hicn  me  nknda         ^^| 

^^^^1 

L                 Amrí  que  IidIib  cónojtca 

vurslfu  cnuio.  I>Oun  pavtor             ^H 

^^^^H 

■                lal  adema,  ni  él  me  otcndi. 

nací,  pero  no  tn,  iiliraje;                     ^H 

^^^^1 

1                 un  ttarrtitc  Id  haré  Jar 

que  el  mni  ntiberb.o  linaie,               ^H 

^^^^H 

1                en  el  cnillllo,  en  que  preso 

que  A  mayor  nobleía  aspira,  ^^| 
«1  el  pnncipio  suyo  mira  ^^^^^ 
tiara  que  ei  nixu'ito  abaje.         ^^^^| 

^^^^1 

■                 le  tiene  «u  amor  iravieto; 

^^^^1 

F                 porque  no  ríe  han  de  hemlar 

^^^^B 

t                   vi)l»ni'ii,  miticitie  ve  quede 

\i\  rkidc  mis curricnie,              ^^^^| 

^^^^r 

.       ,   .        , 

que  hace  ilustre  su  nttefa.         ^^^^| 

^^^H 

Aun  AND.  < 

ama'tsirA  su  i:recicnle                ^^^^H 

^^^^ 

rci'i                   A-  Herede. 

si  e)  pniKiplo  considera             ^^^^| 

H 

PliíWC'«.Que  k                   ,  romvto. 

que  le  Ja  uija  humilde  fuente.         ^^| 

H 

La  l'uenle,  con^ideral                        ^^| 

H 

PrJNCift.                        SI  lo  íueía. 

dcvuesiro  linj|e  htniroto,               ^^H 

^^^_ 

si  mezclada  no  mugiera 

y  estlmRfd^  mi  humildad;         ^^^^| 

^ft 

con  la  lovcs  de  l'creto,            fraiHe.» 

pues  soiv  riii  ^^^^H 
porque  ot  veii  en  la  mitad         ^^^^H 

^^^^H 

1                         ESCENA   V 

de  vueMro  curso  opuleutoi              ^^H 

^^^H 

,     quesi  vocoitfoime  mienio               ^H 

^P 

SalM  AauNiD  CniMU  y  ItUT»,  átfr«tlt 

no  ov  l||ualu  y  nicn<is  soy  ^H 
con  ser  rio,  es  porque  estoy       ^^^H 

^ 

AscANio.  Dlcenmcquc  h^'              lo. 

cciva  de  mi  nacimiento.             ^^^^H 

^^^ 

padre,  i  Jtoma                   r 

Yo  nu                 rrp(<-'idei,          ^^^^H 

^^^K 

un  capelo,  y  qui:  h^ticis  tído 

Ascanio,  el                                   ^^^^H 

^^^^ 

ucastAn  de  t.u>p<nder 

aunque  lo  \  ^^^^H 
so;  Vkario  (i^ic                      ^^^^H 

^^^^^k 

el  Papa,  el  que  le  he  r^dldo. 

^^^H 

[                  Tamli'tn  (klavia,  ft>i  hermana, 

«le  mi  orden,     por  ver               ^^^^H 

^^^^1 

■                K  queja  que  unn  villana 

la  envtdiii.  u             risi^fl          ^^^^H 

^^^^H 

1              MpoM  te  osa  llamar 

que  llene  <i                                         ^^H 

^^^^1 

■                de  Císaro,  y  esiutbar 

y  los  podvii"<'>                          ^^^^H 

E 

B               (o  que  en  esto  Italia  gana. 

por  verme  cabcia  en                  ^^^^H 

JOPNADA    TERCERA 


?h7 


su  ¡njusia  persecución 
me  fuerza  á  que  el  Papa  pida 
que  (lei  Cilicio  me  absuelva, 
y  con  oiro  estado  y  \ÍJfl, 
O  á  mis  principios  me  vuelva. 
6  del  orden  me  JL'-.p;da. 
Eslos  favores  prtietifio 
y  á  esio  sóUi  á  Roma  vengo; 
ved  qué  modo  de  inlcnlar 
cart;o,  si  \en;;o  á  dejar. 
Asean io,  el  car^o  que  lengo. 
Si  Césaro  lain  amor 
á  mi  hermana,  y  ella  ha  sido 
tan  dichijta,  que  al  valor 
de  su  nobleza  ha  subido, 
con  ser  hi/a  de  un  pablar, 
¿por  qué  culpáis  su  ventura, 
pties  que  la  naiuraleza 
con  mil  ejemplos  procura 
igualar  á  la  nobleza 
muchas  veces  la  hermosura?' 
Veis  como  no  esiov  culpado 
y  con  la  poca  razón. 
-Ascanio,  que  esiaii  airado. 

AsCA.sio.  P^sloy  en  esta  ocasiiin 
en  el  palacio  saurado, 
villano,  que  si  no... 

Sixto.  Paso, 

mirad  que  su  Santidad 
sale. 

AscANío.  De  enojo  me  abraso. 

Sixto.       (.ip.)  jAy.  pubrcza  v  humildad, 
1(1  que  por  vosotras  paso! 


RSCK.N'A  VI 

DiCBOü,  j-  inlí  Pío  ílrrMo  y  un  FHAiLt  Framcisco,  y 

K[.  FfAi:  r. 

De  parle  de  la  orden.  PaJrc  Sanio, 
á  vuestra  beatitud  piJo  \  suplico 
á  fray  Féli\  absui-Ka  del  nticio, 
si  no  quiere  que  t.iJos  nos  perdamos. 

i:i.  I>,viv\. 

¿Pues  qué  tiene  fray  [■"élix? 

[■  [.   Vil  VLI.F. 

ICs  de  modo 
la  gran  severidad  con  que  c;i\tÍHa 
las  más  mínimas  faltas  de  nuestra  orden, 
que  es  imposible  se  conserje  v  medre 
mientras  el  lejio  reine,  l.a  clemer'cia 
tiene  en  pie  las  repúblicas  \  reinos; 
y  el  eastigo  v  rijior  demasiad" 
destruye  las  pruvinciit-.  v  ciudades. 
Fuera  de  que  los  fr.n'^es  princjpales 
que  la  orden  claustral  ile  S^n  Francisco 
honran  con  sanare  ilustre  v  fícnerosa, 
sienten,  y  con  razón,  que  l-is  ;;obierne 
un  pastor  de  las  gruías  de  Muntallo. 

El.     P\!'\. 

¿Lucro  en  la  religión  y  su  pobreza 
también  miran  en  san¿re  v  en  nobleza? 


Sixto. 

Santísimo  Pastor,  si  un  desdichado 
merece,  porque  el  cielo  v  la  fortuna 
le  hizo  hijo  de  unas  peñas  toscas, 
que  todos  le  pc'si^an,  yo  me  piecio 
de  hijo  de  l'erctu,  un  pastuí  pobre 
que  en  Montaiio  ilcpi  el  ¡irado  rústico 
por  herencia  a  sus  hijus;  i  esto  sólo 
,  quiero  ser.  y  no  mái,  pues  soy  indiano 
del  hábito  que  trai^^o  y  del  olicio 
que  vuestra  Santidad  con  el  me  ha  dado. 
A  vuestra  beatitud  pido  y  suplico 
me  absuelva  de  el  y  volveré  contento 
á  mi  sencillo  >  pobre  nacimiento. 

Eh  Papa. 
.Más  luce,  hijo,  la  virtud  de  un  honibre 
cuanto  de  más  humilde  v  pobre  sangre 
se  ensalza  más.  Yo  y  loáo  en  mis  principios 
nací  de  un  pobre  labrador,  y  aun  anduve 
de  puerta  en  puerta  mendigando  el  tiempo 
que  estuve  en  mis  estudios  ocupado. 
Parientes  iení;o  y.,  cual  vos,  fray  Félix, 
pobres  y  en  tr.ije  de  sayal  grosero: 
que  si  se  preci.i  de  su  sangre  el  necio, 
más  noble  es  la  virtud  de  que  me  precio. 
Si  el  orden  vuestro  juzga  por  agravio 

3ue  le  rijáis,  por  eso  yo  os  absuelvo 
el  olicio  que  en  ella  habéis  tenido. 
i  Y  pues  que  Ferino  oj  vio  vendiendo  leña 

■  y  registeis  ovejas  en  .Montalto. 

i  en  casiiLjo,  fray  Félix,  de  sus  quejas, 
j  pastor  d¿  Ferino  os  hago  y  sus  (■vejas. 

■  Obispo  sois  de  Fermo. 

Sixto. 
I  Padre  Santo, 

■  ¿cuando  me  abaten  me  ensalzáis  vos  tanto? 

El  Pm'a. 
I  Asi  doy  gusto  á  todo  el  orden  vuestro, 
y  os  p  emio  á  vos.  .\  Ascanio  quiero  dalle 
el  capelo  que  tanto  lia  que  pretende: 
el  de  Santa  Sabina  le  prometo. 

.■\SrAMO. 

!   Tus  santísimos  pies  beso  y  respeto. 
I 

El,  1'ai'a, 

Luego  quiero,  fray  Félix,  consagraros 
públicamente,  porque  toda  Koma 
mire  el  premio  que  tienen  en  la  iglesia 

-  la  virtud  y  las  letras,  l'n  capelo 

I  os  dov  también. 

Sixto. 
Tu  nombre  ensalce  el  cielo. 
(,\p.\  .\nimo,  inclinación  dichosa  y  alta; 
subí,  que  un  escalón  no  más  os  falta. 

El  P,\pa. 
Cardenal  os  crearé  en  el  mismo  dia 
que  os  consagre. 

Sixto. 
Creció  la  dicha  mía; 
y  pues  con  tal  largueza  me  ha  ilustrado 
el  cielo  y  vuestra  Santidad,  quisiera 


^6fl 


LA  FLECCCIOS  W>P   LA  VIRTUD 


cjiriar  por  mi  p»lrc  v  mi^  hermanas, 

V  el  mismo  Jia  nuu  me  vea  Poma 
hecho  d«  vil  pintor,  pintor  de  ovejas 
de  ta  Iglrita  ciiúlica,  esc  Uta 
^uifro  que  entre  mi  paJri.'  vcncrabla 
triunfando  en  Roma,  no  como  su^  Cisans, 
sino  >cslÍdo  de  tayal  grascro 

cu  que  nacía,  porque  l>  envidia  SC'Pa 

auv  cuando,  i  su  pnar.  estoy  mis  alto, 
t  ta  humildad  m<  precio  de  Monlallo. 

El  Papa. 
Vil  hsr^  que  con  vos  salga  toda  Roma. 

AtCAKIO. 

Vo  también  acnmpaAan»  quiero. 

SlJCtO. 

¿Vei-í,  .\scanio,  del  mudo  que  lo^  cielos 
saben  hacer  de  humildes  labradores 
>  dignidades,  prdados  v  pisiorei? 
Porque  nací  en  Muntiiiio  me  abaiisiels; 
pues  desde  aquí,  mudando  cl  propio  nombre 
de  Félix,  para  dar  gloria  á  mi  patria 

Í'  i  sus  groseras  peAas.  dirlcrmíno 
Jamarme  el  cardenal  Monialto. 

£l  Papa. 

Atto; 
serfisidesde  boy  el  cardenal  Monialto. 

Ase  AMO. 

Perdonad  mi  pasado  atrevimiento; 

3ue  en  mueMras  de  que  cslot-  arrepentido 
aii  de  este  sucoo  aviso  al  I^rlncipc, 
3ue  ve  tendrá  mil  veces  por  dichoso 
e  que  O%aro  case  con  Sabina, 
pun  se  honrj.'i  ct  «Mado  de  l'abríano. 
siendo  de  Koma  Cardenal  su  hermano. 

El  Fi'MLS, 

Y  yo  iambi¿n  de  Us  persecuciones 

que  por  mi  causa  os  bixo  el  orden  nuestro. 
montcAor  ilusirisimo.  suplico 
me  perdonf  is, 

Sixto. 

Aliad,  padre,  del  suelo, 
qne  si  fray  Fíllx  tuvo  de  vos  queja. 
ya  yo  soy  Cardenal,  y  no  fray  Félix. 
y  no  es  raían  cuando  me  veis  tan  alto 
qa«  i  Félii  vengue  el  cardenal  Montalto. 

Ase  AMO, 

^ut  prudente  nespuesial 

El  Pai>a. 

\'en¡d,  hijo. 
<tue  en  vos  miro  pretaftios  reniurosos. 

Dkcio. 
iQ\ié  le  parece,  padrv^ 

FuAiLr.  i.* 

Enc«ntamento 

Asc«Kto. 
De  pcrscguille  vos  nació  su  dicha. 

K»AII.E  3.* 

Mil  lecct  pcrsef[uido  venturoso. 


que  tan  seguro  del  peligfi>  escapa. 

Drcio. 
Pcrs%ak  otra  vu.  y  harile  Papa.         (t**iiwj 

líSCENA  Vil 

Smlm  Im  MÚiicM  iT*  ^tlnm.  )■  SiaiHA  dt  putot  eos 
tai»,  kuria  y  tutrAn 

ÜAatNA.    Mintió  la  sospecha  loca; 
n)i  amor  sali<í  vKtorioso: 
uqul  efá  mi  preso  esposo, 
i  quien  en  vano  provoca 
su  padre,  por  mis  que  aicravía 
su  linneconsiancia  v  fe. 

fiara  que  en  mi  ausencia  dé 
I  mano  de  <-sposo  j  Octavia. 

No  pudo  su  eRK'tlo  hacer 

mella  en  mi  consunta  amor . 

aunque  colus  y  temor 

son  fáciles  de  creer, 

V  d  pesar  de  sut  consegos 

he  venido  de  e^ii  traca 

i  librar  mi  esposo. 
pAfT,  t.'  jAcaía 

anda  tu  amor  de  vencejos? 

Miiierio  lien  la  imcnciOn. 
Past.  3.*  Lugares  hay  inrinílos 

donde  caían  motolitos 

las  muíeres  con  hur^>n: 

3  ulero  decir  con  los  vieíoi 
escuderos  atre^-idot, 
rcsisiradurcs  de  nidoi, 
donde  viven  los  vencejos: 
pues  son  hurones,  en  suma, 

Jue  cazan  pira  sus  dueAos 
los  vcnceíos  pequeAos 

hasta  dcjatlos  sin  pluma. 
Sauna.     Pasiorti,  dejímos  eio 

y  comenzad  á  cantar 

para  que  os  satjta  1  escuchar 

denle  la  reja  mi  preso. 
Past.  i.*  jOh,  qué  canción  de  repente 

nice  .il  píiipLisli'j  ayer! 
Sauna.    Lue-^o  ¿sabes  componerr 
Past.  3.*  Siiiras  al  inaldicienie. 
Mf'tlCA.    aQijc  )|imab«  1 1  tórtola,  madre, 

al  cautivo  pAiaro  suyo. 

con  el  pico.  Us  ala^.  las  plumas, 

y  c  »n  arrullo^,  y  con  arrullos*. 
Uw).         «Pajarica  pre\o, 

que  enire  yerros  duros, 

temores  y  ausencias 

te  tienen  confuso, 

mal  poJrá  cl  flftor 

de  tu  padre  injusto 

desatir  las  almas 

si  es  de  amor  el  Audo: 

sal,  pijaro  amado, 

á  grizar  scituro, 

i  pesar  di-  cMorbo*. 

mi  amoroso  fnun. 
I  Toóos.     Asf  llama  la  tórtola  madre 

al  caut-vo  pijnro  suyo. 

con  el  pico,  las  alas,  las  plumas, 

y  ton  arrullos,  v  con  ardillos  » 


lORKADA  TERCERA 


PiflUdas  avos  que  al  pulir  U  aurou  i  Sawka. 

con  pcfnos  de  oro  sus  cúmpuvi.[u  hebras, 
al  son  de  arroyos,  arpas  de  c^tas  quiebras, 
lisonjeáis  cjiiIjÍ  tnsAarit  i  Flnm. 

Aufft  süjive  ^uc  con  voi  sonora, 
murmurando  las  aves  le  rcíjurebras, 
)'  las  obsequias  fár)ebrFs  t'e^:bcas 
de  Pocrís  muerta,  que  tras  celos  llrtra. 

Los  pastores  imiían  la  armonía 
con  que  resucitando  U  memoria 
de  rtn  Sabina  vivo  eni  reten  ido. 

Camad.  ami;;*»,  la  firmc/a  mia: 
que  es  la  música  ima|íeii  de  la  gloria, 
^  mientras  dura  mi  tormento  olvido. 
Sa6i!<a.     Ya  está  mi  esposo  á  tas  icjas. 

Cantad,  pastores,  camalde  Cfsnan. 

Otra  canción,  y  Iknaidc 

de  música  las  orejas. 
MÚSICA.    «Preso  estaba  el  pájaro  solo 

en  las  r«des  del  caaador, 

pero  mis  le  prenden  y  maiao 

memorias  deau  lindo  amor.*  i  Sabina. 

Uso.         «Sidoiu  tlrmexa  Past.  a.* 

las  cadenas  son, 

testigos  se)(Ufos  son 

que  amor  presentó,  Pafnoin;. 

canten  tu  alabanza 

nuestra  aleare  vojt: 

bien  haya  quien  hlxo  Císako. 

cadenas  de  amor,  Sabina. 

y  tú,  pitaro  mió.  CÉSAfro. 

cania  en  tu  ptislún,  SaaiMA. 

pues  que  pr«o  y  irtílc  ',  Past.  a." 

cania  el  ruiseñot.v 
roDOS.     «Prcsí)  «ti  el  pájaro  solo  Sawna. 

en  las  redes  del  caxador.>  ele, 
Sabina.     ¡Ah  de  las  rejas  el  preto!  ,  Past,  a." 

¿sabúis  acasfi  quiín  soy 

yo,  que  pretendo  cantando,  ' 

aliviar  vuestro  dolor.^ 

¿Mas  q\ii-  no  me  conoc6s? 
C¿SARO.   Polido  y  bello  pastor, 

lo  que  ¡os  nios  afirman 

ne^ndo  csii  el  cofazóii:  PbIkcipc. 

regocijes  hace  el  alma 

de  los  ecos  de  esa  vox,  Albjaxd. 

que  en  el  disfraz  de  i^saú 

conocer  quiero  i  Jacob.  PafuciPt. 

^'Quiín  sois,  hermoso  üaiial? 
sAkisA.    ¡Qué  presto  que  ejecutó 

susefejtosel  uttido. 

descuidado  piev>,  en  vt>st 

Cantad  para  que  desptefie. 

ant  si  ausencia  le  adurmi<'>. 

(Undolc  voces  mis  •^uejat 

It  hará  despertar  mi  amor. 

tca»ia«  i  «Preso  estaba  el  pájaro  soto 

en  las  redes  del  caiadof,»  «c. 
CiSAVQ.   jAy,  esposa  de  mis  ojos? 

La  tinwbla  y  confusión 

de  mis  pesares  y  penas 

me  impidió  la  íux  del  sol.  I  Alejand- 

De  no  haberos  conocido,  i  Past.i.' 

corrido,  mi  bien,  eMoy;  Past.  a.° 

^'0  casilgarí  mis  ojos,  Sabina. 

babina  hermosa,  este  error,  i  Past.  i,' 

COMEDIAS  DE  TIRSO  DE  MOLINA.— TOUO  I. 


,icómo  habéis,  mi  bien,  «uado? 
Como  el  verano  Sin  llor, 
como  el  oioi^o  sin  fruto, 
y  estado  como  sin  vos, 

Íuecsdecillodeuna  vez. 
ueso  padre  pretendía, 
con  engaños  y  mentiras 
sembrar  celos  en  mi  amor, 
pero  segura  del  vueso, 
en  forma  de  cazador, 
veiífto  i  daros  libertad. 
Tomad  las  cuerdas  que  os  dor, 
y,  i  pesar  de  estorbos  viles, 
ái(e(;uradcl  temor 
de  mis  suspecbaí  y  ausencia. 

fhtlt  ctiii  la  cdiU  'ut  (wiWrlff,) 

Celebren  tu  liniie  amor 
cuantas  mujeres  la  fama 
con  pinceles  retrató 
de  la  cletdidad  en  lienzos 
del  tiempti  consumidor. 
¡Ay,  esposa  de  mí  vidal 
(A y,  mi  bien! 

iBucno,  por  Dios, 
que  se  «sián  chicoleando 
como  jilgueros  los  dos! 
(iMntro.y  Preso  y  con  guardas  dobla* 
ha  de  quedar  mientras  voy         [das 
i  Roma. 

Mi  padre  es  éste. 
Pü**  entraos. 

Adiós.  (f«r> 

Adiós. 
No  hav  son.  fingir  qti«  caíamos 
vencejos. 

Daca  el  hurón: 
pon  las  cuerdas  y  la  caAa. 
No  está  mala  la  invención. 

{P^netté  eat«r.] 


ESCENA  VIH 

Dlcuot,  rr  PnlNcirK  y  At»Aiiti«OL 

I>c  vos,  Alejandro,  fio 
su  guarda  en  aquesta  ausencia. 
Ya  sabe  vuestra  excelencia 
mi  Icnllad. 

El  papa  Pío 
i  Roma  me  envía  á  Humar, 
y  este  camino  excusara 
si  en  mi  lUKar  no  os  dejara. 
Las  Guardas  podéis  doblar, 
sin  dejar  llegar  persona 
que  con  ti  hable,  que  ansi 
le  ror;taré  que  d¿  el  si 
de  esposo  á  Octavia  Colona, 
ó  morir  en  la  prisión: 
que  la  vilUna  atrevida 
ya  debe  de  estar  sin  vida, 
SI  puso  en  ejecución 
Marco  Antonio  su  noble  ira. 
En  esUi  ocasión  es  cuerda. 
Dala  cuerda. 

Dale  cuerda. 
Ya  chilla  el  vencejo. 

Tira. 

S4 


^^^^^37í^^^^^^^^^l!j^rECCl6t^0Í^A  VIRTUD  ^^^^^^^^^^^^^B 

^^^         PnlKcm.Akjsndio  ^qué  serranos 

y  cuentan  que  sus  mayort^^^^^^^H 

^^^                        M>n  ctioi? 

iruíer'>n  de  rey  mis  lejov                 ^^M 

^^^^        Alciand.                     Pastor«  son 

su  piioc.piu  nócsbuen  p3f¡o^         ^^M 

^^^1                         que  caían  con  un  hurón 

luifiatJtt  vds,  quv  yo  os  liagu          ^^M 

^^H                          páfiroi. 

ttiLdtdede  los  véncelos.                     ^^M 

^^^B       PaÍNcii*B.               Si  son  viliino5. 

PkIxcipb.Ousio  me  da  el  paslorcilto-               ^^M 

^^^^^_                y  sabes  lo  c}ue  me  oftnden. 

Sakina.     tia.  la  vara  arrimad,                           ^^M 

^^^^^k                 jpor  que  aquí  los  consentís^ 
^^^^^^^                t-chslos  iucgo. 

ó  este  pleito  sentenciad,                    ^^M 

que  me  importa  cnncluitlo.              ^^M 
PaiNcí)^.  DÍ){0,  donot'i  pHStuT.                          ^^U 

^^B        Alkjand.u  iinl>i>iDfc<.)    ¡Hola!  ¿Oh? 

^^H         Sauha.     Veri  lo  quc^edcliendcn. 

que  como  et  vencejo  quiera             ^^M 
i  la  venceja  primera                       ^^M 
ck  bien  pa^al  e  su  umor,                   ^H 

^^^1         PatNCtPB.jAh,  villnno;!  ^-esiüs  tordos? 

^^^^^^  SaitM*.     [Arte  allil  r.Qtíé  diabl»»  daiü 

^^^^^^                  voces,  que  nios  espantáis 

por  mis  que  el  padre  lo  (mpidl:             ^ 

^^^^^P                 ^oi  vencejos  y  los  tordos? 

y  sentencio  que  la  amada                      J 

^^^^^^  Alsia)'».  itústkos  vno'  vns  qui:  está 

te  f^oce  y  que  desterrada                   ^^1 

^^^M                         el  Pflnctpc  Fabnano 

la  venceja  atiorrcclda,                        ^^M 

^H 

aunque  ale^e  mas  conscjus,           ^^| 

^^H         Sahína.              iVitgamc  el  alano 

luego  al  momcnlo  se  vaya,              ^^M 

^^^B                       d«  San  Roqucl 

poiQuc  yo  no  si  que  hava               ^^M 
nobíeía  entre  los  vencejos.             ^H 

^^B        Past. 

^^^H         Sahína.     Pue%  bien  ¿hamos  de  comef 

Samn*.     lista  vea  .«  he  cogido:                       ^^ 

^^^H                          el  Principe,  cuando  aquí 

contri  vos  es  el  proceso.                       1 

^^H                          mos  halk? 

¿Por  qué  ha  de  estar  poi  vos  preso.      1 

^^H        Principe.                  ,-Qu4  hacéis  anti? 
^^^^^Sabin*.    Oiga.  >-  podfálo  saber. 

viejo  honrado  y  afligido.                       J 

vucso  vencejo,  decl.                        ^J 

^^^^^^B                  Tienen  aqui  los  vencejos 

si  1^1  i  una  veni-cja  adora,                 ^H 

^^^^^^1                nidos  en  los  muros  h)os. 

que  en  la  sierra  le  enamora,            ^^U 

^^^^^H                 sin  osai  sacar  lo^  hi|os. 

y  no  puede  dar  el  si                        ^H 

^^^^^H                 porque  los  guardan  los  f  lejos, 
^^^^^^1                 Yo,                   caaar 

a  la  venceja  que  tiene                       ^H 

su  nido  allá  entre  lov  godo.s.*           ^^| 

^^^^^H                  uno  ouc  en  esta 
^^^^^H                (tuardando  estd  el  wncei^n 

Pues  que  son  vencejos  todos,         ^^H 

y  estos  dos  se  quieren  bien,             ^^M 

^^^^^H                del  padre,  que  pernear 

casaldos,  que  Ia%  altivas                   ^H 

^^^^^H                k  vea  yo  ipregue  al  Señor! 

noblezas  son  espantajos,                 ^H 

^^^^^H                  porque'  ansí  su  enojo  pierda. 

y  iodos,  altos  y  bajos.                    ^H 
nacimos  de  AJin  y  Adivas.             ^^ñ 

^^^^^H                vin«con  hur^n  y  cutida. 

^^^^^H                 f  cuando  más  á  sabor 

PaiHciPB.  Idos  con  la  malduriún.                    ^^M 

^^^^^H                se  asomaba  i  U  muralla 

Sabina.     Vos  el  preiiu  scnienciastes;              ^H 

^^^^^H                  salió  su  padre      encuentro, 

si  vos  mismo  os  condensttes           ^^H 

^^^^^V                metióse      vencejo  deniro 

un  asno  sois  con  perdón.                 ^^M 

^^^V                         ir  dejónos  de  la  ftalla.              tíi^ra.) 

PniHCtPB,  Echa,  Alejandro,  de  aquí                  ^H 

^^^1         Alxiakd.  {Buen  llaniot 

estos  btrbaros,  6  haré                    ^H 

^^^1        Pxfrtcips.                     ^Qu*  c!  padre  viejo 

una  bajeza.                                    ^^| 

^^^B                          ct  rcncejo  os  ha  quitado? 

Sabina.                         |A  la  hí,                         ^^M 

^^^1         Sabika.     Si,  sei\or:  desTcnccjado 

vos  sois  buen  juez,  pues  aost         ^H 

^^^B                          le  vea  yo.  D«  esio  me  qocjo. 

heis  juvucial                                   ^^| 

^^^H         PafncrpK. Gracias  lienc.  Aunque  á  esu  (tente 

Ai-EíANo.                      Este  lugar                  ^H 

^^^B                        alMirrezco.  este  pastor 

desocupad.                                     ^^M 

^^^B                       me  ha  dado  gusto. 

pASt.  1.*                  Con  paciencia.                   ^H 

^^^1        Alkiakd.                                E's.seAoT. 

1  Sabina.     Acójoma  á  la  sentencia:                   ^H 

^^H                       donoso  como  inocente. 

ella  os  ha  de  condcnai.                    ^^M 

^^^1        SAftiNA.    Venl  aci.  Vos  quieto  her 

PalNCiPK.Echatde  de  aqui.  ó  niataldc.            ^^U 

^^^K                         una  pescuda.  buen  vicjn. 

Sabina.    ¿Por  la  primera  venceja                   ^^M 

^^^H                       Si  qurete  bren  un  ^encejoi 

senienciAS.  y  tenéi*  queja?              ^^M 

^^^^^^_                      recibe  por 

^^^^^^H                  á  una  venceja  que  ha  skIo 

Muy  bobo  sois  para  alcalde,           ^^| 

DiOA  vuelva  por  la  verdad-              ^^M 

^^^^^^B                  quien  le  enamora  y  quilloira. 

PUM  to  mandáis,  casaránse.           ^^M 

^^^^^V                 ¿es  bien  casslle  con 

AiE>AND.  Idos,  villanos.                                 ^^M 

^^^^^^                  porque  rsció  <  n  mejiir  nido: 

Sabi?<a.                          Iránst,                      ^H 

^^^F                        porque  en  alcájtares  vive. 

que  no  son  bestias.  Canud.                 1 

^^^1                          y  <s[otr4  entre  peñas  pobres. 

(l'daí*  cawlawrfa  j    J 

^^H                       de  los  cútanos  y  robres 

PalKCPE, Mucha  prudetKÍs  he  tenido.           M^ 

^^^H                         grosero  manjar  recibe; 

pues  muerte  no  le»  he  dado.          ^H 

^^^^^_                    porque  t>én  plumas  mejores 

Alkjam>.  Aunque  el  vitUneju  ha  estado            ■ 

^^^^^B                  y  porque  son  más  valientes 

malicioso,  hubiera  sido                       J 

^^^^^H                 los  Tfncejos  sus  parientes 

'                  indinnode  vuOMlencia                   ^^^ 

lORNAUA  TSHCetlA 


minchar  en  41  el  ac«ro. 
PitÍJ(Ci>'E.P*"i"ii<f  ciía  noche  quiero 
á  Roída.  Vumra  piescncia 
no  falte  nunca  de  iiqul. 
ni  ilcjc  Ikgat  villano 
lina  lc)(ua  de  Tabriinu, 

[lorijiuc  wipocho  que  ansi 
c  vienen  i  dar  kviso 

de  MoniaUo. 
ALtfAHi>.  Podri  ser. 

PitlNCira.  M«l  hice  no  lot  prender; 

que  añÍKirme  el  civlii  quito 

con  darme  un  hijo  tiavieío. 
Aluand.  I.h  n^ocednd  nunta  «%  sabii- 
PkÍNCiK.lla  de  ser  su  esposa  Octavia, 

6  l)ene  de  morir  pre».        (VaNH.) 


ESCENA  IX 

MtKCO  Aüfoxlo. 

M.  AwT.  Por  Dio»,  lavandera  hermosa, 
que  (leide  el  punto  que  os  vi 
Cújer  vuem.1  ropa  antf  , 

está  el  alma  receio^i 
y  de  vucslroamor  perdida; 
porque  ublif;ái&  de  manera 
que  os  abate,  la  bandera; 
lavandera  de  mi  vida, 
escuchadme  una  razún. 

Camila.    Andad  con  Dios,  caballero. 

M.  Akt.  Lavadrnc  el  alma  primero. 

Camila.  ^Quc  os  U  lave  cscainixún? 

M.  AüT.  Si,  vestíosla  por  camisa, 

y  veréis  que  no  hay  holanda 
quee^lí  mii  i  ruta  ble  v  blanda. 

Camila.    ;Alma  d«  holni)«ij?  ^h,  qué  risa! 

M.  A»T.  Dado  <n  lenuo  el  corazón. 

Camila.    ^A  jabonar.^ 

M.  AKT.  Si,  eso  os  ru«gO. 

Camila.  iQai  tiene? 

M.  Akt.  Como  amor  es  fuego, 

te  ha  puesto  como  el  carbón. 

Camila.    ^Como  el  carbón.'  puei  á  un  lado, 
que  csioy  limpia,  y  s;  me  topa 
ensuciafJmc  la  ropa 
vuc-iocoraüón  tiznado. 

.M.  AxT.  i^uÉ  gracia! 

Camila.  No  llegue  al  brazo, 

y  íepaqueen  mi  lugar 
nadie  sabe  JMbonar, 
si  no  es  con  jal>ón  de  mazo. 
Por  eso  no  haga  coMiuillas 
si  no  quiere  en  conclusión 
llevar,  señur,  un  jabón 
que  le  quietne  las  costlUon. 

M>  Amt.  Pata  aliviar  tos  enotos 
del  alma,  dalla  podéis 
dos  ojos,  qur  es  bien  los  deis, 
pues  teníis  tan  bellos  ojos,  • 

y  l>  podréis  jabonar; 
vueiiract,  tomalda. 

Camila.  La  astucia; 

no  quiero  yo  alma  tan  sucia, 
que  se  ha  menester  lavar. 


.M.  Ant. 


Camila. 


M.  Ant. 
Camila. 


M.  Ant. 

Camila. 
M.  Ant. 
Camila. 
M.  Ant. 


Camila. 
M.  Amt. 


Camila, 


37. 

Yo  estoy  ya  tan  rematado, 
mi  ^técicM  lavandera, 
que  ser  el  jabón  quisiera 
ú^ún  los  celos  m«  ha  dado 
de  que  ande  cada  Ínstame 
en  vuestras  manos,  que  en  suma 
son  mis  blandas  que  su  espuma. 
Sf  haréb.  que  acá  todo  amante 
es  jabón  que  d  los  despojos 
de  tiranas  hermosuras 
derrama  en  jabonaduras 
el  corazón  por  los  ojos; 
aunque  vos  sois  palaciego, 
y  no  habri  tomaros  lino, 
que  todos  prefioniis  vino 
y  vendéis  vina|(re  luego. 
|En  la  boba  que  creyere 
en  vuestras  bachitlerias; 
sabéis  muchas  romerías 
y  olvidáis  á  quien  m  quíerel 
Cuando  es  perfeciu  el  amor 
y  bita  nacido  el  amante, 
ai  burla  ni  es  inconstante. 
E\  noble engsRa  mejor. 
Yo  conozco  una  serrana 
i  quien  burló  un  escotar 
con  parlar  y  mis  parlar. 
^Quién  es^ 

Sabina,  mi  hermana. 
¿Sois  vos  hija  de  Percio. 
I Aotrt ■■(<«.)  Para  l<>  que  le  cumpliere. 
Ktrará  quien  no  tuviere 
á  CCsurD  por  discreto 
en  despreciar  por  Sabina 
i  mi  hermana,  que,  por  Dios, 
si  es  tan  bella  como  vos, 
que  es  cuerdo  quien  desatina 
por  tan  dichoso  sayal. 
Soy  yo  un  coco  comparada 
con  ini  hermana. 

iQué  euremada 
bellczal  ¡qué  al  naiurall 
Yo  vine  determinado 
de  casiifiatá  Peício 
y  a  Sabina,  que  en  cfeio 
me  tuve  por  agraviado 
de  que  Cesaio  dejase 
mi  hermana  Octavia  por  ella; 
pero  el  amor,  que  alropella 
soberbias,  quiso  que  hallase 
en  vos  el  justo  castigo, 
pues  á  vuestro  amor  suietu, 
a  las  hijas  de  Peteto 
y  aquestas  sienas  bendigo. 
oieii  hayan,  amén,  los  robles, 
tos  pcfiascos  y  aspcrexas 
que  crian  tales  bellezas, 
pues  por  fuerza  han  de  ser  nobles 
almas  que  viven  y  habitan 
en  cuerpos  que  son  tan  bellos, 
y  bien  hayan  los  que  en  ellos 
su  libertad  depositan. 
jAy,  serrana;  muerto  estoyl 
Pties  ^vos  por  acá  pensáis 
que  hilamos.^  bien  quillotráis. 
Algún  diabro  os  trajo  hoy 
por  aqui. 


372 


LA  ELKCCIiSn  POB  LA  VIRTUD 


M.  AxT. 
Camila. 
M.  AXT. 
Camila. 

M.  Ant. 
Camiu». 

M.  Am. 
Camila. 
M.  Ant. 
Caiiila. 


^uiércsm«  bien? 
\Qvi  si  yoJ 

Pu«  j^iiuiin  lo  stbc? 
\¿t  fc'UM.  Apiricsc.  d^abr. 
<4p.)  (¡Que  bunia  cata  que  Itén!) 
t>anic  c%a  msno. 
(.1^1  Recelo 

que  en  el  alma  se  me  entró. 
Dame  aouptoK  bm^Ok. 


l'ues  ^qud? 


.¡Ton  pf«iio,  es  buñuelo? 


ESCENA  X 

T)ieaot.  S*'(a  CiUaho  if(  faMn,  y  t<a  patlOTít 
■««■ICO». 

C(;tA*n.    Apenas  de  allí  os  panístein 
cuantíe  mi  podre  ie  fué, 
v  luego  cicalai  incé 
do  tas  cuerdas  que  me  disteis, 

3ue  aiaJai  á  Us  almenas 
las  (tuarilas  encañaron 
y,  i  pesar  sujo.  queO^ron 
colgadas  de  cHas  mis  penas. 
Seguios,  y  como  amor 
vuela  ligero,  aii:An<¿ús. 

Sahína.     ¡Ay.  eíposrf  niis  deseos 

cumplió  el  ciclo.  Ya  el  ligor 
que  en  mi  vuestro  |>adre  emf>lca. 
mi  miedo  y  leniordivienc. 
que  no  (cmcr<  la  muerte 
como  á  vuestros  ojos  sea. 

Cf:tAiiO.    Contra  su  enojo  crael 
pienso  llegarle  A  Milán; 
que  alli  mis  deseos  podrin 
lener  (in  riviendo  en  el, 
hasta  que  el  paterno  amor 
venciéndole  te  reciba 
por  hija  V  mietpou. 

Past.  !.•  ¡Viva 

(sl  ñttnexñ  V  lalamoil 

Sa»isa.    jCamila! 

Camii  a.  ¡Sabina  mla< 

M.  Ant.  ¡Césaro  aquí! 

CfcSARo.  ¡Marco  Antonio 

en  tal  lugarl 

M.  Ant.  Testimonio 

de  amor  ;  su  monarquía. 
Abrasar  vmc  k  Monislio 
y  i  dar  muerte  ñ  la  serrana 
que  os  enamora,  v  su  hermana 
di^i  en  mi  lil>erta(J  asalto, 
puet  cuando  \u  hiictenda  y  casa 
quise  abrasar,  con  ^us  n^os 
el  alnuí,  cu^os despojos 
la  adoran,  rinde  t  abrHsa. 
S.ré.  César»,  mi  esposa: 
que  vuestra  justa  eteccion 
me  llama  á  su  inclinacidii. 

Caiiila.    Yo  me  tendré  por  dichOM. 

SaaiMA.     Y  vocon  tan  buen  >:urtado 
mil  Kracías  al  cielo  doy. 
fCtíÁiia.    íQué  de  dichas  |untas  hor 

amor  v  el  ciclo  mo  han  dádol 

Camila.    F.t  migóles,  y  hss:aba 


serlo  para  mí  ventura. 
Sabina.     |A  buen  tiempo  >  coyuntura 

te  casa.s! 
Camila.  I'ues^qué  pensaba? 

^■Todo  ha  de  ser  para  ella? 

^No  st.mos  jrcá  p:rsonas? 
-M.  Am.    l.oslfsinosy  (^oionas 

porvDS,  mi  Camila  Iwlla. 

>  por  vos.  Sabina  hermosa, 

esiHbkce.'án  desde  hoy 

eternas  pa^cs. 
Camu.a.  iQuc  estoy 

maridada!  ¡Linda cosal' 
Past.  i."  Aun  sm  aguardar  al  cura 

tok  cuatro  se  han  desposado. 
Past.  t.*  No  hay  cura  ni  licenciado 

meior  que  In  co)  untura. 
Camila.    Demos  i  mi  padre  aviso 

de  su  dicha  V  mis  amores. 
Pk»eto,  (Btninl  Pedidme  albricias,  pastorea, 

¡Viva  Monialto!  Pues  quiso 

poner  mi  nunibrc  tan  alio 

de  un  principio  lan  liuimtde, 

al  cielo  albrician  pcdildr. 


ESCENA  Xl 

nteiies.  Safm  CaacTO  y  Caan'n»,  Oahom  y  FaMO. 

CÉSAHO, 
^Quí  es  esto? 

Tono*. 
¡Viva  Monialto! 
Peiieto. 
fío  sé  cómo  el  coniemo  de  esias  nuevas 
no  me  ha  mueilo,  que  ya  mis  Hacas  canas 
no  son  para  tan  ti r ande  sobresalto. 
Hijas,  frav  Félix,  cardenal  de  Ronnaí 
cardenal  de  Ctoma  es  vuestro  hctmino. 

C^AKO. 

¡Válgame  Dios! 

Sahna. 
]Ay,  cielos,  qué  ventura! 
Cita  Muso. 
.Ya  ei  cardenal?  pues  presto  será  cura. 

Ct!A»0. 

Dadme,  dichoso  padre,  aqiiesos  brazrx. 

Makco  Amomio. 
Y  á  mi  me  conceded  por  hijo  vuestro: 
Sahína. 

Este  es  mí  esposo,  padre  mío,  que  preso 
ha  estado  por  mi  amor,  Todo  fué  tmitañn* 
engallo  todo  Tuc  lo  que  os  dijeron 
de  OciAt  ia;  por  burlarnos  lo  hicicion 
}  huir  de  la  prisión. 

PeaETo. 
Kiiojr  sin  «-«o 

Sauna. 
Libre  está  ya  y  en  mis  amom  pnso. 


lüHSADA   TKRCüHA 


373 


t>e*ero. 
Dadme.  mAof.  tos  pin. 

No,  PkIk  mío, 
los  bnto%  iS.  cun  nuJo  csir^vho  y  lícfno. 

Cavila. 
Hola,  padre:  calad  acá  otro  yciiiv: 
abruatde  también,  que  no  Hu  nacido 
CR  Us  malvas. 

Ctsaao. 
También  «%  hi|t>  vuniro 
Mait'o  Aoionio,  la  nuhlr/a  c|uc  us  de  llalla 
V  «un  lid  mundo.  Enamoró» 
de  la  bcltc»  de  Qamila.  y  tguiere 
que  por  esposa  se  la  dc<s' 

PíHITu. 

o  sueAo, 
á  esiov  loco.  ¿Hay  más  bien,  uklos  piadosos^ 

Supimo!.  rtcoftet  buenos  esposos. 
para  no  lener  doic.  La  nobleza 
vinud  quiere  por  dote  con  betkia, 

P£*tXO. 

V4moT>  i  Homa  luecu.  y  eklic  el  mUo 
mi  buena  suene  con  hallar  mi  hiio 
honrad»  de  la  púcpura  romana; 
que.  pues  tan  nobles  sucet.otes  dejo. 
U  muerte  pido  con  el  samo  viejo. 


ESCENA  \ll 

thciioi.  Sait  pARmiJw.  '< 

EAacicio. 
Vo  venRO.  ilitlioíisimn  Pcreío. 
i  llevarox  á  R»ni>  con  Sabma 
y  Camila.  A^ui  Iruigo  tres  carroxai. 

Chamoso. 

iiívi  son  cariuias,  ao? 

Fahiiii.10. 

ITnas  doncellas 
que  M  llaman  carroxat  en  Italia. 

CilAMOSO. 

Casarme  quiero,  pues,  con  una  tte  ellas: 
mostredme  esas  carroxas  ó  doncellas. 

PAtMCIO. 

CéMfO,  vuestro  padre  Ursino  gusia 

que  seáis  deSabinji  amado  esposo; 

que  lue¡w  míe  en  lle^and»  d  (toma  supo 

?uc  eia  (le  Monseñor  Monulto  hermana, 
dictia  tiene  ser  parienie  %uyo. 
porque  sospechan  que  ha  de  ser  monarca 
de  Roma  y  gobernar  su  sacia  barca. 

Sabina. 
Ahora  (enucicroR  mis  recelos. 

CCSAKO. 

iQue  un  dichoso  toy.  benlK>M»cick;iJ 


Fabdicio. 
Vamos,  que  Monsei^ot  csiá  aduatdiiiíJ.. 
con  tooa  la  rumana  y  tacra  C'.uru. 
que  quiere  el  fnpa  que  A  su  honrado  padre 
rtciba  en  iriunro. 

Pan  UTO. 

Vamos,  nobles  hijos, 
qu«  mi  veje/  de  nuevo  se  rnno». 

Tunos. 
iCoches,  cocliesl 

Ckauoso. 
¿Do  Gsti  duAa  Carroíai' 

IVaufi.) 

ESCENA  .Mil 
Safen  Jbluko  >-  Kic**iiu. 

Ji  UANO,  !•  sio  es  lo  que  en  Itonia  pa!>a. 
Todo  el  popular  aplausu 
I  la  ventura  de  fray  Vílix 

celebra  v  rsiima  en  tanto, 
oue  habicndu  la  Santidad 
ae  Pío  Ouinto  con  sagrado 
al  cardenal  por  obispo 
de  f-ermo,  ho>  miércoles  cuatro 
de  .X^usio.  i  1i»  Mn«dores 
y  Caballero»  lomamis 
mandó  que  ú  recibir  salgan 
á  su  padre,  euros  aüos 
bun  merecido  llegar 
á  ver  de  pubrc  serrano 
cardenal  de  Homi  un  hijo 
de  las  peñas  de  Monlallo. 

RicAKuo,  Su  prudencia  lo  meretjc: 

pofquc  no  es  Soberbio  iabio> 
ni  pobre  presuntuoso. 

JtiLiANo.  Decís  la  verdad.  Ricardo. 

Ri(.Aai>o,  Oíd.  que  sc|{ún  las  voces 

del  vulgo  )-  pueblo  voll&tio 
entran  ya. 

Juliano.  ¡Notable  día.' 

RiCAKuo.  ¡Oh,  ^cnturoM>s  serranos! 

ESCENA  XIV 

DiCHOi.  At  «lili  ^larrrit  t*lga  ti  l^ncir»  Coloua  y 
1I  KMajiJADiMi  o*  Ktrtí*.  AtCAnio,  át  tai^toal,  y 
Siaio.d*  Mnlratl  mmtíín.  Y  por  iiira,*!  mUmn 
Utffn.talgam  Maklo  Axio»io,Cíiji*io,  Kakio.Sjl- 
UM.  Cahh.*  )-CiiMi<Ba.  )  arribu  u  átteutrt  un 
tvrrtdor  úanét  nfi  Pío  ycisio.  V  r«  an  caballa 
lat  lltr*  Jil  rfifilr»  un  lanayo,  «nliv  l'smio.rff 
poiCcr;  tefiir  l*m»il<a:  y  in  tl4gatidt,Sixta  l( 
lUtt  ti  tttrlt*  é  tu  yailft  ^ra  f  Hr  t*  apn. 

Sixto.      Yo,  padre,  os  iei>dr¿  el  estribo. 
Pr.»ETo.  Hijo,  aguarda  que  ya  abajo. 

¿un  cardenal  ha  de  hacer 

tal  cosa.* 
Sixto.  Si  por  honraros 

me  bonta  el  ciclo  de  este  modo. 

no  es  mucho,  mí  padre  caro, 

que  icniéndocis  el  estribo 


374 

'PWKTO. 

Sixto. 


LA  ELECCIÓN  pnn  LA  VIRTtlD 


Pbkkto. 


El  Pafa 


pKlKCirR. 

Ehaaiad. 


Sixto. 
Saaima. 

S4XT0. 


estribe  en  i\  mt  descnnxo. 

Aquesa  mano  me  dad.  iix  rodUlat.y 

l.cvanU  y  lant»  los  btatoy 

que  no  ct  juMij)  que  á  mi  pies 

tui  un  Cardenal  poürado. 

Si  cotiw  soy  Cardenal 

goiara  del  trono  ;iacro 

de  un  Pedro,  ya  os  he  dkho 

que  os  besara  arrodillado 

esta  venerable  diestra. 

Sepan  los  que  me  llamaron 

rilUno,  lo  que  me  precio 

de  este  sayal  tosco  y  basto. 

Moniaíto  ha  sido  mi  patria, 

queaunque  pobre,  el  nombre  es  alto; 

un  monte  icrin  mi-t  armas. 

V  mi  apellido  Montatto. 

Montallo  han  de  llamar^ie 

mis  parientes. comentando 

mi  linaje  en  mi,  que  espero 

que  mi  dicha  ha  de  encumbrarlo. 

Llegad,  padre,  j  desde  aqu! 

adoraréis  ci  pie  sKio 

de  su  bcAtiiud- 

¿Qui  aguardan 
mil  regocijados  años? 
{D<  rȇiiH4.)  Sanlisiniu  Padre  Fio, 
cuya  piedad  ha  mostrado 
lo  que  la  humildad  e^ilimas. 
los  numildcs  ensalmando, 
tus  pies  bcaiisimos  beso. 
Venerable  viejo,  atiios, 
que  os  debe  Italia  infinito 
por  el  hijo  que  habéis  dado 
a  la  militante  Jglosii, 
de  cuya  prudencia  asuardo 
célebres  y  heroicos  licchos. 
Su  aumento  tomo  it  mí  cargo, 
y  para  que  ponga  casa 
le  doy  :tietc  mil  ducados 
de  renta.  > 

Y  yo  leseiUlo 
Otros  cinco  mil  de  renta. 
.  Y  yo  y  todo  lambifn  en  nombre 
del  Rey  católico  y  sabio, 
el  gran  monarca  h'ilipo 
ei  Segundo,  k  señalo 
otros  cinco  mil  de  renta. 
Cielos,  no  merezco  tanto. 
Hermano,  ^no  nos  habUi^* 
Con  el  alma  y  con  los  braios. 


PulNCtPS. 

CfiSAftO. 

Sixto. 


PKÍNCtl-E. 


Chahoso. 


Sixto. 


Chamoso 


El  Papa. 
Sixto. 

CftSAKO. 


por  hermana  y  compañera 
oe  mi  estudio  y  mis  trabajos. 
C¿Mro  es  ya  vuestro  espoto, 
que  el  Principe  de  Kabridoo 
lo  quiere  ansi. 

Con  tal  diclu. 
inñniío  es  lo  que  gano. 
Pues  Marco  Antonio  Cotona 
la  ;nano  á  Camila  ha  dado, 
tambifn  con  vuestra  licencia. 
lliSnromc  con  tal  cuitado. 
Tráiganme.  Sabinn  mía. 
á  vuestro  hijo  Alejandro 
i  Roma,  porque  ¡te  críe 
en  ella,  y  tenga  Montalto 
por  apellido. 

Sea  ansi; 
y  cfiese  en  vuestro  palacio, 
ilustrisimo  señor, 
vuestra  vinud  imitando. 
^Nü  os  acordiis  de  Chamóse 
que  vos  dio  un  dia  su  cuariago 
con  que  venisics  i  Ftoma 
taiis  presto  que  por  encanto? 
Pues  yo  bien  me  acuerdo  de  íl. 
O  pagBlde.  6  dadnos  algo, 
ó,  pues  ya  sois  Cardenal, 
hacedme  chichón. 

Elpígo 
que  os  doy  por  tan  buen  socorro, 
son  de  renta  cien  ducados 
para  vos  y  vuesicos  hi|os. 
.Saldrá  el  vientre  de  mal  ai^o. 
Yo  sé  quc'habé.s  de  ser  Papa, 

3ue  cuando  éradcs  inochacho 
c  (cu.  todos  tos  días 
dcciades:  ttía.  papa. 
Vamos,  que  quiero  que  Rotna 
vea  lo  que  han  atcanzado 
las  letras  de  un  pastor  pobr*. 
Los  que  A  sus  padres  honraron, 
premia  el  cielo  de  esta  suerte. 
SI  tos  suce^os  extraños 

3uicre  saber  el  curioso 
e  Sixto  Quinto.en  cuatro  años 
que  Kuxú  de  la  trara 
y  sumo  poniifícado, 
il  la  segunda  comedia 
le  convido,  que  son  tantos, 
que  no  pueden  reducirse 
á  tan  corto  y  breve  espacio. 


^^^^^^PCOMEDIA  FAMOSA          ll^^^^^l 

1   VENTURA  TE  DÉ  DIOS,  HIJO    ■ 

^^^^B                                              PERSONAS  DCLLA  '                                                                 ^| 

^^^^^H                    Otók,  caballero. 

^^^^^H                       Cesado,  letrado. 
^^^^^H                                           »iefo. 
^^^^^H                      Cit-OTE.  villann. 
^^^^^H                    Ckkslio.  caMtero. 
^^^^^H                                           dama, 
^^^^^H                     AlmutOi  toldado. 

^'ui.ftlo.  griiKáHeo.                                         ^^1 
AouDO,  criado.                                           ^^| 
Octavia,  i'iiiini.                                          ^^| 
GniMAUío,  m/o.                                       ^^H 
LiSKKo,  cdhi//ero.                                      '^^^I 
Ramón,  alcaide.                                     ^^^^H 
Clavsi.a,  dama.                                          ^^^H 
Uk                                                            ^^H 

^^^    JORNADA  PRIMERA 

Pocs  no  bastofl  desengaños,                   ^^| 
ni  el  htllar  por  cxpcr>oncta                    ^^B 
que  el  principio  de  la  ciencia                 ^^H 
apetece  liemos  ftüos,                            ^^^^B 
mi.%  que  mi  madura  edad,                 |^^^B 
para  que  i  mi  padie  ablande             ^^^^B 
y  que  estudie  no  me  mande                   ^^H 
con  tanis  incapacidad.                           ^^H 
ciclos,  mis  memoria  os  pido^                   ^^H 
porque  soy  siquiera  amante;                ^^^| 
que  cl  amor  y  cl  estudiante                  ^^^H 
se  infaman  con  el  oIvmIq.                     ^^^H 
Amo  á  Rósela  divina;                         ^^^H 
pensar  en  ella  es  mi  itlona.                  ^^^H 
y  si  es  para  mi  memoria                         ^^^B 
su  imiten  anucaidina,                             ^^H 
séalo.  esludios,  tambiín,                        ^^| 
para  que  en  mi  os  autoriccit,                 ^^H 
que  nunca  se  contradicen                        ^^H 
saber  bien  y  querer  bien.                       ^^H 
Ya  es  hora  de  dar  lici¿n;                   ^^^H 
presto  el  preceptor  vendrt;                ^^^^B 
mas  i<{at  le  nprotechari                    ^^^^B 
si  en  mi  sus  preceptos  son                       ^^^ 
lo  que  en  el  yunque  el  martilloi*             ^^B 
Ahora  bien:  decorar  quiero                      ^^H 
aqueste  tiempo  primero.                        ^^| 

i>iQca,  C^Kiltdt  Platmtt*-                                                         i^^^| 

^^^^            ESCENA  PRIMERA 

H         5a(«0tMitf(«tl*i(Aiii(,  conaJ  Arle  dt  AntoBiaa 

^^H              ¿Qué  u&  hice  }'o.  Mirdlas  ptss, 
^^^B               que  Untü  me  pcr^uit? 
^^^H               jQuí  coníusiur)  infuadií 
^^^H               en  estas  ootcncijs  míai? 
^^^B             En  un  ano  911c  ha  que  inieato, 
^^^H               pO(  d«r  i  mis  padres  gusio, 
^^^1               eiludúir,     cl  Artr  aiusio 
^^^B               i  mi  lorp'c  cnicnditnknto: 
^^^B               por  má\  <]uc,  i  costa  del  sueño. 
^^^H             níCKo  i  la  cjiniB  el  tributo 
^^^H             y  décorandu  sin  rruin 
^^H               soy  más  incapaz  que  un  leño. 
^^^H             la  primer  conjuRucit'in 
^^^H              aún  no  he  podiilu  upiender, 
^^^B               ni  el  primer  tiempo  saber, 
^^^H               urea  de  mi  lícIOn, 
^^^B             .¡Porquf  consicnics,  Apolo, 
^^^B             si  tas  ciencias  te  dan  nombre. 
^^^B             8sf ''  Ionio  ticmpoi  un  hombre 
^^^B             iiD  saber  un  lienpo  solo? 

^^^^  t     latef^e<i«ti  tdiiBii:  Bt  Dcocí  bi  MIktva  r  E> 
■          a     D<S«MU>. 

^^f^    376                                           ttSTURA  TE  U£  BlCrt,  ItUO                           ^^^^^^^^| 

^^^^^K             |0h,  quiín  pudiccA  inrundillu 

que  en  mi  vil  memoria  v<s:           ^^^B 

^^^^^H              todo  sin  Sülir  de  aqui! 

quizá  entrará  por  tos  pies,                  ^H 

^^^^^H             ¡Animo.  ingirnii>  de  plomol 

pues  no  cnirjk  por  la  cabeu.              ^^ 

l'or  Dios,  que  es  hombre  terrible             J 

^^^^^^B               El  verbo  es  Je  tum,  tí,Ju¡, 

mi  padre,  pues  en  mi  al'rcnta,            ^^a 

^^^^^H               el  que  me  hice  irasaocluí 

gramático  liHcerme  intenta.              ^^M 

^^^^^^^M                   (Cumtin  (it  é  .itt'irmr  ¡fatnknaait.  y  lal- 

siendo  en  mi  lan  imposible.                ^^1 

^^^^^^^B                 randa  di  tnottilo  tn  (Bonrin  ti  Arlt.) 

Si  i  un  verbo  n»  hay  dar  «karvce            1 

^^^^^^B.            y  me  ocupn  el  licmpo  iodo. 
^^^^^H               Vayji:  índicalito  modo. 

«cuándo  tlexaré  i  su  fin;                    ^J 

ni  o'imo  sabiA  tniin                          ^H 

^^^^^V             cn'et  moUo  de  mostrar. 

quien  no  nbc  bien  romancea             ^H 

^^^^^B              Temjiorc  prtítnli  áiív;               (Usj 

Aunque  lenKO  padres  sov                  ^H 
de  edad  varonil,  que  enciuira          '  ^^M 
miK  valnr  para  la  guerca                    ^^M 

^^^^^H              luego,  aen  cl  tiempo  presentv> 

^^^^^H             como  «qÚMio  t«  me  asiente 

^^^^^H             al  preceptor 

que  para  el  arte  en  que  eMoy;            ^^M 

^^^^^H              Dice  luego,  ium,  )ii  ioy. 

y  si  es  bien  que  en  esio  notes,          ^^| 

^^^^^H              n,  tu  eres:  adelante. 

no  son  misados  capaces                     ^^1 

^^^^^H              En.  aquí!  v%:  ¡quC  etludíantcí 

de  faciillad  que  i  rapaces                   ^H 

^^^^^V             Aifuctio  basta  por  ho}.- 
^^^^^H              como  el  singular  decore, 

muestran  palmetas  y  anotes.             ^^M 

Fvi.Aio.    Señor  UiOn.  vuestro  padre               ^^M 

^^^^^^H              maAana  sabr¿  el  plural.— 

tiene,  por  <er  principal.                     ^^M 

^^^^^m             ¡Que  deprc^idA  ti.  tan 

más  nobleza  que  caudal:                  ^^M 

^^^^^^1               y  que  tait  bien  idc  enamoren 
^^^^^H               Cierro  el  ArU,  y  decorar 

y  porque  ei  estado  os  cuadre              ^^M 

i  vuestro  valor  debido,                       ^^H 

^^^^^H              quiero,  ¡^uc  mal  mr  acomodo! 

que  estudiéis  i  corito  igma;               ^^M 

^^^^^^H              VaVii:  Imlicaiivij  modo,  (Pdiiiin/«M> 

porque  sus  deudos  qnc  en  Roma      ^^| 

^^^^^^V                       mudo  de  mostrar. 

cor  las  lelfnS  han  valido                     ^^M 
hasiu  ak'an/ár  el  capelu.                    ^^M 

^^^^^B               Trmpore  preanti,      tiempo 

^^^^^^H              pKsertte.  Ünm...,  ea.  puet. 

prometen  haceros  hombre:               ^H 

^^^^^H 

estudiad,  y  no  os  asombre               ^^M 

^^^^^^H              tum,  sipnilica...  á-)\U'l 

la  incapKidad  que  al  cielo               ^^H 

^^^^^^B              Sin  provKho  (;asi>>      tiempo. 

(queréis,  ocioso.  Imputar.                  ^^M 

^^^^^^B             Si  no  abro     Iibfu  e%  en  vano. 

SsbK>  vuestro  púdreos  vea.                ^^M 

^^^^^H             ¡Que  una          tan  ojmun 

aue  no  hay  cosa  que  no  sea             ^^| 
difícil  al  comentar.                          ^^M 

^^^^^^1              me  cueste  A  mi  unlot  Siim... 

^^^^^H              ¡ah,  mem<iria  de  víllanu: 

De  la  honra  es  breve  atajo                 ^^U 

^^^^B             fUt.)  Siim.  yo  soy.  mcenscAa  aquí. 
^^^^^B              Lo  que  por  el  libro  aprendo 

d  estudio  que  el  t:uerdo  ama.           ^H 

porque  hI  icmplr*  de  la  fama              ^H 

^^^^^^ft               lo  olvido  lue^oen  leyendo. 

se  cnini  por  el  del  trabajo.                 ^H 

^^^^^H               ¡Cielo!  jtu  qué  estrella  nací? 

No  cobm  valor  ni  medra                     ^H 

^^^^^H              ¡Ah,  ({ramiiicji  maldita: 

ta  ociosidad  rc}¡a1ada.                          ^^M 

^^^^^H                                                        fArr^ía 

que  una  í:u!.i  continuada                    ^^M 

^^^^^H             malhaya  quien  le  inventút 

rompe  la  m&a  duri'picdra.                 ^^M 

^^^^H             Si  no  íoy  pan  li 

Uno  y  otro  estudio  ven/a                  ^^| 

^^^^^1             j'qui^i)  i  que  euu'die  me  incits? 
^^^^^H            Vete  con  la  maldición 

U  memora  basta  que  abrace'           ^^B 

lo  que  os  enscüii,  pues  hace              ^H 

^^^^^H            Artt  de  embeleco» 

la  mitad  el  que  comlenta.                   ^^H 

^^^^^H            de  mi  memoria 

Airad  el  Arle  del  suelfts.,.    (.UtJUt.)      1 

^^^^^H            de  mi  ingenio  citn(usión: 

y  cslimiulle  en  mis.  Otón.                  ^^ñ 
Ka,  decid  La  lickm                             ^^M 

^^^^^H             que      le  quiero  aprender. 

^^^^^H            ni  contigo  es  bien  me  asombre. 

que  ayer  os  enseM.                          ^^| 

^^^^^H            Si  ev  natural  en  todo  hombre 

Otón.                                  lAh,  cielo!            ^M 

^^^^^V             el  dneo  de 

Fl'lb'O.     De  ese  verbo  íuslanlivo                   ^^M 

^^^^^B             y  hace  en  mi  un  poco  Iruto 
^^^^^^^              la  ductrína  que  me  das. 

el  primer  tiempo  me  dad.                    ^^| 
No  ^li  confundiis;  cumcnxad.             ^^M 

^^^^^H              no  me  llamen  hombre  mis. 

OTw^.       Comiendo:  n...ninalÍvo                       ^^M 

^^^^H            sino  roble,  eitatua.  bruto. 

nm...                                             ^H 

^^^^H             ¿Hay  tal  desesperación r 
^^^^H            bl  preceptor  sale:  ¡ah.  cielo! 

1'ti.iiO.             ¡Donoso  majadero!                   ^^ñ 

¿Nombre  hacéis  á  sum,  a./ui.^              1 

¿no  es  verbo.*                                   ^^1 

Otúk.                            Domine,  si.                  ^^M 

^^^^P                     .ESCENA  II 

Ki.'uio.     Pues  dcci  cl  tiempo  piimero.              ^^B 

^^^^^K                  OtAm  y  Fdliw,  Mdnrr». 

Ot¿n.      ¿No  Tuc  en  e>e  iw-mpu  Adán?            ^H 
ri;LBio.     ¡A  propósito  iray  Jarro!                      ^^M 

V          Pt;t.Bio.    OrAn;  ¿el  .4wecn  el  lueto? 

¡l'or  c;crto  ingenio  bizarro                  ^^| 

H                          Bien  se  sibrA  la  lición. 

por  discípulo  me  dan!                          ^^B 

■           OrÓN.       Arióiale  U  torpeía 

¿No  ot  cnvei^í.  impertinente.                  1 

J 

lOnNAUA    l-IdMÜHA 


los  ti«mpot  <kl  verbo?  tsuba... 
Oros.       Ye...  >a...,  no  >e  me  acorilaba- 
FvL*iu.    I'un  ded  «I  tiempo  ptcM.-Ri(!. 
Oró.s.       El  pfesenl«  es  bi«n  belUco, 

si  d  cielo  nu  lu  locorre. 

Moneda  de  vdhJn  cune 

j  reinan  Vciiuj  >  baco; 

Iabr«  casas  la  lisonja; 

ti  pcsudofado  caña 

la  verdad,  la  iMliád  daAs: 
<  U  ambición  se  tnciió  monía. 

ICs  ciencia  la  presunción: 

inyento  la  oscuridad; 

el  meniir  sagacidad, 

Í  grandeza  el  ser  ladrón, 
ividiir  el  que  consicnie: 
buhonera  U  hermosura; 
venik  baculov  U  ii^ura... 

Ícste  es  el  liemp»  presente, 
pues  en  el  la  ii¡n(>rant:ia 
reoceá  la  subidurld. 
y  en  mi  la  diclia  podiU^ 
«r  di-  mivüt  iinponancia 
que  el  latín  que  aprendo  nwl, 
con  vucsiru^r/íos  avenld.^^miyifc.) 
,vi  mi  padre  le  decid 

3 lie  nn  fuerce  el  nalural 
e  9iU  tiiju  con  violencia, 
que  es  hacer  al  cíelo  agravio, 
y  si  me  quiere  hacer  sabio 

Íue  me  de  la  vuñciencia.  (V^mJ 

I  hiimbce  tía  dicho  inuy  bien, 
y  me  libra  de  un  trabajo 
que  á  iiimalle  yo  a  destajo 
perdiera  el  ^cso  también. 
Jesuv  qué  niAti  maiiiloie! 
Mis  ha  de  un  mct  ijue  le  di 
de  liciun  i  sum,  es.  Jui, 

3ue  la  abaica  >  el  capole 
el  rústico  mái común 
le  aprendiera  en  media  hura, 
y  sáleme  el  poste  agora 
con  nominavo,  uim. 
j<Jtií  de  Otones  queme  miran, 
drscrcios  en  la  opinión, 
t)ue  para  el  Antonio  soo 
tam^uam  atínu*  aJ  lyrant.      (faie.) 

£SCh:NA  III 
Stint  nMti-i,  rfana.  y  Aucno. 

RusElj^.    De  modo  contenta  estoy, 

que  pues  no  hmo  acciones  locas, 
nc  muestro  que  hermana  soy 
de  C^aro.  Albricias  pocas 
por  tales  nueras  te  doy. 
^Quc  mi  hermano  tanta  estima 
por  sus  lenas  ha  Hicanzador' 

Aoüiiu.     Toda  Italia  le  sublima 

por  el  mii  noble  letrado 
q^ue  Ice  cátedra  de  Prinhi, 
No  tiene  jurisperito 
Europa  sabio  como  él: 
su  nombre  en  Bolonia  escrito 
por  tu  calles,  el  laurel 
(c  uficcc. 


RosBi.a. 


AbUUO. 


ROSRLA. 
AuUDt). 


3;7 

(iozo  Infinito 
con  cNai  nuevas  me  das. 
¡Qué  alegre  estará  Honorato, 
mi  padre! 

No  quieras  más. 
que  d  solo  al  de  .Munierrato, 
(cuya  guerra  ya  sabrás 
qua  con  el  de  MJntua  tiene) 
ha  sido  causa  it>tal 
de  las  paces  que  previene. 
Cuíniam?  eso. 

Gtorii  igual 
á  ganar  su  valor  viene. 
Dos  aftús  ha,  como  sabes, 

3tte  sobre  la  posesión 
e  algunas  ciudad» graves, 
3ue  en  esta  comarca  son 
etlaliay.MiUn  las  llaves, 
et  duque' de  Miniua  viejo, 

!'el  marqués  de  Monferrato, 
os  dos  de  la  guerra  espejo, 
con  miliiar  aparato 
penurban  pa¿  y  consejo: 
y  remitiendo  1  la  RUcira 
pareceres  de  letrados, 
(que  el  mis  sabio  tal  vci  yctral, 
de  Italia  los  potentados 
han  convocado  á  sotierra. 
Peleaban  cjtda  dia, 
r  combatiendo  murallas 
la  dicha  >  la  valcnLa, 
en  asaltos  y  en  batallas 
se  abrasaba  Li^mbacdia. 
y  sin  podercomponellos 
los  que  la  pa/  inie.iiaban. 
I>  ocasión  andaba  entre  ellos, 
de  quien,  ciegos,  procuraban 
sin  verla,  asir  los  (^bellos. 
Cantados  de  ({uerras,  pue^, 
entrúel  Papa  de  por  medio, 
llamando  al  Duque  y  Marqués; 
y,  para  poner  remedio 
en  iB.n  prolijo  interés. 
man<16  que  buscar  hiciesen 
al  mas  ilustre  letrado 
que  las  leyes  conocicícn. 
en  cuyo  estudio  y  cuidado 
sus  pleitos  comprometiesen. 
L>ió  la  diligencia  prisa, 
y  volando  á  las  ciudades 
de  Italia  la  lama,  avisa 
i  Ib<  i  'nivcrsídadcs 
de  Perusa,  Feímo  y  Pisa. 
Vienen  letrados  de 'Roma, 
los  su  vos  Bolonia  apresta: 
mas,  Císaro.  que  los  doma, 
como  el  sol  se  mauiíicsta 
cuartdo  entre  estrellas  asoms. 
Kiodicronse  i  su  opinión 
ciuntos  ser  jueces  quisieran. 
y  no  fue  grande  blasón, 

Eucs  también  lo  mismo  hicieran 
inulo.  Baldo  y  Jasón. 
Juex  arbitro  le  nombraron 
«I  Duque  y  Marqués  al  tin, 
y  despucs'quc  ie  informaron, 
de  dar  i  >us  t(uerras  lin 


^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ 

^H 

^             378                                                 VTSTIlBA  TE  DÉ  DIOS, 

tillo                        ^^^^^^^^^1 

^^^^^H                y  p4Mr  los  dos  )ur«ri»i 

1 

tíSCENA  IV           ^^^^H 

^^^^^^H                por  su  ubM  pttccet, 
^^^^^H              en  la  iuíiiclB  muclto. 

KwaiA.  SafeOTóx-                    ^^^^^^ 

^^^^^^M                que  n<^  4<lmit«  conompci. 

1  fu  1  :^ . 

RiMela.  por  adorarte                         ^^M 

^^^^^H                V  dnpuév  de  hab«r  t«.'\  ueU» 

odiowv  estudios  «kjo;                      ^^ 

^^^^^^1                iodo  ti  Derecho,     vencer 

que  xl  natural  cansa  el  arle.                   1 

^^^^^^H                \        ti  Üuquc:  pcru  dui 

^Qu^  giamáticu  mejor,                         1 

^^^^^H              Céato  ules  r«zonei 

quí  mis  noble  facultad.                       | 

^^^^^H                 la»  efkcai.  habló, 

qu¿  cicdcia  de  mii  vatut                        1 

^^^^^H                ^ue  i  p«íar  de  dtS>:u5toi>o& 
^^^^^H                   los  ilus  spaciguA. 

que  U  que  hulla  en  tu  beldad               1 

mi  correspondido  amorf* 

^^^^^^B                con  QUC  1^  licrmosa  ClemoKia. 
^^^^^^1                hija  aet  Duque,  se  case 

Ksiudie  nominativos 

quien  como  yo  no  se  asombre. 

^^^^^H              con     conde  de  Placcncia, 

y  apliquclcs  adjetivos. 

^^^^^H               hijo  de)  Marques. }  p««« 
^^^^^H                la  ituerra  i  hodas  y  herencia. 

como  declinen  tu  nombre 

inik  deseos  ^iemprc  vivos. 

^^^^^^H              Vinieron  lo»  doi  un 

Conjuguen  i  xum.a.fui. 

^^^^^H                V  á  OÉsato  añcionadoi. 

sin  mi  los  demis  desde  hoy. 

^^^^^H              én  «1  KotHcrno  le  ha  piíosbi 
^^^^^H                el  Ouqtic  de  sus  csiados: 

pues  sólo  de  i\  apiendi. 

mi  bicn,  con  el  tiim,  que  soy 

^^^^^H                   el  Marqués,  que  ve  compuesto 

luyo  y  no  vivo  sin  ti, 

^^^^^^B                tan  á  su  sfíisíacciún 

Si  se  enojare  mi  padre 

^^^^^H                piolo  lan  IstKo  j  reñido, 
^^^^^H              en  mucsiras  >k  su  añcUtn 

porque  en  su  gusto  no  vengo. 

,  >A  le  cuadre  »  no  le  cuadre. 

^^^^^H                de  jovas  le  hacnrjquecido.  ■ 

i  tu  amor  por  padre  tengo 

^^^^^^B                y  tict»          en  posOiiún 

y  á  tu  hermosura  por  niadre. 

^^^^^B                y  mayoraigo  le  ba  dado. 

Abre  el  amoroso  labio. 

^^^^^H  '             premio  de  su  mucha  ciencia: 

hónreme  tu  li  dichoso. 

^^^^^H               y  para  vos  ha  alcanzado, 

no  hagas  á  mi  fe  ag(avK>, 

^^^^^H              siendo  dama  de  Cltincocis. 

que  mis  quiero  ser  tu  esposo 
que,  00  siéndolo,  ser  subió. 

^^^^^^B               esperanzas  de  un  condado. 

^^^^^f               con  el  esposo  que  os  di: 

RoutA. 

(■*F-)  (íQu^  donoso  impciimcn'e!) 

^^^^^^                 ved  lo  que  el  estudio  alcanza. 

Otón,  pobreza  y  valor 

H^        Rósela,    Pun  de  estado  me  oré, 
^^^L                     voluniad,  á  U  mudanza 

no  son  dote  competente. 

ni  anda  ya  desnudo  amor 
en  la  opinión  de  la  genio. 

^^^^                      e»iaiuas  levantare. 

1 

^^^^^^B                 Villano  padre  dió  el  iitr 

Si  ya  que  eres  iunoranic, 
luvieni  h.-.cienda.  Otón, 

^^^^^^B                             que 

^^^^^H                con      traio  mercadei: 

«timiraie  constante; 

^^^^^H              bieldos  en           troc¿ 

que  el  tener  es  discreción 

^^^^^H              y  el  sembrar  por  el  vender. 

y  el  oro  se  ha  vuelto  amante. 
El  ciclo  á  mi  hermano  ha  dad" 

^^^^^H               Admití  ]a  voluniad 

^^^^^m              que  mostró  tenerme  Oi¿n, 
^^^^^H                  ustre  en  esia  ciudad. 

tantas  letras,  que  le  ven 

por  ellas  entrompado. 

^^^^^H                creyendo  de  su  afíción 

y  siendo  sabio,  no  es  bien 

^^^^^H 

darle  á  un  necio  por  cuAado. 

^^^^^H                i  mi  san}ire  con  sti  amor. 

De  tu  ignorancia  me  pesa: 

^^^^^^H                que  aunque  pobre,  es  caballero; 

Oiaro  me  ha  prometido. 

^^^^^H                pues  dindome  il  su  valor 

por  lo  que  en  esto  inleiesa,                     j 
que  no  ha  de  ser  mi  marido 

^^^^^H              V  yu  en  trtiwú  mi  dinero, 
^^^^^H               ucieran  lus  dos  mejor. 

quien  no  me  llame  condeía. 
Itespondes  como  mujer. 

^^^^^V               l'cro,  pues,  la  diligencia 

OtAx. 

^^^^^^                 de  mi  hermano  le  sublima 

pues  en  la  hacienda  reparas; 
liija  al  lin  de  meicader 

^^^^^ft                i  tan  noble  precmincncU 

^^^^^^B                y,  en  fe  de  su  mucha  csiima, 
^^^^^H              tic  de  privar  con  Clemencia, 

que  mide  su  amor  á  varas                     U 

en  la  tienda  del  tener.                           1 

^^^^^H               Otón  mtide  de  cuidado. 

<A1  interés  amur  llamase 

^^^^^B                oue       los  cielos  sereno). 
^^^^^^B                de  mi  amor  xe  han  anublado; 

Amor  no  es  mis  que  valor 

de  la  voluntad  aue  infamas. 
Pues  tú  ,icué  sabes  de  amor 
SI  aún  no  has  llegado  i  amo.  amat^ 

^^^^^^r                porque  no  pienso  sel  menos 

Ro»u. 

V                           oue  esposa  de  un  titulado. 
^^^       AovM).     A  eso  y  mis  puede  animarte 

Anda,  vete  á  tiiin.  esfti'i. 

^^^K                     Césaro,  del  mundo  espejo. ( vau\ 

OiAn, 

I 

SI  har^,  que  soy  caballero, 
y  scií  siempre  el  que  ful, 
jr  el  ser  villano  y  grosero 
de  un  terrón  al  que  hay  en  it. 
Yo,  soy  yo. 

JO(tNAl>A    PRtMEJlA 


liOULLA. 

Otóh. 

Rostut. 


OtAh. 
Rmsi*. 


Yiú.  emtú-. 

A  conjuR*'' 
te  vuentcAindo.  Oi¿n; 
ina&  tu  arnoi  no  lia  de  llc^r 
conmigo  i  cuniuga^iíJn, 
ni  i  stt  amanio  unipoco, 
qu«  mis  adelante  pas*- 
A  no  estimarte  tan  poco, 
vil  lana... 

^No  hay  quien  de  casa 
i  palos  me  eche  esic  locn.^ 

ESCESA  V 


DtCHC*  r  Aocoo. 

AOVDO.     Albricias,  seftoia  mía; 

lu  padre  y  hermano  están 
en  cau,  y  i  Miniua  van. 
PorellosH  Duque cnvU 
y  por  ti.  porque  madama 
i-lemencia  te  hace  favor. 

RosBLA.    (A  (jión  )  ^Ks  (usio  cstímjr  tu  «mor 
cuantió  un  princi^  me  lUma.^ 
Bien  pudiera  castigar 
10  iftnoianic  dnicato 
si  i  Ccsaro  y  i  Monoralu 
cuenta  de  ¿I  quisiera  dar; 
mus  rn  fe  de  tu  desprtciu 
Usictc,  Otón,  píir  «trivio 
que  el  ven^n  é  ftanar  por  sabio 
to  que  lú  pici^v  por  tfcclo. 
Y  puet  de  ti  no  haftu  caso, 
por  lo  que  le  Tilu  dc  hombre, 
atctina  ciu>>  de  un  nombre, 
mientra»  en  Miniua  me  caso. 
quemuM,  mular,  te  excusa, 
pues  mientras  ic  corresponde, 
me  Msardn  con  un  conde 
y  i  ti,  Ignorante,  con  musa, 

Otók.       ¡Que  esto  sufrol  ¡que  csio  CKtichot 
¡que  esto  causa  el  oo  saber! 


MonoMAT.  iHija! 

Cisaao.  ¡Herma  nal 

RotELA.  Si  el  placer 

da  la  muerte  cuando  es  mucho, 
no  s¿,  hermano,  cúmo  vivo. 
Si  honra  et  laurel  lu  cabello, 
honre  mis  braios  lu  cuello, 
en  que  ci  alma  le  apeicibu. 
Va  e¿  cuin  sibio  te  nombra 
la  fama  que  ic  engrandece: 
que  el  Duque  le  favorece; 
r  i  mi,  que  nioy  i  lu  tatnbn. 
Vaa¿  que  él  con  el  Marqué», 
por  bavinr  i  apacÍ|{uallos, 
te  hacen  señor  de  vasallos 
V  conde  te  harin  después. 
Va  dé  oue  eoifo  en  la  privanza 
de  madama,  v  que  por  u 


ESCENA  VI 

amina,  m<m  l»;r*ili  g*Um  C<m*o,  y 
IJoHDKAt»,  rltlo. 


CfcSADO. 


RossLA. 
Iloítoa. 


ttoSBLt. 

Otón. 


CtSAM. 

Rosaut. 

CfcSAHO, 

Otó«. 

CiSAKO. 


ROSKLA. 


CÜSARO. 


Otón. 


CiSARO. 

Otói«. 


CfcSARO. 

lloKOtl. 
CiSAKO. 


379 

vienes  Itvaniando  an  mi  • 

basta  et  ciclo  mi  cspvrania; 

que  i  mi  (udre  da  valor 

w  vara,  que  en  li  mejoia. 

si  de  medir  hasta  aitora, 

ya  en  ti  lic  Oolternador. 

Sé  que  i  lu  sangre  enriqueces, 

y  aunque  honrarle  tanto  escucho, 

sé,  en  nn,  si  le  han  dado  mucho. 

que  iníinito  mis  mereces. 

Yo  vi.  Rósela  querida, 

lo  que  basta  á  ennobleca 

mi  linaje,  sanare  v  ser. 

Preven  lucjfo  tu  partida, 

que  te  esperan  dos  carrozas. 

¿Dos? 

^i'ues  eU)  le  ha  espantado? 
Vo  espero  verte  en  rstado, 
si  un  año  i  tu  hermano  (lonas, 
que  le  llame  su  mujer 
un  Culona  ó  un  Goniof^s. 
|A]-.  Padre!  «I  cíelo  lu  hs^. 
(.ip.)  Saber  y  ensoberbecer 
Iodo  es  uno.  Ls  ambician 
de  esto*  me  ha  ¿aus*ilo  risa. 
Yo,  hermana,  ^cnj^o  de  prisa. 
Vamos. 

;Uh.  seVIorOióol 
¿aquí  está  vucss  mcrc<id? 
Con  el  contento  y  el  ^usio 

fue  en  e:ita  ocass'ón  es  justo, 
odo  ei  hucenne  merced. 
Va  estari  braio  latino, 
jC^mo  va  de  con«tru¡r? 
versos  sabrá  ya  medir; 
no  envidiará  i  Cilopinu. 
jY  cómcrf  No  hay  quien  lo  iguale. 
Es  en  íum,  es,/uS  la  prima; 
que  tanto  lo  que  es  estima. 
que  det  mm,  tt,  ful,  no  sale. 
Itaov  b,tn,  que  es  caballero, 
lísiudie.  baga  lo  que  manda 
tu  padre;  que  el  liempt»  abUnda 
el  initenio  mis  grosero. 
Su^  ircmu  aAos  puco  mis 
debe  tener:  muchacho  es: 
tiempo  le  queda  después 
para  aprender  lo  dcmis. 
jAzüíak-  el  preceptor.* 
Por  la  lición  honra  fuera; 
mas  si  el  verdugo  loa  diera 
en  CBS  de  algiin  labrador, 
fuera  afrenta  conocida. 
«Tan  presto  se  ha  <le  picara 
Muchos  suelen  azotar 
porque  dan  mala  medida. 
<'omo  mercader  no  fui 
no  temo  Bíotcs  por  esto. 
Yo  no  me  corri  tan  presto, 
aunque  lo  di^a  por  mi. 
¡Vil-e  Dios!  hidalgo  pobre.,. 
Basta,  padre,  que  la  deoda 


I    Am  an  «1  «rjf  jaal.  IUr»enbu««k  eorrlai»  M«' 
u4a«colc 

de  mtírnit  f  qnc  pot  mi 
vlta*^  IcvaauoM  tau 


^         38o                                 vr.NTiii*A  TE  b¿  blós,  iiiiü                                             1 

^^^^^^               es  madre  d«  U  prudeoda. 

1                  gustara  haceros  placer. 

^^^^^H               Flumos  can  su  sanare  cubre, 

OaiMALD.  lAy.)  ^¡Placer.*  ¡Que  nos  hable  ansí 

^^^^^^^                y  aiitcnid  4110  «nirin  k:A 

el  nieto  de  un  tosco  arado! 

^^^^^H*                -kut-  padrei.  f^%ludic,  hermano, 

HOKOfi.    Céiaro  el  gobernador 

^^^^^^                  que  vo  le  dire  la  miioo. 

de  nuutr»  Duque  y  seAor. 

^^^E       t)T¿M.       ¡Qut'tle  callos  que  XtndriS 

>  un  liiulo  le  ha  mandado. 

Por  la  buena  vecin«lad 

que  con  \<>s  tenido  habemos. 

^^^^V                        ESCENA 

ved  si  hay  en  qu^,  que  os  haremos 
cualquiera  comodidad.  (i'«ir.) 
HosEUt.    Y  yo,  si  el  Duque  me  casa 

^^^1             Dicho*.  lj>iiuL»o,  iHrfo,yOcftitk,iuMpot*- 

^^^1       OiiiMALU.  ¡yu«  el  Arte  arrúji'i  en  el  suelo! 
^^^K                       4"^y  )iir«vii»ic(iio  igual? 
^^^H       ÜcTAVu.  fr  contra  '>u  natural 

con  un  Cunde,  cual  codicio, 

recibiré  en  mi  servicio 

á  Otón,  y  honrare  en  mi  casa.  ,  v^it.t 

^^^^^^^                es  conUAdrcir  al  acto. 

Cf:<t«iiu.    V  yo  |íi  mismo  os  prumcto. 

^^^^^v               Si  el  cMudio  »  Oión  repuna. 

■Más,  Dues  tan  ignorante  es, 
haceldc  que  sea  eoriis, 

^^^^^K                nu  te  pidAis  al  acero 

^                      ni  al  plomo  que  sea  libero. 

ya  que  no  podéis  discreto; 

^^^L^l«RinAi.ü. Noel  pura  cota  ninguna. 
^^^^^^^                ¡Vive  Dios!  que  hii  de  guardar 

no  le  enseñe  yo  si  «Icanj-a 

á  dar  de  si  testimonio. 

^^^^^f)                ¡0^  K*"'*)'"^  ^0  '<■  uldeii. 

en  vez  det  Arle  Je  Antonio, 

^^^^^ Octavia.  No  harh  tul.  que  aunque  no  sea 

el  de  la  buena  cflau/a.  (Vau.i 

H                              capa/  Otón  de  e^tudiitt. 

^^H                      a  vuatfii  hiji). )  yo  sil  madíc. 

^^H                        y  es  l>ien  que  ande  en  trage  noble. 

ESCENA  Vm 

^^^       OmuALS.  ^Hiju  mi»  un  bruto,  un  ruble? 

^■^                           ^yo  de  un  mentecato  padre? 

Omaiuio, OCTAriA  jrtJT^. 

^V             Octavia.  «QuÍMbíis  tos  la  %  entura 

^f                              que  [>ios  le  tiene  guardada'' 

(jaiMALU.  ^\ie  esto  haya  yo  consentido 

^^^_        Orimalo.  Quien  ni  por  ptuma  ní  espada. 

y  caballero  me  llame! 

^^^b                       Ociaviu,  medrar  procura, 

;Que  de  esta  suerte  un  infame. 

^^^P                       ^quc  puerta  ibiena  hallari 

cielos,  nic  haya  respondidol 

^V                              para  convc^iuir  valor.^ 
^^^^       Octavia.  El  nuevo  fjobernxior 

iUn  viejo  sin  calidadt 

Octavia.  jAh,  furtuna,  toda  extremos! 

^^^L                     es  el  que  presente  csii. 

GniMALD.  «Ved  si  hay  en  qué,  que  os  hareniua 

^^^M                       Vuestro  enofo  refrenad. 

cualquiera  comodidad»; 

^^^B       ijRiMALu.  Antes  me  corro  de  ver 

¡Por  cuatro  tetras  >)ue  sabe! 

^^^K^                 ouc  un  hijo  de  un  mercader 
^^^^^L               de  tan  buja  calidad. 

Octavia.  «.Si  me  hul>]cril:>  menester 

gustaré  h acero*  placera: 

^^^^^H               que  ayer  eran  unos  bue)es. 

¡Arrogante,  necio  y  grave! 

^^^^^^H               COR  una  patizaca&a 

<J«iMAi.i>.  ilin  rustico...!  ¡<^ué  e>to  pasa 

^^^^^H             todo  tu  caudal,  hay  pasa 

y  nu  pierda  yo  el  jilicio! 
«Recibiré  en'  mi  servicio 

^^^^^H               desde  el  axada  á  las  leyes: 

^^^^^^K              ¡Quepur  su  estudaí  presuma 

á  Ot6n  y  honraré  en  mi  casa>; 

^^^^^B             ¿anar  honrosos  blasones 

jf  por  última  venganza, 
in  ame,  para  afremaric 

^^^^^^H               destfipanilu          lerroflt». 

^^^^^^B               y  huy  laureando  su  pluma. 

me  dicen  que  en  vez  del  Arte 

^^^^^H               7  que  este  bArbiro 

le  enseñe  buena  crianza. 

^^^^^H               mí  sangre  con  »u  rude/a. 

La  del  campo  es  la  mejor 

^^^^^H             y  cuando  en  Osaro  empieza. 

un  labrador  estudiante 

^^^^^H             «cabe  en     su  litiaie) 

te  ini'amn,  totpe,  i>tnoran(e. 

^^^^^B             Quién  se  pudiera  volveí 

Desde  ho>  serás  labrador. 

^^^^^V             SJD  ser  visto,  por  no  dalle 

que  si  i  ser  noble  comienia. 

V                           el  parabiín. 

quiero,  pues  que  te  envileces. 

■           Octavia.                   Llc!gai  bablalk 

que  por  donde  acaba  empieces: 
quiíiansi  lendris  vcrgüenu. 
¡Viola!  u.l*i*a  ) 

H                           que  le  habremos  menester, 
^L            OaiHALb.  ('ues  es  ya  uobernador 
^^^B                       de  nuestro  buque,  es  Torxotio. 

UcTAviA.            Grímaldo:  scftor.                         é 

^^^1                                                         </-f  f  •)  é  C4tan.) 

aosccad  y  no  hagits  caso 

^^^^^B               (iocéis,  Cesar»  dichoso. 

de  quien  caerá  at  mismo  paso 

^^^^^B             con  otro  carftO  maj'^r 

i}ue  sube  i  buscar  valor. 

^^^^^H             el  fruto  bt«n  merec  dú 

bi  se  os  ha  descomedido 

^^^^^^H             oue  premiii)  en  vos  los  cielos 
^^^^^F               ¿e  vuestro  estudio  y  desvelos, 

el  villano  entronizado. 

¿1.  como  tal.  os  ha  hahladoi, 

^T                            pue>  tan  bien  se  os  ha  lucido. 

vos,  como  noble,  sufrido. 

^^^       CisAPO.   «Oh!  Giiiiislido.  ioh.  Ocuvia  aquí! 
^^K                    :>j  me  htibterAis  menester 

;Qué  culpa  vueíiro  hijo  nene 
ac  lo  que  el  otro  os  enoja? 

^^^^■¡^■^^■■^^^^^^1 

^^^^^m                                                  OA 

i>niMEU.\                                      3ñt        ^H 

^^^^^1        ^Da  U  fottuna  que^coja 

y  si  lo  cnseflan,  aprende                       ^H 
■  hablar  romanceó  latín:                       ^^H 

^^^^^H         ingenio  á  quien  por  ¿1  vien«.' 

^^^^^P          Dios  no  ic  quiere  csiuJiunte, 

con  que  afrcntinduic  están,                   ^^H 

^^^^^■^         ni  serí  justo  que  vos 

pues  saben  lo  >|ue  ti^  no.                        ^^M 
GiLorK.     Es  sL-rdad:  también  habló                         ^^H 

^r                        queráit  hnccr  más  que  I>ios, 

■        OffiMALU.  QuiUkasmc.  Ocum.  ilcUnie, 

la  borric:!  de  ItaUn.                                 ^^H 

■                      que  <A  haní... 

.Mas  de  cMi.^qué  viulpa  ti^R                    ^^H 

■       Octavia.                      ¿\o  soy  su  m«iír*? 

mi  cupote?  I  >\qu(  de  Dtos*                       ^^H 

H                      ¿No  e%  rs;f¿R  que  i  mi  hi|<>  acudan 
^^^  Grimald.  Si  soii,  per»  w.uy  en  duda 

Ofiiiiau).  Esa  ropa  es  para  ros,                              ^^H 

CnLoir..    ¿Oil  de  eic-iUt?  ,^li,  que  bien!             ^^1 

^^^^                si  le  habéis  dado  otro  padre. 

Otos.       Mpnríc)  iQue  csio  mi  padre  permita!           V 
Su  félpelo  me  acobarda.                       ^^M 

^^^^^^          Desde  hoy  tiene  de  (guardar 

^^^^^K         los 

Octavia.  La  dicha  que  Dios  te  Kuacdi,                 ^^1 

^^^^^^^H 

tu  obediencia  solicita.                             ^^H 

^^^^^^^H 

No  en  las  letras  socamente                     ^^H 

^^^H 

consiste,  Olón,  ni  se  alcanza                 ^^H 

^^^^^^^              fienof  y  (¡iI'Otv,  nilana. 

nuestra  b¡enavt'muran/a.                       ^^H 
Ser  dichos»  el  hombre  intente:             ^^H 

^^^iStOTK.                       iVíljiamírt  Dios! 

poco  le  imporli  ser  satiiu.                       ^^H 

H                        :au¿  vagar  llenen  tu»  dov' 
^^H                jHanmos  hoy  de  decptchar? 

ii  no  fueres  venturoso;                            ^H 

rinde  el  ncciii  al  it)j;eoioso,                     ^^H 

^^^H                Mándcnmo^  dar  pan  y  queso. 

y  aunque  conoce  su  agravio,               ^^H 

^^^^^H          y  h  cuerna  de  mí  soldada 

él  cobarde  se  asegura                           ^^H 

^^^^^H         seis  realce,  que  está  prctlada 
^^^^^H         mi  Torilda  y  piccd«  el  uso 

con  dictia,  y  vence  al  valiente;              ^^M 

no  hay  desdichado  prudente;                 ^^H 

^^^^^H         d«  achaque...  jOc  que,  dirá^ 
^^^^^^        De  dar  ai  cura' 

siempre  es  necia  la  ^  entura.                   ^^H 
Yac  saber  mucho  es  odiodiO:               ^^H 

^f      GaiMALA.                        Gitote. 

la  igrtoiancia  subiú  cl  precio                  ^^H 

H                      qnlute  aquesc  capote 

tanto,  que  ¡mnoria  ser  necio                  ^^H 
para  ser  uno  oichoso.                             ^^H 
Déte  Dios,  hÍ)o,  rcntuta;                      ^^1 

■  fti  uyo. 

■  (iiLOTf.                  ¡Mas  arre  allá! 

H       riaiMALD.  Quila  presto. 

que  ella  traerá  lo  demás.                      ^^1 
CaiiiALD.  Si  esas  liciones  te  das,                          ^^1 

■       G11.0TE.                        Mss^quÉ  quiofe, 

■                      que  en  meier  leña  me  eans«^ 
H       Grimalo.  Desnuda. 

^más  que  aprenderlas  pro^:ura?              ^^M 

Vente  conmigo  al  .ilde.i.                         ^^H 

H       GiLOTt.                  Dtrtnudaránsc, 

dátete  en  ella  cl  eMado                            ^^H 

H                      que  no  son  bestias:  espere. 

que  tu  estudio  hn  [;raníeado.                  ^^H 

■        ^                                                          <linviiJá4f,) 

que  no  osare  que  me  vea                     ^^H 
Padua.  afrentado  por  ti                           ^^H 

H       üRiHALo.  Quilate  aquesa  solana. 

■                      tu,  y  todo,  idiota. 

de  la  boca  de  uti  vilUno.                        ^^H 

■        ÜTÓN.                                    ¡Serior! 

OtAn.      ( i^KK.HijPo^'blc  es.  tiempo  tirano,  ■        ■ 

^^^GniMALn,  Desde  hoy  ha^  de  t«r  paMor 

que  me  has  de  afrentar  antl?)               ^^fl 

^^^H                con  vida  iosca  v  villana. 

Mijo  tuyo  sov.  señon                              ^^H 

^^^r                  Quita  V  calla,  ú  ;vive  Üiosl... 

hai  de  mi  cu'iuto  quisierei.                  ^^M 

^P                                                                (OMKÚ.fa»  OUmi 

CRiMAi.D.éM'  hü"^  iMicntes!  Tú  eres                 ^^M 

^^^  GiLOTC.    Otro  danzante  tenemos. 

hi|->de  aluún  vil  pastor.                       ^^H 
OtA».       Madre,  míAs.                                       ^^M 

^^^L                Mas  jv  qujcre  que  tuguemos 
^^^P                 i  los  CHitanes  los  dos? 

Grimalíi.                     {Tú,  d«  mí  casta?            ^H 

^^^OcTaviA.  No  lie  de  sufrir  tal  agravio. 

^^1 

H                      aunque  muriendo  os  resista. 

O1Ó».              Obtdecene  elHo.                      ^^^H 

H                        Cada  cual  ku  trji|e  vista: 

Octavia.  Ventura  te  di  Dios.  hijo.                     ^^^ 

■                      lOKO  el  loico.  sabio  el  sabiO. 

que  el  saber  poco  ie  basta.                          I 

H       Otúk.       Seftor.  si  el  cielo  permite 

H«<tu  •'  vHr<la  GiloMj     ^^M 

^M                        mostráfieme  siempre  eiltaito.,. 

^^1 

H        GftiWALD.  En  el  eitudlu  de  un  ifto. 

^^^H 

H^                       cuando  el  irubajci  compile 

eSCRN'A  \                                  ^H 

^^^_                con  d  más  conicarto  clima. 

^^^^H 

^^^fe               no  rcsisic  la  ignorancia. 

^^^^^^         porque  en  la  perseverancia 
^^^^^^»         1  honra  ha  puesto  su  estima. 

Heme  aquí  á  mi  ensotan»do.              ^^^ñ 

jQué  ha  de  decir  si  me  v'«                    l^^^l 
Tonlda?  Si.  que  burk                       ^^^^1 

^^^^^IF         Vístete  esc  tosco  sayo. 

V       GÜoTir.    ¿Cómprele  yo  para* él? 
H                         Tres  vsras  ti¿n  de  buriel. 

antojos  de  su  preñado.                         ^^H 

Mas  no.  que  s<  huc  ell  cl  antojo            ^^H 

^k                                                               (Viittir  Oii>n  df  ffÁllar.i 

morder  del  pescuezo  al  cura.               ^^H 

^M      GaiHAtD.  Aun  un  tordo,  un  papaicaya. 

porque  viva  la  criatura                        ^^H 

^1                        una  urraca,  un  cuerdo,  en  Tin, 

y  á  «1  no  le  crezca  el  oio,                   ^^M 
berme  cura  es  aeiidexa:                       ^^H 

^M                     estudia  lo  que  no  entiende. 

3R3 


%'Kr»TtiIi  A  TT!  I)K  WOS,  ItlIO 


moérdainc  i  mi,  en  conclusión; 

que  mlt  val«  un  mordiscan 

HUr  etiorbos  rn  la  cabcm.     (l'4w.) 


ESCENA  Xl 


i>£ibi. 


nflor. 


tHXHO. 


Cniseuo. 
Morir,  I-íjcno, 
«  mejor  que  vivir  d«ñp«iJKlo. 
Si  «loi,  coino  ssb«.  vin  vcncflo. 
^cümo  puiJri'  vivir  iiu^Í(;jiJü? 
Dos  antis  ha  Que  Sirvo,  mil  que  peno 
dcniadiima  Ckmcncii  enamorado, 
y  al  cabo  de  esperanias  )'  desvelos, 
ñor  pagar  amur  mal,  me  paga  en  celos. 
Del  duque  hiy  de  MAntua  noble  primo, 
acretrniarcrei  nu  parcnieico 
con  el  de  >etno.  ;Air,  Dioi!  ¿cúmo  reprimo 
el  fuefio  fi);uri>M>  que  padezco? 
-Setrlle  en  estas  f;ucrus.  y  «I  acrlrtio 
del  amor  qu.'  tir  Jnico  ubedc/co, 
cuando  i  CItrmcncia  ijiiagme  por  mía. 
en  lugar  de  lUquel  mcilan  á  Lia. 
^Yo.  l.iscno.  i  Ciaidaffitosu  esposo? 
iQüi  impona  que  dei  Duque  sea  siibrlnaP 
jquí  impnfia  que  su  dolv  caudaloso 
¡"ncline  al  inicrcs,  si  á  amor  no  inclina? 
Estoy  loco,  c-ttoy  mutrui,  esioy  celoso. 
Quien  con  celos  y  smor  no  desaliña. 
DI  Siente  agravios,  ni  de  veras  ama. 
^Enriouecon  Clemencia,  y  u>  sin  dama? 
Defa,  t.iscno,  que  mi  honrsJa  furia 
me  di  la  muerte  aquí. 

L^NO. 

^florl 

Caiiiuo. 

jC  (emenda 
del  CoiKk.  y  yo,  villano  de  Uguna, 
quién  [a  lleva  cobarde  i  m  presencia? 
^Yo  autor  infame  de  nii  prupia  injuria? 
^yo  vil  ejecutor  de  mi  scnienciji? 
^yo  amante  suyo  i  intitular  me  atrevo? 
jyo,  que  la  adoro,  yo  a  casar  li  llevo? 
Esta  es  traiciún  que  contra  mi  ciecuto. 
Perdone  el  Duque,  si  por  hacer  pacet, 
■I  Conde  da  de  mi  trabajo  «I  fruto. 

L lie  NO. 
No  des  voces,  seAof ,  nt>m  U>  que  hace^. 

Criscuo. 
Amórtenla  mi  industria,  porque  asiulo 
i  mi  csprranxi  jmmic  siiti*liit:es. 
Yo  estorbsrt  que  ci  conJe  Je  riacencia 
á  Mdntua  herede.  \  cave  con  Clemencia. 

LtSEMO, 

Ya  cualquiera  fcmodM  tendrA  tarde 

pues  á  este  castillo  la  has  uavío, 

v  i  Padua  ha  de  licitar  aquella  larde, 

áonde  et  Duque  v  Vlarqutt  ban  concurrido. 


,    ratiEuo. 
Stempre  falta  ocasu'xt  »\  que  es  cobarde. 
V  sobra  liempo  y  dala  al  «irevido 
Yo  haré  que  en  no  casarse  se  resuelva, 
aunque  la  guerra  k  sus  principios  vuelva. 

I.  isa  .v  o. 
Al  conde  de  f'lac encía  esti  oKiiardando. 
que  hasta  aqui  ha  de  salir  á  recibilla, 
y  si  tan  presto  Hejia,  no  té  cuando 
(kkIiís  3.  lio  ensarte  per^uadilla. 

Caisci.to. 
Lr)  un  hora  se  viii  Troya  abrasando: 
s6Io  un  tiro  murallas  aportilla. 

Laxno. 

Madama  ule. 

Chisbuo. 
Amor,  volando  obra, 
que  i  quien  valor  no  falta,  el  tiempo  sobra. 


KSCENA  Xir 

D>OHM.  Ctaua>'cr&)>Ct«t*u.tfrc«ia(Ha.  j-Ramom, 
«rtiilifr. 

Ramók.     De  que  el  Duque  sea  servido 

de  honrar  esta  fortaleza, 

señora,  con  «uesira  alteía 

notable  sueMc  be  ten  do. 

Previo  el  coivJede  Pl»cencia, 

llet^ndo  jqui  louará 

la  ventura  que  leda 

lal  esposa  y  tal  herencia. 

DKhuso  pítalo,  por  Dio*. 

mAs  que  U  i;urira  crdet. 

pues  sentenciado  cuntra  él 

el  fruto  (p>/acon  vos. 
Ci.*rEi.A.  Lu  que  n»  pudn  In  itueria, 

tas  paces  han  concluido. 
Clbmbn.  Sin  verle  me  dan  marido. 

No  se  %'  mi  padre  yerra, 

pero  téquesu  hljá  soy 

V  que  es  fuerza  obcdccclle. 
Ct.AVELa.tloy,  prima,  tienes  de  velle. 
CLaMCN.   Y  también  me  casan  hoy- 

¿CuAndo  has  visto  tú,  Clavel». 

boda  V  vistas  en  un  dia? 
CniMtuD.  iAp.\  favoreced,  dicha  mía, 

mi  mentirosa  cautela, 

que  pues  no  ama  ut  desposado. 

bien  mis  engaítos  saldrán. 
CLtHBN.   Aun  mAv  término  le  dan 

de  vkU  tt  un  ajusi.clado. 
Cl.AVELa.  Tu  padre  tiene  buen  gusto. 
Ci^MtH.  Kilo  e»  hecho;  no  bay  que  hablar. — 

¡Oh,  Crisello! 
CarsKUO.  Descansar 

del  camino  serA  |Uüto; 

que  madrugó  tucvira  alteza. 
Ramón.    Centra  el  calor  que  hoy  abrasa 

no  hay  defensa  tn  esta  casa 
mcíur  que  cvta  Ivaia  pieva. 

Sale  A  ese  Iresco  jardín. 

V  él  luego  á  un  bosque  que  abrau 

deleitosa  pesca  v  caía. 


lORNADA   ntlMRPA 


383 


CiaHCN.  Pa»tieinpo  vue«iro,  en  fin. 

Raii6n.    y  dncoio  de  honrarse 

con  ruestri  httmosa  pr««nck. 
.Ci-BMSM.  l'AMdel  sol  la  inctemcncia 
)  Jejeconiutiicafsc, 
t(uc  pot  él  nos  paníretnos. 

Ram^n,     Ln  ic  de  uso  »tán  sus  puertas 
con  vos  securas  t  sbicna^: 
que  c.-isiillo  fn  que  tenemos 
por  huéspeda  n  vuestra  alten 
cerraiíc  fueta  iraicíón. 

Climkn.  Nobk  y  ci-nés  ^h%,  Ramón. 

Rahók.     Para  voi  no  hay  forlateza. 

Dormid,  lenotn,  !(«fiura.  (Van.} 

Cniasuo.  (é  ckin.i  í¡n  poco  tengo  que  hablarle. 

CLBME.t.  D«ipu£s. 

Cbiseuo.  Ha  de  s«r  aparte. 

CLAVSLA.(^f-)  ^Mas  Qué  pedirla  procura 
que  siis  boaas  regocije 
con  la»  mías,  que  me  adori.^ 

Clkmbk.  ¿Vamc,  pfimai' 

Clatil*.  Adiós,  scfíori. 

ÍAp.}ilAT,iÍ  (uose  lo  que  dije!) 


ESCRNA  XIII 
C«H«ua  y  CLMiairaA. 

CmISI.iü. 

No  quiero  con  preámbulos  (tocirte 
li>  que  la  prisa  impide  pundeiarte, 

^pues  basta  mi  teaiiad  á  persuadirte 
el  tener  yo  en  tu  sari^'e  tar>ta  pane, 
^lo  qutcrbque  en  premio  de  servirte. 
si  mi  amor  «s  indiRno  de  oblituric. 
ha^as  de  ¿1  etlimandole  mái  cuetiia, 
que  quien  viene  de  paz  A  tixenc  afrenta. 
Enire  el  duque  y  marqués  de  MonTenaio. 
lapuéí  de  dar  én  tu  favor  semencU 
Bngido  se  hixo  el  amoroso  trato 
e  darte  por  esposa  al  de  Placencia; 
aas  él  al  cielo  y  i  su  dicha  ínKrato. 

'contra  la  fe  y  debida  teverencii 
al  Papa,  que  en  las  paces  se  interpuso, 
á  vcn)(BTse  ii  tu  costa  se  dispuso. 
Hoy,  que  viene  puf  ti.  se  determina, 
forzándote,  afrenl>r  tu  sangie  y  casa; 
que  tanto  puede  el  odio  cuando  inclina 
l>  enemistad  si  i  dcscendicnics  pasa. 
No  i  ser  lu  espo'^o  viene,  ni  ima^ma 
tenerte  amor,  cuando  en  furor  se  abrasa, 
sino  hacer  con  us  pace:i,  fementido, 
lo  que  con  untas  (¡ueriai  no  ha  podido. 
Ir^cHale  su  padre,  que,  imprudiente, 
antepone  á  la  honra  la  vcnKania; 
y  en  esta  fortaleza  ha  puesto  (¡ente, 
porque  sü  alcalde  la  traición  alcanza: 
y  dindolc  favor  como  paricnic, 
de  medrar  por  íntiel  tiene  esperan]!*. 
Por  .eso  cortesano  te  recibe, 
regatos  le  hace  y  tiestas  te  apercibe. 
De  buen  orif¡inal  su  iikIo  etto: 
Fabiu,  mi  hermano,  que  al  de  Monferrato 
sirvió  decspilin,  por  haber  puesto 
amistad  en  tos  dos  et  largo  trato, 


viendo  tu  honor  en  riesgo  manltiesio, 
me  escribió  cite  suceso  con  recato 
y  temor  que  el  Marquéi  noticia  lenfta. 
porque  con  tiempo  lu  favor  preven);a. 
Mira  lo  que  has  de  hacer. 

fÜLKMKKCIA. 

Cri sello  amigo, 
deudo  er«  mió;  por  tu  cuenta  corre 
U  honra  que  i  perder  ven<lris  conmigo 
cuando  esa  infamia  mi  notile/a  horre. 
De  que  verdad  me  dices  es  [estibo 
el  coraiún  y  «i  alma,  que  socorre 
con  avisos  det  daño  que  previene, 

Eues  no  Mn  causa  tan  lor/ada  viene, 
in  conocer  al  Conde  le  aborrcíco: 
que  asi  con  su  traición  mi  desdan  cuadra. 
Mi  honra  mira, 

Ckiseuo. 
Uefendcrlaofreico. 
f^nciírratc,  seífora,  en  esacuadra, 
que  en  la  espesura  de  este  monte  fresco 
para  este  dailu  preven!  una  escuadra 
de  amt>:Ds  y  soldados,  que  prosura 
servirte,  con  quien  puedes  riuir  SMura. 
Si  mientras  vuelvo  lle^a  el  falso  Conde, 
hazte  fuerte  y  da  voces,  que  al  instante 
seré  coniiiio  y  con  mi  Rente  en  donde 
hazañas  vites  de  un  traidor  quebrante, 
l.a  puerta  del  jardín  que  corresponde 
Al  bosque  y  está  abierta,  es  importante. 

C(.E>IINCtA. 

¿Avisaré  i  Clávela^ 

OncLio. 
No,  seAora; 
que  esinba  todo  en  el  secreto  agora. 

CcaMKMCia. 
¡Oh.  Conde  fementido! 

OksliO.  <^p«rrr,) 

<Amor,  ayuda; 
que  ii  4  Clemencia  venturoso  llevo 
y  aseguro  el  amor  que  he  puesto  en  duda, 
á  ser  del  Duque  suceíor  me  atrevo. 
Mi  gente  está  emboscada,  porque  acuda 
al  amoroso  robo.  Olíses  nuevo 
me  llaman  mis  engaños  v  prudencia; 
segundo  Páris  soy.)  Adi¿«,  Clemencia.  (Vanj 

ESCENA  XIV 
Ciauíncí*. 

De  la  poca  voluntad. 
Conde  traidor,  que  te  tengo 
á  tacar  en  limpio  vengo 
que  es  cteru  tu  dcsiealiad. 
Heredas  la  enemistad 
que  entre  tu  sanare  y  la  mía 
tía  asombrado  A  l.ombardia, 
y  la  costumbre  v  bajeia, 
que  en  ti  es  ya  naturaleza, 
viles  pcnsamienlos  cría. 
Aunque  en  parte  estoy  contenta 
de  tu  intención  alevosa, 
pues  me  impide  «I  ser  tu  esposa 


3^1 


VFKTtWA  TK  (Sí  BI6R,  WW 


y  mí  hPcn.id  aunicnta. 

rnra'ra.)   l-l l'ooitc  lifítc; dad cuenUt 

i  madami. 

¡Ay,  Dius!  ,-(nié  cs  esto? 
Mí  p«ltf[ro  n  tnanilÍMio 
y  arrenu,  puc*  V-v^A  y» 
e\  iniidof,  que  no  pi^dfá 
Cmetiú  voUertnn  pr»io. 
L>  puiru  cerré  con  IIjivc; 
mas  ¿dv  quí  ívniti  ¡iv,  c\e\<¡t 
i-i  áH  iua  cU*  tu  el  sueí» 
quien  dar  con  U&  honras  s.ibe^ 
Ll  ánimo,  hunor.acabe 
lo  oue  Cri&elio  coricicna. 
Al  bosque  sale  U  puerta 
tk  ¿stc.  y  ¿()ni¿n  duda 
que  por'darmc  el  ciclo  ayuda 
,  quito  que  cMu^  icse  abtefia? 
Por  ella  dice  que  aguardr 
■ai  ya  espacioso  fainr; 
bub:;iUe  MTimeint 
que  lliiiur  si  viene  urde. 
Atas  da  el  icitur  cobarde; 
i3  ia&  ltcvu,;quc  dilato 
mi  pan  illa  V<'^)nde  iriKiaio, 
contra  il  Marques  que  te  apoya 
í«r«  imnación  de  Troya 
lU  Placcncia  }  Moiifer'raio.      (t'<M.| 

ESCENA  XV 


Ufflbrosu  arboleda)., 

avsríenias  al  s»!.  al  aire  francas. 

pues  le  impedí  que  vuestros  truncos  dort;     i 

tuenie^  que  jamáK  quedas, 

rubias  arenas  cutre  guijas  hlancat 

criáis  donde  Narciso  se  enamore, 

á  que  OS  habite  y  II»te 

me  envía  el  desprecio, 

si  no  rehusáis  que  os  acompañe  un  necio. 

Ya  que  iciías  no  entienda 

en  iiue  la  ^enic  funda  sus  caudales, 

sublima  Inijcnios  y  establece  tirados, 

en  vosotros  aprenda 

mi  dicha,  pues  sois  libros  naturales, 

por  el  Abril  curioso  encuadernados: 

darán  á  mis  cuidados 

por  nn  de  misconitoias 

las  Bvet,  plumas;  vue!<tros  ramos,  hojas. 

Si  de  líoscln  amante 

un  tiempii  la  adori,  y  en  su  hcrmoiura 

fundiida  la  ambición  tocó  i  mudonxa, 

mirar^la  aTro^anle 

en  vuestras  hojas.  llores  y  frescura, 

y  tueito  en  el  ini  ierno  mi  v  encisma, 

a'  ue  contra  la  esperanza 
e  la  hermosura  ingrata 
Kuecael  oro  de  A  bol  Enero  en  plata. 
Dad  alivio  á  mi  quepa, 
montes  alegres,  soledad  secura, 
ansi  jamás  os  desampare]- lora. 
Mi  madre  me  aconscia 
que  busque  mi  ignorancia  A  ta  vcniuri, 
rero  ni  ii  quiín  rs  ni  adonde  mora, 
decidme  de  ella  acora, 


que  es  lormcmo  dQbiad'> 

el  ser  á  un  tiempo  nobk  y  desdichado, 

ESCENA   XVr 

Ci.RM«s.  pastor,  vaquero,  serrano: 
sise  halla  alguna nobteza 
en  tu  llana  rustiqueza, 
(que  tal  vez  en  el  villano 
se  hospeda  ta  cortesía 
iHCJuf  que  ni  ta  sanóte  ciar». 
socorre  agora  y  ampara 
á  quien  de  ti  su  honor  Ha. 
Escúndeme  de  un  traidor 
que  mi  deshonra  pretende 
y  con  la  vcnuanza  ofende 
las  prendas  de  su  valor. 
Mira  que  se  a>;;rca  aquí 
^uicn  )^lo  injuriarme  espera. 

Otín.       Ü  la  ventura  viviera 

como  la  nobleza  en  mi. 

no  me  di^radei.  el  nombre 

con  queme  habéis  injuriado; 

pero  soy  tan  desdichado 

que  aun  no  merezco  ser  hombre. 

^Qué  tcnvT  os  acom|?aAa? 

^cl  que  os  agravia  quién  es? 

CLaviFv.  Vote  lo  diré  después. 
Si  tienes  casa  ó  cabafla, 
en  ella  esconder  procura 
á  quien  un  traidor  asalta, 
que  podrá  ser.  si  te  falla 
como  dices,  la  ventura. 

aue  por  mi  seas  dichoso. 
_  _   .  o  me  obliga  el  intctés: 

nobk  so^v  y  soy  cortés, 
aunque  •  las  letras  odioso. 
Una  Rranja  está  aqui  cerca 
de  un  padre,  que  por  castrad 
de  que  el  eiiudio  no  sigo, 
que  ni  se  hereda  ni  merca, 
en  este  traje  me  ha  puesto. 
Ticne  condiCHin  terrible, 
y  si  os  ve,  será  posible 
que  os  maltrate,  descompuesto, 
sospechando  si  allá  os  Ikvo 
lo  que  en  los  aAos  prohiot 
culpan  en  los  mozos  hi|o>. 
Mas,  venid,  que  10  me  utrero, 
visiieiidotis  de  labradora, 
de  mancradisUazaros. 
que  cuando  intente  acraviarus 
quien  la  ley  il«  noble  ignor«, 

riayue  al  valor  que  me  esíuerxa 
a  traición  con  que  os  asalta: 
que  i  quien  d  Ini^eniu  falla 
le  suele  sobrar  in  fuerza. 
Venbd,  que  haría  dicha  ha  wdo 
ia  que  va  me  favorece. 

Cues  defenderos  merece, 
a  que  contigo  he  tenido 
te  ofrece,  puesitenerosu 
quieres  defender  mi  uRratio. 
hacerte,  ya  que  no  sabw, 
por  la  mcnoi  venturoso. 


JORNADA  SE<;irxnA 


385 


JORNAÜA  SEGUNDA 


ESCENA  PRIMERA 
Sattn  Cniaiiitio  y  Octatu. 

GriniAU).  Yo  le  haré  que  icnpa  stso. 

pues  no  1«  pueda  hacer  sBbJo: 
^iriK  ignórame,  traiicsor' 

Octavia.  ¡Grícnaldol 

GMiUAt-D.  g^Con  bu«n  Tcsabio 

b>  Salido!  hfurii  prcvo, 
«ive  Dioí,  hasta  que  olvide 
Us  p»ii>rm  qiich:i  Irocid» 
por  lai  kcrat  que  despide. 
¡Bueno!  ^Oum  cnitmuridu 
cuando  en  el  campo  tcsíde.^ 
j.Mujercilliten  mi  quinta^ 

Octavia.  Esta  es  una  labradora, 

no  cual  vuciito  enojo  pinta. 

Grimali».  Echalda.  Octavia,  en  mal  hora, 
i>  la  que  iraigo  en  la  cinta. 
din<lola  licespaldaraEOS 
ini  cólera  amansaré. 
iQui  mucho  si  en  lalcs  ta^os 
(¡sMa  el  lie-tnpo  cuando  da 
al  inior  torpes  abrazos, 
que  ni  lo  que  mudía  sepa 
ni  haya  co^ia  de  valora 
No  hallo  yo  pecho  en  quien  quepa 
el  estudio  V  clamor, 
que  d«  la  virtud  iJiscrepa. 
La  lijrpeira  no  coniiert'a 
letras  con  que  el  Mbio  viva, 
de  los  vicioi  ajntrayerbs. 
que  SI  Venus  es  lasciva, 
por  eso  es  virgen  Minerva, 
^icn  en  la  quinta  se  emplea! 
Con  tan  buenos  cae  ta  pac  ios 
estudiando  en  el  aldea, 
olvidará  los  palacios 
q_ue  el  ocioso  amor  pasca. 
No  me  repliquéis.  Octavia; 
preio  ha  de  esisr;  despedid 
esa  mujer  si  sois  sabia. 
íTAviA.  Desenojaos  y  adven-d 

si  Oiún  cim  ella  i>s  a^iravia, 
^      y  c  astilla  Id  c  después 

que  lu  hayáis  uverÍRuado. 

OaiMALD.  ¡Que  siempre  en  las  madres  es 
el  amor  dcsatinadcri 

Octavia,  Como  no  hay  otro  Interés 

que  premie  lo  que  nos  cuesia 
un  hijo,  sino  el  amor. 
mis  sus  fuerzas  mimtirua. 
jftinAt.i>., -Queréis  indicio  mayor 
iJe  la  Rikiun  deshonesta 
que  Otón  tiene  á  esa  mujer.* 
Pues  advertid  el  cuidado 
con  que  vive  desde  ayer 
que  en  casa  se  ha  acomodad^ 
que  yo  he  procurado  ver 
si  á  solas  se  hablan,  y  han  Sidb 
tantas  las  muestras  y  tales 
de  amor,  que  me  han  persuadido 
á  que  en  Idios  desiguales 


COMCIHAS  Oe  TIRSO  t>r.  .MOLIVA. — TOMO  I 


se  han  de  casar.  U  nu  )i»pÍdD 

este  desatino  tue|to. 
Octavia.  ^Vos  lo  visteis* 
GmuAU).  Yo,  que  sé 

las  prop>edadcs  del  (uego, 

3ue  aunque  de  le|os  se  ve, 
a  tux  y  es  para  sl  ciego. 
I'or  «so'  en  el  fuego  ha  puesto 
amor  su  esfera;  y  ansí 
despcdüda.  Ociavi^,  prnlo, 
y  dejadme  hacer  A  mi. 
que  yo  me  entiendo. 
Octavia.  -'Qué  es  esto? 

ESCENA  It 

DtciiM.  y  lalrn  (/  i:ovii«  líiiiiiijt  i,  rt  Iil-^uc,  fl()«i, 
Cii>»iia,(:i.A>Kt.A,  HottiA,  Cíu,r.o  y  K'sOx,  fudnf 

Di-Qt-c.    (AJCoadt.)  Sl  con  alfiuna  traklAn 

no  provoc&is  mi  paciencia. 

mirad,  conde  de  l'Iacencia. 

que  usiis  mal  de  la  ocasión 

que  el  cÍc!o  da  i  nuestras  pocet. 

¿Qué  es  de  Clem«i>cia.  que  en  ella 

mi  vida  estriba? 
Co-Hoe.  A  perdella 

los  sentimientos  que  haces, 

uran  scftor.  no  «m  inn  fif  andes 

como  los  que  quien  ignora 

^(a  desdicha  y  Ib  adora 

ha  de  padecer.  No  mandes 

impedirme  de  esa  suerte 

la  ventura  que  intereso; 

que  habrÁdecosiarmcetse^o. 

si  no  me  cuesta  la  muerte 

la  pérdida  lastimosa 

de  su  adorada  bel  le/ a. 
CmsBLio.  Conde,  en  vuestra  fortaleza 

estuvo  Clemencia  hermosa. 

I*ara  laamorusacnireRa 

de  estas  paces  la  llevé 

y  en  la  cuadra  la  dejé, 

que  su  depósito  nietia. 

Hallar  la  puerta  cerrada 

y  abierto  el  falso  jardín 

del  bosque,  si  no  es  á  fin 

de  alguna  traición  pensada. 

no  sé  lo  que  c«n¡eiure. 
Dl'Ot-'C.     El  alcaide  es  deudo  vuestro; 

y  como  en  ardides  diestro. 

no  me  espanto  que  procure 

en  mi  a|;ravio  la  ven^nia 

que  posponéis  al  amor. 
RA>lO^.     TO  nunca  he  sido  traidor. 
CoNDi.     Ni  mi  burlada  esperanza 

se  persuadirá  jamís 

A  que  de  in<Justrla  no  ha^S, 

para  deshacer  las  pace*, 

que  eternas  íueran  de  hoy  más, 

Dttque,  aquescesiraiaKCma; 

que  ettarñs  arrepentido. 

que  siendo  yo  su  marido 

peligros  de  amor  no  tema; 

y  para  que  no  la  aoce 

la  habrás  mandado  esconder. 

23 


^^^^^     3S6                                           VEKTirUA  TE                    HIJO                          ^^^^^^^^^1 

^^^       Du9UB.    Nunc«  se  «IfevjA  i  ofender 

al  marqués  de  Monfcrralo  ^^^^^^H 

^M                              mí  valor  quien  le  conoce. 

dan  limnr'S  atribuios;                         ^^M 

^^^B                        Y  cuando  yo  no  quisiera 

que  los  i>di"s  que  w  heredan              ^^ 

I^^^H                      que  la  pax  lICK'X'a  á  cfcio. 

(cual  muestran  ejemplos  muchos            1 

^^^H                     no  me  puto  en  canto  aprieto. 
^^^P                       Conde,  vuestra  guerra  ñera 

han  menester  Alejandros                   ^^M 

quc  desenlacen  su>  iSudo».                ^^M 

^^^^                     que  me  obligue  á  compromtsoi 
^M                             ni  i  usar  de  Ule»  cnganoi. 

La  autondad  sacrosanta                    ^^M 

del  Papa,  que  se  Interpuso  ^^| 
emreel  rigor  de  la  guerra,                  ^^| 

t^t             CoifDS.      Truecan  los  maduros  «Aos 

^U                             (alias  de  esfuerzo  en  avisos; 

envainar  aceros  pudo:                        ^^| 

^P                             i  inientaríií  deshacer 

aué  no  pudiera  el  valor  ^^H 
oe  los  encmi^tos  tuyos,                       ^^H 

t^ñ                          U>  concertado  con  eso: 

^m                          wtto  mé  el  alcaide  preso. 
^H                             Duque,  y  en  vuestro  poder 

pues  tanus  veces  temblaron             ^^M 

súlo  de  verlos  desnudos;                  ^^| 

^M                             mknuai  se  t.ebe  quién  n 

pero,  prudente  y  piados»,                  ^^| 

^1                             el  que  ocasiona  la  ausencia 
^1                           V  perdida  de  Clemencia. 
^H                           Veremos  sJ  mi  interés 

:Tmas  a  libros  redujo,                        ^^M 

asaltos  á  tribunales,                           ^^M 

guerras  á  pleitos  confusos;               ^^M 

^1                              ó  el  vuestro  queda  culpado. 

criminales  competencias                    ^^M 

H            Odquk.    Soy  comento. 

é,  civiles  eilatutos,                              ^^M 

H            fUitAii.                         lOran  señor! 

•t  el  derecho  de  la  espada  ^^| 
a  las  leyes  de  Licurgo.                       ^^M 

H            OtssLio.  iAm-i  i<)iié  es  rsio,  confuso  amof.* 
^M                          JCómo  os  me  htibcjs  matogrado? 
^B                           Mientras  pir  mi  gente  ful 

Salió  por  ti  la  sentencia,                    ^^| 

y  lo  que  por  tantos  lustros  ^^| 
la  guerra  no  pudo  hacer,                 ^^| 

^1                             V  con  engatiot  irací 
^1                          la  ifanancia  que  ¡mentí. 
■                          mídama  y  dicha  perdí. 

ana  semencia  io  pudo                     ^^| 

que  estableciendo  amistades              ^^M 

^H                          Pero  un  consuelo  me  queda. 

preiendlA  juntar  en  uno                    ^^H 

l^M                             y  ti  que  no  tt  gozará 

nuestros  estados  y  casas:                   ^^| 

^^^^^^                «1  Conde,  ni  amor  quena 

¡neciO  arbitrio,  aunque  seguro!         ^^M 

^^^^^^■c               que  mal  nn  mdusiria  suceda. 

Concenadas  va  mis  bodas               ^^M 

^^^^^^Kkuiio.    M;> )  ^^'  dicha  se  desbarata 

j  reduckios  i\  culto                        ^H 

^^^^^^'               si  Clemencia  no  parece: 

del  amoroso  Himeneo.                       ^^H 

^^^H                      que  el  Duque  que  favorece 

i  cclcbratlas  me  trujo                        ^^H 

^^^^^H               mis  letras  y  honrarme  traía, 

Crtstlio,  i  una  fonatcza                    ^^H 

^^^^^^H               oi  de  mi  se  ha  de  acordar, 

donde  el  engaflo  dispuso                   ^^H 

^^^^^■^              ni  el  Marqués  de  mi  hará  caso. 

que  saliese  á  recibirme                       ^^M 

^M           RosRL*.   lAp.^  (^n  mi  dcMlicha  me  caso 

el  conde  Knrique.  perjuro.               ^^M 

^1                             M  no  me  vetigo  i  caxar 

Detirunme  en  una  cuadra               ^^| 

^M                             con  el  Conde  imaginado. 

«n  que,  obediente  á  tu  gusto  ^^^ 
y  rebelde  el  mió  (que  amor,               ^^^ 

^^^      Clavila.  (Ap.t  Hi  mi  pfima  falta,  cielos. 

^^^H                    aunque  soiteguea  los  celos 

en  fe  que  en  los  ojos  pUso                  ^^^ 

^^^H                    que  ella  y  Onielto  me  han  dado, 
^^^H                   como  el  Duque  no  s<>iic|(uc 

la  entrada  que  hace  en  el  alma,        ^^| 

si  tvo  ve,  no  da  tributo                      ^^^ 

^^^^L^              «qué  gusto  pudre  icncr? 

porque  es  más  sordo  que  ciego)        ^^M 

^^^^^■ftiiMAi.D.  (Qué  causa  ha  podido  haber 

estaba  haciendo  discursos,                        | 

^^^^^^P^              para  que  t  mi  qumia  llegue 

ya  en  pro.  va  en  contra,  hasta  lanto       1 

^^^^^^                ansí  el  Duaue  alborotado, 
^^^f                      con  el  conde  de  Placencia? 

que  venció  el  c«ns«nc*.o.  \  pudo              1 

rendirme  á  ['«ardel  miedo                     J 

^^^^      OcTAriA.Si  no  parece  Clemencia, 

en  braios  del  sueño  mi>do.               ^^1 

^M                           bastante  ocasi6n  le  han  dado. 

Soñando  estaba  verdades                   ^^M 

que  agora  en  mi  daño  apuro,             ^^| 

y  entonces  adivinaba                          ^^M 

^^B                                  ESCENA  ni 

el  alma,  profeta  oculto,                    ^^M 

cuando  entrando  por  la  puerta          ^^M 

^^^^            DMioa.  f  t»lt CtUMKimiA  tn  trtft dt  p»aur4. 

di  un  jardín  (que  si  d«  iruto             ^^M 

debe  de  sor  en  traiciones)                    ^^H 

^^^^      CtpiMiM.  Pues  lósetelos  10  han  iraido. 

el  Conde,  l'aris  seuundo,  ^^M 
y  llevlmlomo  en  los  braios,              ^^M 

^^^B                       padre  invicto,  Duque  jusio, 
^^^H                      á  esta  quinta,  asilo  sacro 

con  un  lienxo  dando  un  ñudo            ^^M 

^^^H                   dofldc  mi  honor  aseguro, 

á  la  boca  que  intentaba  ^^| 
oMIaor  al  avnr  justo.  ^^M 
lyudindule  irnidom.                         ^^M 

^^^^^^^               no  te  espante  mi  disfraz. 

^^^^^K              ai  con  amoroso  yuito 

^^^^^H             enlatar  cuellos  ptetendaí 

sobre  las  ancas  me  puso                     ^^| 

^^^^^H              oue  le  aborrecen  por 
^^^^^H              Antiguan  enemistades. 

de  un  caballo  que  sin  alas                  ^^| 

voló  hasta  el  bosque  confuto.            ^^| 

^^^^^H              desde  lus  padres  augustos. 

Púsome,  en  fta.  <ta  el  suelo,             ^H 

JORNADA   SEGUNDA 


387 


y  difome:  «An&i  procuro 
venfiMT  anidaos  HgrRviot 
mi«>itra>  que  tu  honor  injurio. 
No  klrados  uon  tobúmos 
pi«nse  lu  padre  caduco 
que  quieten  enerntMados 
«cnioncianducn  fivor  wyo. 
A  la  íut'm  Je  tu  honor 
vx>lenumenie  reduKgo 
el  (ilamo  que  tipenbn, 
vuelto  en  afrentu  ^u.vugo. 
Con  deshonrarle  me  vengo 
para  que  publique  el  mundo 
COI)  lu  afrenta  mi  vciiganfa, 
que  c^  la  qtic  ha  tanto  que  busco.* 
l>i  voces,  pidiendo  al  cícto 
ravos.  que  úendo  verdugos 
uonira  tiranan  ofenxct, 
mi  honor  dejasen  KCguco. 
Oyólas  un  labrador, 
en  cuerpo  y  iraje  robusto, 
puesto  que  noble  en  loi  heetu», 
a  quien  mi  vida  atribuyo, 

3UC  con  un  tosco  bastón, 
e«pojo  tic  un  robtc  duro, 
contra  el  bárturu  atrevido 
siniú  á  mis  quejas  de  escudo, 
y  sin  temer  ly»  itiídores. 
cobardes,  puesto  que  muchos, 
testigo  (le  sus  haxañat, 
hiüo  los  montes  mculios. 
Huyó  el  lirjoo  BÍrvniado. 
siendo  tesii)¡u  su  insulto, 
que  no  hay  valtente  traidor: 
pues  tantos  temblaron  de  uno, 
y  el  vencedor  cortesano 
hasta  esta  quinta  me  trujo, 
laitrsdo  de  mis  itlcnümt, 
retuuracíón  Je  mis  gustos, 
y  axeifurando  recelos 
de  Unmaldo,  padre  suyo, 
me  vistió  de  labradora, 
lenguas  enfrenando  al  vulgo. 
De  este  modo,  gran  seAor. 
desde  ayvf  ocuiiin  busco 
para  darte  Urt;a  cuenta 
de  mis  a(;ravio4}  luyo». 
Si  el  torpe  disimulado 
neftallos  initnta  astuto, 
tu  enemisind  v  ñus  quejas 
serán  testigos  seguros 
üscarmienta  desde  hoy  mis, 
y  de  enemigos  perjuros 
no  IG  fies  uira  vex 
cuando  aborrecen  por  uio; 
quo  ni  al  rio  has  de  pedir 
que  rciTiiCRJa  su  curso, 
al  sol  que  engendre  ilnieblat, 
ni  que  discurran  los  brutos. 
La  ene  mistad  heredada, 
ti  i  mil  ejemplos  acudo, 
esotra  nattiraleza. 
Con  el  ptcsEnieie  arguyo: 
armas,  valur  y  honra  ttenei; 
vuelva  el  acero  desnudo 
i  á*í  filos  É  tu  agravio, 
i  «sallar  traidores  muroi. 


?ue  primero  aut  m«  obligues 
su  «bocrecidü  yufto, 
dándome  muerte  violenta 
cubfiré  á  Mantua  de  luto. 

DtltíUK. 

BirbBTO  Conde,  ^qué disculpa  tienes, 

que  á  descargarte  de  este  insulto  baste? 

¿Armado  A  celebrar  tu%  bodas  viencsí- 

Culpado  esiis,  pues  conim  mi  te  armaste; 

que  pues  defensa  á  tu  irakiúti  previenes, 

la  enemistad  r  bandos  que  heredaste 

intentas  proseguir,  porque  no  ittnorax 

quo  en  tiestas,  armas  sun  siempre  traidoras, 

^Lo  que  con  tanius  guerras  no  has  podido, 

mtentascon  ttaic.oncs,  y  blasonas 

de  ilustre,  de  cortés  y  bien  na>:idu? 

A  tus  armas  ailadc  osas  coronas. 

Con  el  Papa  y  con  Dios  tengo  cumplido. 

Tú  mismo,  contrario  traidor,  pregonas  ■ 

la  guerra  en  que  ha  de  ser  mortalrttrato 

de  Roma  por  Nción  tu  Monfcrrato, 

¡Viven  los  cíelos  y  mi  injuria  vive, 

que  no  ha  de  ouedar  piedra  sobre  piedra 

en  olla,  si  obediente  te  recit>e, 

y  amparando  traidnrts  crece  y  medrad 

Habitarila  cuando  la  derribe, 

en  vci  de  gente,  suliiarii  yedra, 

3UC  siempre  verde  en  fe  dé  lu  castigo, 
e  mi  justa  venganza  sea  testigo. 
Veic  k  tu  padre,  como  tü,  engi/ioso, 
y  podrñsle  decir  cuando  le  avises 
de  tu  inienio  burlado  y  cauteloso, 
que  deje  engaAos  parad  griego  I' Uses, 
V  que  vi  sale  ni  campo  belicoso, 
las  hierbas  leAir¿  que  huyendo  pises, 
con  mis  copia  de  sangre  que  dio  llalla 
i  los  trágicos  campo*  de  Farsalia. 

Conde. 
A  no  saber  que  con  tan  vil  engaflo 
de  darme  á  tu  Clemencia  arrepentido, 
tus  embustes  reduces  en  mi  daflo, 
con  aquesa  mentira  prevenido, 
fictl  pudieía  darte  el  desengaño; 
y  de  mi  amor  honesto  persuadido, 
mostrar  quien  causa  aquesc  trato  doble, 
quién  su  sangre  envilece  y  quifn  es  noble. 
Mas  el  amor  con  que  os  raión  estime 
ft  madama  Clemencia,  cuya  mano 
pensé  goiar,  mi  cólera  reprimo, 
que  siempre  amor  es  cuerdo  y  cortesano. 
Injurie  mi  valor,  quejas  intime 
de  que  inocente  ostov.  llámeme  en  vano 
corsario  de  su  honnr.  que  en  su  decoro 
no  podré  decir  mis  de  que  la  adoro: 

!'  que  pues  niega».  Duque,  ni  iuramento 
a  obligaci6n  y  paces  ya  quebradas. 
no  descortés,  pero  injuriado  intento 
hacer  quo  á  mi  valor  te  persuadas, 
los  lafelanes  lisonjeando  al  viento, 
brillando  al  sol  las  hojas  aceradas, 
dando  voces  las  cajas,  mi  justicia 
publicarán  mi  amor  y  tu  malicia.  <va».i 

I    Kartif  Dbufch  tao4iíieó  ail  titt  ven«j 

C«mo  cMitiarlo.  lú,  traidor,  prigoaai. 


I 


^^^^  3ft8 

VEKTVRA  TE  DÉ  MOS,  IIIIO                                                               ] 

^^^H 

ESCENA  IV 

CaitcLKX.  ,Ap.)  Los  sucesos  que  he  c%ctKhado        j 

^^^^V 

UiCHOi,  mtnin  ti  twin*  CumaiK. 

han  venido  ik  persuadirme                      J 
que  el  engallu  que  Útigí                          9 

^V 

^^^        Oiiguc. 

jAd¿fld«  está  ft  liibr.'.ttor 

con  Clcmcr>C!a  tui'  verdad. 

^^^^ 

•  Si  en  fe  de  la  enemistad 
del  Conde,  rnienitas  sali 

^^^K^ll.CMES 

,   Esc  nombre  k  hí«  ofensa. 

^^^^^L 

que  es  cabatkru,  set^ur. 

El  dueílo  <1k  aquc&U  quinin. 

por  mi  fíente,  al  bosque  entró 

^^^^^^^B 

el  Cunde  r  robó  á  madama? 

^^^^^H 

noble,  aunque  pobre,  c\  >u  padre: 

I'ero,  pufí,  clU  le  infama 

^^^^^^^B 

y  tu  generosa  madre 

y  Utún  ayuda  le  dio. 

^^^^^H 

ÜCUvis,  que  Cft  Otón  prnu 

¿qué  hay  que  dudar?  Suerte  mía. 

^^^^^^^p 

como  en  imsKen  el  ser 

midkha  pmfeli^.-uteis; 

^^^^^^ 

deiu  heredada  nohlrxa. 
D.  Dtnb%  loí  p.c*  vuestra  sliCM. 

ayer  mintiendo  aceitasteis. 

^f             GlriHAi. 

Sosegad,  sospecha  fría. 

^■L        Diiguz. 

;Oh,  GrlmalJor  el  conocer 

que,  pues  ya  se  desbarata 

^^^B 

iiuien  éradcs  me  impidió 
del  Cunde  el  villano  a;;r«vio. 

la  amistad  >  el  casamiento 

^^^^^^ 

ikl  Conde,  á  mi  honesto  intento             \ 

^^^^^^^b 

Ya  s4  que  sui«  noble  y  '.tbioi 

oo  será  ClemeiKia  ingrata. 

^^^^^^B 

vro  ^qué  co^a  tu  movió 
:  1  vctiir  en  loscü  traje 

Clehek.  (^b.)  Lo  que  Enrique  intentó  hscrr 
di  e  anikipadaincnic: 
industria  ha  sido  prudente: 

^^^^^H 

^^^pi^B 

é  Olófl,  si  es  rue^ifo  heredero? 

^    ^aiHAi. 

D.  Tiene  el  inf;en;o  ^ro<íer(f 

aborrc/co,  t  soy  mujer. 

^^^1 

tiendo  iliislrc  su  linaje. 

Dest  rúrnsel.onibardia. 

^^|b 

Ptittiera  que  se  aplicara 

y  no  destruya  mi  honor 

^^^^^ 

a  lat  letnis,  y  \alLCM 

quien  se  cjiSii  sin  amor. 

^^^^^^B 

lor  tílm:  más  de  manera 
a  Tununa  le  fue  avara. 

OCTAVU.fji^.)  Será  Uión  desde  este  día. 

^^^^^B 

aunqtK  incapaz  de  saber, 

^^^^^^^H 

que  en  un  año  no  ha  poil'do 

por  ¡nodo  extraño  dichoso: 

^^^^^^^M 

sus  principio«  nlcaniar. 

que  para  ser  venturoso 

^^^^^H 

y  quUelecastifnr, 

poca  ciencia  n  menetlcr. 

^^^^^^^P 

de  su  ignorancia  ofendida. 

^^^^^^B 

con  tenerte  retirado 

^^^^^V 

aqui  donde  ucuUu  asitla 

ESCENA  V 

^^^^^^1 

y  el  traje  ijrutern  rist» 

^^^^^^^K 

coa  su  ingenio  cunfurmadot 

DiCMt.  jalea  Ghutu-oo r  Ori»,  cm  f  aMn. 

^^^^^^^F 

que  quien  na  labc  ler  hombre 

V 

no  es  bien  que  con  hombres  viva. 

GniMALD.  liste  es,  ^ran  scAor,  mi  hijo. 

^^^        Du9>'^> 

No  en  sola  la  ciencia  eítríba, 

Di;Qtic.     Oii^n,  mucho  os  soy  ¿  cargo. 

^^^L 

Orimaldo,  el  glorioso  nombre 

De  vuestro  aumento  mccncar|j¡o; 

^^^^^^ 

que  ilustra  un  hidalgo  pecho: 

por  capiíAn  os  elijo 

^^^^^^^L 

que  si  Todos  sabios  fueran 

de  esiH  guerra,  que  mi  honor 

^^^^^M 

poco  las  armas  valieran 

por  vos  tan  btvn  defendido. 

^^^^^^^B 

que  tantos  reyes  han  hecho. 
Providencia  «  celestial 

contra  el  (>>nde  foncntido 

^^^^^^B 

espera  en  vuestro  valor; 

^^^^^^V 

que  conicrva  el  universo 
e)  dar  natural  diverso 

pues  si  Sillo  y  desarmado 

^^^^^B 

le  hacéi^k  huir  y  temer. 

^^^^^^L 

V  distinto  á  cada  cual. 

mejor  le  tabréis  vencer 

^^^^^H 

t'or  eso  son  lascsifcllas 

de  mi  gente  acomparSado. 

^^^^^^B 

lamas,  purque  á  los  murtales 

OtAk.       Aunque  no  tcnKO  experíencta 
en  el  marcial  ejercicio. 

^^^^^^^1 

den  distintos  nJlur«1cs, 

^^^^^^^V 

naciendo  en  Io>  ctim»  de  ellas. 

el  SCI  en  vuestro  servido 

^^^^^B 

Y  pues  no  esiJ  en  la  elección 
del  hombre  la  facultad 

y  de  madama  Clemencia 

^^^^^^^1 

suplini  cuAlquier  defeio 

^^^^^H 

que  pretende,  á  OUin  dejad 

quc  haya,  gran  sertuf .  en  mi. 
Pero.'vo  cuándo  vene! 

^^^^^^H 

que  siua  su  iivclinacion. 

^ 

^Dónde  está? 

al  Conic? 

^L,       Gmmale 

Tci4!olc  preso 

DuQVK.                    Qucrríts.  discreto. 

^Hh 

por  lo  que  sj  yo  no  fuero 

disimular  el  afrenta 

^^^B 

cruel,  premio  mereciera. 

de  quien  vencido  se  ve 

^^L         DuQin. 

Imprudente  anddis  en  eso. 

por  vos.  Todo  el  caso  té. 

^^ 

Id  por  él.  que  he  de  preinialk. 

y  el  premio  nueda  á  mi  cuenta. 
Clrhcv.  Lo  que  en  mi  ayuda  habíis  hecho 

^I^B 

pues  en  lin  le  soy  deudor 

^^^H 

cuando  menos  del  honor. 

no  es  encubrilto  raxón. 

V               Ctt.VHO. 

IVAtr  Griiiialdo,) 

El  disimularlo.  Otón.  lAfuriiáH.) 

Ya  yo  comvenio  á  envidialte. 

os  ha  de  ser  de  provecho. 

^^^     Ko»»;i.A. 

Y  yh,  herraaoo,  á  arrepeniinno 

Yo  vuestra  dicha  procuro; 

L 

de  haberle  menospreciado.                  i 

daos  por  entendido  ya. 

p 

JDKSADA 

SKGUHO» 

38o       H 

^^^  DuQfB- 

La  guerra  oira  vn  «ti 

do  toda  aquesta  enmarca.                     ^^M 

^^^ 

declarada,  v  yo  scguto. 
pues  vais  de  mi  pjinc  %-0!>, 

Cuanto  en  dos  k^juas  al>arca                ^^M 

^^^^L 

esta  sierra,  valle  y  rio,                          ^^H 

^^^B 

y  el  Conde  es  vuestro  vencido. 

os  doy,  pau  que  juniérs                         ^^H 

^^^  Otok. 

('*;■')  <Q^^  c^  ^^o,  citíiif 

á  vuestra  quinta  esta  hacienda.              ^^| 

■          Dt'VIE- 

Cumplid') 

(iaiMALO.  iamás  tus  canas  ofenda                        ^^| 

^^^B 

longo  C'in  ul  Papa  y  Dios. 

el  tiempo.                                            ^^H 

^^^B 

Pu«  Enrique  tl«h¡irBia 

DuífcE. 

l^sio  le  <lebtís                    ^^M 

^^^^^K 

las  paces  íjue  romper  ^uteru  '■ 

s  Uión.  V  mis  lo  que  intento               ^^H 

^^^^^^H 

j-  hstiénd'jle  mi  hi'redet.i 

hacer  por  su  intercesión                       ^^M 

^^^^^^^H 

arretiiar  tni  sanpre  irata. 

con  vosotros.                                       ^^H 

^^^^^^H 

nadie  culpe  mi  vcnt;an«a 

CÉSAao. 

lAp.)               A  este  Otón                    ^^H 

^^^^^^^B 

«i  »MÍg(j  i  un  desleal. 

tomo                                                   ^^H 

^^^■/ 

Olra  vez  \a\%  (¡cncral. 

ItlACI.A. 

lAf)   '     Que  medre  siento.                 ^^H 

Ctiielii). 

DiQi'c. 

Vamos  i  Mántna,  de  donde                   ^^| 

^       Cftüwuo 

Lscimiían/a. 

salgáis  armados  los  tres                         ^^H 

■ 

gran  señor,  q^ue  de  inl  hacci» 

lara  postrar  i  mis  pies  ^^H 
a  ingrata  ccrvi;;  del  Conde.                   ^^H 

^M 

cattigari  al  (.onde  in){ralo 

H 

desifuyendn  i  Moniwraio. 

Cl.RMKX 

Yo  quedo  alegre  y  vcnfiíida.                  ^^H 

H         Dugí  r.. 

Oin  vut.  quiera  que  U«v¿i)>, 

Ci.AVKt-is 

.  \a  celosa  v  no  settura.                        ^^H 

■^ 

pfimo,  por  acompañado 

Octavia 

.  Hijo,  si^ue  la  ventura                            ^^H 

^^^L 

á  (lísaro.  que  es  espejo 

que  Dios  te  nene  guardadH.                     ^^1 

^^^^^ 

de  Italia,  y  con  el  conseju 

(fiSflif.  fitMiiir  <>:,'in  /  •a'fCtlolc.)             M 

^^^^^^^H 

do  (an  fan>oso  letrado. 

^^^H 

^^^^^B 

vuestro  csíuerío  y  tu  prudencia 

^^H 

^^^^^H 

lunus  liarán  cMremada. 

ESCENA  VI                                 ^H 

^^^^^^^H 

en  vos.  primo,  con  U  Cipsila. 

^^^^^^^ 

j  en  Cesare  con  la  ciencia. 
S'oprocutirc.  señor, 
sacándole  verdadero 

UtÓK    y   OlLOTE,                                            ^^H 

■           C¿&ARO. 

^^^M 

^^^^. 

GiLOTR. 

Dix  que  vals  por  capitán  ^^M 
del  duco.  Oíoi),                                   ^^H 

^^^^h 

trocar  libr.js  por  acero, 

^^^^^^ 

reconotiendo  el  lavor 

OtAn. 

lOh,  Gikote!                  ^H 

^^^^^^B 

de  que  la  lealtad  escojas 

es  verdad.                                        ^^1 

^^^B^P 

que  en  cni  amor  iun  ojos  ven. 

UlLOTC. 

Si  mi  capolo  ^^H 
<cl  que  os  di  cuandoen  gaflán,             ^^M 

V           ^DCOUE. 

Libro  es  la  guerra  umbién; 

^K^^ 

tas  espadas  %on  sus  hojas. 

de  escotar  os  hi/o  ser                           ^^M 

^^^^L 

Pues  soi^  en  las  unas  sabto. 

vutso  padre)  no  hace  al  caso.                ^^H 

^^^^^^ 

seden  las  otras  valiente- 

pues  que  ^  isiiéndoos  de  raso                ^^H 

^^^^^^^H 

Tima  ei  la  lingre  caliente. 

ya  no  le  habréis  mencstM,                     ^^H 

^^^^^H 

con  ella  e>cnbiil  mi  agravio; 

volvédmele,  que  no  me  hallo,                ^^H 

^^^^^^^H 

)  pue^  por  mi  scntenciasiei» 

SI  he  de  hablar  verdad,  sin  él.                ^^H 

^^^^^^H 

V  mi  lusticia  entcndíís. 

Tres  varas  lién  de  buriel:                       ^^H 

^^^^^^H 

id  V  mostrad  que  sabéis 

abrígame,  y  lie  de  honratlo                  ^^H 

^^^^^^^^ 

de/ender  lo  que  estudiasteis: 

con  mi  buena  compiiíiia.                       ^^H 

^^^^^^1 

que  si  volvéis  con  victoria. 

ó  vino  pagádmele.                              ^^^^H 

^^^^^^^H 

por,  letrado  y  capitfn 
Marte  y  Minerva  os  darán 

Or0.s. 

Vente  cürunigo  y  te  haré                 ^^^^| 

^^^^^^F 

hombre.                                              ^^^^| 

^r 

laurel  de  eterna  memoria. 

CiLtn'a. 

iBucno!  ^Eso  serla                 ^^M 

H           CÍSAhO. 

Beso  tus  pies. 

hombre?  ¿I'ucs  soy  yo  mu^er?              ^^H 

■            DVQVK- 

Vuestra  hermana 

ÜTÓN. 

No  es  hombre  quien  de  su  tierra           ^^| 

^K 

queda  6  cargo  de  Clemencia. 

Si  del  conde  de  l*laceijcia 

no  sale.  Prueba  en  la  ({ucrra                  ^^H 

^B 

tu  esfuerzo.                                               1 

^^^ 

la  soberbia  humiUdis  vana. 

GiLOre. 

¿Y  qué  me  hcit  de  her.*          M 

^^^^L 

un  titulo  la  data 

Otók. 

Irás  conmigo,  y  si  fueres                      ^^fl 

^^^K^ 

mano  de  esposo. 

valiente,  cabo  ierás                             ^^H 

^^^RWILK. 

En  la  vuestra. 

de  e%cuBdr*.                                        ^^M 

^^^^■i'- 

gran  señor,  mi  dicha  muestra 

GnxtiK. 

^Cabo  y  no  mis?  ^H 
O^nforme  lo  que  s'alieret.                       ^^H 

^^^^^ 

que  toda  mi  dicha  está. 

A  Otón,  Criselio,  os  encargo: 

Otos. 

^F          ¡>I>Q)JK. 

l(a>la  alcanzar  la  jineta                          ^^H 

^^^_ 

ya  ubfis  lo  que  le  debo. 

le  ayudaré.                                               ^^M 

^^^ft< Censuó. ^cguru  ^ov,  pues  k  Ucvo 

(Jru>Te. 

El  cargo  alabo.                  ^^H 

^^^B^ 

en  mi  aruda  y  con  tal  cargo. 
Grlmaldo,  el  lirmino  es  mío 

' 

Llevadme  por  vueso  cabo,  ^^^^ñ 
seré  cabo  ae  agujou.                       ^^^^1 

■           DUQVK. 

■ 

^Y  qué  hemos  de  her  allA?  ^^^H 
.Matar  á  los  enemigos.                         ^^H 

^1 

—                                                j 

Oró». 

^1             1    Alitf ó  llaruf  nhuich  con  irUtUi.  ttu  TcrM  ut 

GiLÚTE, 

Y  si  hiv  proceso  y  testigos                 ^^M 

l*>  pKCt  <tut  eo»  ti  qutcro. 

^ 

el  alcalde  me  aJiorcari.                   j^^^H 

^^^             SífO                  ^^^^            VENTURA  TE 

D¿              ilfl^^^^^^^^                ^^^H 

H            Otó».      Anda,  Dcoo. 

OráH.                        Adi6i,  seíior«;               ^H 

H^           GiLOTS.                        Vo  á  mudar 

padre,  «dios-  Vuestros  consejos        ^H 

^^^_                     ol  iraje.  Pardiós,  gue  es  vicio 

',  terin  detde  hoy  mis  espc)as              ^H 

^^^H                    Ecr  mídico  vn  el  olicto. 

en  que  me  mifc  cada  hora.                     1 

^^^^^               Oi6n,  vamot  i  maur.  (fdjtj 

lGiI«tc  tatt  át  toldado  f  racf*«o->       1 

^^^^^^^& 

GiLoTK.    jVengo  bueno?                                          1 

^^^^                           ESCENA  Vil 

GaiMALO.  (.i  ot¿n.)            ¿Va  Gilote                ^J 
contigo?                                         ^^H 

^H                   0TA«.5alf<iMiiALua,r '■<<»•  t^TA'UrOlLOII. 

Ot6n.                    Quiérale  bien.                   ^^M 
GitOTB.    Vo  con  Otón,  que  no  liín                  ^^M 

^L^      GiuMALO.  Altor Ji  if nf(o  de  vei 

con  que  pagarme  el  capote.               ^^M 

^^^^                       pora  lo  que  eres,  OlAn. 
^^^B                       l.Af.  ormAi  ventura  loo. 

Soldada  soy  ya  de  casta:                   ^^| 

encomündooi  m<  cortijo.                 ^^| 

^^^^^H                ti  mériloü  el  utbet; 

Octavia.  Ventura  te  At  Dios,  hijo,                   ^^ 

^^^^^H               puei  para  aquesiii  no  lias  xido, 

que  el  sabcc  poco  te  basta.  {Vanu.)          1 

^^^^^H              en  Uü  otras  li-  avenuja. 

^^J 

^^^^^H             Gente  humiklc.  pobtc  y  baje 

^^H 

^^^^^H             por  las  uir\»i  b«  subido 
^^^^^1             nasta  la  suprema  altura 

K5CENA  VIII                        ^1 

^^H 

^^^^^H               que  en      Imperio  te  encierra. 
^^^^^H              Veris  siguiendo  la  guerra 

SaUñ  narthanda  CHwaLio  y  Ciauío.            ^^H 

^^H 

^^^^^H               que  túdu  en  ella  et 

Oiuuo.  Decidme  otra  vex  la  traii                ^H 

^^^^^^H               La  ventura  lie  una  escala 

de  esc  estratagema  nuevo:                        1 

^^^^^^B               cuelga  un  ríestío  la  vida. 

que  aunque  mí  clecci6n  la  abraza.         J 

^^^^^H              ul  vez  viniendo  perdida 

•s  extraño  y  no  me  atrevo               ^^1 

^^^^^H              patará  por     una  bala 
^^^^^H             matándote  íl  ompañero 

iciocuialte.                                         ^^| 

CiisAKO.                       Esta  plau.                   ^H 

^^^^^H               y  dejándole  senuro 
^^^^^H               caerá  al  (oso  desde  el  muro 

con  lai  pKcs  descuidada,                 ^^| 

mientras  que  la  gueira  ignora,         ^^| 
leitunda  vei  pubVictda,                    ^^| 

^^^^^H              todo  un  escuadrón  entero. 

^^^^^^B               y  ta 

^^^^^H               i  pesar  dul  enemigo. 

no  se  hadcguardar  af)on>                  ^^| 

con  la  prevciiiii^n  pasada.               ^^H 

^^^^^V               conservarle  por  lettigo 

Lo  mis  de  la  (¡ucrra  ettríba              ^^| 

^^^^^M                de  la  a)  ud*  igue  le  da. 

en  ardides  £  invenciones,                    ^^| 

^^^^^L              jQuicn  A  una  povia  perdida, 
^^^^^1              blanco  de  tanto  cañan, 

que  aunque  el  csfuerio  derriba        ^^H 

murallas  y  torreones,                      ^^M 

^^^^^B              sino  la  ventura,  Otón, 

la  mdusitia  el  valor  aviva.                ^^| 

^^^^^H              hace  que  vuelva  con  vida? 

Por  eso  es  tan  eslímaida                      ^^H 

^^^^^1                                                              Otiavia.) 

ta  soldadesca  de  Flandes;                   ^^| 

^^^^^H             Et  Que  &in  dicha  se  emplea, 
^^^^^H             ni  el  coselete  grabado. 

poique  en  su  legiún  helada             ^^| 

coo^iKUc  victorias  grandes               ^^| 

^^^^^H               ni  el  puesto  mis  retirado, 

el  ingenio,  }  no  la  espada.                 ^^M 

^^^^^B                   la  miUiar 

Allí  sus  gentes  inquietas                    ^^| 
con  aidiJcs  cada  vez                        ^^M 

^^^^^F               darin  dercnsa  segura. 

^^^^^^               si  una  bal*  se  abalanza 

ganan  victorias  discreías,                 ^^| 

^^^^^ft             que  á  todas  partea  alcania. 
^^^^^1              Pues  íita  le  favorece. 

y  cuino  en  el  ajedrez,                        ^^| 

se  suelen  vencer  i  tretas.                 ^^M 

^^^^^V              uu  de  ella  con 

Como  vuestra  valentía                       ^^^ 

^^^^^m               tí  Duque  te  hace  favor: 

i  mi  ingenio  se  sujete.                       ^^H 

^^^^^1               en  palacio  sólo  crece, 
^^^^H               (de  moJo  que  «n  It  milicia) 
^^^^^^L              la                    i\  veris 

ficil,  Criselio,  seria                       ^^^^^ 

la  victoria  que  os  promete          ^^^^| 

la  iraxa  y  industria  mía.              ^^^H 

^^^^^H               <|uedarsc  el  miento  airis 

CnisiLio.  Guiarme  el  Duque  ha  mandado       ^^M 

^^^^^Vi            y  arrmconar  la 

por  vos  en  esta  ocasión,                  ^^H 

^^^^^H             sólo  medra     veniufoso. 

y  i'o  estoy  determinado                ^^^^| 

^^^^^H             No  por  ello  te  aconsejo 

de  ver  SI  las  letras  son                    ^^^H 

^^^^^H               que  del  valor,  que      espejo 

liaíaA«SV"  el  Hi<dadi>.                     ^^^| 

^^^^^H              para      noble     vale(o>u. 

Dectd  lo  que  hemos  de  hacer.           ^^| 

^^^^^H              apartes  tu 

CftsAHU.    Üue  se  embosque  nuestra  gente,             m 
OrisciKs  al  wii^xhecci                                M 

^^^^^H              que  S)  en  ii  la  dicha  manda. 

^^^^^H             mucho  mis  puede  cuando  anda 

en  ese  pinar,  que  cnlrenie                  ^^1 

^^^^^1                 lado  de  la 

de  Monfci  ralo  ha  itc  ser                     ^^M 

^^^^^^             Dios  una  y  otra  te  <M 

su  perdición.  CortaMit                    ^^| 
de  leña  sos  ti  <icho  cairos,                 ^^| 

^^^P                      para  que  no  dottcncres 

^^^"^                    en  la  oc3s>6n  de  quien  «es. 

que  i  la  ciudad  llevaran                     ^^| 

^a            OcTAVu,  Hi)0.  Mega  y  te  darí 

cuatro  soldado;  biiairot                   ^^1 

^^^                      los  braiot.' 

i  sombti  de  un  capitán,                  ^H 

^^^^^^^^^B 

■■■■B^^^^H 

^^^^H                                         tonNAo*  seauNDA                                       ^i         ^H 

^^^m               y  m  Tíllanos  traniformados. 

Saldrán  lut  ardides  vanos,                       ^^| 

^^^B               dándoles  franca  la  puerta 

V  del  ftiego  venRadur                                ^^1 
huyendo,  el  mismo  lemor                      ^^M 

^^^1               de  csir  cn^atiu  descuidados, 

^^^1                 pondrán  en  viéndola  ab!«na 
^^^B                iloí  de  ellos  atravesados. 

hoy  te  los  pondrá  en  las  manos.            ^^M 
Co)u>E.     t^'tlgame  el  cielol  ¿Eso  es  cteno^          ^H 
ALanDTo.  Tu  victoria  sea  lestieo                          ^H 

de  que  la  verdad  (e  digo.                           ^^H 

^^^^^^         V  harán  luego  una  señal 

^^^^^K          la  cual  acudiremos 

^^^^^H        con  dicha  v  esfuerzo  i)|U3il> 

Con».     Si  sal|(0  con  ella,  Alberto,                        ^^M 

^^^^^H                  sanifre  ganaremos 

una  imcta  le  ajfuarda.                              ^^H 

^^^^^H             fueriia  mix  principal: 

Abrd4ese  el  monte  lue|co.                        ^^H 

^^^^^H        con  que  en  llevando  en  pnsi6n 

Un  amante  iodo  es  (ueg,o;                     ^^M 

^^^^^H             Marqués  y  al  (londe.  puede 

no  ei  mucho  que  el  monte  se  arda         ^^M 

^^^^^H        mostrar,  tiznando  op^ntún. 

á  imitación  de  mi  pecho.                       ^^M 

^^^^^H        que  á  las  fuerzas  siempre  excede 

¡Oh!  iquién  pudiera  abrasar                     ^^M 
tu  ciudad.  Duque,  y  vengar                  ^^1 
losaenvíos  que  me  hasnechol                   1 

^^^^^^        el  ingenio  y  la  ocasión. 

^r      Crisblw.  Alto,  yo  os  he  de  s>CRUÍf 
^^^^               como  el  Ouque  me  na  ordenado, 
^^^fc               Si  no  hsf  ntls  que  prevenir. 

fV«i.»».l      ^J 

^^M 

^^^^^^         ya  el  sol  su  curso  ha  acabadot 

PV  ^w  d  ^  ^m  A  4    ^        *  p  ■                                                                                                     ^^^^^^^^^1 

^^^^^^k        bI  bosque  podemos 

ESCtNA  XI                                  ^^1 

^^^^^^P         Veamos  si  vuestra  ciencia 
^                        tiene  en  las  armas  valor. 

Salrn  ■  -ti»,  Ufarro.  y  Qn-org.                      ^^^M 

H        CisARO.    Moktrarálo  laexpeiiencta. 

Otók.       Pesirame  haber  llegado                        ^^| 

H       CaiiBLto.  lAp.)  Dadme  preso  al  Conde,  amor. 
^L^                y  gozaréis  á  Clemencia.         <VaaM.> 

tarde.                                                        ^H 

GiLoTt.             iBuena  flema  tienes!                    ^^H 
íA  que  llesia  ó  boda  vienes?                  ^^H 
^Quí  mesa  le  ha  convidado^                ^^H 

Otón.      .:  Hay  mesa  de  más  valor                       ^^H 

^^^^m 

^^^H 

^^B 

que  la  que  la  fama  onvta^                    ^^H 

^^^^H              Saín  ti    onE»  Eakiqu*  y  lOlJaJm. 

Gii.OTK.    La  mesa  de  una  hostería                         ^^M 

^^^^1 

es  más  barata  v  mejor.                           ^^H 

^^^^r 

Allí  á  pasto  bebo  v  como;                    ^^H 

^V           Lle^r  Tinialu  al  árbol  avafíenlo. 

aue  aaul  en  esta  mortal  venta               ^^1 
dan  pólvora  por  pimienta                       ^^H 
y  albondij^llas  de  plomo.                     ^^H 

H        r  huir  la  fruta  cuando  ct  labio  loct: 

^m        él  liquido  cristal  besar  la  boca. 

H        y  burlallc  dejándole  sediento; 

¡Miren  qué  conejo  ó  polla!                      ^^H 

H         '  á  ta  m<-sa  ssenursc  el  rey  hambriento. 

)Fuego  de  Dios  en  cocina                        ^^H 

^L^  y  cuando  apenas  el  manjar  provoca 

donde  «  una  culebrina                           ^^H 

^^K  al  apetito,  ver  que  el  Arpia  IcKa 

la  más  ísxonadk  olla;                              ^^H 

^^^B  tiza  los  platos  y  convida  al  viento. 

alemaniscos  manteles                         ^^^ñ 

^^^^       l.o  mismo  por  mi  pasa.  No  sintiera 

los  lienzos  do  una  muralla,              ^^^^| 

H         Tántalo  el  hambre  tanto,  á  no  incilalle 

que  Intentan  dcsmaniclaila              ^^^^| 

H         del  árbol  la  presencia  apetecible. 

pajes  de  tiros  crOetes;                         ^^H 
sangre  el  vino  que  promete                  ^^H 
á  quien  su  brindis  admite,                    ^^M 

■            Vi  á  Clemencia  v  pcrdila.  |Ay.  suerte  ñera! 

H        que  ver  tan  cerca  el  bien,  y  no  goialle 
^^        es  bactr  el  tormento  más  terrible. 

y  el  postre  de  su  convite                      ^^U 
conlitura  de  un  mosquete!                ^^^^H 

^^^_^ 

^^^^b 

jQué  pe^:ados  te  han  traído               ^^^^| 
a  la  muerte  convidado?                     ^^^^| 

^^H                           ESCENA  X 

^^^H                   Dicm*  y  AtaMT»,  (eM«4«. 

De  tu  madre  regalado,                         ^^H 
en  tu  ouinta  enirotenido,                  .^^^M 
levantándote  á  las  once,                  ^^^H 

^r        Alukto.  Buena  ocasión  en  las  manos 

H                          le  ha  ofrecido  la  ventura: 

y  aguardándote  al  hogar                   ^^^^| 

^1                      hoy  le  da  la  noche  escura 

lomo  pata  almozar,                      ^^^^H 

^^^^^^          á  (US  contrarios  tiranos. 

no  en  asadores  de  bronce,                ^^^H 

^^^^^H          En  ese  pinar  están 

como  los  que  usa  la  guerra:               ^^H 

^^^^^H          emboscados  y  seeufos. 
^^^^^H         que  de  tu  ciudad  los  muros 

la  torreznnda  con  gflevos                       ^^M 

ó  los  pichones,  que  nuevos                   ^^H 

^^^^^H          tSiR  noche 

apenas  pisan  U  tierra.                             ^^H 
Criado  entre  miel  y  natas                     ^^H 

^^^^^H         Con  «líos  ful  por  espía: 

^^^^^H         ana  salida  no  más 

sin  haber  visto  desnuda                        ^^M 

^^^^^H         tienen:  vencerlos  podrás 

una  espada,  ^quién  le  muda                 ^^H 

^^^^^H          ames  que      sol  mire  el  dia. 

que  ans!  malograrle  tratas?                    ^^H 
Otóm.      Et  esfuerzo  suplirá                              ^^H 

^^^^^H         Pe)(a  fucRO  al  monic  espeso. 

^^^^^H         y  entretanto  que  le  abraso 

lo  que  falta  á  la  experiencia:                  ^^1 

^^^^^M          tus  soldados  pon  al  paso 

Pues  no  soy  para  laciencía,                  ^^H 

^^^^^1         que  aieBuien     suceso. 

la  gucira  me  ensalMri.                       ^^H 

^^^ 

^^^^^^H 

■ 

^^^^^^^^ 

^^^wstPS^tI 

^ffilol 

nBi^^^^^^^^^^^^^^H 

^^^^^^^^   a 

^Ouc  guerra  ipc«  i  mi  su^raf 

,  Orón. 

Solos  do*                   ^^B 

^^^^^B 

si  en  la  aldea  los  disanios 

1        r. 

Son  cual  nosotros:  ^qué  «ipero?           1 

^^^^^^^H 

nunca  curímlste  entre  laníos, 
una  \tz  r«eíp«da  negra? 

GlLOTE 

.     Yo,  ütófl,  no  soy  M)á>  que  cero,           1 

^^^^^^^1 

que  nada  vako.  Por  Dios,                       I 
uue  DO  des  tnstc  viudez                 ^^fl 
á  mi  Torilda.                                 ^H 

^^^^^^V 

No  to  KhtmcM  á  p«rdei; 

^^^^V 

demoK  vuelta  á  cau,  Otón. 

^^^^^  OUm. 

Calla,  necio. 

Otón. 

Importuno.              ^H 
Si  eres  cero  y  >o  soy  uno,              ^H 
conii),-u  val|io  pord»cí.                     ^H 
Korique.  daos  i  prisión.  MI  Caduc.)      1 

^^H 

E^SCEMA  MI 

^^^^^^H            Piciiot,  y  tal*»  4l  CviDc      AiMitia, 

Cokim: 
GiiOTt: 

^Quc  es  esto?"                                      ^J 

..\y.  Torilda  mía'          ^H 

No  hay  Gil  desde  aqueste  dis:         ^H 

^^^^^^  tÁ>KDE. 

La  raion 

i 

locas  de  viuda  te  pon.                       ^H 

^^^^^ 

ác  mi  amur  vino  á  vencer. 

I^NDt. 

«(.>ukn  eres  tú  que  arrogante         ^H 

^^^^^^^L 

Lo  que  el  íucgo  perdonó 

li  tal  locura  te  atreí  es?                    ^1 

^^^^^^^^H 

haconhumidu  la  espada. 

Otúm. 

De%pu¿s  que  mi  esi'ucrtu  pruebes         J 

^^^^^^^LBERTO.  Vieíocta  ha  siJi'  exúcmiulii. 

sabrás  quk-n  liensí delante'.             ^h 

^1               Conde. 

.-Crisclio  está  preso? 

CoM>i:. 

i?.m  Crisclio?                               ^H 

H               Albchto.  '                                  No. 

Otóx. 

.So  tengo                 ^^1 

H                   COMDK. 

Dcjaríase  abrasar. 

la  cxpeciencía  militar                        ^^| 

^1 

por  no  verse  en  mi  poder. 

que  le  ha  venido  í  ilustrar;              ^H 

^1               Oró.i. 

(Cómo  es  esto? 

1 

pero  cun  más  dicha  s  cngo.              ^^| 
ríate  ¿  prisión,  ó  prevente                 ^^| 

H                   OlLOTt 

Esto  es  temer. 

^B 

j  eso  debe  ser  temblar. 

si  no  tcmcii  mi  valor.                         ^^1 

^^^        Otón. 

Ketirale  aquí,  sabremos 

AtBcaTO.Dalc  la  muerte, sci^or.                       ^H 

^^^h 

ouién  jon  ^tot  j  quí  ha  sido 
de  CriK«lin. 

mientras  que  llamo  lu  i;cnte:           ^^| 

^^^H 

1 

que  pues  habla  coiiliado,                  ^^| 

^^^B         GtLOTC 

Vo  he  venido 

1 

no  VIOae  soto.  {Vast  Alb-frloJ                ^H 

¡Buen  modo                 ^^| 

^^^B 

ádartecuerda  '. 

Clt^TB 

^^        Otón. 

l!si;iichemo*. 

de  huir!  Tras  i\  me  acomodo.          ^H 

^^^          COXDE. 

Deja  quffcl  campo  despoje 

COKDE. 

Si  del  Duque  eres  soldado.              ^^| 

^^^^^ 

lo  que  el  fue^o  n»  ha  desecho. 

d£;ale  y  mi  campo  sigue,                   ^^| 

^^^^^ 

pues  es  dcb:Ou  deiccho 

que  yo  capitán  ic  harí.                    ^H 

^^^^^^B 

it«  la  guerra:  )'  niíiniras  co(¡e 

Otók. 

A  la  Icaltüt  que  heredí                     ^^| 

^^^^^^p 

el  prcmiudesii  vicioria 

no  hay  mterCs  que  la  obligue,          ^^| 

^^^^^^r 

mi  gente,  repara.  Albeitu, 

I 

Que  en  mi  nda  íüi  traidor.                 ^^B 
Date.                                                     1 

^^^^^^H 

en  que  Clemencia  me  ha  muerto 

^^^^^^L 

porque  vna  su  memoria. 
Con  csla  posircta  injuria 

(/^rfra■,  f  iUtrít  el  Conilt  la  np«éa.¡             1 

^^^^^H 

CoMW. 

La  espada  he  perdido                      I 

^^^^^^^B 

Cerrado  habrñ  ta  vert}jan/a 

X  en  un  brazo  me  has  herido:         ^J 

^^^^^H 

las  puvfUs  3  U  esperanza. 

mostrado  has  bien  tu  valor.             ^^| 

^^^^^^^B 

Ya  ao  habrá  aplacar  !a  íuria 

Ksto  basta:  no  me  lleves                  ^H 

^^^^^H 

del  Duque,  que  por  no  darme 

al  Duque,  y  pide  el  mcalc                 ^H 

^^^^^^^P 

el  f;alardtiii  prumelido. 

qucgusiates.                                    ^^t 

^^^^^H^ 

3Í  en  Ixs  pjccí  íemcniido, 

Otón. 

Dispárale                        ^H 

^^^^^B 

traiciones  vino  il  imputarme; 
^con  a{;raM'o>'  verdaderos, 

es  aue  con  cl  oro  pruebes                   ^H 
mi  eallad.  Alld  hasdeirpresu,         ^H 

^^^^^^K 

^^^^^H( 

quüa  vencerd  su  rrnur? 

•>  qucd.ir  sin  vida  aquí.                       ^^| 

^^^^^ 

iXr,  doaiinadu  amor. 

GlLOTE. 

Valiente  retís  le  di:                             ^^M 

H 

imposible  es  socorreros! 

coriéleel  hiazohnsiaelftiino.          ^^| 

H            OróK. 

Oye.  £1  conde  de  Placencia 

CONUB. 

^Eres  nobkP                                     ^^M 

^^ 

es  este.  )'  he  colegido 

Otús. 

Y  caballero.                  ^H 

^^^_ 

que  Crtíelio  está  veticido 

Co-tne. 

¡Cielos!  ¡después  de  ta  gloria               ^H 

^^^B 

j  él  adoranJo  i  Clemencia. 

de  tan  Tclce  victoria,                           ^^M 

^^^p 

iViví  Dios,  que  he  de  probar 

tsl  ax>n  Tu  prisionero                       ^^H 

^^^^ 

dónde  llCKa  mi  ventura! 

soy:  has,  soldado  famoso,                  ^^M 

H               GlLOTE. 

íQmí  micntasl' 

de  mi  lo  que  misgusiares,                 ^^H 

■           OtAn. 

La  noche  escura 

Otús. 

Todo  es  encuentro',  i  azares              ^^M 

^B 

preso  al  Conde  me  ba  de  dar. 

la  guerra:  sufre,   inmolo.                  ^^M 

■          <4X\J>rt. 

¿Etiin  loco? 

Ata  á  la  herida  este  Ikh/o                   ^^| 
)-  esta  banda  aplica  al  braio:             ^H 
que  cortís  r«ndlne  iraío,                        1 

^^^^K 

^^^B         1    En  «t  oriiinal  i  CD  1*  ri  inpouúA  ■(«  l>oAa  Tere-  ) 
^F             locorrlHU  MmaiUmcnlt: 

va  que  en  las  armas  te  vcnjo.                 M 
y  en  ese  caballo  mío                         ^^1 

^^^^      Atac*i«. 

Vo  >>c  I  calila 

sube:  qttc  en  c!  de  este  iré.                  ^^M 

i  ú»i\t  «lema. 

G>L.UTt. 

Heme  aquí  jtinetei  píe.                       ^^ 

■^1 

BI^^^H^B 

■"— ^M 

E^ 

^pp 

JORMAOA 

SeOUNDA                                              t^i          ^1 

^^B 

I.lcvc  el  diablo  el  desafío. 

DuovT.                               V  conde  le  haré               ^H 

^        OiMil'. 

l'u  n<it>le  y  hñlalpo  irMu, 

de  Rei;iu,  puru  que  Iguale                         ^^H 

H 

aiinqiif  erii.-mifio,  me  oblig> 

cl  cjiailo  A  su  valor.                              ^^M 

^L 

á  q  ue  un  v  idioso  le  ii|;a . 

RusKLA.    KresGoniSt?)*:  I)»  pue<le^                      ^^M 

^H 

¡Que  1  viMa  de  .Mnnfcrrata 

hacer  menores  metcedes.                       ^^M 

H 

me  hava  proo  un  hombre  soto! 

CLAvEut.  i.\p.)  Si  le  pierdo  vencedor.                    ^^H 

■          OlitH. 

Tu  «cote  temo  que  renga 

haced  (ine  vuelva  vencido:                    ^^H 

^^^^ 

y  attTo  en  que  me  detenga 

no  Ic  tkis  ayuda,  cielos;                           ^^H 

^^^K 

peligro  st  sale  Apolo. 
Vamos. 

salidlc  al  encuentro,  celos,                    ^^M 

^^^F 

pues  yo  dé  seso  he  salido.                    ^^^^ 

Comm:. 

¡In^rau  Cli-mtfncia! 
Cuando  im-  quítela  vjja 
lu  padre,  por  bien  pCfdida 

^^M 

ESCENA  \rv                   ^^H 

'la  (Uzgjré  en  lu  presencia. 

itiCUM  Salta  mareiando  atileiHfUtlat  ¡ut  co  lát,         ^^H 

Otón. 

Si  con  el  soy  de  provecho, 
no  lencas  dé  tío  (cmor, 
^(,>uc  diccv  de  mi  valor? 

i:£uRo  y  Cnaiu.ni,4»  Ntc.                             ^H 

GiLOTE. 

Criskuo.  {Dt  r«;iíiia¡.)  Esu  el  u  primera  le^,        ^^| 

¡lira  va  mente  1"  hemos  hecho! 

mvtciu  duque  de  Miniua,                        ^^M 

Orófí. 

¿Tú? 

que,  veiKÍit<>,  tus  pío  beso,                     ^^M 

OlLOTR. 

Yo,  pue^. 

que  t!nriquepisa  lux  armas.                    ^^| 

Otos. 

jt)«tráídeml. 

.No  alribu)aii  á  descuidos,                       ^^M 

eo barde,  no  te  punían? 

desorden,  culpables  tallas                       ^^M 

ÜILOTE. 

Siendo  eetn  an&i  lentas 

6  impericia  militar                                ^^M 

todo  el  valor  que  te  di: 

tu  daño  y  nuestras  desgracias,              ^^M 

M  no  iú/uuiíi  tú  misnw. 

sing  á  la  ciega  l'ortuna,                            ^^M 

^Cuantío  el  i:ero  va  detrás 

que  en  las  guerras  y  privanws                ^^M 

no  vale  el  número  mis.* 

por  parecer  mis  hermosa                        ^^H 

^^^Orófi. 

Valiente  eres. 

quiere  mostrarse  mis  varia.  ^^H 
Dislcme  por  compañero                          ^^H 

■__OlLOTB. 

En  guarismo. 

^HOtón. 

Gran  lebrón  ctes,  Gilotc. 

i  César»,  con  quien  mandan                   ^^H 

^^H^!"X* 

¿ViciorSoso  V  prisionero, 

que  csiralj;:em3S  consulte,                    ^^H 

cielos? 

pida  ardides,  si^a  irajiai.  _^^H 
No  dit^;  yLi  (aunque  pudiera)            ^^^^| 

^^^  GiLOTC, 

I.timama  tu  cero: 

que  i  le  que  ha  habido  cerote. 

la  diferencia  y  distancia                     ^^^^| 

(VdNM.; 

aue  hay  del  arnés  á  la  |oya,  ^^^^| 
déla  horU  á  la  celada:                          ^^^H 

VH  J^   ^4  0%   KH^                 KHAdH 

cuín  mal  que  se  compadecen                ^^H 

ESCENA  Xtll 

hojas  de  liljrüs  y  espadas,                       ^^H 

^1              Salf*  (J  DuatiV,Ci.iMisClit.  Rowu  f  CLtnU. 

ejércitos  con  esquelas  ^^M 
y  cátedras  con  murallas:                      ^^M 

H        Di^ne. 

Nu  icmo  tnicl'Z  suceso 

peto  diga  la  experiencia  ^^M 
o  queTiay  de  obras  i  palabras,             ^^M 

de  esta  jiuerra,  pur^  me  ampara 

ta  justicia  cierta  y  clara 

de  las  plumas  i  la  pluma,                       ^^M 

dci  sgraiio  ouc  confieso. 
BucnKencf.ii  scrtalí: 

de  arxumcntos  á  batallas.                     ^^M 

que  si  ejemplos  irsiillcan,                       ^^M 

vencixlor  Cnsclio  ha  sido 

el  presente,  Duque,  basta.                    ^^^t 

mil  veces  del  Temeniido 

pues  por  scftuir  á  las  letras                ^^^H 

Marqués,  y  si  aseguré 

vuelven  vencidas  las  armas.              ^^^H 

su  valor  con  la  prudencia 
de  <léuro,  cuerdo  y  sabio. 

CÉSARo,    Se  echcf,  la  culpa  al  ingoolo,               ^^H 

Críselio,  cuyas  vcniajas                        ^^H 

f  quién  duda  que  de  mi  agravio. 

i  tu  petar  reconocen                          ^^^^M 

luniatidu  al  vtilor  su  ciencia. 

las  luerjtas  más  celebradas,               ^^^H 

lie  de  quedar  s.iirí¡fecho? 

Cátedras  lee  la  milicia                      ^^^H 

^H       Clkhev 

Y  más  cuando  ic  asegura. 

que  universidadn  pajean.                        ^^H 

ScAur,  de  Oióii  la  ventura. 

y  á  especulación  reducen                        ^^M 

^1        (XAVRLA.  Ya  el  Conde  »lará  deshecho. 

experiencias  practicada;..                      ^^M 

^B       DLi}i;e. 

Esta  es  la  hora  que  vienen 

Mi  parecer  Tué  ingenioso,  ^^M 
V  si  d  eí«uci¿n  llegara,  ^^M 
Monferrato  y  su  ivfaiqués                    ^^M 

triunfando  á  Aí.^[uua  los  tres, 

y,  presos  Conde  y  Marqués. 

lor  mi  i  Monferrato llenen, 
le  mi  hermano  no  hay  dudar 

fueran  proverbio  en  Italia.                   ^^M 

H        Rósela. 

Di  tú  que  no  bastan  ciencias,               ^^M 

siendo  César,  que  presuma 
juntar  la  lanza  á  la  pluma 
y  vencer  como  csiualar. 

que  pemc  cl  consejo  cjtnas.                    ^^M 

que  asalte  el  csfucr/o  muros.               ^^M 

q^ue  arroje  el  enujo  balas                       ^^H 

H        Dugiii.. 

Si  í\  con  la  victoria  sale 

SI  no  asiste  U  ventura;                            ^^M 

con  Críselio  ot casaré. 

porque  la  re/  que  esta  falta,                  ^^M 

^1        Ci.Av».A.(.i^j  ¡Af.  i.ii:li>! 

ni  Pompcyo  entre  leRíones.                  ^^M 

^^^^^^Tg^^^^^^^^^^^^   vkntuha 

Ot  DIOS,  Hi)(»            ^^^^^^^^^^^^ 

^^^^^B               DI  Marco  Antomo  etti re  Armadas 

hallé  al  Conde  que  con  otros 

^^^^B                   I3  fiiriunj  (k'l  <  .ñar 

su  victoria  cckbiaba; 

^^^^^H                se  oponijfai).  que  «n  un4  turca 

pedí  a)  udji  á  mi  lofiuna. 

^^^^^^m                del  [inMu,  asc}(ura  A  Amictas 

>  de  !.'uettc  me  ocompafta. 

^^^^^H                  aircvitj'i  el  mar 

óue  en  fin,  »ir*,  vi  y  vcncl. 
Por  relación  ejtu  ba^ta, 

^^^^^B               Xland^ic  cmboícar  la  gcnto 

^^^^^H                para  que      cuarlu  del  alba. 

}  pot  preniiu  de  mu  dichas 

^^^^^^B                Kanarúli'  al  MarL^iitri.  lat  pucnas 
^^^^^^^                ciesen 

que  de  ellas  te  salisfagas. 
Solamente  te  suplico 

^^^^^B              Diá  la               enviJio^a 

que  mires  que  tm  ijonjíaga, 

^^^^^H              de  eMc  ardnl  cucnu  1  la  lama; 

y  que  el  valor  tcsplandexca 

^^^^^H                                  «ncmicü. 

en  <i  masque  la  venuanza, 
ka  tu  poder  esii  el  Conde 

^^^^^H                9ue  el  monte  y  la  )(enia  abrau. 

^^^^^H                y  porét  (xteandufl  fue^O 

el  queesgtnvroso  psfia 

^^^^^H                                  i  vocc« 

u^ravioscon  bcnclicios; 

^^^^^H                no  el  esfiierxo,  la 

perdónale  si  te  a){[avia. 

^^^^^H              no                       U>  tlamav. 

DtJ^uK.     A  vuestras  cortas  raiones 

^^^^^^B                Si  no  luiíiio»  veniumsov. 

y  ¿  vuestras  hazañas  laifa^. 

^^^^^H                no  culpes  las  kiras  ubla» 

con  Íar|$os  premios  pronMtc» 

^^^^^^               que  (Un«n  Mane  )  Minerva 

juntar  cortas  alabanzas. 

^K                           sobre  sus  cabc;ías. 

Mi  honor  os  debo  dos  veces: 

^^^          DVQUE.                                               tlaSIR. 

venckio  habéis  otras  unus 

^^H                      Vencidos  vents  los  dos: 

i  Knrique  y  rrsiiiuido 

^^^^^                 las  letras  sin  manos  hablan. 

á  su  ser  mi  ani>)(ua  tama. 

^^^^^L                   valor  obra       Icnuua, 

I'ues  me  dais  un  Conde  preso. 

^^^^^^1                uno                 oiroAyait; 

bien  será  qur  Conde  os  na|t'' 

^^^^^H               pero  los  dos       veníuni. 
^^^^^H                 La  elocuencia  )'  la  arrofjincia, 

Conde  sois  de  Val  Hermoso. 

Otón.       Esclavo  tuyo  me  llama. 

^^^^^m               tas  armas  junio  á  las  leiras, 

DuoiiE,     Criselio,  el  bastón  os  vuelvo. 

^^^^^^                decís  bien,  no  valen  nadk. 

y  pues  la  dicha  acompaña 
i  Otón,  seguid  su  ventura: 

^^^^^^                Volveos.  Cosaco,  i  los  libros: 

^^^^^H                abogad.  s«nicn>.-iad  causas, 

que  mientras  Césaro  iriu 

^^^^H              aue  no  es  tMcn  pas¿is  la  pluma 
^^^^^H              ie  la  mano  i  la  celada. 

en  mí  tribunal  de  plcuos. 

si  al  valor  la  dicha  cnsalia. 

^^^^^H               De  V  utsiro  centro  os  saqué. 

valor  tcnií^s  «  Otón  dicha: 

^^^^^H               y  fuera  de  i\  pcss  el  a^fua. 

restaurjJ  vuestras  desgracias. 

^^^^^1               no  traen  armas  los  jurisias: 

Cbisei.io.  <UmÍ)<m(i<1o,  fttf¡!>f,  prcmiaS' 

^^^^^H               con  íólo  \in  faltamos  matan. 
^^^^^                íQmí  es  de  óxüní 

Si  averRúenisn  tut  palabras. 

tus  mercedes  dan  valor: 

^       OisKuo.                                No  sé  si  afirme 

justamente  1  üión  levantas. 

^^^^^                    ensu  afrentaóatabanxa 

Cun^u  lelis  compañía. 

^^^^^U               que      temor     la  ventura 

ni  temo  suerte  contraría. 

^^^^|B               previnieron  su  lardanna. 
^^^^                  No  fué  al  campo, 

oí  enemigo  poderoso, 

ni  empresa  con  que  nu  sal(ta. 

■             DuQve.                                Yo  lo  creo. 

DuottE.     Conde,  á  intercesión  de  Otón, 

^^^>                       que  sí  en  ¿1  Otón  se  hallara 

debajo  vuestra  palabra. 

^^H                      salieran  con  la  victoria 

la  ciudad  tened  por  clrccl                         1 

^^^                        su  valor  y  mi  venganxa. 

lin  prisiones  y  un  guardas. 
CoMU.     Yo  a  doy.  y  i  tu  (irandeía 

V              Ctufto.    ^L>  victoria  un  ignórame 

■  que  en  su  vida  ciñó  espada? 

■  OiMític-     Mejor  Mis  pata  riscal 

lirtdo  las  debidas  gracias. 

deseoso  quesin  ira 

^^^^                      que  para  toldado,  basta. 

de  mi  amor  te  satisfagas. 

^^^k 

i.tp.t(¡DÍcho»a  prisión,  si  estoy 

^^^^^^^ 

en  presencia  de  mi  dama. 

^^^H                                        XV 

Amor,  mis  cieno  anduvieras 

sí  libertad  la  llamaras.i 

^^^V             I>iea««.  roída  t»iaf.  y  laUOri-H.  H^tm,  y  rí 

Olióme».  ¿No  me  habláis.  Otún^                          1 

^^^V                   eosiia  Kiit«c(.  !(■  arn<i  y  con  kanáa. 

Otón.                                          Señora, 

V 

poco  agradece  quien  habla. 
La  suspensión  siempre  mira. 

^             Otón.       t^i  nuou* )  Atribuye  i  mi  ventura 
^^^L                       j  no  al  valor  que  me  laltt 
^^^H                       el  ofri-cene,  señor. 

la  obligación  siempre  calla: 

por  vos  lengu  el  bien  que  tengo. 
Clkhsn.  Va  sois  Conde. 

^^^^k                   á  Enrique  preso  i  lus  plantas. 

^^^^H                  Vencedor,  viene  vencido. 

Otón.                              Serme  basta 

^^^^H,                  Yo  tengo  pocas  palabras: 
^^^^V                larde  al  campo  me  enviaron 

esclavo  vuestro. 

CsKMBit.                          Yo  har< 

^^^^K                cumpttmlentos  de  mi  casa; 

que  envidien  vuestra  pnvaiUA. 

^^^H^^^^^^^H^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^H 

iORNADA  TKnrKKA                                                            íqb             ^H 

Clávela 

•  íAp-t  (*t>*i  no  s«  cua  Rósela 

¡Ay,  prima  mía!  ;qué  exiraftas                  ^^H 

can  mi  ('risclio,  Mpcfantaa 

somoi  las  muieret!                                 ^^M 

daldc,  pues  vuelve  vcnclJo, 

Clatbla.                                ¿I>uet.*                      ^^1 

péumc  no.  aleares  graciai. 

Clrmkn,  Porque  senas  si  te  engaAat...                 ^^H 
jVes  mi  libre  desdén.*  jves                     ^^H 

CtSAKO. 

U  Oidn.i  E\  nuevo  titulo  goce 

vticseAuíü,  ddsd  lar^s. 

mis  ligucúsas  entrañase                          ^^H 

Otón. 

lOh,  tenor  ((obcrnadorl 

«lo  que  al  conde  de  Ptaccncia                 ^^H 

pHamv  de  tu»  dcsiirtcJas. 

aborrecí  poderoso?                                 ^^H 

!>l  hay  en  que  pueda  «mirtc 

«lo  que  leml  su  presencia,                      ^^H 

(no  hácer  placer,  que  k%  hidalga 

pues  por  no  verle  mi  esposo                   ^^H 

siempre  en  mi  U  «tttetia) 

ni  mi  gusio  en  contingencia,                     ^^H 

acudiif  con  vi  alcni. 

el  robn  )  íueri:!  fingí                                 ^^H 

ROULA. 

No  doy  i  vuestra  excelencia 

que  no  \\eg,ú  i  ejecución,                        ^^H 

el  parábiín  de  turbada 

y  con  mí  padre  mentí                             ^^H 

con  el  encarecimianiy 

vanas  haxartas  de  Oión?                         ^^H 

que  debe  qu:cn  tamo  l«  ama. 

Ci-AVBLA.  Yo,  prima,  supe  de  ti                              ^^1 

Otów. 

¡Oh,  hermosa  Rosíla!  ya 

«1  aviso  que  tuvisie                                 ^^1 

lleg>'>  la  hori  deseada 

del  Conde,  lu  amor  ingrato:                     ^^H 

^^ 

en  que  esté  en  vueítro  servicio: 
y  i  Otón  honre  vuestra  caía; 

qtM  su  venida  suptsic,                            ^^H 

^^^^B 

y  que  de  su  torpe  trato,                             ^^H 

^^^H 

puei  s¡fvi¿ndoos  de  U  mía, 

al  bo^ue  turbada  huiste;                         ^^H 

^^^^1 

mientras  que  condes x  os  llama 

el  buen  proceder  de  OtAn;                         ^^H 

^^^m 

un  titulo,  vuestro  espoxo, 

el  por  qué  te  disfrazaste,                           ^^H 

^^^^M 

}'  el  Duque,  con  él  o%  casa. 

y  por  anticipación                                  ^^M 

^^^M 

por  dichoio  me  tendré. 

que  al  cunde  Enrique  impuiaita             ^^H 

^^^^H 

no  en  que  si  se  ofrece,  os  haga 

la  no  gOEada  traición:                             ^^H 

^^^^B 

cualquiera  comudidad.                         ■ 
q^ue  lucra  poca  crfanKs, 

¿hay  aiis  que  aAadir  i  tiof                   ^^H 
CI.BMKN.   A  nrnrique  desheredado;                            ^^H 

^^^B 

^^^H 

Mno  que  como  Kfkora. 

á  Enrique  s:n  pftdre  y  preso.                  ^^| 

^^^^'^ 

me  mandíis. 

sin  amigos,  sin  estado,                          ^^^H 

■         ROSILA. 

(Af)               Diómc  en  c!  alma. 

estoy  por  decir  sin  seso;                    ^^^H 
.   línriquc  que  aborrecí,                       ^^^^| 

K         CtSASO. 

tAp)  ¡Que  se  anicponga  i  mis  letras 

H 

de  este  modo  la  i^norjnciA 

porque  lo  que  soy  publiques.                ^^H 

H 

d«  hombre  que  sabe  tan  poco! 

á  Kniique  ya  pobre..                              ^^H 

■        ROIKLA. 

(Ap,)  l-a  envidia  el  pecho  me  abrasa. 
fAp.)  A  quien  le  toDra  ventura. 

Cj.^vela.                                    Si>                        ^^H 

■        CtUKO. 

Clrmrn.  Pues  á  Knrique...                                    ^^M 

^^ 

el  Mber  poco  te  batta. 

Clavki-a.                         i\^iy  mis  t:nriqu«L>             V 
C1.KNKN.  Prima,  quiero  mis  que  á  mi.                   ^^1 
Clavsla.  jA  quién  tu  afrenla  intentó?                    ^^M 
Clkmb*.  No  sé  que  eso  verdad  sea.                          ^^U 

^^^^^y 

^L 

JORNADA  TEKCEKA 

Sé  que  quien  me  lo  contó                          ^^H 

me  amaba,  y  que  amor  se  emplea            ^^M 

en  engaAos.'                                            ^^M 

Clavsla.                       Bien  té  yo                               ^^1 

^^^^^^^ 

KSCCNA   PRIMERA 

de  las  muestras  de  aflcióa,                      ^^H 

^v 

Solfil  Cianocla  >■  Cl.«riLA. 

con  que  más  Enrique  siente                    ^^H 
tu  desdén  por  su  prisión.                        ^^H 

H^       Clkhin 

^De  mi,  en  ñn,  cMds  quejosa? 
.  Mi  amor  le  lo  ceiiiüca. 

que  cualquier  fama  desmiente                ^^H 

H       Clavkui 

que  desdora  su  opinión.                     ^^^^| 
Pero  haleel  Duquequiíado                ^^^H 

■ 

La  voluntad  te  halla  hermosa. 

^B 

el  interés  le  ve  rica, 

tt  estado  que  tenia;                                ^^^^| 

^1 

el  parentesco  amorosa. 

murió  su  padre  cercado,                         ^^H 

^^^^ 

discreta  el  entendimiento. 

sin  que  un  pueblo  en  I.ombardla              ^^M 

^^^^^ 

tierna  laconversactAn, 

de  tamos  le  haya  quedado.                     ^^H 

^^^H 

y  ansí  de  CrisTÜo  siento, 

Si  rico  lué  aborrecido.                             ^^H 

^^^^1 

si  tantos  tus  dotes  son. 

no  té  cornil  pueda  Ner                             ^^H 

^^^H 

que  mienta  tu  casamiento. 
En  la  guerra  te  ha  oblífodo. 
en  la  paz  le  ha  pretendido. 

cuando  tan  pobre,  querido.                       ^^H 
Cij:mi:k.  Haiañas  son  del  poder,                              ^^M 

^^^H 

^^^1 

i  Dios  siempre  parecido.                          ^^M 

^^^^B 

victorioso,  kÍ  soldado, 

Añadir  al  oro.  prima,                                 ^^H 

^^^P 

y  li  galán,  preferido: 

esmaltes,  cuindu  por  si                           ^^H 

^^^^^ 

luego  es  cieno  mi  cuidado. 

el  mundo  tanto  le  eslima,                        ^^H 

■        Cl.tM8N 

Otro,  Clavel  a,  es  el  mío. 

no  es  mucho:  ni  que  i  un  rubí                 ^^H 

^K 

del  luyo  tan  diferente. 

ó  un  diamaniequc  sublima                     ^^H 

^1 

aue  le  juj^KO  i  desvario. 
Nunca  de  amoi^que  ei  pariente 

hasta  el  sol  su  resplandor,                      ^^M 

^1 

guarnazca  el  oro  opultoio.                     ^^H 

^ 

lograr  esperanzas  fto. 

y  realce  su  labor;                                    ^^H 

Pi 

VENfUKA  TE 

D¿  IKO», 

HIIU                                   ^^^^^^H 

^^^^H 

ptin  halla,  en  lin,  fundameniu 

'   ROSBLA. 

Cuando  alcance  lu  privanza,        ^H 

^^^^^^B 

ct  irbhajovn  su  valor. 

1 

le  irat¿  con  menosprecio,              ^^M 

^^^^^H 

Mas  de  una  materia  baja 

y  con  inórala  mudanxa                 ^^M 

^^^^^H 

hnccr  una  p«c/a  nobk. 

k  Uam^  Ignorante  y  necto;            ^^M 

^^^^^^^H 

nn  escritorio,  una  caja, 

porque  Wtgü  mi  esperanza             ^^M 

A  prometerse  pur  s                          ^^U 

^^^^^^H 

una  ¡iiin>;en.  que  de  un  robic, 

^^^^^^^H 

al  oro  puro  aventaja. 

dar  la  mano  i  un  potentado;         ^^M 

^^^^^H 

«a  es  majetlad  (¡uarjada 

que  aunque  plebeya  nací,               ^^M 

^^^^^^^M 

á  Dit».  Milu  y  al  poder. 

como  mi  hermanó  ha  >l<igado        ^H 

^^^^^^^B 

que  con  grandexa  eh\  ndn 

i  tanta  dicha,  creí                         ^H 

^^^^^^^H 

se  autorizan  con  dur  \er 

subir  donde  mi  ambición                ^H 

^^^^^H 

V  valor  á  tu  que  es  nada, 
tsio  mismo  íieccf  procura 

pretendió  desvanecida.                     ^^U 

^^^^^^^H 

Sintió  mt  desden  Otón.                    ^^M 

^^^^^H 

mi  amor,  pues  porque  á  luf  salga 

y  despreciado,  me  olvida.                ^^M 

^^^^^^^1 

su  poder  )  mi  hcnnosura. 

Cle.iaek 

Agravios  y  celos  von                     ^H 

^^^^^^1 

busca  un  maridu  que  valija. 

espuelas  con  que  amor  vueU.             1 

^^^^^^f 

prima,  nu  mas  que  la  hcvliuca. 

aunque  un  desprecio  es  bastante         J 

^^^^^^  Clavel 

i,  Mh  celos  has  satisíccho. 

i  apagar  llamas,  Rustía.                ^H 

pues  «B  hechura  saldrá 
■  lu  ;¡u!>l"  >'  nik  provecho. 

Rose  I.  A. 

De  un  humbrc  lun  ignorante,        ^H 

^^^H 

que  aún  no  te  admite  la  escuela,     ^^ 

^^H 

Mi  hechura  s^lovatdri 

,jquiéti  pcns.iratal  ventura?                   1 

»  has'i  al  Conde  va  desecho- 

Clkmk-s* 

(.Mujer  eres  dí /viiíc-^uí.*                      | 
Desdicho  has  dt-  tu  cordura.                  1 

^^H            CLAt-KLA.  Roivíu 

^^H            CLEMtK 

Pues  anda, 

Ahora  yo  haré  oue  se  trueque        ^J 
el  aspereza  en  b  andura                   ^H 

^^^H 

y  no  lemas  que  poi  ini 

^^^^^^^_ 

pierda  tu  amor  su  demanda; 

de  Otón;  que  si  te  ha  querido         ^H 

^^^^^H 

queá  mi  Hnrique  el  almadt, 

y  uira  vez  el  fueteo  atiías.               ^H 

^^^^^^^B 

w  bronc«i  ya  cera  blanda. 

queamortiíiuaste  ofendido,             ^^H 

^H 

IVau  CUvcla.) 

mientras  duran  lasceniías.                   1 
no  ha  muerto  al  fuego  el  olvido.    ^J 
Yo  despenaré  sus  llamas.               ^^M 

^^^^H 

ESCKNA  II 

Rósela. 

Kl  viene,  porque  procures               ^H 

^^^Br. 

CLtHKrfCU  y  ROMLA. 

Clemcs 

mi  paz.                                         ^^M 
Si  cuenla  te  llamas.            ^H 

^^^^^EBMila. 

En  busca  de  vucMra  alteía 

ni  en  penié-gues  te  asegures.                 ' 

^^^^^^^^n*- 

me  trae.  ^cñi>ra,  un  cuidado 

ni  desprecies  á  quien  amas.                  i 

^^^^r 

Hfie  ocasiona  mi  UKieu. 
(^mo  sea  enamorado. 

^Vau  RomU  y  <a'c  Otóo  > 

^^^1^    CL£HEX. 

^^B 

á  comunicarle  empiexa: 
que  lu»  de  una  Tacutiad 

ESCENA  III                            j 

^^^^^^ 

alivian  au  mal  mcfor. 

Ct.IHtMCIA  y  OTdK.                                 ^^H 

^^H 

Kk.  lifan  señora,  verdad. 

Mas  ^paiiu  iiibuiu  i  amor 

Orí!.. 

Aguardando  (1  Duque  queda         ^H 

^^^^B 

vuc&ira  attc/al' 

ii  vuestra  aitcza.                            ^^M 

^^H        Clinkn, 

Vuluniad 

Clcmen. 

Y  yo  i  vos.           ^^1 

ten^o  á  quien  aborrecU. 

,Ot6n. 

¿Qu¿  hay  en  que  serviros  pueda?         1 
Conde,  ¿na  muestra  ser  Oíos                 i 

^^^H 

Decirme  la  tuya  puedes 

Clbmes. 

^^^H 

mientras  )o  callo  la  mía. 

amor  con  vos,  que  se  hospeda               1 

^^^^^^hO>ELA. 

Segura  con  las  mercedes 

en  el  más  rustico  pecho                    ^J 

que  me  has  hechu  dnde  el  día 

como  en  el  alma  más  rica?            ^^M 

^^^^^P 

que  cniri-  en  palacio,  quisiera. 

Ot6n. 

No  soy  para  tí  de  provecho;           ^^M 

^^^^^^^ 

SÍ  de  mi  le  saiisfacGS... 

mas  a  la  guerra  se  aplica               ^H 

^^^1 

jQuerrásme  hacer  lu  lerccra.* 
Que  fuesen  en  unas  paces, 

mi  inclinación.                                  ^^M 

^^H            ROSVLA. 

Clbmin. 

Va  hab^s  hecho      ^1 

gran  seAora,  incdi añera. 

va  día  alarde  capax                                 1 

^^^1 

¿Con  quiin  los  enojos  son? 
Días  ha  iiuc  he  sido  amada 

del  valur  que  en  vos  se  encierra:          1 

^^^^             POSKLA. 

pero  ya  que  e>  todo  pax                         1 

^^^^^v 

con  reciproca  añción. 

y  se  ha  acabado  la  guerra,               ^J 

^^^^^^fe 

aunque  agora  mal  pagada 

cuando  reina  amor,  rapax,              ^^M 

^^^^^^^r 

deOt6n. 

,'eii  quí  solíis  ocupar                      ^^^ 

^^^M 

Luego  (Sabe  Ot6n 

tiempo?                                         ^^1 

^^^^ 

querer? 

Ot6«. 

Pues  «1  más  larfio,        ^^M 

^^H       Rósela. 

Nir.ftuno  lo  ¡«norai 
ni  ti  tan  wmuroto  fuera 

^  nu  es  corto  para  pensar                ^^M 

^^^^M 

V>  mucho  que  os  soy  á  cargo        ^^M 

^^^^1 

si  no  imara,  nt»n  scAora. 

V  no  he  de  poder  panar?                  ^^M 
Vos,  ^que  me  debéis  á  ml^              ^^M 

^^^^^.Cl-tMEN. 

Rten  dices,  l.a  planta  y  Aera, 

Clsuem. 

w 

por  dar  fruto  »e  enamora. 

Otó-*. 

Todo  el  sor  que  me  ha  ilustrado:        1 

^^^■^^^^■^^■^■^^^^^^^1 

■ 

JORNADA  TRKCKRA                                                       ■  So?             ^H 

^^B 

la  privanta  A  que  sutrf! 
fl  fiubctmc  a<:rc<tiudo. 

jQué  imposibles  no  ha  allanada  ^^M 
atí  amor  el  real  drcoro?                        ^^H 

^^^H 

^^^^ 

lin^iendo  qui-  vm  vcncl 

Dichq,  de  mi  parte  os  hallo:                   ^^H 

^^^^B 

ul  ■:un<1c  tCnnqur:  el  sa>:Arme 

homtne  soy,  n«  la  enamoro                   ^^H 

^^^H 

de  una  granja  al  CHf|^l  honroso 

como  i  la  asiría  vi  caballo,                       ^^H 

^^^^V 

con  que  he  venido  ■  iluitrarme. 

ó  como  i  I>R<jfc  el  turo.                            ^^H 

^^^H 

y  el  haberme  hecho  dichosg: 

Refrenaos,  len^iu:)  habladora,                 ^^H 

^^^^ 

¿qué  es  lo  mi*  que  podéis  darme? 

V  no  ofendáis  tal  valor.                        ^^^^ñ 

V     Clbhen. 

I.a  dicha  que  e%  om  excew. 

Pero  ^mi  me  dijo  ahora:                      ^^^^1 

^B 

ei  deuda  al  tielu  debida: 

*í/v.  he  de  hacer  acteedot                      ^^^^1 

^^ 

vo  rto  lem;»  parte  «n  etu. 
!-'iiigi  de  Rnnque  la  huida; 

de  un  alma.  Oi^>n,  que  os  adoTA?*          ^^H 

^^^^ 

Mas  ^'pur  fuenra  ha  de  ser  ella?              ^^M 

^^^^B 

mas  uavétidiile  vo*  prcsi>. 

,Si,  que  >mi  iinaf^inación  ^^H 
transformada  idijo)  en  ella                    ^^H 

^^^B 

bfon  habéis  beneüciado 

^^^^B 

lo  Quo  dije  en  profecía: 
el  t  lulo  que  o%  ha  dad» 

me  dio  tat  vez  ocasión                           ^^H 

^^^f 

V  Inimo  pan  querella.»                           ^^H 

■^     \ 

mi  padre  d  inicrccíiún  mfa, 

&Í  el  Animo  es  menester,                           ^^^| 

vuestro  esfuerzo  le  ha  ganado. 

^KU  es  la  diliculiad.                                ^^H 

^^^K 

Anics  as  sov  lan  deudora, 

Animo  para  querer.                                  ^^H 

^^^^1 

que  si  es  la  papi  mejor 

si  no  es  para  su  beldad,                         ^^M 

^^^^B 

la  que  el  amor  atesora, 
os  he  de  hacer  acreedor 

;para  qué  otra  puwfe  ser?  ^^H 
Pero,  i ma Ilinación  necia,                        ^^H 

^^^^P 

^^^"^ 

de  un  alma.  Oiún.  nae  os  sdor«, 

jQuién  vuestra  virtud  contrasta?  ^^M 
Clemencia  A  Mniique  desprecia.              ^^H 

0TÚ!(. 

^■A  mi,  (.«ñora? 

Cl.EHSM 

Y  lan  bella. 

V  con  ella  no  fu^  casta                             ^^H 

como  la  imajtinación. 

Pcnélope  ni  Lucrecia,                                ^^H 

transformada.  Oión,  en  ella 

Mas  si  me  dijo  madama                            ^^H 

■ 

os  di\t  en  alguna  ocasiAn 

•puei  hartat  obli^akione^                           ^^M 

' 

injmo  para  querelii. 

i  la  que  su  duei^u  os  llama                      ^^H 

Otos. 

Si  no  es  que  de  mí  (»  burláis. 

tenéis,  de  aquestas  razunvs                     ^^H 

no  sé,  señora,  k  q\ii  lin 

MCad  quién  es  la  que  us  ama>,               ^^H 

mi  libertad  inquieiüs. 

g-Vo  á  quién  tendió  obligación                ^^H 

No  oseniiendo. 

sJno  es  sólo  á  su  hcrmosuru?                 ^^H 

Clehen. 

A  hablar  latín 

.jquién  ha  stdo  U  ocasión                       ^^H 

no  es  mucho  no  me  entendiis. 

de  mi  invidiada  ventura                         ^^H 

Otos. 

Vo  en  mi  vida  tuve  dmna. 

sino  sola  su  afición?                                  ^^H 

Culmen 

Pues  hartas  ubliaaciones 

Pues  si  de  aquí  sacar  qu>ero                     ^^H 

i  la  que  su  ducAo  os  lUmn 

midam;«,  que  eselUiliKO-                        ^^H 

len<.'is;  de  aquestas  razones 

■Id  esta  noche  .\i  tcneto,                          ^^H 

sa<.'ad  quié:í  es  la  que  os  ama. 

que  hablando,  ('onde,  cunmifto,              ^^H 

Otón. 

..Vo obliuacionM de  amor? 
tsiit)  lül  Duque  a  llamar  envía 

cundía  habUréi».  liruseto                      ^^H 

Uk  I^AIt 

soy,  pues  en  esto  repjro,  ^^H 
Si'ha  de  hjbUr  mi  dama  en  clu              ^^M 

á  vuetltn  .illc;ca. 

Otón. 

(AF'rti.i              Temor. 

^quédiidiis,  ingenio  avaro?                        ^^H 

refrenad  á  la  osadia. 

«Lonmií;i>,  hablareis  con  ella*;                 ^^M 

CtíMBN. 

Para  ubello  mejor 

,-pudo  dcciilo  mis  claro?                       ^^H 

id  esta  noche  a)  terrero. 

ha,  confusión  escura,                            ^^H 

1 

que  hablando.  Conde,  conmigo. 

pues  inimu  es  menester,                        ^^H 

^^^^L 

con  ella  hablaitís. 

et  ánimo  me  ascitura                                 ^^H 

^^^ 

( ('«KM  CI«nM*eJi  y  *t  Pi)e.) 

el  ser  Clemencia  mujer.  ^^H 
y  loque  es  más,  mi  ventura.  fv«w.>      ^^1 

^^^^H 

ESCENA  IV 

^H 

^^^H 

tJTfti.. 

ESCENA   V                                ^H 

^^^^H 

^Quc  espeni*  -v. 
Imaftinftción,  si  os'sigo: 

Salen  Ci.aMai(ct«  y  ti  Driivt.  »  patrr.                  ^^H 

^^^^^ 

Duque.     Y«,  Clemwcla,  han,'  por  li                      ^^| 

^^^^B 

imitar  Faetones  quiero. 

to  qu«  me  pides,                                     ^^H 

^^^H 

¡Válgame  Dios!  ^Si  madama, 

CLBaiSK.                             A  Otón                        ^^1 

^^^H 

para  ensalur  mí  ventura 

casarle  scri  razón :                                     ^^1 

^^^H 

de  todo  punto,  me  ama? 

palabra  á  Rósela  di                                    ^^H 

^^^H 

Mas  ^quí  bárbara  locura, 

de  suplicarte  por  ella.                                ^^H 

^^^^B 

necio  penii.tmiento,  os  (tama? 

DtíQiT.     Bien:  con  Otón  casará,                           ^^H 

^^^H 

,'^o  de  Clemencia?  jyo  amado 

f  él  en  Rósela  tendrá                             ^^H 

^^^P 

de  quien  el  m>I  puede  ser, 

esposa  discreta  y  bella.                         ^^^| 

^^^^B 

no  original,  au  traslado? 

Dutaréla  de  mi  mano.                       ^^^^| 

^ 

Mas.;nü  es  Clemencia  mujer? 

porque  til  la  quiere*  Wen,                 ^^^H 

^^TíqR 

VENTURA  TK 

ai:  nios,  uno                                            ^H 

^^^^K 

y  porque  debo  también 

dicen  auc  et  sobre  azul,  oro.                  | 
Climkk.  lAf.)  O  será  mi  Mpoio  bnríque,             1 

^^^^^H 

mucho  1  Cí-uro,  su  hermano, 

^^^^^^B 

Mis  tú.  que  por  todot  ru<-gi$, 

0  \m  muerte  me  darí.                                 1 

^^^^^^^1 

y  calar  quier»  i  Ui6n> 
¿por  qué  i  lu  edad  un  sai¿n 

Un  papel  le  escribiré.                          ^J 

^^^^^H 

Mi  ami>r  sus  penas  publique.           ^^M 

^^^^^^^M 

tan  húii«U»%  laI()^  niefiaii' 

DuQUR.     Cuerda  y  obediente  eres:                 ^^M 

^^^^^^H 

Ya  es  bien  que  <le  me  cuidad» 

míralo  y  vuelve  después.                 ^^M 

^^^^^H 

me  libres,  v  puci  suy  vieju. 

Clsuin.  Como  ese  hombre  tío  inc  dea,         ^H 

^^^^^^^B 

obeiJIrnlc  &  mi  consejo 

cisame  con  quien  quisieres.    (V«t«.)      1 

^^^^^^B 

des  sucesión  A  (111  cstsiJu. 

ftuQtiK.     l^jccutarí  mi  i^usio.                                   1 

^^^^^^H 

Monfcrraioes  luyo  >a: 

ú  pfubaris  mi  rigor;                               1 

^^^^^^^M 

A  Míniua,  CleiTicncá.  Iierodas. 

mas  no  suiríri  mi  amor                        1 

^^^^^H 

la  más  podcíosa  quedas 

que  la  case  a  mi  dis^UilO.                 ^^1 

iQué  (iiandc  fclicidatl  ^^M 
lucía  SI  un  padre  engendrara           ^^U 

^^^^^^1 

de  Lomba  rdJR.  y  podfA 

^^^^^^^m 

cualquier  tcy,  si  d  interés 

^^^^^^B 

ve  de  tu  dote  y  helleía, 

como  en  el  lalle  y  la  cara,                ^H 

^^^^^^ 

dar  corona  á  lu  cabeía 

un  el  alma  y  voluntad                     ^^M 

^K 

porque  la  mano  le  des. 
Ksu  queda  á  caf^  luyo; 

su  s«mu|anxal  Mas  Dios                    ^^M 

^^^            Cl.K)lltN 

cria  el  alma  y  la  da  el  ser.               ^^M 

^^^^m 

que  en  mi  no  fuera  razAn 

y  asf  es  mila'ur»  ei  hacer  ^^U 
una  voluntad  de  dos.                      ^^M 

^^^V 

excodei  de  lu  cleccián. 

V                DcqVE. 

Pues  SI  «0  es  ansi,  concluyo 

^^1 

^^ 

con  üue  yá  icngu  escuuido', 
mi  C.  emencia.  un  noble  esposo, 

ESCENA    VI                           ^M 

^^^^^^ 

no  de  suerte  poderoso 

Et  OcqUE  y  lalt  C.ttAt^o.      '               ^^^k 

^^^^^^^^^ 

qucal  litulo  de  marido. 

^^^^^H 

Kiendo  rey  Soberbio,  aijada 

C£s*BO.    De  prevenir  la  partida                       ^H 

^^^^^^H 

et  titulo  de  \eñur. 

que  he  de  hacer  á  Doma,  vengo. 

^^^^^^H 

sino  i  quien  siendo  menor 

OuQVX,     .Micnirai  que  yo  no  prevengo 

^^^^^^^1 

que  tú,  la  vida  privada 

á  i'.lernencia,  persuadida 

^^^^^^1 

y  estado  por  li  me/ore. 

á  no  hii;er  mi  voluntad. 

^^^^^H 

^  tu  gusto  se  sujete. 

jqué  importan  tus  prevenciones? 
A  rue-rfüi  y  pcrsuüuones 

^^^^^^^M 

por  scflora  le  respete 

^^^^^^^E 

V  por  esposa  tcaJi>re. 

responde  con  liberta 

^^^f      Cieñen 

tAp.»  Si  no  es  Vite  Bnriquc,  el  conde. 

que  haMs  el  nombro  le  rs  odioso 

Je  tlíiielio.  y  porque  vea                   ^^ 

^^^^^^ 

ciclos,  decid  ^quién  scri* 

^^^^^^H 

Pobre  y  sin  estado  está. 

SI  haijcr  Olí  gusto  desea,                     ^^f 

^^^^^^^M 

V  con  mi  amor  corresponde. 

le  dé  cualtju.eta  oito  espow,             ^^^k 

^^^^^^^B 

Pedidme  albricias  si  es  tí. 

fuera  de  i\.                                      ^H 

^^^I^V 

amor. 

CtSAKO.    <.i/üri(.>       iRuena  ocasión             ^H 

^^^^^lJvqui. 

Verj¡on/osa  )  muda, 

la  envidia  darme  priKura,                  ^^1 

^J^^ 

mezcla  el  lemor  )  I*  duda 

para  atajar  la  ventura                      ^H 

^^^^L 

en  ti  el  luxmln  y  el  clu\el. 

cun  que  me  atormenta  Otón!            ^^| 

^^^1 

Ratón  scri  despenarle: 

Dt/Qu*.      I-ls  mi  única  heiedcra,                        ^^f 

^^^^P 

tu  esposo  lia  de  ser.  Clemencia. 
Criieiio. 

¿mola  excesivamente.                      ^^| 

^^^P 

y  aunque  pudiera  imprudente          ^^1 

^^^      CttMeni. 

iQuHnf 

foritalla  á  que  c'  il  le  diera,              ^H 

■             Di'oue. 

Su  presencia 

mucho  mis  debo  á  mi  hija              ^^H 

^^^—^ 

es  digna  de  enamorarle. 

que  i  <:riscliD,  y  entretalla               ^^| 

^^^h 

Primo  es  mío.  y  su  valor. 

i  quien  aborrece  es  dalla                   ^^| 

^^^^^^ 

ÍRuat  i  iui  prendas  claras. 

no  esposo,  muerte  prolija.                 ^^| 

^^^^^^B 

lanto,  que  si  tú  falleras 

Pues  mi  palabra  cmpeitada,              ^^| 

^^^^^^F 

le  hktera  mi  sucesor 

T  dejar  mi  sucesión,  ^^| 
a  talla  de  hijo  va(4n,                          ^^| 

V Clkmik. 

Antes  por  s«r  iiin  cercano, 
ni  le  admito  ni  te  apeteico: 

^^^^ 

por  mujer  conunuada,  ^^H 
llévalo,  Césaro,  mal.                       ^^| 

^^^B 

que  bodas  con  parentesco 

^^^^p 

no  se  logran. 

Crnclio,  en  fin,  es  mi  primo;           ^H 

^^^           OUQirS. 

Ya  es  en  vano 

por  raletosü  le  estimo.                    ^^| 

H 

icslsiír  mr  voluntad: 

por  discreto  y  por  leal.  ^H 
Si  casara  con  Clemencia,                 ^^| 

^^^L 

que  en  fe  de  i<i  gusto  mk>. 

^^^H 

para  que  drsrx-nsc,  envío 

mi  sangre  seconiinuara,                  ^^| 

^B^^ 

mañana  i  su  Santidad 

sin  que  por  ella  pasara                       ^^| 

H^ 

i  Ctsafo. 

á  extranjera  descendencia.                 ^^| 

H                  CtCMIN. 

fA^úrii)     Amor,  ya  «s  lloro 

En  aquesta  confustún                      ^^| 

^M 

maloKrado. 

que  me  aconseíes  le  pido.                 ^^| 
CtSAao.   De  que  no  se  case  ha  sido,              ^^| 

^^^B          DuQUt. 

Eslees  mi  inieato. 

L 

Sobre  sangre,  casamiento, 

gran  seftor,  la  causa,  Oión;              ^^| 

^j^^^^^^Mi 

^ 

^^*^^^^H 

^^^^H                                                                                399       ^1 

^^^^^V        que  ya  oue  ¿  «te  punió  liento, 
^^^V              traidor  lucra,  A  no  decir 

si  soy  lan  torpe  estudiante?                   ^^H 

Dejad  tanta  consecuencia,                     ^^H 

^^^B               lo  que  Hegui  i  ver  y  oir. 

V  ya  que  hacerlas  querdis,                       ^^H 

^^^1               Como  amor  k  pinun  ciego 
^^^B               BO  reptn  en  calillad: 

probad  que  03  desvanecéis                       ^^M 

y  que  n»  me  habla  Clemencia.                ^^H 

^^H               Madtm»,  gran  leAor,  ama 

Duoua. 

«Otón?                                                       ^M 

^^P              áOtón. 

Otók. 

-,Gran  seAof!                                ^^M 

^^^DüQtiB.                 ¿Qu4  dices? 

Dt;ou":- 

tOuí  poco                 ^^1 
de  vuestro  aumento  curáis,                   ^^H 

■       CAsjího.                                   Madama 

■                        le  niuesira  tal  volunud, 

cuando  i  m!  me  dffvcláís                      ^^H 

H                        que  íi  no  »  á  Otón,  no  creas 

^^H 

H                        que  ri  ouod^  la  mano  y  si. 

Otón. 

Sí  no  es  que  tan  loco              ^^^^t 

H       DdQUk.     Aiiora  se  fui  deaqul. 

me  tenida  el  favor  que  siento,             ^^^^| 

H                      y  porque  tu  en^aAo  veas, 

hacerme  vo%,  gran  sei^or,                   ^^^^H 

H                       arvciüosa  me  pide 

,-quí-  aumento  quiero  mayor                   ^^H 

V                     que  con  tu  hermana  Rosda 

que  el  dest  elarus  mi  aumento?                 ^^| 

■                      caiciOión. 

DrouK. 

Ya  ei  (lempu  de  que  ok  catéis,                  ^^| 

■       CtSARO.                      £u  M  camela 

que  se  posa  el  tiempo  en  vano;                ^^| 

H                     con  que  sof.pechas  impide. 
^^^^                 Hice  e  lanto  Tavor 

y  si  ha  de  ser  de  mi  mano,                       ^^M 

como  i  Rósela  la  deiS.                              ^^M 

^^^K               y  con  (al  publicidad, 
^^^1               que  no  fafu  en  la  ciudad 

i  su  dote  me  obligáis.                            ^^M 

Oi6n. 

vYo  i  Koscla.  gran  señor?                       ^^M 
Vos,  pues.                                             ^^M 

^^^H                quien  satirice  su  amor; 

DUQ^E. 

^^^p              y  quiérele  deslumbrsr 

Otón. 

No  me  tiene  anwr.                ^^M 

^^^                COR  pedirte  que  le  cases 

Dugue. 

i-Ingañado,  ('onde,  csiils;                      ^^H 

H                        con  mi  hermina. 

que  en  su  nombre  me  ha  pedido             ^^| 
Clemencia  esie  casamiento.                     ^^| 

■       Ol^UC.                                  Si  probaseí, 

H                     lo  que  acabas  de  afirmar. 

Oros. 

¿Quién,  señor?                                          ^^M 

■                     yo  la  dicha  Irocaría 

DüQue. 

turbado  os  siento.          ^H 

H                       íle  Olón  de  tiu«rlc  que  hiciese 

Ctexao 

No  dir¿8  que  te  he  mentido.                      ^^M 

H                     que  envidioso»  no  tuviese. 

OtAn. 

Turbóme  de  que  madama                     ^^H 

■       íltííKo.    A  llamarle,  puci,  envta. 

pida  que  me  case  yo                                 ^^H 

^L                       y  dile  que  lueno  quieres 

con  Rósela.                                           ^^H 

H                       que  se  cate  con  Itixela, 

I>U9US. 

.¡-Pot  qu¿  no,                          ^^H 

^^^                veris  cuál  duda  y  recela; 

siendo  Rósela  su  dama?                            ^^H 

^^^L               y  que  si  fuer»  le  litcieret 

Ot6n. 

Mire,  sei^or.  vuestra  alieta                       ^^M 

^^^m               madama  misma  procura 

que  no  pedirá  por  mi                             ^^H 

^^H              disuadirte  el  casamiento 

madama...                                         ^^M 

^^■1              que  te  pidió. 

DUQtJK. 

Aquesto  es  ansí.                    ^^M 

^P^DVOUr.                         El  sufrimiento 

(4i>.)  .Mi  sospecha  es  ya  concia.             ^^M 

H                       i  estos  tiempos  es  cordura. 

Otók. 

lAp.i  (lAy,  soberbia  presunciónll            ^^M 

H                     No  ha  Otón  de  perder  conmigo 

Señor,  que  se  hurtaría                            ^^H 

H                       (aunque  contra  é\  aiesiigtles) 

madama,  ó  probar  querrJa                       ^^| 

^K                      mi  amor  mientras  no  avrrigQes 

de  esta  suerte  mi  intención.                      ^^H 

^M                      m^ítui  de  %u  casii)(o. 

Dl'oue. 

¿A  qué  efecto?  ¿no  es  igual                   ^^H 
este  casamiento?                                    ^^H 

■                       Vele  i  llamar. 

^M     Céiako.   (Ap.)                 Si  afrentado 

Otó». 

^H 

^1                   de  mi  hermana  la  aborrece. 

ni  dÍKo  si,  ni  que  no,                         ^^^H 
Rovli  liene  caudal                            ^^^^M 

^B                      y  por  mujer  se  la  ofrece 

^M                     el  Uuque,  es  HveríKuado 
^m                      que  ha  de  responder  que  rut. 

y  belleza  apetecida                               ^^^^| 

para  cualquiera  valor;                          ^^^^| 
lo  que  yo  dudo,  seAor,                         ^^^^M 

H|r                    Y  asi  queda  salisl'echa 

^K                     de  Clemencia  la  sospecha. 

ti  que  madama  lo  pida.                      ^^^^H 
jPuei  qué  hay  de  dificultad              ^^^H 

^B                     y  de  Otdn  vendado  yo. 

Duque. 

^B                      que  lu  veniura  me  liene 

en  eso?                                                ^^^| 

^B                      tal  que  fueru  de  mi  esioy. 

Otón. 

jNo  es  cosa  grave                   *    ^^M 

H     DuQui.    ¿No  vas? 

que  cuando  madama  sabe                      ^^H 

■     CfcSADO,                 A  llamarle  voy. 

no  tenerme  voluntad                                 ^^H 

H                   Peto  ¿I  mismo,  señor,  viene. 

Rósela,  quiera  ofrndella                            ^^H 
y  darme  esposa  x  disgusto                        ^^H 
de  C¿s«ro?                                                  ^^H 

H                          ÜSCENA  vir 

Dqqux. 

Por  mí  ftusio                            ^^H 

^V                               lllcBOi,  /  talt  OlA». 

Ouroel  suyo  airopella.                           ^^H 

Andad,  v  dentro  de  un  hora                     ^^H 

H     Otón.       Ingenio  siempre  ignorante. 

me  dad  )a  resolución                                 ^^H 

■                   ^decuindo  acádiscurrb. 

do  esto  caimiento,  Otón.                       ^^H 

■                   con}eturiii  y  a/gdls. 

Otón. 

Cayó  la  miquina  agora.                         ^^H 

^        4íX> 

veXTt'RA  TE  Dt:  DIOS, 

Illil>                                                 ^^^^^1 

^^^^K 

L<H:iir4  que  en  viento  labras. 

>  libertad  despojado;                          ^^H 

^^^^^^B 

lobre  arena  cdtliqué. 

de  Clemencia  aborre>:ido';                 ^^M 

^^^^^^^ 

y  lun  m<nos,  puc»  levsntí 

sin  deudos  y  sin  amigue                        ^ 

^^H 

quimeras  tubrí:  palabras-          (^aif.) 

que  de  mis  malc«  se  acuerden;                  1 
que  los  trabajos  los  pierden,                     D 
0  los  vuelven  enemíjtos.                            1 
Pero,  amor,  lo  que  mis  siento                1 

^^^K 

ESCENA  Vid 

^^^^^H 

Kl  Di-QL-«  y  r.luiia. 

es  de  mi  inK^at*  "1  desdi'n: 

^^^^^^^ 

porque  á  quererme  ctta  bien, 

^K             Du<^i:e. 

Bien  proba&tc  lu  tntcndón. 

ulona  Tueta  mi  tormento. 
Enrique  es  ciie.  Va  csiov 

^^^^_ 

Esi«  «  lie  CIcmcfiL-ia  amante; 

Césabo. 

^^^H 

indicio  he  %isto  bisintite 

contra  Oión  determinado: 

^^^f 

m  5U  necia  lurbaciún. 

no  KObeniará  el  esiido. 

^V 

iQui  haremos? 

ni  vivirá,  si  puedo,  hov.— 

^^            CÍ^AR». 

Darle  ta  muerte: 

lOh,  Conde! 

^^^^ 

que  d  crimen  de  deslealiad 

Conde. 

,OIi,  Ccssro  ainigú! 

^^^p 

eí  lie  Ic&a  majcMAd. 

C¿SAao. 

Con  cal  nornbie  me  estimad; 

H                 DUQtO. 

No  pagaré  de  esa  muerte 

^uc  yo  os  diera  libertad. 

^^^^ 

bien  lo  mu>:hu  quv  le  debo. 

t  poder  dar  clcasiiiio 

^^^L 

Ya  no  prcicodo  casarle 

i  un  bárbaro  que  merece 

^^^^p 

con  lu  ticririfliia.  ma&  sacarle 

T  estorba  vuestra  venlurj. 
Libcnad,  no  la  procura 

^^^^ 

de.Miniua. 

CoNoa. 

■           CiaAfQ. 

Tu  f¡u<.to  apruebo. 

mi  atnor;  que  aunque  me  aborrece 

^^^^1 

aunque  d<jar  Con  la  vida 

Clemencia,  comento  vive 

^^^H 

i  quien  a>  er  levantaste 
de  polvo  )  le  sublimaste 

padeciendo  cri  su  presen-,'*. 
Si  como  os  ama  Clemencia, 

^^^^^B 

Céuro- 

^^^^^B 

i  [U  privanza,  convida 

y  por  dueit^i  os  apercibe 

^^^^^^"^ 

i  que  otro  como  él  se  atreva 

el  alma,  nn  se  opusiera 

^r 

á  perturbar  tu  m>siC{;o. 

la  necia  contradicción. 

^^^       [X'«i;f. 

¿No  dicei  que  atnor  es  cíego^ 
Pues  si  escicKO  quien  le  lleva. 

Enrique,  que  os  hace  Otón, 

^^^B 

brevemente  Mdnlua  os  viera 

^^^^^^ 

)-  le  da  mi  hija  (h:awn, 

su  esposo,  y  del  Duque  airado 

^^^^^^^b 

cualquier  vctri)  i«  disculpa: 

noble  yerno  v  sucesor. 

^^^^^^^1 

Clamencia  tiene  la  culpa.                      1 

COMM. 

^Clemencia  me  tiene  amor? 
Mi  hecmanacucnia  me  ha  dado 

^^^^^H 

Echando  de  Mantua  i  Otón 

CfssRO. 

^^^^^H 

y  cnviindole  al  gúbiernu 

de  lo  que  p<ir  vos  padece; 

^^^^^^B 

del  despojado  Marquís, 
podía  cñselio  después 

lo  que  vuestra  prisión  llora, 

^^^^^^^ 

^  os  estima,  si  os  adiira. 

^^^^^^^K 

no  mak'iirar  su  amor  lícrno: 

if  si  viéndoos  se  enternece. 

Pero  Otón,  que  a  í  Duque  hcchixa. 

^^^^^f 

con  me  titulo  honesto 

^^^^^^^ 

los  inconvenientes  quilo. 

ignorante  y  ambicioso. 

■             C¿SA»n. 

Ksu  es  premiar  su  deijlo. 

preienJicndu  ser  su  esposo. 

^^^B       Duque. 

1.0  que  le  amo  manifiesto, 

d  Clemencia  os  tiraniw. 

^^^1 

Ven,  T  haré  la  provisión 

A  gobernar  vncstrii  evtado 

^^^^^^^m 

del  eiudo  í  que  k  cnv  m: 

le  d<spacha,  y  en  secreto 

^^^^^B 

y  porque  al>iun  dCKvnrio 

quiere  esta  noche,  en  efeio 

^^^^^^^H 

no  haga  (iriseüo.  en  rayón 

ived  si  le  tiene  hechuado) 

^^^^^^H 

del  desdén  cun  gueClemencta 

que  i  Clemencia  dé  la  mano. 

^^^^^H 

niega  el  pretendida)  si. 

mientras  (lri^elro  to  icnora; 
que  como  sabéis  la  adora: 

^^^^^^^H 

la  paUbra  que  le  di. 

y  de  mi  estado  la  herencia. 

^^^^^^1 

y  dándoos  muerte  inhumano. 

^^^^^H 

también  le  he  de  asegurar 

en  lomando  posesión 

^^^^^^^H 

con  una  cédula  mía. 

(de  Monkrrato.  nombtalle 

^^^^  CtlAHO. 

(Ap.)  Mi  envidia  c»  vano  porfía 

por  su  marqués  y  dcjalle 

H 

i  este  idiota  deiribar. 

de  Mantua  la  sucesión. 

H              .Dtgui:. 

Cruel  cfcs  paiaiilcz. 

Esio  en  secreto  hr  tábido 

■             CfcSAXu 

(Ar  I  ^Gobci  iiador  Otón  ya? 

y  á  decíroslo  me  atrevo. 

^^^L 

rWif.  que  su  estado  k  da 

porque  i  lo  mucho  que  os  debo 

^^^^V 

V  le  persigo  otra  ve?? 

es  bien  ser  agradecido. 

^H 

ll'atcef  Dui(ui, }'  ••)/((( coitik  Conque  > 

De  esto  último  nuda  entiende 
Clemencia,  i  vuestro  «mor  fiel, 
lorque  esta  noche  con  él 
or/arle  i  casar  pretende. 

^^^^^H 

líSCE.NA  tX 

^^^ 

C.ttmO,  y  ti  COHOiE  lIlMOVt. 

lin  fin,  dama,  estado  v  vida 
de  aqu<  i  maAana  perdéis, 
si  remedio  no  ponéis. 

^^^^^^aNttf, 

A  buen  lénnino  he  venido 

por  T0«,  amor.  De  mi  estado 

COKDC. 

Sin  Clcn)Cflcla,  bien  perdida 

^^^^■^ 

^^^^^^ 

^^^^^y                                                         JOHMADA                                                                                 40 1                  ^H 

^^^1            seriídcmc  Un  urticl 

de  un  r.^a/  con  dos  cogotes.                      ^^M 

^^^            el  Duque. 

jQu¿  hay  de  nuevo  por  «¿r*                     ^^B 
OTdK.      Oue  me  casa  el  Duque.                              ^^B 

CfisAKO.                   Mejor  remedia 

«t  quiíar  á  Ütún  de  en  medio. 

GiLOTE,                                         ¿F.icanf              ^^B 

(]uc  vo  os  prometo,  inuerio  él, 

Otón.       Rósela  enmendar  procura                             ^^B 

^^^             flc  obligar  que  el  Duque  viejo 

desdenes  viejos.                                         ^^B 

^^^H             uueqiic  su  enojo  en  «mor: 

OltOTB,                                Si  hará;                               ^H 

^^^F             ya  ve.s  que  me  tiBCu  favor 

mas  tú  ¿qvi  dkcs  i  eso?                           ^^B 

y  que  ctiími  mi  voniejo. 

Ot6)ií.       Nuevas  (ma^i naciones                                   ^^H 

CoKM.     ¿Pue»  de  qu¿  modo  os  parece 

traen  mi  seso  en  opiniones.                          ^^H 

■                     i«  hflK't  y  yo  esté  seguro 

CiioTK.     Pues  qucdarisic  sin  seso.                             ^^H 

K^                del  Duque.^ 

^Podremos  saber  de  dónde                          ^^H 

^^^touw.                     Puet  que  procuro 

nace  cte  mal.  6  lo  que  es?                           ^^H 

^^^F          lo  queClenienca  apetece. 

Otón.       Pre^úniameiu  después:                                 ^^H 

^^^^             Dad  tle  mi  i  ucitrji  »uerie. 

que  sale  Criselio.                                            ^^| 

H                   E«u  noche  á  OiiSii  maieinot, 

^^H 

^^^B              que  i  Criselio  airibuircmos 

^^^M 

^^^B             segurumcnie  su  rnuerie, 

ESCENA  XI                                    ^M 

^^^K            que  e%  su  amanie  iJecUrado, 

Dtciiot  y  Cmsclio.                                   ^^^| 

^^^V            y  el  buque  tcniliÁ  por  cicrio 

^^^1            que  alguno  1c  ha  descubierto 

Caiseuo.                             |0h,  CoiMM                    ^^| 

^^^B            el  casamiento  tratado 

Otón.      lOh,  seftor!  ¿i  dónde?                                ^^H 

^^^H            con  Oion,  y  que  en  venganza 

CniSEi.tO-                                          Vengo                       ^^H 

^^^B           de  tu  menoiprecñ  j  celos 

al  Duque,  que  por  mi  envía.                        ^^H 

^^IP           le  ha  muerto. 

Otón        Yo  y  todo  á  haM^lle  venia,                           ^^B 

CoNOB.                          Ayuden  los  cid« 

poique  lie  una  hora  que  tengo                    ^^H 
de  termino  para  d.tlle                                   ^^^| 

vuestra  industria  y  mi  e>p«r)nza; 

que  vuestro  sera  mi  estado. 

cierta  respuesta,  no  queda                     ^^^^| 

y  ti  corta  saiivfaccíAn. 

nada  va.                                                ^^^^| 

Cfc&ARo.   Quedaremos,  muerto  Otón, 

Ckiseuo.                  Bien  os  suceda;                              ^^H 

vos  cünientu  y  yo  vetifiMlo-  {Vaiut.} 

porque  yn  temo  cnojallc                            ^^B 

s^ún  vengo  alborotado.                            ^^B 
Otóm.      ¿C&mo?                                                     ^^B 

ESCENA  X 

CmssLio.               Con  d«tcuidoiraia                  ^^^^ñ 

Salta  OtAm  )'Gn,OTa. 

promesas  que  si  diUla                             ^^^^| 
le  han  de  alborotar  su  estado.              ^^^^| 

Or6N.       jQurdaba  buena  mi  madre? 
GtLoie.    Buena,  contenía  y  srgura 

Su  piimo  soy,  y  Clemencia                    ^^^^| 

cuando  me  dé  mano  y  si                         ^^^^| 

de  ve'  crecer  tu  ventura, 

^^^H 

y  bendiciendo  tu  padre 

Otón.                Et  Duque  viene  aquí.                  ^^^^1 

el  día  que  te  cn({endró. 

Si  le  habléis  llevad  paciencia.                    ^^H 

Los  trinos  *  la  íxirrijn; 

^^^1 

las  vrnss  iDíoi  las  benjif¡a, 
II                         y  i  Niit  que  Ui  plantó) 

ESCENA  XJl                                  ^M 

^^^^            scñalei  m<is  dan  cumpridaí 
^^^1           de  h:nch¡r  h»t3  los  capachos 

Dicaoi.  Sait  rt  Dvovt  (0«  4n  paptln.                       ^^^M 

^^^B            los  cestos,  >  á  los  borrachos 

DfQVC.     Pflmo.                                                        ^^^H 

^^^H             en  llenarles  las  medidas. 

Ctiiscr.io.              Granscflor.                              ^^^^| 

^^^1             El  ganado  hasta  los  perros 

Oi;<^iE.                                     Otim.                    ^^^^B 

^^^B             gordos  para  reventar. 

Otón.       Seílor.                                                        ^^^^B 

^^^1             rebosando  el  patnmar. 

DuQui.                A  l<vs  dos  estimo:                          ^^H 

^^^P            lleno  el  sol.)  du  becerro),. 

á  vos,  CtiteÜM,  por  primo,                           ^^H 

^^^H             Borregos  (l>¡us  li>%  aumente) 

y  i  vos  por  ínclinniJión.                             ^^H 

^^^1             ni  en  \ui  rcdikt,  ni  cercos 

tÜJ  i  earfa  ano  ua  pa^r.t           ^^^| 

^^^H            caben;  como  tú  los  pue(cos> 

Tomad  y  leed  los  d>js.                               ^^M 

^^^B            no  quítanJo  lo  préseme. 

aue  asi  prcicndo  ub1t(;aros;                          ^^M 
i  vos  por  ase;;ufaTOS,  (é  Crtitllo)                   ^^M 

^^^B             Los  prad'/S  llenos  de  p<itros. 

^^^H             y  IdS  _>e^uas  taiibii-n  llenas 
^^^H             las  barrios,  porque  apenas 

y  por  honraros  á  vos.                              ^H 

tl'du(ÍDuq<tc.)             ^^H 

^^^B            unas  paren,  que  entran  otros. 

CtiiSEUO.  (:tr>  <Por  asegurn'me  í  mi?                        ^^M 

^^^M           Jugando  el  cura  A  la  polla, 
^^^fl           el  barbero  y  sacñsién. 

Mi  determinación  ^ahe.                              ^^U 

Otó».      íAp  t¡)'orhonrHrmi:l  ;QuíhonracBbe,          ^^B 

^^^H           damas  y  rentoy  lambtén. 

proptcios  cieloi,  atiui?                                   ^^H 

^^^V             No  hai  h'i;;ar  que  csií  sin  olla. 

Git.oTe.    lOÍKanl  ícómo  se  li  m  quedado                    ^^H 
cada  cu»'  con  su  sentencial                         ^^H 

^^^^             ni  cuní  tin  du)S  chicotci: 

^^^B            á  ioik)S  lialld  con  vida. 

CiussLiD.  ^Si  es  cóJuii  en  que  Clemencia              ^^^M 

^^^P            y  i  mi  Toritda  parida 

«1  si  de  esposa  me  ha  dttdo?                 ^^^^1 

^^^        COMEDIAS  DE  TlfiSO  DE  HOLltiA. — TOMO  1 

I^H 

^^^^^^4**'                                     vfntuba  te  dé  dios,  hijo          ^^^^^^^^^^^H 

^^H        Otó».       4SÍ  porqut  i  Rosda  admiu. 

i  SU  pudre  ha  drclarado          ^^^H 

^^m                     étgl^a  «sudo  n»  da? 

el  amor  que  me  ha  mostrado.        ^H 

^^H        Cmuuo.  Suspensión,  veamos  ya 

y  él  por  hacer  experiencia            ^^M 
del  que  i  Dosela  ne  tenido,          ^^M 

^^^H                          lo  que  coniirnc  c^u  diu. 

^^H         Otó».        Lo  qucdk'tquin»  v« 

(que  de  Césaro  sibri                      ^^M 

^^^1                           el  papel  quu  i  honrarme  viene. 

sucesos  pasudos  ya)                       ^^H 

^^H          GiLúTB.    Ci&R  rkC>4a  cual  que  nene 

me  mando  ler  su  marido.        ^^^^M 

^^H                        lu  ctJula  lie  alquitcr. 

para  sa^cr  si  la  quiero,            ^^^^| 

^^H        Caisetto.  (i.etaito)  «Ames  que  os  casíb,  im- 

ú  pasó  mis  adelante               ^^^^| 

^^H_                      porit  i  mi  wrv'Cio  y  vucsiro  au- 

mi  preicnsii!in  que  de  aminie       ^^M 

^^HT                      mcnio.SBquii&nienurüSsáU  envidia 

Ilsiu  en  mi  provecho  inücro.        ^H 

^^^H                        que  os  ptcteiulc  dcicamponcrcon* 

De  ssnji'e  ilustre  lic^cicndo:          ^^M 

^^H                           ntifiO,  y  esto  iiB  do  ser  piriiíndooi  i 

los  Giimtldús  y  FfC);osos             ^^M 

^^H*                       .Vonierraio,  our  (tobernador  de  todo 

en  Italia  ^onerosos                         ^^| 

^^^^^                   su  marquesado.  Ocupad  lue^o  cín 

me  dan  Ci  ser  i^uc  prelendo.          ^^M 
No  perderi  calidad                         ^^M 

^^^^^^B                  pla/a,  que   wbre  a<iuetia   mcfcvii. 

^^^^^^P                  cualquiera  p[eicni.iún  vueitra  caerá 

cunmiR»  su  ducal  casa.                 ^^M 

^^^P^^                    inejur.* — f-'l  Üuque. 

(Ltr.)  «Ivl  amor  que  os  lenfto  pss^^H 

^^H         OtAn.       ittteutitrttv.:  «I-I  amor  quc  os  ton - 

por  cuafau:er  dificultad                  ^^H 
y  contradicción,  aunque  haya       ^H 

^^^^^K                     (tu  pasa  por  cualquier  dificultad  j 

^^^^^K                 cuntr.U>ccióii,  aunque  linya  no  po- 

no  pocas  para  que  o>  di                 ^H 

^^^^^^B                 cu  pdra  quoosdei  mi  i\<ií  Ciernen- 

í  nii  hija  Clemencia.»  Ha  (e        ^^| 

^^^^^H                   cta  y  con  ella  U  sucesión  de  mi  es- 

deque  mi  icotura  taya                ^^M 

^^^^^H                 ladoquo  pr<Kuran  impedirme:  y  insi 

siempre  de  bien  en  nielar.             ^^| 

^^^^^H                   pare   vuedra  íCKurid.i<i  y  en  mues- 

(¿cil  será  aquesta  empreía.           ^^| 

^^^^^H                   ira*  de  mi  amor  os  doy  mi  lirmade 

pues  porcs^r.io  conliesa              ^^| 

^^^^^^B                 res;¡ua(do  y  mi  palabra  con  ella,  que 

que  me  tiene  el  l>uquc  amor.       ^^| 

^^^^^IR                 ^"'(*  f^o  itti  su  esposo  que  me  here- 

l'uet  rampe  diticultades,              ^H 

^^^^^                     de  sino  vos.»— ¿7  Üuquí. 

pues  su  he'cdcro  m^-  llama,          ^H 

^^H         CmSBLto.  \Vi\intm»  Dioil 

pues  me  promete  é  madama,       ^^M 

^^K         Ot¿n.                              ¡Dios  me  valnal 

pUH  S011  sospechas  verdades,      ^^M 
■  íoriuní,  tened  tesura                     ^^M 

^^m         OxsBLto.  ílesútl 

^H         OTÓ.H.               ilesúsl 

la  rueda  subre  que  Tundo              ^H 
mi  suTie,  y  seré  en  el  mundo     ^H 

^^H          GiLOTE.    tAf.i              Vo  también 

^^^^^B                     me  santiftuo,  que  si  ven 

ejemplo  de'la  kcniura.                   ^H 

^^^^^^P                   algün  diiiblo,  porque  salga, 

CiLOTE.    Encamado  e^lit  este  día.                 ^H 

^^^^^^^                     bucnn  os  echar  bendiciones. 

Hecho  un  pbpituiie  ctloy.            ^H 

^^^r        Cpisauo.  ^t>cscom ponerme  procuran^ 

Caiscí  10.  Ctenicncia  e>  mía  deido  hoy.        ^H 
Or¿N.       Desde  hoy  es  Clemencia  mia.       ^H 

^^H         Losóos. 

^^H         O11.0TB.    íApt    ParKcquecuijn 

CatsxLto.  Mi  dicha  esle  papel  muestra.         ^H 

^^^1                            purenntlmo  lamparones. 

Id,  nmiff.  y  prdcnded.                    ^^t 

^^H          Otón.       jA  r»l  palabra  de  esposo 
^^H                         dv  Ctemencia,  y  su  heredero 

(Ue.)  «Que  sobre  aquesta  merced      1 

cualquiera  pretensión  vuestra      ^¿ 

^^H                         el  Duque^ 

etetá  mejor*  Pues  por toi         ^^É 

^^H         CftiSELiQ.                  Algún  lisonjero, 

queda  tev^ura  este  trato                 ^^M 

^^H                        de  mi  privanza  envidioso. 

alto,  amor:  i  .Monferrato.—         ^^M 

^^^L^^                    me  descomp<  nc  atrevido; 

Conde,  adiós.                               ^^t 

^^^^^^                   y  para  cmpeiar  á  honrarme 

Otón-                           Criselio,  adió*.         ^H 

^^^^^H                   el  Duque     atejiurjime 

^^H 

^^^^^H                                   ha  úuerido 
^^^^H                 que  gobierne  i  Monrcrraio, 

xiK       i^^H 

^^^^^H                 y  haciéndome  su  marqués 

y  GiMT*.                ^^^^H 

^^^^^H                 darme  á  Clemencia  después. 

^^^^^^m                   ^QuO  dudo^  ^cn  qué  me  recato, 

Otóm.       ¿Fuáse?                                ^^^1 

^^^^^^B                       en  esta  cé^lul« 

GiLOTS.                Ya  se  fué.                        ^H 

^^^^^K                   asuK""  con 

OróN.                                  ¿Qué  Bguardo?^H 

^^^^^H                   mi  cas.-imieniD.  ^Mo  reía: 

GiLOTí.    jQaé  diablo*  tienes,  MAur^        ^H 

^^^^^B                   íijti  «Ames  que  os  ciséis  importa 
^^^^^H                   1  mi  s«'nkÍo      aumento 

Otón.       lUtf^'tn  muesirisdc  mlamor      ^ 

^^^^^H                 vuntro...^>  LurK'>  presupone, 

«stJ  firma  de  rescuardo                        J 

^^^^^^1                   Contra  quien  me  descompone. 

y  mi  palab'a  con  ella                  ^^É 

^^^^Hf                   por  cieno  mi  c«[am>cnio. 
^^^^^^                    l'ues  u  el  Duque  le  aseitura, 

que  utfo  no  scft  su  etp«so.>       ^H 

^hlay  hombre  más  teniuroto?    ^^M 

^^^B                       lemoreí,  ;qu«  huy  que  dudar? 
^^^g         Otón.        Ivsio  y  mis  puede  esperar 

«Tal  nifio,  Clemencia  t>ella^         ^H 
GiLOTB.     0  me  despide,  ó  procura               ^H 

^^H                         il  qug  tieiic  mi  textura. 

deciriive  qué  ti  lit  que  licncs.       ^^M 

^^^                         Ye  apostar^  qu«  Clonieacia 

Otón.        Vida,  gusto,  estado,  biciKS          ^^M 

JORNADA  TEBCEBA 


403 


■mor.  «poM  y  nnitira. 

O  cnloqiii.'cctii(>i  lili  <lo9. 

ú  dimt  en  qué  cfct  dicho»». 
Otó».      r'-*''l  «Que  ot'o  no  &crá  t.u  eipoui 

gue  me  hcrgJe  sino  vov» 

Beta,  besa  ciie  papel. 

i5<fo*r»readCiloi*.j 
CiLOTs.    jCinasc  alguna  indutKcncíftp 
Otón.       Gano  por  el  á  <IUmcncia. 
GiLOTB.    Quien  la  una  bcw  en  £1. 

^Qué  dice? 
Ot6k.  jSi  tú  lupúrM 

Iwct 
CiLOTK.  Y  como  que  té. 

Otók.      Pu«  lee  aquí. 
GiuoTB.  Q.  M,  r,  fue, 

Por  f  comencé,  ¿na:  esperas?— 

BcllKo  agüero,  puf  Dioi. 
0-T^n.      SiKlu,  torpe. 
GiLOTE.  Lee,  inecniosa 

Otó».      (Ln.^  «Que  nadir  uri  su  eiposo 

que  me  herede  uno  vos.* 
Crt-OTi.    iSo  dice  mis? 
OtóN.  ^rsloetpocoP 

Cii.OTC.    Ckmencia  cmí  jqui,  seflor. 
OiÚH.       Ha%U  en  esto.  Ittiino  amor 

tengu  dicha. 
GiLOTK.  Y  en  ser  loco. 


ESCENA  XIV 

Ci-KMBN.  El  Duque  me  ha  prometido 

que  te  dolará,  j  que  Otón 

satisfará  tu  «lición 

haciéndole  tu  marido. 
RosBLA.    Beto  lut  ptes. 
Paik.  Gran  seííori, 

el  Duque  dice  que  al  punto 

le  vea^. 
Clemeh.  lAf.]      Lo  que  n  barrunto. 

Querrá  que  el  f¡  le  di  ai;ora 

a  Criwlii/:  pero  aplique 

ru«Kos,  promesas,  rigor, 

Jue  sOlo  drce  mi  amor, 
murif,  á  ser  do  V.  nrique. 
Paib.        El  Duque,  seAoia.  esfera. 
Clkmbn.  Hasta  «n  dar  p'ís»  es  cruel. 
Dale  al  Conde  cile  papel, 
y  qu':  impotta  considera. 

tOi/r  «■  tMTtta  so  paptl  á  KomU,  f 
waf  (  y  •(  l**je  na  *tla\ 

ESCENA  XV 

KoMM,  Orón  y  Ci4.3Ta. 

RossLA.  ^Para  el  Cor^de,  j  sin  nombraU*. 
papel  madama  me  da, 
>'  que  importa?  ^Qulen  será 
el  l^ndc  á  quien  he  de  dalle? 
En  Mántuí  hay  dos  Solamente: 
Otón  y  Kr.rJquc;  .¡qu^  lur<i> 
Mas  SI  Loriquc  ConJe  iu¿. 
Conde  es  de  anillo  al  pteiente; 
abontcele  madama 
y  por  no  verle  se  esconde, 


lueRO  no  «  Titrique  el  co.tde 

1  quicri  de  csia  suerte  llama. 

Üe  Otón  me  hablaba  Clemeoela 

antet  de  du'me  el  papel, 

y  estirtdume  hablando  de  i\ 

uvmbralie  era  impcnmencia. 

Podrá  ser,  pues  mensajera 

me  hAce,  que  m  el  le  di^a 

el  dote  con  que  le  ob1>:>i 

y  el  estado  que  le  ctperu 

si  con  mi  amor  cotrciponile. 

Lo  que  imagino  será. 

Pero  ti  aquí  Otón  está, 

y  dijo,  dale  este  >l  Conde, 

oo  hay  duda  de  que  le  vÜ; 

y  dindola  el  Duque  prisa 

díte rct II mente  me  avisa 

que  para  Otón  le  escribió. 

Lle^o  1  habUrle.  (Oh,  señor  Coadd 
0-róN.       iOh,  Hoselat 
RoSNLA.  {f>i»íoint  fAit¡.\  Aqueste  envía 

madama  á  vuese/Sorta. 

y  si  discreta  reiponde, 

aunque  viva  descuidado 

de  suelte  tan  vci.turosa. 

respete  y  adore  ei[v»a 

que  le  da  en  dote  un  estado.     (v«*.) 

ESCENA  XVI 
Or**  y  OibOTB. 

OtóW.       No  hay  ya  que  pnner  reparo 
en  lu  que  amor  me  apercibe. 
Pues  que  madama  me  eicríbt 
y  Rósela  hjbla  lan  claro, 
en  Mantua  e%  público  ya 
..      mi  casamiento. 

GiLOTK.  jPoreso 

estás  tan  fuera  de  «so? 

Otúk.      Si  el  Duque  su  hi|a  me  da 
jno  e*.  Giloie  bien  perdido? 

Gii  DIB.    [Cómo!  c'á  quien  te  d4? 

Otóh.  a  Clemeocía. 

CiLOTB.  Esaes  linda  impoTtlnencia. 
¿Nu  dices  que  le  ha  pedido 
que  le  casei  con  ftosebí? 

Orón.       Ta  de  parecer  mudu, 

y  en  popa  mi  amor  rompift 
estorbos  á  remo  y  vela. 
fí.ffipa/MM  «Conde,  con  la  brevedad 
que  i  tanta  prisa  conviene, 
Clemencia  nlírnia  aue  os  ucoe 
rendida  la  volunino. 
Pues  anochece,  (¡ozad 
la  ocasión  que  os  cutfcsponde, 
que  el  iatdiii  os  di(i  ai^ónde, 
la  dicha  es  bien  que  os  espere, 

^ue  Cdseliu  usurpar  quiere. 
Umeneia.  fíf'usii  dtt  Conde.» 
¡Cn  clm  csintba  s<n  duda 
e\  Mcn  que  casi  »dqulrll 
íQui  he  de  hftijec,  triste  de'cnl, 
si  el  Duque  parecer  muda? 

tUnlrliUetn.) 

GaoTE.    ¿Memos  menester  avuda? 

¿1'an  presto  se  ha  desteinpUdo 


404 


VKKTI'KA  TK  Di'.  DIOS,  HUO 


■  JIIOUI   \  1^?  ^QUL- tiBV    Jo   IIIUlll.' 

Otón.       Si  amor  Je  mi  pirle  llevo, 

jqur  cMorhat  me  dan  cuidxlo^ 
tAliol  al  laidin.  que  procura 

lAUgríit.) 

ser  templo  <k  mi  itofeo. 

tilamo  de  mi  himeneo, 

teatro  de  mi  veniurj, 

E\  Duque  me  U  aseuurn 

efl  el  papct.  donde  alirma 

que  MI  pjlabra  Conlirmu; 

puC'  cuando  lo  si*pa  airado, 

moitr;ir¿  que  me  ne  ca\ado 

con  su  t;"^io  «  <^«>')  ^u  litmi. 
GiLOTC.    I  lumbre  erc>  líe  tornasol; 

yo  estas  alcüfc.  ya  triste: 

^qu6cJ<iialct^n  le  viste 

calalul'as  de  arrctiol? 
Utóh.      Esta  noche  aflzok  un  sol. 
(jiLuTC.   jSoI  de  noche?  Nos4  a<lt>nde 

le  haya. 
Otóü,  Un  jardín  lcc;conde, 

y  csie  papel  lo  conlirma. 

pues  en  ti  dice  aii  Itima. 

Cleniiencia,  apota  del  Coiidr.  iVtntt.t 

KSCtiNA   XVII 

DuvuB.     Ansí.  Criselio.  aseguro 

vuestra  herencia  j' casa  miento. 
CaiSBLiO.  Y  yo  en  ai^radec  i  miento 

de  tanta  merced  procuro 

no  salir  de  lo  que  ordena 

mi  cédula  y  provistán. 
LHivu*"     Tormento  es  la  dilación, 

fiero  alivie  vuestra  pena 
a  palabra  que  os  he  dado, 
primo,  en  elU. 
CtAVKLA.(SiiiHn^n.)         Mi  lealtad 
ha  de  decir  la  verdad, 
si  hasta  a;;ora  U  hecailado. 
DuQt/B.     Clávela,  puet  ^quí  querfisr 
ClAVKt-A.Qui;  volváis  por  vuestro  honoi . 
Madama  ha  escrito,  sdior, 

Í rimero  que  la  oblinuéÍ% 
que  á  otro  esposo  dé  el  il, 
al  conde  Knriquc  un  papel 

Sidiendo  que  vaya  en  él 
relia... 
D1.9111.  iCámo! 

CniULiO.  ¡Ay.demd 

Lavu.a.  lista  noche  i  mi  (ardin, 

corque  ú  hi  de  ser  su  esposa, 

ó  con  muerte  ri;¡urosA 

dar  i  sus  amores  hn. 

^>ue  lu  remediáis  es  justo, 

pues  el  tiempo  da  lugar; 

que  yo  no  es  laacSn  Cal'flr 

bi>das  i  vuestro disjtusio. 

Mit*d  que  ei  de  noche  ta, 

y  podri  ser  que  por  «bra 

p;>n;i«  el  Cunde  el  btcn  que  cobra 

y  cilí.  eran  señor,  alil. 
Dll9"E.     lAy,  cietoi!  ..t'ues  tiene  amor 

Clemencia  iünriquei* 


('.i.avaLs.  ^-pu.i^n  duda 

que  el  tfeinpo  V  frecueiii.>u  muda 

ComnUcdud  él  (Í;;or? 

Si  esposo  suyo  le  llama, 

claro  está  que  hien  le  quiere. 
DeguE.     La  sangro  que  de  ¿1  veiiicrc 

apagará  su  til  llanin. 

M  no  Haberle  }  o  quitado 

la  udacauK»  todi>  esto. 

Alas  no  e>  l»'de:  vamos  presto. 

Que  eres  mi  ianjíic  has  mo%tradu; 

\oClaicla.  premiara 

el  avÍM>  que  me  dis, 
CtiisBLiD.  (^p.l  NuiKade  mi  pirie  esl&s. 

cie-rto  amor,  rapai  sn  (e. 

O  lu  fueco  no  me  abrase, 

ó  ii  piadoso  conminen. 
Ct-aviut.Mr-i  [^ciia  vez  al  duque  obll(;u 

que  con  Criselio  me  ^aie. ,  Vamt. ) 

ESCENA   XVIII 

.VdlM  OtA»  r  UilolC,  «(  macte. 

Ot6m.       SeAas  del  gardin  me  han  hecho. 

Aquí,  (jilote,  me  ajjuarda. 
Gii^TC.    (Miren  A  qui  chimenea. 

con  qut  bous  y  lunMjasI 
Oiis.        Yo.  liitole.  te  haré  rico. 
OaoTB.    Sal  pr«>lo,  que  tengo  el  alma 

en  la  prenso  del  temor; 

Íueesos  son  pueblos  en  Francm. 
'.a,  piopcia  loriuiia. 
estec>ci)i'iD  ivD  mis  falta 
para  subir  á  la  cumbre 
¿e  la  «entura  más  alta. 
Dadme  la  mano  y  veréis 
c¿mo  celebro  en  «iiatuas 
vuestra  memoria.  iKdir  I 
GiLOTC,  Colose, 

y  creo  que  va  á  her  Ciilada. 
¡.Miren  a  quí  Valjovinos 
que  ICKUarde  las  espaldas, 
qui- e%  fiarlas  de<  \erduj|[Ot 
y  ya  ven  cómo  las  (¡uardal 
Gente  pjriicc  que  vietve- 
Mi  suene  ei  tan  desdMhada, 
que  la  Iracrt  di:  Mov'ovia, 
cuunJu  no  la  hubiese  en  MAntua. 

ESCENA  XIX 

Dugvt.    Cortarálc  la  cabcia. 

|vitcn  lusiietosl  mañana, 
sien^lo  el  tiUmu  un  cadalso 
y  tos  palacios  la  plaza. 

GiLOTE.    í^be^as  corim,  Gilote. 

iQue  se  ciíren  mis  des^taclai 
i  dondequiera  que  voy 
del  cocote  á  la  garganUl 
Si  en  mi  tieira.  á  ii>i  mujer 
se  Ic  antojan  ninrd-s^üdis, 
si  *qui  ile;;Uellan:  San  Blas, 
m  ijj/!i«te  scosciK'iKa. 

CaiSBUO.  At;uii d>.-mos,  »tAur,  que  entre; 
juatificarástu  uuia. 


^^■^^^^^tafl 

■^^^^^^^^1 

^^^^^ 

TEHCCRA                                                           40S           ^H 

^^^F               tinque  excusan  ted'ícutpen. 

Cí^&ARO.                                  SeAor,                          ^^| 

^M        DuQve.     bi:»  bc;>:  mat  lunloal  muro 

si  merecen  mis  palabras                         ^^H 

crcdiio.  á  Oi6n  y  no  A  ti                      ^^M 

H                       vento  un  lionibfc, 

quisimos  liar  muerte  airada.                 ^^H 

H        GibOVB.                               (Madre  Urgandal 

Dv^iiB.     jPucs  porqué?                                     ^^M 

H                         convenidme  en  lagamía. 

Cts&ao.                           Yo  por  envidia.             ^^M 

H         CmiGi-io.  ^Quiín  vi? 

CoNDR.     Yo  por  celos  que  me  abrasan.              ^^M 
Duque.     ^Celot,  traidor,  si  Clemencia                 ^^M 

■        GiuoTE.                  ¡Oh,  quiín » transformara 

B                       en  moldura  de  esiai  piedfu&l 

parn  su  t;f,puso  le  llama                          ^^H 

H        DuQui.     (-QutJn  va? 

y  á  e\ciUir  mi  jartlln  vienes                    ^^H 

H        GiLOTK.'                      Todo  to  que  anda 

con  la  noche  que  le  ampara?                 ^^H 

^L                       va,  Kñoreí,  lu  camino; 

CoNor..     ¿Yo,  (¡fun  scAor?                                   ^^H 

^^^L                 el  hu^iped  i  su  pouJa, 

Difi^L-c.                                    Tú,  traidor.                ^^M 

^^^^                      nirtero  á  la  venia 

Ckiulio.  a  if  (6  ha  escrito  madama;                    ^^M 

^^^^^H          y  d  que  ha  bebido  1  la  cama. 
^^^^^H          S'n  á  (tañar  bollos  d 

y  este  lacayo  es  tesii^o                          ^^M 

de  que  vienes  i  ¡>(ixalla.                           ^^M 

^^^^^^          U  dama  i  caza  i!c  riangas, 

GiLOTX.    Yo  no  ^slo>  pata  firmar.                         ^^B 

^^^H                  y  )'o.  sin  irme,  me  vov: 
^^^^                ieM>(;os  mis  pobies  cauas. 

CoMMC,     ^y(r.i;«t«if'VuSi:onirdmi  tal  maraña?            1 

¿Conocéismo  vos  i  mi?                            ^^fl 
GiLOTK.    En  mi  vida  le  eché  pjija.                        ^^M 

V        Duque.     ¿Quién  sois? 

H        Ghiseuo.                      «'Sois  el  Condeí 

CilsAito.    Esie  es  criado  del  conde                           ^^M 

H         GlLOTS.                                                             jYoP 

Otón.                                                         ^H 

^^^                   Condenada  est¿  mi  alma: 

CiLOTK.             ¡Miren  la  bobada!                         ^^1 

^^^ft                 que  yo  mó,  en  vez  de  Mf  conde. 

Pues  aqu!  .jquién  se  lo  niega?               ^^H 

^^^F                con  iJcxmafov  que  me  acaban. 

Si  por  aqueto  barajan,                             ^^H 

^^^  Dl'C'e.     íQüí  hscíii  aquí? 

jno  ha  que  les  esioy  diciendo               ^^H 
dos  huras  ya,  que  se  casa                     ^^H 

^L^  Giu>TE.                                 ^Hededccillo? 

^^^L                 Unas  cámaras  cttraftas 

con  Clemencia  el  conde  Otón;               ^^H 

^^^B                  tilulodin  á  un  lacayo 

y  por  un  papel  ó  carta                             ^^M 

^^^                   de  marqués  de  Cjmjnsa. 

que  te  di¿  suyo  Roseta,                         ^^M 

H        OvQUS.     Decid  quien  son  ó  pfcndclde. 

viene  a  her  la  encamisada                      ^^M 

H         Gn.OTE.    VcnRa  acá.  ^PucJe  ser  nada 

que  «n  las  bodis  se  acostumbra?           ^^H 

^M                       un  bcayo  en  csic  mundo? 

DvQUB.     ^Clemencia  á  Oiún?                              ^^M 

^^^H  Dliqvr.     ¿Lacavo  suii? 

GiLOTB.                                   ¡Qué  pensaba!         ^H 

^^BCii.oTK.                       Hasta  el  alma. 

Duqi;r.     Derribad  lue^o  esas  puertas.                 ^^M 

^^^■Ckiskuo.  ¿Dequiín? 

Chisklio.  Pues  mis  celos  no  me  matan,                ^^M 

^^SGilotc.                      Del  Conde,  scAores. 

poco  i  Clemencia  he  querido.                ^^M 

^^VDuque.    ¿LuCiio  mí  jardín  j  casa 

CoNM.     «Hay  tal  traición?                                 ^^M 

W                      ha  escalado? 

CfcsAKO.                                La  ven(:ania             ^^M 

■        GiLOTC.                         51,  s«Aor; 

que  el  Duque  lomará  de  et,                     ^^H 

H                          mcioncs  enierot  cala. 

mi  envidia  quieta  v  amansa.                   ^^H 

■         DuQUS.     Kchad  en  tierra  e%as  pucrias. 

CoNt>c.     jSin  eiía  lo  y  sin  Clemencia.                 ^^M 

■        GiLOTi.    Laímponanieesti  yaecbada: 

y  con  vida?  jAy,  fieras  anuas!               ^^M 

H                       que  no  hallará  cerrajeros 

^^^M 

H                       que  vuekan  á  rcmendalla. 

^^^1 

ESCENA  \XI                              ^H 

^^^H                 ESCENA 

DioNa.  OtAr,  Ci.«iuki«,  CLAvatJt  jr  Houl*.                    V 

H                                    y  MomtUn  a¡  Ovqvo. 

Ct.eMKH.  (A  Oleo  1  Cruel,  ,-qué  traición  es  esu?            1 

Otón.       jYo  traición,  cuando  le  llan)as                      1 

mi  efposa,  cédulas  ñrmas                        ^^M 

H        CitnKi.10.  |Ay,  ciclos! 

y  en  este  [ardin  me  aguardas?               ^^M 
DvouB.     Prended  e^ie  hombre.                              ^^H 

H        CisAPO.                      EslemOtón. 

H         Co.toc.      Muera,  pues,  y  mi  esperanza 

Otón.                     (Dt  n>JHiM.)  Settor,                   ^^M 

H 

humilde  estoy  á  tus  plantas.                 ^^H 

■        Duque.             |\h,  iraklores!  .;Quí  es  Mto? 

DiiQUit.     No  te  levantarás  dellas                            ^^H 

■  iHoU!  ,Ah,  ftenitl  ,-ati.  de  mi  i;uarda> 

■  C¿sx*o.    Kl  Duque  Cí  nuestro  señor. 

^M                           ^Sol<lt  al4»rirJifot  y  4o*  r-i  ¡TI  eos  Aac^ai.) 

con                                                       ^^1 

Otóm.                     Si  tú  lo  mandas,                     ^^H 

dichosa  será  mi  mueno;                        ^^M 

H         DuQrs.     M  ua  ^a/«.)  Da  vo;es. 

pero  no  sé  que  haya  causa                     ^^H 

■        i;k  Paic.                              Aquí  están  hachas 

para  lan  cruel  sentencia-                         ^^H 

■                          y  alabardas;  no  hay  huir. 

Dt/ous-     ^Cuando  de  afrentarme  acabas.            ^^M 
dices  que  no  hay  causa,  infame?           ^^M 

H        CoNDK.     m;>)  Aquí  con  mt  vida  acaban 

H                       mts  desdichas. 

Otón.       Por  este  pap^l.  madama.                      ^^H 

H        DuQtiR.                           iConde  ICnrtqud 
^B                       [Císarot  ^contra  mi  espada»' 

que  me  envió  con  Roseta.                       ^^H 

como  á  su  tsposo  me  trata;               ^^^^H 

^1                      ^á  oilla  muetie? 

á  tus  bodas  me  convida;                   ^^^^H 

^^^^^  40¿                                 VEN-nnut  tz 

D¿  DIOS, 

mjó    ^^^^^^^^^^^^^^H 

^^^                      y  ti  riñe  i  cclebrartai 

Coídw. 

Con  el  il  te  doy,  tei^or,             ^^^^H 

■                            n  por  ver,  MiiLir,  lu  guilo. 

debidas  y  justas  (gracias,                  ^^M 

■              DfIQllB.     ¿Mi  gu>(u? 

fin  queC(Uusan(;rc}'  tata!*             ^^1 

^B              Otún.                          Kn  habrá  mudinia 

más enemiitfilrS  baya.                       ^^M 

^M                            qucne^ue,  Du<)<i^Mr  iu}a 

,  OoQtn. 

Otón,  pues  Ciiif)  quiso                   ^^M 

^M                               Culi  ccJüU  llrniuJí 

daros  mui.'rie.  cti-t-'U'alda                  ^^M 

^^^^^^                (k  lu  iiiinibre.  <n  que  mo  (Us 

cu  ¿1,  ó  haced  viiestru  susto.  ^^M 
/.ty  1  ¡  .ie'os!  Esto  me    altaba.          ^^M 

^^^^^K                ScRurtJjtd  y  pjljtbrd 

Cfo*ao, 

^^^^^^^                de  caíirmc  <.~on  ClemcnciB. 

Otók. 

Dwilcc'i  fcdeesa  l>cc!t«ia                 ^^M 

^B                               i  Al  (Hi  Ierra  tú.  le  >11 

dos  villas,  p'irque  ati  paga                ^^M 

á  las  letras  envidinui.                        ^^M 

H                            U  provísiún. 

cwodo  es  noble,  la  ignorancia.          ^^M 

■             Otó».                          Hablen  cartu. 

CÍSARO. 

r>iscutparme«  of:ndert9.                  ^^H 

^1              Cmiici.io.  a  mi,  (trsn  ^cilur,  medltlt 

No  hay  en  el  mund»  venganza         ^^M 

^1                               la  K"bernacÍon  que  acabas 

como  es  el  dar  bien  peí  mal,             ^^M 

■                            de  dccii. 

que  iTrenta  y  ubiiu^.                        ^^M 

■             Ot¿.h.                    y  1  mt  <(e  sjt 

Otóm. 

^H 

^K                            sucesor  luy»,  esperanza. 

A  Rósela,  porque  cumpla                ^^M 

^1              DucuE.     Troqurlav  VucMo  ventun, 

do  ser  Condesa  Ins  indias                   ^^M 

^^                               Olúii,  eu4s  cosas  ita». 

que  ha  l.int'j  ta  iracn  inquieía.          ^^H 

^H                               Cab>)lleru  nobic  so^s 

evn  el  Cond«  he  de  cauíla               ^^M 

^^^^^^_                 de  tú  mis  limpio  lie  Italia: 

de  F  lord.                                         ^^M 

^^^^^^H                lo  que  la  ventura  ha  hrcho 

ROSBLA. 

Oeso  lus  pica.                   ^^H 

^^^^^F                no  es  bic.i  que  yo  la  desbaga: 

^^^1 

^V                           ella  os c»4 con  ClcmenLla. 

^^^1 

^^^^       Clemkk.  y  eila  ha  M<k>  quien  me  engaña; 

ESCENA   XXII                   ^H 

^^^K                     que  ro  d  pipel  que  etcnbi, 
^^^y                        cun  Ro%cla  k!  envraba 

DtcitM  y  C>iOT>.                         ^^H 

^f^^                         at  conde  linrique. 

Glt.OTK. 

Tus  padres,  scA^r,  acaban               ^^M 

L^       Rose  LA.                                Eso  no, 

de  llegar,  que  á  vcile  vienen.             ^^H 

^^^L                        que  si  i  Tnriquc  me  nombrólas. 

DUQVZ. 

Vsm"S.  pues,  A  ver  á  Octavia           ^^M 

^^^B                        jo  íxiet*  csp<>«i  de  Olün, 

«  a  (irimaido.  puci  que  ton             ^^M 

^^^^                        al  Cunde  difisic. 

Tucstroi  padres.                               ^H 

■              DuQUB.                              Basta; 

GiLOTE. 

<AOi<is.)            ¿Y  sin  nada             ^^M 

H                                que  la  ventura  s«  rsmen 

m«  dejase                                         ^^M 

H                                en  hacer  por  vos  hni.irtas. 

Otón. 

Por  tu  va  queda                 ^H 

H                                Clemencia  e\  )a  vuestra  esposa. 

la  hacienda,  praJus  y  (tranja.            ^^M 

H             Clemck.  Hasia  en  aquesto  le  ampara 

principio  (le  mi  ventura.  ^^H 
vivas  tnii  que  una  madrastra.         ^^M 

H                             su  dicha,  que  le  he  cobfdJo 

GlLOTE. 

H                             iintu  amo.',  que  Ci  suya  el  alma. 

úuovü. 

En  vos.  Oiún.  t^ticJe  u.emplo,          ^^H 

^^^        Dv^oe,     Dalde.  Criselio.  i  Claveta 

con  que  inniorulLce  Italia                  ^^M 

^^^H                        la  mano,  y  seréis  i!c  l'adua 

lo  quí!  puede  la  ventura.                     ^^M 

^^^V                        j  d«  C  emona  Marqués. 

Otóm. 

Sin  ella  no  valen  oada                        ^^H 

^             CaisKLlo.  Yo  beso  las  tuyas  Trancas. 

sanare,  hactenda,  armas  ni  tetras,          1 

^B            CcKMKK.  MiBfhtirt.iAkondelinfiqucpcrdona. 

puei  es  pf<>vcrt>io  de  KspaAa:  M 
VeMura  le  di  Üiox,  hijo.                      ^^fl 

^1            DuQua.     Cns^Iioitcne  una  hermana: 

^K^                        su  catado  le  rcstilu/o 

fue  el  tabrr  poco  le  batía,                 ^^H 

^^^L                    si  l^oiiqu*  coa  clU  cata. 

1 

1 

COMEDIA  FAMOSA 


LA  VENGANZA  DE  TAiMAR 


PERSONAS    DELLA 


Aüfijt. 

ARKlAit..  r<tna. 

Salomóh. 

Eliaier. 

BenSahÍ. 

Ti  «JO. 

JONDDAB. 

L'n  chjaoo. 

B«AUUO. 

AUALÓN. 

Uk  HAKSIItO  os  ARMAS. 

Aliso. 

Adonias. 

Joau. 

Píselo. 

Tasiak. 

David. 

Amdclio,  guiMdarc 

DlKA. 

MiCOL. 

Lauhbt*. 

ACTO  PRIMERO 


ESCÉiNA  PRIMERA 
SaUn  ^»6ii,4»  etmnto.etumr  ¡omuAKyhtbmi. 

Anóx.      Quiíiidme  aquestas  cspuíUs 

y  dMcikndme  e'>iBs  botas. 
Eliazer.  Va  de  vvr  murallas  rotas, 

put  cui'ai  encalas  vuelas, 

debes  ¿e  venir  cansado. 
AuóN.       Es  mi  pjtlíc  pcriinai; 

ni  viejo  aJiiiiie  la  pat, 

ni  mozo  quila  del  lado 

el  acero  que  déscrño. 
Jomadas.  Dccso,  señor,  no  te  espantes: 

quien  descabezó  üi^anios 

y  comenió  i  vencer  niño, 

si  es  otra  naturaleza 

la  poderosa  costumbre, 

viejo,  iendi¿  pesadumbic 

con  la  pai. 
EUAZ».  A  la  (trsndczK 

del  reino  que  le  vorona 

por  sus  haiaúAS  subió. 


Amók.       No  íov  tan  solda<fo  yo 

cual  d<£l  la  Um*  pregona. 
De  los  ainoniías  cerque 
David  su  i<lóUtfa  corici 
mi<|uinas  la  indusina  corte 
cun  qu«  á  sus  muros  se  acerque; 
que  si  en  eso  se  tiaJa  t>ien 
purquc  sus  reino:*  mejora, 
mas  quiero,  Etiazer,  una  hora 
de  nucsfa  ieiusal¿n, 

2ue  cuantas  victorias  dan 
su  notiibre  eterna  Tama. 
Eliazzk.  Si  fueías  de  alguna  dama 
alambicado  Raliii, 
no  me  espanto  que  la  auscDda 
le  hiciera  la  itucrru  odiosa; 
que.  amor  que  en  la  paz  rei>OMÍ, 
Ciordc  armado  la  paciencia. 
Mas,  no  amando,  aborrecer 
las  armas,  que  de  pcuidas 
suelen  ver  desamoradas, 
cosa  es  nueva. 

Si,  Eliazer; 
nueva  «t,  por  eso  la  apruebo; 
en  todo  soy  slnüular; 
que  no  es  Jtgno  de  eitimar 
el  que  oo  uiveiitA  algo  ii;.evo. 


) 


Amó». 


V 


■    latMTlaUroa  idatotí  iosaroi.  EttiA,  MtfttM*  f  S«i.>a»m. 


^^^4W 

LA  VENGANZA  DE  TAHAR                                                 ^^^^^| 

^^^1        Eliazkii 

jY  después  «)ue  l«  h«vai  hocho^ 
lisio  ha  de  ícr.  |vivc  í>fi>sl 

OlKA. 

Desea  n  so         ^^^^| 

^^H 

SI  amores  llego  a  decirte.                ^H 

^^^H 

Vamns  lOi  tres  i  buscar 

^^í 

^^^1 

por  dond«  poder  entrar. 

^^^B        Eliazkm 

.  ¿Enirar.quién.^ 

ESCENA   V 

^H 

Yo.  que  tos  (los 

^^^^ 

(uen  me  esperarte. 

Dleat*  y  fll  hMtm, 

^^^1        EuAZtJt 

Alio. 

\ 

^^^       AuÓH. 

HaeiB  allí  he  vtkto  un««  yedras, 

AuÓ9<. 

La  mocedad  no  repara 

^^^^B 

que  BbraxaJas  i  kui  piedru. 

en  cuanto  intenta  y  procura: 

^^^V 

aunque  ei  muro  etli  b«n  aJlo, 

la  noche  mi  kumo  ampara. 

^^^H 

(k  ewala  mcMrvifin. 

cuanto  me entriíiecc  oscura 
me  alepín  esta  Tueme  claralp; 

^^^^^  Eliaikk 

Vamos,  y  &  subir  cmpteía. 

^^^^^^L 

En  itiridulceii  la  cabeza 

Cumo  no  sd  dAnde  eviny,   * 

^^^^^^^r 

una  co^i).  »o  podiin 

en  cuanto  topo  iruptcxd. 

^^^^^H 

pcrMiadiilcÁ  Vucuntrarto 

DiHA. 

Cuando  yo  á  ciniar  empiezo. 

^^^^^^^m 

CHIOfvc  pfeiJii:a>iorcs. 

treguas  i  mis  penas  dny. 

^^^^^^  lOHAD*» 

.  iQue  riusAossoit  los  seftorctl 

Tamah. 

[l«mv*,  puts.  esa  instrumcnio. 

^^H            EUAIKft 

^  el  nucstio,  iqui  wmcranol  í^^iut.} 

Amón. 

Mi  (IcKo  se  cumplió: 
aqui  hablar  mii|cre>  siento. 

^^^^^^1 

Taha*. 

La  música  seinvcni¿ 

^^^^^F 

ESCENA  FV 

en  aliviy  dd  tyrmenio. 

^^^^F 

Ah6n. 

Clamar  qu'eren;  no  pudiera 

^^^^V^ 

Scit  n<»  e&m  gmUírrt,  f  Tuuii. 

venir  á  liempí»  mcjirr. 

^^^^B 

Tama*. 

¡A)  si  mi  amante  me  orcral  ) 

No  hay  pane  en  que  no  entiv  amor 

^^H 

jVíMc  jamút  tal  caloi? 

Amóh. 

^^^1 

Aunque  lú  mejor  lo  posas 

hasu  aqui  IIcí,-ú  su  c^f.-ra. 

^^^H 

que  fü. 

Tamaii. 

iCiifj.i  'Lr^cru  pensamtonto, 

^^H 

¿Pues  pur  qu4  mefor? 

d«l  amor  pájaro  aici;re. 

^^^L       Taha». 

Porque  i>o  junta>  las  brasas 

que  viste  U  esperanza 
de  plumds  y  nías  verdes; 
SÍ  fuente  de  tus  faustos 

^^^^^L 

(kl  líempo,  al  fueteo  de  amor. 

^^^^^^^B 

Mas  yo,  que  no  puedo  inási 

^^^^^^B 

}*  i  mí  amor  juoio  al  bochorno 

es  mi  querido  ausente. 

^^^^^^P 

que  hace. 

donde  amoroso  asistes. 

^^^^>  OntA. 

¡Donosa  csUsl 

donde  sediento  bebes. 

^^^B      Tahak. 

^(?Ué  WÍ& 

lu  vuelia  no  dilates 

^^^r       DiMA. 

Seris  un  ho«ao. 

cuando  á  su  vista  llcftucs. 

^^^B 

en  que  á  Joab  cocerás 

que  me  d  irin  tus  dichas 

^^^^^^_^ 

pan  de  liemos  pcnsa mantos. 

envidia  si  no  vuelves. 

^^^^^^k 

i  susuniarle  baManin 

PaMrilo  que  itss  ■!  ¡afueatt, 
btoc  y  treme. 

^^^^^^^r 

contra  tccelot  violentos. 

^^H 

Si,  que  en  eso  á  Irs  «maníes 

Curreo  de  mil  quejat 

^^^H 

püt^n  amor  en  ulimenios. 

serás  cuand»  le  lleves 

^^H 

|Ni>iBbie  caiirva!  No  mueva 

en  pltMos  de  suip  ros 

^^^H 

una  ho|a  el  ciento  Mquicia. 

Mspecnas  impí  Luiente* 

^^H 

Si  aquctu  fuente  se  ati«t'« 

con  tu  amoroso  pico: 

^^^^^^ 

i  apiackr  su  luria  bera 

si  en  mi  memoria  duerme. 

^^^^^^^L 

aur  en  la  taxa  ile  uro  bebe 
(H  SU  arena  aqueste  prjdo. 

del  suciVo  de  su  ulvido 

^^^^^P 

et  bien  que  to  despio'tesj 

^^^^^^ 

denos  su  mar^-en  asiento. 

casiicalc  descuidos. 

^^H           OlMA. 

En  colines  de  brocado 

amores  le  afiradece. 

^^^^^m 

sus  dores  de  ciento  en  cwnlo 

preséntale  hrmeías.. 

^^^^^^^M 

le  ofrecen  t.u  real  estrado; 

ÍAvores  le  promete. 

^^^^^^ 

que,  en  fm.  cumo  ercí  infanta 

PiíijriiQ  qtft  vas  á  lafaemt. 

^^^H 

no  te  contentas  Con  menos. 

bréf  )r  vtnie.» 

^^H 

^  Pueitíaes  insirumcnius,  cania; 

AUdK. 

gl^ue  vat  tan  apaciblol 

^^^H 

que  CD  los  lardirres  amenos 

l(,)uí  quejas  tan  ardienies) 

^^^^M 

asi  amor  su  ma>  espanta. 

l^iud  ai'entos  tan  suSvesI 

^^H 

Vu  no  ten((o  quc enlamar, 

JAy.  l>íosl  jQai  licchiio  flf  tstc^ 

^^^^^^^ 

que  no  estoy  ananiocuda: 

A  su  mulilluo  canto, 

^^^^^^L 

ni  al  viento  pueden  llamar; 

corrido  el  vienio  vuetre, 

^^^^^^B 

pues  siendo  tan  celcbeada 

que  en  fe  que  se  detuvo. 

^^^^^H 

on  la  música  Tamar 

muy  b-in  puodc  correrse; 

^^^^^^^H 

como  en  la  lirlle^i,  i  oirw 

)■  por  a^rompañar 

^^^^^^P 

corrcri  el  crtiio  manso, 

su  vo',  la  h>ce  que  icmple 

^^^^^B^- 

aleare  por  dive(Uri«. 

los  tiples  de  csias  hojas. 

^^^^^  TaM AU- 

^dáoatíauao? 

los  bajos  de  estas  fuentes,                     y 

■ 

■■^^^H 

■i 

^^^^^^^^1 

■ 

Mto  pntnnio 

4l>       ^^B 

^H^ 

Amor,  no  s¿  qui  os  d^t, 

que  menltr  mi  nombre  puedo;               ^^^^H 

^^H 

sí  vuestro  ri^or  viene 

pues  con  su  oscuridad  quedo                ^^^^H 

^^^v 

á  oscuras  y  de  noche 

sejtufu  que  n*«lie  acierte                         ^^^^H 

porque  los  o|Oi  cierre. 

y  vea              en  que  c.ioy.                  ^^^^H 

Ciimo  i  la  vu£  Iguale 

Tamak. 

¿Qué  es                                                    ^^^^H 

ta  b«lli:i:a<)ui:  suctC 

Au&K. 

Déme  ta  mano;               ^^^H 

seriii}¡vl  e.-i  Aticoios 

liijo  soy  d.-I  ti¿¡jtlii*frj-                     ^^^H 

jr  en  rosifu  ser  serpiente... 

que  he  cafda.  Al  diabla  doy                ^^^^H 

)Tfiunf»d,  níAaabiOluio, 

la  müslca,  que         hué                         ^^^^H 

\    lie  unciiraión  rctwliJe, 

ocasión  que  tropezase                         ^^^^H 

\si  fúiticu,  )■»  nohle. 

en  un  tronco  y  m?  quebrase                  ^^^^| 

si  libre,  y  i  obcJientel 

la  e-tpini,la,¿nki  me  re?                           ^^^^^ 

Dix*. 

VueUcic*nt«r,  señora. 

Dina. 

¿No  veis  v»s  por  diinde  andiis,            ^^^^| 

que  pu(  oirie  y  vene 

y  os  hemos  dé  ler  noiotrat?                 ^^^^| 

el  SLil,  iiiúsji:»' ilustre. 

Akóh. 

ÍPardoí,  damas  ó  ouilloiras,                 ^^^^H 
lindamente  lo  cantáis!                            ^^^^H 

antiLÍpk'sc  quiere.    ' 

Amósc- 

Si  por  vetli  y  nirla 

0)  éraos  yo  doce  días                          ^^^^H 

sus  rayos  anmnecci). 

sin  dormir.                                          ^^^^H 

«'quií"  dudji  que  es  hermosa? 
¿Quién  dud.!  queiiunvienc 

Ta«ar. 

¿Haos  contentado?             ^^^H 

Anún. 

¡ParJIos,  <}ue  lo  habéis  cantado            ^^^H 

^^^H 

lu  cara  con  su  canto? 

como  un  ^ttanicGoliasl                        ^^^^H 

^^H 

)A)'.  Ui<t<^qui¿n  mcrucicM 

Dadme  la  mano,  que  peso                     ^^^^H 

^^ 

aieM>(:uar  lie  «isia 

un  monte.  ¡Ápérifí  Tómemela.             ^^^^| 

lo  que  Je  uidus  s  enlcí 

bésesela  v  juru  en  verla.     la/ioMfaJ          ^^M 

Taha» 

.     íQui  tir  de  cantar.  >i  llorot 
Entrad,  c^-los  criiet»; 

oue  i  la  miel  me  supo  el  bcio.                   ^^M 
Atrevido  sois,  villano.                                       ^^H 

Au¿iii. 

Tama*. 

,     servid  Je  rudincniot 

con  ^uc  mi  amor  comience. 
¿Mujer  aosvnie  }  firtnet' 

Ahón. 

íQué  quiere!,  siempre  se  vMo.             ^^^^M 

ser  dichoso  el  atrevido.                           ^^^^H 

Tamah. 

Al  lin.  jsois  el  horlela^o^                  ^^^^H 
iS!.  pardrex,  é  infldoaado                   ^^^^| 

¿CcluSu  yo  y  présenle? 

AmAn. 

¿Sin  ver  enamoriido? 

I     ¿Hoy  libre  y  hoy  con  leyes? 
\     |0b,  rnilaitrota  fuetia 

DlNi.. 

¡Buen  modorrol                         ^^M 

^^ 

Ahón. 

tPardioti  vus  tenéis  buen  ch^rmL.       ^^^^| 
Si  en  la  cara  os  ha  ayudado                ^^^^| 

^^^K 

de  un  cif;;o  dios  que  vcACO, 

^^^V 

sin  'i)oí  y  con  uUs, 
cuanto  deinuiio.  fucrict 

como  en  la  voz  la                               ^^^^H 

r 

con  todo  os  podéis                                 ^^^^H 

■  Din*. 

Asi  lu  amante  |;OvCS, 

aunane  no  Sc  suele  hallar                     ^^^^H 
con  buena  vok  la  hermosura.              ^^^^| 

1 

y  de  1  US  arlos  cuentes 

1 

lOi  lustros  i  milJaros 

Tamab. 

Tosco  pensamiento  es  cse.                           ^^M 

^K 

en  prim4vcra  sien>pre. 

AltÓN. 

jNo  suele,  aunque  esto  os  espanta,            ^^M 
decirse  á  la  que  biin  canta:                          ^^M 

que,  p' os-Kuici>do.  alivies 

^^ 

ci  calor  que  suspendes 

«quién  te  oy^se  y  no  le  viese?»             ^^^^H 

1 

>  olvidas  cun  oicic. 
.     Va,  pues  que  lu  1h  r>.'lTi-s.     (Ca*l*,> 

Tamar. 

Cumplirios  ese  Cleseo                             ^^^^^| 

ft  Tauai 

la  oscuridad  <\tie  hace  a^om,               ^^^^H 

1 

«jAy,  pensamicnti' 

Ahón. 

Antes  me  aburro.  Sefiora,                     ^^^^H 

1 

cuinioallil  le  <kii'-:  ^.. 

>ucs  ya  que  os  oiito  no  os  veo.           ^^^^H 
>ues  ¿no  me  habéis  conocido?           ^^^^H 

\(^ui  leve  que  te  paiiesJ 
|Con  qué  pereda  vuclvesl 

Tama». 

L 

Ahóh. 

Sois  tantas  tas  que  aqtil  esUis            ^^^^H 
y  de  día  y  noche  at^diis                      ^^^^| 

¡Celosa  esioy  que  ¡jotes 

H 

de  mi  adorailo  ausente 

pasando  el  jardín  floiido,                       ^^^^H 

la  risiA  con  que  aplacas 

que  como  no  me  expliquéis                  ^^^^H 

^^^B 

la  ardiente  sed  de  verle! 

vueso  nombre,  no  mec>panto           "^^^^| 

^1 

Si  acaso  de  sus  labios 

que  no  os  conoica  en  el  canto;           ^^^^H 

el  dulce  néctar  bebes. 

■orque  aunque  tal  vez  lleguéis            ^^^^H 
.  rciozarme,  y  me  quejo                       ^^^^H 

^m 

que  labran  sus  palabras 

y  tiurulle  algunas  puedes. 
Pajarito  que  vas  d  )a  fuenit, 
beee  y  yaile. 

de  mis  de  un  pellíxco  y  doa                 ^^^^H 

^^ 

que  me  dais,  quíii,  jpardiosí,                ^^^^H 

porque  el  Rey,  auc  ya  e>ta  viejo,          ^^^^| 
os  cumple  mal  de  ^osiicia,                    ^^^^H 

Amón. 

¿Hay  mis  apacible  rato? 
ll^spinius  celestiales. 

liniendu  tanta  muier,                             ^^^^H 

si  enlie  músicas  inoitaics. 

soy  rudo  en  el  conocer.                       ^^^^H 

ver  ouereis  vuestro  retrato, 
venid  conmigo!  Accri.afmc 

Tama». 

¡Qué  villanoí                                       ^^^H 

DlKA. 

|Y  químaliciaJ                ^^^^H 

quiero  un  poco...  nías  cal.        iCatj 
.     lAy,  cielos!  ¿Qui¿n  está  ahi? 

Tamak, 

iFiad  burlas  de  esta  (¡eniel                    ^^^^H 

Tamai 

Ahón. 

¿Quicced«irmc  quién  t»                       ^^^^H 

AuóN. 

Ya  es  Imposible  ocullatme; 

y  lles-dréla  despui-s                                  ^^^^B 

^ 

aunque  la  iuKh«esdd»u:tu 

B 

de  Qor  y  fruta  un  preKutaf               ^^^^^í 

LA  VENGANZA  DE  TAMAR 


Tam**.    Soismu^'  hablador. 
AuÓN.      íApant  •  F.\  gaantc 

de  la  mano  tcquiií 

cuando  á  bnadü  licguí. 
Tahak,   Vainoi, 
AhóH.  No  «evaya.  <:antc.' 

laíl  te  TCmocc  el  ciclo 

i  David.  M  rs  s*l  marido! 
Tamah.    t'n  i-uanic  se  me  ha  caldo. 
Amóh.       l^cbc  de  csiar  en  el  suelo. 

flallék  iturd'os!  que  ft""> 

en  t»lUZ'Án%  mucho  ja. 
T*p»*ii.    ^<?üÉttdeél? 
Anón.  Tome. 

Taha*.  Dadkaci. 

Amón.       Besíta  oIti  vex  la  mano,    tu*"!*)*) 
TakaD.    cQuiín  unía  licencia  os  díA? 

Villano. 
Am6k.  Mi  dicha  sola. 

Tamak.   Dadme  acá  el  guante. 
Am¿k.  Mamóla. 

/Vattit  d  alar  y  titrUI:) 
Tamah.    jLucgo  no  te  hallasic? 
Amók.  No. 

Tahar.   jNo  Dusias  de  lo  que  piA»,f 
Dina.       Buen  fardinero. 
Amón.  (De  amor) 

jQue  pensdiit  lodo  e>i»  e^  Hor? 
Tahau,    Yo  haré  que  os  c;hcn  de  casa. 

jVamOT! 
Dina.  jHí'í  de  ver  mañana 

labodad'eEliía? 
Tama».  Si. 

Dixa.        ^Qué  vestido^ 
Tamah.  CarmeaL. — 

Ahóh.       Seréit  Un  clavel  de  grana. 

(De  aquí  mis  vcntutas  saco.) 

Qué,  ,'sin  caniar  mii  se  van? 
jSus  nombres  no  mcdirin^ 
EMna.        No,  que  sois  un  gran  bellKO. 

IVanu.) 


ESCENA  VI 
Am&n, 

Agora,  noche.  $1  que  A  oscuras  quedo, 

fiurs  un  sol  ha&ia  aqui  tuve  delante; 
ibic  de  amor  emtí,  ya  sal^  amante; 
relame  antes  de  é\,  ya  llorar  puedo. 

;Ay,  amorosa  voí,  oscuro  cnredol 
iCifrád  vuestra  ventura  en  solo  un  guante, 
que  5i  iguala  i  su  mú«ica  el  semblante 
VKiurioso  quedáis,  yo  os  lo  concedo! 

¡Cuando  más  descuidAdo,  más  rendido! 
Sin  saber  i  quien  quiero,  enamorado: 
Asaltando  murallas  y  vencido? 

Mas  (iKhoso,  rapaz,  vuestro  cuidado. 
SI  sacando  quién  es  por  el  vestido, 
la  suerte  Kháis  no  en  blanco,  en  eflcamado. 


ESCENA  V» 
Salta  AuALÚM.  A»uiii*i,  AanAtL,  rrtna.  y  Ba 

AaiOAit.  jQuedabacl  Rey,  mi  seAof, 
bueno? 

AasAi.ÓK.  Alegre  salud  roza; 

que  en  el  hcilco  Turor 
parece  que  se  remuza 
>'  leda  sangre  el  valor. 


Abioaii- 


Quiíatálc  U  memoria 
de  II 


nosoirjv.  el  deseo 
del  triunfo  de  aa  víciona. 

Adomas.  Amaros  es  su  trofeo; 

i:onscf  varos  es  su  (ilor>a. 

Aksalón.  Foca  ocostJn  hubiá  d^do 
í  que  su  olvido  os  espante; 
pues  no  se  que  se  haya  hallado. ' 
ni  en  gucrta,  mAs  tirme  amante, 
ni  en  paz,  mis  diestro  soldado. 
En  la  mAs  atdun  vkioria 
e*  vue%tfo  «morbiien  testigo 
que  tiene,  cu  fe  de  su  gloria, 
la  espadi  en  el  cnemigt> 

V  en  vov>tras  la  memoria. 
Asomas,  bien  sjibe  eso  Bersabí 

V  Abigail  no  lo  ignora. 
AsiOATi..  ^ue  estoy  irlsiesin  ¿I.  sí, 
BsPSABÉ.  ^  yo  qué  en  su  ausencia  llora 

quien  vive  cuando  le  te. 
ABtr.Aa.  ^I'ensiis  volveros  tan  presto 
al  cerco? 

AoONtAS.  I  attf^ffn«<fin 

tan  breves,  que  el  Dey  ha  puesto 

que  no  sufran  dilac»Vn. 
Absalón.  Yo,  mañnna,  estoy  dispuesto 

i  partirme. 
Adomias.  y  yo  tamlMi^n. 

Abioaii..  Escribiré  con  lo*  dos 

al  Rey,  que  si  quiere  bien 

dedique  psalmus  á  Dios, 

seguro  cii  JcrusAlcn, 

Í'  en  la  guerra  no  consuma 
a  plata  que  peina  helada, 

que,  aunque  en  su  csfue.'zo  presunta, , 

el  viejo  cuelf!!  la  espada 

y  el  sabio  jurga  la  pluma. 
ABSAI.ÓN.  A  ambas  cosas  se  acomoda 

mi  padre. 
ÜsnA%t.  CaUn  venis, 

Absal6n. 
Absai.óm.  Soy  hov  de  boda. 

BaHSABá:.  V  vos.  Infante,  salís 

pjra  que  U  corte  toda 

se  vaya  iras  vos  ^erJ>da. 
AuoHiAB.  Auionzjmos  U  lienta 

que  es  la  noria  conocida^ 


ESCENA  VIII 

.^1(11  AkAx,  hi*}-  Irlitf,  y  Jn«*iM>  y  CuAamn. 
Oiens*.  Dnpuii  un  i'.tii.ma. 


Eliassa.  ^Qué  novedad  será  esta, 

scAor? 
Aitón.  E%  mudar  de  vjda. 

Jomada».  ^Qué  te  sucedió  que  asi 


■VIV^^^^H 

^^^^^^^^^^^^^^                           ACTO                                                                                                          ^H 

^^^B               desde  que  vt  jardin  vntiMie. 

de  un  \e<ttdo  carmesií                               ^^M 

^r                       ni  tlucriiic^,  (ti  cítii  tin  di' 

1  ,-N<i  es  »in  de  1<i  vncarnado                       ^^B 

■  EuAiKH.  jQué  viMc  cuando  llc}:asu? 

■  Am6m.       TiisIc  »toy  porque  no  tí. 

/  mí  hermana?  ^No  a  ¿tía,  cielos,              ^^B 

'  Tir""'  ¡Buena  suerte  he  echado!            ^^H 

H                        [kjmimc,  qtic  tic  opíiii&n 

¡Ay,  imposibles  desvelos!                           ^^H 

^ft                       y  vtdi,  muJat  prcieivdo; 

¿De  mi  hermana  enamorado?                  ^^H 

^^^                 no  quiero  conversación, 

¡M.ilhayael  jardín,  amen;                        ^^H 

^^^K                purquc  )■,  cun  ()uicn  me  cnticiulo 

la  noche  triste  y  oscura:                           ^^H 

^^^P                ii')lo  «  mi  iiniKÍnación. 

mi  vuelta  i  Jerusalén:                             ^^H 

<.tpaF(t.l     ¡A).  en<:ar(iiiilo  vetlldu. 

malhaya,  a:r.tn.  mi  locura,                      ^^H 

ii  i  verrne  taliciM  ya! 

que  para  mal  de  mi  bien,                          ^^H 

AkMi.úN.  [Oh.  Cnncipe! 

libre  inc  obligó  A  saltar                             ^^B 

AkiüAii..                         lAm^n  queridúl 

los  muros  de  amor  tíranol               ^        ^^B 

Ah6n.      Las  treguas  que  Davklda 

(Alma,  morir  y  callaf,                     --        ^^H 

i  vetos  nos  han  iriiJo. 

que  siendo  amante  y  hermano                  ^^B 

Aooxus.  Y  aKO(«  ci  casarse  Klisa, 

lo  mejores  olí idarí                                     ^^B 

nuevas  ñw»i  ocasiona 

Mis  vale,  cirios,  que  muera                      ^^B 

que  dan  á  las  iiaUs  pfls«, 
Amón.      Merécelo  su  persona. 

deniru  mi  pecho  esta  llama                       ^^H 

sin  que  siil|;a  el  fuego  aruerai                   ^^H 

AsxALÓK.  Para  vos  cosa  de  risa 

ausente,  olvida  quien  ama,                       ^^H 

son  casamientos  y  amorei.. 

atnor  es  pasión  ligera.                                ^^H 

Ahón.       SqsíIo  que  en  eso  Os  diga. 

Al  cerco  quiero  pittítme,                       ^^H 

iSoJ*  H*  diado.) 

que  á  los  principios  se  aplaca                   ^^H 

OtADo.    Josefo  etpcr»,  teñoret. 

lapasiún  que  no  es  tan  lirmc-                   ^^H 

que  le  honréis. 

itüaz«}                                                      ^^B 

Adonias.                          y  ¿i  nos  obliga 

^^^M 

á  auc  le  hagamos  Tavores. 
AatALáN.^Vcnis,  Priivcipe? 

^^H 

ESCENA    X                                   ^H 

AiifiK.                                 Después, 

que  tengo  que  hacer  agora. 

5dr<n  tUAtn  r  JewAoaa.                          ^^H 

Aual6n.  Attonias.  van>os  pues. 

^^^H 

( Vaiut  todn  Ntnaf  A>aú«.) 

EuAaBR.                   Gran  scflor.                            ^^M 

Amón.                                         Saca...                  ^^B 

1                               ESCENA  IX 

EuAiBR.  iQtíi  quieres?                                          ^^B 

Amón.                               Quiero  vestirme                  ^^B 

^^^^H 

de  camino  /  al  campo  ir.                           ^^B 

^^^^^^^f 

Preven  lus  botas  y  espuelas.                   ^^H 

^              Salid  ya,  encarnada  aurora, 

JoNADAB.  Postas  voy  i  prevenir.                                ^^H 

^^^H                pfuíiraiCine  a  vuevttus  pies; 

Amón.      Pero  ciego  y  con  pigüelas,                      ^^H 

^^^B               salid,  celeste  armonía 

¿c6mo  podiáel  vacre  huir?                     ^^H 
Deja  eso;  dame  un  vaquero                    ^^H 

^^^^             que  en  la  vox  cnainoráb, 

^^^B              vea  Tueitro  sol  mi  día. 

de  tela,  licame  un  rostro.                        '^^B 

^^^H                r  sepa  >  0  si  ijíUNÜís 

iViinir  Eliijcl  y  JoaMib.)           ^^H 

^^^H                la  cara  i  la  ntV'Udia. 

que  hallarme  en  el  sarao  quiero.               ^^M 
De  imponibles  soy  un  mostró;                   ^^| 
esperando  desespero.                                  ^^H 

^^^1               ¿Si  mudará  parecer? 

^^^B               ¿Si  trocara  la  color 

^^^P               que  mi  nmcdio  ha  de  ser? 

Ame  el  delfín  al  cantor,                             ^^H 

^^^V              jSí  querri  vcnj;nr!tc  amor 
^^^H              de  mí  lib  e  pri>ccijer? 

ai  plátano  el  persa  adore,                           ^^H 

i  U  estatua  tenga  amor                             ^^H 

^^^H                No  lu  permitáis,  jiu\  CÍeco; 

el  otro,  el  bruto  enamore                          ^^H 

^^^H               sepa  yo,  puet  que  me  abraso. 
^^^H               quien  ei  la  que  enciende  el  fuego; 

la  asiría  de  mas  valor;                                    ^^H 

que  de  mi  locura  vana                                  «^| 

^^^1             no  hagáis  de  artojjuncias  caso. 

el  tormento  es  mái  airoi                              ^1 

^^^1             purs  tas  armas  os  entrego. 
^^^H               Va  salen  aci>inpañando 

y  la  pasión  más  luana,                    ^  i          «m 
pues  me  enamoró  una  voz              j         ^^U 
y  adoro  á  mi  misma  hermana.                 ^^M 

^^^H               a  IOS  deiposaJjS.  todos. 

^^^H                      iMaiIra.  tMd  UcDiMpnAla  tf<rfa*«n  tfM 

{StltH  Etiiiier  y  Joaidib )          ^^H 

^^^^B                niii)-.  ftiidrn»;  y  ■»«  T*ii»r  un  tttUéo 

JoNADAD.  Aquí  OSlin  rostro  y  difraz.                         ^H 

^^^^B                neo  dt  earmiil,  y  Im  niiti»!  íitréi;  4úm 

Amón.       Vísteme,  pues:  pero  quila...                       ^^H 

^^^^B                ana  rutila  ) 

que  e>ic  rigor  pertinaz                                ^^H 

^^^B              Dudo,  alciíre,  lemo  amando; 

con  la  rai'in  precipita                                ^^H 

^^^H               jav.amor!  ¿Por  qué  de  modos 

de  mi  $osie>to  >a  paz...                             ^^H 

^ibcjadmc  solo!  ;No  os  vais.^                    ^^B 

EuAZUi.  iAp.)  ¿Qué  le  habrá  dado  á  exte  loco?         ^^| 

^^^H              almas  eiiáis  abrasando! 

^^^B              Quiero,  escondyi>,  de  aqui. 

^^^B              ver  sin  ser  víiiu,  u  pasa 

tVanK  biiuer  y  ]«nid*b.)          ^^H 

^^^B             qtiicn  me 

Amón.       Penas,  si  ello  amor  llamáis,                      ^^M 

^^^B             |Ay  Dios,  ya  el  fuego  me  abrasa 

en  distancia  y  tiempo  poco                   ^^^^H 

^^F                                                                                ^^^^^^^^H 

^^^^^H                su  infierno  cxpcrimemSin. 
^^^^^H                 No  quiera  Dius  que  un  ilesco 

enamorado  de  oiros,               ^^^^^| 

toi  árbulct  ÍtMR)Vfos                 ^^^^H 

movió  aniKhe  con  suspiros              ^^H 

^^^^^^M                            con  amor  (in  fco 

f  á  voi  no  pudii  moveroi.                 ^^M 

^^^^^K                   un  principe       Ufacl. 

Vo  sí  qui^n  bes6  una  mano             ^^M 

^^^^^V                Morir  es  noble  irofeo. 

dos  veces  ifucrao  dos  mili                  ^^M 

^^^^^H               Incurable  ei  mi  dolur: 

vost...                                                 ^H 

^^^^^H               puet  y>  soy               vaullo 

Tana*.    '           Fingido  hortelano.               ^H 

^^^^^H              cie(¡o  IKot..  litdme  f«vof 

paia  *ueit>o  mal  sutil                       ^^M 

^^^^^H                por  que  aiJ'itar  y  calUllo 
^^^^^H              son  íflipottblet  de  ainur.          (Vomj 

y  para  mi  hunor  stllanof                   ^^M 

ya  ci  en^art;)  he  colevido,                  ^^M 
que  en  fe  de  su  oscuridad.                 ^H 

os  h^io  anoche  atrevido.                    ^^M 

^^^^B                            ESCENA 

l.a  saturada  inmunidad                          ^^M 

del  palacio  habíis  rompido;              ^^M 

pero.  Bjiradek'ed  que  intento              ^^U 

no  dar  i  enta  tiesta  fin                       ^^M 

^^H       Tamas.   Goctii.  Joscf».  cl  mado 

que  lastime  su  contento;                   ^^M 

^^^^^^                con  Eiiks,  años  piohjus. 

que  hoy  os  sirviera  el  jardin             ^^M 
de  cauí^o  y  escarmiento.           •     ^^| 

^^^^^^k                con  Í4  vcjci  corofuJo 

^^^^^^P                 de  i>ubln  y  hcrmoiot  hijos, 

Am6n.       De  casillo.' cosa  es  Clara.                   ^^1 

^                               (rulo  de  amor  saponado. 

que  vuestro  (¡usto  cumplió               ^^U 

K^         ioutro.      Si  vuestra  alteza  noí  da 

mi  fortuna  siempre  avafi,                 ^^M 

^^^L                         lan  fcücct  pjif«bi?nct     . 
^^^P                      ^quíín  duda  que  )i»»rá 
^^^^                          nucMra  ventura  lo!>  bienes 

pero  d;  escarmiento  no.       __,          ^^U 
K)ia:á  que  escarincBU**—^'"^          ^^M 
»o  en  mi  mismrTTlas  no  temo        ^^ 

H                                aue  nui  prnnietemoi  ya^ 
H                Elisa.       A  lo  menos  desearemos 

casti}tos,  que  el  ciclo  nic  hizo                   1 

sin  temor,  con  isnio  extremo         ^^J 

1                                loda  esa  diolia,  sei^ora. 

que  yo  mismo  el  fue^-o  atizo            ^^U 

^^^K                          porque  cun  cha  paguemos 

y  bráiías  en  que  me  quemo.              ^^í 

^^^k                        lo  mucho  cue  d<^e  i^-ora 
^^^^^_^               á  vuestra  aliczA  dtbctnos- 

Tahak.   ^i^uiít)  sois  vos,  que  habllis  natíf        J 
Amón.       Un  Compuesto  de  contrarios,           ^J 

que  desde  el  punto  que  o>  vi,           ^H 

me  atormentan,  temeraiíos,             ^H 

^^^^B 

T  loJov  son  contra  mi.                       ^H 
una  quimera  encantada:                    ^H 
soy  una  esfmjíe  co  qu  cü  lucho.            1 

^^^^^^^                Ub  CKun»  y  («JO  AmAh.  Drcíoi. 

^^^         Criado.    Miscaras  quieren  danzar. 

tjn  volsín  en  n  cvc  helada.                      J 

^^^L        Taman,    Ü«M  principio  a  la  hesia. 

y,  en  Itn.  por  ser  con  vos  mucho»          1 

^^^B                                                        (íaf*  AMi^n  di  méMfra^ 

no  vcnjío.  Infama,  i  ser  nada.              J 

^^^          JoSEFo.      Et  c¡«lo  pinteen  Tamar 

Tamaf.    jViúsc  luco  si-mc^ante?                      ^^1 
AnáH.      Vos:  qucanuchc  pcrdisics.            ^^M 

^L                                con  una  hermosura  hunísla 

^^^^                        un  donaire  síri^uUr. 

porque  yo  nansse,  un  tjuánte: 
a  mano  que  i  un  pastor  distes 

^^^^1                              intiff  f  t*'rtta»io  AtMa, rf( m^ca* 

^^^H                           TO,  aíara  /a  nrálit»  ai  tndv  at  TWnar.) 

dadl>i  a^ora  i  un  firme  amante- 

^^^^^^  Ajión.       ^De  quí  sirve  entre  los  dot 
^^^^^^                       rebelde  rcM>ten<ia, 

Tamar.    Macara drt jomejida, 

leíanlAos  luek.'o  de  aquí.                   ^k 

^^^^^H                 amor,  ü  en  (urna»  sois  Dios 

<^uc  halé  qiiiiaros  la  sida,                 ^^M 

^^^^^^M                     tiriJK  con 
^^^^^H                 que      fin  me  Uevils  tías  vos? 
^^^^^H                 liesocupado  estl  cl  puesto 
^^^^^H                 de  mi  lnipr>uMe 
^^^^^H                 deudor  os  soy  solo  en 
^^^^^^H                 ¡que  de  csiorros,  ctuci  hermanSt 
^^^^^H               en  mi  amcr      ciclo  ha  puestol 
^^^^^m                Por  uosar  tal  coyuntura 
^^^^H                                                            {llaHa  4  Taoaar.) 

Amók.       hsi  anuchc  In  perdí;                          ^^ 

taide  vcndrl  quien  ta  pida,                      1 

Mas,  pun  no  ts  b  en  que  un  vilt*ao     1 
mAs  favut  de  noche  h»|iiil                       i 

que  i  un  lius're  CorlcíJno,                ^J 

que  queriis  á  no  quetiis                   ^H 

os  he  de  besjr  la  mano.                  VH 
tacara  jr  paar,» 

Tamar.    lOli,  matadme  ese  hombre! 

^^^^^1                bien  me  holgara  yo,  siAora, 

(J>>diltaa«(f»rf**,| 

^^^^^^m                 que  caiara 

jDefid  la  flesiB.  srculdiel 

^^^^^H                 una            cada 

JosEFO.     jQué  tienes?  ^C      '       ' '  *  >*  asom- 

^^^^^H               puesto  que  la  noche  oscura 

Tama».    ¡\<i  me  repliqL                              (btc? 

^^^^^V               lambicn  voluntades 

dadle  muerte  o  ud^n^c  uviobrc 

^^^^^[                  liKho  illamo  uo  jaidn. 

de  dv-sdichadal 

^^^^^^L               donde,  cual. do     iii-n.po  abrasa. 

Eli  A  lia.                        Dciemo*                    ^ 

^^^^^^B                Con  t  oes 

cl  sarao,  qtia  hacer  e»  justo            ^^M 

^^^^^^F                hiio  ciclo  s  ucsita 

lo  que  manda.                                ^^M 

^^^^^H                Yo  sí  quien,  antes  de  van», 

Jossro.                           Siempre  vemot        ^^M 

ACTO 
que  del  má^  compiido  Rusto 

son  petam  bf  cxirctnos. 

ACTO  SEGUNDO 

ESCENA  PRIMtRA 

UU  ASM 

,  MIU»Jott,  muy  M<l<>NratlM,Mii  ropa 

MQlXtriI.  f  El.lalC*  y  IvflAM*. 

Jomada  B. 

No  lo  acienas,  gran  sefior. 

«n  Icvaniaflr. 

Am6n. 

Es  la  cama 

lotro  pata  la  paciencia. 
Jn  diwreio  la  compara 

EtlAttti 

á  los  celos. 

Amón. 

^r>e  qué  modo? 

EuAzm 

De  ta  Kueile  que  lecalAi 

cujind»  fvocui,  M  voa  mucho». 

ó  causan  lUqur/a  it  matan. 

Anón. 

Bien  ha:i  liichu.  \H(ii»! 

JOI^AUAB 

SeAor. 

Amón, 

Dadle  cien  escudos. 

EUAU» 

fseas 

como  PrliKif*.  no  vr.lo 

tas  obras.  mAí  las  palabr». 

Amón, 

iQué  es  esto? 

JOK«OAk 

Darlo  aguamanos. 

Amón. 

Si  con  i'uiyo  mv  lavara 

pudiera  ser  quee^iuvic<a 

meíur,  pues  me  sbtata  el  af;ua. 

Dime  al^io  que  me  cnitcienRa. 

(Quí  et  la  cuu).B  de  que  callas 

latito,  Ltiaxef? 

Eliaibü 

N'o  st  corno 

darle  gusto:  y»  te  enfadas 
con  que  hat>iandu  ledivierian; 

}a  darle  mús>ca  mandas. 

ja  i  lus  que  te  hablan  dcspldM, 

y  riAes  i  qucen  le  cania, 
lisia  lu  melancolía 

iONAOAB 

lieoc.  sct^or.  latiimada 

i  todA  Jerusalín. 

Eliaiik 

No  hay  caballero  ni  dama 

que  á  costa  de  alt;un«  parte 

de  su  salud,  no  comprara 

la  tuya. 

AHÓK. 

^Quiírenme  mucho? 

ELUten 

Como  A  su  Principo. 

Amóm. 

Basta. 

No  me  hablíis  mis  en  mujeres: 

{pluguiera  i  Dios  que  m  hallara 

modio  con  que  con  tenar 

la  naiura^cii  humana 

sin  habi.*Tli«  mi.-netictl>- 

¿Vino  el  méd,co^ 

Joña D Al 

^No  mandas 

que  ninftnno  le  viSiic? 

Ah6n. 

i>\  supieran  ci>mt>  carian. 

no  esiuvietA  enfermo  ¡'o. 

Eliaiim 

No  estudian.  scAor,  palabra; 

san^trBf  y  purear  son  polo* 

de  su  ciencia. 

Amóm. 

Y  su  satiaacíi. 

Jomada».  Todo  es  seda,  ámbar  y  mulasi 
sidotdc  ellos  enviara 
i  Egipto  •!>  S,iÍA.  Oavü, 
con  solas  plumas,  maiarm 
mes  que  su  cjírciio  todo. 

Eliaik*.  Juniíionsc  a>er  en  esa 
de  Délbora,  svis  d.xiores. 
que  ha  día^queciiiá  muy  mala. 

fiara  C()n%uliatfie  enire  ellos 
a  enfermedad,  y  aplicarla 
al)¡úii  remedio  eficaz. 
Apartáronse  á  una  sala, 
ecliando  la  i^nte  da  ella; 
dióle  (¡ana  á  una  crfada 
(que  bailaba  ser  mujer) 
de  oscukhar  lo  que  trataban; 
y  cuando  tuvo  por  c>eriD 

Juedel  mal  ñiosofaban, 
V  la  enferma,  y  experieiKiaa 
acerca  de  ei  relataran, 
oyó  preiiuniar  al  uno: 
«Señor  Joctor.  <qui^  ganancia 
sacará  vuesB  merced 
una  con  otia  semana? 
FtesjNundló:  cincuenta  escudos, 
con  que  he  comptado  una  granja, 
veinte  arani»das  de  viAas, 
y  un  suto  en  qu':  len^i  vacas; 
pero  no  mcdeíconicnia 
el  buen  gusto  de  las  casas 
que  luvo  tinaa  merced, 
rdijo  utio>:  Sun  celebradas. 
No  s¿  qu¿  hacer  del  dinero 
que  gano;  icosa  extremada 
es  ver  que.  sin  ser  vei-du¡;o 

r'Orqoe  matamos  nos  pagan)— 
kjades»  Irrplbcó 
olri>)  V  decid  de  quí  trau 
01  fui  en  el  juego  Je  anucho. — 
Pcfdi,  son  tuertci  volianas. 
Per.i  ^icniis  muchos  lilj'os?— 
Dusciéiuus  cuerpus  no  bastaní 
con  cuatro  dcdos  dc  polvOi 
que  ni  ellos  hablan  palabra 
ni  ]  o  las  que  ene  crrjn  miro. 
Osteniació.i  é  ifinoranda 
nos  ban  dado  de  comer; 
más  ha  de  cuatro  ^emanas 
que  no  ho|eo,  si  no  son 
pcchu(;as  de  pavos,  blancas; 
lon»os  de  (tata pos  tiernos 
y  con  pimienta  y  naranja, 
perdiz,  pichón  y  vs^utia, 
<asj  á  la  ternera  lUinan 
los  hipócritas  al  uyo).— 
Pero  lo  parlado  basta; 
vamos  á  ver  nucsi.-a  enferma, 
que  estará  muy  amiiida 
en  nuestra  consulta.»  Kucron 
y  dijo  el  d:  mayor  b^irba: 
«Lo  que  se  saca  dc  aquí  *' 

os  que  al  mumetiio  it  haga 
tjna  Irtcac'ún  da  piornas. 

Í'  por  lodjis  las  espaldas 
a  echen  catorce  ventosas, 
las  tres  ó  cuatro  sujadas. 
Pónganla  en  el  corazón 


^         416 

vrSflANZA  ar.  TAMAP                       ^^^^^^^^^^H 

^^ft 

un  M>cfOt:H>,  1  fgmenli'la 

en<'miK<' M^|¡anat*               ^^^^^B 

^^^^^ 

con  manteca  de  izahar. 

medio  pie  de  ii«rta.                 ^^^^^| 

^^^^^H 

tenga  en  d  ci«li>  esperanza 

Aiit6f«. 

Sieie,           ^^^^ 

^^^^^^M 

que  la  consulta  de  hu)' 

que  son  los  que  i  un  cuerpo  bastan;  1 

^^^^^^H 

la  I11  i)c  dar  muy  presiu  sana.» 

cuar^lo  os  liara  muerto  i  vos,       ^m 

^^^^^^M 

Diccunles  ilfi';ieiilosr««lirS 

darán  quietud  i  mis  ansias.            ]^B 

^^^^^^H 

V  vúli'i¿[uns«á  &u  casa 

Ifía  irat  ti  Maeitré^^ 

^^^^^H 

bien  mcJrado&iic  Is  junta 

Maist. 

¿puí  es  que  hace  vueina  alteza?         ] 
Castigar  vuestra  arrogancia.            ^^J 

^^^^^^^^ 

corno  le  he  contado. 

Amón. 

^^m    AHóri. 

Calla. 

Necios,  el  mal  que  mcal1i);e             ^H 

^^^^^^ 

rclsionmpcnincnte. 

siendo  de  amor,  no  se  saca             ^H 

^^^^^^B 

que  me  Riormentas  y  cansas. 

con  t>f  lieos  instfumentoi.               ^H 

^^^^^V 

¿\:^  puvble  que  hables  lanío? 

.Morid  todos,  rúes  me  matan          ^1 

^F                B  LUX8« 

.  ^Tú,  NcAor,  no  me  lo  mandas? 
.Si  callo,  le  do}'  pesar: 

invisibl»  enemigos. 

^^^ 

iC^rrt  ittr*t  tlt  ti>dot.} 

^^^^ft 

en  hablando  me  amenajtai. 

Maest. 

Muramos,  mientras  se  amansa 

^^^H 

hios  ie  de  Misie^to  v  (¡usio. 

el  frenes!  de  su  furia. 

^^^H 

jQuí  es  aqueüii?  jÍ  lola!  ^quién  can- 
,  Músicos  que  reclbutes                 (la? 

{Ilyyin  lodot.i 

^^^H^  JOKAUAI 

AM6N. 

Si  hubiera  armas  que  mataran 

^^^^^^^L 

para  que  sus  consonancias 

ta  memoria  que  me  añige,                 ^^B 
¡QUÍ  buenas  r^jcran  las  armast         ^H 
Hulti.  bliazcr,  lonadab,                     ^H 

^^^^^^^1 

tu  nielancú'.ico  humor 

^^^^^^ 

alivien. 

^H        Ah6m. 

llndustriavansl 

Josepho,  AbÍAtar,  Sisara.                  ^H 

^^^^^^_^ 

(CdRlan  éríéi  adtitlrv.} 

¿No  hay  quien  venga  i  dar  alivio  ^H 

^^^^^^K 

«Pajarko%  que  hacéis  al  alba 

al  tocme.ito  que  me  abrasa?             ^H 

^^^^^^H 

con  lisonjas  alegre  salva. 

H 

^^^^^^1 

nnladle  i  Amón, 

^^^^H 

que  tristezas  te  quitan  la  rida 

ESCENA  III                       ^1 

^^^^^^^1 

y  no  sabe  si  sun  de  amor,                 ' 

^B 

^^^^^P 

V  no  sabe  si  de  amor  son.» 
hola.  Kliaitcr.  Jonadab, 

Amó*  y  taifa  fii.lAixa  y  Ío«*UA>.       ^_^^H 

^       Am¿n, 

^^M 

^^H^^ 

echadlos  poi  las  vcmanas. 

Jo  NADA) 

.  Gran  señor,  sosiégate.              ^^^H 

^^^^^L 

dados  muerte,  scpuliadlos; 

AuÓM. 

jCómo?  si  es  quimera  mi  alma       ^H 
de  contradicciones  hecha,               ^H 

^^^^^^H 

haciendo  alaud  Us  tablas 

^^^^^H 

de  sus  ñecos  insli  umimios 

de  imposibles  sustentada.                ^^M 

^^^^^^B 

tendrán  sepultura  honcidl. 

¿No  estaba  en  la  cama  yo?              ^^M 

^^^^^^ 

como  gusanos  de  seda 

¿Quién  me  ha  cubierto  de  galas^    ^^M 

ünnudadmc  p.'esio,  presto.             ^^M 

.  Tú  te  vistes  y  levantas                     ^H 

^^^H 

en  suscapuUos. 

^^H 

¡Qu¿exiTaAa 

EiiAzea 

^^^H 

pasión  de  m«lancolíit 

conUa  ta  opinión  de  lo<lov.              ^H 

^^B 

¿No  imitan  en  una  casa 

Amón. 

^^H 

á  su  «cñor  lo»  criados? 

Jo!«ADAB.                Desnúdale  v  calla.             ^H 

^^^^^^^ 

¿Yo  llorando  y  ellos  cantan? 

Amó». 

¿Yo  sedas  en  ve/  de  luto.^                ^H 
|Ay.  Iib.-rud  malograda!                   ^H 
¿viueria  vcis  y  yo  de  fiestas?           ^H 

^^^^^b 

¿.MI  enfermedad  Jes  alegra? 

^^^^^H 

^^H 

ESCENA  n 

hAjai  ne^ru,  (¡cVga  bista,                 ^H 
os  tienen  de  nacer  desde  hoy            ^H 

^^^^^^H               (MuM  r  iflff  itH  Mimno  di  imuk. 

las  obsequias  lasiímatlas.                      1 

/* 

• 

(Svtn'n  M/aj  étatroj  J 

^^^^^  Et.IXZ»i 

.  Aquí  csii  el  maetiro  de  armas 

¿Quícscsto?                                  ¿B 

^L 

que  viene  a  d  iric  lección. 
LKidme.  puet.  la  ne^ra  espada, 

JOSAbAl 

.                      Gran  scftor,  viene         ^H 

^K 

'  tu  padre,  lley  y  monarca                ^H 
de  las  doce  iluMrcs  tribus,               ^^M 

^^H^ 

aunque  pue^  se  queda  en  blanco 

^^^^^^^ 

mi  nun^a  vcidee^petanio. 

entre  clarines  y  cajas,                       ^^U 

^^^^^B 

me|or  que  la  espada  negra 

triurifando  i  lcruSal¿n                      ^^M 

^ 

pudiera  jugar  la  ttanca. 
Vuelva  el  cielo,  t:ran  señor. 

detputs  que  por  tierra  iguala         ^H 

^^B        Macst. 

del  idúluiia  Amonita                         ^H 

^^^^^__ 

los  colores  á  tocara. 

lav  Ciudades  retieladas.                     ^H 

^^^^^H 

que.  ta  tristeza,  tn  irchita 

Sálente,  con  bcndic-ones.               ^H 

^^^^^^ 

con  la  salud  que  te  Calla. 

mijsicas,  himnos  y  danzas              ^H 

W              Amó». 

Retórico  i  m  peni  nenie. 

t  recibir  á  sus  puertas,                   ^H 

^^^^ 

el  que  es  diestro  jamás  habla; 

cubiertas  de  ced.'o  ¡  palmo,     ^^^H 

^^^B 

ju^ad  las  armavcaliando    - 

los  co'tesanos  aleurcí,              ^^^^H 

^^^B 

ó  no  o»  pTeviíis  de  las  anna*. 

y  la               le                         ^^^^H 

B             M*r(T. 

Perdóneme  vuctira  altera.— 

con  que  inuníó  dL-  üiliaa        ^^^^H 

^^^ 

Dije  en  lu  lección  pasada 

sus  agradecidas  damas.             ^^^^H 

L 

quecon  estas  dos  posturas 

Sal  i  darle  el  parabién,             ^^^^^t 

ESSiiMnrt 


y  con  &u  cilebrr  «nirada 

suspenderá»  lu  instei«. 
Amos.      Al  mcUncolico  «g'^van 

el  mal,  conlcniosaícnos. 

l<jo%  ludo-i  de  mi  casa, 

dcjiídinc  á  solas  en  ella, 

mtcniía'i  veit  que  me  acompañan 

detetptrrocján,  irinleía. 

locura.  imposit>K-«,  rabia, 

pucscuandci  mi  padrv  irtunl'c 

muerte  me  úntín  mi»  ansias.  (VMr) 
JoNAüAc.  ¡Lauinioso  frcnesil 
Eliazer.  (Que  nu  se  aepa  la  causa 

de  tanto  mal? 
Jomadas.  ¿SI  es  d*  amor? 

Eliaier.  a  serlo  ^i^ulín  rehusará 

i  quien  ficreda  »lc  reino? 
JosADAB.  Nu  sí,  pof  Dioí.  Mas,  pues,  calla 

la  iKasiün  de  su  iritiefe. 

6  Amón  vui  loco  ó  ama.      ivaiut.) 


¿ 


ESCENA  IV 


Salín,  «arcAtn^aeon  xiaclii  mutua,  por  una  ^trla 
lojia,  Abi>iúk,  \aolil*ty  tr-it  tllat  rtiTiD,  i>l«Jo, 
Kvroiiaao:  par  otra.  Taha*.  BimabI,  Mimi.  ySA> 
LouAa;  dan  rutila  y  4ia 

DAvr». 

&  para  el  triunfo  of  licito,  adquirido 

después  de  Kuerris,  levantar  irorcos. 

premio,  M  muí-h»*  veces  repelido, 

aliento  de  mis  bélicvi  deseos: 

si  Uii-s  desenleriar  del  viejo  olvido 

de  aiiiios.  madianilas,  ñliüteos, 

de  Get  >'  de  Canam  victorias  tantas, 

inexausia  materia  á  plumas  santas. 

SI  después  que  en  lus  braios  guedejudos 

di:l  Ubico  leún,  fuerzas  b.'/arras 

hipérboles  venciendo,  hicieron  mudos 

elogios,  que  el  laurel  conviene  en  parras, 

y  en  juvenil  edad  miembros  desnudos, 

galas  haciendo  Us  robustas  itatras 

del  oso  informe  entre  el  crespado  vello 

como  joyas  tus  braios  me  echí  al  cuello. 

En  lin.  ú  lfa«ha»ñas  adquiridas 

en  b  robuiíii  edad,  que  amor  ditata, 

gravada  en  su  memoria  las  heridas, 

efecutotia  de  quien  honras  trata, 

agora  á  e^ta  pc^.iucfta  reducidas, 

cuando  i  mi  edad  el  tiempo  pa^a  CQ  plata 

el  oro  que  le  dio  juvcntuo  leda. 

que.  pues  se  ¡rueca  r  pasR  ja  es  moneda, 

por  tolo  una  corona  que  he  quitado 

si  Amonita  rey  de  las  cabcttct; 

cuatro  coronas  mi  valor  premiado 

en  vuestros f)chu  bra/oigana  bellos: 

quisiera,  con  sus  circuí  >s  honrado, 

que  brotaran  de  agüeite  oíros  tr«s  cuellos. 

y  hecha  Jefusalío  de  amor  tcjitfo, 

viera  un  amante  con  coronas  cuatro. 

Ya  Rlbaia,  que  corle  incircuiKtsa 

del  .\moniia  Ímí,  ruinas  solas 

ofrece  al  tiempo  que  caduco  pisa 

montes  altivos  de  cerúleas  olas; 

ya  la  trisircxa  trasformada  en  rtsa. 


inueria  belona,  cuatro  laureolas 
lisonjean  mi  goxo  con  sus  lazos, 
reduciendo  mi  cuello  á  vuestros  brazos. 
Micol  querida,  que  por  tantos  bAds 
i  iiidijíno  poseedor  distc  trofeos, 
da  ctivrdia  á  la  vénganla,  á  amor  engaños, 
al  tiempo  que  contar,  y  á  mi  dedeos; 
daxlmc  entre  esos  abrazos  dése n);aíios 
como  vo  i  vuestras  ara»  Itlisteos. 
sus  prepucio*  al  Rey  incircuncisos, 
plumas  al  sabio  y  d  la  fama  avisos, 
biscreía  Abi^jail,  i  auíen  el  Cíelo 
gracia  de  aplacar  culeras  ha  dado 
del  bárbaro  pastor  en  el  Carmelo, 
pre«))0  no  merecido  tii  estimado, 
en  esos  brazos,  polos  del  consuelo, 
en  quien  vive  mi  amor  depositado, 
descanse  mi  vejez,  que  pues  los  ^oza 
si  largos  ai^os  cuenta  ya  está  mou. 
Hermosa  Itecsabé,  ninla  del  baño, 
que  sin  iéndoos  de  espejo  en  fuentes  frias, 
brillando  el  sol  en  ellas,  de  un  engaso 
dieron  causa  i  un  pequen  ligrimas  mias. 
ya  te  restaura  en  vos  el  mo'tal  daAo 
del  maloiirado  por  leal  t'rias, 
pues  dais  quien  edifique  templo  al  Arca, 
pij>  d  los  ticnipos  y  A  Israel  monarca. 
V  vos,  mi  Salomtm,  noble  sujeto, 
en  quien  vos  ciencia  infusa  dcpoiite, 
de  la  fábrica  cílcbrc  Arquitecto 
que  la  gloria  de  Oíos  en  niebla  imite, 
ti  Líbano  de  Mirau  grato  y  discreto 
cedros  os  corta  donde  eterna  habite 
la  incoirupcíún  que  el  tiempo  no  maltrata, 
con  oro  os  sirve  Ofir,  Tarsis  con  piala. 
Bellísima  Tamar,  hija  querida, 
circel  del  sol,  «n  vuestras  hebras  preso, 
dichola  mi  victoria  reducida 
al  triunfo  que  con  veros  intereso, 
¿cómo  esiáis?  / 

Tamah. 
Dando  albricias  A  la  vida 
que  vos  auKnte  en  Contingencia  al  seso, 
gran  señor,  puso. 

Abjoaii., 

Y  yo  de  mi  deseo 
ps(;ando  costas,  pues  que  sano  os  veo. 

David. 
^Estiis  mi  Abigail  buena? 
AnioAit.. 

A  serviros 
dispuesu,  gna  scAor,  eternamente. 

David. 
¿Ves  hcfmosa  .Micol? 

Mtcou 

Tristes  suspiros 
eo  go2o  trueco,  pues  os  veo  prevéate. 

David. 
.¿Y  vofi,  mi  BersabÉ? 

BexssB^. 
De  ver  veoiroi 


i. 


a; 


4i8 


LA  VENGANZA   DE  TAMAR 


ticToo  en  4inores,  ii  en  valof  vtlícnie, 
riodoos  lods  el  alma  por  despojos, 
qu«  *  gpzttot  se  «toma  por  tos  ojos. 

Dav0. 

Esta  corona,  peso  de  un  talento, 
ó  TCínie  mil  ducailos,  rica  y  bella, 
lo  int  del  Amonita,  que  oí  preteiilo 
alegre  en  ver  que  m>ss  la  picoia  de  ella. 
Mí  general  Joal».  nierecimitmo 
de  U  fama,  que  envidias  airopclla, 
de  mi  viciona  la  oca^i^n  ha  sido 
valiente  csptlAn.  si  comedido. 
A  Rlbata  redujo  á  tanto  aprieto, 
que  cifrando  su  sed,  asoló  un  pozo; 
dejó  su  «alto  de  llevar  á  cfeio 
y  %ec  ejecución  de  t.u  dciicoio, 
por  avi&acrne  i  lealtad  sujeio, 

3ue  á  mis  victorias  aplitratc  el  eozo 
c  esta  conquista  auc  su  fe  publica 
las  veces  que  Israel  me  la  dedica: 
dadle  las  gracias  de  clia. 

lOAII. 

En  esas  plantas, 
puesta  la  boca,  queditié  premiado, 
pues  i  mavofe»  (tioriuv  me  levantas 
con  sólo  el  nombre,  ¡oh  Reyl  de  tu  soldado. 
Cuelga  ame  el  Arca  con  tus  armas  santas 
trofeos  que  i  la  envidia  den  cuidado. 
y  al  arpa  dulce,  de  tu  fiusio  abismo 
cáDUtc  las  victorias  A  ti  misino. 

Da  VID. 

Hablad  i  mi  Absaldn,  i  mi  Adonlas, 
diestros  en  guerra,  si  en  la  pa2  galanes. 

A  MALÓN. 

A  TD  lado,  señor  ^quí  valentías 
|>odrÍD  dar  luz  i  ilustres  capitanes^ 

SaLOUÓN. 

Dadnos  los  braio». 

Aaioaiu 

Vieron  nuestros  dlai, 
al  tremolar  hebreos  lafctanci, 
juntar  en  dos  sujetos  U  ventura, 
el  esfucno  abrazando  i  la  hermosura. 

^  David. 

Mi  Amón;  mi  mavoraieo;  el  primer  fruto 
de  mi  amor  ^c6mo  esttf 

AtlOAIL. 

Dando  1  lu  corte 
tnitcn  en  verle,  A  su  pesar  tributo, 

firívB  i  la  muerte  que  sus  at^os  corte, 
lanío  á  sus  ojos,  y  á  nosotras  luto; 
Eiues  callando  su  mal,  no  hay  quirn  repone 
I  pAlida  tristeza  que,  enfadosa, 
gualdas  siembra  en  su  cara  y  hurta  rosa. 

Saiximón. 

No  hay  mtdico  tan  célebre  que  acierte 
la  causa  de  tan  ^ran  melancolüi; 
ni  con  música  ó  juepos  fte  divierte, 
ni  va  1  cazafj  ai  admite  compaAla. 


A  los  umbrales  llama  de  la  muerte 
para  dará  tu  rdnoun  triste  día. 

Amo  Al  L. 
Hiblale,  y  el  dolor  que  le  molesta 
■livljris:  su  cuadra  e^,  señuf,  cüti. 

{Corm  una  forlt^d  y  4tt<mtrtit  *  AoiOn  mü 
tn  «lid  $lll<l  y  muy  Irílll.} 


ESCENA  V 
AHAa.  DicDO*. 


Davis. 


jQuí  es  esto,  anudo  heredero?  I 

Cuando  tu  padre  dilata 

reinos  que  jiannrie  trata, 

por  ser  tú  el  hijo  primero, 

dejlndoie  consumir 

de  lui  imaginaciones, 

^luto  al  triunro  ale(;rc  pones 

que  me  sale  A  recibirá 

Diviértante  los  despojos 

que  toda  tu  corte  ha  visto;  A 

todo  un  reino  le  conqutsio,  \ 

alza  i  mirarme  los  ojos; 

llít¡a  *  enlazar  A  mi  cuello     ' 

los  b'azoí,  tu  Kusifi  admita 

esta  corona,  que  imila 

el  oío  de  tus  cabellos. 

¡iljjot  jN'o  quieres  hablarme? 

Alza  U  iti>tecat>«;!a 

si  ya  con  «a  tristeza 

no  pretendes  acabarme. 

AaSAi^K.  Hermano,  «la  cortesía 
cuándo  no  luvo  lugar 
en  vuestio  pecho,  i^ pesar 
d«  cualquier  mctanculia? 
Mirad  que  el  Kev,  mi  sefloi 
y  padre,  hablándoos  está, 

AooNtAS.  Si  Aduniss  causa  da 
i  conservir  el  amor 
que  en  vos  mostró  la  experiec 
por  H  os  tuetio  que  habléis 
a  un  Monarca  que  tcntis 
llorando  en  vuestra  presencia. 

Salomón. No  anOiií  tan  «li^ie  día. 

Toóos.     Principe,  volved  en  vos. 

Davio.      jAmón! 

Anón.  ¡Oh,  válgame  Dios, 

qué  imporlioentc  porfía! 

U(to  I'  <<i*v(a  mmjr  ir 

David.      jQmÍ  llenes,  caro  traslado 
de  csic  irisie  original, 

3uecn  alivio  de  tu  mal, 
c  todo  el  hebreo  estado 

la  mitad  daile  priimeio? 

(rózale  y  no  csiís  asi; 

pon  eLos  ojos  en  mi. 

de  todo  mi  gusto  objeto. 

No  se  oscuiczca  el  Apolo 

de  tu  cara;  el  mal  despide. 

^uc  quieres.*  |tUbIame,  pUal 
Amón.       Que  os  viis  y  me  dt'jíis  solo. 
David.      üt  en  esto  tu  uusto  eitnba, 

no  le  quiero  ¿»r  pe^ar; 

tu  tristeza  ha  de  causai 


^^^^^^^■B 

^ 

^^^^^^^^H 

^^^^H                                                   ACTO  SEOUNDO 

419      H 

^^^V           úuc  }'0  sin  consuelo  viví. 
^^H           Aftuada  has  d  regoeí|o 

Am¿m. 

lAy,  hermana,  que  no  puedol  ^^| 
Es  freno  del  alma  el  miedo.                        ^^H 

^Hp            con  que  Israel  se  Mñala. 

t>arte  pxic  de  ét  presaba...,                         ^^H 

Pero  ^qué  conicnto  iguala 

pero...  vete,  que  es  meior                           ^^H 

ni  diilurquc  cauii  un  hiio^ 

mut<r  mudo,  4S0  te  vas?                           ^^H 

«pu¿  no  "Ticrcciefü  jo. 

Tahar. 

Si  determinado  estás                                  ^^H 

aunque  ñn^ciidolo  (\ntt. 

en  no,  si^o  tu  humor.                               ^^H 

una  paUtiM  fiqui«ra 

Vóymci  adiás.                                           ^^1 

de  amorf-  ^I>;ráíni<;que  no? 

Amók. 

¡Crueldad  eatrafia!                  ^^H 

/  ¡f^incipe,  un  mirarmí;  soto! 

^M 

1    Cruel  con  niU  canat  eml 

Tamam. 

^^H 

\  JQu¿  Kat^  ^Ou¿  líenmi'  iQüt  quie- 
Ahón.      9"'  °^  ^^'^  y  "^*  duiíii  suio.    [res? 

Amón. 

PcfO...  vete.                               ^^M 

Tamar. 

^H 

AkSAL&K.  Kl  dcjjrlces  lo  inii  cuerdo, 

Am&n. 

Vuelve  y  contarle                             ^^H 

//  pues  pfrsuadiriec^  en  vano. 

el  fiero  mal  que  m^cníiiña.                         ^^H 

Davik/    ]iQ'ié  tale  el  rcitoque|;ano, 

Tamak. 

Si  de  una  hermana  no  fias                         ^^H 

1  1    hijos,  si  al  [>iiocipc  picnJoF 

tu  secreto,  ^qui^  nc  dt  hucer?                     ^^M 

'    \       tVtutt:  y  al  ralr-trtt  Tam*r,  Itémút» 

Amón, 

iAparíf\  De  ser  hermana  y  mujer,               ^^H 

AbAa  X  Itfdalttf  M  la  UU:i 

nacen  mis  melancolías,  ^^H 
¿Posible  es  que  no  has  sacado                       ^^H 

ESCENA  VI 

Tamam. 

por  el  pulso  mi  dolot.^  ^^H 
No  sé  vo  que  ha)a  doctor                            ^^H 

TmiM  y  AsAii 

que  tal  Riacia  haya  alcanjtado.  ^^^^M 
Si  hnblantÍD  no  me  1»  enveñat,               ,^^^^H 

Amón.       7'amar.  lAh,  Tamatl  Señora. 

mal  tu  enfermedad  sabré.                            ^^H 

lAh,  hermana! 

AUÚN. 

Pues  vo  del  pulso  bien  sí                           ^^H 

Tanak.                            iF'rincipe  miol 

que  es  lengua  que  habla  por  seña».            ^^H 

Auóx.      Oj-e  de  mi  deivaiío 

Pero  pues  no  conociste  ^^M 
por  e  tanto  desvario,                                     ^^M 

la  causa  que  vi  Rej  ísnora. 

¿Quieres  tu  darme  salud? 
Tama».    A  «tar  su  auintnio  en  mi  mano, 

en  tu  nombra  y  en  el  mto,                             ^^| 

hetmana.  mi  mal  consiste,..                        ^^^| 

sabe  Dios,  galldcdo  hermano. 

;\o  te  ilimas  Kl  Tamar?                         ^^^^| 

con  cuinia  sol'::itud 

Tamam, 

£sc  apcllnlo  heredé.                                  ^^^^H 

hierbas  )  picOras  buicara. 

Am6n. 

Quítale  al  Tamar  la  T.                            ^^H 

expeficn^'ias  aprcnJicra, 

y  ,idiri,  Tamar...?                                     ^^H 

mt.ntcs  ásperos  subiera. 

Tama», 

^^H 

filósoros  consuliara. 

Axóíí. 

Esc  ci  mi  mal;  fo  me  llamo                      ^^H 

para  volver  i  Israel 

Amón;  quítale  la  N.                                       ^^H 

un  Principe,  que  la  muerie 

Taha*. 

Serás  unto.                                                       ^^H 

pretende  quitarle. 

Ak¿n. 

Porque  pene,                             ^^H 

Amón.                                 Advierte 

mi  mal  es  amar:  yo  amo.                           ^^H 

que  no  siendo  \(i  ccucl, 

Si  esto  adviertes,  ^quí  preguntas?           ^^^H 

sin  piedras,  «bogas  ni  >'«f  bas. 

|Ay,  bellísima  Tamar,                            '^^^M 

metales,  montes  ó  llanos, 

amo  y  es  mi  mal  amar.                            ^^^H 

esiá  mi  vida  en  tus  manos. 

SI  á  mi  nombre  el  tuyo  jumas!                   ^^| 

V  que  en  ellas  la  conservas. 

Toma  este  pulso;  en  éi  pon  iTimtl«^ 

Tauab. 

Si  como  hay  similitud                                 ^^^M 

entre  los  nombm,  la  hubiera                 j^^^^f 

los  d«dos  como  instrumento. 

en  las  pcrumas,  >o  hiciera                        ^^^^| 

i  CU)  o  encendido  acento 

milaRros  en  tu  salud.                                j^^^H 

conceptos  del  corazón 

Amón. 

Amor  ,;no  es  correspondencia?                ^^^^| 

«ntiirntlas. 

Tamak. 

Aiti  le  suelen                                              ^^^^| 

Tamak.                   Uesasosiego 

ANáM. 

Pues  si  entre  Amún  y  Tamar                V^^^^ 

~                 muestra. 

hay  tan  poca  difercn^iu,  ^^^| 
quedos  Ciras  solamcnie                               ^^H 

Anón.                   Causante  mis  penas. 

Sangre  encierran  otras  venas: 

nos  dislin^iuen,  ^por  quÉ  callo                      ^^H 

en  los  mías  iodo  es  íur^o 

mí  mal,  cuando  mcdi<^s  hallo                     ^^H 

¡Tiiritlfa  T*in*r/ai  nanoa.) 

q^ue  aplaquen  mi  fue^o  ardiente?  ^^H 
^  0,  mi  Tamar,  cuando  fui                           ^^H 

lAy,  manos  que  el  alma  toca. 

riMMU((M.) 

contiB  el  amonita  tieru,                                 ^^H 

pagando  en  beso«  Bf;ravíott... 

y  en  el  combule  piimero                                ^^H 

iQuiífl  se  hiciera  lodo  labios 

del  lley,  mi  padre,  seguí                                ^^H 

para  üloria  de  eMa  boca! 
Tauar.    Por  «vr  tu  heriiiunu,  conúento 

las  banderas  y  el  valor,                                  ^^H 

vi  sobre  el  muro  una  tarde                         ^^H 

los  favores  que  me  haces. 

un  sol  bello  hacicndu  alarde                         ^^H 

Am6n.       y  porque  an>í  satisfaces 

de  sus  hai aflas  de  amor.                               ^^H 

la  pena  de  mi  tormento. 

Quedí  cietio  en  la  conqttista                         ^^H 

Tamak.    Diino  ]ra  tu  mal;  acaba. 

_ 

de  sus  ojos  sobvranoi                                 ^^H 

M 

4»>                                                    LA  VRNGANZA  OK  TAMAI>                                                            ^| 

^^^^ 

7  sin  llq^ar  i  las  muMS 

destruyo,  quedando  en  ella 

^^^^^^^> 

me  venció  sola  au  vista. 

mueita  mi  idolatra  bella; 

^^^^^H 

Desde  entonce»  me  alistó 

sanare  por  lágrimas  lloroi 

^^^^^^1 

amor  mire  su»  soldados, 

este  es  mi  mal,  impouble 

^^^^^^B 

supe  lo  que  eran  cuidador 

de  sanar,  e%la  m>  historia; 

^^^^^^^H 

que  hasta  aquel  inoante,  no. 
Tiré  «ueldo  de  desvelos 

consérvala  mi  memoria                          . 

^^^^^^V 

para  hacerla  mis  terrible. 

^^^^^H 

lospek'hnx  me  acompañaron. 

¡Ten  piedad,  heimana  bella.                ' 
de  mi 

^^^^^^^H 

imposibln  me  nnimaron. 

^^^^^^^H 

quilataron  mi  amor  celos: 

Tamak.               t>ios.  hermano,  sabe 

^^^^^H 

y  procufandu  saber 

si  cuanto  es  tu  mal  mis  grave 

^^^^^^^B 

autén  era  la  causa  hermosa 
¿t  mi  pasi<^n  amorosa 

me  aHije  mis  tu  querella. 

^^^^^H 

Mas  yo  ¿cómo  puedo  Amón 

^^^^^^H 

er)  que  me  sentí  encender. 

remedia  ne? 

^^^^^^H 

supe  que  era  la  Princcta, 

Ahóm.                        Bien  pudieras. 

^^^^^^^H 

hija  del  bArbaro  Rey, 

si  til,  mi  Tamnr,  quisieras. 
Tamar.    Ya  espero  U  conc  usM'>n. 

^^^^^H 

contraria  en  sanKre  7  en  tty. 

^^^^^^^B 

¡■í  una  vnla  nmor  profesa. 

Amón.       Mira,  hermana  de  mi  vida. 

^^^^^^^K 

T,  eum»  imposibilita 

aunque  es  mi  pasión  extraña 

^^^^^H 

la  nueuia  el  mezclarse,  ticrmana. 

como  es  niño  amur,  s«  en>;aña 

^^^^^^^ 

sanare  idiblaira  y  pai;aiia 

con  cualquier  cosa  linpda. 

^^^^^^^H 

con  ta  nttnira  israelita. 

Llura  un  niñ».  y  i  su  ama 

^^^^^H 

viendo  mi  amor  imposible. 

piJc  leche,  y  dale  cJ  pecbo 

^^^^^^^f 

i  la  ausencia  remii) 

tal  ve/,  otra,  sm  provecho, 

^^^^^^1 

nni  salud,  por  que  ere) 

donde,  creyendo  que  mainu 

^^^^^^^ 

que  de  su  rostro  apacible 

solamente  se  entreiicnc. 

^^^^^^B 

huyendo,  el  seso  perdido, 

¿No  has  visto  liñudas  flore* 

^^^^^^H 

i  pesar  de  tal  violencia, 

que,  en  apanencia  y  colores 

^^^^^^^M 

c|eculara  la  ausencia 

la  vista  á  ensañarse  viene? 

^^^^^V 

los  milagros  del  olvido. 

iue^a  con  la  eipidi  nei;ra 

^^^^^^r 

Vúlvimcá  Jcrusulín. 

en  pHi,  quien  la  í;uci  la  e>timii, 

^^^^B^ 

dcjí  briicus  tJcspoios, 

en[;jñiinil<>Ciin  I3  esgrima 

^^^^^^^v 

quisc  Jwcnir  los  opos. 

las  jt  mas  crvn  que  Se  «leura; 

^^^^^^p 

que  sieinpie  en  su  daño  ven; 

hjinlinenlii  he  yi>  conricido 

^ 

pero,  ni  conversaciones. 

quede  partir  y  trini'har 

I? 

CB^as,  Juegos  ó  ejercicios. 

suele  inils  hai'io  quedar 

fueron  remedios,  ni  indicios 

que  los  otros  que  han  comido: 

^ 

de  aplacarse  mis  pasiones. 

pues  mi  nnior,  en  lin,  rapai, 

^■^^HL 

Creció  mi  mal  de  dia  en  día 

si  i  engañarle  hermana  lientas. 

^^^^^^^M 

cun  la  ausencia:  q^ie  quien  ama. 

SI  amorosí'i  ir<'ia\  juc^is, 

^^^^^^^B 

espuelas  Je  amor  la  llama, 

Si  l'ti             .    .n  i'BV, 

^^^^^^H 

y.  en  lin,  mi  melancolía 
ha  llM¡adú  á  tal  extremo 
que  aborrezco  lo  que  pido. 

si  k    <                   is  itori-s. 

^^^^^^P 

si  t\  p...  r,ii  [ii'ii.i  í  un  cnifaño. 

^^^^^V 

si  esgrime  segur»  el  daño. 
Si  .le  apaienies  lavóles 

^^^^^L 

lo  que  me  da  gusto  olTidü. 

^^^^^^^B 

y  me  anima  lo  que  temo, 

trincha  el  (¡usio  oue  imarasa. 

^^^^^H 

Aguarde  i  mi  padre  el  Rey 

pi>ilri  ser.  bC'la  Tainar, 

^^^^^^1 

para  que.  cuando  voivíeso. 

que  sin  que  llegue  al  maninr 

^^^^^^^p 

por  esposa  me  la  diese; 

le  satisla^a  I9  itiva. 

^^^^^v 

que,  aunque  de  .nnirarii  ley 

/  Mi  frincesa  mil'>nr»di 

^^^^Hl 

la  nueüir.-i.  hermana,  dispensa 

1   fuC  imjuen  de  iti  liermosura; 

^^^^^^^K 

del  Deuteíonomio  snnto. 

Vsuspemier  m¡  mal  procura 

^^^^^^H 

con  que  cuando  amare  Lanío 

en  su  numhre  transformada. 

^^^^^^H 

como  yo. )  casarse  piensa 

&^  tu  mi  duma  liiiKlda: 

^^^^^^^B 

con  mujer  incircuncisa 

conMeiile  que  te  enamore. 

^^^^^H 

Ranada  en  llciía  guerra, 
[a  traiga  i  su  casa  y  tierra 

que  le  ronde,  vKriba,  Ilute. 

^^^^^^B 

cele,  uMiriue,  alabe,  pida; 

^^^^^H 

donde  en  paz  sus  campos  pisa. 

■lue  el  \er  mi  hrrmann.  ase^tura 
á  la  maiicia  si>sp«li*s, 

^^^^^^^B 

lequilcel  gentil  vestido 

^^^^^^^B 

y  la  adorne  de  otros  bellos, 
le  corte  uñas  y  cahellos 

y  mis  llnmns  «..i'         ■■  i'- 

^^^^^H 

bl  pial»  tic  itl  1                   J. 

^^^^^^B 

V  pueda  ser  su  marido, 
bsia  esperanza  en  sosiego 

miTntrdsel  lieut)-  -  .'.  Uom^ 

^^^^^H 

seras  fuente  ariitlclal. 

^^^^^^^1 

hasta  aRora  conservé. 

que  ..ii>ia  il  L-ii(cimo  ei  mal. 

^^^^^H 

pero  VI.  Infanta,  que  s¿ 

lio  !<<                 liras  que  curre,                1 

^^^^^^^v 

que  mi  padre  a  s  mitre  y  íitegft 

TftMAft.    Sien              .  >ii  no  mi*. 

la  ciudad  de  quien  adoro 

caro  heraiano,  tu  sosiego. 

^^^^^^^^H 

^^^^^^^^^^1 

^^B 

■ 

ACTO   SEGUNDO                                                            43I                ^H 

^^v 

tu  gusto  ejecuta  luego, 

estrellas  son  de  era  lona                              ^^| 

^^^^B 

quern  mi  tu  dama  hallarás. 

eu»  ojos,  eias  manos                                   ^^H 

^^^M 

quiii  mis  correspondiente 

que  al  cristal  envidia  dan:                            ^^M 

^^^^M 

que  U  que  ansí  ic  abiai^.. 
ía  no  soy  lu  hermana  yo: 

la  via  láctea  serás                                         ^^H 

^^^^1 

de  mis  i;ustus  soberanos.                          ^^M 

^^^B 

p  rol  í  ndcme  d :  1 1  ¡¡en  1  c . 

{Ay  mis  manos,  que  me  abrxso                 ^^M 

^^^^B 

que,  con  ¡ndusíríosoengaAo, 

intn  lú»  nantit  ó  Timar.I           ^^H 

^^^H 

mientrits  tu  hermann  no  soy. 

si  i  los  labios  no  os  arrimo                      ^^M 

^^^^B 

para  que  ssncs,  te  doy 

con  que  sus  llamas  reprimo!                    ^^| 

^^^^r 

de  lermin»  tojn  C5ie  aAo. 

Remediadme                                       ^^^^ñ 

V    Amóm. 

;Oh,  IcnuuA  msdicinnll                         | 

Tamar.                         Poso,  paso,                    ^^^H 

H 

(Oh,  inatius  de  mi  renliiral 

que  rvo  os  doy  Unta  licencia.                 ^^^^| 

^B 

(Btia  fat  müiiut  di  Ttmir.^ 

Anón.      ^Üiccsme  csocomo  áhermano,                  ^^M 
0  como  amante,  que  ufano                          ^^H 

^^^ 

|0b,  ciclo  de  la  tienno^ural 

^^^^L 

[Oh.  rcmediu  de  mi  malí 
Va  vivo,  }i  puedo  d»r 

está  loco  en  tu  presencia?                               V 

^^^P 

Tamar.   Como  á  hermano  >■  i  galán;                fu      M 

^^^ 

Sitlud  i  mi  monit  llaini. 

que  SI  de  i'eras  te  abrasas,                    ^  /^^^l 

H      Taham. 

«Dicetmcc^o  como  á  dama, 
0  solo  como  i  Tamar? 

las  leyes  de  hermano  pasas:                         ^^H 

H 

y  si  favores  te  dan                                        ^^M 

H     Amók. 

Como  á  Tamar  hasta  acora; 

ocasión  de  que  asi  estés                            ^^M 

H 

mil.  d^tde  aquí,  como  i  espejo 

la  primera  ve/  que  vienes                           ^^H 

^B 

de  mi  amor. 

á  ver  tu  damt,  no  liencí                             ^^H 

H      Tamar. 

.¡Luego  ya  dejo 

de  medrar  por  detcortás.                          ^^H 

^B 

de  Mr  Tamar? 

Basta,  por  agora,  esto.                             ^^H 

H     Amóm. 

SI,  señora. 

^Cómo  te  Mentes?                                    ^^1 

■     Tamar. 

¿Princesa  soy  aiiiofiiu¿__— -^ 
vintK  que  en  to  paír la  «itoy. 

Amóm.                               Mejor.                            ^^H 

H     Am6n. 

Tamar.   iDonosas  burlasí                                      ^^1 

^1 

y  que  hablar  contigo  voy 

Amón.                                De  amor,                      ^^H 

^^^^ 

al  aká^ar,  dtjndc  habita 

Tama».    Ya  es  sospechoso  este  puesto.                   ^^H 

^^^K 

tu  p»drc,  el  Key,  que  cercado 
por  ct  mió,  está  al  i^klo: 

^^1 

^^^H 

Amóh.                ¿Na  eres  lü  mi  hermana?               ^^H 

^^^H 

y  ya  en  lu  amor  cnircndido. 

Tamar.    Ei  serlo  recalo  pide.                                    ^^H 

^^^H 

de%t>uéi  de  habetie  avisado  , 

Ah6h.       Como  á  gilin  me  despide.                        ^^^t 

^^^H 

que  esta  noche  te  he  de  ver. 

Tahak.    Vaya,  puet  esto  te  sana.                        ^^^^H 

^^^H 

entro  atrevido,  y  teluro 

Amón.       Adiós,  dulce  prenda.                              ^^^^H 

^^^^H 

por  un  portillo  del  muro. 

Tamar.                                   Adiós.                    ^^^| 

^^|P 

y  lú,  por  cocreipunder 

Anón,      ¿Quer^isme  mticho?                               ^^H 

^^^^^ 

con  mi  amor,  i  recibirme 

Tamar.                                     laBnlto.                   ^^^1 

■ 

salev. 

Amúh.      ¿y  admitís  mi  amvor?                          ^^^H 

H      Tamah. 

Donosa  aventura. 

Tamar.                                      Si  admito.           ^^^^H 

B 

Comiendo  á  hacer  mi  llifurs. 

Amók.      ¿Quiín  es  *acstro  esposo?                 ^^^H 

H 

iNo  fiare  poco  on  no  reírme). 

Tamar.                                             Vos-         ^^^^H 

■      Amón. 

I^niro,  pues.— Arboles  bellos 

Amón.      ¿Vendrá  esta  noche?                               ^^H 

■ 

de  este  tardln,  cuyas  ho|8s 

Tamar.                                       A  las  once.                ^^H 

^1 

son  ojo»  que  mi»  congojas 

Amón,       ¿Olvidaréisme?                                            ^^H 

^^^^ 

llora  amor  por  toJoi  clloi. 

Tama».                           En  mi  vida.                     ^^H 

^^^■L 

jhabíis  vÍKio  á  quien  Oiiloro^ 
Pero  si.  vÍMo  la  hab^i». 

Amón.      ¿Quedáis  triste?                                      ^^H 

^^^^H 

Tamak.                            Enternecida.                   ^^H 

^^^B 

pues  el  ámbar  que  veníi'i 

Amúji.      ¿Mudafíisos?                                         ^^M 

^^^^B 

conilensado  en  gotas  de  oro. 

Tamar.                       Ser¿  bronce.                   ^^H 

^^^^ 

de  su  visia  k  heredáis. 

Amóx.      ¿Dormiréis?                                       ^^^^M 

H      Tamah. 

^Si  habii  el  Principe  venido? — 

Tamar.                        SoAsndo  en  vos.                ^^^^| 

H 

¿Sois  vos,  mi  biitnf 

Amón.      iQuf  dicha!                                            ^^H 

H     Anón. 

Qui.  ^hc  odauirido 
el  blasón  con  que  me  honrii&r 

Tamar.                      (Qué  dulce  sueño!                      ^^M 

^1 

Amón.       ¡Ay  mi  bienl                                                ^^H 

H 

[ÍVáchoio  mi  amor  mil  vecetl 

Tahar.                      ¡Ay  caro  duefjol                    ^^H 

■      Tamar 

;Venis  solo? 

Amün.      Adiós,  mis  ojos.                                          ^^H 

H      Amó.s. 

No  es  discreto 
el  amor  que  no  es  secreto. 
¿Cómo,  amores,  no  me  orrcors 

1  Tamas.                               Adiós.  ^Vw*  AmA«.}           ^^M 

^^ 

esos  brazos  amorosos 

ESCENA  VII                               ^H 

H 

que  con  mis  suspiros  morco? 
Pues  que  coa  los  míos  os  cerco. 

Sal*  lo*»,  qu»  ha  utada  «cucftaairu  r*c«ndido.               ^^| 

^H 

^^^1 

^1 

cielos  d«  amor  luminosos. 

^B 

zona  »oy  que  se  corona 

lOAi.         escuchando  de  aqui  he  estado,                 ^^| 

^H 

con  los  signos  de  oro  bellos 

aunque  á  mi  pesar,  finezas,                       ^^| 
reqttiebros,  gustos,  terneías                     ^H 

^ 

de  CIC&  hermosos  cabellos: 

4'» 


La  venqanza  dk  tamah 


dq  on  an>or  dcuiiinsdo. 
jUsanie  entre  L.'s  hrrmanos, 
aun  de  la  fi«nie  pcnhá», 
oslo  ilc  m'  bien,  mi  rida, 
ceflir  cuellos,  bntí  matioi? 
*lAr.  mi  «posa!— ;Ay  oro  dueftof— 
¿Müdmisic?— Set¿  broin;e.— 
,jVendr¿«ia  noche>— A  U5  once.— 
¿Soñaid  en  lif  ¡Ouke  suerto!» 
No  i¿  ya  que  haya  ^Aalcs 
de  una'heiman*jaalki['in 
como  esias,  si  ya  no  ion 
Tamir,  de  hcrñíatio*  cji(nale«. 
En  pago  de  mil  ha/aJSns 
pedirle  al  rey  prciendi, 
por  ella  cauta  emprendí 
dilicult>de>  e^líañas. 
El  pmnemquc  ataliú 
">/      i  viiu  del  campo  hebreo 
'^         con  muelle  del  jcbuseo 
muros  en  Stiin,  ful  yo. 
Su  capiiAn  general 
el  rey  profeta  me  hieo. 
con  que  en  parii-  ^atlsllso 
mi  pecho  nuble  y  k*1. 
En  muestra*  de  esiedcseo' 
*siempie  quei  is  k"''^*  f*^^' 
panl,  llc>iu¿.  VI  y  vencí; 
y  aflora  Ileso,  entro  y  »co 
amores  abominables, 
ofensas  de  Dios,  di'l  ftcy, 
de  lu  sanjiic,  de  tu  ley; 
y  con  efn.t<>s  mudables, 
olvidados  misservkios. 
menospreciado  mi  amor, 
mal  pagado  mi  valor 

Ídc  lu  deshonra  indicius- 
las.  |;racias  i  Dios,  que  ha  sido 
en  iicmpo  que  queda  en  pie 
m>  liunra;  desde  hu>  haic 
aliares  al  cuerdo  olvido; 
al  tU'v  >1¡U  lo  que  pisa 
como  lesirpo  de  visia, 
pues,  <:uan>!o  extraíaos  conquista, 
afrcniiis  prt^pros  su  casa; 
y,  mientras  hace  ti  olvido 
en  mi  pechri  habiíacíAní 
en  el  ¡ncesluoso  Amón 
tendrás  hermano  y  marido. 
TAHUt.     Oye,  espera,  Joab  valiente; 
asi  alargue  [>i»s  lus  años 

3ue  es<:uches  los  desengaños 
e  un  amor,  sulu  aparente. 
Si  é  un  ttKo  que  con  furor 
rey  su  finge,  el  que  es  drscreto 
por  libra'ie  de  un  aprieto 
le  va  siguiendo  <-l  humor, 
kiniHula  majestad, 
le  habla  hincada  la  rodilla, 
cual  vasallo  se  le  humilla, 
y  lemc  su  autoridad, 
con  que  su  (uctia  sosiega; 
i  queadvieitaS  ic  ptovuv'O 
que  csU  Amón  de  amores  loco, 

{que  de  esta  pasión  cíeiga 
a  de  monr  brevemente 
eon  qtM  i  mi  padro  ha  dcdar> 


si  ivo  le  mata  el  pesar. 
vcji-z  triste*  inclemente. 
Quiso  t  una  dnma  am{ 
que  con  (os  demás  muri6  , 
cuando  i  Rlbala  asallú  \ 
1.1  ten(;ania  israelita.  / 

Tiénela  en  el  alma  impresa 
y  la  ama  sin  esperanza; 
dtce  soy  su  semc|anzi, 
y  que  si  del  mal,  me  pesa, 
que  le  abrasa,  linlssvr 
la  que  adora,  y  cuando  tenga 
con  flmotvs  le  éntretenos. 
Hv  mi  hermano,  sé  el  poder 
del  cie^o  amor  que  le  quema, 
y  para  que  poco  i  poco 
aplaque  el  tiempo  i  «te  loco 
seftui,  como  ves,  su  terna. 
Mas.  pues  resulta  en  tu  daño 
y  en  ricsyo  de  mi  opinión, 
muérase  nii  hermano  Amón 
V  cese  desde  hoy  lu  cnftaAo. 
^  ¿I  ama,  ro  amo  también 
tas  parles  Je  un  capiíAn, 
el  mts  valiente  y  (tiliii 
que  ha  visto  ierusal¿n. 
Pideme  á  mi  padre  luego, 
que  otras  hijas  ha  casado 
con  vasallos  que  no  hat>  dado 
las  mucsttas  que  en  li  á  ver  lle| 
y  no  ofemlu  esta  maraAa 
el  valor  de  mi  llrmeía, 
ni  un  amor  en  la  corteza 
que  i  un  «ifermo  amanie  enga 
JoAB.         Conofco  tu  discreción 

y  lus  Virtudes  no  ignoro: 
tu  honesta  hefmosura  adoro 

(y  cekbro  lu  opinión. 
Su  haya  mis  celos,  ni  enojo»! 
perdone  á  Joah,  Tamar. 
que  desde  hov  jura  no  dar 
ciM.lu  ni  fe^  susujus. 
Sí  ser  tu  esposo  iniercio, 
scri  premio  d«  mi  amor: 
en  í«  de  squesc  favor 
la  mano,  hermosa,  le  beso. 


ESCENA   VIH 

Salí  AHte  *¡  Mimo  ricHjro  f  u*  lata  f«ta  U  m^»9 

4  Tama*. 

Amón. 

Besar  In  mano  donde  el  labio  lia  puesto ' 
su  Principe,  un  vasail".  ei  hecho  aleve; 
que  el  vaso  se  reterva  donde  bebe 
el  caballo,  el  volido  y  el  real  puesto. 

<.^mo  hermano,  os  mi  a(;raviu  maniflaio; 
como  amante,  i  furor  mi  pc^hu  mueie. 
|tdoio  de  mi  amor,  hermnna  levrl 
¿tan  presto  atonnen'.ar^  ^Cel<.>s  l^n  presto? 

Como  amante  ofendido  y  como  befe 
i  locura  y  venpanxj  me  pfovixns, 
daré  U  muerte  i  lu  iiiab  vltlan». 

y  cuando  niejiuet  tus  mudanoi  tociS, 
detmcntiráte  lu  l>c\aila  niaim, 
pues  por  tener  coa  qu*,  btiKÓ  dos  boca». 


ACTO    SEOUNI>0 


Taiiao. 

Y«  SCI.  Am6n,  tu  hctmaní,  ya  lu  dan» 
*quella  vwdadcra,  ¿iia  (in^kla. 
quintíNS  dcj»,  tu  paMún  olvida; 
que  enferma,  porque  lú  íjinw,  mi  fama. 

Si  una  díiunu  en  mí  biiKa  lu  llama, 
diré  que  csioy  para  lu  amoi  sn\  vida; 
Si  Mcndo  hermana  soy  de  li  oprimida. 
tatüna  oueaborrc/ca  á  quien  me  infama. 

No  me  hablw  más  pal.ihnt%  disfriíadaí, 
ni  con  tngañus  lu  aOciún  ntttxn, 
cuando  Juab  hnnnio  amor  pretenda; 

que  andamoi  yo  y  lu  dama  muy  pegadas, 
y  no  se  vo  como  lo  ínlcnio  goce^. 
sin  que  la  una  de  las  dos  se  ofenda.        ivauj 


ESCENA  IX 

^Ansl  te  vas,  homictda^ 
jCoa  palabras  lan  resucitas, 
a  venda  j  \a  hcnda  sudut 

Para  que  plcrila  la  v>dA.> 
uos  yo  le  d.ifÉ  vcnR^nia 
cruel,  mudable  '['amar; 
que,  en  An,  acabas  en  mar 
por  ser  maren  la  mudania. 
iQufl  mo  ábralo.  in^'Xos  ciclos; 
qufi  ma  da  muerte  na  tigotl 

ESCENA  X 

Sal»  loaasAK. 

I.  jQuó  n  aquesto,  gran  señora 
Mal  de  coraxún.  Je  celoi. 


423 


loKAOAB 

Ah¿.-<. 

JOKADAB. 


jCi'lo^?  jNo  sabtí  yo,  acaso, 
de  quiíínr 

Am¿x,  si,  que  pues  me  muero 

ni  puedo  callar,  ni  quiírru: 
por  Tam ar  de  amor  me  abraso. 

J0»IAI>AB.  ¿<Juí  díCCS? 

Amó».  No  me  acunsejcs; 

dame  muerto,  que  es  mejor. 

foNADAB.  Desaliñado  es  lu  amor; 

mas,  para  que  no  le  quejes 
de  mi  kaliad  conocHla, 
lu  pasíún  quiero  aiitiar: 
pteida  su  honra  Tamar 

fno  pierdas  lú  la  v»da. 
Iníícte  malo  ti)  la  cama. 
Ahóm.      No  es  mí  lurraento  liccián. 
JoKADA».  Disimula  tu  alkt6n 

y  at  [tcy.  que  le  adora,  llama. 

Pídete  que  venga  i  darle 

Tamar,  tu  hermana,  i  coorn; 

f  cuando  csié  en  tu  pod«r, 

no  Icflgo  que  aconsciatte; 

discreto  eres:  la  ocasidn 

lo  que  ha.s  de  hacer  te  d¡r¿ 
Amó».       En  ese  remrdiocsli 

mi  vidaó  mi  perdición. 

Ve  por  mi  padie^.)u¿  aguardase 
ioMADAB.  Como  anda!,  á  liento,  amor 

no  distin);ues  de  color. 

DI  i  berma  nos  respeto  guardas. 


ESCENA  XI 
Am4m. 


Si  amor  consiste  sólo  en  semejanza, 
y  tanto  los  hermanos  se  parecen, 
que  en  sangre,  en  miembros  y  en  ralor  roenceo 
iRiial  correspondencia  y  alabanza, 

iquí  ley  mipide  lo  que  amor  alcania? 
De  Adín,  tos  mayoraiKOs  nos  ofrecen, 
siendo  hermanos,  ejemplos  que  apetecen 
lo  mismo  que  apetece  mi  c^peraiiza. 

Perdones,  pues,  la  ley  que  mi  ain.1t  pri»a. 
vedando  que  entre  hermanos  se  conserve; 
que  la  ley  natural  en  conUa  alego. 

Amor,  que  es  semejanza,  venia  y  viva; 
que.  si  la  sangre,  en  lin.  sin  fuego  hierve 
^que  bar¿  sangre  que  titas  tanto  fuego^ 


ESCENA  Xri 
Salta  D*»i»,  JoHAiiAa  r  Etuiaa,  Ana* 


Daito. 


Amóh. 


David. 


Amóx. 
David. 
AmAh. 

Da  vía. 


Amó  I*. 
Eluzbk 


De  que  envíes  i  llamarme, 
hijo,  arrimo  de  mi  vida, 
ja  mi  tiÍMcza  se  olvida, 
ya  vuelves  á  consolarme. 
Mabla.  no  repares,  piJc. 
Padre,  mi  llaqucja  es  tanta, 
que  la  muerte  se  adelanta. 
SI  tu  Uviit  no  lo  impide. 
No  puedo  comer  bocado, 
ni  hay  manjar  tan  exquisito, 
que  alentando  el  apciiio, 
mi  salud  vuelva  i  su  estadoi 
Como  el  mal  todo  c»  anloiot, 
paréccme,  padie.á  mi 
que  i  venir  Tamar  aquí, 
con  solo  poner  los  ojos 
y  las  manos  en  un  ptsto, 
una  substancia  ó  bebida, 
términos  diera  it  la  vida, 
que  j'i  de  camino  has  visto. 
¿Vuiere,  señor,  vuestra  alteza, 
concederme  esto  favor? 
Poco  pides  i  mi  amon 
si  ansí  alivias  lu  tristeza, 
Tamar  vendrá  diligente. 
Beso  tus  pies. 

Eso  es  f  uito. 
Guisa  Tamar  i  mi  gusto, 

S  entiéndele  solamente. 
o  le  quiero  diUiar: 
voy  i  llamar  é  la  Infanta. 

(Vat*  Davltt.} 
Etiazer,  dime  al^,  canta 
si  alivia  A  amor  el  cantar. 
(C«aMj    «Cuando  el  bien  que  odoro 
los  campos  pisa, 
madrugando  el  alba, 
llora  de  risa. 
Cuando  los  píes  bellos 
de  mi  niña  hermosa 

físan.  juncia  T  rosa, 
mbar  salen  de  ellgn; 
va  el  campo  á  iMendeltos 
con  grillos  de  dores, 


LA  Vr:KGAN;i;A  OK  TAMAR 


y  mama  d«  amores, 
ürl  sot  la  «TtSB, 
madru^ndu  ct  nlt») 
llora  de  risa.» 


esCENA    XIII 

Kait  TaiuK  <on  «n«  ii>.ifu  «/  kom^ro  y 
una  teudilla  át  fUia  tnirt  arii  piaioi 4i  lo  mUmv- 

Tamar.    Mandóme  el  Rey,  mi  señor, 

3ue  i  vuríita  alteza  truJKC 
c  mi  mano.  >]uc  com^c&c, 
porque  conozco  sti  tiomof; 
ya  no  tendrá  buen  'Uibor 
si  de  gusto  no  ha  mudado, 
porque  aunque  yo  lu  he  guitado, 
si  llaman  gracia  A  la  sal, 
JO  vendré.  Príncipe,  leí, 

?ue  no  estará  sazonado. 
on>dab,  Mlie  allá  fuera, 
cierra  la  puerta,  Eliazer. 

que  i  solas  quiero  comer 
mantares  que  el  alma  espera. 
Lo  que  haces  considera. 
No  hay  ya  que  considerar: 
tú  sota  has  de  ser  manjar 
del  alma  i  quien  avarienta 
tamo  ha  que  üeni;%  hambrienta, 
pudiéndola  sustentar. 
Caro  hermano,  que  harto  caro 
me  saldrán  si  eres  cruel; 
Principe  eres  de  Israel, 
todoi  están  en  tu  amparo; 
mi  honra  es  espejo  cUro 
donde  me  remiro  y  precio: 
no  sufrirá  su  dcsp'rccio 
si  le  procuras  quebrar, 
ni  tú  otro  nonibie  ganar 
que  de  amante  torpe  y  necio. 
(Artirdn^oM.^  Tu  sangre  soy. 

Amó».  Ant-iieamo. 

Tamar.    Sosiega- 

Amón.  No  hay  sosei;ar. 

Tahab.    ¿0uéqt>i<f«? 

Amóü.  Tamar,  amar. 

Tama*.    ¡Detente! 

Amó».  Soy  Amón.  amo. 

Tama».    ^Si  llamo  al  Rey? 

Amó».  a  Amor  llamo. 

Tama<i.    ¿a  tu  hermana? 

Amón.  Amores  gusto. 

Tama».    iTraidorl 

Amó:«.  No  hay  amor  injusto. 

Tama*.    Tu  ley... 

Amók.  Pan  amor  no  hay  ley. 

Tañar.    Tu  Rey... 

AMótt.  Amor  es  mi  rey. 

Tamar-    Tu  honor... 

Amón.  Mi  honor  es  mi  gusto. 


ACTO  TERCERO 


Am&n. 


Tamar. 
Anón. 


Tamar. 


ESCENA  PRIMERA 
.Salín  AHMMAoaiiaJ  *m^<r«iu)i(  Tanas,  Ct-iAKR 

<^ — r-nwxsur 

AuÓN.      iVete  de  aqufi  salte  fuera, 

veneno  en  laxa  dorada. 

sepulcro  hermosu  de  fuera, 

arpia  que  en  rosiru  agrada. 

siendo  una  asquerosa  tlcra! 

Al  l>asÍtiiCo  retratas, 

pon:toi^a  mirando  arrojas. 

¡So  me  mires,  que  me  matas! 

(Vete,  monstruo,  que  me  aojas 

y  mi  juventud  maitraiasl 

¿Que  yo  te  quise?  .jí:»  pasible 

oue  yo  le  tuve  afición? 

fruta  de  Sodoma  horrible, 

en  la  médula  carbón 

si  en  la  conexa  apnc'ble. 

jSal  fuera,  que  eres  horror 

de  mi  vida  y  su  rscarmieaio! 

iVete,  que  iñe  das  ttmor! 

Mits  es  mi  aborrecimiento, 

que  fué  primero  mi  amor. 

iHola,  echádmela  de  aquil 
Tañad.    Mayor  ofensa  é  injuria 

es  la  quft  haces  contra  mi. 

Que  fué  la  amorosa  furia 

de  tu  torpe  frenesf. 

jTirano  de  aqueste  talle, 

doblar  mi  a|;ra«-iu  procura 

hasta  que  pueda  veflKalle; 

mujer  gozada  es  basura; 

hai  que  mu  echen  d  ta  calle, 

va  que  asi  m«  has  deshonrado; 

lama  el  plato  en  que  has  comido. 

un  perro,  al  suelo  arrojado: 

di  que  se  ponga  el  vestido. 

que  has  roto  ya.  al|iún  criado. 

Honra  con  tales  iletpojot 

á  oukn  se  empleó  en  servirle, 

y  i  mi  dame  mis  enojos. 
Anó".      iQuién  por  no  verte  ni  oírte, 

sordo  naciera  y  i.n  o|osl 

^No  te  quieres  ir,  mujer? 
Tamar.    ^Dóndc  iré  wn  honra,  ingrato, 

ni  quién  me  querrá  acoijer. 

siendo  mercad<r.  sin  trato, 

deshonrada  una  mujer? 

I  laz  de  tu  hermana  más  cuento. 

ya  que  de  ti  no  la  has  dado: 

no  añadas  afrenta  á  afrenta, 

que  en  cadenas  del  pecado, 

perece  quien  las  aumenta. 
I   I'ahur  d«  mi  honor  has  sido, 
"-ganado  has,  par  falso  modo. 

foyas  que  en  vano  le  pido: 

quítame  la  vida  y  todo. 

Rúes  ya  lo  más  líe  perdido, 
aic'levantes  tan  presto, 
pues  es  mi  pérdida  tanta, 
que  aunque  el  que  p!crde  es  tnoloUt, 
el  rioblc  no  se  lo>  ania 


ACTO  TEKCEKO 


4»5 


mientfas  en  U  mesa  hay  resto. 

Resto  har  de  Is  vida,  in|{rata: 

pero  es  vida  «in  hnnof, 

y  asi  de  pcfderla  irnto: 

ácihx  el  juq^o,  (rmdor; 

dame  U  muerte  tn  biraio. 
AmÓh.       ¡(nfiern't.  yu  no  dv  <ue^o, 

puei  helando  me  atofincntai! 

iSicípe.  monittuo.  vric  lue|{o! 
Tamar.    El  que  pierde,  sufre  aficntas 

porque  le  tnantcngjiii  jue^. 

Man  ten  me  iiirgo.  ittino, 

hasta  ac  jl>ar  de  perder 

lo  (^ue  queda;  aluí,  villano. 

la  mano:  quítame  el  «er, 

j"  |(|iniirn'(  por  la  mano. 
(hAk.       jVíów  lormenl"  como  este? 

¡lióla!  ^No  hay  (unguno  ahi? 

¡Que  evín  un  ¿evalino  cueitd 
Eliaik*.  ¿LUmasi' 
Amón.  Echadme  de  oqui 

esta  víbora,  tsia  peí  te, 
EuAZUi.  J  Víbora,  pesie?  ¿Quí  es  d«  ella? 
AmA".       Llevadme  nquesin  miijef; 

cerrad  la  puerta  irnt  día. 
loKADAs.  Cana,  Tamac.  viene  áser: 

leyóla  v  ouicrc  rom  pella. 
Amón.      Ectiadt'a  i  la  calle. 
Tamar.  Ansí 

estaré  bien,  que  es  raión, 
ya  que  el  delito  fué  aqu!, 

que  por  ellas  dé  un  prc^An. 
mi  deshonra,  contra  n. 
lMdi«.      Voime  por  ri>  ic  escuchar. 

(VajfAinña.) 

JoHAOAR.  ¡Extraño  caso.  Eliaicr, 

tal  odio  iras  lanloamarl 
Tanak.    Presto,  villano,  has  de  rcr 

la  vcnf{anza  de  Tamar. 


ESCENA  II 

Saltn  AMAids  y  Ajmhim, 

AUALÚN. 

Si  no  fueras  mi  hermano,  6  no  estuvieras 

co  palacio,  ambii:i<>s<>.  brevemente 
hoy,  con  la  vidn  turbara,  perdieras 
«I  deseo  atrevido  i  imprudente. 

AaoNi.\s. 
Si  en  tus  venas  la  san^irr  no  tuvieras 
con  que  te  honró  mi  padre  tndixnamenie, 
vo  hiciera  que  quciJAndnsc  vacias, 
(te  pijrpura  catziran  i  AdonJai. 

AnsAiÓN, 
¿Tú  pretendes  reinar,  loco  villano? 
¿Tú,  muerto  Amón  dci  mat  que  le  consume, 
subir  al  trono,  aspiras,  soberano, 
que  en  doce  inbus  su  valor  resume? 
¿Que  soy  no  sabes  tu  mayor  hermano? 

Ítjixién  competir  con  .\bs»lóií  presume, 
cuyos  p<et  ha  puesto  la  ventura 
el  valor,  Ij  riqucía  »  U  hermosura? 


Anonas. 
Si  el  rano  israelita  se  heredara 
poiel  mis  delicado,  lictno  y  bello, 
aunque  no  soy  vu  monstruo  en  cuerpo/cara, 
i  tu  yuco  humillara  el  rnnu  e)  cuello: 
cada  tribu  hcchíiaJa  se  enhilara 
en  el  uro  de  Olir  de  tu  cabelln, 
y  cunviriicndu  hai.iñas  endeieitei 
te  pecharan  en  cintas  y  en  aieites. 
ftciioicras  1  damas  lu  consejo, 
i  trenzas  tu  conma.  y  i  un  estrado 
el  siilto  >ie  tu  ilustre  pudre  viejoj 
Iss  armas  i  la  holanda  y  al  brocado: 
por  escudo  tomaras  un  espejo, 
y  de  lu  misma  vista  enamorado, 
én  lUKar  de  la  espada  a  que  me  aplico, 
e»|trimturas.  lalvcz.cl  abanico. 
Mayorazgo  tedió  naiuritexa 
con  que  los  «jos  de  Israel  suspendet: 
el  cielo  ha  puesto  renta  en  tu  cabe», 
pues  sus  nijKlejas  A  los  damas  vendes; 
cada  año,  hxcieiMlo  i-squilmos  tu  bellexa, 
cuando  aliviarla  de  su  peso  entiendes, 
rcpantendo  por  tierras  su  tesoro 
se  compran  en  doscientos  siclos  de  oro. 
De  lu  bellcxa  ser  el  rey  procura: 
déjame  1  mi,  Israel,  que  haces  agravio 
&  tu  dcltcadexa,  *  lu  blandura. 

AaSALÓN. 
Cierra,  villano,  el  atrevido  labio; 

Jue  el  reino  se  debia  1  la  hermosura, 
pesar  de  tu  envidia,  dijo  un  sabio, 
scAal  oue  es  noble  el  alma  que  está  en  ella, 
que  el  huésped  bello  habila  en  casa  bella, 
(.uando  mi  padre  al  cnemíuQ  asalta 
no  me  quedo  en  la  corte,  dando  al  ocio 
lascivos  anos,  ni  e!  valor  les  falta 
que,  con  mis  bcchns  quilalar  ne}¡ocio¡ 
mi  acero  incircuncisa  sanare  esmalta; 
la  guerra,  que  jubila  at  sacerdocio, 
en  mis  bacanas  cnNeñar  procura 
CuAn  bien  dk:e  el  valor  con  la  hermosura. 
Mas  «para  qu¿  lo  que  es  tan  cierto  he  puesto 
en  duda  con  raxones?  llMa  alarde 
la  e:ipada  cunira  quien  le  has  descompuesto, 
si  porque  &oy  hermoso  soy  cobarde. 

A  DOMAS. 

Por  adorno  no  mis  te  la  hubris  puesto. 
No  la  saques  así,  el  aiivor  le  uuarde, 
que  te  desmayarás  sí  la  vcs  fuera. 

AasAi^K. 

[Si  no  saliera  el  Rcyl ... 

AnoKifis. 

¡Si  no  saliera!... 


ESCENA  III 
Sabia  ti  McT  tViT»  y  Sai  ouAic.  DKn«a. 

Bersabé, vuestra  madreme  ha  pedida 

por  vos,  mi  Salomón:  creced,  sed  hombre. 

que  si  amado  de  Diussuñ,  y  querido. 


^^^^       436                                                     LA  VINOANZA  DK  TAMAK                        ^^^^^^^^^H 

^^M         conforme  significa  vuestro  nomSie, 

de  provecho,  si  le  oponen             ^H 

^^H         }'o  eipero  en  él.  que  al  truno  reil  lubido, 

accidcnies  de  aliciún.                       ^^| 

^^H        lutucos  siglos  vuestra  iimx  asombre. 

Estaba  vi  hambre  en  et  alma,       ^H 

^^H                                    Sauomón. 
^^H       Vcadrime.  gran  sxñox,  cu  alatunia 

)'  en  m%  destlicha,  f,\it3A  ^H 
su  dnvcrKuenzii  mi  agravio;  ^H 
Saiunóle  m  ocdifún,                        ^^| 

^^H        por  Mr  de  vos  retrato  y  semejanza. 

y  sin  advenir  mis  quejas,             ^H 

^^H                                      David. 

ni  e)  pruponcllc  que  soy                ^H 

^^m       Principes.... 

tu  hiia.  Hey,  y  su  hermana,  ^^^^H 
su  osudo,  su  lev,  su  Dios.      ^^^^| 

^^K^^                                  Akalóh. 

echando  ia  gente  fuera,           ^^^^| 

^^^^^L                Gran  scftor.... 

i  pu>;ru  ccrradií  eniió             ^^^^| 

en      templo  de  U  fama           ^^^^| 

^^^^^K 

y  sagrada  del  honor.                ^^^H 

^^^^^P                                  ^En  qué  weDtknde? 

Aboiiei.*i6me  oféndala:                     ^H 

^                                                            AlMIJIAft. 

no  me  espanto;  que  al  fin  son        ^H 

^^^^^^^^^^H                                                                                                                                  >"^rTV  ■  ■■  V  h 

enemiga-i  tte\:laradiis                         ^H 

^^H        La  paz  ocupa  «1  licmpo  en  novedades; 

la  esperan:!»  y  posesión.  ^H 
Echóme  mjuriosjimcni*                ^H 

^^B         iál»^  la  mu<;etliid  al  )¡uito  vendo. 

^^H         U  el  dcMDgaño  á  U  vtjci  verdadcí. 

de  su  casa  el  vtola>lor>                   ^H 

^^^fe                                                  AaSALÓM. 

oprobios  por  itustos  dando:          ^^M 

^^V^       La  cata,  oue  del  ocio  not  defrende, 
^^M        nos  convida  i  correr  sus  soMadei: 
^^B        tUM  tra(«mos  7  iras  ella  fiestas. 

tptfí».  en  ñn,  de  tal  settott  ^H 
Deshonrada  por  sus  calles  ^^M 
lu  corle  mi  l<«nto  oyú:  ^H 
sus  piedrai  se  compadecen,            ^H 

^^H 

cubre  sus  rayos  e:  lul                ^^^H 

^^H         iVItgame  Dioi!  iQxié  voces  Mrán  estas? 

entre  nubes,  por  no  ver  ^^^^M 
caso  tan  liero  y  airoi.              ^^^^| 

Todos  te  piden  justicia:            ^^^H 

nusilcia.  invicto  seAort  ^^ñ 
Diris  q  ue  es  A  niún  tu  sangrtSg^^H 

^^^B                              ESCENA 

^^^^^V                5«lt  Tahik  dttfbtUaáa  y  dt 

el          la  ciirrompió.             ^^^^^ 

^^^^^^^ 

sángrate  de  ella,  st  quieres.     ^^^^| 

^^V        Taiuii.    Gian  monarca  de  Israel, 

deíai  ^ivú  tu  valor.                        ^^^ 

^^^^^_                   deMcndienie  dd  Lean, 

Hipos  liencí  herederos;                    ^H 

^^^^^k                oue  para  vendar 
^^^^^H               dio  i  Judi  el  vseio  Jacob: 

semcianzj  luyo  son                         ^H 

en  el  t-sfucrxo  j  virtudes;                ^^K 

^^^^^H                     Idgrinias.  s'  suspiros, 

no  dejes  por  sucesor                               1 

^^^^^H                     mi  compasiva 

quien,  deshonrando  á  su  hermscí^^ 

^^^^^H                 si  lulos,      mcnosprtvios 

menoscaba  tu  opinián:                    fl| 

^^^^^H                  te  mocYcn  á  i;omp<i>iún. 

pues  mejor  afteniará  ^H 
los  que  tus  vasallos  son.    \           ^H 

^^^^H                     cuando  aquesto  no  iMisit. 

^^^^^R                      el  Mr  hija  luya 

tu,  Sancre  iiencrosa  ^H 
de  Abrahaní:  sj  su  valor                  ^H 

^^^^^B                A  que                 te  íikíu 

^^^^^B                 al  que  lu  Mn|;re  ifrenió. 

contra  el  inocente  hijo                    ^H 

^^^^^H                 por  los  ojos  Vierto      alma. 
^^^^^K                 luto  iralgn  pi,r  mi  honor. 

el  cuchillo  levantó,                        ^H 

uno  luvu,  muchos  tienes;             ^H 

^^^^^B                suspiros 

Inocente  luí.  Ain6n  no;                 ^H 

^^^^^H                 de  in>jccnt:;as  vengador. 

i  Dios  sirvió  asi  Abraham.             ^^M 

^^^^^1                 Cubierta  cslj  mi  cabria 

ansí  servirás  á  l>ios.                   ^^^^H 

^^^^^^L-               de  ceniza;  que  un  »mor 

Vtncetr.  Rev,  á  li  mismo;         ^^^H 

^^^^^B                 dcsalinido,      es  fuego. 

Ir  jusiicia,  8  la  pasión               ^^^^^ 

^^^^H                  idlodcja  en  iialardón 

se  antepon^;»;  que  es  mis  gloria           ] 

^^^^^H                  cenizas  que           el  aire; 

que  hacer  piei«s  aI  león.  ^j 
Hermanos,  pejid  conmigo              ^^M 

^^^^^H                 mas,  aunque  cenizas  s<in, 
^^^^^1                no  quitarán  mancha  de  honro, 

JUMi^Ía.  licllo  Absaión,                      ^H 

^^^^V                sangre  li,  que  es  buen  jabón. 

un  pddrc  nos  ha  engendrado»         ^^M 

^^^^^L                 La  inoriai  enTcrmcOad 

una  madre  nos  parió;          t          ^^M 

^^^^^h                 del  iurpcprlni;inc  Am6n, 

i  los  demás  no  tes  cabe        I         ^H 

^^^^^H                 pesie  lie  la  honra  fui; 

do  mi  deshonra  y  baldeo     1         ^H 

^^^^^H                 legúmc  su  coniagii'in. 

sino  iota  la  mitad;                /           ^H 

^^^^^1                 Qm  I«  guísase  mandaste. 

mis  medios  hermanos  sonr           ^H 

^^^^^1               atgiinacosa  i  sabor 

TOS  lu  SOIS  do  padre  y  madra;         ^H 

^^^^^1                 de  su  postrado  apetito... 

entera  saiisl'acciún                            ^H 

^^^^^H                                   fuera  mcjort 

tomad,  o  en  cierna  afrenta              ^^M 

^^^^^H                 Saii'melc  una  sustancia; 

viviJ  sin  fima  desde  hoy.  ^H 
jPadre,  hermanos,  israelilas,           ^H 

^^^^^H               ñas  las  sustancias  co  son 

^^^^^ 

^^^^^B 

^^^^V                                         ACTO  teuccro                                          427           ^H 

^^1            calles,  puwtmi,  deloi,  sol, 

de  aquestas  canos;  que  son                 ^^^^k 

^^^P            brutos,  pec«4.  av«-i,  plnnut. 

\(H  pecados,  friu  ceni»s                   ^^^^| 
del  fuego  que  enceniiió  amor.              ^^^^H 

^^^             jJusiK'ía  03  pido  i¡  kkIos  de  un  irtidori 

¡Qué  animoso,  antes  del  vicio,              ^^^^| 

■                     d«  su  ley  y  su  hermana  vinlador! 

anda  siempre  el  pecadnri                            ^^H 

I    Oavii».      A\¿iid.  Inrania.  ikl  sucio. 

[Cometido,  que  cubante!                    ^^^^H 

V                   Llaniadincaí  principe  Atnón. 

Davio,      Principe...                                          ^^^H 

B                     jlLston,  cktos.  icn«r  hijos? 
1                     Mudo  me  iic|a  el  duluf; 

Amók.                       a  tus  pies  estoy.                   ^^^H 

trn  rv4illat.  I*ÍMJ         ^H 

^^^_             hablad  ojos  m  pod^s, 

David.      Mp.}  ¿No  ha  d«  poder  la  jusiicia               ^H 

^^B            Mniid  mí  mal,  lenguas  loís. 

aquí,  mis  quu  la  alieí^n?                           ^^M 

^^H             il.ilK'i">'>t  ^crAn  puUbfBS 

Soy  padre,  lambiín  soy  Rey;             ^^^^H 

^^H             nue  expliquen  ni  cnraxónl 
^^H             Rey  me  llamn  In  jusiicía; 

es  mi  hijo,  fue  j^fctor;                     ^^^^H 

piedad  sus  o¡i>s  me  piOen,                   ^^^^H 
la  Inl'anii                                               ^^^^^| 

^^H             padre  me  llanta  el  anrof. 

^I^P             uno  obliga  y  oirtí  impele. 

Prender^le  en  e%caimtenlo                ^^^^^H 

W^                   jcual  venceri  de  los  át)i? 
1     AasALÓN.  Hermana  (¡nunca  lo  fueran) 
■                    da  lugaráli  razón; 

de  eMe  insulto.  Pero,  no;               ^^^^^^^1 

levántase  de  la  cama;                      ^^^^^^1 

de  su  pálido  color                           ^^^^^| 

í                   pues  no  le  halla  la  venganza: 

sus  temores  conjeturo.                     ^^^^H 

^^■4             (icrto  i  tus  li^fimas  pon. 

Pero  ,iqu4  es  de  mi  valor?                ^^^^H 

^^^B              Amún  es  lu  hermano  y  sangre; 

iQui  dirá  de  mi                                ^^^^| 

^^^m             á  s!  mismo  se  ftfccnli>; 

con         necia  remisiñn?                      ^^^^^| 

^^H              puertas  3dcniri>  se  quede 

Viva  la                 y  muera                    ^^^^^| 

^^H             mi  agravio  y  lu  deshonor. 

el  Prmcipe  violador.                         ^^^^H 

^^H             Mi  hacienda  eiti  en  Gfraln. 

(A               Amón.                                   ^^M 

^^H              fcrsníaí  ten^o  en  ttahalasor: 

Amón.                                    Amoroso  padre.         ^^M 

^^^H             caías  fueron  de  p'acef. 

Davíd.      Mr-)     1^'  olma  me  iraspasó.                     ^^M 

^^^P              va  ion  casas  de  dolor. 

^^H             Vifirii  conmigo  en  ell*»__ 

Padre  amoroso  roe  llama,                   ^^^^M 

socorro  pide  á  mi  amor...                   ^^^^H 

^^^1              que,  mujir  sin  opinüit!?^''^ 

Pero,  muera...  ¿Cómo  e:stát?              ^^^^| 

^^H             no  es  bi«R  que  en  cortes  habite, 

(truHmtt  41  fUrUu^  y  m  iiUnáctit*        ^^M 

^^H              mucrla  su  reputación. 

«nttraret.)                                                       ^^^^B 

^^H             Vamos  á  ver  si  los  tiempos 

Amón.      Piadoso  padre,  mejor.                       ^^^H 

^^H             tan  sabios  mídicos  son 

David,      (^^.i  Kn  mirán<tole,  es  de  cera           ^^^^H 

^^H              que,  con  remedios  de  olvido, 
^I^P              den  alivio  A  fu  dolor. 

mi  eno  0,  y  su  cara  ei  sot.                  ^^^^| 

El  tdu  leno  homicida,                      ^^^^H 

^TaMAH.     Bien  d«cs;  viva  entre  fiera» 

con  ser  Kcy,  me  perJonó                 ^^^^H 

quien  entre  hombm  se  perdió; 

e)  justo  iuvt,  porque  dije                 ^^^^H 

que  i  estar  con  ellas,  vo  sé 

un  pcquí  d«  corai6n.                         ^^^^^| 

que  no  muriera  mi  honor.      (Vat*^ 

Venció  en  El.  á  la  jusitcia       .         ^^^^H 

AtSALÓN.  Mrl  Incctiüoso  tirano. 

la  piedad;  su  imagen  soy;         A        ^^^^| 

el  castifio  es  mano  izquierda,    /        ^^^^| 

quiiitnJine  vida  y  reino, 

mano  es  derecha  el  pvrdón,      /          ^^^^| 

d<b.<la  saltslac^'lün,                   (Vd«tJ 

pues  ser  iiquícrdo  es  defecto...                 ^H 

Adonias.  a  tan  portentoso  caso. 

lA  Am^n.i  Mirad,  Principe,  por  vos;         ^H 

no  hay  palabras,  no  hav  razón 
que  aconsejen  y  consuelen: 

euMad  d.-  \  uesiro  regalo.                         ^^M 
ÍAf.)  |Ay,  prenda  del  cornxánl                ^^M 

irisie  y  coníiisó  me  voy.           (Vnt.) 

IVau  rl  ft«)r.)          ^^1 

Salomón.  La  tn'rania  e:(  hermana'  mia. 

^^^^^1 

del  Principe  hermano  soy; 

^^^^M 

la  afrenta  (te  Taniar  siento. 

VI                      ^^^1 

^^K               temo  el  peli(¡ru  de  Amón; 

^^H             el  Rey  es  tanto  y  prudente; 

^^^^1 

^^H              el  suceso  causa  horror. 

'^^^^^1 

^^H             mis  vale  dar  con  el  tiempo 

(tfi^xMa*.)  ]0h  poderosas  haiaflu        ^H 
del  amor,  único  dios                         ^^^^H 

^^H             lugar  i  la  adinltacíóu.             <Vattj 

^^^H 

q^ue  hoy  á  Uavid  ha  vencido              ^^^^H 

^^^V 

Siendo  rey  y  vencnlot!                        ^^^^H 

^H                         ESCENA  V 

Que  mtrás«  por  mí.  dijo;                    ^^^^^| 

^^^        SaU  ttfrraio  Kndn;  David  Miá  llorando. 

blandamente  ma  avisó:                       ^^^^^| 

■ 

castigo  del  prudente                       ^^^^H 

L    AuÚM.      El  Rey,  mi  \eAor,  me  llama. 

es  U  ticiía  (ibieción.                           ^^^^H 

H                   jlrú  sñie  el  Bey,  mi  señor? 

Temn'>  Jarme  p<;s;idumbrc;                       ^^H 

H                   ¿Su  cara  osaní  mirar 

por  entendiilo  me  doy;                               ^^H 

■                      lin  vcrKÜen/i  ni  temor? 

JO  pagaré  amor  tan  grande                           1 
coa  DO  ofenderte  desde  boj.    (fM*.)         / 

^^^^^      Temblando  eiioy  á  la  nieve 

LA  VRKaANZA  rut  TANIAIt 


ESCENA  vil 
Sal»  AkMtMl  lo/*. 


AiskLúN.  ^Quc  una  ratón  no  le  dito 
en  seAat  <k  iut  enojosa 
¡NI  un  sevoro  mirar  de  ufos! 
iIÍIj  n  Tamar,  &I  el  es  hijo. 
AUt,  no  iitip'iria:  ijuc  ya  eliío 
la  |ijM*  uitiifaccttJn 

3ue  á  ini  psilrr  Is  pjs|¿n 
e  iiin»r  cinfii.  pues  no  ve, 
con  m  miterte  cumplirá 
U  juilicin  y  mi  ambiii.ón. 

[No  es  bien  que  reine  en  el  tnuniti 
qut«n  no  rcmn  eri  mi  apetito: 
en  mi  liichu  y  lu  deliiu 
todo  mi  tlercv;liu  funik>. 
Hijo  »uv  (Jei  Ut-y.  scgumlo. 
fia  por  sus  k'ulps^  piiri)ero: 
hsbtar  á  mi  paJic  quiero 
y  del  \ucno  ilctpcfulk 
con  que  lia  poJtÜL)  hccliiíalle 
amor,  wempre  lifonicro. 
Aquí  está.  Pcio  ¿quí  es  cito? 

iTtra  una  tortin»  y  íntétntt  uit  tu- 
ftlt,  }■  i«>r«  *¡  mili  /iiraft  )■  *■  rtía  ana 
MrwHj  ir*  9re,'f  r#)'  ) 
^Lacoiona  en  una  fuente 
con  queclAc  la  rea)  (rente 
mi  padre,  aravc  y  «wnpuesto.^ 
La  meu  el  pla'o  me  ha  puesto 
que  ha  lanio  que  he  ducado; 
debo  de  «er  cunvtdtido: 
si  el  reinar  es  tan  sabroso 
como  atirma  el  ambicioso, 
no  e>  de  perder  tal  twcado. 
Aini'>n  no  os  hH  ile  \ioi*r, 
cerco,  en  quien  ini  dicha  cncietro; 
que  sois  vos  de  uro,  y  fui  yerro 
el  <:|uc  deshonró  i  l'ámar. 
■Mtcibc/a  quiero  hunrar 
con  vuestro  circulo  bello; 
mas  rehusaréis  el  hacello, 
pues  aunque  en  ella  oi  encumbre, 
temblarais  >k  que  os  deslumbre 
el  oro  de  ni>  cahclio.  tCor^watt.} 

Bien  me  tuin;  vendríisme  anSI 
nacida,  y  no  di^io  mil. 
pues  nftci  de  sangre  real 
y  vos  nactls  para  mi. 
^Sabríos  mcteccrj'oP  SU 
¿Y  conser\'aroí-*  También. 
jQuiin  hav  en  ierusaVín 
que  loeMofbc?  Aman  iMatarItí 
mi  padre  que  ha  de  vendarle... 
Matar  i  mi  padre. 


ESCENA  VIH 

Davio.  íA  qulfn? 

(!Ue»  ta  nptila  A^ilúo,  lilUU  aJ  #»• 
eiif«(ra  Dttiil  >'  kállnlt (oroHtét.) 

Akalóm.  ¡Af,  cielos)  A  quien  no  et 
vasallo  de  vuestra  alteza. 


Oavib.      Coronada  tu  cabcxa, 

no  dfces  bien  i  mis  pies. 
AuAtÓN.  Cienso  heredarle  después; 

que  anda  el  Principe  indispuesto. I 
David.       IUi.tela  pueMo  muy  presto, 

no  «rls  iuccíor  suyo: 

que  de  esa  corona  afguvo, 

que  como  llega  i  valer' 

un  tatemo,  ha  menester 

mayor  talento  que  el  tuvo. 

En  fin.^mequie.ei  matar? 
Absalón.jYd? 

DAvti>.  jNo  acabas  de  decill<tf 

AasALÓx.Si  llegaran  bien  i  oillo, 

mi  Te  hnbUs  de  prciniar,- 

M  venjío,  iJiie.  A  reinar 

i'lvo  tú  en  iiTUsalín. 

mi  enoto  probari  ouíen 

Tama  por  traltlor  auiimere. 

y  por  ser  tirano,  quiere 

matar  ¿  mi  padre. 
David,  Bien. 

¿Pues  quiin  hay  i  quien  le  cuadr« 

tkl  titulo? 
AuALÓfb  No  sd  yo...  \ 

/  quien  i  su  hermana  fofxA        I 
I  también  malarÁ  i  tu  padre.    / 
Oavid.   ^I'or  ser  lusdi^s  de  unM  m«lr¿, 

«.'onlru  Ami'in  te  has  indignado; 

pues  ten  por  averiKuado 

que  quicn  fuere  tu  enemigo 

00  ha  de  tener  pu  conriu||o, 
AHAl.áH.  Sin  razón  le  has  enojado. 

¡Sólo  ro,  te  hallo  cruell 
David.      ^Quc  rnucho,  si  lú  lo  eiiix 

con  Amón? 
AasALÓK.  No  le  ama  mí* 

que  yo,  nadie  en  Israel; 

>nie>,  {¡ran  sr^ur,  con  ¿I 

y  los  Príncipes  quisiera 
que  viie>tra  aiieía  vmiera 
al  esquilmo,  que  hn  empeii 
en  ííBlhasur  nnganido, 

r  qoe  esta  merced  me  hiciere. 
Tan  tejos  de  desatinos 
y  venKan/as  netias  vengo, 

3UC  lili  batiquetei  prevengo 
e  tales  personas  drnos; 
honre  nuestros  vellocinos 
vue»l(j  presencia,  seflor, 
y  divieiia  allí  el  dolor 
que  le  cauta  este  suceso: 
connceta  que  intereso 
oraniear  wlo  su  amor. 
David.      Tú  fueras  el  ftnii  de  CI, 
si  esinscosas  olridaiu, 
y  ni  Principe  pecdonarai, 
no  vil  Oin.  sino  Abel. 
Absalóh.  Si  hiciera  venitunza  en  i\, 

pleKUe  A  Dios  que  me  haga  guerra 
cuanto  el  sol  dora  y  encierra, 
/  y  contra  ti  rebclocto, 
I    de  mis  cabellos  Coludo 
\  muer*,  entre  el  ciefo  y  ta  lieiTa._ 
Datrit».  \.Si  eso  cumples,  AbsatOn. 
mocedadei  le  perdono; 
con  tos  hraitnt  te  corooo, 


^^^^■^ 

^^■■^^H 

^^^^V                                                                              TRRCRRO                                                                                 ^H 

^^^p                 li  mejor  corona  wn. 

trasquila  la  dama                                  ^^M 

^^^  AatAtóN.  En  mí.s  Ubtt»  lo>  piftt  pon, 

al  pobre  |;alAn.                                          ^^H 

H                         y  añude  á  lantat  mercedes, 

aunque  no  ert  lU  otleio                            ^^H 

H                        pM)r(|ueMiir»l'ei;h»  >|ue>ie&, 

Sino  lepclsr.                                              ^^H 

H                        señor,  el  venir  á  honrar 

Tctttquita      alcalde                                 ^^H 

H                        mi  v&tjUilinu.  pucí  da  Iuku 

al  que  prno  está.                                      ^^H 

H                        !■  p»e  y  akfirjitc  [<uedCA. 

y  ii  eotr>^  con  lana                                   ^^H 

H       David.      Hatínioste  mucho  casto; 

én;)Mrifrus  va.                                          ^^^^M 

H                        nu.  hiio.  iroza  tu  hacienda; 

i>eU      escriben,                                  |^^^^| 

H                        al  remo  pide  que  aiíewla 

poique  escribanar                                ^^^^H 

H                         la  vej»  queco  canas ^s[o> 

can  pluma  con  pelo                                ^^H 

^^^  Ahal6n.  Pu«s  i  obiiit^ric  no  basio 

de  comer  le  da.                                         ^^H 

^^^L                   t  ctla  merced,  itn  Ikencia. 

Pe'a      al>:tiacil                                         ^^H 

^^^H                 que,  «iiplicndi>  lu  prusencíft 

hasta  nodcjar                                           ^^H 

^^^H                Ailnnias,  Snlomt^n, 

t  ellón  en  la  bolsa,                                    ^^H 

^^^f                hati-tn.  ytnda  con  Amón. 

llalli,  otro  que  tal.                                   ^^H 
letrado  pela,                                             ^^H 

^^^^                 de  mi  amcr  nuble  expciiencia. 

H       Davjo,     ^Ain6n^Kso  no  lii|t>  mió. 
H        AaSALÓM.  Si  melancólico  »lá. 

pela      oficial,                                           ^^H 

que  hay  mil  peladores.                         ^^H 

H                        sus  penas  tji^ertitá 

sipelunViíiay.                                           ^^M 

H                        rl  ganado,  el  campo,  el  rio> 

Tonos.     «Ai  esquilmó,  |:;^naderos.                         ^^M 

■        Davu>,      Temo  que  al^ún  desvario 

que  balan  lás  o^  c|as  y  (os  Cameros;        ^^H 

H                        dé  nueva  causa  á  mi  llanto. 

ganaderos,  á  esquilmar,                            ^^B 

H       Ahai.óm.  De  la  poca  fe  me  espanto 

que  llama  A  lo«  /(u>><es  el  mayoral.*             1 

H                        que  tiene  mi  amor  coniiKO. 
H       Daviu.        .a  experiencia  en  esiu  si|to, 

TiHio,      KichosassetAn  dotóle  hoy                         ^^M 

las  reses  que  en  el  Jordán                        ^^H 

H                       quccuanducon  eldi&lrax 

cristales  liquidov  beben,                           ^^H 

H                       viene  el  atjruvio,  de  paz, 

V  en  lomillos  pacen  «al.                           ^^H 

H                       es  el  mayor  en«-mi(,-o. 

Va  con  vueiim  hermoM  vista                 ^^H 

■       AaSAi^K.  Antes  d'cusio  y  re<^alo 

yerbe  ct  prado  brotará,                            ^^H 

H                     que  he  de  huceilc  ha  de  al>onarm«: 

por  más  que  la  seque  el  sol,                   ^^^t 

H                       Cu  esto  pienso  esmerarme. 

pue>  vos  -tuf,  campo'i  pisdif.                '^^^^1 

■       Daviu.      Nunca  el  tccetsf  fii¿  nulo.        v. 

jDequí  estáis  mvlancuntoM,            ^^^^H 
bernioslsima  Tamar,                           ^^^| 

H       AasALúK.  jPleguc  al  cielo  que  sea  un  palo 

H                       alguacil  quo  me  suspenda 

pue>  con  vuestros  ojos  bellos               ^^H 

^m                      cuando  yo  ni  Principe  ofenda!     ' 

estos  montes  alegráis?                              ^^H 

H                       No  me  álzate  de  iii^  pies.            ' 

Si  dicen  que  está  ta  corle                         ^^H 

■                       padre,  hnsia  que  i  AnxSn  mcdrt. 
H       David,      bel  almn  c-t  la  mc|or  prendaí 

do  quieta  quccl  rey  cslá,                         ^^H 

y  vos  M>is  reina  en  belleza,                       ^^H 
La  corle  e\  evi.t,  no  hay  más.                    ^^H 

H                          pero  en  fe  de  que  conlin  ' 

B                       en  il,  ]ro  >e  lo  Concedo. 

l.a  iníariiica,  cniretcnOos,                         ^^H 

H       Absalúm.  Cien»  ya  de  iu  amor  quedo. 

vue%a  hermosura  mitad                            ^^H 

H      Daviu.     m^  i  «líe  que  dudáis,  icmor  írio!* 

en  lat  a^uas  que»s  olrecen                      ^^H 

■       AksAi.dK.  VúJIe  i  avisar. 

por  espejo  su  cristal.                             ^^^^| 
Tamah.    Temo  de mirtrme aellas.                 ^^^^M 

■       David.                                 Hijo  mió, 

H                       en  olvido  agravio  pon. 

BaAVLio.  Si  es  pof  no  os  enamorar                 ^^^^| 

H      AasAi.úK.  No  tema&. 

de  vos  misma,  bien  hacéis,                      ^^^^ 

■       Daviu.                       ¡Ay,  mí  Absalón: 

que  á  la  he  que  qulüolriis                       ^^H 
desde  cll  alma  A  la  asadura                       ^^M 

■                     to  mucho  que  ic  amo  pnietwst 

H      AasALÓN.  Adiót. 

i  cuantos  viéndoos  están,                        ^^H 

H      Da/u>.                 Mira  que  me  llevas 

y  que  para  mal  de  muchos                      ^^H 

H                       la  mitad  del  cora/ón.  iViinM.) 

el  dimuiio  os  iruju  acá.                            ^^H 

^B 

Max.  AMimáos  con  todo  eso,                    ^^H 

^M 

veríi«  cómo  os  reiiatáis                            ^^H 

■                               ESCENA  tX 

en  la  tabla  de  este  i  o                             ^^H 

H       Salea  Timo,  Kaablio,  AUi».Ki»lo,  Ai>MUi9.ir<ina- 

si  en  elia  i  vos  os  miráis:                       ^^M 
y  haréis  un  cuadro  valiente,                    ^^H 
qucporque  le  guarnciciís,                       ^^H 
las  flores  de  oro  r  nxul                              ^^H 

H      Unos.       (Canrao.)  «Al  esquilmo,  tianaderos. 

lie  marco  le  servirán:                                ^^H 

H                      que  balan  li^  Ovejas  y  loscametus. 
H      OifOi.      Ganaderos,  i  esquilmir. 

¡Honradla,  miraos  á  ellat                           ^^H 

Ta.mah.    Aunque  hermosa  me  llamáis,                  ^^H 

H                      íffie  llama  \'n  pa>iiires  cl  mayoral. 

ten)to  unu  mancha  afrentosa:                   ^^H 

B     Uno.         bl  amor  trasquila 

gi  la  veo  he  de  llorar.                                 ^^H 

H                    ti  lina  que  dan. 

Aliso.       ¿Manchas  icníis?  Y  aUn  por  eso,             ^^M 
que  aqui  los  e>|>eios  que  hay,                   ^^M 

^M                     los  ainaiiies  mansos                             j 

^ que  A  su  aprisco  van:                            1 

u  inaachjts  muestran,  las  quitan,           ^^H 

43o 


t.A  VENGANZA  nC  TAMAR 


cnMñandD  il  HmistxL 

ADA  lt>&  Cipeíof.  UK1 

sóiD  para  scñular 

U\tí%,  que  viínd<Ke  en  vidrio, 

con  ellas  en  towro  ¿*n; 

acá,  SOI)  Ciprjus  descují 

que  i  livs  que  á  (iiitarve  van. 

mticMrnn  iiiAiichat  y  lu  quitan, 

en  llvi;an<d'>v;  i  lavar. 
Tauak.    Si  ati'iii  eíia  maiicha  quiUra. 

haría  n^ua  mil  oíot  dan: 
i   Stilo  i  borrarla  rt  bastante 
Oí  sanare  de  un  d»lejl. 
RiSBLo.    no  vi  en  mi  vlil*  tal  muda: 

miel  v)r"eii  afeita  >cá, 

que  ya  h»i\»  las  taras  venden 

pusuca  virKloHlad. 

¿Son  pícasí 
Tamar.  Pcc»cIos  ion. 

Akmuo.  Cubriltas  con  solimán. 
Tamak:    No  queda,  pastor,  por  eso; 

toda  )o  iay  tejalRar. 
Tiaso.      ^\í%  a'fiíin  lunar,  acaso, 

quecun  la  tuca  tapáis? 
Tamar,    Nu  se  muda  cu<l  la  IuiHi 

ni  es  la  de^hitnra  lunar. 
Tiato,      f'un  sea  lo  que  \t  hucrc. 

pardiez,  aue  htmos  decantar 

)'  aliviar  Id  pesadumbre; 

que  es  lovuri  lo  detnit. 

ICaai>ia-i«Quc  si  eüiis  triste,  la  In- 

todu  el  tiempo  lo  acjba;  |fanta, 

dentones  de  amor, 

la  ausencia  los  sana; 

E>ra  dcscngai^os 
uena  cslamudania: 
siaiotmenian  celos 
darlos  ¿  quien  ama; 
parala  vc|ex, 
arrimar  las  armes; 
para  mujer  pobre, 
gastar  loque  basta; 
piira  mal  de  ausencia, 
juegos  hay  y  cazai; 
para  excusar  penas, 
estudiar  en  casa; 
paia  aKraviosde  honra, 
perilOn  i^  venjjania, 
que  si  triste  «itiis,  la  infanta, 
todo  el  ikmpo  lo  acaba.* 

ESCENA  X 

S*li  LAvutru  enn  an  laktfu*  rf>  jiorn.  D(cii«v 

LAtiRET.   Todas  estas  llores  bellas 

á  la  primavera  he  hurlado: 

que  pues  de  amor  tois  el  prado, 

competir  p<xlcis  con  ellas. 

Lleno  viene  este  cestillo 

de  lis  más  Trcicas  y  hermosas, 

yerbas.  |a/mincs  y  rosas, 

desde  el  clavel  al  tomillo. 

Aquí  esvA  la  manuiiia, 

la  estrella  mar  turquesada, 

con  la  tioleta  morada 

que  amor,  porque  huali,  p!tl¡ 


el  sándalo,  el  pajarillo, 

aldic^,  siete  ramas 

aiucenas  y  retamas, 

madreselva  t  hiuspillo. 

Tumadius,  que  s<in  despojos 

del  campo,  v  (uniad  Cun  ellos 

labios,  aliento  y  cabellos, 

pKhus,  frente,  cejas  y  ojos. 
Tamar.    Todas  Us  que  Abrtl  esmalta, 

pierden  en  mi  su  valor, 

l.aureta,  porque  la  Aor 

que  más  me  tmpurta,  me  falta. 
(J>*((  snai  vtotttm  y  f^nfttat  Tiáa 

«I  (m  r*<hoi  > 
Tiaso-      Ya  vendréis  á  adivinar 

lueAos  ó  COSAS  de  risa: 

que,  como  sois  pitonisa, 

consolarais  á  Tamar. 

Laurcta.  itii  que  tratáis 

con  el  diablo. 
Amwlio.  Ya  han  venido 

los  príncipes,  que  han  querido 

honrarnos  hoy. 
Tiaso.  iQfii  aguardáis? 

AncKLio.  .Mientras  el  co.ivite  pasa, 

al  suto  apacible  vamos, 

y  de  ñores,  yerba  y  ramos 

eniapicemoi  la  casa. 
Tiaso.      Ardelio,  tetvcis  ra^im; 

dímwioi  prisa,  patiores; 

pero  ¿qué  ramos  ni  flores 

liay  como  ver  A  Absal6ní  

( l'4R)t  t«*  paj(«rar.  y 
TAttAD.   Vámonosdesqu!.  l.aureta. 
LAVaeT.  f'Para  qué.^  &ion  disfrniodi 

estás. 
Tamar.  r>i  mil  injuriada. 

Laiiret,  Olvida,  sierra  discreta. 
Tamar.    Bien  dijo,  aunque  ese  e>  buen  medie 

un  inKeniosinijular: 

«el  remedio  era  olvidar, 

y  olvídaseme  el  remedios* 

ESCENA  Xt   3*Í^*^* 

Wdrm  Anda,  Aiit*i.Alr,  AooMat  y  SAi.oMtti.  DiciSA*. 

Amóm.      Bello  está  el  campo. 

Absalótt.  Et  el  Mayo. 

el  m^s  ftalin,  todo  flor. 
Adomas.  a  lo  menos  labrador. 

scfiuti  agiror.a  el  saio. 
Am¿n.       Oid,  que  hay  aqui  Kcrranis, 

Í'  nade  mal  aire  y  brto. 
>e  mi  hacienda  son,  y  os  fio 
que  envidien  las  cortesanas 
3U  no  ayudada  hermosura. 
Auóh.       ¡Ríen  haya  quien  la  bdlcja 
dcbcá  lanaturakra, 
no  al  arene  y  compostura! 
AMAl.6r><.  bsta  es  muíef  tan  curiosa, 
que  Je  lo  futuro  avl»; 


Salomón. 
Am6r. 


l'tínenla  por  piíorúfa 
is.  '^ 
Y  jescüM 


estos  rusiscos. 


de  importancia? 


De  csia  ^ente 


■VM^^^^^H 

^^^^^^^^                                                     ACTO  TKRCERO                                                             4^1               ^H 

^^^B             hMor  CBío  es  Tinidod: 

de  una  doncella  casada.                          ^^| 

^^^B             tal  vez  dirá  la  vcrditd. 

no  os  perdiis  por  picar  alto.                   ^^H 

^^^P               y  dcspucx  mentirts  vdnte. 
H       Aisalók.  lis  una  heimoia  pnvtiJfSf^ 

Adokias.  No  os  eniiendu.                                          ^^H 

AssALÓK.                         Yo  me  quedo                  ^^1 

posireroi  id,  hermanos,  vos.                   ^^H 

H                      que  injuriav  tic  su  honra  llora 

SAi.OHÓx.Confusos  vienen  los  dus.                          ^^H 

H                       V np«r4  \eni!  vcn^Jida. 

<A  LiuTCM.)  Si  acaso  ubiifiaros  puedo,       ^H 

H     Auóü.      El.i  tiene  buena  tlvina. 

mds  Conmigo  os  declarad.                      ^^H 

H                     ¿So  la  veremos^ 

Lauret.  Esta  es  corona  d«  ley,  ^^| 
Hor  de  vista,  jIo^  j  Icví  ^^H 
sus  propiedades  goiad;                          ^^H 

H      AssALÓx.                          No  quiero, 

H                     micniras  sin  honra  estuviere, 

H                     dcícubiicse. 

que  aunque  Rey  seréis  espejo,                ^^H 

■      Amóm.                        Limi*  Rema.  (^  Laureii.) 

y  el  mayoc  de  los  mejorM,                        ^^H 

H                     Ahora  tücn,  con  vos  me  enticodo. 

tomo  que  os  perdáis  por  Aoreí                 ^^H 

H                     Llcgáot,  mi  serrana,  acá. 

de  amor,  si  sois  moxo  viejo.                     ^^H 

H       Lavkst.  Su  aliexa  pretenderá, 

Am¿k.       ¡Uucna  llorl                                                 ^^H 

■                       y  deiipuñ  irátc  hujrendo. 
H       Am4k.        ticn  paccc^is  adivina. 

Salomón.                   Con  su  pimienta.                     ^^H 

Akai.óh.  '¿Clbeme  i  mi?                                       ^^H 

H                       l.kna  de  rtoret  venh; 

Lavkkt.                          Este  narciso.                   ^^H 

H                      ¿cómo  no  lai^  rcpinis, 

AasALÓN.  Ese  &  sf  mismo  se  quiso.                         ^^H 

■                    li  el  ser  corlas  oi  inclina? 

Lauhet.  Pues  tened.  Absalún,  cuenta                     ^^H 

H      LAt;»ST.  Hitos  prados  son  teatro 

con  él.  y  no  os  queiiis  tanto;                   ^^H 

H                    (lo  représenla  AmaKea. 

quede  puto  engrandeceros,                      ^^H 

^^                    Mas.  porque  no  m  quejíís,  ea. 

estimaros  y  quereros,                                ^^1 

^ft                   A  cada  cual  de  los  cuatro 

de  Israel  seáis  espanto.                              ^^H 

^B                   tenso  de  dar  una  flor. 

Vuestra  hermosura  enloquece                  ^^H 

V      AmAk.       y  esotra  serrana  ^cs  mudl? 

á  loda  vuestra  nación.            (               ^^H 

1                       0ui<a  el  rct>o2Q...' 

H      t.jii-KET.                             iLStd  en  muda. 

Narciso  sois,  Al>salón>            I                ^^H 

que  tambiín  os  desvanece.  \  ^^1 
Coriiosesiis  hilos  bellos,      1                 ^^^ 

B       AnÚN.       f.Mudas  hay  kÍ? 

■      Laim-kt.                             D«  honor. 

que  SI  los  dejáis  crecer          /                 ^^H 

H      Ahón.      y  ^hay  honor  entre  villanas? 

ut  habéis  prcito  de  ver         /                 ^^1 

H      LALiMür.  Y  con  mdi  Tirmeía  «iiá; 

en  alto  por  los  cabellos.                         ^^H 

^B                       que  ro  hay  principes  ocd 

(VucLaiuiia.)                1 

^^^^               ni  ficiles  cúneíanas. 

^^M 

^^Hb             Pero  dejtmonos  de  esto, 
^^H^              y  va  de  flor. 

ESCICNA  XII                                ^^ 

V     Amók.                        ¿Cuil  me  cabe? 

H                                                                      lAparlt  4  C»tlo  aaoj 

DrcMDi  omM  LAsasT*.  Lurf  o  Uh  Cana*.                  ^^H 

H      Laumet.  Esia  azucena  SUlve. 

AaSALÓM.  Espera;  t'uese.  (Si  en  alto        j                 ^^| 

H      AuÓM.      Bso  es  picarme  de  honesto. 

poi  los  cabellos  me  veo,         /                  ^^| 

H      LauacT.  Yo  s¿  que  olclla  os  agrada; 

cumpliráse  mí  deseo:             /                  ^^H 

■                     pero  no  la  deshojéis, 

al  reino  he  de  dar  asalto. —                      ^^H 

^K                  I    que  la  espadaña  que  vctt. 

jV.n  alto  por  los  cabellos?                      ^^1 

^M                f    bene  la  (»rma  de  empatia; 

Mi  hermosura  ha  de  obligar                   ^^H 

^^^_^           J            (IM,lt  lian  d(ti(f*a  ton  uaa  o^arfnAa.; 

il  Israel,  que  t  coronar                              ^^H 

^^^H        /      y  aquesos  RranilUisdeoro, 

me  vcngii,  luco  por  ellos.)                         ^^H 

^^^V       f      aunque  d  la  vista  recrean, 

Ah6n.      (lonfuso  os  habéis  quedado.                      ^^B 

/      manchan  sí  los  manosean, 

AnsALÓN.  il'rincipes,  alto,  á  omerl                                  1 

/       porque  estriba  su  tesoro 

(Ap )  Subre  el  trono,  me  han  de  rer,        ^^J 

en  ser  intaclos;  dc|ios. 

do  mi  padre,  coronado.                              d^^| 

Amón,  de  deshojar  flor 

Muera  en  el  cnnviic  Amón,                      ^^H 

con  espada^*-,  de  honor. 

auede  vengada  Tamar;  ^^H 
a¿  la  corona  lugar                                     ^^H 

r  si  la  ofctid¿;s,  guardaos. 
Auóii.      Yo  estimo  vuestro  consejo. 

á  que  la  herede  Absatón.                              m 

\.     (jDemonío  ei  esta  mujer!) 

<Sal*  «a  criado.)                 ■ 

Sai.oi«on.¿Qu¿  0»  ha  dicho? 

Criado.    La  comida  que  se  enfila,                        ^M 

Ahü».                                  No  hay  que  hacer 

1  vuestras  aUc¿as  llama.                           ^^1 

caso;  por  luca  U  dejo. 
AnriMAS.  iQai  Our  me  cabe  á  mi? 

Am6h,      iAp.\  D«  aquesta  serrana  dama 

ver  la  cara  gustarla.          {A  KtaMaA 

LauK&T.                                        ExtraAa: 

Idos,  hermano,  con  ellos. 

espuela  de  caballero. 

Absalón.  Nu  nos  hadáis  esperar. 

AuoNUS.  Bien  por  el  nombre  la  quiero. 

iAp\  i^eitiando,  vengo  i  quedar 

Lauftet.  a  veces  b  espuela  daña. 

en  sito  por  los  cabellos.                      j 

AooNiAS.  Diestro  soy. 

iyanu  ttdui,  ntnoi  Kni^yXtmtx.'i 

LAuaxT.                       Si  lo  SOIS,  alto; 

pero  guardiot,  si  os  a^ada 

^^^^^^ 

43i 


I.A  VRNQANZA  Dr  TAMAI* 


Am6k. 


rANA». 


Amón. 

Tahan. 

Ahón. 

TAMAh. 


Amón. 

Tama». 
Amón. 
Taha*. 
Amón. 

«Tamah. 


Amóm. 
Taxak. 

Amón. 

Tahak. 


Amón. 
Tamah. 
Amó.s. 
Tana». 


AHÓN. 

Tamak. 


Amó-'v. 

Taha». 

Amóh. 

Tamai-. 
Amón. 


Tamah. 


b'SC^NA  Xltl 

Tama*  y  AmAk. 

Yo.  ücrrana,  «ttuí  picado 
de  <n)^  ii)rn  lisonjeros, 
que  deben  de  ser  fullero*. 
pun«l  atmAiiic  hinf;iniuIo. 

Csn^atiio^  el  |ur-^u  ptcuo. 

V  en  gAHAr^o  el  pilmcr  rMio 
lueca  os  qucrnrU  kvanlur. 
¡BucABS  manos! 

De  pastura. 
Dadme  una. 

Seri  en  vano 
dar  mano  A  auien  da  <lc  mano 

V  ya  abiirreeé,  ya  adora> 
Ll'cgJir^oila  )0  X  lutnar, 

pun  su  lK>rmu%ura  me  csíuorxa. 
¿A  (omarf  ¿cómor' 

Pui  Tueria. 
¡(?uc  amigo  SOIS  de  íurxaft 
Baíta;  que  aquí  IíhUs  <it\\ 
en  adivmas. 

Quercmus 
eiludiar,  eómo  sjhrcino^ 
burlar<is,  pues  nuí  Lurlíri, 
¿KNirci  iraéis  vos  también^ 
Cada  cual,  humilde  ó  alta, 
busca  aquello  que  k  talla, 
Scirana.  yo  <>'(  quiero  bii-n. 
Dadme  una  llor. 

jFtuen  floreo 
08  iraíis!  Creed,  >eñor, 
que  A  noptfder  10  una  flor, 
no  sintieta  el  mil  que  veo. 
Una  itur  hcdetomur. 
Fio*  lie  Tamar.  diréis  bien. 
Voiíutos:  dadti  por  bien. 
\Q\ii  ami^ii  SOIS  de  foríat! 
Pero,  tomad,  si  os  agrada. 

i^alt  IM  riblttat.'f 

¿Violetaki' 

l'ara  aleftraron: 
porque  yu  no  pued»  daio«, 
Am»n,  sino  llor  violada. 
íKsu  es  niii(;ho  adivinart 
Desiapios. 

Apártese. 
Por  fuerza  os  dcicubrir¿. 

<jCl«Ma»r«fd.) 
iQuí  ami^o  voit  de  (onart 
¡Ay,  cicloO  Monsiru'i.  ^Tú  eres? 
iC^üién  los  oÍ»s  t.c  vacara  ' 
primero  que  te  mirara, 
afíenia  de  la>  muicrev' 
Voinie.  y  picnM>  qitc  tin  vida; 
que  lu  vista  me  matii. 
No  espeiaba.  oeloi^  yo, 
tal  ptmcipiu  de  comida.  (Vat*^ 

l'cor  p<íSiro  it  han  de  dar. 
|b4<  bar»,  cruel,  inftralu. 

Eues  será  el  úlllmo  pialo 
I  renftanza  de  Tainad  rVaw^ 


tSCENA  JMV 


^altn  tai  pattariteon  rdmM  y  c»mt»n^<i, 

ictuiam  «A    tas  pueftit  de  uueSi» 

vamos,  vamos,  {itnus 

vamos  á  poner  ramos. 
Uko.         a  Al>salón  el  betto, 

nlamico  nesro, 

ciña  mono  v  cedro, 

y  palma  ofrcicamov. 
Toiwv.     Vamo*,  etc. 
Otro.      Al  mo/o  Adonias 

Ai  las  maravillM 

rosa  y  ,;lavellinas, 

i¡uirnaldai  tejamos, 
Toi>os.    Vamos,  etc. 
Uko.         Al  Prtneipc  nuesu 

decipr^i  íunesio 

y  lafay  espeso 

coronas  leíamos. 
TobOí.     Vamos,  ele. 
Otro.      Sa1om>in  priKkflie 

ccA:ri  su  (reme 

del  laurel  viltentc 

que  aleares  cortamos. 
l'ow».     vamos,  «c. 


CSCENA  XV 

nnaúiy  rtfillút.f  lyrgnialta   titytndu  !^i.i>. 
■«a  X  AMnA». 

Abulón.  La  comida  has  de  paRar 

dindotc  muerit.  villano. 
Amók       jl'or  qu<!  mi:  malas. Iiermanu? 
AnSAt.ÚM,  Por  dit  venfianiAá  Tamai. 
Amón.       jCielos,  piedad!  iMjerlu  sov! 
SAtoMó.s.Huye. 
Adomas.  ;(>h.  bárbaro  sjn  ley; 

lodos  los  hijiis  del  Rey 

por  reinar  percicn  lioyli^aiiir  ) 
Tiaw-      |0(tí  pulo!  Ksio  va  malo. 
Ahoxuo.  Muyamos,  no  nos  alcance 

slRun  i^>lf>e  en  este  lance. 
BftAt;i.io.  Mirad  qUc  negro  rehilo 

de  convite. 
Tirso.  jOh>nilcebúllBt 

iMás  os  quiero  que  Absalón 

sus  pavosl 
Armuo.  1'irso,  chitón, 

qtic  IMS  darán  en  la  cholla.  (Vam*.) 


KSCENA  XVI 
X>uea»nB(«dpdrAji>.o./rW-il'.edltfat  fot  ra/if(ai 
y  UHH  mna  lltn»  4t  na«;dfvi  y  ifficOMfiKiJa;  1>m 
•■•«(«'(I  •ni.iiifrrar.i.iui.  y  AHÚHluAr»  fa  mn*. 
auntaéa  y  {ti.lv  Hi  xp.ifJiiita  iltA.con  unaé^gt 
ra«aaMa*i>  V  «a  (•trAilIuoi  fa  iilra,  arraivia^a 
por  lu  K*rii»itla  «aa  áégé:  y  ttltm  Abuluh  > 
Tama». 

AHAI.ÓN.  fara  ll,  hermana,  «e  ha  hech" 
el  convite;  aqueste  pliit». 
aunque  de  maniar  ingrato, 
nuesiio  agravio  ha  saiisfacbw: 


\C.rn  TBRCBBO 


nleatc  muy  hucn  provecho. 

tWhr  iu  sai'f;»?,  Tiiiniir: 

procura  en  clU  lavif 

IU  (ama.  haua  aquí  manchóla: 

cNli«iiimtii  la  colada. 

ÍAcil  la  puedes  sDCaT. 

A  Gcsur  huycnJo  voy, 

3UC  í-i  su  rcj  mi  bríIcIo,  y  padre 
e  nuestra  injuriaba  madre. 
Tamak.    «iracias  á  los  lícUis  doy, 

i^uc  nii  lloraré  deide  hoy 

mi  imfaviti,  hermano  valiente: 

y.i  poití  mirar  la  gunlv 

ci-tiucíundü  mi  1ioni)f: 

que  la  sanKredei  traidor 

cj  bia-ión  del  muecme. 

(^u^Jiie,  bárbaro,  lnt;iato, 

que  en  buen  tumuts  te  han  pu«s(o: 

sepulcro  del  dcshonesio 

cí  la  mfsa.  wm  y  pialo. 
Amai.ón.  Ilercdif  el  fcino  trato. 
Taw*b.    |D¿nlolr  loscielus  bellos! 
AasAi.ÚN.  Anugos  ictigo,  y  por  ellos. 

como  dijo  la  mujer, 

todo  Israel  me  lia  de  ver 

en  alio  por  los  cabellos. 

ESCENA  XVH 

Daviii.      ¡Amún,  Principe,  hijo  m!ol 
Si  eres  tú.  pide  al  deseo 
alttncias,  que  loi  instanics 
ju/ga  por  s>){lo& eternos, 
(¡rdcias  A  Dios  qucá  pesar 
de  siispcchas  y  recelos. 
con  tu  visia  restituyo 
la  «ida  que  sin  ti  pierdo. 
^C<!)mo  vjene^r  .'<lómo  eslis? 
^I'odr^.  enlazanila  tu  cuello, 
imprimir  lirios  en  rrjsas; 
guarnecer  oro  en  aceco.^ 

{fu   é  abra^orlt  y  mío  (Hcuealra  ti 
yactti,} 

Oame  los  amados  forajKM 
;Ay>  enjíBÍluí  lisonjeros! 
^'Pur  que  cnn  burlas  pesadas 
me  hacéis  abfattjr  los  bienios? 
<:iim't  la  madre  acalUndo 
al  hijo  que  ifcne  al  pe^^ho. 
jme  L'nsen»  la  roya  de  oro 
pufa  escondérmela  lue}iii! 
Como  en  la  navegación 
protija,  leii  ceUje^  nebros 
fingidos  monics  me  pintas, 
si<.-nd<i  mcniiras  de  Ic¡us! 
Como  fruía  de  pincel, 
c  rno  hermosura  en  espejo. 
Como  tesi)ro  soñado. 
Como  la  fuente  al  enfermo, 
^'bufladiirat  esperanzas 
eogañiu  mis  penüainicrtlos 


para  acrecentar  fosares, 
para  atotmenu.'  desvelos? 
Am¿n  mlol  ^dtVnde  csiís? 
Uesha;;a  el  teiiior  tos  celo), 
el  sol  de  lu  cara,  hermoso, 
remoce  lu  vista  á  un  viejo. 
.iSi  se  habrá  Absalón  vengado? 
.iSi  habréis  sido,  cumo  temo, 
hijo  caro  de  mis  ojos, 
de  sus  esquilmos  cordero? 
No:  ique  es  vuestro  hermano!  en  fin; 
la  sanitie  hierve  sin  luc^-u. 
iiMai^  nt!  que  l-n  sanare  heredada 
de  quien  !i  su  hermano  mcsmo 
vendió,  y  llorará  l>av:d 
como  Jacob,  en  sabiendo 
si  d  Ja.scf  mal6  ta  envidia, 
que  i  Amún  la  venganza  ha  muerto. 
Absalún  ^no  me  juró 
no  agraviarlo?  «De  qué  tiemblo? 
Pero,  el  amor  y  el  ajiravio         V. 
nunca  guardan  juramento.         y 
l.a  esperan^:»  y  el  temor, 
en  este  confusn  pleito, 
alegan  en  pro  y  en  coritra; 
fsenienciad  en  fnor.  cieloit 
i'aballoR  suenan  ¿si  serAn 
mis  amados  hijos  estos? 
Alm^r,  awmatis  á  los  ojo». 
Ojos,  abrios  pata  verlos. 
Grillos  echa  el  temor  trio 
i  los  pies,  cuando  el  deseo 
w  arroja  por  las  vcnunas. 


ESCENA  XVIir 
Soltn  muy  irtitn  Adovias  y  ^im»/>9.  David, 

Davii».       [Hijos! 

Asomas.  Scfior,,. 

Davio.  ¿Vents  buenos? 

^Qu«esdc  vucsiiosdos  hermanos? 

¿(.«lliis?  Siempre  lué  el  silencio 

embajador  de  dcs)ira<.ias. 

¿Moriis?  Ilardis  men»ajcros 

mi»  sospechas  ccriilkan. 

¡Ay,  adivinos  recelos! 

jManí  AbsalAn  A  mi  hermano? 

$ai.om6n.aI,  seAor. 

Davio.  Pierda  el  úonsurto 

la  esperanza  de  volver 
al  a!mj,  pues  i  Amón  pierdo. 
Tome  cierna  posesión 
el  llanto,  porque  sea  eterno 
de  mis  infehcesojos 
hasta  que  los  deje  c¡eK"s- 
l.isiimas  hahte  mi  lengua. 
No  escuchen  sino  lamentos 
mis  oídos  lastimosos 
¡Ay,  mi  Amón!  lAy.mi  heredero! 
Llore  tu  pndrc  con  Jacob  diciendo: 
tI  lijo,  una  liera  p^iiaja  le  ha  miicrlof 

Al'loB.      1'  de  Taniar  la  tiisU>rii  prod͡iiosa 
acaba  aquí  en  tragedla  lastimosa. 


COMEDIAS  DE  TIUSO  flR  MOLINA. — TOMO  1 


aS 


COMEDIA  FAMOSA 


DE  LA  FINGIDA  ARCADIA 


PERSONAS  QUE  HABLAN  EN  ELLA 


I.uCBEci*,  condesa. 
Ai.E)*NDitA,  dama. 
HoRTENSio,  vie/'o. 
Carlos,  caballero. 
PiszÓN,  lacayo. 
A[ji>£LA,  criada. 
Lahisa,  labradora. 


Don  Felii'E,  caballero, 
Feliciano,  caballero. 
Conrado,  Ídem.. 
Don  PtUBO,  idcm. 
Don  RoriKBio,  ídem. 
Un  cttiADo. 


JORNADA   PKIMKKA 


ESCENA  PRIMERA 

Saltn  I.UCHECH    y   Asi.fi. a.  criada. 

LlTBH.ClA. 

«Silvio,  á  una  blanca  curdiTilla  suya 
de  ■zeíoi  de  un  p  sior.  liru  el  caiadu 
con  ser  la  más  licrmusa  del  ganado. 
jOh  amorl  iqué  no  píxiiá  la  1'uer/a  tuya! 

Huyó  quejosa,  que  es  ra;;o[i  que  liuya 
¡labjéndola,  sin  culpa.  casiÍRaJu; 
lloró  el  pastor,  buseaiido  el  moiile  >  prado; 
que  es  justo  que  quien  dtl>e  resiituv.L. 

liailúla  una  pai^tora  en  esla  aírenla. 
y  al  lin  la  trajo  al  dueñu.  aunque  tirano, 
de  verle  arrepeiiliiiu,  enierneL¡d:i. 

Dióla  sal  el  pastor,  y  ella  comenta 
la  loma  de  la  misma  ingrata  maní), 
que  un  firme  amor  cualquier  agrai  io  olvida,» 
No  se  puiiii  dtcir  más; 
hasta  aquí  la  pluma  ik'f;a, 

An<.ela.    Pluma  de  l.ope  de  Vc^a 

la  fama  se  deja  airas. 
I.UCBEC.    il*ruilij;ioso  hombre!  jN'o  sé 

qué  diera  por  conoeelle! 

A  üspaña  liK-ra  pnr  \i\U-. 

si  á  ver  á  Salomón  fué 

la  celebrada  etiopisa. 


Anííela.   Compara  con  proporción 
que  no  es  l.ope,  Salomón. 

LucHEc.    Lo  que  su  l'ama  me  avisa, 
lo  que  en  sus  escritos  leo. 
lo  que  enriquece  su  tierra, 
lo  que  su  cspiriui  encierra, 
y  lo  que  velle  deseo, 
mi  cnmparacióti  c\cusa; 
y  k  él  le  lia  más  alal«nza, 
io  que  por  su  ingenio  alcanza 
que  á  esoiriisu  ciencia  inlusa. 
'l"an  aficionada  estij\ 
á  la  nación  española, 
que  porque  tu  fií  eres,  sola, 
conlijio  gustosa  estoy 
lo  mas  del  día. 

Amíela,  .Madrid 

es  mi  patria,  curte  difjna 
de  l'.spaña,  madre  beni{;na 
del  mundo. 

Lfci-EC.  ValUdolid 

dicen  que  es  cumpeiidora 
de  su  grandeza, 

Amíela.  Si  fuera 

si  el  clima  y  ciclo  tuviera 
que  á  .Madrjd  hacen  señora. 
Mas,  si  sus  parles  te  alc^o 
contestarás  que  es  mejor: 
paiua  es  Madr  d  del  amor, 
y  asi  esiá  lundada  en  tucgo. 
Á^ua  los  celos  la  han  dado, 
si  su  tuerza  hace  llorar. 


^^^^y           ^^^^p 

^^^^f                             ^^^ñ 

^^V          dr  rumien  tute  pnrd*n  dir 

f-nr.:     M«|ih- líMc  i-a*r>a((n                              ^^^H 

^^^H                                                JL     1.1    1^    .1L                          1   .,|U. 

A>«A|t.A.    Aqueilv  Hel /.  ..'r.iifoi*                             ^^^H 

^^B 

^^1                          ll<J' 

•/r  St<idré,t,  pnoieru  fl  uta                       ^^^^| 

^^^K           )>u  1  lOi'ta'iu  tTí  l'»ntuna. 

(le                                                                     ^^^^H 

^^H           íus  vcnitTOi  Ba^-o  y  Or«. 

Lrcauc.               .IterrtMto  IHbUlo                   ^^^H 

^^H           Dal«  en  olivos  Minerva 

que  k  un  tiempo  du  fruto  y  flor.        ^^^^H 

^^B           oru  puru  }  (-«ji-iusu, 

ANr,gi.A.   bi  divino.                                               ^^^H 

^^B           ^anaiiu.  el  munic,  ubtoso. 

LvcHKC.                   De  {usiícia,                         ^^^H 

^^H            tuiTKlius  fi  campo  y  bi«rba. 
^^B            [.*<.  musns  un  Alcalá 

lu  primero  á  t>ios  se  debe;                 ^^^^H 

por  no  quiere  que  hete                     ^^^^H 
.opc.  el  cielo,  su  primicia.                   ^^^^| 

^^H            qtic  lUciiat  Alvnat  pu<!do; 

^^^1             la  c•)ftC^il,  un  Tuledo 

Anrvla.  No  ha  esorin  él  niro  n)v|or.                 ^^^^| 

^^H            que  ilixc  ícenlo  nti. 
^^H            Sui  hLvhitits.  lu  heT'nosura, 

Luí  HKc.    Imiió,  (liKreiu,  en  él                             ^^^^^ 

i  la  ofrenda  que  hi/o  Abel                   ^^^^H 

^^H            iu\  h'iTiAiiv  el  valxi; 

SI  i'^aln  Mi  li>  ppor.                             ^^^^| 

^^H          tu  ininM.-tluiTii>fe.  el  amor: 

Amel*.   I^siaes  la  .•lnA'^''Cii  bella.                     ^^^H 

^^H            sus  miUtiros.  la  vmlur*: 

Lt;c«EC.  f^ívne  Arioiio  se  le  compara?             ^^^^| 

^^H            nuestra  religión  su  lev 

¡Vállenles  ociavas!                              ^^^H 

^^H           de  qu«'i  es  sc^um  iinne, 

Amuela.                                flariv                    ,^^^^H 

^^H           dus  munJirs  la  lUn  mi  curte. 

habilidad,  y  en  ella                            ^^^H 

^^H            la  cone  la  dn  «u  rey. 

la  iirautntea  compite                           ^^^^| 

^^H          tjoxadel  Huno  y  monlafla 

del  rayo  de  Iníiulaierra.                         ^^^^M 

^^^1            que  M)»  (írniínoi  inciuiei 

Lucas/:,  t-^scri^  en  la  par  la  guerra                ^^^^H 

^^B            y  en  (e  que  en  lodos  Inilujre 

lu  que  la  pluma  permite.                      ^^^^H 

^^^           valor,  es  centro  Je  K'sptña. 

AxAELA.  Mira  en  un  cuerpo  pequeño               ^^^^| 

■  Lvchtc.   Di  patna  ilustre  lainbrín 

■  de  Lope,  }'  ilirislü  t'jiio. 

^^^^P 

Lixnec.                    Ríen  le  sublimas.               ^^^^| 

B  Akcela,  Si  a  tu  (-usiu  tiic  acomodo 

Angela.   Este  se  llama  tas  KiiKiijt                       ^^^^^ 

1                    tío  es  ese  su  tneiur  bien. 

de                                                             ^^^^1 

■  i.i  CKEC.  Yo.  despulís  acá.  que  e5ioy 

LuCRKC.                   Son  comu  el  dueño:               ^^^^| 

ft                  en  el  c!.paAuI  idiu<n« 

¡qué  canciones,  que  v)nij|os.                ^^^^H 

■                 cjerciuida,  si  i  Roma 

qué  éKioiuf,  que  elL-(>lasl                       ^^^^H 

^^_.             á  Tulio  por  pidre  do* 

i. as  ni)ch.-%  gHiio      Icis  días                  ^^^^H 

^^B           de  la  l^ilina  elocuencia, 

en  mediur  hus  conceíOK.                       ^^^^H 

^^B            y  al  Q4icji<;<jio  en  la  lustana, 

¡St  vinera  (iaicilaso                               ^^^^H 

^^^K            a  l.npc  en  lacaiieilatia 

cclebriralc  mes  bien!...                         ^^^^| 

^^^B           no  le  hallo  competencia. 

Anobl*.  tvsiB  es  la  ^eriiM/i^n.                           ^^^^H 

^^H            MAit  de  un  desapasiona  Jo 

Lt;caEC.   Nu  la  itUila  l.i  dclTaso,                    ^^^H 

^^H            me  h'i  dictio  de  cu  nación 

Mira  sus  octavas                                    ^^^^H 

^^H          que  en  la  pmsit.  á  Cicerún, 

■je  scntcnriAt  >  d^KlrínaS;                     ^^^^| 

^^V           estilo  y  graci*  lia  imitado, 
^^H            y  á  OkiJluen  la  sua>idiul 

sabm  en  las  letras  divinas.                    ^^^^| 

pues  t>n  escribe  verso  apenas                ^^^^H 

^^H            y  lisura  de  sus  versos 

sin  allegar  un  autor,                              ^^^^| 

^^H            sonoros,  limpiov  y  lertot. 

y  hallanit  en  cualquier  parte               ^^^^^ 

^^^P          coniÍrm»iiil<i  etta  lerdail 

la^  vei*s  de  Marte,                       ^^^^H 

^^^^            ton  lu  que  en  *iis  |ihrv*s  halto. 

meictadas  bufas  de  amor.                  ^^^^H 

■  AxoKLA.  Si  i\  v\t  U\ur  oyera 

1                    ique  bien  le  coi  respondió  a  I 

Axiiit.A,   AqueiTee»cWVi-iff,'riii'>.                      ^^^^H 

Li  caec.    iMás  lu  e^  quien  lo  escribió.                 ^^^^H 

■                  ¡qu^  Ivieu  cupiera  esiiinsltol 

A.i(>Rt.A.  Outf  bien  fatias  enmendó,                    ^^^^H 
siguiendo  el  mismo  camino                  ^^^^H 

■  LucMCC.  ,f  Agradece* 

■  Ahúsla.  '                   Aunque  hay  alguno 

deaquet  l.u¿inAn  y  .\rl>"rea.               ^^^^^ 

■                    que  apasionado  lo  mojta. 

Stlviin  Je  divniuriii                     ^^^^H 

1                    es  tan  ríriil  esta  i-rna 

por  l.iipe  (  uedar  eicuras.                    ^^^^H 
Liicnsc.   \Kfüé  bien   us  Aums  empina                 ^^^^| 

^^^           que  pjita  ciento  por  uno. 
^^■c            Perú  «'quí  p  ensat  hacer 
HH^           con  uniiK  libiut  aquk? 

que  mcfciadoi  en  H  vaiil                      ^^^^H 

^ué  clcttantes.  qui-  li'oados!                ^^^^^ 

TuCHBC.  Todoi  vin  *\¡\o\,  y  a«l. 

Akokla.  y  mal  bien  acoin<d4d'>s                     ^^^^^ 

ya  que  no  le  puedu  re'. 

que  lotquc  me/clo  l.uimán.              ^^^^H 

mientras  it'i^'o  bien  l»«  tatos 

LosiMtiorrs  dt  littin                         ^^^^H 
son                                                     ^^^^H 

que  recreo  en  su  lección. 

Si  los  lib'-'S  su>>is  son 

LucaRC.                     Si  labrador                           ^^^H 

veré  á  Lope  en  sus  rotratot. 

fu¿  cnn  Isidro,  paiior                        ^^^^H 

'Ai<(>Kt.A.  t'un  tanto  lihro.  p.trecr 

sabe  Lope  ser  también.                        ^^^^^| 

estudio  4ste  y  no  ¡«rdln. 

Anobi.a.  Itetuclli'i  (illiincico*                              ^^^^H 

(*l«iir*.j 

en  su  moceiltd  cantados.                     ^^^^H 
y  agora  en  B«Mn  honradoi                ^^^^^ 

^V         43q                                       dr  la  imngida  arcahu                                      ^^^H 

^^^^K              mire  amorosos  pellicos. 

loco  por  caballerías                       ^H 

^^^^F                Todu  i-jiai  sun  comedias. 

le  prometía  en  breves  diai       ^^^| 

W            l.i'cur.c.  Dícim»  iéplima  parte 

hacer  leRÍtimo  esposo              ^^^H 
de  otra  dama,  que,  perdida     ^^^H 

ft                            ha  impreso. 

I             A.S4M.A.                     No  hay  quD  ospantAfte, 

por  quimeras  pssiorilts,          ^^^H 

■                            que  aún  cms  no  son  Ib&  modiai 

entre  Dianas  y  Oilcs                  ^^^1 

9                            queücocMcriías. 

rematase  seso  y  vida.               ^^^| 

1.UCHK4:.                                Puffi  ¿cuintus 

^^^H 

ha  compuc»o? 

^^^^1 

,             Akaela.                           Novecientas. 

ESCENA  II                 ^^H 

1             l.iTcacc.  Si  los  aftos  DO  le  aumentas 

Satm  «anfititiTo  i>o<i  Fx-irc.  4t ¡r^ttar!^^^^^ 

í,                               jdóndc  hay  vida  para  lamas? 
L              Ahcbla.   Esta  a  verdad  conocida 

y  ALiJAKiiHA..r'inid,  l.jiiKi,  latraáora,  y  eanl^^l 

^^H 

1                           en  Kspuña. 

^^_       LvcuKC.                    Volé  diera 

1*0008.     «Alma  perseguida                          ^M 
romped  la  cadena:                   ^^^H 

^^B                        por  cada  una,  si  pudiera, 
^^r                      Angela,  un  año  de  vtda. 

que  tan           vida                   ^^^H 

para  nada  es  buena.                  ^^^H 
Uko.         Pesares  amigos.                       ^^^1 

f             Akúbua.  a  novecientos  llegara 

1                             tiendo  otro  Maiusal^i, 

haced  como  tales                      ^^^H 

Lur.ncc.  L'n  el  se  IfgrirHn  bien. 
Aniikl*.   En  me  úliimo  repara 

auc  os  har£  lesií^tos                  ^^^^| 
de  mayores  males.                    ^^^H 

que  es  la  Filomena. 

Otro.       Falsas  alegrías,                          ^^^H 

Luce  ve.                                 Canta 

vanas  esperanzas;                   ^^^H 

Lope  aquí,  por  Filomena, 

Btiora  SOIS  mías                       ^^^H 

de  suerte  que  ya  es  sirena 

porque  sois  mudanzas.           ^^^H 
Umo.         Si  el  amor  se  olvida                  ^^^^| 

si  ave  fué,  pues  nos  encanta. 

Pero,  para  echar  e!  reíto 

acallad  mi  pena.                        ^^^^| 

al  nombre  que  le  hace  claro 

Tonos.      Que  tan  triste  vida                    ^^^H 

y  afrentar  ai  Sanuzaro 

para  nada  es  buena.                  ^^^H 

^^^^.                 en  lii  Artudid  que  ha  compuesto. 

Vita.         ¡Ay  1  mis  «tos  tristes                  ^^^H 

^^^^H                metafóricos  amores 

no' sintáis                                ^^^H 

^^^^H                en  otra  Arcadia 

pues  mirat  supiMes                 ^^^H 

^^^^H                üus  sutilezas  admira. 

sabcdlo  pagar.                           ^^^H 

^^^^H               ten  envidia  ¡t  sus  pastores. 

Otbo.       Quien  me  mala  muera;            ^^^H 

^^^^H               (¿ue  )o.  creyendo  ^i»  piso 

vergacn/a  liudeser;                 ^^^H 

^^^^H               máf),-enes  de  su  (Crnnanio, 

pero  más  lo  fuera                   ^^^H 

^^^^B                si,  con  Bclisaida  canto. 

dejarlo  de  hacer.                     ^^^H 

^^^^^B                lloro  celos  con  Anfríso. 

Uno.        No  viva  añieida                       ^^^H 

^^^^^1              No  s£  divctiir  los  ojos 

quien  celosa  pena.                   ^^^H 
Todos.     Que  tan  mala  ^  ida                    ^^^^| 

^^^^H              de  sus  versus  y  sus  prosas, 

^^^^H              de  sus  quejas  sentenciosas, 
^^^^H               de  sus  diitcrvlos  enojos. 

para  nada  es  buena.*              ^^^H 
LucBBC.  Tan  bien  venido  seáis             ^^^H 

^^^^H                De  día  ocupa  mí  mano. 

como  la  canción  a  buena.       ^^^| 

^^^^^B                de  noche  mí  cabecera. 

l.ope  sus  versos  orJena:                 ^H 

^^^^^1                 ¡Av  quien  transformar  pudiera 

á  su  Arcadia  los  huriiisi          ^^^H 

^^^^^m                 viiiu  y  traje  cortesiino! 

para  darme  kumo  á  tnl            ^^^H 

^^^^K               V.n      comuniCHcióa 

no  hallaréis  lisonja  igual.        ^^^H 

^^^^B                de  sus  l.eonisas.  Anardas, 

Ai-KMND.  Vn  en  la  Arcotiia  p.isloral              ^H 

^^^^H               Amarilis,  Bciisardas. 

el  Pú  se  vuelve  por  ii:              ^^^M 

^^^^H               ¡quién  O)  era  á  un  Galafri^n, 

oue  puesioquceresCondesa   ^^^^ 
1»  Valencia  del  Ví>.  has  dadu  ^^^H 

^^^^H               un  MenaJca.  un  Enareio, 

^^^^H                un  Brasildo,  nn  Locciano, 

en  ennoblecer  el  prado            ^^^H 

^^^^^B                 uti  rüsiico  cortesano. 

que  con  tu  vista  mieresa.         ^^^^| 

^^^^H                 un  Celio,  un  Lauro  discrciol 

Nueva  pnmavcra  y  llores          ^^^H 

^^^H                 jnh.  si  el  IM.  que  nuestra  quima 

y  dejando  la  ciudad                   ^^^^| 

^^^^B                 ricKa  y  teriíli^a  tanto. 

en  aquesta  soledad                    ^^^^| 

^^^^H                 trcícindosc  en  l-irimanto 

(toxan  ttngidos  pasloreí,          ^^^H 

^^^^H               la  Arcadia  que  l.opc  pinta 

que  en  libros  de  Kvpaña  miras^^^H 

^^^^H               k  Lombardia  pasara...! 

lo  que  i  tantov  potenladoi              ^M 

^^^^^B                 ¡Oh.  quií'ri  He li sarda' fuera! 

cauta  celos  y  cuidados.                   ^M 

^^^^^P                ¡Ou'ín  á  u.'i  AnfriMi  quisiera 

LtiCMKC.    De  coilcrsanns  mentiras                    ^H 

^^^^^                 yla^  Utimpo  desdeñara! 
^^M      Akcrla.  Si  en  deseos  semejantes 

huyo,  .Mejandra;  no  crto                ^M 

encarecí  mi  en  los  locos                       ^M 

^^^^_^              te  desvaneces,  señora. 

mits  cienos,  ctunio  más  pocot;     ^H 

^^^^B              notable  falta  hace  acora 

amores  hi<ne>ios  leo                       ^M 

^^^^H              en  nuestra  España  Cervantes; 

que  ni  pueden  engaitarme               ^M 

^^^^M              t^MB,  á  SU  manchctto  hazañoso 

con  su  sab*a  scncills<,                 ^M 

■ 

^^^^^^^^^^ 

I'RIUCKA                 ^^^^^               4^7                ^1 

^^B 

ni  con  lisonju.  lal  \n 

(■rSClíNA  iri                               ^M 

^^^1 

■cnuaJinne,  ni  obligarme. 
'uDiidd  me  cansan  los  cierro. 

Satt  lloaianK».  ritfa.                                  ^^| 

^^^^H 

^^^H 

^^^B 

cuando  me  alenran  Iok  abro, 

HoR-rrs.  Lucrecia,  por  tu  respeto,                            ^^M 

^^^H 

en  elloi  fiTmtm  labro 

después  que  te  desvaneces                        ^^^| 

^^^1 

ya  diamantes,  si  anta  hierroi 

i  estas  selvas  retirada,                           ^^^^H 

^^^H 

sobro  CUSIOS  no  hay  dtspuu, 

en  libros  de  poco  fruto,                        ^^^^| 

^^^^ 

déjame  con  mi  opiniúii. 

de  tu  ociosidad  tributo,                         ^^H 

1       FCLIfE. 

Gn  ella  cobran  saxón 

paso  una  vida  cansada.                              ^^H 
Soy  tu  tio.  y  en  tu  estado                      ^^^H 

^L 

rio  y  monic.  rtor  y  fruía. 

^^ 

Honre,  »cAora  Condcía, 

me  has  hecho  Kol^ernador;                     ^^^H 

^^^^H 

nuesitos  cimpos,  pnia  i  tal: 

lidmame  padre  tu  amor:                        ^^^^| 

^^^1 

persoDSt  viMe  el  sayal. 
Tal  vcí  en  la  mejor  m«&a. 

como  lal,  me  da  cuidado,                           ^^| 

^^^^K 

el  poco  con  que  ic  veo                               ^^H 

^^^^B 

entre  el  pavo  y  l'rnncolín, 

de  lo  que  te  está  más  bien.                       ^^M 

^^^H 

sabe  bien  el  %alpxón; 

Tus  vasallos  que  te  ven                              ^^M 

^^^H 

gente  lo»  paMores  ion. 

incasable,  con  deseo                                ^^M 

^^^^M 

amor  nació  en  su  jardin. 

de  que  les  des  un  seAor                            ^^M 

^^^H 

En  las  corles  vive  el  rlcio. 

i  tus  niíritos  igual,                                           1 

^^^m 

r  en  el  campo  el  desengaño; 
la  scncilki  viste  paño 

justamente  llevan  mal                                 ^J 

^^^^m 

deque  malogres  en  nor,                             ^^H 

^^^M 

si  scdis  el  artificio: 

sin  fruto  tus  verdes  aAos                          ^^M 

^^^B 

sepa,  señora,  de  lodo; 

lan  dignus  de  apetecer;                                ^^M 
el  gobierno  en  a  mujer                           ^^M 

^^^P 

buena  Pascua  te  dé  tüos. 

^nfCCREC 

Misos  precio  Tirso,  á  vos. 

es  violento,  v  causa  engafios.                    ^^M 

1 

cuAndo  me  habláis  do  ese  modo, 

Dale  dliei^u  A  tus  estados                            ^^M 

H 

i^ue  cuantos  l.i  cofie  cria, 
F.n  sus  doseles  nací. 

Que  envidian  á  I.oinbardia                          ^^H 
a  quien  te  sirve,  un  buen  dia,                    ^^H 

H^ 

^^^_ 

ilu:ilre  sangie  adquirí. 

V  treguas  á  mis  cuidados.                            ^^| 
beja  libros  l'abulti%os.                                 ^^M 

^^^H 

luda  esta  comarca  es  mU: 

^^^H 

lisonjas  s¿  de  palacio, 

quintas,  bosques,  soledades.                  ^^^H 
LtJCRBc.  Basta.  qi;e  aunque  persuades               ^^^H 

^^^K 

verdades  quiero  saber. 

^^^^r 

aprisa  vive  el  puder, 
vivir  quiero  aquí  despacio. 

con  afectos  amorosos,                         ^^^H 

V 

primero  es  el  aprender                             ^^H 

■    PtUPÍ. 

Yo  s£  de  ciertt>  señor, 

tío,  aue  el  cierciiar.                                  ^^M 
En  linios  aprendo  á  amar;                         ^^M 

H 

harto  regalado  y  tierno 

^L^^ 

□ue,  acostándose  el  invierno, 
aespuésqueel  calentador 

en  sabiendo  bien  querer,                        ^^H 

^^^L 

dard  á  mis  vasallos  ¡{usto                    ^^^H 

^^^H 

la  cama  le  sazonaba. 

y  a  tu  consejo  atención;                      ^^^H 

^^^^F 

sclctaniaba  en  camisa, 

porque,  sin  inclinación                              ^^H 

^^^^ 

y  dando  causa  i  la  risa 

ya  lú  sabes  que  no  es  justo.                        ^^H 

^^H 

desnudo  se  rascaba. 
Hurlábase  de  él  su  ucnie, 
y  ju7.|;abA  i  desvario 

IIOBTiN.  Muy  gentil  Ikma  es  la  luya                        ^^M 

^^^H 

para  los  muchos  amantes,                          ^^M 

^^^B 

aue  juzgan  siglos  instantes,                      ^^M 

deseando  queconcluya                                ^^M 

^^^H 

que  tiritase  de  frió 

^^^H 

y  dicte  diente  con  diente, 

el  amor  sus  pretensiones.                            ^^H 

^^^^1 

quien  abrigarse  podia; 

LiXHÉc.  Qué,  ,;lBnioS  sunpor  tu  vida?                     ^^M 

^^^m 

mis  6\,  dcspuís  de  haber  dado 

HoHTtiN.  ^Nolosabesr'                                          ^^^H 

^^^H 

sus  paseos,  casi  helado. 

LicHEC.                         Se  me  olvida.                     !^^^H 

^^^B 

á  la  cama  se  volvía, 

HoATEN.  Dos  condes  y  seis  barones,                   ^^^H 

^^^H 

diciendo:  para  estimar 

un  duque  y  cuatro  marqueses.              ^^^H 

^^^H 

el  calor  que  agora  adquiera 

{Caballeros?  ¡No  hay  contallosl           d^^^H 

^^^^p 

es  necesario  primero 

LucaBC.  íii  he  de  escoger  y  esiíniallos,              ^^^^| 

^^^H 

el  frió  cxpcrimeniar. 

fuerza  será  que  confieses                       ^^^^H 

^^^B 

Ya  que  su  excelencia  sabe 

que  para  hacer  ck'cción.                                     1 

^^^^r 

tanto  de  corte  y  grandeza, 

algún  tiempo  es  menester,                           M 

^^^B 

pruebe  oqui,  vuestra  Ilanct* 

Mi  esposo  no  ha  de  tener                             ^^M 

^^^^1 

m.íi  humana  y  menos  grave; 

ni  falla,  ni  impcrfeccit'iR;                          ^^M 

^^^^m 

y  sabrile  allá  mis  bien 

muchas  he  considerado                               ^^M 

^^^K 

el  trato  y  soberbia  real. 

en  los  que  su  amor  me  ofrecen,                 ^^M 

^^^■^ 

que  quien  no  ha  probado  el  mal 

que,  en  mi  opinión,  desmerecen            .^^^^1 

H 

poco,  d  nada,  estima  el  bien. 
Pastor  de  Arcadia  pareces 

mi  gusto,  si  nu  mi  eMado.                      '^^^^I 

■     LUCREC 

De  todos  lenKo  una  lista                          ^^^H 

1 

scgijn  estás  hoy  discreto. 

que,  SI  vuelves  ifHt  tarde                             ^^M 
ic  harán  un  copioso  alarde:                      ^^M 
pasa  por  ellos  ia  vista.                             ^^M 

H^ 

1 

y  ti  de  alguno  supieres                             ^^H 

^           438                       ^       tíK  LA  nsOlDA  AKCADIA                                      ^^^^^| 

^^^K 

it  la  '«Icti .  dió  un  pa»i»r,  ^^^^^^B 

^^^■V                                                  bodat. 

uo  rnnvdidrimo  á  \\i  reina,      ^^^^| 

^^^^^^lOKTKH.    Mrii                                     IldiCrS 

liei  L                                           ^^^^H 

^^H                               un  . 

tie~i                       1                       ^^^^1 

^^^t                     ¿diinilt  1'  ¡.>¡<.'[l^iL'>  ;iHlur 

á  Esp.ifu  i>[U'>  vnniidói,         ^^^^| 

^^B                     sin 

ni'l  k'"''*^  '  ^u  alaban/a                ^H 

^^H      Lucatc.                 Y'<  -           1;  amar 

V  A  niovllo  «i|(l<>  un  Nc*lor.             ^H 
Con  íi  nsulicá  Vc'i.eli,                   ^^1 

^^H                     A  iiuiai)  In                   qukru. 

^H                              N          r  ■  1 

t  di'spiiés  en  la  ft'.'jión            ^^^^| 
de  U  VAíielina.  pude                 ^^^H 

^^H       Alkianu. 

^^^^^^ 

^^^^^1 

^^^^■l 

^^H 

^^^^^^B 

^^^H 

^^^^^H                 y  SI  tuvci  dc>.'«:ii,rii  lie 

mi  examinaua  en  palabras,            ^^| 

^^^^H               >e  t;*urdi  en  pupol 

Riuneda  vi)  de  veilún,                      ^H 

^                       vcnf¡jiutD  á  lus  quo  despides. 

sfnu  en  ubra^.  que  librarun            ^H 
tuí  qiiildit)&  ai  Uvur                   ^^^H 

^^H       LvCRBC.   ^(>UK'<<n  ciu  ilaimc  pcs^r^ 

^^B       HoKTKN.  O  muda  üi-  p^tvcw 

que  esiab.-nan  bciieiicios         ^^^^| 

cadi't'^is  di-  obliitHCAin.              ^^^^| 

^^H                      ü  no  iv  espero  cavitr,  >r<M(.) 

Vcnimi-üdcnle  MIán                ^^^H 

^^H       AutlAtNO,  Pun  gutUt  queilnrie  wla 

haita  Vaient-iüilrl  Pó.              ^^^^| 

^^^                       1:011  tut  liliroi,  priiri*,  14IÍÓ&.  yvau,} 

lie  quien  un  ll»nui<.  cundcva.'  ^^^H 

B              LucaEC.  (,)ii(\lá><s  nqui,   Ciimi,  v«s. 

cuandii  (ifíw  M,i>i>  MfíM.                   ^H 

^^K                          que  tk  la  ¿icailia  cspuñuU 

Vuestro  (lotnbce.  que  en  Italia        ^H 

^^B                         n«  peqiitna  parle  i>:í  cabo. 

Mr  posible  publico                           ^H 

^^B       l.AnisA.    OlivnJu  J  loca  >ii«  va 

el  h^llatM  en  un  sujeio            ^^^^| 

V                           nu»Ua  coixkiB. 

fa  hermosura  v  divccctón,      ^^^^| 
nii%  iraio  A  veros,  quedaDao»  ^^^^| 

^^       Mim.                                   ÜlonU; 

^H                      A  unoduc  y  utto  «abe.  (V«*<r«iM,) 

Cita  ^  ci,  corla  con  11»                    ^H 

la  lama.  ;  no  la  benno^ura,    ^^^H 

pueí  sois  >u  ena^ccoción.         ^^^H 
LitiCi'al  noa  inteíatiet               ^^^^^ 

^^^1                                         IV 

^^^^^B                    l,iK*<ci*  }■  noa  fiuric. 

ra  en  saraos,  dt^nJe  amor         ^^^^| 
Mi  el  iiiacslf»  de  danur          ^^^H 

^^^^^f^üUPK.     Seis  mtfve*  ha.  ptcnda  inluí 

y  su  discípulo  yo;                     ^^^H 

K                               que  <ti%(iiiMdu  por  VU&, 

ya  en  banquetea  donde  pudú       ^H 

^^^                       irui-cu  &cJas  vil  layak;^, 

ÍKuaiar  la  osuntacktn,               ^^^H 

^^^^                       jmcuniúcl'oiii  dv  amotl 
^^^^^H                blúiiicpur  pntiiit  k  ValuDuia 

ri<iue>a,      ari  ficio,               ^^^H 

la  abundjni'ic.  á  la  uión.       ^^^^| 

^^^^^^                              en  cuy*  rcKx^n 

l.iit  propi^ivUis  ludamos           ^^^^| 
una  nuche  enire  U  flot             ^^^H 

^^^^^B               ciun.Iu  ha>  Kucna  leinn  .\bric, 

^^^^^1               cuanikk  ha>  p«z,  cUwtfxl'"^- 

de  L-Mu  qu  ntj,  que  ■]  dio*  ntAo     ^H 

^^^^^H              PcrdUl'-  r  '1      i>riinvrii, 

cria  abciJ.  <>    .i'.pul  nn;                            ^H 

^^^^^H 

mi  veniui .'                tl.cha                ^H 

^^^^H                                       iipjiiria. 

osdí''i  asicr           ,  M>  du&:      ^^^H 

^^^^^f                 porque  «ivTiipic        citkck'i 

mi  )wncr«l.  ci  dcieclio;              ^^^H 

^^^^B                 ttaipUniuda  en  uiros  rcinot 

r<>,  el  Udo  dvl  cumian.            ^^^H 
Knirc  libre,  sali  enicrmo.                ^H 

^^^^B                hazuñas  (luciiUcOi 

^^^^^H                que  00  licnc.  doiuk  nace 

quema  el  fur^o,  C)C|(a  el  sol:          ^H 

^^^^^H                            (aniu 

|>*)iUL- incendios,  llore  vn>|aAos        ^H 

^^^^1              Vine  á  MiUn.  pu^ade  armu. 

quien  lan  cercu  se  lle)|ó.             ^^^| 
CiiAniHs  ve^ts  al  oldu                 ^^^^| 

^^^^H                de  Alemania  munk:W>n, 

^^^^^H                en  que  Mmie  viilCikCuru 

os  hablaba,  bien  ü  yo               ^^^H 

^^^^^H                (elat  y  brMCiuKi 

li>  i)ue  aljiunba  conceptos        ^^^H 
por  guiar  de  aquel  i»\  or;                ^H 
despiupOiiiusdcl  juettOi            ^^^H 

^^^^H                i  la  Kii*-'ira  del  f  laitiunw 

^^^^^V                  voló  la  fama 

^^^^^B                 cubrirodo  hA/4fl<&<tc  pluinai 

aunque  die'un  ucaslón              ^^^^| 

^^^^H                r  nobk/.>s  de  upunt^n, 
^^^^^B                 llHliine  el  ijfan  duque  do  Feria, 

la                                               ^^^^^1 

^^^^^m               mlljin^t  ^■,'b«rn4di>r. 

^^^^v                  Ui>u  tropa  tlv  oballo^ 

y  Ul  te/  diNcreí*  vos,                ^^^^| 

^^^^^L                debajo  la  pi<ilM:kii>n 

inudAbrtdn  Mi<t  palabratj     1     ^^^^| 

^^^^B              de  aquel  l'iinvniuUnticlo, 

■1  paso  que  la                             ^^^H 

^^^^^1               valerovo  vu<.cirt>r 

Peidi  )  gané  vi  «t.i^arso           ^^^H 

^^^^^H              de  aquel  paU'c  tk  (a  pairta. 

el  jue^"  y  coni'                        ^^^H 

^^^^^H               de  aduti  \uiii.i,  aquel  <.ial<in, 
^^^^H             que  iniiiuaDOo  canas 

(tsné  el  ser  líe  1 '                              ^^^^| 

pcidi  si  MÍO,  que  uitjwr          ^^^^| 

^^^^V                                                        JORNADA 

ritiMeiu                                       4)9 

^^^B         bko  sibéit  vm,  prenda  mta. 

Ifeite  Rema  un  «spaAol. 

^^^H          quu  tlixiítivnik'  el  t:iliir 

LVCRHC.   lardincni  de  mi»  ojos. 

^^^H           cimnilo  I'jUov  icKÍ^lfibaii 

imperto  de  mi  albñlrio. 

^^^H           ya  la  fuente,  ya  li  llor; 

dueño  de  mis  peniamicnio!, 

^^^K          iiibufial  Ji.-  mis  iJvsvelos, 

esfera  de  mis  lentidos. 

^^^B          aquel  «eritc  cenador. 

rcualo  de  mi  memoria, 

sol  que  adoro,  Itiü  que  ntiro, 

^^^V           que  en  el  plcilo  de  mis  ansias 

^^^V           MnlenciaMcs  i:onir«  vus; 

ique  00  sC  decir  terneras. 

^^^1            a)trail(\:icla  y  |>iai,lij&a 

si  no  se  las  hurlo  i  Anftiso). 

^^^1            «dmiíJMct  mi  alicti^n, 

i  dar  fondo  los  quilates 

^^H            comu  eqtiivoct»  (egnlM 

de  tu  amor,  la  fe  que  al  mío, 

^^^B           con  recipr«cu  favor: 

horas  Mamarii^  l.-.  ir<>\. 

^^^H           el  ciitiliil  »eia  leMiijO 

11  llamas  lu>                  .01, 

^^^B          U«e^U  nunoqucHclló        (M><tria.) 

jDiUciunesc  i.  1 

Caro  vendes  ú  amas  tibio: 

^^^B           en  mn  labios  el  set:[Uo 

^^^m          ()ue  consi-f  va  el  cuf  n/óii. 
^^H            Salí  iJcf  iar<liii  confuso: 

pues  enfermo  esti  c|  amor, 

que  se  Cííisa  en  el  camino. 

^^^1            si  vcnciJu.  vencedor; 

iunaitdo  cmpc74Sie  A  amar, 

^^^B            si  anvanlc,  corinponilido; 

y  como  Uhur  no  has  sido. 

^^^B            si  con  deudjs,  acrci-dor. 

cnnsisieie,  no  me  espanto. 

^^H           Lle)(>^  el  dls  de  ausentarnoN, 

que  ev.  Felipe,  tu  amor  niño. 

^^H            Ijnuche  .lifera  mejorV), 

I.OS  propósitos  tU|{amos, 

^^^B            iluípcdimunfxt  curUMS, 

y  Son  tan  tirmct  \.n  mfos 

^^H            i\  comento,  liUle  yo: 

en  materia  de  quererle. 

^^H            pero  upeiias  cuaír»  millas, 

que  por  adorarii.-  olvido 

^^^H            en  U  tircve  Jilación 

los  mulos  que  pretenden, 
con  derecho  m  s  antiguo. 

^^^f          de  vviviitjitie'm-isa  presencia, 

^^^r           <iqué  ¡i'-g.A  me  pareció!). 

usurparte  el  que  t<  doy 

^^^B            anduvimos,  cuanj»  vi  alrn>, 

d<  esposo  y  ducAti  quocido. 
Sobre  piilobfas  se  )ue|;a. 

^^^B          como  CItcic  iras  el  m>I, 

^^^B           A  la  luz  de  vueslrn  rima 

el  trW  I"  tenno  rico. 

^^^B           los  posos  reirocedió. 

no  te  letames  un  presto: 

^^^H           f-'io¿i  con  miliencral 

cédulas,  mi  bien,  le  lít'ro. 

^^^H           que  al  parlit  se  me  olvidó 

que  no  aon,  ánix.  quebradas, 

^^H           una  joya  en  vuestra  casa 

pui-s  pait*  i  pUxo  cumplido 
el  |uex  n>ible  cuando  pierde, 

^^^B            de  no  poca  etliiiiMtón. 

^^^B            iJije  hien,  puex  en  rehenct 

por  palabra  ú  por  eKfitO. 

^^^B            «1  ulinn  se  me  qucdi'i; 

SJ  cultivando  espcrannas 

^^^1            en  umpeüos  la  cspirania; 

vives,  labrador  lí neldo. 

^^^K            la  libertad  en  pris'i^n. 

yo  Tunib^^K.  p[>rquo  te  adoro. 

^^^1           I>i  la  >  uclia  i  vuestra  quinta, 

corles  dejo  y  qiiirttas  vivo. 

^^^H             tí"i(t3^  <^on  qut  príu.  vos. 

^Qué  Celos  tus  Dores  hielan? 

^^^B            SI  las  alas  que  amor  lleva 

^^Qui  muda nf as  ú  drsvh» 

^^H           no  son  plumas,  llamas  ton! 
^^H             Disfrazóme  m  vlU,  en  fin. 

el  Iruio  le  ili-,j/iin*n, 

que  ya  un  .                  i\  viM4? 

Tu»  Cípeiilii.M     ■  1  .i:_'. 

^^^B              t\  sayal  de  labrador; 

^^^B            umuf  tiembro,  cojii  celos, 
^^^B            iruto  espero,  no  Jais  llor. 

porque  teiMi  los  peligros 

qne  te  amenazan,  si  de  ellos 

^^^B            Scii  inein  ha.  mi  l.u<:r»cí«, 

cautelosa  no  ic  libro. 

^^^B            que,  como  mal  pa^aduf. 

I'odetosus  p  reír ndi<^ tes. 

^^^B            cntrctietiea  espt-rjnEas 

,iq(ié  han  de  hacor,  si  ven  que  ellio 

^^H            una     otra  dilicrú-.: 

en  su  ofensa  á  un  cspaAol 

^^^B           en  el  tampo.  diif  ño  mío, 
^^^B             no  hay  labran/a  sm  temor; 

hasta  el  nombre  aborn^ido? 

Inscribamos,  pues  te  ampara. 

^^H             no  hay  coseelia  un  recelos; 

curo  ámame,  el  Duque  invicto 

^^H      \       sin  Iritiajo  rto  hji«  sn/ón. 

de  l-'erii.  rH>rqov  á  su  nombra 

^^^B             Pero  «qii<í  b»  de  liucer  quien  mira 

no  le  ofendan  enemigos: 

^^^B             que  malogran  mi  labor 

y  «mreíanio  encaña  el  tiempo. 

^^^B             lanío  «mame  p'cicndienie 

pues  sustenun  á  amor  ntAo 

^^^B             de  quien  v>y  compel'dur? 

slimeniús  de  Mpeíaníss 

^^^r             Soy  entraño,  propios  ellos. 

ouc  vo.  por  dallas  alitlo, 
iK  dia,  cuando  et  recato 

^m             ti   poderoxa  la  acción, 

^^^             varVabk  la  fonuna. 

no  me  deja  hablar  conliftu. 

^^^fl             c'lo>  ricos,  miiicr  vos. 

({■St'i  ul  Dempii  en  aprender 

^^^B            Ú  mai*ilmr  ó  ^l■llme  vida; 

c6ino  Bm4rte.  en  esins  libfoa; 

^^^B             que  ni  vu  Tini«l.>  S'iy, 

tas  m>cttv\  rociiEriLloras 

^^^^^     Qt  para' esperan»»  lar)tas 

de  enamorados  dcliWh 

440 


DE  L\  FINCIOA  AnCAHIA 


lo  que  (->tudin  con  el  &0I 
i  la  luna  to  repito: 
Ucspui's  que  pasiof  le  veo 
tan  paMorjL  el  alma  ilnjo, 
ifuc  me  juzgo  Rcli^irda 
>■  le  considero  AnftiíO; 
si,  como  ti,  soNpcchas  tiene», 
ni  hay  compeienci»*  de  Olimpo, 
ni  taetias  ae  (Uurinardo, 
ni  venlurai  de  (iulicio. 
Triunla  diclioi-u  d«  iodos, 
que.  ni  vuelve  airi&cl  tio, 
nr  rcirocixlcn  Un  Cielos, 
ni  so  muda  al  vicnio  e)  ñsco, 
ni  yo,  que  los  avenlajo, 
>'  en  ¡8  eternidad  dedico 
irofcot  de  mi  constancia, 
mientra»  en  lirm»!*  imito 
bronce:^,  acero»,  diamantes, 
íiü\,  esferas,  tiempos,  rio», 
robles,  cedros,  Idiira^,  palmas, 
muros,  montes,  peñas,  riscos.,. 
Si  amarte  Unto, 

mitcnme  celos  v  on  ausencia  olvido. 
rcLiPK.     Si  deseos  dilatados 

hallan  en  ti  tal  alivio, 
¡dulce  dueño  de  mis  ojosl 

Soco  tiempo  he  padecido, 
lis  valen  las  esperanzas 
que  en  ti  logro,  los  suspiros 
que  en  ti  alegro,  Ins  sospechas 
que  en  tí  aseguradas  miro, 
que  las  posesiones  de  olroí. 
Libera!  pajeas  servictoii, 
piadosa,  remedias  penas, 

firódiüa,  haces  beneiicios. 
njusias  mis  quejas  fueron: 
iptfdón,  humilde  te  pido! 
Jacob  soy,  mi  Raquel  eres, 
su  amor  y  paciencia  imiio; 
DO  trocare  acsdc  hoy  mis 
CUOt  jardines  Cusios, 
ettm  dichosos  sa)  ates, 
estas  fuenlct,  este  rio, 
por  la  silla  del  imperio, 
por  los  tesoros  del  indio, 
por  las  telat  de  Milin. 
por  las  púrpura»  de  Tiro. 
Pastor  soy.  no  soy  soldado, 
gatas  dejo,  armas  olvido; 
sólo  á  Bclisarda  aduio 
que  me  iransfortna  en  Anfriso. 


BSCENA   V 

Sal*  Aaiiau. 

ANOit^.  Cansando  están  esas  puertas 
competidores  molijos, 
por  saber  resoluciones 
(le  su  amor  desvanecido. 
Aqui  está  el  duaue  Alejandro, 
los  marqueses  hedenco 
V  Pompeyo,  los  dos  conde» 
Marco  Antonio  y  Julio  (irsino. 
Despídelos  de  una  vex, 
ó  da  la  mano  al  mis  <li|{Oo; 


I 


porque  ciitfc  tantos  Uamadoc 

ven^a  d  ser  el  cscokiiIo. 
Luchec.  wilay  estado  scmcjsnie? 

Ven:  que  en  un  papel  que  he  cscfMt 

veris.  Angela,  cuín  bien 

Jesús  locuras  me  libro. 
,  Am.kla.   tn  fin.  ;no  quieres  casarle? 
l.i;cKKi;.  De  eslas'sclvas  lie  aprendido 

gustos  de  la  libcnail. 

(.*  Felipe )  ^l^iuc  os  parece? 
pKUrr..  Aqueso  pid< 

íVcntt 

irSCENA    VI  f 

Sait»  ftiidiHo,  liwKitio.  r.inLoa.  Coxnas» 
y  lloKTiiMio,  rltío. 

Fkuciano. 

Yo  sfi  que  la  Condes,k  se  fctira, 
porque,  cortés,  rehusa  dcsdefiafos, 
y  mis  deseos  con  cuidados  mira, 
por  mis  que  la  pasión  llq^uc  i  cojearos. 

RooeHio. 
1.a  confian»  que  teníis.  me  admira, 
cuando  favores,  puesto  que  no  claros. 
Seguro»,  iintepcinen  mi  ventura 
d  la  consecución  de  su  hefmosura. 

C*iii.oi. 
No  be  visto  yo.  hasla  autora  desprociadus^ 
los  méritos,  que  en  mi.  Lucrecia.  Mtima. 

CoSHAOO. 

Si  paga  amor,  y  no  desprecia  estados, 
duque  de  Ursiiw  soy,  y  ella  es  mí  prima.] 

HOMTEKSIO. 

Todos  sois  en  Italia  titulaos. 
y  i  todos  la  t'spcfan/a  que  os  anima 
os  tiene,  en  su  amorosa  compvlencia, 
esperando  suspensos  la  semencia. 
Vuesiras  ilustres  partes  la  be  propuesto: 
el  lérmino  »e  cumple  aquesta  tarje, 
ei;  esta  quinta  el  tiibunal  ha  puesto 
amor,  niño  abuiluii..-  el  vuestro  ajijuarde 
y  vaya  cada  cual  Con  pr^upuesio. 
□  ueamor  en  eleccuin^s  ni)  liace  alarde 
de  míritus  ni  paites,  pue>.  u  el'cc, 
no  por  raión,  por  voluntad  se  riuc. 
t^nu  ha  de  ser,  no  mis,  el  escof-iao; 
culpen  i  las  estrellas  los  llamados, 

Camlx». 
Sejjuro  estoy  que  soy  el  preferido. 

Roi'Kaio. 
Presto  veréis  que  premia  mis  cuidados. 

ESCENA  Vil 

l.B  condesa,  sc/loret.  que  ha  subido 
aue  del  hilo  de  un  si  pendí»  colfiados. 
oe  este  papel  me  manda  i  ser  corroo, 
remitid  i  los  ojos  el  deseo.  (r« 


JOItN.MjA 

PHIMKU,\                                                            441 

ESCKNA  Vtll 

como  el  bien  do  causa  entera.* 

DkiIii»,  mtm:$  Kantít. 

Carlos.    ,-Lai>nes  sabe  esta  danla^ 

HoKTfcK.  lisiudian  lasdccsta  tierra                             1 

Caiii.üs.   L¿alc.  llort«n&i'>. 

-  que  se  pican  de  curiosas; 

IIoutsn.                            Aii  dice: 

y  csh>  mucho  ts  condesa. 

U.XI  el  paptt.)  *í-»  t:ondeid  de  Valencia 

FcuciAN.  Ahora  bien;  vaya  de  falta» 

que  dar  (iuMo  á  sui  va&iillos 

'  vcr¿  pt>r  cual  me  deja. 
CoKKADo.blla  penJef.í  el  iuk:¡o 

y  clc)|ir  c4.pi>u>  inicnla. 

entre  loi  quv  en  Lumbardia 

ti  protlft"*^  eo  esta  lemn. 

1                    picien&iun«i  111  aiil  tiesta». 

HoHTKK.  Dice  asi:  •Itejo  i¡  (honrado    ittytii.iu.'i 

di'tjnas.  por  sus  niut:lias  partes. 

por  punluHl  melindroso. 

1                    de  mavitr  dote  y  bellc/a, 

que,  no  n  bueno  para  esposo 
un  bombie  tan  dericado.» 

itu  Mb'c  eti  cuií  motvetM, 

1                    temerosa  que  se  ofendan 

I^KNAD,   ¿Yo? 

los  que.  nco^cnd')  i  un»  lalo. 

iloMTKK.  i¡.n.i  «Oiccri  i{ue  despidió 

lian  tic  c;iclui(íe  por  fuerza. 

al  que  loi  cuellos  le  ahria, 

Adcmís,  ()ur,  como  el  alma 

porque  en  cf.  un  puño,  un  día. 

!                    se  rifle  pof  tu»  putencias. 

m¿s  unabsnKii  hallA 

voluntad  y  ci  tundí  míen  lo 

que  en  el  otro,  y  si  asi  pata 

y  por  Ml^  ub|etc-s  éua«: 

no  hay  falta  cual  la  avarienta; 

aiJ,  como  lu  verdad 

qm-  quien  abanicos  cuenta 

«  el  objet»  y  esfera 

jqué  har.1  U  hacienda  de  cnsaN 
CoKKAO.   iVive  í>ios,  que  la  han  meniidol 

que  el  entendí  miento  mira 

1                     y  nii  puede  obrar  si»  olla, 

,  ^                      (llMIÍllÚOÍff.) 

del  mismo  mtKlu  que  puede 

HonTBti.  «Tampoco  á  Rogcrto  quiero. 

obrar  U  vuiuni.id  ^ici;a 

que.  pumo  que  es  caballero. 

sin  la  bondad,  que  es  su  objeto. 

el  serlo  ha  deimerecido. 

la  cual  ha  de  ser  perfecta 

pues  vil  e  desempeñado                                     ' 

y  bella  en  lo-Jas  sus  pmtcs; 

y  i  mohatra»  no  te  atrevo;                          ^u\ 

para  que  el  amor  lo  ica. 

porque  el  caballero  debe                    ^^^Bj 

pena  que  si  una  le  Taita 

y  no  pa^o  ^I  tiluladú.*                     ^^^H 

ya  no  es  boitdad  ni  belle/a. 

Ror-CRio.  ¡[donosa  falta  me  puso!                        ^^^H 

en  esto  no  lta>  poner  duda, 

HoRTCK.  (¿t(.)  «Keltciano  me  da  enclos,           ^^^H 

pues  es.  por  común  sentencia: 

que  tiene  atules  los  ojos                    ^^^| 

tíoiium  ex  inlegrj  eauía. 

y  yo  quiero  ojos  aI  uso.                    ^^^| 
Guarde  lo  azul  para  el  cuello,           ^^^| 

nace  el  bien,  de  cauía  entera. 

y  m>  siéndola  ya  es  uv-iSa, 

por  que,  si  le  he  de  admitir                ^^^H 
tos  OJOS  se  ha  de  teñir                        ^^^H 

porque  el  mnl.  es  cosa  cierta 

que  es:  Ex  ifuoctiin¡ui;  Jel'nlu, 

como  otros  barba  r  cabello.              ^^^H 

por  oualquiei  cnu^a  pequetU. 

Carlos  es  desalll^>do                           ^^^^| 

según  cst't,  s:  lu  dr  amar. 

y  yo  no  he  de  ser  mufer                  ^^^H 

voluntad  auc  no  tui  enferma, 
al  bien,  y  ¿sie  no  lo  es 

de  quien  no  satw  comer,                    ^^^^| 

limpiatnenie  un  huevo  aiJdo.           ^^^^| 

como  a)^án  defek:io  tcnfca: 

Favio,  habla  con  estribillo;                ^^^^| 

la  que,  sin  uonsíderailo 

Teodoro,  en  i;ri>sero  toca,                 ^^^H 

á  marido  se  sujeta 

pues  lo  es  quien  trae  en  la  boca       ^^^H 
tuda  I)  tuide  el  palillo.*                     ^^^H 

impciíecto  y  difeeluoio, 

ó  no  tiene  Hm«r,  o  es  necia. 

Cadlos.  ^f*ufs  esa  es  acción  grosera?              ^^^| 

Yo,  pues,  por  nu  purecello, 

FeuciAN.Si  ci  mondadientes,  sacalle                ^^^H 

entre  tanto  que  no  vea 

en  la  boca  por  la                                 ^^^^| 

hombre  en  todo  tan  cabal 

es  ir  con  la  escoba  afuera.                ^^^H 

aue  ser  objeto  mcrcitca 
Je  mi  voluntad  y  amor. 

HoHTeN.  Um.  «Julio,  Je  barba  cerrado,          ^^^^| 
hab  a  por  tiple  y  sesea,                     ^^^H 

no  he  de  casarme,  aunque  pierda 

y  hará  cualquier  cosa  fea                 ^^^H 

la  vidaeneite  deseo; 

un  hombte  tiple  y  barbado.             ^^^H 

bur  r,i>  amar,  li  aiiia;-  de  veras; 
le  ponderado  las  faltas 

Celioes  calvo,  y  para  padre          ,  ^^^H 

mc)or:  Dccío  Si  se  enoja,                    ^^^^| 

que  iicneti  los  qucd«ean 

el  ma)or  voló  que  atroja                  ^^^^| 

ntecasamlcnio  mío; 

es,  ¡por  vida  de  mi  madre!                 ^^^^| 

y,  porciue  cuando  Us  sepan 

Marco  Antonio  trac  aniOJOSí            ^^^H 

1                         desús  inleril<n  desistan. 

César,  copete  y  guedejas,                  ^^^H 

me  ha  parecrd'i  ponerlas 

zarcillos  en  las  orejas                     ^^^H 

en  esta  breve  minuta. 

y  echa  la  culpa  A  los  ojos.                ^^^H 
V,  ^iClmmlKO  se  cata                         ^^^^| 

Si  las  iu^Haren  pequeñas 

para  esporo,  no  lu  son; 

reñtrem»s  por  saber                 ^^^^^^H 

que  el  mnl,  para  que  1»  sea. 
£a(  ex  fifocum^iie  átftttu 

cuál  de  los  dos  e\  mujer            ^^^^^^H 

y  quiín  el  que  manda  en  cua^^^^^^^| 

44» 


DK  LA  PlrtOIDA  ARCADIA 


Ketlericn,  n'>  p«iicirii 
lo  que  A  catiAlkfd  ilvbc; 
livbu  in  invierno  un  niotc 

V  vM'fitic  oiata  la  ktrj. 
V«1M"»  hd  (1m*Jij  en  traer 
■lioda  U  wtanilla: 
y  h4}'  iiuicn  piensa  que  se  humilla 

V  va  d  fregar  ñ  btrri-r. 
I'ür  cstoi  y  oiro»  Jcfeciws, 
soy  seAotcs  de  i>pin>An 
que.  w  amor  «  perteaiAn, 
vo  t>o  he  de  amur  imperfccios. 

V  vivan  sobre  wti:  avisu 
mÍ4-<iira>  c«tt  uno  nu  t<>p« 
un  pcrrKt»  oiriiu  Lope 
en  iu  /Ircrtátj  pmtai  Anífiso. 

RoORfiio.  ^Üu¿  Arcadia  6  <\u6  Lop«  »  estc^ 
pBLtciAM.  IQui^v  lol  ücíla  I.ULTrcia 

e%  liica,  lí  poca  lie  nis:ÍB. 
CJkMi.os.    f^uei  aunque  no  maniHctte 

amarme  ivivcn  los  kieti»i 

que  he  de  hahlarlti- 
RooKiiio.  Yo  Imo^no 

que  i  i^uaUrnM,  cuerda,  vino, 

pi>r  nu  viTa^ionar  \o>  t.'Glos 

2UC  hacii-ndu  de  uno  ciccclAn 
lo»  Jeinis  ha  d«  dar. 

CoKHAD.  Yo,  tli>^ii>  U  he  de  habUr 
que  ten|^>  satis  race  >ún, 
aunqiie  sois  ncibln  y  tico», 
(le  que  he  de  vi-frnc  »u  c^pusí). 

RoúEi>iO>  «Vos.  puntual,  melindroso, 
que  cixiiáis  lot  abanicm^ 

CoNrAO.  So  wqun  U  sali»ra)(0. 

CakI'O^  a  los  domis  me  prefiero, 
purs  si  debe  el  v-abíilerii 
yo  debo  mucho  y  no  pagú. 

PBLlCiax.  Andad  oue  ii  d-t<>  enojos, 
y  «prenacd.  ni*'-  .¡"miíii, 
á  comer  uo  huL 
lu».    Si  haré,  si  os  tt  i'S. 


JDKNADA  SEGUNDA 

KSCENA  PRIMERA 
Saín  bou  Ftiira.'4rpd«ror,  }■  ALataaaK*- 

Fki  ir>i.     «-Tambiín  ella  ha  dado  en  no? 

Ai.cjANO.  Él  irato  y  conversación 
vaiUn  la  condi^-'ún; 
U  dr  mi  prima  profoso> 
Cuando  reí'-  "■■■■■  -i-so 
el  scAiir.  ;  :  i* 

le  iirvtn  c  s 

en  cjfji  dv' 

loili-s  ¡ni,l,<  iiiTi 

U  (iii'  Idadoa. 

A  c  i-í  1 

un  piivaoot  (■  ocM",  ú  luco; 
era  coio  el  rct  un  r-'CO 
y  el  oiro  le  reincdal^. 
uno  eitandi',  clx  undaba. 
Imitaron  \os  »iiio>i>s 
lo%  demAs.  )  dirido  Je  ojos 
cuantos  iban  A  paiKio 


ller>aron  en  breve  ttf 
lod»  la  k^orU'  de  coi<i(. 
i'rovir)CTa  hittw,  cuya  (jeme 
nidnd-'  á  cadd  cual,  por  ley, 
por  (altar  un  diente  i>  rey 
que  se  sacase  otro  diente: 
mueve  el  ubgeto  piesente. 
Trata  en  pastores  Lucrecia, 
(que  caballeros  desprecia, 
despuft  que  estos  campos  mura) 
y  yoimiiu  A  la  wiVors, 
va  v.i  cuerda,  va  tea  necia. 
Esta  ncRra  Arcii.ha  ha  lido 
de  Lupe,  quien  la  ha  enciintadii. 

Fiui-B.     La  ArCiiJín  de  Lope  ha  dado 
al  traste  con  su  sentido. 

Alejano.  Tirso,  basta  lo  lincido. 

Yo  sí,  que  aunque  )jrdincro 
te  vcndd  el  sa)al  grosero: 
hablando  á  lo  pastoral, 
debajo  el  sayal,  hay  aL 

Küi.ipi.    i*jui  ha  de  babero 

Ai.KjiMo.  Un  caballero. 

Füufic.      Ríen  puedo  venirlo  i  icr. 
de  mi.nos  no^  h<£0  Diok. 

Alejamo.  .Solii<t  estaiTii^  los  dox 
ya  sabes  que  la  mujer 
piefde  el  *eso  por  saber. 
¿Dlinc  quien  ores^ 

Fbm».  Verá 

en  la  locura  queda. 
ReKidero  ftié  mi  pjdre, 
si  dice  verdad  mi  madre, 
y  alcalde  una  NavidA. 
Ouattkio  nací,  no  huboquren 
no  dijese  i  la  parida: 
no  hai  cota  diAh  parecida 
en  el  pucbro.  al  satn^icfl. 

SN»  lo  llevo  pjJietitenl 
itas  yo  que  ic'ii;u  ventura 
mis  que  un  sotir.nn  de  un  ctlfa* 
y  VfY  Ubradur  jp.  ir  Uto» 
que  picoso,  que  i  amtk>s  á  dirs 
les  soy  en  cargo  la  bcchural 


ESCENA  II 
Satt  l.ecstci*  ewa  r«  Arcadia  tu  (a  ■«••. 

LucPKC.   jSi  hntlarJi  mi  inrdinrM 
retratando  eniK  su»  flir« 

mií  ciper;i;  ■ .  .í* 

AlBJANU.    i  i  rio.  t>K 
aur»)i> 
os  d- 

ten^iti'i'i;   1 <--•>    ii>  iii«nok; 

y  au'i>|uc'in¿ii  illsimuli.^11 

los  cal''),  que  no  traéis 

íon  t^uanies  de  los  villanos. 
LucaKc.  Tirso  y  Alejandra,  están 

solos. 
FeupR.  TambUn  lengo  yo 

mis  callos. 
ALKi*}ti>.  Aqttno  no,  ^ 

t  T'-maIt  aaa  «iiav^ 
que  eMai  tn  detmeotirAo. 
Fttut^.    bttese  queda. 


^ 

^^^^^H 

j^B^H^^^^H^B^^B^^^^^^^^^^^^^^^^I 

^^^^^B 

GeUUNDA                                                     44$           ^^M 

^r     LucHac.                        Ya  van 

de  iML-lai\dra,  dadla  el  vi.                       ^^| 

H                     quil mundo  mis .u-í^-.u,^ 

pues  darte  la  manóos  vi¡                        ^^H 

H                        el  oro  tJ«i:iiur 

que  ^oni'B  aüravlos  villanos                   ^^M 

^^      AiJJAKi».  «'K\i«  es  inanL>    <      '  : . :  i 

la  vrnu-iii/.,  i-\  l^^ila  rrianOI                          ^^H 

^B                       6  tonriiirta  >  %cñotir 

Uv                   .                       ^H 

^B      LvcKec,  I.a  mano  le  ha  ánáo  )ay  cklm! 

FtiiPU 

Adili                                                                              ^^H 

^K      Alajanu.  Aquí  lili  suspKlia  vea 

LucMCC  Nu  la»  hay  para  la  vtsU.                          ^^| 

H                     cn^^i'i.jj  t^uc  en  uyal  fundas. 

^^M 

H                        i)uc  iiiliiioí  isn  vníiamuiHUk 

^^^M 

^V                        mis  son  de  C'<iiJ'hl.  tfuc  aldea. 

ESCENAIV                             ^H 

^B       Felt)>i..     ('omi>  ha  |>in;o  ^uc  se  cinpled 

Mia  CaaLoa.                                    ^^^| 

^B                        en  el  L'anipo  mí  lalv>r. 

H                        aún  no  he  mudatlool  colgi. 

Carlo» 

Aunque  encartado  en  la  lista                   ^^H 

H                        Ivviudinbn  para  cuta, 

de  fa'tas  é  imperfecsioncí,                        ^^H 

^1                       inai  lvnt;o  u  chulla  dura 

(londn^...                                                   ^^H 

^1                       y  quedóme  en  labrador. 
H                       Suene,  que  parece  mal. 

Feu». 

No  me  faltab.i  Mf                  ^H 

sino  aquetle  esiorbu  ajtoia.                       ^^H 

^B,                         fSara/inBaaaliuaaoiii  fimla*4tt«ill!>.i 

CitaLos 

En  fe  que  el  iiimu  ok  adora.                      ^^H 

Hf      Aluano.  Que  Oí  dnniicnu  ainur  me  manda: 

FeítfC. 

Yo  maravilins  >eir)t'ral>a,  (a  i.u<ric,i  i      ^^M 

^1                       ¿drcen  bien  ^aciibray  )'  randa 

auepur  s<'t  de  amor  son  de  ut'  .                ^H 

J>¿Alcjan\l(a  en  porfiar                            ^^M 

^M                       con  el  biiríc<  y  el  MVal? 

H      LucRCC.  f'llat  dc.teiilura  tal^ 
H                       iVinKclire,  al  lin.  traslor. 

que  no  se  hablan  de  lograr.                      ^^H 

Cablos 

I>Í)(o  que  rt)  fe  que  os  adoro,                ^^^| 

H      Alejahd.  jQu¿  delicado  pavinr! 

Lucrecia  mía,  nu  quiero                           ^^H 

^K                       I.Umeui  el  que.u\  cor.tidcra 

que  me  desdc/iüs  creer.                            ^^H 

H                    denir»  holanda,  >'  sa^al  fuera, 

FBLIfK. 

Pií"  que  nu  hablan  de  ser                     ^^H 

^^^^              Tir»o  hipócrita  de  amar. 

SI  espuelas  de  cebalk-ro,                           ^^H 

^^^K               Pero  LuGieci»  mi  aqui. 

que  por  a/ules  um  celos                       ^^H 

^^^H               Turbado  os  hsbers  en  vvlla. 

\  por  ser  espuelas  pican.                          ^^H 
^luchos  que  vi  aman  publican               ^^H 

^^^m               Mdconesaiio  paiaella 

C»IIL()S 

^^H              y  labrador  para  mi, 

espetansas  y  dcssclos,                            ^^M 

^^^B               que,  puci  andalan  afl 

que  potdue'iis  dartn  enfado                     ^^M 
con  las   alias  que  ewribiítct,                   ^^M 

^^^B               \oi  pasioici  de  Kiiinanio, 

^^^H               si  Anfrito  háí,  no  nic  espanto 

disGlcia  los  dcspedÍMes;                             ^^H 

^^^H             que  estime  uniu  U  i  ida 
^^^H             de  ituetira  Arcadia  fm^ida 

y  aunque  eatie  elii'>  seMIado                  ^^| 

volé  que  soy  pretendo.                     <    ^^H 

^^^H              y  queá  vos  os  quiera  lanto.  {V*tr.\ 

FatiME. 

U|i>,  sembrad,  jardinero                        ^^H 
«.puelas  de  labaltero;                                ^^H 
respondllu.  yp  no  he  stdo                          ^^| 

^^P                        ESOBNA 

Catxtlleni,  si  pastor,     /                                ' ^^^H 

^r                               LuckNUU  y  iioit  FiLirc. 

ni  han  de  sembraise  en  mis  eras              ^^H 

Hules  que  stjn  caballeras.                           ^^| 

H      h'tuv».     il-ucrccia  del  alma  mía! 

CaSLOS, 

|Ou¿  impoiiurKi  labradorl                          ^^M 

■      LdtaKC.  c'Dl- vuetlra  alm8M>el>cscr 

/ 

¿No  echareis  de  lee.  villano,                     ^^M 

H                      alma,  Tirso,  de  aiqoikr 

qucesiujr  1<  '    .            faquir"                     ^^M 

H                      con  huúspe-iei  cada  día. 

FíHPK. 

H                      QuKn  de  espaAol»  se  (l« 
H                    llora  engaños  como  yo; 

1K'"'                                    rnjF^Oi                                           ^^^1 

<    maravillas                                ^^M 

^B                      quien  iardineros  vrcy('<, 

^1                      furt  Je  en  llores  su  vsperunia. 

a..<  i.  i......^riac<mociú:                              ^^H 

pero,  aunqitc  las  marchiió,                      ^^M 

^m                      símbolos  de  la  n]ud.in¿a. 

si  ellt  luiere  reccbllfas                                ^^H 

H                       T-Dsas  hoy,  inaftana  nu. 

bien  putvje,  como  no  croa                          ^^H 

H     Fkli».     Si  decís  eso.  mi  lien. 

Cn)juñuN  y  tranipanioíos                             ^^H 

H                      porque  aqui  Alejandra  tsiaba... 

que  tal  ve<  hacen  Jo»  ojos,                        ^^H 
No  me  deis  causa  que  sea                         .^^H 

■     Lur.nac.  A  las  manos  os  miraba. 

Canios. 

H                      ftítana,  sus  rayas  ven. 
H     Feupe,     Si  nm  oyíraiks  bien 

descotts's  con  la  Onidesa,                        ,^^H 

villano,  auoiB  por  tos.                            ^^H 

H                      Salieran  rcceUit  vanos.,. 

LvcPitC. 

AndadiTirso.  andad  con  Dlotf,                   ^^^| 

^1    LucuBc.  Son  lud(imi->  1(1%  fílanos: 

que  no  et  boena  dsculpa  ou.                   ^^H 

^v                     dHtciIe  ta  mino  vu.i. 

^H 

^^                  y  amor  que  ci  Jue^  porque  ei  Dios 

ii'                                            ^M 

^^^H             os  cofíiú  el  huno  en  las  manos. 
^^^H             Ya  saU'is  ^  os  que  en  la  palma 
^^^H              funda  el  am»[  su  catidal, 

r<<  LjiiiiTo  yQ                              ^^^H 

c<                   lUcsKo  oficio.                         ^^H 

j'I  .dij'i.ii: 'di  llore*,  no  es                       ^^H 
de  ni>a  i  oír.!  pa'ie  mudallas?                  ^^H 

^^^H              pun  so  U  dan  en  set\at 
^^^H              losquchacen  dedos  un  almaj 

Pues  bien,  podi^ü  iraspUntallas               ^^H 

^^^K            con  la  vuestra  ol  pesar  Calina 

^ 

si  al  mudarse  eS  lu  interéj.                          ^^M 

^^^^^4 

DE  LA  (■■IWCIüA  ARCADIA       ^^^^^^^^^^^^^^| 

^^^^H 

Andad,  (LidUs  oira  mano 

ji  LiKrccia  dars  U  manu^ 

^^^^^^ 

si  no  bjsta  la  primera. 

Pues  no  os  me  liabé.5  de  ir  A  pies. 

^^^^^Caki-os. 

Mcnm  traublc  os  quhicra, 
señora,  con  un  viilano. 

iVtttfprU^aaó.) 

^^^H            LuCftEC 

fíuslo  iÍC)(cnu-  vrn^illa: 
mu«  ya  cmc  pastor  mr  cnf>dA 

ESCENA  V 

^^^H 

porque  tiene  alma  doblada. 
Idos  de  aqui. 

Pcrs  «ladilla 

Ll  i.MUt.                                             ^— 

^^^^B 

Gente,  pastores,  criados,                ^^ñ 

^^^H 
^^H 

quisiera  it  lo  que  «  verdad. 
Yaoidiiioquc  nui  dejéis. 
Küsiicoi  vos  pfcicr>dfis 
que  úfcri\lH  In  calidad 
tie  mi  rtublc^A  con  vos. 

que  matan  mi  iardínero,                ^^M 
mirad  que  sin  el  no  esporo            ^^M 
dar  sosiego  á  mis  cuidados. 
¡Oh  celosl  Confuso  arismo 
como  el  que  os  tiene  no  alcanza. 

^^^M        Carlos. 

Que  nu  ofenderá. 

Villano, 
^vos  o«  vais  d<l  pie  á  ta  mano 

que  en  ve/  de  turnar  vengan íia 
la  cxpuritncnU  en  s!  mismo. 

^^^^^P-i 

conmigo^ 

ESCENA   VI                 '      ^ 

^^H        FEur«. 

Y  con  (ilTot  dot. 
¡pilrbaro!  ^Con  «I  .Marquisa 
Dcspuís  que  soy  isrilmero 

Stlt  ootí  Kaiirii.                          ^^H 

^^H        Fcups. 

Yo.  Lucrecia,  soy  de  Kspaña,            j 

^^^^^_ 

V  MpueUs  (le  cátialleru 

mi  noble  patria  es  Valencia,          ^^ñ 

^^^^^^^H 

trai|jio,  ya  que  ni>  en  los  pies, 

que,  ni  sulYe  vompeten<:ia              ^^B 

^^^^^^B 

en  1*«  manu^.  he  cobrado 

ni  perdona  A  quien  la  engañe.       ^^B 

^^^^^^^H 

humriN  de  L.itiallona; 

La  guerra  ts  mi  pr<ifesiün,                    J 

^^^^^^1 

el  vnlor  nuble/acria. 

toda  cólera  y  ven&nnza;                   ^J 

^^^^^H 

Mi  me  habéis  menospreciado. 

si  agravios  causan  mudanxa,         ^^B 

^^^^^^H 

juji^andu.  poi  suene  escasa, 

Juagad  l<n  Tucstrus  qué  son.         ^^B 

^^^^^^^B 

líl  savil  que  csiimo  al  doble. 

Que  yo.  español  mal  sufrido         ^^B 

^^^^^V 

advertid  que  el  huíspcJ  noble 

y  vengador  valenciano,                  ^^M 

^ 

tal  \cz  viic  en  pobre  casa. 

que  enajenar  una  mano                  ^^B 

^^H 

jQue  esio  consienta  A  un  gtotero.^ 

he  visto,  de  quien  he  sido               ^^B 

^^^B 

¡Dejadle,  que  si  villano 

dueño;  u  A  vuestra  promesa         ^^| 
es  bien  que  cnídlto  dé,                   ^^B 

^^^K^^ 

M  lia  tomado  tanta  mano. 

^^^^^K 

venarme  y  vengaros  quiero 
con  dafQS  la  mano  yo, 

no  es  justo  que  tenga  le                 ^^ 

^^^^^^^B 

en  mano  que  otro  hombre  besa.        J 

^^^^^H 

CD  fe  de  lo  que  os  eslimo 

Si  i  .Ateíandra  se  la  di,                   ^J 

^^^^^H 

como  iiTuntc  y  como  primoC 

fué  porque  quiso,  curiosa,             ^^B 

^^^B^^^ 

(OaiK  (at  «dnoi  y  ^uilóittttt  Jon  ft- 

como  mujer  maliciosa,                   ^^H 

^^^^i 

Itpe.) 

hacer  e\pericncin  ett  mí                   ^^B 

^^H        Pbi.ii>b. 

ijCómu  umanie?  Aqucso  nu: 

del  oficio  que  itroteru                      ^^| 

^^^1 

que  yo,  que  este  jardín  jiuardOt 

he,  por  vos,  ejeicitado,                  ^^B 

^^^^^^^ 

Btruna>,  ü  me  parece. 

ü,  uhvr  si  disfrayado                       ^^| 

^^^^^H 

la  mala  hierba  que  cfcce, 

era  Tirso  jardinero.                         ^^| 

^^^^^^^P 

V  su^  Clamas  encardo. 
tKpucUs  (k-  caballero 

Injurias  det  azadón                          ^^| 

^^^^^F 

buscaba  Alejandra  cfi  rita:              ^^B 

^^^^^^L 

me  biio  Alejandra  sembrar, 
y  si  se  han  de  malograr 

quien  disculpas  attopclla               ^^B 

^^^^^^^h 

y  no  oye  satnfacciún,                    ^^B 

^^^^^H 

llores  que  sembré  p'imcro, 

achaques  busca,  sin  duda,             ^^| 

^^^^^^^M 

satisfagan  mis  desvelos 

con  que  excusar  su  mudanza:         ^^^ 
batiólos  vuestra  ^entcaniru:                    J 

^^^^^H 

la  ^  cn^nsa  ñ  que  s«  aplican. 

^^^^^^B 

ya  que  como  espuelas  pican 
V  como  axules  dan  ccto», 

no  es  amor  el  que  se  muda.           ^^B 

^^^^^^B 

Gozad  A  Carlos,  que  es  |UMO         ^H 

^^^^^^^ 

QUC  lot  dIbiiIvIcx  que  iraio 
de  otra   ahur  han  de  %<i. 

mientras  aue  me  ausento  yOi        ^^B 
que,  si  en  a  mano  cifró                 ^^B 

^^^^M 

^^H 

iQué  btca,  bárbaro.'' 

prendas,  amor  de  su  gusto;           ^^B 

^^^B 

Romper, 

y  en  ella  la  poseti6n                      ^^B 
le  dio  vuestra  lihenad,                     ^H 

^^^^K 

por  ir  torcUlo,  este  tazo. 

^^H 

Afrenta  es.  no  castigar 

clettarl  antigüedad,                       ^H 

^^^^^^ 

un  loco  tan  descompuesto. 

r,  duardirsela  es  razan.                 ^^B 
Dama  len^to  >oen  Valencia            ^^B 

^^^^^^^b 

(fc'tAa  manv  Carloi,  y  rlñt  ton  don  F<- 

^^^^^^^P 

lipc  cud  it  ttta^ín.) 

con  que  despicar  enojos,                  ^^B 

^        L  tiente. 

Tirso.  Carlos,  jqtites  aquesto^ 
ICsto  es,  múdame,  escaníar. 

menos  ciéduU  en  sus  ojos,                  1 

^^H 

r  mis  constante  en  mi  ausencia.    ^J 
V.i\  \i  Arcitdiii  que  kistes,              ^^H 

^^H        CAiii«k. 

Y  esto  íiacer  que  un  descortés 

^^^^1 

no  lo  sea. 

aunque  hay  celos  cortesanos.         ^^M 

^^H 

Cortesano, 

no  liallasics  vcnganxa  en  mano*.        1 

JORNADA   SROUKDA 


ni  mudanzas  aprcndtsics: 

y  quien  niilos  no  ituxrda 

de  amotcs  que  imílar  quito. 

nu  es  bien  los  lucre  en  Anfriso, 

pues  no  h>  sido  [Iclisirda. 

Ella  es  firme  y  fAtil  vov: 

pero  conirji  lile^  daiSox 

(«mplos  I»)'  (IcdeMDKJtñoi 

donde  sane  Anrdto:  ¡adiást     (i'oir.) 

ESCENA  Vil 

Felipe,  mi  bien,  iguarda, 
cesen  venKfln:(as  v'mlenias; 
si,  curno  Anfrivi,  le  aumentas, 
morirásL-  HclisarJa. 
Yo  me  cimafí  la  mano. 
0Ca^i6n  de  iu>  eiiniüs: 
yo  me  iitQtié  lús  ojos 

Íue  dieron  crédito  vano 
culpas  que  no  hay  en  ti. 
Arboles  ^nu  le  estorbáis? 
Arroyo  .Jno  le  atajáis? 
[Fuese,  aclos!  ay  de  mil 
Pasioriics  sinileiM, 
S>  me  cnscAasiesá  ornar 
ya  me  podéis  enseñar 
soledades  V  iríMe^xs. 
Artúdia,  ciccidme  vos 
con  qiif  paL'iencia  y  aviso 
llevará  aiiNcncias  de  Andiso 
Hciisarda:  y  m  Un  dos 
distantes  tuvieron  seso 
para  sufrir  KoledaJcs 
que  en  remisas  voluntadet 
curiluros  solas  condeso, 
(lelos  le  volvieron  loco 
i  Anfriso,  y  pues  no  serilid 
ella  el  kío.  muestra  dio 
que  amaba  á  su  pastor  poco. 
Mas  vale  en  que  yo  le  pleids 
y  en  fe  de  que  sé  querer, 
con  Ani'fiso  loca  ser 
oue  con  Beltsarda  cuerda. 
¡Flores,  que  ^a  espinas  pisot 
(fuentes  a  quien  llanto  doyl 

¡Confesad  que  loca  estoy 
I  restauradme  i  mi  Anfrisol 

ESCENA  VJII 
Salm  Calilo*.  KouKNia,  ConnAOO.  Hokiihui), 


Caá  LOS. 

RoiíKaio. 

C*ai.Ov. 


LrCHBC. 
ALEfaNO. 

HORTES. 

Carlos. 

\.uc.*%r.. 


¿Hay  más  furioví  villanot' 
Muerte  os  do,  i  no  defenderos. 
Si  la  vida  he  de  deberos 
buscadle,  que  seri  en  vano 
mientras  no  me  ven^o  de  ¿I 
hacer  de  mi  vida  caso. 
iZarxas,  atajadle  el  pasoí 
larruvos,  cotred  tras  ¿II 
Prima. 

Alejandra. 

Seffora> 
Bdissrda  soy,  pastores. 


CoNaati. 
A  nocí.  a. 
Lt^cNcr:. 


HoBTrv. 
A^rncLA. 

Lucaec. 


ROGKMO. 
CaBIjOS. 

Lucncc, 
JloaTKN. 

Caá  ¡.os. 


Alkiasd. 

LUCXKC. 


Aluanq. 

Lucatc. 


Anocla. 

KoaTSN. 
l.ucncc. 


Honrrs. 
Li'Cnr.c. 
Honra  K. 
Cancos. 
UucmiC. 


CAni.os. 

Lt'CREC. 


Caatos. 
CosaAD. 
LucaKC 


445 

Mí  Anffiso  ausentan  traidores 
¿duf  hará  sin  i\  quien  lo  adora.* 

tyuí  novedades  son  estas? 
oca  la  Condesa  esia. 
VivitCis  comemos  ja: 
haréis  en  Ari:adiji  licsias, 
pastores  del  Mmnanto. 
que  Aniriv>  se  fue  al  l.iseo: 
cumplió  á  la  envidi»  et  deseo 
vuestro  rigor  y  mi  llanto. 
Industrias  de  (ialafrón 
y  cclosdcl.criino, 
mi  Anfrrt.'>auNen[aii  en  vano 
pues  le  guarda  el  cota2<'>n. 
iQai  Artndia,  qué  Galafrones 
son  estos? 

Bien  dije  yo: 
desde  que  Lucrecia  dio 
en  leer  prosas  y  canciones 
de  esta  Áriadin  ¡oh,  maldicíónl 
que  el  seso  habia  de  perder. 
Ausencias,  no  han  de  poder, 
maliciusoGalafr<in, 
causar  en  mi  amor  olvido. 
lUoiicc  soy.  columna,  roca, 
¡Vive  el  cielo  que  esli  loco! 
Quemad  los  libros  <íuc  han  sido 
ocisÍi)n  de  este  accidente. 
,iP<>r  una  mano  que  di, 

Íasiof,  medeias  asi? 
enedla. 

Mi  AnfrisD  ausente, 

ivo  quiero  kusIo,  ni  vida. 

¡Oh!  Maldiga  ei  ciclo,  am¿n 

la  Arciuiia  y  libros  también 

que  edKH'iJ'n  gente perJ'da. 
.  Prima  mili,  1  uelve  en  li. 

¿<^')moP  si  soy  lielriirda. 

^'Y  tú,  cautelosa  Anarda, 

me  usurpas  Anírlso  asi* 
.  jjo  Anarda,  prima?  ¿Quí  es  esto? 

Tú,  cariloña  pastora 

siendo  á  mi  amistad  traidora 

e:i  este  estado  me  has  puesto. 

Alto,  ella  ha  dado  en  glosar 

la  Atendía  de  l.upc  tuda. 

Sobrina. 

Mal  se  icotnoda 

quien  no  tiene  ^usto  á  amar. 

caduco  padre,  á  Sálico. 

¿Quién  es  lu  padre?  ^qué  aguardo? 

Mi  padre  eres,  Clorina.'do. 

Rematóseleel  iui'cio. 

¡Cnndeta.  señera  mía! 

Pues  lu  Olimpo  me  consuela» 

cuando  sé  de  lus  cautelas 

lo  que  interna  tu  portla. 

A  todos  nos  punes  nombres. 

basta,  que  Olimpo  me  llama. 

El  ongaAu  al  noble  infama. 

^Qu4  importa, traidor, que  asombres, 

mi  pastor  con  tus  quimeras, 

si  al  lin  vence  la  vcrd»d? 

Yo  le  lenito  voluntad. 

Alto:  aquesto  va  de  veras. 

¿Hay  dcs^t'ii^i'  «mejanie? 

(.iconiit)  I  .Mena  ka,  si  i  Isbcl  adoras. 


446 


DE  LA  FINGIDA  ARCADIA 


premias  gustos,  celos  lloras, 
en  la  Arcadia,  firme  amante 
llora  mis  pena'i  también. 
HoDTEN.  Menaka  llama  i  Conrado. 
LuchEC.  .\  mi  Aiif.  3'j  ha  desierrado 
la  envidia,  no  mi  desdén, 
il, lanío  será  vuosira  risa, 
prados,  mi  pasior  aumente! 
Si  tu  amiilí-d  mi  mal  siente 
confuélame  lú,  Leonisa 
Angela.  También  á  mí  me  ha  cabido 

mi  titulo  pasluril. 
LfCKEc.   Üujc  di!!  U(i(iañu  vil 

de  aqueje  Olimpo  atrevido 
que  ctiu  L'aulL'l.is  a^iuarda 
venfjarsc,  mas  no  podrá, 
quf  lirme celebrará 
la  Aicadia  á  su  lielisardo.  (Vast.) 
ANriEi.A.    .Miren  aquí  qué  proveiho 
causan  libros  semejanies; 
después  de  ni uui lo  ilervantes 
la  lerucra  pane  ha  hecho 
de  Don  IJtiijiild.  ;Oh,  civiles 
pasatiempo-,  de  estos  dias! 
¡Libros  de  i.:abd!lei¡^s 
y  quimeras  pasinrilcs, 
cau^an  esias  pesadumbres, 
y,  asentando  escuela  el  vicio, 
ó  desiruyen  el  juicio 
o  corrompen  las  costumbres! 

Alejan,    (.ipi  Tirso  es,  sin  duda,  el  Anfriso 
I  que  alei;o¡i/a  Lucrecia- 

Si  huiindn  ia  menosprcc-a, 
y  dar  niuerie  á  (^^arlos  quiso, 
cniíira  disfraces  villaniis 
indicios  son  de  sabello, 
la  curiiiSiJad  del  cuello 
y  blandura  de  l.is  manos. 

HoiiEnio,  ¿May  Je^d■cha  más  e\irana> 

MofTEN.  i\)\xt:  un  lilin.  causa  haia  sido 
deque    1  sesii  hava  perdido? 

C^R(,os,     Uasiaba  ser  él  de  l':sparia. 

lIoHrEN.    Vamos  it  poner  remedio, 

W<  le  hav )  par.i  tanto  daño. 

Cahi.us.     |Ay!  ¡quién  con  alfíún  engaño 
hállala.  !"■. orado,  medio 
para  poder  pcisuadtlla 
que  eia  vo  su  Anliiso  amado! 

Cos-BAD.    Kii  notiibie  lema  ha  dado. 

RoiiEUio.  Si  no  \ienc  á  re.luciila 

el  tiempo  ^  cura,  tan  loco 
len^jo  de  v  ivir  cumo  ella. 

Cabi.os.     V.n  adoralla  v  querella 

ycí  jo  e-ítov.  ó  talla  poco. 

CoNHAii.   ¿No  buscam.  is  el  pastor 

quecontra  vos  se  ha  atrev¡d<)? 

Cabi.os.    Por  el  mayor  mal  oivid  > 

mi  aiiraví),  pu  s  es  menor. 
Ksta  .\rcadia  he  de  leer 
para  salicr  que  pastores 
dan  motivo  á  sus  amores. 

Roo  mío.  Olimpo  venís  á  ser. 

C.o.Ni'iu,    \len.Tka  á  ini  me  llamó, 

lloi-  ih  \.    1  ;i[iri[i.,r,|,)  :i  mi. 

Ai-KiAMi.  ,\  riii  Anarda. 

A^ol,l.A.    l.foni.n  sov.  HelisarJa 

ella  )  ürimanio  el  Pó.  ~ 


Miren,  cuan  desvanecidas 
la  tienen  estas  quimeras. 
Carlos.    Basta,  que  el  Pó  y  sus  riberas 

son  ya  la  Arcadia  tiiigida.  (Vantt.i 

ESCENA  IX 

Salen  do:.  Fki.tpk  de  galán  y  Piníó^.  criada  f  U}  o. 

Pinzón. 

Con  seis  meses  de  ausencia 

á  las  lenguas  del  vuiyo  das  licencia. 

I^ui-'n  dice  que,  cansado 

de  Milán,  y  el  bla>ón  de  ser  soldado, 

á  Kspaña  le  volv'ste 

descortés,  pues  que  no  te  despediste, 

del  Duque  valcuso 

ni  de  tu  General,  que  generoso 

capitán  de  caballos 

te  hiüo,  y  no  supiste  gobernallos. 

Quien  dice  que  te  han  mueiio 

por  algún  licencioso  desconcierto, 

que  á  bisónos  de  Kspaña, 

en  Italia  las  más  veces  engaña 

pensar  que  son  señores 

va  en  casos  de  inteieses,  ya  de  amores. 

lU.ra  tú  lo  que  haría 

Pinzón  que  le  aguardaba  de  dia.en  dia, 

oyendo  tantas  cusas. 

y  las  más,  en  lu  ai;ravio,  poco  honrosas. 

Feuipk. 
Ya  Pinzón  le  he  contado 
de  mis  amores  el  confuso  estado. 

Pinzón. 

Medrado  caballero: 

decaptián.  amante  jardinero, 

no  esperaba  otro  fruto 

si  de  Lucrecia  fué  marido  bruto, 

que  se  interpreta  bestia, 

sino  ¡al  galardón  por  (al  molestia. 

Ya  que  e:i  tales  quimeras 

llores  plantabas  ¿no  nos  escribieras? 

rEi.iPic. 
Importaba  el  secreto, 
que  es  la  tlondesa  dama  de  respel'». 

Pinzón. 
Pero  no  de  alaban/a. 
pues  pa^ó  tus  servicios  con  mudanza. 

Km. I  PE. 
No  Iraleni'is  en  eso 
si  de  celos  no  qui.  res  pierda  el  seso. 
Va  que  á  Milán  he  vuelto 
de  la  prisión  t  rana  do  amor  suello, 
al  gran  duque  de  l-'eria 
Uis  pies  quiero  hcsar. 

PlNZÓ".. 

¿V  en  qué  materia 
fundarás  la  disculpa 
de  la  prolija  ausencia  que  le  culpa.* 

1-'E(,I|iE. 

Diré  que  hice  promesa 
de  ir  á  Koma, 


^■1 

^^^^^^^KM 

■■■■^^^^^^H 

■ 

JORNADA 

SEGUNDA                                                           447          ^H 

^^^^H 

P|Ni6n. 

celebraba  sus  amores,                         ^^M 

^^^^^^" 

Muy  iibi«  escusa  es  esa. 

recrvindosc  en  su  historia                      ^^H 

H^       puet  no  M  todijísir. 

aunque  tatiulusa,  bella,                           ^^H 

^t        ni  de  lu 

general  te  despediste. 

lanío,  que  no  hay  verso  «n  ella  ^^H 
que  no  sepa  de  memuna.  ^^H 
Par<)  aqueiU  (^upactún                          ^^H 

H 

Feui-K. 

■       No  faltarán  colores 

en  talir  huy  Oc  improviso                       ^^H 

H        que  me 

disculpara. 

dlcieodo  que  aibiu  i  Anfrtto                 ^^H 

I 

PlHldS, 

y  que  uqu<;lias  lelvait  Mjn,  ^^H 
ribc<as  Ocl  bi  inialUo                                  ^^H 

H 

Búscalos  meiorcs, 

déla  AreaJi-i  sus  montaAgs,                 ^^H 

■  y  seas  bi<n  venido 

■  si  tiiju  pródigtt,  á  i:au  reducido. 

sus  quintas,  pobres  CubuñaS,  ^^H 
sus  eJilii: '/t  aKantO;                              .^^H 

H 

las  daiii4s  i,|ue  etUn  con  elta                 ^^^| 

H 

F.SCKNA  X 

AmacHitt  l.runi<as,                                ^^H 

1 

SiiJ«  DOS  ptii*o,  rfi  cAminu,  Dicnoi. 

lsl>elias  '.ciirts,  {■  lorisas:                         ^^H 

los  cjibalIcTuk  i)Uo  á  i  eila                           ^^H 

H        Peoho. 

^Si  hallaré  al  Duque  en  Miljn? 

van,  han  de  ser  imiai'ones,                    ^^H 

^M 

que  no  es  tliano  eiie  suceso 
de  ignonrsc. 

Ceisus,  MciiNi..-a},  líasenos.                     ^^H 

^M 

Uiimpos,  Uaiileus,  Mifenos,                   ^^H 

H        FKU^e. 

jQuf  es  na? 

Frundosiis  y  Corulones.                          ,^^H 

^m 

¿yuéfQé? 

Alirma  que  es  liel(sa(0>i,                        ^^H 

H       Peiwo. 

iOh.scAorCapitinl 

V  que  a  su  Aoii >vi  de>iierf  a                    ^^H 

Iji  envidia  que  le  nace  (¡uena.                ^^| 

H 

buelRD  (te  l)all«r<ts  aquí. 

H       Fblipk, 

IJ.  Pedro.  ;qüé  ha  suci-Jldo? 
t  na  d(sg(;ii.:M.  qui-  ha  udo 

dt-  quien,  ion  su  nuseiK'ia  a^tuarda         ^^H 

H       Pbdío. 

dar  i  sus  penas  cunsuCio;                       ^^H 

^M 

la  mis  nut»j  para  mi. 

iruoia  i^aUs  i.onesanas                            ^^H 

H 

de  cunntss  hasta  ho^  he  vítio. 

puf  las  >4>ns  aUieanas                             ^^H 

^B 

I)e  Valcm  la  del  PA  vendo. 
qiK'  en  fe  del  car>M  que  lenjio 

eolia,  bhal  y  satueio;                             .^^f 

^m 

escribe  en  iroiKus  diversos                    ^^^| 

^P 

Siempre  en  su  piesidii>  asisto. 

pur  las  mariones  dci  P>>                        ^^H 

^B 

^  a  coiiiK'4-s  su  CunJc^a. 

lo  4UV  vn  b  AfcJdia  leyói                      ^^| 

H        Felipe. 

FvHM  n  de  la  herinovuiii. 

caoidi  Itiifaodo  sus  rers'is;                      ^^H 

B         PEtHiO. 

üsi/iichnd.  pues,  su  locura. 

y  si  quieren  aparlalla                               ^^H 

^B 

si  de  MI  desgracia  «s  pc^a. 

desie  lema,  no  hay  sutrilla,                    ^^H 

^1       Ksi.iPi- 

j\.tKñ  la  r.urdesa  cstif 
Rl  trillo  \  In  íiKtinai'ión 

de  mod'i  que,  han  de  seuiiilla  ^^^| 
lus  que  internan  sosef^alla.                       ^^H 

■        pEtmO. 

^^^_ 

ci>n  quehuM'H  Á  nuctlta  nación 

Ha^tj  aqtiriie  extremo  llega                   ^^H 

^^^H 

tsie  mal  pai¡<i  la  da. 

si  es  (U'iie  una  aprenstóDi                      ^^H 

^^^^^ 

DiiV  cti  Mpfeiider  Ae  manera 
riuvsira   C!i}iU8  cjMellana 

j  dcesia  eflLjvia  '^n                                ^^H 

^^^1 

versos  de  Lope  de  Vc^a.                           ^^H 

^^^^^^^ 

que  flor  d«ma  tulr.lnna 
KU  idiiima  ensebar  pediera. 

Sus  uma'itev  y  parienie\                         ^^H 

^^^^^^^H 

de  esieca^o  lastimados                            ^^H 

^^^^^^y 

Alici<ini'>vc  después 

juniaii  los  mlt  afamados                         ^^H 

^^^^^^' 

á  ios  lilM-ocon  que  España 

médicos  tu  en  accidentes                       ^^H 

^^^^1 

encualiiiii«t  laciór  extruAa 
blasf'n  lie  í»\  muia^  es. 

de  tan  e.sitaña  locura                               ^^H 

^^^H 

basta  medicina  humana,                          ^^H 

^^^^ 

I'rtcicnsc  Je  su  etüciiencia 

porque  el  loco  larde  sana                        ^^H 

^^^^^^H 

Peiraicas.  llucaccKM.  Oantes. 

r  el  amor  oo  tiene  cura).  ^^H 
Lucrecia  evii,  a[  fin,  sin  seso.                  ^^M 

^^^^^^B 

y  otros  híroes  s<-oiviai)ies, 

^^^^^^" 

jf»  en  llalla,  y*  i-n  l-lorencia. 

Sentid  las  nuevas  que  os  doy                   ^^| 

^^^H^ 

que  vn  ella  tii>  más  discretos 

y  á  Dios,  que  ú  conialle  voy                    ^^| 

^^^^B 

nos  tendrin  i  cunfesai. 

al  Duque,  aque:>tc  suceío.  i  ^«i^./            ^^H 

^^^H 

que  Italia  toda  es  hablar 

^^H 

^^^H 

y  tispafid  loJa  es  ooiKcpioi. 
ikii^se  lli'var.  de  modo, 

^^H 

^^^^V 

ESCENA  .\l                              ^H 

^^^B 

de  esta  ini:linacii>n,  que  al  Rn 
r«4ir¿nd«se  i  uo  jardín 

l)icno«.  m*ni-i  ooi  I'imid.                                ^^^B 

^^^^B 

^^^H 

ocupaba  ct  líeiMpii  todo 

Feí.ipe.      Yo  soy  la  causa,  Pinidn                          ^^H 

^^^H 

en  los  libfos  que  escribió 

de  que  l.ucrec'8  esiC  loca;                     ^^H 

^^^Hí 

el  Apolo  de  Madiid. 

mi  ausencia  tn  quien  U  provoca.            ^^H 

^^^Friire. 

|EjH)  c%  l.opet 

Bastante  satisfacción                                ^^H 

H            PKOPO. 

Y,  advenid 

len((o,  de  que  m>s  recelos                        ^^H 

^B 

que  entre  todos  e^coftió. 

fueron  sm  causa  TuodaiiM.                      ^^H 

^1 

la  /troii/'a,  en  cutos  pastores 

¡MaUtljia  Dios  los  cuidado!                      ^^H 

^P 

prados,  luenie>.  transCofiiiaida 

que  dan  apaicnirs  celos!                          ^^H 

^ 

d«  día  y  noche  elet  «da 

Yo  la  «doro,  yo  he  de  so(                      ^^H 

44» 


l>r.  LA  l'tNGlOA  AHCAHIA 


PiNró». 


^'^l.l^e. 
Pinzón. 


PlKlÓK. 


U  <4ÍU(I  Je  t.u  loci)r;i 

lif^liiiinle  ^u  heiníDsura. 
A  Vdkti'jia  hedu  vüUvr; 
si}!Ui'mc,  y  mi  me  aconMJes. 
jAsofs  s.ll«  COI)  eso? 

f¡\a^  pcrJidu  Cilii  lu  iCSO 

que  el  suyt>:  junantes  y  hcrclcs 
SOIS  de  uña  e^pct^íe,  si  dais 
en  ikrcndcr  un  error. 
Todn  csic  m 8 >  es  amor. 
1.0CO5.  pues,  tudns  rsiiii. 
Si  i  toarlos  has  oíciuüdo 
y  otra  vcx  nllii  te  ven 
,'píensas  que  hax  de  librar  bten? 
Jardinero  fui  linpda. 
^'Míilictiv  buiican  nyura? 
con  su  disfrai:  me  dS«(;uro. 
1.a  villa  poi  U  aventuro. 
Presciii:!*  lenyu  dotoia; 
vamos,  y  tcrls  que  Grecia 
me  translurnia  en  Esculapio. 
íAy  mi  local 

Berros  y  apio 
han  de  sanai  A  Lucrecia,  (i'mo.) 

(■s(:i:n.\  XII 

Salto  At-OAXMIA,  ílorio^io,  AnoRla,  C«nl.M. 

C«Kiupo  y  noií<«ki«. 

Al.KIANOHA. 

jLaiiimota  d«ff[racia! 

Carlos. 

.Si  le  dura, 
á  Lucrecia  este  mat.  jro  que  li  adoro, 
imitación  neti  de  i.u  locura. 

Avt'KI.A. 

Sus  aflOB  verdes  tnalojifados  lloro. 

CONHAUD. 

jQue  á  (anta  diítrvciún,  tanta  hermosura, 
un  loco  frenesí  pierda  ct  decoro! 

MuKTKSsro. 
Ya  ha  castigado  justamente  el  fuego 
los  libros,  contiislún  de  su  sosiego. 
í.luiéiascsi.  MKLiirndo  el  >lcsalinu 
de  ^us  locuras,  d^y  que  es  serrana, 
que  su  A^^^^o  ta  adora,  y  Si  convino 
hacer  ni]\cnciii,  vfllveri  mañana. 
Mas.  ti  quieto  nieiella  pur  camino, 
de  nuevo  se  enfurece, 

doUEKiO. 
¡Oué  tirana 
pasión  de  su  engañada  (aniasial 

ClONvarK). 
|Ay  prenda  malo(tradat 

Carlos. 

¡Ay  loca  mtti 

HoDTKNStO. 

S)  U  llamo  Condesa,  me  desmiente 
diciendo  <]ue  no  e><  mis  que  una  pastora; 
si  li  encierro.  tlamándii".ie  inclemente 


voces  furiosas  di,  suspira  y  llora: 

padre  me  nombra,  y  dice  que  aunque  intente 

privarla  en  la  prisión  de  qu'wn  «dura, 

no  han  de  bastar  violencia,  ni  artilitiio 

i  que.  á  AnfiÍM>  olvidando,  ame  á  Sallciu. 

Porque  s«  quiete,  en  fin,  libre  la  dejo; 

Bclisarda  la  llamo,  y  que  soy  digo 

su  padre  Clorinardo. 

CAki^is. 

|{se  consejo, 
por  cficax,  para  su  itusto,  sigo. 

AteisNOXA. 
Fui  de  su  amor.  Kelipc,  claro  espejo; 
qucbróietc  el  ausencia;  yo  me  obligo 
i  sanarla  si  vuelve  el  jardinero. 

llutiTCXSI». 

Mídicos,  Carlos,  de  ttolonia  espero. 

C0NHAI>0. 

jQuí  medicina  puede  haber  bastante 

que  del  enicnJImiento  cureengimM, 

en  siglo  que  el  más  sabio  es  ignorante, 

y  aquiíl,  se  estima  mAs,  que  hace  rnái  daños? 

Carlos. 
¿Loca  Lucrecia,  cielo,  y  yo  su  amantci* 
¿Tan  Inste  empleo  de  tan  verdes  aitos? 

flORTfeKSIO. 

Klla  sale:  escuchadla:  nadie  nie}{iie 
que  es  pastor.t  si  intenta  que  sosiegue. 

ESCENA  Xm 
Salí  LvCRKClA  ílt  f  **'••'*  Hiarra.  l>icuoa. 

LccRCC.  Ásperos  montes  de  Arcadin 

que  Milis  miraiKlo  solierbios 
en  mi  llanto  y  vuestras  aguas 
mi  desdicha  y  vuestro  extremo, 
Fresnos  en  cuyas  cortezas, 
paptl  de  mis  pcnssmienios, 
esL;rib!('>  el  alma  verdades 
CDUtra  inclemencias  del  tiempo. 
líubics.  si  ílrmcí,  villanos, 
miiiaijión  de  los  pachos, 
constantes  en  perseituirme. 
viiUnos  en  sus  deseos. 
.Murtas  vetdei  y  trífidas, 
que  hiitiierudes  dado  e|einplo 
á  mil  e^peranras  locas 
á  nci  secarlas  recelos. 
Jazmines,  que  i  mis  venturas 
imiiJis  en  los  contentos, 
pues  se  qucdifon  en  blanco 
>  en  ll'jr  se  dcsvai»ecÍeroo. 
Mosqueiis,  que  tantas  veces 
trcbol  y  rosa  os  tejieron 
ftuirnaldas  para  un  ingrato, 
llores  antci,  ya  veneno. 
•fiai  de  noches  (t»'¿  el  alma 
castos  cntreienimiento^ 
que  encubttú  el  temor  al  día, 
revelador  du  lecreíosl 
|(^uí  de  veces  el  aurora 
vi4,  dando  quejas  a  I  suoAo, 


■ 

JORNADA 

SEGUNDA                                                           449                   ^J 

^^M 

porque  u<turpab&n  tiranos 

txSCRNA  XV                                        ^M 

^^^K 

su  luriidkcióli.  ttcsvel»í! 

SaU  Piat&*  it  mJiliefi  át  rlt»,  y  son  Fai  ir«                            1 

^^^^B 

iVuv  de  tin|;>Jjis  promesas) 

a    ptttatlt.  ~  lueiiM.                                        ^J 

^^^^M 

H}uÉ  úe  vanos  iuranienlosl 

^^^M 

¡Si  temprano  me  cngsrtaion 

PimiAm.    Beso  4  vuestras  viscrlas                              ^H 

^^^^K 

larde,  ó  nunca,  se  cumplicton! 

las  minos.                                                 ^^M 

^^^H 

¡Aquí,  süledades  miai. 

PíLirt.     Hf.  á  i'iniAní  Hnzón,  yo  temo,                ^H 

^^^B 

lei  papeles,  que  líernus 

si  cual  sueles  buroaixas,                            ^H 

^^^1 

por  sc(  lelMs  se  borraron. 

que  has  de  echarme  ¿  perder.                     ^H 

^^^^1 

por  ser  papel  %e  lumpicron! 

Pinzón.                                                 Queda.          ^H 

^^^B 

¡Palabras  en  P'pel  dadas 

tloRTKN.  Dios  guarde  al  Wior  doctor.                       ^H 

^^^H 

libran  tus  obvas  at  tiento. 

PiNXi^N.    Si  uuardani,  que  en  efecto                             ^H 
cada  cual  su  hacienda  (¡uarda.                            ■ 

^^^^ 

que,  en  la  desdicha,  lo»  gustos 

^^^H 

m;  quedan  siempre  en  deseos.' 

ltucl([ainc  mucho  de  verlos                            ^^B 

^^^H 

(Moniw.  fresnos,  robles,  murías, 

seolaiitis,  entre  las  ilutes.                              ^^1 

^^^H 

jaíTiiioes.  moqucus,  trébol. 

aunque  si  fuera  en  invierno                          ^^H 

^^^^B 

noche,  aurora,  día,  urde. 

diueattria  anienuuüan                                  ^^M 

^^^H 

papel»,  obras,  deseos!... 

las  humedades  del  suelo,                            ^^M 

^^^H 

¡lodos  me  habéis,  por  adoraros. 

porque  i'i  lutribiit  rrratit                                ^^H 

^^^H 

(muerto! 

desde  ScptieinbieJ  Febrero,                       ^^H 

^^^B 

iTarde  os  conozco;  cuando  el  daño 

y  aun  á  Mar/o,  seaiin  otfi»,                         ^^B 
in  lafiidituf  no  esiitieno                                      1 

^^^^B 

{es  cierto! 

^^minn 

So  es  bien,  hija  Beiisarda, 

el  asentarse,  aiiirismo                                     ^^m 

marüri/ar  tu  vHieBo 

de  l)i»s<.óridcs  cvpicto,                                  ^^| 

con  memurins  latumusas 

conforme  escribe  Laguna.                             ^^| 

que  han  de  hIjvirisc  tan  presto. 

conhrmándiilo  Galeno,                                 ^^H 

A  la  Arcadia  vuelve  Aiifri»), 

y  laexperienciu  lo  dice;                                 ^^H 

y  líenle  el  mojiie  Lisco 

porque  y<>cur<i  un  divieso                         ^^H 

(e  eiciibc  amorosas  cartas. 

que  le  nacii^  i  cierla  moza                            ^^M 

que,  como  tu  padre,  he  aNcflo, 
'  'ü  eres,  Bclisarda  riiia. 

por  sentarse  en  unos  berros.                            1 

ruLii-K.     ,,\p)   ¿EstAs  borracho,  PinzónP                        1 
Pinzón.    Las  flores  siempre  tuvieron                                  1 

de  aquestas  canas  espejo. 

,-si  le  eclipsa^  con  pesares 

sobre  la  melancolía                                               I 

qu¿  harAn  mis  años  povtreros^ 

jurisdicción:  dice  aquesto                                 1 
,                 iiTpócfaies.                                               1 

Vuelve  á  alejirar  tos  p;is|i»rcs. 

que  en  tu  disc(eci>'in  tuvieron 

Carlos.                      Uuon  tiumor                      ^^^H 

conversaciones  hone^Ias 

tiODc     medico.                                     ^^^^1 

T  lícitos  pasatiempos; 
hiblaloa. 

PiKZÓK.                                Si  at  texto                         ^^H 

de  Avicena  damns  fe                                  ^^H 

H   LlICHEC 

¡Üh  Oalafrún. 

(que  fué  el  Ksculapio  nuestro)                   ^^^ 
dice:  ('.apile,  de píirlibuí                                ^^H 

Mcnalaca.  Uhmpo.  Enarcto, 

Anarda,  Leunisa  mía! 

mtdi<arum,  que  el  que  es  bueno                  ^^^ 

|\'uncael  triste  da  contentos! 

lara  hacer  mejor  su  olicio                                   J 
in  de  ser  jovial,  discreto,                       ^^^J 

triste  estoy,  no  puedo  darlos; 

perdonad  mis  senlunienios 

curiusu  en  ia!le  v  vestido                         ^^^H 

}'  asentaos,  pues  mis  tiesdichas 

p;ira  que  al«(>rc  al  enfermo,                     ^^^H 

me  atormentan  lan  de  atiento. 

y  encajar  de  coando  en  cuando                   ^^H 

f.iiWnf.iMirlmlai) 

(los  aforismos  y  cuento:                                ^^| 

V  COMIAD 

¿llay  listima  svmejanie? 
Tal  estoy,  que  lentio  celos 

po;  esto  lit>ran  a^ora                                  ^^H 

H  Carlos. 

en  guantes  y  terciopelos,                          ^^H 

de  este  Anfriso.  aunque  lingido. 

los  médicos'de  este  si^'o-                           ^^^H 

H  Roo  brío 

.  Yo  lloro  sut  desconciertos. 

las  Ciencias  que  nuncí  oyeron.                ^^^^^| 
Yo,  que  soy  alíí*>  burli'>n.                              ^^^ 

ESCESA  XIV 

y  la^c  ciccuiisiancMS  tengo                                     1 
ílet;or(;0[iin,  ínula  y  guantes                        ^^fl 

1      F        Saltan  Cnun«. 

que  al  doctor  hacen  perfecto,                        ^^M 
labiendu  tiov  en  la  posada                             ^^H 

V  Crudo. 

\'n  médico,  que  de  I^spdiía 

la  alteración  de  cerebro                                  ^H 

pasa  a  Komi,  y  en  sabiendo 

que  padece  la  ("Condesa,                                  ^^H 
aunque  á  ser  médico  vengo                           ^^H 

la  enfermedad  de  l.u^recia, 

promelhi  darla  (i-medio, 
desea  verla. 

Dile  que  entre 

de  su  Santidad,  n»  quise                               ^^H 

H  HORTiEX 

pasar  de  aquí,  si  primero                            ^^^ 
dando  i  la  cnft^rma  salud,                             ^^| 

iV—ftCtiltáo.J 

no  celcbraln  mi  ingenio.                                ^^H 

que  con  «pctñoln  tengo 

IMtianmc  i  usmorias                                       ^^H 

en  los  letras  tanta  Te 

quien  es  la  paciente.                                       ^^H 

como  en  tas  armas  sabemos. 

Fkupi.     (Áf^ruá  l-iiu(in.)       Kecio.                            ^H 

V             COMEDIAS  DE  TIRSO  Di:  MOLIH*. — TOMO  1 

*>                                1 

^^H                                                       ^^^B                           riNCIDA                                                                                    ^^^H 

^^H                      ¿Quiem  mirar  lo  que  dKvt? 

y  nsedia  axumoro  d«  tuero;         ^^M 

cuiüanse  las  riMini  r'>'<et.           ^^| 

y  apliquen. c  im                 í-ko         ^^M 

por  pre'ertnr  .:<                "'V.             ^^M 

^^^^^fc                  V  h>»  locuí  i)tie  i  mi 

Cuma  pcidiji'^nes  nueíos,               ^^H 

^^^^^B                 dvt>cn  U  salud  v      ívso. 

paviolas  lie  ñ  nueve  meses              ^^M 

^       Lhcnbc.  Sí  pam  mnl»  lie  ausencia 

y  beberá  vino  añeio                        ^^M 
que  lamfiial  cir  kominu,             ^^M 

^^H                         h>t>eit  hallado  rtime>lio. 

^^H                         vo,  •JouKif.  ta  enrermí)  sov. 
^^K        PiHiÓM.    Venga  ei  put!>i>. 

cene  pichoiiei  v  huevos.                 ^^U 

Y  porque  me  hH  i'ifnrmado         ^^M 

^^^^^H^                                            rrimJirfi-  >'  •fltrl*  al  MJa.l 

que  éstos   <                <  edieiiMi          ^^M 
deleeriit^                  íes.                   ^^| 

^^^^^^M 

^^^^^H                 SO}'  (te  Anfmo,  que  me  enría, 

H 

^^^^^B                  hcrmisa  paixoTi. 

^^H 

^^^^^H                    quectlá  p<i(           tvmalndfi 

dv  -iiii-K-                                  ^^U 

^^^^^H                 y  andi  el  icm)  cíi  batTiholet», 

textil  .Vonr«J  ¡<                                 ^^M 

^^^^^H                  y  porque            laenvfdin 

y  utios  qacOi:  .   .;  — .'Jejo        ^^M 
nnjar>sc  todos  pasioies                      ^H 

^^^^^B                  lie  sus  contraltos  soberbio», 

^^^^^K                  en  fl^uia  ile  doctor. 

las  nielit'i.ifMssi^UlCtido                  ^^U 

^^^^^B                  ya  quo 'lu  lie  albeilar,  \cngo 

de  If'S  libros  que  ha  icidoi               ^^M 

^^^^^F 

hagnn  bailes, canten  veriris,     ^^^M 

^        LttcHEc.                      ¿Quídicesf' 

y  SI  los  hav  en  siik                     ^^^H 

^^^^^  Pintan.    Diumulat-'iün,  tÍkiKÍQ. 

mienten                                  ^^^H 

^^^^^L                (Alia,  t  (Cuerpo  de  Díiit,  con  la  cura 

que.  siKUÍerid>>l<)  el  humor            ^^H 

^^^^^1                n\ü<>  irtmulo  ai»  ti  pulM. 

divetiidd  cunesio                         ^^U 

^^^^^B                  des-guai.  intcicadcnie 

h  itvedicina  oireíanio                    ^H 

^^^^^H                  y  pesado;  titas  ,*o  esper» 

piijrá  tof^rir  ms  efectos.                 ^^M 
HoMTCü.   Ksic  hombre  .^          '  ■  n  duda     ^H 

^^^^^                   darla  Mi)a  anteí  de  un  mes. 

^^^1         CakloS.    Yu  f>s  daiC  de  oro  «u  pcMi 
^^H                          si  eta  promesa  ^umplis. 

que  nr>s  ha  e<i'                                  ^H 

pa.'a  bien  de  im; -.                          ^^M 

^^^^        PiHZÓH.    Ujali  fueni  ur>  lumenin 

C*«i.os.    Su  parecer  s^bin  «pruelso.             ^H 

^^^^^^                  para  que  pesara  mis, 
^^^^H|                  y  )o  quedara 
^^^^^B                 Llegue         seAur  puanie; 

PiHXÓH.     K-^                        f:  -.1  w.;>i.'CÍe              ^H 

^H 

^  .--     ,-                                                                          ^^^B 

^^V                       lióme  aqueste  pulso. 

lef  iMTr  humorrn  debemos.                    1 

^^^^^^.Lvcntc.                                    \\y  cielos! 

Kui.ii>f:.     (\firu.i  Mi  bieq,  puta  que  podamod 

^^^^^^b                                        iTAnala  ti  pulitdirm  ytllfr.l 

hablarnos  más  en  sivreío.              ^H 

^^^■r                iQud  miro! 

^qu¿  te  pai(v:e  esia  industria?       ^^M 

^        Pki-ipr.     íAp.)           ~  Kelipc  wy; 

l.t]CkEC.   Que  la  taran  ir>Ísdvs«us:              ^^M 

^^H                        que  corrido,  tni  bien,  vuelvo,' 

asi  aseitur^t  pe'itt'os                       ^^M 

^^^V                          porque  lu  mal  ocasiono. 

de  preivnditntes  motetlofl              ^H 

^^H         PlHiÓN.    e'íP"^  le  parece.* 

enifc  taní"  que  iKXionB               ^H 

^^H         F£i.iri>.                              Que  («no 

nuestro  despinmio  el  oetti.           ^^M 

^^H                          circunsuncbs  peligiosas. 

PiNrús.    X>uó  reiit4Comc  Lucrecia^          ^H 
1  loarrti.   Treinii  mil  escudos.                      ^H 

^^^^^^^_                                                iStñatm  ú  ítá  ^at  nl^"  i,illi.) 

^^^^^P                  Que  contra  su  «alud  siento 

PiNiói*.                                        ñufno,        ^^M 

^^^^^^                   poderosos  accidentes. 

á  su  costa  se  ha  de  hacer       ^^^^H 

^^V         PiNtÓN.     Siempre  es  itinoranie  el  miedc; 

este  paMtiril  Cnri-do.                ^^^^| 

^^^K                          btcn  parece,  in.  en  ciado. 

^Nu  les  pitrccs'?                        ^^^^^ 

^^H                          que  estáis  en  los  rudimento*. 

CoMRao.                               KsíHl'aia           ^^U 

^^H            LUCMC.    ¡A>   mi  bicnl(,(;>aFtrl 

dittna  de  tn  enii<ndiiMcntO:            ^H 

^^H         FeupB.    lAparttj        lAv,  Inca  mlal 

fínix  de  la  mcd>CHia.                       ^H 

^^^^^  PiHZÓK.    Este  rreiicsl  molesto 

PlHií¿K.     Los  >)ue  su- ammUCs  fueron        ^H 

^^^^^L                   procededcl  austliiiit. 

hnjan  nombres  di- pastores,          ^^U 

^^^^^B                 quVoro  dccir.  de  humor  nonro. 

sirianla  y  hiit;an  exiremos;          ^^M 

^^^^^H                   mcicladti  con  la  piluil,t. 

que  el  qu«  la  ^firadiie  máv          ^^M 
•ivvru<^>d«  vuelta  en  «u  •.ucrdo.  ^H 
haliaiá  en  su  voluntad                  ^H 

^^^^^H                   y  causado,  A  1-»  que  entiendo. 

^^^^^                 de  leef  tinco*  profanos. 

^^H         HoRTiN.   Acertó. 

mejor  IU)(aí.                                    ^^M 

^^H         Piftün.                  Y  como  qu*  acierto. 

RcMgaio.                      F.10  es  dorio.          ^H 

^^H                           para  principio  de  cura 

(Radios.    Ol<mpasoy.                                ^^M 

^^^^^H^                   se  le  íiaxa  un  cov.imienta 

CoNHAii.                       Yo  Menalca.          ^^1 

^^^^^B                   de  nabos  y  escararnuios. 

ftutiEKio,  No  es  mal  nombir  el  ile  Kn«r*t^^^| 

^^^^^B                   mirabolniios  y  puriit>k¡ 

AnCClA.    ^Dó(ld<ar>"-"  <'^'''     '<'>!.            ^^H 

^^^^^1                   dos  <iti/as  de  potiixd  O, 
^^^^^B                  cuaim  mano]os  de  espliego. 

r.:od(>  d<                             1^            ^^M 

PiKiÓN.    YO  loy  de  na«iOn  (íaiieitu:      ^^^H 

^^^^H               ua  oio  de  un  tt«io  aurjo. 

P^HH^^^H 

l^^^^^^^l 

^^^^^^^^^^^^^^^^^^Tomi  A  D  A 

^^^^^^^^^^^^^s^^^^^^H 

^^H           mi  nitutil  Kitodavia, 

no  obstante  que  te  confieso                       ^^M 

^^^1           «1  doctor  Psrta  mi  abuelo. 

qtic.  St^ún  me  haces  reir,                              ^^M 

^^^H            jürao  niédico  de  infusíontil 
^^^H            Mi  padre  el  dncior  Ssrfi]i«nto: 

ciMtKlD  pnr  cuiar  el  seso                      ^^^^| 

que  Lucrecia  hayaadqiiirido                  ^^^^| 

^^^H           yo.  i^uc  de  rs^ón  debiera 

tanto  aforñmo  acumulas                      ^^^H 

^^^B             llamafmc  conrotme  aqiictia 

recelo  ur  conocido.                                   ^^^H 

^^^H           lamhiín  ct  doctor  Racimo, 

PtHiúíi.    Guaníes,  latines  y  muías                         ^^^H 

^^^K            porque  no  lo  consintieron 
^^^m              *i  auuat  de  aqu«l  oioAo 
^^^H             <\at  ítK  viñai  corrompieron, 
^^H^     ■       vine  i  lUmannc  «n  LMtitla... 

autorizar  han  podido                                   ^^^| 

toda  doctora  iitnorancia,                               ^^| 

y  al  mtdico  mAs  ruin                                 ^^M 

dan  opinión  y  ganancia,                               ^^M 

^^TwiELA.    jOómo? 

afoiismosqueen  lattn                                  ^^M 

PinMk,                 El  doctor  Ala«¡o«- 

se  llamiin  pueblos  en  Francia.                     ^^H 

H     Anorla,   Todos  Sun  nomt»rcs  vinosos. 

Pur  lo  menos,  hasia  agora,                         ^^H 

H     Pittzüti.    GraduAronini'por  oJIí^t, 

«1  más  bachiller  me  precia                            ^^M 

H                     que  Jan  bodas  amsrilLas. 
H                     Pero.  Us  gracias  dejemos 

porun<>aUnu.                                         ^^H 

FSLiMC.                              Mejora                                   ^^H 

H                   y  mrt  rccetat  se  pongan 

fl»(CklameRte  Lucrecia,                             ^^H 

H                     en  orden. 

y  i]Uicn  la  ocasión  ij¡i>ora                          ^^H 

^L  LucRic.                 I'a'Jre,  fo  tengo 

se  la  atribuye  al  doctor.                               ^^| 

^m                    de  vec  lai  car<4S  que  AnTriSo 

Pinzón.    En  Salamanca  estudít                                  ^^H 

^r                  me  escribe,  guMo  y  deseo. 
llofTiH.   Vamos,  pues,  mi  bolisirda. 

dos  «Aos,  pcio  mi  humor,                        ^^H 

que  siempre  travieso  fui,                            ^^| 

Carlos.    Alio,  gatanct.  y  i  ello 
K                     V  t  uéívanse  nuestros  montes 
H                     los  de  Arcadia. 

tuvo  á  Alarte  por  mejor,                              ^^H 

siendo  en  Italia  soldado                                ^^1 

que  i  Escu  lapio,  dios  con  flema.               ^^M 
En  efecto,  yo  he  mandado                          ^^H 

^B    Alemnd.  (Ajurtij          iOu¿  embclccosl 
^B                    ¿bon  ístús  £i>>pcvlus  iiiias^ 

que  &ÍK*n  todos  el  tema                               ^^H 

H    PiNiÓR.     ,:Qué  te  parece  mi  irt|¡»tio.^ 

en  que  nuestra  loca  ha  dado                       ^^H 

H     Fri.ipe.     Loco,  pero  provecí»^. 

mtcniras  sana  poco  i  poco;                       ^^H 

H    Alxjano.  No  se  ha  de  partir  tan  presto 

y  con  esle  fundamento                                 ^^B 
i  sus  amantes  prosoco:                                      1 

H                   á  Roma  el  señor  doctor. 

■    PiMÓü.     ¡lesúsl  Sanari  primero 

que.  en  lin.  si  un  toco  haCe  ciento,             ^^1 

H^                   U  condesa/ ikiarA 

jcuanios  hará  un  doctor  loco?                    ^^H 
Feí.ipe.     No  ha  quedado  pretendiente,                       ^^H 

^^^_               fama  al  doctor  Alacjos. 

^^^^h 

amante  <:ompe(idor                                  ^^H 

^^^H 

que  por  tu  inJuttría  no  intenifl                ^^H 

^■_  JítKNADA  TEKCI'RA 

ya  vaquero,  ya  pastor,                                ^^H 
disfrazarse.                                               ^^H 

^^^^^^L 

PiHxÓN.                 Es  excelente                               ^^H 

^^^^^       ESCENA  PRIMERA 

mt  ingenio.                                               ^^H 

^B                                              ^' carra. 

Feli».                      La  primavera                         ^^H 
6  ficsias  ocasionada,                                ^^H 
la  juventud  novelera,                                  ^^H 

H     PiNzóK.    Famosa  va  la  maraAa 

esta  quima  celebrada.                                 ^^H 

H                    de  nuestra  ArcaJia  Ungida. 

estai  selvas     ribera,                                   ^^H 

■     Feufs.      Por  inaudia  v  exiiaíU 

todo  se  toma  al  deseo                                ^^H 

K                     no  M  <i  ha  de' ser  cTefda, 

de  ver  mt  Condena  sana.                       ^^^^H 

^M                     cuando  volvamos  iHspaRa. 

Pinzón.    V  yo  que  soj'  el  Teseo                        S^^^^ 

^^^_             Lucrecia,  loca  hasta  aqui 

de  aquesta  Órela  aldeana,                     ^^^^M 

^^^H            y  ya  cuerda,  hace  por  mi 

por  uno  y  otro  rodeo                         ^^^^H 

^"               tos  {¡asios  que  ves  y  cxticmoi. 

conde  le  pienso  sacar.                            ^^^^H 

Pi»iÓK.    A  costa  suya  podremos 

Fintic  ser  Anfriso  agora                         ^^^^| 

entreicncrnos  asi. 

que  acabaste  de  llegar                           ^^^^| 

Que,  pues  cuenta  al  duque  hasdado 

cel«)0  de  (u  paitora.                              ^^^^| 

y  al  famoso  Pimeniei 

/  déjame  enmarañar                              ^^^^| 

de  este  amor  enmmañado, 

<le  suerte,  a-íuesios  quimeras;                 ^^^| 

yo  Hoque  «ut|;as  de  £1 

micniías  de  todos  te  burUs,                       ^^H 

victo  naso  )  desposado. 

Anfriso.  de  estas  riberas                             ^^H 

Feure.     Esperólo  det  favor 

ave  lo  que  tienen  por  burlas                     ^^H 
lloren  los  dvmís  de  veras.                          ^^H 

que  me  hairc  su  Üxcelen^ia. 

Pinzón.    jY  qut  dees  del  di'Ciot 
Alaejos?  Poca  ciencia 

Y  piaso.  que  esiin  ta  aquí                         ^^H 

}oi  fingidos  K""aderos.                          ^^^^ñ 

y  mucho  hablar. 

FEíirE.      Bravas  felas  y  labl.                                ^^^H 

FiLiMt.                                De  tu  humor 

Pinzón.    Hasian  como  caballeroa                      ^^^H 

todo  próspero  suceso 

fuer*  (le  que  no  lel                                     ^^H 

pienso,  Pinx6n,  consegair; 

en  la  Arcadia,  de  xtgal                            ^^| 

^^B     453 

DVL  LA  FINGIDA  APCARIA                                                                ^H 

^^H^ 

oue  m>  lni¡eM  el  zurrAo 
oe  perlas,  «te  oro  y  cri«ul 

ausente,  no  oscausc  espanto          ^^| 

^^^^^^H 

que  crezcan  el  Kiimanio                 ^^| 

^^^^^^f^ 

el  cayado,  >  no  ñ  razón 

nuestros  ojos  sin  vos  trí»Ivt.           ^^| 

^^^^^^ 

qu«  >qul  it'  vista  sayal 

I'ak>^  la  C^peranxa  en  flurCN              ^^| 

H 

<)ULcn  'iniia  sus  aoiores. 

el  a)tU4  que  la*  cultiva;                     ^^^ 

■             Fblipb. 

ImpiopiamcAlt'  pinió 

que  iitilia  i  b  sieiHpre  yÍs"*               ^^B 

H 

su  traic  i.opc. 

en  los  ciinsianti'i  .iniares:                        1 

H            l'mzÓN. 

No  ignores 

ya  que  lis  ven  nuestros  pastores          1 

^M 

que  en  b  Arcadin  disfrsió 

y  vuestra  vista  deslierra                           J 

^^^—^ 

metafóricos  pastores 

el  llanto  de  nuestra  sierra.                ^J 

^^^h 

Lope,  y  auc  «i  apacentaban 
los  K'ñaaui  que  rc^fan. 

trofeos  A  esta  a^ua  Jen.                     ^^^ 

^^^^^^^_ 

si  en  la  pan  par<s:cn  bic-i                    ^^ 

^^^^^^Hi 

vistiendo  l«las  TT)<i>ual>4n 

los  despojos  de  la  cuerra.                        1 

^^^^^^1 

■5Í,  el  valor  que  t;ti.:iibrían 

Caklos.    Muy  de  vcrjt  y  a  t'>  amanic  1«*J».>  ^J 

^H 

niái  que  el  que  represen taban. 

Conrado,  habla  e;:te  pastor.            ^^| 

CoMMAD.  Traza  es  loda  del  doctor                   ^^| 

y  este  Anfriso  es  su  pasante.                 1 

^^^^^p 

ESCENA   II 

¿<^nc  toipccha  hay  (íue  te  espante     1 

^^^^            ibm.CoHPino,  C>*ioi,  Ki'.'.iiiii"  >  lUtntrntío;  pur 

si  as!  entretiene  desvelos                           1 

(le  Lucrecia?                                              J 

Carlos.                        M  -                              ^M 

me  dicen,  numi                iis             ^H 

^^^^L            orritl»*  Aiinuj.  LiiCOKr.i»  y  Ai  i^f AHbnt.  ■/<  patttt- 

^^^^r           fai,t'm  i*ntariltti  mrau«rfii)tf<  .iMvm  y  cJnpr- 

^                  itt;  toifM  idfrn  íiintinJn. 

que  los  celos  m  aun  iic  nurla^,       ^1 
Cunrado.  que  al  im  «nn  celos. 

^H 

H            Ellas. 

Ttébotc  lay  Jesüst  cnmo  huílc  e\  Ar- 

Conrau.    Ll>.'late  lie  rsio  >  llcvcfliuS 

^H 

Tríbole  ¡«y  JcíúiJ  ijué  olor,    fcadia. 

adelante  esta  niar^A». 

H            Elloí. 

Trihole  ;ay  Ic^us!  d[*in<lc  cstii  Beli- 

Ya  que  os  ve  nuestra  montaña  (.ttrai 

^H 

Ttí'bolc  ¡ay  le>,iff¡  que  amur.  Isaida. 

Anínso.  volver  p«>lrernus 

H             Eu.». 

Kl  Arcadia  lod»  i's  ilurei. 

A  los  leilivos  extremos 

■             Ku.os. 

Kelisardk  es  lud*  amares. 

que,  sin  vos.  se  tiaii  sTispendtdr). 
Caklos.    SciUs  pastor  bieii  ven>d<:>. 

H             Eu-AS. 

Aquí  cantan  ruiscñures. 

■            EU.OS. 

Aquí  penan  los  pastoiss. 

RooMio.  Albricia';  al  m'>nic  lia  dado             ^H 

■             Ellas. 

Aquí  corre  el  EríinaniD. 

porque  os  ve  nuestro  ^n*dr)          ^^| 

■             Ellos. 

Aquí  amores,  risa  y  llanto. 

en  vuestra  ausenca  perdido.          ^^| 

■             Ellas. 

Aqui  hay  jilofia. 

AmcbLA.  .Si  los  pastores  os  dan                     ^^| 

■              IClixm. 

Aqui  hay  dolor. 

parubrcnes,  las  pastoras.                   ^^| 

■              Ellas. 

Trébole  [ay  Jcsúsl  como  huele  el  Ar- 

que  os  cspcfjbjTi  por  lioras.            ^^| 

^m 

Trcbole  [ay  Jcíi'ií!  qtjc  olor,     ¡cadia 

Rillardo  Ani'iis:                ■  \nt         ^^^ 

■             Ellca. 

Trébole  ¡ay  lesús!  dónde  csiá  Ikli- 

MoKTKN.   Las  canas  tan'                                  ^^H 

H 

Tríbolc  ¡«y  Jcsüs!  qué  amor.  |s«rdi 

alcores,  «n  ver  qiif  <>s  ^.••r,i              ^^| 
nuestra  .Arcadia  \  se  alborota         ^^| 

H               Felipe. 

Si  venís,  bella  (Msiora. 

^^^B 

dcspuf^  de  ausencia  tan  lirfta 

la  mis  \ar^»  senectud;                      ^^| 

^^^m^ 

con  el  ajtua  que  u^  encarda 

porque  cnirc  la  juventud                 ^^M 

^^^^^^^ 

li  que  por  vot  mí  alma  llora. 

H  mis  VKV  •■■■■•■.<■•■•■■                      ^^H 

^^^^^H 

vi<.^rtaia  el  contento  agota 

FkUPB.      ¡Olí  mil)!'                                             ^H 
l.eonisa,                                               ^^M 

^^^^^^^K 

que  (>s  merece  ver  presente; 

^^^^^^^B 

que  i  fe,  si  adveriis  lu  fuente 
Je  donde  amorosa  broi.*. 

Menaka,                                         ^H 

^^^^^^^H 

nii;t.:n}.  r                                        ^M 

^^^^^H 

que  os  abrase  cada  gota 

i>  apiuarJu         ^^M 

^^^^^^^^ 

pues  aunque  A)iua  es  agua  ardiente. 

^^M 

^^^^^^^K 

Coronad  la  cantarilla 

coin>.  vías,  fx'i                                    ^^M 

^^^^^H 

de  claveles  y  albah»ca, 

justo  es  stifrn                                      ^H 

^^^^^^^B 

que  si  el  aurora  l.i  saca. 

porque  in''  ~                 -  males               ^^| 
tan                                                              ^^H 

^^^^^H 

yendo  el  íol  á  recctnlla. 

^^^^^^V 

vos,  milajiTo  y  maravilla 

PlNtÓK.                                                                                   ^H 

^^^^^^ 

de  la  fuente,  el  prado  y  tior. 

^^1 

^^^^^H 

cantculare»  de  amor 

j  .iLi[  .lia         ^^^ 

^^^^^H 

causáis  .-t  quien  ce^>s  tiene. 

^^B 

^^^^^> 

pues  sol  que  en  ajtua  víetic 

Kaurr.     i.---i  v/i.>í<l,i  iir.  jj  aslcnuis:         ^^B 

^^^^B 

abrasa  con  m/>s  rÍKur. 

f.V«Nr«a»)   1 

^^^B 

Ya  que  en  nuestro  vallo  os  veo, 

divtrtímurir"  '"'  i-it.>,                              1 

^^^1 

gallardo  AnlhM,  A  la  nsd 

contra  ei  =                   r  retrato,                 1 

^^^^^^^ 

i]ue  el  pt«do  y  la  tucnto  «visa 

puessliin                 '!<•  e>  lun^o.         j 

^^^^^^^B 

imitará  mi  drteo. 

Í.t;i^nEC.  ^Ue  qué  tuerter                                    1 

^^^^^^^B 

RiH-ntra%  al  monte  l.iseo 

PiNzáN.                            Annarl  un  loeisi     ^J 

^^^^^H 

nuevas  iloiet  viéndoos  <1ÍMC>, 

de  qiio  me  saquéis  h.itw  1                  ^H 

£_ 

y  dH  Menalco  ntuvisics 

lloitTKN.   El  ineiiir  seriiqíica^  <  .1                    ^H 

lOHWADA  TERCERA 


453 


le  de  una  prcnd*  en  favoi 

de  \atfto,  &i»o  Je  jnioc, 

á  cudd  uno  uní  pastora, 

V  ('I  ci>  ítt  <tc  que  \s  adora 

ia  celebre  de  fcpcni» 

cti  veno. 
Cutos.  Traza  excclcm*. 

Aleiand.  ¡Vaya! 
Angela.  No  qucd<.'  por  mi, 

que  on  la  Aic«tia  te  tiizo  asi 

aunque  i  inicnio  difcreniv- 
Lucubc.   Ksic  mondadientes 

doy  i  Anfríiui. 
Ai.KiAXU.  Yo  quMru  dar 

ú  M«nulca  este  cuchar 

de  enebro. 
CoNHAU.  Premiad»  estoy. 

AítoELA.  Yo  en  fe  de  que  prcu  M>y 

le  iloy  on  estos  .taruillos 

i  Enárcio,  esios  dos  grillos. 
LccaBc.  Yo  i  Olimpo  eüii  cinta  negra. 
Ca«i.os.    Pucsin  que  triue,  me  alegra. 
Amoela,  ^Sjbéif  vcríUsP 
PíxxDK.  Sé  escandillos. 

Amícla.  E«a  calabaza  de  oiú 

M  doy,  pues,  tenor  doctor. 
PiKxÓN.    Si  no  liay  vino  no  Kay  amor, 

sois  liíjjuna  y  no  lo  ignoro. 

Aluit»,  Coca  y  Toro. 

me  den  versos  de  improviso. 
Carlos.   Tun  poco  Apolo  me  quiso 

que  lio  se  u  h«  d«'  saber 

coplas  de  provecho  hacer. 
FcLire,     ¿Quién  L'omicnxa^ 
Lucaec.  Vos.  Anfriso. 

FrUK.  CIJ  ■■■i>a<r4.0rn(»  > 

Prenda  mcbandado  que  ú  perder  provoca 
el  seso.  iVentutoso  quien  la  akan/a! 
pues  si  enloquece  una  dciconIian/« 
luí  \ei  vuci*e  el  contcí>n>  un  alma  loca. 

Favor  que  entre  cíateles  labios  toca 
de  Ikl-sarjfl  no  tema  niuil3n/.t 
pues  pnra  que  susicniu  mi  esperanza 
dirc  que  se  lo  quila  de  t*  boca. 

I  Ibk"  lle^ba  de  vus  el  amor  dcKo; 
báculo  sed  en  que  mi  dicha  estribe; 
cetro  en  mis  celos  "^  ^  reducilUi:{. 

Leña  de  amor  con  que  aticiíii  %u  fuego 
y  apoyo  en  su  ediltcio:  que  amor  vive, 
como  es  rapaz,  en  casas  de  palillos. 

CoKiíAD.  (Atciiekar.i  Vivid  ya  satisfecho», 
recelos,  de  un  rigor 
que  al  nii^n,  dios  d<  amor, 
le  quitan  hoy  los  pechos; 
en  íe  de  los  provechos 
que  Anarda  le  ha  de  dar 
t«  quiere  alimentar; 
que  es  rica,  y  nu  parece, 
pues  la  cuchar  ofrece, 
que  negará  el  manjar. 

Roaeaio.  (.itM^rriiiH  ).i(^mous dirán  sus pasio- 
LeontM  hermosa,  ims  quejas,    [ites, 
si  adornan  vuestras  o(c;as 
grillos  que  al  >m  son  prisíonn? 
Desdenes  y  sinrazones 
halla  mi  amor  por  despojos, 


mas,  cuando  por  darte  enojos 

apiision<íi%  los  «enttdos 

huyendo  de  los  oídos, 

él  ve  tntratii  ¡Kir  los  o)OS. 
Cahlo».   íA  Ja  ei-ia  <i($rj  )  Sobre  negro  no  hay 

antes  muestra  la  aue  pinta      ^olor: 

negro,  mi  primer  favor, 

que  nt>  ha  de  )rnb«r.  ne^ra  dnia, 

otro  amor  sobre  mi  amor. 

Sin  loinor 

vive  y*  niicontianxa, 

pues  hoy  los  recelos  pierde 

de  mudan/a, 

y  dejando  el  color  vcrdf, 

funda  en  negro  su  esperanza.  '^ 

Pinzón.   íAiif^^'d  ^'o  te  honran  mucho 

l.cunivfl.  &  mi  parecer.  |c3ias  intzas, 

puci  mura  dcbift  traer 

quien  me  ha  dado  calabazas. 

Aunque  castellanos  viejos. 

dirán  que  es  buena  señal. 

pue^  nunca  se  llevan  ma( 

calatéalas  y  Alaejos; 

(nvorcciendo  me  en[ad,ts, 

putqucen  darme,  prenda  mía, 

ia  calabaza  vacia, 

me  das  de  calabazadas. 

Múdala,  ó  en  pa^c  y  «n  salvo 

mi  amor  se  desembaraza, 

que  favor  de  calabaza 

i6\a  se  ha  de  dar  ú  un  calvo, 

(LtráHtanm.) 

ESCENA  III 

TOttn  inifftiai,  dUrliutu  y  ruiTd  la  laitKa:  <éat 
ab*lo  leda  tf  fieutu  ¡til  it.iln>  y  fatat  ■>■  jardín 
¡Una 4t  Jlortt  y  y tdr a.  a  U^manv  dtncltít  uli  u» 
piirgalorlo  yn  ti  ffiiaiiJ'>  al^Mnat  alm,ii.  y  á  ¡o 
IX^iáÍ4rda  an  lifitrao  y  iit  It  <olgiiJu  huí.  y  otra 
Ktnna  Iraninya,  y  un.i  tur/u  y  un  Mía  luí  Udot; 
arrien,  tn  KtJi«  4t  nio,  tn  ulta  partí,  ana  gloria 
y  fadtn  ApoloMniMoenua  tranueon  anacaroiid 
di  laartl  cit  M  Mimii, 

Liti:nBC.  ^Quéescsio? 

Pihz6n.  El  pastor  i'.riscüo, 

qt»  aunque  pastor  nicr.>mantc, 

consoló  en  su  cueva  i  Anfriso 

cuando  lloraba  petares, 

en  ligura  de  romero, 

según  cuenta  en  stit  .maln 

la  Artudia,  tercero  libro, 

í<)lii>  ciento  y  cuatro,  os  hace 

osteniación  de  sti  deitcia. 

Todo  hombre  dfbc  acordarse 

cuando  en  los  montes  de  Italia 

perdimos  A  don  Bellianc, 

digo,  al  peregrino  Anfitso. 

que  llegando  ú  consolarle, 

le  enseñó  el  pastor  Criselwi 

héroes  de  Apol»  y  de  Mane. 

como  son:  Rómulii  y  Remo, 

César.  Lícucko.  Alejandre. 

Aquiles.  Vjmba,  Aníbal; 

los  cuatro  matronas  graves, 

Scmlramis,  Artemisa, 


^^^^^^^i(54                                                              ÜK  LA                        ABCAÜO^^^^^^^^^^^^^^^^^H 

^^^^^B                  /.tnnbii  <f  U  que  Jló  «1  tipid 

y  renoi  lrllin||tlet  hwre.                ^^ 
Feuri.    V  «qut^n  ton  ln^  del  infierno?           1 

^^^^^^B                   el  p(s.h(>,  el  ulin* 

PiHZÓK.    Lcctleias  lelits  Krandcí.                         1 

Femce.     Pitrnaut  cómico  dicen.                            1 

^^^^^H                  il  Rt)  ik  AiPí!""  <J<"i  Jaime. 

LiicüEC.   Y  éslos^no  pueden  »lv«ne?              1 
PiKzÓN.    No  han  de  ir  al  dctu  de  Apolo.            1 

^^^^^H                       Cid.  i  Bernardo  el  C«rpio 

^^^^^^B                  r      grin  G<>tiz«lo  l-ernái>dcz. 

l.ucHCc.  ¿Por  qué  culpa ^                             ^J 

^^^^^^H                  Kste.  pues,'  i  itiunncla 

Pinzón.                                Detestables.          ^^| 

^^^^^H                  hc>t  ci  quiere  tiauf  nUrde 

¿No  es  hacer  moneda  falsa          ^^H 

^^^^^^H                  de  su«  iiiJ^'o»  %ri:rcii>». 

criuirii  Icstt  luajeúalis?              '  'l^^l 

^^^^^^^                 porque  apat^cnvUs  Dlj  Ulten. 

LucRKC-   ('laroeMá.                                         ^^B 

^^^^^  LticiiKC.  ¡Gran  sahjol 

PlxzóN.                      Puri  ésiot  venden          ^^M 

^^^B        CAPLot.                      lEipxnxna  vlslal 

i  todo  repieienunie                      ^^M 

^^^1         HonTRN.   ■-:«  ('i                iiii<r«  D'j'abk. 

ComediiS  falsas;  con  li(ja                 ^^M 

^^^H         AuEíAMu.  Y  jíi  1                ,1  uguL-siu. 

de  inflnilus  badulaques                       ^^H 

^^^H                          ^1  L'si('ir  [Micutr  inleiprcUrM^ 

han  eduilefíilo  i  Apolo                   ^^B 

^^^B         PtHtÓH.    Ksic  vs  r*rniiu>  de  Apolo, 

con  (ramo)  as.  miik'rajcs                ^^U 

^^^K                          y  lodüS  luS  cl(cuniunle« 

y  bofeíonuÑ.  que  a  d>os                   ^^M 

^^^1                          ton  poetat. 

j  ovan  jhulciearle,                           ^^B 

^^^H        Felu>k.                      Y^qm^iiMtn 

y  eilAn  ciriiilus         rTinsas              ^^^ 

^^^1                          loi  que  ctián  Ji  ctras  il-is  patieii' 

que  las  liacen                                    ^^| 

^^^^^^  PiMZÓH,    F.l  t'jtrniíto  >e  i:iiii>|v>nc 

carK'tLis  Je  i.ii  1                                ^^H 

^^^^^B                de  I  es  icni» 

peñas,  fucnies.  turre*,  naves,        ^^H 

^^^^^P                 KlfKÍa,  iniícfn»  *  purgatorio. 

que  las  tienen  Jrsloinulat,             ^^B 

^         ANt.ttii.   iQuí  lluniistan  rspHiiiitbltsI 

y  a^  las  mandan  que  paien            ^^B 

^^^K^  l'iNZÚN.    Loí  de  la  ttiMno  dccevha, 

penas  y  caretas  eternas                     ^^H 

^^^^^L                 pnrque  mejoi  m  declare. 

i  tus  culpas  semcianies,                 ^^B 

^^^^^y               en  k-tras  puncas  dic«n: 

y  las  atormenten  vcrpes                  ^^M 

^^^^^^                   Parnato  criíiVo. 

arptat,  ttrilos,  salvajes,                     ^^B 

^^H       LucKEC.                            Tnnc* 

que  %(in  Íoi  que  en  tus  comodla^^H 

^^^^                      ei.  de  lemtr.  Mas  jpur  qui 

introducen  i^norantet,                 ^^^H 

^^                                penan  ? 

dando  al  Ingenio  de  palos,               ^^fl 

^^_^        PiNtÓN.                 PecaJoi  vcnUles 

Lt*C«EC.  0"icn  tal  liace,  que  tal  pantic.        ^^M 

^^^B                         wn  Us  putabras  üciosis. 

CoNHAu.  ^Quii:-n  es  aquel  que  •«  cjuemaP          1 

^^^^^_.                   que  con  lue^o  h»n  de  purgarse; 

Pinzón.    On  poeta  vergonzante                    ^^B 

^^^^^h                vocablos  iinperilncfiies. 

úue  pide  trabas  de  noche                 ^^B 
de  limosna.                                     ^^M 

^^^^^^B                que  fuera  de  sus  luciros 

^^^^^^H            1     eiliil,  C'Jitiu              tiulJji; 
^^^^^^P           !     sofl  los  que  en  nurMro  Ien(|U«fe 

CoNni,a.                       ,jNo  las  hscc^                       1 

Pi.fZúN.    No  es  hombre  de  traía  el  potare,     ^J 

^^^^^^H                proprinei)  los  «djviivos, 
^^^^^^^                UttniJiBit      rumatice 

qtie  hay  p«>i:i*s  olkiales                    ^^1 

que  coien  lo  que  lev  corta              ^^M 
el  maestro.                                          ^^| 

^^^^^^^b               y  echsri      veito  á  lu  piHtie, 

^^^^^^H               como  oración  de  ped^nic. 

AeiORi-A.                    No  le  alaben                   ^H 

^^^^^^V               l>ice()  que  está            inliEtno 

de  inijenio  Aese.                              ^^M 

^^^^^^H              su  primer  d<:i(tiiiaii/ani<-. 

AuiAND.                          i\  aqutP               ^^M 

^^^^^^H                que  iiiUodutir  nuevas  mii.'(ss 

Pinzón.    Es  un  poeta  de  rncaie,                       ^H 

^^^^^^B                 iM)  es  ditiii»  de  pcrduiijinic. 

que  en  una  comedia  meiv,                 ^^^ 

^^^^^^H                Penan  en  el  pui)jatono 

como  sí  fuera  ensamblaje.              ^^fl 

^^^^^H                sus  dis.  Ipulos  secuaces. 

cuatro  pabis  de  las  vie|a5                 ^^B 
redondilias  j  romances                     ^^B 

^^^^^^                 por  no  potar  de  malicia. 

^r                               que  los  mils  ^m  ijt'iuranies. 
■             BooEHio.  \  ¿quitn  M>ni' 

con  Indas  sus  zarandajas.                 ^^M 

Lucnac.  Vena  esténi.                                    ^^B 

H               Ii>iKZÓ,s.                             f^tte  es  Candor, 

Fbupe.                        No  le  llamen                ^^B 

^^^                         aqutl  «c  llama  Hrillnalr, 

al  lal  sino  remmdón.                    ^^B 

^^^^                        £'>iiii/ü  «quíl  >  Ciflurno 

y  cuando  oscriiia  le  inarxlan             ^^B 

^^^^L                       el  oirii;  aquíl  el  Celaje, 

sentar  tobrc  una  lunqucia,            ,^^H 

^^^^^L                  Cristal  aaimaJo  e<  uirot 

pon  echar  tacttm-s  ^«l>e.                 "^^H 
PiHlÓN.    Llevan  tus  muchachos  Mos           ^^B 

^^^^^L                 Hipérbole.  Pulnhitle, 
^^^^^K                Paltiira,  Ciro,  Ztnilfo, 

que  presionan  por  tos  calles,                   ■ 
en  vez  de  *^hav  lapalo  viejo?»              M 

^^^^^H                Crvpúfiru/oi      Fraiíanlts 

^^^^^^m               murieron  con  contrkción. 

jhav  comedia  «leja?                        ^h 

^^^^^B                 y  quisieron  enmendarse, 

Carlos.                                 Pasen                 ^^B 

^^^^^K                mat  no 

por  poetas  de  obra  fimesa,              ^^B 

^^^^^H               PucKucn  i  Dios  qui;  tiM  saque 

y  lienenlrs  los  cusíales                      ^^H 

^^^^^H               de  pena^dc  rurgalorlu. 

papelistas  de  la  le^ua                         ^^B 

^^^^^B               que     (e  que  liajr  entre  ello  (raiU- 

en  ese  uricio  iratanies.                     ^^B 

^^^^^H              que  IwbU  ptusa  i  asc(in(tada 

Au:JAND.<QuÍ¿n  et  aquíl  que  en  la  stlla        ^^M 

^^^^*^ 

^^"^^H 

^^^^^g^                                                            JORNADA                                                                                                      ^H 

^^^F            Un  auiurí»du  j  grave 

ya  paMor  de  e«la  ribera,                         ^^H 

^^^^             titne  tn  1»  m»no  d  laurel. 

que  su  amorosa  quimaea                          ^^H 

m                         borla  del  Petrarca  y  Dtnie'f 

no  ha  dt;  pasar  adelante:                           ^^H 

H                        y  u^ucl  el  dios  qui:  Iu4  llaves 

ni  consienten  mis  detvclos,                      ^^H 

infid'co  embelecador.                                 ^^H 

H                        iictic  il<:t  cniendimieriiD, 

que  pues  no  pai;a  mi  amoc                       ^^H 

H                        V  pieiníür  ul  Ouciu  sabe; 

aumente  con  i\  mis  celos.                         ^^H 

H                       la  coiuna  ci  pafa  qupen. 

Yo  di<£  que  es  D.  Felipe,                   \       ^^H 

^1                       esciihicnJu  Jukc  y  fácil, 

que  ni  «siá  loca  Lucrecia,                        ^^H 

^1                       vn  httc.-Tlc  carj^intcro. 

ni  con  maraña  tan  necia                           ^^H 

H                       hur.dlrlcnt  eniratnoyarle, 

es  bien  que  »  me  anticipe:                       ^^| 

^1                       enirecíeiic  al  audiloriu 

<;Bl>allerok  hay  aquí                                   ^^H 

H                   ',    dof^  horas,  sin  que  kua^'c 

señores  y  potenlnLlos                                 ^^H 

H                  1   niisdc  un  bitic'.e.  diivcinias. 

que  vendarán  mis  cuidados,                      ^^M 

H                        un  vaM>dv  ati"a  ó  un  (juafiic. 

i  pesar  del  frenes!                                    ^^M 

H                        «ie  sv  citioriaci. 

que  la  OnJe^a  ha  fintt>do:                      ^^M 

H       Alkiami.^V  luidvmis^ 

pui^andc-os  la  cura  á  vos                          ^^M 
i  palos.                                                  ^^H 

B       PiKiÓN.                             QucM  «bta««n; 

H                        pun  d;tn<lono«  paf>  Je  palo, 
H                        ios  io^ciiios  inaian  ilc  hambre. 

PiNjtás.                  iCuerpo  de  l»us                           ^^H 

con  quien  dotcr  me  ha  metldol              ^^M 

^1                        L<)S  gtii-  quisieran  tjbcr 

^\(>  ves  que  echas  á  petder                      ^^H 

H                        los  niisU'ius  litiportante/ 

toda  la  Arcadia  con  oso^                          ^^M 

^1                       que  el  «nbio  Ctitrti»  enieñ* 

Tanit>lén  iCi  has  perdido  el  seso:              ^^M 

^1                       i  los  pakiurrt  amunies, 

que  te  cure  has  meiiesior.                        ^^H 

^m                       i  tu  cuei'u  Itii,  convida. 

ALajANIt.  Picaro  disimulado:                                        ^^H 

H       Lucaxc.   I^oiremo»  tiHlosá  hablarle. 

^Vos  á  Anfriso  me  quitáis?                     ^^H 

H       Cahi.os-   5iitir:cu  e%e¡  duciof. 

Pinz6n.    jDijeluyo?                                                 ^^H 

^L     Anúcla.  y  sus  hurta»  if^iadablci. 

Ai.BiAKUi                     ^Voscuráb,                            ^^H 

^H 

mí  dico  desalmado,                                   ^^H 

^B 

la  Condesa  á  cosía  mU,                           ^^| 

■                                ESCENA  IV 

i;tra  que  yo  el  seso  pierda                        ^^M 
oca  Ale)áiidra.  olla  cuerda^                    ^^H 

^^^^                  iSHtnkrttt  rw<>  o>ii  «ittKit; 

^^^^               fHAlAII   ><■'•■>  l'tul'tll  )r   \t«l«MU. 

jIJsv  tan  (jra^  bellaqtiefia?                     ^^| 
f^atlns,  llortensto.  ¡Oh,  qu<  btlCDO        ^^M 

^B      AlBjanci.  Esperad,  señoi  doctor. 

iha  el  enredo.  J<'«ii!  t/ij  >ne*i  J                   ^^H 

^V                       en  enreidi»  i^ruduado, 

PiKZÓK.    jPbso,  lleve  Hckehí^                              ^^H 

^B                        que  va  yn  s¿  i|ui'  i>s  han  dado 

d  Avicenn  y  á  (íaieno,                              ^^H 

H                        boilii  dv  eml>e>4:<;adot. 

con  cuantos  milicos  viejos                     ^^H 

H                        ^Voi  pensl<>  que  vo  im  si 

invenid  la  medlona.                                 ^^H 

H                      viietirns  socaroinéfla»^ 

pur(^s,  iar^bcsy  orina                        ^^H 

H                        Mtdico  en  bcllaqueit» 

y      iicenc-ado  Alaeios                         ^^^H 

^m                     queayci'  tnochiliero  tuí 

que  es  la  mayor  ma1d>Ciúnl                '^^^^1 
Si  la  voluntad  supiera                            ^^^| 

H                      y  hoy  »  Galeno  im<f  pteu, 

H                        Vo  díii  quivn  S'>ís  i  lodos; 

que  á  mi  amo  tienes,  yo  biciera              ^^M 

H                        {le  viir^trR  iraicíiin  los  mtxios 

que  pauara  tu  afíción,                              ^^H 

^M                        veremos  vi  halláis  receta 

pues  no  está  por  ta  Oindesa                   ^^H 

^m                        de  piiluí  prnervaliva. 

D.  I'dipe.  tan  picado,                               ^^H 

H        PiKzúN.     [Oxtu,  pino!  Ksto  va  malo:  fA^.l 

que  no  haya  cons>derado                        ^^H 

^^^_                 contra  enltrin«>(lad  Je  palo 

lo  que  contijiu  interesa.                      ^^^^| 

^^^K                 no  hay  1  lipúcraics  que  «criba. 

'^^^^^M 

^^^H                jAiÍ  le  pivrJcel  respeto 
^^^H                 de  mi  auiondad.  stAofa, 

^^^^H 

ESCENA  V                          ^^H 

^^^F                 á  nii  presencia  doctora? 

Xafr  l.irearcu,— nuMot.                        ^^^^^| 

V       ALStAMi),  Burlador,  ya  s«  el  secreto 

^^                         que  á  tos  y  á  vucsiio  seAor 

LticPRc,   Voces  oÍKo  en  el  jardin:                      '^^^H 

^B                        en  nuvsira  quinta  dí^fniía. 

Alejandra  y  el  doctor                          ^^H 

^1                         y  que  on  aquna  traía 
^B                        l.ucrecm  ctKtibre  el  amor 

las                                                               ^^H 

Alejakp.              ^<^ue  me  tiene  amor?                ^^H 

^B                        que  tiene  ni  ñn);ido  Anfriso. 

Li;ciirc,  Sabei  interno  á  qut  tln                         ^^H 

^m                         DcMfe  Valencia  á  Milán 

hu  sido  la  riAa  y  voces.                           ^^H 

^K                         viri[>,  «lonjees  cupitán: 

desdo  esta  muiía  escondida,                    ^^H 

^K                        de  liHlo  me  ha  dad^i  aviso 

PiHSÓH.    puiérviecomo  Asu  vida:                        ^^H 

^B                           un  eipnitol  Jrl  ptc^idio 

mal  A  miseAorconoces.                           ^^H 

^^^^^H           que  en  nuest'a  ciudad  está. 
^^^^^H         jMsi  vuestro  amo  li>|crari 

1: 1  me  li>  ha  dicho  mil  veces.                  ^^H 

Verdad  es  que  enamorado                        ^^M 

^^^^^H          mcUln<•r^o^ts  de  Ovidio! 

de  Lucrecia,  ;  disfra^rsdo                       ^^H 

^^^^^H         Ya  hortelano,  ya  puanl«. 

con  la  fuerza  que  encareces                 ^^H 

^^H          4S<i                                        nti:  LA  n.NUinA  Ai«-.iDiA                                              ^^ 

^^^^^^                por  l.ucreciH  ha  rntuío  loco. 

Aleiand.                        ^De  quií  modo?        ^J 

^^^^^^ft  '               j  en  «sta  An:ad(a  innidiu 

PtNEÓK,    ^Kit  la  Arcadia  no  ñngtú                  ^^^ 

^^^^^H                 <l  p*i.ioT  Atit'ri^o 

Ániíiso  que  ¡i  Anarda  amó?           ^^m 

^^^^^H               Miu  viéndote,  poco  á  poco. 

A(.eiAKi>.  Ya  he  leido  el  libro  todo:                  ^^M 

^^^^^P               tu  amor  primera  se  enfría, 

y  celos  de  Helisardií,                          ^^| 

^^^^^^                y  >•  en  el  tujo  se  abi»a. 

le  hickron  disimular                               f 

^1                 LUCHBC.    ¡Av.  ciclón  ^AqUCito  pM«^ 

que  i  Anarda  empcxaba  i  amar.         1 

H                               ^Qué  escuch'áis.  <le»licha  mi*? 

Pinzón.    ^Pues  vi>s  no  sois  aquí  Anarda?          1 

^B              PlHíÚN.     l.omo  bftjr  laníos  impo^blcs 

ALEIA^D.  Si.                                                                                 1 

^^^B                       quei  iniducíko  han  itcntorbar   • 

PtNZÓK'          tárele  yo  A  Lucrecia                    ^^1 

^^H|                      cuando  se  ínicnic  catar. 

que  pornuc  mcjur  se  imite  ^^^ 
1.1  ArciiJia,  si  lo  permiic.                 ^^B 

^^^^                         su  ejecución... 

H^             LccRSC.                         fíué  terribles 

muestre  que  i  Anfríso  desprecia,         1 

H                             dcseniuñOH! 

y  que  á  Olimpo  favortcc;                ^^1 

^1               PiNZ¿N.                        Tamo  <^unifc. 

porque  Carlos  ha  (enido                   ^^| 

^^^_                          tamo  Duc|ui!  iialiaon 

rvoticiii  de  que  el  fin^ülo                    ^^H 

^^^h                      contiH  un  pobre  valenciano, 

piislur  que  la  desvanece,                     ^^^ 

^^^B                      á  sui  deseos  responde 

es  un  e^pnñnl  qui;  vttrne                      ^^^ 

^^^^                        que  en  Alejandra  se  muden. 

con  esta  indui.lria  A  usurpallc               1 

^^^P       Alkjam».  ¿Puti  cómo  nunca  me  ha  dada 

su  danu,  y  que  ase|;ur»lle                ^J 

^                               üeñaics  do  su  cuidado^ 

poroitc  no  lo  crea,  conviene.  ^^| 
tfarJile  (avurecclta.                            ^^M 

^^^        Pinzón.    jQu^Jimamcs  hay  que  no  duden 
^^^K                      declararse?  Si  vt  supiera 

y  A  nfriio,  de  esta  mudanza           ^^H 

^^^B                         las  finezas  de  tu  amor. 

auejoso.  para  vcrieatiia  ^^H 
de  su  ai>i^**Í"  y  orendclla.                 ^^ 

^^^        Alkiakd.  Ya  las  sabe. 

^t              LucKBC.                      ¡Oh,  vil  doclorl 

dini  que  es  ^a  vuestro  amante,            1 

^^^B                       jNos  curíts  de  esa  manera? 

y  qucse  quiero  casar                               1 

^^^P                        Vo  har¿  que  o*  talKa  la  cura 

con  vos.                                                     I 

^^^*                         cosiou,  por  vuestro  mal. 

Ai.EiAM>.                 ^'Y' en  qué  ha  de  parar.^    ^J 

^t               Pirtíórt.     hlsperu  ú  %u  gener.tl; 

Pinzón.    Dirélc  que  ex  importante                   ^^| 

^^^.                          y  para  esta  coyuntura 

á  tod<n,  para  que  el  teto                  ^^H 

^^^k                        K""'''''  ^1  'lecirlu  su  amor; 

cohre  Lucrecia,  que  vea                   ^^| 

^^^^^—^                porque,  discreto  desea 

que  el  Anfriso  que  desea                  ^^| 

^^^^^H                 que  tal  caballero  sea 

twnc  espota.                                       ^^| 

^^^^^V                 lestiuo  de  su 

^^^V       Aluahix.  Si  ¿raborrec*  i  Lucrecia 

Albjaki>.                      Bueno  es  eso.             ^^M 

PiNxóü.    Piirque  viéndole  casado.                 ^^| 

^^^V                         y  do,  doctor,  es  verdad; 

V  que  imposible  ha  de  ser  ^^| 
llarDKse  ya  su  mujer.                    ^^| 

^                             ra  sab6s  mi  calidad. 

^^^^        PtvtOs.    bs  la  Cundesa  una  necia. 

ya  que  en  este  tema  ha  dadOi         ^^| 

^^^K                        jTciU'islc  por  hombre,  vos. 

Cubre  *sl  perfecta  cura. 

^^^V                        que  it  Iiabla  de  casar 

pues  según  dice  üalcno, 

^^^                       Con  une  loca? 

veneno,  conuii  veneno. 

■               Alkiand.                          IlI  amar 

contra  locura,  locura. 

■                             todo  es  locura. 

Todos  acreditarán 

^t              Pinzón.                        iPor  Diod 

mi  parecer  y  opinión. 

^^^B                       que  ot  adora! 

y  aprobando  mi  raitón                       ^m 

^^^B       Aluako.                          jPuctdequé 

vuestras  bodas  l)n¡|cirán,                    ^H 

^^^^                         sirve  el  fingir  que  ex  AnfrÍKO? 

y  creyendo  que  es  l.ucrecia            ^^| 

^r               rinzó».    Pretende  con  este  aviso. 

ele  burlas  el  casamiento.                  ^^| 

^^^^                        entretanto  uue  aquí  est¿, 
^^^H                     veros  para  declararse 

deshecho  el  encantamiento              ^^| 

se  qucdirA  para  necia.                     ^H 

^^^^^^               cuando  su  General  venga, 

Lucaic.   {Bien  elmiídico  me  iraial                  ^^| 

^^^^^H               y  que  la  ('>>ndesa  tenga 

Albjand.  Concluidlo  vos  ssf                          ^^| 

^^^^^^m                 sosiego  para  curarse; 

y  satisfaceos  de  mi,                         ^^H 

^^^^^H                  que  SI  va  A  dcor  verdad 

que  os  pagare.                                       1 

^^^^¡^                  ^á  qué  mármol  no  lastima 

Pisjó».                           ¿En  oro  6  piala?           1 

^^^^                     ver  sin  sesoá  vucttra  prima? 
H               Lucatc.    íRucna  capa  de  picdadil 

AtriAND.  V.n  uno  v  otro.  Mis...  quedo:         ^^1 

que  sale  t.ucrecia.                           ^^| 

H               Aluand.  Pues  bi«n;  .-cómo  dnríis  vo« 

P1.HZÓ».                                    jQui¿D?              ^H 

H                             Ira»  de  que  me  aseK»re 

hvuKva.  La  Condesa.                                    ^^M 

H                                it  ninm»,  y  que  me  lo  jure.^ 

Piri£ÓN.                         {Por  OÍOS,  bien           ^ 

H               PiMÓ.s.     Yo  haré  que  m  habléis  los  dos 

si  ha  escuchado  nuestro  enredo^ 

^^^_                        esta  laMe,  t  me  dé  albricias 

A'leiaku.  No  sé.  mas  por  si  ó  por  no 

^^^B                       de  !»•>  nuevas  que  le  ilevo; 

decid  que  estoy  lndisi.>ucsia. 

^^^M                     (utta  que  un  enredo  nuevo 

PiNíÓN.    El  pulso,  esotro;  aunque  es  esta 

^^^H                     era  de  asegurar  malicias 

{TAmtlr  4l ^lliJ  •>  l»t  áu»  «aNM.I 

^^^^^^              de  esta  gente. 

calentura,  bien  k  yo                     ^^ 

JOUNADA  TÍ-lTFlMV 


■457 


lie  lo  que  os  ha  procctUdo. 
Lveuc.  ^(^uí  hacc¡&  loi  dosaqui? 
PniÍ6K.  Está 

m»\M  Alejandra,  y  scrl 

de  que  nu  tarde  hs  comido 

alniendrut:ui>  :ndÍK(;iIo»: 

tiene  el  pulso  detiemplado 

ccmu  barro;  ha  merendado 

ftambcc,  y  ion  mnnilieslos 

principios  dv  apople^a. 

Vide  Ai-erronjuMü  ¡txiUM, 

cruJum  suptr  iridigetíum, 

Jtbrtm  penitcntein  cri8. 

Pero  va)aiGá  acostar, 

T  para  preservación 

liAiganla  una  frijación 

de pk-rnas,  )*  luego  echar 

mil  V  quinientas  ventosas. 
Alsukd.  jCiianias? 
PllfZ¿N.  Apela,  si  cuentas 

hoj  con  liis  jiiil  y  quinientas, 

que  ludas  iíin  provechosas. 

Mas  no  la  echen  sino  seis, 

la  una  de  ellas  faxada. 

atie  esto  i  Laguna  le  agrada» 

De  encuriilrí. 
Lt'casc.  No  echíis 

i  perder  lamo  aforismo 

que  sois  prodigio,  doctor. 

ve  i  acostarle  tú. 
Albjaho.  Mejor 

Ríe  siento. 
LucNBC.  íApúnt.)    En  extraAoabivmo 

me  aneáiifi  recelos  vanos. 
Alxjakd.  I'ero  iremc.  con  todo  eso, 

tVau  Me¡t»dtt.) 

i  reposar. 

KSCENA  VI 
DiCHe*,  in«HM  ALKi»!>oa«. 

l.L'CHEc.  ¡Pierdo  el  snol 

lAy  hunibrcs,  todos  lívíaoosl 
becid,  doi:ior.  ¿I'or  ventura 
es  de  vuestra  facultJKl. 
después  i.)ue  i  la  enfermedad 
pulsos  toca  )  pone  en  cura 
ser  en  amores  tercero? 

PiHió».    |Por  Dios,  que  nos  aliibó!  <Ap.) 

LucNKC.  i^uc  Cialeno,  no  sé  yo 
que  fuera  cnameniero. 

Pinzón.    Señora,  por  lodo  pasa 

el  que  dar  salud  procura. 

LuCREC.  El  medico  súlo  cura 

y  el  cura  sólo  es  quien  casa. 
Mas  si  U  jufisdicciún 
ajena  usuipastes  ya. 
por  vos  el  vulgo  dirá 
desde  hoy,  y  tendrá  raión: 
«Cura  qiie  en  la  vecindad  * 
cura  con  desenvotiura. 


■    líttlprincipiuilo  uai  leitlilade  Gdosori,  con 
U  tjriantt  >U 

C«r«  4U«  «n  I*  'MliidtJ 
^r«eo4)  dcMuroliur*,  ele. 


PlKXÓS. 
LUCRIC. 

Pinzón. 


Lucasc. 

PlNIÓH. 


Lvcacc. 

PlNZÓK. 


í 


Felipe. 


^para  que  le  llaman  cura 
síes  la  misma eofermcdadN 
^'Pucs  que  tenemos  para  esa> 
(Qmí  varetas  me  tiráis.* 
atia:  que  i  Anfriso  cisáis 
y  i  mí  me  curáis  el  seso. 
¡<^ué  bien  que  estáis  en  el  caso! 
.Si  i  Alejandra  no  engañara 
de  este  modo,  declarara 
nuestro  enredo. 

iPa»o,  puol 
Paso,  ó  envido,  ella  sabe 
el  itombrc  de  mi  >eñor. 
su  pama,  hademia  v  valor, 
Si  es  villano,  si  hombre  K'ave; 
si  es  de  veras  vuestro  mal 
<>  de  amor  ira/a  sutil. 
^'Vos,  un  mídicocivil, 
cunira  mi  tan  criminal^ 
¡Viltanol 

Gsiosa  muy  malo: 
^mas  que  soy  tan  venturoso, 
que  sin  »enl  irme  buboso 
me  inaiid4  tomar  el  palof 

ESCENA  Vil 
Salé  soM  KaLirs^UlcHo*. 

jQué  disparates  son  estos 
de  Alejandra  y  de  PJn/ónr 
iQuí  bodas  ó  enredos  son, 
decid,  estorbos  molestos, 
los  que  acaba  de  decirme? 
Mas  aqui  Lucrecia  está; 
mi  pastora... 

Cesó  ya 
la  Arcadia,  ya  ik>  linKÍrmc 
ni  toca,  ni  EÍelixarda. 
Alejandra  es  vuestra  esposa, 
discreta,  rica  y  hermosa 

fara  casarse  os  aguarda, 
inzón  fuíc!  casamentero: 
(tocéis  el  dichoso  estado 
que,  de  tal  mano,  tal  dado, 
tal  boda  de  tal  tercero: 
que  yo,  pues  la  Arcadia  cesa, 
que  tan  en  mi  darto  fué, 
con  (darlos  me  casaré, 
no  pastora,  mas  (^ndeta.  (VéuJ 

ESCENA  VIJI 
Don  FiLini  y  Piaron. 

Peups.    ^Mi  bian^  jCondesa?  ,iseñora? 
¿A  Lucrecia,  i  Üeliiardj?— 
Traidor,  ^qué  desdicha  es  esta? 

fud  lo  dijiste  á  Alejandra.^ 
u£  embelecos  has  língido? 
udbodusoD  lasque  iraxas 
para  matarme  con  ellas? 
,*Por  qué  me  ofendo  y  se  agravia? 
PiKZóíi,     liso  si,  echirmc  la  culpa 

cuando  es  justo  danncgracias, 
porque  i  Alejandra  impedí 
el  echai  por  la  ventana 
el  bodegón. 


Lucasc. 


^^^    45& 

DK'LA  riNOlOA  ARCADIA                               ^^^^^^^^^J 

^^^           FíUI'E. 

jFUAs  iitco^ 

ESCENA  IX                ^^^ 

J^        ?it>r6i*. 

ltofr»cho  sí  mcn<M  uMaba 

Salea  Ctai-M.  Mo«i»iii«>)' Cu"»»!™  -tHcui»*. 

^^^L 

cuAflOo  mv  moti  ctxllbutot 

CikaLoi.     jyurén  ultwi'ota  la  quinta? 

^^^^L 

mu:  «w-ri  tan  tnnl  me  pHitas. 

CoNHAD.  VuceiiJan  d<-i«ni-^nadas. 

^^^^^^ 

Si  AlcjiínJra  ib  «:onoce: 

Peiu  ^nu  es  dste  eí  tkictor? 

^^^^^^^B 

si  sat>e  lu  nombre  y  patna; 

PiüZÓM.    Vuelve  k  ponerme  la  capa 

^^^^^^^B 

lii  que  lilotns  i  Lucecciü; 

;  di<iiinula,  que  lO 
deienoiarí  á  tu  dama. 

^^^^^H 

los«ng«ñ(>i  ili-eiu  Arcailia; 

^^^^^^^f 

ii  par»  Occir  oui^n  crts 

iiMaldJua  l>M>t  quien  le  sirve! 

^^^^^^t 

voc«3,  Giimn  loca,  daba. 

^^^^^^k 

Maminda  loscatvaliccos 

Bco^aio.  ¿Qué  e$  esio? 

^^^^^H 

qufi  squi  nií  ínKontu  disi'raja, 

Pinzón.                        Riñ»  de  cata; 

^^^^^^H 

¿cómíi  ic  parece  d  ti 

cs  esle.  nuestro  pasaní  •. 
una  ínula  con  sibarda. 

^^^^^^H 

que  habla  de  ite^iiiiarli 

^^^^^^1 

V  escudar  lodo  un  diluvio 

SAcamc  ii%  mis  casillas. 

^^^^^H 

ilc  palos  li  mh  e^p^tdav. 

1  Jesús.  JesAst 

^^^^^^^M 

sí  DO  a  urdiendo  quimeras 

Cani.ot.                          ¿Pues  qu¿  pasa? 

^^^^^^M 

y  diciendo  que  te  abrasas 

PiKZÓN.    Mxaminiibali'  a^ora 

^^^^^^H 

por  ella?  Si  se  escondiú 

de  la  tuerte  que  curaba 

^^^^^H 

para  acecharnos  lu  dama 

un  r<irn»JÍ/(>  y  rexpondc 

^^^^^^H 

^'cs  adivino  un  dolor? 

que  de  U  vena  del  Arca 

^^^^^^FüLir  e 

Tú  dijisic  que  ;u  amaba 

le  saquen  seii  vscudilíafi 

^M 

i  Alejandra. 

miren  que  medico  sanara 

H               Pin/An. 

¿Ouéíiuerlis? 

con  romadizo;  tm  )ument<i 

■               Fbiii-B. 

¿Y  lo  eiicucti6  Keliufda? 
ti  flmur  lodo  es  i'iejas. 

sois,  un  bucv   Decid  ¿to  manda 

^^^          PtKIÓN. 

(iftlrdo  tnfirtrmomta 

^^^h       Fki.ipe> 

Pues  %i  con  i'arl'is  se  casa. 

minutinnii  tinr  cautj. 

^^^K 

¿oui  he  de  hacer,  traidor,  yo  ajtora? 
.Vtondar  nísperos. 

maxí"it  tn  l'>s  romadizos 

^^H        Pinzón. 

mt.itci  prujrniti  cjrtiinl.' 

^^H       F>ui«. 

Til  causas 

Los  rumudi/os  le  curan 

^^^H 

mi  muene,  lú  me  d&ituj-ei. 

vigilia  ¡riunia.  y  sanan 

^^^^^^  Pl  MZÓ  N . 

Sk-udo  dolor  ,-tú  putis4l^a 

con  humo  de  quina  quina                      | 

^^^^^^^L 

()uc  hnbia  )  n  de  ■iai  nienus 

y  con  uncOenlode  ranas. 

^^^^^^V 

qu«  Ion  que  kUianJii  malina 
iTraiiliii!  ¿Vi>  no  te  decía 

^D6ndc  hallaste  vos  ver  6uenu            j 

^^^^^  F«í.iw. 

Conira  la  pas'ún  de  rabia 

^M 

que  tuo  huroniles  tíocias 
i  perder  me  habían  de  echar? 

el  emplastro  de  orcjnncí? 

^^^H 

Aun  en  la  modoffa  [vaya! 

^^B 

Alio.  ^Y"  he  de  ser  la  vaca 

Queno  es  tirar  la%  orejas 

^^^H 

de  la  boda? 

pero  no  con  fuer/a  tanta 

^^H 

¡Vive  Dl<w 
villano!  Pues  que  me  matas 

que  del  casco  v:  Iss  saquen. 

^^^^^^^. 

Feí.iPE.     nptrii.t  t'»e  Uko  disparata. 

^^^^^^b 

que  has  de  morir  lú  piimero. 

^V  ha  de  dar  con  todo  en  liurra? 

^^^^^F 

(.Varj  ■•  eithlllo  ■!'  "iDiiir ; 

A  buscaí  m<  ttcitsarda 

^^H           PtNIÓN. 

Miren  aquí  en  lo  que  para 

«oy,  que  si  disculpas  oye 

un  iuKcrto  de  itolur 

yu  vendrá  á  desenojarla.            1 1'4»  i 

^^^^^^ta 

y  inochilen>.  ,01i,  mal  ha>s 

^^^^^r 

quien  por  ti.  h*  revuelto  tibroi. 

ESCENA  X 

^^H 

árabe»,  puixui  y  cutas! 
Jna  pierna  he  de  cortarte: 

PiGiKH.  iifaM  BOU  l'aura 

escolie. . 

PifiiÓH.    Coriido  va  lie  verftileitza 

^^H^_  PINI6N. 

Es  cojo  qukn  anda 

el  pasan  Ion, 

^^^^^^^L 

con  solamente  una  pierna, 

FtOOEfttO.                          P 

^^^^^^H 

pcrocOtialas  cmrambas 

osdiódcdMc 

^^^^^^ 

que  no  cíId»  para  eiconer. 
iTraidiirl  il.uciecia  casada 
quC  h<dehac«r  pur  Itl 

Pinzón.    !^  la  paciencia  n  '  ,i<  .ivan 

^^^H        Fe  i.ti>B . 

las  necedades  uu-  díte. 

.iseflores.  qu¿  quieicn  ijue  h«($a? 

^^^1 

^Va  es  bono 

Uime  roto  las  ore  jos 

i  fulla  de  «lia  AU-JBOdra? 

t'tn  una  }  olía  alcnldada. 

^^M 

(Oh  bufón,  borracho,  locol 

Ma\  el  me  lo  paua'^ 

(TirtU  át  tmt  «rf/Mj 

ú  RO  itii  yo;  esiubasM.            (t'oMl 

^^H           PlHXÓH 

¡Aquí  de  Dlosl  il^ue  me  sacón 
déla»  sienes  lasorefai! 

■ 

^^^^^^__ 

ESCENA  xr 

L 

¿Hasta  cuándo  has  de  tirarlas? 

Saint  Lii<»f.ii., )!',« ra^vio.  «aOBt.A 
y  ,\i.u*iti>it*.— Dicvu* 

LvcREc.  l:sto.  p«dfe,  u  ha  de  hacor. 
Yo  ctloy  ya  desensañada 

^^^^^f                                                            JOItNAOA  TEUCERA                                                           4Sg             ^H 

^^^r             dt  que  Anfrjw  no  me  quiera 

vuelvo:'Ülimpo,  noc4fc|{AS,                     ^^| 

^^^B                po('cafa'sci:on  Atuiilii. 
^^^H               Mi  «;ipi>si>  h;t  lie  ser  Olimpo. 

que  saldrá  mal  u  apariencia.                  ^H 
Aniikl*.   Donosa  burla.                                             ^^H 

^^H                 piiri  si  voy  c'itira  r!  Artadia 

Oj<(Hi(^.                            I-' X  tremada-                   ^^| 

^^^k                 que  añimín  qui:  se  osú 

Kklik.     <>sert  >a.  l:cll)^N  ini.i,                             ^^^ 

^^^^                 cun  Siiikiü  BvU^aiiJa, 

invendtoriei  eicuvadiis.                              ^^H 

^F                      mi  amor,  (]ue  puede,  ¿¡«pcnss. 

l.ucfccla  sois  )  iT)i  npota:                        ^^| 

H                          y  piífA  cobra!  vc[iK">u 

yo,  dun  Felipe  de  Eip^ña.                        ^^H 

■                        de  lilis  HKfatios.impoilB. 
H       HoHTRN.  Di;;»,  Ki  a,  que  se  higa 

[Ya  es  lioiiipo  de  hitblar  verdadesl            ^^| 

I.i;cric.   «fuei  no  «dotiis  i  AtL-)4nJ>a^                   ^^| 

■                        tu  gusto. 

KsLiPC.     ^tlúrno  puedo,  si  mi  amor                         ^^| 

H       Ck«L0K.                     Aunque  sea  ringido, 

le  dio  lus  llaves  del  alma^                         ^^H 

H                        dente,  amor,  mis  espcrariías 

LucAKC.   Tu  esp<>sa  soy:  ya  estoy  cuerda.             ^^H 

^1                        las  K"ciis  de  aquesta  t>i>da, 

CuKVAO.   ^<^mi>e>  e^to^                                          ^^H 

H                       puc!  n  «i'iíi!  de  que  me  ama 

PihXd^.                            Esio  se  llama                 ^H 

^M                          mi  <~uii(le>ii.  I>NÍ4  teto 

entro  mMkos.  papilla                             ^H 

H                        que  es  lo  que  a(:«r*  la  Talla, 

y  morlaco,  i  quien  I«  mama.                    ^^| 

H                        y  fepfcscnu  de  veías 

Ro<.i:hiO.  Jl.beifo  cásense  de  lerns^                          ^^| 
PiHüáf.     Y  tan  di' vrr^s  secasan                             ^^| 

B                        t"  tíuede  t\t'y  Uurloí  ensayu. 

H       t.t'ci'EC-    Pues,  pailie,  cúmpUso  \uega. 

como  U  Arcadia  es  de  burlas.                 ^^| 

H           COHRAD.      ^(^U¿  f$  ClítO? 

ttt'ARoio.  Si  Iu  conticnicn  mis  ansias.                     ^^| 

H       HoniEN.                           I.ocjis  mudai»a.-i 

CoMiAD.  No,  mientras  que  yo  sivtcK.                  ^^| 

H                        de  Lucrecia,  que  >e(iuimos. 

^^^1 

H                        como  veis,  por  soM-Karla. 

^^^1 

H                          Dtce  que  hu  de  iio>pf>>iir^ 

ESCENA   XIM                            ^H 

H                        hor,  con  Olivupii;  lleíadli 

Sat>  Caiim.                                    ^^^I 

H                        el  humor,  liriftid  kus  b»da| 

H                     y  dsdle  el  parabién. 

l'.A'i.^.    Pasioies,  en  iiueHracatt                       ^^H 

1       Rocsnio.                                 Vaya: 

tciicnus  el  mc)or  huésped                        ^^| 

H                        nunquc  i  Carlos  Icngo  envidia. 

nuc  huiui'i  en  nuestro  siglo  i  (talla:         ^^H 
don  Jerónimo,  fumoso.                              ^^| 

H        HoM-ir.N.  Todoesdc  bU'lits. 

H       ftunr.tdo.                                   l.3ñ  llamas 

Pimunlri,  sul  en  las  armas                        ^^| 

H                         aunque  de  Inirlas  1»i  iiiqucn, 

V  btas^m  de  Ik'iuvcntc.                              ^^H 

H                        de  veras  qucn^an  y  abr^sin. 

Me  d*  aviso  en  esta  carta                          ^^H 

H       Al£I*nd.  Muchos  »hoi  hoy  uocHs 

que  hoy  lTi-K>r¿  á  sef  padrinoi                  ^^| 

■                        disctela  y  t«ila  Mrranii, 

no  de  <\iifrivo  y  lkli>a(da,                        ^^| 

H                        para  itionn  de  ni<>%  montes, 

de  l.uurei;iH  y  d>in  |-~eii|>c                          ^^H 

H       LucBEC.   S' vm.  venturosa  Ana'da, 

(^ntvlins.  su  camjiradu                             ^^H 

H                        luKrét*  el  amor  de  Animo. 

y  aiiilgo.  Mis  celos  ceiLHU                           ^^H 

H       Carlos.    MáK*se  un  tain<«>  de  agua 

Y  á  todiis  os  desengañan                           ^^H 

H                        esta  orde,  oue  )u  tcn),M 
H                     en  nuestfo  Kcimnnio  barcas. 

que  la  Condesa  Iu  iinfiido                        ^^| 

su  lucu'A,  y  nuestra  Arcadia                    ^^| 

H       Akukua.   Asi  en  la  Afeadla  se  hixo 

por  esie  español,  dichoso.                         ^^| 

H                        en  las  budas  maloijradas 

Alxjand.  (Hay  Ul  burla.>                                          ^^| 

H                        que  nucsim  pastora  imita. 
H       Ll'Crbc.  Soy  de  esotra  >eme|Rnia. 

Carlos.                             Aunque  pesada,             ^^| 

}  o  saldré  comento  d«  ella                       ^H 

H      HoHTfiN.  Dense  las  maooilusdot. 

si  AleiAnJra  nú  amor  pa)ta.                      ^^H 
Al-KJAMD.  Mi  dicha.  Conde,  cuniwsD.                       ^^| 

CoNHAD.  Doña  .\nKcla,  SI  en  tos  halla                  ^^| 

1                                   ESCENA   XII 

remedio  este  daAo,  dadme                      ^^| 

^m        04)*  iMa  FiLirK  <H  un*  imít  )■  ^uiJait  atajo,  y 
H             al  momo  tiriar"  nrrrfrJfd   otrit  if  CanLoi  ^   ntfJd 
^B             arriad. 

la  mano.                                                ^^^k 
ANuetA,                  Y  con  ella  el  alma-                  ^^| 
Pinzón.    jY  qué  han  de  darle  al  dolor                    ^^| 

A>ae|iis,  cuvas  trampas                             ^^H 

B       rei.ii>E.     lOh  traidora  Beltsardal 
H       PiNi6i«.    Esto  mismo  diiO  Aofriv) 

le  han  pagado  en  orejones!*                      ^^H 

l.lri;BilC.    Yo  <41Í4Ía<éiuS)«raciU.                               ^^^k 

H                        cuarhk)  la  cinta  IC  daba 

Kkups.     Saldamos  á  tecibii                                 ^^H 

H                        i  Olimpo,  loco  de  celi>s: 

i  don  Jofi'inimo.  v  ha^an                     ^^^^^ 

H                        mak  hoy  por  mi  industria  baja. 

fiestas  A  mis  drsp>>so'ios,                     ^^^^H 

H                     porque  no  raiten  tramoyn 
H                        ad«tenUíaf  marañas 

1i/>'  .)uc  mi  venliUA  alaban,                     ^^^| 

i'tjnio  que  ouradece                            ^^H 
i\fv>  k  !a  iV^'ii  de  KspaAa,                     ^^| 
U  materia  que  en  su  lloro                         ^^H 

^B                     y  satisfacer  sospechas 

^1                       con  que  nos  cuufunde  Anard*. 

^P                        Por  arte  de  cucan taimcnio 

Jto  i  nuestra  jinitiJa  Anadia.                ^^M 

COMEDIA  FAMOSA 

MUjnR  OUn  MANDA  HN  CASA 


PERSONAS  QUE  HABLAN   EN   ELLA 


Cri&elu. 

Jkhi'. 

Acá*. 

N*0OT. 

Au>Ias. 

I>AIE. 


JORNADA  PRIMERA 


ESCENA  PRIMERA 
ilitUt  4*  l«ioi  iit»rrt¡t,yfor  anm  ffartt  mtiif  ti 

CMrlntoi  kitilu  Ji cafa,  ItiÁtíi-,  Htvi^si..  Chi»- 
tt*  y  <»t"''"**  ^'"^  ptrm.  itilleitei  y  MiiaWo*. 
/■or  la  olrtí  p-irir,  at  ndne  tiempv  mb*»  lamUin 
^tr  son  tt  taiat  y  (n-npcrai)  \v\d<tdot  m»t{hAnio 
Y  rnirt  iffui  Nah>t,  AtntÁíy  Ikik':  dtiréi  dtledot 
4  Jo  kttTt«y  cnm  cor«Ht  y  «dirán  ti  mi  Aimb:  locan 
ehirimiítt  y  fi>  «Uirifo  t«á«t  arvO*  lltg«  Aciu  é 
Jti**st  y  dUf 

ACAB.       Por  mit  que  inmoitalke 
Mcrna  en  sus  murallai 
lübiíonia,  ft  Semlraitiis,  su  teína; 
y  SU  f»m»  felice, 
iliOMde  la^  batalla), 
lauros  ciña,  cuando  Ofires  peina; 
pact  sin  cuidar  prcnd«IIoi, 
causando  al  Asia  espantos 
y  ocasionando  simulacros  tantas 
opuesta  al  sol  enarboló  cabellos, 
su  Tama  en  vos  admiro, 
luí  de  Sidón.  Scmiratnis  de  Tiro. 
Guerra  es  umblín  la  caza; 


Elias. 

lionniít,  paítcr. 
Zahulón,    iii. 
Cmi'iüi.ís,    U. 
l.KAMKÁ,  paüora, 
Uk  áhuel. 
d«s¡soldados. 

Dos  CIUDADANOS. 


eftraiagemas  tiene, 

inventa  ardides  y  emboscadas  pone; 

vos  de  la  misma  traxa, 

(cuando  en  triunfo  solemne 

mis  sienes  manda  Marte  que  corone 

del  árbol  fugitivo, 

al  Ui»s  planeta  esquivo) 

porque  Moab  postrado, 

sujeto  i  vucsiro  Acab,  parias  íe  ba 

divina  cazadora  (dado; 

iríunfús  defiera»,  blasonib  AtirorB. 

Envidia  tengo  al  ave 

?ue  ejccuiándo  vuHa, 
rayo  vvIq/  d«  pluma)  altanerfas; 
si  loqueKoza  sabe 
nu  ha  menester  plgiJela^ 
que  en  las  alas  repriman  osadías; 
en  cárcel  generosa, 
alcándara  ci  hermosa, 
de  cristal  trnn^pnrente 
vuestra  mann.  si  en  ella  favor  siente, 
que  mi  fortuna  pueda  hacer  dichosa: 
la  garza  que  hay  máí.  bella 
rcDunciará.  por  nu  apartarse  de  ella. 
Provincia  es  iribuiaria. 
Moab  (por  mi  abailda). 
de  Isnel,  p'irque  en  diches  trueque 
vu  Pcy  pecha  á  Samarla,       {queía*: 
en  cambio  <k  su  vida. 


I    Fljwaa  adeoU*:  Caudokc*;  ud*  Hoja»  tat  canta;  ua  hiiwaiA  y  Pvaai». 


^^^^^v              ^^^^^^" 

PRIMERA                                                   4rii               ^H 

^^^B          Mda  aña  pjira  vos  cien  mil  ovejas; 

de  hebreos  y  sin  delito,                             ^H 

^^^H            vellocinos  de  plnts 

cuarenta  añosdesteriados                           ^^H 

^^^B           daros  cu 

po'  veniales  pecados                                    ^^H 

^^^B           que  se  bUwRL-n.  Jj|;no« 

(criminal  sivmpiecim  ellos,                        ^^H 

^^^B          comn  el  de  Colcoi,  werde  el  ciclo  »¡g- 

cuchillo  para  sus  cuellos)                           ^^B 

^^^H 

fueron  siempre  castigados.                          ^^B 

^^^1           y  el  iDÚticc  convierta  en  eicntlaia; 

Por  adorar  un  becerro.                             ^^B 

^^^m           porque  Jenabe!  pueda 

tU6  mixenei  una  inmensidad.                   ^^B 

^^^B           jniepoiier  la  púrpura  i  la  letla. 

«Secáde  Dios  tal  crueldad:                         ^^B 

^^^1           <lat¿édoi  mil  camellos 

lat  castigo  por  lal  yerro.*                      ^^^^ñ 

^^^B          de  marAl  y  oro  puro. 

,;l'ara  qué  unto  destierro,                    ^^^H 

^^^B           cspoHos  son  que  oi  iiivaa  de  lesoro. 

si  darles  luego  podia                                ^^^H 

^^^H            con  que  alcázares  bellos 

la  lí<<ra  que  pi>>inct:3^  ^^H 
^Pata  qu¿  de  f^K'P"^  huycmlo,                    ^^B 

^^^H            os  labre:  que  procuro 

^^^B            patftcios  de  marül  i  deidad  de  oro. 
^^^B           Hónrenlos  vuestros  ojos, 

si  no  íui  porque  temiendo                           ^^H 

sus  dioses,  ios  persct;ula.^                            ^^B 

^^^B            y  mezclando  despojos 

Profeta  falso  Moisfn.                                   ^^B 

^^^1            de  la  caza  y  ta  guerra, 

ocjsionó  tantos  daños:                              ^^H 

^^^B           yo  valles  conquisi.indo.  vos  la  sierra, 

como  brutos  cuarenta  aAos                    j^^^^| 

^^^B            vencedores  los  lili)',  lloren  enojos 

cniíc  parimos  se  ven.                             ^^^^B 

^^^H            eiiemi|;o>  a;;r;tvias. 

l.ahriileen  Jciusatén.                                 ^^^| 

^^^P            m  icn  I  raieí  te  cristal  ucUnn  míh  labios. 

lemplii,  después  Salomáis:                          ^^H 

^^^^                                                    ífíiíala  una  nítio,) 

mas  como  su  ictigiün                                  ^^H 

H  Jkiaki.,  Ni  la  mano  (Rey)  me  pidas, 

U7gi'>  por  COSÍ  lie  risa,                                ^^H 

os  dioses  de  U  ctiupisa                                ^^M 

H                 ni  vicioñosu  blasones 

^t                 conquistan  do  otras  naciones 

mudaron  su  adoración.                            ^^M 

^^B            á  tus  tianJrras  rendidas. 

l.as  tres  partes  de  la  tierra                           ^^1 

^^^B            miciitias  cti  lu  reino  olvidas 

vencían  (sino  unos  pocos                            ^^H 

^^^H            tu  desa<.'sto  y  mis  penas; 

hebreos,  ciegos  y  lo^os)                              ^^H 

^^^B            qtie  en  valde  triuníos  ordenas, 

los  dioses  que  «1  ciclo  encierra.                   ^^H 

^^^B           cuando  liiKcs  de  hn^^.tius  copta. 

¿Diremos  que  el  mundo  yerra,                   ^^H 

^^^B            rebelde  tu  nación  propia 

y  ellos  solos  acertaron?                               ^^H 

^^^H            V  ubedicnict  las  ajeiius. 

Sabios  que  á  Greda  ilustraron:                   ^^H 

^^^H             Mano  que  el  cetro  inierCM 

filósofos  que  nos  dieron                              ^^H 

^^^fl          (por  tu  causa)  de  Israel, 

las  ciencias,  ,;todos  mintieron^               ^^^t 

^^^B            y  menospreciada  en  í\ 

¿Todos,  en  firt.  se  enjviñaron?             ^^^^H 

^^^B            lU  reino  todo  no  besa. 

¿Quéccítuedad,  Hcy,  es  esta?               ^^^^^ 

^^^B            tío  «  di^na  que  en  tal  empresa 

No  dije  Ñen,  que  no  es  Rey                     ^^^B 

^^^H            ti.ionjas  tiitat  admita; 

quien,  defensor  d«  su  ley,                           ^^H 

^^^1            slivate  el  pueblo  moabita, 

los  blasi'cnxis  :io  molesta.                           ^^H 

^^^B           y  rebelde  tu  nación, 

Ten  por  cusa  manifiesta                           ^^H 

^^^B           desprecie  mi  religión. 

que  entretanto  que  A  Baal.                          ^^M 

^^^B           si  es  bien  que  tal  se  permití. 

con  aplauso  general,                                ^^B 

^^^B           III)a  soy  dv\  rey  Sidonio: 

no  reverEncio  Israel.                                 ^^B 

^^^1            por  lu  esposa  me  cligiói 

no  lias  de  tiallar  en  Jexabct                         ^^H 

^^^B           piesumi  conii);o  yo 

agrado  J>  tu  amor  ií^ual.    .      it.lnra.i         ^^H 

'^^^H            Jar  de  mi  amo>'  leslirnonio; 

A<:ah.       Antes  que  el  sol  de  tu  cara.                        ^^H 

^^^H           coyundas  del  matrimotiio 
^^^B            enlazan,  tal  ver  ardientes, 

(hechizo  del  alma  mía)                            ^^^B 

eclipse  la        al  día                               ^^^B 

^^^B            dos  corazones:  no  intentes 

que  mis  tinieblas,  repara.                          ^^^H 

,^^^1            mostrar  de  lu  amor  extremos. 

llore  el  mundo  en  noche  avara               ^^^^M 

^^^B            porque  mal  nos  uniremos 
^^^H            los  tlov  en  ley  diferentes. 

ubscuridadescternas:                               ^^^^| 

enjvi}{a  láKrimas  tiernas                            ^^^H 

^^^B            Baal  es  mi  ilios;  ttial 

que  el  alba  envidia  al  llorarlas,                   ^^H 

^^^B            satisface  mis  deseos; 

que  es  lástima  malograrlas                          ^^H 

^^^V            (Uo%esdc  los  Amorróos 

cuando  mis  dit:tias  gobiernas.                     ^^H 

^^^B            tienen  poder  inmotial; 

Adortr  Jcrusalcn                                            ^^M 

^^^1             soberbio,  no  adniíle  icual 
^^H             el  que,  en  dcsprevSu  ¿e  Apolo, 

su  Dios  en  su  templo  de  oro.                      ^^M 

que  yo  d  Je/abel  adoro                                ^^B 

^^H             dice  que  de  polo  A  polo, 

y  a!  sacro  Itaal  también.  ^^H 
Cuantos  en  mi  reino  estén                      ^^^^| 

^^H            autor  de  la  noche  y  día. 

^^^B            gobierna  sin  compartía, 

reverencien  i  Ilaal                                   ^^^^| 

^^^1             y  dios  se  intitula  solo. 
^^^1           físe  vcrdup»  de  IC^ipio, 

por  deidad  universal,                               "^^^f 

pues  iexabel  se  le  humilla:                         ^^H 

^^^B           que  cruel  tamos  ha  mtierv». 

quien  no  k-  hinque  la  rodilla,                      ^^H 

^^^B             CSC,  que  ptir  un  desierto 

tenga  penj  capital.                                       ^^H 

^^^^^^^     lleró  nijmero  inllnlto 

De  p6rftdo  y  laspe  hermoso                   ^^H 

4(>3 


LA  HIDRR  QIJR  MANDA  RK  CASA 


le  lil"e  'cmplo  *'ilil, 
de  «liiMítt»  y  (Je  mnrril, 
del  iDcul  mií^cnerosü, 
y  á  su  culio  rci>^iu&u 
COnsAK'^  pfof<iii&  Unios, 
que  causen  á  Jiidi  »pHnto<. 
y  A  mi  intlüiBCii'Kí  cmpicos: 
dioiiC^  de  iu>  Amorrcus 
llulwen  alturci.  >inio». 

plinie  en  %us  munt»  Sainarla: 

qukn  fuefc  de  lev  onirana, 

prevenga  sus  pre4:ipicx>«: 

mi  amur  ha  <le  da'  indii:ios 

de  qtie  io\  amanir  tlel; 

U  airrtna'dc  ¡ifttí 

tkne  en  mi  e>p»ss  su  c^«ra; 

Juien  no  obedeciere,  muera, 
ntl  hermosa  Jiiubel.  iVait.i 

ESCENA  II 
ntcuas,  mirniM  Ac*>. 

Jkzabki..  La  iuriíOKCíún  acepta 

mi  (e,  que  el  F<cy  nie  concede; 

del  dios  de  S>>'<n  no  quede 

con  tida  ningún  profeía 

Pulen  t  Baal  le  sujela, 

venida  i  medrar  su  prívanxa; 

el  que  me  d^rre  lentiunra 

de  cuani>ts  siguen  k  Klia'i, 

rspcrc  en  prorgísas  mia> 

j  loj-rir*  su  esperar)jta. 

Afas  3  Ilaal  leíantcii 

CUaniuS  en  Sainada  csUn: 

KftU'r^  de  Jcrohoán 

GulKn  que  A  la  l'Jima  rspanien; 

en  selí  »s  y  bosques  canten 

hinin<>s  1  la  adiiiaciún  ( 

de  los  diuvfi  de  Sidón, 

y  con  foiivui  «inpl«on 

il  cujniiis  l(A  Amorreiíti 

cunía^jran  suaJ.iraci<'>n. 

De  mi  mesa  lian  de  comef 

sus  vaccdoies  inaniares 

diíjnos  d-  quicri  sirve  allarci. 

que  frecuenten  mi  pccVer. 

Veri  el  mundo  «aunque  mujer) 

ntl  Kol^'B''iK>  en  breveí  dlak: 

honrad  las  d«Mitde»  inlai, 

dcj  d  lejres  tiupccretat: 

¡inuctañ  luscieKot  profetas 

que  siguen  ai  Tal»)  lOllasI 

Pur  vada  cal>eza,  n[ie¿co. 

que  silva  ai  Dios  de  Alxaham, 

hacerle  mi  capiláni 
beber  su  Mnjjrc  apeteaco. 

Si  )-oberna<iis  oiercuco, 
hijos  nohleí  de  Israel, 
seivid  á  tlaitl,  qii«en  ^1 
lodo  nuntru  ttien  e^tnl^a. 
1)k4  ¡«iva  6«all 
Toooi.  jViva! 

JtiAHiiL.  ^<^uién  mis^ 
TotMi.  iV'iv*  Jcxabell 

(faatf  ro*  (f  aparar* «■«  tmiraron.) 


ESCeNA  1(1 

^aMitnff  IU<^<*L  y  NAaor. 

NaWT. 
¿Podrí  darte  ios  braioit 
quien,  tr«<  la  au<«ncta  que  dilata  plazos 
el  premio  de  e^ta  t;tief  rii, 
ctKa  en  la  visin  que  el  pesar  des!ierra 
(hcrmoM  Raquel  nila), 
que  ct  alma  »n  lui  ojos  padecía? 

PaQUKV 

Podrís  (esposo  caro) 

Con  ellos  if  mis  ansíut  dar  reparo. 

que  en  su  circulo  espera 

Mr  centro  el  alma  de  iim  duke  esfera. 

^Oimo  en  Mii4b  it  ha  iJo? 

¡Qué  asustada  co  sjs  riesgos  in«  has  tenldol 

l>rspier(B  te  lluratia; 

dormida,  mi  recelo  te  soflaba 

laslimovis  despiios 

de  la  Parca  fatal:  todo  era  enojos; 

todocs  ya  rsTJiicifo: 

iqud  K'viia  causa  el  bien,  (ras  mal  proli 

Nasot. 
Pelipios,  ID  memoria 
atnipctló,  cantando  la  victoria. 
I'osiió  al  liero  inoabiia 
Acah  blasrenio.  que  la  itioñ»  quita 
al  l>toi<  un>c»  y  santo, 
inóralo  i  tanta  dkha,  i  triunfo  ianto> 

RaqukL., 
Tiínete  loco  y  cicfio, 
rendrd'1  el  am-xoso  y  torpe  fxteif» 
deestA  mujer  lasciva 
que  idolatra,  le  pontra  y  le  cautiva. 

N*aoT. 
Si  ella  el  gobierno  (toza 
de  las  tribus  hebreas  y  desirota     ' 
leaks,  va  la  igualo 
i  Patife. 

Raoi'lt- 
S«rí  Sardana  pato 
Rey,  que  no  se  aconseja, 
y  afemmado  su  Robiemo  deja 
a  muicr,  cnemitia 
de  la  piadosa  ley, 

Naik>t. 

Dios  nos  castiga. 

Ra4iibu 
¿Qai  será  (\'abot  mlo) 
la  causa  que  con  tanto  deivarSo, 
Jczabcl  arroKanie 

pefM^a  á  nuestro  Dios,  aras  levanta 
al  Ídolo  Sidonio 

s  1  tamo  simulacro  del  demonio? 
thicieía  es.  »  nu  ignora 
que  quien  al  verdadero  Dios  adora 
pcli'^íus  ssrtiura. 

Rozando  en  pai  riquezas  y  hermosura.' 
Bien  satw  los  casiÍK<'S 
con  que  se  senfii  de  sus  tnemigoSt 


JORNADA    PRIMERA 


4«3 


dMde  el  sepulcro  egipcio, 

(el  tnir  Bcrmeio  diK")  precipicio 

at  uniot  tiuetri^ailiiics, 

abnciidoieá  Israel,  iiiriijn  de  llorM, 

por  Ib>  áoce  carreras 

mi»  Ire^icak  que  esmaliarun  prímavercí, 

hasta  Itobuan,  que  necio 

por  hicer  de  íUí  Inbus  menos  precio, 

fierdiú  en  los  rcinus  ducc, 
03  ókt  y  medio:  si  nlo,  pues  conoce, 
¿cómoM  prccipiu 
y  la  debida  a(Jorat:i6n  nos  quila? 

Nabot. 
Nú  es  solamente  tema 
la  que  enloquece  i  Jczubel  blasfema, 
sinu  la  liuenoii^a 
k)  de  Baal,  al  orbe  escandalosa. 
Permite  icspoia  mía) 
de  aquel  idutu  vil  la  idolatría, 
que  de^pu^s  que  la  plebe 
luda,  á  su  'l'eniplu  sacrilkios  Une, 
y  enire  incendios  int'ausios 
te  aplauda  en  libaciones  y  holocaustos, 
«n  ei  buNque  que  iiinio, 
del  inlierno  en  itnivbUt  e^  trasunto; 
cuando  el  planeii  lu-;in<ii,u 
auscnii,  i  lut.  irabaj»!.  da  repo&o, 
con  laiAiva  IketKia 
se  mexcle  el  apeiiiu  y  la  indolencia 
de  lodos,  de  tal  modo 
quL-  prit  ile¡;ie  «I  vi<.io.  scxu  Icxlo, 
AllUuti  lu  primero 

que  eiivucniía.  desde  el  noble  al  jornalero, 
como  SI  fuera  bruto, 
paiia  al  deleite  cs^undaluso  fruto. 
Aii)  lat  vex  la  dama, 
de  ilustre  san^trc  y  (tencrosa  Uma, 
con  el  plebeyo  potirc 
(me/cla  de  pUia  y  ■  batido  cubrt); 
porque  Venus  in^itiga, 
bale  mür)vd¡i  amor,  de  infame  liga. 
Consiéntelo  el  marido 
má«  subju,  mis  solxrbio  y  presumido, 
sin  que  en  tales  desvelos 
quejüs  se  admitan,  ni  se  pidan  celos; 
purquvcn  tan  toipcs  mudos 
»  la  mtijci  aiU  cuniún  de  tudos. 
Como  iMabci  vence, 
(sin  que  el  so|i<i  y  corona  la  avergOcoce) 
en  lawivirt  fet^alijü 

i  cuantos  se  han  preciado  de  ser  malos, 
dcbaj'>dc  piciexto 
de  telii;i6n,  su  trato  deshonesto 
de  esta  suerte  pretende 
que  «tlmita  el  Kcino  cuanto  en  i\  SC  enciende: 

rirquc  en  lan  infame  iLKho 
cuaiquicfB  varón  lenti"  derecho. 
Ra<>iiKL. 
jA  que  Cifcc,  i  qué  Lamia 
no  causó  honm  lan  Inaudita  infamia? 
|Ay,  Nabot  de  mi  vkInI 
primero  |uí)¡aré  por  bien  venida 
mi  ían>jre,  que  el  rc^pdo 
pUd'iJu  (con  que  al  láiamo  lujcto 
mi  amorosa  hmpleza) 
ose  aplaudir  tan  bárbara  toipeca. 


ESCUNA  IV 
Satt  AbdIm.— Dtoao*. 


A  Bolas. 
Nabol,  la  Reina  c»  llama. 

Nabot. 
¿La  Reina  A  ml> 

AnoUs. 
Merece  vuestra  fama 
hacer  de  ros  empleo, 
y  para  honraros,  que  o«  aguarda  Creo. 
Al  mariicn  de  1»  nu 
de  esa  fuente  os  espera;  andad  de  prisa.  (Yait.) 

ESCENA  V 

Dtoat,  rntrno*  Aaiifta. 

Raoukl. 
¿Qqí  a  ésto.  íspow  mío? 
jLa  Hcina  a  sus,  cuando  lan  poco  fio 
de  su  «pellín  cie{(o, 

cuando  me  haDcis  contado  el  torpe  fueigo 
Con  que  su  honor  abrasa? 
^Vo«  al  (arUln  llNiiiadt>,  de  so  casa? 

Naboi. 
¿Pucsqud  temor  lesposa) 
vil  mi  tgrit*io  \e  iiL-ne  sospechosa? 
^yuicn  tu  quiciud  lastima? 
blu)  CLUd«d«i>u  en  Urde)  de  estima; 
está  la  t<etna  un  ella, 
querrA  que  vaya  i  k:unsuliar  con  ella 
aigúii  nt-KOi:io  ^ ravc 
que  eun  el  pucbH)  en  su  servicio  acabe. 

ttAUlBL. 

Ui  que  querrá  quererte. 

Nabot. 
No  ofendas  mi  constancia  de  esa  sacrtc 

Haoijei-, 
Querrá  que  tú  el  priroetu 
é  (Xos  initraiu,  a  ella  lisonjero, 
a  baal  saciiliqucs: 

puiquudes^'ues  luipe/as  comuniques 
(en  el  C>osquv  que  infamas) 
del  ia^.n\t¿x^  incendio  de  sus  llamas. 

Nabot. 
Anda  que  esiis  hoy  necia, 
pues  lu  Küiur  (mi  bien)  me  menosprecia, 
con  qiie  l«  te  de  nuestro  llios  me  anima; 
no  ignoras  en  la  esliiiia, 
y  que  por  cunscri  u)U 
munr  satjté,  mas  no  sabré  violarla. 
Vecinos  de  t'alacio 
somos  los  dos,  en  el  ameno  espacio, 
de  esa  viA*  (que  opimos 
joyeles  cueltja^l  pechu  de  racimos) 
me  aguarda,  pues  su  cerca 
la  (Quinta  Heid  juiíto  a  la  nuetira  cerca, 
que  yo  espero  que  ptcMo, 
!ie|;uí'a  del  recdo  en  que  te  ban  pitesto. 


4^4 


LA  MUJER  QUE  MANOJV  EN  CASA 


lus  livianos  temores, 

convienat  las  sospechas  en  amoret. 

JikQVF.1. 

|AyI  no  quieran  los  cíelo» 

que  pronostiquen  llantos  míi  recelos.  (Vonit.) 

ESO- NA  VI 

5.fl«ll  JuAWl.  y  CKHKI.U. 

JaxASKi .  En  dando  en  contradecirme 
SCfi  íuetüi  iiborr*ccftc. 

0>i»LiA.  Acon>«i<rtec^  querelle. 

jBEAnsi..  Itcplioarmendescnirme. 
^Dc  cuándo  acá  escrupulosa 
vas  ilc  amor  comía  la  ky? 

t^iSít-u.  lircs  csppsa  del  Rey, 

Jkiabei..   Tengo  amor  si  soy  su  esposa. 
Los  preceptos  he  scguiíio 
de  Venus  y  UetUal. 

CaucLiA.  Sólo  el  amor  conyugal 
le  puciic  ser  permiiiiio. 

ÍEzabbl.  Esposa  Iuií  de  Vulcano 

Venus,  y  aunque  Diosa  fué. 
de  Mane  ámame  st  ve 
rendida  A  su  amor  tirana. 

CaiSKUA.  Si  esos  ctcmplüs  imitas, 

<pur  qu¿  no  temes  en  ellos 
In  red  que  pudú  cul;c1Ios 
ú  lux  dos^  j_  Por  qué  acreditas 
deleiict  de  su  amor  súlo 
que  la  afrenta  ocasítinaron 
en  que  los  dioses  la  hallaron 
descu bridándolos  Apolo.* 

Jezahci..  jQu¿cosiigodÍL>  vulcano 
á  Venui,  por  ese  errorr 
Laafremn  Aiédcsu  honor, 
pues  tiixa  piitiiico  y  llano 
lo  que  Vcnut,  prevenida, 
oculto  imeni6  lojt^ar. 

CmSKLiA.  Venus  >.e  pudo  infamar, 
|>crú  no  perder  la  vida, 
que  es  diosa.  Mai  tü,  señora, 
siendo  mortal  ^de  que  suerte 
[wdrísescusac'tu  inuctte, 
^i  sabe  el  Rey  (que  te  utlorA) 
que  con  un  vasallo  suyo 
su  tiilamohonesiu  otendn.* 

ititABRt.,  Arguyes  lo  que  no  en  tiendes. 

t'.MisiiUA.  Tu  honor  detiendo.  si  jirRuyo. 

Jeiarei..  ¿Por  qui  piensas  tú  que  he  muerto, 
tanto  Protcta  hablador, 
que  contrarios  de  mi  amor 
engaños  han  dcscuNerlO, 
sino  porque  no  limiten 
deleites,  con  que  se  aumenta 
la  especie  humana  contenta 
en  que  con  gustos  la  inciten? 
¿Por  qué  imaginas  que  quiero 
que  á  tíasl  mi  reino  adore. 
y  con  su  culto  mejore 
regalos  que  considero, 
sino  porque  cuyuínuras 
ofrece  en  sus  eieicicios, 
y  a£al>an  sus  sicrilicios. 
rn  que  por  las  espesuras 


CniseuA, 


JtZAtCL. 

Crisblia. 
Jkzabcl. 


CaiSELIA 

Jg/abkl, 


CltlStUA. 

Jezaikl. 


dedicadas  i  su  culto 

facilitando  ocatioaes, 

da  i  los  (tuMos  permisiones. 

(¡ozando  en  xilencio  oculto 

el  amoroso  ¡tpirlito 

cuanto  el  deleite  de5.ca. 

sin  que  mientras  dura,  sea, 

cualquier  liviandad,  delito.* 

{Hij  {tusto  ifjual  al  que  siente 

d  amor  que  alcanza  y  c^lla. 

pmtdas  (^uc  en  tos  bosques  hall  a, 

sin  que  siendo  pretendiente 

pase  por  las  dilaciones 

<le  melindres  y  de  quejas, 

de  noche  adorando  rc|a« 

y  examinando  balcones, 

y  de  d^a  entre  desvelos 

solicitando  un  fasor? 

Aquí  solamente  amor 

^uMos  feíi.i  y  no  da  celos; 

aqui  se  compra  barato. 

pues  tas  liesiH.s  d«  Kaal 

con  ocasión  liberal 

i  todo  |-ust<i  hacen  ptalo. 

Si  es  licito,  pues,  tmlo  esto, 

jpot  quí  no  podr¿  yo  ser 

áe  quien  gustare,  mujer, 

cuando  út:uparc  rqucl  puesioP 

-i'or  que  no  podrí  yo  amor 

i  Nabot  ((¡allardo  hechizo 

que  mis  ojos  satÍ!<l1zo) 

sin  que  se  puedi  quejar 

el  ney? 

Tu  rcMluciión 
me  asombra, 

(Ap)  «')■>'  1*1  frenesí? 

Con  mi  gusto  cumplo  asi 

Í  aumento  mi  relif;ián, 
n  está  en  el  jardín  tu  amante. 
Pues  retiraie  tú  deil. 
Flotes  bruta  este  vergel 
viendo  entrar  su  abril  delante. 
KmíiirÉ  que  estoy  dorinida. 

Íiurque  de  mi  suc^o  advierta, 
O  que  no  osaré  dcspíeita 
decirle. 

l-^p.)        ¡Ay  mujer  perdida! 
Que  aquí  se  acerouc  le  «visa: 
ptro  que  no  me  despíeric 
mientras  que  el  cnstal  que  tierle 
e&la  fuente,  toda  risa 
contempla;  esa  ülla  acerca 
y  vete.  (SUnltt*  tm  una  tUtai 

(.i^iSin  seso  está. 
Que  oirmc  de  ahí  podrá 
pues  la  fuente  esta  tan  cerca. 

<n**jre  <•«  ámtrmH 


ESCEíiA  Vil 

Stlr  N*»or.— tMaiA*. 


Namt.     iQü6  puede  su  majestad 
quererme  (Crlselia)  A  mlP 

CmsetrA.  Scj;ún  lo  que  presumí 
cosas  son  de  calidad. 


^^^^^HHaiiBHHI^^^^^I 

^^^^^^^^ 

^^^^^^^           4C5            ^^M 

^^^^^V        Mcftad:  pcfo...  dv(cné<» 

y  at  puso  que  \a  liijo  bella                   ^^M 

V                        que  rspc-iándoos  se  durmió. 

el  cielo,  k  hiciera  santa?                      ^H 

K      Nabot.     VuÉisomc,  pun. 

Durmiendo  csli:  los  sentidos                 ^^1 

H      Ckihua.                         Eso  no. 

tal  vez  (aunque  estin  dormido*),         ^^M 

H                     Aqu!,  Nabot,  har  recreos 

suelen  tener  virtud  tanta                        ^^M 

H                        en  que,  mientrix  que  despierta. 

que  escuchan  i  quien  se  llei;a               ^^M 

H                        emretencroi  pudiix. 

á  hablarlos.  ,'Podré  aireternic               ^^M 

H                        Si  oir  inutrnurar  (lu&liis. 

i  decirla,  mientras  duerme,                    ^^M 

H                      tos  pijarus  de  eu  huerta, 

lo  que  despierta  me  niega                       ^^H 
el  temor  ile  su  crueldad^                      ^^M 

B                      la«  hojas  de  aquellas  plantas 

H                      y  Us  aguas  de  fsus  (uenics. 

jPor  quí  no?  Casi  00  vira                   ^^M 

^1                        murmuon  (mis  no  de  auMnict). 

quien  duerme;  si  me  apercibe               ^^H 

H                        Escuchadla»  pues  son  lanías 

podrí  ser  c^xxe  mi  lealtad                         ^^H 

H                      y  el  tiempo  es  másoponuno 

temple  el  ofior  de  sus  manos,                ^^H 

H                        para  que  contenió  os  den. 

y  que  mude  pareceres,                            ^^H 

H                     que.  aunque  murmuriindo  etlén. 

¿ue,  idútairas  y  mujeres                        ^^H 
dan  crédito  á  sueños  vanos.                    ^^H 

H                     no  dicen  mal  de  ninituno. 

V                     Sentios  aqui. 

Sospechara  que  ha  soñado                     ^^H 

H        Nabot.                         I'uvs  ¿os  vais? 

lo  que  decirla  pretendo;                         ^^M 

H        Ckiselia.  Tengo  que  hacer. 

i  la  industria  me  encomiendo:               ^^M 

H       Nabot.                            ^Si  se  enoja 

Dios  ayude  mi  cuidado.                           ^^H 

■                      la  Reinad 

Llefto,  j  las  tres  reverencias                 ^^H 

■        Criseua.               Noosdéconpoja, 

que  como  i  Reina  y  soAora,                 ^^H 

■                      que  solo,  á  su  gusio  csiiis.  (PoiO 

se  deben,  la  hago  ahora.                       ^^H 

■ 

fr(.iCf  trn  rtrtmrtai  y  lUgaut*  «1  Mto              V 

^^1 

di  rodilla.)                                                          ■ 

■                                 ESCENA  Vril 

Raquíl.  íQüí  cs  lo  QUe  veis.  ímpACiencias?         ^M 
¿Sentada  la  Reina  esií,                             ^^| 
y  mi  esposo  descubierto?                         ^^M 

H                 niCKoi,  nifnoi  Ckimi-I'  .  DiifvU  RAvttii. 

H      Nauot.     |Válgsme  Di'osl  ^ A  i^u¿  ñn 

¿Que  la  llega  a  hablar  advierto?            ^^M 

H                      me  llamari  esta  mujer? 

|Ay.  ciejosl  iQut  la  diid?                         ^^H 

■                                                     fStU  a  ana  rtf»  Raquel.) 

Ohl  Guien  luvieraen  losojos                 ^^| 
os  oídos.  Desde  aqu!                             ^^| 

H      Raquel.  Desde  aqu!  los  puedo  ver 

H                     i  estas  rejas  del  jardín. 

oirlos.  no:  verlos  s!,                              ^^H 

H                     Acechad  sospechas  míos 

pueden  mis  ansias  y  enojos.                    ^^H 
Nabot.       lanme  (señora)  avilado                          ^^H 

H                       y  averigua  cúi.s  desvelos 

H                       de  mi  pena,  pues  los  celos 

que  me  llama  Vuestra  Alteza.                ^^H 

H                       inventaron  celosías. 

RA<ruKL,  ¿Tan  cerca  de  su  belleza                         ^^H 

H       Nabot.     Recostada  la  cabera 

vasallo  (fue  no  es  privado?                    ^^^| 
¿Los  labios  junto  i  su  oído?            ^^^^| 
¿Y  auguraré  yo  agravios                   ^^^^| 
de  sus  oídos  y  labios?                             ^^^| 

B                    en  la  mano,  Jczabcl. 

H                    la  aiucena  y  el  clavel 

■                    compilen  con  su  belleza. 

^H                                                     iCviMo  4U(  dmrmí  tila.) 

jLoca  estoy,  pierdo  el  sentido!                ^^1 

H                    jOué  peregrina  beidadi 

H                      ¡Si  menos  crueldad  tuvieras! 

H                    Mas  siempre  son  compañeras 

Jezabel.   a  Nabot  mandé  llamar.                           ^^| 

iTado  uta  tomo  éomUaJ               ■ 

Nabot.     Serviros,  humilde,  aguardo.                   ^^1 

■                      la  belleía  y  la  crueldad. 

JizABSt..  ¿Sois  vos,  Nabot,  el  gallardo?                  ^^M 
Nabot.     Soy  quien  os  lle|^  d  betar                       ^^^ 

^M                     jOué  iftuat  consone  tenia 

^M                     Acab.  sino  deslustrara 

\h  mano,  por  el  blasón                          ^^H 

^B                    la  pcrrección  de  su  cara 

que  medaií,  r  no  merezco.              ^^^^| 
JezABCL.   Redadla,  pues'                                       ^^^^| 

H                    con  manchas  de  idolatrlal 

^1                    En  uno  y  oiro  es  asombro. 

Nabot.                             Encarezco                     ^^^^| 

H                  Quitarme  quiero  el  sombroro, 

lanta  merced;  mas  no  snn                        ^^M 

H                                                                          íQuUatHr^ 

dignos  mis  labios  de  empresa                ^^H 

■                    quí  descortés  ^  grosero, 

tan                                                       ^^1 

^1                     cuando  la  nuro  y  la  nombro 

JEZABEL.                Por  uso  y  ley                          ^^1 
común,  á  la  Reina  t  Re)-                          ^^H 
la  mano  el  vasallo  besa.                           ^^H 

^M                     su  persona  desacato. 

^B                   La  cama  Real,  los  vettidos 

^m                     reverencian  bien  nacidos. 

Nabot.     L's  asi:  mas  no  en  secreto,                        ^^H 

^M                     el  sello  Fteal.  el  retrato. 

que  es  Vuestra  Alie/a  mujer                   ^^H 

^M                     en  su  origmal  su  copra 

y  esti  sola.                                           ^^| 

^M                     goza  la  Reina  esculpida, 
^M                   pues  mientras  e^tt  dormida 

iezAaxL.                     Al  Real  poder                      ^^H 

se  le  guarda  este  (espeto,                          ^^H 

^1                   es  Imagen  de  si  prupia. 

solo,  como  acompañado.                      ^^H 

H                     ^Quién  pudiera  reprendella 

5u  Reino  en  mi  ronuncM                      ^^H 

■                     COR  olicaciatan  clara 

^H 

■                   que  sus  costumbres  mudara 

Nabot.               No  lo  niego  yo.                            ^^1 

^ COMEDIAS  DE  TIRSO  BE  MOLINA. — TOMO 

3o             ^B 

^^V               4^                                             ^^  MUJER  QVE  MANDA  RN  CASA                                          ^^^^H 

^^H         JsSABtL.  Palesiin*  me  hs  besado 

pierde  favores  del  cielo,                     1 

^^H^                          U  mano,  como  i  SrñorB. 

jquí  mucho  aue  os  quieran  mal^^j 
Iesabcl.  Sirva  Israel  á  baal,                       ^H 

^^^K         NkiiOT.     lOjaít  todo  el  Oncnte! 

que  es  más  piadoso  este  celo;       ^H 

^^H          Nabot.     Tcml. 

servidle  vo«  v  tendréis                  ^H 
acción  que  a  Rey  os  iguale:        ^H 

^^H         ItXAHiL.             Pu«  besadla  khota. 

^^H         Nabot,     Reverenciaros  procura 

lu  que  tu  corona  vale                  ^H 

^^H                       mi  fe;  mas  considerad 

y  más  que  etU.  gozaréis.               ^H 
Ffccucniad  su  culto  vos,               ^H 

^^H                       lenguas. 

^^H        JUAUL.                Uoa  Majestad 

que  en  su  bosque  y  espesura       ^H 

^^^^^^B                 por  si  mtsma  csii  secura: 

os  a^arda  una  ventura               ^H 

^^^^^^m                  tendri-  é  poca  rci'crcni:ia 

que  no  os  dacá  vuestro  Dios.       ^H 
Deidad  que  gusta  y  dispensa        ^H 
imposib  <s  dé  otro  modo              ^H 

^^^^^H                 la  cortedad  que  mostráis. 
^^^^^H                  ^Qu^  "  ¿tto?  jVos  me  ne^iis 

^^^^^                solo  (NabiX)  la  obediendac 

que  á  todos  iguala  en  todo,           ^ 

^^^M         Nakot.     Na  lo  permitan  los  cielos 

quien  menospreciarla  piensa 

^^^^^^                  u  en  eso  mi  lealtad  toca: 

no  es  cuerdo.  Yo  os  amo  mucho; 

^^^^^H                 horm  este  marhl  mi  boca. 

amadme  otro  unto  vos. 

^^^^^^^F                                                             {tttta  ynamano.t 

que  os  importa  más  que  el  Dk» 

^^^^   Raqvkl.  Besóla  la  mano.  ¡Celos 

que  adoráis. 

^^K^^                    transícirm  JOS  en  duscngaílosl 

Nasot.     M^>           ..'Que  es  to  que  escucho^ 

^^^^^L                ^Cómo  d«  aquí  no  me  arrojo? 

Antes  que  la'  ley  ol»  idc      (A  «"aj 

^^^^^H                  jCbmo  consiente       enojo 
^^^^^H                dcslealtadcs  entre  engartot? 

que  en  Slnai  nos  dio  Moisén, 

que  á  idúlBiras  quiera  bien,          ^H 

^^^^^H                 l>ar¿  vocux,  dirí 

que  cumpla  lo  que  me  pide         ^^ñ 

^^^^^B                 Lo  que  le  orcnden  lus  dosi 

uuicn  el  tálamo  sagrado        ^^^^M 
¿c  üu  c«poso  trata  maU         ^^^^| 
que  me  lame  deiteal.            ^^^^| 
Raquel,  á  quien  he  adorado;       ^^M 

^^^^^f                 i  la  gente,  al  cielo,  i  Dios, 

^^^^^"^                 y  á  tu  profanada  lev. 

^^H          JeZABSL.  Ahora  si.  quccsa  lealtad 

^^^^^_                    desmiente  recelos  míos. 

por  un  falso  testimonio               ^H 

^^^^B                   Alzad  del  suelo,  cubrios, 

la  patria  me  juzgue  aleve.             ^H 

^^^^V                   polid  mercedes,  llei^tad. 
^^H        Nabot.     Yo,  gran  sei\ora,  mo)  bien. 

me  saque  al  campo  la  pleve,       ^H 

me  usurpe  mi  pairimoRÍo,            ^H 

^^H         JuABiL.  Haced  lo  que  os  mando  yo. 

y  apedreado  de  todos                     ^H 

^^^H                                                           \Ltiféitlan  y  tktriii). 

en  vez  de  alabastro  pulcro.          ^H 

^^B         Nabot.     Ya,  scAora.  me  cubrió 

montones  me  den  sepulcro           ^H 

^^H                        vuesuo  faTOf. 

de  piedras,  pgr  vario\  modos.       ^H 
Mi  iey,  mi  Rey  natural                  ^H 

^^H         iuaBBL.                        Qui4roús  bien. 

^^H          ttAQVXL.  Cubrióle  delante  de  ella, 

reverencio:  esio  profeso.              ^H 

^^^L                          del  suelo  se  ha  levantado; 

JetABBL.  Pues  cumplirase  todo  eso            ^H 

^^^^^^                   mi  agiavio  ha  certilkado: 

no  siendo  i  mi  amor  leal.            ^H 

^^^^^B                 con  lu  lealtad  atropella. 

Naiot.     Gran  seftora.-  Vuestra  Alteza        ^M 

^^^^^   NaMT.     <Af«ri« j  Si  no  es  que  linja  despierta 

algo,  sin  duda,  ha  softado             ^H 

^^^F                          sueAos,  aquesta  mu)cr 

que  la  altera.                                  ^H 

^^^^^_                    ¿cómo  pu«dc  responder 

Jsiabkl.                         (lame  aliendo         ^^M 

^^^^^fe                 y  hablando  no  desconcierta? 

vuestra  mucha  ruttíquexa.          ^H 

^^^^»^                   ¿Qué  «s  esio  cielos^ 

Industria  pata  dcdros                  ^H 

^^m         Jeiansl.                                  I'edid 

lo  que  OÍ  quiera,  me  Itngió         ^H 

^^H                         mercedes  que  recibáis. 

dormida:  )Uigaba  yo                     ^H 

^^H         Nabút.    Si  vos  (señora)  aunientiis 

que  entre  sueAos,  mis  suspifO«    ^H 

^^^B                           mi  cortedad;  advertid 

liicieran  en  vos  scAates                ^H 

^^H                           lo  primero  que  os  suplico. 

de  estima,  que  agradecer,            ^H 

^^H           JRIABEU   Decid;  no  tcaitíis  temor. 

pues  no  entibian  su  poder           ^H 

^^H          Nabot.     Tiembla  de  vuestro  rigor 

por  dormir,  suspiros  Reales.       ^H 
\lat  vos.  cuyo  corazón               ^H 

^^H^                      evie  Imperio,  noble  y  rko: 
^^^^^_                    siente  el  vet  quu  en  tal  belleza 

desprecia  tales  cmpeítos 

diréis,  porque  04  amo  en  sueRoi 

^^^^^M                    pueda  caber       crueldad: 

^^^^^K                   eo  los  Reyes  la  piedad 

que  los  sueAos,  sueños  son. 

^^^^H                 acrecienta  la  grandeía. 

Nabot.     A  resoluctÓD  (señora) 

^^^^^                 Habéis  mandado  dai  muerte 

tan  extraña 

■  á  los  Profetas  sagrwk», 

■  que  nuestros  antepasados 

(Qalfrwu  Ir,  lir^nlait  la  lUtmm  («M» 

fimltlpiífla.  y  Atl'iHlt.) 

H                               reverenciaban,  de  suerte 

Jbzaskl.                      Deteneos, 

^^^^^_^                   que  oráculos  de  Israel 

V  eslimad  más  mis  empleos.         ^ 
Raqukl.  La  Rema  i  su  Reí  traidora.         ^H 

^^^^^H                 su  dicha  estribó  en  oírlos. 

^^^^H                   Si  TOS  dais  en  perseguirlos. 

como  á  nuestro  üítos,  pretende  ^^| 

^^^^H                   y  el  Reino,  por  Jeiabe], 

obligar  i  tu  regato                     ^H 

JORNADA    PRIMERA 


i  mi  «poso;  meno>  malo 
ex,  pucN  de  ella  s«  deliende. 

(líntrást  Raquel.) 

Nabot.     Vuestra  Majestad  repare... 
JtSABEL.  No  hay  Toparos  en  «mor. 
Naíot.     Quesoy  leal. 
JuABiL.  Solí  tiaidor 

á  mis  llamas. 
Nabot.  Quien  jutgare 

sin  pasión,  lo  que  al  Rey  debo... 
Jezxíkl,  Amor  es  Dios,  si  é\  a  Rey. 
Nabot.     a  mi  Dio*  j  ley. 
Jezabbu  No  bay  ley 

ni  hay  Dios,  sino  el  <)ue  os  doy  nue- 

Baal  que  me  amiii  petniite;        [vo. 

por  eso  os  mando  adorarle. 
Nabot.     ¿Y  vuestro  esposo? 
Jkzabil.  Mütarle. 

Nabot.     iGran  scAora! 
Jeubbl.  (lunndo  imite 

i  5>emiramii,  que  i  Niño 

(en  ires  días  iiue  la  dio 

el  Reino  que  le  pidiúj 

á  ser  su  homicida  vino, 

en  su  ejemplo  halUcí  escusa. 

Ño  soy  yo  de  mi  hijo  smanie. 

como  «lia,  cauta  bastante 

doy  i  la  llama  diTusa 

que  inc  abraca.  ¡Biul  vive, 

q^uc  ejemplo  de  desdichados, 

SI  despicciái»  mis  cuidados, 

habíis  de  ser! 
Nabot.  Puesderribe 

mi  cabexa,  la  crueldad, 

que  torpe,  me  asombra  en  vos. 

Reina:  que  ¡vive  mi  Dios! 

3ue  contra  la  Majestad 
el  Rey.  que  obedezco  íi*l, 
de  la  esposa  á  quien  adoro< 
ni  el  interés  de  un  tesoro, 
ni  el  cnstifio  más  cruel 
ha  de  h»i:er  mella  en  mi  honor 
porque  i  vucsifa  culpa  it;ualc.  (Vkh.) 
JtZABKt..  Sabes,  bárbaro... 


ESCENA   IX 

Dicha.  Salt  prim*r<iC*TtKi.it  y  turgii  tlRar, 
JiHu,  AasU»,  lutimo  y  «4ro«, 

Caisai-JA. 

Kl  Rey  sale 
Jexabsl. 
Yo  me  vengara,  traidor. 

ACAB. 

No  como  Rey,  hermosa  prenda  mía, 
como  ministío  vueMro  solamente, 
de  Israel  desueré  la  hípocietia 
que  ciega  amotinaba  nuestra  gen(e. 
Tiescientos  y  más  son.  los  oue  este  dia 
en  Samaría  Mlamándome  inclemente) 

fiorque  los  pueblos  predicando  engañan, 
as  iicis  de  Baal  en  sangre  baflan. 
Si  alguno  queda  vivo  (que  lo  dudo) 
éL  mismo  temeroso  se  destieira 


y  el  falso  Elias  (que  ofenderos  pudo) 
desembaraza,  huyendo,  nuestra  tierra. 
Bosoues  consax'^o.  en  tus  altares  mudo 
la  aooración  que  sola  iudá  encierra. 
Célebre  templo  al  dios  Bul  dedico 
en  fábrica  admiiable,  en  rentas  ricos. 
Mandado  he  convocar  el  r«ino  nuestro 
para  que  junto  en  íl,  quien  U  rodilla 
no  postrare  á  ELaal  (por  gtrno  vuestro) 
su|ctc  la  cenii  á  la  cuchilla. 
De  ctia  manera  lo  que  os  amo  muestro: 
Baal  tí  Dios,  vos  st)is  U  maravilla 
de  la  verdad  mayor  aue  Apoto  alieniai 
piérdase  el  Kcino  y  téngaos  yo  contenta. 

ÍtZ\ML. 

¡Losbraxos|nol8lengU£jhandepiemidros 
aucdeellofcaroc.iposo)  he  Je  quererosl 
iHuya  Ellas  que  vino  á  ameoaiaros; 
perciKan  sus  secuaces  «Koreros! 
Va  no  podrán  (mi  Acsb)  pronosticaros 
trágicos  fines  de  peligros  ñeros. 
Gracias  al  cielo,  que  nos  deja  Ellas 
limpio  i  Israel  de  sus  hipocresías. 

ESCENA  X 

eUu  nu)' rincdM*  d  I'/ ptmtMitt.^OtaKn. 

ElIas.      No  blasones  impiedades 
lascivo  y  bárbaro  Rey, 
hijo  del  «clavo  Amrl, 
consorte  de  Jezabcl. 
No  blasones  Impiedades 
contra  el  cielo,  á  quien  infiel 
provocas  contra  tu  vida, 
yo  su  Proíeía,  El  tu  jucí. 
Afemina  tu  diadema 
(no  en  la  cabe»j  en  los  pies. 
pues  indigno  de  ser  homnre 
te  gobierna  una  mujer. 
Sigue  idólatras  engaños 
del  primero  que  á  Israel 
apart<!>  del  culto  p!o 
uuc  Dios  mumó  en  Oreb, 
Simulacros  del  demonio 
«rige;  porque  después 
que  Samaría  te  nbedeica 
la  transíoimet  en  Dabel. 
que  pues  bla'irema%  del  Templo 
que  adora  Jerusalcn, 
recepiáculu  del  Arca  ^ 

del  DiosdeMelquisedec. 
Numbre  y  fama  adquirirás 
del  principe  mas  cruel  . 
que  tendrán  las  irítiusdoce 
de  Saúl  á  Manases. 
Ni  el  torpe  Jer'íboin 
(que  ingrato  al  ciclo  v  su  Rey, 
hixo  que  vi  pueblo  adorase 
los  becerros  de  Betel) 
en  los  msulios  te  iguala, 
ni  los  cinco  que  tras  41 
infamaron  la  coruna 

Suc  ciñe  las  tribus  diei. 
ebe  la  sangre  inocenta 
de  Unto  Profeta  Ab«t, 


LA  MDIKR  QUr,  M,\NOA  EN  CASA 


ACAB. 


FUaS. 


que  cu  el  seni»  tic  Abfshaiti 
clamimd»  lo*  citlus  ven. 
Sii-uc  las  suptíMkionci 
por  no  irriisf  su  desden 
de  na  arpia  Je  Sd6i), 
(le  n»  Parca  de  Ur»l, 
que,  pues  por  elU  [e  rifiet, 
yo,  iiDilodor  de  Finecs, 
de  parle  de  Dios  te  anuncio 
(puci  ciei^  bUsfcmai  de  él) 
que  tnlenuas,  i  rüt^o^  míos. 
no  me  abriere  su  poJcr 
It»  te^ocus  lie  esas  nubes 
que  el  campo  vuelven  verf¡cl, 
coa  llave  de  ai:eru  y  bronce 
cerrados,  no  han  de  llover 
sobre  lu  misero  fíeinn, 
por  que  pcre/ciis  tú  y  íl. 
Rayos  de  udiisln  calor 
vc»ca  llenen  de  voWcr 
fas  mis  f¿riiles  riberas 
que  en  vuesiroí.  vallen  tennis; 
niel  ganado  ha  de  liullnr  pastos 
ni  los  li'.nibrci  quí  coi«cr. 
porque  vuestras  rebeldías 
se  castiguen  de  una  vez. 
Esto  os  intimo  de  parle 
(Il-I  Dios  que  adoró  Israel: 
ó  i  iTO^cdias  te  «percibe 
6  «uelve  á  abraxar  su  ley, 
¡Oh.  rígido  anunciador 
de  ahilero»,  por  mis  que  estés 
en  eiC  Dios  conl'iadu, 
que  en  mi  vida  adoraré, 
no  te  librarás  attora 
de  la  muerte  mis  soes 
que  (tío  escarmiento  al  delito 
y  al  engaño  (vi  icmcit 
(Soft)  *l  Kcy  la  4aga,  ra  i  Afrir  é  Eliu> 

Ailuarda:  profeta  falso. 
Blasfemo,  bárbaro,  tnrtcl. 
Asi  sabe  Dios  (t^ardar 
í  los  que  esperan  en  El. 


ESaCNA  XI 


niCHOK  «(KOI  Kl.lil. 

jRZAnL.  iSeguidle,  vasallos  míos! 
si  vengarme  pretendéis. 

AcAft.       I-lechadle  por  csdv  aires 
y  al  vuclii  le  mniarcis. 

JsiABKL.  ¿Olí,  hechicero  encanudorl 
No  loiietiue  lexabel 
inícniCBS  no  beba  lu  sangre, 
mientras  no  bañei  tnis  pies. 
Baal  te  pond'á  en  mis  manos. 
{Hebreos!  ;volad  itaséll 
Alas  llevi  la  vcnijanxa, 
con  ellas  le  ak'ünzaríis. 

AcAii.        Ministril^  de  mi  justicia 
he  de  despachar  i  ras  él: 
por  cuanto  circunda  el  mar 
no  se  me  podri  esconder, 

Jkiad»..  Yo  deshace  tus  hcchixos. 


AcAD.       Quien  su  cabeza  me  dé 

será  en  mi  reino  el  sexuado. 
JiiABKL.  Quien  le  ampare,  guárdese,  iVmmti 

ESCENA  Xri 

Dicao*,  winiu  Acjta  y  Í«iA*u. 

JosEPKo.  cQué  sentís  de  estas  crifcldsdes? 
A»i>ÍA3.     IJue  es  fuerza  el  obedecer. 
Jeku,         \o  partoen  su  busca  al  punto, 

que  temo  y  rcspciu  al  Rey. 
JosEPiio.  ^Qué  importan  sus  amenazas 

si  vuelve  el  ciclo  por  él^ 
¡tnti.        Ksto  y  mucho  más  pcli^tra 

reino  en  que  manda  mujer.  (Vaiuti 


JURNAD.A  SEGUNDA 


ESCENA  PRI.MERA 

SotrtuHtttpt^ai  muy  útltt  talrm  DoiuM  y  ZABoi^da. 
pml'-m.  y  abafo  CokioiIk,  ^irur. 

Zabulóh.  ¡Ali  del  monte  de  Carmelo, 

serranasl  ¡Abajo,  abajo! 
CoaiOUÍN. Tomido'o  han  i  destajo. 

ILiiniai  i ',M  valle! 
CokiolIn.  Al  valle  mi  kgficlo. 

EII  hambre  mos  trae  de  talle 

que  d  .indar  i  pie  ci  trabajo, 
y  ellos  dale  jabuio,  abajo! 
¡vrranos,  al  vtlle,  ai  valle! 
DorbAn.   ¡Ah  del  munie,  ab  de  la  sierra! 

¡al  valle,  al  ville,  A  la  junta! 

ii',tn>,i/j<i4(,) 
ComoLiN.üado  le  han  já  quf  .c  t'unia 

(si  sabéis»  toda  la  tierra^ 
Z*Bt;LÓ!<.A  ver  si  remedio  hallamos 

al  hambre  que  padecemos. 
DoKBÁH.   Tres  aAos  ha,  que  no  vemos 

nube  en  el  ciclo. 
LiSARiNA.  Aci  estamos 

todos. 
Coaioi  f  M.  Litarina,  i  vos 

á  qué  venís? 
LiSAviKA.  Las  muíeret 

también  damos  pareceres. 
Zabulón. ,jV  scrin  buenos? 
CohioUn.  ¡Par  Oiosl 

sí  tos  vuestros  son  del  talle 

que  los  que  Jezabcl  da, 

el  dimurto  os  tru|o  aci. 

Ya  habernos  bajado  al  valle. 

^Qu-:  tenemos? 
Dombín.  Coriolln. 

la  folio  de  bastimentos 

i  personas  v  á  jumentos, 

amenoKa  inste  (in. 

Scniáus  y  busquemos  modos 

como  no  muera  la  gente.  tsu»um»*i 
CoaiolIn.  Dadme  vos  en  que  sustento 

el  esiuémago,  que  todo 


JORNADA  SEGUNDA 


K  me  desmaya  de  ciuio, 
6,  puei  M)o  mip^aincntn, 
alquiladme  boca  y  dicnm 
con  la  olkina  de  aba|o, 
que  en  mi  no  licncn  quu  hei. 

LiSAarNA.  Ya  estamos  lodos  sentados. 

DoaeÁN.  Pastores,  va  no  hay  ganados 
que  esquilar  ni  que  comer; 
i  nadie  el  hambre  reserva, 
los  cielos  eslán  con  lUvc, 
ni  por  el  vienio  vuela  ave, 
ni  alegra  á  Icis  campos  hierba. 
Su  hay  arroyo  que  no  trueque 
en  polvo,  el  agua  qtie  boira, 
rio  que  á  manchas  no  curra, 
lucnie  que  ya  no  se  ícque. 
Todos  la  vida  nos  tasan 
por  quitarnos  cí  sosímo, 
que  son  los  pecados  fuego 

V  hasta  las  fuentes  abrasan. 
No  se  enmiendan  nuestros  reyes 
y  «1  crecen  nuctlras  qucías; 
comí  monos  las  ovejas, 
no  perdonamos  los  buey«. 
Si  y»  i  penuailirot  basto, 
lo  que  vos  vengo  i  decir 

Í'  se  nos  han  de  morir 
as  bestias,  por  ao  haber  patio, 
mejor  a  que  las  matemos 
y  i  costa  suya  vi»amos. 
pues  como  las  dividamos 
el  pueblo  socorreremos. 
íQm6  ds  parece? 

Habéis  habrado 
como  Saulimon,  pardiobrc; 
no  perezca  el  pucbro  pobre 

V  mAs  que  no  naya  ganado. 
Yo  tengo  una  yegua  flaca. 
Yo  una  muía. 

Yo  un  jumento. 
Yo  un  rucio,  pero  no  ínienio 
(aunque  el  hambre  no  %e  apraca) 
que  por  in)^alu  me  arguya 
y  tan  mal  pago  le  den, 
que  es  un  borrico  de  bien; 
mi  ánima  con  la  suya, 
cuando  de  esic  mundo  vaya. 

LiSAfiNA.  Por  votos  hcis  de  pas^r. 

CoriolIn.  ^Votos^ 

LisARiNA.  Nohay  queropricar, 

Como  U  suerte  tos  caya. 

DonnAt*.   El  mis  mnio  et,  Coriólin. 
del  puebro:  voto  por  ¿1. 

CoHiOLÍN.  Dorbán,  siempre  sois  cruel. 

DombAn.    Yo  entregaré  mi  rocín, 

después  que  hayamos  comido 
vucso  burro. 

LtSAKiNA.  Yo  eso  quiero, 

muera  su  burro  primero. 

CopiolIh.  y  i  vos, -quién  vos  ha  metido 
en  los  votos  del  Consejo^ 

tiSAHiKA.  Yo,  que  también  so  prcsona. 

Zabulón.  A  nadie  cll  hambre  perdona; 
hed  repartir  el  pelle)o 
paia  almorzar;  por  la  fíente, 
y  el  burro  el  si  );u  i  en  te  día 
vaya  á  la  uarneceria. 


Zabolón 


DOUBAN. 

Zakul6x 
i.isadiia 

CORIOÜN 


CoaioÜN 


LtSAKI.tA. 

CoaiotfH 


DOKSÁN. 
CoRIOLfN. 


469 

donde  se  pese  igualmente, 
que  este  es  nuu*/)  voio  v  gusto. 
.Decapa  os  sirvió  x.1  pello|o, 
rote  (mi  burro)  el  Concejo 
íObrc  li  Cipa  (Id  justo: 
que  )o  moriré  con  vos, 
puis  que  libraros  no  pudo 
el  mi  amor. 

Venya  el  menudo, 
aderen  a  rite. 

¡A  bios 
el  mi  jumento  dell  almal 
Vivo  queda  quien  vos  pierde; 
más,  porque  de  vos  me  acuerde 
yo  colgaré  vuestra  enjalma 
del  cravo  do  eiu  el  mi  espejo; 
vucso  auhattc  Itaeri 
al  cuello  poi  banda,  en  fe 
({UG  no  os  olvido,  aunque  os  dejo. 
hsto  está  bien  ordenado; 
venid  dareisnosle. 

¿Yo, 
traidor  i  quien  me  llevó 
en  somu  de  si  atentado^ 
^Con  qué  vet);iJenxa  pudiera 
decirle  al  mi  buen  jumento; 
yo  del  vueso  prendimíenio 
corchete  soy?  <QuJ  dijera 
entonces  el  rucio  mío? 
Vaya  el  Concejo  á  llei-arle, 
pues  se  atre\-c  á  sentenciarle. 
Dejad  ese  desvario, 
pesiáis  en  tos? 

[Ka,  renidl 
Pues  ouc  ya  llegó  su  pluo 
Zabulón,  dalde  un  abraio, 
y  en  mi  nombre  le  decid.,, 
(cuando  le  deis  el  segundo). 
Coríolin,  cansüdo  estas. 
,...Que  no  mos  veremos  mAs 
sino  e5  en  Cti  otro  mundo.  iVanu.) 

ESCENA  II 
5«r«  AiiiiiA»,Mf«. 

Tres  aAos  ha  <mi  Dios)  que  las  impías 
persecuciona  ocasionan  llamos, 
V  en  sus  Profetas  y  ministros  santos 
U  crueldad  ejecuta  tiranías. 

Treí  Rílos  Ím  4)ue  de  mi  pecho  ftas 
(á  pesar  de  amenazas  y  de  espantos) 
tus  fieles s¡ervos,pu«sta  que  ha  otros  tantos 
que  el  ciclo  cierra  la  oración  de  Ellat. 

En  dos  cuevas  amparo  y  doy  sustento 
á  cien  Profetas  tuyos  escondidos 
del  podcrdcUcnTidiay  loscnguñus. 

¡Ampara  tú,  Seftor.  mi  justo  intento; 
clemente  abre  i  mis  ruegos  tus  oídos; 
baste,  mi  Dios,  castigo  de  tr»  aflosl 

Si  hallara  yo  alj^ün  pastor 

de  cuya  simplicidad 

te  confie  mi  piedad 

sin  riesgot  de  mi  temor. 

Alayofdom»  de  lacata, 

soy,  del  Hey,  y  su  privado; 

su  gobierno  me  ha  fiado, 


E>0»8ÁN. 

Zabi/lóx 
CorioUk 


LtSARIHA. 

CoaioLÍN 


470 


LA  MUJER  QUE  MANDA  EK  CASA 


iodo  pof  mi  mano  paia; 
p«na  ha  pu<»lo,  de  U  vida, 
con  privaciiíii  d«  U  hacienda 
i  qtiicn  «mpare  y  dctienda 
i  al^ún  Pinfcta;  perdida 
hn  \tv\  am>i  que  U  ten)j<>> 
puc\  por  k^onacrvar  int  ley 
vüv  conlía  el  susto  del  Rty 

V  cien  Pfofeías  itisnU-iigo. 
S'u  hay  hombre  de  quien  &«rinc 
iDcpartdmc  (elcrno  Dimí 
quien  me  ajrude  en  esto,  VoH 

ESCENA  m 
Dkmu  yiafcCokiotlK. 

ConiOLÍH. Murria  me  viene  de  ahoicarmc, 
un  vos  el  mi  ru<:io  amado, 
el  mi  lindo  compañero: 
<t'Os,  mi  burro,  al  carnicero^ 
^vut  Dot  él  descuaitiiEudu^ 
jque  habéis  de  nionr.  en  ñnf 
¿que  va  mi  «mol  no  os  aguarda? 
^que  hari  »d  vos  cII  albarda 
sino  la  trae  Ooriolln? 
jqué  la  burra,  ó  vos  «in  ella, 
dc  mi  comadre  Darínta 
que  estaba,  por  vo%  en  cinta, 
viuda  hoy,  y  ayer  doncella.^ 

^IMiIas.    Oye,  detente.  paMor, 
> ^'CbltiOLf N. Si  de  un  lazo  no  me  escurro. 

Au>l*s.    jEstliloco.^ 

CohiolIn.  Kstd  sin  burro. 

AssIas.     tQuésimpM 

CoRioÜK.  Miro.  soAoc 

pues  que  no  lo  ha  conocido, 
no  se  espante  si  le  lloro, 
que  cta  como  un  pino  de  oro: 
jumento  tan  cnicndiilo 
no  le  tuvo  el  mundo. 

^toiAs.  Acaba. 

I ^CÓMOtiN.  ¿Piensa  que  miento?  Ucclan 
que  las  burras  leenicndiao 
cuantas  veces  rebuznaba: 
pues  honesto,  en  mil  sucesos 
que  con  las  hembras  se  halló 
nunca  en  la  carne  pecó, 
ique  cMatia  el  pobre  en  {<n  huesott 
Pufi  la  vex  que  caminaba 
lan  cuerdo  hu¿  tte  «n  ilía  en  dia, 
leAor.  que  en  todo  cala, 
ó  al  die  monos,  tropezaba. 
P«e*  soírtdo,  no  hubo  her 
por  mis  palos  que  te  diese 
que  alguna  vez  sccofríesc, 
que  ei  (amis  supo  correr; 
pues  aunque  huete  de  prña, 
si  i  la  jumenta  olhcabn. 
al  cielo  ell  hocko  aliaba, 
que  hu4  una  boca  de  rtsa. 

Y  con  tener  estas  gfttcias 
y  otras  que  callo  (seAor), 
me  le  llevan  (jay  duloi!) 
la  cola  y  oreja  lacias 
á  morir  al  matadero, 
do  tt  carnicero  le  «te 


y  ell-hambre  <kipu6(  le  uaíse. 

^Hiciera  mis  un  venierur 
Ah)[as.     tApaHt.i  Ksu  lencilkj!  podri 

KSegutar  mi  tecelo- 
CoB  10  ti».  Pondrá  me  paños  de  duelo 

por  41. 
Ab[>Ías.  Pastor,  oye  aci: 

como  me  guardes  secreto 

yo  te  daré  otro  mejor. 
CoKiDÜs.ÍMas.  arre  alliU 
A»o¡*i.  Tu  fevof 

he  menester. 
CokiolIx.  ¿Endefeto 

3iie  aculen  secretos  le  guarda 
a  barros  y  de  comer? 
AaiDifAs.    Sigúeme. 
CoaioiiM.  ^Y  qui  beinosde  bcr 

ti  no  le  Viene  cll  albarda? 
Abijas.     (Apartr.)  Con  iste  puedo  enviar 

á  mis  santos  la  comida, 

mientrat  el  hambre  atrevida 

y  el  temor,  no  da  lugar 

i  que  en  público  los  goce 

nuestro  misero  Israel. 

No  temen'  á  Jeiabel 

pues  fste  no  la  conoce, 

ni  quien  sov  tampoco  sabe. 
CohiolIn.  jQuifn  tal  dicha  nallar  pudier 

Écheme  en  la  i'aliriquera 

el  secreto,  si  tien  llave. 
AaoJAS.    Mi  Dios,  contra  un  Rey  tnento 

esta  piedad  os  dedico. 
CoKiOÜ.'<.^Por  un  secreto  un  borrico? 

jpardiíf  que  compré  baratol  (Vmuj 


ESCENA  IV 

Salea  ACAa,  JaUB»,  Juio.  Jcaaracj'  Hewc< 

ACAB. 

En  ñn,  que  contra  Ellos 

salen  frustradas  dillgeocjas  míos. 

jEBAaCU 

Encantos  de  sus  vuelos 

nos  le  arrebatan  penetrando  cielos; 

cuantos  embajadores 

has  despachado,  dindoles  favores, 

desde  ürecia  á  tlttopia 

por  cuanto  esmalta  la  florida  copia 

secunda  de  Amalles, 

el  mar  de  Zañr  baAa,  el  sot  rodea, 

sin  perdonar  desierto, 

valle,  monte  ii  collado,  han  descubiené 

sus  ti  ele*  diligencias, 

sin  tener  nuevas  de  ¿I. 

ACA». 

Las  inclemencias 
del  cielo,  que  ocasiona, 
no  siempre  han  de  ofender  i  mi  corona. 
Hermo^ia  prenda  mfa 
¿quijn  sino  vos  apaciguar  podía 
mis  pesares  y  enoios, 
si  estriba  mi  descanio  cu  vuestro*  ojoa? 
Ellas  no  parece, 
todo  mí  reino,  misero  perece; 


JORMADA  SEGUNDA 


Íiorgue  hechizos  j  «ncanios 
D  niegan  el  sustcntu  mena  unioc, 
puf  cM-  vil  Profeta 
A  quien  e\  cielo  todo  k  sujeta; 

i  úuicn  sui  inlluciKias 
la  llave  han  dado. 

Jbxabbl. 

Abrísanmeinipadencias: 
no  muera  yo  hasta  lanm 
que  en  sanare  trueque  Palesiins.  el  llamo 
que  compasivo  vierte. 
y  i  quien  le  causa,  den  mis  manos  tnuerie. 

ACAH. 

Entre  las  floics  bellas 

de  este  jardín  ( pues  vos  reinéis  en  «lias) 

diviriamo!'  pesares: 

pongan  aquí  la  mesa  y  los  manjares. 

Todo  esti  prevenido 

en  este  cenador,  que  guarnecido 

de  Jazmines  y  nueías 

lino  sttial  es  tilamo  de  Alieías. 

AcAH. 

ScnUús,  pues,  áulce  prenda; 

que  aunque  e!  enojo  vuestro  pecho  encienda, 

no  tard«  la  vcngan/a 

(aunque  espaciosa)  cuando  al  fin  se  alean». 

Cantad  tonos  xuav» 

aliernindoos  vosotros  con  tas  aves; 

3ue  una  y  otra  armonía 
ivertiián  la  hennoss  prenda  mfa. 

lt>iie¡'iriti  uaii  mtm  con  4o*  lillai  y  un  aparcar 
íttaioít  ¥1  /arJIaiiUntaiur.tomt'i  y  tM  mMeoí 

(Can(d<i.)*I^*  so1«t  tiene  Israel 
y  que  se  abrase  reccb, 
el  de!  ciclo  )'  Jexabel. 
^Cuil  es  mayor? 

El  del  ciclo. 
Eso  no,  que  el  dios  de  Deto 
se  eclipsa  y  cubre  de  un  velo, 
y  el  nuestro  luce  mAs  que  íl.> 
Buena  es  la  dificultad 
de  la  letra,  mas  mi  esposa, 
en  fe  de  que  es  más  hermoso, 
¿  Apolo  da  claridad. 
Cada  día  la  deidad 
del  cuarto  planeta  nace, 
>'  aunque  at  mundo  saiisÍKC 
cada  noche  también  mucre: 
mas  quien  á  mi  esposa  viere 
aue  alumbra  deleita  y  vive, 
dirá  que  de  ella  recibe 
vida  el  sol  y  luz  el  suelo 
y  que  la  debe  mis  que  i  él. 
(CaiKaii.)  *X>o%  soles  tlcnc  Israel 
y  quB  se  abrase  recelo 
el  del  cielo  y  Jezabel. 
<Cuál  es  mayor? 

^\  del  cielo. 
Eso  no.  que  el  dios  de  Deto 
se  eclipsa  y  cubre  Je  uii  velo 
jr  «1  noesUo  luce  mis  que  £1.» 


Uno. 

Otbo. 

Toooí. 


ACA». 


ACAi. 

JSIASBL. 


ACAB. 


471 

jQaién  ha  compuesto  esa  letra? 
La  adulación.  K[is  ^qu¿  es  esto? 

\f.n  taiiUnáo taf a* éa»  atrrwot  fortl 
air*,  y  ti  «na  arrttala  na  fan  y  ti  oír* 
!!■  dvf  aiadtt  y  >>vtr>«a  i  i^lar.  y  triufa- 
loa».) 


UfO. 

Orno. 

Tono». 


¡Anuncios  de  mis  desdichas, 

ave-*  totpes  del  inüornol 
Jezabcl.  ;D«dliis  la  muene,  ticchadlas. 
AcAK.       Quitad  esa  mesa.  jAh  cielool 

trajttdias  y  mortandades 

meinlimnn  fúnebres  cuervos; 

plumas  de  luto  me  anuncian 

el  misero  lin  que  etpero. 

Nueidas  metas  contaminan 

las  arpias  de  Fine»: 

preumios  lloro,  infelices; 

el  corazón  en  el  pecho 

btitcandoat  alma  salida 

ya  es  tirano  de  mi  atiento. 

¡Llorad  mi  muerte,  vasallos! 
JEZABKL.  iRev,  señor,  esposo! 
AcAB.  iTiembto, 

dudo,  desmayo,  suspiro, 

abrasóme  vivo,  y  muero! 

Los  cielos  son  contra  mi. 

^Quifn  rcsisiiri  i  los  cielos? 

Mi  morial  scnienck  lirman 

plumas  de  verdugos  cuervos. 
Jezabel.   jQui;  .-iteminado  temor 

dei»cri-diia  el  esfuerzo 

3ueun  hombre,  un  Rey, un  Monarca 
ebc  tener?  Si  en  ti  el  mkdo 
se  apodera  de  ese  modo, 
,ide  tus  vasallos  qu¿ espero? 
¡Gentil  Iraza  de  animarlos! 
¡Mejor  diré  de  ofcndcrlosl 
iQuí  cjírcito  de  enemij^s 
te  hacen  fuerza  á  %an);tc  y  fuego? 
^Oué  nubM  airojan  rayos? 
¿yuc  lerremolüs  el  centro? 
Esto  i'Scosa  natural; 
el  aire  niega  avaficnio 
las  pfí^ñeces  d  sus  nubes 
que  fcrliliccn  el  ^uclo; 
perecen  tus  reino»  de  hambre, 
los  montes  e^tin  desicnos. 
las  plantas  se  esterilizan, 
los  valles  sin  hierba,  secos; 
á  las  aves  y  I  lirs  !>rulos 
les  nicna  los  aliment<.s 
la  tierra,  que  siendo  madre 
mitl[.kslta  esta  vez  se  ha  vuelto. 
iQui  mucno,  pues,  que  atrevidos 
busquen  de  comer  los  cucrros 
que  la  necesidad 
»¿!i  pinta  su  vueto? 
^No  le  avergüenzas,  siendo  hombre, 

3uc  ic  anime  el  vil  sujeto 
e  una  mujer,  que  se  burla 
de  mentirosos  asideros? 
Si  no  ignoras  los  hechizos, 
los  engaflús  v  embelecos 
deesc  Ktlas  nurlador 
de  mi  ley  v  tus  preceptos, 
¿qu¿  mucho  que  en  nuestro  agravio 


I 


^^^^^   47a          ^^^^^^^^^A  MUJKR  QUE  MANDA  EN  CASA  ^^^^^^^^^^^^^^^H 

^^^^^^m               oblíRuv  ( para  ofendemus) 

ESCENA                        ^^H 

^^^^^^a               lai  aves  que  hok  pvríi)t*n 

^^^H 

^^^^^^1              ti  le  ob«dev:e  el  íntietiio? 

^^^^^1              Su  mueftv  A  [u  vida  imporiB, 

Tres  aAos  ha  aae  escondido            ^^| 
en  aquestas  soledades,               ^^^^H 

^^^^^^R              á  mi  in]uri«,  A  tus  de^os. 

^^^^^B              Muera  l-Jiai  (Jiteñu  ato) 

porque  doliendo  verdades          ^^^^^| 

^^^^^H             y  abctfúti  dcípuis  dccl  muerto 
^^^^^B             los  lesoios  i  mi 

de  todos  sojr  p«T>eL;uido.            ^^^^B 
Vos,  mi  Dios,  habéis  querido          ^^| 

^^^^^^m             las  nub«,  que  obedecieron 

que  aspcreias  del  Carmelo        ^^^^^ 

^^^^^^1              los  conjuros  cxecrjiblcs 

(porquccclo                             ^^^^H 
el  culto  de  vuestra  Ley)           ^^^H 

^^^^^H             que  nos  las  vuelven  de  acero. 
^^^^^H              iBuscailIe,  vaíállot  m[<».'. 

me  amparen  de  un  lorpe  R«y    ^^^^| 

^^^^^H              Al  que  le  hallare  prometo 

y  de  una  mujer  lasciva,                      ^H 

^^^^^H              hacerle  (i  pcisr  de  envidias) 

porque  viva                                         ^H 

^^^^^^B              el  $egur>do  de  eile  reino. 

cuJil  bruto,  en  esta  montaña.           ^H 

^^^^^^m            Goxará  nuestra  privanza. 

¡Cosa  extraña                                      ^H 

^^^^^H            etiribari  en  su  i^bierno 

que  triunfe  el  vicio  que  engaAa,       ^^| 

^^^^^H              la  guerra     la  pax;  su  nombre 

que  ande  huvendo  el  que  os  es  liclj^^| 

^^^^^B             quedari  en  bronces  ciemos. 

que  reinen  idolatrías,                       ^^| 

^^^^^1              ¡Si  la  l«aliad  no  os  anima 

que  el  mundo  aborrezca  i  Elias      ^H 

^^^^^H              anímeos  siquiera  el  premiol 

y  que  adore  á  Jezabel!                      ^H 
De  este  arroyo  (que  al  Jordán          ^H 

^^^^H              Mis  uculio  que  íl.  el  oro. 

^^^^H              la  piala,      cobre  y  el  hierro 

tributa  y  Carit  se  llama)                 ^H 

^^^^^M            vive  en  las  minas  profundas 

los  cristales  qu«  derrama           ^^^H 

^^^^H             ir  no  so  libra  por  eso 

mi  llanto  imitando  van.             ^^^^B 

^^^^^B            d«  la  avaricia  del  hombre 

Secos  los  demás  estín:              ^^^^B 

^^^^^B             Aunque  le  escondan  sus  cerros. 

que  cual  mercader  quebrado           ^^| 

^^^^^1              La  verdiid  vence  al  en);a^o, 

se  ha  alzado,                                ^^^^| 

^^^^^^             la  vtriud,  encantamientos. 

el  cielo  (lüdu  rii¡orcs)                ^^^^B 
sin  pa^ar  acríieoorcs,                   ^^^^H 

^^B                   Baat  os  dui  favor: 

^^^                      id.  que  su  ayuda  os  ofrezco. 

con  inmensos                            ^^^^| 

B           AcAB.      Tus  palabras  mo  dan  vida; 

tesoros  de  agua,  que  en  censos        ^H 

^^H                    U  respiración  me  has  vuelto; 
^^^^                    en  tu  lenitu^  Apolo  asirte. 

cobraban,  correspondientes              ^H 

los  vivientes,                                       ^H 

^^^^^            i\  le  influye  esos  consejos. 

munies,  prados,  lagos,  fuentes.       ^H 

^^^^^B            ^^uidlo^  eiecuudlosl 
^^^^^B             Pero  mirad  que  os  advierto 

Pero  ya  ea  arenas  secas                    ^H 

ni  llores  ni  frutos  nacen,           ^^^^B 

^^^^^B             que      volv^s  sin  Elias 

porque  los  pecados  hacen         ^^^^B 
lllidas  las  hipotecas,                  ^^^H 

^^^^^B             seréis  al  mundo  cscarmienlo, 

^^^^H            ¡Por  vida  de  Ic^eabel 
^^^^^B            (que  es  sola  el  alma  que  Icngo), 

¡Perezcan  (mi  Dios)  protervosl          ^H 

¡Acábese  la  impiedad!                           ^H 
,  ¡La  sangre  (Señor)  vengad                  ^H 

^^^^^m            que  en  una  cruz  alrentosa 

^^^^^1            ha  de  hacer  pialo  á  los  cuervos 

que  derraman  vuestros  siervos^        ^B 

^^^^^H             ( porque  no  avallen  los  míos) 
^^^^^H              el  que  atrevido,  indiscfetOt 

<8a/ii>i  folanéa  lat  Jo*  eutrcDi  y  Irat»      1 

tu  lia  ptettt  l«  fue  «allanM  dt  la  mtta  4tt      1 

^^^^^^k             diere  la  vuelluASanaria 

Kty.)                                                                       ^J 

^^^^H             sin  Ellas,  vivo  6  muerto! 

j  Pero  qué  es  esto.*  Los  cuervos       ^H 
de  quien  mi  defensa  Ha              ^^^^B 

^^^^^B           Esto  os  noiiftco  á  todos; 

^^^^B               los  castigos  y  premios 
^^^^H           ponen  alas,  escoced: 
^^^^^B           ¿  coronas,  6  desoerros. 

la  fe                                          ^^^^B 
i  traerme  de  comer                      ^^^^B 

vienen;  hora  debe  ser.                       ^H 

^^^^^^B                                                                      Rtytt.) 

¡A  V,  Seftor,  de  inmensos  nombrest   ^| 

si  los  hombres                                      ^H 

porque  á  Jezabel  obliguen                   ^H 

^^^P                      ESCENA  V 

me  persiguen,                                   ^H 
los  brutos  voraces  sifluen                  ^H 

^^^B                           Joaarno  f 

piedad  que  en  ellos  no  vemos.           ^H 
jOué  bárbaros  desvarios)                    ^H 
¡Venid,  maestresalas  míos                    ^H 
que  todos  tres  cúmcromos!       (VaM>^| 

W        Jowriio.   tOuí  cruelda*  - 

B          JlHq.                                lQu¿  tiranía! 

■  JosKrno.  jQud  habernos  de  hacer? 

■  JiHv.                                               Perdernos 

■  ,          ií  buscarle.  ¡Adiós  Samaría! 

ESCENA  Vil                ^^^^^ 

B          Jos&PHO.    Imposibles  ptc(codemi>S.    (Vanti.) 

S»lt  n^^uaL,  (ofa.              ^^^^^^^1 

Busco  alivio  á  mis  desvelos,               ^^| 

ím  de  placer,  en  vos,                       ^V 

^^^■^^^H 

IV^^^^^" 

^^^^V 

SECUNDA                                                                 473 

^^^1          j  «nfermos  de  un  mal  los  dos. 

jra,  usurpador  de  su  sillSf 

^^^B          entrambos  ilummos  celos. 

quitarle  el  Keino  querrfts. 

^^^H           I. lis  rucni»,  tos  arroyueioE, 

y  Raquel,  pteiendetíis. 

^^^B            las  planlai,  \a%  verdes  llorcc, 

que,  hinciridula  la  rodilla, 

^^^B           los  akt;rM  [uistñureí, 

la  mano  os  llegue  á  besar. 

^^^B           naranjo!,  vides  j  yaim. 

Blasonad  lealtad  y  ley; 
decidnos  que  á  Dios  y  el  Rey 

^^^V           t.i  en  amar  lunJan  sus  medr». 

^^^1           con  celos  licncn  temor: 

debemos  rcvefen<;iar: 

^^H           [todo  «s  celos,  todo  amor. 

que  estas  dos  cosas  cumpifs 
ofendiendo  al  Rey  y  á  Dios. 

^^H          pájaros,  liorcs  y  piedrasl 
^^H           Si  en  los  arroTos  y  fuentes 

Nasot.     Cara  prenda  pesiáis  en  vos? 

^^^B          reparo,  el  temor  tnc  avisa 

¿Yo  á  l>ios  y  al  Rey?  ¿Quí  decis? 

^^^1            que  hay  celos  entre  tu  risa, 

Raquil.  .íNo  bnasies  una  mano, 

^^^B            pues  murmuran  entre  dientes. 
^^^B            Celos  1»  flores  presentes 

no  vasallu.  amante  si.                                           , 

que  y»,  IÍM:al  vuestro,  vi,                            ^^H 
siend»  á  nuestro  Rey  tirano?                      ^^H 

^^^B            Duran,  que  la.s  acompaílan. 

^^^B            pues  el  vidrio  «n  que  se  bañaiii 
^^^B            as  avisa(aunque  lo  ignoran) 

NaBOT.     ¿Tenéis  celos?  No  meespanio                    ^^| 

si  la  sospecha  os  cegó.                              ^^B 

^^^B           Que  si  de  si  se  enamoran 
^^^1           de  sf  celosas  se  engañan. 

¿Yo  á  la  Reina  amor?                              ^^H 

Raqu-ei.                                 ¿Vos?  No,             ^H 

^^H           Estas  vides  todas  lazos. 

¡que  sois  leal,  sois  un  santol                    ^^H 
l.Diifaid  su  amor  descompuesto.               ^^H 

^^^H            de  estas  vcdras  Briareos, 

^^^B            ¿por  ouf  trepan  los  deseos 
^^^B          ciftendo  e)  muro  á  pedamos.* 

ofended  mi  casta  ley,                                   ^^H 

aue  yo  Jare  cuenta  «1  Rey                          ^^M 
de  lo  que  lie  visto.                                        ^^B 

^^^B            ^porquf  con  vvrdesat>fazos 

^^^B            crecen  entre  nf;enas  medras. 

(Vm4  Raciwtl,)           ^H 

^^^B            sino  porque  hasit  las  yedras. 

^^^M 

^^^H            ejemplos  del  firme  amor, 
^^^B            tjvnen.  celosas,  temor 

ESCENA  I\                                  ^M 

^^^B            que  it  les  vavan  las  piedras? 

SaU  &c«a.— Dieno.                                 ^^^U 

^^H          ^Por  qué  con  música  y  vuelos 

^^^B            los  ramilletes  del  aire 

AcAB.                           ¿Qué  es  esto?                      ^^ 

^^^1           compiten  con  el  donaire. 

Nabot.     Señor,  ¿Vutstta  Maíntad                                 B 

^^^B          sino  porque  tienen  celos? 
^^^B          No  atecian  sino  desvelos, 

«n  esta  su  casa  y  quinta?                            ^^1 

No  en  balde  se  esmalta  y  pinta                  ^^| 

^^^B           no  rondan  sino  temores, 

hoy  de  nueva  amenidad.                        ^^^^H 

^^^B            no  cantan  sino  favores. 

AcAK,       Paiccc  que  vuestra  esposa                     ^^^^B 

^^^"             no  piden  sino  asistencias. 

quejas  contra  vos  formaba.                 ^^^^| 

porque  donde  ha)'  competencias 

¿Qué  tiene?  ¿Por  qué  lloraba?                   ^^H 

celos  avivan  amores. 

Nabot.     Quiere  bien  y  está  celosa.                       ^^^M 

Mis  causA  tienen  mis  males. 

lia  dado  en  encarecer                             il^^^^l 

mis  llantos  mis  pena  admiten. 

lo  que  aun  ignora  la  fama.                  ^^^^1 

que,  en  (in.  ellos,  si  compiten 

AcAB.       Deleitan  celos  de  dama                            ^^^^1 

es  entre  apuntos  Iguales: 

'  enfadan  los  de  mujer.                        -^^^H 
)id  i  lo  que  he  venido                            ^^H 

mas  yo  que  con  celos  fteales 

lloro  agravios  cvíilcnies. 

que  procuro  ocasionaros                         ^^H 
S  servirme,  para  honraros.                          ^^H 

bien  podrí,  por  más  ardientes. 

juzgar  mis  celos,  mayores 

Nabot.     Basta  haberlo  pretendido                          ^^H 

que  los  que  abrasan  ¡as  flores, 

para  que  yo,  gran  seftor,                            ^^H 

1h  plantas,  aves  y  fuentes. 

eternamente  obligado,                              ^^H 

ya  esclavo,  si  antes  criado.                         ^^H 

ESCENA  VIU 

engrandezca  este  favor.                               ^^H 
AcAB.       Hsta  viña,  que  así  lUma                              ^^H 

Sat4  Naiot.— Dicx*. 

vuMtra  quinta,  J«/abel.                              ^^H 

en  cuyo  ameno  vet^ei                                 ^^H 

Nasot.     DeexiraAos  bienes  nos  p«iv« 

Abril  su  copia  derrama,                              ^^H 
como  de  mi  casa  está                          ^^^^B 

la  litanaJezabcl. 

Ra<íUKL.  No  es  tirana,  no  es  cruel, 

tan  cerca  (que  esta  muralla                   ^^^^B 

la  que,  tierna  y  compasiva. 

solo  se  atreve  é  apanalla),                     ^^^^H 

con  vos,  de  sneríe  se  ablanda 

me  parece  que  será                                 l^^^l 

que,  á  su  presencia  os  admite. 

misbclla,  si  cstotnosquito,                   ^^^^H 

estar  junto  i  s[  os  permite, 

y  dilatando  su  ctpacio                            ^^H 

cubnr  la  cabexa  os  manda. 

con  el  Parque  de  Palacio                          ^^^B 

Ya  sois  Grande  de  su  Estado, 

ilustrarla  solicito.                                    ^^^^M 

ya  con  Acab  competís. 

liaré,  si  las  incorporo,                           B^^^| 

ya  i  su  amor  os  preferís. 

un  hueri»  fresco,  un  pensil                    ^^^B 

ya  os  soñarais  colocado, 

que  eternamente  el  Abril                             ^^H 

LA  MUJEK  QUE  MANDA  EM  CASA 


ál  de  lat  manzana*  de  oro 
el  nuntro  ftnil.  prefiera; 
si  á  leivirme,  <»  animáis, 
con  ella,  si  me  la  dais, 
gozarais  otra  mis  bella 
que  vue^trú  caudal  aumente, 

Í'  aunque  mks  disiantc  «st¿ 
rulos  copiosos  os  dé, 
T  al  doble  que  aquesta  rento. 
Pero,  si  os  está  nKJor 
vendetta,  que  nu  trocarla, 
yo  fiusiaré  de  comprarla- 
SejUIadme  lu  vulur 
y  convcriiréuslü  en  plata. 
No  como  Rey  os  la  pido: 
cual  mefcadcr  tic  venido 
que  en  posesiones  contraía, 
puesto  que  oblioado  quctlo 
sinnprc  á  acordarme  de  vos. 
Nabot.     No  permita  (Señurl  Dios 

que  el  patrímunio  que  heredo, 
j  es  lolar  de  la  limpieza 
que  mis  padres  me  deíafot), 
cuando  en  ella  vincularon 
memorias  i  su  nobleza, 
se  la  quite  yo  i  sus  nietos. 
Ofsn  seitor,  no  ignoráis  vos, 
que  en  su  Levilíco,  Dios, 
manda,  por  juslo);  respetos, 
que  no  se  puedan  vender 
posesiones  que  en  herencia 
loquen  á  la  descendencia 
del  primogénito:  ver 
puede  Vuestra  Majestad 
«n  c<  vift^mu  quinto 
capitulo  si  es  distinto 
m)  miento,  de  esta  verdad. 
Y  aunque  en  esta  ley  dispense 
«I  mismo  tcgisladot 
con  el  pobre,  y  yo  (señor) 
venderla  j  serviros  piense, 
dindome  el  cíelo  fiquen 
con  que  mi  saii|{re  acredite, 
si  esta  venta  se  permite 
solamente  á  la  pobreza, 
;dc  quí  suerte  queréis  vos 

?ue  vaya  contra  mi  ley? 
o.  Naboi,  soy  vuestro  Rey, 
y  no  adoro  i  vuestro  Oíos. 
OT.     Yo,  si  señor,  jo  le  adoro; 
yo  me  precio  de  cumplir 
sus  preceptos,  y  mortr 
por  ellos,  aunque  un  tesoro 
me  diérades.  no  apetezco 
ir  iamis  contra  su  ky. 
Perdonadme,  que  á  mi  Rey, 
por  mi  Dios,  desobedezco. 
I|landadmc  lo  aucsea  justo 
y  veriis  si  soy  leal. 
Ac*B.       PodrA  s«  que  os  eui  mtl 

no  tiabcfoie  dado  este  gusto.   (faM.) 

ESCENA  .\ 

Nita«r,  lolo. 

NaftOT,     Cumpla  con  el  ^  uestro  yo, 

jiiios  miot  que  es  lo  que  importa. 


Toda  vida  humana  es  CurUt 

porque  i  censo  se  nía  dio; 

si  me  mandare  pogar 

el  seveio  Key  con  ella, 

¿(\ui  importa  por  vos  perdelltif 

SI  al  fin  es  censo  al  quitar? 

Los  celos  «pacígtlemos 

de  mi  enaailada  Raquel; 

locuras  de  Jezabcl 

ocas.-onan  sus  extremos. 

Temo  i  una  Reina  viciosa; 

un  Rey  mccau^a  desvelos. 

mí  esposa  se  nbra^u  en  celos, 

y,  en  Tm,  Rey.  mujer  y  espo». 

mi  sosjego  traen  sin  calma, 

^qu(  liar^.  sí  vienen  i  ser 

mi  esposa,  el  R«y,  su  mujef 

Ues  enemigos  del  alma?  lVat*.l 

ESCENA  XI 
Xalm  l-it^RiM*  y  CimuolIii.  pdjiarm. 

LiSAitiNA.  JÚué,  me  niegas  en  efeio, 

dónde  bas  estado  hasta  agora? 

ComoLl^t.Scrmngí  pescudadora 

un  burro  cuesta  un  secreto. 
Pues  ell  oiro  me  has  comrfo 
no  quiero  que  me  comáis 
el  ouc  me  liieron,  ya  «tiii 
emourrada,  y  ya  os  olvido. 

LiSAKiNA.  I.uc^u  .;no  me  queréis  bien? 

Coaioi.ÍN.Como  á  la  peste.  ^Yo  á  vos? 
{Hambrey  amorM'ed quedos 

f'ara  que  se  avengan  bien. 
>ime  tú  que  por  B<roM 

estás  perdido. 
CoRioLÍM.  Es  verdi 

^lendréis  cclorríos? 
LiSARisA.  Veri, 

no  me  dan  los  celos  pena. 

Pero  que  me  dejes  siento 

por  una... 
CüniolIk.  Quedo. 

LisARiHA.  Quetien 

la  cxri... 
CoaiOLiN.  Tratadla  bica. 

LisARiNA.CoD  cien  burujones. 
ComoLfN.  ^CienlO^ 

¿Pues  qué  hacen  losbuniione* 

para  etl  amor? 
LisAMiNA.  ¿Eso  dices? 

Mujer  dt  chius  narices, 

hecha  la  cara  i  empujones, 

altibajos  r  repechos. 

lo9  carrillos  do  pelota... 
CoRioÜK.Es  su  cara  bergamota, 

mala  cara  y  buenos  hechos. 

pulíame  el  ser  chata,  enojos, 

TÍéndota,  cuando  se  para, 

de  un  golpe  toda  la.  cara, 

sin  que  tropiecen  los  ojo*- 
LisAKíN*.  Tú  tiene)  gentil  despacho. 
CoiuoLlN.Cara  chata  es  de  hembra  sola. 

pues  ralttihlola  la  cola 

no  la  pueden  lUmar  macho; 

por  eso  la  quiero  mis, 


joknada  segunda 


475 


fiucs,  aunque  oi  causo  celera, 
líen  de  tina  misma  manera 
la  de  delante  y  dciiis. 
M^  sana  que  i  vos.  la  hizo 
chata,  el  ci«lo. 

LiSAMKA.  i^íoé  me  dices? 

OpRioLÍK.La  vcfdá.  pues  sin  nance» 
se  ahorra  de  un  rumidiiú; 

Ísi  niot  catare  Dios 
■Ma  ver  un  abolengo, 
no  imporla  tno,  aue  yo  tengo 
naricea  pata  los  dus- 
jEsilis  contenta? 
LitARi.SA.  iPara  tsial 

CoHioL(rt.tiuráismola>  Pues  bonito 

soy  yo;  no  se  me  da  un  pito 
de  vos. 


ESCENA  XII 
5a Ira  no* SoLaADoa— Dieaos. 

SoLD.  t."  Hacia  aquella  cuesta 

cuya  cumbie  besa  el  cielo 
dos  pastores  me  afirmaron 
ou«  los  cuervos  se  jscotaton; 
oc  donde  aboliendo  el  vuelo, 
ignoian  hacia  qué  pane 
guiaban. 

Sol»,  a.*  Será  i  «us  nidos, 

¿<^mo  fueron  conok:id<>£ 
sino  inienian  engañarte^ 

Sou>.  I.*  Viéronlos  llerat  el  paro 
y  el  pan. 

SoLD.  3.*  Si  dan  esas  sefiaa 

no  hay  áuda,  que  entre  estas  peñas 
está  Ellai. 

SoLB.  1 .'  ¡Oh!  ¡Si  al  cabo 

de  tres  aíloS  que  iras  él 
andamos,  le  hallare  yol 

SoLD.  3.*  Qai  jios  cuefvos  hcchíióP 
Bien  le  llama  Jrzab«l 
embustero,  encan(«lor. 

SoLD.  i.'  Estos  sabrin  donde  asisie. 

Solo,  a.*  Si  le  hallas  dichoio  fuiste. 

SoLD.  I.*  Préndeme  aquese  pastor. 

CoBioÜK.^A  mi  prenderinei*  )Arre  allál 
j  Ya  yo  mi  rucio  no  he  dado^ 

LiSAHi. NA.  Pringante  que  es  un  laimado. 

Sou>.  I.*  ^Adonde  el  profeía  está 

que  en  etie  desierto  habita? 

Cor lOLf N.  f  Quién,  tel^or? 

SoLD.  i.°  Aquel  Profeta 

del  Carmelo. 

CoHioüN.  ^Ser  poeta 

es  pecado?  Hay  enfeniía 
caterva  de  cltos  doquiera: 
entre  púbncos  y  ocultos. 
Cárnicos,  críticos,  cultos; 
hay  chusma  villanctquen 
y  otras  cnfenilas  setas 
que  eslabonan  desatinos: 
entre  catorce  vecino» 
los  quine-;  haliari  |y»etai. 

Solo.  7.'  No  te  presunlamot  eso. 

CoRiOLf  H.  jPuei  <¡u2  pescudan? 


SoLiK  1.*  A  Elias 

buscamos  los  dos. 

Cobiolín.  ^A  Herbias? 

jY  le  chercn  llevar  preso? 
Pobre  de  61. 

Soi.o.  I  .•  Tii  le  conoces, 

pues  que  lo  lastimas  de  él: 
premimte  jezabol, 
(Sératc  hacienda  que  goces, 
14  i  donde  asiste  nos  guias. 

LtMorNA. Señores,  él  le  escondió. 

CoaioLÍN,  Un  sastre  conocí  yo 

que  tuvo  por  nombre  llerblas, 
y  al  tiempo  dell  espirar 
lo  llevaren  piíra  lastre, 
coniu  all  ánima  del  sastre 
suelen  los  diablos  llevar. 

Sou>.  1."  .Sodisimuks  villdmu 


Coa  10  UN 
LiSAHi.sa. 

CohioUk. 
LiSahik* 

CoriolIn 


Solo,  i." 
ComoUm 


Soi-o.  !.• 
CoaioLÍN 

Sot.o.  a.* 

CORIOUK 


M  quKres  vivir. 

Acabe. 
Sacúdanle  que  ét  lo  sabe. 
(4«iaparf<)  Vcn^aréme porsumaBo. 
^Es  por  la  chata? 

Traidor, 
tú  lo  sabes,  no  hay  que  habrar. 
.Aoabc  de  declarar 
que  es  lu  que  busca,  seflor, 
que  ten^o  nnicho  qucbor. 
Al  Prulela  del  Carmelo. 
«Poeta  de  caramelo? 
iQué  dulce  debe  de  serl 
JÍ'of  qué  lo  cheren  tan  mal? 
Si  es  de  miel  no  le  castigue. 
Porque  al  dios  Baal  persigue. 
jQue  persigue  al  dios  varat? 
Terrible  pecado  ha  hecho. 
[>ii)os  dV<nde  se  escondió. 
En  la  vida  he  vidoyo 
dios  foral;  será  derecho. 
Mas  SI  hemos  de  habrar  de  veras, 
ni  yo  conozco  eso  Herbíai, 
ni  por  aqui  en  muchos  días 
he  vido,  si  no  son  fieras, 
que  i  saberlo  les  proototo 
que  me  holgara  de  ser  rico. 
-Míente,  señor,  que  un  borrico 
le  dieiori  por  un  secreto; 
y  el  secreto  debe  ser 
que  al  oue  ellos  buscan  esconda. 
.«-PescuJalIu  ellos  no  bonda? 
¿p»  le  habla  de  esconder? 
Tracdte  que.  por  su  mal. 
el  decírnoslo  dilata. 
Viuda  ha  de  quedar  la  chata. 
Casaos  vos  con  el  naral.  (Vavx.) 

ESCENA  .VIII 
Sa/tn  Intítíi  y  Jaira. 

Jkiabcl.  Cuéntame  Id  que  ha  pasado. 

Jbmij.        Después  que  tres  años,  seca, 
se  que;iiba.  por  las  bocas, 
la  tierra,  i  Dios  de  sus  grietas, 
buscando  todos  á  Elias 
{como  mandó  Vuestra  Alteza) 
vino  Abdlas  A  cocouirarU^ 


LoaaiMA 

CorioUn 
Solo,  i.» 

LlSARIKA. 

CoaiOLiM. 


^^B          476                                             LA  «L'JER  QUE  MANDA  EN  CASA                     ^^^^^^^^^^^ 

^^^^^            y  mil  misicrios  l<  cuerna. 

pero  no  la  apliquen  lumbre. 

^^^^^^            <lici<'ndo  que 

que  vo  de  la  suerte  mesma 
pondrá  el  otro,  hecho  pedazos. 

^^^^^B                              de  Sircpia, 

^^^^H            >'  en  el  hiimbre  lic  su  madre 

sobre  otro  altar,  sin  que  tenga 

^^^^^H           Mis  m«-íes  y  mis  le  aumenta 

fuego  para  el  sacrilkio. 

^^^^^^1            el  acciie         la  harina: 

hasta  que  del  cíelo  venfta. 

^^^^^H           y  que  (Jeipués  en  ta  sierra 

Invoquen  ellos  sus  dioses. 

^^^^^H           del  Carmelo,  1c  slimentan 

yo  invocare  al  que  me  alienta 

^^^^H            los  cuervos  (jerán  quinteros) 

y  aquel  que  piadoso  oyete 

^^^^^1             macMresalas,  tos  manjares 

lo  que  sus  siervos  Ir  ruegan 

^^^^^H            que,  hunindolos  de  tu  mesa. 

y  el  holoc.iusto  abrasare 
bajando  deKle  su  esfera 

^^^^^H             le  minisiran;  ^ifué  no  hará 

^^^^^1           una          hecii)ceni? 

llamas  que  el  aliar  consumaiii 

^^^^^^1             Picscnióse 

esc.  Dios  llamarle  pucdaj» 

^^^^^H           y,  con  osada  soberbia. 

Proposición  admirable 

^^^^H            dice  ser  aquel,  caUíRo, 

gritan  lodos;  asi  sea: 

^^^^^B            porque  al  Dius  de  iV  olíjn  deja; 

el  reino  lo  quiere  así 

^^^^^H           pero  que     al  fin  pretende 

quien  no  lo  cumpliere,  muera. 

^^^^V              que               la 

Los  de  baal  levantarun 

^^^^^L              el  agua,  liasiaaquí  negada, 
^^^^^B            jume  todos  las  Profetas 

un  aliar,  y  en  él  aprestan 

ta  IcAa  y  ci  sacrificio; 

^^^^^B           de  Baal.  que  sí  impetrasen 

voces  dan  al  ciclo,  tiernas. 

^^^^H           de  su  dios  Que     cielo  llueva, 
^^^^^B            £1,  como  falso  y  perturo. 

y  para  que  más  le  obliguen 

rompen  (señora)  sus  rcnas; 

^^^^^B           quiere  perder  la  cabeía; 

pero,  en  vano,  por  que  sordo 
Baal  su  lavor  les  ni^. 

^^^^^B            poro  que     no  los  oye 

^^^^^B            y  Á  F.lias  su  Dios  alegra 

Vencidos,  levanta,  Rtias 

^^^^^^1             con  el  a):ua  deseada, 

(de  las  aras  que  por  lierra 

^^^^^M             los  otros  la  vida  pierdan. 

cchasie,  por  ser  del  Dios 

^^^^^1            Trescientos  y  mas  se  juman 

que  lerusalén  respeta). 

^^^^^H            que  la  imagen  reverencian 
^^^^^H             del  Dios  d«  Sídón  que  adoran 

otro  nue\-o  que  cdillca 

con  no  más  que  doce  piedras, 
(en  fe  de  las  Tribus  doce) 

^^^^^H             y  una  infinidad  inmensa 

^^^^H           de  iodo  el  reino  y  provincias. 

y  alrededor  deja  abiofU 

^^^^^B           y  EIUs,con 

una  zanja,  como  cava; 

^^^^^B           sobrelacumbtcdc  un  monte. 

pone  el  buey,  pone  la  lefia 

^^^^^^P             les  dice,  de  esta  minera; 

y  doce  cámaros  di  agua. 

^^^^^F             «Pueblo  de  Israel,  ingrato 

hace  que  sobre  el  se  vtettan: 

^^^^^L              i  Dios  y  á  tu  ley  suprema. 

luego,  en  el  suelo  postrado» 

^^^^^fe            ;'de  que  sirve  que  mudables 

la  vista  en  el  sol  atenta. 

^^^^^B            si^iis  doctrinos  opuesint. 

presente  el  fíey  y  sus  Tribus 

^^^^^^1             para  que  andds  claudicando 

dijo  á  Dios  de  eMa  manera: 

^^^^^1           en  dus  partes,  ya  en       ciegar 

iDiosde  Abrahán,  Dios  de  Isaac, 
Dios  de  Jacob,  bax  hoy  muestras 

^^^^^^f           imágenes  del  demonio. 

^^^^^t            va  en  nuestra  ley  verdadera? 
^^^^^L           No  malo(tftis  vuestro  culto: 

que  eres  el  Dios  de  Israel, 

y  yo,  siervo  tuyo,  sepan 

^^^^^B            si  el  Señor,  que  está  en  mi  lengua 
^^^^^H            es  Dios,  seguidle  constantes, 
^^^^^H            si  Baal,  dadle  obediencia. 

que  he  cumplido  tus  mandatosl 
lOyeme.  piedad  inmensa! 
)Oycme,  Dios  poderoso. 

^^^^^^K            Yo  he  quedado  solimenic 

porque  Israel  se  convierta 

^^^^^H                   vida  entre  los  Profetas 

y  diga  que  tú,  Sefíor. 

^^^^^H            que  al  Dios  cierno  servían; 

eres  »6lo  Dios,  y  vuelva 

^^^^^fl            ochocientos     cincuenta 

(los  ídolos  despreciando) 

^^^^^B            son  los  que      falso  Baal 
^^^^F            J  i  los  dioses  de  las  selvas 

reducido  á  tu  obediencial 

Con  lágrimas  venerables 

^^^^^K              lirv^n,  y  da  de  comer 

esto  diio,  cuando  apenas 

^^^^H            la  impiedad  de  vuestra  reina; 
^^^^^B            yo  solo,  pues,  y  ellos  tantos 
^^^^^K            hagamos  todos  la  prueba 
^^^^H          de  cual  Dios,  el  mío  ó  el  suyo, 

diluvios  de  fuego  bajan 

que  el  sacrtlicio,  la  leüa. 

y  hasta  las  piedras  consumen 

auedando  la  zan  a  seca 
ae  la  agua  que,  derramada. 

^^^^^M          es  digno  de  reverencia. 

^^^^H           Demos  á  todos  dos  bueyes 

di4  i  tal  prodipo  moieiia. 

|Vive  el  Dios  de  Filas!  (pronuncian 

^^^^^B          y  escojan  los  que  blasfeman 

^^^^^B            de  mi,  de  los  dos 

todos)  iLos  blasfemos  mueran 

^^^^H            divídanle  Iucro  en  piezas; 

con  Baal,  su  engai^<ul'>r. 

^^^^^H            pónganle  sobre  un  aliar, 

V  quien  por  dios  le  coniirsal 

^^^^H          carguen  sus  aras  de  leAa 

Degolló,  por  mano  suya, 

^^^^^^^V                                                    lORNADA  TERCERA                                                            477 

^^H                Eli»,  i  tus  profcias 

del  mundo,  céfiro  manso, 

^^H                 subte  ti  arroyo  que  lltman 

pues  me  asombra 

^^H                 lie!  Cedrún,  y  luryo  llega 

de  una  mujer  el  furorl 

^^H               al  Rtj,  y  que  m  nxoja 

Recread  vos  mi  temor 

^^H               ta  avtM,  porque  ya  cnipicxan 

j  déme  este  enebro  sombra. 

^^H                 inuncUciones  de  nubes 

(SiMru*  al  r»  '*  «■>  (■tíru.) 

^^H               i  hacercoo  los  campos  irtguas. 

«Vuestra  provideiKia  suma 

^^H               Llovió  tanto,  que  no  pudo 

querrá,  acaso,  el  plato  hacerme 

^^H                 hacer  ouc  no  le  cogiera 
^^H               Aeab  el  agua  en  el  campo. 

con  volveime 

maestresalas  de  plumai* 

^^H                 Moíado,  seAora,  llep 

No  presuma 

^^B                 i  detcaniBC  en  lu  vií.la. 

mi  hambrienta  necesidad: 

H     IÍms.       ¡Viva  Ellas,  que  remedia 

ala  crueldad 

de  Jciabcl, 

■  la  »terilidad  pasada! 

H      Todos.     ¡Viva,  pues  ¿I  nos  sustenta! 

■  Ízzábzl.  Vivirá  si  yo  no  viro. 

dar  boy  venganza  cruel; 

pues  profeta 

soy  vuestro.  Seftan  protervos 

1                       í>or  Las  deidades  excelsas 

que  aquí  me  alimentan  cuervos 

m                        auo  adoro  (A  pesar  del  Dios 
K                     oe  ese  rústico  profeta) 

y  allá  una  viuda  Sarepia. 
Mas.  permitidmequo  os  pida 

^^^                qu«  he  de  lavarme  las  manos 

mercedes  de  mis  recreo: 

^^H                en  las  corrientes  sanKrlenus 

yo  deseo 

^^H                del  que  mis  dioses  injuria 

salir  ya  de  aquesta  vida. 

^^H               y  sus  minislros  desprecia. 

perseguida 

me  alligc;  no  soy  mejor. 

^^^^                ¡Yo  le  beberé  1n  sangre! 

^^^1                lYo  pisaré  su  cabe:(a! 

gran  Señor. 

^^^1              ¡Loca  etioyl  No  vira  un  liora 

oue  mis  pasados; 

SI  en  las  canas  y  cuidados 

^^^1              quien  reinando  no  se  venga. 

los  imito. 

desear  morir  con  ellos 

por  gotarios  y  por  vellos, 
no  será,  mi  Dios,  delito. 
El  cansancio  y  la  iriste/a 

^^_  JORNADA  TERCERA 

padrinos  del  sucAo  son; 

mi  atlicción 

^^^^           ESCENA  PRIMERA 

quiere  aliviar  m)  flaqueía: 

la  cabeza 

^^^1                 5aJf  EiJ*»eon  Mtuto, cantado. 

en  este  tronco  reclino. 

Al  (invino 

^^H              La  vital  respiración 

si  no  propia. 

^^^1              me  falla,  rendido  venRO, 

la  muerte  en  retrato  copia. 

^^^f              por  que  lenRO 

)BÍen  llcudal 

^^H                celo  i  vuestra  adoración. 

pues  al  fin,  en  sus  empcAos 

^^H                ¿Es  ra/ón 

gozaré  la  muerte  en  sueítut 

^^H               aue  rigores, 

^^H              de  blasfemos  pecadores 

que  es  lo  mismo  que  plniada. 

(Hit»4ii'iti  y  a»n-mi,  tl*ia  m*  dafery 

^^H              perseguido. 

^^H              me  den  penas,  por  regalos. 

iltlalf  á    la  eatt<irú  un  rato  4t  ag*a  y 

uFitt  lorlllla  di  pan,  y  iimla  1 

^^^1              triunfando  siempre  los  malos 

^^^B              y  siempre  el  gusto  aili^tldo^ 

ESCENA  II 

^^H              ^Cómo,  omnipotente  Dios, 

^^H              permite  vuestro  poder, 

Bi.(m  y  aa  Aimii.. 

^^^1               que  una  mujer 

^^^H               ose  competir  con  vos^ 

Anoki  .     Despierta  f  come. 

^^H               De  los  dos. 

Et.lA,s.                                  ¿<?u*  ti  esto? 
jpuimeras  mi  SuclSo  (ra^^ua^ 
rero,  un  pan  y  un  vaso  de  agua 

^^^V              vos  suprema 

^^H              Majestad,  ella  blasfema; 

^^H             su  malicia 

á  mi  C3b<>:cra  han  pucMo. 

^^H             persiguiendo  i  la  inocencia. 

Recienic  n\i¡.  enirc  cenizas 

^^^1              jy  basta  vuestra  clemencia 
^^^B              i  templar  vuestra  juslicia.^ 

parece  ouc  se  coció; 
el  cielo  le  »2onó  iConr.) 

^^H               Otra  ve;  en  el  detierto, 

pues  sabroso  te  suaviza. 
Comeré  una  parte  de  él 

^^H               peregrinando  horizontes. 

^^^B                l>or  sus  montea 

y  guardaré  lo  demás; 

^^^1               muerto  vivo  y  peno  muerto. 

no  gusié  cosa  jamás 

^^H              jAyl  iqui'incierto 

como  esta.  Amarg*  es  la  miel 

^^^^^^        ts  el  descanso 

con  su  sabor  comparada.         (0«»r,) 

478 


LK  MUJER  QUB  MAMtVA  KK  CASA 


EUas. 


El  Agua  M  niciM  divino; 
dJ%:hoso  fué  mi  cjimmo, 
venturosa  mi  ¡ornndi: 
lehtiiuvúme  el  alletiio. 
Otra  vn  me  ha  provocado 
el  suefio.  Iturmid,  cuidado, 
puet  noi  <U  el  cielo  el  sustenlo. 

{Dufrnii*  y  aintro  dutil  dagtl.í 

Despiena  y  come,  que  tienes 
mucho  camino  que  andar. 
Bien  puedo;  con  lal  miníaf 
jt  Ri»  mal»  jui^o  hicnet. 

Vuelvo  i  comer,  su  apetito 
de  nuevo  me  turulece; 
vuelvo  i  beber,  y*  parvu, 
desmayos,  que  fcsm;ito. 
RecobrAost  pues,  fuerzas  mCtc. 
que  en  vinud  de  este  manjar 
bien  podremos  caminar 
cuarenta  noches  7  días. 
Al  monte  Orcb,  vento  yo 
SeAor,  que  me  encamiiiils. 
Moisés  cuando  ley  le  dais, 
caía  i  cara  en  i\  oí  vio. 
Sinai  y  Oreb.  todo  e*  uno. 
|EI  dnimo  al  icmor  vcnzal 
Caminemoí,  que  hoycumienia, 
como  el  de  Moisés,  mí  ayuno,  (^«t*.) 

ESCENA  iri 


5al«N  AMa  y  lai**ti.. 

AcAB. 

Déjame,  esposa,  TeneceT  la  vida, 
pues,  siendo  Rey.  cumplir  no  puedo  un  gusto: 
un  menosprecio  ha  sido  mi  homicida, 
un  sentimicmu  mata  al  milí  rubusio. 
Que  >'o  i  Nabot  visite;  que  te  pida 
una  misera  viAa,  y  por  ser  justo 
IK)  se  ta  quite  y  que  Nabut  se  atreva 
segársela  á  su  Hey.  m)uria  a  nueva. 
No  es  Rey,  ni  esie  blaMín  ^xar  merece 
quien  halla  resistencia  en  su  apetito. 
¿Quién  duda  que  hracl  no  me  obedece, 
pues  cuando  do  un  vasallo  necesjio. 
rebelde  mi  deseos  desvaneced 
De  lesa  Majcfiad  fué  su  delito; 
ao  la  corona  ya  mis  sienes  ciAa, 
pues  aun  na  icn^o  impefio  en  una  vJAa. 
Reine  Nabot,  pues  va  se  me  rebela; 
quite  la  vida  á  Acao,  pucu  me  itciama; 
que  pues  nin(:uno  mis  agravios  cela, 
más  esliman  su  guslu  que  mi  (ama. 
No  quiero  mis  vivir:  nadie  seduHi 
de  ver  que  en  vex  de  solio  en  unn  cama, 
sin  comer,  mis  cunKOjas  multiplique, 
y  i  sola  una  paiedTiis  comunique. 

Jbiaíül. 

Por  cieno  que  tus  penas  ocasionas 
por  pérdidas  notahlvs:  razian  tienes. 
Injuuas  grandes  v>n  las  que  prcKonai. 
todo  el  mundo  te  priva  de  tus  bienes. 
[Ohl  «¡ai  bien  que  triunfaras  de  cotonas 
eoemigas,  hoorindose  en  tus  si«n«3. 


IVatríKtf^ 


si,  aun  no  como  mujer,  como  un*  nlAa 

lloras  por  el  juguete  de  una  vifta. 

No  por  eso  le  mueras;  yo  me  atrevo 

á  que  cumplís  en  breve  con  lu  antojo. 

Come  y  sosiega,  que  aoics  de  que  Kebo 

peine  U  Aurora  su  cabello  rojü, 

en  ti,  tendrá  la  vifia,  seAor  nuevo. 

Nabot  castigo,  lin.  en  fio,  lu  enojo. 

Entréaame  el  aoillo  con  que  sellas 

jF  fia  de  mi  iadasiría  tus  querellas.      <jMi#t*.) 

ACAB. 

No  su  heredad  me  altera,  su  desprecio. 
iQue  un  hombre... 

JlZABKI.. 

Itasia,  basta,  no  prosigas. 
Vcie  y  déjame  hacer. 

A  CAS. 

P6selaen  predo... 
Jkza»ii.. 
Vete  ya  y  otra  cosa  no  me  díftas. 

ACAB. 

Más  valor  que  yo  tienes. 

jH)tA»L. 

Natwt  necio: 
SI  mi  amor  desdeñoso  desobli^s, 
y  hoy  no  otorgas  tu  dicha  á  mis  deteoí, 
satisfardn  venganzas  tus  empleos. 


ESCENA  IV 

S*t*  rÍAaoT.—DKa*. 

Nabot.     Crtseti*  me  ha  dado  aviso, 

oue  Vuestra  Alicia  me  llama. 

IiZABaL.  Nabot,  si  es  fuego  esa  llama 
deciros  mis  llamas  quiso. 

Nam>t.     No  entiendo  eso,  gran  señora. 

Jeiabcl.  Siempre  fué  el  encogimitnlo 
mcnditto  de  entendimiento. 
Quien  lis  palabras  ignora, 
mal,  Nafoot,  pudra  entender 
el  lenguaje  at  los  ojos, 
donde  sus  gustos  ú  enojos, 
i  quien  los  sabe  lc«r 
escribe  al  sima. 

Nahot.  Remota 

esa  ciencia  esti  de  mL 

JezASEL.  Cfíolo;  que  y*  yo  os  vi 
en  Cfwas  de  amar,  tdioii. 
Per»,  quiéreos  yo  enseñar 
á  que  «iiigmas  aceitéis, 
para  que  sabiu  quedéis, 
si  bien  os  bu  Jv  costar 
mucho,  el  eriar  la  lecciún, 

Naboi.     Expliqúese  Vuestra  Alteza. 

iaxAsei..  A  no  ser  ta  rusliqueía 

vuestra,  tanta,  en  ocasión 
os  puse  vo.  cunndo  us  vi, 
y  vuestra  dicha  expliqué. 
,  que  os  obligara. 

Namt.  No  sé. 

MAort. 


Ibiabbl.  Esperadme  aqtii; 

que  si  U  órcsenciaReal 
OÍ  tiene,  6  necio  O  luibado, 
medio  Ib  industfia  me  ha  dado 
que  ex  ha  de  estar  bien  6  mal.  ivtt.) 

ESCENA  V 

NlkOT.  fOtft. 

¿Qué  «  esto,  fortuna  mia? 
¿Qué  pretende  c^ia  niu¡cr? 
^P<ro,  qu¿  hade  pretender 
quien  es  toda  urania? 
Quien  i  DIot  tiene  osadía 
de  oponente;  quien  reprueba 
la  ley  que  i  lot  cieloi  lleva 
y  rive,  »perania  en  Vos, 
atreviéndole  á  su  I)íoi, 

Í'qoc  mucho  que  al  Rejr  se  atreva? 
'ues  fulmine  contra  mi 
tempestades  Jeiabel; 

?ue.  i  Dios,  al  Rey  y  á  Raquel 
dclidad  prometí. 
Ser  traidor,  no:  morir  si: 
pueí  cuando  i  furor  se  inctle 
y  la  cabeza  me  quite, 
si  nombre  i  matronas  dt 
catiat,  la  fama  en  mi  habri 
un  hombre  que  tas  imite. 


ESCENA  VI 
Satf  Ciii(iL.u. 

La  Reina,  Nabot.  os  manda, 
primero  aue  os  aui.entíis 
de  esta  sala,  que  etitudiéiit, 
pues  el  favor  no  oí  ablanda. 
vuestra  dicha,  ó  vuciiru  daño, 
aunque  es  nuera  la  doctrina. 
Corred  aquna  cortina 
y  dad  lugar  i  su  oagaAo.         (v«m.) 

ESCENA  Vil 

Naiot;  IntAui,  íltHtrc. 

Naiot.     ileroglificot  confusos, 
ya  os  descifra  mi  lemorl 
lEniRinas  torpes  de  amor 
m>  admito  vuestros  abusotl 
Dicha  6  daño  me  ofrecéis: 
si  U  dicha  ha  de  colarme 
tan  cara,  que  despeñarme 

(lorqucla  eliia  queríts. 
puesto  que  en  mi  mal  reparo) 
SI  acabada  de  alcanzar 
me  pesa,  no  he  decompnr, 
cielos,  el  pesar  tan  caro. 
Dicha  que  por  mano  vienes 
de  Jeiatie!,  toda  engaños, 
no  te  admiiu.  ;l(uniu50s<laAos, 
vuestros  maies  traen  mis  Ueneil 
Daño  que  al  ciclo  oncamlDa 
noct  b4cR  que  daño  se  llam*; 


dicha  que  ha  de  hacerme  inrama 
no  honor.  Corro  la  cortina. 

(Corrv  HiJ  eortma.yi'i^rtuM  tuftti  t*- 
tarin  im  fumín  .tt  ptití,  y  in  ('(ai  (o 

Tros  fuentes  sobre  una  mesa 
(en  lo  que  orrocen  contrarías) 
muestran  con  insignias  varias 
lo  que  cada  cual  profesa. 
En  esta  esii  una  corona 
j  envuelto  en  ella  un  cordel, 
plato,  en  Hn,  de  Jexabel, 
que  dignidades  pregona, 

Barqueen  patíbulos  paren, 
n  rótulo  dice  asi: 
ri.M.>*I-a  corona  es  para  ti 
como  miedos  se  reparen,»— 
Libre  csti  de  etlos  combates 
mi  honor,  hasta  «qui  felice. 
Esic  sobre  el  cordel  dice: 
(Ln.)  «Para  aue  i  tu  Raquel  matcsj» 
|Ay  cielos!  lAj'  prenda  mía! 
si  vive  mi  alma  en  los  dos, 
dáisdoos  yo  ta  muerte  i  vos, 
verdugo  de  mi  seria. 
Sóbrela  fuente  segunda 
una  espada  y  una  toca 
á  confusión  me  provoca. 

«En  qué  este  pniRma  se  funda? 
licc  el  mole  de  esta  suerte, 
que  está  en  la  espada  &  esta  parte. 
iUt.)  «Hierro,  para  casii^arte, 

ftocB,  para  quererte.* 
icil  se  deja  entender; 
pues  muetira  desenfrenada 
que  es  Reina,  y  que  tiene  espada; 
y  ta  la  toca,  que  es  mujer: 
que  si  me  arroi»  á  querella 
me  saiisfari  amorosa: 
ivero  fiera  y  rigurosa 
si  mí  desden  la  atropella. 
jHay  tal  desalumbramiento? 

tLa  torpeza,  que  no  hará? 
leño  el  tercer  plato  está 
de  piedras,  t  de  sanorionto 
licor.  La  letra  me  admira 
j  me  causa  confusión. 
^L**^  *>io  son  piedras:  rayos  son: 
mi  desprecio  te  las  lira.» ' 
lAjrcwlos!  A  qué  banquete 
Jftiabel  me  ha  convidado: 
(fue  nKtfiré  apedreado, 
SI  no  la  amo,  me  promete. 
(Piedras:  en  vuestra  firmcfa 
Quiere  aprender  mi  <.onítanCÍal 
fulmínelas  la  arrogancia 
del  poder  y  la  torpeza! 
Por  mi  lev  y  mi  Rey,  pierda 
la  vida  Nábot.  que  es  ñel;  , 
que  pues  tira  Jezabvl 
nedras  í  Dios,  no  eiá  cuerda. 
Espada  de  su  malicia, 
dad  al  juex  Supremo  cuenta, 

f'Ues,  lasciva  y  torpf,  afrenta 
a  espada  de  la  I  usticia. 
Corona;  si  en  su  cabello 
serviste  de  insignia  Rea), 


• 


48o 


LA  vMjtn  Que  manda  es  casa 


biijáo%  )  icréM  dogí] 

COR  que  iut.pcndáiS  su  cu«llo. 

Cordel,  svrvid  dv  ocirmientu 

jk  \0i  id^latrnt  vos. 

mienlrjis  que  i  mi  Rey  y  i  Dios 

conlicMi,  al  darme  turtnmiui 

que,  A  U  muerte  me  aperdbOt 

no  A  su  Mam*  iteshoncsu; 

y  para  dar  la  ccspursia 

la  vil  corona  dcrtitw. 

Porque  su  ínteres  desprccíu 

y  como  mfanK  la  piso. 
Jezabel.  (fínJtiif<ii<,¡Lloi»ii%\a  poco  aviso: 

apedrcflrnnic  por  necio. 
Navot.     Vut  necio  nu,  por  (ici  si. 

Ntt  (vmu  luí  amencias: 

(úmuto  eterno  me  trazas: 

este  soln  apeiecl. 

Laureles,  lo^o,  leales, 

que  ir>munalken  mis  medras. 

iLabra,  tirana,  las  piedras 

y  lutila  lüs  maicrialos: 

que,  dcsdeftando  tus  vicios, 

micniras  la  mucttc  me  dan, 

piedras  preciosas  serán 

de  inmortales  cdiücios! 

ESCENA  Vlir 

(¿M.|«Los  vasallos  que  sin  averiguar  sccmoi 
de  su  Principe,  guarden  sus  áfdencs,  merecen 
que  «I  su  prívame  se  prefieran  á  los  demás; 
naboi,  israelita,  TKÍno  vuestro  y  poderoso  en 
vuestra  repúbika,  me  tiene  cnminalmenie 
orendido,  DUKsd  purt  dos  icsiigos.  que  las 
dádiTis  cohechen,  y  titos  ¿firmen  que  le  oye- 
ron blasfem.ir  de  su  Hics  y  de  su  ítcy;  y,  exa- 
minados, piibli-;ad  ft^ncral  ityuno  (como  en 
Israel  se  auostumbcn  cuando  xe  espera  algún 
castigo  rifíuroso);  llamad  luc^o  a  .Vnboi  i 
vuestro  tribunal  y  presentadu^  las  testigos, 
sin  admitirle  descargos,  le  condenad  por  pu- 
blico blasfemo,  sacindote  al  campo,  donde 
mucraiComo  la  Icy'dispone,  apedreado,  apli- 
cando sus  bienes  lodos  á  nucsiio  fisco;  que 
ejecutada  con  toda  disimutaciiífl  esta  semen' 
CH,  yo  me  daré  por  bien  servido  y  vosotros 
auedáréit  premiados.  De  nuestro  Palacio  Real 
ie  Jeíracl.—  )o  c/  Rey  » 
Cit;o.  t.*  Esto  el  Rey,  nuestro  seAor, 

manda. 
Ciui».  3.*  (■Quien  creyera  ral? 

Ciun.  I.*  No  vive  mis  el  leal 

de  lo  que  quiere  el  traÑlor. 

De  vos,  y  de  mi  confia 

la  eiecución  de  eile  insulto. 
CiVD.  >.*  Para  Dios  no  le  Lay  oculto. 
Cit'D.  I.*  Sacrilega  tiranía. 
Ca-D.  1.*  Nabol  es  en  Jeirael 

(aunque  rl  mis  rico)  el  mis  sanio^ 
Citi».  I.*  V  aún  por  saber  que  lúes  lanío 

le  persigue  Je/abel. 

Pero  ¿en  (juí  os  rvsolvíis,  vot? 


Civo.  3.*  Temo  i  [>>os,  más  lambcÓn  (smo 

i  un  Kev  tirano  y  blasfemo. 
Ciui>.  1."  Un  dando  en  temer  i  Oíos. 

será  el  Rey  t  ucstro  homicida, 

mandando  que  muerte  os  den. 
Ciu».  3.*  ¡Ay  Cielosí 
Civo.  I.*  Nabot  también 

l«  teme  y  pierde  U  vida. 

Dad  en  vuestro»  riesgos  corte. 
Citn>.  3.*  ¿Y  habri,  para  estos  sucetos 

t«tl|(^  faltos? 
Ciuo.  1."  «'Pues«so5 

pueden  faltar  en  la  cortea 

Dos  pide  el  Key,  y  otros  dos 

icngf},  que  lo  son  i  prueba. 
Otio.  9.*  Fuer»  ha  de  ser  que  me  strev» 

primero  que  .il  Rey.  á  Dios. 

Tirano  uno,  uiroclemente... 
Cit'D.  I.*  Busquemos  oiro  testigo 

que  habiendo  tres  vo  me  obligo, 

á  hacer  el  caso  evidente. 
CíOD.  a."  |Con  quede  temores  lucho! 

joh  Rey  implo!  ¡oh  vil  mujerl 
Ciuo.  I."  Ü  morir.  *  obedecer 

porque  un,  vo  el  Rey,  puede  m  ucho. 

(k-aiiH) 

ESCENA  IX 

S«r<  RaQvsi.,  r»«ffo/aWa.  no*CiiiiMLDUi««,  tfaafn. 

RagusL.  No  sosícbo.  no  reposo; 

no  hay  cwscanso  para  mf. 

jQuí  tengcjí*  (Son  celos?  Si: 

pero  no:  más  riguroso 

es  mi  mal.  |Ay  caro  esposol 

\\'  (juécaro 

me  has  de  costar,  SÍ  reparo 

en  un  ^ueAo. 

que  de  mis  potencias  ducAo, 

tr.ifieJiHS  representaba, 

cuando  en  sangre  se  baAaba 

una  serpiente, 

que  venenosa,  inclemente, 

en  lus  carnes  se  cebaba! 

Mas  quien  A  sueños  da  fe, 

provoca  A  enojo  á  los  cielos; 

dormlmc  llena  de  celos; 

sierpes  en  ellos  soft¿: 

Jeiabtl  el  áspid  fu(, 

que  lasciva. 

micnirai  de  lealUd  to  priva. 

Ckcc  nueva. 

en  lus  entrañas  se  ceba, 

pue%  tu  posnión  la  dille; 

pero  mal  acierto  hiciste, 

pensamiento; 

que  Nabot  la  ama  contento; 

y  yo  le  vi  muerto,  ;ay.  triste! 

Sc'iiiat  me  quiero  por  ver 

si  sosiego  de  este  modo.       (5(ta(aMjí 

(Todo  penas!  |Ansias  lodo) 

(Toiki  llorar  y  tcmert 

Más  n  esto,  que  querer: 

mils  pesar 

es  csio.  que  sospechar. 

)Ay,  d(svelo6l 


^^^^H 

^^^^^^^^^^^^^^1 

■PHI^^^^H 

^^^H 

^^^H^^^^^^B 

p 

JOKNADA  TERCERA                                                         48)              ^^ 

^^v 

^Ojali,  Naboi,  s«an  «loií 

Recrtaie  en  su  verotl,                            ^H 
que  cuando  imposiclcs  pidas.                  ^H 

^^^B 

Que  á  trueco  que  no  recibas 

^^^H 

penas  que  ttan  soAado  vítss 

jfa  sabe,  á  costa  de  vida^.                           ^^| 

^^^1 

mis  i|uimcfas, 

comprar  vidas  Jczabet.           (Vaitu.)       ^^| 

^^^H 

yo  sufriré  que  á  otra  quieras 

^^^1 

^^^H 

en  albricias  de  que  vivas. 

^^H 

^^1 

Menos  quietud  asentada 

ESCKNA  Xt                                   ^H 

^^^■^1 

tengo.                     iLtrÍHtatty  patintt.) 

jAy,  quinta!  Quiera  Píos 
que  ní>  me  ven|ta  por  vos 

S«lt  Ktiutt  latliot  (ni  cdt«f(M  y  talmiitJa,               ^^^M 
y  írlinümlota  Aiuiii  ^  JotEFiia.                        ^^^| 

^1 

mis  mal  que  no  Mr  amada. 

Raquru  ¡E>ejadme,  idólatras  totpes!                     ^^M 

^M 

Ya  vuestra  vi>U  me  enfada; 

¡Soiíadmc,  atetes  vecinos                       ^^H 

mas  temores 

du  la  mis  impla  ciudad                             ^^H 

H 

tengo  JO  que  tentls  flores. 

que  á  birbaros  dio  cdiliclos!                   ^^H 
iSacrilegos  envidiosos,                            ^^H 

H 

Penas  veo 

^1 

seguirme,  si  me  pasco; 

d«  un  rey  tirano  ministros,                     ^^H 

^1 

penas,  si  me  siento  apenas 

da  una  blasfema  vasallos,                         ^^H 

^1 

entre  rosas  y  azucenas. 
¿Qué  he  de  hacer? 

da  una  falsedad  lesiídcos,                           ^^H 

^1 

de  un  Abel  Caine^  fieros,                     ^^^^M 

^m 

Iniierno  debo  de  ser. 

áe  un  cordem  lobot  impíos,               ^^^^| 

H 

pues  no  hay  en  mi  sino  penas. 

de  un  justo  perseguidores,                   ^^^^^H 

^V 

{Dictn  tlt  .f«nrro.) 

de  un  ini>c<;nU*  unerniK''^!                         ^^H 

H        CiDD.  1. 

A  Naboi  han  condenado 

¡Solisdme,  ó  hartos  pcdiKos!                    ^^H 

H 

y  le  llevan  á  apedrear. 

¿Que  escucho?  lAy,  ciclo!  lAv,  pesar! 

¡Ujos  tengo  basUiscosl                            ^^H 

H        RAgl-GL, 

¡Viviiru  soy  ponzoAosa,                            ^^H 

H 

lAy,  dcidicha^!  |Av,  cuidadol 
i'tics  ^por  quí  le  han  sentenciado^ 

¡Veneno  son  mis  suspiros!                         ^^M 

H        ClUO.  9. 

¡Selladme  ¿abras^K-os!  |.sw/iat«]            ^^M 

H      Ciun.  t. 

Por  biasfcmo. 

AaiifAs.     iQué  lisllma!                                              ^H 

H      Haquil 

f-Por  qué  vivo?  «Por  qué  temo 

ioserito.                       Compasivo.                       ^^H 

H 

el  ir  A  moríf  con  él? 

lloro  suspenso.                                      ^^1 

H       ClUO.  3.' 

Justo  y  fiel 

rué  i  Dios  y  al  Rey. 

AaofAS.                        Sosiega,                             ^H 
señora,  que  son  indignos                        ^^H 

H 

P        ClUD.  I.< 

Y  aun  por  eso. 

de  tu  bonor,  esos  extremos.                    ^^H 

R»oijiiL. 

¡Qué  bien  dijo:  ya  es  exceso 

Ra«libl.  jQué  honor;  Si  lo  tueca  el  m!o                ^^1 

ser  leal! 

¿no  me  lo  hubiera  quiudo                      ^^H 

¡Perderé  con  muerte  igual 

ese  Rey,  t<irpe  y  laicivo,                            ^^M 
esa  Rrini  hambrívnia  de  honras?             ^^M 

la  Tida>  puc-s  perdi  el  »e»o!        (Vur) 

Con  dios  no  hay  amor  limpio.                 ^^H 

¿Qué  fama  no  han  asolado^                      ^^H 
iQai  opifiíón  no  han  destruido?               ^^M 

ESCENA  X 

A  U  iitntána  d*  uad  torrt  ímttMit.  y  Ac*i. 

iQiti  castidad  no  profanan?                       ^^M 
Honor  aquí,  ya  es  delito;                        ^^H 

JuxARrL 

Goza  ya  la  poíesiio. 

virtud  aquí,  ya  es  infamia:                     ^^M 

Rey.  que  tanto  has  dcieado. 

vcrgOenia  aquí,  ya  es  castigo,                  ^^H 

Vuelve  en  li.  sí  desmayado 

Abi>Ias.     &  al  pie  del  atcixar  real                         ^^1 

le  tuvo  su  privación. 

das  en  estos  campos  ftnlos,                     ^^H 

provocarils  á  los  Reyes,                              ^^M 

Ya  muri6  Nabot:  nn  impida 

tu  Rusto  esa  pena  íriRrata. 

pues  n  fur/ow>  el  uirios.                            ^^U 

¡Comprado  la  bas  bien  barata. 

RAQUeu  ^Pucs  qué  es  lo  que  yo  pretendo?           ^^1 

pues  sólo  cuesta  una  vida! 

(Á  rMu.i  ¡Acab  saiiutiento,  vil  hijo         ^^M 
de  Amri,  que  á  su  ^cy  traidor                 ^^M 

ACAÍ. 

jAv,  esposa  de  mis  oíos! 

i^t  posible  que  muri6 

le  foraó  i  abrasarle  vivot                           ^^M 

quien  mi  agravio  ocasiond? 

lAdúltera  Jc^tabel;                                   ^^M 

Jezabbl 

As!  vengues  mis  enojos 

que  al  demonio  saccilkios                         ^^M 

como  yo  los  tuyo  venco. 
Por  blasfemo  apcdicaoo. 

ofreces,  para  quccnellos                          ^^H 
Ivccncia  des  á  tus  vicios!                         ^^M 

' 

y  en  su  sanóte  revolcado, 

La  esposa  soy  de  Nabol                            ^^M 

iu  satisfacción  prevcono. 
Mira,  bailadas  as  picaras. 

el  que  porque  nunca  quiso                       ^^M 

consentir  en  tu^  i<>ipei:as                         ^^H 

desde  aquí,  en  su  sanjtre  vil. 

es  de  tu  crueldad  prodi(;io.                       ^^H 

ACAB. 

¡Qué  pecho  tan  varonil 

Mandad  con  el  Jarme  muorie;                 ^^M 

le  dio  el  clelol  Cuantas  medras 

acompañe  un  ii(tor  mismo                        ^^M 
dos  almas,  que  en  tiernos  la/os              ^^H 

me  vienen,  son,  cara  esposa, 

por  tu  causa. 

reciprocó  un  amor  limpio.                 ^^^^| 

Jezabgl 

Ve  i  tomar 

¿Por  qué  Idcciil)  le  inatastcs,               ^^^H 

posesión,  d  su  pesar, 

cohechundo  falsos  testigos?                  ^^^^M 

I 

de  su  vlrta  deleitosa. 

Pues,  cuando  blasfemo  fuera            J^^^^f 

COMEDIAS  DE  TtftSO  DE  MOLIKA. — TOMO  I 

^'.^^1 

^^^4" 

^^^^^^^^^lüHÜjIe^í'^rAÜDí^W  CASA          ^^^^^^^^^^^^1 

^^^K 

(como  arirm&n  Cemenudoi^ 

hotocausios  os  dedico.              ^^^^| 

^^^^^B 

Imitodor  de  &u&  Hcya 

Mas  latcn  ijue  tosdilmanies       ^^B 

^^^^^ft 

mcTKi<.t^a.  por  u^utros, 

crisólitos  y  ¡acintot;                          ^^M 

^^^^^^B, 

U  \aciíl(^H  pnvjinu 

diadema  os  tat>r«n,  mejores           ^^B 

^^^^^^H 

de  \  ucM(t>t  w>  xrtk^ido». 

que  cttnecnlda»  y  zaliroi.         ^^^^H 
Por  reliquias,  las  venero;          ^^^^H 

^^^^^^H 

¿Que  niú  hUvIcinút  ¡ticanoí! 

^^^^^B 

qu¿'  l«s  <iue  liabíi)  loi  dos  dicho 
á  L>io^  y  no  os  apediean 

por  sagradas,  las  estimo:          ^^^^H 
las  beiu,poc  sangre  vuestra,  (A^«^^B 

^^^^^^H 

^^^^^^P 

siendo  común  ci  delito? 

por  mis  joyas  Us  recibo.                ^H 
iPIcRuc  i  Dios,  tigres  de  Hírcaoia.      1 
Acab.del  ciclo  maldito;                        J 

^^^^^^K 

Dl)(iinlo  untu'i  pruieías 

^^^^^B 

coi)iSKriu]u&  i\  martifto 

^^^^^B 

por  voKiUuí,  cuya  sangre 
eii  dando  al  ciclo  sritoí. 
Digatu  «1  ijran  '/.cuSot 

iildlatra  Jezabcl,                                ^^M 

^^^^^^H 

oprubio  en  bamaña  y  Tiro,          ^^M 

^^^^^H 

que  no  queoede  voiso(ro«               ^^M 

^^^^^^H 

de  nuesiia  ley,  pvri«||uido 

mcmocia  al  futuro  siglo,                 ^^M 

^^^^^B 

de  vucjiíii  impitxijd  tirana 

Tosallo  que  nu  os  desprecia,           ^^B 

^^^^^^H 

pul  sierras,  monies  >■  ríMios. 

rigor  que  no  osdc  castigo!              ^^B 
¡Quíteos  la  vida  y  el  reino              ^^M 

^^^^^B 

Ul)(aiilu  untoi  altuces 

^^^^^H 

arruinudoii,  destruidos 

el  más  conlidente  amigo.                 ^H 

^^^^^B 

por  vosolroí.  que  eligieron 
a  üioi  los  padres  antiguos. 
iBUsfemotJ  en  tin,  ^remando 

destru)  cndo  en  vuestra  saogr*      ^H 

^^^^^^B 

desde  el  dc\:fépito  al  niAol                ^^M 

^^^^^H 

)Si  et  Kcy  marchare  A  la  guerra.   ^H 
flecha  de  acero  pcijtlijo                    ^H 

^^^^^^H 

vovolrtM  y  el  dueño  mió 

^^^^^H 

muerto?  ¿En  \asaí\o%  y  Reyes 

le  atraviese  las  entcañas             ^^^H 

^^^^^H 

Ktan  acaso  di^tmioi 

de  tanta  blasrcmia  asilul           ^^^^B 

^^^^^^B 

los  InsulK»  (icneralcs. 

)Si  Jcxab.l  enviudare                ^^^^| 

^^^^^T 

siendo,  en  substancia,  tos  mismos.^ 

despnlicenla  á  sus  hijos,         ^^^^B 

^^^^^H' 

¿Ptil  que  SI  afcctiis  rijíores 

sin  pccmilirla  Durarlos,             ^^^^| 

^^^^H 

no  os  ofende  lu  duc  os  digo? 
^Por  qu¿  no  haccis  apedrearme? 

quien  liiasonaba  servidos!         ^^^H 
[Ese  alijarar,  desde  donde               ^^B 

^^^^Bb 

^^^^^^K 

Cantos  ha)  en  este  sitio 

morir  mi  inocente  ha  visto,           ^^M 

^^^^^H 

que  en  la  sangte  de  mi  esposo 

cuando  mAs  enirntiiaada,               ^^M 

^^^^^H 

se  han  bal^a(lo.  Si  os  irrito, 

la  sicva  de  precipictol                       ^^M 

^^^^^B 

ma[)i.ljd  >4ue  modelen  con  ella 

¡Desde  el  más  alto  homenaje         ^^M 

^^^^^^^ 

la  auL-  á  N«but  sacrllko. 
BAtlensc  unas  mismas  piedras 

mida  el  aire,  hasta  este  sillo;          ^^M 

^^^^^H 

y  antes  que  le  ocupe,  muera,         ^^B 
oprubio  á  grandes  y  i  chiconl        ^H 

^^^^^1 

en  la  esposa  y  el  maiioo. 

^^^^^^H 

jSerin  (álamo  de  san^ite 

¡Lebreles  la  de^>cdBC«n,                   ^H 

^^^^^H 

la»  que  su  túmulo  han  sidol 

arrastrándola  los  mismos,               ^H 

^^^^^1 

Pero  ,;pnta  quí  doy  rocea 

cuano  i  cuarto,  por  tos  campos, 
miembro  i  miemoro,  por  los  rtscod 

^^^^^^H 

pue«  tan  crueles  os  mico 

^^^^^M 

que,  por  mis  atormentarme 

jNo  dejen  reliquias  de  ela 

^^^^^^H 

negin  U  mucne  que  oi  pido? 

de  carne,  hueso,  6  vesiidoSi                   , 

^^^^^B 

(Ansias!  imoMradme  el  icatfo 

sino  la  cabeza  sola                     ^^^^B 

^^^^^H. 

de  mis  iragfidiasl 

pnia  acuerdo  de  dclitosl            ^^^^B 

^^^^^Abo(*s. 

Dos  rtos 

¡i.ielus  píos!                                 ^^^^ 

^^H 

son,  de  ligrimas,  mis  ojos. 
.   En  sentiti^enlos  la  imito. 

¡Justicia  en  isnio  mal.  justicia  pUol 

^^^       Joscrao 

¡Vengad,  piadoso*  cielos. 

K 

niátrlo,  íh   ítmiiit  y  csl tu ftt  di  lliino; 

mi  esposo,  mi*  agravios  y  los  vues- 
Abdías.     Enjugad,  señora,  el  Danto;           ^H 

^K 

41  y  (f   rrirMú  ■■.■■cindoilf  langrt,  rn- 
Irt  Hit  mfKítán  Jt yinirát,  túm^UH  ni.ipi«.- 

^^^" 

gimlaJit. 

que  SI  es  la  ven(tania  alivio            ^^B 

H               Raqusl.   lAyJucñodv  mi  esperan»; 

con  que  descansan  ofensas,           ^^H 

^^^^ 

regalu  de  mis  sentidos; 

por  mandato  de  Dios  vino        ^^^H 

^^^k 

consuelo  de  mis  confiojas; 

el  Profeta  del  Carmelo             ^^^H 

^^^1 

de  mis  tormentos  aUvIol 

y  de  su  pacte  le  dijo,                ^^^^B 

^^^B 

Celosa  lloraba  yu 

(cuando  iba  el  Rey  i  lomar          ^H 

^^^^^^ 

engaños  y  desatinos. 

la  posesión,  presumido,            ^^^H 
de  a  viña  de -Jabotí                 ^^^H 

^^^^^K 

iQut  cacas  sulisrac clones 

^^^^^^B 

á  costa  de  emtrambos.  mirol 

que  con  los  mesmos  castígMj^^^^^^ 

^^^^^H 

jMí  Abel,  mi  justu.  mi  saniol 

morirán  ti  y  la  Reina,               ^^^^| 

^^^^^H 

¡P\uá  climas  mis  l>cnit;<iiis. 

que  al  cielo  le  habéis  pedido.        ^H 

^^^^^H 

puM,  colocado  entre  estrellas, 

Llevad  i  enterrar  el  cuerpo.          ^^B 

^^^^^H 

müriic  os  honra  el  Olimpol 

Seiá,  mueno.  ejemplo  vivo         ^H 

^^^^^H 

Altar  de  pitdca,  e^tas  ptodm. 

del  mal  que  é  lus  Reinos  vicni     ^^ 

^^^^^H 

lublo  y  granates  linos. 

por  una  mujer  regidos. 

L 

al  simulacro  del  i:tji.-rpo 

(faa»  /  «<snt*raM  ti  e««rywj 

^^^^^^B^^BH^HHHI^^^^^^^^H 

I 

^^^^K 

TEKCCRA                                                            48}            ^H 

W 

^^^^^           ESCENA  XII 

Quien  sirve  al  Rey  y  trabaja,  ^H 
y  es  cabo  de  escuadra.— I^ual.  ^^M 
(respondió)  diTi  ese  tal.                         ^^M 

H 

S»l*n  íkviiiií,  Do*>^ii  }'  l.itiniK*.  p<uHir*i,  y  á  la 

^B 

mUlMlo  graeiotoCo^ioíOi. 

que  es  labo  de  mi  tinaja.—  ^^M 
1  porque  no  es  para  más,                        ^^H 

^1 

■ 

CoKiOLfN.c  CuicUis  vosoirot  que  es  barro 

i  Uios,  que  me  vo  i  rompo.                   ^^H 

H 

ser  lueldado? 

LiSAKiNA.  Pues  ven  acá  ¿sabrAs  ser                         ^^M 

H 

Zahulón.                        ¿Que  el  lug«r 

sucldado  tú?                                          ^^H 

H 

dejas  talo,  y  sin  llorari' 

CoftOtlK.                      Buena  estis;                          ^^1 

H 

CoRioÜK. Tengo  ell  alniadeKUiiarro. 

yo  se  tocar  las  baquetas,                       ^^M 

H 

«'La  sicrta  no  me  quintó? 

comerme  un  horno  de  bollos,               ^^M 

H 

^No  ro  por  ella  i  la  guerra^ 

hurtar  gallinas  v  pollos,  ^^H 
vcndcf  un  par  de  boletas,                         ^^H 

H 

I'UM  llore  por  m!  U  sierra, 

^V 

oue  no  pkn^o  llotar  yo. 

Aauesic  blicio  me  cuadra. 
LitaittKA.  jNo  mon  teris  mAí,  de  vero? 
CotiiuüN. No,  hasui  >er  iCmpi-radcro, 

echar  catorce  reníe^cos.                          j^^| 

H 

arrojar,  treinta  ;por  vídaí!                        ^^H 

^1 

acojer  hembrat  perdida*,  ^^H 
sacar  batato  en   os  juegos;                      ^^H 

H 

H 

ó  M  no  cabo  de  eu:uaiJra. 

y  en  hatallas  y  rebatos,                            ^^H 

■ 

LiSANiNA.e'Cabo  de  quí? 

cuando  se  turnan  conmigo,                     ^^H 

H 

l>or<BA!(.                           De  cochillo. 

se  enseñarle  all  encmgu                           ^^H 

H 

CokiqUn.Eso  mesmo  pncudú 

lat  suelas  de  mis  zapatos.                         ^^M 

^K 

una  vieja,  quo  aloj6 

Zajulón.Kso  es  ser  (¡aitiria,  en  suma.                      ^^M 

^B 

en  caM  h  un  nirdiu  caudillo. 

CoKioüN.  Üecls,  Zabulón,  lo  vero.                            ^^U 

^1 

l^Maba  una  compañía 

^Pof  qué  pensAs  que  el  sombrero          ^^M 

^m 

en  la  su  aldej  hernlu  (ceric 
(v  aun  htiriiíSi  j-  ella  inüccnic 
de  manecu  le  servia. 

lleva  «1  suelii.idude  prtima?                     ^^H 

H 

¿Si,  porque  hujcndu  después                   ^^| 

^B 

que  la  batalla  le  empieza,                        ^^H 

^1 

aue  decenio  una  linaja 

Je  un  unto,  que  con  píes  rojos 

volando  con  la  cabera                              ^^H 

^1 

curre  miiur  con  lus  pies?  ^^H 
bsta  es  de  i;allo,  y  trabajo                        ^^H 

H 

dii  que  %iiIUba  i  los  ojos. 

^1 

Eia  tahúr  de  venuja 

poT  darla  iqui,  en  sumo  estima.             ^^M 

^1 

en  esiu  de  aljiar  de  codo 

que,  Lumu  el  iiiitlio  va  encima                ^^M 

H 

el  lal  cabu,  su  alujado: 

y  la  (;aliinH  debajo.                                  ^^^^H 

^1 

V,  del  linio  enamorado, 
fe  resquebraba  de  modo 

Su>  gallina  en  esta  cmpreta>              |^^^^| 

H 

que  svbrí;  cacitcir,                              ^^^^H 

^1 

que  en  ell  alma  le  metía. 

>»rquc  al  comer  y  aI  cenar  ^^H 
lata  Katlma  en  mi  mesa.                          ^^H 

^1 

pero,  porque  m>  »  hallabft 
bebiendo  »olu,  brindaba 

^B 

LiSAKiNA.bios  te  vuelva  1  nuestros  ojos.                ^^M 

^1 

á  toda  la  t:ui)ipañii. 

Los  DOS.    jCoriolín  i  DiosI                                         ^H 

^M 

L  levaba  lus  i  su  cusa 

Conioi.ÍN.                            A  Dios.                              ^H 

^B 

dos  ádos  )'  tres  á  ireí; 

LiSAMiNA.  lAcordios  d«  rn!l                                        ^H 

H 

cítuviurcn  allí  un  mn: 

ComulIn.                            ^Dcvos?                          ^H 

H 

landuba  el  brindis  sin  tasa! 
Sospiraba  cada  instante 

Dejadme  a^rrar  dcsp<j)us;                       ^^H 

^1 

oue  JO  os  ¡leniré  el  carral  ^^B 
as  las  Kallinas  que  hurlare,                            1 

H 

la  vieja,  el  daño  presente. 

^B 

viendo  la  sed  en  creciente. 

y  si  en  la  ¡guerra  linure...         (liara.)            1 

^1 

V  la  tinaja  en  menyiiante. 

LisAfci  NA.  «[-loras?                                                             ■ 

^H 

Mis  ¿qu¿  mucho  i^uc  «1  »fltido 

CofiOLÍN.              Y  cuerno  en  seftal                         ^J 

H 

perdiese,  si  Jiquel  licor 

de  que  mi  aliifA  se  condena,                    ^^M 

^M 

suplU  con  su  calot 

aritos  dcll  «mariecer,                                 ^^M 

H 

l*i  fallas  de  su  nTiódo? 

prometo  de  irlos  i  ver                           ^^H 

^ft 

Muese  el  huíspcd  impüfiuno, 

en  fc^iira  de  alma  en  pena.                     ^^H 

^H 

locando  i  marchai  la  caja; 

LiSaiiina,No.  l.unolln.  eso  no;                               ^^H 

^K 

que  ell  etpirar  la  undia 

yo  os  perdono  U  vesiia.                           ^^H 

^H 

j  ellos  Irse,  hué  tiijo  uno. 

CoRioulN.Quiéruos  t»,  que  sois  bonita:  ^^H 
de  alU  US  pienso  llevar  yo                       ^^1 

^M 

¡Vaja  con  la  malditiónl 

^m 

ja  viuda  pobre  decía. 

doK  diabittus  como  un  oro,                      ^^H 

^P 

lOuay  de  vu«,  tinaja  mta 

que  TOS  barran,  que  vos  rieguen,          ^^M 

^1 

altada  hasta  ell  hundúnl 

que  «os  guisen,  que  vos  íciq^uen.           ^^M 

^B 

Sin  vos  ¿qué  ha  dt  ser  de  mlí 
jquién  habri  que  me  mantenga? 

LisAKiNA.  iTirie  ahueral                                        ^H 

^1 

CoHtoLfK.                      ;Ay.cúmollorol              ^H 

^B 

iQue  mala  pascua  te  venua 
a  quien  viw  ha  piit-slo  as  t— 

,tPen$dis  que  la  guerra  n  paja?              ^^M 

^H 

t^mbrscíjadmc,  y  adiós.                            ^^^ 

^1 

Tratad  al  Mildadi'  bien. 

LiSAftiNA.iyuc  os  me  vais  el  ¡(4([al  vosí                          J 

^1 

(dtjfi  unn  muy  presumid») 

CokiouN.A  ser  cabo  de  linaja.                (Vano.)             1 

^^ 

que  el  hucspeíJ  que  Uabi'a  tenido 

1 

1 

es  cabo  Uc  escuadra.— ¿(^ui¿n?— 

^^^^^^ 

484 


LA  MUJER  4}i;e  manda  8K  CASA 


ESCENA  Xni 


Saitu  DO)  Mu>Aii««  rrM  un  ttiortJA  ^t kuyt. 
SáU  raniMa  J>hc  toit  ímUm. 

Soldado  i.* 

|Corr«d  tras  H,  lenedle,  que,  pues  huye, 
algún  (klito  ha  hcctiot 

Soldado  3.* 

Al  Tiento  excede. 

Soldado  i.* 

iQuc  nunca  squctia  seta  el  Rey  detiruycl 
^Cuíndo  podre  yo  «r  que  el  reino  quede 
libre  de  estos  hipócrilat  (aimados, 
que  el  mal  noí  profeiixan  qu¿  sucede? 
T ráele  prao. 

Sosqad,  soldadoi. 
Dejadle,  que  n  de  Diot  ju^io  profeía, 
y  tiel  ejecutor  de  tut  mandados. 

Soldado  1.* 
Si  tú  acreditas  «la  mala  wla, 
prtndpe  del  ejército  y  leftundo 
dcipues  de)  Kev,  ^que  inui:ho  se  prometa 
«n^a'lar  (no  i  Israel)  á  todo  el  mundo? 

Jkiii;. 

No  blasfeméis  de  Dios,  que  me  provoco 
á  enojo,  cuando  en  El  mis  dichas  fundo 
Acal)  murió,  como  lascivo  y  loco, 
en  la  batalla,  cuando  pretendía 

fresidiar  i  Ramo!  (castigo  poco 
\M  bárbara  y  cíefia  idoíatriaj. 
t'na  llKha  deiminda  el  ciclo  airado, 
que  le  pasa  el  pulmón  (jdichoso  dial); 
h»  perros  en  su  sangre  se  han  ccCxiiio: 
venganza  es  de  Nabot.  Keinó  su  hi)0 
Ococias,  como  i\,  deialinado; 
murió  (como  el  profcu  lo  predijo) 
precipitado  de  unos  corredores, 
después  de  Is  pensión  de  ua  mal  prolijo. 
En  carroza  de  eternos  resplandores 
arrebató  una  nube  al  del  Carmelo 
Elias,  lux  de  santos  ccladures. 
Reina  lorán  aKorn,  cuyo  celo 
idólatra,  i  su  padre  semejante 
r  hermano,  de  su  vicio  es  paralelo. 
Dios  inionia  asolar  este  arrogante. 
A  IHos,  por  justo  y  ñor  sei\or,  mvoco. 
Nadie  blasfeme  de  El  de  aquí  adelante. 

Soldado  i.* 

íQvé  te  quería  A  sotas  este  loco? 

f  Conoclstele  acaso?  ^Habéis  sabido 
lo  que  me  dijo? 

Soldado  t.* 

Imporiarite  poco. 

Sot.DADO  ).* 

Mentiras  serán  «uyas.  Mis  ¿qué  ha  habido? 
Coénianoslo. 


Jriid. 

Liamindome  en  secrctOt 
corro  la  puerta. 

Soldado  1.* 

¡Qué  desvanecido! 

Jbhu. 

Y  llegindose  i  mi,  con  real  respeto, 
una  ampolla  derrama  en  mi  cabeza 
del  óleo  sacro  (mitaitroso  cfeto). 
«Eso  dice  el  Señor  de  cierna  alteza: 
Dios  de  Israel  (prosigue),  yo  te  elijo 

for  Rey  del  pueblo  mío  y  su  grarMl«z&. 
evcro  destruiros,  como  predijo 
el  Tcsbiies,  de  Acab  la  torpe  casa, 
aunque  fué  tu  sofior  y  lo  es  su  hijo. 
Yo  veníate  por  ti,  pues  que  te  abrasa 
mi  celo  y  ley,  la  sangre  que  vertida 
de  mis  profetas  hasta  el  ocio  pasa: 
ia  de  mis  sierros  todos,  cura  v ida, 
á  manos  de  la  impla  y  desnonctta 
Jeiabel.  fué  de  tantos  perseguida. 
Cor  [i  he  de  hacer  venganza  manifiesta 
de  cuantos  prüpagó  la  sanure  tuya 
(S)  primetú  iriunraate,  ya  funesta); 
no  ha  de  dejar  en  pie  la' espada  tuya 
persona  iic  su  ingrata  descendencia. 
iTúda  perezca,  toda  s«  destruya! 
Desde  la  senectud  i  la  inocencia: 
desde  el  más  retirado  y  recogido, 
hasta  el  que  en  vicios  tiene  más  licencist 
SU  nombre  quediri  en  perpetuo  olvido, 
como  el  de  Jcroboán  y  Basra  licros, 
cuya  familia  toda  ha  destruido. 
Jciabel,  de  Profetas  verdaderos 
verdugo,  por  los  campos  arrastrada 
de  iezrael,  castigos  mís  severos 
ha  de  pasar  por  tu  furiosa  espada: 
perros  lu  cuerpo  comerán,  hambrientos; 
on  nombre  de  Nabot  despedazada. 
Cuantos  la  vteren  estarlo  contentos, 
mofando  de  su  idólatra  locura: 
y  «n  gustos  conviniendo  sus  lamcnlCM, 
ninguno  osará  darla  sepultura: 
las  entraiSat  de  torpes  animales 
el  tálamo  serán  de  su  locura, 
Goia,  Jehu,  de  las  insignias  rcalcü». 
Dijo  y  huyó.  jSoMados,  pues,  valientes 
ved  SI  á  Jorán  6  á  Dk»  sois  hoy  leales! 
Cerco  en  persona  puso  con  suí,  gentes 
á  esta  ciudad,  I^amot  es  su  apellido; 
sus  muros  escalamos  eminentes: 
retiróse  á  Samaría  el  Key  hemto: 
dejóme  en  su  lugar  mientras  que  sana. 
Dios  de  Isratl  me  llama  Rey  ungido, 
iuxgad  si  esta  esperanza  saldrá  vana, 
ó  si  es  razón  que  el  cetro  real  reciba 
contra  Jorán  y  iciabcl  tirana. 

Soldado  i.* 
jVivB  Jchú,  soldados! 

SOUMDO  ».' 
Jehú  viva. 


lURNADA  TERCLRA 


Soldado  !•• 

ÍBO  te  hagamos  todos  de  la  ropa: 

aúdomo  tambifn  de  medio  ainba- 

IHanntt  trono  4»  nil  Tif<u  y  con  hUkIm  It  baan 
la  nidm;,) 

Jbmu. 
Pues  Dios  me  elige,  el  vienio  Ikvo  en  popa. 

SOLI>\UD  1.° 

Las  manos,  por  su  Principe,  le  beta 
d  Atía  y  Palntina.  iTicmbk  tluropal 

Soldado  i.* 
Deja,  Roy,  i  Kamol,  deja  su  empresa; 
el  cuello  de  Jorán  lu  planta  pise. 
Pane  á  Samaría,  marcha,  dme  ptÍMa. 

Jkhu. 
Esc  coHKJo  proponefoi  quise. 
Marche  i  Samaría  el  campo. 

Todos. 

Marche  el  campo. 

NingUDO  Idg»  de  61,  porque  no  avise 
«1  oiiKto  Jwin. 


ESCKNA  XIV 

t>Kaa$.—CoMii\.i». 

CoaiOLiH. 
Cotí  él  me  zampo, 
que  de  esta  vci  so>  cabo  de  tinajas. 

|Yo  ox  vengara,  mi  Dios!  Marchen  las  cajas. 

ESCENA  XV 
Sal*  ittxuax.  di  i-lu¿d.  tí (arrtí,  y  Ciii»tu. 

ÍRK*aBU  Ya  Jorán  le  ha  lerantado. 
Crisbua.  Peligróla  fué  la  henda, 

pero,  pues,  queda  con  vida, 

y  tú.  Alte/ii,  ún  cuidado. 

Albricias,  señora,  han  dado 

Reinas  en  tal  ocasión. 
JizADEL.  Pídelas,  pues. 
CiusBLrA.  Do  prisián 

á  la  viuda  Raquel  saca, 

que  una  buena  nueva  aplaca 

la  mis  fiera  indignación. 
Jrzabsi..  ¿Quí  dices  bárbara? 
Criselia.  Adviene... 

Jezabbju.  No  prosigas,  que  estás  necia; 

quien  i  sus  Rejres  desprecia 

poco  en  su  peh|{ro  adviene. 

Apresuraras  su  muerte 

si  eso  vuelves  á  pedir. 
CsisELU.  jQu¿  mis  muerte  que  vivir 

sin  dueño  que  tanto  haamado^ 
Ibiabel.  Por  eso  no  se  la  he  dado; 

pene  y  viva,  que  es  morir. 

Albricias  de  poco  (ruto 


CRtSKMA 

JaxABEi.. 


485 

intentas:  necia  csiis  liojr. 
Cansada,  Ciísella  estoy 
de  tama  viudez  y  luto. 
Tres  aAos  pag6  tributo 
al  llanto,  la  pena  mía; 
de  si  mesma  ser  podría 
verdujju,  quien  mucho  llura. 
Festejemos,  pues  mejora 
mi  hijo,  su  mejuria. 
Vuelvan  á  liaccr  mtscabcllos 
con  los  del  sol  competencia; 
que  yo  sé,  que  ca  mi  presencia 
su  luí  se  corrió  de  vellos. 
Riguridad  es  trncllos 
en  prisiOn  mientras  i}Uc  lloro; 
estas  tooas.  úa  decoro, 
son  cárcel  que  los  maltrata; 
no  es  bien,  que  linos  de  plata 
escondan  madejas  de  oro. 
Acerca  esc  tocador; 

ÍA<téntastú  tocar t»  ti.) 

ponmc  sobre  £1  ese  espejo; 

con  su  cristal  me  aconsejo, 

aue  es  sumiller  del  amor. 

ve,  y  el  vestido  mejor 

me  saca,  mientras  divido 

los  cabellos  que  he  ofemSdo. 

y  el  Asia  (oda  celebra: 

ensartaré  en  cada  hebra     iDalóeait.) 

perlas  que  al  Oliente  pido. 

Coiros  de  laz  surcará 

el  marñl  do  aqueste  peine, 

porque  en  campos  de  oro  reine 

mientras  sobre  ellos  está. 

El  de  verde  mar  será 

mejor;  que  adorna  y  alienta. 

Verde  mar  no  me  contenta; 


3UC,  esperanza  puesta  en  mar, 
se  tiene  de  anegar 

ó  ha  de  padecer  tormenta. 

Ya  sabes  que  soy  cruel; 

el  pagixo  y  encamado 

me  pondré. 
CaisEu*.  Desesperado 

y  sangriento. 
Jezabel.  Llore  en  é\ 

su  amor  difunto  Raquel. 
Ckiscua.  iQuí  locura! 
Iezabki..  No  hay  mudanza 

en  su  pena  r  mt  venganza; 
CaisBUA.  V9y<iif.)  iQué  bárbara,  qué  ñera! 

(l'aKCrlwllaJ 


\ 


ESCENA  XVI 


laca*»  y  v**  hui>k,  dtntro. 

Jrzabkl.  Si  verde  mar  me  vistiera, 
ya  fuera  darla  esperanza. 
Tengamos,  espejo,  aviso, 
no  demos  segundo  ejemplo 
mientras  en  vos  me  contemplo, 
á  locuras  de  Narciso. 
Murió,  porque  no  m«  quiso 
Naboi:  justa  fué  mi  queja: 
deje  la  vida,  quien  deja 
de  adorar  ventura  tanta. 


486 


La  mujkr  quk  manua  en  casa 


Aigunu  allá  deniro  cinu 
quD  adulador  me  festeja. 

iCtñiú  dtttra  «na  m¥fir.) 
(Canta.)    *F.n  la  pr.tión  de  u non  hierros 
lluiiba  la  lortolilla 
\o%  mal  logradcM  ariiorM 
de  tu  muerta  compañía: 

.  PtíitÁnáint  luabsl.) 

mal  liubiofa  la  crueldad 
d«l  l({Uila.  cura  envidia 
dividid,  sino  (tus  almas 
lo»  arrullos  d--  dn»  vidas.» 

Jbiabgi..  Parece  que  «  de  Nat>ut 

y  Kaquul  la  hi^Iiiria  miima; 

quien  de  ellox  se  compadece 

me  cania  y  NlCfia(i««, 

LoB  du«  las  lúnulas  Tueron; 

yo  «I  d^utla  vengativa, 

que  colosa  de  su  iimor> 

su  tilamo  liranixa. 

•¿V.n  la  prítión  de  unos  hierros 

lloraba  la  lurtolilla* 

cuando  i  if  aquel  icnuo  presa? 

Mi  crueldad  meiaforlzan. 

Basta:  que  y>  en  veisos  anda 

su  ir^itMia:  pero  di)ins 

es  que  escarmieniiM  iacanun 

si  Iraidtiies  la  liisliman. 

Tiémiilcmc  íf  mud'i:  «o  quiero; 

vcnKHDtJS  me  ic){ociínn, 

ríftiifidiilcí  me  aíeuran, 

sereridadi^s  me  animan.    (Toeéndoit.) 

(Canta.)    «He^:lpr< .cando  requiebros 
en  el  n'io  d«  unn  viña, 
feritltdad  le  promeic 
de  amor  su  cosecha  opima. 
Nunca  nacieran  Ini  celos 
que  amores  cstorilizan, 
Co;  azimcs  il(-5enla;(iin, 
y  ospcranias  desea  (nif)an.» 

JBtABii-  «ptií  ha>   que  hablar?  Si  hisioría 
amores,  cétos  y  viña  |canM 

en  su  favor  ine  condenan 
V  en  mi  crueldad  \t  nveri);uan. 
Pero  si  le  ami  en  lecretn 
¿cómo  mis  celos  publican 
versos,  que  mi  fama  ofenden, 
canc<<>n  que  la  it\U\i*,f 
Raquel  los  habri  cuniado, 
Raquel  llorara  esredia 
desiitinokdesu  IcoRua. 
efectos  de  sus  detdichas. 

(Cunta.)    «l'crdtA  li  tórtola  amante 
k  manos  de  la  malicia, 
epitalamios  consortes 
lAjr  de  quien  los  desperdlcial 
Comí?  era  ti  i^ui'a  R^na. 
(mcíor  la  llaii>aia  arplai 
cuando  ejecute  crueldades 
^iiui'.-n  osará  resistiríais  , 

iexABEL.   Va  pasa  de  desacato 

lo  que  escucho;  su  osadía 
mi  agravio  v  furia  pruvocs 
llamas  añaoe  mis  lras(i>rd>iiatt,} 
|Mi)lat  ^^uién  es  la  que  canta 
atli  adenuo>  ^Quién  me  indigna, 
i1d  recelar  mis  rigotss, 


sin  respetar  mi  justicia? 
,Mas,  mi  autoridad  ofendo 
dánJoire  por  entendida. 
^I^ulfn  pudo  enffi-nar  tas  lengua 

del  i'ul¡{u,  ni  repnmirlas? 

\Vii4ltrttt  4  ttnti 

Canten,  lUmcnme  cruel; 

que  podrí  ser  que  alftún  dd 

las  viles  cabezas  corte, 

por  mis  que  son  tle  esta  htdra. 
(CoHíaJ    *jQui  importan  las  amenai«s 

del  iguila  ejecutiva, 

si  ya  el  leftn  coronado 

rcñpanzns  contra  ella  intima? 

MumitlarA  su  toherhia 

caerá  el  Atiuila  aires'ida, 

siendo  presa  ii  1»s  voraces 

leb releí  que  la  dividan.* 
JexABBL.  ¿Qut  león  (cielos)  es  esle 

que  sangriento  me  dert  iba? 
^Yo  presa  de  brutos  fiero»? 
jYo  en  pedaios  dividida? 
^lola,  vasallos.  Oriselial 
|Ay  cielosl 

ESCE.SA  XVII 
Jf.(ARHi.  fíoHt»*.  Voitl  4t»lro. 

CaissLiA.  Señora  mía 

¿qué  sienies?  ^Pnt  qu*  das  voces? 

I.K  color  tienes  perdida. 
JeüABSL.  Y  con  ella  la  paciencia. 

¡Muerta  soyl  {Apaña,  quita 
ese  espejo,  que  me  entcfla 
á  Nabi^t,  llenu  de  heridatl 
|Un  hoiitbrc  armado  amenaza 
con  su  desnuda  cuchilla 
mi  trágico  fint 

Ci'iEitt.iA.  ^Qué  es  esto? 

JtiAaKL.  Su  cone  en  mi  cuello  aflU... 
,No  lo  vet? 

CitisKua.  No,  grafi  scftora- 

iVueUe  en  til 

(rMaiiMfai.) 

J»ABSL.  No,  desatina 

mi  temor.  Pero...  ^quí  es  esto? 
Demti-o.  jVivaJehu! 
Todos.  iRaine  y  vi*il 


ESCRNA  Xvm 
Sait  kula,  íbiabu.  r  Caitaam". 

AbdÍas.     Huye  castigos,  seflors, 

del  cielo,  que  pfonostiCM 
iráitku  ñn  á  tu  casa. 
Mas  del  Cielo  ¿auién  se  libra? 
Jehi)  se  te  ha  rebe.adu. 
de  Samarla  está  á  la  vista; 
Jorin  le  salió  al  encuentro, 
Jehtj  una  flecha  le  tira 
que  el  coraión  te  traspasa, 
V  victorioso  encamina 


^^^^^^^^^^                                           JORNADA 

1 
rKKCEHA                                                           487 
que  el  tiempo  escribió  en  anslesi 

■                   el  ejéfciio  y  dewo» 

1                   á  esta  daJctJ. 

que  puso  horror  i  provindtí,                            i 

I    ItZAKL.                     i^a,  dewlichas: 

que  verdades  alirmaton, 

H                   «cabad  cnninií^a  tudas! 

que  tabularon  mentiras. 

^^^            PcfO.  la  industria  me  avisa 

Aquí  mi  Naboi  fué  muerto; 

^^H           remedios  con  aue  ditale 
^^H           «no venturas,  ávida. 

Nabo),  cuya  Tama  limpia. 

coronaba  su  inoccndi, 

^^B            Fiada  tic  mi  bcllcia 

celebraba  su  justicia.                                       1 

^^^B           b>T¿  at  cnitaAo  qiie  fínft 

Falsos  testigos  cohechó                                   \ 
contra  ¿1,  cloro  y  la  envidia, 

^^^1           amoi  á  khü  tirano. 

^^H             Pondrcinc  i  un  halcón  festiva: 

el  poder  y  la  soberbia. 

^^^B           mostraré  t)ue  eiioy  (¡otoi», 

la  ambición  y  la  malicia. 

^^^H            quc<  de  Jorin  homicida, 

Ufia  viña  lvdi6  muerte. 

^^^H            so  diadema  le  cofone 

que,  quien  reinos  tiianiía, 

^^^B             V  el  solio  le  dé  su  silla. 

sangre  vende  de  leales 

^^^P           t'rometerele  mi  esposo. 

por  el  precio  de  una  TÍAa. 

^^H             y  si  la  tiellexa  becliíza 

TesiiRijs  de  su  inocencia 

^^H             ¿quién  i!irá  que  ha  de  ««caparse? 

pucitcn  ser  Ino  lenguas  vivas 

^^H             jquiín  dudarj  que  me  admita? 
^^H             Dame,  Criselis.  esas  ¡Of  os; 

que  esiss.  tal  vci.  se  apasionan) 

las  piedras  si,  lidevii^-nas. 

^^^1             galas  el  cuerpn  se  villa. 

Hax  información  con  etias; 

^^K           y  el  alma  luios  secretos. 

la  sanare  en  que  se  matizan 

^^^B            pues  son  substancias  distintas. 

preii-nioen  tu  Tribunal, 

^Hp 

iestiKi>s  fueron  de  vista. 

^»oIas.     No  se  yo  que  tus  crueldades 

iVenitan/a,  Hey  p(.deroso! 

le  prometan  tantas  dichas; 

antes  que  estas  piodfis  mismas. 

que  es  vengador  de  inocentes 

si  >[[ora  tesiiKOs,  claman, 
jueces  dcspu»,  le  persigan. 

Jehú. 

.Chiselia.           iA>- mujer  perdida!         iVann.) 

introdUlati 
Ittiv.         ¡Basta,  Raquel:  cese  el  llanto: 
alzad,  consolad  desdichasl 

ESCENA    XIX 

Soenta  hijos  Acab  deja: 

S«l*n  i4>l4«4oi   martítaná».  «nir*  tltaé  CoKioibi  y 

todos  setenta,  en  un  dia, 

i>HV.  coa  kttlin,  4rlrét:  y  <il  ■iIiik'  Uimpo  dtl  rft- 

satisfarán  vuestro  agravio. 

l««rto,  M«  mittla.  /at  ina<  fit  fuiitm  y  A*M». 

Deudos,  amigos,  familias 

tmrátdt  lodot  HAitiiai..  ÁtíimpdñiUa  átClintiLlii, 

dt  Acab  T  de  Jezabe) 

4t  ria4t,  y  mbtt  «■  kaltó»  Jnxiací,  n«y  H^arr*. 

mueran.' 

j(HU  y  l«i  itáyút  tubtm  »l  lattatto  por  un  paltnfut: 

Raqoku                 y  iú  eterno  vivas. 

Raquii,  «uc  ltrtnlitt*m  tai  íimAt.iaea  aad  Cam- 

Jettu.       En  nuestra  ciudad  entremos. 

ila  d*  ur«  latrtuf/uTiiitdt  fíala,  tót»»i!»<Mri- 

pues  su  lealtad  nos  obliga. 

mlai,  M/«i  y  cJarlnn 

(M  (filrjr  diet  litiuL  dtidf  *l  taltón-i 
leZABau  Goce  Jebú.  mi  señor. 

RaQiiKL.  En  nombre  de  Jciracl 

con  la  corona  israelita. 

ciudad  iuv«,  patria  mia. 

la  paz,  que  todos  desean. 

que  por  consolar  mis  penas 

pintando  al  laurel,  la  oliva: 

generosa  me  autoriza. 

que  si  á  su  Rey  dio  la  muene 

le  ofrece,  ¡oh  fir^n  vengador 

el  padre  de  Acab  Imita. 

de  la  Majestad  dirinn. 

que  i  su  Principe  obligó 
i  resoli-ctsc  en  ceniza. 

por  Acab  menospreciada 

poi  Jexabel  ofendida! 

JiHU.        ¿Quiín  es  esta  adulado»? 
AboíaS.     bita  es  K-xabel  maldita. 

diadema  que  en  paz  poseas: 

agora  lus  sienes  ciAa 

IBHU.        jDerríbadla  de  la  tocrel 

y  después  por  lodo  el  orbe 

Co«iot.lN.  [Soldados,  subid  arríbal 

(Corrfaalf.) 

que  para  esto  so  ralienic- 

los  circuios  del  sol  si||a. 

iSut^a  4t  la  lorri  CoftaUn  y  ntléaétt) 

Púrpura  adorna  i  los  Reyes, 

Raquii^   jAh  bírbaial  Asi  castiga 

purpura,  señor,  [e  vista 

el  justo  ciclo,  tiranos. 

de  sanftte  idúluira  aleve 

que  si  tarda,  nunca  olvtda. 

que  altares  sagrados  pisa. 
venea  inocentes  <Monarca) 
profetas,  huérfanos,  viudas, 

lÁrrilia  ,Ufrndíínd<atlt.u,mti.  y  áltate 

la  tíMaa  afi-ifo.) 

lr.i.kiuíL.   jA  vuestra  Reina,  alevosos? 
¿Favor  cielos! 

moíos  que  estraga  el  ongaAo, 

viejos  que  el  temor  lastima. 

CoriolN.                        Eso  pida 

Teatro  este  sitio  fué 

favor  al  cielo,  que  está 

de  la  impiedad  mis  lasciva. 

muy  bien  con  sus  obras  olas. 
¡Vaya,  abajo  la  borracha) 

la  mis  birbara  tragedia. 

la  crueldad  mia  inaudita 

(Car  aacM  dmlr^i 

488 


LA  MUJER  QUE  MANDA  EN  CASA 


Jezabel.  ¡Muerta  soy! 

CorioUn.  ¡Ha  de  alM!  ¡Asidlal 

ino  se  os  vaj;a,  que  tendri, 
como  galo,  siete  vídasl 

SoLD.  1."  Perros  salen  á  comerla. 

CoRioLÍN.Cada  cual  ¡a  descuartiza, 
y  herederos  de  sus  carnes 
van  haciendo  la  partija. 

SoLD.  I."  Arrastrando  se  la  llevan. 

CoRtoÜN.All  alma  tened  mancilla; 

3uecon  ella  juegan  diabros 
iz  que  á  «salga  la  parida.» 


Raquel.  jYa  se  acabaron  mis  penas, 
dulce  esposo,  prenda  mía! 
Tu  Raquel  en  tu  venganza 
esta  sangre  ce  dedica. 

Ibhu.        Alce  Israel  la  cabeza, 

pues  de  Jezabel  se  libra, 
y  escarmiente  desde  ho^'  más 
quien  reinare;  no  permita 
que  su  mujer  le  gobierne; 

Íiues  destruye  honras  y  vidas 
a  mujer  que  manda  en  Cii5ii, 
como  este  ejemplo  lo  afirma. 


COMEDIA  FAMOSA 

DONA  BEATRIZ  DE  SILVA 


PERSONAS  QUE  HABLAN  EN  ELLA 


SlIVIlRA. 
OUTENZA. 

Don  Juah. 

Do»  l-'SSNAHDO. 
ÜON  l'eoHtí  PüKKIItA. 

RlT  DOH  JUAM. 

DOK  PEUBO  DB  AltAOÓN. 

Don  (Cmiique. 

GiBÓN. 


JORNADA  PRIMERA 


ESCENA  PRIMERA 

Tlmt  dt  Arlillfría:  nútlfn  4t  todo  ftnira:  finia* 
44  d»nlro,  y  saca  Sii.vKiti.(  lotrr  l9t  eormfbr*!  4t 
arrita,  d  ■«  (a.fo,  ititii  ftanrftrii  con  lat  armii  dt 
Parlugal  y  CaitUla. 

SiLVKtRA-  La  hermosa  dofJa  Isabel» 
Inrania  de  Pariugsl, 
(auc  va  á  dar  mano  de  esposa 
al  segundo  rcvdoa  Jusa), 
nieu  del  rc)'  don  Duactc. 
hi)B  de  aquel  capílin 
que  con  fa  cruz  portuguesa 
)^ná  renombre  inmortal, 
jviva  siglos  infinitos 
por  gloria  de  nuestra  edad! 

tDitparaii  y  tociin  (hlrtmtn ) 
{BtHim.)  ¡Vivan  don  Juan  é  Isabel 
por  Castilla  y  Poriugall 

(jllotra  farfoMca  arriba  ÚU venta  otra 
t«»ittrae«n  lat  úrmat  4*  Portugal  y  dtl 


Pkkbixa. 
Doftx  BBATa». 

Dora  Isabbl. 
DoftA  Leokok. 
Ei.Conoe  i>e  PoRTALBaki. 
Don  Alvaro.  > 
Doña  Inés. 

Don  Luis  os  Vclasco. 
Don  Dieqo  Sabmikhto. 
NuESTkA  ShSooa,  niña. 
San  Antonio  ok  Paoua. 


Olivbkz.  La  Infnnia  dufia  Leonor 

que  duiu  á  c^tos  reinos  da 

Í'  i  Fcdcrifo  lertcto, 
que  (kl  Imperio  alemán 
es  monaica)  llama  esposo. 
iVivia 

(DnM.)  ¡Viral 
Olivbnz.  Desde  el  iii«r 

loquen  festivos  clariiMt, 
que  i  ellos  responderá, 
fcon  marciales  intrumentoi) 
Lisboa. 

ISniraní*  lot  dt  arrU*.) 
SiLVBiKA.  Haced  disparar 

las  píeías  de  este  castillo. 

(Metlca/tfnM.) 
iDtniro.)  [Alemania! 
Otros.  iPortugalI 

ESCENA  II 

Súftn  DOfl  Jmx  y  DOH  PauuuiiM. 

Juan.        Dejad  las  restiras  voces 
crueles,  que  aiormentÜs 
un  alma,  entre  «mor  y  celos, 


■     Ka  U  eomeüia  lÍBuraa  D.  Alvabo  am  £n ilftioA  y  D.  Alvam  na  Loma. 


^^^^      490         ^^^^^^^^^DOftj^EATRI^^lLVí^^^^^^^^^^^^^^J 

^^^^^L               hecha  trufen  de  un  vokin. 

Quedaron  los  dos  i  cargo       ^^^H 

^^^^^H                 Nu  tlKpari'íü  cuk-brinas, 

del  duque  de  Ituimaráo                     ^^B 

^^^^^H                 6  con  ellat  me  apantod 

y  [del  Cuimbra.  lio  suyo,               ^^M 

^^^^^U                   cottíOn.  que  becho  pienu 

espeto  de  la  lealtad.                         ^H 

^^^^^m               suspira  por  su  mitad. 

Púsoles  casa,  y  t  mi                ^^^H 

^^^^H                Vuestras  catas  son  mi  luio. 
^^^^H                vuesiras  líesias  mi  pesar. 

casi  en  tos  años  su  igual,         ^^^H 

me  iniroJU|u  su  menino:         ^^^^| 

^^^^^P                 vucsiras  bodas  mis oDsct^uias: 

yo  muchacho,  amor  rapax:         ^^M 

^^^^^r                 sin  í.coa'>r  no  vivo  va. 

críeme.  <;on  la  lii;en>:ia                   ^H 

V              FwKAN.   Mirad  don  Juan  de  Xlcneso, 

que  «uclen  los  aAos  dar,                 ^H 

^^^                          que  diis  nou  cu  In  ciudad 

con  el  Key  y  con  ta  Infanta,         ^H 

^^^t                        con  esos  locos  cxlremos. 

privando  entre  tus  demás;               ^^B 

^^^^^^                  y  que  en  vos  parecen  mal. 

Unto,  que  sin  mi  losdot          ^^^^| 

^^^^^L               AieniDt  en  vos  reparan 

no  acertaban  é  iupir,              ^^^^B 

^^^^^1               cuantos  castellanos  bar 
^^^^^B                en  Lisboa,  i  quien  envía 

ni  les  supo  cosa  bien,             ^^^^| 

ni  ■  en  mi  ausencia  liubo  solazT^H 

H^^^f                 por  su  esposa,  el  rey  don  luan. 
^^^^^^                  Encubiid  vuestras  paciones. 

Peto,  quien  se  aventajaba               ^H 

en  mostrarse  liberal                          ^H 

■  ófuamiuo  me  llnmAi^). 

■  decidme  [a  t:ausa  de  ellas. 

dindomc  favores  tiernos,                 ^H 

que  en  .le^.ha»  vuelto  se  han,  ^H 
fué  la  Infanta,  mi  señora,                ^H 

1                                que  ofendíii  nuestra  amisud. 
^^H        JtfAN.       Conde  ilustre  de  Arroyólos. 

c*imcntiinJo  amor  rapaz                 ^^B 

^^B                         ^paca  qüi  me  pregunuis 

entre  niñm,  i  ser  niño;                    ^H 

^^H                       lo  que  i  voces  maniiiesian 

íui^  creciendo,  viejo  es  ya.              ^H 

^^B                       mis  desdichas.* 

Mil  teces  por  el  jardín,                 ^^B 

^^^^^  Fia  HAN.                        UnaAoha 

entre  calles  de  arrayán               ^^^^B 

^^^^^k                que  de  estos  reinos,  y  vos 

y  murtas,  cociendo  flores        ^^^^B 

^^^^^B                 alíseme,  troqué  la  paa 

se  vinieron  i  encontrar           ^^^^B 

^^^^^1                 en  África,  por  la  guerra 

las  manos,  al  eíepr                       ^^B 

^^^^^H                 que  eierni/a  á  Porlujtal. 
^^^^^1               Libre  entonces  os  de|¿ 

)  a  e)  clavel,  ^a  ei  a»har,  ^^^H 
abrasando  A  luego  lento          ^^^H 

^^^^^1               »n  que  arpones  del  rapat 

su  nieve  mi  voluntad.              ^^^^B 

^^^^^H                 pudiesen  en  ruesiro  pecho 

Y  si  entonces  dxban  ^k>nas      ^^^^B 

^^^^^r               sus  cic^s  llamas  lacr; r. 

estos  encuentros  jquc  harin  ^H 
cuando  saliendo  de  nido               ^H 

^^^^^K               Si  agotí,  pues  que  bo  venido. 

^^^^^H                 olas  al  mar  aumentáis, 

sepa  el  ciego  dios  volar?                ^H 

^^^^^1                 quejas  tic  viento  A  los  vtcnios. 

Mil  veces  (que  i  tos  colores            ^H 

^^^HB                 sin  que  os  merezca  SiKar 

jugamos)  senil  enlazar                    ^^| 

^^^^^^                la  causa,  iRnorada  es  fuerza. 

entre  favores  de  cintas              ^^^^B 

■              JuAK.        ¡Af.  don  Fernando! 

mi  crédula  libertad                    ^^^^B 

■              FuNAK.                                íQué  tity? 

que  sm  saber  los  peligros  ^^^^H 
(como  el  pájaro  que  va           ^^^^B 

■              JvAH.        El  medico  por  el  pulso 

^^^                         conoce  la  eme'  medad; 

al  reclamo  que  le  burla)          ^^^^B 

^^K                         todo  es  pulsos  un  celoso 

quise  bien,  salióme  mal.  ^^B 
(!!rccimos  y  creció  el  fuego,      ^^^^M 

^^^^^                  que  son  Tueco  de  ulqmtrdn 
^^^^^ft               los  celos,  y  humo  do  amor 

volviíniose  en  natural             ^^^^B 

^^^^^H                 de  sus  incendios  scAal. 

la  costumbre  poderosa;            ^^^^B 

^^^^^1                 Mas,  pues,  no  sabíís  la  causa 

y  cuando  i  filosofar                   ^^^H 

^^^^^H                 de  mis  anuas,  ncuchad; 

comeniaban  mis  discursos            ^^M 

^^^^H                 ^ue  mi  pena,  hastt  «qui  muda. 

en  alcftre  facultad                      ^^^^H 

^^^^^B                  ya  revienta  por  hablar. 
^^^^^B                 bespuís  que  al  rey  don  Duarte, 

de  amor.  Iodo  sutilezas,           ^^^^B 

que  invenía  la  ociosidad.  ^^^H 
Con  los  años  en  U  Infanta            ^^B 

^^^^^m                (que  de  Uios  goxando  está 

^^^^^1                para  luto  de  estos  reinos), 

^^^^^B                 llevó  la  muerte  vorai. 

creciendo  el  lespeio  te^l,          ^^^^H 

crecieron  tos  imposibks.  |^^^H 
avaros  en  ver  y  hablar.           ^^^^fl 

^^^HP                 coiie  los  pequeños  hijos. 

^^^^p                  ramo  de  su  tranco  real. 

Desde  cniotKes  comerKÍ,               ^^B 

^^^F                     oue  nos  dejó  para  alivio 
^^H                      de  su  ttisic  soledad. 

Fernando,  i  experimentar              ^^fl 

los  electos  de  mi  fuego,                  ^^fl 

^^^^^^                   fueron:  el  rey  don  Alonso 

leve  hasia  allí,  ya  alquitrln.     ^^^H 

^^^^^K                 et  quinto,  en  tan  tierna  edad 

Tuve  celos,  destelóme,           ^^^H 

^^^^^m                oue  aún  cinco  años  no  tenia, 
^^^^V                 dejéndonoste  en  agrax. 

versos  hice,  di  en  rondar,        ^^^^B 

saquí  \ia\xi.  lucí  motes,          ^^^^B 

^^^^K                 y  doña  Leonor,  su  hermana, 

frecuenté  la  soled*d,               ^^^H 

^^^^^k                que.  de  cuatro  años  no  mis, 
^^^^^B                 coiTi»  el  Sol.  nos  amanece 

^^^^1 

^^^^^^ 

^^^^^B                sobre  su  cuna  oriental. 

1    Illaiii«raiitsil«rtfui*l  at«*l*  raiapraH^H 

JORKAOA   PRIMERA 


491 


y  otros  varios  ejercicios 
de  Mta  prufesi¿n:  )uz|cail 
con  ijlcí  tiuíip«dcs.  i^ondf, 
gut  ui  mi  al'iu  enatá. 
L»  vece»  (}ue,  >¡t*át  entunces, 
pcrinitiú  la  auloiitUd 
de  la  InUnid  v  üui  retJr<M« 
pata  asisiicla  liiuar, 
con  cquWncoK  favorci, 
con  arable  gravcxlad, 
tuvo  cr>  pk  inii  pen»BmH;mo& 
jr  mi  amor  eitUf  el  cumpas 
de  esperanzas  y  repelús 
non  plut  ultra  d«  este  mar, 
pU»tO  que  juzgar^it  hico 
un  amor  lan  (tc^i}:u¡ili 
pero,  no  tanto,  que  dado 
que  es  rama  de  un  iranco  real 
y  de  Düarto  hcfedrra. 
dio  i  mi  sanure  calidad 
«I  donde  lie  Porl aleare, 
ptimecii,  (heroico  Aníbal 
en  1  t  ftueirai)>'del  rey 
I>ün  Pedro  liiju  natural. 
Abuelo  itiaicrno  mío 
filé  el  míir(,u«  (Je  Villareal, 
d^-wcn diente  de  Diademas 
Augustas,  cuya  ígu<>ldad 
y  la  de  mi  amor  petdido 
pueden.  Cunde,  disculpar 
altiveces  de  mi  empleo, 
si  amor  e«  temendnd. 
En  efecto,  llei;<'i  el  lir 
d«  mi  vida,  >a  se  va 
la  infanta  doAi  Leonor 
á  Alemania,  á  coronar 
por  Fénix  Je  Kedunco 
V  por  sol  que  osen  mimf 
las  dos  caboiRs  de  un  cuerpo 
blasón  d«l  Ave  Imperial. 
Ya  M  parte  do  Lisboa, 
ya.  Conde,  se  va  embarcar 
sübre  lus  hiimbros  del  Tajo 
que.  di-  perla»  y  coral 
^u  a  meciendo  su  cibe/a, 
celos  lienc.  porque  el  mar 
en  sus  brazos  la  recltia 
y  su  azul  hurtando  está, 
como  yo,  que,  imagen  suya, 
de  los  muros  de  San  Oían, 
a  rr»;  indo  me  i¡  sus  olas, 
mi  fue¡to  he  de  sepultar; 

Eurs  en  mortaja»  lurquiei 
ien  los  celos  moririn 
que  me  abmsan.  sí  para  «tloi 
no  es  puca  su  inmensidad. 
iHoy  muero,  hoy  fonejtco.  Condel 
FSRKAN.  Los  imposibles,  don  Juan, 

cu  indo  es  discreto  el  amante, 
redimen  la  libertad: 
no  lo  ha  sido  vuestro  aoior, 
su  bien  pudo  recelar 
tan  remontados  empleos; 
mis  serilo  dnde  hoy  mis, 
que  es  I1  Infanta  Kmpetatrú: 
sol  quena^iú  en  Punui^l 
y  va  Adetretir  la  nieve 


del  venturoso  alcmin, 
de  quien  antípoda  sois; 

J,  pues  i  obscuras  qucdiis, 
«tía  luz,  noURdifkil, 
si  sois  cuerdo,  os  alumbrad, 
y  Leonor  n»ce  mil  arlos 
el  tilamocoiiyuttal 
del  lefccfo  Federico 
que  Id  aguarda  en  Aouísgrin. 
ivA^.        Ya  van  saliendo  las  damas. 

(WiticayiJrar.) 
Fbrnak.  iBrara  salva! 
JuAM,  Imitarán 

á  mis  suspiros,  que  encienden 
cotos,  Conde,  de  atquiirítn. 

KSCKNA    III 

Salín  bON  Paono  pKKtiiat  y  oo*  I^di>oGii>¿«  y  u 
ntáio  DoJI*  BatiKti  pt  Silta,  dt  cantillo,  IMm 
muy  «(Oj-rat.— Dicho*. 

{'■tHEIIiA. 

Cuando  en  público  acá  la  InUnts  sale, 
un  caballero  solo  ocupa  el  lado 
de  la  dama  i  quien  sirve,  porque  iguale 
el  premio  de  su  dicha  i  su  culdadoi 
mi  amor  quiere  que  on  ello  me  señale, 
y  l«  presente  suerte  me  ha  custadii 
un  aiío  deservicios  y  desvelos 
que  aumentan  ya  esperanzas  y  ya  cdos. 
Sí  allá  en  Castilla  (noble  caballero) 
aa  ie  practica  este  usg  cortesano, 
ya  que  os  aviüo.  aconsCjiíius  quiero, 
dejíis  el  puesto  que  ucupiis  en  vano. 

Ptuno  GiBóN, 
Nunca  es  blasón  el  lirmino  ft'oseio, 
que  acostumbra  el  que  es  noble  castellano, 
que  la  curte  del  Kej  don  Juan  sc|;;undo 
puede  cnsci^nr  mesura  á  iodo  el  mun(k>. 
Esa  ley  (que  contáis  por  maravilla) 
es  mut  anti)tua  allá  y  hala  heredado 
f*urtU|{al.  de  la  (^orte  de  CatMIa, 
como  el  reino  también,  antes  (fondado. 
Obligación  oscorredecumplilíai 
pues  siendo  negll|tent«  onaniurado 
ni  el  uso  que  alegáis  es  de  provKho, 
ni  á  e^te  luuar,  por  hoy,  tenéis  derecho. 
Yo  le  ocupe  primero  y  darí  not» 
de  para  poco,  ú  por  vos  le  dejo. 

PeaEiHA. 

jSabíis  qalán  soy? 

PsMO  GiaÓN. 

Nunca  eso  me  atborou: 
seréis  de  sangrt  y  de  valor  espejo. 

PamiiMA. 
Soy  nieto  del  que  os  dio  en  Aljubarrou 
(moxo  en  el  brío  «1  en  lo^  años  ríejo) 
noticia  de  la  sangre  de  Pereira. 

Pkdko  Gihók. 
La  haiafla  saldiá  aquí  de  la  Fornoíra 
que  hacéis  de  blasonar  esa  victoria, 
propio  del  pobre  (cuya  corta  bacieoda 


4y3 


UOÜA  UCATRIX   DE  SILVA 


no  te  le  CM  \tmés  áe  mcntorla, 

y  mis  cuando  se  cifra  cR  una  prenda); 

hidalgo  paiccvi5  de  eicculoria 

3ue  nu  hay  cofríllo.  calle,  plaia  ¿  tienda, 
onde  venga  ó  no  venga,  (dando  enfado) 
no  &alga  cf  pergamino  iluminado. 
Castilla  tantas  veccí  hji  vencido 
á  Portugal  (desde  su  Rey  primero) 
que  la  memom  de  ellas' hn  perdido, 
aun<)uc  tío  vuestra  sanvrc,  nuestro  ac«ro. 
Pero,  por  qué  del  caso  hemos  salido, 
si  vM  hidalgo  sois,  ^O  caballero; 
si  vos  Pcreif  a,  yo  Cirdn,  que  enseña 
los  Ireí,  blasón  antiguo  del  de  Urefia. 
Si  vos  acccún  tcníis  i  la  ventura 
que  se  inc  sigue  de  esio  hermoso  lado, 
yo  te  adquirí  primero,  y  no  es  cordura 
el  ser  tras  negligente,  mal  criado- 
lA  iiia-i  Pero  por  no  ofender  vuestra  hermosura 
(hermoso  sol  de  quien  ser¿  traslado 
el  del  cielo)  decid  pues  se  os  concede 
qui<.^n  {¡usliis  que  se  vaya  y  quiín  se  quede. 

A  no  haber  seilatado  juez  tan  presto 
yo.  castctlanu,  i  hablar  os  enseñara, 
meivos  dcsprcciador  y  más  modesto, 
y  del  lado  ú  la  vida  os  despejara; 
mas,  pues  en  tales  manot  hibíís  puesto 
la  justicia  y  acción  que  alego  clara, 
de  ella  y  de  vos,  leftora  mia,  espero 
d  mal  despacho  de  este  caballero. 
Bkatmiz. 

Fídalftos,  siempre  fui  consejo  sano 
no  juzgar  entre  amibos,  ciuicn  no  inicnla 
perder  el  uno,  y  más  en  dia  que  gano 
tanta  honray  con  los  dos  voy  tan  contenta. 
A  don  Pedro  Girón  (por  castellano 
i  cuyo  reino  vor)  me  corre  cuenta 
como  1  butspcd  servirle  y  serle  afable, 
(si  la  ley  del  nospicio  es  ÍnTÍo)abl«), 
A  don  Pedro  Pereira  también  debo, 
por  deudo,  conterráneo  y  pretendiente, 
toda  correspondencia  y  ño  me  atrevo 
paKar  su  honesto  amor  ingratamente; 
dos  Pedros  i  mi  lado,  ilustres.  Mero, 
cada  uno  italin,  noble,  valiente, 
sin  saber  (cuando  tanto  entre  ellos  medro) 
distinj{UÍr  lo  que  va  de  Pedro  i  Pcdto. 
Y  asf,  porque  ninguno  quejas  tcngii 
ni  yo  pierda  la  dicha  de  tal  lado, 
disptnsase  «ta  lev.  Cada  uno  venga 
en  el  puesto  que  halló  desocupado. 

Pbreira. 
Con  vuestro  gusto  es  bien  que  me  convenga, 
pues  estoy  en  el  sitio  mejorado, 
que  si  ci  derecho  es,  (con  tal  cosecha) 
tendré  en  serviros  buena  manderecha. 

Pej>ro  Girón. 

Yo,  que  al  iiquierdo  voy.  no  creo  oue  pierdo 
la  acción  de  venturoso  (pues  me  cabe) 
ai  corazón.  c|uc  yendo  al  lado  izquierdo 
podré  experimentar  tierno  y  suave. 

PaacuiA. 
Mis  noble  es  d  derecbo. 


Peoko  GiaóK. 

Si  sois  cuerdo 
ved  que  del  corazón  goxo  la  llave. 

pEKElttA. 

Sabréosla  yo  quitar. 

BaaTMiz. 

Hidalgos,  pato, 
que  m«  descuartizáis  á  cada  paso. 

Juan. 

;Oh  hermosa  hermanal  En  ñn  Castilla  puede 
privándonos  de  vos  dejarnos  solos. 

f-'xar«ANt>Q. 

En  noche  Irisic  nuestro  reino  quede, 
pues  se  Ic  ausentan  juntos  tres  Apolos. 

BCATHli:. 

Esc  titulo  solo  se  concede 

i  las  Infantas  (Conde  de  Arroyólos) 

que  en  mi  no  caben  excelencias  tantas. 

Fernando. 

Reina  en  belleza  sois,  si  ellas  infantas. 

8sATati. 

Señor  don  Juan  ¿con  tal  melancolía? 
¿Tan  llano  traje,  cuando  el  mundo  OS  loa 
por  Adonis  en  uila  y  biesrrla 
y  es  ramillete  del  placer  Lisboa? 
¿En  tamo  gozo,  en  tan  festivo  día, 
que  no  hay  en  tierra  coche,  en  mar  canoa, 
que  desde  el  tope  hasta  el  humilde  lastre, 
telas  nu  arroje,  púrpuras  no  arrastre? 
¿Vos  sin  una  señal,  sin  una  pluma 
con  que  vicribits  en  el  papel  del  viento 
de  esta  jornada  la  felice  suma, 
asunto  ilustre  i  tanto  pensamiento? 

IVKft. 

Borde,  doRa  Beatriz,  candida  espuma 
el  turquesado  y  húmedo  elemento, 
y  brille  «1  sol  su  inquieta  superlicie, 
porque  del  mar  celosa  llore  Cltcie. 
Retíate  á  Abril  y  Mayo  el  cortesano, 
y  i-n  varios  campos  recamados  pinte, 
hiendo  abeja  oüciota,  que  el  verano 
llorea  de  seda  coge,  que  hizo  el  tiotC; 
y  mientras,  envidioso  el  tiempo  cano, 
perales  de  oro  en  años  no  despinte, 
ni  los  países  de  la  edad  destemple 
(pues  es  la  juventud  pintura  al  temple). 
Quien  gustos  logra  y  al  pesar  no  ha  visto 
di  galas  al  amor,  plumas  al  viento, 
que,  si  con  ellas  veis  que  me  enemisto, 
siento  esta  ausencia  y  visto  como  siento. 

BBATail. 

En  (in  ¿no  hac¿is  jornadi? 

¡VAtt. 

Aquí  misto 
Ímpetus  de  un  ligero  pensamiento 
que  me  quiete  llevar  sobre  sus  alas, 
y  i  pesar  del  pesar  envidia  galas. 


^^^^^^H                                                 JORNADA 

PRIMERA                                                   4g3            ^H 

^^Hp^^ 

pues  no  la  ama  quien  no  llora,               ^H 

^T^Olcmanlacrcl  que  ennobleciera 

ni  tiene  ciudad  igual                                    1 

vue«lra  gentil  presencia  y  nubles  afioi. 

el  orbe  en  cuanto  el  sol  dora.                          1 

y  que  la  tlmperairiz  oi  pereuadicra 
a  &u  a^itencia. 

ISalt  ti  Con^t  Je  t^riilcura.)                1 
CoMot.     Denos  ios  pies  Vuestra  Alteza.                      j 

Juan. 

LtoKOR.  Don  Diego  do  Silva,  alegre                      ^J 

vuestra  visu,  mi  irísteu,                       ^H 

Todos  son  enftsjíos; 

pues  Conde  de  Poitalegre                      ^^m 

mJs  vale,  hcrmans.auc  entre  ausencias  muera, 
que  no  entre  irremediables  de:ien(taAos. 

os  llama  vucsira  nobleza.                        ^^H 

CoxoE.     Vendóos  vos,  seAora  mía,                        ^^M 

(/Miparan.) 

no  me  pidíis  alegría.                                  ^^| 

FKRNANnO. 

Hermosa  confuaión. 

LeoNOK.  Doíta  Beatriz,  vuestra  hcrmans,             ^^M 
no  quiere  ser  alemana                               ^^M 
ni  admite  mi  compartía.                            ^^M 

PkDRO  GlBÓN. 

Bb&thiz.  La  reina,  nuestra  señora                           ^^| 

Célebres  ftcsias; 
la  Emperatriz  y  Reina  son  aquestas. 

doña  Isabel,  cuya  hechura                        ^^M 

soy,  me  honra  consigo.                           ^H 

Lkokor.                                   Adora                    ^^M 

Portugal,  vuestra  hermosura;                 ^^M 

sin  vos  esta  corte  llora                           ^^M 

ESCENA  IV 

y  yo(que  quiero  seguida                        ^^M 

Satín  «oAa  LtOHon  y  noR*  luKxt.  imay  U^arrat.át 

en  esto)  ya  que  ¿  la  silla                           ^^H 

tanine,  SlLtiiM,  Uuvima  y  orr«i.— DtcHM, 

del  Imperio  voy,  gusura                        ^^M 

de  que  Alemania  os  Hozara                     ^^U 
que  está  envidiando  i  Castilla:                ^^M 

Lkokop.  En  fín,  Ponugal,  queosdejo; 

que  me  paño.  Lisboa,  en  fin. 
Olivbsi.  Llorando  y  riyondo  ct  Tejo, 
de  escamas  de  aro  un  delfín 

mas  pues  no  gusUís,  i  Dios.                   ^^U 

Beatriz.  Federico,  gran  señora.                            ^H 

al  mundo  deje  de  vos                              ^^U 

rompe  en  el  cristal  su  espejo,   ■ 

'                 sucesión,  que  cuanto  dora                      ^H 

^^^B             creyendo  que  ha  de  Nevar 
^^^B              i  Vuestra  Allr2R  i  cmbarcAfi 

el  sol,  rija  por  los  dos.                            ^^B 

IsABKL,     En  Gn,  Conde,  ^a*:^  os  quedáis?              ^H 

^^^^              llore  ntjcsiro  Tejo  y  ría. 

CoNDK.     Alfonso,  el  rey,  mi  señor,                        ^^M 

^^^P             pues  pierde  y  ):;oia  en  un  día 

me  lo  manda.                                         ^H 

B                      el  sol  que  le  uiurpa  el  mar. 

IsASKL.                        i\  vos  gustáis?                   ^H 

B     [tABKL.     c'llesdc  aquí  haita  Aldea  Ciallcga 

Conde,     Pero  al  de  Campomayor,                        ^^1 

I                       hay  tres  leguas  de  tty¡aa  tolasr' 

mí  hermano,  por  mi  llevils;                   ^^M 

1      P.  GtnÚN.  Tajo  i  Vuestra  Alicita  ruega 

y  de  su  prudencia  fio,                             ^^H 

K                     que  pise  plata  en  tus  olas 

pues  en  mi  nombre  le  envío,                   ^^H 

H                   y  la  lengua  humilde  llega 
^^^H              conque  lisun]  ero  lame 

que  hari  como  portugués.                      ^^1 

ISAsaL.     Don  Alfonso  Vflczcs                             ^H 

^^^P            ta  arena  para  que  tn  llame 
U^^^            y  i  que  la  piséis  os  lleve. 
■     Isabel.     Quien  i  dejarle  se  atreve 

buen  Heno  de  tal  vacio.                           ^^H 

LsoNoa.  Pues,  don  Juan  ^vos  soUmenlB                ^^H 
ni  me  habláis,  ni  os  despcdis?                 ^H 

1                      bien  es  que  otro  mar  derrame. 

Juan.       No  es  ta  lengua  suñciente                        ^H 

1     P.  Girón.  Antes  de  veros  parnr 

i  explicar,  cuando  os  partís,                     ^^M 

m                  de  aquí  aumenta  su  placer, 

lo  mucho  que  el  alma  sienie;                     ^^M 

■                  y  vos  le  podíis  seguir, 

y  pues  viíndoos  mudo  quedo,                 ^^H 
y  todo  lu  que  decir  puedo                       ^^^M 

^^^^           ti  en  Cuenca  le  veis  nacer 

^^^B            ya  que  aquí  le  veis  morir: 

y  Vuestra  Alteía  advenir,                  ^^^H 
)uzguc  que  llego  ádedr                     ^^^^1 

^^^H            que  eslimifi  en  mucho  el  Tejo 

^^^V            que,  mirándoos  en  su  espejo, 

cuando  aun  lo  posible  excedo.                        V 

^^^             le  Kocéis,  dúndole  nombre. 

niño  en  (^uent:a,  en  Toledo  hombcc 

Mudo  el  pesar  me  consuma                          m 

con  que  triste  os  reverencio                      ^^1 

y  en  iiucíira  Lisboa  viejo. 

mas  vos  me  entendáis,  que,  cu  suma,        ^^M 

OuVEMt.  lA  doA*  ttoBOí.)  Hora  es  ya  que  Vucs- 

i  veces  habla  el  silencio.                          ^H 

(ira  Alteza 

mis  que  la  lengua  y  la  pluma.                ^H 
Leonor.  Ni  os  despidüs,  ni  deis  nombrt                ^^M 

se  embarque,  porque  el  mar,  rico 

en  poseer  tal  belleza, 

de  aumente,  ni  asi  os  asombre                    ^^1 

aseguró  A  Federico 

la  navegación  que  sigo;                              ^^M 

tranquilidad  y  llaneza. 
SiLVEiBA.  íA  D.'  itibci.)  Ya  cs  hora  de  que  pisíis 

porque  quiero  que  conmigo                      ^^1 

vengáis,  por  mi  gentil  hombre.                ^^M 

un  barco  sobre  que  hoofíis 
(desde  la  quilla  a  la  gavia) 

Juntos  nos  liemos  criado:                        ^^H 

lo  que  la  tiirlez  imprime                             ^^H 

de  Tiro,  esquilmos  y  Arabía. 

nunca  el  tiempo  to  ha  borrado;                ^^| 
ella  da  causa  a  que  estime                          ^^M 

PurtRA.  (A  i>*  Leonor  1  Gran  señora  no  llorOis. 

Lso.NOR.  Lisboa  es  merecedora 

la  íc  que  me  habéis  mostrado.                          1 
En  mi  nave  os  embarcad.                       ^^J 

de  esta  amorosa  señal; 

^■^     494 

doíIa  bcatkiz  de  silva                                     ^^^^I 

Juan. 

Ponga  Vuestra  Maiettad 

en  ti  mi  amor,  siempre  ñel,          ^H 

«S0&  pies  en  esio^  labios, 
pisar!  en  dios  o^ra^ius 

tin  que  se  atreva  mt  vida         ^^^^| 

á  otra  Imagen,  i  otra  ley.       ^^^^H 

do  una  necia  liiiandad 

^^^^^H 

tiue  csiuvu  descon  liada 
de  tal  merced  )  favor. 

^^^^^H 

ESCENA                       ^^^H 

Lkokok 

T  ya  vite  rciUiirjKli. 

Don  íuan,  smipre  oi  ture  amor; 

Sal*  Mat««a.— Dicna.             ^^^^^^ 

Krvidin«  «n  eita  urnada. 
Vuestra  Majestad  me  dé 

MstOAK.  Par  Dios,  seílora  l.ilboa,        ^^^^| 

IsABCL. 

que  desde  este  illa  no  de          ^^^^H 

licencia  y  brazos. 

un  zeoli  (le  l'oitugjl                ^^^^H 

LtoNo» 

Mejor 

por  luda  vuesa  merved.                    ^H 
Sin  Leonor  se  queda  i  oscuras.    ^H 

^^^H. 

pena  y  lágrimas  dar¿ 

^^^^H 

en  empcAos  del  amor 

desieiia  sin  Uabcl,                          ^H 

^^^^V 

que,  desde  niña,  cobré 

en  el  limbo  S:n  Beatriz                      ^^| 

^^^^ 

A  Vuestra  Maiestad. 

y  viuda  sm  todas  ttes.                   ^H 

^^^^ 

DÍ«a 

.JUAH.        ^tlé  es  esto  Melgar?                       ^H 

^^^^K 

el  senlimienlo  que  obliga 

,  Msi^Afl.                                Desdichas.      ^H 

^^^1 

en  mis  ojos  i  llurar. 

;  JtTAN.        ¿Desdichas?  «CAmo  6  de  t)ué?       ^H 
*  Mbi-oad.  Buenoes  el  qué  que  preguntas.     ^H 

^^^^ 

gran  ieñura,  mi  pesar. 

H^        Lkonoh 

¡Ay  poma,  ay  reina,  ay  amigal 
Vuestra  Mijcslad  se  queda 

jQué  fidalg'i,  hombfe  de  bien         ^H 
0  de  mal.  hay  en  Lrsboa:                ^H 

^^^H 

^^H 

en  bspann,  (que  tcpvxta 

qué  sucf  sor  Je  Moisén;                   ^^| 

^^^H 

su  pena  y  ligrimas  veda) 

aué  meaaoiT  i  caballo            ^^^^H 
ó  qué  caballero  i  píe              ^^^H 

^^^^ 

puesteen  ¡urnada  lan  coita 

^^^^K 

qué  mal  hay  que  durai  pueda? 
Mas  yo  ique  dcMle  el  Onente 

que  sus  lacivos  no  vista,        ^^^^1 

^^^H 

purs  desde  el  picaro  al  Rey            ^^^ 

^^^^^^^ 

de  nuestra  paUía  excelente. 

con  gjUit  h«cen  la  corte          ^^^^H 

^^^^^fe 

por  tamo  picUgo  puso 
nana  el  alemán  ucaso) 

un  labiero  de  ajedrez?              ^^^^H 

^^^^^^r 

jLs  hoy  dia  de  bajOia?            ^^^^H 
Cuantos  muchachos  me  ven         ^^| 

V 

lluraré  mis  jiisumenic. 

^^^           ISABRL. 

Presio  se  cunsolarán 

me  tiran  de  ptpinaios.                   ^H 

^^K 

con  un  monarca  del  mundo 

Ilainindomc(y  hacen  bien)            ^H 

^^^P 

llantos  que  penas  nosdan. 

pa)c  6  laca< o  de  reavitm.              ^H 
JvAM.       beseiperariitc  pensé;                      ^H 

■    '          Leonok 

l>el  rey  o»n  Juan  el  secundo 

^^^ 

gocéis  un  tercer  don  Juan, 

corté  luto  i  mt  esperania,        ^^^^1 

^^^L 

señora,  que  os  dé  i  tos  dus 

marchiiAbala  un  de«den,          ^^^^H 

^^^H 

un  nuevo  ortie. 

mas       salió  de  neliuro,           ^^^^H 
dame  gilas,  mudare                  ^^^^^ 

^^^          It*B>l.. 

Y  nos  deis  vos 

■ 

un  sol  en  la  imperial  silla. 

el  trijc  con  los  pesares;                  ^H 

H              Leo  non. 

lAdíAs  reina  de  Castillal 

plumas  vengan,  porque  den           ^^| 

H 

Augusta  alemana  jadids! 

nial  i  mil  pensamientos.                 ^^| 

^^^_ 

(Fiyr  4iftTmlit  nw«rtM>«raIr<iii  tatíiii 
y  lad't  í-i  Htmii  con  ■utAa  naiKa  )' 
»rOi,  y  ijMf  Jdi'  ktua  JuiB.) 

MKijOaH.  «iiuiiámonvs?                           ^^^^^ 

^^^^K 

Anda,  ve.           ^^^^H 

^^^^^ 

Mauian.  ¿Quécolor?                              ^^^^H 

^^^^^^^K 

icAN.                          Aiul  y  plata.             ^H 

^^H 

ESCENA  V 

Mkloam.  ^(^los  castos?  lUh,  qué  bienl        ^H 
^Qué  pluma*?                                ^H 

^^H 

tXtn  JCAK. 

Juan.                          Del  color  propio.     ^H 
Mfii.cAR.  Y  yo  ;qué  me  vestiré?                   ^H 

^^^^^^p 

Muy  enhncabuena  vayas. 

Juan.        1^1  que  llevé  de  camino.             ^^^H 

^^^^^1 

bello  Fénix  poiiugués. 

cuando  partí  k  Santirén.          ^^^^^ 

^^^^^^H 

esfetA  y  puiria  de  amor. 

MtUlAH.  Ya  se  me  folija  el  alma:            9^^H 

^^^^^V 

Mayo  augusto,  real  vergel: 

y  luego,  ^  que  hemos  de  hacer^^^^H 
ÍUAN.        Embarcarnoscon  la  Augusta.        ^H 

^^^^^H: 

vayas  mu^^  enhorabuena 

^^^^^t 

premtadora  de  mi  te. 

MkLOAfi.  guando?                                     ^H 

^^^^^^H 

alivio  de  mis  constólas. 

Juan.                      Al  punto.                       ^H 

^^^^^^^t 

cifra  de  lodo  mi  bien. 

MsuiAR.                                ¿LuegoP          ^^ 

^^^^^^B 

Leonor,  himor'de  esie  sl^lo. 

Ji;an.                                                   Pues.      1 

^^^^^^1 

Celoso  dt-Mipcr¿, 
cuando.  piaJuta,  corlaste 

Mst^AR.  ¿0"*  correncia  te  da  prisa?           ^J 
JuAH.        Esto  manda  una  muier.                  ^H 

^^^^^^^t 

^^^^^H 

A  mi  garftiinia  ei  cordel: 

jMujcf  dije?  Un  cielo,  un  ángel.  ^H 
MiLOAP.  Patu.lo.  si  tiene  pies.                           1 

^^^^^^^B 

por  tu  gcnill  hombre  gustas 

^^^^^H 

que  vaya  coiiligu,  iré 

JuAít.        La  l-:mpeíairix  me  ha  ordenado    ^J 

^^^^HF 

Ceunur,  por  tu  hombre  gentil. 

que  fin  i  mis  penas  dé.                   ^^B 

^^^^^^E 

pues  como  tal  he  de  h«cer 

y  por  gentil  hombre  suyo              ^H 
raya  á  Alemania.                             ^H 

L 

alíales  eo  que  idolatre 

JORNADA    PBIMÍHA 


Ibluah.  Ifacebicn; 

pero,  qglule  d  gentil 

)'  per  hombre  suyo  ve. 
SVAH.        ¡Ay.  cielwst 
MeLaAR.  Uiatiln^  ion  bolos, 

vtrla  y  prueb»;  pi-ro,  ven, 

si  es  que  Imbcntos  Je  vestirnos. 
]UAN.        Antor.  como  alas  me  des, 

¡caro,  me  ai<cvo  i\  sal; 

¡oíala  me  BbfAfe  en  ¿II  ¡Vmu.í 


ESCENA  Vil 

Salt^  OH»  PabK«  riaajiht  y  ■«■■  Fauíiuao. 

Pehura.  Aguas  del  Tejo  dorAdas, 
que  con  las  del  mar  icjiís 
listones  de  aiul  >  plata. 

tarad  el  curso,  icneiJ. 
■  hetmosura  »  nos  huye, 
la  ditcrecióD,  el  placer, 
con  doAa  Rcalri^  de  Silva 
si  su  asistencia  perdíb. 
No  cretcii«  con  la  marea; 
vuestro  cristal  en  sus  pies 
sirva  de  gnllos  pudusus: 
¡correos  aguas  de  torrcr 
i  desterrar  vuestra  dicbal 
que  para  lanto  ínteres 
honra  es  el  volver  airis 
si  acá  cu»  ella  volvéis. 

FcKHAN.  «Por  que,  piódi^a  Lisboa: 
ínclita  ciudAd,  pur  qu¿ 
pobre  .tirevct  a  quoJirie 
y  áoico»  VB>  á  enriquecer? 
Si  á  Leonor  das  ¡t  Alctnuoía, 
como  á  Castilla  i  luibel, 
dcjirasnos  i  Beatriz 
quccllii  de  lodos  es. 

pRneiMA.  Ya,  amor,  (puei  ella  se  ausenta) 
no  os  UamM  mis  ptiriiiKii^v: 
pasad  gustos  ¿  «'.astilla 
que  acjul  no  los  puede  haber, 
tíala.t,  convcrtío»  en  lutoit; 
iA<i<y>.  de^de  hoy  no  lendtiis 
«1  aplauso  que  hasta  agora 
vela  »,  pues  Beairix  no  us  ve. 
CerrW  puertas  y  ventanas: 
COilcsanus,  no  hab.t^ 
corte  que  queda  tan  corla, 
ausente  amor,  que  es  iu  Rey. 


ESCENA  Vm 

S«U  Dstt  ItnkH  muy  U^arr»,  y  UuiMa  6l*n  HMtida. 
Dichos. 

iuAH.       )0h,  Conde  amigol  joh.don  Pedrol 
A  <iue  los  brazos  me  deis 
os  ¡raen  lo^  oeit»;  adiús. 

FtiaNAN.  Don  Juan  de  MuncAes  ¿pues, 
qué  mudíiniii  repentina 
tan  presto  <>i  puil»  volvef 
(k  triste  alegre  y  goloso? 

Juan.        Kfecioidel  bnoo  qucfcr. 


495 

KiRNAN.  ¿A  dónde  vais? 

JuAK.  A  Alemania. 

Feohan.  j  y  un  gustoso? 

Juan.  Hay  por  qu£. 

FuNAK.  ¿Quién  lo  manda? 

Juan.  Quien  me  hechiza. 

FmfNaN.  Seri  la  Emperatrix. 

Juan.  Eu 

FanNAM.  ¿Lleváis  esperanzas? 

Juan.  Muchas. 

F>.HNAK.  ¿En  quf  tas  fundáis? 

JUAK.  No  ti. 

FsaKAH.  ¿Contra  un  Águila  Imperial 

'    voliis?  No  la  alcanzareis. 
Juan.        Es  amor  sacre  sublime,-       ^ 

empresa  de  su  fu^g  es. 

Conde,  ó  vencer  ó  morfr 

veoccríla  ó  moriré. 

(Fecaa  y  ^t^^^ra9.^ 

Mruiah.  a  leva  locan  ¿qué  esperas? 

Sube,  que  allí  esii  el  batel 

T  ha  de  ir  á  la  capitai>a. 
Fkmnan.  Ventura  la  suerte  os  dé. 
Juan.        |Adius,  fundación  de  V'liscsl 
Mbloar.  Adii»,  seboso  Babel, 

Cistillo.  I'la/a,  huii  Nova, 

Palacio,  San  (iian,  ftelén, 

(^ruz  de  Cataquilaras: 

á  Dios,  Chafarl  do  Reí, 

bayeta,  boas  botas,  lúas. 

blancos  y  negros  también: 

que  voy  á  beber  cerveza 

por  no  olvidar  el  t>ober. 

I  Tdtan  y  rfli^raa.) 

Juan.       Arráez  la  plancha,  que  tocan 

á  leva  segunda  vez.      (VawtMdctj 


ESCENA  IX 
Don  Piajiuino r  Pcnaiiu.  V^tmdiatn. 


FskNAN. 
PxKKIRa. 


FtKKAN. 


Unos. 

Orno*. 

PRaaiMA. 

Uno*. 

OrnüS. 

Unos. 

Otkos. 

Tottós. 

Otmoi. 

Pkhiiha. 


Alegre  estruendo. 

Decid 
triste  y  asi  acertaréis; 

?ucs  se  despuebla  la  cone. 
a  empiezan  1  dcNCoier 
linos  que  ei  viento  «e  vista, 
Si  las  aat  es  queréis  1  er 
(que  )a  de  la  barra  salen) 
y  cl  barco  donde  Isabel 
y  Beatriz  dan  \\ii  ai  Tajo, 
aquí,  don  Pedru,  os  ponwl. 

tbmtro  tvn  manca,  lirui  y  xrita. 

¡Leva,  les-a! 

jBucn  vísjel 
¿Que  oslo  nuestros  ojus  ven? 
]AlemaniaI 

tPortu^alI 
■Viva  el  Césarl 

¡Viva  el  Reyl 
iCasiilla  y  Portugal,  vivan! 
]Vivan  Leonor  íTsabeH 
¡Viva  Beainzl  y  yo  muera 
pero  sin  veda:  si  haré,  tvant*.) 


^^B              49O                                                     DOÜA                              SILVA                                              ^^^^^^1 

^V                                ESCENA  X 

de  don  AJvaro  lo  tea.               ^^^^B 

^^^_            KlT^Otoi  y  h*  liir*«tu  di  A**ci<Vv,  non  RxBiitai  y 

Cuando  Isabel  no  sea  tal                ^^M 
como  afirma  Portugal.                   ^H 
ti  me  pareciere  fea,                                ' 
primero  que  llegue  i  vcll«,                    '. 
i  don  Alvaro  vof¿ 

^^^B           M»  Pi»ii4, 4t  camine  tadoi. 

^^^       Itev.         Ucn  habernos  ominiido. 

■               EnurpuB.  De  Vatlsdolid  á  aquí 

que,  como  él  contento  csié 

■                            no  has  descansado. 

lucg-)  la  tendré  por  bella. 

■             Rev.                                     Sctai 
m                            losafecioí  de  un  cuidado. 

Est6S.      Solo  íaltaque  le  den 

la  «Illa  y  corona  real. 

H               Pbmo.     Ya  estamos  cu  Bailajor. 

Rbv.          Nada  me  oarece  mil 

comoác   le  parezca  bien, 

B             Rkt.         Pmio,  primos,  veré  en  i\ 

H                            ti  e%  lan  hermosa  Isabel 

■                               como  publica  la  voz 

H                               que  enamora  i  todo  el  mundo. 
^^^      Enriq:;e.  Cuando  sea  tan  hermoui 

ESCENA  XI 

Salí    "OH    AlvAKO  Bt  LVKX,— DlCHM. 

^^H                     m«rtc«ri  ser  cspoia 

( 

^^^^^                del  itoy  don  Juan  el  secundo. 

ALVAao.   Vuestra  Alteza,  gran  scdof. 

^^^^^b              Mas  mucho  me  matavilla 

con  sus  grandes  se  aconseje. 

^^^^H               nue  llegue  d  ser  la  foriuna 
^^^^^H               de  don  Alvaro  de  Luna 

y  este  casa  miento  deje. 

ótie  es  lo  que  le  esii  mejor. 
A  don  Alvaro,  dé  oídos, 

^^^^^P                (an  poderoso  en  Castilla, 

^^^^^m                que      tolo  baste  A  casar 

de  EsTÚñiita,  que  et  Jutiicia 

^^^^H^                i  Vuntira  AKcza  con  quien 

mayor,  y  tiene  noticia 

^^^^^B               no  es  hija  de  Rev,      es  bien 

de  los  tratos  conocidos 

^^^^H                (pues  me  llego  adeclararj 

que  tengo  con  Portugal, 

^^^^^1              que,  cuando  lo  contradice 

y  lo  que  en  casarle  medro; 

^^^^^1               la  castellana  nobleza 

i  don  Enrique  y  Ü.  Pedro 

^                  solo  por  íl,  Vuestra  Alteza. 

(que  me  lUman  desleal] 

V                           estas  bodas  solemnice. 

como  A  Iniantesde  Aragón, 

H            Ret.          La  inranla  doAa  lubel 

oiga  lambiCn,  y  no  pase 

■                          es  (pues  en  eso  advertís) 

por  conciertosí  ni  te  C8»c 

^^^                      RÍcia  ilustre  del  do  Avls 

en  virtud  de  mi  elección; 

^^^ft                       rej  de  Portugal,  de  aquel 

que  cuando  sin  hijos  quede 

^^^^^              que  en  Aljubanoia  un  día 
^^^^^■t             a  Castilla  destrozó. 

(por  no  casarse)  aquí  esiá 
don  Enrique,  en  quien  tendrá 

^^^^^H              y  con  tu  esfuerzo  borró 

prenda  queá  Castilla  hciede. 
Donde  nsisie  su  persona 

^^^^H              manchas  de  su  bastardía. 

^^^^^^B                Mas,      va  á  decir  verdad, 

no  hace  falta  mi  presencia; 

^^^^V               y  vecs  que  por  iodo  paso. 

déme  su  mano  y  licencia. 

^^^^^L                por  don  Alvaro  me  cato 

retiraréme  i  Escalona.                              ' 

^^^^^H             mas  que  por  mi  voluntad: 

Rey,         En  vos  se  ha  comprometido 

^^^^H             ouicTOlc  bien  y  no 
^^^^^^^               decirle  á  cosa  de  no. 

mi  voluntad.  Condestable: 

murmure  Casulla  y  hable. 

H^             EcatouE.  Ninguno  A  su  Kcy  ca^o, 

que  si  por  vos  he  venido 

i  Itadajoz  i  casarme.                                I 

H                              guardando  lealtad  y  fe. 

H                            por  su  cicccidn  solamente. 
H            Pbwo.     Ni  «eeÜRC  la  mujer 

y  porque  agradaros  trato 
íXn  haber  visto  retrato 

H                               por  ajcnu  parecer. 

^^^       Rm.         Cuerdo  es  Alvaro,  r  prudente; 

de  la  Infanta,  ni  mfttfmarmc 

de  su  hermosura,  ó  su  edad. 

^^^H                          no  hará  cosa  que  me  c-(I¿, 

no  mis  de  por  daros  gusto,                     1 

^^^^^^                 primos,  mal  el  Condestable; 

■irme  esii  mi  voluntad. 

^^^^^L                pero  rigor        notable. 

Por  vida  de  vuestro  Itey 

^^^^^H               que  antes  que  cuenta  me  dé 
^^^^^B              oc  estas  bodas,  las  concierte 

que  os  desenojéis. 

Al  V  ABO,                               Selor, 

^^I^V              con  el  my  de  Portugal. 

el  ausentarme  es  mejor. 

^^^^nPiDBO.     jY  no  le  esiari  eso  mal 
■                           i  Vuestra  Alte/a.si  advierte. 

que  no  os  guardo  «mor  ni  l«y. 

lues  contra  mi  os  aconsejan 
os  tres  que  me  han  calumniado, 

H                              lo  que  don  Alvaro  tiabri 

H                              de  esos  conciertos  sacado? 

no  he  de  andar  i  vuestro  lado 

H            ExiiigiiE.  Yo  se  ouc  no  lo  ha  tratado 
H                            en  va  loe. 

mientras  ellos  no  le  dejan. 

EsTÍifi,     A  no  ejiar  el  Rey  delante 

■             Rkv,                      Ello  es  hecho  yt. 

y  respetar  este  puesto... 

H              Enrioi;k.  Bien  se  puede  dcshncer. 

Rir.         JuMícia  mayor  ^qué  es  esto? 

^^^       BbT.          Si  que  don  Alvaro  dió, 

ENH141JE.  Voos  buscaré. 

^^^B                        por  m!,  no  piieiieser,  nn: 

Bey.                                  Paso,  Infante, 

^^^^^^                quien  mí  amigo  inienie  Mr 

salid  los  tres  de  mi  corte. 

JORNADA   PBMERA 


497 


E.HRtgtic.  A  sslif  de  la  tealiMl 

con  quv  Vuc^ira  .Majestad 
obliKN  i  que  me  rvpurte. 
yo  inii  ai^iavius  vcimím; 
pero,  oca»i¿ii  habed  «l^una 
en  quc'  quite  du  c&a  LU(1« 
Vuestra  Mainud  la  cara. 


Íla  pon^n  en  la  r4i¿n. 
.ur 


EsTÚfl.     Luna  c:fi  breve  menguaréis: 
quejiuctto  que  Ikna  os  vcí«, 
ctláueii  opoviciún.      irdnx/ui  ti«j 

ESCENA  XII 
Sale  n»a  Pkoilo  Gik4ii  — Dicmo*. 

P.  Girón.  .Man<l«,  señor,  V'ueiiia  Alt«u 

(Olios  lüi  grandes  salir 

si  iknsndc  ie>:ibÍT 

Ja  Reina,  que  i  entrar  cnipieía 

cnCi&li'la,  y  ya  cíurá 

en  el  rioqu«(íivÍcIe 

los  reinos. 
Rar.  Si  es  bien  te  olvide 

este  wmimiento  ya, 

id,  Alvaro,  i  recibilla; 

no  riñamot  más  los  dos; 

andad  y  llevad  con  vos 

los  lilulos  de  Castilla, 

que  porque  estemos  en  paz 

y  vos  parláis  i;omo  es  jusio, 

que  os  llame  su  donde,  gusto, 

Sanlisteban  de  Gormáx. 
Ai.VAMo.  Besaré  estos  pies. 
Bity.        iTiéattt.i  No  es  bien. 

cuando  los  brazos  os  doy, 

que  mis  pies,  aunque  Rey  soy. 

encima  U  Luna  est¿D. 

(fiueU  Alvaro.) 


ESCENA  Xlll 

Dtcnoi,  mfiiúi  non  Al  tako, 

P.  Girón.  Favor  y  dicha  notable. 

Rbt.        Contra  las  leyes  de  amar, 
don  I'cdro.  me  lio  de  casar, 
á  elección  del  Condosiable: 
y  aunque  e]  suyo  es  lan  conforinc 
Y  tan  ajustado  al  inlo, 
que  de  i\  estas  cosos  fio, 
manda  el  alma  que  me  informe 
de  quien  su  due^o  ha  de  ser. 
Don  Pedro,  ,:es  Isabel  bella? 
¿Eí  discíetal''^Podréen  ella 
mi  sosiego  cnireiencr? 

'.  GiBÓH.  Dos  reir.iios  traigo  aquí, 

que  ha  podido,  ^ran  scAor, 
el  uno  pintar  amor, 
y  la  Icaltat!  i^uc  hay  en  mi, 
el  otro;  ésic  ct  de  la  Infanta: 

(Ddt(  uiio  (tr  fu  Jfi  ritralM.) 
Vuestra  Msiesiad  le  vea 
y  la  valtmíaciua 
que  se  aircviú  i  copia  tanta. 

Rbt.  Si  Iguala  al  onptial 

fsta,  que  al  sul  mismo  agravia, 

COMEDIAS  DE  TIRSO  HE  UOLINA. — TDKO  I, 


ya  el  Riifx  ralló  <5e  Arabia 

va  enriquece  á  Portugal: 

bella  mujer. 
P.  GrKÓlt,  ;Aj-  de  IllH  lApartt.) 

Los  retratos  he  trocado: 

el  que  es  hermoso  traslado 

de  doña  Ikalrií,  le  dí. 

j^ui  haré?  i.t  H )  Adviene,  jiran  se- 
Rey.        Don  Pedro  C¡r6n  y«  advierto,    liíor  . 

que  si  me  ha  vencido  muerto 

tema  vivu  al  vencedor. 

No  sale  en  su  hermosa  cuna 

mis  bello  el  cuarto  pluneta; 

cIccL-ión,  al  Tm.  discreta 

de  don  Alvaro  de  Luna. 

Tan  perdido  estoy  poríl, 

2ue  SI  oriftiiinl  no  hubiera 
en  nada  se  pareciera 
i  esta  imat¡er)  mi  Isabel, 
aunque  3U  amor  perdonara, 
i  pesar  de  su  hermosura, 
adorando  esta  pmiura 
con  el  naipe  me  casara. 
P.  GiaÓN.  (Bien  mi  amor  hasaii5rccho!f,tp«rr«;. 
jBicn  á  la  Reina  obligado 
y  con  et  Rey  informado 
muy  bien  su  panes  be  hechol 

Siuiérole  desensartar 
c  que  is  de  doña  íieairii, 

que  amor  tierno  en  la  raíz 

no  ts  difícil  de  arrancar.        íaI  llfy.) 

Considere  Vuestra  Alteza 

que  este  retrato... 
Rev.  Ya  sú 

que  me  pediréis  que  os  di 

el  porte  de  eiia  belleza. 

Marquiis  de  la  Mola  oS  hago. 
P.  GiaÓN.  Advtena  que  no  es  raión. 
R»v.        Diréis,  don  Pedro  Girón, 

que  con  escaseza  os  pa^o. 

Nunca  el  amor  es  avaro, 

y  mis  cuando  es  el  amor 

de  un  Rey  como  yo.  Señor 

sois  de  ViUacscusa  de  IJaro, 

y  si  esto  os  parece  poco, 

pedid,  que  má>  se  os  dari. 
P.  GtRÚN.  iQué  remedio^  E\  Rey  está 

pür  mi  purtuiíuesa  loco: 

pero,  advertirle  conviene 

el  engaito  en  que  le  he  puesto. 

ScAor,  la  verdad.         tsmat  mnUa.) 
Rbv.  jI^uí  «s  esto? 


ESCENA  XIV 

Don  Al(»o.— Diobi. 

Alvaro.  La  Reina,  gran  Señor,  viene, 
y  entra  ya  por  la  ciudad: 
salgámosU  i  recibir. 
P.  GutÓH.  jQu«  no  me  hn  querido  oirl 
Rev.         Si  ijtuala  i  vuestra  beldad 

bella  imagen,  vuestro  dueAo, 
conquiste  don  Juan  segundo 
(para  que  os  le  ofrezca)  un  mundo 
porque  mi  reino  es  pequeüo. 

(fani«(iso«id«n  f>«>Uo GirAa.) 

33 


4ít8 


nOftA  BEATRIZ  DE  SlLVk 


ESCENA  XV 


^Tan  pftsiD  ha  enicrncciiio  una  pintuia, 
<1<I  Rey  d  corazón,  que  fué  díamartlcr 
^Llbrc  en  un  ptinio,  en  otro  ciego  amante? 
jY  }o  por  detcuidftdo,  un  ventura? 

Pero  amor  (cuando  lle^a  á  coyuntura, 
introduce  su  foima  en  un  instante 
j  obra  ]i  votuniad,  %¡  ve  delante 
el  objeto  tÍKti  de  una  hermosura. 

^Que  haya  podido  hacer  tan  grave  daño 
el  tru;«o  de  un  papel  pinado?  ¡Ah,  cielos) 
Y  que  yo  en  el  remedio  ignore  el  modo. 

Pírder*  6  mi  Heatri^,  vefi  mi  cngar\o 
rl  Rey  don  Juan;  tendrá  la  fteina  celos 
y  yo,  inocente,  paftarélo  lodo. 

ESCENA  XVI 

Sa¡4ti  inruta  parir  la  niin*  y  noAi  KNATlixyaMin- 
f*»amlinli; }■  par  la  úira  ti  Kii  y  lat  luyat.— 
Dio*. 

Rgy.        Vuestra  Aliexa  ha  enriquecido 

M  (ton*  Bctirii.) 
mi  Castilla;  y  pues  en  ella 
reina  sol  de  luz  tan  bella, 
día  es  yt'v  noche  ha  sido. 
Lisoniero  habla  creído 
que  era  con  voi  el  pincel, 
y  haciendo  cielo  un  papel 
consolaba  vuestra  ausencia. 
Mas  va  it  la  diferencia 

3ue  hay  de  Isabel  á  lubel. 
ella  es  Isabel  piniada, 
pues  mi  libertad  cautiva; 
pero  con  Isabel  viva 
será  sombra  inanimada. 
Elección  bien  acertada 
de  don  Alvaro  d«  Luna, 
para  mi  amor  oportuna, 
j-  este  hemisferio  etpBrtoI; 

Íues  fué  bien  que  de  tal  sol 
uera  tercera  la  luna. 
BsATRiz.  Mire,  sefior,  Vuestra  Alteza 

que  nu  soy  la  Reina  yo, 

i-uesira  esposa. 
Rkt.  ^Cómo  iw>? 

P.  GiRÓK.  Aquí  mi  peligro  empieza. 
RlT.         Don  Pedro:  ^dc  esta  belleza 

este  retrato  no  fui? 
P.GiaÓN.  No,  señor,  que  le  lroqu¿ 

cuando  turbado  os  le  di. 
RtT.         Tarde  en  la  cuenia  cal:        lA^ári*.) 

mal  remediarme  podré. 

Vuestra  Alteza  me  perdone, 

(A  la  K«>Baj 

qnei  tanta  luz  deslumhrado, 
no  e%  mucho  me  haya  engañado 
la  que  delante  me  pone; 

J  porque  mi  yerro  abone 
Ule  que  en  exia  ocasión 
conjeture  mi  elección 
(aunque  averitonzada  e»ti} 
¿qué  tal  la  Iteina  será 
Si  lates  sus  damas  ion? 


ls«aKi..     No  tí  nuevo  adorar,  seBori 
1  Rfesiión  {vendo  al  lado 
de  Alejandró)  el  que  ha  lUigado 
por  la  presencia  el  valor; 

Íuc»  haciendo  este  iavor 
dolía  Beatriz  hermosa, 
diré  (sin  estar  celosa) 
que  VuesiiH  Alteza  acertó; 
pues  doña  ilcatrii  y  yo 
somos  una  mUma  cosa. 
Rbv.         Di«creia  habéis  satisfecho 
mi  inadveiiencia,  vo  sé 
como  os  desagraviaré. 

i  A  doa  Pedro  aparii 

|Ay  don  Pcdroí  ^Qmí  habéis  hecbi 

aposentóse  en  mi  pecho 

doAa  Beatriz  (auc  sosiega 

de  mi  amor  la  llama  ciega) 

y  A  Isabel  de)o  burlada; 

que  el  almo,  como  es  posada, 

se  di  al  primero  que  llega- 

Venga  Vuestra  Majesiad. 

|Ay  engañosos  despolos        (Aparta 

que  del  modo  que  los  ojos 

me  lleváis  ta  voluntad.' 
P.  CtaÓN.  (A^rU)  Celoí.  desde  hoy  castigad 

mis  descuidos  con  desvelos. 
pExetRA.  Si  i  Beatriz  ama  et  Dev  jcietust 

jqué  hari  úuien  viene  á  servilla? 
IsAaSL.      Basta:  que  nc  entrado  en  Castilla 

por  la  puerta  de  los  celos. 


JOKNAIM  SEGUNDA 


ESCENA  PRIMfvRA 
Saltt  odIii.  ISut»i>  y  uoli  lnOa,  4«ma. 


BiATait 

rNfcs. 


Bkatiux. 
IȒs. 


Bkathiz 


Beatriz 


Alegre  está  Tordesillas. 

Si  en  csta>  bodas  ha  sido, 

entre  ciudades  y  villas. 

soto  el  lugar  escocido 

del  Iley  jqut  te  maravillas? 

¡Bravas  fiestas,  diestras  caAa&, 

valientes  toros! 

Los  hijos, 
(Beatriz)  de  tas  dos  Ktpaítaa, 
aun  hasta  en  los  tt^fKi)at 
u  entretienen  con  naxaflai. 
jKn  Ün  tenemos  lorneo 
rtt»  nuche? 

I>el  amor 
que  te  tienen,  noble  empleo: 
pues  dando  á  tantos  Tavort 
tan  repartida  te  vto, 
que  le  juzgo  enamorada, 
y  no  sé.  en  particular 
si  lo  estás. 

Todo  me  axrada, 
y  á  todos  quiero  igualar, 
y  no  me  enamora  nada. 
A  don  Pedro  disie  un  t;uante. 
Es  l'ercira  y  mi  pariente: 
portugués  en  lo  constante, 


^^^^^^^^^^^^^^^^^   . 

SECUNDA                                                     499             ^H 

^^^F             en  lo  airoso,  en  to  valiente 

BitATati.  Todo  lo<queescosa  afena                         ^^M 

y  Portu|(uís  en  lo  amante. 
_  Inís.          En  Catitlln  ^ti  par  li 

engendra  apeiliu  en  mi.                            ^^M 

En  viendo  en  otra  una  gala.                       ^^H 

bien,  por  fucrxa,  ha*  de  quererle. 

luego  por  flU  me  muero                            ^^H 

BaATniz.  Quiérale,  Inés,  asi,  ni. 

hasta  estar  de  envidia  mala;                       ^^H 

lo  que  baiu  i  c  ni  retenerle. 

al  que  desdeñaba,  quiero                         ^^H 

pero  no  i  ulir  ¿t  mi. 
In£».        ^t  eso  e&  verdad,  no  has  andado 

si  otra  llama  le  regala.                             ^^H 

Mira  tú  de  quí  maticra                            ^^H 

grata  i  ^u  mcreciniícntu, 

suftiri  mi  ingl¡naL.-i6n                               ^^H 

pues  le  has  con  alto  igualado. 

i^uc  lo  que  quieres  no  quiera.                     ^^H 

Bkatrii.  ^Cómo^ 

ls£s.          hsa  es  común  condict><n                             ^^H 

Inís.                      a  don  I>ÍC|io  Sarmiento 

y  no  eres  tú  la  primera;                           ^^^H 

el  otro  Ruante  )c  h»  dado. 

pues  que  ludas  la  heredamos.  ^^^^^1 
.Mas,  las  que  nobles  nacimos,  ^^^^H 
(cuando  amistad  profesamos)                    ^^H 

BuTftii.  pidióle  con  cortesía: 

es  iiUMtecattelInnij 

,                   y  Cuando  calzuda  vía 
la  iMiaá  la  otra  mano 

Con  cordura  resistimos                                ^^H 

lo  que  necias  ^tescamus.                           ^^H 

envidiosa  íccoria. 

Beatriz.  Ahora  ti^ci,  yo  le  prometo,                        ^^H 

fl .  Ints.         El,diin  D¡e;;o  ci  por  extremo. 

tlo&a  \aii,  hacerlo  as);                                 ^^H 

iln                        V  si  «n  lal  Sarmiento  r«i 

llamas  de  amor,  va  ic  temo. 

y.  sólo  pur  tu  respeto,                              ^^H 

olvidarle  detde  aqui.                                    ^^H 

BsATRia.  A  Ules  llamsí.  \fíH. 

[sfcs.  jNo  le  has  de  dar,  en  efecto,  ^^1 
favor  paia  e^ie  torneo?                             ^^H 

caljíntoroe  y  no  me  quemo. 

.  lufa.         Creólo,  puet  ic  divreile 

ElrATRiz.  Ni  para  liesia  niri);una.                                 ^^H 

don  Luikde  VelM\co. 

lttt\.         Voymv.  pues,  qui'  hablar  deseo                  ^^M 

Beatriz.                                    Sabe: 

ilion  Aliato  de  Luna.                              ^^M 

.    tiene  alma,  es  ftallanlo,  ei  Tuerte; 

A  don  l'evlru  vcmr  veo.         (Aptnt.)          ^^M 

por  lo  secrcio  y  In  \ifxte 

Es>:on>J  dj  t^iticro  ver                                   ^^H 

emrc  dunas  tcnd'i  íiicnc. 

si  <sia  _purtutiucsa  sa6e  ^^^^H 
cumplir  cpn>o  prometer.                     .^^^^1 

luti.   ■      Tsmb^ín  ni^isirasic  largueza 

en  lavoxe.erlc. 

'^^^^^H 

BaATRiz.                          SI. 

que  es  mucha  su  tteniítc»: 

ESCENA  II                                 ^H 

y  como  lo^  (;uinlet  di, 
fui  d  pi'dirB  In  cabeza 
;                         tina  llor  de  mi  tüc*do. 

Sdtf  D.rMAO  flrfáir — t>ioaM.                              ^^H 

P.  GmÓH.  ,A  0*  dtaiiii.i  No  tiene  por  cosa  finvt         ^H 

'        tttti.         Kn  fin,  ^Tia  de  tía.  íavorn 

el  que  es  rico  mantener                             ^^M 

i  toJu  lu  amante  agr^tlo.^ 

su  ísiiiiüa  coa  su  casa;                             ^^H 

-  Bbatíiii.  Ouc  nuicrtA  gmnies  y  (lores. 
danlv>í  Ui  (icndji  y  el  prado; 

misal  que  (cuando  le  importa)                 ^^H 

la  loriuna  Iccsncasa,                                 ^^H 

nu  tic  (le  se'  yo  mcno^  que  eltus. 

V  dái>dOle  hacivnda  corta  ^^H 
le  da  lus  nifna\  sm  tasa,                            ^^H 

luis.         En  no  tiiMeiíklo  nial  quedar, 

pidítjslo  i  tus  rsbcllos. 

{(¡uaiatúle  en  rltiur                                         ^^H 

BiATPií.  Noi  \nis.  que  no  ha  de  llevar 

CO'iiTii|{i).  á  quien  hace  aposta                   ^^H 

mi  Biivii)  nadie  pi.r  ellos. . 

hO}  el  lie;  riunicneduf,                               ^^M 

iNás.         ^  Con  loJo\  f;etveral. 

si  para  a>  ÚJa  de  ¿usta.                                  ^^M 

pi'fquc  unsi  KÍiiiz,  conserves 

no  os  :iiére:tCo  al|túti  favor.                         ^^H 

tu  inclu^iiciún  liberal. 

BeATRiz.  '.orféis  vos  por  otra  cuenta;                     ^^M 

CuTi  lal  qui-  uiii)  me  reserves, 

dama  hay  un  Palacíi>.  rica,                          ^^H 

que  no  me  psrecc  mal 

qui'  mti  rile  lie  ros  inteni*                               ^^H 

y  me  da  con  ocasión 

con  el  favur  que  publica                              ^^H 

celos  de  ti. 

r  en  vuestro  ni>mbre  alimenta.  ^^| 
'edidla,  don  Pedro,  vos                            ^^H 

Bbatmiz:      .         ■  ■■  No  me  espanto 

ijiiujén  etí 

para  esa  empresa  favores,                         ^^H 

tsfes.                         Don  Pedro  Girón. 

quf  in  la  Curte  de  Amor,  dios,                     ^^H 

BrxTmz.  .¿Qué  dices? 

nadie  sinc d  dos  sciíorcs,                          ^^H 

iKti.                           Quiérolo  tanto, 
que  le  he  dado  et  LOrazún, 
^ATPtz.  Como  fuera  f:sviUn 

tira  gajes  de  dos.                                       ^^H 

P.  Gir6n.  Es  muy  cortx  tiempo  agora                        ^^H 

para  pirde;  tcsp linderos.                              ^^^^ 

bten  le  dábanle  cr.met. 

puf  ser  va  del  turneo  hora;                         ^^^| 

Don  Pedro  e»  cucnlo  y  galin. 

sdl"  podrí  cierta  naceros,                         ^^H 

y  yo  (solo  pur  saber 

que  siendo  vos  i>il  scAora                            ^^H 

quecelus  pena  le  da-i 

no  se  sujeta  mi  amur                                 ^^^ñ 

aunque  te  igualé  tiasta  aquí 
con   os  mrusjes*  pena 

i  (Jiro  duolío.  ni  otra  ley;                       ^^^H 

porque  es  tasallo  traidor                       ^^^^H 

hedeaumcniaT, 

quien  conoce  más  que  i  un  ref             ^^^^| 

'  luis.                               ^Cómo  aslf 

y  sirve  mis  que  i  un  seAor.                 ^^^^| 

^^^H           ^                                                    DOÑA  UEATRIZ                                                                   ^^^| 

^^^^H                   Y  mi  pilabraos  empcflo, 

pues  que  la  adoren  proctira    ^M 

^^^^H                     que  mi  «pcranzB  creciers 

el  cayado  y  )«  corona.              ^M 

^^^^H                     si,  en  (e  del  amor  que  cnteiío. 

Como  es  doña  Beatriz  bella,     ^B 

^^^^^B                     íüUmciiie  yo  os  sirviera. 

porque  iJolatien  en  ella           ^B 

^^^^^^                     pue^  voi  sala  lois  mi  dueño. 
^^^^H                     M>i  Jcscus  excusados 

ninguna  ocasión  perdona;        ^M 

á  ludo  hombic  de  Im porta nct4^B 

^^^^H                   dan  materia  ú  mi  temon 

admite  y  hace  favor:                  ^| 

^^^^H                   pues  ya  advienen  mis  cuidados 

no  se  llamará  éste  amor^           ^M 

^^^^H                   que  ha  de  ser  uno  el  sedor, 

mas  llamarásc  arrogancí*.        ■ 

^^^^^B                     p<ro  muchos  los  criados- 
^^^^H                   En  scflo  vuesiro  me  empleo; 

Desde  el  pumo  que  entró  aqul^^" 

(ya  sea  por  cosa  nueva. 

^^^^H                     mas,  pues  sin  favor  me  vo}'. 

va  por  hermosa)  sc  llera  ^í 
las  voluntades  tras  s¡.                ^H 

^^^^H                     y  en  vos  novedades  veo. 

^^^^F                   Hn^irí  que  enfermo  evioy 

Y  en  fe  de  esto,  ni  nos  precia  ^H 

^^m                            y  quedará»  el  (orneo.      (o»Urt*tir.> 
^^^^^       UsaTRiz.  No  auicra  [>Íot  que  por  mi 
^^^^ft                      pierdu  el  f'alacio  .tu  tiesta: 

ni  át  palabras  que  da                ^H 

hace  cuenta;  ibien  esiál            ^H 

Todaconliaiua  es  necia           ^M 

^^^^H                      volved,  no  os  panáis  as!. 

Yo  vengarf  los  desvelos           ^| 

^^^^B                   que     tan  curo  inc  cuesta 

con  que  burla  mi  esperanza; 

^^^^H                   cumplir  to  que  prometí, 

que  en  la  mujer  no  hay  venti'tua 

^^^^H                   por  mejor  lengo  agradaros 

como  la  que  dan  tos  celos.       ^ 

^^^^H                   que  triste  el  Palacio  est¿. 
^^^^H                   Don  Pedro,  ^'q^é  podrí  daros? 
^^^^H                   BuKando  estoy  y  no  sé 

■ 

HSCENA  V                   fl 

^^^^BF                     S'  h'  <Ie  hallar  con  que  agradaros. 

Salt  ti  aiT  noN  luiui.— DicKa.        ^^M 

^^^^K                        Ahora  bien,  inconvenientes 

^^^^K                     contra  amor  no  han  de  bastar. 

Rey.        Yo  os  adoro  Silva  bella:           ^M 

^^^^H                     decelus  impertirte  ni  es; 

fácil  en  el  alma  enttasies;         ^B 

^^^^H                   ni  sin  causa  os  quiero  dar, 

tras  vos  la  pueru  cerrastes;     ^B 

^^^^H                   don  Pedro,  este  mondadientes. 

mal  »t  echara  por  ella               ^1 

^^^^H 

de  la  Keina  la  hermosura,         V 

^^^^H                   oue  es  la  voluntad  notoria 
^^^^^B                      de  una  dama  i  quien  hacéit 

que  aunque  abrir  ha  procurado. 

no  puede,  que  babfis  dejado 
la  llave  en  t  ;:efradurs. 

^^^^p                    objeto  de  vuestra  ftlofia. 

^^^Bl                     y  os  le  dor  porque  saquíis 
^^^^K                      reliquias  de  a  memoria.           rv««.) 

luis.        SeAor  ¿qué  endechas  son  esas? 

Rey.         Tan  crueles  como  vanas;         ^H 

esperanzas  castellanas              ^B 

^^^1                            ESCENA  111 

secan  penas  ponuKuesat.         ^B 
In£s.         La  Reina,  nuestra  seitora,        ^H 

^^^^^H                                   pKoaa  Giaoa. 

la  portufiuesa  será                   ^M 

que  os  suspende,  claro  está,     ^B 

^^^^^         ¡Oti  premio  rico,  que  i  perder  provoca 

que  aunque  i  vuestra  alteza  ao9l 

^^H             <1  »'so  del  dichoso  que  te  ¡ilcanzat 

por  mis  que  llegue  á  gozar 

^^H             Pues  si  enloqiiKc  una  desconfianza, 

cuando  su  amor  le  conceda,  ^_ 
en  lo  amado  siempre  queda  ^B 
mucho  mis  que  deícar.             ^" 

^^H             también  el  goio  vueUc  una  alma  loca. 

^^M                 Ya  la  sentencia  mi  temor  revoca. 

^^M             pues  i  pesar  de  celos  y  mudanza, 
^^M            Beatriz  (por  sustentar  vos  mi  esperanza). 

Rky.        No,  doña  Inés,  que  aunque  Rana 

en  el  alma  (que  ad^ralla            ^^ 

^^B             os  lo  habéis  hoy  quitado  d«  la  boca. 
^^B               Ha(!a  flecha  de  vos  el  rapaK  cie^o; 
^^B            báculo  sed,  en  que  mi  dioa  estribe. 

jura)  puede  ser  vasalla               ^B 

de  qUicn  me  abrasa  la  Reina.    ^B 

Imposibles  de  palacio                 ^M 

^^B            vara  en  mis  celos,  id  á  roducillos. 

y  sospechas  de  kabel  ^^^H 
nacen  m¡  amor  mis  cruelf^^^H 

^^B                LoAa  de  amor  con  que  aliíiis  mi  fuego, 

^^H             puntal  de  su  edificio,  que  amor  vivo 

^H            (como  es  rapai:>  en  casas  de  palillos.       (Vatij 

dándome  muerte  dcipaciou^^^Bj 

Yo  quiero  bien  á  una  datn^^^^ 

con  quien  haMar  puedo  mal;        , 

^^^m                                    IV 

mtlaftro  de  Portugal,  ^m 
mis  hermosa  au«  su  famt;  ^H 
V  vos,  dolía  Iivcs,  podéis  ^H 
fiacerme  á  mi  harto  favor.       ^H 

^^^^^^^B                                                    ini% 

^^^^^P                    Si  en  palabras  portuguesas 

Inés,        jEs  djiU  Beatríi,  scrtorf          ^" 
Rey.          Nocs  muchoque  lo  accrtds: 

^^^^^P                      no  hiiy  mi.t  que  esto  que  fiar. 

^^^K                      bien  sé);uia  puedo  estar 

que  con  eso  me  ndrerth 

^^^H                      de  amistades  y  promesas. 

oue  en  la  enríe  no  hay  belleza 
<li)(na  de  la  real  Kiandeza,          ^i 

^^^^b                     Ariúginie  es  la  hermosura; 

^^^^H                   dccll«  Si-ncca  decia 

fueta  de  la  que  decís;                 ^H 

^^^^H                     que  es  patiedeidolalda. 

y  pues  diiendidLi  y  fiel        ^^^| 

lORNADA   SBOUMOA 


vuestra  discreción  me  obliga 

1  Quc  mis  penas  os  <figa, 

dMla,  Inés,  csic  papcH  (MuU) 

Decid  que  la  amo  inñnito, 

y  ¡ijue  si  muerte  mo  ha  dado 

(fi  solo  un  papel  pintado, 

me  dé  vida  en  oiro  escrito.       (Vattj 

ESCENA  Vr 

i)ofl*  fuá*. 

Tjúdo  oiicio  a  principal 

mpAlacio,  mnlfir  puedo; 

pues  por  mano  del  Rey,  quedo 

dciár  hoy  portetccra  rcaí. 

A  saber  doña  RcBtfiz 

8uard<it  pHlabrsí  que  dio 

y  no  estar  celosa  y'>. 

suerte  luf^rarn  fciíz. 

Pero  la  cnvítiiaciuel 

en  ven(i>nc  se  resuelve, 

j  mis  agravios  envuelve 

en  este  amante  pupel. 

Pues  no  et  bien,  cuando  hace  alarde 

del  eRiiju  que  en  mi  labra, 

que  <)uien  no  guarda  palabra 

quiera  que  yoamítladguardc.  (Koif.) 

ESCE.NA  VII 

5dl«n  DOH  Paooo  Persira  y  aoM  Oíano  ¡Ummkiito. 

PtREiRA.  Habíisme  de  hacer  merced, 
seftor  don  Die^o  Sarmiento, 
de  mudar  divertimiento. 

DiEOO,      ^Y  el  por  que? 

ÍpBBBiBA.  ¿P-i  por  qu¿?  Sabed 

oue  ha  un  año  y  mis  que  se  humilla 
.  i  amor  mi  altiv'»  cerviz, 

I  y  que  por  Joña  Bcattix 

de  Silva,  asisiu  cti  Castilla. 
Que  se  funda  mi  aticián 
sobre  antiguo  parenlcscOi 
y  que  si  su  amor  mercico. 
con  una  dispensación 
darí  al  conyugal  decoro 
perfección  má-t  excelente, 

3ue  el  amor  (cuando  a  pariente) 
icen  que  ti  axul  sobre  oro. 
Paga  mi  lealtad  mi  prima, 
visiome  de  sui  colores, 
h Íceme  honestos  favores, 
versos  que  la  escribo  estima; 
y  aunque,  libre  de  des  vetos, 
con  esto  pudiera  estar, 
como  en  maicrin  de  amar 
son  ponuKuescs  los  cetos, 
«I  sol  me  los  dd,  por  Dios, 
no  es  bien  que  los  aumentfis, 
si  i  caso  no  pretendáis 
q^ue  nos  matemos  los  dos. 
Dtu*.      No  poco  siento  el  pesar 

que  os  doy,  que  sois  cortesano: 
pero  no  está  ya  en  mí  mano 
amar,  ó  dejar  de  amar. 
Pretendiente  más  moderno 


soy.  que  vos,  de  esa  beldad; 
mas  no  vale  antigfledad 
en  las  pla»s  d«  amor  tierno: 
ni  por  aAos  se  averigua; 
que  amor  constante  y  leal 
no  es  boda  de  colegial, 

JiK  bonra  mis  por  mis  antigua, 
lesde  qiM  doAa  Beatriz 
d»ó  nueva  luz  A  Castilla, 
logré  empleos  de  servilla; 

;'  mi  espernnxa  Tcliz, 
coa  et  mismo  fundamento 
que  vos)  prome^ax  me  da, 
que  de  dos  almas  hari 
una  sola  el  casamiento. 
Si  en  el  deudo  no  os  iijualo 
consuélese  mi  aikión, 
en  que  no  hay  dispensación 
á  donde  no  hay  algo  malo; 
y  asi  vuestra  prima  loma 
mis  gusto  (y  noev  maravilla) 
COR  amor  que  cmA  en  <~.astilla 
que  con  el  que  mril>a  en  Roma. 
No  me  d(.-sdeña  tampoco, 
íavorei  tengo  también, 
que  á  pesar  de  algún  desdén 
pudieran  *  oh  ermc  loco; 
y  asi,  si  porque  la  quiero 
rcóLr  conmigo  Inlcntiis 
(mientras  que  d  liorna  envtits 
por  dispensación)  primero 
que  venga,  hacedlo  de  modo 
que  dindome  muerte  aquí, 
pariAis  por  ella,  que  asi 
iréis  á  Roma  por  todo. 
PnsiRA.  Burlas  en  cose  de  veras 

no  las  sufre  un  potlugués; 
y,  mis,  si  la  ocasión  es 

Íor  amorosas  quimeras, 
o  soy...  Mas  la  Keina  es  iu»; 
agradeced  su  venida, 
que  la  espada  apercibida 
iba  á  daros  Is  respuesta. 


ESCKNA  Vm 

S*l*it  I.A  KiiKjt.  D.  l^iMio  tiniv  y  D.  Lvia  sa 
VKLaiea.— Dicho». 

P.  GiaÓN.  No  ha  de  decirme  de  no 

Vuestra  Alteza,  ftran  señora: 
basta  saber  oue  U  adora 
quien  de  emcajador  sinió 
en  aquestos  casamientos 
al  segundo  Rey  don  Juan. 

Ltits.        Si  acción  los  servicios  dan 
y  al  amor  merecimientos 
don  Luis  de  VcIísío  soy; 
bien  sabe  el  Re;  mis  haiaílas, 
envidiadas  porestrañas. 

Isabel.     Confusa  oyéndoos  e^Ioy. 
D«i>o  i  don  Pedro  Girón 
lo  que  sabéis,  por  tercero 
en  mi  casamiento,  y  quiero 
premiar  su  fiel  intención. 
También  hago  justa  estima 
de  vos,  y  juzgo  cudn  bien 


^^^H 

UOÑA  UEATRIZ  DE  SILVA                                              1^^| 

^^^1 

me  puede  estar  de  que  o»  den 

favores  qu«  ellos  ignuraa,       ^| 

^^^^^H 

1  Joñ*  Beatriz  mi  prima. 

Quiero  tiuardar  el  lespeio         ^H 
a  quien  rn¡  lallad  p'cm-ó;        ^H 

^^^^^M 

M4S  sieiida  una.  nu  ^i  cóino 

^^^^^^t 

contente  cui)  ella  á  dos. 

que  nunca  se  arrepioiiá           ^H 

^^^^^B 

no  tiadicndo  un  miUi^ro  Dios, 

atnor  que  estima  el  secreto.      ^H 
Doña  Bcatrix  solamente            ^H 

^^^^^^ 

puvsio  que  i  mi  csrgo  tomo 

^^B 

1^  rodaros. 

es  en  eslo  inicrísada:                  ^H 

^H 

En  (al  cuto 

csc>j)a  el  que  mas  te  agr«dtt      ^M 

^^1 

el  más  digno  p  reí  en  sor 

enire  tanto  pretendiente.          ^M 

^^H 

ha  de  salir  venccdur. 

y  ci-seestM  comp<^lencia.             ^^ 
Dicco.      Yo  quiero  eso  y  me  eiti  bien. 

^^B            P.  (iIii6n.  Alio,  por  ts»  ley  pasu. 

^H 

De  ini  sangre  gene  rusa 

liAHL.      ^Pues  amaislaVoi  también?     ^^ 

^^H 

bien  sat>c  iiuc^iu  nicii^n. 

Dicool       V  c</n  tal  correspondencia        ^| 

^H 

Cualqukra  coiiipirai:iv>n 

aue  me  iiiz^opreiciido              ^H 
i  cuantus  de  vu  afi<:ion,             ^H 

^^H 

de  esa  cspcoc,  scrA  odiusa. 

^^K^^ 

I. a  clec<:ión  de  iin  Ld.Minienio, 

si  á  vaso  ilainados  son,              ^H 

^^^^^L 

si  se  hice  con  libenad, 

han  devnvidiarmenOigidoi,  ^H 

^^^^^H 

pende  de  la  volunlHil 

remitome  1  Ih  experiencia.     *  ^H 

^^^^^B 

mi\  que  del  ciiendiinicnio. 

ISASKi..      ¡Vilote  Dios  por  muter:           ^H 

^^^^^M 

Sepa  >'u  i  ijuicn  &e  la  tiene 

que  ancha  debes  de  te  er         ^H 

^^^^^^m 

de  los  dos.  dorta  |};:atríz. 

la  voluntad  y  conc  cnciaí          ^^ 

^^^^H 

que  ¿sic  será  el  mis  feü». 
Si  aie^r  piendasconviene. 

Aliora  bi-ii;  porqac  no  niegue 

^^^^ 

vuestra  dama  oblijtactones        ^^ 

^^H^ 

dcsJeque  vino  i  Castilla 

y  la  convenían  razones             ^M 

^^L^ 

y  mi  amüf  U  t\¡ít\i>  duerto. 

cuando  n  pecíuatdirla  lICKue,     ^M 

^^^^Hi 

con  el  scmbUnte  risueño 

caJa  cual  me  dé  el  favor          ^M 

^^^^k 

mi  fe  af;railece  sencilla. 

que  tiene,  y  le  hace  dichoso;      ^M 

^^^^^^B 

Mírame  en  luJa  ucdsión. 

que-  aquél  ha  de  ser  su  esposo  ^M 

^^^^^B 

y  liesia  ha  vcnidu  i  liabcr 

aue  me  le  ettseile  mjyur.           ^H 
No  quiero  yo  quo  U  cúite        ^H 
se  alborote  caJa  día                    ^H 

^^^^^^1 

que  A  sólo  vermccorrcf 

^^^^^H 

sacú  el  t:v)eipu  dei  bakón. 

^^^^H 

y  bajando  la  cabera 

por  dama  que  es  langre  m!«.    ^H 
PcDSinA.  Como  para  eso  importe              ^H 

^^^^^^M 

mí  buena  vucru-  aprobó. 

^^^^^^M 

ctianJo  acumpuñaiido  entra 

esii  bien;  en  ette  tiuante           ^H 

^^^^^K 

en  la  Coric  h  VucMia  Alicia. 

se  cifra  ludo  mi  bi  n.                ^H 

^^^^^^ 

Sé  yo  que  i  utrn  dania  Jt  o: 

Lúa.        Y  en  estf  estriba  también          ^H 

^^^^^M 

«Si  el  entendí  miento  igua  a 

mi  amor,  hon«iUj  y  consta  nie^H 

^^^^^1 

en  el  don  Luis  ú  su  ^la 

DiEOD.      Más  le  debe  á  su  belteu           ^M 

^^^^H 

desde  hiiy  poi  i;aláii  le  etijo». 

U  fe  que  lokro  en  amarla,          ^M 

^^^^^^K 

Y,  si  no  és  e>tu  bailante 

iViáHUdttáo  lot/mM^ 

^^^^^H 

i  anieponcrinc,  scñofa. 

pues  se  quilo,  ror  premiarla, 

^^^^^^r 

i  don  Pedro,  no  ha  mi-dia  hora 

esta  ítor  de  la  cabeza.                  ^_ 

^^V 

que  laintién  me  dió  csie  guante. 

P.  GiRÓff.  La  mayor  acción  me  loca,        ^H 

^^^^^          Pl»SIIIA 

.  I>e  ese  tengo  yo  un  hcimanu. 

si  lo  que  el  amor  sublima.        ^H 

^^^^H 

(ya  que  ctcrcchus  ekCu<:ho 

celebra,  adora  y  cütima,            ^H 

^^^^^1 

en  vos  poiijef«doi  mucho, 

en  una  dama  es  ta  boca.           ^M 

^^^^^K 

que  se  lian  de  quedar  en  vano). 

Una  mano  fácilmente               ^H 

^^^^^^M 

Doña  Beaini  es  coiiís; 

suele  alcanza  la  el  amante,       ^| 

^^^^^F 

y  en  fe  ¿n  >u  urtMniJad, 

después  de  una  ñor,  ó  un  f-uanie. 

^^^^Hj 

sin  cosías  >le  voluntad, 

jPero  quien  habré  que  inicnie 
ricgar  A  su  bnc«  hermosa          ^M 

^^^HF 

con  i^nnino  portugués. 

^^^V 

se  niucstra  agradable  i  lodos 

sino  el  que  está  en  posesión       ^H 
y  %i  honra  con  el  bUsón           ^H 

^^^^b 

V  s61a  amorosa  i  mi- 

^^^^H 

t'or  tu  gusio  estoy  aquí 

y  he  sitió,  en  diversos  nindo». 

de  jbdduirirla  por  espo»?           ^H 
Pues  A  mi  (porque  concluya     ^H 

^^^^1 

^^^^H 

por  pariente  y  por  amiintc. 

competencias  pretendientes)      ^H 

^^^^^B 

su  empleo,  y  pueJo  esperar 
que  su  mano  he  de  akuniar, 

que  se  quitó  de  la  suya,             ^^ 

^^^^^H 

mé  ha  d*d:>  ciic  mondadientes: 

^^^^V 

como  primero  su  Kuanic. 

y  si  es  licito  casarse                     jñ 
dos  principes  por  poderes.         ^1 

^V          {mml. 

Tercero  compciidor 
tenemos  ^qu¿  Jkc  de  esio 

^^H 

y  aunque  muden  pareceres       ^H 

^^H 

don  Pedro  Girón? 

no  ha  el  coiKierlo  de  mu(Jarse.^| 

^H^^   P.  Ctn6N.                           Supuciio 

Juzjtad  si  es  mí  dicha  poca.       ^H 

^^^^^■f- 

que  es  calidad  de  mí  amor 

pues,  cuando  mi  amor  prcmid.^H 

^^^^^^Kr 

emplearle  en  ouien  adoran 
lan  ilustres  caballeioN, 

por  nodcfe>  me  envió                  ^H 
en  e  palillo  la  boca.                   ^i 

^^^^^v 

L 

aunque  pudiera  iraerot 

fíMuilJ. 

Jornada  stúUNl>A 


So3 


líAicL.     Kien  encsrecido  esli: 

Ui  mui:h.is  prendas  auc  té 

que  iGficis  la  propondií 

y  ella  lucKuele){i(i. 

Andad  cun  Dios. 
P.  Girón.  Vueu»  Alteza 

advkru,  que  si  no  soy 

su  esposo.  dUpuesto  estoy 

en  mudar  naiUrakza; 

desnatural  ¡zareme 

de  estos  Reinos.  (Vattj 

PsNKWA.  Yo  he  venido 

i  teñirla:  y  asi  pido 

que  Vuesiri  Alteía  leexireme 

en  favorecer  mi  luetie; 

porque  en  iiendu  de  oiro  c&posa, 

iodk>  ha  de  ser  una  cosa: 

ca!tarse  v  llorar  su  murric.      (Van.) 
LuB.         Si  esio  i  su  elección  se  d«ja, 

seguro  csiov  que  lia  de  ser 

doña  tíviUÍz  mi  mujer. 

Mas  mire  que  la  »consc)> 

Vui-íira  Alte»,  que  sabrln 

las  armas  tensar  mi  agravio.  (Vm>.| 
DiEtio.      Yu  escojo  medio  mis  sabío 

yendo  i  hablar  al  rey  don  Juan. 

parque  sea  iniercesor 

con  Vuestra  Alte»  y  con  ella. 
IsAiSL.     Como  el  Kcy  pida  {>or  ella 

vos  seréis  su  poseedor. 

y  _vo  Tivirí  sin  celos. 

Esa  diligencia  tiaccd. 
DiBOO.      Siempre  el  Rey  me  liizu  merced 

iTenídmelefiralo,  cielos!         (foM.) 
IsaKl.     BAMa,  que  tiuje  conmigo 

mi  mismo  deMM>siugo, 

del  Kcv  y  su  corle  el  fuego, 

de  la  paz  e¡  enemigo. 

Doña  Beatriz  me  ha  úuiitdo 

de  mi  esposo  U  muad, 

que  es  el  alma  y  voluntad: 

salo  ol  cuerpo  me  h>  dejado. 

Si  no  me  le  restituye 

conocerá  por  su  mal 

que  celos  de  Portugal 

no  es  cuerda  quien  no  los  huye. 

ESCENA  IX 

Saít»  tt  RvT  y  DO*  Ai.TAao  »«  I.uh^.— Dtea*. 

Ray. 
Don  Alvaro  de  Luna,  í  esta  jornada 
os  prevenid,  que  lengo  de  partirme 
i  la  tala  del  reino  de  Granada 
antes  que  pase  el  mes.  Venga  á  servirme 
el  que  acostumbra  matiiar  su  espada 
en  sanare  mora,  y  sus  hazañas  firme 
con  ella  en  los  anales  de  la  fama, 
donde  es  de  más  valor  quien  mis  derrama. 

Alvaro. 

No  quedar*  en  tus  reinos  caballero 

Íue  i.  lan  santa  ¡ornada  no  te  siga. 
.  Agar  detiierra  del  nncón  postrero, 
de  donde  hasia  tioy  al  godo,  l>>os  utiísa. 
No  en  las  guerras  civil»  et  acero 


se  ejercite,  cuando  hay  (tente  enemifta 
que  nfrecc  el  cuello  i  tan  dtvina  haiaAa, 
fama  i  tu  nombre  y  llheri»d  i  tápana. 
Cíen  hombres  de  armas  y  dos  mil  infantes 
voy  i  alistar,  con  que  servtnc  pienso.  ryoM.l 


KSCKMA  X 

Dicuot.  rntüM  oow  AtvuM). 

RST. 

Deseos  amorosos  é  insconstanics 

que  hac¿ís  que  os  peche  el  alma  y  pague  ceitso; 

si  la  paü  hace  guerra  á  los  amunies 

ni  paz  con  esta  fiucrra  recompenso. 

¡Dichoso  si  con  clU  divertido 

apago  incendios  y  i  Beatrii  olvidol 

Pero  la  Reina  es  esta.  ¿Pues  señora 

qu¿  suspensián  y  soledad  es  esa? 

ISABar.. 
Suspensa,  sf:  no  sola,  que  el  que  adora 
con  sus  deseos  amistad  profesa, 
En  Vuestra  AKeía  el  alma  hablaba  agora. 

Ret. 

Fineza,  al  fin.  de  amante  portuguesa. 
¿"i  de  qué  se  traiab«^ ¿Amor  ó  celos? 

ISAaaL. 

jCelos  de  vos?  No  lo  querrln  los  cielos. 
A  Vuestra  Alieira,  gr.m  señor,  pedia 
consejo  para  cierto  casamiento, 
que,  por  locarme  en  san);re  gustarla 
que  saliese  acertado  y  i  contento. 
DoAa  Beairii  de  Silva,  deuda  m!i, 
cuya  hermosura,  edad  v  entendimiento 
en  el  primer  lujtar  puede  ponerse, 
la  corte  trae  i  riesgo  de  perderse. 
Pldenla  cuatro  Grandes,  y  deseo 
dársela  al  uno  de  ellos  pomposa. 

No  quiera  amor  que  se  haga  tal  empleo, 
la  Reina  debe  Citar  de  mi  celosa,  (a  la  RrlnaJ 
Las  muchas  prendas  de  eia  dama  creo; 
sé  que  es  noble,  discreta,  rtva,  hermosa, 
y  dama  vuestra,  en  fm.  p<^rque  la  fama 
pueda  envidiar  tal  Reina  de  tul  dama. 
Mas  ^quiénes  piden  ese  casamiento? 

IsaBBL. 

A  dim  Pedro  Pcreira.  que  es  su  pnmo 
en  primer  lugar  pongo,  con  intento 
de  que  la  alcance. 

Rkv.  (apj 

Amor,  cómo  os  reprimo, 
lA  tila  )  Buena  elección,  discreto  pensamiento, 
que  es  ilustre  don  l'cdro  y  yo  le  estimo. 
Mas  parientes  casados  por  amores 
malógranse.  y  do  dejan  :kUcesor«b 

ISAORI. 

Esli  bien  dicho  y  yo  lo  habia  notado. 
Sea  don  Pedro  Clr&n  el  vcnluroao. 


504 


DoSA  BEATAIZ  DE  SiLVA 


KCT. 


Tengo  i  don  Pedro  «n  Aragón  estado; 
y  «unquc  lo  ignora,  e«  ya  Unce  forioto. 

h\BEL. 

Si  es  focxoio,  á  casarse  irá  forzado. 
Don  Luis  de  Velasco  »  generoso 
en  estado  y  en  sanóte. 

Rkv. 

Uarle  trato 
de  San  Juan,  en  Castilla,  et  gran  Priorato. 

Uadkl. 
No  se  podrá  cautr  de  esa  manera. 
¿En  don  Diego  Ssimtcnio  halUis  ncusa? 

Hsy. 
Es  muy  moio  don  Diego. 

ISABtL. 

Peor  fuera 
la  vejez  pifa  el  tálamo  confus». 
Amor  las  bodas  ama  en  primavera; 

K)Co  las  goza  el  que  en  vejez  las  usa. 
ofla  Beatriz... 

RSY. 

lío  me  canséis,  señora, 
que  no  gusto  se  cis«  por  agora.  (Vatt.) 

ESCENA  XI 

DoA*  t««asi.. 

Quien  en  Clausuras  de  cristal  ciretenije 
cubrir  la  luz  que  en  las  tinieblas  lleva; 
el  fu^o  tnue  la  pólvora  que  enciende; 
el  ft<izo  quien  recibe  alegre  nueva, 
eje  encubrirá  el  amor  1  quwn  ofende 
V  el  ejemplo  del  Rty  sirva  de  prueba 
i  los  celos  que  ya  vengar  presumo, 

Eues  si  es  llama  el  amor,  ellos  son  humo, 
os  imposibles  que  hoy  el  Rey  ha  hallado 
al  desposorio  dr  isla  mi  enemiga, 
sabrá  vencer  mi  velador  cuidado. 

Cor  mis  que  ciego  en  su  pasión  prosiga, 
os  celos  mi  paciencia  han  apurado; 
solicita  el  poder,  la  injuria  instiga 
i  la  venganza  que  et  rigor  profesa; 
que  soy  mujer  celosa  y  portuguesa.  (f.(er4.) 


ESCENA  XII 
Salt  DuÜÁ  lüta.^DKWi, 

Idis.        Gran  señora  ¿Vuestra  Altexa 
llorando^ 

IsanaL.  SI,  doAa  lais; 

de  mi  amor,  como  fbcgo  es 
sube  el  humo  i  la  cabeza. 
Celos,  en  casos  de  amar, 
son  humn  que  causa  enojos, 
y  con  el  humo  i  los  ojos 
claro  osiá  que  he  de  llorar. 

Ikís.        Siendo  de  quien  yo  imagino, 
i  no  preciarme  «  fiel. 


causa  fuera  este  papel 

de  hacer  algún  desatino.  (DdHirJ 

NumbrOme  el  Rey  su  cstaíeu 

(por  callar  Otro  apellido) 

que  de  rsia  suene  ha  querido 

sraduarine  de  diicrcis. 

Mas,  como  no  )u  se  ser 

Juiero,  en  fe  de  mi  Imitad, 
arle  li  Vuestra  Majestad 
novedad^i  que  leer 
con  &ne/A',  si  biendkhas, 
no  i  lo  m;r.o»  bien  empleaitat. 

Isabel.      Voluntades  mal  candan 

cobran  tu  iluie  en  desdichas. 

A  doña  Butriz  irá 

que  es  la  i^iquiciud  de  esta  corte.] 

intu        Cobre  tu  vcnt;anza  d  porte, 
pues  tanta  ocasión  te  da: 
que,  i  quiúrseie  ella  al  Key, 
yo  s¿  que  no  ?(  atreviera 
ni  ese  papel  la  escribiera. 

IsABCi..     h:i  amor  no  guarda  ley. 

(UrA  *•*!  un  retrata  vuestro  hsbCa 
yoidoíla  Bentrix)o(rec>do  mi  cr>roni, 
si  no  deshiciera  la  fortuna  lo  que  con 
tanta  razAn  dhpuso  un  engaño.  Rei- 
na os  quisiera  de  Castilla:  pero  pues 
no  puede  ser,  scdlo  de  mi  voluntad, 
ó  qutjaréme  del  pintor  que  os  reirá* 
ló  hermosa  y  no  homicida.» 

liSC£NA  .VIH 
Salt  oeflt  BK4T*it.— IMciut. 

Isabel.     No  leo  mis;  llamarme  Inís 
esta  mujer. 

Ikés.  Ella  propia, 

por  dar  i  tus  celos  copia, 
viene  i  que  el  papel  la  des. 

ISABri..      Doña  Beatriz. 

BsATRiz.  Cran  señora. 

IsASEi..     Por  tu  honor  mirar  pretendo 
y  el  mió.  En  anocheciendo, 
luego,  al  instante,  i  la  hora 
Je  la  corte  has  de  salir 
y  volverle  i  Portugal. 

BBATBtz.  ¿Qu4  causa?... 

Isabel.  Temo  un  gran  mal 

si  aquí  te  dejo  asistir. 
I.iberallsima  eres 
no  sabes  lo  que  es  negar; 
si  aprendieran  do  ti  á  dar, 
Reaifiz,  las  demás  mujeres 
nadie  de  ellas  se  quejara. 
No  es  bien  que  conmigo  estís; 
que  temo  que  tanto  des 
que  á  m!  me  salga  i  la  cara, 
yue  el  pródigo  que  sin  freno 
imprudente  y  necio  gasta, 
cuando  su  cauda!  no  basta, 
hurla,  tal  vez.  e!  ageno; 
y  tengo  una  prenda  yo, 
que  aunque  velo  por' guardarla, 
andas  muy  corea  de  huitarla. 

BcATatz.  No  entiendo  esc  enigma. 

ISAKl..  ¿No^ 


JORNADA   SECUNDA 


5(>5 


Isabel. 

BCATBIX. 
ItJtBKL. 


Ikatrii. 
hAkEI.. 


Puesto  si.qUO  t>NSU. 

Bgatpiz.  ¿a  quien 

pr¿di);a  he  dtJo  favor 
que  ponfia  .i  ñet^u  mi  honor? 

¿£)te  |tuan;e  a  luvu? 

Si; 
favorecer  es  decctiie 
á  un  caballero  puricntc 
i  quien  anoche  le  di. 
^A  un  caballcro^  Bien  dices; 
pero  ^i  dos?  Seso  ei  Iírcto. 
¿Ksic  lio  es  d  compaftero? 
¡Conuiintet  soK  tat  Itcairiceil 
Juegos  que  M>n  cortesanos 
poco  o  (en  den. 

Bien  alafias, 
puM  dando  dos  guantes  juegas 
airoumenie  á  dos  manos. 
Y,  como  pica  y  provoca 
amor,  lahur.  :iijn(]uccíc^o, 
por  si  la  búCH  hace  íurgu 
dio  csi«  palillri  lu  buca. 

iv<i  eiitiadadula  tM  /atora.) 

Al  cuarto  ha  vtslo  íu^ar, 

V  poique  pueda  ganar 

le  fias  dado  i  entender  U  Hor. 

Cuatro  los  premiado»  ion, 

y  pues  haces  cuatro  damas 

seráí  (pues  Silva  te  llamas) 

Silva  de  raria  lección. 

Mire  Vuestra  Alteza.,. 

Asombro 

haces  de  que  á  cuatro  digs, 

que  tu  liviandad  obliga. 

I^cr»,  si  al  quinto  te  nombro. 

«-quí  harás? 
BKAxaix.  Mieniras  no  me  dejes 

disculpar... 
Isabel.  Esie  papel 

el  Rey  ic  escribe,  >'  en  ¿I 

dice  línezas  herejet 

y  á  quien  mi  enojo  ocasiona 

tRaigattfaptí^ 

como  el  papel,  rasgaré 
el  alma,  \  le  comeré 
el  corait^'n.  La  corona 
que  yo  poseo,  quería 
ponrnc  el,Ft«) .  y  no  osara 
decirlo,  co'mo  no  hallara 
lugar  en  tu  fantasía. 
Villuna  ¿tú  con  el  ítcy? 
iVivcel  cklut... 
Bkatbu.  KI  Rey  bien  puede 

amarme,  sin  que  yo  quede 
por  alfjuna  causa  A  ley 
culpada,  mientras  no  doy 
color  áeic  dispar.tte. 
Vuestra  Majcsisd  me  traie 
bien,  pues  que  su  prima  soy; 
y  advierta  oue  aunque  respeto 
al  rey  don  Juan,  mi  scAor, 
y  al  reverencial  amor 

Jueilfbo,  el  alma  sujeto 
e  mi  sanare  yenerOM, 
Ut  alliveí  heredé 
y  prcsunctón,  que  no  sé 


si  estimara  ser  su  esputa. 
IsAnsL.     ^lii.'sco  medida,  *si  hablAis 
del  Hey,  (kUnte  de  ml^ 
Kse  loco  IrcíicM. 
va  >u  sé  que  te  fumliis 
én  lasalaü  que  ¿I  os  da. 
y  los  neCios  cortesanos 
á  quten,  con  livores  vanoiS, 
hechixiis.  Na  quieroya 
que  US  paitáis  1  l'oiiux«i¡ 
aquí  sabfíin  mis  enojos 
esconderos  de  los  ojos 
del  Hey,  que  \tn  agravio  rfeal 
puede  remediara  asi. 
Ábreme  esc  armario,  Inés. 

|.4»rr  un  atmariu  doitít   ontm*   doté 
Utilru.l 

Beatmix.  ^Qu¿«s  lo  que  intentas? 
IsABíi..  Que  estés 

encerrada  y  prosa  asi, 

donde  sin  respiración 

ni  sustento,  muerta  quedes; 

que  de  otra  suerte  no  puedes 

satisfacer  mi  pasión. 
Inís.         fina  seí^ota!... 
ISAaRL.  Déjame 

esconderla  desia  suene 

del  Key:  que  sola  su  muerte 

sosiei^  es  bien  que  me  di. 
]iis.         Rojjjra,  Boitriz.  por  vos 

si  supiérades  cumplir 

palabras. 
Beatriz.  Si  he  de  morir 

a<|ui.  no  sepa  (mi  Dios) 

ninuuno,  que  esta  crueldad 

pudo  en  el  pecho  caber 

de  tan  scvc'A  mujer; 

que  en  esta  conformidad 

yo  prometo,  aunque  me  muera, 

no  dar  voces. 

Cierra  Inés; 

dame  esas  Itavcs.  lOérráU.} 

Después 

que  aquesta  leimpestod  tiera 

pase,  abrirla  mandarás; 

que  es  castigo  r^iuroso. 

ii'or  vida  del  Rey  mi  csposol... 

No  jures,  señor/,  más. 

Que  he  de  tenerla  entre  tonto 

que  muerta  la  llegue  i  ver. 

jNo  ha  do  comer,  ni  beber? 

Cuma  angustias,  beba  llanto.  (Vamr.) 


ISAnKI.. 

iHts. 


ISAWU 

Ikés, 

ISAHBI.. 

IrUs. 
Isam. 


ESCENA  X(V 

Salt  »ciSa  l.tONo*,  (injHritIHc,  y  po«r  ]v*ir, 

Leonor.   En  iloma  estamos  (don  ]uan). 
Pederko,  mi  serte r. 
dignamente  Mmpcrador, 
es  un  .Marciso  ntcmán. 
Cifradas  en  él  están 
las  (;raci.>s  que  hav  repartidos 
en  geniile/us  (injii'.liis 
que  cnsa1]:a  la  aniÍRUedad; 
con  una  alma  y  voluntad 
quisiera  darle  mil  vidas. 


5t>6 


WAA  BBATniZ  DE  SILVA 


JuAK. 


Lio  MOR. 

JUAH. 


LBONOIl. 


Hoy  nos  han  de  coronar 
<en  (e  del  imor  que  encierro), 
con  U  din  itm»  itc  hiciru 
que  en  Milán  m  suele  d*r: 
■liiiereel  i'ipadiiprn^tir, 
porque  mañana  haga  igualet 
•iuü  almas,  que  liberales 
el  yugo  esperan  critiíano 
del  lálatno  soberano 
y  bendiciones  nupciales. 
Desposara nt>i  mañana, 
y  esotro,  con  real  decoro, 
nos  dari  el  circulo  de  oro 
de  la  majestad  romana. 
Tan  itoxoM  estoy  y  ufana, 
y  latí  perd;Ja  de  amor 
puf  el  Cíi^r,  mi  señor, 

3ue,  d  p-xierlo  hacer,  le  hurtara 
el  sol  la  hcmioiura  rara 
por  onrececk  mejor. 
Tnsie,  don  luán,  me  euuchüs, 
«pilaos  del  bien  que  declaro? 
A  mi  suerte  le  comparo, 
que  «I  paso  que  vos  contiit, 
¿ran  seAura,  lo  que  amtte 
i  quien  no  sí  si  os  merece. 
Se  diiminujc  y  decrece 
una  esperanza  atrevida, 
que,  entre  imposibles  fíctiÓMr 
se  ha  muerto  cuando  amanece. 
Vine  yo  amando,  ScíVora. 
esta  jóriiaJa  k  uDa  da:n.i 
que  cuanto  méí  á  otro  ama, 
más  U  sirvo  y  me  enamora. 
No  s4  SI  mi  amor  i|¡iiura, 
mas  sé  que  me  mandó,  en  suma, 
embarcar,  porque  pre^um^ 
cuín  poco  hay  de  mar  i  «m«r 
y  que  M  locura  esperar 
firmeza  en  reinos  de  espuma. 
Sobre  ella  mi  atrevimiento 
lo-Tcs  vanas  levantó: 
mas  «qué  cuerdo  edilicó 
sobtt  i»  espuma  t  e)  viento^ 
Lk-liuí  i  Roma,  vi  el  contento 

3ut  (vomo  yo  vuestra  alteza) 
a  á  otro  dui-'Ao  ku  belU-za, 
y  tn  las  consujas  que  paso, 
la  semcianza  del  caso 
ocasiona  mi  lenteza. 
jPun  en  qut  causa.  6  ratón, 
fundiis  que  esa  dama  os  quiera? 
Ln  la  voluntad  primera 
que  estriba  en  la  inclinacióa; 
en  la  comunicación 
que  en  ta  niftcz  arraigada 
crece,  de  amor  fomentada 
y  en  natural  convertida, 
suelo  andar  luque  ta  vida 
con  et  alma  acompañada. 
La  llaneza  suele  hKer 
atrevido  al  mcnasprccio, 
V  mis  (don  Juan)  cuando  el  necio 
la  Lega  mal  é  entender. 
jPor  fuerza  tiene  que  ttf 
amor,  toda  voluntad? 
Sed  buen  intérprete,  andad; 


que  ingenios  desvanecidos 
cuando  tuerv-en  tos  sentidos 
yerran  con  fadlidad. 


ESCENA  XV 
Sale  EX  Paik.-Dic>o*. 


Paje. 


t;i  Emperador  esii. 
con  la  romana  nobleza 
y  esperarvdo  i  vuestra  alteza. 
LeoNoa.    Irse  á  coronar  querrá. 

Don  Juan,  la  dama  sé  ya 

que  ami'S  (aunque  no  os  declaro 
quién  es);  poned  más  reparo 
en  vuestro  perdido  seto, 
porque  si  insistís  con  eso 
podrá  ser  que  os  cueste  caro. 


ESCENA  XVr 
<;)BMaa«iot«oi]HJuM. 

Tarde  el  desengaño  vino: 
diricilmente  se  cura 
si  se  urüfnt  la  locura, 
y  amor  todo  es  desatino. 
|Baen  remate  de  camino 
hnn  hallado  mis  cnoíosl 
mas  dtsjíd  ranos  antojos 
aunqui:  dcidmes  me  afrenten, 
tn  Leonor  ,no  se  desmienten 
las  palabras  y  l<is  ojos? 
^Con  voltintad  no  me  mira, 
cuando  me  habh  con  riifor? 
Luego,  en  los  ojos  amor 
llama  á  1*  kn^ua  mentira. 
Nun<a  me  miró  con  ira, 
aunque  cor)  ira  me  ha  hablado: 
p.jr  entendida  se  ha  dado: 
salir  con  el  pleito  intento, 
que  su  mismo  pensamiento 
tiene  de  ser  mi  ahoijEado. 
Hable  una  vez  el  amante^ 

3ue  el  amor  es  buen  testi^ 
e  que  se  lleva  consigo 
quien  la  inquiete  cada  instante. 
Yo  proseguiré  adelanto, 
con  mi  altivo  pensamiento, 
fabrique  d  no  sobre  el  viento; 
que  en  la  importuna  frecuencia, 
no  hay  mujer  con  reti\iencla 
ai  «ñor  sin  atrevimiento. 


ESCENA  XVU 
Saf>  MiiAi*  — Dmhb- 

Maix>A«.  Boma,  ó  chita,  hermosa  sales: 
mas  débestc  de  afeitar, 
porque  no  te  tttn  andar 
tan  lena  da  cardenales. 
I'Lcstas,  al  6a. Imperiales. 
(Oh,  seAoff  iQat  hacas  aqui? 


lOHNAUA   SKOUNDA 


Acompaña.  |pM«  á  mil 
U  Kmpciathz  put  quien  Roma 
las  varas  ilc  un  palio  luina 
de  hrocaJc  carmesí. 
Sal  á  \ij^  tcc'bimicntoí. 
vtrii  i  Nicolao  qutnio, 
en  medio  de  un  laberínio 
de  mmaie^  ó  piíntenlot 
ucf(ici«  insirumentüs; 
Roma,  tesiiJa  de  (Jesta, 
y  de  dosetcs  compuesta, 
sui  irallcs  llenas  de  llores 
r  SU&  venlaiiaí  dca'tiurci. 
Mas  la  Kinporatiij:  es  ^la. 
Aftuirdaia  una  hacanra, 
en  la  blancura  paltima. 
que.  at  l4d(^  d<-l  Ceta  ,  Itoma 
hny  caiunariiii,  des«M. 
|.\m(r(I  iQvé  importa  que  íea 
rn)pe'uirij[.  si  suii  Jios? 

Meicaa.  bn  un  palio  van  los  dot 
hasia  San  Juan  de  l.eirin. 

Juan.        J*?»*  temoi"  ^No  si>?  don  Juan. 
Leonor  mujer,  dctdád  vos? 


ESCUNA  XVJII 

5a/f  ¡a  EMriRjiTMt  eon  a»<ip.i*«mfrnle.  nitiea  y 
la  Expiiuri'ii  fw  lroptt%.t  y  al  étrla  (4  mano 
uta  iiii.».tt  U  «priHa y  iiiHTi  bntrMiti,  y  tIUlt 
da  un  ín/fliln  —  Kiciiui. 

Lrok^h.  h'tdtfko,  mi  ntñür, 

¿me  espera? 
Paib.  Señora,  ti. 

LeuHOM.  iVáluame  el  ciciol  cal. 
Meloar.  Tenia. 
Juan.  lAy  ái\  ína  Leonor, 

si  «n  la  cuenta  de  mi  amor 

cayírades  r<:du>:ida 

que  venturosa  cada! 

LevanlAramc  yo  ufani>, 

ti  como  JO  Oi  doy  ta  mano 

me  diéradcs  voi  ta  vida. 
.tONOK.   ¡Atrevido!  De  cviH  suctic 

vue:ttro^  desaliñas  pak'>; 

)'  agr.ideced  que  no  t»  haKOi 

Comí»  mi;rcv:í>s.  dar  muerte. 

Asi,  e^  ra/ón  que  os  despierte. 

iQuc  es  cstoi- 
^VmoR.  Pitdicra  ser. 

Poco  debéis  de  saber, 

pi>e»  vifndome  tropezar, 

me  prelei)d£it  levantar 

para  que  vuelva  i  caer- 

ESCENA  XIX 
^¿íaiiM  toJOT  M«u>«Hy  DDK  ¡Km  mty  tntftne. 

pMKLúAa.  Sin  mentís,  un  bofetón, 
ex  como  ra>o  sin  trueno. 
Tu  carrillo  queda  bueno 
para  rueda  de  salmón. 
Quiere  que  en  esta  ocasldn 
tu  amor  i  Roma  te  l|tu«l«s> 

Juc  en  prueba  de  esas  señales 
tiera  (porque  te  autorices) 


S07 

(u  cara,  i  csur  sin  naricei., 
Roma  con  suscatdenale*. 
Cirtco  en  la  caía  te  ba  puestOj 
ti  fui  favor  no  me  espanto, 
mav  favor  que  duele  laiiio 
más  u  quinto  que  no  sexto. 
No  se  le  caeiá  lan  presto, 
ni  )o  |i  caerse)  le  aliara; 
}0h  mercader  que  sm  vara, 
al  ticinjK)  que  le  despjdes, 
lan  Iitteíamvnie  nndes 
á  palm^Ji  toda  una  caril 
¡l.ibremcel  Líelo  de  ti! 
jQué  xuipenMÓn  ic  ha  cletadoP 
Juan.        Leíaiuando,  he  kvantaido 
la  memo  I  la  que  perdi. 
Mundo,  si  ptLt;ai  Au, 
¿  dc)aitc  me  apercibo; 
pkifSes  bástame  oiotiro 
el  ver  (si  á  d^-^irio  t>a&to) 
que  tras  veinte  artos  do  gasto 
me  asientas  este  rcciL-o. 
A  pagarme  te  dispones 
con  lus  suliirñ»  usados, 

Sue  ya  se  paK"**  criados 
coce»  y  á  bofetones. 
|Locas  i'm*KÍ naciones, 
iieciu  es  el  que  no  os  reparal 
No  mAs  ranidad  avata; 
quedaos  torpes  «jefe 4ioi, 
que  aún  no  pa^  el  mundo  en  vicios 
y  da  con  ellos  en  cara. 
Pues  ha  salido  á  la  m!a 
á  lal  tiempo  In  señal, 
no  cs  ini  cnfeiinedod  muría!; 
posible  saTiai  seiia; 
no  haliO  ta  liluNofia 
múdii:o  para  este  daño 
que  ie  iguale  al  de>enguño. 
Alto,  pues,  si  en  quien  secura, 
mudar  altes  es  cordum, 
hoy  mudo  los  de  mi  en^ño. 
Adií^sconc  en  quien  se  ampara 
el  que  es  tm'.ante  de  enredos, 
que  dis  el  ü\  or  á  d^-dos 

Íestuk  pucttos  en  la  caía. 
a  verd-<d  divmA  y  clarji 
me  enseña  ijue  eres  un  moslroi 
prufaitos  i;iisios,  ya  os  posteo, 
que  SI  el  inundo  csuiba  en  ellos, 
por  d«i  me  en  rostro  con  elluí 
vinieron  k  darme  en  ¡ostro,      iva»*.^ 


ESCENA  XX 

iEspera.  atiuardil  lAh,  scAort 
Afrenta  debe  de  Mr 
d«lars:  un  hombre  poner 
saiserillas  de  color. 
Leonor,  no  sois  vos  Leonor, 
sino  octava  maravilla. 
Volverme  quiero  i  Castilla. 
Pretended,  Leonor,  de  hoy  mis, 
pUes  echáis  asi  el  compás, 
»r  maestra  de  capillo. 


5o8 


DOÑA  BKATRIZ  DE  MLVA 


JORNADA  TEKCl-KA 


ESCRNA  PRIMERA 

Vna  S'il*  41"  ta  dt  Adctr  4  Snutr*  Stiora.  4ki 
4it4t  arriba  fin  rffJtnArlrK,  y  ruponét  DoA*  B«*- 
TBii  fncfi-ro-Jn  (■■  ti  armario. 


NlfiA. 

BlATBU. 


NtÑA. 

Brath». 


NlSA. 


B|A7KU. 


NiS*. 
BtATmz. 


NlftA. 
kTBIZ. 


Niña. 

Beathiz. 


Nt<ÍA. 

Bkatrii. 


¿Beitrii? 

¿Quien  es?  ¿Quite  me  lUma? 
que  con  chalada  voi 
mcinsl»  ansias  olvido 
l.ibcrladex  mí  pti»ión. 
Si){ueme. 

¿Seguirte?  ¿C^mo, 
si  tres  á\3.f,  ha  que  estoy 
oprimida  en  la  clausura 
de  rsia  obscuridad  atroz? 
Aquí  me  rtisltrjlsn  celos 
de  una  Roña,  que  al  ngor 
de  su  enojo  libra  llantos 
vensanz-s  á  %\i  pasión. 
Muda  muero,  ofensas  caito, 
(en  íe  de  que  noble  soj), 
porque  ignore  el  Rey  crueldades 
que  ha  oeaMonado  su  amor. 
No  temas;  fin  en  mi  amparo. 
Libre  estás:  al  resplandor 
de  tos  rayos  que  me  visten 
Iffsaca  mi  protección. 

^A^rtntt^lu  pucrtat  y  tj(r<iofi(  Bealrii 
y  tatri  ttlat  ti  unj  miN  it  apaTtct  ana 
niAa  ;>>■  lat  ravot.  Mrona  y  hdUlo  ton 
4«(  pintan  •!  It  Inagín  itrlaCtnOFCtÚn-) 

iGTBcias  al  ciclo  que  os  too 
claros  orbes;  pero  á  vos 
«  mis  justo  que  os  las  de. 
Alba,  Estrella,  Luna,  Sol! 
¿Coñócesme? 

líermosa  nÍAa¡ 
que  de  lo»  o^os  de  Dios, 
Riña  cara  osconsidero, 
no  ni  si  durmiendo  estoy. 
Pero  ¿quí  conocimiento, 
<\\ií  humana  ima^naclón, 
guí  Ave  Real  no  cegara 
a  tal  luz,  tanto  candor? 
jNo  me  conocen,  en  fin? 
Regalada  nlftn.  no; 
pero  si  para  serviros: 
vuetcta  eterna  esclava  soy. 
¿Conoce»  estascolores? 
Conoxco.  niña,  que  son 
lo  azul  celeste  y  lo  blanco 
las  que  mi  gustr»  eligió, 
en  vanas  ostentaciones 
y  que  dieron  ocasión 
í  no  pocos  dispaiitcs. 
mas  ya  son  cuerdas  por  vos. 
Sj,  que  son  colores  mías. 
Moioraron  su  valor; 
calíñcaion  su  «tima; 
honrólas  vuestra  elección; 
ojo  de  Dios  sots  amores; 
pues,  con  el  blanco  color 
y  lo  azul,  sois  niña  zarca 
que  me  roba  el  corazón. 


No  hay  en  vos  (mis  ojos)  nube; 
que  por  eso  os  cerca  el  sol, 
siendo  sus  rayos  pestañas 
de  su  esfera  guarnición. 
NiflA.        Ya.  Itc-atri,E,  por  conjeturas, 
me  conoce  tu  atención. 
Ojo  de  Dios  ni«  llamaste; 
tu  adveiicncia  lo  «cenó; 
siíndolo,  pues,  de  su  caro, 
hay  en  el  mundo  opinión 
que  sustenta  su  porru. 
afirmando  que  cegó 
et  primer  instante  este  ojo 
del  rostro  de  mi  Criador, 
la  nube  que  al  primer  podre 
la  destemplanza  causó 
siendo  la  gracia  el  colirio 
que  de  olla  me  preservó. 
Yo  soy  la  privilegiada, 
cuya  cindida  creación 
hecha  por  Dios  ab  iniíio, 
para  su  madre  eligió; 
que  ht  blindóse  de  vestir 
la  tela  que  amor  tejió, 
quiso  preservar  sin  mancbt 
en  mi.  limpio  este  KÍrón, 
al  poner  d  pie  en  el  mundo 
donde  el  hombre  tropezó. 
Dios,  amante  cortesano, 
la  niano  de  su  Tavor 
me  dio,  anteviendo  el  peligro 
sin  que  de  su  maldición, 
se  atreviese  i  mi  pureza 
el  lodo  que  Adam  pisó. 
Por  eso  el  vestido  escojo 
con  que  he  venido  i  vene  hoy, 
Cándido,  limpio,  sin  noU, 
sin  pelo  d«  impcrreccióo; 
porque  si  la  levadura 
del  pecado,  corrompió 
toda  la  masa  de  Adam 
general  su  contapón, 
la  Providencia  del  cielo, 
antes  del  primer  error, 
lo  acendrado  de  esta  masa 
sin  levadura  apartó. 
También  es  lo  azul  mi  adorno 
porque  si  Pablo  llamó 
a  mi  hijo  secundo  Adam, 
siendo  el  primero  en  rigor, 
hombre  de  tierra  terreno 
y  hombre  jumamente  y  Dios, 
celeste  el  Adam  segundo, 
yo  Dor  la  misma  razón. 
Si  Eva  Alé  mujer  det  suelo 
la  celeste  mujer  soy, 
que  estoy  del  cielo  vestida 
y  en  Palmos  mi  Aguil»  vio. 
¿No  comicsHs  tú  todo  esto? 
BsATi>iz.  Bien  sabe  la  devoción, 

Vuestra  Alteza,  nifta  pura, 
que  esa  verdad  me  enseñó. 
Con  el  alma  ta  confieso; 
língula  en  el  corazón, 
y  perderá  en  «u  liefcnsa 
mil  vidas,  que  humilde  os  doy. 
Sois  Reina  ¿Qué  razón  hay 


JORNADA  TERCERA 


509 


NlfiA. 


BCATBIZ. 

Ni9a. 


Niña. 
BsATmi 

NiSa. 


y  que  se  precie  de  ruón 
os  dé  nombre  ;ic  pechera 
si  es  vucsifo  hijo  Empcndor^ 
Si  soy  Reina  como  atkmas 
jscr  mi  dama  no  es  mejor 
Que  de  la  Reina  Isabelí' 
lOjali  mi-  admíiiit  vosl 
Las  dnmas  de  mi  Palacio 
(Bealru)  liguen  el  olor 
de  mi  pure;(a  virgínea 
y  Angélica  incorrupción: 
no,  como  tú,  el  liempci  pierden, 
que  lanto  el  cuerdo  estimó 
en  galas  y  vanidades; 
incendios  del  torpe  amor. 
Beatric.  Yo  os  prometo  Aurora  pura, 
(como  me  ensalce  el  blas¿n 
ae  dama  de  vuestra  casa 
que  es  Templo  de  Salomón), 
yo  os  hago  sokninc  voto 
de  ser  una,  desde  Hoy, 
de  las  que  al  Cordero  siguen, 
poraue  sus  Vírgenes  son. 
l^n  la  cone  corres  riesgo. 
.  Huirf  déla  Corle  yo. 
Asi  tu  hermano  lo  híxo; 
ya  cortesano  de  Dios 
gentil  hombre  es  de  mi  casa, 
no  de  la  Augusta  Leonor; 
que  1c  despenó  del  vicio 
la  afrenta  de  un  bofetón. 
Yt  00  se  llama  don  Juan: 
su  nombre  es  Fray  Amador; 
conñrmólc  el  desengaño; 
la  vida  V  nombre  mudó. 

iloli  Sai  JiKtnÍHiu  1.1  m-inii  para  lyt tuba 
p¡:r  unoi  riikiii  lUlln  íolgadoi  4t  un 
artaf,  iipaJa.  daga,  t'imbmo  nn  pin- 
mili:  ta^utn  muitcdj 

Amador  quiso  llamarse, 
porque  en  (e  de  que  me  amd, 
de  mi  Concepción  intacta 
promete  ser  defensor. 
Miratc  haciendo  trofeos 
de  las  ^alas  que  ostentó 
la  soberbia  cortesana, 
la  lisonja  y  la  ambición. 
Colgindotns,  como  adviertes, 
las  trata  como  al  ladrón, 
que  hurtando  la  castidad 
al  vicio  la  puerta  abrió. 
A  Jerónimo  le  ofrece 
el  pulso,  porque  es  Doctor 
de  la  Ií;lesia,  y  sana  enfermos 
su  alad^  contemplación. 
Los  éxtasis  de  María, 
Antonio,  Pablo.  Hilarión 
le  suspenden;  pero  Mana, 
discípulo  le  eligió 
q^ue  activo  á  la  Iglesia  sirva, 
siendo  ilustre  imitador 
del  Alferex  de  mi  hijo, 
que  sus  llamas  le  imprimió, 
^Quieres  lá  seuuír  sus  pasos? 

I  Ji'iiriitnTir  la  «paritntla.) 

Quiero  lo  que  aueidis  vos. 
^Ser¿s  hija  de  t  tancisco? 


SlATMI. 

NiSa. 


Bcatuiz.  Su  esclava  (mi  Ñifla)  soy. 
NiSa.        En  Toledo  has  de  fundarme 

una  nueva  Religión 

auc  ci  nombre  y  hibito  tenga 

de  mi  futa  Concepción. 
Bkatmu.  ¡Vtniuroui  yo,  mil  vecesl 
Ni.^A.       Pues  vuélvete  i  tu  prisión, 

que  prc>lo,  Beatriz  qucíidaí 

saldri  de  Sodoma,  Loi. 

Toledo  te  está  esperando, 

que,  si  en  su  I)>lcsia  Mayor, 

bafí  á  vestir  á  Ildefonso, 

de  mi  honra  defensión, 

en  ella  quiero  que  fundes 

una  orden  de  tal  valor, 

fue  mi  Concepción  defienda 
ilustre  su  devoción.        {Kneübmt^ 
Beatriz.  iMÍI  veces  alegre  circel, 
volvamos  1  ella,  mi  Dios; 
pues  os  halla  en  los  trabajos 
quien  en  gustos  os  perdió: 

lEniran  y  cUrranu  tai  putrtM-} 

ESCENA  ir 
Sattn  la  RaiK*  y  o«a  Altaho  dk  Lcxa. 
Alvaro. 
Vuestra  Altcia,  señora,  no  se  enoje, 
porque,  en  lo  que  manda  d  Rey,  Insista. 

ISADKU. 

A  nadie  para  darme  pena  escoje 
sino  á  vos,  que  es  la  causa  que  resista 
cualquiera  de  Palacio  el  disgustarme, 
sino  sois  TOS  que  andáis  siempre  i  su  visti; 
vos  consultando  siempre  en  qu£  «i^ravlarme. 

Alvaro. 
Mindame  el  Rey  que  sepa  qué  se  ha  hecbo 
doña  Beatriz  de  Silva.  El  excusarme 
no  ha  sido,  gran  señora,  de  provecho. 
Tres  días  ha  que  no  s«  sabe  de  ella, 
y  el  Rey  de  vos  no  está  muy  satisfecho. 
A  vuestras  damas  pregunlí  por  ella 
y  llorando  respontien  que  gustaran 
saber,  si  mucre  ó  vive  para  vclla: 
mil  sospechas  y  dichos  ^  escusaran 
con  decir  donde  esii;  que  en  vuestra  ofensa 
los  grandes  que  la  sir%-en  se  declaran; 
el  Rey,  que  la  tenéis  en  prisión  pie:isa:        ' 
y  don  Alonso  \'i\vx  (que  es  su  hermano) 
anda  á  esta  causa  con  tristeza  inmensa. 
No  hay  titulo,  ni  ilustre  cortesano 
que  no  trueque  en  pesar  el  alegría 
i^uc  verla  daba  al  suelo  castellano. 
Ll  ponuguCs  don  Pedro  desafia 
i  don  Pedro  Girón,  y  no  hay  sacarle 
de  que.  favoreciendo  su  ponía, 
ta  escondéis  de  la  corle  por  casarle 
con  ella.  Entiende  don  Diego  Sarmiento 
que  á  don  Luis  de  V^lasco  (por  premiarle 
el  Rey  con  tan  honroso  casamiento) 
se  Ib  promete,  y  esconderla  manda, 
favoreciendo  vus  el  mismo  intento. 
Ved,  pues,  señora,  cuando  la  corle  anda 
de  esta  manera  en  bandos  dividida, 
si  es  justo  vuestro  enojo  y  mi  demanda. 


5io 


DOJlA  BKAT)«)Z  DE  SILVA 


1 

Decid  qucc^a  mujer  no  esiá  pcrilida; 
(pero  si  el  Rey  por  ella)  que  c«  mí  dama 
y  mi  p&rtcnia;  que  ningurio  cidí 
cuenia  de  cosii  mUs.'x  "*  i'>nia 
que  han  echado,  no  importa  el  vulito  diga^ 
que  no  ofenden  quiínerai  que  íl  derrama. 
Cadn  cual  xu  opinión  defienda  6  M^a, 
que  yo  no  [>tenso  reiponder  ni&s  que  e&to. 
Idos  con  Uios;  andad. 

Alvaho. 

i;i  Rey  me  obliga 
i  que  peque,  teAofa,  de  inolesirv. 
Yo  tengo  de  mirar  iodo  eMe  cuarto, 
obcdei:Í«ndo  i  lo  que  me  han  impueilo. 

Isabel. 
Va.  CondesuMe.4»  he  sufrido  harto: 
DO  me  deis  oca&iún  i  que  micrpreic 
que  por  ser  su  tercero,  vris  m<  cuario: 
pues  si  sois  causa  vos  de  que  se  inquiete 
el  Rey,  ya  p'fdri  »r  que  tiaia  casi'KO 
contra  quien  gusios  torpes  le  promete. 

Alvaro. 
iQai  dice  Vuestra  Alteza> 

ISABSU 

Aquesto  digo. 
Alvado. 
^Y  yo  (oy  digno  d<  ese  premio  justo 

fior  lo  que  Kipaíta  puede  ser  testigo? 
Utíla  á  Vuestra  Alteza  contru  el  tjusto 
dé  «.-stoi  Reinos,  )  siendo  sólo  Infanta 
en  el  trono  la  puse  casi  Augusto. 
)nien  por  estos  lervkios  me  adelanta! 

ItAaRL. 
NuiKa  i  la  oblÍMición  dejó  memoria 
el  deserricm  que  i  su  Rey  en>:ania. 
y^ndsd  con  l>ou  y  no  \eá¡t  hi>tor|a 
en  Castilla,  del  mundo:  que  al  Itn  rueda, 
V  no  estáis  cunlirmiiJu  en  esa  gluiia. 
No  pruvuqutii  mi  eiiojt),  que  aunque  pueda 
U  privania  encumbrar  vucsita  fortuna 
y  en  haceros  favor  el  Re;  exceda, 
soy  ven);iitivA  yo.  V  si  me  impuriuna 
vuesiru  enfado,  tal  vrx  por  oo  sufrillo 
puisti  al  cspeju,  loinpa  yo  su  luna. 
Guárdaos  el  Re),  y  iu>  me  mararillo 
que  no  lemiis;  más  la  dudad  mi»  fuerte 
M  Xa  vhto  perder  por  un  portillo. 
.  En  un  cad.>Uo  suele  liacer  la  muerte 
tragedia*  de  los  Grandes  de  esie  mundo, 
que  el  tKinpu  es  dado,  y  múdase  la  suerte. 
Bien  \i  ipues  esii>  os  dig»)  en  qué  mt  fundo; 
procurad  ct'Tiseivarts  en  el  puesto 
dntide  os  su>tcnta  el  rc>  don  Juan  seaundo, 
que  es  hombre...  Mas.  ¿i « iene;  áitdad. 

At.VA>0. 

{Quí  es  ¿sto? 
iQui  luna,  qu^  portillo,  qttt  cadalso, 
nuevo  temur  á  mi  privan»  ha  puesto? 
|Ay  arrimos  del  niundu  sobre  faliol 
iQuiera  (tos  que  la  Hema,  que  asi  paga, 
por  haberla  hecho  yo,  no  me  deshagu 


ESCENA  III 


Sttit  *t  RiT,  DO*  PaoAo  Giaíx.  d»*  Prado  Psaiix* 

DO*  ttlnOO  y  D0«  LVH. 

Rby.         Caballeros,  la  prudencia 

de  la  Reina  ique  ha  sabklo 

vuestro  interno)  tmOrá  querido 

quitaros,  de  la  presencia 

Con  duíÍA  Ucainz,  di>gustc» 

V  ocaSiunes  de  encontraros. 

Yo  no  puedo  concertaros 

ni  KUtlir  i  tamos  guatos. 

Beneméritos  sois  todos 

de  su  «durada  belleza; 

edad,  estados,  nobleza, 

os  tKuaUn  pur  mil  modos. 

Sepainu^  i  iJúndc  está, 

y  povirísc  dai  un  coite 

con  que  M>s>C(i|üe  la  corlo, 

que  la  Reina  lod^rj. 

Perií.  pues  eíiá  preicnie. 

vuntras  dudfl%  uituía^a. 
ISAML.     Hasta,  que  no  hay  quien  deshaga 

(aunque  la  cauía  eitá  ausente^  {Ap.t 

este  laberinto  extraño. 

lenldg  por  maravilla 

eit  l'urtuual  y  (eslilla, 

que  de  ello  pue^lc  un  en^Ao. 
Rkt.         Quitad  ya  la  confusión 

de  ntjestra  cone,  seAora. 
ISaaRL.      5i  n  doAa  Eteatrii  la  autora. 

y  iHntosdesu  alición 

Sre tendientes,  nadie  pida 
undc  cMá.  que  es  cosa  cuerda 
que  rura  que  n.i  »e  pierda 
esté  esa  mujer  perdida. 

aunque  alguivii  U  hallari.  (ai  Kct) 

que  p«r  saber  do'tdc  eslá 

la  dé  reinos  por  eícnto. 

Si  di;  lesa  Majesud 

es  crimen  di^no  Je  muerte, 

dar  al  enemigo  il  luefie 

contra  su  ^delidad; 

y  es  e'i  alcaide  traidor, 

jquécaMid'i  da  la  lev 

*  quien  á  su  miiino  Rey 

enireKA  un  liwuno  amor? 

Yo  he  heredad  ■  el  ser  cruel 

de  mi  nación,  porexceso: 

de  este  crimen  son  proceso 

letras  de  cierto  papel. 

Como  Rema  he  sentenciado 

i  perdimiento  de  rida 

á  eka  muier  atrevida 

qui:  al  Hey,  mi  seAof,  ha  dado 

hechizos  con  su  hermosura. 

Celos  son  tnal  tan  crud 

que  mata  en  eso  cancel. 

Tctigjndome  su  clausura. 

Ha  lies  días  que  encerrada, 

sin  darle  alivio  al  sustento. 

falta  de  viial  aliento 

y  visa  en  él  vcpuliada; 

porque  este  tncendjo  se  aMgtie 

que  tanta  nenu  ha  perdido. 


^^^^^^^^F                                         JORNiDA  TgnCCKA                                                          5l  1             ^| 

^HF                darla  la  mucitc  he  querido; 

Isabel.     ¡Amor,  socono.  que  roy  (A^i-r<.)          ^H 
mis  corrida  y  máscelosal                      ^^| 

quien  (al  racequc  tal  pague. 
Rbv.          ^h,  bitbua!  ;  'ivc  el  clctol 

^^H 

K                        si  es  muerU,  que  tu  caMígo. 
H                        siendo  esU  corte  icsiíkO, 

^^H 

ESCENA  IV                         -     ^H 

tiene  de  asombrar  al  suelo. 

Alvaro.  {Hay  hazaña  má\  implan 
V       P.  Gmáx.  Mudo  me  liene  el  dolor. 

KdMM  y  al  talrar  I>citi  8i:*rRii.  »»U  pvr  oír*  •          ^^H 

puirit  .UiLOAB,  >■  llémalt.                            ^^H 

H                                                            (Atrt  y  sait  dúrta  Bolrii.) 

^^^1 

■ 

.UzLOAK,  ¿A  mi  s«  doiía  Beatriz  ^                      ^^^H 

suplico  á  Visii^urfa.                           .  ^^^^M 

Beatriz.  iMclftarí                                         ^^^^B 

■  Bratvii.  ¿Que  es  CMO,  Rey  y  seAor? 
H                        ¿v»^  es  ¿sto,  s«í^OT■  mlaP 

■  liASRL.      Beaifiz  <estis  viva^ 

MsLCA*.               Señoraza  mía:                       ^^^^H 

B        BSATPIZ.                                        EslOT 
H                       de  mi  inocencia  amoarada; 

pon  la  pata,  la  rafz                            ^^^^H 
de  ese  arfool.  que  i  amor  prosoc*          ^^| 

^^^^                 del  cielo  pairocinaiia: 

y  le  ofrece  frutos  ricos,                          ^^^B 

^^^^              i  cuya  Alba  Kraciasdojr, 
^^^P              que.  contra  Reales  eoogoSi 

encima  este  par  de  hocicos,               ^^^^| 

pasearáiie  por  mi  boca.                      ^^^^H 
Bbatriz.  Pues,  Melgarle  dónde  queda              ^^^| 

tan  seguro  ampuro  envij. 

Rrt.          Apcn&s  el  alegría 

vuestro  seAor  y  mi  hermano^               ^^H 

petmile  c!  uso  d  mis  o|os. 

Mbloar.  Ascntironle  la  mano,                              ^^H 

paia  novedad  (jii  rara. 
Plana*.  No  sale  el  alba  tan  bella. 

V  aunque  en  lo  litando  era  sedA,             ^^H 

hasta  ci  mandamiento  quinto                ^^^B 

cuando  enamorado  de  ella. 

le  imprimieron  en  dos  credos,               '^^H 

el  K)l  la  afeía  la  cara. 

letras  de  un  luiiru  de  dedos                    ^^H 

como  de  la  prisión  sale 
el  prodipo  oe  rni  ainof. 

dejándole  blanco  y  tinto                          ^^H 

(sin  ser  vino)  en  un  carrüto.                    ^^H 

Luis.        Esingel,  dióla  favor 

Díósele  doña  Leonor.                            ^^H 

el  cielo  de  quien  le  vale. 

en  réditos  de  su  amor,                           ^^H 

Rsv.         Yo.  Bcatti/,  tendré  mds  cuerna 

que  nu  pudiera  sufrlilo                            ^^H 

desde  este  punto  de  vos. 

(i  ser  otro)  la  cedida.                               ^^H 

que  quien,  sin  temor  de  Uos, 

Viendo,  pues,  su  mal  despacho             ^^H 

os  conñcsB  por  parienia  . 

don  Juan,  ha  dado  en  capacho             ^^H 

y  os  hace  obras  de  enemiga. 

y  muda  de  traje  y  vida.                      '^^^1 
be  San  Jerónimo  es                          ^^^H 

BsATBit.  A  la  iteina,  mi  señora, 

soy  de  la  vida  deudora. 

Eoiiiiaño,  por  lo  menos.                        ^^H 
BeATKiz.  Intentos,  Meltiar,  tan  buenos                 ^^t 

y  cuanto  v«l>io:  castilla 

^^^L               justamente  v  es  ratón 

diti^oi  son  de  potiugueM's.                      ^^H 

^^^^               escarmenur  y  temer. 

MkliOar,  Cumu  sin  dueño  he  quedado.                  ^^H 

^^^                y  en  el  dechado  aprender 

y  la  erniitaña  aspeieza                          ^^B 

H                       de  su  heroica  dlscrec^óo. 

no  la  abraza  mi  flaqueza,                      ^^B 

H       Rsr.         Caballeros,  la  hermosura 

<porque  estoy  desvencijado)                    ^^B 

H                       premio  áe\  valor  se  llam»; 

j  si  nu  me  dcsayuní  >,                               ^^H 

^^^_^                quien  k  doAa  bcatiii  ama, 

en  amanccicnjo  Dios,                           ^^B 

^^^b              y  ser  su  esposo  procura, 
^^^1              a  la  tala  de  Granada 

con  media  azumbreócondos                ^^M 

f  un  zoquete  cuando  ayuno,                   ^^B 
ucKO  me  dk>  la  laqueca,                            ^^B 

^^^B               mañana  me  hi:  de  pailir; 

^^^H                  iii¿tiloi  puede  pedir 

hase  venido  í  amparar                             ^^H 

^^^1                í  su  ventura  y  espada. 

de  Visiñirit,  Me'Kar,                                ^^H 

^^^1              Que  el  que  con  fuerzas  bizarras 

va  que  don  Juan  vida  trueca.                  ^^B 
Beatriz.  No  está  pica  (iciMc  honrada:                   ^^B 

^^^1              la  veija  moca  corriere 

^^^B                y  niíscab  zas  irujerc, 
^^H                á  doila  Beatriz  «n  arrts 

el  mundo.  (Melgar  amigo)                      ^^B 

paga  mal.                                             ^^H 

^^^H                en  el  tálamo  de  amor. 

MiLOAR.                 También  to  digo.                   ^^B 
Beatriz.  Yh  yo  estoy  escarmentada,                      ^^B 

^^^B               CSC  será  el  [trefcrido: 

^^^H               poroue  sicmiirc  el  premio  ha  tído 
^"^               de  Marte,  el  noiie«to  «mor. 

como  mi  hermano.                                    ^^B 

Mkloar.                                    Alto,  pu«S,               ^^B 

Ltiis.         Yo  acepto  esa  noble  empiesa. 

no  hay  sino  ser  ermiíaAa.                     ^^H 

Dieoo.      Ya  stbe  coitar  mi  espada 

Vamonos  í  una  montaña;                    ^^H 

los  i;ratios  :e  m  Oran^Ja. 

que  como  tú  e:i  eso  des,                         ^^^| 

Peueima.  La  experiencia  portuguesa, 

yo  sert  en  Sierra  Morena                      ^^H 

que  en  A  frica  se  qcrciía, 

ventero,  t^ui-  cuenta  pida                         ^^B 

triunfaid  de  esa  nación. 

para  enmienda  de  mi  vida,                      ^^H 

P.Gmóx.Soy  amanicy  soy  Girón, 

que  allí  hay  culpas  y  no  hay  pena,        '^^M 
BsATMZ.  MclKar,  yo  os  he  menester.                      ^^M 

amor  v  sanit'c  me  iitcia. 
Rir.        iA».i  |Ay,  doAa  Beatriz  hermosa, 
sol  eres,  Icarú  soyl 

La  lealtad  que  habéis  tenrdo                    ^^B 

i  mi  hermano,  he  conocido                     ^^H 

^^^^^    5|2                                                                                                                             ^^^^^^^^^^^^H 

^^^^H             y  no  la  queirtis  p«TilOf 

que  asi  viviréis  seKtira.                     ^H 
Querer  bien,  se  llama  mal. 

^^^^^H             coniiiÍ|tu:  duiH  Lconur 

ISABSU 

^^^^^H              puftú  (cujt  veh)  i  don  Juan: 

con  que  una  loca  hccmosurt 

^^^^^^B                loü  sci^orcs  iiu<Ka 

ha  hechizado  un  pecho  Real: 

^^^^^^1               fricmio  i  scnicios  mejor. 
^^^^^H               Ls  ítcinii  dona  Isat>El 

scKuir  lu  consejo  quiero; 
uldra  esta  nuche  de  iqoi 

^^^^^H             {que  ha^:a  vn  eso  la  h;i  imilado), 

esta  arpia  por  quie&  muero. 

^^^^^H             muy  mal  tarabíún  me  lu  pagado; 

^^^^^^B               eitn              }- 

^^^^^H               La  v¡d«  me  ra  en 

ESCENA  VI 

^^^^^^M              de  la  cofle,  que  en  Tulcdo 
^^^^^H             y  en  un  monasterio  puedo 

San 

(1  Kar  r  D03i  ALv*«a  oat-V».— Dkma*. 

^^^^^H              medrar  me¡or  con 

Rey. 

En  la  Reina  descubrí 

^^^^^B             1  quien  paga  d<  oiru  suene. 

entrañas  de  duro  acero. 

^^^^^H               Yendo  en               compañía 

Por  que  no  la  precipite 

^^^^^H               )  en  ouu  traje,  podría 

secunda  TC2  su  pas«6D, 

^^^^^^M              tícaparme  de  la  muerte. 

es  bien  que  se  deposite 

^^^^^1             con  que  la            amenaza 

doila  Dcatriz. 

^^^^^V              mi  inocencia,       laión. 

Alvado 

ta  razón 

^^^^H                 Lb  nok:he  naf  dn  ocasión 

lo  aconseja  y  lo  permite. 

^^^^H               como  VI»  sepáis  dar 

Rrv, 

I^n  un  .Monasterio  esi¿. 

^^^^B                 P''^  buKarmeun  vMiido 

hasta  que  ti> mando  estado. 

^^^^^                dt  labradora,  que  aquí 

pa/  i  nuestra  corte  di. 

V                           no  hay  pocai. 

Amor,  por  razón  de  Estado, 

^^^     MüLGAB.                        Harcto  as!; 

desde  a^ora  os  dejarí. 

^^H                    y  de  puroaaradcctdo 
^^^^^^              ípun  haCk-  de  mi  conlian» 

Isabel. 

Pcv  y  señor. 

Rey. 

No  creyera 

^^^^^^             Vi&íñiria)  no  quiero 

que  tan  cruel  en  ettremo. 

^^^^H             con  hablar  ser  lisoníero; 

señora,  el  cielo  os  hiciera. 

^^^^H             iRradamc  la  mudan/a- 

Amibaos  antes.  >a  os  temo: 

^^^^^H             Yo  tanibiín,  de  labrador. 

ctianto  hermosa  sois  severa. 

^^^^^H             Mompar^ando  ot 

IsilBEL. 

Quiéreos  mucho,  «toy  celosa. 

^^^^^1             que  aunque  guardaros  sabré. 

Rey. 

Por  quitaros  '.¡  ocasión. 

^^^^^^                buJegas  fuera  mejor. 

(que  ya  en  vos  c\  sospechosa) 

H             BtATKiz.  Vamoa,  pues;  daieos  dineros 

en  uii  convento  es  raxón 

^^^B                        para  comprar  1o«  vertidos. 

que  este  vuestra  prima  hermosa, 
viranla  lueso  á  llamar. 

^^H                       ¡Uetcm  desvanecidos!             (Apartt.) 
^^^^L                  a  servir  quiero  poneros 

|.V4lriloAt  late.) 

^^^^■^                con  quien  di  buen  ^ilirdAn 

Inés. 

Yo,  gran  sci^or.  voy  por  clli. 

^^^^^L               aue  aquí  no  os  saben  premiar. 
^^^^^H             Vamos  que  hemos  de  fundar 

ISABGL. 

Si  la  corle  ha  de  inquietar 

jno  será  mejor  tenella 
donde  se  pueda  cscusar 

^^^^H             Orden  i  la  Concepción. 

^^^^^B              donde  segura  sirvamos 

lo  que  lemu^  Y'i  quería 

^^^^^^P               i  la  que  prescrvú  Dios. 

i  Portugal  civiarla. 

V            Melca».  Andallo;  de  doten  dos 

Rey. 

Agraviu  nuevo  serla. 

^^^                     se  me  convierten  los  amos. 

por  hermosa  desterrarla, 

y  con  ella  el  alc^iria 

de  mi  corte.  Urcvcmeni*, 

^^^^H 

{dándola  e«poso  feliz) 

^^^^^^P                     X«I(N  i>aü<i  lllllL/lloAt  iHti. 

cesará  ctc  inconveniente. 

Ikís. 

No  se  haila  doña  Beatriz. 

1             IsaacL.     Doña  Ms,  no  5¿  que  diga; 

Rky. 

¿Cómo  es  cío? 

^^^B                     mis  ccii>s  averiguados 

InU. 

Diligente 

^^^^                     hacen  mayor  mi  fatiga. 

he  preguntado  por  «lia: 
todo  e  cuarto  he  re)(i^trado 

^^^^^             y  el  tenerlos  no  vcnsados 
^^^^^B               á  nuevo  pesar  me  obliga: 

lie  (hs  dxmas.  >'  no  hay  velli. 

^^^^^H               por  otra  parte,     clentcnda 

Isa  SSL, 

Mi  recelo  confirmado 

^^^^^H              me  mueve,       vci  que  Im  cidos 

me  avisa  quien  s«be  de  elln. 

^^^^H>                 maniliesian  su  inocencia. 

Ret. 

Si  del  pasado  stKcso 

H             Ihís.          Son,  ^ran  ^ell«^a.  lot  celos 

es  lustoconjíiurar, 

^^^^                       contiiiio^a  pestilencia. 

vos,  señora,  la  hab^Ks  preso: 

^^^L                      Desterrar  i  quien  U  pe;;a 

que  aun  no  advertís  el  pesar 

^^^K^^                y  ftuaidar  ciudad  ó  villa 

que  recibo. 

^^^^^B              es  medio  que  la  soM<<;a, 

|SJI>EI_ 

¡ilueno  es  eso!                          | 

^^^^^^             üeha  A  llcairíx  de  Castilla, 

Rkv. 

Ya  es  bien  que  vuestra  crueldad,           1 

^^^^^^B              pues  d  dnrie  celos  llega; 

(Isabel)  modere  enojos. 

^^^^^^H 

No  h\v  que  lublsr,  e«o«  verdad; 

JORNADA  TERCERA 


5l3 


por  quitinidi  i  mis  ojot 
U  quitáis  la  libertad. 
Si  sois  cuerda  no  incitas 
mi  enojo  otra  \tz.  seiñofa. 

[SABBL.      Disimulad;  bien  hacéis; 

:ii  bí«n  mi  □«»»<*  no  ignora 

qiií  Mcondida  la  tennis. 

Déme  nombre  de  cruel 

Vuestra  AItez«,  pues  le  cabra 

de  esposa  teal  y  fiel, 

y  ponga  luego  por  obra 

las  promesas  licl  papel. 

Díla  su  mano  y  su  silla, 

que  co  mi  se  logra  lan  mal; 

liQczas  ha^a  en  servilla 

que,  Téndomc  i  Portugal, 

podra  reinar  en  Caíiilla. 

Rn,         Queia*^  lan  sin  ocasión. 

desmientan  vuestros  desvelos; 

y  aunque  di^a  la  opinión 

que  no  hay  discreción  con  celos. 

pue«  os  sobra  discreción, 

usad  de  ella,  con  la  estima 

que  mi  persona  merece; 

y  sí  la  penaos  lastima 

de  los  celos  que  os  ofrece 

doAa  Beatriz,  vuestra  prima, 

baccdla  traer  aquí. 

ponedla  luego  <-n  estado, 

■riscal  suyo,  y  asi, 

seguro  vuestro  cuidado, 

no  se  sgraviari  de  mi, 
Isabel.     Vuestra  Alicxa  no  me  dé 

ocasión  de  que  le  pierda 

el  respeto.  ^  o  no  üé 

de  esa  mujer,  ni  ful  cuerda 

cuando  viva  la  dejé. 

Don  Alvaro  la  tendri, 

por  vuestni  orden,  «condida, 

y  por  ella  internará 

encumbrar  miii  la  subida 

de  la  piivanna  en  que  esii, 

Pero  ¿  lunas  semejanies 

suele  tal  vez  la  ambición 

precipitar  tas  menguantes. 
Alvajio.  Basta,  que  esias  quejas  son 

(señor)  de  pariicipamas. 

No  sé  yo  en  que  naya  ofendido 

á  la  Reina,  mi  scftofa, 

si  ya  el  habcrU  servido 

con  el  Reino,  que  la  adora, 

en  mi  delito  haya  sido. 
RsT.         Mal  sabéis  aprovecharos, 

Isabel,  de  mí  paciencia. 
ISABKL.      A  desengaños  tan  claros... 
.  Rbv.  Basta;  sirva  la  prudencia, 

señora,  de  sosegaron: 

que  cuando  las  ocasiones 

del  Reino  (que  Dios  medió) 

para  el  gusio  hallen  raiones, 

soy  don  Juan  segundo  yo 

y  sé  refrenar  pasiones. 

Por  la  vuestra  y  por  mi  vida 

que  doña  Beatriz  no  está 
por  mi  mandado  escondida. 

Cese  vuestro  enojo  ya; 

COMEDIAS  DK  TIRSO  DE  MOLINA. — T0»0  I 


Isa  nal.. 


Itttí. 


ISABBL. 
RtT. 

Isabel. 


jr  i  Ib  verdad  reducida, 
sin  ser  cruel  portuguesa, 
pues  sois  Reina  castellana, 
templad  rigores,  puet^  caá 
la  ocasión,  y,  mu  humana, 
libremos  A  Beatrii  presa; 
que,  yo  os  juro  desde  aquf 

Íiorque  fenezcan  enojos 
que  riendo  su  copia  os  di), 

de  no  ocasionar  mis  ojos. 

jEsiiis  satisfecha  asl^ 

Estadio  vos,  titán  señor, 

deque  de  Beatriz  no  se; 

que  en  fe  de  mi  lirmc  amor 

a  esos  Reales  pies  pondré 

lodo  mi  cnoío  y  rigor.  {SaUdob»  tnit.) 

Sobre  un  bufete  dejó 

doña  Beatriz,  gran  señora, 

este  papel  que  escribió 

para  Vuestra  Aliena. 

Agora 

mi  sospecha  soi^. 

Y  a^ra  si  estoy  culpado 

6  no,  sabréis. 

Yo  he  tenido 

causa  de  haber  mali;:iado, 

pesar  de  que  os  he  ofendido 

y  premio  de  que  os  he  amado. 

{Ui  la  Kclat  aU  p^fll.) 
«Sospechas  de  Vuestra  Alte/a,  y  desengaños 
mios  (en  ircs  días  qi;e  estuve  sepultada)  me 
enseñareis  los  peligros  de  Palacio,  pues  al  cabo 
de  ellos,  podrí  afirmar  que  resucité  al  tercero 
día.  \'i,  pues,  que  Id  estoy  determino  huir  se- 
gundos riesgos  en  la  quietud  de  un  monaste- 
rio; para  mi  propósito  ninguno  mejor  que  el 
de  Santo  Domingo  el  Rea!  de  Toledo,  donde 
itagQ  parientes  y  noticia  de  la  santidad  con 
que  se  vive.  Retiróme  i  él  sin  licencia  de  Vues- 
tra Alteza,  por  diñcuitad  de 'alcanzarla;  pero 
con  la  obligación  perpetua  de  pedir  al  cielo 
toda  mi  vida  prospere  la  de  Vuestra  Alicia  y 
la  del  Rey,  mi  señor,  en  cuya  compaiMa  goce 
aiSos  felices  «ta  Corona  y  después  eterna,  cic. 
Doña  Beatriz  de  Silyn*. 
Alvaro.  Devota  resolución. 

Religioso  atrevimiento. 

Tuvo  bastante  ocasión. 

Vayan  en  su  seguimiento 

que,  aunque  alabo  su  intención, 

cuando  á  ejecutarla  intente, 

es  bien  que  llegue  i  Toledo 

como  &  su  estado  es  decente. 

Perderéis  celos  el  miedo, 

f)ucs  esti  la  causa  ausente, 
-loy  me  habla  de  panir 
k  la  tala  do  Granada: 
y  pues  no  hay  queprcvcoir 
y  el  rodeo  es  poco,  o  nada, 
por  Toledo  habernos  de  ir, 
que  quiero  ser  su  padrino. 
Pavorde!  Rey  itn  cristiano; 
mas  queréis  ser,  imanitio, 
si  aquí  galin  i  lo  humano, 
devoto  allá  i  lo  divino. 
No  hay  estar  libre  de  vos. 
Mi  nación  es  muy  celosa; 

33 


Isabel. 

RST. 


ISABIÍL. 

Rby. 


ISABSL. 


Rev. 
Isabel. 


5i4 


doSa  hkatriz  dk  mlva 


Rbv. 


y  Im;  <)ue  t«m«(  de  Unáoi. 
Be«irit,  mujer  tan  hermosa 
wlo  ka  mciecc  Dios. 


ESCENA  Vil 


(Vawf.) 


O*  Cintro  S*a  A)ir«M*  o*  Fad««,  Jit(  lo  fiu  k 

Mn-OAH  rf«  Pttiort*. 

Aktonio.  No  hujai,  Bcst/ii,  cu>cra; 

que,  aunque  dbfrazaiJa  iiníu 

lo  qae  no  ereí,  ya  estia 

por  nosoiTOi  conocida. 
Bbatriz.  ¡A)-,  Mcífiar,  perdidos  somos! 

La  Reina,  screra,  envía 

minittrot  e^^^c  me  den  muetic. 
Mbixiai'.  Pues  i  mf,  <darinmc  guindal? 
BiAxaiz.  ^Quiín  íttin  lo»  que  nos  Human? 

áQuiÍD  diú  á  la  Re-.na  noticia 
c  nuestro  disfraz  grosero 
y  mal  coDcertads  tiuida? 

Mblaar.  iQuitn  puede  íct  sino  el  diablo, 
que  anda  conmigo  e^ioi  diaa 
de  mala,  porque  no  jueco, 
d\  quiero  decir  mentirasr 

Beatriz.  Dos  frailas  de  San  FraDCísco 
parecen. 

MtíQAP.  En  t«  capillas 

V  cordones,  tos  conoico: 
hace  el  diablo  irupeiíu, 
suele  veíUrsc  de  fraile, 
leprcMiiurse  i  U  vista 
(como  i  Criklo)  de  crmiiaflo, 
cuando  i  piedras  le  convida. 
Aiisbímotle  las  patas; 
que  á  mi  me  di¡o  mi  tía, 
algo  bruja,  que  el  demonio 
por  mis  formas  nue  ejercita, 
no  pued«  mudar  los  bajos, 
por<)uc  quiere  su  desdicha 
¿on  pies  de  gallo  calcarle 
lorernales  zapatillas. 
Beairii,  aquivlA  tu  iueric;     (Oniro.) 
no  temas,  nuestra  venida 
más  es  para  consolarte 

Suc  para  que  le  persigan. 
n  la  venia  se  colaron. 
Melgar,  pues  con  tanta  ptisi 
m«  eitin  llamando,  la  Reina 
darme  muerte  solicita: 
á  confesarme  vendrán 
Mra  que  «até  prevenida 
a  la  muerte,  cuarulo  lleguen 
los  minísiroi  de  sus  iras. 
MiLGAi».  ^Y  quiin  duda  que  tambtén 
el  compañero  me  diea 
(por  ser  yo  tu  motilón) 
motilonas  teologías? 
A&d&bam*  yo  en  llalla, 
de  hostería  en  hostería, 
tmbuiJendo  macarrones. 
rcMcaisdo  faoMciltas, 
7  trujóme  i  ser,  el  diablo, 
guftrda  damas  die  Castilla, 
para  que  m«  bamboleen 
d*  un  almt&dro,  junto  1  Olla». 


Ahtonio. 


.MSLOA*. 

BsATau. 


Beatkii.  Melftar,  si  Diof  gusta  de  esto, 

su  voluntad  es  la  mia; 

la  vida  le  do}-  goiosa 

como  con  ella  te  sirva. 
MaLnaa.  |Por  Diotl  yo  contento,  no 

Ode  qut  sirve  hablar  mentir 

Yo  muero  d<  mala  gana, 

porque  soy  una  gallina. 

bi  es  que  Dios  quiere  llevarte 

y  alegre  no  le  replicas, 

¡o  solo  turé  de  hacerte 
Toledo  compaAia; 
pero  al  ouo  mundo  no, 
que  para  él  no  se  cainina, 
como  en  Espafla,  á  caballo, 
ni  alli  hay  lacayos  que  sirvan; 
fuera  de  que  yo  no  anduve 
esas  parlfi  en  mi  vida, 
y  si  hemus  de  andat  i  pata  . 
tengo  una  tacha  maldita;    '. 
porque,  si  de  legua  i  legua 
no  hay  lugar,  venta.  <>  crmíti 
donde  la  palabra  moje, 
me  seco  como  una  espl^. 
Pu«t  decir,  hay  tabernerCM 
por  esas  esferas  limpias, 
no  que  alli  van  puras  almas 
y  ellos  aguando  bautizan, 

Ícomo  son  agua  todos 
penas  suben  arriba 
cuando  las  nubes  los  llueven 
y  t  cinteros  se  deslizan. 
A  vista  estás  de  Toledo, 
esta  venta  se  apellida 
de  las  Pavasi  voy  á  echar 
de  comer  i  mi  borrica, 
y  á  «coKtrmeantes  que  vengan 
savonesde  Totdesillas, 
que  por  la  Reina  cohechados 
la  nuez  moscada  me  aflijaa. 
.Si  preguntare  por  mi 
esa  frailada  bendita, 
y  para  que  me  conñete 
disponen  que  me  aperciba, 
di  ¿uc  voy  por  una  bula 
i  Toledo.  6  á  las  Indtas, 
porque  por  ella  me  absuelvan; 
y,  míos,  que  estoy  muy  de  prisa. 


ESCENA  VIII 
DoIIa  fturau. 

SI  M  ha  llegado  la  hora. 
Virgen,  prowciora  mia. 
de  mi  muane.  y  las  sospechas 
celosas  la  Reina  indignan, 
dlrponadlo  vos  de  modo, 
sol  del  deto,  luz  del  día. 
que,  quedando  en  pie  irti  fama, 
goce  yo  vuestras  dálidas.  ■ 


JOKNADA  TERCKIU 


ESCENA   IX 


Si  5 


«líriM,  y  «■  j«  alio  «N  nnfio  A<  (a*i«tfa 
S*»  A)ir«ii«»R  P4»v*.— Oi«iu. 
Antomo.  Besmj,  no  iccdu,  soueui 
t'rMcisco  de  Aíb  Ique  imiía 
á  Dios  ca  vid*  y  en  irniat. 
pues  *e  honri  ton  sus  insísniasl 

Íjoque  íov  de  Lisboa 
¡JO  )  Padre,  tuja  «stinij 
dándome  Padua  lu  nombre, 
a  homar  eniraniba»  me  obliga, 
somoí  loi  que  te  llamamos 
no  á  que  la  ínueric  te  aflija 
sino  d  alentar  lot  imcntos 
con  ijue  al  cielo  te  dedicas. 
Esi4  lan  lejos  U  Kcíijb 
d«  ser  (Beatriz)  tu  homicid* 
que.  viviendo  larKOs  tiempos, 
hat  de  tener  much»  hijai. 
BcATnii,  Soberano  poriuctics: 

Hija»  jc4mo?  ^si,  aunque  indigna, 
la  pureía  he  profesado 
que  el  virgen  Dios  (amo  estlmB? 
tu  fe  de  esto  he  de  encerrarme, 
con  sus  esposas  dirinas, 
en  Santo  Domínjgo  el  Real. 
SI  puedo,  este  mismo  día. 
Antonio.  Virgen  has  de  ser,  j-  madre 

Jue  asi  (de  algún  modo)  imitas 
guien  siendo  Madre  y  Virgen 
■  Dios  que  se  humane  obliga. 
V,  porque  el  cómo  no  ignores. 
escucha,  tíeitni  queiida, 
la  propagación  díchosi 
que  á  la  Iglesia  h*  de  hacer  mía. 
La  Aurora  madre  del  sol, 
la  nave  que  de  las  Indias 
trujo  al  mundo  el  pan  celtsie 
pnr  el  mar  de  amar  Marlaj 
en  fe  de  que  en  el  instante 
íeti*,  qu*  fué  concebida 
sin  micula  de  pecado, 
por  la  prevención  divina, 
Blfliernoprescf  vada 
mis  que  [■«  estrellas  límpfas. 
fundadora  (^uicrc  hacerlo 
de  una  rcliuión.  que  «itu 
lo  blanco  de  su  pureza, 
lo  a2Ul  del  cielo  i  que  aspiras. 
Kav  en  ct  mundo  v  habrá 
quien  de  su  Majestad  diga 
que  probó  el  mortai  veneno 
que  causó  su  golosina. 
Nií  quiere  Dio»  hasia  agora 
que  este  misieiio  delina 
su  Iglesia,  que  el  cuándo  sabe 
reservado  i  su  noticia. 
Pero,  como  es  htjo  suyo 
y  parece  co*a  indigna' 
nacer  de  madre  villana, 
Rey.  á  quien  las  jerarqulu 
sirven  de  escabel  y  trono, 
volviendo  por  su  honra  misma, 
por  la  de  su  madre  vuelve 
su  devoción  te  fia, 
>c  Santo  Domingo  al  Re&l 


í)¿ 


saldrás  á  empresa  tan  digas 
de  la  honra  de  ^u  madre, 
que,  no  en  vano  determina 
que  en  Snnio  líomingo  empiece 
KeUgión  que  Dios  fabrica 
á  la  pura  Concepción, 
porqut  la  honre  su  familia. 
Tendrás  mil  contradicciones; 
pero  siendo  defendida 
por  Fernando  é  (sabel 
luí  de  Aragón  r  Castilla. 

A  «im  fArtt,  SlilD  IV,  fipij 

Sixto  cuarto  d«  nuestro  orden 

S este  que  ves  en  la  silla 
ie  la  popa  de  la  Iglesia, 
cuya  nave  sacra  nja) 
con  apostólico  celo, 
orden  te  dará  en  que  rivas, 
y  en  el  oficio  y  octas-a 
de  su  inmaculado  dia. 
Kscriblrd  de  su  mano 
las  lecciones  y  humillas, 
conccdicndu  á  sus  devotos 
iodu{)(eni.v4s  inünilas. 
Volverán  la»  opinkioes, 
contrarias  i  tu  porfía, 
desde  aquí  á  doscientos  aAos, 
V  la  competencia  antigua. 
Mas,  crecerá  de  manera 
la  devoción  (ahora  niftaj 
en  nuestn  dichoT^n  l-'spaAa 
do  la  Concepción  Virgínea 
que  en  Castilla  y  en  Toledo, 
valencia,  el  Andalucía 
y,  en  ñn.  en  ios  pueblos  todos 

de  estas  bilicas  provmcias. 

Los  doctos,  los  ignorantes, 
la  vejez  y  la  puericia, 

con  palabras  y  con  Obras, 

con  fintas,  con  alegrías; 

en  cátedras,  eo  sermones, 

en  prosas  y  en  puesias. 

confesará  toda  bspaAa 

^ue  fu¿  el  Alba  concebida 

sin  pecado  original, 

para  que  en  bronces  se  imprima. 

Será  patrón  de  esta  causa, 

por  lo  que  medre  en  seguirla, 

en  fe  de  su  mucho  celo, 

un  Kelipe;  que  la  silla 

(^xará  de  los  dos  orbes 

rigiendo  an  paz  v  en  lusticia, 

un  siftio  por  ál  dorado, 

dos  fcspaftas  y  dos  Indias. 

Hste  trayendo  en  su  p<«:ho. 

con  toda  tu  Keal  famiUa 

la  Concepción  en  medallas 

de  diamantes  guarnecidas, 

del  sucesor  iJc  San  Pedro 

Paulo  quinto  (esencia, quinta 

en  santidad  v  prudencia, 

piedad  y  sabiduría), 

alcaaiará  un  proprio  mOfu 

que  las  dispuus  impida. 

Mi  airo  ¡aJo /milito  Jf  %\xto,  tt4tt' 
Mitrird  a  Mulo  V,  dtt  kiIim  moJv;  m»- 


5i6 


DOÜA  BtJlTRIZ  DE  StLVA 


Plumu,  plátici;!,  «.eraionn 
de  lott  que  á  la  Viriten  quitan 
la  ((liicia  ai  primed)  instar.ie, 
su  apücible  rostro  mita, 
su  dcToción  engrandece, 
que  iíie  crcgiri  capilla 
augusia,  para  su  encierro 

Jlwon  prueba  de  su  porfía, 
e  la  Concepción  se  nombre, 
siendo  ociava  maravilla. 
RcjuvcnctcrA  KspaAs. 
V  en  sus  ciudades  y  villas 
barin  atombrusas  fiestas. 
Pero  Toledo  y  Sevilla 
SG  han  de  aventajar  i  todas; 
•quélla  puf  Kner  dicha 
de  ser  casa  de  soUr 
de  esta  religión  benigna, 
y  estotra  por  el  Colón 
aue  su  Iglesia  patrocina. 
Jet  Monte  Santo  en  Granada 
que  en  vcf  de  oro,  da  reliquias. 

(Uái  atuja  é  toidot  ladoy.  Tultiio  y 
Strilla  con  tui  ornot.'  ««liea^ 

Toledo  >'  Sevilla  son 
las  dos  que  la  fama  pintli 
pera  que  encumbres  su  nombre 
y  su  bendición  bendigas. 

(Al  l«do  4<rN*o.  Hiti  aiaja,  ti  Hcv  dan 
¡umt  armado  con  capa  úi  la  Mtrei.f  y 
una  larjtia  dttnt  aFmat:\ 

Aragón,  también  devota, 

con  dos  Revés  auiorixa 

la  verdad  do  esie  misterio, 

en  servicio  de  María. 

Don  Jaime  el  primero  es  éste 

que  á  su  Concepción  dedica 

la  orden  de  la  Merced, 

porque  cautivos  redimo, 

«n  fe  deque  su  patrona 

iamás  estuvo  cautiva, 

en  le  original  prisión 

que  i  cuantos  nacen  obliga; 

por  razón  de  la  purera, 

deiu  celebre  milicia 

se  viMe  ei  manto  que  ves 

del  candor  que  al  alba  envidia. 

(M  lado  ffquurdo  ti  Rey  don  Jaia,  ar- 
mado con  01  ra  tarftla  de  lai  mlinai  ar- 
matj 

El  Otro  Rey  et  don  Juan 
el  primero,  la  caricia 
de  sus  vasallos,  que  esperan 
dichosa  pai  con  su  visia. 
Este  en  públicos  edictos 
i  los  rebeldes  castiga 
con  destierros  v  riitorcs. 
que  esta  devoción  no  sigan. 

ÍEn  lo  alio  de  iodo,  tml't  unai  pefim, 
niari  óoa  luaa  de  Midcici  de  l-'railt 
FrantUco,  con  una  pliiiiia  rn  la  mtno. 
tontcnplando  arrita  tn  una  ímagtn  di 
la  Cuntr^i^n  y  an  litn-  aMirto  y  Ulan- 
C  tn  la  oíra,  rn  qur  yarect  fut  ttíribt,  y 
una  dgKlla  fur  toa  ti  pico  l<  Utnt  ti  lin- 
líro.) 

Tu  hermano  fray  Amadeo 
de  la  Religión  francisca. 


cuyo  héUto  le  consagra, 

sol  ({ue  U  uracia  Ilumina. 

en  San  l'catu  de  .Montorio 

penitente  se  retira. 

donde,  como  é  Juan  en  Palmos» 

el  ciclo  le  comunica 

visiones,  de  asombro  Ilcn«s. 

Eor<iuc  por  ellas  escriba 
1  límpiexa  de  la  Aurora 
que  vio  el  tierno  Evangelista, 
y  un  secundo  Apocalipsis, 
cuyas  sacras  profeciat 
siendo  freno  a  pecadores, 
den  k  CspsAa  maravillas. 
Ño  ha  de  haber  Orden  saj^irada 
sino  una  (en  cuanias  mitiian 
en  el  gremio  de  la  Iglesia) 
que  esta  devoción  no  admita. 
)Ea.  fundadora  noble! 
i  Toledo  el  paso  gula,  ^ 

para  que  esta  Orden  comieac^ 
por  doAa  Beatriz  de  Silva. 

(Muicd  y  dnapartea  lo 

BKATnix,  Milagroso  lusitano, 

^por  qui  con  lu  ausencia  eclipsas 
luces  que  mi  fe  aJentuoo? 
Oye,  Amonio,  espera,  mira.— 
jEs  esto  verdad  o  vueilo? 
Pero  no,  ^''i^ge^  benigna: 
(Viva  vuestra  Concepción 
y  quien  la  defienda,  vival 


ESCENA  X 

Sala  HnaAM.—Di<:H». 

MeLdAK.  Albricias  pido,  eche  mano, 
scflora  doAa  Beatriza, 
«I  Rey  y  la  Reina  vÑncn 
tras  nosotros,  dente  albricias. 
Ibame  yo  en  mi  jumenta: 
cncontrílos  que  venían 
i  Toledo;  conocióme 
en  ta  lal  Ksonomia 
don  Pedro  Pereira,  y  luego, 
prendiéndome  la  lusticia 
me  preguntaron  i  dúnde 

Ror  mi  causa  te  retiras. 
embalo,  desntiniiúme 
hasta  la  jumenta  mrsma. 
porauc  rebuznó  al  instante. 
Yo,  hincado  el  par  de  rodillas, 
con  más  miedo  que  vcrgilenia, 
desbuché  cuanto  sabia, 
porque  secretos  guardados 
dicen  que  dan  mal  de  tripa». 
Apeáronte  eti  la  venta, 
y  la  Reina  |no  con  ira. 
sino  toda  goxo)  1  verte 
manda  que  todos  me  sigan- 
Pero  hételos  unos  y  otros. 
Rey  y  Reina. 


JORNADA  TeRCKAA 


i 


17 


ESCENA  XI 


UtgéH  fot  RKrict  y  Itriet  íat  Cauliarm  m  lra/« 
d<tjiiní»(i  — Dicno)- 

Hbt.         ¡Beatrixl 
IsASBL.  1 1* rima! 

i\%\  olvidáis  nuestra  cone^ 
Bbatiiu.  Temí  el  vctos  ofendida: 

dadme  esos  augustos  pies. 
Rey.  Alábanlas  os  doy  dignas 

de  vuestra  clcccrOn  heroica. 
ISABKL.      Yo  gusto  que  se  ptosíca. 
Rky.         Vamos,  BcHtriz,  *  Toledo, 

que  no  hay  quien  no  tenga  envidia 

al  estado  que  escogfií. 
Girón,     u.partt.'i   Ta  mis  celos  se  mitigan. 
PaRKiaA.  Nadie  á  Beatriz  me  auiíara 

sin  quitarle  yo  la  vija. 

Mas  con  Dios  no  hay  campeienciasí 

sólo  es  Beatriz  de  Dios  digna. 
Rkt.        a  Santo  Domingo  el  Heal 

avisen  nuestra  venida. 
IsAbRL.      Hermosa  rústica  haciis. 
Bbatcu.  £n  mi  lucen  groserías. 
Isabel..     Volved,  prima,  A  vuestro  (raje, 

y  en  mi  coche  y  compaAla: 


venid,  seremos  lu  dos, 
desde  agora,  muy  amigas. 

Beatriz.  Esclava  de  vuestra  alieiu 
tengo  yo  por  mavor  dicba. 

Mruiaii.  Avecindóme  en  Toledo 

que  hay  en  i\  bellas  vecinas. 
Teier  terciopelos  sÉ, 
en  el  arrabal  alquilan 
telares,  tornos  y  casas: 
Irabaiar  es  cosa  rica. 
S«ri  Melgar  tejedor, 
irá  y  vendrá  cada  dia 
al  Real  Monasterio  i  ver 
li  nuestra  doña  novicia; 
terviréla  <te  andadero 
y  pauráse  la  vida, 
!«)iendo  en  telares  sedas, 
r  en  el  convento  mentiras. 

P.'GmÓN.  Para  la  segunda  parte, 

senado  ilustre,  os  convida 
el  autor  con  lo  que  faUa 
de  esta  historia  peregrina. 
La  rundaci6n,  los  milagros, 
rtgociios,  alegrías 
de  la  Concepción,  y  muerte 
de  doAa  Beatriz  de  Silva. 


COMEDIA  FAMOSA 


TODO  ES  DAR  EN  UNA  COS. 


PERSONAS  QUE  HABLAN  EN  ELLA<'> 


GOHtALO  PlIARKO. 

DOH  Alvamo  Uuháh. 
DoSa.Maiiuarita. 
Doña  Biatuix, 
Don  Fuancisco. 
Camuizo,  pofíor. 
Okkpo,  Uem. 
Bkutol,  tdrm. 
PuLti>A.  pastora. 
Max  Gahcía,  rieja. 
Do»  RoDHico,  tdem. 
Don  KhakciscoCakias. 


OON  MaiiiIn. 

Hlll<NANUOCoi>TÉS. 

Uk  haestuo. 
Un  TAit. 

PiZAKMO.  muchacho. 
Un  paoadok. 
Uk  Capitán. 
BoBUEDO,  soldado, 

ThIU  PAITOHÜS. 

luML,  rvino. 


JORNADA   PRlMIiKA 

ESCENA  PRIMERA 
SaU  oait  Hakoauiia  Uyt^do  un  papti. 

((.«  )  *Doi  ínl¿rprei««i  wñor», 
de  diversa  ciilidAd. 
&ifven  i  La  voiuntxil 
en  iütor  del  que  os  adora. 
Amof,  (|uc  en  tosü|os  inora, 
ul  ve/  con  ellos  aniniai 
¿  quieii  mn; reíos  estima 
la  lenRUa  los  maníñesia; 
con  lierna  clandsd  ¿sta, 
los  otros  con  dulce  enigma. 
Hilloinc  favorecido, 
en  lo^  ruesiros  cada  iniítantt^ 
que  «u  luí  \soto  delante, 
y  ¡tíz^o  que  soy  querido: 


pero  aunque  co  «se  sentido 
amor  su  esfera  eligió, 
pues  por  los  ojos  coirói 
sifinpre  en  ellos  advertí 
puectHt  que  le  «dmiun,  li, 
lenguas  que  le  expliquen,  no. 
No  usurpen  axeno  olicio, 

3uese  quejarila  teogua 
e  que  tufriis  que  «o  su  mengua 
tiranicen  tu  ejercicio. 
Mirad  que  en  mi  perjuicio 
desdichas  entre  venturas 
buscan  clafiílad  i.  obscuras, 
V  que  siempre  que  ojos  Ico 
favores  que  deletreo 
estriban  en  conjeluras. 
Palabrn^  han  Je  explicar 
el  alma  de  un  bien  querer, 
que  querrá  U  lengua  ver, 
SI  quiere  lavitia  hablar. 
Esta  noche  den  tugar 


(il    Figurín  aJccaii  <a  la  comidi*  Ckbuu,  pailor:  po*  MtiiAOo*  y  ea  g>Ub«. 


JORNADA.   PRIMERA 


i  wiilos  mát  verdaderos; 
mcresca  )ro,  si  no  rer<H, 
oÍTOi  y  ahorrar  de  enojo*, 
porque  andar  detcífrando  ojos 
e*  tub  lar«ntfeextran  (ero».— 
Dice  dan  Alvaro  bita; 
qu«  por  los  ojos  anioc 
habla,  mas «  por  ma^'ot: 
con  ^usto  \oi  míos  leven, 

r!To  nunca  se  hi  atrevido 
dar  al  recato  enojo» 
la  lengua,  que  de  losofOt 
el  lengua  je  es  permitido, 
aunque  diticil  y  oculto. 
y  el  alma  acostumbra  hablar 
por  la  lengua  i  lo  vulgar, 
mas  por  ia  vista  i  lo  oculto. 


ESCENA   II 


Bs&TKlI. 


Maroar. 


BSATKtl. 


b 


MaaoAN. 

BüATNU. 

Maüoab. 


Beatriz. 
Marcaii. 

bsatiiii. 
Maruar. 


ILTRIZ. 


(Let.)  aSi  en  auMncia  padKcmos, 
gloria  en  presencia  tennamot, 
que  el  tiempo  que  malogtanws 
harA  el  tiempo  que  lloremos.» 
(Api  jQu*  «  esio'r  ^llasta  en  el  l«r 
papel»  doña  Bealhü 
quiere  imítirmei' 

(fldantd  tlod*  Marswlu  m  paptt  n»  Ja 
■■a  "!>'■) 

Mp.)  iFelte 

íniteniot  íQai  «ncarKcr 
tan  sazotudo  y  dJKrfltol 
No  i¿  apartar  de  lo<  olot 
sus  letras,  tiernos  enojos, 
quejas  de  amor  con  mpño, 
aunque  soaiido,  templMlo. 
^Kaimana? 

|Mi  Margarítal 
Triíieíu  que  v:  limita 
con  versos,  no  es  de  cuidado. 
¿Cuyos  son  losquecncaraoes 
y  ponderativa  alabas.* 
No  ha  un  hura  que  irisit  cuabas; 
enfermas  y  cuavatK*« 
bfcvcmenie.  No  escrUc) 
mal  que  tan  presto  m  pa», 
ni  hari  mucha  covia  en  chm 
su  cura,  siendo  un  papel. 
¿E%  eso  rtAirme^ 

Es  esto 
prevenir  ricssos. 

¿ftcqu*? 
Amor,  que  cefradas  ve 
puertas,  donde  ct  Kusto  ha  puesto, 
dicen  qur,  en  luüar  de  llavtf, 
suele  abnrlu  con  papeles, 
porqtM  i  pesar  de  canceles 
^pordónoe  un  pipel  no  cabe, 
y  mit  versiltcador. 
que  es  dos  veces  sospechoso^ 
Ven  (1  liiuto  forüoso 
ioEjar  de  hermana  mayor. 
No  perderos  lu  derecho 
por  un  reino. 


Makúak. 


Bkatmiz. 


Mahoam. 


$1$ 

Emi  sJR  madre 
esta  casa,  v  nuetiio  padre 
de  mi  conliaRKa  ha  hectio. 
Llovcri  sobre  mi  el  daAo 
que  en  ii  disculpado  de^a 
tu  edad. 

Sí,  que  eres  mof  tíeja; 
aún  (M  me  llevas  un  aAo. 
Olvida  lemu  prolijas. 
asi  Dios  le  guarde,  ¿  di 
que  ensayar  quieres  en  (Ai 
cómo  has  do  criar  tus  bi|il, 
cuando  casadas  las  tengas. 
Estos  versos  que  lela 
no  los  blio  i  msiancia  mfa 
(por  maliciosa  que  censas) 
su  auior,  ni  á  contemplación 
de  cosa  que  le  desvele 
en  mi.  Muchas  veces  lUele 
yt  el  oCto,  va  U  ocasión 
reparar  en  lo  primero 
que  encuentra.  No  sé  qu¿  alhaja 
en  una  excuiabwája 
buscaba,  y  el  litonjero 

Eapel  (por  ul  desetchado) 
allí,  donde  envuelta*  vi 

de  bcda  verde  y  turquí 

tres  (nedejas, 

En  lo  ajado 

se  echa  de  ver  lo  que  dices, 

y  mis  en  lo  que  encareces 

su  estilo,  que  esas  doblece» 

(cuando  no  le  solemnices) 

muestran  que  deben  de  ser 

de  Ib  seda  que  envolvías, 

cuando,  sin  verme.  decUs 

suspensa:  aiquí  encarecer 

tan  sazonado  y  discreiiM* 
BsATaii.  (Pues  de  eso  tu  deivarlo 

podrá  colcK'T  que  es  mío? 

jO  es  justo  que  por  respeto 

de  que  pata  mi  no  viena 

no  alabe  vo  la  sazón 

de  su  estilo  y  discreción? 

Anda,  hermana,  que  te  lien* 

la  envidia  loca. 

SI  har«. 

«No  sé  apenar  d«  los  ojos 

iüi  letras,  liernos  enojos.» 

Uealríz,  acabemos  ya. 

Siintenla^i  satis facertne. 

con  deiirmele  leer 

podrí  en  sus  cUutulat  ver 

si  amor  en  ti  vela  6  duerm*. 

No  viniendo  para  ti, 

¿qaé  le  importad 

Eleatimifme 

tú  en  poco.  QtiieiD  vongarme 

de  tus  malicia*  asi. 

Kfaurt  rttgarli,  y  t4Í*Hif  Hargantu.) 
IVIaroar.  Eso  ou,  no  has  de  rasgarla 

ames  que  yo  lleftue  il  verle. 

Perdeñt  por  no  perderte... 

jQuéí  Si  vuelves  á  cobrarle. 

Suelta,  necia. 

(MéltttU  Marj(*rtla  n  Ja  mmngm.y 

No  porfíes. 


Marcar. 


BlATKU. 


Bsatriz. 
Marcar. 


BsATaiz. 


520 


TODO  ES  DAH  EN  UNA  COSA 


ni  á  villana  cocKSporuUs 

que  aunque  en  el  alma  te  escondaSf 

;e  Ic  he  de  sacjr:  ^te  ríes? 
Mahoar,  Pues  ¿quf  he  de  iactrt  ^Enojsrmc? 

Tengo  yo  mis  suírímiento. 
BüATRii.  Yo  no.  Can  lu  aircvimicnto 

luego  habU^  de  dejarme 

sin  el  y  llcvAnele.  <ch? 

jOuf  donoso  frcncsil 
Makoau.  Ten  me  respeto. 

(Tlrd  llc«U-U  drl  Irinuilo  «iir  Cutiga  iti 
It  »áwga  áf  Mai)tirll>i.  yctlriilr  t¡  ¡¡.¡pil 
fW  Ala  Iftnl*  liyeíao.  y  ti¡rli  Btilric.} 

BXATRIZ.  ¿Yo  á  li^ 

ií  cuerda  y  le  le  tendré. 

Cayúsc  y  cobróte. 
Mahuar.  (Api  l;A>-,  cielol 

que  es  el  mió).  llcrmAna,  mira 

(]ue  esc  qtie  llevan.,. 
BeATMC.  Me  admira 

que  le  deba  yo  li  un  knxuelo 

lo  que  tú  lir'anizabas. 
Maroar.  Oye,  rómpele  ptímcro 

que  le  vayai. 
BiATPxx.  Ya  noquiero. 

Mam<;ai>.  ^I'um  antes  no  le  rascabas? 
Bhatkix.  iVálg«me  Dios!  ¿<Ju£  te  importa, 

Maigiriía,  vsie  papel, 

que  lal  inquietud  por  Ü 

tienes  coiurgoí  Reporta 

la  sospecha  que  le  incils. 

que  el  ilueAo  que  le  escribió 

jamás  de  ti  se  Kordó. 
Maroar.  ¿No,  Beatriií' 
Bkatriz.  No,  Margarita. 

Manoak.  jAy,  qu¿  engañada  quccstáit 
Beatriz.  «Lueco  de  mi  tiene) celos? 
MARriAH.  No  »on  esos  misdesvelos. 
BcATNiz.  ^f'ues? 

Mamoar.  Ábrele  y  lo  verás. 

bsATaiz.  iUrparm  «i.)  lAv  t  no  es  mió  este  papel. 
Mahoar.  ¿Ves  si  se  acoid6  su  autor 

dem!? 
BsATRiz.  (Bueno  es  tn  rlgorl 

Rcípeíatétcporil; 

repicndetnc  como  sueles: 

vuelve  i  decirme  muv  grave 

que  el  amor  en  vez  áe  llave 

abre  puetiai  con  papeles. 

Mipi^criiB  de  i  dos  haces, 

uno  obras,  y  otro  publicas: 

á  lo  fariseo  predicas, 

que  dices  lo  que  no  haces. 
Maroar.  Basta,  Beatriz,  que  sospecho 

que  has  perdido... 
Bkatriz.  *Eni  sin  madre 

esta  casa,  y  nuestro  padre 

de  mi  confianza  ha  hecho» 

|bicn  lo  que  tiene  en  ti  sabd 
Mar«AK.  ¿Cuándo  tú  asi  hablarme  sueles^ 
BCAxaiz.  «Porque  á  petar  de  cancele», 

¿por  dónde  un  t>apel  nu  cabe?» 

iV  que  cierto!  ya  lo  vei; 

priiba\ie  loque  bal  propuesto- 
Margar.  ^Kiiásloca? 
BtATRU.  «No,  que  es  esto 

prevenir  dtfioi.a 


Madoau.  Eb,  pues, 

baste,  hermana,  el  cordel e^Oi 

Íuc  yo  me  doy  por  vencida, 
n  modo  de  estado  y  vida, 
te^uimos,  pendencian  dejo; 
acábense  en  a  miniad, 
que  si  amor  «  nueitro  Dios, 
no  es  bien  riñamos  las  dos 
siendo  de  una  facullMl. 

Beatriz.  |Qu¿  de  ell»  ha  si  lú  quisieras 
que  esto  estuviera  ya  ea  pazi 

Mahúar.  No  le  )uz(;u¿  tan  capaz 

que  amaras  con  lamas  veras; 
pero  quien  tan  bien  dctiende 
prendas  que  el  amor  ¡c  da, 
el  grado  niorecerá 
■    Opeen  su  escuela  se  pretende. 
Tu  tercera  quiero  ser, 
SI  tú  admites  serlo  mfa. 

BeATKix.  Decirte  de  i>o  quería, 

mas  perdonar  es  vencer. 
Comunicarte  deseo 
secretos  que  ya  te  íío. 
Repasa  este  papel  mió 
mientras  que  yo  el  tuyo  Ico; 
con  la  remónos  deipuis 
las  dos  nuestras  aventuias. 

Maroar.  Asi  estarán  más  seguras. 
Va  de  versos. 

BsATiiiz.  Vaya,  pues. 

(Lt*  iloAa  D»l[>(  pura  ti  un  pai 
il«Aa  UttguíltfH  i>u(  alia  ti  eiro.f 

Marrar.  íUcí  «Vulgar  espcrienCM  alcanza 
quien  tiene  por  opinión 

3ue  es  muerte  la  posesión 
e  su  madre  la  esperanza. 
Yo,  mi  b.cn,  que  la  mudanz 
tengo  por  fallido  empleo, 
cuando  en  posesión  me  veo 
vuelvo  de  nuevo  á  esperar 
lo  que  tengo  du  gozar, 

{poseyendo  desirá. 
a  voluntad,  que  liviana, 
no  es  igual  á  la  que  os  doy» 
no  ve  que  lo  que  goza  hoy 
lo  ha  de  apetecer  mal^Bng. 
Posei  la  sobctana 
belleza  que  solicito: 
porque  olvidarla  es  delito, 
y  porque  amor,  skndo  Dios, 
DO  tiene  límite  en  vos, 
sino  aS'.imuí  de  infinito. 
Siendo  esto  así,  el  dilatar 
scrí,  Beatriz,  padecer; 
vuélvaos  mi  fe  á  posetf, 
porque  <x  vuelva  á  desear. 
Ventura,  tiempo  y  lugar 
donde  vos  sabéis  tenemos. 
■Si  en  ausencia  padecemos, 
gloría  en  presencia  tengamos, 
que  el  tiempo  que  malogramos 
hará  el  tiempo  que  lloremos^» 

(Atatii*  él  ti4r  una  y  oír 

{Posesión,  B«airízl  ^quí  es  esto? 
Beatriz.  I. lámanse  conformidades 
de  gustos  y  voluntades 
que  amor  y  el  cielo  han  dispuesto; 


■ 

^^^^v 

PRIMERA                                                          5a  1 

posesión,  por  «I  iltrccho 

fufi  soto  mirar  en  mt. 

que  tiene  el  gs\ia  ó  duns 

Quiero  volverle  á  leer. 

en  la  voluntad  que  «ma. 

tSali  il.ifi  Al.  tro.  y  lUgait  lin  i,r  vb(» 
por  fdi  etiftUai  a*  Miriiarlta,  «Ht  ttté  t«- 

Margar.  No,  bcinuna.  )Ay.  ciclol  ^quc  has 
Beatriz.  Entregarle  las  poienciDS         [hechu^ 

ytȒo  t\  paytt.y 

del  lima,  que  el  cuerpo  no. 

Margar.  Quien  ncmpo  y  lugar  halló 

p«fa  laks  cvidrncias, 

ESCENA  V 

mat  ic  vendrá  á  contentar 

con  el  Rima  al  encenderá; 

DoSa  .MiadAKITA  r  OOK  Al. TIRO. 

que  ísta  para  posecrM 
no  necesita  lupiar. 

Alvako.  tAp.}  Leyendo  está  mi  papel. 
Ver¿  (pues  no  me  ha  sentido) 
si  le  alaba. 

que  no  1c  ocupa.  Beairis. 
el  espíritu. 

Beatbu.                 jAún  porfías? 
Yo  no  se  nlosonas; 

MARflAR.  M^,)           iQii¿  enicndidot 
Mil  sales  vienen  en  él. 

«sio  es  verdad. 

Alvaao.  (Ap.)  ]Ay,  cielosl  Icira  ra  ageni. 

Makoau.                        Mil  felis 

Sospechas  ^i  los  umbrales 

»  tu  amante  que  fu¿  el  mío, 

satls.^  i.Pfe\  con  mil  sales, 
y  no  m  o? 

que  ¿1  en  mis  ojos  ver  pudo 

mi  amor  sóln.  honesto  y  mudo. 

Makca*,  Mp.|          Dame  pena 
esto  de  la  posesión. 

y  aun  de  ellus  nu  le  confio. 
Plegué  i  Dios... 

dcdona  .flirgiiiii.) 

Alvaro,  Mis  desdichas  en  él  leo. 

y  entre  desengaños  veo 
lo  que  Las  mujeres  son. 

ESCENA  III 

■ 

^^^^^L 

Que  la  posesión  la  da 

■ 

^^^^P             DiciiAK,  y  un  Ckiaro. 

pena,  dice  mi  homicida, 
luego  yacsti  poscMa, 
luego  Aborrecióme  ya. 

Criado.                         Mi  señor  llami. 

1 

Bkatkii:.  ¿h  quÍ¿nP 

jQuf  dudo.  Si  por  escrito                   ^^^M 
to  ve  mi  ptsión  tirana?                        H^^| 

Criauo.                      a  vuesa  merced.       (Vuc.) 

BeAtmx.  Desear,  ci  tener  sed. 

Marcar.  (t«.)  «Poseí  la  sob«rana                           ^^^ 

Dicete  dc;tpui:sc)UÍ¿n  me  ama 

helieiB  que  solicito.*                                         I 

'  honestamente  dnca 
■io«  de  un  amor  constante. 

Alvaro,  {i.t*.)  «Veoiuia.  tiempo  y  lugar               ^^m 

donde  vos  sabíís  icnemósj»                      ^^H 

y  tú  me  dirás  tu  amante. 

Margar.  Honra  inútil,  va  podremos                     ^^ 
vuestra  pérdida  llorar. 

Maroar.  ¡Quiera  el  cielo  que  no  sea 

perdición  de  nuestra  casal 
Bbatihz,  Anda,  incrédula,  que  amor 

Alva»o.  iAp.i  Tarde  el  Santelmo  ba  llegado 
de  vuestro  conocimiento. 

cuando  es  padrino  el  valor, 

No  tienen  merecimiento 

las  almas,  no  la  honra  abrasa.  {Vait.j 

tai  lágrimas  en  pecado; 
quien  no  supo  prevenirse 
con  Imprudencia  las  vierte, 

^^_                ESCENA  IV 

porque  despu¿s  de  la  maerte 
no  vale  el  arrepentirse: 

^^^^V                    DOÍA  Marbaiuta. 

muerto  el  honor,  pena  es  vana. 
Gente  sale.  Pues  no  he  sido 

^B            Culpaba  desenvolturas 

de  quien  me  ofende  senlidOi 

^B            de  solos  mis  ojos  yo, 

retirarme  quiero. 

^1              cuando  mi  hermana  l0{¡ró 

(KnlrtUf,  y  in4é»tt  tttondiá».} 

^m            palabras  y  coyunturas. 

^K              ¡Válgame  Diosl  ¿quiín  s«ri 

^V            este  amante  poseMor, 

ESCENA  VI 

^H            ó  quien  terciando  en  su  amor 

^H            i  la  ocasión  se  la  da 

tioflA  MMHijkUT*.  Sal»  ooAa  SNAraii. 

^M            para  que  se  vean  los  dos? 
^M              Mas  ¿qué  preuunto  it  ié 
^M            q(H  amor  espíritu  (aé 

Beatriz.                            Hermana, 

Gonzalo  Pizarro  está 

^P            iavisible,  porque  es  Dios, 

con  mi  padre.  Si  te  agrada 

H     *        y  que  cuando  i  un  alma  abrasa 

verle  (pero  Interesada 

■             y  introduce  sus  enojos. 

eres  no  poco,  s!  hará) 

H             entrándose  por  los  ojos 

^^             mejor  podrá  entrarle  tn  casa? 

ven,  porque  en  él  consideres. 

cuando  desdenes  asombres, 

^B              BaM8,  que  es  ya  poseer 

el  Aquilcs  de  los  l^ombrts. 

^M            «n  Bcatiíi.  loque  hasta  aquí 

el  París  de  las  mujeres. 

Íi2 


TOnO  ES  DAR  EN  VK.\  COSA 


MamoaIi.  ¡VAIgamc  DÍ05)  nu  ic  CBb« 
en  la  boca.  iQai  intereso, 
cuando  venga  ■  ser  io<k>  eto, 
CQ  vcrk  yo? 

Dio*  lo  ube. 


BSAT»I(. 


Makcaii. 

BCATKIZ. 

Makijam. 

BSATXIZ. 


Maroaü. 
^ATaiz. 


Mma 


lA». 


No  te  peu  que  hible  en  él, 
que  ya  vo  vt,  ansí  te  goces, 
due  le  alalus  r  cooocas. 
^YoP 

Dfgslo  «te  papel. 
iPats  es  snyor* 

Acaba  ya: 
jñnjjmientos  tú  conmigo? 
Si  ttenes  ese  i«ti(;a 
donde  eslabonando  esti 
ñnezas  aue  alegre  leas, 
¿por  que  fingida  me  «ngaAas. 
al  por  qué  su  oombr*  cxtraAas 
cuando  en  él  te  saboreas? 
¿Yo  «él? 

En  su  etiilo  tierno. 
iQué  bueno  anda  nucurg  honor! 
Conforme  le  mucura  amor 
ya  le  sueAa  padre  yerno.        (Vann.t 


ESCENA  Vil 

Sal*  »««  Aivaa». 

Fenecieron  ya  sospechas 
i  manos  de  ceriidombres; 
lo  que  dudaban  vblumbres 
ven  verdades  satisfechas. 
Mintieron  en  Margarita 
ojos,  donde  se  asomaron 
lisonjas  que  me  engaAarony 
porque  amor  mal  s«  at:rc<liia 
ensusní/las,  que  livianas. 
cuando  cspcranias  concierta, 
Tranqueando  á  otro  la  puerta 
desmienten  por  las  ventanas. 
Gonzalo  Piíarro  es  yerno 
de  casa:  asi  le  Uam6 
doña  IIe«ttiü;po>seyA 

Klin.  entendido  y  tierno; 
é  estudiante,  eraduMc 
en  escuelas  de  oíscfcio: 
Ya  es  soklado,  y  al  respeto 
de  Mane.  Venus  rindióse. 
Su  industria  y  mi  diligencia 
le  amparan  la  poscMon. 
cuando  sólo  ten»"  acción 
en  los  ojos.  Competencia 
contra  quien  en  ella  está 
no  me  promete  so3ie;go; 
pero,  en  fin,  amor  es  clcigo, 
y  i  ciepas  scnieociari. 
(Vive  Dios,  que  tic  de  vcncarme 
en  íl  de  ijuien  me  sgraviúi 
En  susogos  tuveyo 
derechos  para  ampararme^ 
Si  es  valiente,  mis  desvelo* 
dcsmentirin  su  partido, 
que  nunca  sale  vencido 
•mor  que  riñe  con  celos.  (  Vom.^ 


ESCENA  VIO 


Francisco. 

En  fin,  Uonzal».  malograstcs  cursos 
que  en  Salamanca  os  prometían  el  grado, 
coa  que  honran  estudiosos  sus  cooctinos. 

GOHXALO. 

Plumas  gastan  el  ubio  y  el  soldado; 
uno  en  pnpel,  el  olro  en  el  sombrero. 
No  me  liamA  mi  estrella  á  ser  letrado. 
Condena  i  muerie  un  juex,  en  paz  severo, 
y  si  con  una  pluma  afrenta  y  mata. 
,icuinio  es  (nejur  i'iirscla  al  sombrero? 
La  juventud  que  entre  :as  hojas  trata 
de  los  libros  que  estudia,  las  que  afila 
Toledo,  siempre  i  las  hazañas  Rraia; 
mientras  el  tiempo  la  vejez  jubila, 
.se  emplea  en  travesuras  y  lecciones, 
porque  en  ambas  sus  gustos  recopJU. 
Ocasionaron  las  oposiciones 
de  dos  cátedras  vAcas  competencias, 
que  hay  poco  de  cuestiones  i  cuestiones. 
Vizcaya  (siempre  amiga  de  pcndeocias) 
saliendo  i  r'>iu1arExircmaoura, 
una  noche  propuso  rts^Mentias: 
mas  yendo  con  nosotros  la  ventura, 
íi  no  el  valor,  que  no  soy  arrogante, 
dando  la  muerte  i  tres  nos  ai<¥íura. 
Mario  entre  éstos  un  célebre  cMudiante, 
hijo  del  Secretario  que  mis  priva 
con  nuestro  Knrique  cuarto,  y  fué  bastante 
su  sentimiento  i  que  el  Oonsejo  escriba 
despachos  críminalej,  que  comete 
i  un  juez  pesquisidor,  un  peste  viva. 
Esta  á  fueso  y  á  sangre  á  saco  mete 
culpados  i  inocentes,  porque  avaro 
tenia  la  ocasión  de  oro  del  copete. 
No  valieron  con  él  ruegos,  no  amparo; 
destíerrz,  echa  á  galcfas  y  ajusticia 
é  dteniro  y  i  siniestro  sin  reparo. 
Huyeron  el  rigor  de  su  avaricia 
muchos,  y  yo  con  ellos,  a)  KOfpido 

aue  halló  la  juventud  en  la  mihcia. 
alíeme  en  rebeldía  condenado 
i  cortar  la  cabeza:  mas  jqué  importa, 
H  9010  prívilc^osdc  soldado? 
En  fin,  mientras  cabezas  el  juez  corta, 
tos  hébitos  repudio,  galas  visio. 

Leí  parche  sigo,  ouc  al  valor  cxhorts. 
ICKO  i  Valladniid,  y  en  él  me  alisto 
en  tavor  de  mi  rey,  que  despojado 
de  su  silla,  i  rebeldes  e*  ma)  quisto. 
En  Avila  se  babla  coronado 
«1  Infante,  su  hermano  (simple  mozo), 
instando  sola  la  razón  de  estado. 
La  ambicia  é  interés  (mortal  dcstroso 
del  gobierno)  v  la  paz  s«  disfrazaban 
en  traje  de  lealtad:  |cívil  rebozo! 
Dejo  en  vilenci»  los  que  conspiraban 
contra  su  rty  y  lo  que  paso  en  esto, 
que  bs  nobles  no  injurian,  sino  alaban. 
Leal  seguí  el  partido  mis  honesto, 
i  imitación  de  los  Meodozas  todos, 


lORNADA    PRlMUtA 


Sa3 


I 
I 


y  la  mayor  noblei^i  que  huu  en  g$io, 

abominando  lo«  injusius  modos 

con  que  se  viú  sin  rtiao  nu«Uo  Enriiiue, 

moüirarun  t-ur  reliquias  de  los  godos. 

No  qued»  Osorio  ilu&uc,  no  Manrique, 

Arellnno.  VcUiCo  y  Accvcdo 

que  á  la  lealtad  la  vida  no  dedique; 

lo&  Atv&reí  ia.movM  de  Tok-do, 

los  Cuevas  de  Alburciuerque,  y  i;uaQtos  Ie*I» 

la  baialla  vencieron  juntu  á  Olmedo. 

tlatléme  en  ella,  honrándome  scAales 

de  alfíreí  que  adquirí,  sí  no  hazañoso 

afoclunado  «lempfeen  riesgos  lates. 

Murid  el  initusi>  rcv  de  un  presuroso 

accidente  morul  (Alfonso  dipo. 

engañado  mancebo,  no  ambicioso): 

sus  cómplices  temieron  el  i:astigo, 

y  con  Enrique,  eo  fin,  reconciliador, 

padre  le  aclaman, »  antes  enemigo. 

volvieron  A  uiunl'ar  sitólos  dotados, 

colgó  arnnes  la  pai,  y  en  prcieosionei 

libraron  sua  servicios  1os  soldados. 

Yo,  «eíior  don  Francisco,  que  «n  lecciones 

seis  años,  y  uno  y  medio  en  la  campafla, 

ya  segui  las  escuelas,  ya  pendones, 

mientras  respira  sosegando  Kipaña. 

vuelvo  &  Trujillo.  noble  pairia  m!a, 

por  ver  si  la  amistad  el  ocio  engaña. 

Partcióme  que  en  ell«  no  cumplía 

con  lo  que  os  debo  no  viniendo  í  veros, 

ü  bien  latdanzRü  disculpar  podrfa 

con  estorbo»  precisos. 

FaaNcrsco. 

Uep  Tenderos 
debiera  con  razón,  pero  ha  ya  un  aAo 
que  esta  ciudad,  dichosa  en  poseeros, 
otra  íM  os  gozó:  ^conmigo  exiraAof 
mas  ^cuAndo  no  causaron  las  vejeces 
la  verde  juventtid.  hermoso  engaño^ 
Vcdme,  señor  Cionzalo.  muchas  veces, 
y  acordaos  mis  de  mi.  si  sois  sen-ido, 
que  aún  lengo  vivas  yo  vuestras  niñeces: 
el  verdadero  amor  que  os  he  tenido 
es  de  padre,  esto  es  cierto. 

OoNZALO. 

ElcicluoSKuirde, 
que  yo  lo  e«toy  de  to  que  os  he  debido, 
y  bari  de  estos  empeños  liel  alarde 
siempre  que  de  vos  fuere  ejecuiada. 
Dadme  Ucencia. 

FuAKCISiCO. 

Va  parece  tarde: 
v<ya  con  vos  una  hacha. 

GONZAtXl. 

No  la  he  usado, 
y  es  temprano,  auquc  noche. 

Francisco. 

Con  lodo  eso. 
iHoIat  (Uama.) 

GOHZAU). 

No  ha  de  ir  conmitto. 

Francisco. 

,]Ni  un  criado? 


Gonzalo. 
No  hay  que  hablar.  Vuestras  manos,  seAor, 

Ibeao. 

FXANCISCO. 

Hágaos,  Coozalo,  Dios  un  grao  toldado. 

ESCENA  tX 
Don  úmatux.  Jaiiuit  Don  Al  vaho. 

Gonzalo.  A  mí  Beniriz  vi  al  entrar 
v  suspendióme  de  suerte, 
hermosa,  que  si  lo  adviene 
SU  pa4re,  pudiera  hallar 
«D  los  0)0S  de  los  dos 
mi  amor  y  su  agravio  escrito: 
pero  amor  no  hace  delito, 
que  i  hKer  k  no  fuera  dios. 

ISalr  li'in  Alv«ra  7«t«f  ario.) 
V.a  la  mitad  de  la  calle 
purece  que  un  hombre  esit 
embozalo.  ¿Qué  querrá 
á  tal  hora  y  en  laUaller' 
¡Ati.  caballero!  jl^udremos 
pasar? 

(Dua  Alvmro  ton  la  npmiu  44n»i*  ai 

Alvako.  Podríis  por  aquí. 

GoHZALaJamJs  sin  causa  reñi. 

Templaos  y  no  alborotemos 
vecinos.  ¿Sabíisquiínsoy? 

ÁLVAto.  Seque  fuisteis  Licenciado, 
y  en  licencioso  habtis  dado, 
después  que  informado  «Stoy 
QUc  os  atrevéis  al  respeto 
ocl  que  gobierna  esta  casa: 
s¿er  incendio  que  !a  abrasa 
por  vos.  y  sí,  que  indiscreto, 
alegando  posesiones 
(que  las  guardara  mefoT 
el  silencio)  usurpador 
sois  de  antiguas  pretensioites 
con  mis  derecho  adquifidas, 
y  mis  cordura  calladas, 
de  quien  amáis  estimadas 
y  hasta  aquí  correspondidas, 
pucilo  oue,  como  csittdiante, 
d;  engaños  os  amparéis 
y  mentiras  blasonéis 
como  sol.lado  arrogante. 
Porque  el  papel  que  escriUsiels 
(y  su  dueño  me  entregó, 
quejosa  de  vos)  sé  yo. 
que  es  falso  y  que  le  flagisicis 
para  dar  celos  con  él 
A  hermosuras  que  enRBAüs. 
Si  con  la  espada  ñrmfis 
lo  que  mintió  el  tal  papel 
y  reilis  ocasionado, 
ya  lu  estáis,  satisfaceos 
con  obras,  no  con  deícof. 

Cosíalo.  Re  I  ación  falsa  os  hadado 
la  que  mi  papel  os  dio 
y  en  quien  debéis  de  tener 
{si  os  llega  á  satisfacer) 
más  jurisdicción  que  yo. 


524 


TOnO  CÜ  DAR  EN  UKA  COSA 


La  antigüídad  Oí  concedo 

que  klei;iis  ta  su  servicio; 

porque  yo  soy  un  novicio 

en  su  pretensión,  que  puedo 

afírmalos  que  nona  un  año, 

puesto  que  te  falle  poco; 

Cfefta,  que  amoT  es  loco, 

y  ta  mu)er  nuestro  engaito. 

Si  día  mi  papel  d«micnie 

y  i  voí  crédulo  os  halló, 

joué  pefdcrí  en  eso  yo? 

Solo  íiav  un  inconvenienie 

que  mal  os  tiene  de  esut, 

y  es,  que  os  haya  dado  avUo 

de  sccretoi,  con  que  qu»o 

la  indusiria  di^tniular 

lo  que  la  fama  atiopella; 

y  SI  tu ¿  fácil  conmigo, 

no  he  de  permitir  lettico 

que  viva  para  ofendella: 

soislo  ya  voí,  y  en  rigor, 

pumo  que  mudable  fui, 

asi  sepultar  pudrí 

menoscabos  de  su  honor.  tfantn) 
Alvabo.  (ctHiro.)  jMuerto  sovl  [Jesús  mil  ve- 
GoNi*LX>.Asi,  mudable,  sepulto  Ices! 

liviandades  d«  tu  ínsutio, 

puesto  que  no  lo  mcrects. 

Consuela,  aunque  no  avisada, 

olvidos  de  aborrecida, 

desprecios  de  poseído, 

mascón  créditos  de  honrada.  (Kat<.) 


ESCENA  X 
5alfi>CiiaMtii),Ca«sr«,  BaaiMlr  Pouí>Ai  pailoru. 

Pulida.    El  ha  de  ser  escribís 

ó  sobre  eso... 
Cakruo.  iDalle,  dalltí 

Polida,  ros  llevéis  lalk 

d«  alguna  lunda.  No  lien 

de  s«r,  si  macho  parís, 

escriben.  Mira,  Polida, 

que  el  crergo  lien  buena  vida. 
Pulida.    ^Porqut? 
Cakiiuo.  Porque  está  en  un  tris 

de  ser  cuta  de  Garcías. 

Vaun  de  obispar  en  Maajadas. 
ornad  para  vos,  si  i  osadas, 

no  lo  verán  vucsosdlas. 

Escriben  será,  ó  sobre  eso 

morena. 
CabbiíO.  .Mirad,  Polida... 

PuLiuA.    O  no  parirlo  en  mí  vida, 

ó  escriben. 
Carsiio.  Tened  más  seso, 

6  yo  03  juro  á  non  de  Dios 

que  os  cuesto  la  pendura. .. 

el  mochacho  ha  de  ser  cura. 
PtjuoA.    Malos  sAos  para  vos. 

El  diabro  me  lleve,  amfn, 

por  más  que  deis  en  reorlir, 

que  ogaño  no  he  de  parir 

en  no  riéndole  escriben. 


Carktio. 


BCHTOL. 


Pulida. 
Bektol. 

PULIOA. 

Bkutol. 

PUUDA. 


Carhiio. 


Piii.iP.\. 
Cahriio. 

Pulida. 
Cuspo. 
Bbktol. 
Causiio. 


PrutiA. 


CAnauo. 
Pulida. 


Cahriio 
Pulida. 
Carrizo 

PtJLlDA. 

Carrizo 
Crrspo. 


PUUDA. 

Carrizo, 
BsaroL. 
Carhixo, 
Pi;lida. 


Mas  que  nunca  lo  paráis, 
porque  no  ha  de  ser;  si,  cur*, 
que  con  una  hisopadura 
coma  y  cene:  no  me  hagáis... 
¿Sobre  quí  estáis  altercando? 
^Sabíis  vos  lo  que  ella  tieo 
en  el  vicnircí 

A  un  escriban. 
¿Pues  de  do  lo  vais  sacando? 

áOe  do?  Siéntolc  dar  vueltas 
c  día  y  de  noche. 

«Pues  bien?... 
Luego  ha  de  ser  «criban 
quien  mis  tripas  trac  revueltas. 
Desque  prcAada  in<  siento 
se  me  antoja  levantar 
tatjmtiííos  y  arañar 
cuanto  topo:  en  lodo  micDCO. 
y  en  cualquiera  falsedad 
si  te  conciertan  conmigo, 
á  cuantos  lo  dudan  digo: 

ÍO  doj  fe  de  que  es  verdad, 
'n  proceso  ti  esconder 
Dn  mes  por  menos  de  un  cuarto: 
si  es  tramposo  antes  del  parto, 
jdcspués  de  ¿I  qué  vendrá  á  Kr? 
No  nos  andemos  cansando: 
crergo  lien  de  ser,  Polida, 
que.  en  lin,  ganan  la  comida 
lo  más  del  tiempo  cantando. 
Csiá,  que  os  dará  un  puAtie 
que  os  haga,.. 

¿Qué  me  htis  de  hac«r? 

Apenas  le  veo  nacer 
cuando  le  encajo  el  bonete. 
Pues  nn  le  panrí  yo. 
«Hay  rirta  más cxirtmada? 
jV  si  estáis  de  bija  prefiada? 

jMalos  aAos!  eso  no. 
La  primera  condición 
con  que  noí  casamos  hué 
que  cada  que  en  cima  esté 
ha  de  parirme  un  garxán. 
Por  eso  no  quedará, 
que  aver  el  cura  me  dijo: 
¡av.  Polidal  os  bulle  un  hijo. 

y  Vcislo?  pues  cura  será. 

Cueuo  el  escriben  también 
con  la  mano  me  tentó, 

Íal  punto  el  rapaz  saltó: 
uego  ha  de  ser  escriben. 
No  en  mis  días. 

SI  en  los  mh>s. 
iDalle,  tijeretas,  dalle, 
PoÜdal... 

iCirrizo... 

Talle 
lleváis... 

[>cjid  desvarios, 
¿No  es  locura  que  riAiis 

tor  lo  que  esiA  por  nacer? 
acriben  tiene  de  ser, 
ó  lo  tengo  de  abortar. 
íva  para  tUa,)  Nottcn  de  ser  si  no  CU  ra. 
Teneos. 

No  ptwdo  sofrillo. 
O  escriben,  ó  malparíllo. 


^^^"                                                             lORNARA 

^^^^           5a5         ^H 

Cabriio.  Yo  os  SBcsré  Ii  criatura 

Carrizo.                                Cura.                      ^H 

por  el  cogote. 

Pulida.    Escriben  quinientas  veces,  (vamu-t        ^^M 

Pui-tDA.                         LlegA. 

Cachizo.  ¿Que  llegue?  Veri  si  llego.  {Dal«h 

Pui.tuA.    |Ay,  del  rcyt 

^^^H 

ESCENA                               ^^M 

CAKkiio.                       |Mas  que  os  despego 

Siltn  »«N  Tiu-Kcnct  y  Mm  CarcU,  Wtje.             ^^H 

la  escribanural 

^^^H 

Crespo.                         lArreatlil 

FaAHCo.  Elcrfdilo  quedevos                        ^^^H 

Teneos,  Carrizo,  Polída. 

luve  siempre,  Men  García,               ^^^^| 

Camiiio.  Creroo  ha  de  í.tr  si  sopiese. 
Pulida.    Escriban,  aunque  os  repese. 

6áadoos  la  hacienda  inia,               ^^^^H 

me  oblitfa  á  que  entre  los  dos,          ^^^^H 
quedando  mi  honor  seguro,            ^^^^H 

Carrizo.  De|tdmcla dar . 

Pulida.                          Por  vida 

os  comunique  secretos                         ^^H 

de»io  que  acá  me  rebulle. 

que  necesitan  discretos                             ^^M 

si  os  llegáis,  que  he  de  sacaros 

consejos,  y  los  procuro                         ^^M 

los  ojos  y  rasKillatos 

de  vuestra  larita  experiencia.             ^^^^t 
(íarcIa.    Va  sabéis,  señor,  de  mi                      ^^^^| 

U  cara. 

Carrixo.             Aunque  mis  barbulle 

que  en  vuestra  casa  nact                  ^^^^1 

ol  tema  que  loca  os  tíen, 

y  que  en  ella  y  la  asistencia             ^^^^| 

he  de  salir  con  la  mía. 

do  asta  granja  os  he  servido            ^^^^| 

PuuoA.                                     ¡Mas  nonadal 

con  limpieza  y  con  lealtad.            ^^^^H 

Bkrtou   La  porfía... 

Frascis.  Saqueos  i  esta  soledad                   ^^^^H 

Cjlkmixo.                   Creigo  dije. 

de  noche  y  recién  venido,                    ^^H 

Pulida.    Yo  «criben. 

porque  lo  que  he  de  deciros                    ^^H 

pide  lodo  este  recato.                               ^^H 
S'a  os  consta  á  vos  cómo  trato              ^^M 

^^^^B                 ESCENA 

mi  honor  yo:  podré  advertiros                ^^1 

que  no  guarda  el  avariento                     ^^H 

^^^^^^               Dtcii«ii  y  CKnmo.  p^tlur. 

tesoros  de  su  ganancia,                      ^^^^M 

H 

Mendo,  con  mis  vigilaiKta.              ^^^^H 

H      Crrezo.    «^Quénio,  Caniío^t'cslíb 

Ga.iic!a.    Si  el  mucho  recogimiento                ^^^^H 

^^                       sin  seso?  Dejad  exircnios 

de  vuestra  casa,  y  que  en  ellt            ^^^H 

^^^_                 y  ved  que  en  caía  leñemos 

de  padre  y  madre  servís,                  ^^^H 
pues  por  los  dos  asistís.                    j^^^H 

^^^^                al  amo  viejo;  ^no  vais 

^^^^              i  darle  la  bienvonids? 

cuidando  prudente  de  ella,               '^^^^| 

■         Cakrizo.  ¿C^uiín? 

si  bien  no  hay  mucho  que  hacer          ^^H 

H        Ckreio.                Don  Francisco  Cabcias, 

en  guardar  las  hermosuras                     ^^H 
de  Trujillo,  pues  seguras                        ^^M 

H                        y  con  el  las  dos  bcllcjias 

H                        en  que  remoza  su  vida. 

aun  no  sepermiten  ^er,                          ^^M 

H                        Apeáronse  de  un  cochl 

y  está  en  ellas  vinculada                       ^H 
a  honestidad  exttcmcfla.                      ^^1 

^^^                en  esie  Instante  los  tres 

^^K               y  hicieron  sacar  después 
^^^P               a  un  mancebo,  que  esta  noche 

Frakc».  lAy.  Mendo,  que  ladespea>                  ^H 

ia  juventud  desbocadat                            ^^M 

dix  que  hirieron  en  Trujillo, 

Escuchad  una  desgracia,                       ^H 

y  casi  i  la  muerte  «ti. 

quB  si  hasta  aquí  no  entendida,            ^^M 

Carriio.  ¿Pues  i  quf  te  traen  aci^ 
Cbrkio.   Eso  no  pude  udvertillo: 

en  sabiéndose  ocasiona                        ^^H 

6  mi  muerte  ú  mis  desdichas.               ^^1 

mas  ellos,  en  lin,  acaban 

Esta  noche,  cuando  en  luto                 ^^M 

de  apearse,  y  pret¡uniá 

trocaba  el  cielo  la  risa                          ^^H 

el  vjcjo  por'vos. 

del  alba,  porqueel  sol  muerto              ^^H 

Carrixo.                           Pues  vo. 

resucitaba  en  las  Indias,                         ^^H 

Bkrtol.   jNo  pudieran,  si  pensaban 

apenas  mandé  cerrar                           ^^H 

irasnochai,  darnos  aviso. 

las  puertas  (que  una  risita                   ^^H 
les  permitió  i  tales  horas                   ^^M 

y  tovieran  que  cenar? 

Ciitizo.   ¿En  la  Zarza  han  de  falur 

jo  que  les  níe^o  aun  de  dta),             ^^^^1 

conejos? 

cuando  sentado  i  la  mesa                 ^^^^| 

Carrizo-               Tan  de  improviso 

ligera  cena  admitía                                ^^H 

y  casialamaRccci. 

por  sucesor  suyo  al  sueAo                 ^^^1 
(que  la  vejez  ya  es  antigua             ^^^H 

^quí  mucho  que  no  los  haya? 

Carriio.  ^Vo  i  verlos? 

pensión  dormirse  temprano,           ^^^^H 

Pulida.                            Vaya  ó  no  vaya. 

si  bien        aves  imita,                        ^^^^1 

escribid  tiene  de  ser. 

que  madniítan  con  el  alba                <^^^^| 
i  darle  la  bienvenida),                        ^^^H 

Carrizo,  ¡ühl  iQuf  pan  como  unas  nueces 

se  os  apareja! 

i  los  primeros  bocados,                     ^^^^| 

Crespo.                       é^ay  locura 

centro  yo  de  mis  dos  hijas,             ^^^^M 

semejante? 

9Ígo  espadas  en  la  calle:                   ^^^^H 

Pulida.                    tscribén. 

mas  fué  tan  breve  la  hila               ^^^^H 

^^^^      536                                                 TODO  es  DAR          UNA  COSA                                          ^^^^^| 

^^^H              como  SU  dugrMli  lirgi. 

y  )•  superior  ta  villa).  ^^^^| 
En  esta,  pues,  que  los  nobles  ^^^1 

^^^^H              porqua  apenas  dando  Príita 
^^^^m              i  un  monunic  )ubiltulo 

moran  y  apañados  distan             ^H 

^^^^V                y  á  una  hacha  mal  encendida. 

de  la  plebe,  que  en  lo  llano           ^H 

^^^^H                 %M\g,o,  cuando  sin  aliínto, 

cooifflia,  vende  y  fabrica.              ^H 

^^^^H              tropieía  en  su  urn^trc  misma 

daba  A  la  murmuración            ^^^H 

^^^^B              un  hombre  que  i  mi  se  abraza 

ciuuk,  y  i  las  celosías             .  ^^^H 

^^^^H               didtndo:  iVirgen  Divinal 
^^^^^^              iConfcsiúnl  j/nCis  mil  vecesl; 

de  nuestra  casa  recelos,            ^^^H 

profanadas  con  su  vista.  ^H 
Manchó  mis  puertas  sg  sangrt,    ^M 

^^^^^B              y  baAindome  en  tu  herida 

^^^^^H                    ya  exiranjcro 
^^^^^t             calmo^i  loj  dos  encima. 

y  temí  que  pretendía                        ^H 

quien  tanto  Us  pateaba                   ^H 

^^^^^B               el  casi  difunto 

ae  noche  á  mi  infamia  abrirlas.     ^H 

^^^^H               y  yo,  en  su  iNngte  teñidas 

Hallaron  estas  sospechas                 ^H 

^^^^^1               canas  y  ropa,  la  muerte 

Indicios  en  Margarita,                      ^H 

^^^^^B               pensó  en  mi  copiar  m  ci(ra. 
^^^^H              Bajaron     alboroto 

si  no  eviilentes,  probables,        ^^^H 

porqueta  color  perdida,  ^^^^M 
Ugnmas  sedesmandaban         ^^^H 

^^^^H              mi  bealiii  y  Margariu 

^^^^^E               con  den  doncellas,  que  sofai 

con  disfraz  de  compasivas,       ^^^H 

^^^^H               SOD  de  nocli<.'  la  TamiliH 

amantes  en  la  sustancia;                 ^H 

^^^^H              de  mi  casa,  porque  en  ella 

y  aunque  el  temor  reprimía            ^H 

^^^^H                no  consiente  que  »e  admitan 

suspiros  que  malofitaba  ^H 
el  Silencio  en  la  oficina             ^^^H 

^^^^K               bombrcí  ci  cuerdo  escarmiento 

^^^^H             Ü4U¿  qucr¿ts^  costumbre  es  mia.) 
^^^^^B               Como  me  vieron  baAado 

del  pecho,  abonó  el  pesar       ^^^^| 

por  los  ojos  su  noticia.  ^^^H 
Lloraba  también  su  hermana,      ^H 

^^^^^K               en  sangre,  y  no  prevenidas. 

^^^^^V               ocasionaran  la»  voces 

pero  las  señales  tibian  ^H 
de  su  piedad  inocente                    ^H 

^^^^H                i  que  en  las  casas  vecina* 

^^^^H                me  dudasen  agresor. 

me  mostraron  cuin  distintas         ^H 

^^^^HV               murmurínJoinc  homicida, 

son  las  que  el  amor  arroja.             ^H 

^^^^■L                 y  conjeturando  agravios 

y  que  hay  tal  vez  (siendo  enigmu^H 

^^^^H                de  honor,  ocios  y  malicias, 

que  sustituyen  palabras)        ^^^H 

^^^^^H                atajé  este  inconveniente 

U^rímit  ponderativas.             ^^^^| 

^^^^^^              haciendo  subir  arriba 

Dudoso  yo  en  este  aprieio       ^^^H 

^^^^^1               el  herido  desmayado. 

por  ver  si  los  averigua  ^H 
sin  testigos  la  prudencia,               ^H 

^^^^^1             Cerrt  puertas  y  advenllas 

^^^^^1             ser  de  otras           la  sangre 

que  baje  al  Uguan  me  avisa           ^H 

^^^^^V               ouc  sin  laión  despedida 
^^^^H               del  ducí)o  prop:o,  buscaba 

la  industria,  y  sacando  ci  coche     ^H 

i  ta  puerta  sin  abrirla,                      ^H 

^^^^H    <            hospedaje  en  mi,  mendiga. 

mando  tender  una  cama               ^H 

^^^^H              Callaron,  no  sosegadas 

en  ¿1  que  al  enfermo  sirva,             ^H 

^^^^H               con  esto,  iTiss  reducidas 

donde  al  punto  le  traslado,  ^^^H 
y  corriendo  las  cortinas          ^^^^| 

^^^^»'              al  nesgo  de  su  alboroto. 

^^^B               Domesticas  m«dicinas 

Doiificado  el  secreto                ^^^H 

^^^V                aplicamos  al  pacirnie 

que  el  ictnor  manda  que  admitiñt^H 

^^^^L               cuando  el  alma  fuititiTS 
^^^^^k              buscaba  puerta,  y  le  hallara 
^^^^^1              por  una  estocada  encima 

mis  dos  hijas  y  criada  ^M 
hago  que  dentro  le  «tisuo.            ^M 

Con  esto  i  la  calle  saUo  ^H 
y  dando  al  cochero  pnsa               ^H 

^^^^^1              tres  dedos  del  corazón. 

^^^^H               H  aceites,  bdlsamo  y  hilas 
^^^^H             no  hicLcran  retrocedería 

(ya  sabíb  que  vive  enfrente)         ^H 

puso  i  un  caballo  la  silla,             ^H 

^^^^^B             «1  pecho  que  vivifica. 

y  guarneciendo  oíros  tres             ^H 

^^^^V               Tomada,  aunque  mal  la  sangre. 

yo  i  un  estribo,  sin  noücU           ^H 

^^^^H                 puesto  que  no  permitía 
^^^^K               el  parasismo  rebelde 

de  lo  que  en  el  coche  lleva,           ^H 

cuatro  horas  antes  del  día,            ^H 

^^^^H               que  el  pulso  pidiese  albricias. 

tres  leguas  que  hay  de  distancia     ^M 

^^^^H               entró,  aunque  int^uieta,  en  consejo 

hasta  aqui  corrió,  que  guian          ^H 

^^^^H              la  bonra,  i  quien  apadrina 

dudas  de  un  temor  honrado,         ^H 

^^^^H                la  prudencia  recelosa 

sospechas  que  marilríian.  ^H 
Volvió  el  herido  en  su  acuerdo      ^H 

^^^^^                y  .aquesta  vez  discursivaj 

^^^H                 reparó  en  curiosidades 

y  aunque  de  vérsese  admira           ^H 

^^^^h                del  herido,  7a  de  dia 

caminando  y  con  nosotros,            ^H 

^^^H               cursando  nuestra  parroquia. 

amistades  y  caricias                        ^^ñ 

^^^H                  ya  nuestra  calle,  aunque  habita 

le  BSCKuran  y  aconsejan           ^^^H 

^^^^V                  en  ia  ciudad:  Ibiensabíis, 

que  de  mi  casa  se                      ^^^^H 

^^^^^L              que  asi  porcostumbreantlgua 

y  diligencias  estorbe  ^^^H 
roñosa*  en  U  Juilicla.          ^^^H 

^^^^^B                se  llama  la 

^H^^^^^'                                   JOmtADA  PRtMBRA                                                   5*7             ^| 

^^B            tlcgamus,  Mendo,  i  U  Ztti». 

que  de  quien  e)  ser  me  ha  dado.         ^^^| 

^^H           donde  lunabe  el  engaAo  ñnta 

Mi  hisioriatsl  á  roferirU                    ^^^H 

me  dieran  lu^iar  temores                     ^^^^| 

^^^^^L    mienirxs  su  dueñu  peliftia. 

que  ligeros  se  avecinan)                     _  ^^^^| 

^^^^^P    si  mucr«  podcá  ti  silencio 

os  asumbrara.  mal  baste                   '  ^^^^^ 

^^^^^      (báci4ndolc  compaAi* 

i  advertiros  que  me  obligan             ^^^^^| 

^^H           su  cómplice  en  mi  Jtshonr» 

en({arto9  de  un  hombre  aleve             ^^^H 

^^H            sepultar  con  ¿\  maikiai 

&  que  de  mi  cua  misma,                     ^^^^M 

^^H            ijuG  «ulgacice  U  fama, 

desterrada  en  las  tinieblas                  i  ^^^^H 

^^^1             y  »i  «1  oelo  le  da  vUU, 

de  esta  noche,  amparo  pida                ^^^^^| 

^^H           de»pcAÍnJose  los  áo% 

y  á  vuestro  valoe,                 ^^^^H 

^^H             trocar  pesaros  en  dichu. 

al  secreto  y  la  osadía...                     ^^^^H 

^^H             Nú  pu<»lc  esto  dilatarse; 

tEipáalaii  ít  tonsur  4  tu  P't4rt,  y  tú-          ^^| 

^^^^^      porque  mientras  se  publica 
^^^^^B     la  falta  que  hace  en  su  casa 

patt  mát  la  tJTa.\                                                ^^H 

¡Jesús,  mil  veces!                                     ^H 

^^^^^K     quien  quiso  ofender  la  mía. 

FaaMCis.                             ¿Quf  es  esto?                ^H 

^           no  siendo  monal  el  |$vlpe. 

Sosegad,  seflora  mía.                                  ^^| 

^^H           lilamo  la  cama  misma 

Mat  senU>^  ^qu¿  os  da  congoja?        ^^^H 
BsATitit.  Peli^us  que  mis  me  animan              i^^^^H 

^^H           seri,  i>  túmulo  si  muere. 

^^H            que  al  llanto  ó  al  gozo  sirva. 
^^H           Para  cualquiei  cosa  deesun, 

cuanto  mis  cerca  estoy  de  ellos.       ^^^^^| 

Fmamcis.  También  lo  esti  aqui  una  quinta       ^^^H 

^^H           Mendo  aint)fo,  necesita 

donde  podríis...                                          ^^| 

^^^1            la  confianza  que  ox  hago 
^^^B            de  vuesuu  avuda;  no  diga 

BsATRiz.                            Excusalda,             .^^^^| 

oue  es  (ueiia  ser  conocida                ^^^^| 
de  vos,  y  mi  afrenta  temo.                   ^^^^H 

^^H            Trujillo  que  en  mi  vcje;i 

^^H            le  eclipsó  U  sanare  limpia, 
^^H           siempre  en  los  Cábcjias  noble. 

FitANcts.  ¿Pues  en  qué  mandáis  que  os  sirva?       ^^| 
beATMiz.  En  que  en  fe  de  que  sois  noble,         ^^^^^ 

^^H           pero  )amis  ofendida. 
^^H           PrcTenid.  mientras  dispongo 

mientras  que  no  se  os  permita,          ^^^^| 
de  lo  que  aqui  sospechas                  ^^^H 
á  ninguno  deis  nMkiaj                      ^^^^H 

^^1            bodas  6  obsequias,  Oarcft, 

^^V            caballos  que  1  Cunugal 

en  que  no  sigáis  mis  pasos,               ^^^^H 

W                  dcilumbrca  los  que  nos  sigan. 

potque  os  doy  mi  fe  que  estriba       ^^^^H 

1    GarcU.    Yo,  seAor,  nocoDSejcTo. 

mi  vida  y  honra  en  ir  sola:                ^^^^H 

K                   si  obediente,  como  cnr  dichas 

en  que  entre  aquesas  encinas              ^^^^H 

í                 en  d«(íi"»>;i»*  vuestra  sombra. 

que  margenan  esc  airoyo                  ^^^^| 

^^K           no  osarí  que  os  contradigan 

busquéis  en  la  más  antigua               ^^^H 

^^B            razones  de  la  lealud. 

la  concavidad  que  el  tiempo             ^^^^H 

^^H            Cuerdas  canas  autorizan 

labró  para  su  ruina,                         ^^^^H 

^^H           vuestros  años  y  experiencias: 

que  con  vislumbren  del  alba               ^^^^H 

^^H           sírvaos  yo.  y  ellas  elijan. 

(que  empieza  á  currer  conina             ^^^^| 
al  K>l  que  le  va  al  alcance)                  ^^^^| 
se  os  uirecerá  á  la  vista                     ^^^^| 

^^H             que  aunque  no  me  hsviis  fiado 
^^^^^_      el  nombre  del  que  os  obliga 

^^^^^B        t^nta  resolución 

un  hurto  que  os  cause  asombro,            ,^^| 

^^^^^V     (quiz*  porque  no  lastiman 
^^V          de  los  que  no  se  conocen 
^^H           desgracias),  por  cuenta  mfa 

puesto  que  no  de  codicia                     ^^^^| 

para  quien  su  precio  iunora,              ^^^^H 
tan  costoso  á  mis  desdichas               ^^^^H 

^^H            coao  i  ejecutar  deseos 

que  temo  por  i\  perderme.                ^^^^H 

^^r             V^*  aAr'dan,  mAs  no  examinan. 
P                  Voy  í  apercibir  caballos. 

Interpreten  este  enigma                     ^^^^H 

vuestras  nobles  t^ligencias,               ^^^^^^ 

1    FiANciS.  No,  Mendo,  a^iuardad  que  os  diga 

que  á  quien  os  le  deposita                   ^^^^H 

I                  quien  es  el  que... 

se  le  volveríis  después,                     ^^^H 

si  dándoos  las  señas  mismas             ^^^^H 

que  en  il  bailarais  agota                   ^^^^H 

H^^K            ESCENA 

os  volvitro  i  buscar                             ^^^H 

■           DieiM  y  nata  Ba^mi,  «tUtri»  mu  nanlo 

Vos  sois  noble,  mujer  yo,                   ^^^^H 

1                                          y  tMapli  ¿d/#. 

mi  riesgo  y  pena  precisa,                  ^^^^^1 
y  el  auitenurme  (oizoso:                     ^^^^^^ 

1    BsaTHiz.                            Sien  los  nobles 

adiós,  que  ei  urdar  pcli^a.      (Vm(.)        ^^H 

1                   vinculó  la  cortfsta 

Fmakcis.  ¿Hay  suceso  semeiaoicr                          ,^H 
GAKcfA.   Mñor  jqui  es  esto?                                 ^H 

w                 el  favor  de  las  mujeres, 

K                  y  puede  con  ros  tu  estima 

Fhakcis.                                GarcUr                ^^^H 

^^K           que,  sirviendo  i  las  hermosas, 

descaminos  de  la  noche                     ^^^H 

^^H           bunríis  á  las  añi);lda); 

□  ue  ignorancias  precipitan.                 ^^^^H 
Nu  puedo  deciros  más.                        ^^^^H 

^^H           oid  apañe.  Yo  soy  tMft'tutc«iéi.) 

^^H            quien  del  vuestro  necesita. 

Di  palabra,  he  d<  cumplirla;              ^^^H 

^^H          j  huyendo  riesgos  mortales 

esperadme  aqu!,  que  presto                ^^^H 
sabrás  cosas  pereurlnis.          (Vaitj       ^^| 

^^H           mis  de  estos  moatcs  se  fia 

^^^^^      S28                                                TOnO  r.&  DAR  EK  UNA  COSA                                                           ^^ 

^^^H                       ESCENA 

y  blancos,  con  los  de  urt  manto 

Urh  CakIa;  r  taJra  Caksii»,  Cmh»  y  ÜNiiroi., 

desvelar  conocí  mioiuos, 

vecina  de  nue&ira  Zar/a 

Carkuo.  Sacomos  ia  empujadura 

(porque  .¡quien  dudara  serlo 

de  pendencias. 

la  que  encubierta  i  tal  hoia 

Cbmpo.                         ¿Ou*  parió? 
Cariuzo.  No  s¿  cómo  lo  llamó 

pide  ¡(ocorro  al  secreto?) 

me  contó  peligros  tuyos 
quc.  entre  prcriados  iñtstffrios. 

k  comadre.  En  lin,  ni  cura 

ai  escríMn  scri  la  cria. 

panmn  en  que  guardase 

BntoL.    Jpucs  quí  ha  de  venir  á  sar? 
Cakiuzo.  No  siendo  hombre  ni  muj«r, 

i  :>u  opinión  el  respeto. 

y  el  huno  que  en  una  encina. 

Bcriol,  ccmS  la  porfía: 

ya  no  habrá  sobre  qué  arguya. 

cómplice  á  %us  desaderios 

hJllasc,  depositando 

Citesro.    jPucs  n  animal? 

en  mi  su  estima  y  silencio. 

Caubizo.                             Tampoco. 

Adratillo  cortesano, 

Creu^.    íQüí  diablos  parió? 

y  ausentándose  con  «10 

BetttoL.                                 iKixAs  loco? 

sin  consentir  compaAfa, 

Caraiio.  No  srIk*  ella  con  la  suya 

promesas  puse  en  cTecto. 
Heniítri'  troncos  vecinos 

^^H                       y  reviente.  Un  burujón 

^^H                       tino  i  empu]sr  con  su  cola 

de  eie  arroyo  c*si  «ko. 

^^H                       re<lúnd<!,  que  llaman  bola 

y  hállele  (eNCuchad  milanos) 

^^H                     de  Beatriz. 

cuna  de  un  niño  risueño. 

^^^^       CfiKtPO.                    Callad,  simplón. 

á  quien,  amorosa  madre. 

■                           Bola  matriz  debió  tcr. 

una  cabra  daba  el  pecho. 

■                            Milagro  seta  si  escapa. 

Asombróme  su  piedad, 
trayéndome  el  a  ma  ejemplos 
de  Scmiramis,  de  Abides. 

H             Carkiio.  Mufrese  un  roye  y  un  papa, 

^^^                     un  conde  y  un  mercader: 

^^H                     cuando  se  muera  i'olida 

de  Ciro,  Rómulo  y  Remo: 

^^V                     paciencia  y  capux. 

y  pronosticando  en  él 
las  felicidades  de  ellos. 

■            GancfA.                               ¿Qui  eteso, 

■                            Carriior 

compasivo  le  di  abraios. 

■             CABKtJO.                |Oh,  scñorl  te  beso 

carii^oso  le  di  bcMt. 

K^                      lai  manos.  Esiá  parida 

Aquf  le  traigo.  García, 

^^^L                     nuetacompaiícra,  v  dudo 

{Oitdibrt MI  tt*oT*tUit  aacMa.) 

^^f                     qur  según  i  verla  llego, 

casi  olvidado  (oi  prometo) 

^^^                      lome  las  de  ViüaJietto. 

de  agravios  que  temi  propios. 

H              GarcIa.    .'No  os  pesará  de  ^cr  viudo? 
H              Carhizo.  Ni  tampoco  al  ganapin 
■                              que  de[  tercio  sc  descarga, 

y  agora  socorro  ajenos; 

quiíi  porque  ordena  Dios, 

cuando  vénganlas  preienno. 

^^^B                      comiéndoM  mucho  embarga 

que  en  esus  que  son  mayores 

^^^1                       fcon  darnos  la  vida>  el  pan, 
^HP                       Pues  «-qué  har d  lanía  mujer 

temple  el  rigor  sus  aceros, 

.Mirad  qu¿  hermoso  postumo 

^r^                          por  mañana,  larde  v  día? 

de  un  tronco  tstíril  y  vicio, 
y  advertid  que  le  amo  mis 

^^^       CoEira.    ¿Dónde,  señor  MenGarcia, 

^^H                      podremos  al  amo  ver, 

□  ue  si  le  feriara  nieto. 
GarcIa.    ¡vál){ame  Dios)  iqué  de  cosas 

^^V                     Quc  dix  que  ha  poco  que  vino? 
V            GarcIa.   Debe  (como  ha  irasnochadoj 

en  la  brevedad  del  tiempo 

■                         reposar. 

que  hi  que  el  sol  se  fue  al  ocaso 

■            BsHTOL.                Scrí  pesado 

niegan  la  fe  i  tus  sucesotl 

■^                      por  ser  viejo,  aunque  el  cunino 

El  mócente  t%  un  ángel. 

^^^  .                 es  corto. 

Como  en  el  alma,  en  el  cuerpo 

^^^^^ 

en  sus  (aciones  firmaron 

^^^K                            XV 

que  eran  ilustra  sus  dueAos. 
Dichosos  con  tos  han  sido, 

^^^^^H     Pkhm.  Sott  »«il  pMAiKitco  y  ap4rlt*  con 

y  más  en  que  os  df  el  cielo 

^^^^^H                               M«M  Oíttíit. 

ama,  que  es  nuestra cnada 

recién  parida  en  el  pueblo. 

V           FnANcit.                Mendo.  esta  noche. 

Fvancis.  jpuién  es,  que  lo  estimo  en  mucho? 
(íakcIa.   Pulida,  la  del  rentero 

^^^                      sin  duda.  Mercurio  y  Venus, 

^^^b                    juntando  constelaciones. 

de  vuestra  heredad- 

^^^^^                 predominan  en  el  cielo. 

FiAKLis.                              ^C«rrizo? 

^^^^^^L                pues  una  intluyendu  amor. 

Cahkiio.  ¿Qué  manda?  que  como  vemos 

^^^^^^K                y  otro  eslabonando  enredos 

que  se  apaña  de  nosotros, 
la  Cortedad  y  el  respleito 

^^^^^H              parece  que  internan  ambo* 

^^^^^B              sus  horas  quitarle     sueño. 

mos  turba  el  llegar  á  dalto 

^^^^^H              Aquella  mujer  que  vbieis 

los  prácemes  que  debemos. 

^^^^^■^             entre  crepúsculos  negros 

Su  merced  sea  bien  venido. 

^^^^^^^^^^^^^^^^^^;oii 

wlSfS^^^^^^^^^^^^^a^^^^^H 

■  Fkancis.  Cañizo,  fetiarot  quicfo 

satisfacción  me  pedia:                               ^^| 

1                  un  inoro,  que  ti  mi  batlaz)^. 

mas,  con  tan  sjbio  rumedio,                        ^^H 

H                                                                             (DaUt)  Hito.) 

ella  cobrarjl  su  lustre,                                  ^^H 

H                   EitR  joya  os  encomiendo: 

y  yo  vivirí  contento;                               ^^H 

^^^          que  la  irsiga  eo  nombre  mío 

lambiín  lo  está  vuestro  hijo.                 ^^^| 

^^^B           ooljtada  Pulida  al  pei:ho, 

^^^^H 

^HV           ^or  ser  de  corat  y  plaia. 

^^^^^M 

V  Car n IZO.  bi  hué  su  mercí  el  platero. 
1                  lindamente  labra  brincot. 

ESCENA  XVII                           ^^H 

■                 Debió  el  molde  de  ser  nueva. 

I>icaat.  Dofl«  Mahoajiita  y  noS*  BtUTa».              i^^^^H 

H^^            que  diz  que  en  joyas  vaciadas 

^^^^^H 

^^H          suelen  acortar  los  vjeios. 

MASOAfi.  Beatriz,  hele  saiiMccho                            ^^^^| 

^^B          Polidfl  (que  no  lo  ha  sido 

de  modo  que  ya  má  sano,                    ^^^H 

^^K         en  el  parto)  arroiú  al  suelo 

que  su  mal  más  fui  <ie  celos                   ^^^| 

^■^          un  bolto  matriz  de  cartie, 

que  de  Id  inclemcnie  herida.                        ^^M 
Beatriz.  Señor,  i  pedirte  vengo                              ^^M 

^^^^          y  Ilota  su  mal  empico: 

■                    mas  este  It  Hlcerara. 

H  FiuNois.  Vamos,  pues.  Pero  ^qué  es  esto^ 

albricias  de  las  mejoras                            ^^H 

que  alientan  i  nuestro  enfermo,             ^^^H 

1                  Señor  Don  Rodrigo  ^vos 

MAa<;An.  i-.l  insta  en  que  i  verle  vayas.                 ^^^^| 

K                 «n  U  Zxrza^             (Satt  o.  Kodrtito.) 

Francis.  Mis  instarán  losde^eos                           ^^^^| 

H 

que  en  vos,  hija,  culpí  anoche,                   ^^M 

^^^^ 

y  ya  más  piadoso  apruebo.                       ^^M 
Beatriz,  vuestra  hermana  tiene                  ^^M 

^^ft                   ESCBNA  \VI 

i  mi  satisfacción  dOofio.                            ^H 

^^^H                  IhCHMraOR  HODIUOO.  «jf/o. 

No  habfis  vos  de  estar  ociosa:                    ^H 

^^IP 

liaros  este  ángel  quiero.                                ^^U 

VRoDRioo.                   Y  con  recelos 

Seldo  vos  suyo  de  guarda,                         ^H 

1                  d«  que  vuestros  disimulos. 

como  á  madrees  le  encomiendo.                  ^^| 

M                 scflor  Don  Francisco,  han  hecho. 

(Támait*lU^           ^^M 

K^^          desheredando  mi  cjsa. 

Carrizo.  ¿Madre  y  virgen  en  CasiilU?                      ^^M 

^^^K          tragedia  mi  tin  postrero. 
^^^^          A  Don  Alvaro  Duián, 

Bkatbiz.  ¡Qaé  hermoso  es!                                           ^^M 

FaANcis.                               Como  mi  afecto.               ^^M 

^^^K         casi  i  vuestras  puertas  muerto, 

Beatriz.  No  será  el  primer  milagro,                            ^^M 

^^^K           tcASiadásicis  cita  noche 

si  á  travesuras  creemos                              ^^M 

^^^V           desde  Trujillo  i  este  pueblo. 

que  mi  madre  nos  contaba,                          ^^H 

^^^B          Ouicn  curioso  vio  dcsdícnaSt 
^^^B          disimulándolas  cuerdo. 

V  aun  no  las  marchita  el  hielo.                    ^^H 

¡■ero  d^^idnos  su  hallazgo.                           ^^M 

^^^1           pot  no  dcspcriat  testigos 

Francii.  Pide  espacio  ese  suceso.                             ^^M 

^^^B           que  injuriasen  el  secreto. 

Su  nutriz  será  Pulida                                ^^M 

^^^1          aviso  me  dio  de  todo; 

y  su  aya  vos.                                            ^^M 

^^^1          y  como  os  conoxco,  temo 

BsATRiz.                    Yo  lo  acepto.                          ^^1 

^^^1          que  libráis  en  la  venganza 

¡Ay  hermana  de  mis  ojosl                            ^^M 
Este  niño...  lAp.  A  Mugarlu.)                       ^^| 

^^^1          partida  de  un  desacierto. 
^^^1          verdad  es  que  ha  sido  amante 

Margak.                      Si.                                               ^H 

^^^1          Don  Alvaro,  poro  honesto, 

Beatriz.                        jDlrélo.»                             ^H 

^^^H           de  vuestra  hi  a  mayor. 
^^^H          y  que  insiánaomc  los  ruego» 

Margar.  Acaba  ya.                                                      ^^1 

BsATRtz.                Es  fruto  mfo.                             ^^| 

^^^B          que  oficioso  me  intimaba, 

Maroar.  ^I-^Slis  loca?                                                  ^^1 

^^^1          maílana  tenia  propuesto 

Bf^^triz.                    De  contento.                           ^^^k 

^^^1          de  pedírosla,  y  trocar 

Mar<íai'.  éCómo  ú  cuándo?                                    ^^| 

^^^1          amisud  en  parentesco. 

Beatriz.                              No  ha  dos  horas.           ^H 

^^^H          Si  Dorque  tal  vez  le  visteis 
^^^H           &  ocshofa  lisoniero 

Mariíar.  ^Dónde?                                                        ^^| 

Bkatriz.  '            En  el  campo.                               ^^| 

^^^1           con  las  puertas  que  adocat>a 

Mahoar.                                  Sospecho                 ^^1 

^^^B          ponderarlas  sus  afectos, 
^^^1          juzgáis,  su  saoKfe  vertida, 
^^^P          manchas  hoy  del  honor  vuestro. 

que  me  burlas.                                      ^H 

BcATMiz.                       Posesiones                           ^H 

del  papel  (si  enigmas  fueron)                       ^^| 

^^H          y  le  traéis  por  sacarlas 

ya  son  verdades  con  alma.                           ^^^ 

^^^r           donde  el  labóii  es  de  acero. 

Carrizo.  jA  \i>,  niño,  ajó  corderul                           ^^| 

^^H            sosegaos,  que  si  esta  viro 

^^H 

^^H            (|0h,  permítanlo  los  cielosl) 

^^^1 

^^P             yo  quedaré  consotado 

^^H 

cuando  muera  vuestro  yerno. 

^^H 

Fhakcis.  Don  Rodrigo,  adirinástvis. 

^^H 

^                 La  opinión,  que  como  espejo, 

^^H 

H                 puesto  que  al  honor  retrata, 
■                  e  quiebra  ó  turba  el  aliento. 

^^^1 

^^1 

^^^      COMKUIAS  Ut  TIRSO  D£  UOLIHA. — TOMO 

^1 

53o 


rnoO  ES  DAM  KN  l'NA  COSA 


JDKNAliA  SKGUMlA 


ESCCINA  PRIMERA 

SalM    DORj  ftlATHlt,  tXiOl  UlKflÁRITIL,  DON  M'kWh. 

MartIn. 

Li  fe  de  aquel  amkDte, 

á  pcMt  de  de^veloi,  lan  conttanie 

(bcatiiz)  que  íc  promete 

csprrjr,  irss  &icte  «Ai>»,  otros  siete, 

que,  al  Ün  de  lanío  dia, 

mejoren  en  Raquel  Durias  <k  Lia, 

mi  dicha  reconoce, 

pue»  Si  catorce  nu,  pretendí  doce 

con<)utMar  rewsiencias 

que  premio»  lo^tran  ya,  u  antes  paciencíai; 

puesto  que  me  aventajo 

■  1  hebreo  amador,  pues  su  trabajo 

mejoró  de  partido, 

que  él,  ea  ñn,»cetó  correspondido: 

[)<fo  en  vuesiia  bellcia 
ej'eodo  ingratiiudci  mi  tirmeie. 
te) la  entre  csperanias 
ri|p>res )  amor  f lleí  de  esiaí  balanias) 
roe  muestra  hoy  generoso 
que  medra  al  paso  que  es  dificultoso. 

FaAKCisco. 
Doa  Martin,  ya  so»  dueño 
de  vuestra  pretensión.  '1  iempo  es  pcqocAo 
(por  largo  qu*  parece) 
el  que  consigue  aquello  que  apetece. 
Beatrii,  cuerda,  hace  alarde 
de  que  el  moral  porque  pioducc  tarde 
BUS  frutos  asegura, 

no  como  el  loco  almendro  en  la  hermosura 
de  su  ambiciOn  tirana, 

?ue  madrugando  necio,  apenas  grana, 
a  VOS  so«s,  hijo  mió, 
dtdon  Aivafo  pnmo,  en  quien  coafto 
aucesión  Tcniurosa, 
pUM  una  sangre  os  honra  generosa 
que  propague  mliniia 
sucesión  en  tteairii  )'  Margarita. 

Alvaro. 
Mi  primo  y  jro  mostramos 
que  en  gustos  como  en  deudos  ConCorntamos; 
pues  si  Dii.or  nos  abiasa 
nos  cundu^e  i  su  jugo  en  una  casa 
y  á  una  misma  nobleza 
enlaiailoi  lus  .lo»  con  la  txlleza 
que  en  posesiúii  icnemus 
de  hijos  vuestros  el  nombre  merecemos, 
con  que  i  trocar  venimos 
en  vinculo  de  hermanos  el  de  primos. 

Fhanciico. 
Don  Martin  ^cuando  W  trata 
ausentarse  Jvaquii' 

MartIm. 

Mi  amor  dilata 
lo  mismo  que  apresura. 


Falta  k  mis  padres  haj(o,  ta  hermosura 
de  mi  Beainz  parece 
que  en  habliodola  en  esto  se  eniríttece: 
pcfo  perdiendo  tanto 

Í  ausente  de  lal  padr*,  no  me  espanto. 
lia  el  (¿rmíno  elija 
cuando  fuere  su  gusto. 

Faaxcisco. 

Ya  esiiís,  bifa, 
sujeta  i  nuevo  empleo, 
digno  de  las  virtudes  que  en  vos  v«o. 
El  natural  derecho 

que  hasia  aquí  tuve  en  vos,  puesto  que  estre- 
transiicfo  poderoso  jcbo, 

amor,  que  es  rey  y  «s  Dios,  eo  vueuro  esposo. 
Ya  oaiiis  emancipada 
de  padres  y  de  deudos,  y  obligada 
sólo  i  los  lazos  justos 
de  un  lüamo,  reciproco  en  dos  gustos. 
El  vuestro  ya  no  es  vuestro; 
rendllde  al  dueño,  mi  Beairít,  que  os  muestro, 
y  pues  04  quiere  tanto, 
no  entibien  llamas  suyas  vuestro  llanto. 

Conoico,  scflor  mto, 

djchasquemcdro,  y  aunque  mái  porfío 

refrenar  mis  enojos. 

ain  consultar  la  voluntad  los  ojos, 

dteran  con  poco  acuerdo, 

el  bien  que  gano  por  el  bien  que  pierdo. 

F«aHcncO. 
Beatriz,  ya  yo  «divino 
la  cauta  que  ocasiona  el  desatino 
de  esas  ligrimas  lev««; 
no  las  imputes  lo  que  no  las  debes, 
que  no  por  ausentarle 
de  tu  hermana  y  de  mi,  pueden  sor  parte 
i  tan  rebeldes  quejas. 
Lloras  el  ver  qu<i  i  t- rancisquito  dejas; 
que  como  le  has  cnado, 
e)  nombre  en  ti  de  madre  ha  granjeado, 
y  tú  con  el  contenía, 
ni  de  tomar  estad»  has  hecho  cuenta. 
ni  cuando  le  parieras 
smoi  al  que  le  tienes  eñadierax. 
No  me  espanto  yo  de  esto, 
que  ol  rapaz  tiene  hechizos,  y  hablas  puesto 
en  i\  todo  tu  ^usto: 
mas  ya  pasa  tu  llanto  do  lo  justo. 
En  doce  artos  no  ha  sido 
posible  que  cuyo  es  se  haya  sabido. 
Su  madre  que  afligida 
poso  á  rresgo,  por  nu  ser  conocida, 
su  poca  edad,  sos  pee  hu 
que  dobi6  de  morirse,  pucí  no  ha  hacho 
por  ti  las  diligencias 

que  ofro:Íó  al  ausentarse;  ji  qu¿  inclemenciu 
no  esiln  las  hermosuras 
sujetas  que  se  creen  de  travasorai^ 
Francisco  es  ya  medio  hombre 
y  casi  hijo  de  casa,  que  basu  el  nombre 
en  vida  me  ha  heredado; 
amor  le  tengo,  deja  ese  cuidado 
A  mi  cuenta  volvida 
adoptiva  adclón,  pues  reducida 


a 


JORNADA    SEOtlNDA 


55 1 


r 


al  que  obediencia  debes, 

no  seri  bien  cjue  en  la  memoria  llaves 

ocupación  que  inc:cria 

de  «nrirle  y  amarle  le  divierta, 

}'  dispon  tu  partida 

que  ha  deier  lucjjo. 

Mamo  AHITA. 

Toda  despedida 
«penosa,  y  mi  hermana 
(pumo  qué  reconoce  U  que  gana) 
lo  que  se  deja  siente, 
que  es  padre,  hermana  y  patria  jani«m<nie. 

Ea,  mi  bien,  yo  espero 

serviros  un  amanit  que  primero 

que  entréis  en  nucsirM  casa 

{si  amor  en  sustos  Jcsc'jntenios  pasa) 

halléis  ert  miciirado 

el  bien  que  aqui  llurüs  por  malogrado. 

Alvaod. 
Vamos  y-  prevendremos 
vuestra  jornada.         iP^m*.) 

M*KCAfttTA.  (AF'I 

Hermana,  esos  extremos 
si  hasta  aquí  ocasionaban 
ligrimas  que  remedios  esperaban, 
va  de  ho)  mis  seriin  necios. 
Castiga  con  oír  idos  menosprecios, 
Y  estima  el  que  esté  uuulio 
Je  tu  amur  mal  paliado  el  ciego  íntultoj 

5ue  Franciiquito  queda 
mi  cargo, )'  en  mí  tu  amor  hereda, 
porque  desde  este  día 
Si  pierde  madre,  quedo  madre  y  lia.    {V*u.) 

[ESCENA  [l 

DKAItLlI. 

No  es  la  peria  tan  precisa 

en  los  que  el  remedio  ignoran, 

cuando  las  dcwlichas  lioran 

lágrimas  que  esperan  risa: 

peto  si  el  dolor  avisa 

que  es  su  cura  irrcmetUable 

¿qué  pri'tcnile  el  miserable 

que  llorando  desesperar 

.Mis  Viilivra 

por  no  hacer  itu  mal  eterno 

morirse,  pues  malogradas 

llurimas  tlesespe radas, 

lulo  las  llora  ei  InRerno, 

Doce  años  II. Té  do  olvidos 

í  eternizarse  bástanles; 

jquién  viu  en  rnudanias  amantes 

taniu  asistir  los  mentidos? 

¡A y,  don  lionialo!  lullidos 

ios  hijmbres  quedan  por  ti: 

Heitelope  ausente  tul  i 

sí  lú  a  üliscs  imitaras. 

va  tornaras. 

Mas  ¿ya  para  qué?  Detente, 

que  tanto  imposible  en  medio 

lo  que  antes  fuera  remedio, 

de  ho)'  mis  será  inconveniente. 


ESCENA  111 

SaAT a»  y  fíontuM,  dt  tcmlnv. 


Coí(2A LO. Celos,  mi  Scairijt  (no  mía, 
ajena  si),  celos  fueron 
losquede  ti  me  ausentaron: 
celoso  amor  desvaría; 
mentiras  los  persuMiieron, 
pesares  los  en^ai^aroí). 
Ellos  j  el  amür  trocaron 
ios  sentidos, 

pues  ambos  desvanecidos 
dan  crédito  i  sus  antojos, 
amor  viviendo  i  los  ojos, 
V  celos  en  los  oídos. 
Mientras  mi  amor  no  te  vía 
oyeron  de  tu  desdén 
agravios  en  apaiiencia, 
difícil  me  persuadía; 
pero  tus  cclOK,  mi  üien, 

S cuándo  hicieion  buena  ausencia^ 
Igra V ¡os  de  competencia 
en  alabanza 

do  su  dicha  y  tu  mudanza 
apreiaron  los  cordeles; 
verdugos  fueron  papeles, 
murió  en  ellos  mi  esperanza. 
Don  Alvaro  meengaAÓ 
cngaíündose  i  si  mismo 
(propia  pasión  de  los  celos:) 
be  rile  porque  roe  hlri6 
en  el  alma,  y  un  abismo, 
de  golfos  y  de  rccoius 
conquistaron  mis  desvelos, 
que  bastaran 
á  olvidar,  sise  olvidaran 
celos  que  amor  desalma, 
ponzoAosd  anacardina 

Jue  da  la  muerte  al  que  amparan, 
tome  Italia  acometer 
imposibles  de  ai  revi  Jo, 
mejor  de  desesperado: 
su  rey  Alfonso  vencer 
mis  sos  pee  hu  oiendído 
como  su  remo  soldado. 
Supe  que  se  habla  ca&ado 
con  tu  htrmana, 
don  Alvaro,  y  qu«  fué  vana 
su  suspecha  y  mi  temor, 
crQel  con  los  cuatro  amor 
y  nuetiia  ocasión  liviana. 
Quise  remediar  auierKias 
que  en  doce  artos  sepultadas 
muertas  i-n  ii  mallcic; 
partí,  culpando  impaciencias; 
volé  (no  corrí)  jocnadas; 
pero  ¿qué  importa  ii  hallé 
enageaBda  tu  fe, 
perdido  el  bien  que  intereso, 
mi  agmvto  en  mayor  exceso, 
desperdicios  de  doce  años, 
moríales  mis  desengaAos, 
tú  Casada  y  yo  sm  seso? 
BKATatz.  Adoce  afluí  dedtlito 

no  sé  yo  que  sea  bastante 
la  disculpa  de  un  íns(an(« 
qtie  s«  opone  i  lo  infinito. 


53a 


TODO  KS  DAfl  KM  UNA  COSA 


Vos,  Oon»lo,  al  Sn  soU  hombre, 
lude  disculpas  escucho: 
Gonzalo,  t^iimad  en  mucho 
que  %c  me  auucfd?  este  nombro, 
que  h*  unto  que  csioy  sin  veros 
y  mi  pnciencia  tin^tasúdo 
tamo,  que  «un  n<¡  me  h;in  quedado 
pnlabrat  que  r«ptmdcfo<. 

(t^ltrtit  liohi  lleioii  Ir.  y  tait  Pitttto 
lint  It  hará  uai  mu/frl  miicAacAo.  nírn 


ESCENA  IV 

t*UAi<iiO-  <En  fin,  madre,  se  nos  va 
y  no  me  ileva  consigo? 

Bx*TBi2.  No  seíá  d  primer  casillo 
que  sin  culpa  seaiirí 

Suien  cual  nijo  os  ha  criado, 
arte  esas  quejas  podáis 
al  que  presente  tenéis, 
que  ¿1,  Francisco,  ha  ocasionado 
el  spAnarnos  lof  dos; 
pues  si  mcmofiat  pagara 
sola  la  muerte  basiaru 
i  dividirme  de  \an. 
Conoce  [de,  que  os  importa 
mis  de  lo  que  vos  peaiils. 
que  de  i\.  Francisco  heredéis 
larga  injuria  v  dicha  corta: 
que  aunque  oc  poco  provecho 
no  hallafí-is  (causeos  cspaniol 
hombre  i  quien  le  debáis  tamo, 
ni  que  mis  daAo  os  haya  hecho. 

(Yin.) 


ESCENA  V 
naUiU«  PitjmKo  r  l>i/«i<iio,  nMo.  Lvtgt  um  p^t*- 

PizABRO.  <,i^.v  iHombre  á  quien  yo  tanto  deba 
y  que  me  bava  hecho  mis  dañol 
¿A  mi,  en  qui?  ¡Misterio  c.vtrañol 
|Víl(;ame  DíosI  ;cosa  nucvat 
(A  It.t  Ilidalco  k  quien  nunca  vi; 
puesto  qur  la  vei  ¡irimera 
que  os  veo  &  que  bien  os  quiera 
me  obligiis  ¿tenéis  de  mi 
noticia  alguna?  ¿sabréis 
declararme  estas  raioi^cs? 
Agravios  y  obligaciones 
dicen  que  os  debo,  y  ya  veis 
ctiin  mal  conformarse  pueden 
deudas  de  ofendas  y  amor. 
Quitléraos  yo  mi  acreedor, 
y  aunqae  tos  ailos  me  veden 
qu«  de  vos  me  sitisfaea, 
yo  sé  de  mi  poca  edad 
que  cmpcflos  de  voluntad 
(si  amor  con  amor  se  pagai 
os  pidieran  finiquito. 
Porque  á  fe  de  hombre  de  bien 
que  os  quiero  bien,  y  también 
que  cualquier  deuda  desquito 


Que  en  esta  parte  me  obligue. 
Pero  ya  habéis  escuchado 

auc  estoy  por  vos  a^ta^tado; 
e  donde  también  se  sigue 
que  os  pida  satisfacción 
isi  bien  ignoro  de  que): 
fidetliguo  el  fiscal  fué 
que  os  puso  la  acuhadón. 
Si  es  verdad  (como  i,usp<.-cliot 
que  no  hay,  puesto  que  me  espanto, 
hombrea  quien  yodet>«  tanto. 
ni  que  mis  mal  me  haya  hecho, 
en  [o  primero  m«  fundo 
cual  vuestro  deudof  paitar, 
mas  también  he  de  intentar 
vengarme  de  lo  segundo. 
Ejecutad  acreedor, 
y  pagad  ejecutado, 
que  yo  ofcn<üdo  obligado 
s(  me  confieso  deudor, 

Jues  dicen  que  me  ofendisteis, 
procuraros  me  atrevo 

bien,  por  lo  mucho  que  os  debo, 

mal,  por  el  mal  oue  me  hicisteis. 
HoKiALO.  Por  ctenc,  niño  discreto. 

que  en  vuestra  proposictón 

vos  iiíualiis  la  razón 

al  donaire,  y  yo  os  prometo, 

i  fe  de  hidalgo  (si  bien 

no  sé  la  causa  hasta  agora 

que  tiene  mi  acusadora 

para  que  con  su  desdén 

creica  vuestro  sertiimiento) 

que  esior.  por  tí  bien  que  dice 

que  me  debéis  y  yo  os  hice, 

en  laaio  extremo  contento 

cuanto  del  mal  pesaroso 

que  me  imputa  comía  vos. 

Averigüemos  los  dos 

su  enigma  diHculioso 

por  conjeturas.  Üecid. 

¿es  acaso  madre  vuestra 

csla  dama? 
PuAHRo.  Amor  me  muestra 

de  madre,  pero  advenid... 
Paik.        \Sait.>  Francisco,  señor  <«  llama.J 

qtie  os  quiere  ver  dar  lición. 
Pijuano.  De  mis  importancia  son 

llccioncs  en  que  la  fama 

averigua  obuurídades. 

Düc  que  no  me  has  hallado. 

Esli  con  vos  enojado. 

¿De  qué? 

De  las  libertades 

que  usiis  con  vuestro  maestro, 

V  sabe  que  estáis  aquí. 

Mirad  que  sale,  iv^if  *t p<n»:t 
Si  en  mi 

merece  el  amor  que  os  muestro 

hidalga  correspondencia. 

calMillcro,  dar  lugar 

á  que  volviéndoos  á  hablar 

cumpla  hor  yo  con  mi  obediencia^ 

Débole  yo  a  mi  señor 

mis  que  podrí  exageraros; 

presto  acudiré  i  buicaros: 

hacedme  lanío  favpr 


PA«, 

PtZAHBO. 

PUB. 


PlZANKO. 


^^^^^^^^^^^^^^^^^ 

SEOUKDA            ^^^^^"                               ^H 

^^            que  me  operéi»  «n  la  plata. 

tu  habiKdad  es  lu  herencia,                ^^^H 

^Pfometebmelo? 

r.o  tienes  mfts  posesiones.                   ^^^H 

GoNiALO.                           Intereso, 

(pucjas  llueven  sobro  ti                       ^^^H 

mancebo,  lantu  yo  en  eso 

de  cuantos  la  Zarza  habitan,                    ^^H 

que,  i  no  dar  vos  esa  iraca. 

que  indignarme  solicitan.                          ^^M 
Celebrílii.\  hasla  aqut                                 ^^M 

os  lucra  sguta  gtrolijo. 

PiiCAimo-  Dadme  Cía  mano.  rMtWd.) 

por  donaires  de  rapaz,                             ^^H 

Gómalo.                           bn  su  palma 

pafjándolas  en  palabras:                       l^^^l 

parcc«  que  sale  d  alma 
a  abraiaros. 

sus  hijos  les  descalabras,                   ^^^^| 

con  ninguno  tienes  paz.                          ^^^| 

Pi/AtiRo.                     Ved  Qoe  dijo 
la  que  S8b«r  deseáis 

Dos  años  ha  que  le  cniefla                       ^^H 

el  macstio  que  te  he  dado,                     ^^H 

si  como  madre  me  cxlioria. 

á  leer,  y  en  il  ha  labrado                        ^^M 

Coooccldc,  que  os  importa 

lo  quccl  viento  en  una  peña.                  ^^M 

mdsde  lo  aue  vos  pensáis. 
GoMTALo.  ¡Ay,  ciclos!  ¿\  es  vticsira  madre? 

Aun  no  sabes  dcleircsr:                           ^^M 

en  materia  de  escribir                                ^^H 

Pi^AMito.  Noy  si. 

no  hay  esperanzas:  decir                           ^^H 

Gonzalo.            Por  el  no  perdí 

que  contigo  han  de  bastar                         ^^H 

un  hijo  que  por  el  sf 

castigos  y  reprensiones                           ^^M 

me  llamaba  vucitro  padre. 

es  por  demis.  Si  pretende                       ^^^t 

PiZAKRO.  ¿Qu£  decis? 

azotarte,  te  defiende                             ^^^^M 

Gonzalo.                   Lo  que  deseaba. 

Beatriz:  sus  intercesiones                    ^^^^| 

aunque  sospecho,  por  Dios, 

echado  te  han  á  perder:                        ^^^H 

que  tengo  más  p.irte  en  vos 
de  io  que  yo  imapnaba.  ivmi.) 
PtxARRO.  ¿Mis  parte  en  mir"  Confusiones, 

conoces  lo  que  ce  adora,                        ^^H 

amparaste  dell a  y  llora:                            ^^H 

con  esto  ¿qu¿  hemos  de  hacer?              ^^M 

¿qu¿  es  esio^  ¿qu£  inientiis  hoj? 

Ella  se  ausenia,  en  efeio:                          ^^M 

doce  aflos  tienes:  de  hoy  mis,                ^^H 

^^^^^m 

libro  nuevo  ó  perderás'                         ^^H 

^■I^B                   VI 

el  favor  que  te  prometo:                           ^^H 
la  edad  que  le  disculpaba                      ^^H 

^r^                        PizAMO  y  Don  FUAltCWCO. 

ya  pasó.                                                ^H 

■      Fhamcis.  ^Prancisquito? 

PlSAMiO.  fAp.)      ¡Válgame  Dios!                             ^H 

■      PiiABRO.                        En  Rtedio  estoy 

•que  tengo  más  pane  en  vos                  ^^H 

H                     de  un  mar  de  coni radiaciones. 

de  lo  que  yo  imaginaba.*                         ^^H 

■      Paaxcis.  ¿No  respondes? 

«Si  lucsc  mí  padre  este  hombre?              ^^| 
Fnancis.  Francisco,  mientras  siguieres                    ^^M 

H     PiZAkBo.                         |Oh,  señofl 

H                      &I  respondo.  No  advertí 

mi  consejo,  haz  cuenta  que  eres             ^^H 

H                      que  me  hablabas. 

hijo  de  casa.  Mi  nombre                           ^^H 

■      Frangís.                             ¿C¿mo  ansí? 

te  di;  si  este  no  te  inclina                       ^^H 

H      PuAHJto.  Echo  menos  el  amor 

i  imitarme,  ni  por  padre                        ^^H 
me  tengas,  ni  llames  madre,                     ^^M 

H                    de  quien  presente  tenía 

B                    por  madre,  y  ya  se  me  va. 

sino  al  ironcode  una  encina:                  ^^^| 

~      Frangís,  j  Pues  ya  no  me  quedo  aci? 
j^       PlZAitao.  1  en  ti  U  espéranos  mía, 

k                      Pero  quien  dos  brazos  tiene 

allí  te  hall¿  en  conclusión,                  ^^^H 

y  nlli  te  puedes  volver.                       ^^^H 

"^^^^H 

H                    y  sabe  lo  que  le  importan, 

^^^^1 

H                    si  acaso  el  uno  le  cortan, 

ESCENA  Vil                          ^^H 

H                      aunque  á  consolarle  viene 

H                    el  otro,  dado  que  pueda 
H                    suplir  en  algo  su  ulia 

Uicaos  y  un  HAUnto  coa  una  curMIm.                ^^^^M 

^^^H 

H                      ¿no  seniirj  el  que  le  falla 

Maest.     Francisco,  desde  anlíycr                      ^^^^ñ 

H                       por  el  bfü^u  que  te  queda? 
K     FuAitas.  No,  que  el  hanclano  astuto 

no  hay  hacerte  dar  lición.                   ^^^^| 

A  este  andar  no  es  maraviUt              ^^^^| 

^m                      en  fe  de  hacer  bien  su  oñcio 

que  luzga  to  que  te  muestro.             ^^^^1 

^M                     corta  las  r^mas  al  vicio 

Francis.  Tiene  razón  el  maestro.                      '^^^I 

^M                      para  que  ct  árbol  dé  fruto. 
H                    Las  alas  que  siempre  hallaste 
^1                    en  lleatriz  te  han  hecho  mal: 

Afréntete  esa  cartilla                            ^^H 

que  en  dos  años  no  has  pasado.             ^^M 

Mc^A  y  d»  tición,  acaba.                                V 

^ft^                 sin  elUsel  natural 

Ya  quien  por  él  oa  rogaba  mj  Mmiuo.)             M 

^^^^                conocerá  que  heredaste; 

se  ausenta:  tened  cuidado                        ^^M 

^^^H                porque  sí  hasta  aqu!  niñeces 

desde  hoy  con  i\.  enscñald«                  ^^H 

^^^V               travesuras  disculparon, 

con  el  rigor  que  requiere,                  ^^^H 

^^^k               ya.  Francisco,  esas  pasaron. 
^^^B               Doce  años  tienes:  pues  cr<c«t 

y  el  dia  que  no  supiere                     ^^^^| 
bien  la  lición,  azoialde.                         ^^^ 

^^^1               en  edad,  crece  en  acciones 

fVMtJoa  PrinoMO.)               1 

^^^^               de  virtud  y  de  experiencia: 

^            i 

^^^n           ^^4                                                                es  DAK  EK  UNA  COSA                                        ^^^^^| 

^^^H                                                VIH 

como  suele,  dar  Ikión.          ^^^^H 

^^^^^^m                       tu  MAKimo  y  Piixt¡M. 

Fbancis.  {A  i)«*irii )  las  alas  de  tu  afició^^H 
por  fuerza  hablan  de  tener,         ^^| 
BcaUii,  tan  lorpc  suceso.             ^H 

^^H         Makst.     Es,  quc«^p«iand»  eiiDV. 

^^^^^^^PiZAKRo.  Yo  tánico  un  pa:a  que  hiccr. 

|Vive  DIosI  que  he  de  matarle      ^^^ 

^^H^Bi                 ni)t«mc  tamo  placer 

A  azoics.  Id  á  buscarle.                ^H 

^^^^^F                  quL-  it  qutiJe  esto  por  hoy. 

ftSATRis.  (Scñorí...                                      ^H 

^                         pan  na  hay  iiiu^hn  hatta  müñtn». 

FkAKCK.             Si  fuera  iraiieso               ^^| 

^^^^  Makst.     jOuí  moílo  de  tublat  «  ese? 
^^^■K                  Daréis  lición,  auoque  os  pete; 

con  otros  como  lo  ha  sido,    ^^^H 

disculpiralc  la  edad;                ^^^^H 

^^^^ 

mas  lanía  temeridad                ^^^^H 

^^^^^^PiiAaao.             TcnRo  pues  gana. 

que  á  nu  maestro  haya  herido^^^^| 

^^H                          Viyas«  con  Dios  macso. 

va  de  airevimlento  pasa.                ^H 
Vu  mismo  le  he  de  buscar.          ^^| 

^^m        Maist.     Ea  azoiindoot,  si  harí. 

^^B                     Daos  prisa. 

Beat»iz.  Oye,  espera.                                  ^^| 

^^m        PiiAnao.                    ;Axotet  ó  qut.^ 

Francis.                     Esto  es  criar               ^H 

^^B                        »>)'  y«  ^taiitle  p3ri  e»>. 

hijos  ajenos  en  casa.    íY*»tt  /»•  éaÍM 

^^^K         Mai^t.     ^Piies  por  qué  n<?  lerfis  grande 
^^H                         par*  atrcniafuí  iJe  ver 
^^H                         que  no  aprendéis  i  Icer^ 

.jH 

ESCENA  X                      ^1 

^^M        PtlAnao.  \Qai  d¡tn<»a  arrcrtla.'  ¡Andel 

Doü  bti.xtiii.  —  SaU  nov  MAnrbi.          ^^H 

^^^^^                 ^No  habrá  habido  muchos  nobks 

^^^^^k                 que  un  leer  y  escribir 

Beathiz.  |Ay.  prenda  del  alma  mlal            ^^| 

^^^^^P                sepan  rencer  y  lucírP 

va  pronostKO  tu  daño.                   ^^M 

^^^^^  MiRST.     SI,  enire  entina*  6  entre  rnblei. 

Mi  padre  airado.,,  il^s  extraño      ^^| 

H              l'ií  AHBo,  Eso  de  encinas  «  c<>sa 

tantos  males  en  un  dial                   ^^| 

^^K                         con  que  muchos  presumidos 

Don  .Martin,  templad  enojos        ^^| 

^^^^                      me  dan  en  cara  nacidi>s, 

si  verme  viva  queráis.                     ^^H 

^^^^^H                   no  de  sangre  generosa. 

A  mi  padre  conocéis:                ^^^^| 

^^^^^H                 perú  de 

son  lerribl»  f-M\  enojos.          ^^^^^ 

^^^^^^                 >  aun  de  tan  poca  opíniún... 

Si  no  le  vaU  i  U  mano            ^^^^H 

^^K-       Macst.     bejio»  dt  eso.  v  dad  lición. 

alguna  des;¡racia  espeto.                ^^| 

^^^^—^PiZAaita.  Y  »  lo  dice  por  mi. 

Mirad  que  i  Francisco  otticro       ^^| 
más  que  á  mi,  y  que  será  en  vtaoi^H 

^^^^H|                 quiero  adveitírle  al  mae&o 

^^^^H               que  por  mejor  he  tenido 

vivir  irnél.                                        ^H 

^^^^^^V                 ser  en  duda  Ncn  nacido 

MabtI.s.                      Yo  sin  vos,                       1 

^H^^B                 que  rn  certidumbre  confeso. 
^p,».    Mabst.     Yo  soy  tan... 

imposible.  Voy  tras  íl.              ÍYm.)  ' 

Bkatkiz.  ^Oué  es  esto,  estrella  cruel? 

■             PiZAaao.                       ^-De  esto  se  siente? 

í  Pérdidas  de  dos  en  dos?                  ^i 

■              Maest.    )lonr*do... 

Por  mejor  la  muerte  elijo:            ^^B 

K              Piz*««o.                    iVilgame  Dios! 

ó  ejecuialda  hoy  en  mf,                ^^M 
6  ya  que  al  padre  perdí,                   ^^^ 

^^^                      Sosiégúese. 

^^H        Maset.                      Como  vos, 

»o  pierda  también  al  hijo.        <VdujJ 

^^m                       que  en  Itn  sois  un  baslar... 

^^M 

^^H        PiiARKO.                                             Miente; 

^^^1 

^^^^^B                 y  ames  que  pronuncie  el  do, 

ESCENA  XI                       ^* 

^^^■B                tome  y  sea  bien  criado. 

Saf#a  aoiiOo)iiAt*r'Hia"Ai>Do<:MiT<*,  ■an^eaD-      J 

^^^^^^                                                     (Saca  la  iag»  y  4ttt.) 
W              MArsr.     iMuerioesloyl 

GoKZ A tx>.  ^Hernando  Cor1¿s?  ^sobrino^      ^^| 

■              fizAKRO.                         Y  yo  vengado.  (Kan) 

Jvos  en  la  Zana?  ii  qué  ñn?         ^^| 
)U!-gábaos  yo  en  .Mcdellln.             ^^| 

■              Masst.     |Af,  cielos! 

Ccutís.    Tras  si  me'llcvacUamlno       ^^^^| 

que  Fernando  y  Isabel,            ^^^^| 

^B                                 ESCENA  IX 

reyes  nuetus  de  Castilla,         ^^^^^ 

^^^K             /Tf  MAasTN«,  poH  Fi>A>ei»M}-ftoAA  BiJiiait. 

hacen  á  la  maravilla                 ^^^^^ 
de  Guadalupe,  y  en  él               ^^^^H 

^^^        KkA  Ncií,                   jQuí  es  ewoí 

busco  galas  cortesanas.           ^^^^| 

K             M»«ST.                                            Dio 

GONZ Ato.  Siempre  vos  os  inclináis          ^^^^H 

^^^^                       muestras  esc  que  arrojaron 

á  coni  grandes.  ^Dejáis           '^^^H 

^^^V  '                     sus  padres  mal  salislechos, 

buenoc  vuei.iroi  p»dr«s>               ^^| 

^^^^^H                  como  sobras  y  desechos 

CoRTii.                                         Canas      ^H 

^^^^^H               det  scf  que  en  él  despreciaron. 

y  años  son  enfernadadot.              ^H 
Mi  padre  Martin  Cortés                 ^H 
anda  achaci^so  después                   ^^^ 

^^^^^B               decuAn  necio  determina 

^^^^^P               domesticar  una  fiera 

^^^^^H                 quien  del  modo  que  en  la  cera 

de  sesenta  Naiidades.               ^^^^H 

^^^^^H                 quicfc  labrar  en  la 

Cor<zALO.J  Tiene  doAa  Catalina               ^^^^H 
Píxarro  stlBd?                      ^^^H 

^^^^^B                 Minóme  iias  no  querer. 

JOHNAOA  SEGUNDA 


535 


CoHTts.  Y  mu<ntr» 

(iiciiicii  ser  hennanit  vuettra 
cui)  que  é  imitar'»  me  inclina. 

Gonzalo.  Ya  esUis  grande. 

Comki.  y  pesaioso 

de  que.  estindoto.  no  haya  b«cho 
ci>ia  hasta  sqúl  de  pfuvccbo. 

GoMAt.o.Sois  extremeño  animoso: 
hereiUif  de  vuestra  ttcrra 
y  tanate  el  noble  verdor 

?ue  enciende  vucütru  valor, 
ronóiticos  hay  de  guerra 
C6B  Portugal:  htevemente 
se  os  cumolifi  ese  deseo. 

■  Coktís.    Esa  ocasión  (se^ún  crco) 
I  trae  los  reyes  con  su  gente 

■  i  presidiar  sus  fronteras: 
H  porque  Allonso  p<iruiguíc, 
^^^  pide  i  CaMilla  despuí» 
^^^B             que,  funda t)dose  en  quirneru 
^^^"              del  cuarto  Enrique,  Mcata     - 

■  con  doña  Juana  i\i  hija. 
H      GoHZALO.Esc  nombre  ia  prohija 

H  quien  por  la  opinión  no  pasa 

^^^  que  Enrique  en  (eslilla  aejs; 

^^^L  pero  desinteresados 

^^^P  contra  los  apasionados 

■  la  llaman  la  lleltraneja. 

■  CoKTis.   No  ^  en  eso  k>  aue  os  diga; 

■  siempre  he  guardado  respeto 

■  á  mis  repes. 

■  CoHZALo.  En  «feto, 

■  cada  cual  su  pane  siga: 

■  que  si  hay  guerra,  no  un  malo 
K  para  los  que  río  tenemos 

"  otra  herencia. 

COHtás.  Ya  queos  vemos 

_  aqui,  señor  don  Gómalo, 

■  (dijío  en  Esparta)  después 
^^^  que  en  Ñipóles  habéis  dado 
^^^k  muestras  oe  tan  uran  ^cl)dado> 
^^F              dcsbarauodoal  Francés, 

jquí  bacéií  en  pueblo  tan  cono? 
GoNiAi.o.Kxperimcniar  engaños 

de  amor,  después  de  doce  años 
de  ausencias:  penas  reporto 

3ue  me  causa  una  hermosurs 
e  quien  me  juz|{abadueílo. 

CoitTts.    ^Hermosura  en  lan  pequeño 
fugisr.  y  no  esii  setiuraf 
Si  es  noble  jquién  puede  aqu! 
usuipiro«lB> 

Comíalo.  Mudansas 

que  ofenden  mts  csperanuis. 
Palabra  de  buscar  di 
i  un  mancebo,  f  os  prometo 
que  me  importa  el  iiose^ar 
mil  sospechas:  dad  lu^tar 
á  que  averigüe  un  secreto, 

Í'  volvámonos  á  ver, 
remos  1  Guadalupe 
juntos. 
CoMTÉx,  Nunca  de  amor  supe: 

tiran  cosa  debe  de  ser, 
pues  unto  os  dcsa sosiega. 
Si  queráis  que  os  acompañe. 
Gonzalo.  Cuando  dudas  desengañe 


05  diré  hasta  dónde  llega 
el  r¡[;or  que  me  amenaza: 
pero  con»  icnenne  ahora 
ir  solo:  dentro  de  una  hora 
podréis  buscarme  en  la  plaza 
.V  haremos  nuestro  camino. 
Oohtís.   Será  apacible  con  vos: 

jru  os  buscaré  luego. 
Gonzalo.  Adiós.     {Vmt.y 

Comtís.    iQué  poco  al  amor  me  incUDOl 

ESCENA  XII 
llaMAMia  Ctint*.— Saint  Cihbijo  y  Pcliba. 

Cahiiizo.  Sf,  escondtldf.  que  es  la  p^eza 

digna  de  guardar. 
PuuDA.  jPueí  nol 

Cakriio.  E!  diabro  acii  mos  le  echA. 

Veri  qué  temprano  empieza. 
Pii'LiDA.     7'0(lu  muchacho  travieso 

viene,  cuando  grande,  i  ser 

hombre  de  pr6  y  de  valer, 
CxHaizo.  ^escalabrar  su  maesol 

Pardiez,  que  no  hiciera  mis 

(toberio  el  Diabro.  Crialde, 

morios  por  él,  reftalatde. 
Pduoa.    Carrizo,  pesado  estis: 

i%\  el  otro  agravio  le  hacia 

y  le  llamó  desechado^ 
Cakkizo.  jVos.  en  tin,  no  te  heis  criado^ 

Cual  el  ama,  tal  la  cria, 

Pues  To  os  luto  si  le  cu^e 

el  tieio  (que  tras  él  anda)  ' 

que  baje  llevar  una  tanda 

cual  digan  dueñas. 
PoLiOA.  Se  enoje     , 

t>  no,  yo  le  lenKO  aci, 

j  aunque  venga  la  josticía 

no  le  he  de  dar. 
Carrizo,  lOecotBcla 

es  d  níñol 
PuuoA,  S!  ser*. 

Carrizo.  Pardiós  que  no  lien  m*s  miedo 

que  Galleros  i  SansiSn. 
Pui.tDA,    Es  de  bravocorazón. 
Carrizo.  ^Pues  decir  que  se  esti  quedo? 

Apenas  los  bolos  vi¿ 

y  i  los  zagales  jugando, 

cuando  la  bola  agarrando 

todoi  nueve  los  birló. 
Pulida.    Sabe  mucho,  y  es  prKer 

ver  que  de  doce  años  solos 

ven  xa  i  todos. 
Carrizo.  Si,  á  los  bolos, 

es  verdad,  mas  no  i  leer. 

ESCENA  XIII 

Dl«M<w,  y  lalen  Ctairo.  IIiutol  y  útrot  ptnlortt 
(onira  Piijumu. r  titán  aaab'tla  dt  bolat  irtt tilos. 

PiZARiio.  Nadtesemed«scomÍda, 

si  no  es  que  tiene  pesar 

de  vivir. 
Crkspo.  lOcscalabrar 

i  su  ina«iol 


536 


TODO  PS  t>AK  EK  UNA  COSA 


PUAhüO. 


Cortés. 


BiitTúi.. 

PlXAtlRO. 
Co*TÉS. 


Bbrtol. 
PiiAnno. 

Crespo. 
r.Aimrxo, 

PlíARKO. 


Co«T&s. 
Carmzo. 

Bkktoi.. 


jPor  vida 
d«  don  Francisco  Cabezas, 
mi  Mftorl 

,.\  ivi  fxttioif)  Tened:  ¿<^ué  es  «lo? 
Q\)«  al  que  ÍIef{uedeM:ompue«to..- 
¡kmíi  consentí  bajeia.!. 
Apartaos  alli.  villanos, 
j Contra  uno  tantos? 

Ya  digo 

Sue  no  M  mcian  conmigo 
se  í!Ustd<n  de  mis  manos. 
¡Tomaos  con  el  rapacilol 
Pollda,  ved  el  lagal 
que  criáis. 

No  le  h»xa.n  mal, 
V  tí  no  le  hará.  Frandtquilo» 
buena  Patcua  le  dé  I)Í<h; 
al  que  le  la  hiciere,  dale. 
¡A  fe  que  si  el  viejo  silet... 
|A  fe  11  os  llriiáis  los  dos!... 
Bárbaros,  quiláos  allá* 
jCómo  no  icocis  empacho 
de  venir  contra  un  muchacho 
tantos  jumos? 

Porque  está 
cndimuflado. 

Hijo,  en  fin, 
de  una  encina. 

.Madrees  mía; 
mat  no  hay  encina  judia 
como  qui/íks  algún  ruin 
de  los  presentes. 

Por  vos 
lo  dijo,  Carriio. 

Apelo. 
Yo  icngo  por  padre  al  cido, 
una  encina  deoo  i  Dios 
por  amparo,  iijuc  de  cuna 
me  sitviá.  Si  infame  fuera 

auien  me  parió,  no  sintiera 
csofscias  de  la  fortuna, 
ni  al  deiierto  me  arrojara, 
lueuo  noble  debía  ser. 
Quien  no  tiene  que  perder, 
poco  en  hazañas  repata, 
^uc  me  ptrscguis,  villanos? 
jRómulo  y  Remo  no  fueron 
reyes?  jPnneipio  no  dieron 
A  tos  Cesares  romanos? 
jQué  importa  que  le»  deseche 
Ta  loriuna,  al  noble  esquiva, 
SÍ  contra  ella,  compasiva 
una  loba  les  dio  leche? 
jVive  Dios!  que  el  que  otra  vez 
encinas  me  ose  nombrar 

3UC  te  tengo  de  ahorrar 
e  achaques  dt  la  vcjeE. 
¿No  sabr*mos  lo  quo  ha  hecho 
este  muchKbo? 

Es  muy  luenga 
esa  hisiona:  no  habri  lengua 
que  dejindoos  satisfecho 
os  cuente  sus  travesuras. 
Hará  a<)uJ,  ti  se  k  encaja, 
por  quítame  atli  esa  paja, 
treinta  descalabraduras. 
No  se  puede  averiguar 


todo  este  puebro  con  ¿1. 
Cxaviio.  ¡Malos  ariosl  es  la  piel 

del  diubTo. 
CaESPO,  Quísole  dar 

lición  agora  ct  macso, 

V  sobre  dalla  6  no  dalla 

ic  metió  por  aiajalla 

Iodo  un  cochillo  hasta  el  hueso. 

Muyó  i  casa  de  Poltda, 

iqu'e  es  ésta,  que  te  diú  el  pecho) 

y  como  si  no  hubiera  hecho 

cosa  nenguna  en  su  vida, 

con  mucha  (rema  se  puso 

i  billar  bolos.  Rl  amo 

(ans!á  un  caballero  llamo 

aue  Ic  ha  criado),  confuso 
e  Un  grande  atrevimiento, 

mos  ha  enviado  á  buscalle 

porque  quiere  cauíRalle; 

mas  tí,  que  no  está  contento 

con  lo  hecho  mos  la  jura. 
Cortas.   ,;Que  i  quien  le  enseñaba  blrió^ 

Eso  no  lo  apruebo  yo. 
Carrizo.  No  tién  respeto  ni  a^cura. 
Cortas.    A  üo  tai  le. 

BsIlTOl..    {A  Hiarro.)   LlcgaOS,  |holaI... 

<Pii»rro  ain>na<d<i'»  «»■  Im  6ola  J 
PizARRO.  Tínfjanse  que  estoy  resuelto. 
Casri/o.  Llcgaxj. 

PizARRO.  ;Ma$  que  si  la  suelto 

que  me  llevo  tres  de  hola? 

(r.Ugt  IlerBxnJo  >'.ort«i  é  «Hilarte  /# 
»el«.  y  porflKH  (oí  áct  <ai<  rtim.) 

C0RTÉ5.    Suelta,  rapaz. 

PiZARno.  Kola,  hidalgo, 

no  os  meláis  {que  ao  os  convicDC) 

en  lo  que  no  os  va  ni  viene. 
Cortés.    ¡Acá  bal 
PizARRO.  ¿Apostemos  algo 

que  os  he  de  birlar  los  cascos.^ 
Cortas.  ¿lUy  atrevimiento  igual? 

¡Vi»  e  Dios! 
PiEARRo.  Sor  natural 

de  encinas  )'  de  carrascos; 

pegdseme  su  dureza. 

Si  por  fuerza  la  queráis. 

guardad  que  no  la  tievfis 

encajada  en  la  cabeza. 
CortEs.    No  sufro  locuras  yo. 
PiZAXHO.  ¡Oh!  pues  yo  soy  muy  sufrido. 

Tomalda. 
iTirtn  4t  I»  Volteada  ■*»  Hra  lUy 

faMaHCddannoron  fanlrarfiffrd  *«'«.> 

CoKTás.  ¡Suelta,  airevtdol 

¿Qué  es  esto? 
PizARRO.  £n  dos  se  panió. 

Carrizo.  ¿May  cosa  igual? 
Crksi^.  Pues  no  estaba 

hendida  y  de  encina  se  hizo. 
Bbrtou  .;Qu4  dects  de  esto,  Carrizo? 
Carrizo.  ¡Itrara  cosal 
BsaTOL.  ¡Y  como  braval 

Cortés.  ¿Quiín  eres,  rapaz  valiente. 

que  lama  fuctüt  has  tenido? 
PiZAKRO.  Mas  ¿quiin  sois  vos,  que  babas  sido 

para  lanío? 


^^v 

SEGtlNDA                                              537 

V  Cakrizo.                    íHols!  ^quc  genic 

i  mi  esfuerzo  prometió.^ 

1                  ts  esta  qoe  va  llegando? 

Etia  bola  se  paniíS 

H 

por  medio:  alma,  adivinad. 

^^^^ 

Aquel  mancebo  se  lleva 

■■                   ESCENA  XIV 

la  una  pane,  y  me  ha  dejado 

lucilos  y  tOlf  tlN  f  Ale. 

con  la  otra  nuevo  cuidado 

y  en  c!  espcranüa  nueva. 

Caie.        i. os  Reyn  en  el  lugar. 

Quien  diiicuUadcs  prueba. 

Veniíi.  vereislw  paiar. 

felicidades  conoce; 

Cortas.   ¿Quién^ 

conquiste  Alejandro  y  goce 

pAtt.                    Isabel  y  Fernando. 

el  mundo,  venciendo  cxirafioa. 

que  han  d«  entrar  hoy  en  Tfujillo. 

que  <\  empexó  en  doce  aílos. 

Conrfcs.   (,in.i  No  puedo  dejar  de  vellos, 
si  oicn  voy  por  los  cabellos. 

yo  le  imito  de  otros  doce. 
Seré  Alejandro  .Segundo. 

Confuso  me  maravillo; 

jFuímudeunhombre?hombrcsoy¡ 

misterio  rfcbc  esconder 

coa  el  medio  mundo  estoy, 

suc«o  tan  raro  v  nuevo. 

conquistaré  un  medí»  mundo. 

«Queríis,  gallardo  mancebo. 

Fortuna,  en  esio  me  fundo; 

k                   que  nos  volvamos  á  verf 

vida  espero  prudi(íiusa: 

I    PíxARHO.  <Yo,  por  que  no? 

favoréceme  amorosa, 

1    CoatKS.                                 Pues,  adtfit. 

que  en  los  pechos  invencibles 

I                     que  ya  os  miro  con  retpeio. 

para  acabar  imposibles 

L                  y  hemos  de  ser,  os  prometo. 

lodo  et  dar  en  una  casa. 

■                  t;randes  amigos  los  dos. 

^^^_                              iVanu  iiuioi tíno *t  Pt(*rro,) 

KSCENA  .XVI 

^^^H             ESCENA 

DOÍ  t  BlATKIf  )'  PTURaO. 

^^^^^^^^^^^H^                                   P^RAMUO^ 

Hbathii.  (iracias  á  Dios  que  los  Reyes 

el  enojo  han  divertido 

^^^^          ¡Váiftamc  DiosI  ^Darí  fe 

de  mi  padre,  que  InienlabA 

^^^B          i  presagio^  contingentes? 

con  mi  llamo  tu  castigo. 
Su  venida  á  nuestra  aldea 

^^^B          No,  que,  en  ña,  son  accidentes 

^^^1           sin  que  caula  »  les  di; 

me  permite  darte  aviso 

^^H          pero  también  de  oíros  s4 
^^^1           [íí  he  de  creer  lo  que  ol). 

de  misterios  que  DO  sabes, 

mientras  á  vcf  los  ba  ido. 

^^^H           que  .sucedieron  ansi 

Aquel  hombre  (si  mertc« 

^^^B            verílicando  apariencias: 

este  titulo,  Francisco, 

^^^B          paca  Dios  no  hay  contingencias. 

quien  por  no  guardar  palabras, 

^^^1          mas  para  los  hombres  si. 

perderme  y  perderte  (^ulso); 

^^^1          Ninguno  en  el  mundo  ha  habida 

aquel  con  quien  le  dr\i, 

^^^B          (le  principios  prodigiosos 
^^H          que  con  hechos  hazañosos 

cuando  mi  pena  ledifo 

que  íniutioso  bienhechor 

^^^1            no  se  hava  opuesto  al  olvido. 
^^^1            Comer  de  A  bidis  he  oído. 

juntó  i  agr.ivios  benelicios, 

es  tu  padre,  y  ¡ojali 

^^H          <rey  de  Espalda  celebrado) 

úue  juniandu  al  apellido 
ae  tu  madre  el  de  su  esposa 

^^H           que  i  las  fieras  arrojado 

^^H           por  tu  abuelo,  al  viento,  al  mar. 

disculpara  ci  desatino! 

No  ful  digna  dt  osie  nombrt, 

^^^1           despuís,  viniendo  i  trinar. 

^^^1          fui  como  Dios  adorado. 

puesto  auc  si  el  ser  principio 
de  tu  tidfl  y  mis  desgracias. 

^^^H           Oue  criaron  las  palomas 
^^^1            aSomlramis  sabemos: 

de  lu  agravio  y  sus  olvidos. 

^^^B           muchos  Rúmulus  y  Remos 

Lograba  yo  verdes  años. 

^^^B           nos  fundaron  muchas  Pomas. 

qiM  autorixaban  floridos 

^^^V          Si  cícmpios  en  éstos  tomas. 

el  recato  siempre  honesto 
de  las  damas  de  Trujilla, 

^^^B          valor  coronas  te  labra; 

^^^m            la  fortuna  dió  palabra 

aunque  sin  madre,  segura 

^^H            de  ayudar  á  la  osadía: 

enirt;  los  cuerdos  retiros 

^^H           si  una  loba  reyex  cria, 
^^H           leche  me  dió  é  mi  una  cabra. 

de  una  casa,  cuyo  alcaide 

(ai  t\  honor,  cuyo  presidio 

^^H           Un  globo,  bola  6  esfera 

fueron  honrados  respetos. 

^^H           es  la  insignia  en  que  sucinta 

por  herencia  bien  nacidos, 

^^^2          su  figura  el  mundo  pinta: 

por  ignorancia  engatados, 

^^^B          en  su  mano  la  venera 

por  contianus  perdidos. 

^^^1          el  C¿ssr:  ^será  quimera 

cuando  lay.  rigurosos  cielosl 

^^^B           el  cr«er  oue  la  mitad 
^^H^     del  inuaao.  felicidad 

(ionialo  Pizarro  vino 

i  mi  patria  (de  esta  sucrw 

^^m     -     538                                    T(.<i)0  e.s  dak 

COSA                                               ^^^1 

*  -  -se  Itiiti*  quien  causa  ha  sido 

si  no  el  arrepentimiento,        ^^^^H 

de  >li:sdichu  incurabi») 

la  pena  de  m>  delito,              ^^^^H 

con  ^aUt  W>tUI>tiUÍv4, 

pues  como  el  caballo  griego        ^^M 

dadivosn  con  los  pobres, 

adiniticfun  riesgos  vivos           ^^^^M 

cuticsdiio  con  los  ricos. 

de  mi  vida  mis  entrañas          ^^^^^ 

Vaiiónoi  una  vejt. 

tiraniíando  su  hospicio.          ^^^^H 

(loménico  por  vecino. 

Creció  el  i'imor  con  el  tiempo^    ^H 

discreto  pore^iudiiinie. 

y  si  bien  el  jriilicio                       ^H 

convcr&ablc  por  aini)^: 

palió  publicidades,                        ^H 

y  puesto  que  en  SalaiDaoc* 

se  acercara  ejecutivo                      ^^M 

repudió  escuelas  y  Libros 

el  plazo  de  mis  afrentas,                ^^M 

pot  plumas  y  cspjjas  noble». 

si  elcielo(i  un  tiempo  benigno  ^H 

cnKai^ottrui'o  consigo. 

y  riguroso)  no  fuera                     ^H 

^^^^^^H  • 

profe\Í.)n  de  susewucU», 

cuando  fiscal  mi  padrino.              ^H 

que,  ^irviindole d<¡  hechitos. 

Una  noche  que  á  mi  hermans       ^H 

vencieron  descuidos  castos. 

rondaban  mit-nlos  límptos              ^H 

desdichados  por  sencillos. 

de  quien  afcora  es  su  dueño,          ^H 

Viole  el  alma  por  los  ojos, 

ycnionccs  su  aniantedígno         ^H 

V  esioí  (como  son  niinistros 

de  recíprocos  cuidados,                  ^^U 

tic  amor)  pintándole  en  ellos 

lu  padre,  que  Con  indicios             ^^| 

hicieron  tan  bi«nsti  oncio, 

celosos,  mas  iso  can  causa           ^^M 

que  admitiendo  los  cohechos 

de  su  talle  {¡ay.  Dios,  mi  liechizol) 

di¿  crvdilo  i  desvarios,                  ^^M 

y  alentando  deseo  nc  i  orí  os  ^^^B 
le  imaginó  amante  mío,           ^^^^H 

vendieron  mi  libertad. 

ella  simple,  ellos  Bellidos. 

equivocando  papeles               ^^^^H 

Conformidad  de  dMeos, 

las  desdichas  con  que  lidio,     ^^^H 

corre6pond«iu:ia  d«  signos, 

i  mis  pucnas,  en  efcci»,           ^^^H 

Igualdad  florida  de  años. 

sosegados  sus  vecinos,  ^^^^M 
aüadió  á  fulabras  obras          ^^^^^ 

comunicación  de  niños. 

jutitindosel"  ocasión 

que  le  dejaron  herdo,               ^^^^| 

T  aíladiín.loseartiliao*, 

y  achacándome  mudamos          ^^M 

^quí  murallas •:om^aticTan 

tomó  de  Italia  el  camino              ^^M 

que  les  nc^scn  portülo»? 
OblÍKá'^o"'<ic  asistencias. 

Aando  hanañ'jso  en  Marte             ^^| 

remedios  contra  Cupido.               ^H 

enKai^ironme  suspiros. 

Cenaba  mi  padre  entonces,            ^H 

incünírunme  papeles 

y  alborotado  á  los  gritos               ^^M 

y  düpusifronnie  olvidos 

quedaban  í  sus  urñbralcs,            ^^M 

de  ini  padre  en  darme  estado, 

SI  no  el  temor,  los  peligros,           ^H 

^^^^^^^^^^H  • 

que  muchas  veces  ha  sido 

abrió  las  puertas,  y  en  ellis          ^H 

la  tardan:ci  en  el  remedio 

riguroso  y  compasivo                     ^H 

de  los  descuidos  castigo. 

confcturaba  la  muerte                   ^H 

Solicitó  1  doña  Juana 

disfraxada  en  parasismos.              ^H 

de  Aftaico  (de  quienes  primo. 

La  vejez  (que  toda  es  honra,       ^^M 

y  de  quien  sobrma  sov, 

Dien  que  por  >¡rad{is  distintos) 

y  está  toda  discursivos                   ^^M 

recelas)  imaginó                             ^^U 

i  que  pidiese  i  mi  padre 

si  le  hallaba  en  aquel  sitio            ^H 

que  al  celebrar  un  bautismo 
de  quien  madrina  la  hicieron. 

la  malicia  de  la  plebe                     ^^M 

riesgos  de  fama  (que  e<  vidrio      ^^M 

[Otase  raios  festivos, 
.kínccdiólo,  fui  i  su  casa. 

en  manos  del  vul^o  loco  ^^^^M 
amenaza  precipicios^             ^^^^M 

y  en  ella  «sctínJi<!)  al  peligro 

Mandó  aderecer  caballos        ^^^^| 

para  aballar  inocencias 

á  un  coche,  y  dentro  de  ii  hizo    ^H 

ei  interés  persuasivo. 

que  el  casi  cadáver  metan.             ^H 

Hálleme  sola  con  ¿1, 

y  antes  que  et  sol  diese  aviso        ^^M 

rnisiiéndose  al  principio 

de  nocturnos  desaciertos,         ^^^^M 

respetos  de  honor  honestos, 

un  permitir  prevenirnos,        ^^^^M 

>ero  vcRciíronse  tibios 

.  hechiceras  diti«cncias 

y  i  juramentos  ullklos 

i  esta  aldea  nos  traslado.        ^^^^| 

sacando  yo  por  indicios        ^^^^H 

del  coso  y  su  condición         ^^^H 

de  honestar  con  yugo  santo 

que  Intentaba  vengativo,          ^^^H 

amorosos  descamino». 

por  no  oir  deshonras  muerta»       ^H 

Crelte  (que  no  dct>terB), 

y  rendi  i  este  engaito  antiguo 

sepultar  temores  viviis,                 ^H 

Buscaba  para  este  efecto              ^H 

prendas  que  por  confiables 
[loran  después  d  c-i  pe  rd  icios. 

cómpliceque  siendo  amigo           ^^M 

secretos  no  profanase,                 ^^M 

Vulvi  al  paso  ouc  in]uriada 
amante,  y  lle^t  conmigo, 

y  mientras  que  toda  arbitrios      ^^M 

discurrU  la  vengan  la                  ^^M 

^^^B^^^^^V 

SEGUNDA                                                    5^9            ^H 

^^1            ol  cómo.  cere«<l<)  vino 

i  don  Alvaro  en  su  acuerdo;              ^i^H 

^^B            ác  fícígos  y  dr  doiorn 

é  s'u  padre  iaaio  alivio                   ^B^^H 

^^H             el  plazo,  SI  inics  leinido. 

con  su  vida  á  sus  pesares,                ^^^^H 

^^H             Jñ  «-n  mi  pcn*  cjc<:uiwlo. 

jr  i  tu  abuelo  que  contigo               ^^^^| 

^^B           amcnainndo  ci%tÍ|;ox, 

en  los  biaxo»  admirado,                     ^^^^H 

^^^f            CUFIAS  que  ii'imuU>i>  fuetCD 

lu  ballixtiu  (nunca  otro  visto)          ^^^^H 

^^H             morul  l'in,  vital  principio. 

contaba,  tnn  amorou                       ^^^^| 

^^^1            Cobró  li  ne^i-uiiuJ 

como  SI  hubiera  sabido                    ^^^^M 

^^H            esfuerzo:  <;<]u¿  mal  que  dijo 

que  sin  riesjío  de  su  fama                  ^^^^H 

^^H           quien  I1im6il  temor  cobarde! 

su  nieto  V  mi  hifo.  ^^^^H 
iDisposición  de  lósetelos.                   ^^^^H 

^^H             niejor  dijera  iiircvido>. 

^^H            Mi  padre  fuofa  de  css«. 

que  asi  eslabona  pfodiaiosl  ^^^^| 
Añrmónos  que  una  cabra                  ^^^^M 

^^H           y  vo  en  riesgo  (an  preciso 

^^H             £«Il  Uho^andi>  en  el  silencio 

te  daba  kche,  y  previno                   ^^^^| 

^^H            mil  preitoncros  geindoi) 

pronósticos  tal  milagro                      ^^^^H 

^^^1            aI  desicio  por  It  hueriA. 

que  en  ti  asombren  esiesíftlo.  ^^^^H 
Proteiíüuba  iKnoranie                         ^^^^| 

^^^B            Abrióme  el  ciel»  un  poslifio. 

^^H             La  cftMi  estaba  en  el  campo. 

lo  que  tuisie,  pues  me  dijo               ^^^^| 

^^^1           como  e)  sueño  en  el  dominio 

quecual  madretccri>se;                  ^^^^| 

^^H            de  lai  tinieblas  piadosas. 

ya  tu  ves  si  lo  hecumplido.  ^^^H 
Doce  años  las  espcranxas                   ^^^^H 

^^H            Siendo  esia  nuche  propicÍM 

^^^»            montes,  iinieblas,  setretos 

de  tu  dcsAfiradeodo                             ^^^^| 

^^H            i  dcsur.icíis  sin  rCK'siros: 

padre,  que  Ictúlimarie                         ^^^^| 

^^B            nncivlc,  en  ün,  en  tos  braiot 

siendo  mi  esposo,  no  quiso,               ,^^^^| 

^^H            de  In  fortuna,  yonvino 

entretuvieron  d«seoi                       ^^^^H 

^^^B             Tiattede  sus  muJaniui, 

que  consolados  conli(Eú.                    ^^^^H 

^^V            permitiéndote  á  ■m  aibiirio, 

resistieron  persuasiones                   ^^^^H 

^^H             por  na  liarte  á  tu  abue'o. 

de  quien  cun  ruceos  continuos,       ^^^^H 

^^H            >'.  envuelto  entre  los  armiños 

con  preceptos  v  obediencias,             ^^^^^| 

^^V            de  un  rebozo,  que  la  noche 

siendo  mi  csp"»^'  han  podido            ^^^^| 

^^H           mis  que  el  discurso  previno. 

obligarme  A  nucso  imperio               ^^^^| 

^^H            el  cóncavo  y  duro  tronco 

por  no  ocasionar  casiigos.  ^^^^H 
Cáseme,  y  volvió  lu  padre                ^^^^H 

^^H             de  una  encina  ru6.  FtaiKÍlco, 

^^H             sucesor  de  mis  entraííftS, 

cuando  te  imposibilito                      ^^^^^H 

^^H           puesto  que  áspero,  benigno. 
^^H            bc)4lc  cf  ílel  piadosa, 

á  le){iiimar      fama:                        ^^^^H 

mira      con  raxón  digo                      ^^^^^| 

^^H             Uorand"  tus  desabri)^». 

queádon  Gonxalo  le  debes                ^^^^| 

^^H           Y  Apresurando  los  pasos 

más  que  á  otro  hombre,  siendo  su^^^^l 

^^H            cltIi)icnciass"licilo 

y  sí  hay  á  quien  debes  menos,    IhIJo,      ^^| 

^^^^            á  que  mi  ausencia  reparen; 

pues  pudiendo,  no  ha  querido          ^^^^| 

^^^B            T  apenas  de  ti  diviJo 
^^H            los  ojos  (pero  nu  el  alma) 

darte  ci  blasón  quf  te  lajia,                ^^^H 

que  yo  k  segundo  dominio                  ^^^^| 

^^H            cuando  en  mitad  del  camino 

sujeia,  es  fuerza  olvidarte.                 ^^^^| 

^^H             dos  hombres  hallo.  Fi^me 

si  en  lanío  amor  cabe  olvido.            ^^^^| 

^^H            en  su  piedad  (^quí  pruiIi(;ios 

Padre  ticne-v  fteneroso:                        ^^^^H 

^^H             en  tu  extrajo  nacimiento 

tu  abuelo  por  mal  sufrido                  ^^^^H 

^^H             no  vencen  los  inauditos^) 

y  travieso  te  aborrece;                       ^^^^H 

^^H             Con  el  socorro  de  un  manto 

acostumbrado  i  peligros                  ^^^^H 

^^H            cubierta  al  mis  viejo  pido 

estás,  no  sabrás  temerlos;                 '^^^^1 

^^H             que  [e  ampare,  disfrazando 

do  portentosos  principios                    ^^^^| 

^^H           verdades  con  dos  sentidos. 

naciste,  sigucsu  estrella,                  ^^^^| 

^^H           Prosiguiéndolas  estaba 

y  SI  los  consejos  mtos                         ^^^^H 

^^H           cuando  (escucha  otro  peligro) 

apruebas;  pues  que  tu  padre               ^^^^H 

^^H          conozco,  casi  mortal. 

fui  tan  severo  contigo.                       ^^^^| 

^^B            que  es  mi  padre  i  c^oinn  las  digo. 

heródale  en  las  hazai^as,                    ^^^^| 

^^H            Turbóme  el  riesfio  impensado 

serli  hijo  de  ii  mismo.  íVoh.)           ^^^^M 

^^H            desucrlc,  quccompasito. 

^^^^^^^H 

^^H            casa  Y  amparo  me  ofrece 

W^  «^   ^^  V^  kt*              4^4^#fl                                                                                              ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^1 

^^H            que  ro  AKiidczco  y  no  admito. 
^^H             Roftu^le  que  me  guardase 

ESCENA  WII                     ^^^^^H 

j^^^^^^H 

^^B           el  teforo  que  escondido 

^^H             conffaba  i  su  noblexa; 

Madre,  yo  locumpliré                     ^^^^H 

^^M             dile  las  señas  del  sitio. 

si  el  valor  6  que  me  inclino,               ^^^^| 

^^H             T  ausentándome  animosa 
^^H             nallé  en  casa  re^tucijos 

los  prcuagí.is  que  me  amparan,          ^^^^| 

las  esperanzas  que  animo                   ^^^^^| 

^^H             sucesores  df  mi  Hamo 

no  me  salen  mentirosas.                     ^^^^^| 

^^^^^     qiM  encubrieron  mi  retiro: 

Yo,  que  repudiado  he  ádo                ^^^^H 

^^K^      540                                                  TODO  K»  liAK 

VíiA  r.0S.\                                      ^^^H 

^^^^H              de  li,  GU^i)  honur  no  quiete 

el  moro  y  se  eosoberbece        ^^^H 

^^^^H              que  me  imíiuk  tu  hijo: 

viéndonos  andar  asi.                 ^^^^| 

^^^^H              .va,  que  (Id  íor  que  me  han  dado 

puíiemos  á  esta  <f  ranada        ^^^H 

^^^^^P                los  cmpcfkos  desobligo, 

la  corona  que  Ismael               ^^^H 

^^^^K                 pues  avarienta  mi  padic 
^^^^^L                na  injuriado  c5ie  Hpellido, 

la  puso;  doña  Isabel                ^^^H 
V  Fernando  (sosegada               ^^^H 

^^^^H              hijo  de  ninguno  soy: 

Castillñ)  pisen  sus  granos         ^^^H 

^^^^H              no  icn)ío  padres,  no  admito 

y  gocen  de  sus  tesoros:             ^^^H 

^^^^H              Rsccndicnics  que  mcagrarien: 

conquistemos  reinos  moros          ^H 

viviendo  en  pai  tos  cristianos;       ^H 

^^^^^B             el  Duevo  s«r  que  («lauro. 

que  es  afrenta  que  un  rincón         ^H 
que  sólo  al  alaroc  queda           ^^^H 

^^^^^M              las  hazañas  i  que  atpiro: 

^^^^H             deudor  de  mi  mismo  soj, 

en  tinto%  aí^os  no  pueda         ^^^H 

^^^^^1              hijo  seré  de  mi  mismo. 

limpiarle  nuestra  nación.        ^^^H 

^^^^H               Yo  malograré  mis  añot 

Barramos  esta  basura               ^^^H 

^^^^H              |viven  loa  cl«tos  propicios) 

que  por  setecientos  añoi          ^^^H 

^^^^V               si  i  peur  de  inconvenientes 

á  costa  de  tantos  daños            ^^^H 

^^^^B               medio  mundo  no  conquisto. 

V  tantos  peligros  dura.            ^^^H 

^^^^V                No  tendrá  nombre  hutía  entonces; 

Cai-itán.  escobas  tienen  de  fu^o          ^^^H 

^^^H                 no  sabrán  de  qué  p(iui;iplos 

nuestra  Isabel  y  Fernando,           ^H 

^^^H                  proc«do,  no  temeré 

que  ya  el  moro  esiA  temblando,    ^M 

^^^H                ejércitos  de  enemigos. 

j  á  ver  en  su  vega  llego                 ^M 

^^^^L                montes  dcdificultades, 

malograrles  su  cosecha.                  ^H 

^^^^^B                naufragios  jamAs  creídos. 

Pagado».  Escoba  es  la  Inquisición                 ^H 

^^^^H               desiertos  nunca  pisados. 

(de  estos  reyes  fundaciiin)               ^H 

^^^^H               arduos  hasta  el  cielo  riscos. 

que  llamas  toda,  aprovecha           ^H 

^^^^H               La  media  esfera  que  goio 

lamo  contra  la  ciíaAa                ^^^M 

^^^^H              es  medio  mundo;  aM  explico 

que  sembró  la  pravedad          ^^^H 

^^^^H               el  pronóstico,  qtie           a 
^^^^H              todo  un  orbe  ha  dividido- 

^^^H 

CamtJLm.                  Coa  la  Hermandad     ^^^H 

^^^^H              Yo  he  de  dar  desde  hoy  en  esto, 

y  Inquisición  vive  tlvpaña;      ^^^H 

^^^^H                ó  morir  6  conseguirlo: 

pero  mientras  que  Kernanido    ^^^H 

^^^^H                toda  ts  dar  en  una 

ula  al  morisco  su  Vega                ^H 

^^^^H              donde  hay  valor  no  hay  peligro. 

y  el  tiempo  dkhosn  llega                ^H 

^^^^H 

que  esti  el  bautiimii  esperando     ^M 

^^^^^^1 

en  que  i  pesar  de  andaluces           ^H 

^^^^^^1 

iniieles  su  Alhambra  vea.               ^H 

^H         JORNADA  TERCERA 

si  con  lunas  se  platea,                     ^H 
que  la  eclipsan  nuesiias  luces,      ^H 

^^^^^^p 

decidme,  pues  lo  sabéis.                 ^H 

^^^^^v 

de  estas  paces  los  contratos.          ^H 

^^^P                    ESCHNA  PRIMEIU 

Pacadok.  Para  nosotros  batatos                   ^H 

^^V                Ssltm  HH  faoAuva  y  «n  CarlriH. 

si  sus  condkioncs  veis.                  ^M 
Después  que  aquel  gran  Girón,      ^H 

W            Pagador.  iPleguc  st  cielo  que  csias  paces 

Maestre  de  Santiago.                     ^M 

1                            sean  »n  ñn' 

venció  la  del  Albufera                  ^H 

1              Capitín.                      ¿Para  qué? 

contra  portugueses  tantos            ^H 

B                              Nuncacosasdese¿ 

y  las  quiebras  restauró,                 ^| 

^^^                      de  nuestra  vida  incapaces. 

cetebfad'S  por  milauro,                 ^H 
que  llaman  de  Aljubarrota             ^H 

^^H                     Mies  Dios  psK  á  las  monjis, 

^^^k,                tenga  paz  el  labiador, 

por  romper  los  castellanos;            ^| 
a  Infama  doñii  Beatriz,                 ^H 

^^^K^                pax  pida  un  adulador. 

^^HK               (que  en  la  guerra  no  hay  tisonjas) 

que  viva  ncstoreos  años           ^^^H 

^^^^H               paz  el  avaro,  que  encierra 

y  es  tía  de  nuestra  rtina,          ^^^H 

^^^^H               usuras,  psi     letrado, 

duquesa  del  noble  estado         ^^^H 

^^^^H               paz     cura,  y  el  soldado 

(|aese  intitula  Viseo.                     ^H 

^^^^B                tras  una  guerra  otra  cucrra: 
^^^^H                 Jiencmos  otro  caudal? 
^^^^^                  bien  comeremos  por  vos. 

suegra  de  don  Juan  el  Sabio,          ^| 

Príncipe  de  Portu^l                     ^H 

y  del  mundo  espejo  raro:        ^^^H 

W                              Pat;8do(,  si  05  oye  Dios. 

deseosa  de  que  vuelva            ^^^H 

t             PAGAtMW.  Son  Castilla  y  Portueal 
^^L                     en  la  nobkia  y  hazañas 

i  Rspaña  el  siglo  dorado          ^^^H 
que  Marte  convirtió  en  hierro,       ^H 

^^H^                    (puesto  que  competidoras 

las  pucitat  abriendo  i  laño,          ^H 

^^^^^                y  de  sus  armas  scAoras) 
^^^^H                  honra  d^'  las  dos  l^spaftas. 

para  atajar  competencias                ^| 

tomó  prudente  la  mano                 ^H 

^^^V                 Mieoitas  ellas  entre  si 

en  apaciguar  naciones                  ^H 

^^^H                   se  destruyen,  triunfa  y  crece 

de  dos  reinos  casi  hermano»,        ^H 

Ji>BNA4M.  TEBCKRA 


jr  coDvidmdo  i  losnuesifos 
«I  Católico  Feínindo 
aac  del  solio  trsgonés 
ibt,  i  pesar  del  navafro, 
i  lomar  Is  poseñón 
por  muerte  de  aquel  anciano, 
a.sombio  de  la  milicia 
uue  diú  laUTol  á  %us  añot, 
(el  segundo  rev  don  Juan 
de  Ara|i¿B.  difio)  el  cuidado 
da  estas  paces  rcmíiió 
i  nuestra  Isabel,  etpanio 
de  los  vivos,  sol  hermoso 
cuyos  Bcnerosos  ravos, 
como  dan  lux  i  tos'buaoos, 
ciegan  y  abtaun  los  malos. 
Concertáronse,  pues,  vistas 
sobre  la  Puente  de  Tajo 
en  Alcántara,  que  es  linde 
de  los  dos  reinos  contrarios, 

5ue  dichosas  concluveron 
los  postreros  del  Marzo 
presente,  que  e%  cl  de  mil 
cuatrocientos  y  oi: heñía  años, 
y  fueron  las  condiciones 
principales,  qtie  quitando 
el  rey  don  Alfonso  cl  quinto 
los  Icones  cuarteados 
y  castillos  da  su  escudo 
no  %e  llame  el  lusitano 
rey.  de^dc  hoy,  de  Castilla, 
como  pnr  el  iñismo  caso 
ni  los  nuestros  se  intitulen 
de  Portugal  reyes,  dando 

for  ningunos  los  derechos. 
lem,  que  ofrezca  la  mano 
áofta.  Juana,  la  pretensa 
Pnncesa,  la  que  llamaron 
Bel  ira  neja  maliciosos, 

Íde  don  Enrique  el  cuarto 
eredera,  contidentcs 
al  nieto  del  rey.  llamado 
Alfonso,  como  el  abuelo. 
hijo  de  don  ]uan.  quedando 
de  Poriu)iHl  sucesores 
dcspuís  que  fallen  cnirambos. 
Poro  que  si  no  quisiere 
pasar  por  estos  contratos 
el  niño  Infante  despuís 
que  llegue  á  perfectos  attos, 
la  portujtuena  corona 
úi  luego  L'ien  mil  cruxados 
AdoAa  Juana,  la  cual 
pueda,  si  gusta,  entretanto 
en  un  monasterio  Ilustre 
dar  3l  mundo  dcssngaAos, 
envidia  i  su«  enemigos 
y  4  sus  pesaros  descanso. 
Que  A  rcbclJcs  de  Cislilla 
se  les  cierre  puerta  y  paso 
para  ampararse  en  su  tcíim 
coaira  el  nuestro  conspirando: 
y  que  toda  la  conquista 
que  margena  el  Uceano 
por  las  africanas  costas 
óuede  eternamente  á  cargo 
de  las  quinas  portuguisas. 


54, 

sin  que  por  socasos  varios 
que  mtenie  el  tkmpo,  Castilla 
tenga  dor<<cho  á  estorbarlo. 
Que  queden  como  en  retienen 
hasta  cumpllnc  estos  tratos 
en  poder  de  la  Duquesa 
de  viseo,  por  iin  bAo, 
ca  el  castillo  de  Mora 
cl  niño  Alfonso,  alri^to 
fundóle  de  su  lía 
y  cl  clavel  del  mejor  Mayo 
Que  vid  la  naturaleza, 
(la  Infanta  digo,  retrato 
en  la  hermiMura  y  el  nombre 
de  nuestra  reínaf  con  tamo 
que  cl  ponuguH  deje  libros 
los  pueblos  qucen  los  asaltos 
do  esta  guerra  nos  usurpa, 
y  nos  entregue  o:ros  cuatro 
de  tos  suyos  por  seis  meses. 
l'no  ha  que  se  publicaron 
en  las  dos  cortes,  haciendo 
uni versa Imcn  le  aplauso 
lo  plebeyo  y  generoso 
de  ambas  coronas,  trocando 
en  regocijos  y  fiestas, 
muerte»,  peligros  r  agravios. 
Ya  i  sus  reyes  reducida 
la  condesa,  aquel  gallardo 
espíritu  belicoso, 
digno  de  inmortales  lauros, 
de  doña  Beatriz  Pacheco, 
que  en  Mcdcllln  sus  vasallos 
por  Semlramis  pretenden 
dedicarla  simulacros. 
olvidadas  competencias, 
besa  pies  y  la  honran  braxos; 
y  <l  Clárelo,  don  Alonso, 
de  Alcántara,  va  del  bando 
donde  la  lealtad  le  alista, 
muestra  que  ),i  fui  Alejandro 
en  haiaAos,  ya  es  Monroy, 
blasón  generoso  y  daro- 
Ya  el  gran  marques  de  Villcna 
con  el  valiente  Primador 
Pacheco  uno,  otro  Carrillo 
enojos  reales  templaron: 
todo  es  par.  todo  sosiego- 
Permitan  los  cielos  santo» 
que  lo  que  las  discusiones 
hasta  este  tiempo  turbaron 
lo  restaure  la  concordia 
y  aue  contra  el  africano, 
reliqtiias  del  vil  profeta, 
esfuerzo  y  armas  juntando. 
A  nuestra'ley  reducida 
true()ue  Granada  los  granos 
en  diamantes  por  rublos 
quo  Isabel  goce  y  Fernando. 


ESCFNA  11 

DicuM  r  Hxmt-rno.ioUmá». 

RoaLBiw.  Ya  puede  vuestra  vcnganta 
goiar.  Keñor  Pagador, 
si  es  el  vengarse  valor. 


^^L__       $4»                                                TODO  ES  DAR 

RS  UNA  COSA                                                  ^^^1 

^^^^B               esu  ndche  lu  venganii. 

que  capitán  le  nombrasen            ^H 

^^^^^K                 El  capitán  don  Gonislo 

los  reyes,  y  que  después                ^H 

^^^^H                 pJixrro            en  rcujjllo. 

uocase  la  compaftU  ^H 
de  IniTantos  en  hombres  de  amna^^H 

^^^^■T               Alcaide  es  de  su  castillo, 

^^^^^B                 Us  armas  son  su  ft^alo; 

Vence  la  envidia  á  Us  armas:       ]^l 

^^^^^H                mas  como  esic  reino  goi;* 

creció  en  su  valor  la  mía.             ^H 

^^^^H  .             de  pal,  amor  mis  humano 

Diversas  reces  cohecha                   ^H 

^^^^H                quieic  que  le  ái  U  mano 

soldado!  que  le  matasen,               ^H 

^^^^^1                doña  Beairiz  de  Mendoza 

delitos  que  le  imputasen,             ^H 

^^^^^B                >-  en  ella  el  logio  major 

y  con  el  rey  procura               ^^^H 

^^^^^^             que  el  Dios  desnudo  reoarie. 
^^^^H               que  lo  que  no  premia  Maiie 

desacrcd:tar  su  fama,               ^^^H 

mas             vencedor                ^^^^| 

^^^^^B              loma  por  su  cuerna  amor. 

mi  desdicha  y  su  valor.           ^^^H 

^^^^H               En  fin,  se  casa  con 

que  en  las  tinieblas  la  llama         ^H 

^^^^H                y  esta  noche  »on  las  bodas: 

liure  mis,  y  los  cngaAos                 ^H 

^^^^H                 )iJnl«nM  las  dama.s  (odas 

si  aprietan,  no  prevalecen:             ^H 

^^^^H               irujillanas,y  es  tan  bella 

Beber  su  xanijre  apetecen               ^^ 

^^^^H               la  novia,  que  s«  recrea 

mis  agrarios  ya  ha  quince  años; 

^^^^H                 amor  de  ^cfsc  cspsAol, 

si  esta  vex  no  lo  consiguen            ^^ 

^^^^^B                )-  la  que  en  auscncta  es  sol 

morirán  desesperados.                    ^H 

^^^^^m                parece  á  tu  Indo  fea. 
^^^^^K               bese  utdadodeencmigos 

CAriTi».  Aconsejar  agraviados                     ^H 

que  más  sus  pasiones  siguen         ^H 

^^^^^1                y  todo  festivo 

que  la  razón,  es  gastar                   ^H 

^^^^H              si  pena  al  agravio  os  da, 
^^^^B               la  noche  onec*  castigos: 

persuasiones  sin  provecho.  ^H 
De  mi  amistad  satisfecho         ^^^H 

^^^^^K.               aprovechadlos  ahora 

podíiS,  Pagador,  estar,             ^^^H 

^^^^f                 y  vengad  i  vuestro  hermano. 

pues  la  gucí  ra  concluida         ^^^H 

^^^^^PaOADOIi.  Anlcsqui:  la  dé  la  mano, 

y  üándoos  el  caudal                 ^^^H 

^^K                       contra  mi  »an}t[e  a^tetora, 
^^^■^B                  se  la  he  de  colgar  ai  cuello. 

el  rey  de  su  hacienda  real,            ^H 

depende  de  ros  mi  vida,                  ^H 

^^^^^E                En  esta  ocast¿n  mostrad. 

como  de  quien  socorrerme            ^H 

^^^^H[              capiíin,  vuestra  amatad. 

puede  en  mu  ne^esidadi».            ^H 

^^^^^B               que      fugitivo  catxlto 

PAoaDOR.  Conformemos  voluDtad«».            ^H 

^^^^^K               nos  ofrece  bocasliín 

SI  Alajandro  queráis  vorma          ^H 

^^^^^B              quince  aitos  ha  deseada, 

vcngadme  vos  y  scráis  ^^M 
ductío  de  cuanto  poseo.           ^^^^| 

^^^^^B              V  sola  esta  noche  hallada. 
^^^^B                bn  Salamanca,  en  raión 

Si-gura  la  ocasión  veo;             ^^^^| 

^^^^^^               de  una  cátedra  que  había 

Si  ejecutatta  quci^.s                 ^^^H 

^^^^^1              llevado  un  deudo,  salió 

dos  leguas  dista  de  aquf                 ^^M 

^^^^^1               con  otros  y  me  mató 

Trujillo  y  el  sol  se  ausenta.     ^^^H 

^^^^H              un  hermano  que  tenia. 

Mi  enemigo  sólo  intenta,        ^^^H 

^^^^^E               el  más  lucido  letrado 

descuidándose  de  mi               ^^^H 

^^^^B               que  aquel  cor.curto  estimaba. 

trocar  el  acero  en  galas:          ^^^H 

^^^^H.              Yo  eia  entonce»  quien  privaba 

en  llanto  sus  bodas  trueque.         ^H 

^^^^^K               con  Enrique,  que  vendado 

porque  su  cspcrania  seque           ^H 

^^^^^B              quito  verme,  en  tumo  extremo. 

el  pésame  de  dos  balas.  ^^ñ 
Saoremos  cual  es  la  casa        ^^^M 

^^^^^M               que.  despachando  contra  tí 

^^^^^B              un  ]uex 

donde  se  ha  de  desposar;         ^^^H 

^^^^H              dio  los  cómplices  al  remo: 

envi.irímosle  á  llamar,           ^^^H 

^^^^^1              pero  huyendo  el  aj^resor 

y  entre  la  gc.iie  que  pasa  ^^^H 
a  tener  pane  en  la  liesia  ^^^^| 
encubriéndonos  mejor,           ^^^H 

^^^^^B              por  excusar  la  justicia, 

^^^^^B                se  valió  de  la  milicia, 

^^^^^B             que  i  perdidos  da  favor. 
^^^^^B               En  ella,  en  efecto,  ha  sido 

sin  saberse  el  agresor              ^^^H 

podrán  llorarla  funesta.           ^^^H 

^^^^^B              lan  dkhoiu  que 

¿Qufi  decfs.>                            ^^H 

^^^^H              u  yo  no  se  lo  estorbata. 

CawtAk.  Que  hay  paces  dlgt»™ 
y  que  con  ellas  no  hay  paga;  ^M 
que  vuestro  gusto  se  naga,             ^H 

^^^^H              premios  que  otros  han  itnklo 

^^^^^1              con  menos  m¿ñtos  que  ¿1; 

^^^^^H              poraue  como  sucedí 
^^^^H               en  e  favor  aue  adquirí 
^^^^^1               con  remando  i  Isabel, 

porque  vuestra  mesa  ííko.  ^H 
Traiad.  y  pondré  en  efecto            ^H 

cualquiera  orden  que  niedeii.       ^H 

^^^^H                persiiiU'^'idola  hasta  agora 

PaOai>o«.  Cjjmo  i  mi  hermano  renguéis       ^H 

^^^^H                no  le  he  dc|ado  medrar; 

mil  escudos  os  prometo.  {Vvmi.  ^| 

^^^^■^             si  bten  no  pude  estorbar 

^H 

^^^^^■^              que  cuando  venció  en  Zamora 

^^M 

^^^^^L              niHStfo  cam|>o  al  portugués 

^^^M 

^^^^^H              sus  haiaAas  no  alcaaiat«o 

1 

^^^^^^^PV:                                       MKHADA 

TKItCEWA 

&4'           ■ 

^^^^^P 

f  mi  pobreía  le  di|io,                              ^H 

V                             5alM  CiMuto/-  PuuM 

por  ocho  á  por  doce  real»                       ^H 
deeslci(at>a|0  u^diemoi-                       ^^M 

Carrizo.  Y»  por  hoj  no  iri  al  molino. 

PuUDA. 

Carniu  ¿y  do  los  tenemos.^                    ^^M 

PuuD*.     Hannos  en  U  Zar^i  «chajo 

C.tRRIIO 

Vendo  un  buev  y  excuso  maktj            ^^M 
que  hay  soldaoo  isi  le  cuadra                  ^^H 

K                    unto  del  (oto  íoldado, 

■'                   ^ue  el  (tiabro  con  ellos  vino. 

■"                      ¿Mas  que  noi  queda  el  corra) 

la  posatla  que  le  dan)                               ^^H 

que  convida  al  capitán                              ^^M 

con  el  nallo  soldcmenie? 

y  con  ¿1  toda  una  escuadra,                      ^H 

Camiio.  Por  bien  &e  lleva  «tatúente. 

y  por  heros  mis  merced,                        ^^M 

Polída,  que  no  por  mal. 

mostrando  que  ti  dadivoso,                     ^^M 

Un  día  et,  y  asi*  se  pasa 
como  quieta.  ¿Teníis  oll>> 

dando  lias  roso  y  velloso                         ^^M 

no  deja  estaca  en  pared.                            ^^M 

Pulid*.    De  macho  con  sn  cebolla; 

Porquo  esto  no  nox  suceda                      ^^M 

^                     tocino  y  pan  hay  en  casa: 
f                       jma&  vino  y  las  (¡ollerías 

voilo  á  concecur,  Polida.  fv«j(]-              ^^M 

Pulid*. 

Pues  venga  y  vino  me  pida,                   ^^H 

que  piden  ^ 

que  i  fe  (si  en  mi  casa  queda                    ^^M 

Carrizo.                     Pan  y  manteles 

y  no  es  comedido  el  mozo)                     ^^M 

m                     nosobriüían. 

porque  cene  con  regalo.                         ^^M 

■'      Pulida.                        Son  cfuelea. 

que  le  he  Jcdaí  pan  de  palo                    _^^l 

K                      j  mal  l03  de  aquc^o&dlat. 

y  á  beber  agua  del  pojo.                       '^^| 

■                      que  vienen  mal  avezados 
W                    de  la  guerra  que  han  tuvido 

<^^H 

^^1 

W                    en  PonuKal. 

L     Cmuiizo.               Despedido 

ESCENA  [V                                ^H 

H                      los  han,  v  ja  van  pagador. 

^^^               El  soldado  que  us  copiere 

PsUkAj-QvtBdt.tDUa.ro,  nuy  rMe.yWH                ^^| 

frtitttt  y  cttirda  «n  U  anta,                           ■  ^^M 

^^^H              recebiide  con  amor. 

^^H 

^■V              que  por  mal  es  lo  peor. 
V      Pulida.    Mientras  aquí  no  csloviere 

QUIRÓS. 

Puuoa. 

Me  racomaodo,  patrón*.                        ^^| 

No  cniíendü  íatin.  solflado.                     '  ^^| 

■                       don  Alvaro,  que  i  Trujillo 

Qtriitús. 

EiilB  boleta  me  han  dado                          ^^M 

K                    á  unas  bodas  sc  hu¿  tytt. 

para  aquí.                                                  ^H 

H                    tnsi  lo  habernos  de  her. 

Pulid*. 

Desupreutna                        '  ^^M 

^^^K             que  si  no  pan  y  cocliillo 

cuidaremos.                                          ^^| 

^^B             [y  aun  »o  do  mata  gana) 

QuiRÓS. 

^Qué  hay  de  cena?              ^^| 

^^"^             les  diera. 

Pulid*. 

Tocino,  macho  y  cecina                        ^H 

m      Carmizo.                LlevAso.va 

tUn  la  olla.                                         .  ^H 

'                     Dios  al  viejo. 

QUIH¿S. 

jNo  hay  ^Ilina.'                   ^H 

Pulida.                         A  csiaracát 

Pulid*. 

Para  soldados  no  es  buena,                   ^^H 

la  Zarza  queijara  sana 

que  engendra  sangre  cobarde.                ^^M 

de  estos  lobo«  quc  cl  pellejo 

Qv»6e. 

Aves  come  el  que  es  guerrero,                ^^^ 

nos  quitan:  |m«l(litt%  pieíail 

y  laspluma^del  sombrero                    ^H 
naián  de  mi  csíuerj!u  alarde.                   ^^H 

m       Carrizo.  SI,  dun  l-'Fancisco  Cabeus 
W                     huí  bravo  hombre. 

Yo  de  noche  no  como  olla,                      ^^H 

PuuDA.                                 iLlndo  viejo! 

que  cl  soldado  no  es  gañán.                   ^^| 

Carrizo.  Mas  don  Alvaro  Durin 

jHay  pollas.^                                         ^H 

no  le  va,  aunque  moJo.  en  zana. 
PvLioA.    Carrizo,  no  se  que  me  haga. 

Pulid*. 

So  faltarán,                       ^H 

QUIRÚS. 

jugaremos  i  la  polla.                            ^^^| 

Habrar  quiero  al  capiíin. 

jQuí  jirincipio  y  postre  espero?             ^^| 

Principios,  set^or  toldado,                        ^^M 

y  dolrrerise  de  mí 

Pllida. 

quiza  ves. 

>on  acá  cl  primer  bocado.                        ^^M 

Carrizo.                (Bonicos  sonl 

QuiRÓs. 

^Y  los  pusires.*                                      ^^| 

Daldos  i  la  maldición, 

t'ULIDA. 

El  postrero.                   ^^| 

que  en  viéndoos,  Polida,  «nsl, 

Quifiós. 

Pucí  yo  empiezo  en  ensalada,                 ^^M 

con  aquesa  caladura. 

■  remato  en  aceitunas.                         „  ^^H 
)e  encina  mos  iraen  algunas,               ^^H 

lemo... 

Pulida. 

Pulid*.               ¿Quí  teméis? 

que  es  comida  re){alnaa.                        '.'^^1 
iPcsar  de  ouicn  la  pariúl                         *  ^^| 
^Bellotas  na  de  comer                              ^^M 

CARaiJto.                                      iPafdidsl 
qae  vals  una  y  votvm  dos. 
^  0  os  digo  la  verdad  pura: 

QuiRÓS. 

un  soldado?                                          ^^M 

1                   dad  al  huésMct  buco  despacho, 
^^K              que  mñs  va  e,  si  se  atreve, 

Pulid*. 

¿Pu«s  qut  hs  de  h«r?          ^H 

QuiRÓs. 

¿Soy  hijo  pródigo  yo?                           ^^1 
Pattcelu  en  los  retazos.                            ^^M 

^^^^             que  doce  pollos  nos  lleve 

Pulí  HA. 

^^^H              que  no  que  »v  deje  un  inochacho. 
^^^H               Mas  el  alcalde  es  mi  amitto; 

Quiüós. 

Poquito  i  poco,  monsiura:                     ^^1 

¿qué  cama  habrá?                                     ^^t 

^^^H             yo  le  t6  hI  concejo  i  habrar, 

Pulida. 

Algo  dura.                     ^^M 

^^^B             que  si  se  deja  rogar 

QuiRÓs. 

Pues  yo  vengo  hecho  pedazos.               ^^M 

544 

Pi/UDA-    Ya  lo  veo.  H«y  cabezales, 
en  tomo  de  aquel  «caño. 
Qi;iKÓs.    ¿Sia  sábanas? 
l>iji.ii>A.  Hacen  daño. 

Qumót.    ^Y  huí  manus? 
Put.iojk.  Dos  cosuiei. 

?uiaós.    ¡Cuerpo  de  Crísio  con  cllal 
uuoa.     OuJen  da  lo  que  ií£r  jqmí  debe? 
út:iR6&.    jY  aquí  qué  vino  se  bebe? 
PuuDA.    Del  poio. 
QuiRÓs.  Bfibilodia 

y  reviente,  purque  yo 

«la  noche  he  de  cenar 

burrai'as  al  empezar. 
Puu&a.    Borracha»  cuidaba  yo. 
QuihAs.    y  tras  ellai  su  jiuote. 
PuuDA.    vMi  (¡t  qu4?  ^quée&si  loubc? 
Oumús.     De  lernera,  &i  no  es  de  ave. 
PfLiDA.    ^GigoríO? , 
QuKÓs.  O  pasiel  en  boie. 

PuuuA.    Ni  yo  girrote  sí  her, 

ni  pastel  he  vislo  en  bou. 
Qvnúi.    D«  lo  caro  una  caiidiou. 
PutUM.    Candi  hay  que  empieza  i  arder. 
Quwós.     Y  levanuda  la  mesa. 

en  cama  mullida  y  blanda 

colcha  y  libnnas  de  Holanda. 
Pulida.     Ya  lomara  estopa  gruesa. 
Quilt¿4.     Y  por  u  me  hiciere  mal, 

con  esas  dos  manos  tiernas 

ha  de  traerme  las  piernas. 
PutiOA.    Si  las  deja  en  el  corral. 
QuihAs.    Podrí  ser  que  asi  me  obligue 

A  que  soplando  el  candil 

la  dé  mi  cuerpo  gentil 

con  lo  dcmís  que  se  sigue. 
PuuuA.    Pues  si  con  lo  que  le  dan 

en  Ciisa  no  se  comenta. 

J  sin  naranga  y  pimienta 

no  come  cecina  y  pan. 

•ni»  que  salle  las  bardas 

(que  no  están  bafas  i  fe) 

porque  duerma  le  traeré 

las  piernas  con  unas  cardas; 

Í'  si  en  su  tema  prosigue, 
e  mediremos  dos  trancas, 

desde  el  cogote  á  las  ancas, 

con  lo  demis  que  se  sigue. 
pi'ia¿s.     Pues  yo  la  voto... 
PuMi>A.  No  bote. 

(¿uikOs.    a  Cristo,  que  ha  de  llevar 

esta  noche  «juc  rascar 

la  papara  i  puro  axoie. 

Ponga  las  manos  cocruj:. 

iQuürt  lUarla  coa  Id  tufr4a.f 
PtiLii>A.    ¿Para? 
Ql'Uiós.  Cruce  los  dos  brazos, 

sabrá  qué  son  UiíKaios 

de  una  mecha  de  arcabuz. 
Pulida,    (cntúí  )AquI  de  Dios  y  del  reyel 

¿So  hay  josikia? 
ífvtnüs.    (DíU  urna  tofi      .Menos  voces. 
PoMUA.     íDespinratradol  <De  coces 

vosami?¿Nohayl)ios.*<Nohayleye? 


TODO  ES  DA«  EN  l'NA  TOSA 


ESCENA  V 


niCII»iy  talca  ¿MSoLDAMWjrCAItKlIO. 


Solo,  i.* 


Carrizo. 
SoLS.  a.' 
Carhi/o. 

Pulida. 
Solo.  !.• 

QuirAs. 
CAaxixo. 


O  r«Kataf  la  posada 

con  cien  reales,  ó  paiar 

crujía,  y  sin  icplkar. 

jCon  cien  reales?  ¡Mas  nonadal 

Cabales. 

Menos  los  ceros. 
Dic2  les  iba  yo  juntando. 
lAy,  Carrizot  Aqui  andan  dando. 
ka,  ponédmele  en  cueros, 
vetéis  la  tunda  que  lleva. 
Desnúdese  ella  lambién. 
¿Ambos  desnudr>s?jNo  ven 
que  ya  p«s6  Adlny  Lsgucva? 

ESCENA  VI 


DtCHo*  y  PUAiuio, muy  g<UdH,tiiM  muehaplumt 
y  un  vraaWe. 

PíXAitao.  ^Quécslo? 

Pulida.  ¡Ay,  Francisco  mío! 

jTú  en  la  Zarza  y  yo  en  trabajos? 

hsie  muladar  de  andrajos  ~ 

con  mujeres  tiene  brio: 

que  á  nacerme  aqui  unas  pocas 

fo  lesjuroá  non  de  D^os... 
rnnciscu,  doleos  de  nos. 
Pizarho.  ^Soldados  contra  unas  tocas 
en  vez  de  darlas  socorro. 
V  hombres  ososiis  llamar? 
Carkizo.  Me  quieren  desatacar. 
PuLtOA.     .Me  piden  carne  en  gigorro. 
Pizarro.  Quitaos  las  torpes  espades, 

quitáoslas,  ó  ¡\  ivc  Dioü 
Solo,  i.'  Señor  alférez,  los  dos 
somos... 

iQai  dos  ó  qué  nadas? 
Acabemos,  dcsccí^i1das■ 
y  en  su  lugar  os  ponéis 
dos  ruecas. 

Vuesa  merced 
nos  trate  bien. 

Rediinildas 
la  vejación  en  que  eitin 
corridas  á  vuestros  lados: 

E leeros  sois,  no  soldados, 
ien  los  campos  labrarán 
ks  miseros  labradores 
si  las  manos  les  tené» 
atadas.  .¡'Pretenderéis 
por  esta  haȖa  favores 
en  el  consejo  de  {¡uerra? 
Presentad  ew>s  cordeles 
cuando  ale;;uéis  por  papeles 
que  defendisteis  la  tierra. 
^Adinde  está  el  capitán? 
A  Truíillo  fué  esta  tarde. 
PiZAKRO.  <^uitá  la  espada,  cobarde, 
que  pues  sus  veces  me  dan 
y  soy  su  alférez,  aftora 
sabré  si  conforma  á  ley... 
Mire... 

¡Por  vida  <lel  rey 
y  la  reina,  miseflora, 


PlZAkHO. 


Solo,  a.» 
Pizarro. 


QUIRÓS. 


Solo,  i  .• 

PtZARhO. 


lORMAUA   TtillCEnA 


545 


infam»,  que  U  blndna 
me  fió,  ¡i  no  ov  quitáis 
lai  espadu  que  afreiiiiit 
(mejor  una  caña  fuco) 

?ue  os  cu^  c-in  el  venablo! 
olida,  ^4Uí  decís  de  »to? 
'ULiUA.     Es  un  dimuño. 
Carhi/o.  E«  ua  d^bro. 

PizABso.  Llamadme  á  los  l«biador«s. 

<VaarC«rrlc«,> 


ESCKNA  VIÍ 


fhciio* 


PlZAÜRO. 


SoLD.  a.*  Vuesa  inen:cd  contidvtc 

que  ct  muy  moiO,  y  que  sí  quiere 
con  deiprccioi.  y  rí^oret 

fioner  su  enojo  en  efeio 
aunque  nuestro  «Iferex  sea) 
lienu  pocA  bafbft,  y  creti 
que  i  00  guitdalle  el  respeio 
que  pide  el  cargo— 

]Cobar<tcI 
Mi  bandera  y  pr(e(nincn>:ia 
DO  la  adquirí  por  herencia, 
ni  las  barba»  $on  alarde 
del  valor  que  al  noble  anima, 
sino  el  espUiíu  honrado 
que  en  el  alma  vinculado 
los  pelaros  dcicstima; 
que  A  Mt  ansí  (aunque  parezca 
que  en  ellai  le  puso  I>iuil) 
barba-s  oí  sobran  i  vos 

rara  una  guarJa  ludesu. 
a  Reina,  nucsira  señora, 
me  dio  el  cariio  que  contii^ 
siendo  ella  misma  teMji|[0 
en  el  cerco  de  Zamora, 
que  mi  capitán  rendido 
y  perdida  «u  bandera, 
pajedegineiaera, 

fcro  aunque  paje,  atrevido, 
no  con  iinuicre&,  cual  vos) 

pues  liado  en  la  furluna 

volví,  (si  perdimos  una) 

i  su  prctencia  con  dos. 

AUim  cnionccj  me  hiio 

sin  suplicirtelo  yo: 

la  bandera  que  me  dio 

de  trece  años  la  autorizo. 

Y  porque  scpáii  si  en  mi 

las  barbas  son  menosprecio. 

agora  veréis  cuAn  necio 

fuisteis  en  hablarme  ansU 

Desceñios  esa  espada 

aniei  que  enojos  provoque 

y  ffuia  de  un  alcornoque 

os  hn^a  mot  sjzonada: 

presto.  iX}uiUnnlaf.i 

Por  mi  superior 

os  obcdcxco. 

«-Qué  aguardan 

los  dos? 
SoLD.  3.*  ^'a  Tamos. 

PuAwto.  '    Ya  tardan. 

)Holal  Carrizo. 

COMF.MAS  DB  TIRSO  DE  MOLIKA.— TOMO  t. 


Solo,  i." 
PiZAaao. 


ESCENA  Vm 
Saín»  CjiaaiioyvrrM.— DfciiM. 

Car  HIZO.  Señor, 

aqui  todo  el  puebro  etii. 

rixAnao.  [£sle(con  vuestra  mujer 

valiente)  en  vuestro  poder 

para  e|cmplo  qued.irA 

de  infame,  con  cnnd:icÍAii 

que  esié  en  la  plaza  coleado 

hasta  mañana. 
Quinos.  ¿Yo  ahorcado? 

PizAHao.  No,  que  os  tengo  compasión. 

De  los  hombres  solnmenie. 

mas  sin  que  os  quiten  U  vida, 

con  una  rueca  ceñida 

regocijareis  la  gente. 
Cahriio.  ¿y  estotros  dos? 
Pizaaao.  Castigaldos. 

Deles  cada  labrador 

catorce  azotes. 
S01.0.  I.'  Seilor, 

mira  que  somos... 
PuAHRO.  I.levahios. 

Solo,  a.'  No  faltará  quien  di  cui-nla 

á  tos  reyes  de  este  ugrat  lu. 
PtXAKDO.  Ella  es  santa  <'  él  es  labiu. 

Yo  les  dirí  vuestia  aírenla, 

podrá  ser  que  se  mitigue. 
PvLtOA.    Venga  i  la  pra^a  el  modorro, 

porque  k  demos  gtKon'o 

con  lo  dcmi^  auc  se  sigue. 
CaicsPO.     ¡Burlaos  con  el  I-'mncisquillol 
Carriio.  Azotaina  hi  de  haber  hoy- 
PíXAKKO.  A  ver  4  la  reina  voy, 

que  entra  esta  noche  en  Truiillo. 

íVa»f.) 
Pulida.    Soldado,  esas  piernas  bellas. 

después  que  coligado  esté, 

¿oye?  no  so  las  iraeri-, 

pero  lirarvlcdcllas. 
Solo,  i  .*  ¡Que  á  esto  un  rapaz  nos  obligue] 
PuuDA.    Y  á  esotros  dos  marquesotcs 

i  cada  caloree  azotes, 

con  lo  demis  que  se  sigue,      (i'aai*.) 

ESCENA  IX 
Saí«<(  PA0AiMK,r4CAnTAa<ena«  areatat  y  HoaLsna 

Pasador.  Mejor  lo  liabemos  trazado 

de  esta  suerte. 
CapitAn.  En  la  ciudad 

nos  pusieran  en  cuitlado: 

que  en  tanta  publicidad 

y  con  tamo  deudo  lado, 

aunque  «j  de  noche,  no  Cuera 

potibh)  no  conocernos. 

Aguardindoli:  squi  fuera 

M  él  viene  (.tnies  itc  ofendernos 
'  la  iusiicia)cuamlo  muera, 

csficil  el  retirarnos 

sin  que  se  sepa  el  autor 

de  su  muerte. 
Pagaoor.  Por  venRarnot 

menosprecíate  el  favor 

de  l<ii  ti)  ti. 

35 


546 


TODO  P.S  DAR  KN  UNA  COSA 


OcuIltfDOt 
con  lai  Uni«blM  podemos, 
d«pué&  que  muerte  le  demos, 

aucdsndo  co  pie  lu  privanza, 
umpla  yo  con  mi  venganza, 

qat  iHspuís  noit  llbrafemoi. 

En  fio,  dijo  qucsaidda 

i  este  titio. 
'  Roat-ioo.  Pro  metiólo. 

y  con  mucha  cortesía: 

puesto  que  no  eiiaba  tolo, 

y  que  entonces  le  asistía 

de  Tnijllto  ta  nobleza, 

por  asegurarlos  dijo: 

•Trilamc  con  aspereza 

esta  dama,  )'  es  pioli]o 

amor  «i  temoso  empieza. 

Yo  acabo  de  desposarme, 

y  ti  bien  desembarazarme 

de  cosas  que  la  han  de  dar 

í  doAa  Beatriz  puar. 

Pero,  pues,  envía  i  llamarme. 

dígala,  hidalgo,  que  luego 

vojr  at  sido  sci^aladü; 

que  le  apreste  mientras  llego, 

y  lome  por  el  cuidado 

esta  sortija.» 
pAfloDon.  iSosicgo 

notable) 
CaPiTÁK.  ^No  se  turb6? 

RoBLSoo.  ^'Tutbari*  ames  se  río 

mientras  el  papel  lela. 
PacADoR.MAs  de  su  esfuerzo  se  fia 

quede  mi  vcnusnza  yo. 

Pero  cumpla  el  su  promesa 

veri  presto  el  d«sengaAo. 

ESCENA  X 

Dtc«o«, r  "'*"  n^K  GoKMLo,  como irnor*t.  tiitg» 
t>ii*iiKe.  á4  <anl»a. 

Comíalo.  A  algún  celoso  le  pesa 

de  mis  bodas,  y  en  su  diflo 

quiere  turbatme  esta  empresa. 

Sin  tlrma  vino  el  papel, 

como  JO  «n  compañia: 

amor  celoso  es  crtlcl. 
PiZARRO.  <saí«,)  Tarde,  diliíjencia  mía, 

renb:  honra,  no  sois  ñel 

si  os  pectléin  por  perezosa 

y  mi  padre  se  desposa 

sm  impedírselo  yo. 
'CAnrJLn.  Estecs,  jtiratéle? 
Pauadok.  No; 

tened,  que  «n  accidn  dudoia 

me  pesari  que  matemos 

otro  en  vez  del  que  buscamos. 

pues  si  etta  »C4Sión  perdemos, 

sin  esperanza  quedamos 

de  que  desputi  nos  vrnKuemos. 

Sepamos  qui^n  es  primero. 
CAfiTÍM.  Llegad,  que  ui  aguardo  aquí, 
pMADon.fA  t-iiarra.lSt  soisdon  Gonzalo  esM- 

sabtr.  |ro 

Gonzalo.  Pronunciar  oí 

mi  nombre;  acercarme  quiero. 


PizARRO,  {Ap.)  iiOoa  Gofl2ilc^  Ansí  se  llama 

quien  me  ha  dado  el  ser  que  ten)^. 

Si  alguno  que  le  desama 

le  míenla  oTendet.  yu  rengo 

i  acreditar  más  su  íama.^ 

Mi  nombre  es  Gonzalo. 
Gonzalo.  ¿Cómo^ 

Pagado*.  ^Gonzalo  Pizarro? 
PizAaao.  Pues, 

con  ese  ipcltido  domo 

cobardes. 
PAGAUOH-MfCipiíin.)  Ami^io,  él  Cs; 

vengue  mi  agravio  tu  plomo: 

dispárale. 
Capitán.  No  dio  iBcgo, 

Gonzalo.  ¡Oh.  víllanoti  la  traición 

quL-  en  vosotros  i  ver  llego; 

con  nuble  satisfacción 

dará  á  mi  enoju  sosiego. 

Vo  soy  Gonzalo  Pizirro. 

|A  ellos,  joven  gallardol 
Pacaoosi.  Tres  somos,  mueran  los  dos.  ijuara 
PiZANNO.  ¡Ojalá  os  hiciera  Üios 

tres  mili 
ROBL.KO0.  Esta  cuesta  agarro. 

Vida,  bajaos  i  tos  pies, 

y  ellos  os  libren  de  mal.  íHux*.) 
GoNZAt.o.¿ Contra  uao.  y  salis  ires.^ 
Paoaooh.AI  Pagador  general 

matiisi  sosegaos. 
Gonzalo.  Después, 

que  aaora  es  razOn  (si  ba  sido 

Pagador)  que  las  iraicmnes 

pagues  que  me  han  perseguido. 
Pizaaao.  Cuchilladas,  no  razonesi 

jcuerpode  Dios!  ya  he  tendido 

al  uno.  tlsoiro  que  queda 

porque  escaparse  no  pueda 

desjarretarle  es  mejor. 

irr«>-«<t4;»pitáii> 
Gonzalo.  A  traidores.  Pagador, 

se  paga  de  esta  manera. 

¿Ilulsi'  no  me  maravillo. 
pAOAtXMí.iMuerlo  %<>j\  ¡Favor  al  Keyl 

Alguaciles  de  rruiíllo. 

¡justicial  ¿ao  hay  utos?  ¿do  hay  leyi 

Utuy*.} 
Gonzalo.  May  valor,  que  es  lu  cuchillo. 
PiZAHMo.  .^o  los  sigáis  cabilieco, 

que  lengo  qu«  hablar  con  voz. 

ESCl-NA  XI 

Oon  Oonriiu  y  filtmio. 

Gonzalo. Obligado  i  vuestro  acero 

cunfieso  que  os  trujo  Dioc 

co  rni  socorro;  no  quiero 

más  dicha  ya  que  saber 

quién  sois  y  Iucko  serviros. 
PizAnau.  Admiiíúralo.  á  «o  ser 

ingrato  vos  á  suspiros 

de  alguna  ilustre  mujer, 

que  perdió  por  ulvidada 

lo  que  os  lió  por  qurniia, 

y  en  mi  dc|ó  vlncuUda 

la  venganza  de  ofendida, 

si  no  de  mcoosprecuda. 


^^^              ^^^^^^^^^f 

TERCERA                                                          547            ^^M 

G0KXA1.0.N0  <M  cDliendo. 

pu«  vi  mik  luíkO  pa»lot                            ^^M 

—^     PuAMO.                        Yo  lo  creo; 

pudre  legitimo  llama                               ^^M 

■                    que  el  no  cnionder  ya  n  en  vos 

al  suyo,  y  vuestro  rijior                        ~^^H 

^^^              m*l  vieju,  común  empico 

cuanclg  me  en^ndru.  me  infama.             ^^H 

^^^k             de  4)uten  sin  mirar  que  hty  Dtos 

Tendréis  hijos  ^uc  posean                         ^^M 

^^H              se  sujeta  i  su  deseo. 

el  titulo  que  no  a^^ustda,                           ^^H 

^^^m,             ^HaMisdado  ya  1*  mano 

f  menores  que  yo  sean,                             ^^H 

^^^^            al  nuevo  dueño  t|ue  amáit. 

porque  me  llamen  bastardo                      ^^H 

^^^K            ü  auc>¿i«  qu«  llore  en  vano 
^^^B              palabras  que  la  empeñáis 

cuañdi>  su  hermano  me  vean.                  ^^H 

jAh,  cmIos!  y  quién  pudiera                     ,^^l 

^^^B            en  fe  de  un  amor  liviano? 

dispensar  oblt^cione»,                           ^^H 

^^^B            ^Irc-isos  i  Italia  jra 

y  la  mayor  no  os  tuviera,                       ^^M 

^^^V            para  que  no  lesnime 
H|^K             a  sucesión  que  os  dará. 

porque  á  vuestras  sin  tazones  ^^M 
ña  con  misdcsdichas  diera.                      ^^M 

^^^■^             y  burlada  se  lasiime. 

Junl6  amor  en  un  sujeto                          ^^H 

pues  por  vos  sin  honra  eui? 
_       Gonzalo.  Kncubierlo  defensor. 

dos  contrarios  sin  ler  sabio:                      ^^H 

Itnsie  de  mil  que  en  efecto                        ^^H 

■                     que  eni}tiiias  multiplicando, 

si  intento  vengar  mi  agravio,                   ^H 

H                      me  íniuniis  y  dai>  favor. 

pieidtí  i  mi  padre  el  respeto.  ^^M 
bKlíkfini  contradicciones                       j^^l 

K                      i  un  licmpoé^lA!sengendraado 

^^^             (raen  mi  pecho  y  amor 

mezclándose  nie  persiguen:                      ^^H 

^^^ft              Si  i  darme  ayuda  venís. 

Iposibics  pcrMCUcíones                           ^^M 

^^^B              ^por  qué  »(ifi\igr  me  queréis? 

que  á  un  mismo  tiempo  me  obliguen         ^^M 

^^^B            icon  la  n^^chc  •>>  encubrís? 

üravios  y  obligaciones!  ^^M 
(Vive  Dios  que  no  ha  de  verme  ^^M 
más  la  luz  de  aqueste  ntundo,                 ^^M 

^^^f              ^injuriailor  «(Korr^s 

^^^^                y  Amigable  peraeRuís? 

H      PiZAtiao.  Porque  i  imilanM  me  airno. 

lu  bspaña  en  H  conocecmc.                     ^^M 

H                      enemii;o  bienhechor. 

mientras  que  en  otíu  segundo  ^^U 
de  vos  pudicie  est:undern>cl                        ^^H 

H                    eje^uianJo  i  quien  debo 
H*                     oí  bren  y  el  áilio  mayor 

Ya  hay  quien  ofrece  i  Fernando               ^^M 

K                      que  lieiie  el  mundo. 

de  utiu  Urbe  el  descuo Cimiento,                 ^^M 

^     Gonzalo.                              Mancebo; 

que  en  mí  espetanza  criando                     ^^M 

según  e!-modo  de  hablar. 

mejore  mi  n^iclmienio,                            ^^H 

si  no  sois  el  que  colijo, 

mi  suerte  lelitimando.                            ^^H 

sfl  M-so  debéis  de  estar. 

Yo,  ingrato  padre,  á  pesar                      ^^^| 

¿Snis  vos  hijo...? 

de  vuosuo  poco  cuidado,                           ^^M 

PiZARHO.                            Yo  soy  hijo. 

lanía  agua  pienso  pa>ar                           ^^M 

sin  padres,  de  un  encinar. 

que  en  ella  mt  honor  manchado               ^H 

Gonzalo. lA.v,  cielos!  ^-Dofla  Reatric 

pueda  mi  esluerzo  lavar.                            ^^M 

Yo  malograré  mis  ai^os.  ^^M 
y  huyendo  vuestros  cngaAos                   ^^M 

Cabeeascs  vueitra  madrea 

PizAfiio.  Fuíralii,  i  ser  tan  feliz. 

que  á  su  tálamo  mi  padre 

vencedor  de  un  medio  mundo,                   ^^H 

K                      sujetara  ucefvii. 

lince  del  polo  segundo                                ^^H 

H                   Mas  no  lo  soy  (antaviadas 

pisare  climas  extraños.  ^^M 
Yo,  si  llegare  á  tener                                   ^^M 

^^^B               prendas  por  vos  infelices) 

^^^B              viéndoos  (pues  quedan  burladas) 

hermanos,  con  más  valor                        ^H 

^^^^            dichoKocon  las  tiexirices. 

que  ellos  he  de  pretender                            ^^| 

y  ellas  con  vos  desdichadas. 

que  mC  vcnfrcri  ScAor,                                ^^| 

Gonzalo.  Il'to.  á  quien  el  alma  adora. 

liiyándon>c  á  obedecer.                           ^^M 

cesen  enojos,  -ue  liora 

Suplirá  la  fonaleza                                  *^H 

de  contento  ol  alma. 

fallas  de  njturak-za                                    ^^H 

PiKAKRO.                                ^Eslá 

y  de  <  US  d^oi>Uj;tdt>                               ^^H 

con  voií  despouvta  ya 

seré(por  mi  iev-nue[idi.iJo)  ^^H 
el  Fínix  de  mi  nobleza.                           ^^H 

esotra  Beatriz? 

GoNZJkLO.                      No  ha  tina  hora 

iusgaréisme,  claro  está,                             ^^M 

K                    que  por  dueño  Is  admití, 
^                    pues  teniéndolo  tu  madre 

por  loco,  mai  mi  animusa                         ^^H 

inclinación  mostratáj                                  ^^U 

va  su  esperanza  perdí. 

que  en  dando  yo  en  una  cosa                    ^^M 

{'[XARHO.  I>ucs,  padre,  no  sois  mí  padre: 

salgo  con                                                     ^^H 

m                     lencos  allá. 

Vxo.        lOi  ninirv.í       Tendrá                             ^^H 

■     Qohiai.o.                  Vuelve  en  ti. 

el  castigo  que  merece                             ^^H 

H     PiZAftao.  Vulv:¿rades  por  mi  vos. 

quien  Oió  inueitc  «1  i'agudof.                    ^^H 

K-                     cuando  de  uoa  encina  fruid, 

HoNB.  ).*  (bf«rru.)  Aqui  «ilán  los  dos.                    '^^M 

^^^-                Ingrato  á  mi  madre,  á  Dios, 

PizARRo,                                   Paiece                   ^H 

^^^B.             y  atimcnlándome  un  bruto 

que  te  convoca  al  furor                          ^^H 

^^H             los  debo  mi).  qu>-  á  los  dos. 

popular, )  que  apetvce                            ^^M 

^^H             VoivUradcs  por  mí  Camaj 

pfcndernu*.                                           ^^H 

54» 
Gómalo. 


T«nn  KS  tíAR  KS  OKA  COSA 


^ 


El  reiirtrnoi 
juz|{o  ahora  pof  cordura. 
PuABRO.  Kl  valor  baste  .i  «nimatnos; 
no  hay  valicmc  sin  lucurai 
vilc»  K  dejar  cercamos. 
|A  ellos  cuerpo  de  DiosI 
pues  vamos  jiinu»  losdp*- 
Gonzalo.  ¡Oh,  hi|o.  César  «BUtidol 
PiZAKao.  Mimiras  no  Ranootro  mundo 

no  os  icngo  por  padre  &  vos.  ivami.) 

ESCENA  XII 

lt»m»n  ca/w  y  laltm  Soi.imdoi:  éMrai  I»  MatKA 
iMaüi.  y  "U  l«M*(^<i  IIhhíkmi  Conras. 

RsiNA.      Vuílvase  A  alHtar  la  f,tnl6 
que  de  Is  ^ueiTn  pasada 
<e  despidió-  Ehu  Cirniuda 
nuestra  armat  acreciente. 
Kl  rey,  mi  seRor,  su  empresa 
pretende,  y  sobre  ella  esií: 
«irva  esta  granada  ya 
para  postres  itc  mi  mesa. 
Contra  el  hereje  fundí 
la  divina  Inquisición, 
la  Hermandad  contra  el  ladrón, 
lus  ¡udlos  dcstcrrÉ: 
vucit  a  \i  \e  A  su  decoro, 
y  en  tan  sagrada  conquista 

3uicn  deiierrA  al  TalmtidÍMa 
estierre  iimbifn  al  moro. 
La  l'edel  bautismo  dé 
i  ICspañn  su  Integridad; 
fúndatela  una  ciudad 
que  ve  llame  Santa  Fe. 
No  quede  en  Extramadura 
quien  no  logre  alli  su  fama; 
)vni'>  mi  esposo  al  Athama. 
á  Baza  eercar  procura; 

Ío  he  de  asistir  «n  persona 
asía  ver  esta  Granada 
que  de  cojces  coronad» 
ts  timbre  de  mi  corona. 
lAI  arma,  pues.  exIremeAo»! 
Coatís.    Si  tal  valor  nos  animn. 
si  t  sus  reyes  dan  estima 
virtudes  de  iale%  dueños, 
i(\ai  mucho,  vos  su  caudillo, 
que  muestre  el  valor  oue  cobra? 
Animándonos  vos  soora 

Rara  Granada  Truiillo. 
resto  os  llamaran  monarca 
sus  blasfemos  aduares. 
SoLU.  i>*  Alegres  cuantos  lugares 
abarca  nuestra  comarct. 
señora,  con  celo  ñel 
os  salen  A  festejar 
venturosos  por  gozar 
siglos  de  ul  Isabel. 

ESCENA  XIII 

niOO*.  y  tatin  CMspa,  tluiTO«.,  CaHKKO.  ri'UOA 
X  UtraH^itt  cantaaifo, 

(Caninn.)  »Por  «la  calle  que  vov, 
por  t'tiutra  «tov  In  vuelta: 


Uno. 


Todos. 
Puut>A. 

Rkika. 

Pulida. 


Carrizo. 

PüMDA. 

CAaaizo 
Pulida. 


Reina. 

I'OUOA. 


no  hay  z»(ialii  que  tenjca  la  cara 

tan  hermosa  como  la  reina. 
En  ella  vive  un  Abril 

con  todas  %us  zarandajk*. 

no  es  cara  i  lumbre  de  pKJas. 

sino  del  Mayo  gentil; 

sus  ojos  son  toronjil, 

sus  pechos  blancas  cebollas. 

sus  manos  bollos  ó  bollas, 

nicie  y  manteca  revuelta 

en  darme  muerte  resuella 

cuando  enamorado  estoy. 

Por  e«a  calle  que  voy. 

por  estotra  doy  la  vuelta: 

no  hay  tagala  <]ue  tcnjta  la  cara 

tan  hcrmoiaconM)  la  reina.» 

A  fe  de  Dios  que  no  hay  natos 

que  igualen  su  caladura: 

bendiga  Dios  su  hermosura 

y  déme  i  besar  las  pata». 

Seáis,  serrana,  bien  venida 

por  l(j  pulido  que  habláis. 

jOh!  ú  el  nombre  me  acertáis 

ya  sabréis  que  so  Polida. 

Escúcheme  su  aspereza.  , 

ÍAp.  A  Pulid»-*  Su  Ali«a.  necia. 

Su  Alteza  necia,  que  aquí, 

disocn  U  Zarza. 
.  iAv.%  lY»  cmoteza! 

Vino...  en  lo  que  toe*  al  vinn 

que  el  soldado  mos  pidió 

rape  el  diabro  el  que  qucdú; 

pero  sobrando  el  locin» 

jno  bondaba?  Dígalo  ella. 

Salga  esta  vez  totlo  et  corro. 

y  como  pidió  gigorro. 

ansí  yo  huera  doncalla 

pasara,  mas  con  marido 

^no  es  pecado  que  pidiese 

que  las  piernas  le  irojesei' 

Aun  ti  se  te  hubieran  ido, 

vaya;  mas,  seAors  mía, 

ansí  nos  alumbre  D^, 

que  una  y  otra,  ambas  i  dos 

consigo  se  las  traia. 

Yo  lo  creo.  íav.)  ( iH"y  t«l  simpleza)) 

Como  no  pude  sofrilio; 

¿conoce  ella  i  Etancisiiuillo, 

aquíl  que  hizo  su  torpeza 

Btriier  cll  otro  día? 

Tamarto  se  echó  de  ver 

que  lililer  habla  de  ser, 

porque  tuvo  alfcrctia. 

Daba  en  que  me  habla  de  «lar 

las  manos;  y  bien  ii  qué  hiio? 

ansí,  también  á  Carrizo 

mandaron  desatacar. 

Pues  Francisco  en  mí  socorro 

loscspctos  les  quitó, 

por  los  sobacos  colgó 

en  la  praza  ul  de  uigorro, 

y  á  tos  dos  de  los  mgoiei, 

porque  cenasen  miior 

mandó  i  cada  labradui 

pegarles  catorce  azotes. 

QuediroD  hechos  tasajos, 

y  al  colgado  (aunque  eran  tiernas) 


■ 

^^^^^^^^^^ 

^^^^"              54y           ^^ñ 

^^H 

héndoic  i  traer  la&  Mcrau 
le  tiré  de  los  xancifos. 

Reina.                           Venido                                    ^^M 

^^^B 

he  yo  i  castigar  excesos.                           ^^M 

^^^H 

Dicen  agora  malas  lenguas 

Vaya  mi  «uacda  por  ellos.                      ^^^ñ 
Cahrizo.  Peor,  Pulida,                                    j^^^H 

^^^^B 

que  al  mi  Fraociíquillo  vienen 
i  acusar.  La  culpa  tienen 

^^^M 

Pulida.                           Peor.                                ^^^^| 

^^^^M 

ellos:  pásense  sus  menguas 

Rkina.     Si  los  hizo  mi  favor.                             ^^H 

^^^H 

y  esta  gente  se  castigue, 

lambiín  sabrí  deshaccllos.                   ^^^ñ 

^^^H 

que  en  labradoras  se  envicia; 

^^^^M 

^^ 

pido  costas  V  justicia, 
COR  lo  domas  que  se  si^uc. 

ESCENA  XV                          ^^^ 

H       Rkin*. 

Al  oue  i  vos  mal  os  hiciere 
tenarC  yo  por  enemigo: 

Suenan  catai,  y  taU  Fuakho  (oh  una  tandtra  al         ^^1 

A«mAro;  é  fv  fatlv  non  Oo:>/*i(i.  TitnJt  in  lli-        ^^H 

Pulida. 

mgy  justo  fu¿  ese  cASllgo- 
Si,  señora,  que  no  quiere 
si  quitarmos  esta  gente 

gande  la  tan¿tra  é  litt  pin  4t  la  {hiha  y  ilinCdn        ^^H 
lat                                                                                     ^^H 

los  pellejos. 

PiEAKAo.  Leal  postro  i  vuestros  pies                     ^^M 

RsiNi. 

Yo  lo  creo. 

esta  bandera,  señora,                                 ^^M 

Pulida. 

jMos  perdonad 

con  que  me  bonró  vuestra  alteza,           ^^M 

Rbiha. 

SI. 

liberal  con  mi  edad  cona.                       ^H 

PttMOA. 

Deseo 

Quince  ailos  son  los  que  tengo,              ^H 

por  el  servicio  presente 

pero  testigo  es  Zamora                           ^H 

c!l8  merc£. 

de  que  muriendo  mi  alférez,                   ^^M 

Rkina. 

Guárdeos  Dios. 

con  uoa>iineta  sola                                   ^^M 

Gusto  me  ha  dado  münito. 

(inslonia  de  quien  serví)                           ^^^ñ 
cnif¿  nuestra  escuadra  rola,               ^^^^M 

Pulida. 

jV  perdona  á  Francisquito? 
Vi>  le  perdono  por  vus. 

Rbika. 

pal  el  campo  purluguét.                     ^^^^H 

que  cantaba  la  vlcioria,                           ^^H 

volviendo  con  dos  bandeías,                     ^^M 

^^^^m 

ESCENA  XIV 

sin  que  me  sacasen  i;»ta                           ^^H 

Hi^P 

nicno)  y  ROBLBDO. 

de  sangre,  que  cjia  se  Kf^rda                   ^^H 
para  hazañas  má>  heroicas.                      ^^H 
Castiauc  tas  demasías                               ^^H 
de  coriardcs,  que  sin  honra,                    ^^H 

ROBLSOC 

.  Al  Pagador  Keneral, 

señora,  han  muerto  k  traición. 

■       Rkika. 

c-gu¿  decís.» 

fugitivos  tn  la  gutrra,                               ^^M 

■         ROBLIDC 

Sin  ocasión 

son  presa  de  sus  escoltas.                         ^^H 

■ 

á  tanto  delito  ifiual. 

Ya  os  constarán  sus  insultos                  ^^H 

m 

el  capitin  don  Gonzalo 

y  si  no,  esta  lahradota,                         ^^^| 

■ 

Piíarro  á  matarle  vino 

pues  aquí  la  trajo  el  ciclo,                 m^^^M 

r 

de  nuche  y  en  el  cnmiivo 

los  diga,  que  en  esta  historia               ^^^^| 

de  esta  ciudad. 

es  la  mds  mieresada                                 ^^^H 

Cambuo 

¡Malo! 

por  simple,  no  mentirosa.                       ^^^| 
Llegue  de  noche  á  Trujillo                ^^^^t 
í  re        estas  cosas                            ^^^^| 

PUUOA, 

¡Malol 

Hat  NA. 

jDon  Gómalo?  Dudo  yo 

que  sin  causa  se  airevics« 
i  cosa  que  desdijese 

1  vuestra  altexa.  y  ya  cerca               ^^^^| 

1 

salen  de  entre  oeÁas  toscas                  ^^^^H 
tres  hombres  i  preguntarme               ^^^^| 

de  la  sanftrc  ouc  heredó, 
que  n  tan  tic  como  animoso. 
.  tos  testÍKOS  lo  dirán. 

(adviértase  el  sillo  y  hora)                   ^^^^| 

_          ROkLSOO 

si  don  Gonzalo  Pizarco                       ^^^^| 

■ 

Di6  muerie  á  su  capitán 

me  llamo,  que  les  importa.                    ^^H 

H 

un  alfítez  revoltoso 

Yo,  que  oÍ(!0  nombrar  mi  padre,              ^^M 

H 

que  con  don  Gómalo  fui, 

á  quien  vuestra  Altexa  ha  borrado 

receloso  que  alevosas                              ^^M 

H 

diligencias  le  persiguen,                        ^^H 

H 

sin  hat>er  sido  soldado. 

mando  al  amor  que  responda            ^^^H 
que  sí;  y  apenas  o  escuchan,             ^^^H 

^M 

ni  aun  tener  barbas. 

■      Reina. 

jQuiín  íuíí 

cuando  con  una  pistola,                       ^^H 

■      RoaLBoo.  El  que  porque  á  un  labrador 

cómplice  vil  de  su  infamia,                      ^^H 

H 

cama  y  posada  pedia. 

venganzas  torpes  provocan.                     ^^H 

^^^ 

que  por  suerte  le  cabla, 

No  dio  fuego  el  polvorín,                         ^^H 

^^^^B 

un  soldado  de  valor 

ni  la  sanare  generosa                             ^^H 

^^^B 

le  biao  colgar  en  la  plaia. 

de  mi  padre,  que  >lli  «taba,                  ^^H 
lugar  i  que  se  le  acojan                      ^^^^M 

^^^^^ 

y  i  otros  mandó  tioiar. 

H      Cahiiizo 

.  Ó  uisomos  desacatar. 

los  salteadores  aleves,                          ^^^^H 

■ 

Mire  su  merced  que  traza 

pues  quedaron  por  memona               ^^^^| 
y  escarmiento  de  la  envidia                   ^^H 

H 

de  honrados. 

■        Reina. 

jTenilslos  presos.* 

medrada  con  sus  lisonjas.                 ^^^^M 

H       RoBLEoo.  Hanse  los  dos  resistido 

El  Pagador  general                           ^^^H 

^ 

i  la  jtisiicia. 

es  el  uno,  r  vus,  seflora,                   ^^^^| 

SSo 


leilÍK 


,,,,.,,. ,.,„,„,s 

<.'' '  ...Q.;...  .1  n)i  padre, 

.  i'C  luí  )|l>inAt 
•  '  I, liana  NÍn  piímio: 

jIb  maucta  que  nu  vviorba? 
Kl  ciiro  m  tni  copilán. 
qUi;  L'^c^iI>llS  Cúll  tinU  ''oju 
la  Mrtiiunciii  de  su  muecic 
biun  daJa,  juni^ue  [litintosa . 
Si  pot  vulver  poi  mi  padre 
y  císii^jar  nfrcntos** 
lr*vcsufiií  de  pcrdidoí, 
Vue^t'     "  <      ^ld  M-ennja 
y  co'' '  ^  «  mdi;;na. 

lUy  pln-iiu-  i.iviCUí  p"'^lii' 

mlifc  rttJj  cabcids  ikIcs, 
ptL'aiiaralis  si  las  piistra. 
Rbira.      Ticn^'.  itir'>cz,  la  verdad 
Unta  fuctza,  vcncslora 
de  retóíK*^  mcolitaí 
con  >iue  mvcn<;ínncv  ¡hIotm. 
qtlc  fícil  me  ptrvundh; 
y  por  lo  que  '•e  ufíci^)»! 
i  Tuestni  valurcl  mió, 
por  vos  la  piedad  alvMia, 
Va )o  os  uriKO  pcídonado 
el  ngor  con  que  me  iRlomian 
que  travicsui  i..a<iÍKasUÍY 
que  SI  profesión  ticídoran. 
I  a  r/iuencdelPafiador 
y  el  capilln  insU  ahora, 
por  haDer  parle  que  pida 
tit rumiación  mis  copiott. 
Avci{(tuc  )'o  haber  »ido 
como  dccis.  que  patrona 
vuKKa,  saldcflí  capilirt, 
puesto  que  de  edaJ  tan  poca. 
De  ta  pniíón  que  o%  :>cnalo 
á  tos  do»,  no  os  dé  cont{oía. 
que  vuestras  xuardas  scriii 


mis  monteros  de  Espinosa. 
Iréis  Sin  armas  con  ellos, 

V  cerca  de  mi  persona 
haré,  fiuardAndoos  juslicta, 
mis  alaide  de  piadosa. 
Kl  rey  mi  señor  pretende, 
eclipsando  Lunas  mota», 
presentarme  una  Granttd« 
que  blasfemos  arrincona. 
Allí  veré  de  la  suerte 
que  siftie.ido  i  micoroni 

V  I  i{osc<in  aoe  ot  píWillo] 

■  klcenvijist  loc«t. 

G09(J!at.o.  \'.\,i  ;n.:t  oue  tiene  (¡ranott 
esa  Orinai/ii.  señora. 
sigln^  i3jii»dJscrect¿n, 

PlSARiio.  Scinlraniisespariula 

os  llame  descfr  hoy  CastitlB 
UDlo  mtior  que  taoira, 
cuanto  ejemplo  de  pureza 
y  rinud  la  Tama  os  nombra. 
Si  otro  Orbe  ('olón  descubre 
en  vuestras  minas  hermosas 
OS  ha)jo  pleito  homenage 
de  no  vúlve;  i  las  cosías 
de  EspaAa  mientras  no  os  diere 
mis  oío  y  piala,  mas  joyas 
que  cuando  dueAo  del  inundo. 
triunTó  de  sus  p*nn  Poma. 
Cumplid.  Hernando  Cortés 
pie\u|{ÍLis  t:un  que  us  pre([t>naa 
lo\  cielos  por  T^ual  mío: 
haced  vuestra  tama  heroica, 

2ue  si  paiece  impusibíe 
la  envidia  que  proponga 
locuras  en  l:i  apatrcncia 
y  de  escucharlas  se  asombra, 
en  ta  comedia  secunda 
saldrá  ta  verdad  piadosa 
que  doode  hay  eator  y  dicha, 
todo  ts  áar  ch  una  cota. 


COMEDIA  FAMOSA 


AMAZC^NAS  EN  LAS  INDIAS 


PERSONAS  QUE  HABLAN  EN  ELLA 


I 


Mbkali». 

MtRTIISlJI. 

gomaiopuarro. 
F«a:<ci&co  rk  Caravajal. 
Düx  theviu  i>E  Alhaoho. 
DuN  Gaxcía  oe  Alvamaoo. 
THiiii/B»ot,  gracioto. 


J<II<NAI>A   PRIMKRA 


ESCfiNA  PRr.MEHA 


Tota*  4  gurrra  /laUo  ptieanitit  Urxui»,  UifiTi- 
UA  y  olrn  .matón ai;  la  ^Hmim  ton  IiKA.i  at  ar- 
wi».  la  óira  ton  an  Ivitri*  y  liriai«>it  jrvui  y-  nl^ 
fatal  Ji  jtrcAjí  4  í<li  itpaláat.y  fiotra  tllat  tt- 

Camavajii.  yGomin.1  Piukko;  ffinaiiM  fd  raifffn 
dtfiKkoi,  y  rctiramtiii  4  Mih*i  i'k.  >i»  «ciir  l«  tt- 
fada,  rmrt  pttUíHéo  tmlrand»  y  lar»  arfo,  kaíia  fue 

Mkmalipb. 
Maiftdmc  (st»s  arplai 

Suc  con  prasinciA  humana,  ' 

prívilcKÍo  á  noMua  patria  qBMbran, 
no  pierdan  nuniros  dias 
la  inieyridad  antigua,  aunque  inhumana,    ' 
que  ilustran  unios  siglui  y  celobran. 
No  «tu»  arcnat  pikcn  -' 

plantas  lascivu  Je  hofnbres, 
que  obscucciriendDnuvsircM  castos  nombra, 
cubardn  puf  ei  mundu  tu*  aviicii  ■' 

que  no  iabemos  abatir  coronas. 
|A  ellos,  invcncibivs  anuxonas! 


Juan  Vaua,  toldado. 
Vaca  ta.  Castmo. 
Alonso  ob  Al  vahado. 
Do^A  pRAMCIftCA  PiZAiino. 
IÍL  CAPITÁN  AtMB|i|>HAS. 
IllKOlOSA. 
CltATaO  SOLDADOS. 


Mautesia. 
¿Qu¿  impona  et  inimaino»? 
^bl  dar  voces,  qué  impona, 
si  en  ellos  ni  el  hacha  de  armas  corta, 
ni  las  flechas  victoria  pueden  damot^ 
Pues  con  poblar  esas  rcftioncs  suman 
(lemblando  t-t  sot  de  verlas) 
el  dnímo  perdemos  con  perderlas 
y  adornando  sus  KtlM, 
en  ves  de  darles  muenc  les  dan  alas. 


ESCENA  II 

Don  tioaiAt»  pitAAna  y  MaiiAUra, 

GoNZAU>. 

|01i,  rtfiió»  bcllcosat 

jOtí,  soT,  que  en  el  ocasu  donde  muere», 

por  ((URoia  dv  tu  pira  luminosa  * 

influvn  tal  vatoT  en  las  maieresi 

^■ai  pfudiiiio,  qa¿  encamo 

en  pechos  femeniles  puede  lanío? 

Las  fábulas  que  en  Grecia 

Aleíandro  (por  ser  de  Homero)  precia, 

i  Palas  cterniían, 

X  Tomins  pirámides  levantan 

y  i  la  madre  de  Niño  sokmnttan, 

micnien  (por  más  qgr  sus  historias  cantan) 


■ 


553 


AMAZONAS  EN  LAS  tKMAS 


ti  con  Htai  se  atreven 

á  competir  (por  mái  valor  que  prueben). 

¡Que  en  los  limties  últimos  licl  orbe, 

armada  la  hermosura 

oucsiro  valof  estorbe, 

y  en  tiancc  de  tan  bÉlic«  Toruna 

Qos  pon^ta  una  Itcpúbllcstiue,  sola 

(in  Mmilir  varones, 

forma  del  sexo  frA^til  etcuadronec 

y  se  aírete  á  sacar  sangre  espaAolal 

Aquí  n ai u rale» 

el  orden  ha  uitemdOf 

que  por  el  orbe  todo  ha  conservado, 

pues  las  IiB/uñas  ¡unta  i  la  belleza. 

|Vivr,  puos.  ni)  valor  el  cielo  vive, 

que,  aunque  á  sus  manos  muera, 

no  he  de  sacar  la  espada  qiie  sreicibe 

i  ta  infamia,  ocasión  sí  sale  fuera 

y  en  sanj[re  femenil  su  temple  esmalta; 

supla  «I  esfuerzo,  «i  el  acero  l'atill 

Menalipe. 
Hombre,  ^por  qu£  no  miras 
moríales  amenazas  do  mis  itas? 
¿l*ur  quí  si  ic  dclicndcs 
(la  espida  ociosa)  mi  valor  ofendes? 
A  fuña  me  provoco; 
d  me  tienes  en  poco 
6  ya  desesperado 
é  mis  manos  moiir  quieres  honrado. 

G0N2*LO. 

Armífera  Be  lo  na, 

los  que  nacxron  como  yo  al  respeto 

qiK  U  fama  corona 

obligados,  y  estiman  el  conecto 

en  que  el  valor  tos  pone, 

adoran  tes  bcllcxas: 

y  por  mi»  que  ocasione 

el  peligro  \u  enojo,  las  noblezas 

en  defender  las  damas  se  ejercitan 

y  en  fe  de  cuto  su  amparo  «uliciían. 

Amarlas  y  servirlas 

os  sólo  mi  btasán,  pero  no  herirlas. 

Mkháupk. 
¿Affin  cortetiat? 

lQu¿  mal  conoces  pret  une  iones  mlai, 
si  juzgai  por  favor  ejios  rigoresl 
Aguarda  y  llenaritede  favores.  (imumHgDtpi} 

Dixarro  alíenlo,  airosa  valentía, 

feliz  región  que  prodigiosa  cria 

en  Un  remota  parte 

á  Venus  cenia,  transformada  en  Marte 

La  induMtii.  c»ta  vez  sola, 

sin  armas  ofensivas 

acredite  mi  san({rc,  que,  c<paflola, 

refrenando  las  manos  venftaiivas 

sabe,  9in  ofender  talcí  bellcx4s, 

veiKef  peligros  y  togiar  destrezas. 

ÍEntraHu.  rttír*iulii  don  tiaiualad  Henilipc, iia 


ESCBNA  Itl 
SdffN  C*ii*r*>Ai.  y  Mmtksia,  ptltam41. 

Mavtxsia. 

Noienno  de  matarte  aunque  pudiera; 

que  si  lo  apeteciera, 

aunque  su  esfuerzo  en  ti  depositara 

cuanto  vi)^r,  aliento.  bi/arrJa, 

tu  heroica  sangre  cria; 

aunque  Akides  en  ti  resucitara 

su  espíritu  gigante, 

(aquel  en  cuyos  hombros 

eternizando  asombros 

^esial  de  los  ciclos  con  Allante 

1)6  su  alivio  en  ellos), 

hay  más  valor  en  mi,  que  en  todos  ellos. 

Cavavaial. 

fEa  quí  anales,  archivosó  memorias 

fias  aprendido  historias, 

si  en  tan  remoto  clima 

lioh,  barbara  arro^nie,  toda  enifcmal) 

no  hay  quien  siber  presuma 

ios  litiks  desvelos  de  la  pluma^ 

,:(!ómo  hablas  el  Idioma 

que  España  (por  sus  tuinas)  fenú  á  Homar 

¿Quien  te  enseftó  el  estilo 

de  la  eiocucntc  lengua  castellana? 

que  puesto  que  hasta  el  Nito 

haya  llegado,  y  i  la  zona  indiana, 

picccpioscicganics, 

aquí,  no,  que  hasta  agora 

el  mundo  lodo  este  girOn  ignora. 

Martksia. 

Dudiis  diícreto;  pero  oo  te  espaniei 

que  lal  divinidad  mi  pecho  encierra 

que  orAculo  soy,  pasmo  d«esia  ti«rra. 

Los  hombres  y  los  brutos 

veneran  mts  preceptos  atysolutos: 

los  tigres,  los  leones, 

sierpes  y  basilhcos, 

habitadores  de  esos  arduos  riscos, 

vcndriin  (si  los  convoco)  en  escuadrones; 

Ins  islas  animadas 

promoniorioi  de  escamas  y  de  espinas, 

¡ballenas  digo),  de  mi  voz  forzadas 

cubririn  esas  olas  crislalmas, 

y  desde  ellas  poblando  estas  arenas 

alistaré  caimanes  y  ballenas. 

,\o  están  de  mis  conjuros, 

los  astros,  los  planetas,  tan  seguros, 

que,  si  los  doy  un  grito. 

no  truequen  por  mis  plantas  so  dkiríto, 

láscalas  pongo  al  cielo; 

sobre  los  vientos  >uelo 

y  i  imitación  del  sol  (que  al  Indio  ndmlrs) 

mi  agilidad  (como  i\)  los  orbes  gira. 

ÍEtpantaráte  agora 
si  esto  te  certifica  la  experiencia) 
que  quien  regisit.i  cuanto  su  luz  dora 
tenga  notiou  de  cualquiera  ciencia, 
y  hablando  en  todas  lenguas,  tus  vocablos 
pronuncie? 


WttHAOA   ffttMKHA 


553 


I 


I 


Caravaial. 
C«tepÍiio  soh  (Iv  dúblos; 
mejor  labtili  en  hdbiii  que  «ii  la  >guia. 
Mas  jcómo  no  sois  vieja  liendo  brujan 

Ma»tiieu. 
Francisco,  tu  valor... 

Caiiavajai.. 

^También  mi  nombre? 
Mahtksia. 

Caravajal.  tu  pilria  ic  intitula 

tu  valor,  puet  me  tiechixa.  no  te  asombre 

si  vieres  qui--  ni)  amor  por  i\  le  adula. 

Sí  )a$  hazañas  {irandes 

Que  en  Nnvaria,  Milin.  Sajonia  v  FUndcs 

xiTtiend'i  b1  quinto  Carlos  le  eternizan: 

cuando  )o  licchiico  todu  éstas  me  hechizan. 

Las  paces  s¿  Je  Euro|M. 

y  pof  idr  tu  profesión  Ja  Kuerra 

el  mar  del  Norte  favorable  en  popa, 

nuevos  orbes  le  ofrece,  nueva  tierra, 

V  tos  tales  del  Sur  airopcllando, 

fama,  mis  <)iic  meinlet,  vn  buscando. 

Quédate  aquí,  serás  mi  esporo  )'  dueJio: 

haré  por  «uva  luya, 

3ue  til  ley  rigofoM  sede^iriiva 
e  e>la  rejíión,  y  su  intecundo  empeño. 
Coxarin.  por  nti  amor,  lasamaxonas 
el  tálamo,  liasia  a^ora aborrecido; 
sepultar!  crueldades  el  olvido. 
El  cueltü  rendiián  las  amazonas 
al  apacible  imperio 

de  amor  que  hasta  aqui  fuf  su  viiuperio. 
Todo  esto  ce^ani,  si  satisfaces 
tos  castos  deseos  míos: 
eterna  paz  icndris.  si  «timas  paces; 
si  guerra  anhelm  tus  bizarros  brios 
canoas  _>•  piraguas 
ic  cubmin  Us  fugitivas  aguas 
de  cíe  jayán  monarca  de  los  rfúS: 
conquistuiinie  en  ellas 
provincias  comarcanas, 
ejércitos  armados,  de  doncellas, 
tan  exentas  de  amor  cuanto  inhumaoas. 
La  Reina  y  yo  (espayiol)  somos  hermanas: 
ella  el  titulo  goza  solamente, 
yo,  el  uso  y  el  gobierno. 
Francisco,  la  ocasión  logra,  preienie. 

Caravaiai.. 

Señora  comisaria  del  infierno: 

no  acepto  matrimonios 

en  que  entran  i  la  pane  los  demonios. 

Vueiu  meiced  predique 

esa  secta  en  Mirruccos,  ó  en  Matlrit^ae 

y  de  liíodase  agora 

(trayendo  contra  mi  diablos  de  esgrima) 

veremos  si  con  ellos  me  enamora. 

Mautesia. 
Pues  guárdate  de  dar  la  vuelta  i  Lime; 
que  por  cruel  y  á  mis  suspiros  falso 
perderás  la  cabeza  en  un  cadalso. 

Caiiavaial. 
Desdorara  su  fama  si  no  fuera 


»u  oficio  bruja,  fondo  en  B;;anra. 
Ha[;a  (para  escaparse!  algiin  conjuro: 
que,  ni  presagios  creí), 
ni  me  asombran  peligros  que  no  veo, 
ni  los  diablos  alcanzan  ki  futuro. 

Martcsia. 
|Oh,  toco  ptesumidd 
;Liicit<>  imaginas  di:  la  oferta  mia 
que  cti  lu(¡ar  de  afición  es  cobardía? 
Aguarda,  pucí,  «rosero,  inadvertido. 

Cahavaiai.. 

Bruja  tahúr,  con  brindis  de  marido 

(Ptiian.)  protutd  de  estos  requiebros  si  soy  tierno 

que  yo  os  dar¿  despachos  al  mfierno.    (Vtmtt.) 


ESCENA  IV 

Safin  IK*  GaxiAL«,  dt/tnáUnéitlt 
ton  ana  Mdav  herida  j  Ml.i*urK  p4lt^il4it  con  ^1. 

Mbnauk  Acaba  ya  de  rcndine 

pues  r*Uu«s  olcndcrme. 
Gómalo.  Ardides  han  de  valerme 

cansado  de  tcsisiirle. 

lia  twiría  al pKliocUrritCtin  MennlípC 
y  VHlMíd  lai  iirHiiii,) 

Mknalip.  ¿Qué  hace*  hombre? 

Gonzalo.  Dcsormarte 

de  superlluos  instrumentos. 
¿De  quí  sirven  los  violentos 
si  puedes  aprovechanc 
Je  «os  ojos  soberanos, 
que,  apacibles  tiomicidos, 
abra  lando,  quitan  vidas, 
victoriosos,  quitan  manos? 
Hacha  de  armas  ¿para  qué, 
si  en  vez  de  hachas,  miro  en  ellos 
dos  soles  de  incent^os  bellos 
en  que.  Fcnix,  me  abrasa? 
Para  que  triunfes  de  Kspaila 
las  tlocbas  y  d  arco  deja. 
,;No  es  arco  en  li  cada  ceja? 
.'No  es  arpón  cada  pestaña? 
£se  de  uxabache,  bsllo 
monte  ique  mi  asombro  alaba) 
¿de  rayos  no  es  una  aljaba? 
¿no  e*  flecha  cada  cabello? 
¿Pues  que  mas  armas  pretendes, 
M  en  fucKo  y  nieve  desnecho, 
lo  que  hielas  con  el  pecho 
con  las  I tiGJJlas  enciendes? 
E  ni  reo  a  se  v  c  ridadcs. 
pues  que  con  armas  prohibidas, 
cuando  das  al  dc^>co  vidas 
das  muerte  i  las  libertades. 

Mkkaup.  Si  supieras  cuan  de  acero 

tengo  el  alma  (que  hasta  agora 

mentiras  de  amor  ignora) 

no  engañaras  tison)erg. 

Palabras  desaprovechas, 

saca  la  macana  oculta 

y  con  ella  me  consulta 

tu  amor,  que  si  anda  con  flechas 

el  que  vuestra  España  os  pinta, 

para  engañar  simples  damas 


H     554 

AMAZONAS  ÉN  t,AS  IHDIAS                                                            ^^^| 

^^^^ 

5in  ijuc  ;citii.iios  <.us  Uamis, 

Despoblaron  por  la  guerra           H 
lo«  varones,  las  ntoniuoKas          ^| 

^^^^^B 

nuc.:.                 'n  ijiítinia 

^^^^^B  1 

101 1 1                  "1  ili'!Al¿n. 

provincias  que  bafla  el  Tanait     ^1 

^F^/  i. 

y  el  Termodonie  corona 

^B  Cr 

4  luí  hoiiitinet  nui  comenioi. 

sin  lirimbtís,  pues  nuestm  paina 

^^H  ■  ^^*^ 

jcAino  loí  querf«fnoi  liien-* 
C>rn«  huinina  es  el  manjar 

i--n  su  custodia                  ^H 

>.  !f:en  scgura^t                ^H 

que  alimonia  nuestra  vida. 
Pero,  ¿de  saotire  tei^idi 

de  que  a(icn¡i«  plañías  pontean      ^H 

^^^^^^^ 

til  sus  iliiiiies  sus  sellos.                 ^| 

^^^^^^ 

Ib  manu^,  me  haces  Judar 

pK'que  á  la  famd  le  consta            ^| 

^^^M 

que  c«tás  hondo. 

que  %6lo  dminKiüA  el  lexo             ^| 

^V       GoNXAto.                              |-:i  amof 

\u^  hombres  dé  'tus  matronas,     ^^k 

^^ft 

que  en  Us  venas  piudomina 

Aqu(-II(<K.  puu,  divididos                ^H 

^^H 

por  h\»  el  alma  eocuHiina 

por  ei  Asia  en  varias  cupial,          ^H 

^^B 

para  admirní  tu  valor. 

V  en  fe  de  sw  mis  que  humano 

sujetaron  desde  Armenia                 ^| 

^^^^JBi-  » 

hasta  la  India  y  sus  aromas          ^| 

^^^Hfl( ' 

rindiéndole  «tos  dospojos. 

cuantas  naciones  osaron                 ^H 

^ü^    1 

no  contenta  con  los  oíos, 

resistirse  á  las  heroicas              ^^^H 

^^v 

le  Mic  i.  ver  por  la  mano. 

violencias  de  su  milicia.           ^^^H 

^^L^MsNAUP.  Ponic  cu  ella  este  li«6n 

tírfl:i¡xando  coronas                 ^^^H 

^^^^K 

con  que  rotaAaila  puedai. 

y  despoblando  ciudades.           ^^^H 

^^^^^H^ 

-  quc,  A  falta  de  rumras  «edas 

stendo  contra  sus  v>ci»rias      ^^^H 

^^^^^F 

lai.  leíe  al-í  el  alu<id¿n.          itntit*> 

Ici  que  i  las  llamas  lu  cera        ^^^| 

^^^^BsoKULO.iMucho  il«  mi  tierit  »abcs. 

tas  McnAs  y  Babilonias.                 ^H 

^^^^^MtNAi.tp.  Menos  quisiera  saber 

Señores  ya  del  Oriente             ^^^H 

^^V 

de  ti,  para  no  temer 

pacíficos  en  su  zona.                ^^^^^ 

^^^^^ 

la  perdida  de  tas  lUvcs 

felices  sus  conquistat,         ^^^H 

^^^^H 

de  un  pecho,  hasia  aqui  diamante. 
¡A).  Gonzalo!  mcvftt  na 

quisieron  que  tui  e»pou»       ^^^H 

^^^^B 

pre^nics  participasen               ^^^H 

^^^^^H 

que  en  ¿1  teiraiada  csii 

delici.t^  que  no  üe  t;oiaa                 ^H 

^^^^^H 

tu  imaften.  tan  semejante 

mienliA^disiinus  las  almas           ^H 

^^^^^H 

en  las  llaman  que  eitcendl, 

ta  unidad  no  las  conforma.             ^^k 

^^^^H 

que  no  añadió  novedad 

EnvVar-in  á  iiaorlB>                       ^H 

^^^^^^B 

tu  vista  en  mi  vuiuntad 

un  ei^ccitu  ier>  U  dota                     ^H 

^^^^^B 

cuando  amo<-  te  trujo  aquí. 

j\     auc  al  AKbipií'ltíio  hunaroQ        H 
y          llena  de  prosas  y  joras)                    ^| 

^^^^^B 

Quise  refrenar  ardores 
de  mis  Ciegos  desatinos. 

^^^^H 

K           T  el  mar  con  ello!>  humilde,           ^^ 
/            (que  tal  vei  hacen  lisonj»             ^| 

^^^^^R 

tan  nucros  y  peregrinos 

^^^^^^f 

como  to  son  los  temorei; 

r        \    ¿  la  dicha  V  la  fortuna                     H 

^^^^B 

por  eso  satl  A  ofeiulene. 

Como  i  tos  hombres  las  olas)       B 

^^^^^^1 

si  bien,  cuando  peleaba 

tomaron  tierra  en  su  patiia,            ^| 

^^^^^P 

cada  f;olpu  que  le  dada 

poblindose  nuestras  costas            ^| 
de  arrr)eancias  y  laureles                 ^| 
al  son  de  cajas  y  irumpa&.               ^^ 

^^^^H 

era  para  mi  de  muerte. 

^^^^^K 

Defendisiete  sin  armas: 

^^^^^B 

mis  ¿para  quí  las  querías 
Si  lie^nkeras  cinesias 

Pero,  como  acostumbradas           ^H 

^^^^^1 

las  mutcrcs,  por  si  v>ltt            ^^^H 

^^^^^^t 

tienes,  con  que  me  desurmas? 

al                  de  su  KUSIO,                ^^^H 

^^^^^^E 

.Muda  el  nombre  á  mi  ri^or; 

exentas  de  lav  aritollas              ^^^H 

^^^^^B 

llimale  amnnie:(  eiiremot. 

que  anudó  naluialexa                    ^| 

^^^^H 

poet  que  loi  do\  padeceinoa 

al  cuello  fr^K''  ^"*^  doman              ^H 

^^^^^^p 

tú  la  hírida  f  yo  el  dolor; 

opresiones  varoniles.                         ^| 

^^^^H 

y  escucha,  porque  te  asombre 
la  noticia  que  tu  fama 

<pu«s  ni  alearan  aprisionan)            ^^ 

^^^^^H 

por  no  asegundar  coyunda*           ^| 

^^^^^H 

por' estos  orbes  derrama. 
Sabrds  como  sk  lu  nombre, 

rebeldes  las  afmas  loman,             ^| 

^^^^B 

soberbias  al  campo  salen,                ^H 

^^^^^H¡ 

tu  patria,  lu  nacimiento, 

valientes  el  parche  locan,                 ^^k 

^^^^^B 

tus  aventuras  extraigas. 

horribles  los  arcos  flechan,              ^^ 

^^^^H 

el  triunfo  de  tus  hUMtlas, 

resuellas  dardo»  arrojan,               ^H 

^^^^^ft 

y  valor:  esUnie  aienio. 
Maí  lia  de  treiclcnU>s  mjjIo» 

incratas  su  «anxre  asaltan                ^| 

^^^^^H 

btrbaiat  su\  dueños  postran.         ^| 
cruelev  escuatlias  turban.                 ^^ 

^^^^^P 

que  de  las  Soitias  remutas. 

^^^^^H 

la  Asiltica  V  la  Europea, 

di»lius  dctjhnraiaa  tropas.               ^1 

^^^^^B 

laliefon  de  U  Kuropa 

hainbrii  ntas  cuerpos  iler ribaa,        ^^ 

^^^^^B 

i  apoderarse  de  la  Aüi 

severas  miembros  dc«lri>^an:           ^| 

^^^^B 

las  naciones  belicosas 

y  en  breve  tiempo,  verdugos            ^| 

^^^^p 

de  cuyos  troncos  v  lineas 

de  su  carne  y  gente  propia,             ^| 

L 

ii  no  ramas  somos  hoj»t. 

viudas  por  sus  manos  mtamas,       ^| 

^■mi 

^RWtHA                                                     bSi        ^^^H 

^^H          iriunfindo  i  tu  cafct  tornao. 

en  oprobi'ide  toscrie^os                    <^^^^| 

^^H            Ivrigcn,  ilnpuús,  un  Templo 

dio               al  A^ia  toda.                         ^^^^H 

^^B            i  la  crueldi»!.  y  por  diosa 

Monarca  del  orbe,  en  ñn,                      ^^^^| 

^^B           liíiiado  b  siin^TC  humana 

triunfaban  lat  amazonas,                      ^^^^| 

^^V            cim  xac:ífi>;>i>N  U  iidoian. 

cuando  ín  Atenas  Texeo                       ^^^^B 

^^B            csubleck-ndo  0fe>:cp[a5 

^^p          (que  haita  hoy  tuncuna  4cr«gBi 

les  ubscureciú  victorias,                         ^^^^H 

venciéndolas  su  fimuna                      ^^^^B 

^^K           de  ni>  admitir  en  íuí  livrras 

Ino  sus  fuerzas,  que  envidiosas           ^^^^B 

^^B            hocntirc  que  «us  kycs  tompa 

basta  boy  tiemblan  lasesfí^as             ^^^^H 

^^K           ;r  «u  1Íb«naJ  oprima. 

que  en  sus  luces  los  pies  pong&n),       ^^^^B 

^^^L          Sólo  on  lo^  mct^  que  adorna 

A  rmironse  i  la  venganza                     ^^^^B 

^^^C  '        deftor  Arriallea  Ui»  campos 

las  que  en  Sctiia  belicosas                    ^^^^B 

^^^F           y  el  sol  al  Giíminii  dora. 

quedaron,  y  a)  elemento                       ^^^^B 

^^K'           de  U  nncitin  mis  cctcana 

de  sal.  una  armada  arrojan                   ^^^^B 

^^K*           Inntoi  varunci  i'onvucan 

de  innumerables  prei^ts:es;                    ^^^^H 

^^■^          cuaniui  t>»sti:n  i  suplir 

pero  enojindosc  el  tíóieai                   ^^^^B 

^^mt           \»i  que  U  mui-nc  ms  roba. 

de  que  le  surquen  sus  quillas,                   ^^M 

^■*          succdiíndolas  fc^uiidus 

riscos  de  rrisia)  abordan                         ^^^^B 

^^H            Individuos.  <jue  anteponen 

por  loüis  pactes  lo^  leflos                     ^^^^B 

^^L          al  gusto  la  tibcrtsil. 

donde  oprimidos  to:íobnn.                   ^^^^B 

^^B          siempre  fp.  i<n  nobln  preciosa. 

pornuc  en  túmulos  de  vidrio  ^^^^| 
celt^nrc  el  vator  sus  hi>nras.                  ^^^^B 

^^■^           Los  quv  mujcrcf  no  nat;«n 

^^^          desde  el  peyho  1  Ihh  L-onf(QJ>s, 

reliquias  derrotadas                        ^^^^H 

^^H            deide  t*  cvnn  i  liK  aru. 

sin  que  aproveche  lu  sonda,  ^^^^^| 
sin  que  e  limón  obedezca                  ^^^^H 

^^B          desde  la  luí  á  la^  vtmbras 

^^B           (ivendusu  m»dreel  minUlro> 

et  arte  velas  recoja,                         ^^^^B 

^^B           ñlos  al  ace^o  embota. 

siguen  incilgnitos  rumbos,                  ^^^^B 

^^^L^    y  al  simulacro»  dedica 
^^^^^K  blflDca  sangre  en  teche  roja. 

saber  su  dcrroia.                           ^^^^H 

piélajtos  un  mes  naufrafian.                ^^^^B 

^^^^^B  Per»,  la  que  sale  i  luz 

hasla  que  al  lin  los  emboca                 ^^^^B 

^^^^^^    henihra  feli^,  allxiro/a 

por  i-Mm'instruode  cios,                    ^^^^^B 

^^H         con  re)^jcÍjos  el  pueblo. 

ese  hidrópico  que  agota                          ^^^^^^ 

^^^^           condu>:iénai'la  lu  pumpa 

pecher.is  inmensidades                         j^^^^^ñ 

^^K           festiva,  al  templo  y  suiaras, 

que  prúdigo  al  mar  Otorga.  ^^^^H 
Cincuenta  lej^uas  de  anchura               ^^^^B 

^^V          donde  la  queman.  6  cortan 

^^^         el  pecho  iiquiefd».  que  el  arco 

le  miden  eniramltas  cosías,                   ^^^^B 

^^B'         el  noble  eíerekio  estorba. 

cuando  besa  los  umbrales                   ^^^^B 

^^K           Creció  i  núincrí)  infinito 

de  las  ocíanas  ondas.                          ^^^^B 

^^fl            la  Pcpública  matrona, 
^^B  .       (qtic  a  icmplanzacn  Ib  Venus 

Venciendo,  pues,  con  la  industria       ^^^H 

tas  Afaonsuias  heroicas,  ^^^^B 
horrib  es  dilicultades,                           ^^^^^B 

^^B          más  íénWci  fruius  loRra:) 

^^B           y  conquifiando  provincias 

Huian  las  brumadas  proas                    ^^^^B 

^^B            comarcana*,  Im  lemoiav, 

lre%c:enias  leguas  arriba,                       ^^^^B 

^^B            siempre  mvencibki  debelan, 

bosta  la  ribera  hermosa                        ^^^^B 

^^B            hasta  que  el  solio  c^lucuii  - 

de  esta  provincia,  que  oculta             -^^^^B 

^^B            de  »U  imperio  TormiJable 

les  feria  el  puerto  que  toman.             ^^^^B 

^^B           en  la  ciudad,  que  ambiciosa. 

Kundan  pueblos,  labran  campos,        ^^^^H 

^^B            al  ofbc  leyes  impuso 

República  y  tocino  forman                    ^^^^H 

^^B          V  el  ciclo  escalar  blasoaa. 

V  prosi|tuiendo  sus  kyes,  ^^^^| 
indiías  profteniioras                           ^^^^B 

^^B           ^í  anii^Uedades  Idstc 

^^B          ¡oh  Gran  Pixarrol  no  ignoras 

fueron  nuestras,  conquistando             ^^^^H 

^^B           que  ocuparan  sus  laureles 

sus  descendientes  famosu,                   ^^^^H 

^^B           tantos  reinos  como  historias. 

cuantas  naciones  vecirMS                      -^^^^B 

^^B            l.ampridja  y  iMariesJa,  rdnts 

sus  montes  y  valles  moran.               "^^^^B 

^^B          hicieron  icmbiar  á  Europa, 

Esta  es  mi  amigiia  ascendencia:          ^^^^| 

^^B            Orisia  y  Panusllca 

en  mis  sienes  su  corona                     ^^^^^B 

^^B          «stgurároa  á  Troya. 

veneraciones  conserva:                         '^^^^B 

^^B           que  no  llorara  cenizas 

quien  i  Vlenaüpc  nombra,  ^^^^H 
(que  es  mi  fatal  apellido}                    ^^^^B 

^^B           viviendo  ella,  si  nairona 
^^B           de  Aquilcs,  <)ue  U  di4  muerte. 

la  rodilla  at  suelo  postra,                      ^^^^B 

^^B            no  fuera  la  ciega  dioia 

y  como  á  casi  deidad                             ^^^^H 

^^B           esta  (que  de  la  hacha  de  armas 

pone  en  la  arena  su  boca.  ^^^^| 
Martesla.  sacerdotisa                      -     ^^^^B 

^^B           r  la  rodela,  inventara 
^^B            fué)  vtncult')  rn  Mc^talipe 

y  itii  hermana,  prodijjiosa                     ^^^^B 

^^B            haxañiis  que  A  ürecis  asombraoi 

en  las  armas  y  cu  las  ciencias,              ^^^^| 

^^B            pun  abrasando  el  milagro 

la  diadema  de  estas  go^a,                      ^^^^B 

^^B           que  Ephoso  i  Cintia  invoca 

tan  sabia,  que  si  conjura                     ^^^H 

556 


AMAA^NAS  f.N   l.AS  INtilAS 


«i«v  agua»,  osss  rocss. 

«os  fruto*,  «as  plantas 

los  fiierxa  »  que  la  respondan 

y  avilen  de  cuanto  pasa, 

desde  h  adusiA  h'líopia 

liasta  la  hcUda  Noruega, 

^uc  ol  sol  seis  meseí  ignora. 

bsu.  pisa,  diverjas  veces, 

de  U  nación  española 

pondciÁrdomCROticias 

y  rcfiritddoinchisiorias. 

nic  avisó  de  lus  bazai^as, 

tu  prosapia  generosa; 

el  valor  de  tus  hcfinaiios, 

las  conquistas  que  los  nombran, 

si  en  guerras  de  Italia  Aquiles, 

Alejandcos  de  la  )!ona, 

que  dándoles  olio  mundo 

su  globo  por  medio  corta. 

Sé  del  Marques  don  Francisco 

las  haz  a  A  as  peligrosas, 

la  constancia  en  los  trábalos 

el  celo  i  In  ley  que  adora, 

la  lealtad  para  sus  rc7cs 

y  que  i  sus  plnntas  les  postra 

mil  l^uas,  todas  de  plata 

1  un  ocíano  de  aljófar. 

Sé  que  en  K^tpaña  la  envidia 

bárbaramente  aprisiona 

al  ínclito  don  Fernando, 

(que  as]  s«  premian  victorias) 

después  de  haber  defendido 

seis  meses  d«  inmensas  copias 

la  imperial  ciudad  del  Cuzco, 

á  pesar  de  la  ponioña 

de  la  hidra  desleal 

cu;ras  cabeías  destronca. 

Sí,  en  ña,  qut  buscando  Tama 

vienes,  español,  agora, 

tn  nuestro  descubrimiento 

j  de  las  plantas  preciosas 

que  la  canda  tributan, 

V  por  estas  tierras  toscas, 

i  las  que  el  Maluco  esquilma 

imitan  en  flor  y  en  hojas. 

Aquellos  doce  desvelos 

oue  los  rábulas  pregonan 

de  Alcidcs.  son,  con  los  tuyos, 

lo  que  en  el  Sol  es  la  sombra; 

celebraránlos  Us  plumas, 

sciin  al  mundo  noiorl&s 

y  i  eternas  posteridades 

áardn  materias  gloriosas. 

si  en  esta  región  li:  quedos, 

■.i  el  paso  atris  no  revocas, 

como  á  mi  amor  satislagas 

como  i  mi  fe  correspondas; 

pues  si  al  Perii  das  la  vuelta 

rieuos  mortales  convocan 

U  (KSlealtad  y  la  envidia 

que  i  tus  vinudcs  se  opongan. 

Llevóte  el  falso  pariente 

el  bajel,  tesoro  y  ropa. 

^stn  el  como  vencerás 

(cuando  por  los  montes  rompas 

imposibles  formidables» 

ya  en  la  tierra,  ja  en  Us  olas. 


de  esc  L-ast  mar  inmenso.' 
Admiieme  por  tu  esposa; 
dcrofíáranse  mis  leyes, 
juzgaranse  venturosas 
á  lus  piís,  estas  provincias: 

f,      diamantes  que  al  sol  se  opongan 
le  rendirán  esos  cerros; 
perlas. (almas  de  sus  conchas). 
i  montes  la  plata  pura; 
ei  oro  1  carquis  que  brotan 
esos  ríos,  esas  fuentes: 
esmeraldas,  pluma,  aromaSf 
y  un  alma  nunca  rendida 
ouc  ilucrto  te  rcconozcd. 
Gómalo.  A  la  obligación  que  labras 
en  mi  agradecido  pecho, 
para  quedar  satisfecho 
no  he  de  pagarte  en  palabras. 
(^>uerrá  el  cielo  que  algún  día 
me  des<;mpenen  las  obras: 
y  entretanto  que  no  cobras 
serás  acreedora  mía. 
De  los  quinientos  soldados 
que  leales  me  siguieron, 
mis  de  doscientos  murieron 
en  guerras  y  en  despobladoi 
De  cuatro  mil  indios  dejo 
cadáveres  la  mitad; 
llámamela  mucha  edad 
del  Marquís,  que  solo  y  viejo, 
entre  envidiosos  y  extraños, 
necesita  mi  presencia, 
porque  mal,  sin  mi  asistencia, 

B>drá  reprimir  en^aAos. 
e  codicias  y  ambiciones, 
mi  hermano  en  EspaAa  preso, 
si  sucede  algún  exceso, 
culparán  misdilacioacs. 
El  capitán  Orcllana 
con  mi  bcrgailn  se  alzó 
y  desnudos  no;  dejó; 
<dcslealiad  torpe  ^v  villana), 
no  llevará  bácn  mi  íjente. 
si  lus  ñnexas  admito. 
el  no  dar  la  vuelta  i  Quilo. 
Seis  mentes  he  estado  ausente; 
dejaron  sus  prendas  caras 
bi|os  y  esposas  en  ella, 
juzgal  tú,  amazona  bella, 
cuando  de  mi  ic  apartaras 
y  mi  amada  esposa  fueran 
\f,    para  no  volverme  á  ver,  ^ 

quf  extremos  hablas  de  hace^ 

Íüi  pesares  padecieras, 
ara  catarme  contigo 
eres  de  coniraria  \Qy. 
veniio  en  nombre  de  mi  Key, 
leal  sus  órdenes  sigo. 
Esta  bélica  región 
por  duel\o  suyo  te  adora: 
si  if  doy  la  mano  agora 
Icndfá  la  envidia  ocasión 
de  BÜrmar  que  me  levanto 
contra  mí  Rey.  con  la  lierri. 
La  lealtad  que  en  mi  se  encierra 
es  de  suerte,  obliga  á  tanto. 
que  i  tu  afición  contradice; 


y '     porque  la  lionra  y  lu  ¡nteií^i 
L    s     I     no  csiriba  isnio  en  lo  que  es 
[Nj'     ,1    como  en  lo  que  el  i  ulgo  dice. 
I      Yo  voy  tan  enamorado 
'     de  li,  y  tan  reconocido 
que  jamit  podrá  el  olvida 
borrarte  de  mi  cuidado. 
Volveré,  mi  Mcnslípe, 
A  lus  OJOS  brevemente 
con  armada  y  con  mds  |[cnio: 
lendrin  CnrloK  y  l'clipe, 
noticia  de  tu  vníor. 
Licencia  les  pedirá 
para  que  el  alma  le  d¿ 
con  la  mano;  y  el  amor, 
(uniéndonos  co  sus  lazoi) 
hará  mi  dicha  inmortal: 
admite  agora,  {en  seüal 
de  mi  palabra)  estos  brazos. 
Adiós,  que  es  fuerza  el  volverme. 
TcNALip.  Gonzalo  mira  to  que  haceí: 
gOM  aquí  ícguris  paces, 
q^uc  has  de  perderte  y  perderme. 
>a  el  Marquís.  tu  hernuno...  jAy 
No  [«quiero  referir  jcielo! 

tiaitedias  que  has  de  tentir 
mis  que  la  muerte,  bll  recelo 
de  tus  pecares  refrena 
cor)  el  silencio  mit  labios; 
que  hace  á  quien  le  adora  agravios 

3uien  le  antecede  la  pena: 
Inicios  la  fortuna 

sin  que  yo  los  anticipe. 

'  Go»i ALO. Bellísima  Mcnalipe, 

no  siento  agora  más  de  una, 

que  es  el  partirme  v  dejarte. 
Mbhaui-.  Pues  si  mi  vida  deseas 

escucha  «visos;  no  creas 

los  que  lleguoa  á  sdulanei 

por  que  hallarás  inlinilos 

que  lus  dádivas  disfrutan 

y  en  el  peligro  le  imputan 

sus  traiciones  á  delitos. 

No  todo  lo  que  es  brillante. 

riqueza  al  avaro  ofrece; 

oro  la  alquimia  parece, 

vidrio  hay  queimiln  a!  diamante. 

1.a  luz  que  una  antorcha  feria 

al  sol  competir  procura, 

más  sólo  su  llama  dura 
,  _  lo  que  dura  su  materia, 
\     Escarmientos  te  propone 

el  so),  i  quien  salvas  hace 

el  ruíteítor,  cuando  nace. 
L  Lhuye  de  él  cuando  se  pono. 

Tal  vea  dora  la  experiencia 

un  bronce,  una  piedra,  uri  leflo, 

que  encaña  al  que  no  es  su  ducAo: 

oro  sulu  en  la  aparieocta. 

Huye  amibos  afectados, 
.    cuando  lisoni'as  te  ofreitcan; 
I    que  aunque  tictes  ic  parezcan 
>-  en  vez  de  oro  son  dorados; 

r  mira  que  has  de  voltcr  " 

á  mis  ojos  brevemente. 
GoNiALO.  ¡Discreta,  hermosa,  valieolc: 

y  todo  en  una  mujer! 


)01tN.M)\  PHIMKHA 


55? 


Cuando  solo  interesara 
esos  divinos  Consejos, 
de  las  evcuclas  espejos, 
reinos  por  ellos  dciara. 
Adiós,  prodigioso  extremo 
del  orbe. 
MaHALir.  lAdiós,  mi  Espailult 

)Ah  cielost  ¡Ah  elerno  sol 
desmiente  males  que  temo!    tCaaf 

ESCENA  V 
XaltH  non  t>iioo  D«  AiJiAC*»  f  Ciaci*  •■  At.v4BaD«. 

DiE(;o. 
(Juien  el  consejo  y  parecer  que  sigo 
conlradijere  ib  envidioso  ó  loco) 
busca  mi  mal  con  máscara  de  amigo, 
ó  el  bien  que  se  me  ofrece  tiene  en  poco. 
La  fortuna  me  llama,  yo  U  %\^\ 
derecho  al  Perú  len^ix  si  provoco 
á  España  y  á  su  Rey,  España  intente 
quitármela  corona  de  la  frente. 
Vengué  á  mi  padre,  con  la  justa  muerte 
del  ingrato  Marqués,  que  no  Ilifo  estima 
dci  noble  estado,  la  dichosa  suena 
i  que  por  £1  su  nombre  se  sublima. 
Si  en  el  Cuxco  imperial  su  hermano  vierte 
sangre  que  me  dio  el  ser,  yo  vierto  en  Lima 
la  que  apoyó  su  bárbaro  consejo: 
Féni»  renaico  de  otro  Fínix  vie¡o. 
Cuatro  Pijarros  pudo  K.itfemadura 
hacer  que  en  el  Perú  le  atravesasen 
al  piso  del  valor  y  la  ventura  C 

de  mi  padre  y  al  Cuj:co  le  estorbasen, 
Oonsifiu  se  llevó  la  sepultura 
la  Pizarra  miyor,  porque  apoyasen 
pronósticos  dé)  nombre  sus  sucesos; 
losas  Pizarras  son,  sepulten  huesos. 
Ya  estamos  libres  de  esta.  Juan  Pizarro, 
(el  menor  Jo  los  cuatro)  en  primavera 
cedió  i  la  muerte  el  ánimo  bizarro, 
que,  á  ser  más  cuerdo,  dilatar  pudiera. 
No  siempre  á  las  coyundas  .ila  el  carro 
de  Marte  !a  osadía,  hí  muriera 
^i  al  combatir  la  máquina  enriscada 
cubriera  su  cabeza  la  celada. 
España  al  homicida,  oprime  creso, 
de  mi  padre,  en  la  Moia  de  Medina;  ^ 

liiiKurí  el  rijj'or  contra  su  exceso  "i  ^,--<-*^ 
si  el  oro  tribunales  no  arrdina;      '  V* 

mientras  Gonzalo,  con  fatal  progreso, 
las  márgenes  remotas  examina 
del  MaraAón,  que  a!  mar  gigante  vqcU 
y  por  sus  fiscos  busca  la  canela. 
Si  de  cuatro  me  mala  la  fortuna 
los  dos  hermanos,  v  los  dos  me  ausenta, 
«quién  queda  en  el  Perú,  que  i  la  oportuna 
ocasión  que  me  Huma,  pida  cuenta? 
Destinóme  et  valor  detde  la  cuna 
al  solio  occidental:  si  en  éi  me  «sienta 
el  ciclo  por  Monarca  de  los  Andes, 
grandes  hazañas  piden,  ricígos  t;rand<s. 
¡Vive  cíclelo,  que  c!  que... 

GancIa.  Creo 

que  soy  á  quien  amcnaz*»: 
mal  mis  consejos  abraxas. 


^H^      558                                                                                                   ^^^^^^^H 

^^^^k                peor  pagM  mi  deseo. 
^^^^B                NuDca  yo  tuve  por  bten 

hlfo  de  la  compatidn            ^^^| 

de  un  s*cerdoie  (llamado      ^^^H 

^^^^V                la  lorpc  con|uruci6n 

Hernaodo  tuquei.  y  criado       ^H 

^^^^^B               quv  conirk  el  mayor  varán 

de  limosna  en  M^la^ón.              ^H 

^^^^^w                que  lodos  \o%  (lumbres  ven 

Ya  vu  se  que  estas  verdades        ^H 

^^^^H                 hiciílc.  pues  si  su  hermano. 

la  vida  me  han  de  costar;            ^H 

^^^^H                Un  experiQ  en  la  milicia. 

pero  yo  he  de  conservar,            ^H 

^^^^B                le  mato,  fu¿  por 

como  noble,  laü  lealtadet             ^M 

^^^^H                no  á  traición,  no  pur  su  mano. 
^^^^K               Preso  en  Eupaña  dettende 

que  me  han  dejado  en  herencia  ^H 

mis  padres,  y  he  de  imit«rlus.     ^M 

^^^^^k                &U            conira  fiscaiei 

\      No  reina  aqui  sino  Carlos:           ^' 

-f  ,    qul«n  se  aircvc  i  su  obediencia        , 

V     y  mancha  su  fiddidad.                     ^H 

^     ^  García  sov  de  Alvarado                ^H 

^^^^^p               por  la  envtdía  criminales 

^^^^H                  el  C£sar  Catlos  pretende 

^^^^B  '\              mti'sfaccr  agraviador. 

B^S^Vf'                mní  no  oprimir  inocente*! 

oue  sabré  en  el  campo,  arinM]o,TH 
defender  esta  verdad.                   fVM| 

W                               n)ir«n  deta  pintona  dos 

^^^M 

1                                culpas,  que  aienio*  castiganí 

M  J^   ^h  «4  *    ■      ■            M   4  *                                                                          ^^^^^^^^^^^^^^1 

^^^^_^  ^             utvicios,  aue  cuerdos  premian: 
^^^^fe-'              las  arma^fpue&io  que  apremian) 

ESCENA  VI               ^^H 

^^^^H 

^^^^H                pocas  veces  s¿  que  vgan 

^^^^^1                 sin  impeiu  la  icmpUnia; 

¡Mataldd  ¡(ferrad  las  puertas*      ^M 

^^^^^V                  pun  cobra  saiist acción, 
^^^H^                la  vara  con  la  raión. 

(Vive  Dios,  que  he  de  acotar        ^H 

eMos  kitiirros,  y  dar                   ^H 

^^^BL                   !■  espada  con  la  vcn^anKa. 

á  pasi<ine%  docub:eriai                 ^M 

^^^^B                 Ya  que  évla  al  Marquéi  malo. 

castigo  que  al  mundo  etpantet    ^M 

^^^^H               y  el  mes  puderou>  qucd» 

Con  la  tiacienJa  que  gastó           ^M 

^^^^H               con  ¡os  tesutos  que  ticrcdas 

mi  padre  ^no  se  gjmó                    ^M 

^^^^H                  de  cuantos  Kspai^d  vió. 

todo  el  Pcrú^  ¿Qt)¿  tortorante,    ^M 

^^^^H                 templa  (don  \)\^<>  de  Almaitro^ 

csu  verdad  noconñesk.^               ^M 

^^^^^1                 incend:»»  que 

¿Pue%  por  qu£  el  Emperador      ^M 

^^^^^m                 mira  que  te  prccipiías. 

ha  lie  ser  usurpador                       ^M 

^^^^^Kbieao-      Tuiíeía  yo  por  m-.U^ra 

de  lo  que  sólo  interesa                   ^| 

^^^^K                 que  n«  fueras  cxirvuieño. 

t^uien  \u  haolend*  y  sangre  easi|^| 

^^^^H                 como  en  la  patria,  en  querer 

bn  vcf  de  mi  padre,  quedo.        ^H 

^^^^V               cl  crMlto  defenJer 

su  acción  v  derecho  heredo:        ^H 

^^T                      de  un,.. 

éste  me  sobra  y  me  basta             ^H 

^^^^  GABcfA.                 Paso,  que  mi  ducRo, 

para  el  Imperio  que  busco          ^H 
y  el  vjU>r  na  de  a^^utrtr.            ^H 

^^^^K    '             BObcrnador  r  caudillo 
^^^^B                  M  nXoTt  reinos,  es  Marqn¿(. 

Pues,  penNamienios.  morir          ^fl 

^        DiiDno.      ni  qiK:  lo  fui,  n<>  que  lo  et. 

ó  coronarme  en  cl  (^uico. 

^^L^  GahoU.    PteitúnlHüelo  i  Truiilio, 

IT<K*H  4  rtt*Hi 

^^^^L      '          y  en  ella  á  lo%  nobles  todos; 

Pero  ¿qt)£  rebato  «s  «ate?            ^^ 

^^^^H                  pues  lOiS  que  valor  profesan 

^H 

^^^^V                  genera  i  mente  conlVesan 
^^^^^                   que  ilc^ciende  de  lus  ^odos. 

EscexA             ^^1 

^^^^^k                  Italia,  Rrincia,  Navarra, 

SaU  Jc*«  V»uu  4u<Ki.1a  la  M^Hi^a.— ofl^H 

^^^^H                  de  su  padre  cl  Opiíin 

^^^^H                  don                   le  dirán 

Valsa.      íEa,  valiente  mancebo!              ^^H 

^^^^^1                  lo  que  n  la  «angrc 

al  arma,  que  se  ave:lna               ^H 

^^^^^K                 Pon  KcrnaiHlo  y  don  Francisco 

hoy.  ó  tu  muerte  »  tu  Imperio.  ^H 

^^^^^1                 (primi-roqueesii't.  paires 

l-:i  Presidente  y  su  campo,           ^H 

^^^^^1                 conquistasen),  Flor  de  Liscs 

(que  consta  de  seiecienios            ^H 

^^^^^F                postearon:  si  el  basilisco 

y  mAs  hombres,  entre  infantes,   ^1 
jinetes  y  arcabuceros)                   ^| 

^^^^^^L                de  la  envidia,  en       desdoro. 

^^^^^V                veneno  i  verter  cmpleía, 
^^^^H                 adticric,  que  no  n«  >leza 

{vaSB  de  lauja  k  úuamanga.         ^H 

y  hticiendo  alio  en  el  ametio        ^H 

^^^^H                  buscaron  «lul,  sino  uro; 

valle  1  que  llaman  de  t^^hupas),     ^M 

^^^^H                 }  que  la  i^uc     dejó 

viene  animoso  y  resuelto              ^H 

^^^^H                  tu  padre,  cl  Aifelantado. 

A  presentar  la  batalla.                   ^H 

^^^^H                en              la  ha  medrado. 

Los  mv^ores  CHliallerus                ^H 

^^^^H  Dtuo.      Luogo  no  en  España? 

del  Pcu  i^ueti  «u  campo;          ^H 

^^^^BiGarcU.                                      No: 

difícil  set't  (iimpertos.                   ^H 

^^^^V                 que  España  Í|tnora  quien  n; 

GafCilas»  de  la  Veit*,                    ^1 

^^^^B                    pues  &  l«  puerta  le  echaron 

Pudro  Anxures  y  otro  Pedro        ^M 

^^^^H                    lin  padre»  que  te  engendraron. 

át  Versara,  Mulguin,  Tordoya,  ^H 

^^^^1                    de  la  inicua,  y  fué  despuít 

Francisco  Castro,  bamentuti     ^1 

^^^^^^^I^^^K                              JORNADA 

SKOUNDA                                                    5S9        ^^^H 

^^M          don  Alonso  de  Alvarado. 

skmprc  ayudan  i  morir,                   ^^^^| 

^^H          CU50  valeroso  csfueno 

pero  nuiKS  i  morir  bi«n.  ^^^^| 
Yo  (Capiídn)  no  recelo  ^^M 
que  de  los  que  sentenciados                tá^^^l 

^^H           Imanió  en  U»  Chachapoyas 

^^H            banderas,  por  Cario  excelso. 

^^B          General  Vaca  de  Castro; 

padecen,  (aunque  afncntados)  li^^^l 
los  mis  ase;>ure  el  cielo;                      ^^^^| 

^^H            Maese  de  Campo  díMiro, 

^^H            Francisco  CaravaJal. 

mas  no  á  lt)s  que  en  las  liotencias           ^^M 

^^H            (que  del  MaruAón  volviendo, 

marciales  muertos  quedaron.               ^^^^M 

^^H            con  ilüfi  Gonzalo  I'i/airo, 

porque  tarde  se  hermanaron               ^^^^| 

^^H            ya  que  nie  par  el  precepto 
^^H           del  Presidente  en  Trujil  0 

venganzas  y  penitencias.                     ^^^^H 

CAaAVAt.  Yo  soy  de  ete  parecer,                         ^^^^H 

^^H           se  queda)  viene  á  su  ruego 

porque  ¿qué  se  le  dard                         ^^^^| 

^^H          1  gobernar  lodo  el  campo. 

cielo  (m  en  gracia  va                        i^^^^H 

^^H            y  tengo  de  él  mis  recelo 

Quien  le  supo  merecen  ^^^^| 
de  que  haya  en  un  palo  muono,        ^^^^| 

^^H           que  de  lodo  lo  restante. 
^^B           Pero  SI  declina  el  cielo 

en  la  guerra  ó  en  la  carnal                ^^^^| 

^^^           que  salgamos  vencídotes. 
I                 ni  el  número  t)i  el  acero 

Para  el  cielo,  no  hay  mis  fama          ^^^H 

que      bien  morir.                                 ^^^^| 

^^B            seop'inen  i  la  ventura, 

Vaca.                                 Ivsoes  cierto,          ^^^^| 

^^B            no  obstante  que  le  aconsejo 

como  lo  scri  también                        ^^^^| 

^^H           SI  detCalleci-s  aitora 

el  prem  artu  Majetlad                         ^^^^| 

^^H           que  le  presentes  con  tiempo 
^^^1            lí  la  p  ed^d  que  le  oftece 

valnr     la  lealtad                              ^^^^| 

de  los  que  firmes  estén                      ^^^^H 

^^H            Vaca  de  <'.»lro.  No  demos 

en       servici'),  y  yo  a^on,                  ^^^^H 

^K            ocasión  á  que  le  inTame 

(en  su  nombre  agradecido)                 ^^^^H 

oor  traidor  la  v<>i  del  pueblo. 
Disco,      Juan  Valsa;  soto  el  vencido 

honraré  i  cuant>)s  han  sido                 ^^^^H 

de  nuestra  parte;  no  ignora                 ^^^^^M 

(.Saca  la  tápaila.) 

el  noble  merccimicnlo                       ^^^^H 

es  el  traidor;  los  excesos 

i  Tuet  de  la  sangre  ingrata.               ^^^^^| 

del  vencedor  canonizan 

Todo  este  Imperio  de  plata,           —^^^^^M 

lealtades.  ¡Al  arma!  ¡iellotl 

indios      rcp.(ri¡mientos                  ^^^^^^H 

Vai.1a.     |0h.  sivmpie  merecedor 

no  puevlen  ijiils(>t:cr                          ^^^^^H 

del  laurel! 

lo  mucho  de  estos  empeOos:  ^^^^H 
pero  ilamindoos  sus  dueños              ^^^^H 

Dixoo.                     E  s«  pretendo. 

Juan  Valsa.  |0  Cesar.  6  nadal 

tendrin  mcrtos  que  lemer.                 ^^^^| 

¡0  el  cuctiillo,  ü  el  Imperio! 

^^^^M 

|r»Miiy  MMr.) 

^^^^^^H 

^^^^ 

ESCENA  ti                         -^^^1 

^^^^ 

Salt  Taioii  ■><>(. —OicHM.                "^^^^^^1 

^^^  JOKN.MU  SliGlJNDA 

TaiouBJi.  Parabienes  llega  i  darle  ^^^^H 
de  la  vicloria  adquirida                     ^^^H 

^^H^K 

Gonxalu  Pitarro.                             ^^^^1 

^^^^^^^H 

Pida                      ^^^H 

^^"^         ESCENA  PRIMERA 

Irinníos  que  apetezca  .Marte,  ^^^H 
como  el  soldado  inavor  ^^^^1 
que  ha  visto  este  polo  nuevo.            ^^^^1 

Salem  MartMtiJo  V*c*  »i  Cutnotoa  «tuirin, 

FuAKcnco  C*iL«T<ii*v,  Don  Alomo  aa  AlViikioo  y 

SoLli«DO). 

^^^^1 

Vaca.        Este  ñn  üenen  iraidoro. 

ESCENA  III                           ^^H 

para  escarmentar  leales. 

s»lt  ao»  CioutAio,  Jt  lulir.  ■  tlrOMl.                ^^^^H 

Alonso,    (^uien  con  penNamii'nlos  reales 

y  juveniles  ardores. 

nomALo.Por  muchas  raionts  debo             ^^^^^^ñ 

rehusó  la  cerviz  al  >'ujo. 

encarecer                                         ^^^^^^| 

^^             blasonando  libertalla. 

que  hace  dii:ho>o  este  dU:             ^^^^^^1 

^^B            si  muriera  en  la  b  talla 

pues  el  Perú  restaurado;                            ^^M 

^^F             y  no  á  manos  del  verdugo. 

mi  hermano,  el  Marqués,  vengado     ^^^^ñ 

V                     mis  dichoso  hubiera  »i(fo. 

postrad.*  la                                            ^^^^| 

1     Vaca.        NocsscRura  e^aopinlón; 

y  premiada  U  lealtad,                          ^^^^| 

1                     pues  pata  U  salvación 

vuelve  á  ser  dueño  segundo,               ^^^^H 

L que  don  Oiegu  ha  conseguklo. 

Carlos,  de  este  nuevo  mundo,          ^^^^H 

^^K           ifffún  sus  Je  mostraciones, 

y  debe  su  Majestad.                             ^^^^H 

^^H            no  le  diera  la  milicia 

preciarse  de  ia  elección                        ^^^^| 

^^B           el  tugar  que  la  iusncia: 

que  ha  hecho  en  vuesefioria,              ^^^^H 

^^H             por  que  airados  escuadrones. 

pues  solamente  podía                          ^^^^^| 

^^H             q^uc  el  nesgo  d  los  ojos  ven 
^^H             difícil  de  resistir. 

su          *u  discreción,                  ^^^^^^H 

vendo  capitán  y                          ^^^^^^| 

^^^^      MO                                                   A)iL\ZONAS  EN                                                                    iH^^^H 

^^^^H               va  la  campaAs,  soldado. 

y  festéjela  biurro                  ^^^H 

^^^^H               y  en     iríbuMi,  IcirflJ'i, 

quien  su  valor  «cfedita,           ^^^H 

^^^^^^               mostrar  que  «iide  tal  ncx 

pues  el  Marqués  rcsucila        ^^^H 

^^^^^1              (porque  Mane  no  pie«um> 

en  don  Gon»l»  Ptiarro.          ^^^| 

^^^^^g              enemiiiadci  d>.'  Apoíui 

CARJkVAJ.  (Vive  DiosI  que  es  eminente    ^^^H 

^^^^^^                 junlar  un  tu)cto  solo 

vueieñoria,  señor,                     ^^^H 

^^H                       al  laurel  U  espada  y  pluma. 

en  todo:  predicador,                 ^^^^| 

^^V      Vaca.      Si  yo,  señor  t).  Guiizalg, 
^^^                     na  nubiera  reconocido 

i;apilin  y  presidente.                ^^^H 

1,  selo  ¡cuerpo  de  tal!                 ^^^H 

^^^^^               emulidor  aJvctt^o, 

predique,  hará  maravilla»,     ^^^H 

^^^^B                que  ¿  su  valur  nu  tiio  igualo, 
^^^^H               V  ucsa  merced  cica  en  mi 

y  aliorratáscdccíptilas                 ^H 

el  Perú.                                        H 

^^^^H                 que  nuiKa      suplicara 

Vaca.                 Cararajal,                         ^H 

^^^^H                4>'<^^^l'  cnipic&a  (tic  ricjaia: 

vos  habláis  cuino  soldadu.             ^H 

^^^^H                 bicclo,  pürquc  advcrli 

mezclando  burlas  y  veras;             ^H 

^^^^^B               que  Iki'ándosc  la  Rloría 
^^^^H               (como  en  lai  demí»  tía  hecho) 

Sabcis  abatir  hileras                        ^H 

V  ordenar  un  campo  armido.       ^H 

^^^^H               no  hubiera  yo  siti^fcchu 

t^N'.t  victoria  se  os  debe                ^H 

^^^^V                 dcíccA  con  £a  ^  iciuiin 

ye>ti  ñ  m:  cargo  el  prcniiiilla.      ^H 

^^^^f                  presente,  i)ue  á  hallaT^e  en  elU 

Vuestro  acero  en  la  batalla,          ^H 

^^^F                    quedara  mi  opinión  iridie; 

.i;  mieniras  osad^t  se  atreve                ^H 
,"  illut  riesftot  jni>  predka.^              ^H 

^^^1           J      í  P'^")''^  dunJe  el  Sol  aiiite 

^^B         j           JcOmo  alumbrará  una  estrella? 
^^^^  0/           ^s'c  If"  lue  ocaswoa 

\   •  !ii,  que  l.u  ifraFide*  accK>Ties         ^H 

/      tambicn  sirven  de  sermones          ^H 

'     cuando  el  valor  las  pracilcx.        ^H 

iMn  sus  hechos,  cada  cual,           ^H 

^^^K^'          I  el  Marquís  gobernador. 

^^^^H               deidice  con  &u 

^^^^^K                 U  fama  que  te  corona: 

;' ,-      el  crédito  pierde  ó  cobra;                ^H 

^^^^^1                 pura  muriendo  en  la  defensa 

^  '        bien  predica  quien  bicn  obra,       ^^ñ 

^^^^B               M  su  cobiernú  y  su  ley, 
^^^^m                d«su  callad  y  su  Rey, 

peru  mal  quien  obra  mal;       ^^^H 

;  r  porque  sabef  deseo               ^^^^M 
a  prodigiosa  jornada               ^^^H 

^^^^K                 poco  le  estima  quien  pienta 

^^^^H                que  con                 señale 

f  puesto  que  no  afortunada)        ^H 

^^^^^1                 el  dolor  que  manilicsia; 

de  la  canela,  y  os  veo,                    ^H 

^^^^H                     se  vistiera  de  licsia. 

como  en  las  armas  bizarro,           ^H 

^^^^p                   la  ottentación  v  ^ala 
^^^^^F                  publicaran       valor, 

en  la  ptt  entretenido,                   ^| 

que  nos  In  contéis  os  pido.            ^H 
pues  triunfos  de  tal  Piiarro           ^H 

^^^^H                 mostrara  aue  en  itnnce  igual 
^^^H^                   no  vive  mas  el  leal 

tUito  «  que  los  celebremot.         ^| 

^^^^|,                   de  lo  que  quiere  el  traidor. 

Cakavaj.  Si  hazañas  pulpitos s;)n,                ^| 

^^^^R                 La  cruz  que  bi.co  en  el  pusirerú 

y  A  mi  me  toca  el  sermón.            ^| 

^^^^^                cuno  de  í\j  hciüica  ^  idn, 

obediencia,  y  prediquemos.           ^H 

^^^^^^              sacándola  de  la  herida 

Deseoso  de  ensanchar                     ^H 

^^^^^M               que  abrió  el  desleal  aceto. 

La  cesárea  monarquía                     ^H 

^^^^^r                autorizó  ta  que  al  peclio 

de  l%spaña.  el  marqués  Pizarra     ^H 

^^^^F                  el  César  ('.arios  le  puso, 

renunció  (asistiendo  en  1  ima)      ^H 

^^^^M                puc^  católico  dispuM> 

en  don  Gonzalo  el  tiobicrnij        ^H 

^^^^K                  en  tas  conquisut  que  ha  hecho 

de  Quito,  cuyas  provincias           ^H 

^^^^^b                  el  laurel  que  eicntn  gana; 

eran  el  limite  entonces                  ^H 

^^^^^B                 que,  en  ouien  triunfos  apetece, 
^^^^Bb                mis  nub  e  la  ciuz  parece 

de  las  crisii.-inas  conouivtxv.           ^H 
l>íOle  quinientos  V)l(l>dOS          ^^^M 

^^^^H|               de  sangre,  que  la  de  rímna. 

de  la  Rente  más  lucida.           ^^^^| 

^^^^^v^           Viro,  imiiú  i  DiE>s  humano. 

que  aliKtó,  para  estos  urbes,    ^^^H 

^^^^^KF    /      pueí  con  doce  cumpaficros, 
^^^^^1^             conquiuatlorei  primeras 

el  valor  y  la  codicia.               ^^^| 

Con  ellos,  pues,  y  su  «sftierxo     ^H 
hacia  el  Oriente  encamina             ^H 

^^^^^f               de  C5te  otbo  n  uevo  crist;ano. 

^^^■F                  mil  le)iuas  rindió  al  bauttsmoi 

cuatro  mil  indios  armados,           ^H 

^^^^^^E               y  porque  del  propio  moda 
^^^^^^m      A        pudies<-  imitarle  en  todo 
^^^^^F               quiso  morir  con  íl  mismo. 
^^^^H               Pues  la  envidia,  en  su  venganza 

y  alcores  con  la  noticia                   ^H 

de  que  pasadas  las  sierras,             ^H 

i  las  fTiárgcaes  y  orillas           ^^^^ñ 
del  monarca  de  las  ajíuas,       "^^^^f 

^^^^1                  sin  que  eclipsase  ^u  lux 

de  esa  undosa  hrdtopesia         ^^^H 

^^^^B                   le  dio  en  su  sangre  la  critx 

que  tantos  Nilos  se  sorbe         ^^^H 

^^^^L                 y  en  su  tlios  la  Mmejanza. 
^^^^^H                 Siesta  veidod,  pue^.  advierte 

y  por  mil  leguas  deslixa          ^^^H 
pielafios  de  inmensidadc»             ^H 

^^^^H               vuesB  merced,  ^-de  qxté  fruto 

potable  tu  oro  en  almíbar.            ^H 
Marañón  le  dan  por  nombre;      ^H 

^^^^H                será  oue  le  agravie      luto? 

^^^^^^               Envidie  el  Icul  su  mticitc 

(perdone  vueseñorü                     ^H 

JORMAUA    SKGUKUA 


S6t 


1^; 


il  excedo  pondersdor; 
porque  aflora  no  m  «tirnaa 
aaciitiot  en  camo  llano 
nnientrt»  note  hipcrbotízan: 
que,  vocablos  con  guedejas, 

;     son  los  que  el  vu1>¡o  auioríza). 

(.   Digo,  puet>  que  codiciosos 
con  la  fuma  recibida 
de  los  árboles  canelas 
que  aquellos  peAascot  crfan, 
marchamos  al  son  del  parche 
hasta  una  tierra  que  el  In^a 
.Vajrnacap  nnditi  á  su  imperio^ 
pienso  que  se  nombra  Quinfa. 
Recibieron  nos  de  itucrra: 
mas  cuando  ven  que  los  brindan, 
en  vci  de  vino  y  lainoncs, 
conñioncs  de  CástiJU. 
fantasmas,  desaparecen 
y  en  un  instante  se  enriscan 
donde,  ó  el  inñcrno  los  itaga 
6  nos  bjtmbollan  la  vista: 
porquecuantos  en  su  busca 
alligencifts  exquisitas 
hacen,  sin  topar  persona, 
tiempo  y  pasos  despenlician. 
Apenas,  pues,  se  nos  vuelan 
cuando  aouelta  noche  misma, 
conjurinilose  los  cielos 
elemenlús  amotinan; 
porque  la  tierra  temblando, 
de  los  rayos  que  )trinizan 
al  ion  de  ataml^ores  truenos, 
tenebrosas  culebrinas, 
hasta  su  CGniro  abre  bocas 

3ue  bostezan  ó  respiran 
iluvíos  de  azufre  en  llamas, 
entre  alquitrán  y  resina. 
Como  quien  se  sorbe  un  bucvo 
quinientas  casas  pajizas 
se  merendó,  cual  si  fuera 
uburóny  ellas  sardinas. 
Tocó  después  á  rebato 
ci  hambre,  en  la  ^ente  viva, 
y  saliendo  á  pecorea 
nuestro  ejército  en  cuadrillas, 
«I  regato  mis  sabroso 
que  DOS  guisó  U  desdicha 
fu¿(i  falta  deRallipavos) 
culebras  y  lagartijas. 
Salimoi.  cual  digan  dueAas 
de  aauelU  región  maldita, 
y  fu*  escapar  de  Caribdis 
para  tropezar  en  SciU: 
porque,  el  mar  del  Sur  i  un  lado 
y  al  otro  sierras  prplíjat, 
con  cuyas  cumbres  se  ahorrara 
NcRirol  d«la  Torre  Egipcio. 
de  manera  senlabonan 

3UC  la  esperanza  nos  quitan 
e  proseguir,  ni  tornarnos, 
porque  el  hambre  ejecutiva 
nos  amenaza  i  la  vuelta: 
y  atreverse  i  la  subidn 
de  las  estrellas,  sin  alas, 
aun  pensario  atemora». 
Empanados  de  este  modo 

COMEDIAS  DE  TIPSO  DE  MOLINA.— TOMO  I 


en  agua  y  sierras,  anima 
el  Ufan  Pizirro  la  gente, 
y  llevándole  pur  kuín 
trepamos,  |¡aios  niuniescs, 
volatines  por  las  picas, 
hincando,  tal  vez,  Us  dagas 
por  troncos  y  redendijas, 
V  tal  echando  d  los  romos 
Us  cuerdas  y  las  pretinas 
para  guindarnos  por  dios,' 
porque  el  pobre  que  desliza, 
de  risco  en  nsco  volando, 
de  tal  manera  k  trinchan, 

3ue  aún  no  velen  sus  migajas 
etpuís,  para  hacer  salcbKhks. 
Venció,  en  lin,  dificultades 
la  industria,  y  lubiend»  arriba, 
el  que  sudo  de  congoja 
hchido,  después,  liiiía: 
porque  hallamos  nieve  tanta 
que  de  las  escuadras  indias, 
cantimploras  de  i  •  muerte 
dejamos  cíenlo,  en  cecina. 
Encaramados,  en  ñi¡, 
sobre  las  candidas  cimas 
de  los  Peruleros  Ande:, 
pudimos  tender  la  Vista 
por  infinidad  de  tierras, 
cuyas  pút>lacioctei  rkas, 
templos,  palacios  y  casos 
nos  parecieron  hormigos, 
y  bajando  (con  los  o|os 
on  los  pies)  catorce  días 
gastamos  en  vericuetos. 
va¿  gatos,  yode  cuclillas. 
Dimos  en  un  valle,  al  cabo, 

aue  el  MaraAún  fertiliza. 
e  yucas  y  dt  maizales,       J 
cuyas  gentes  se  apellidan 
Zumocos,  donde  un  vokAn 
sobre  una  sierra  vomita 
cerros  enteros  de  llamas,    ' 
la  vez  que  se  encolerizo.  ^ 
Alojimonos  en  i\ 
haciendo  que  nos  reciban 
í  puros  escopetazos 
los  bArbaros  que  k  habitan; 
donde  estuvimos  dos  meses 
que  nos  duró  la  comida, 
sin  que  el  sol  en  este  tieaipo 
su  cara  vernos  permiu, 
ni  las  nubes  taberneros 
cesen  de  echarnos  encima 
diluiios  inagotables 
que  hasta  el  alma  nos  bautizan. 
Cayeron  los  mis  enfermos; 
porque  Us  ropas  podridas 
con  ot  eterno  «agua  va», 
nos  dejó  en  las  carnes  vivas. 
Buscamos  temples  mejores, 
hasta  que  la  apetecida 
canela  en  montes  inmensos 
descubierta,  nos  alivia. 
Son  unos  itboles  estos 
que  á  los  laureles  imitan 
en  tas  siempre  ver<le«  hojas, 
con  romos  ion  presumidas 


•f" 


i' i. 


w 

S63                                                       AMAZONAS 

LA  INDIA                                                     ^VM 

^^^ft 

iftu  se  burlan  de  las  dech» 

da  la  una  á  la  otra  orilla. 

^^^^^^ 

ua  que  so  o^D  á  sosclmas; 

Csie,  pues,  con  la  impaciencia  ^_ 

^^^^^p 

iu  COI  pukncii  tan  graniM 

de  quedos  cerroa  le  opriman,     ^B 

^^^^^^^ 

que  no  n  pouble  la  ciftan 

doscientos  estados  salta               ^B 

^^^^^H 

liet  personas  con  i<»,  brazot: 

y  á  unos  llanos  se  derriba,            ^B 

^^^^^^ 

>u  flor  blanca  y  amarilla, 

con  esit<p4lo  tan  grande               ^H 

^^^^^^v 

su  iruiü  cienos  capullos 

que  las  gentes  convecina»             ^H 

^^^^^^^ 

que  se  apiieun  y  arraciman 
formando  maiorcas  de  ellot 

oyen  su  inicrnal  estruendo          ^H 

^^^^^K 

distantes  de  el  veinte  millas.        ^H 

^^^^K 

y  en  ciKarai  quíbradiíat 

[;eierminamos  pasaile                   ^H 

^^^^^^B 

conservan  menudos  granos, 

por  las  angosturas  dichas,           ^B 

^^^^^^1 

que,  Mmbratiot,  son  aemilla. 
Es  su  (oima  de  bellotas 

(Untando  á  entrambas  riberas     ^B 

^^^^^1 

una  puente  Icvadiía;                     ^H 

^^^^^^K 

}'  con  una  virtud  misma 

y  haciendo  cortar  maderos.         ^H 

^^^^^B 

rakn.  hojas,  cortezas. 

í;á  qu¿  no  sedeiermina                 ^H 

^^^^H 

Sor  T  fruto,  »c  aslmilao 

el  valor  nccesitadot)                       ^B 

^^^^^^H 

en  ei  sabor  y  substancÑ 

nosd-.O  la  industria  tal  prisa,       ^B 

^^^^^^B 

i  la  canela  que  cr^a 

que  armándola  aquella  noche,     ^B 

^^^^H 

el  Oriente,  y  por  Üuropa 

y  de  beiucoi  y  pitas,                      ^B 

^^^^^^H 

Ponugai  nos  comunica, 

(hay  mucha  on  aquellos  Ckmpos) 

^^^^^H 

Hay  selvas  y  bosques  de  olla; 

torciendo  sogas  rollius 

^^^^^B 

mas  La  que  se  beneikia 

la  aianws  «1  día  sii^uicntc,           ^H 

^^^^^^B 

y  con  cuidado  se  labra 

y  á  fucfxa  de  ingenio  y  griu^^^B 

^^^^^^K' 

(según  lo»  indios  afirman) 

i  la  otra  bandaiaechamm   ^^^H 

^^^^^E 

es  mucho  mis  excelente. 

causando  á  los  indios  grima^^^H 

^^^^^^^' 

hn  ñn,  los  que  la  cullivan 

Proseguimos,  un  electo.         ^^^H 
aqttella  costa  pruliga,             ^^^H 

^^^^H 

fundan  su  caudal  en  ella; 

^^^^^^V 

poíqiK  acuden  las  «ecioas 

dos  meses,  cuyos  trabajos,    ^^^B 

^^^^^^1 

nacionas  1  su  conMrcio, 

hambres,  lluvias  y  langas            ^B 

^^^^H 

y  les  dan  por  adquirirla 

han  de  pasar  (si  las  cuento)         ^B 

^^^^^1 

malí,  al(¡od<;n,  venados. 

en  los  que  OCIOSOS  nos  higan,       ^H 

^^^^^^P 

, '  mantas  con  que  xe  vistan. 
Crecen  de  modo  «sus  plantas 

smo  plaia  de  .lovclas                     ^H 

^^^Hf 

por  vislumbrcsdie  mentiras,        ^H 
Pero  jvoiu  á  Üiús'.  seúof.              ^H 

^^^^T^ 

que  Mesándose  á  Castilla 

^^H 

un  Árbol  solo,  pudiera 

que  entre  plagas  iniimlas              ^H 

^^B 

sa^Eonar  cuantas  cocinas 

que  nos  brumarun  la  catitcs^^^^H 

^^B 

tiene  la  gula  en  Espafla, 
y  esta  rile  agradecida 
i  don  Gómalo  Pizarro 

( sus  cicatrices  lo  digan)          ^^^H 

^^^K^^ 

cuando  suifiCiamos  solo        ^^^H 

^^^^K 

enjambres  de  sabandijas,              ^H 

^^^^^^M. 

úuc descubrid  su  conquista. 
Hcru  alrévestf  i  buscarla 

inutcrflagos  de  á  dos  varas,  ^^H 
araftas.  tábanos,  niguas,         ^^^B 

^^^^^H 

^^^^^^1 

como  ti,  quien  le  iicne  envidia 

mencicramüa  coronas            ^^^H 

^^^^^K 

y  sabrá  (sudando  sangre) 
i  cómo  sale  la  libra. 

,'      de  mártiic»,  á  adquirirlas        ^^^| 

^^^^^^M 

■,*'      .^cn  los  siglos  Dsodecianos              ^H 

\i       (    por  la  fe  y  no  la  codicia.                ^B 

C^       ' — ^Mosquitos  hay  tan  valientes       ^B 

^^^^H 

Volvió  «I  hambre  »  c|KUUrnos: 

^^^^^B 

oorque  ^de  qué  nos  servia 
tallando  «1  arrui  y  leche 

^^^^^^1 

que  taladran,  cuiíndo  pican          ^B 

^^^^^^B' 

caocU  ^ue  inueide  y  pica? 

una  bota  de  baqueta,                     ^B 

^^^^^B 

Y  anda.ikiu  i  cixa  de  saogas. 

porque  sou  alcr.as  vivas.             ^H 
Gcgcncs  hay  aradores,                   ^H 

^^^^r^ 

.          la  ne<;eMdiid  ivos  guisa 

^^^^^' 

/          lanibos,  munos.  papagayos. 

que.  imposibles  a  la  visia             ^H 
dan  máa  dukor,  si  s«  c«ban            ^H 

^^^^^^B- 

r         /   pericos  y  catalinas. 

*   En  más  de  doscientas  leguas 

^^^^^D 

oue  una  axagaya  morisca.            ^H 
Piuébclo  quicii  lo  dudare;            ^H 

^^^^^^^Et 

ouc caminamos,  á  vista 
0             ¿el  bliateoMalsAÓn,                            j 

^^^^B 

que  nosotros,  hechos  cribas,        ^H 

^^^^^B 

no  hallamos  otras  delicias              / 

V  en  puribus,  Goaouisiamos         ^H 
Mamas,  Guctnas,  Urariñus,          ^H 

^^^^Bt 

f  que  ñames,  at;iua,  papayas,            ' 

^^^^^^r 

guayabos,  cucos  y  pinas; 

Cer bataneros,  ilocamas,                ^B 

^^^^K' 

potque  igunnas  y  akairtces 

Troncheros,  Guaiños,  Panitias,  ^B 

^^^^^K 

lueru  pcuir  itoHudas. 

y  otros  mil  que  á  ia  ignorancia    ^B 

^^^^^r 

Llei^amos  al  cabo  de  ellas 

darán  <si  los  nombro)  risa.            ^B 

^^^^^^L> 

i  un  salto  que  precipita 

Resolvióse  don  Gonzalo                 ^B 

^^^^^H ' 

Issobcibia  inmensidad, 

á  una  Cosa,  solu  digna                   ^H 

^^^^H 

sus  aguas  todas  ccAidas 

de  los  caprichos  Pi»irus;              ^H 

^^^^^H 

en  la  estrechex  de  dos  sierras 

porqua  temoso  (abrica                   ^H 

^^^^H 

que  le  encarcelan  y  humillan 

un  bergantín  que  asegure             ^H 

^^^^^^^^■1 

lanto.  que  no  hay  veinte  paso4 

los  enfcrmot  que  peligran.           ^B 

JORNADA 

^^^^v ■ 

süoitrrnA                                           563 

tltvlndolos  agua  abajo 

luigue  Vuestra  seíkorla 

con  el  fardaje  y  comida. 

la  cara  que  en  U»  soldados 

Cimenió  do&  fraguat  y  hortios: 

ta  pobrera  hereje  pinta. 

irboln  quema  y  defnbH 

que  de  vinagre  las  nuestraSi 

con  que  carbón  amonioaa, 

con  reniegos  y  por  vidas, 
impaciencias  dasfogainos 

V  que  le  den  toüciu 

tas  armai  de  lo«  que  han  muerto. 

(permisión  de  la  milicia). 

cascos,  arnese^t,  cucliillas, 

cuando  al  querer  dar  la  vgelu. 

herí j|c  de  los  cabailot. 

nos  asaltan  ioltniía^ 

y  h»fU  las  propias  pretinas 

legiones  de  hembras  armadas. 

desycrrii,  foijando  luego 

en  los  rostros  serafinas 

todo  lo  que  necesita 

pero  en  las  obras  demonios. 

un  bajel,  de  esta  mstería; 

pues  tanta  piedra  lloviznan. 

lunto  puede  una  porlIaJ 
Don  Gonxalo  era  el  primero; 

tantos  dardos  nos  arrojan, 

tantos  fléchalos  nos  tiran 

que  porque  iodo»  le  síftan. 

aue,  si  no  se  enamorara 
de  la  airosa  btiarrta 

ya  on  el  taller,  ya  en  la  frajtua 

trabaJH.  sopla,  martilla. 

de  don  Gonzalo  Pizarro 

compasa,  mide,  dispona. 

su  hermosa  reina  ó  cacica. 

dev basta,  «sierra.  Keptlla; 

y  de  mi  su  bruja  hermana. 

porque  en  tales  ocurrencias 

por  ülos  que  nos  desbalijan 

mas  Dobls  es  quien  más  se  tima. 

de  las  almas,  y  que,  hambrientas 

—  -             Bejucos  sirven  de  jaicia». 

ó  nos  asan  6  nos  guisan; 

V  )a  goma  que  desuUn 
ios  Arboles  de  las  selvas 

porque  comen  carne  humaiu 

mejor  que  nosotros  guindas. 

«upliá  la  brea  y  resina. 

K^tas  son  las  Amelonas 

Para  que  no  fáhe  estopa 

que  las  historias  antiguas 

minta^i  de  algodón  deshilan 

lanío  ensaUan  y  ponderan. 

que  «1  casco  caUfatean, 

r  allí  viven  sus  reliquias. 
Picadas,  en  lin,  las  dos 

y  de  las  rous  camisas 

velas  remendadas  bacen; 

de  nosotros,  nos  convidan 

con  que  logrando  fatigas. 

á  que  su  tierra  poblemos, 
y  de  repente  nos  brindan 

al  agua,  alegres,  le  arrojan 

y  en  íl  su  remodio  libran. 

con  el  samo  maridage 

^^K          A  Kranciscodc Orcllana, 

ofreciéndome  la  mis. 

^^■^  por  ser  penona  de  estima. 

en  dote,  cuantos  demonios 

^^^^Bdc  su  sanj¡re  y  de  SU  tierra. 

sótanos  de  azufre  habitan. 

^^^^■su  gobierno  k  confia. 

Era,  aunque  hermoia,  hechicera 
de  suene  la  diablinmfa 

^^^^H  y  con  cincuenta  españoles 
^^^^^■lo  manda,  que  ¿  toda  prisa 

que  habló  en  lengua  castellana 
mejor  que  las  de  Sevilla. 

^^^^^^  por  el  MaraAAn  abajo 

^^^r         descubrí  miemos  prosiga. 

Y  apretaba  el  matrimonio; 

^^^^^_  jquei  las  ochenta  leguas 

mas  con  c»cuus  tin^idfts, 

^^^^^ft  aguarde  porque  le  avisan 

Kuarnecidis  de  requiebros, 
don  Goninio  las  obliga 

^^^^Fque  allí  con  el  Msiañón 

^^V        dos  ríos  pierden  la  vida. 

i  que  nos  dejen  volver 

^^B        Partióse  el  falso  pariente; 

A  Quito  y  que  nos  permitan 

^^B        y  en  p«rdÍ<n<lonot  de  vista. 

alistar  más  ^cni«  >  armas. 

^^B        con  el  bajel  s«  levanta. 

jurando  que  en  breves  dias 

^^M        la  fieme  loda  amotina. 

tornaremos  i  sus  ojos. 

^^H         y  al  Padre  CaravAJal, 

porque  alcores  nos  re\:iban 

^^B        de  la  lajtrada  famiüa 

no  en  los  puros  curdubants 

^^H        dal  mejor  Gujmán  de  EspaAa, 

sino  con  galas  lucidjs. 

^^B        (porque  de  su  tiranía 
^^H         ios  excesos  reprehende) 

Concediéronlo  por  fuenaj 

y  llorando  enternecidas. 

^^H         echa  en  tierra,  y  fué  harta  dicha 

por  otros  rumbos  echamos: 

^^B        que  no  pereciese  de  hambre, 

no  me  consientan  que  diga 

^^^^^□ues  no  comió  en  cuatro  días. 

las  desgracias  de  la  vuelta. 

^^^^^u.legamos  al  cabo  d«  ocho 

pues  fueron  tan  inauditas 

^^^^Wpor  tierra,  i  la  referida 

que  las  jui^rán  patrañas, 
1'rujillo  se  las  repita. 

^^^^^fticgión.  y  encontrando  al  fraile 

^^^^■'DOi  cuenta  la  fut^a,  indiana 
^^^^^Bdc  lal  hombre  y  tal  nobiexa. 

que  nos  recibió  esqueletos; 

y  aunque  ropas  ao^  envía, 

^^^^^Bcon  que  «a  efecto  noi  pilla 
^^^^^B  mdi  de  cíen  mil  petos  de  oro 

no  quiso  nuestro  Piíarro 

que  ninguno  se  las  vista. 

^^^K^^  que  nos  dieron  las  conquistas. 

sino  que  para  trofeo 

^^■^  tn  carnet  y  sin  hacienda. 

de)  valor  que  lo  ctcrniti 

50+ 

manda  que  cnircmu^  en  carnes 
ile»lccl  cuello  hasta  lacinia. 
Amúbanic  de  manera 
sus  vecinos  nw,  sabida 
tu  rexolución,  salkfon 
los  ati&  de  ta  suerte  tntsma 
A  tócibirle  en  pelota: 
triunfo  parece  de  risa, 
pero  tinczH  es  ¿c  Kt>piñs 
que  en  bronces  la  fitma  efcriba, 
Esia  íaé  la  tal  enipreu 
para  nosottos  maldita, 
mas  para  Espuria  dicliota 
«i  f¡anatlR  soljciía. 
Quien  canela  apeteciere, 
al  Rey  sii  gobierno  pida: 
porque  yo  le  voio  i  Dios 
(le  no  probarla  en  mi  vida. 

Vaca  os  Caítro. 

A  vos,  Maesc  JeCampoos  sobra  tanta 
y  tniioMh  naifaciones  laMímosas 
de  suerte,  que  si  oírla»  mn  espanta 
vuestra  sazún  las  sabe  hacer  sabrosas: 
sólo  caben  pof  vos  en  su  lujcín 
vencer  valiente  v  deteitac  dtscreío. 
Críii  «I  cielo  m  ^spaAa 
al  Mñor  (Ion  Gonzalo, 
pata  acciones  al  crédito  imposibles: 
y  mntiiró  en  e5.ia  bauAa 
que  para  él  los  peligros  son  regalo, 
más  dcsudos,  cuanto  mis  horribles. 
Si  Carlos  i  su  lodu  le  luv-eta 
temblara  Ar^el  y  Sulimán  huyera. 
Vuesa  merced  consude  Ji  su  sobrina. 

hija  del  gran  Marqués,  pues  le  sucede 

en  esta  obligación  y  sólo  puede 

restaurar  su  presencia  ia  ruina 

que  con  su  muerte  llora. 

Tendri  doña  Franctsca(ini  señora), 

cues  á  su  amor  la  fio, 

Itiniamentc  en  su  amparo,  padre  y  lio. 

Yo  doy  la  vuelta  A  i.íma. 

porque  el  Perú  recela 

las  oidcnanzas  que  el  Consefo  Íntima. 

y  que  despactia  ú  BUko  NúAcz  Vela 

por  su  Virrey  primero^ 

al  paso  bien  nacido,  que  severo. 

Si  el  <;ésar,  cual  se  afirma, 

hiiO  al  Marqués  merced  de  que  nnmbrase 

Cobemador  que  en  su  lugar  queiiase. 

presénteme  su  cédula,  i  su  lirma, 

que  si  antes  que  muriese 

el  iMarqués.  ordenó  quesuccdicsc 

Vuesa  merced  en  su  gobierno  y  cargo, 

renuncíale  yo  el  infi>  (sm  cmbartto 

de  que  huta  auora  en  poscti4>n  le  leitga). 

Y  antes  que  á  Lima  Blasco  SüÍíkz  venga, 

la  Real  Chancitlerfa 

Ib  admitirá  por  tat,  i  instaiKia  mía, 

que  las  Reales  mercedes  concedidas 

no  se  derogan  mientras  no  sucede 

insulto  que  tas  vede: 

y  ddndose  el  gobierno  por  dos  vidas, 

siendo  vucsa  mcr):cd  Icomo  sospecho) 

por  el  Marqués  nombrado  ^qué  derecho 


.\MAZONAS  RK  LA  IKDIA 


alegará  el  Virrey,  con  que  le  prive 

de  la  aceite  que  le  ampara  mientr«R  víi 

Go.NZAl.Ol'lZAHMO. 

Debe  A  vucseñoria 

todas  sus  medras  I*  fortuna  mía; 

y  es  cierto  que  mi  hermano 

antes  que  me  partiese 

quiso,  que  después  de  él  le  sucediese: 

y  haciendo  testamento  ante  escribano, 

en  virtud  de  la  (Cédula  adquirida, 

al  (¡obierno  me  llama 

que  Carlos  concedió  por  otra  vida, 

Íast  esta  vez  dijo  verdad  la  fatr». 
ero  yo,  que  hasta  en  eso 
ta  fe  y  lealtad  publico  que  profeM». 
mieniras  i  Rspaña  envío, 
suspenderé  mi  acción,  piirque  confio 
de  la  Imperial  palabra  y  celo  iusio; 
que,  si  el  Cesar  en  guerras  divertido. 
dio  lugar  al  olvido 

pam  nombrar  i  otros,  como  aufiusto. 
como  rey  v  scrtor  de  sus  acciones, 
revocarü  al  Virrnr  sus  provñiortes. 
Entretanto  i  la  Charcas  retirado, 
treguas  duré  al  cuidado, 
OCIOS  al  pensamiento 
y  en  las  minas  de  mi  rcpaftiinienio. 
donde  sus  indios  me  han  encomendado, 
descansaré  seguro. 
Mas,  si  el  Virtey  que  viene 
turba  la  pax  que  agora e!  Perú  tietic 
(omii  de  él  se  recela  v  conjetura  i, 
y  á  mis  servicios  muestra  ingrato  pecho.^ 
por  tuerxa  habré  de  usar  de  mi  derecho. 

Vaca  oe  Casmo. 
Haf¿  mal,  si  no  viiima 
tul  valor  el  Virrey.  Mándeme  tn  Lima 
vucsamcrced,  verá  con  cuanto  celo 
le  procure  servir. 

GoniaijO  Pixarho. 
Prospere  el  délo, 
(señor)  A  vueseñorla 
para  patrón  de  la  justicia  mía.  ^  | 

ESCENA  IV 

.Sclea  MaxAitrK  /  UAavaaia. 

Mrnai..    No  dudes.  Manesia  mfa. 

la  muerte  quedarme  tratas. 

si  la  vista  me  dilatas 

del  «ipañol  sólo  un  día. 

Amor  y  melancolía 

mailiiüan  mis  des  velos  ; 

ta  ausencia,  que  es  toda  hielos,] 

llamas  en  mi  pecho  aumen la; 

su  memoria  meatormcrda 

y  me  enloquecen  mis  celos. 

jSo  i'uc  ingratitud  notoria, 

hermana,  no  fué  crueldad, 

llevarme  mi  libertad 

y  dejarme  su  memoria? 

^Robarme el  alma  es  victoria 

r  no  el  cuerpo  en  que  se  encierran 

Mas  jay  ciclosl  que  en  la  guerra, 


£D.\   SEOUKDA 


565 


.quien  bI  *sbI(í)  s^  Hrrofa. 
[las  joyu  y  oro  dnpoja 
r  echa  la  casa  por  tierra. 
llasoDabamiriKor 
^desprecios  de  mi  desdén; 
flguírüeie  de  querer  bien 
"(|uieii  nunca  ha  lenido  amorl 
que,  cuando  con  m¿i  valor 
el  bronce  suele  mostrarM 
al  luego,  que  apoderarse 
de  su  maieria  pretende, 
cuando  mis  tarde  se  enciende 
dura  más  en  conservarse. 
Marie»iB,  cera,  yo  mueto, 
yo  perezco,  yo  me  abraso: 
si  de  mi  vida  haces  casa 
óigame  1»  que  te  quiero. 
Va  suele  el  viento  ligero 
servirte  de  augusto  carro; 
mis  que  el  de  Febo  bi»rro 
forma  de  sus  alas  coche, 
y  haz  qne  me  lle\e  e^ta  noche 
i  ver  mi  Apolo  l'izarro. 
[Martes,  Si  con  Ib  facilidad 

que  en  eso  puedo  agradarte 
pudiera  yo  asegurarte 
la  española  voluntad, 
labrosa  felicidad 
en  sus  brazos  poseyeras, 
jpero  qaé  loaros  esperas 
de  un  hombre  tan  desdichado 
que  i  muerte  le  han  destinado 
las  superiores  esleras? 
Un  juez  ha  de  degollarle: 
lui  mismos  que  le  KompañsD, 
y  adulndure%  le  en^tañan, 
le  han  de  vender  y  dejarle. 
A  la  guerra  han  de  Tor/arle. 
V  al  tiempo  del  asistirle, 
la  victoria  han  de  impedirle, 
el  Imperio  han  de  ofrecerle 
y  han  de  insistir  en  perderle, 
por  no  querer  admitirle. 
Si  del  amor  ijuc  conservas 
remcilio  á  mi  ciencia  pides, 
yo  te  daré  con  que  olvides 
esas  memorias  protervas: 
aguas,  metales  y  hierbas 
me  fian  sus  propiedades 
y  si  con  ellas  añades 
conjuros  y  caracteres, 
veris  (si  olvidarle  quli-reí) 
Hue  SÉ  mudar  voluntades. 
iMiNAL.     No  curas  como  discreta; 
que  el  alma  espíritu  puro, 
ni  A  las  hierbas  ni  al  conjuro 
como  el  cuerpo  se  sujeta; 
su  substancia  es  tan  perfeía 
que  por  libre  la  reputan, 
los  sabios,  con  que  confutan 
'tus astrólogas  violencias, 
[porque  agCleros  i  influencias 
'si  scflalan.  no  ejecutan. 
No  se  deje  llevar  de  ellas 
el  absoluto  alboddo 
del  gallardo  cspariol  mió, 
y  menlirin  las  estrellas: 


ni  10  hermana  por  tendías 
que  Ic  olvide  ha-,  de  alcanzar: 
puesto  que  en  alv  de  amar 
suele  en  un  ingrato  ser, 
el  premio  del  poseer 
motivo  para  olvidar. 
No  en  mi,  que  vive  en  su  llama, 
salamandria.  mt  aiictún. 
y  es  especie  de  trjiicn^n 
buscar  olvido  quien  ama. 
Miente  la  ciencia  y  la  (ama 
que  en  las  plantas  piensa  .hallar 
virtudes  con  que  curar 
penas,  que  no  adoittcn  medio, 
'  porque  no  hay  otro  remedio 

Íiaia  olvidar,  '^uc  olvi<Ur. 
■ero,  disptitat  dijemos 
y  venlurai  prev cufiamos: 
^'para  qu¿  olvidos  buscamos 
si  ver  y  gorar  podemoi? 
¿No  sientes  tú  mis  extremos? 
^f'ues  con  ellos  no  te  obtigo? 
Maarcs.  sí  siento,  pues  que  los  sigo, 
de  tu  gusto  occiitora. 
Yo  te  pondic  dentro  un  hora 
coRlu  amante;  ven  conmigo,  (^«nm) 


liSCKNA  V 

S*ltn  Dov  (IwoLo  pKARao  yt«1i\  FaAse^icjt,  4* 
lulo  y  llarando, 

üoKXALo.EnjuKad  los  ojos  helios 
que  sin  culpa  maltratáis: 
mirad  que  hechizos  lloráis 
V  podrás  matar  con  ellos. 
Llevóte  el  cielo  al  Marijucs. 

fiadre  vuestro,  hermano  inio: 
a  vida,  sobrina,  es  rto 
que  corriendo  al  mar,  sin  pies 
en  su  golfo  viene  A  hallar 
imperio  mis  dilatado, 
pues  con  sus  olas  meictndo, 
mucre  rio  y  vive  mar. 
haced  ct  discurso  mismo 
con  vuestro  padre  y  mi  dueño, 
puet  si  muru),  iki  pequeño. 
ja  es,  con  Dioy.  inmenso  ubisrrw, 
y  poned,  Francisca,  en  i\, 
toda  vuestra  contianxa. 

Fhancis.   Diera  i  la  muerte  venganza 
mi  seniimler.io  cruel. 
á  DO  templar  su  dolor 
la  dicha  que  en  vos  reparo, 
pues  quedáis  pira  mi  ampara 
por  mi  padre  y  mi  seftnr. 

Gonzalo. Tiitilo  mAs  venturoso 

muerrá  el  cielo  que  me  cuadre, 
SI,  como  me  llamáis  padre, 
venís  i  llamarme  esposo: 
que  no  es,  francisca,  rxzón, 
cuando  restaurarse  puede, 
que  por  ser  vos  hembra,  quede 
sin  hijos  la  succsit!>ii 
de  quien  este  Imperio  indiano 
por  su  Aleíandro  conñesa. 
Este  inconveniente  cesa 


AMAZONAS  ES  LA  INDIA 


(vos  \u  hija  y  yo  su  hermano) 
sí  volvemí»  á  anular 
quiebras  de  tantos  cuidados, 
pu<5  en  somejanits  gndoi 
luelc  el  Tapa  dispensar; 

Íucidmiiicndo  el  amor  mÍo, 
pcwir  de  «lí  defeto. 
CODMgiiK  en  un  vujeio 
junios,  pwJre,  eipoi»  y  lio. 

FaAKCii.  Si  yo  guardara  la  ley 

de  los  Ingai  (aunque  vana) 
solamente  con  iv  hermana 
KC  casaba  nueitro  rey, 
Mi  abuelo  íutGuatnacapa, 
Yupanguí  y  Pizarro  soy: 
mi  consentí  míenlo  doy 
para  que  dispense  el  Papa. 
Pues  si  Dios  lo  determina 
y  niKsira  ley  to  consieoic, 
no  es  tan  grande  inconveniente 
casar  con  vuestra  sobrina, 
cerno  lo  iaé  con  la  hermana 
en  nuestros  ln(>ás  primeros. 

Gonzalo.  Ni  puedo  yo  encareceros 
el  bien  que  mi  ro/o  Kana, 
sino  es  sellando  los  labioü 
con  estos  puros  candores; 
4]Ue  extremos  ponderadores 
adulando  hacen  afiravios. 
Sólo  con  silencio  igual 
ni  amor  sus  extremos  muestre. 

ESCENA  VI 
S*U  TmavaMii  — Hichoi. 

TkicuxH.  Nuestro  de  Campo  Maestre, 
Francisco  Caravajal, 
dice  que  que  le  importa  hablarte 
cosas  que  llama  el  latino 
arcanas,  y  »  femenino 
según  Nebrifa  y  el  Arte. 

C0N2AU>.  Scrinlo  pucs¿l  lo  dice 

que  «  de  tus  hombres  primeros, 
valientes  y  consejeros, 
de  Espafia:  el  ciclo  suiorice, 
f  mi  Francisca)  rucsiro  amor. 
Trigueros  guarda  esa  puerta, 
no  entre  nadie. 

TniGUia.  Aunque  est4  abicna, 

i  ser  yo  tan  guardador 
de  lo  que  mC  desbalija 
el  vuelco  de  un  dado  solo, 
como  de  que  no  entre  Apolo 
ni  aún  por  una  rcdcndiía, 
yo  tuviera  mAs  díñelos 
que  en  Casiilla  paga  un  juro. 
Vaya  Vucsasied  seguro 
que  buena  tranca  es  Trigueros. 

(ViimD,  <JOiu>tD>-i)oAi  FraDCiifa.) 

ESCENA  VU 

5al<n  tapad*»  ai  miJIat/tii  lu  <if^lt*l,  HtiiU.tr»  y 
MiurniA  ~Tluo-'Bi>«, 

M*i>Tn.  Ast  las  damas  de  bispaña 
averiguan  ios  temores 


de  sus  sospechas  y  amores. 

Presto  vcráí  si  te  engaña 

tu  amante. 
Mkkaup.  B«cn  satisfaces 

prodifíios  que  prometiste. 

iMii  de  donde  apercibiste 

tan  brevemente  disfraces 

con  que  viendu  un  ^er  vista 

temeridades  oculiei? 
Makies.  Nunca  en  eso  dificultes 

mieniras  vieres  en  mi  lisu 

los  espíritus  sujetos 

Queeitcutan  cuanto  pido. 

Si  por  el  viento  has  venido 

i  experimentar  secretos 

que  desputs  te  dea  enojos, 

quien  lo  má^  hermana,  pudo 

¿ao  podrá  lo  menos? 
MgNAur.  Dudo 

lo  que  veo. 
TmouEii.  ^MeJiosojos 

ya  en  Indias?  No  hay  patacón 

que  no  tiemble  de  favancas 

en  el  aire  y  manos  blancas; 

busconas  de  España  son. 

iQui  es  lu  que  mandan  aquí 

vuestras  medias  ojeriat? 

íQuUrtHtt mirar  Un  iuUarU 

Damí-mudas,  que  en  mis  dlaj 
sois  las  primeras  que  vi: 
xcmparog  sin  responder; 
sieiuio  yo  la  cerradura 
es  descortés  travesura. 
Ténuase  toda  mujer 

3ue  hay  orden  de  no  pasar 
e  estos  umbrales  un  dedo.  

¡Ay,  cuerpo  de  Cristo!  iqucdol 
.{Quijadas  sab¿is  birlar, 
manecilla  de  manteca^ 
Mis  parecéis  de  almireí: 
|tan  manda  en  la  vista  y  tez 
V  en  tas  didivas  tan  seca! 
Mano  sois  del  Jueves  Santo; 
mano  de  tigre  y  te)An: 
si  ha  de  haber  cont-crsaddal 
desenfardelen  el  manto, 
que  hablar  i  ojo  seri  mengua. 

IValas  A  dittntiTtT  y  r*IC»'*  Nuletia.) 

Ipaso.  ofr¿i:colas  i  Judas! 
O  tener  las  manos  mudas 
ó  pasarlas  i  la  lengua. 
Mas  ya  sale  mi  señor: 
dense  con  íl  i  entender, 
que  yo  no  aciertn  i  !ecr 
bellezas  de  un  borrador, 
ya  que  hacerlas  retirar 
dos  manuUdas  me  cuesta. 
Martes.  iDon  picarón:  para  ésia 

que  me  to  habíis  de  pattari 

((btlma»  Jai  Uot  da  ilate 


lORNAOA   SCGUNÜA 


ESCENA  VIII 

Cáhkváj.  N'otiücó  en  Piin4ini 

BUíco  Núñci  (comu  digo) 
lu  tevfrru  ordena  mus. 
No  hab«Rio«  de  tener  indio»; 
no  hv  de  hibcr  encomenderos. 
Yanacoais  de  servicio, 
ni  por  la  imB^inacián: 
llevar  para  el  beneficio 
de  minas  los  naiuralc» 
serA  criminal  delito. 
Con  queestóiileí  lo^ centro* 
de  estos  codiciosos  riscos, 
i  falta  ya  de  comadres, 
(quiero  decir  de  ministros) 
nos  diUcultan  ios  panos 
de  sus  preciosos  esquilmo&i 
podrán  los  conquistadores 
aprender  de  hoy  más  oficio, 
y  en  pago  de  kus  haiañas 
pedir  limosna  vus  hijot. 
Todo  esto  ocasiona  el  celo 
de  escrupulosos  caprichos: 
todo  esto  invenían  ociosos; 
todo  esio  causan  arbitrios. 
Los  cspaAoles  que  dícroni 
i  cosía  de  mis  peliKtos 
i^iie  tiene  esc  mar  arenas, 
que  quiebran  sus  costar  vidrios, 
cerros,  al  Císar,  de  plata 
con  que  enfrenar  ha  podido 
LuieranO!t  en  Sajoiiiü 
y  en  Milán  franceses  lirios, 
por  medio  del  Presidente 
vaca  de  Castro,  han  pedido 
al  Virrey  que.  suspenilicndo 
leves  de  lanío  perjuicio, 
permita  suplicar  de  ellas 
al  Cíiat  Rey,  siempre  invicto; 
informindole  verdades 
j  advirtifnd  o  le  precisos 
inconvcnicnies  v  riesgos 

3ue  v.iri  abricmío  camina 
intentos  Jes  es  pirados 
de  la  fÉ  española  indignos. 
Pero  ¿I  sordo  á  nuMtras  quejas, 
rebelde  i  nuestros  gemidos, 
quiere  perderse  y  perdernos, 
por  no  humanarse  y  oírnos. 
Los  oidores  de  la  Audiencia, 
tan  sabios  como  advenidos, 
disponen  que  k  Luna  vaya 
i  consolar  sus  vecinos 
dofia  Francisca  Pizarro, 
mi  scflora,  en  cuyo  arrimo, 
(por  ser  animada  imigen 
del  Rnn  Marque  don  ^'rancbco) 
fundan  lodo  SU  remedio: 
pofque,  con  su  patrocinio, 
creen  que  el  Virrey,  cuando  llegue, 
como  ilustre  compasivo, 
venerará  las  memorias 
en  cita,  de  aquel  prodigio 
que  tanto  Kspaíta  celebra, 
que  tanto  honró  Carlos  Quinto. 


E^l  cuerdo  Vaca  de  <Ustro. 
<s«Aorl  os  pide  !<>  m>smoi 
V  parj  esto  me  dcspa<:ha 
de  la  miiad  del  camino. 
Id,  piadoso,  i  Interponer 
vuestro  valor  y  servicios 
entre  el  rigor  v  tos  rucióos, 
la  aspereza  y  W  suspiros. 
GoEad  la  acción  que  teníis 
al  RoUerno.  que  os  intimo, 
pues  OS  )e  ofrece  la  A  udiencia, 
pues  socesof  suvo  o»  hijo, 
íen  nombre  del  Cásar  CarloA) 
el  Marquís  que  tamo  "s  quiso; 
pues  os  Itaitia  d  Presidente, 
pues  todos  os  lo  pedimos; 
que  yo  en  fe  de  lo  que  os  amo. 
y  lo  que  ofrezco  serviros, 
sin  esperar  la  respuesta, 
voy  á  dar  i  los  amigos 
la  nueva  de  vuestra  entrada; 
pues  si  lo  contrarío  añrmo. 
vituperándoos  de  ingrato 
dartis  á  guerras  motivos.   iVatt.} 

ESCENA  m 

'HCKM.  mtnot  C«)tA*AMt. 

GoNiaLo.  Suhrina,  no  han  de  poder 
las  persuasiones  conmi^, 
más  que  el  valor  que  profeso, 
más  que  la  lealtad  que  eslimo. 
Mientras  el  Emperador 
no  derogare  el  dominio 
que,  en  dailo  de  mi  derecho, 
han  negociado  validos 
para  Blasco  Núficj-  Vela, 
i  Las  Charcas  me  reiiro, 
donde  en  quietud  y  descanso 
saldré  de  «ios  labctmtos. 
Id  vos  á  Lima  (seAorat. 
pues  bastarán  los  hechizos 
de  vuestras  tierrus  palabras, 
de  vuMtros  ojos  benignos, 
para  suavitar  rijfores; 
y  haqan  los  ciclos  pro[»cios 
las  parles  de  nuestro  amor, 
para  que  el  nombre  de  tío 
meforado  en  el  de  esposo, 
podamos  Tos  dos  unidos 
lograr  en  tálamo  casto 
d^eos  que  duren  siglos. 

ESCENA  X 

MsKAUK  Venganzas,  que  á  deslealiadcs 
den  escarmiento  y  castigo, 
verás  (Ingraio)  primero 
en  mi  agravio  y  en  lu  olvido. 
jAh,  inconstantcl  jHsios  engaRot 
son  de  la  nobleza  dignos. 
que  injustamente  blnsunas, 
lan  fácil  yo  en  admitirlos^ 


568 


AMAZONAS  ES  LA  INDIA 


jKs  blakún  de  cabilteroi 
el  prometer,  femcnlidos, 
correspondencias  amiini«s 
butlandu  pwhos  sencillos^ 
^Ait  iX  cuinpU'ii  palabras? 
¿Asi  se  estiman  suipiros? 
¿Ail  se  sueltan  empeños? 
;All  se  pa^an  hospKios^ 
f>ucí  en  mt  (aror  ios  hades, 
en  mi  venttanr.a  lo&signoSt 
en  mi  amparo  las  c^lrrllat. 
en  mi  abono  lo^  auspicios, 
con  don  Fernando,  tu  hermano, 
celebrarán  rcjtocíjos 
\a^  bodas,  que  no  mereces, 
porque  él  vulamente  es  digno 
de  ser  de  tu  liamn  coposo, 
y  con  generosos  hijos 
resucitar  del  Marqufs 
los  lláganosos  prodigios. 
iPIegue  á  los  cielos,  mudable!... 
Martcs.  ^Paia  qué.  hermana,  pedimos 
lo  que  cDos  ya  A  cargo  tienen 
segiin  muestran  los  destinos? 
Ven,  que  amaneced  aurora. 
Y  vos,  grosero  mÍnistro,(yiTrl«uer««.> 
alcaide  de  ingratas  puertas, 
seguidme,  que  tü  mtagino 
vengar  d  «comed  i  míenlos. 

(Ctf>(Jrrfr una  are><t, )-  rutlan  iMtrtM 
I  todo  tlpal&t.) 

TuKUE*.  jMadre  de  Dios!  |Jtsucristol 

iQiw  me  arrebatan  los  diabloSi 
que  me  desoreja  uo  ^rifo, 
que  me  encaraman  stn  alas, 
q^ue  si  del  aiic  desl:Ko, 
cttn  Contadores  de  Hacienda 
no  han  de  sumar  mis  aflicosl 
FnaKCis.  jVíl^ame  el  cielol  ,Qué  es  estoí" 
Go4i2k LO, Sobrina,  fuerza  de  hcchiios; 
que  en  csU  tierra  el  demonio 
Con  esto  engalla  i  los  indios. 


JORNADA  TERCEKA 


ESCKNA  PRIMERA 

Quien  por  falla  de  experiencia 
hoye  las  felicidades 

Jue  ofrecen  las  soledades 
la  vida  )'  la  conciencia, 
venga  i  aprender  este  cicada 
en  mi  sabrosa  quietud, 
y  hallará  aquí  I  la  virtud, 
tan  segura  da  temores 
que,  coronada  de  llora, 
le  conservo  la  salud. 
Después  que  envainé  el  acero 
y  el  arnés  troqué  en  gabin, 
si  primero  capitin 
ya  en  mi  quinta  lardinerOi 


lloro  del  tiempo  primero 
la  juventud  malograda, 
y  sé  que  en  la  aventajada 
vida  de  esia  profesión, 
Dios  á  Adán  dio  el  azadón 
y  el  vicio  á  Nemlirol  In  espada. 
Dichoso  el  que  no  hace  cmso 
de  lo  que  no  neceiiía, 
y  á  Orígenes  imiu 
quebrando  en  la  fuente  el  vaso. 
Si  etii  tan  cerca  el  ocaso 
humano  que  é  penas  siente 
la  disiancu  de  su  oriente, 
¿quién  es  de  tan  poco  aviso 
que,  Bojeando  lo  prociso, 
anhela  to  impertinente? 
Esoberbeaca  monarcas 
el  oro(alma  de  un  abismo) 
que  yo  lo  soy  de  mi  mismo 
en  la  quietud  de  Las  Charcas. 
Guarde  el  avaro  en  sus  arcas 
tantas  birras  como  penas, 
que  mientras  naufraga  arenas 
yo  en  mis  seguros  paises, 
gozo  el  oro  en  alelises 
y  la  plata  en  azucenas. 

ESCENA  li 


iHeii»  y  TuMvaao» 


TaNii;u). 

GOKZALO. 

Taioi.'Ka. 


l(ro.>  lAyt 
¿Que  es  e 


Gonzalo 
TaiotiSM. 


OOMEAI.O. 

T«Mii,'ía. 


Gomia  ix>. 
Taioitüa. 


esto? 

Si  fué  pulla, 
trabajoso  de  ella  escapo. 
iAyl 

¿Quién  se  lamenta? 

tín  sapo.l 
que  no  ha  mucho  que  fué  grulla. 
¡Oh.biuja  prccipiíantcl 
¡trola  nubes,  saltamontes! 
Si  no  hay  picaros  Faelontes 
¿que  te  hi2u  un  pobre  ignórame, 
sargento  de  mocnüleros, 
aguilucho  en  el  amigo, 
pard  darme  salto  en  vago 
desde  tas  nubes? 

iTrijtuetosl 
Oye  V  no  me  triguences, 
pues  ves  cual  estoy  por  li; 
privanza  de  soplos  fui, 

Í'a  íor  remacha  narres. 
'IMS  bien  ¿qué  te  ha  sucedido? 
jPue^  bien  dices?  Di  pues  mal. 
Aquella  que  al  tribunal 
inquisidor  ha  ofendido; 
plcgueáüiosqucaniesdcunCr 
obispa  eo  Curozaln, 
la  absuelva  de  volatín 
el  brasero  de  Toledo, 
llevándome  en  un  momeato 
por  una  oreja  volando, 
V  conmi^  registrando 
los  abanillos  del  viento, 
omi)  SI  hiciera  calor, 
me  traslada  un  diablo  en  popa 
á  su  tierra,  que  en  la  ropa 


^^^^p                                                                                               SC9      ^_^l 

^^H         le  parecí  borrador; 

E&CENA                                 '^^1 

^^H          jr  en  etla  (aunque  de  rodlDu 

Satín  il  CarrTAn  Almimihah.  Cuuv4>*t.  )■  ofrui.      ^^^^H 

^^H           miíCTicoidia  pedi) 

^^H          en  un  invuiiiu  me  \ 

ALNBNn.  Aceptará  don  Gonzalo                        ^^^^^ 

^^H          Mntenciadu  k  albo  ndijíuil  las. 

el  gobierno  y  la  defensa                         ^^^^H 
de  los  recinós  del  Cuzco                       ^^^^| 

^^^^^_    P«irccin6ino  su  hermma. 

^^^^^H  <dc  quien  diz  qufcfcs  galán). 
^^^^B  que  quien  bien  quiere  áBelirin, 

>  el  Perú  que  te  respeta;                       ^^^H 
0  cuando  lo  rehusare                        ^^^^^| 

^^^f         etcétera,  y  más  humana 

habrá  de  hacer  la  violencia             ^^^^^^M 

^^H           me  dio  (con  nrco  y  saetas) 

lo  que  no  la                                  ^^^^^^^| 
obligindote  la  fuerza.                       ^^^^H 

^^H          la  (utura  sucesión. 

^^H          pnt  lo  menos  de  Amaxón 

l.lefpd  V  bablémoslc  todos.                ^^^^H 

^^H           qiiiíA  por  verme  sin  lelas. 

GoKZALo.Senor Capitán  Almendras,                  ^^^H 

^^^1           Un  met  estuve  con  ell». 

seAor  Maese  de  Campo,                        ^^^^| 

^^H          y  no  s¿  si  mit  delitos 

¿qué  hay  en  que  servirlos  puedan          ^^^H 

^^H          Us  dibujó  amaiondtos, 

,'quc  se  ofreced  «¡qué  me  mandan?              ^^M 

^^K          pero  no,  que  &on  doncellas: 

Ca>avaj.  (Cuerpo  de  ynii  con  la  Ilemal                      ^H 

^^H          V  al  cabo  de  41  me  despacha 

¿Sembrando  agora  achicorias                   ^^M 

^^H         la  Heina  por  mandadero 

Y  cunrdando  berenienas?                   ^^^^M 
HoTUlícen  ermitaños                          ^^^^^ 

^^^1          de  &u  amor;  no  mis  grosero 

^^H          que  es  la  mhs  linda  muchacha 

que  comen  no  más  que  hierbas,           ^^^^H 

^^H           que  en  d  Perú  pue^ic-  hallarse. 

}  no  usurpe  esc  ejercicio                     ^^^^^t 

^^H          Su  reino  lodo  te  oftccc, 

vuesa  merced  á  poetas,                  -,    ^I^^^^H 

^^H           V  si  su  amor  se  agradece 

que  (raíanles  en  legumbres              "'^^^^^1 

^^H          furadcsamazonarse. 

pintan  llores,  plantan  huertas,            ^^^^H 

^^H           l'cro  si  no,  le  amonesta 

salir  de  Pancayas                     ^^^^| 

^^^1           que  no  des  crédito  á  ami|;os, 

Bastan  musas  verduleras.                      ^^^^H 
Estásc  abrasando  el  mundo.               ^^^^H 

^^H          porque  lancrienios  castigos 
^^H           a  vtl  fortuna  te  apresta; 

porque  el  Virrey  nos  le  quema,            ^^^^H 

^^H          y  si  te  vueke  la  espalda 

.jy  cntrctiénese  en  lechugas?                ^^^B 

^^H           debes  temblar  sus  agüeros, 

f'eio  hace  bien,  que  son  frescas.          ^^^^| 
GoNSALO.Amigo  Caravajaf:                               ^^^^H 

^^^B           porque  mil  diablos  caseros 

^^H          son  sus  perrillos  de  falda. 

yo  escogí—                                        ^^^H 

^^^P           Volvía  á  Bsiimc  de  la  oreja 

Cakavai.                    .Mas  que  me  alega            ^^^H 

^^H          ta  bruja,  jr  en  su  jornada 

Kinperidoftfi  -órnanos,                      ^^^^H 

^^H          serví  al  aire  de  arracada. 

que  arrimaron  las  diademas            ^^^^^^H 

^^H            hasta  que  caer  Tne  deja 

por  ingerir  bergamotas,                   ^^^^^^H 

^^H           después  de  ponerme  en  ñl 

en  ^í^perO!.  en  berzas,           ^^^^^^^| 

^^H           de  este  sitio,  siendo  en  él 

menospreciando  coturnos              ^^^^^^^ 

^^^           ó  murciégalo  Luzbel 

por       cesiiliu  de  brevas.             ^^^^^^^ 
Pues  escuche  lo  que  pasa.             ^^^^^^| 

ó  cernícalo  albftñil. 

CoNZALo.  Quien  de  hechiceras  se  fia 

Capitán,  dadle  voscttcnta             ^^^^^H 

sale,  cual  tú,  escarmentado. 

de  0  que  está  á  rucsico  cargo             ^^^^H 

Tu  musa.  A  caer  en  empedrado 

V  el  cabildf)  os  encomienda.                 ^^^^H 

medraba  mi  legacía: 

AtHENU,  La  imperial  ciudad  del  Cuzco,            ^^^^H 

mas  que  te  guardes  te  advierte 

de  lodo  el  Perú  cabeza.                        ^^^^H 

tu  amazona  damisela. 

y  por  sus  procuradores                        ^^^^H 

de  este  lílflíco  Núíleí  Vela 

olra^  tres  juntas  con  ella,                    ^^^^^| 
que  son:  Guamanga,  Arequipa           ^^^^H 

que  solicita  tu  muerte, 

y  en  causa  tan  peligrosa 

y  Chuquisaca.  resueltas                       ^^^^H 

te  desea  apercibido. 

de  no  admitir      Virrey                      ^^^^H 

GoMíat.0.  ^  Por  qué,  si  no  le  he  ofendido^ 

que  dicen  que  A  Lima  llega,                 ^^^^H 

Ni  de  la  vida  dichosa 

por  su  embajador  me  envían,            ^^^H 

que  ha  feriado  i  mi  sosiego 

mandándome  que  os  advierta             ^^^^H 

esta  alegre  soledad 

obligKÍones  que  os  corren,                ^^^^H 

en  su  dutcc  amenidad. 

pues  somos  hechuras  vuestras.          ^^^^H 
Vos,  primer  conquistador,                 ^^^^H 

^^^             podrá  el  apetito  ciego 

^^H           (que  ambición  el  cuerdo  llama) 

con  cuya  sangre  y  hacienda                 ^^^^| 

^^H           sacarme  (gozoso  en  ella). 

y  la  de  vuestros  hermanos                 ^^^^| 
habéis  ganado  á  la  Iglesia                   ^^^^| 
más  remos,  provinc^s  más                ^^^^M 

^^H           no  obligándome  á  perdella, 

^^^L^^    mí  ky,  tai  Rey  y  mi  fama. 

^^^^^^^ 

que  tiene  en  Castilla  el  César,            ^^^H 

^^^^^^B 

(cuando  no  villas)  ciudades,               ^^^H 

^^^^^B 

reduciéndole  mil  l^uas                       ^^^^H 

^^^^^^B 

las  más  ricas  de  esie  polo.                    ^^^^| 

^^^^^^H 

Vos,  á  quien  solo  venera                      ^^^^| 

1 

el  Perii,  por  sucesor                           ^^^^| 

^^^^        570                                                     AMAZONAS          LA  iKotA                                                    ^^^| 

^^^^1               d<M  grtn  Mifqués.  j  «1  quMín  deH> 

No  han  de  bastar  ivive  Diosl      ^^k 

^^^^V                d  ci>l>Íerno  <l«  i-sio«  orbes. 

i  destemplar  mi  paciencia             ^H 

^^^^H                CQ  vi  f  lid  de  l'i  .-¡iw  ordena 

del  Virrey  las  amenazas,                ^H 

^^^^^L               >■  í^itl-)  Rcitl,  qu«  US  llama 

de  mis  añiiitos  las  quejas.            ^H 

^^^^^H                   la  (tif¡nidi'1  tiipremii 

del  Perú  lax  inquietudes.               ^H 

^^^^^V               iJl-  eita  cau  Monarijuu 

U  perdida  de  mi  hacienda.            ^H 

^^^^^K                 por  toda  la  vida  vucMra; 

el  nn  premiar  mis  servicios          ^H 

^^^^H                        en  «feclo.  i  q'iicn  lixa 

ni  el  no  estimar  mi  nobleza.        ^H 

^^^^^L                el  coriMfvar  la  nobleza 

T'es  cosas  soU^  podrían              ^H 

^^^^^B                de  Untos  conquisiadoret 

f'.r^tarmc  k  olvidar  la  quieta  ^^H 

^^^^H               que  os  iuvi«fún  en  la  guerra 

relioiLid  d«  ctios  campos       ^^^H 

^^^^B               por  caudillo,     en  la  pai 

donde  mi  paz  se  conserva,      ^^^H 

^^^^K                limitadamente  promiaa 

que  son:  el  celu  debido                  ^^| 

^^^^^b                por  solamente  dos  vidas 

a  la  ley.  que  en  esta  iierr*           ^H 

^^^^^1                 haiañsi  de  (ama  eterna: 

por  nosotros  dilatada                     ^H 

^^^^H                 vos.  viciortoso  Pizarro. 

i  un  tíio*  eietnf  conliesa;      ^^^H 

^^^^H                 e  taxón  que  á  la  violencia 

el  defender  con  la  vida           ^^^H 

^^^^H               del  Virrey  os  oponffiis. 

i  mi  rey.  hasta  perderla        ^^^H 

^^^^H               Gobernadof     cabeu 

y  el  no  permitir  desdoros        ^^^B 

^^^^1                por  el  Rey  de  esta  corona. 

Óue  mi  honor  v  fama  ofendan.     ^H 

^^^^^L              y  por  las  ciudad»  mesmas 
^^^^^B             Cenernl  procurador, 

Cipitsnes  tiene  el  Cuzco               ^H 

que  si  el  Virrey  no  s*-  templa        ^M 

^^^^Hp               hacicrxlQ  instancia  poi  ellas 

pud'iín.  sin  mí,  reducirte              ^H 

^^^^H                 en  que  el  Virrey  se  dcsiiía 

con  respeto  y  con  prudencia.        ^H 

^^^^^B                  del  carino,  que  en  vuestra  ofensa 

Ochenta  conquistadores                ^H 

^^^^H                 las  posesMines  usurpa. 

son  sus  vecinos;  de  ochenU          ^H 

^^^^H  .              hasta  que  Espsfla  resuelva 

cahalleros  é  hijosdalgo,                 ^H 

^^^^H                 dudas  tan  onmaraAadas, 

escoian  uno  en  quien  puedan       ^H 

^^^^H                  y  vuestros  amigos  KCpao 

estribar  sus  esperanzas,                  ^H 

^^^^^B                   por  qué  delito  0«  derOKa 

pues  cada  cunl  tiene  prendas         ^H 

^^^^H'                el  Rey  las  meruolex  hechas. 

dianas  ttc  Caritos  mayores;             ^H 

^^^^V                  Armas  las  cuatro  ciudades 

_               V  esto  les  dad  por  repuesta,         ^H 

^^^^K                os  ofrecen,  y  á  su  cspcoss 

CARAvai.¿py„  q„¿  ley^  qu¿  rey.  qué  fnin^H 

^^^^^b               hasta  Quinientas  soldados 
^^^^^B                 que  del  ríttor  nos  defiendan 

su  conservaciún  no  arries|{a          ^H 

Si  pusilánime  ahora                      ^H 

^^^^^B                 con  que  el  Virrey  amcoaxa 

rehusas  el  defenderla.^                    ^H 

^^^^^H                 á  cuantos  le  instan  v  aprietan 

No«Stra  lev  (^-uyos  principios        ^H 

^^^^^H                 en  que  la  súplica  admita 

saben  los  íiubos  apenas^,               ^H 

^^^^^B                 que  hace  osle  reino  &  su  alteza. 
^^^^^B                Esto  es  á  lo  que  he  venido: 

^podri  en  «Dos  s«(  durable           ^H 
Si  en  su  libertad  Ici  dejan,            ^H 

^^^^^B               pues  para  tan  justa  empresa 

aun  viviendo  encomendados         ^H 

^^^^H                por  podre  el  Peni  os  escoge^ 

i  españoles  (que  refrenan              ^H 

^^^^H[                sos  ciudades  os  alientan. 

su  supcrsiictán  anti;iua                  ^H 

^^^^^B               sus  españoles  oa  llamao. 

V  nuestra  fe  les  ensenan)^             ^H 

^^^^H|                 sus  caballeros  os  ruegan, 

nukcan  de  nuche  lis  f{iiaC«s,         ^H 

^^^^^P  '              sus  Soldados  os  suplican 

•j  entre  los  riscos  y  cuevas           ^M 
1      tdótaiias  sacriñcan                        ^H 

^^^^^                  V  vuestra  piedad  os  fuerza. 

^^•^  Comíalo. ([^Bplian es  valerosos; 

\     i  los  brutos  y  í  las  pdedrai.          |H| 

^^^^^^                 puesto  que  de  la  aspereza 

jQuf  harán,  pues,  cuantío  le*  fufVi 

los  dueAos  A  quien  respetan, 

y  con  libertad  daftusa                    ^^ 

^^^^^P                 con  que  et  Virrey  ejecuta 

^^^^^V               leyes  que  la  pai  inquietan. 

^^^^^M                 me  quepa  la  mayor  parte. 

ejerciten  (UH  blasfemias?                ^H 

^^^^^B               y  que  agradecido  os  deba. 

l.uego.  si  el  virrey  nos  quila        ^H 

^^^^^1               conrto  i  hermanos  en       armas. 

su  adi»ini>tracián.  ^a  queda         ^H 

^^^^H                 morir  en  vuestra  defensa. 

destruklscn  el  Perú                      ^H 

^^^^H                 no  han  de  alterar  persuasiones 

la  lev  que  á  Cristo  venera.            ^H 

^^^^^B                 en  mi,  la  justa  obediencia 

Tanibiín  al  rey  se  le  sirve            ^H 

^^^^^H                 que  debo  al  Rey.  mi  señor. 

(mientras  que  no  te  obedezcan     ^H 

^^^^^B                 aunque  por  citó  me  pierda. 

por  nuestro  Kobernador)               ^H 

^^^^^B               Despachados  tengo  i¡  Kspafía 

si  la  provis^6n  presentas                ^H 

^^^^^H                 procuradores  que  adviertan 

que  el  Marquísten  nombre  Suyo^H 

^^^^^F                 al  i'jhv.  de  mi  justicia; 

hizo  en  ti,  pues  fui  primera         ^H 

^^^^K^                 i  inienur.  antes  que  vuelvan, 

que  la  que  trae  Blasco  .SúíJet,     ^H 

^^^^^h                  resistir  sus  ordenanzas. 

adquirida  con  cautelas.                ^H 

^^^^^H                  serA  ocasionar  las  ten^iuas 

Nombrados  los  dos  esUrs            ^H 

^^^^^H                 de  envidiosos  v  cneniieos 

con  una  autoridad  mcsma:          ^H 

^^^^^B  '              que  contra  mí  al  rey  alteran. 

iX  por  tiempo  limitado,                ^H 

JOR.NADA   TERCERA 


lit  por  conce&ión  perpetua, 
<|ue  dure  lo  que  tu  vida. 
¿Tcndri  icssu  menos  luciza 
en  li  U  Cédula  í^ca! 
que  la  que  el  Virrcv  «lega? 
Decir  que  si,  e»  ígnoranda; 
tucfio  quien  fuete  contra  ella 
rebelde  al  Rey  que  teelbfte 
harl  1  su  palabra  orensa. 
Cien  mil  csstclUno&deora 
del  tisco  y  la  real  Hacieoda 
que  embarcó  Vaca  dcCasiro 
para  servido  del  Cfsar, 
desperdició  Blasco  NúiVci 
(sin  permisión  de  le  Audiencia) 
en  artnak  que  contra  ti 
dice  In  fama  que  apretra. 
Doce  mil  y  míi  ducados 
gast6  de  e^tos  en  cuarenta 
machos  que  á  sus  deudos  compra 
porque  i  tus  amigos  prendan, 
juzga  si  á  &u  rey  de^rvt 

Suien  le  defrauda  sus  rentas, 
quf  raldrin  las  Coronas 
ÍIos  Imperios  sin  clfas. 
ebeldeal  C¿sar  te  llama 
Ícomo  tal  te  condena, 
Instancia  de  los  de  Almagro, 
á  corlarte  la  cabera. 
De  Limí  mandó  sacar, 
con  indiana  inadverteacia, 
i  tu  inocente  sobrina, 
y  i  vista  del  puerto  presa 
con  guardas  en  una  nave. 
Lúx  oidores  menosprecia, 
porque  los  riesgos  le  intiman 
4ue  tan  ilustre  doncella 
y  ocasionada  hermosura 
corre,  dejándola  expuesta 
entre  marineros  libres 
A  ia  atrevida  torpeza. 
Si  dudas  de  estas  verdades, 
no  dc^  crédito  i  la  lengua, 
pero  dásele  á  Citas  cartas. 
GoNtAt.0. Cesa, queme  matas, cesa. 
¿Doña  Francisca  Pliarro? 
¿Doña  Francisca?  ¿Y  que  en  ella 
un  caballero  ejecute 
ileiaites  de  su  nobkíaf 
jPtcsfl  en  lámar  mi  sobrina? 
¿Por  quí  culpa  y  i  quí  presa? 
¿Por  qu¿  en  la  mar,  si  culpada? 
¿Que  aún  no  mereció  en  la  tierra 
que  le  conquistó  su  padre, 
que  sus  abuelos  pudieran 
dejarla  como  munarca 
CR  (c  de  ser  su  heredera? 
¿El  sol  de  su  honestidad 
entre  las  viles  tinieblas 
de  atrevimientos  soldados? 
¿Al  quí  dirán  de  las  lenguas? 
¿Guindo  pecó  la  ignorjncia? 
¿Cuándo  agravió  la  inocencia? 
¿Cuándo  enojó  la  virtud? 
¿Cuándo  ofendió  U  belleza? 
¿No  ubliguian  cortesías 
por  mujer,  cuando  ofendiera? 


57t 

¿Por  noble,  cuando  af  ravltra, 
y  cuando  todo,  por  bella? 
¿Yo  sin  honra,  mi  PraiKÍsca 
ocasionada  i  la  afrenta? 

ÍLs  ley  de  Dios  profanada, 
riesgo  del  rey  U  hacienda? 
¿Y  yo  Kobcfnador  suyo? 
¡No,  cielos!  No  vida  quieta, 
no  retiros  agradables. 
no  soledades  amenas. 
Sin  retornos  mis  servicios, 
vaya;  sin  Indios  ni  rentas, 
mis  heiidas  y  trabajos 
jqué  impona  cuando  se  pierdan? 
Pero.  ¿Sin  fama,  sin  hoora, 
i  peligro  la  limpieza 
de  mi  inoccnic  sobrina 
V  que  por  ella  no  vuelva? 
Vituperáramc  el  mundo. 
A  Dios  apacibles  selvas, 
valles  siempre  sosegados, 
quintas  floridas  y  frescas; 
que  ya  será  cobardía 
lo  que  hasta  agora  prudencia. 
iToca  al  arma,  marcha  al  Cuíco! 
iMuera  el  ocio;  [Viva  c|  C¿s«r! 


ESCENA  !V 
SaU  «I  CapiTAM  lloraioM.— UioiKi*. 

HiNOlosa. 
Aguarde  vueseflona: 
oirá  las  alegreí  nuevas 
que  me  ocasionan  i  darle 
este  (¡lulo,  en  que  muestra 
la  razón  y  la  justicia 
sus  hazañas  y  rinei:a>. 
|Oialá  se  le  conmute 
el  Rey  en  el  de  Excelencia! 
Llegaron  del  Virrey  A  extremo  tanto 
las  siempre  aborrecibles  dcsiem  plan  zas. 

Juc  en  menosprecio  se  trocó  el  espanto 
!  sus  severas  leyes  y  ordenanzas. 
No  ludo  celo  (si  es  supírfluo)  es  santo, 
ni  cordura  atajar  las  esperanzas 
del  pueblo,  pues  por  mis  que  el  juex  prestima 
suma  justicia,  es  injusticia  suma. 
Mientras  que  Urna  recibir  procura 
al  Virrey,  en  el  valle  y  su  distrito 
(que  intitulan  los  Indios  Hubahura) 
un  mote  halló  sobre  una  puerta  escrito: 
Imprenta  es  In  pared  de  la  locura 
y  el  carbón,  pluma  y  tinta  del  delito. 
Juzgad  si  es  imprudente  el  que  se  afrenta 
de  motes  en  paredes  de  una  venta. 
Leyó,  pues,  en  el  Tambo  estas  razones: 
«Aquien  viniere  A  echarme  de  mi  casa 
echaré  yo  del  mundo;  y  dló  ocasiones 
esta  desenvoltura  al  mal  que  pasa; 
pues,  como  engendran  l'ue^o  los  carbones, 
tanto  al  Virrey  encienden,  que  se  abrasa 
y  á  Antonio  de  .Solar,  dueilodel  Valle, 
manda,  en  lle||ando  i  i.ima,  aprñionalle. 
:>in  más  indicios,  pues,  que  ver  el  mote 
en  la  pared,  aunque  el  autor  se  lunura, 
manda  que  le  comiese  un  sacerdote, 


573 


AMAZONA     KS  LA   IKDIA 


pof^ue  ha  üc  ajusiiciarlc  dciiiro  uiM  hott; 
s«nlc.icialc  rI  insiHnie  í  dar  garrote, 
)'  suni)uc  iDoccntc  %cd¡%>:\ilp»  j  llort, 
y  no  h»y  conita  el  t<:s[i>|g«  ni  proceso, 
la  C)ccui:ióit  se  notitica  .al  pre^o. 
Alborotóse  el  pueblo,  (porque  en  l.ima 
era  ette  hidal^io  lutlamenie  amado;) 
Ib  nobleza  piadosa  se  lasiima, 
y  cada  cual  le  úrve  de  abogado: 
coniiue  el  Virrey  (temlcodu  no  l«  oprima 
la  plebe  amotinada)  mds  templado 
que  «lié  en  un  caUbo/o.  al  ñn  ordena, 
con  espous,  con  grillos  y  cadena. 
En  (tos  mesef  sufnó  mii  de  rigores, 

tior  mis  que  libertarle  solicita 
a  pkdid  de  inftmlos  valedores; 
mas  era  la  crueldad  mas  inliniíR, 
basta  que  se  valió  de  los  oidores 

auc  le  mandan  solur  en  la  visita 
onde  se  pre«ni6.  porque  no  hallaron 
aún  sombra  del  i-rror  que  k  imputaron. 
Sintiólo  BlaiiCn  Núñex  sumamente, 
enemisiado  ya  con  el  Audiencia: 
prendió  á  Vaca  de  Castro  i'residenic 
Mn  dalle  cargos  jbdibara  violencia! 
Y  porque  le  aliurtc/ca  mis  la  gente 
al  Kactor  Illin  ¡xtáivi,  su  impaciencia 
mató  una  noche  por  sus  mismas  manos, 
temecidaid  horrible,  aún  de  liranot. 
A  unos  negros,  después,  de  noche  obliga 
que  vciiido  le  enticrren  y  en  secreto. 
Süpotu  la  ciudad,  ya  su  enemiga; 

[alborotada  le  perdió  el  respeto, 
a  Audiencia  Real,  prudente,  los  mitiga, 
y  recelando  el  peligroso  aptieio, 
prendieron  al  virrey  (que  de  otra  >uertc 
no  hay  duda  que  le  diera  el  pueblo  muerte.) 
Formáronle  proceso  los  Oidores, 
sacando  del  sepulcro  otra  mañana 
al  difunto  Factor,  que  causó  horrores 
al  pecho,  de  piedad  menos  humana. 
EnicrrAionie  ocuiío  los  rigores, 
envueluí  en  una  capa,  que  de  grana, 
pronosticarle  su  desdicha  intenta, 
pues  husla  la  mortaja  fui*  sangrienta. 
Vuílvenle  i  sepultar,  con  sentimiento 
y  pompa  funeral,  y  luego  in/an 

JIM  se  embarque  el  Virrey,  pues  que  violento 
muerte  sus  rígorcN  le  amenazan, 
y  surcando  el  cristal  la  leve  quilla, 
preso  el  Virrey  le  llevan  á  Castilla. 
Los  Oidores,  después.  Ciudad  y  Audiencia, 
en  virtud  del  derecho  que  te  ampara, 
gobernador  te  nombran  en  su  ausencia: 
prudente  acción  de  tu  lusticia  clara. 
Asegure  peligros  tu  asistencia; 
temple  contjoias  tu  apacible  cara; 
paga  la  voluntad  de  quien  le  estima 
y  el  cargo  admite  que  ic  ofrece  Urna. 
Gonzalo. 

Sí  alientan  los  Oidores  mi  derecho, 
^qu¿  hay  que  esperar?  Marchemos,  pues,  ami- 
y  de  la  fe  j  lealtad  que  csii  en  mi  pecho       [got 
con  Dkw  y  con  el  Rey  seréis  testigos. 

Cakavaml. 
Uasuote^  pruebas,  gran  Gómalo,  has  btcbo. 


Gastaos  se  remedian  con  cuiiftos: 
pague  el  Virrey  los  suyos  en  !.« paAa. 

OOKÜALO. 

Marcha  i  Lima,  salgamos  en  campaña.  (Van**.)] 

ESCENA  V 
Saltn  MAiiTEiiAxM*iiU4r>ecia  arnaiÁ  toamSfiMkhl 

Mkkaup.  Morir,  Martesin,  morir 
ó  librar  i  don  (ionzalo: 
mi  amor  á  su  estrella  i^unlo. 
Si  le  puedo  reducir 
i  oue  mis  consejos  siga, 
V  de  estos  reinos  se  ausente, 
ios  pronósticos  desniicni« 
de  la  Tonoaft  enemiga. 
Pero  sí  no  admite  avisos 
y  obedece  al  hado  cruel, 
nortf  matando  con  el 
son  los  medios  más  precisos 
que  mi  triste  suerte  escoje. 
bsta  es  mi  resolución. 

MAttTES.  Ponerla  en  ejecución, 

(perdóname  aunque  le  enoje) 
ha  de  aprovechar  tan  poco, 
que  en  vez  de  obligar  tu  amante, 
A  (US  consejos  diamante 

Íá  mis  persuasiones  loco, 
a  de  apresurar  su  muerte. 
Pero  aunque  esto  es  infalible, 
yo  hatú  por  ti  lo  posible; 
patrocínete  la  suerte, 
y  á  tu  amor  agradecido, 
tu  amante  se  guie  por  m!. 
El  que  ves  que  sale  aquí 
de  ejército  apercibido, 
es  aquel  Caravajal 
á  cuyo  esfuerzo  y  valor 
desde  el  pourer  Dictador 
no  le  tuvo  el  mundo  iuual. 
El  Virrey  que  preso  i  Espafisj 
surcaba  eso  golfo  frío, 
por  su  mal,  con  el  navio 
se  alio,  {su  pasión  le  engaita) 
y  en  Tumbcz  tomando  puerto, 
de  Trujillo  y  San  Miguel 
juntó  la  gente,  que  fiel 
(como  nu  sabe  de  cierto 
la  acción  que  al  gobierno  tiene 
tu  amante,  y  que  los  oidores, 
por  atajar  los  rigores 
con  que  Blasco  Núflez  vieoe, 
gobernador  te  han  nombrado) 
como  cspaftolei  de  ley, 
quícren  seguir  al  Virrey, 
y  la  obevtiencia  le  han  dado. 
Contra  el,  pues,  Caravajal 
desde  l.ima  apercibido 
i  deshacerle  na  venido, 
y  de  éste  (por  ser  leal 
valiente  y  sabio}  se  fia 
don  (ionzalo.  Sí  yo  hiciese 

aue  mis  convejos  siguiese, 
íscreio  persuadirla 
i  lu  amante  que  dejase 


^^^^^^^^^^^^^^F 

^^^^F         S73    ^^^H 

^^H            el  Perú  en  eiu  ocaii¿n 

don  Gonzalo  ha  de  lle^to^                ^^^^| 

^^H             y  ta  Due>ira  fíriil  refíiún 

maítana  A  nuestra  presencia:            ^^^^H 

^^H             esposo  iu)'o  reinase. 

no  se  nos  lleve  la  gloria                    ^^^^^| 

^^B            Quiero  vo  k  Caravajal 

de  tan  honroso  laurel,                 ^^^^^^| 

^^H            algo  mas  de  lo  posible. 

pues  ginindole  sin  él                 ^^^^^^| 

^^^1              pof  lo  soldado  invencible, 

será  nuestra  la  victoria.              ^^^^^^| 

^^H              por  lo  cnircicnido  sal; 

To;ne  refresco  la  gente                   ^^^^H 

^^^^              pcrOi  es  de  modo  arrojado 

y  bigamos                                  ^^^^^^^ 

^^^^            que  ú  da  en  aborrecerme, 

porque  perdido  este                      ^^^^^^| 

^^H            ni  hechiios  han  de  valcrmc 

es  nuestro  dai^o  evidente.             ^^^^^^| 

^^H            ni  todo  cuanto  he  estudiado. 

AiMCSD.  No  loes  menos  cl  no  dar,                 ^^^^H 

^^H              Pero  xi  quitiexe  Dios 

Ca^iava;.  Ya  ube  mi  condición:                       ^^^^H 

^^^B            llevarlos  ¿  nuesin  Ijerra, 

pues  propuso  su  razón,                        ^^H 

^^^            sin  que  amor  nos  ha^  KUCfra 
tendremos  quietud  jas  cfós. 

obedecer  y  cellar                                      ^^| 

es  lo  que  ahora  le  toca.                            ^^| 

MesAL.    |Ay  caía  hermana!  si  en  1i 

AuiiKNn.  SI,  mas  «"igo  que  me  obliga.               ^^^^| 

pusiese  tal  cllcacia. 

Caravai.  Capilin,  haga'  y  no  di^a,                    ^^^^H 

amor,  si  ic  diese  gracia... 

mds  manos  v  menos  boca.               <^^^^| 

MAiiTes.  Calla  y  retírate  á  aqui. 

(Vdu  Almcoilru-J^^^^H 

¡Vive  Dios!  que  he  de  akdnzarle              ^^1 

esta  noche,  y  deshacerle.                  ^^^^| 

ESCENA  VI 

Acabemos  con  este  hombre.            ^^^^H 

Sattti  ChUVAiix  y  ti  Ci,ntia  Ai.H«HliM>.-Dienot. 

^^^^1 

CAhAVAj.  Marchar,  seíiorn,  marchar; 

ESCENA                           ^^^^1 

[                     que  si  la  ocasi&n  perdemos 

MAIirMIA,CA»4TAJAl.>-ll»AUFa.                         ^^^^H 

L                    que  entre  las  manos  tenemos. 

^^^^^^^H 

1                    scri  difícil  de  bailar 

Maris.    Airado  español,  detente.                  ^^^H 

r                    oira  ve/. 

Cakavai.  jEn  desierto  v  tenudoras?              ^^^H 
Mas  que  IIcrhís  á  ofrecerme              ^^^^H 

Almeno.                Doscientas  Icí:u3s 

bas  corrido  en  scguiini<-iiio 

^piedras  por  pan?                               ^^^^| 

L                    de  Blasco  Núñcx:  aliento 
P                    pida  cl  campo,  date  ireguas 

Marte.                                .'Ale  conoces?          ^^^H 

Carava],  Los  diablos  y  las  mujeres                ^^^H 

siquiera  a!  cansancio,  undla. 

dicen  que  sois  de  una  ca&ta;               ^^^^H 

Cabavai.  Este  solo  que  nos  lleve 

y  aunque  serafín  pareces,                 ^^^H 

jL                     de  veniS)a,  hará  que  apruebe 

tendrás  diablescas  las  obras,            ^^^H 

V                   nuestro  átfto.  su  porna, 
^^H              Si  se  rorialcce  en  Quito 

si  engañosa  me  delieties                     ^^^^H 

en  favor  de  Blasco  NúAez.                 ^^^^| 

^^H            y  en  el  campo  reforzado 

^IVmde  te  he  visto?  ^Quién  eres?           ^^H 

^^H            nos  espera  dt^scansado, 

¿Qué  pides?  ¿Qué  se  te  antoja?                ^ 
que  todas  las  de  tu  especie 

^^H            «no  le  parece  delito, 
^^^1            di(tno  de  vituperar 

en  llegando  el  donativo 

^^H.            perder  CMa  coyuntura? 

vienen  para  mi  dt  rt^uitm. 

^^H            La  prestexa  y  U  ventura 

Sita  la  conedeCastilU                   ^^^m 

^^H            juntas  se  han  de  ejecutar. 

un  medio  ojo  me  embistiese;            ^^^^M 
y  por  ta  calle  Mayor,                       ^^^^^ 
(donde  son  sus  mercaderes                ^^^^H 

^^H            Acabemos  con  el  tema 

^^H             en  que  su  locura  ha  dado; 

^^H            la  Audiencia  le  ha  desterrado 

«eolio  de  toda  boUa,                         ^^^^| 

^^V             á  España;  sí  nuestra  llema 

sus  coches  nuestros  bajeles,                      ^^| 

^^P              la  victoria  nos  dilata 

que  en  cualquiera  tienda  encallan,     ^^^H 

esta  empresa  se  destruye. 

y  sus  nicifas  holandeses),                 ^^^^M 

Almkno.  Al  encinign  quchuye, 
L      Cakavaj.  Diri  la  puente  d«  p  ata. 

pudiírasme  eiecuiac                           ^^^^^M 

en  colonias,                                    ^^^^^| 

1                    Mas  no  huye  quien  se  retira 

guantes,  bindas,  rosas,  dijes,             ^^^^H 

0  mis  arriba  en                                   ^^^^H 

■■                      para  volver  animoso, 

If                     reforjado  y  poderoso. 

polleras,  ta^quiña.s,  naguas,              ^^^^| 

^^^            Quien  comodidades  mira 

y  lo  (jueestc  si^lo  teme                     ^^^^| 

^^B           (señor  Capitán)  no  sale 

en  C3|as  de  chocolate:                        ^^^^| 

^^H            con  hazaíta  de  provecho: 

que  para  que  desesperen                   ^^^^H 
ios  Piramos  en  vellón                               ^^M 

^^H            en  no  deíando  deshecho 

^^H            al  enemigo  .¡qué  vale 

(conforme  de  alli  me  advierten),        ^^^H 

^^^1            el  orden  de  ia  milicia? 

el  diablo  ínvenl6  i  Guaxaca,            ^^^^| 

^^H             Agora  que  nos  ampara 

Guatemalas  y  Campeches:               ^^^^| 

^^B            la  Audiencia  Real,  y  «ti  clara 

pues,  después  i}uc  se  conocen           ^^^^| 

^^H            por  nosotros  la  gusiicia, 
^^H             úftr^ta  la  dilisencla. 
^^^^^      Alarcber,  soldados,  marchar: 

en  nuestra  nación,  se  beben             ^^^H 

en  tres  jicaras,  tres  dapias,                 ^^^H 

den  escudos  en  dos  meses.             ^^^^H 

574 


AMAZONAS  ex  LA  ütlMA 


Pero  uut  íi  no  es  cuf  pidas 
<kl  modo  que  hTD  i  is  ucrpc, 
ó  Bkiíaoos,  ó  f;uavibaf> 
tolo  lengo  que  oirecene 
con  víjrcochoi  de  e^Cos  riscos, 
chocolates  de  estas  fuentes. 
Mautes.  Famoso  CAravaial, 

(que  si  asombres  por  valitoto 
deleitas  por  saionado. 
en  (i  quc  iodo  lo  vences). 
Yo  soy  iquella  Amaxona 

?u<  :ii  tuvo  dicha  en  vene, 
aé  infelice  en  attoraric, 
pues  sus  penas  no  agradeces. 
bé  los  riesgos  i  >^uc  el  liado 
le  lleva,  sí  que  te  atreves 
contra  el  cíelo  y  la  foriuna 
á  ha/aftas  que  íe  despeñen. 
Por  li  la  Reina,  mi  hermana, 
(cuyo  renombre  obedecen 
cuantas  naciones  distantes 
la  plata  liquida  betxn 
al  inmenso  MaraAón), 
dcjaiulo  tu  patria  r¿nil, 
aUs  de  los  vwntos  forma, 
para  que  sobre  ellos  vuele 
i  esta  fC^i^n  que  os  anuncia 
á  ti  y  i  su  amante,  en  bfevcs 
tiempos  tragedias  que  lloren 
los  si]}los  que  nos  suceden. 
Respétate  pur  amitio, 
don  Gonzalo,  con  ti  puedeo 
tus  conscjus  cuaniu  pides, 
tu  cñcao^a  cuanto  quieres. 
Redúcele  i  las  venturas 
que  k-s  cielos  le  prometen, 
si  dueAot  de  nuestra  pama 
y  noble  corrcspondKnte, 
al  amor  de  .Mcnalipc. 
nuestra  coruna  ennoblece 
para  blasón  de  tu  fama, 
que  se  eternice  en  sus  sienes, 

2ue,  SI  pur  tus  persuasiones 
las  estrellas  desmiente, 
que  triste  ña  le  amenazan, 
conquitlaré  feliimentc 
las  dos  márgenes  ocultas 
del  Mafañún,  dando  leyes 
i  cuantas  provincias  varias 
viven  sus  comarcas  verdes. 
Dctdt  las  sierras  de  t^utio 
hasta  dODde  sus  cuincnies 
con  el  Océano  luchan 
del  Norte,  que  se  las  bebe, 
mil  Iqiuas  y  más  le  aguardan 
tan  ricas,  que  son  perennes 
las  venas,  que  en  vei  de  sanftre, 
el  metal  monarca  vierten; 
tanta  plata  y  oro  esquilman 
los  Omaguas,  solamenic, 
que,  mayorazgo  del  sol 
goH  su  comarca  íinixi 
lantai  minas,  cuantos  riscos, 
conquistará  u  los  vence 
i  kufopa.  al  África,  al  mundo 
postrando  i  sus  plantas  reyes. 
Serás,  español  gallardo, 


si  su  condición  reb«lde 
ablandas,  i«Aor  del  orbe, 
regiones  hay  en  qtie  reines 
ignotas  hasta  aquí  al  mtindo, 
y  en  pac!  ¡icos  deleites 
dueAo  de  un  alma  serás 
ouc  como  á  Dios  te  venen. 
Mbkaup.  |Oh  si  contigo  bastasen! 

joh  si  en  tu  estima  valiesen 
(nuevo  t'ompeyo  de  España) 
lignmas,  (}u«htn  sidostempr* 
hechi2os  para  los  noblesl 
Si  las  que  vteno  te  mtteven, 
si  persuasiones  te  obligan, 
si  penas  te  compadecen, 
humilde  á  tus  pies  se  postra 
una  Reina,  á  quien  la  suertal 
y  el  amor  de  tu  caudillo 
rendida  á  sus  llamas  tiene; 


si  le  reduces  \aui  dichai 

:  eiorial  si  le  i 
jquí  hauña:  si  le  dispones. 


iqu¿  eiorial  si  le  convertccs. 


\¿ué  premiol  si  le  enterneces, 
|de  qu£  males,  que  le  escusssl 
¡de  qué  ries)^  le  diviertes! 
¡de  qu£  tragedias  le  hbrasl 
)de  qa4  goios  le  curiqueccsl 
|St  de  «iiTldiosos  le  apañas. 
si  en  mi  Reino  le  pievicoes 
coronas,  que  quieto  ^oce 
amor,  que  le  adore  uempre! 
¡Cuinlo  es  mejor  que  mi  amante 
pacIHcamenie  impere, 
sin  dependencia  de  España,  I 

que  no  entre  la  envidia  j  mucrU  ' 
gobernar  Ingratitudes. 
que,  al  paso  que  más  se  premien, 
mis  sus  fortunas  envidien, 
mis  sus  haiaAas  condenen' 
Vuestra  vida  esli  en  tu  mano; 
vuestro  honor  sólo  depende 
de  tu  lengua;  libra ráste 
como  cuerdo  le  aconsejes 
que  me  siga,  que  retorne 
la  fe  de  un  amor  ardiente, 
dispuesto  á  perder  la  v  Ida 
con  il.  si  ti  suya  pierde. 
C*RAvaj.  Persuasivas  CiceTonas, 

si  «uesUo  llanto  pretende 
darnos  la  plaia  dt  brujas 
porque  en  Kspafta  nos  quemen, 
vive  üius  que  obligan  Unto 
esas  perlas  mequetrefes, 
esas  razones  planas, 
esos  semblantes  de  nieve, 
que  sun  dichusos  lotdiabloit 
porque  os  sirven  y  obedecen 
y  que  á  no  estar  tan  da  prisa... 
^I>ero  quí  rebato  es  huif 

ESCESA  Vil 

Rftrraaa»  la»  éot  r  '"t*-  *  rvtalo  y  »ah  ti 
tUMVi»  ALiumaAi. 

ALMBNna.iAI  arma,  al  arma,  etpiftalest 
|A1  arma,  insigne  Maestre 
que  la  victoria  ñus  llamat 


^^^^^^f                                                                                 ^H 

.Ca>*v*j.SI  llamari;  mu,  (oiíegue. 

GoNiAU>.Esumo  yo-  la  nobleza.                        ^^^^| 

^Quí  hay  d«nti  ero?  «-qu¿  le  asombra? 

Si  fuera  menos  severo,                       ^^^^M 

ALMiNDf.üe  las  accíonei  cruel» 

Virrey  tenia                             ^^^^| 

con  que  el  Virrey  8lasco  Núñejt 

digno  de  veneración:                        _^^^^^M 

hBC«  que  lodt»  lo  tiemblen, 

aguó  su  resolución                        ^^^^^H 

un  temerosa  le  si^uc 

toda  U  fortuna  mía.                      ^^^^^| 

^^^         su  casi  forzada  senté. 
^^m         que  de  noche  i  don  Gómalo 

Eoluiartme  por  i\¡                           ^^^^H 
sepúltele  la  piedad                                ^^^H 

^^K          M  acoaen,  de  veinie  en  veinte. 
^^B         Hi20  dar  garrote  un  día 

conforme  sa  calidad.                            ^^^^H 

SoLD.  3.*  Hombre  que  íui  lan  cruel                    ^^^^| 

^^H         (por  sospt<bas  í¿Io  leves) 

no  merece  sepultura.                            ^^^^| 

^^1          d  los  capitanes  Swna 

GortzALo.  iQué  ci^urosa  razónl                             ^^^^| 

^^M          y  tiatpar  Gil,  sin  quetomplen 
^^B           riKgOt,  tus  severidades. 

no  dura  la  emulación                           ^^^^H 

lo  que  la  vida  no  dura.                      ^^^^| 

^^H          Mató  de  la  miima  tuene 

Hasta  aquí  lirú  la  suerte                    ^^^^| 

^^H         i  don  Hoáñüo  de  Ocampo 

cuaatú  su  poder  alcanza;                     ^^^^| 

^^H.         con  ser  su  lugarteniente; 

que  no  pasa  la  vénganla                      ^^^^| 

^^H         con  Ojeda  hizo  lo  mismo; 

los  IJmtict  de  la  muerte.                      ^^^^| 

^^B         Góinex.  Estacio,  Balveide. 

^^^^H 

^^K          y  Alvaro  Caravajal. 

^^^^^M 

^^H          lodoi  caudillos  valientes. 

ESCENA                                 ^^H 

^^M         Lkdó  Gómalo  Pizarro, 

.taJ*  CAkAVAjAt..— niCBM.                                  ^^^^H 

^^1         (que  nunca  ocasiones  pierde) 

^^H         pi)f  atajos  del  camino. 

Ct^RAVAi.  Los  parabienes  te  doy                       '^^^H 

^^H         mientras  descuidado  duerme, 

d«  la  victona  presenté,                       ^^^^| 

^^m          y  asaltóle  valeroso: 

y  ci  pi.'samc  juntamente                     ^^^^| 

^B          si  agora,  pu«5,  le  acometes 

que  recelo.  Tuyo  sojr                           ^^^^H 

pariiciparis  la  fama 

hasta  morir:  pero  mira                          ^^^^| 

i)ue  corona  si  diligente. 

que  aunque  a  tu  contrario  has  muer-          ^^M 

Caravaj.jAI  arma,  pucst  ^aai  cspcramosf' 

un  LlériKO  toma  puerto                 {lo,          ^H 

y  que  el  peligro  no  espiro.                        ^^ñ 
Contra  tí  marcha,  preven                      ^^^H 

Señoras:  vuevas  mercedes. 

aliexas  ó  majeitadei. 

con  el  esfuerzo  los  manos.                  ^^^H 

^^^          ü  el  titulo  que  quisieren. 

y  si  juzgaste  por  saaoa                        ^^^H 

^^b         perdonen  mi  grosería: 

mis          avisos,  ten                           ^^^H 

^^M         que  nunca  fueron  cortcMs 

por  acno,  que  son  mejoreí                 ^^^H 
os  que  mi  amistad  j  celo                     ^^^H 
te  «Ivirrien,  porqucde  el  cielo            ^^^H 

^^M           peligios;  convoquen  diablos 

^^H          'que  i  su  provincia  las  llevan. 

^^H           que  acá  al  Apóstol  gallego 

Granizan  Gobernadores.                         ^^^H 
Mas,  SI  á  setíuiime  te  inclinas,            ^^^^t 

■PPy-        invocamos  solamrnic: 

W%p          pues  vak  müt  su  eru«  roja 

dicha  mi  le  le  promete;                         ^^^^H 

(y*               que  did  leivones  de  duendes. 

guárdate  de  este  bonete                        ^^^^| 

|r                                                   t  Vantt.  ^ptJuaJa  la*  ¿nt.i 

que  hieie  con  cuatro  esquinas.           ^^^^H 

i 

IJigo,  pues,  que  «s  to  mejor               ^^^^| 

^^^^            ESCENA 

que  trueques  i  toda  ley,                     ^^^H 
intitulándote  Key.                              ^^^^| 

^^^^^^^          MiiNiLira  v  MiioTan* 

riesgos  d«  Gobernador.                         ^^^^| 

[                                               ^ 

(ion^lltuyc  Monarquía                         ^^^^^| 

r  Mknaup.  Socorramos  i  mi  amante. 

de  eterna  relicidad:                                    ^^^^H 

(OiaU  una  bala  acierte 

mi  pecho,  y  saque  las  llaman 

llamémoste  iVlajettad,                           ^^^^H 

dejemos  la  Señuria.                           •  ^^^^H 

que  en  ccni;cas  le  resuelven! 
Mart».  vcnccrisi  lú  leayudas; 

Con  lu  hacienda  y  tus  hazaiías            ^^^^| 

este  Imperio  se  ha  ganado,                    ^^^^M 

1                  per»  como  cnsorbcbece 
fc                 a  victoria,  lloraráslc 

su  sitio  es  mAs  dilatado                         ^^^^H 

y  rico  que  diez  Espat\as:                    ^^^^| 

^^K          deitotlado  bicvemcntc.              4VaMj 

si  quieres  tener  scffuros                            ^^^^^| 

^^^M 

vaulloi  líeles,  que  mandes.                  ^^^^| 

^^^^^» 

haz  Títulos,  cuore  Grandes,                 ^^^^H 

^^^^K            ESCENA  X 

que  son  los  m<jore:i  muros                ^^^^| 
d«  las  Coronas  y  Estados.                   ^^^^| 
ObÜKa         intereses:                             ^^^^H 

f      DoM  GcifiAto  Vii'tmo  y  &oi.o»»««  ndrvasKtfa 

K<m>-  !■*  Quilo  morir  encubierto. 
I^Sj.  !■*  Su  daño  le  disfrazó. 

nomoia  Condes  y  Marqueses;              ^^^^H 

cria  lut^jft  AdeUniadusi                         ^^^^| 

'uC^Ai-o-QuisíÉrale.  amigos,  yo 

un  Almirante  en  el  mar;                       ^^^^| 

vencido,  pero  no  muerto. 

un  1  .unde>i.ibU-  en  la  tierra,                  ^^^^| 

llnfelice  caballcrol 

Mariscak-).  en  la  guerra.                       ^^^^H 

Soi^.  1.*  ^Pues  por  ¿1  muestras  tristeza? 

A  lus  Grandes  puedes  dar               ^^^^^H 

576 


AUAKOS-aS  F.S  LA  INniA 


i  cíen  mil  pesos  de  rema, 
puesftoxat  un  otbedr  uro, 
de  inmensa  pUU  y  tcuxo; 
i  diez,  i  veÍDie  y  a  treinta 
á  U»  tllulúü  meaotcs, 
ya  en  Indioi  y  ya  en  luKtres; 
tuz  ófdenei  militam, 
eliite  Come  miada  res 

3ue  (omeíi  la  advoi:ac¡¿n 
c  los  santos  que  quiíieres; 
«'  Marorazgoj  hicieres 
ílustrar&siu  nac>úi> 
con  renus  establee  idas 
perpciuas,  y  no  al  quiiar, 
que  ésu%  saben  obligar 
y  no  las  de  por  dos  vidas, 
i^\le  i  los  nietos  empobrezcan 
xin  premiarse  tanta  naxaila. 
Escribe  á  la  Nueva  Kspafla 
que  por  su  Rey  le  obeJexcan. 
y  harís  lo  mismo  con  ellos 
que  con  nosoirui  procuras, 

Ídc  osla  suene  aiejíuras 
echiioscon  que  uiraellos; 
pues  viéndose  el  bien  nacido, 
como  merece,  premiado, 
á  sus  hijos  con  testado 
y  A  su  Rey  agradvcídc. 
y  que  honrando  descendencias 
que  licúan  n  cierni/arso, 
sus  nietos  han  de  llamarse 
Señorías  y  Excelencias, 
por  no  perder  eiin  acción 
dit<  mil  vidas  perderán, 
y  firmes  conservarrin 
tu  corona  y  su  opinión. 
Pidc,-despu£s,  una  nieta 
de  los  Ingas  que  n-inaron 
(y  á  tus  armas  se  postraron), 
la  mis  htrmosa  y  di>crcta, 
por  esposa:  y  coronada 
con  ostentaciones  reales 
los  Indios  y  naiuraleí, 
si  la  ven  entronizada, 
en  Te  que  la  sangtc  adoran 
de  sus  venerados  revés, 
obedeciendo  tus  leyes 
cuantos  esos  ríKo«  moran 
y  el  temor  tiene  nparcídos, 
te  traerán  con  mano  K^ata 
los  tesoros  de  oro  y  plata 

tue  conscrs-sn  escondidos, 
i  haces  «so  ^quií^n  podrá 
despojarte  sino  el  cielof 
Labra  un  fuerte  en  Ponobdo. 
pon  presidio  en  Paiiamí, 
y  venga  todo  d  poder 
de  EspaAa  i  desposeernos. 
¿Con  <\ué  armada  ha  de  ofendemos 
al  no  les  dejamos  ver 
del  Sur  iii  menor  arena? 
Esto  es  lo  que  te  aconsejo: 
loma  de  un  soldado  viejo 
lo  que  con  tiempo  te  ordena, 
ó.  pties,  el  Gobernador 
(que  ya  se  acerca)  pregona 
que  por  el  Bey  nos  perdona 


si  no  te  damos  favor, 
y  mi  aviso  no  te  agrada 
ganemos  esto»  perdones, 

E)rque  en  tales  apretones 
oiualo,  ó  C^ar.  ó  nada. 

(SaM  la  n^da^íura  Cafa| 

GosEALO.jViveei  ciclo!  i&esleal, 

desconocido,  traidor! 
C*aAvaj.  Sé  Hcy,  no  Robemador.  tvá 

Uho.       Todos  con  (.aravajal 

venimos  en  coronarte. 
Todos.     Esto  tu  ejército  pide. 

(Yítttt  ladia,  dtianáo  attlo  4  d«tl  I 


ESCENA  XII 
Don  OoHiALo.— Vota*  oaarno. 

O  OH  1 A  1.0,  Primero  que  mi  fe  olvide... 

6kntro.  o  verte  Rey,  ó  dejarte. 

OoNx*i.o.<Esto  »e  puede  sufrir?- 
¿Esto  es  difino  de  c^ce^^ 

Dkntdo.    (Muera  quién  no  supo  ser 
Rey  del  Perú  I 

GosiDLO.  Pues  morir: 

morir,  ingratos,  perderme, 
y  no  admitir  tal  infamia; 
no  eclipsar  la  tanjire  mia 
no  echar  en  ella  tal  mancha 
¡Desamparadme,  avarientoi!^ 
Sepa  mi  Rey,  sepa  España 
que  muero  por  no  ofenderla, 
que  pierdo  (por  no  agraviarla) 
una  corona  ofrecida, 
tan  ficil  de  conservarla, 
cuanto  infame  en  poseerla. 
Di^a  que  pude,  la  fama, 
ser  Monarca  y  que  no  qulM; 
que  todos  me  desamparan 
por  licl.  por  leal,  por  noble: 
será  feliz  mi  desgracia. 
V)\gs¡.  que  violentamente 
me  sacaron  de  mí  casa, 
de  mi  quietud,  de  mi  mismo, 
losqucen  el  riURO  me  faltan, 
los  que  me  dejan  ahora. 
Con  ellos  premios  reparta 

3uien  á  perseguirme  vicac, 
¿les  indios,  déles  plata, 
que  no  le^  data,  á  lo  meóos, 
estimación,  ni  alabazas, 
de  auc  de  mi  perdición 
no  fueron  ellos  la  causa. 
Muera  i  manos  de  un  verdufto 
quien  tanta  fe  i  sultey  ({uanla, 
que  va  i  perder  la  cabeía 
por  no  querer  coronarla. 
Mas  nci  publtque  la  envidia 
(que  mentirá  como  falsa) 
que  aic4  contra  el  Key  banderai 
que  toqué  á  su  ofensa  cajas. 
Gobernador  me  nombró 
mi  hermano  el  Marqués,  sellada 
tengo  Cita  merced,  del  César; 
cuatro  ciudides  me  llaman 
para  Procurador  suyo: 


JOHNADA  trucrra 


577 


la  Audiencia  Real  me  despacha 
conñrmación  del  gobierno; 
no  mi,  hasta  aoul.  derogada 
mi  ¡usiícia  por  el  Rey. 
Si  a  Blasco  Ni'iñe/  embarca 
preso  y  culpado  la  Audiencia, 
y  es  su  temeridad  lanta 
que  CootrA  mi  se  despeina, 
puet  por  morii  se  (tísfrsza, 
¿itribuitamcel  prudente 
su  muerte  ¿  culpa?  Escusaila 
quise  «pe:u  quién  escuta 
sucosos  de  tai  batallaK^ 
Tomad,  amigos,  al  temple, 
(despojadme  de  tas  armas'. 

(Arrvia  la  tsfada  y  té  dága^ 

Inrcliccson  creeros 
si  on  vencer  arortunadas. 
Enircgtdmc  al  Presickntc. 
pues  aduldls  con  dos  caras, 
pue«,  Judas,  me  habñs  vendido, 
pues  vuL-siro  interés  me  en{(«ñ>, 
que,  cuando  todos  me  dejen 

Soiosa  volari  el  alma 
amistades  mis  sefiuras, 
pues  mi  lealtad  la  acumpatla.  (V«t«.> 

ESCENA  XIII 

.Safra  M«>&i,i»ii  j*  M**TaliA. 

MiiKAL.     ¡néjame  morir,  Martesía, 

pues  á  mi  amante  me  maianl 
¡No  nos  dividan  tormentos, 
mezclemos  antias,  con  ansissl 
El  severo  Presiden le 
cortar  manda  la  caheza 
mis  digna  de  aulumacíune- 
que  honró  laureles  y  palmas. 
¿Podrí  )o  vivir  sin  6!.' 

Marths.  PodrAs,  si  entremos  amansas, 
resucitarle  en  tu  peclio, 
y  prevenirle  vénganlas 
contra  todos  los  que  intenten 
de  ta  nación  inhumana 
conquistar  nuestras  provincias, 
tiranizar  nuestra  patria. 
CreyAsc  JeaduUaores, 
fuelc  la  fortuna  avara, 
no  quiso  dar  fe  á  consejos, 
cumpliú  deslinos  la  Parea. 
jQut  remedias  c^tn  tu  muerieí 
ISNAt-    Lo  que  no  con  tus  palal>fas, 
pues  cuanto  mis  mc  Consuelas 
mis  mis  conKoJBs  mc  abrasan. 
^Cómo  >iviré  sin  vida? 
cQui  vale  un  cuerpo  sin  alma? 
Ven  y  matemos  muriendo. 

Mahtks.  No  fuera  tan  de  eficacia 
la  virtud  de  mis  estudios, 
si  en  fe  de  ellot  no  enfre.-iara 
los  ímpetus  de  tus  penas 
que  furiosos  te  maltratan: 
violen! a r¿te  al  sosiego. 


OMUHAS  I>E  tirso  de  HOLIKA  'TOMO 


ESCESA  XIV 


Saint  AtoKio  Alvamado  yotror.— t>icKo«. 

AtOKSO.    Resolución  es,  que  i  España 
ha  de  causar  ccmpasíc-nes 
que  llore  .siempre  la  fama. 
No  quiero  verle  morir, 

3ue  militaron  mis  armas 
e  bu  i  u  de  sus  banderas. 
Mal  el  Presidente  paga 
servicios  de  tama  estima. 
SI  prudente  lo  mirara 
con  más  acierto  y  clemencia 
lograr  pudiera  alabanzas. 
¿Orden  del  Rey  no  traía, 

3UC  si  ftiese  de  importancia 
c  don  Gonzalo  ei  gobierno 
por  é\  se  k-  cuniirmara? 
^puién  pacificó  esta  tierra? 
(Qué  leyes  cuerdas  y  santas 
no  estableció  «n  tiempo  breve, 
que  siguiéndola  repara 
alborotos  i  inquietudes? 
Siendo  esto  asi  ¿por  qué  causa 
no  cumple  lo  que  le  ordenan? 

áPor  qui  la  cabe»  aparta 
e  los  más  valientes  fiomtiros 
que  dieron  gloria  i  su  patria? 

Mahtes.  lOh,  Alvarado,  siempre  insigne! 
Tú  solo,  entre  todos,  pagas 
correspondencias  de  noble; 
firme  fe  i  ili  ami^i>  guardas. 
Agr.ideceráte  el  ciclo 
con  las  obras  tus  palabras: 
gcticraci<!nes  ilustres 
serán  de  tu  tronco  ramas. 
Villamor  te  dará  Condes, 
entrando  en  tn  antigua  casa 
las  mejores  de  Castilla. 
las  mis  celebres  de  España. 
No  piense  la  emulación, 
envidiosa  y  dcstcmpkda. 
que  porque  Gonr.atu  muere 
pudri  en  la  sangre  Pizarra 
agotar  deudos  ilustres, 
que  en  otro  siglo  deshagan 
nubes,  que  torpes  pretenden 
con  falsedad  eclipsarla. 
Fernando,  su  hermano  heroico, 
puesi')  que  preso  en  España, 
dari  á  sus  reyes  un  nieto 
que  vuelva  i  resucitarla. 
Al  .Marqués  de  la  Conquista 
vuestra  Extremadura  aguarda, 
luz  del  crédito  español, 
nuevo  Alejandro  en  las  armas. 
Malograráscle  un  hijo 
que  en  Flandes  tina  las  aras 
en  servicio  de  sus  Reyes, 
que  i  la  eternidad  levanta; 
mas  casándose  otra  vez 
con  generosa  prosapia, 
dari  envidia  á  la  lisonja 
y  sucesión  1  su  casa. 

Mkhaui'.  St,  mas  noi-spcre  ninguno 

qucoira  vc;c  pisen  sut  pltintas 
las  regiones  escondidas 

I  37 


578 


AMA20KAS  BN  LÁ  INDIA 


que  el  fértil  Marafión  bafia; 
concediósete  esia  suerte 
al  que  objeto  de  desgracias, 
cede  al  destino  inocente 
y  la  crueldad  desbarata. 
No  merece  poseerla 
nación  con  é!  tan  Ingrau, 
que  le  aconseja  peligros 
y,  en  med'O  de  ellos,  le  falta. 

Martes.  Encubrirlos  nuestra  tierra 

el  cielo,  aunque  á  conquistarla 
se  atrevan,  después,  codicias, 
que  malogren  su  esperanza. 
Morirá  un  Pedro  de  Ursua 
antes  gue  surque  sus  aguas, 
un  traidor  Lope  de  Aguirre, 
un  Guzmin  y  un  Oreltana. 

MsKALjp.  Y  cuando  el  hado  mintiera 

Í  alguno  vivo  l!c(>ara 
nuestra  amena  provincia, 
en  no  admitir  hombres  sabia, 
yo  esco^  aqui,  yo,  que  sobro 
contra  ingratos. 
Martes.  Vea,  hermana, 


y  deja,  prudente,  al  tfempo 
tus  consuelos  y  venganzas. 

iAbrttt  ti  monte  y  neütr^nf  las  dos.] 

ESCENA  XV 

Aloxio. 

iQvi  voces  (cielos)  son  estas 
que  asombrosas  nos  espantan, 
y  sin  ver  los  que  las  forman 
con  presagios  attienazan? 
Mas  los  elementos  mismos 
en  la  muerte  desdichada 
del  espailol  más  valiente, 
solemnizan  sus  desEtracias. 
Este  fué  el  fin  lastimoso 
de  don  Gonzalo;  la  fama 
de  lo  contrario  ha  mentido. 
La  malicia  ¿qué  no  engaña.^ 
Lea  historias  el  discreto 
que  ellas  su  inocencia  amparan, 
y  supla  en  esta  tragedia, 
quien  lo  fuere,  nuestras  faltas. 


JORNADA  PKIMKKA 


tSCENA  PRIMERA 


wn^o  hay  ler^.tUtpt  y  grlu,  y  laUn  Owxo^ 
y  C4<itt<iii><. 

Omeaón.  Acogen»,  que  el  toril 

está  abierto,  y  las  irompet»» 

hacen  teñil. 
CaSii.  a  recet» 

lan  viudas,  lo  civil 

de  la  Tuga  fí  mil  seguro 

Jur  una  muetie  cíiminal. 
lira  vez  tiaceii  señal. 
CaSix.      Aquel  andamio  es  mi  muro. 
OsnEúós.^Hay  boia^ 
Ca9iz.  Cor  municiún 

de  A  i  lejos. 


Don  Juan  Píiarko. 
R  o  ti.  ES,  toldado. 
PeSafiel,  Ídem. 
PiiíHiSA,  indio. 

El.  INOA  HET. 

Dos  luolos. 

(juATCA,  india. 

Ghancko. 

Juan  Rada. 

Don  Alfoxh>  oe  At.vAKADO. 

UOM  i'EtlltO. 

Don  RoDftioo. 


OmntcÓN.  E»a  afrenta 

tome  Medina  1  su  cuerna, 

Cueü  solos  sus  vinos  son 
M  monarcas  de  Castilla. 

Ca4)1.       y  i  f o  que  en  fe  de  su  vino 
dicen  que  Baco  es  vecino 
desia  populosa  tilla; 
mii  todo  lo  forastero 
suele  ser  más  eslimado. 

OsMeuóN.  cQu¿  hay  más? 

CaQii.  Conejo  empanado 

y  una  pierna  de  camero, 
ian  tachonada  de  ciatos, 
y  para  que  ;n  mis  se  precie, 
ojalada  con  la  especie 
villana  por  lodoscabos 
que  se  juntan  las  Moltuas 
en  ella  con  Álcali 
de  Henares. 

OBpe<iÓK.  Cog«nse  Mi 

robustos  «IOS. 


^^M                58o                                             LA  LEALTAD  CONTRA  LA  KNVIUIA                                         ^^^H 

^^^^^  Cámu.                          OaducM 

en  fe  de  tan  noble  empleo         ^H 

^^^^^L                 su4(Kii«unes  ilc  la  uza 

tiene  en  su  pecho  el  lugar         ^^1 

^^^^^ft                 que  liembian  át  puro  *ñeías, 

que  es  su  centro  y  propia  esfcf^^| 
ObrsgóK.  Fxtremadura  le  ciper.i                 ^^| 

^^^^^F                 con  un  jam¿ii,  que  en  gu«JcJ43 

^^^■P                  se  desliiic,  h«rán  la  plaza 

en  estatuas  venerar.                ^^^H 

^^^F                     que  se  te  ande  alrededor. 

Este  di^cn  qtic  prendió          ^^^^| 
al  monarca  Atibaliba,            ^^^^| 

^^^B                                                 IG'-ita  «)mi>  {Hf  (imIUH  a(  l«r«.^ 

^^V^        Uko.        (ric*(rD.>  Bravo  toro. 

j  de  una  suma  excesiva         ^^^^^ 

^^H         Otkos.     tUtM.y                  Gudrdftic,  hombre. 

de  indios  triunfante  sa'ió,           ^^^ 

^^^1          Oa«u.6N.  I'edidle  1  la  otejí  el  nombre 

{'aSiz.      Cuatro  hermanos  son.  que  >gu^^| 

^^^K                           li  ai  preciáii  de  loreador; 

á  los  nueve  héroes  que  tlan        ^^| 

^^^B                          doí  layos  lleru  en  los  hueiot 

renombre  á  1*  fama;  Juan,         ^^ 

^^H^                         T  cuatro  alus  en  \ai  piet. 
^^^^^^XaRul      Barrendero  valiente  e:^: 

Francisco.  HernanJo  y  Gunzalo  ;    " 

pero  el  que  ves  sobre  todos.       ^J 

^^^^^^K               ipu(  Dios,  que  los  más  iravieías 

Obmecók.  Su  presencia  to  asegura.              ^H 

^^^^^^^              ic  van  desrejando  el  cosol 

TCfliurosa  Eviremadura.             ^H 

^^V         Obhecón.  a  tod(»  tiembla  la  burbii, 

(.Svfnd  tt  pnlat  cota»  f  ur  tr  J^^^^l 

^^^1         CkAtz.      iFucgodc  r>Jos,  cóiiio  ci^arba 

CaSix.      Es  sanare,  en  ün,  de  l^s  (todos. ^H 

^^H                           jrcómo  bufa  el  barcosol 

OsaRGÓM.  Ya  ha  dado  á  la  plaza  vucll*     ^H 

^^H         Uko.         iiUHtr^^  \\niit,  Jcsút.  i)uc  l«  mata! 

y  hacia  ei  toro  ^e  encamina.       ^H 

^^H         Ohmkcón.  ^'Cottíólec 

Ca!)iz.       ¡Qué  bien  al  bruto  «xaminal       ^^ 

^^H          Uno.         (Dtnirt,.}  ¡Valúate  Diosl 

iQué  airoso  que  el  braza  suelta        J 

^^H         CaSiz.      ^Otra  vez?  I)e  dos  en  dos 

caido  con  el  rejúitl                       ^h 

^^^^                       ciía,  ejecuta  y  remaii 

OaniioÓN.  VA  caballo  es  extremado.            ^H 

^^^^H                     A  pares  las  cabezadas. 

CtSrz.       Hermoso  rucio  rodado.                ^H 

^^^^H                    lOb  Minoiaurocspañall 

OuKtoóK.  Su  piel  en  oposición                   ^H 

^^^^*   OBRBCÓtt.^tlilUlC? 

mezcla  la  nieve  >  la  tinta;          ^H 

^^H          CaSiz.                    No;  peto  el  sol 

bellas  manchas  la  hermosean.    ^H 

^^B                         k  alumbra  la«  dos  lunadas. 

CaRix.       Mis  las  colores  campean             ^H 

^^H          OiKBGÓN.  Dcscortesmcnic  se  paf/i 

si  la  enemistad  las  ptnta,             ^H 

^^^^^                     toro  que  hace  tal  castifto. 

en  fste  solo  se  ensei\a                   ^H 

^^^^Hé  CiiSii.       Debe  de  ser  en em ico 
^^^^V                  del  Arxobitpo  de  iVaga. 

(si  quieres  exxminalto)                 ^H 

la  perfección  de  un  caballo:        ^^M 

^         OaaiioÓN.  No  experimento  sut  tretas. 

cabeza  airosa  y  pequeña,             ^H 

^^1         CaSiz.      Alio  al  tablado.  Obre«Ón, 
^^H                           que  ésie,  sin  iet  postillón, 

viva,  al^re  y  deícarnada,          ^H 

los  ojos  ({randes,  abiertas            ^H 

^^B                           condena  en  las  aftu)etas. 

las  naricea,  por  ser  pueriaa         ^H 
del  aliento;  bieii  poblada              ^H 
la  crin,  que  el  ta  le  hace  t>cll«,  ^H 

^^H         Vw.        totniro.}  it^one.cocre,  que  le  alcanzal 

^^H         OaaeoóN.  ¡Qut  bien  la  cupa  lecchó 

^^^^^L                  el  qiio  se  le  atravesó! 

de  plata,  espesa  y  prolija.            ^^M 

^^^^^K  CaAii.      En  ella  toma  venganza; 

que  se  escarcha  y  ensortija;       ^^M 

^^^^^^                   ;üh!  cóiAo  ojala  >  pespunta: 

aiKbo  el  pecho,  coito  el  ctiolhh^^l 

^^^^^P                   ¡dalle,  dkllcl  ^hi\  tal  porfía? 

las  dos  culeras  partidas,             ^H 

^^^^^  OnECóif.  iKialdc  una  cópcVlal 

al  pisar  firmes  y  llanos               ^H 

^^■^         CaAu.       No  liene  de  punta  á  punía 

los  pies,  echando  las  manos       ^H 

^^H                           palmo  f  medio  su  armazón. 

afutra,  y  lan  presumidas.            ^H 

^^H         Omkaón.  .Mis  dt  algún  culto  dijera 

que  t  los  estribos  se  atreven,      ^H 

^^^^^                   oue  se  pone  bi^totcra. 
^^^^^H  Cakiz.      AguarJeoios.  que  hay  rejón. 

tan  sujelo  al  freno  y  itel,            ^H 

que  parece  que  con  ¿1                 ^^M 

^^^^^^F                         ilimlro  iu*man  ^oiuf  rfr  rdh>(/o  rcn 

le  habla  el  dueño.                       ^H 

^^m                              prH*t} 

OaasoÓM.                           Líciún  lleven     ^H 

^^^L^    OaaaoÓN.  Alentado,  caballero. 

los  mis  diestros  de  lo  airoso        ^H 

^^^^K                     iquí  buen  aire,  quí  bizarro! 
^^^^^   CaSiz.      Esie  es  Fernando  Pizarro. 

con  que  el  gallardo  cxiremcAo         1 

quiere  salir  desic  empeAo,            J 

^^^^^     OnamÓN.  ^Qui¿n? 

CaRii.       ¡Qu£  átenlo  le  mirad  coso!         ^H 

^^H          i'a^iz.                El  Marte  Perulero. 

ÜanEOÓN.  Aguardemos  esta  acción,            ^^M 

^^B                         El  que  ha  dado  A  Carlos  Quinto 

que  no  es  bien  mientras  subamo^H 

^^^^                        un  nuevo  orbe,  que  dilata, 
^^^^^B                   y  de  mil  leguas  de  plata 
^^^^^H                    le  trac  al  C^sar  su  quinto. 

al  tablado  que  perdamos 

tan  vistosa  ostentación. 

iSataü  rl  r"i»'  ttrma  far  it  l'aiMJ 

^^^^^B                 El  mis  airoso  soldado 

CaAii.      Repara  con  el  aseo                     ^LÉ 

^^^^^1                 que  Italia  y  que  Flandes  vio. 

que  paso  i  pato  se  va                ^H 

^^^^^B  OaaisoÓK.  jEsie  es  á  quien  hospedó 
^^^^^H                 don  Alonso  de  Mercado^ 

loro.                                 ^^^^1 

OaatAÓN.            iQu¿  atenía  estA         ^^^H 

^^^^H                 ^E)  que  en  la  justa  y  torneo 

la                                         ^^^H 

^^^^^B                 hizo  lan             estrago^ 

CaSis.                  El  común  deseo       ^^^^| 

^^^^^K  CaSiz,       El  lagarto  de  Santia{p>, 

^^^^M 

PltlMKRA                                                       58l            ^H 

UnitKOÓN.                     Ya  el  bruto 

el  pecho  noble  y  felice,                           ^^| 
liaUase  en  vos  igual  pajto,                      ^^| 

le  encata,  escarbaiKki  el  suelo> 

y  httcU  alrÁ&  tomailo  el  vuelo. 

pues  una  y  otra  divina                           ^^H 
festeja  ti  la  de  Medina                             ^^1 

airado,  dicitro  y  asiuio 

previene  la  L-tccución 

hoy  en  vos  la  de  Santiago.                     ^^| 

del  golpe. 

Bizarra  demostración,                            ^^H 

Caüiz.                    y  el  don  Fe:nando 

tan  dichu^  como  diestra,                         ^^^| 

U  nuca  te  va  buKsndo 

ataba  dt  damos  muestra                           ^^H 

con  el  hwrro  del  rejón. 

de  que  vuestros  hechos  son                      ^^H 

(AhUo  4tl  caiillo  y  prttal,  toHio  4» 

dignos  de  infinitas  tamas:                       ^^H 

aeomiit-i 

con  razón  podrán  leñeros                       ^^H 

UaHE<i¿H.  ;Übi  quiera  Dios  que  le  acienel 
CAStx.      Ya  le  embiste. 

lá,  envidia  los  caballeros,                          ^^H 

en  su  protección  las  damas.                      ^^H 

OaaabóH.                      Con  i\  cl«rfa. 

iSazonada  y  feliz  »uertd                           ^^H 

Umo.          IDtntro.)  iVitgaiC  DÍos! 

Frrnan.    La  de  hallaros  lo  seri:                           ^^H 

Cañiz.                                 0ay6«n  tierra 

dejad  de  encarecer  ya                             ^^H 

el  loro. 

g1  dar  i  un  bruio  la  muerte,                    ^^H 

Uko.        (Drairo.)  (Ciiticmada  suerte! 

que  los  ilc  loros  y  dados                         ^^H 

tCAírimUt.i 

consisten  cu  la  vcAlura.                            ^^H 

OsvsfiÓN.  Tan  dichosa  como  cuerda. 

QoiNTAM.  Juzgábala  }o  segura                                  ^^H 
mientras  aue  fuimos  soldados                  ^^H 
)  camaraJas  los  dos                               ^^H 

CaAii.      Pianso  que  al  caballo  hiríú. 

OBHEr.ú.s.  No  pudo,  que  Ic  ucA 

rt\oz  por  la  manu  iiquierda 

en                                                       ^^^1 

y  la  presa  hixo  en  vacio 

FaaKAN.                   iUh,  capiíin,                         <  ^^^H 

Ja  be4.lia. 

(|U¿  vida  aquella!                                 j^^^H 

CaRiz.                    Patas  arriba 

QiíiMTAN.                          Ya  están,                 ^^^^H 

aplaude  i  auicn  le  derriba. 
OaaBbdK.  Todos  celebran  su  brío. 

desde  que  fallasteis  vos                      ^^^^H 

las  cosas  tan  diferenies                    ^^^^H 

CaAiz.       Dejóte  deiil'o  una  biaia 

que  no  las  cunoceréis.                         ^^^^| 

desde  la  nuca  hasta  <1  cueilo. 

Fkmmam.  Mudan»,  como  sabéis,                     :^^^^| 

Okheoúm.  tl.ancc  airoso,  golpe  bello! 
CaKik.      Vliores  le  da  la  plaxa. 

los  sucesos  con  las  gentes.                   ^^^^H 
pero  cl  Cesar,  Dios  e  guarde,             ^^^^H 

Obkeoóh.  y  con  nxón,  que  su  |^la 

en  Nápoks  y  en  .Milán                         ^^^^H 

k                        mayor  aplauso  merece. 

reina;  huyóle  Solimán,                        ^^^^| 

■       CaHis,      Jtn  qtié  el  toro  se  parece 
r                         a  la  comedia  que  e^  mala? 

sólo  con  Carlos  cobarde,                   ^^^^| 

Túnez  le  paga  tributo,                        ^^^^H 

OsaaoÓN.  Buen  cni^tma;  alto  al  tablado. 

á  pesar  de  Itarbarroia,                          ^^^^H 

^       Caflii.      ^l-in  quí  se  parn:en.  digo, 

CTcao  Sajón  despoja,                         ^^^^H 
cubrió  el  Lansgravc  de  luto                 ^^^^| 

■                     el  toro  y  comedia? 

■      Obhkoón.                                Amigo, 

pmuncrancs  que  1. ulero                     ^^^^| 
leñó  de  torpe  arrogancia;                    j^^^H 

H                     parícense  en  lo  silbado.         iV^ntt.l 

■ 

preso  en  Madrid,  lloró  Francia           ^^^^^| 
,  1  su  Francisco  prímeio;                     ^^^^^^ 

■ 

W                                ESCENA  II 

Roma  le  dio  la  obediencia                  ^^^^H 

Doi   Alono  nt  (Jt-miAiiii.i.A,  l>o)i  Fkkmaikio,  («no 

(bien  que  á  costa  de  Borbónb                         " 

QUt  n  apt*  d*  4*r  rr  r«J4a,  y  m»  MUto  <lt  ian- 
Uata,yCtiánu.attt<riaio. 

Duques  los  Mfdicis  son 
con  su  lai'or  en  FloreiKia: 

Capitanes  y  soldados 

Ot'iNTAK.  Don  Fernando,  estos  abraios 

tiene  de  inmensos  valores: 

os  doy  por  dos  parabienes, 

^quélc  falla? 

y  entra-iiboí  ton  lan  solemnes. 

Quintan.                      El  ser  mejore» 

que  t  tfaiislormarse  sus  taiof 

siempre  los  tiempos  pagados; 

en  lauíeks.  consiguieran 

^Acordaisos  de  aquel  din. 

ta  (ücha  de  coronaros; 

que  nos  hallamos  [01  dos 

dedicooslui  por  hallaros 

(airírez  entonces  vos) 

en  Kspafla:  no  pudieran 
1^^^^             darme  nucías  de  igual  gusto. 

Fernando,  en  la  de  Pavía: 

cuando  el  Marquís  de  Pescan 

^^^B               Lo>  míos  lambiín  osdo>' 

al  r«:r  Francisco  prendió. 

^^^H              por  la  acción  con  q^ue  honrÜi  hoy 

que  porque  la  honra  negó 

^^^H               estas  ünias,  pues  lué  justo. 

al  Maiquís,  de  acción  tan  rara, 

^^^H               cuando  Medina  del  Campo, 

un  capitán  íisliano. 

^^^B               católica,  Us  ordena 

le  dasañasicis? 

^^^B                i  )a  Criix,  que  fu¿  de  ülena 

FitnNAH.                        Fii¿ 

^^^H               tesoro  que  lialló  en  el  campo. 

en  las  ha»Aas  y  fe 

^^^H               (como  el  Iivanftelio  dke) 

prodigio  algo  más  que  humano 

^^^B               oculto,  y  del  orbe  luz 

el  .Marques.  ^Qu¿  maravilUt 

^^^B              que  hoorando  vos  con  la  cruz 

si  se  llamó  don  l-'ernaodu 

^^^58a 

LA  LEALTAD  CONTRA  LA  ENVIDIA                                                  ^^| 

^^^^K 

lie  Avtloi,  ilustrando 

Otro.      tUrm.HJat  me  ahogan.                       1 

^^^^^^B 

Mngrc  que  le  di6  CasülU, 

OuixTAix.                                 i  Triste  eitrano'  ■ 
Pbunan.   iVué  brevemente  se  muda                  1 

^^^^^^B 

que  un  don  Femando  volviese 

^^^^^^H 

por  oiTo'f  ti  lo  mereció; 

el  rceocifo  en  cuidados!                         1 
QiiürTAK.  Confusa  con  la  congoia                         1 

^^^^^H 

mas  lainbkn  me  acuerdo  yo, 

^^^^^^^1 

porque  el  crédito  o«  conlíése 

toda  la  fíente  se  arrota                         M 

^^^^^^^1 

«n  que  ci  César  siempre  o*  luvo. 

sin  sentido  i  los  tabladas             ^^1 

^^^^^^H 

que  cuando  Su  Majutad. 

desde  los  balcones.                           ^^B 

^^^^^^^^ 

de^pu¿>  que  dio  libeiiad 
al  di<:hu  Rey,  y  él  no  ciluvo 

K(liH*ti.                                  ¡Llamu              ^H 

^^^^^H 

terri  bles;  i  nceadto  cit  rano!           ^^M 

^^^^^^^H 

lume«n  la  correipondencia 

QvtKi  Kf.  Et  sobresalto  bace  ct  dañu           ^^fl 

^^^^^H 

i  laiiu  p redad  debida, 

mayor.  ;i}\xé  de  h«rmos«s  daritot       1 

^^^^^^H 

&u  ingiNiitud  conocida. 

sin  leparaf  en  recatos                      ^^M 

^^^^^^^H 

é  irritada  su  paciencia, 

se  arrojan  y  precipitan'                   ^^H 

^^^^^^B 

que  de  persona  i  persona 
le  envió  i  desafiar. 

Fernán.    ¡Y  quí  poco  solicitan                      ^^B 

^^^^^^H 

tu  remedio  los  ififitratov                   ^^B 

^^^^^^^H 

y  á  vos  o«  hií<»  avilar. 

pretendientes  de  su  amuí!              ^1 

^^^^^V 

que  pariici^do  A  Uarcdonf 

Qi'iMixs.  ^Pucs  qu¿  ayuda  pueden  dadas. 

^^^^^^^H 

ic  hiciciie.ln  ompañia, 

Si  aunque  intenten  ampararlas 

^^^^^^H 

por  I.Í  fucM  doK  i  dos 

contra  el  fue|p>  no  ttav  valorr* 
Femma<(.  No  desamparar  su  lado 

^^^^B§ 

d  combate,  aue  de  vos 
valor  lanío  e  César  fía. 

^^^^^^^^ 

en  petiftro  lan  urgeate. 

H^             yi,'llfT»> 

.  tJxcusóse  et  Francés  des^ 

(Grltoi  át  itintroy  rHÍ^Tn  comu  f  ■«  tttt 

^^^^ 

y  quedóle  im  alat>ania 

tvnAitfp  un  la^M^a.l 

^^^^B 

no  más.  que  en  esa  csperaiix*, 
péiÚRie,  yo  os  lo  coníiKo. 
Uichoso  vas,  don  Fernando, 

QuinTAN.  La  multitud  de  la  nenie 

^^^V 

con  lodos  hundió  <i  labiado. 

^^^K 

Unos.       i  o*mr«  >  ;Jcfüs.  Jesús! 

^^^^ft 

que  fto  cabiendo  en  rt  mundo. 

Otro.       tiniiu.t                       iQu^  <*>«  maiatf 

^^^^B 

buscatici&  otro  s^^undo 

Otho.       iiátm.i  ¡Que  me  ahogan,  confmóo' 

^^^^^^_ 

nuevos  polos  conquistando. 

FiRHAM.  ¿Hay  mds  triste  confusión?* 

^^^^^^H 

que  el  Ñon  plu%  ultra  dilata, 

Otro.       |Acnlr«.|  ;Agua! 

^^^^^^^r 

y  al  (loar  su  alono  humilla. 
Don  Alón»!  Quinlanilla. 

Otro.       iM«"  i              ¡Favort 

^^^v 

Kr-H^Aü.                                       Se  retraían 

^^^H 

fama  pieier.tlu,  no  plata. 

sus  cungom^  en  mi  pecho: 

^^^B           Qil|NT*> 

.  Con  una  j  otra  se  adquieren 

¡ah.  CLclos,  que  no  haya  traza 

^^^B 

blasones  V  estados  grandes: 
ricos  de  ^ina  hay  en  Fiandes. 

de  socorrer  lo%! 

^^^^B 

Qt'iHTAN.                          La  plaza                    ^^M 

^^^B 

que  pobres  de  piala  mueren. 

va  toda  allá  un  provecho.              ^^B 

^^^^H 

^0  vengo  ahora  de  allí 

porque  ames  la  multitud               ^^M 

^^^^H 

Un  careado  de  papeles, 
como  cí  honor  de  lauretcs. 

estorba  que  favurecc.                       ^^H 

^^^H 

FicnnAi.    Vcitai  el  inccrvdio,  crectr                 ^^M 

^^^1 

pero  iuzgar¿mc  ya 

el  espanto  >'  la  inqu'Clud.                  ^^M 

^^^^H 

por  dichow  y  bien  premiado. 

Quintas.  Kn  una  silla  han  sacado 

^^^H 

puet  teros  he  merecido. 

del  rwtfto  una  dama  bella. 

^^^^        Fkhman. 

Todo  lo  que  he  adquirido 

Fekman.   jVilgame  Diost^No  e«  aquélla 
doña  Isabel  de  Mcrcador 

^V 

es  »u«t(o. 

^^^_          Q(IINTA^ 

No  iniercsadu. 

iQtti  espero  aquí,  si  la  adoro.* 
UtfO.         {Dtni ,  fluir,  que  e)  irwil  s«  ha  abieno. 

^^^M 

«miKo  si,  me  estimad. 

^^^^^^^ 

que  son  mis  firmtí  tesoros: 

Unos.      (Mm.ti.^Ku^' 

^^^^^^H 

¿ocemos  ahor«  tos  loros. 

Otros.      (lAn.)             (Favor! 

^^^^^^B 

y  aquella  ventana  honrad. 

Ovao.       fMflB.)               ,-Qué  me  han  mumtf 

^^^^^^B 

oiréis  aplausos  desde  ella. 

Otkos.     (Mm.)  it^nféslónl 

^^^^^^p 

que  la  plaia  i,s  apercibe. 

OutMTAN.                               iSoltOoe  un  lor»! 
FIPNAH.    Y  tiacta  el  tablado  caldo 

^^^^f^ 

(GiUiu  y  rulilif,  Jtairo,  ét/iugi-f. 

^^^B 

Quien  d«  adulaciones  vive 

se  encara  contra  la  gtnte. 

^^^^K 

poco  le  debe  1  su  estrella. 
Pero  escuchad,  .iqué  ruido 

OoiNiAN.  ¡Kxiraí^a  ocas»6nl 
PfRNAM.                                  Présenle 

^^^V 

^^^^ 

es  «le* 

mi  dama,  desaire  ha  sido. 

^^ 

(/xafra  1  Agua,  que  esta  casa 

cuando  lamo  la  he  quendo. 

^^^^B 

se  quema. 

el  no  irla  yo  oMgurar: 

^^B       Otru. 

Od*m  t      Agua,  que  se  abrasa 

^yo  tengo  fe*  iyo  sí  amarP 

^^^^^ 

esta  acera. 

Quintan.  A  la  sil  a  ha  acometido 

H            Otmo. 

ifi(*ia.i      Ya  ha  cofpdo 

el  bruto  tieru,  y  los  moto» 

^M 

las  puertas  el  fuego. 

huyen,  dt)ándola  en  ella. 

■             Otno. 

•  i^m  )                       Ayuda. 

tKmhta^^a  t»  ff*  y  lau  l^ttp^é*  ) 

^^^^ 

que  me  abraso. 

FxR\A!<.   Aquí  valor,  aquí  estrella; 

^^B 

itétm.i            Que  me  quemo. 

no  ha  de  malograr  mis  gatot 

^^^^p 

PRIMERA                                                   583           ^H 

^^^r               la  fodtina,  no  U  sueno; 

A  don  Alonso  .Mercado                          ^H 

^^^L              iinoi,  etu  «t  mi  ocAsi6n.       (VMr.t 

corre  i  avisar  del  estado                        ^^M 

^^^H 

en  que  tanta  confusión                         ^^H 

^^^B 

nos  ha  puesto;  di  que  asisto                  ^^M 

■■                         ESCENA  111 

i  su  hermana  mientras  viene.               ^^H 

^^^                                          QOIMTINILLI. 

f£n(r«tf  doQ  Fttoutdo  con  Ia4*max'     ^^1 
tambitn  ChacAn)                                               ^^H 

H       QoitiTAN.  GaÜRidii  resolución; 

^^1 

B                       laag»l«  «nvnjLu  U  muerte; 

^^^M 

V                    cooirt  el  bruto  can  á  cin 

ESCENA  V                             ^^H 

K                    se  srrota.  y  puesto  delante 

QmMTuiUA/CaaTrU'O.                        ^^H 

H                       de  i>  »illa  (acción  de  amante) 

^^^H 

H                    airoso  i  su  prenda  ampara. 

Qi;iMrAs.  ¿Pues  de  liosta  laa  solemne                  ^^M 

H                       iQué  valicriLcs  cuchilladas; 

ha  faltado^                                       ^H 

H                       qué  dictiro  que  sale  f  entra. 

Castii..                     No  U  ha  visto.                      ^H 

H                       quí  animoso  que  le  encutAlfa, 

Poco  á  estas  cota*  se  inclina,                 ^^M 

H                       quí  ateniat  )'  qu¿  asesdat 

despuós  que  Alcaide  le  ha  hecho             ^^M 
el  Ctsar,  del  satisfecho,                            ^H 

H                       acciuRMl  Ni  descompucsio. 

^                     oi  cun  el  rie«go  turbado. 

de  la  Mola  de  Medina.                              ^^H 

UüO.         (Dtairt.i  iDravo  golpe! 

Quintan,  bis  noiabie  fonalem,                            ^^M 

QviNTAN.                                 Cercenado 

y  eii  Lastilla  de  importancia.                  ^^M 
Castii..    ¡.os  hijos  del  rey  de  Francia                  ^^M 

le  ha  U  cabera:  vcbú  el  resto 

su  vator;  aprenda  ilíl 

tiumillarun  su  ¿raodcza                      ^^H 

el  ár.imo  ¥  la  desucza. 
Dcjidulc  na  la  cabcia 

teniéndola  por  prisión.                        ^^^^| 

QuiNrAM.^Y  esdon  Alonsocssado^               *^^H 
Castil.    Hasta  poner  en  estado                         ^^M 

al  cuello,  como  ¡otcI, 

j  dividido  en  pcdaioi 

dus  hvrmanss,  peifcccióii                        ^^| 

el  cuerpo,  la  arena  liAe. 

de  la  hermosura  r  nobleza,                   ^^M 
la  desmayada  Isabel                             ^^M 

el  acero  heroico  ciñe 

;  á  su  dama  «acá  en  biaios. 

y  Francisca,  pienso  dé!,                           ^^U 

oue  juxga  i  po::a  lineza                          ^^U 
darUs  cuñada,  que  son                           ^^H 

• 

ESCENA  IV 

casi  suegras.                                         ^H 

Sa<a   DAN   FanndiiiDo  íltinayaá*   «■    trafoi   4 

Quinta».                    VucsitodueHo                   ^^M 

oatA  iMBii..  iDM^MACAtTiitOf- Chacos. —RicHO, 

de  la  mitad  desto  tmpcño                      ^^M 

le  sacara.                                                   ^^M 

FSSNAM.    iTal  dogrpcia  y  en  tal  dU! 
Su  mejor  tlor  secó  el  Ma)0{ 

Castil.                  Inclinación                             ^^M 

muestra  don  Fernando  txiriúa             ^^M 

dos  almas  corló  un  desntajro, 

i  doaa  Isabel.                                       ^H 

ta  de  Isabel  y  la  mía.     (Sdl*  Cuiillo.} 

Quintan.                      Merece                            ^H 

Esta  casa  es  principal: 

todo  ei  amor  que  la  ofrece                      ^^1 

Casiillo,  1  esas  puertas  llama. 

su  beldad,                                                  ^^M 

pieviocnella  uniCama.ty«MC«it.*). 

Castil.                   Puede  en  España                    ^H 

Si  fuese  (amigo)  mortal 

ser  espejo  de  doncellas                           ^^ñ 

este  irigico  accidente. 

en  virtud,  honestidad,                           ^^M 

las  suenes  se  malograron, 

recato,  a/abilidad                                  ^^M 

que  envidiosos  anoijaron 

V  discreción,                                         ^^M 

los  aplausos  de  la  i^enic. 

Quixtam.'                 Panes  bellas                       ^H 

Quinta .N.  No  liay  que  lunncr  este  extremo. 

para  hacer  que  don  Fernando              '  ^^M 

que  un  desm3)o  ocasionado 
de  rie;í^  Un  apretado. 

oWlJc  al  Piiú.                                      ^H 

Castil.                          Sería                              ^H 

es  cumún. 

i  lo  menos  fclii  día                                 ^^H 

Fbkna».                Su  muerte  temo. 

para  aquel  Urbe,  si  entrando                 ^H 

QuinTa.s.  Las  delicadas  betleass 

en  i\  con  tan  bella  esposa                    ^^M 

son  flores  que  se  marchiun, 

don  Fernando,  mi  scAor.                        ^^U 

pero  luegj  leiucitan; 

diese  á  las  Indias  valor                            ^H 

porque  sustos  y  tristezas 

su  prosapia  g«n<ro-a.                          ^^H 
Huésped  suyo  agasajado                  *.^^l 
ocho  dias  ha  en  u  Mota,                   •  ^^H 

desmayan,  mis  nunca  matan. 

{Súltn  Ciitillo  y  ChicAo.) 

CAtTiL.     Sube,  señor,  que  ya  abrieron. 

■mor,  que  csperaniBS  brota,                  ^^1 

Fgkkan',   Nueva  (sperania  me  dieron 

bien  puede  deste  Mercada                    ^^1 

las  perlas  qu(^  m  desalan 

feriar  duk'e  compañía.                           '^^H 
Quimtax.  ¿Cor respóndele  la  damaP                       ^^M 
¿ASTIL.    No  se  que  pase  su  llama                      ^H 

bordando  Cuda  nieiilla. 

Quintan.  Pues  que  llora,  vita  esid. 

Ferna.-i.   lOli.  amaneica  este  sol  yt! 
Don  Alonso Quintanilla, 

extremos  de  cortosia;                          ,    ^H 

pues  para  que  en  mis  se  estime            ^^1 

esperadme  aqui;  CiiKÓn, 

el  valor,  que  en  tila  adora,                     ^^H 

^^K^^      584                                            LA  LEALTAD  CONTKA  LA 

ENVIDIA                                           ^^^H 

^^^^^B                aUblc  )  belU  ctiimora, 

libre  del  riesgo  pasado.          ^^^H 

^^^^^m                grave  y  honrMa  reprime. 

l.a  desgracia  repentina            ^^^H 
esia:^              lasiimarn,             ^^^H 
si  U  beldad  malograra            ^^^H 

^^^H 

que  vale  mis  que  Medina:            ^H 

^^^^^^K      5dlfn  Dov  ,\i.oiiM>  r»  Mi>*;iiao,  ooh  Fiumakiio 

cesó  su  fatal  ruina,                           ^M 

^^^^^H                                     y  C II  *  CÚH. — OtCIIM. 

pasó  el  rifior  como  el  rayo.           ^M 

que  ocasionando  al  desmayo       ^M 

^      ^MsDoAU.  Ya  mi  Isabel,  recobrada. 

sobresaltos  y  temores,                   ^1 

^^H                      volvió  en  &i,  gracias  á  Diov. 

si  cóngolo  nuestras  tlores,           ^H 

^^H                        porque  os  dfbamoi  i  vos 

volviói  atenlafUs  el  Mayo.        ^H 

^^K^                linesa  lan  &a2onsdB. 

Do/la  Isabel,  mi  sei\ora,               ^H 

^^^^K                 Pagiis,  en  lin,  ta  pouda, 

vuelve  a.  casa,  y  ase^tura,              ^H 

^^^^H               úue  en  mi  ca^a  honr»(h>  habíii 
^^^^H               d«  üucíte.  que  ifíual  hacíit 

cómo  iras  U  noche  oscura,         ^H 

con  mln  belleza  el  aurora:    ^^^1 

^^^^^1                 m:enira%  que  deíla  •>%  HÍtvátS 

venid  y  dt^niosU  agora             ^^^^| 

^^^^^1                 al  placer,  que  la  asistáis, 

parabienes,  pues  no  debe         ^^^H 

^^^^H                dÍ  petar,  que  os  auiciuíis: 

sufrirse  que  el  piemio  lleve         ^H 

^^^^V                 Medina  os  queda  deudora; 

de  una  suerte  Ucn  lograda,          ^H 

^^^^M                  p-irque  sin  vos,  ^qu¿  ^  alietan 

cl  braza  solo  y  la  espada,            ^H 

^^^^1                   liesias,  qué  llagedlas  turran 

sino  el  alma  que  los  mueve.  ^^^H 

^^^^K                  si  SÚI0  tt  lemor  tat  JIora? 

Mr.ncao 

.  AiiosM  es  la  biiarria                  ^^^^| 

^^^^^L                 Con  vos  en  ¡(ozos  mejora 

úue  sabe  para  obligar,              ^^^H 
del  modo  que  en  vos,  juntar       ^H 

^^^^H                pesares,  que  aiii«najtaron 

^^^^H                 desgracias;  pero  no  ataron 

al  valor,  la  corteóla:                         ^H 

^^^^H                compcliros  cuando  us  vieron. 

si  fuera  la  hermana  mía                ^H 

^^^^^H                pues  dado  que  aconieiietun 

alma  que  el  brazo  os  rigiera,        ^H 

^^^^H                cobardes,  no  ejecuiaron. 

dichas  mi  casa  tuviera,                    ^H 

^^^^H                     fuego  os  luvo 

que  en  vos  estoy  envidiando.      ^H 

^^^^H                pues  vengando  nuestra  injuria. 

vamos.                                       C^H 

^^^^H                s6h>  hiío  aturde  su  Tuiia 

^^M 

^^^^^V                lie  vuestro  invicio  valor. 
^^^^B                 Para  que  Uivu:  mayor 

■■SCt:.NA  vil                   H 

^^^^H                   creció  peli^rus  la  llama 

Sa{(e«)iOoN(Ai«»K  Vivaa»)-  DOtt  ■'«■""«■'■^B 

^^^^H                   V  cuando  más  ^e  derranu, 

.    ..     .m 

^^^^L                 más  la  suerik'  0^  engrandece. 

VlVtHO. 

Señor  don  l-crna^H 

^^^^H                que  al  paso  que  el  rie4iu  crece, 

aparte  hablaros  quisiera.                ^H 

^^^^H               crece  en      noble  la  fama. 

rKKKAN 

Don  Alonso,  al  punto  os  li^to;     ^H 

^^^^H                         en  una  y  otra  acción 

<juinlanilla  saleroso,                       ^H 

^^^^^B              parece  que  duplicada 

vernos  después  es  forzoso.             ^M 

^^^^H                turo  envidia  vuestra  espada 

QiiiNTAM.  Adi6t>  don  {-'ernando.  smif^.               ' 

^^^^H              á  vuesKo 

(  S'^Ktr  ta»  dML 

^^^^H              un  toro  i  su  ejecución 

■i 

^^^^^H                rindió  la  rebelde  vida. 

lüSCENA  viri                    ^M 

^^^^V                logrando  en  otra  lucida 
^^^^^                vuestra  espada  su  destreza. 

Caitiua,  bom  FaKPAsbo  y  Chag&k.         ^H 

^^^^H                que  A  dejarle  la  cabe» 

Castii,. 

j\  le  de  quedarme  contiBO?           ^H 
No.  Gallillo;  con  Chacón               ^H 

^^^^^H                Budiera  quedaí  corrida. 
^^^^H                Muerto,  en  lin.  i  «ueilros  pf« 
^^^^H                conlesó,  ji^aidtcndoos  famas. 

Fkhkah 

OaíTtL. 

en  casa  espera.                              ^H 
A  cuesiídn            ^M 

^^^^Pf              que  aun  un  bruto  con  las  damas 

me  huele  tanto  recato.             ^^^H 

^^^^V                es  razón  que  sea  cortís: 

Chacón 

Horma  topó  su  zapato             ^^^^| 
que  le  apretará  el  lalón.          ^^^^ 

^^^^K               débecis  mi  hermana  después 
^^^^H               rtueva  vida  y  ser  srgundo. 
^^^^^H                y  asi  en  vuestro  valor  fundo 

ÍV»HMtliHéét¡ 

^^^^^B                que  sólo,  eiisaliando  i  I''ipaAa, 

ESCENA  IX                 ^^^ 

^^^^V                pudiera  hacer  lanía  hazaña 

r                            un  hombre  del  otro  mundo. 

DoM  PiKHAiiiia  y  Vitaaih         ^^^^| 

t             PsnHAH.  Soy  yo,  don  Alonso,  amluo, 
^^L                       lodo  vuexlro,  y  no  es  ranún, 

^^^^H 

FCMNAK 

Ved  en  qué  serviros  pu«do,     ^^^H 
pues  solos  nos  han  Jejado.            ^M 
be  vuestro  cortés  «({i^do               ^M 

^^^^                que  prenda»  que  vuestras  son 
^^^^K                 atibéis,  parte  y  te!ití|;o: 

Vivero. 

^^^^H               mas  «i  con  ello  os  obtiuo, 
^^^^H               creedme,  á  (edesoldaoo, 

con  nuevas  envidias  quedo,          ^H 

perú  no  habérs  de  enojaron            ^H 

^^^^H              que  del  PirJi  conquistado 

si  apasionado  y  celoso                    ^H 

^^^^V              no  estimo  en  Unto  el  laurel 

me  adviriiércdes  curioso               ^H 

^^^^^                 como  ver  vuesira  Isabel 

en  lo  que  he  de  preHuniaroa.         ^H 

johnada  pkimeha 


585 


R3IAN.  EscOQPmpBvCTiencia: 

por  que  70  ya  h*  muchos  años, 
que  enirt  peligros  j  Jaños 
prendi  i  tener  paciencia; 
nat,  celoso,  seniirla 
haberos  yo  ocasionado 
i  mil  lüu  desrsperaUo. 
Vos  cüusiis  Id  pena  m!*r 
^á  CUJÍ  de  üs  ¿oi  hermana; 
que  os  hospedan,  queréis  bien? 
A  enirambas,  porque  no  cstín 
qucjoMS.  quecn  cortesanas 
obligaciones  no  hay  lasa 
que  reprima  al  lihernl, 
ni  fucia  bien  querer  nial 

á  quien  me  admite  en  i\x  cosa. 

VivKAO.    No  os  díis  por  deteniendido 
si  sabíis  (a  diferencio, 
que  hace  I»  benevolencia 
al  «mor  correspüiitlidü. 
jD«  cuAl  dcsias  sois  ainanic? 
jquien  vuesiro  cuidado  obli^^ 
^Fr.nsAN.  No  sí,  por  l)¡iH,  lü  que  os  dig  I 
i  prcfiuniti  scmeíanie: 
pero  podrios  alirinat, 
que  cuando  hiLÍera  el  deseo 
en  una  6  en  otra  emple», 
oso  lan  poco  liar 
i  ninguno  mis  afectos, 
que  «unque  denico  el  alma  moran 
mis  pensamientos,  ignoran 
unos  de  otros  los  secretos. 
Ved  sí  será  desvario, 
no  siendo  Bm¡|(os  los  dos 
que  os  fie  el  5ei.'[cio  á  vos. 

Suca!  pensamiento  no  fio. 
omunicando  cuidados 
amor  su  alivio  procura. 
ERNÁN.  Si  más  losde  Hxiremndura 
somos  en  lodo  extremados, 

Íen  semejantes  desvelos 
ay  quien  uiíimu  {y  ni>  mal) 
que  amor  nac¡6  en  Portugal. 
V  en  nuestra  paina  los  celos: 
e^tos,  huyendo  ocasiones, 
que  con  sospechas  maliratan, 
son  lalcs  que  se  recalan 

de  sus  imaginaciones. 

VivBBO.    Los  que  traigo  ejecutivos, 
pueíito  que  no  tan  ataros, 
me  obligan  á  provocaros, 
cnite  otros,  por  dos  motivos. 
La  envidia  de  vuestra  lama 
es  el  unu,  porque  temo 
que  siendo  con  tanto  extremo, 
me  olvide  por  vos  mi  dama; 
el  uiro,  la  enemisiad 
que  causa  la  compeienda: 
hablan  de  vuestra  expenencio, 
«fuerzo  y  capacidad, 
con  lanía  ponderación, 
cuentan  de  vuestras  haiañas 
tan  inauditas  y  extrañas 
cosas,  que  fábulas  son, 
Dicen  que  en  el  Occidente 
vuestro  ininio  varonil 
mataba  de  mil  en  mil 


los  Indios,  y  que  su  gente, 
temblando  el  nombre  español, 
por  deidad  os  adoraban, 
y  <|ue  en  fe  desto  os  llamaban 
primogénito  del  Sol; 
que  un  ejercito  vencisteis 
vos  solo  (seria  de  estopa), 
pero  sin  armas,  ni  aun  ropa. 
A  poco  riesgo  os  pus.sieis; 

3ue  en  la  haianosa  prisión 
el  bastardo  Atabaliba, 
sobre  las  andas  en  que  iba 
hallasteis  de  oro  un  tablón 
que  pesaba  dos  quintales, 
y  que  el  Itey  por  redimir 
su  pnstón.  oizo  venir 
cargados  Je  los  metales 
(que  han  hecho  tantos  delitos) 
sumas  de  Indios,  que  llenaron 
el  salón,  que  señalaron, 
de  tesoros  inlinilos. 
)  puesto  que  sin  provecho, 
obligaros  pretendió, 
desde  el  suelo  se  atrevió 
el  oro  y  plata  hasta  el  techo. 
Que  en  el  Ouico  dcspo)a:kieiS 
un  templo  al  Sol,  cnfO  muro 
de  tablones  de  oro  puro 
guarnecido,  aún  no  apagasteis 
la  sej,  que  avarienta  nechuBt 
y  que  en  otro  de  la  Luna 
ós  concedió  la  fortuna 
vigas  de  plata  maciía, 
tan  grande,  que  Iss  menores 
de  cuarenta  pies  pasaban, 
que  unos  huertos  le  adornaban, 
cuyas  plantas,  yerbas.  Dures, 
con  propiedad  prodigiosa, 
troncos,  ramos,  hojas,  frutos, 
peces,  pájaros  y  brutos, 
imitando  en  cada  cosa 
la  misma  naturaleza 
era  todo  de  oro  y  plata. 
Same  el  que  en  niímeros  trata 
si  puede,  tanta  riqueza, 
ó  vos,  que  fuisieis  icstigo, 
con  los  demás  casielianos, 

3ue  hasta  las  trojes  y  granos 
el  maíz  (que  es  vuestro  irigo), 
de  ciento  en  ciento  arrimadas, 
oro  alirma,  quien  las  sueña, 
hacinas  había  de  leña 
al  natural  .miíadas; 
que  siendo  deite  metal 
(sólo  para  ostentación 
desa  vana  religión) 
agotaron  el  caudal 
ai  Sol,  que  produce  el  oro, 
esmeraldas  se  quebraron, 
que  doce  libras  pesaron; 
Atrévense  &  tal  tesoro 
las  novelas  destos  dfas, 
con  que  la  verdad  se  infama. 
«Leyó  la  crédula  dama 
Ubrus  de  caballerías, 
que  osasen  contar  quimeras 
tan  indignas  de  creer? 


^^^H           586                                            LA                        CONTRA  LA  KKVIUIA                                    ^^^B 

^^^^1                    Pues  cono  cada  mujer 

me  tciséis  de  casiígaros. 

^^^^P                    iuz(^  eUMi  burlas  por  verat. 

quiero  en  lugar  de  enoja  ros. 

^^^^K                    y  agrada  todo  lo  nuevo 

serviros  con  dus  consejos. 

^^^^H                    r  i  cada  datna  en  Medina, 

El  uno  «,  que  en  ocasiones        ■ 

^^^^H                    que  tiene  en  vo3  imagiDa 

semejantes,  pnxuréis                ^M 

^^^^H                    un  caballero  del  l->bo, 

ser,  ames  que  os  cmpeñéts,     ^M 

^^^^H                    un  Anús,  un  Amatli&, 

seAordc  vuestras  acciones,    ^M 

^^^^H                    y  qucsio^  llogs  á  ol)lígBi. 

pues  si  contra  el  ofcodido      ^B 

^^^^f                    en  doic  te  habéis  de  áu 

os  arrojjiis  destemplado.          ^B 
el  reñir  desbaratado             ^^^t 

^^^V                        ices  ó  cuatro  Potottií; 

^^P                            aumeniáiseatedneo 

es  lu  mismo  que  vencida,^^^H 

^^M                             con  las  suertes  que  IO|[iatteis 

El  segundo,  que  pninero^^^H 

^H                             en  loi  toros  que  niau&iei». 

que  lumtis  reiuiución,     ^^^| 

^^m                              V  ea  lo  aíradu  del  turneo. 
^^M                           La  dama  ¡lue  socorristeis 

Bvcnt^Cleis  la  ocasión               ^M 

con  que  sacárs  el  acero;            ^" 

^^B                           ut  confíe»  obligación. 

porque  arriesgar  vida  y  fama 

^^B                           su  betmtna  os  muestra  afición: 

sin  certeza  del  agravio,             ^¿ 

^^U                           de  toda  la  pla/a  oísteis 

ni  es  acción  de  pecho  sabio    ^B 

^^B                              splatlsos.  que  bista  los  ci«lo« 

Ot  medrará  vuestra  dama.       ^B 

^^m                           vjiestra  alabanza  subliman. 

sino  es  la  publicidad                 ^B 

^^1                           )  tolo  á  mi  me  lastiman 

que  con  desdoro  iadis£reto    ^B 

^^M                              nenas,  envidias  y  celos, 
^^m                              Yo  adoro  d  una  de  lat  dos, 

CQ  oíensa  del  secieio                 ^B 

eclipse  su  honestidad.         ^^^B 

^^B                             que  me  ob!ig6  i  preguntaros 

Reipeíoi  de  ia  hermosun^^^^B 

^^H                             cuAi  delUt  bastó  í  preiídsrosi 

piden  atento  el  cuidado.  ^^|^| 

^^m                              y  puti  no  alcan/u  de  vos 

que  honor  y  vidrio  qo«bf«3^^ 

^^M                           notician,  <]uc  me  encubrís. 

nunca  adm'ten  soldadura. 

^^m                           tampuvo  quiero  deciros 

y  las  de  quien  hucs|<cd  ful 
(que  de  hoy  más  no  lo  scr£) 

^^M                           su  nombre,  que  intento  heriros 

^^B                              pOf  los  lilos  que  nic  herís; 

conservan  el  suyo  en  pii         ^m 

^^K                             mas  aseguraros  puedo 

de  suerte,  que  es  frcnesi          ^B 

^^B                              que,  puesto  que  no  admilidu. 

iinaginai.  que  conmigo             ^h 

^^^                             no  m«  queio  aborrc\:ido. 
^H                              Entre  Medina  y  Olmedo. 

den  áiomos  de  ocasión             ^B 

i  vuciini  imaginKión;             ^B 

^^B                           mi  patna,  la  vecindad 

porque  es  el  cielo  t^stijto,        ^B 

^^H                           y  frecuencia  de  sus  nobles 

que  puesto  que  he  cxamttiad^^ 

^^B                              suele  hacer  con  lazos  dobles 

por  lo  cxienor  lus  afectos.      ^H 

^^B                           parentesco  la  amistad. 
^^1                           bita,  y  amor  que  meabrata, 

que  dentro  el  alm»  secretos    ^| 

no  siempre  encierra  el  cuidado. 

^^B                           me  ha  oblifiada  i  que  recel« 

jamás  en  la  que  es  mi  dueilo 

^^B                              d  rits^  que  causar  suele 

pudo  un  descuido  ó  mudar:^a 

^^B                           un  competidor,  y  en  casa. 

dar  alas  á  mi  esperanza; 

^^B                              á  espcianias  qué  de  fuera. 

potque  el  agrado  risueño         ^H 

^^H                           marchiíAcidolas  en  rtor, 

que  una  mujer  principal         ^B 

^^B                           como  n  TrecuriKia  el  amor 

muestra  al  huésped  de  valor,  ^7 

^^B                              distante  se  desespera. 

si  es  el  r^lo  mavor. 

^^B                           Sólo  un  reparo  procura 

no  por  eso  da  señal                   h 
con  que,  pasando  de  raya,        H 
su  amor  intimarle  pueda;         ^V 

^^B                              mi  resolución  honrada. 

^^B                              que  es  pur  medio  de  la  espada. 

^^B                           probar  con  tus  mi  ventura; 

ouc  quien  lin  aftiado  hospeda 
úice  al  huíiped  que  se  vat  a.     ^^ 
Ya  os  constará,  según  esto,     ^B 
cuan  puco  seguro  estoy             ^B 

^^B                              pues  muriendo  i  vuestras  manos 

^^B                           gano  en  lugar  de  penlcr. 

^^B                              con  quien  supo  merecer 

^^B                              tantos  laureles  Indianos; 

de  que  preferido  soy 

^■^                           y  si  os  doy,  pof  dicha,  muerte, 

1  vuestro  amor;  mas  supuesto. 

^^B                             que  estos  lancea  son  acaso, 

que  con  empelóos  mayores 

^^B                              toda  vuestra  fama  paso 

se  agravian  vuestros  recelo*. 

^^B                              i  mi  venturosa  suerte; 

(que  el  cuerdo  no  piJe  celos 

^^B                              ptKS  dando  nuevo  valor 

si  antes  no  adquirid  favores) 

^H^                           al  esruerio,  siempre  han  sido 

poique  yo  éstos  no  os  impida^H 

^H                               las  haiaAasdel  vencido 

os  doy  im  fe  de  buscar             ^B 

^H                               despojos  del  vencedor. 

color  con  que  dcspeíat            ^H 

^H            FtaHAM.  DesM criados  desvelos 

la  casa  (si  agiadccida               ^B 

^H                            mi  cólera  hsn  piovocado 

no  profanada  por  mi)              ^H 

^B                               pumo  que  quedo  vendado 

ó  ausentándome  maftaiia        ^B 

^H                              con  haberos  dddo  celos; 

á  vuestra  sospecha  vaita         ^B 

^H                            mas  porque  advirtáis  cuín  lejos 

sausfaccT,  Mas  si  asi                ^B 

lORKADA    PRIMERA 


587 


aun  no  basto  i  «serraros, 

ya  veis  que  el  puesto  y  laTScifa, 

(te  vue&ira  dama  desdora 
'  la  opmión.  que  ha  d<obii$a(0«: 
'  voWed  cuando  enmudeciendo 

la  noche  lenguas  a)  dia. 

none^c  (uctira  porda 

con  valor  y  úa  eUrucndo, 

?ue  i  laf  doce,  iía  dar  nota 
la  gente  que  nos  ve. 
en  el  tcrreto  estare 
dC'  Cdiiillú  de  la  Mota.  (fifr.) 

ESCKNA  X 

Vivaos. 

E«e  hombre  juntó  al  valor 
la  prudencia  y  d  respeto; 
obligando  tn  \o  discreto 
da  en  lo  valiente  lemot; 
ma)> )  ü  con  celo»  y  amor, 
^cómo  podré  en  ^u  alabanra 
desbaratar  mi  venganza 
mientras  no  íupieredél 

Sje  noe«  mi  dol^a  lsat>el 
blanco  de  ia  esperanzad 
Colijo  por  conieturitt. 
que  quiere  bien  donde  vive, 
pero  innuto  i  ijuicn  recibe 
por  dueño  de  su<  vcniurai), 
si  de  las  doi  hermuiuias 
me  encubre  la  que  me  toca, 
lo  que  me  niefta  su  boca, 
mi  mdusiria  avciiKuari. 
que  coa  celos  mal  podri 
ser  muda  la  deidad  loca. 
Esu  aochc  ha  de  aguardarme 
como  oírece  en  el  terrero; 
buscar  un  ami^o  quiero, 
que  en  esto  pueda  ayudaimc. 
/Qaé  mucho,  que  *tormenia(me 
riegue  el  dudar  y  el  temer? 
mí  opuciio  rico,  mujer 
la  Causa  üc  mí  cuidado. 
¿I  iodo  oro,  ella  Mierco.ío. 
y  amor  comprar  y  vend«r.       tl'<wr ) 

USCENA  XI 
IxiÑJi  tiAasL  .V  oaii.  FutHcuc*, 

Uabki  .     Aquí  entre  la  amenidad 
deiios  álamos,  que  son 
del  capullo  guarnición, 
que  vivimos,  si  es  verdad 
que  amor  gobierna  tu  seso, 
)  JO  merexco  saber 
quien  le  lleca  á  merecer, 
me  vuelve  á  referir  eso; 
queetiuve  poco  advertida 
en  cata  i  tu  relación, 
en  fe  de  la  turbación 
que  puso  á  ries^to  mi  vida: 
parece  que  el  huésped  nuettiu 
te  hadado  en  que  desvelar, 
vuíiveii)c,  hermana,  i  contar 
estas  novedades. 


Framcis. 


Isa  nal- 


Muestro 
en  declararle.  Isabel, 
mi  pecho,  el  úliimo  afeto 
que  te  tengo. 

Amor  secreto, 
aunque  *eguro,  es  cruel. 

Khaíicií.  t>'P>.  P""-  3l»e  les*  «'  •*'"• 
que  este  he:nicero  Piiarro 
me  deleilO  en  lo  l^iiarro 
y  obli|{j  en  Ib  concsia, 
<b  lugar  á  ptnsanucoios 
que  hasta  cotonees  sosegado* 
ya  quieren  amotinados 
ser  causit  de  mis  tornieotos. 
Considere  su  valor, 
y  que.  Alejandro  segundo, 
conquistando  un  nuevo  mundo 
ic  k  dió  á  su  emperador. 
Bastaba  mío  para  hacerle 
señor  de  m:  voluntad, 
^qué  hará  pues  mi  libertad 
M  csia  larde  llego  é  verle 
aplaudido  de  las  damaSi 
envidiado  de  los  noble*, 
ai^adir  con  lUcí  les  dobles 
dicha  i  dichas,  lama  á  (amas? 
De  todo  el  pueblo  querido, 
de  la  foi  tuna  aniparado, 
de  la  pliZB  celebrado, 
de  los  cobardes  túmido, 
y,  en  lin,  de  tu  vida  dueño, 
pues  sola  amparada  del, 
aos  mío  dort*  Isabel 
deudora»  de  lanlo  empeflo: 
¿que  mis  quicics  que  te  Jig«r 
saca  lu  por  cuiisccucnciss, 
SI  discurics,  evidencias, 
que  no  quiere  que  prosiga 
la  lengua,  corla  en  hablar, 
si  larga  el  alma  en  t^uerei. 
Mucho  te  llego  á  deber, 
pues  quieres  por  mi  pigT 
deudas  que  jo  sola  debo: 
pues  Si  bien  nuestros  cuidados, 
si  obligan  mancomunados, 
yO  quceJ  mayor  logro  llevo 
desia  usura,  era  tíxó.i 
que  esic  empeño  aie^iurahc, 
y  liberal  le  üacasv 
de  tan  nueva  obli(;ac<ún. 
jPucs  amas  i  don  Fernando^ 
No;  pero  SI  es  acreedor. 
y  t<j  le  tienes  amor 
por  eso,  ya  estoy  culpando 
mi  remiso  natural, 

Íque  en  deudas  seme|antev 
la  pa)ía  leadeUnies 
siendo  yo  la  pnncipal. 
¡Ayj,  hermana,  «os  desvelos 
si  no  entidia,  celos  son. 
Primero  enira  la  afición 
y  ésia  abre  puerta  1  los  celos. 
Don  l-'ernando  ocupa  ataoia 
tmás  que  en  nuestros  galanteos) 
en  la  guerra  sus  deseos, 
que  Alarla  no  se  enaroora 
mientras  que  no  se  desnuda 


ISABGI.. 


Framcis. 
Isabel. 


Fbamcis. 


588 


LA  LEALTAD  CONTRA  LA  ENVIDIA 


et  atnjs  iodo  rigor; 
mándate  el  Emperador 
que  oiti  vez  al  Pirii  acuila. 
)-  si  se  ha  departir  Iucko. 
>'  aquí  de  prestado  está, 
¿quiin  duda  qu«  aps^afi 
tanto  mar  tan  poco  fiiex\>-'' 

FnAMii».  No  sé  que  el  mar  le  coniuma: 
que  li  en  Chipre  tecríü 
amor,  su  madre  nació, 
perla  en  nicar,  de  &u  espuma. 
Pero,  ¿quí  te  impona  á  it 
que  yo  me  c^pont^aá  su  olvido? 

IsAaei..      ver. Vran cisca,  que  has  querido 
pasar  finezas  por  mi; 
y  desearle  empleada 
en  seguras  profesiones, 
sin  que  Hora  dilaciones, 
ames  viudp,  quecat»da. 
Que  ftoxos  que  no  aseguran 
no  se  deben  pretender 
T  hay  rosas  que  al  parecer, 
deleitan  pero  no  duran: 
lux  de  relámpago  breve, 
sol  y  llores  por  Febrero, 
amistad  de  pasajero, 
bebida  en  Julio,  de  nieve, 
y  presunción  de  bclleía 
que  al  espejo  se  ha  mirado, 
son  como  amor  de  snldado 
que  se  acaba  cuando  empreza. 

Frakcis.  Nunca  tan  moral  te  vi; 
mal  celos,  Isabel  mía, 
son  tüdüs  liU>sofÍa 
y  leen  cáieüra  por  ti. 
i'ero  mi  heimano  y  el  dueño 
de  nuestra  conver^acióu, 
están  aquí. 


ESCENA  XII 
SaJtff  nov  Alono  Mmkcako  y  don  Fcuhahiis.— Dtr.iio*. 

FnHNAN,  La  ocasión 

insla,  y  el  plaio  es  pequeño; 

mándame  el  Cesar  que  al  punió 

me  parta,  amigo,  i  embarcar. 

mañana  piensa  marchar. 
Mrrcai).  Daisnus  don  Fernando  fumo 

el  ffaxo  y  los  sentimientos; 

nwnos  mal  hubiera  sido 

el  no  haberos  merecido 

nuestro  huésped. 
Fkkmak.  Son  violentos 

los  preceptos  de  la  Corle. 
Mkh<:\i>.  jPues  por  qut  dan  lamas  prisas? 
FeMKAN.  Reinan  ahora  las  brisas 

en  lo«  pMlaKos  dd  norte; 

y,  si  esperamos  la>.  calmas 

de  Julio,  es  Mema  penosa. 
Meac.AD.  Con  priía  tan  rigurosa 

no(  lleváis  iras  vos  lai  almas. 

Góceos.  Medina,  siquiera 

esta  semana. 
FBUHkH.  Han  iteudo 

camaradts,  que  he  ootigado 

áeslc  viaje, }  quisiera 


.  que  con  cuatro  compaAlas 
que  llevo  i  esta  cmbarcsdóo' 
no  hiCresc  la  dilación, 
como  suele,  demasías.  ^^ 

Ya  sabéis  cuan  fácilmente      H 
la  gente  sedesbaraia,  V 

y  cuáD  mal  los  pueblos  trata 
en  que  se  alojan. 

Mkhcad.  HrKente 

cxusa  dais  ^qué  hemos  de  hacer? 
líablad  á  mis  dos  hormonas. 

FenNAN.  Las  perfecciones  huntanas  II 
que  en  ellos  merecí  ver, 
han  de  hacerme  mal  pasaje 
con  su  memoria. 

Mrkcao.  Ojalá 

la  prisa  que  d  César  da, 
amigo,  á  vuestro  viaje, 
fuera  menos  que  mí  intento 
imaninabs  obti^^aros, 
(si  alguna  puil»  inclinaros) 
á  que  fuc^ede*.  ile  asiento 
duetío,  y  no  huísced  d«  casa. 

Fehkak.  ^Qu¿  mis  dicha,  á  haber  en  mi 
méritos  que  no  adquirí 
r  la  fortuna  me  tasa^ 
Empleos  más  gcncrusos, 
don  Atonw.  las  buscad, 

3UC  merece  su  beldad 
os  Usares  por  esposos. 
j.No  DOS  dar¿s  pcrmistún, 
hermano,  parj  llegar 
i  agradecer  y  pagar 
lan  precisa  otiliuairión 
como  a  i  >eñ»r  don  Kernandr 
Isabel  y  JO  tenemos.* 
Avaro  de  suene  os  vemos 
en  esta  pane,  ocupando 
el  tiempo  todo  con  4^1, 
que  estoy  por  pediros  celos. 
Pedídselos  i  lus  cielos, 
que  envidiosos,  mi  Isabel, 
nos  le  ausentan. 

iCAmo,  6  cná 
MaAana  si  i  rcsisiillo 
no  bastáis. 

Ksie  castillo, 
si  fué.  seíhir  don  Fernando, 
limitada  habitación 
que  os  regaló  coriatneaie, 
ya,  desde  hoy,  por  delincuenie,' 
ós  servirá  de  pristún; 
porque  obligar  dando  i  ida 
y  sin  que  se  satisfaga 
rehusar  admitir  la  paga, 
si  n<J  igual  agradecida, 
ni  dar  término  al  aprecio 
que  pide  unta  importancia, 
6  es  género  de  arrogancia, 
ó  especie  d«  mcnuspreciu. 
FaANCiS.  No  es  posible  que  queráis 
deslucir  tin  razonado 
favor,  como  ha  inu-rcsado 
mi  hermana,  si  os  ausentáis. 


Francis 


ISABKI.. 


MeacAo 


ISABKI.. 

Mehcao. 

IkAOCL. 


())    Rn  f I  oriiiintl  itict  Mok«lnaf>  y  «divina 
n«rralaan<ltflt«. 


JORNADA 

PRlMEItA                                                     SfW)            ^H 

Kkrhas.  Antes,  señorts,  pretendo 

tengo  á  la  oita  icspcto.                        ^^^H 
Mis  camaradas  están                            ^^^^| 

no  añadir  obli^tcioncs 

<|ue  as¿  confino  en  ocaiíoniix 

aKuardAndome  y  tendrán                    ^^^^| 

que  os  eiloy  unios  debiendo; 

queías  lusias,  que,  en  efecto              ^^^H 
deían  iu  piitría  por                             ^^^^^ñ 

porque  el  scrvici»  pequen» 

que  esta  larde  os  salisf«(í0 
lávor  fui,  que  te  me  hizo. 

si  á  visitados  no  voy,                         ^^^^H 

permitidme  que  por  hoy                  ^^^^H 

V  fo  el  deudor  de  su  empeño. 

los  acompañe,  que  asi  '                   ^^^^H 
cumplir  tinexas  podr¿                      ^^^^H 

que,  *  no  animarme  el  temeros 

vn  el  peligrii  en  que  o%  vi, 

con  que  el  noble  amigos  gana.          ^^^^| 

«qu4  dicha  i>  suene  hubo  en  mi 

Volveré  por  la  niafiama,                     ^^^^| 

que  no  confirsc  deberos? 

y  en  prendas  os  dejaré,                     ^^^^^M 

Vi-s  nuiaMcis  fl  acierto 

de  la  pRiabra  que  he  dado.             ^i^^^^^l 

de  mi  copuda  agradecida, 
porque  a  qucdnr  vos  sin  vmIb 

un  alma  que  en  compañíi            ^^^^^H 

del  favor     cortcsia                           ^^^^| 

el  perderla  jo  era  cieno; 

que  en  vos  he  experimentado             ^^^^H 

y  pues  con  aquel  favor 

cMará  en  su                                           ^^^^H 

mt  dicha  aplausos  mciora 

pandando,  seiiorai,  muestra,           ^^^^H 

y  siendo  vrji  mi  iirreednra 

que  empeñada  es  prenda  vuestra       ^^^^| 

me  empeñéis  vueiiro  deudor, 

no  habréis  de  iiatarla  mal.       f  i'<uiJ^^^^| 

no  me  culpas  ti  adelanto 
mi  ausencia  por  no  aumeniar 
deudas,  sin  poder  pifiar. 

^^^^^H 

^^H 

ISAWEt..     Quedándoos  por  el  unía 

OoIIa  (miiki.,  uoi*  Fa*i>cnc4  y  MavcADO.           ^^^^H 

nos  •.-rjnicniarji  la  prenda. 

Fhancis.  Preso  csliis  y  ejecutado. 

Feunaü.  Sultadmc,  pues,  en  tiado, 

que  donde  falta  la  hacienda 
ex  biM  que  se  le  ptimita 
irla  i  buKcar  el  deudor. 

(sABKL.     Conforme  fuere  el  fiador 

IsABRL,     iQuc  apacible!                                   ^^^^| 

Francis.                        iQué  discfeiol               ^^^H 

MsncAO.  Soledad  nos  ha  de  hacer:                  ^^^^M 

pero,  en  ñn,  si  ha  de  volver              ^^^^| 

dichoso,  dueño  os  prometo                ^^^^| 

á  la  una  de  las  dos.     (Vau  Mcreario,)  ^^^H 

qae  nos  deis. 

^^^^^H 

Fbbna».                       SijeacrcdiH 

ESCIENA                                ^^^^1 

mi  palabra,  yo  o«  la  empeño 

lioJlA  tlAIKL  y  DOA*  fKkKCIM*.                     ^^^^^^H 

de  volver  de  aqui  i  dos  aAos. 

ISABir..      Largo  pla/o,  pero  extraños 

Tráigale               con  bton,             ^^^^^^M 

los  intereses  del  du«i^. 

Frakcis.  Si  los  efectos  se  ven                     ^^^^^H 

MtRCAii.  La  paciencia  hará  por  ti 

del  alma  y  amor,  que  es  Dios,          ^^^^H 

)o  que  en  lacnb  por  su  dama. 

penetra  los  coraioncs,                         ^^^^| 

ISASEL.      Por  que  no  iluMra  la  fama 

perdido  se  va  por  m!.                         ^^^^| 
IsABCi..     Nunca  yo  crédito  di,                          ^^^^| 

lo  que  padeció  KaqueL 

■                    jPor  vcnmra  era  menor 

Francisca,  A  equivocaciones;               ^^^^1 

■  el  tormento  que  sufria^ 

■  lacob  engaña  con  Lia 

y  si  bien  no  me  ha  debido                   ^^^^H 

tlncias  de  bien  querer,                        ^^^^| 

1                     dilaciones  de  su  amor: 

no  por  csD  he  de  perder                       ^^^^| 

"                      Kaquel  sola  con  mis  ñeics 

la  parte  que  m«  ha  cabido                   ^^^^H 

f'<ne/»ü  dilató  cncafloi. 
MitncAn.  No  son  catorce  dos  a  A  os. 

en  el  amor  que  conliesa;                   ^^^^| 

que  de  mftiaia  me  notara                    ^^^^1 

puesto  que  si  dos  Raqueles 

si  SU  amor  menospreciara.                   ^^^^| 

mis  hermana:),  que  liadas 

Fhakcis.  Será  por  lo  que  te  pesa                         ^^^^| 

en  vuestra  palabra  y  fe. 

de  ver  que  de  mi  se  adrada.                 ^^^^| 

os  aguardarán. 

tSABti..     Antes  quedo  persuadida                    ^^^^M 

Fehkam,                          Tendré 

que  al  paso  que  presumida                ^^^^^H 

htsu  entonces  represadas 
csperantas,  que  después 

has  de  correrte  burlada.         (KaaM.I^^^^I 

^^^^H 

cumpláis,  don  Alonso,  vos. 

^^^^^^H 

Mbkcaci.  Sí:  «más  en  cuál  de  las  do& 

ESCENA  XV                         ^^^H 

fundáis  las  vuestras? 

Stttn  OOM  CoMf  ALQ  B(  Vivafio  f  Pabiua.              ^^^^H 

Fehnak.                                    Cortés, 

^^^^^^H 

la  modestia  siempre  cuerda. 

^^^^H 

teme  mi  felii  fortuna 

^Ya             enterado                                              ^^^^H 

que  por  señahf  la  una 

en  lo  que  has  de  de^irle^                                      ^^^^H 

la  gracia  de  la  otra  pierda; 

y  asf.  euardmdo  el  decoro 

Padilla.                              ^^^^| 

^^^           que  dcou,  afectos  miiíRO 

he  estudiado             ^^^^| 

^^H            pues  ¡oh  don  Alonso  amiR<>t 

tu  pensamiento  todo.                                        ^^^^| 

^^^^^     que  al  paso  que  la  una  adoro 

Yo  he  de  llegar  á  hablarle,  mas  de  modo,          ^^^^| 

Syo 

que  crea  que  imtgino, 

que  te  hablo  i  t>. 

Vitero. 

Sacarle  deicf  minn. 
Padilt*.  ántñ  «unte. 
%i  á  mi  lubíl  «Jora,  ó  con  su  tniiene 
■segumc  (lfiv«lA«. 

Padilla. 

^  VtlJente  n,  pero  mas  la  son  los  celos; 
dwOede  tu  dama 
el  6i\fík\a  recado,  pues  si  la  ama 
fuerza  n  que  \eni'.mͫiilos 
manifiesten  aculicHpcnsHTnfentnü, 

3ue  satos  y  celosos  desatinos 
espletian  con  sus  quejas  loa  vcctnos. 

lSaf(dDnr«ro*ndoJ 
Vivero. 
Este  es  sin  duda. 

Padilla. 
Sea. 

Vi  V  Bao. 

Aqui  me  apaño,  porque  no  me  vea. 
Padilla,  sé  discreto 
y  aveiifiua,  infteníoto,  este  secreto; 
que  si  iirve  á  la  dama  de  mí  prenda, 
seftor  puedesltamanedemi  hacíend*. 


ESCENA  .\VI 
Don  riajuKDo,  iMge  PkMtiA. 

EMHAH.  tas  once  el  relo)  ba  dado: 

yt  «'«ndri  mi  opnsiior; 

qué  pucu  Juetme  el  amor 

con  sospechas  desvelado. 

(Uégau  l>.»iilli  iMl«(a.f(.  V  kaMt  * 
do»  PttKtnáo}. 

^AOiLLA.  Don  Gonxalo  de  Vivero: 
doña  Isabel,  mi  señora, 
como  los  celtis  no  i((nora 
que  os  hadado  el  forastero 
tnt  prei'ino  i  que  saliese 
i  esic  siiio  á  aseguraros; 
, harto  se  tiül^ira  Je  hablaros! 
mas  <i  su  huésped  viniese, 
quesguardHtt  para  cenar. 
ocBfionarli  malicias; 
mándame  que  os  pida  albrxias, 
)  bien  me  las  podüs  dar. 
porque  se  parle  maflana 
el  estorbo  que  lemíis. 
Si  de  tu  boca  queréü 
infotinarús.  lavetilana 
fiecucntadii  os  Jarl  audiencia, 
volviendo  ames  que  tt  ria 
la  aurora,  madre  del  día. 
Afladid  á  la  paciencia 
que  hasta  ahora  habéis  tenido 
la  que  os  pide  hast.i  este  plaio, 
que  harto  siente  el  embiradc 
«iuo  estas  noches  ha  impedido 
el  hablaros,  pucí  tm  vos 


LA  LEALTAD  COSTRA    I.A  ENVIDIA 


no  hay  cosa  que  U  coasuclK 
ya  saMís  por  donde  suele 
hablaros:  t^lvcd  y  adiós.  ¡rt 

ESCENA  XVII 


Oe  iitadvettido  tercero 

se  fió  esia  v«  el  amor: 

basta,  que  mi  opoMtor 

es  don  GonialoVivcro. 

;Ah.  cielos.'  no  tan  sev«fú 

quisiera  }o  el  desengaAo; 

pues  aunque  cure  este  enRaño 

mi  perdida  libertad. 

tai  vez  en  la  enfermedad 

hace  el  remedio  más  daño- 

¡Anior!  ¿Celos  al  partirme^ 

jÜcsengaAos  por  la  posta? 

ÍQuí  mala  ayuda  de  costa 

para  poder  divertirmcl 

¡Qué  bien  hice  en  resisttrmct 

¡Qiii  mejor  en  recelarme! 

¡Qué  cuerdo  en  no  declararme! 

¡Qut  ignorante  en  deiet)ermet 

iQtié  infeliz  en  auxentarmcf 

Privilegiada  creía 

de  amor  la  honesta  beldad 

que  am^.  pero  en  esia  edad 

con  ellas  nace  v  se  cria. 

Creer  que  hay  pla«a  vacia 

en  bellezas  con  laxón. 

es  ignorante  opinión: 

pretendan  amantes  tiernos 

en  damas,  como  en  gobiernos. 

1c  futura  sucesión. 

Yo  deiaré  malograda 

mi  memoria  inadvertida 

como  piendaque  se  olvida 

al  sslii  de  la  posada 

Doña  Isabel  obligada 

á  don  Gómalo,  ba  dcshecht 

máquinas  que,  sin  provecho 

ni  locura  edificó, 

que  amándola  antesque  yo. 

no  he  de  usurparle  el  derecho. 

ESCENA  XVIII 

Stll    VIVRIO  — niCKO. 

Vivcao.    iAf*rii.)  Con  mis  iolenios  ull, 
mis  dudas  cettiñqu^, 
sus  querellas  escucht, 
su  discreción  advertí; 
sentenciado  ha  contra  si: 
la  nxita  me  favorezca 
sola  csu  vez.  No  os  parezca 

iljégtit  a  •Ion  fara 
que  descuidado  ó  cobarde 
o«  vengo  á  buscar  tan  tarde. 

Fermah.  No  lo  es  mientras  no  amanezca, 
SI  bien  primero  que  vos 
CMriri  dcscniíafio  tino, 
que  )tcnJ(j  nuestro  padrino 
en  paz  nos  duso  I  los  dos. 
Don  Gonzalo  d«  Vivero. 


^^^I^^^^^^^^V               JOKNADA 

PRIMERA                                                            5<)1            ^^^1 

^^p        de  ctecid  avtso  he  labido 

mis  quede  doAa  Isabel                          ^^^H 

^B        que  queriis  y  sors  querido; 
^H         y  en  «sta  parte  prelíero 

mudaron  los  de  mi  amor,                     ^^^H 

j^a  vo  os  soy  competidor,                        ^^^B 

^^H,         Is  jusia  a<c!ón  que  tenéii. 

no  en  la  dama  sino  en  ít.                       ^^^B 

^Hk         porque  yo  (puesto  queamanU 
^^          de  vucsíra  dama)  ÍRnoraniC 

Ni  doña  Isabel  me  espera.                        ^^^B 

ni  ti  recado,  que  en  mi  nombre              ^^^B 

i               del  favorque  po«e¿ís, 

OS  dieron  suyo,  os  asombre;                    ^^^^| 

I^B         aunqueos  ful  competidor, 

due  todo  esto  fui  quimera                     ^^^H 
de  mt  sospecha  inventada                        ^^^^t 

^B         hasta  este  pumo  no  he  dado 

^H         indicios  de  mi  cuidado. 

para  avengusr  la  prenda                      ^^^^M 

^^B         ni  he  inerecidf>  favor 

que  odoriis,  ni  esto  os  ofenda,               ^^^^| 

^^^         de  que  poderme  alabar 

ni  la  victorioía  etpRda                             ^^^B 

^^K         que  me  ha)  a  á  voi  aicitepueseo. 
^H         Pero  tengo,  fuera  d<  eMO. 

enmiende  icmendad»                              ^^^^| 

va  reforma')*^  en  mi;                               ^^^^H 
los  hidalgos  brazos                                  ^^^^| 

algunas  quejas  que  os  dar: 

que  el  noble  favorecido 
de  su  prenda,  tan  sin  tasa. 

que  eternicen  amistades,                      ^^^^| 
Restauraos  i  la  esperanza                       ^^^^| 

1               que  i  las  rejas  de  su  casa 

que  mi  envidia  os  malogró;                    ^^^B 

^^L,       cada  noche  es  admitido. 

que  no  he  de  competir  yo                     ^^^B 

^^^       coa  damas  de  {cfarquía 

con  quien  en  todo  me  alean»:          .  ^^^B 

^H         como  Ib  que  vos  servís. 

vos  supisteis  merecerla.                        ^^^B 

^H         mienirss  que  ní  veis  ni  oís 

en  las  fiestas  obligarla.                            ^^^^| 

^^          desdoros,  no  ei  cortesía 

en  los  peligros  librarla,                         ^^^^| 

1               ni  fineza  de  discreto 

en  la  opinión  defenderla;                      <  ^^^^| 

^^         arrojaros  i  creer 

vos  reprimís  mis  pasiones,                    ^^^^| 

^B         delta  lo  que  pudo  ser. 

yo  me  lior  por  convencido.                  ^^^^| 
que  mis  fama  han  adquirido                 ^^^^H 

P^*         ni  aún  to  que  ts,  si  está  secreto; 

1  '            puesmiemraiiuvititisdella 
t               tmaftinaclón  tan  vana 

que  las  armas,  las  razones.                      ^^^B 
Al  Pirú  he  d«  acompañaros,                   ^^^^| 

1                la  sospechasteis  liviaoB 

esto  habláis  de  concederme.                   ^^^B 

1.              que  sobró  para  oFendella; 

Fknka!'.  Si  cortas  queréis  vencerme.                   ^^^B 

1                )  lamujcrprincipal 

amigo,  iiilento  imitaros:                          ^^^B 

L                que  recatada  y  honestl 

hoy  habéis  deser  esposo                         ^^^B 
dtdofialsabel,  por  Dios.                         ^^^H 

^H          su  voluntad  maniñcsta 

^B        á  quien  se  la  muestra  igual. 

VrvcRo.    |Vive  el  ciclo,  que  si  en  vos                  ^^^H 

^B         es.  )a  vfz  que  se  declara. 

rcon  los  demis  generoso)                       ^^^^| 
falta  esta  virtud  conmigo.                      "^^^^f 

^^P         tan  i  fuerza  de  rigores. 

^^          como  afirman  los  colores 

que  aqu!  me  habéis  de  quitar                  ^^^B 

1                 q^uc  imancccn  en  su  cara. 

li  vida;      no  sé  amar,                          ^^^B 

1               l-.siaofensaesstjya  y  mía 

va  en  vuestra  milicia  sigo                        ^^^B 

porque  contra  la  elección 

las  armas,  que  el  ocio  infama,              ^^^B 

I                 que  hiio  en  ella  mi  añción. 

ó  darme  muerte  6  seguiros.                     ^^^B 

1               lospechaMcit  que  podía 

FiDNAH,  Con  la  vida  he  de  serviros.                     ^^^B 

[                 inconsiderado  amar. 

f—                                                        ^^H 

llevad»  de  su  hermosura. 

VtvRRo.           No  digiiscon  ladama,                   ^^^H 

^^         dama  lan  poco  scfjura 

que  esa  os  loca  de  derecho.                    ^^^B 
FtnKAK.   Ya  mi  camarodaos  nombro.                 ^^^B 

^B        que  se  pudiese  mudar. 
^B        Ofenderla  V  ofenderme 

VtviRo.    Con  ul  blasón  seré  asombro                 ^^^M 

son  dos  delitos  en  uno, 

del  nuevo  mundo:  esto  es  hecho:          ^^^H 

1               pero  no  es  liemoo  oportuno 

amaneció  con  «1  día                              ^^^H 

'                 este  de  satisfacerme. 

la  dicha  que  apetecí.                               ^^^B 

1                 que  quiere  ya  amanecer 

ireeaa     •narcAar.      ^^^^| 

>               )' os  espera  vuestra  dama 

^qué  es  esto^                                             ^^^B 

donde  otras  veces  mi  llama 

fMNAK.                          Vendrá  por  mi                    ^^^M 

(que  no  lle^  i  merecer 

marchando  la  compañía,                      ^^^^H 

lo  mucho  (|ue  envidio  en  vos) 
quiere  servirla  hasta  en  esto. 

aue.  con  otras,  por  mandado                ^^^^| 
del  Oiir.  mandí  alistar.                      "^^^^f 

hibladla.  que  en  este  puesto. 

Vivsao.    ^l.utiio.  hoy  halléis  de  marchii^            ^^^H 

1-                en  vez  de  reñir  los  dos. 

FiSNAK.    Tenijo  el  tiempo  tan  lasado,                 ^^^^H 

he  de  alcanzar  con  su  hermano. 

que  es  fuerza  que  de  esta  tnlla             ^^^^H 

1.                puesto  que  hoy  he  de  partirme. 

salga  al  punto.  Preveniros                    ^^^B 

^                 que  vuestras  dichas  confirme 

podiis  despacio,  y  partiros                   ^^^H 
i  la  posta,  que  en  Sevilla                      ^^^H 

y  os  dé  de  «posa  la  mano. 
Vinno.    Puesto  que  en  todo  bizarro. 

os  aguardaré,      acaso                              ^^^^| 

don  Fernando  generoso. 

flo  mudáis  de  parecer.                             ^^^^| 

1                 intentéis  salir  airoso. 

Vivtfto.    Ni  á  Olmedo  tengo  de  rcr.                     ^^^B 

i^^         celos  del  valor,  Piíarro, 

ni  ap«riarme  un  tolo  paso                    ^^^B 

59a 


LA  LRALTAI>  CONTRA  LA  ENVIDIA 


ck  vos;  joya»  v  dinctos 
(rB%o,  qucísla  prevención 
de  más  provecho  y  sai6n. 
Fbrka.'*.  Siendo  li»  dos  uomptñeroi. 
todo  tuanio  yo  poseo 
por  dueño  propio  »i  leiidri. 

ESCENA  XIX 

Dicho*  y  Cit(Tti.t  o. 

Castil.     [letoosa  la  gente  v»i 
de  marchar. 

Fr.RNAN.  Pues  su  dCMO 

cumplamos;  mas  d«spcditm« 
de  don  Alonso,  es  precisa 
obligación, 

KSCENA  X  X 

SéltMIM  Atonto  Dll  MlHCADO.— IIICHDI. 

MencAD.  ^Tan  deprisa, 

don  Fernando,  \\a  decirme 
el  cuándo^  Este  disfavor 
las  IcvM  de  agravio  excede. 

Fkrkak.  Deudor  que  pagar  no  puede, 
la  cara  huye  al  acreedor. 
AhíÍ,  excuso  sentimientos 
de  partirme  y  ác  dejaros. 

(SaUn    á   ana   rtntana   itofli   iMbcl  y 

Mkkcao.  Mis  hermanas  han  de  dan» 
(tucjas  justas,  y  cscarmientoü 
Al  amor  que  os  han  tenido; 
á  la  remana  os  esiia 
culpando. 

FüiiNAs.  tnáeti*i cüTiuiat.)  Disminulfin 
querellas,  sí  han  advertido 
que  volviéndolas  i  ver. 
la  Jornada  han  de  estorbarme; 
porque  hablarlu  y  ausentarme 
jcómo.  amigo,  p<idri  sei  ^ 

Mr.kcai).  I>ara  todo  halliis  salida; 

no  sé  quí  regalo  os  hacen, 
si  los  conos  snltsfacen, 
de  ropa  blanca  (en  partida 
tan  breve,  nun^a  se  labra 
lo  que  la  obtigaci>!in  pide) 
pero  cumo  no  se  olvide 
su  amor  y  vuestra  palabra, 
detvetarinsc  las  dos 
por  fiozar  vtirsira  venida. 

FüflNAN.  Quien  t>ien  quiere  larde  olvida; 
adiós,  caro  amíKO. 

Mehcao.  Adiós. 

JORNADA  SEGUNDA 

ESCENA  PiílMEHA 

racaHri  gutrra  tala*  y  tlarintt,  Maulla  4(alro  y 
futra  *Mlrt  Inaita  y  upaHottt.  SaU  don  Furmirdo 
(oa  todtla  y  apaila  inania, 

Fe  UN  ANDO. 

|Eb.  valor  de  España; 
asombro  d«  la  envidia, 


(sia  es,  sin  ejemplar,  única  hazaña. 

más  gloria  hade  ganar  quien  con  más  lijii' 

Trescicnios  mil  y  más  son  lo^  coaitdiíjs, 

menos  somos  nosotros  de  trencienlos, 

ya  están,  en  ordinarios 

asaltos  semejanies,  los  alientos 

de  vuestro  esfueczo  heroico  acostumbfaiot 

i  ejércitos  vencer  desbaratados. 

ESCKNA  II 
SaU  aon  ODRt'iiA  Puihko  dtl  miatno  mt4*.—lMÉ 

GoKZaLO  l^rZARRO. 

Aunque  la  tierra  brote  más  que  yerha.) 

bárbaros  atrevidos: 

aunque  las  nubes  lluevan  multitudes, 

sus  cervices  protervas, 

sus  arcos  presumidos, 

trofeo  hati  de  ilustrar  nuestras  virtudes. 

Pizarro  suv,  ^qu¿  importa 

que  inlinídades  vengan, 

que  ea  el  Cuzco  imperial  sitiados  lonuOj 

iresciemos  mil  á  menos  üc  ircscienios> 

Mil  nos  caben  por  uno; 

ojalá  que  aíladiera 

la  faiDa,  por  crecernos  nuevas  famat, 

m¿s  bárbaros  que  arenas  i  Neptuno 

en  su  cerúlea  esfera 

su  piélago,  que  espumas  y  que  escamuj 

faltáis  de  esU  ííueiie 

papel  d  las  historias, 

plumas  i  las  victorias 

y  vidas  que  quitar  después  la  muerte. 


ESCENA  iri 

Safe  noN  /Djm  kirUo  «n  la  C4^{«.— Oi< 

iUAN. 

La  sangre  de  esta  herida 

de  modo  me  acrecienta 

el  valor,  el  csfuerzu,  los  deseui 

aueá  uoiu  cada  vida 
e  idúlatrat  vcni:ef  mi  fama  intenta. 
Cuidadoso  interés  de  mis  empleos 
¡oh,  invicto  don  Femando! 
;oh,  Gonzalo,  blasón  ilc  E^iircmadura! 
mi  espada,  vuestros  bccho«  envidiando, 
os  inlcnia  imilar;  más  ¡qué  locura 
pretenderme  igualari  los  bizarros 
alientos  que  hoy  he  visto  en  vuesira  acerj 
si  de  cuatro  Piíarros 
soy  el  menor  hermano! 

Y  el  primero, 

en  el  valor,  de  iodos. 

laurel  de  Espafla,  triunfo  de  los  Dodot. 

Gonzalo  Pizakho. 
Don  Juan  ¿estáis  herido^ 

JttAN. 

Un  datdo  arrojadizo  en  la  cabcaa 
probar  ha  pretendido 
si  soy  mortal;  no  es  nada. 


jounada  secunda 


» 


FKHttkuao. 

Furialc/a, 
don  Juan,  que  no  acompaña  ia  i:or(Iu<a 
no  es  fortaleza,  ItAmasc  locura. 
Retiraos  porque  os  cure  el  cirujano. 

JUAtt. 

^Qtté  es  fetirar  ahora? 

GONZ.M.O  Ptxxitito. 
Mirad  que  os  desangráis. 

Juan. 
Soy  vuestro  hermano, 
sanare  en  mi»  venas  suficieate  mora; 
aprctadme  cite  lienio,  (AprUi»HUlt.) 

que  harta  me  üubra  ^i  con  ella  vcnxct. 

FKKNAHoa. 
Haced,  Juan,  lo  que  os  digo. 

Juan. 
¿Qai  cuTH  pueden  darme 

cuando  con  lanía  suma  el  enemigo 

nos  intenia  üpCKtiir?  í{}üí  han  de  aplicarme 

si  aquí  la  plaia  de  ^rmai  es  botica, 

la  cuma  el  arrimurse  al  muro  ó  pica. 

y  ungUooios  contra  Hechas  y  innxadas 

enjundias  de  los  muertos  que  quemadas 

y  en  hilas  embebidas 

antes  crecen  que  curan  tas  heridas? 

pKRiCASQa. 

Don  Juan,  vuestra  persona 

importa  al  (^«ar  mis  que  rail  soldados, 

añadid  este  imperio  i  su  corona: 

los  Ímpetus  con  tiento  «¡xonados, 

pintan  k  las  bazafiss  la  obediencia, 

que  no  hay  vicioriu  donde  no  hay  prudencia. 

Retiraos  i  cur^r. 

KSCCNA  IV 
Sa/(  DOK  Ooviai.o  Vtirmo,— 1>|i:iiu<. 

VlVI^HO. 

Piíarros  fuertes, 
guardad  para  ocasión  mis  acertada 
las  vidas  que  amenaxan  vuestras  muertes, 
si  hoy  no  hacéis  una  bella  retirada. 
EL  liiga  rebelado,  de  la  sierra 
que  en  los  Andes  el  paso  «1  viento  cierra, 
marcha  con  tres  cjéfcitos.  v  en  ellos 
cuando  contar  su  niultiiuJ  inicnia 
se  pierde  l.t  ariimíiica  cu  la  cuenta, 
l.a  foitalcxa  quede!  Cu/co  asilo 
de  todo  el  orbe  asombro, 
aver^unió  pirámides  al  Nilo. 
y  como  Allante  al  cíelo  arrima  el  hombro, 
ganó  el  bárbaro  licru. 
Doscientos  mil  lu  guardan  y  presidian: 
trescientos  sois,  no  ntis,  y  aunque  os  envidian 
los  nueve  de  la  Kama.  vuestro  acero 
intcntari  imposibles  contra  tantos 
ocasionando  la  piedad  á  llantos. 

Fr.KNAS'üo. 
Vivero  valeroso, 
¿ese  es  consejo  digno  d«  la  fama 

COMEDIA!  DIL  TIRSO  DE  HOLIHA. — TOMO  I 


&9a 

que  vuestro  pecho  alienta  itenorosoP 

«'Que  huyamos,  nos  dtN^ls,  cuando  nos  llama 

sangre  española,  vamnil  denuedo? 

¿Vos  de  (listilla  soit?  ¿Vos  stis  tie  Olmedo? 

íQui  recelo  el  valor  oi  desicamins? 

Acordaos  que  en  .Medina 

tuvisteis  las  victorias,  que  tiznaron 

tos  que  eiie  Imperio  al  Ciiat  conquistaron, 

por  deslucida  huraña, 

y  el  blasonar  España,  y/ 

vencer  frutes  desnudas  y  sin  ropa,  /' 

cuando  lo  sospech abades,  dr  estopa- 

^Cdmo.  pues,  en  tal  lance  joh  Rran  ViveroJ 

si  son  de  estopa  los  icmíis  de  acero? 

VlVKBO. 

Yo,  don  Fernando  ilustre, 

no  temo,  no  recelo,  no  rehuso, 

dar  ¿  mi  patria  lustre, 

desde  que  e!  cielo  y  la  amistad  me  puso 

i  vuestro  invicto  lado. 

y  en  la  milicia  soy  vu«iro  soldado. 

l'n  año  ha,  que  el  gobierno 

del  Cuíco  moderii^:  ¡oialA  eterno 

en  vos  se  perpetuara! 

Un  año  lumbiín  ha,  que  el  Indio  ciego 

ni  «n  pírdida  repara 

ni  sabe  descansar,  pues  Troya  at  fuego 

de  sus  Hechas,  de  noche,  arrojadnas 

ya  la  que  fué  ciudad,  yace  cenizas. 

Cuintas  veces  la  luna, 

recién  nacida  en  plateada  cuna, 

nos  Ib  muestra  el  mes  nueva, 

rebeldecl  Ingasu  fotí  une  prueba 

y  granizando  de  esas  iotmidabtet 

sierras,  que  el  ciclo  intiman  obcliwos, 

llueven  diluvios,  bárbaros  sus  riscos, 

de  gentes,  si  en  la  suma  innumrrables, 

en  su  tesún  consinnies,  d<:  tal  suene, 

que  lo  mencs  que  temen  es  la  muene. 

Diga  la  fama  la  aienciiSn,  la  envidia 

si  micntris  vucítio  biaxo  vence  y  lidia, 

JO  inícparablc  á  vue.siro  airoso  lado 

me  podré  blavunar  vuestro  uAdaiin. 

Luego  ni)  es  temor  este,  es  experiencia 

que  me  supo  enseñar  vuestra  prudencia.     '  jí^^ 

FfMiNAnoo.  1/ 

Valeroso  Vivero,  / 

sabio  ar^iüis  y  peleiisguerrcro. 
Mas  cuando  se  aventura 
In  Urna,  el  retirarse  no  es  cordura. 
Fl  Marqués  don  l'ranGitCO,  que  está  en  Lime, 
me  tiú  esta  ciudad  y  esiá  á  mi  car|^ 
si  después  del  peligro  y  sitio  largo 
qitc  un  año  hemos  sufrido, 
el  Iniju  ve,  que  de  temor  infame, 
i  Lima  hemos  huido, 
^quí  maravilla  que  después  derrame 
arrogancias,  y  haciéndose  insolentes 
los  indios,  se  prevengan, 
y  el  AiiiLiio  cspaAol  en  poco  tengan, 
con  que  añadiendo  al  daño  inconvenientes 
y  haciéndose  la  empresa  más  terrible 
restaurarla  después  nos  sea  imposible? 
[No  hermanos,  no  VÍTcro: 
morir  por  la  honra  y  por  la  fe  primerol      ^ 

38 


594 


LA  LKALTAD  CONTRA  LA  rKVlRtA 


^       / 


tain. 

Eso  ti  lo  que  yo  diRo. 
|A1  aiálio.  famoso  3on  Fecnanda, 
crezca  en  In  multiiud  nuestro  enemújo, 
no  en  la  fonuna  que  le  nXi  adulandot 
Volvamos  i  ganai  la  forialaia. 

Todo». 
;AI  asalio.  al  asalto! 

FSRNAHbO. 

Esa  es  ñaeta 
de  Extremadura  sota. 
I  Al  analto.  leftores, 

que  sí  hasta  aquí  ttiunfanies  vencedores, 
la  fonuna  «sta  v«  es  cspsftola! 
Don  Juan,  en  la  cabeza  una  celada 
ampare  vuestra  vida- 

Jl-ak. 
Doleri  con  tu  estorbo  mis  la  herida. 
lAI  arma,  al  aima  amigos; 
haaiíias  d«  unos }  oitot  sean  testigos 
del  esfuerio  lavencible  casicllanol 

Fepmando. 

HAIIenos  el  Marqués  (aunque  es  mi  hermano) 
de  sucflc  vícioríosos 
que  tenga  envidia. 

CoNtAt^  PiZAaao. 

Amigos  Takrtisoí, 
Inmorlalieeo*  hoy  la  ;usta  guerra. 

Unos. 
tSaniíago! 

Otros, 
lAl  asattol 

ToiK». 
jEspaAa  cicrral 

tP«Maiu«  «rra  lnt.^ 

ESCENA  V 
S*l*»  ttut»  y  algm»M  lmiti«t  am  arte*  y  jlNft«t. 

Iiwa.        Si  mí  inmenso  padree!  Sol, 
si  la  soberana  Luna, 
mi  madre,  S!  la  fortuna 
parcial  al  nombre  espaiíol 
dejasen  hoy  deavudarmt, 
hoy  que  isl  ocasión  tengo, 
hoy  que  en  el  Cuzco  provengo 
victorioso  coronarme, 
dudaré  de  su  deidad, 
cre«rí  que  estos  españoles 
I  son,  contra  el  Sol,  muchos  loles 
/  que  eclipsan  su  claridad. 
La  Ton  a  leía  (prodigio 
del  mundo,  an  cuyos  cuidados 
rodos  mis  anttpasidos, 
desde  el  primero  vestiglo, 
levantaron  hasta  el  cielo, 
puei  ^11  cabera  imperial 
de  la  l.una  pedestal 
osa  á  su  «lobo  su  vuelo) 
es  ya  mta;  Eonqaistdla 


mi  foeosa  juventud, 
laíeatiad.  la  muliitud, 
contra  ta  fama  cspañnla. 
Acabe  yo  de  arrancar 
estas  reliquias  pcqucAas, 
estas  Pizarras,  ó  pcAas, 
bijos  abortos  del  mar: 

En)!a  yo  por  lirtibre  y  orU 
armas  que  en  ellos  bu«CO. 
vuelva  i  coronarme  el  Cuzco, 
ciAa  mis  sienes  su  borla. 
T«s  ejércitos  comhaien 
pctr  tres  partes,  la  pequen* 
cantidad  de  tIomb^e^.  que  enwSl 
en  cada  cual  muchi>\  Martes; 
cknto  dellos,  en  caja  una 
contra  cíen  mil,  mis  vaiuilos 
A  soplos  pueden  matallos. 
(ínclito  Sol.  madre  Luna, 
no  les  deis  vigor,  ni  alieniol 
¿Trescientos  mil.*  Aunque  fuerí^ 
hormiftas  losconsumicran: 
mis  aristas  lleva  el  viento, 
más  flores  á  la  gundafla 
rinden  de  un  |{olpe  los  cuellos. 
jMIs  indios,  al  arma,  A  ellos! 
Uno.        /Ofatra.)  }Santlago,  cierra  Cspai^i! 
[rrOA.        ¡Emprended  fuego  en  las  casas 
con  armas  arrojadizatl 
En  el  Cuzco  son  pajizas; 
resuélvanse,  pues,  en  brasas, 
no  haga  el  incendio  distinto  I 

el  sexo,  que  el  rigor  pnva.  ! 

Uno.         (ptHiro.)  |VÍrB  d  Íai¿H 
Muchos,  iiitm.)  iVensa  y  vii 

Otm>s.     iidtm.)  ;Viva  el  Císar  Carlos  qdal 
Inga.        Al  cielo  las  llamas  llegan; 
diluvios  de  fuego  son; 
tos  gritos,  la  confusión 
y  el  humo  turban  y  ciegan: 
hasta  los  esfefAK  sumas 
lamen  llamas  las  estrellas. 
lOh,  si  muriesen  en  ellas 
los  hiios  de  las  espuma*! 
Los  viracochas  expulsos 
por  no  sufridos  el  mar. 
;Hasu  cuindo  han  de  irlunfi 
íormidables  sus  impulsos^ 
¡Ka,  mis  indÍo«  leales, 
aquí  el  valor,  aquí  el  celol 
Un  Viracocha  del  cíela 
con  milagrosas  señales 
llega  airopeilando  nubes 
sobre  un  bruto  que,  dp  nieve, 
es  ra)u  en  lo  airoso  y  leve. 

<0a>»  éí  aaa  mnhf  t^br»  un  cala* 
Man«n  Xamtlmn  armado  mmñ  U  fnt* 
y  lutyflt  liK  iKtfiui  ) 

.        |Ob,  tú  que  bajas  y  sube* 

'       y  vestido  de  incial 

que  cual  plata  resplandece 
y  España  cr>  minís  ofrece 
para  nuestro  fin  fatal! 
¿quiín  eres  que.  iodo  luz, 
tan  pasmoso  estrago  has  hect 
,jqulén  eres  tC  cuto  p«cho 
rubí  y  grana  honra  la  crus^ 


ÍORNAI>A   SKGtWDA 


595 


4qulén  eres  tú,  que  may  ciego 
j  absorto  de  vet  tu  esirajioí 

roaos.     (/Vatros  El  Ap^íiol  Santiago 
nos  da  Tsvor. 
1 IKCA.  Todo  el  fuego 

que  el  Cuíco  cmpexó  i  encender, 
ya  ineficaces  lus  oras», 
volando  «ibre  las  casat 
va  ipaRando  una  mujer. 

iNutttra  .V«*«r<,  eCR  un*  HmMd  é* 
a/r»>t,  1*  apúTttt  rvclanáa  lai  Itamai  y 
(wfdit^o  pttr  tneíma  dt  t&t  nurt^t,} 

Su  resplandor,  su  bclleí» 
deidad  soberana  íí^üjc, 
i  su  hermosa  presencia  huye 
e!  fuego,  i  su  lortalcis; 
reconocido  el  Sol  mismo 
tiembla  de  vef  su  arrebol. 
No  es  sol  ya  con  ella  el  10!, 
que  e^ia  es  de  luces  abismo: 
esta  que  Aurora  se  ensalxa, 
que  en  las  arma%  es  Eklona 
que  de  niicllas  se  corona, 
que  sol  viste  y  luna  calía: 
enfrena  los  vlvnicnios. 
postra  ej^rctios  acmados. 
afemina  mis  soldados, 
llamas  hiela  v  pisa  vientos. 
Huic,  mis  mdios.  huir, 

2ue  no  hay  multitud  que  asombre 
un  hombre  solo  (si  es  hombre 
Íuicn  aires  sabe  medir], 
una  mujer  que.  sin  al«s. 
f aloma  cindida  vuela, 
t:tilla  imperial  ásela, 
sacre  pui>c  al  cielo  escalas. 
iAh,  Sol  cruell  ^Ksie  pago 

«s  bien  que  tu  htjo  reciba?       iVan.) 

Unos.        lorniro.)  ila  Virgen  Autora  viva! 
Otros.      (ídem.)  ¡Viva  el  Apóstol  Santiago! 


/ 


ESCENA  VI 

nOH    FllMH*9»0   y    POS    (laOtJILO    PlI**M« 

liir(a  BOX  Goniii.D  e«  s-itruo 

FUNAM.   CoQ  socorro  tan  fclit 
¿qué  teme  f^spaAa  leal 
si  al  Cuxco.  conc  impcrtal, 
socorre  una  Empcretríi^ 
Rinda  la  torpe  cerviz 
el  idólatra,  pues  taños 
maravillax  vemos,  santas, 
Virgen  en  tu  protección, 
que  no  ci  nuevo  que  el  draitón 
sirva  escabel  á  tus  pluntas. 
Huya  el  vora^  elemento 
su  prestnciarconsa^rada, 
como  el  bArbaro  )a  espada 
que  Marte  libia  en  el  viento, 
salió  el  rayo  y  fué  instrumento 
del  triunfo,  que  DÍús  predijo, 
pues  DicKoitul  trueno  es  hijo 
que  el  celo.de  EspsAs  aprueba, 
j  ho;r  en  milagro  renucv» 


las  vktorias  de  Clavijo. 
G.  Pif.     Dediqúese  k  tu  alábanla 

este  Óibe  loh  gran  protector, 
pues  capitán  pescador 
truecas  ta  caita  cQ  la  lanza; 
anime  nuestra  espcranu 
la  Aurora  del  sol  suprema; 
que,  i  pesar  de  la  blasfema 
canalls,  Diego  y  Maria, 
ísU,  níMC,  et  fuego  enfria, 
rinro  aquel,  bárbaros  quema. 
lOran  milagro! 
Pbiin*}!.  No  habri  duda 

desde  hoy.  contra  «nvidií  tanta, 
de  que  esta  conquista  es  sanu, 
pim  Dios  flUcsua  empresa  a>uda.' 
que  para  que  quede  muda 
la  lengua  del  quc'sc  atreve 
i  decir,  torpe  y  a!c\'e. 
que  injustn mente  poseemos 
este  imperio,  ya  tenemos 
fe  que  lo  contrario  pruebe. 
No  ayuda  i  la  tilinta 
Diok,  que  á  la  inocencia  ampara; 
luego  nuestra  acción  es  clara, 
pues  su  Madre  nos  la  envia. 
Si  arguvere  la  bcrcjla 
del  holandés  rebelado 
contra  esto,  del  cielo  armado 
Diego  (asombrando'» US  ejes) 
con  llamas  castiga  herejes, 
que  es  inqoisídi^r  soldado. 

(S4f<  don  Gniitjt«d(  Viftrp,) 

VivEío.    No  sabe  venir  d  gozo 

sin  pcnsionrs  de  pesares: 
templó  el  cielo  con  azares 
el  nuestro (itfisiedestrozoí); 
murió  el  más  )!"""■''>  mozo 
de  la  primavera  humana; 
murió  luán  PixHTro<ioh  vana 
esperanza  de  lo»  homhresl) 

FsRMAh.  Ni  le  entristezcas  ni  asombres 
de  quien  lo  que  pierde  gana, 
iuin,  todo  valor  f  celo, 
en  el  mundo  no  c«bi4, 
esta  victoria  le  envia 
por  su  embajador  al  cinto, 
üufc  el  cati^hco  vuelo, 
sin  que  envidie  A  Ellas  el  carro, 
y  en  sus  esferas,  bizarro, 
muestre  con  lauros  segundos 
que  como  acá  nuevos  mundos 
conquivia  ciclt>k  Piíarro. 

ViVBüo.     Asaltó  U  forUlcxa 
sin  admitir  la  celada, 
y  paníóle,  desarmada, 
medio  risco  la  cabeza. 

<,.  Pir,     -Si  quien  á  la  fe  «ndeieza 
sus  acciones  y  dedica 
la  sangre  quecaliHca 
i  la  ley  que  te  ennoblece, 
nombre  de  mírtir  merece. 
Juan  sus  triunfos  saciiñca. 
No  con  tristezas 'estorbes. 
Vivero  amigo,  sus  medtas; 
Esteban  fue,  entre  tas  piedras, 
protomirtir  de  t6>  orbes. 


s^e 


LA  LEALTAD  CONTRA  LA  KttVIOIA 


Mucae,  aunque  lat  vidas  torbes, 
no  la  (ama,  na  vi  valor; 
Juan,  en  conquista  mayor 
y  ín  fe  de  lograr  su  suene, 
piedlas  en  lubies  convierte 
coronado  vonccdor. 
Pbrmak.  Varaos,  y  al  ctd&vcr  domos 
ffitivas  aclainac'oncE, 
no  arf asilándole  pendoncc, 
no  Us  cajas  dcslcmplemos; 
con  aplauso  le  enierremut, 
que  es  el  más  debido  pago 
con  que  üu  te  itíhU^^o, 
pan  con  mií  noble  trofeo 
para  su  milicia,  cieo 
que  le  escogió  Santiago.        ¡Vantr). 


Castiu 

GUAICA. 


Caítil. 


Gtiaica. 


Cami.. 


ESCENA  Vil 

Pídeme  lo  que  qutiierM 
r  dijale  con  la  vida. 
No  ic  canses. 

Si  ofendida 
me  dejas,  sí  con  mujeres 
no  eres  cortés  ^qué  blasona 
(u  generosa  nación^ 
Juxgarasme  requesón 
por  lo  blando  cíe  cocona. 
No  hermana;  de  las  almenas 
echó  un  risco,  n»  «é  quitn, 
sobre  Juan  PÍKarro...     ¡i.iora  illat. 
jQue  me  entecnezcun  tus  pen.ii? 
Mucrlú  el  joven  mát.  válleme 

aue  de  España  vi6  vi  Pirú, 
.  lorona  de  Belcebú) 
¿cómo  podri  ser  clemente? 
en  la  caoe»  le  hitiefon; 
murió  en  £t  la  gcniílcia; 
no  ha  de  quoJirmc  cabeza 
de  cumias  se  le  alrcvicron, 
úuc  esta  tarde  no  hcrodicc. 
h  uera  toda  petición, 
toda  Ketlículación, 
todo  llaoto  doralice, 
pues  no  me  cupo  dei  taco 
sino  las  vidas  que  quilo; 
éste  es  general  delito, 
hermosa,  fondo  en  tabaco. 
no  me  arrumaques,  que  el  perro 
dciu  uciíjue  galán 
ha  d<  morir. 

jNo  podrá  n^ 
(alma  de  bronce,  de  hierro, 
de  diamanle,  alma  de  risco) 
conlÍ]toll8nlos?«Nonjegos?  íUvr»}. 
¡Oh.  lenKas  los  ojos  ciegos 
pedt|{0efiu  basiliscoí 
Pon  á  tus  confíojas  calma; 
cese  (limitando  enojos)    . 
el  aguavá  de  tus  ojos 
que  me  salcican  el  alma. 
Ya  soy  piadoso,  ya  humano, 
no  llores  más  ¡pciia  á  tal! 
que  en  cada  ojete  ú  ojul 
pasa  milmor  un  pantano; 


GcaiCA, 
CaSTli.. 


Gl'AtC*. 

Castil. 


GUAICA. 

Castil. 

GUAICA. 


Castiu 

GiJAICA. 


Castil. 


GlIAICA. 


Castil. 


Guate  A. 

CASTtti. 


I 


I 

y 


no  lloi-iznts,  no  des  gritoK, 
que  á  ver  Madrid  tus  enojos 
celebrara  en  tus  dos  o|o3> 
dos  (ueniesde  Legnnitos. 
El  indio  que  patrocinas 
jcs  tu  marido? 

Serilo. 
,]6údas  de  fuiuro.^*  |Malol 
con  celos  me  desutinas. 
cEstát  intactuT' 

No  entiendo. 
^Si  estis  ilesa,  ¡ncorrupl*. 
6  (I  consonante  de  fruta 
le  merctriza? 

Pudíendu 
hablarme  claro  «por  qii¿ 
vocablos  oscuMs  usas? 
lian  dndo  en  ciio  las  inus^s 
castellanas. 

Ya  yo  s* 
tu  lengua,  porque  &ofvf 
i  un  español  más  de  un  afto. 
jUno  y  doiKCüar"  ITs  cnitailo. 
MI  tiunestidaí!  defendí, 
bien  que  mí  duc/io  intentó, 
con  regalos  y  terneías, 
obligarme  i  sus  ünezMS. 
Si  un  aAo  te  ñn«ró, 
serás  racimo  en  la  parra, 
oue  aunque  á  la  apariencia  sano, 
llega  el  lorda  y  pica  un  (;n  ~  ~ 
llega  el  paje  y  otro  agaír 
y  el  mainmonio  espanta! 
por  mis  que  en  su  guarda 
de  puro  picado,  suele 
hallar  sólo  el  escobajo; 

3ue  entre  melindres an seos 
icen  que  dispensan  miedos 
mordiscones  de  los  dedos 
que  llamad  vulgo  pellizcos, 
Consiénteme,  st  a  tu  amante 
ledlmes  li  vejación, 
que  siendo  yo  el  postillón 
corra  la  posta  delante; 
oue  en  negsndo  á  pica  juntll) 
degollación  ba  de  haber. 
No  querrás  de  una  mujer, 
¡oh,  españoH  quede  rodillas 
lu  honestidad  le  encomienda. 
ser  lascivo  violador. 
jfleKatarle  no  es  mejor? 
Cien  bairas  vaíc  m>  hacienda, 
tu  incendio,  ilícito,  aplaca 
que  vo  le  barí  dueño  della. 
jCien  barras?  lOh,  la  mi*  b«ll 
fnga,  Cazica.  (lutaca, 
Mamctoya,  Palca,  Qticat 
;0h,  serafín  noguerado 
que,  pirienia  del'  Tostado, 
al  sol  le  iflstó  mi  dichal 
¿Son  las  barias  de  oro? 

Y  pn 
mil  pesos  vale  cada  una. 
Tú  eres  el  Sol,  tú  la  t  una: 
¿Cien  mil  pesos?  Coinpru  un 
un  mayo  raigo  opulento 
que  me  cniaiKht  «I  eoraiuiobii 


■ 

JORNADA 

SECt;NDA 

^1 

^^v 

ú  part  el  iioiilii  »i>his. 

rico,  y  vivir  á  placer;                             ^^| 

^^^M 

rita  tana,  un  r«gicní«ntO. 

porque  lo  que  hemos  pillado                    ^^H 

^^^^m 

A  coriiat  el  chocotiie; 

se  etv'apjsedr)  montón.                           ^^H 

^^^H 

y  úoi  cuches  echaré 

(aue  en  común  repartición                  ^^^^| 
a  cobardt.  y  esforzado                        ^^^^H 

^^^^P 

Guc  es  el  i-emte  pott  mi 
de  toda  dama  loinaia. 

^^^" 

no  hace  el  premio  ditiintos)               ^^^^H 

^1 

^Dúnde  está  lo  barretudn? 
üuardaJii  csii  en  «e  poío. 

ni  don  KcrnanL-'u  ordenase                    ^^^^H 

H   GUAICA. 

cual  suele  que  so  sacase                        ^^^^H 

H 

que  viendo  nutstfo  desiroio. 

lo  que  al  Pev  le  toca  en  quintos,               ^^H 

H 

la  prisa  y  miedo  no  pudo 

mientras  todos  peleaban                           ^^H 

^B 

en  vtia  pane  esconderlo. 

de  esc  poxo  lo  lii.                                     ^^H 

H   Castil. 

jY  mñ  el  p02O  en  seco? 

GHAKaii. 

H    GUAICA. 

SI. 

Chacó». 

Industria  fu£                            ^^H 

W  Cjlshl. 

¿Podrí  atiabarlo  de  aqui? 

que  mis  arbitrios  alaban.                         ^^^| 

GUAICA. 

Si  te  asoma»  poJfis  verlo. 

Una  pet^a  esii  llena                               ^^H 

Caítil. 

Puei  3i  le  amaba,  pf imcfo. 

de  piezas,  que  dos  arrobas                       ^^H 

K 

h»z  cuenta  (ya  A  lo  s«guro) 

pesarán.  ¿Üds  dije?  y  bobas.                      ^^H 
bcposiiclú  en  su  arena                           ^^^| 

^1 

que  tni  amor  Tué  vino  puro 

H 

y  di¿  con  et  tabciiieio: 

que  ci  poca  el  agua  que  liene^              ^^^^| 
Fécil  scíá  de  sacar.                               ^^^H 

^B 

aguó  mi  incendio  cte  poio; 

^^^H 

tu  amante  te  doy  por  ¿1. 

Ghaner. 

..'Quién  por  ello  hi  Je  entrar?                I^^^l 

^^^^1 

tires  honc<.ia,  ctci  fiel. 

(.MACÓN. 

Vo  que  Ib  escondí;  aquí  tiene                ^^^^1 

^^^V 

[No  m:  cabe  dcnlr»  el  ^oiol 
beja  que  i  verle  mu  »oine. 

soj|j,  qui.'  entrambos  me  al^is.                ^^^^| 

^^^^1 

{Pon»  la  mil'  tn  tlCiirritlOJlil  pot^-t            ^^^M 

p/ 

qtie  luego  tu  indio  cendra 

F^Sap. 

Aplivuldu  i  b  garrucha.                         ^^^^t 

V  á  ucarlo  bajaii. 

Chacón. 

No  t%  menester  fueras  mucha               ^^^^| 

c.\  bul  reármenlo  me  come 

para  que  de  mi  tiréis,                              ^^^^1 

H 

mis  que  usagre.  «  se  oie  agarra 

y  de  la  petaca  Iuuk<i                            ^^^^M 

^^^^ 

dsl  ali»a.  ¿Cien  burfasf  ^Ciento? 

que  también  «ene  un  cordel.                ^^^^| 
Bien  dich»;  alaos.                                     ^^H 

^^^K 

entraré  en  nii  Ayuniamiento 

Peíaf. 

^^^H 

hiocfíado  do  barra  i  barra. 

Chacón, 

{.U4nit  i.t  soga  á  ta  linu.i     Peñaliel,         ^^M 

^^^H 

(Atinuítt  y  tágrU  fvr  tot  pin  X  htehat* 

lirar  con  licnlo  y  sosiego,                          ^^M 

^^^^H 

dntro). 

queci  hondo,  y  en  perla  viva,                 ^^H 

^^^^M 

Mientras  nosov  su  mirón... 

no  peligre  la  cabeza-                               ^^^^| 

^^^M 

¡Me  muero!  ¡No  puedo  misl 

?tikr. 

Yo  os  aseguro  esa  p^cza;                      ^^^^| 

^^^^ 

lAy,  quemeahoaol 

entrad,  que  en  volviendo  arriba           j^^^H 

GUAIC*. 

Alliiria 

se  hará  la  partija  i^ua'.                        ^^^^| 
Santiguóme,  lo  primero.                     ^^^^M 

^m 

con  toda  la  maldición. 

Chacón. 

^^ 

HuKqueet  oro  tu  liiJÍcia, 

Ohamih. 

^^^^^M 

^^^_ 

que  no  balde  hallar,  pues  te  Infama, 

Chacón. 

Andrés  Granero,            ^^^^H 

^B . 

Bpa¡;ue  el  u^ua  la  llama 

vuélvame  iJioi  al  brocal.                    ^^^^H 

^■^ 

de  tu  insaciable  avaricia; 

(Vaali  intihtio.i    ^^^^^H 

V  libre  al  amante  mío 
la  industria  de  mi  poder. 

CHAKC». 

«Pues,  lembliis?                                 ^^^H 

^^^B 

ClUCÓM. 

Miedos  me  ofenden  ^^^^M 

^^^H 

qU'j  el  ingenio  en  la  mujer 

de  morir  en  años  muzos.                      ^^^^H 

B 

suple  las  armas  y  el  brío.        (Vaw.) 

porque  hay  diablos  monda  poxot       ^^^^H 
que  no  sueltan,  aurn^ue  prenden.         ^^^^H 
Hacerles  la                                         ^^^^H 

PeSaf. 

ESCKNA  Víil 

Chacón. 

tOtf  ifiarro.)          Quediio.                      ^^^^1 

Safen  PKÜAfiEi.,  CK»cA)i,<K<)dca  (■•'i  m^ia,  Cmkiko 

PfiSAF. 

Asios  i  los  agujeros                           ^^^^| 

y  SoLiuiHM.  CASiii>i.a  JB*f  o. 

Chacón. 

o*  alrededor.                                      ^^^^H 
Comparlerot,                  ^^^^H 

PaSAf. 

Ahora,  Chacún,  oue  están 
capitanes  y  soldados 

en  oyctulo  et  primer  grito                   ^^^^H 

lirar  aprisa,  que  puede                          ^^^^H 

^ 

en  el  entierro  ocupados 

darme  un  pasmo  la  humedad.             ^^^^^^ 

^b 

del  malogrado  don  Juan, 

Cdankk. 

I'erded  cuidadi>  y  bajad.                       ^^^^^| 

^^^_^ 

y  que  loi  indios  huyeron 

Chacón. 

|Kue|{o  de  Dios,  como  liiedel                 ^^^^^| 

^^^B 

(nunca  aci  ruclvan.  am¿n) 

(jDii  hm  grtí*i  ^^^^^M 

^^^^H 

que  partamos,  mi  bien, 

iAyl                                          ^^H 

^^^H 

tas  barras  que  nos  cupieron. 

PkSaf. 

jQué  os  esor                            ^^^^H 

^^^^F 

y  las  piesss  de  oro  y  plata 

Chacón. 

lAyi                      ^^H 

^V 

en  «1  saco  de  e^ia  fuerza. 

Ghankr. 

,jQué  sentís^           ^H 

H    CUACÓK 

Como  la  codicia  esfuerza 

Chacón 

Tres  diablos  que  de  los  pies                    ^^H 

^K 

y  en  lus  Indias  nulie  (rala 

^^^H 

^^^^ 

de  pelear  y  vencer 

Gnaner. 

jBurlaisos?                          -^^^^M 

^^^^^ 

sino  por  volver  á  lispaña 

Chacón. 

^^^M 

1 

(á  cotia  de  tanta  hazaña) 

Trescientos,  ^yl  ¿Hola?  ,iOis?          ^^^H 

598 


PsftAF. 

Chacón. 


Gl<*.<(EI>. 

Ptft*r. 
Cuacan. 


LA  LEALTAD'  CONTRA  LA  KNvmtA 


P«<i»l'- 

(íKakbx. 

PeRíc 

Ghankb. 

PtftAt. 


^bacAn. 

ÍAF. 


Apma,  tirar,  iirar. 
«Y  la  peracg? 

Conmieo 
va  también;  tirar  osaitjo. 
si  no  me  ^ue[<is  dejar 
desde  U  cinium  abajo 
conventual  de  e»te  poto.  , 

Mucho  pesa. 

S«ri  el  goio 
majror,  ti  es  oro. 

De  cuajo 
me  arrancun  U%  paniorríllai; 
irelnta  diablos  de  los  pies 
mo  cuelgan,  acabad,  pues, 
que  ü  son  laganot,  A  anguilla», 
A  duendes  «le  estas  cavernas. 

ILItga  urita  ti  ntdto  tatr^v.  i 
Libro  estás,  de)*  fali^s. 
Tirad,  mas  vertís  Un  liu* 
que  me  auioxiían  las  pternsg. 

¡ICSÚFt 

Ei  diablo  es. 

iQiié  reo! 
Fueno  arroja 

Mujc.  Chacón. 

(TVroi  Asird  MCJrf*  l«J«  al  cmtrpa 
tAiIa  la  KurTt^lH  y  Ult  alteo  4i tut  pitt 
CiíiliUo  y  huytv  loi  Irtt  y  lalf  (arfo  ««• 
bai-rtáo  cara  r  wakdi,  y  mtadn  mn*pt- 
taca4la<lnfra.f 

^Y  el  oro? 

Será  carbón 
7  duende  suya  d  que  veo. 


ESCENA  IX 

Castillo. 

Todo  mal  vtcoe  por  bien: 
la  codíci*  me  empoió 
y  ella  mluna  me  tacó 
por  siempre  jarniKamío. 
|0h  .Mamacona  bellaca! 
jBiJ  rescata!  maridos? 
icreed  en  llantos  fin)tido«...l 
El  cordel  de  la  peuca 
que  el  que  huyó  quiso  sjtcar 
y  yo  desde  abajo  asi 
al  cuerpo  me  levolvl, 
su  peso  les  dio  pesar: 
que  estaba  llena  de  olata 
y  de  oto  los  escuche; 
no  «n  balde  al  pozo  bajé 
ol  mintió  la  Coya  ingrata, 
puesto  que  pensó  burlarme; 
guardémoslo,  que  es  mi  vida. 
¡Olí  venturota  caída 
que  ASÍ  lupo  levantarme.* 
|0h  mor.da  pozoi  buscón, 

3ue  aunque  no  eres  santo,  sacas 
«I  purgatorio  petacas 
como  cuenta  de  perdónl 
Pues  ya  tus  sufragios goio, 
el  pozo  i  escribir  me  obliga 
una  comedia  que  diga, 
diga:  a.Mi  gozo  «n  el  pozo.» 


ESCENA    X 

^'>:•NANtK>. 
Va  en  lodios  mis  i«tiura». 
don  iuan,  (si  malogrado 
al  mundo)  al  Cielo  llor  que  »e  traspone, 
conquista  luces  puras 
que  no  altere  el  cuidado, 
la  envidi.)  eclipse,  ai  el  pesar  baliione. 
Ya  goza  en  quieta  paz  feliz  («suro, 
ni  eo  plata  minas,  ni  en  arenas  oro, 
Cciiízjs  su  sepulcro, 
reliquias  de  las  ¡lamas 
de  su  valor, 'no  olvidos  deposUa. 
Al  elemento  ouicro; 
cuantas  ccfliía»  Jeja,  tantas  famas 
vuelan,  donde  el  temot  nu  las  limita, 
que  ?l  polvu  humano  á  las  rqjiones  suma*. 
si  vs  generoso  iloga,  auoqtie  sio  piumai 
Allí  piiv¡le{i>ado 
de  envidias  y  parciales, 
ni  competencias  n¡  mentiras  teme, 
oo  idolaír'  al  privado, 
no  adula  ir. bunaics. 
donde  la  ín^tiAlB  dilación  blasfeme: 
que  porque  el  g,.>/o  íin  pensión  le  alista 
tomismo  le  corona  que  conquista. 
iQuciiiunfüS  inmuriales 
no  le  ofrecen  diademas, 
que  adquirió  por  sus  hechos,  por  su  fama. 
civkas  y  muratcsl 

Las  sienes  le  guarnecen  ya  suprema» 
de  encina  y  oro,  de  Uurel  y  (¡rama. 
i.Mil  vei;cs  venturosa  valentía 
que  i  Dios  el  premio,  no  A  loa  tiumbre*,  tlol 

(JONÍALU  Pizammo. 
Mi  hermano,  aunque  difunto, 
vivirá  eternamente 
en  el  buril,  pincel  }  un  la  memorjai 
heroico  itempre  asunto 
de  hisioiiador  valiente, 
nos  deja  en  testamento  esta  victoria, 

3ue  su|M>,  en  tii>,  su  no  imitado  acienu 
ar  vivo  imperios  y  victorias  muert". 
Pero  ya  que  ¿I  descansa 
y  nosotros  al  dat^o, 

al  peligro.  Fernando,  siempre  C> puestos, 
sin  que  la  quietud  mansa 
permita  en  todo  tm  aiVo 
dar  en  p«iz  al  arnés  ocios  honetioi. 
^que  es  lo  que  aquí  esperamos?'  i^ut  adqum- 

Im.t'; 
Si  poco  1  poco,  en  Iki,  nos  consumlinos> 
A  tt  Corte  espaAola, 
navegando  dos  mares, 
tellev.'i  la  lealtad,  n»  la  codicia: 
alli  la  augusta  bala 
doraste  con  millares 
de  barras  que  logró  nuestra  milkia, 
^qui  premios  jdquitistc? 
jqi>é  in«dias  ó  qu<  cargos  no*t  liajistr^ 
Ün  pcdaio  de  grana 
lesalislizoelpecho. 

cuando  la  sangre  es  tanta,  que  boa  vcriido, 
(ya  berttica,  ya  indiana) 


JOHNAUA   SEüUSDA 


I 


que  puJicji  líflír  li  su  dcspccliu 

cunniu  GrecíiL  i  inoiiaic«$  ha  (cAído. 

Por  cierto,  ¡ilutire  pago 

!■  ciax  (sin  encomienda!  da  Ssniiagot 

^N«cesilabJi  de  ella, 

quien  de  la  estirpe  g/oáa 

puede  al  w\  ilar  limpie»  en  ll  que  crías? 

Tu  anltgüedad,  un  ello, 

«s  un  inmemorial  á  £»p«ñB  loda, 

que  en  ti  son  «.iglos  Iv  que  en  oirot  dUs- 

^Qué  calidad  el  C¿ur  te  aciectenu 

si  el  hábito  le  ba  dado  y  lú  i  ól  la  tttiuf 

Tfujlsteloun  dicudo 

i  ni  bcrmano:  igran  cu&al 

darle  por  Mr  Marqués,  cMe  heinisfefío. 

jiMídc  el  globo  ruinsao 

tierra  tan  espaciosa 

como  el  Pi;u.  o  iguálala  su  tniporiu^ 

¡Marques  sin  renta,  bien  podré  docillo, 

es  fantástico  huaut.  Marqués  de  anítlol 

Almagro  si  (jue  medra 

(su  igente  tu  en  España) 

dich(i.s  que  ¿ijmptes  caras  ai|^ún  dia; 

ese  hijode  la  piedia, 

3ue  mis  que  ayuda  en^ña, 
e  Chile  Adelantado  y  Señoril, 
^'él  qué  afríesii¿^  Seguro  despensero, 
si  tas  vidas  ni>vutrOi,  su  dinero. 
Su  interés  pieime  Carlos: 
por  ti  soliciudas, 
ejecutorias,  honias  y  favureí, 
que  (ú,  sin  negocíanos, 
cuando  nos  pcisuMlas 
i  emprcias  de  mis  riesgos  v  más  sudores. 
podrás  decimus  (pal 4  engrandecerlas) 
que  el  más  honroso  premio  es  merecerlas. 

FiKNAtt.  Gonzalo,  ^i'Omo  es  posible 
que  el  ánimo  os  satisfaga 
si,  por  el  premio  ó  la  paga, 
hacéis  el  valor  vendible? 
Hasta  este  punto  Invencible, 
}a  oi  habé»  afeminado, 
que  quien  h»cc  interesado 
cuaiMu  de  su  esi'uerio  fia 
las  buaAas,  grangetla, 
mercader  é>,  no  soldado. 
Hágase  al  plebeyo  igual, 
pierda  de  noOle  la  ley, 
quien  i  su  I^atria  6  su  Roy 
le  sirve  por  el  ¡otnal; 
que  el  gcnefoso.  el  leal, 
el  premio  que  ha  de  adquirir 
es  la  fama  hasta  moi'ir. 
y  ésto  estriba  en  prelendcc 
merecer,  por  merece», 
servir  solo  por  servir. 
Kui  á  España  y  A  Curios  quinto 
le  piesenti  esie  Uccidcntc, 
j  j»  veis  si  del  presente, 
lo  que  se  vende  e*  dislinlo. 
Cuanto  esta  xona,  este  cinto 
ciAe,  y  abraza  este  mar 
la  di,  no  babia  de  tomar 
coiía  (Mga,  i  DO  ser  necio, 
que  lo  que  no  ttcuc  precio 
mejor  k  está  sin  pieiniu. 


S99 

En  Almagro  el  César  doble 
gobiernos,  que  ha  de  menetter; 
cobre  él,  como  mercader, 
sírvale  yo,  como  noble. 
De  estéril  Jaurci  y  rubte 
Corunó  la  antigüedad 
al  valor  y  á  la  lealtad, 
y  de  infriKlifcrs  grama, 
en  prueba  de  que  la  fama 
solo  bu»ca  eicrnidtd. 

ESCENA  XI 
Salí  op»  GocauLo  VtrBao.~l>ie»M. 

VivEKO.    Porfía  hasta  que  nos  vonia 
la  ibnuna  siempre  brava: 
A  penas  un  riesgo  acaba 
cuando  otro  major  comienza. 
Almagro  y  quinientos  hambres, 
por  queiu  fama  aniquile 
deja  el  gubierno  de  (!nile. 

J  añadiendo  aleves  nombres 
su  bijo  nacimieiiiu. 
porque  nc»  oee  dest rolados 
en  los  peligros  pasados, 
loma  con  el  Inga  asionio 
y  se  conciertan  los  dos 
de  echa  rnos  de  esta  ciudad. 

FinNAit.  No  creas  de  su  lealtad 

que,  contra  su  Rey  y  Dios, 
ejecute  »cción  tan  loca. 

Vivino.    Porque  en  la  fe  no  consista 
certifiquete  la  vista. 
Dice  que  el  Cuzco  le  tiKa, 
porque  en  la  demarcación 
de  su  Dobterno  se  encierra; 
apercíbele  i  la  guerra, 
ó  teme  tu  perdición, 
porque  con  las  cajos  mudas 
nos  asalta  descuidados. 

FtuttAti.  Animo,  pues,  mis  soIdad<», 
satisfagamos  sus  dudas, 
primero,  con  las  razones, 
V  si  éstas  no  le  vencieren 
las  armas  son  tas  que  adquieren 
victorias  contra  traiciones. 
Yo  íé  que  si  llego  á  hablarle 
le  tengo  de  convencer, 

G.  Ptl.     ¿Para  quéf  Déle  poder 

y  vuelve  á  IvspaAa  i  premiarle; 
que  todo  esto  morccomos 

£ues  dimos  honra  á  un  ingrato, 
onzalo,  DO  es  esc  trato 
de  Tocstro  valor;  marchemos. 

(li'aue.> 

ESCENA  XII 

S<<l«il  Inmoi.  ti  lio*  y  IvAU  ba  Kua, 

■  oliTiiiro  (1^4  *^t  < 

Inga.        Vuelve  á  leerme,  rspariol, 

eso  que  escribe  tu  Almagro, 
que  no  «s  el  menor  milagro 
que  debo  á  mi  padre,  el  Sol; 
pues  si  él,  y  los  ()ue  le  sigUCD 
al  Cuzco  me  restituyen, 


6oo 


LA  LCALTAU  contra  LA  ENVIDIA 


j  elernu  pMcs  concluyen 

que  in'n  tle^ínün  iiiiliKuen 

mi  ctpenin/;i  constgui. 
Rada.       P<ir  lu  uojjon  ha  vlcjado 

i  Chile  ei  Ailcljota^lo. 
Inoa.        Débolc  inliailo:  <U. 

(Utfítaitaettrta.i 
Don  I^Cito  de  Almagro,  Mariscal  Adclailla- 
dodel  l'crú,  i  Mango  íni;B,  l'rlQcipC  del  Cuíco, 
talud,  «te. 

L«  anitíiatl  anliguM  que  hA  Jos  hemos  ptu 
fesado,  lo»  desafueros  que  coi)  Vueslrs  Altexa 
los  Pizatiot  han  hecho,  el  );obicrno,  que  me 
penencce,  de  cMa  provincia  y  el  ikíco  Ue  que 
vuMlros  indiux  tn  «can  coronado,  me  5>nca  •■ie 
ChJk.  me  duia  al  Cuneo,  y  lue  a^ef^un  la  v»c- 
loria cunira  ou»lro«  eDciñi^iM.  Aperciba  Vues- 
tra Alte»  iui  ejérciiiii,  «^ue  yo  aviwff  á  su 
tiempo,  para  itue  Ua  Jui  en  reciproca  amistad 

Coscainos  este  Impcriu.  mt:crioslus  que  nos 
r  estorban.  Kl  incnsajoto  merece  culero  cré- 
dito y  i]  informará  pi)i  cileNso  loqui.*  no  fio 
de  lá  piuma.  Guarde  t>iOA  i  Vuc-itta  Alte<a, 
etc¿iL-fR.  l>c  mi  campo  u  loilc  VtA]ro,año  iSS^. 
El  A-Manlada. 
Imia. 

SI  cumple  esa»  pinmti«K 
el  tspañol  Aininuro,  ^us  ompiesas 
serán  rtitauritcióii  de  mi  LOiaiia. 

Í4I  «1  sct^ur  de  nuKl'u  miliana  xuita. 
cscansa  en  nuestro  Tatntw 
mientras  los  ¡ndios.  ¡unto  tic  la  sierra: 
)  tú,  primo  Vucimbo, 
entretanio  que  alisto  i  nuirva  nucirt 
eí¿rci(os  sin  suma 
tan  numeroM,  que  al  íbÜt  armado, 
flor  i  Mor,  yerba  i  yerba,  cuente  al  prado, 
arena  i  arena  el  mar.  y  eíputna  á  espuina, 
asiste  i  su  [ei;alu. 

Rada. 
El  cíelo  le  restaure  al  nuevo  Imperio. 

)S''¡\. 

Hágalo  Atmafiro. 

Rada. 
Haráli3. 
librándote  del  casi  Ci>uiiverh>, 
en  quedesptrsddo 
entre  ásperas  inoniañas  le  ha  escondido. 

lVa*r.| 

BSCENA  XIII 

Imía. 
lOh.  amigos,  oh.  p^irietiteil 
(qu¿  feliz  ocasiún,  quí  coyuntura 
nos  ofrecen  los  hados  ya  demenie&! 
A  los  Pizarros  desterrar  piocurun 
AlmaftTo  y  sus  soldados. 
Ya  véLS,  SI  los  Pi/atT>Js  snn  osados 
uldria  en  su  defensa, 
pelearán  unot  v  oíros, 
y,  mientras  cada  cual  vkturías  piensa, 
con  en|{añusa  prevención,  nosolros. 


después  q^ue  se  hayan  entre  ti  «sotado, 
las  reliijuias,  que  el  miedo  haya  dejado, 
poi  nosotros  deiechas.  fácilmente 
podrá  la  borla  autorlj^ar  mi  fronte. 
No  del  Marquts(queenl.ima 
h.7  un  ano  que  no  sabe  de  su  hermano) 
el  asombróos  oprima; 
socorrcrile,  si  io  ioienia,  en  vano, 
pues  lomados  los  pasos  y  los  puertos 
imitarán  sus  compañeros  mucrius. 
.Seitcienioi  espartóles  pefccietiin 
que  en  difereitie»  (ropos  eii\  íaba; 

Jorque  el  riesK^^  "^^  Cuko  adísinaba, 
vuestras  man:>s  btlkas  murieron; 
que,  aunque  valientes,  locos. 
.;qué  ha»  de  pod«/  contra  hilinltos,  poco»? 
El  '-Urquís.  en  efecto,  desarmado, 
pues  ios  soldados  sutos  lia  perJiJu, 
y  uno  y  otro  cspaAoI  desbaratado, 
Atma^cos  y  f'izarros,  redimido 
iuifio  mi  Impelió  i-i,  que  cntru  estok  ccrroc 
hasta  ahor«  llur6  nuestros  destierros. 


LSCENA  XIV 

J^rdteiii*!,  Al{iirra,(»«uafl  !•■■■(«,  4«ceaJW4  (ij 
WdJtitf,— INcav. 

PiuHii*.  <'A  dónde  volváis  cobardes 
quede  la  humana  nación 
sois  oprobii,  sois  injuria, 
sois  afrenia,  infamia  sois^ 
^A  dónde  volvéis  vencidos 
no  del  rietfp),  del  temor, 


queo^  pima  moKas  Sioanles, 

que  el  ciervo  os  vende  león^ 

Cuatrocic'iioS  mil  solisteis, 

Ircicientos,  no  más,  os  áU» 

la  fortuna  por  contrarios, 

por  vencidos  laocasiótt. 

¿t'no  para  mil.  jr  os  vencen.* 

i\  os  precias  hijos  del  Sol? 

¿Y  os  atievíis  llaii>ar  hontbret?j 

jY  os  bUsonáis  al  valora 

Mentís  mil  veces,  ¡nCamcs. 

ni  aun  átomos  os  dignó 

el  siento,  que,  i  merecerlo, 

superHuos  aloraos  son 

trescientos  mil,  si  se  juntan. 

para  un  pequeño  escuadrón 

di;  humanos  cuerpo»,  i^ue  muer 

que  la  lierra  alimentó. 

tingid  layos,  que  del  aire 

bajaron,  poniendo  horror 

¿  tos  0)0»  con  su  vista, 

cixi  su  efecto  al  coraión. 

Decid  que  un  hombre  de  aci 

sobre  un  bruto  más  veloz 

que  del  arco  la  sacia, 

que  de  la  cuerda  el  harpón, 

mese  el  uno,  fue^o  el  otro, 

desde  la  esfera  baió 

de  esos  páramos  da  tucei, 

de  ese  lucido  artesón; 

atribuidle  prodigios 

á  la  espada,  qiHsettó 

Cervices  de  ciento  »n  ciaoiOi 


^^^^^^^^^^^^F                             iOHNAI>A 

S&JÜNUA                  ^^^^^V          6ot         ^^^1 

^^m          ellas  espidas,  ella  boi; 

Aquí  frecuentan  sus  riscos                 ^^^^| 

^^B            que  (fiientras  oí  miedo  os  miente 

la  real  íguils,  el  león,                      ^^^^^1 

^Hp            fábulas  tic  lorpc  error, 

ct  tigre,  el  ispid,  la  sierpe,               i^^^^^H 

^^              y  deipicrios  las  suñaiicís. 

y  csdacuxl  vencedor                            ^^^^H 

1                  úiti.  cbn  míi  vcídad,  yo 

si  os  comunican  recelo                          ^^^^H 

m                 <)ue  U!>a  l'rAgil  mujer  pudo 

que  degenere  el  blasón                        ^^^^| 

1                  (para  cierna  confusión 

qu«  losdió  naturaleza,                        ^^^^| 

^^^          de  vueslra  naiuiale/a) 

y  en  vosotros  se  infamó,                      ^^^^| 

^^H          causaros  unio  tembluí. 

no  aireviis  tos  pies  un  paso,                  ^^^^| 

^^H          que  os  axombiú,  duarmada, 

retirfiot;  ó  ¡vive  «1  Solí                         ^^^^| 

^^H         que  su  pre&eaciii  basid 
^^H         a  que  hu>£ndola,  cobardes. 

que  os  ensarte,  como  i  peces                ^^^^| 

en  la             mi  rigor.                           ^^^^M 

^^H         0$  infame  este  baldón> 

Inca.         ¡Oh,  belicoso  prodigio                            ^^^^H 

^^H         pues,  afeminados  viles. 

de  este  imperio,  emulaci&n                  ^^^^H 

^^H         si  una  mujer  os  causa 

del  esfucrtu  y  it  belleza,                     ^^^^| 

^^B          tanto  asonibrú,  miedo  tanto. 

miedo  en  uno,  en  otra  amor!                 ^^^^H 

^^H           tanto  pasmo,  muicr  soy 

Despertónos  asombrados                        ^^^^H 

^^H           que  cst&s  morrtaiUs  dcliendo; 

el  ajenio  de  tu  voz,                                 ^^^H 

^^H          las  quQ  U^  viven,  y  yo. 

canoro  bronce  del  cklo,                           ^^^H 

^^H           baf^iamot  con  tumidi  afienia 

de  los  inoria1<-i  terror.                                  ^^H 

^^H           A  todo  un  rnundoespailul. 

Tanto  la  vct^Üenza  puede,  ^^^^^H 
tanto  espíritu  infundió                      j^^^^^^| 

^^^P          Volveos,  L'(ibu[dei.  ),trvildo>  ' 

^^H         «romo  esclavo!,  pues  nu  sois 

en  nosotros  la  elocuencia                ^^^^^H 

^^H           como  hombres  para  vencctlusí 

de  lu  justa  reprensión,                       ^^^^H 

^^H          llevad  A  cuestas  desde  Ituy 

que  a  no  templar  espeíanzas  ^^^^| 
de  coyuniuia  mejor,                              ^^^^| 

^^H          Yanaconas  de  sus  damas, 

^^H          las  andas  en  qut  su  amor 

hoy  nos  pteunicras  triunfos  ^^^^H 
6  luncbfcs  llanids  Ivoy.                          ^^^^| 

^^1         os  transforme  en  simples  brutos, 

^^H           incapaces  de  raxún, 

Almagro  es  de  nuestra  parte                 ^^^^| 

^^H          (^uliivaldes  vuestros  campos. 

y  ofrectíndonos  favor,                           ^^^^| 

^^H          ornan  lic  vuestro  sudor 

marcha  contra  los  Pizarros,                 ^^^^M 

^^H           regalos  que,  i  vuetlrot  padres 

de  CSI0.S  orbesconfusióni                       ^^^^| 

^^H           en  herencia  el  cielo  di6. 

déjale  que  asalte  al  Cuzco,                  ^^^^H 

^^H           Re^''''''''^  ^^  1"^  abismos 

sul(;a  su  competidor                          ^^^^^^M 

^^H          metales,  que,  con  temor 

verif¡n:ívo,  en  su  defensa                  ^^^^^^| 

^^H          de  la  española  avaricia 

desbariiense  l.is  doi,                        ^^^^^^M 

^^^f           huyemo  de  su  ambloún: 

destruyase                  otro,                ^^^^^^H 

^^B         daldos  á  oerros  la  plata. 

pue»  quedaré  el  veivcedor               ^^^^^^| 

^^H         j  de  montón  en  moniún 

tan  flaco,  oue  sin  peligro  ^^^^^^1 
nos  apiauua  ta  ocas'ón.                  ^^^^^^1 

^^H          el  oro  midan  é  fanegas. 

^^H          pues  le  idolatran  por  Dios; 

Y  dame  agora  esos  brazos.             g^^^^H 

^^H           conceded  a  su  apetito 

Pii;aisA.   No  los  espere  tu  amor.                   ^^^^^H 

^^H           vuestras  hijas,  que  algodón 

mientras  no  me  los  baftares                   ^^^^| 

^^H          para  sus  ropas  les  tejan. 

en  sangre  del  espaAol.                         ^^^H 

^^H          i  infamias  pata  su  honor. 

^^^^^H 

^^H          jVosQirus  sois  dc),c  en  dientes 
^^^1          ae  aquel  celeslinl  varón 

^^^^H 

RSCENA  XV                               ^^H 

^^^1          que  i  Un  planeta»  monarcas 

5jf#  un  Imnúk^Dicao^                             ^^^^^^| 

^^H         por  padres  reconoció? 

^^H         ^Vosotros  al  Sol  eterno 
^^H          llainacíis  progenitor, 

Indui.        Albricias  pido  i  estos  pies,                    ^^^^| 

generoso  emperxdor                               ^^^^| 

^^H           jr  i  la  Luna  vuestra  madfo. 

de  esioí.  Dtbes,  que  oprimidos             ^^^^| 

^^H           del  cielo  aniorcbas  las  dos? 

ios  cielos  restauran  hoy,                     ^^^^| 

^^B          No  es  posible,  no  sois  Ingas, 

por  las  mis  felices  nuevas                   ^^^^| 

^^B          no  sus  hijos,  hombres  no, 

que  en  la  desesperación                          ^^^^| 

^^H           estatuas  tí  en  forma  humana; 

de  un  principe  dt.-spoJBd0                       ^^^^H 

^^H           epátente  iinitución 

jamis  la  piedad  ferió.                             ^^^^| 

^^H           de  lo  que  representáis. 

Almagro,  que  i  la  ciudad                    ^^^^| 

^^H           cuerpos  sin  alma  y  con  voi; 

de  tus  padres  fundación                         ^^^^| 

^^H           cobardes,  aun  no  mujeres. 

marchó  en  fe  que  i  tu  gobierno         ^^^H 

^^H          que  éstas  estiman  su  honor. 
^^H          No  ima^mós  que  estas  tierras 

blasona  tener  acción.                             ^^^^M 

fué  recibido  de  paz                              ^^^^| 

^^H          admitan  la  contagión 

de  aquel  Pizarro,  que  atroz                 ^^^^| 

^^H           de  vuestra  vil  compnilia, 

parca  ha  sido  de  tus  indios,                 ^^^^| 

^^H           qut  aquí,  el  Ír;iino.  el  vator. 

de  la  envidia  admirac'óu.                     ^^^^| 

^^H           la  venganza,  la  fiereza. 

Tocaban  á  acometerse,                          ^^^^| 

^^H          geaerosB  patria  halló. 

pero  un  fraile,  que  al  candor             ^^^^H 

LA  LEALTAD  CONTRA  LA  ENVIDIA 


^ 


<k  U  nine  hutiú  ropajn 
}  ti  ctelo  venefacldn, 
iu  apellido  EtobxItlU, 
iu  «icrclob  Rcdenior, 
U  Si&drt  Mejor,  su  madre, 
)a  Mnced  su  rcfigíún, 
enirindosc  de  por  medio 
treguas  puso  cnire  los  do% 
de  tres  líias.  que  lurgron, 
para  qu?  cu  su  disciisíán 
iiBsen  el  compromivi 
al  P»dre,  porque  ganó 
nombre  de  docto  en  la  eslora 
y  aUTólc^  superior. 
Apoieuiado  eii  el  Cuíco 
et  AlmHgr»,  y  sin  lemoi 
el  Piíarro  de  que  hubiese 
en  lo  propuesta  iialci¿n. 
i  su  connazay  sucAn 
los  ojos  encomendó, 
tsia  vez,  sólo  desnudo, 
que  en  iodo  un  «Ao.  otra  no; 
la  leguridad  dormía, 
inat  velaba  li  ambicíóit 
del  Almajiio,  1  su  palabra 

V  juramento  atiraof- 
Acometiúle  tk  noche, 
peiu  mtrépidu  salló 
COD  un  estoque  y  rodela 
«1  cslremcño  Ic6n; 

V  aunque  desnudo,  de  suerte 
i  sus  cuntíanos  oasniú 

que  se  valifion  del  luego, 
(tiemore  es  cobarde  el  traiilor). 
Viéndose  abrasar  Piiarro 
cuerdo  las  armas  rindi6 
con  su  hermano  y  sus  amigos 
dedosdaftosel  menor. 
HuyóGonialo  y  Fernando; 
dicen  que  de  la  prisión 
^Idrd  á  un  leairo  funCTtg 
sentenciado  ivil  riftori. 
Almagro,  pues,  determina, 
siendo  del  Cuzco  señor, 
trazar  que  muera  el  Marquís 
;,  lenga  |usticl;ió  no, 
partir  los  reinos  contigo 
dindalc  iurisdicción 
en  los  indios,  que  heredaste 
1  íl,  contra  su  l-'niperador. 
gobernar  sus  españoles, 
porque  tiene  presunción 
de  hacera  rey  de  estas  Indias, 
sin  admitir  superior. 
Para  esto  mienta  casarse 
con  tu  hermana,  y  (jue  lo>  dos 
una  sangre,  se  eteVntce 
la  pal  en  su  sucesión, 
sobrinos  tuyos  sus  hifos. 
Según  esto,  ya  cesó 
el  peligro  do  tus  gentes, 
porque  enlazándoos  amor 
con  tillnvjs  apacibles, 
el  indio  sefli  cspaAi^l 
*  el  eipaAol  indio  nuestro. 
SI  las  nueías  que  te  doy 
merecen  premios  y  giaciai 


relii  muchas  veces  yo. 

Ikca.  Toca  al  arma,  vuelta  al  Ctucc 
que  SI  Fernando  murió 
no  temo  á  Almagro  y  su  genu 
mi  victoria  es  su  traición; 
va  le  ju»0  destrozado. 

Pii;iiUA.    bien  puedes;  el  corazó» 

alienta  ouc.  contra  ^^spa(ik, 
yo  sola  basumc  soy.  f\ 


ESCENA  XVI 
S«l4a  CUTikui  y  CnacAh. 

Castil.     ^'Cómo  quieres  que  mi  liante 
csia  acción  con  que  ha  mam 
iü  fama  el  Adelantado? 
¿Mv  mucho  decir  que  infamer 
jEs  de  nobles  ene  trato? 

Ch*cók.   Ya  sabes  que  por  reinar 

cualquier  ley  se  ha  de  4uet>fi 

Castiu.     Ese  es  blasón  del  int^ralo. 

OHacÓN.  Si  á  esta  ciudad  tiene  acción, 
jpor  qui  su  culpa  encareces? 

Castil.     Por  roiniltrla  A  sus  juecei 

I  usar  después  tal  traición, 
á  guerra  es  de  m¿S  acierto 

si  eiderechose  ladd. 
Castil.     ^Qu¿  derecho  ale^ai  a 

quien  {inenoa  un  ojo)  ck  tuartor 
Chacón.  Sacósele  esta  con<)uisia. 
Castii..     Mal  adquirirá  valor 

quien  por  nu  mirar  su  honor 

tiene  solo  media  vista. 
Chacón.  Kn  efecto,  ¿hoy  dot«rinta« 

darle  i;artote? 
Casiil.  El  marques. 

tu  bermano,  sabrt  después 

vengarle,  que  ya  camina 

en  su  socorro. 
Chacó».  í\  que  hace 

don  Fernando  en  taniu  aprieto? 
CasTiL.     No  dtSlNirata  al  discreto, 

que,  como  él.  ilustre  nace, 

el  peIt(tfo.  tan  en  » 

está  el  valiente  cxiremeAo, 

como  *i  esto  fuera  sueAo. 
Chacón.  ¡Notable  valorl 
Caitii..  No  vi 

tan  ifeneíosa  templanza. 
Chacóm.  Blasfemará  del  rigor 

de  Almagro. 
Castil.  Nunca  ri  valor 

dio  á  los  labios  la  vcnKanti. 

^Quieres  ver  á  dóiulí:  licita 

su  prudencia  sose|iaJa? 

Pues  ove:  con  Joan  de  Rada 

agora  a  lo»  dados  |ue(|a. 
Chacón,  ¿Qo^d^cot? 
Castii..  Esto  es  vatdad, 

fiuesio  Que  este  la  seniertcia 
e  intimo. 
Chacón.  ¿Y  eso  es  prudencia 

ó  loca  lemerídadr 
Castil.    Prudencia,  quo^quien  acguro 
da  la  vida  por  su  Rey, 
por  su  crMito,  so  lay. 


i 

? 

4 


JOR!fAr>A 

SEOLNbA                                                   6o3      ^^^1 

CüDirt  un  b&rbiro  per|uro. 

fl^l 

no  «s  jusio  que  se  alborote. 
Chacón,  ^lu^ai  un  humbie  prudente. 

IMClle*,  MtiiM  R>n«.                          ^^^^H 

sabiendo  cuan  brevemente 

Alvah.  No  s¿  yo,  Fernanilo  ainifto,  ^^^^H 
que  sea  el  juego  diligeiKU                ^^^^| 

ii«nen  de  darle  (¡«rcoie^ 

No,  CaSlillu;  iluimugiricS 

bu«na  para  la  conciencia,                 ^^^^| 

de  su  cordura  tal  flema: 

(perdonadme  si  esto  os  áigv)  ^^^^M 
de  quien  siendo  tan  cristiano            ^^^^| 

esa  ietk  Mifaiagoma 

de  mis  inisici ioíos  tin«s. 

está  al  umbral  de  la  muerte;               ^^^H 

Hombre  tan  aicnio  y  ubio> 

no  lii  teme  el  varón  lucne,                 ^^^H 

de  un  fiMnde  >,-ri(iHr>did, 

pero  el  cuerdo  da  la  mano  ^^^^H 
>  todo  lo  que  se  opone                        ^^^^H 

con  BU  KftUridBd, 

sin  dar  miiuMras  de  su  agcavío. 

alma  y  su  salvación.                     ^^^^| 

éJUKando? 

KakHAK.  Dadmecsta  tci  permisión,                ^^^^| 

CaSTiL.                       V  no  como  oukra: 

cCen  mil  pesos  ha  perdido. 
Chacíh.  jCon  Juan  de  Hadal' 

puesto  que  amigóos  perdone,  ^^^^| 
paru  quejarme  de  ros.                         ^^^^| 

pues  sin  duda  habíis  jux|;ado  ^^^H 
ó  que  estoy  desesperado,  ^^M 
ó  üue  me  olvido  de  Dios.  ^^^^M 
.jVisteis  en  mi  acción  alguna             ^^^H 

,  Castil.                                       Oíoiididu 

eali  d4l:  mas  i]uicn  «ipcra 

morir,  injurias  perdona 

y  DO  se  acuerda  de  excaas. 

óuc  .nc  pueda  desdurar  r                   ^^^^| 

ChacAm.  JA  la  niuerie,  )'  cien  mil  petos 

Alvar.     .S'unca  halken  vos  que  culpar.         ^^^H 

al  jucfco, )  con  tal  períona? 

fuera  de  esta,  sino  es  una.                 ^^^H 

No,  Cantillo:  alfio  ha  traudo 

PiiHNAN,   Y  esa  ^cual  ínif                              ^^^H 

que  te  asombre. 

Ai.vAH.                             El  confiaros             ^^^^| 

CasTIi..                                I^IIo  dici. 

de  Almot^TO,  enemigo  vuestro,            ^^^^| 

*                   Mai.  loi  doi  salen  uuá 

uendo  vos  tan  ^Bbto  y  diestro,          ^^^^H 

coa  Alonso  deAlvaraJo. 

de  suerte  que  pudo  haüiiros                ^^^^| 

sin  prevención  y  desnudo,                   ^^^^H 

^^^^^^L 

durmiendo  con  el  sosiego                  ^^^^| 

^^^V             ESCb'NA  XVri 

que  en  Truiilio.                                ^^^H 

Fkmnan.                              Noos  lo  NI«t{0,          ^^^^1 

Soltn  con  rjivNiíiDO,  li>AN  D»  Kan*  y  nos  Atonte 

ni  cooocítndolo,  dudo                      ^^^H 

■>•  .1|V1>JIB«. 

de  que  «ti  (SO  anduve  mal;                ^^^^H 

peto,  si  los  juramentos                       ^^^^H 

Fbbnan.  CinciiooiN  mil  pe&o&de  oro 

y  tr^uai  son  escarmientos               ^^^^^ 

1                   me  habéis  ganado,  ya  vcis 

no  ley  tan  natural,                         ^^^^| 

1                 quc  si  hoy  muero  no  podríit 

que  los  bdrbaros  la  guardan,             ^^^H 

cobrarlos.  Aunque  no  i|iiK>ro 

«cómo  se  ha  de  conseguir  ^^^^| 
la                                                      ^^^H 

donde  eslin,  que  nunca  tuego 

^^L            \in  tener  con  ^uí  pagar. 

Alva».  . .            Suélenla  admitir                       ^^^H 

^^F            déme  la  vida  lut;ar 

respetos,  que  no  acobardan            '  «^^^^H 

W                   que  os  saiíslofiB. 

cuando  eí  noble  los  celebra;                ^^^^| 

1    H*l>*.        M^arff.f                 Si  llrcu 

mis  quien  padres  no  conoce,            ^^^^| 

1                  á  Almagcu.  que  hace  mis  caso 

como  coyunturas  (toce,                       ^^^^M 

t                 do  atl  que  de  oíros  amibos, 

palabras  v  leyes  quiebra.  ^^^^| 
Peto  fquí  disculpa  dais                      ^^^^| 

^^^            y  templando  c&ios  casii||006 

^^H            estorbo  A  la  muerte  el  paso, 

i  CSC  |u<g'>  qua  osdesdora^               ^^^^| 

^^H            que  i  don  Peinando  ameoiia, 

IJHh»  d«ii  KMbaiuIo,)    ^^^^I 

^^H            le  obligo  a  cierna  «míMad, 

{OS  reís?                                                 ^^M 

^^V          y  cobro  Ib  cantidad 

Pmkan.              Sabreislo  aKor*.                      ^^^H 

^^H          que  pierdo  sin  esta  irai& 

SI  un  pocu  cuerdo  etperiia.                ^^^H 

^^V            ¡Cincuenta  mil  pesos  de  of  o! 

^^^^^^^t 

^^^           iCoerpu  de  Üiu«l  ^es  partida 
^^B           para  no  darle  la  vida^ 
^^H          Si  m*  perdiese  el  decoro 
^^H          el  Adelantado  en  csco. 

^^^^^^^M 

IlScüna  XIX              ^^^^M 

JUAB  D«                                           ^^^^^^H 

^^V           me  obligará  A  al^^iin  desgarro. 

Hada.       Del  juego  Rabemo^  ^lalldo             t^^^^^l 

^^H           porque,  en  niijriendo  Pizarro 

vos  y  yo  tan  gananciosos,            ^^^^^H 

^^H            mucie  mi  hacienda.  ¡Kcheel  retío 

que  tos  ganiis  vuestra  vida              ^^^^H 

^^H            mi  favor;  alto  cuidados: 

'  yo,  Fernando,  vuestro  oro.  ^^^^| 
>or  mi  Almagro  üs  la  cortcede;           ^^^^| 

^^H          mejoremos  de  opinión. 

^^H           que  mis  quieni  un  patactin 

pero  ha  de  ser  de  modo                        ^^^^H 

^^H            (¡ue  á dos  mil  adelanUdos!      tV*»rt 

que.  amigos  como  primero,                 <^^^^H 

^^^t 

la  hermandad  olvide  enojos.                ^^^^| 

^^^^^H 

Kt  mtsmo  viene  i  ccAiros                    ^^^H 

E 

los  brazos,  que  en  vuestros  hombros        ^^ñ 

^^^^         604                                          LA  LEALNAI)  CONTUA  LA  ENVIDIA                                        ^^^| 

^^^B                 nobles  y  alegres.  prctendeQ 

1  no  ser  su  Alcaide  vo».  _       ^H 

^^^^"^                   rcciprocaiM:  con  auos. 

Don  Fernando  volvió  á  EspoffiH 

^^m                         Salid  fmivo  al  encuentro. 

i  desmentir  cncniij^os                 H 

^^M         Fbmnak.    I-:^!»,  imi^o  don  Alon&o. 

que,  huyendo  du  tus  c««iigos  H 

^^M                         >aii!ti'a^  vuestras  dudas, 

ta  vano,  de  tanta  hazaña        H 

^^^^^                micnirat  que,  en  sum»,  os  mpondo 

eclipsan  et  resplandor.                H 

^^^^B                que,  á  na  iu^ar  no  viviera. 

Hinle  puesU)  muchos  car^s,-^| 

^^^^^^^^            iuan  de  Kada,  reconvicu 

que  siempre  en  servicios  Urft<l^| 

^^^^^^H          empeños )  beneticioi: 

se  alarga,  inaratu.  el  rr^or,       H 
los  que  ene  Pirú  siguieron     H 
i  Almoijtu,  i  aquel  desleal        H 
contra  la  corona  real                 H 

^^^^^^H          pa¿atf  loü            lüilus. 

^^^^^                     ESCENA  XX 

y  los  que  le  ennublctiieron.       H 
Ayudo  I>Íos  U  justicia,              ^M 
prevaleció  La  prudencia.             ^M 

^^U             t>K»M.  CafM éítlra ¡riatt  ¡tati  OontAUi  Vitioo. 

^^B        VivKMO.    Amigo,  i  villa  del  Cuzco 

conoció  la  inobediencia              ^B 

^^^^H                 a&oma  en  ructuo  socorro 

de  quien,  con  ciega  codicia        H 
al  Cuiico  tiranizaDa;                    ^M 

^^^^H                  el  Marqués,  hernuno  vuetlro; 

^^^^^^^          eicuchad  In»  parches  roncat. 

y,  viénilole  tstos  perdido.           ^M 

^^^^^^^B           Vecinos  y  ciudadanos. 

preso,  confuso  y  veticiJo,          ^M 

^^^^^^H         como  diversos  en 

cuando  csperanísai  les  daba      H 

^^^^^^H          diferentes  en  ■i'ecto^, 

de  poiKr  infame  yuuo                H 
i  aquel  Oí  be  conquistado         H 

^^^^^^H          mezclan  pesares  y  goius. 
^^^^^^H          Pacirico  íc  apercibe 

y  que  murió  sentenciado           H 
i  manos  de  un  vil  vcrduuo,       ^ñ 
persiguen  i  don  Fernán^.        ^M 

^^^^^^H          Almagro,  hospicio  ainorosOt 

^^^^^^^V            )'a  t4'inor,  j»  ainísind  sea 

^^^^^^H             que  le  puede  darse  á  lodo. 

oue.comogobernador                ^t 
del  Cuzco  faé  ejecutor              ^M 

^^^^^HL             sus 

^^^^^^P                               rciijtioso 

de  su  muerte,  y  adulando          ^M 

^^^^^^■|            fray  Krancitco  Bobadilla, 

al  CtiíC  ¡cie^o»  erfguíHosI            ^B 

^^^^^^m            irbitro  juez  d«  unos     oíros. 

IepUM>en  la  .Mola  preso             H 
y  formindule  proceso                H 

^^^^^^V             Todo  esto  concede  AÍinagro, 

^^^^^^R             si  bien  algunos  curiosos 

crece  ei  rigor  con  los  añoi.        H 

^^^^^P^            dicen  que  engañaras  quiere 

Renunció  Carlos  invicto             ^| 

^^^^H                y  que  en  cesando  el  estortio 

i  España  on  su  sucesor,            ^M 

^^^^^^^            del  Marqués,  cuando  se  vuelva. 

que  a  e>tarei  Emperador            ^M 

^^^^^^1           resucliari  alborotuí 

vivo,  de  tanto  dciiio                     ^M 

^^^^^^^           que  ya  por  bien,  ya  por  muí, 
^^V                      le  den  e  gobierno  A  et  soto. 

como  A  Fernando  levantan,        ■ 

averiguara  verdades                     ■ 

^^^^  AtrA».     Salid,  pues,  i  recibirlos. 

castiftando  falsedades                  H 

^^^^^1                   y  escarmentad  en  vos  propio- 

que,  lisonjeras  encantan.            ^| 
ISAaau      Quísole  el  Usar  mujr  bien.        ^M 

^^^^r                  itara  ios  lances  l'uiuros. 
^       Fkxman.  Va  su  condición  conoico, 

VivMo.    Debióselo  t  sui  servicio».            H 

^^^^^                 vamos,  que  cuando  intentare 

como  pueden  dar  indicios          ^M 

^^^^L                nuevos  engaños,  ti  enojos 

los  que  sin  pasión  Ui  ven,           ^1 
y  saben  cuantas  riquetas           ^ñ 

^^^^B                 templo  y  admito  amistades, 
^^^^^M                 larde  olvido,  aunque  perdono. 

en  el  Perú  recoció                      ^| 

^^^^H                 Guird^-se  Almaj^ro.  no  quiebre 

con  que  al  Ctsar  acudU,             H 

^^^^^^            los  pa<:es,  que  nunca  rompo, 
^^^^^V            porque,  en  cayendo  en  mis  manos 
^^^^^F             na  de  pagarme  uno  y  txro. 

sufriendo  las  asperezas                ^M 

de  los  que  le  murmuraban.         ^M 

cuando  para  ¿1  les  pedia              ^M 

y  á  su  augusta  monai^uia         H 

tamas  guerras  apretaban.            H 

^^1         JOKNADA    rHKCKKA 

Reina  en  su  lu^iar,  agora,              H 
el  gran  Fílipo  segundo.                 ^M 

que  del  uno  y  otro  mundo         H 

^^^^*               ESCENA  PRIMERA 

es  monarca;  y  como  ignora          H 

^^H                Súlm  pon  QoHULOBi  Vivai«}r  noli  tiAiiii.. 

qulín  es  don  Fernando  y  qui¿o  H 

^^^^^^ 

el  que  enemigo  le  acusa,              ^M 

^^^^H  Jmhsi^      íQue  pueda  Innio  el  exceso 

rigores  severos  usa                      ^M 

^^^^H                  de  ta  envidia  y  sus  engaños! 

hasta  que  se  informe  bien.         H 

^^^^K               |A  cabo  de  tantos  años 

Yo  espero  en  Dios  que,  postrad)^! 
sus  ímulus.  saldri  el  sol            ^M 

^^^^B               en  este  castillo  preso 

^^^^m               quiín  il)ó  i  España,  al  tty  y  i  I^os, 

de  tan  kal  etpailol                      ^| 

^^^^H               un 

libre,  i  pesar  de  nublado*.          ^M 

^^^H^ViviKo.                    Isabel  hermosa: 

V  que  vos,  señora  mía,                 ^U 

^^^^H                fuera  su  prisión  penosa 

alq^riii,  tiendo  lu  esposa,          ^M 

■ 

^HW                              IQKNAI>A  TERCERA                                                            6o5                       | 

^^f 

csia  nocbc  unebrosa, 

y  le  llenódecrueldades. 

1 

como  el  alba  alegra  al  dia. 

aleare  ahora  lealtades 

Isabel. 

Cuando  yo  la  esperara, 

y  aiínne,  fueron  tincias 
aieOBsde  premio  y  favor 
haber  dado  ale^e  muerte 

mts  di  para  <]uc  os  ptidicie 

pag»t,  lii  <\oe  tt  bien  coRficw 
a  amijifld  un  (irme  y  rara, 

al  rarún  mis  claro  y  fuerte 

sumioienic  lo  de»eo. 

que  tuvo  el  Emperador. 
BoDAiGO.  Con  las  alas  de  su  hermano, 

lues  podé) i  atribuiros 
o&  Oresi'.-s,  lot.  Zopirot, 

li  qué  no  se  alreierá^ 
PxoRO.      Siluri*  Carlos  quinto  ya. 

t)ue  con  mis  lucido  empleo 

en  vos  honran  nuestra  edad, 

con  los  Piíarros  humano. 

cuando  todos  le  han  dejadot 

Rey  tenemos  que.  severo, 

inseparable  a  %ü  lado 

volverá  por  la  inocencia. 

Y  asombro  de  la  amistad. 
S*o icngtj  JO  tiiro  blasón 

ViTBRO.    ¿Kíto  sufre  mi  paciencia? 
IsfcBSt..     Don  Gonzalo  de  Vivero 

Vivero. 

Quc  se  Iguale  al  que  contigo, 
úc  merecer  tal  ami^O. 

reportaos  ^á  dónde  viis.^ 

Vivano.    A  poner,  si  puedo,  seso 

Pero,  decidme:  ¿quién  ton 

i  estos  locos. 

esios  que  bajan  agora 

IsuBKt.                          Ved  que  de  eso 

de  vttitar  nuestro  preso? 

se  seguirá,.. 

Isabel. 

Dos  cortnaiios:  aue  en  eso 
la  menlirn  aduladora 

VivsRO.                     Noiemáts.   \LUgai»átai>:) 

Grandes  anfigos  serán 

satisface  obligaciones 

vuesis  mercedes,  sin  duda. 

y  Afectando  xniimienios 

del  preso,  pues  nu  les  muda 

disfraza  con  cumplimientos, 

su  peliüro.  cunndo  están 

(estoy  por  decir  traiciones) 

alguno^  más  obt^tados 
á  compadecerse  dé  é). 

pasaron  por  aquí  acaso 

r  ontrlronle  i  visitar. 

que  en  el  ohido  cruel 

Creeréis  que  esto  es  maliciar; 

y  iniifatitud  scpiiltndos 

mas  yo  que  al  discurso  paso 

huyendo  las  tempestades 

tal  vez  los  OJOS  j  oídos 

las  bu n Drizas  lisonjean. 

no  sé  que  los  escuché 

Pedro.      I.us  bien  nacidas  dcxean 

i  tolas,  que  causa  fué 

desempeñar  amriíliides 

de  que  imaginé  ungidos 

en  los  peligros  lucidas 

I 

SUS  ponderado'!  extremos: 

si  en  Ins  iiuMos  granjeadas. 

^^K 

y  porque  advirtáis  cuan  rana 

RoDRioo.Corrcspondencíaspasadas, 
y,  agora  reconocidas. 

^^^B 

«s  la  amitiad  cortesana, 

^^H 

dt-tde  aquí  los  escuchemos. 

nos  irnen  á  Madrid  á  ver 

^^^P 

que.  sin  vernos  no>  darán 
de  tus  intentos  noiieia. 

á  don  Fernando. 

^^^^ 

Vivero.                              Es  ñncia 

■       VlVCHO. 

Si  ans!  doran  su  malicia 

diRno  de  tanta  nobleza: 
V  i  m!  <nC  Ilesa  k  caber 
parte  de  la  obligación 

K 

cualquiera  vileíaharin. 

B 

(JMJraHM  fi.1  dot  y  salrm  dt  camino. 

^ 

D.  PMro  Y  t>.  RuiiriRij.i 

en  que  á  don  Fernando  ha  puesto 
su  proceder,  y  en  íi-  de  esto, 
si  se  ofreciere  ocasión 

rSCENA  II 

en  que  se  sircan  de  mi. 

^ 

Dús  pKiili»,  DOH  RbEmino.— I>icH«a. 

no  sera  favor  pequeño 
acudir  al  desempeiío 

PBOtlO. 

Compndecime  en  los  ojos 

de  un  amigo  que  adquirí 
i  costa  de  mi  ealtad 

V  holfjuémc  en  el  corazón. 
.  Más  rigurosa  prit'dn 
merecían  Iok  ono;os 

RODÜIOC 

sin  perder  ¡amas  su  lado. 

Dos  años  fui  su  soldado 

que  estos  Piz.irri>s  hait  dado 
a  nuestros  deudos  y  amiitos 

pasando  la  mmcnsídad 

del  mar  del  sur  y  del  norte. 

en  el  Piríi. 

•f  en  el  Pírú  íul  testigo 

Pkdro. 

Los  L- asíleos 
que  en  el  pobre  Adeíaoiado 

de  hazuñas  que,  si  las  dejo 

i  envidiosos  de  la  corte. 

hiio  este  hombre,  no  se  pagan 

podrán  causar  confusión 

con  solo  tenerle  preso. 

y  desbaratar  procesos. 

RoDiiKia 

.  SustnnciArasc  el  proceso. 

Mbs  r'  sabrán  sus  sucesos 

que  porque  se  utisfagan 

vuestras  mercedes. 

los  muchos  que  alU  ofendía 

Pedro.                                  No  ion 

^^^L 

sabrá  Filipo  el  Prtidenie 
vengar  á  Almagro  ínoceDt& 

para  ignorarse  ettas  cosas, 

^HP 

VivEBO.    ¿Saben  que  el  Marqués,  su  herntaiiD, 
aquel  Hercules  indiano. 

P     Pbduo. 

Itueno  es,  que  i^uicn  despojó 

^ 

aquel  reino  de  iiquexas, 

1 

en  Us  cf  nquisiaa  gloriosas 

^^^<         ñn6                                t.K  LCA>-TAn  r.oNTRA  1.a  envidia                               ^^^I 

^^^^^                 que  han  rendido  «1  Occidente 
^^^^K                 vai  de  los  hombres  milagro; 

partiendo  la  Hostia  un  dia,       ^M 

que  el  Marqués  v  ¿1  comul)tari^| 

^^^^H                 y  qac  don  Diego  de  Almagro 

juró  Almagro;  «tste  Señor       ^H 

^^^^H                   pulo  en  ellas  wlumentc 
^^^^H                     *  indutlna      la  ftrBnjrria 

por  perjuro,  por  traidor.             ^M 

como  los  que  le  negaron.          ^U 

^^^^^K                   de  una  pniie  del  dinero 

me  condene,  si  intentare            ^M 

^^^^H                 que.  como  lu  compañero 

contravenir  st  sosiego                 H 
de  estas  paces?»  Si  dor)  Tfie^o,   ^ 
aunque   apusíón  le  ampare. 

^^^^H                   Mtre  oiftn  dos  le  cabía; 

^^^^H                 y  que  mitniraü  arriesgaba 

^^^^H                 don  Francisco  Tama  y  vida, 

contra  tamo  juramento 

^^^^H                   CR  tamos  (ranees  perdida. 

convocó  campo  después,           ^M 

^^^^H                   en  PanamA  d^&cansaba 

y,  vuelto^  Lima  el  Marqués.  ^M 

^^^^H                 don  <>í<fto?  ^Y  que  es  bien  se  entien- 

én  btrbaro  aircviniienio.           ^M 

^^^^B                 por  quKR  fe  í  sus  heclioi.  da       |da, 
^^^^^V                 Ík  dileccncit  que 

quebró  las  leyes  divinas,             ^| 

y  á  don  Fernando  siguió           ^M 

^^^^H*               de  la*  vidas  i  la  hacicntU^ 

y  ti  batalla  perdió                         ^M 

^^^^H                   r>ues  sume  el  que  fuere  ftcl 

que  llaman  de  las  Salinas,         ^M 

^^^^H                   li,  cuando  ijutte  partidas, 

qLiedando  Confuso  )  preso,       H 
.;  no  mereció  su  malicia              ^H 

^^^^H                 s«cAel  Marqués  mis  heridas 

^^^^H^'                 que  mAravedises  él. 

que,  sin  pasión.  la  justicia         ^H 

^^^^Hr                  Y  si  cuando  j'^lmagro  eniro 

le  fulminase  pruceso                    ^H 

^^^^V                     el  PIrú.  va  sin  (¡ucna. 

y  como  traidor  muriesen             ^M 

^^^^^L                preso  el  Inga,  en  pax  la  tierra. 
^^^^■^                úM  usoro  se  llevo 

Pauau.     ,'Pu(s  qoiín  dice  lo  coniraiio?  ^| 

Vtvtao.     tí,\  ingrato,  el  temerario,               H 

^^^■[                 la  míisd,  V  en  tal  empret-a 

el  desleal.                                    ^M 

^^^^K                 como  absoluto  scAor, 

Pkdro.                   íQuién  es  esc*              ^M 

^^HBr                  con  el  ajeno  sudor 

Vivrao.     El  que  ahora  fiicaliKa                  ^U 

^^m                           se  halló  el  manjar  ctt  la  mesa. 

en  la  Corle  sus  acciones             ^M 

^^B           RoDOioo.  Todo  eso  es  induhitablc. 

y  por  dorar  sus  pasiones            ^H 

^^1         VirRKO.    Cuando  don  Fernando  vino 

testimonios  «utoríza,                   ^H 

^^M                         i  España  de  su  camino. 

con  que  su  muerte  procura;      ^H 

^^B                           jqu4  premio  considerable 
^^K^^                    ñntdro,  sino  el  adquirirle 

el  que  para  consolarle                 ^H 

1  la  iMota  i  visiiarle                      ^M 

^^^^L                 titulo  de  Adelantado 

viene,  v  después  k  mtirmura;  ^M 

^^^^H                 de  Chite,  con  que  elevado 

pero,  SI  ignoran  quien  es              ^M 
el  que  asi  su  opintón  mengua,  H 

^^^^H                   quiío.  después,  destruirle? 
^^^^K                   Don  Femando,  ¿no  tenia 

esta  espada  sei^  Icnfcua.                ^M 

^^^^B                   en  el  Cuzco           acción 

si  no  se  me  van  por  pies,             ^M 
que  con  honrosos  alar«let            ^M 

^^^^H                   1  aquella  ^obcrnaclún.^ 

^^^^■k                Don  Francisco,  ,-no  le  había 

para  poder  cunvenccllos.            ^M 

^^^^H                 nombrado  en  ella?  ^N'o  saben 

les  mostrari  que  son  ello»         ^M 

^^^^H                   que  con  su  valor  y  acero 

los  ineratos,  los  cobarde»,          ^M 
los  riles,  los  para  poco..,  i£ct««^ 

^^^^H  ,               la  defendió  un    ño  entero, 

^^^^^L                  pan  que  envidias  le  alaben. 

saqurn  el  intacto  acero...           ^B 
ItibEL.     jOn.  valeroso  Vivero)                 ^H 

^^^^^F                de  cuatrocientos  mil  hombres? 

^^^^^K                jNo  sat>en  que,  codicioso, 
^^^^^B                  desleal,  cie^o.  ambicioso. 

iKntriut  doA*   llib«l   r  muU  ^ll^B 

'M«troid  <*rai(l4>f«i.i                    ^H 

^^^^H                  y  digno  de  infames  nnmbfcs. 

Roi>aico.  (Huye,  don  Pedro,  este  locol       ^| 

^^^^H                  se  concertó  con  el  Inga 

^H 

^^^^H                 contri  su  Patria,  su 

^H 

^^^^H                 su  amistad,  nación  y  Mey. 

^^^H 

^^^^H                 para  qi>e  no  se  di^iInKa 

liSCENA   III             ^^H 

^^^^H                 de  un  Conde  don  Julián, 

^^^^H                  de  un  Bellido,  un  Galalóa, 

Xiiren  bou  Pirundo.  ^rfie,  y  »oai>  Vaai^^^H 

^^^^H                   y  que,  prendiend'r  i  traición. 

^^^H 

^^^^H                 mientras  que  treguas  s«  dan. 

Fbahcis.  Dicen,  Fernando,  que  amor,        H 

^^^^^P                 i  don  Fernando,  le  quiso 
^^^^p                  dar  tcariote,  v  que,  después 

en  fe  de  ser  tan  guerrero,             ^M 

usó  las  flechas  prfmeiii               ^H 

^^^^k                 que  vio  en  el  Cuíco  al  .Marqués 

que  otro  ningún  vctKedor.  ^^^H 

^^^^^L                 puso  ol  ple4li>  en  compromiso 

Fttaba  yo  en  este  error       ^^^H 

^^^^V                 de  jueces  doctos  y  santos. 

y  viéndoos  tan  gran  soldado^^^H 
animaba  mi  cuidado.                   ^M 

^^^^H                   pasando  por  la  sentencia, 
^^^^H                   y  que  si  el,  en  la  apariencia. 

porque  jui^aba  tmprudente        ^M 
que  al  paso  que  sois  valiente      ^M 

^^^^B                 dtspués  de  debatos  Untos, 

^^^^H                   confesó  que  no  teDia 

eradas  enamorado.                      ^M 

^^^^B                   al  Cuíco  acci6n  ni  derecho. 

Crédula,  pues  mi  esperanza.       ^M 

^^^^B                 )  quedando  satisfecho, 

dos  aAos  merecí  ser,               ^^^| 

^^^^^^^^^^^^^^^^        ion  NA  DA 

TERCERA                     ^^^"                           607 

1 

^^m            vos  ■menie  y  70  muier, 

Vo  s<,  si  el  cielo  me  libra. 

^^B            de  Is  Tirmcu  sUbuiia. 

que  no  tendréis  de  mi  queja, 

! 

^^B            Fundóse  mi  confitnut 

J 

^^H           «n  una  equivocacián. 

1 

^^B 

^^B          que  os  «íúuchá  mi  añcián. 

^^^1 

^^H          estando  va  de  pamdi. 

ESCENA  IV 

^^H 

^^B         necia,  por  mal  cnicndída. 

^^^H 

^^H          que  amor  todo  es  presunción. 
^^B          Valvisicscon  más  laureles 

S«li  04»  \liw«o  MaitekDeu— Dicaot 

^^H 

^^^B 

^^B           que  al  ms.t  burlasics  espumas 

Mvni;AD.  Cobardes  son  las  desgracias; 

^^H 

^^H           que  A  escribir  íe  atreven  plumas, 

no  es  posible  que  se  atrevan 

^^^H 

^^B         qut  en  liemos  oun  pinceles: 

i  acometer  una  A  una; 

^^H 

^^^p           persecuciones  ccueiei. 

juntas  como  alarbes  ilegan, 

^^^B 

^^K          de  envjdíoiox  conjuredi». 

y  eslabonancio  infortunios. 

^^^H 

^^H          cobardes  y  apasionados. 

tarde  acaban  cuando  empiezan. 

^^H 

^^B          preio  tn  tienen;  querri  Dio% 

Colegid  en  mi  semblante. 

^^H 

^^H          que  la  verdad  triunfe  en  vos 

Fernando  amigo,  las  nwvas 

^^^H 

^^B           contra  malintencionados. 

que  es  forzoso  que  os  l>>iime. 

^^^B 

^^B          Pero  si  entre  las  prisiones 

aunque  se  excuse  la  lengua. 

^^H 

^^B          vuele  amor  causar  alivio. 

jOjalá  nunca  esta  casa 

^^^H 

^^B.          jcámo,  Fernando,  tan  tibio 

vuestro  valúf  conociera: 

^^^B 

^^B            dibUls  obligaciones^ 

casa  que  esta  medra  tuvo. 

^^H 

^^B          Decir  que  persecuciones 

nunca  de  vueítra  promesa 

^^^^1 

^^B            hielan  vuestro  incendio  amante 

se  hubiera  cumplido  el  ptaio. 

^^^P 

^^B           seri  disculpa  ignorante. 

pues  cuando  os  juzgaba  en  ella 

^^ 

^^M           pues  sois  vos  tan  dueño  de  ellas 

hermano,  deudo  y  seAor, 

^^B           que  st'in  no  alcanza  i  conocellas 

me  oblJRÓ  la  suerte  adversa 

■ 

^^B          !a  vista  en  vuestro  semblante; 

el  Rey,  mi  coila  fortuna. 

1 

^^B          tnif.,  porque  me  saiitlaga 

i  que  vuesirn  Alcaide  fuera.                 j 

^^J 

^^B            diréis,  que  en  moneda  ÍHual 

y  ai  cabo  de  lantns  años                        1 

^^^H 

^^B           quien  cobra  sus  deuda),  mal 

preso  en  esia  fortaleza                         ' 

^^H 

^^B            peor  ias  que  debe  paga: 

quiere  ahOTol  lAh,  suene  ingratal 
FaasAN.  ¿Qué  es  lo  que  quiere?  ¿Que  ordena? 

^^H 

^^B           ^'querréis  que  una  cuenta  se  hafta 

^^H 

^^B           en  vos  y  en  m!,  y  que  perdidos 

^Mindaos,  don  Alonso  amigo. 

1 

^^B          estemos,  no  asradecidos, 
^^B           i  cosía  de  distavoret. 

que  me  corten  la  cabeza? 

^^^^i 

¿Sali<>  la  envidia  Triunfante?                m 

^^^B 

^^B          si  os  p*K*  '1  ^^y  d  rigores 

¿Logró  ya  la  pasión  ciega,                    1 

^^H 

P                  me  paguéis  TOS  en  olvidos? 

con  mentiras  disfrazadas                      1 

^^^H 

1   FcnHAH.   Nunca  en  tan  viles  libranxas 

maliciosas  ditiaencias?                           1 
No  os  cor.Ko:m,  declaraos;                 1 
que  cuando  ese  premio  tengan           ^ 

^^^H 

1                    salisfixo  la  nobleza, 

^^H 

í                 ni  es  bien  que  de  tal  bajera 

^^H 

^^K           me  arguyan  desconñanxas, 
^^B          cuando  nacen  ejecución 

mis  lealtades  y  servicios 

^^^^p 

las  historias  <si*n  llenas 

^^B 

^^B          en  el  gusto  v  la  .-ñción 

de  ojomplos,  que  pueden  darme, 

^^ 

^^B            ^i  falla,  Francisca,  el  gusto: 

si  no  consuelos,  paciencias. 
Escipioncs  tuvo  Roma, 

1 

^^B           aunque  pagirlas  sea  justo 
^^B            libranias  fallidas  son 

^^^^j 

Bclisarios  lloriS  Grecia, 

^^^B 

^^B           preso  yo,  y  en  contingencia 

y  un  Gran  Capitán  Kspat\a 

^^H 

^^B             mi  fama  poi  tribunales 

con  quien  compararme  pueda. 

^^^H 

^^B          donde  envidias  son  fiscales 

Todos  murieron  í  manos 

^^^H 

^^^B            y  la  pasión  quien  sentencia; 

de)  disfavor  y  aspereza. 

^^H 

^^K          ¿quí  mucho  que  no  dé  audiencia. 

y  el  ser  único  en  desgracias 

^^^H 

^^B        '  entre  pleitos  y  cuidados 

es  la  mis  civil  miseria. 

^^^H 

^^B           i  efectos  enamorados. 

.MucAU.  Propiasde  vuestro  valor 

^^^B 

^^B          si  amor  en  tales  empleos 

son  prevendores  tan  cuerdas; 

^^^B 

^^B          pide  ociosos  los  deseos 

poique  el  vencerse  i  si  mismo 

^^H 

^^B           y  huye  los  embarazadosf' 

esdtilna  foiialeza. 

^^^H 

^^B            QuerVi  el  ciclo  que  comience 

En  fe,  pues,  de  lo  que  alabo 

^^H 

^^H          mi  inocencia  á  hacer  alarde 

en  vos,  sabed  que  ya  trueca 

^^^H 

^^B           de  mi  lealtad,  <^ue  aunque  tarde 

caducas  felicidades 

^^H 

^^^P            la  verdad  mentiras  vence; 

por  posesiones  eternas. 

^^^H 

^^Br           esperad  que  se  avergflence 

El  gran  .Marques  don  Francisco 

^^^B 

^^^B            <¡\  engaito,  en  mi  favor, 

la  ambición  y  la  soberbia 

^^^H 

^^B          que  para  entonces  amor 

de  un  mestizo  de  un  bastardo 

^^^B 

^^H          con  se>turo  desempeño. 

que  á  su  padre  Almagro  hereda 
las  locuras  v  la  envicia 

^^H 

^^B          os  hará  de  un  almadueiío 

^^^H 

^^B          digna  de  ru«iiro  valor. 

de  Otros  traidores  cabeía 

1 

6u8 


LA  LKALTAO  CONTMA  LA  ENVIDIA 


le  ha  d*io,  «obre  seguro, 
ea  Lima,  muerte  víuIcnU; 
V  como  en  Uti  desntínos, 
ios  in^ulK»  le  encfldcnsn, 
contra  su  Kcj  )  IcaÜjd, 
amolinanitú  Ju  tivria 
tiranizaba  aquel  urbe, 
tttti«  que  los  pan;hes  templa 
el  hérof  fíi,c.jL  JtCaMro, 

Jara  que  en  el  icsplandeican, 
un  licmpü  Mane  y  Apolo; 
en  \ji  ar(iiit\  y  en  las  letras, 
pues,  vetvíiénilolecon  unas, 
con  liu  utca»  le  sentencia, 
sobtc  un  funesto  cadalso 
imui-itc  queavi  escarmienta 
el  ciclo  icnieTídades 
que  la  iu^entud  despcñM. 
FtBNAM.  Llore  tal  pírdid»  Esparta 

que  mi  hermano  ni>  cumplíem 
COR  su  valor,  á  muiir 
de  otra  itucrlc:  su  iraftolb 
etemixiri  «u  nombre. 
Amaneció  en  ¿1  apenas 
el  uio  de  ta  razón, 
cuando  sl^u'ó  las  banderas 
del  Católico  rctnando; 
y  en  Nápokx,  dando  muestras 
de  ta  luz  de  lux  haiaAas. 
fama  adadió  á  su  noblcxa. 
Contra  el  rebelde  alemin 
sirTJó  al  siempre  inricio  Císar, 
oprimiendo  victorioso 
desatinos  r  blasfemias; 
pasó  -Ic^pncs  i  las  Indias 
donde  sacó  verdaderas 
Ik  fábulas  «(ue  de  Alcide^ 
hipérboles  K^ieigas  cuentan; 
pues  u  i  los  doce  trabajos, 
que  ensalzan  tantos  poetas, 
I  l^rciiles  quedó  divino, 
para  que  los  obscurezca 
mi  hermano,  en  aquellos  orbes 
no  doce,  inñníios  prueba, 
que  crMito  harin  dudoso 
cuando  historias  los  refieran. 
Coa  solo  trece  soldwk», 
('miíaclóa  verdadera 
<te  Cristo  y  sus  doce  alumnos), 
rindió  á  su  Rey.  i  la  Igívtit 
la  infinidad  de  gentil», 
que  por  naciones  diversas 
oprimidos  del  engaño 
habitan  más  de  mil  leguas. 
Rebeldes  venció  en  Italia; 
rindió  luteranos  belfas; 
idólatras  en  las  Indias 
par  él  nuestra  ley  contienan. 
Fallaba  oponerse  ajtora 
i  la  traidora  insolencia 
del  padre  y  del  hiii>  Alinattrot, 
matáronle  en  la  defensa 
de  su  Rey,  sus  asechanzas, 
porque  (altando  en  la  tierra 
nuevos  mundos  que  conquiste 
jui^ó  su  vida  supcrñua 
H  cuelo,  entre  los  inofiates. 


o; 

I 


Sor  FSB  ocasión  Is  ltcv« 
los  triunfos  que  le  neu 
pisando  glorioso  estrellas. 
Su  muerte  la  fama  envidie, 
porque  es  de  al^ún  modu  afrcotl 
que  quien  vivió  cntr«  las  ar 
viejo  ya,  en  la  cama  muera. 

MeticaD.  [>ccis  bien;  si  i  su  lealtad 
iKora  m>  m  '>pust«rsn, 
para  ecbpiar  sus  blasones, 
descaminadas  tinieblas. 
Goncalo  Pizarro  dicen 
que  aquellos  reinos  altera, 
y  que  saliendo  en  csrupaña 
malo  á  lítasco  NiJñcz  Vela, 
primer  Virrey^  del  Pini. 
Duda  el  Rey  Íntcli>{eiic)a3. 
que  tcnd'^is  como  su  hermano; 
y  aunqucde  la  leallad  vuestra 
consta  i  todos  y  despacha 
i  aquellas  parte  su  alteza 
al  de  la  C>av.a,  varón 
de  admirable  industria  ( i  >. 

FcnKAH.   Ya  COR  esas  cusas  cesa, 

que  me  lastiman  el  alma, 
que  el  corazón  me  atraviesan; 
me  despedazan  la  vida, 
tos  (igofcs  de  tu  lengua, 
jf^nira  su  Rey,  don  Ounzalo? 
jMÍ  san^fc.  aleve  en  sus  vena 
¡No  es  poMble  que  sea  mía: 
mintió  la  naiuralezal 
,iPiiarro  y  iraidoti*  Alcaide: 
más  ráciltctá  que  oea 
que  el  sol  retruccdc  lineas, 
que  el  cielo  deslava  estrellas, 
que  el  mar  permite  pisarse, 
que  su  iomtfl'idad  se  seca, 
que  sus  piüfundos  se  habitan, 
que  son  llores  sus  areaas. 

MiucAn.  tsio  publtca  la  tama; 

si  bien  hay  quien  por  ¿1  vuelva 
yat  Virrcv  eche  la  culpa, 
cuya  condic;ón  severa 
en  las  Indias  ha  imitado 
no  ti  qué  ordenan/as  nuavas. 
que  en  jieneral  p^ijuicio 
mandó  •.■tecutar  ei  César. 
Nombróle  el  Reynodel  Cuxco 
Procurador,  en  defensa 
de  cuantos  conc|UÍsiaík>re* 
icmcn  quedar  sin  ta  hacienda 
q^uc  adquirieron  sut  haraí^as, 
M  estas  leyes,  de  que  apelan, 
en  su  aiirávio  se  ejecutan 
y  su  valor  no  se  premia; 
suplicAhalc  en  su  nombie 
don  (ion/alo,  que  i  Su  Alteza 
representase  los  dalos 
que  teme  se  sii;«n  d«  ellas, 
y  que  hasta  U  sobrecarta 


ttl    Asi  «a  «I  oriiilna);  ptM  Tiaaa  ^aliti 
bfría: 

1  don  Htdf  •>  ¡¡t  I*  (itM*. 
virCn  d<  •diinriMe  Inilutina. 


^^^^                                jnffiMF 

rKKCRKA                                                            (»•-}         ^^^H 

^^B         luspendlMe  con  prudencia, 

;Ah.  cielo,  ah,  fortuna,  ah,  estrellas!  ^^^^M 

^^B           protKlur,  amparo  \  p«dre. 

Permitamc  el  Rcv  venganzas.               ^^^^B 

^^1           rcwluci6n  tnn  inoicsia. 

déme  a  castigos  Ticencia:                      ^^^^| 

^H          Aitciósc  BlaKQ  N'úAes. 

har¿Ic  pleito  homenaic                          ^^^^B 

^^K          >  aAadirndo  {umza  á  fuefza 

de  dar  i  estivcifcel  vuelta                     ^^^^| 

^^B         contrk  don  Gontnlo  se  arma 

dtotro  un  aAo,  que  jo  solo                ^^^H 

^^M          V  por  iraidor  k  Mndena; 

ocasionaré  malcrías                                ^^^^| 

^^H           «1  «ntonccs,  en  tirlud 

al  espanio,  á  las  crueldades,                  ^^^^| 

^^M           d«  una  cf dula  que  ale}¡a, 

i  la  lama,  á  U  ejcpirícncia,                   ^^^^| 

^^M           (de  Cario»  Quinio  en  que  le  hace 
^^1          merced  que  al  Marqun  suceda 

de  que  si  un  Pitarro  ha  habido.            ^^^^B 

uno  soto,  enlreln  mmensa                    ^^^^B 

^^B           en  todo  el  gobierno  Indiano) 

priipagacíúii  de  mi  sangre,                     ^^^^B 

^^H         al  Virrey  se  la  presenta 
^^H          iniimániiole.  que  en  unto 

qtte  1  su  principe  se  atreva,                 ^^^H 
hay  otro  que.  derramando                    ^^^H 

^^B          qoe  en  la  coi  te  se  resuelva 

la  que  envile<.c  sus  venas.                     ^^^^| 

^^1          cnil  );obi«rna  de  los  dos. 

miembros  bastardos  castijta,                 ^^^^| 

^^H           su  jurisdicción  suspenda 

manchas  limpia,  infamias  venga.         ^^^^B 

^^H           y  dejcei  dontinia  libre 

,iAgara  yo  dcienkJor'                              ^^^^| 

^^m          de  aquel  Impeno,  á  la  Audiencia. 
^^M           Quiso  prender  los  Oidores 
^^M           Blasco  Núnex.  y  ellos  lempUn 

JPreso  yo  afiora^  iQuién  viera            ^^^H 
a  aquel  bArharol                                  ^^^H 

Mbucad.                               Fernando                     ^^^^| 

^^B          los  inimos  ilieradús 

«qu¿  es  d<  la  cordura  vuesirai'             ^^^H 
FsniiAK.   .iSin  honra,  buscáis  cordura^                ^^^H 

^^B          de  la  plebe  y  la  nobleía. 

^^H          y,  viendii  que  es  impoMble. 

('sin  (ama,  queréis  prudenciHi*              ^^^^| 

^^B          si  al  Virrey  gobernar  dejan. 

«'Sin  crédito,  iuiea  leinplania?             ^^^^| 

^^B           que  el  rigor  de  lus  pasiones 

jsin  opinión,  hav  paciencia?                ^^^^| 
AcKcentaii  desdichas                           ^^^^| 

^^B          aquellos  orbes  no  pierda, 

^^fl          i  unu  nave  le  reiiran. 

la  fofluna,  siempre  adversa:                 ^^^H 

^^B          porque  en  España  de  cuenta 

añadiera  el  K«y  prisiones,                     ^^^^M 

^H          al  Consejo,  de  los  cargos 

quílftrame  la  cabcxa.                           ^^^^| 

^^H           que  ofendidos  le  procesan. 

y  no  el  honor  don  Gómalo.               ^^^^U 

^^H           A  don  GohijiId  iras  esto. 

que  la  verdad  é  inoseiKia                     ^^^^B 

^^B           la  Audiencia  el  )iobÍL-rno  entrena 

en      leal,  rto  da  fiuto                            ^^^^B 

^^B           hasta  que,  lo  que  el  Key  mnnde 

si  primero  no  <«  cniierra.                       ^^^H 

^^K           sobre  esic  punto,  se  s«ps. 

,Mas  va,  -Monso.  Jcon  qué  alivio          ^^^H 
morirá  quien  tal  ba!e2a                         ^^^^B 

^^B          Pero  el  Virrey,  obligando 

^^H          i  los  que  preso  le  llevan. 

de  su  sangre  piriicipar                        ^^^^M 

^^B           en  TruüIlodetCTnbsrca. 

No.  cielos,  ninguno  cr»                       ^^^^| 

^^B            forma  ejército  y  presenta 

que  de  ese  ifesaiinado                            ^^^^B 

^^B           la  batalla  á  don  dómalo 

los  espíritus                                             ^^^H 

^^H           oue,  junto  i  Quilo,  en  delensa 
^^B           de  tu  gobierno  y  t.u  vida 
^^B          al  Virrey  despojó  de  ella. 

Piíarta  sangre  e^t  la  mía,                       ^^^^B 

encaño  la  continencia                           ^^^^B 

de  quien  le  pari<i  i  nú  padfC                 ^^^^| 

Si  esto  es  jinsl  no  es  tan  grave 

pues  da  caus4  á  la  sospecha,                ^^^^| 
a  que  con  unos  liviana                        ^^^^| 

su  delito. 

Feknan.                   Lanoble2«, 

que  con  uirus  no  es  honesta.             ^^^^| 
McaCAí).  Ahota,  ami^o,  aprovechaos                 ^^^^B 

amigo  Alonso,  i  la  sombra 

de  su  Principe  venera. 

de  vuestra  templanza  cuerda               ^^^^B 

6  sus  ministros  se  liumilla. 

en  la  presente  desdicha                          ^^^^B 

^^_             al  nombre  de  su  Rey  tiembla. 

y  advenid,  que  el  Rey  me  ordena        ^^^H 

^^B            i  sus  órdenes  adora. 

que  apriete  vuestras  prikionei,              ^^^H 

^^B            Tenga  disculpa  6  no  tenga 

y  que  á  nirittiino  consienta                   ^^^^B 

^^B            mí  hermano  el  Marqués,  que  en  lodo 

que  os  escriba,  ni  os  visite:                   ^^^^| 

^^B           meieció  aUban;ta  eterna. 

como  la  fe  le                                          ^^^^B 

^^B           siempre  que  en  las  fundiciones 

que  debe  al  re;  mi  conüania.             ^^^^| 

^^K            del  oro,  la  Heal  Hacienda 

ya  juigaréis  si  me  pesa                         ^^^^| 
el  haber  de  hacer  a  arde                        ^^^H 

^^B          de  sus  quintos  acendraba. 

^^H           si  por  descuido,  en  la  lierra 

la  lealtad  de  mi  obediencia.                 ^^^H 

^^B          algún  grano  se  caía, 

Prevenid  vuestro  valor,                      ^^^H 

^^H          con  los  labios,  con  la  lenjtua 

pnrquc  según  lo  que  aprietan               ^^^H 
imutos,  temo  que  esiA                         ^^^H 

^^B          del  suelo  le  levantaba 

^^B           diciendo;  cDc  esta  manera 

vuestra  rida  en  contingencia,  (faati        ^^| 

^^B            ie  han  de  venerar  migajas 
^^B            que  pertene^'en  al  Clésar.» 

^^^^^M 

^^^^^M 

^^B            ^Contra  el  Virrey,  don  Gonzalo? 
^^B           ^Contra  las  Reales  banderas? 

^^^^^B 

'^^^^^^B 

^^V           ¿Contra  su  nombre  y  milid8^ 

^^^^M 

1              COMEDIAS  De  TIllSO  DB  MOLINA.  — TOMO 

h     ^M 

6tO  LA  LEALTAD  TOKTKA  I.A  rNVíDlA 

ESCENA  V 
Don  ffnniima». 


líAMt. 


Estuviítalo  li  vida 
y  no  U  rcpuución. 
lAh,  cicIqí!  ¡Quí  de  pensión 

f»I^B  U  fuña  opiimida! 
e  1  te  i<J*d  conocida 
gozara  el  humbtc,  si  fuera 
como  el  irifíel,  ir  pudiera 
dt  los  oíros  dij-iinguirte 
en  especie,  y  Hltibuiise 
á  &I  SQk)  el  mat  que  hiciera. 
En  aoucl  ugundo  instante 
que  el  ingel  de  su  albodrio 
usó,  cuando  el  desvario 
derribó  al  querub  RÍganiei 
lu  casiifid  el  arrogante 
y  su  premio  el  obediente 
se  granjeó  solamente 
sin  tocar  en  otro  alguno, 
porque,  en  tln,  e>a  cada  uno 
de  los  otros  diicrcnie. 
^Pucs  ptjr  qué  c!  rigor  humano 
querrá,  con  desdoro  Igual, 
que  participe  el  leal 
los  insultos  de  su  hermano? 
é  Gonzalo  jcielos!  l  i  rano; 
V  que  eclipse  su  vileza 
tanto  servicio  y  nobleza, 
tanta  lealtad  espacióla? 
Mas  si,  que  una  mancha  sola 
dBSiru)C  toda  una  picia. 


ESCENA  V[ 
Soif  BOtA  liaaat.— Dtea«, 

A  despedirme  <te  vos 
ma  traen  forzosos  exiremot; 
pues  dicen  que  nos  veremos 
esta  sola  vez  los  dos. 
So  ouccfe,  Fernando,  Dios 
dar  i  mi  amor  mis  reparos, 
ni  me  vende  menos  caros 
los  gozot  del  mereceros, 
pues,  mstanies  de  posceros 
compro  i  siglos  de  lloraros. 
No  sin  ocasión  temía, 
al  cabo  de  tantos  ai^oit, 
la  cíecuclón  de  estos  daños, 
Fernando,  la  suerte  mía; 
lo  mismo  que  apetecía 
os  rehusaba  lanias  veces, 
no  desprecios,  ni  alllvcces, 
sino  el  cuerdo  recelar, 
que  en  m!  se  hablan  de  junlar 
ct  litamo  y  las  viudeces. 
Un  año  ha  que  oí  admití 
«I  nombre  de  esposo  y  dueAo. 
pero  muchos  que  el  empeAo 
d«  estas  desgracias  temí; 
adivinaba  (¡ay  de  mi!) 
la  cortedad  de  mi  suerte, 
«I  dafio  que  agora  adviene, 


y  que  era  lance  forzoso 
el  llamaros  vos  mi  esposo 

V  el  llorar  yo  vuestra  muerU 
No  anunciaban  mejor  fruto. 
á  advertirlo  mi  razón, 
desposorios  en  prisión 
que  solemnidad  tie  luto: 
un  aflo  ha  que  os  da  iribato 
la  fe  que  medr¿  en  quereros, 
porque  en  mis  hidoa  severos 
los  Infortunios  y  moles 
son  los  bienes  Kanancíales 
que  en  dote  pude  ofreceros. 

FuiWAK.  Dos  muertes  me  dio  ct  ligor 
con  solo  un  golpe  cruel, 
vos  en  el  alma,  Isabel, 

V  mi  hermano  en  el  honor. 
Vos  mi  esposa,  i\  agresor 
contra  la  fe  que  he  heredado. 
Sin  la  fima,  el  desdichado 

3ue  afrenta»  cual  yo  rcctbe, 
e  balde  en  el  mundo  vive, 
mejor  parece  enterrado. 
Un  aAo  guardó  el  secreto 
gozos,  que  sin  merecer 
mi  amor,  llegó  i  poseer 
y  i  ocultar  vuestro  respeto; 
Si  consigoietan  su  cfeio 
dich.ne,  que  rt  adversidades 
Bumenian  riguridades, 
esperé  bu  m  os  los  dos 
libre  yo  y  mi  esposa  vos 
festejar  solemnidades. 
Uno  y  otro  nos  ha  negado 
mi  estrella,  en  todo  fatal, 
que  á  ser  yn  menos  leal 
no  fuera  tan  desdichado. 
Todo  el  aprieto  pasado, 
con  vos,  duke  esposa  mía, 
tan  gozoso  me  tenia, 
que  en  mí  prisión  el  juzgar 
que  se  habla  de  acabar, 
me  daba  melancolía. 
Desleal  el  mundo  llama 
á  mi  sangre,  }■  fuera  error 
tener  vos.  mt  bien,  amor 
i  quien  ya  no  tiene  lama: 
pega  su  victo  la  rama 
i  cuanto  se  le  avecina, 
sola  una  piedra  arruina 
et  templo  más  soberano; 
¿Hüi  mucho,  pues,  si  mi  hermano 
mi  ctéditii  i(cs>:amina^ 
MAicme  el  Rey,  que  un  consuelo 
llevaré  en  rigor  tan  grave, 
y,  es  el  ver  que  sólo  sabe 
nuestros  amores,  el  ciclo. 
Viviréis  vos  \in  recelo 
de  perder  vuestra  ofñnión, 

V  yo  daré  i  la  pasión 
{Ñedadcs,  porque  la  muerte 
dicen  que  tal  vez  convierte 
la  venganza  en  compaiiAn. 

IsABEi..     Yo  sé  de  ini  pena  fiera 

que  ani«  que  llegue  esa  hura 
os  prevendré  precursora 
el  sepulcro  que  os  espera. 


I 


ttsl 


JORNADA   TKRCKKA 


fin 


Fmh«k. 


ItilBRI.. 


Fkrnan, 

ISAIIRI.. 

Fernán. 

ISAHI.. 
FM!í»«. 

IsabSl. 


Seré  en  morir  It  pñmtri. 
y  «n  vuestra  patria  qucrÜa, 
A  donde  tsio;  de  pttriida. 
nos  enlaitri  una  suerte; 
loi  cuerpo»,  illi  la  mucric: 
las  alrnu.  aili  la  vida. 
Kdiquiu  de  vuetttoamot 
aposentan  rnis  enirañu, 
traslado  de  las  hazañat 
que  en  va  malogra  el  rigor: 
ojal  A  suene  mejor 
t^uc  i  I  o»  el  cielo  la  ofrezca. 

V  en  el  vuestra  taroa  >:reica. 
porque  a  pesar  de  dcul<has, 
en  el  valor,  no  en  las  dichas 
a  su  padre  se  parezca. 

Pero,  ^por  qué  aumenta  enojos 
mi  pena  en  vocstfos  «üravios^ 
l::nmudei!ca  el  dolor  labios 

V  hablen  mi*  «n«i<\  los  ojos: 
ios  braxos,  para  detpujok 
illtimot.  llegad  adarme. 
)Ay,  mi  Isabell  Si  al  dejariitc 
solo,  en  tan  triste  partida 
con  vos  os  llcviJs  mi  vtda; 
no  tietie  el  Bev  quí  ijuitarme. 
Pero,  ^acabará  consigo 

que  os  atisciiiéis  vuc-siro  tiermano!" 

^a  A  mis  run^tos  csiA  llano 

en  fe  de  ser  vuestro  amigo: 

una  novena  kdifi<i 

que  á  Guadalupe  ofrecí 

por  TOS,  y  ciilando  de  allí 

Trujillo  cerca,  un  u>nvcnlo 

podrí  honestar  el  tormento 

que  es  rucr2R  atraharme  «qul: 

\i,  en  tan  ri|iuri>va  empresa, 

preso,  el  Kvf  manda  mataros. 

^qué  mis  dicha  que  imitaros 

muriendo,  como  vo».  presa? 

^Tantu  rigor,  tanta  pricM 

al  dividirnos  los  dos? 

Kl  alma  queda  con  vos. 

partir  sin  ella  es  forzoso. 

¡Av,  luz  mía! 

|Av,  ciroesposol 


]Ad)6s.  mi  bknt 


iDueAo.  adídsl  (faMM.) 


) 

I 


ESCENA  Vil 
5al(a  noA*  Fa^aeMCi )-  r.tirri  i.o. 

Francisca. 

jHn  fin,  va  á  (Guadalupe 
aoña  Isabel,  mi  hermanad 

Castiixo. 

Aflora  supe 
qtic  en  devotas  novenas 
de  don  Fernando  intenta  aliviar  penat. 

F«AHCISCA. 

Piadoso  es  su  camino 
y  el  m«dio  soberano; 


mas  mientras  el  favor  busco,  divino, 
pretendo  yo.  Castillo,  que  el  humano 
de  la  imlu^tria  se  valga 
porque  iii  dueño  de  este  trance  saleta, 

0ASTII.t1>. 

Las  llaves  que  en  la  cera 

imprimiste.  co»-~har»n 

de  suerte  U  cniüoia  cerrajera 

que,  cuando  se  ensataron, 

adllilioras  hhcierun 

las  cerraduras  que  tugar  les  dtcroti. 

Pero  es  Ul  Uenlere» 

del  preso,  que  tu  antor.  lodo  Hnrxa 

ver  libre  foliciía, 

que  dudo  que  pcrmlK 

lottrarcstanyudexa, 

porque  diri.  que  si  huye  vetiRca 

lo  que  la  enviitia  falsa  díl  pubika, 

Yo  i  lo  men'ts.  seflora,  no  me  atrevo 

i  Aconsejarle  que  su  muerte  escuv; 

pues  si  las  lla^es  que  me  des  le  llevo. 

>  sabe  que  á  este  engaño  te  dispuse, 

mictilras  que  i  tus  consejos  le  ap«rcibo, 

dudo  que  de  sus  manos  salga  vivo. 

Francisca. 

.\<i  creas  que  Uvida. 
del  hombre  sobre  todo,  apetecida, 
cuando  cii  tal  riesgo  esté,  iciiga  en  lan  poco, 
que  PetnanJu  esta  vez  sola  sea  toco. 
No  es  dcsIeaUíd  huu  persecuciones 
de  mentiras,  engaños  y  traiciones; 
pues  vivo  tu  scflor  i  estaiido  ausente 
podrá  de\eiigai1ar  al  Key.  que  uRCxa 
como  empieza  It  rctnnr.  aunque  prudente, 
lo  mucho  que  A  FcinaDUo  debe,  ignorr. 
que  ct  ti«mpo  contra  engaños  y  malKlas 
es  padre  de  verdades  \  notKias. 
y  Si  la  vida  caía  agora  pierde 
de  los  muertos,  despu^.  no  hay  quien  st 
Mas  ven.  que  ta  procura  (acuerde- 

mi  amor,  Castillo,  traza  mi^  scfiura, 
con  que  evcusirte  qutcrn 
del  ímpetu  primeio 
de  su  eisoju. 

CAStlLLO. 

Celebre  en  lu  hermosura, 
ivual  i  tu  cordura. 
España  tu  valor,  para  que  imites, 
del  orbe  maravillas 

cuando  i  tu  amaniu  las  prisiones  quites 
á  la  que  al  primer  Condi*  do  (bastilla 
sacó libto  de  riesgo  scinctanic. 
líelisu  espoto,  comoiú  A  tu  amante,  ivhumi 


ESCENA  VIII 
a'aienoM  fum»»»»  JL.aef * «01(4  PaAicoeA. 

FenHAN-   Tarde,  ocios,  A  ver  llego 
que  lia  fundado  la  virtud 
en  las  honras,  ta  luquietutl. 
en  el  trabajo,  el  sosiego. 


6is 


LA  LBALTJiD  COSTRA  I.A  ENVIDIA 


Ya  con  víiu.  $i  tiítti  cicgfi. 
punto  aue  el  tiempo  pcroj. 
conocerá  dcsdv  squ! 
que  quien  vanididcsdeja 
cuanio  iTiAs  de  ellas  se  aleja 
mis  se  va  acercando  i  si. 
Nunca  ol  aliña  lan  cnuilví 
como  cuando,  toda  tueAo, 
de  oíros  se  tmxK'nn  duei^o 
pues  de  s{  propia  se  priva; 
DUnca  menos  discursiva 
que  cuando  en  mis  dignidad, 
porque  la  prosperidad 
es  madre  de  la  torpeía. 
como  d«  la  sutileza 
la  ingtniosa  adrcrsitlad. 
Esta  piísión  es  mi  escuela; 
aquí  enseña  el  escarmiento 
materias  «1  sufrimiento 
que  el  ne>:!o  estudiar  recela; 
nqut  el  peligro  consuela. 
la  injuria  enfrena  sus  labios, 
vence  la  pacrencia  «itravios 
y  atfopella  sin  razones, 
que  solas  persecuciones 
sacan  discípulos  sabios. 
{Venturoso  aquel  que  sabe 
convertir  lo  malo  en  bueoo 
y  transformaf  el  veneno 
en  antidoto  suavel 

(Arriíalt  doAi  Krinijici  ítUt  arrlta 
Hit  F»ft(  r  fia  llart  tit  lata.) 

FuAHCts.  En  ese  papel  y  llave, 

Fernando,  haJUrás  salida, 

tu  repuiaciún  y  vida; 

li  «t  que  estimas  estas  dos. 

sé  cuerdo. 
FeñNAK.  ¡Vll|;ame  Dios! 

¿Honra  tiisia  aqu!  combatida? 

¿Llavcy  pape;>icúg((0.i  Dos  asaltos 

son  del  hunor  mis  crueles. 

Í Guindo  no  dieron  pupelcs 
la  opinión  sobresaltos? 
jQud  impo'lan  los  muros  altos 
si  un  poco  de  hierro  sabe 
abrir  la  cerca  mis  grave 
q^ue  la  traición  falseó? 
Ni  ^quí  puedo  esperar  ro 
de  un  papel  y  de  una  llave? 
Dona  Francisca  pretende. 
en  fe  de  lo  mucho  que  ama, 
que  huyendo  eclipse  su  fama, 
pues  su  amur  lealtades  vende; 
Ignorante  el  que  Is  enciende 
líe  que  es  mi  esposa  Isabel, 
la  llave  me  orrcce  inflet 
que  i  mi  fuga  ái  lugar; 
mas  ni  ella  me  la  ha  de  dar 
ni  aconsejarme  el  papel. 

Lea  en  pedazos  et  viento 
sospechosaspersuationcs, 
que  quien  escucha  lazonet 
ya  las  da  consentimiento; 
ño  parezca  el  instrumento 
de  esta  traición,  pues  le  arrojo. 


Satisfaga  el  Rev  su  «nofo 

¡sepa  que,  por  no  dar 
las  malicias  lugar. 
morir  inocente  escojo. 
¿Qu¿  mis  la  envidia  quilfe 
sino  que  huyendo  rígore» 
acfcdiura  á  traidores 
V  vcrd-d  su  «naatio  hii:ler«* 
Muriendo,  mi  lama  espera 
lo  que  vivo  dificulta; 
si  mi  inocencia  e»ti  ocalu 
resucite  mi  lealtad 
que,  aunque  cnticrren  la 
la  virtud  no  se  sepulta. 


ESCENA  IX 

Toean  imtro  ehirl^tat  y  Uran  cokrta» 
DOü  Aiooto  SlncAuo.— I>tc>i(i*. 

Mercad.  No  quede  en  la  fortaleza 
almena  que  no  se  vista 
de  luces;  que,  innumerable* 
con  las  del  cielo  compitan, 
artíflclal»  come'.as 
que.  Inquietando,  regociian, 
llnitblts  obscuras  borden 
de  impresiones  peregrinas: 
músicas  ni  vuIro  alegren 
que  pucito  que  tania  dictia 
agQen  pesaren  caseto» 
lo  mis  i  lo  menos  priva. 

FiBNAK.   ¡Vilgame  el  cielol  ¿Qué  nue»| 
son  las  que  al  Alcaide  oblisa4j 
i  tales  demostraciones? 
jQe  quí  seri  esta  alearla? 
Siente,  como  amigo  ca  fO. 
que  envidiaos  me  persigan,     _ 
teme  que  el  Rey  me  dé  muerteT 
mi  inocencia  patrocina; 
^y,  en  medio  de  estos  desaires, 
ostentaciones  festivas 
truecan  recelos  en  rozos. 
T  contentos  solemniza? 
No  sin  causa  los  celebra. 

MiRCAD.  Losconieniosdecsta  vida    ü 
para  que  no  den  la  muerte 
con  el  pesar  se  limitan. 
Celebraiemoi  mañana 
las  obscouias  compasivas 
de  la  malograda  prenda 
que  la  fortuna  nos  quita. 
Córtense  lutos  groseros 
que  muestren  en  m!  familia, 
COQ  demostrKión  llorosa 
mi  justa  meUncoüa;  J 

vajan  por  mi  i  ronvidar        I 
la  nobleza  de  Medina, 
porúuc  mañana  en  las  honras 
deuoos  y  amíROS  asilan; 
rrevénRanse,  para  entonces. 
Ordenes  y  Cofradías; 
cubran  el  templo  bayetas; 
cera  y  pobres  se  aperciban; 
el  túmulo  se  levante; 


H^HHI^pB^S^^^^^^^^H 

■ "  iii"iñ^^  ^^^^^^^H 

^^^^B                                                                                 61 3           ^H 

^^^^^no  qDfttecn  lodala  vüli 

Si  Iodo  fuera  dichoso,                             ^^^^| 

9              campana  que  no  se  doble. 
TiiiNAK.   ¡Vafgamc  Dio&I  QuédiitÍRUi 

como  siempre  desaliñan                        ^^^^H 

at  hombre  fcliciJades                              .^^^^| 

diiígcncias  cni  relejen 

y  al  soberbio  precipitan,                       ^^^^| 

acciones  que  atcmuríian 

jqui¿n  con  £1  se  avetiauara?  ^^^^| 
Si  todas  fui:tjn  deidicnas,                       ^^^^| 

¿ñestas  í  un  tiempo  j'  olamoresí 

¿Lulo  y  galat?  jLíi,-iio  y  ilsi.^ 
¿Si  Buio  hs  dúo  la  Reina 

más  ralíei^  nacer  bruto,  ^^^H 
peñasco,  ó  planta  lin  rid«.  ^^^H 
Tejió  de  lanas  opuestas                          ^^^^H 

«iRÚn  infante  1  Castilla, 

de  Carlot.  Principe,  hcrmino, 

nuestra  duracíún  fallida                          ^^^^H 

que  ategure  con  su  vista 
la  suc«ti¿ii  de  estos  reinos? 

ol  influiu  tte  los  cielos                          ^^^^^| 

que  en  lo  mortal  predominan;  ^^^^| 
ya  los  males,  ya  os  bienes                    ^^^^| 

jSi  las  flamencas  proviactu 
i  Filipo  rebeladas 

mezclan  d'ícremes  listas,                         ^^^^| 

le  reconocen  venadas? 

mis,  como  aquellos  son  tantos             ^^^H 

lOhl  quiera  Dios  que  alfjo  de  esto 

>oco  esiotros  se  divisan.  ^^^^H 
■'crnando,  empeiar  intento                      ^^^^| 

suceda,  aunque  pronostican 

ks  tiLSt»asque  pre\ienc 

i  contar  vuestras  desdichas,                   ^^^H 

trjgico  fin  á  mi  vida. 

guardándoos  para  la  postre                    ^^^H 

Lutos,  obiequias,  campanas, 

nuevas  que  os  den  alegrij.  ^^^^M 
Muiiü  üonialo  Pizarto,                          ^^^^| 

una  prenda  que  lastima 
á  mi  smi^  don  Alonso 

con  lástima  de  las  Indias,                         ^^^^H 

con  muestras  tancompasivaii 

á  las  mano»  del  rigor                                ^^^^| 

¿quiín  duda  de  qu«  so  ordenan 

quo  ciego,  tal  vea  casiiK*i  ^^^^| 
lo  que  amigos  te  enrollaron                 ^^^^H 

por  mf,  y  que  el  Rey  determino 
()U«  enia  noche  me  den  muerte 

en  accinnes,  que  peugian                      ^^^^| 

7  se  rcnjiue  la  mal-cia? 

cuando  á  los  jueces  se  oponen  ^^^^| 
que  el  nombre  Real  apellidan,                ^^^H 

•Celebraremos  mafla'.a 

las  obS«<iui8s  merecidas 

(icjándolv  at  incjor  tiempo                       ^^^^H 

(di  0  mi  amiito  el  Alcaide) 
al  bien  que  el  cíelo  nos  quita.» 

imitaron  las  hormigas                           ^^^H 

que  huyendo  las  tempestades                ^^^^| 

D;  SU  amistad  me  prometo 

la  prosperidad  csijuilman.  ^^^^M 
Deftollólc  U  cn;crcia                             ^^^^M 

las  llnezas.  que  It  obligan 

á  lo  que  en  estas  raxones 

que,  atada  á  la  ley,  no  mira                  ^^^^| 

su  pesar  me  significa. 

que  el  sumo  celo  en  los  cargos             ^^^^| 

Si  es  ensi  csia  noche  mutro. 

sella  la  suma  injusticia.                         ^^^^| 

quien  con  el  papel  me  avis* 

No  pocos  surren  su  abono                      ^^^^H 

y  con  la  tUve  me  alienta, 

que,  disculpándole  añrman                   ^^^^| 

(bien  mis  nesfios  adivina! 

U  IcaltaJ  con  que  á  su»  plantas              ^^^^| 

Pude  y  no  quise  librarme; 

cetro  ofrecido  pisa.                               ^^^^| 

permanezca  mi  honra  limpia 

Gobernador  de  aquel  Reino  ^^^^M 
era  porcMuia  y  lirma                          ^^^H 

que  a)  morir,  latde  6  temprano. 

es  e^  lotlos  común  dita. 

del  César,  y  de  la  Audiencia                  ^^^H 

■6|s1isil|tamos  ya 

que  vino  entonces  á  Lima.  ^^^^| 
Si  ei  ansí  ¿qué  dc<t«altad*f                     ^^^^ñ 

de  )bí  manos  de  la  envidia 

y  libre  tJe  iidulaüorcí 

los  envidiosos  le  iniímtin,                      ^^^^| 

^^          Tueh'a  i  nacer  mi  )USticia. 

cuando,  en  nombre  <le  su  Rey,               ^^^^H 

^^H        Ella  ampare  mi  inocencia 

deftcnde  lo  que  Lonquisia^                     ^^^^| 

^^B         que,  siempre,  de  las  cenlias 

^^M         de  leales  mal  premiados 

En  efecto,  en  opiniones                           ^^^^H 

la  suya  está  ditidida,                                ^^^^| 

^^ft^^  las  verdades  resiKiíaal 

sus  émulos  lecargan                         ^^^^| 

^^^^^L 

los  benévolos  le  libran.                         ^^^^| 

^^^^^B 

No  ha  defado  descendencia                    ^^^H 

^^^^^H 

y  asi  esta  mancha  no  eclipsa                '^^^H 

^^IP            ESCENA  X 

la  sangre  que  del  nos  toca.                    ^^^^M 

ih'eneica  en  él  su  mancilla!  ^^^^| 
Murió  jay  cielos!  Isabrl                            ^^^^| 

Saín  dt  lulo  DiM  AIO1I10  Mi*C4nO,  cofl*  Fn'ncUCJk, 

coa  GontALo  Viviao  y  Cutillo. 

de  congojas  oprimida                               ^^^^| 

que  vuestros  riesgos  causaron,                ^^^^| 

.AlcRcao.  Amigo,  dispuso  el  de(o 

poique  el  amor  homicida                        ^^^^| 

I                 con  providencia  divina, 

cuando  aquilata  Anexas                       ^^^^H 

1                 como  las  fábulas  cuentan: 

é  Roma  tas  Porcias  quita,                   ;^^^^| 

1               (que.  en  efecto  moralizan 

para  que  celebre  España                         ^^^^| 

B^^         los  sucesos  de  los  hombres) 

como  Caria  oira  Anemisa;                      ^^^H 

^^^         aue  imitase  nuestra  vida 
^H         i  una  tela,  que  Us  Parcas 

encunase  en  un  convento                        ^^^^H 

de  Trujillo.  en  que  cautiva                    ^^^^H 

^^1        de  varios  colores  hilan. 

por  su  propia  voluntad                       >^^^^| 

^^^^^         6i,t                                           LA  LEALTAD  CONTI'A  LA  ENVIDIA                                         ^^^V| 

^^^^H                    d>6  renombre  i  sus  ceDíiaS: 

aue,  atttmanik)  lo  que  ni«g««.  , 
derramen  pesar  y  nt».              ^H 

^^^^H                 «sposa  vuestra  se  nombra. 

^^^^^^                   yo  os  la  ofícc!,  aunque 

Fkiika*>-   Tan  costosa  libertad,                ^H 

^^^^^H                   que  para  tiempos  más  ciaros 

Alfonso,  no  es  cons^K^irla,      ^H 

^^^^^H                       valor  que       icrcliía 

os  perderla.  (Ojalá  el  cielo        ^H 

^^^^^H                   tos  tálamos  i  cscf^  ata: 

trocara  suertes  y  viva                 ^H 

^^^^^1                   mAs,  como  amor  lotlu  a  piisjL 

mi  CAra  esposa  acabaran           ^H 

^^^^^1                 no  me  c«p»nio  que  «n  prisión» 

con  mi  miiaic  apetecida!          ^H 

^^^^^1                   consoja»  tu  (ue^o  alivia, 
^^^^Br                   La  nerencia  que  nte  ha  dejado 

l)ÍKi|{r,ici3s  que  aíxiru  «itiplcza^H 

n)is  fiera»  y  ejecutivas               ^^ 

^^^^^K^                    ek  un  anKel.  en  una  hija. 

yin  mi  Uabel.  sm  mi  esposa. 

^^^^H                     perla  Jel  ndcar  boneiio 

f'De  qu¿  valoi.  d«  qué  estima  ^^ 

^^^^H                   que  mi  casa  ha  de  tucer  rica; 

scrá«l  vtvir^                               ^1 

^^^^^^                  criaiíla             vuesirs, 

Mpnr.nD.                     Oon  Fernando,      ^H 

^^^^^B                  pues  la  cana  en  qiK  me  avisa 

ya  Isabe;  en  las  delicia».             ^H 

^^^^^H                  que  en  lecrcio  osdespoMj 

étltel>8s  pisando,  cniíe  ellas     ^M 

^^^^^P                su              legitima. 

riesgos  codticos  olvida;               ^H 

^^^^^H                   Yo  espero  en  t>iu\  que  por  ella 

lu  virtud  not  lo  piomete.         ^H 

^^^^^H                  con  eitiielU  tiiAs  piopicia 
^^^^^H                  K^cc  b'xpaña  de^cendencus 

y  vuentro  amor  <n  obliga           ^H 

i  celebrar  lia  mejoras                ^H 

^^^^^B                  que  íluMren  muchas  lamitias, 
^^^^^1                  Todo  esto  haiu  aqiii.  femando. 

<^ttc  goza  un  itíii.  quietas  Indi*^^ 
fc.1  de  la  tiascB  ha  enviado 

^^^^H^                  es  petar,  so»  cu^iipavit  as 

á  EspaAa  á  vuestra  sobrina,       ^m 

^^^^^F                     nuevas,  i^ue  el  alma  ns  L'oni^ien. 

del  Marque,  hermano  vimtioi^H 

^^^^^^                  penas  que  el  p<s:l>o  os  allijan, 
^^^^^H                  Pero,       en  la»  tempestades 

única  heredera  i  hija;                   ^H 

su  retiato  hnstacn  el  ii4>mbic.   ^H 

^^^^^B                 que  os  ;<ei>ÍKUiei')n  |<roliia( 

pues  llamindosG  Krancinca,       ^H 

^^^^^H                       San  Telmii  se  aparece 

mciclfl.  para  nuc^at  famas,       ^H 

^^^^^B                  que  bl>nan/a^ 

los  Pizarrón  Clin  l'>^  Inijai.         ^H 

^^^^^1                     hiiípri.  prudente, 

Kl  Rey  caiarU  pretende              ^H 

^^^^^H                  k  peijr  de  Us 

con  un  Grande  de  (. astilla.         ^H 

^^^^^H                  d<  vueMrot  peiuyuidcies. 

y  para  hacerlo,  en  su  Corte        ^M 

^^^^^B                  cuando  mát  <k  tltiali/an. 

la  aguarda  desde  Sci-illa.              ^H 

^^^^^1                 conoce  vucstias  lealtades. 

Licencia  trae  pura  veros,            ^H 

^^^^^M                  lo  que  os  debe  en  las  conquitiu 

y  bo}  he  tenido  noticia              ^H 

^^^^^M                pr<yd\f,M^n,  que  á  su»  plantas 

que,  en  fe  de  lu  que  dcsva.          ^H 

^^^^^H                  le  postra  coronas  Instas: 

maAatiH  entrari  en  Medina.        ^H 

^^^^^H                  la  fidelidad,  pruder)cia 

Amigo,  pues  que  los  hadov         ^H 

^^^^^1                7  valor  que  os 

quieren  en  una  hora  misniJ        ^| 

^^^^^^                  tanto,  que  contra  los  tiempos 

lloréis  bodas  y  vTudeCe%               ^H 

^^^^^H                  flfut  la  («mji  ot  fabrica. 

de  vuestra  Isabel  querida,           ^H 

^^^^^^1                  libertad  noble  o^  canceóc, 

mniad  tefiunda  vez  sangre,         ^H 

^^^^^H                  la  hacienda,  que  detenida 

afiudud  quebradas  lineas,            ^H 

^^^^^H                  por  lu  fiíco  }'  ^ut.  embargos 

dad  á  vuetitii  hermano  nietos   ^H 

^^^^^H                  crev'6  el  eii){ar1<>  "primirU. 

porque  eterno  en  ellos  viva.  ^H 
bis  pe  nsac  iones  remedian             ^H 

^^^^^1                  qué  os  lesutuyan  ordena. 

^^^^^1                     la  fortuna  coriKla, 

estorbos,  cuando  eocamman     ^H 

^^^^^^                 coolicsa  que  A  ruestras  plantan 

los  ciclos  lelkidades                    ^H 

^^^^^H                 es  bien  que  su  rueda  os  rindu 

oue  i  laniu  blasón  aspiran.       ^H 

^^^^^H                  A  esia  causa  ym        tiestas 

ConvcJarAsu  bclle»                     ^H 

^^^^^1                  que  ctias  comarcas  convidan. 

los  pesares  que  ok  lastiman        ^H 

^^^^^H                 ti  bi«n.  lunesio).  malouros 

con  pérdida»  restauradas             ^H 

^^^^^H                 que  de  mi  herm.ina  nos  privan. 

en  vueitra  herniosa  subrina.      ^H 

^^^^^H                    mexclan  Ion  );"'ot  con  llantos, 

Fkhmam.    Tal 'ineía  de  amistades                ^H 

^^^^^^B                 demostraciones  i'estivas 

sólo  es  de  un  Mercada  digna,  ^H 
que.  por  mis  dichas  y  medras. 

^^^^^B                 con  luios  que,  ta\limo»os, 

^^^^^B                comps^ione>  solicitan. 

las  suyas  propias  olvida.             ^^ 

^^^^^B                  Diíbeos  alardes  alertes 

Consuliaremc  i  mí  mismo;        ^H 

^^^^^B                  mi  amistad,  ya  convenida 

pero,  entre  tanto  que  elija           ^H 

^^^^^B                 en  nobleí  afinidaJes; 

lo  que  mc|or  pittda  catarme.       ^^t 

^^^^^B                 debo  á  mi  lsal>c>  querida 

sabed  que  á  doAa  Francisca.       ^I\ 

^^^^^B                 el  sentimiento  prestóle. 

vuestra  hciniana  y  mt  scAora. 

^^^^^B                  Llorad  ptrdtdn  tan  di)tna 

está  la  palabra  mía                         ^a 

^^^^^B                  de  littlmav  amorotas, 

empeüado.  y  que  he  de  darla     ^^ñ 

^^^^^B                     alíttrtot  la  constituida 

prenda  ilustre  qua  la  sirva.         ^H 

^^^^^B                  lihertadi  «tUrin  í  un  tiempo 

Ya  sabíis  vos  lo  que  debo          ^H 

^^^^^B                 lagrimal.  Fernando,  ambiguas, 

i  la  fe  y  amistad  limpia         ^^^H 

JORNADA  TEBCEHA 


6i5 


de  don  Gonzalo  Vivero, 
y  que  desde  el  primer  día 
que  los  dos  la  profesamos, 
las  almas  junus  y  unidas 
á  pesar  de  adversidades, 
puesto  que  estas  examíníin 
los  amigos,  le  han  mudado; 
su  nobleza  es  conocida, 
su  valor  sin  semejante. 
Vivero,  porque  yo  viva 
comento,  su  esposo  sea, 
que  como  esto  se  consiga, 
imposible  de  pagaros 
obligaciones  antiguas, 
añadís  oirás  mayores. 


Mercad.  Esta  será  nueva  dicha 

para  mi  honor  y  mi  casa. 

Vivero.    Vuestra  mano  me  permita     (Attla.) 
honrar  mis  labios  en  ella. 

Frangís.  Mi  voluntad  reducida 

al  imperio  de  mi  hermano, 

por  dueño  es  bien  que  os  reciba. 

Mercad.  Vamos,  pues,  y  celebremos 
las  obsequias  en  Medina, 
de  aquel  ángel  malogrado 
que  eternas  luces  habita; 
y  aprenda  el  prudente,  cuando 
envidiosos  le  persigan, 
en  don  Fernando,  pues  vence 
la  lealtad  siempre  a  Ib  envidia. 


COMEDIA  FAMOSA 


ANTONA    GARCÍA 


PERSONAS    QUE    HABLAN    CN    ELLA 


Reína  Católica. 
Marqués  de  Santili.ana. 
Almib;  nte  de  CASTri.i.t. 
Antonío  de  Fonseca. 
MALDUERMt,  pastor. 

Cl'ATRO  SOLDADOS. 

Juan  de  Ulloa. 
Antona  Gaíicja. 
Juan  de  Monbov. 


Bahtoi.o,  pastor. 

Do.'ía  MarIa  Sai(Mií:stü. 

Centkno.  pastor. 

Cl'ATRU  L4BR  AÍ)ORFS. 

M  l''SICOS. 

CUATFtO  CABAI.l.Ef>0:i. 

Conde  de  Penamai;or. 
Do^  Basco. 

Cl  ATBO  PASAJEBOS. 


Gil. A,  pasiora. 

Pero  Alonso. 

cuatbo  castellanos. 

Cuatro  portugueses. 

Chinchilla,  soldado. 

Fernando,  rey. 

Una  vbntera. 

Velasco,  soldado. 

Don  Alvaro  de  iMenuoza. 


ACTO    PRIMERO 


ESCENA  PRIMERA 

Miirchamia  la  Rti.v*,  rl  Makishi.,  ti  \íuih,^-¡  l 
y  Aston  I  o  i-t  Posseca,  cob  oírgs  siiliiadui. 

Reina.      No  nos  locibe  Zamora; 

que  el  m.iríscal  y  su  hermano, 
valencias  en  apellido, 
portugueses  en  los  bandos, 
se  han  apoderado  della, 
Castronuño  nos  ha  dado 
con  las  puertas  en  los  ojos, 
por  -Mlonso.  lusitano, 
enatbolandci  pendones. 
Toro  se  muestra  contrario 
al  dereclio  de  mi  reino. 
V  leales  desterrando 
de  !a  ciudad,  Juan  de  Uüoa 
por  cl  marqués,  animado. 
de  Villena,  determina 
dar  al  poriu^iués  amparo. 
Doña  Alaria  Sarmiento, 
su  mujer,  vinjperando 


su  iDisma  naturaleza. 
en  el  acero  templado 
trueca  ^alas  mujeriles; 
plaza  de  armas  es  su  estrado. 
sus  visitas,  centinelas, 

V  sus  doncellas,  soldados, 
'rudos  á  Alfonso  apellidan, 
por  reina  legitimando, 

á  doña  Juana,  su  esposa, 
por  muerte  de  Enrique  cuarto, 
mi  hermano,  que  tiene  el  cielo; 
sabiendo  que  á  don  Fernando, 
mi  esposo  y  señor,  y  á  mi 
los  ricos  hombres  juraron 
por  Principes  de  Castilla 
en  los  Toros  de  Guisando. 
Mas  ciégalos  la  pasión 

V  el  interés.  No  me  espanto: 
ia  inocencia  está  por  mi; 
los  más  nobles  castellanos 
mi  justicia  favorecen; 

la  verdad  deshará  agravios 
Mistios,  el  Almirante 
de  Castilla,  con  su  hermano 
el  conde  de  Alba  de  Aüsie. 
por  mi  arriesgan  sus  estados. 


^^^KcTO   PKIMSMO                                                             617           1 

1 

Toda  la  caía  Mendoza 

ya  la  fortuna  cchd  el  dado. 

^H 

y  el  Cardenal,  fiel  y  tabra, 

No  rebeldes  os  asombren, 

^^H 

don  Pedro  (que  e*  lu  cabeza). 

que  sin  jusiicia  son  (laco* 

^^H 

de  Enrique  tes  I  amen  I  arlo. 

ejírcitoi  enemigos, 

^^^1 

por  tu  reina  me  obedecen, 
ítecom'iccme  vasallo 

y  ella  sobra  contra  tantos. 
Seis  mil  montañeses  deudos 

^^^1 

^^H 

don  itudrigú  ■''imentel. 

en  vuestro  servicio  traigo; 

^^H 

en  CU)  a  exfctiencia  y  años 

si  no  bastan,  haced  nente, 

^^H 

juiíilico  mi  derecho, 

vendad  mi  Hita  y  Buitrago, 

^^^1 

y  en  Benatcnic  ha  Rioíit^do 

Rujia.       Vuestra  persona.  Marques 
de  Saniil  ana,  es  espanto 

^^H 

contra  quinas  poitugucsas 

^^H 

la  lealtad  que  estima  en  tantu. 

de  todos  nuestros  opuestos: 

^^^1 

La  tia»  tic  Guinián  tengo 

con  ella  sota  yo  basto 

^^H 

<n  mi  avuda,  y  la  <Je  CaMro, 
con  el  aaquc<lc  Alburquerque 

i  conquistar  nuevos  mundos, 

^^^1 

Al  Cardenal,  vuestro  hermano. 

^^H 

que  noble  ütcue  mi  campo. 

como  i  padre  reverencio, 

^^^1 

Co  principal  deCattilli 

que  cK  pavlor  diwrcio  y  santo, 
Aktunio.  10,  en  nombre  de  tos  demls. 

^^H 

r  León,  vituperando 

^^H 

accione*  de  loi  inquietm. 

invicta  señora,  salgo 
fiador  que  fíeles  saoiemos 

^^H 

rehusan  reyes  extrañoi. 

^^^1 

Pocas  ciudades  me  niejian. 

morir,  pero  no  olvidaros. 

^^H 

Kn  Bur^ioi  estA  xiltando 

HeiNA.      Don  Antonio  dcFunseca, 

^^^1 

la  fuerza  e)  Rey.  mi  scOor; 

>lc  V  u estros  antepasados 

^^H 

li  Toledo  es  mi  contrario. 

hcrodasies  generoso 

^^H 

su  ariobispu  le  viólenla. 

leüllad  y  valor  hidalf^. 

^^H 

(con  iei  ¿1  por  cuja  mano 

Marchemos  i  Tcidesülas, 

^^^1 

ful  Princesa  de  Castilla). 

que  en  cita  ei  svcorro  a^fUardo 
del  conde  de  Uenavcnte. 

^^H 

Mal  parecen  en  preladoa 

^^^1 

niudanüas  escandalosas. 

Todos.     (Viva  Isabel  y  Kernandol 

^^H 

^^^ 

y  peor  ca  viejos  que,  varios 

(SHdianddirruf^UM  y  Itniítr!!  y  finia.) 

^^H 

^^^p 

son,  por  scttuir  íu«  pacones. 

RtiKA.      Aguardad.  ^Qui  ti^^iaes  csia.^ 

^^^H 

^^H 

i  sus  consejos  inKtatoi. 

Amtumo.  Una  boda  de  villanos,                          M 

^^^1 

^^H 

¿Quí  importa  que  el  de  VUlens 

que  en  este  pueblo  vecino                      f 

^^H 

^^^ft 

en  armas  ponKa  «u  bando 

sale  i  fesietar  A  el  piado. 
Tenyo  en  el  alguna  hacienda: 

^^^B 

^^H 

con  Girones  y  Pachecos. 

^^H 

Ponces,  Silvas  j  Arellama? 

y  aunque  no  son  mis  vasallos. 

^^^1 

Los  Cabreras  /Manriques, 

como  señor  me  obedecen. 

^^H 

toa  Círdcnas  )  Vélaseos, 

Habíanme  convidado 

^^H 

valientes  te  les  oponen, 

á  que  fuete  su  padrino; 

^^m 

resitliendo  los  hidalgos. 

pero  en  nef;ucios  tan  irduos 

^^^B 

Dios  ampara  mi  )usticÍ4, 

átit,  poi  lo  má>  lo  menos. 

^^^1 

ricos  hombres,  no  temamos; 

Entreiuviirase  uníalo 

^^H 

la  verdad  al  cuto  vence. 

tuestra  altera,  i  no  venir 

^^P 

00  la  pasión.  Marche  el  campí*. 

con  la  prisa  y  los  cuidados 

rALMiKAH.  A  vilórun  gcnrrgso: 

que  la  guerra  liac  consigo: 

1 

cuando  fuera  menos  ciaro 

porque  sencillos  y  llanos. 

1 

el  derecho  que  i  estos  reinos 

causan  (¡uslo  sus  smiplczasí 
mas  no  es  liemp¡>  de  hacer  caso 

K 

intentan  n^ar  ijvianoit; 

^^H 

cuando  mi  padre  no  fuera 

de  rústicos  pasatiempos. 

^^K 

BgOdo  del  rey  Fernando, 
rey  natural  de  AraKÚn, 

RtiSA.      No,  don  Antonio,  hagan  tilo, 

^^H 

que  adonde  i  vos  os  estiman. 

^^^ 

de  nuestra  K»pana  milagro. 

pretendo  yo  con  honrarlos 

^^^1 

y  una  misma  nuestra  son^tre. 

que  sepan  en  lo  que  os  tengo. 

^^^1 

el  esfuerzo  soberano 

Licito  es  en  los  trabajos 

^^H 

de  esa  virtud  atractiva. 

buscar  honestos  alivios, 

^^H 

no  los  hombres,  los  peAascus 
llevara,  invicta  Isabcta. 

que  un  p<\.ho  real  es  tan  aiKtlO 

^^H 

que  pueden  csbcr  en  ¿1 

^^H 

tras  si.  Mi  vida,  mi  estado 

aprietos  y  desenfados. 

^^r 

ofrejico  í  vuestro  servicio. 

Gocemos  la  villanesca. 

Rbina. 

Tío  Almirante,  el  reparo 

Ahtonio.  Pues  es  ta  novia  milagro 

de  mi  reini)  enriba  en  vos. 

de  Ijts  ritwras  de)  Duero, 

Maboví*.  Yo.  gran  señora,  no  aftuacd'^i 

y  hay  dclla  sucesos  raros. 

vino  ocasionen  que  muciiren 

Alambra  con  la  hermosura 

la  fe  y  lealtad  con  que  os  amo. 

i  cuantos  ta  ven.  v  tanto, 

No  os  den  recelo  las  quinas 

que  de  Toro  y  de  Zamora 

,, 

por luftu esas,  sí  internaron 

generosos  mnyornxjtos                         M 

■1 

ofenderos,  que  poi  vos 

se  tuvieran  por  felices                        ^ 

■1 

• 

^^^^          &tt                                                              ANTÓN  A 

OARCfA                                                         ^^^1 

^^^^1                   de  que,  dáotlolA  la  mano. 

No  hay  quien  vos  semeje.  ^^H 

^^^^B                   iíi%culp«ni  tu  belleza 

reinas  ni  señoras.                 ^^^H 

^^^^P                      jtlgúii  ribete  villano. 

porque  sois  mis  linda.        ^^^^| 

^^^^B                    Mak  n  de  suerte     exiiemo 

Toool.      Que  ta  corte  toda.                  ^^^| 

^^^^E                    en  que  etiima  su  ter  bajo. 

Mis  taléis  vos.  Antena.          ^H 

^^^^B                      üue  antepone  el  sayal  pobre 
^^^^1                      i  las  teles  y  bordados. 

que  la  cone  toda.»                      ^H 
Ahionio.  Lletiad.  Amona  Carel*.            ^H 

^^^^1                      Sus  (uerxas  son  incrdblei: 

con  vuestio  '.sposo  4  be*ar      ^^ 

^^^^1                    lira  i  la  barra  y  ni  canio 

los  pies  i  quien  quiere  honrar 

^^^^1                      con  el  labrailor  n)ás  diestro, 

vuestras  bodas  este  día.              ^_ 

^^^^■^                   y  hay  cancero  de  Campos 

La  Rdna,  nuestra  señora,        ^1 

^^^^K                    que  fodraivtlo  hartas  leguas 

esta  merced  gusta  haceros.       ^M 

^^^^^H                 oor  verla,  desafiados, 
^^^^^B                 ■  los  doí  (iros  primeros 

Anitúna,  a  la  mí  fe  que  con  veros            ^1 

tan  apuesta  y  guerreador*,        ^| 
nos  dais  de  quien  sois  noticia- 

^^^^^P                 perdió  las  mutas  y  el  carro, 
^^^^^H                   Llevaban  i 

Mal  htja  quien  mal  vos  quiere. 

^^^^^H                   en  Toro  á  un  su  primo  hermano. 

y  quien  viíodoos  no  dijere         ^M 

^^^^^B                 y  al  pasar  |untu  á  un  convenio, 

que  vos  sobra  la  justicia.            ^M 
Todos  los  pucbros  >  villas       ^M 

^^^^^r                    llegándose  paso  ■  paio. 

^^^^1                      cogió  al   uiiiento  y  al  hombre, 
^^^^1                     y  llcvioaole  en  los  braios. 

que  por  aquí  se  derraman          ^B 

ta  Valeatona  me  llaman.            ^M 

^^^H                    como  si  de  paja  Tueran. 

porque  no  sufro  cos.)uíIIam     ^H 

^^^■r                     los  metió  en  la  iglesia  á  entrambos. 

iH>  las  sufráis  voí  lanipoCOf      ^^ 

^^^V_                       Echdtonle  los  alcaldes 

pues  £Kos  el  reino  os  ha  dado 

^^^^^                  en  su  cata  seis  vildados. 

que  os  Tiene  píniiparado,           ^_ 

^^^^H                  que  aunque  labradora  es  lica. 

V  quien  lo  niega  e%  un  !oco>     ^H 

^^^^V                  y  dindúles  los  roíalos 

Para  ser  cmpcndora                   ^H 
del  mundo  ¿rades  mijor,            ^M 

^^^^F                     caleros:  que  un  pueblo  tiene. 

^^^^B                       porque  no  se  contenisTon, 
^^^V                     cogió  del  fu^  iin  lixón. 
^^^^L                     obTigAndolos  á  palos 

pues  venís,  por  dar  amor,          ^H 

con  cara  de  regidora.                   ^M 

No  es  comparanza  «I  abril         ^M 

^^^^B                    á  que  en  el  coi  ral  se  echasen 

con  vos,  aunque  lo  cncaiwca:  ^M 

^^^^H                  dentro  de  un  silo,  y  cerrados 

vuesos  dos  ojos  parecen             ■ 

^^^^^P                    con  ta  trampa  en  ¿1  los  tuvo 
^^^H                    hasta  la  maAana.  dando 

dos  matas  de  pefc^il-                    H 

Toda  vuesB  ora  es  luí               ^M 

^^^H[                     un  convite  i  tosgorgojoi.. 

<)u«  encandila  desde  tejos.         ^M 

^^^^^                   que  el  bambre  en  cllxii  vengaron. 

vuesos  cabellos  bermejos          ^M 

^^^^H                  Si  me  jutga  vuestra  alie» 

parecen  al  orozui.                     ^M 
De  vuestra  vista  risuefla              ^H 

^^^^H                  CD  esto  demasiado, 

^^^^^H                  la  boda  sale      encuentro. 

QO  hay  voluntad  que  se  paria;  ^B 

^^^^^1                    Porque  vea  t)uc  la  alabo 

gloria  es  veros  cariharta             ■ 
honrar  la  color  trigucfla.            ^M 

^^^^^1                         raxóit,  experimente 

^^^^^1                  en  la  novia  dos  contrarios 

En  las  (los  meiillis  solas           ^M 

^^^^m                  de  hermosura  j  forialeía 

miro,  según  son  saladas,          ^H 

^^^^V                   y  en  lo  uno  y  otro  milagro. 

rosas  con  U-chc  m^íctadas,       ^H 

^^^^1 

ó  cebollas  í  amapolas.               ^H 

^^^^B 

Yo  tengo  el  pergcAo  bajo;         ^M 

^^r                                ESCHNA II 

mis  díganme  los  ptesemet       ^H 
si  igualen  i  vuesos  dientes        ^H 

^^^r                AfaMc«4«  alrfta.   6a*r,i'ur»  y.inrr*  tlfot,  IUiir«i.O 

^^H                 yCtM¡Áte^.d4lrét,4tlai  matvt.  AsTOU  Cmcf» 

los  brancos  dienics  Jel  ajo.        ^M 
Pucsj)  el  t.illey  tacirilura?     ^M 
Estas  cuatro  bigas  os  doy,          ^H 

que  á  la  fe  que  toca  estoy         ^H 

^^B          Tóeos.     (Cmoh.)  «Mfa  valéis  vos,  Antooa, 

viendo  vuesa  catadura.              ^H 

^^^^H                    que  la  corte  toda. 
^^^^H     Uho.         De  cuantas  el  Duero 

RuKA.      Y  yo,  Antona,  agradecida         ^H 

al  amor  que  me  mostris:         ^H 
con  sencillas  muesir,is  d«il       ^1 

^^^^^L                    que  estos  valles  moja 

^^^^^H 

señales  de  bxn  nacida.               ^H 

^^^^^^                  tiene  por  hermosas. 

Antom*.  Sutvt  ScAora  del  Canto      ^^^H 

^^^^^B                    aunque  entren  en  ellas 

mi  feligresía  es;                     ^^^H 

^^^^^F                    cuantas  labradoras 

en  ella  nad  de  pies,              ^^^H 

^^F                         celebra  Tudela. 

dando  i  la  comidre  eipinto.   ^H 

^^^^^      ToK».      .Mis  valéis  tos.  Amona. 

Biutiitronme  en  su  igreja;      ^H 

^^^^K      Otro.       Sois  ojiesmeralda. 

mire  ella  si  bien  naclr               ^B 

^^^^B                              carírtdonda. 

hidalga  no,  pero  si                    ^M 

^^^^^K                        en         sui%  de  cuerpo 

sin  raza  >  ciistiarta  vieja.          ^H 

^^^^^H                     ta  miis  Keiililboinbra. 

Rama.      ¿Y  quién  es  el  desposado^  ^^^B 

^^^^™ 

^^"""^H 

^^^^^                                                             ACTO    PHIMKKO                                                                619       ^^^H 

I     Antoüa.  i  linojaos,  luán  de  Monro). 

aliñad  la  cata  voi-,                                ^^^H 

1     MúKnCY.  iDtr«diilíi.i  Vo  el  Duvi»,  iC'ñüra,  uty 

mientras             la  baria.                      ^^^^H 

^^_   .          de  lá  AdIoiu  á  tu  mandNdu, 

No  os  preciéis  de  pelear.                     ^^^^H 

^^K             vea  la  ciudad  también  moro. 
H|^NA.      Puci^püf  qu¿  en  ele  lugar 

que  el  honor  de  la  mujer                  ^^^^H 

consiste  en  obedecer,                        ^^^^H 

os  Mlls  ú  desposar 

i:oiTio  en  el  hombre  el  mandaí,          ^^^^H 

si  sois  vecino  de  Toro? 

y  vedmc  cuando  cniía  en  Toro.        ^^^^H 
Anioha,  Por  ser  vucso  esc  consejo,                   ^^^^| 

MONHOr.  Tenemos  la  hHt:icnda  acá 

y  esic  pucbro  csiA  mijoi 

desde  hoy  mis  bravuras  dejo,              ^^^^| 

para  cnidar  ia  ini>or. 

que  i  Is  mi  fe  que  os  adoro.                ^^^^H 

Además  que  por  allá 

Mas,  Reina,  también  vos  digo            ^^^^| 

la  ciudad  lodu  «*Tá  lima 

que  en  dando  en  cabecear,                  ^^^^| 

de  bando»  que  el  rey  detraata. 

quien  no  vos  de)n  reinar                      ^^^^^ 

RsiJfA.      ^'Cómnetie  pticblu  se  llama? 
AirTO\A.  «'QuIfn^.'Mtc.'  Tattara buena. 
Asi  ka.      I>io«  os  haua  bien  catados, 
MoMHuv.  .Mani«ngB  Dios  su  pfesona. 

}'  vot.  pertigue  cneniifio,                      ^^^^| 

il  en  t  uestio  favor  inmare                  ^^^^H 

armav  no  us  dé  maravilla,                 ^^^^H 

que  ha  de  sei  vuestra                           ^^^^| 

RciMA.      Tomad  esia  ¡ova.  Amona» 

pAsele  á  quien  le  pecare.                      ^^^^H 
Bn  cuanto  esio,  no  me  pasa             ^^^^H 

(Daltiin»MJti*.* 

que  ii  sal^o  de  cuidados. 

por      pcnsaniieiitu  ser,                       ^^^^H 

yo  me  acotdart  de  vos. 

como  me  mandáis,  mujer.                  ^^^^H 

Antona.  Mis  hijos  parH  y  más  hi|ns 

cabezn  si  do  caSd.                             ^^^^^| 

que  lien  la  s->rta  soriijas. 

Obligada  estoy  por  vos,                      ^^^^^| 

y  sean  dedos  en  do^, 

V  he  de  pB)(ar  á  quíe.n  debo;                ^^^^H 
la  taita  que  al  cuello  llevo                        ^^M 

^^K            papas  reinando  á  la  par. 

^^H             y  d  mayor  d  pue»in  ocupe 

mos  encadena  i  los  dos,                             ^^ñ 

^^B           de  Prior  de  Guadalupe, 

Mande  y  rija  mi  marido,                            ^^| 

Hfp            que  no  ti»y  mi*  que  déwai'. 
■    BáaToi..  Señ«>Ta.  «i  porque  «uUi 

puei  IJios  tu  yugo  me  ha  puesto,       ^^^^t 

per>)  no  me  toque  en  esto,                   ^^^^H 

1                   w  casa  Aniuna  García. 

que  nn  seti  obedecido;                      ^^^^| 

B                     la  ha  dado  tu  Reineria 

que  en  Kif¡u>endo  armas  tiranas         ^^^^H 

1                     cadenas,  ya  so  ti«rlülc>. 

contra                                               ^^^^H 

^^H              que  huera  marido  ya 

entonces  i  fe  de  Amona,                    ^^^^H 

^^B             á  topar  á  ouíen  querer; 
^^H            mis  cuanao  no  haya  inuier 

que  han  de  ir  rocín  y  mazamii:        ^^^^H 

perdone  padre  y  marido.                   ^^^^H 
Runa.       A  ser  todos  con'.o  ros                          ^^^^H 

^^H             no  falta  son  la  miti. 

^^H             Media  cadena  la  p\iSo 

no  hubiera  guerras,  adi^s.                 ^^^H 

^^^M             haMa  que  GiU  mech<,'Ta¡ 

ALtiiaAH.  ¡Brava  mujer!                                       ^^^^H 

^^H             Dues  V  Amona  es  novia  emeía, 

ItEtMA.                          Yo  he  tenido              ^^^^H 

^^H             Bartolo  es  medio  marido; 

ella  un  aterredla.                  ^^^^^^| 

^^H               >  encadenado»  quiiá 

Aniona.  Bailemos  y  despidamos                ^^^^^H 

^^H             ijjla  V  yo,  haremos  de  modo 

ta  reina  con  fiesta.                           ^^^^H 

^IP              que  despu¿t  casado  y  todo 

Ruma.                                     Vamos.                    ^^^H 

vaya  por  la  otra  mili- 

notable  Amona  García.                      ^^^H 

Labh.  i.*  ;Quiu,  neciol 

(CaiMt  V  tanlaalM  tullan**.}        ^^| 
Toóos,     iCa»M«.i  aPor  Morales  van  i  Toro.         ^^1 

Idbm  3.*                           |Kesiia,t:«lU! 

Baptoi.,   Üuitaos  tos  y  calli  vos. 

Veri.  Pues  ¿no  hay  mis  d«  dos 

por  Taijarabueoa  y  todo.                        ^^M 
Umo.        Si  i  ver  iban  sus  amores                   ^^^^M 

maridos  de  media  ialU? 

por  Moraln  los  pastores,                  ^^^H 
tai  zagalas  cogen  flotes                       ^^^^| 

^^B              Pintadas  «i  muchas  veces 

^^B              tiguras  (verdad  >o$  digo) 

del  Duero  entre  arenas  de  oro.           ^^^^H 

^^H            como  hombres  hasta  el  Iwnblij^, 

Todos.     Por  Tagarabucna  y  iodo.»             ^^^^^H 

^^H             que  de  allí  abajo  son  pecei. 

^^^^^^^H 

^^^B                 yo  en  viéndolo*  decía: 

^^^^^^^H 

^^^^            medio  mariiit')'.  lerán 

III                   ^^^^1 

^^K             que  de  nuche  huera  están 

puManK  KiKTOLú  y  CA«*Aleo.               ^^^^^^^| 

M                   y  en  casa  duermen  de  din. 

1    Rkina.      Aatona.  ya  estáis  casada; 

BAaioLO.  Can  asco,  oid  -u  ot  arcada.                   ^^^^| 

1                      vuestro  esposo  es  la  cnbeta; 

Cakmas.   cQu«  tenemos?                                 ^^^^| 

H^^               id  con  la  naturaleza 

Bartolo.                            Dame  pena                 ^^^^| 

^^^L             en  sus  cfccEos  templada. 

que  Amona  lleve  cadena                   ^^^^| 

^^H            No  hsitiis  de  hai  lAas  alarde. 

por  sólo  que  esit  casada,                   ^^^^| 

^^H            porque  ct  mismo  inconveniente 
^^H            hallo  en  la  muíci  valiente 

y  Gila  por  no  querer                         ^^^^| 

conmigo  mattimoQiai,                        ^^^^H 

^^H             que  en  e!  marido  cobarde. 
^^H             Olv)dad  el  ser  bizarra. 

en  el  puebro  di  aui  habrar                 ^^^^| 
y  mi  amor  eche  a  pcrdei                   ^^^^| 

^^^1              vlviráis  en  pan  los  dos; 

Camnas.   jQut.  cd  ñn  la  uñéis  amor?            ^^^H 

030 


ANTONA   (lARCfA 


Babtolo.  Yo  no  s4  it  «i  amorío 
«(«  desconcierto  mío, 
ü  n  angustia,  si  sudoi. 
El  pecho  s«  mc()«suca 
y  me  dan  ctcioncs  ItitfiO. 
Si  tsto  es  amor,  dote  al  hucgo, 
<}U(  patd'cx  que  ce  mala  cuca: 
$1 V  ucsa  edad  fio  me  cndil^ 
loquees,  abridme  la  huesa. 

Cahras.    Bartolo,  celera  es  esa. 

B A* TOLO.  Esto  hechi)  una  pocilga 

de  celos,  que  por  !>ec  lercos, 
poner  al  hombre  de  lodo 
Y  andar  ¡{ruñándolo  lodo, 
se  comparan  i  los  puercos. 

CAhhAS.   )*ues  t»en,  ;y  ella  sube  acaso 
que  la  amils? 

Bantolo.  si. 

iCABitas.  Bueno  esté; 

iy  liabelsla  habrado^ 

EtAftioLu,  Verá: 

pullat  la  echo  i  CAda  pa*o. 

CaKH*^   PescuiJo  si  U  hab^s  dicho 


B*nToi.o. 


Carpas. 

Baatolo 


vucsoamor. 

Por  comparanzas, 
y  «ret  ceiniendo  las  gr«ii/a> 
la  declaré  mi  capricho. 
^De  qué  modo? 

Darvos  quiero 
relación  ilt  esa  demanda: 
ya  vos  veis  del  modo  qucanda 
el  i^ücinio  en  Enero. 
Fstaba  una  gala  biwa 
con  cierto  galo  r^bón 
alli  en  el  ciramanchd», 
éste  tierno,  la  otra  arisca. 
Cual  si  le  pegaran  aKcuas 
y  en  tu  lenguaje  gatuno 
se  decUn  cada  uno 
los  cnombreí  de  las  Pascuas. 
Porque  »  expitcaltos  quiero, 
siempre  que  el  mío  inaullab« 
de  maullen  la  llamaba, 

V  ella  con /u/.de  íullero. 
En  lin.  con  giiios  feroces 
andaban  d¡u)do  carreras, 
que  gatos  v  verduIerAt 
sus  ulias  se  echan  i  voces. 
Kscuchibatos  allí 
Gita,  envidiosa  de  verlos, 

V  vo.  que  iba  i  componerlos, 
la  manga  ¡psrdiex!  ia  ast 
para  que  no  se  me  escape, 
y  como  su  amor  me  arrígc. 
niit,  hocicándola,  dije. 

V  ella,  ^qu¿os  repuso? 
iZapel 

y  imprióme  tal  aniflo 
que  el  carrillo  me  p«ni6. 
Afiarríla  entonces  yo, 
mai  elU  cerrando  «I  puño, 
e>co¡'ir  h¡/o  dos  muelas 
(leshacttndome  un  carrillo. 
Hifo  b>cn,  porque  un  Hatillo 
de  ordinario  es  sacamuetu; 
y  ese  hu¿  lindo  favor. 
BAHro(.o.^Liado?  A  otros  dos,  li  me  loca. 


C  ARMAS. 

.Bahtolo 


MUS. 


dcspobliramc  la  boca; 

pero  otro  me  hizo  mayor. 
Cakiias.  ^Mayoff  iCómof 
Bautolo.  Hu¿al  molmo, 

y  yo  uasdclla  aniiycr. 

f'  acabjHlo  de  moler 
leguí  i  c;irKarla  el  pollino, 
y  cuando  el  costal  le  pongo 
dos  yemas  sm  clara  echó, 
y  á  la  primera  que  vio, 
dijo:  jpfpaic  ese  hongol 
Yocomo  la  viburlar, 
tas  manos  la  asi  y  beséscli 
y  atuñómelas  v  aruflésctas' 

V  volvlómelas  ii  aruñar. 
Tiróme  una  coz  d«spu45. 
pronóstico  d<  un»  poirs. 
j  yo  tirándola  otr» 
jugamos  ambos  de  pies. 

Y  durando  el  retoxar, 
volvióme  dos  y  apariselaa, 
y  lirómelas  y  tíretelas 
X  volviómelas  á  tirar. 


ESCENA  IV 
Síeltot,  f  lal* kiUnéa  Autow* 

Amona,  |Alio!  al  ganado,  BArtoIo. 

que  bueno  de  boda  ha  estado. 
Baktoi.o.  ¿Mas  matallü!  ^hoy  al  panado^ 
Aktona.  si,  que  le  dejaste  solo. 

y  están  cerca  los  majucios 

del  cura,  >  si  se  entra  allá, 

laguarda'los  prenderá. 
Baktomj.No  nos  faliabin  más  duelus. 

iHoy.  que  sois  novia,  hiláis  rol] 

y  á  mi  al  hato  me  enviáis? 

Temprann  en  casera  dais; 

enriqueceréis  los  dos. 

beiad  qucll^ue  mañana 

Y  holguémonos  entretanto. 
AitiONA.  Hoy,  Bartolo,  no  es  disanto; 

mas  gastemos  la  semana 

en  flesias.  DonJc  no  hay  renta 

trabajares  menester. 

Casera  pretendn  ser, 

si  he  sido  hasta  aquí  vállenla: 

jet  <«rmonadc<r  no  puso 

ayer  una  comparan», 

que  como  at  reic  la  lanía 

honra  á  la  mujer  el  huso? 
BAaTOLO.Sl. 
Antoma,       Puet  la»  alforja*  saca, 

que  yo  hago  lo  que  debo. 
Bahtolo,  Vaya,  cedacico  nuevo, 

el  primero  dta en  estaca.- 
Amtoha.  a  estercoUr  fui  mi  Juan. 

No  me  repliques,  camina; 

echa  en  la  alforja  cecina, 

cebollas,  nueces  y  pao. 

y  al  hato  con  t«  mochila. 

(Van  e»^l^•i*J 
Bartol.  «Hilandora  era  ia  aldeana; 

más  come  que  gana,  más  come 
que  liana: 

)Ayt,  que  hilando  esubi  CIU; 


!  ESCENA  V 

Sal4«  a  fe  i»l4t4la  ti  Cosni  di  Pivumacoii 
■mat! 


> 

I 


ACTU    PRtMF.i>0 


hjl 


mii  bebe  que  bil«,  mis  bebe 
que  bita.* 


Ps MAMA COK. 


'tentn  i  Alfonso  Quinto  desde  Tato. 
que  ya  A  Zatnata  con  su  ^ampu  llega: 
j  aunque  el  pafiJdodc  mi  rey  iTie|oio, 
si  esta  plaxa  que  rs  lucrtc  sc'lc  cnucga. 
como  la  Ce  con  que  le  llama  ignoro 
y  lanta  ^ente  de  Castilla  niega 
de  Alfonso  vdoila  Juana  el  real  derecho, 
primero  es  bien  que  quede  saiísfccho. 
Bien  M  verdad  que  tiendo  nurttro  amigo 
Juan  de  Ulloa,  que  tiene  unta  mano 
en  la  ciudad,  j  deja  i  don  Rodrigo 
contrario  en  opmi6n.  con  icr  tu  hermano, 
nos  asegura;  pero  «iempic  tifio 
el  parecer  deCipión  romano, 
que  el  que  cree  su  contrario,  brevemenic, 
cuando  falta  oí  remedio,  le  arrepiente. 
Capilín  gencial,  de  mi  rev  tengo 
i.  mi  cacKO  su  cjír^ito.  y  procuro 
facilitar  «lorbos  que  prevengo. 

Íiie  en  reino  extra Aa  nadie  csiA  seguro, 
ara  eMo  á  Toro  de  Zamora  vengo, 
porque  amparado  del  silencio  obscuro, 
cuando  anochcica  deie  ascKurada, 
lin  (ralos  dobles,  i  mí  rejr  U  entrada. 

Basco. 

Mueiira  el  valor  en  eso  Vueselcncia 
quel  üu  saii}¡rcaiai)oia corresponde. 
Más  victorias  alcanza  la  prudencia 
que  la  osadía  cuando  na  la  eicoode 
el  cornejo  que  anima  i  la  experiencia. 
Ramo  es  del  tronco  real,  v  por  «u  Coixte 
Pensmíicor  le  estima;  en  su  milicia 
nuestros  reyes  alientan  su  tusticia. 
Hija  del  Cuarto  Enrique  es  doAa  Juana: 
«qu¿  pretende  Isabel,  si  et  reino  hereda 
en  Castillla  la  hija  v  no  la  hermana, 
por  mis  que  la  pastón  en  ella  pueda.* 

PENAtACOK. 

Reparad,  dejando  eso,  en  la  villana, 
don  Basco,  que  al  encuentro  nos  hoapedi 
en  «I  iltna  con  t  ista  enamorada, 
oíos  las  piicrias,  gloria  la  posada. 
¿Vistes  en  Portugal  mis  hermosura^ 

Basco. 
iQuf  diviaimujeri 

Pbkamacoí. 

Parca  es  hilando 
libertados,  que  fundan  su  hermosura 
en  los  labios,  que  vidas  estdn  dando 
i  los  copos  que  tocan,  j  Ya  procura, 
cusido  Isabel  no  hubiera  ni  Fernatido 
con  mi  rey  en  Castilla  opositores, 
mezclar  mi  dicha  hazañas  con  amores^ 
Fteii ra os  éntrela nlo  que  anochece, 


dOD  Basco,  pni  el  mirgen  dése  rio, 
que  quiero  hablar  con  eila. 

Básico. 

Bien  parece 
que  es  amor  portuguét. 

pRílAMACOn. 

Es  desvario. 
¿Haj  hilandera  igual? 

Basco. 

Mientras  que  crece 
sombras  el  sot,  que  en  el  ocaso  frío 
da  i  púrpuras  de  luz  bosquejos  de  oro. 
allí  le  aguardo  para  entrar  en  Toro.         (r*!'  > 

ESCENA  VI 

StltArrati»  oujtlaatal  Hanto  y  tata  Cii.a  raurilln 
y  Kno;  y  tiintmu  Axrviii  )■  riilnlla.— OacHO. 

Antona.  Dame,  Gila,  que  rattrtlle, 
que  no  tengo  ya  que  hilar, 
.Oh,  qu£  tela  que  he  de  echaií 

pBNAMA.  Amor  sus  penas  humille 
i  tan  superior  belleza. 

Ahtona.  Aqui  i  la  puerta  veré 
'  e)  campo  y  rastrillaré 
con  gusto  hasta  uuc  anochejtcs. 
Echa  berzas  y  ceoolta, 
que  vendrá  ik  la  latwT 
alentado  tu  scflor: 
y  después  de  Dios,  la  olla. 

tVanCñU-.ca^ta  -Vntaní  )  '''•trHlla>) 

•Rastrillábalo  la  altiuna 

y  ¡cómo  lo  rastrillnlia!» 
Pbnama.  Si  meroce  un  pasaiero 

hallar,  bella  labradoia. 

mientras  w  llega  la  hora 
,  de  picar  y  un  compaAero 

llef;^,  por  ser  forastero 

la  gracia  en  vos,  que  esa  cara 

pre^na.  Os  acompaflara 

una  alma,  que  en  vuestros  o|Os 

aliviando  sus  enojos. 

congolas  tristes  repara. 

Si  gustáis,  le  aguardara 

aquí,  que  presto  vendrá. 
Antoha.  Pues  k  mi,  ^quí  S«  me  da 

que  se  vava  ó  que  se  esté.* 

Pésame  de  verle  en  pie, 

En  casa  no  hay  otras  «Has 

si  doü  á  tres  decos(ill»s. 

Gila,  saca  la  meior 

en  que  se  asiente  el  leüor. 
Pbnaha.  Mei'or  fiierade  rodillas. 
Aktona.  Esoen  Uigrcja  alaltar. 
GtLA.        Esta  es  la  míjor  que  he  hallado. 

(Sacd  H>tii  rfr  emtlllm  (til*,  pintla  y  wat*  I 

AxroKA.  Pósese  si  estí  cansado. 
Pehama.  Mal  puede  amor  reposar 

cuando  comitnra  a  penar. 
A»TONA.  ¿Esii  malo? 
PsMAMA.  V  lo  desea 

mi  dKha. 
Antona.  Pues  en  la  aldea 

no  baj  doctor,  si  esti  doliente; 


633 


AKTOSA    GARcIa 


PlKAMA, 


Antona. 


Penama. 


IMTOrtA. 


PBfAM*. 

Antoha. 
Pbkam*. 
Antoha. 


PBNAMI. 

Amona. 
Kemama. 


Dios  mo(  miu  soldcmrnu. 

No  irir  estotbe  la  larca.  ,Cauié\ 

aRaiirílUb^ilo  la  Rhlran*».  «c. 

Advenid  aaeraMrílüix 

entre  «se  dichoio  liivo 

uo  coriidn  perefjrjnu 

que  cruel  martirixü». 

Cor  nna  flecha  ei  amor 

hiero,  ro  con  tantü  júntate 

vos,  qut  ciércilos  dt  punus 

multiptkdis,  j^no  es  rigor 

que  hirüs  con  armas  prohibulas, 

y  cr>n  oioí  bandoleros 

hainguíis  i  pauíjcros 

para  quíiarles  las  vidas^ 

Señor,  pocft  d«  artumai-fM. 

que  no  ít  Ulan  por  ici. 

Al  compañero  eiperi 

callando:  que  ton  bellacos 

labradoie»,  y  sospechan 

mal  de  lAdo  palaciego. 

y  apenas  habrán  que  luego 

cuidan  que  putas  mu»  «han. 

Guardíos  <>c  gente  villana 

que  no  se  sabe  builar, 

y  de[adn»f¡  trabajar.  iCd«i«.) 

«Rattrillibain  ta  nldeiRa*,  etc. 

No  afrenla  en  cl  trato  hidalKO 

la  plática  que  enlreiienc. 

Mientras  que  el  que  espero  vxnt 

costemos  el  tiempo  en  alfio. 

Poco  os  puede  destucii 

hablarme  en  este  lui;ar; 

del  hombre  rs  enamorar. 

de  1a  mujer  resistir. 

¿Qué  importa  que  asi  pttemot 

aqueste  rato  los  iSo¡,í 

No  sois  tan  liviana  vos 

que  os  han  de  ablandar  etiremos, 

priiKipilmente  de  quien 

un  prctio  s«  ha  de  ausentar. 

Todo  huésped  se  ha  de  honrar; 

en  eio  habé:í  dicho  bKn. 

Vo  conieoti  la  ocaxiún, 

V  asi  es  fuerza  el  admititU. 
Quien  en  su  casa  da  vlla, 
se  'bliüa  i  conversación. 
No  falta  en  U><.  labradores 
coitesla.  aunque  Kiosera,' 
apailad  la  silla  aiuera 

y  no  me  Uatéis  de  amur<:4, 
que  vm  nunca  es  permitida 
en  quKn  liene.duono  va, 

V  en  lo  demás  oonvorsi. 
¿Dueño  tenéis? 

Y  marido. 
(Ay,  ctelw»! 

Con  esto  Atajo 
principios  que  amor  ignora, 
pues  casada  y  labradora, 
va  veis  SI  tendréis  trabajo 
en  lü  aue  nunca  ha  de  ser. 
.iCasada,  amor?  ¡Bueno  qurdol 
íia.  empelad,  que  bien  puedo 
rastrillar  y  responder. 
iQai  conversación  no  ot  vana 
estando  casada  vos^ 


Aktona. 

l'r.KANA. 
AKTOItA. 


Pr.sAMk. 

Amona. 


V 


PlKAUA. 


PEXAHA. 

Autos», 


PCHAHA, 


Ahtoka. 
Pbkaua. 


AfaoHA. 
Pknama. 
Aktona. 


PesAMA. 

AirroNA. 
Pkhaka. 
AxtoKa. 
Pkhama. 


Pues  cauda  ntov.  adiós.         tC4 
«Raulnltábato  la  aldeana»,  etc. 
Ahora  bien.  Tuet/a  es  pisar 
el  tiempo  del  nial  lo  menos. 
lAii)  (Ay,  dulces  ojos  morenos,] 
la  muerte  me  habéis  de  darí 
.i<i{a  1  Yo  tuve  amor  en  mi  tit 
a  vos  di^o  que  dejéis 
amores,  y  que  contéis 
üira  cosa. 

íQué? 

¿No  h«v  ftuerra> 
Ktti  abrasada  Castilla 
en  competencia  motta): 
viene  el  ley  de  Portugal 
con  Rente  á  ocupar  su  silla, 
V  siendo  vos  caballero 
y  yo  A  la  guerra  inclinada 
¿os  falla  que  hablar? 

1.a  espada 
íui  mi  profestón  primero 
que  uso  de  razón  luvjeie. 
Tratad  de  la  guerra,  puet. 
¿Sois  rie  aci^ 

Soy  portuKués. 

(Itt'áiitati   ^n■a 
e  Portuguísi'  Pues  aunque  o*  pe 
han  de  reinar  Isabel 
j  Fernando,  en  nombre  «1  Qttint 
¿Fernando? 

Como  os. lo  pinto, 
I  ro  de  morir  |>or  él. 
SI  sots  d«  enemigo  bando, 
perdonad,  que  i  fe  de  Dit» 
que  he  de  ci>meniar  por  ros. 
Reine  Isabel  y  Femando. 
Sosrpiíis,  que  yo  no  quiero 
mis  de  lo  que  vos  queréis. 
Poriuguís,  no  me  entcañéia. 
Aunque  amor  «s  litonjero. 
amindoos  jro  ¿de  qué  modo 
(cuantío  vuestro  {iu»to  sigo) 
no  tendré  por  enemigo 
al  vuesiror  Ya  yo  soy  todo 
de  la  opinión  castellana. 
;Reln«  Isabel! 

SoT  contento. 
Puet  con  eso  va  de  cuento. 

«ft asi ril líbalo  la  aldeaniv.  etc. 
¿lU)  rústica  mis  donosaf 
j(^i>nioos  Hamiis  vo4,  señor? 
Q>nde  de  Peoamacor. 
jVo»  SOIS  cnnde?  ¡Huerte  cusa! 
í*enamacor  sov,  en  tin, 
que  irii  corta  suene  ordena 
que  empiece  mi  estado  en  pnM 
y  que  tcnt(a  en  cor  su  fin, 
porque  con  i-sle  blasú» 
sea.  en  tan  confuso  abismo, 
pcname  el  cor,  que  rs  lo  mismo 

?ilc  péname  el  coraión- 
a  otta  vez  os  he  rogado 
que  amiire*  dejéis  e«lar. 
pues  hay  líuetras  de  que  hablar. 
Noticia  ós  dov  de  mi  estado: 
pi^tuntiismeie,  y  ansi 


^^M 

■HH^lB^B 

Hi 

■■■^^^^^H 

h 

ACTO   I'OIUBRO 

6a3          H 

es  fuerzs  el  «Iccirlo. 

aue  me  enoiaré,  por  tida  ^^M 
1  e  doña  Isabel,  nuess  ama.                      ^^M 

■       AXTONA 

Pucí. 

H 

tiendo  conde  y  porluguít 

Pekama. 

.Mucho  la  imdis.                                     ^^M 

w 

jí  qué  liübéiü  venido  aquí? 
Mandúme  hKc:  a^íMencU 

Aston*. 

Tal  es                            ^H 

PCSAHJt 

PeXAM*. 

^Qui  lal  es?                                                ^H 

mi  re>'  en  cüía  jornada; 

Antoka. 

Ángel  de  Utos.                       ^^H 

1 

lalió  cun  iii  esposa  amada; 

Pbn«ma. 

Yo  ya  la  quiero  por  vos.                             ^^M 

coronifonsc  en  Ptasenda 

AKTO^A. 

Si  es  cuecdo,  ^no  ha  de  queccll*'                ^H 

doña  Juana,  hija  de  Enrique 

PRMaMA. 

Sf,  peto  ¿qué  me  datéis                                     ■ 

y  nuestro  ley  su  consorte: 

porque  yo  i  la  retna  si|¡B?                                 1 

y  en  la  ca&icilana  cone. 

Antón  A. 

A  la  fe  que  sea  su  amúta.  ^^h 
Si  esu  vos  me  prometed                         ^^H 

porque  la  icción  se  publique 

Pesama. 

que  al  reino  lionen,  alzaron 

mi  rey  dejo.                                           ^^H 

por  ellos  reales  pendones. 

Antoha. 

Hari  muy  bien.                    ^^H 

y  con  ñesiDS  y  pregones 

Pena «A. 

¿AmatéismeP                                          ^^H 

por  reí  es  los  Aclamaron. 
Ue(ct>  i  darlos  obediencia 

Antona. 

Sin  pecar.                           ^^M 

Pbhaha. 

¿Si  no^                                                  ^^H 

el  maestre  de  Calai'ava, 

Aktona, 

Dátame  pesar.                              ^^H 

Conde  de  UreAa,  que  estaba 

PSNAMA. 

¿.Me  aborreceréis^                                  ^^M 

con  el  Duque  de  Plasencia; 

Ahtoha. 

TBinbͫfi.                    ^H 

el  Primado  de  Toledo, 

P«!tAHA. 

it^uidesdichal                                     ^H 

que  es  d»n  Alfonso  de  Acullá, 

Antona. 

No  es  pequeña.                     ^H 

poriugiiis,  de  ituMre  alcuAa. 

Pckama. 

^Por  quí  la  amiis.^                                 ^^M 

si  en  esto  alabarle  puedo; 

Antona. 

Poique  es  ^H 
^Que  tanta  es  >v  gracia.^                         ^^U 

el  de  Villena,  y  con  ellos 

Pekana. 

Otros  mil,  quede  CasitlU 
V  León,  le  dan  la  silla. 
Malos  años  para  ellos. 

Aktona. 

^^H 

Pkkaha. 

Mavot  es  ta  vuestra.                           ^^^H 

Amtok*. 

Antoka. 

^Suefla?              ^^H 

y  aun  para  vos,  que  paiece 

PXNAMA. 

^Es  hermosa^                                    ^^^1 

quctn  decirlo  os  relaméis. 

Amtoha. 

Como  un                       ^^^1 

Pbm*»» 

Yo  quiero  i  quien  vos  quertis. 

Pkkaha. 

¿Et  discreta^                                     ^^^H 

Aktos» 

^Y  qtií  hubo  mis? 

Antoka. 

Como  un  cura.                ^^^H 

PKNitHA 

Obedece 

Pbnama 

¿Tanto?                                                     ^^H 

todo  el  pueblo  humilde  y  llano. 

Ahtoma 

Toda  es  hechizura.               ^^^M 

f 

y  con  aparato  y  ñesta 

Pbnama. 

¿Tiene  vsIorP                                    ^^^H 

no  era  tan  blanca  como  esta 

Antoka. 

Español.                       ^^H 

1 

de  nuestra  reina  la  mano: 

Pekasia. 

^^H 

^^^^ 

más  la  lealtad  los  provoca 
i  llegar  de  dos  en  dos, 

Aktona, 

Como  el  iríRO                    ^^^H 

^^^^ 

PSKAMA. 

Serí                                                  ^^^^1 

^^^H 

del  modg  que  yo  con  vos. 

Antoka. 

Como  el  ampo-               ^^^^| 

^^^H 

sellando  en  ella  la  boca: 

Pemama 

Ser  A  gentil.                                       ^^^^| 

^^^H 

que  en  fe  de  que  (uí  testigo 
desta  ficción,  adve/tl 

AlCTONA. 

Como  el  campo.             ^^^^H 

^^^^H 

PBXAHA, 

Mis  lo  Süi*  vos.  tV»UáuiirUmmñ«.^^^^M 

^^^H 

que  la  besaban  ansí. 

Antoka. 

Yo  le  digo,               ^^^H 

^^^^ 

(QuHrtla  tatdr  U  mmín  \ 

hacerse  alli  y  manos  quedas.            ^^^^H 

A H TOMA 

Manos  quedas:  ;¡o!  le  dif¡o 

que  no  conoce  la  Amona.                  ^^^^H 

Pkxamji 

Con  ejemplos  se  declara 

PtHAMA. 

Amor  iodo  lo  perdona.  ^^^^H 
¿Cómo  es  posible  que  puedas,           ^^^^| 

mcícr  lo  que  decir  puedo. 

AsTos* 

^Quc  va,  si  no  se  eit*  quedo. 

labradoia.  cuando  Ubeas                  '^^^^H 

que  le  rastrillo  U  cara.^ 

una  voluntad  rendida,                         ^^^^H 

_       Pknaha 

i  A  unconde^ 

dar  con  Im  ujot  U  vida                     ^^^^H 

■      Antón  A 

Me  maravillo 

V  muerte  con  las  palabras?                 ^^^^H 

L 

de  más  títulos  que  iraisa. 

Aktoma. 

E)  eviá  muetto.                                    ^^^^H 

■ 

que  porque  no  se  le  caíea 
le  har¿  conde  del  Railfi  lo. 

Pkkaha. 

yace                 ^^^^H 

■ 

un  portUKufo,  p»r  despojos              ^^^^H 

■ 

SI  él  conociera  la  moxa 

del  desdín  de  e^us  dos  ojos.              ^^^^H 

w 

con  quien  habla,  i  buen  seguro 

Antona 

.;EI?  pues  Rt<}uitu:al  inpace.            ^^^^H 

que  i\  la  soñara. 

Pkxama 

£i  en  ptt     en  descanso  fucfa.         ^^^^H 

Pehama 

Yo  os  |uro 

no  hut'icfá  en  mi  pena  tanta.            ^^^^H 

que  según  io  que  se  (¡oza 

Antoka 

A  los  dcfunios  lo  cama                    ^^^^1 

I 

el  alma  en  vetos,  es  cierto 

el  cuta  desta  manera.                             ^^^M 

que  lleva  en  vos  que  soiVar; 

Prnama 

.Mi  tormento  es  mis  notorio,              ^^^H 

si  bien  me  holgara  de  eiur. 

pues  el  que  paso  es  eterno.                  ^^^H 

Será  iníniA  del  iniierno.                       ^^^^| 

1 

10 r  rcf  os  siempre,  despierto, 
estimad  »  quien  os  ama; 

Ahtoka. 

PlKAM.1. 

Si,  porque  en  el  purgatorio                  ^^^^| 

volved. 

todavía  hay  esperania.                       ^^^^H 

AHTOTtA 

Nose(icscomid!° 

Antona 

Pues  si  en  el  iniierno  esii                ^^^^H 

jVNTOÑ*   OARCÍA 


conde,  hermnivo,  hÍAas«  alli. 
Pbh*m*.  Si  im  «mcK  de  vos  alcanu 

«ufrssios,  lendié  K>úcgo: 

jqutimme  voi.  ajradar? 
AfrroN*.  Mas  ¿que  me  l-cn  de  quemar 

d  lino  con  lanío  fucKo* 
PrnjiHa,  lOjalá  el  alma  abrasada 

comuníC3rse())idiera 

á  Ma  ni«v*l 
;  A"'©"*-  Hégaic  i  huera, 

si  «3  inimji  conílcitada: 

que  K  me  lubc  el  humillo 

y  píxlri  Mf  (si  le  topo) 

que,  y»  que  falla  ei  uuiíopo, 

le  peifue  con  el  rastrillo. 
Psx^HA.  No  es  mi  pena  tan  tirana 

que  mi  remedio  no  os  avisa. 
■  AHTOMt.  jHay  «on  deciltr  una  misa 

(si  p«na)  por  la  maAaoa? 
PtNAMA.  Remedios  quiero  á  lo  humano: 

tened  de  mi  compasiún 
AtnoH».  jCuAtes  los  remedios  son? 
PeuAu*.  Darme  la  mano. 
Antón».  jKíta  mano? 

Pe  KA  II  A.  SI. 

Antoüa.      jNo  vi  que  es  mano  agena? 
Pknawa.  ¿Curan? 
AsroM*.  De  mi  marido. 

Pksama.  ¿Qu¿imponaí 
A>*roH».  ¿Está  sin  sentido? 

PrxAWA.  Esiuy  en  pena. 
ASTOXA.  j\  qué  peni? 

Pksana.  De  fvtfio. 
Akton*.  Cerca  está  el  rio. 

Pkhama.  No  basta. 
AxTONA.  Pruébese  i  echar. 

PxKAMA.  Ni  el  mar  basta. 
AüTON*.  ^Nt  aún  el  mar? 

PcHAMA.  Ni  mil  marci. 
AxTOJfA.  ine>variol 

Prnama.  Estor  loco. 
Akioia.  Bien  lo  prueba. 

Penawa.  ¿Quer^lsm*  voscurar? 
A  «TON  A.  |<t... 

Pbdama.  ¿Adonde? 
Ahtoka.  a  VBlUdolld. 

PexAHA.  ¿A  q«¿? 

Aatona,  Al  lleipitat  deKtgueva. 

PbmaWa.  Pue«  ¿qué  hay  en  él> 
AwTONA.  Cunn  locos. 

Pbhama.  ¿Locos  de  amor? 
Aktosa.  ¿Yqueial^ 

Pbnama.  ^Detic  malf 
Anioha.  ¿Quí  hay  dése  mal? 

Pbnama.  Sanan  pocos. 
Antoma.  íQüí  lao  pocos? 

Pbnama.  Ninguno. 

Antona.  Pues  *o  me  obrifin. 

Pkmama.  ¿a  quí? 

Aktoka.  a  que  csié  presto  sano. 

Penaua.  ¿Yo? 

AürONA.  Si  te  asiento  la  mano. 

Pe:(aha.  Didmela,  puei.  (T»m»$rí:\ 

Antona.  YoledijccK 

larre  alli,  sneltel  tttráitMt) 

PsHAHA.  No  puedo 

Autoha.  Suelte  le  digo  otra  vez, 


pues  si  le  aprieto,  [pardiex' 

que  ha  de  sudar.  {Apruttutt 

PcMAMa.  iQunlo,  quedo! 

|Ax,  cieloi! 

Ahtona.  a  lus  traviesos 

hajio  yo  aqueste  faror. 

Pbnama.  Que  me  U  quiebras. 

AxTOHA,  Mí  «mor 

no  M  mus  que  quebranta  hu 
¿Mas  qué  va  el  tuvo  se  enfria^ 

Pbmava.  ¿Ouí  intierno  fuerjia»  te  dí6? 
A»tosA.  ¡.Miren  con  quien  se  lupi) 
úcoo  Amona  Garclal 


ledo! 
jesoa^ 


Basco. 


PfSAHA 


Amo.ma 

PRKAHA 


Ahtoha 


Pekaua 
ANroKA 


PCNAMA 

Tow». 


ESCENA  Vn 
Stlt  «M  tAaeo.— l>icii<M, 

¡Gran  don  Lope  de  Alburqtierq 
Coude  de  Pena  maco  r, 
dame  albriciasl  Toro  aclama 
i  la  aleare  sucetián 
<le  t'^stilla  á  nuestro  Alfonio, 
y  todo  el  pueblo,  i  una  voz, 
por  doña  Juana  levanta 
el  real  y  invicto  pendón; 
la  nobl'eía  que  la  habita 
(ücado  Juan  de  L'lloa  su  aulor 
de  la  lealtad  cisiellatia) 
iiguc  li  cuerda  opinión 
del  Arzobispo  v  Marqués 
de  Villcna,  y  cí  valor 
dedufla  María  Sarmiento 
asegura '«u  temor. 
Hieo  es  tcrdad  que  lu  impide 
el  plebeyo  >  labrado', 
pero  pccheroi'  villanos 
de  poca  importancia  son. 
Entra  que  todos  te  esperan. 
¡Viva  .\lfonso,  mi  seAor. 
y  su  npoxa  doita  luana. 
enOastilU  y  en  León! 
¿Y  la  promesa? 

No  liene 
poder,  Anlooi,  el  amor 
donde  reinan  la  nobleza 
y  la  lealtad. 

¿C^mo  noí 
Pues  Isabel  v  Fernando 
reinarán  en  'Toro  hov, 
que  á  pesar  de  desleales 
}  sebosos,  sobro  yo. 
jAquI  de  mis  labradores! 
Avisa  A  Juan  de  Monroy, 
mi  marido,  que  hoy  veri 
Toropart  toque  soy. 
|AIt<ri  ¡A  Toro,  deudo%  miot! 
I  Extra  ri  a  muiert 

No  dov 
un  higo  por  Portugal, 
Si  aun  TOS  dura  el  afición. 
Conde,  aquí  tenéis  la  mano, 
lomalda.  que  i  fe  ile  Dius 
que  US  ha  de  costar  bten  c«ia- 
Aun  me  dura  su  dolor. 
(Mnrre.)  |VÍva  Alfonso  d  QnlMi 


ACTO    SEOUNRO 


635 


■Ion  Fernanda,  c|Ue  e%  mijof. 

V  ¿oh»  Isibel,  >  leiiien 

cuarenta  sigtns'los  do»!  (VaitMt^ 


ACTO  -SEGUNDO 

ESCUNA  í'ItlMIiBA 

Par  una  pmtrta  enatra  Caiaij-mo»,  (I  Coan*  »r  Pt- 
FDiucoa.  oo.v  Iktico,  Dofl*  -Muaiji  y  Intii  o*  Ulloa: 
ptr  vira  cujfr*  Lji>AaoiiK>cen  ll  ftndi»  dt  Cas- 
lilla:  fa>  rrimtmt  cnn  «J  it  Portuf  al. 

iOid,  oÍ>ll  ¡Castilla  por  iMfoiiso 
y  doíta  lunnal 

CABAt-LSHOS. 

¡Vivan  niuthot  sflos 

^endo  prupios.  conquistando  extniftosi 

ÍKiIo  tthailtkscti  latrt  an  latUiJo,  al^an^o  ir»t 
mttt  loi  ptnáonn,  «.n  tlaiinn  y  l'tmpHiu  ) 

Lt-ni'AOvy   1." 

¡Oid,  oid!  iCaiiiÜB  por  Fernando 
y  Isabeü 

Labradokbs. 
¡Fclites  iftds  i  Ivan, 
imperios  tiiK«n,  «u  laurel  reciban! 

Ulloa.     I.abradotet,  hombies  bucn'>«, 
nlicUlcs.  que  la  plebe 
d«ta  ciuJad  populosa 
ttiufíis  Ivülcs  y  lielcs: 
^quí  dcihocaoo  luror 
Df^cic^a.  par.1  que  ulcies 
con  tutu  >  Ais  pueblo  apant 
\  Amotinéis  tanta  i^nic? 
l.a^  ciudades  Je  t^atlílla 
cuando  al/an  por  sui  rej'cs 
pendune^,  á  h)\  principios 
ul  (C|;imienio  dan  ucmpre 
el  iJercchu  desia  acción, 
y  la  noble/a  (.-s  quien  iieiM 
[■ot  oticJo  el  aclamar 
4I  Principe  que  sucede. 
Alfércx  mayor  de  Toio 
soy,  i  quien  lólo  se  debe 
esta  ceremonia  ilusire: 
jquün,  ptic»,  se  opone  i  itu  slféreí? 
I.ot  nobles  en  forma  y  cuerpo 
de  ciudad  feíiiro^  vtenm 
1  justificar  accionen 
d«  doria  luana,  que  icinc 
con  sti  Kposo,  AlfunMtel  Quinio, 
Siglos  felices  y  alegres. 
Desatinos  refrenad, 
que  bdtrbaramenie  os  pierden. 
Hasta  tififít»  .;qui¿n  ha  viiio 
los  plebeyon  oponetüe 
i  los  nobles  en  alardes 
Kenerosos  y  solemnes? 
¿CAmo  sabrA  el  labrador 
entre  el  azada  j  los  buejes 
puntos  que  el  lurisperílo 

COMEDIAS  DE  TtKSO  DC  MOLtNA. — TOMO 


con  diñcuilad  entiende? 
t>>m prometed  vuestras  duda* 
en  cabecil  que  os  gobierne: 
re|{intienio  tennis  >Ht>iu. 
vuestro  sosiego  ptetcrKle. 
Hombreí  bucnui,  reducios; 

V  lo  que  no  os  pertenece 
dejad  .■"  quien  lione  el  cargo. 
Alfonso  es  santo  v  prudente, 
dona  luana  hija  de  Ivnriqtie: 
divinas  y  humanas  leyes 

en  Caslii>a  los  amparan. 
Ladrad.   So  queremos  portuKues«t. 

ESCENA  ri 
Siirr  iiu**  ititwU  ünoiiriiiiio.-lhcsot. 

MatifA.     iBarbaros,  que  sín  discuno. 
con  desoídcaadas  leyes, 
itendo  >ulgo  desbocarlo, 
DO  hay  p.-rsuasión  qtje  os  cníren"-! 
jQiii  rústica  ceguedad 
con  descaminos  os  mueve 
i  despcAaderos locos 
que  os  pronnsiicnn  la  mucric? 
^Eniendtii  to  que  nplaudis? 
f'Conociíii  lo  que  ce  conviene.* 
¿Qué  derechos  esiudiasieís? 
iQué  escuela  os  dio  pateceresí 
f.os  surcos  del  tosco  atado. 
json  cláusulas  suitcienies 
que  tnami  rustica  escriba 

V  la  Mtiijad*  marKcno^ 
^'Sabfis  quien  es  don  AHonsoí 
la  justa  acdOn  con  que  viene, 
el  valor  de  su^  vasallos, 

os  héroes  de  quien  desciende? 
X',onoc4is  A  óoA»  luanaP 

Í' Oísteis  jamls  que  hereden 
Casiil'a  (habiendo  hijo») 
tiermaiatque  losofendenP 
Piiev  escuchad  sosegados, 
ci  la  raidn  osconvertce. 
que  para  acción  tan  noiof>a 
basta  aclamarla  mujeres. 
La  casada  Portugal, 
del  trono  es  un  ramo  verde 
de  los  r.^vK  de  Castilla, 
j  su  primero  ascendiente, 
don  Alfonso  Maíixocí  Sexto, 
(lUe  al  Conde  Enrique,  el  valiente. 
Ilustre  en  virtud  y  en  nrmai, 
sol  de  los  Sirit»  (rinceses, 
dio  A  su  hiiadoi^a  Elvira, 
y  en  dote  el  Condado  fértil 
de  Portugal,  hasta  entonces 
estrecho,  pobre  y  estéril! 
mas  yadilat.do  reino, 
unto,  que  invencible  extiende 
su  diadema  a  la  t:t;op!a. 
que  sus  Quinas  obedece. 
Con  la  «angrc  de  Castilla, 
sin  esta,  otras  doce  veces 
sus  principes  se  casaron. 
Sicnd:>  esto  ansí  ¿habr¿  quien  niegue 
ser  Alfonso  catlcilano 

40 


^■^       626                                                              ANTOWA 

GARCÍA                   ^^^^^^^^^^^^1 

^^^^H                en  la  sangre,  dcscendíenie 

ESCENAtlI^^^^B 

^^^^H                por  lodii  un  lustro  de  ¡■•tiíot 
^^^^H                át  nuestros  invictos  reyes? 

Saíf  Ahtok*  — OicBoi.           ^^^^ 

^^^^V                  l'uf  Sota  eíla  acción  pudiera. 

AxrofiA.  ¿Quien  hade  reinar, cobardes,  ^^ 

^^V                       i  pesar  ile  los  rebeldes, 

sino  Fernando  6  Isabel  f              ^M 

^^H                      preicitdef  la  sucesión 

Sallad  el  pendón,  que  eo  ¿1        ^M 

^^H                        que  la  mslicM  dn  ícrie. 

hará  mi  lealtad  alarde.          iQmUttm 

^^H                        Vuestra  PrínccM  es  su  esposa; 

Infame  inicrís  aguarde 

^^H                         por  hija  fiiya  la  tiene 
^^K^^                 Enrique  el  cuarto,  jurada 

quien  de  sus  promesas  fia;         ^H 

que  si  vuestra  villanía,                 ^H 

^^^^^^^               por  los  mismos  que  la  venden. 
^^^^^^B               Si  i  las  porIuKue^as  quinas, 

avarienta  se  rindió                          ^H 

al  oro,  no  al  ntenos  yo,               ^H 

^^^^^g                con  Que               favorece 
^^^^H                 a^uc   reino,  pues  bajaron 

que  soy  Amona  Carda.             ^H 

A  ellos  dtgo.  los  de  allá;              ^M 

^^^^H                 du  sus  esferas  «.'clcstes. 

que  porque  son  caballeros         ^H 

^^^^H                  los                     Icones 

se  precian  de  arjiumentcros        ^H 

^^^^^^                 se  juntan  ¿qué  ínipcfio  puede 

por  lu  que  Alfonso  le»  da.  ^^ 
Sepan  que  no  es  tiempo  ya 

^^^^K                 coni ras  1  limosa  ¿Que  nición 

^^^^V                 ha  de  haber  que  no  nos  tiemble? 

de  argucioncs,  porque  es  clara  ^^ 

^^^^F                   Al  rid  los  npastonodot 

la  raión  que  nos  ampara;  ^U 
deñéndanlos  sus  doctores;           ^M 

^^^^r                  uji>s,  puei  iH  verdad  vence 

^^H                        nubes  de  apariencias  falsas 

que  acá  somos  labradores          ^H 

^^^^^                   que  eclipsar  su  l'iz  se  atreven. 

y  yo  no  he  sido  escotara.  ^H 
Soldememe  s¿  dccillns                      ' 

^^^^^B                  Viviiii                  los  du». 

^^^^^P                  que  por  diez  años  prometen 

que  no  lia>  Icj  que  cl  reino  <K  ^, 

^^^^^                  naceros  francos  y  libres. 

á  duna  Juana:  el  por  qué             ^M 

^^^^L                    sin  que  los  de  Túropechen. 

pesctidenlo  i  losconiílos:         ^| 

^^^^k                 Z.<mora.  Iiumildc  > 

no  oso  yoconliadociltos: 

^^^^H                 tD<^  rrK.'ibe,  >'  con  Solemne 

vos  del  puebro  es  voz  de  Dioi. 

^^^^^F                demostración  los  aclama 

Si  sois  dé  otro  bando  vos.            ^^ 

^^^^K                     por  »us  naluialcs  ft)  es. 
^^^F                      Vuestra  secma  es  Jíamora; 

Manhidulpa,  buchillera,               ^H 

Goniradtcildo  acá  huera               ^H 

^^H                        razón  sera  que  os  afrente 

y  avendr¿mon>is  las  dos.             ^H 

^^^^1                       Id  fe  de  \  ueMros  vecinos 

A  no  dudar  de  ofender                ^| 

^^^■1                    y  que  la  vci'aja  os  lleven 

honras,  que  acata  el  respeto,      ^M 

^^^^^                    en  lá  lealtad  que  blasunan. 

de  doAa  juaita  el  defeio                ^H 

^^^^E                          ni>t)icia  loda  viene 

vo  vos  lo  hic'.eía  entender.           ^H 

^^^^B                    á  persuadiros  verdades: 

^y  mujer  y  ella  es  mujer:         ^M 

^^^^B                  periDiiid  que  os  ai:(inseie. 
^^^^^                 Las             lo»  arijudijan 

yo'honro  rm  naiuraleía:              ^H 

mas,  ¿cuál,  dipa  la  nebreca,        ^M 

^^^^B                    reino,  y  los  mis  prudeniet 

es  inií'ir  que  al  remo  acuda,         ^M 

^^^^H                de  Castilla  se  confo'man 

una  hi|a  de  línrique  en  duda       ^U 

^^^^^1                 con  sus  sabios  pareceres. 

ó  una  hermana  con  ceitcia?        ^H 

^^^^^1                 Las             en  su  defensa 

¿puiío  puede  saber  mi|or            ^H 

^^^^^1                 (si  razones  no  convencen) 

eiio,  que  el  Duque  leal                ^H 

^^^^^1                 á  costa  de  nuestras  vidaí 

de  A>bur4uerque?  ^ó  qu¿  iciíal 
busca  el  dudoso  maroe?              ^^ 

^^^^^B                 mostrar  su  valor  prometen. 

^^^^H                 Nuestros  vecinas  sois  todos; 

Su  vida,  hacienda  J  valor            ^H 

^^^HP                 derramar  el  amor  teme 

A  nuesa  Isabel  ofrece                     ^H 

^^^^r                   sinfirc  de  su  cara  patria: 

T  á  la  vue<a  no  obedece,  ^H 
Privado  del  rey  difunio               ^H 

^^^H^                            niuroi  V  paredes 

^^^^^1                nos  hospedan;  unos  frutos 

cuenta  con  aqueste  punto.         ^H 

^^^^^K                 nos  sustentan      una  fíente 

que  es  mis  de  lo  que  parece.  ^H 
Por  inlt  qucestodie.  lespunda    ^M 

^^^^^P                 república  nos  conforma. 

^^^^^B                  sólo  en  esto  diferentes. 

quien  tiuere  letrado  aquí,             ^H 

^^^^^B                  Vuestra  rilína  amenazan 

si  puede,  que  para  mi                   ^H 

^^^^^P                 vecinos  de  Toro;  cesen 

esta  razón  basia  y  bonda.            ^H 

^^^^^B               guerras  civiles:  Alfonso 

l.a  s-crdsd  nubes  esconda           ^H 

^^^^■^              y  su  esposa 

do  enasAos:  ¿el  Duque  deja  ^^^| 

^^^^■Casati,.                                      tfleinen! 

á  doita  Juana  y  se  aloja        ^^^H 

^^^^Bl.*».  t.*    Si  lof  dos  ncs  hacen  libres. 

della  pordoAa  Isabel?            ^^^H 

^^^^H*               deudos,  amicos.  pancnies, 
^^^^H                   j  hadequcJar  fianca  Toro. 

.Pues  alénKoitic  con  él,            ^^M 

como  caslcMana  vieja.                  ^H 

^^^^^                 necK>  es  quicn  tal  dicha  pierde. 

Maafa.     Pues,  ^lú  te  atreves,  grotara,      ^H 

^H         I.A>.  x*   Juren,  que  nos  harán  francos. 

i  contradecir  letrados                    ^M 

^^m         Prnama.  Yooslo|uro. 

tan  doctos?                                  ^M 

^^P       ToiM».                         Pues  reinen. 

Akt>>n*.                    Tan  sobornado*,      ^H 

^^^^^^^^^|^b5J 

■■ 

^^"      ^^^^^^^1 

^^^^^f                                                              ACTO   SeOLNUO 

ftl^^™ 

^M                     ditin  mijor,  caballeta. 

apostemos  que  vos  quito                            ^^H 

H                      Baiad,  salid  acj  hu«fa. 

H                    Víamos  qaé  ctfuerin  cria 

PüNAMA 

U.ÍO  solkiio.                                      ^^H 

H                      la  nobre^a  y  hidaiftuta, 

Aktoxa 

Atcndedme.  pues,  un  rato,                      ^^^H 

H                       y  quede  »ia  duda  llana. 

vertís  si  ettia  vez  os  mato,                  ^^^^| 

H      PsNAHi.  JQuién  reina,  habcl  ó  Juana? 

despulí  cómo  os  retocíio.                    ^^^^H 

H      Labsaii.   bigaJo  Antona  García. 
H     Antón*.  I>iga  que  ouicn  liueic  fiel 
■                    á  dona  babel  recit» 

MahU. 

IMtenttas          la                                     ^^^^| 

poco  Toro  se  asegura:                       ^^^^| 

auróreme  la  ventura                            ^^^| 

H                    por  SoAora. 

de  Alfonso  V  d«  doAs  Juana.                    ^^1 

V     Laskao,                       ¡IsaDcl  v)>«l 

(.Iriit4  iff>A«    M*ii«    (a*    una    jtMpfl          ^^^| 

■     Ulloa.     Temed  vuestro  fin  cruel. 

gramílt  ^Kt  irruja  ivtrt  Aciioni  ^  ca***          ^^^| 

H     ANTÓN*.  A  Fernando  y  i  Isabel 

latlo  .ittn«y4ila,l                                                 ^^^M 

H                    fc  les  debe  )a  corona: 

Antón A 

A>,cietu!  t  traición  me  han  mueno.  ^^M 
lidalgos  de  1'ur<>,.aqui                              ^^H 

H                      ctio  U  lealtad  prcKoni. 

MabIa. 

H     Ulloa.      ¡a  ellos  pues,  caballeiotl 

con  la  victoria  salí.                                     ^^H 

V     AKToxa.  ¡Animo,  niit  compañeros! 

Murió  Aotoiía.                                            ^^H 

H                       que  aquí  tenéis  vuela  Anionat 

PaXANA 

til »  cietlo                   ^^H 

H      Lab».  1.*  .Mal  podremos,  deiarmados. 

1)0  viva  fo.  pues  sjn  ella                         ^^H 

H                     pelear. 

ya  no  Icn^o  que  esperar.                           ^^H 

H     Antoma.             ^Nuha>  palas,  bicitkií, 

MakIa. 

Acabalda  de  matar                                   ^^^M 

H                      trancas,  arados^  Traeldos. 

■f  perderin  con  perdclla  ^^^H 
el  ánimo  tos  vitfanos.                        ^^^^H 

H                    que  a<|u!  bondan  los  arados. 
H     t'i.LOA.      Daldos  por  desbaratados. 

TOHS. 

Muera  Antona.  Alfonso  viral           ^^^^H 

H                      sin  orden  y  sin  milicia. 

MabU. 

ín  eso  mi  suerte  estnba.                    ^^^^H 

H     Antona.  Donde  reina  la  codicia 

iVulrrf  »c*barU  íoj  loírfa/M.)  ^^^^^ 

H                       vence  siempre  U  raióni 

Puma NA 

Tened  ias  violenta*  manos;                              M 

H                      k:on  el  aMa  del  pendón 

dadme  i  mi  muerte  primero.                      ^^B 

^1                     dt^tieuda  Dios  mi  ioxlicía. 

iíHfltoJtla  il  CoAdc.)          ^^M 

^M                           ((JuKit  il  atu  y  ptlttn  uim  mu  «Itm.} 

Mabi*. 

Conde  de  l'enamacoi.                           ^^^^1 

H                    ¡A  ellos,  mis  hbradotes, 

iQtii  es  esto?                                     ^^^^| 

H                    que  ya  te  van  retirando! 
H                    jNuesa  Isabel  y  Fernando 

Pbnama 

^^^^H 

ser  pfl[tugu#%  caballero.                       ^^^^| 

^B                      vivan  con  lus  valedores! 

Al  rendido  es  villanía                            ^^^^| 

^1                           lütUrúmn  y  fHilmt  á  la/lr  Aiiloa*  con 
^K                         trttt«Ua4iti.y  i»'t  it  Cooilt  d*  Fcni- 

injuriarte,  yo  la  adoro.  ^^^^| 
Hldaigos  tvobles  de  Toro,                     ^^^H 

^V                          micor.) 

jquf  es  de  vuestra  coitcsiaf  ^^^^| 
Ya  huyen  los  labradores,                     ^^^^M 

B     Pbnama.  {Soldados,  haceos  nfuera. 

H                       no  maliratfis  el  valor 

i<iui  queréis  de  una  mujer                  ^^^^H 

^^^                que  ha  visto  España  mayorl 
^^^L             Guerreadora  hermosa,  espen; 

casi                                                          ^^^^H 

Lab.  t.* 

No  ha  de  haber                ^^^H 

^^^H            deiin  la  mano  screra: 

en  nuestra  ciud«l  traidores.                ^^^^M 

^^^B              pues  aunque  airada,  ofendida  (i). 

Si  í  vuestro  rey  soit  leal                        |^^^H 

^^^H              muelle  ioieniasdarcn  vaoo. 

mirad  k  quien  dais  favor-                     ^^^^H 

^^^1             si  1  cuantos  mata  tu  mano 

Pknama 

Yo  sirvo      rey.  mi  señor,                 ^^^^H 

^^^1             dan  luego  tus  ojos  vida. 

y  quien  reina  en  Portugal                 ^^^^H 

^^^H             Si  vida  mirando  quilas. 

no  se  da  por  a((rav¡,ado                      ^^^^H 

^^^H              ^P>r>  qué  las  armait  tratas, 
^^^H             6  por  qu¿  los  hombfes  matas, 
^^^H              si   U«go  los  resucitas? 

de  una  mtiicr,  cuya  fama                  ^^^^H 

para  su  alabanza  llama                        ^^^^^| 

plumas  que  )ian  eternizado                 ^^^^^| 

^^^B             Mala  una  vet,  no  pcnnius 

otras  ouo  menos  han  hecho.  ^^^^H 
Acaba  da  de  matar.                              ^^^^H 

^^^1              dar  vida  para  tornar 

MabIa. 

^^^H             Mfunda  vci  amalar 

Pkhaua 

Si  hacéis  eso  han  de  pasar                 ^^^^H 

^^^H             á  quien  vencertv  porna. 

vueítras  armas  por  mt  pechu.            ^^^^H 

^^^F              que  no  es  para  CMa  día 

MabIa. 

Puct  vava  presa.                                  ^^^^H 

morir  y  cc^tucitar. 

PZHAMA 

^^^H 

Antoma.  ¡a  buen  tiempo,  i  fede  Dios, 

mas  su  alcaide  seri  yo,  ^^^^H 
porque  de  los  que  ofendió  ^^^^H 
pueda  estar  seRura  ansi.  ^^^^H 
Sí  la           vo  unUd                         ^^^^M 

me  resquicbtR  y  enamoril 

¡Pelead,  seboso,  acora: 

que  mala  Pascua  os  dé  Diosl 
PiNAMA.  Oye. 

La».  1.* 

^^^^H 

Amtowa.    .        SI  os  alcanzo  i  vos. 

MaalA. 

Haced  primero  ^^^^H 
como  noble  y  caballero                    ^^^H 

(r)    Falu  un  vtrwi  par*  ovmplatir  U  dMni.  EMc 

plcltohomenije.                               ^^^^H 

irolo  atb(  hibcr  tuíriJo  mocho,  ptin  intei  bty  una 

Lab.  i.* 

^^^^H 

rtdoodilla  en  cncOio  d«  ilat  éttiíatt  for  <ict(r»cJ>, 

PSNAMA 

Por  la  crux  de  aquesta  espada           ^^^^H 

de  tiu  e«in«ili(  iM  f  kÍiUb  Ata  cdiciusn. 

^ 

juro,  pena  de  caer                                  ^^H 

•638 


A.NTOMA    QARCfA 


Prkama. 


MaMa. 


en  mit  C8sa,dcl«»cr 
sil  |>«rsona  lan  guardada 
como  el  moyo'  rnemijto, 
mienirii;  Tnto  se  íoucki; 
y  como  el  ifsilof  que  entreg» 
catlillo  ó  Tuerza  me  ob><gO 
i  putar  por  cualquier  Uj 
de  rncnoiprecio  y  ar>e<ita, 
ti  drlU  un  diírecuenln. 
que  an^  <:iimpl»  con  mi  ny, 
con  mi  tiídBl(ta  inclinación 
V  el  fuoRO  COI*  pue  me  abraia. 
Su  ci'ccl  «  vueurs  casa. 
Su  esfera  mi  aittzdn. 
Ponfia  el  feí^niieiuo  ea  ella 
gente  de  |;uBrda. 

lAy  de  mil 
pon^a  el  ciclo  f{uifd&  en  mi 
gue  no  me  deje  ofeodella. 
¡Pobre  de  vot,  alma  mi«. 
M  mucre  el  daño  que  adoro) 
Nunca  Alfonso  entrará  en  Toro 
riviendo  ARlonn  García. 

AnioRj  Jitmayada.t 

ESCENA  )V 
Sal*n  la  RnNik  C«tAucA.  Amnaio  a*  PomacA 

«t  AtMHAirrl,  rJ  MaUQOÍI  BKSAHTtLLA»  IfSeLlUOO*. 

Reina  Católica. 

llfonio  ella  en  Zamora 

con  doña  Juana,  y  este  trato  Ignara. 

Alcaide  es  de  su  p'ucnic 

Pedro  de  Maxaricitos,  tan  valiente 

como  fiel;  persuadida 

por  don  Fitoc-sco  de  Valdís,  que  ha  sido 

de  mi  caía  criado, 

enlrecsrnos  la  puente  ha  concertado. 

Si  el  Bey.  mi  stñor,  Mera 

pcnte  de  noche,  que  i  fiar  se  atreva 
I  jcsu  palübra.  Es  noblr; 
^no  temo  que  nos  h«ita  trato  doble. 

Alhiüante. 
:  al  ponugnéi  prendemos 
jn  su  eipos4i  en  Zamora,  no  tenemos 
^'á  quien  tema  CasiilU.  * 

Reina  Catóiica. 
■  Antes  espero  que  podr¿  en  In  silla 
E  suceder  ponufiuesa, 

si  mi  derecho  anima  nuestra  empresa; 

puesto  que  n¡r»do'eI  cielo 
f  se  la  negó  i  don  Juan,  mi  bisabuelo. 

Antonio  OE  Fonseca. 
Todo  el  tiempo  lo  trueca 

RriTtA  Católica. 
[Tío  Almirante.  -Antonio  de  Fonseca, 
sio  se  nos  ofrece; 
Marques  de  Sanültana  jqué  os  pareced 

MAaqiiís  OF.  S antillana. 
Que  impona  la  presencia 
I  del  Rey,  nuestro  seAor,  cuya  asistencia 


hará  tejturo  y  cierto 

lo  que  hay  que  recelar  deste  concieiia 

Reina  Catói-ica. 
Ya  el  Roy  csii  avisado; 
y  puesto  que  el  alcázar  ha  •LÍii«do 
de  Surgos,  no  hahri  duda 

Sue  con  secreta-  y  brcredad  acuda 
lo  que  tanto  importa. 

Antonio  dc  Fokseca. 
Si  loma  postas,  la  jornada  es  coru. 

Rei.sa  Católica. 
Esta  noche  en  efeto 
te  aguardo. 

Almibahtb. 
En  lales  casos  el  secreto 

y  ejecución,  seAora, 

á  la  fonuna  sacan  vencedora. 

Rkiha  Catóuca. 
Esta  pequefla  aldea 
alojamiento  nuestro  agora  \ta; 

5UC  dt  Toro  vecina 
Zamora,  mejor  nos  encamina, 
pues  (si cual  pienso)  viene 
esta  noche  Fernando,  ci«ri&  tiene 
su  dicha  la  victoria: 
r  ii  se  tarda,  K<»ar¿  I*  gloria 
yosoladeiiB  hazaña. 

ALMIBAKTt. 

iValor  de  la  Semiramis  de  EspaHal 

ESCENA  V 
SdU  BtKTOLO.— DieMe«. 

Ba*Tol.    |Ay,  el  mi  amo  malogrado, 
la  mi  Amona  mal  herida, 
U  mi  borrica  prendida, 
yo  el  solo  y  desmamparad 
Jumenta  do  cil  atma  mía, 
sin  vos  ^qui  ha  de  hacer  Bañólo^ 
pobre,  sm  amos  y  solo^  ~ 

La  flor  de  la  burrciia 
^quí  es  de  vot.^ 

Ved  lo  qu«  tinw 
ese  pobre  labrador, 
sin  borrica,  sin  sefior 
y  sin  Amona:  no  viene 
un  daño  solo. 

^A  quMn  llorase 
A  la  meiá  de  la  m<  alma; 
con  la  jáquima  y  la  enjalma 
se  la  llevan.  En  dos  horas 
perdida  la  Anlona  n>iesa, 
el  amo  y  la  burra  mía. 
Si  et  castellana  ¿podía 
ser  mi  burra  portagucta. 
seRof^ 

Pues,  Bartolomé, 
sosiega;  ¿no  me  conoces^ 
Si  la  viera  llrar  coces; 
quédeme  dcMle  hoy  i  pii. 

á.Vii  es  el  señor  Anión 
c  Fuonscca?  jA>)  si  supi«ra 


Rkika. 


Ahtohio 
Baktol. 


Antonio 
Babtol. 


tCUNOO                                                         630       ^^H 

^^^H                                                            ACTO   Sí 

^^^^^     mi  milB  v«ntun  y  viera 

donde  ni  comon  ni  bcb«n;                  ^^^^M 

^^H             i  nucSB  Amona  en  prisión, 

con  esto  i  lobaf  se  sircvm                 ^^^^H 

^^V             6  Junn  de  Monroj-  morido 

lo  que  quejado  mos  h^.                    ^^^^| 

^^B            y  i  mi  burm  cjítjvid.i, 
^^H            T«^rabucn«  quemada, 

Huvron  i  Tagarabucna                       ^^^^| 

tos  scbotos  y  robaron                       ^^^^| 

^^H           el  ganado  dcttroido, 

cuanta  ha<:icnda  dentro  hallaron.            ^^B 

^■^            y  iodo  en  mcnt>s  de  una  hora. 

Ma^  lo  que  nie  do  mi-i  pi-na              ^^^^| 

no  me  conortura  insl. 

es  mi  burr;t  la  bcrruecii,                      ^^^^M 

ANTOjito.  Soii^ttiie,  que  mi  aquí 

niilad  dcll  alma  inia.                        ^^^^H 

la  KeiDa,  nuema  señora. 

[Ay,  Uioil  Ilíen  la  conocía                   ^^^^| 
el  buen  Antón  de  I*ucnseca.              ^^^^| 

ReiHA.      «Quí  hombre  e^  ese? 

Antonio.                                  Es  un  pastor 

Llévala  el  bando  truel                         ^^^^| 

que  sirve  á  Antona  Garda 

sin  culpa  (esto  es  cosa  (lana)             ^^^^| 

RtiKA.     ^A  mi  amigad 

que  ni  ella  vio  á  doña  Juana               ^^^^| 

Bartolo.                        La  servia. 

ni  i  (Fernando  ni  i  Isabel;                  ^^^H 

mis  desde  hoy  mis  lay,  dolorl 

ni  en  su  vida  se  inetíó                       ^^^^B 

no  la  serviré:  eita  guerra 

en  Quc  una  ú  otra  quedase                ^^^H 

lodo  lo  vino  i  asolar. 

vencedora  ú  que  reinase;                    ^^^H 

RsiHA.      jMuríó? 

soldcmcnlc,  pienso  yo,                               ^^B 

Baütolo.               Ya  debe  de  estar 

por  no  serdc  ncojtlin  bando               ^^^^M 

heiido  bodoques  de  (ierra. 

que  •iit'u  en  tal  baraja:                        ^^^^| 

Levantaron  Io«  de  Toro 

«Dios  me  a>ude  con  mi  paja              ^^^^| 

(los  quebüii  hiJal>;nsdigO) 

y  re^ne  Airónso  i'i  Fernandu.>           ^^^^B 

^^_              pendún  por  ell  enemiga. 
^^B            Diga,  ct  poftugucs  ^es  moro. 

¿Qué  ha  de  her  Bartolo  ahora            ^^^^| 

viudo  sin  tal  compañía^                      ^^^^| 

^^           ócnsuano? 

Rei.ha.      Jprtsa  ciii  Antuna  García?              ^^^^| 
Bahtolo.  Herida  }  presa,  seftor*.                     ^^^^| 

Antonio.                      Cristiano  es. 

lieiNA.      (Hay  mayor  >implícidad^ 

REit(>.       Pcsaramc que  se  muera                      ^^^^^ 

Bautolo- jCri'litnó?  CrM  que  «verdad. 

Saliéronlos  al  iravís 

lan  valerosa  muict.                              ^^^^B 

Bartolo.  Pues  mi  burra  «'qué  ha  de  her,         ^^^H 

los  labradores,  y  Antona 

que  castellana  titjaera,                    ^^^^B 

con  las  armas  de  Aragón 
^^^            y  Castilla  en  un  pen<ion: 

SI  renegar  >  tornarse                           ^^^^B 

de  enojo  poriuguesera?                       ^^^^B 

^^H             y  al  tiempo  que  uno  pregona: 

Rkina.      No  stqufi  diera,  ,\lmiranic;             ^^^^H 

^^H            iviva  AITonso  y  doña  Juana! 

por  ver  esta  labradora                 ^^^^^M 

^^H              la  nuesa  Amona  García 

^^^^^^M 

^^H             que,  jviva  Isibuil,  decía; 

A(.MiaA.             Paga,  gran  sejlora,              ^^^^^^H 

^^H            y  con  su  g«ute  aldeana, 

scfliimienio  semejante                 ^^^^^^^B 

^^H            arrancando  del  pendón 

fe  y  amor  justamente.           ^^^^^^H 

^^H            ell  asía,  y  dando  iras  ellos. 

Bartolo.  |Ay,  mi  burra!                             '^^^^^I 

^^B            btxo  á  todos  letraollos 

Antonio.                          Yo  os  daré            ^^^^^H 

^^1            si  puro  d«t  coscorrón. 

una  yegua.                                       ^^^^B 

^^B            Sin  estorbarla  U  ropa, 
^^H            diez  mata  y  tantos  heridos, 

Bahtolo.                       No  hallaré.                        ^^^H 

desde  Lcvianlc  á  Puniente                  ^^^^| 

^^H             que  para  quedar  (guaridos 

quien  dcsia  pena  me  escurra,             ^^^^H 

^^H             no  lien  PortUjia)  enlopa. 
^^H             Y  cuando  ya  li>s  lenta 

que  era  muy  Imdi  mi  burra,            ^^^^B 

no  quitando  to  presente.                    ^^^^B 

^^H            cjtsi  á  pique  de  vencer 

Yu  ii.      I»                                            ^^^^H 

^^H              un  dimuü»  de  moger. 

que  a)  punto  la  enamorara:               ^^^^B 
11  ell  hocico.                                         ^^^^B 

^^H              llamada  doña  María 

^^H            Sarmiento,  de  una  ventana 

si  e)  diente  de  á  (teme  viera,               ^^^^| 

^^H             medio  tabique  arroió 

el  pescuezo,  si  la  cola,                  ^^^^B 

^^H            con  que  «n  la  cholla  ta  dio 

mal  año  para  abanico                      ^^^^B 

^^1             ¡hazaña,  pa'dleí,  villanal 

de  dama  oloroso  y  neo;                   ^^^^B 

^^H            y  dando  en  tierra  con  cita 
^^H             ¡i  no  t^uadalla  un  seftor 

con  una  colada  sola                         ^^^^B 

mataba  diez  inn^cas  jumas.               ^^^H 

^^H              Condi-  de  Espinamckhor) 

jPuesqué.  culndo  rebuznaba?       ^^^^B 
Cuatro  barrios  aironabo                     ^^^^B 

^^B              dolrsdo  hubieran  por  ella. 

^^B              luró  ilcKi'"'>^''"'*P^^^= 

aguznndu  dambas  punías.                 ^^^^| 

^^fl              dieron  irai  los  labradores; 

LIei(ó«e  ei  tiempo  importuno,            ^^^^| 

^^H             como  no  eran  guctre»dores 

pcrdiia  para  más  daños                       ^^^^H 

^^H            y  en  prisión  la  Amona  ouesat 
^^H             fuera  los  echaron  hov 
^^H            de  ta  ciudad  desterrados, 

en  el  Abril  de  su<  añns,                       ^^^^H 

que  aún  no  Itei^aba  al  vdniiuno,             ^^M 

que  veinte  Míe  Marzo  hiciera.             ^^^H 
Maro.      iDoiiosd  pastor,  por  [>;»%!                ^^^^B 
Antohío.  Va  0^  darí  con  que  otras  dos           ^^^^H 

^^M             muertos,  ó  descalabrados, 

^^B             y  entre  ellos  Juan  de  Monroy, 

^^B             Queso  amo,  que  ya  esurt 

^^^^B 

^B           63o                ^^^V 

oarcJa                                        ^^H 

^^B          Bartol.                   Pues  desi  muneTu 

BAnTot.«.  lAf,  burra  de  mis  «nir«Aasf      ^H 

^^B                           coniuílnmv,  que  otianienii. 

iquün  ves  dijera  otro  uniol    ^H 

^^B                           iparJiezt  que  pudiera  »r 

^H 

^^H                            que  hicior*... 

^^M 

^^1          Antomo.                      f-Qué  hab«i<>  d«  hocete 
^^m           Baotol.   Ahofcxmc  soutaincnic 

ESCENA  Vil                   H 

ei  C«)iDa  sa  PnABACO*  y  Aktoha.  prmm. 

^^m                            por  c)l  Rtma  óc  mi  paiJu 

^^1          Amtonio.  iQvt  iltcK? 

pRHAMA.   El  cirujano  OS  espera.                 ^hJ 

^^1          tJAitTcit.                      ¡Químesíyol 

Antoka.  Bóndaino  una  iciatañ;»;              ^H 

^^H          Antonio.  jVos  «.oÍh  ctist'uno? 

yo  soy  de  buena  calaña,              ^^ 

^^U          Bautol.                                 Olí  no... 

no  hayáis  miedn  que  ina  mueía. 

^^M          AxroKio.  Oecildu 

Basta  que  hasáis  porfiada         ^^ 

^^M          Badtou               Vender  ti  altorda. 

en  que  me  sanare.                         ^H 

^^^ft 

i'tMAHA.                              1.a  herida       ^H 

^^^^n 

Sane  á  rlesKO  vue^ita  vida.         ^| 
Aktona.  La  Sarmiento  me  la  ha  dado;     ^H 

^^F                                 ESCENA  Vi 

poco  ii'al  hace  un  sarmiento.    ^H 

^^^^L^^                 .taftBOM  Airaluí  »■  !/li¡inKiit.~-OttHot 

Si  ta  cojo.  po6re  della.                 ^H 

^^^^^^ 

pKDAMA.  Creed,  mi  valiente  betla.             ^H 

^^^^^  Alvaro-   Kl¡(tcf  «lé,  uan  scAura. 
^^^^^                  media  leitua  it  equi. 

que  con  laniu  extremo  sjciilu    ^| 

vuestro  mal,  que  no  meaircro  ^ 

^H         RaiNA.                                      Ya, 

k  'laros  cieno  pesai 

^^^^v                    Marquís,  el  cielo  nos  da 

que  mi  amor  ha  de  alcfcrar.        ^h 
Aktoma.  Ya  sé  que  la  vida  os  debo             ^H 

^^^^H                    po(  conquistada  i  Zamora. 

^^^^^K                   ¿Quién  viene  con 

V  que  si  no  lo  estorbara»            ^H 

^^^^^LAlkahO.                                       Secreto 

tres  cosat,  pudiera  ser                  ^H 

^^^^^■^               ullá  de  Buritoi  ayer. 

que  deuda.«  de  un  buen  qtierer  ^H 

^^^^^B                  No  ha  cesad»  il«  corree 

misoeseos  os  paf-aran.                 ^H 

^^^^^1                postan.  Fin^úse  í  axi  eleiu 

PWiAtfA.   ^Y  SOQ^                                                      ^H 

^^^^^B                  enfsfmo.      ñus  )>«  mandado 

Ahtoma.                  FI  tcrcr  martdo             ^H 

^^^^^B                  que  nadie  en  su  tienda  cnira»e. 

la  primera  y  prcrtcipal:                 ^H 

^^^^^F                  Sino  que  se  divulgase 

el  ser  vos  de  Portugal                  ^H 

^^^^B                  qu^>  porque  estaba  sant(i4<lo, 
^^^^H                   i  ainfíur.it  dnba  audiencia: 
^^^^P                   jr  al  liempD  que  anochct:^, 

la  Mgunda,  que  he  aborridu  ^^^^ 

[ente  de  vuess  nación;          ^^^H 
3  oua  el  ser  yu  villana        ^^^H 

^^^r                       disimulado  salió. 

y  vos  conde,  que  no  gana    ^^^H 

^^H                        teniendo  la  dilt^er  da 

cosa  con  vos  mi  añc<6n.             ^H 

^^H                           de  Fernando  Alvarex  puestus 

Porque  pretender  de  mi                ^H 
lo  que  el  btn  querer  procura.    ^| 

^^M                        en  lu  líuel|;a«.du«c«b«iloi, 

^^H                           \  con'soloi  tres  vasallos. 

si  no  es  por  mano  del  cura,        ^H 

^^^B                          á  morii  purfl  di^puGSIo&, 

es,  va  lo  veis,  frenesí;                    ^H 

^^H                        que  es  el  uno  don  Rodrífco 
^^H                        de  Ulloa,  puesto  que  hermano 

y  imaginar  que  los  dos               ^| 

heñios  de  hacer  compañía;         ^| 

^^H                          de  Juan  de  l'lloa,  que  en  varv» 

yo,  villana,  y  señoría                 ^H 

^^H^                        en  Toro  es  nuestro  ctiemt(io, 

en  Pnriu sal.  conde  vosr               ^H 

^^^^^^^                   v(i  el  otro,  \  su  seorciano 

vuestro  oro  ¡unto  k  m!  paja:      ^H 

^^^^Hk                FeínAn  Alvarez,  scdió 

la  seda  junio  al  ^yal,                 ^H 

^^^^^K                        prisa,  que  al  lin  Wcfuft 

fuetia  es  nue  pareica  mal,         ^H 

^^^^^M                doitdc  si  nuestro  contrario 

poroue  ni  peita,  nictuja;             ^H 
y  asi  será  lo  mijor                         ^H 

^^^^H^                no  ha  sabido  esie  sucmo 

^^^^^t.                 ó  el  akaidc  no  se  muda. 

no  cansaron  sin  provcctiu.          ^H 

^^^^^H                  Zamora  es                 i>in]dt)da. 

PíXAHA.  Como  esas  mezclas  ha  hecho      ^H 

^^^^^B                   V  Alfonito  que^lari  preso. 

el  arti(^i;toso  amor.                        ^H 

^^^|Br                 Por  lo  que  en  serviros  (tota 

De  las  tres  dificultades                 ^1 

^^^TT"                 mi  fe,  delante  he  venido. 

la  mayor  eitá  ya  suHia,               ^H 

^^M          HiiKA,      ni([m>  de  vuestro  apuiiidu 

que  la  forlunü.  resuella               ^H 

^^^^^^                  SOIS.  Alvaro  de  Mendoza, 

en  ejecutar  oriieldadn,                 ^H 

^^^■T                Marche  el  campo  i  rccebír 

i  vuestro  esposo  di^  mu«n«.     ^H 

^^^^^K                  A  Fernando,  mi  seftor, 

Amona.  ^Qué  decís?                                    ^H 

^^^^^B                  que  su  presencia      rator 

PiNAMA,                      Juan  lie  Monroy         ^H 

^^^^^ri                  rsia  noche  ha  de  rendir 

murió.  I.a  pena  que  o\  doy,       ^H 

^^F|                         la  portuguesa  porfía. 

aunque  en  fatnr  de  mi  tuerta. 

^^■^       AKTuNin,  Ks  suya  propia  e<ta  empreía. 

rrte  llefi*  h.isia  el  coraaón. 

^^H  .        RaiMA.       Mucho  siento  dejar  presa 

Antoha.  Si  muiió,  ventuivio  él; 

^^H                           i  nuestra  Amona  García. 

pues  como  vasallo  fiel 

^^B          Ahtomo.  Ks  |{ran  muiefi  no  me  espanto. 

dl¿  A  su  rev  satisfaccMn. 

^^^^^    Rkiha.       Yo  premiaré  sus  llanañas. 

De  que  «la,  cu  (in,  duvño  i&lo          i 

ACTO  SCCUNUO 


63 1 


PCNAIIA, 


AttJOtt\, 
PeNAMA, 
Aktona, 

Penama, 

Antoha, 

■     I'bnaha. 
I     Akton.» 

P     PeKAtiA. 
Amto:<a. 


Penama. 


lio  le  imagino  (torar; 
ligninas  trueque  el  pe&ar 
Ci)  vci)|;anm,  que  )o  íio 
qUT  mi  muJoscniimicnto 

fot  su  muelle,  ha  de  encender 
Toro,  aunque  soy  mujer. 
Yo  haré,  abcasaniJo  el  tainwnlo 
quccsias  dc^i<.hs%  apoya, 
que  ^uícn  lo  ofeiidiú  lu'paRuc; 
yo,  sin  qui;  el  mundu  lo  apague, 
conteriíit  i  To'o  en  Trova. 
Anclad.  Conde,  idotcon  Dioi. 
Si  halla  auna  quite  mil 
laftentedePoriufisI, 
tfíoit  i  loda  j  A  vos 
abüireK<:o  de  lal  modo 
que  ii  no  <i%  vais,  aunque  herida,.. 
Advffud  que  co  vucsita  vida 
se  Cifra  mi  altvio  todo: 
no  añadáis  con  el  enojo 
peii^rus  i  cu  accidente. 
CfCíO  de  mi  amor  ardjenie, 
que  puet  por  dueño  oí  eicojOt 
mejore,  v  rosqueras, 
la  lucnc  que  el  vuestro  Itora. 
Iditi-,  Conde,  en  la  ma  B  Itnra. 
Van  lula  ^quc  pritendcis? 
Que  oS  vais  ames  ilc  apurarme 
la  paciencia  que  me  qurdx. 
Dadme  permisión  que  pueda 
cuiatos. 

Ya  no  hay  curarme, 
mieniras  que  sobre  la  Itcrids 
que  me  dieron  i.  traición 
no  me  ponua  el  corazito 
de  la  Sarmiento  homicida; 
mas,  picsto  hacerlo  prnumo. 
Vuestro  ditio  reparad. 
G>nde  poriupuév,  mirad 
que  se  me  tube  ci  humo 
i  las  niríi;e%:¿qucréit 
vtrmc  sana? 

Eiti  deseo. 
Puet  entretanto  que  os  v«o 
presente,  no  lo  e>perfis. 
Idos,  acabemos  va. 
Coniliciún  iciiíiü  cxtraAi. 
La  pasiún.  Amona,  os  daAa 
más  que  la  hcnda.  Si  os  da 
alivio  el  que  yo  nic  ausente, 
no  pretendo  yo  añadiros 
pciarcs  i  lo;'suspÍros 
que  os  cauta  tanto  accidente. 
Cama  tenéis,  rebotad 
mientras  o«  Iiaíiu  traer 
de  cenar,  ^llay  tnl  mujcrF        t^au.) 


ESCENA  VIII 

AbT«ha. 

SoU  estoy.  Antona,  dad 
á  vuestro  Juan  de  Alonroy 
venganza,  pues  ya  se  lia  muerto. 
Durmiendo  A  laf;enic  advierto: 
guardada  con  líate  estoy; 
vKlefiae  pienso  del  vino 


que  sepulta  i  los  soldados 

con  mi  iieiidA  dc>cuiJat]os; 

quemar  la  puetlairtiaf;ii]u 

que  me  impide  la  salida. 

I'.i  biíatiode  lacsma 

podrá  Jar  prjsa  á  la  llama, 

y  i\i  mitJurn  encendida 

me  abrirá  t'ranva  la  puerta. 

No  teme  mi  enoju  al  huerto, 

que  el  de  mi  ventanía  ciego 

haii  que  esotro  divieila. 

ünvuiíeréine  en  Us  mamas 

y  entre  llamas  y  centellas 

arrotiiidome  por  ellas 

saldré,  que  no  serin  la.itas 

(^uecstuiben  lo  que  presumo. 

La.  lujurias  vcn|;adoras, 

vamos,  que  entre  lat>i»dorat 

suele  ser  vceiie  el  humo. 

Ll  candil  voy  a  pe^ar 

A  la  paja,  y  la  inadcrn 

podrá  con  venvjnia  lien 

CttaS  pucrta\  dcirib,ir. 

HusL-arí  á  U  lux  del  liuefio 

la  Sarmiento  que  me  incita, 

que  en  etoiru  cuaiio  habita; 

y  Si  i  de«L'i>biirta  lle^u 

podrá  la  ci'ikru  miA 

venga'icde  la  pv\i<»d»: 

salrá  (aunque  descjtabr«dB> 

quien  es  Antona  tjaicia.  ff jhi 


LSCENA  IX 
Do«A  MtrU  S'HMiuNTa  ytl  C«)iDi  b«  PastiaAC»». 

M*nÍA.      Conde,  vos  habíis  de  ser 
causa  de  pcdlcisc  Turo, 
si  contra  vuest  o  decoro 
amparáit  cstJi  ihhjít. 
Muerta  ella.  Ioí  l^biAdnres, 
que  en  su»  bcu'as  te  lUn 
aunque  rebeldes  porfían, 
siguiendo  avisos  mejores, 
con  temor  de  iuscjsií¡-os 
defenderán  nuestro  bando 
por  Isabel  y  Tcm^ndu 
ooméiiit:»'  tiicmii.i'js 
han  de  morir,  mientras  viva 
la  que  su  parcialidad 
defiende. 

Pbnama.  .Menos  crueldad 

hn  de  tener  quien  estriba 
en  la  nohlejo,  Señora, 
que  vuestro  valor  anipaia. 

María,      tcitpsa  su  sanare  clara 

auien  comu  vus  se  enamora 
e  una  rústica  tilljna, 
y  ponéis  en  opinión 
vuestra  íc  y  reputación 
siendo  tal  la  lusitana. 
PlNAHA.   Mi  rey  sabe  lo  quu  tiene  . 
en  mí;  y  por  ser  vos  mujer 
no  me  lenj^o  de  ofender 
de  esc  agravio,  ni  conviene 
á  la  opinión  puitu^uesa 
que  muestre  temor  liviano, 


653 


ANTONA   OAnClA 


Mk».U. 


ifA- 

Pknahk 

M«hlt. 

Toaos. 
Vho. 


mis  que  al  campo  ciiceltano, 
é  una  labradora  preaa. 
Herida  euá  v  i  la  muerte; 
¿que  mi%  honroso  blasán 
de&earA  vuestra  nación 
desliiCtcndo  nuestra  suerte, 
que  dx,W  que  uní  muici 
nuestro  crédito  airopeÍ!*, 
)*  que  por  librarse  dclla, 
presa  y  Cn  nuctlm  pvdet. 
su  sangre  un  conde  derramad 
iQué  opinión  con  e%t(i  i:tece 
si  nuestro  nombre  envilece 
y  nuestra  nación  infam«f' 
Pues  resolveos  vu»  en  evo. 
Cunde  d«  Penamacor, 
)  vefiís  SI  era  mejor 
picvcnir  cucrd'j  el  exceso, 
que  temo  mientras  Anlona 
nos  dirre  dcta sosiego... 

KWia  y  ú'aurutn  tfrniro.l 
¡Traigan  agua! 

¡fuet{0.  fuego! 
iQ\ít  escsio? 

Pue^i>  premuna 
la  confusión  dnu  cau. 
¡Pavor,  que  todo  %u  quemai 
;f)iiién  hav  que  morir  no  tenar 
.Ajíua,  qué  Iodo  Si'  abrasil 
l.as  piicriai  nos  Itan  contido. 
¡Ayuda,  ciclos,  favor! 
Fue^o  es  más  vjvo  el  amor, 
pues  el  al;i)u  ule  ha  encendido. 


RSCFNA  X 

Amoma.  Yo  tuir  quien,  nu  slev«in«nie. 
como  dUieti  picdias  a'foja, 
del  lluego,  presa,  me  quisto: 
elemento  que  a^^risoLa 
como  el  oro  la»  Icaltadi-s, 
Prueben  tocas  contra  tocas 
la  íe  que  i  tus  reí  es  deben 
las  como  vrvs  );ei)erosas: 
no  desde  ias  alt.u  rcjat 
con  picili  as  (armas  traidoras), 
que  pues  vos  lurzó  i  tirarlas, 
mi  envidia  vos  ttene  loca. 
A  mis  manos  pagaredes 
la  liudez,  que  Instímnsa 
sin  mi  amada  compai^ii 
A  ven(|ar^c  me  provoca. 
Antona  %oy.  la  Sarmiento, 
t)ue  quiere  puncr  Arituna 
(mientras  sarmientos  abrasa) 
eo  fe  de  tanta  licioria, 
luminarias  á  Isabel 
7  i  Fernando.  Aquí  las  obras 
V  no  las  palabia)  soberbias 
rcrMdia  al  peliKro  ponjtan. 
i*h[a.     .Muitf  ^qtit  InirniM? 

Amoha.  Matarvns. 

MamU.      |A)uda,  so^d■dos,  potia:t: 
criados,  ficntft,  ayuda! 

Antoha,  ta  <kl  cielo  hulead  sola. 

iDtAtfétlM  ti  C«nde.>   I 


PiKAMA.  Parad,  Aniona;  iampl»d. 
Semiramií  belicosa, 
el  ímpetu  vengativo, 
que  es  fuerza  que  >o  »c>com 
mi  bsndo.  Pagadmr,  cuerdM, 
la  I  ida  que  me  a  detiiiorA. 
pues  dclcndl  yo  la  vuc»ira. 
Muid  en  unto. icnora,  f4<lo&aMuU' 
que  )«  me  opongo  á  »u  fum. 

Amoka.  Aunque  ei  inñerno  se  oponga. 

Ma*U.      MiraJ  si  fué  profecía 
mi  rec«lo. 
ii'ai*iSo&i  Utfw.   raran  #nirra  r*aa 

Pemah*.  Idos.  Antona: 

que  Ci^nira  vos  la  ciudad 
toca  alarma  y  se  convocjt. 

AhiTOKA,  PorvJCsd  la* or  se  escapa 

la  Sa''mIcnto:  ma^  no  importa, 
qut  para  vos  •  para  ella 
■>iix  tuerzas  y  bru/n»  bondan. 
Mds  dias  bay  ¡^uc  Innuani/as. 

pBitaMA.  ^Ha>  niujer  mas  prudifiio^x? 

Antona.  í.abradores,  nucsos  ipiei 

vivitii,  pui»  vive  su  Atiiona. 


ACTO  TERCERO 

ESCENA  PRlMEitA 
SúltH  Vktom  r  Pum  At«»ao,  latrad*f 

Antii.tA.  NiicrcíTíis.  primo,  «I  coaienioj 
que  tenKti  viendo  que  o^  b*tla 
bueno  y  aqui  liel  vaullo 
sois  de  Isabel.  Mitcho  sierito 
los  que  murieron  en  Toro; 
pero,  cu  fin,  conio  ¡cales: 
acabalante  estos  males, 
que  aunque  en  el  alma  to^  lloi< 
los  disimulo  c(i  la  cara. 
No  tiene  >a  lamaaiaio's, 
la  honra  en^t-oitra  trabcjos, 
piérdela  quien  los  lepota. 
Yi  ifue  "S  habéis  mapad» 
de  7  oro  y  que  cu  el  caminu 
vos  hall'»,  p<imo  y  \ecino, 
no  poi  lerus  destcnado 
t  vuesa  hacendé  perdida, 
(le  ser  le«t  sos  miidíis: 
i|ue  por  reina  la  perdáis 
nuces  puco  pe'dcr  la  vidfl, 

hKO.        Calando  yo  al  lado  vucso. 
Ifl  mí  rrima.  la  leal. 
leprocharí cuaquier  in«l 
[|Ue  >a  p^r  bueno  confino. 
^<A'>mo  venis  i'Ot  aquí? 

AntoHa.  i:uid4  hallar  en  Salamanca 
nuesa  reina,  y  dcUa  manes, 
cuando  de  Toro  salí, 
como  vos  iÜie,  me  dieron 
(lolis'ia  que  estaba  alld; 
mintivron,  ere»  oue  vsiafa. 
según  otros  me  dneron, 
en  Medina  la  del  (.ainpu. 


^H 

^^m^Hi 

^1 

■i^^^^^^H 

■ 

ACTO  TKKCKRO 

633            H 

y  quiérome  andar  con  ella 

si  para  que  pongan  huevos.                      ^H 

pata  coniolariTH!  en  vella 

Pas.  3.» 

^Polia  vot  y  en  ese  traje?                         ^^H 
No  Us  comió  su  linaje.                            ^^H 

)■  servirla. 

Pai.  4.' 

Pmo. 

tú  en  íu  CHinpo: 

Antoha 

Soseguémonos,  mancebos,                       ^^M 

ijuccon  vuesacr^mpañln 

que  cada  cual  c«  persona                          ^^M 

no  Iciri  A  la  reina  mil. 

>ara  comer  )o  que  Dios                               ^^M 
ayuJare.                                             ^^^M 

puct  ya  lícmbra  PonuRBl 

de  vir  A  Amona  García. 

Paí.  i.» 

¿y  soulo  VIIS.^                       ^^^^^ 

A!iT0!4A 

jQui  venta  «  «sia  vtcinar* 
De  el  Moiloridn  se  liatna. 

Psao. 

Tened  surrimieniu,  Anioaa.                   ^^^^| 

PSHO. 

Amtoha 

Huéspeda,  una  sartenada                      ^^^^| 

Ahtona 

jTün  en  tila  livrra  fmna.^ 
Por  ella  se  va  Medina, 

de  huesos  y  de  loc-nu                         ^^^^H 

Pbro. 

hacen  li);<{0      camino;                         ^^^^H 

Jesde  Salamanca. 

dádmela  vos  empe.lrada                      ^^^^| 
de  niagiu     ;¡<trou.  que  sú                  ^^^^H 

AlTTON* 

£n  ella 

tiarcmuü  not:he,  queetloy 

(ratlc  franciscano  en  esto.                     ^^^^^| 

cansada,  y  en  iodo  hoy 

y  echen  cilos  todo  el  resto                  ^^^^H 

nit  he  comido. 

en  aves,  que  bueoí  pro                         ^^^^H 

Puo. 

(iuaidaosdella: 

íes  h«|tH,  pero  sin  her                            ^^^^H 

que  a  redomado  d  venlC(o 

burla  de  los  mal  vestidov.                   ^^^^| 

V  encaja  i  los  nii»  ladinos 

Vemikk. 

Palominos  hay  cocidos;                          ^^^H 

lo»  grBfOS  por  palon)inos 

no  fallará  que  comer.                                 ^^^| 

¡r  Lt  c.  bra  por  caf  ñero. 

Anioha 

i'tra  lodo  sobra  gina.                                  ^^H 

Ahtonji 

(.ocidus.  nr>  e»  miil  rt|(*'o> 

Cansada  esi6:  entraos  acá                            ^^| 

si  llenen  $u  ialpimicnia. 

Pero  Alonso..             (C-airan»  loi  tru.)        ^^| 

Pxfto. 

Eso  al  barajar  ia  menú. 

V6)<TB»>. 

Y  cama  habrá.                 ^^^^| 

Antón* 

Para  di  (tambre  ni>  hac  pan  malo. 

Aci  tdicn. 

E.SCbNA  III                             ^^1 

ESCENA  II 

M<r*  (nnrra  Ci*iiii.LAiia(                               ^^^^^| 

CmMro  f*.l*ÉU¡m  V  la  VKMci<ii.~Oii:n««. 

Cas.  i." 

ÜespciaJa  si  in                                          j^^^^f 

Cas.  a." 

Hay  alfEunispor  aquí                              ^^^^| 

Pm.  i.» 

¿y  qu¿  tiMV  inái^ 

alniah  t./Jus                                          ^^^H 

VE:fTEH. 

Un  conejo. 

Caí.  5.* 

Buena  prisa                          ^^^H 

P*8.  a.* 

No  sea  ^10. 

nos  habein»  dado.  Avisa                      ^^^H 

Vbntcii. 

N»  e»  detin  venia  ese  lflti>. 

huésped.                                         ^^^^M 

P»s.  3." 

SI  le  cornea,  mayarás. 

Cm.  6.*, 

^^^^H 

P*s.  4.* 

^Dóexldel  huétpcd? 

esas  alfurias,  que  liay  gente                 ^^^^| 

VíNrBu. 

A  Medina 

>  nAbránIoocupadu'todo.                      ^^^^| 

padiú  ayer  por  una  carga 

Ca».  7.' 

Malo  fuera  dcs«  ni»do                            ^^^^| 

de  vino. 

haber  sido  negligente.                              ^^^^| 

P*».  1  .• 

^Hueno? 

Oos  ptrrdices  ^  un  ¡amún                        ^^^^| 

Paí.  a.» 

¿Noainarf¡a> 

compré.                    iF.Mrau  at  tlwtK»^  t          ^^| 

Paí.  3.» 

Asen,  pues,  esa  (¡allina 

CAS.&* 

Poneldos  d  asar                           ^^H 

y  \:i  olla  apresurad. 

y  en  acabando,  picar.                                ^^M 
Ksios  caballeriis  ton,                                    ^^H 

que  hay  hambre  capíttntrona. 
PiirTU({u«et  son,  Amona; 

Cas.  i.* 

P«*o. 

Cas.  i." 

¡Loado  sea  Jeiucrisio                                   ^^H 

lo  que  hemo^  de  hacer  cuidad. 

por  MCinpre  jarnis,  aménl                           ^^H 
V.  o  corpo  santo  tamben                           ^^H 

que  si  paramoi  aquí 

Pon.  *,• 

temo  vue«acondlcián. 

1)  sexM  eniradeiru  de  isiu.                             ^^H 

Antoma. 

En  pusadas  no  hay  cueiiiíAti, 
dc«<ie  aniiyer  no  comí: 

Cas.  S.' 

^Cuvo  es  esc  cuerpo  santo^                     ^^| 

PoB.  a.* 

^an  t'oto  (íonialvox  be.                       ^^^^| 

como  causa  no  me  den. 

Cas.  6.* 

Ese  casicllatiu  fué;                                 ^^^^| 

Pero  Alonso,  no  temáis. 

harto  es  que  k  queráis  lamo.              ^^^H 

Pe>o. 

No  habrá,  si  no  la  buscáis. 

Poo.  3." 

Arrcne)(ou  de  Castota                             ^^^^H 

ASTON,l. 

jl.osdo  sea  Dios! 

c  enxergouse  en  Portugal;                     ^^^^| 

Todos. 

Amcr,. 

por  es<i  faz  cavedal                              ^^^^| 

Antona 

Huéspeda,  ^hahrA  quu  cencmosr 

^^^H 

Vr.KTKH. 

No,  hermana,  ya  efiá  embaraada 

PoB.  a.' 

j^uien  remar'  ¿Isabela                   ^^^^H 
údonaJuana.^                                    ^^^^H 

la  olla. 

A «TOMA 

jNi  un«  ujarfa 

Cas.  6.» 

SeAores,                        ^^^H 

de  i-aca? 

aquí  no  somos  so tdadris.                     ^^^^H 

1         PAS,  1." 

Si  nus  queremos 

PoB.  a.' 

1 

bien  os  la  podremos  dar. 

Cas.6.' 

Mercaderes  honrados.                ^^^^| 

L 

mas  no  sufre  ancas  Id  olla. 

■Po».  a.' 

0  pois  sindo  mercaderes                       ^^^H 

■  Antoka 

jHay  son  matar  una  p>>lla? 
No  bay  pollas  para  matar; 

naon  facemos  deles  conu.                      ^^^^| 

■   VKKt». 

^ 

que  saon  de  «viva  qucm  venco            ^^^H 

^H            634 

A»TUNA 

OARCfA 

^^^^ 

^H 

Nenum  pe>|a  comencé. 

Cas.  S.* 

Allá  vojT:  y  i  fe  que  Itcvo        ^H 
una  novedad  extraña.                ^H 

^^^1 

que  en  hpsialafita  he  afronia: 

^^H 

col  vil  m»  nos  á  fjlir, 

Pon.  1.* 

^Extfaíla>  ¿Qui  puede  ser?      ^H 
Lo  que  apetece  mis  ver            ^H 

^^^^^^_ 

cistcliitio. 

Cas.  j.* 

^^Kp<»-3* 

Acjuiso  sil». 

T  menos  espera  EspaAa.           ^H 

^^^'po*.4.> 

Toda  esa  itcnic  h«  roim 

Poi-.t.' 

JEs  alguna  abada?                     ^H 

^^^K 

qoc  Dion  >abc  pelcjar. 

t:*s.  7-' 

MAs.             ^M 

^B 

¡Buena  guerra! 

Pon.  1.' 

¿Es  ballena,  es  cocodrilo?         ^H 
bsot  en  el  mar  6  el  Ntto              ^H 

^H         Cas.  6.* 

¡Gucfia  guerra) 

<:ai.  fi.* 

^H 

A  qoien  »e  la  dicte  Dios 

se  queden,  que  aquí  hailsrls    ^H 

^^^H 

vira  X  I cinu  de  U«  dos 

mu|er  que  llorando  mata.         ^H 

^^^^L^ 

y  ^oce  en  pai  nticsira  tiena, 

Cas.  7.* 

¿No  será  misde  adinirac.           ^^M 

^^^^^L 

mientiBi  la  meu  regala 

para  Castilla,  enseilar                  ^^M 

^^^^^^B 

los  gUSIOl. 

un  fcal  de  i  ocho  y  en  plata?    ^H 

^^^^  Pm.3.* 

Eja«  micuefltt. 

Cas.  ^.• 

jlin  plata?  ¡Cuerpo  de  Cristo)   ^< 
Darantecuknio  les  p  das. 

^B         Pof>.  r* 

La  comodidjfd  de  venta 

^^^H 

•t  a  xodui  sibíis  que  es  mala. 

Cas.  j* 
Cas.  i." 

jSabtít  vos  lo  que  es? 

^^^1 

Mieniras  se  ■«s,  como  dijo 

De  oíd  ai, 

^^H 

el  Olio,  coiad  del  lienio. 
ka  cs:e  banco  me  Miento. 

que  j-o  en  mi  vida  le  he  visto. 

^H      Os.  i.* 

Pon.  t.* 

A  cniiauccet  has  venido. 

«Rea'  de  i  octto.  es  aninial?      ^^ 

^^H 

l.t«r<nl4*M  (<4  uHA>  tfl  ua  Aanco  y  l«i 

Cas.  5.» 

^^^H 

Qlroi  fu  ulrD./ruHK/ot.) 

Cas.  6.' 

j^Dónde  hallatte  juya  l»l?          ^H 
De  Genova  le  he  traído.              ^H 

^H 

Yo  etUúto  de  enfrente  elijo. 

Cas.  ?.• 
Cas.  6,» 

^H         Os.  7.* 

Si,  que  fucrii  inamcilia 

Solía  dÑir  mi  agüelo,                ^H 

^^^B 

iuntiiro^coii  nu»<ra  gente. 

aunque  aitura  os  tnaravilla,       ^^M 

^B            POK.  >.- 

.Mejor  csiá  frente  i  frente 

que  tuvo  ttntus  CoxiIIa             ^H 

^^^» 

l'üriugal  contra  Castilla. 

que  rodaban  pue  el  suelo.    ^^^H 
Ya  pasó:  solta...                    ^^^^| 

^H      po». 

,-Vsi$  i  Salamanca  *o$^ 
Si. 

Cas.  7-' 

^H 

Po«.  I." 

íY  qué      ^^M 

^^B         Por. 

«Y  TOSÍ 

vendáis  vos?                                      n 

^H         Cas. 

A  Valladolid. 

(S»tt  ti  ».-  y  HÍMtM4  MA  /m  «aJ 

^H 

¿V  »oí? 

l(4HM.>                                                                   ^3 

^H 

Vengo  d«  Madrid. 

Cas.  8.* 

Vo  leruto  oficio       ^H 
de  no  menos  arli  nclo           ^^^^M 

^^^^^ 

huyendo  casi. 

^^^B    P0».3.> 

(Por  Dios! 

^^^^M 

^^^^^^ 

Pues  ^qu¿  os  sucedió? 

Por.  i.* 

jCóma?            ^^^H 

^^B 

Tener 

Cas.&< 

Yos<          H 

^^^B 

cnefflij;os  y  envidiosos. 

teñir  ojos.                                   ^H 

^H                POM. 

Eso  e£  propio  de  Ingeniosos. 

Pon.  !.• 

Cosa  nueva.                  ^H 

^^^_    Cas.  7.* 

De  ricos  lo  habia  de  ser; 

Cas.  8.' 

Celebraban  los  amaines              ^H 

^^^^^b 

out  el  oro  los  pone  en  precio 
d<  discretos. 

tos  verdes  >  azules  antes;            ^H 

^^^^^H. 

ya  solamente  se  aprueba            ^H 

^^^B  pox. 

No  lo  Ignoro: 

el  ojo  n«gro  rasgado.                   ^H 

^^^^^^p 

necio  debe  sct  el  oro. 

De  aquéllos  sov  tintorero,           ^H 

^^^^^^H 

>ues  siempre  acompiAa  al  necto. 
liquezas  son  estímulos 

Cas.  i.* 

Gran  gitano  es  ct  dinero: 

^^^■Pok.  1.* 

¡miren  la  Invención  que  ha  balladol 

^^^^^^ft 

de  «icios. 

Cas.-?.* 

Yo  solamente  creía 

^^^Kpioii.  9.* 

Siempre  te  ve. 

poderse  leí^ir  los  cuellos. 
las  barbas  <r  los  cabellos, 

^^^^  Cas. 

Émulos  tengo  sin  e. 

^H 

£muloi  sin  e  sun  mulos. 

¿mas  los  ojos? 

^^^^  Cas.  7.* 

Pues  ¿que  queríis  vos  <)u«  sea 

Pon.  1.* 

Cada  dia 

^^^^^B  _ 

quien  se  pone  i  reprender 

hay  que  ver. 

^^^^^^B 

loque  nunca  acortó  1  hacer 

Po».  3.' 

Todo  es  a  molo 

^^^^^^K 

porque  al  iliscrcio  rcjrca.* 

det  OCIO,  que  el  tiempo  fierde. 

^^^^  Poa. 

¿Que  lleváis  i  vender  vosí 

¿De  quí  modo,  vendo  verde. 

^V 

A  los  bobos  tropelías, 

volveréis  vos  neyro  un  ojo? 

^^^^^^^ 

que  itusian  de  bobcflaa. 

Cas.  8.' 

TcnKO  un  escabeche  jo 

^^^■»(Us.6.' 

Sabemos  hacer  los  do* 

que  A  dos  limes  le  transformo 

^^^^^B 

iucuos  du  manos. 

en  azabache,  y  •«  formo 

^^^■iPoii.4-' 

Civil 

como  quiero. 

^^^^^^K 

ocupjK»6n. 

Poa.  3.* 

¡£l  diablo  di« 

^^^■Cas.  5.* 

Mi  caudal 

tal  ttazal  ^Y  de  qué  manera? 

^^^^^H 

«s  alquilar  un  pona). 

Cas.  8.* 

Oid  s  sabrás  el  cómo. 

^^^^^H 

jr  locando  un  tamboril 

Meto  una  uguja  de  plomo. 

^^^^^B 

COA  dicx  til  creí  de  nuevo 

y  sacando  el  ujo  fuera. 

^ 

catisar  al  srmpte  deporte. 

Por.  3.' 

¿Elofo  fuera? 

^H^   Cas.  7* 

Idos  con  eso  á  la  corle. 

Por.  4-* 

lOxifi  puiol 

ACTO   TERCERO                                                                        635                              1 

C*í.8.' 

No  OS  admirti^  na^ia  el  cabo. 

PoK.  1.*    De  bobos  es  alabarlo 

Dos  ó  tres  vccts  ¡c  lavu 

todo,  y  lodn  desprcciarto. 

«n  la  tlnu,  y  lucido,  enjuto,                   | 

de  perverso  natural; 

le  encajo  donde  se  cíiaba. 

mis  castidad  lu  porfía. 

POB.   1." 

^Y  véconél?                                          { 

hablando  bien  siempre  dellot. 

C»s. «.' 

Pues  %\  viera 

que  esto  para  conveiKeiliis 

^qui^n  enriquo:er  pudi«fA 

o  s»carruoa  ironía. 

como  ^0,  6  qué  me  faltaban                 | 

Po».  I.' 

«Que  queda  ciego? 

C*t.  8.* 

Puts  ¿no^ 

ESCtNA  IV 

P0«.  1.* 

Idos  al  rollo, 

Sdlf  .Vktoju.— DiCMoe. 

Cas.  8.' 

Yo,  «migo, 

i  teñir  ojos  me  obligo. 

ArroNA.  Ya  yo  be  cenado:  g.-icem(» 

lerol  darlos  vista  no. 
^íto  es  por  regocijaros; 

la  l>uena  conversación 

todos. 

que  en  ventas  se  sufre  toda 
Yo  os  perdono  dése  modo. 

Pon.  i."             Puesto  está  en  f.>iÓn. 

Pos.  1.* 

Caí.  %.*     Asiento  en  nicdio  la  demos. 

Pon.  a.' 

Si,  mi%  yocalla  he  de  echaros. 

(MilníAntitlrt  fai  Ciiielliaoa.* 

Po".  5.* 

Y  vos^u¿  mercaduría 

Antona.  lisia  vei  me  poío  aquí. 

aunque  bien  nlli  me  estaba. 

Ca».  ?.• 

jYo?  Knvídla. 

I'ueii  b:en:  ,-de  qué  se  trataba? 

,      Po».  3.* 

;Qu« 

Po*.  1.*    Conversación  baladi: 

Ca».  7' 

£n  esio 

«os  la  habéis  de  mejorar. 

todo  mi  caudal  he  puesto. 
(Buen  caudal  por  v  da  míal 
Bueno  i¡  malo,  ya  le  easia 
gente  ((ue  os  admirareis. 
X'os  alabarle  podáis. 

^D«  dúndc,  hermosa  aldeana? 
Amtoma.  i>oy  du  Tofo  y  castellana. 

POK.  4-* 

Ca».  ?.• 

que  >  ukto  os  ha  de  pesar. 

Poit.  3,*    é!>e  Toro?  No  se  que  Antona 
de  allí  nos  venden  jiucrrera 

Pon.  4." 

lero  no  es  de  buena  casta, 
'ues  véndese  agora  tanta 

tanto  y  mis  que  la  Fornera 

C*».?.* 

poriUKUvsa- 

envidia  í  ingenios  diversos. 

Amtoka.                     ;0>i:  es  gran  ptesona. 

ouehay  hombre  que  haciendo  lersos 
a  los  démis  se  adelanta; 

Pon.  a.*    jConocfisla  vos? 

Amtoh».                            Conmifco 

y  aunouc  mAs  i'^ima  le  den 
es  Mi  (la  verdad  oidigo) 

ha  dormido  mis  de  un  mes. 

Pon.  t.*    Diique  al  nombre  poetugués 

que  quita  el  habla  k  tu  rmi|to 

persigue. 

cada  vei  que  escribe  bien. 

Antoma.               También  lo  digo. 

POH.   1.» 

Maldiga  Dioi  tal  bajeial 

Poa.  t,*    Pues  jpur  qué? 

Po*.  a.* 

>oetad«béi^  i«r  vos. 

Amtoka.                          Porque  es  teal; 

Caí.  ?.* 

Castígame  en  serlo  Dios. 

y  m^ntras  que  ella  viviere. 

POB.  1.» 

iy  escribís  con  agudoia? 

en  Castilla  nunca  espere 

Caí.  ^• 

Dlcenlo  iodos,  que  yo 

coronarse  Portugal. 

no  tne  tengo  por  agudo. 

Poa,  4.*    Pues  el'a  ^qué  sacadeso? 

POK.  ».* 

^LlamAisosr 

Aktoka.  Lo  que  en  esotro  os  tb  á  vos. 

Cm.  ?.• 

Decirlo  dudo. 

Pop.  4.*    La  culpa  vo  sé,  por  Díot, 

que  hasta  el  nombre  me^juitó 

quien  la  iiene. 

la  envidia. 

Poa.  >.•                       El  poco  seso 

Poí.  3.' 

^íSatiriíAHr" 

de  mujer,  que  se  ha  metido 

Caí.  ?.• 

No  se  hailard  quien  presuma 

en  to  que  no  va  ni  viene. 

de  m!  que  muerda  mí  pluma 

POB.  3.'    Hile  V  barra. 

á  naJie,  aiil»  v,  miiáis 

POB.  4.*                       No  la  nene 

lo  que  he  impreso  y  lo  que  he  escrito. 

sino  el  mandria  del  marido. 

por  modo  y  estilo  nuevo 

SI  ella  fuera  mi  mujer 

solcmniío  á  quien  no  debo 

un  roble  dcscorleiar», 

buenas  obras. 

cuando  en  aquello  tratara. 

Caí.  5." 

Ya  os  delito 

eri  sus  costillas. 

saber  mucho. 

Pon,  !.•                          Querer 

Po».  4* 

Debéis  ser 

usurpar  lo  que  le  toca 

soberbio,  hacfis  menosprecio 

al  hombre,  es  mundo  al  revés. 

de  los  otros. 

f  hacer  cabeza  i  los  p»es. 

Caí.  7-' 

Solo  el  necio 

Pon.  3,*    Ella  debe  ser  gran  loca. 

al  discreto  osa  morder: 

Pon.  3.*    Muchos  me  cuentan  que  ha  muerto.               1 

que  yo  venero  de  modo 

Po«.  1.*    Cuentos  de  camino  son. 

á  los  de  mi  profesión 

que  no  es  tan  bravo  el  Icón 

1 

que  el  menor  me  da  liciAnr 

como  lo  pintan. 

pero  ni  lo  alabo  todo, 

A»TOH*.                            ;Y  deno! 

^ 

ni  de  todo  digo  mal. 

Peso  hablar  mal  en  auMncU 

^^^H           636                                                              ANTÓN  A 

GAndA                                      ^^^1 

^^^^1                 y  á*  mujerc»  ¿no  ven 

tm  acabo  su  valentía.       ^^^H 

^^^^B                  quo  non  de  gcniedebíen. 

Antona.  Lucjto  ¿dcsia  nifieria         ^^H 

^^^^^B                  V  que  Vi  cargo  de  conciencíaí 
^^^^"^                  Si  ella  lo  oyera  ^qaé  haría? 

hKcncaso?  Alio,  á  croar.      ^M 

Huéspeda,  salid  ací.                 ^^ 

^^B          PoK.  >.*    I.tcvailo,  hermana,  en  dos  vecct. 

iEiitr*<itt lot  cuiiroeatitIUM 

^^H                                iLtrd«i»n y  d<trét  ttíin  md  ti  t4ac».> 

VcNTia.   ¿Quí  manda?  (Temblando  v^^ 
Antoha.  bibed  que  preñada  csi6.          ^B 

^H           Aktoha.  Puet  iranfatrones  soeces: 

^^K                            yo  M>y  Anlona  García; 

Ve.^TEn.   Puesparillu.                              ^B 

^^H                         i\  no  iitmblan  de  ofenilella. 

Antoka.                      Rato  ha 

^^B                           en  GUiniu  han  hablado  inlenien; 

que  tos  dolores  me  aprietan.  ^1 

^^B                         por<iue  ik  la  hcita  cuenten 

¿SabreisoQvos  partíjar?        ^B 

^^P                         del  modo  t^uc  les  tiu¿  en  ella. 

VtHTBn.  jNo  será  niijor  llamar              ^H 
la  comadre?                               ^H 

^H                            «guarden,  pues  hombreísoni 

^^B            Por.  {.*    )Ay,  que  me  h(  mucrlot 

Antona.                     No  mr  metan       ^H 

^H          Poft.                                              ;Ayl 

con  tiente  drta  maacra;            ^H 

^^B          Antoha,                                               Al  cabo 

barxla  que  ciicis  «qui  voi.       ^B 

^^B                            conocerán  ti  e»  t«n  bravo 

Parámoslo  entre  las  dos,          ^B 

^^B                            como  se  pinta  el  león. 

que  yo  no  tú  comadrera.          ^H 

^^1                         Tomit  las  de  Viitidíego 

VKHTEfi.   Pues  entraos  en  mi  aposento. ^B 

^^1                            y  desoiupnr  la  venia: 

Aktosa.  [Ayt  no  lo  puedo  sofrír.           ^B 
VexiKH.   Entrad,  pues.                             ~9[ 

^^m                         presto. 

^H           Poa.  >.*              ^Hay  s«n)<janl«arreata^ 

Antona.                        «Qui^  aquesto  es  pui 

^^B          AttoNA.  jNo  pican? 

No  mjs  m strl mu Aa miento. 

^B          Poa.  5.*                     Ya. 

VíNTBB.  ^Dufte  mucho? 

^H           AiTTONJt,                         |l.uct¡o,  lu^o: 

Antona.                          Aunque  me  p^u^ 

^^1                          «cabemotl 

no  voí  lo  puedones*''.            ^H 

^^1           Pow.  4>*                    Ya  nos  vamot. 
^H           Pon.  3.*    «Sin  i:enar> 

Paramos  y,  alto,  i  cenar,        ^H 

micntrAs  v:  pone  la  mena. 

^^^           Antón*.                       No  les  dé  pena. 

VCNTia.   ^Es  buñuelK?  iVe^uc  A  Oíos 

^^B                         que  no  engorrará  la  c«na. 

que  aUn  deipués  de  hatier  pafido 

^^K                         pues  liaiioí  acá  quedamos, 
^^h                        Dense  priesa  que  se  enfría 

y  un  mo  de  cama  cumplioo          , 

quedíis  pora  mujer.                  ^k 

^H                        la 

Akton.\.                                ^Vos           ^B 

^^F         Pon.  1."              ^Ilay  deiiiunio  igual? 

cuidáis  que  es  Antona  dama?   ^Hi 

^H           Antoka.  y  cuenten  én  Pnriugal 

Ames  dr  cmpc/ai  la  cena 

^H                             lo  que  es  Antona  Garda. 

he  de  paiir  y  estar  buena.          ^^ 

^^m            Poa,  1.*    Una  pierna  «ne  ha  quebrado. 

Vbnte*.   j&n  echaros  en  la  cjiíia?          ^B 

^^B           Pon.  3.'    A  mi  to«  cascos. 

Antoma.  ^Can»?Quf  gentil  despacha.  ^B 

^m           Poa.  3.*                             Y  á  mi 

i  Ay,  dolores  «nfadososl              ^B 
Matara  yo  ílii;x  sebosos           ^H 

^H                          las  cotiiltas. 

^H            Amtona.                       Quc^BÚa  iqu! 

por  no  óarír  un  moctiacho.     /^H 

^^1                          seesián? 

■ 

^^M           Pon.  4.*                 iDemonÉO  encarnadol 

■ 

^^1                          ya  nos  vamos. 

ESCENA  V                     H 

^H            AltTOMA.                           Paso  íraiKO 
^H                          les  doy;  caminen,  y  adlAs. 
^H            Pon.  ■-*    Yo  me  acordaré  de  TOS. 

Satán  VaiAtco  y  Paiiii.la  ^raie  al     ^H 
Con»!  »a  I  inAHitCAB.                ^H 

^H          Por.  ).*   |0h,  mujer! 

VsLASCO.  Suceso,  conde,  son  iodos          ^| 

^M           Poa.  3.*                      t^b.  Anional 

déla  guerra  que  se  Inclina-         ^H 

^H           Poa.  4.*                                          |0h,  bancol 

como  el  jucKo  á  fatlas  partes 

^^B                                                 tVanu  IM  cu*ir4  pariuguetei ) 

^na  V  pierde  U  milicia.           ^m 
Don  Alvaro  de  Mcudr^a          ^H 

^^B           Amtoma.  Pero  Alomo,  echad  In  tranca 

^^B                         y  volvamos  á  cenar; 

os  acometió  i  la  sistn                 ^H 

^^B                         dejen  ellos  de  temblar. 

de  Toro,  cuando  á  Zamora      ^| 

^^B                            y  si  van  i  Salamanca. 

coEÓ  Fernando  tcndijA.            ^H 
Pelearles  como  noble                 ^H 

^^B                            pues  son  it>d(>«  castellanos, 
^^H                            buen  ánimo,  que  la  cena 
^^B                            mus  convida  i  costa  ageaa. 

y  los  vuestros  con  la  vtda         ^H 

pecpciuaion  leiltadet               ^H 

^^B                            Eli  enojo  lodo  es  manos; 

que  su  valor  solcmrlzaO-         ^H 
Consolaos,  que  el  que  os  rindit^H 

^^B                         entren. 

^^^^     Ca).  S.*                iMujer  de  (os  cielos. 

es  un  Mendoia.  que  estiman    ^H 

^^^^K                   no  lema  al  mundo  Castilla 

por  su  acreedor  la  famat          ^| 

^^^^f                     Coniiitu.  patiif.»  su  silla 

por  hijo  suyo  Castilla,             ^H 

^^^^                    en  Grecia! 

PlNAMA.  Uos  hados  y  Us  batallas            ^B 

^^1           Amtona,                  Dore  sus  durlos 

usan  unas  sueltes  mismas;       ^| 

^H                          quwo  mal  habla. 

no  bastan,  voldado,  en  ellos     ^H 

^H          Cas.  6.*                               De  admirar 

alientos  si  faltan  d*chai.           ^H 

ACTO  TKRCERO 


Don  Alvaro»  ficncroso; 

cuandü  U  e&|Mda  1«  rinda 

tín  conde  de  r>attui;al. 

no  menoscaba  su  cMima, 

ni  es  eso  lo  que  mis  sicnlo. 

Mpnrtf.)  ¡Ay,  labriilora  querida! 

preso  y  sin  li  ,-qti¿  hnn  de  hacer 

mis  esperanzas  marchítate 

Mr(ior.><D6nilc  manda  el  rey  llevar- 
Padilla.  A  la  Moia  de  Medina;  [me^ 

una  foitalexR  fuerie 

que  de  aquí  seí«  leguas  diila. 

Ln  esta  venta  haréis  noche; 

y,  cuando  el  nlba  se  ria, 

madru^andu,  llccaremos 

á  la  Muta  al  mnltoUU. 
Vsi.*scD.  En  fe  de  vuestra  palabra 

y  de  nuestra  conMla. 

nabtis  hasta  aqui  llegado 

sin  prisiones;  mas  no  fia 

el  riesR»  con  que  os  traemos, 

de  una  venta,  por  iniifiiia, 

flaca,  y  en  que,  sin  dcTensfli 

el  mii  M^urg  peligra. 

Esie  es  camittí}  cosario 

d«  Portugal  y  Casiilla: 

y  andando  todos  de  guerra, 

si  tienen  de  vos  noticia, 

pfocurarin  Iiberlaros. 

hsEs  ocasión  es  precisa 

para  poneros  prisiones. 
Pknama.  Quien  las  liene  más  prolijas 

en  el  alma,  no  barí  caso 

de  las  que  los  pies  me  opriman. 
Vu-asco.  Pues  echalde  esta  cadena. 

rCcAanl*  ta  tailino ) 
PaNAMA.  Si  estos  pleiios  se  averi^UAD 

y  hay  paces,  cumo  se  traía, 

pocu  durarin  d<ndii:iias, 

donde  el  ralor  9.e  acrisola 

r  la  Icatiad  se  cierciía. 
Vbuasco.  Haced  despejar  la  vento, 

(y  dad  vos  orden,  Padilla, 
de  quo  •dercc«n  al  Conde 
_  cena  breve  y  cama  limpia. 

■  En  llegando  tos  soldados 

H  que  en  su  guarda  el  Rey  envis, 

H  linean  sus  cuartos  de  posta 

H  V  ae  seis  ert  teis  alisian. 

H  Todas  estas  prevenciones 

F  requiere  la  mucha  estima 

do  )an  noble  prisionero. 
PXKAU*.  |Ay.  bella  Amona  Garcial 


ESCENA   VI 

Sal*»  AMtoFn  y  Xa  V^maM.  ¡n\fn*» 

?«iio  Ai«)ito.— Diciroi, 


Vemter.  MirKl  que  es  temeridad 

la  que  hacéis;  recién  parida, 
como  una  arañada  abierta, 
la  más  vállenle  peligra. 

Antoxa.  Nu  soy  nada  escolimosa; 
ni  porque  esté  dolorida 
he  de  cnRorrarme  en  la  cama. 
^Que  es  to  que  stli6? 


VaNita, 


AlfTOItA. 


VcMTSii.  Una  niAa 

tan  hermosa  como  vos, 

que  Itora  do  pura  risa. 
Ahtoka.  Lo  peor  que  pudú  ser, 

mata  noche  y  paiir  hija. 

Lavülda  por  vida  vucss; 

S,  después  que  cstí  bien  limpia, 
cd  de  una  sábana  v  manta 

los  paAates  y  mantillas, 

que  yo  lo  pagaré  todo. 

Amamanialda,  que  es  linda; 

dalda  el  pecho,  no  se  muera, 

y  echaos;  comeréis  torrijas 

con  canela,  miel  y  (¡ücvos. 

En  mi  lierra  no  se  crían 

los  hijos  tan  regatones; 

mas  no  s>  démosle  guindas. 

Apenas  nacc^y  ya  llora 

por  mamar?  Ayun*  un  día 

ó  sino  vAyasc  al  ciclo. 

ahorrai  ase  de  desdichas. 
VssTZ».  jHay  tal  mujer? 
AxTONA.  Bautizalda 

primeío.  viva  6  no  viva; 

que  esto  es  lo  que  más  la  importa. 
Vkkttii.  ^ Vos  súb  madre? 
Ahtoka.  Estoy  de  prisa. 

VcsTaa.  ¿Si  mucre? 
Antona.  ^Qué  mayiraiga 

A  Infanta  pierde  rastilla? 

Siendo  mujer  no  hará  falta. 

Postomas  son  tas  nacidas; 

habrá  una  postema  menos. 
VCHrea.   Andad,  Antona  García; 

que  aunque  mis  disimuléis, 

la  amáis  como  i  vuesa  vida. 
Aniona.  Si  va  á  deciros  verdades 

í  la  fe.  huéspeda  mia, 

que  aunque  esto  di^o,  me  muero 

sor  besarla  la  boquilla. 

SaliA,  en  fin,  de  mis  entrañas, 

un  pedazo  cs  de  mí  misma, 

y  era  su  padre  un  t^ucti  hombre. 

Sois  madre  ^qué  maravilla? 

SoldciDcnte  cs  mal  agüero 

qucnaica  aquí. 

iBobcrlaT 

Mujer  y  en  venta,  ya  veis 

que  de  males  pronostica. 

Pues  aqui  ¿qué  se  le  pe^a? 

Malas  costumbres  son  liña 

de  mesones  y  posadas, 

donde  vive  la  codicia. 

Todo  en  la  vcnii  so  vende; 

y  después  me  pesarla 

que  saliese  i  la  querencia 

mal  criada  y  sacodlda. 
Vetma.   De  las  cepas  uvas  nacen 

y  de  los  cardos  espinas: 

si  sois  vos  honrada,  Antona, 

también  lo  será  vueta  hija. 

Andad  acá,  dalda  el  pecho. 
Antona.  .Míjor  será  una CKodilla 

de  sopas  en  vino. 
Vbmter,  Ansí 

&e  amamantan  en  Galicia. 
AitT&!fA.  Pues  no  le  va  en  zaga  Tofo; 


Veste». 
Anto.sa. 

VBHTia. 

Antona. 
Veíitkii. 

ASTOHA. 


638 


Vklaíco. 


Aktoha. 

PtKAU*. 
A»TONJk. 
PlMAHA. 


ANTONA    OAKCÍA 


Antona. 

PCHAMA, 
AKTOhA, 


Vil  ASCO. 
Paulla. 

Aktona. 


VítASCO 

Aktuna, 


LPaoilla. 

A»TOMA. 

Paok-i-a, 


Aktona, 


do  tu  mitdres  son  ios  vtmi, 
las  imai  ^on  lus  tinaJK 
r  lo«  peche»  «UK  apit». 
Mas  veamos  la  chkoio. 
Hit6>peda,  um  cicuadri  envía 
nuniro  Rcv  con  este  preso 
1  la  Muí»;  dejad  limpa 
d«  hufipcdcs  la  posada. 
^Coodc? 

¿Labradora  nila^ 
jPrcso  voi^  ¿Cómo  «  pur  quÍ4ii? 
Va  con  vuesua  amada  vUu 
oíoy  libre;  yt  no  lenio 
deNiíincIat  que  me  wrsigan- 
Oon  Alvaro  de  Mendoza 
saltó  con  leit  compañías 
d«casieltam»,  cabiendo 
donde  eMaba,  por  «pías. 
PclOJmoí  lunioá  Toro; 
quedó  muerta  j  destruida 
mi  gente  v  yo  prisionero 
de  su  valor  ¿qui  mis  dicha. 

Cues  os  hallo  por  su  causa? 
os  reyes,  en  fin,  me  envían 
Sreto.  i  fiier  de  buena  guerra, 
la  Mota  de  MeiKna. 
jY  os  traen  estos  dos  no  más? 

Y  una  escuadra  que  camina 
detrAscon  treinta  mosquetes. 
¿Acordaisos  cuando  herida 
me  dffondisieis  en  Toro 

de  aquella  (toAt  Maria 

V  át  lodos  sus  parientes? 
Pendiendo  de  vos  mi  vida, 
no  hice  nmcho,  sieía  fuerza 
morir  yo  sin  rus. 

No  olvidan 
deudas  de  lama  impot  uncía 
las  que  son  «gradccidas. 
^toldados,  6  lo  que  son. 
vudlvanse  i  Jtamora  y  díjtan 
al  don  Alvaro  que  lleva 
al  Conde  Amona  Garda, 
que  etla  dnri  cuenta  del. 
¿Cómo  es  eso? 

Doatiiu 
laiilltna.  (UUPttoM«nu>.) 

Peto  Alonso, 
entre  tamo  que  fcpriean, 
quíialdc  al  Conde  esos  hierros, 
y  entra  en  la  caballeriza, 
donde  hallareis  uru  y^us; 
poneida  el  freno  v  la  silla 
en  que  vuelva  i  Toro  el  Conde. 
lOÍRan  la  muterl 

Aprisa, 
primero  que  esotros  lleRuen; 
que  yo  no  estoy  para  riñas. 

fSalt  rcro  Alomad  piular  lácíi^tn*^ 
jOué  haces,  h'>mbre  del  diablo? 
El  sabe  lo  que  hace. 

Mira 
que  á  Fernando  y  i  Isabel 
o  rendes. 

Si  los  avisan 
que  es  Amona  quien  lo  mandA. 
y  que  asi  se  dc$obrí|;a 


V  BLASCO. 

Antoka. 
Vei  ASCO. 


fADILt.A, 
VtCLASCO. 

Pai>ii.la. 


Akioka. 
Pemaha. 

AtlTONA. 


VSNTia. 
AttTONA. 

ViNTiLa. 
AxroNA. 

VBHTta. 

AsTONA. 

Vbnts». 
Ahtoma. 


Vklasco. 
Padilla. 


Amtoma. 


de  oiro  tanto  qae  híxo  el  Con<l 
por  ella  y  que  queda  vEva 
y  i  su  servicio  como  antn, 
daráles  buenas  albricias. 
Callar  y  sofrir  conviene, 
que  no'est'i  para  porfías. 
I'areceque  habla  de  veras. 
|No  sino  el  alba!     (Ovit4««ia 
jNo  es  linda 
la  flema  tk  la  villana.^ 
¡Vive  L>>i><.  que  se  la  qultal 
¿GsiAs  borracha,  miiter? 
|Y  el  Conde  que  se  la  mira, 
cletado  en  contemplarla! 
Daldacon  esta  pcirina 
tres  6  cuatro  Uii|{a2os. 
que  es  la  mejor  medicina 
para  locos, 

Mal  conocen 
eonquton  to  han, 

Antuna  mía, 
por  mi  causa  no  pon&its 
en  peliaro  vuestra  vida, 
que  ya  los  soldados  llegan 
y  os  han  de  matar. 

Daos  priía. 
Huéspeda,  vos  entretanto 
matad  un  par  de  gallinas 
que  estén  tiernas  pata  el  Conde,^ 
y  mientras  se  asan  á  guisan, 
aparejad  esa  ycRUs 
vos,  i^cfo  Alonso,  que  encima 
lleitard,  aunque  por  rodeos, 
nocso  Cnnde.  mis  aína 
ido  lossuyosestin. 
La  yegua.  Antona,  no  es  mía, 
que  es  alquilada. 

¿Qvt  importa? 
Pagarla.  Oímonos  prisa. 
Cincuenta  coronas  (raigo: 
toma  Idas. 

Temo  que  rii^a 
nu  dueAo. 

No  hablemos  tanto, 
que  me  toma  la  mohina. 
;Ay! 

O  somos  ü  no  somos. 
ñeKUilando  estoy  de  oiría. 
Aniona.  hci  loqueoueréit, 
que  iteinblo  en  viéndoos  con  tr 
fcnslllaliia.  I'cr»  Alonso: 
y  ellos,  si  el  consejo  estiman, 
antes  que  la  murria  vuelva 
de  quien  en  pai  los  aviia, 
agarrar,  la  pucita  huera, 
el  caiTiini)  haldas  en  cmia, 
6  satdrin  por  las  ventanas. 
lOigaii,  que  nos  desalLal 
;0h.  villana  fanfarrona! 
Aunqut  sea  acción  indigna 
el  poner  en  li  las  manos, 
(Vive  el  cielo!... 

¿Qué aun pr 
Pues  miren,  lo  no  he  de  her 
mal  de  importancia  á  quien  ' 
á  la  reina,  de  quien  soy 
leal  vaiaJIa  y  amiga; 


■ 

ACTO  TEFCERO 

63() 

pero  por  los  cabezona. 

a)  salir,  casi  en  las  manos 

iSátalM/MraáaUíatéo.) 

de  los  reyes  de  Castilla. 

«garrdndoloi  anuna. 

Aktoxa. 

jOjali!  Mas.  .;cóma  huí? 

los  he  d«  poner  é  pareí 

Proseguid,  por  vueva  rida. 

an  el  campo  de  páticas. 

pEífAMA. 

¿  Y  SI  vienen  los  soldados? 

Caminen  vucsas  mercedes; 

Ahiosa, 

.Mientras  se  asan  las  gallinas. 

'  a;;radczcan  de  rud'llas 
L  nuesa  reina,  que  Ikian 

Pen*ma. 

Yo,  M  íutízi  que  os  obedezca; 

porqkjc  en  vuestro  gusto  estriba 

en  su  lugar  la$  costillu. 

ini  contento,  aunque  otra  itt 

Velascq 

.  iQuc  mcalioRat 

me  prendan. 

Padilla. 

jQucmo  malal 
fQvi  te  quejanfi  que  no  liuan 

Antojca. 

Acabe,  diiia. 

Aktok*. 

Pbnama, 

El  alcaide  de  la  puente 

tanto  las  manos  de  Amona. 

de  Zamora,  que  traía 

Padilla 

,-De  quien;' 

tratos  con  los  castellanot... 

Aktona. 

De  Anlona  Garda.  í£c»alot ) 

Antosa. 

lAvl 

Pero  Alonso,  por  si  acaso 

Pbnan*. 

¿Qué  teniis? 

víen  la  K'nte  &  la  hostería, 

Antoka. 

Dolorida 

«íhad  la  attlabu  &  la  pjcr:a 

estoy,  desde  un  hora  aci, 

y  arrimalda  un  par  de  vigas. 
jVivc  el  ciclo,  que  sospecho 

de  cierto  achaque;  prosiga. 

Pin AMA 

que  no  es  nada. 

que  mis  ojos  desaliñan 

Penama. 

j  Cómo  DO, 

V  quecsi¿  ñngkndo  el  alma 
lo  que  cntie  sueAos  me  pimaDl 

si  os  adoro^ 

Antona. 

Ya  se  alivia. 

Aldeina  poricnio^i. 

Vaya  aquello  de  le  puente. 

basta  que  os  deba  la  vida 

Pe -(AMA. 

La  cara  se  os  amortifcua. 

^^^K 

y  liberiad;  joyas  iraígo; 

Aktona. 

Oyendo  to  que  mi  reina 

^^^^1 

vencedme,  *i  sois  tervida 

venció,  lodo  se  me  quila. 

^^ 

en  haznñai,  nn  en  largueza: 

Adelante. 

JO  pagaré: 

PtNAMA. 

A  media  noche. 

A K TONA 

A  quien  convidan 

al  rey  don  Kernando  avisa, 
oue  llegaba  por  la  posta 
de  Burgos. 

coma  y  calle,  >'  luego  alon; 

lo  dtinis  no  es  coriesja. 

Callar,  cenar  7  picar 

AxToriA. 

jVirgon  bcndila, 

es  lo  que  iriipóiu.  La  chica. 

qué  sran  dolor! 

hutspcila,  vos  encomiendo. 

Pbkama 

^Quéscnils? 

Vbi^tik. 

Envuelta  rsti  ya  y  dormida. 

Mirad  que  me  martirizan 

At4T0!(A 

Pues  pelad  luego  iss  aves. 

vuestros  extremos. 

1  Vánit  U  Vtmcra  y  ^ero  Alonio.) 

AXTOKA 

No  es  nada. 
Ya  estoy  buena.  Diga.dífia, 

ESCENA  Vri 

Pbkama 

jganó  mi  Peina  la  puente* 
Por  mAs  que  la  defendia 

Anto»'  y  f/  Csnai  fc7ii.ii»cow. 

mi  Rey  con  todo  su  campo. 
La  ciudad  se  le  amotina; 

Pbmaua 

Meior.stRusiiis.  sciU 

V  diciendo  i  voces  iodos 

antes  que  ileiiue  la  escuadra 

¡Fernando  y  Isabel  vivan; 

caiYi  nar.  Anionamja. 

dun.Mfonsoydoüa  Juana 

Aktoka 

tlabíii  de  cenar  piimero. 

mueran!... 

venKa  6  00  ven^. 

A «TONA 

¡Quíblcn  quedcclanl 

Pesajua 

Osadía 

Pbkama 

A  no  retirarse  luejto 

es  ti  vuestra  peligrosa. 

tosdosA  Toro.  pelif<ran. 

Ahtona 

No  es  valicnic  quien  icptica. 

Quctió  Zamora,  en  efecio. 

Tf  es  trancas  lien»  la  puena; 

por  vuestros  reyes,  que  sitian 

si  vienen  y  ladernban. 

la  fortaleza,  si  bien 

por  la  iat;a  del  corral 

se  deñcnde.  guarnecida 

buscaremos  la  guarida. 

por  el  Mariscal  su  alcaide. 

Coniaámc  ahora  despacio 

AírroNA 

lAyt 

quí  hay  de  Zamora. 

Prkama 

ii)aé  es  eso,  Amona  miar 

Pbkama 

Perdida, 

Ahto^a 

No  es  nada:  aicndcdme  un  ratd. 

por  trato  de  los  de  denifo. 

Pe  ÑAMA 

Dadme  licencia  que  os  siga. 

L 

á  Toro  el  ley  te  retira. 

Antosa 

No  hay  para  qué:  al  punto  vuelvo. 

H  Ahtosa 

jQue  la  perdió  el  rey  Alfonso-^ 

PCNAUA 

Pues  ¿qué  hayr 

V    Pe-tAMA 

Si.  mi  Amona. 

Amtoha 

ReniDU)éuna  hija; 

■     AhTOKA 

Cuatro  hi^s 

y  dcbtó  de  quedarme  otra 

■ 

paraiodn  Portugal. 

aci.  No  haré  son  parirla 

H 

si  Zamoraes  nuestra  amiga. 

y  al  instante  doy  la  vuelta. 

■  Pbnama 

Yo  os  prometo  que  se  vl6 

Penama 

¿Cómo  es  eso? 

L 

mi  Rey,  i  00  darse  prisa 

Antón A 

¿.Mari  Diaz.' 

^^^B              640 

^^^^ÁSTOKA 

OAurtA 

^^H 

^HH 

jHuíspedaP 

Aktosa 

Aosi.  pue^.  para  otro  día           ^^ 

^^m        VeNTED. 

tOrntru.t  ^Quiéd  llamad 

sequcvie  el  cucntii.  Envolved, 

^^^^     At>T0.-4A 

Antón*. 

Pero  Alunso.  es»s  clii<luiltas     ^^ 

^^^^^b 

¡Av,  ¡tiiiü  -ipriií,  apriu.         rk'M*,) 

en  ^uKa  capa  }  atildas.            ^M 

^^^^H  PlMAMA 

lOui'  muicc  ^  ^("i  cielod 

que  lleváodolas  yo  onciina       ^H 

^P 

^Ansl  M  paren  ifoi  niñas^ 

las  etpjtdas,  como  alfortac.  ^H 
pareceré  pelegrina,  ^H 
destasquc  vienen  de  Frartcb.  ^H 
Y  vos,  Omilc.  pues  vos  iit<ra     ^H 

^^^B^ 

ESCENA  vrii 

^^^^^H              Cfniuit  b*  PiFKiutoa  r  ?cno  Ai.ohm, 

quier.  vos  pafia  lo  que  os  debCt^H 

Lutgi-  Aornift  r  la  Vi«iTri>« 

sobi  en  la  ye^ua  r  abrilda  ^H 
por  los  htjaret,  picando  ^H 
i  Toro.  SI  no  camina.                 ^H 

^^T 

$1  habernos  de  itnm.  ya  ríiin 

^^H 

cena  V  yegua  apiircibidas. 
^V'cnlscon  Aiiinna  vo». 

Huéspeda,  no  me  contento       ^H 

^^B              PlKAHA 

con  lo  que  os  di;  agradividl     ^H 

^^H 

hombre  d«  bicn^ 

scTC  L'un  tos  á  la  t  uclta-            ^H 

^H          Pero. 

Es  mi  prima. 

¡Allodeat^uil                                 ^H 

^^H          Pcr<*MA 

¿Y  «  d*  t)<oncc  csia  niu)er? 
Tiene  conuición  rolltia. 

PCKAMA 

Maravillas                  ^H 

^H 

llevo  á  mi  [cy  que  cuntar.         ^H 

^^^^^ 

Pero  ¿piít  qu6  lo  pcscuda^ 

Antona  del  alma  míii.                 ^H 

^^^^K^PlHAH* 

Porque  de  una  hora  parid». 

no  0%  oli  idcts  de  mi  amor. 

^^^^^L 

(curn«  quien  no  ákv  nada) 

Aktona. 

Quien  bien  quiere,  tarde  oUida.^M 

^^^^^B 

legunda  vm  Milkíta 

Pt-SANA 

Pues  jqueretsme  vos^                ^H 

^^^^^^B 

uiro  parlo,  y  que  ta  npere 

AílTONA. 

No  se.           ■ 

^^^^^^> 

dice,  porque  1  U  hora  misma 

Pe.-iAiiiA 

^Qué  SOI  diKno  de  tal  dkha^  ^M 
nOi  ad,  yo  bien  me  casara          ^1 

^^^m 

gue  pariere,  volreri 

AHrONA 

^^F 

a  que  mi  hisioria  pfoMgn: 

coa  vos,  la  guerra  ciimprida,     ^H 

^^H 

¿csin  w  puede  crccf? 

Si  á  Afliona  <e  le  encapricha 

|>cro  lemo...                                ^1 

^H 

Pkmaha 

¿Qué  lemfis^            ^H 

^^^K 

una  con»  en  el  meollo, 

Ahtoka 

Ksio  de  parir  Itstima,                  ^H 

^^^L 

el  diabro  que  la  resista. 

PEAAM*. 

Ojalá  que  os  vieía  en  eso           ^H 

^^^^■k 

Parird,  ú  %e  le  antoja, 

mi  ventura.                                    ^H 

^^^n 

dtejE  muchachus  en  un  ijia, 

PüttO. 

Vamos,  pnma.            ^H 

^^^^H^ 

>  it  iri  MH  tiacetcama 

que  lodo  estf  á  punto.                ^H 

^^^F^ 

al  pumo  i  podar  las  viñas: 

Aktona 

Vamos.    ^H 

^^m 

es  mujer  ¿e  difif.)  y  hago. 

Peu*  m  a 

Eo  lin  ¿prometáis  ser  mti^        ^H 

^^1 

Es  pr-'digiii  de  ítaslilla. 

AwroíiA 

SI,  con  una  condición.               ^H 

^^H 

iSattn  Aüiupa  y  la  V«nici«,) 

PSNAHA 

j\  es?                                         ^ 

^^P 

Amona,  mal  vo»  queréis: 

A. N  TOMA 

¿iuráis  Tosdecumptirla^  _^m 

^^^v 

Mosiaot. 

Penama 

Claro  está.                                  H 

^^P          Aniona. 

^Es chico  Cebica? 

Antoka. 

Que  vos  paréis  ^H 
los  hijos  }  VQ  las  hijas.          (Vi^H 

^^H 

1  Vjí«  Píf  (>  Alomo.) 

^H 

Chtca  como  unas  candelas. 

H 

^^1             ANTOI4A 

Pu»quÍllo(f Admeta,  árnica. 

^^^^ 

de  ta  manera  que  i  esotra. 

ESCENA   IX                    H 

^^^^ 

no  i*  muera  si  se  enfria, 

SaltniM  KKruCtr&iJc«a,((  At.at«AiiT>,*iMaN^I 

^^^^^H 

que  iue,{o  Intonrícl  pecho. 

ni  S1HT1 

^^^^^   Penama 

Pues^an»  Amona  querida, 
os  Milis  nci.' ^queréis 

««no  »» 

^^H" 

^^^^^_ 

ser  de  vos  mi«ma  homicida^ 

AlhIpan 

.  I'ues  algo  he  yo  de  valet            ^H 

^^^^V  Antón  A 

Noha>«ií  miedo  que  me  muera. 

con  t'ucMra  Altcu,  Señor.          ^H 

^^^^^^k 

Ya  vu  me  sicnlo  fiuarida. 

concédame  este  favor.                 ^H 

^^^^^B 

Vaya  U  hesiuria  adelnnte. 

Femnan. 

Cuantopidais  lie  d«  hacer:  ^H 
más  la  Reina,  mi  scfiora.       ^^^M 

^^^^^V 

que  i  (c  que  me  regocija. 

^         Pknama. 

A  los  que  rebeldes  son            ^^^^| 

^^^^^     AHTOhA. 

No  sea  pesado. 

no  )tu^la  de  dar  ^rdi*'".         ^^^H 

^^^^^L 

puédanlos  en  que  tenían 

Alhikan 

.  Anst  cnir¿<s,                   /amoti^H 

^^^^^K 

coreada  la  loitakn 

en  Toru,  hat  l-                                ^H 

^^^^^^B 

los  nuesos.  y  quo  retir» 

que  en  el  Duoui:  Je  I'lasrncti  ^H 
resplandezca  a  clemencia             ^M 

^^^^^p 

lo%  suyos  el  portUdU^ 

^^^^^^^ 

*  Toro. 

que  US  da  (ama  generosa.  ^H 
El  Rey,  mi  seRoi,  podrá             ^H 

^^1 

t's  and, 

Reiha. 

^H             AOTOK*. 

Pues  (liüB. 

hacer  lo  que  sea  servida              ^| 

^^^B 

^de<alt¿le  Kernand.i* 

FBitNAn 

Yo  por  mi,  mi  ofensa  olvidn.      ^H 

^^H 

,                     iSdff  Pero  Alentó.) 

RSINA. 

Pues  por  mi  olvidada  está.         ^H 

^H 

Anlona.  ya  estín  i  lisia 

Al.HIKAfl 

.  Dadme  lus  dos  cíos  pies             ^H 

L 

los  soldados  de  ta  venta. 

Ma«9. 

No  he  de  valer  menos  jro           ^U 

ACTO  TrRCERO 


(M. 


RSI.SA. 


<0n  vunims  Allozas. 
Khiiman.  So: 

tit»d  del  sucio,  Marqufs: 

i^uc  os  debo  )o  «u  corona. 
Mabq.       kl  <le  Villena  que  ordena 

serviros. 
FlKiNA.  DejeáVitlcna, 

siendo  duque  de  Escalona, 

y  el  rey,  mi  sefior,  con  «lo 

i  su  servicio  le  admite. 
.Mahv.      Si  viKsira  allega  permite,. , 
Fbnnan.  Fuera  d«sic  presupuesto 

la  reina  no  Ir  pctiíuna. 

Siquiera  porque  i  estos  pies... 

Sin  Viljcna  Ka  marque 

?  duque  con  lii^alona. 
XMiiento  con  eto  quedo. 

FoNSícA.  El  ariübispo,  jeñor.,.. 

Frnman.   Es  mi  padre  intercesor 
de  la  mitra  de  Toledo. 
Don  Amonio  de  Konseoi. 
por  el  en  Castilla  entré. 

RciHA.      Kl  la  total  causa  íaí 
de  reinar  los  dos. 

Kksnak.  No  trueca 

la  mudanza  obtiftacionct 
en  el  ({eneroso  peubui 
muchos  servicios  m«  ha  hecho: 
pcrviriiiíronle  raiones 
de  gente  lodi.screía  y  inoia, 
No  pudo  acabar  consiga 
ver  privar  i  iii  enemigo 
el  Cardenal  de  Mendoia. 
Cues  mi  padre,  el  reydoa  Juan 
d<  Aragón,  me  lo  ha  mandado; 
sus  canas  y  el  ser  Prelado 
i  duien  sujetos  están 
todas  las  mitras  de  Kiparta, 
ablanden,  Isabel  mía, 
seniimienios  este  día. 

Rüika,      Vueura  es,  ícflor,  esa  hazaña, 
)'  mío  el  obedeceros. 
Fuera  de  que  nanea  estuvo 
el  arzobbpo  (aunque  tuvo 
tanto  ininio  de  ofenderos) 
lejos  de  la  voluniad 
que,  como  i  padre,  le  tengo. 
Perdón  general  prevenga 
á  todos. 

La  adversidad 
nunca  Indigna  al  genero>so 
tanto  que  venciendo  micnie 
satisfacerse  ínclemcnie. 

Rkiha.      El  pleito  fué  tan  dudoso 
entre  doña  Juana  v  mf 
que  los  que  la  obciJcckrün 
por  hiía  de  Enrique  y  dieron 
en  seguir  su  bando  ansí, 
no  por  «lo  han  incurrido 
en  deslealiad,  ni  en  traición. 
Probable  fui  su  opinfón: 
la  nuestra  ha  favorecido 
el  cielo,  que  esiá  animando, 
señor,  vuestra  real  clemencia. 
Sola  es  di^na  tal  soniencU 
de  Isabel  v  de  Fernando. 


Pbhnan. 
Aktomo 


Mauq. 


ESCENA  X 
SúU  Bjuimo.— DtbHn*. 


Uaktoi.. 

Al.VAKo. 
BAtHOL. 

Alvan». 
Bantol. 

FONSKCA 

Bahtol. 

FOfCSECA 
lUaTOL, 

FoftWCA 

Uaktul. 


Feuwai. 

Hamtoi.. 


Femnam. 
Bahtol. 


ASTONtO. 

Bantoi.. 

FtDHAN. 

Haxtol. 

FCKNAN. 

Ruha. 

Antonio. 

Bartoi.. 


FiaNAH. 
Bakiol. 

F«Ilf*AN. 

BAaroi.. 
Frhhan. 
Bartol. 


COMEDIAS  IJK  XmSO  DC  MOLl:<A  —  TOMO  I 


iStftorí  |Ah,  señorl  (/vijtujM.t 

^A  qutén 
llamas,  pastor? 

A  nueso  amo. 

Al  rébedc  lliRvo. 

¿Itaiiolomé.^ 

Y  i  ¿t  también, 
.  ^ué  quieres.* 

Es  un  secreto 

que  no  les  lien  de  pesar. 
.  Llégale,  pues. 

No  he  de  hal>lar 

si  en  puriddj.  S^diicieto 

{Piensan  quo  vengo  de  vtcio^ 

ipvü  quiere  ahuese  paolor.* 

Allegúese  at:i.  scñoi; 

higanoii  este  servicio; 

que  i  fe  que  he  topado  cosa 

que  no  poco  ha  de  imporiatlc. 

Si  á  sotas  no  puedo  habralle, 

mi  vuelta  seri  forzosa. 

No  lemas.  ^Qué  auícreiP  Moga. 

{Que  me  I1c[;ue?  Llegaos  vos. 

que  os  importa,  y  si  no  adiós; 

que  aqu!  nenguno  vos  ruqi*. 

Llegue  ella  también,  señora, 

y  traiga  al  setior  Antón 

consigo,  que  todos  son 

amigos. 

La  labradora 

nocsiia  amiga  ^no  tenia 

este  pastor  por  criado? 
.Si,  gran  Mftora;  ct  sanado 

Suardó  de  Amona  Oircia. 
o  haga  vuestra  Aliena  caso 
dtl,  que  es  un  simple. 

Ver¿.- 
jqué  temen  lIcgarM  aci^ 
Pues  si  el  vado  otra  vez  piaso, 
noganará  por  oftafto 
i  Toro  el  rey. 

{Cómo  es  ésto? 
{Vado  tiene  el  rio? 

De  presto 
ó  voimc. 

jSuceso  cxlrañol 
j Que  se  puede  vadear 
Duero  aquí  cerca? 

Lleguemos, 
V  dtl  la  verdad  sabremos. 
No  tienen  que  sospechar, 
vuestras  Aliezas,  que  en  él 
ni  hay  malicia  ni  hay  traicu^n. 
No  han  de  llegar  más  <iue  Aniún, 
el  rébedo  y  su  Isabel. 

MM/MW  Ittt  IrMj 

Ya  estamos  sotos:  {qué  dices? 
{Esélelrébedc? 

Sí. 
{El  no  mil? 

Acaba.  d(. 
{Con  sui  ofos  y  narices? 

4' 


643 


ANTORÍA   GARCIa 


(Iaxtoi.o 


Fkunan, 

bANTOtO 


A  N  TOKIO 

Uahtoio. 


Antonio; 

PetlKAN. 

Bartolo. 

A  N  IONIO. 

FeUNAN. 
BAHTOt. 

Fennah. 


jQue  no  mis  iquwto  fs  rey? 
Por  volverme  1II  haio  esiú; 
kinjiginiib«!c  yo 
dd  tam«Ao  de  un  etnn  bwy. 
Hará  bien,  vaquen^  venido: 
«üu  allUfH  liolK^raseenirat 
esi»  nochi;  en  Toro  v  dar 
uibrc  el  puftuauís  d(>rniiiiuí' 
¿t>«  quf  modo? 

Aquesta  noche 
&t,  por  do  ya  vadeare 
*  Duero,  no  hav  ttuc  repare; 
bien  puede  p3sjlle  un  coctic, 
callando  quiere  '««KUlnnr, 
con  gcnle  que  tea  de  pro, 
me  alrevo  i  poneile  yo 
en  Toro:  no  liay  íoo  decirme 
cuando  Itt  de  ser.  y  chitón. 
Pues  jpor  dónde  liemos  Je  entrar? 
Mire,  por  aquel  lugar 
los  dtrrumbadeíos  son 
lan  Ásperos  y  sátiros, 
que  como  el  rio,  ya  ve, 
los  baAa  y  no  tiene  pie, 
csián  sin  {tu*rda%  y  muro<$. 
Yo  lé,  d¡«S  ha.  an  aU]0 
por  do  de  Toro  «acaba 
el  ganado  y  le  llevaba 
por  esas  cuestas  abajo 
al  valla;  y  si  se  me  «nioia 
entro  y  salgo  en  la  ciudad 
sin  verme  nadl«. 

Es  verdad: 
ha>:ia  allí  nadie  se  aloja. 
.Señale  su  SertotU. 
y  críame,  un  escuadrón 
que  lleveet  scAor  Antón, 
y  híndolot  yo  por  guia 
vadearé  i  Duero,  y  UJis  mi 
irán  lUbiendo  dcspufs. 
lillo  enfeculloso  es 
saber  trepar  por  allí; 
no  hay  atajo  sin  irahajo: 
mas  yo  los  pondré  en  media  hora 
adonde,  Como  en  Zamora, 
cuando  rcpiqui!  d  b.idajo 
i  rebato,  sin  chistar 
les  demos  casiellanada. 
Aquí  no  te  pierde  nada 
y  se  aventura  Á  fianar 
mucho.  Yo  lomo  esta  empresa 
á  mi  car^o. 

Mirad  bien 
si  es  Ael  ese  pastor. 

.;QuíÍn> 
Yo  sirvo  i  la  Antona  nucsa; 
y  edi  y  yo  (si  imaginó 
cosí  que  llegue  á  ofeniklU, 
h«ce  mal);  por<)ue  vo  y  ella 
tomos  ( jqu¿  piensa?)  ella  y  yo. 
No  hay  que  recelar.  S'o  lomo 
por  cuenta  mía  ci>l.<  hazaña. 
Si  ubfii  que  nu  os  enuaña. 
j-Encañai?  ¿Su  digo  el  cómo? 
Vo,  Konseca,  os  haré  dar 

Senté  de  satisracct6a 
escogelda  vos. 


BaaTOt.  St  son 

hombres  que  saben  trepar 
slKanme  y  détcnme  A  mi. 
Pero,  por  pa^a  quisiera 
que  su  rcinura  me  diera... 
.jpedireto? 

Fbhnak-  Pide,  di. 

Bahtoi..  Llamarme,  en  el  mesmoi 
que  yo  la  lí^nte  ganase 
y  su  altura  en  Tui-ú  cnircsc, 
llariolomi  de  la  Oula. 
y  quedar  libre  de  pecho 
y  alcabala, 

FeaNAH.  Yo  te  har¿ 

hidalgo,  pastor. 

Baktou  ¿a  fe 

qne  lo  hará?  Pues,  esto  es  hecho 

(Unirán  imimk 

Fbína-*.  Oíd. 

Antonio.        A  rebato  toe* 
el  campo. 


ESCENA 


Salr  Aatofuton  ■! m  ■■cAacAaa  ál  eatUo.i 
Hadj df/nr/oi, uHd  étiráty  aira 4*lamM  Dm/m 

KaRTOI.O.  -IMCIIM. 


J 


Ahtoma. 

Rkina. 

Antoka. 


RStKA. 


Antoha. 
BitiNa. 


Fb*.>iam. 
Awtona. 


PsnxAN. 


Almiman 


¿ScAora  mía? 
jQuccse^itu.  Antona  García? 
^Quí  sé  yo?  hazaAas  de  loca. 
\'ienc  un  cjírctto  en  xaga 
de  sebosos  contra  vos. 
y  diviklldos  en  dos, 

3ue  mal  el  cielo  los  haga: 
icen  que  es  el  capitán 
del  uno  el  hijo  heredero 
de  Airiin»o.  y  lÍKe  el  xai;uei(> 
el  duque  de  ijuimafAi>. 
Ksie  me  quiso  prender, 
más  yo,  hendo  poco  caso 
del  los,  por  enmedto  paso 
hasta  teoirosi\cf, 
cori  aquestas  dos  chequillas 
qoe  he  acabado  de  parir, 
para  que  t-s  ouedan  servir 
en  saliendo  de  mnniillav. 
Estimo  yo.  Amona  ami|;a. 
el  veros  con  libertad 
tanto  y  más  que  á  la  ciudad 
de  Toro. 

Dn»  la  b«ndl)(a. 
Hablad  al  rey,  mi  saflur. 
Esta  es  U  Antona  García 
que  á  vuestra  alteza  deda. 
Hágala  mucho  favor. 
Yo  os  haré  merced.  Amona, 
t^ué  prcsetKia  tan  cabal! 
En  til),  sois  tal  para  cual: 
bien  vos  viene  la  coroita. 
Al  camino  los  saldamos. 
castellanos,  si  os  parece, 
que  si  el  encmi^i  crece, 
petiftruis  acrecentamos. 
Cansados,  señor,  vcndriiu 


ACTO  TEI>C«»0 


Aktunio 


F»!tAK. 

Ahtonio. 


Bahtol. 
Fghnah. 
Bafttol. 


Fernán. 
Baütoi.. 


í 


Fennan. 
Mahv- 


Babtol. 

Fbhhan. 


A.1T0NA. 

Baiitol. 


Antona. 
Bartol. 
Antaka. 


FílINAS. 

Aktomio. 

FUISAK. 

Antón*. 
KeiiNAH. 

Amtíwio. 

Bartol. 


Eso  si>  tras  ellos  demos. 
Sepa  el  principe  don  Juan 
quien  es  el  reí  don  Fernando 
y  U  su  dofii  ISHbcl. 
Mafchad,  pues. 

{Bien  haya  él 
y  los  que  Kiguen  i\\  bando) 

C.faI<lli(lOi|o.l 
Señor,  dciínftase.  espere. 
^Quíquieresr 

Tíngaio,  diRu, 
que  no  [icn  ya  para  que 
seguir  i  los  eni.'miyo«. 
¿Por  quí  causa  i' 

Porque  sal*» 
con  KU  Kenle  AITonso  el  Qumio. 
los  tamboriles  locando, 
desde  Toro  i  rccibillos. 
Yendo  contra  ires  tii\ín 
SU  aliura,  ya  ve  el  pelt}¡ro 
que  liía,  sévcndo  tan  pocos. 
Ktciba  el  re'ye  i  ^u  hijo 
y  huelgúese  en  hora  buena: 
volvcrasc  por  do  vino, 
mienirc  que  aci  le  ^namos 
aquMle  Toro  6  novillo: 
esia  noche  ha  de  quedar 
por  suya. 

Discreto  has  sido. 
Si  la  conquistó,  ¿t  ausenie, 
darse  puede  por  vencido. 
Esta  es  oíaüión  dichona; 
puA  solamente  el  presidio 
ha  de  dqar  ordinario 
el  rey- 

¿Velo?  Lo  adivino. 
Alto.  Antonio  de  Fonseca. 
de  vuesTo  valor  conHo 
el  riesgo  i  que  os  arrojáis. 
jQu¿  es  esto,  Bartolo  amigo^ 
ksiD  et  pasar  por  el  vado. 
NKora  que  es  de  noche  el  río, 
y  subiendo  aquclls  cuestas 
por  do  baja  su  cabrio, 
ganar  i  Toro. 

iOh,  qut  bienl 
iQȎ  la  pareced 

Que  has  dicho 
verbos  por  aouesa  boca. 
Ténganme  allá  omb  envoltijo, 
que  yo  he  de  ^er  la  primera 
que  pase  cl  Duero. 

Rsieesbrío 
de  española. 

Cumplifilo 
del  modo  que  ha  prometido. 
Dínic  mi  caballo  á  Antona. 
<'Rt  suyo^  Dambijs  hocicos 
pongo  en  cMas  dambas  paiss. 
Alio,  don  Antonio  amigo, 
que  os  quiero  ver  vadear 
dewJe  aquiel  Ijuem. 

Ya  animo 
el  alma  i  mayores  hechos 
con  tal  merced. 

Yo  los  guio. 


Antona. 


Aktoício. 

Bartoi.. 
Aktona. 

ANTONIO, 

Antoka. 


Hartoi.. 

Fbbkan. 

Reída. 
Bartoi.. 

Antona. 

Bartol. 

Aktonio, 
Marq. 

Kkrnan. 


Barioi.. 


Aatonio, 
Antona. 
Antonio, 
Bartol. 


AXTONt. 

Antonio. 

Bahtoi.. 

Antona. 

Antonio. 

ANTO.SA. 
FKRNAh. 

Todos. 

Unos. 

Otros. 

ANTor-A. 

Bartoi.. 


643 

Echad  BCi  la  bandera, 
serví  rime  de  coipiño» 
mientras  cueto  Codo  el  vado 
que  refresca  y  he  pando; 
que  después  yo  la  pondní 
en  cl  inangotmás'prolijo 
y  en  luroo  de  aquellas  torres 
que  acompañan  el  castillo. 
Vamos  en  nombre  de  Dios. 

{tTnfraNw'M  trn.) 
Sobl.  A  DIO  na. 

Va  me  aplico. 
ItM  Jtntro  kaMan  lol  Im. ) 
¿De  un  saltón 

Pues.iqu¿  pensaba? 
.No  sí  de  fíenos  ni  estiibot. 
[Dios  me  la  depare  buena! 
Síganme  á  iiiI  dercchitos, 
quetíen  Duero  alrededore 
muchas  ollas  sin  tocino. 
Va  ll^an  ¿  la  mitad.  . 
Dios  los  saque  de  peligro. 
Animo,  Anión  de  Fonscca. 
que  y*  colamos.  (OuiraJ 

Fa>  hijos, 
no  hay  que  temer  con  Antona. 
Guardaos  (leste  remolino: 
echad  ancia  man  derecha. 
¡Gracias  é  Dios  que  salimosl 
De  la  otra  pune  estin  ya 
en  seguro. 

Mo  ha  mvniKlo 
el  pastor.  Yo.  mi  Isabel, 
le  premiaré  este  scrsicio. 
acudamos!  la  puente, 
po:que  en  dándonos  aviso 
de  que  están  muertas  las  guardas, 
es  el  socorro  preciso. 
Nocuigan,  suban  con  liento, 

rOc  <ttmlro\ 
que  nos  bita,  como  di(o 
el  otro,  por  desollar 
el  (va  me  entienden)  quedito. 
Yo  he  de  trepar  como  un  gamo. 
Soy  ágil. 

^  mógil. 

|VÍiof< 
jAgiltmóglIi  sois? 
Abriréis  el  apeiiio. 
lAy  de  vos.  María  Sarmiento, 
si  os  cojo! 

Ipué  ásperos  riscoi' 
Hablen  paso,  no  despíerlen. 
I'agacéisme  á  mi  maiido. 
I.\parí<tiit*  loi  trts  i-rtrt  '<■>  wurM.I 
Va  esiainos  sobre  la  cerca, 
Sobi  en  ella  de  dos  brincos. 
)AI  arma,  mis  caslclianost 
¡Vivan  ln%  reyes  intíctos 
don  Fernando  y  su  Isabel! 
Knliadcs;  s<>mos  vecinos 
y  audadanos  de  Toro. 
jAquI,  que  somos  perdidosl    if>(JtJn  t 
pellos,  que  aquf«siá  Anional 
bncerrósc  en  el  castillo 
la  Sarmienta. 


644 
Antona. 


ANTÓN  A    garcía 


Sacara  ni  a 

mis  venganzas  de  su  nido.       (Saltn.) 
Antonio.  Todos  huyen. 
Antona.  |Ah,  sebosos! 

Antonio.  La  puente  han  acometido 

los  reyes,  y  entran  triunfando. 

Salgamos  á  recibirlos. 
Antona.  Señores,  los  que  mt  escuchan: 

todo  cuanto  agora  han  vido 

es  hestoria  verdadera 


de  previlegios  y  libros. 
Esto  es  solo  I»  mitade; 
y  el  poeta  que  lo  hs  escrito 
guarda  para  la  otra  inedia 
muchos  casos  pelegrínos. 
Si  quieren  ver  en  qué  para 
la  Amona  de  Toro,  aviso 

2ue  para  el  segundo  tomo 
esde  luego  los  convido- 


COMI'-DIA  l'AMÜSA 


LA  PEÑA  DE  FRANCIA 


PERSONAS    QUE    HABLAN    EN    ELLA 


DoK  Juan  II.  rty. 
DuN  Enhique,  infante. 
Don  Pri>iio,  Ídem. 
líoÑA  Catauina,  infanla. 

UOft  GONXALO. 

El  Conde  de  Ubüel. 
Don  Dikco. 
Ricardo,  viejo. 
Simón  Vela. 


Fkiií^jIn  Alokso. 

ÜN  ENSAIAIWn. 

Padilla,  criado. 
BltHATtDKS.  Ídem. 
Un  alcaidb. 
Cblia,  rfonut. 
TiKto,  pattor. 
MartIs,  ídem. 
CaBSPO,  Ídem. 


ACTO  PRIMERO 


ESCENA  PRIMERA 

'.f alfil  5ii>Ait  Vau.rffnltiifftinlf.con  ■••  i.nt4t 

^nfOniM  [ilr^ftríjalrn  I»  nano,  )rRiCA)ii>o,  Mtfo. 

Rj<:ai>uo.  Dos  años,  sobrino,  habfd 

que  llevó  i  tu  hermana  Opia 
el  cielo,  que  luz  Udi, 
dejándole  larga  copia 
de  hacienda,  queaumeatari 
tu  induxtría,  lomando  estado. 
Pues  Dios,  Simón,  le  ha  dejado 
sin  padres,  ^no  »  J^  raión 

3uf  procures  sucesión 
la  sansre  que  te  han  dado? 
Ya  tu  edad  las  ttores  pasa 
d«  la  adolescencia  litrna, 
y  la  juvcniud  que  abrasa; 
iretnia  silos  tienes,  j^obicrna, 
sobrino,  lu  hacienda  f  casa, 

tuc  tu  llojcJad  me  espanta, 
in  razOn  le  maravillas. 
RiCAtiw.  Los  pensamientos  levanta, 
Simón.      Si,  <'pero  con  que  costillas 
podre llesar  carga  tama? 


DoMiKco,  patíor. 
Pavo, Irffw. 
Elvima,  terrttna. 
Mblisa.  Ídem. 
Una  ouahua. 
Uk  paik. 
GuAaoAS. 
Uha  voi. 


Que  tienes  razón  confieso, 
pues  mi  edad  ubliya  al  ^so; 
pero,  tío  y  i«ñur,  ^cómo 
siendo  la  carca  de  plomo 
podr4t  sufrir  tanto  p«io^ 
¿Agora  quieres  que  entienda 
en  los  pensamientos  vanos 
qti«  la  ambición  encomienda.^ 
^Agora  me  atas  las  manos 
con  los  lazos  de  la  hacienda? 
jGrilIof  t  los  pies  me  pones, 
de  tantas  obligaciones, 
cuando  librarme  entendí? 
iQué  delito  hallas  en  mt 
que  me  carij^s  d«  prisiones? 
Goza  la  hacienda  que  aprestas 
y  por  mk  maniritsias; 
porque  «Airegarme  el  poder 
d<  «Uado  y  casa,  es  querer 
echarme  la  casa  i  cuestas. 
Ya  mi  poca  habilidad 
le  consta,  y  que  no  he  podido 
desde  mi  primera  edad, 
aunque  desvelo  el  sentido, 
saber  la  laiinkiadi 
ocho  años  ha  que  estudiando 
gramittca,  estoy  cansando 


646 


t.K  PEJÍA  de  FKANCtA 


loí  ojos,  %¡n  que  haya  pane 

que  pierdan  de  vista  ni  Arif. 

V  en  los  pretiriifrt  ando. 

!ii  en  ocho  año«,  piiet,  no  %J 

lo  que  un  niño  en  medía  tabe, 

¿de  qué  manera  pudr¿ 

susicnur  el  pew  K'av« 

iiue  4  lui  tiombrasconñé? 
ticADoo.  Poco  imptxu  vui,  sobrino: 

<|Ue  por  diverso  iiamino 

reparie  el  ciclo  en  laí  gtnics 

ciencias  y  aites  ilil'ricnics. 

No  te  quiere  Ilioí  laU.-iw; 

mas,  en  oirm  ejercicios 

oueiri,  que  honrando  tu  tierra, 

¿ti  lie  tu  caudal  indicioh. 

Valor  M  gana  en  la  ttuerra. 

hacienda  eit  car);o«  y  o  fictos; 

no  lodos  tienen  de  ser 

soldados,  ni  han  de  quer«r 

cursar  las  escuelas  todos. 

listados  hay  de  mil  modos. 

el  hidalgo,  el  mercader. 

el  religioso,  el  leirado, 

el  tay.  «1  duque,  ei  pastor. 

el  i'oniitke,  el  toldado, 

el  esclavo  y  el  seüor, 

el  rico  y  el  despreciado. 

todos,  por  modo  diverto,   - 

hiccn  un  compuesto  verso 

de  la  máquina  que  ves: 

poique  la  variedad  es 

adorno  del  univeiso. 

En  fe  de  lo  que  te  quiero. 

porque  en  mi  vejez  prolija 

detc ánsar  contigo  espero, 

<c  has  de  casar  con  mi  hija. 

que  aunque  primos,  si  primero 

viene  la  dispensación 

de  Roma,  con  sucesión 

nobte,  si  juntos  vivtt, 

londrí  nietos  en  París 

que  estime  nuestra  nación. 

Esio  es  lo  que  te  conviene. 
Simón.      iQaé.  con  tan  grandes  cuidados, 

cielos,  el  dir>cro  viene? 

¡En  un  iw/elttt  JtKuini  Ir»  futmttt 
di  piala;  tu  taprimtnt  *tlt*n  litro  y  un 
ivntU  tOn  íorfÁ  t<A9rAía:  (H  la  ngimúti 
tto^ml  y  ana  npuJa  dttnnd;  y  tn  'd 
If  ivird  iifi  pno  r  nna  vdra  dt  múltr.) 

Ricaano.  Usiot  son  los  tres  estados 

que  el  mundo  en  más  precio  tiene; 

las  letras,  sobrino,  son 

éstas;  si  apeteces  lenas 

(que  (e  causen  conrusión) 

y  sus  misterios  penetras 

honrarás  su  profesión: 

que  bien  puedes  ser  casado 

V  juntamente  Iciíado, 

interpretando  las  leves 

que  Emperadores  y  Reyes 

escritas  nos  han  dejado. 

(Kiu^*.i/«  ti  primtr  flulu.) 
Casi  sin  niimero  son 
los  que  han  (tañado  opinión 
y  renombre  soberano 
en  ellas,  un  Justiniano 


Birlnlo.  Baldo,  OersAn, 

y  otros  mil,  por  qtjien  confie 

que  dura  U  paz  prupKín 

y  entrenan  cualquier  exceso; 

Krque  son  de  ta  justicia 
■  qtie  gobiernan  el  peso. 
Mas,  ipot  qué  djris,  sobrino, 
que  en  balde  para  la  cici>cia 
con  mis  consejos  le  inchrio' 
Pues  natural. impotencia 
tienes,  toma  otro  camino; 
ejercicio  mát  barato 
te  ofrece  el  plato  letiuodo. 

con  que  intento  hacerle  el  plata 
las  armas  dan  en  el  mundo 
honras  de  real  apaiaio. 
Este  estado  noble  tuina, 
que  altivas  cervices  iloma; 
verás  que  sólo  por  éi 
goíó  Clisar  ti  laurel 
<|Ue  oprimió  el  cuello  de  RonnJ 
Si  valof  tu  pecho  encierra 
para  empicsas  Je  impunancw, 
que  el  miedo  torpe  desiicrra, 
(latios  Uctavo  de  Krancia 
marcha  contra  Ingalaterra; 
sal  con  su  gente  en  catnpifta, 
defiende  su  Flor  de  Li> 
de  las  armas  de  Bretaña; 
porque  triunfes  en  Paris 
célebre  con  tanta  liaxafta; 
que  cuando  la  escala  arrimes 
>-  en  poco  la  vida  estimes 
premiará  el  Rey  tus  trabajos, 
pties  suelen  soldados  bajos 
subir  i  curaos  sublimes. 
.Mas  si  te  lleva  á  otra  parte 
lu  picilica  costumbre, 
y  conoces  inclinarte, 
conforme  tu  mansedumbre, 
más  á  .Mercurio  que  i  Marte. 
en  este  plato  repara. 
Simón,  que  es  ciencia  más  clara 
V  su  ganancia  en  exceso. 
No  es  de  justkia  este  peso, 

fJta*l4 
no  de  iustica  esta  vara; 

fero  es  de  mayor  codicia 
tía  con  que  medir  vn 
sus  medras  á  la  avaricia: 
que  la  vara  de  ínter^ 
tuerce  la  de  la  justicia. 
Por  sulu  este  plato  P'ecia 
sus  duei^us  Iiatia  y  Giecia, 
y  por  olla  valen  tanto, 
que  al  mundo  han  causado  1 
las  dos.  r.cnova  y  Venecia. 
Si  este  e%iMda  seiiuir  quieres 
los  principes  de  mái  nombre 
harán  cuanto  les  pidieres; 
que  )a  «I  más  presumido  homt 
adula  i  los  mercaderes. 
En  lin.  de  estos  tres  estados 
puedes  dcspKío  cseoKcr 
el  de  menores  cuidMOS; 
mas  ha  de  ser  lu  mujoi 


ACTO   PRIMERO 


mi  hija. 

MM^N.  Aníl  ion  doblados. 

'.  Ricardo.  E%  moxa  noble  >  liunnta; 
contkléialo,  y  ■prnia 
el  Kutto  r  U  inclirución 
i  li  mejür  {icofesú^n 
por^u«  tne  des  U  mpueita.     (Vétt.t 


iíSCENA  II 

CVjadü  me  han  en  ir»  píalos 
las  armas,  ktrat  y  iraios 
con  que  vive  el  mercader, 
y  todos  (Je  U  mujer 
son  verdadero*  retratos, 
[.as  leira»,  porque  ellas  son 
un  sabia V  para  enftaAar 
que  airopellan  la  razóri 

f'  obligan  á  idolatrar 
is  cteacias  de  Salomón. 
t.as  nrma».  por  ser  extrañas 
en  el  mundo  las  haiaAas 
con  que  atrepellan  rendidas, 
Troyas  en  Asia,  enccnd^Ias. 
V  mat  ttanadas  Kspañas, 
El  peso  y  vara, «  la  vida 
de  su  codicia  Ungida: 
porque  U  muicr  máscara 
suele  al  medir  de  una  vara 
dar  los  guttoit  sin  medida. 
Letras  habrj  menester 
para  que  do  me  contrasten 
ardkles  de  su  Tavoi; 
mas,  i^ut  letras  hay  que  bailen 
icielói!  contra  una  mujer? 
Armas,  para  quedelleoda 
el  honor,  costosa  prenda; 
porque  el  hombre  que  se  casa, 
SI  itcneal  ladrón  en  casa, 
jusio  es  que  ijusfde  su  hacienda. 
Escudo,  poique  ando  armado 
de  la  )}ac¡cricia  en  que  fundo 
el  gobierno  de  su  estado; 
que  no  hay  miriir  en  el  mundo 
que  sufia  lo  que  un  cttado. 
^  por  conservar  el  seso, 
he  menester  vara  y  peso 
con  que  pese,  i  mi  pesar, 
(as  ¡O) as  que  le  be  de  dar 
á  este  extraño  conifapeso. 
Pues  si  tanto  ts  menester 
para  un  casado.  tHos  mío. 
^quíín  sufrirlo  ha  de  poder? 
no  permittis  que  mi  tio 
me  de  bienes  y  mujer, 
Noiatile  suei^ó  me  Ita  dado; 
^no  es  bueno  que  me  ha  cansado 
no  mis  que  el  imaginar 
que  me  prucuian  casati* 
Mas,  de  casado  A  cansado 
va  una  letra  solamente: 
|1tbre  el  ckIo  de  mi  cuello 
el  yugo  que  loconstcntcl 
.Mas  ouiero  dormir:  sobre  ello 
vtti  si  me  es  conveniente. 


Vo2. 

SiMÓK. 


Voi. 
Simún. 


Voz. 

StMÓM. 

Voz.  (1 


SimOk. 


647 

que.  en  fin,  es  perfecto  etudo 
entre  iodos  el  casado. 
Mas  s)  el  cav^miento  fuera 
de  veraK.  jcietus!  ^qu4  hkiera, 
pues  que  cansa  imaginado.' 

I  Dttr—i  so*fY  tna  ttUu  y  vyt  «■«  mtf 
fwt  atn  dtulntj 

Vela.  Simón. 
tDitpHrta}  ¡Sanio  ciclo! 
O  alguna  imaginación 
me  inquieta  con  tal  desvelo, 
6  dijo:  <Veln,  Simón* 
una  voz.  No:  rmaginílo: 
que  lo  que  el  alma  recela 
tal  vez  en  sueños  desvela. 
Üejadinc.  cuidados  tristes, 
ya  que  de  iropcl  vcnisies, 
este  rito. 

íVutln  ú  liormíruy  viirlM  la  puf^ 
ÍMmón,  vela. 
¿Otra  vcif  Sm  duda  el  cielo, 
como  en  mis  provechos  anda, 
para  aliviar  mi  leceto, 
agora  velai  me  manda: 
voz  misteriosa,  ya  velo. 
De  aquí  sí,  que  na  inencstei 
velar,  quien  ha  do  escoger 
esposa  de  liuncstu  nombre: 
queno  es  bien  que  duerma  elhombrt 
cuando  ha  de  e:c>^r  mujer. 
El  dormir  fué  desacierto; 
despierto  cwucho  y  advierto  ■ 
lo  que  mandas,  voz  sagrada. 
«Ninguno  me  dice  nada?  • 

Pues  no  me  quieren  dejpierlo. 
Si  imaginación  no  ha  sido 
la  que  me  desvela  ansí, 
voi  que  i  inquietarme  hus  venido, 
di  lo  que  auiereí,  de  mi 
que  velaitoo  estoy  dormido. 

( OatnHtit  y  ra4lpt  la  yof  y  dapltrlm.i 
Simón,  vela... 

¿Hty  tal  instancia? 
Y  si  esposa  de  importancia 
quieres  hallar,  santa  y  bella, 
sal  de  Francia,  y  fuera  de  ella, 
busca  la  Peña  de  h'raiKia, 
y  vela,  Simón. 
ILrnTnUtf.)  Si  hait. 
Quien  tan  buenos  sucAos  sueña 
bien  n  que  duimiendo  esié. 
^Mujer  me  han  de  dar  de  PcAa? 
|(^uédufa  esposa  letidríl 
Mis  buena  debe  de  ser, 
pues  guarda  ri  ansí  el  decoro 
que  el  honor  ha  menester: 
que  no  la  ablandará  el  oro 
SI  es  de  peña  la  mujer. 
Mas,  ;ay  promesas  risueñas 
de  esper'an;(as  halagüeñas 
que  irn pos. bles  han  de  ser, 


(t)  En  cloriglkilnoiliect(iK>cal*  Vut  laqiu  pr«- 
nuiKi*  ewi  verioi;  pero  ct  detculda  M  cocrtHi  Jo  «> 
li  Impc^l^n  itel  iljiio  xtiii,  hecli*  p«r  D.*  J*rt*»  Je 
tiuin.  D,  Ka  «I  tni.  iVbji  J<  la  Btb.  Nm.  lamblfa 
(«Dsia  i>  UcciAa  ^ue  ad«p»Ba*. 


648 


LA  rEÑA  DE  FHANriA 


pues  si  es  peña  la  mujer 
dádivH  quebfnnlmi  peñas! 
Mil  SI  I»:;  prumcie  el  cielo 
una  eipoM  de  impoitancia. 
vetando  en  esic  desvelo. 
sslsadios,  Simón,  de  Fiaiicia. 
jAdiós  ptiris.  pauio  suclol 
¡Adi6s  bienes  con  cautHal 
que  este  cstadú  me  contuela, 
libre  de  hacienda  y  pesar. 
jDío»  me  ha  mandado  velaff 
I.lamarfme  Sim6n  Vela. 
¡Adiós  mundana  arroHancia; 
laberinlo  en  que  mu  ofusco, 
donde  iríunffl  la  ignorancia, 

3ue  lucra  Je  Kiancia  buicu 
esde  lioy  la  I'eña  de  FcaiKis!  (Vttr.f 

ESCENA  IH 

Ca»r«(  la  mna  Ht  plato*  y  tati  txiti-  Catiíi.>'x, 

In/anta.  tim  ua  paptl  ubiirla,  y  Cai.it. 

Cataun.  Ya  lenco  escnio  el  papel 
al  Inlanie  y  mi  delil»; 
lambiin  mi  vergüenza  tía  escrito, 

fues  va  declarad»  en  l\. 
ero  el  ciego  amor  impele 

al  alma  q^ue  teme  y  arde: 

el  aconsejarme  (s  laidc: 

dame  la  hostia  ycerraník: 

quedara  mi  desacierto, 

con  mi  atrevido  cuidado. 

dentro  de]  papel,  currado, 

y  dentro  del  alma,  abierto. 

('e)ia,  acaba;  la  hostia  venjta. 
CtLiA.       Kl  lacre  fuera  mejor. 
OaTAi.i>.  No  tiene  lacre  mi  amor 

aunque  mi  fama  le  tenga. 

Ve  por  la  tiosila  mientras  >  o. 

levendo  esta  breve  suma. 

miro  si  escribió  la  pluma 

lo  que  el  alma  la  dictó-    iViuiCtUi  I 

(i.(()«EstB  noche  ó  nunca,  Inraitie.- 

Breve  jr  compendioso  está. 

pero  n  ñlótofo  ya 

en  el  hablar  un  amante. 

<^ue  vaya  aui  determino; 

porque  vergClenia  y  temor, 

cuandií  comienza  el  amor 

le  nota»  de  vizcaino. 

t\xtiaña  rnulución 

Icoíis,  intentos  livianos: 

sirv«iime  (aunque  son  hermanos) 

los  Infantes  de  AraKÓn. 

Mas  quiere  amor  que  en  mi  medro 

hoy  el  alma  sacrillque 

al  ma)or,  que  es  don  bntique, 

r  olvide  il  menor,  don  Pedro. 

Viiuperarime  el  mursdo: 

Eues  una  Infanta  ye  allana 
oy  á  un  hombre,  siendo  hermuiin 
del  Rey  don  Juan  el  sejiundti. 

(SaltC.rlliKon  Uña turitaatn  1 
CfiUA,      Aquí  cstd  li  escribanía. 
Catai.ik.  El  papel  cierre  mi  mengua 
donde  callando  la  lengua 


hatilc  sola  U  osadl*.  (Ci# 

CcLiA.      Toma  el  sello. 
Cata  UN.  Conocello 

podría  alguno  p>OT  ¿I, 

y  si  es  iCTCcfo  el  f>Bpel 

bien  puede  sello  sin  s«llo. 

Déjale,  que  con  razón, 

si  impresas  en  éi  estiin 

las  armas  se  correrán 

de  Castilla  y  Aragón. 

Sin  ellas  amor  rapaz 

qukre  que  el  papel  escriba, 

porque  al  Infante  reciba 

(pueslo  que  es  ^uerraldcpaz. 

Dame  poe  éi  un  punzón. 

<Odi*J«  y  púa  létirraitrt 

Crua.      ¿Pues  por  qué  le  picas  tanto? 

Cataun.  lAy,  Celial;  porque  otro  tanto 
me  lia  picado  el  coraxón 
Don  Enrique;  no  iDcímpiJas 
que  i  quien  tiene  de  patlar 
mis  íatias,  desee  maur 
vdé  iniinitas  heridas. 
Llimamei  Padilla,  el  paje. 
que  i  don  Enrique  le  lleve, 
Atjs  quien  i  tanto  se  atreve 
diana  es  de  cualquier  ultraja. 
Déjale,  porque  no  sea 
testigo  oe  tanto  error; 

2ue  iraia  dará  mi  amor 
e  que  el  Inlante  la  lea. 


ESCENA  IV 
SaltmH  Pal*  —Dicha, 


Paie. 


La  Reina,  señora,  llama 
*  Vuestra  Alteía. 

Catalin.  Querrá 

salir  fuera. 

Paik.  No,  que  está 

al^io  indispuesta  en  la  cama, 
y  quiérese  ciiirctencr, 
señora,  un  rato  con  vos. 

Catalih.  jMala  esiál'  iVáiftame  Diosl 
\'am<ft,  que  la  quiero  ver. 
lApatíf  1  iCiegodios,  niño  itigmB 
pues  que  sat>éis  enredar, 
iraiaJ  como  pueda  dar 
este  papel  al  Infante!  (| 


ESCENA  V 
SaU»  MN  Knmivua  y  dom  I»*»*» 

PxuKO. 

Mi  hermano  eres  mayor  y  asi  respeto. 
Enrique,  tu  persona. 

ÜNKiciit;. 

No  ha^as  cuenu 
de  edad,  ni  de  hermandad,  cuando  indiu.*(ti.> 
usurparme  mi  aitwr,  el  tuyú  inion:a. 
piTú  servir  i  la  Infanta? 


ACTO   PRIMERO 


649 


PSDRO. 

Esiis  SU  icio 
I  tu  poca  rudn,  y  no  m«  afrenta 
tu  lengua,  aunque  arioíada  dnaiína. 

,jTú  amar  U  Infanta  doña  Caiatina? 

Prono. 
Yo  amarla,  pues  ^  no  tof  como  tú  Infame, 
hijo  de  don  Fernando,  rey  Primero 
de  Arai^n?  Y  s¡  pasas  odelsnie 
como  lú,  <no  iojf  nielo  dei  ttrcero 
Enríciue  de  Cattilla?  Di  arrogante, 
(i,  como  tú  i  la  Infanta  sirvo  y  quiero, 
¿loy  menot  noble  yo?  «soy  menos  hombre? 
El  rey  don  Juan,  deprimo  me  da  nombre; 
Con  mi  hermana  la  Reina  c&lAc8SadO|  * 
y  dos  hermanos  tengo,  que  en  la  sitia 
de  Ar^án  j  Navarra,  me  han  dejado, 
como  i  il,  posesiones  en  Casiitla. 
Don  Pedro,  Infante  de  Aragón,  me  ha  dado 
por  nombre  España  mué  ic  maravilla* 
si  i  la  hermana  del  itcy  por  dama  elijo^ 
¡Nieto  de  reyes  soy,  de  reyes  hijo! 
Goia  tu  eMado  Enrique.  cnhorabuerM, 
y  no  lo  quieras  todo;  sobre  el  pecho 
iraet  la  cruz  que  los  biibaros  refrena; 
Maestre  de  Santiago  el  Rey  te  ha  hecho! 
Marque  du  Medelün  y  de  Villcna 
te  llama  el  mundo,  uue  te  viene  csuecho. 
Tuyo  ei  Tru¡ill<s  déjame  esta  dama 
que  ié  que  te  aborrece  y  que  me  ama. 

Enmiqde. 
j<>ue  sabes  que  te  ama  y  me  aborrece^ 
^Cómo  puede  eso  ser,  soberbio,  loco; 
si  ha  un  mes  que  mis  servicios  agradece, 
estimando  el  amor  con  que  la  inroco? 

Panno. 
Si  el  estado  que  tú  te  desvanece 
te  obliga  i  que  me  eslimes  en  tan  poco 
agora  lo  veris. 

KnfiQUK. 

iCo barde,  espera! 
Prono. 
;Si  no  saliera  el  Rey!... 

E>IPKÍUK. 

¡Si  no  saliera)... 


ESCENA  VI 
SeJra«f  R»Y/U  liirA"ra.— thciio». 

Catauna. 
Poca  es  la  calentura;  en  Dios  espero 
que  no  vendrá  A  ser  nada.  Vuestra  Alicia 
se  vuelva. 

RCT. 

Yo  he  de  ser  vuestro  cscudtfo. 
Cataum*. 
Queda  sin  vos  la  Reina,  y  no  es  fineza 
dÉJaita  sola. 


ttlT. 

Obedeceros  quiero, 
aunque  tuzgo  1  rigor  esa  cxtrai^eza. 
^In  lamer 

Losuos. 
|Craa  Sefiorl 

Rby. 
Don  Pedro  digo. 
Psoao. 
A  tu  M!r vicio  estoy. 

Rev. 
Venios  conmifto. 

tVúutílotáai.) 

ESCENA  VII 
I>ai>*  Caví.  I  KA  y  DOM  iHaJQVa. 

EKaioi;!:. 

No  sienten  tamo  el  verse  aiornumiando 
las  almas  tristes,  que  del  fuego  hambriento 
son  perptiua  malctía  y  alimento, 
mi  pecho  entre  sus  penas  relraiando, 
como  el  saber  que  han  de  vivir  penando 
del  modo  que  mi  altivo  pensamiento: 
y  que  ha  de  ser  eterno  aquel  tormento 
sin  que  de  su  descanso  llegue  el  cuándo. 
^Cuándo,  scflora,  put-i.  mi  pecho  líerno 
podrá  librarse  de  esla  pena  hera 
que  mi  tormento  juzga  por  eterno? 
j\  lista  cuindo  quciéis  que  por  vos  muera? 
Mirad  que  ei;  una  imagen  del  inlierno, 
quien  sin  saber  el  cuándo,  un  cuindo  espera. 

Catalim.  La  paciencia  en  la  lardania 
conviene  «I  Kcro  en  cera, 
y  algo  espera,  quien  espera 
el  cuindo  do  su  cspcrania. 
Y  pues  leesiíis  esperando, 
primo,  no  desesperéis 
que.  cuando  menos  petutis 
hallarais  el  cómo  y  cuindo. 

Enpivüc.  Con  favor  tan  soberano 
ya  espera  mi  fe  animosa, 
coD  el  titulo  de  esposa, 
vivir. 

CaTArjH.  Esie  es  vuestro  hermano, 

adiós. 


ESCENA  VIII 
Sait  iion  PsD*p.~nitj>o« 

pEMro.      ^  P  ues  cámo,  seAora, 

viendo  lo  que  amándoos  medro, 
os  vais? 

Catalim.  íOh,  infante  don  Pedrol 

Tengo  de  esciibir  agora 
á  Aragón  y  es  lueria  acoiic 
uta  merced,  y  me  parla: 
adiós. 

pEuao.  Si  por  esa  caria 


65u 


LA  PEÑA  OE    FRANCIA 


'  tne  dejüt,  yo  pago  «I  porte. 

f.tf  (nt>'4r>(,t>/TJnio  JM  éo*  lAx  parta 
dtl  t*pi(,  la  4i«  al  ofda  iloo  Knfique  lo 
■tur  tift  y  tIU  rrtp'inrflfMrfi'lt  ^*l»  cútr 

EiiRiQtfE.  Kl  culndo  »io>'  espetando 
4UC  mi  cípcfAníH  tía  de  v«r 
ciimptida.  ^Cuinslo  ha  d«  ser? 

Cataun.  Buicad  y  hailaifif  el  cuindo.  (vhm.) 


KSCENA  IX 

[hw  KMM9VI  r  ^°"  I"»"» 

EKutQKR.  Un  |tuant«  Ke  le  cayó; 

•Uaréle  f  ^O'*^^ 

»M  tavor.  {Ctgtul*  lot  áai.í 

Puiiao.  SuílMk, 

«I  no  pretendes  que  yo 

suelte  el  nudo  dr  lu  vida. 
EliaiQirE.  No  niv  prmoqUFS,  InTaAlc: 

suelta i)l  guante. 
pKoru.  Suelu  el  KU>nie. 

Ekhiqiik.  eQuc  un  pnrentcsco  me  impida 

ca Migar  ul  de%acaio? 

Má-s  mi  ju^lo  enojo  crece; 

luelia  el  guante  y  agradece, 

don  l'edfo.  que  no  le  mato. 
P£o«0.      Suéltale  lú.  r>u  pubiiqu« 

mi  tgratio  algún  ti«¿ho  cruel. 

que  te  Gonare  con  l\ 

esa  mano,  don  Enrique. 
t-lNHit^t  K.  ¡Cidosl  (Esto  OTcndo  estoy? 
Pu>nu.     Venga  el  guinie  entero  ó  roto, 

3UC  por  no  hacer  albO'OlO 
ándale  muetlc  me  voy, 
(Párint  pur  m*JI«  y  lliyait  don  Ptilro 
(a  nUla^ ) 


ESCENA  X 

No  harás,  aunque  ic  át  el  viento 
■las,  que  nu  amor  le  sigue, 
bArbaio,  porque  castigue 
lu  arrogante  atrevimiento. 
Pero  ^adonde  voy,  dejando 
la  dicha  que  hallar  coliio? 
I.B  Infanta,  al  paiiir,  me  dijo; 
«bu(c«d  y  hallaréis  el  cuándo». 
Va  los  ujos  van  butcando, 
como  justicia  al  ladrón, 
el  cuándo:  su  poieitón 
veri  mi  esperanza  rerde; 
porque  quien  el  cuándo  pierde 
también  pierde  la  ocasión. 
Voi,  medio  guante,  habíis  sido 
de  mi  naufragio  el  piloto, 
tesoro  que  en  saco  tolo 
mi  csperania  lia  enriquecido. 
Pues  partido,  sois  partido 
de  mi  esperado  favor, 
RD  seducís  mi  dicha  en  Dor; 
mas  |ay  cietoi!  que  sospecho 
que  como  esiáit  lan  deshecho 
M  ht  de  deshacer  mi  amor. 


Medto  {¡uanie  he  oranfea 

y  no  será  mal  remedio 

si  por  Kf  medio,  e«  el  mcdiu 

de  mi  amoroso  cuidado; 

mi  pródigo  desgarrado 

de  manirroto  lo  estáis; 

mas.  Ro  lo  soi:i,  pu»  premiüf  ] 

mis  amorosos  enredos 

en  vet  de  manos  i  dedos, 

que  á  dedos  crbJm  me  dais. 

Si  bien  en  esta  ocasión 

mil  vecrs  dichoso  he  sido, 

pues  cnire  ellos  me  ha  cabido 

eldi-dodelcoraión. 

Bolsa  qile  rompió  el  ladrón, 

sacando  lo  que  icnia, 

me  parecds.  pr«nda  mía; 

ó,  seRÚn  dejado  os  han 

sois  casa,  que  por  San  Juan, 

la  deja  <1  huésped  vacia. 

Una  hermosa  mano  y  palma 

fué  et  alma  que  el  ser  os  diú; 

mas,  como  cuerpo,  os  dejó 

muerto  sin  forma  y  en  calma; 

pues  que  sois  cuerpo  sin  alnu, , 

quien  no  os  sepulta  es  crud: 

en  mi  pecho  entrad,  qoc  en  al 

sepulcro  OS  tengo  labrado: 

mas  no  catáis  muerto  que  hvha 

una  alma,  en  vos,  de  papel.' 

iSaciiitt  mt4io  ttiatttt  la  mU»4  4m 
l>4t 4nntcritio  ralnfmnia  > 

No  hay  escrito  en  lo  rompido 
sino  parte  de  un  renglón; 
<luvo  mayor  confumVn 

Smás.  humano  sentido? 
rcve  la  respuesta  ha  sido. 
¿Qaé  teméis  receto  amante? 
Con  sólo  verle  delante 
sin  leerle  estoy  temblando. 
Mas  sepamos  de  este  cuándo 
la  respuesta.  (Lh.)  «Nutna,  Infanifc 
jiNunca.  infante?  Üeesia  «uertt^| 
fa  respuesta  está  aqui  entera        V 
de  mi  cuándo.  «Ah,  letra  liera' 
nunca  yo  llegara  á  verte. 
Sentencia  de  vucsKa  muerte 
es  esta,  ocnsion  perdida; 
no  hay  apelación  que  impida 
el  nuika  que  rehuyáis; 
que,  porque  nunca  muráu, 
un  nunca  os  din  de  por  vjda. 
Nunca  ((ucgu  al  cielo  santo) 
feneica  este  nunca  eterno, 
porque  si  nunca  del  indeinu 
mire  el  nunca  de  mi  llanto; 
nunca  se  acabe  el  encanto 
quelii-chi^a  csic  nunca  cruel, 
pues  porque  nunca  haya  en  ti, 
sino  un  nunca  que  Ilutar, 
nunca  tvngo  de  olvuJar 
d  nunca  de  este  papel.  d 


^ ^^^^^^^^^^^K^ 

^■^B           ^1 

^^^^H                                                                          CKIMEIIO                                                               65l          ^^^^ 

^^^V 

llevó,  mi  dicha  te  ale^m.                     ^^^H 

W         .tdff  Dov  PiitKa  )'  ima  d  olru  mtálo  gu*iiit 

porque  en  csia  nocKe  nqtra                  ^^^^| 

^^^-                           y  mtáiu  p^ptl 

tengo  de  dejarle  en  blanco.                   ^^^^| 

Ivsta  noche  he  de  (¡oiar                       ^^^^| 

^^H          Medio  guante,  ca  vos  elifo 

con  nombre  y  traje  ñngidu                 ^^^H 

^^H          de  Salomóa  la  semencia, 

el  bien  que  amor  me  ha  ofrecido.         ^^^H 

^^H           en  la  círil  competencia 

saldramc  encuentro  e^ie  azar.               ^^^^| 

^^B           de  las  dos  m»dres  y  el  hijo. 

Una  escala  he  de  llev.,                          ^^^H 

^^H           P\ie%  ii  partir  ci  Infame 

i  sus  rejas.                                              ^^^^B 

^^M           mandú,  en  aquella  ocasión, 

dado  A  mi  competidor                        ^^^^B 

^^B          JO,  imitando  i  SaloinOn. 

tengo  de  hunar  disfraiado;                ^^^H 

^^H           el  papel  pini  }  el  ituanie. 

que  todo  lo  que  es  hurtado                 ^^^^| 
dicen  que  tab^'  mejor.                (Vm*.|       ^^| 

^^H           Mi  herencia  M>is,  cara  prenda; 

^^H           pue«,  al  lin  de  enuiu»  vanos. 

^^H 

^^B            t^nrique  y  yo,  como  hermanos. 

^^H 

^^H          liemoi  partido  la  hacienda. 

ESCENA  xri                      ^M 

^^H          Celos  me  abrasan  el  pecho 

XaUn  ti  Itar.  nciti  Go»tÁt.o  o»  KtiKXHaaa,                  ^^M 

^^H           por  ver  con  tanto  lavor 

fniurlM  Atcooo  y  ua  Pilr.                                     ^^B 

^^H           premiar  mi  competidor. 

^^H          pero,  yo  go/o  «1  provecho. 

Rky.         Don  Gonzalo  de  Hstremera,               ^^^H 

^^H           QiH.-,  si  por  tan  varío  modo, 
^^M            la  mitad  vine  á  heredar, 

Femin  Alonso,  templad               ^^^^^B 

la  lengua  mordaz  y  fleta;               ^^^^^B 
que  Ro  s4  sí  es  k-aftad                        ^^^^^| 

^^H           seguro  pddrf  esperar. 

^^H           puc(  llevo  la  parte,  el  todo. 

el  hablar  de  esa  manera.                      ^^^^H 

^^B           A  lu  demás  tenRO  acción, 

Mirad  que  no  sci  pasión                 ^^^^^H 

^^H            pues  mcrecf  er)  mi  poder 

la  que  US  ciega  U                             i^^^^^H 

^^B           este  papel,  que  ha  de  ter 

no  dii^iU  tal  de  mi  primo               ^^^^^^| 
don  Enrique,  que  le  estimo               ^^^^H 

^^H            mi  carta  de  obli|;ac¡ón. 

^^H          putero  verle,  que  aunque  este 

como  i  Infante  de  Aragón.                  ^^^^B 

^^B          ta  dos  pleus  diviJiJu, 

Ue  mis  reinos  desterré                          ^^^^B 

^^H            en  la  que  aqui  me  ha  cabido 

á  Ruiy  López,  el  que  fué                   ^^^H 

^^H          algunas  letras  leeré. 

objeto  de  mi  favur                             ^^^^| 

^^H            Y  el  temor  qtie  me  alborota, 

un  tiempo,  y  como  i  traidor              ^^^^| 

^^B            con  celos  que  me  rodean 

sus  estados  confisquií;                          ^^^^| 

^^B           las  enienderi,  aunque  sean 

y  advertid  que  no  quisiera                   ^^^^| 

^^B             razones  d<  cana  rota. 

que  por  tomar  d<il  venganza,              ^^^^| 

^^B            Nueve  letras  solamente 

en  fu  de  tanta  quimera,                        ^^^^| 

^^H           ha}-  en  ¿1.  iQai  es  csio  cielo? 

del  cielo  de  mi  privanza                        ^^^H 

^^B            Cubierta  el  alma  de  yelo 

i  tierra  por  vos  calora.                    ^^^^H 

^^B           peligros  que  ignora  siente. 

Pues  para  que  caliñque                ^^^^^H 
lU  crédito  y  le  publique                 ^^^^^^H 
por  inocente  y  leal,                      ^^^^^H 
basta  quv  me  diftAís  mal                      ^^^^H 

^^B            «íCsia  noctie»,  j  media  ü 

^^H            mal  escrita  y  dctirojada 

^^B            hay  no  mix;  ó  es  C  ó  no  es  nada; 

^^B            ruta  por  medio  quedó; 

agora  de  don  linrique.                  ^^^^^H 
Gonzalo.  \^iestra  Majestad  advierta              ^^^^^M 

^^B           sin  duda  que  no  escribió 

^^B           mis  al  que  su  amor  contrasta 

ouc  solamente  á  los  dos                 ^^^^^H 
aecir  esto  nos  despierta                 I^^^^^H 
la  lealtad,  la  le;  de  Liios                 ^^^^^H 

^^H            desia  noche,  que  esto  basta. 

^^B           y  para  mi  mucnc  sobra; 

^^B            que  el  amor,  puesto  por  obra. 

y  el  ser  cosa  ya  tan  cierta.                         ^^M 
En  Tordesillát  entró                             ^^^H 

^^B            poca  retórica  ((asta. 
^^H           Ktía  noche  hay  sólo  escrito 

un  año  ha,  y  con  mano  armada         ^^^^| 

^^H           en  iodo  ese  roto  pliego; 
^^B            mas  ser¿  el  caba  lo  Kriego 

de  vuestro  palacio  echó                     ^^^^H 

toda  la  iteiiie  granada,                    ^^^^^H 

^^B             que  trae  oculto  el  delito. 

y  luego  se  apoderó                          ^^^^^B 

^^B           Uomo  las  letras  de  Ü^io, 

del  Reino  y  vuestfa  peruma,           ^^^^H 

^^B           son  las  ouc  celoso  escucho 
^^B           qt)c  hab  an  poco  y  dicen  mucho. 

Ucvéndoos  hasta  Escalona,                ^^^^| 

aunque  libre,  como  preso.                 ^^^^| 

^^B             Letras,  ^qui  ijuercis  decir? 

^No  setd  indicio  este  axcesi»              ^^^^| 

^^B             Acabad  ya  de  paiir 

que  aspira  i  vuestra  corona?              ^^^^| 

^^B           este  monstruo  con  quien  lucho. 

í>i  vuestra  Alteza  no  huyera              ^^^^B 

^^B             Dird  que  esta  noche  espera 

de  Escalona  á  Talavcra.                 ^^^^^H 

^^H           insultos  con  que  amor  crece. 

y  don  Alvaro  de  Luna,                   j^^^^^H 

^^B            y  que  eMa  noche  le  ofrece 

con  armas  y  gente  alguna,         -^^^^^H 

^^B             aumentar  mi  pena  Hera; 

encuentro  no  os  saliera,            J^^^^^H 

^^H            pero,  aunque  con  tal  quimera 
^^H             hace  i  su  amor  plato  tranco. 

jestábades  muy  s^uro                 ^^^^^H 
de  alguna  urgente  desgracia?               ^^^H 

^^^^^     si  Enrique  el  papel  en  blanco 

Serviros  siempre  procuro;                ^^^^H 

6Sa 


LA  PEÜA  DE  FRANCIA 


en  vuctiro  Tavot  y  gracia 

eaoy,  pero  conjetuto 

de  Bi^ui,  que  va  no  se  mira 

&i  no  «  con  lici-ptccio  6  ira 

en  patacio  la  luliad. 

[Quiera  Díus  que  mi  Verdad 

no  sv  cumpla  y  sea  meaiira! 

Con  la  Infanta,  mi  leñora, 

celebrar  bodaí  pcciende; 

como  ei  vuestra  sucesor*, 

porque  heredaros  entiendo. 

viéndoos  sin  hijo  agora; 

j  si  sus  hermanos  son 

de  Navarra  y  AragAn 

reyes,  uran  seftor,  ^quién  duda 

que  piaiíndoles  ayuda 

nos  pongan  en  confuüón? 

Con  Ituy  Lapo:  \e  carlea, 

que  esta  en  Valencia,  y  desea 

volver  á  la  dignidad 

que  Impidió  su  lieslcaliad. 
Fsbníx.   Vuestra  Majcsiad  nos  ccca; 

y,  pues  la  ambición  k  abrasa, 

ponga  i  sus  inicnios  tasa: 

que  cchindoic  de  Castilla, 

ategurari  su  silla 

y  ecbarA  al  ladrón  de  cata. 
t^KT.  Basta;  yo  de  Knrique  U 

que  es  vskiIId  muy  leul 

T  he  examinado  lu  fe. 
Gomal.  Seíior... 
Ret.  Nadie  me  hable  mal 

de  61,  porque  me  enojara. 

¿Don  Dlego^ 
Paje.  Seftor. 

Rk»,  {.ipart*.}     Vo  quiero 

salir  contigo  i  rondar 

de  mi  palacio  el  terrero. 

dando  á  cuidador  lugar; 

prcvcnmc  un  casco  oc  acero, 

rodela,  capa  y  espada. 
E.       ^Guindo  na  de  seri' 

A  la  una. 

que  es  hora  mis  sosera. 
Paib.        Vo). 
Rey.  Don  Alvaro  de  Luna 

no  ha  de  saber  desio  nada. 

( Yotít*  4l  fíMf  y  ti  Paje.) 


ESCENA  Xni 
Dm  (¡oaiALO  y  DO»  h'tmijtM  Auoto. 

PNZAL.  Entre  tanto  que  estuviere- 
este  Enrique  en  la  privanza 
del  Rey,  que  oifnos  no  quiere, 
la  que  nuestra  industria  alcania 
seguridad  poca  adquiere. 
Mas  su  muerte  tengo  urdida 
si  me  quieres  ayudar. 

FaaNic    De  ella  depende  mi  vida, 

pues,  sin  él,  hemos  de  estar 
libres;  no  hay  temor  que  impida 
mi  ayuda,  (táiala  v  muera. 

GoHiAi:.  Cada  noche  á  rondar  sale 
et  terrero,  donde  espera 
que  la  Infanta  le  regale 


con  su  vista,  y  de  manera 
en  su  «sfucrio  se  confia 

3ucsin  otra  compai^la 
esu  secreto  y  valor 
se  valen  los  de  su  amor, 

ftrobemos  su  valentía. 
'rot>emo»;  gimas  de  qtj¿  suene? 
üoKZAi..  Abfazarasieon  £1 

y  dar£lc,  que  por  fuerte 

que  sea,  «eguros  del 

veri  en  tus  brazos  su  mueae. 
Ferh^Ik.    Vamos,  que  la  noche  obMJura 

con  su  ilniefala  asegura 

nuestro  iniento- 
GoNZALo.  Robles,  vamos:' 

3o«  si  ti  Infante  matamos 
UTsri  nuestra  vonlura.  o 

ESCENA  XIV 
Satt  ie  ptrtgrimoSiMAti  Vci.it  y  nox  KaaHfa 

SiMóx  Vil  A. 
Sali,  scAor.  cual  digo,  de  mi  tierra, 
entrando  en  Aragón  por  la  montaóa 
de  Jac«.  que  al  francés  el  paso  cierra: 
los  campos  visité,  que  el  bbro  bmña 
en  busca  de  la  Peña  aue  te  digo, 
y  juzK^  que  he  de  hallar  en  vuestra  EspaAa. 
En  la  ciudad  de  Huesca  habló  conmi|{o 
un  caballero  pobre,  y  detterrado 
por  la  persecución  de  un  falso  amigo; 
pidióme  con  secreto  y  con  cuidado. 
pues  i  Castilla  el  paso  encaminaba, 
(de  cuyi'  Rc^'  fué  un  tiempo  grao  privado)  ' 
SL  i  don  Enrique,  Infante,  en  ella  hallaba 
Icdicsc.  sin  testigos,  este  pliego 
por  la  segundad  que  en  mi  llevaba. 
Promelilo  y  partlmc,  Infame,  luego 
hasta  Valladolid.  donde  he  cumplido 
con  mi  palabra  y  su  amigable  meso. 

ENaiQt;E. 
Contento  con  su  carta  be  recibido; 
que  es  un  gran  caballera  y  gran  soldado, 
aunque  iraUores  le  bayan  perseguido; 
restaurarle  en  Castilla  he  procurado: 
mas  como  el  ítry  es  mozo  ha  dado  orc|as 
i  dos  malsines  que  andan  á  su  lado. 
Mas  no  tratando  de  esto  ^por  aué  dcfas 
la  hacienda,  que  me  dices' que  lieredasle 
ít  perc^Tino.  de  París  te  alejase 

Siiiúi4  Vela. 
Quisieron  dar  con  mi  esperanaa  al  traste 
nuevos  cuidados  de  insufrible  peso; 

3uis>éf onme  casar,  auuesta  baste; 
•  una  mujet  buyeooo  el  grave  peso 
vengo  cual  ves- 

Enriqus. 
¡Oh.  qtie  discreto  fuhiri 
SlHÓH  Vbla. 
La  patria  desprecié  por  ao  etiar  preso.  _ 
EHatQus. 

(Afurtí  I  Otali  yo  Umbién  bubtera  tiuti 
y  nunca,  el  nuflca  de  un  renglón  leyera. 


ACTO   rillMEItO 


65J 


porque  nunca  viríeta  aborrecido. 

i<í\ii  pena  buscas,  pues,  de  esta  mancraP 

SimAh  Vela. 
Una  que  se  inlilula  la  de  Francia 
y  donde  mi  deicansu  y  pnz  me  espera: 
el  cielo  me  promete  alli  (i^atiancia 
y  una  mujer  de  ctkbfc  lenumbre, 
ejemplo  de  vif  tud  y  de  constancia. 

\ixnniuK. 
Jamás  he  oido  Peña  de  ese  nombre, 
ni  juigo  ;o  que  la  haya  en  todo  el  mundo, 
ni  donde  tal  mujer  merezca  un  notnbfe. 

Simón  Vkla. 
Con  lodo  «so,  en  registrar  me  fundo 
i  loda  España. 

£r¡  csia  villa,  donde 
llene  su  Corte  el  rey  don  luim  segundo, 
lo  sabrás,  porciue  aquí  nada  se  esconde. 
Vente  conmigo,  que  eres  muy  discreto, 
pues  huyes  los  peligros. 

Simón  Vcla. 

Corresponde 
tu  valor  á  lu  fama,  ^aqu!,  en  cfelO) 
sabré  lo  que  dejeo  y  me  desvela? 

Informarme  de  todo  le  prometo. 
^C¿mo  es  tu  nombre? 

Simón  Vela. 

Et  mío  es  Simón  Vela. 
PlnniijiiK. 
Y  el  mío  un  humhre  A  una  mujer  sujeto, 
que  con  medio  renttlón  me  desconsuela. 

ESCENA  XV 

S^ltla  Infanl*  oeAt,  C*ikilir«  é  una  miaña, 
4t  mo<JU. 

Desnudo  dios,  rapai  invencionero, 

¡qué  ardides  ensenan  i  un  amante! 

Til  me  enseñaste  á  hacer  que  fuese  un  guante 

de  mi  secreto  amor,  mudo  tercero. 

Aqui,  dudosa,  la  respuesta  espero. 

que  si  escribí  «Esta  noche  ú  nunca.  Infante*, 

es  porque  amor  se  goza  en  un  instante; 

que  tiene  la  ocasión  vuelo  lluro. 

bn  esta  noche  mi  amorosa  llama, 

aunque  con  la  vcr){tienza  y  amor  lucho, 

bari  que  la  honra  sufra  y  amor  venza. 

Aquma  noche  ó  nunca  pierdo  fama; 

porque  una  vex  el  arriesgarla  es  macho, 

pero  arriesgarla  dos  poca  verglenia. 

ESCENA  XVI 
S4'(  no»  l>aD*a  iota  y  ton  una  nctila,~nKHx. 

Pedro.     Hecho  me  habéis  que  iratnoche; 
cumplid  como  prometíis, 
papel,  pues  dicho  me  haMis 


que  busque  al  sol  esta  noche. 

|CÍelo,  haced  mi  dxha  ti  anal 

Saber  si  me  esperan  quiero. 
CaTALiK.  Pasos  oigo  en  el  terrero. 
PkuRO.      Hablar  Stento  en  la  ventana. 

jOh,  mas  que  dichoso  amante! 

¿Ah  d«  arriba? 
Catalih.  Pensamecnto. 

albricias  de  este  contento 

me  pedid.  ¿Ks  el  Infante? 
pBi>aa.      Es  quien  resucita  aoora: 

pnevio  que  niuvo  <hfunlo. 
Catalim.  Si  es  el  Infante  pn-guntu. 
PauHO.     El  Infante  que  o^  adora. 
Catalin.  ¿Venís  solo? 
pKoao.  Acompaiiadu. 

mis  que  yo  quisiera,  csloy. 
Cataii!*.  Mal  lo  hiciste,  vo  me  voy; 

indiscreto  habíís  andado. 

jA  tantos  de  mí  ítaque» 

dais  pane? 
pKUNú.  Seflora  mi«, 

esperad,  que  es  coropañia 

que  adora  vuestra  belleza. 

Acompiñanme  recelos, 

sospechas,  deseos,  temores, 

memorias,  goios,  favures, 

Kínsamieatos  y  desvelos, 
e  todos  éstos  soy  cenuo; 
mis  no  me  contentarán 
estas  dichas,  porque  c^tAn, 
mi  Infanta,  puertas  adentro, 
Mai.  ¿de  quí  sirve,  mi  bien, 
que  el  tiempo  gasie  en  preguntas? 
Pues  las  almas  csiin  juntas 
jumos  los  cuerpos  cstín, 
CATAI.IS.  Aunque  vergüenza  y  temor 
el  alma  oprimen  confusa, 
lu  que  la  fama  rehusa  • 
hace  fkilelamor. 
Subid,  que  es  bien;  pues  ¿1  reine, 
que  i  vuestra  fe  corresponda. 


ESCENA  XVII 
Saltn  ti  RiT  y  ■>«■  tnti»,  F' j«. 

Rbt.        Quiero  ver  quf  gente  ronda 
á  las  damas  de  la  Reina; 
oue  entre  las  cansadas  leyes 
(Kl  Gobierno,  y  los  cuidados, 
una  es  vivir  encerrados 
en  sus  palacios  los  Kcyes. 
iQuí  buena  noche! 

Pa«.  Encélente, 

aunque  obscura. 

Rev.  No  hay  rondantes. 

Paje.        VallAdolid  llene  amantes, 
no  de  rejas  solamente; 
que  son  amigos  de  ver 
y  tres  el  ver  desear. 
tras  el  desear,  hablar 
y  Iras  hablar,  poseer: 
y,  como  las  de  palacio 
dan  tan  escaso  el  favor, 
no  hay  en  la  Corte,  seilor. 


6^4 


LA  PRflA  DE  FKANCIA 


Rl^. 


satdn  que  «st¿  un  ¿«pacto. 
Favorn  po(  «Umbique 
pat«  muchos  son  regalo. 

t-SCENA  XVIII 
Sdln  uoa  Gi¡at»LO  y  Kmmiltt d.  K<>bi.m — Diota. 

P.1RKJI11.  Eiicht  (Ic  ser,  don  Gonzalo. 

el  Infanlcdon  Enrii^ue. 

Mientras  i¡ue  con  £1  me  abraxo 

i  ilsflc  U  muerte  ilcga. 
GoHiAi..  Niictira  privanza  sosiega 

en  quitando  «te  embataxo. 

jDálel 

(Muera! 

tÁirífou  roí  ti  P*i«  /  Jétt  <lo«  Goif 
I 'la  y  tnit  *tt  tt  Ntc  A*rtJ».) 

iCanTeMónl 
|Ah,  gentes  un  [>io&  ni  teyl 
¡Muera  ese  oifol 

¿A  vuestro  Rcyí 
¡Ah  de  mi  guarda!  iTcaiciánl 


OONZAL 


Pmr. 
'R»r. 
'Comal 

Hb*. 


ESCENA  XIX 

OuKIALO  Y  FUlKllar    Ditputt  COÜA    CltlAblKA 
)  0011  FUIIIIO. 

GoNXAi..   El  golpe  habernos  errado. 
FckhAn.   Por  aquí  eii  palacio  entremos, 

y  en  busca  del  Kcy  sald(«inus. 

cada  cual  alborotado. 

como  quien  vicneiitnoiantc 

de  este  inMilto. 
GoKiAi..  I>ice%  bien. 

[■'cusAs.   Limpia,  pues,  la  din*  >'  ven. 
GoNZAt-   iQue  nn  fuera  éste  el  Inlantel  (Cd»».) 
pp.oKO.      I'erdonad,  seAora  mía; 

que  el  Rey  )ia  pedido  ayuda 

V  M  bien  que  a  dársela  actKla. 
CATA.h)¿Masiiesel  Key? 
pKDHo.  Si  seria, 

que  en  la  voz  le  conoci. 
Catalik,  Vuestra  vida  et  cielo  guarde. 
PeMo.      jHe  de  volver  hoyf 
Cataun.  '  Ytes  larde: 

adiós. 
Pkoro.  ^Y  maAana? 

Catalih.  SI; 

ma«  no,  que  he  de  ser  conttanie 

y  pucc  p4Sar  ha»  dejado 

nu  ocasión,  ya  ha  lleeado 

(lesta  noche  et  nunca.  Infante. 

(Vatt  jf  Mfattcalgúnda  I«  <Kd(a.) 

ESCENA  XX 
S4UH  ti  l»J*n\t  n«K  EnKiQUk  >■  StsMi  V>i.a. 

ENNiqt'B.  Tingóle  unta  afición, 
desde  que  %i  que  dejane 


(ll  Cfl  <l  oriKinil  y  en  (I  Hi.  if.^  loilcxito  lu  illce 
O;  Ceíro;  pero  At>  «Miitiio  p>r*e«  dcJucine  iius 
hatita  liBlHfn  Ia  laltou.  Kl  l*prtta  ilrl  tinlo  xviii 
iwbMA  «itá  irrido. 


riesi^  que,  huyendo,  cacau»ie 
de  una  mu)er,  que  en  razón 
de  venir  Simún  coumigo, 
puesto  que  lo  has  escuctiado; 
ya  que  mi  amor  le  ne  •tomado 
vengo  seguro  contigo. 
jQué  he  de  hacera 

Simó?*.  Volver  eo 

y  advenir  que  una  mujer, 
en  materias  de  querer 
en  el  lio  disfra;»  el  si; 
y  el  roto  papel  leñala  _ 

que  hubo  encañu  maniliesio 
en  tu  sospecha. 

Ek«ioue.  {Qu^  *^  csto^ 

¡Ay,  cictot 

Simó».  Esta  es  una  escala. 

EnaiQi'E.  jEscala?  Míralo  bien. 

Simón.      Ivscala  eí. 

Ekiiciic.  iJesúi,  mil  veceol 

¡Jesúit 

SiMÓK.  Si  vida  apeteces 

huye  riesgos,  y  harás  bJciM 
l)e  este  modo  amor  regala. 

EHaivKE.  |.^h,  cruel!  ^Es  bien  que  ansí 
el  nunca  me  des  á  mi 
y  á  tni  enemigo  ta  cscalaP 
jQtto  hombre  admite  lo  taU.^ 
^uera  vida,  seso  fuera! 
poroue  primero  que  muera 
putOB  hablar  con  claridad, 
publiquemos  la  verdad 
pues  cttoy  en  la  escalers. 
Pecheros  del  ci*«o  amof 
si  quietud  querMs  tener 
no  amáis  más.  pues  la  majcr 
consiente  encalar  su  honor: 
huid  de  la  que  es  riicgor, 
porque  sólo  tiene  asiento 
su  firmeza  sobre  el  viento; 
ejemplo  bastante  os  doy, 
pues,  para  el  paso  en  que  estoy. 
que  ni  mcengafto,  ni  os  miento, 

iTitai  t»  ta  isaiie  W  r«M«l*  iTt  (•  *ttéit 

¡Que  en  tan  quebradizos  vatoi 
)a  honra  guardada  eit¿, 
porque  al  primer  puntapié 
secaJgal  jAh,  bienes  cscaxii; 
escala  vill  Estos  pasos, 
pasos  de  mi  muerte  son: 
y  pues  los  pies  de  un  ladrón, 
¡cklost  tales  pasos  dan, 
en  estos  pasos  están 
los  pasos  de  mi  pasión. 


ESCENA  XXI 

S*té»  (1  Hal,  D0>  OOHtAAo,  FMoUa  Al 

ftntf  y  AaeJka*'— Diia*. 

GoxzaLO. 
Ninguno  pudo  ser,  sino  el  Infante. 
el  aureior,  invti:i«  Rey;  advierte 
lo  que  te  dije  ayer,  y  que  es  amante 
de  la  Itilant*,  y  desea  succderte. 
Información  daré  do  esto  bastante. 


i 


I 


FkkkAm  AutKsa 
I  no  fuere  verdad,  danos  la  mucrU. 

OoHZAIO. 

A)'crconcarU%dG  Rui  l.ópeí,  vino 
un  íraiKñ,  d'nitdigdo  •:ix  pcietfrinu, 
quien  li  tu  pAJe  echó,  t«ñnr,  loi  braxos 
creyendo  ter  el  Key,  y  p«s6  el  pecho, 
^(^ui^n  duda  que  quitar  \o%  embaíalos 
quiso  de  su  ambición  y  vil  ptovechu.^ 

FernAn  Alonso. 
ji;^ujén  se  atreve  A  su  Rey  A  hacer  pedazo» 
uno  quien  ser  rey  quiere? 

Rbv. 

Ya  sospecho 
que  U  vcrdAil  nu  dices;  en  un  cadahalíci 
pag«rft!i  tu  iraiciút),  Enrique  falso. 
¿Qué  ji<«ic  es  estaJ" 

Soy  quien  no  quiViera 
tenor  sel,  por  no  ver  tan  desdichaoo. 

.  Goxíal.0. 
Don  Knriquees. 

Rir. 
f  rende  I  de. 
Enriqub. 

,iPorquér  Evpera- 

Rkt. 
:A  h ,  1ob<j  en  piel  de  itgre  diKf raiado! 
ivt  prc|;uniar  por  qu¿  de  ew  manera 
ya  s¿  que  es  pur  venii*  diumulado 
i  encubrir  tu  traición:  ya  lo  sé  todii. 

iQoi  &BbCí^  jCüma  mt  hablas  de  esc  modo? 

Rkt. 
I'rendelde. 

Si  la  Infanta  hs  sido  mala, 
jqui  culpa  tengo  yu  que  no  te  ufend»? 
Infórmnie  quiín  es  el  que  Á  su  sala 
sublú  puf  cu  escala  que  estás  viendo. 

Rev. 

¿Escala,  cielos?  ¡Ah  traidor!  ,;Eícala 
en  mi  palacio?  Aleve,  ya  te  entiendo. 
No  eches  la  culpa  á  nadie,  que  tú  has  &ido 
quien  mi  palacio  escala,  y  me  ba  ofendido. 
Las  armas  le  quitad. 

¡ÍSCKNA  XXII 

Sitie  iiuK  l>aaiio.~tlicn«. 

Pu>ao. 

Por  ver  si  pueda 
la  escala  üesculgaf,  que  dej<  en  vano, 
vuelvo  al  terrero. 

ÜNtilQUK. 

iBueno,  cteloi,  quedu! 


Go^ZAi^. 
Eue  a  doB  Pedro,  del  Maestre  hermano. 

Rbv. 
Pu«i  p rende Ide  también . 

ÜNaiQtrB. 

De  tanto  enredo, 
la  causa  son  traidores. 

Rbv. 

|Ab  tirano! 

pEaNin  Alonso- 
Don  Pedro,  dad  la&  armas. 

Pkiwo. 

¿QuKn  me  prende? 

FbhmAh  Alokso. 

Et  Rey. 

Pauao. 

¿El  Rey?  ^En  qué  de  mi  se  ofende?. 

Rbv. 

En  que  os  hacéis  también,  don  Pedro,  cómplice 
en  los  insultos  del  hermano  vuestro. 

pBoao. 
Poderoso  scftor,  ¿qué  insultos? 

RiY. 

Ha^ta: 
miraldei  los  papeles  que  traen,  que  ellos 
dectaraián  lo  que  Ruy  l.ópeí  I>ávaloi 
les  esciibe  en  ofensa  de  mi  vida. 

Psi>Ro. 
¿De  tu  vida,  señoi?  iPiímorocUíclo... 

EKBIQtlB. 

jAh  traidorl  Poco  &  poco  vas  echando 
da  Castilla  A  los  buenos;  que  eres  malo. 
y  Wmes  no  caíiiguen  tus  traiciones. 

iMirtiUcn  Iji»n(il<i',i>/dflri4iirr«trf  ilun  Kaliout 

Y  Fcciiln  Monto  a  >lon  IVd'i),  >'  MMn'tu  In*  mt*\a* 
ptpllt*  ) 

FbhmXn  Alokso. 
Don  Pedro  tiene aqu!  medio  bilteie. 
Gonzalo. 

Y  otro  medio  el  Maestre  don  Knríquc. 

Rev. 
Cifras  deben  de  ser  con  que  le  entienden. 
[Míos  ací;  la  letra  es  una  misma 
y  en  un  solo  renglón  dicen  sus  pariCN: 
^tM.¡  «Aquesta  noche  6  nunca.  Infante.» 

ÜONZALO. 

¿Vcslo? 
La  muerte,  por  alzarse  con  Castilla 
te  concertaron  dar  en  esta  noche, 
y  por  esa  ocasión  te  acomctícion 
matándote  i  tu  paje. 

Rbt. 

jAh,  ciclos  santos, 
que  DO  sufrís  traicioaesl  Esta  noche 


656 


LA  PF.ftK  nK  rKANCIA 


me  libró  mi  inocencia  de  U  muotte. 
Do  Rui  López  Mtin  tiiot  comQ)Os. 
por  volver  &  CitiilU. 

jHay  ut  dadicha? 
SiuÓH  Vela. 
jHay  lisiima  mayor? 

Kbt. 

t-levaldoi  preso». 
Pbmio. 
Adviene,  Kian  scAor... 

Rtr. 
Y  i  cs<-- criado 

2ue  traen  consigo,  le  pondrfif  al  pumo 
cuestión  de  tormento,  porque  difta 
la  verdad  de  eue  Iniulio. 

Simón  Vkla. 
,jA  mi?' 
Bey. 

Lleval<k. 

SiMÓM   VSI.A. 

El  cielo  ampare  mi  inocente  vida. 

Rtr. 
Eué  también  mi  loca  hermana  presa, 
con  Rentes  en  su  cuarto  que  la  guaidcn. 

IvNliiQU»:, 
ilía,  venid  de  Kolpe,  niale»  ficroil 
Mat<<)u¿  no  haii  un  traidor  de  un  rey  privado^ 

Pbdro. 
{Qué  buen  suceso  tuvo  mi  amor  loco  I 

Rky. 
(Ah,  Iraidofes  infantes) 

I^en  se  ha  hfx:ho. 

GOMAtO. 

DcmIc  hoy  veris  crecer  nuesiro  provecho. 


ACTO  SEGUNDO 


t-SCUNA  PRIMERA 
Soif  titm  UiMMi.o  y  iion  P«n*o,  tom«  prne. 

üoNiai..  El  buen  fin  de  este  suceso 
os  scfi  muy  imponanic 
u  hacélx  lo  que  os  digo.  Infante. 
Dos  mexcs  ha  que  esiAís  pre:so, 
»n  dejar  que  o«  comunique 
vuestro  hermano  su  pasión, 
porque  en  diversa  prisión 
tiene  el  Hty  á  don  Enrique. 
La  Infama  ama  i  vuestro  hermano 
con  voluntad  excesiva. 


V  mientras  Enrique  viva 
ta  pictendcrfis  en  vaoo; 
romped  parentesco  y  ley. 
que  a  e»to  obliga  el  ser  annanii 
atrepellad  al  Infante, 
dccilde,  don  Pedro,  «I  Rey 
que  darle  la  muerte  quiso 
cuando  al  paje  le  mató, 
y  que  de  este  caso  os  dio 
en  aquel  billete  aviso; 
y  afeando  la  maldad 
de  tan  bárbaro  remedio 
os  rompió  el  papel  por  medio 
y  íclle\-ó  la  mitad: 
que  £1  aquella  escala  puso 
para  alcanzar  i  la  Infanta, 
cuando  con  locura  tanta 
i  matarle  se  dispuso; 
que  con  Rui  López  coocieria 
por  cartas,  esta  iraiciÓR, 

V  en  fin,  que  su  pretensión 
hubiera  salido  cierta, 
si  el  cielo  no  le  libiara 
aquella  noche  de  muerte, 
y,  que  el  hablar  de  esta  «leriej 
es  por  ser  verdad  tan  clara. 
Sabrá  el  Rcv  que  le  servis, 
y  yo,  entonces,  os  prometo 
de  trazar  que  tenga  c<cio 
la  esperanza  en  que  vivis. 
De  don  .\lvjiro  de  Luna 
goio  toda  la  privanza, 
yo,  vos  sabéis  lo  que  alcanza 
con  ellos  ihM  mi  fortuna. 
Libradme  tos  de  esta  pena; 
que,  en  fe  de  ventura  tanta, 
yo  haré  que  m  den  i  la  Infanta 
ve)  Estado  de  Viikna. 
Determinaos  brevemente; 
y  advertid  que  si  perdéis 
un  hermano,  cobraréis 
honra,  estado  y  tuniamentc 
un  ami({0  aue  «í  convida 
un  la  ocasión,  que  os  advi«rU. 
si  no  lo  hacüs,  con  la  muenc. 
y  si  lo  hacéis,  con  la  vida. 

Don  Piuko. 
¡Consejo  riguroso,  vil  acnctdol 
¡Traidor!,  vencerme  intentas,  pero  en  vane, 
mucho  gano  si  esposa  y  vida  ¿«no. 
mucho  pierdo  si  ley  y  hermano  píenlo. 
Dejar  esta  ocasión  no  ct  de  hombre  cue 
locura  es  ser  traidor  contra  mi  hermano. 
¡Oh  eiirarta  confusión,  oh  amor  tirano! 
duermo  »\  honor  y  i  la  pasión  recuerdo. 
Mucho  puede  un  traidor  que  mane! 
mucho  el  amor  con  que  combato  y  | 
mucho  la  sangre  en  que  mi  fama  i 
mucho  todo...  .Mas  jay  de  mil  qucescucl 
decic  que  vence  amor;  pues  amor  viva; 
que  todo  «4  poco  cuando  amor  ts  muc~ 


^^^^^^^^^^^^^^^V              ACTO                                          ^^^^^V                                              1 

^^^^^V         ESCENA  II 

ESCENA  III 

La  ¡nf»itt»  »oll4  d.tUMiA  y  Viimua. 

Sth    BlIUTIBti.  —  IhCH4 

C&TAUN.  El  Rey  es  mezo  y  da  oído» 

Benavio.  Heso,  Scilora,  tus  pies. 

i  los  dañosos  consejas 

CATAiiN.-l'uMcómo  te  ha  sucedido? 
BirtAvio.  Del  modo  que  lo  has  pedido 

de  los  ifaidufcs  Angidos, 

ea  aBos  v  enftaños  viejos. 

al  cielo. 

y  por  eso  son  creídos: 

Catakh.             «I>i'  qué  manera? 

f  quiera  Dios  qua  nu  den 

Bknavio.  Llevé  un  pedazo  de  cera. 

con  el  reino  algún  vaivén. 

y  cuando  hallé  cnlteicnido 

i)uc  quien  los  nobles  deslíe rra 

al  (Al  Alcaide  (lugando 

hacer  quiere  i  la  pax.  guerra. 

con  otros  Icumo  que  allí 

F'aoill*.  Dices,  uran  »iíora,  bieri. 
Catali''.  ^Quéoirácl  Rev  dr  Arafión 

su  juego  cslHba  mirando. 

cualro  llaves  imprimí 

y  Ct  de  Navarra,'  Pa.lilla, 

que  en  la  ctnia  hallé  colgando! 

viendo  i  su  herminu  en  prisión. 

y  el  oro  Ui  contrahiiu 
i  pedir  de  boca. 

^^K             y  que  atii  el  Rey  de  Casulla 
^^H            le  atribuya  tal  traición? 

Catalin.                             Bien. 

^^H            ^t-Jniiende  que  los  soldados 
^^H            lie  sus  castillos  dorados 

Bkkavio.  El  interés  es  hechito 

de  iodo  barbado. 

^^^ft            (cuandú  &  tantos  hace  injurU) 

Catalik.                              V«d 

^^^r             le  han  de  librar  de  la  furia 

que  tu  Ingtnio  solenixo. 
Trazas  me  ofrece  el  amor 

^^^1             (le  dos  reyes  a^^'''*'""^^^ 

^^^^             ^Eniicnde  que  no  se  ofende 

con  q^uedc  mi  Ennqucimpida 

^^^1           el  cielo  de  los  ri([ores 

el  peligro  y  el  temor. 

^^^1            con  que  sin  culpa  me  prende? 

que  no  han  de  ofender  su  vida 

^^^B             Mas,  quien  trata  con  iTaidofcs, 

un  Rey  mozo,  y  un  traidor.  (r>iiM«.i 

^^^H             Iraicionet  loIa^  entiende. 

^B              Estoy,  l'adilln,  sm  seso. 

Pai>iix*.  l.aFteinadoña  Maria   ' 

ESCENA  IV 

ji^ué  dice,  que  siente  de  eso^ 
Catalik.  Viendo  con  la  tiranía 

SaltH  mm  ruRo.  tikrt.  il  Rit,  no>  GoeruLO  y 

que  al  Intaic  tienen  preso. 
Miníelo  como  >tiu|cr: 

'  Rbit.         En  vos,  don  Pedro,  desde  hoy 

mas  no  pudicodo  vence; 

muestras  y  seAatcs  hallo 

del  Rey  injustos  enojos 

de  un  leal  y  del  vasallo. 
PsDf o.     .A  tus  pH-s  lumitdc  estoy. 

todo  lo  libra  en  los  ojos. 

Padilla.  ¡Quede  un  traidor  el  poder 

Rev.         (lOiad  en  parte d« pago 

llegue  á  unto! 

ei  Estado  do  Villena, 

Catalin.                      eQué  se  suena 
de  don  Ptfdror 

que  dé  i  don  Enrique  pena: 

que  el  .MacsiraifiO  de  Santiago 

■      Padiu.a.                         Queuldrd 

os  diera  también,  í  estar 

■                      libre)  Marques  de  Vilkna. 

en  mi  muño;  mas  después 

1     Catalik.  ^Marqutsde  Villena  ya? 

que  en  el  t-onvento  de  Helé» 

■                      Alguna  traición  se  ordena. 

los  Treces  haga  juntar 

■     PADitt.A.  Hace  por  61  dan  Ounxalo- 

V  aluiinoi  Comendadores, 
tes  oiré,  que  será  bien 

■     Cataun.  Do  esa  suerte  ya  le  igualo 

B                   con  ih  porque  si  un  traidor 
H                    de  don  Pedro  es  valedor, 

que  este  ilustre  car^o  us  den. 

>ues  los  merecéis  mayoro. 
)on  Alvaro  el  Condestable. 

H                  no  es  por  bueno,  mis  por  malo. 

■                     Mds  SI  la  trazn  que  he  dado 

pnmo,  se  os  ha  de  opunar. 

^^^             la  razona  el  ciclo  cieña. 

y  seréis  cuctdo  en  tciner 

^^^K             poco  valdrá  \ucuiilado, 

competidor  tan  notable; 

^^H             que,  para  que  abra  la  puerta 
^^^1             de  la  prisión.  len^to  hallado 

pGio,  si  de  mano  os  gana 

ol  Maestrazgo,  yo  os  prometo 
de  hacer  como  llegue  á  cfeto 

^^^f            un  medio,  i'ero  el  secreto 

^^^            ya  sabes  que... 

el  cataro»  con  mi  hermana. 

P*i>ii.i«.                         Yo  prometo 

PiDHO.      Mil  vcccs  esl«s  pies  bew. 

■  guardarle  como  hasta  aquí. 

■  Catalik.  si,  harás,  porque  tengo  eo  ti 

iAparit.)  Traidiir  hc  vido,  mal  bago; 

mas  ti  me  han  de  dar  tal  pago 

■                   an  cnnlídentediscreío. 

como  el  que  agora  intereso. 

■                   Llama  á  llenavides,  pues. 

y  á  la  hermosa  Infanta  gano, 

^^^^            que  es  de  quien  se  fia  el  Inranio, 

perdone  el  mundo  mi  error. 

^^^H            r  «abrás  esto  desptiés. 

,               que  por  comprar  tal  favor 

^^^^^     Más  ya  le  lenito  delante. 

poco  es  vender  á  un  hermano. 

^^^^^^^m 

(A  loi  áM  IraUfirH.l 

^^^^^V 

Rbt.         Bien  me  habéis  aconsejado; 

■              COMEDIAS  M.  rinSO  DI  MOLIHA,— TOMO  1 

4" 

^^^^           65f*                                                       LA  PEflA  DE  PKANCIA                                                   ^^^| 

^^^^H                  y  aunque  ia  par;a  sea  poca, 
^^^^H                 don  Gómalo  goce  á  Coca, 
^^^^H                 que  c&  un  tugat  dol  Estado 
^^^^^                 <ic<lon  Enrique 

contra  la  Corona  Real              ^H 

y  os  priva  de  todo  ■!  Re* ,        ^H 

quiere  que  el'iaii  Maestre:        ^H 

y  don  Alvaro  de  Luna               ^M 

^^M         GoHit.1..                            Ksa«  plantas  .. 

lo  seri.  sin  duda  alguna.            ^M 

^^^^^.                  sellen  mis  Ubitis  mil  veces. 

Ehrktve.  Con  é\  su  privaniJi  muestre;     ^U 

^^^^B                 pues  como  vtvira  engrandeces 
^^^^F                   8  tiumíldaJ  que  en  mí  levantas, 
^^r          EtKY.         A  FomAn  de  Rubíes  (J<»y 

enrisque  mis  su  suhidi,            ^H 

seri  m.^s  terrible  el  taita            ^M 

que,  i  no  estar  Kaelún  tan  altu^H 

^^B                           también  la  villa  de  Arnedo. 

no  diera  ton  ^ran  caída.             ^H 

^^H          Fkhkím.  Beso  Ius  pies. 

GvAPOi..  Mándanme  que  os  notiúquc     ^H 

^^H           Riv.                                Aún  no  quedo 

que  la  Crux  roi*  os  quitéis        ^H 

^^m 

y  que  al  Convento  la  envitís     ^M 

^H          FcnNiM.                  Tu  tiechura  soy. 

de  VMs.  señor  don  Enrique.    ^M 

^H           Rkit.          K1  Rey  don  Alfonso  el  quinto 

para  que  libres  esi¿n                   ^M 

^^K                           de  Purlugil  viene  í  verme; 

dei  humenage  que  os  dieron      ^M 

^^^^^L                    que  quiere  satisfacerme 

el  dia  que  os  cüperon.               ^M 

^^^^H^                  sobre  si  es  ó  no  distinto 

ENkiQítK.  ,>La  cruz  me  qujiB?  Hace  bsen.^1 

^^^^^r-               su  O'iental  descubrimiento, 

iCfuz  del  Patrón  cspaftul:        ^M 

^^^^^E                  del  mío,  en  el  nuevo  mundo. 

del  alarbe  noble  estraito:           ^M 

^^^^^K                   En  SaUmaní^a  me  fundo 

1  K^Jtra  fmaaKí 

^^^^^V                   hacerle  el  rccibimienio. 

Cruz  del  Aposto!  SMniia^o 

^^^^B                    Lleven  preso  allí  al  Infante: 

y  de  mis  liiiiet>ln«  sol;                 ^_ 

^^^^H                  porque  en  presencia  del  Itey, 

pesar  de  dqar»^  siento.              ^H 

^^^^H                    con  el  rigorde  la  le)r 

mas,  pue^  que  de  vos  me  quita^H 

^^^^K '                le  dé  el  castigo  bastante 

conmigo,  sin  duda  imitan.        ^H 

^^^^Ki.                y  pidan  satisfacción 

de  Cristo  el  deseen  JImienlol      ^^ 

^^^^H                  sus  hecmatios:  que  las  berras 

A  imitarte  me  iporcibo. 

^^^^^K                        !as  cadenas 

aunque  i  Cristo,  si  lo  adviarto, 
quitáronle  de  vos,  muerto,        ^H 

^       '                    (cmblarin  de  mi  Icón.     (VaixfRef.l 

^^^L^     GoxiAi.o.Por  mi  consejo,  don  Pedro, 

y  á  m!,  en  ñn.  me  quitan  vítOi^H 
Pero,  seAales  son  estas               ^M 

^^^^K                    esiiis  libre  y  sois  iMarqufs, 

^^^^y                    y  la  Infanta,  untes  de  un  mes 

que  estoy  cerca  de  acabarme,    ^M 

^^^^^                   seri  vuesirs. 

pues  para  crucificarme             ^H 

^H          PábMO.                        Por  TOS  medro. 

me  aullan  la  cruz  de  á  cuesui. 
Oásela  i  los  que  en  pasiones     ^m 

^^U           FiinrtÁK.  El  (tey  don  luanel  MK^tido 

^^H                            su  Real  palabra  empeñií. 

y  envidias  triunfaron  ya,          ^M 

^^1           Páoao.     Venderá  por  ella  yo 

que,  muy  bien  parcccrit             ^M 

^^M                           no  i  un  hermano,  k  lodo  el  mundo. 

la  criix  entre  ím  ladrones^        ^H 

^^^^^ 

(Bítñla  f  p-iMla  totrt  «■«  iai^^| 
riitc  la  (>«(riu).                                  j^H 

y,  déjame  agora  un  puco           ^H 
á  solas.                                     ^H 

^^K                            ESCENA  V 

^^^^^^                Sal<  OOK  e>iiigVK,^r(>o,>-un4GQ*>lM>, 

GirARiM.             Infame.  adi6s.              ^H 

^^M          CNRi^tiE.  ^Amor  de  la  Infanta  ha  hecho 

^H 

^^B                         traidor  i  mi  hermano? 

t'ISCI^NA  VI             ^^M 

^^K^       OUARO*.                                             Si, 

n<-n  e«Mi9«(.           ^^^^1 

^^■■L                   que  el  Rey  se  le  da. 

^^^^1    Ekmiqub.                               Pordi 

Hagamos  cacnla  con  vt»,        ^M 

^^^^H                  el  b*cn  que  alentó  mi  pecho, 

anie%  que  me  vuelva  luco.        ^H 

^^^^^H                    iOt^t  en  fin,  mi  hermano  es  privado 
^^^^^                   del  ReT?  ^Oue  lu  amigo  cs^ 
^^H         Guaro*.  Y  de  Villena  Marques 

alma,  que  aunque  me  veis  ca*(^H 

en  sufrir  y  en  padecer               ^H 

ya  no  tenso  que  perder             ^H 
si  acaso  el  sexo  no  pierdo,         ^H 

^^^^v                    porque  iodo  vuesiroeslado, 
^^^^^H                    M  dividiJo  con 

Ni  mi  pcli(tm  me  espanta.           ^M 

^^^^^^                    con  Kftiemeru  y  con  Robles. 

ni  que  traidor  me  havj>  «»]«       ^| 

^^H           EttaiQUK.  I'udrá  el  Rey  hacerlos  nobles, 

don  Pedro,  i  tu  am.>r  rendJdo.  ^M 

^^^^^                     pero  i  nadie  deitcis  fiel. 

Mas.  que  mi  mudable  Infama  ^M 

^^^^H                  ¿Hay  mis  de  nuevo? 

se  me  mi^strase  cruel                  ^H 

^^^^V    GUAKDA.                                          Mis. 

y  premiase  el  rendimiento          ^H 

^^V          Ehkiqvk.                                         Paes 

de  mi  enemigo,  esto  siento.       ^| 

^H                         dilo,  no  rengas  temor. 

pero  no  que  aqtiel  papel            ^H 

^H        .  G(7A»DA.  El  Comendador  mayor 

que  vino  denin>  del  Kuanie,      ^H 

^^L^^                     ha  convocado  en  Ucl^ 

aunque  corto,  llsoní(c(u,          ^H 

^^^^^L                    capitulo,  como  rs  ley: 

decía,  leído  ciiteru,                   ^H 

^^^^B                  que,  como  os  da  por  desleal 

^ 

•Esta  noche  i^  itunca  Infante*.  ^H 

AC.Tn   SKOl'NDO 


65g 


I 


E(  R«r  isl  lo  krd 
•Doqueel  iTiiiterio  nu  lupo; 
e)  «nunca  Inítme»  me  cupo; 
pu«s  ¿por  qué  la  ctilpú  yo? 
Mas  qué  di^io  ju  um  escala 
P«n(liraie  i  sus  rejas  vi? 
si  la  >dniuí<^  conin  mf 
su  insulto  en  ella  seAila, 
^Mas,  si  don  Pedro  li  puso, 
porqur  en  eI  pap*!  I^l^o 
•«m  mcht*?  SI,  más  no: 
dejadme  lemor  c<vnfuso, 
que  prisión «  t>n  estrechas 
no  mt  dan  unios  cuidados 
como  Iva  grítlú4  pesados 
de  celos  y  de  sospechu. 


ESCENA  Vil 
El  ALCAtiiB,  BasiTlnas  y  1-abii.i,*.— lNC>i«. 

Bkkavidks. 

Ha,  que  ya  p«clJs  de  muir  curwsoi 
jnobas(a.quenoha]r  vex  queenicccatacircel 

3ue  no  me  miren  lodos  los  vetlidos, 
no  que  hasta  la  cena,  que  al  Infanta 
traigo,  me  registréis? 

Alcaiob. 
Este  es  mi  oAcio 
y  cumplo  ei  ordeo  que  me  tienen  dado. 

SI,  pero  mit  templado. 

Ola  ¿qué  Vtetlo? 
Bs  NA  VI  bes. 
El  alcaide  es,  seitof.  que  hasta  lus  platos 
me  examina,  pui  ver  si  iraisoerfirv  ellos 
instrumrnios,  papeles  ít  quTiiicfas, 
que  suefía  con  que  rompas  las  prt'ioncs, 
hasta  quitar  la  lapa  >le  uncon«|o 
que  le  traigo  empanado. 

Alcaide. 

Benavtdc», 
esta  es  orden  del  Ftey. 

ENüiQUit. 
Y  es  tusla  cosa 
hacer.  Alcaide,  lo  que  c!  Rey  os  manda. 
Mitaldo  todo  y  rcKisirad  mi  pecho, 
que  ;q  sé  que  no  nalléis  en  el  afecto 
menos  que  de  leal  j  fiel  vatallo- 
Ojali  que  lambitn  fueran  visibles 
los  peniamienios  que  á  mi  Rcj  adulan, 
saliera  yo  leal  y  ellos  traidores, 

Ai.i:«ii>i. 
Para  mf,  ^ran  Maestre,  eso  n  üa  duda: 
pero  es  tueria  cumplir  con  lo  que  ordena 
dRcy. 

ElMQVZ. 

Andad:  hacedlo  y  do  os  dí  ptna. 

«faMef  AlcaM*.) 


ESCENA  Vm 
DioiM,  lanot  «4  Aii:uii». 

BKSAvm.  Ya  es  hora.  seAor,  tjucccnn. 

Enkiouk.  No  del  maular  U»^»-,  Luenu; 
que  el  alma  que  se  susirnia 
cuffl  pesares  j  desdenes, 
al  cDtrpu  ha  d«du  alimento, 
de  reeetos  j  pesar: 
ya  no  admitiré  manjar 
que  no  le  guise  el  tormento. 

iS4<úalt  I*  un*  paula.} 

Padilla,  é>()til  rttis?  Perdona. 

que  quien  todo  es  frenesí 

aún  ni)  se  komice  i  si, 

^qué  liará  con  otra  pcfsont? 

Sírvi-s,  en  lin,  i  la  Infanta 

y  debiera  hacer  estima 

d«tl. 
Padilla.         Y  día  se  lastima 

de  lus  riesftoi. 
EtfHíQUK.  Canta,  canu. 

pAbiu.A.  ^Quéquieret? 
Enhiquk.  Algo  que  Ma 

congojoso. 
Pad:lla.  ¿Para  qué? 

EhKiour..  Estoilo  yo  y  gustaré 

de  tonos  de  mi  libren. 

|P»iilla  Mnl4  y  mon  «I  ln/**l» ) 

Padiila. 

«Fernin  GoxileE,  Conde  perseguido, 
asombro  del  Alarbe,  estaba  preso 
en  León,  por  la  envidia,  cuyo  ticno 
el  mAs  firme  valor  tiene  oprimido. 
Pero  su  esposa,  que  coiniu  el  olvido 
en  bronce  su  renombre  d«|A  inipfcto 
la  libertad  le  did  (notable  exccio) 
trocando  ■.on  el  {'.onde  su  vcntidu. 
Durara  ctnitimcnle  lealtad  tmiia 
en  cuBnUs  paites  se  dnptAa  Kcbo, 

rirque  en  su  luz  su  amor  se  ciimunlqtK. 
no  tener  Catlilla  b(>>  oirii  Infanta 
que  con  trajia  ¡n)íenM>sa  y  amoi  nuevo 
la  libertMl  rrinqucn  t  don  Enriqua. 

ENnivf  K.  jLibtc  yo^  ¿Cómo  lo  sabes? 
Padilla,  rit  cúmu  v  el  culndo  dejo 

remitida  I  ese  confio? 
Ehhiqur.  Jesdil  ¿qué  es  esto? 
BaitAviD.  Uos  llave» 

y  una  cana. 
ExHigim.  i^«i  invención 

me  traes  aqui  IteniiVHJt's? 
Bbnaviu.  Sí  al  ingenio  el  amor  mides, 

llavcv  son  de  la  prisión, 

que  para  poder  librarle 

te  envía  la  Infanta. 
E11PÍ9UK.  tCkiloí 

que  estoy  sobndo  recalo. 
l'ADil.ut.  I.i  vida  i  venido  i  darie 

quien  le  diú  en  Su  ininr  lugar, 
Enüiql'K.  Ya  es  dichosa  mi  pitsión, 

puei  por  ella  la  aticiAn 

conozco  que  ha  de  adofar. 

Padilla,  ¿dué?  ¿lis  enría 

la  Infaau? 


66o 


1.A  pkRa  de  kiiancia 


Padiliji.  Ella  tai  la  Huiora 

dcst«  ardid, 

Ejiftiijue.  Y  jcri  aurora 

que  i  mis  penas  irsíga  c!  ella,  (ftprt.í 

</^,i<Aunqiif  mivtdicn  lu  ausencia 

será  mucrie.  por  ivo  vcti» 

üin  vídn,  elij»  )a  muerte 

que  temo  ^in  lu  presencia. 

Huye,  Kni'iqtic.  la  violencia 

de  un  líioniGro  cobarde, 

que  hiciendo  engañoso  alarde. 

inv«itia  irakií>nes  nuevas: 

coniiRo  «I  Híma  tne  llevas: 

muMU  quedo.  Dios  ic  guarde*. 

iitéHa.)  Salo  con  mudo  silencio 

eslime  el  alma  este  bien, 

^ue  con  razones  no  es  bien 

SI  impoíibln  reTcrencio, 

BüNAViü.  l.t  ocHsión  ínMa;  dejemos 

fi.iUbra»  que  hi|>crboliias: 
ti  do-.  Maveí  ioa  hechizat, 

su  favor  aprovechemos 

cuando  se  duerma  la  cente. 
ENaiQi;B.  Sim¿n  Vela  ^»o  podrí 

salir  conmigo^ 
BeNAVtb.  Será 

ponerte  í  riesgo  evidente; 

porque  un  trixie  calabozo 

tu  favor  hace  imposible; 

es  el  Alcaide  lernble 

Í  extranjera  el  poblé  mozo, 
ihrele  el  ciclo,  puea  yo 

no  puedo. 
l>Aiut.L*.  Mira  por  lli 

y  hirishario. 
EüKivue.  Amigo,  di 

á  la  Infama,  que  salló 

como  el  sol  tras  los  nublados, 

que  vcnci¿  su  claridad, 

como  6  darme  libertad 

i  deimentir  mu  cuidado»; 

que  en  bronces  ue  duraclóo 

cierna,  ha  dejado  impreso 

el  fakor  que  la  conlieío. 
BrriAViu.  ,;Piensas  pariirie  i  Ara^An? 
ÜNHique.  .No,  amico.  que  determino 

dcsmrniir  las  diligencias 

que  han  de  mieniar  l.^s  violencias 

traidoras.  Mejor  camino 

)Uzgo  que  es,  por  despoblados. 

el  fiuiar  i  Portugal. 
PaotiJ.*.  Su  Bey  es,  scAur.  tu  lio. 
EmuOfü.  Vivir  i  su  sombra  fio 

míenints  el  rieif:o  mortal 

en  que  traidores  me  han  puesto 

durare. 
BiNAVtD.  Si  el  de  Aranún 

Silbe  tu  pursecu>:ián 

él  pondri  remedio  picstu. 
PADII.I.A.  Sal  con  recalo  y  camela. 

(Cu  Arta  la  mna.) 
lÍNaioi'B'  |Ah  cíetós,  si  rn  dkha  tanta, 

pudiera  llevar  la  Infama 

jr  librar  á  Simún  Vetal  <!>«•».> 


PsDno. 


Go^íAl 
Pt.nao. 


Enk'QUE, 


ESCKNA  IX 

llN     Hottl^l,    COMO    .((    HOcht      tl«K     tClBI^uaJ 

bitrl». 

Gonzalo.  .Muv  m  la  memoria  t>ene 
el  Pc>  lo  que  os  prometió. 

Pcuao.     Ks  Rey,  en  fio, 

GoNjAi..  Juago  yu 

que  M  i  la  Infanta  entnelienc. 
es  por  partirse  mañana 
i  Salamanca,  v  q;»-iri. 
-Marquíí.  que  os  caséis  alli, 
parque  tB  con  Ci  su  hermana; 
y  puesto  que  no  la  tía  da<10 
noticia  de  esio,  barrunto 
que  quiere  que  vaya  junto 
el  saberlo  v  darle  estad». 
CMTt  esos  dukn  enKaAos 
aiivio  meUncoKas, 
juienndo  las  horas  dtas. 
micMndo  las  hofas  años. 
Siempre  el  esperar  fui  mato. 
Don  tiunulo  de  biiiocinera, 
quien  espera,  desespera. 

Ilion  Knrique,  »*«(«(■> 
."nombrar  o!  1  dnn  (junialo;  ^^ 
el  amor  que  me  encamina  ^H 
como  A  su  esfera,  al  terrero,  ^^ 
me  manda  que  bable  primero 
i  mi  doña  Catalina. 
Mas  hanme  estorbado  el  paw 
traidores  que  me  han  vcnd;du. 

Pkmo.     Va  los  dos  habéis  sabUo 

^ue  en  sus  amores  me  abraso 
hi  no  es  la  Infanta  mi  coposa 
maiaréme  ivi\-c  Hios! 

EKHiQve.  I^stecs  mi  hermano  y  lotttot 
traidores.  Difícil  cosa 
me  parece  acomeicllns. 

FemcAK.   Otro  rondante  ha  venido. 

Enhiqvk.  ¡Animol  Ya  me  han  senil4la.' 
soloeMoy  jvcnRanza  A  ellos! 
iHONa  aqui  mi  esfiietm  alarde 

Phoho.      Reconozcamos  quien  es. 

ExHiguE.  Traidores  son  tcñius  tres. 

y  el  traidir  siempre  vi  cobarde. 

PEuao,     ¿Quiíncs* 

BxatQtJE,  Un  hombre  que  v 

con  solamente  una  cara. 

FcaSAN.   Seña  es  linRulir  velara. 

EiRiviiR.  lUy  BÍKonn  que  dos  lierw, 
y  etí  prueba  ú<  su  interés 
conozco  tres  hombres  yo 
en  qUKn  la  traición  pintó 
ieh  caras,  aunque  son  trev 

CoHZAt^   AIk""  loco  debe  ser. 

h'KMf.;ic(.    Nohagiiscaso  dd.  Jejaldc. 

pKiHia.      Olica  quien  es.  ó  mataldc. 

Emhique.  Soy.  si  lo  q«ct*ií  s«^er. 

un  hombre  ouc  i  vuestra  ti' 
donde  vive  el  inieréa, 
viene  á  comprar  de  lo»  iftt 
SU  lealtad,  »  hay  quien  la  vendí. 

Panao.      jQué  dices,  bombeen 

lÍNaiQua.  üMo  n  lian», 

todos  tres  dais  eo  vender. 


► 


ACTO  SEÚUNIM 


G6t 


PSMO. 
PíMtO. 

Endiqi  k. 


I-'HIN.VN. 

lifit>iQt;E. 

GONZAL. 


y  lún  yo  ié  de  un  mctcoder 
que  puno  vn  vcnU  á  xu  hermano. 
Maí,  ili^úlpali:  el  ainut. 
1  Mientes! 

jBueno  el  nienil&etl 
¿Luejto  no  sois  vits.  Marquís, 
niaiutla  ya  por  traidoi? 
iMuerat 

¡Muoral 

¡AdultidoTCs) 
l!<j|nd;  i^uc  aunque  «  de«i)tuRl 
el  iiúincrii,  el  que  ex  leal 
vule  lili*  que  niil  iraúloreit. 
|Mucriu:>U}!  (C«rftnire.) 

Un  traidor  menos 
ti«iie  ya  E&paAa. 

El  hule 
n  fucfxa,  por  no  murír.  <raM.i 

Enhiqi/e.  Evpcfád.  vasalloi  bucags. 
PeuHo.      La  etpada  &c  me  ha  cawlo: 

¿qu£  es  é»u,  fortuna  airada? 

(Ciffia  ^«M  tinrique.t 
Enkk^ue.  No  es  mucho  perder  la  espada 
quicii  su  lealtad  ha  perdido- 
Castiga  r£te,  villano, 
con  privarte  de  laj  ar.nas, 
que  puci  de  traiciones  ir  armas 

Í  vendes  tu  mismo  hermano, 
1  espada  te  es  cscusada; 
que.  quien  se  ocupa  en  vender 

I  las  iionra^  no  ha  menester 

para  lal  oii<:iu  «paila.  {V^n} 

PkdrO.      be  cólera  queda  Iol'o. 
jl'al  afrenta  he  de  dcucliarP 
Mas  pun  fui  traidor,  ciliar. 
^  q^ue  todo  este  oprobio  «  poco. 

H  Kl  que  vive  de  esta  suerte 

H  á  morir  mal  se  convida, 

B  quesiemprei  una  mala  vida 

H  sesi(|ueun»mala  mueite.       iVa») 

SlM 


ESCIENA  X 

SaU  SíkAh  Vn*,  altnrolaáo,  ilguttnét  ■««  Voi 
f  u*  átuliv  ir  híila  rn  diutn»!  paiin. 


Simó». 


Voi. 

»SlHÓH. 


Voz. 


Sih6n. 
Voi. 


Simón. 


Voz  extraAa  y  pcreigcina, 
tu  presencia  me  consuele; 
sino  es  que  mi  muerte  vele 
¿ya  qu¿  he  de  vclarr* 

Camina, 
por  ta  parte  que  me  escuchas 
r  ssldrls  de  esa  priiit>n. 
Para  un  mi^rableíon. 
voz  sania,  csias  dichas  muchas. 
Sólo  oigo  la  consonancia 
deiu  voi.y  no  te  veo. 
Para  cumplir  lu  doveo 
busca  la  F'ei^a  de  Francia: 
que  el  cielo,  con  mano  franca, 
mil  veíiuitas  le  promete. 
¿Puesdúnde  la  hallaríí' 

Vele, 
Simón  Vela,  i  Salamanca. 
Pues  de  e>tc  itesgo  cruel 
me  libras,  voz,  y  ntc  gulas, 
llámeme  el  mundo  Tubias, 
Itamatíte  mi  RafMl.  ivatt-i 


ESCENA  XI 


lltt^rÁ  umn  pt*t¡t  lo  méi  itlla>  y  étptra»  411*  ir  jih- 
4ttr*  y  «n  lo  «nriieaJu  dt  rtiiii  lalJré  Ctiiua.  cmu, 
^tior,  éiinili)  rvea.  0*ipmii  Timu,  IMkunki,  ftr», 
Canroy  Mintl». 

CAkD.       |Ah,  cblvatuí  Verá  el  díabfo 
que  dello  qu«  sp  encatama. 
iKuchoo,  niinL'hado,  á  laraiuat 
Eso  si.  huir;  ipot  San  Pabtol 
que  si  desalo  la  hunda 
ouc  yo  h«)(a  que  bajcif. 
¡Iluchu,  ahu)  ¿Qué.  no  qucrés? 
^pucs  qué  llamaros  00  bondad 
pues  aituardad,  cabra  ruin, 

tTittcon  U  auNW4  ) 
y  ahorraremos  de  tcabajo. 

iVttntt,  btlando  ytrr  U  Mr'  ft«rf(  lÉi 
lai pt*ai,Tu»o,  l>oliano,  l^fo  y  HWUo, 
itrranot-f 

Ttaso.      Crespo,  CardetKh'i,  A  lo  baío; 

Damón,  Doringo,  Manln, 

i  l>i  bajo. 
DuDiNoo.  Sancho.  Payo. 

bajad  ya,  si  hñs  de  escoger 

el  que  esta  vez  ha  de  ser 

quien  ha  de  cottai  el  mayo. 
Pavo.       (bueno  va,  gritar  y  dalle 

tiesos  icnís  io«  i^argucros! 
Tmso.      |A  lo  ba/u  carboneros! 
Toóos.      |A  lobs|0,  al  valle,  al  vaücl 

(DJ/anl«4oi-l 
DomKOo.  Anda,  Tirso,  queá  Melisa 

el  mayo  has  hoy  de  cortar. 
Pava.      SÍ,  habiitc  de  llevar 

Tirso,  bueou. 
Card.  Aítdará  prisa. 

Payo.       Si  Í  mí  me  locase  el  mayo 

dicho»  i«rá  l'cruela. 
MaktI.s.    Huen  cuidado  vo*  de%vela: 

^nias  que  no  le  lleváis,  l'ayo? 
Payo-       jMas  que  me  toca,  Martina 
MAfTlH.  Apostemos  la  pollina. 
Pato.       Cuál  ^Is  ruda  ó  )a  mohína? 
MahtIm.  La  niciay  vurso  mastín. 
Payo.       No  chero  apuestas  ci>n  vos. 
Caco.       Salve  y  ((uardc,  buena  gente. 
Tinso.      Ea,  coda  cual  se  asiente. 
Caro.       ¿Tirso  acá?  Manténgaos  l>io5. 

isUoiífiít  ti  («rre.t 

Í 'liase  hecho  mucho  carlxin.^ 
>e  car^ur  seis  carrus  vengo 

de  enema. 
Pato.  De  bre/o  tengo 

un  razonable  montón; 

pero  parece  de  encina 

según  recocivlo  cslí 
DoRimio.  Eso  6  Salamanca  irá. 
Pato.       S!,  pero  no  tan  ahina, 

que  tcnuo  dos  bueyes  malos. 
Tirso.      Y  yo  cenados  i  perder 

dos  carros. 
MautIh.  No  hay  son  poner 

ruedas,  estucas  y  pal<is, 

que  allá  (janacfis  et  dobrc; 

porque  aquellos  escolares 

compran  cosíales  i  pares 


^^^_        &Ú3 

LA.  PEAa          PHAKCIA                                  ^^^^^^^^ 

^^^|p 

de  encina  y  tambiín  de  robre. 

Tirso.      YaundcMcil.                     ^^^^| 

^^^;         Pavo. 

Si,  alli  no  (alun  dinCTos; 

Pavo.                               E%U  terdc,          ^H 

^^^L^ 

peto  bien  se  satisfacen 

me  (lió  Teresa.                          ^H 

^^^^^^^ 

con  las  burlas  que  mus  hacen 

Y  á  mi         ^^H 

^^^^^P 

i  los  pobres  cafbonufos. 

Llris,  este  carmesí.               iV^H 

^^^^  Cako, 

iOh,  qué  btavo  pcüCu/úii 

Caro.       Ya  por  vuestro  amor  se  pj«rae^^| 
ÜoRiNuo.  Todos  «stán  dentio  y»,              ^H 

^^H 

me  diú  uno  «n  el  meicado 

^^H 

é  coio  jueves  pasadtil 

quiero  revolverlos  bien.              ^^M 

^^H             DOHIK. 

¿Cúmo? 

Tirso.      ¿Quifn  ha  Je  sacarlos.^             ^^H 

^H 

Vendiendo  carbón. 

DoRiNco.                                         ¿QiiÍ¿n?^H 

^^^H 

Ilcfió  un  escolar  roln, 

Cardencholos  saeafi.                ^H 

^^^^^_ 

y  los  ojo*  levantando. 

que  es  timpre.                            ^^ 

^^^^^^H 

como  que  «ubn  mirando 

Caro.                                       No  os  dé  Cail|S-1 

^^^^^H 

la  torre  de  San  Martin. 

DokiKOD.  1^1  primero  que  saliere                ^J 

le                                               ^M 

^^^^^H 

á  decir,  gritando,  empieza: 

^^^^^^^^^Et 

iQue  se  cae  la  lorte  al  suelol 
Yo,  que  estaba  ún  recelo. 

Tirso.                 A  quien  Dfos  le  lUerc      ^H 

^^^^^B 

San  Pedro  se  le  bcndifta.                  1 

^^^^^^H  ■ 

alzo,  i  feria,  la  cabera 

(Stn  ti  a^ul  C«rd«a^|| 

^^^^^H 

arribe,  y  i  mala  vei 

DoniMOO.  El  atul  saüó.                          JHB 

^^^^^H 

que  >a  slc¿,  me  sacudió 

Ttaso.                          Melisa                   ^H 

^^^^^V 

on  pasa  aci,  que  m<  ecb¿ 

w  llei,-a  el  Mayo.                        ^H 

^^^^^H 

al  colodrillo  la  nuez. 

Pavo.                                   A  pesar.            ^H 

^^^^^   CftKSPo. 

Pues  si  yo  i  decir  empiezo 
mis  burlaií,  no  acabaran. 

OoRiniiO.  ,'De  dó  le  cuidiis  corlar?           ^H 
Tirso.      Mirindovc  eslá  en  la  risa             ^H 

^^H 

^^H          OaMiN. 

itlueuo  de  San  Cebtiin 
los  abrase! 

lie  ese  rio,  que  de  Francia           ^H 

^^^B 

se  nombra,  un  álamo  btanco,    ^H 

^^1         C(iesi>o. 

En  el  pc&cuezo 

f  un  iron<:o  me  ofrece  franco    ^H 

^^H 

me  metieron  dos  avispas 

parael  Mavo,  de  imporunda;  ^H 

^^H 

qu?  aun  me  duran  los  ronchones. 

Crespo,  tre^nndo  por  il             ^H 

^^H         Timo. 

Malos  son  los  avispones. 
¡A1I  hcfícru  que  echa  chispftst 

me  le  podras  dcs^ajat.                ^H 

^^1             Dotilh. 

Card.       iQ"''*  hubiese  de  llevar            ^H 

^^B         Maktím 

«Quién  ba  decortar  el  mayo 

Tirso!  ¡Votos!  sol  croil,             ^H 

^^^^^^ 

pata  prantarle  en  la  alberca, 

que  he  de  corlar  otro  yo,           ^H 
V  a  laspuenasdeBelí  la            ^H 

^^^^^Bb 

nucso  pueblo,  que  te  acerca 

^^^^^f   , 

el  primero  dta? 

le  be  de  hincarl                     ^^^M 

^^^^  Payo. 

¿Quién?  Payo. 

DoBiMOO.                            i-*n  una  vill^^^^H 

^^M            CRSSro. 

¡Mas  nonada! 

no  ha  de  haber  «i  un  f^*y^^M^^M 

^^1 

Para  ros. 

M  artIn.                                             m^^^l 

^^1         Card. 

Yo  le  tengo  de  !ln-ar. 
Crespo,  ^Tiernos  de  comentar? 

Caro.       Diérale  la  capa  parda                 ^H 

^B 

de  los  disantos  por  il.                ^^M 

^^H         OokirKiO 

.  Presto  os  quillotriis  los  dos. 

Para       ^Lacapa?                                      ^H 

^^H 

Echad  suertes. 

Caro.                    Lado  buriel.                 ^H 

^^a         Tirso. 

Buena  irau. 

Tirso.      ¿Y  qué  os  pondréis?                     ^H 

^^H 

Kio  es  ahorrar  de  rencilla. 

Cako.                                    Una  albard^^l 

^^H         Caro. 

SielMayollc^oi  Itclilla 

,MA«TfK,  El  álamo  csii  muy  alto,            ]^H 

^^^^^^ 

le  hedc  prancar  en  la  plaza 

jheis  de  poderle  trepar?              ^H 
Card.       Dejadme  vos  desnudar.              ^H 

^^^^^^b 

f  mosictlla,  de  suerte 

^^^^^^r 

que  no  se  ose  el  sicrístén 

veréis  cuan  ligero  talto.             ^H 

^ 

competilla. 

D0RIK1-.0.  ^Pues  »qut  os  <kiáis  el  uyo?     ^H 

^^H 

^<^ntáis  bien? 

Cahi>.       Ouieio  subir  en  camti*.               ^^M 

^^1         Cakd. 

TenjjO  el  Chorro  claro  y  fuerie. 
Cada  cual  meta  un  listdn 

Tirso.      ;Ou¿  ale^ire  ha  de  niar  .Mcliu           ' 

^^H         Dooittbo 

viendo  i  sus  puertas  el  Majo. 

^^^1 

en  mi  caripuza  luego. 

iOtfa»  «( Mra  altl  *  réuH 

^^H 

Si  el  Ma}ü  saco,  un  borrego 
le  presento  i  San  Antón. 

^ 

^^B          Card. 

il^sic  encamado,  medió 

ESaiNA  Xll                   ^M 

^^1 

Uclilla. 

A  mi  «sie  pajito. 

Salí  bou  KaRiQoa.                 ^^M 

^^B 

Gila. 

Do  Ciudad  Rodrífco  huyeodta^^H 

^^V         Tirso. 

Buen  regalo  os  hizo; 

he  venida  hoy  hasta  aquí,   ]^^^H 
porque  en  sus  plaias  ol       ^^^^4 

^^^^^_^ 

del  re)!aio  se  quitó 

^^^^^H 

este  azul.  .Mehta  hermosa. 

el  premáfl  que  estoy  temiendo.          1 
Pena  iWne  de  U  vida 

^^^^^^F 

lV«n  tcAínJo  cada  cual  ih  lUtAn  n  la 

^^^V 

taptruta.) 

•JUieii  no  me  cnlre^aro  al  Rej 
0  el  que  Qucbíando  esta  ley 
me  dtcic  nospicio  y  comida; 

^^^^  Pavo. 

Huírjiosi  ni>  afeara 

^^^^^^L 

con  Unía  peca  la  cara; 

w 

pero  peca  de  pecosa. 

mil  ducados  por  mi  dan                      1 

^^^^^^^^^■■^i^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^H 

^^^^y                                                     ACTO                                                                            663         ^^^B 

^^H          y  mi  vida  puesta  en  precio 
^^B          kltiorotia  vulgo  necio. 

ilno  de  trigo  y  que  esti                        ^^^H 

con  miel  y  leche  ama5a<to,                    ^^^^H 

^^H           Terribles  penis  esián 

y  dos  abrazos  despufs                       ^^^^H 
con  que  nueva  vida  des                        ^^^^H 

^^H          por  ac|ui.  finco»  giosoros; 
^^H          iiu&caiiilo  los  hombres  andan 

corai¿i!  dcsm.^yailo.                       ^^^^H 

^^H          mi  Vida;  si  no  os  ablandan. 

Nu  caigas,  baja  con  tiento.                   ^^^^H 

^^H          comu  i  lodus,  los  dineros, 

Elvira.    No  hat<!,  padre.                                   ^^^^H 

^^H           amparadme,  pues  lOcáís 

Conde.                             I'or  aquí.                    ^^^^1 

^^V           con  vuestras  cimas  al  cielo. 

que  no  es  tan  Áspero.                    -     ^^^^1 

^^H            Si  de  vucttro  altivo  vuelo 

^^^^1 

^^^B           su  piedad  panicipAis, 

no  suele  volar  el  viento                         ^^^^H 

^^H           aquí  en  ruesira  campanil 
^^H            pódri  tivir  mí  lealleJ; 

mis  ligero  que  yo  bajo                        ^^^^H 

por  estas  peñas:  ya  estoy                   ^^^^H 

^^H           ()uc  )■  llaneza  y  verdad 

^^^^H 

^^H            en  lus  deiicrioi  «e  cria. 

CoNDi.                   Yo  me  voy                            .    ^^^^1 

^^B            M.-U,  vilgamc  Dios,  ,)qué  es  esto? 

al  encinar,  que  el  liabajo              '      ^^^^1 

^^H            mi  pensamiento  (u£  error, 

siempre  da  poca  (¡anancia                  ^^^^H 

^^H          el  vestido  de  un  pastor 

su  dueño  no  le  mira.                         ^^^^| 

^^H          delante  el  cielo  me  ht  puesio; 

Vuelve  temprano,  mi  Elvira,              ^^^H 

^^H          en  cuanto  la  vista  alcania 

lux  de  la  Pci'ia  de  Francia,                           ^H 

^^V           no  haj  humano  por  aqui; 

Elviha.    Yo  iré  luego.                                              ^^ 

^^H           fono  na,  al  hallaneansi 

t^ONoe.                        ¡Tiempo  ctuell         (^p.j 

^^H            vuelvci  atcnur  mlesperan». 
^^H            Por  csie  quiero  trocalle. 

grandes  tus  mudanzas  son. 

pues  anda  hacicndocarbón                                  ' 

^^H           mas,  mi  parecer  no  es  bueno. 

don  Jaime,  Conde  de  Urge) 

^^H            que  á  quien  se  viste  de  ajeno 

iE%iratt  f«r  orrl^».} 

^^H           le  desnudan  en  la  calle. 

Enkique.  Ahora  bien,  por  no  ser  muerto            ^^^J 

^^H          No  s¿  el  contejo  que  elija. 

será  fuerxa  el  diiíraiarmc;                   ^^^^^H 

Dios  debió  de  depirarine                    ^^^^| 

en  mudio  de  este  desierto                      ^^^^| 

^V                    ESCENA  XIII 

este  1  úMico  veMidü.                             ^^^^| 

Por  lo  mal  alio  Ad/an  ti  Cuii»t.  dk  Ukuil,  muy  fít/o. 

Elvira.    ¡Sania  ()lalUI,jY  qué  es  aquello^         ^^^^| 

tu  irajt  Itt  t»Tboti*ru,  y  Kltira,  rf<  Mrrann,  mmu 
«■¿dn  n  la  Pf»a  4t  n-aado-— Diato. 

Nombre  parece.                                        ^^| 
ENKtQiiK.                          Eslc  Cuello                  ^^^^1 

^ 

acero  aquí,  escondido                  ^^^^| 

CoKOE.      Baja  con  tiento  la  peña 

estará  con  el  sombrero                        ^^^^H 

que  vuf  A  tisccr  partir  leña 
para  hacer  el  carbón,  hija: 

y  la                                                   ^^^^H 

Elvira.                 ^Qué  querri                       ,^^^^1 

si  bien  dejar  tu  presencia 

bar,  que  quilAndosc  estt                     ^^^^H 

^_             tne  obliga  A  que  recelando 

la                                                      ^^^^1 

^^B             el  alma  que  palpitando 

ENtuQUR.              ¡A  V  tiempo  ligerot                 ^^^^H 

^^H           la  da  aliento  lu  asistencia. 

Ei-viRA.    Que  garriio  sayo  y  bragasj               ^^^^H 

^^H            mis  et  muerte;  prenda  mía 

parícesc  al  San  Martín                         ^^^^H 

^^H            en  el  camino  te  aguardo 

nue  en  somo  del  su  rocín                   ^^^^H 
da  U  capa  al  de  las  llagas.                   ^^^^H 

^^H            no  vuelvas  con  pa-io  tardo. 

^^H            que  sin  tt,  la  sangre  fría 

EKniqtM.  Bien  encubierto  esti  aquí.                    ^^^^M 

^^H            rematará  mi  vejea 

Elviha.    Escond;da  quiero  ver                           ^^^^H 

HHP          que  ya  no  es  mis  que  un  desmajro. 
V^LVUA.    Cn  habiendo  visto  el  Mayo 

□ue  es  lo  que  pieicnde  hcr.                 ^^^^H 
un  vestido  tiene                                ^^^^H 

P                   no  mAs,  padre,  de  una  vez, 

de  serrano,  y  se  le  poive                     ^^^H 

F^                   Que  pulen  los  curl^oncfos 
■                    oc  la  villa,  junto  al  rio. 

en  somo  del  lafeiin.                             ^^^^H 

EitaiQUE.  Tr.iidores  héchomc  han                       ^^^^H 

^^v             £stc  que  es  de  cristal  Trio, 

pastor,  el  traje  perdone.                       ^^^^H 

^^B           volvere  al  momento  A  veros 

de  mis  primeras  hazañas,                           ^^H 

^^H            de  rosas  y  llores  llena, 

pues  que  Isn  mal  nve  han  pagado.             ^H 
EtvmA.    EU  alma  me  ha  quillotrado                      ^H 

^^B           porque  os  ^cnso  coronar 
^^H'            la  frenie,  aunque  llegue  i  hurlar 

el  garzón.                                           ^^^^B 

^^H             la  juncia  al  valle,  y  verbena; 

Enkiviib.                 il-'ieras  montañas'.                 '^^^^1 

^^K            traeré  rosas  y  reumas 

/a  soy  vuesiro  habitador.                    ^^^^| 

^^H          que,  ciñendo  vuestras  sienes. 

Elviha.    ¡Ay  tíiu*  y  que  mal  me  hahecho             ^H 

^^H           vos  remocen. 

estol  ¿Qu;én  es.^  En  el  pecho               ^^^H 

■  .Conde.                          Mientras  vienes. 

siento  como  un  arador                       ^^^^| 

1                   en  pago  de  lo  que  me  amas, 
1                   mi  Elvira,  ic  provendré 

que  no  hace  son  picar                        ^^^^| 

el  cotazún  con  abiojos,                      ^^^H 

L                  un  tarro  de  natas  lleno. 

despu^  que  miré  sus  ojos,                   ^^^^| 

h^          pan  blanco  y  no  de  cenicoo, 

Aoj*da  debo  estar,                            ^^^H 
hablarle  quiero;  mas,  oo,                  ^^^H 

^^^K                                                         (Vdn  bijíndu.) 

^^L        t>64 

LA                                                                                 ^^^^^^^^^^H 

^^^B 

que  d«be  de  ser  pecado. 
NuiKJ  «1  «1  pecfio  me  ha  dado 

quitarele?                            ^^^| 

^^^^^H 

fit.vi*A-                     Habéis  sido             ^^^H 

^^^^H 

ti  mal  que  a¿ors  medió. 

bien  Cfiído;  mucho  Kann          ^^^H 

^^^^^^ 

Arvbien,  yo  voáqiié cipero? 
Mas  ^^i  en  viéndome  le  enoja 

la  mesura,  buen  prwvctfho       ^^^H 

^^^^^^M 

s-os  ha^i,  r,o  os  le  quitéis                ^H 

^^^^^K 

V  me'deja?  ¿tlaj  tal  cunnoja? 
ílabtarele  pracencem; 

que  con  él  me  parecéis                    ^H 

^^^^^Bi 

un  pino  J<  oro.                                  ^H 

^^^^^H 

pero  initor  es  reñirle 

ENaiqt  e.                            ¡Buen  ;techal          ^H 

^^^^^^M 

porque  el  kayo  se  vistió 

que  la  rústica  se  ibiHinla.              ^H 
Elvika.     Si  el  ducflosuvo  viniere                  ^H 

^^^^H 

que  entre  U&  mataí  halló. 

^^^^H 

que  me  muero  por  dcoiili.- 

y  acaso  le  conociere                        ^^| 
(que  con  los  aíranos  anda      ^^^^^ 

^^^^^^r 

el  r)i>  %e  qué,  que  me  mala. 

■            Rnkiiíijii 

.  Podri  ser  vuelví  i  buuat 

cortando  el  mayo)  «n  mi  casa^^^^H 

^^^ 

su  \t\iiji>á  csle  lu|iar 

ti«ne  el  mi  padre  criados          ^^^^H 

^^K 

el  duer)».  pues  que  metfala 

para  el  carbón,  y  {"anailus,              ^H 

^^^^L^^ 

ansi  mi  eMrella  traidora. 

porque  es  su  ha<:>enda  sin  tasa.^^^H 
No  vos  laitará-'  vestidos,         ^^^H 

^^^^^L 

Esperar  quiero  que  ven{¡a: 

^^^^^^B 

barrisque  por  bien  tenna 

uno  de  edoi  le  hunar5              ^^^H 

^^^^H 

e(  ampararme. 

que  mijor  que  este  os  csti.        ^^^H 
EsniQírE.  Con  favores  lan  crecidos                 ^H 

^^^^^^M 

il.tégnt  EIrJra  d  don  Knriqae.l 

^^^^^E  L  V»  A . 

En  mal  hora 

me  oWiftas.  Dame  esa  mano.          ^H 

1 

don  iadrón,  hundís  el  sayo 

Elvira.    jPufs  qué  queréis  h«r  con  elia^      ^H 
Enriqvc.  ^Qué?  Besarla.                                   ^H 

1 

que  no  es  vuestro. 

■             Ehhiqub 

Una  kcrrana 

Elvira.                             ¡Mas  mctfdeltal        ^H 

1 

he  vltio,  aurora  ó  mañanii. 

Eni-iouk.  Su  donaire  es  loberano;          ^^^H 

1              Elvira. 

¿EsiAfl  los  otros  el  mayn 

en  besártela  procura                 ^^^^| 

^^^ 

cortando,  y  deja  el  vesiidu 

mi  dicha  e:tte  b>en  pagar.           ^^^H 

^^B 

d  que  subió  k  des]{a{al[e 

Ei.vtfi*.    jN.)  hiy  s^>n  llegar  v  besara          ^H 

^^^^^^^ 

y  vcnisos  vos  A  hutialle. 

^Es  mi  mano  la  del  cura?          ^^^H 

^^^^^L 

pai  a  que  esotro  garrido 

Bmhwe.  bi,  pues  cura  dt  mi  bien.         ^^^H 

^^^^^^f 

no  se  os  mancho,  qiie  debajo 

Elvika.    Esla  ahí.                                   ^^^H 

B 

traéis^  Vo  lo  vi,  ladrón. 

Ehrivue.                ,-Qué  blanda  y  betla!        ^H 

1             ENRigiiP 

.  jLadrón? 

es  cuajada,  es  leche,  ex  pella            ^H 

■            El  VIH  A. 

i.4p.)   Si  quecl  Coiaiión 

de  nieve  ,;qué  es  lo  que  ven             ^H 

K 

me  lien,  ¡a  jt.i^Qué  ventura  os  traí» 

mis  üios-'^KnirceMas  peñas     ^^^B 

^^^L 

aquí?  Yo  le  'odiré 

cria  el  cido  tales  manos?          ^^^H 

^^^m 

al  alcalde  Je  laAlben:*, 

Palack),  que  á  cortesanos         ^^^H 

^^^ 

que  os  Bicarre,  que  aquí  cerca 

rutaJas  manos  enseñas             ^^^^| 

1 

está. 

ven  )                                            ^^^^1 

K                  EKMtQVIt 

Alcalde^paraquír' 

en  esta  rústica  sierra                  ^^^H 

■ 

Vos  teñáis  la  cara  tal 

que  ninfas  de  piala  ctKtcrra.          ^H 

^^_^ 

)  taks  ojos  tenéis 

Klvika.    Mp.ii'K.'  El  alma  me  hace  cosquItt^H 

^^^b 

que  libertades  prendas, 

desje  que  su  mano  toco.                  ^H 

^^^^^^ 

mis  no  para  hacerlas  mal. 

Enrioi;c.  |Coii  i^ué  donaire  me  mira!               ^^\ 

^^^^^B 

Esiesayii  hallo,  sm  ducAOf 

^cómo  es  vumro  nombn?                  1 

^^^^^^p 

en  este  bosque  escondido; 

Elvira.                                                    Elvira.       J 

^^^^r 

«ndo  por  aquí  perdido 

Enhiove.  Estoy  oyéndola  loco.                        ^H 

^^^^^^ 

v  con  temor  no  pequeño. 
Importa  me  no  ser  mueno 

Ya  nii  amorosa  arrogancia,             ^H 

^^^^^H| 

sus  piesunciones  destierra.             ^H 

^^^^^1 

el  que  no  «epan  quien  luy 

f-r.ómo  se  llama  esia  liem?            ^H 

^^^^^^B 

y  por  vos  seguro  estoy 
que  no  seré  iKb:ubíertOi 

Elvira.    ,jEs>a?  La  t'trtíde  Krancia.                   ^ 

^^^^H 

iiNiiitjut.  (ApATU.}  f-a  que  busca  Simón  Veta       j 

^^^^^^B 

pero  amparado  de  vos. 

será  sin  duda,                                 ^H 

^^^^^H 

porq  ue  esos  hermosos  oj  os 

Elvika.                        ¡Aydo  mi)                  ^H 

^^^^^ 

no  son  para  dar  enojos 

Eniiii^i;b,  Kn  lin  ^tienes  padres?                    ^H 

V 

si  no  es  de  amofcs. 

ELVtaa.                                        SI,                    ^H 

■             Elvira. 

;Ay  DIost 

aunque  sin  madre  y  agUela.          ^H 
Ehri^us.  jY  querrime  por  criado?              ^H 

1 

il^ué  bien  qu4  lo  sermonixal 
No  lo  habrá  el  cura  tan  bten 

^^^_ 

Ei.viKA.    ^Luego  no?  Cien  carboneros          ^H 

^^^■| 

cuando  tunlDil  sacristán 

lien  y  treinta  ganaderos:                 ^H 

^^^^^^ 

sermona,  casa  ó  bautiza. 

yo  le  haré  que  de  buen  utado         ^H 

^^^^B 

como  el  polido  gañón. 

vos  reciba.                                      ^H 

^^^^^^B 

No  se  que  lien  en  la  boca 

EkpiOuB.                    Pues,  serrana,                  ^H 

^^^^^H 

que  cada  raxóo  m«  toca 

desde  boy  en  tu  casa  esiuy.             ^H 

^^^^^^P 

las  lelas  del  corazón. 

Ei-viaa.    Llena  do  contento  voy.                  ^H 

^^TExRigv" 

.  ¿haisme  licencia,  serrana. 

¿Sabréis  ber  carbón?                     ^H 

1^ 

que  asi  me  quede  «esiido^ 

IÍmmquk.                                 MaAana     ^^^H 

■■^^^^^^^^^^^H 

^^vmi^*     ^^H 

ACTO  TKRCKIIO                                                             665           ^| 

pi«tuo  enMyarme. 

anoche  méneolirada                       ^^^| 

Elvcha.                                  En  buen  hoia, 

á  cenar,  y  en  et  garf¿n                     ^^^H 

dejad  el  viicuro  v»ildu 

que  recibieron  ayer,                         ^^^^H 

on  »(a  cuevH  vscüiidido. 

no  hada  son  ponei                           ^^^^| 

no  l«  tope  alguno  «gora, 
que  JO  volvere  por  el. 

los  ojos.                                             ^^^^1 

MartIm.                Malicias  son.                     ^^^M 

y  en  la  tni  arcí  de  casisfln 

Ttfsa.       il'iegue  á  Dios  no  dé  ta  Elvira         ^^^H 

vos  le  guardaré. 

con  el  Mayo  algún  irb3j);é,              ^^^H 

Enriquií-                          ¡Qué  extraño 

oue  temo  algún  daAo  i  fe                ^^^^| 
oespuís  que  tanto  te  miral               ^^^^| 

donaire! 

ELVidA.                 Daréuipot  él 

Crespo.    iY  aué  itimc  quccsii  el  vicio         ^^^H 
cuidando  es  enfcrmedil                    ^^^H 

(en  llegando! casa)  un  sajo 

con  que  conocer  no  os  pueda 

TtKso.      Deiemos  eso;  canté.                      ^^^H 

«1  dueño  dése,  que  queda 

Cimsi^.    Canten  que  ya  yo  to  dejo.              ^^^H 
Toiws.     (CaxioH.)  «Siquiere»,  etc.»              ^^^H 

con  los  otros  por  ol  mayo: 

y  cuando  allá  no  le  haya. 

^^^^^M 

yo  sé  coser,  y  oi  haré 

^^^^H 

uno,  que  al  vivo  os  esté. 

II                   ^^H 

aunque  descosa  una  taya. 
(■iNkigue.  cViosc  añci&a  temefaníe^ 
Seguir  csie  oñcio  auiero: 
poiti  íer  que.  carDuneío. 

Ma.uu  y  l£i.ti*A.— Dicnu»                    ^^^^^M 

MsusA.    Sal  Elvira  i  la  ventana                    ^^^^| 

y  verás  el  mayo  verde                            ^H 

leniia  m&s  dicha  que  Infante. 

con  que  el  mal  no  se  te  acuerde       ^^^H 

^^L               lAy.  mi  doñt  Catalina, 
^^H              i  no  Kcr  lanío  tu  amor. 

que  tiene»,  y  a  la  maAana.              ^^^H 

oue  cubiertos  Ioí  carrillos               ^^^H 
del  encarnado  arrebol,                      ^^^H 

^^m             pudiera  ser  que  el  faror 

^^H             y  hermosura  peret^cina 

la  viene  puniendo  el  ¿ot                    ^^^^| 

^^1             desta  serrana,  en  lu  ausencia. 

con  sus  layoi  toa  xarvíllo^             ^^^H 

^^M              de  mi  hiciera  sacriñi:Ío: 

Vuelva  i  tus  labios  ia  lisa              ^^^H 

^^H               porque  obliua  el  beneñcio 
^^m              y  enamora  ¡a  frecuencia, 
^^r               Pero  esii  el  alma  obligada 

que  hasta  aquí  mos  alegrat>a.         ^^^H 
Elvih*.    No  puedo  aunque  quiera.                    ^H 

Melha.                                          Acaba.          ^H 

W                     i  lo  mucho  que  le  debo. 

Elvika.    Duéleme  «1  alma.  Melisa.                     ^H 

1      Elvira.    Chispas  en  ell  alma  llevo 

OonfMou.  Tiiso,  Tirsol  d  la  ventana            ^^^H 
Elvira  y  .Melisa  están.                    ^^^H 

1                      d  fe  que  vó  quillotrada. 

1 

Tirso.      Templad  pues,  v  escocharán          ^^^H 

1 

las  dos  el  canto  de  gana.                   ^^^^| 

L 

Todos.     iCánia»)  «Si  queréis,  etc.*.              ^^^H 

■         ACTO  TERCERO 

Tirso.      .jQué  decís  de  la  motica^               ^^^H 

mi  Melisa  ^haos  contentado.'          ^^^^| 

^^K, 

Mei.ha.     Lindamente  lo  liei»  cantado.           ^^^^H 

^^^          ESCENA  PRIMERA 

Tirso.      Ansi  mi  amor  se  pobrica                 ^^^^| 
La  mi  Melisa  agraciada;                    ^^^H 

1           SoffN  talamáo  loi  Putohu  y  Timo  con  il  naj-o. 

Ipardieirl  que  os  me  semetáis,         ^^^H 

cuando  escochándotne  estáis.         ^^^H 

Todos.     (Cantaa.)  «Entra  Mayo  j  sale  Abril: 

i  la  ventana  a^úmaJa.                     ^^^H 

|cuin  garridico  le  vi  venir!» 

á  ta  mi  ye^ua  que  dejo                    ^^^^| 

Uno.         «Entra  Mayo  coronado 

garrida  cuando  ta  cincho,                ^^^H 

de  rosas  y  de  claveles, 
dnndi>  alfc^mbras  y  doseles. 

que  alegre  escucha  el  relincho        ^^^H 

del  cuartago  del  concejo.                 ^^^H 

^^                en  que  duerma  amor,  al  prados 

.MüUSA.     Y  á  mf  la  vucta  musquina              ^^^H 

^^ft              de  trébol  viene  adornado. 

me  semeja  al  dulce  son                   ^^^^| 

^^F               de  relama  y  loroogi). 

que  hace  con  el  carbón                  ^^^^H 

TooM,      «Entra  Mayo  y  sale  Abril, 
icuán  garridicó  te  vi  venirvl 

la  carreta  si  rechina.                 ^^^^^H 

Eltiiia.    ¡Ay,  Dios!                                    ^^^^^H 

Tiaso.      Oído  os  habrá  Melisa, 

Müi.tSA.                     vA^ora  sospira               ^^^^H 
lu  dolor,  Elvira  hermosa?               ^^^H 

planialde  aqui.  que  si  está 

despierta,  cUa  acudirá. 

Elviiia.    Est6muy  melanconiosa.                ^^^H 

si  es  que  mi  amor  le  da  príta. 

Tiato,      jQtté  tiene  nticsa  ama,  KWlia?             ^H 
Elvira.    No  lé.                                           ^^^H 

Payo.       Quiubcs  satdrii  con  ella 
Elvira,  la  de  nueso  amo>. 

Tirso.                 ,;<^uiere  que  lañamos            ^^^H 

Tirio.      |Ohl  en  etcuchando  el  reclamo 

para  quese  alegre?                        ^^^H 

se  erguiri,  |boni(a  es  ettal 

Elvira.                                                             ^^^H 

Mautím.   Dizqueesmuyinlkionada 

que  antes  el  canto  me  dio              ^^^H 

i  la  mutquina. 

^^^H 

Twso.                                .'vo  sí 

DoDiNSO.               Pues  bien  camamov.         ^^^H 

que  tién  desde  ayer,  que  hué 

Timo,      ^La  musquina  »o  resiste                ^^^1 

^^^^      666 

LA  fKÜK  OE  fUAKCIA                                                      ^^^| 

^^^H 

el  m>1  <iue  cjiusa  la  penii' 

Sia  amor,  la  mi  serraní,           ^H 

^^^^^  EiviitA. 

No,  que  el  alefirla  agena 

y  acaso  no  le  conoces,  ^H 
Dachillera  de  su  liuiq$a                ^H 

^^^B 

n  toimenio  parad  ifisie. 

^^H 

flchatus  iJc  aquí,  Melisa, 

ms  trarcsuras  me  hicioren.        ^H 

^^1 

que  ii'n^o  que  te  contar. 

IIq.1  ibcja  es.  pequcAila               ^H 

^^M            TiKSO. 

,>Qucf¿ismc  una  cinta  Jar? 

que  tiene  dos  aguijuncs                ^^ 

^^m        Mblk*. 

hcspucs.  que  ahora  cstó  dcpriu. 

de  amor  y  aborrccintícnio, 

^^^B 

Ponte  enfrente  de  la  Igfeja, 

ihuc(t<i  eti  íl,  qu£  bien  se  eicood^^ 

^^H 

que  en  pellizcándote  yo 

A  quien  le  conoce  olvida.          ^^fl 

^^^m 

es  señal  que  te  U  dó. 

rueK>  '  quien  no  le  conoce;       ^H 

^H         Tiuo. 

Ya  »  urde,  que  la  madeja 

no  hay  agravio  que  le  venxa,      ^H 

^^B 

del  M>l,  lavcabexai  mira 

no  hay-  ausencia  que  le  borre.  ^H 
Antailo  por  este  tiempo  ^H 
6  la  sombra  de  aquel  robre          ^H 

^^B 

de  nuetros  rñcui.  jlr¿in«í 

^^H         Mblha. 

SI. 

^H         Tinso. 

«Y  qué  ha&Ueher^ 

me  d)6  por  alma  un  serrano:       ^H 

^^M         Meiju. 

Toinaríme 

Ihogucra  soy  desde  e-^tunccsl       ^B 

^^H 

i  la  cama  con  Elvira» 

Ni  se  lo  qur  esiibenad                     ~ 

^^H 

que  es(A  mala. 

ni  que  es  quietud;  que  el  clikoie 

^H            TlRKI. 

¡Pete  al  malí 

ci^o,  mitslai  callando.                ^^ 

^^H         Mbi.isa. 

^A  cantar  no  fiéis  de  vol«r? 
Si  ¿m»s  por  d¿iide  lia  de  ser^ 
^Pur  dór  Por  el  traxcoiral. 
V'en  Metiu,  que  me  muero. 

no  suelta  ^1  una  vez  co^,             ^H 

^^B         Tinso. 

lÍT.viKA.     ;Ay,  mi  .Meliu!  li\i\  tcAai          ^^ 

^^B 

vo»  las  que  al  pie  de  aquel  monte 

^^H 

conoci  en  la  buenu  laaxa              ^^ 

^^B         Meu&a. 

iüóaát? 

que  dices;  inunca  íl  it  logrd       ^H 

^^B         Blvui*. 

Bajemos  abajo. 

Vl^nunca  yo  le  miran)               ^H 

^^^B 

(Aparit)  Mi  deiiitcha  acé  no&  irajo 

de  yuso  uB  álamo,  un  hombre    ^H 

^^H 

al  polidó  forastero.                   (Vantr.) 

que  se  me  cnic¿  por  la  vista  ^H 
i  robarme  el  corazono.                 ^H 

^H             DORINGQ 

.JHast  cantado  bien? 

^^1           TlWSO. 

Si: 

Hice  recibirle  Á  padre,                 ^H 

^^H 

vamos,  darfot  de  almorzar. 

úrve  en  casa;  pero  el  luvcn.  ^H 
ti  es  de  mi  pnlrc  criado,                ^H 

^H 

íPsr  Dioit 

^■.           TlDK). 

flauta  reveniar. 

es  dueño  de  mis  paüio^cs.             ^H 

^^H               Ü04'lNlk4> 

.  ^Y  el  mayo? 

iQaí  he  de  hi'r,  serrana  mía,       ^H 

^^B 

Quédese  asi.         (Vawt) 

que  las  entrañas  me  comen  ^H 
unas  cositas  que  iienio  ^H 
(amañas  como  aradores?              ^H 

^^^^H 

ESCENA  III 

lAy.Dwil                                         ■ 

^^^^^ 

Saltti  Kl.Tl>u  y  MtLiiA. 

Melisa.                   Que,  en  Bn,  es  MireoOt  ~ 

^^^r 

Elvira,  el  tu  lindo  amóte? 

^^M 

Uigasme  tú.  la  serrana. 

iMcr6;elo,  que  es  ({«rridul           ^^ 

^^H 

adamada  de  íacíonet. 

Sos«^  y  no  te  congojes,             ^H 

^^^^^^ 

aunque  del  sol  ofendida 

que  para  que  le  encadenes           ^H 

^^^^^Hí 

pofoue  nunca  del  te  escondes; 
aíl  ae  tus  pi-nüamientOM 

yo  le  daré  dOs  liciones. 

^^^^^^B 

que  en  el  su  amor  le  ha^n  dact^i 

^^^^^K 

tes  dulce»  empleoí  goces, 

y  su  libertad  quillotres.   '             ^H 

^^^^^^H 

y  contra  liiunias  tiernas 

Ei.via*.     Chitón,  que  mi  padre  viene.         ^H 

^^^^^F 

lenftai  el  pecho  de  bronce: 

¿Vos  sois  amor,- pie  aróte?            ^H 

^^^^L^ 

jqué  nuero  mal  te  eniriiiece 
desde  ayer,  que  las  colores 
del  abril  de  lu  hermosura 

(Bellacas  burlas  lertedes;             S| 

^^^^^^■p 

quien  Boosconocequeoscompr^^ 

^^^^^E 

^^^^^B 

muestran  penas  interiores? 

ESCENA  IV                       ^B 

^^H 

¿Mitote  mal  con  lo«  oiot 
alfiUDOB  de  tos  (iat2on«i 

^^^^^^H 

que  por  vengar  loi  que  matan 

CoKUB.      Tan  de  mañana,  mi  Elvira. 

^^^^^^p 

intenta  ai\ut>lar  tus  soles? 

no  es  vuestro  mal  muy  pequeño 

^^^^^E 

i\  las  lomado  alguna  yerba. 

pues  tan  poco  os  dura'cl  \ueiÍD: 

^^^^^V 

entre  el  lotongil  que  comes, 

espejo  donde  se  ntira                   ^^ 

^^^^^^V 

cuyo  veneAu  le  cria 

mi  vcicz  ¿cómo  os  sentís?          ^H 

^^^^H 

tan  desabridos  humores? 

¿Permanece  el  mal  pisado  ^H 
de  anoche?  ¿Ilabíis  reposada?     ^H 

^^^^^^B 

¿Comes  carbón,  yeso  ó  tierra 

^^^^^^B 

como  lat  damas  de  Corte, 

Pero  los  bellos  rubis                    ^| 

^^^^^^ 

que  da  que  adrede  se  opilan 
por  andar  las  estaciones? 

de  vuestras  mejillas,  hija,             ^H 

^^^^^K 

•iCfiúa  quebrados  eMin,                 ^B| 

^^^^^^B 

jHas  visto  alguna  fantaima 
del  alma,  que  I>ioi>  perdone, 

cuenta,  aunque  mudo»,  me  dan        " 

^^^^H^ 

de  vuestra  paiii>n  prohia. 

^^^^^^B 

oue  se  aparece  en  la  Igreja 
i  los  que  pasan  de  noche^ 

ftespándeme,  ¿de  qué  ton           ^m 

B_ 

tus  males?                                  ^H 

■ 

^^V                                         ACTO  TEKCERO                                                              ^67 

1 

ELvrnA. 

No  me  los  mientes. 

MakiIh.  si,  el  sol:  la  luna  será. 

'  ^1 

CúMlK. 

Dime,  «dónde  tí  dolor  sknies? 

M&uSA.    Madrugad,  que  no  es  di  sanio. 

^^1 

Hi-viiik. 

f  adre,  aquí,  so  el  cdruAo. 

CAMieN.  Buenos  días  mus  de  Dios, 

^^1 

Mei.iSA. 

Alguna  nieUncolU 

con  toda  la  coitipaílla. 

^^H 

lienc,  !o  mijorscrá 

Crespo.    Buenos  dlss,  si  es  de  día. 

^^H 

dar  ofdco.  si  tilstc  csiá, 

CoKDE.      jBosiczando  salís  vos? 
CcESPO.     Y  Iras  uno  dartmil; 

^^^1 

i 

de  B  legra  ría. 

^^1 

Conos. 

Elviri  mía. 

pori^ue  ck  sueAo  me  cayo. 

^^H 

jquicres  Ir  i  SalainancAP 
No,  padre. 

Payo.       ¿Qutén  llama? 

^^^1 

Elvira. 

Mbmia.                            ¿Do,  bue»r>  Payo, 

^^1 

Mkliía. 

Elvira,  s!,  si. 

desnudo  y  con  el  candil? 

^^H 

CONDK. 

Ea,  por  amor  de  mi; 

DoaiKOO.  Que  es  de  día  menlccaio. 

^Do  vas?                                           j 

^^^t 

comprarás  con  mano  franca 

^^^H 

cutnias  cosas  imagines: 

Pavo.                     Yo  sé  donde  vo.                   1 

^^^H 

cumpiaris  medias  de  grana. 

jNucso  amo  no  me  mandó                 1 
buscar  el  freno  del  gato?. 

^^^^H 

{{ala,  aunque  ((rucsa,  serrana. 

^^^H 

- 

y  colorados  bolines; 

Pues  ando  en  busca  del  freno. 

^^^1 

cuentas  de  plata,  labradas 

Mei.tSA.    Vete  i  vestir,  «'qué.  aún  porfías? 

^^1 

que  A  tu  pena  den  alivio; 

^^^1 

cruces  de  Samo  Toríbio 

^^^1 

y  do\  patena^  que,  i  osadas. 

ESCENA  VI 

^H 

no  las  traiga  en  nuestra  sierra 

SaU  DQH  ERauQua,  Jt  carAontra.— Dtcuo*. 

^^H 

otra  zagala  mejoren. 
Contigo  irán  mis  pastare», 

Enuiouc  kOh,  nucso  amo,  t>uenosdÍas! 

^M 

^^ 

con  las  coias  de  la  tierra. 

Elvira.    \Qaé  garrido  es  mi  Mirenu! 

^^^M 

^^^B 

que  al  mercado  ca^a  jueves 

Melisa.    Comoel  sol. 

^^M 

^^^V 

llevan. 

Pavo.                         iPardiei,  que  creo 

^^H 

Elviha. 

¿Qué  pastores  son? 

que  cede  dial 

•  ^^^^1 

COKDB. 

Con  los  carros  del  carbón, 

OoaiHQO.                      ^No  lo  ves? 

^^H 

porque  quien  le  sirva  IIctcs, 

Pavo.       A  vestir  me  vuelvo,  pues,        (Caí*.) 

^^1 

irán  Crespo  y  Tirso. 

Elvira.    En  su  vista  me  recreo. 

^^H 

Melisa. 

dueño. 

CoHOK.     A  adereiar  I»s  carretas 

^^1 

y  i  Melisa  llevarás. 

que  han  de  llevar  el  carbón. 

^^1 

ivayal  <Per»  no  h<in  de  ir  mis? 
El  nuevo  lagal  Mireno, 

Elvira,    ia  Jen  línrlquc,)  También   vais  slli 

^^1 

Cohd»;. 

Chupo,    ^Cuántos  vamos?                |gari6n. 

^^1 

si  gustas,  iri  también. 

CoKoa.                               No  témelas 

^^H 

Elvira. 

SI  que  es  de  en  1  retenimiento. 

en  danta;  ve  i  echar  el  heno 

^^H 

iAf4  ¿Can  él  de  ir^  ¡Qué  conteniol 

á  los  bucjes;  tú  i  poner 

^^1 

CÓkds. 

ÍÁ lu paürt.)  i\'  ha  de  ser  hoy? 
Si. 

los  costales. 
Crespo.                      Voito  á  her. . 

^M 

Elvira. 

Pues  ven. 

IVantt  (01  p«tt«ft*,i 

^^H 

quizaves  sanaré  allá. 

Pon  i  [US  congatas  treguas. 

Cokhe.     y  vus.  amigo  Mireno, 

.^^H 

Conde. 

también  habéis  de  ir  allá. 

^^H 

que,  si  bicn  catorce  leguas 
de  aqui  Salamanca  está. 

Enrique.  Que  me  piace. 

^^^1 

Conde.                            Tú,  Melisa, 

^^^1 

sobre  tu  manso  pollino 

corre  y  adereza  aprisa 

^^1 

podrás  i  tu  placer  ir. 
iAparu )  A  Mireno  he  de  decir 

de  almonar;  mira  si  está 

^^H 

Elvira. 

puesta  la  olla. 

^^H 

el  mi  amor  por  el  camino. 

Elvwa.                           Ve,  y  de)B 

^^^1 

CONDB. 

Durmiendo  deben  de  estar 

ajos,  pan,  vino  vcebulla^ 
Melisa.    Ya  lo  tícn  todo  la  olla, 

^^H 

los  mozos. 

^^H 

Melisa 

¿No  han  despertado? 
Doermen,  en  ftn,  sin  cuidado, 

con  cecina  y  con  oveja. 

.^^1 

Coni». 

CoKoc,     Parece  que  das  indicios 
de  estar  buena. 

^^H 

, 

¡siempre  los  licdcllamarl 
Tirso.  Cardencho,  Doringo, 

^^H 

Elvira.                           Estarlo  espero 

^^H 

Payo,  Mireno. 

presto. 

^^^1 

ToDOi. 

íüiniro.)          jQuiéa  llama? 
Alto,  dejemos  la  cama. 

Ehuqué.            Infame  y  carbonero. 

^^^ 

CoNIMt. 

■Medrando  voy  en  oficios!      (Vaatt.) , 

1 

«PenUis  que  es  hoy  el  domingo? 

ESCENA  Vil 

H 

KSCF.Na  V 

^^^^H 

SóUk  DokInCo.  Mmiíi,  CaRD^nOHO.  CRMro,  Cada 

Salrn  el  Kav,  ddn  Pt.¡.t¡i>y  aen  <ion(AL«. 

^H 

uno  di 

por  II,  y  lingo  Pato,  énnudo,  cea  un  ean- 

Itev. 

^^1 

4lt, -DicUM. 

¿Que  no  se  haya  ol  infante  detcubterto, 

^H 

Pato. 

Ya  vamos,  no  gnie  unio. 

ni  nuestra  diligencia  haya  bastado 

^^H 

COKDB. 

El  sol  ha  salido  ya. 

i  atujarle  la  fuga,  vivo  ó  muerto? 

J 

06K 


LA  I>EÍIa  I>K  f'KANCIA 


GOKZAtO. 

Aljíün  iTuidtkr  liyuda  le  hibri  dado, 

Rbt. 

Será  esto  «i«rto. 
Peto,  don  Pedro,  lo  <|ue  me  ha  admirado 
n  (jue  se  íiiet«  sin  dejut  abicria 
de  la  ptiiíón,  paced,  ]>;j>tIi)to  ó  puerta. 

GoitlALO. 

Aunque  d  Alcaide  atormemailo  ha  sido 
y  U&  )>uuidai  con  tt.  no  hay  quien  confíese 
haborledailuaruda. 

Rev 

fcln  Hn,  ha  hníJo. 

PSDKO- 

"íÁptritt  iVui^  aqurlla  noche  lun  kalirnic  fuese! 
t0u4  di«íe  muerte  al  uno,  el  otro  lieiido' 
Afi  vcrgÜf'iizB  el  silencio  «il  confitíe. 
jOh  que  ^  sli^nic  n  siempre  la  inocencial 
¡Ma.^,  parí  la  verdad  no  hay  teticencíal 

Rev. 
Mañana  Unté  que  os  di  su  hermosa  mano 
qu>era  mi  hermana  6  no. 

Ptoao. 

1.a  tuya  franca 
empuñe  rl  Imperial  Riobo  romano. 
{Apartt.i  i  krmoM  Infanta,  que  lu  mano  blanca 
goiar  merc/co  ¡oh  bien  venJido  hermanol 

RCT. 

Haced  que  apmte  ñesias  Salamanca 
para  la  b^ida,  en  li)da  esia  «mana, 
que  quiero  le*  padrina  de  mi  hermana. 

|Va»>(.) 

liscENA  vni 

Sal*.SiiiAi<  Vrla,  raiUaMniuála^te. 

SiUÜH  Vela. 
¡Voz  santa,  que  de  Francia  me  sacaste 
y  libre  en  Salamanca  me  pusí&tc! 
sin  aue  diese  don  ]uan  Se|;undo  al  traste 
con  la  rída  que  siempre  dcícndlsic. 
Kn  Salamanca  OstOy.  tu  me  mandaste 

3ue  la  i'eíia  buscase  ^en  quí  consiste 
e  lodo  mi  camino  la  iinpaiiar>cia? 
jcuándo,  pues,  te  he  de  hallar.  Peña  de  Fran- 
*  Ida? 

eSCENA  IX 
Saltm  DoatMoo  y  Pato,  cdrt«irro«.—nf rao. 

Payo. 

Algún  diabro  mos  iiuj»  á  Salamanca. 
Iluye,  UoTin|;o,  que  estos  escolares 
me  tienen  cnba  la  mitad  de  una  aiKa. 

noK'Non. 

Revienten  ipreftuo  i  Oiosl  por  los  hijarcs. 
hánme  mciKlo  uti  aliíltr  dt  é  branca, 
ires  veces  pur  de  uga. 


Pato. 

A  mi  dos  paret 
de  mamonas  me  lian  hcchn.  \  cuo  saliva 
me  dieren  por  la  boca. 

Esto  hecho  criba. 
Si  en  la  PcAa  de  Francia  cojo  i  alguno, 
yo  os  voto  á  San  Antón  y  á  su  cochit>u. 
<iue  no  se  ha  de  volver  A  casa  ayuno 
Sin  probar  la  conexa  a  medio  encino. 

Pavo. 
No  quiere  Dios  que  allá  vava  nenguno. 
lAy.  Ooringol 

DORIMOO. 

iQai  tienes? 

Pavo. 

Que  me  imiK_ 
i  la  feAa  de  Francia  me  vó  luefco. 

Simón  Vkla. 
iPeññ  de  Francia?  iCletotl 
DoaiWiO. 

Ten  sowettu. 
Pavo. 
lístoy  de  altilera^usdeirengadii. 
¿y  quieres  nut  «usie^ue? 

Simón  Vkla. 

Ainíf^O.  amwo,' 
^d  dónde  esii  la  Pei\a  que  ha»  nombrado-* 

Payo. 
^Ulro  escola r.*  Apiíiese.  le  digo. 

Simón  Vki.a, 
No  tengas  miedo. 

Payo. 

No,  que  remil([*d(i 
lle)ta  i  picarinos. 

Doaiwio. 

itMIealcncmlRol 

SiMÓM  Vki.a. 

Escucha. 

PAVU. 

No  hay  esctKtias. 

SlHdX  Vc'.A. 

\Qat  ignorandal 
iÜ&náe  la  Peña  esti.  decid,  de  Fnncta? 

noa<n>io. 
No  os  llcftutis. 

StHÓN  Vbi  A. 
Pues  ensíñame  cia  Petia 
que  nombraste  de  Francia. 

Pavo. 

La  pescuda. 
^Para  qué  la  querfil?  jpB»  Yut  kfl» 
y  acarrear  carbón? 


669 


SiNÓH  VblA. 

Es  Tucru  «cu<h 
i  buscar  cierta  joya  que  me  «niefta 
el  cieln  en  ella. 

Pato. 
SI,  unio  es  sin  duda. 
Vcnie,  que  es  hará  y  van  lejos  los  carros. 
Si  se  llcxn,  aquí  llcvu  dos  guijarros.       (Vanit.i 

StHÓN  Vbi.*. 
jPeña  de  Francia  mía,  que  he  ya  hallado 
nulicia  vuestra!  ¡Peña  de  mi  vida!    ■ 
loco  de  fjozu  estoy:  todo  el  cuidado 
de  mis  Ui){us  trabajos  se  me  olvida. 
Una  mujff  {en  »-os.  Poftt).  me  lia  ilado 

itni  surrle,  hermosa,  santa  y  i'i(:r>KÍ<ia. 
^Qué  aguardo  que  iioosbusco,piies  inecnscAa 
el  ciclo  i  donde  es'áis,  divina  Pcfta? 
Yo  tiftgu  i  vuciiiros  riscos  íutamcnto, 
y  i  la  vox  i^ue,  piadota.  mis  picsguÍR, 

'  de  ito  admitir  desde  hoy  alfiún  suttcnto 
hasta  hallar  i  la  hermÓia  prenda  mia. 
Vos  me  daréis,  saftrada  Pena,  atiento; 
seguir  quiero  1 1  simple  compañía 
d«  esios  sencillos  pobres  carboneros. 
[Pcft*  de  Francia,  muerto  voy  por  vciosl 


KSCENA  X 
Snit  non  ExniuaR,  /It  etrbontrt.  y  ruttu.x. 

ENKigim.  I  lago  ie  ii  la  conñanza 

que  siempre. 
Paoii  I.*.  Y  yo.  que  te  he  vúto, 

el  Kozo  apenas  misto, 

aunque  lloro  esta  mudan/a. 

iQué  de  ello  que  se  ha  de  holK» 

la  Inra'iis,  que  por  ti  lloral 
Emkivus.  ^Lloia  por  mi.* 
Padilla.  Si  te  adora, 

^quí  ha  de  hacer  sino  llorar  r 
ENKiQtie.  jCúmu,  si  dicen  que  el  Rey 

r«  casa  con  el  traidor 

don  Pedro? 
PAbii.i.,\.  Sólo  en  tu  amor 

tunda  su  ventura  y  ley. 
lÍNniouR.  Padilla,  mi  ser  y  vida 

está  en  lu  mano:  ya  sí 

tu  lealtad,  sccrcio'y  fo. 

Dile  A  mi  Infanta  querida 

de  la  manera  que  estoy, 

y  que  si  me  da  IU|taT 

para  que  la  pueda  hablar, 

Euesio  que  a  ta  muerte  voy- 
■i\i  noche  seiá  el  dia 
en  que  mi  firme  espetanxa 
alcance  alqpe  renpanu 
del  pesar  que  antes  tenia; 
y  por  si  á  venir  se  allana 
conmigo,  yotcdari 
un  vestido  que  compré 
hoy  para  cierta  serrana, 

3UC  es  hija  del  carbonero 
quien  sirvo. 
Padilla.  iRuenoestisi 


Kndiquk.  Su  bellejta  saldrá  mis 
entre  e«ie  traje  grosero, 
como  el  sol  cniie*l  nublado, 
pues  en  la  sierra  escondida 
b  tendrá  nuestro  cuidado 
hasia  que  permita  Dios 
librarnos  de  tiranías, 
y  destineciendo  etpia^ 
a  Aragón  vamos  los  dos. 

Padilla.  Bueno  el  ditfrai  me  parece: 
y  nuestra  constante  Infanta, 
si  en  nuevas  de  dik:ha  tanta 
al  dárselas  no  enloquece, 
aprobará  cuanto  ordenas. 

t^NHK^iii.  Pucí,  Padilla,  no  te  vayas; 
llevarás  botines,  sayas, 
cuentas,  corales,  patenas, 
y  un  locado  A  lo  serrano 
de  lot  que  consiuo  trajo 
la  pastora  que  te  digo, 


KSCIENA  XI 
Salm  lÍLTiu  >'  Mii-114.  -  Dicho*. 

Mklisa.    ¿No  es  el  luttar  muy  galano^ 

¿No  te  parece  muy  boeno^ 
ALVINA.    Ño,  Melisa. 
MsLiSA.  Eres  novel. 

Elviha.    Ha  mucho  aue  no  veo  en  el 

al  mi  adorado  Mutno. 

¿Y  quieres  que  me  pareica 

bien  sin  ¿I? 
MeusA.  Pues  vesle  aquí. 

^Ks  bueno  el  puebro? 
Elvira.  Ahora,  sL 

(.1  don  KnrtqiM.I 

¿Qué  OS  heis  hecho,  que  ha  afnn 

que<n  busco  por  el  lut;ar:        'pieza 

y  ya  cali  que  lloraba 

como  on  lodo  ti  no  os  hallaba? 
EnpiVub.  Mi  serruna,  fui  á  comprar 

estas  cuentas  pata  vos. 
Rlvima.   ¿Son  de  prataf 
KHai«i;i.  Daros  quicu 

feria». 
Elvira.  ¿Oe  vueso  dinero? 

^:NalQur.  ¿Puei  cuyo?  Tomad. 
ÜLViaA.  |Ay,  Üiosl 

lY  qu4  garridas,  Mclisat 
Padilla.  Esta«sáin|{cl,  no  es  mujci. 
Elvika.    Tínuomelas  de  coser. 
Melisa.    ¿Do? 
Elviba.  Al  cuello  de  la  camina. 

He  de  acostarme  con  ellas. 

y  en  ell  alma  tas  metiera 

si  cuentas  traer  pudiera 

por  nunca  vivir  sin  ellas. 
KriniQuc.  <,t  M(i»a.)  Tomad  vos  esta  patena.' 
AtKUS*.    A  ta  he  que  tenis  franca 

ta  bolsa  hoy  ei  Salamanca, 

{Quéfiatrida  Madalena! 

Aún  no  le  debo  oiio  tanto 

i  Tirso. 
Elvira.  No  lien  poder. 

Mblisa.    .Mas  miento,  que  medió  ayer 

una  del  Espriiu  .Santo. 


670 

Enmiqui. 
Elvira. 


I.A  PERa  de  FRANCIA 


iSo  es  baen  lugar  ént^ 


SI. 


Padilla. 
Endii^lie. 

PAMI.LA. 


Ekmiqus. 

Elviha. 

Padilla, 

Elvira. 

Emuqui:. 


Elvira. 
ExmetiE. 

Elvira. 


Emhiqvk. 
Padilla. 
Elvim. 
Paoilla. 

EKhlQtTK 


d«  v«T  su  gcnt«  me  admiro; 
pero  yo  poco  le  miro, 
mienúas  puedo  verte  4  li. 
No  o*  iguiere  mal  I>  lerrana. 
Todo  cMO  es  puti  inocencia. 
Bien  puede  hacer  competencia 
á  U  Infanti.  aunijue  &«  h«mat)a 
del  rey  don  Juan  fi  Segundo, 
y  celebrarse  en  Castilla 
por  la  mái  bella. 

Padilla, 
no  hay  tal  Infania  en  cl  mundo. 
Vémonos  que  no  hay  que  her 
y  o  muy  tarde. 

Por  extremo 
es  bolla. 

Venid,  (jue  temo 
que  ot  he  otra  vei  de  perder. 
IJ  voi,  mi  Hlvifa,  adelante, 

Jue  pue).  lai  carretas  van 
» pació,  poco  andarán: 
j-o  os  alcanzara  al  insianie; 

3ue  quiero  sacav  mi  licrmana 
e  la  casa  donde  osii 
porque  os  sirva  i  vos  alli, 
que  es  propia  pata  scffanji. 
jMcrmana  tenéis  aqulr" 
Si,  mi  Klvíra.  y  un  locado 
de  esos  pide. 

De  buen  K"do. 
tioy  le  nlíñé:  heitle  ah!. 
Pero,  no  os  be  de  dciar. 

(CigtUtl  layo-l 
5t,  st,  que  ímporia,  mi  IClvira. 
Del  «yo  ipot  Dios!  le  lira. 
¿Vos  me  queréis  hcr  llorar? 
¿Hay  tal  gracia^ 

ÍAparit.y  A  no  deber 

mi  Infanta  lo  que  debo, 
por  Dio»,  que  con  amor  nuevo 
me  hechizara  esta  mujer.       tvtnii) 


ESCENA  XII 
JafM*t  RHTfnoAACiTALUU. 

Catauka. 
Mira,  sefior,  primero  lo  que  baccs. 

Kbt. 
Infanta,  ente  et  mí  kusio:  no  repliques. 
Por  fuerüa,  has  de  caiaite  con  oon  Pedro. 
ti  de  erado  no  quicrtí;  de  esta  suene 
triidris  en  m!  un  hermino  que  te  estime, 
y  de  uiro  mudo  har*s  que  vcrtfiouc 
que  aplaudes  la  traición  de  don  Enrique. 

I  Vii*  I 

Catauka. 
Primero  el  sol  libero 
DO  ilustrará  este  )(l<>bo  tachonado; 
será  cera  el  acero; 

no  'eiiiliá  arena  el  mar,  ni  yerba  el  prado, 
que  á  dun  Enrique  olvide, 
nt  fuerce  cl  Hey  la  mano  que  me  pide. 


¡Hov  rerá  en  mi  Casulla 

la  perdición  que  iafama  i  don  R(>drí|u! 

jA  dónde  está  PadilU^ 

No  vivo,  no  sosiego,  Enrique  amigo 

mal  sacarán  del  pecho, 

tu  imagen,  que  cl  amor  con  tnegfí  ha  be 

ESCENA  Xm 
Sa.'fPAMLt*  — DicaA. 

Padilla. 
¿Qué  es  esto,  mi  señora? 
¿  iJe  qué  son  esas  quejas? 

Catalina. 

Mal  caDOce«, 
el  mal  que  o{  alma  llora. 

Padilla. 
¿Qu<  mal,  puede  obliganc  á  que  des  voce&? 

Catauma. 
Quiere  que  d£  la  mano 
cl  Rey,  al  niismo  que  vendió  á  tu  hermana. 

Paimlla. 
Pues  pon  Un  á  tti  Ubqio 
y  de  contento  tus  mejillas  baAa; 
que  Enrique  Icama  tanto 
que  en  Salamanca  csiá,  y  riesgos  engafia. 

Catalina. 

iQai  dices? 

Padilla. 

Carbonero 
lu  amor  le  ha  disfrazado. 

Catalina. 

Pues¿qu<  espero? 

Padilla. 

El  itaictle  serrana 

me  dio  con  que  u  obligue  á  disffaMrtc. 

Catauka. 
|0h,  iMChe!  Que  ya  humana 
A  la  fortuna  ruegas  de  mi  parte, 
apresura  tu  coche. 

pADII.t.A. 

Por  ti  vendrá  amp«.rado  de  la  ttochi^ 

Catauka. 
Dame,  pues,  el  vestido, 
verás  que  una  mu|cr  determinada 
de  amor  ejemplo  ha  sido, 
contra  la  voluniad  desbaratada 
de  auicn  me  tiene  en  poco: 
¡quídate,  ct^o  Rey,  infame  tocol 

ESCENA    \IV 
Salm  pjkro,  Donihdo  y  &iii<ta  VaiA 

UoRixno.  No  nos  deja  este  escolar 

con  csiar  ios  dos  tan  cerca 
de  nuevo  puetilo.  el  Albcrca. 

Simón.      ¿Quí  h«  merecido  llegar 


■■ 

■^^PI^H 

■■■I^^^^^H 

ta 

ACTO  TenCKRO                                          671           ^^ 

Bv 

i  eue  liiío.  Peña  amadaP 

le  doy  cuenta;  haríio  pues                       ^^M 

^^Payo. 

^Quí  es  lo  que  buicáit. d«c!. 

luego  que  lleguen  á  cava.                            ^^M 

B 

buen  escolar,  por  mui? 

M  nioi.t  ¡Hola,  ia  lengua  templada.           ^^M 

'           SlHÓd. 

Bliuo  una  ju}'>  eslimada 

que  es  miir  honrada  mi  Klvíral                 ^^| 
Pavo.       (Pregue  i  Djosl;  que  amor  que  tira             ^H 

«n  c«  monte  escondida. 

Pato. 

Buen  Inncc  haréis,  ¿r  et  <<e  oro? 

da  en  eíl  alma  virotada.         {Vamu.)         ^^ 

Simón. 

Es  de  inñnito  (osoroi 

1 

DORINOI) 

.  iGcnill  iVciTis,  por  mí  vidal 
ktie  debe  Je  ser  loco: 

^^M 

Payo. 

ESCENA  XVI                                ^M 

] 

mientras  que  la  jop  os  dan, 
deíayunaos;  queso  7  pan 

Sait  Slwi'iH  Vil*,  arrien,  vibr*  Ut  p**a%.                    ^^| 

V0&  daremos. 

SiMó.t.      Pcflas  que  estimo  y  adoro                       ^^| 

Simón. 

Poco  i  poco 

¿por  qu£  me  o>:ultiis  ansf                         ^^H 

■iubiti  donde  me  entena 

la  esposa  que  apetecí                               ^^^H 

■ni  adivino  corazón 

por  mi  divino  tesoro?                         M^^^J 

que  ha  de  hallar  mí  devoción, 

|]«ús!  un  moital  desmayo                  ^^^^| 

(Va  >iit  iVnWn.l 

me  impide  el  viíat  aliento:                     ^^^| 

mi  esposa  dentro  una  peña; 

en  fallándole  alimento                               ^^| 

que  jur¿dc  no  comer 

Ib  :1or  desfallece  en  Mayo.                      ^^| 

hasia  merecerla  halltr. 

(Vuestro  nombre  ctcfooinvocol              j^^^ 
Mas,  no  es  en  balde  esta  pena,                 ^^| 

alma,  aliento  y  caminar. 

DoniNoo 

.  Vos  IlevAis  bien  que  entender 

que  hallar  una  mujer  buv-na                      ^H 

■      Simón. 

si  arriba  cuidAts  sobir. 

nunca  suele  costar  poco.                         ^^| 

Oius  alivia  mi  trabajo. 

{Abntt  una  ftña  y  áacitbrtn  ama  mtnt          ^^H 

(Énir^it  arrita  Siinin  Vtl.i  | 

jirovtiitA.)                                                              ^^H 

Payo. 

Escolar,  no  deis  abajo, 

tVélgamc  el  cielol  <Quí  es  esto?               ^H 
Convidado  soy,  mi  Dips,                          ^^| 

qtie  temo  hnbfis  d«  plaí^ir. 

una  peña  abietta  en  dos                           ^^| 

tianqucte  franco  me  ha  ptKStO.                 ^^| 

ESCENA  XV 

jMiln^roia  maravillal                                  ^^H 

Salí  ti  CoHDi  na  t'KOKi.— Dich«i. 

l'lfllo  el  cíel»  me  hace  fraACO:                   ^^| 
cecina,  queso  y  pan  blanco                        ^^| 

CONOB. 

Payo,  Dorinao,  ^y  mi  Klvira? 
En  la  ciudad  se  quedó 

me  sirven,  seri  mi  silla      <<uMNran.t        ^H 

Pavo. 

este  petlasco;  yo  he  sido                           ^^1 

con  los  demá.t. 

dichoso  en  hallar  mujer                           ^H 

Conde. 

¿Pues  tú? 

q^ue  sabe  dar  de  comer                             ^^| 
sin  ofensa  del  marido.                                 ^^M 

Payo. 

.¿Yo? 

VcfiKo  huyendo  de  ia  U* 
cscolaricfw,  quo  en  mi 

{Comí,  Sait  agua  it  vía  pcAa.)          ^^1 

Brindando  me  csiA  esta  peña                             1 

hlío  hj^te. 

como  i  Moisís  y  i  Sansón.                            1 

I              CONDB. 

^V  no  veolaf 

Hacer  quiero  la  razón;             tnib*.\              J 

DOKINOO 

.  OiJD  que  comprar  lenla 

sabrosa  es  como  risueña.                         ^^1 

unos  corales  allí; 

(fa'nntrnt  r«tfa.)       -  ^^| 

>■  ella,  .Melisa  y  -Mireno 

Pútome  el  cielo  la  mesa                           ^^| 

st  quedaron;  tnas  gpar  Diott 

como  al  celador  Elias.                                ^^| 

amo  (aoui  para  lo4  dos) 
que  no  e  tengo  por  bueno; 

Durmiéndome  estoy,  que  ha  días              ^^1 

que  mi  cuidado  no  cesa                          ^   ^^^k 

^^^^ 

porque  delante  nosotras, 
f  aun  en  secreto,  al  Kanón 

en  desvelarme;  aquí  es  trato.                *   ^^| 

^^^^L 

cansancios,  satisfacer,                                  ^^| 

^V 

miraba  con  en ficióii. 

que  siempre  tras  el  comer                        ^^H 

^^ 

y  aun  se  dtclan  sus  quillotros; 

es  salud  dormir  un  rato,    ^oatrmut.s     -  ^^M 

r 

y  como  Ivlvira  no  es  fea 

Vos.         Simón,  veta;  que  no  medra                         ^^M 

y  «1  mozo  tien  buen  reclamo... 

quien  busca  y  se  duerme  uosi.                    ^^t 

COMRB. 

iQx¡i? 

(í>agá)aii  un  liic^  dttdf  la  alio  y  líoíí                  1 
*Hla  Cdlv^a.  y  siltlr  ta^frt  y  iltt^irla.]                    I 

UoRtKCd 

Que  pregue  i  Dios,  nueso  amo... 

COKÜS. 

üilo. 

Simón.      iJesúvi  Mué  cseiio?  jAy  ik  mil                      1 
descalabróme  una  piñirá.                            ^J 

DORINflU 

Qiie  orégano  sea. 

Conde. 

íQüi:  la  cólera  terreno 

PeltKTo  corre  mi  vida                                   ^^M 

y  no  te  m  Jto,  animal? 

mas  no  harA,  que  si  quisiera                     -^^H 

Payo. 

¿Luego  vos  cuidáis  úue  el  mal 
no  hai  de  amor  de  Mireno? 

matarme  Dios,  no  me  diera                      ~^^H 

lan  sazonada  comida.                                 ^^V 

■         CoNI>E. 

(Aparui  No  hablan  sin  ocasión 

(Subí  y  mira  la  nHura  dt  lapcAa.)                    1 

1 

¿sios,  que  78  yo  he  notado 
<1«  lilvira  el  nuevo  cuidado 

Un  ^ujcro'  hasta  dentro                           ^J 

llcfta  en  la  peíía,  de  donde                           ^H 

1 

y  me  caus«  confusión; 

cayó  el  ri»co,  en  61  se  ctconde                    ^^M 

■ 

pero  el  fuego  que  la  abrasa 

una  imigcn  que  es  su  centn».                 ~^^^| 

L 

cesar!,  »  de  quien  es 

|0h.  Soberana  Señorn!                            ^^H 

673 


LA  PEAa  OK  TRANCIA 


Voi  mi  espo»  h»b*a  de  ser 
que  nu  K  hallará  mujer 
comu  Vi)  buscaba  agora. 

Suierú  ver  ti  quitar  pueido 
peñasco  que  os  sirvió 
Je  ugrariu;  pero  yo 
soy  solo,  }'  herido  quedo. 

iFontia  <i>n  la  ptta.) 
Voy  i  llamar  quien  me  ayude 
yes» estorbo  incilite; 
¡qu¿  buen  postre  dt  convitcl 
no  ea  posible  quo  ie  mude 
SI  ito  viene  mucha  gente. 
Muriéodome  csiov  pyr  veros; 
á  llamar  los  carboneros 
vaya  mi  amor  diti^cnie, 
Vencían  >  con  dulce  coio 
(i,-ste|c  mi  fe  dichosa 
delantt  todos  la  esposa 
con  que  hoy  me  eniiquecc  «I  ciclo. 


ESCE.'JA  XVII 
Salín  ti  Coiroa  y  Eltiki. 

EtvtHA.   Si  noble,  padre,  iie  nacido 

también  lo  debe  de  ser 

Mircno.  ¿Queríislo  vcr^ 

Pues  yo  os  mostrara  el  vestido 

que  bajo  el  sayo  eflcubiio 

y  agora  de  jerga  lapa: 

guardada  tengo  la  c^pi 

que  aquí  cerca  se  quito. 

y  vos  tal  no  la  Tei>t.-is, 
CoNor.      ¡Notable  caso! 
Elvira.  Su  hermana, 

aunque  pensáis  que  v^  serrana. 

Eadrc,  enfiaAado  os  babíis. 
c  Salamanca  la  irajo. 
sacilj  de  doivde  estaba 
•f  como  señora  andaba. 
MAs  desteifóla  un  itabajo: 
nobles  son. 

roHM.  Bien  puede  set; 

que  pues  tamo  ha  que  «e  esconde 

Mpdrirj  entre  estas  peñat  elQ>n<k 

de  Urgel.  lemiciHto  perder 

la  vida  (que  perseguida 

buscó  Ar^g^n  tantos  años) 

también  temerán  sus  daños 

estos,  si  andan  tras  su  vida. 

Vislumbre»  de  tu  nobleza 

cnire  el  sayal  han  mostiado. 

íA  (Ka  >  La  capaquebabiis guardado 

quiero  ver. 

Etriiia.  De  la  cabera 

te  quitó  una  caperuia 
redonda  como  un  modero, 
y  un  asAdor  dentro  un  cuero 
que  con  mil  hierros  se  cruza. 
Todo  lo  longo  escondido. 
¿Pensaréis  que  esto  es  mentiría 
Pues  venid. 

CoMM.  ^Qui  es  esto  Elvira? 

Elvira.    jQué.*  Que  ha  de  ter  mi  marido, 
o  lino  abrirme  la  huesa. 


Co.voe.     Ojalá  lenga  valor: 

porque  scf^ún  es  mi  amor 
te  le  daré,  aunque  me  pesa. 

BSCENA  XVItl 

Sdlia  uoa  Emiitfitm  y  la  Lnr^nTA  imiIU  CaM 

CkTAi.iN.  líorique,  tu  lengua  acorte 
■gradee  i  miemos  vano», 
que  entre  estos  simples  actrai 
más  contenta  queen  la  cone 
me  alegra  tu  compañía. 

Hnkioi's.  I^rei  de  firmeaa  espejo: 
enea  recimieit los  dejo, 
que  en  amor.  Taita  seria 
solamente  en  nos  braios. 

Catalin.  Paso  que  los  carboneros 
vienen. 


ESCENA  .\IX 
SaU  SiHM  Vita  y  cjrtwafi-vi  con  ficv»  y  «tM** 

SiMÓK. 


Dichos 


[l^a,  compañeros, 

si  la  PcAa  hacéis  peUazox. 

yo  os  asíguro  un  tesoro 

cuva  divina  ganancia. 

la  Pefla  cnsaVc  de  Krancia, 

más  que  á  Oñr  y  í  Arabia  el  oro. 

Traed  azadones  lodos. 
Pato.       iHao,  dii  qiM  un  tesoro  ha  hallado 
Tirio.      Debe  de  estar  encantado, 

desde  el  tiempo  de  los  moros. 
tVanttpiít  tm»  ptlM  Si«to  CMta 

Catalin.  iOni  es  esto? 

EmuQUE.  Simplezas  son 

de  estos  rúnicos. 

Catai-ih.  Coniiipi 

más  coitc  es.  Infante  amitco. 
esta  desierta  reglón, 
donde  la  quietud  se  goxa, 
que  la  del  Rey  Uc  r.a»tllla: 
mis  esta  gente  smcilla 
que  un  Aragón  /Taraftoxa, 

Enriqi.-r.  ¡Ay,  siempre  amorosa  liiíanta' 

iA»ra(i[a 

ES4:ENA  XX 
Safra  trCoHbr  y  K-ltima 

EtviRA.    Padre,  ^no  voi»  cual  eslin^ 
|Ay  Diosl  desmayos  me  dan 
de  rsbta. 

CoNOK.  Elvira,  levartia, 

que  bien  pueden  ahrazaise 

^DMm^yt^lti<lil• 
li  son  hermanos  los  dos. 
¿Qmí  hacéis,  Elvira,  aquí  vos^j 
So  es  tiempo  agoia  de  eMarsc 
con  las  manos  en  el  seno; 
tdos  vos  1  casa  á  hilar, 
que  no  es  üesta. 

Elvira.  De  pesar 


taó  riniiia. 
Conde.  Mireno. 

oje  aquí  aputtc.  Tú,  Elvif  j, 

vete  i  ca^a. 

Klvim*.  Asi  lo  tlirc.  C^aw.f 

Cataun.  Cvlosft,  l£lvtra,  se  toé, 

que  me  mlcaba  con  ira. 


ESCUNA  XXI 
■ten  EimiMBii  jr  tí  C«iiB«.' 

iNbB.  Ho)  lie  MtbiJ»,  Mirvno, 

que  umrc  aqueut  rop»  batUh 
encubro,  como  oru  en  minits, 

tremías  de  mis  nombre  y  Urna, 
a  espada  que  le  qutiute, 
<:on  el  ¡Kimbieni  y  la  capa, 
he  vUto  que  guarda  alegre 
quien  ea  el  pecho  te  guarda; 
y  deseando  suber 
la  ocasión  de  tal  mudanza, 
para  ubiif-atle  pretendo 
contarte  mi  historia  a tnsrg*. 
Don  Jaime  soy.  de  Aratión,  - 
Conde  d*  Vtgei  é  Igualada. 

(lmuqui.  tVttgame  el  cíekí  <Quí  dkcs? 

CoKtiK.     Ótc  atento  mh  dc^racíav 
El  Hej  don  Martín  primero, 
con  su  hermana  dona  Sancha 
me  casó,  dindome  en  dote 
del  reino  las  ecperanxas. 
Mur>6el  Rey  un  sucesión, 
poatéodote  í  la  demanda 
de  Aragón  tres  pcciend^ntes, 
que  fueron:  el  Rty  de  Francia, 
hijo  de  dofia  Isabel, 
del  Ktj  don  Manin  hermana, 
j  el  otro  rué  don  Kertundo, 
aue  los  Reinas  gobernaba 
del  Re;  don  Juan  el  sagundo. 
su  sobrino,  de  la  l^^asa 
de  Castilla. 

EupiouB.  lA^aru )      Y  ptdre  mío. 

íAh,  fonunj.  qué  no  ultrajan 

CoMDK.      Yo  (o¡  el  tercer  pretendiente, 

aanqiM  d  pf  imcro  en  desgraciMí 
y  aun  pienso  que  en  la  (nsticia. 
Dt«idioM  en  bandas  t  armas 
la  Oxona  de  Ara«6n, 
porqne  cada  cual  fundaba 
ea  iferecho  so  (usticia; 
y,  ea  efecto,  joatar  mandan 
tos  tres  Cstádos  ca  Coetaa, 
donde  kuadM  di  laou 
■tapa  n  so  dandw 
Ina  con  dbpUM  U(t«. 
VineU  O.  Fvnado,  m  fin, 
til  Í»|«MiMnWr.  y»  | 
•I  cano  ca  polvo* 
7 co «otro  «aado d akaa^. 
Ks  eoaiiafi&  CMtfaii^ 

Bii  aecióa  por  cbra, 
^coeapfoi 

bín  qac  me  prooMba 

COiB&tU  DC  Ttl«0  bC  aOtül*.— TOMO  I 


673 

l'ernando;  entre  villks  varias, 
cien  mil  lluilnn  de  iciila 
y  cuiiir<i  t:iirgas  de  plata 

Ki>ri|uc  no  lecompiUeM. 
cgurlo,  vlnet  baulla; 
fucndiúme  con  mi  multi, 
i)ue  estulta  vnionce\  prcIVada 
de  la  serrana  que  hKlllsat, 
por  su  desdicha  serrana). 
Truiércinno*  k  ToMo, 
j  puestos  en  et  AMiar 
dv  Madrid,  tutimo»  mudo 
como,  eo|||iAando  k  las  ituaiilasiJ 
huyéscmoi  á  «tos  montes, 
donde,  oprimida  y  cansada 
de  peAas  y  mAos,  murió 
mi  querldi  dOfta  Sancha. 
Quedé  solo  con  m)  fvlvira, 
y  ventSendo  en  Salamanca 
algunas  joyas  que  iruje, 
compr¿  prados,  montes,  cabras. 
Convenido  en  carbonero, 
aquí  donde  vi  mis  canas, 
carbón  acora,  antes  nieve, 

E>r  Iwodemisdo^racls*. 
sta,  (ovan,  es  itn  histuria; 
li  eres  de  ilustre  prosapia 
y  trabajos  te  han  inioo 
aqui,  la  hermosa  sanana 
que  te  adora,  c*  hija  mU 
T  tu  esposa,  si  es  oue  paMU 
los  qiiilates  de  tu  le, 
qixt  es  Interés  de  las  almas. 
EoaigM.  Lastimoso  es  tu  tocaso, 

Coflde:  aventuras  eitrsAas 

h«  sabido  de  tu  vtda, 

y  aunque,  con  razón,  ma  espantan 

oye,  don  faimc  infaiice, 

tempestades  y  borrasca» 

de  lo*  golpes  de  n»  suene. 


ESCENA  XXIt 
ñ»l*  Par*.— I>ic«a«. 

Pavo.       Naeio  amo  «I  Pébad*  en  Casa. 

Camt.     itjui  dices,  aacio^ 

faro.  <Ja*  vwa* 

A  nucías  pobres  inoradas 
d  Rébede  dt  CmcíIU, 
y  ya  i  aoeaas  raanaa  ttama. 

EMKivm.  ^El  Htyf  (Ay  de  mfl 

Pato.  ^<^av«dt»? 

Da  qa«  desde  Salamanca 
viene  en  basca  de  ua  su  primo 
que  se  acofpfrc4M  la  lafania. 
Mete  qac  Iku. 

EMai9r.'K.  Yo  soy 

i  qokn  doa  Ean^se  llama 
d  mvado. 

Co*(«.  iVilgama  d  odol 

Enatoci.  Conde,  «itfa  «oa*  bnAat  aliai 
«écte  acaloraH,  proeara, 
(má  «a  TdcK  dwciBiada 
isa  trabajÍM  se  eea*i«iiaf 
«Koadir  la  OM  lol  bmnaaa 
iW,  HtWiáántf. 

43 


G74 


LA  9BS\  de  FRAKCIA 


que  es  mi  esposa. 

CoKUH.      ü^spcf  aLagusrds- 

¿Viú  el  iiiundu  cawcomo  osuP 

ESCENA  XXIII 
SitUn  H  Hkr,  ua>  Peí-no,  wh  GotitinA  y  Gvamiai.- 

UlCIIM. 

Rbt.         No  dcj£is  pi«dr>  ni  planU 

que  no  busquéis,  don  (ton/alo. 

GoNZAU>.Yo  mismu  icé  coa  i»  guariiu; 
puei  mientras  tí  oo  muriese 
no  vivirl  mi  privan». 
Dame,  gran  setlor.  (us  pies. 
^^>uien  «es,  viejo?  Lcvania. 
Un  carbonero  auc  habita 
«tus  munlcs.  j\i\,  que  mandan 
poderosu  Rey  en  cllotí* 
¿No  has  visto  un  traidor  que  anda. 
CD  rústico  traje  oculto, 
de  buen  talle  y  negra  barba? 
Aquí  lodos  las  traen  negras; 
pues  con  ser  las  mias  tan  blancas 
tal  vez  el  carbón  las  tiñe. 
Motos  hay  de  buena  cara 
que  me  sirven  eo  la  sierra. 
Esta  es,  gran  serVir,  la  Infanta: 
qu»  huyendo  parú  en  mis  manos. 


COKDE. 

Rkv. 

CoKI*K. 


nst. 


CONUe. 


PBimo. 


ESCENA  XXIV 

Jaean  4  ta  tuTi^ntJ.,  4t  ttrrana,  y  latt  doía  Kihili, 
thciics, 

EtvtHA.  MAs  que  mala  pro  la  haga 
el  Infantazgo,  pues  tengo 
por  ella  perdida  el  alma. 

Bby.        |VcrgiIcnza  tengo  de  vene! 
jy  no  la  tienes.  inKtaia, 
aé  asistir  en  mi  pn-senda^ 
¡Puf  bien  honta.-!  tu  prosapia! 
¡Villano  Iraje  escociste 

?or  que,  en  ün,  fuiste  villana! 
o  ca.sligaré  tus  culpas. 
Cataun.  Las  de  aduladores... 
Itiv.  Calta. 

Cataun.  Castiga,  que  no  doy  yo 

la  mano.,. 
Rrv.  C«$a,  liviana. 

Cataun.  a  un  hombre  que  tiermanos  vende. 
PSDDO.      Vo  soy  leal  y  i  las  armas 

remito  la  prueba  de  esto. 
Catauk.  ^Pcrdcris,  como  la  espada 

el  respeto  i  quien  se  in|uria 

con  tu  sangre? 
Rkr.  jLoca,  basta! 

Que  estoy  jo  aquí;  mis  qui«n  pierde 

su  opinan  no  mira  ta  nada. 

KSCENA  XXV 

S^rt  la  alio  dt  lat  ptlHi  i<tl)  «tratado  don 
XiiNQoa  eon  dom  iímtiam).— Dieiioi 

Enbiqvk.  Aunque  mi  muerte  está  cerca, 
pues  el  Rey  matarme  manda. 


traidor,  que  los  noMc^  vendes, 
hoy  he  de  dejar  á  Kspaña 
rscarnii<.-tiioscon  el  luyu. 

GuNiAL.  ¡Don  E^nrique,  que  me  matasl 

f^NaiQi'E.  DcspeAado  has  oe  pagar 
tus  traiciones. 

GoNSAL.  |Virg«n  iianta, 

que  muero! 
Rut.  ^KsUnda  yo  aquí 

tal  alrcvímieaio?  )Ah.  guardas! 

^(^mo  na  le  dais  la  mueilc? 

(Sdfr  >lon  liatiiiwl 
Enkiqui.  Ya  yo  casiifjué  su  infamia: 

liai'de  mi  lo  que  quisieres. 
Rev.         Aqui  fuera  muerte  honrada 

la  tuya.  Valladolid 

verá  encima  de  una  ■si:arpia 

tu  cabeza.  j>or  traidor. 
Enpivue.  iTraldorl  S:  alguno  se  osara, 

fuera  de  ti.  que  mi  Hej 

eres,  á  aquesas  palabras. 

no  viviera  un  cuarto  de  hora. 

I.os  detleslet  t^uc  amparas 

son  traidores  a  tu  sangre, 

que  huyeruk)  dejan  tas  armav 
ispean  uta  ¡taUortt  heHáv  4  iloa  ' 

OoHXAt^  Llévenme  antes  que  me  muera. 

fuesel  aliento  me  falla, 
la  presencia  del  Rey. 

Rity.         Si  es  á  pedirme  venganza, 
vo  te  la  daré  cumplida. 

GoNZAL.  No,  Rey,  que  el  cielo  me  mand 
que  mis  traiciones  le  cuente 
antes  que  despida  el  alma. 
Yo  he  sido  aleve  y  traidor 
¿  l}io^.  i  ti  y  á  la  Infanta, 
i  D.  Enrique,  á  Ruy  Lópexj 
pues  salieron  por  mi  causa 
de  tu  Corte  y  de  tus  Reiat>s. 
Con  traiciones  y  maracas 
los  derriba  de  tu  austo 
y  tos  puse  en  tu  desgracia: 
vo  quise  darte  U  muerte 
la  noche  que  imaginabas 
ser  don  Knríque  quien  dí6 
al  paje  de  puñaladas: 
i  mi  persuasión,  don  Pedro] 
te  dio  la  relación  falsa 
que  condenó  á  don  l^n^ique;' 
el  fui  quien  puso  la  escala 
que  hallaste  en  tus  Reales  mure 
no  puedo  hablar  mis:  si  basta 
eato  para  que  el  Macsue 
quede  disculpado,  manda...    f wwx  i 

Rey.         En  el  manda  expiró  el  pobre. 
Su  vida  el  cielo  alargan 
para  que  en  su  castigo 
ejemplo  al  mundo  quedara. 

U-hran  al  Éifm 
iy.t  esto  Tcrdad,  don  Pejr^)^ 

PaURO.     (>onfuso  diuo  i  tus  plantas 
que  me  incítnú  i  icr  traidor 
la  pretensión  d«  la  Infanta; 
v  advierte  que  no  fui  cilVa 
la  división  de  la  cana 


ACTO  TERCERO 


Los  DOS. 

Elvida. 

ENflItfUI. 


Rür. 

Conde. 


<¡ 


que  nos  hsllasic  i  los  doi, 
para  deservirle. 
Rev.  Basta. 

Dadme  esos  brazos.  Enrique: 
que  si  con  iraiciooes  unías 
hasta  vuestro  hermano  mismo 
os  persiguió,  y»  se  acaban 
vuestras  desdichas.  Desde  boy 
vuelto  i  mi  amistad  y  gracia 
con  nuevo  estado  y  mercedes 

Solaréis  de  mi  privanza. 
Vi  hermana  es  ya  esposa  vuestra. 
I'isen  esos  pies  la  sacra 
esfera. 

¡Ay,cielos¡  ^qu¿ escucho? 
^(^u£  tiene  aquesa  serrina? 
Lelos,  amor  y  ventura 
de  que  i  tal  ocasión  havas 
venido  i  hacerla  mercedes. 
Hija  es  de  esas  nubles  canas 
que  i  D.  Jaime  de  Ata(;¿n, 
porque  te  temen,  disfrazan. 
Don  Jaime?  InTante.  ¿Qmí  dices? 
o  soy  quien  desdichas  tantas, 
como  ves.  he  padecido; 
pero,  ya  ¿  tus  pies... 

Levanta, 

gel. 
¿i  alr 
Vo  quiera  dar  bien  por  mal 
&  mi  hctmonQ,  que  asi  pajísn 
los  leales  de  mi  esfera. 
Su  esposa  serf,  si  mandas, 
dofía  Elvira,  hija  del  Conde. 

Rrt.        Vuestro  (;usio,  primo,  se  haga. 

pKORo.      De  tu.mano  es  tanta  dicha. 

Kt.viaa.    Pues  lo  es  vncso,  Hnrique,  vaya. 

ESCENA  XXVI 
Salem  TiHio  y  ^miai.—Diemo*. 

Tmso.     Nueso  amo,  venga  y  veré 
la  maravilla  más  rara 
que  en  el  mundo  ha  sucedido. 

CoNDs.     Quedo,  necio. 

Tihso.  Oiga  que  es  brava. 

PA  escolar  que  siguiendo 
los  carros  de  Salamanca 
se  nos  vino  tras  nosotros, 
descubrió  una  imagen  sania 
dentro  de  una  dura  peña, 
de  donde  salió  mis  erara 
que  el  sol,  y  llevando  todos 
azadones  y  palancas, 
desencajimus  el  risco 


ilustre  Conde  de  Uracl, 
que  me  enterneces  el  alma. 


Rkt. 


675 

do  )a  Imagen  se  encerraba, 
y  cortando  de  los  robles, 
do  enebros  y  endoas,  ramát, 
para  adornarla,  hemos  hecho 
(aunque  humilde)  una  cabana. 
Mis  hétela,  se  aparece. 

(luií^irtn  una  tn^aña  4r  rjmnt  in  lo 
aitü  V  f4  un  atlar  Jé  Id  nitmit  irna  íma* 

f-tn  Jt  yaiiir.1  Sttora,  t<.<n  iHeei  y  é  n 
ii.<t.  Slmao  V«la.> 

iOh  .Madre  del  gran  Monarca, 

dodelRmpIreo 


CONOB. 

ENa»QUX. 


Simón. 


que  bajandu 
hl»o  trono  tus  entrañas! 
A  dichoso  tiempo  vine: 
yo  har¿  que  te  labren  casa 
donde  cstís  con  mis  decencia. 
jGran  milagro! 

¡Cosaexiriña! 
pero  ¿aquél  no  es  Siman  Vela 
y  esta  la  Pcila  de  Francia, 
que  con  tanta  devoción 
por  nuestros  reinos  buscaba? 
Amii^o,  tu  suerte  envidioi. 
Yo,  tvñur,  le  doy  colmadas 
itracias  por  lo  que  te  debo, 
y  el  parabién  de  que  salgas 
del  golfo  de  tus  desdichas 
al  pueito  de  tu  esperanza. 
Rey  don  Juan,  sol  de  Castilla, 
esta  Imagen  soberana 
esii  aqufdesdc  los  tiempos 
que  Rodrigo  perdió  d  España; 
haz  pues  que  aquí  se  fabrique 
una  genef  osa  casa 
y  que  su  gobierno  tengan 
los  Padres  de  la  orden  sacra 
dd  grande  español  DominKO; 
porqiM  ya  el  cjelo  me  llama 
para  darme  en  dulce  muerte 
hallazgos  de  tal  ganancia. 
Yo  haií.  Divina  Señora, 
lo  que  vuestro  siervo  manda. 
Demos  tinriquc  la  vuelta 
i  mi  corte,  donde  os  hagan 
recibimientos  festivos: 
y  de  Aragón  y  Navarra, 
los  Reyes  i  alegrar  vengan 
bodas  de  nobleza  tanta: 
que,  al  vtejo  Conde  de  Ürgcl 
resiituiráa  á  mi  instancia 
los  Estados  que  ha  perdido, 

Cues  ya  sus  desdichas  pasan, 
lámete  su  Au^uito  Roma. 
Gnaivus.  Esta  ImaKcn  (de  Dios  Alba) 
es  la  que  España  venera, 
y  ísia  la  Ptña  ái  Framia. 


Ret. 


Conde. 


índice 


Dedicatoria 

Discurso  preliminar 

I.  Sobre  esta  colección 

II.  Vida  y  obras  de  Tirso  de  Molina. 

III.  Apéndice 

Cómo  han  de  ser  ios  amigos 

El  árbot'del  mejor  fruio 

E\  Melancólico '.     . 

El  mayor  desengaño 

Tanto  es  lo  demás  como  lo  de  menos.  . 

La  Reina  de  los  Reyes 

Quien  habló  pagó 

Siempre  ayuda  la  verdad 

Lt  mujer  por  fuerza 

Próspera  fortuna  de  D.  Alvaro  de  Luna 

y  adversa  dé  Ruy  López  de  Avalas.  . 


Pig»-  .                                    ■        ■                    .  Hgt. 

1  Adversa  fortuna  de  D.AIvaro  de  Luiia. ;  a86 

III      La  mejor  espigadera 3ii 

III  La  elección  por  la  virtud 343 

IV  Ventura  te  dé  Dios,  hijo..     .    1    .     .     .  375 
Lxxxi      La  venganza  de  Tamar. 407 

.    I       La  fingida  Arcadia 434 

3o     La  mujer  que  manda  en  casa 460 

61      Doña  Beatriz  deSilva 489 

90._^odo  es  dar  en  una  cosa S^iS 

118  -  Amazonas  en  las  Indios 55i 

149     La  lealtad  contra  la  envidia 579 

178     A n tona  Garda .  &16 

307      La  Pella  de  Francia 645. 

335      Erratas  y  correcciones 679 

a63 


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ERRATAS  Y  CORRECCIONES 

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(IKtMilc  lerl 

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■i  nii                               M  fv 

s  hibltrlt  y  bucatlf  allí.                              1 

M 

fi 

enOD  Idílica  lo          ciicinomcnlo 

•^ 

I 

n  yilii.  allincnlú  lude* 

«f«<ÍH- 

3 

9} 

aqut  tn  jdrlinlT         iqui  itltUmc 

l>tl  i^di  lian  I'tdra  Antart*, 

II 

Ir»  il«  d^n                  Ir»  i^n 

cuya  lealtad  en  tu  patria 

V 

»J 

«u  ayo                      taullo 

lAmvIoi  tiene,  y 
por  iodo  rl  orbe 

(lure* 

f> 

11 

IfAcio                        Iweio 

üu  laaaa. 

n 

mi  ctfr4Ío                   lu  tipejo 
y  (uccJ<                     1  lucCdgU 

•Oy  leiccT  nitie 
(Kiia  dibr  de  urta 

puDimci^n  de  la- 

ÍJ 

«J 

ou^D                          nuctu 

Ib  veriot.) 

V 

*i 

aliju                          alijú 

IV« 

1 

1 

no  lleno 

ño  Iki'o 

9' 

lA 

(lc|(                           tifia 

>W 

1 

aoy  Buy  dítcreía 

*uy  iniiy  ««rcio 

•>■ 

S6) 

EvcnJra                   Urjoari 

X>l 

1 

it 

pue«  co«  diTinai 

pucí  <;>iai[i  diii- 

^       « 

que  pasadla  ion        4]ü«  cinnadat  ton 

(fuertat 

|nai fgtraaa 

^K    w 

17 

lambUn                    tan  btea 

IDB 

* 

II 

porqiM  li  eitidia  qm  vei* 
(llrapuíi  d<  eite  vtriu  talla  oiroqiaf 

^B      99 

pcD 

.  alibiMc  de  neele       alabarlt  bkid 

^^H         ICO 

'V 

jQuí  voa              ^a'hiicli«iDa 
(ampo  oucvo            Tal  t»  Mimpo 

complii*  la  rtiJuBdilla.)                               ^J 

F           ISO 

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lauarttme-  .      ^H 

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■Aat  V                       lAoi  ni 

111 

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iCdDtaueqMeMi  jCelot  4   q.  d<  mt?     ^H 

1             na 

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Aafrllii  pruno              AaNtd  |>rinin 

i»tmt>. 

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■umcaicn                     aumcnun 

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Keyel               ^M 

■              1» 

¡Sy 

plcilo  ra                   pleito*  ra 
61     d«  un  limpie  aíAo,  de  ui>  bruio: 

1 

S4 

me  ir»r 

me  iraei            ^H 

in 

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1 

!í 

tmbelauíU 

eiiv)lna<l>             ^^M 

1X1 

eun  aii  ha*  4t  <ainparar 
1*  juvrnIuiS  liMncioaa 

iq 

1 

airenito  lloarado 

•t( tildo  oiiiilo        ^^M 

"7 

1 

10 

IlLaiTc*     SrAnr. 

^^^H 

iCorru"'  li  puniuaci6n  <a  mi>  fornu.l 

AcabOd,                            ^^1 

"S 

«1 

neolvi>l>r<              do  me  oItIiIkí 

(Pcberá  Irene  aal:; 

^^H 

"»* 

3 

r*  EKipto                  te  (l«  E|Elpio 
•tuche  •fua  di aan         DMCho  ui||aa 
^  mi  UD  m«ii€ngo>        ¡MI  mcodigu; 

lita  vea. 

SeAor.,                  ^^ 

■>» 

V 

Bil 

Acabad, 

:í^ 

J» 

11 

II 

Ublaaie* 

InbUiet             ^Á 

»7 

Mi  bruoi                   Miibtaloa 

^ 

'í 

Levaaw 

^H 

■te 

*3 

til  mi  maoo               d«  mi  mano 

MaKuote  na  l.v- 

MaRvuti  I.uao-    ^^1 

■6 

sZ 

1  puvlto                     t  puerto 

lauítco 

(vico  ^H 

««n't                        genic» 

»S8 

0 

puei  yo 

pues  ya             ^M 

lOB 

JO 

llecaf  alRej             llturtl  Kty 
d«  mil  cdail  de  teienia  añoa 

149 

M 

meiur  me 
MMl.uaiiiDro 

mejor  bu  me         ^H 

tP 

SO 

33 

» 

Mi>.  LoiiJoro      ^H 

(KiK  ttrio  Incompleto  ouíti  ilvba 

•0 

quien  >ea 

qUicn  ttpt           ^^1 

lecctc  *>>  ) 

At 

3° 

el  págalo 

(1  pijiJ»            ^^1 

dcmlacdaJ;  rie  matdcieitnia  lAoi. 

^ 

Sí 

y  quiero  catarnc 

y  que  quiero  ei-    ^^% 

"7í 

íl 

ImcaBUret                iot-  Cúitlarts 

liarme 
1'arde  mt  nt  le-           • 

■73 

MI 

loi  eanlarn               lo*  dnltnt 

*S 

IJ 

Tarde  ne  Icraoio; 

Sí 

acudid  al                    acudí  al 

|>aDlado;   ^^ 

•u 

iS 

Oí  puedv                  0*  pu«ilc 
cobarde                     Mbafdei 

)66 

J3 

vuemru  aamcoio 

n«niro  aumeaio     ^H 

Ill5 

s 

tffi 

41 

con  la  haclendi 

coo  hacienda         ^H 

IV» 

idonile  etit,  y  no  de  ubido 

sM 

4 

yo  soy  itecto 

ya  »y  necio         ^^1 

^ui^n  tí. 

S 

ti 

IjhranTA. 

^^1 

<Elto«  vrno*  diben  de  leefK  Kí:> 

(0 

El  una  luf 

Kiujaaiului        ^H 

adonde  «*U.  ¿Y  no  hai  ubl4o 

iM 

3 

la  «ue*tra 

la  uuMlfa           ^H 

quKDMf 

»7» 

SflVBdO 

SegvodD            ^H 

'*• 

' 

g 

na  han  de  decirte  i  ni 
<V«rao  Incompleto  i^gc  hay  que  Icif :) 
00  bao  de  decirlo  me  i  mi 

n» 

17 

lAy,  qat  me  nata 

|Ay.  ay,  ^iie  tnc  ^M 
|m*U    ^H 

«i 

iS 

iNran*. 

IwraNTB.            ^H 

tgo 

3 

)5 

tleae*>                       lemea? 

^ 

*1 

■■  lUri 

la                    ^M 

igi 

1 

« 

so  lo  nlcKin  y  cd  lu  favor 

'« 

«iracopl* 

Dlra  cof*           ^H 

(Sobra  el  ano*.) 

!■' 

S 

NO  qao 

loo  que            ^^M 

1*» 

I 

1 

tttato                         guiio 

cor«naa  rija 

eoronaa  lej>        ^H 

iga 

a 

49 

trn  umj                   craf  mujr 

no  qoletea 

no  qialere           ^H 

4^ 

^