Skip to main content

Full text of "Comedias escogidas de don Juan Ruiz de Alarcón"

See other formats


This  is  a  digital  copy  of  a  book  that  was  preserved  for  generations  on  library  shelves  before  it  was  carefully  scanned  by  Google  as  part  of  a  project 
to  make  the  world's  books  discoverable  online. 

It  has  survived  long  enough  for  the  copyright  to  expire  and  the  book  to  enter  the  public  domain.  A  public  domain  book  is  one  that  was  never  subject 
to  copyright  or  whose  legal  copyright  term  has  expired.  Whether  a  book  is  in  the  public  domain  may  vary  country  to  country.  Public  domain  books 
are  our  gateways  to  the  past,  representing  a  wealth  of  history,  culture  and  knowledge  that's  often  difficult  to  discover. 

Marks,  notations  and  other  marginalia  present  in  the  original  volume  will  appear  in  this  file  -  a  reminder  of  this  book's  long  journey  from  the 
publisher  to  a  library  and  finally  to  you. 

Usage  guidelines 

Google  is  proud  to  partner  with  librarles  to  digitize  public  domain  materials  and  make  them  widely  accessible.  Public  domain  books  belong  to  the 
public  and  we  are  merely  their  custodians.  Nevertheless,  this  work  is  expensive,  so  in  order  to  keep  providing  this  resource,  we  have  taken  steps  to 
prevent  abuse  by  commercial  parties,  including  placing  technical  restrictions  on  automated  querying. 

We  also  ask  that  you: 

+  Make  non-commercial  use  of  the  files  We  designed  Google  Book  Search  for  use  by  individuáis,  and  we  request  that  you  use  these  files  for 
personal,  non-commercial  purposes. 

+  Refrainfrom  automated  querying  Do  not  send  automated  queries  of  any  sort  to  Google's  system:  If  you  are  conducting  research  on  machine 
translation,  optical  character  recognition  or  other  áreas  where  access  to  a  large  amount  of  text  is  helpful,  please  contact  us.  We  encourage  the 
use  of  public  domain  materials  for  these  purposes  and  may  be  able  to  help. 

+  Maintain  attribution  The  Google  "watermark"  you  see  on  each  file  is  essential  for  informing  people  about  this  project  and  helping  them  find 
additional  materials  through  Google  Book  Search.  Please  do  not  remo  ve  it. 

+  Keep  it  legal  Whatever  your  use,  remember  that  you  are  responsible  for  ensuring  that  what  you  are  doing  is  legal.  Do  not  assume  that  just 
because  we  believe  a  book  is  in  the  public  domain  for  users  in  the  United  States,  that  the  work  is  also  in  the  public  domain  for  users  in  other 
countries.  Whether  a  book  is  still  in  copyright  varies  from  country  to  country,  and  we  can't  offer  guidance  on  whether  any  specific  use  of 
any  specific  book  is  allowed.  Please  do  not  assume  that  a  book's  appearance  in  Google  Book  Search  means  it  can  be  used  in  any  manner 
any  where  in  the  world.  Copyright  infringement  liability  can  be  quite  severe. 

About  Google  Book  Search 

Google's  mission  is  to  organize  the  world's  Information  and  to  make  it  universally  accessible  and  useful.  Google  Book  Search  helps  readers 
discover  the  world's  books  while  helping  authors  and  publishers  reach  new  audiences.  You  can  search  through  the  full  text  of  this  book  on  the  web 


at|http  :  //books  .  google  .  com/ 


Acerca  de  este  libro 

Esta  es  una  copia  digital  de  un  libro  que,  durante  generaciones,  se  ha  conservado  en  las  estanterías  de  una  biblioteca,  hasta  que  Google  ha  decidido 
escanearlo  como  parte  de  un  proyecto  que  pretende  que  sea  posible  descubrir  en  línea  libros  de  todo  el  mundo. 

Ha  sobrevivido  tantos  años  como  para  que  los  derechos  de  autor  hayan  expirado  y  el  libro  pase  a  ser  de  dominio  público.  El  que  un  libro  sea  de 
dominio  público  significa  que  nunca  ha  estado  protegido  por  derechos  de  autor,  o  bien  que  el  período  legal  de  estos  derechos  ya  ha  expirado.  Es 
posible  que  una  misma  obra  sea  de  dominio  público  en  unos  países  y,  sin  embargo,  no  lo  sea  en  otros.  Los  libros  de  dominio  público  son  nuestras 
puertas  hacia  el  pasado,  suponen  un  patrimonio  histórico,  cultural  y  de  conocimientos  que,  a  menudo,  resulta  difícil  de  descubrir. 

Todas  las  anotaciones,  marcas  y  otras  señales  en  los  márgenes  que  estén  presentes  en  el  volumen  original  aparecerán  también  en  este  archivo  como 
testimonio  del  largo  viaje  que  el  libro  ha  recorrido  desde  el  editor  hasta  la  biblioteca  y,  finalmente,  hasta  usted. 

Normas  de  uso 

Google  se  enorgullece  de  poder  colaborar  con  distintas  bibliotecas  para  digitalizar  los  materiales  de  dominio  público  a  fin  de  hacerlos  accesibles 
a  todo  el  mundo.  Los  libros  de  dominio  público  son  patrimonio  de  todos,  nosotros  somos  sus  humildes  guardianes.  No  obstante,  se  trata  de  un 
trabajo  caro.  Por  este  motivo,  y  para  poder  ofrecer  este  recurso,  hemos  tomado  medidas  para  evitar  que  se  produzca  un  abuso  por  parte  de  terceros 
con  fines  comerciales,  y  hemos  incluido  restricciones  técnicas  sobre  las  solicitudes  automatizadas. 

Asimismo,  le  pedimos  que: 

+  Haga  un  uso  exclusivamente  no  comercial  de  estos  archivos  Hemos  diseñado  la  Búsqueda  de  libros  de  Google  para  el  uso  de  particulares; 
como  tal,  le  pedimos  que  utilice  estos  archivos  con  fines  personales,  y  no  comerciales. 

+  No  envíe  solicitudes  automatizadas  Por  favor,  no  envíe  solicitudes  automatizadas  de  ningún  tipo  al  sistema  de  Google.  Si  está  llevando  a 
cabo  una  investigación  sobre  traducción  automática,  reconocimiento  óptico  de  caracteres  u  otros  campos  para  los  que  resulte  útil  disfrutar 
de  acceso  a  una  gran  cantidad  de  texto,  por  favor,  envíenos  un  mensaje.  Fomentamos  el  uso  de  materiales  de  dominio  público  con  estos 
propósitos  y  seguro  que  podremos  ayudarle. 

+  Conserve  la  atribución  La  filigrana  de  Google  que  verá  en  todos  los  archivos  es  fundamental  para  informar  a  los  usuarios  sobre  este  proyecto 
y  ayudarles  a  encontrar  materiales  adicionales  en  la  Búsqueda  de  libros  de  Google.  Por  favor,  no  la  elimine. 

+  Manténgase  siempre  dentro  de  la  legalidad  Sea  cual  sea  el  uso  que  haga  de  estos  materiales,  recuerde  que  es  responsable  de  asegurarse  de 
que  todo  lo  que  hace  es  legal.  No  dé  por  sentado  que,  por  el  hecho  de  que  una  obra  se  considere  de  dominio  público  para  los  usuarios  de 
los  Estados  Unidos,  lo  será  también  para  los  usuarios  de  otros  países.  La  legislación  sobre  derechos  de  autor  varía  de  un  país  a  otro,  y  no 
podemos  facilitar  información  sobre  si  está  permitido  un  uso  específico  de  algún  libro.  Por  favor,  no  suponga  que  la  aparición  de  un  libro  en 
nuestro  programa  significa  que  se  puede  utilizar  de  igual  manera  en  todo  el  mundo.  La  responsabilidad  ante  la  infracción  de  los  derechos  de 
autor  puede  ser  muy  grave. 

Acerca  de  la  Búsqueda  de  libros  de  Google 

El  objetivo  de  Google  consiste  en  organizar  información  procedente  de  todo  el  mundo  y  hacerla  accesible  y  útil  de  forma  universal.  El  programa  de 
Búsqueda  de  libros  de  Google  ayuda  a  los  lectores  a  descubrir  los  libros  de  todo  el  mundo  a  la  vez  que  ayuda  a  autores  y  editores  a  llegar  a  nuevas 


audiencias.  Podrá  realizar  búsquedas  en  el  texto  completo  de  este  libro  en  la  web,  en  la  páginalhttp  :  /  /books  .  google  .  com 


COMEDIAS  ESCOGIDAS 


\ 


D£ 


O' 


-^' 


DON  JUAN  RXJIZ  I>%  ALARCON 
Y  MENDOZA, 

TOMO  PRIMERO. 


CON  LICENCIA. 


Madrid:  Imprenta  ds  Orfega  j- CjnViañ'i*  >  >8aé, 


í      'w'É  M.^',   !;.t^íC      J 

ASTC'B    LENÜX  AND 
{TIL0P.N  ."   í  "TíiDaTIOMS 

5  í<  '1     -'J  L 


GANAR 
AMIGOS. 


PERSONAS. 

jEl  Maraues  don  Fadriqae, 

Don  Fernando  de  Godo/ ^  amante  de 

Doria  Flor. 

Don  Pedro  de  Luna. 

El  Rej  don  Pedro. 

Don  Diego  ^  hermano  de  do2a  Flor  y  amaii« 

te  de 
Doña  Ana, 

Inés ,  criada  de  dona  Fbr. 
Encinas,  criado  de  don  Fernanda. 
Ricardo,  criado  del  Marques. 
Úh  Alguacil, 
Un  Corcfute, 
Un  escudero  QÍejo» 

La  escena  es  en  Sevilla ,  y  d  trage  á  la  española  aa*- 
tigaa. 


ACTO  PRIMERO/. 

ESCENA    PRIMERA,  ] 

I>ecor<teiún  de  calle,  -        % 

DüSfA  Flor  e  Inss  con  UKmoiu 

DaHu  Flor.  : 

I  Qué  dices  ?  •    r 

Inés.  : 

Digo ,  s»uora , 
que  es  él. 

Dona  Flor, 
!  Desdichada  soy ! 
¿  Don  Fernando  de  Godoy  ,  .        , 
cielos  ,  en  Sevilla  ahora  ? 
La  fortuna  mé  persigue: 
cuhrete. 

Inés.      V  ,  ;  i 

Yá  es  escasado ; 
porque  muestra  su  cuidado , 
qt^  conoce  lo  que  sigue.'  j 

liona'  Flw'i 
Cuando  el  Marques  prometía  ^ 
abrasado  de  amoroso ,  •      » 

pasar  mi  estado^ dichoso 
de   merced  á  señoría  , 
¿  viene  á  ser  impedimento  •  I 

de  tanto  bien  don    Fernando  ? 

Inés, 
i  Pues  por  qué  lo  iw^  de  ser  ?     j 


Doña  Flor. 

'bando  I 
pues  ba  de  se|>;nir  su  intentó  f 
ocasiones  de   zelar 
al  Marques;  y  es  cierta  cosa  y 
que  á  su  pasión  cuidadosa 
nada ,  al  fíu  »  se  ha  de  ocultar  : 
que  aunque  don  Fernando ,  es  llano^ 
que  amante  secreto  ba  sido  y 
«1  disgusto  sucedido 
en  GSrdoba  con  mi  hermano  | 
fue  páblico  en  el  lugar ; 
y  lo  que  entonces  pasó, 
para  sospechar  bastó  | 
ai  no  para  condenar: 
y  esto  será  impedimento 
á  la  mano  que  procuro  ; 
que  es  el  honor  cristal  pnrO| 
que  s&  enturbia  del  aliento. 

Inés 
Pues  desengáñalo  luego , 
y  pide  que   no  te  quiera 
á  don  Fernando. 

Doña  Flor, 

Eso  fuera 
poner  á  la  mina, fuego» 
y  hacerle  esparcir  al  viento 
secretos  de  amor  desnudos ; 
que* ni  son  los  zelos  mudos  , 
ni  es  sufrido  el  sentimiento. 

Inés, 
£1  llega. 

Doña  Flor. 

Suerte  inhumana  f 
i  como  me  podré  librar  f^ 


\ 


Inés, 
En  esta  tienda  ha  de  estar 
aguardándote  doña  Ana. 

ESCENA  IL 
Dichas  t  po$a  Ana  con  wantqw 

Doña  Ana,    ' 
Gracias  á  Dios ,  que  te  veo  j 
ya  tu  tardanza  acusaba. 

Doña  Flor. 
No  imagines  que  me  daba 
menos  prisa  mi'  deáeo  ;  ^ 

pues  que  mi  beríñano ,  sabíendoj 
que  á  verte',  amiga  venia.... 

Doña  Ana, 
!  Oh  qué  cansada  porfia  ! 

ESCENA  III. 

Dichas  I  :poN  If^Rif  ando  y  Encinas. 

Don  Fernando,  ' ' 

Hablarla  ahóYsí  pt*etendo. 

Enéinas, 
Llega,  pues»  • 

Doña  Flor, 

Inés ,  procura  ,- 
mientras  hablo,  entretener 
á  doña  Ana.        ' 

Don  Femando, 

Si  el  poder 
ignálase  á  la  hermosura  ^ 
yo  fuera  ,  damas  hermosas  > 
esta  ocasión  por  igual 
venturoso  I  y  iiberal. 


Encinas. 
Ellas  fueran  las  dichosas. 
Don  Fernando, 
Mas  pnesto  que  no  hay  hacienda 
que  iguale  á  tanta  beldad  , 
sí  lo   merezco,   tomad 
l6  que  os  sirváis  de  la  tienda. 

Encinas,  '■> 
¿Qué  es  esto?  Nunca  te  vi 
ser  galán  tan  de  provecho.  / 

Señoras,  milagro  han  hecho 
vuestras  deidades  aquí ; 
pero  según  tu3  estrellas  , 
que  nunca  des  h^n  dispuesto : 
hoy  que  tu  quiej»^  ,  apuesto ^ 
que  no  lo  reciben  ellas. 

Jjjés,  ^  .  , 
j  íyoñai  Ana  hermosa  ,  no  tiene 
gracia  el  bufón*? 

Encinas, 
.;.  v:   »        -No  itafe  llamo 
sino  E)icinas,      .  '     ^  r  - 

,    Dí^fla  Ant^ 

La.  del  amo  ^  v 

con  ma)  razón  me  entretiene  |  i 
sabré  al  deseuijdp  quien  es. 
Agradado  me  has  4c  suerte  y 
que  estimara  conocerte; 
porqtie  algunos  ratos  des  ;; 

alivio  á  tristezas  mias. 

Mn*^inas, 
Harélo  yo ,  si  te  doy  i 

gusto  en  e^o. 

Doña  Ana. 
Sí ;  que  sqy 


sujeta  á  melancolías. 
Encinas» 
Oye ,  pues.  Buena  ocasión  &p, 

doy  á  mi  señor  con  esto. 

Inés, 
Lindamente  se  ha  dispuesto. 

Don  Fernando. 
Dueño  de  mi  corazoii... 

Doña  Flor, 
Tu  afición  ,  Femqfndo  mío  , 
procefla  mas  recatada ; 
porque  ni  de  esa  criada  , 
ni  de  esa  amiga  me  fio. 

Don  Filmando,  * 

Ta   con  esa  prevención 
á  hablarte  llegué  ,  mostrando 
no  conocerte. 

Doña  Flor. 

Fernando ,  '  ' 

los  nobles  amantes  son 
centinelas  del  honoxL  i:   :  . 

de  sus  damasv  '•    •> 

Don  Fernando. 

«  '  í^  Pties.,  por  qué  j 
9i  has  conocido  mi  fe,-"' 
me  previenes  eso,  Flor? 

Doña  Flor. 
Tú  ,  Fernando  ,  eres  testigo   . 
de  lo  que^  nos  sucedió 
cuando  en  Córdoba  te  baltó 
m|^  hermano  hablando  conmigo. 
Entonces,  para  aplacar 
los  bandos-  y  desafios 
entre  tiís  deudos  y  mvos , 
prometiste  no  llegar 


10 


á  esta  ciudad  en  doi  años , 
donde  en  aquella  ocasión, 
á  empezar  su  pretensión 
y  acabar  aquellos  daños, 
mi  hermano  partió  conmigo  f 
por  .esjtar  su  Ma gestad 
despacio  en  esta  ciudad. 
Don  retinando, 
Y  tá  ,  Flor  ,  eres  testigo , 
,  que  mi  palabra  ,  á  despeého; 
de  mi  paciencia  ,,  be  cumplido. 

Doña  Flor,     , 
Pues  ya  que  tan  nobíe  has  sido  , 
no  d«shagas  lo  que  has  hecho. 

Don  Fernando, 
i  Cómo  ? 

Doña  Flor. 
Ocasionando  ahora 
nuevos  disgustos.;' y  así, 
solo  una  cosa  por  mi 
has  de  hacer,  mi  bien. 
Don  Fernando* 

Señora , 
no  mandes  ,^ que  j^él  amor 
que  idolatra  tu  hermosura    - 
desista ;  y  pide  segura 
el  imposible  mayor.  - 
Doña  Flor* 
Tu  verás  en  lo  que  pido, 
que  encamino  tu  esperanza. 

Don  Fetnándo^ 
Siendo  así ,  de  tu  tardanza 
está  mi  amor  ofendido.   ' 

.   Doña  Flor* 
Ya  con  el  Rey  ^vkfi  intentos 


tiene  en  Buen  punto  mi  hermano  , 

y  de  los  suyos  es  llano , 

que  han  de  pender  mis  aumentos.^- 

Dá  fuerza  á  su  pretensión , 

y  á  su  razón  calidad  , 

de  mi  honor  y  honestidad 

la  divulgada  opinión  ; 

y  porque  len»o  ,  y  no  en  vano , 

que  han  de  causar  tus  pasiones 

al  lugar  murmuraciones , 

é  inquietudes  á  mi  liermano  , 

quiero  ,  que  como  quien  eres  .     . 

me  prometas  que  jamas, 

Fernando ,  á  nadie  dirás 

que  te  quiero  ,  ni  me  quieres ; 

que  vivieion  en  tu  pecho  ' 

secretas  nuestras  historias  V  - 

solicitando  tus- glorias, 

ó  zeloso  ,  ó  satisfecho  , 

tan  cauto- f  y  tan  recaiado, 

que  en  el  mayor  sentimiento, 

solo  con  tu.  pensamieuto 

comuniques  tu  cuidado.  ... 

Esto  le  importa  á  mi  honor , 

y  á  tu  amor.  * 

Don  Fernando,  .  :         -  - 

.  Yo  te  prometo » 
como  quien  soy,  el  secreto ,;    . 
mi  gloria  ,.  de  nuestro  amor. 
¿  Está»  cohtenta  ?  : 

Doña  Flor, 

'  Si  estoy. 

'    Don  Fernando, 
j  Confias  que  cumpliré    ^ 
mi  paUhraJ!  >    .  ',  ; 


13 


Doña  Flor. 
Sí ;  que  sé 
qae  eres  sangre  de  Godo  y. 

Don  Fernando. 
¿  "Di ,  pues  y  ahora   qué  estado 
tiene  contigo  mi  amor  ? 

Doña  Flor. 
Péjalo  á  tiempo  n#jor ; 
que  estoy  aquí  con  cuidado. 

Don  Fernando. 
¿  Di  comcí  el  vernos  dispones 
entre  atas  dificultades  ? 

Doña  Flor. 
A  conformes  voluntades 
nunca  faltan  ocasiones  : 
Lusca  las,  que  yo  prometa 
Lacerlo  también. 

Don  Fernatkio.  ' 
A  tí 
toca  el  trazarlas,  y  á  m{ 
el  gozarlas  con  secreto.      '         '' 

Doña  Flor» 
Fernando ,  á  Dios. 

'  Don  Fernando. 

Flor ,  advierte 
en  la  firme  fé.  que  tengo 
tras  tanta  ausencia  ;   y  que  vengo 
á  Sevilla  solo  á  verte. 
'      Doña  Flor. 
Yo  soy  la  misma  que  fwf .         '  . 
!  Nunca  ,  pluguiera  á  los  cielos  ,       ép, 
vinieras  é  darle  zelos 
al  Marqués,  y  peaa^ú'mí! 

Don  Fernando. 
¡Quién  dice  que  las  aii4gcros^      af9. 


no  éon  firmes  ?  PeíSas  son; 

Doña  Ana» 
Doña  Ana  soy  de  Leoa  , 
si  por  ventura  tuvieren , 
que  eres  forastero  al  fin  , 
algui^a  necesidad  y 
conocerás  mi  verdad. 
Encinas,  > 
Pon  en  mi  boca/ el  chapin. 

Inés. 
4 Cómo  habéis  quedado? 

Doña  Flor', 

Inés  , 
«1  medio  que  pude  dar 
he  dado  ,  para  t^vitar 
•eutimientos  al  Marqués. 

ESCENA  IV. 

DoH  Ferjnando  t  Emgisás. 

Enfiinas, 
i  Qué  tenemos  ? 

Don  Fernando, 
Nada. 
Encinas. 

¿Nadaf 
Don  Fernando. 
Ya  no  me  trates  jamás  \ 

de  doña  Flor. 

Encinas. 

Bueno  estás  ; 
hien  logramos  la  jornada. 

.  Don  Fernando. 
Al  punto  que  entienda  yo  ^ 
que  nadie  jde  ti  ha  i^abido» 


13 


i4 


qne  algan  tiempo  la  he  servido  p 

ni  la  historia  que  pasó    ' 

en  GSrcloba,  pagarás 

con  la  vida'.  Así  el  precelto       opk 

ejecutOcdel  secretU).  " 

Encinas» 
Que  lo  diga  Barrabás, 
supuesto  que  soy  testigo 
de  la  .furia  de  tu  acero; 
y  que  sabes  dar  primero » 
que  la  amenaza  ,  ei  castigo. 

ESCENA  V. 

£l  Marques  y  ÍIicaedo  »  bx  vochi. 

Ricardo* 
Sin  seso  estás. 

Marqués. 

¿  No  es  razón 
estar  de  contento  loco, 
cuando  con  mis  manos  toco 
tan  dichosa  posesión  ? 
Esta  noche,  ¡  (ó  santo  cielo, 
^  permitid  que  llegue  á  vella  ) 
gozo  de  la  Flor  mas  bella ! 
que  dio  primavera  al  suelo* 
Esta  noche  mis  empleos 
logran  su  larga  esperanza | 
y  mí  firme  amor  alcanza 
íl  fin  de  tantos  deseos. 
En  fsta  vida  ,  ¿qué  bien 
puede  igiAilar  á  la  gloria, 
de  conseguir  la  victoria 
de  un  f  dilatado  desden  f 


lí 

Ricfardo, 
¡O  quien  te  viera ,  señor , 
libre  de  estas  mocedades  i 

Marqués. 
¿Ahora  me  persuades? 

Ricardo* 
*  Juzgo  ,  que  fuera  mejor , 

cuando  te  ves  tan  privado 
del  Jley  don  Pedro »  gozar 
de  su  favor;  y  asentar    - 
el  paso  y  tomando  estado. 

Marqués, 
No  ,  mientras  viva  mi  hermano » 
Ricardo  ;  lá  quien  justamente , 
por  honrado,  por  valiente, 
por  discreto  y  cortesano, 
como  tierno  padre  quiero. 
No  quiera  Dios  ,  que  casado*, 
á  mi  casa ,  ni  á  mi  estado 
solicite,  otro  heredero. 
Yo  tengo  por  Flor  la  vida , 
por  Flor  desprecio  la  muerte  ; 
mas  si  el  amor  de  otra  suerte 
con  sus  glorias  me  convida  , 
•in  que  me  case ,  no  es  justo 
quitar  la   herencia  á  mi  hermano; 
que  no  siempre  con  la  mano 
•e  debe  comprar  el  gusto. 

ESCENA  VI. 
Xhcaoa  t  doh  Fernando  alborotado  coir  lA  ispada 

DRSNÜOA   Y  CAPA  OB  COLOR. 

Don  Fernando. 
\      Si  sois  nobles  por  ventura^ 


Í6 


I 


mostrad  los  peeKoá^  hidalgos 
en  dar^  favor  á  quien  tiene 
todo  el  mundo  por  contrario. 
Dadme  esa  capá  por  esta, 
cuyo  color  es  el  blanco , 
que  siguen  mis  enemigos  ;  / 

daréis  vida  á  un  desdichado.     í 

Margues,  V, 

No  es  menester  donde  estoy ;         ^ 
caballero  ,  sosegaos. 

Don  Fernando, 
¿Es  el  Marqués  don  Fadrique? 
, ,  Marqués, 

£1  mismo  soy. 

Don  Fernando. 

Vuestro  amparo 
es  puerto  de^mi  esperanza. 

Marqués, 
Contadme  el  caso  :  fiaros 
podéis  de  mi. 

Don  Fernando, 

Un  hombre  he  muerto » 
y  el  lugar  alborotado 
cierra  las  puertas  furioso  , 
y  airado  sigue  mis  pasos. 

,  Marqués, 
¿  Fué  bueno  á  bueno  la  muerte  ?^ 

.Don  Fernando, 
Los  dos  solos  desnudamos 
cuerpo  á  cutrpd  las  espadas  y 
y  el  otro  fue  el  desdichado.  ^ 

Marqués. 
Siendo  asi ,  yo  os  libraré.     ; 

Don  Fernanda. 
Prospere  Dios  vuestros  aSos. 


ESCENA  Yn. 

Dichos  ,  la  Justicia  con  linterna  jr  un  corcJiefCt 

Corch^U, 
Allí  hay  gente. 

Don  Fernando* 
La  justicia 
€3  aqaella. 

Marqués* 
Reportaos; 
seguro  citáis. 

Justicia, 

Esos  hombres  «^ 

conoced. 

Corclutc»    , 
Ténganse  y  bitUlgos» 
á  )a  Justicia.  ¿Quién  es  ? 

Ricardo* 
Escusad  ^1  linternazo» 
qne  es  e^  marqués  don  Fadrique. 

Justicia. 
¿  Vais ,,  seiior  ,  también  buscando 
acaso  al  fiero  homicida  • 

de  vuestro  i  o  feliz  hermano? 

Marques. 
I  Qué  decís !  ¿  Mi  hermano  es  muerto?. 
Justicia. 
^      Perdonadme»  si  os  he  dado 
con  tal  nueva  tal  pesar. 

Don  Fernando 
¡Qué  es  esto  I  ctdíos  !  ¡Hermano    '  api 
era  del. Marqués  el  muerto  I 
¡Favor  pedí  al  agraviado  ! 
Marqués.  ' 
*  ^  ¿C!ómo  sucedió.? 

2 


18 


Susticia. . 
Señor. 
¿os  testigos ,  que  se  hallaron 
presentes ,  dicen  que  un  hombre 
de  color ,  estaba  hablando 
á  la  ventana'  de  Flor. 

Marqués, 
!  Esto  mas ,  crueles  hados !  ap> 

Susticia* 
Pasó  en  aquella  ocasión 
el  sin  ventura  don  Sancho  { 
y  sobre  el  quitarle  el  puesto  f 
y  defenderlo  el  contrario  , 
desnudaron  las  espadas , 
y  cuerpo   á  cuerpo  gran  rato 
riñeron «  basta  que  el  cíelo 
dio  permiso^  al  triste  caso. 
Huyó  luegp  el  homicida: 
mas  fiad  de  «mi  cuidado, 
que  le  tengo  de  prender  , 
sino  se  escapa  volando. 
Don  Fernando, 
Aquí  es  mi  muerte.         ap. 

Marqués, 

Seguidle  , 
y  no  dejcís  ^  hasta  hallarlo  y 
piedra  alguna  por  mover. 

Corclicte. 
Señor ,  si  yo  no  me  engafio  i     -tf^.  día  Jkut* 
las  señas  del  delincuente 
tiene  aquel ,  que  recatado 
de  tras  del  Marques  se  escóndfe 

Justicia, 
Calla  ,  necio.  ¿  Del  hermano 
del  mutrto  habla  de  ampararía  ? 


r ';  Corchete»  .  <    • . 

Indicios  dan  su  recato , 
y  el  color  de  su  vcAtido. 
¿Qué. fie  pierde  en  preguntarlo? 

Justicia, 
Bien  mereceré  perdón , 
ai  por  vengar  vuestro  agravio 
of<^ndo  vuestro  decoro : 
apñor  Marqués ,  ese  hidalgo 
que  el:  cuerpo  y  el  rostro  esconde 
con  sospechoso  cuidado, 
I  puede  saberse  quien  es? 

j  Perdido  soy  !       ap^ 
Marqués. 
¿No  está  claro 
que  no  será  quien  mé  ofende , 
pues  qué  conmigo  le  traigo  ?        .' 

Don  Fernando, 
jQué  nunca  visto  valor!     ap. 

Justicia, 
Las  señales  me  engañaron:  "^ 

disculpad  mi  inadvertencia;  ^ 

y  porque  pide  este  caso 
diligencia ,    perdonad  "^ 

•ino  os  quedo  acompañando. 
ESCENA  Vl^. 
Dichos ,  menos  la  Justicia  \ 
Don  Fernando. 
¡Cielo  santo,  si  querrá 
vengar  él  mismo  á  sü  hermano , 
.  y  por  eso  me  Itbró 
de  la  justicia.  .':;>, 

Ricardo, 
¡Qué  estrado 


19 


30 


aacfíso!  ¿Qu«.hará  el  Marqués 
en  Unce  tan  apretado? 

Marqués. 
I  Qaé  mi  herma  im>  es  muerto ;  y  Flor 
fue  la  ocasión  de  mi  agravio ; 
y  que  este  fge  el  homicida  !  *« 

DéjajAos  solos  i  Ricardo. 

liicardo» 
Habérmelas  quiere  á  solas:  ap* 

temiendo  voy  un  gran  daíSo. 

ESCENA  IX. 

Dichos  menos  Ricardo» 

Marqués. 
\  O  adversa  fortuna  mía ! 
ved  los  tormentos  que  paso  ;     ap* 
nocfie  en  que  esperé  alcanzar 
de  amor  los  bienes  mas  altos  t 
de  sentimiento  me  ahogo » 
cuando  de  zolos  me  abraso: 
disimulando  tenerlos  ,  ^ 

me  conviene  averiguarlos. 

Don  Femando. 
La  espada  y  el  corazón 
apercibo  á  todo. 

Marqués. 
Hidalgo. 
Doña  Bernarda* 
¿Señor  Marqués  ? 

Marqués. 

Pierdo  el  seso,  ap* 
¿Estamos  solos  ? 

Don  Fernando, 

^i  estamos. 


JMíár^i^él  /- 


ti 

Un  hermana  roe  habéis  mtx^teí    > 

'"    í)on  Fernando,  '" 

Un  hombre  be  m.iftei:fp,  ignonan^o 
quien  ejia  ,  y  ahoia  siipte  . 

que  era  ,'  Marqués,^:vyesiro  hcrmtino. 

lifarifu¿ü,.  ,  .  ) 

Ko  os  cijsculpeis.  ,  , 

Don  FernamjA, 

;m  ,  No  pcnsfiís  a 
que  «J  temor  busca  r^eparos ,  ... 
que  inventa  el  respeto  escusa*,  .  ^.^ 
6  Ja  obb'gacipn  descargo»  ;  .: 

porque ,cs  verdad  OiS  Ja  be  dicha; 
<íe  que  á  vos  testigo  os  bago,      .  n 
pues  después  de  copocei'os  , 
á  vos  mismo  os  pedC  amparq;      í 
parar  que.  ^pais  asi  .... 
á  lo  que  estáis  obligado.. 

Martfiáfs,  .  '  •►      V 

Si  imaginaos  que  os  be  dicho  \, 

no  os  disculpéis ,  de.  indignado ; 
y  resuelto  á  la  venganza »  a 

ao  doy  lugar  al  descargo , 
CBgaíiaisos :  advertid 
que  en  eso  me  hacéis  agravio ,      , 
pues  mostráis  que  habéis  créido 
que  por  el  dolor  me  aparto         -    . 
de  cumpliros  la  palabra 
que  os  he  dado  de  libraros  : 
yo  os  la  df ,  y  he  de  oam^irla. 

Don  Fernando, 
La  tierra  que  estáis  pisando  ' 

•era  el  altar  de  mi  bocau 


Caballero  f  levantaos  f       «t*  >*  '      ^ 
no  me.  deis  gracias  por  esto  $ 
éupaesto  que  no  lo  hago 

r.yo  por  .vos /sino  por  mí,'-  '    * 
que  la  palabra*  os  be  dsldo:' 

'Cfliaxido  elpla  di'»  os  obligué  ; 
cumplirla  no  «s  obligaros  , 
que  es  pagar  mi  obligación',   ^      * 
y  nadie  obliga  pagando. ' 
De  estti'  procedió  el  deciros , 
no  os,  discujp'itis*  por  mostraY*<$li  ^* 
que  ún  qtre  efittiseis  la  ofensa-, 
ni  disculpéis'  elagravio  »       "'  ' 
(asia,  para  iqoe  yo  cumpla 
mi  paJalM*a\  haberla  dadto.-    ' 

.    Jhn  Férnandoí 
EJen^pla  sois*  d«  ya4or 
y  de  prudencí»;  y  no  en  varié' 
ocupáis  en  l¿  prt^^hzii 
del  Rey  el  lugar  mas  alto« 

Marqués.  '.*♦     ' 

Dejad  lisonjas  v*y  ahora  ,•♦••• 
supuesto»  que*  h€íd^  libraros ; 
I  me  dccjd  «quien  sois ,  y  ouaíl'  - 
fué  la  ocasión' de!  este  caso-?    -   ^  ' 
¿  Qré  *ropeík>'  irneís  con  Floi<  1  '  ■ '  ' 
paraihaberos  ol>ligado         -  ''       -  I 
á  defender,  «b  lugar  •    t     •   ' 

de  su  ventana'  á  mi  hermailO'l* 
Í)off  Fernando,        •  * 
No  señor ^  nO'  meesiá^  bien  i     *  '  : 
cuando  aseos,  tengo  indignado  « 
decir  quien  a^y ;  la  ocasión  «"  '  '  ' 
ya  la  oísteis;)  declararos         :        - 


23 
ie  ella  mas »  es  imposible.  f 

Que  á  Floi*  la  palabra  ^aardo       ap, 
que  del  secreto  la  di ; 
y  aunque  de  zeios  me  abraso  ^ 
no  á  romper  obligaciones 
dan  licencia  los  agravios. 

Marqués*  '        '  *       • 

Pues  no  es  justo. ' 

JDon  Ffrntmdo,  ;. 

To  oé  suplico , 
pues  sois  noble  ^  que  evitando 
mas  dilaciones ,  cumpleis 
la  palabra  que  b abéis  dado : 
prometido  habéis  librarme  ; 
*y  kyos^  mismo  os  be  escuchado | 
que  el  haberlo  prometido» 
basta  para  ejecutarlo. 
Advertid  y  que  no  lo  chacéis 
en  pidiendo  nada  en  cambio ; 
que  poi^erme  condiciones 
es  modo  de  quebrantarlo* 

Mar<fué$* 
£s  verdad :  mas  no.  os,  las  pongo  « 
que  pidiendo  V  nQ  oHi^ndo, 
pregunté;  j^orque  me  importa 
saberlo  ,  si  á  vos  caUaxlo  ; 
y  en  prueba. de  esio^  seguidme» 
que  aunque  en  mi  valolr -fiado, 
me  lo  queráis  decir%  antes 
que  lo  escuche  he  de,  librar  os* 

Don  Fer^uuuiú, 
Ya  os  sigo,      '  ,  .   >  -  i 

Margué^» 

¡Ah  Píos!  ;qaé  en  un  noble ^ 
cuando  de  seloso  vfiÁ^n    .  ^ 


24 


y  de  lastfotádo  ninei*o « 
la  pahíbra  pueda  tanto! 

ESCENA  IX. 

Sala  eh  casa  de  doh  DrEcu». 
Don  Diego ,  doña  Flor  ¿  Inés  ,  con  luz* 
Don  Diego.      >  f 
¿Flor?      . 

Doña  Flor* 
¿Hermano? 
Don  Diego. 

¿Inés? 
^Ines. 

¿Sofior  f 
Dtm  Diego, 
El  cielo  me  dé  prudencia  •  ap* 

cuando  ^aaegan  la  paciencia 
tena pepíladeá -del  honor, 
ni  discurre  el  pensatniento^ 
ni  sé  por  donde  comience 
la  averiguación  ;   que   vence 
9I  discurso  el  sentimiento. ' 

"Diñña  Fiotf,  '    • 

G>nftí9a  ealoy^  j  ;    ^' 

;  'Dóii^  Diego.'   •'  .'-«•- 
'     Entra,  In^s^    i    •' 
en  C5a  cuadra.'  '  -    *   ■, 

Inés. 

•¿Si^uor?  •  J  '*  ^í       '} 
DoPi^Diego^»-^ 
Entra  y  calla.  •i»    ¿v  *.- 

Inés. 
••1.    '  ;  ^    De  texhor     ap» 

muevo  sin  alma  los  picsi^ 


\»l: 


2$ 


RSCENA  X.         .  .•    ' 

Don  Diego  y  doña  Flor^ 

Don  Diego,  <) 

Yo  pensé»  Florj  qni»  Jos  d^ijlos,'^ 
^ue  otm  vez  ta  Hvinudad  •  ^  { 
ocasionó  en  la  cindád  \-^-*^. 

de  Córdoba  habrá  dos  años,  •••  f 
de  freno  hubieran  servido  -    -í 

para  no»  cansar  aqoí 
la  desdicha  ,  qne  por  tí , 
enemiga ,  ha  silcedldo.    '       *    í     '» 
£sla  noche  di  mas  esperto  *  ■> 

üc  Europa  ,  al  ihejor  soldado  y 
caro'berroano  del   privado  * 

del  Ri»y ,  por  tn  causa  han  ntuett^. 
Mira  tú  qué  fin-  espero  '  ^ 

del  daño  que  ha  sucedido,      '     '  ^ 
si  eá  tan  fuerte  el  ofendido,         *^ 
y  es  «I  Rey  tan  justiciero.    ' 
No  llores ,  Flor ,  que  no  es  cito, 
loque  ahora  ha  de* aplacarme t 
lo  que  importa  es  declararme 
3a ^  verdad  de  este  Suceso  •      •" 
povquesepa  yo,  qué  medio 
tendré  para  dar  seguro  .       -» 

prevención  á  lo'  futuro  ,  '  :  -  ¡ 

y  á  lo  pasado  remedio. 
Solos'  estamos: '  advierte ,       .         u 
ai  á  tan  justa  confesión 
no  té  mueve  la  razón , 
que  te  ha  dtf  obligar  la    muerte» ' . 
No  te  refrene  el  temor , 
y  piensa  qae  en  caso  igual  '    *     / 


26 


oye  el  m^ico  la  mal , 
y  tu  culpa  el  cdnli>sor. 
Mira,  si  negar  intentas, 
que  á  informarme  obligarás 
de  los  criados ,  y  ha«>*ás 
pitucas  jiuestra»  afrentas'; 
y  así  es  mejor. informarme     ^  ■ 
secretamente  de  tí) 
y  que  ^e  resuelva  aíjuí 
)o  qué  importe,  que  oblij^arme.   . 
á  una  gran  demp&tc^ciou , 
61  me  doy.  por  entendida* 
de  que  tu  locura  ba  sido 
de  este  daño  la  oca«iob.  • 
,  Doña  IClor* , 

Hermano,  aquieto -ju^tamenit   . 
.pueden  dar  nombre  de  padre  . 
los  honrosos  sen^iQieiitos  ' 
que  acoippaíian- tus>  piedades; 
sabe  (qne  aoijique  la- vergüenza   - 
me  enfrene,;  espi^e^i^o  lance,  . . 
cuando  amenazan  Jos 'danos  9  , . 
manifestar  las  verdades)  .       .^  < 
sabe  I, ^ue  desde  aquel  .dia, 
dos  años  ha  ,  que  .llegaste       < .  / 
á  esta  escepcion  de  los  tiempofy. 
«nvidia  de  las  ciudades : 
¡plugiera  á  Dios !  que?  primero 
que  mirase,  y  admirase  .  ;  h 

de  sus  altos  edificios :  > 
los  sobervios  omejiages  ; 
¡  plugiera  á  Dios  I  qud  primerd 
qu.^.^^1  la  región  dcjjas  aves 
contemplase  de  fo^rti/ua 
en  la  Giralda  una  ^agen  , 


27 


ptifs  cual  diosa  habita  eltielo,      ' 

y  splo  el  yienio  mudable 

es  la  razón  imperiosa  ^ 

de  su  movimiento  fácil : 

íptugiera  á  Dios!' que  primero,     '' 

que  patentes  sos  Hombrates^ 

diesen  permiso  á  mis  pasos  ,    '      * 

y  á  su  ruina  hospedaje  ; 

sus  altos  muros  ^'s/r viendo 

á  su  paraíso  de:  augel, 

túmulo  funesto  diesen  '^ 

4  mis   obsequias  fatales;  '  ' 

pues  desde  aqoel  mismo  dia  .         * 

empezaron  á  engendrarse 

de  este  incendio  las  centellas, 

de  este  daño  las'señaks; 

que  apenas  la  <  voz*  primera 

vieron  mis  ojos  sva  calles  ,  ' ' 

cu^ipdo  el  marqu<Vs  don  FadriqUe,' 

ese  castigo  de  alarbes, 

ese  honor  de  castellanos, 

rayo  ile  torcos  al fa^ges,  ' 

ese  espejo  de  las  damas, « 

y  envidia  de  lo»  {flanes,       •  ••  •  « 

á  combatirme  empegó  .  ♦  • ' 

con  i^edios  tan  eficaces , 

que  ha  usurpado  la  opinión       ' ''  * 

mi  corazón  al  diamante. 

Si  'al  fin  sus  continuas  quejas, 

si  al  fin  sus  bizarras  partes    ' 

correspondencia  engendraron 

en  mi  pecho ,  no  te  espante  , 

que  por  doña  Ana  te  be  visto 

de  tu  valor  olvidarte , 

regar  la  tierra  con  llanto » 


28 


ron^pcr  con  tftiéjfts  lo»  ayres*       t 

pues  si  eres  hombre  don  Diego ,     \ 

y  la  fnersa  de  aratif*  sabes, 

de  sus  victoiias  düs'pojo  ,  » 

víctima  de  sus.allari-s^ .  j 

I  que  mucbii  que  nira  muj^e^r  , 

contra  su  poder  no  baste  ?     t    '  -»    - 

I  Y'  mas  si  obligan  temores  ,      - 

y  esperanzas  pcrj^aadcn  ? 

Que  el  marques,  si  amante  humilde ^ 

conquistador  arrogante 

mezclaba  (esta  falsa  cijpa  »/>. 

le  imputo  por  disculparme)     ^-4 

las  amenazas  crueles  •     ¿ 

a  las  promesas  suaves, 

y  el  ppder,  y  la  «r«l>¡cJon  J 

igualmente  me  combalen , 

tema  venganzas  injustas 

e^.  mi  opinión  ,  y.en  tu  sangre  ^   •   ' 

espero,  que  ^  ser. mi  esposo     ' 

le  obliguen  mis  calidades  : 

y  al  fin,  estas  fuerzas  todas , 

á  empresa  mayor  bastantes» 

á  darle  es^  noche  entrada  : 

pudieron  determinarme. 

No  te  altere.<i^  oye,  hermano; 

que  en  jcaso  tan  importante ,  •'        ♦ 

no  en  ligeras  confianzas 

fundaba  mis  liviandades. 

Prevenida  me  arrojaba , 

ordenando ,  que  ocupasen  ••'> 

tres  testigos  de  mi  cuarto  •  • 

ciertos  ocultos  lugares ,  '     ' 

con  intención  de  pedirle  > 

palabrs^  de  esposo^  antes  t 

que  en  la  fuerza  de  mi  honor 


23 
Je  hiciese  el  amor  alcayde. 

Y  si  la  diese  ,,  ó  movido 

de  su  afición,  y  m¡é  partes, 
ó  pretendiendo ,  fiado 
en  el  secreto,  engañarme, 
tener  testigos  4  con  quien 
convencerle ,  y  obligarle 
al  ci^mplimiento  :  que  puesto 
que  su  poder  me  acobarde, 
el  rey  don  Podra  es  el  Rey^ 
y  justicia  á  todos  feace 
t«n  igual ,  que  faa  mereciao, 
qtie  el  justiciera  le  llamen. 

Y  si  á  su  intento  quisiese, 
s-'n  obligarse,  obligarme, 
tejier  quien  diese  socorro 
¿mi  resistencia  frágil. 
Este  fue  mi  pensamiento  , 

y  envuelta  en  cuidados  tales, 

esta  nocbe ,  autora  triste 

de  lamentoso  desastre, 

tuve  abierta  esa  vent'ana, 

sin  que  un  punto  de  ella  aparte 

la  vista ,  esperando  señas , 

y  temiendo  novedades , 

cuando  hacia  la  reja  un  hombre 

vi  Cuidadoso  llegarse, 

cuyo  recato  atrevido 

me  daba  de  amor  señales; 

líense  (¡desdichada  engaño!) 

que  era  el  marques,  y  al  initante< 

a  hablarle  llego,  y  apenas 

«I  «Mgaño.se  deshace, 

cuando  su  iiifelia  hermano, 

que  Por  el  maraes  amante , 


zo 


mas  que  bermano  f  fiel  amiga 
ronda  celoso  la  calle ,. 
le  lleg4  á  ripconocer,. 
y  sobre  querer  quitarle 
de  la  reja ,  sus  aceros 
dieron  rayos  á  los  aires. 
£1  oculto  preteudiente 
fue  mas  dichoso  $  que  á  nadie 
mas  valiente,  que  al  difunto 
celebraron  las  edades. 
Esta  es  mi  culpa:  mi  pena, 
ó  tu  castigo  me  mate, 
pues  que  >venturosp  muere 
el  que  desdichado  nace. 
JDon  Diego. 
^  Hay  mas  dura  confusión  ! 
I  que  aun  son  mayores  mis  males 
que  pensé!  ¡que  es  el  marques «      • 
y  no  don  Sancho «  tu  amante ! 
¿De  modo ,  que  tengo  ahora 
qtie  librarte,  y  que  librarme 
(  demás  de  lo  que  amenaza 
una  desdicha  tan  grande) 
de  la  venganza  furiosa 
de  los  celos  que  causaste 
aL  marques  ,  y  de  la  ofensa  , 
que  en  pretejiderte  me   hace? 
I  Ah  Dios!  ¿qué  fuerzas  habrá, 
que  con  vida  y  honra  ,  saquen 
mi  opinión  de  entre  los  brazos 
de  tantas  adversidades  ?  -> 

No  puede  ser  ;  pues  valor  :  " 

heredado  de  mis  padres  , 
para  tales  ocasiones 
vive  en  el  pecho  la  sangt*e :    ^ 


31 
¿Maf  di,  qal^fi  fne  e)  homicida P 

¿Jofla  F/or, 
Ni  rostro ,  ni  voz ,  iW  talle 
conocí. 

Don  Diego. 
¿Cómo  €B  posible? 
Doria  Flor, 
Fueron  breves  los  instantes 
del  caso:  lo  maa  te  he  dicho, 
y  no  hay  para  que  callarte 
lo  demás,  b\  lo  snpiera. 
la  verdad  qoíero  nef^arle;         ap. 
qae  me  adora  don  Fernando , 
y  me  obliga ,  aunque  me  agravie. 

Don  Diego, 
¿Cómo  sabré ,  que  tu  lengua 
me  ha  referido  verdades : 
Flor? 

Doña  Fiar. 
Si  el  crédito  me  niegas, 
Inés ,  y  Alberto  lo  saben  j 
mas  si  probanza  procuras 
mas  secreta  ,  por  no  darle 
por  entendido,  papeles 
del  marques  guarda  esta  llave; 
que  de  la  verdad  que  digo 
podrán  mejor  informarte.     Daíe  una  Uai>e. 

Don  Diego. 
Muestra ,  y  piensa  que  no  rompe 
mi  espada  tu  pedm  infame, 
porque  no  digan  que  empiezo 
por  la  muger  á  vengarme. 

Doña  Fhr. 
Si  mi  triste  fin  deseas , 
no  importa  qua  no  me  mata. 


32 


tn  espada  ,^vi€  ^spa^a  son 
de  ia  muerle  mis  pesares. 

ESCENA  XI. 

PSCOE ACIÓN   B£  CAMPO. 

Et  Marqués  jr  don  FcrnandQ. 

^  Marqués. 

Ya  os  saqoé  de  la  ciudad; 
ya  en  este  campo  desierto 
.alcanza  seguro  puerto 
por  m£  vuestra  libertad, 
y  para  poder  seguir 
la  derrota  que  os  agrada » 
tenéis  postas  en  Tablada , 
luarcos  en  Guadalquivir. 
Y  porque  trngo  advertido 
que  no  pudo  é  intento  igual 
lo, súbito  de  este  mal 
hallaros  apercibido; 
porqve  no  os  impida  acaso 
algo  la  necesidad  ,  a 

estas  cadenas  tomad ,       ddseíaSi 
que  os  faciliten  el  paso. 
Don  Fernando. 
Cuando  la  ocasión  que  veis 
no  me  obligara  i  aceptar  ^ 
lo  hiciera  por  no  agraviar 
la  largueza  que  egerceis : 
por  mil  modos  dejais  presa 
mi  voluntad. 

Marqués. 
Ya  he  cumplido 
mí  palabra. 


el  efecto  á  la^fUc^uD^a* 

Ya  ^*ftib  i'^ue^na'ixanpódtís  ni<{ 
opom'i^iíáa  escipciev^r'^s  r«    '*'(> 
pedir  ^ueéo  orno  ^méivr  i  ni  ..a  / 
que  qlliel»«soM^ng0%  dtoUireis ; 
V}uc  dijgais  qué  oñ  ba  paisW^nD^ 
con  mi  hería an^yi€ofia  Flor, 
porque  «epa  mitviriáanr.!  \ 
á  U'4'tfe'iest^  ol^igodoi  >  ^n}*  i(« 
que  sriii  bkii^i|fa^  pérj  ella    fcrn 
ha  sucedido  eéteHai^lipi   '  bl  u- 1  kf 
y  jc^^k' i^rte-forfaiali   mTI   cnfo 
de  5e^irl«b'dk^tiliála»|)i^M  ^  *ii/p 
que  eitftité  lóá  tfo^.ifaneipeiBcnletb 
la  cauM'  «<quí  áúbBtAitoKaái»¿<  <Jfiai 
ó  la  perd^D^vottípadac^ 
ó  la  disculpe  inocente.        .tes  eü 
A^í  averiguo  iiifá'iMos,         oj/». 
sin  dar  á  enAéndfer  &QÍ:jtálor. 

£1  nllltba-«Vts<o  ▼olosJtnao  'i:.'¿3sip 
de  que'oi^(naram*^é)cíftloá^i¿,u3 
por  i{;ual>«ngi<fndrftclBiin^  \.a)b  ^ 
«1  iTceloy  oc^qnaai;::^  ?..  on  U 
qué  améU^M  kJuTCingapMíiJÍü  ínt 
supuesto'  qtte'X>s:Fofindf I  /  •  1 1 <"«ur 
cuando  ni  pnfap  ckniiftlt><f <>  <*>  oi:  i, 
de  qu^klénd|*da|(iaiikibieikj  ?ifp  «^S 
partf  ^rdoaav  á'^ifuíen  i;>  i'  ,  ^ 
no 'Sayo /que  os*  ofendía.-,  oro  «; 
T  así  4Ó  iperdo^adnéú'^Cettsit», :.:,/( 
Marqu4s;i  ó  jám^  declarfriafl.^  :  ¡ 
'4 


» 


M 


de  vos  mí'tníi^coí^áífensa. 

jj  HániYjíifii '  .    w"'-' 
Ved  que  mc.foiVi*  agraviado; 
puesi^í«I«tie«a.á.ettt9iíder5,      . 
que  oí  cu$(^»dífi,in>  podeiv  v    ;  » 
y  aa  mí  vatoi^?  owdaA>* '  I    í'!'   ; 

;  L¡    .ÍIorf>  JtW-/¿átt>í^'í"r  -'i'   • 

áanabto/liavraipH  :j>i  no  j 

«ri  que  csU)^4^^^^f^***  *"**^»    ' 

que  siíasii^W^'dfí.^**^^    * 

pídeií  íá  sal4*£*^w«'  -i    v'^       ' 
como  fueM*r.ofé«liat#i«4:llíinp-*   ' 
qué  ciicrp(¿;&  Stíi«i^^^'^^  "  '^' 
debo  iveágttriÉtííW.IP't^^  ^í^^     ' 
niatas|«is^af^^tór:lierm^na,i  .>  ,1 

£$  así.  .•íínrociú  -  '^-'J'';l;   'J  '■'■' 

.*oiWsVJí'*eSíaslVt"  :  :^^  í»'f' 
y  que  t$UL^íoáÍi&iix^X^-Í  homhtúf 
querer  ocultarfn^  el.tiom.br»  •  r 
cuan4o^b«^teii(go>áims'*<l'í^»^r  - 
y  decir  que  ét  «sbi.»«er4eir  .-i  (  .  > 
ií  no  os  quierwnpí^^fí^^f  .♦*  - 
mí  ofeiua  v  p«iii»a¡«  librar 
vuestra  vidáí*oíaíJiWJert«5 
¿no  es  enrOetite  #ohañRa  r/^ii 
de  que  ^.n^is»  <ltó  írelenia  ^ 
•aber  qui¿iivi«íisir*tí»i*><'»f^ 
á  otra  ocasiónatela ^«tt«*»**^^ 
Pucs.sl'^teiiieñéo^  ^rfesenta,  .? 
pen^tU»  <|ue^  nú  «pweÉBo^qití  . 


ai/ 


Vengarine  de  rofi  ppr.mí,  , 
idais,  á,e]^ tender  .clarameiiiet 
que  os,  pretendo .jCoiif^er , , 
porque  pueda  en.,mi  ofe^soí;.  ^ 
]o  que  ahora  no^e)  y^jof» 
¿acei;  ^pues  el  ppidepif  , 

JDon  Fcrpando» 
VuesAro  y aior  so^o  lift  ^üá.Q   . 
el  q^ue  ipe  obliga  C^c^lt^rm^; 
que  supuesto  que,  li^r^rm^ 
prometisteis,  he  Cf)ei49  , 
que  está  seguro,  ^v  S(^o  r      , 
ésta  vejp  de  vos  aqui^,,  .,      [ 
pues  se  ha  de  ei^tjcn^cjr  ^sí  , . 
la  promesa  qiie  habéis  heche. 

Marqué^. , 
^ordu-mi  palabra- •(«>  «M 
muy  larga  interpreiacioii; 
conforme  i  la  relacioi^    |.    ,  .< , 
se  ha  4e  entender  ^  {Uf9mej^ 
\os  dijisteis  ^  q^e  alterado     . 
os  perseguía  tí  lag»r,^    .      ,,, 
de  él  os  próiueti  U^^^,    ,^ 
y  de  el  os  he  yfi  .ííbiff^dft  ?,,..,, 
y  vos  ÍDÍsm<^  aboca*  ^%^       ..^ 
confesasteis  que.  l^^.(^jff¿gliÍQ, 
mi  palaWa  i  y  tsqi^o 
¿  lo  q9«  yo  os  pr^etí. 
Según  ésto  »  no  hay  .i^i^ffiít  ; ,    . 
que  doraros  jmp^,»    , 
si  há  de  qv(4ar.,ffi\^pda 
la  t^iH^A  en  esta  ocasio^ 

En  albricias  de.  f^^  j9(i,qi^ero 
b^ar  \^  h«róifiO/i  j^if^i^. 


3( 


:v 


Í6 


|>orqne  áí  ^cá.io  Marqtif s  y  '  - 
aquí  í  vúrttVa'á  ^mancrs  nitvchro  ^  - 
me   «crá  '  tnias\onV<*hieiitc  ;' 

que  Vivir'  íol>resa1(a'do ,    ''  '    '^' . 
3Ícmpre«3?ídVjtb  atildado   "     ' 
de  un  coníra¥!o  taii  talti^nté'.-'*' 
Y  si  os  mato  ,' á  mi  ^afor 
doy  cuanto  ^éñ  la  fatíía  4cti]^  ,- * 
vencfeñdo'  á  ditir^  xyuii€tf'  sH^' 
sino  saWVchfc!ed¿rí*;  "i'^"-      ' 

y  pues  ya  tío  tfate  está  'maí'  '^'       i 
decir  mi  nthobf?,  yo  soy 
don  FernaiKÍ<y.de  G6doy  V   ' 
de  Córdoba  ntd'ui'af.'  -      •- 

•    '^  ^  ^'Marifúés:   ^    ^^'^  -  i  ' 
En  vuestro  ■vhlot  advierto 
la  sangte  (fúf^ói  )ia:aui%xí%{dd>  " 

'    'Dan  Ftfnandb*  ^'   v 
Bien  píense^  ijiit  lo  ha  próbad<y  ^ 

quhñ&*á'tlrtsffo'bernáaMc^lia  imíerto;.  ^ 
pues  sf ^i?bl?^/¿«llt Ihaaañai'í*     - 
«8  mato,  déKéí'^oihV*-^- -     '^í     ' 
que  en  mtít 'iáécite  qtrebr^^*    '^    - 
entrambi^^í^bWá  ©spttftjf.^       ►-  ; 
iCun  cstá"4?^  iífc'dtídatádi^  »  -•'> 
lo  qfté^kSWttaíí^  "i  -i"' 

que  di¿ííH*!b  ^  ff*^»  FIdtaí-r  > 

y  don  $aiidttt'i($9^^fiJá¿^  ^   l 

De  vufn^WHíH^if^ño  yá  étMwls^: 
que  por  ifiíft»M«?  í^ii^lir 
deHMa-'Wrta'i/íf%l  loí^aK  í'5**  "*^ 
que  oci^írtü^  K'^Mi^lei*.  ^-- ' 


J 


En  cnanto  á  Flor^  Jq  primero , 

pensad,  que  jamás  &i|  honor 

«nfrió  la  duda  menor  ; 

luego  ,  como  caballero  f  , 

y  galán,  me  decid  v.p?, 

¿jii  dado  caso  qae  Cuera 

yo  tan  dichoso,  qn/ft. hubiera   - ; 

secretos  entre  los  dos,  ,.^ 

diera  el  descubrirlos  fama 

á  mi  honor  y  si  es ,  segUn  siento.. 

Inviolable  sacramento  . 

«I  secreto  de  la  dama  ?  ;, 

Margues,  >,    ^ 
¿Pues  si  caifa r  os  prometo,   . 
el  ser  quien  soy  no  me  abona  T 

Don  Fernando. 
No  hay  escepcion  d^  persona    ■.  ^ 
en  descubrir  un  secreto. 
En  vano  estáis  porfiando*  , 

Marques,     .    ,,  ,        .- 
Advertjd  ,  que  pon,  callar 
me  dais  mas  que  sospechar-, 
que  podéis  4^ñar  hablando  |    .  /^ 
si  al  constante  desvarío 
eji  que  dais  ,  de  doña  Flor         */* 
os  ha  obligado  el  hpnor.  ,  ,  ¿ 

Don  Fernando^ 
No  me  obliga  sino  el  mió» 
«i  temo  que  sospechéis 
de  3u  honor  por  e6o  mal  ^ 
que  sois  noble  y  conio  t;^l    . 
la  sospecha  engendrareis; 
y  cuando  no,  de  no  "hablar 
nace  sospecha  dudosa, 
siendo  tan  cierta  y  €p|:^sa 


37 


3a 


]«  afrenta  de  nO'  callar: 
y  porque  ibas  adelante 
no  paséis  ,  mi  pecho  es 
en  este  caio ,  Marqués » 
un  sepukro  de  diamante. 

Marqués 
Ta  no  basta'el  safrimiento; 
que  añadc«Ia  resistencia       ap^" 
á  los  celos  impaciencia  t        '     ' 
'^Tarias  al  sentimiento. 
Mas  con  esta  espada  y^  aeuchilíanse. 

ú  diamante  romperé^ 
y  en  voestro  pecbo  ytH 
lo  qoe  en  vuestra  boca  no. 

/)bn  Temando, 
¡Ab  Marqués!  Mucho  valor 
pusieron  en  vos  los  cielos,     (i) 

Marqués^ 
La  espada  anima  q  los  celos  ^         ap^ 
y  el  corazón  el  dolor. 

Don  Fernando. 
Si  os  í^alo  en  valentía  » 
vos  en  fuerza  me  escedeis* 

Marqués. 
No  os  espante,  cuando  ytis  • 

la  razón  de  parte  mia.     (a) 

Doni  f*erndndo* 
I  Ab  ctdos !   Vencido  soy. 

Marqués. 
¿  Decid,  ptkes  lo  estáis  ahora  , 
qué  os  ha  pasado  con  Flora  ? 


(i)     Abrdzanse  jr  luchan. 

())     Cas  debajo  don  Fernando* 


Dnh  Feníamdm 
Besudto  á  callajpJBst'óy*!'  .  í^ 

iQné  on  r^solvei»  eni^íflto.,  .  .0 
si  cop  la  miierie  os  olñlgo'^'t  •••  o 
i  no '^fcírlpf         •  í  -    no   n 

jDo/i  FerrAtnduf.  sL     ,    .,4Í 

ba  de  inonr  mla«^reioi^t  oí  ...f 
.•  ^  '  Marqués fV^is]'»  .-••  í  *'>({ 
Levant§47':ejeJDp^iraro'"[>  ¡1  i« 
de  forlaleaá^  y^Tilar*  '; 
alto  blasón  del  honoi^ ./  :  ;  f' 
de  nobleza  espejo  pj^nj;»  ,  í  '  .-i 
vivid  ,  np  pef  mita  éí.  cielo , 
que  quipij  tal  y ^lor  a^nza',  :  ^  ?' 
por  una  cie^a  venganza'  =1 

deje  de' dar  liu  al  sue^oí'  /-  :;*» 
Tara  con  vos  qi^edorbim  i  :  •  ^ 
con  esto ;  ptíes  s rissbe»! .  >-  :  ; * 

que  sé  que  miterlb  tae  |)f^b«is  <   <  - 
mi  hermano  ;'  sfib<)f;^«Uinbienv       » 
que  cuerpo  4  Ctiéfp0o»tvoncíf>  »- 
y  sí  ya  pudfs  ii^at^roí:^  '  m;  i        i  S 
bago  mas  ei^  pernio i|ar^    :*   '  ^   .    í 
pues  tambi^i^  n^e  venzo  á  mí. 
Para  con  f\  ^ui^do  nada 
satisfago  f  si  aqu(  os  diera 
muerte  ^  pqes  i^adie  supiera  , 
que  fué  la  autpfa  mi  espada , 
por  el  secffitp  que  ofrece 
«la  muda  oscuridad  ; 
y  en  tantQ  que  ]a  verdad 
de  mí  ofensor  se  oscurece , 
íW)  tengo  yo  obligación 


40 


de  daros  niiierl^ ,'  sí  bícw 
la  tengo  deviiiqfíiipir ,   qnirti-:-.    * 
hizo  ofensa  á.inl  opinión. 
Guardad»  y  sioviene  á  sabera»  ^)  i 
que  fuisteis  ¡  vos-  mi  ofensok* ; 
porque  en  tal  caso  mi  honor  <  i 
habrá  de  satisfacerse: 
mientras  no  yapara  conmigo 
no  solo  estáis. perdonado  y 
"ptTo  os  quedaré  obligado  n 
si  me  qnereis'  por  amigo.  ^( 

De  eterna  y  firme '  amistad 

la  palabra: y  mano  os-doy^      -     ' 

,  /  .    Marifués^   i      • 
Don  JEfirnaikdo  de  Crbdoy  ,  -: 

idos  con  Dios  »,  y  .pensad     ..      *   ■' 
que  puesto*  qae  ya  la  ¡muerte         ' 
de  mí  bevmanoj  suf^edió/,  . 
que  ma&  qneíá^ntí  quise  yo,- 
os  estiflio  de  ial  suerte»   . 
que  ^nufiCO:  alegre?  y;  ufatio  f  •    ' 
á  nv¡;snevta(>agpadceido<t  ^ 
el  hermano  /[«e,  he;  per4idQ  "»'  i     ■ 
por  el  amigo  qiuf  gano. 


» ,  .        •    -»  i'.j.v. 

-  ;  ,1,..  • •-  •  .-f 

-     )      -.   ' •  "     ' 

.\        •;,.     ^ ,     ¡,.     .;■.    ; 

,  i;;:..'  .  ""I-í^v  .  '       .. '  •  ' 

I  ;..'m  .•   r,í    ....     •  ♦  •   .♦'»    - 

,  oarnj .-  >   ■     -I í   '  '*í» 


41 


ACTO  SEGUNDO, 

'^ESCENA  PRIMERA. 

El  Rey/-tJ  Iffttrqafs  y  don  Pedro, 

Marqués^  cu^i^dp  solícítjt:^  ,   .,,,\  ;, 
coiisolarp^  íe.  este  mal,  ^     ^      .  ^ 
hallo  que  yo  por  igual 
de  consuelo  necesito,        ^ 
Vos  percas teis  u  n  her m  a  ño , 
yo  un  amigo  .verdadero  ,         •     , 
por  cuya  lealtad  y  acero 
di  terror  al  pírica  no  ; 
y  advqr^reis,¡q^e,np.  yerra    x 
la  comptiracion  que  he  hecho,- 
pues  me  def'cndjp  >u  pecho  , 
y  mi  her^^|]p,.|!|[}e  ha<pe  guerra. 
f  Mas  tenéis  d^l  í^grc,spr    .         .    , 
jttolici^.?  ,Qxjp  solai^ei^te^  '    , 

la  pena  ^del  delincuente 
dará  ¡^li^'io  á  mi  dolor.  .    .,    \ 

fitcfrqup^..         ...      .    , 

Hasta  ahora  se  ha  ignorado 
el  lu)i;aicid^¿,^as  yq, 
puesto  q^iejr^,suf^e4ii^ 
el  daño  ,  y  qiip  (p^ta^  prohado 
que  desnudarou.:]o^,  dos  , ,  ; 

los  aceros  mano  á  mano  ^  •  ■,  \  .. 
y  dar  á  mi  triste  hermano 
menos  di(^a  ^^b  Dios ; 


42 


^olo  mii  holgara ,  sefiíor  . 
que  el  agreáor  pareciera  , 
para  que  á  yos  Oft  sirviera 
vn  hombre  de  tal  yalor  ; 
que  ^uien  á  m^  fperté  hermano 
cuerpo  á  cuerpo  matar  pudo , 
pondrá  á  esos  pies  ,  no  la  dudo  ^ 
todo  el  ^mpef  ip  o^pmano ; 
y  así  os  pido  que  los  dos 
le  perdonemos  aquí ; 
4adle  vds  perdou  p<yr  mí» 
que  yo  se  le  doy  por  yos» 

Hija  de  Yucstro  valor 
solo  y  de'  vtieslra  amistad 
es  tal  acción  :  levantad  ^ 
caballerizo  mayor. 

Marqués. 
Pondré  donde  vos  los  pies  | 
}a  boca. 

Rey. 
Así  he  comenzado 
í  pagaros  el  soldado' 
que  darm^  queréis  ,  Marqués. 

Marqués,       ' 
Tan  recto  qs  mostráis ,  seSor  | 
que  aun  los  ij|tento&  pagáis. 

Y  porque  á  mi  cuenta  hagáis  t 

á  quien  debí  tanto  amor', 

las  exequias  funei^aleS| 

las  alcabalas  os  doy 

de  Córdoba. 

Marqués, 
Hfchura  soy 


41 


ée  es^s  manos  Iliberales: 
p«ro  decidme ,  señor  , 
si  habds  perdonado  ya 
al  agresor, 

^    Bien  está. 
Marqués* 
1  Qué  justicia  !  ' 

Don  Pedro. 
.  ijQué  valor! 
^il  aftos  ,  Mar(|iités ,  gocei^ 
tanto  favof, 

^    .     Mcwqués* 
Mi  fortpna  ^ 
Be2or  don  Pedvo  de  Luna  , 
que  N  es  yuestrfi  tainbien  sabeifi 

Rej. 
Don  Pedro  ,  |iaped  prevenir 
}a  caza  al  ptinto  ,    que  inteut^ 
divertir  mi  sentimiento. 

Don  Pedro. 
Yoite,   señor  á  sel^vir.  f^^^* 

¿  Estallóos  solos  \ 

Marqués* 

.    Señor j,  ,'j. 

90I0  está  tu  Majestad. 

'        Üejr:  -   '    . 
Siempre  de  vuestf^  lealtad 
fió  el  secreto  mayor. 
Marques  ,  don.  Pedro  de,  luna  , 
según  infovniado  he  sido, 
con  mi  favor  atrevido»'  « 

y  fiado. en  tn  Ibrtujia  ,  •;     f 

quebrantando:  U  clausuva.    ^;^  i 


j 


44 


de  mi  palacio  Real , 

entra  á  gozar  desleal 

de  ana  dama  la  hei:mosará« 

Pena  de  la  vida  tiene ; 

mi  jasticia  le  condena : 

ina.5  no  egecutar  la  pena 

púBlicamente  conviene ; 

que  tienc'^deQdos  y  amigos    -j 

sin  número,'  y  de  esa  suerte 

cobrara  con  una  muerte 

vivos  mochos  enemigos , 

cuando   por  las  disensiones 

de  mi  hermano  es  tan  dañoso 

ocasionar  rigoroso 

en  mi  reino  alteraciones  : ' 

y  a«í>  yo  os  mando  y  cometo 

á  ese  valor  y  prudencia , 

que  egecntcis  la  sentencia 

cotf  brevedad  y  secreto. 

MarípUs* 
I  Señor  ? 

Rey.  J 

No  me  repliquéis  f 
obedeced  y  callad ; 
conozco  vuestra  piedad  y 
ini  justicia  conocéis. 

ESCENA    11. 

El  Marqués. 

¿  Qq^  justicia  y  qtié  rigor 
si  bien  se  mira ,  consieaie 
castigar  tan  duramente 
yerros  causados  de  amor?^ 
Para  egecutor  cruel 


9Í 

áe  ía  pena  del  /pre  lía  erra¿0 

por  amor  ,  han  señalada         '    > 

á  quien  ^erra  «xid«  "por  él. 

Válgale  al  mvnos  4:onmí^o  i     -: 

fiaber  la  fuerza  de' amor, 

ya  que  en  so  Alteza  fil  rigoi'    *  *  i» 

bace  inviolable^^r  castigo. 

1¥'M^\é;  peché « Hrazad 

como  tengaú  igaalihente  y 

ni  piedad  'inbhp(Uen<le  j  '    ]  , 

ni  egecutiva  crueldad ; 

que  entr?itrboa^ne«  ¿onst^^^ '^  i 

si  algnn  medio  ,pt|edo  iiallar  ■     ' 

con  que  dilaté  sm  dar! 

<>nojo  al  Rey,  el  castigo;  r-.i  -uí 

porque  huinaáe^el' tiempo  en  él 

este  rigoroso  ii[iieBÍo-, 

ó  ponga  otro  impedimento'  ('.   ^ 

á  la  egecnoíon  cmj»L    i.  .  ^:  >> 

¿Kdaiedor.'  •' '     '  o  íiil.^ 

ESCENA  III.  í       ^ 

jEI  Marques  jrjiicardú, 

/{Marqués.  ' 

¿.Q»í.í3íce 
de  esa  desdjchar^  W^ar  ?  .^  ri^o 

Todo  es  sentir  •y'JtlQrar         ;       , 
suceso  tam  jnfelj^  ;  ,  ,   :, 

ignórale  el  homicida:       .,  , ,  '.  , 
mas  es  páU^^j  qne  Flora 
fne  dttl.  4^4^icaa|i^f^dora.      .c:^:  , 


46 


} 

Marques. 
Calla,  TÍicardo:  en  lu,  v¡da¿  . 
sino  quieres  dars»e.cnfado  | 
me  nombres  eflá.muger, 

Riéardo. 
I  Que  dices  ?  í        , 

Mar'í^es.  .  *  :*     ' 

.  .       Ricardo*    .     r  i      o 
¿£sUs  ahpra  emriádo?        -         ' 
^Marqués *'.  í  rit 

Reá^dto,  Ricardbv,'CÍstoyy¿      -,  ^, 
ni  recado 9  ni  papel  -   i'-. 

de  esa  liviana  idaiiiel 
xnc  des  ya-.      :  ^  i    ,  >  •» 

'.:  í:         •-    RicarddíBi 

A  lotf  cielos  dof 
gracia t|»or  esa  mudanzai »'      .  ,> 
que  tú  sabés^qacjyo.he  sida       ^ 
quien  síctópíreí  te  ha  persuadid^., 
que  f;ozáses  tu  privanza ,' 
sin  dar  que  deiéirTáe'tí ; 
y  ya  <me  resnelto  estás  t 
]^ara  que  confirmes 'mas 
este  intento  y  eséttclfa. 
Margueí' 
r. /-.... .Di.- 

'  Ricardo* 
Otra  vei  dicch'  <ifuéd#  ^  '  ^  '» 
en  Córdoba  ,  hábi^ií'^os  al^íoi » 
ocasión  á'grañdes  d'tiffos  ^  ^ 
doña  Flor  ;  porque  la  iiall<(  ^ 
sil  hermanó  (que' yií  sabrát  -^  ^ 
su  muctio  valor)  'hábUñdó^  '•'' 
de  noche  con  don  Fernanái»  * 


47 

Márguié,   : 
No  digas  mzé  i 
¡qué  tan  antiguo  es  el  mal! 
Lo  dicho  dicho  ^  RicaVdoi 
jio  deje  este  amor: bastarda 
tu  mí  la  m^or  ^éñal.     . 
Ya  mi  herinaikd4esdicÍ]ado   ^  -j 
es  muerto  i  casarme»  quiero; 
daré  á  mi  «iáá  terídero  ♦  '  í,  / 

daré  quietud  á  Jhi  estado. 
A  do^a  Inés  de  Aragón 
quiero  tú,  |>alakió:  servir  ^       :.  -/.f 
.    que  bien  puede:  divertir, 
«u  belleza  y  dis6récion 
rX  mas  jfirmé  peii&ainiénto; 
y  si  méresco  su^mano » 
nunca  bien  mas^  scdberano 
alcanzó  el  mercciihiento.    ^ 

JBie^liaráá.         <  . .  .        « 

ú.,  .  Marqúiáí     .     ^  -[^ 

.    Párá.4(tie  entiendas 
qué  aiTepeatírine.iicf^  aguardo  >   . 
toma  esa  llave,. Ricardo ^ 
^  ^y  \qá  papeles ,  y  piadas    . 
de  j?U>r  entrega  lil  itoomento       > 

ál  íueifO.  .:   ::. 

A  servirte  V^y.         pase. 
Maraes* 
LlfVAjma  censáis  hqy, . 
pues  íltra  $u  amor^  el  vicAta. 


4« 


ÉSCSENATV. 

J^  Martfués  */  don  Diegói 

.»  '      '  ■■'       -.'■-. 

,      DxiníDiego,  i 

Solo  «sié  :  buena  ocasión        •  ú^ 
de  hablarle: es:  esta<  Los  pies  *  i^ » 
os  beso^  scübrJUarqué».         .  <  ' 
;  ^'.         Marqués*  •  *  *: « 

¿ Señor  don  Diego ?-       i  .  »{> 

Dóii  Diegti,  > '» 

Annifáe  i^oitr  i"'" 
tiempos ,  láles**i  dledicados  ^ li f* 

solo  á  senj^irf  y  .lloarar  ^        '        i    . 
»o  me  dejan- dilata é 
<»sta  ocasión  misc:o{(í¿iadod.        ^  '  * 
Ni)  os  encarezca , i  sefior,      :   *•  < 
lo>qiie  «&te  Ottho  he  sentido^— íj** 
porque  amlios  hont^s  tenido   '-'*'      ^ 
igual  causa  de^dohor; 
que  un  hermano  perdteifi  v6<^"<i 
yo  una  herm^n^^  ¡  A  Dios  pluguiera  > 

: :^^t  de  la^pér^ida  fuera 
igual  el  modo -en  lósi  tiorJis  «ír.-p 
Pues  es  coisa  conocida  ,*  *  :rr.  :íS 
que  es  maspesadüy.  y^mai;£if«(rl3e  j,  ^ 
en  quien  Bji'^a oble  y  kt/mixei^ti '^^ 
del  honor ,  que  de  la  vidar^^i/i  '^^ 
y  no  sé  9  cuaAdó  x>s  contempló 

.  .d«  prudéOftMa:'/  ^t  'nobleza  ^ 
de  justicia ,  y.^iBéirraWa 
muro  fuertéj^if  ^p^o  i?g««^to^V'^ 
;coid#ed'pesibk>*'i(iie  l'ní  =^'^  *- '  ; 
yo  solo  tan  desdichado , 
que  quien  á  todos  ha  honrado  | 


solo  me  deslioiire  a  mf. 
Señor  .marqués  y  Flor  cansó 
la  muerde  de  vuestro  hermano: 
pero  vaestro  amor  liviano 
causa  á  mi  deshonra  dio. 
Conozco  vuestro  poder , 
vos  conocéis  mi  valor  9    - 
del  Rey  ios  dos  el  ri^^or ; 
mirad  lo  que  habéis  de  hacer. 

Marqués» 
Señor  don  Diego,  testigo 
es  el  cielo  soberano.,    * 
que  de. mi  difunto  hermano, 
no, pudo  el  dolor  conmigo, 
lo  que  el   pesar ,  de  haber  dado 
causa ,  á  que  en  su  deshonor 
^e  hablase  de  doña  Flor. 
Bien  lo  mostró  mi  cuidado | 
.  pues  primero  la  avisé, 
que  no  hiciese  novedad; 
primero  de  esta  ciudad 
á  la  justicia  encargué, 
que  á  vuestra  casa  guardase 
las  debidas  exenciones , 
y  que  en  las  informaciones 
el  nombre  de  Flor  callase , 
q[ue  del  muerto  hermano  mió  9 
causa  en  mi  dé  tal  dolor , 
me  llevase  el  vivo  amor 
á  ver  el  cadáver  frió. 
Don  Diego* 
Confieso,  que  ese^  cuidado 
os  tengo  que  agradecer. 

Marqués* 
Ya  sncfídió.:  .no  hay.  poder. 


.46 


ío 


que  revoque  ló  ^asááo't 
mi  cñ]pa  yo  os*  la  eonfíesoi  * 
pero  «i  dfe  áraór  á»beiír# 
no  doáo  que-  di4(^>peis 
con  su  Ibcttiid  túi  esceso^ 
Solo  faltia  dar  uh  medio  i 
con  que  vos  tengáis  seguro 
prevención  eii  lo  íuturoi 
y  en  ló  pasado  rertiedio. 

Don  Diego. 
Eso  int«nto« 

Marques, 
Ceda  ,  puips  ,  - 
mi  pasión  á  vuestro  honot*^^ 
á  vuestra  amistad  mí  amor » 
mi  fl;ustb  á  vuestro  interés. 
Supuesto  que  yo  conmigo  u/^. 

no  ver  á  Flor  proponía  ¿     • 
con  lo  que  de  balde  hacia 
quiero  ganar  un  amigó. 
Yo  os  doy  f  como  caballero , 
palabra^  no  solamente 
de  oprimir  mi  amor  ardiente , 
y  de  que  tendrá  primero 
nuevas  de  mi  muerte  Flok*  f 
que  indicios  de  ihi  cuidado ; 
mas  de  no  admitir  recado  ^ 
mensajero  f  ni  favor  > 
que  venga  de  parte  suya  ; 
y  porque  si  nota  ba  dado 
lo  que  mi  amor  le  ha  quitado  f 
mi  poder  le '  restituya  , 
haré  que  su  Magestad 
tanto  ,   don  Diego  ,  os  pumente , 
que  hecho  un  sol  resplandecida  te , 


Vuestra  hermosa  claridad        •   . 
ilustre  á   Flor ,  y  en  su  llama  > 
los  rayos  vuestros  consuman  ^ 
los  vapores  ,  que  presuman    - 
quitar  la  luz  á  su  fama.  - .       • 

Don  Diego. 
Con  esos  dos  medios  voy-   '   :.  J 
seguro,  y  soy  vuestro  am^;o.  't' 
Marqilés,  : 

De  cumpliros  lo  que  digo 
otra  vez  palabra  os  doy. 

Don  Diego,         ♦    . 
Pues  porque  os  muestre  mi  pechq 
cuanto  de  ella   se  confia  y  ^^^   * ;  i. 
estos  testigos  tenia         ( >)-  '  v 
del  dado  que  me  habéis  heí:hot! 
tomadlos  ^  no  quiera  Dios,; 
8Í  á  vuestro  valor  me  obligo-f 
que  quiera  yo  mas  testigo 
que  á  vos  mismo ,  contra  sros« 

Marqués  • 

Pagaré  esa  confianza 
con  amistad  .  yerdadera. 

Don  Diego*  .*  ^ 
Y  la  vuestra  basta  que  inuerá 
vivirá  en  mi  sin  mudanza. 

feS€ENAV.     ■      ■^^■'" 

1)eCORACI0K.  DJB  C^IISi 

Encinas.  -        '    •*  ^ 
Válgate  DiosTi  confusión,  '^  *  *^ 
y  embeleco  de  Sevilla:        '■''^ 
-  -' '<■  i'ttu 


Si 


(  I  )     Saca  unos  píceles  ,  jr  ddsétoé^  ' 


tí 


I  es  po&ible  ,  que  se  encubra 
don  Fernando  tantos  días , 
sin  que  ui  deudos  ,  ni  amigos 
de  él  i  me  hayan  dado  noticia  ? 
Mas  es  la  corte ,  y  en  ella 
estas  mañas  son  antiguas. 
Un  hombre  conozco  yo » 
que  es  tahúr,  y  desde  el  día 
que  á  un  desdichado  inocente 
en  el  «garito  emprestilla  , 

se  va  al  de  otro  barrio »  que  ei 
como  pasarse  á  Turquía  : 
' ;  eursá  en  él  hasta  pegarle 
i  otro  blanco  con  la  misma , 

y  va*' visitando  asi 

por' sus  turnos  las  hermitas» 

y  en-  acabando  la  rueda  , 

se  :txielvc  á  la  mas  antigua , 

donde ,  como  los  tahúres 

se  ti'asiegan  cada  dia , 

ó  no  va  ya  su  acreedor, 

ó  él  hace  del  que  se  olVida , 

ó  tiene  conchas  la  deuda  i 

del  tiempo  largo  prescripta. 

"^    .V      E3CENA  Yí, 
Encinas  y  don  Fernando  de  peregrino* 

-      Dítn  Fernando, 
Encinas  está  á  la  puerta       ap. 
de  Flof  ^  y  no  pronostica 
estar  en  ella  sefíuvo 
mal  .suceso  á  mis  desdichas.         ^   . 
¿Hidalgo!  .  j  ^ 


Encinas.  ,r:p  »,[ 

¿  ()mén.  es  ? 
Don  Fernando, 

Un  tiombrey 
qwc  sib^r  d«  vos  qaerría  > 

8i  vivís  en  esta  casa. 

Encinas* 
¿Señor ,  señor  de  mi  vida, 
ts  ,posiblé  que  te  veo.  ? 

Don  Fernando* 
Quedo.  ¿  No  me  conocías? 

Encinas, 
Tu  voz  conoció  el  oído » 
que  no  tu  cara  la  vista :       . 
tanto  el  disfraz  desfigura. 

Don  Fernando, 
Huélgome  ;  que  algunos  dias 
importa  á  ciertos  intentos 
andar  oculto  en  Sc||¿lla.    .  - 

Encinas,  .   t 

¿No  me  dirás  que  te  has  faecbo  f 
¿  Así  te  vas  y  me  olvidas? 
¿  A  Encinas  con  la  traspuesta  ?  r 
¿Luego  querrás  que  ño  diga; 
de  los  cordobeses  mal  ? 

Don  Fernando.  •     * 

Mal  discurres  ,  cuando  admiras 
mi  ^usencia  ,  y  estos  disfraces; 
que  en  tanto  que  se  averigua 
quien  fue  del  valiente  hermano 
del  Marqués  el  homicida  > 
me  he  de  ocultar  ;  que  hahe|*  sido 
yo  amante  de  Flor ,  me  indicia 
de  culpado ;  y  así ,  quiero 
que  en  este  caso  me  digas 


S3. 


S4 


lo  qne  pasa ,  ^víé  liay  de  Flor| 
y  qué  se  dice  en  Sevilla. 

Encinas^ 
(^•iiicrrvmo  la  mañana , 
y  lú  ,  señor  ,  no  venías , 
salí  á  buscarte  ,  ofreciendo 
á  Dios  en   hallazgo  'misas  : 
hallé  toda  la  ciudad 
alborotada  ^  y  sentida 
de  la  muerte  de  don  Sancho  » 
y  que  el  vulgo  discurria    • 
ignorando  el  agresor ; 
si  bien  la  fama  piiblica, 
que  fue  doña   Flor  la  causa. 
De  aquí'  ton^ó  la  fualicia, 
ocasión  de  divulgar 
la  qae  en  Córdoba  ella  misma 
dio  pon  tí  ahora  ha  d^^^'^ños 
á  sc*mejantes  desdichas  : 
mas  |io  por  esto  á  su  casa 
se  haalreyido  la  justicia; 
del  lastimado  Marqués 
prevención   bien  advertida  ,  ' 
aunque  de  ella  ,  y  de  tto  haber 
faltado  algunos  qne  digan, 
que  el  Marqués  misffio  ayudó 
á  .escaparse  al  homicida  , 
y  quehá  pedido  á  su  alteza  , 
que  de  perdonar  ^  sirva 
al 'delincuente  í  hay  algunos 
maliciosos  que  colijan  , 
que  quitaron  á  su  hermano 
por  orden  suya  la  vida 
por  zelos  de  doña  Flor;' 
pongetura  que  confirman 


las  circanstajici^s-,  pnts  fue 
sobre  habldrl»  la  mobina- 
Este  es  e|  jfltlDta  ea  qwfesUá 
estas  cos94«:  de  las  mÍA$< 
sabrás ,  que  des^pftiíadp  .>  /      -  i 
,de  no  haUar  de.tí  noticia » 
y  apretado,. Dios  lo  sabe, 
de  lá  pobjreía  cneiru^a.,       . 
me  resol  vi  V  y  l*9y  de  ílbr 
Vine  á  saber  si  sabía 
de  tí ,  y  pedir  que  socorta 
mi  necesidad  esquiva  :  ~   , 
baílela  trislei  y  hallé ,  : 
que  s»  n^c  berma  no  había 
tripulado  lo$  sirvientes., 
del  juego  de  amor  malillas. 
£ntró  don  Diego ,  y  hallóme 
con  ella  i  mas  no  hay  ^luicn  finjst 
artificiosos  rem^diosi 
en  de.gracias  repentinas, 
come  Id  «lugcr ;  al  punto 
le  dice  Fiar ,  qoc  yo  habia 
tenido ,  de  que  buscaba 
un  escudero  »  noticia  ^ 
y  entré,  ^or  estar, sin  dueño» 
á  pedir  que  me  reciba. 
CoBOcfóme't  que  los;  ^os  [ 
en  la  edad  poco  entendida*    ' 
en  Córdoba  hicimois  juntoa 
mas  de  dos   garzonerías ; 
y  con  e*to  quiso  Dios*^   ••  ^         ' 
que  ó  nunca  supo ,  ó  se  ^óWida 
de  que  he  sido  tu  criado, 
y  el  ser  dci^^'u  patria  niism^^ 
í  justa  piedad  le  mueve  i|      • 


« 


5ff 


y  i  iwibinne  le  ph)if^h. 

Quedé  por  criado  al  fin 

de  don  Diego  de  Padilla, 

si  tan  suyo  como  debo  i  ' 

tan  tuyo  como  solia. 

Don  Fernando. 
¿Qaé  et  IVIarque:s  pidió  á  sn  alteza 
el  perdón  del  homicida? 

JEncinas. 
Así  dioen^ 

Don  Fernando, 
¡Qran  valor ! 
¡  Poi»  cuantos  modos  me  obliga ! 
¿  Y  el  Rey  qué  le  respondié? 

Encinas. 
G>n  severidad  esquiva 
diio  solo  :  bien  está ;         . 
yá  conoces  su  justicia.  . 
,Don  Fernando. 
¿  Bien  tstá  ?  Pues  no  está  Wen.     «».  ., 
¿  £n  fin ,  es  don  Diego^  Encinas, 
-  tu  dueño  ? 

Encinas, 
Desde  hoy  acá  ¿  / 

inas  tu  tenifute  dirías  ^ 

mejor:  ya  ves,  fue  forzosa      .    . 
la  ocasión. 

Don  Fernando. 
Que  lo  prosi{(a9 
lo  es  también,  por  evitar, 
sospechas.  ,  .  > 

.    .  Encinas. 
1.     Bien  advertida 
prevcncioA*  .   *     i    -  - 


S7 
Zhn  Fernando. 

Y  porque  salgas 
. .  '¿el  empello -en  qoe  estos  áiM  "  '  ' 
te  habrás  puesto»  esa  cadina  (i) 
recibe. 

Encinas. 
¿Sefior  y  es  fina?  •  ■.'^ 

Don  Fernando. 
I  No  lo  parece  ? 

'JSncinas. 

En  el  pobre 
pasa  el  or4>  por  alquimia. 

Don  Fernando. 
Si  quien  me-  ta  dio  supieras « 
su  valor  no  dudarías. 
£ncin€ts, 

¿Fucmuger? 
Don  Fernando. 
No  f  sino,  «n  bombri-i 
á  quien  le  debo  la  vida* 

Encinas. 
¿Como,  señor? 

Don  Fernando. 

Mas  espacio 
quiere  el  caso.  Ahora  mira    -" 
si  puedo,  porque  me  importa  » 
hablar  á  Flor.  ,      i 

Encinas. 

¿No  deciast        *  ^ 
que  renunciabas  su  amor? 

Don  Fernando. 
Y  otra  vez  lo  digo ,  Encinas : 
otro  e^  mi  intento, 

(i  )      Dale  una  cadena  de  las  que  le  dio  el  Marqués 


i%^ 


Encinas  i 

.    f  Paes  entra  j 
que  nbor»  no  hay  quien  lo  impida , 
que  np  tienen  mas  crkdo 
que  á  mí :  sal  presto  y  evita 
el  peligro  de  su^  lierlgiano  y 
que  yo  me  pongo  «n  espía.  ifa$e^ 

Don  Fernando, 
Ardiendo  ,  y  temblando  llego 
á  mi  adorada  enemiga ; 
que  svmis  zelos  me  enojan  , 
su  enojo  me  atemoriza. 

f:SCENA  VII. 

Don  Fernando  y ^dóña  Flor, 

*  .  ".  .  Doña  Flor, 
¿Es  posible  que  el  Marqués,       ap^ 
ni  me  veay  ni  me, escriba? 
¡  Cielos  !  ¿  Se  venga  peloso  » 
ó  agraviado  se  retira  ? 
¿  Qué  es  esto  ?  ¿Quién  es  ¿ 
Don  Fernando^ 

Es ,  Flor  ^ 
quien  de  lo  que  ser  solia 
80I9  .tiene  la  memoria  , 
porque  de  infierno  le  ^itva. 

Doita^  Ff^K. 
¿Es  do^  Fernalrdo  ? 

.  Don  Fernando. 

'  •  A*  .'  L  •    ¿Hasta  ahora  ^ 
cruel.  >- no  me  Qon4>^ia4?^ 
¿Tan  del  todo  4u  opidanza 
de  mi  firmeza  te  olvida  ? 
{  Es  posible ,  que  eu  un  pecho 


i  qnfen  noble  sangre  attim»,   ' 
ya  que  la  mudanza  en-po, 
quepa  también  la  mentira?   ' 
¿  Falsa  y  por  qué  m«'  engañaste  ? 
¿  Por  qué  el  infelice  día  , 
que  iras  de  tantos  de*  ausencia  , 
llegué  mas  firme  á  lo  •  vista  , 
no  me  dictes  desengañes  ? 
que  rei^ediau  ,  si  lastiman, 
aprovechan  ,  aunque  ofenden  , 
y  aunqne  atormentan  ,  oblígali. 
Hiciéraslo  ,  si  me  quieres  » 
porque  guardase  la  vida  , 
y  si  no /porque  dejasen 
de  cansarte  mis  ^porfías. 
¿Fue  mas  cordura  obligarme 
con  tus  palabras  fingida  • 
al  peligro  en  que  me  viste, 
y  á  la  desgracia  qué  miras? 
¿  Masicomo  fueras  ,  ingrata  , 
como  fueras,  enemiga, 
como  muger ,  sino  fueras 
contraria  á  la    razón  misma  ? 

Doffa  Flor* 
Basta,  don  Fernando,*  basta, 
que  te  engañas  ,  si  imaginas , 
anticipando  tus  quejas  , 
cerrar  el  paso  á  las  mias. 
Si  tií  me  cumplieras,  falso, 
la  palabra  prometida, 
mi  fama  j'  tu  amor  gozaran 
mas  quietos  y  dulces  días. 
El  secreto  me  juraste 
y  al  primer  lance,   perdida 
é  la  memoria  ó  la  fé  ^ 


59 


60 


¿  me  ofendes  y  lo  publicas  ? 

Don  Fernando» 
¿  Yo  lo  he  publicado  ? 
Doña  Flor. 

Si? 
f|ue  lo  mismo  es  que  lo  digan, 
las  obras  que  las  palabras: 
¿  tu  lengua ,  aleve ,  podía, 
decir  mas  claro  tu  amor» 
que  lo  dijo  vengativa 
t.M  espada ,  locos  tus  celo» » 
precipitadas  tus  iras  ? 

,  Don  Fernando' 
¡  Bien  por  Dios ,  lo  que  hice  yo 
para  obligar  desobliga ! 
¿  Para  disculpar  las  tuyas 
finges ,  falsa ,   culpas  mias  ? 
Saqué  la  espada  callando ; 
puse  á  peligro  la  vida 
por  no  descubrirme  á  quien 
conocerme  pretendia, 
solo  por  guardarte  así 
el  secreto  »  ¿  y  tú  lo  aplicas 
á  lo  contrario  ?   ¿  qué  dará 
se  conoce  tu  malicia ! 

Dona   Flor. 
Evitaras  el  peligro , 
pues  la  i^esistencía  vias 
que  á  mayor  publicidad 
daba  ocasión  tan  precisa  ; 
dejaras  el  puesto,  huyeras, 
que  pues  ©o  te  conocían  , 
nada  perdieras  en  ello. 

Don  Fernando, 
Sin  duda  mi,  sangre  olvidas^ 


6L 
ser  secreto  prometí, 

no  cobarde;    que  no  había 

de  aceptar  quien  nació  noble 

coaíí  que  lo  contradigan  : 

no  importa  no  conocerme ^ 

que  yo  á  mi  me  conocía  , 

y  la  misma  sangre  noble 

es  fiscal  contra  si  misma  ; 

¿Y  si  tú  me  conociste , 

qué  mas  ocasión  querías  ? 

4  Hay  mas  mundo  para  mí? 

¿bay  mas  honra?  ¿hay  mas  estima? 

Doña  Flor, 
G>nmigo  nada  perdieras, 
si  por  mi  opinión  lo  hacías. 

Don  Fernando. 
G)nocida  era  la  fuga, 
la  intención  no  conocida  , 
y  acción  que  es  mala  por  sí , 
en  duda  la  aplicarías 
¿  lo  peor ,  claro  está , 
que  conozco  mi  desdicha; 
y  dada  ya  la  sospecha 
de  que  tu  amor  merecía 
quien  contigo  á  tu  ventana 
de  noche  hablaba  :  ¿no  miras | 
que  á  nadie  infamara  mas , 
huyendo  yo,  que  á  tí  misma, 
pues  con  causa  te  acusaran , 
de  que  á  un  cobarde  querías? 
¿Ves  mi  razón?  ¿Ves  tu  afrenta  ? 
¿  Ves  como  quedas  vencida  ? 
¿Ve^  como  de  culpas  tuyas 
hoy  nacen  las  penas  mías? 
Tus  engafios  cometieron 


&2 


el  delito  qne.  tne  aplicas^ 

que  á  no  tener  otro.amante^ 

y  á  no  decir ,  fementida  , 

que  era5  quien  fuiste ,  no  hubiera 

sucedido  esta  ruina. 

Doña  Flor. 
¿Yo  t  otro  amante  ? 

Uo/i  Fernando, 

Y  aun  querido; 
que  nadie,  sin  que  le  admitan, 
celoso  guarda  la  calle  y 
furioso  al-rivsga   la  vida. 

Doita  Flor. 
Desdeñado  un  poderoso  p 
conviene  el  amor  en  ira. 

Don  Fernando. 
En  vano  para  conmigo 
falsas  disculpas  maquinas. 
Quédate  por  siempre  ingrata , 
liviana,  aleve,  fingida, 
mudable,  tirana,  fiera, 
tigre  Hircana ,  y  sierpe  Livia  ; 
quédate,  que  solo  vine 
á  exalar  las  llamas  vivas  , 
que  de  tu  ofensa  engendradas, 
dentro  de  mi  pecho  ardian , 
con  decirte  sola  á  ti 
tus  infamias,  tus  mentiras, 
mudanzas  ,  y  liviandades  ; 
yá  que  el  ser  quien  soy,  me  priva 
de  romper  con  publicarlas 
la  palabra  prometida , 
que  yo  ofendido  la  guardo  g 
y  tú  obligada  la  olvidas; 
y  así  para  no  ver  ma«  . 


^3 

falsedades,  tan  indignas 

de  quién  eres  y  quién  5oy,       €Juitre  irse, 

no  me  verás  en  tu  vida. 

Doña  Fiar,, 
Vete ,  ocasión  de  mis  males  ^ 
vete,  y  los  délos  permitan 
que  ni  el  eco  de  tu  nombre 
vuelva  otra  vez  á  Sevilla. 

Don  Fernando. 
\  Cómo  ,  traidora ,  te  huelgas 
que  de  tn  amor  me  despida ! 
i  Mi  nombre  ,   úi«Xde  tu  oido; 
y  mi  presencia  tu  vista  ? 
pues  vive  Dios   que  por  eso 
aunque  arriesgara  mil  vidas, 
be  de  ser  eternamente 
una  sombra  que  te  siga ; 
,  porque  me  vengue  en  lo  mismo 
con  que  á  venganza  me  incitas. 

Doña  Flor, 
Pues  yo ,  si  en  eso  te  vengas » 
jabré  hacer 

ESCENA  VIII. 

Dichos j  Encinas. 

Encinas, 
Señora ,  mira 
que  viene  ttí  hermano. 
Doña  Flor, 

¡Ay,  triste! 
Vete  Fernando. 

Don  Fernando, 
Enemiga, 
mi  rnuorte,  y  la  tuya  espero. 


64 


Encinas* 

Pues  duélete  de  1^  mia : 
vete,  señora,  á  tu  cuarto  y 
y  tú  señor,  te  retira 
á  nM  aposento. 

Doria  Flor. 

¿Veré., 
antes  que  muera  f  alf^uu  día  , 
que  por  tu  causa  no  tenga 
alborotos  y  desdichas  ?         tHUe, 

Don  Fernando. 
¿Y  yo  sin  mudanzas  tnyaa 
veré  alguno  ? 

Encinas* 

Señor ,  mira 
que  llega  don  Diego 

Don  Fernando. 

Llegue  f 
y  á  sus  manos  vengativas 
muera  yo ,  Encinas  ^  primero 
qi;ie  á  las  de  su  hermana  viva. 

Encinas. 
Acaba ,  que  á  toda  ley 
es  Imeno  guardar  la  vida. 

ESCENA   IX. 

Saia  eh  casa  db  üoíía  Asa. 

Doña  Ana  é  Inés. 

Doria  Ana. 

¿Hace le  Flor  soledad? 

Inés. 
Mal  puedo ,  señora  mia , 
sentirla  en  tu  compañia. 


\ 


'^ 


bona  Ana. 
FagQS  y  Inés  ,  mi  amistad. 

\nés. 
Solo  síetito  la  tristeza 
qü«*  coii  mi  ausencia  padece* 

Doña  Ana* 
A  fé  iíjue  no  la  merece. 

Inés, 
£s  pensión  de  sn  belleza  ; 
pero  ya  viene  el  MarqÜéá. 

Dona  Ana, 
Bien  sil  palabra  ba  cumplido. 

ESCENA  X. 

Dichas  X  ti  MiorqiUs, 

Mixrgués. 
Alegre  y  desvanex:ído 
vengo  á  serviros. 

Doña  Anú. 

Los  pies  '^  " 

os  beso  por  tal  favor. 
Marqués. 
Comenzad  y  pues,  á  mahdarmei   -    • 
Ifue  si  queréis  obligarme  ».      ,  . 
ese  es  él  medio  mejoi". 
IPedido  me  habéis  que  os  Vea,  " 

advertid  ,  doña  Ana  hermosa  9 
que  no  ha  de  ser  pata  Cosa 
que  muy  dificil  no  sea. 
Doña  Ana. 
La  noUeJsa  y  cortesía, 
que  en  vos  celebra  ia  faina  ,    ' 
porque  es  mugeir  la  ^  que  os  llama , 
disculpara  su  otadla  p 


6Í 


i6 


y  eso  mismo  me  asegura  ^ 
que  tendrá  eii  ésta  ocasión 
efecto  mi   pretensión, 
y  mi  espei*ahza  ventura. 
Señor  Marques  ,•  dona  Flor , 
en  cuyo  constanie  piecho 
inhumano   estragó  han  hecho 
vuestra  ausencia  y  vtícstro  amof^ 
como  os  habéis  retirado 
tan  del  todo  de  sus  ojos  , 
que  aun  no  áhVia  sus  enojos 
de  parte  vuesírá  ún'  recado ; 
está  oprimida  de  süetté, 
de  pesar  ,  y  »sénliinieíitO  » 
que  perdido  el  suíVítíiiento  , 
pide  remedio  á  la  muerte. 
Yo  i  que  estimo  su  aibístad  f 
y  tu  vuestra  nobleza  Bo, 
he  tomiido  á  car(;ó  mió 
amafisar  vu^ira  (Crueldad: 
mereScá  iina  vex  siquiera 
veros  el  rostro ,  por  ser 
vos  noble  ,  y  ella  inúger  ^ 
y  yo ,  Marqués  ,  la  tercera. 

Martfués. 
¡Ay  Flor!  bien  saben  loi  cielos^       4tp» 
que  á  tantos  rayos  de  amor , 
á  no  resistir  mi  honor , 
no  resistieran  mis  celos: 
di  mi  palabra  ;  ¡  maldiga 
d  cielo  al  necio  imprudente  * 
que  con  enojo  presente     ,,^ 
á  lo  futuro  se  oUíga! 
Señora  »  lo  que  pedís 
á  ser  difidl  lo  baria; 


67 
inas  es  ,  por  desdicha  mía  , 
imposible. 

Dona  Ana» 
¿  Qué  dpcis  f 
Mcurqués» 
i^igo 

ESCENA  XL 

bichos^  y  al  paño.doñ  Die^o y  Encinas» 

Encinas*  ¡ 

I  Pues ,  señor ,  asi 
.  te  cáelas? 

JDon  Diego. 
Yá  á  la  impaciencia 
se  rindió  la  resistencia  ; 
mas  el  Marqués  está  aqui. 

Encinas, 
En  Canta-ia^iedra  has  dado. 

Don  Diego. 
Quedo.  Pues  iio  ine  han  sentido, 
quiero  aplicoi*  el  oido; 
que  á  zelos  toca  el  cuidado. 

iáarqués. 
Se^n  ésto  I  iio  os  espante, 
xni  resolttcioii. 

Doria  Ana. 
Señor... 
Marqués. 
Tratante  ahora  de  amor, 
es  ablandar  un  diamante. 

Doña  Ana»  ^ 

Acabad:  cesen  eno}os; 
Jao  poetan  tanto  los  celos. 


68 


Don  Dkgó.  ^ 
¡  Por  Dios !  que  le  ruega  ;  J  Cidos  j      aj^é 
tal  vienen  á  vel*  mis  ojos! 

Marqués. 
Doü.i  A;ia  I  en  vano  os  cíansaís« 

Dftfia  j4na^ 
¿Rogado  os  endurecéis? 
no  á  la  sangre  que  tenéis 
la  condicioiv  conforma is< 

Don  Dicgp. 
Ello  es  cierto.  apfi 

Marqués. 
Lo  que  os  pido 
es  que  no  me  tratéis  mas 
de  esa  materia. 

Dona  Ana. 
Jamás 
jnc  hubierí  .y'ó  persuadido  # 
sí  b9^1Ó  llegara  á  ver, 
y  aun'l'o  áudó  aunque  lo  toco  f 
que  con  yo&  -(iiiedan  tan  poco 
los^ruegos  de  una  muger. 
¿  No  daréis  ,  Marqués  Ijigar  , 
¿  las  disculpas  sfiquieía.  P 

Jné$. 
Esto  es  justo. 

Marqués.  í 

Yo  lo  hiciera  y 
•i  mé  pudiera  mudar.  • 

Doria  Ana. 
¡Maldiga  ^DieS  á  don  Diego  y 
que  á  una-détferroinacioilíií  *  » 

tan  cruel  dio  la  ocasión  1 

Encinas.  * 

¿Oyes  esto":;  sciío»^''  -•>  a*jj:j.3  va 


60 

Don  jyjf^tt.  , 

¿Luego  ^ 

el  Marqués  por  celos  niios 

la  trata  con  tal  rigor  ? 

Hará  bif  n  ;  ya  que  «1  amor 

no  ayuda  mis  desvarios, 

á  un  engaito  m«  apercibo  ^ 

con  qu« ,  pues  no  soy  dichoso, 

lo  que  no  alcanzo  amoroso , 

alcanzaré  vengativo. 

Aquí  me  importa  que  d^s 

i  entender»  que  eres  crudo 

del  Marques. 

Enemas* 
Ese  cuidado 

me  deja  ,  qtie  fácil  es  ; 

que  pues  hasia  aquí  por  layo 

no  me  conocen  ,  saldré  ,  ^ 

con  él  y  y  así  pasaré 

plaza  de  criado  suyo.        .       ' 

Don  Diego. 
Pues  al  punto  que  él  se  ausente 
suelve  á  entrar  ,  y  de,  si\, .parte 
estos  doblones  reparte       dale  un  bolsón* 
en  la  familia  sfrvie^te 
de  doña  Ana ;  y  al  que  fuere 
xnas  codicioso  ,  dirás  ,'  "^ 

que  el  Marqués*  le  ofrece  mas, 
porque  esta  noche  Ü^^e^pere  T 

á  la  puerta  de  doña  Ana , 
que  á  deshora  quiere  hablarle; 
y  el  secreto  has  de  encarga rle^         ^ 

Encinas, 
No  será  tu  industria  vana 
por  mi  parte.  '■    , 


70 


Don  DUgft, 
Bien  de   tí 
sé  lo  que  pnedo  fiar: 
yo  quiero,  por  no  cansar 
sospechas  y  irme  de  aquí  ^ 
pueá  no  me  han  visto.       vase^ 
Doria  j^na. 

Bien  sé  , 
que  á  dofta  Inés  d^  ^ragon 
servís  ya. 

•Marqués. 
T  en  su  afición 
vive  contenta  mi  fé : 
mas  con  todo ,  si  pediera  ^ 
os  dejara  mas  guatQsa. 
Doria  Ana. 
If unc^a  oüí  pediré  pt^a  cosa , 
pues  he  errado  I^  primera. 

Marqués 
¿  Qué  decís  ?  Perdón  os  pido , 
y  que  os  quejeits  de   esa  suerte ,. 
si  en  mi  pudiere  la  muerte 
|o  qué'  v6s^  no  habéis  podido. 

ESOEaíA  XII. 

Doña  Ana  ,   Inés  y  Encinasí^ 

,    ..TT    .  DoScfjid^ta. 
{Terribk  rigQ9ÍÍ   .' 

,  .     Encinas. 
InéSf 
qnéda^  cqn  Dios. 

Inés. 

¿  Aquí 
estabas ,  Encinas  ? 


71- 


Enc/nns, 

Sí, 
qae  vine  con  el  Marqq^* 

ínés. 
I  Pi|C4  qué  Je  sirves  ? 

Y  soy 
quien  priva  nías  en  su  pecho. 

Doita  Ana. 
Dime ,  Encinas  ,  ^  que  se  ba  bec&o 
4on  Fernando  de  Godoy?     (i) 

jPncinQS^ 
Qué. ,  ¿  me  llama  el  Afarqués  ?  Si  | 
ya  voy :  ¡  qué  presto  me  echó 
menos  !  Juráralo  yo  ; 
no  vive  un  punto  sin  nií* 
Perdonad  I  hasta  otro  dia.       0a$e\ 

Doria  Ana* 
]3ucn  gusto  tiene  el  Marqués. 

Doña  Inés.  ' 

Siempre  con  seuores  es 
feliz  la  bufonería. 

ESCENA  XIIL 

Saloiy  be  palacio^ 
Don  Pedro  y  lueg<3t  gl  MarquéSé, 

Don   Pedro* 
,  ¿  Negocio  tiene  conmigo , 
cuando  le  dá  la  afición 
de  dona  Inés  de  Aragón 
en  mí  un  oculto  enemigo  ? 

(t)      Se  asoma  Encinas  al  vestuario. 


72 


El  la  sirve  y  yo  rn  fcrAc* 
la  gozo  y  lie  de.   callar  ^ 
no  sp  veusa  ^  sospechar 
el  delito  ípie  cometa. 
¡Graa  tormfuto!  IVÍas  él  vienen 

Marfiles. 
I  Señor  don  Pedro  ? 

Pon  Pedro, 

íai  cuidando  , 
^txix^Y  Marqués  ,  an  recado^ 
de  parte   vuestra  roe  tiene : 
I  hay  en  que   os  sirva  ? 
J^arqttés^ 

Creed 
que  pago  vuestra  amistad, 
y  sé  con  la  y  plantad 
quít  en   todo  me  hacéis  merced. 
Hoy  ha  llegado  un  correo 
(  ya  lo  ;9abreJs  )  je  6rana4a 
de  I*  muerte  desdichada 
de  don  Miguel  Carabeo  ^ 
nuestro  general    valiente  ; 
y  al  punto  para  ocupar 
tan  importante  lugar 
hallé  que  era  conveniei^t^ 
Toestra  persona  ;  mirad 
8i  os  disponéis  i,  aceptarlo  , 
porque  qpiera  consultarlo     -   • 
luego  con  su  magostad.  ^ 

Con  e^ste  piadoso  iqncdio         ap* 
quiero  dilatar  su  muerte  ; 
porque  entre  tanto  la  suerte 
le  disponga  otro  remedio. 

Don  Pedro. 
Darme  ]o  que  yo  no  pida       ap» 


I 


I 

'73 
MO    teníeníolc  oblí^atío  , 
cuando  sé.  qnc  á  nadie  han  dado 
cargo  qne  no  haya  pedido, 
no   es  por  liien   ¿Qa«  üu  tendrá 
rn   ausf  nlarpi^t  el  Marqués  ? 
ZeJos  no  jdjR  doiía  Inés » 
que   oculto  mi^nior  eslá  ; 
mi  pojer  y  su  nndanza 
teme  sin  duda.*  alejarme 
quiere  df  J  JRey ,   por  corlarme^ 
el  hilo  de  mi  privanza. 
Conozco  la^  pblig^íon  y 
Marqués ,   en  que  m»  pone/s  ; 
tnas  d4ycrtid  qu^  daréis 
de  quejas  justa  ocasiopí » 
dándome  lo  que  podrán  / 

pretender  ^liI  caballeros, 
i:uyos  Y^liei^tes  aperos 
terror  4  Ips  moros  dáp. 
Te  vivo  alegre  ep  mi  estado  y 
|ii  roas  grande  |ii  pi^s  ricp 
quiero  9er  ;  y  así  os  suplico 
me  jljengais  por  escnsado. 

.  Marqués.  • 
J Triste  de  vos,  que  os  perdéis!       0p. 
£sto  al  servicio  conviene 
¿el  Rey. 

*         ^n  Pedro» 

"  Sin  número  tiene 
moldados  y   en  quien  podéis  , 
-tambiejD  como   en  mi ,  el  bastón 
emplear. 

Marqué^. 
¿  Decid  en  quié^  f 


74 


En    fl  señor  de  Bniléu, 

Merques. 
parte  á  servir  á  Aragón, 

J)on  Pedro, 
En  don  Sancho  Marro  ole  jo. 

Marqt/fis, 
lleva  4  Francia  la  embajada. 

En  4on  Francisco  de  Estrada, 

Marqués 
Esl4  cnfernio,  y  ^s  muy   viejo, 

Don  Pfdro. 
Ea   don  Fernando  Manrique, 

Marqués, 
Ocupaciones  forzosas 
son  las  suyas  en  las  cosas 
del  infante  don  Enrique, 
^o ,  en  fin  ,  lo  he  n^írado  bien ; 
no  me  arguyáis ,  aceptad 
el  cargo ,  y  mi  voluntad  ; 
y  advertid,  que  os  est^  bien. 

jion  Pedro, 
Mas  parece  que  os  conviene 
4  vos,  según  me  apretáis. 

Marques. 
En  eso  no  os  engañáis; 
que  quien  es  mi  amigo,  tiene ^ 
don  Pedro ,  en  mi  corazón 
tanta  parte,  que  deseo 
como  propio  lo  que  veo, 
que  ha  de  aumentar  su  opinión. 

Don  Pedro» 
Yo  agradezco  la  amistad; 
pero  os  advierto,  marqués, 


ii 

qnf  p^ra  mí  no  lo  «s. 

Marqués. 
¡O,  qnien  pudiera!,,.  Mirad 
qfie  os  acplisf  ¡o. 

JDqn  Pedro 
No  hableí^ 
piisterioso.  En  su  porfía        ap. 
precc  la  sospecha  mía ; 
y  para  qpe  np  os  calaseis» 
por  álfimo  dcscngaSo 
digo,  que  estoy  satisfecho 
áe.  que  trazáis  mi  provecho ; 
pero  yo  quiero  mi  4afio. 

JMqrfjués.  , 

Cuanto  resiste  obstinado ,       ap, 
tanto  piadoso   deseo 
remediarle^   porque   veo,  i^ 

que  yerra    de  enamorado. 

Don  Pedro. 
^Mandáis  otra  cosaf 

Marqués:,  ' 

E«  esto 
pido  sofo  que  os  |nircis/ 
y  á  ©ios. 
-•  ^^  Don  Pedían. 

■  ■      Pues  vos    me  queíei^  «p. 

cpiitar    del   dichoso    puesto 
¿n  que  con  el  Rey  estoy, 
yo    del   vuestro  ps   quitara. 

Marqués. 
De' la  muerte  os  libraré  ¿     ap* 
ó  no   seré  yo  quiejí  soy. 


16 


ACTO  TERCLRO. 

ESCENA  I. 
Decoración  de  Calle. 

J)on  Diego  ,  jr   Enanas  ,  da  noche  ,  y  después 
un  escudero*      «   . 

Don  Diego. 

Solo  aqnel,  qne  tu  hidalgo  nacimiento». 
tu  fuerte  corazón»  tu  ciileiidimícnto» 
y  honrado  procedejr  como  yo  sahe, 
confiara  de  tí  caso  tan  grave. 

Encinas* 
Ta  confianza  á  mucho  mas  me  plblíga. 

Don  Diego, 
Permita  amor,  que  mi  ¡utcuciou  consiga^ 

Encinas- 
Estará  puntual  el  escudero: 
¡qué  gran  negociador  es  el  dinero! 
Cercáronme  al  partir  de  los  doh^gne^    , 
como  á  la  flor  la  vanda  de  avejones:     , 
con  cada  escudo,  que  á  cualquiera  daba^ 
va  ojo  á  los  demás  se  les  saltaba ; 
mas  este,  á  quien  di  parte  de  tu  iatea.V>f 
ni  yl  mirón  de  pintas  mas  atento; 
yeré  si  aguarda, 
—  Don  Diego. 

Ayuda,  noche  oscura,     ap. 
é  quien  vengarse  de  ua  desden  procura; 
pues  doña  Ana  al  Marqués  adora,  intento p 
tugicndo  serlo,  entrar  en  su  aposento, 
donde  I  lo  que  no  ^mqri  me  de  el  engaáo: 


loco  estoy  y  riiincdidr  <ftTÍci'6  mi  daiSo; 
y  á  quien  le  .pareciere  escesd  gravé  ^ 
no  me  condene,  si  de  amor  no  sabe. 

Encinas* 
Pues  sabéis  su  poder  y  su  privanza  ^ 
tened  de  grandes  premios  confianza  ;    - 
mas  sabedle  obligar; 

Escudero, 
¿Cómo?  la  Vida 
rn  serviric  daré  por  bien  perdida ; 
porque  de  liberal ,  y  agradecido 
tiene  el  nombre,  que  nadie  ha  merecido^ 
Encinas. 

Escudero. 
i  Es  el  Marqués? 
Encinas* 
$i. 
Escudero. 

Se^or  mió; 
^qné  me  queréis  mandar  ? 

Don  Diego. 
De  vos  me  fio; 
j  vos  fiad  de  mf. 

Escudero* 
Dejad  rodeos  i 
y  probad  en  mis  obras  mis  deseos 

Don  Diego. 
¿  DoSa  Ana  está  acostada  ? 
Escudero. 

Y  recogidos 
todos  en  casa  ya. 

Dan  Diego. 
Sin  ser  sentidos 
los  dos  hemos  da  entrar  en  su  aposenté. 


77 


ÉscUdefó. 
¿  Qué  pretendéis  ?  . 

Dnn  Diego, 
Sin  preguntar  mi  intentó» 
io  haced ,  para  obligarme  de  este  modo; 
que  mi  poder  «s  sacara  de  todo. 

Eiicinas. 
Por  él  lo  hacéis^  y  él  misnio  ós  asef^tira : 
no  repliquéis,  que  os  busca  la  ventura. 

Éscudtró. 
ío  temo. 

Encinas. 
£l  carro  gruñe  ^  importada  ¿  don  Díegé* 

untarlo. 

Don  Diego. 
Hoy  repartí  cuanto  tenia. 
I  Tienes  dinero  t&  ? 

Encinas. 
No  tengas  pena ; 
suplir  .puede  tá  falta  esta  cadena « 
que  me  dio  un  amo,  á  qttien  serví . primero^   (i)i 

Don  Digo. 
Pagaros  parte  de  mi  deuda  quiero:   . 
tomad. 

Escudero. 
I A  quién  no  venceréis  ?  Callanda 
Yenid. 

Don  DiegOi 
Las  luces  mataré  en  entrando*       iMp* 
Endnas. 
Dios  no^  saque  coa  by-n. 
Don  Diego. 

St  los  criados 

(  1 )  Dal»  la  cadena  á  dcp  Diego  |  jr  e$U  al  Msífudcr^. 


ViVfcdes  por  veninvsi  atí>oro?ac1o. 

y  quisieren  entrar,  vos  en  mi  iiombré 

Jos  detened;  y  dínenazad. 

Ño  hay  hombre 
«n  esta  casa  qué  jior  vos  1,0  muera. 

^^  Encinas, 

i  Qué  engañado  sé  hallara  quien  lo  hiekra ! 

ESCENA  II. 

ÍAtON   Í)E  Palacio. 

El  Aejjr  et  Marqués, 

Marqués. 
Ko  puede  en  esta  ocasión 
ocupar  persona  al^na 
como  don  Pedro  de  Luna 
de  general  el  fcastott  . 
que  vistos,  y  examinados 
los  demás  ^  en  quien  podéis 
emplearle  ^  los  tenéis , 
donde  importan  í  ocupado»; 
y  la  valerosa  espada 
de  don  Pedro  ^  solamente 
iasta  á  ceñiros  la  frente 
con  el  laurel  de  Granada. 

Rejr. 
¿Las  órdenes  que  yo  os  doy 
egecutais  de  esa  suerte  ? 

Marqués, 
IMspuesto  á  darle  la  muerte, 
como  habéis  mandado ,  estoy ; 
mas  por  la  nueva  ocasión 
os  le  consulto  de  nuevo. 


8» 


Marqnés ,  la  piedad  apruebo  | 
condeno  la  remisión. 
Marqués. 
Vos  mandáis,  que  con  secreta 
le  iriaíe ,  y  Kien  podds  rer  ^ 
que  no  es  fadl  disponer 
con  brevedad  el  efefto; 
y  así ,  en  mí  la  dilación 
no  nace  de  resistencia , 
mas  de  buscar  con  prudencia 
t\  tiempo  á  la  ejecución  : 
fuera  de  que,  bien  mirado f 
alguna  vez  el  rigof 
de  la  justicia ,  señor  i 
cede  á  la  rason  de  estado4 

Es  asf« 

Margues» 
Pue^  siendo  así^ 
¿  donde  podrá  la  razón 
derogar  la  ejecución 
de  la  ley  mejor  que  aquí  ? 
G>n  justa  causa  lo  infiero 
porque  no  es  mas  conveniente 
castigar  un  delincuente, 
que  ganar  un  teino  entero ; 
demás ,  de  que  no  os  priváis 
así  de  cumplir  con  todo , 
que  el  castigo  de  este  modo 
diferís ,  no  perdonáis; 
y  pues  que  con  ausentarle  t 
el  dilinquir  cesará , 
allá  aprovi;cba  ,  y^  acá 
no  daúa  el  úo  castigarte. 


Tiene  en  mí  Canto  valor 
ver  en  vos  esa  amistad  , 
que  se  dá  á  vuestra  piedad 
por  vencido  mi  rigor. 
Vaya  don  Pedro  á  Granada  , 
goce  el  honroso  bastón 
mas  por  vuestra  intercesión  i 
que  por  su  valiente  espada. 

Mar€fués, 
Es  el  mas  alto  favor, 
que  de  vuestra  Magcstad 
£ecibí  jamás* 

Rejr 
Alzad  y 
mi  mayordomo  mayor. 

Marqués, 
^echnra  soy  vuestt'a. 
Rey, 

Qníerp 
teneros  siempre  á  mi  lado  y 
que  pues  el  mundo  me  ha  dado 
renombre  de  justiciero  I 
por  merecerle  mejor , 
sin  que  el  esceso  me  dañe , 
es  bien  que  en  todo  acompañe 
Tuestra  piedad  mi  rigor. 

ESCENA  IH. 

J)ic7io8  y  don  Pedro,, 

Don  Pedro.  ^ 
En  estando  solo  el  Rey     ap, 
le  daré  del  caso  cuenta  ; 
que  pues  derribarme  intenta, 

ó 


Si 


82^ 

la  defensa  es  justa  lej^. 

^  Marqués* 

Don  Pedro  viene.  ,; 

Lp/*  pies 
me  4¿  vuestra  üi^agestad, 

..    Mej.      .   , 
Mi  general ,  levantad,  ,  ,   i\ 

Don  Pedro* 
I  Qué  clara  muestra  fl  Marqués*       ^p. 
su  envidiosa  emulación! 

Luego  os  partid  á  Grajotada^i 
que  importa  allí  vuestra  espada^ 

Do^JPcdro. 
Tomada  resolución^:  .    ap. . 
no  hay  replicar  í  mas  cordura 
es  mostrarme  AgV^^l^cido.  ■  j 

De  nuevo  los  pies,  os  pido  ,  ■ 
donde  biiUé:  tanta  ventura. 

\:X)eniro*i:  .        ;  :  :  - , 
í)etente ,  muger*;  ^gúard».  ^      ,  .. 

^  ESCENA  IV.       -1     • 

Diclios  y  dofiá  Ana  con  mdnioé 
Dona  Ana.  ^  j  ^,, 

Los  oidos^  y  )as  pue.rtas         .  ,^  » 
ha  de  tener  siempre  abiertas 
un  Rey ,  qufí'  jiistiaia  gi^arda^ 
Rey  poderoso ,  y  sabio  ^ 
recto  ,  noble ,  calóílbtf ,  ^  prudente  ^ 
castigo  del  agravio  |*v    ,,     -^ 
de  la  virtud  amparador  valiente ,        ^ 
á  quien  ,  por  ser  tan,  justo  y  tan  severo  , 
propios  y  «straDiojí  liAman  justiciero^ 


83 
5^0  soy,  señor  invicto  , 

doña  Ana  de  León ,  que  los  blasoneá^ 

de  mi  estirpe  acredito  , 

fcon  montañesas  bandas^  y  leones; 

de  aquel  árbol  soy  rama  ?  siempre  en  ella  A 

fulminaron  desdichas  Jas  estrellas. 

Don  Fernando  de  Castro, 

asombro  de  las  huestes  otomanas ,- 

que  á  piras  de  aIabas«i*o 

dá  presunción  con  sus  cenizas  vanas^ 

iné  dio  el  áer>  y  k  dicha,  que  importuna 

inira  ál  merecimiento  la  fortuna*  ^  .      /   - 

Su  fin  arrebatada  ., , 

Jne  dejó  solo  en  horfandad  funesta    »    : 

para  elegir  estadq,.  a*      •    . 

»o  la  prudencia  >  sí  la .  edad  dispuesta  ; '    . 

y  así  mi  juventud.  |>ocp  entendida  ^  v  >        ■ 

pasaba  en  muda  confusión  la  vida,      *  ./  . 

cuando  nó  sé  qué  siino  ,  * 

qué  adversa  estrella'  qué  planeta  airado  -> 

P^ra  mi  mal  previáo )  ,    .i      , 

que  el  Marques  don  fadrique»  ese.j   que   al  lado 

vuestro  es  atlante  t de.  es U  monarqníai, 

íhé  fuese  á  vísitai»  á  instancia  mia. 

wa  .un  intento  ageno  .  f  • 

le  llamé,  bien  lo  sabe.  ¡Quién  creyera  , 

qUe  aUí  el  mortal  .veneno  \ 

de  mi  opinión,  y  honestidad  bebiera  ! 

Bien  dicen,  que  la  Sueirte  está  constanta    :. 

«u  tablas  esculpida,  de  diamante. 

Despidióse,  encubriendo 

su  aleve  intento  ,  y  ya  determinado  , 

para  el  delito  horrendo 

«e  encomendó  á  la  industria  de  un  criado  ; 

Y  por  su  astuta  mano,  de  losmios 

5^ 


84  , 

con  doue.s  conquistó  lo$  al  ved  ríos. 
¿  GSmo  es  posible  ,  cómo  , 
caando  obstentais  la  rigorosa  espada  , 
desde  la  •  punta  al  pomo 
de  incesable  suplicio  ensangrentada  y 
que  incurra  en  mas  culpable  atrevimiento 
quien  mas  cte  cerca  mira  el  escarmiento  f  i 
Las  cumbres  ya  d«l  polo 
pisaba  de  traición  la  negra  autora  , 
y  yo  jen  mi  lecho  solo 
los  rayos  aguardaba  de  la  aurora, 
basándome  las  urnas  de  Morfeo 
en  \(as  dulces  corrientes  del  Letfaeo  , 
cuando  el  Marqués  tirano 
mis  castas  puertas  abre ,  poco  fuertes         , 
á  su  pródiga  mano , 
que  esparce  dones  f  y  amenaza  muertes 
á  la  familia  vil ,  mientras  al  dueño, 
vuestra  justicia  aseguraba  el  sueno. 
Oculto  de  mi  fama 
el   robador  en  la  t  i  niebla  oscura , 
llegó  á  raí  honesta  cama.< 
¡  Ojala  fuera  triste  sepultura  ,         - 
y  publicara  la  inscripción  sangrienta 
al  mundo  antes  mi  fin»  que  yo  mi  airenti! 
De  sos  brazos  a  pe  u  as 
sentí  el  inusitado  atrevimiento  , 
cuando  con  voces  llouas 
de  confusión,  temor,  duda,  y  tormei^o^, 
pido  favor,  pregunto  quien  me  ofenda; 
nadie  responde ,  nadie  me  defiende. 
Solo*  el  Marqués  aleve , 
en  baja  voz,  que  al  fin ,  como  traidora  , 
tímido  aliento  mueve, 
el  Marques  don  Fabrique ,  soy ,  señora  » 


85 
dijo ;  y  porqne  á  defensa*  me  apercibo , 
faerzas  aplica  á  su  furor  lascivo* 
Yo  á  su  apetito  ciego 
calpo  humilde ,  registro  valerosa , 
enternecida  rne^o, 
amenazo  cruel ,  lloro  amorosa , 
vuestro  rigor  le  traigo  á  la  memorial 
ultima  apelación  de  mi  victoria, 
.l^i  amenazas,  ni  quejas, 
ni  ruegos  penetraron  solo  un  grado 
por  las  sordas  orejas 
al  pecho  en  sus  ititentos  obstinado, 
antes  daba  á  su  indómita  violencia 
mas  insano  furor  mi  resistencia. 
Al  fin ,  su  fuerza  mucha  , 
débil  mi  cuerpo,  mi  defensa  poca, 
en  la  prolija  lucha  , 
al  pecho  aliento ,  y  voces  á  la  boca 
negaron  ;  lo  den\as  ,  si  es  bien  contarlo  » 
la  vergüenza  lo  dice  con  callarlo. 
Luego  el  traidor  Tarquino 
me  dejó  en  cambio  la  tiniebla  obscura  | 
yo ,  con  el  desatino 
de  tan  incomparable  desventura , 
á  tener  al  ladrón  tiendo  ^os  brazos , 
y  á  vanas  sombras  doy  vanos  abi^aaoa.. 
Así  quedé  llorando 
ftin  mi  culpa  el  ageuo  desvario , 
la  suerte  blasfemando, 
-que  á  un  tirano  poder  sogetó  el  mió  ; 
solo  ya  el  pensamiento  €^n  mi  venganza , 
fundo  en  vuestra  justicia  la  esperánsa. 
Justicia  ,  Rey  ,  justicia ; 
muestre  tanto  mas  vivos  sus  enojos « 
cnanto  es  mas  la  mahcia 


86 

del  que  soa  aras  ofendió  á  sas  ojo$  ^ 
pues  vibra  Jove  el  rayo  vengativo , 
mas  ardiente  al  peñasco  mas  ajtivo* 
Pruebe  el  desnudo  ac«ro 
este  que  al  cielo  se  atrevió  giganta  ; 
y  el  nombre  justiciero , 
que  en  el  delito  despreció  arrogante^ 
/        ya  que  no  fue  bastante  á  refrenarlo^ 
baste  para  vengarme ,  y  castigarlo. 
Marques. 
Por  el  sagrado  laurel  ^ 
que  os  cine  la  frente  altiva  | 
asi  coronada  vjva 
infinitos  anos  de  él , 
que , es  engaüOf  y  falsedad 
cuantío  ha  dicho. 

Doña  j4na* 
K.  .    ,¿  Podrá  ser  ^ 

.  gvan. señor  ^  que  su  poder 
obscurezca  mi  verdad  ? 

Ko  ,.  doSa  Ana ;  mi  corona 
fundo  en  tener  la  malicia 
reíVei^ada.  En  mi  justicia 
no  hay  escepcion  de  persona. 
¡,Ah  de  mi  guarda  \      , 
Marqués* 

Creed , 
,    gran  sciior » 

f       •         ,  iyiar,qiués,, callad. 
£u,  juicio,  vps  1q, acusad; 
\os  en  juicio  os  d/efended.        (i) 

(i)     Saien  Guardas, 


n 

¿Qué  mandáis  ? 

Rey. 

Yaya  elMarquéac' 
preso  al  coarto  de  la  torre. 

Don  Pedro, 
La  fortuna  me  socolre;  ñp*r  > 

moved,  venganza ^  los  pies.  •> 

La  ocasión  tengo  en  la  mano   : !    ; 
para  acomularle  ahora  , 
que  él  por  lo»  celos  de  Flora 
liizo  matar  á  su  hermanoé 

Marques, 
¿Cómo ,  doña  Ana  ,  ha  cabido 
tan  gran  traición  en  iu  pecho? 

Doña  Ana* 
I  Cómo  ¿  negar  lo  que  has  hecho  # 
tirano  y  te  has  atrevido? 

Marqués.,  r       ^ 

Ella  está  loca. 

Doña  Ana, 
El  se  fia 
en  su  poder. 

Marqués,  ■  > 

Brevemente 
haré  mi  verdad  patente. 

Doña  Ana. 
Y  yo  probaré  la  mia. 

ESCENA  V. 

DsCORACION  n^  CAtXX. 

encinas  de 'donado  Francisco,  con*apteojos^  y  dor% 
Diego,  I  ;  } «:       n 

Encinas.^ 
¿Voy bueno?  '    :i 


ss 


Don  Diego* 
Encinas,  advierta 
si  es  tu  denda  conocida  ; 
paes  caando  puedo  mi  vida 
aserrar  con  tn  mnerte  f 
tanto  de  tn  pecho  üo  p 
qne  dejo  en  esta   ocasion- 
en tu  lengua  mi  opinión  » 
y  mi  vida  en  tu  alvedrio. 

Encinas*   - 
De  hidalgos  padres  nací 
en  GSrdoba ,  tá  lo  sabes  , 
y  que  de  mil  casos  graves 
honrosamente  salí.     . 
Fuera  de  que  te  asegura 
este  disfraz  ^  ^  mi  ausencia. 
Si  á  tan  dura  contingencia 
viniese  mi  desventura  , 
queme  prendiesen,  de,  mí 
puedes  fiar ,  qne  primero 
mí  pecho  al  verdugo  fiero 
diera  mil  almas ,  que  nn  sí, 

Don  Diego.^ 
La  vida  á  eniramboá  nos  va. 

^ncincBS. 
Gran  yerro,  por  Dios,,  hiciste.  - 
¿GSmo  ,  di,  no  preveñiste 
lo  que  sucediejido  está? 

Don  Diego. 
No  pensé  que  resistiera 
doña  Ana  ,'  cuando  emprendí 
'  eVeñ^ño;  «aotes  •  creí-, 
qne  alegre  tálamo  diera 
al  Marqués.  Vime  eri  sus  hrasos , 
toqué  marfiles  brufxidos , 


89 
.  gnst¿  laLiós  defendidos^ 
y  gocé  es<)uiyo8  abrazos ; 
creció  el  apetito ,  el  fuego ,  ^ 

el  furor :  lo  mismo  hiciera 
si  la  espada  al  cuello  viera» 
6  el  amor  no  fuera  ciego. 

Encinas, 
£1  fue  bocado  costoso: 
mas  paciencia»  y  al  reparo; 
que  Adán  lo  comió  mas  caro  i 
'y  á  la  fé  menos  gustoso. 
'  Don  Diego, 

Td,  mi  hermana  y  yo  no  mas, 
sabemos  que  me  has  servido  j 

con  que  vivas  escondido, 
estoy  seguro  y  lo  estás. 

Encinas. 
Eso  importa  ,  y  la  mancilla 
caiga  en  el  pobre  Marqués. 

Don  Diego. 
Poderoso  ,  Encinas ,  es  , 
y  saldrá   al  fin  á  la  orilla. 

Encinas. 
T  la  verdad  le  valdrá. 
Don  Diego. 
Y  á  nosotros  la  prudencia  , 
la  industria  y  la  diligencia. 

•     Encina.^. 
A  Dios  ,  que  de  esta  se  vá 
Fray  Bartolo ;  basta  la  vuelta 
me  arroja  tu  bendición:     ^ 
mas  escucha  ese  pregón  ; 
que  anda  la  corle  revuelta. 
Pregonan  dentro. 
*EI  Rey  ,  nuestro  stíbft  ,  promete  dos  mil  ducados 


90 
á  quien  entregare  preso  a  Joan  de  Encinas «  natarut 
de  Córdoba  ;  y  á  él  mismo  si;  se  presentare  con  perdón, 
de  todos  sus  delitos ;  y  manda  que  'nadie  le  ampare 
ni  encubra,  pena  de  la  vida.  Mándase  pregonar  por 
que,  &c.'^ 

Encinas^ 
¿Qué  dices  del  pregoncete j 
y  de  los  dos  mil? 

Don  Diego, 
De  prisa 
debe  de  andar   la  pesquisa  i 
Encinas ,   amigo  ,  vete. 

JÉncinás. 
I  Dos  mil  ducados  ,  y  verme 
fipguro  de  esta  aflicción! 
Por  Dios  que  es  gran  tentación: 
muy  cerca  está  de  vencerme. 

Don  Diego. 
¿  Qué  es  lo  qué  dices  ? 
Enemas* 

Si  puedo 
pescar  esta  cantidad  , 
y  vivir  con  libertad, 
¿  quién  me  mete  en  tener  miedo  | 
andar  retirado  y  solo  , 
fugitivo ,  alborotado  , 
vandido  y  sobresaltado , 
hecbo  el  bermano  Bartolo  ? 
Señor ,  perdona  ;  allá  vá       (i) 
tu  disfraz  y  tu  dinero. 
Don  Diego». 
¿Es las  loco?  Tente.        .  . 

(i)     Hace  que  $e  desnuda*. 


91 


•    Enzinas. 

Qaiero , 
pnes  Dios  sa  mano  me  dá  ^ 
Verme  libre  de  pobreza 
y  justicia. 

JDo/z  iDiegn» 

I  Esta  es  lealtad  ?    ' 
¿esta  es  ley  ? 

Encinas, 
La  caridad  y 
señor,  de  sí  misma  empieza^ 

Don  Diego. 
Yo  te  daré  mucho  mas 
jde  mi  hacienda. 

Encinas. 

¿  Y  el  perdón 
«le  mi  culpa  ? 

Don  Diego. 

¿  Del  pregón 
te  fias  ? 

Encinas. 
Pues  qué   ¿  dirás 
.que  es  engaño  ? 

Don  Diego. 

Sí. 

^/icí/ias. 

En  los  Reyes 
la  palabra  es  ley. 
»  .,-Óo/2  Diego.  j   . 

No  hay  ley^ 
Encinas ,  que  obligue  al  Rey  ; 
porque  es  autor  de  las  leyes. 

Encinas. 
Cuando  en  públieo-se  obliga  ^ 


92 

empella  sn  autoridad,     (i) 
Resuelto  estoy  ;  libertad  * 
libertad., 

Don  Dfego, 
¡Suerte  enemiga , 
mirad  de  quien  me  he  fiado ! 
¡muera  yo ,  pues  que  indiscreto 
quise  fiar  mi  secreto! 
•  Encinas, 
Lindamente  la  has  tragado. 

Don  Diego* 
I  Qué  dices  ? 

Encinas, 

Tu  confianza 
probé  con  este  picón. 

Don  Diego, 
Muy  pesadas  burlas  son ; 
pero  nunca  tu  mudanza 
creí  del  todo. 

EncincíS, 
Señor , 
tienen  los  pobres  criados 
opinión  de  interesados , 
de  poco  peso  y  valor. 
Pese  á  quien  lo  piensa :  ¿  andamos 
de  cabeza  Jos  sirvientes  ? 
¿Tienen  armas  diferentes 
en  especie  nuestros  amos  ? 
¿Muchos  criados  no  han  sido 
tan   nobles  como  sus  dueños  ? 
El  ser  grandes  ó  pequeños , 
eJ  servir  ó  ser  servido 
en  mas  ó  menos  riqueza ,» 

(i)     Hace  que  se  desnuda. 


93 
oonsiste  sin  duda  alguna ,  > 

y  es  distancia  de.  fortuna  » 
que  no  de  naturaleza. 
Por  esto  me  cansa  eliveri  v^  <: 

en  la  comedia  afrentados , 
aierapte  álos  pobt^s  criados , 
siempre  huir  ,   sietíipre  teéier»;      ^ 
y  por  Dios  qae  ha  visto  Enciüas. '. 
en  mas  de/cuairo'  ocasiones 
machos  criados  leones-, 
y  muchos  amo»  galHnas.     m  t   t    i: 

Dofk  Siego. 
Bien  djcesrt  y»le  con  Dios  f 
y  mas  peligro  no  esperes.       tfosc» 
i  i'  Encinas»  "' 

A  Dios  y  que.d«nde  murieres        -  > 
hemos  de  morir  los  dos. 
Hoy  han  dé  ser  restaurados     > 
en  su  o^nion  por  mi  fé 
los  qM«  sirve*;  hoy  seré  i 

1^1  Pelante,  de  criados.       >   :         "< 

ESCENA  Yí. 
JEncinas ,  Inés  con  hianio  ,  jr  don  Fernando* 

Inés, 

Oye ,  hermano. 

Encina%. 

Pe.se  á  mtV  ^  ap. 
Inés  y  Fervundo  son. 

Inés. 
Tenga.    , 

i   Don^Ferftandty. 
£.%uche :  ¿qué  pregón 
es  el  que  se  ha  dado  aqui? 


94 


que  importa  sabería\ 

£1  es 
sordo  ó  tonto. 

Encinas*'^    : 

Que  haya -sido       api. 
tan  desdichado !  Perdido  soy> 
si  me  conoce  Inés. 

•    Don  Fernanda:' 
El  cíelo  en  él  retrató    •: .  -    -éip. 
á  £ncinas^   '  -      •«•    ••(i .. 

Uncinasf^** 
.    'Aquesto  «crs:  hedioÜL*  • 
....        .;  ..      Jnéú.  •  ■••/Í'>-1  '  .'■ 
Otra  vez  según*  <éosí)^cho  flp. 

esta  cara  he  visto» yb.**»*"     '   ' 

Enditas,    i  - 
Acabóse  :  el  mtismo  diabla  ^^-    ap:- 
los  trajo  aquí.  De  <|st%  ni«do  •  \x^ 
me  escaparé ,  que  dp*  todo 
me  han  de  conocer,  si  hablo. 

I5CENA  vn. 

\.  .  vlné&sX^^a  .Fernando^ 

Don  Eficoando^ 
Tenga.  .r. ,,     ,       , 

. .  Jaés¿. 
.      Aggaxde. .  •: 

Don  Eer liando; '  .  . 
T«%itacíoa 
debes  de  darle  sin  duda  ,     .  . 
pues  hace  U  lengva  m<ida 


(i)     Hdccse  cruces^ 


cruces  en  el  corazcril. 
:  Inés.. 
I  iTo  teat^cioii  ?  \ 

DQn\  JPer^nandok 
í  "\  ;!„•:.  Juraría 
que  era  Encinas 

Inéé. 
.       -Yo  tambieui 
Don  -Fernandoi    ,  r , 
Mas  á  serjltt,  .ya  sé  Uñn^ 
que  no  l»e  me'  encubriría. 

Otro  nos  informai:». 

Dpñ  Fernando^ 

Prosigue;,!        f     ..-.;  i 

t  í       •.«^-    : .  '■-:■;    I  In4s.  >    ^ 

..... Hánie  acumulado- '  ' 
la  fuerza^  que. ba  mandado 
matar  su  hermano;   y  está   ». 
probado  piquee  ya  escondió  -    . 
el  mismo  al  fiero  homicida : 
y  aun  dicen  mas,  que  la  vida 
al  matador  le  quitó 
para  encubririo.^ 

Don  Fernando,. .  i'  ' 
¡Qué  engaño! . 

.'-'-■■In0$. 
Apretada  está  «i  Marque..  > 
Don  Pedro  de  Luiía  es       . . 
quien  le  ha  hecbo  todo  el  daiSo , 
por  ser  su'competidbr 
en  privanza. 

Don  Fernando. 
¿No  fué  ya 
á  Granada?  .     - 


$i 


0^ 


Ya  estará 
dando  á  los  moros  temor/^ 

Don  Ftrfiandó. 
XQné  notables  estrañeaas 
me  cuentas!  •-  .  •^•«  -     •- 

Iné^ 
¿Dónde  has  estado 
qne  esto  ignoras  ? '. 

Don  Fernando.    " 
Reiiradii 
me  han  tenido  mis-  tristezas. 
Inés,      ri    ;   . 
Si  las  ha  causado  EJor^^ 
muda  intento  por  tu  vida  ^ , 
que  el  Marqués ,  aunque  la   olvida, 
es  quien  la  abrasa  de  «mor. 

Don  Ferhantda. 
Hasta  ahora  pensé  yo 
que  era  su  hermano  el  amante 
de  Flora. 

Inés,         i 
Causa  bastante 
su  muerte  á  ese  yerro  dió^ 
y  á  Dios,  que  el  tiempo- no  es  mio^ 
con  las  desdichas  que  ves. 
Don  Fernando* 
Lo  que  en  mí  has  tenido ,  Inés , 
tendrás  siempre. 

Inés* 
Asi  lo  fio. 

ESCENA  Vlir.^ 

Don  Fernando, 
¿  Qué  hemos  de  hacer  corazón  ,  . 


57 
iptt  tin  tan  tonfüso  estado  f 
£1  que  )a  vida  .me  ha  dado , 
por  mi  culpa  está  en  prisión. 
A  Flora  perdí  por  él ; 
¿  mas  él  en  qué  me  ofendió  9 
si  mi  afición  ignoró  ? 
Palabra  de  ami^o  fiel 
le  df I  y  me  dio,  y  ha  cumplido 
él  la  soya ;  pues  mi  vida 
será  primero  perdida, 
que  yo  en  amistad  vencido. 

ESCENA  iX.  . 

Salón  dx  palacio. 
JSfMuy  y^  Secraíario. 

Esto  es  )usticla. 

Secrf:larió* 

Señor»  •»  •      . 

¿por  indicios  solamente 
ha  de  morir  un  pariento 
vuestro  t  de  tanto  valor? 

ñey. 
No.  os  dé  necia  confian ta 
ser  sus  delitos  dudosos ; 
que  contra  los  poderosos 
los  indicios  son  probanza. 
Contra  el  Marqués  ¿  qué  testigt 
queréis  vos  que  se  declare, 
sin  que  el  temor  le  repare 
de  tan  valiente  enemigo  ? 
JFiiera  de  que  muchos  son 
los  indicios,  yvehementa^; 
7 


y  fstos  dos  is.On   árridfnfps,      ^'' 
que   hacen  plena  ílirorfunriou- 
Pruétiase  ,  íjiíiV  el'  misino  clia 
á  doña. Ana  visiló  ,' 
qoe  á'su  frente  repartió 

dineros  cnajiJo' sáH'a. 

La  cadena  ,  que  ^áAéiíado* 
i  á'brir  obfígó'Já  puerta  ,  ''      * 

era  suya  ,  cosíj  lis  cierta  ;     '^     * 
tros  testigo^  fó'pitt'  jurado.     "' 
Demás' de  esto,   íc  condena^'»    '   * 
la  pública  vo?  y  fama  , 
tirano  el  vulgo  le'  llatiia, 
y  á  voces  pide  jSn  pena  ;.    . 
que  por  mas  justo  que  sea  « 
siempre  aborrece '-al  privado», 
y  como  ocasión  lia  bailado , 
hace  ley  lo  que  desea.        . 
Juzgad  abóra ,  si  quiero, 
con  rason  y  caiisá  urgente, 
castigar  un  dclíñcuí'nle^, 
y  quietar  un  rejiio  culero.  •  • 

Para  aclarar  'lá  Verdad        ¿y.'    '* 
conviene  tanto  rígór  ,        '  '  •■^^" 
y  hoy  la  espcrieikia,  mayor 
tengo  de  bacer.,  ^^¿úchad.     (r)'*  • 

ESCENA  X.  •        •••  ^-:- 

SI  Ttey^  y  dofkVedro^xon  ^m^ras  morisc^  arras  franj- 
eo á  son  de  'cvja^,\  ,  ,,  ^ 

Dbn'  Pedro. 

Vuestra  Mage'stad  me  de       '   '  "_ 

(i)     Habla  al  oido  í¿t  '^S'eírttarié  //  i^di'é  €9te. 


sil»  pié«4 

Don  P«flro  dé  Luna  , 
¿  qué  es  esto  ?  j  ;,  '  > 

2>o/í  Pedro. 
, ' ; . .  Qw!  i^py  la  -fortuna 

áfrica  TI  a  os  besa  el  pie, 
Supo  el  moro  de  pr^na^a    ¡       ^  i 
la  muerte  del  geqer^V'^ 

don  INligBpJ;  masp9rí»ftt  mal 
se  le  encubrió  mi, pegada 
al  cainpo  ,  que  siii,c^^,2^        < 
juzgó  fugafíado.;  .ei^bv^ti^ 
animosp.,  n^as  vcncip,;,,.^.    ^   . 
brevemente  vuestr^^^teza* 
Vuestra  es  Granad^j^au,  tierra  ;r 
y  así  yp  ^  ^x\irps,;ifejpg9  .     ^;    , 
en  la  paz  ,  porque  no  tengoj    ,  ,  ;^ 
que  hacer  ahora  e^  lá  guerra. 

^  ■  R^x^   ^  (vi  *..••»-.  -   r 

Servicio  tan  escesivo.        .       ,  ,; 
en  estreaio  me  ha  p'blii^dp^    , 
y  así  con  ig^jifil  cuidado 
á  premifli^os  nae  afí??í9Í|w^i  '    i 
y  por  ju9io  galardpQL; , ;;       ' ,    ;   . 
de  la  victoria  que  gano  '    • 

hoy  por  vos  ,  ^os  do^  hi^mana 
de  doña  Inés  de  Aragon« 

*'^  '  Dori  Pedrú,^   r/r    *    t'-t 
Es  eLpr«mio  «in  xf  edida.  , 

Lo  que  en  dote  qnl^r^^cdaros, 
Bo  mtníPs  ha  de  alegimro^.     >    ,  f 

^^       Don  Ptdro, 

Ta  lo  espero.  -  \      '     -  .  w     ,  . ; 

O. 


■:  C3 


100 


fícyt 
ts  vtíC5l4-á  Vldd* 
í)on  Pedro. 
¡Mi  vida!  ¿eómo  Señor? 

'■'■  Id  al  Aíftre^tiés  don  Fadríqae  ^ 
y  decidle. ,  que  os  esplique 
sü  piedad  ,  y  Vuestro  crroi** 

D(m  Pedro, 
¿  Vof  no  podéis  declararlo  f 

Reyi 
Taiito  á  'casiigat*  iilé  incito^ 
qwe  sé  j  ^^lit>inl>ro  el  delito  |     . 
que  no  podré   perdonarlo. 

Dort  Pedro. 
£1  Marqués Cn o  lo  dirá, 
ai  fue  entre  los- dos  secreto  ^ 
sin  un  firmado  decreto. 

<        ñey. 
Este  sello  lo  será;   *  (i) 
y  boy  conocei*i*is  la  ftí 
de  qaieik  habéis  peri^^uiíloj- 

Úüií  PeJro. 
£1  Rey^^  duda  ba  sabido        ^< 
que  el  palacio  quebranté.  ' 

ESCENA  XI.     ,     .* 

Sala  bu  gasa  nx  ikyftA  Flor. 
Don  Fernando  X  doña  ttóri 

Ihm 'Fernando,  r,  .:.  .    . 
To  sé  f  WrmqsA  dona  FlojTc^i^. 


-riír 


(i)     Dale  una  sortija^ 


lOt 

qwc  al  Marqnés  in  pecTio  adora  ; 

no  vengo  á  «jneiárme  ahora, 

de  In  mudanza  ,  y  su  amor ; 

que.  la  desesperación 

ha  dado  muerte  al  cuidado. 
Dofta  Flor. 

Nunca  mas  rayos  ha  dado 

de  su  (uz  tu  discreción. 
Don  Fernando, 

Solo  vengo  á  que  me  des 

relajación  del  secreto 

qiae  le  ofrecí,  y  te  prometo 

d^rte  libre  á  tú  Marqués. 
=    Doña  Flor. 

PuQs  cuando  puedas  librarle 

de  la  muerte  de  su  hermano, 

que  le  imputan  ,  ¿  no  está,  llano  • 

que  es  imposible  escusarle 

]a  que  espex*a  ,  condenado 

á  ella  yá  por  el  esceso 

de  la  fuerza  ? 

Don  Ferntindo. 
Flor,  en  eso 
deja  el  cargo  á  mi  cuidado. 

Doíia  Flor. 
Si  la  libertad  así 
ha  de  conseguir  ,  supuesto 
que  nunca  al  favor  honesto 
cuando  t«  quise  escedí ; 
y  que  solo  te  encargué  , 
que  el  amor  nuestro  callases  t 
porque  al  Marqués  no  estorvases; 
que  la  mano  que  esperé 
inc  diese ,  y  yá  lo  ha  sabido jk»     ' 
no  hay  en  ello  qut  perd<^ ; 


103 


y  íLsí  t  pnnlc?;  ya  romper'  • 

el  secreio  promríMo. 

Dpn  Fernando. 
Yo  acepto  la  permisión  ; 
que  hoy  pienso  al  mundo-  mostrar 
de  qué  rondo  lian  d»*  pagar 
los  nobles  sn  obl¡*;dcion;  ' 

'  DoPSá  Flor: 
Bien  vés  si  cntnplo  la   mía , 
pues  que  pudiendo  librallo 
con  hablar  ,  padezxo  y  callo 
por  la  que   yo  te  tenia: 
líbrale  ,  y  me  pagarás 
lo  que  me  debís   en  esto.     ,  vas€» 

Don  Fernando. 
De  agradecido ,  muy  presto 
•  la  prueba  mayor  verás. 

ESCENA  XII. 

Don  Fernando  y  ^f^f^  Dic^o. 
Don  Diego. 
¡Encinas   preso!   Yo  soy       ap, 
perdido  ;   confesará 
sin   duda...  Mas  aquí  está 
don  Fernando  de  Godoy. 

Don  Fernando.    ' 
Con  diligencia  os  buscaba  j, 
señor  don  Diego. 

D<m  Diego. 
.  ¿  Kay  en  qué 

os  sirva? 
i     .    ....   .2)«/2  FernaiÜo;  ^ 

h:  Oid  ,  y   oft  dívé 
la   ocasioh  que  me  obligaba^  • , 
Vos  no'idébeis  ignorar 


103 

del  Marqués  f"!  frisfe  rslaJo.'  ^ 

JDnn  Diego* 
Ko.     y  .'..».       ■ 

Don  Fernando. 
Pues  la  vida  rne^  ha' dado, 
y  la  vi.da.  le  lie  de  dar. 
Don  Diego, 
Es  {iistA  correspondencia. <^ 
¿  pero  yo  qué  p^Ctc.  soy^^  .    .   .*^  ' 
MI  esto  ?  r 

^    Z)oAi  Ferrian4o^.  .  ,,  ,^ 

Informado  ^fitoy, 
qnceí  revocar  la  .senlencia  ;      ,  .  ,, 
que  á  muerte  le  í^a.  condenado 
por  la  fuerza ,  está  no  mas  .     ^  . 
de  en  probarse ,,  que  jamás     ,^    '  .^ 
Encinas  fue  su  criado.,.    ,\  .j,¡^  ,, 
A  mí  me  consta  ^  ji^ue  el  día  ^  ;  '\ 
que  el  delito  sucedió,.   ^     ,       .  ..,  > 
á  que  Encinas  ayudó ,  •     .     •  -^ 

á  vos  ,  don  Diego  ,  os  servia  ;  ,  . 
y  me  copsla  ,  qyj^  ha.beis  sidc^  ,  j* 
ciego  amante  de  doña  iVpa  j 
y  así  es  coneetura  llana  ^-j  ,.  , »  , 
que  vos  lo  habéis  conielítlo.  \  ^\ 
Don  Diego*  •  <  ,  ;  '  ^ 

Quien  dijere...  ,  ,\\.^ 

pon  Fernq^ndo*      .     ,        » 
Detened  ■    .    ■  ^ 

«1  arrojado  furor ,   . 
y  para  prueba  mayor  ^ 

de  lo  que  digo ,  sabed  9 
que  yo  por  mis  ojos  vi  -•     >  t 

hablar  á  vuestro  criado 
^jü  hábito  disfrazado 


104 


con  vos  misma;  y   anuqné  allí 
con  d  disfraz  me  engañó , 
porque  no  estaba  advertido 
del  caso,  haberlo  sabido, 
del  engaño  me  sacd. 
Mirad  lo  que  habéis  de  hacer  , 
sin  fiaros  del  secreto  : 
porque  el  Marqués  en  efecto 
por  vos  no  ha  de  padecer  ; 
y  mas  cuando  ya  ocultar 
no  es  posible  vuestro  esceso  , 
ppés  asta  ya  Enciaas  preso  i 
y  al  fin  lo  ha  de  confesar, 

Don  Diego, 
¿Qué  he  de  haCer?  La  culpa  es  grave,  a^ 
noble,  y  mugér  la  ofendida  , 
justiciero  el  Rey...  Perdida 
miro  ésta  mísera  nave 
entre  fieras  tempestades, 
é  inevitableaf  bajíos. 
jO ,  terribles  desvarios 
de  amorosas  ceguedades ! 

Don  Fernando, 
¿Don  Diego ,  qué  os  detenéis 
en  discursos  sin  provecho? 
Disponed  el  iioble  pecho , 
que  tan  sin  remedio  veis ,  • 

haciendo  eñ  ésta  ocasión 
virtud  la  qcGiísiJad , 
¿  una  bizarra  pieJad  ,. 
que  os  dé  inmortal  opinio».     - 
Don  Diego. 

¿  Cómo  ? 

Don  Fernando, 
Si  os  sentís  culpado , 


105 
pues  cncnLrirlo  qtierpfs 
en  vano,  cuando  salieis  , 
fH?e  han  preso  á  vuestro  criado ; 
*  antes  que  él  ven^a ,  haced  vos 

lo  qnc  yo ,  y  en   las  historias 
ÍK>rrareinos  las  memorias 
de  agenji  fama  los  dos. 
Don  JDief^. 
¿  Qué  }p  que  \os  haga  ? 
J)Qn  Fernando* 

Sí, 
Don  Diego* 
^ Empecadlo  i  disponed; 
Ijue  vos  ¿  qué  podéis  hacer, 
que  no  me  esté  bien  á  mi  ? 

Don   Fernando, 
Pues  venid  conmigo. 
>  Don  Diego, 

Voy. 
I^a  fueria  haré  voluntad.  £ip, 

Don  Fernando, 
De  a^adecida  amistad    ^ 
claro  egemplo  al  mando  Aoy* 

ESCENA  XIII. 

JEl  -R^  »  y  ^^  Scretqrio  á  una  ventana  ,  que  dd  d  Ja 
prisión*  .^ 

,   Secretario, 

Don  Pedro  entró  á  visitar .* 

ahora  al  marqués ,  seAor. 

Rex. 
De  est^  oculto  mirador 
á  J  o»  dos  quWP  ^scuchari:. 
^os  haced  lo  que  ordené. 


m 


Secretario» 
Voy  al  pti]ito>  tase.. 

La  espcr.Vncía 
¿t  ía  culpa ,  ó  la  inoi>'\icia     , 
dfel  marqués  con  esto  haré. 

ESCENA  XIV.' 

El  Margues  y  don  Pedro'. 

í  Marqués, 

Pues  el  sella  me 'enseñáis 
dr  su  alteza  ^  su  decreto 
obedezco,  y, el  secreto 
es  diré,  que  prep;aiitais.  .... 

Sopo  el  Rey,  que  desleal , 
éon  Pedro,  eu  la  noche  ohsoarai 
^ebrantasteis  la  clausura 
áe  so  palacio  real  j 
.  y  por  causan  i\ut  advirtió  ^  t 

(estas  no  pienso  decirle  ,  ap, 

qae  no  es  justo  descubrirle  |'     '■ 
que  su  magestud*  temió) 
¿eterroínó  su  rigor 
¿aros  la  muerte/éñ  secreto; 
y  así,  cometió  el  cfejto 
¿e  su  intento  á  mi   valor : 
mas  yo,  vuestro  firme  amigo , 
piadoso  empezé  á  trazar  * 

medios  ipara 'dilatar ,  í  k.  * 

liftsta  evit«r  el  castigo.  ^     - 
I>íos,  que  ayuda  liberal 
la  bien  fundada  inteticldn  ^  f  '»   *< ' 
quiso  entonces ,  que  el  bastón    *- 
,¥acase  de  general  |/ 


101 
pArqne  m!  amístaj  fiel ,        . 
venciendo  |n  volnnlad 
vuestra,  y  de  su  niagesfad', 
03  diese  Ja  vida  en  él. 

Don  Pedro.  , 

Basta,  no  queráis  que  el  pecho, 
me.  rofnpa  el  dolor  estrafio 
antes  que  remedie  el  dauo^ 
que  sin  razón  os  he  hecho. 
Marqués,  quitadme  la  vida, 
que  engañada  os  ha  ofendido^    r 
y  como  vívora  ha  sido  , 

.  de  quien  se  la  dá  ,  homicida  :.    , 
perdonadme,  egemplo  raro  ., 
)  de  valor  y  de  piedad  , 

símbolo  de  la  amistad , 
de  nohleza  espejo  claro  : 
gloria  del   nomhre  español ,     .' 
_  P^t'donadme  ;  que  pensando  , 

que  vuestro  pecho,   envi^i^ndfli 
verme  tan'  cerca  del  sol , 
gozar  de  los  rayos  bellos 
de  su  favor  ,  y  privanza  , 
maquinaba  mi  mudanza  , 
cuaifdo  me  apartaba  de  eltojS,.     , 
os  he  perseguido:  tal 
es  de  lá  envidia  el  rigor, 
que  de  ella  aun  solo  el  lenior 
es  bastante  a  tanto  mal. 

ESCENA  XV, 

Dichos  jr don  Fernando,  don  Diego  y  doña  Flor  <:on 
wnánto, 

D01}  J'\rnando,  , 

Esperad;  que  hablando  están,  .^, 


108 


é] ,  y  don  Podro  th  Lima. 

Don  Pedro. 
Mas  111  tiempo,  ni  forlum 
de  vos,  marqués,  IriMiilarán, 
«i  yo  ptiedo.  Condenado 
estáis  á  muerte,  severa 
rigor  del  rey  justiciero  : 
vos  la  vida  tne  ha1»pís  dado, 
á  vos  osd^bo  el  bastón, 
y  la  alcanzada  victoria, 
y  por  vos  llego  á  la  gloria 
de  doña  Inés  de  Aragón  ; 
Ja  vida  ,  y  la  liberlaa 
te  de  daf os. 

Marqués, 

Para  hacello , 
¿qué  imagináis? 

J)on  Pedro 

Pues  el  sello 
tengo  de  sn  magestad , 
sacaros  ¿e  la  prisión 
quiero  con  él,  y  quedar         « 
yo  en  lylla;  para  mostrar, 
que  es  amistad,  no  traición jj 
por  quien  cometer  ordeno 
tal  error  contra  su  alteza. 

Agradezco  la  fineza  ,  af>. 

«i  la  deslealtad  condeno; 

Ihn  Pedro. 
iQaé  decís  ? 

Marques, 

Que  ese  ha  de  ser 
mayor  dafío  de  los  lios ; 
que  si  quedáis  preso  yoS| 


loa 

¿  yó  i  Adn  PqAvo  ,  .qué  be  de  hac^r  ? 
5)no  á  la  misma  prisión 
volverme  para  libraros;  ' 

pues  de  otra   sur  i:  le  pagai^QS     v . 
no  po<)ré  esta  obligación. 
l)emás  ,  que  estoy  confiado  » 
de  que  al  fin  ha  Ide  librarme     ,.^ 
mi  inocencia;  y  ausentarme |  ^  ,\ 
«s  confesarme  culpado. 
-    Don  Pedrb. 
No  es  sino  el  golpe  evitar,  7 .  c  ; ; 
que  tan  cetca  os  amenana. 

alargues. 
Pues  decidme  vo^  i  ¿  qué  traza 
del  Rey  me  puede  librar? 
\¿No  ha  de  volver  á  prenderme,     ' 
y  de  esta  culpa  tendréis 
)a  pena ,  sin  que  logréis    : 
el  fin  de  favorecerme?       .  r,     .   ^ 
Don  Pedro*  .o.!,' 

¿Pues  no  hay,.  ]>Iavqués  don  Fadr^que^ 
otros  reyno&?  Y  e^tá  ¡clarp,  . ;,  .,♦ 
que  alegre  os^  dará  su  amparo  «>    , 
el  infante  don  Enrique. 
^    ^  iMarqués,  :  t 

Don  Pedro ,  no  quiera  el  cjejlcí ,    .. 
cuando  está,. toda  la  i/crra  t^ 

ardiendo  en  continua  guerra , 
que  vaya  yo,  4.  Aslv  recelo  p        .,  ^. 
y  duda^dfe  mi  lealtad^    .  .< 

por  huir  cierto  castigo ,       ,   .,^ 
Lascando  e^^  reyno  enemigo,    ^„    , 
de  mi  Rey  la  libertad.      ,    ,^ 
No ;  muy  mal  lo  habéis  mirado , 
que  menor  inconjv^eute   .  . 


lio 


será  morir  inocpnte  ^ . 
que  vivir  mal  OpínaJo. 

Rcf.  ' 
jGrah  valor!  ap* 

Don  Pedro, 

'    ¿Qué  haréis,  sup«csto 
qae  Boy,  5Í  el  inál  no  se  remedía, 
vuestra  misera  tragedia 
verá  el  teatro  funesto  ? 

.  Marqués» 
¿Qué? 'Morir,  si  castigar 
«uírc  el  cielo  la  inocencia  * 

ESCEÑA  XVI.  'y 

Dichos  3  éh  Secretario  ,jr  dona  Ana  con^  piante* 
Secreta/ia. 
Mostrad»  marqués  ,'líí  pádenc¡a'¿ 
que  el  valor  suele  adortiar; 
qae  al  punto  manda  sú  altera « 
que  ^úes  vuestra  culpa  es  llana'^' 
le  deis:  la  mano  ádoiia  Ana^ 
y  al'  Verdugo  la  cabeza 

lie/'    *• 

Si  resiste  al  caéamtcnlo ,  ú^,^ 

á  tlAta  ya  de  la.mxrérte,         '      - 
de  su  inocencia  úit  advierte.       '-' 
<    *  Mafqúés\ '"  ' 

Morir  sin  casarme  i&Tento : ' 
llegue  el  verdagó'ííiíitrfíiano 
¿  ser  mi  fiei^o  homicida  ; 
que  al ^ cielo  debo* 'la  vida, 
mas  no  á  doña  Ana  lá  man*. 

'  •    '  *      Doria   Ana» 
¡Hay  tal  maldafdt    " 


iíl 

Secretario» 

•  M>1  suplicio    * 
yá  }as  líiinistFO»!  aguardan. 

Mar4jaés,  '      ••    ' 

¿  Pues  ,  secretarior  i'  qtie  tardan  Tf         » 
Vamos  ;'.  haced  vuc^6t<ro  ofrtid.'    * 

.    Don  Pedro, 
Aguardad.  .r  ■ 

Don  FéTnartdoí 
,•  ?     Nó  qu$fei^aitI>ios| .     '  »P 
que  padezca  on'  im»c(ínte.         '  '  \ 
Don^Div^SJ    ■  ^     '    •':* 
Muera  solo  el  deliuenicnte.  ■  * 

Secn^lwipí  '     ■   í 

¿Pues  quién  Jo  .ha  sido  ? 

Don  ^Fernando  y  IDon-,  Ditge. ' ' 

'    liOS'-^OS.  ^ 

Don-  Diegos 
Yo  ciego>  loco  y  abrasado  ,  ^         ' 
fui ,  ^oua  Ana  ,  elitiotiádor 
oculto  de  vuestr«|'fadnoi^l-  ' 

Encína^ifué  mi  errada, '  { 

»o  del  Marqués ;t  bita' Jo  sabt  ^ 
don  Fernando  dei^bdof ,' '  '  '  '<' 
y  Flora^'  .•;...  'í    • 

Don  F\stñandiL  "  •  *  *^ 
Testigolsoy.  ••  f^  '  '--' 
Doña  Flc^í    •  ♦ 

Yo  también  .  ••.  i  ^  jj 

/>oir  Fñrnknáo. 
Y  porque  acabe 
esta   ciega  confusión ,  ^       ^ 

yo  á  Encinas  di  la.'  Cadena  , 
por  cpien  al  Marqués  condena 
)a  vehemente  presnodaá} 


112  .    .     ^ 

qtje  él  Marque»  me  la  dió  á  iftí 
la  «odie  que  yo  ^  «"  hermano 
maté  ^  que  fué  tan  humano  # 
cuanto  yo  inhumano  fui : 
|ru€8  no  solo  perdonó 
la  ofén9a  ,  pero  piadoso  # 
magnánimo  y  generoso  , 
del  peligro  me  sacó ; 
y  tal  su  valor  ha  sido  # 
que  el  cuchillo  ya  presente, 
antes  morir   inocente 
qu<;  condenarme  ha  querido. 
Tan  lo  le  debo,  y  así 
Vít  acuso  yo  por  pagarle  i 
muriendo  por  él  ,y  darle 
la  vida  que  él  me  dio  á  mL 
Yo  maté  á  su  hermanp ,  yo  ; 
y  la  malicia  ha  mentido, 
cuando  informar  ha  querido 
de  que  el  Marqués  lo  ordenó. 
Yo  le  maté ,  culpa  es  mia ; 
porque  me  quiso  agraviar  » 
echándome  «del  higar 
que  en  la  ventana  tenia  ^ 
de  dona  Flor,   á  quien  sig» 
tres  años  ha  firmemente» 
^   si  mal  pagado  ;  presente 
está  solo  á  ser  Ustigo; 
decidlo  9  Flor. 

JOoBa  FUíT* 
^  Esta  es 
la  verdad.     .  . 

JDon  Fernando. 

Pues  confesamos  f 
los  dos  cpüpados  muramos  i 


y  no  sin  culpa  el  Mar^éi. 
^  Secretario* 

I  Gran  valor ! 

üer» 

^  ¡Not|ible  bazaSa  !     ap» 
Don  Pedro. 
Libre  estáis ,  Marqués. 
JUargués, 

No  estoy. 
Ahora  ,  don  Pedro ,  soy  , 
con  finesa  tan  estraua  , 
mas  preso  que  antes  lobera, 
del  cuerpo  y  del  alma  ya; 
que  ej  noble  y  antes  daVá 
mil  vidas  que  consintiera » 
que  den  la  muerte  6  los  dos, 
que  por  mí  la  vida  ofrecen^ 

Don  Pedro, 
Ellos  con  razón  padecen , 
y  estáis  inocente  vos. 
Marqués. 
To  f  don  Pedro  ,  solo  veo» 
que  por  mí  se  ban  ofrecido ; 
esta  deuda  be  conocido 
y  esta  pagarles  deseo. 

Don  Fernando. 
Los  dos  somos  los  culpados. 

Don   Diego. 
£1  que  delinquió  padezca. 

Ilej-, 
De  mi  justicia  amanezca 
€l  sol  entre  estos  nublados. 


Íi3 


114 


ESCENA  XVII. 

Dichos  menos  d  Rey* 

Doña  Flor. 
l'Qaé  pena ! 

Doña  Ana» 
¡Qué  confasíon! 
Don  Fernando. 
'SeSor  Secretario ,   dad 
noticia  á  su  Magestad 
de  69 ta  nueva  dilación , 
y  él  en  todo  ordenará 
lo  <jue  importe. 

Marqués. 

Deteneos. 
Secretario. 
Señor  Marqués ,  resolveos, 
-que  se  pasa  el   plazo  ya, 
que  para  la  egecución 
.  señaló  su  Magestad. 

Don  Pedro, 
Tp  voy  á  hablarle. 

ESCENA  XVm. 
Dichos  y  él  MetfT. 

Aguardad. 
Secretario, 
El  Rey. 

Don  Pedro, 
Haced  relación  , 
secretario,  de  este  caso. 

Rey, 
A  todo  he  estado  presente. 


Don  Pedro, 
Sol  de  España »  cuyo  Orieate 
no  teme  el  obscuro  ocaso , 
vuestra  grandeza  mostrad  {. 
ó  en  el  público  teatro 
dad  la  muerte  á  todos  cuatro  , 
"^    ó  á  todos  los  perdonad. 
Dentro* 
Entrad. 

áer*    ■■ 
I  Qué  es  esto  ? , 

ESCENA  XIX. 

Dichos  p  y  dos  guardas  con  Encinas  en  hábito  de  d<h. 
nado* 

Guarda.^ 
'  Este  es 

Juan  de  Encinas ,  el  crjado 
que  prtnder  habéis  i^andada, 
por  el  c^so  de)  Marqués, 
O  está  loco  ó  finge  estallo; 
que  desde  que  le  prendimos  f 
solo  á  cuanto  le  decin^os , 
nos  dá   por  respuesta  ,  callo. 

Don  Diego^ 
Yo  estoy  de  tu  lealtad , 
Encinas »  bi^n  satisiecbo : 
mas  ya  niegas  sin  provecho  ; 
decir  puedes  la  vetdad^ 
supuesto  que  ya  mi  error . 
he  confesado. 

J^ncina^ 
G>n  físo 
yo  también  |  s«noi:  conQesQ  i 


j 


IL6 


que  es  don  Diego  quien  bvl  honor 
le  robó  ádoña  Ana,  y  yo 
quien  fingiendo  Ser  criado 
del  Marqués ,  por  su  mandado 
los  de  su  casa  engañó. 

Don  Fernando, 
Di  lo  j]ue  sabes  de  Flor 
y  de  mí. 

Encinas. 
Su  amante  has  sido  ^ 

tres  años ,  y  no  ha  tenido 
mas  que  esperanza  tu  amor. 

Don  Pedro» 
.  Así  está  ya  la  verdad 
bien  clara  :  señor,  pues  ves 
las  disculpas  de  los  tres , 
muestra  en  ellos  tu  piedad. 

Doria  Flor, 
Perdona ,  amiga  »  ¿  mi  hermano ; 
queda  con  honra  y  casada  ,    ' 
y  no  sin  ella ,  y  vengada. 

Doña  Ana, 
Señor ,  dándome  la  mano 
don  Diego,  le  doy  perdón. 

Marqués, 
Yo  de  la  muerte  le  doy^^ 
á  don  Fernando ;  pues  soy 
parte  formal  de  esta  acción. 

Rer^ 
Caballeros  valerosos, 
de  España  gloria  y  honor, 
en  cuyos  heroicos  pechos 
cuatro  espejos  mira  el  sol  ^ 
de  justiciero  me  precio  ; 
no  he  de  serlo  menos  hoy ; 


il7 
justicia  tp.oga  de  haeer.f  ^^ 

y  premiar  vuestra  valor. 

Al  que  es  áuico  en  un.artf ,      :  l 

útil  á  las  gentes  ,  dio 

la  ley  ,  de  cualquier  ddi^Of   :.^s  i  > 

por  una  vez  remiiiian;  . 

que  el  derecho  prevenido        .   i  [ 

mas  conveniente  juzgó  ' 

conservar  el  bien  4^  .muchos  ^ú  ^^ 

que  castigar,  un.^rror. 

De  vpsotrds  ,  pues  ,  cnalquieca  f 

es  tan  único  tn  y<^lor ,  « 

f\n^.  niega  á  los  miamos  ojés  . 

crédito  la  admiración. 

I  Pues  cuál  arte  pi;ed«  dar 

á  un  reino  fru.to  inay<wp  ^         T  . 

que  el  valor  ?  Pues  por  los  cuatro 

miro  ya^  en  mi  suiecion     ^ 

las  cuatro  partrs  del  mundo:    '" 

^  luego  bien  pruebo  que  o«!  doy 

)a  libertad  por  derecho » 

y  por  jnsticia  el  perdón.  , 

Marqués**  '     > 

Dilate  el  cielo  tu  impetio.  .  ' 

Don  Fernando, 

Des  á  la  envidia  t^or. 

Don  Pedro. 

Celebre  el  tiempo  tu  nombre. 

Don  Diego» 

T  la  fama  tu  opinión. 

Dad  y  pues  f  la  mano  de  esposo , 
don  Diego »  á  doña  Ana  ;  y  vos 
escoged  esposo,  Flora; 
que  la  perdida  opinión 


Ii8 


es  jQsticU'rMtaiirarofl. 
Doña  Flor. 
El  Marqués  la  causa  di5 
á  qua  en  mi  fama  tocase 
el  vnlg»  ihurmtfrador  ; 
que  á  quien  con  poder  pretende «: 
le  juzga*  en  la  posesión  : 
y  así  él  es  solo  qaien  puede   ' 
y  debe  ilustráí*  ttii^  honor. 

Martfiiés. 
Por  p4gar  así  á  don  Diego, 
vuestro  hermano ,  que  ofreci<S     ' 
su  vida  por  darme  vida  : 
sin  eso  os  la  diera ,  Flor.  • 

'  Encináí, 
¿T  á  mí  me alcarñaa  la  ley  ' 
•de  lo  del  arte  y  valor  ? 

Rey. 
Por  sei4  üiHCD  en  lealtad  , 
perdón  merece  tu  error.    * 

Encinas. 
Y  pues  solo  por'  sewiroís 
se  ha  desvelado  ^V  autor  ; 
siendo  nobles^  por  Justicia '  '  '     '- 
os  puede  pedir  perdoflU  • 


119 
Ganar  Amigos.:  '  *  " 

í^  IiuJbkriL  de  juzgarse  dél  corazón  y  de.l  carácter 
de  los  autores  por  sus  obras ,  y  si  es  verdad  c|U9  su  ñ- 
sonomía  moralb  se  halla  en.  sisk^  escritos ;  deberíamos 
creer  que  Rnk;  de  Alarcon  i*ue  !un  hombre  digno  del 
aaayor  aprecio. (ipr  sus  nobles  prendas»  y  pon  hi  gene* 
rosidad  de  su^  alma.  Basta  para,  formar  este  ct>iicepto 
la  comedia  que  presentamos  al  público.  En  ella  luce 
«miüentemejite  la  magnanimidad  ,  la  elevación,  dé  sen^ 
timientos  y  el  heroísmo  de  la  ajopistad^  No  hs^br^  qui- 
zá otra  pieza  dramática  en  nmgmade  las  lenguas  co- 
nocidas que  pinte  con  mas  verdad,  y  belleza  estas  pren- 
das ,  que  rara  vez  se  hallan  reunidas  eji  un  sojo  in* 
dividno ;  y  si  se  juzga  la  comedia  de  Ganar  Amigos 
con  arreglo  á  estos  principios  , ,  es  verdaderamente 
ideal.  El  Marques  don  Fadrique  manifiesta  siempre  una 
^serosidad  ,  una  fuerza  de  alma  y  una  bondad  consu- 
madas. ¿Será  fácil  hallar. un  hombre  que  no  solo  per- 
done al  homicida  de  un  herma-rio  querido ,  le  conser- 
ve la  vida  y  le  liberte  de  la  pc^'sebucion  de  la  justicia» , 
sino  que  se  declare  su  amigo  y  le  ruegue  con  la  amis-^ 
tad?  No  es  ciertamente  mas  admirable  ni  mas  subli- 
me Augusto ,  cuando  en  la  tragedia  de  Corn^ill^  dice 
á  Clna  :  SqyonÁ  amts,Cinna;.c^£Si  gui  Ven  opnifie^  qoe 
el  Marqués  diciendo  á  don  Fernan4o. 
. :    para  conmigo 

no  solo  estáis  perdonado ;  ' 

pero  os  quedaré  obligado  y 

8i  me  queréis  por^-amigo. 
Cesar  al  fin^  perdonaba  una  ofensa  persojaal,  utt. 
delito  que  no  se  habia  consumado »  y  podia  hacerlo  sin. 
perjuicio  de  tercero,  ó  ^castigarle  á  su  placer.  Al  hom^ 


122 
siempre  en  la.mftiio  d  helado  compás  de  los  preceptis- 
tas para  jazgar  á  nuestros  aatigaos  autores ,  sin  ateiu 
der  al  tiempo'  en  qnc  escribieron ,  y  á  qne  fueron  los 
priimeros  que  en  este  género  inspiraron  el  buen  gusto 
á  la  Europa  moderna  ? 

Pero  en  lo  ^e  es  sobresaliente  Ruiz  de  Alarcon, 
es  en  el  kngnage.  Ningún  escritor  español  le  ba  po- 
seido  con  mas  pureza ,  .propiedad  y  corrección.  No  te- 
memos asegurar  que  es  nno.de  los  mejores,  sino  es 
el  prímeno  de-  los  babHstas  castellanos.  Es  un  mode^ 
lo  que  debe  estudiarse  continuamente. 

Su  versificación,  llena,  fadl  y  sonora,  no  es  tan 
pintoresca  como  la  de  Tirso ,  ni  tan  poética  como  la  de 
Lope  y  Calderón;  pero  no  se  encuentran  en  ella  loi 
resabios  del  mal  gusto  que  introdujo  Góngora, 

Por  estas  prendas,  y  otras  que  daremos  á  conocer 
ien  las  comedias  suyas  que  insertaremos  sucesivameB- 
te  en  esta  G>leccion ,  creemos  que  Ruiz  de  Alarcon 
merecerá  el  aprecio  de  los  inteligentes ;  así  como  me- 
f  ece  un  lugar  muy  distinguido  en-  nuestro  parnaso. 
Algunos  le  gradúan  de  un  poeta  de  segundo  orden  en. 
sa  género.  Nosotros  no  trataremos  de  probar  que 
pertenece  al  primero ;  porque  no  es  este  nuestro  pro- 
pósito, y  porque  en  las  artes  de  imitación  ,  pueden  los 
inteligentes  prolesar  los  mismos  principios 'gen«*alc% 
y  formar  sin  embargo  distinto  concepto  del  mérito 
individual  de  los  escritores.  Un  amigo  nuestro  dice 
que  todo  puede  probarse,  V  en  verdad  que  en  ciertas 
materas  tiene  razón;  y  .mudio  mas  en  las  de  puro^ 
l^nsto ;  porque  cada  uno  tiene  el  suyo  dependiente  de 
lá  educación  que  ba  redbido ,  de  sns  estudios^  y  de  sa 
organización  payrtkular. 


LA  VERDAD 
SOSPECHOSA. 


PERSONAS. 


da,   1 


Don  García,    ,  ^      , 

_       _  '    >   amantes  de 

Don  Juan , 

l>o/}a  Jacinta,  sobrina  de 

Don  Sancho. 

Don  Juan  de  Luna,  anciano  y  y  padre  de 

Doña  Lucrecia. 

Don  Beltran,  padre  de  don  García. 

Don  Félix. 

Un  Letrado. 

Isabel ,  criada  de  doña  Jacinta. 

Camino ,  escudero  de  doña  Lacrecia. 

Un  page. 

.Tm/on,  criado  de  don  Crarcfa, 

La  escena  es  en  Madrid ,  y  el  .trage  á  la  espaSoli 

antigua. 


ACTO  PRIMERO. 

ESCENA  PRIMERA. 

DeCOAÍLCIOH    de  sala  BN  gasa  DB  D05  BjBLTRAR» 

Salen  por  una  puerta  don  García  y  un  Letrado  viejos 

vestidos  de  estudiantes  jr  de  camino  ,y  por  la  otra  don 

Beltran  y  Tristón, 

Don  Beltran. 
Con  bien  vengas ,  hijo  mió. 

Don  García. 
Dame  la  mano  »  señor. 

Don  Beltran* 
I  Cómo  vienes  ? 

Don  García. 

El  calor 
del  ardiente  y  seco  estío 
me  ba  afligido  de  tal  suerte  ^ 
que  no  pudiera  llevallo, 
señor ,  á  no  niitigallo 
con  la  esperanza  de  verte. 

Don  Beltran, 
Entra  pues  á  descansar. 
Dios  t«  guarde,  ¡qué  bombre  vienes! 
¿Tristan?  ^ 

Tristón, 
Señorw 

Don  Beltran, 

Dueño  tienes 
nuevo  ya  de  quien  cuidar: 
sirve  desde  boy  á  García  ; 
que  til  eres  diestro  en  la  corte  , 
y  41  bisoño. 


126 


TriiUuti 

En  lo  que  importe 
yo  lé  jerviré  de  gafa. 
*  Don  Beltran» 

No  es  criado  el  qae  te  doy  ; 
mas  consejero. y  amigo. 
Don  García. 
Tendrá  ese  logar  conmigo.       páse. 

Tristón. 
Vaestro  bamilde  esclavo  soy.       Mwr# 

Don  Btltran. 
Déme,  señor  licenciado, 
los  lurazos. 

JLttrodo* 
Los  pies  os  pido. 
Don  Britran. 
Ake  j^.  ¿  Cómo  ha  venido? 

Letrado» 
Bueno  I  contento,  y  honrado 
de  mi  señor  don  García  g 
á  quien  tanto  amor  cohréy 
que  no  sé  como  podré 
vivir  sin  su  compaiUa. 

Don  Bátran. 
Dios  le  guarde ,  que  en  efeto 
siempre  el  seíor  licenciada 
daros  indicios  ha  dado 
de  agradecido  y  discreto. 
Tan  precisa  obligación 
me  huelgo  que  haya  cnmplida 
Garda,  y  que  haya  acudido 
á  lo  que  es  tanta  raaon. 
Porque  le  aseguro  yo 
que  es  tal  mi  agradecimiento  , 
que  como  un  oorregimiemta 


mi  intiercesioii  le  alcanzó, 
'Sftgun  mi  amor  desigual  *    ' 

de   la  misma  suerte  hiciera  • 

darle  también  si  pudiera , 
;pláza  e^  el  consejo  real. 

Letrado* 
De  vuestro  valor  lo  fio. 
Don  Batran. 
Sy^  bien  lo  pnedecreer ;' 
mas  yo  me  doy  á  entender^ 
que  si  con  el  favor  mió 
en  ese  escalón  primero 
•e  ba  podido  poner ,  ya  j 

sin  mi  ayuda  subirá  - 
con  su  virtud  al  postrero. 

Letrado. 
En  cualquier  tiempo  y  lu^ar 
he  de  ser  vnestro  criado« 

pon  Beltran. 

^a  ,  pues ,  sefior  licenciado , 
que  el  timón  ha  de  dejar 
de  la  nave  de  García  , 

y  yo  he  de  encargarme  de  él, 
que  hiciese  por  mí  y  por  él 
sola  una  cosa  querría» 

Letrado* 
Ya  ,  señor ,  alegre  espero 
lo  que  me  queréis  mandar. 

Don  Beltran. 
i^a  palabra  me  ha  de  dar 
^  que  lo  ha  de  hacer ,  primero. 

Letrado» 
Por  Dios  juro  de  cumplir , 
•eñor,  vuestra  voluntad. 


127 


128 


Don  Beltran, 
Qne  me  diga  una  verdad» 
le  quiero   solo  pedir. 
Ya  sabe  que  fué  mi  intento  y 
que  el  camino  que  seguía 
de  las  letras  don  García 
fuese  su  acrecentamiento; 
que  para   un  hijo  segundo 
como  él  era ,  es  cosa  cierta 
que  es  esa  la  mejor-  puerta 
para  las  honras  del  mundo. 
Pues  como  Dios  se  sirvió 
de  llevarse  á  don  Gabriel 
mi  hijo  mayor »  con  que  él 
mi  mayorazgo  quedó » 
determiné,  que  dejada 
esa  profesión ,   viniese 
á  Madrid,  donde  estuviese, 
como  es  cosa  acostumbrada , 
entre  ilustres  caballeros 
eü   España  ;  porque  es  bien 
que  las'  nobles  casas  den 
á  so  Rey  sus  herederos. 
Pues  como  es  ya  don  García 
hombre  que  no  ha  de  tener 
maestro  ,  y  ha  de  correr 
su  gobierno  á  cuenta  mia , 
y 'mi  paternal  amor 
con  justa  razón  desea » 
que  ya  que-el  mejor  no  sea , 
no  le  noten  por  peor; 
quiero  señor  licenciado 
que  me  diga  claramente 
sin  lisonja  lo  que  siente , 
supuesto  que  le  ha  criado , 


i23 

de  sü  kiiódo  y  condición  ¿ 
.   de  su  trato  y  ejercicio 
y  á  qué  género  de  Vicio* 
muestra  mas  iiiclinacíon. 
Si  tiene  á]gi|na  costumbre 
que  yo  cuide  de  enmendar ; 
no  piense  que  the  ha  de  dar 
con  decirlo  pesadumbre. 
Que  él  tenga  vicio  es  forzoso 
qu^  me   pejse)  claro   está; 
mis  saberlo  me  será 
útil  cuando  no  gustoso. 
Antes  en  nada  á  té  mía 
hacerme  puede  inayoi^ 
placer  y  ó  mostrar  mejoi* 
lo  bien  que  quiere  á  García  ^ 
que  en  darme  éste  desengaño^ 
cuando  provechoso  es  ¿ 
^i  be  de  saberlo  después  ^ 

^aé  haya  sucedido  un  da2o« 

ieiroflo. 
Tan  estrecha  prevención  ^ 
^e¿or,   no  era  menester   ^        ,,.  ^ 
para  reducirme  á.  hacei' 
lo  qtie  tengo  oÍ>ligacion, 
Pues  es  caso  averiguado  ^ 
que-euai^d.o  éntrf^  al  áeSai'     i 
itn  caballo  ei  picador^ 
que  lo  ha  ^rtipnesto  .y  ens(ei3Ladoi( 
si  lióle  <nfprmad^l>i9odo      ,i  .  » 
y  ios  resabio^  q^fttienej 
un  m^  su{;9^9,  previene      .  ;     ,  / 
al  caballo,,  y  d^^^o^  y  tddo. 
Deciros  vierda4)jEvf.;híeo  ;  •    . 

que  den^a^i  ¿d^  ja>*^l9^^*^ 
5* 


i 


130 


daros  una  purg:^  intenlo  , 
qiie  os  sepa  mal  y  liap;a  bien. 
De  mi  señor  don  García 
tudas  las  acciones  tienen 
cierto  acento ,  en  que  convienen 
con  áu  alta  genealof;ía. 
£s  map;ixánimo  y  valiente , 
es  sa^áz  y  es  ingenioso  f 
es  liberal  y  piadoso ; 
si  repentino »  impaciente. 
No  trato  de  las  pasiones 
propias  d^.  la  mocedad  i 
porque  en  esas  con  la  edad 
se  mudan  las  condiciones. 
Mas  una  falta  no  mas 
es  la  que  le  he  conocido  t 
que  por  mas  que  le  he  reñido 
no  se  ha  enmendado  jamás. 

Don  BeUran* 
¿  Cosa  que  á  sú  calidad 
será  dañosa  en  Madrid  ? 

Letrado 
Paede  ser. 

Don  Beltran. 
¿  Cuál  es  ?  decid. 

Lcttado, 
No  decir  siempre  verdad. 

Don  Belirah, 
jJe$x¿é ,  que  cosa  iau  fe* 
en  hombre  de 'obligación  í 

Letrtidoi 
'  Yo  pienso  i  que  \  ó  cóndidotf 
ó  mala  cdstutfibr^  sea  ^  ' 

con  la  mucha  aiíitc^ridád  '^ 

que  con' él  tenéis^  sefic^l*-^ 


.  i31 

junto  con  que  ya  es  mayor 
8^  cordura  con  la  «dad, 
ese  vicio  perderá. 

Don  Beltran, 
Si  la  vara  no  ba  podido  , 
en  tiempo  que  tierna  ha  sido » 
enderezarse  ,  i  qué  hará 
siendo  ya  tronco  robusto  ?. 

Letrado, 
En  Salamanca  ,  seilor , 
son  mozos»  gastan  humor, 
sigue  cada  cual  su  gustq^ 
hacen  donaire  del  vicio  » 
gala  de  la  travesura , 
grandeza  de  la  locura , 
hace  al  fin  la  edad  su  oficio. 
Mas  en  la  corle  mejor 
su  enmienda,  esperar  podemos, 
donde  tan  validas  vemos 
las  escuelas  del  honon 

Don  Beltran» 
Casi  me  mueve  á  reir 
ver  cuan  ignorante  está 
de  la  corte  ;  ¿  luego  acá 
no  hay  quien  le  enseñe  á  mentir  ? 
En  la  corte,  aunque  haya  sido 
un  estremo  don  García  , 
bay  q^uieu  le  dé  cada  día 
mil  mentiras  de  partido. 
T  si  aquí  miente ,  el  que  está 
en  un  puesto  levantado 
en  cosa  en  que  al  engañado 
la  hacienda  ,  ó  honor  le  vá , 
¿úo  es  mayor  inconveniente 
quien  por  espejo  está  puesto, 
ir 


132 


al  reyno?  Dejemos  íslo 

que  me  voy  á  rtinMicienlí!. 

Como  el  toro ,  á  quien  tiró 

la  vara  una  diestra  mano» 

arremete  al  mas  cercano , 

sili  mirar  á  quién  birió; 

así  yo  con  el  ilolor 

que  esta  nueva  me  ha  causado  ^ 

en  quien  primero  he  encontrado 

egccutc  mi  furor. 

Créaiíne ,  que  si  García' 

mi  hacienda  de  amores  ciega 

disipara ,  <$  eh  el  ¡negó 

consumiera   ñocíie  y  día; 

SI  fuera  de  ánimo  inquietar 

yá  pendencias  inclinado'; 

si  mal  se  hubiera  casado  ; 

si'se  mur'iera  en  efecto^ 

no  lo  llevara  tan  mal, 

como  que  sü  falta  sea 

mentir,  i  Que  cosa  tan  fea  f 

¡  qué  opuesta  á  mi  natural ! 

Ahora  bien  ,  lo  que  he  de  hacer* 

es  casarle  bre^'emente, 

anCes  que  este  ¡ucotiveniente 

conoddo  venga  á  sef. 

Yo  quedo  muy. satisfecho 

de  su  buen  celo  y  cuidado  y 

y  m^e  confieso  obligado  ' 

del  bien  que  en  esto  me  ha  hccno^ 

¿  Cuando  ha  de  partir  ? 

¿tirado. 

Qoerrl». 


133 
Den  VJtran. 
¿N.»  (!<-5cansará 
aligan  tiempo,  y  gozaré 
áfi  la  corle  ? 

Letrado. 
Dicha  mía 
fuera  quedarme  con  vos ; 
pero  mi  oficio  me  espera, 

Dí^rt    P  cifran. 
Ya  cnfienilo:  volar  quisiera  , 
porque  va  á  mandar,  A  Dios« 

Lelr/ido. 
Guarde  os  Dios.  Dolor  estrafio    ' 
le  dio  a)  buen  viejo  la  nueva  ; 
al  fin  el  mas  sabio  lleva 
agriamente  un  desengaño. 
ESCENA  11. 

El  teatro    tZPKESKKTA    LAS    PLATERÍAS. 

Don  García  ,  vestido  de   galán  ,  y    Tristan^ 

Don  García. 
I  Di'ceme  bien  este  trage  ? 

TrisJdn^ 
Divinamen^,  seilor. 
¡O  bien  baya  el  inventor 
de  este  holandcsco  foUage ! 
¿  Con  un  cuello   apanalado 
que  fealdad  no  se  enmendó  f 
Yo  sé  una  dama  ,  á  qnícn  dio 
cierto  amigo  gran  cuidado 
mientras  con  cuello  le  vía ; 
y  una  vez  que  llegó  á  verle, 
sin  él ,  la  obligó  á  perderle 
cuanta  afición  le  tenia; 
porque  ciertos  costurones 


134 


en  la  garg^fn.ta  cetrina 
publicaban  la  ruina 
ele  pasados  lamparones: 
]as  narices  le  crecieron  ; 
mostró  un   gran  palmo  de  oreja  , 
y  las  quijadas  ,  de  vieja 
en  lo  enjuto  parecieron. 
Al  fin  el  galán  «jnedó 
tan  otro  del  que  solía , 
que  no  le  conocería 
la  madre  que  le  parió. 
Don  García. 
pQr  esa  y  otras  razones 
me  holgara  de  que  saliera 
premática,  que  impidiera 
esos  vanos  cangilones. 
Que  demás  de  esos  cngailos » 
con  su  holanda  rl  estrangero 
saca  de  Espaua  el  dinero 
para  nuestros  propios  danos. 
Una  baloncilla  angosta » 
usándose ,  le  estuviera 
bien  al  rostro ,  y  se  anduviera 
mas  á  gusto  ,  á  menos  costa. 
Y  no  que  con  tal  cuidado        ' 
sirve  un  galán  á  su  cuello , 
que  ,   por  no  descomponello  » 
se  obliga  á  andar  empalado. 

Tn's/an. 
Yo  sé  quien  tuvo  ocasión 
de  gozar  su  amada  brlla  , 
y  no  osó  lle<^arse  á  ella 
por  no  ajar  un  cangilón. 
Y  esto  me  tiene  contuso  ; 
todos  dicen  qnc  se  holgaran 


135 
óe  (\ne.  va]ona<i  se  nsaran^i 
y  nadie  comirnza  A  uso.  .,  . 

Don  Garcifi, 
De  (jobcrnar  nos  dejemos 
<t\  mundo;  ¿qwé  hay  de  naqgcres  ? 

Tristón. 
¿  E!  mundo  dejas  ,  y  quiere« 
qne  la  carne  gobernemos? 
I  Es  mas  fácil? 

Don  García. 

Mas  gustoso,!  ) 

Tris  tan, 
4  Eres  tierno  ? 

Don  García. 
Mozo  soy. 
Tristón, 
Pues  en  In^ar  entras  hoy  , 
dopde  amor  no  vive  ociosp.         -^ 
Resplandecen  «la^^as  bellas 
'en  el  cortesano  suelo, 
de  la  suerte  que  en  el  ciclo '       •  • 
brillan  lucientes   estiH'.llas. 
En  el  vicio  y,  la  virtud  , 
y  el  estado  hay  düereucia  ;  • 

como  es  YAriá  su  iuflvitiucia.»         . 
respl¿|]fidor  y  magnitud* 
Las  señoras  no  es  mi  intento 
qtie  en  estp  número  estén,; 
que  son  ángeles  ,  á  quien    . 
no  se  a  (revé  el  pensamiento, 
Solo  t«  diré  de  aquellas  , 
que  son  con  almas  livianas , 
siendo  divinas  ,  humanas  ; 
corruptibles,  siendo  estrellas. 
Bellas  casadas  verás  y 


1135 


conversables  y  discretas  » 

que  las  llamo  yo  planeta*,^ 

porque  re;>planclecea  mas. 

Estas  ,  con  la  conjunción 

de  maridos  placenteros  ^ 

influyen  en  estrangeros 

dadivosa  candieron. 

Otras  bay;  cuyos  marido», 

á  comisiones  se  van, 

6  que  en  las  Indias  es^an  ^ 

6  en  Italia  entretenidos. 

No  todas  dicen,  verdad  ^ 

en  esto  ,  que  mil   taimadas^ 

suelen  fin£;ir.se  casadas  |l 

por  vivir  con  libertad. 

Verás  de  cautas  pasantes. 

hermosa»  rc<?ientes  hijas  ;, 

estas  son  estrellas  fijas 

y  sus  madres  son  erranlcSf 

Hay  una  gran  multitiid, 

de  señoras  dcV  tusón  ,^ 

que  entre  cortesanas  son 

de  la  mayor  magnitud; 

Sígnense  tras  las  tusonas 

ptras<y  que  serlo  desdan  , 

y  aunque  tan  Quenas  nó  sean  ,^ 

son  tóejorcs  que  busconas. 

Estas  son  unas  estrellas 

que  dan  menor  claridad  i. 

mas  en  la  necesidad. 

te  babrás  de  alumbrar  con  ella^. 

La  buscona  no  la  cui'ulo' 

por  estrella  ,   que  es  cometa  ; 

pues  ni  su   luz  es  perfecta , 

ni  conocido  su  akiieAto^ 


Por'las  maSana^  s(í  ofi^ce 

amenazando  al  dinero  , 

y  en  cumpliéndose  el  agnéro 

al  punto  desaparece. 

Kiáas  salen  que  procuran 

gozar  todas  ocasiones  ; 

estas  son  exalaciones 

que  mientras  se  queman  ,  duran. 
,    Pero  que  adviepias  es  bien  , 

si  en  estas  esl relias  tocas, 

que  son  estables,  muy  pocas, 

por  mas  que  un  Perú  le^  den.  ' 
Ko  ignores,  pues  yo  na  ignoix», 
que  un  signo,  el  .de  Virgo  es, 
y  la»  dft  cuernos  son  tres  , 
Arie^ ,  Capnicornio  y  Tor-o^:  - 

?'  así,  sin  fiar  en  ellas , 
leva  unr  presupuesto  solo  , 
y  es  que  el  dinero  es  el  polo 
Á%  jtodas  ^ias  estrellas.  ^ 

Don  Gorcúi, 
^  Ílrí3  astrólogo  ? 

Oí ,  T 

fl  tíempa  que  pretendía , 
en  palacio  astrología. 

Z)fín  Garda.  . , '  , 

¿Luego  has  pretendido  ? 
Tristón. 

pretendiei^te.  por  mí  toal.    - 

Don  García. 
¿Cómo  en  aervir  .has  parador?  <  '" 

Tristón. 
Se¿or,  poT^uen^e  han  faltxidb 


137 


i3S 


1 
la  forfima  y  el  caudal  •  i 

aunque  quien-  ie-.sirvo,  en  vano 
por  mejor  sntrte  suspira, 

Don  García, 
Deja  lisonjas  ,  y  mira 
el  marfil  de  aquella  mano^ 
cl  divino  resplandor 
de  aquellos  ojos,  que  junfa» 
éespídeo  entre  las  puntas^ 
flechas-  de  muerte  y  amor. 

Tristan, 
¿Díce^  aquella  señoi*a 
^ue  va  en  el  coche? 

JOon  Gatcia> 

¿Pues  cual 
merece  aUhanza  igu;!!  P . 

Tri$$an. 
¡Que  BíeQ  enea jaha,  agora 
esto  de  coche  del  sol  , 
con.  todos  sus  adherenles 
de  rayos  de  fuego  ardii*nteS|^ 
j  deslumbrante  arrebol ! 

Don  García^ 
La  primer  damii  que  vi 
en  U  corte,  me  agradó. 

TrUtaru 
¿La  primera  en  tierra  ? 
Don  García* 

No^ 
la  primera  en  cielo  sí; 
^pe  es  divina  esta  moger. 

Tristan,     - 
Por  pantos  las  taparás  j 

lan  bellas ,  que  no  podrás 
•cr  firme  en  on  parecer. 


'  139 

Yo  nunca  be  tenido  aqní 
constante  amor  ni  deseó; 
que  siempre  por  la  que  veo 
me  olvido  de  la  que  vi. 

Don  Gíurcia» 
¿Donde  ba  de  baber  resplnnííorcs 
que  borren  los  de  eatos  ojos? 

Trisfan. 
Míraslos  ya  con  antojos^ 
que  hacen  las  cosas  mayorest 

Don  García* 

¿  Conoces ,  Tristan  ?  < 

Tristón. 

No  hamaneiy 
lo  que  por  divino  adorasj 
porque  tan  altas  señoras 
no  tocan  á  los  Tristanes. 
y^       Don  García,    . 
Pues  yo  al  fin,  quien  fuere  sea, 
la  quiero,  y  be  de  serviüar; 
tú  puedes  y  Tr^fttan  ,  seguilla. 

Tristan.        .    ^  ^ 

Detente ,  qwe  ella  $e  apea? ,  ,    ->  - 
en  la  tienda* 

Don  García,  ,;.... 
Llegar  quiero. 
¿tJsa$e  en  la  corte?      .  .  /      •  ^ 
Tristan.        \      .  M  f 
Sí;  ) 

con  la  regla  que  te  di , 
de  quedes  el  polo  el  dinero;      "  \ 

Don  García, 
Oro  ti^aigo.  ^ 

Tristan. 
Gerra  ,  España , 


140 


qne.  á  César  llevas  conf  íf»o  ; 
mas  mira  si  en  lo  que  digo  • 
irií  pensamiento  se  encana. 
Advierte ,  señor  ,  si  aquella 
i||ue  tras  ella  sale  agora  , 
puede  ser  sol  de  su  aurora  , 
0er  aurora  de  su  estrella. 

Don  García. 
Hermo5a  es  tambfen. 
Trsitan. 

Pites  mira 
sí  la  criada  es  peor. 

Don  Gandía, 
-El  Coche  es  arcó  de  amor, 
y  son  flechas  cuantas  tira ; 
jfo  llego.  <^ 

Tn'stan, 
A  lo  dicho  advierte, 
í  Don  García  i 

¿T  es? 

'         Tristón, 
Que  á  la  muger  rogando , 
y  con  eK  dinero  dando. 
Don  García, 
¡Consista  en  eso  mi  suerte! 

Tristan, 
Paes  yo ,  mientras  tiablas ,  qnitro 
qne  me  haga  relación 
el  cochero ,  de  quien  son. 

Don  García. 
¿Dirálof 

Tristan. 
$í  I  que  es  cochero^  - 


141 
^   .     ESCENA  m. 
Dona  Jacinta  ^  doria  Lucrecia  é   Isabel  .con  manfns* 
Cae  Jacinta ,  y  llega  don  García ,  y  dale  la  mano. 

Jacinta*  .     , 

¡  Válgame  Dios ! 

Don  García, 
Esta  roano 
os  servid  de  que  os  levante^ 
8¡  merezco  ser  atlante  • 

de  un  cielo  tan  soberano.  ' 

i  Doña  Jacinta, 

Atlante  debéis  jde  *«*'  > 
Jíues  le  llegáis  á  tocar. 

Don  García* 
Una  cosa  es  alcanzar* 
y  otra  cosa  merecer. 
¿Que  -vitofTÍa  es  la  beldad 
alcanzar,  por  qaien  me  abraso^ 
si  es  favor  qae  debo  al  caso 
y  no  ¿  vuestra  voluntad  ? 
Con  mi    propia  mano  así 
el  cielo  ¿m!^s  que  importó  ^ 
ti  ha  sido  porque  él  cayó 
y  no  porque  yo  subí  ? 

Doña  Jacinta* 
¿  Para  que  fin  se  procurA 
merecer  ?     .        . 

Don  García, 
.     .  Para  alcanzar^ 
Doña  Jacinta, 
Llegar  al  fin ,  sin  pasar  > 

por  \oí  medios,  ¿no  es  yen-tnraSt 

Don  García, 
Sí. 


u 


142 


Dalia  Jacinta» 
I  Pues  cómo  «slaís  qae¡os« 
del  bien  que.  os  ha  sucedido  , 
si  el  no  haberlo  merecido 
os  hace  mas  venturoso? 

Don  García. 
Porque  como  las  accione» 
del  agravio  y  el  favor 
reciben  todo  el  val"or 
solo  de  las  iulenciones; 
por  la  mano  que  os  toqué 
no  estoy  yo  favorecido, 
si  haberlo  vos  consentido 
con  esa  intención  no  fué. 
Y  así  sentir  me  dejad , 
que  cuando  tal  dicha  ganOf 
\en{;a  sin  alma  la  mano 
y  el  favor  sin  voluntad. 
f  '  Dona  Jacintaf 

Si  la  vuestra  no  sabía , 
de  que  agora  me  informáis  i 
injustamente  culpáis 
los  defectos  de  la  mía. 

ESCENA  IV. 

Ló8  dichos  j  Tristan. 

Trislan. 
El  cochero  hizo  su  oficio  ;     ap* 
nuevas  tengo  de  quien  son. 

Don  García. 
¿Qué ,  hasta  aquí  de  mi  afición 
ftonca  tu  vistes  indicio  ? 
Ditña  Jacinta, 
¿Cómo 9  si  jamás  os  vi? 


143 


í)on  García* 
¿Tampoco  ha  valido  ¡ay  Dios! 
mas  de  un  año,  que  por  y  os 
he  andado  fuera  de  mí? 

Trislan, 
\  Un  año ,  y  ayer  llegó  ap. 

á la  corle ! 

Doña  Jacinta, 
Bueno  á  f é  ; 
¿  mas  de  un  año  ?  Juraré 
que  no  os  vi  en  mi  vida  yo« 

Don  García. 
Cuando  fiel  indiano  suelo 
por  mi  dicha  llegué  aquí, 
la  primer  cosa  que  vi 
fue  la  gloría  de  ese  cielo  ; 
y  aunque  os  entregué  al  momento 
el  alma  »  haheislo  ignorado  ; 
porque  ocasión  me  ha  faltado 
de  deciros  lo  que  siento. 
Doua  Jacinta. 
¿Sois  indiano?  ' 

Don  García. 
Y  tales  son 
mis  riqneiQas ,  pues  os  vi  t 
que  al  minado  potosí 
le  quito  ,1a  presunción. 

Tristón. 
I  Indiano !  ap* 

Doña  Jacinta. 

¿X  sois  tan  guardoso 
como  la  fama  los  hace? 
Don  Garda, 
Al  que  mas  avard  nace 
liace  el  amor  dadivoso.    '  ' 


1^4 


Í)of¡á  Jacinta, 
¿Luf{*D  j  si  dpcis  verdad  » 
{preciosas  ferias  espero? 
I^on  Gairciá. 
Si  es  qoe  ha  de  dar  el  dinerd 
crédiio  á  la  voluntad  , 
serán  pequeños  empleos, 
para  mostrar  Ío  que  aáóro# 
daros  tantos  mundos  de  orO 
«:omo  vos  wié  dais  dedeos. 
Mas  yá  qué  ni  al  merecer 
do  esa  divina  beldad  j 
hi  á  mi  inmeiísa  voluntad 
ba  de  igualar  eí  poácr ; 
por  lo  menos  os  servid 
ciuft  esta  tienda  que  os  franqiiéd 
de  se¿aí  de  mi  deseé. 

Dona  J^'tntd. 
No  vi  tat  hombre  en  Madrid* 
Lucrecia ;  ¿  qué  te  parece 
del  indiano  liberal  ? 

Doria  Lúérecíá. 
Que  no  ^e  pareefe  mal , 
Jacinta ,  y  que  lo  merece; 

Don  García* 
Las  Joyas  que  gusto  o*  daü 
tomad  de  este  aparador. 

Tristan* 
Mucho  te  arrojas*  íeSoí. 

**  '  ñon  (iárcia^ 

Estoy  perdido,  Trí»tf^a.\ 

Isak¡eh 
Don  Juatí  v^enei     .*,.<.  :•     - 


Doña  Jacinta. 

'  Yo  a^adezcOf 
iMñor ,  lo  qne  me  ofrecéis. 

1  Don  García. 

Mirad  qne  me  agraviareis 
sino  loarais  lo  ^ne  c^i»ezco. 

'  Doña  Jacinta^ 

Yerran  vuestros  pensáíüientos  ,    .' 
caballero,  tm  prcjíamir  --^ 

qne  puedo  yo  recibir 
mas  que  les  ofrecimientos. 

Don  Garcías 
^Pues  que  ha  alcanzado  de  vos 
el  coraaon  que  os  he  dado? 

Doña  Jéeínta.^ 
El  haberos  escuchado. 

Don  García,  .^     • 

Yo  lo  estimo. 

Doña  Jacinta,      - 
A  Dios. 
Don  García* 

A  Dios;' 
y  para  amaros ,  me  dad  ^    '- 

licencia.     ' 

Doña  Jacinta, 
Para  querer 
no  pienso  que  ha  menester 
licencia  la  voluntad.  ifose,  ' 

* 
ESCENA  V.'"  V 


Don  García  jr  TrfF^ans 

Don  García. 
S/gnelas. 

10 


Í4f 


Tristón* 
,Si  te  fatigas  , 
seíiori  por  »aber  la  casa 
de  la  que  en.amor  te  abrasa ^ 
ya  la  sé. 

J)on  García,  , 

^  Paes  no  las  sigas; 

que  suele  ser  enfadosa 
la  diligencia  importuna. 

TrUtan. 
Doffa  Lncr^da  de  Luna         .         - 
se  llama  la  mas  hermosa  y 
que  es  mi  4ucno  t  y  la  otra  dama 
que  acompañándola  viene,    .1.. 
sé  donde  1.^  .^satien?; 
mas  no  sé  como  sé  llama : 
esto  respondió  el  cochero. 

'    Don  García»  .  i  • 

Si  es  Lucrep{^\l^  mas.  bella 
no  hay  mas  que  saber ;  pues  ella 
es  la  que  habló ,  y  la  que  quiero  ; 
que  como  el  autor  del  día 
las  estrellas  deja  atrás ,   . 
de  esa  suerte  á  las  demás 
la  que  me  cegó ,  vencia« 

.  Tr islán. 
Pues  á  mi  la  que  calló       ..  . 
me  pareció  mas  hermosa. 

J)on  Garcia. 
¡  Qué  buen  gusto  ! 

Tristón, 

Es  cierta  cosa^ 
que  no  tengo  voto  yo : 
mas  soy  tan  aficionado 
á  cnalqver  muger  que  €«11«| 


A47 

qae  bastó  9  para  juKgalla 
ma&Tiermosa ,  haber  callado. 
Mas  ^dÁ^Q  %  señor ,  que  estés 
errada  tú ,  presto,  «espero      í.  .  .  <  ■ 
pregnntándole  al  co<:hero 
la  casa ,  saber  quien  es. 
Don  Gjar.f;i0t 
'    I T  :lii|cr^ia  donde  tiene 
la  suya?  ,  ^  .    .v 

Tristan.:. 
Que  á  la, Vitoria 
dijo,  si  |engo  memotm^:  ,     ,    .   . 

Don  GareiOf»  . 
Siempre  ese  nombre  conviene 
á  la  esfera  venturíosa , 
qae  dá  eclíptica  4  tal  luna.  ;* 

ESCENA  VI. 
Dichos  fjr  don  Juan  y  don  FeUx\  que  iátenpor  otra 

iodo,  ^  *:-.'•  ....    •■  .       ^j^' 

Don  -Juank 

•  Música  y  cena?  ¡Ah  fortuna!     • 

Don  'Güthia. 

^  ¿No  es  este  don  Juan^de  Sosa  ? 

Tristan,  : 

£1  mismo. 

Don  Juan, 
¿Quien  puede  ser 
el  amante  venturoso, 
que  me  tiene  tan  celoso  ? 

Don  í>/í>. 
Que  lo  vendréis  á  saber 
4  pocos  lances  coftfiot  -. 


14$ 


J}on  Juan, 
¡Que  -Otro  amante  I«  haya  dado, 
á  quien  mía  se  ha  nombrado , 
música  y  cena  en  ¿1  rio ! 

Don  GtMrdaí 
¿Don  Juan  de  Sosa  ?  t 

Don  Juan, 

¿Quién  es? 
^^^'  Don  García. 

Ya  olvidáis  á  don  García, 

•   Don  Juan. 
Veros  en  Madrid  lo  hacia  »      - 
y  el  nuevo  trage. 

Don  García. 
Después 
que  en  Salamanca  me  vistes 
muy  otro  debo  de  estar. 

Don  Juan^ 
Mas  galán  sois  de  seglar         ^         . 
que  de  estudiante  lo  luistes. 
I  Venís  á  Madrid  de  asiento  f 

Dfin  García.  | 

Sí.  •  •     .  •  - 

^Dgn-Ji^n^ 
^  Bien  venido. seai;>. 

Don  García.. 
Vos ,  don  Feliz  ,  ¿  cómo  estáis  ? . . 

Don.  Feliz. 
De  veros  y  pOr  Dios,  contento: 
vengáis  bueno  euorabucna. 

Don  Garda. 
Para  serviros.   ¿  Qué  hacéis  ? 
¿  De  qué  h  aleláis?  ¿  En  qué  entendéis  I 

Don.  Juan. 
De  cierta   milsica  y  cena 


qne  en  el  rio  did  oa  ^laii 

esta  noche  á  una  señora  f      ■  ■  ,'- 

era  la  plática  agora. 

Don  Garfiía.^ 
¡Másica  y  cena ,  don  Juan  ! 
¿Y  anoche? 

7)on  Juan, 
Sí. 
.    Don  García, 

¿Mucha  cosa  ?, 
¿Grande  fiesta? 

Don   Juan, 
'         Así  es  la  fiama^ . 
Don  Garjcia,    ' 
¿T  mtijr  hermosa  la  dama? 

Don  Juan, 
Dicenme  que  es  muy  hermosa» 

Don  García. 
Bien.  , 

Don  Juan, 
¿  Qué  misterios  hacéis? 
Don  García, 
De  que  alabéis  por  tan  buena 
esa  dama  y  esa  cena; 
si  no  que  alabando  estéis 
mi  0esla  y  mi  dama  así. 

Don  Juan, 
¿Pues  tuvistes  también  boda 
anoche  en  el  rio  ? 

Don  García, 
Toda 
en  ^%o  la  consumí. 

Tristan. 
¿Qué  fiesta  6  qué  dama  es  esta  t       op*^ 
si  á  la  corte  llegó  ayer  ? 


Í49 


ÍÍO 


DoYt  Juatú 

¿Ta  teaeis  á  quien  hacer 
tan  recien  venido  fiesta  ? 
Presto  el  amor  dio  con  voSf 

Don  García. . 
l^o  ha  tan  poco  que  he  llegado V 
que  un  me$  i|o  haya  descansado* 

Tristan. 
Ayer  Hegó  ,  voto  á  Dios  ;       Qp» 
él  lleva  alguna  intención. 

Don  Juan, 
No  lo  he  sahido  á  fé  mia  : 
que  al  puht o  acudido  habría 
á  cumplir  mi  obligación. 

Don  Garda, 
He  estado  basta  aquí  secreto* 

Don  Juan, 
£sa  la  causa  babrá  sido 
de  no  haberlo  yo  sabido. 
I  Pero  la  fiesta  ,  en  efeto » 
fué  famosa  ? 

Don  Garda, 
Por  ventura 
lio  la  vi6  mejor  el  rio* 
Don  Juan, 
Ya  de  zelos  desvarío.        ap, 
i  Quién  duda  que  la  espesura 
del  So  tillo  el  sitio  os  dio? 

Don  Garda, 
Tales  senas  me  vais  dando , 
don  Juan »  que  voy  sospechando 
qpe  la  sabéis  como  ye. 
Don  Juan, 
No  estoy  del  todo  ignorante, 
aunque  todo  no  lo  sé; 


ídijeronme  no  s¿  qné  ' 

confusamente,,  bastante ' 

á  tenerme  ^deseoso 

de  escucharos  la  verdad; 

forzosa  curiosidad 

en  nn  cortesano  ocioso : 

ó  en  un  amante  con  zelos.         ap, 

*    Don  Félix.:       (i) 
Advertid ,  cuan  sin  peftsaflr  ' 

os  han  venido  á  mostrar 
vuestro  contrario  ,  los  'cielos- 

J)on  Garcití. 
Pues  á  la  fiesta  atended :  . 
cu>n tárela  ,  ya  que  veo 
que  os  fatiga  ese  deseo. 
jPon  Juan* 
Haréisnos  mtxcha  merced, 

Don  Gareia, 
Entre  las  opacas  sombras' 
y  opacidades  espesas « 
^ue  el  soto  formaba' de  olmoi 
y  la  noche  de  tinieMas , 
•e  ocultaba  una  cuadrada  t 
limpia  y  olorosa  mesa  ^ 
á  lo  italiano  curiosa 
^  lo  español  opulenta.' 
En  mil  figuras  prensados* 
'  inantelcs  y  servilletas  9 
«olo  envidiaban  las  ahnas 
i  las  aves  y  á  las  fieras. 
Cuatro  aparadores  puesto» 
.  en  cuadra  correspondencia.        *  ^ 
la  plata  blanca  y  dorada,  ' 

.,         .    .1  '  •        III  1^       I  ir 

<i)     A  don^Juan  aparte* 


iS9 


vidrios  7  barros  ostentan. 
Qutáó  con  ramas  aq  olmo 
en  todo  el  sotillo  apenas , 
qne  de  ellas^  se  edificaron 
en  varias  partes  seis  tiendaí, 
Caatro  coros  diferenjles 
opnltan  las  cuatro  de  ellas  , 
otra  principios  y  postres , 
y  las  viandas  la  sestá. 
Llegó  en  su  coche  mi  dueiKo , 
dando  envidia  á  las  estrellas» 
á  los  aires  suavidad  , 
y  alegría  J  la  ribera. 
Apenas  el  pie  que  adoro 
bizo  esmeraldas  la  yerba , 
bizo  cristal  la  corriente, 
las  arenas  hizo  perlas; 
cuando  en  copla  disparados 
cohetes  y;^mbas  y  ruedas  , 
toda  la  región  del  fuego 
bajó  en  un  punto  á  la  tierra. 
Aun  no  las  sulfúreas  luces 
se  acabaron ,  cuando  empiezan 
las  de  veiqte  y  cuatro  antorchas 
á  oscurecer  las  estrellas. 
Empezó  primero  el  coro 
de  chirimías ,  tras  ellas 
el  de  las  vihuelas  de  arco 
sonó  en  la  segunda  tienda : 
salieron  con  suavidad 
las  flautas  de  la  tercera , 
y  en  la  cuarta  cuatro  voces 
con  guitarras  y  arpas  suenan. 
Entretanto  se  sirvieron 
treinta  y  dos  platos  de  cei|%, 


1^3 
sin  los  principios  y  postrfS 
que  casi  otros  tantos  eran» 
Las  frutas  y  las  bebidas 
en  faentes  y  tazas,  hechas 
del  cristal  qne  dá  el  invierno  ^ 
y  el  artificio  ccHiservay 
de  tanta  nieve  se  cubren, 
que  manzanares  sospecha, 
cuando  por  e)  soto  pasa , 
que'  camina  por  la  sierra-. 
£1  olfato  no  es^á  ocioso 
cuando  el  gusto  se  recrea , 
que  de  espíritus  suaves, 
de  pomos  y  cazoletas , 
y  destilados  sudores 
de  aromas,  flores  y  yerbas, 
en  ti  soto  d(  Madrid 
se  vio  la  región  Sabea. 
En   un  hombre  de  diamantes, 
delicadas  de  oró  flechas, 
que  mostrasen  á  mi  dueño 
su  crueldad  y  mi  firmeza, 
al  sauce ,  al  junco  y  al  mimbre 
quitaron  su  prelí eminencia; 
qne  han  de  ser  oro  las  pajas, 
cuando  los  dientes  son  perlas. 
£n  esto  juntos  en  afolla 
los  cuatro  coros  comienzan, 
desde  conformes  distancias» 
i  suspender  las  esferas : 
tanto  que  envidioso  apolo 
apresuró  su  carrera ; 
porque  el  principio  del  dia 
pusiese  fin  á  la  fiesta. 


ii4 


JDonJuam 
Por  Dios  que  la  habéis  pintado 
de  colores  tan  perfectas, 
que  n6  trocara  el  oiría 
por  haberme  hallado  en  cUa. 

Tristón, 
¡Válgate  el  diablo  por  hombre,     ap. 
que  tan  de  repente  pueda 
pintar  un  convite  tal , 
que  á  la  verdad  misma  venza! 

Don  Juan,     (i) 
¡Rabio  de  celos ! 

Don  Félix. 

No  os  dieroH 
del  convite  tales  señas. 
Don  Juan, 
¿Qué  importa,  si  en  la  sustancia 
el  tiempo  y  lugar  concuerdan? 

Don  Garcíom 
¿Qué  decís?  ' 

Don  Juan 
Que  fue  el  festín 
mas  célebre  que  pudiera 
hacer  Alejandro  Magno. 

Don  García» 
\  Oh !  son  niñerías  estas 
ordenadas  de  repente. 
Dadme  vos  que  yo  tuviera 
para  prevenirme  ,  un  dia ; 
que  á  las  romanas  y  griegas 
fiestas,  que  al  mundo  admiraron, 
nue\La  admiración  pusiera.  (») 


(i)     Aparte  á  dan  Félix. 
(a)     Mira  adentra. 


1S5 
Don  Félix. 
Jacinta  «s  la  del  estribo         (O 
«B  ei  4:oGbc  dé  Lucrecia. 

Don  Juan»  (*) 

lios  ojos  á  don  García 
se  le  van,  por  Dios,  tras  ella. 

Don  Félix» 
Inquieto  está  y  divertido. 

Dqn  Juan. 
CíerMis  son  ya  mis  sospechas. 
Don  Juan  y  don  García. 
A  Dios. 

Don  Félix* 

Entrambos  á  un  punto 
faisies  á  una  cosa  mesma. 

ESCENA  VH. 
Dichos  menos  don  Juan  y  don  Félix. 
Tristan. 
lío  VI  jamás  despedida       ap. 
tan  conforme ,  y  tan  resuelta. 

Don  García. 
Aquel  cielo ,  primer  móvil 
de  mis*  acciones  ,  me  lleva 
arrebatado  tras  sí. 

Tristan. 
■  Disimula  y  ten  paciencia  , 
'que  el  mostrarse  muy  amante    ^ 
antes  daña  que  aprovecha : 
y  siempre;  be  visto  que  son 
venturosas  las  tibiezas, 

(i)    jé  don  Juan  aparte. 
(»)    4  don  Félix  aparte. 


í¿6 


Los  magercs  y  los  ¿iaíAoi 
caminan  por  una  senda , 
qne  á  las  almas  rematadas 
ni  las  siguen  ni  las  ^ientan ; 
que  el  tenellas  ya  seguras 
)m  hace  olvidase  de  ellas, 
y  solo  de  las  que  pueden 
escapárseles ,  se  acuerdan. 

Don  G€Nrcia, 
Es  verdad;  mas  no  soy  duefio 
de  mí  mismo. 

Tristón. 

Hasta  que  sepas 
estensamente  su  estado , 
lio  te  entregues  tan  de  veras  ; 
que  suele  dar  quien  se  arroja , 
creyendo  las  apariencias, 
en  un  pantano  cubierto 
de  Verde  engañosa  yerba. 

Don  Garda. 
Pues  hoy  te  informa  de  todo. 

Tristan. 
Eso  queda  por  mí  cuenta  ; 
y  agora  ,  antes  que  rebieute  > 
djme  por  Dios ,  ¿  qué  fin  llevas 
en  las  ficciones  que  he  oido? 
Siquiera  para  que  pueda 
ayudarte ,  que  cogernos 
en  mentira  será  afrenta  : 
I>erulerQ  te  fingiste 
con  las  damas. 

Don  García. 
G)sa  es  cierta  , 
Trislan  ,  qne   los  forasteros 
tienen  mas  dicha  con  ellas  ; 


J57 
y  ma9  sí  son  de  las  Indias , 
información  de  rioneza. 

Tristón . 
Esc  fin  está  entendido : 
mas  pienso  que  el  medio  yerras , 
pnes  han  de  salyer  al  fin 
qtiien|eres. 

•  JDon  García* 

Guando  lo  sepan 
habr¿  ganado  en  sti'casa, 
ó  en  su  pecho  ya  las  puertas 
con  este  medio;  y  después 
yo  me  cntendcté  con  ellas. 

Tristan, 
Digo  que  me  has  convencido, 
señor ;  mas  agora  venga 
lo  de  haber  un  roes  que  estás 
tn  la  corte ;  ¿que  fin  llevas 
habiendo  llegado  ayer  ? 
Don  GíO^cia. 
•  Ya  sabes  tá  que  es  grandeza 
esto  de  estar  encubierto, 
ó  retirado  en  su-^ldJpa, 
ó  en  su  casa  descansando. 

Tri&tari. 
\2Lyn  muy  enhorabuena ; 
lo  del  convite  entra  agora. 

Don  Gatada» 
Fingflo,  poi-que  me  pesa 
que  piense  nadie  que  hay  cosa 
que  mover  íni' pecho  pueda 
á  envidia  ,  ó  admiración  , 
pasiones  que  al  hombre  afrentan : 
que  admirarse  es  ignorancia  , 
como  envidiar  es  bajeza. 


158 


Tú  no  sal>es ,  á  que  sabe, 
cuando  llega  na  porta-naeyas 
muy  orgulloso  á  contar 
una  hazaña ,  ó  una  fiesta  , 
taparle  la  boca  ye 
con  ot^a  tal ,  que  se  vuelva 
con  sus  nuevas  en  el  cuerpo. 
y  que  reviente  qs^  .ellas. 

:  Tristón. 

Caprichosa  prevención, 
si  bien  pcUgro^ia  treta  ; 
la  fábula  de  la  corte 
serás,  si  la  flor  te.entrevasr 

Don  García. 
Quien  vive  ain  ser  .sentido , 
quien  solo  el  número  aumenta 
y  hace  lo  que  iodos  hacen       .  . 
¿  en  que  difiere  de  bestia  ? 
Ser  famosos  es  grande  cosa, 
el  medio  cval  fuere  sea; 
nómbrenme  á  m>  en  todas  parle»  jr 
y  murmúrenme  si  quiera» 
pues  uno  ,  por  ^nar  nombre 
abrasó  el  templo  de  £fe^ : 
y  al  fin  es  este  mi  gusto , 
que  es  la  rasoñ  de  mas  fuerza* 

Trtsian* 
Javeniles  opisiones 
sigue  tu  ambiciosa  idea  , 
y  cerrar  has  menester 
en  la  corte  la  mollera. 


159 

ESCENA  VIIL 

Habitación  db  doña  Jacihta  bst  gasa  di  don 
Sancho. 

Doña  Jacinta  ¿  Isabel  con  mantos,  jr  don- Beítran  f^ 
don  S<fnc?to, 

Doña  Jaeinia* 
i  Tan  grande  mcFced  ? 

Don  JM^ran.  ,! 

.    .     .    No  ha  sida 
amistad  de  solo  un.dia 
la  qne  esta  c^sAf  J  la  mía, 
si  os  acordáis,  se  tan  tenido;     r 
y  así  no  es  bien  <|ve.estraSeiS;  .  .<> 
mi  visita.  '         ' 

Doña  Jacinf^B» 
Si  me  espanto 
es ,  scSor^  por  h^ber  tanto 
que  merced  no  nos  Jiaqeisj 
Perdonadme ,  que  ignorando 
elbien  qne  en.casa  tenia » 
me  tard^  en  la  pla^teria , 
ciertas  joyas  concertando; 
DúnBeltran.     , 
Feliz  pronóstico  dais 
al  pensamiento  .que  tengo , 
X     pues  cuando  á  casaros  vengo 
coniprando  joyas  estfiis. 
Con  don  Sancdo  vuestro  tío    ,  ,  .» 
tengo  tratado ,  señora ,    < 
hacer  parentesco  agora 
nuestra  amistad ;  y  confio , 
puesto  que  como  discreto 
dice  don  Sancho  que  es  justo 


±60 


remitióse  á  vnestro  gusto, 
que  esto  ha  de  tener  efecto. 
Qoepnes  es  la  hacienda  mía 
y  calidad  tan  patente, 
solo  falta  qne  os  contente 
fe  persona  de  García  , 
y  aunque  ayer  á  Madrid  vino 
de  Salamanca  el  mancebo , 
y  de  envidia  el  ruWo  Febo 
le  ha  abrasado  «n  el  camino , 
hustí  me  atreveré  á  ponello 
ante  vuestros  ojos  cWos , 
fiando  qiie  ha'  de  agradaros 
desde  la'  planta  al  cabello ; 
ai  licencia  le  otorgáis 
para  que  os  bese  la  mano. 

Doña  Jaóinta. 
Encarecer  lo  que  gano 
en  la  mano  que  roe  dais, 
si  es  notorio,  es  vano  intento; 
que  estimo  de  tal  manera 
las  prendas  vuestras^  que  diera 
luego  mi  consentimiento , 
i  no  haber  de  pai^ecer , 
por  mucho  que  en  ella  gano  , 
arrojaroiento  liviano 
en  una  honrada  mtigei' ; 
que  €*1  breve  determinarse 
en  cosas  de   tanto  peso, 
6  es  tener  muy  poco  seso, 
6  gran  gana  de  casarse. 
Y  en  cuanto  á  t^ne  yo  lo  vea  | 
me  parece  si  os  agrada  , 
que  para  no  arriesgar  nada, 
pasando  la  calle  sea. 


i6l 
t?ae  SI  como  pbedé  áer, 
y  sucede  A  cada  paso, 
áespues  de  tratarlo  ,  .acaso 
ate  viniese  i  deshacer ; 
¿  de  qué  me  tiubiera  servido » 
\  6  que  opinioÜ  me  dáríu 
Imé  visitas  de  an  galán 
con  licencia;»  de  mat*Íd6 1 

Don  Scltran.  ' 

Ta  jpor  vuestra  gr^n  cordura , 
si  es  mi  hijo  vuésti'ó  esposo^ 
ie  teiidi*é  pót*  tan  dichoso , 
como  por  vüéstt'á  hermosura. 

JDúhSanthh.  '     * 

be  pímdenci^,  puede  ser 
iin  espejo  t  la  que  oís. 

Ihn,  BeUráMU. 
Ko  siü  taüsá  os  remitís^ 
don  Sancho ,  i    sti  parecer^  ' 
£sta  tai-de  cdA  García 
á  caballo  pasaré  "^  ^' 
Vuestra  talle. 

Dona  íaciniá» 

To  ftsta^é  '^ 

(ietris  dé  ésa  célós/a.  ''  ' . 

Doh  ÉeUrañi  \   * 

Que  ie  mitéis  Í>iélá  q^  pido; 
que  esta  noche  hé  de  Volvei*^ 
Jacinta  herm^osá  ^  ¿  ^'al>ci^ 
icoino  os  haya  ^árc¿ido. 

DohaJcuiiniU, 
¿tan  apriesa? 

ttoii  Ééitráh, 
£steCaidaáo 
no  admiráis,  qtii!  es'ynioirzoso;!' 
11 


j 


162 


pnes  si  vine  descoso, 
vuelvo  agora  e^^^^uDoradq ; 
y  á  Dio^. 

Doria  ^  Jacinta, 
A  Dios. 

f       ¿Dónde  vais? 
,  Ifon  Si^ncho. 
A,  serviros.,... .  .  ^^^     .   . 

'  Don,  Bertrán,     .      . 
.,  Jíps^JJré. 
.  Don  SaífchO' 
Al  corredor  lleí^at^   .  ; , 
con  vos^  si  (icenpa  dais. 

ESCENA  ;1X.'/'-'  _        [ 

Doña  JaeihÜ^  ¿  liabeí. 

Ifiabef. 
Mucha  pris^  ^^A^  fA  yiejo.  y 

Dona  Ji^cinla.  ; 

Yo  se  la  diera  mayor,  ..  ,  , 

pues  tambie^i  le^está  á.mi  honori 
si  á  diferente  cofisf]^ 
no  me  obligara  el,  amor  i^ 
que  aunque  los  impedimentos 
del  hábito  de  don  Juan ,  >k 

dueño  de  mis  pensamientos , 
forzosa  .causa  me  dan,  [ 

de  admitir  otros  intentos  p 
como  su  a.mor  i^o,  despido  , 
por  mucho  que  lo  deseo »      ^    r 
que  vive  e^.el.  «ilipa  asido; 
tiemblo,   Isabel ,. cuando  creo 
que  otro  ha  de  ser  mi  marida.  .  , 


Isabel. 
lo  pens^.  que  ya  olvidabas 
á  doií  Juan  ^  viendo  íjue  dabasr 
Jugar  á  otras  pretenstioáes. 

'Í)oña  J'acinta. 
táusa^lo-  (estas  ocasiones , 
Isabel;  no  té  engañabas > 
iquetomo  há  tanto  ique  está 
el  hábito  detenido , 
y  no  ha  da  ser  mi   túai^do 
isi  no  sale  ^  tengo  yá.  •    .  » 
este  i^itento  por  perdido. ' 
Y  así  para  tío  inetrirme  ^ 
^^uiero  (hablar  y  dtvertirnie , 
pues  en  vano  me  atormei^*. 
«que  en  ün  imposible  intento 
iio  apruebo  el  movir  dc.'firme^ 
Por  ventura  encontraré 
alguno  tal  ^  que  merezea^  .  m    .  . 
qucmanoy  alma  le  dé*  '-  n 
Isabel.  .  iJi  *  , 
Ko  dudo  ¡|uc  el  tiempo^  ofk-ecqn 
sugeto  digno  á  tu  fé  ?         -     .  ... 
y  si  no  me  engaño  ^yo^I'  -u»  •/   *. 
l^oy  no  te  desagradó.  >    ;,.    •      > 
el  galan.'tmdiano.  .  >i    n  >  ü,  ^ 
Í)oña  JkcUík^ 
-  ¿Amiga'f    •     1 

^quieres  qae  Verda^  áe  digfai?  ■ 
Pues  muy  biei]i  Tne:;p»reaié  ^  i 
y  tanto  que  te 'prometo  -  . 
que  si  ftietáftañ  düÉreto ,  ' 
tan  gentil  hombre  ygaka  i 
el  hijo  de  don  Beltran, 
tuviera  la  boda  efetp^ 

* 


1(J3 


T 


164 


ísébd, 
JEsta  tarde  k  verás 
con  su  j^adre  por  la  callt* 

Doria  Jacinta 
Veré  solo  el  rostro  y  talle  í 
el  alma,  que  importji  mai'^*^ 
quisiera  Vft  con  balilallc." 

Isabel. 
Uáblak. 

l}offa  Jnólntni 
Hase  de  ofender    ' 
don  Juan  >  si  llega  á  sabellb^; 
y  no  quiero  t,  hasta  saber 
que  de.  otro  ducfio  he  de-  si<r  ^ 
determiiíacnuí  á  perdctUo» 

Isabel. 
Pues  di  JrigÉw.  medio  *  f  adviÉrtf 
que  siglos  pasas  en  vand^ 
y  conviene,  resolverte ;     *        •     ' 
que  don  Juan  es  de  «ata  sueste 
el  perro  del  hortelano. 
Sin  jque  io,  sepa  don;  Juan  ^    / 
podrás  hablar,  si  tu  quicrbs> 
al  h¡ jo  de  dpn  Bcltran ;   :•    ot 
que,  como  en  su  cfulro  <  está» 
Us  traías  en  las  mugeres.     . 

Dotió  JjMCÍntaú 
Una  piei[isp  t  «(wc  podría 
rn  estef^GMO  importar; 

Lucrecia  ts  amigft  m»^      •    ^  ^ 
f*lla  pntfdc  hacer  lubina  r 
de  su  paf^e  ¿i  don  GíJKist ; 
que  comftJÍecrcta  esli»     !  ^ 
yo  con  ella  ^m  avt  Véníséaf 
este  fin  conseguiré. 


i6i 

Inda  ji  I  na  lan  50  bf  rana 

solo  de  tu  ingenio  fué. 

Doña  Jaciitía, 
Pues  parte  a)  pun  lo ,  y  mi  inten . . 
le  di  á  Lucrecia  ,  Isabel. 

Isabel. 
Sué  alas  tomaré  al  viento. 
-   •  Doña    Jacinta. 

La  dilación  de  un-  j^omento 
le  di ,  que  es   ua  siglo  en  é!,     • 

ESCENA  X. 
DhhoSj^  don  Juan,  que  encuentra  d Isabel  al  salir» 

Don  Juan. 
¿Puedo  hablar  á  tu  señora? 

Isabel. 
S  )lo  un  momento  ha  de  ser ; 
que  de  salir  á  comer 
mi  señor  don  Sancho  es  hora.       case. 

Don  .luán. 
Ya,  Jacinta,  que  te  pierdo, 
ya  que  yo  roe  pierdo ,  ya..... 

Doña  Jacinta, 

¿Estás  loco  ?  1 

Don  Juan. 

¿  Quién  podía 
estar  con  tus  coí^^s  cuerda? 

Dona  Jacinta» 
Repórtate  y  y  habla  paso  » 
que  está  en  la  cuadra  mi  tío, 

Don  Juan. 
¿Cuándo  á  cenar  yás  al  rio» 


i66 


como  haces  de  éV  poro  caso  ? 

Dona  Jacinta^ 
¿  Qué  dices  ?  ¿  Estás  ?n  tí  ? 

Z^o/}  Juan, 
Cuando  para  trasao^bap 
con  otro  tienes  lugar « 
¿tienes  tio  para  mi? 

JDoña  Jacinta. 
¿Trasnochar  con  otro?  Advierte 
que  aanqae  eso-  fuese  verdad  , 
era  macha  libertad 
hablarme  á  mí  de  eso  suerte ; 
cuanto  mas  qtie  es  desvaríQ 
4e  ti|  loca  fantasía^ 

Pon  Juan^ 
Ta  sé  que  fué  4on  García 
el  de  la  fiesta^  d^l  rio ; 
yi|  los  fuegos  ,  que  á  tu  coche  , 
Jacinta  ,  la  salva  hicieron^ 
ya  las  antorchas «  que  dier^oii 
sol  al  soto  á  medía  noche ; 
ya  los  cua^trp  aparadores,, 
con  hajlillas  variadas ; 
las  cuatro  tiendas  pobladas 
de  instrumentos  y  cantores. 
Todo  lo  sé  I  y  sé  que  el  día 
te  halló ^  enemiga,  en  el  rio¡ 
di  agora  que  es  desvarío 
de  mi  loca  fantasía. 
Di  agora  que  esi  libertad 
el  tratarte  de  esta  suerte , 
cuando  obligan  á  ofenderte 
|ni  agravio  y  tu  liviandad.^- 

Doña  Jacinta, 
¡Plega  á  Dios...! 


'     _   ■      .  '   Í67 

Don  Jnafi, 

Hoja  invenciones , 
ralla  ,  no  m<»  digas  nada  ,    '^'  ^ 
que  en  ofensa  averiguada 
no  sirven  satisfacciones. 
Ya  ,   falsa  ,  ya  sé  raí  da  fío  , 
no  niegues  qiifc  le  íie  perdido  ; 
tu  mudanza  me  ha  ofendido , 
no  níe  ofende  el  desengañó, "   i^ 
Y  aunque  nie5;nes"'lo  que  oí, 
lo  que  tí  confes'íirás  ; 
que  hoy  lo  que  nefando  estás  ,  ' 

en  sus  mismos  ops  vi. 
¿  Y  su  padre  qué  queria 
agora  aquí?  ¿Qué  te  dijo? 
¿  De  noche  estás  con  el  hijo  , , 
y  con  el  padre  de  dia  ?  . 
Yo  lo  ví^  ya  mí  esperanza 
en  vano  engañar  dispones ; 
ya  sé  que  tus  dilaciones 
son  hijas  de  tu  mudanza. 
Mas,  cruel ,  viven  los  cielos , 
que  no  has  de  vivir  contenta;^ 
abrásate,  pues  re  bien  ta 
este  volcan  de  mis  zclos. 
El  que  me  hace  desdichado  , 
te  pierda  ,  pues  yo  te  pierdo. 

Doña  Jacinta 
I  Tú  eícs  cuerdo  ? 

Don  Juan» 

I  G)mo  cuerdo ; 
amante  y  desesperado? 

Doña  Jacinta, 
Vuelve,  escucha  ,  que  si  vale 
la  verdad ,  presto  verás 


16S 


cfi«ii  mal  ¡aforma^o  %sUs^ 

Don  JMtan» 
Voíme,  qne  lu  tío  saU. 
Doñc^  Jacinta, 
No  sale ;  eacuchii  i  qot  fio^ 
aatisfaccrte. 

Don  Jut^n. 
Es  €ii  vanOf 
sí  aquí  no  me  iis  la  mano^ 

JDofa  Jacinta, 
¿Ja  mano?  Sale  mi  tic^. 


■a_^j_i._  i^  .1 JLgg  ,11-  '^.¿^i^^s^r^^^inTrrsMTr--*— ^'-'^^^^ 

ACTO  SEGUNDO. 

ÍSCFfíA  PWMíRAt 

Jhn  García  #i?  ««r/io  lepn4^   un  pqp<il ,  Tristón  y 

J)on  GarcÜM* 
Jta  futrtfí  4e  una  ocasión  me  haep  esceder  drl  «r- 
'4en  de  mi  estado,  Sabrála  ^sted  esta  noche  pttr  un  bal-* 
eon  que  le  enseñará  el  portadqr «  con  lo  demás  que  no 
e^ pare^  escrito; y  guarde  nuestra  $epor^  ¿dC, 
¿Qoi^p  Mt^  pap«l  me  escniíQ  ? 
Camino, 

Don  Garch» 
£1  alma  fin  dada  alguna 
que.  dentro  en  mi  pecho  vive* 
¿  No  es  esta  una  dama  hermosa  y 
que  hoy  antes  de  me^io  dU 
estala  en  la  platería  ? 

Camino^» 
6í  leñof.  :   Ik 

pop  Q(freia, 
¡Suefie  pichosa ; 
Informadmf ,  por  nn  vidr^, 
(3e  las  partes  de  rsta  dams^. 

Camiffo 
Mucho  admiro  que  su  fai^a 
fsté  de  vos  escondida « 


ITÜ 


porque  la  habciíi  vjsfo,  ile|o 
ilf  encarecer  que  es  hermosa  , 
es  discreta  y  virtuosa  ? 
sil  pailre  es  viiiJo  y  es  viejo; 
dos  mil  ducados  de  renta 
los  que  ha  de  heredar  ^  seráit 
bien  hechos. 

Don  Garvüt* 

¿Oyes,  Trislaa? 
Trístan. 
Oigo,  y  ne  me  descontenta. 

Camino» 
En  cqanto  á  ser  principal, 
no  hay  que  hablar  ;  Luna  es  m  padre, 
y  lúe  Mendoza  su  madre  > 
tan  finos  como  un  coral. 
Doña  Lucrecia  ,  én  efeto, 
merece  un  Rey  por  marido. 

Don  Garda, 
jAmor,  tus  aías  te  pida 
para  tan  alto  sugeto  1 
4  Donde  vive  ? 

Camino, 

A  la  Vitoria. 
Don  García. 
Cierto  es  mi  bien.  Que  seréis  ^ 
dice  aquí,  quien  me  guiéis 
al  ciclo  de  tanta  gloria. 

Camino. 
Serviros  pienso  á  los  dos. 

Don  García.  . 
Y  yo  lo  agradeceré. 
Camino. 
Esta  noche  volveré 
en  dando  las  diez ,  por  vos^ 


Don  García. 
E<;q  le  dad  por  respuesta 
á  Lucrecia. 

•  Camifio* 
A  Dios  quedad. 

ESCENA  II, 
J)on  García  j  Tristan. 

Don  Garda*  ^ 

¿Ciclos,  qué  relici4ad« 
«iinor ,  qué  ventura  es  esta  ?        , 
¿Vés,  Tristan.,  cómo  llarnó 
Ja  mas  hermosa  el  cochero  . 
á  Lucrecia,  á  quien  yo  quiero  ? 
que  es. cierto  c(ue  quien  me  hahlo 
"  es  la  que  el  papel  me  euvia. 
Tristan^ 
Evidente  persuadon. 

Don  Garci'ft. 
¿Que  la  otra  ¿  qué  ocasión 
para  escrihirme  tenia  ? 

Tristan* 
T  á  todo  mi  suceder  , 
presto  de  dudas  saldrás; 
que  esta  noche  la  podrás 
fn  la  hahla  conocer. 

Póiüt  Garda.     ^ 
T  que  yio  fne  engañe  es  cierto , 
según   dejq  en  pii  sentido 
impreso  el  dulce  sonido 
4e  la  voz  con  qi^e  me  ha  muerto* 


iU 


17a 

ESCENA  m. 

Dichos  9  jrun  pa^e  que  dá  un  popel  á  don  Garcm^ 

Page.  V 
lU^e,  seSor  doa  García  ^ 
••  para  yo«. 

Don  Garda. 
No  esié  as(* 

Criado  vuestro  nacf , 

Zlon  García^ 
Cúbrase,  por  vida  mía. 

Lee  d  solas^ 
**Averígaar  cicrla  cosa 
importante  i-  solas  qnicro 
con  vos  :  á  las  siete  espero 
en  San  Blas.  Don  Jaan  de  Sosa.  ^ 
I  Válgame  Oíos  !  desafio,      ap. 
¿Qué  causa  pnede  tener 
don  Joan  ,   si  yo  vine  ayer^ 
y  ¿1  es  tan  amigo  mió  ? 
Decid  al  seSor  don  Jaai^ 
^ae  esto  será  así. 

ESCENA   VI.  * 

Don  García  y  Trisian^ 

Tristón. 

ScSor 
«ivdado  ^'^  de  color; 
i  qué  ha  sido  ^ 

Don  Garda. 

Nada  TrisUK 
Tristón. 
¿No  puedo  saberlo  C 


i73 


No. 
Trisfan. 
Sin  ánálk  es  tosa  pesada. 

Jboh  García, 
Dame  la   capa  y  espada. 
¿Qaé  cauM  k  he  dado  yo?       Upé 

£SC£NA  V. 

Don  Carda  jr  don  BeUran, 

bon  Béltrart. 
¿Garcia? 

Do/f  Garda. 
¿Srdof  ? 

Don  Béliran, 
Los  dos 
Á  caballo  hemos  de  andaí* 
juntos  hoy ,  que  he  de  tratar 
derto  negocio  ooA  VOS. 

Don  García* 
¿Mandas  otta  cosa? 

£SG£KA  VI. 

¡>u^  jr  TrUtan^ queda  de  oesiir  ¿  don  Garda» 

Don  Beltran, 

¿A  dónde 
vais  ctiando*  d  sol  echa  fuego  ? 

Don  Gatda. 
Aquí'  i  las  trucos  tát  llego  '^ 

de  nuestro  vtóno  el  conde* 
'  ■  Dan  Bellfan. 

f^o  aprueho  que  os  arrojéis, 
iiendo  vtnido  de  ayer , 


174 


á  daros  á   conoc<»tt  . 
á  mil  que  no  conocéis. 
Sino  PA  qiic  dos  condicionen 
guardéis  Con  mucho  cuidado»  .   ^ 
y  son ,  que  juguéis  contado  ^ 
,  y  habléis  contadas  razones  i 
puesto  'que  . mi. parecer 
es  este ,  haced  vuestro  gtistó* 

ZUbn,  QatciCh 
Seguir  tu  consejo  as  justo. 

''^'''*    Don  Béítran. 
tlaced  que  á.v«^tto>.\pUcer 
aderezo  se  prevenga 
á  un  caballo  p^ra>v0ii^ 

Don  Garwt* 
A  ordenallo.  vc^y. 

ESCENA  Vil. 

t)on  Batitam  jXriiianf 

Don  JBeltran- 

A  bies. 
¡Que  tan  sin, guate ine  tenga       t^» 
lo  que  su  ayo  me  dijo ! 
.^  H«hi  andado  con  <}arekr|         '    "^  '' 
Tristan  ?  .*\        i 

^,^     »    .      Tristan. 

Señor ,  tq4o  «1  4ia« 
Don  Btítrfuk^ 
Sin  miraren  <|ac  e^.  pii.lujo# 
sí  es  qne  el  i^umo.^el^ 
que  siempre  en  to^pect^p  he  hallado 
agora  j^o  le  ha  failado»  . 
me  di  lo  que  sientes  de  él^     . 


175 
Tnstam, 
^Qué  puedo  yo  haber  sentido 
«n  nn  término- tan  breve? 

Don  Bdtrañ. 

Tu  Ten^a  es»  qiiien.iMi  de  atrew; 
que  el  tiempo  bastante  ha^idd, 
y  mas  á  tu  enteadimicuto : 
dímrlo  por  vida  mia 
5iu  lisonja.  r     ■ 

Doa  Oarcfe , 

tal  señer ,  á  lo:  q«e  ¿ÍAiito.^        .;  f 

que  he  de  decirte  «xelflad, 

pues  que  tu  vida  ^sjurad^w     \ 

,Don  JBeiijmtt*  . 
De  esa  suerte  hikstoblii^ado  i-? 

siempí^  4  tí  mbvobmtad. 

Tristón.  MI. 

Tiene  ün  mgeme'^se^éntft 
con  peAsi^íefttoéisutiles; 
ma»,  «aprkhos  juveniles  #  ^  r  , 
con  arrogancia  im|krii<jenltt» :  .1 . 
De  Salan^anca  Tekaátí  --  -  ...  i 
la  leche  ,  y  iiéne  en  los  labloi  . 
los  contágiosos-Tii^u^ioá  .'  >  y 
de  t^nella  catca*Yft*aoeiá^  ^  ?. 

Aquel  hablar  ar>-ojaád2,r  ,, ; 

menth'sin  rtca^Oí^^rimodo,  * 

aqne)  Jtatarse  <k  ^o, 
y  hAC«f¡se  en  todo  estimado. 
Hoy  en  •  término  á^  di»  hora 
«c^  Cinco  ó  seis  nAentiras. 

Don  Bdtran.  -^  ..     , 

J  Válgame  Dios  I  .  i 


Íl6 


Í*rístari. 

¿Que  t«  admlrálf 
Pties  ió  peor  falta  aflora; 
que  son  tales ,  que  podrá 
cogerle  en  ellas  cualquiera* 

Db9í  Beliran, 
ADios. 

TriBtañ, 
To  no  te  digera 
lo  que  tal  pena  te  dá» 
á  no  ier  de  li  forzado. 
^  Don  Btíirán. 
Tu  fe  CM>nosco  i  y  tu  amdi"/ 

Tristafti 
A  tu  itrudenda ,  señor  f 
advertir  será  escosado 
el  ciesgo  que  correr  puedo  ^  - 
ai  esto  sabe  don  García  $ 
mi  seuor< 

ihn  BOitan. 

^De  Bní  coafia  r '^ 
flHerde ,  Tristan  #  todo  el  raied^^  - 
Manda  lue|{0  «deretar         (f ) 
los  caballos,  fianto  Dios  g 
puea  esto  permitís  vos» 
esto  debe  de  importar 
¿A  un  bijo  solot  á  nfl  étítirnáa 
que  en  la  tierra  le  q«ed<S 
á  mi  vr}ea  triste,-  díé 
tan  gran  «contrapeso  cl  deld'f 
Ahora  bien ,  siempre  tuvieroft  * 
los  padi;i('s  disgustos  talei;  *;  \  '^ 
siempre  «dieren  muchos  iiilefy 


ii)     Fase  Tr islán. 


los  que  mucha  edad  vivieron. 
Paciencia ;  hoy  he  de  acabar ,  ' 
si  puedo  ,  su  <:asan)iento : 
com  la  brevedad  intento 
este  daño  remediar; 
antes  que.  su  liviandad, 
en  la  corle  conocida , 
los  casamientos  le  impida 
que  pide  su  calidad. 
Por  dicha ,  con  el  cuidado 
que  tal  estado  acarrea  , 
de  una  costumbre  tan  fea 
se  vendrá  á  ver  enmendado; 
que  es  vano  pensar  que  son, 
el  remr  y  aconsejar , 
bastantes  para  quitar  -       t 

una  fuerte  inclinación.  (i) 

Tristón. 
Ya  los  caballos  están , 
viendo  que  salir  procuras , 
probando  las  herraduras 
en  las  guijas  del  zaguán; 
porque  con  las  esperanzas 
de  tan  gran  fiesta  ,  el  overo 
á  solas  está  primero 
ensayando  sus  mudanzas: 
y  el  bayo ,  que  ser  procura 
émulo  al  dueño  que  lleva  ,• 
estudia  con  alma  nueva 
movimiento  y  compostura. 

Don  Beltran. 
Avisa ,  pues  ,  á  García. 


(O    Sale  Tristón. 


12 


i78 


Tristan. 
Y2k  te  espera  tan  galán »     ^ 
qae  en  la  corte  pensarán 
que  á  estas  hotas  sale  el  dia# 

^ESCENA  VUI. 

HABITAaOH  DB  OOffA  JaCIHTA» 

Doña  Jacinta  é  Isabel, 

Isabel* 
La  pluma  tomó  al  momento 
Lucrecia  9  en  ejecución 
de  tu  a|^do  pensamiento « 
y  esta  noche  en  su  balcou 
para  tratar  cierto  intento 
le  escribió  que  aguardaría  ; 
para  qne  puedas  en  él 
platicar  con  don  Garcia: 
Camino  llevó .  el  papel , 
persona  de  quien  se  fia. 

Doña  Jacinta* 
Mucho  Lucrecia  me  obliga. 

Isabel. 
Muestra  en  cualquier  ocasión 
ser  tu  verdadera  amiga. 

Doña  Jacinta^ 
¿Es  tarde? 

Isabel. 
Las  cinco  son* 

Doña  Jacinta, 
Aun  durmiendo  me  fatiga 
la  memoria  de  don  Juan , 
que  esta  siesta  le  he  sonado 
celoso  de  otro  galán.         Miran  adentro» 


Isabel. 
¡Ay,  Señora^  don  Beltran^ 
y  el  perulero  á  su  lado  \ 
Dona .  Jacinta, 
¿  Qué  dices  ? 

Isabel, 
Digo ,  que  aquel 
que  hoy  te  habló  en  la  pj^tería 
vien^  Á  caballo  con  él; 
mírale* 

.  .   Dona  ,facinta. 
Por  vida  mia , 
que  dice^  .verdad  y  que  es  é^  ; 
I  Hay  tal  f  ¡  Cómo  el  embi^tero 
se  nos  fingip. perulero  »  , 
si  es  hijo  de  don  Bcltran  t.. 

Isabel. 
liOS  que  intentan  ,  siempre^  dan 
gran  presunción  al  dinerq , . 
y  con  ese  medio  hallar 
entrada  en  tu  pecho  quiso; 
que  debió  de  imaginar 
que  aquí  le  ha  de  aprovechar 
mas  ser  Midas ,  que  Narciso. 

Doria  Jacinta^ 
En  decir  que  ha  que  me  vio  . 
un  ano  >  también  mintió  ; 
porque  don  Bt^ltran  me  dijo, 
que  ayer  á  Madrid  su  hijp    • 
de  Salamanca  llegó. 
.   Isabel. 
Si  bien  lo  miras  ,  sefiora , 
todo  verdad  puede  ser; 
que  entonces  te  pudo  ver, 
irse  de  Madrid,  y  agora 


178 


180 


de  Salamanca  volver; 

y  cuando  no  ,  ¿  qué  te  admira 

que  quien  á  obligar  aspira 

prendas  de  tanto  valor, 

para  acreditar  su  amor 

se  valga  de  una  mentira  ? 

Demás  ,  que  tengo  por  llano, 

sino  míente  mi  sospecha, 

que  no  lo  encarece  en  vano  , 

que  hablarte  hoy  su  paJre  ,  es  flecha 

que  ha  salido  de  su  mano. 

No  ha  sido ,  señora  mia , 

acaso ,  que  el  mismo  dia    ^ 

que  el  te  vio ,  y  mostró  quererte , 

venga  su  padre  á  ofrecerte 

por  esposo  á  don  García. 

Doña  Jacinta» 
Dices  bien  ;  mas  imagino 
que  el  término,  que  pasó 
desde  que  el  hijo  me  habló 
hasta  que  su  padre  vino, 
fué  muy  breve- 

IsábeU 

£1  conoció 
quien  eres ;  encontraría 
su  padre  en   )a  platería  , 
hablóle  y  y  él ,  que  no  ignora 
tus  calidades ,  y  adora 
justamente  á  don  García  , 
vino  á  tratarlo  al  momento. 

Doi^a  Jacinta, 
Al  fin  ,  como  fuere  sea ; 
de  sus  partes  me  contento , 
quiere  el  padre ,  él  me  desea  , 
dá  por  hecho  el  casamiento. 


\ 


m 

ESCENA  DC. 

Pasbo  de  Atocha. 
Don  Beliran  y  don  García*, 

Don  Beliran. 
\  Qué  os  parece  ? 

Don  García. 

Que  animal 
no  vi  mejor  en  mi  vida. 

Don  Beltran, 
¡Linda  bestia! 

Don  García, 
Corregida 
de  espíritu  racional ; 
¡  que  contento  y  bizarría  ? 

Don  Beltran. 
Vuestro  berma  no  don  Gabriel  ^ 
que  perdone  DioSf  en  él 
todo  su  gusto  tenia. 

Don  García, 
Ya  que  convida^  señor, 
de  Atocha  la  soledad , 
declara  tu  voluntad. 

Don  Beltran. 
Mi  pena  diréis  mejor. 
I  Sois  caballero  ,  García  ? 

Don  García* 
Téngome  por  bijo  vuestro. 

Don  Beltran* 
¿Y  basta  ser  bijo  mió 
para  ser  vos  caballero? 

Don  García. 
Yo  pienso»  señor »  que  sí. 


m 


Don  Seítran» 
jQaé  engañado  pensamiento! 
Solo  consiste  en  obrar 
copio  caballero  >  el  serlo ; 
I  Quién  dio  principip  ^  las  catas 
nobles  ?  Los  ilustres  hecbo^ 
de  sus  primeros  autores ; 
sin  mirar  sus  nacimientos  ^ 
hazañas  de  bopibres  bumildef 
honraron  sus  herederos : 
luego  en  obrar  mal  ó  bien  y 
está  el  ser  malo»  ó  ser  bueno. 
¿  Es  así  ? 

pon  García. 

Que  las  hazañas 
den  nobleza  ,   no  lo  niego  : 
mas  no  neguéis  ,  que  sin  ella^ 
también  la  dá  el  nacimiento. 

Don  Beltran. 
Pues  si  honor  puede  ganar  , 
quien  nació  sin  él ;  ¿no  es  cierlQ 
que  por  el  contrario  puede, 
¿  quien  con  él  nació ,  perdello  ? 

Don  Garda. 
Es  verdad. 

Don  BcUran. 

Luego  ,  si  vos 
obráis  afrentosos  hechos, 
aunque  seáis  hijo  mío, 
dejáis  'de  ser  caballero  ; 
luego  si  vuestras  costumbres 
os  infaman  en  el  pueblo  , 
no  importan  paternas  armas  ^ 
no  sirven  altos  abuelos. 
I  Qué  cosa  es  ,  que  la  fama 


diga  á  mis  oídos  mesmos 

que  á  Salamanca  admiraron      '  - 

vuestras  mentiras  y  enpiedo»?  •* 

I  Qué  caballero ,  y  que  nada  ! 

Si  afrenta  al  noble  y  plebeyo ,  * 

solo  e)  decirle  que  miente  ,     .  ^  •> 

decid  f  i  qué  será  pl  b^ccrjo  , 

si  vivo  sin  bonra  yo  ^ 

según  los  bumanos  fueros  ,        '[ 

mientras  de  aquel  que  me  dijo 

que  mentía ,  no  me  vengo  ?  • 

Tan  larga  tenéis  la  espada  ^ 

tan  duro  tenéis  el  pecho  , 

que  penséis  poder  vengaros 

diciendolo  todo  el  pueblo? 

¿Posible  es  que  tenga  un  hombre 

tan  humildes  pensamientos , 

que  viva  sugeto  al  vicio 

qias  sin  gusto  y  sin  provecho  t 

£1  deleite  natuval 

tiene  é  los  lascivos  presos; 

obliga  á  los  codiciosos 

el  poder  que  dá  el  dinero » 

el  gusto  de  los  manjares 

al  glotón  t  9I   pasatiempo 

y  el  cebo  de  la  ganancia 

á  ios  que  pursan  el  juego; 

su  venganza  al  homicida » 

al  robador  su  remedio, 

la  fama  y  la  presunción  •    • 

al  que  es  por  la  espada  inqnietot 

iodos  los  vicios  al  fin  -  <,< 

6  dan  gusto  ó  dan  provfcho ;     > 

mas  ¿de  mentir ,  qué  se  saca 

^ino  infamia  y  menosprecio? 


183 


184 


Don  García» 
Quien  dice  que  miento  yo  | 
ha'  mentido. 

Don  BtUran. 

También  eso , 
es  menth* ;  que  aun  desmentir 
no  sabéis  ^  sino  mintiendo. 

Don  García. 
"Buts  ai  dais  en  no  creerme. 

Don  Beltran. 
I  No  seré  necio  si  creo 
que  vos  decís  verdad  solo  , 
y  miente  el  lugar  entero  ? 
Lo  que  importa  es  desmentir 
esta  fama  con  los  hechos , 
pensar  que  este  es  otro  mundo  t 
hablar  poco  y  verdadero ; 
mirad  que  estáis  á  la  vista 
de  un  Rey  tan  santo  y  perfeto  , 
que  vuestros  yerros  no  pueden 
hallar  discolpa   en  sos  yerros; 
que  tratáis  aquí  con  grandes , 
títulos  y  caballeros  ^ 
que  si  os  saben  la  flaqueza 
os  perdieran  el  respeto ; 
que  tenéis  barba  en  el  rostro ,  ' 
que  al  lado  ceñis  acero, 
que  naciste  noble  al  fin  , 
y  que  yo  soy  padre  vuestro  , 
y  no  he  de  dedros  mas ; 
qwC'  esta  so^nada  espero 
que  baste ,  para  quien  tiene 
calidad  y  enttMidimvento. 
Y  agora  porque  entendáis 
que  en  vuestro  bien  me  destelo  f 


sabed  qae  os  tengo  y  Garda, 
tratado  un  gran  casamiento. 

Don  García, 
\  Ay  mi  Lucrecia !       ap, 

Don  Beltran, 

Jamás 
pasieron »  hijo ,  los  cielos 
tantas  ,  tan  divinas  partes 
en  nn  humano  sngeto, 
como  en  Jacinta ,  la  hija 
de  don  Fernando  Pacheco, 
de  quien  mi  vejez  pretende 
tener  regalados  nietos. 

Don  García. 
\  kj  Lucrecia  ,   si   es  posible       ap. 
tú  solabas  de  ser  mi  dueño  I 

Don  Beltran. 
I  Qué  es  esto  ?  ¿  No  respondéis  ?. 

Don  García. 
\  Tuyo  he  d«  ser ,  vive  el  cielo  !       ap* 

Don  Beltran. 
¿Qué  os  entristecéis  ?  Hablad f 
no  me  tengáis  mas  suspenso. 

Don  García. 
Entristézeoroe ,  porque  es 
imposible  obedeceros. 

Don  Beltran. 
¿  Por  qué  ? 

Don  García. 

Porque  soy  casado* 

Don  Beltran. 
I  Casado  ?  j  Cielos  „  qué  es  esto! 
¿  Cómo  sin  saberlo  yo  ? 

Don  García. 
Fué  fuerza  ,  y  eslá  secreto. 


i%Í 


185 


Don  Beliran. 
\  Hay  padre  mas  desdichado ! 

Don  García. 
No  os  aflijáis ,  que  en  sabiendo 
la  causa  y  señor  ^  tendréis 
por  venturoso  el  ^feto, 

Dor^  Beltran, 
Acabad  ,  pucáj ;  que  mi  vid^ 
pende;  90I0  de  un  cabello. 

Don  García, 
Agora  os  be  menester  ,       ap¿ 
sutilezas  de  pii  ingenio. 
£n  Salapaaiica ,  señor , 
bay  un  caballero  noble 
de  quien  es  la  alcuña  Herrera 
y  don  Pedro  el   propio  nombre : 
á  este  dí<S  el  cielo  otro  cielo 
por  bija ,  pues  con  dos  soles 
sus  dos  purpúreas  mcgillas 
hace  piaros  horizontes. 
Abrevio ,  por  ir  al  caso, 
con  decir  que  cuantas  dotes 
pudo  dar  naturaleza , 
en  tierna  edad  la   componen. 
Mas  la  enemiga  fortuna 
observante  en  su  desorden  | 
á  sus  méritos  opuesta  , 
de  sus  bienes  la   hizo  pobre; 
que  demás  de  que  su  casa 
no  es  tan  rica  como  noble  | 
al  mayorazgo  nacieron 
antes  que  ella  dos  varones. 
A  esta  ,  pues  ,    saliendo  al  rio 
la  vi  una  tarde  en.  su  coche 
que  juzgara  el  de  Faetón 


187 
si  fuese  EHdano  el  Tormes. 
No  sé  quien  los  atributos 
del  fuego  en  Cupido  pone, 
que  yo  de  uu  súbito  yelo 
mfi  sentí  ocupar  entonces. 
¿Qué  .tienen  que  ver   del  friego 
las  inquietudes  y  ardores  , 
con  quedar  absorta  un  alma , 
con  quedar  un  cuerpo  Jnpioyil  ? 
Caso  fué  verla  forzoso» 
yiéndola  cegar  de  amores  ;   ' 
pues  abrasado  seguirla , 
juzgúelo  un  pecho  de  bronce. 
Pasé  su  calle  de  dia  , 
rondé  su  calle  de  noche , 
con  terceros  y  papeles 
le  encarecí  mis  pasiones  ^ 
hasta  que  al  fin  condolida 
ó  enamorada  responde; 
porque  también  tiene  amor 
jurisdicción  en  los  dioses. 
Fui  crecentando  finesas 
y  ella  aumentando  favores , 
hasta  ponerme  en  el  cielo 
de  su  aposento  una  noche. 
Y  cuando    solicitaban 
el  fin  de  mi  pena  enorme  f 
conquistando  honestidades, 
mis  ardientes  pretensiones ; 
siento  que  su  padre  viene  » 

á  su  aposento  :   llamóle , 
porque  jamas  tal  hacia  , 
mi  fortuna  aquella  noche. 
Ella  turbada  ,  animosa  , 
muger  al  fin  i  á  empellones 


Á 


i%t 


mi  casi  difnnto  cuerpo 

detrás  de  sn  lecho  esconden 

Llegó  don  Pedro ,  y  su  hija 

fingien4o  gnsio ,   abra2óle 

por  negarle  el  rostro ,  en  tanto 

que  cobraba  sos  colores : 

asentáronse  los  dosy 

y  él  con  pmdentes  razones 

le  propaso  nn  casamiento 

con  nno  de  los  Monrois. 

£lla  honesta  como  canta 

de  tal  snerte  le  responde , 

que  ni  á  sa  padre  resista 

ni  á  mí  y  qae  la  escacho ,  enoje. 

Despidiéronse  con  esto , 

y  cnando  ya  casi  pone 

en  el  umbral  de  la  paerta 

el  viejo  los  pies  ;  entonces.... 

¡  Mal  haya  amen  el  primero 

que  fué  inventor  de  reloges ! 

Uno  que  llevaba  yo 

á  dar  comenzó  las  doce. 

Oyólo  don   Pedro ,  y  vuelto 

hacia  su  hija  ,  ¿  de  dónde     ' 

vino  ese  relox  ?  le  dijo  : 

ella  respondió ,  envióle , 

para  que  se  le  aderecen , 

mi  primo  don  Diego  Ponce , 

por  no  haber  en  sn  logar 

relogero  ni  reloges. 

Dádmele  ,  dijo  su  padre  , 

porque  yo  ese  cargo  tome: 

pues  entonces»  doña  Sancha, 

que  este  es  de  la  dama  el  nombre  y 

á  quitármele  del  pecho 


199 
canta  y  prevenida  corre, 
antes  qae  llegar  él  mismo 
&  su  padre  se  le  antoje. 
Qtntémele  yo ,  y  al  darle 
quiso  la  suerte  que  toquen 
á  una  pistola,  que  tengo 
en  la  mano  » los  cordones  ; 
cayó  el  gatillo ,  dio  í  negOf 
al  tronido  desmayóse 
doña  Santha.,  alborotado  * 
d  viejo  empezó  á  dar  votes. 
To  viendo  el  cíelo  en  el  suelo  | 
y  eclipsados  sus  dos  soles , 
juzgué  sin  duda  por  muerta 
la  vida  de  mis  acciones ; 
pensando  que  cometieron 
sacrilegio  tan  enorme, 
del  plomo  de  mi  pistola 
los  breves  volantes  orbes. 
Con  esto ,  pues ,  despechado 
saqué  rabioso  el  estoque ; 
fueran  pocos  pai^a  mí 
en  tal  ocasión  mil  hombres. 
A  impedirme  la  salida, 
como  dos  bravos  leones , 
con  sus  armas ,  sus  hermanos 
y  sus  criados  se  oponen  : 
mas ,  aunque  fácil  por  todos 
mi  espada  y  mi  furia  rompen , 
no  hay  fuerzjr  humana  que  impida 
fatales  disposiciones: 
pues  al  salir  por  la  puerta» 
como  iba  arrimado ,  asióme 
la  alcayata  de  la  aldaba  * 

por  los  tiros  del  estoque: 


ido 


aqni  para  desasirme 
fue  fuerza  qae  á  tras  me  torne  | 
y  entretanto  mis  contrarios 
maros  de  espadas  me  oponen. 
£n  ^to  cobró  su  acuerdo , 
Sancha  «  y  para  que  se  estorv* 
el  triste  fip  que  prometen 
estos  sucesos  atroces « 
la  puerta  cerró  animosa 
del  aposento  I  y  dejóme 
i  mí  con  cUa  encerrado», 
y  fuera  á  mis  agrespre^. 
Arrimamos  á  la  puerta 
baúles,  arcas  y  cofres; 
que  al  fin  son  de  ardientes  iras 
remedio  las  dilaciones.. 
Quisimos  l^acerños  fuertes , 
mas  mis  contrarios  feroces 
yá  la  pared  me  derriban , 
y  yá  la  puerta  me  rompen. 
Yo  viendo  ,  que  aunqne  dilate » 
no  es  posible  que  revoque 
)a  sentencia  de  enemigos    ,' 
tan  agraviados  y  nobles  9 
viendo  á  mi  lado  la  hermosa 
de  mis  desdichas  consorte  » 
y  que  hurtaba  á  sus  mejillas 
el  temor  sus  arreboles ; 
viendo  cuan  sin  culpa  suya 
conmigo  fortuna  corre  ^ 
pues  con  industria  deshace 
cuanto  los  hados  disponen  ; 
por  df  f  premio  á  sus  lealtades 
por  dar  fin  á  sus  temores , 
por  dar  remedio  á  mi  muerta 


191 


y  dar  muerte  i. mis  pasiones, 
hube  de  darme  á  partido » 
y  pedirles  qne  conformen 
con  la'  unión  de  n  oes  tras  sangres 
tan  sangrientas  disensiones. 
Ellos  ^  que  ven  el  peligro 
y  mi  calidad  conocen, 
lo  a^tan  ^  después  de  estar 
ton  rato  entre  sí  discordes. 
Partió  á  dar  cuenta  ^al  obispo 
su  padre  ^  y  volvió  con  orden 
de  que  el  desposorio  pneda 
hacer  cualquier  sacerdote* 
Hízose,  y  en  dulce  paz 
la  mortal  guerrft  trocóse 
dándote  la  mejor  nuera 
que  nació  del  Sur  al  Norte. 
Mas  en  que  tá  no  lo  sepas 
quedamos  todos  con  formes , 
por  no  ser  con  gusto  tuyo 
y  por  ser  mi  esposa  pobre  t 
pero  ya  qne  fue  forzoso 
saberlo»  mira  si  escoges 
por  mejor  tenerme  muerto » 
que  vivo »  y  con  muger  noble. 

Don  Bettran, 
Las  circunstancias  del  caso 
son  tales »  que  se  couoce 
que  la  faerza  de  la  suerte 
te  destinó  esa  consorte ; 
y  así  no  te  culpo  en  mas 
que  en  callármelo. 

Don  Géwcia. 

Temores 
de  darte  pesar »  señor, 


192 


V 


me  obligaron. 

Den  Beltran. 

Si  63  tan  noble  f 
¿  qué  importa  que  pobre  sea  ? 
¿Caanto  es  peor  qne  lo  ignore  i 
para  que  habiendo  empeü^o 
mi  palabra ,  agora  torne 
con  eso  á  dona  Jacinta  ? 
Mira  en  que  lance  me  pones  : 
toma  el  caballo ,  y  temprano 
por  mi  vida  te  recoge ; 
porque  despacio  tratemos 
de  tus  cosas  esta  noche.         vase* 

Don  García» 
Iré  á  obedecerte ,  al  punto 
que  toqueja  las  oraciones. 

ESCENA  X. 

Don  García, 

Dichosamente  se  ha  hecho : 

persuadido  el  viejo  va; 

ya  del  mentir  no  dirá 

que  es  sin  gusto  y  sin  provecho  f 

pues  es  tan  notorio  gusto 

el  ver  que  roe  haya  creido , 

y  provecho  haber  huido 

de  casarme  á  mi  disgusto. 

Bueno  fue  reñir  conmigo» 

porque  en  cuanto  digo  miento; 

y  dar  crédito  al  momento 

á  cuantas  mentiras  digo. 

¡  Qué  fácil  de  persuadir , 

quien  tiene  amor»  suele  ser! 

\  y  qué  fapil  en  creer 


'      198, 
el  que  no  sabe  mentir!  ^    -  ' 

Mas  ya  me  a^arda  di»ii  Juan. 
Ola,  llevad  el  caballo.  (i) 

Tan  terribles  cosas  hall<^ 
que  sucediéndome  van , 
que  pienso  que  desvarío : 
vine  ayer,  y  en  utí  momento 
^   tengo  amor  y  y  casamiento , 

y  causa  de  desafio.  > 

ESCENA  V. 

Dichos  r  don  Juan» 
Don  Juan, 
Como  quien  sois  lo  habéis  hecbOf 
don  García. 

Don  García, 

i  Quien  podia ,  "  j 

sabiendo  la  sangre  mia  f 
pensar  menos  de  mi  pecho  ? 
Majf  vamos  ,  don  Juan  ,  al  caso 
.porque  llamado  me  habéis : 
decid ,  i  que  causa  tenéis , 
que  por  sabella  me  abraso , 
da  haeer  este  desafio? 
Don  Juan. 
Esa  dama  ,^  á  quien  hicistes  ,  i 

conforme  vos  me  dijistcs  , 
á  noche  fiesta  en  el  Ho , 
es  causa  de  mi  tormento ; 
y  es  con  quien  dos  años  ha , 
que,  aunque  se  dilata,  está 
tratado  mi  casamiento. 
'      ■  -  '        '  ■  '   ^ 

(i)     Dirá  adentro, 

13 


134 


Vo8  f  ba  un  mea  que  estáis  aquí, 
y  de  tsa^  como  de  estar 
encubierto  en  el  logar 
todo  ese  iiémpo  de  mi , 
colijo,  qoe  bábiendo  sido 
tan  público  mi  cuidado , 
vos  no  lo  babeis  ignorado « 
y  así  me  babeis  ofendido. 
G>n  esto  qae  be  dicbo,  digo 
cnanto  tengo  que  decir; 
y  es,  que  ó  no  babeis  de  seguir 
el  bien  que  ba  tanto  que  sigo  f 
6  si  acasb  os  pareciere 
mi  petición  mal  fundada , 
se  remita  aquí  á  la  espada  ¡ 
y  la  sirva  el  que  venciere. 

Don  García* 
Pésame  que  sin  estar 
del  caso  bien  informado 
os  bayais  determinado 
á  casarme  á  este  lugar. 
La  dama,  don  Juan  de  Sosa, 
de  mi  fiesta ,  vive  Dios , 
que  ni  la  babeis  visto  vos 
ni  puede  ser  vuestra  esposa ; 
que  es  casada  esta  muger, 
y  ba  tan  poco  que  llegó 
á  Madrid,  qae  solo  yo 
sé  que  la  be  podido  ver. 
Y  cuando  esa  bubiera  sido  i 
de  no  verla  mas  os  doy 
palabra  como  quien  soy, 
ó  quedar  por  fementido. 

Don  Juan. 
Con  eso  se  aseguró 


19S 
la  sospecha  de  mi  pecho  I 
y  he  quedado  satUiecho.  ' 

Don  Garata*    .         ,  u. 
Falta  que  lo  quede  yo;  -      :. 

que  haberme  desafiado 
no  se  hade  quedar  así:  .,¡.'M 

libre  fué  el  sacarme  aquí ,  í; 

mas  habiéndome  sacajdp •':    ' 

me  obligastes ,  y  es  forze^so ,  *    .     . 
puesto  que  tengo  de  hacer 
comoj quien  soy,  no  volver      .  .(*) 
sino  muerto  ó  vitftoridlso. 

JDon  Juan^  -  •    • 

Pensad ,  auiíque  mis  desvelos 
hayáis  satisfecho,  a^i  y  » 

que  aun  deja  cólera  en  n^i     '.  j-   ': 
la  memoria  de  mis  celos*    i 

Dichos  y  don  Félix.        '    ' 

Don  Félix,  *        ^    s 
Deténganse  caballeros , 
que  estoy  aqut  yo. 

Don  Garciai 

iQur-venga  •    ^ 
agora  quien  me  detenga!  «  * 

Don  Felií^ 
Vestid  los  fuertes  aceros ;"     .'y)  \ 
que  fue  falsa  la  ocasioii 
de  esta  pendencia. 

Don  Juan, 

>    Ya  había. 


-rn-niTmiT  >  ■■» 


(i)     Sacan  las  espadas  ;y  acttehillanvér-' 


196 

dldiolo  aii  éam  García; 
pera  por  U  obU^aciom 
en  que  pone  d  áesalia* 
desnudó  el  yaHcnte  acero. 

DonFeiia:. 
Uno  como  caballero 
de  tanto  valor  y»  brío ; 
y  poea  bien  quedado  habéis 
con  eato ,  merezca  yo 
que  á  qilien  de  celoso  erré 
perdón  y  la  mano  deis.         (i> 

^        Don  GiMrda. 
Ello  es  Josto  9  y  lo  mandáis  : 
mas  mirad  de  aquí  adelante^ 
en  caso  tan  importante  9. 
don  Joan ,  como  os  arrojáis. 
Todo  lo  babeis  de  intentar 
primero  qae  el  desafio» 
que  empezar  es  desvario 
por  donde  se  ba  de  acabar.         Mise. 

ESCENA  VIL 

Don  FtUx  j  don  Juan, 

Don  Félix. 
Estraña  ventara  ha  sido 
haber  yo  á  tiempo  llegado. 

Don  Juan, 
iQné  I  ea  éfeto  me  he  enfuñado  ? 

Don  Félix. 
Si. 

Don  Jucm» 
¿.De  quién  lo  habéis  sabido? 

(1)     Ddns€  la$  f nanos. 


I 


in 

Don  IScHm:^ 
Sdpelo  de  aii,e«ciiderp 
de  Lucriseia.  ,  , 

Shn  Juan,,     .    \ 

Decidfpnff^. 
como  foe. 

^         Dpn  FiUx. 

Li|  verdad  ^i, 
que  fue  el  coche  y.  ei, cochero 
de  doAa  Jacinta  ancM^be 
al  Soiilloy  y  que  ta vieron  ^ 

grao  fiesta  las  que  eh  ¿1  faér^f 
pero  fue  prestado  el  coche. 
Y  «1  casp  fue  que  i  las  horaa 
que  fue  á  ver  Jacinta  beHa 
á  Lucrecia »  ya  con  ella 
estaban  las  matadoras , 
las  dos  primas  de  la  Quinta. 

Don  Juan,  r 

¿Las  que  en  el  Carméü  vivieron  ? 

Don  Félix. 
Si ,  pues  ellas  le  pidieron 
el  coche  i  doíla  Jacinla^^ 
y  en  él  con  la  oscura  noche 
fueron  al  rio  las  Íq^  \ 
pues  vuestro  pa|^  i  aquien  voa 
dejastes  siguiendo  el  coche  ^ 
como  en  él  dos  damas  vió 
entrar «  cuando  anochece  g 
y  noticia  no  tenia 
de  otra  vbita,  creyó  ' 
ser  Jacinta  la  que  eniraha 
y  Locreda. 

Don  Juatté 
Juslaa^nte* 


fdft 


Sígai<S  el  coche  diligente  , ' 
y  caando  en  el  Soto  estaba 
entre  la  músfcir  y  cenái, 
lo  dejó  y.  TOlvló'  á  buscaros 
á  Madrid »  y  fue  el  no  hallaros 
ocasión  de  táiila  pena; 
porque  yendo  vos  álI6 
se  deshibkra  el '  engaño. 
í)orí  Juan» 
£n  éfp.  ^tuyo  mi  daSo: 
mas  tanto  ^Sjto  me  dá 
el  saber  «pe  me  engañé; 
que  doy  por  bien  empleado 
el  disgustó  que  he  pasado.     ^ 

Don  Fflix-         ..,.:: 
Otra  cosa  liiVerigiléf  .  ?(»i^ 

que  es  bien  g«acfosa* . 
^.  •"'  i)on  Juan, 

Decid. 
'  Ihfn  F^liX' 
Es,  que  ^1' dicho  don  García  ^ 
llegó  ayer  en  aquel  dia     •  ''■■   .. 
de  Salamanca  A  Madrid : ' 
y  cnllejíaiíd^^e  «coslóy-'M/  . 
y  durmjói}a>  nbché  .toda»''  ^  •  ^ 

y  fue   embeleco  la  boda      « 

y  festiiv  «|ue' nos  contó,    a  ,  •: 

J}on  Juan*      « 
¿Qué  decís?  ,  •  «tn 

:  i' :Dén-\Ftlix>       ;    •  " 
Esto  es  Vérdád<    - 
JDoB  Juan* 
¿Embusi<jro«i'4oa  García? 
I 


199 

Don  Félix,  .1 

£50  nn  ciego  lo  vería ; 
porque  tanta  variedad  ,       v 

de  tiendas,  aparadores » 
bajilla's  de  plat^  y  pro;         .  ,  ,    . 
tanto  plato ,  jtanto  coro 
de  instrumentos  y  cantores  p, 
¿  no  eran  mentira  patente  ? 

l)on  Juan, 
Lo  que  me  tien^  dudoso  y  '     '^ 

es  que  sea  mentiroso  "  ' 

tin  hombre  ,  que  es  tan'  valiente;  ■ 
qíie  de  su  espada  el*  ftíTor  ' 

diera  á  Alcides  pesadtimfbrb.       ^  '  ^ 

Don  Félix. 
Tendrá  el  mentir  por  costumbre ,  * 
y  poí  berencia  el  valor. 

"    JDon  Juan  '    !    ' 

Vamos  f  que  á  Jacinta  quiero         ' 
pedille ,  Félix ,  perdón , ' 
y  decillé  la  ocasión 
con  que  esforzó  este  eiñbustero 
mi  sospecha» 

Don  Félix.  "*' 

Desde  aquí, 
nada  te  creo ,  don  Juan. 

Don  Juan. 
Y  su^  verdades  atHW    ^* 
ya  consejos  para  mí. 

ESCENA  VIU. 

BkCOKACIOir  DB  C AttK.  '  '» 

Don  Garda ,  Tristón  x  Camino  é&  noche;  y  poco  de9^ 
fnu$  en  la  ventana  Jaciníá ,  lÁtcreciá  i  ísabeh 
Don  García. 
Mi. padre  me  dé  péi'donV 


que  forzado  le  eiigaft¿« 

Tristan. 
Ingeniosa  escasa  fue; 
pero  dime»  '¿  i^ué  invención 
•agora  piensas  hacer 
con  que  no  sepa  que  ha  sidq 
el  casamiento  fingido  ? 
Don  García* 
I*as  cartas  le  be  4^  co|^r 
qnc  á  Salamanca  escribiere, 
y  \^B  respuestas  fingiendo 
yo  mismo,  iré  entreteniendo  ' 
la  ficción  cqatttopndi^iseíx^^^ 

Dona  Jacinta. 
Con  esta  nn^va  volvió 
don  Beltran  bien  descontei)io, 
cuando  ya  del  C2|samecnto 
estaba  contenta  yo. 

Dona  Liicrecia,   • 
¿  Qaé  el  hijo  de  don  Beltraii 
es  ei  indiano .  fingido  ? 

Doria  Jacinta» 
Si  I  amiga. 

Dona  ÍMcrecía. 

¿A  qoién  has  o¡4<^- 
lo  del  banquete  ,7 

Doha^acinta.  _   ,     ,  , 
A  don  Juaiit 

Dafiit  Lucrecia. 
I  Pues  cuando  estivo  ^oi^tigof 

l^na- Jacinta. 
r  Al  anochecen  me  vfér^ 
y  en  oontarmelp  gastó 
lo  que  po<|q^  estar,  coomigcu 


2Ü1 
Doñi»  Lacrada. 
¡Grandes  ?m$  enredos  son!, 
j  Buen  castigo  te -merece!  .r    • 

Dofta  Jacinta. 
Estos  tres. honUnres  parece         .  , » 
qne  se  acerpan  íú  balcón. 

Dí¡ña  LiMirtcia,  :  .   , 

Vendrá  al  puesto,  don  García  f  -     ^ 
que  ya  es  hora. 

tlQña  Jacinta* 

Tú ,  Isabel » 
mientras  hablamos  con  él , 
ü  nuestros  viejos  .espía. 
Doña  LUárecia. 
Mi  padre  está' refiriendo 
bien  despacio  un  cueijto  largo 
ítutio. 

Isabel,  '* 

Yo  me  ene^argo 
de  avisaros  en  viniendo. 

Camino* 
Este  es  el  balcón  adonde  '' 

os  espera  tanta  gloria.  * 

ESCENA  IX, 

pon  García,  doña  JacinUjb,  doña  Lucrecia,  jr  Tristón 

Doña  Lucrecia. 
Til  eres  dueño  de  la  historia  ^ 
tú  en  mi  nombre  le  responde. 

Don  García. 
I  Es  Lucrecia  ?  ' 

Doña  Jacinta. 

¿Es  don'Garcfa?  - 


202 


Don^  Garda. 
Es  qnien  hoy  la  joya  halló 
mas  preciosa  ,  qne  labró 
el  cielo  en  la  plat«rfo ; 
es  quien  ,  en  llegando  á  vella  ^ 
tanto  estimó  su  valor  , 
que  dio  abrasado  de  amor 
la  vida  y  alma  |K>r  ella. 
Soy  al  fin  el  que  se  preda 
de  ser  vuestro ,  y  soy  quien  hoy 
comienzo  á  ser  ,•  porque  soy 
el  esclavo  de  Lucrecia.  * 

Doña  Jcu^iñtan 

Amiga  ^  e^ te  caballero 
paráf  todas  tiene  an^or. 

Doña  Lucrecia.  •  • 

£1  hombre  es  embarrador. 

Doña  Jacinta, 
£1  es  un  gran  embustero. 

Don  García. 
Ya  espero  ,  señora  miá , 
lo  que  me  queréis  mandar.     < 

Doña  Jacinta. 
Ya  no  puede  -haber  lugar 
lo  que  trataros  quería% 
;;^,-'.  ..•  Trisfan^  '    , 

¿  Es  ella  ?        al  oido* 
Don  GOKcia. 
Si.        . 
.  :.    Doña  Jacinta. 

.Qtie  trataros         ^ 
un  casamiento  intenté 
bien  importante^* y  ya, sí 
que  es  imj^sible  casaros. 


203 
DófíGúrctn. 
¿Por  qué  ? 

.  Doña  Jaóinta» 
Porque  sois  casado* 
Don  Giwda. 
¿Qué  yo  soy  casádA?  - 
Doña  Jacinta. 

\0B. 

Don  Gbirkia, 
Soltero  soy ,  vive  Dios  ; 
quien  lo  ha  dicho ,  os  ha  engañador 

Doña  Jacinta*  ^ 

I  Viste  mayor  embustero  ? 
Doña  hucrecia.^ 
No  sabe  sino  mentir. , 
Doña  Jacinta* 
.  ¿Tal  me  queréis  persuadir  ? 
Don  Garda. 
Vive  Dios,  que  soy  soltero. 

Doña  Jacinta. 
y  lo  jura. 

Doña  íucrecia. 
Siempre  ha  sido  ^ 
costumbre  del  mentiroso, 
de  su  crédito  dudoso, 
jurar  para  ser  creído. 
Don  García» 
Si  era  vuestra  blanca  mand¿ '. 
-C6II  la  que  el  cielo  quería 
colmar  la  ventura  mia , 
no  pierda  el  bien  soberano, 
pudicndo  esa  falsedad 
probarse  tan  fácilmente. 
Doña  J  ivh'ta* 
\  Con  qué  coufianza  miente  f 


204 


¿  No  pareee  qne  ts  verdad  ? 

JDon  Garda, 
La  mano  os  daré ,  señora » 
y  con  eso  me  creeréis. 

JDoBía  Jacinta. 
Vos  sois  tal ,  que  la  daréis 
á  trescientas  en  an  hora. 

JDon  García, 
Mal  acreditado  estoy 
con  vos. 

Doüa  Jacinta^ 
Es  jttsto  castigo; 
porqae  mal  puede  conmigo 
tener  crédito  ,  quien  hoy 
dijo  que  era  peralero 
siendo  en  la  corte  nacido ; 
y  s/endo  de  ayer  venido 
afirmó  que  ha  an  ano  entero 
que  está  en   la  corte ,  y  hahiendo 
••sta  tarde  confesado 
que  en  Salamanca  es  casado, 
se  está  agora  desdiciendo  ; 
y  quien  pasando  en  su  cama 
toda  la  noche ,  contó 
que  en  el   rio. la  pasó 
haciendo  fiesta  á  una  dama. 

Trisfan. 
Todo  se  sabe. 

Don  García, 

Mi  gloria, 
escuchadme ,  y  os  diré 
verdad  pura ,  que  ya  sé 
eu  que  se  yerra  la  historia. 
Por  las  demás  cosas  paso  , 
que  son  de  poco  momento  » 


£05 
por  tratar  del  casamiento,, 
qjie  es  ]o  importante  del  caso. 
Si  vos  hubierades  sido 
cansa  de  haber  yo  afirmado, 
Lucrecíia  ,  que  soy  casado , 
¿será  culpa  haber  mentido? 

Doña  Jacinta* 
¿Tola  cansa? 

Don  Garcüt, 

Si  señora. 

Doña  Jacinta. 
¿Cómo? 

Don  Garda, 
Decíroslo  qniero. 
Doña  Jacinta, 
Oye ,  qne  hará  el  embustero 
lindos  enredos  agora. 

Don  García, 
Mi  padre  llegó  á  tratarme 
de  darme  otra  mnger  hoy  ; 
pero  yo,  que  vnestro  soy, 
qmse  con  eso  escasarme- 
que  mientras  hacer  espero 
con  vuestra  mano  mis  bodas, 
soy  casado  para  todas 
«olo  para  vos  soltero. 
Y  como  vuestro  papel 
llegó  esforzando  mi  intento, 
al  tratarme  el  casamiento  , 
pose  impedimento  en  él. 
fcte  es  el  caso ,  tnírad    . 
ai  esta  mentira  os  admira , 
cuando  ha  dicho  esta  mentira 
de  mi  afición  la  verdad.  ^ 


206 


Dona  Lucrecia. 
Mas  si  lo  fuese.  ap- 

Doña  Jacinta. 

'    i  Que  buena 
la    trazó 9  y  qué  de  repente! 
¿  Pues  cómo  tan  brevemente 
os  puedo  dar  tanta  pena  ? 
¿Casi  aun  no  visto  me  habéis 
y  ya  os  mostráis  tan  perdido  ? 
¿Aun  no  me  habéis  conocido 
y  por  mugér  me  queréis? 

Dcin  Garda. 
Hoy  vi  vuestra  gran  beldad 
la  vez  primera  ,  señora ; 
que  el  amor  me  obliga  agora 
á  deciros  la  verdad. 
Mas  si  la  causa  es  divina , 
milagro  el  efeto  es  j  , 

que  el  Dios  niño  no  con  pies  y 
sino  con  alas  camina. 
Decir  que  habéis. menester 
tiempo  yOB  para  matar, 
fuera  ,  Lucrecia ,  negar 
vuestro  divino  poder. 
Decís  que  sin  conoceros 
estoy  perdido:  ¡pluguiera 
á  Dios  que  no  os  conociera, 
por  hacer  mas  en  quereros ! 
Bien  os  conosco»  las  partes 
sé  bien  que  os  dio  la  fortuna , 
que  sii^  eclipse  sois  luna , 
que  soi^ mudanza  ^in  martes; 
que  es  difunta' vuestra  madre, 
que  sois  sola  en  vuestra  casa  t 
que  de  mil  doblones  pasa 


la  renta   de  vuestro  padre. 
Yed  si  estoy  nial  inibrmado: 
¡  ojalá  y  mi  bien ,   que  asi 
lo  estuviérade$  de.mí ! 

Doña  léucrecia. 
CsLsi  me  pone  en  cuidado.       ap. 

Doña  Jacinta, 
¿  Pues  Jacinta ,  no  es  hermosa  ?, 
¿no  es  discreta^  rica^  y  taj, 
que  puede  el  mas  principal 
desealla  para  esposa?, 

Don  G^rda. 
Es  discreta ,  rica ,  y  bella ;     .;, 
mas  á  mí  no  me  conviene. 

Doña  Jaeinta^ 
Pues  decid,  ¿qué  falta  tiene? 

Don  García. 
La  mayor ,  que  es  no  querella^ 

Doña  Jacinta»       .    .  , 
Pues  yo  con  ella  os  queria 
casar ,   que  esa  sola  fué 
la  intención  con  que  os  llamé. 

,  Don  Garfíia. 
Pues  será  vana  porfia  ; 
que  por  haber  intentado 
mi  padre  don  Beltran  hoy 
lo  mismo  ,  he  dicho  que  estoy 
en  otra  pai*te  casado. 
Y  si  vos ,  señora  mia , 
intentáis  hablarme  en  ello,, 
perdonad ,  que  por  juo  .hacello 
seré  casado  fea  Turquía. 
Esto  es  verdad ,  vive  Dios ; 
porque  mi  amor  es  .de  modo 
qne  aborrezco  aquello  todo , 


?07 


Á 


208 


mi  Locrexiia ,  qwe  no  et  vos. 

Doña  Lucrecia, 
i  Ojalá!  op. 

Doña  Jacinta.    ' 
j  Que  me  tratáis 
coa  falsedad  tan  notoria ! 
Decid  ,  ¿  no  tenéis  memoria , 
ó^  Ver^enza  no  tenéis? 
¿Cómo,  si  hoy  dijistcs  vas 
á  Jacinta  qne  la  amáis , 
ahora  me  lo  negáis  ? 

Don  García. 
¿  Yo  á  Jacinta  ?  Vive  Diói , 
qoe  solo  con  vos  he  hablada 
desde  qne  entré  en  el  lugar. 

Doña  Jacinta, 
Hasta   aquí  pudo  llegar 
d  mentir  desvergonzado. 
Sí  en  lo  mismo  qne  yo  vi 
os  atrevéis  á  mentirme, 
¿  qué  verdad  podréis  decirme  ? 
Idos  con  Dios,  y  de  tai 
podéis  desde  aquí  pensar , 
8i  otra  vez  os  diere  oido , 
que  por  divertirme  ha   sido  ; 
como  quien  para  qnitar 
el  enfadoso  fastidio 
de  los  negocios  pesados  , 
gasta  los  ratos  sobrados 
en  las  fábulas  de  Ovidio.       POSe. 

Don  García, 
Escachad ,  Lucrecia  hermosa. 

Doña  Lucrecia* 
G>nfusa  quedo.         «we. 


209 


feSCEÑÁ  X. 

'  '  '■.*.'       ^ 

J}ún  García  y  Tristam 

Don  García» 

Estoy  Idto :        (tp. 
¡Verdades  valen  tan  poco ! 

tristan. 
En  la  boca  mehtirosá'. 

Dhn  óaraa. 
I  Qué  haya  dado  én  tío  tríét 
Cttanto  digo ! 

tristari.    '  " 
¿  Qué  te  ¿idmiras  ^ 
si  en  ettatrd  6  cinto  inenliras 
te  ha  acabado  de  ¿o^ér  ? 
De  {aquí  ^  si  lo  consideras  ^ 
conocerás  clara  níéhté'i' 
que  quien  en  las  burlas  míente    ' 
pierde  el  crédito  en  las  yeras. 


Í4 


ACTO  TiEBCERO. 

ÉSOEÑA  PRÍMÉRA. 

ÜAititACioír  DE  DóííA  LocrsctA. 

JDúña  Lucrecia^  Cufhino  qué  U  dd  un  pt^ch 

Éaifíind. 
tiste  mé  dio  para  tí  i 
Tr islán ,  de  qüieii  don  Garc/á. 
tOBí  justo  causa  tonfía 
lo  niismo  quCi  tu  dé  mi. 
Que  aaüqae  su  dicha  é's  tañí  corta 
qué  sii'Vci  es  muy  bieií  nacido  ¿ 
y  d¿  soette  ba  eiicafctido 
lo  que  tu  respuesta  iinporta  4 
qne  jora  que  don  García, 
está  loco» 

liona  Lucrecia. 
]  Cosa  estraüa ! 
¿Es  posible  que  me  engañar 
quien  de  esta  stíerteí  porfía?  ^ 

El  mas  firme  enamorada 
se  óansa «  si  no  es  querido^ 
¿  y  este  puede  ser  fingido» 
tan  constante  y  desdeñado  ? 

CafhinO' 
Yo  at  mciío^^  si  eií  las  seiíales 
se  conoce  elcofaíon^ 
ciertos  juraré  que' son  < 
pot"  las  que  lié  visto  <  aní  males: 
que  quien  tu  calle'  parseaí 
tan  constanief  notfie  y  día  » 
quien  tu  espesa  celosía 


ian  atento  bmjalea ; 
quien  ve  que  de  tu  balcón  ^ 
cuando  él  viene  te  retiras  ^ 
y  ni  te  ve  ni  le  miras 
y  está  ^rme  en  tu  afición ; 
quien  llora »  qüíeñ  ^sespera, 
quien  póttitie  contigo  estoy' 
mé  dá  dineros  §  que  es  hoy 
la  señal  mas  verdadera  i 
yo  me  afirmo  eii  qíte  decir 
que  miente  i  es  gran  desatino. 

Doña  Lucrecia. 
Bien  sé  hecha  de  ver  ^  Camino  ^ 
que  no  le  bás  vist#  inientir. 
¡  Pluguiera  á  Dios  ^  fuera  cierto 
su  ainor  ^  que  ¡k  decir  verdad  f 
íio  tarde  én  mi  Voluntad 
hallaran  sus  ansias  i^ierto! 
Que  tus  encaréciiáiéntos , 
aunque  ño  los  hé  treiíiOf 
por  lo  inenos  baii  podida 
despertar  inis  pj^ilsáimentos| 
que  dado  que  es  necedad 
dar  crédito  aí  mentiroso  i 
éomo  él  inéntir  hott  forcóso^ 
y  píiéde  decir  verdad' i' 
oblígame  la  éspéraíiiza 
y  el  propio  amor  ¿  treer  ^        ^ 
que  conmigó  pbcdé  hacer 
eñ  sus  liostülfabres  ioitidanetii' C 
Y  ást  ^dr  jgüáMár  i»i  honófr 
•i  ine  engaña  lisOÉigl*ror  >         '*^ 
y  si  es  su  amor  verdadero»  '    i 
porque  es  di^o  de'iminaoi^>;c> 
quiero,  an^r  tam  ií*i^eftid*'í^  ^^ 

9|e 


SU 


212 

á  los  1>it»ncs  y  á  los  daiíasi 
t[up  fii  admita  sus  engaños ^ 
ni  sus,  verdaUes  despida* 

.    Cctmino. 
De  ese  parecea*  estoy. 

Pues  ciirásle «  que  cmel 
rompió  &\n  vello,  el.  papel  i. 
que  esta  fesp^sta  le  doy:  , 
y  Iue{»o  tiS  de  ta  aljaba 
le  di  I  que  no  jleseapere , 
y  qtíe  si  .víreme v^uUíere, 
yi^ya  ^sia  tarde  á  la  octava  • 
de  la  l^Iadales^. .      . 
t  CaminO' 

Voy. 
Jktna  Luarficia.        .    . 
Mi  espera»sa  foado  lUi  ti» 

No  se  pierderá  por  mí, 
pues  i<^  que  Ca0iiiM>  soy, 

ÍESGENA  U. 

SaIA   X;f  CAS4    DB  OOM  É^LTU^IT. 

1X>#I  Bdtran^  dan  García  y  Tritían.  Don  Jgéllrtag 
ca  una  carta  abierta^jr  Me  la  dd  d  don  Garcia. 
Bfm^BéUran. 
4  Habéis  eaca^  «.Garáa  ? 

JDoií  Garda, 
Estjr  noche  escribiré.  ^  r-¿ 

1.       .Bm  MOiran. 
Pues  abierta  «s  la  daré         ^-.o    . 
porqjoe  Ityoid^  1»  aiia, 

4  vucsin»  J«96V«es«giia^, 


\  218 

qof  determino  (ftie:  vaIs 
voB  en  persona  á  traer 
vuestra  esposa  ,  que  es  razón  | 
porque  pudiendo  traella  '  j 

yo»  mismo ,  esviar  por  ella  / 

fnera  poca  eftimaidon.  ' 

Don  García* 
Es  verdad' I  mas  sin  efeto 
será  agora  mi  {ornada^ 

Don.Btltran. 
¿  Por  qué  ? 

Don  Ghr€iáé 

'-Porf|oc  está  prcftada; 
y  basta  qne  an  didioso  nieto 
te  dé,  oo  es  bien  arriesgar < 
sn  persona  en  el  camino. 

Don  Beítran.  ' 

]  Jesns!  faeradesatmoy 
astando  asi ,  caminar. 
Mas  díme;  ¿cómo  basta  atiui  ■  r 
uo  me  lo  has  dicba^ ,  García  ?  • 

Don  GarcíOi 
Porque  yo  no  lo  sabia ; 
y  en.  la  que  ayer  reürbi  ■ 
de  doña  Sancha  ;  me  dice 
que  es  cierto  el  pn!#ado  ya. 

Don  BeJtran.  » 

Si  un  nieto  varón  me  dáy 
bará  mí  vejes  felice. 
Muestra,  qne  aftadir  es  bien        fi) 
tuanto  con  esto  me  alegro  : 
mas  di;  ¿cuál  es  de  tu  suegro 
el  propio  ^ombrc  ? 


(i)     Tómale  ia  carta  gue  le  había  dado^ 


214 


Don  García* 

I  De  quién  ? 
Don  Beltran» 
De  tu  suegro. 

,    Don  Gareta*         • 

Aifut  me  pierdo.         ^. 
Don  Diego.  T 

Dof^  BeHran* 

O  yo  me  he  engftSaclo  f^ 
ú  otras  veces  le  has  nombrado 
don  Pedro, 

Don  García. 

También  me  acuerdo, 
de  eso  mismo ;  pero  son 
súfos,  señor,  ambos  nombres* 

Don  Btltran, 
¿Diego  y  Pedro? 

Don  García, 

r^o  te  asombres  ^ 
que  por  una  condicioin 
don  Diego  se  ha  de  llamar 
de  su  casa  e(  sucesor  x 
llamábase  mi  señor 
doi|  Pedro  antes  ^t  heredar  ^^ 
y  como  sé  puso;  )ue{»o 
don  Pieg,o ,  porque  heredó  9 
después  acá  se  Uamd» 
ya  don  Pedro  1,  ya  don  Diego. 

Don  BeUran* 
Mo  es  nueva  esa  condición 
en  muchas  casas  de  España  t 
á  escribirle  voy.  <'<m«* 


ESCENA  in. 
J)on  García  y  T¿$Utfh 
Trufan, 

£stra3a 
fue  esta  vez  tu  confusión, 

Don  Garcfo,'  * 

}  Has  entendido  la  histpría? 

Tristem-  ^    '        '    ' 
Y  hnvo  bien  en  que  entender; 
fl  que  inienie  ha  menester  ^ 
grai^  ingcfíio  y  gran  neiaoria^  i 

perdido  me  vi-  > 

Tristón^ 
■  ¥»e||  esp      .    '^   i 
pararas  al  fin,  seilor;  r» 

Don  Garcia,  > 

Entretanto  de  mi  aúior  ^ 

veré  el  bueno  ,  á  mal  ><iuceso. 
¿Qué. hay  de  Lucrecia? 
Tnstan* 

Imagino, 
yunque  4e  dora  se  precia , 
que  has   de  vencer  á  Lucrecia 
^in  la  (uer^ui  de  Taiquino. 

J)on  García, 
^  Recibió  el  billete  ? 
Tristón. 

Si,     r 

aunque  ^  Camino  manda 
que'  diga;  que  lo  rompió  ; 
que  al  Jq  ha  fiado  de  mí. 
Y  pues  lo  admitió ,  no  mal 
se  negocia  tu  deseo , 
fi  aquel  lipigrama  crfo 


21$ 


2k6. 


que  á  Nebía  escribió  Marcial  i 
escribí,  no  respondió 
Npbia  f  ltu»*o  dura  está  ; 
mas  ella  se  ablandará, 
pues  lo  qoe  escribí  leyó. 

Don  García. 
Que  dice  verdad  sospecbo. 

'    ;-fo   Tf-istan. 
Camino  estibe  ta  parte, 
y  promete  revelarte 
los  secretos,  de  sn  pecbo  ; 
y  qne  bá  de  camplíllo  espero 
si  andas  tu  cnmptido  en  dar; 
que  para  bace r  confesar 
no  bay  cordel-cbmo  el  dinerou 
X  ft'^n  fuera  bueno  señor 
que  conquistaras  tu  ingrata 
con  dádivas  y  pues  que  matj^ 
con  flecbas  de  oro  eil  amor. 
Úon  Qarcia.  ' 

I^unca  te  be  visto  grosero '^ 
sino  aquí ,  en  tus  pareceres  i; 
\l  es  esta  de  las  mugeres 
que  se  rinden  por  dinero^  • 

Trisian. 
Virgilio  dice  qué  Dido 
fue  del  troya  no  abrasada  ^ 
á  sus  dones  obligada 
tanto   como  de  Cupido. 
Y  erfi  reyna  :  no  te  espantes 
de  mis  partK^eres  rudos  ;         *•  ' 
que  escudos  vencea  escudos  i^ 
diamantes  labran  diamantesi. 

•         lk)n  García. ' 
¿No  viste  que  la  ofendió'  -     * 
mi  oferta  en  4a  platecia  f 


217 


Trisian, 
Ta  oferta  la  ofendiera  , 
señor,  que  tus  joyas  no.  » 

Por  el  uso  te.í^ohíerna  , 
que  á  nadie  en  este  lugar , 
por  d<*svergouzado  en  dar 
le  quebraron  brazo  ó  p¡ern4<  < 

Dan  Getrcia*  ' 

Dame  td  qqe  ella  lo  quiera , 
que  darle  un  mando  imagino* 

TrisUin. 
Camino  dar^  caToiuo , 
que  es  el  polo  de  esta  esfera. 
Y  porque  separs  que  está 
en  buen  estado  tn  amor; 
ella  le  mandó ,  señor , 
que  te  dijese  que  hoy  vá 
Lucrecia  á  la  Mádalena 
^  la  ñesta  de  la  otava  ; 
como  que  él  te  lo  avisaba. 

Don  García. 
¡Dulce  alivio  de  mi  pena!  ] 

4  Con  ese  espacÍ4>  toe  das 
nuevas  que  me  vuelven  loco^ 

Tristón. 
Poítelas  tan  poco  á  poco, 
j>orqu9-dure  el  gusto  m&s, 

ÍISCENAIV,  \  r 

Callie, 

'J)0pfa  Jcu:trita  y  dona  Lucrecia  con  manto^^ 
.  DorStfí  Jacinta, 
¿  Qa^  t  prosigue  don  García  ?       ^ 

JOoña  íucr-ecia. 
Pe  üiodo  que  con  sabei\ 


218 


^n  en^a^oso  proceder 
corno  tan  firme  por^s^ 
pasi  me  tiene  dudosa. 

Doñ0  Jfteinía, 
QuizH  no  eres  engañada  ; 
que  la  verdad  uq  es  yed^d^ 
i  la  lH>ca  meutiros^. 
Quizá  es  verdad  qqe  te  quiere, 
y  mas  dofíie  tu  beldad 
asegura  esa  verdad 
pj»  cualquiera  que  te  viere. 

Dona  Lucrecia, 
Siempre  tú  me  favoreces  j 
xnas  yo  lo  creyera  así 
4  no  haberte  vis|o  á  tí,     . 
que  al  mismo  sol  oscureces. 

Doña  Jacint€Í, 
Bien  sabes  tú  lo  que  vales , 
y  que  en  esta  competencia 
nunca  ha  salido  sentencia, 
por  tener  votos  ¡guales. 
Y  no  es  ^qU  la  hermosura 
quien  causa  amoroso  ardor ^     >  • 
que  también  tiene  el  amor 
su  pedazp  de  ventura. 
Yo  me  holgaré  jqjue  por  ti ,      .  ^ 
amiga  ,  me  haya  trocado , 
y  que  tú  hayas  alcanzad© 
lo  que  yo  no  n^erecí. 
Porque  ^\  tú  tienes  culpa  , 
ni  el  me  tiene  obligación ; 
pero  ve  con  prevención , 
que  no  te  queda  disculpa 
ai  te  arrojas  en  amar , 
y  al  fin  quedas  engajüada^ 


f3e  qnie^  estas  y^  avisada 
que  solo  sabe  f  ugaSiirt 

Dona  Lucrecia. 
Gracias ,  Jacinta  i  te  do]j  5 
|iia3  tu  sospfcba  porríje , 
que  (Bstpy  por  creerle,  dije^ 
liQ  qne  por  quererle  estoy, 

Doña  Jacin^> 
Pbligárate  el  preer , 
y  querrás  ,  siendo  obligada  j 
y  asi  es  (UH-^a  la  jomada 
que  Jiay  de  creer  á  querer. 

Doña  Lucrecia* 
¿Pues  qué  dirás  si  supieres 
que  un  papel  he  recibido  ? 

pona  /<icini0^, 
Piré  que  ya  le  bas  creido , 
y  aun  diré  que  ya  le  quieres. 

fioita  iMcrecia. 
Errf^rástf ,  y  ponsidera 
que  tal  Ye?i  U  voltiiitad 
bace  por  cfirio3)'flad  f  . 
lo  que  por  amor  no  biciera. 
¿  Tú  no  le  hablaste  gustosa 
f;n  la  platería? 

pona  Jacinta, 
Si. 
Doña  Jfjicrecía. 
¿Y  fuiste  en  oirle  allí 
exiamorad»t  ó  curie^A? 
Doña  Jacifita, 
Curiosa. 

Doña  Lucrecia» 
Pues  yo  con  él 
curiosa  también  be  sido » 


219 


220 


como  íú  en  baberle  oíd*  f 
en  recibir  sn  papel. 

Doña  Jacinta. 
Notorio  verás  tu  error ,    - 
si  adviertes  que  es  el  o¡p 
cortesía ;  y  admitir 
un  papel ,  claro  favor. 

Dona  Lucrecia^ 
Eso  fuera  á  saber  éi 
que  su  papel  recibí; 
mas  el  piensa  que  rompí 
sin  leello  su  papel. 

Dona  Jadñta: 
Pues  con  eso  es  cosa  cierta  > 
que  curiosidad  ha  sido, 

.Doim  Lucrecia. 
En  mi  vida  me  há  valida 
tanto  gttsio  el   »er  curiosa, 
Y  porque  su  falsedad    - 
conozcas ,  escucha  y  mira       1(0 
si  es  mentira  ,  la  mentira 
que  mas  parece  verdad.  -   • 


ESCESkA  V. 

Dichai,  jr  al  paño  don.Garcia  ,  Triétan  y  Camino. 

Camino. 
¿Veis  la  que  tiene  en  la  mano 
un  papel  ?  -  .... 

Don  García^ 
Si.  : 

Camino.^  ^ 

-•.    Pues  aquella 

ij     Saca  unpaffel ,  h  obrejr  Ue  en  seereia^ 


221 

<*5  Lucrecia. 

.Don  García. 

¡O  causa  bella       ap* 
de  dolor  tan  inhumano  ! 
Ifa  me  abraso  de  celoso. 
¡  O  Camino ,  cuanto  os  debo ! 

tTristan. 
MaSana  os  vestís  de  nuevo« 

Qamino, 
Por  vas  be  de  ser  dichoso.  \ 

Don  García, 
Llegarme,  Trístan  ,  pretendo 
adonde ,  sin  que  me  vea , 
i  si  posible  fuere,  lea 

el  papel  que  está  leyendo. 

Trisian, 
No  es  di^ficil ,   que  si  vas 
á  esta  capilla  arrimado  9 
saliendo  por  aquel  lado 
de  espaldas  la  cogerás. 

Don  García, 
Bien  dices ,  ven  por  aquí.         vansa 

Doña  Jacinta» 
Lee  bajo  ,  que  darás 
mal  ejemplo. 
'  Doria  Lucrecia, 

No  me  oirás: 
toma  y  |ee  para  tí.       (i) 
Dofta  Jacinta, 
'  Ese  és  mejor  parecer.  (a) 

(i)     Dd  éh papel  d  JaóintU. 

(a)  •   SaUn  .don  García  y  Tristan  por   otro  JoáOf 
cogiendo  de  espaldas  á  las  damas* 


222 


trisiám 
iícá  eí  fin  se  Consiguió. 
Don  García, 
Tú  j  si  v<»s  mejor  que  jro  j 
procura  9  Trístan  j  leer. 

Doña  J'acintúi       Uéi 

Ya  que  rhal  crédito  cobran 
de  mis  palabras  sentidas  i 
ditne  i  si  serán  creidas  ¿ 
pues  nunca  mienten  ,  las  óbrasi 
Que  si  consiste  el  creerme  ^ 
Señora p  en  ser  tu  marido^ 
jr  ha  dé  dar  eí  ser  creido 
materia  úl  faoorccerme  ¿ 
por  este  i  Lucrecia  mia  > 
que  de  mi  mano  te  do/ 
firfhádo  i  digo  que  soy 
ja  tu  espolso  ^  don  Gárcid. 

Don  García, 
Vivé  hioi  qué  ts  tñi  papel. 

Tristan. 
¿Pnes  qué  i  ho  lo  vio  eíi  su  cafáf 

Don  García, 
Por  ventará  lo  repasa  4 
regalándose  con  él. 

Trisiari, 
Como  quiera  té  está  bien, 

Dóñ  García. 
Como  quiera  so^  dichoso. 

Doña  Jacinta. 
El  es  breve  y  compendioso  ,• 
^  bien  siente,  ó  miente  bien. 

Don  Garc¿a¿  á  Jacinta* 

Volved  los  ojos,  señora, 


223 
fctíyoá  H^oé  tío  resisto.         (i) 

Dona  Jacinta» 
feúlirete ,  piíes  nb  té  ha  vlslo  i 
y  de^ngáfiate  a^orá. 

Dona  Lucrecia. 
Disimula  y  no  me  nombres* 

.      Don   García, 
G)rrcd  los  delgados  \elos 
á  ese  asombro  d^  los  délos  ^ 
&  ese  cielo  de  los  boinbres. 
¿  Posible  es  que  os  lle^o  á  Ver  i 
homicida  de  mi  vida  ? 
Mas^  coiüd  sois  mi  homicida , 
én  la  iglesia  huvo  de  sei  i 
si  os  obliga  á  retraer 
Ini  muerte  ^  no  hayáis  temor  ; 
^üe  de  las  leyes  de  amor 
^.s  tan  grande  el  desCoutiéHo^ 
quédcjati  pi*éso  ál  <iiiees  müerttf 
y  libre  al  qiie  es  matador. 
Ta  espero  que  de  ini  pena    - 
ésiais  i  mi  bien  y  condolidas  t 
SI  el  estar  arrepentida 
os  trajo  á  la  Madilejia : 
Ved  como  el  amor  ordeña 
^recompensa  al  inal  qué  siento^ 
pties  ái  yo  llevé  el  torihénta 
dé  vuestra  crueldad  i  señora  » 
la  gloria  me  llevo  agora 
dé  viiéstro   arrepentimiéliio. 
i  Ko  lile  habláis  «  dueño  qtterido  ? 
¿  No  os  obliga  el  mal  que  paso  ? 
¿  Arrepentísoi  acasa 

(t)     Tápanse  doña  Lucrecia  j  doña  Jmcinta. 


£24 


lie   tlaWos  iirre|>éiitíád  f 
Que  .advirtáis  ,  señora  ^  os  pidOf 
que  otra  vez  me  ibatatieis : 
si  porque  en  la  iglesia  os  veis 
probáis  en  mí  los  aceros , 
mirad  que  no  ha  de  valeroi 
si  en  ella  el  delito  hacéis^ 

Dotla  Jacinta* 
I  Cpiiodeisme  ? 

Don  García. 

Y  bien  por  Dios  | 
tanto  que  desde  aquel  día 
que  :OS  hablé  en  la  platería  ^ 
no  me  conozco  por  vos  : 
de  suerte  que  de  los  dos 
vivo  mas  en  vos  que  en  mí^ 
que  tanto «  desde  que  os  ví^ 
en  vos  transformado  estoy  ^ 
qne  ni  conozco  el  que  soy^ 
ni  me  acuerdo  del  que  fui. 

Doria  Jacinta, 
Bien  fit  echa  de  ver  que  estáis 
del  que  fuisies  olvidado ; 
pues  sin  ver  que  sois  casado 
nuevo  amor  solicitáis. 

Don  García, 
¡Yo  casado  !  ¿  En  eso   dais?, 

Doña  Jacinta* 
I  Pues  no  ? 

Don  Gardas 

\  Qué  vana  porfiat ! 
Fué  por  l)íos  intención  mia  ^ 
por  ser  vuestro. 

Duiia  Jacinta^ 

O  por  210  sella  { 


22S 
y  si  os  Yuelven  á  hablar  de  ello, 
seréis  casado  en  Turquía. 

Don  García» 
Y  vuelvo  á  jurar  por  Dios, 
que  en  este  amoroso  estado    ' 
para  todas   soy  casado , 
y  soltero  para  vos. 

Dona  Jacinta, 
¿  Vés  tu  desengaño  ?       d  Luerecia. 
Dona  Lucrecia, 

I  Ah  cielos  y       ap, 
apenas  una  centella 
siento  de-  amor ,  y  ya  de  ella 
nacen  Volcanes  de  celos  ! 

Don  García, 
Aquella  noche 9  señora, 
que  en  el  balcón  os  hablé « 
¿  todo  el  caso  no  os  conté? 

Doña  Jacinta, 
¿  A  mí  en  balcón  ? 

Doria  Lucrecia, 

I  Ah  traidora !       fip. 
Doria  Jacinta* 
Advertid  que  os  engañáis : 
¿  vos  me  hablastfs  ? 

Don  García.- 

Bien  por  Dios. 
Dona  Lucrecia', 
I  Ilablaisle  de  noche  vos  ,        ap^ 
y  á  mi  consejos  me  dais? 

Don  García* 
¿  Y  el  papel  que  recibistes  , 
negareis  lo  ? 

Doíta  Jacinta, 
¿  Yo  pap<íl  ? 

1$ 


226 


^  Doña  Lucrecia, 

\  Ved  que  amiga  tan  fiel !       ap. 

Don  García*  ^ 

Y  sé  yo  que  |o  kistes. 

Doña  Jacinta* 
Pasar  por  donaire  puede 
cuando  no  dada  ,  el  mentir ; 
mas  no  se   puede  sufrir 
cuando  ese  límite  escede. 

Don  Garda. 
¿  ^o  os  hablé  en  vuestro  balcón  , 
Lucrecia ,  tres  noches  ha  ? 

Doña  J'acinta. 
¿To,  Lucrecia?  Bueno  vá:       ap* 
toro  nuevo «  otra  invención: 
á  Lucrecia  ha  conocido  , 
y  es  muy  cierto  el  adoralla  f 
pues  finge ,  por  no  enojallay 
que  por  ella  me  ha  tenido. 

Doña  Lucrecia, 
Todo  lo  entiendo  f  I  ah  traidora  !  ap* 

Sin  duda  que  le  avisó 
que  la  tapada  fui  yo; 
y  quiere  eumendallo  agora 
con  fingir  que  fué  el  tenella 
por  mí,  la  causa  de  hablalla. 

Tristón*     d  don  García, 
Negar  debe  de  importalla 
por  la  que  está  junto  della  , 
ser  Lucrecia. 

Don  Garcia, 
Asi  lo  entiendo ; 
que  si  por  mí  lo  negara, 
encubriera  ya  la  cara; 
¿  pero  no  se  «ouocíeudo 


se  hablaran  las  dos? 
Tristón. 

I  Por  puntos 
suele  en  las  iglesias  verse  , 
que  parlan  sin  conocerse , 
los  que  aciertan  á  estar  juntos. 

Don  García, 
Dices  bítn. 

Trhtan. 
Fingiendo  agora 
que  se  engañaron  tus  ojos , 
lo  enmendarás. 

Don  García* 

Los  antojos 
de  un  ardiente  amor ,  señora , 
me  tienen  tan  deslurabrs^do , 
que  por  otra  os  he  tenido : 
perdonad ,  que  yerro  ha  sido 
de  esa  cortina  causado  ; 
que  como  á  la  fantasía 
fácil  engaña  el  deseo, 
cualquiera  dama  que  veO 
se  me  figura  la  mia. 

Doña  Jacinta» 
Entendíle  la  intención.       áp. 

Dona  Lucrecia, 

Avisóle  la  taimada.  .      ú^. 

Doña  Jacinta, , 
Según  eso,  ¿la  adorada 
es  Lucrecia  ? 

Don  García. 
£1  cora  son, 
desde  el  punto  que  la  vi , 
la  hizo  dueiio  :4e  9ni  f é. 


227 


22S 


Doña  Jacinta, 
Baeno  es  esto. 

Doña  Lucrecia* 

I  Qné  esta  esté       €ip, 
haciendp  burla  de  mí  ? 
No  me  doy  por  entendida 
por  no  hacer  aquí  un  esceso* 

jboña  Jacinta, 
Pues  yo  pienso,  que  á  estar  de  eso 
cierta »  os  fuera  agradecida 
Lucrecia. 

Don  García, 
¿Tratáis  con  ella? 
Doña  Jacinta. 
Trato ,  y  es  amiga  mía , 
tanto  y  que  me  atrevería 
á  a£rmar ,  que  en  mí  y  en  ella 
vive  solo  un  corazón « 
Don  García, 
S\  eres  tú ,  bien  claro  está.  ap, 

\  Que  bien  á  entender  me  dá 
su  recato^y  su  intención  ! 
Pues  ya  que  mi  dicha  ordena 
tan  buena  ocasión  «  señora , 
pues  sois  ángel,  sed  agora 
mensa gera  di*,  mi  pena. 
Mi  firmeza  le  decid , 
y  perdonadme  si  os  doy 
este  oficio.  ^ 

Tristan, 

Oficio  es  hoy     a^. 
de  las  mozas  de  Madrid. 
Don  García,  ^ 
Persuadidla  que  á  tan  gráiíde 
amor  ingrata  no  sea. 


Doiía  Jacinta, 
Bacelde  \o&  que  lo  crea,        ' 
que  yo  le  haré  que  se  ablan^.    ' 
Don  García. 
.-¿Por  qué  no  preeráque  maero  y 
pues  he  visto  su  beldad  ? 

■  Doña  Jacinta.    *    '    ' 
Porque ,  si  os  digo  verdad  i  '' 
»o  .os  tiene  por  verdadero. 

Don  García. 
Hacelde  vos  que.  lo  crea  ; 
¿  que  importa  que  verdad  sea  , 
si  el  que  la  dice  soi«  vos?       \    • 
Que  la  boca  mentirosa 
incurre  en  tan  torpe  mengua , 
que  solamente  en  su  lengua 
es  la  verdad  sospechosa. 

Don  García, 
SeiSíora... 

Doña  Jacinta. 
Basta :  mirad  - 
que  dais  nota. 

Don  García, 

To  obedezco* 
^  Doña  Jacinta. 

?  Vas  contenta  ?  ._. 

Doña  Lucrecia, 

Yo  agradezco  , 
Jacinta ,  tu  voluntad. 

ESCENA  \l. 

Don  García  y  Tristan.  , 

Don  García. 
i  No  ha  estado  aguda  ¡«ncrecia  ? 


229 


/" 


230 


]  Con  qal  astucia  dio  í  entender 
qnt  le  importajba  no  ser 
Lucrecia ! 

Tristan. 

A  fe  que  no  es  necia. 

Don  García. 
5in  duda  que  no  quería 
que  la  conociese  aquella 
que  estaba  hablando  cpn  ella, 

Tristan. 
Claro  está  que  no  podia 
ob)igal]a  otra  ocasión 
á  negar  cosa  tan  clara ; 
porque  á  tí  no  te  negara 
quf.  te  habló  por  el  balcón  9 
pues  ella  misma  tocó 
los  puntos  de  qiíe  tratastes 
cuando  por  él  os  hablastes. 

Don  García, 
En  eso  biei^r  me  mostró 
que  de  mí  no  se  encubría* 

Tristan' 
T  por  eso  dijo  aquello : 
y  si  os  vuelven.  M  hablar  de  ello 
aeréis  casado  en  Turquía. 
T  esta  conjetura  abona  ' 
mas  claramente-  el  negar 
que^a  Lucrecia^  y  tratar 
Juego  en  tercera  persona 
de  sus  propios  pensamientos 9 
didcndote ,  que  sabia 
que  Lucrecia  pagaría   n 
tus  amorosos  intentos, 
con  que  tu  hiciesen ;  se2or  9 
que  los  llegase  á  creer. 


231 
Don  Carcia. 
¡Ay  Tristan  !  ¿  que  pa«do  titceri 
para  acreditar  mi  amor  ? 

Trisian, 
¿Tu  quieres  casarle? 
pon  Garcia 
Si. 
Tristan. 
Paes  pidela. 

Don  García. 
¿Y  si  resiste? 

Tristón^ 

Parece  que  no  la  oiste 

lo  qae  dijo  agora  aqaí: 

hacedle  vos  que  lo  crea 

que  yo  la  haré  qiie  se  ablande ; 

¿  qué  indicio  quieres  mas  grande 

de  que  ser  luya  desea  ? 

Quien  tus  papeles  recibe,     i  ' 

quien  te  babla  en  su»*ventaikaS| 

muestras  ha  dado  bien  llanas 

de  la  aficcion  con  que  vive, 

£1  pensar  que  «Ire»  casado 

la  refrena  solamente,  -  * 

y  queda  ese  inconveniente 

con  casarte ,  remediado. 

Pues  es  el  mismo  casarte» 

siendo  tan  gran  caballero ,  ' 

información  de  soltero.^ 

y  cuando  quiera  obligarte 

á  quedes  infarmacion» 

por  el  temor  con  que  vá 

de  tus  engaños,  no  está 

Salamanca  én  el  Japon^ 


232 


Don  Getrcia» 
^  esii  para  quien  desea; 
que  son  ya  si^os  en  tai 
los  instantes. 

¿Pnes  aqnf 
no  habrá  quien  testigo  ses^  ? 
Don  Crarcia.         ^ 
Paede  ser. 

Tristón.^ 
Es  fácil  cosa. 
Don  García* 
Al  punto  los  buscaré.      ' 

Tr¿sfans 
Uno  yo  te  lo  Jaré. 

Don  Gareick. 
¿  Y  quién  es  ? 

Tristan. 

Don  Juan  de  Sosa. 
'  Don  Gareia. 
,  i  .Quién  ,  don  Joan  de  Sosa  ? 
TrUtañ. 

Si, 
DonG€weia» 
Bien  lo  sabe; 

Tristan* 

Desde  el  dia  ,        "T 
que*te  .bal^ó  en  la  platería       1 
no  le  be  visto ,  ni  él  á  ti 
Y  aanque  «iexnpre  be  deseadoi   - 
saber  que  pesar  te  dio 
el  papel  que  te  escribió , 
nunca  te  lo  be  preguntado»  . 
viendo  que  entonces  severo, 
negaste  y  descolorido : 


mas  ^gora  que  ha  venido 
tan  á  propósito ,  quiero 
|>eiisar  qne  pnedo,  señor;  , 
pues  secretario   me  bas  hfchp 
del  ai^hivo  de  tu  pecho, 
y  se  pasó  aqael  furor. 
Don  García. 
Yo  te  lo  quiero  contad; 
que  ppes  sé  por  esperiencía 
tu  secreto  y  tu  prudencia  ,* 
Lien  te.  lo  puedo  fiar. 
A  las  siete  de  U  tarde 
me  escribió  qne  me  aguardaba 
en  San  Blas  don  Juan  de  Sosa 
para  un  caso  de  importancia. 
Callé  ,  ppr  ser  desafío  ; 
que  quiere  el  qi|e  no  lo  calla 
que  le  eslorven  ó  le  ay^den : 
cobardes  acciones  ambas. 
Llegué  í^l  aplazado  sitio 
donde  don  Juan  me  aguardaba 
con  su  espada  y  con  sus  celos , 
que  son, armas  de  ventaja. 
Su  sentimiento  propuso  «  < 

satis^ce  á  su  demanda  ; 
y  por  quedar   bien  ,  al  fin 
desnudamos  las  espadas. 
Elegí  mi  medio  al  punto « 
y  hacíéoidole  una  ganancia 
pof  los  grados  del  perfil     . 
le  di  una.  fuerte  estocada^. 
Sagrado  fue  de  su  vida 
nn  jégnus  Dei  que  llevaba  , 
que  topando  en  él  la  punta 
hizo  dos  partes  mi  espada. 


233 


234 


£1  sacó  pies  de  gran  golpe ; 
pero  con  ardiente  rabia 
vino  y  tirando  ana  punta  ; 
mas  yo  por  la  parte  flaca 
cogí  su  espada,  formando 
un  atajo ,  él  presto  saca 
(como  la  respiración 
tan  corta  línea  le  tapa  « 
por  faltarle  los  do^  tercios 
á  mi  poco  fiel  espada  ) 
la  suya ,  corriendo  filos ; 
y  com^  cerca  me  halla , 
porque  yo  busqué  el  estrecho  t 
por  la  falta  de  mis  armas 
á  la  cabeza  furioso 
me  tiró  una  cuchillada : 
recibíla  en  el  principio 
de  su  formación  y  baja  , 
matándole  el  movimiento 
sobre  la  suya  mi  espada. 
Aquí  fué  Troya ,  saqué 
un  revés  con  tkl  pujanza « 
que  la  falta  de  mi  acero 
hizo  allí  muy  poca  falta; 
que  abriéndole  en  la  cabeza 
un  palmo  de  cuchillada  , 
vino  sin  sentido  al  suelo 
y  aun  sospecho  que  sin  alma. 
Déjele  asf ,  y  con  secreto 
me  vine ;  esto  és  lo  que  pasa  | 
y  de  no  verle  estos  días , 
Tristan,  es  esta  lo  cansa. 

Tristón, 
\  Qué  suceso  tan  estraño  \ 
¿  Y  si  murió  ? 


23$ 
Don  Carda* 

Cosa  es  clara : 
porque  hasta  los  mismos  sesos 
esparció  por  la  campaña. 

Tristan. 
I  Pobre  don  JuanL.,  ¡  Mas  no  es  este 
que  viene  áqaíl 

ESCENA  VIL 
2}ichos  y  don  Juan ,  y  par  otro  lado  don  Beltran. 
J}on  García.  f 

\  G>sa  estrada ! 
Tristón, 
¿También  á  mi  me  la  pegas?    ' 
¿  Al  secretario  del  alma  ? 
Por  Dios  que  se  lo  creí  ,  ap» 

con  conocelle  las  mariias. 
¿Mas  á  quién  no  engañarán 
mentiras  tan  bien  trobadas? 

JDon  García. 
5in  duda  qne  lo  han  carado 
por  ensalmo. 

Tristan. 

Cachillada , 
que  rompió  los  mismos  sesos  f 
¿en  tan  breve  tiempo  sana? 

Don  García.  - 
¿Es  mucho?  Ensalmo  sé  yo 
con  que^un  hombt*e  en  Salamanca , 
á  quien  Cortaron  á  cercen 
un  brazo'  con  media  espalda « 
volviéndosele  á  pegar, 
en  menos  de  una  semana 
quedó  tan  sano  y  tan  bueno 
como  primero. 


J3o 

Tristdn. 

\  Ta  esci^ippa ! 
Don  García,  ' 
Esto  no  me  ló  contaron  ; 
yo  lo  vi  mismo. 

Tristón. 
Eso  basta. 
Don  Garcicu 
Déla  verdad,  perla  vida» 
no  quitaré  «na  palabra, 

Trisian. 
I  Qae  ningnno  se  conozca !         ttp. 
Señor  ,  mis  servicios  paga , 
con  enseñarme  ese  ensalmo. 

Don  García* 
.Está  en  dicciones  hebraicas» 
y  sino  sabes  la  leniza 
no  bas  de  saber  pronunciarlas. 

Tristan. 
¿Y  iá  sáhesla  ?  * 

^Don  Crorcía. 

I  Qaé  baeno ! 
mejor  que  la  castellana  : 
hablo  diez  lenguas. 
Tristah. 

Y  tjodas  qp^ 

para  mentir  no  te  bastan : 
cuerpo  de  verdades  lleno 
con  razón  el  tuyo  llaman, 
pues  ninguna  sale  de  él 
ni  ))ay  mentira  que  no  salga. 

Don  Bdtran. 
¿  Qué  deas  ? 

J)on  Juan,' 
Esto  es  verdaid  i 


i 

■ 

I 


23Í 
ni  caballero  ,  ni  dama 
tiene ,.  si  mal  no  me  acuerdo 
de  esos  nombres  Salamanca. 

Don  Beltran. 
Sin  duda  que  fue  invención  ap» 

de  García ,  cosa  es  clara ; 
disimular  me  ¿oñ viene. 
Goces  por  edades  largas 
con  una  rica  encomienda 
de  la  Gruz  de  Calatrava» 

Don  Juan. 
Creed  que  siempre  he  de  ser 
■Das  vuestro ,  cuanto  mas  valga  ; 
y  perdonadme ;  que  ahora 
por  andar  dando  las  graciaft 
á  esos  sciíoires ,  no  os  voy 
sirviendo  hasta  vuestra  casa.  pase. 

ESCENA  VIII. 
Dichos  menos  don  Juan. 

Don  Bcltran. 
¡Válgame  Dios !  ¿Es  posible 
que  á  mi  no  me  perdonaran 
Jas  costumbres  de  e*te  mozo? 
¿Que  aun  á  mí  en  mis  propias  canas 
me  mintiese,  al  mismo  tiempo 
que  riñcndoselo  estaba  ? 
"  ¿  Y  que  le  creyese  yo 
en  cosa  tan  de  importancia 
tan  presto,  habienda  ya  oído 
de  sus  engaíios  la  fama  ? 
Mas  ¿quien  creyera  que  á  mí 
me  mintiera  ,  cuaUdo  estaba 
reprendiéndole  eso  mismo  ? 
I  Y  qutí  juez  se  recelara 


23S 


que  el  mismo  ladrón  le  robe, 
de  cuyo  castigo  trata  ? 

Tristón, 
¿Determinaste  á  llegar?. 

Don  Garcia, 
Sif  Tdstan. 

Tristón. 

Pues  Dios  te  valga* 
Don  García, 
Padre. 

Don  Beltran. 
No  me  llames  padre» 
vil ,  enemigo  ,  me  llama  ; 
que  no  tiene  sangre  mia , 
quien  no  me  parece  en  nada. 
Quítate  de  ante  mis  ojos « 
que  por  Dios ,  sino  mirara.... 

Tristaq.  d  Garda. 

El  mar  está  por  el  cielo ; 
mejor  ocasión  aguarda. 

Don  Beltran. 

\  Cielos  ,  qué  castigo  es  este  ! 

¿  Es  posible  que  á  quien  ama 

la  verdad ,  como  yo ,  un  hijo 

de  condición  tan  contraria 

le  diesedes  ?  ¿  Es  posible 

que  quien  tanto  su  honor  guarda, 

como  yo ,  engendrase  un  hijo 

de  inclinaciones  tan  bajas? 

¿  Y  á  Gabriel ,  que  bouor  y  vida 

daba  á  mi  sangre  y  mis  canas » 

llevásedes  tan  en  flor  ? 

Cosas  son ,  que  á  no  iQirarlas 

como  ci^stiano 


'      239 

Don  García. 

I  Qué  esto  ?        ap. 
Tristan, 
Quítate  de  aquí ;  ¿  qué  aguardas  ? 

Don  Beltran» 
Déjanos  solos »  Tristan  ; 
pero  vuelve ,  no  te  vayas. 
Por  ventura  la  vergüenza, 
de  que  sepas  tú  su  infamia « 
podrá  en  él »  lo  que  no  pudo 
el  respeto  de  mis  canas. 
T  cuando  ni  esta  vergüenza 
le  obk'gue  á  enmendar  sus  faltas ; 
servirále  por  lo  menos 
de  castigo  el  publicallas. 
Di  I  liviano;  ¿  qn¿  fin  llevas? 
Loco »  di ;  ¿  qué  gusto  sacas 
de  mentir  tan  sin  recato  ? 
¿  Y  cuando  con  todos  vayas 
tras  tu  inclinación ,  conmigo 
siquiera  no  te  enfrenaras  ? 
¿  Con  qué  intento  el  matrimonio 
fihgiste  de  Salamanca , 
para  quitarles  también 
el  crédito  á  mis  palabras? 
4G)n  qué  cara  hablaré  yo, 
á  los  que  dige  que  estabas 
con  doña  Sancha  de  Herrera 
desposado  ?  ¿  con  qué  cara  , 
cuando  sabiendo  que  fué 
fingida  e^ta  doiía  Sancha  » 
por  cómplices  del  embuste 
infamen  mis  nobles  canas? 
¿  Qué  medio  tomaré  yo  , 
que  saque  bien  esta  mancha ; 


£40 


pae.i  á  mejor  negociar , 
si  de  mi  quiero  quitarla , 
he  de  jponerla  en  mi  hijo ; 
y  dÍ€Íen¿o  que  la  causa 
fuiste  tá ,  ¿he  de  ser  yo  mismo 
pregonero  de  tu  infamia  f 
Si  algún  cuidado  amoroso 
te  obligó  á  que  me  engañaras  ^ 
^que-eneínigo  te  oprimía  f 
¿  Qué  pttñal  te  amenazaba  , 
smo  un  padre  ,  padre  al  fin  ? 
Que  este  nombre  solo  basta 
para  saber  de  qué  modo 
]p  enternecieran  tus  ansias. 
Un  viejo  que  fue  mancebo 
y  sabe  bien  la  pujanza 
con  que  en  pechos  juveniles 
prenden  amorosas  llamas. 

Don  García,, 
Pues  si  lo  sabes ,  y  entonces 
para  escusarme  bastara; 
para  que  mi  error  perdones » 
agora  ,  padre,  me  valga. 
Paréceme  que  sería 
respetar  poco  tus  canas 
no  obedecerte ,   pudiendo  » 
me  obligó  á  que  te  engañara. 
Error  fue ,  no  fue  delito ; 
no  fue  culpa  ,  fue  ignorancia; 
la  causa  amor,  tá  mi  padre; 
pues  tá  dices  que  esto  basta. 
Y  ya  que  ti  daño  supiste , 
escucha  la  hermosa  causa; 
porque  el  mismo  dañador 
el  daño  te  satisfaga.    ' 


Doda  LacrecUi  lá  hija  '  ^h¡. 

de  don  Juan  de  Lana,  es  alma  > 
de  ^ta  vida  ,  es  principal         t ' 
y  heredera  ¿e  an  tñsa',  ■».-',    • 
y  para  hacerme  >jchcbos<^  .  ..1 
con  sa  hermosa. mano V  falta    ' 
solo  que  tá  lo  coBsientas , 
y  declares  que  laíama         -  -a  - 
•  de  ser  yo  casada  .tiiVo 
ése  prindpio»  y  es  falsa, 
t "  'Don  Beftran. .  ^  .* 

No ,  no  y  i  Jesús!  calla  -..¿rea  oídmí 
habias  de  meterme?  basta.        "  > 
Ta ,  si  dices  que  esta  es  lus , 
he  de  pensar  'qué  iáie  engañas.  * 

Don  García, 
No  séftor ,  lo  quiü  á  las  obras  "*' 
sa  remite ,  es  vejr4lid  cejara ; ,      v.a 
y  Tristan ,  de  quien  te  fias , 
es  testigo  de  mis  ansias : 
dílo  Tristan.  '  ;    ?- n  í 

Triiian, 
Si  Señor,    - 
lo  que  dice  es  )ó  qué  pasa.     '<  ^  •     ^^ » 

Don  Bettran.  ^ 
I  No' te  corres  de  esto  ?  di : 
¿  no  te  avergüenza  ,  que  hayas  í  '   ''  '*^ 
menester  que  tu  ciliado  :   ^  •  I 

acredite  lo  que  hablas? 
Ahora  bien ,  'yo  quiera  hablar  '-  ^'^^^"  * 
á  don  Júau  ;  y  el  délo  haga  '^' 

que  te  d¿  á  Lucrecia,  que  eres      '  ''i^ 
tal  que  ella  es  IS'irh'gáñaáa. 
Ma^'prltáero  he  de 'informaran       '  '* 
tn^titoídeSátamanca;    ^  V 

16 


241 


342 


que  ya  temo  ^'qQe.ea  decirme 

q«e  me  enfiaáUftie»  me  eogadas.  • 

Que  aoaqoe  U,Terdad  sainar»  ^ 

antes  c[oe  haUaHe  llegib>a, 

la  has  faeobayttMspediosa- : 

tá  comsob»  confesarla.  9a9€. 

Don  Garda.  ' 
Bien  se  ha  htébb. 

¿Tcómolfie»?  r 

que  yo  peasé  qne  hof  probahas» 
en  ti  aqoel  salmo  hebreo^    . 
qoe  bracos  cortados  sana.    -•  "^ 

'  ESCKNAííX.- 

SaIA  con  TI8TAS  Á  VM  JAamVr 

JDltMi  «/ttoii ,  anciano  -,  y  don  Saácho, 

Don  Juan^, 
Parece  que  la  noche  ha  refrescado. 

Don  ^(lücbo-.^ 
SeSor  don  Joan  de  Lona»  para  el  rio 
este  es  fresco,  en  mi  edad  demasi^o^ 

Don  Juan. , 
Bfejor  tit9ÍL  qne  en  ese  jardú^  mío  / 
wt  nos  pp.nga  la  mesa,  j  qqe  gocemos^ 
la  cena  con  sazón ,  templado  el  frío.    . 

Don  SfWfc^o. , 
Discreto  parecer »  noche  tendremos    / 
qne  dar  á.  Manzanares»  mas  templada  t 
qne  ofenden  la  salud  estos  estreñios^ 

J)on  Jmn%       ,  i  A  dcnirm* 

Gozad  ^^  .vuestra  hermosa  c^fiyidad^ir 
por  esta  noche  en  el  jardi^  ^  Laccf^^. 


241 
Dnn  Sancho. 
Veafsla,  quiera  Dios,  bien  empleada; 
qae  es  un  ángel.  ' .  ;  r 

Don  Juan,  •  '     •  •  *  •••' 

De  ma»  de^ve-iio  es  necia ^ 
y  ser  cnal  veis^  don  Sancho,  tan  hermosa , 
menos  que  la  virtud  la  vida  precia.  (i) 

Criado.  -  .   .  :  "  '.o  r  i  . 

Preguntando  por  vos  don'  Jiiafi  de  Sos»  ^^^ 
á  la  puerta  llegó  y  pide  -  licencia. 

Don  Sancho. 
¿A  tal  hora?  ^       .  u.vo^^ 

Don  Juan.  ''^ -u-^  xx. 

Será  ocasión  forzosa. 
Don  Sancho.  *     '   )  o    i 

£ntre  el  señor  don  Juan»  .■   íf 

■    •    •  .  »         ......  u  .í 

ESCENA  Xv. 

Dichos,/  don  Juan  con  un  pappl^'^^^^^ 

Don  Juan,  s^ 

A  «sa  prtsenda^.      »/  ; 
sin  el  papel ! que  veis',  nonca-llegárakct   nü 
mas  ya  .pon  él  faltaba  la  .paciencia  :    -:    i»; 
qoe  no  quiio  el  amor  que  düat^ra 
la  nueva  un  punto,  si aicancaí^ Jaf  glpjriaA.  * 
consiste  en  eso  de  mi  prenda  cara. 
Ta  el  hábito  salió  ^  si  en  la  memoria 
la  palabra  tenéis  que  me.h/ibeb  dado, 
colmareis,  con  cumplirki ;  mi  yitoria.   t  / 

Don  Saopbfi..^ 
Mi  fe,  señor  .don<  Juan,  habéis  premiado, 
con  no  haber»esta.iutteva.>ilaMidicki&/ia  >^'l!  ^ 
-í  ^      *  ■'■■  ^   -^  I 

{Cy      SaU  un  criado^  ■  .:. 


^44 

por  un  momento  solo  dilatada: 
á  darlia.  voy  á  .mi  Jacinta  hermosa ; 
y  perdonad  ,  que  por  estar   desnuda 
no  la  mando  salir.  oase* 

,  í '     I  D<H»  Juan  y  anciano. 

!  ,     Por  cierta  cosa 

tuve  siempre  el  vencer ;  qtu»  el  cielo  ayuda 
la  verdad  mas  ocuíta:  en  ser  premiada 
dilacioa  piido.,báber ,  pero  nio  duda. 

EséENA  XI. 

Dichos  ,  don  García ,  don  Beliran  jr.  Tristan  ,  que  « 
Un  por  otro  iodo. 

,  Hon^Beltran*. 
Esta  no  es  ocasión  acomodada 
de  hablarle,  que  hay  visita ;  y  una  cosa, 
tan  grave  ¿  solas  ha  de  ser  tratada. 

D0'n  García. 
Antes,  nos  servirá  don  Juan  de  Sosa 
en  lo  de  Salamanca"  por  testigo. 

Don  Beltran. 
jQue  loí  iiayais  tn^^ncster!  ;  qué  infame  cosa! 
En  tanto  x{ue  'a  éún  Juan  de  Luna  digo 
nuestra  intención.,  podéis  ctítr^Un^lo. 

Don  Juan  ,  ancimw, 
¿  Aittigb?  donBeltiiaii;  t  i 

'  '  Don-  Udtrañ. 

Don  Juan  I  amigo. 
Don  Juan,  anciano. 
¿  A  tal«s^hora*  tal  «Sceso  ? 

DonM^tran. 

,    >•      I'         :-  BH'ell4>>-'      .M 

conoc(U*eii^  que^Jc&loy^'wiarooradOíj^'*-"   •  i-   • 

.^_  -- ,-     -.  Donjuán  1  anciano* 

Dicliü&a  la  que  pudo  mereceildr-  '  ••     ^ 


^245 
Dofi  Bdlfran:  '    í> 

Perdón  me  baheis  de  dar  ,  que  haber*^  liftTlado 
la  puerta  abierta  ,  y  la  amiaitad  que  os  téáf^o » 
para  entrar  sm  licencia  »  roe  la  ban  dado.  , 

'.íVfíoa  Juan  ,.  oftcíanó. 

Ctiint>liilpÍQntOs  4eiad,^. cuando  preyenigci   / 
el  pecho  i  la  ocasión  de  esta  venida. 

B6n  Belif¿íi. 
Quiero  deciros,  pues^  á  lo  que  yenf;o. 

.^  -     -  i)f,n  (ftírciaS  <  .-       I 

Pudo ,  señor  don  Juan  ,  ser  oprimida 
de  algún  pedio  de  envidia  A^mponsoñado 
verdad  tan  clara;  pero  no'Véndda'^ 
Podéis  por  Dios  cre^)r'*qilé'^  bá  ak^rad» 
vuestra  vitorja.  ,^^,^*^ 

Don  Juc^n, 
*^        De  q  ufen  "sois  lo  creo. 

Don  García,  ' 

Del  bábito  gocéis  encott^endado, 
como  vos  merecéis ,  y  yo  deseo. 
Don  Juan  anciano* 
£s,en  eso  Lucrecia  tan  dicbosa  . 
que  pieuso  que* es  soilád'o'  el  bien  qne  veo; 
con  perdón  del  señor  don  Juan  de  Sosa » 
oid  una  palabra  ,  don  García  :   ' 
que  á  Lucrecia  queréis  por  yuestra  esposa 
me  ba  dicho  don  Beltran. 

Don  Qarctó," 

'El  alma  mÍ9 » 
mi  dícba  y  bonor  y'vida  está  en  su  maao* 

•'^  Don  Juati' anciano»' 
Yo  desde  aquí  por  ella  os'uoy  la  mía,     (i) 

1      M,l         U' 


( 1 )     Se  déd^íás  manos. 


nsfiou 


a46 

que  com©  yó  »¿  en  ««o  ^o  q'»*  g**^^/ 
99  ftalie  cUa  también  ,  según  la  he  oíd* 
hablar  At  vos* 

..:    .:i.J?on  García. 

Por  biiín  tan  soberana 
los  pies  i  «eSior  don  J«an  de  Luna,  os  pido. 

.ESCENA  XH. 

t)icho8t  don  Sancho  r  doria  Jacinta  y  doña  Lucrecia. 

J^jua  jMcrecia. 
Al  fin.iVl?**  tjii^tjM  contrastes , 
^:,fc  i^«  diilcc  espérenla  logras. 
ZM^a  Jacinta. 

Con  qucj  tii  logres  la  tuya 
seré  del  todo  dichosa. 

JpoVy^  Juan  anciano. 
Ella  sale  cqu  Jacinta  i  .     /  • 

af»fjia  ííe  tanta  gloria, 
mas  de  c:^¡o^  descompuesta    . 
nu(»  ^dere^ada  de  boda : 

di  jad  qup  albricias  le  piuí^ 

*      de  una  uq^va  tan  dichosa.  .^ 

Don  BcUran. 
Áci  está  ¿on   Sancho  ;  mir^    . 
en  que  vengo  á  verme  agora. 
J^n  García. 
,       y  Yerros  caüsadpjs  de  amor ,      , 
quien  es  cuerdo  los  perdona. 
,   ,  ^        jthña  Lucrecia. 

'^'^     '¿  lío  es  Casaáo  en  Salamanca  ? 

-     ■  ■■  ■ DtfnJttan   anciano.-    - 

Fué  invención  suya  engafip^^^ 


24? 
no  le '.  casase  .conr  otra;    '       , .  u  f 

,  Siendo  así ,  mi  voluntad       ^ 
cjia  taya  ,  y  soy  dicnosa.      ^  ' 

♦  o XhnfiffníémÁ.  ,'iiih^a 

Llegad,  flÜ3tíís;¿f^ 
á  vuestra^  alegren  norias, 
que  dflb'ósas  se  confiesan^ 
y  os  aguaráán  amorosas. 

DonGarcia.    "■   '  ^^ 
Agora  de  mis  Wrjáa^ 
darán' {»róbanz4,lá^  obras.         (i) 

¿  A  dónde  vais  i'Aák  -GarSa  ?  ;  ^ 
Veis  allí  áLncrecta  hermosa.'    * 
Don  García,  ^" 

¿Cómo  Lnerttía^?^^^'-       ' 

DonBeii^an.     --       i  T 
;  ^  r      .'  r^QnéeaesU^ 

-"   i    Don^€iánrew.  >  h 

Vos  sois  mi  «tnefttf,  (Vellora*       écJacinta. 

Don  StÜtran.  [  oy 

¿Oirá  tenemos?     -^t»      ,  .^    .♦,,:> 
Don  Garfia. 

..r^í^Si^nomlure- 
erré ,  no  c^é  fo  iffff ona- 
Vos  sois  á,  q.i»ie9  yn^  íe?  pe4ido  j; 
y  vos  f  la  que  el  ajm^  adora*   ,^ 

JDo^a  Luere^qia.       .       ,  ^ 

Y  este  papel ,  engañoso  ,     (a)  ,  ^ 

(i)     Fanse  don  Garcia^x  4^1%  Juan  á  Jacinta* 
(a)     Saca  ,14a  papel,  ^ 


ÍÍ4« 

que  es  áe  vuettttL- mtwó  ptó'^t , 
lo  qa«  decf»,  ¿no  desdkte?  ^  "' 
^    DblitBeítrán^ 

\  Qae  en  tai. ^treiita  me  .poiijga« ! 

thn'Juan, 
Dadme ,  Ja«iil«i^  ^kl  ^mano , 
y  daréis  fii|.  á  ^estas  cosaa.. 

Don  jSancho,     ,     , ,  . 
Dale  la  mano  á  don  Jaai|«     ,, 

thñ^^  Jacinta*    . 
Vaestra  sqy..  ,,,.;,,  /^ 

¿OH  García,    . . 

Vive.PjoiS^  j^j^ lio  recibes      ^  i 
á  L«cr(;cia  p^r  fíposa,  ,^  - 

qae  te  he.de  (|4^itar. la  vida. 

Don  Juan  ancimto^.x.^  '^  i 
La  mano  os  he. dado  a^ora 
|k»i*  Lacree!^  y  y  me  la  distes  ; 
si  vuestra  iñccrakStaocia  loca 
.v\nv!:'A40»  ha  mudado. tan* ^esto  »^  i    f 
.    yo  lavarémídeáhonra 
con  sangre  de  vacstraé  veáa*.)^ 

Ttístan. 
•rtf  tienes  lia'  ciílpa  toda ; 
que  si  al  pfiÉlliipib  dijera*  -    '  •'> 
U  verdad,  esta  W  la  hora      ' 
que  de  Jacftltá  go^bas  :  '^    ! 

'  ya  no  hay  remedio ,  perdona  y 
y  dál^*manoMá  Lucrecia,         ' 

*    "* míe  tambicn-es  buena  moaa.- 

.•.'^.\*•J»^,  V.  2fen  Garda.      •    '^'  '■  ^  ^' 

La  mano  doy»  pue«  es  fúét^y  ' 


24d 
Tritían. 
Y  aquí  verás  caan  daftosa 
es  la  mentira ,  y  \erá 
el  senado*  que  en  la  boca 
del  que  mentir  acostumbra , 
es  la  Verdad  sospechosa. 


/ 


2S1 


¡  ■'  La  Verdad  Sósptehosai'     '    •'  \ 

i      ....:,..  ....         .      ^"-»    >    •'■-•••^ 

Ua  caballero  moao  y  de  grandes  prendas ,:  |Hfrb 
afeadas  qoa  el  vicio  de  ineatir,'al  otio  diadesn  lla- 
gada á  la  corte  ve  1  dos  iermolsas.  damaa^  entrar  éh 
«na  tiendi^  de.  la  cajlle  íJ»yp».  Inn»dia*anie»ic  «ni^á^ 
bla  cottv^rAacion.éon  la  una  de >ellaávq«c*-íp  •lg»ad6 
mas  i|oe  la,  otra  /.  y  parte  por  seguir»  M^inclinadid^ 
natnraJ^yf  arle,  por  ciMift^aibriínayorí 'perito  íá"la»^o^^ 
de  sn: jamada-^  finge  q«et>íriindianp^  qwR'hace  un  añb 
que  ha  veiído  á  Madrid  y  otro  tanto  Hiem^CKiiiieíMí^ 
tá  enumerado  de  «I]á;']9ero  que- bastanaáéowees  i|io  hk 
t^do  ocasídn  de  dísclanarie  ¡su  am^^Poco  despucí} 
encuéntrala  un  amigo,  y  íCámarada;»iiy*>  apasiona^ 
do  tamicen  de*  la  miíiniiaíJ)ell*M,  qué  1  estaba»  ¿eloáo 
porqu^«r^(a,  que  la  .noch«;a«terior ,  otro  amailtjer  há^ 
Ikía- dadora  ^u  dama  itna»  gi^áu'  fiesta  e*i.el  rio;-  y  ú 
cmbustcix]^ que  ignoraba  la  pasión; de  su  amigo»  por  ^ 
gusto  do,  ser  admirado  «ópbni»,  ^jue  41  í'uecl  que  dio  lá 
fuiitíon4t:n.4e6UÍda  liabJa  con  su  padrej  y  «Me  le  pre- 
pone el.i^asaitiientocon  una! señora,  dotada  de  tañías 
y  tan  ÜYwias.  partes,  qne  jamas  >los  cielos  las  pusie^ 
ron.  iguales  \€n  «ingun»<ageto  bumajiMíi  Era  esta  la 
niisma  de  .quién  i\  estabaí  pi»iíndado ;  per»  como  no  sa- 
bia su  ViMT^^adero- nombre  I  porque  le  balnaB  informa-* 
do  m^l,  ^iperÁendo  librarse -de  aquel  empfJíOy  se  finge 
caaildo  ei^. Salamanca,'  y  «obliga  á  sxi  padire  á  desbace^ 
el  contrato.  De  estos  tres  enredos  y  étros  nacidos  na^ 
tarulm^ntt  4el  a$Unta».'>y  jjQOmbinaddsbcon  la  mayor 
aagacidlMd». forma  Alarcqn  ft  tegido  kda«gu  fábula ,  cu- 
yo resuUlido  es,  que. el  embnatero  tieíM'^tte  reñir  coir 
an  amigo  i  ,  queda  afrontado  en  presencia  de  todos,- 
pierde  la  mano  de  la  muger  que  amaba,  y^  se  vé>  for- 
jado á  casarse  con  la  q«e  nO; quería-:  í 


s«;4  :  »f 

raes  á  la  nqtaraleza ;  pero  el  espectador  no'ltoviá  pir<* 
te  flfno  eu  la  traerte  de  don  García.  EL  ^  el  alma  4e 
todo  elenredo,'^  todas  las  situadone^r sus' estran- 
§alicias  son.  la:  causa  úntc^-  del  interéi  y  de  la  diver-* 
sion.   .         •   :>   "-  '  ^   ' 

EL  plan  de  I^  Verdad  Sospechosa .  acredita  un  ta- 
lento emhicáte.  No  <e  pufde-combinar  nna  fábnla  coa 
mas  artificio  y  felicidad.  IKada  hay  ocioso  en- eUa^aa- 
da  -qvie  no-  produzca  nn  efecto'  admirable  Seri^  inotil 
y  prolijo  analizar  todas  sus  bellezas;  y  am  alelo  Ua- 
mareihos  la  .atención  d«'»aes«roa  lectores «  hacia  doi 
ras^oá  xñagistrales.  El  uno  és  la  imperturbabilidad  coa 
que  el  embustero  emboca  i  so  padre  una  cáfila  de  pa- 
trañas á  cual  mas  ridícolas  ^  precisamente  en  el  mo* 
mentó  en  q<ie  este  acaba  de  afearle  su  vicio.  El  otro> 
el  cuento  de.  la^moerte  dada  á  don  Joan ,  que  don  Gai^ 
cia  refiere  á  su  mismo  criado f  «/  secretario  dei  aímoi 
j  la  sorpresa  de  Trlstan,  ctjando  vuelve  la  4:abcsa  J 
ve  al  ilifunto  gozando  de. cabal  salud. 

Les  gens  que  ifous  tuez  se  portent  assejt  hien» 

Las  gentes  que  Vos  matáis 
disfrutan  buena  áalud.      * 

En  la  .V.  escena  del  tercer  acto,  reina  al§nna  os- 
curidad nacida  de  la  desconfianza  que  manifiestan  los 
interlocutores  nnos  de  otros-,  y  la  segunda  intendo» 
con  que  suponen  que  cada  <5oal  habla.  La  comedia 
francesa  conserva  todavía  reatos  de  esta  oscuridad. 
...  >  Corneill^  di6  á  su  Embustero  alguna  indinadonba- 
cia.latdama  confien  le  casa;  y  esta  corrección  «• 
digna  de  tan  .^ran  maestro.  Efectivamente ,  si  «I  pri*» 
dpio  deJáj  pi-o<K>nííoh  entre  la  pena  y  el.dohto*! 
apNcal^le.á.W'jnsliciri  dramáticas  parece  escesivo  ri- 
gor condenar  a  nadie  áoasarse  ¿con  una:  persona  ^ 


655 
de  todo  panto  de  desagrada  t'^pcrr  un  pecado  cómo  ef 
áfc  mentir  siwiperjuieio  de  tercero.  Por  otra  parte,  e» 
una  preocopacióu  cr«er  que  ana  comedia   no  es  mo«- 
xá],  aiel  vicioso  no  queda  casiig»do  en  el  desenlace;  Aun 
caando  esto  se^ verifique  flds  que  la  oyen  oleen  saben 
demasiado  que. aquel  egemploes  fingido,  y  que -en  lai 
sociedad  no  sucede  siemqre   así.  £1  verdadero  castigo 
del  vicio  no  se  efectúa  al  final ,  sino  en  toda  la  es  ten- 
sión de  la  pieza.  Los  viciosos  que  asisten  á  sa  repf%- 
Mntaeion  le  esperimentan  con  solo  vo)ver  la  vista  al 
concurso ;  con  solo  observar  el  efecto  que  produce  en 
toda  reunión  de  bombres  la  pintura  de  sus  estravíos. 
Cada  situación  nueva  ,  cada  espresion  diferente  les  avi- 
san que  sino  se  corrigen  serán  ,el  blanco  del  menos- 
precio y  la  indignación  general ;  y  este  infalible  resul- 
tado de  su  mala  conducta  es  una  de  las  mayores  des- 
gracias que  pudieran  sucederles.  No  deja  ,  pues ,  de  ser 
moral  una  fábula  ,  porque  no  se  vea  en  ella  castiga- 
do materialmente  «1  vicio ;  y  aun  bay  quien  dice  ,  que 
lejos  de  representarle   abatido ,  deberían    los    poetas 
fingirle  siempre  victorioso  ;  para  que  los  hombres  de 
bien  no  se  durmieran ,  y  tomasen  sus  precauciones; 
pero  esto  nos  parece  que  seria  pecar   por  el  es  tremo 
contraríe^ ;  porque  no  se  debe  aiüadir  fuerza  al  mal 
egemplo. 

Don  Joan  Ruiz  de  Alarcon  es  uno  de  aquellos  in- 
genios desgraciados  en  punto  de  celebridad.  Cuando  vi- 
via  se  atribuían  sus  obras  á  otros-:  después  de  muer* 
to  nadie  se  acuerda  de  él  sino  los  literatos.  Es  no  obs- 
tante on  poeta  digno  de  samo  aprecio.  Tiene  varias 
comedias  admiraAiles  por  la  invención  y  el  interés;  y 
en  casi  todas  las  suyas  se  nota  mas  instrucción ,  ar-^ 
tificioy  y  buen  gusto  que  en  las  de  sus  contemporáneos. 
Sa  lenguage  es  siempre  correcto »  elegante*  y  puro:  so 
Tcrsificacion  armoniosa  y  llena  ;  abunda  de  sen  ti  míen- 


í^. 


tos  iiol)Jes  y  de  ideas  ^profundas ;  y  fiíialniente  sino  9^ 
le  quiere  incluir  entre  loa  genios  de  primer  orden  »  de^ 
be  colocarse  sin  duda  al  frente  de  los  dé  segando. 

Nuestros  .lectores  no  querrán  que.  les  hablemos  dt 
vn  sainetoii  que  se  llama  el  Embustero  engaitado  ^  y -es» 
vna  mala  copia  ile  la  imitación  de  CQrneil^e. 


^ 


.eA/C'-^-Hí'í 


DE  MARÍBOfJ;^^ 


.VaboVí  a>  c)  -^.nj^i^  ^ 


T 


l^ERSONAS* 


Mí  Conde  CaríMi  gftUm. 

Eí  Marquii  kort  Fadrique ,  g«lia#' 

XI  Conde  don  Juan  t  galai.n 

Don  Guiilen  ^  f5»^««»' 

Zhn  Juan  Guarnan  0  g«Un# 

JSí  Confie  Alberto  >  ijal*»* 

Don  Keffi^l^^fr^^* 

Beltran  >  rscudéro  viejo. 

«^frO^fMlM  da 

Ochatfo ,  %racio$O0 
Doña  In¿$  0  dama* 
Mencia ,  «o  criada* 
Doiia  Blanca  g  damt# 
Clopelat  «u  criada.  ^ 

ta  escena  es  en  Míadrídt 


Sala  xm  4VM4  db  ooSia  ia^f«r: 

M 1"  -i"-':?  •     ^  .  .  ♦ 

XhH^  J[9i$.dú.  luto  j  Meneia.  « 

,h   •Tb'i'>  '•  >;>        -  \"   ' '  '">'  ^i 

por  la  u^éftciláe]  Márquiki  ^♦s'» 
.i.-jíVi'j\í*«í^drc  >  foriíosoea/  'i  ío¿-ííüu«i  . 
señora ,  tonrat^itiftdd ; 
qae  en  suasáiatHaá  siDÍeÜád^^'  ^ 
y  una  iini^;>^t^iiciptfl->  •  '  ^>^^^ 
parece  en  la  ciiMrte  mal  ^^^^  >(^  '    » 
.s^onÜm^paárerVy  sin  Aiaridl&  ^ '   >^-- 
D^u  Inés. 
Mi  mas  puedo  respo^c9<l^»<^'<^  i» 
ni  paedo  oMr  resolver » 
da  iqBe:>i^i|ii  "^adre  he  de  ser 
\zn^  obediente  en  Ik  muerte » 
como  en  la  vid»  lotuí|*''Ví  u^- 
y  con  eal¿'JDSto'ÍAt«nt«*'^>   'J    'J 
/  aguardo  sa  áestanMáto 

para  disp#Éer  4c  mij  r  '^  í 

-'  '.'   '"^  ••;-  ^'  *  ■    ••  ^  '  'V  ,  l> 

Esemxn. 

jiichas  r  BeUran  dt  canario»  \ 

^¿  ^<. .     •'   '  '    '  •  '^í 

»       'Btítrané  >      ,   «»'  f 


éí9 


26a 


Dofta  tni$,  ^ 

m  »Hkor^  qae  oté  tja  la  glorÍJi^ 
mé^9e  ai*  ri>WbVlMf  »^  a-  '<^ 
coando  era  bien  apartarte 

mas  camplo  1^  qné  ordeotf^ 
cercano  al  4lltPBuyilíento: 
en  l|||{w^.4e  tcfffft«(eftt«si  ^np  ^Y 
este  p!kl|9.n«  eiBM^éym  u      q 
fobrescrito,p9Va^4  >I  ,  f^mk^mpUep» 

A  i^^^ltédil>f  dcftpeclt0u<  tu  <  .■!« 
sale  en  láf^rima^^eic^ion  £.4.;  { 
el  corasen  j  dlCfiMiul  «o 'i*:  .ce* 

zj*.  fiD  O^ydgiMeflCfAi^b 

So  postrer  aí4p«6i:«oai  a»  cm". 
cifró  tod#«rn  «iiofen|1a«s  o  o*  \ 
*  JE)l9^  J«ál4ie  obi  ::>  *. 

*  i  Ay  qoertdq:^4t)e4«&»q<iL  f  .   ^, 
qae  no  esceda  á  lo  qae  escribes 
ni  obedie^cfa/Wf^i^e  panto; 
y  qt|e  ano  despees  d^  difiinl«« 
pfeyéblé  á  ftiis  ofos  VI Ves. 
T  vos  9  si  f1  IiMhiUp  acido 
en  mi  casa»  ]r  ii  clAditr  f '  lUA  J 


'ifa%  leí  Marques  mf  tefiíor 
habéis  ,  B^llra^V^i^^ldo  ; 
0i  la  firme  conliansa 

resignó  su  volantad « 

•Í^V^a*tfí?eV«***8i^?'''''^  """^^ 
«ed  cíe  mí  juiíía  iiiLfíucion 

♦1  favoratil^  í&iírpmeíiio,        ^ 
^on  fíue  d**  eaf¿  ÍHíameíiiif'' 
disponga  la  i>;crucum. 
Solo  de  ^iiP^trá  veraad'   ^^*^'*''  ^ 
bedp^^t^'ereíí^tar    'f"""''!  ^ 
y  la  elí-ccíófl  áeí  au*(*to¿^  ''^^  ^ 
i  quien  ür  iii¡níb^*ilad  ^'"**''^   ' 
eiitr*>e«i*  la  pbfie.ioA;  ^   '^'^  ""^ 
de  v<>ír\ia*íh  proceder/  '^'"^^^i 
y  obligar  me  i  resol^er^ 
aola  vuestra  iiirormacíoii._ 

Ho  tengo  qife'ibcirícfrté''  '""^^ 
rti  obU^áátfií'íí  ini  fe;  "'•r'  "'^■' 
paes  ella»V>giín'se  Véj"é'"'^"' 
•on  Ui'Mtí<  'b<^M^"móv%|lU^.''' i 
i  b.c«rmc  tiíiótójé.!i{.""  '^^  ' 

Venid  e«^W)|é}»  i  'sáb¿¿  , 
«Belt/^n',  lÚ'^tfé' faatiei^  #\^^'^^' 
«fO*  fcfr¿irá¿íli»Í5'<jnie'w'-  '''  ''  ■' 
con  tan  ai»ntc)slenlido(, 
ytWfífatffefiffctó  «amrtf    •  ^^^ 

el  exaiw!ií'mmíidb'f>,  .,  '     ,^ 


28¿ 


fc: 


13!: 


m 

.  •   .'  ;Trí  ♦''>•()  I 

Don  Ferm^idQjr  €l,Q^¡^cjQarliH, 

P«nstr,(^ae  na^a  j¡fi|  y<^». 

dueño  iíe  3C|  yolapUj,»  ^^ 

y  segan  vpw^^ra  ^i^ist^^;^  ^^ 

una  alma' vive  %n  |o^,  d^jl-f ..  { 

de  vas  mf  .^Uija^  %^Íft,   .,  .  ," 

y  pediros  paa.cpsii,|.  ,^^   ,     ,  ¿ 

que  por  ser  ^i^cii^tpsgij  t^  ^,  , 
podréis  W  f qlo .  ¿cjígi^^ 

Si  comQ^  habéis  ^.«¡{dj^A^^.  , 

don  Fernando  «^eM  amistad  t 
conoceij.Uvijuj^^,^  ^^^^       j/ 
con  qu^  siempv^  ps,,^fm»ervido  (. 
wgur^dc  roi.os,^ai4,^^,,.,      ..^ 

solo  con  la  di%¡qn; ,  ^;^  .^_       ^ 
paede  ser  qac;  pi^  ,>oí)B|idais« 
Z>o/i  FfTjpafl^jQ^ .  ¡ 
,Tí^T'í®*»  C9nd^^jlia.^¡s^^idcrt 
'qo'c  el  Marquéis  ,á$Ii»npV  s^Jora-, 

De  voi^doii  F^|ri^i^^4<]^^.jhora  , 
splafli^^e  lo  he  efi^teodí^o^  ,. 

r«fgarétslo  como  amigo , 
y  secretario  fiel 
del  Marqués^ 


parti'cipos.iMiiá  lag»(|i««^   ¡o  uo) 

tan  so'^rfrna8'Arij(<Ho^«, :  .  htici;^ 
que  coii,4lineiÍJ»iiatlli|lilÉd'^::i')i 
nombre  de: sMtni  (y uc|i1%ft%'i'>  { 
aun  no  lft^)iial^ama»«idiAii«i>  .  •>» 
de  al^vft^oát  auiikid^d^)^»  ir<>i 

de  e^ft;aá)isla4^e^*4Aa^|q^tef  i^ 
que  niega  cuI|M4#1  gusto « 
y  de(i4o»dfirttiu<ir;.i  ,  .  .  n  i  >"! 
6  porqu»derjea$'^idadO'*T  T  ,^  r> 
vivimos  ^^e» 46a 'do^'f'  »»  '•  "* 
y  en  Lo^i^e/o«  \mé  /[UQbii>4  4r«át 
acaso  os4ur|ieii|^íl«ldo*      .  <> 

No  iüipoK^f^r^^l  fnitnl*.'    'i' 

haberlo,  aa^itWf^^tff        •      *;♦] 
ser  así,y.aabci*b  i^'o^         ..o 
es  )a  C9asi(<^3r  lanidaineQ^'f-  - 
que  infi  otíi|^'ét^es0lv(*rfiie  .     i 
á  que  de>¿r«|psirá'aáfii&tadt  ^     ¡a 
nobleza  y  an^dridad  i  «'ifi 

en  estti!;veiif9a'4fvaelfitme*^^  •  *i  ^ 
Ytaai,<ai|pdea(tfi ,  s^lior^  t>  m^) 
que  .n>ltMaY>qáás  .pizetendíeaKiO 
que  Blauáar^s«.T6|»osa  bínese  y 
no  me  enc^nirpartsu  Júnaoi;;  ;1 
pues  sk^tU'>nfffbk>9)ispn>  ^>'  ;  ^ 
tan  n(4oí*ibttr, iRerpo^fia'  *>  '*P 
prometecví|«#  adcÍáiB&|Ma>t  »*  ^ 


•69 


tá* 


De  aquí  tr^ñyo)'  qtie  $u  amor 
tolo  aapira  á  fiti*  iii)tiato\'  '-'  ^'* 
yqoiere  aloátftfar'  aa  cí<>ato  • 
,  con  ofeosa  ile  ^  Imaor;  -^  •  i 
Voa ,  poes  #  4a  *céfa 'cor4iira  y*  ^ 
grandeza,  y  Valor  ^confio,  *  ^ 
remediad  f I  ■  honor*  mió  «  . '  *» 
y  corrapd  áo  /locura ;-     '  .< 

que  en  'loa  doa  cvHaraia  •  • 
con  esto  el  lance  postrero  |  -  >^ 
poes  lo  ha  de  hacer  él  aeerOf  ^ 
«i  voa  y  Conde  «lio  Io«Iuic«m,     '' 

Fernando «  bien  sablta  TOf  ^ 
'  qae  por  no  safl(etoi'Ief    '     -    '• 
el  amor ,  le  pintan  Rl»f  ,  r 

snio  ,  ciego  ,  loco  ^  y  Üíof.      *   ' 
T  así  t  en  este  caso  yo  » 
ai  he  de  (lablar  como  discreto  # 
el  intentarlo  os  prometo, 
pero  el  consegnirko  •  no|  ' 

qae  por  locara  condeno^, 
qae  se  prometa  el  ralor»  ^ 

ni  poder  mas  qOe  <el  fttaior> 
ni  asesorar  hecho  ageno ;  k 

mas  esto  solo  fiad  ^       /  c 

pues  dt  mí  os  qaereta  valer  ,  ^ 
qne  el  Marqués  ha  de  pardtr,' 
6  wa  amor «  ^  mi  amUtád. 

Esa-,  palabra  me  aniktn  -t 

i  pensar  qne  irencere{s>  <  ( 

^  qae  sé  lo  que  voa  ,valeia  »  .        • 

y  sé  lo  qoe  él  o»  t^imA.  «     i 


■  r^p^^ry 

K<>  admite  eompa radon      ,  '-.-d 
nóestra  ami^t<^  to  W.^s.  yo  sigo. 
«a  la«  j^ne^  d^,  i^i^^i^V 

'•*  terW  ^^}^  WWW  :    . :  .    I  .>> 
en  eáto  la  tenéis  vo^  9 
J  de  vuestra  aparte  estoy. 

,^7  Ban  Fernández  ''^ 

Seguro  .g6ii  ««•  voji¿    <i  •  f 

Dios  os  guarde^    ^  ir*        -  ¿ 

»  e»     2>o#i  Ferámndó.        \    '- 

« '    r         Goárdeov  Dios.     <| 

,1       ■...,..  'í     •.  : 

ESCENA.  IV. 

Kl  Condp^  el  Marqués  y  OchavQt, 

üK*  *  •  í't  '  i  *  •■  i » 

.  ,    .Oc^v^t  *'"'  í  '     ■      * 
¡Cl  i»  im  capricho  ¡escaño!       t 

i  SlftfPen  hace  curJQsai^ 
de  pretendieules.    >  c  ' .  n 

para  los  moKOi)  ^♦rííí§í*A$)t         ^ 

~MUrtim^nn p 

¿G>iid9?        .;  j-  ,;.  Ef,'  ,^     ■■    »> 
r  /.,  i       ,     CfífHh^.,  •  'I 

,  ' i      lEs^iícbaA  ,0 

el  ipM  nuevo  tjjeiMjítttiíftio  ,^  s 
i{iie  en  buniai|o.futeA4Í9^cifta  i 
pusq;  la  CMmií4^tu 


^ 


^ 


CiWVPPI 

/        •        Mariití$.  '      '  ''"^"« 

Vuelve  #í*-ifí*f|tf¿'''  "** 

con  todas  i^ii9  tii^ctfkiáfi^á'iUi'^^ 

,.,0fíW0r,,    .„,   '.hx 

Perdonad  Nmi^^f^nofatt^aa  ^ 

pues^de  mi  c|#ierm  oirio*' »'«*',  "♦^ 

La  siu  igual  ^Mfo^Sf       ^ 

á  coyas  divinas  pwrtaa,      '  *^*'^ 

Sf  junta  yavel.sar  Maf«|aesa  « 

por  la  murrUd^'^  padre» 

ajbrirndo  su  testainento  » 

con  r^soluéion  ¿¿i  ¡darle 

el  cumpHmienlo  debido 

á  postveras  v^nütardÁsi        *  *^ 

bailó ,  que  era  un  plie^ro  á  ella 

sobrescrito ,  y  que'  no  trae 

mas  que  un  ren^On  todo  Ü  '^t 

en  que  le  dice  su  padre : 

jintes  que  te  coges  mfra  io  iftU^aci»^ 

Puso  en  e4la  este  consejo      1    -> 

un  ánimo  ten  constante 

4e  ejecutarlo»  que  intenta 

el  capricho  mas  nolaMe    '       T 

que  de  romaaraiS^Met roñas 

cuentan  las  antigüedades^'' 

Cuanto  á  lo  primero,  á  iodos»  * 

^nt|les  hombreJí«  y  p^6^  t 

y  criados  de  eetcsaa-» 

orden  ba  dado  inviolable  , 

de  ^ne  admitan  ios  rectfdoi^  -^ 

loa  papelea»  y  mensaf^ 

de  cuantos  do  Wl^rmoanr»  —  i 


jpretendieren  ^q^^^ane». 

CoB  esto  cB^  nubU^^i^frlf^^t" 

cayo  título  «s  i  fyyuncn 

la  hacienda  i  las  cá^ida^fist 
las  costupibrfisi  Ipí^fUdecUat . 
y  efCfliMiclaa  pers<i(^ial4s. 
aa*todoa  #ua  |n;^ií4i<iwtMr 

de  lo  que  la  fam«  ^^*  ''■"■■ 
y  !a  ^ifqoisi<;Í9«  ^l^.^^f  , 

Estají  rHaWI»«*;UfW?  4,  ?   . 
f:onsultas ,  y  i^i^A^iales 
los  billetes,  y  v^ciKjrdoat  - 
los  paseos  y.  ütejosag^. 
Lo  priqiero  notificaí 
4  t<>(4p  admiiido  a^upf/Sj 
que  sufre  la  competencia  y  • 
sin  que  ü  .limpí«  *¿^9  ^que  ^ 
y  taVque  p»r  Wiéf,ó  p^r  otro  . 
defecto  una  Y^sí  <^'*'^^^® 
d^l.4ibrp.  nq  llfijr^.íP?^^^*^ 
de  que  vwelvíl4ví:oiw?>Jia^>«- 
Declara ,  qv^  í^owr  co«  í"!** 
no  es  acM^rito  »  y.splo,  yiilen> 
para  obligaivsu:ahed''(o , 
pro^M  y  adqqiri4a4  partes  ; 
de  manera ,  qpa  ba  df-  *«** 
quien  á  su  glorijn  ^W^^T^f 
por  elección  y^ntur^c^t 
y  dolido  por  .9*auaénv  :  _ 

Conde, 
\  Esirafia^im  afinación ! 

Marqués. 
I  Paraddgico  dislate ! 


m 


m 


tCt|^lr{i»<iid'di^íraffii<^!  *^  ^  * 
^  ''Co^."  '\-^  ^''"'» 
]Ah,  irfgraliiV^qn^/iitfyi>dáAa  '^ 
inveulsis  f^áA"^)féndi*rme9  "  ' 
y  trátis  para  liiáfarmté  ?  '  ' 
¿Qné  me  há  ¿lé  valer  ctmii}g6i  ' 
•t  tanto' jfmoi^  "Aóinfe  viflé?  '  '^ 
¿  PosHile^'^jf .  icHiet ,  qiié  itetéaM 
contra  leye«  nátdtrales;  *  '  '  "^ 
.  qae  sin'^aiííoí^^  lé  Vbérescail','  ' '  '^ 
y  que  sio  kifltfá  lie  ameaf    '^ 

Ta  con  tan  afta  ocasíoa  '^ 

imai^ino  en  los  galanes  ' 
de  Ja  corte  mil  madañza»'*'*     '  ^ 
de  costnñibres.»  j  de  trabes*    *  " 

Conde.  ^   ? 

Lá  fingida  bipoc^sfa*  "     '^* 

la  Indnstcta*  el  caidadOv  iél  wftÜ^ 
á  la  verdad  vencerán';  * 

mas  valdrá  qnién  masengiáÉe.  ' 
Ochavo ,  déjanos  solos  , 
que  ien|;o  nh  tkñé  {niporiaftle  ' 
que  tratar  con' ef  Marqués.   ' 

Othüóa.  '  •••'  'i 

Si  es  importante ,  bien  hhéA'  1 
cu  ocoHárttf  dé  mí,  *  ['•/  ^ 

qae  cnftlqúiér^  que  fiate  ^  '  "f^ 
de  criados  »n  iilérelo,  '  •"  '  t 
vendrá  á  ctTépéBtirtéíUt&;*' '  T 


,  ,^,Í^CBN^y;,,.  ,    ,, 

JCl  Conde  y  éi-'MarfBiés. 

/     Marqués,,^    ,,  ...  ^  ..i 
Gni^^4o^o  espf  ro  ya   ,  . ;  ■, 

lo  qae  icoeis  í{u^  tf^tj^iyoM.  '      ^ 
Conde*  , 

Betór^s  pfrsuasionci, ,.: 
y  proemio»  elegantes 
pa ra  pedir,  son  ofensa^    . 
de  las^firnies  aaiistajdes.; 
y  así ,  es  bien  que  ^re v^m^ntc   , 
XDi  p«psajniiiento  decJari^  ., 
De  don  Pencando  d^  H^f>|*«ra  ,  p 
k  noh|e,  y  anlig^a  sangre , 
^^  P"^^  .n«d'*  iinííra,|ila  , 
«¡ofef^eKla^^eliejn^í^, 
T  «'  .^1^r?^>«ní  W5«a.»  Marques, 
no  ba  de  decjrse  qi|ff  hace 

ambos  jV^boa  íní^gra^ii»^, 
Una^^tresesqoíjeí,  ^^^, 
^noa,páaMB!a«fi,^jí5.4ayJ^^ 
Ja  m^f^qi  ó  de)^i*,df,  «f|!H  ,.  / 

«n»/m<f  por  ser  soattiapU-    r 

^  ..JIOTES,   .... ., o.,    . 

los  áelos  .de  fii  an^istad ,      / 
que  al  encuentro ,  Conde  j^Jgd, 
me  obligan  á  qoe  avcngge,   /     . 

¿i^roo  s¡  de  agei|a,bpca; 
wjpisltia  qnt  soy  ji^iu)itc_ 


¿é  Blanca  9  no  tencU  seloá 
de  que  de  rbs  íó  acüHíat  ? 
C^4e,    .   j     ,^ 
^  Porqae  Tos  cnerdos  ami^óa 
'  tienen  razón'  de  quejarse 
de  qae  la  vcfdad  \t%  nieguen ,    ^ 
s       mas  dd  dé  qde  sé  la  callen;   '  -^ 
y  así,  de  vuestro  silencio 
no  he  foKftíado  íelos,  anté^'    ^ 
os  estoy  a^i^ádctíido^  •  "V  X 

que  presiimd  qtié  eF  callarme'^  ^ 
vuestra  ^fitHon  ,' fué,  receto 
desque  yo  ta  t-ífprobase ," '        -  í 
porque  no  tfdnsiéiiten  culpas    " 
las  tionrada^  amistades  ;  '    *'     ^ 
y  asi,  Klarqulsi  résoíveof^ 
á  olvidarla  y  &  á  olvidarme  »     '' 
que  la  rQZolir'áiein|>r«  á  mV     '^ 
«ne^'liá  -át  téiléi'  de  isn  ']^ar^e« '    t 

PueMó ;  Oottdtfn  que  el  ^ké  irddl 
el  impelió  de  atoór  salie^  '  ''^/: 
con  vos  ,  q«é  prudente  sois,  "^ 
"^no  trato tde  ffi*cul|ȇrme>  ''* 
Dar  la  iflaiid'á  déña  Biaiibft  ^ 
no  ^  pdéfblé';  siii  que  pást  '  ^^ 
el  mayorazgd'Vjfdé  gÍ>zo 
al  mas  %ütttifíá  en  mi  Saii^W^^^ 
que  oblljgí^de  kú  erfcccipn  *  '  * 
un  psiaUííó  inviolable  "^  '^^^ 

áqáeVÍ'sUCe^ai*  elija  '  *  "^  ''^ 
esposa  fleíiülfriage.'  ^  •  •''  ^ 
Yo  ♦  pui^i^  líntérf'ée'e«cncba'ro5/^ 
^viendo  eéi«l^'^ficultades,  '  "  ' 
procuralia  ytflréiftedRor  ***-*!  ^ 


¿e  olvidarla  4  j  f)e,mo¿«ttlMf  r 
y  ha  i¡iáo  al  fi^i^darla  Voa 
al  mayor;  po^  jaii.ia^  (p*aada. 
ni  aii{iaAa4'«  qiíalo.imyoaibla...  i 

por  voé,ji^íi,t;»;-fCfí  /i^..  ...,,. 

•tfP«m>pb4*  no  b^y  «iifiaa 

que  tf  la  vuf^g^  |a  vívenla  jen  , 
of  laaitironif^  A  Jo^,99«iiof  i  .,  :> 
ni  agradeainÁi^«ip»Í0Dalai|  , 

y^AuRhf />  VWifl^i»  P^%v4  q«ífro 
dar  al  cuidad<)fi|i  jh^I^;  ,  »   , 

de  Blanca  tsU  frlía  nueva. 

Bien  podeii  aiegararle» 

qne  nft,^á>l%<iii(i^n|o  «ritma  # 

qna  eaia  palabra  o»  quebranta* 

CnanddeaoiroBfAraí  aanfo iad  i  *■* ' 
ma  a«e|nra  vneitra  laalfáa*  '  .4 

«...tSCENAiVl. 
21  Conié  Albtrt»  p^ íiJiÚ 'jiah'i',  f  )>ér  MfÁ Oon  Jiftn. 

,M>.  .jfiif»i/ÍMfll« .         :  II  .) 

¿Coydif  .  tí'»  i;  >'U.  ii<;  .> 

,'.#DimJ«a«J 

.t«  '/  .udtW»a/üdn.>.t. 

f       .o. .  »   Con  hallaroi 
ta  f||*.cnfÉK»l»fd«ia<,,.  m    '*    » ; 
indicl^dbiqof  énltffiiali 
da  marlda<«Mlta(liarÓA« 

«Mám*»^  '  'I  'í 

Dado  «tta.'Jto  Máf^iOi»*»»' 


tflÉ 


de  fstc  examen  dé  HímeiteOf     '  *- 
«ef  tambleii  tom  n^tídor ;        ^'  '  ^ 

por  el  liri^á^^ii  qncleáfóf  ^j'   -^  I 

de  vos  presa oHekidt^  voy, 

paca  tamifieik  ¿s'  kalK^  ^lü;"'.^^ 

t*"..        Bohiinírk.  '  '*'  *-    "*^ 

Sienda  en tüil  kHá ;\]^8ióa  ' '  /^ 

de  méritos  W  etftrtfetida  9       '  '^^^ 

oip^üso  qae  iqai^  iúé  *pret€liÍ#V  / 

perderá  répifeüciii^tt:* ' ' '    '  '      «^'^ 

..V  .^.  r:.'.    (•-*  u íi   >b 

ESCENA  TIL 

.3j.     .        :j.-v  ii'^!  .-;  ..-'♦  "ííp 

Copv>^  está  .de  1  (oerrevo»  !  '  i  £  i  :'> 
la  estakid*.    .   Jí-.u^  ti   ^-t. ^  j^ 
Alberto. 
IfDbKiSyaienr 

C¿o  tan  nobto•^€ateáIle^os  ,* 
si  es  qoe  aspiráis  á  elegitéir^od» 
farrza  es  pri^binMÉi  valor  ; 
qae  si  es  éiirí^W«n(^i^r, 
no  es  deshonr»^sciro^ncidoa» 
íO  1.    .  '  11  'liberto, 
I  Qae  en  novwiad  itairvktrtftli  Q^ 
diese  la  Mattfnesá  tiqrinÍMn('    al 

Por  ella  ser4<JbMlite 
elernaBJferty  eiCft|niÍA>  -^J^  *  ^«^Z 


\ 


27S 

Al  fin  quiere  m>luniades , 

á  la  ufan^  ^e  y«l^i»citt  |    '  ••  : 

que  ^'rc^n  la  con^peiAiicia       >.  :» 

sin  2elo#  iAÍ  enemistades.  ,  . 

Nueva  Penélop^  ha,ai40r 

'   *  'Di'Ü^s y' Ochavo* 

(   ,  '  ..     Ocpaffó.  .  .     5 

{t'legne  á  Dios  vhQ  baya  en  la  corte     api 
algqn  UJisos.qi»^  cor^  i  ! 

ea  cieri|e  tanto j marido! 

,    J3on  Juén.  ,' 

Beltran  siaje  aqv^* 

j  . ,      Jilberio*  .        , 

Y  él  es, 
aegnii  he  sido  iaípr^iado  i 
el  secretario  y  privado  > 

de  la  hermosa  doña  Inés. 

Ya  sé  que.es  dei.iiempo  vario  T  i 

ef cícto  biej^  pere|*viiio ,    .  .  .  t 
que  «lo  siendo  Yisoaiap  i 

llegase  á  ser seci*etario.  •  •■  \ 

JSSCS^A  IX. 
Dichos  y  Beltram 

....      Beltran. 
Al  cebo  de  doiitf.  Inés ;    .  .    api,^ 
«  pican  todos ;  qiie  es  gran,  cosa- 
|ozar  de  mciger  hAxnota^..  >.     :     >     ^     ; 


274 

j  nn  fUnlo  d^^MWqvÁ* 

Jilberío.  .    « 

SeSor  Beltran  y'lft  ittfencfos 
de  la  Má^r^aeisa.i  cjueflaf  dado^ 
como  á  loft  pecbos*  cuidado  , 
á  la  fama  adroinaciou , 
causa  el  concurso  i|ue  veis: 
mis  prendas  y  f  calidades 
son  estás  ,  y^  is¿iK Verdades , 
"    *    que  presto,  ptrol^r  podrci^.  («) 

Don  Juan. 
Este  mis  prená«é  ri^re.  (a) 

•^'  "  -  -  '.      Btkrtíh.  •-"'■• 
La  Marqufsaíi-mt  s^fittra  . 
saldrá  de  s»  cuarío  ahora,  * 

que  veros  á  t«di»»  quiere , 
á  ella  dad  los  memoriales';' 
porqo^  iiifor muirse' procura 
de  la  voay  1»  compostura  f 
y  las  prendas  personales 
de  cada,  cual  (po^r^stÉs  ojosi  ^ 

Es  prudencia ,  y'-di^cr^ion 

no  érttiVgar  por  reheioa 

tan  soberano*' de9p0)dii  =  '* 

Ella  sale.  ^í)'  ' 

Ochavo  s 
Gusto  ^¿*4^^é^  ap. 

cuidadosoi,  y  aí^^d^si^  ^1^ 
compuestos,  y  mesurados  , 

j  -<^^*  '^'■•' 

(  1  )     Le  j»ng^nta  unpnpeh^*-'^^  •**»  Ov  -  ^  '\ 
(a)     JLe  pregeaUtr  an  pi^eL ,  •{ 

(3)     K^ompánenm  t9é9»{n^  >  v.'      "^       ''-«^ 


Paréceme  prcrpiamiínti^ 

,        eiivsus  aspectióii ,  é  ^ndiciósV  ^  *?  t 
los  ppet€&^«UléiPdé^ofibié3y  '-•  *•' 
cuando  Véá  a)  ¡ífesidente;       *  ^ 
toas  por  Dios  v  n^¿  ^  Ist  criada 

•^    como  on  ora.  Oye,  doncella.    •  '^' 
j>-z..      ■  .  .  1     .  ,1  - 

ESCENA  "K?- 
Dichos  ,  Édñá  l^és  X  Méñéieh 

¿Qué  quiere?  ^'^  .  t       \ 

El  amor  por  ejli!  "  ^ 
me  ha  dado  nna^tábezada. 

t  ifóücta. 
Ann  bien  que  hay^>enel  ltíf¡at^^    ' 
albeytares;-  .  .  ^  ..t-  .. 

'^     /¿Pué^tNfdora  ^ ^^      '^ 
tan  bestia  «s  et^fue  te  adora  /«"   '"^' 
que  albeytar' le  h»  de- curar  ?'        -^ 
Mberto.  '    í      ^ 

Puesto  que  el  alma  confiesa ,  '  ^ 
que  no  hay^fltférítos'  humanas  | 
que  á  los  voestros^  soberanos  -^  i 
igualen,  bella  Mai^qoesa 9  ^  -' 
si  alguno  ba  de  poseeros , 
bacer  estoy-e^-coníipetir'  -  •/  1 
con  todos  9  no  presvmir  ,  •     -  ^     ^  • 

^e  be  de  poder  mereceros  % ^ 

y  á  este  fin  be  reducido 

mis  prendas  á  asXi  ^ápel   •   .  ..  -  r.M     (  :  ) 


27S 


livifsllde  t  corto  1^  <«!.,  ,     .      t  f> 

{ Qoé  retorico  |aan4^!  "  ap,t 
Yo  atenderé  «  camd  es  justo  »  ^r : 
á  voestroi  iaóritos  ,  Co^de., 

4^ :  Ochavo. 

^Gomo  Rejr»  por  Dio^^t  r^pon^c:  >    op 
eiU  es  loca  4c  buen  gusto. 

Don  /iifui* 
Yo  S07 ,  sellora  |  don  Joan, 
de  G^iviaii ;  ac|af  verj^  .  4ol^ 

lo  df mas ,  %\^.n  mi  queréis 
mas  prendas*  qvif.ser  Guarnan. 

Doña  Inés.    .    - 
\Qoé  amante  tan  an^Aotado!         api 
Yo  )0  vf  N< 

¡Linda  coso,  ^. 

la  vo%#nlfi^  y. melosa 
en  un  hombre  may  barbudo! 

DonGu^hif- 
Dop  GníUeu  soy  de  ,Arago»>t  * 

que  9\  por  amor  hubiera 
de  mereceros t  yo  fuera:, 
mi  esperanza  posesión. 
Este  o^  |>ufde  wejicrir    ,  -  >    ááls. 
mis  peritos  vei^adfDOSy    :  . 
pocos  para  mereceros  »i  .> 

muchos  pqra  cAmpft¡i**>''  ,  • 
,  Dif^^a  Inés. ... 
¡  Qué  meditada  oAacio^!,  ,     .      tfjOi 
Yo  veré  ei  pap4»   .  -  '      ,  > 


(  I  )     Daie  un  metmrhh  ..j 


277 

trajo  élctiUo  don  Gnillea   ''   * 
la  tal  cohHra|i^sic!on  !  ' 

'^hó^a  fnés. 
Con  vneslra*  libeticia  ijaiero*  - 
retirarme,  l]""''-^' 
"'      '*'  ^'     .Alberto. 

''''''' '»o-n 'Juan.-  '■'      '';f 
Libre  vlíi¿,*'y  pre^ó  v'03^.    '^'*  ^vase.      ' 
''Doh'Gmhen. 
•  f  froí»  ros ' vi vx) ,  y ' ííí tV(v6%^ itóiétí).       (^05^. 

BSCÉNA  XI. 
Do^a  In^és  ^  ^^Ur^q  %  Pf'?W  /  Nuncio. 
■    ■    'Bá^^néÉ,      ''   '•  .c  f 
Ten^d  «»C|s  WMÉrtidi>}ak«  t     '    ^  Beltran. 
j  nyas  q«é  bn^^á  4<ite  tHanée^f 

Por  ver  oa^kbo^^t^  nnpvo 

me  atreví  á  vuestro^  t^nib'Nlí^; 

y  aunque  de  f»ta^tiiocedad  , 

y^paradB^ibo ,  i«i  t#tit¿ ,  * 

os  alabe  el  ponsarnfietito^í^'-'í'^ 

tengo  una^ttificnltad; 

y  eír>q'#eWn  vuestros  prelfn sores 

nie  ba-n  ditbo'V  q^ie'^xafUtWá'is^'^ 

lo  visible  yy  no:ítPát/aÍ6  ••  '  -  p  ol 

de  las  prcn4Ía»-.in^rioreSy 

en  que  mncbos ^veQes  vi     '^nííT 

disimnlddoBéüngai^os  y :  >  1 '    "'*.  '>^ 

i{«e  eaa.«ui  mayores  .ilailoü' '  ^^^^     /  ^ 

al  matriittái£io:^4y  "Mi^  ^  üj^i^'. 


278 

qniero  sáber ,  |  qp^  invención  ^ 
ó  ipdí»iria  pensáis  tener , 
ó  qué  examen  h^  4fí  fi^^r 
para  sn  averigiiaciqn ? 

¿N^bay  ren^edio?  ,    . 

Ochapo.  ,  „  ,  i 

,  Uno  de  dos 
.^.^p  dificultad  tan  ui|eva  , 
^recibir  la  cansa  á  i^raeba, 
•      _^  ,  ^ó'cnconiendárselie  á  1)^9^  .-.  ,i 

¿  queréis  otra  cosa  aquí  ?  v 

Un  nuevo  amante  ,  por  mí  ,    ^ 
.t^'*^^ííartítiMá/i*l^mAa'a  '^  ^'^^^ 
para  veros^y  iof^Vniaros 
i.r,-.\VAl4c  «as  m^iloai;  q»e.|Miesfco.  . ,' 
f)jlt^4  lodos 'la  daJA^  é»^!Uft    ^ 
quiere  tambift|t'.<ibl izaros. 

„.,..  .  ,    JDo^dR  i«is««t  '. I 

.¿.Quienes?    ^  i 

,  Se90Daf,<dl  MUrqiifs/ 

Tuestrp  deudo*   .'  *t  !••  «xí  L      » 

roo?n->l'   >:    •   ¥a  baíof«*di4o.,   / 
susjvaloP*  pufls  >h3i.|M)tdi»  '   .-i 
lo  que- á  todos xomni^  «A¿.     /    'í 
,  '  Oñbmmé)4f'ik'\     '\  '>\* 

Tiene  el\ser  dtesconüado  •  !.•> 
de  d  iscret9 ;  fi  Je  ip«roie.t '  ^> 
Marc|!«fs;» ,  q^e  .omi  ma- Aercot^ 
ser  de  vq&<tti^iií^teini'    >  s-' 


j 


^PiiM  yo  na  ^ojo  le  doy 
licencia  j^  pero  justara 
por  agravio  «tque  no  lion^rft 
el  examen. 

ESCINA  xir. 

OcKávoy  Mhntia.     ' 

Ot:/m(fo. 
Pues  Yp  ^oy 
con  nneva, tan, venturosa,        , 
y  tanto  vos  lo  seáis , 
pues  cual  sábi^  examináis , 
que  DO  elijáis  como  hek^mosa. 
T  td ,  enejniga  ^  haz  también 
un  examen  ;  y  si  acaso  ^ 

te  merezco  y  pues  me  abraso  »      ^^ 
trueca  en  favor  el  desden. 

.    Mencía.' 
¿Bebe?  .       ' 

.  .    Ochcufo, 
Bebo. 

'  Menciai 
¿Viuo? 
Ochavo. 

Puro,  i 
Meada. 
Pues  ya.  queda  reprobado  > 
que  yo  quiero  esposo  aguado. 

ESCENA  XIU. 
Ochoifo. 
Ascocba :  en  vano  procoro 


280 


detenerla.* "Bdlaio  ^itedo » 

vive  Dto^V  i\vt  eátoy  Bek^rdoí  * 

pero  si  roí  culptt  ba'8Í(K> 

béllédo  fMiro /bien  ^edo 

no  quedar  desesperado.  "  * 

Aguado  soy  y  qne  auiique  paro, 

siempre  bebeHo  procbro , 

siempre  al  fin  lo ^bi^o  aguado  ; 

pues  todo,  por  nuestro  mal» 

antes  de  saHr  der tuero , 

en  el  Adán  Tabernet*D 

peca  en  agua  ori^inhh  * 

.       ESCENA  XIV.    . 

1   DeCOlLACION  tl^E  XkLLE.f      - 

.!■  .        f 

Dona  Blanca  jr  Clqvelc^  can  maiUos* 

Clapela»  ■  r      . 

Pienso  que  uo  te  está  bien 
mostrar  al  Marqués  aroór^  ♦^í  i 
porque  es  la  coAlIra  mejor 
de  un  desden,  otrodésilcny 
si  su  uiu4auia:recfths, 
tu  firmeza  te  destruye, 
porque  el  amante  ^ue  huye  p 
seguirle ,  es  ponerle  espuelas. 

Dona  Bléuiva, 
Yaque  pierdo  la.espeVtfus^ »  '  '^ 
que  «tan  segura  teniay    ,    *'  ;  •  •  ^^ 
saber  al  menos  querria 
'    la  ocasión  do  su  moJáriza, 
y  por  esto  le  he  cijtadü, 
sin  decía rarlií  ífuíeu  soy  ,  ^ 
para  el  sitio  Jondicf  estoy;  * 


'       '  tfMíáry     ^ 

El  vendrá Üíén  dcsctiídádo   ,    * 
de  qUíe  eres  Ívi  Tíiüeii  le  llama. 

ESCENA  XV. 

Sn  hermosura,  y  ^ü  infencioá 
son  t'án  nuerv^« ,  iftic  ya  son 
la  fábula  dfc  B^  t»toa  ; 
y  ai  fin,  no  solo  te  ha  idadó 
la  licencia  <irtí#ha^  pedido  , 
pero  «e^hóWipi*»'  ¿i'endido 
de  que  nó  hdbie^as  hbnrado  " 
el  concéi'so  (^eiieróbo^* 
"   ijuc  al  examen  se  le  ofrece. 

•     Marqués.  .        '•      - 
Locura ,  ]^or  'DW^  ,;fj^rece 
sn^Wlentu  *  iiiíaV  yi  e»  fórzoW' 
seguir  á  lodos  eU'esói*^    '      '    ' 

'Vh  a^uac^ero'cáyd  /  •  •      > 

en  un  lugar  í  f}W  pfi\6 
A-i  í '^¿ujifjitoi  óid jd'V  de  's^áo'♦ 

y  un^»á1)fo,  í^tifí'p^V^vehtúra  ^ 

«e  escapó  del 'i)*éád!^ó  ,  ^ 

•  viendo  qiie  af  *l6[gíií^*  rtitéro       * 

ei*a^c&m'fiñ  fa*  Ibbárá  ,'   '  '  » 

mtífóke,  y  eii!d¿fuetíló;*       \      ^ 

'    diciendo:  ¿  eri  eát5  ique  liií'i^dd  í 

,    aqn/Vdoiidf^  tíii'dí'e^li  ctierdt)  ,  '  ' 

¿para  qu'c'li'e  'd*e  íei*!o  yo?        '' 

Así  j^liora  ho  se^escxisa  ,  '     '      í 


2Si 


ass 


examintrsc  ^  ,<|«ia  *^í 
en  sfgi^ir  lo  que  se  oía* 

Bien  dícf « t  que  era  el  no  bacerto 
dar  al  iiiitudo'<qi^e  decir : 
pero  quietóte yadverlii* , 
•de  que  nadie  h^  de  enténdfAl 
hasta  salir  Yei*cc4or  ; 
porque  si  quedo  veocido    .* 
no  quiero  quedar  corrido*  ¡ 

Mármol  aqy«,  ,  i^ 

^  Marqués* 
£st«  tremor       , 
ne  obl¡|;a  así  4  recatar,», 
aunque  mi  pecho  confia  •  , 
que  dod^'Inés  aera  mia 
ai  me  llego  á  examinar. 

Dpiia  JBianca»  ' 
¿Que  doda  Inés  seré  vuestra  , 
ai  á  examinaros  llegáis  ? 

Marqud^* 
¿O  I  Blanca  «  vos, me  escuch^Uf 

¿Quien  tanU,incqíi«^tap9Í«^  nuestra 
copo  VOS-,  ^ene  e^peranaa .   ,  , 
de  que  saldr^  y/^pcedor,^    _  ,  .\ 
aiendo.^l  dfífptQ^npaypr/.  ,  .  . , 
en  un  homhre  la-  mu^anaa  f   ^, 
¿  De  qué  osfidmira^s  ?  yo  ful^  . 
yo  ín(  la  que  os  he  llamado .#.,  . 
^viendo  que  c^on  tal  cuidfido  .^  . 
andáis  huyendo  de  mj» 
para  saber  la  ocajioo 
yue  oa  lif^dado^  4  voa  tómala  ^^ 


.283 


tau  precios^  obligaGion , 
y  de  vuestros  J?iismo^  labios  ,, 
antes  que  oscU.pre^^ntara,.^ 
quisp  el  ^i«lPj¡%fie Hinchara,, :_ 
)a  ocasión  de  niis  aig^avios.    ,t 

;    Blanca,  90  (^eirdesepífones»    j¿ 
escacha  at^i;i|a  ^ÍQero 
mi  disculpa  ,  y  despqes  quierOít 
que  si  es  razojd,]!^  condenes. 
Cuai^peippea^  miíjde's^*^ 
á  mostrar  1  que  tfk  tí  vivía  , 
ni¿,jisun  ia* espera nz^  tenia 
del  castado  qne.  Uoy  posoo.        ^ 
£94ouc€f  xú ,  «pmR  á.  ppbrr»,j 

te  mostraste  siempre  dura  » 
que  el  oro  de^ttt.ti^rtHosura 
no  se  dignaba  del  cobre. 
Heredé  "pór  SueKé'j  y  Itiego, 
6  fuese  aoibiciotí^  ^  éramoTr.     r 
mostraste  é.*mi:c»R90'ai*dor      > 
correspondevíeia»  de  íuego; 
mas  la.here^&aiy  ^ue  la  glocia» 
m^  difS  de<  tu  vic|id)6i¡ento ,      .  ^ 
'fi|é  también  impedimento  .     .  ' 
•psíTA  gozar  la  vietoria  ;  ) 

porque  estojFi»  Blanca  v  oUigad^ 
á^fjT  la  m«BO  á  ^oger 
de  Kpi  línage  ^  ópíerder 
la  posesión  del  estado. 
£s^  *Qcasion  «e  desvia-9 
de  tí,  pues  se^Dn  arguyo » 
iii  ricO:pUedQ  ser  luyo, 
ni  pobfe  quieres  ^er  mia» 


834 

Perdida  «*lMi«i  tw  «^f  tan »  : 
si  otra  doy  >n  celebrar  ,  . 
es  diverlirme,  ^o  amar; 
es  remedio,  no  modania.  *  - 
As¿,  que  á'lAtf  poder  mas  ,  ' 
mudo  íntettlo";  ái  pudieres  •  ' 
haz  Jo  hiisdlo;  ^ú%  si  quieres, 
muger  ei^sV  y  podrás.  .  ' 

Doña  Blanca. 
•Oye.         . 

MtftféTa, 
Viento  s&h  itíi  plés:      ' 

'  OchtHfO. 

¡Cielos,  haced  que  alfjon  día*  ' 

pueda  yo  hacer  con  Meucfa     • 

<  lo.qac  con  Blanca  el  Marqoé»^ 

-         ESCEífAXVt 

flanea,  j  Claytía.     .  / 

Desesperada  esperanaa  y         '^ 
el  loco  intento  mudad  »  ' 

y  de  ofendida  apeia^l  ^ 

del  amor  á  U  ivenj^nza,  ' 
¡Por. los  cielos^  iücohstantey  •  • 
ya  que  tu  agravio  me  obliga,^' 
que  has  de  llorarme  eneuiif^á ,7 
^nes  no  me>estimas  amante'!*^  : 
A  tus  gustos  y  (US  intentos*, '^• 
tus  fines'  m«  li^ide  oponer  ;  '» 
seré  verdugo- al -liacer  ^  *  i 
de  tos  mismos  pMisamietktoé.  ^ 
'  Clavera.  ,       -' 

pe  cólera  estás,  perdida.;  *- 

loca  la- tiene- ai  dttsputhoi-  '  ^  -^ 


$kTpH  •ppaienlptel  percho 
de  ttinaiSiagerofeiidMlt.   .' 


28$ 


1 


ESCENA  XyiL 

SÁtk  Bx  CASA  A£  poÁíí  Inii. 

Si  Conde  4ún  Juan  ,jr  después  el  Coádé  CarloM, 

pm  jHan%  j      / 

De  t^M>Í0s  mJ^o  cif^y  I 

y  «brAsado ,  luéa^l^er^osay 
caal  la  inoftfiia'ili^fij^i^t 
biMca  lua,  y  f «cag|ij^-a /oego»  .,  ,  , 
Conde.     ,,         ,         , 
¿  Aqaf  Mtá  «I  |(k>^e,4^  Joan?    '  ap; 
¿Todo  el  iaSí^j^npi^fát  en  mf  1 
¡  Conde  ,  de  baiíj|fr9s  tai|in,        ,  ^  , 
ciert|^  lu^/ip^f^has  me  d^ja       .     .. 
de  que  jpreUn^eis  CQtfar    .        .^,  ^ 


'  jii 


ca  d  examen!  ^ 

no  aspira  á  tan  %lto  bien  , 
•i  méríto^'lo  ^ün/deihupt 

Conde, 
.Quien  «üK>1éíe  V  cpi*i  *  lá^iéltk 
Inés ,  ha  nn  a%Ui  fne'4«iero 

'.  r. . .  Doh' Jftifl^isw  I , ,  ^,;i^ 

Si  qaienv.ia.siip{er€, 

Conde ,  lio^^nde  ppetendeIla|F:r>fc:¿ 

•  de  aa  obKgamdn  «lí  b^llo  ¿^1 

con  justa  calxsa^esfUiUo^  /  i.  ;      -j 

porque  nanea  la  he  aabldo.  .:  .  >/ 


VbríJi.   ^' 
¿  No  ba^á  ,  pues  ,  eseachil^  * '   I 
«qaf  de  mi  9  si  haftffi  ahora  '^ 

la  he  servido  con  secreto , 
justo  y  forzoso*  respeto 
del  que  estima  á  la  que  adora? 
Don  Juári,  "" 

. ,',  ;fÍ0  basta  á.  quien  sp^^ha  empeSa^d^^ 
•in  saberlo:  á  ño  empezar , 
podéis  con  es6  ^yAigar^ 
mas  no  á  dejlit  l6'«mpe««d^'      ^ 

t"     '^€ohde, •'*    6  ', 

Esta  espada  sbbrS*haicer  ^    ' 

que  sobrif  -decirlo  yo  ,  '  ^'-^ - 

para  dejarlo. 

•"."^       '         '  'IJfl^'Tíüíiii.       ■    •  '     ''  '» 

€sta  sabrá  defender  ?         .   -  <  i  ^  , 
y  esto  en  el  camp6,/no  aqirff  •'  '^ 
qne  es  la^^ado  <^str  íngar.       '  '^    ^* 

Allá  os  esperó'- tb'ostrai^ 
d  yalo^  qué  yite'  en  mí. 

ES€EKA-rVrt[>-:-.*n  u 

iQni  es  esto »  G>nde  dos  J«aá1^.*> 

¿  G>nde  Carloé ,  <dÍDila  %ais  f 

-—  :Co#«rfe*  " 

Sola^^nlé  á'tfo^  evtnriait  .  *       '^ 
los  escesos»;^  á  1^  4tail*'^  -)  -  '» 

ocasión  vntilwét^tiflojot.  ^ 

ycaid*  .cl-»i£4  Olí  lí  -  -  .-.  -   ^  *> : 


I 


Don  Jtmnt» 
,         Tamos.       ■:*-..■'         _,^ 

«    *     Dbfla'Iñéá. 

Deteneos^    '  ^ 
qae  mal  loigrará  deseo>j. 
quien  obliga  con  enojoi  ; 
sabtf  ordo  que  e» .  lo  •  primero 
que  he  advertido  en  este  examen  ^ 
que.no  ha  de  enlrar'en  certam^fk 
^qilien  por  roí  saque  el  acero.   '  ^  ' 
¿Comer  aqui  coíioféndernie     " 
queréis  los  dos  óbligariiie  f 
¿  pues  que  preipúdeís  ganarme 
con  el  medio  áh  pérd^^rme  ? 
¿El  fin  de  esta-  pretensión 
consiste  eil  vuestro  alvcdrfof 
¿  Es  f  ucstro  gusto  y  é  el  m'fo  p 
quién  ha  de  hacer- Pa  elección  f 
Sufra  I  pues ,  quieut  al^anaiarmii 
procure,  lá  com^téñcia, 
ó  confiese  en  iHi'^feseiicía 
que  no  pretende  obligarme. 

Dori  Jüúti.  ' 
No  hay  lúaá  fey  ^ué  vuestro  gasta 
l^ara  mi  abrasada  pecho. 

lí^^Of  fhéTf  auttiiue'l  despecto'    ' 
de  un  agravio  tab  iHjttsto 
como  reciba  ét ' vbí ,   '    '  - 

me  dispogo  i  of^éccffo^.'  ^ 

'   Boiiá  Ihénl  "=    "  •         ^'■ 
De  no  saéar  toi  ktétéi" 
me  dad  pálfá^r»  Ibá'ddf. 

•   Cónát}   ''''''  ' 

Yo  per  lervtrdií  ,Ía  dbjti^  -> 


%n 


288 


'    jDafl  Jman\ 
To  la  doy  por  obligaros «  .  -/ 
que  1^  morir  por\np-eiioíarosj 
dispaesto,  señora,  e^loy. 

Doña  Inés  jr  el  Cande  (Carhw. 

„  Condfi,   . 
¡Áh  ,  Mar^oes^ ,  á  Dios  plagnitra^ 
pues  os  ca|)sa  el  a^nor  mio^ 
fuese  mío  mi  alvtdrío  ^ 

par^  que  no  os  ofendiera  í 
Pluguiera  á  J)ÍQS^€{^f^  pudiera        \ 
poner  freno  á  mis  pasiones  » 
al  ve»  vuestras  sin  rasones.f  ^ 

que  cuando  e)  aipor  ^s  furia  » 
los  golpes  que  4¿,ia  insoria 
reniatan  mas  Jas  j>risÍQnes«      .      ', 
Apaga  el  cier^  .yiolento 
llama  qne,f|npMrza,á  nacer  9^   ^       , 
mas  en  llegando  ^.crecer  ., 

le  aumenta  fueras  e^  viento. 
^a  estaba  en  mi  pensamiento 
apoderado  el  furor 
de  vuestro  amorf^o  ardor ; 
y  á^  quien  llega,  4  pstar  laaíiegQf ' 
cada  agrayiq  d^  mas  fuego» 
cada  desden  mas  |imor. 

^Poüa'ltiés.  ^;      ^.^ 

Basta  y  Conde  «  q^e,  llenáis 
de  vanas  qoe^  ^  viento.^    .  .,    •( 
•i  de  vnestc<>^ift|í  trienio,         ,  ...^ 
la  ocasión  no  declaráis » 
¿de  qtt4  «i^io^^i^  fcafak^i  •  / 


289 


%  tiV.r\rt*fymíei^  tv»'»  tto^  ^-4 

£l  pi'egaitiarié'es  mayor 

ofensa  «  yitiuevo  *rí{»or  ( *  o!'ct.,^  4 

pues  para.qae  osdiftculpús/  <» .  n| 

de  vuestra  error  y  os  hafceiá^i  .;  / 

ignorante  de  mi  ateot*^    -        :-«(> 

-      j^PodréisiDii  nc^c  acaso ,  y*  r 

que  doA^'Vrcekxubnó  el  9u«lo«  «    «'> 

tiernaii(flor*yjd«iro  y«loy^     '  .'v  .»/ 

después  cyo^  ^r  vos  me  j(br4KJfrfb 

¿  £1  fíeco  dolor ''i^iif;  paso»!  >t^  :..ii'> 

por  vufstrorHcg^  d«^pvyo«^r .  •  «e 

^  aunqfM»á»ienoqbrir  ^is«ifiio)os<-«'ai 

el  recatoiiDefclui'ottli^adak^ií:^'::.  -  i 

no  os  1«  iiiai  i^cbo  mi  onidaé^»^^ .  -  a 

^   con  la«lengttftilUi.nM»  ojoají'**':  '■' 

¿No  hanlMo*>mi  élaro  onéntc'  ia 

vue#ldup^lcoiie»V'y  ha^  íviatv»  :c 

que  ha  d«á?^o¿'jqae  OoiiqiristQr  <^*S 

;*at<^d}«D»i^prágo-avcÍ{mt«)?  i  >  ':fi> 

Si  os  anaÉt4a«ií<!«ii#jMBV0té^f -'>t'  x'p 

que  apenas  babi»r8.!8abíd(i'wíit  w.^  ^í 

ios  misma,  qiHt^^M  be  querido, 

esa  es  ftié«a--Iiii«^«r-;-'   lomi.  •.!>  ?<, 

pues  murietidert  ^^uestn»  li<^iiwr^L)> 

á  mi  vida  biy^réferidoV 

pues  cuando  4raa  eito'daltt!  tftaiA 

licencia  i  na«iU>»>coida«tos^^<i^if]  '-■** 

para  ser  examioáiM'^     ¿^l  íí¿  iin  1.; 

porque  el  mas  df(^o  ell>)lii«'^'}^*  l^í» 

¿cómo 9  ^biM-Vf  rr{»aiitiiii^.  «u^noq 

á  QQ  dffpvicfiifi¿  y>  líflO^,^)**!^  i'>^> 
de  qué  te  iaftt«étraiqiM»{otl6l^t  *'"P  i 
Cuando  por  a«u«¿te^no»V^^.'''^^^"  ^ 

19 


2})0 


«er  cott  vof  «at  ^nüirotdf 

Dana  lné$* 
Negarlo  fuera  ofenderos » 
pero  Yoa  me  disoulpaíft,  . 
y  con  lo  qae  me  acósala 
pienso  yo  satisfaceros  i 
si  entre  tautos  qabaHproa 
como'il  exémeii  se  ofrecen  « 
vuestras  prendas  os  pareceA 
d%iiaa  de  ser  preferidas  » 
ellas  serán  elegidas,  <   .    < 
ai  mas  ^0«  i^oéaf  mepsctn ; 
mas.si  acaso  el  propio  amor 
os  engasa»  y  otro  amante 
^oiiqcíi.  Inanos  am»|piale  %f    •> 
en  pi-emdas  es  superior «.  .i<^ 
ni  ea*o3eitsa>  *n\  es  error  i    . 
si  tmJiok  provecho  rme  ognMki^ 
de  tOcMno'daio  oltld«da!| 
que  el  ^voeS  aaas  di^too-mt 
que  de  ^1  ¡miamo'  comÁent*  ;> 
la  caridad*  ordenada,  i  - 

..  Con49.      .".'. 
¿t  de  amar  vuestra  beldad 
cuákAilos  méritos  solí  f 

Do/la  Inéá» . 
Amar  pok*  tncliiiacioA    '     .  t    . 
es  propja  jaomji>d:idaA». '.  ..  •  i 
si  presa  la  .voluOtad..,   .  .   lO'  - 
del  deaf o: i#e' fatiga^  ^  .»  =0    / 
porque  cjitdeiky^ie^.^p*li*f*  ,  •• 
del  bieir,q«i€t  pre/teÁídA  Siai^t^» 
y  quien: a«i.ivQ<K:iotba«at   >2  ^.  . 
á  nadie  co^  el  oliiUi;»,.   i.> ,  •  'j 
Demás,  qug  ai  ai9W3»a/£omi . 


tko  solo  vuestro  tórínrot^ 
obligada  wé  tttvli'ri  ^   -        >        '^ 
que  notatHotien  li  esfera 
let(«!éto^lK>s  s6  tiur«il'i 
ni  en  cuanto  los  ráyoá  giraU 
del  sol  jcifti'a  trena*  doran « 
cuantos  fnfltii^éjVdS  mé  ááor%m$ 
61  menos.  c(!«i«>vo«iSttsp¡raaé 
Pero  ^^Iffltil  ^fip  t$ttan tm% ,     . 
no  me  obli|»if  HoAf^ttiadt 
^aa  ciHB^lin  mi  iVcdiintad 
«sel  m9dó  de  pbUgairmt ;     . 
el  mas  «y^no^hn  de  *lca«tM«i«| 
«i  vuestro»  mérito»  daros 
espera^  «riíe«i'af ai>>4 1  ,     ' 

en  obli{;acion  i  me  estáis^ 
pues  porcuna  que  íntental*  ,  p  . ;  i 
dos  victoria»' quiera  daro».. .,.    < 
Co{rÍ«.h»itt&«  «jtipor  amof  ^u  ? 
conqniatar  nntf  «n^ger'i 
ilustre  victqrM  ei»  sel*  .tj¡;/,Íi 

jpor  OMfrtioir.  véaerdor:  /i  i ; 

de  mi  patllH  d«:ll«Ofr  »^2or     * 
la  elección «  üo*  Já  ventura» 
ai  nací»  parece  eordn  ra  .  lí 

al  nuevo  intenia  qiia  velt»         ..  •; 
al  mena»  no.  ni^areiá  i  j  ;» 

^oe  e»  de  hondada  é§U  locara«!    « 

'•  ,  ióMie.  'A  '.,7 

/En  jIb  t  qna  ^aí  vano  porin 
disuadiros  d^eaeJM  lenta  I 

Antes  qne  mi  prnuianiienlir 
aa  aandirnLi^liai^  lfia»j  : 


S9I 


2M^' 


I 


Paes  yo  de  Uíéw  cénfio:  >  .  :  > 
•er  por*^rendas  irriiccdor;  .  '  -  '» 
mas  vfd  (|ti€'ett*'taB  cie^o  aaoi^'^ 
tnis  «Atidos  «brdsdiS'j.í  .  .  t 
que  si  .ea  uVkoohitf  erisáis  f"  '' 
ii#4ic  ^  s«f rir^  e\  qrnw'  ^  •  * 
Mitad  osmoioS'molMpV  ' ' 
y  «d vevUd  «biea  f  q|  i  ¡nrf  m^ ,  *  ¿ 
que  iberezca  iiU0H{iieíyb«'  •  •  «a 
á  qoien  ToesIvkifnsínGíidfl^;-  -  t^j:^ 
puea  coiDCK  vo«:f^poiicii  ,  ••  •  > 
q<#i«MiC6r' piraí  vt^ocro*  vi* 
tantos  iiobiei'c«rlKiHen>sv^'  '« 

Bon  dos'tau  aHast^étork»,.  ^n '^ 
soií  dos  adrntai  tiotoriat:  '  a^ 
las  que)^«ecib6'eiti^rdcir0i.  r-'^vi 
Yo  enfr4!»aré'  aai  pses^»  ^  '  "  *  t» 
si  es  ina%  dí^no  «ei  i&ar«lichoi^^<^ 
o^díeVite  ^l'^mpArioso  '>  '  *  :  -wj 
dictamen  de  la  ratají  ;  '  )•  m  i«  .!i 
pero  siendo  en'la>«lecololi  >  *  «I 
vos  errada  I  y  yo<k>fHi4IÜo^  i  >  .t> 
vive  l>«o^^«e'aliipr«fdrtd#"-  «i 
ba  de  hacer*izliifiiria>ai4i«lit%"  ** 
teatro  dedHi«rcpe«i)lt'^}«'(  *  '  '"'  í» 
del  tálamo  de-mnifié»***»  '  ''  •  «'  1* 
*sin  '  '  Do^€»  iM#/ •!  -.5/  *••  "i^ 
Pensad  que  si  a4p  vencéis 
no  h«fieM<yie  4|«ied«r  qtfejot^  -^I'^ 
que  será^ial:«4'«lic4iosól^  KTi  ú  j«i  :J| 
qae  vos  misoia.lo^pébbeia. 

Complid  W-qisfcÁilfilais.  ^««k^  o* 


¡Doliíf  Inés  i 
--TarexanijeifTie  de  hacer,  '  " 

que  á  todqs^déy  al  escoger, 
qile'eiÉvidíal:^,  W^qaé  culpar.  \. 

Conde, 
Paes  ^il<sr)6  ¥>9fa|niMi2írt; .    f 
N  Doña  Inés,        ^ 
Ífüc^-Cájcioiláídiuerecer,  > 


r-  1 

.     vVr.v   . 

.j     •  "^..i  .A'vl 

.t. .. 

^.»  -..v  . 

.'  ■• 

. .  1 

/    »   •  • 

.;.  -í  .í  oT 

/(» ■ 

,  I.  •  .' 

■  í  ^ 
•   -   u'si 

!«•'      t 

..       ijf    '. 

•  '  '■:'  '  -^  i 

...Ai,    • 

'-..*- ;.'J.I 

,    ^ 

.),      >.t 

1         Ȓ' 

.    -    :r.r/:0 

..ÍA..J 

--I--*  ..j  -í/  •♦>» 

»4 


ACTD  SEGÜINDO.' 

ESCENA' PRIMBUA.      i 
Skih  MU  CAtA'^É-Deí-A  luis.- 

Blanca  y  Clatfela  con  fnan$o$^ 

J)Qña  Blanca. 
To  la  ^«  í^  ^^^f  y  estorbar 
co«oto  pwe4a  sufíperafiaa, 
que  «*!  amor  pide  ven^aiia^ 
tí  lli'fta  i  desesperar; 
y  pties  np  me  yió  jamaa 
la  Marquesa  ,  cierta  voy 
de  4)ue  no  «abrá  quién  «oy« 

Resuelta  |  señiira  ,  fstáS| 
y  no  quiero  acousejarte. 

Ella  sale. 

JleroiüS!!  es  : 
con  raaon  la  lu£  que  vés 
puede  en  zelos  abrasarte. 

Cúbretr  el  rostro,  y  advi«>rte>| 
que  lo«  enredos  que  emprendQ   ' 
vau  percJidos,  en  pudieádo 
este  viejo  conocerle. 


29$ 

^      BSCEt^AIl. 

Bicbéi,  doña  Inés^  Seitron, 

'  n  BeUrnn. 

Ta  ét\  MMTí^méi  don  Fa^rlqa» 
«1  memorial  he  pasado  ;    ^ 
y  sí  vfráad  ba  informado» 
no  dado  que  sf  publiqaa^ 
por  jSO  parte  la,  victoria. 

DoñOiJnéM. 
fn^^i^  Beltran »  con  bcievfdé4    > 
dé  lo  c^rio  os  informad  • 
porqae  fs  vfQt#{a  notoríft         *' 
la  que  en  sns  méritos  reo  9 
y  si  verdaderos  son  « 
m!  saJM;re »  ó  mi  inclinación 
facilitáis,  .sn  deseo. 

,    Beltran* 
Kl  es  tu  deudo;  y  por  Dios 
que  fnera  bien  que  ^e  nnieraii 
Yuestras.dos  c^sas»  é  bicieran    . 
tin  rico  estado  los  dos, 
^ña  Blanca* 
Primero  el  fin  de  tus  fdof  t  •    •     ^» 
caduco  enemiga  9  veas^  .   < 

Clávela*  i  ./ 

I^a  ocasión  es  que  deseas^   ;     .  ••  ^ 

J)oña  Blanca»    : 
Gimiepciip  pnes  mis  engaños  f  .1 
y  advierte  bien  el  rodeo  . 

con  qof  ]aai  industria  la  oblif^  ' 
á  rof;arme^,que  la  diga 
la  que  decirla  dei^eo.  -. 

Ho  ven^o  ^|]m4*  «casioia*     ,     ^   el  In¿$i 


2X 


cuando  ¿e  bodas  traUúf 
puc«  feliz 'ana 6c*o  Ais 

Do^a  Inés. 
¿Qaién  «oíi» ,  y  qué  prelcndeU? 
^  pona'  Btmneslf  '  :      "^ 

Soy  ,  «eílora  ,  Wia  tpíadafi»    •     » 
de  Qi^  osaf^er  d^MÍiclHiAm^' 
que  pordicKa  conoeeí*^.  "' •' 
Lo  que  pretendo  es  maüraro»': 
joyas  de  b#irfcm«*'y^'*alor, 
€oi»«fit«"y(óp^a  el  réí>|^laador    *'- 
del  iDÍsit)4&  sM  etti^int'líli.'  • 

Tratado' su  ifaíWñifetyitf  |  '•• 
las  prA'ího  tfaí  Si^iop^  ;•'»     "•  *  * 
y  liabicndO'Jffe'iráido'whíkir'  ''    ' 
coDJtr'é^perátoza 'el'inlenfd 
de  ese  estado,  delehéhi*' * 
tomar  el  de  1r*»h{;í¿'ti  ; 
y  viendvi'qtic  \i  ócasídtt  »»' 
deittasaVos  se  avl^dlta*,  • '  •  •  *> 
se^a  ptiMiea  la  fain*a',  "•>' 
me  mandó  qóe  os  t&s't fájese, 
porque  sí  ^tre  ellas  K^biesé 
-*:ft  nl^uoá  ¿♦qtirde'tafdamtf''         ^ 

mereciese  |íoT -ven tu rap 7'» * 

ser  para  suya  estillada , 
por  el  vMdr  aprtfci&dá'V'**^'^     ^ 
aunque  pierda  dc'lá' bVchura 
m«c1i¿'pdrte;  la  éttitofíMís/ '•    * 

La*r*:{b)rfis ,  púf^s , '«é  ¡utfoHWd*   * 
DotltÉ JÚWtiéáT  '    '-  '-'   • 
Su  curiosa  noveflid-'*»  *•■'  V'\$dc(üa9s 
>%?.u\  1»  pieiifta^(aef€odic^T«lf^  ^:í"  •  *^  * 


í/^l 


"^  es  csU."  •"••■■"     •  .-'^  '     ••  • 

'  < 'No  be  visto  yb    -         •'     v. 

"  mejor  cosa*       ~  '  »   '       ' 

Doña  Éinnca» 
^-r^  .u  r.  .    Eá a  costó  '• 

mil  y  qniYi^teiitos  idotoados  ; 
peroi  «ecl' estila  tliamantés 
ar  tope.»   -  '"  •    ~ 

Do^a  Iiiés. 
La  ^oya  es  hetla  y 
el  cicle  ne^  tiene  est^cUa  ' 

qae  dé^Yafos  nüT)  brillatates.     ' 

•    DoTa  Blan*xO' 

•  _  ....  f 

Con  mas  fazon  ésta  rosa  , 

eAk^ltaihi  en  limpió  acerdf       ; 

^     cotifiyarareis  aljecero. 

..Dona^  Iné^* ,     .  .^      • 

quien  tales  j^oyasalg^^^^. 
muy  rica  debe  de  sei;.  ...  - 

*  f '    Do-^>a  Blñneaé  j     » 

.Tanto,  que  pon  no  perder 
de^qtna.maao  la- esperanzar»  "  •' 
Jas  diera  en  albi'ticiaa  -todas,"  -* 
y  sé  queje  pareciera  .•  •. ;  i  *  ^~ 
p»£|A  «iceao  f  i'  q«ie»  sopiera  ^  : 
con  quio  .tratab|i«^.sas!fbod^s: '  ¡^ 
mas  son  plálicji^fievdidas: ;  .*  i 
de4<^qiio  impoDí¿v  Uiktfmés;  i 
¿*-'        Cldiféla.      ■  i'^ 

buif &>  el'  Afeita  ¿*te'ás'  her i¿atf  I  * '' 


2M 


Ta  de  curiosa  m«  incito  .„ 
á  saber  quiéa  «fué  el  iiigf!||o|^ 
que  vi^etf ro  ,mi»aio  reeato 
me  desierta  el  apetito.  .        .  £ 

iTa  ettan  ronformet  laa  dof* 

Si  el  saberlo  os  i^fiortára  p 
Marquesa  Jiermosa  ,  fiara 
ñas  graves  cosas  de  vos. 

Doñ^  Inés. 
A  quien  trata  4«  ca$í^rtit «  . 
y  á  quien ,  coo^  ya  sabéis»  ^  /.  . 
hace  ei  examen  que  veis, 
temerosa  de  emplearse  , 

en  quien ^  como  el  escarmlenl* 
lo  ha  ÍDostrado  ,  si  se  i^froja  t 
¿la  vuelta  de  la  hoja 
baile  el  arrepensim¡entO| 
i  no  importa  saber  con  q«i^ 
quiso  esa  dama  casarse^ 
y  para  no  efectuarse 
la  causa  que  hubo  tambie«  f 
Si  como  me  certifioi 
vuestra  misma  lengua  ahora  ^   ' 
la  que  tenéis  por  aedora 
es  tan  principal  y  rica  » 
iprcsumis  qae  entre  los  bdéaoii^ 
que  opuestos  ahora  cistaa 
á  mi  mano  ,  «ae  galán 
que  ella  qoiso »  valga  mMfoa  f  • 
4Qaién  duda»  sino  que  csti 
á  este  mi  ei^amen  propuesto 
él  taiiaiictt?l>ufi4iigM«iftO>    * 


299 
no  poe6  ne  inpof  ItHI 
•aber  quHn  fni»  y  ctiál  ba  fído 
tan^  |ioderosa  pcMiotí » 
qíie  el  efecto  « la  a6cion 
de  es»  dama  baya  Impedido  t 
decídmelo  por  mi  vida , 
y  fiad  y  qmt  me  tendréis  , 
•¡  osla  lisonfa  me  hacéis  « 
mientras  ''^▼a »  agradecídar 

Si  lie  de  hacerlo»  habei»  da  dar 
la  palabra  del  secralo. 
,  JD0Íía  iné^\ 
Como  ijnieii  aoy  lo  prometen 

Solas  hcmoa  do  qiiedar. 

I>e)^dnos  soias^ 

Quieu  lia  0^ 

lecreioa  i  mía  moi^r « 
con  red  inlftita  prender 
'|aa^a|oat  qite  el  tiilo'«iivl«f 

La  indnstria  verás  ahora  i  CZai*eiR0» 

coM|iit!  la  obli^  á  ffiierer 

al  C9nde«  y  ahorrever 

a)  Marqvés «  si  ya*  h  adora.  ' 

UnHnm 
Pues  nada  cocMhré  de  mii 
los  serF«»tpa  ^  uyue  deapttea 
me  ha  de  colar  dofta  In^s  ^ 
4|ui^ni  aaciÉclMr  éé^^  ^ni; 


'3» 

DickaSsy  Bettrán  át  parto*  * 

J     '      <.'  •    ..;.« 

Ta  esUmps.solM.  ". 

el  cielo ,  ^e  Á  ia.|«feti< 
4«  qolro.  refiero  l¿.ln«teNa  i 
^sabed ,  qu*  e»f^  Conde  Cui\o%^  ,  t 
ese  9  coya  iaiOa  «nombra   « 
con  lo^^^y«s«4e.«H  eapada     ' 
las  regiojM«*.igiasdreiii»ta8; 
ese  Na  rciwi  ea  Ja  ípa»  ^  .  -  - 

que  por  sa«,4^e«id«^  hermoMf 
es  de  todos  eiividiad0.y.        .^^', 
como  adorado  d«^  íodas  , 
•í^íj  en  esta.damai«(^de  quien 

oculta  el  noHÜNPe  flfttf boca ^  «->  • 
por  obedecer^  áeUas,     ;    ,  /,  .1 
y  iKuqae  4  v^%  no.»»  imfiorUrj 
pas4^  mas  ha«d&  tr<a  Moa 
.V../.t:.l»  dulce  .vksU.enffafiosa;  '     .  ,,| 
<  pues  á  ^UAJOMMUé  .pabbrfta....> 
no  corresponden tlas^briM')')  Ir 
in¡rQi,n$krvi#í„y  oblj^t^ ^    .  ./  ;* 
porque  son  m^f  ffilderosa» 
diligeQtKis^sobre<fMmdᣫ      .»*i 
que  aoU^^on.st.en^moraa.-      í 
Al  íip  ,  eA  amor  á^aJeá^  t  ♦  -i 
y  en  luédt4i^«t  4nífiirfliatt,^  i  ^í 
que  M  él  es  galán  adonis  , 
^»  ella  Yeniu  heroiosai 


dichoso  itírmiiio  pongan  ,  .  «^ 
declarados  sns  talentos »  t^ 

alegresr  tralan-^^ns.  bodas.  .  ■  ^^ 
EiiiÉonces  eila  ij^eirSito  i'  t 

estas  ,  j  otras  ric««>  Joyas  i  rr. ) 
como  beriiipMttdesdicl^adas>,  «I 
xnalquista^'C^mó  cttriosas;  » >  ^ 
y  coa|kÍ6- yá  de  tbifiaeiieo.  •  t  .•  S 
el  nupcial  ceteimondolrna  .  <:! 
el  pie»  y^icii^kiiknatio  Jupo  '  { 
muestra  4ii  «Ácendlda  aittorcb»jf 
cuafidD  ya »  ipi  «1  #«lo«  efecW'  '<  1 
falta  la^^bvitAila»  •    rr 

qae  eternaa^^Uigattíoiivs  !  -  ^  •  «a 
eo  bfevÍB'8n«ÍNi*Qt«Vj>¡ai^i'i  "  ..i&i 
al  Conde  le  sobre^inaK,:  t  .rtú.^ 
una  fi«fe#ey'ai>eii^íl«s;r$  ^  '  -:•  9; 
su  madansar  b>«fkiblica>  <  >  >>  1  ;^ 
sMi^atitiadblari|ife*egQna^-  «^  ^ 
paes  desde  eatoneetf^iibfiendo  '  :i 
ocasiones  dil«lmp$aÉ^  i  t^  '  •  !% 
descuidada^  Teoiisio^esv* ' ' '  ^  ^^ 
y  tibiezas  léaidatdavas  1  ' ' '  ">^  "'  v^* 
-vino  por  cUrotiiA^ktoia  .     i 

á  c^i^nicrrse  y  fyoe  sDiki  I*'  ^ '  í* 

su  niudad«("vioftiitt<iié'Hi;!  r  ..t^-:i 
los  deiposoFidutniM^ba.f  <*  '<  *f!"| 
Ella  ,  del  desdén  ai^tMtfV  '  ^  X 
y  de  lai«ii^nt«  tl^srv  '^^^  "^^  <' 
pues  be«b^'yudlw*«cÁi¿k>iít»Si|'  '\f 
quien  sevetira^, ide^Mira';  '•  : 
llegó  porc»itttt#ift|ffafii'^  -t*  1  •  ■  (^ 
á  sab^;  que  ^*^0fM9«i  a^vil*  t 
otra  wuí^  d^okMMÍiids|iifat^  ^   ^-^  -'-[* 


WH 


V 


m9  9tfó9t  m%rlmnbmñ§ 

porque  toa  Unto  srcrrU» 

•«  nnrvo  dmeió  enamor»^ 

^Qt  vímáo  iodos  la  flrcbát 

Bo  h*)r  qitH»ii  la  al)aba  cobo 

Con  esto  m  cuarto  fiadre  , 

por  insolar  s<is  coogojasf 

é  las  bodas  del  ^darqoí% 

don  Fadriqoe  la,  cota  liorCli^ 

mas  camodo  de  ao.aoWcaap 

y  de  soa  prrsdaa  bcréieo» 

iWaa  mme^^B*  ifrtprpsiofief 

iNirrando  antipas  CBenoriaf  # 

>ioo  i  saber  del-  íHonfíics 

CH>rtas  l^ltoa  oü  sl>iiom  « 

para  en  üparidot  iasíofribiett 

para  es  galaaloaCidiosasi 

y  aonqo^  pareaba  íodecetate 

¿1  referirlas  AÍ.  boca  , 

y  esté  ,de  qoe  has  dé  oCndcrtf 

los  oídos  t  Irmerosa  y 

d  secreto ,  y  rl  dasco 

de  serviros  «  y  ^tor  solas 

aqoí  las  tres  #4ládíscolpa  •  • 

é  mi  lenctao  Ikotacéoao^ 

Tiene  el  Marqnéo  «na  íoemte  |^    í 

reoicdio  qoe  !nPcioa  4oaian«        •  i 

pues  para. sanar  enfermant 

y  coran  jmo  coa  oira  e .  . 

tras  esto  íf  Um%  UmfaiM 

qa<;sn  mal  oüen^-eiioinv 

y  •fasiidni  jnsis.de  centa, 

qor  él  de  lefao-enanfora ; 

y  afignnm  loa  qae.'le  tratan  g^ 

j^oe  ca  lil^  p  taij 


í 

una  verdad  cu  su  bota. 
Pues  como  rn  el  verde  khrú 
marchita  el  helado  b6rea^ 
laa  flbrri  reek^n  aae^as  « 
laa  recién  Corinada«  liojar, 
atí  mi  dneílo  ai  inatante 
Soe  de«0Ua  Cakas  l«  inrormatt, 
del  a  mor  CB  embrioa    - 
^  n^evo/ concepto  alaria  | 
^  y  coa  ia  ni^itia  violencia 
qnc  el  acoo  Ja  cnerda^  toiwa  > 
cuando  desmembrado  «I  braao, 
disparada  el  vienlolasota/ 
A  4e  su  Conde  Gar]os  váelfe 
á  ahraaas-se  en  las  memwfiaty 
•US  perfecciones  estima  f. 
J  9US  d^sdemtes  adbora  s 
mas  viendo  al  finan  dcsc« 
imposible  la  victovlav 

•  VlpoM  aoAt  ciíaaMo  MüoiTidecliaa. 
las  diligencias  dañosas*  \ 

n  >4esp^bada  mudé  léleatog 
y  la  d^saaéa.  «tarta* 
que  no  faa. mtcnádo *  ¿^         .  .. 
á  otra  mano  mas  dichosa  { 

imes  podrá,  qokiÉ  foca  raiceada^ 
alabarse  de  que  goj^a 

el  marida  mas^  botante  » 
qua  ba  calebrado  la  fiaropi, 

Gianto  pnedo  os  a«rad^ri# ' 
la  relación  de  laiiiiWrla; 
74<  fóiqjie  me  Ir»  latcraeddtf 
lalrafcdiaiaaiim4MNiV  ¿ 


303 


mz 


ha  tenido  •«*  #c«U>(«. 

Teséis  ^44  ««H^re  nahler'  »*!  lU 
¿  mas  qu^i^HtU  de  las  joyaal^  m1 
,'  Dm  *a.ln¿s*^,  .1*  »-«  -.1 
Qe  me  a^;r«d«Bt;«  mas  ifoiaíer*  :  b 
p^e^  tratar:  dé  la^totopra^  • .  'ip 
^e  un  oficial  4as  aprecia.        <«     '^  , 

■  «iHk^ i/ioActt^  •  <•  .  -  .  i> 
No  pued^ía^iíardac  -atiera}  m-  .>  V 
sí  gu^isi».  vailyrrr  4  vecoat  • »  »•  i> 

Será  pa^nnáilisbn^;  *  i  i «  »•  ^4  .i 
que  vos^adatneieíaaaÉoiAiaJ  «''  «á 
meiyUhiyiairiAiSiBfce-aficiiWilP'^  á 
íf^Sa^  Blanca  •  '^'ij^[  t-^* 
A  veris  vendeéoM «i^«OMV  )  tus  ^ 
por  serMiil>w!cea«diofaos«/A  í^st 

B^Ba^db:iérdeiia»stdb«)nargaina€  e^'Kfipu 

Ta  be  sfalbnfAo  láv^dlicoMia^q- '¿i^ 

paes  soy  desprecv»d#  JttSdV*'^  ''  *^  t 

muera  Bá^^r  yv«r^'Tro^-i  ^u^/ 

:j>Oiijj^  ^vi  »  •  ;»-.u  fi'Uo  a 

,tÍM..  ^iaBBGgNAIV.;  .¡T'.-í  óm-^i 

I>o^a  iíttfsi^iJB«ICr;0iiiic:i]  I? 

'  Z>ofi»UM^  \« 
Día  y  'Bt!^d^ktii%-  *  >  ^  1  -íM  I  oKisu:> 

ie2ora  ?       ^stoAüii^  «.b^^ii  ai 


Mbed.i»  <iM^  y^rde  iÉbéft«'' '  -  > 
que  cUaf  no  lo  haa  de  cnteader. 

qii€4i>  cf«e  «év^Mia-Merída 

•«HH«krV<for«Kondid0f'-rir  )  , 

BU  MhMÍMr|MifM«ebsdO¿*i  '»»i*5 

-  libre  tátméí^^ip^  ^i^U  ...i  ->!> 
ai  iif»'ffflii#iitf  mn^f  -«.  1 
lié«|«4MÍ«icMba  ím  wé^$,  i^r 
pgro,y'»rilé'^wwí»J  <»'  -'tf) 
q»e  kíilikíBrtad  f9éáif*ssi  i;    .-^  / 

D    qi9c«ÍíÍM#i»i4iiai«Mo««í:éBlv  ' 

M  cosoCB^|^br»iiljbaaM«fi'."í '>"'"» 
Ct«i6flie  f«fi#-*«ac««lMr-  f  -> » ^  -  '^ 
íúB  áfttctpé^éík  lfáv(q«éfy  'nr 
yíágiMitr  i.tfaüdad»»  9»  ^  -^  * 
€l«r#  ladW^'gf^fitM»."-!  H  , 
Clrrto  cttá  ,  '4fn  m  d«  JfiiMHite'  > 

faitfaliM  qwde.él  d 
^*\  tcoai»  ocnéga'd«-pi»yéwfa'''  *  r-Jt 

PfffA«<%0:fBfrilo  «1  d«lit»^(>  ^  >í 

20 


va 


305 


y  ele  hftcer.íéiit^MkAioa 

No  mas  ainpÉr;^'t|iM<«l«9«S  f¡^^ 

tras  ,tftk  it«cnuBidbito^0rriif }  ^ ' '^^ 
cspos«)«l  fin^iin^  liaMt  tfii* '^1  ^ 
«1  examen) tf^iib«U^tfiilOi<^*^'  <-« 

EaciML  vt. 

ihná  inesi  y  al  jdarqtiéiK 

.  T.'  :.;u^  im  *)b  cd  ^ 

¿CoraxQKtv^>t|«¿9«f«t|ii%bitft      19». 

¿qué  allHMftfl»»iliiái t irttrij-i  i>« 

os  ocupa?  ya  de  ^mot 

seuales  BoWiMSÉOta 

¿  ^uién  crey^^  ial^  modansA  ? 

¿pero  qoiéií  )iO  U'^myéra  ^ 

si  la  i|qiiittic«^f|9é9XMMffa  slffU 

de  mi  djfshoto  fWQtrtiiagfc^  ^1  \á 

Perdona, dHa»€««ra»JBiia^t«Sf I  \a' 

ver  9^qoft'ái  mtMféfi^hwpM  jiBpii  é^ 

qae  en  {i|4a«iMiil|^j«ií«tiaat»C':<' 

y  en  t¿  mivtf*)BqptetnéMtoá.^i.t) 

obsÍenta.|MíVicbJÍieiiA|'«ec>ao9  »* 
á  veros  sittffaviMirvi'HT  im^enfD 
liccnci^Jb^Wli»rtMi»a<|ty»l^  pol 
qae  la  k»  |kÍiL  ¿nÉli  ,r  lyitÉ  iirfa  -^ 
para  Un««#|^4ti|Ba|«|)B(  oirb 

y  el  merectMMiaftáif  v>»*^'^'»  ^^  '^ 

Ya  empíMhé  ^f itfiw#>  1  m  coioji]^ 
los  de%»loll  4i*»dm<ywP»tlBit^ 
p^e-  4  )^htouiiOidUiiOWÉgf«¿é^ 


Mirad  ^  4"^  ^^  ^^  ^^  prttdenlcit 
1»  propia<^sa%islalccMfi  ,    ''r¡  • 
y  mas  áq<iidcaa«^ot  ton^  '  >}   .ki 
de  mí  aiáai43^yreteBd¿e9:iea  fir) 
y  quiei^  «on  t^i  osadía     ^ 
présame,  ót«a  muyp^rficto,   '^ 
óisi  tieiie«l(^áii>ddKecto#  ><->    i  ;' 
en  qiies«r«cÉto  ^  fia  ,  '*  •  r.  m>.| 
y  es  accSon^ociridiscnetá.v! '-  < 
«sUir>ii  «so»^adp  9  't     > 

que  á  la  «ii;|rQdMM  j^-al  (caidadQ »  ' 
Mac^sés'i  ií«  ¿i^  €«M  ieercta*  £ 

'.,..:',r.''%^?^^c;  ■•>''/'í 

Bien  me  posdérJiahéE  meiíiidé  ^^ 
m^  fkirpio  ¡ftoiérrlt^on^erd^  >  >  ^ 
pero  yodiúsái«(^^iiiwr«  <i¿!>  i. 
que  fue^taoJalírendai  "  ^i 
mié  cxamftnéieont  ríf^oiii  *  .j  o^joi> 
de  enf  Aíigo;,  ^  thé ujns^d»  ^^  >  I  >  s ' I 
qoe  puede  tt$i$aáxmi¡á  ado  ,  *  -  u  •> 
ipas  q^elí  d6  ftodot  >  |bí  fiaofW:'» 
De  mi  sv^^preanoopodeÍAt.  .  >,      <■{ 

con  cansa 9  ptueft^caTistmiaioí  ^.i|> 
la  mÍMi«'(|MC4r9s,tétieÍs.v  r.  ^'  •<! 
De  mi  perBCMiaiyifli^i  fldad^»  ^  * .  i 
»\  peaa>á  mía  «némigos  .  ;  .m.  .£> 
vuestras lO jos;  aootiestíiipDi^  *  >q 
no  mendij^atí  la>iM^^di  >  <  >4ii 
En  la  bacicnéK^^y  «)  eatádo  I 
iluttré,'«n>q«Kfii^caiKalidé»vt.i ; 
de  ningMio>iox*»veBcido4«>')  i^t  '> 
si  ^f  d«.«&|^MMB  igoaládoi   ..  p  ; 


907 


3(tt 


Mis  cóHmáAr^k  jú^h^iéifié  - '  ^ 

son  tales ,  qué  ho^^ia^B'  hptnp» 
me  procuran  pori^iáifOk    ^ 
De  miisgenioi  no-fnUica  ' 

mi  lenpia  la.  eaiiteíadoA  ^  ^        ', 
¿iff¿^:  la  .equrlacíoi» ,'   ,  i  < 
que  ofe^éíeiiU  caHj^;* 
pues  en  gratifts  aláéu«aJt»| 
y  adquiridas, (dcdr  fpuedo  *    * 
que  los  pocos  qbeiiio  escedo  ^ 
ae*  jttHán  dé  sef m^é/Sfnalei.  ••  • 
EüjUift  Arma»  Si^  #L  quUS^  .  ! 
mi  destreza  9  y  mi^pujanzaf 
bable  el  segundó  Carranza , 

Si  capto -«  snspfciaéond<ri^«Cf  I  ^ 
•i  danzo  ^cadnf  mihiism  ^         u 
hace ,  para  'Jir  alahaisia  y  ^   * 
corto  el  encMTBciwitfrto/.*  .'■  .'  •  u 
I^adie^ta  maa¡akbsp4\píé|  1  >     * 
que  puesto.  q«ajdelJandáru(] 
crcoatrapqntá«l  dSiiisav^  •      .  i 
por  consécuei|cianje'3vé/>'^     n 
ai  en  cantea  pop  t^jo^  «líetlvof  i 
que  loUeré ittxanéq  llano:'  •    j 
pues  á  caballo,  ¿oo  tm.  vo«o*  <  ' 
me  coflbcén  .^r/nsaastm^   'u    'J 
de  ambas  sitfasÍQa<  mas  sábío«f¿ 
pues  ^l'mas-ttiina  animal : 
trueco  en>so)^oii  fcaal  >  t  ,ir     a 
los  indómitos  resaibos*  •  -  <  ■  \    t 
¿En,  losaorasv^«i4niÍMi,stdo    : 
á  esperar  Jnaoivefoitad»?     '.     '> 
¿  quién-á  harifi  nmijÉcartado.» 


(  ■    • 

¿  A  caanUs  ^ytr  t^ae  ti  rejón  r 
rompl'y  y  empiyáé  la  espada,  { 
partí  de  anaicmibill^da  >  ^  -  -  \ 
por  la  crbé  cixoraeoíi  ?  j  n  t^.^ 
Tras  tktóiáe  que  la  fadat'  *  li' 
como  sabéis,  ^es.  testigo  y  2"*  '>f> 
sé^laral  nMis  amigo  I-  '»'  uo 
mis  ^cAvetos  »  y  mitdamía  ;:  m.  /  h 
y  soy  (que  esl<i«s<To  teas^imevo 
en  loa  de  má  calidad^  ""<  l;>  >  . 
amigo  déla  yerd^d,  -i  -    K 

y  de  pa^ajrrrlo'  ffme  debo.      •'  <  r  ^  *) 
Ved,  pu^s >  ^idüiPa ,  sí  p«edO|.'1<'' 
COA  acgiiva  p«éM»hdoB,   >      ><  p 
perder  aia-J|H  praCénsioit  -i       >1^ 
i  mis  cootQ9tHos  el*  auedOi*  m  mii 
.1  JDoíles  Iné^Ji  -"^  >         fe 
I  Que  aUivQf  (y  plreauntuóio'f  '  'f> 
¡qué  confiada/' y  tósSoo 
os  mo^rafs,,, Marqués!  noéa^íno 
dicen  ,  que  soi^  jactancioso. 
Bien  Cundan  suiesperavia»'  rJ 
vtiestros  nobfo)  pensámientoi 
en  laatoa^mereeímie&.to^^'fno'^'s 
mas  á  vnesAtMr  alabanza»^  >.    1  ;> 
y  á  las  pi*tndps^ue.alegaia(^'   '3^ 
bailo  una. ff^a^y  Bilabq[ués>,    >ip 
que  utí  ftegarei»*^  -  .    ;'  .  •*•!  -í  '^í 

Ser  voa^qn;eH?Ú  pubUcaif.i  >:  -» 
Bf|la  es  9.  ^pftstik  la  gro^isubocar 


310 


mas  liqaí  éacepqcnv  pa4#ee>-     . 

pae^  á  i^aien  ke^bpqm»^  /ioca* 

aos  méritos  pübKQar.- 

por  costdmtacpermitida  ;    • 

qae  n^al^  sá  soís:>prebsdMa 

di*  tantos^  puedky^eispcrsr     ''      '« 

que  los  tnismottv  ^fo^  áirt vld«», ' 

á  vuestra  Moríanse  opoonn 9 

ouscalldaileo'  pre^nvn ,. 

ai  pstá  ca  eidt  ser ^  v^áeidÍM  r   '     - 

decirlas  yo,  f i  proipoAér,-    • 

«s  relación^  lia ^hib»ncá>t, 

alegadion:^  no.  proftavia»!^ 

qae  esa  voa  li  bal^^  d«  l^»eer». 

Hacedla  ^ny  ip  íto^  la^flo  : 

un  ptinéó^ de  Ia>  tardad,   -    ' 

á  perder  vucst^iMgad* 

desdte^bor»  me  coiidend;'  ■ 

•  B90ajnük,  '* 

f:iaMacka  os  babeis  aTi>o}ad<i^. 

La  verdad  es  qoi^tf  me  ftY/i^nU/"' 

¿Cómo  potde  seir  qnrmSfiíittt 
quien  boUa  tan  odnfttfdvy?  •  <      ' 
¿  Cielpar  jaatos'^ -^s^  posible    - 
que  t^Ie^  <£altiá  fseotila  ^"  ' 

tal  talle ,  y  no  ccnrrespottdk' 
lo  secreto  á  16  visÜUe? 
Tales  ldb:^M{6i  son  , 
que  alegáis  vo^^  j^^y^yto » 
que  SI  taméf^y^  éés^'^^^'i-  '^o*    •  '• 
y  espero  la  relacioU, 
yeriicttJa'probaniEtijr  i  »'*  *^'¿    * 


que  rÍgtiro«*aÍM»^«cer^ 

porque  i^ifift^a  |ner4Seiifi^^u.tnii 
si  os  diga  ,v^rrijldti»  M»nio6|ii('«>  « 
á  vuestRfi^fa{iQ«ia«<  r-  «•»  oír  ^np 

»>  nta;rp5.«aíeo¡ifaimt»í,-íínf.!    b 

de  méritaiiip^^o  ;hácQ]i  »^  1  / .  1 1 6  t- 
1  8enofa^(^iio.<iiAreiQer  •.  • '»  -  »r  ?-» 
tan  divín^ iAi^lfimiOflrf  a' ^'  .  -'^i'^i 
Si  en  ese  ||Be^JUlkinke  das  ^  *  I  (  ¡3 
A!íarquesa»,4otod^  eácedoRf  ic  tí 
está  cierta  ^7(|»A  n&i^edo 
«er^¥tiftfi4o  «njJ«sd«qia«.^i'r»»«í^ 

Llegada ves^y4iar«ciisioifi,H.  ^.:^.iít 
en  ^i^^^pp9^  pBoba4bt«0  Nfi 

¿Beltr»n,,|^iílftftíí  :  ,  .!  i,u.,  A 
B^liífan,  .  lorn  ,í  ^ 
1  i  j$l<^nde  Garloftv 

con  la  ini¿pp|%^f«!|«!nsion>.       '  s 

^de  la  Marqi]^a|i;,fYii«f|d^«Él&yi.ú  t.■^ 
y  desafia.jg^^él»h  p-í/o!  ^,z\   im]  U 
é  todo  jiyify^  0^cidOi.bix  c  td •»»  p 
de  letras  y  ,^xm^^  4\;aantos 
al  fíxumfkmbf^^iife^^o^  ""^ 


zw 


312 


4 'f"  -JMMtik/^'''^^^ '  "''^ 
i  El  GmO»?  ¿  CM^ » ifrtí^i»  «W«f 
£1  Conde>-i0Ío «  €«t«e  teiiWt' 
aoiaatet »  batC»  cosailg*^ 
áobUiJtoniiei  dMÜtIr;    ' 
qne  no.  es  jiuU^  cool^iir^ 
coa  taA  verdader» 'iteigo  I 
mas  ya  por  ofMaitor 
al  rxamrji.  ate  be>iofrétiaéV"' 
y  nail«DcrMráiq'o€  ba;  jido^ 
la  amiU^d^  M«0'«4<iCiWér'    ' 
el  qoe  moda  aiMa««iD¿hhi;^ 
poca  «  am%o «  perdonad     ' 
ai  prefieco  i  hi  amiatad^ 
laa  ar^ftde  la  opíoion*  -      ' 
IMalnés^    '''^'' 
Marqué»,  parece  qaa  oá  piia^ 
j  qwt  oa  han  arrepentido 
laa  nnevas  qoe  éal^ta  dído. 

Lo  dicho  dicho «  Marqáeaa* 

La  «oapenaion  q«e  haheia  visto j 

nació  é^.ti;ú%  ami|$o  táf 

¿e\  Conde ;  mas  Tt'qttfe  eifc^. 

declarado «  si  deafsté» , 

lo  podrá  la  emofladoil  •  '**- 

á  temor  atrÜiotr ,  ^ 

y  «a  íbraoso  pl*eferir 

á  la  amiaUd  In  iífánlM^^  ' 

demás ,  qóe  iroeatra  MMI 

es  mi  ,dJio«lp*  ¡mo^roi^;;  - 

si  por  las  leyes  de  ammr 

qnebi^ando-  bs  4fo  éMkiúé. 

Poca  Uan  «a  ifiui  «iillbitsdil 


til 

t  vencer  ^  jo  i  nominar » 
•«nqoe.  no  pienso  Wsoar  t 
•i  jil  Conde  Carlos  vencéis  t 
otra  probanza  mayor. 

Si  vos  estáis  de  mr  parte  « , 

ni  teiiio  en  la  f^pevra^í^  Marte  %-^  ' 

Bi  en  la  paz  iilDios  de  amor* ' 

Ifoüa  iñm$>  "^  -  ■  í 
¿  Habéis  ^bid^tBelfdna,  .  : 
Ucasa?  .    ♦ 

Btltran.  :  .^v 

Ya  la.heJsbido. 
1  -  DóHaidáB, 

}0h  cielos!  hajpan  qienlido^       «y^ 
nuevas ,  qne  tani mal «mei  están  ^ 
que  las  sdlales  desmientan 
defectos  tan^de•if{Qales.•{^       t  Mfs<. 

No  des  créditos;  seJSales » 

si  ks  del  lilarqaés^  te  mienten. 

ESCENA  Vm.,  , 

XI  Mdrquéi. 

¿  De  una  vista «  nido  >cie^o  t 
dejas  .ana  alma  re^U^f 

¿  de  «ana  flecha  ia  n  t  a  herida  t  \ 

i  y  4ft  «l>f  "f*yp  'tw^o  fiiago  ?  :t 

Loco  est^y  I  ni  :r/^isttr, »  ,     - .  r 

ni  desistir. pviedOiy.«t:>  ^^  -.  / 

todo  mi  rem^ff  esté  >  • ;,.  :  > 

solo  f« ; ven^:er  »  4  «aorjirf  :  ; 


Ué 


r/  Jtfl^«/^«'  /  i?/  Conde  táí-ÜJ* 

¿Marqvéá  «pIJKO  r  mImí»  i  ^o  /  ic 
el«€Éf^q¡M  iie»'pi|itM»iUlf>f  j'f 

Y  me  cneitft'aiifctfmdado 
del  qoeifittuglÉhkr,  fddtti*  /^-'ii  H  , 
Conde»  ■  i^tw^  A 

¿Por  qué?  .u     \\\\ 

^'Ek  «<w«lro  deiafio 

á  v«MtrDaiÉi^.ol,Bia]M>rkf  V  . «« 

Bl  mayor .aflÉMgaoiíoif .;  «^.j/Zí  ;* 
foia  vos ,  Manfoéa.  < 

"   Margues*    »■     >.'h  un 
.í.,:..Mi.i   .4,   '•' Bdcayo  iOf4^ 
Conde. 
¿Qo^decd'r 

Cttánta  me  pesa 
aabe  Dfiort  «cok  4a«  MarquAft  '^^^ 

después  éfr'eafarlé,  he  leaédo' 
noevai^ViiésitSEiiilieii«foil-(  f  . 
y  salvando ^tiilVpMMbav  '-  '  '  ^^ 
y  sin  qoe  enilelidlrw  qoe  bk  MlM 
el  desistir  o^éfdllíV'í'"»  '^  "••  •♦ 
puedo  hwétí^H  Vo^ef^mbi»  tií*^ 
trazad »  pues  siempre  es  en  lodo 
voeitira  volaalad  la  mia| 


tras  de  'do« .  íiía3,  áft  wnor ,  ;  . l> 
á  áoikm  B^^mo^itr^mmi^,      .    .  / 

aunque  si  cí:pechpr^4  *?<*»fa*>í  R 
lo  que  8Í9i|t4t  J«  A1«i;cfMe8»  j  i  I 
ba  encend¡,d«  0il'*s«l»'iP»^^¡»í  ^íi 

quf.dífia.Wwa<^  <8»  íí^^^í^í^*  :• 
na*  Ubradme;4^íU^.iíaS<W^.  '  b 
que  ameo^M^'^  «P^w*»  t  ^a 
8i  deséala  dft^tft*i»^«»f<>#  ^ 

y  veréis  si  iQÍtawh^¿  ;  '*t 

tropieza  en  ^ife¥ÍMtí:  .  ^  .  jís 
6  répara.ítit  «ewti^íi^i^Of    t.  ,.h.  f 

Culpados,  sonda  lfl<t4o4t  .  .      >> 
Marqqés  ,  iguaW^WK  ^^t        X 
que  el  recataros  de ^mí , 
y  el  recatarpap  de  vos  ,       .^ 

en  ^sto  ,*  nos  Ka  tráídoV       .     , 
á  lance  tan  a pl-etadp  ¿ "      ' /        ^^ 
que  linó  y  otro  Mtí^oWígaáo    '  * 
i  acabar  lo  que  na  tnipr^ndido/ 
^argües'  ^  '     . 

To  no, soy  culpado  enjesot         | 
que  no  quis*  :pp,b)ícáij  ,        '    "   •;; 
xni  intento ,  por  no  quedar 
corrido  del  líiraf  ^ttd&o  ; 
y  con  esta,iíiw«iQÍíiíilVí^' j   ' 

i  doña  Inés  soJÉM^fite 
declaré  mi  pirftMfisiiiiii  ^  i ) ;  .^  .n 
y  sabe  DiohifUm^  il^VilO!  ^.J 


»i< 


Sil 


de  doila  Blirnca ,-  y  compliv  >  ^  (^ '  > 
vuestro  justo  «fandáiuidilo.  '*  ^ 
Y  el  cít\o  ,  (Conáe  et^téátígo  ,  • 
qne  aanqlife>«ii<el>|M]íito^4}iie^^ 
á  li  Mfák<^ae^ V  P^l^t  •  <  i  <a 
la  libertad  V  íae  t^ommigD^  *  »  *: 
de  taotoefeelt^el^^rr,  I 

qae  éradetf" «Unibteii  «n  aitfatiU,' 
qtíe  de  te í  intenta  «libataáltf*  ^ 
determiné  denfisthr ;  •     :    i  i  ^i  í* 
aiaa  ella v,qW «i» OMifiA 
tanto  de  iHintittna  iítiiivtad  «^  ^ 
lo  que  fue 'fidelidad ^,  '  'i><  < 

atríbayó  á' cobardía';^  *  ■  í 

y  etta  es-ptreeim  oiíasfoli  *^  - , »»  *> 
de  prose|;air «  qtfe  «(  esjasto, 
Gonde*  preferir  alj^sta.  -  •     '^^ 
la  amistad »  nó^la  opinión*    >•  I' 
'  •      Candé,    '      ■■    •'  '  ''r* 
Con  lo  qae  os  ha  disculpado  ^     ' 
me  disculpo:  yo  ignorante  ' 
de  que  fuésedes  su  amante  ^   " 
el  caJ?te^  he  pu^ícadt) : 
no  puedo  con  opinión  ^  '  "^ 

de  este  empeño  aesístir , 
que  no  h>  ha  de,  atribuir  ' 

á  amis^d  la  emulación,       '     '  ' 

Eso  supnesW^  mU^di,  r  j :  ^  ,T,^    ^ 
Coi)de^  UK^qiie'iteaM^  dtiháfevwn 

Competir  i  ülá^of^éfr  m  ^i  vlr)h 

las  lÉ^tvidli  hiiaM|H«é¿'  ^  »>iee^^ 


pit 


T«iiéd,4«ilii<icpnfi«iiMMii  '        rj 

Conde.  >       .  j., 

T  fiad  que  iiaüiMgá  cu  mi 
Ia  compete w)|'  iM^nza. 

**  *'  tlSCBNA- X.' '  "  '  "  *' 

t  u;  .i;v  r'  ti  Coñáé  ChríókJ  "^ 

■      .     u   ■« «;    f  -   .        '       ,•  ;,  , ,     ,  ) 

lu  dece|||pjli|tQpaf)494?      .    j\( 
¿cuando  ya».'9ffF/<PÍ  amiatad| 

le  obligante  aJt^f^fip» 
por  danc^f ,  pena  ,m^9r  ?  t 

¿  qué  l^qujMU.á  l«  Wgojr  .  v 

que  emprendéis  .en  i^fio  miof ,  , 

.^MJ:..  ,  -.ESCENA XL,     . 

¿Famoso  Con^p?,,.  ^ 

,.„¿Beltran, 
qué  hay  del  eaamen  \ 

.  ;   M.M    <'  Señor,' 

hoy  de  todp  pife.tf  i^sor  j 

los  méritos  sc^  y^rá^- 

,..-.      -.  Con^e.  ..  ,      -  ^    .  ; 
•  ¿  Qné  ha  sentid^  la  ^Marquesa 
del  cartel  qj^  l^e  pa)>Jicado  ?/ 


Sti 


La  geiitik«li'ká'i»liMlddt'  *"*  * 
con  <|«e  ▼ttenIrcrMKiriaO'teeM!» 
de  obligarla. 

á  lo  menoa  no  lo  maestra./ 

No  os  quejéis  1)  ^9!lf?^P!t  **  ▼•estra 
conquistar  ageno  amor  , 
in^to-,  iS  (|«iiéir'Os*ttdoraV'  ^'  ^ 
y  por  vos'-viT%»W*rteiido*     *  ^  '^ 

»'       ■      •    €oMfc^' •••>o 

¿  Qa¿  aecfs'/  (^e''¿»'^  etttiéitdé? 

LaMarqtteara^fftifWflioWi^»'"     •»  í 
lo  sabe  ya  ibdb  ,-^eW  vaXio'   *':'     n 
os  )/acei»  de^dUnéidOi    ;  ■  •  *  >  ; 

Conde, 
¿  Decid ,  pürlfebsVci^  ^*  sabido? 
del  secreto  os  doy  la  mano : 
si  es^qdé  ó's  recatáis  por  eio^ 
solos  estamos  los  dos. 

Ha  sabido,  que'^VOS      -' 
pierde  doña  Bfíácfl' el  $t80. 

^  Oonde» 

¿Qaédofia  Bliiiicáf  '  '    ' 

<  De  Herrera^ 

la  bija  de  dótf*1^^ando.     ' 

^Cóááé   -■'•••    •    ■• 

Lo  qoe  os  estó^'esciicbandoi 
es  esta  la  vez  l^rimera  , 
que  á  mí  noVíckPHegó* 


I   -  '  ^  31S 

.   Bien9fipMifMs<-i' .  -i.'  ..;  ♦ 

'  -'  'BtHrani¡  '<»  •>!  >»  .•/ 
Pnes  ffÉélíy'uépmiaH'é  mmv :^ 
por  1^  tiíf  o  tK  M  tottimñitó^  » 
en  tantéi%f!|^'«brtipaéKf  i 
BJanca  >  que  áM«s]^rada  I 
•Quiere  eatiteM  «« -«bi'HWiiVeiifOr 

^ne  os  'cüftaíialsj  t  ■--  r^i  >  r  i ;  • 

'  >£aírkn.  •'-■  ' 

^uien  lo  dijov  "•  í  «>  "  '  >  í "  i 

lo  sal)ei»v<Itte^)i»í  pedia 
'  «ngañ«k%ef    '>■>>.     j  >'. 
^  t^^'"  i    Befarán.  ,  -  •'■, 
Hé)cFsáMda>'  ^ 
de  uAa  «^iaidtt  y'qéebb  $idO' 
de  quien ^^la  mar  M*ia;,    :         Ñ' 

'€pná9¡   -  >''*  -•'- 
Otrft^^aa  tuelvit^i'^tti^aros 
que  be  estado^ i^ttbitáMa  dje  «lio, 


820 


i}oe  esas  prendas  £cHCt«kM,  u    t 
mayor  piiedeaVa«|;f tar  « 
y  «Ihl  dé  ÍM>kíesta  callar  ,       *  - 
ciega  der  amar^  !sa  ftM|qtiui.|7  •  'j 
yo  solo  os  pvMdo\d^r , 
que  qoian  «le  lodi|o»l«<;    >-..'[ 
C9a  cmoiíataiicias f  que  aé^  i> 
'qae  na  n^  puedie^fiiettiijr^.'   t  .:  > 

¡.Poedetter  eai^  veNftd  #■    ■•  ••/..#! 
cielo  santo !  ftidk»serf 
qae  en  antojos  de  maf^r.i:  -«'  i , 
no  es  esta  (^ran^  Hí^Vedad. 
Pero  no  »  el  MarqnéSiha  sido 
so  amante  ,  mtniíva  es ; 
peroMtikipildo  el  Marqoéa 
amarla  sin  ser  qttecldo*^  ^vi  '^dj 
¿  Cómo  me  pndo.ieiier' 
tiínta  afición  sin  mos tralla  f 
pero  cpmo.luvieaia  caHu.»  .1 
si  adora  como  muger.      .[  n-  •..  t 
¿Cómo  mi  amor  la. conquista 
sin  comunicar  jc^n  ella  ? 
pero  la  honrad^  jdoncelln  .  (        ; 
tiene  la  faena  en  la  vist^iu  /    < 
Marqaesa  ,  si^eslo  es  verdad  # 
al  cielo  ta  sinrason . 
ofende,  y  nie^dá  ocasioife    .; . 
de  castigar. t*  oroeldad.         ..    . 
Será  de  mí  ceUhr^ 
Blancsc»  principal  y  licroioaf.  > 
qafisá  pagaff4a.«flosa        >  ..i    .  ^^ 
lo  qae  niegas  cov^fiada. 
¿Mas  que  JiAvi»  ^t  el  dcAfte  ti 


321 
me  tiene  ew^tujo  yá?  -«^  '  f> 
^l  mismo  ocaéionme  di*  •••^^.  •  > 
para  el  íl'04á|»raTl¿  miot  *  íi  — 
yo  haré  í\v€  tú  taconfikéftáy' '  ' 
si  ct  cielo  me  íia  vicio  Hay    '  '  i      , 

(loucte  esperftc^teaydr  ^loríÜ  » 
me>dé  á  •á)tíalJiyot*"veitj(aiisa*       /* 
A  Diod'Bd«raii/      -  *       >  '•  y 

Conde  á  IHos. 
-"' •   Co/>rfe.  ' 
Mi  pretcnsión -ayudad. 

Beltran.  "'''.'   ^ 

Ya  sabéis  mi  ToIunCad. 

Conde. 
Confiado  estoy  ^  vos.  • 

,     ESCENA  XII.       :  > 

Belfran. 

•?-  ,     r  •    '. 

Lo  que  ^nanda^'k  Marquesa 
comeiiafBioi  á  ordenar.  (i¿ 

¡Ciclos y  en  qué  ha  de  pjrar  , 

tan  dificultosa  empresa  ? 

ESCENA  XIIL  .        • 

Belfran  V  Ciavela  cpn  mantos     . 

Claiftia.  '  1 

Dicen  qa»«ítiia'loco  baoe  cíeftto^'  * 
y  ya,tpoV'la'ee|^edaél  "t  ••'   '"'^  . 
de  Blanca*!  en>  91  la  verdftd  *         ^ 

•'■'■--•••*"'  "  ^ 

(1 )     JPo/ir  fK^cks  $éhrpw  ¡tuftte  >  rtcádó'de  eserU 
^rjr  un  libro»         j^-^  ,   .  •  .    *        .    ' 

21 


322 


del  refrán  f «p^rUnf^^  *í¡    í    . . 
oblígame  4.íacjiíf^itaírj.>K^nj      »    •* 
su  enredo  jQQijidf^;  e^ffdp  ;    -.       ; 
eslc?%J8(e|fr4io  ,  Aqfií  fmdo 
ñu  intencÍQ)!^.egeQu^,|„  .,  » 

.Snplicoqft,  que»gi/i  4Ís«»<»it:  •  = 
dondf^.|^aiUqé.u«  ^ll^i}  hombre  . 
de  esia  casa,  cuyo  jj^^^iijUDe 
es  Beltrau  ? 

Con  Ál.  estáis. 

¿  Vos  sois?  ^ 

Beliran.  .  „  , 
Yo  spy. 

Buen  agoero» 
del  dichoso. ¿Cecto  hadado, 
haberos  luego  encontrado , 
á  lo  que  pediros  qnicTro. 

.  1 3^-    Beñrún^.  • .  n  c  m  •] . 
^^n  qué  os  pued^i.^o  secartrr  .  • 

;  Clavel av  i  ..  .  , 

Es  público  qne  se  ca«a.,:    ...     ». 
la  señora  de  esta  ca.^a  : 
dicen  que  há  de  r/hóOBiVJ 
mas  criadas,  y  quisiera,  ,  ,; 

puéS  *Íáiito  podéis ',' que  íaese ^'    ' 
para  que  me  recibiiUO 
vn^^rg  i^ifÚAál  mi  Jlefttf  M^  ,     ,  ti 
que  ni  por  pll¿rf<l;:^Oiiííad«^  ^  •  /   , 

— qpc  df?precíc  mi.díps£0^  ._        -.     — 

hay  cu  la  corle^  muy  pocas 


m  un*,  pongo  á  adert^zar  /  "'    •' 

balonas  i  vueltas  y  focas  ,  >    i 

no  distiingiiej  aoii<ftté  lo  iutenté   ' 

)a  vista  mas  atrevida  , 

si  son  de  gasa  bruñida  , 

ó  dé  cristal  trabs  pairen  te; 

y  éi  de  To  rei'eiMdó*  ^  / 

pretendéis  certiñcdros^ 

será  fácil  inforoiaros  *  '       . 

déla  casa  e/i  qnc-be  servido;         * 

qiie  la  madre  del  ¡Víárqués  , 

dofi  FadríqttC  es  buen  testigo 

de  las  Verdades  que  digo. 

JbcUran. 
£sta  ocasión ,  Cíelos  ^  es  ,        ap, 
]a  que  buscar  he  podido, 
para  int'orro«rctie  de  io^o 
lo  que  pretendo.  ¿  Ue  modo, 
que  habéis  ,  señora  ,  servido 
á  la  Marquesa  ? 

C i  apela. 

Diez  años. 
'  Belltan. 
i  Por  qné  causa  os  ilespidió       ' 
de  sa  servicio*? 

CíoQeJa,.       '  ' 

ۇ'^*5         ap,     ' 
en  la  red  de  tnisr  eit^á^oá.  ^ 

Si  os  he  d*  decir  Ve^ad  ,  » '    • 

me  habéis  ^  (fardar  secrelb;      '^ 

deliran. 
Decid ,  que  yo  os  lo  promietoF-  "^  ^ 

Cla^áa. 
Conc^diitá  teiliohestidad 


224 


so  hijo  el .  lljlar^a^s  át  focrtt, 
qae  me  despedí  por  él ,    ^a 
y  por  eximirme  4^^   ^^-^ 
tayier|i  eu  poc^  la  muerte* 

BeUran. 
¿Por  qué»  decid? 

To  me  enUendo* 

Beliran. 
¿  No  lo  fiaréis  de  mi  ? 
La  verdad  .descubro  aquí.  nyí 

Clávela.    .  . 

Ea  el  lazo  va  cayendo*  ttp> 

No  es  oro  ,todp,  Bi^iiran  f 
lo  que  reluce ,  secretos 
padece  algunos  def^tos  , 
aunque  le  veis  tau  galán  ^ 
que  dá  vergüenza  el  contarlos | 
mirad  que  será  el  temerlos.   . 

Bel  trun 
¿T  no  puedo  yo  saberlos « 
supuesto  que  be  de  callarlos  ? 

Clávela 
Pues  os  be  dicbo  lo  mas  » 
y  paes  prelenjdo  obligaros, 
tengo  de  lisonjearos»  . 
diciendops  lo  que  jamáis 
mis  lÁt^ios  ban.  confesado. 
Tiene  el  iVIarqoéa.  vn^  fqeiUc »  ' 
y*  el  mayor  inconvenible  te 
no  tifpá\je  de  f  er  amad^  .     :    . 

BeUtaa* 
¿Pae«^4«álf^.  .  . '•  1=  .'-  J    ' 

Clati^tjíf,   X 
\     .^a  niui  ^«síon  *;  u  ) 


3« 
qtie  «r«  liftltó  sdlá ,-  tñ  Tos  lasos 
••'Wie  prendié  «le  sVi^  dos  braíos^ ' 
y  «n  la  aniotPosa*c«e«tíoii, 
á  mi»  labios  l»trevi(hr,  •     ^ 

con  su  a4iéntó  me  ofepdió 
tanto  y  que  m'e  rafareó  * 

*l  mal  olor  eluélti^ido.  '    » 

Por  esto ,  y  por  la  opinión 
que  tiene  de  4iiéntíro«ó  , 
llablado^  y  jactancioso  f 
tomé  al  fin  resolución 
de  resistir  y  dé  Imir 
el  oiégO'  aiiio)r  qtte  'fe  abras*     '   > 
por  mi'í  y  así,  de  su  casa  1    • 

Bae  fué  forsoso  salir. 
.  Bclfran^ 
¿  Decidme ,  como  os  llamáis ?  '   ' 

Clávela.  '^  \, 

Es  mi  nombre  Ana  María.       '^^ 

ÉtUran.  ' 

jDónde  vivís?   "      '  ..  *     ' 

ClavelíÉí 

Üfia  tía  '    ■ 

me  alberga  ;  mas  pues  tomáis 
mi  cuidado  ixa'rgo  vos  ,  ^ 

al  mió  queda  ef  buscaros. '      '   ' 

-•  >•        ^  BcHr^n.  •  '^'      '  "^     -""V., 

Importa  no  descuidaros.   -  '^ 

CldifeUt.  ^ 

Dios  os  guarda»   *    - 

Oulirdéof  Dios.  m 

-^  Clof^la.  "^       ^ 

FoerjRa  es  que  al  fin  se  declare        -í^ 
'  tft  > VArdad  ^  Uas  baga  el  dáu»'^^  ^    '  ^     ^  ^ 


Lee. 


y  diire  lo  «{ur  ^nrare^  va#tfi 

,        JUlíran  - 

Clin  taa  clar;^  ip^^f  b^^Q^Q?! 

•del  Miiiqii^*^  ,  y  ,|keir;dt*i:4        »      \ 
por  ellas  sMi.piqfXi;f|&iqni  i  \ 

•f;        -:•»    ,1  'i')-i'   ;  .  ■     -* 

^E§C¥T![A,XlV. .    .    .., 

BcHran  Y  dona  ines* 

'•     ^      '.  j  i  f'.'  .      I'  '-  ♦ 

¿Tennis,  S.Mli*í>«>  prt^iiM^S 
los  mefuoiria/t's  ft  ,   r   t  .     ^■ 

l•\.^^^B'•í  puesto» 
eslá^.,,p<>qp;ó  h;t9;ietrilrpa(id 

Pues  IJf)!JHt;  We^^ncl.  a$f#íntoír 
Sfii  (aos  ,  B^'i l^a w  ©,  i'xa mt» n 
en  tioiubre  de  l^io%  XiQím^wiéK'' 

Este  bílletf;^  Sit^\fc^  , 

es  4^  c^mi**Im0)|  d/P.-yívftro.  " 

,    i>#/44». /<^>,  .... 

Breve  esgg¡Jift¿i¿icie,  a^^,. , 
St  os  muei>en  f^G^pX^o  muero» 
Esto  de  ufe^(í¡^,v^.vulnír,    .  .  .  il 
mas  por  lo  b^^^i.ea^  discreto. 

BeUrqtí^c     ,  .      ...J 
Hecha  len{;o  |ai.cV^>^<'*'<l'tA* 

^       Decid.  .  t,^  Jx€^xn  él  libro. 


í 


(t) 


'TI 
I 


^327 


>úrrv.  '      «lomEéV*^^^'^  ,'  }5«ttlHb€>nibte,       , 
y  en  sns  accíaues  cpmpiiesío». 
ge'is  mil'-diiejídóii»  éé  VéhAüf       ' 
Galiciano  ca^MiHero^: 
es  modeiWtcSe  costilm&^es  ¡\    *  ^ 
aunque  dicen  y  cjuivfue  un  tiempo 
,         á  )U{^f4án  iiictinadov'*  í 

que  perdió' hasta  Jos  aflreés<  t^    ' 
de  su  casa  ,  j  su  persona  ; 
pero  ^aíVivr  muy  qr«4et0i  *^f^'  i. 
Búf^a  Jftés. 

^  ^  que  la  incHnafdon  al  jtH'gO''  ' 
se  aplaca  |  mas  no  se  aj^ga*  * 
Borradle/      ^     , 

'       ■  (Beitran»/      -  ^  ■  .       i 
Ya  te  obedezco. 
.  iíiwrd  Inés:' 

¡       Proseguida    '    í   '        M^c-krV  tf  libro, 
\  .'    íBéltran,    '  t*?  "^  *^í'/* 
Es«e  es  dot»  j'éfltt   '^ 
4e*Gói|ínaiiV  noble  mw«t«bé'n  '^  (i> 

.    ■♦.   Bo^  Inés,    \'**''  •  f'* 
¿No  cs,esle*el  ¿|tte  ayer  traían     ^ 
una  banda  verde  al  <íuelh>?  '^    "* 
,  O) ..    heí^an,  •' "  '  ^>    -m  '• 
£s«  «<3ni«t*  ^- '      «        '  >  -. .^    ■"  . 
Dútta  Jnéa.  \   !  ^ 
'    "'   !  Pues  yo  dtid^ 
que  escape  4Íe  íoco  ;  ó  necio  ; 
que  precWr»eMd4y  dichoso  ,      '•  »\^ 

(^  1 )     Z>íi/<í  M/i  papel  U  Jnés.'  ;  i  ^   /-  ^  ^ 


^ 


32« 

nunca  ha  aí^oaedoB  ¿e  coeráo. 
Lee.     En  fanU^  ¿jfic  ti  nkUeimo' Pb^fieia  tn  gir»  m- 
Jos  ilustre  el  Qrlff  »  jr  $us,  fdromidélpM  rojn»^  ümim 
mis  QiWtos  rjps..,, 

I O  qi|^  fino  neBfeoklii! :  .. 

Beitrtm  ...  ^ 

¡T  qpé.pnro  maiailu^!  jt 

Doña  Inés.  . 
¡  A  una  iqpqi^er  draioloqwM 
y  iio>iiWos  epiietoa!* .  >! 

;  t,;j      Sdiram., 
¿Qn\ért$  oír  so  oonmiU^? 

Ko  ,  Beltraii»  borracHe  prasW». 
y  al  marión  pooed  así :  .  (i) 

Estf  «c  borra  |ior  necio  , 
no  se  cousiiUe  otra  v«*s.>         .    . 
-    porque  ea  falta  sin  remedio. 
,  .r       Beliran.  • 

Ta  ^stá  puesto.  £1  q«e  se  si^e 
-    .,    rf  4or|  GoiAes  de  Toledbv;       '  I 
que  la  Craz  áé  Calatrava  . 
ost^HM.  f  n  el  «oble  pecho ; 
homlire  qiae  anda  i  Jo>  miiñaCéaf 
capa  lar^a  ,  y  corfio  caello  , 
levantado  por  detras 
el  cue^l».  del  ferreraalo  « 
al  paso  compuesto  y  corto  9 
siempre  el  sombrero  dbrtdbo  ^ 
y  vn  papel  en  la  pretina , 
maduro  tm  ados  y  en  seso. 

Doña  Inés^ 
AproebQ  el. seso  maduro»  -. 

^  O)     Escribe  Bdtran  tn  éí  iibro^     i  . 


niadares  ftiK»s  n&  «prneBo 
para  uit'iiiarié^  ;  BeUrin.     ^ 

Es  Wftéaro  mas  lio  tñ-  tié}o. 

Doria. Inéi»*  '-'  ■'     '    \ 
¿Va  la  cons»l4a  ?> 

,■     Btttr^i    ''^  •  * 

de  Mendoza.  • 

JDoUá  ín¿^. 
,   •       ¿De  1«>s  buenos r 
.  ..    Balitan, 

De  lOJí  buenos. 
,  f ;  L  r.  "I .  I    Doñi»  inés. ' , 

Sei'á  vano. 
Beliran.- 
Es  pobre, 

Dññalnés. 
'    Se  ralo  i&eiíds.' 

Tíeoe  espéranaa  de  scr^      - 
de  una  gran  casa  beredero. 

i''"''     Dáñalas.      '''      ■ 
Vo  eoAteis  porcíattikil  propltf 
ti  que^ettá  en  poJk^  ^tno  ^  / 
y  mas  donde  el  moHr  antes, 
é  después  eslían  incierto.'  ' 

»  "       SeltráHi  i    '"  ''    "  *  ' 
Pretende  oficios.' '  f '    ^ '     '^ 

*     * '  Pofia  Inés* 

..¿Pretende? 
triste  de  el  r¿  tenéis  jpoir  imeao 
para  mi  m  a  indo  ¿'qairn 
ba  de  a^d*^  siam^^  pidiendo? 


m 


Un  Virii^jfa^o  firHri»de»r.  .  •-  ^ 

¡Mirad  si  4ÚS^*H^^  ^  vano.t 

Ueitcan^  >    )..*.;»  -^ 

iu|iii|urevaMM  ^vicios. 

A  maravedi^tJvs  tp^tco  , 
qiae  oiérilqa  im>  .plHvi^ia'loa  | 
0OU  IiUgioso>  í}fi;tvclios. 

Beitrtm' '  .í  •  I  *.'  í 
Solo  en  t  re  ,s,ia^  buei^as  prendas  | 
se  le  c^4«44cr  Mf>  dt^iVcto. 

¿Cuál?  ,,tí(»q  /.I 

CW*Mí»>  y  «mÍusIo. 

I  PeligrosOiSO  ^Kpaiierat      »  t.i  > "i' 
f^\iiJB^lfraa  .  i.    .:. 

Mas  dícon  ti'%Mf  Acudía  fnria 
se  )ie  Y^^  t/Ai»»  maoiifftlifti. ,  ^  I 
y  que49,  ^«h)|U  ,  y.  mj^Mc^n      - 

Si  con  e^ftcdíMT.  pfjmci'o  •>(),.. L  j 
iDp^  arroja  pv^.  un  balcón  t 
decidme,  ¿de  quj&  prOvesliOjjMl 
después  de  haber  bt'cluí  el  dauOf 
será  el  arrép^iilírnitüilo  ? 

•;  skp.,  Bekran, 
¿  Barr«k*¿lo<?  -        ♦       :  •  '>íj  '»í'''  » 
irj>rii7a  ínés^n'  ai*'^*/  ' 


,331 


i 


que  elegir  tfi^^Q^a,  quiero 

no  á  quien  sJAnapif.  tenga  miedo» 
Beltran.       .         ;  ;  ^ 
'   Ya  está  boe/A^f  GojQWulta 
de  dpo  AI9PS0* 

Ya  cntieo^  .  '^ 
>  Sel/rah. 

Este  tiene  noid  al  máVgen , 
que  dice:  ^^Mcribed  vle  han  hecho 
de  ujíi'  Hábito-,  y  wo*  hft  salUo  r^ 
cónsul tefeiher^en  MÜetido:^' 

*  )bbña  írti's^ ' 
¿Ha  salido?        "^     ' 

.  •  Pío  sefiora.  ^   ^ 

Doña  Inés, 
TTnrta  lastima  le  Ij^ngo  : 
Beltran  ,  el  rjiie  habito  pide, 
roas  pretende^  sejyin  pienso,  ^   , 
dar  muestra  de  que  es  bien  quistOf 
que, no  de  <juee>  caballero. 
Jldeláñte.  '  ,  -    ,  ,, 

ncffrart. 
,    Pon  Guillen  f 

de  Araj^on  se  si{;ue  iue»o,»      ^ 
de  buen  talle  ^.V'f;e «til  brío: 
sobre  un  corvdadu  li'ae  pleyto. 

P^fia  Ipés.  ^..-» 

¿  tleito  ^íeweífífdíj^dich^dofí  „   i, 

Y  dicen  ,  qoc')go«í, derecho  j    .     -  ;> 
que  ^lu  &Ali:aáDÍs  M^  alic:aia«¿so   ^ 


j 


331 


i  EUdft  coá&di»  dSeen  niéBot  f      • 

Grm  poeU. 

Dt^^a  Inés, 

Bu<!ná  prenda» 
cainiio  no  m  toma  el  serlo 
por  oficio* 

Báltrdn 
Canta  bien. 

Boena  grada  en  nn  soltero  ,      * 
ai  caoia  sin  ser  recado » 
pero  sin  rogar  con  ello. 

BeHran. 
En  latín  y  eo  griego  es  doeto. 

JPo&  /^s. 
Apruebo  el  lali|i  y  el  griego , 
aunque  el  griVgo  ,  mas  <|qe  «abips^ 
engendrar  soele  soberbios. 

Belfran, 
¿Qué  mandas  ? 

Dma  InéM. 

Qoe  se  consulte  , 
si  saliere  con  el  pleilo. 

Btltrpn. 
El  qoe  se  aígne  es  don  Marcof 
de  Herrera. 

Dofla  Inés. 
Borradle  luego , 
que  don  Marcos  ,  y  don  Pablo  , 
don  Pascual  y  don  Tadeo , 
don  Simón ,  don  OW .  don  Imcasa 
que  solo  oirlos  da  mMo,  < 

¿cómo  serán ,  a¡  loa  nombráis 


\  333 

M  parecen  i  v»$  daffioa?        ^ 

Beitran. 
Ta  está  borraba  Consulta 
áe\  Ginde  úou  Joan. 

jDo/mk  In¿M^  ,  ,    , 

T«  eEliendd» 
B$Ur^n; 
Es  ándalos ,  y  su  estado 
es  miiy  ricOt  y  sin  empello^         / 
y  crece,,mas  cada  día,, 
que  trata  y  contrata.  .J  ■ 

.-       .  ■   ■    .  Eso-  ..      .  .r-. 

en  un  caballero  es  fiílta  ;  ^ 
que  ha  de  aet  el  caballero ,         i  , 
ni  pródigo  de,  pe^'dido , 
ni  de  guardoso  .avariento. 

Beiirw^ .  ' 

Dicen  qne  es  dado  á'n|a|{erei»,    '  -^ 

Dort0  J/^.  .  X 

G>ndicion  qiye  wojia  el  tiempo  i> 
casaré,  y  atnausafár  .  ,     .  :    I  i.t 
al  yugo  del  ca^mie«lo. 

?,;,  B^Utan*  ■  '    f.'       ■   ,!'■': 

No  es  pniitoaL.   :   .  j    .  rj^  ( 

Doña  lné$. 

i'  -.^Beiiémá.'v-     •,.::.>4r 
Mal  pagaderJ*«N.:»  ^-.J  ••..  ,       ^'i  .: 

Caballero. 
Beitran» 
Araleatad«i:' '''  '  "* '  "''•*••'  ''""-  *»"'*  '"t 


3^4. 


£5  viado. 

•     líoñd  Inés, 
Boradlf»  presto , 
que  quien  doaí-  v^éir  ie  -casa  f 
é  íabe  enviada  i'  ó  rs'  necio. 

El  Conde  Carlos  se  si^ae. 
Esle  Mene  gran^redio, 
que  es  noble  y  Hco  ,  y  galany 
y  de  mochas  ^acSas  lleno. 

Úáik^^Inés.  ' 
Si  i  mas  tienlp^  una  gran  faltai^ 

¿Y  cuál  as? 

Doíltí  tnésk 
>Qne  AdMe  qaielro.      ' 
Betirúrt. 
¿Bórratelo  f 

Doin  írtési 
i-  No.Biíltrah^ 

ni  le  borro,  ni  le'^tfpmebo. 

Solo  el  Marqués  tle^n  Fadríqtie? 
resta  ya ,  sus  prenda»  Ico. 


\  n 


Decidme  ¿  qaé.Maforidacion 
bailasteis  de  los  defectiaa'"    •  .     ^*^ 
que  aquella  ism^iatt  dijo  I, 

Retiran, 

^oe  son  ioííftsí  verdaderMi^  J  i.  •;!  ¿  /  A 

]Qac«!  ¿  ton  QÍfK'li4:t 


af3í^ 


JBeltran.    ,    ,^  ,  ' 

Ciertos  son. 
Doñ^  Inés. 


Pu^f- borradle....  Mas  temeos ,  (i) 

lio  liC  borréis ,  que  es  en  vano  f 
entre  ta^tilo  qi}ft<  no  4ii(el.o »  ^ 
como  sa  nombre  en  el  libro  ^ 
borra.r  su  amor  tjn  mi  pejpbo.*-  uáse* 

Beltran* 
Con  las  tpblas  de  la  le^r » 
•'^^'•'ili'iíi» ,  ¿éuora  ,  en  el  sueto Y  ' 

,     210  hallarás  perfecto  esposo; 
que  caballo  sin  detecto' t 
quien  robusta,  díescoí^fíé'  ' 

de  andar  ja m£á' caballero. 


VA 


.:u^^< 


»  ■  r  f'T 

£[  ;  11»'    :;¡    ,{.i  I..J  '.'-.I  'v     ..■.■'    '..¡  '. 

(i|>     Zhantase  derribando  él  bufete. 


S36 


^.       ACTO  TEBCERO..; 


ESCENA   PRIMERA.' 

^    DxcoKACio'W    DI  Calis.'       {i) 

Hernando  por  ima  Pftrte  jr  Ochavo  por  ^*. 

Hernando. 
¡  Vitor  el  Con4e  Cario*!  j  vitorj  ,. 
Ochavo» 

Cola; 
El  Marqués  d^n  Fadriqoe ,  vítor 
Hernando. 

'  Mientel. 

Oc^€lPO. 

¿Itacayo  vil,  to  len^^ua  niega  soTa 

lo  que  afirmau  confirmes  tantas  ^ntesf 

Hernando. 
Tá ,  como  infame ,  mientes  poV  la  gola^ 
que  no  faan-aido  los  votos  diferentes 
ca  dar  al  Conde  Carlos  la  victoria. 

Ochavo. 
El  premio  nos  dirá  cuya  es  la  gloria. 

A  Hernando. 

Mas  entiendes  de  vinos  ,  que  de  lanaas^ 
I  Llevóse  el  Conde  Carlos  Ja  sortija 
dos  veces ,  y  te  quedan  esperanzas 
de  que  á  tú  duedo  la  Marquesa  elija  ? 


(xl     Heniro  ruido  de  ca$cabe¡esjt  iimbaUs* . 


TmU,  q«e  ni  li  ]^idMNro  ponto  alcansas 
de  vinoiív  nií^¿e .&»»»«•  |  no  «íoHja-    '^    '^  ^ 
\fi  pecho  d«ié9iir>el  ^auro^-que  t^  oA^ec«b|U^ 
que  el  Marqués  1»  kaVllévado  otras  dos  yecesi^ 

jEI  Co^e^  por  ventara  ,  «n<y^ít#m<lb  '^^'^ 
CA  todo  no  ha  qncéodo  ventajoso?    . 

O  estis.iécovJÓ  te^nnenle  tbtAsfMoJoiy  £.1 

¿  £1  premio  no  llev^áé^as  airoso' 

«1  Blan|aés<ari:séftor'f  •.  -> ;  n¿  .ví>  g\o^;  yofi 

Hernando.         ^MifédU^MerUrúi 
■cLí^xu At^Conde  veo » 

qna  el  premio  dan.  {«'ii''  /  aoüJ 


%b  to' 


^  ^v  .-víc^/  r  uHo  estés  presuntuoso  t 
qneot0Oida»flll:'Marq«éi».  i  uWf.d  ^  cutios 
JíerjiiuMlo. 
.11     /:>iíHay  tal  sentencia? 

á  qoien  es.  .-Kv^o ) 

Sari  on  4&étio  <|<4enf  n^liqtái»  íib 
So  preaáia-fdard^eii^^a*  omaiMinoiá  al  €ond^^ 


T  el  sojro  it^féd<kk%tLé^x^Vkátkpmi\r.\ñ  m 

á  la  Marqoesn. do?.íi  ui  c\\?mv*í  i^  clnueit 

«'.nriBh.íi^lOaJkmi*.  <J(>a  fo/  :;  i^  .,o|» 

y  rabio  por  saber ^^j^év^Ainiíiqoe 

en  balcón  blanco  rqtA»<]ihdalcáUmthiHi«B£>  \ 

2» 


bliiica  tirná  en  q^.W^rletailos  dej^^Ulu 

ftiiífleaiB  *'*'*'  ■  '\fí[en»art¿(o¡y  :a  "i.r     .»m   » 

Ir  ya  núMtiroé  iW^tttliMi^l»^  dejidé 

1  Qc' *'{ c t iíBertáénkdé^  tj!  ...;  ..:, /j  u* 
,  Aa9(  j^  Conde  jgina 

U  Victortei^il^eififqttÉiha  de#tadék  ¿).  .  *'; 

Oüülifi  c  WtiOd&4MlJi   caí   v'iiíí  ,  .'^   \A   ^ 

Hoy  igoza  de  su  prendaiáábciteAá.  juj  lüfA  .•> 
Ellos  vienen   *neb  Oiui  i  í.*  !j  su.t 


, 020isitíis¿9iq  eb:^'t  oBoes  Veamos^ 


Marqn^á  ^  mí)  tK^CfttoMJIA  qúiei^o  daroÉ 
del  ;Nrpa«^  Ut3|^|a  -éiy^ibiMrtfn  Cü 
con  que  ¿ofrido  nMáÜAjpudo  envidiaron 
,3&fi«dl»dmJdiléiu»aiáiit<»#>dídi«%oudÍB.Tq  i^. 

lisonia  es  vuestira  la  lisonja  .mki^va 'i  si  iL 
qae  si  á  vos  solo  MuMCigiialirmei 
g1^aijir4|iin  «AtalahiiSiiiéi^  áíabarme. 

iQttdihottidUloícbnti^ipI, ..       d  ^    :.  i  n^ 


,  £í  i  M  : fo  uc  ^  ..     >1f;^  i¿  .patencia 
temflP&rtá^iéKlb-''-'  •  /»  ^  •  :''»i  í"'-  >í"» 

Ochá0o.  ' 

:í^^   ^¿tQfoWá  bofepetencU 
tan  noble  h^:yfk^9  ^'^M  f  ojUd  amante  ? 

Coháé, 
Marqués,  pediros i^)tí¿i^i»^ Vina  licencia. 

Si  soy  vuflsh^ó i^V i^  tíehljliiy^^iéls^ 
la  amistan' «{¿ré'^fbfi»^  yo  teneros,  i' 
solo  os  pQC^iíiegá?)Atóttcé94i^4^    ^ 
¿  licenda'píieáb'^a^*  í^ntéi*  dé'lofld'^ 
«sdaeSó?  ¿á  qoiéh  gobilíií^r  1i(i Wlék'io ? 
tomadla  >  Conde  »'¥dlr.>'qtie  dé  ése  modo 
os  púédo  dai"  b^^níé^t^neis  |»ok*  ih¡0| 
y  para  dáiros  Í  tmUkidléi^' MAó^l  "< 
cnanto  so/Vtftífl>bi  ^¿übjAHÍo^'»d#confi0  ^í 
si  sin  pediría  kú  ((ttmi^iomarU, 
yo  iin  saberü'tiíbtliof  dte  taoq(lirhf.  <^^'^ 

Solo  atiero  saieTíL  ^*''  ^•''    ■  -  ''^ '^  ^*í 

'^  ífd*\íigais  nada 
ó  mi  amistad  W^ktMtk  ofélnl^Él  '^' 

j  Amáis  á  la  MarqtWi¿^> 

No  es  amada 


en  sa  comparación  de  mi  la  vida. 

lY  Blanca?    •^"'^'  ''''''  ''  '^v  ^  ^  ^  ^'^  *^^-^ 


8^ 

, ;  a.amll  yl-^e  mí  tan  olvidada, 
qtfé  áan  haberla  qucridQTfjriiPI^#í^%iao¿ 

Con  e«o  V949»:l»  Ij^effjpia  #  amigo; 

li«|;o  lo  que  mandáis  t<)]r  md^  Í%ít^9^ttjÁ 

..,  t  > 

JPor  I)ios,.se$lf^r^g0f  ha*  Indad^ 

tMh^attíüído„.jr,\W»^««í4^..;,  .o:i^ 
quf  ^.e»yi4í*  l^»;íWq>^í«^'4P¡i^uDi:  «i 

^  la  »ph?r}»ilf  te.H^P^^rtiafl^^iíq  .o  olok 
B¡6Bof«l^^.«tCo|^frf?lafr^,  j,„uli 

obom  «ft**  '• »  rfí^K^MÍT*,  9ü4iwJ  »  ...bfitnoi 
»»  P.'ftk.^^WerJBiíWn^  II  fco  ict.  *i»q  i 

de  los  nol>les,9gr^nes  , 

s((ualar  en  las  raEonof^^-j^  í^^uüp  üU 

las  espaldas  sfl^^dprá.  Xt) 

-^*  íí<frt<^A?  ÍPJI^Í»%  bauím  iffi  o 
hemos  llegado^^i^^  ^ 


(i)     5e  entran  por  unjadoy  u  tnuaa  la  tfgsfao  em 


#íTf.|3¡  4ftB  fí^  ^T.p  v^^;)  .p^ 

en  mi  alvedrfa^E)^!! arques , 
pone  S^^ltWlfe:ál'ttlvi«l)^^*^'  *'» 
por  las  pr«á^l«ft  "^fs't^éV^etk^^ 

yaes  do^''3ét«di(f(»Cle  WW''  ^'i  i^p 
los  que  os  cdttí^fllk  ahora ; 
porffd^<iP9o»'(lHi[iá^^ete^!dÍAP  '^ 
Ja  suerte  los  >ircíi*Jf>5. 
El  (jtfi^'£áé\6Á  ,  y^yWn  ''"    "í 'í 
qii<(d^tMé»4)«f«'el«gi¿los^  '  -^  •- 1  1 
igualé»>«fe íflali  ti^z^adb    '"^  '^"P 
en  la  Sorl¡ja?^y»<Poí»nco  ,, 
,  •X^iio  siPJWSr'W  dése*  '     '^f  ^«'','  ¡    - 
iguala  éc^>%ííi' cridado íí'^   ''^'^    í' 
•é ,  quc!  ktlri«  V^nee  á  tíSt'^  ^'  "-' 
rh  la  gffttü'^  pretendí;:,*        « 
tengo  de!  iíaosfíar  lüvirléiid^'  '"^^ 
lo  que  amandtf  merecí. 

No  importa  i^ltfiVH^és  /  qae  VQ3  y. 
y  el  Gondéf;^s«ll^'>q^dei»;^t' '  "  í 
para  abreviad ^^¿naíndo  veis,, 
que  el  ser  iguales  los'do^, 
ipe  pone  en  mas  don  fusión  ; 
porqae4tt¿  ¡mílchoi 'desiguales, 


341 


343 


fDaa  ficil  qne  ra  ees  íj^uitt^ 
se  r^sacbe  |a  rbcri^il ' 
l^ro  ya  prr vengo  üu  fU^dlo  . 
*^  coíí  t^¿'iíre  lié  de  motvér¿    '*  '     ^' 
Dilaciones  Mil  I  ppJT  T^i"  ap»^ 

¿  Coán^o.^  ei|(p«ijfG4  MfVQÜi  V;  •  * 
tu  doefM,  Imp  ^  ^t^nM^  ?  • 

tan  gran  novcda<iiialfarse ; 
pacs^  para  ¿arne  qnlsrellfi ,  '  .  it 
tns  la  príniMT  «donjccliaf».. 
qae  no  r^liia  ^r  ^^aiars^e. 

.  JÍÍ€ncUh',  ...  .     • 

Pofs  %\  po|^.  mí  noi  Ip  9ca)iQ« 
paédalo  el  lla^inairiat  Orbayo,» 
que  eres  jnpj^er  ^  y  i»  4j^ero. 

I  Qae.  no. p«ie4a  yi^  ]|^bir*rfBe .       -mp^ 
de  este  ^nij^nte  porfifdo^ 
sias  si.pii^,  dj^/sn.fffado 
«na  bo^a.  ha  de  yimfanplc. 
I  Di  r^  9  Opb«f(o  •  ^  Tfirdad  ? 

Dila  y  sí  es  cfn  mi  Í9f9PT, 

.  '.'.7  '♦.tp  .       Jfc*l4Í*t  •. '  ;    '. 

Ta  ampr  p»§D  cM^^iniar-^  ^    • 
¿De  y^ráé?    :  .    .  . 


Hl%  l!iocIiec1i|K)4^éfti»ífti|c  <%np  cl 
4  t^  fica.ti>ptH«iiatoíiu  I  *  no-^  «vi'p 

¡Mas  qlM  tciHi'MMiii^^teilcon , 

No  taatv^  fon^nf»  ^ibtap'^  n-  nnp 

e«ii  Ufetai^iDiiVík^  1  '  * « 
Ochava». 4Mlft*ültkbi«4«- i  i 
escóndeU  eiv'^ftta  /  «hori  ^ ' 
qae  en  pKtlcit  Mán^lw  tfe#n  -ib 
^iverti^kMii  t(«if  «Ittfiíea  v  *  '><•  ?¿ar 
qae  se  acu^Ms'kil^ÍMribra , 

saldré  á.  esC.a')gaat|ra».y  *t«ii<i<^l 
de  \o^mt9éjéfü!^WLVf9Ug>[''l  no« 
inMttM^I^^4réirtar%/       a  -*  tp 

Al  pasOM|«er'é^deá€ii  *      o'ce 

se  doda  ,  ^fpIf.djMOtiiU  ;,   ^^^  «i^ 
obedézcote  ^  MmirftV 
y  voyme ^fhycifiéy^ttfa.    '    -!>  '? 


343^ 


'  £fna. 


IKflrguét. 
i  Los  inf^f  i6jb  ÍnjUKlÁ% 

los  ni#Wl«^  té^^r^les  <   » -  •í'>i'^s 
4  los  del<aHtlí'li^iB|^s>'^         '  '  ^^ 


-2r»T. 


k  que  atfilieriiflwtift'^*'    r.  ^'^^ 
que  con  el  .alfliai  m^^iniI*^ 
ü  coa  el  escup»  m  jiabiU. 

porque  me  €W»n  ttmior , 
qoe  en  laar.Al«b  á$]a^  aanr        ' 
Tolari  «M,eBUitdiaimiU> :      •     i 
•iéatolo ,  Inés ,  <^ém^m9"wtm  » 
qtie  éoa  l«éMii¿aétí«Mft.^ 
soliciUiiéft  «teaí^lm.i- 
de  nt^preoM^rhVM  deft^a 
mirad  «  que  «ni^o  rt^  Aaion 

{ Qué  ipal.  Marqué* ^^ia  aajtadtU! 

liyüMamnef  qiie*i^ia,  ,  f 

aoft  to|<».ai.iNM»ln^favar|t    '     . 

qoe  aadift  Mi  na  ¡MuaubíaaA»    r 

ot  hace  á  voar  cMAfieteBcia  ; 

aolo  eaté  de  mí  áeMle«m 

ea  vea  el  HÉpcdímealOi* 

Declirate;¿aali4e  vga#.       :;  ' 

Do^  Inés. 
Basta ,  Mai>qaéa;  éddbraros  « 
qae  ai  ppedo  mas  amarb^^ 
«i  puedo  dctíró%'alaé. '  '        ^  ^ 

XSGBMA'VI«>:'(  •  J¿ 
m  Margues  y  BáÜ^iíar '  '* 

¿Cielos ,  qnatfis  e^to  ?  Sacadi^i  -  ; 
Beltran ,  ^e  esta  cail£««í#a  .  .  ¿ 
mi  afligido  cofMlMi.   • 


Bdinan. 
.    SabeDioilliifviiMUtflr 
más  heme  jpQCAto  prcpeii<»        ,  .^ 

yie.^t rOYelfci»qT ••olwtq*  o'  m>úI 

De  la  vil^tiniili^a»  odo  t*4^  h 
sin  ^«tvAce  eiti«>cj^ió  t>  '•  i 
y  puede jaiftAifiatwtf^fiSor  •..  tip 
la  envi¿íe£qiiérla~«a90iiiu. ..  i .    t 

me  ipata$f4<MipeiiinhBilfloA^.  ji^p 
«Da tárasme  c^»^  erarlo » 

SaqiieiiiK»;j«(M&  Mi^Í9fra«]<^«.^ 
de  intento  tai^B^iiroio. 

ardiendo  e¡^  e^lefa.  ^iV«loa;  > ;  vt> 
y  iiene,  por<JPio»,  r#SQn»  n  ;.^ 
si  atenta  %:flani»<Ni^l^»):  Mn  U 
que  df9ljí|p!arl«  podie^M.  ,1  ^b 
4e  tu  daílg^l^^OPMÍoiini  .      .*/  ^ 

f '^^      ».»•■'  :>.•!'    '        ^luq 
-  ¿M..n  w^  *»»^'.íi-u    >x  »»'p 


SM 


m 


Dichas,  y  'Óc^  a(^^^ 

Bies  lo  ifitfiitf  ytBflp  nilé^;**"? 
pero  aadie ,  «Mr  di.Kreto  |^ 
dMtt«l  oiro  widi|tfni/i '  i  í  ^ 

que  U  vMr^ii(Ni9a<«oa  áif««i*^'i<:  / 
rcferírlo8(|  j*m  tt^«p»¿í»  ' « **  'i 

¿  Qué  farin  ««l«i>cl«f«|l#s^9  <«<^^ 

/   i  Decid ,  qwitfo.  ¿  ¿¿íftí  A  opinión^ 
dd  M5r(ni{<tf^<^^^  ipw4^  jgtt 
•as  defectos  tan,  se<^9^os  , 
que  eso  le  d#  éoi^amu  , 
le  dirá  fsHais:  tt,9.  <feM  ?  ^  f'^ 

To ,  seBora-  ^  «i  'd^es^áé 
no  dar  cao.si|L  A  «o  veo(5aliti»Jf  "^  i 
porque  t^ne.r  lyna'lj^iite , 
es  H!hfemi.e<iad.  i  «o.  erVor  ^ 
de  la  boca  «A.  máX  olor ,    •'">'!£ 
Cf  natural  acct^eií4e>         •  i»;J  y 
el  mentii»  es  IfVt^MM'         **^  '^ 
de  moEO  ««lio  es  9i«ÍMiV{l!t ; '    -7 
y  vendr¿i\M|  eor«e<|<illa^'  ">   -¿    i» 
'  la  obligación  «  y  la  edad : 
estos  sos  defectos  son  ; 
pues  é\  los  pregunta  ,  defa 
qoe  yo  mitigue  t a  queja , 


^v 


üíái  silbeU 
aanqae  ipemedi^is  f  a  aa¿o » 

qae  aaii  los  pábKcoA  defef  tos 

hace  qaien  Í*rf  diOT^Pf^nsa : 

aq^¿  |isWÍ  el.ftl*f^i<#it.¿9f»an4f  íP«n«* 

qae  los  saypii  so«i%íí(fii^t9Í»  ?    '  s 

^i  soi|  cierlos  k*  H  )r#im  ; 

con  que  le  c(b|o  T^rá  ^ 

^  el  tiempp»  4#^t:i^>ri^  *^  > 

la  yerdscí ,  si  iW»lo  p^ ;     . 

que  á  esto  soloiWii  <;f^i4^9^.  , 

^on  (s  düscio»t  i^f^i'AHr    1...   .  .; 

SeSora  ,  si. ^Ift  es  ,ipfl«tii:a  ,    ^ .  .^ 
¡lindaaieiite.  U  Ifca^  tw»^d(íl,     » 

JDa/^/<NfSA\ 
¿  Qaf  ocasión  *.  ü^  9íf i^d^  I 

de  Blanca  pudo  paojfiPífi.  j-  ^       trr 
á  mentir  ?  .  ,  vj 

¿  Esto  pasa  ?  ¿que  cs?oiidid<v  ;  j 

Unto  mal  t<«uíkMl ^^ «**!"«»  ? 

í^«*0tS«Íí^4o¡|*,Í!^M 

y  yo  no  lo4M»flíir»f¥^-í>^  f.i  j  i 

¿quién*  p«ttdiiiMbef!»q»^4?  m^t 

¡Qué  d^  OMftUroit  éi^.u  í.l^  "u 


íll». 


% 


Tttélvome  á  la  '¿biÜíenea. 


■«f.n 


-"Ctoiidi».  >      f^' 


1 1  n 


el  Oma«'Oirlo4f  >  : 

•     •'  "Bl'csV    .■ 
como  Mbei  9  M  Mirrqoés. 
don  Fadfliqtte  fi«l^aniH;o  ^ 
y  dedtfW  de?  átt  fiaiile^        ^      v» 
«Ifiraa  GOM  querrá.  :•  ^ 

¿Si  etfi* arrepentido  ya 

de  modarsé ,  y  agraviarte^?'  - 

Ko  vuela 'c6n  tanta  aÜentok  v 
ni  eaperansa. 

Claveta. 

•'■"Wi^,  seSora» 
¿  qnierrt  liVr  lo  ^ne  ahora 
ibe  ha  dictado  t^f  Itenttamieato  h 
DofíaMkiea. 

Düp.'  '"     ,*  **  ^  '  *   '    *  '    -'•'  ^ 
'      ¿topeki/  * 

El€¿ilde  te  Kauik'aiv  > 
en  la  Sortea  y  Tok^neo-  «*'  «v  •/ 
tanto  9  qne  de  algiin'  de4ed^;  '^'n  '. 
me  dé  ijnüciO'Wi  coídadOt  •'  '^^\ 


¿  Siendo  wií|<^íet^W«'^*»^.*,  ,m, 
be  de  creer  qiW,3WSW^¡.o .  r  7 

¿Si  ya  eli^^}pqipe^,|^.qj^íaí,  - 
sapae^q«Sjf,A9R>r^¥)4^..     / 

que  d  ofjTf^  W»A?  l4«Íe^9Í  .1  > 

par»  poder  dividill^i        .  ^   ,     i  ,vf  ^ 

^«e  dicen  .9iK^vim«^mtilloa 

•OB  liara  hidf\ffi^4^  ^1^.  ^ 

,  eififtfSlRj^.  fWlterio  que  exonde 

su  venida,  y  é^^\f4^c]f^  ...:m  ,í  b 

viÓÉe  un  honibre^^'^,j^„,,  .,   .  ^  ^..^^j  j, 

ESCENA  X..ol)n'..K; »  40  ü>í 
JOichasjr  él  CóÉÍS'^qrto$  de  noche. 

«  Of  AjlMt4n0qillO«8]fe  ^ááyhHM^,:(i  ^unsC^ftí} 
aoB  tm  intentof  ««wpéloi,ihiiboiq  nía 


por  UB  oSeRBli^iiiiiliibii 
¿Qaiéii  f^ifsái^^l{úé  láfaffiá  ' 
de  qué  i  Bláiibk'ddf  cnididd  j*  ' 
hobi«ra  en  nif  d^jÑbrtadó 
tan  nnevk'abioh>5á  Rama;'  ^'^  ^ 
qae  fondi^^  in^  éipéñasa 
en  éílti  ^'ááéíkúkphtt^'    - 
y  prosigt  tbf thilér''    '     '»         ^ 
lo  qae  e^ttéfó/ihf  VéUtiÜlit  ^^^ 
De  amai*  es  flíérÍe')ncentÍT<^ 

naU'et'üía^V^ll^ieaiÉioi^^  "  ' 
y  apa^  «f'ái'Mr'ttaáiVífc». 
Mas  ya  filana^^ftirMttdii''  * 
mees^péréilfliV^&^tfUf*  '  *'  ^^ 
es  fdégó  íí  *JüW*£y  áftl"  í^  *  ^  r 
se  enditeré'W^aMkdtt-'^"  "  ' 
¿Es  Blanca?       i'   ''•^' '  ^*  *'*^*'^  *-'H 

•1  homlire  imi^ffétilte^^  <         '''''  >' 
de  caantos  ^ü'U^lite  «enduró  dM^' 
ai  bien  estoy  qiiéioso  '  **^  -'^  ^  /*"  **'      ' 
del  tiempo  qae  éí  f^Í6Mb-^e  ba  tenido 
ocott¿^^l  ^Itb^^lMéhi  qve  be  nMirecido. 

JMkí  Bhmea. 
Ho  os  entiendo.'^  '  ''--^  "-'•* 

Señora^ 
Baste  el  silencio  ^  baüenel  tafrtmíelito: 
da^a&os  bastcviyáfv  q«e«lnpenaltih4to^ 
sin  prododr,  aatioMiy>ifl'>tflt  enr  «os 
ardiendo  reprirtwéirtlteÉqpt^ÍÍmilP«i 


m 

Dolía  Blqtmáki.  .ímni 

r-*^*»,,', '  f . .  Xitutdú» .  >  t..-\  *  ■     ,,¡,-  ^'oi 

Vos  9  G>iide  >  os  dií^]»r»d*     .  <  n  , .        , !    u 

:  '-'    XJ^Me»,      :  .    i^ i    ,.'/■)> 

^  iVu«  viz\^'.^\  -.• .  i>\  -,  »^S¡aaB¿dJ*  ftam  %. 

yklb]i4a>tftt.^Wfa.V;H-;/  ,.»  o7  .  .       w.    !';, 

dos  vá:f«;p^|]osi  signflls  Áiütsilye^trÉv'  -    ^^> 
^esptíes  que  arde ^pA^iai Jilú^or  vuestro  cuidado 
y  que  os  (^¿¡91  IbádeacQj^fiífckw»    f       cr:     » 
de  ser  nai  dttlco/éttfQsai»»  A  la<*iiilidaQÉft      >  > 
^il  "Recular  al  "utÉpóWí^  U4«¿o 
¿  os  pwtiaijh  de  seciülftv  y  rsretataáa  # 
porqi|tf}^[  |;bDÍa  «tAáógMntiIftiiMla  ? 

a^JillOíilailoNr^siilift4^;óiiilefi^|ko.ir     d^a^^Om^ 

lio  es^ifcfWiaoi  CoiiA»|viái«W,«t4tÍ4W> 

Co^liSi.  .'í  ,-..     »     ,.;...    .r,   . 
¿Por  ^rmiwaá^  ítíxmimj^  4  ft^o  mío^,.  . 
ao  os  correspon4a  ,  É^a^^^.ipor  veatoi^t 
demás  ^  qué  ^ml  htXá^^m  i9tiiii^ík 
la  i1^MBls^.toáai¿^tti^%|»y4Q|ii.!  ,  ,     .Jl 
i  No  Os  baii  diieho  Ma^tt^s , 
mis  colores  >  dii^isit«f^teeas  r>         .  ia  .  r ; 
ais  ardientes  eM)<M^  u'v.o 
i  En  lo^irtaíriy  la#tlA».f^qiM¿il  tto  akalfta, 
Midl  éMtÉiidet  qiiaiies^^&U||<;«  mí  l»pa«mxa  f 
ilH)ad«|^eate  sor*iíík;| éiiorftfoa  J .  <t 
de  blanco  una  ventaMtfvVy  p«esU  en  all« 


immU  de  U  iiifW|A<:i  nC '  ^. 

]iioflti%kido  ^<>r  eéifmaa  ^^ri  <ÍMf  9  ,  Lc:^.B 

poniendo  en  ella  del'vMii^l  trofeo 

lof  f^teiidft  qée  ^«néfydOM  qiife  flB^itfak^ 

que  á  esa'itté>«ca  d6Üad<  lo»lkdiplbnJ^     ^ 

¿En  laa  callas  mh'iiéikpí  «a^campo  Tcidc 

no  llevaba  nna  bÜMSsV  -^  «>  .  ^^^  -^  t^^^ 

coya  letra  en  el  círobi»  decía : 

Tmméó  á^am^Utínca  la  esperanza  ndmf 

I  Tras  esto  j  yo  no  ytú^jiL  nautt|o^f      1 

¿Poes,  mi  bieny  qoeoé»  Mpide,' ó  q«é^«rfreM 

de  sacajnaVy''^^  é»itunla  ptaarf^'  /  '.  • 

'Gosa  de  la  ocmúomi^wáúwá  ma#'  ^>*  -i-p  ' 
que  mUo'yniípor  w«n>i|nknin."  «»:  ^     • 

¿Qoé  r#oelor.¿q«urd«da»l'     'á^^-   'li'. 
j  Con  qolí  aMi»inM)<w>  U  Mcdt?  )^ádf  i  ^o^I 
disponer  mi  reimdió'^y  m  '^nganza  f 
.«^«fHi^^  el  M«t^l#«iiüi«#a^laí/lr«i  mtaÁiii 
Conde,  ya  llegó  elfán-pa  qac  mí  pecho  ^ 

descanse  de  sos  penii«r'-* 
qne'yiillegklM  Ü  fii««'4diiá  akMÉW^  i"*^- 
li#í».'d«*éi-  pa^«d#t3  •        •        ---»  ''^  *'* 
¿qoé  será-^éfaaHlb^íB^vlíwJ  •  -.uJi^t 

qne  el  ^uiem^^tm^áaímti  mák  émm^  *^ 

4 Qué  akanaaUlfl^Wo'*»^     •  «'^^'  ^  *  " 

tratadlO'Voit'lD^  fadM%*7  Bíot^<»i0«Mc^ 

dls  na  i;i«3uq  XiíCiMI^*^^'^'  *  '  "  tOütiJ  ít* 
A  Dios  ,  querida  Bli^m^ilAiKO^^VftMértal 


¿qué  grjicias  te  ¿are  por  tanta  gloría  ? 

pues  eii  un  punto  alcanza 

mi  amor  de  B.laiica  amor,  de  Inés  Tenganza. 

''  ESCENA  Til. 

£1  Conde  y  yl  Margues  f  de  nochté  • 

Marqués. 
4 Es^ el  Conde?  '   ' 

Conde. 

4E3  el  Marqu^sF    : 
JÜáfqués. 
¿Vos  tan  tardé,  Conde,  áquí'F 

'  Conde.  ' 

Sí,  que  o»  solícito  así 
la  dicha  de  douki  Inés. 

Marqués, 
¿Cómo  ?  .' 

Conde.  * 

La  mano  le  doy,  '  *" 

6i  vos  licencia  me  dais , 
á  Blanca. 

Marqués. 
Al  cuello  me  echáis  ¿ 
Conde,  nuevos  lazos  hoy; 
pues  aiinque  el  amor  cesó, 
la  obligación  del  deseo 
de  su  merecido  empleo , 
'  "viva  en  el  alma  quedó. 
Pues  en  tan  noble 'marido 
mejorada' suerte  alcanza, 
no  se  qifeje  su  esperanza  ,  < 

de  que  mi  maiio  ha  perdido; 

/     Conde. 
fisto  es  bueAo  I  jpará  haber   ^     9¿k 

:¿3 


3^4 


¿09  anos  qne  ^  >nf  me  adora 
doña  Blanca.  Nada  ahora. 
•5  queda  ya  que  temer. 

Margues. 
I  Ay  de  mí»  Coude,  que  es  vano 
vuestro  cuidado  y  e(  roio  , 
cuando  atcanzar  desconfió 
de  la  Marquesa  la  mano ! 
que  de  sus  labios  oi  , 
(  ved  si  con  causa  lo  siento  ) 
qu^ estaba  el  impedimento 
de  alcanzarla  solo  en  mí : 
no  dijo  mas  la  cruel. 
Conde,  solo  estáis  conmigo ^ 
mi  amigo  sois  ,  y  el  amig;o 
es  un  espejo  fiel ; 
en  vos  á  mirarme  vengo: 
sepa  yo  ,  Carlos,  de  vos  , 
po:*  vuestra  amistad,  por  Dios^ 
¿que  secreta  falta  tengo, 
que  cuando  á  mf  so  me  esconde 
la  sabe  Inés  ?  ¿  Por  ventura 
de  mi  sangre  se  murmura 
algiiua  d(^sdicha  ,  Conde-?  ' 

Habládme  claro  ,  mirad'^ 
que  he  de  tener  ,  vive  Dios  , 
si  esto  nó  alcanzQ  de  vos  « 
por  falsa  vuestra  amistad, 

*Con<Íe,  . 

Estad,  Marqués  ,  satisféch.o 

que  á  saberlo  ,  os  fa  dijera  ; 

y  si  no  es  la  envidia  fiera 

la  que  t.\J  daííó'os  Ha  betho  • 

,  . *      ...     í/  *i  i  '• 

el  iii};eni<)  sinj^Iar 

de  Inés  me  obliga  a  que  arguya  ^ 


que  esa  es  toda  indiistria  suya , 
coo  qoe  intentando  no  errar 
Ja  elección  ,  os  obligó 
á  que  o&  miréis,  y  enmendéis , ' 
si  algún  flefecto  tenéis , 
que  \os  sppais ,  y  ella  no. 
Mas  si  de  vuestra  esperanza 
nrarchita  el  verdor  lozanio    , 
la  envidia  infame ,  esta  mano» 
y  este  pecho  á  la  venganza 
tan  airado  se  previene , 
que  el  múndo^ todo  ha  de  veri 
que  nadie  se' ba  de  atrever 
á  quien  tal  ¿migo  tiene. 

♦         Máttfués, 
Bien  sabéis  vas ,  que  os  merece 
Hii  amistad  esa  6  ñeca. 

Conde, 
Ta  la  purpúrea  belleza 
del  alba  ,  en  pei-la^i  ofrece 
por  los  hofieon  tés  claros 
el  humor  que- al  suelo  envía. 

Margues. 
Aquí  me  ha  de  hallar  el  ^a. 

Conde,       , 
Fuerza  será  acoáipaftaros. 

No  y  Conde ,  que  estos  balconea 
de  Inés  quiero  que  me  vean 
solo  p  y  que  testigos  sean 
de  que  en  mis  tristes  pasionei 
aguarda  aquí  solo  el  día, 
•olo  por  mas  sentimiento  ; 
que  ta  pena,  y  el  tormento 
tUvia  la  ootojpa&ta. 


ZS6 


3$6 

Vos  €5  hitn  qoe  os  frcofaia  ; 
descansad,  paes  sois  dicboso. 

Conde. 
Mal, puedo. «er  venturoso,  ^ 
mientras  vos  00*10  seaíA* 

,      ESCENA  !xiL 

JSl  Maraes  y  Ochavo  en  lo  mas  alto  dd  corredor  % 
tizrtado, 

OchfM^* 
Gracias  á  Dios  qa<;  he  ^^o   ,     . 
ya  de  esta  baina  d<*  oJlia.  > 

I  Ab  vil  Mrucia  ,  tu  Qa 
burla rroe  en  ef4>cto  ba  sido! 
Al  l^jddi»  nienwá  alto* 
de  uiu>  en  «Uro  bafaré  ,  .-     .   « 

porque  Je  é\  al  suelo  ^¿ 
menos  peligroso  salto. 

,    Mafifiáé^. 
Parece  que  sabré  ellecbo. 
de  liié5j.anda  un  bfinbre..  ¿Ciíelos^ 
que  será     ¡  Ah  ,  ba^ardos  zelos  , 
que  asajlAs  dais  á  m|  p$<^o  I 
¿  De  iucs  puf<ip  src  uyinchada 
tan  \ihneule  la  op^ioo^.  Í 

No  es  posibl<*.  Al;;uj(  iadroa 
será^.cx  de -a^;V'^Ba  (u;iad/i  r,.,   L   .  .-  ¡ 
seiá  el  ;^/|iaute^  >p.rí-U>;^  -^    ;..  ,  ^    ^, 
que  parece  í I ur  picicui-ja., 
O  Id  ni  iy4)^  en  do  1í)<  albura, 
bajar  de  uno  en  ut^o  fpeb^.  ^ 

Df  "atjuí^  be  oi-  avr^a/'a^e.al  &•  • 
que  c»  el  postrer  ejc^dv^  :^        .        ¿ 


357 
I  valgame^exi  é5tá'<ütasioii 
,    algún  santo  votalin  !  (i) 

Marqués. 
Hombre  teifte  ,•  y  di  qaien  eres. 
A    •       r  ■'         Oehttvo.  ♦ 
Hombre  jtprtte'tü  ,  que  á  mí,* 
si  me  ves  t^iKÜdo  aquí, 
'^.qué  mas  tenido  me  quieres? 

Matqués'. 
¿Es  Ochavo? 

Ochavo. 
'^        ¿  Es  mi  sefíor  ? 
*  í  Marqués, 

I  Di  me  qué  es  esto  ? 
Ochavo. 
<  No  es  nada, 

burla  ha  sido  ,  aunque  posada  ;  '  / 

mas  son  percances  de  amor. 

•    Marqués* 
¿  G)mo  ? 

'    Ocfkivo.  • 

Esa  cruel  ¡VlencíA    ''  ^ ' 
esta  noche  i^e  ba  tenido 
entre  el  ollin  (^coiidido , 
y  vino  al  romper  del  día  "     'I 
diciendo ,  i(ue>  iu  señora*  '  ••'  '  ^  ' 
su  inteütó  hahia  sospechado  V     ^ 
y  que  «con  ese  cuidado  '         ' 

se  estaba  vistiendo  ahora  •     "^    I      \' 
con:  su  gente  ^  para  ver***    *""  '  '^    * 
latcaAa:  yo  que  me  vi      "        '  ^. 
en  tal  peligro,  salí       "*'     *'    '^ 
^__ -  -    .,  j  .  '.  .  -        .  >,  '  .>      ■   .    ■ 

(  T)     Salta  al  teatro  y  tiéndese ,  y 'ét  Marquéi  le 
pone  la  espada  ^  pech^l  .  ^        ' 


SS8 


como  bala  9  <por  poder 
librarme  ,  por  el  cadoii 
de  esa  abantada  cbímenea* 

Marqués, 
Por  Dios  9  qoe  estoy  porqoe  rea 
tu  atrevida  pretensión 
la  pena  de  ta  locara. 
¿  De  casa  qoe  me  ba  de  boarar 
te  atreviste  á  quebrantar 
la  opinión  9  y  la  dansora  f 

Ochago. 
El  amor  me  ba  díscnlpado; 
y  basta  9  seSor ,  por  pena  , 
haber  perdido  la  cena  9 
toda  ana  noche  espetado  9 
y  baber  el  refrán  cdmplido 
de  si  pecare,  y  sino 
tizné  9  paos  qne  no  pegó  9 
y  tan  tiznado  be  salido. 

Marqués. 
Necio  9  no  estoy  para  oír 
tos  gracias. 

Ochado. 
To  sí  9  fVfarqoéSy 
para  decirlas  9  después 
que  sin  cenar  9  ni  dormir 
toda  la  nocbe  be  velado ; 
mas  siempre  los  males  son 
por  bien  9  poes  por  el  caion 
no  cupiera  9  á  baber  cenado  ; 
jr  el  detcoento  está  bien  llano ^ 
qoe  de  este  trabajo  tovct 
pnes  de.  no  cenar  9  estove 
para  saltar  mas  liviano : 
demás»  qoe  lo  qoe  be  aabido 


3S9 
fsta  noclie  me  lia  obligado 
á  flar  por  bien  empleado 
cuanto  mal  me  ba  sucedido. 

Marqués, 
¿Cómo? 

Ochavo, 
^  Lo  que  algan  contrario 
tuyo  tiá  sabido  de  t/ , 
encubres  ^  IVtarq u^s  ,  de  mí , 
tu  aniigói,  y  tu  secretario  ? 
I  Fuente  tienes ,  y  la  cara 
otro  que  yo  ? 

Marqués, 
¿Fuente  yo ? 
Ochaoo, 
I  Pona  Iiiés  lo  sabe ,  y  no 
Ochavo? 

Marqués, 
¡Hay  tal  desventara! 
¿^Eso  han  dicho  á  doña  Inés  ? 

dphapo. 
Ten  paciencia,  que  otras  cosas 
mas  ocultas  y  afrentosas 
le  han  dicho  de  tí ,  Marqués. 

Marqués. 
Acaba  y  dilas. 

Ochavo. 
A  enfado 
dice  ,  señor ,  que  provoca 
el  aliento  de  tu  boca  ; 
mira  tiSi  á  quién  has  besado 
•lybre  ahiio  ,  y  en  ayunas  ^  ^ 

6  después*  de  comer  olla , 
a joi  y  morcilfá  ,  celiolla  , 
abas  verdes ,  ó  áéeytuiíaá. 


360 


Manquei»    *_      ,.,^ 
¡  Hay  tal  maldad !  cosjas  son  , 
que  trazan  envidias  fieras^ 

OcJuwo» 
Dichoso  tú  ,  sí* pudieras 
dar  de  ellas  información 
de  lo  contrarío  ¡^  tu  ingrata  ; 
mas  esto  es  nada  «  señor. 
Jo  que  falta  es  lo  peor , 
y  \ó  que  mas  la  recata. 

Marqués. 
£1  veneno  rigoroso 
me  da  de  una  vez. 
Ochavo. 

¿  Pues  quieres 
saberlo  ?  Han  le  dicho  ,  que  eres 
hablador  y  mentiroso. 

Marqués. 
^Cidos  ,  qué  injurias  sdn  estas  y 
que  rn.mi  ejecutan  sus  ipas? 
¿qué  traiciones  y  qué  mentiras 
con  ^1  ingenio  compuestsis  ? 
que  es  imposible  que  ^c  ellas 
darla  desengnfip  intente» 

Ochavo 
¿En  fin  I  tú  no  tienes  fuente? 

Marqués 
¿Quieres  que  en  vivas  centellaa 
te  abrase  mi  furi;^  ? 
Ochavo. 

No;        - 
mas  f  señor  ,  si  son  mentiras  ^ 
efecto^  son  de  las  iras, 
que  en  dojla  Blanca  encendió 
el  ser  do  ti  desdeñada  | 


porque ,  segnn  eii tendí,   *     '    ; 

qaien  éslO  dijo  de  ti 

f ac  de  dU  alguna  wada. 

Marqués*    -        \    . 
la  vida  me.  has  dado  ahora , 
^é<e1  remedio  trazaré 
^  facilmenle  ,  p«e»  ya!  sé 
de  ^tos  cugaiios  la  au^ra.  ^ 

Ochavpt 
Pues  vamonos  á  acoslar, 
en  pago  de  tales  nuevas. 

Marques, 
Por  inas  máquinas  qoi»  muevas ,        ap. 
Blanca  ,  no  te  has  de  vengar. 

ESCENA  Xni. 

Sala  en  casa  de  dona  Inés. 

Doha  Inés  ,  Bcltran  y  Mencíd. 

Doña  Inés-     _  , 

Oye ,  Beltran  ,  ya  e*  forzoso 
dar  -fin  á  mis  dilaciones. 

BeUrat^\ 
No  te  venzan  tus  pasiones , 
haz  al  G)nde  venturoso  , 
pues  en  prendas  ha  escedido 
á  toJos. 

Doña  Inés» 
Hoy  mi  sentencia 
,''8tnó  ei  que  eo  la  competencia        •  »      • 
de  ingenios  quede  vencido , 
le  dá  el  laurel  victorioso. 

M^nqia. 
yo  picaso  que  ha  de  venir 


3$1 


862 

toda  U^órleá  asistir 
al  certamen  itogeniosb. 
Doña  Inés, 
Asi  tendrá  la  verdad 
mas  testigos ;  y  el  deseo  , 
con  qne  acertar  en  mi  em^e» 
y  cumplir  la  volnnUd 
de  mi  padre  he  pretendido» 
notorio  ai  mundo  será. 

ESCENA  XIV. 

Didua  f  el  Conde  don  Juan  ,  don-  GuilUn,  don  Jkmm 
Guzmanjr  el  Conde  Alberto. 

Alberto* 
Aunque  del  examen  ya 
'  doña  Inés  nos  ba  escluido» 
jko  es  bien  que  nos  *averguence  : 
la  fiesta  podemos  ver 
que  en  elección  de  muger, 
el  peor  es  el  que  vence. 
Don  Guillen. 
To ,  á  lo  menos  ,  no  he  tenido 
á  infamia  el  ser  reprobado. 

Don  Juan, 
To »  por  no  verme  casado  » 
no  ciento  el  haber  perdido. 

ESCENA  XV. 

Dichoi  f  el  Marqués  9  r  ^  Conde  Cario»  ^Ock^^f^ 
otra  parh. 

Cande. 
¿Qué  tal  quiso  acreditar 
la  en?idk  f 


363 
Marquét) ' 
Pues  l)a  de  ser         ap,  > 
¿oña  Blanca  so  muger, 
♦  decoro  la  he  de  guardar 
en  callarle ,  que  ella  ha  sido 
quien  con  selosa  pasión 
se 'valió  de  esta  invención. 
(  ''  Una  niDger  me  ha  querido t 
con  las  faltas  qne  escucháis  , 
desacreditar. 

Conde. 
Marques » 
daros  pienso  á  doña  In^s  9 
pues  vos  á  Blanca  me  dais. 

Marques. 
Tracémoslo,  pues. 
Conde. 
Dejad 
ese  cargo  á  mi  cuidado « 
que  ai  efecto  se  ha  obligado. 

Margues. 
Ejemplo  sois  de  amistad. 

ESCENA  XVI. 

Dichos ,  jr  por  otra  paríe ,  doña  Blanca  C0n  manto  jr 
don  Fernando. 

Don  Fernando. 
¿Ko  iabré  á  que  fin  pretenda 
qne  nos  hallemos  aquí 
cL  Conde  P 
,  DoSa  Blanca. 

El  lo  ordena  as/ , 
déjalf  hacer ,  qne  él  se  entiende : 
de  su  f  aUbr»  confia. 


W4 


:  De  ta  esiposo  aie  la  ba  dado. 
Do:4^^Bianca• 
Pacs  piensa,  q«i(>  esto  ba  irasada 
para  naayor  honra  mía. 

■Marqués. 
Ya  están  en  vuestra  presencia 
los  dos ,  ele  <|uien  vii«stro  exaneB  f 
al  ^n^nioso  certamen  , 
remite,  Inés,  la  sentencia. 

Conde. 
Solo  falta -proponer 
la  materia,  ó  la  cncfilion , 
en  que  igual  ob&tent ación 
de  iugeniüs  hemos  de  hacer. 

Doña  Inés. 
Generosos  caballeros , 
en  cuyas  nobles  personas 
piden  iguales  coronas 
las  ^Iras  que  los  aceros; 
den  objeto  á  la  cuestión 
vuestras  mismas  pvetensionei  ^ 
porque  con  vuestras  razones 
justifique  ini  elección. 

Morques. 
Proponed ,  pues. 

^Doíia  Inés. 

Escocbad. 
Uno  de  los  dos  (  no  di|;o 
cual ,  que  no  es  )Usto  >  cosm^o 
liene  mas  conformidad; 
mas  este  ,  á  quien  me  he  indinado  p 
padece  al§iioos  defeltos 
tau^raves,  auBque  secretos,     • 
goe  acobarda  ni  cuidado ;  . 


Z6i 
y  por  rt  coiitrarto'  batid 
al  otro  »pe.rfeclo  wi  todO|  • 
pero  yo  lio  me  acbÍDodo 
con  mi  incliuáciotí  <á<  amyío : 
y  así  I' ha  dfe  ser  la  caestion  y 
eii  que  os  habéis  de^mbfitrari 
8i  la  m  a  lU)  de  lio  dar  j     ■.  ^ 
al  que  ten^o  iifcliiiacioii  y  , 
•^•i  aunqííéJ'defc^clos^adeaca  ; 
ó  si-ínir  c»lai*á''nias  biei», 
que  el  qwe  nó 'losutiejve  ,á  quien 
lio  me  incimo  ,  nte-iqerescá.       '  ^  ' 
Cafiaf  ijual ,  ^puses;  ia,  opinión 
defienda  que^taas'(|imi(ii|fe  ^  > 

y  la  Jpaifle  qué- yenoicre  ^  ' 

merecerá  mi  ébtc<úonV' '  ^ 

juzgando  la  diferén^á 
caantos  preseq^esie^tin  i  '  ^ 

J>ucs|:^UrC5UK>ll^^^od^átI   >  '  ' 

quejarse  déla  sentencia.    •'      ^    ■ -^ 

Al  Mafl^^ttésrseinplina^^liés;  ojtr; 

yo  soy  el  abo4*récido :  '  » 

ya  el  ingenio  me  4ia  ofrecido  ^«^ 
el  m^O'con  que  aV  Marqués 

la  palabra- qup  le  be  dado        '  '     ^ 

le  cumpla.  Yo  ,co]i  lieenciaí  í 

vueslra /-«n  csfta  di^rauiáa       '  ^^ . 
defiendo,  qoé  el  qite  <^ 'arnaáo*;     ^ 

áebe  ser  tl^fisco^idow :     '•  '  '-' 

¡  Cielos  !  mi  caos»  '4¿fie«íd^  0/9;  í 

€l  ^ntie/TDfas  él- seteá tiende ;  '  '* 
)a  gyatiO"mcr.ba.proiZket&lo'  ,  "^  >^ 
de  Inés^i  confiado) ««toyw  .    •  ..  v...  >^ 


a$5 


qae  es  mi  iitti((0  Verdaderos    . 
con  sa  pepsaraientQ  quiero 
conformarme.  Pues  yo  soy 
de  contrario  parecer  9 
y  defiendo  ^  qae  es  mas  jasto 
no  sff^uir  el  propio  gasto  » 
y  al  maa  perfecto  escoger. 

Doña  Inéi. 
Entrambos  se  han  engañador 
qae  el  Conde  sin  dada  entiende 
qo^  le  quiero  9  paes  defiende  ' 
la  parte  del  qae  e$  amado 9 
y  el  Marqaés ,  paes  la  otra  parte 
defiende^  piensa  también    . 
qae  es  aborrecido.  ¡  Oh^  qaié|t 
padiera  desengañarle ! 

Cande. 
Los  f  ondainentoa  espero  9 
qae  en  fa^or  vuestro  alegáis » 
Marqués.    ...  , 

Marqués» 
.    ,  Jy\%Q  9  pues  gustáis 

de  que  hable  yo  primero. 
£1  matrimonio  es  anión 
de  por  vida  ;  y  quien  es  cnerda 
aunque  atienda  i  &o  presente » 
previene  lo  venidero* 
£1  amor  es  quien  conserva 
el  gosio  del  casamiento; 
amor  nace  de  hermosura  9 
y  es  bermas»  lo  perfjecto : 
l^rego  debe 'la-  Marqnrsa 
dar  1%  mano  i  aquH  ,  que  alendo 
mas  perfecto  »  es  mas  hermoso » 
pues  habeiic.minado  «s  ckrV»»   .    ^ 


34i7 
De  aqaí  9e  prud^a  también  f' 
que  aborrecer  lo  perfecto , 
y  amar  lo  imperfecto  ,  es 
accideiit£^  y  violei;^to; . 
lo  violento ,  no  es  du^al^e : 
luego  es  mas  sabio  coi^ejo 
al  que  es  perfcQ^,  ?SjC<jger  , 
pues  dentro  ^ebi;^v,^tiempa 
trocará  en  amor  cqii^l.aja,te 
su  injusto  al^]?reciii;^iei[it!0^  i 

que  al  ippcri'eclp  queridQ  ^ 
si  luego  b^  de  ajiíorrecerlo* 
Semejantes  á  las  qau^^s 
se  producen  los  eli^ctos , 
ni  obra  el  i>ueAO  comp  majo  ^ 
ni  obra  el  malo  comp  buenp. : 
luego  un  imperfecto  esposo 
wn  martirio  sei^á  cierno » 
que  al,  paso  de, sus  «rradjM 
acciones ,  irá  creqiei^do  ^ 
y  no  íi^porta.,  ,qi}^  el  ¡a^nor '  { 

venza  los  impedi^ut^jt^»  ^ 
quite  los  inconvenientes  » 
y  perdone  los  djelectps ; 
pues  nos  dice  el  castellano 
refrán  ,  que  es  ^ri;ve  ey^ng^ip,, 
que  quiení  ppi;  a,i^<íijí?p  casa  , 
vive  siemp;*e  4íi:sc()i^t^^jt^^  ' 

El  gusto  ced^^ij.bancu;  ', 

siempr^  ei)  lpA,i|»ft^'^-^«  P^f^^Wr  .    -. 
y  las  mngercsj;^^:e^|.iiyí^í^^ 
según  sus  majri4^  :Jij^Q  .        , 

su  gusto  del>e^o)ji^^d^|:^  ^ 

Inés,  pu^s,t^i^4W,eiSCf>«i^d^     ... 
al  perfecto ,  estim^cjo^  ^  ..  .  ;^ 


368 


y  al  imperfecto,  desprecio, 
ludicios'dá  de  locura  , 
quien  pone  eficaces  medios 
para  algún  fin,  y  después 
no  lo  egecuta  ,  paáiendo. 
La  Mar¿iuesa  doña  Inés 
este  examen  ha  propuesto 
para  Acoger  ¿I  toas  digno  t 
sin  que  tenga  parte  en  ello 
el  amoc:  luego  si  ahora 
no  eligiese  armas  perfecto  , 
demás  de^ué  no  com|mfera 
el  paternal  testamento, 
indicios  diera  de  loca  f 
nota  de  liviana  al  pueblo, 
que  mormn^a^  i  tos  malos  f 
y  que  se'ntir  á  los  buenos. 

jélbertú. 
Bien  por  su  parte  ha  alegado; 

Don  Juan, 
Fuertes  son  los  argamcntos. 

Don  GtiíUem 
Oigamos  ahora'  al  Conde , 
que  tiene  divino  ingenio* 

Conde. 
DificH  empresa  sigo , 
pues  lo  •imperfecto'  defiendo  ; 
pero  si  el  amor  me  ayoda , 
la  victoria  me  promelo. 
Si  el^avor  es  quien  conserva 
d  gnsto  det  casamiento  , 
como  propnso  el  Marqués « 
con  eso  mismo  lo  pruebo  » 
que  aVnoT  para  la  eleccioft 
{u  Ae  atr  «I  cour)trO|  ' 


«1  baeik  fin  de  l^^  ipte^^oj^  :^   * 
y  no  jmpPfU  qiie  el  qiieiri^f  ^.u  > 
padezca  ,^v^9^  4c^ectQ9.«  .  n  . ,  •.  f 
p^es  moBi  a^yier.ie  el  refíraii.    ,   , 
castellanOff  ,qpeJo.  feo,  - 

amado  p%f^  bpr^i^osoj    .., 
^;cs  W3]lfi|Íe.pa|;eceno9    ; 
pues  A^no^  s^mor  ^,  aconbfeja  .  ., 

•ÍBO  COIl.SflglI&tOfl^^^SIfBO,, 

ArístdteU8>;49  ft^*'*»*?,í    , 
Sénjeca  y  jPls^^j,  dijeron:  . 
qaé  el  an^r  jüd»  es.  Tacion/il^ 
qae  baU^  eo  e\,^59  |ir^^^ha,^í 
y  halla  ^ui^mf  ^»Jo.»9afW^... 

si  tík  e(.jsí|^fipipiííio,tiim^  ,     ,    , 
«1  amor,  ^.pdo^^  ^f[^rio^. .  .,  ,., 
so  1^9^i^,e&  s«i  rajBon ,  ; .  /    , , ,  .. 

Jo  qííe  él  a^i^f^ha  ,  lo  hv^e^fí.  j,,,,^ 

Tenga  h^ ^aWrec^lIp,^;  , ^i  , > 
ko  imporVí^,  Á^e  e^  es'4to4osf9^ 
y,  el  a|paj[|^, agora  es  cíertof ,  ,,  , 
para  ji^or/,  Mo  bay  i^di^a.it 
sino  ^6ff^i:,^t  ^^  objeto  i,H.,q  .  ^ 
díce^p  «^n.Sfi  carta, Qvidioj^,  ^^  ,( 
y  en  ^o,  jepigramft  Prppefifíp.v,  j 
Crece  con  ^  ressistencia  »  j  ^ 

segan  QnintiliaiiQ ;  lofsgA.  ;>»,  .;  t 
si  Inés  np^^^eliga  ¡al  qpe  adpr^  ,.,| 


36d 


870 


no  iiMvá^'dta  ftiif  muiaWi ''  ' 

antes- ííáí  éadtt  ftiá  ^^  "^      '  '  ' ' 
con  ft'^iriiracioti  kirtiMhddi  '      ' 
Pensar  nfvre  el  abbft^édSte' 
vendida  ser,  po^W^j^etW 
.  después  antádo;'W*leih^áfiÜ*         ' 
que  no  llejga  Mi'lilnl^tí  Hiétti]^; 
según  Gurbio  ,  á'&ttdf^'t^ras' 
qnT#áMbbtefen¿5  kbétñ^émiáoí      i 
El  atnotS^^fficé^aüWaBí'o^i^^  -^  - 
qtie  nc}  repíira  ¿n  8^fiíéli>s|  *  '  "'■ 
la  anlíéaéd^'^twS^i/^i^ukstrr^-'' 
■con  ptirientosíls' éghfft^S. ' '    ' 

Pasifae  $L^^h^lM%i'fÍ^úmp^ 
el  sabÍ<?t)ta^\eHortfeíSld¿  '- 
Semícamfó  ^  WW  fefc¿»¿  >"         »=^ 
á  un  Arho\3iéé^i'^^f^%Mk''  ' 
al  que  dio  hOdtíiffe  ^iXCfpHa    ' 
d^^fihtn'  ^e  Wa'^i^Vií  i^^bñi^fd^f 
¿  Bift^  t}!^  dVifet^»»  fal^^o^s   y    ; 
qne-^Hbi^i  ^oF^iíIÍii  «fes^iügétbi 
son  ftfWítHuíes  ^d^ JlW«í  ^^^      »'    ^ 
pues  no'^ade'fafiHfóiñfelÜ^^lor^ 

correspoUkdendáV^^flfr^  * 
*É'éiíÍ*íé  tan  díV«*s<^?'^^:  '^'  -  * 
que  él'ibisiitio  attlb#H|^^liite¿l4 
moéü^t^efi  e^üs^^rt^^jÉm^'      1 
su  podeí  ,  ftnéé&Híóikvábl^ , 
mas  íimtf-'^lotíobú^ñé  háctfilós  F 
Luege^^ittafido  1a^  MaVqU^a     ' 
al  que  padiEk^e  d^^ldsf,^     ' 
y  mas  ^álnéndolé«')^a^V^*^  • 
no  #e  mudará  por  etto^- 


^n  tal  caso ,  faera  cierto  »  • 

^óé  lel  descabrillos  detfpneá:         ' 

le  pbl^$áré4'ktlorlwcelh>;  • '      j 

que  no  íioIik  aboÉredendo  •: 

agota  al,jpérfecto^j[tt^Sy  >>  * 
iio  liodrá  despee»  tpKttñof  * 
ttkas  ánlcÉ'v  «i'le  ^isiertt  «  i 
agora  »«fai^r|.teay  cierto  "> 

áboirrfecétto  delqAif»  , 
y  de  caU  ráaHt  !•:  pruebo.  >       ;' 
Ovidio  >^¡<te  «{lio  »in<n« .'    m       ^ 
¡se  faiehí  )r  nadav  ti  «tfmtYíú        l 
too  ludia  «iBBk^pooesfoa   ' 
iqüé  la  pn>úietí6:el  deaeo;^*    ■   •  /^ 
pues  faif>nibi^.][nréccto  eá  lodo    ' 
áo  es  posible íballairM;^  *ttego'      » 
áiiñfyie-íhiéf^aüilwe'ligOMi»'  <v-'(>i 
al  qi^tittié  porfcH<ito,     ,  >  -lí 
lo  áboiri^coíeml)  daspttéai     i        -^ 
i9üe<9Mií.dini«o^^«ltieiiiM^     i 
•tts  defetoá  ^éutíJbtÍeV9L ,    -         i         ^ 
^üéi«iia4bé<VJ9l»iaÍiiei]M.     >       * 
Quieto  iittiÉ  tttt  4kftct<ioso  > 
atná  también 'sbsádretos      : 

le  seme^  é»^t«it0rlos  ^     • 
luego  es  eii^<rÍMié;i|«iwr       < ;     w 
que  se  noldtf  .idiiéi.^  por«Ról¿ 
Que  amar,  lo  Inporieéto^Ies         * 
«•violeáto.9  y  >lo<qa«reii  tloJeu-fi»   '• 
no  dura  ,  él  Mjlpqwés  «r^y^e;    ' 
lo  segundo  le'ccwtí^o,     \    «^  -  ^ 
lo  primeroMéo  '^q|tte>s6lo.  j  '  *  «-'í  » • 


m 


qae  no  quiere ,-  y  nali»ai     • '    •  • 
lo  quef»í^íiil'^>^'  :' 

Qae  el  ^«W  «bra.coino  inalo^    I 
y  obr^  «I  Imeii*  como  «kieno  f    . 
y  de  las  maLas^icdones  .      .        > 
nace  el  aborrepinnatito,  •     >  ■   .  ^^ 
dice  ^l.>larqoés «  «^  ▼erdid  $       i 
pero  coiDo  el.^oipr  ciego     •       •' 
•praebaviía  caasa  tofosU  ^ 
•prueba  el  iníttsiptiieick " 
Que  la*  kBQ^rei  tt  tttímtm 
por  sus  maridot  ^.ooAcado  I'      '^ 
pero  en  eao^  ipor  miuparte^  t 
fundo  el  puayM*  ^ rítmenlo*  '  *   «^ 
A  quien  e^9^.rún^  se  cti$^*    >•* 
qur:c99i$esa  aAop  9%<ti»m  ^  { 

eslingta,^!»  pocotüoilidnorf     >  *  » 
lue^o  ayi^Bdo.alJmperfeto^ 
In^s »  rqera  inCpimejel  otira»  ,     • 
si  quisiera  aer  so  ^nciki't;  ^  • ' 
luegQrlii  él  puede  >adniit!ÍIW»'     q> 
ni  la  l!íla^qae4a  ítnof^Uo.  u  • 
Que  quien  por  amorescns*  «       ; 
vive  sifmpre  ¿caéontento^  * 

sefun  lo  iafirtna  el  rrfran.|  f  - 
dn^eiel  Marqués «  y  «s  OMiy.ckrkr^ 
cuando  por  amonas»  liacen 
desiguales  casamientos^  >     -  • 
per<t .ciando  son  fin,  tddo  »    ■ 
iguale^, Ips  dos  sqi^eios  I 
no  ^My^  *i  ^^  .»mfir.io«  ^onCoMBa  ^ 
mas.Paraiso.  e«;«l  Mk4o«  t    - 
Decir  que  no.cwn^ple.aai-.   • 
d  paternal  teüafoealo»    . 


tTS 

tolo 'le '|iii80  precepto  V 
de  qae  mire  lo  q«e  hace  » 
ya,  ü>  ha  mirado,  y  con  ésa   •  *  ' 
su  voIq otad' ha -¿am piído. 
Qfie-iio  coa9Í|;ue  eí  intento^ 
del  examen  v  ^ino  escoja 
al  de  mas  me«eci avientos  ^         ^ ' 
sin  atender  al  amor, 
según  Inés  ha'  propuesto  |^ 
es  vevdad ;  pero  se  debe^ 
entender  del  amor  nuestro'^    -  '^ 
no  del  suyo  ,  quf  eon  ella  '.    .'    '. 
es  la  parte  d^-raas  pr#cio'.!       ^  -'' 
Ser  á^  elhi  amado  «y  no  "si^^ '    ' 
ainado  es  mayor  defVto;  '^  ^ 

]ueg;o ,  si  elige  al  que  qnieré', 
ni  dará  nota  en  el  pueblo»         '* 
BÍ  que  decir  á.  ios  roah>s>     '  ' 
ni  qne  senHr  á.los  buenos* 

Alberto. 
Viclor, 

Víctor. 

Don  Guillen. 

'  Venció  el  Conde 
Alberto, 
Sus  valientes  a^t^ütnentoa 
vencieron  en'  af^^xleea  ^ 
en  erudición  »  y^egeiiplot* 

^  Beltran. 
Todos  declaran  al  Gbnde^ 
por  vencedor, 

DoüiB  Inés» 
^\*'         '  .  StfjcMtesa         "  ^     ' 


rti 


j^  es  fo9P<fMrresolT«ninr^     ^    *> 
,  aunque  me.  |»e$e »  i  esco§fr1fl(^  ••  ^ 
Venciste  t  CñiAei  mi  mano. 
es  TiiMirf^.  .      , 

2M<t  Sianea. 

¡  Qaí&  escncbo «  cieloA  \* 
Don.  Femaifdtu 
I  Esto  (emoA  tenido  á  ^er  ¡^ 
Blanca  ? 

Afora  ^na  «ya  ptiedo        r  ^ 
ser  sp-cepoto-,,  4ade.venf^rmef» 
y  ha  dQ  ser  inn  ac^,ni^smo 
finesa  par^  el  Mftrqtiés ; 
y  paffip^  ella  i^  d^fMPcdo. 
Marqv^esat  engañada  estáis; 
por(|f49  T<Mi  habéis  propuesto 
que  1^  parieqiMK  iventi^re 
ha  de  se^  e^Kíeo.  maestro ; 
pnes  sí  mi  parte  ha  vtneidoi 
y  es  la  par^e  tf^e.  defiendo 
la  áe\  imperfecto  amado  ^  ^ 

él  ha  de  de  sejc.voestro  daelto^ 
To  sé  bi^en  que  no  4oy  yo 
el  querido  t  f  sé  qve  ha  puesto 
lfk.](i|y^ill  yxl  al /Marqués 
tres  engañosos^  deÜKos ; 
y  porque  os  Mttsfa^ais  ^ 
escuchadme  ap4rte»  •       Maifún  ^tn  secFeto* 
MmrqukSf 

•    ^     \J  Cíelos! 
no  hay  maa  i;^éiro  en  el  mnndOi^ 
que  un  amigo  verdadero*  .[ 

Doilm\Blanco* 
To  soy  perdida  y  si  tquí         ap* 


Don^^Xti^  ap,  4^  Conde. 

Esa^  tres.í^f  Wt^ji  sqjok  ,  ^  ,,  cf 
^uc  me  han.cmiip.. , 

.fií.i  .1.1  I  <,.?tt^liinil ingenio 
las  inven tó<p((MÍ(a«jGga^fi       ap, 
debe  «1  ^tiH^9Á«  4  W  P^cibp^  ,0 
por 'V^9«W-**«>»  <y  HP^  yen^j^piH^  f^ 
de  vos,  y.y4í^W^WWM»>P.    .i 
conseguí»^  l^un^.qpif  Ja.  mano 
me  ofrec^i^y  iioía.  f][iiÁlfi«l  .  » 
como  n^lftnt  ircsMlayt  .  oj  ».:    i 
al  Mai:qs<y4,í^qi|e  je  <}A^.;od  .  ^ 
y  para:  i^ite 4.  mí^  ifialabn^cí  ^   / 
deis  crédito, v.erdadeco I, 
baste  por  si^s  deciros 
las  tres  Caltas  que  le  ban.  puesto  » 
y  que  ba.  silla*  una.  mugec 
la  que  tales^  fi.ngimleutos 
os  dijo  por.arden  roía. 
Doda  Inés. 
Es  vei*dad  ^  La  vídaí  os  debo. 

Cande*     "  r. 

Pues  dad  al  Marque's  la  mano» 
Ya,  Marqués,. se  ha  satisfecho, 
doña  Inés,  de  que  la.  envidia 
os  puso  falsos  defeios: 
yo  defendí  vuestra  parle,, 
y  foi  vencido  ,.  venciendo* 
Dalde  la  mano  ,^  que  yOL 
Lien  be  moslrado  que  tengo 
pnesla  en  Blanca  mi  csperansan, 
con  los  colores  ,  y  versos  , 
y.  divisas  de  las  cañas,. 


J 


37« 

Í€  la  torH)»  f  toraécf  " 

To  me  c<mfieso  dichoia; 

7  TOS  mi"  eiposa  querida, 

BoñaInÍ9. 
CmWñéo  os  miro  sin  defeeto» 
¿  eéio  t  Man|di¿s ,  os  qoérré  ^ 
si  os  aáovaba  con  eHds  ? 
•     CMopo.  '  - 
El  Esánea  de  maMos 
tiene  con  tal  casamiento 
dichoso  #n  9  si  el;senado 
perdonn  a^  aator  sns  y«rrofc 


rn 

Xl  Examen  de  marídóB. 


yjon  el  nombre  de  tres  autores  diferentes  se  ha  pti* 
Blicado  en  distintas  épocas  esti  eomedia  del  Mcencia-*» 
do  don  Joan  Roía?  de  Alarcon.  Los  impresores ^y  mcr*- 
caderes  de  libros,  que  ya  se  apoderaban  en  so  tiem- 
po de  los  originales  que  llegaban  á  sus  manos ,  se 
apresnn^ban  á  imprimirlos»  no  para  perpetuar  el 
nombre  de  los  Ingenios  españoles»  ni  para  gloria  de 
nuestra  Hteraturá ,  sino  para  aumcni^r  las  ganan-i» 
das  de^u  comercio  por  este  medio  ilícito  y.Vergon* 
zoso.  Así  es,  que  no  cuidando  de  la  corrección,  como 
hubieran  hecho  los  autores  mismos »  llenaron  lo»  orl^ 
ghiales  de  erratas  torpes  y  groseras ,  y  los  mutila* 
ron  muchas  veces',  ya  por  ignorancia,  ó  acaso  por  li- 
mitar la  estension  de  la  pieza  á  la  que  querían  dará 
la  impresión.  Algunos  en  tiempo  del  autor' die^pon^ 
lux  esta  comedia  con  el  nombre  de  Lope  de  Vega ,  y 
otros  eoi^  el  de  Pérez  de  Montalvan,  según  la  repu- 
tación que  gosaba  el  poeta  á  quien  ia  atribuían  ,  y  la 
mayor  venta  que  esperaban  de  su  nombre.  Rniz  de 
Alarcon  se  quejaf  justamente  de  semejante  abuso  en  el 
prólogo  que  estampó  en  la  segunda  parte  publicada 
en  i63<í.  **Sabe  (dice  al  lector)  que  las  ocho  come* 
»dias  de  mi  primei*a  parte  y  la  doce  de  esta  se(;undA 
^Bo^  todas  miasj,  aunque  algunas  han  sido  plumas 
»de  otras  cornejas ,  como  son  el  tejedor  de  Segovía^ 
> la  Verdad  sospechosa,  Examen  de  maridos  y  otras 
i»qne  andan  impresas  por  de  otros  dueños ;'  culpa  de 
»los  impresores  que  les  dan  las  que  les  parece,  no  de 
»lps  aateires  4  quien  las  han  atribuido  ,  cuyo  mayor 
)»descoido  luce  mtfs  que  mi  mayor  cuidado;  y  así  hé 
«querido  declarar  esto  f  mas  por  su  honra  que  por  la 


?7« 

•mía ;  qne  no  es  josto  que  padezca  bu  fama  noiu  de- 
» ignorancia  y  í^c-      ,  ,^    -     .  -^  \-^ 

A  pesar  de  esta  reclamación»  no  han  restitoído  ti 
antor  en  las  reimpresiones  posteriores  el  harto  ijoe 
Je  ^ioíiOrpn  en  las  primeras »  yanncn^el^ia  corre  coa 
^.nonM^re  de  Lope  e#ta  concedía 9.  99/^ es.  ona  de  las 

jne iore^  d^  lUfi».  de  A^^(^^      •  > 

Klf^  ^iqredita  el  talento  cárnico.  d«  e^f.  poeta*  E| 
pensamiento  es  'origy»!  ,^  \a  coi|ihinaf«ia^  4c;  la  fabola 
leste  bien  dispuesta  y.  pei:(^tamenjlf  f^onducid^;  los 
«aractéres  son  Tiifiados  y  están  dc^||9.vnf Itoa  con  d 
acierto  qqe-sajbia  el  autor..  £1  de  4piia.  (ji^s^d  dd 
Conde  Cados.  y  el  del  Matoneé  don  Fadjci<l^ ».  ^i^A^ 
una  bondad  moral  que  no  po^d^  m^no^  de  interesar 
lirivamente  á,  los,  l^eqtqres  ^  y,  m^erece^.  ^M>diM'.sc  con 
atención^  , : . 

4  Q^  g^^rpsidad  r.esplandece.  en.  estos^  éltimos! 
/Poed&  darse  ona,^m¡#tad  «as  noble  y  dfjinteradal 
,Qué  juÍQÍo ,,  qué.  pundpnor  «^  qoe  üftntzff,^  manifiesta 
doña  tii^sj 

£1  Cpnde  la  ama  perdidiamente  t.  el  Marqués  la  a« 
dora  djssde  el.  punto  que  la.  vé  »^y  tlhk  se, prenda, de sa 
anéritoi^  pero.no  por  eso.deia  de  sc^ír  con  el  nayor 
l'igor,  ha^ta  el  desenlace  mjsmo  déla  f4bula«clfini|«e 
üe  ha  picopnnsio.  L^.p^sion^qui}  se  apodera  de  snalna 
es  veementCy  aunque  procuj^a  encubrirla.  El  poeta 
}a  pone  con  mocha  dcsirjf^a  en.  la  silnaAÍon.  de  maai* 
gestarla  con  los  fin^idp^.deCectos  que  atribuye  i  s« 
^mante  la  venganza  ^cWsa  de  do^a Blan^'^  Da&a  In^ 
duda  f  ,temf ,  y  lupha  l^rgo  tiempo  en  la  Áncertidnoibrei 
pero -al  saber  qoe  son  ciertos  por <>  1 0%  informes  que 
ba  tomadipvBfltran  »  ya  no  puede  resistir  ni  conteaer» 
«e  ;  de^cubr«  s,u  omori  y  su  desp4c|io>>' 'derriba,  el  b«^ 
fete  en  que  escribe  Beltran  »  y  le  dkOfiU na  de  pasíMK 


373 
P^eai  forradle....  Mas  teneos^ 
no  le  borréis  *  que  es  en  vano, 
eiitre  tanto  que  no  puedo» 
como  su  nomlire  en  el  libro , 
borrar  su  ^mov  en  mi  pecbo. 

J^i9.  escena  es  una  de  las  mejore^  de  la  comedia  ,  y 
produce  muy  buen  efecto  en  el  teatro.  También  son 
muy  bellas  i  ii|te|*esa|ites  todas  las  que  pa<ian  entre 
fl  Conde  y  el  Marqués.  I^a  d^lic^deza  y  el  desinterés 
que  brilla  e|i  estos  dos  person^ges  es  un  modelo  de 
buena  moral  y  vittu4es  sociales  que  piuestran  el  ca- 
rácter ,  U  rectitud  y  los  sentimientos  del  autor.  En 
casi  todas  sus  comedias  hay  «  nq  ui^q  solo ,  sino  varios 
personages  dignos  de  imitación. 

Por  lo  denias  tiene  esta  coxncdia  el  mérito  indis- 
pensable de  interesar  é  los  espectadores ,  el  de  la  ele- 
gancia del  estilo  jt  la  propiedad  y  pureza  del  lenguage,  y 
las  demás  prendas  que  cairacterizan  generalmente  to-< 
^9^  las  producciones  de  est^  ilustre  poeta. 


LAS  PAIUESDÉS  OYEN. 


1>ÉRSÓKAS. 

Don  Mendo,  gaUíl. 
Don  Juan ,  galán. 
El  Duque  I  galán. 
El  Conde ,  galán. 
Leonardo  >  criado* 
^BcJfíro/^gríifcipff..    *»  ' 
')Doña  jina^  dama  viada¿ 
Doña  Lucrecia  ^  dama. 
Celia ,  criada^       .^ 
Ortiz,  escudero. 
Fabio. 
Marcelo* 


?  criados  Áú  Dnqttéi 


'Jta  escena  ti  en  Madrid* 


lESCENAní>RIMERA. 

.     SAti  M  CAÍA  PB^9a64  A|IA«^ 

«  ;»r¿.  II   -:•.'  '11,  ..,       .,    , 

Don  iuán  "pesUdo  l^4}tiam*ni$^^  x  B^Üran. 

'  '■''    '    1)0/1  {/ítóH'/  '■'  *        < 
lléneme  detésperado  i    -  ' 

Be^tra^>  lá  desigualdad;     '         * 
sino  dé  iril  calidad^    '  *    -        !  '-. 

Íe  mis  parles ,  y  taf  estado, 
k'tóriíiostik'a  dé  'dófta'  Aña , 
el  íMir'pó  ^iVdáró  y  ¿crttíl ; 

bella  'emtilat:ioh  de  abHI  ^ 
dulce  envidia  dé  Dlaiia  » 
|milra  tá'cómo  jpbdráW  '        ' 
dar  esberáUtá  al  Átk^o        /      t> 
de  >JRÉÍ  1i6«íiBV>é  U^  ^ób^  y  feo^^ 
y  de  mal  talle;  ÍSeltVan ! 

A  tin  ífarclko  ci}rtésan6  '     ' 

tin  huínano  Sétdñn'    '        ^ 
desistió' dVl  sij^lo»  y  ^í'Hú  * 

la  halló  e\Ck  braásóii  dé  úík  enano. 
Ir  si  las  historiad  crei^;  ' 
y  egediplds  de  áqtbres  graves , 
(  pues ;  abáctxie  sirviente «  sabes 
«[ufe''¿P  raids  éácHbó'  ^  leo  ) 
iné  dicen  que  ti  ciego  ^ilaor  p 
y  sin  c6ñsejó  sie  ^^nBllria  *  ' 

qt^  la  '£m]^erati^iz'  Faustiná 


l«S 


SM 


qtÁM  «n  feo  esppimiáolP  f 
qtie  mil  í'nJuAos  deseos  , 
puestos  locamente  en  ella  , 
cumplió  Hipia  noWe  y  belln 
de  hombres  hamildes  y  feos. 

Bon  Juám. 
I  Beltran  ,  para  qoé  refiei^et 
comparaciones  tan  vanas  f 
I  no  ves  que  eran  mas  livianas  f 
qae  bellas  esas  mngeres, 
t  qné  en  dpRd  Ana  es  locara 
esperar  igual  error » 
en  quien  escede  el  honor  ^' 
al  milagro  de  hermosura  ?     , 

Beltran. 
¿No  eres  don  Juan  de  Mendosa  t 
I  pues  doña  Ana  qué  perdiera   , , 
cuando  la  mano  te  diera  f 

Don  Juan% 
Tan  alta  'fortuna  goza  «  ^ 

que  nos  hace  desiguales 
la  humilde  en  que  yo  me  vtti. . 
'  BtUran* 

Que  dist€  ^n  el  punto,  creo, 
de  que  proceden  tus  m^les. 
Si  fortuna  en  tfi  humildad 
con  un  soplo  te  ayudara  , 
¿  fe  que  te  aprovechara 
la  misma  desigualdad.  ,     í 

Fortuna  acompajaa  al  Dios 
qué  amorosas  flecha^  tira  ,  , 

que  en  un.  templo  ^os  de  £gira    . 
adoraban  á  loii.dos.  .,     ^i 

Sin  riqueza  au  hermosura    ,  , 
pudieras  logrftr  tu  ijaiento   > 


siglos  de  ni ereci miento 
trueco  á  puntos  de  ventura. 

Don  Juan, 
Eso  misipo  roe  acobarda  ; 
jsoi  desdichado,  Écltranl 

iíeltran. 
T^oCar  las  manos  podráa, 
fortuna  y  amo{*:  aguarda, 

Don  Juan, 
¿  Si  á  don  Mendo  hace  fayor 
qué  esperanza  he  de  tener  ? 

ÉcUran, 
En  esc  echarás  de  ver , 
que  es  todo  Ibrtnna  anioi', 
A  competencia  lo  quieren 
•  doiía  Ana  y  dona  Teodora  f 
dona  Lucrecia  lo  adora , 
•  todas  a(  fin  por  él  muereii. 
,  Jamas  el  desden  gustó. 

Don  Juan. 
Es  bello  i  rico,  y  manceW 

Beltran. 
¿Cnintó  mejor  era  Febp» 
y  Dafne  lo  desdeñó  ? 
ir  cuandiO  no  conociera 
otro  en  perfección  igual, 
¿aquesto  de  decir  mal 
es  defecto  como  quiera  ? 

Don  Juan, 
¿T  no  es  eso  mormurar?,. 

Beltran. 
Esto' es  decirlo  que  sientp, 
Don  Juan, 
f:'*'  Lo  que  siente  el. pensamiento. 

^  no  Memj^e  Bt  ba  de  esplícar^ 


38S 


-f  I 


38($ 


BeUran. 

¿Decid? 

Don  Juan, 

Qve  callri  te  digo , 
y  ten  por  cosa  se<;ura , 
qae  tiene  aqael  que  marinara  , 
en  su  Ic^ngaa  su  enemigo. 

Bellran, 
Entre  tas  desconfianzas 
en  1ií!k' casa  entrar  te  veo, 
sin  dild'a  '^ae  el  gran  deseo 
|en<*ada  tus  esperanzas. 
Veste  en  desierto  Vagar , 
y  no  Clisas  de  dar  voces, 
y  auuqt/e  ta  roaerie  conoces , 
nada#  (fn  mrdio  del  mar. 

'    Don  Juan, 
Lo  qnl^'cn  gran  tfempo'no  ha  hecbo 
hace  amor  en  solo  un  día , 
venciendo  en  fin  fa  porfia,,    , 

Beltran 
Qae  te  sucede ,  sospecho  • 
lo  que  %\  táhur ,  qae  en  pcrdiendot 
solamente  con  decir  : 
¡  que  no  ^épa  yo  grail!r  \  ( 

está  sin*cesar  grníi(*ndo.' 
Tú  dices  <\ne  dc^e^peras , 
y  entre  el  mismo  ño  éspéirstr 
nunca  dejas  de  ihtpíifar: 
¿  qué  ra^ai^baces  cua^ndó  esferas  f 
¿  Tú  piensas  que  e(  espejar  9 
es  al^tñi4'  confeiccten'^' 
venida  allá  del  Japón  ?  . 
El  eVj)»»rar,  es  pensar 
qae'i^úeda  al  fin  luc^der* 


387 
aquello  que  se  desea  , 
y  quién  hace  porque  sea 
bien  piensa  que  puede  ser.        '    - 

.X   Don  Juan. 
Pues  si  con  esta  invención  (t) 

en  su  desden' no  hay  mudanza, 
aunque  viva  mi  esperanza  | 
morirá  mí  pretensión.  -  , 

Béltran. 
£1  n^ercader  marinero 
con  la  codicia  avarienta » 
cada  viage  que  intenta , 
dice ,  que  será  el  postrero. 
Así  tú  y  cuándo  imagino  y 
que  desengáfiafdo  estás, 
ya  con  nuevo  intento  vas 
en  la  miiad  del  camino. 
Mas  ,  dime  ;  ¿  qtié  te  ha  obligado 
á  trazar  esta  invención 
para  most^r  tu  afición  , 
podiendo  con  un  feriado 
de  su  casa  negociar 
lo  q«e  tú  vienes  á  hacer  ? 

Vbn  Juan, 
Ko  he  de-  arriesgarme  á  ofender 
¿  quien  pretehdo  obligar  ; 
que  como  es  tan  delicada 
la  honra ,  suele  perderse 
aola mente  con  saberse 
que  ha  sido  solicitada. 
Y  así*  del  murmurador 
pretendo  q^ie  esté  segura 
mi  desdicha  ó  mi  ventora  \ 


(  1 )     Saca  una  carta. 


389 


so  ilaqncta ,  6  »n  Talor. 
Que  aun  á  U  nismo  callado 
e«toa  íu  ten  los  habíera  , 
si  en  tí  f  Beltran  ,  no  iovíera 
mas  anú^o  ^  qae  criado. 

Beltrmt. 
¿  Toáp  esta  casa  ,  don  Joan  , 
á  ana  moger  aposenta  ?^ 

Don  Juan. 
I  Seis  mil  dacados  de  renta  , 
qne  akazar  no  ocoparáa  ? 

BeUran. 
Celia  es  esta. 

ESCENA  a 

Dichos  r  Cfíim. 

c/ 

Celia. 

I  Qwé  mandáis  , 
señor  doip  Joan  ? 

Don  Juan. 

Celia  mim , 
besar  las  manos  qoeria  , 
sijiceocia  me  a  kan  tais  » 
á  mi  señora  doña  Ana. 

Celia. 
Qne  será  imposible  ,  entiendo | 
porqoe  se  está  previniendo 
para  partirse  mañana, 
é  ona  novena  ¿  Alcalá* 

Don  Juan. 
j  De  la  corte  se  desvia  ,    . 
^  cuando  el  celebrado  día  , 
de  san  Joan  tan  ccstra  está  ? 


Celia, 
Para  lo's  tristes  no  hay  fiesta. 

Don  Juan. 
Paes ,  Celia ,  verla  me  importa  ; 
la  vi^la  será  oorta; 
solo  la  quieroi  ilar  esta 
que  le  ha  venido  en  un  pliego » 
y  me  áite,  quien  la  envia  , 
cjiíe  solo  de  mi'coufia 
ti  d^ria.  - 

Celia. 
Yo  salgo  lac^o. 

'       ESCENA  III, 

Don  Juan  y  Beliran. 

BcUran. 
No  hay  pobre  con  calidad : 
si  un  villano  rico  fueras^ 
á  fe  que  nunca  tuvieras 
en  ver|a  dificultad. 

Dqn  Juan 
^i  ella  está  tan  de  camino , 
qué  es  justa  la  causa  creo.    ' 

Beltran, 
Ció  qoe  con  los  ojos  veo*...!.     \  ; 

Don  Juan.    .     '.  .   .  'j 
Malicioso  desatino. 

Bclfran.  •  .     •  -^ 

I  Cuantp  va  que  no  la  v<s  ?,     ^ 

Dttn  Juan.  u  > 

De  no  alcanzar  no  se  ofenda- '  I  * 
quien  lo  difícil  emprende  \  •  J 
mas  ^Qií%  Ana  es  muy  cortis^^i  > 


3Sd 


3M 


Bdirun. 
I T  a^ra  qo^  bemot  de  bacer  f 
que  ella  se  parte  á  Alcalá  ? 

/>o/i  Juan* 
En  tanto  qoe  ausente  eiti  ^ 
agaardar  y  padeeer. 

Beliraa.  * 
Bueno  foera  acom pallarla. 

Don  Jmm. 
Si  como  quien  soy  •  pudiera  p 
forzoso  el  hacerlo  foera 
si  asi  entendiese  oblí^lla. 
Mas  ni  me  ayuda  el  poder, 
ni  ella  lo  agradi*eerfa  , 
por  la  nota  que  daría 
%\  se  llegase  á  entender* 

Bdtran. 
EUa  sale« 

Don  Juan» 

Di^B^ltran, 
qoe  la  anrora  bella  y  clara« 

ESCENA  IV. 

Dichos  f  y  doña  Ana  hablando  á  poKU  á  CdU* 

Doña  Ana, 
\  Ay  Celia ,  y  qoe  mala  canit 
y  mal  Ulle  de  don  Joan  ! 

Dan  Juan. 
Aonqne  me  dijo ,  saSora  , 
Celia  maestra  ocopadoa  , 
conqoe  foera  mas^rason 
el  -na  estorbaros  agora. 
La  importancia  contenida       déU  la  cmf^ 
ea.cfU  carta  i  qna  oa  doy. 


391 
.  mt  disculpa.    •.,._.. 
'Í)ona  Ana» 
,       Nunca  estoy  , 
Béndr  don  Juan  ,  impedida  ' 

para  recibir  merced 
de  tan  noble  caballero. 

Don  Juan,   '  ,  r 

Vuestro  spy ;  respuftsta  espero  f  ^ 
si  sois,  servida  ^  leed.  ^  s 

^    Doña  Ana» 

Ser  descortés  me  mandáis.        • 

»  .-  ,  .,  .   «^ 

Don,  Juan»  ^        ^  •   , 
Leed  »  que  Importa  una  vida  , 
que  cerca  está  de  perdida  ,  ' 
si  remedio  no  Je  dais. 

í)orÍa  Ana, 
Si  está  su  defensa  en  mí , 
lá  pena  y  temor  dejad. 

poh  Juan,  ^,,  .,  ^ 

El  caso'e^  grave',  mandad 
que  estenios  solos  aquí ; 
que  tenemos  que  tratar, 
y  el  secreto  es  importante. 

Doña  Ana»  ,  ^   . 

Dejadnos  ^olosi 

Beltran,  . 

Amante 
fac  el  inventor  de  engañar»        -. 

•  "'ESCENA  V.      ••'  '  ■    * 
D<^.  Anax  don>J»mn*  ^    < 

Don  Juan.' 

,Paea  contigo  solo  estoy,        -       -.  - 

porque  mi  recato  veas.        .  ^      ^ 


892 

oye  ,  seftora  ;  no  leas ,  (  i  ] 

qne  ía  carta  viva  «oy. 
Que  lúe  alri»va  bo  te  altere  j 
pues  estoy  solo  contigo, 
y  un  agravio  sífi  testigo 
al  punto  que  nace  muere* 
De^e  que  la  vez  primer^ 
yf\  lá  luz  de  tu  arrebol , 
*  do#  veces  la  ha  dedo  el  sol 

á  los  signos  de  su  esfera  ; 
ábmo  al  qne  el  rayo  toc¿ 
de  Ji!||>iter  vengativo , 
pof  gran  tiempo  muerto  viTd 
en  un  instante  quedó; 
como  aquel ,  que  \a  cabeza 
de  la  Gorrona  miraba  , 
por  un* peñasco  trocaba 
la  humana  naturaleza  ;' 
tal  en  .viéndote,  m<*  veo, 
tan  absorto  y  admirado , 
qne  en  admirarte  ocupado  , 
ao  doy  1u;;ar  al  deseo  ; 
que  esos  divinos  despojof 
tanta  gloria  jne  mostraron  , 
qóe  al  punto  me  arrebataron 
toda  el  ^Ima  por  los  ojos. 

Do*" a  Ana. 
Tened  ,  don  Juan  ,  ¿  esto  pira 
todo  en  que  amor  me^leneia  ? 

Don  Juan. 
No  ,  porque  ya  la  éabef  sr^    '*^ 
y  en  vano  e)  tiempo  gastara* 

Wm^mmmmm  ■     ■     ■  ■  .  i    ,        'il  I.  n        I        ■ 

(i^    F€í  d  iear  4a^  Ana , jr  dttíéiMilam 


,393 
Dqña  Ancu 
jÉn  qué  os  morís  ? 

Don  Juan, 

No  seSora ; 
pa^s  ni  en  morir  parará, 
que  en  el  alma  vivirá  »  ^ 

^1  amor  que  os  tengo  agora. 

Doria  Ana* 
¿Para  én  pedirme  que  os  quiera? 

Don  Juan* 
Ni  llega ,  señora >  ahí, 
que  no  hay  méritos  en  mi 
para  que  á  tal  me  atreviera. 

Doria  Ana, 
Pues  decid  Jo  que  q4i«  queréis. 

.  Don  Juan, 
Quiero...  Solo  sé  que  os  quiero^ 
y  que  remedio  no  espero  y 
viendo  lo  que  merecéis. 
Como  el  mísero  doliente 
que  «n  el  lecko  fatigado , 
á  cualquier  parte  inclinado 
los  mismos  dolores  siente  ; 
y  por  huir  del  tormento, 
que  en  cada  lado  es  mayor  ^ 
busca  alivio  á  su  dolor 
en  el  mismo  movimiento  ¡ 
así  yo  con  mi  cuidado 
Vengo  á  vos  ,  dueíio  querido  | 
lio  de  esperanza  inducido, 
•sino  de  dolor  forzado ; 
por  |io  morir  con  calLiUo, 
no  por  sanar  con  decHIo » 
"^ue  es  imposible  el  siifrillo, 
€00^0  lo  es  el  remcdiallo*'* 


394 


T  así  nó  oi  ha  de  ofender 
qoe  me  atreva  i  decía rar, 
pues  vá  janto  el  confesar, 
qoe  no  os  pof  do  merecer.    • 

Doña  Ana, 
¿Qaereía  roas? 

Don  Juan. 

¿Qoe  mas  que  tos? 
Si  entender  qnereís  roi  estado, 
en  qae  os  qaíero  está  cifrado. 

Dona  j4na. 
PaeSy  señor  don  Joan  ,  á  Dios. 

^     Don  Juan, 
Tened  ,  ¿  no  me  respondéis  ? 
¿de  esta  suerte  me  dejáis? 

Doña  Ana, 
I  No  habéis  dicho  que  me  amáis ■? 

Don  Juan. 
Yo  lo  he  dicho «  y  ros  lo  Tcis. 

Doria  Ana. 
¿No  decís  qae  vuestro  intento    ' 
no  es  pedirme  qoe  yo  os  qníera  i 
porqoe  atrevimiento  fuera  ? 

Don  Juan. 
Asi  lo  he  dicho  y  lo  siento. 

Daña  Ana. 
¿No  decís  que  no  tenéis 
esperanzas  de  ablandarme? 

Don  Juan. 
To  lo  he  dicho. 

Doña  Ana. 

I  Y  qué  i^alarme 
en  méritos  no  podéis  , 
Tuestr^  lengua  no  afirmó? 


39$ 


^  Don  Juan. 

To  lo  he  dicho  de  este  modo. 
Dona  Ana. 
.    Pues  si  vos  lo  decís  todo , 

¿  qué  4|aereis  que  os  diga  yo  ? 

ESCENA  VI. 

Don  Juan. 
¡Oh  venga  la  muerte,  acahc 
con  vida  tan  desdichada  , 
que  solo  puede  su  espada 
remediar  pena  tan  grave  ! 
¿  Qué  delito  cometí 
en  quererte  ,  ingrata  fiera  ? 
Quiera  Dios...  pero  no  quiera  „ 
que  te  quiero  mas  que  á  mí. 

ESCENA  VU. 

Don  Juan ,  Celia  y  Beltran. 

Celia.'' 
2  Ah  desdichado  don  Juan  ! 

Beltran. 
Ayúdale. 

Celia. 
\  A  Dios  pluguiera 
que  mi  voluntad  valiera. 

ESCENA  VIII. 

Don  Juan  j  Beltran* 

Beltran. 
¿t^ues  qué  tenemos? 
Doh  Juan. 
}  Beltran ; 


3S6 

Lt  verdad  huye,  á  la  etperansa  pido 
Eogaiios  qo«  alimentea  mi  át*to  , 
Elemos  contra  mí  imposibles  veo , 
I^ado  en  uu  s^lfo,  ni  de  un  leüo  asido: 

Con  él  vuelo  de  amor  n^aa  alrevido 
Ko  sobo  on  paso  y  y  aanque  mas  peleo » 
AI  fin  vencido  soy  de  lo  que  creo  » 
Vencedor  solo  en  lo  que  soy  vencido. 

Asi  desesperado  victoriosa 
Niego  al  deseo  engaños ,  y  á  la  gloria 
Mas  vivo  anhelo ,  sí  sa  muerte  sigo. 

I  Triste  donde  es  el  no  esperar  foczosOf 
Donde  el  d«*sesperares  la  victoria , 
Donde  el  vencer  dá  fuersa  al  enemigo ! 
Bellran* 

¡Triste  donde  es  forzoso  andar  contigo, 
donde  hallar  que  comer  es  gfan  victoria» 
donde  el  cenar  es  siempre  de  memoria  i 

ESCENA    IX. 

Sala  xh  casa  db  doh  Mutuo. 

El  Conde  ,  don  Mendo  jr  OriU. 

Conde, 
A  mi  señora  Lucrecia  » 
dad,  Ortiz,  ese  papel.  Dúlettnp&pd* 

Oriis. 
Guárdeos  Dios.  Fase* 

Don  Mendo, 
Cosa  cruel» 
Conde ,  es  una  muger  necia* 

Condb. 
¿Cómo? 


Don  Mendo, 
G)a  zelos  y  amor 
sale  Lucrecia  de  ai.  • 

Conde, 
¿Con  causa  ,  don  Mendo?    ' 

Don  Mendo. 

Sif 
mas  tanto  el  yerro  «$  mayor. 
,4  Si  por  dofia  Ana  estoy  ciego , 
ella  que  ba  de  remediar 
con  reñir,  y  con  celar, 
aino  aiiad ir  fuerza  al  fuego? 

Conde, 
¡Qoieran,  Lucrecia,  los  cielos, 
que  te  mude  esta  mudanza, 
y  á  mi  perdida  esperansa 
abran  la.  puerta  tus  zelos. 
¿  Y  vos  qué  le  respondéis  ? 

Don  Jf^fáp. 
Nunca  el  negar  biío  daño. 

Conde. 
Mejor,  fuera  el  desengaño  i 

«i  en  otra  parte  queréis. 

*^  Don  Mendo,  I 

Dañarme ,  Conde ,  podría , 
que  su  amor  causó  en  mi  pecho* 
terrible  incendio,  y  sospecbo  ^ 
que  hay  centellas  todavía. 
T  qui^n  antiguo  cuidado 
arraigado  al  alma  tiene, 
ha  de  obligar  el  que  viene,  '^ 

sin  despedir  el  pasado ; 
que  mil  veces  se  agradó  I 

de  U  novedad  Cupido, 
y  vuelvf  i  buscar  rendido         \» 


397 


ap. 


398 


lo  que  arrogante  áeyó» 

Conde. 
Avariento  sois  de  amor, 

Don  Mendo. 
Mas  el  de  doña  Ana  estiiáo. 

Cpnde. 
I Y  ella  os  quiere  ? 

Don  Mendo, 

Pienso  f  primoi 
que  merezco  so  favor. 

Conde» 
I  Qué  hay  de  Teodora? 
Don  Mendo» 

Qaeria 
qoe  yo  focse* su  marido» 
como  si  hubieran  nacido 
mis  abuelos,  en  Turquía. 

Conde, 
Sin  ser  loca^go  no  cr)k> 
.  que  ninguna  muger  pida 
la  esclavitud  de  una  vida  ' 
por  la  muerte  de  un  deseo. 

Don  Mendo, 
Pues  ya  después  que  mi  amoi^ 
sacó  pies  amedrentado , 
ea  ella  crece  «I  cuidado , 
y  al  paso  de  él  .mi  rigor. 
Ya  sin. esa  condición 
estimara  mis  favores. 

Condtí 
Dichoso  sois  en  amores. 

Don  Mendo, 
En  el  signo  del  León 
Marte  y  Venus  concurrierOtt 
de  mi  nacimiento  el  día  f 


,  r  393 

y  si  bay  cierta  ástrología 
ellos  amable  me  hicieron.... . 
Mas  á  Dios,  primo,  que  es  tarde | 
y  á  doña  Ana  quiero  ver , 
que  hoy  su  sol  se  vá  á  pouer 
en  Alcalá. 

Conde* 
Dios  os  guarde. 

ESCENA  X. 
Don  Mendo  jr  Leonor  do* 

Leonardo.' 
El  oócbe  á  la  puerca  está: 
que  ya  se  para  imagino.  ■ 

Don  Mendo, 
Ten  me  el  coche  de  camino         \  > 
á  la  puerta  de  Alcalá. 
Parta  al  punto  el  repostero, 
y  encárgales,  por  mi  vida  , 
que  esté  á  punto  la  comida, 
en  la  venta  dé  Vivero. 
Haz  como  doña  Ana  vea 
en  mi  prevención  mi  amor. 

Leonardo, 
Toda  !ú  igente ,  señor , 
•u  vida  en  tu  gustó  emplea, 

EStíENA'xr.  ' 

SáXk   BR  CASA   DE  DOiÓ^Á  AnA. 

DoM  Ana  de  comino  y  Celta. 

Doña  Ana,  ' 
i  De  qué  va«  trille  ?*  ¿  de  qué 


409 


lo  van  to^as  mis  áoiicellas  í 
Habla ,  díme  sus  querellif« 

"     Celia. 
Señora ,  verdad  diré , 
piirs  obligación  me  pones  s 
tienro  tas  crÁdas  todas 
en  la  esperanza  sos  bodatf 
y  en  la  corte  sas  pasiones; 
y  como'  de  aqníiá  stis  dias 
es  4a  nocbe  de  san  Juan  , 
cuando  los  amantes  dan 
indicios  de  9u»  porfias, 
sienten  el  ver  que  esa  nocbe 
en  la  cor|e  no  han  de  estar. 

Doria  Ana^ 
Pues  pierdan  ,  Celia  ,  el  pesar, 
que  por  la  po^la  én  an  cocbe 
conmigo  entonces  vendrán; 
■  porque  se  alegre  mi  gente  , 
gozaré  secretamente 
de  la  noche  de  San  Jnanf 
y  volveréme.  á  la  aurora 
á  proseguir  mis  novenas. 

Celia. 
Alivie  el  cielo  tus  penas  f 
¿  mas  no  era  mejor ,  sefiora  4 
dilatar  esta  partida  f 

Doña  Ana. 
Si  sabes  que  estoy  mnr^rndo 
por  dar  lá  baano  á  don  Mendoy 
y^o  hay  cosa  que  lo  impida    > 
sino  el  cumplir  las  novenas  , 
qu4>  á  San  Diego  prometí  , 
¿dilataré,  estando  así, 
al  remedio  de  mis  pe0a«  ?. 


^ff,ij.  ot tí i,T Ce/te."'  -   •  »'^  •>  ,'>itf/l 
Hágate  «1  cidó.  ^dicíM'f  <  ^ -*  í^  'tc"¡no¿il 
é  dalles  la  nueva  voy^»-»     '^ru'»  í.v  el 

^er.fkicárfalisi^riiii'vy«í  n*»  o-iui»  '»oty 

,cia'>»»u»;voiA«fjl((tlKiFá<»*''"í»' fH  lít  í'J'  -ir» 
Don  Mendo  viene.  *  *>:  sjr.d^Tfe  noiJ  ía 

Imea  agiclNytes  lfá>  fm>fiiéQU'*  '*•*"  »  xo^ 

Los  caii^M4A;Aka44»vMIiitiiiÍofftt«t  n» 

desde||peilr/bl«(4immM.d^^^firMMk»'KK)   m/^ír 
y  de  la  f<rAiM}Uir«í  n  mcj)--  í  •  oI.iTcon  í.tt/f 

despaes  que  priniavera^Sr)fii:efM4ftí>.:  h  \it 
la  dkhoHj«ap«iiia»safd<|;»ir«tffSM;b^i«:*)  1^  ia 

Los  arroyos ,  «pti  .#iípar«i^  ser  espejos  ^ 
CD  qoien  d$  ^Mftdp^ifóhf  litlwtMeAiüín  ;3 
se  miren  los  refle)lM%,  núou 
transfi0loMlft->4Í«<0orrif»At«  «t  ^vilM^l^oL 
y  «I  agaa  en  camMh^r  A«f»llos ,  grata 
bace  á  tas  blancoá^fte»»  pjt(eml»jfc|phtaja  ¡^ 

Al  nuevo  soi  que  nac^i  agradecidas 
en  verdes  ramos  fiil^baWtAVas  aves 

dando  a  los  viento»  mottcas  »ví$^f^^  o)  rea 

26 


4BB 

para  ef  pilcar  ka|1or^  áftdteiéUn  .) 
articoUr  inteqlag¡-gt^^iifi— pi»i'";4a*a 

Parte «  ó  feliz «  qnlf.'^  zéfiro  anaTt 
lisoBJear  pretepdfblkitticíéab  (•  -*'•     11 
la  voladora  nave  «v  i./  .r.u  &i  ¿  ^.  u  ; 
de  naeva  £arop%v]Upilfe^l3ichoao  , 
por  q«ieQ  en  Úüa^uMP&^Mavaitiiafct^ 
España  de  tos  glorias  hace  éoHkmwtm 

Parte  %  6  prtmeraMéVl  adorado» 
de  quien  M|(n¡endoitV^jiteleáiovuníento» 
•i  bien  arrebatado  9  .aa^W  ubii^K  i*i/í 
pues  Iraa  mi  cenJMHPQfMQno  violento  | 
que  yo  ^  si  lo^^nlm^ft»  i  gloria  mía » 
voy  é  aer  cldbio^li)  drf  cttarjdifi., .  n^ud 

Lo»  campos  de- Hi^e /aÉis^Aatigadoa » 

la  conaonagj^i^i^^^to^ 

los  cristales  tua)a  dos  I 

las  lisonjas  del  «é«(r>^«niAa » 

en  naáloÍMdli^^y««te»iífilAti#tvn>o  zol 
llevar  pórtiBrt4«cftl4rUlí'4MMb<'i^>lrtM^^''^ 
Mas  atando  el  coraeon  lélidticltáit^^  ^t  )t>  i 
forzosa  accl«*<dl^  jWhteyfe<ftfréi^éHdteá^i^'* 

ni  el  holi*r*ít|f?lvdrta'/'«'»^efliii4    .  ij,  e:>iiq"!:» 

ai  el  esUdoi|tie4fiii|id*l«saé«»4nttéi  ('*'><'*  ^* 

Es  íniaA^M'ttlii^olMltf^MettcMi  *'^''*'p  o » 
Doria  Mféii*^^'^  ^^  ^  n:nim  t. 

Joajta^UbUM  á#  áM<ir<>iotarjíbcdiwwiiit^qfi*» 

¿Sinift|(|[tictié»*#tt|a4ri«»fi^^iifii'(  •*•(  ¿  ^eti 
4£jsL-:)'íbf.  í,    -  tS:jSáí  9up  liM  »*-  .un  iA 

parto  fW^l^'''    '--'^úíu  ^oln'ii,    :    I  '.  í-brr..^ 


408 
iDón  IteiHhí 
.•  i'  •.  ;m,  .  ¿Qué  nmisli» ?íVm Ifeladi , 
tttabdo  fó  ma^ú  ftirdliñdov-  ^  ,  / 

Seguirá  tatst  yo  >  totoo  á>bi^ataé*.  •  '     .  i      ^ 

Ko  m^  ^paHtt  jdCiii.si  difesi^oafiaft''  :"'  ' '  ^' 

YiVe  fel  recato  «nirft  laa' ániiaa  alai. 

¿Mo,ttia.l)anuüi.tii  dotáof'  -:    i       , 
JDotíá  j^/m»'     •  '      <  * 
.  ;,  .      'i-M-    •    i.í  .  f  l^de:||lk  ojwV  ^ 
derta  lengua  del  .almav  lo  kti  aabido. 

.'iv.i'M-^Dittt  Mtíidfh  '  '■  •'  •••  ••      •  ^ 

¿l>e4ni^fieaüísaiMi|ot.|'    ,  :     :i  í^^  •  •    ^  ' 
cuando  te  adoro  yo  de  tf  querido? 

*D¡¿ila  kna.    ' 
Hasta  al  si  conj[i(g|i)  ^hm^  midania. 
4ue  no  hay  dentro  delmar  cierta  bonanaat 
En  tanto  que  á  mis^deu<|lojf  ^jtpwafijipt^;^ 
la  dichosa  elecéion  dé  ypie^Mr^^if  a^^^ 
y  devota  suplico  .  ,^    , 
en  Alcalá  á  /lU  ^due^o  soberano » 
que  lleve  á  fin  feíiíB  tni^if  tentó  nuevo  9 
y  las  novenas  pago»  que  le  d^^j^,,  \.  ^ 
puede  mudarse  vuesttp  amor  ardiéntCi 
'j  quedar  mi  ppibion  en  opiniones 
defvulgo  maldiciente,  «ícit  t.1 

que  ¿  lo  peor  apfica  ías  acciones. 

¿Mudarme  yof  .  .  ^ 


404 

DértMemA 
^M!  plr«0Íil  cáaiekis^  inconstante. 
¿Si  ya  Boevo  caiiiado  te  fatifft^  07  o(i-ifitw 
d  fingido  recato  qné  pretende f 
Declárate , .tábemif^a;  -v  '  -.[.i  üm;.  <: 

ao  el  dratrngado  la  nniéaiuíé  ofende  $ 
vete  segnrsi^  ccaparé  enlreUanto»         .  i'<1 
d  alma  en  aclos ,  yJa.  vida^kn  llanto. 

Ofendes  mi  lealtad  y -^  dvsé^nfias  ( 

mas  porqae  de  tú  error  te^dcwi^áftaa»'  «^^ 

pon  secretas  espfasi^v  i/    vV 

pi;ii^  üt^^fé;  como  Aií  honor  no  daiKes. 

.cM      .  Dtm  HenéúS^'^  "^^,'    '.''.• 
Confianza  tendré^  maá  no^.paciencia » 
contra  el  rigor ,  setoia^de  t«  doaencja*  C. ; 

i  t  l^í  •  <•       r  f.i»  'w  «i  -.w^   .,       í'    •-# 

ESCENA  rXÍU. 

* 

•'"• ''  ■•='■■'   prfU  '■".■  '      "     ■' 

DOft¡tto¿f^ia,'se$óral'    "■  ."! 

v««e^lM.nari¿.'-^  "•■"■■■••■  ;"'■',  ' 

*  ;  Quien?,  . 

Tapríáia.     *  ''^''  ^*  -"í  -  ^  •■  ' 

A  impedir  ror  oiett      ,    o^  / 
la  trae  mi  desdídhá 'áfiora. 

EsamAXfiñ 

Dicho*  f  doña  Lucrecia  con  manto  y  Ortu. 
Doñé^Eücréiiu. 


4éi 

¿t  vtrttr«»^slá  p»rtflai¿ 

Ni  yo,  Loerecia-  qacrid»^ 

me  partiera  sin  pasar*  v ''  '^  *'^ 

por  tu  casa;  parque  «I  ver 

al  pasar  ta  rostro  hermoso  # 

faese  presagio  ídíelios^  ''t''  "^  "* 

del  viag,e  q«e  hctde  liacev^ 

<  k  f   Boha  Lücreckn     '     *  ^ 

NiVgame  a^ora».  traidor >f  '      '  '  (i) 

las  verdades  jque  estoy  ¥iwidol* 
'  BoñaAno.:  '"^'   '''^ 

¿Qaé  la  dlcbs  á^don  Mendo  ? 
(i)  '^'-l    Baña  Luorecilá^*'  "''" 

Del  «Qsslüao  da  palor '       í'    '  a"* 

le  pregun^^'la^  ^asjon ; 

. porque 4e  \K^^J^  acompañar    - 
^  fó  indica  el  tiempo'  y  logar  j^ 
(()      y  fuera *¿itá lité  atcioii. 

Tan  aho  i¿e^Aj¡pM^o 
con  mi^nittild^  uío  tóhvltnféf 
y  mas  qtié  Yfü^n^á,  tii*ne 
nahtf^  éé^  ^nsiaAiiento;'  ^  '  ' 
Mas  si  conmigó  pai^tiek^af;'  | 
de*^aÉréchr;^ppimá  V  iby¿  '  ' 
que  pues  ^é^^^riégto  VoyV  ' 
de  color  no  S^H^titra.  ' 


-^^Aii 


á. 


'í  • 


Ya  bierfté^»^ides  partfh*^'   ' 
que  lós*(:¿iÉfcé^  l^á'n  véhidbr 

Que  no-  me  olvides »  te  pido* 


(j^  ^  jiparle  d  don  MencUh 


} 


40$ 

Por  pantos  te  hc.acVeflcHblfi 

A  Dios ,  don  Mendo«     •  i    . 

,  -.  .1  <  .1  Stiloni»  . 

en  el  coehe  osearé.   • 

SI  «igano  «n  U^  caite  os  Té  « 
(  )  sospecl^ará  lo  qoe  ahora 
ba  #0H>vh^^  <ní  prima. 
Quedaos  y  salid  despaea. 

Don  Men^k^ 
Yo  oiMdMco ,  y  v«e«iros  piet  (O 

sigue  el  alma  4fii^  ofe  tátkmMik     ^ 

JDo&«  íu4;rcQÍat  don  Mcnéa^j^  QrlU* 

Paría  I^iitQK€^^  («]Í 

¿Conoces  fsto  papeM 

^0 1  I<^cr<«ía  j  l«ti!f«r)W-  . 
.  Urna  ¡MOi^d^*  . 
Janta  lo  <iae  ¿as.  ^cha  oqol 
con  lo  %^^  dices  ^  ^l,.    , 
Traidor  f  fin¿i4o,ft^^«!l9«UiUro, 
engafloso,  ^á  t(,to:ilU« 
apellido  4e  .Gnjsqiaii ,  .. 
y  nombre  de  f:a)|Sl11erQ  f 
i  Qaé  sangre  pnede  te^ep     ' 
quifn  fiepepecbf  ^riM^qr,?      . 
¿Es  ba^ajtade  ^ador. 

*  .    '   ■!    ■«   ^iij. .,;  ^jn  ^m   1  lili    m^i^tmt 

(i)     Aparte  de  Lucrecia, 

(a)     iS0¿*o  un  /Tdspe/  ,^  muéslralú  4  don  Menda^ 


Oye,i  feftoriá;s.t.<  ;.  .-.rí..!!.;.'  r*  >  ^ 
c«oft  ffioTeicMdifttHábiM'tt  <    tpi^^ 

¿Pofts  qu^v«^lries%'(i6iideiiarmet 

sin  oÍK  sMJbiftucit»»^  '  -f  "S  omoO 

.  vCfMíf^fiíifr'rntf  n  >i  f  ctn 

¿  Qué  ii$em»p9í  fiápdes:  d^rme^  r  ci 

¡  PrfiotaribwlJtínjisíi'tráidor^iT 

.fi^«8tht<tair'eiapik,p0abaRiMp  ,r.'.liiA 

de. mi  agr&vfo  y  t»  mudniM^T 

£n  lo  qiiffiuiudKa^  nUerror  ^ 

fondo  1»  saliiMbkftii^ 

j  »o  te  dl^4áB(4Bri:«iia#te  ,  nJ^.ni? 

tu  esciidei)^iq«rfdÍB>kabb|rte^  9;3 

¿tsesíhdí  nnmmeáulon  %  •  i  i '    >ín  f^ 

donde  el  dMCMr(»0'  sabrías. 

dM  rfcelal^té^^lMiár 

Tave  av^^iif  ^»  casaV  ^ 

que  á  veria  prima  salíaa» 

y  vine  á  espei'ih^  ^uf  ^ 

y  rdéíátfléW^VWll^Rár'l  ^Bnra ; 

▼íénáMne  vMfi^Mk^Hí. 

Mira  fil»i4ii^1né(i:étefl#i|af.  .  io3 

¿De  roodW<qiit't^  diftcnlpaa^V  '^- '^ 
«ittHAfftvMttM^'tM  cQtpa»  t  -       '-' 


4n 


y  con  bailarte  con  elU  '. .    ,-'^0 
daa  remcaio.4  tA  qtte^U? 

Porque  faeae  '«Ir  dta*É||a&o  >       't 
en  iH»'|ureseiieÍA7faM  ibcrt«b 

.  Boña  Lucreeim,  *  7 

i  Qa¿  desengaftd*  ni«  díale  ? 

Como  ta  pena  «nisftWiatef  n  - 
no  qaísé'háyandoofendertcf  1 
mas  ten  «ierla.«ftn€aH&ia  1 
pai^aacglirat»  Hif  ■eloa^^'-^  ■-  .Q  v 
qu^  tn.  el  dr(ieiMle< ic»<ckbit  >  »  j 
antes,  q«e>eQinúr^'lMlr4  ntudMua» 

.'•-^r.Láfto^atHo,   '*'      ' 

Presto,  odn  lft:voktet^Í>    >     a  ^ 
deUüiMidvtf.ii»  vfrtftd^  -^ 

te  mostrará  miéeaeo^rtf  *:.  >     i 

*   •  •  •       n,  iao?«.f)  i '  1.  ...  i* 
'.ESGlNAiXVIv^    .     u 

¿  Donde  )i«F  com,  melQA^oivdart  ?f 
¿Liici;i;fifiJb^4mp«i<f»¿EN>ii  Mmi^a? 

Conde.» 4|«*tíy«nfsi:enU|u»d^  •:.II4 
traído  de  mi  4MN(lLtlH9^^\ 
Qae  lÁMmcia  lia  ^tii^alMnr    .    ri  ^ 
de  vos  ^  io^^ne  l¥lbta«(M,ib^  na 


'  Cóááe.  ''  ' 
'    *     '     'Te!5iii;6*«óy.        \  * 
Bón  Mendd.  ^ 

JBso  á  solas  ha  ¿t  ser  i' 
que  pensará  que  6s  obligo 
con  mi  bresencist  á  kboíiarine. 

ESCEKA  XVII. 

Dichos  m^^m^  4í0if^  M^wh.    <- 

•      Ihña^Lihirécia. 
I  Tú  dejaá  parr  infótlmarme        d^* 
eli  til  favor  bben^Jl^lgó!  ^ 

¿ He  de  aecit' la  veVdaa^f     '     "' 
Doíltt  Ziicrictór*  '  •     '  • 
Pai^li  esb  quedas  atiíUflí" 
'. ;....     .  •  •--  ■  i^ndei  '^  *'      '  "  ' ' 
Pues  escdchaW  dé  ¿if , 
págnes ,  ó  no  9  mi  lealtad  ;   '   / 
y  por  prevenía  el  flaüV, 
si  acaso  no  me  creVerüs  / 
ten  secreto  lo  que  oyeres  ^ 
y  averígaa  sí  es  en|^Üío': 
qae  naes<me  iijo  ddn  MendOf  ^ 
que  cnente'  lo  Vjne  boy  pasó  t     / 
cumpliendo  ló^^oéel  mandó  | 
ma^e  dirá  qu^  le  bfbiido  ;         ' '' 
que  kanqne  éo  intento  haya  liURif 
que  use  pMi^  dié'M%áífto ,        • 
no  debo  •  pira  Wéáíílo'*'        *  ^ 
darine  y^rporUtéAdfílot.     /'^ 
Dando  h)Dy^n&ra  tí'trii  papel     / 
don  Mendé-i^OflI^itt  c^do," 


^ 


me  diio  :  /  cosfí^Qc^iifi 
Condes  es  iufojnfffer  necia  f^ 
Después  q^  d  fk^^^na  di 

en  servir  tásale  de  si  j    ,      j^  ^  3- 
de  anipr  jimios  jUkcreqü^  ^  .„j, 

Yolediie:. ^Aa«4.jwar    ,  n., 
na  engañarla  t  X  reapondúS  t 
Mil  veces^  f^  9^^HÍ^^    i 
poIqíó  d  desear  amor  ^ 
j  esté  eaéa  prniniémh,.. 
nada  piv^  efk.eqfíj^^pUa. 

JÍa9%  Ifi4ia:e€Úh  '  f; 
j  Qué  earedflj  JiMWíi^l^  ?  QUa  ti 
¿tal  podo  dfl4^,^^  Meado? 
Qae  tu  a&doi^  #fljrjft4escA  ^  .  ji  ^^ 
quiere*  «9^  di^^ofier; 
¿ piensas  qiff  te  he. ^querer- <;1 
aunque  4  dQn.^A(|i:fi(|o  aborresca  f 

Oy^  ,     .,.;., 

Z)od<t  ftucrfciák^  *,       , 
Mo  me  dii^as  nada* 

,€ofíífe,  >  ,     .         .  * 
Averí{«aJlo^  a^yertida  ,     . 
y  dame  pei^a,9(eii4ida,, 
6  premio  4^9<*n^«¿j|da« , .     *    o.  , 
T  at  p»or  amartf^.yo^  .  ,  ^ 

dn4a  MI  mi  verdad  lia%  p|ie«||lk  4^ 
^^rvate  d«  i^ú^  íiqi^f  :     -> 
ya  que  de  pjcpbanu  W  «  n 

El  va  tras.f4la4,A^F*Jv  •     ' 

y  no  es  .estfs.ffi^l,  %t^^ ,  .,-m  . ..:. 

del  deseng^  qoc  di«Or|,i  i,„(;<[ 

despacha  t4  qniaai^li  /  a.  o 


con  euidado  y  nln  pasipn 

y  si  mi  verdad  te  obHga , 
premíií^ii'WIWHiWrS;  '* 

qae  preficrit  «n  ta  cuiaaoo  9 
OH  epgado  t*fr%ííado 

!«•  Tf  rdad  4ic^^k¿%stás , 
qae  ai  negándal»f«ati^r^.    *    '  ^ 
no  ea  «jn^  cuédi»!»^  doy, 
aimlipe-i^a  me  das% 
I Ah  frísol  ItlriMoiMll^rof^^ 
¡plegué  éiíOMr^  fetiqgwil  grifdQ 
amante  y  daMfiítiítad*!'*^'*^ '  '>'''' 
pruebe»^  kiial«i«ii|éeiinQ^vo4^ 
Pluguiera  é  EH¿feyi«aM#  ipid,  - 
pil4Kn!a.Mi¥s*«'oefcsMAi<-<i  •  ■ .» ; 
mudaran  IftdkfiUaMomoi    • 
al  paso  qtie  ^iftiYOÉNoi'  ' 

( r^a<^4t,^ma  h9f  diobutrardad  • 
te  d|irá  ,mt  vp)irt»^d  ^  ^ 

lo  que  te,  wga  «ti<4imér^  í 

CoiMit.  .  :-'  '  >: 
To  lof,<i$4imo  4iHi#«  miff t0«  •     > 

Tanto  ma^  me  duberlt  <^ 
cuapiü^  me  lbi«te|im^»   ; 
Con^,  por  €owPmií.m^trU,\ . 


AH 


j  ,  Clin  i'  ..'  í. ' 


AIS 


XSGVHA  XVBL    ,  ^» 


r^    * 


Don  Jbéon* y  Beltran  d€  nochél 


te 

T*f    el 


aQii<rKd«tiiMMr'r 


aféi>«MM»i;alfei*  fraseé.  * 
iQoé  poalM'4»M*  ion,  b«ll#p: 
•í  va  pcMréabtieMlMáUr!-    •  ' 

ñas  <|«í  iraisu  *^ á  eAillar  ' 

que  r»  c«U  ^Mm;  pr«^lette^ 

¿t  los  dMeos.ér^M  aio  ; 

coal  KMr*  ftl  fNfbMo'coeke'-     ' 

y  ñenáo  fkp^9é  áü ,  *  »    •  *   " 
pasa  poi^MffrfMfiniite  mnJ^^     - 
cnal  ilfl  tullir»- itoMiflJá       » 
con  la  TÍ  oda  disfrazada  ,. 
qoe  entre  f^las  dr  casada^ 
baHa  los  fastos  de  boda  ; 
cual  encMatra  y  desbaraU 


«na  tarta  ito40BoilÍi»>9  -*•'  ^^'^  ^"^ 
de  qiiieii  50«i  Itfé  «^^««^Mlas'  '{ 
tiigar8#«faii«s  de^^i^kla'^  /  ,  .i*)  r 
cual  se  llega  á  4ap  qii«'  taa'i*  ••-i 
bnnjJbdoIo^  retpBOuw!';^  ¿nHi 
y  tni#Qa  i&>■i!i^f»¿fl^^al«ea<|^ '<"  i 
un  pelHKoi  qvcrlAilite.:' '!. !  !•»  7 

Qaien  JoaJtaoÉCBtitMieaaMtt  ^     '» 

encuentra  cpi»<  én  «mr^ (      ( 

¿&  el  aaar  tn^bnírimcv  ■.".•  ¡  U 
una  mvgar;  pfliiéglfieail^r    »  i        .> 
Si  cae  iMMMv^Mi  ««pvida'-''   ' 
«n  péUadQ  i4yMi'|  u  ;< .  .   «. 

porqoe  ¿fdÓMdétBeoatratáa  •        I 
bombr^  -é  ^Mvgtv^qiié  n»  ^i^  f :  ¿) 
Cuando  4mp  ')p4tor oyere» '  ^      « « t 
dicleiido :  JUmm^  t^^Ub  itncerOf 
te  dice!C'<l«ma^4M;m»%ft3.ii  'i  "  r   /i 

£1  metcaéer  tlsMiÍMiv|e  t «'  1  i 
dkiejido:«»U^>^;iiaUa#r      '  •    -» 

podnds  io  ^^fumé$  am^ktm:^ 
Todos ,  segaBiín«|^o» 
pidefcj^l|fwaifpB»V9ti»«t>  '  ^  ^ 
es  fatraa  dany^pedw'vi 
cada  nná*^kT  tm^i»jmá(ú0i$ 
con  Ja  criis  ekvao^íata»  , 
con  los  reaponaoAJi^icQdi', 
el  monstrao  coa  su  figora , 
con  sa  cuerpo  el  ganapán  ¿ 
el  algoacil  con  la  vara, 
con  la  pluma  d  eagrÜMiAO, 


4li 


ir.:    ■  .  o  A 


4H 


«1  oficial  ^M*hbmtítá9i/'f.i^.  z,.r 
y  U'«ni(^a'.6dtt  UfcCM»  tu:  •,• 

eon  iD«f(  fa«o|i  |Ndtrá,  •    > 

poci  qoe  mm$-.qw6i  todoi  iá#'     i 
y  rnenpA  4|ii0.  id^s.  {Nlede^'i        / 
y  el  fDÍsecilá»#:kpNi  el  étít    f    :.r 
tu  V  iere  por  féaááfmitíre  » 
dla^  iMcn  fttTitMÍáilttbrtVí 
higa  coiUíoAmttíaá%^t4,:iin  .. 
que  tanto «  dM4«\«|lle  li«ceii# 
el  pedir  ti$aéoiMÍé«#  >  i  .-.  i  f%    ::  ^ 
que  píeii4o'!<(ift*fi4i«jy»  •   »     ••' 
sin  «abenJovqot  atftbacMMi  *«i   ^ 
y  flf{  eá  fácil  flitllg^«»í);iJuq  i'^ 
porqiír.«CiHI«liiHifiifiilj»'<.  dfr'io'i 
qof  ,qfMe»ipNk4«f»;#c«ik#i.  üí  « f 
no  sentiráiMr>aJdaii«ai«:k  ^ '  c^-i^ 

Aunque  ama  «MMMeivlMitic»'  •  >) 
no  has  de%^«lAAIlfi6:Al»«e*Miv>  •« 
Beltran  i  fiM»«Íi.a«*t  tMjwr  >  .  : 
es  el  no:%nlátfflqn«ft4^l«»s  •  «  •  • 
y  mas  si  la  ^ptftk^i^lonid^ti  u.' 
#e  dignas«iid<b«itft  doiMI^  i.\  <     v.  ; 

¿Aun  te  ¿BUn ümé'tf^Mmp^i.'^  i 

Ardo  nm/k^émuuámátékásui  ^ '  -^ 

Este  cs,el'tD^«ftr*'i«..  i  -.      -i  i^^'' 

,  .1 .1/.  *-  :  •'»  •",  .'•'-'      • 

u.  M  í»'i>^»  fo  ■  •  *^:  •-•  ••'  -> 


¿Mflor>  <^«)lli>dá>falítá  •  '  '  < 

t>edd«(»éef«ei«|t|miéi»tr '    .  ''>'^ 

Aquí  tcneU^i'^árMlclK"!*'^''  '^"^^ 

Dadme  |mes  oiiÍI»itH#l«A  •  '"^ 
Hombre  <|#HhlrC»fitt(vftá«"  >  / 
recién  heredtlNfUJiyzifv^'  ^"^  '^^^ 
pájaro  I  ^tté  «ÜK^ettl  el'vlcnitvy  b 
aave  que  se  tril9)«'al'^£i»»cl  c/ 
qae  á  Wd{d»i<ftniiÍ'Aefqp  ')d  ro  \ 


4id 


ni  debe  moiirar  ÍUq«Ma  » 
ni  poedej^iydn^fMtrOf 
ha  de  regir  •«•  accionet 
-  >^  los  esi;ertW^1»IUHbr,^  -  ^  ^^^-^^^^ 
obligadoi ,  por  .MPeo^^c*  t 

Con  esU  ley.jiMoMw 

y  con  4)^%4^^fi<M«f  »oI  om^a 

capilanef  vetfir«IMIt 

de  eUf /|olM^.mf>9^«íuett>..  .^ 

Acompafiadi9iie<  |o  vd0l  t 

adverti^\^[)f^:^llif«  ígHPM»*  ,í>   .'. 

decidme  el  n^^¿j^^)t\\t9UAúi^K 

y  la  calida44f^.MA#J..  ..;i   '/i:<^iá 

y  en  lc|.^J^  qftft^í^^   .  .      ,.  í, 

principf^  P9M4M^<^iPOTC^¡>  W 

adv^rJif^.qnKiiom^^Mi^    :.  sol 

pretendo  ^ílM^.Ü^  ^9^  i 

qne  el  se2ofe^mt««t^«<^^4t<: 

como  Ap<üo  f j^nift^  Apolo, 

entren  sua  rayM<ÍMlW%|0fftAiJc9 
Lengua  faonig^ifA'i  Mi^e  pecho» 
fácil  gorríií„^(VWPí^»í»*«<«*í  ^ 

de  la  1ibertA4,4i%«^dM- 
EnseiíadnMtbMiMito*' >»^l  l«P^ 
en  qne  tocar  f»daft.ot«^»f 
cnal  es  A«Mff4fel'i:>  .  w,(|    i,it,i;a 
y  caalflin¿ni#»q»lp^f»    ^  inoU* 
ya  del  dgke>teo#i  jflPííb  r  .J  lobíi 
el  VMtfmó^te  «aaoidf  4>rp t oii.jk| 
ya  la,cán«|féfisb(«ia«  •  -  -»i'p  -^vct 
porque  ip^AfttndliAÍ(rdM  t.  inp 
Al  fin ,  \oa,éái^mi$itííÍ^%^i  *  '( 


4íT 
]a  corte  el  cvrténáe  Monstruo  f 
por  mi  corren  mis  aciertos  j  ^*     ' 
y  mis  hierres  por  vosotros.  * 

DanMendú 
Yo  confieso  qtid'es  muy  délSíty    ' 
para  ese  cielo  esle  ^lo  ; 
mas  suplirán' mis  deseos 
el  detecto  dermis  boorbros. 

'  Déti  Juah.  '         "  '     - 
De  no  ser  un  «fUinto  Fabio 
hoy  con-  riii  suerte  tne  eiiojo  ^ 
roas  el  que  soy,  obediente  *"*    '  '* 
á  serviros  me  •dispongo. 

Dutfue.    •     '  •"'•^'-^ 
Con  eso  en  nxilhbr^  de  Dios  , 
sfgúro  á^Q  tnar  me  arrojo;^ 
vamos  «Hilanderías  calles  y     '^ 
xáientras  pré^nto  y  me  informo;  « 

i.  I       •     D&n  Mendo. 
Esta  es  la  calle  Mayor 
Don  Jtmn* 
Las  Indias  ét  nuestro  polo. 

'    -     ^  JS>0/i  Mendo.  • 

Si  hay  Indias  de  empobrecer 
yo  también  Indias  la  nombrojí 

Don- Juan. 
£s  gran,  t^rcaera  de  gustos, 

*  '     DqfA  Mendo, 
Y  gran  corsaria 'de  tontos. 

Don^^juan 
Aquí  compran  las  mugerfes^ 
•  ♦   Don  ^  Mendo. 

JT  nos  venden  á  nosotros.  

Duque. 
¿QoiéA  li^biU  eA  c»tas  casa»t' 
;á1 


4ift 


Don  Ju 
Don  Lope  de  Lara  ,  un  nos* 
muy  rico»  pfro  mas  noble. 

Dom  Mend0^ 
Y  mftnos  noUle »,  que  tonto.  (i) 

JDuffué, 
Teued  y  que  Lailán  allí. 

£hn  Juan. 
San  Joan  es  fiesta  de  todos. 

Don  M0ndo* 
Yo  aseguro  que  van  e^tos 
mas  alegres  que  devoiot. 

Duque. 
I  Quién  vive  aquí  ? 

Don  Juan* 

U9I1  vinda  » 
muy  honrada  y. de  buen  rostro. 
^^  ,  Don  Htnáo. 

Casia  es  la  que  no  es  rogada ; 
alegres  tiene  los  ojos. 

i  Bien  haya  tan  buena  lengua!  ap» 

i  Vive  Cristo  que  es  un  Momo ! 

Don  Juan. 
Esta^  ioiáocu  iniso  aquí 
un  esiraugero  devoto* 

Don  Menda.    .  u 
Y  entre  aquestas^  devociones 
no  le  s^be  mal  un  .logiy^y    1  J 

Don  Ju4^* 
Vn  re»jdar  de  esta  .vilia 
hizo  este  hospital  famoso.     , 


{^i     Hacen.  Ucnlro  ruido  de  baüe4 


Doihi  Méndo. 
Y  primero  hie«  los  pobres. 

BeHran. 
Por  Oiosijue  lo  arrasa  todo.       '    ap. 

ESCENA  XX. 
Dichos )  doña  Ana  y  Celia  á  la  ventanal 

Do^.a  Ana* 
Hoy  iiAce »  Celia ,  tres  años 
que  mi  esposo  con  sus  dias       < 
dio  fin  á  mis  alegrías , 
y  djó  principio  á  mis  daSos. 

'     Celia.  '    ^   í    '•' 

Si  de  Alcalá  te^rüiiiste ,  )  '    / 

^lo  ¿  gosar'  lar  aleada 
qucj  Mad^iil^ hatee  eiste  día, 
I  por  qué  quieras  estar  triste?  ^ 

I  Por  qué  ton  eslA'  memoria      '    »  \ 
tan  injusta  g«errb  mueven 
contra  el'cónte^ip  que  debes 
á  noche  de  léfeitaglioria  f 
Ya  que  tu  lut^o  yjTu pesio 
te  impide  el  salir  de  casa 
hoy  9  que  los  limites  pasa 
el  estado  mas  honesto , 
y  estar  quietes' encerrada' 
noche,  que  el  uso  permite ,  ' 

que  los  altares  visite 
la  doncella  mas  hont*ada  ,      '  '    ' ' 
con  quien  pasa  tus  enojos 
divierte,  señora  mia, 
y  niegue  esta  celosía 
lo  que  conceden,  tus  ojos. 
Las  do^e  han  dftdo,  señora  { 


419 


420 


oye  del  sesudo.  esp(Mii 

el  pronósticQ  cjiciiíiHI*  .>  « 

Doña  Ana, 
A  don  W^ndo  f\jí\sí\^  jwlora. 

Don  hiendo* 
Don  Juan. de.  \fcl*ti6i**. 

Dona  Ana»^ 
■*'       '     '  '¡AyDíosr' 

.¿  DoQ  Mendo  no  e»  el  .que  babló  ? 

Sí  y  maf  á  don  Joan:  nombrók 

DoJf^ApéA'   . 
¿Quimil  dad9  f\m  rfe  Ips  dos       .   . 
es  don  IVJendo  4^  Gpzman 

pronóstico. p«r^^í¿^  t.'. 

pues  antes  ^u, y 091  ^1 9.  ,. 

qne  no  el  iio^uii^n  4^  cJQn.  Juan?  , 

^.  CVia,-,;.,j.  .  . 

¡  Mas  g.ué  ÍHtfiaé'  qM9.  oj'd^ára  , 
el  destino  «aUfr^iH».»^  ¿i     ..,.  /:    r 
que  ifí^¡}}titif;i¡^  %«ffnc^aoT^II|^<;i,.  , 
para  don  Ju^HwSiít.jgM.^rdQra.!..  .•  .-. 

Calla  ,  neci?  ;  ¿,q/».K?  P'"**^  ; 

tan  notable  dií.^aiii^j?^¿,^     ^^  ,       , 

¿  qué  importará  quf.  ^1  ¿)est^n/>     , 

quiera,  sino  quiero,  y^f^^. 

Del  cielo  es  la  indi  nación, 

el  sí,  ó  el  no  todp  ^sjnio; 

que  el  hado  cu  el  alyediío 

jio  tiene  jurisdicipn. , 

¿  Como  puedo  yo  querer 

Lonibrc  cuy^  cara^  y  .f^í'® 

me  cn.i'ada  solo  en.njirallef  , 


El  amor  lo  pw^dc  'hacer. 

Doñn  y4na. 
Solo  quitará  oí  morirme, 
Celia,  ádon  Mendo  mi  mano; 
que  está  eJ  píazo  muy  cercano  , 
y  mi  volantad  muy  firme, 
t'  Dugiie. 

¿Cuyos  son  estus  balcones  T 

Don  Juan, 
De  doña  Ana  de  Conlreras  j 
el  sol  por  sus  vidrieras 
suele  übrasar  corazones. 

Doña  Ana, 
Escucha ,  que  hablan  de  mL 

Duque. 
¿Es  la  viuda  de  Siqueof  ' 

Don  Juan. 
La  misma. 

Duque. 
Verla  deseo. 
Don  Mendo, 
Pues  agora  no  está  aquí. 
Ni  yo  en  mí  que  estoy  sin  ella»  ap. 

Duque, 
¿  Dónde^ué  ? 

Don  Mendo. 
Volando  está 
á  san  Diego  en  Alcalá. 

Duque, 
La  fama  dice  que  es  bella. 

Don  Juan, 
Pues  por  imposible  siento 
que  en  algo  la  ba.ya  igualada 
el  diblijo  ,  que  ba  formado         * 


42i 


422 


la  fama  en  to  pensamiento; 
que  en  belleza  y  bizarría » 
en  virlod  y  discreción 
vence  ¿  la  imaginadoo, 
ai  vence  á  la  nocbe^  el  dia. 

Don  Mendo» 
I  Plegne  á  Dios  qne  esU  alabansa  ,     mp* 
no  engendre  en  el  Dnqne  amor, 
que  con  tal  competidor 
mal  vivi^i  mi  esperanra  ! 
Yo  qaiero  decir  mal  de  ella  , 
por  quitar  la  faena  al  fuego. 
Ciego  sois ,  ó  yo  soy  ciego  , 
ó  la  viuda  no  es  tan  bella  : 
Ella  tiene  el  cerca  feo 
•i  el  lejos  os  ha  agradado» 
qne  yo  estoy  desengafiado  , 
porqae  en  sn  casa  la  veo. 

Duque, 
I  VisiUisla  ? 

Don  Mendo. 
Por  pariente 
algnna  vez  la  visito  , 
que  si  no,  fuera  delito  , 
aegnn  es  de  impertinente. 

Doña  Ana* 
¡Ab  traidor! 

Don  Mendo. 

Sí  el  labio  mueve 
BU  mediano  entendimiento  % 
belado  queda  su  aliento 
entre  palabras  de  nieve. 

Beitran. 
¡Ta  escampa!  «jf^. 


423 
Don  Juan. 
¿Que  trate  as{  ap.  d  Bel, 

V   «n  caballero  á  quipn-^ama? 
Beltran. 
E«tp  dice  de  su  dama  , 
¡mira  que  dirá  de  ti ! 

D<fn  Mendn, 
Pues  la  edad  no  sufre  engatíos 
aunque  la  tez  resplandece. 

Ditila  Ana, 
|Ah  falso!  ¿que  le  parece.,? 
aun  no  perdona  mis  atlos. 

Don  Mcndo. 
Mil  liotes  son  el  Jordán  , 
con  que  se  remoza  y  lava. 

Duque, 
¿Pues  como  don  Juan  la  alaba?        (i) 

Don  Mendo, 
Para  entre  los  dos ,  don  Juan 
es  un  buen  hombre ;  y  sí  digo  , 
que  tiene  poco  de  sabio  , 
puedo  sin  hacerle  agravio  ; 
vuestro  deudo  es ,  y  mi  amigo: 
mas  esto  no  es  murmurar. 

Don  Juan, 
I  Que  queráis  poner  defeto 
en  tan  hermoso  sugeto ! 

Don  Mendo. 
En  la  rosa  suele  estar 
oculta  la  aguda  espina. 

Í)on  Juan. 
Ellos  son  gustos ,  y  al  miO| 
ó  del  todo  desvarío  , 


(  I  )     Aparte  los  d0$. 


424 


6  Mfa  mviu^r.es  dMna. 

Don  Hiendo, 
Poco  sabéis  Je  id  age  res. 

Don  Juan. 
Veréisla  ,  Dnqoe,  alf^bn  dia  , 
y  ac/abará  esta  porfia 
de  encontrados  parrceres. 

j  Don  Hiendo, 

Don  Juan  me  qaicre  matar, 
y  aquello  mismo  qne  he  hecho 
para  sosegar  el  pecho 
del  Duque  «'  me  ha  de  dautr. 

Celia. 
¿  Qué  le  parece  ? 

Dona  j4na. 

Estoy  loca. 
CelifM- 
¿A  este  hombre  tienes  amor? 

Dona  Ana. 
í^l  pecho  abrasa  el  furor! 
¡  Fücj^o  arrojo  por  la  boca! 
¡  Posible  es  que  tal  oi  \ 
¡  Vil,  á  quien  te  quiere  infamas! 
¡Asi  tratas  á  qnien  amas! 

Celia, 
No  am^ ,  quien  habla  así  i 
«1  te  engaña. 

Dona  Ana, 
Claro  está: 
d¡  qne  me  traigan  un  coche  j 
volvamos,  Celia,  esta  noche 
¿  amanecer  á  Alcalá  , 
que  lo  que  ahora  escuché 
castigo  del  cielo  ha  sido  , 
£0^  ¿«^^  mtei*ruiu¿ido 


42S 
las.  i^ovenas  qne  einpe€¿« 

Celia. 
Aqtps  eSle  deseii{;aiio 
le  debes  á  c?tta  venida. 
Dona  Ana* 
Si  con  él  pierdo  Ja  vida  f 
mejor  me  estaba  el  engaüo. 

ESCENA  XXI. 

Dichos ,  menos  do  tía  Ana  y  Celia, 

Don  Mendo, 
Allí  suenan  cuchilladas.  (  i  ) 

Duque» 
Esf  as' damas  de  mi  voto,  pase,  , 

sigamos. 

Don  Mendo. 
Es  mas  do  voto     aparte  con  don  Juan* 
de  mu  ge  re  8,  que  de  espadas.  i?ase, 

Don  Juan., 
Y  asi  e)  mas  amij^o  abona 
para  tjue  advertido  estés. 

Beltran. 
Su  lengua  en  eteto  es  ,  ' 

la  (^ue  á  nadie  no  perdona. 


( 1 )     Hacen  dentro  ruido  de  cuchilladas. 


ACTO  SEGUNDO. 

ESCENA  PRIMERA. 

Sala  xh  casa  del  Duqds. 

XI  DuifU,  don  Juan, y  Bellran;  toda»  de  color. 

Duque, 
I  Cómo  los  toros  drjaU  ? 

Don  Juan. 
Viéndoro^  sin  vos  pn  ellos» 

es f sha  de  los  cabellos 

¿Del  yat^^o  como  quedáis? 
qoe  era  robado  el  partido* 

Duque. 
CogiVronroe  de  picado: 
he  perdido  >  y  me  be  cansado. 

Don   Juan. 
Mil  cosas  habéis  perdido ; 
el  descanso ,  y  el  dinero, 
y  los  toros. 

Beliran. 
¡Qne  haya  jaicio» 
qne  del  cansancio  baga  vicio 9 
y  tras  nn  hinchado  enero  , 
*  que  el  mundo  llama  pelota» 

corra  ansioso  y  afanado ! 
I  Cuánto  mejor  es  sentado 
buscar  los  pies  á  una  sota  « 
que  moler  piernas  y  bracos  T 
Si  el  cuero  fuera  de  vino» 
aun  no  fuera  desatina 


427 


sacarle  el  alma  á  porrasos. 
¿Pero  perder  el  aliento 
con  una  y  otra  niadanza ; 
y  alcanzar,  caaodo  se  alcanza ^ 
un  cuero  lleno  de  viento » 
y  cuando  una  pierna  rota , 
Brama  un  pobre  ju^dor» 
ver  al  compás  del  dolor 
ir  brincando  la  pelota? 

Don  Juan», 
£1  brazo  queda  gustoso  9 
si  bien  la  pelota  dio. 
Beltran. 
Séneca  la  compafó 
al  vanó  presuntuoso, 
y  esa  semejanza  ba  dado 
sin  duda  al  juego  sabor ; 
porque  no  bay  gusto  mayor  y 
que  apalear  á  un  hincbado. 
Mas  si  miras  el  conltinto 
de  un  jugador  de  pelota  * 
y  un  cazador ,  que  alborota 
con  balcón  la  cuerda  al  viento; 
¿  por  dicba»  tendrás  la-risa  ^ 
viendo  que  á  presa  tan  corta 
que  vencida  nada  importa, 
corre  on  bombre  tan  deprisa, 
que  oponas  tqcan  la  yerba 
los  caballos  voladores  ? 
Valga  os  Dios  por  cazadores ; 
¿qué  os  biso  esa  pobre  cierva  ? 

Duque, 
De  la  guerra  bas  de  pensar 
que  es  la  caza  semejanza , 
y  así  el  ardid  |  la  asechanza » 


428 

el  seguir  ,  y  el  alcanzar , 
es  gustoso  pasatiempo. 

3eltran» 
¿Mil  contra  nna  cierva?  Si  ^ 
bien  dices  que  son  así 
las  pendencias  de  este  tiempo. 

Don  Juan, 
¡Beltran  ,  satíricp  estás! 

Beltran. 
¿En  «lué  discreto,  seuor  | 
no  predomina  ese  hamor  f 

Don  Juan» 
C^mo  mat«s  morirás. 
heliran. 
En  Madrid  estuve  yo 
en  corro  de  tal  tijera , 
quR  la  pe^abn  cnalf]uiera 
al  padre  que  lo  engendró  ; 
y  si  alguno  se  partía 
del  corro,  los qne  quedaban 
mucho  peor  de  él  hablaban  , 
que  él  de  otros  hablado  había: 
yo  que  conocí  sus  modos  , 
á  sus  lengcias  tuve  miedo  ,^ 
¿y  qné  hago?  estoymc  quedo 
hasta  ciue  se  fueron  todos. 
Pero  no  me  valió  el  arle  , 
que  ausentándose  de  áili  , 
sólo  á  murmurar  de  mí 
hicieron  un  corro  aparte. 
Si  el  maldiciente  mirara 
este  solo  inconveniente , 
¿  hailárase  un  maldiciente 
por  un  ojo  de  la  cara  ? 


'         Don  Juan» 
¿Fuera  por  eso  peor  ? 

Beltran.  , 

Espáj^topie  c[uc  eso  ignoras  i 
mas  que  cien  predicadores 
importa  un  murmurador. 
Yo  sé  quien  ni  con  sermones  ^ 
ni  cuaresmas,  ni  consejos 
de  amigos  sabios  y  viejos , 
puso  freno  á  sus  pasiones; 
ni  sus  costumbres'  redujo 
en  gran  tiempo,  y  solamente 
de  temor  de  uu  maldiciefite, 
vive  ya  como  un  cartujo. 

Duque. 
Digo  que  tenéis  ,  don  Juan  f 
entretenido  criado. 

*  DoH'Juan, 

Es  agudo  ,  y  ha  estudiado 
algilrdos  año^  Beltran;  ''  ^ 

DutfuéJ  ,    ' 
¿  Qué  hay  de  dona  ^naP  * 

JDoft  Juan.  ,    '   ' 

Esta  nochq 
parte  sin'  duda  á  IVtadrid^ 

Duque.  * 

Nuestra  invención  prevenid. 

Don  Juan,  /'  "  ^ 

Ella  ,  Duque  ^  vá  en  su  coche  | 
su  gente  en  uno  alquilajljO. 
Dugue, 
,^Bien  nos  viene.  ^ 

^  Don  Juan. 

Así  lo  espero^  , 


4M 


Diuque, 
I  Apercibióse  el  cochero  ? 

Don  Juan, 
Ya ,  feíor  ,  lo  be  concertado. 

Duque, 
¿Y  tiXi^  en  los  toros  doña  Ana? 

'  Don  Juan. 

No  la  be  vislo ;  pero  sé   , 
qae  cuando  en  ellos  esté , 
ni  en  andamio ;  ni  en  ventana 
de  suerte  estará  que  pueda 
ser  de  nadie  conocida  ; 
que  no  por  fiestas  olvida 
obligaciones  que  bereda. 

Duque» 
I  Cná&tos  toros  vistes  ? 

Don  Juan. 

Tres» 
y  entró  don  Mendo  al  tercero  j^ 
despreciando  en  un  overo 
al  amor  y  al  interés. 
Salió  con  verde  librea 
robando  así  corazones  t 
que  aun  el  toro  á  sus  rejones 
con  so  muerte  liso^gea. 

Duque. 
¿Tan  bueno  anduvo  el  GuzmanC 

Don  Juan. 
En  lodo  es  bombre  escelente 
don  Mendo. 

Duque. 

\  Cuan  diferente  ,     «| 
auele  bablar  él  de  don  Jaaa ! 
Cansado  estoy. 


Don  Juan* 

Reposar 
pocéis ,  señor,  entretanto 
que  dá  Tetis  con  sa  manía 
á  niMAtra  inY^ncion  lugar* 

Que\á  sa  tiempo  me  despiertes  » 
te  encargo. 

Don  Juan. 

Tendré  cuidado. 

ESCENA    li. 

Don  Juan  y  Beliran. 

^  Beltran» 

¿  Por  qué  ,  seüor,  no  lias  pintado 
caballos ,  toros  y  suertes  ? 
que  con  eso »  y  con  tratar 
mal  á  los  calvos ,  bici«r,aa 
comedias  con  que  pudieras 
tu  pobreza  remediar.    . 
A  que  te  cuenten»  me  obligo» 
seiscientos  por  cada  una. 

Don  Juan. 
Pues  /lu pongamos  que  en  nnm 
eso  que  me  adviertes  digo« 
¿  en  otra  qué  be  de  decir  f 
que  á  un  poeta  le  est4  mal 
lio  variar »  que  el  cs^ad^l 
se  mi|f^ra  en  no  repetir. 

Beltran. 
Para  dar  desconocidos 
estos  platos  dopiicadoai 
dar  aquí  calvos  asados » 
y  acullá  qdvos  cocidos. . 


<31 


j 


433 


Pero ,  séilor  »  á  4a§  Tcras 
vuelva  la -coa versación  : 
¿  DO  me  dirás  la  iotencton 
qae  llevan  estas  quimeras  f 
¿para  qué  se  ban  prevenido 
los  dos  capotes  groseros  f 
¿Qué  es  esto  de  los  cochero»? 

Don  Juan, 
Escucha  ,  irás  advertido. 
Desde  aquella  alegre  noche '9 
que  al  gran  Precursor  el  suelo 
celebra  por  alba  bermOsa 
del  Sol  de  Justicia  eterno  f 
de  la  encontrada  porfia 
en  que  me  puso  don  Mendo 
lá  mil  -gracia  que  conté 
de  doña  Ana »  mil  del'etos  ; 
en  el  corazón  del  Duque'  ' 
nació  un  curioso 'deseo 
de  cometer  á  sus  ojos 
la  definición  del  pleito. 
A  don  Meudo  le  esplicó 
el  Duque  este  pensamiento, 
y  para  ver  á  doña  Ana 
quiso  que  él  fuese  el  tercero. 
£1  se  escosd ,  procurando 
divertirlo  de  este  io4ento  » 
ó  temiendo  mi  Vitoria 
ó  anticipando  sus  selosi 
Creció  en  el  mancebo  Duque 
el  apetito  con  estO',    -^ 
que  sospechando  su  amor, 
hizo  tema  del  deseo. 
Declaróme  su  intención » 
y  yo  CA  su  «yoda  me  ofrt2eO| 


433 


tHadon«  ^aiperaBZfr  í  mi 

lo  c|iie  temor  á  don  Mando  if  * 

y  como  ¿QÜ^  Ana  estaba 

aqní  velando  é  San  Diego  f 

venimos  hoy  á  los  toros 

tolas  por  veHa  cjuepor  verlos» 

T  sabiendo  que  esta  oocbe 

se  ^rte  n^i  dulce  daedo  > 

por  quien  ya  comienza  Henares  . 

el  lloroso  sentimiepto  f 

por  poder  gozar  mejor 

de  sa  cara  y  de  sq  ingenio  f 

porque  las  grapas  del  alma 

son  alma  de  las  del  coerpp  ^ 

trazamos  acompasarla  ^ 

sirviéndole  de  cocheros , 

nnevqs  faetontes  del  sol » 

si  atrevidos,  no  soberbios. 

G>n  los  cocheros  ha  sido. 

para  este  fin  el  concierto» 

para  esto  la  prevencipn 

de  los  capotes  groseros; 

que  á  tales  trazas  obliga 

en  ella  el  recato  honesto  ^ 

cu  el  Duque  sus  antojos  * 

y  en  mí  f  Beltran ,  mis  deseos» 

Btliran, 
Todo  lo  demás  alcanzo » 
y  eso  postrero^  no  entiendo. 
¿  Cómo  en  el  amor  del  Duqaé 
funda  el  tuyo  su  remedio  ? 

Don  Juan. 
Mientras  sin  contrario  fuerte 
ame  doña  Ana  á  don  Mendo*  ,  . 
ella  «st¿  en  su  amor  muy.  firme, 
^8 


434 


y  á  mndMta  M  me  iittfeVd.   * 

á  cayat  haenés  y  rtíegoá 
puede -tniidarse  dóÉ'a  Ana, 
que  la  conquiste  pfetendo, 
para  cftie  aadando  mudable 
entre  los  fuertes  ópaíeStos, 
no  estando  firine  en  so  amor^ 
esté  ftaca  á  ttii  deseó. 

£sa  es  cancela  >  qtte  e^seila 
el  diestro  dpn  Luis  -Pacheco^ 
que  dtcc  que  está  la  «spada 
mas  iaca  en  el  movimiento. 

Doh  Joan. 
Me)or  s%  aé)eta  entonces  t 
de  esa  Iknotk  m«  aprovtecbd* 

¿  t  dittic  por  vida  tuya  , 
agora  sales  ton  esto  ? 
¿  No  eres  id  quiten  m«  dijiltei 
si  dfe  esta  vez  no  la  ititievoi 
morirá  tei  pretensión  > 
aunque'Vtvan  mis  destM>sf  , 

Don  júáh. 
Imüa  mi  amor  al  hfjo 
de  la  tierra,  aqtiel  Anteo ^ 
qtie  derribado  Cobraba 
nueva  ftierta  y  valor  nnev^i 

Beltran. 
Pensé  que  desespetado 
lo  curabas  como  á  mtietlo  # 
que  aunque  la  trata  ts  aguda  # 
pongo  gran  duda  en  su  efetbi 
q[ae  d  Duque  tM  muy  poderosos 


r^'Pvr  lo  mÍMioivM  '*    •' 

U  Vence  V  alivio  4«rá  ^ 

iqiie  por  nn  Í^iIr*  I«  pierdo V  -  ^ 

y  flinoy/oon^fimiBe^     <i  ^.  ,::,  ^ 

ver  qué  Jen||ii«  yo  lio  tMMd»! 

Umpoco  Ím.  ^i4d  aii'Ik|qtt«»^ 

>,     .  ' '  Aflf^í'uiic   ' '    ' 

^•fédei^Mios'íBoéltfiíeio»  :       -         /    < 

bat  cortado  tu  cabera  .    ; 

totaiolenic  i  ««•  intetatos  ^  i 

y  éstanda  té  inol  iiodoM> ,        •'   : 

iiaa  qaerido  áwo«4o  acierte.' ' 

Qaieres  qne  tí  Dúiéfme  lo;  IksV^ 

porqiiiüár^tiiidottilendo^ 

y  del  dado  «I  dalKb  mishio 

bas  tomoÁo  por  ^temtAib. 

El  epigrama  qae  ¿  Fanio 

biao  Mardalv  V!k»e  á  peló.  / 

JDa/i  /cían. 

¿GÓMoAko? 

Beiirañ. 

.  .    ^^diicido> 

dice  así  eh  leügaage  ntiestrd. 
^Híneviendo  9a<hid  Imfr 
•as  eantrérlóü^  se  mat^.^' 
¿  No  es  fotor^  pregonto  jó  > 
para  no  inorir  ^  i&orir  f 

Bol»  Jcm/t. 
El  ep/gratna  és  agikb « 
mas  la  aplicación  te  tfiégo , 
que  no  es,  cottio  tu  ima^gfnas ,     • 
q«e  vetna  el  Dnqae  tan  cierto ; 
que  «i  d  e»  grande  de  lSspada> 


43tf 


é»  el  i{0€rido  don  Meiido>' 
y  esta  es  ser-^r^nde  también 
€D  la  pr^teBCÁa  de  Yemas. 

Békran. 
Gra^l^ft  «oitJoe  ^os' contrariotf  t* 
y  tút  señor,  tnoy  peqae&a( 
mas  si  forinno  teay^o.» 
jo^o  posible  UJL  i«if  ntiO. 
Dos  Valientes  salteadores 
por  OA  bario  qoc  bobkii  lictbo  )f 
riñeron ,  qoe  cada  cnal  ^ 

lo  qnii^.  Jlevar  eniero  t 
y  mientras  ellos  rvftian  , 
nn  ladroocUlo  ratero 
cogió  .'Ul  presa. 

,  (.        Dm%  Jman. 

Dios^qniera 
que  me  suceda  lo  mesoio*    ' 

HAtf^SIOH  ns  DOÍIÍA  AvA* 
Doña  Ana  y  doña  Lucrecia  de  camino* 

1  Cómo  en  los  toros  te  h»  ido  t 

JOoña  Lucrecia.  < 
Jamás  hicieron  provecho 
en  las  dolencias  del  pecho 
los  remedios  del  sentido. 
Que  en  nn  rabioso  cuidado  » 
tanto  con  el  alma  asisto» 
que  aunque  los  toros  he  visto  ^ 
prima ,  ao  loa  he  mirado* 


Xcr#pootap#  que  k^y  am#r>^ 

<  Dóiia  Lucrtchií.  •  >  '^ 
ForEoso.es 'ya  qaeCe  ciMntey  '^ 
porque  el  daño  no  se  anm«iif^  ^ 
la  cansa  de  mi  <}olor.  /  >  :  { 
Doce*  veces  lia  vesliéo  •  •  •  i 
Febo  de  Ickb  &  su  hermána^^^  <  ^ 
después  ^  keravosa  ¿oAa  ¿Aüa  ; ' -^ 
que  me  sujetó:  Gii pido  ^  '  '  > 
inasno  íácU  ew  mi  amor*  ' 
llevó  el  ^oc  adoro  ki  paltn-a  ,*;  - 
que  al  postrer  precio,  del  ahfia'^> 
le  rendí  el  primer  i'avbr«  f  -  ? 
Hasla  aqiir4e  labe-«allado,'  f 
porque  muestra  Jiviandad  '^ 
la  que  sin  necesí&ad  * 

manifiesta 'SU  cuidado, 
í  Mas  ya  que  icnie  el  amor  ,        ( 
si  callo ,  n»  a<gravio  \n)\i&io , 
viendo  que  se  am*ga  el  gustd  ^  ' 
se  arroja  ik  n^a  eJt  bouor. 
Doii  Mendo  es  pues  el  sugeto  t 
por  quien  quiso. amor  que  mmMr4.^ 
que  m^nor  causa  no  biciera 
en  mitán  tirano  efeto.  ^ 

Supe  que*  daba  en  mirar  ^ 

tu  belleza  sobaran»» 
que.  sok>  por  tt  «^  dofta  Ana  ^ 
me  pudiera  á  mi  olvidar.   - 
A  mi  celosa  quereUa. 
satisfacer  intenta,.  v    ; 

mas  aunque  tV  ftiego>  aplacó^     ^ 
quedó  viva  la  centella.  .     . 
Supe  que  i  fienarea  veiiii^  .       • 


4áT 


438 


^loy  con  ^•kfTf  1^«^» 

si  á  mí  ea  M«d<i4  o^teni»? 
Pedí  i^  ieí  ptdw  licw?i.tia  ' 

B»i^  Xff^  <Í  Alcalá  V  ^ 

y  porque  ^9iA^<t<  ^  ^/ 
me  ha  perawtiiloí/eatft  Mtttncia^ 
No  vine  á,  los  toroa »  »♦  » 

con  ({ut  aept».  tú' ta  eni^ai* 
y  mi  deaen^BA  yo.  *      i 
Y  porque  ppober  preie^b» 
i[n^^rdbd,e8M  papel 
mira  y  conAtma«GOii  é\ 
las  U^iow»  áe  ao% .A^ii^r 

4e  que  yo  cargo  fe  hiae.; 
nptra  de  tí.  lo  que  dice  » 
y  (^onjLÍ%o  lo  que  haoe«        .      ''  {',1 

SFii  s^niirmento  titear eee^  ,, 

6Í/I  esatehan  mis  ^¡ddacmJpi»»^ 
*  cuanto  sin  razmt  me  <tiipá$  »^ 

lof^o  «OH  rAJOJ>  pmde^eSf 

Si  meas  /b  fMtf-  mertt9Sk 

verás  como  Im  ppsfefi^ ' 

te  obliga  á  que  sjin  íreÉson 

agravies  en  tu  {ocacaHra »,  ' 
con  has  dudas,  la  her^mostata  y 
co/i  los  z^&»  ia  tleccimm} 
Luqrecia  ,  de  ú  á^df^üa  uiaa^ 
ventaja  %ay  mas>  conpi^vénf 
que  ia¿  /a  musrte^  d'la  vida  t 


(i)     Dá  un  papel  á  d»7m.  Jkia* 


...  43a 

^  quién  d  la  hermosa  Diam0. 
p-o^ard  por  uw  fi^rtlla? 
deJ4H  la  in^ta  querella » 
desengaña  fus  enojos  ^ 
que  i^ngo  unfl  af/na  ^  jr  dos  ojos 
para  escocer  /a  mas  beUa^ 
Doña  Luereciá, 
.  4Qn^  diccf  4e  <s«  papel  ? 

jPoña  Ana. 

¿SI  est^  vieado  i^  prima,  a^iil  ^ 

lo  que  él  ha  dicho, «io  mí,  • 

qaé  qaíeres.  que  díj^a  de  él? 

Pierde  el  cuidado  cruel, 

que  te  Q.hligja  4  r^zelar , 

cuando  así  me  ves  tratar  , 

si  es  cosa  cierta  el  ua^er 

U  injuria  de  aborrecer , 

y  la  aUbaLDza  dc^  aqiat. 

Mas  cansada  te  i.maginoi 

entra  á  reposar  un  rato, 

que  para  hablar  de  tu  ingrato  i^ 

^rá  terewo  e^  camino. 

J^oña  Lucrecia, 
Mi  zeloso  desatino 
«ls^fi£LQ  DQe  ba  de  impedir^ 

Jfo  a  Ana» 
A  las  déKfi  ef  el  partir 
forzoso. 

pona  Luon^ia, 
¿Y  tii,  no  reposaaf 
Dona  Ana. 
lío,  Lucrecia ,  que  mil  cesas 
me  Caltají  por  prevenir. 


440 


JMia  EucreeiiK. 
¿PaeSo  fty«id*rle? 

Doña  Ana. 

Ayadsnna ,, 
dejarme  s(^a  será. 

Doria  Lucrecia» 
El  obedecerle  es  y«     • 
forsoso.  WqíI^ 

Doña  Ana* 

Como  el  matarme.       gfH 
Celia  I  ven,  ven  á  ayudarme 
4 lamentar  mi  tormento^ 
presta  iu  voz  é  mi  aKento  ^         ^ 
qae  eo  desventura  tan  grave  |^ 
por  una  boca  no  cabe 
4  salir  el  sentimiento.  ' 

KSCENA  IV. 
Doria  Anajr  Celia. 

Celia. 
iQné  ha  sido? 

Doña  Ana. 

Nuevos  agravios 
del  vil  don  Mendo,  que  en  snm.^ 
firma  tambfei^' con  la  pluma 
lo  que  afirrod  con  los  Jálmis. 

Cétía. 
Mudar  conseyo  es  de  sabios : 
basta  aqui  nada  bas  perdido; 
tu  mis^a  vista  y  oido 
te  han  avisado  tu  daSo : 
agradece  el  desengaSo 
que  á  tan  buen  tiempo  ba  venido. 
Qoieu  a5i  te  injuria  aosenle» 


441 
y  presente  Iisoii(|et  x 

ó  engaftoso  te  desea , 
ó  deseoso  te  fíente  ; 
y  caando  cumplir  intente 
lo  que  ofrece  y  y  ser  tu  esposo  « 
si  ordinario »  y  aun  ior^^os.q 
es  el  cansarse  un  marido  ^^ 
¿cómo  hablará  arrepentido  I 
quien  liabla  así  deseoso  ? 

Doña  jánch 

No  es  f  Celia  ,  ihi  corazoQ 
ángel  en  el  aprender  , 
que  nunca  pueda  perder 
la  primera  apreension ; 
no  es  bronce  mi  corason 
en  quien  viven  inmot-tale^ 
las  esculpidas  seSales : 
mudarse  puede  mi  amor ; 
si  puede,  <f cuándo  mejor , 
que  con  ocasiones  tales  ? 
No  pienses  que  está  ya  en  m{ 
tan  poderoso  y  entero 
el  ;gÍ9i|nte  amor  primero  , 
á  quien  tanto  me  reudr; 
desde  la  noche  que  oí 
mis  agravios ,  la  memoria 
en  tan  afrentosa  historia 
tan  rabiosamente  piensa  ,^ 
•  que  entre ^  amor,  y  fa  ofensa 
dudaba  y«  la  victoria. 
Pero  con  tan  gran  pujanaa  ^ 
la  nueva  <u}orja  ha  venido, 
que  del  todo  se  ha  rendido 
el  amor  á  la  ycnganta.  % 


442 


Celia. 
^  Serás  firme  en  la  modaiua.  F 
Doña  Ajiut, 

0  el  cielo  mi  mal  aomeiiie* 

Tm  venturas  acrecien^ , 
como  contento  me  ba  dado 
in  pensamiento  mudado, 
de  nn  hombre  \^JJ^  nuldidtnti^, 
Qae  desde  que  estando  nn  día 
viéndote  por  ni^ji  teja  , 
la  cerré ,  y  me  U^md  vieja  , 
fin  pensar  ^ufi  yo  lo  oía , 
tal  caal  soy  ^  no  lo  qnerrí^ 
si  él  faese  del  mnndo  Adas. 

Que  eran  voles  91  Jordán» 
dijo  de  mí;  ¿q«.é  u  alUva, 
^ue  á  tus  aRos  te  átrcviom  ? 

\  Cüin  diferente  es  do»  Jfum ! 

Ofendido,  y  despreciado 

es  bonrar  40  condición , 

cuanto  el  lengua  de  escorpios 

ofende »  siendo  estÚDMlo. 

Una  ve»  desesperado, 

doR  J[oan  se  ifuejaba  así: 

^^¿qp^^deU^QcqmeU 

en  qnererte^  ingrata  fiera? 

Quiera  Qiof  ..^r« ;  pera  no  qnier»^ 

que  te  quiero  mas ,  que  á  mí.  ^ 

1  Si  vieras  la  cortesía 

y  humildad,  con  ^ne  me  Wlil¿ 
cuando  licencia  pidió 
para  verte  el  otro  día  t    - 


44J 

fiH;  mi  defensa  á  dti  criaáo  ^ 

qi|e  povQaba  arru^jadOi 

quf  ri  yo  difionUailMi 

\^  visita  ».  lo  caDsaba 

ser  él  pobr^  f  desdichaclo! 

¡  Sí  v^rM  •••••••  ¿  p^o>  qné  vieras  i 

que  í jalase  á  la  qoe  viste  I 
cuando  del  traidor  le  oíste  y 
defenderte  tan  dkevt ras  T 
Ta  te  ablandaras-,,  é\  fneraa 
.  formada  de  pt^frAal. 

I  Qué  te  ob%a  ^  fy^  ^an  mal 
te  partaca  n^  ^sé^^^t  I 

Tener  á  qoien  babla  breii( 
indi  nación  nata  ral ; 
y  sin  ella  me  oi>1lgár^ 
la  r^s^on  4  q?^  ^  hiciera* 

JfktUa  Amm- 
I  Cdia  it  si  ^lóa  J(«an  tovíera 
mejor  ^U^  f^  y  vejjor  cara  ! 

'  Cflfe.  * 
(Poes  cono  t  ¿  en  tsp.  repara 
tina  tan  cnerda  ■i,ii|;er  ? 
£n  el  hombre  m»  has  de  ver 
la  hermosura  ,  ó  {^ntileza  ; 
su  bermos^^T^  ts  la  nobleza  y 
su  gfp.tsleaa  .el  aaber : 
lo  visible  es  el  ttfáoro 
de  mozas  faltas  de  seisot 
y  las  mas  veces  por  eso  ' 

topan  con  un  asno  de  oro  |^ 
por  eso  »(»  ikAC  d  Mero 


444 


Tentanas  ^  y  et  coa»  davái 
qae  «unqoíe  a)  principio  repMPií 
la  \ista  f^con  la  costumbre 
pierde  el  gusto  6  pe.aaduBibr6 
de  la  buena  y  ó  mala  cara. 

JDoña  Ana*  /  * 

.  1^0  niego  que  desde  el  día  ^ 
que  defenderme,  le  oi,  ^ 
tiene  ya  don  ^an.  en  mí 
mejor  logar ,  que  solia  ;    • 
porque-  el  beneficio  cria 
obligación  natural ; 
y  pues  el  rigor  mortal 
aplacó  ya  mi  desden , 
principio  es  de  querer  bie»  „ 
el  dejar  de  querer  mal. 
Pero  no  fácil  se  olvida 
amor  que  costumbre  ba  becbo,. 
por  mas  que  se  valga  e^  pcebo 
de  la  ofensa  redbida  ; 
y  una  forma  corrompida 
á  otra  Cavma  bace  lugar  ^ 
mas  bien  puedes  confiar « 
que  el  tiempo  ira  introduciendo 
á  don,  Joan ,  pues  á  don  Meada 
be  comensádo  á  olvidar. 

CtUa. 
¿  Podré  yo  ver  el  papel  ? 

Doña  Ana. 
Pide  laces ,  que  la  oscura  •/ 
nocbe  impedirte  procura 
\er  mis  agravios  tm  él. 

Celia. 

Ta  están  las  luces  aquí.   . 


44S 
Botta  Án& 
Ten  el  papel.  DiUe  el  pipéi  d  Celias, 

1ESCENA  V.- 

Dichái  y  un  JEscuderó» 

JSscudero, 

Pos  cocheros  I 
piden  licencia  de  veros. 

Dona  Anm* 
Enifeii. 

Escudero. 
Entrad. 

ESCENA  VI. 

ÍDichos  ,  éi  Duque  y,  don  Juan ,  de  cocherosi 

Don  Juan* 

Poes  I  tí 
nvnCa  It  ha  risto ,  seguro 
hahla  de  ser  conocido 
mientras  yo  callo  escondido 
en  manto  de  aomhra  oscaro. 

Duque* 
£1  ¿ido  os  n^narde ,  jeSoni. 
^  Doña  Arta. 

Bien,  venido. 

Duque. 

Acá  roe  envin 
—      el  cochero  qne  os  servia » 
y  no  puede  hacerlo  agora , 
vendido  á  nn  dolor  cruel. 
I A  qué  hora  habéis  de  partir  i 
qne  os  tengo  yo  de  servir 
esta  jornada  por  él. 


445 


4¥aAta  tá  m  mal  ? 

Don  Juaii' 

.  '     ;   Por  io  méÜM 
lio  podrá  serviros  Íkoj* 

Doña  Ana* 
Pésame. 
,  buqué. 

Persona  w&f^ 
^n  quien  no  lo  «ohaneis  menoá¿ 

po^a  Ana.  ' 
A  media  noche  esté  el  coche 
prevenido  á  la  caümm. 

buqué* 
Y  será  la  vei  piriiüéra  « 
que  el  sol  sale  á  media  noche. 

boña  Ana. 
¿Como  u  tabí 

Mkiqúé. 
¿GómotseÉof 

Df^a  Ana. 
¿  Tierno  aois? 

I  Ei  contra  ley  t 
alma » teñ^  ^  cótiio  d  fiey  » 
aonqae  este  jofido  profeso. 
'  Mo  hayo  de  amor  los  males  ^ 
que  si  por  ellos  no  fuera  » 
yo  os  juro  qtie  no  estuviera 
cubierto  de  estos  sayales. 

Dbrim  Ana. 
¿Pues  qnéí  ¿  son  disfcas  de  a«Mf 
por  infanta  pretendida  ? 

Duqut. 
Puede  ser. 


4« 

Üoíta  ^ña\ 
Bien  por  mi  vida. 
a1  cochero  tiene  humor. 

ttíiá. 
bon  Mendo  viene. 

Doria  Ana. 

Id  coa  Dio8«        \ 
y  á  teedia  )áo'c1ie  os  espero. 

Duque. 
^engo  por  tei  com^hñéro 
también  que  trálalr  con  vos; 
iqñe  es  suyo  el  colche  en  que  vá 
Vuestra  ge'n^e,  y 'esta  noche 
'  jrá  veis 'cuánto  vale  un  coche» 

Lconfcertádo  no  esú.'* 
k  Visita  recibid  ^ 
,  que  los  dos  és{>ifeYarem6S» 
buha  Ana, 
-l^óif  eso  no  reñiremos  « 
•i  (ion  bien  llego  á  Madrid. 

'büqúé. 
SeSora,  entre  padres  y  hijoa 
.  parece  bien  el  concierto»  {i\ 

^  íescena  vü. 

bichos  >  4lavi  Jfcift<io  >  ¡Ltoamrdo. 

•I 

I  Gloria  á  Dios  que  llego  al  puerta 
de  combates  tan  prolijos! 

bútfiiti 
Escuchar  pretendo  asi » 
ai  á  don  Mendo  favorece 
doña  Ana. 


j^x^    l$$  aparta  el  Duqu€. 


\ 
448 

¿Poei  ii«i¿  os  parecct 
¡buque. 
Qoe  por  mí  daño  la  ví. 

ESCENA  Yltí. 

Dichoi  I  dma  Lucrecia  y  OrtU  át  pañé. 

Doiia  Lucrecia. 
I  Don  Mendo  con  ella  j  cidot  I 

Oríit. 
¿Si  sái>e  qve  estás  acá  í 

J9ona  ÍAicrecia. 
Cerca  el  de5eii{;aao  esUU  0)] 

-    Órdz. 
Hoy,  averiguas  tus  «elos. 

Don  Mendo. 
¿  Qaé  es  eáto  ,  dona  Ana  bermota  ? 
¿no  rae  respondes  ?  ¿ qué  es  esto?, 
¿quien  W mudado  tan  presto 
ni  fortuna  venturosa  ? 
¿Tá,  señora»  tsii$  así        , 
^rave  y  callada  conmigo  1 
¿  quién  me  íia  puesto  mat  contigo  t^ 
¿quién  te  lia  dicbo  mal  de  mi? 
Habla ,  diroe  tu  querella*    , 
X  pona  Ana» 

¿Tá  puedes  causarme  enojos  f 
teniendo  una  alma  y  áos  ojof 
para  escoger  la  mas  bella  ? 

Don  Mendo. 
Palabras  son  que  escribí  api 

^  á  la  engañada  Lucrecia : . 


<i)     Pónest  á  escuchar *^ 


esperado  báBihlla  itédá 

Lucrecia  tener  de  tnf         ^ 

favor  con  hacerme  daño  ; 

mas  no  pienso  que  le  importe  i 

Vamos,  señora-^  á  la  corte         v 

Verás  si  la  desengaño. 

Do.ía  Lucrecia, 

\  Ah  falso  !  cp, 

Don  Mendo, 
Que  su  favor 

tíO  estimo  ,  porque  concluya  | 

lo  que  lina  palabra  tityá 

aunque  la  tingetídí*c  el  rigoi*. 

Doña  Ana: 
I  Cótho ,  pdes  si  el  labio  maevé 
im  mediano  entendimiento 
helado  queda  mi  aliento 
entre  palabras  de  nieve  ? 

Don  Mendo. 
Hoíi  Joan  Te  debid  de  da  i*         ap, 
cuenta  dé  nuestra  porfia  : 
Inas  aquí  la  industria  mía 
las  suertes  ha  de  trocar  ; 
que  si  la  verdad  coufiesb  y 
y  que  el  amor  y  el  poder    ^ 
temí  del  Duque,  es  muger, 
y  despertará  con  eso. 
Vuelve  esft  rostro  en  que  ved 
cifrado  el  cielo  de  amor. 

Doña  And,  — 

Don  Mendo  ^  así  está  roe¡or 
«jalen  tiene  el  cerca  tan  feo^ 

Don  Mendo. ,     ^ 
iTa  colijo  que  don  Juaii 
de  Mendoza  |  mal  iiiiradó# ' 


449 


450 


la  contienda  te  ba  cpaUdo  ^ 
de  la  noche  de  Sap  Juan  ^ 
que  conozco  ts^s  razoutes  , 
qac  el  necio  dijo  de  tí  $ 
porque  yo  le  defendí 
tus  di\inas  pecfecione*. 

Don  Juan, 
i  Ah  traidor! 

Buque. 
Disímjolad. 
Don  Metido» 
Pero  don  Juan  bien^podia 
callar  ^  pues  que  yo  qu^cia 
perdonar  st^necedad- 
Ma$,  ya  qjie  estás  de  esa  suerte 
de  ni¡ ,  scflora  ,  ofendida  » 
porque  le  dejp  la  vida, 
á  quien  st  alre\¡ó  ¿á  ofenderte  f 
no  me  culpes ,.  que  el  e$tar 
el  Duque  Urbino  presente, 
pudo  dp  mj  fnria  aauiieute 
el  íujpctu  refrenar. 
Celia. 
\  Qué  embustero  ! 

Doña  Ana, 

i  Qué  eoga2U>so  ! 

Celia, 
Mira  con  quien  te  casabas.. 

Don  Mcndo. 
Si  por  esa  me  privabas 
de  ver  e.^e  cielo  b«*rm<tóo - 
vuí'ive  ,  qui*  presto  por  nii 
cortada  vrifás  U  lengua  ^ 
que  cu  lu$  gracia»  P^^^,  mengua. 


Dona  Ana* 
PiMS  ^«árdate  fii  de  tí. 

Don  Mendo. 
¡  Yo  de  mí !  ¿  Luego  yo  he  sido  9 
quien  te  ofendió  ? 

Doña  Ana, 

.    ,    Claro  está  : 
¿  quién  sino  tá  ? 

Don  Mendo, 

¿  Cuánto  vá  | 
que  ese  falso  fementido  1 
lisongero  universal , 
con  capa  de  bien  hablado ^ 
por  adularte  ha  contado 
que  él  dijo  bien  y  yo  mal? 
Mas  brevemente  verán 
esos  ojos  I  dueño  hermoso  y 
castigado  al  malíríoso. 

Doria  Ana, 
Para  entre  los  dos;  don  Juan 
es  un  buen  hombre,  y  sí  digo 
que  tiene  poco  de  sabio, 
puedo  sin  hacerle  agravio; 
vuestro  deudo  es  mi  amigo: 
mas  esto  no  es  murmurar* 

Don  Mendo,  , 

Eso  dije  á  solas  vo 
al  Duque  ;  que  se  admiró 
de  verle  vituperar 
lo  que  yo  tanto  alabé. 

Doña  Ana.  \ 

D¡<o  ai  revés. 

Don  Menda. 
Según  esto  y 
quien  contigo  mal  me  ha  puesfo 


i 


4S2 


el  Daque  sin  dada  (oé* 

¡  AuD  no  ha  llegado  á  la  corte/ 

y  ya  en  enr«dotse  emplea ! 

¡  O  piensa  ^e  está  en  so  aldc»  » 

para  que  nada  le  importe 

so  {;randexa  ,  ó  caii4ad 

al  necio  rapaz  conmigo, 

para  no  darle  el  castigo  I 

Duque. 
¡Ah  traidor! 

Don  Juan. 

Disimulad. 
Dana  Ana» 
^Qué  sirven  falsas  escasas, 
qué  quimeras ,  qaé  invenciones  9 
donde  la  misma  verdad 
acusa  to  lengua  torpe  f 
¿Hablas  tu  tan  mal  de  mf  ^ 
sin  que  contigo  te  enojas 7 
y  enojaste  con  quien  pudo 
contarme  tus  sinrazones  ? 
Quien  te  daña  es  la  verdad 
de  las  culpas  que  te  ponen; 
si  pecaste,  y  yo  lo  supe, 
'  ¿qué  iraporla  saber  de  donde? 
Paes  nadii*  roe  ha  referido 
lo  que  hablaste  aquella  noche  ¿ 
verdad  le  digo ,  ó  la  muerte 
en  agraz  mis  aiios  CDite. 

Y  siendo  a^í  ,  sabes  I  ó 

que  son  las  miftiuas  razones 
las  que  aqtii  me  ha*»  escuchado, 
qne  la»  qu«'  di}iste  entonces. 

Y  pnes  la  sé  ^  bien  te  puedes 
desj^cuir  de  mis  iavores  , 


4S3 
j  &  toda  ley  hablar  bien , 
porque  Ja$  paredes  oyen: 

ESCENA  IX. 
Dichos  f  menos  doña  Ana  j  después  losjdenuts. 
Don  Mendo, 
Vuelve  ,  escitcha  ,  dueño  hermoso» 
lo  que  mi  fe  te  responde  j 
y  pues  oyen  las  paredí'S  ,  , 
oye  tú  mis  tristes  voces 
JDona'  Lucrecia, 
Mas  q<ue  de  tristeza  mueras.'        P^ase» 

Celia. 
Mas  que  eternamente  llores^  ' 

Duque. 
¿De  donde  pudo  doña  Ana 
saber  lo  que  aquella  noche 
hablamos? 

Don  Juan* 
Yp  DO  lo  he  dicho. 
«  Jpuqufi. 

Ifi  yo. 

Don  Juan. 
Iia$  paredes  oyen.  Fanse, 

t  "  Don  Hiendo. 

Óyeme  ti'i,  Celia  ,  así      '    '    ^ 
tus  floridos  aÜos  logres. 

Celia.         .  •    '  ' 

Las  qne<ya  Itamaste  canks  ,       '  -^ 

¿cómo  agora  llamas  flores*?       "^ 

Don  Mendo.  ' 

¿  Quién  te  ha  dicho  tal  de  mf ,    '^* 

Celia?  '  •  ;  j 

^Celia.  * 

Las  pAi^edea  oy«n.       '     ' 


4S4 


ESCENA  X. 

DeCORACIOH   de  CkllMi 

/ 

Don  Bíendo  j  Leonardo* 

Don  Mendo. 
¿Qa^  rsfslo,  surrle  eoemí^a? 
^Por  tan  falsas  ocasiones 
tan  %«*r(jadera  mudanza 
en  volanlad  tan  conforme  ! 
2  Qaé  paeda  ser ,  quien  me  ha  daAo 
los  mas  estrechos  favores  , 
A  mi  acasacion  de  cera , 
y  i  mi  descargo  de  bronce! 
¿Á  mis  contrarios  escachas? 
¿  i  matos  terceros  oyes  T 
¿á  mí  el  oído  me  niegas  ? 
¿á  mi  la  cara  me  escondes  ? 

Leonardo. 
Con  la  pasión  no  discorres  ; 
¿  posible  es  que  no  conoces  , 
que  tan  estrados  rfetos 
á  mayor  cansa  responden  ? 
Ji  }  por  Id 5  culpas  que  dfce 
Lay  mudanza  en  ^ns  amores  ^ 
antes  por  haber  mudanza- 
aquestas  cqlpas  te. pone. 
Que  si  el  enojo  que  vés 
cansaran  tas  sinrazopfs,^ 
no  taó  resuelta  negara 
los  oídos  á  tos  voces  ; 
cpe  i  quien  oUi^aii  ofenda ' 
de  qai<>n  ama  «.que  se  enoje  ^ 
la  satisfacción  dejiem, 
cuando  la  culpa  propoae^ 


Dona  Ana'^tth  qtiiso  oírte, 
y  así  rae*  eVjián'la  que  ignores  , 
que  culpas 'hh  mt'nestpr, 
pufs  h^jt»  salisfaccionc's: 
y  el  que  anda  i  ca^a  de  culpas 
intención  tCsiíeUd  leseo n de, 
y  pretende  dar  color 
de  castigó  S  sus' ef  ror^s. 
Don  M&ndb.  ^ 
Bien  imaginas.  ' 

í'eotiardo, 
'   "  Sf  ñor  ,     " 

ciego  estás  ,  pues  no  conoces 
su  desamor  en  su  ausencia  , 
su  engaño'en  sus  dilaciones. 
Dilató  por  las  novenas 
el  matrimonio  ,  cngaüóte  ; 
que  no  hay  muger  que  al  amor 
prefiera  las  devociones. 
•Con  secreto  caminaba 
á  otro  fin  su  trato  doble  , 
y  por  si  no  lo  alcanzase  i 
entretuvo  tus  am'ores. 
Ya  lo  alcanzó,  y  te  despide, 
sin  que  en  desctfrgo  le  inforineSj 
que  ha  menester  que  tus  culpas 
su  injusta  mudanza  abonen* 
\  Bon  t/^cndo. 

Agudamente  discurres; 
mas  por  los  celestes  orbes  * 

juro  que  me  he  de  Vengar 
de  su  rigor  esta  noche.  . 

Leonardo, 

Poderoso  eres,  señor. 


4« 


4i6 


pon-  HendO'^ 
De  9llá  han  salido  dos  hombre*. 

Leonqrdo. 
G>cheres  son  dr  dona  Aiu|. 

Don  Meftdo, 
La  fortuna  me  socorre. 

JSCENA    XI. 

Dichas  ,  el  Duquú  y  don  Juang 

Duque, 
Mo  vi  hermospra  mayor  | 
ni  tal  discrecioq  o\, 

Don  Juan. 
'¿  Luego  á  don  Mendo  vencí? 

Duque. 
Pregúntaselo  á  mi  amor. 
Vive  el  cielo  que  estoy  loco. 

Don  Juan. 
Mí  invención  es  ya  dichosa.         i|pu 

Duque, 
Será  mí  esposa. 

Don  Juan* 

¡  Tu  ^posa  ! 
puque, 
"Si. 

Don  Juan* 
KÍ  tanto  lii  ftao  poco.  ^ps 

Don  tíendo. 
Dios  oé  gurde  ^  buena  gente. 

Duque,      *   . 
¿Qaién  va  allá  ? 

Don  Mendo. 

Don  Meado  soy 
de  Guzman. 


4S7 

Jhtque.  • 

Por  darle' estoy 
,  el  castigo  aquí.  *       _    » 

.  ,  Dqu.  Juan» 

Detente  , 
qae  es  de  doña  Ana  esta  vpuert^* 
Duque. 
^  I  Qué  mandáis  ?  .  ' 

J^Cíf^  Mendo. 
/    ^  Qni  me  digáis  , 

pues  á  doña  Ana  lleváis , 
I  á  que  hora  se  concierta 
la  partida  ? 

Duque* 
A  media, iioche. 
Do/2  Meifdo. 
Up^  ppsa  jbabfjfs  de  hacer , 
que  me  obligo  á  agradecer.        '<^ 

»  puque. 

Decidla.'  > 

Don  Menda. 
Aparcar  el  cocjb^e,  * 

en  que  fuere  vu^tro.  dueño  ,.      y 
del  camina  un  trecho  largo» 
haciendo  del  yerro,  cargo  > 

á  la  oscuridad  ó  al  sueño. 

Duque» 
¿Para  qué  fin? 

Doa  Mendo- 

bolamente        ) 
hablarla  'pretendo  ,  amigos  ,  ^ 

con  espacio  y  sin  testigos,         ,   , 

Duque» 
Cosa  que  algún  hecho  intente 
que. nos  cue&t^i^.  •  ..u     ^w 


4$S  ' 

DmHendo. 

No  os  dé  pena  , 
cuando  yo  os  amparó^  el  miVdo; 
la  obligación  eji  ^ue  os  quedo 
publique  aquesta  cadena, 
que  podéis  los  dos  parlír. 

Duqtáe, 
No  seáor. 

Don  Mtndo. 

Eslo  ha  de  ser.  (i) 

Duque, 
Una  cosa  baMs  de  hacer  , 
ai  o%  babemos  de  servir. 

Dos  Mendo, 
Hablad  pues. 

Dnque.  ' 
Que  á  la  ocasión 
•    no  vais  OMS  de  dos  amigos ; 
porque  cuanto»  son  testigos «   ' 
tantos  enemigos  son. 

Don  Meñdo. 
Solos  iremos  los  dos ; 
de  Cito  )a  palabra  os  doy. 

Daque. 
Con  eso  i  serví i-oá  voy. 

Don  Mtndo. 
Y  yo  á  seguiros. 

Duqiie. 

A     Dios  y 

qne  es  hora  ya  de  partir. 

Don  Juan. 
I  Dónde  con  tu  intento  vas  ? 


(i)     Déle  una  cadena,  y  iámala  el  Dutfmt. 


45^ 


Duque, 
Presto»  don  Juan  lo  verás, 

ESCENA  XII. 

Don  Menáo  jr  Leonardo* 

Don  Mendo, 
Manda  luego  apercibir , 
Leonardo  ,  ios  dos  rocines 
de  campo  ,  paf  a  alcanzar 
esla  fiera.  Hoy  be  de  dar 
¿  esta  casa  dulces  tínes. 

Leonardo, 
No  lodudes ,  pues  está 
tan  de  tu  parte  el  cochero. 

Don  Mendo. 
Como  eso  puede  el  dinero. 

Leonardo. 
Contra  su  dueño  será, 
si  de  su  favor  te  ayudas. 

Don  Méndol 
El  primer  cochero  íigora 
no  será  que  á  so  árffora 
baya  servido  de  Judas. 

ESCENA  XUl. 

Decoracio»  he  campo. 

Cantan  dentro,  ' 

Venta  de  Fiveros^ 
dichoso  sitio  i 
*si  el  ventero  es  crisiiano  , 
y  es  *húro  el  vino. 
Sitio  Uiehosóf 


450 


si  el  cerrtero  e0  cristiano , 
jr  el  vino  es  morp. 

Otro. 
Con  frú  alharda  j  mi  hurr^ 
tw  enpidio  nadm  ^ 
que  son  coches  de  pobres 
burros  ;  jr  aibardas. 

Una  ttiugerm 
Tan  gustosa  yo  vengo 
de  ver  los  toros  , 
que  nunca  se  me  quitan 
de  entre  los  ojos. 

Tercero. 
Unos  ojos  que  adoro 
llevo  á  las  ancas  : 
¿quien  ha  visto  los  ojos 
á  las  espaldas? 

Dentro  un  arriero. 
¿Gruñes,  ó  gritas,  ó  caotaf  ? 

_  Cuarto. 

Mis  males  espanto  así. 

f       .arriero. 
I  Somos  Iqs  males  aquí  ? 
porque  también  nos  espantas. 

Cuarto. 
Calla  y  toma  mi  consejo  , 
que  no  es  la  miel  para  tí. 

Arriero. 
¿  Fuiste  á  ver  los  toros  ? 
Cuarto. 

SL 
Arriero. 
¿  Pues  no  hay  en  tu  casa  espejos  f 

Arriero  segundo. 
\  Ah  del  coche !  ¿  dónde  hnena  f    . 


461 
Del  camino  se  ban  salido; 

Primero* 
O  el  cochero  se  ha  dormiclo  ^ 
ó  han  de  hacer  noche  al  sereno; 

Segundo» 
\  Ah  Faetón  de  los  cocheros  | 
qae  te  pierdes  !  Por  acá.      , 

Primer  o  * 
Por  esos  trigos  se  va. 

Segundo* 
Y  tras  él  dos  caballeros* 

Primero. 
De  malas  lencas  se  quita 
quien  vá  al  desierto  á  mo<*ar«: 

Secundo» 
No  van  ellos  á  rezar , 
que  por  allí  no  hay  hermita. 

Primero. 
Arre ,  muía  de  Maboma  | 
ella  hace  hurla  de  mi :        "" 
dale  ,•  Francisco. 

Segundo, 

Echa  aquf. 
Primero» 
Arre,  ¿  qué  diablo  te  toma? 

Dentro  don  Mendo. 
Para  y  cochero. 

Doña  Ana. 

I  Quién  es  ? 
-  Do/1  Mendo., 
Don  Meudo  soy. 

X>o/2a  y^/ia. 

Anda. 
Don  Meado, 

Piraj 


462 

ESCENA  XIV. 

Don  Mendo ,  dorU  Ana  ,  doña  Lucrecia  y  Leonardo. 
Doña'  Ana» 
¿Quién  síuo  lú  se  mostrara 
conojigo  Uo  «lejkCurlés  ? 

I>«/i  Mendo. 
Mi  rscfso  y  alrfvin»iento 
disculpo  cou  tu  miiüanza* 

Llámala  jusU  ^eiiganra, 
y  cuerdo  ai  rejH*nliiiiÍPnlo. 

JLío/i  Mendo. 
¿  Qaiéo  lu  cansó  f 

Doiia  Ana. 

lui  trakioae*. 
Don  Mendo 
j  Ab  falsa  !  ¿enpaíiarnic  piensas? 
¿  acreditas  inis  ofrnS'*^  « 
por  abonar  lus  aiciones? 
Pues  no  lo;;iarás  tu  luiento. 

Doña  Ana. 
¿Qué  es  esto!  .(i) 

Don  Mendo, 

Justo  castigo 
de  ta  madanza, 

\Doña  Ana. 

¿  Giumigo 
tan  grosera  atrevimiento? 

Doña  Lucrecia. 
¡  Justicia  de  Dios  ! 


( I )  Llega  ditn  IW  endo  d  pelear  con  do  '.a  Ana ,  do» 
ña  Lucrecia  d  ajudarlaj  Leonardo  á  tener  á  domm 
Lucrecia. 


4<a 

\  Teneos. 

•  Jyoña  Ana, 

;Hay  escesos  nías  estiauos! 

DonMendo. 
A  pesar  de  tus  engaños 
he  de  lograr  mis  deseos. 

ESCENA  XV. 

1>ic;í05,    el   Dugue  y  don  Juan  de  cocheros  que  sa- 
can las  espadas  jr  dan  sobre  ellos. 

Duque. 

La  venganza  nos  convida. 

Doña  Ana» 

•     I  Dóftde  están  mis  escuderos? 
Vendido  me  han  los  cocheros. 

Duque, 
Por  vosj  señora,  la  vida 
vuestros  cocheros  darán. 

Don  Mendo, 

¿  A  don  Mendo  os  atrevéis^ 
viles  ? 

Leonardo, 
¿  Cocheros  que'  hacéis  , 
que  es  Don  Mendo  de  Guzman  ? 
A  vuestro  coche  os  volved. 
Don  Mendo. 
...  í'uríaA  .del  ittfierno  san. 
•-       ~     -        ,       Dana  j^u^^^^ia. 
iQaé  pena! 


464 


¡  Qué  confusión !  (t^ 

cocheros  i  teued ,  tened. 


(i)     ñetirase  don  Mendd  f  Leonardo  ,  jr  el  Di^ 
/  don  Juan  \Hin  ira$  ellos* 


A6^ 

ACTO  TERCER©-; 

ESCENA  vJiftIMER  A. 
Sala  bncaba  «s  boIía  Ana. 
Doña  Ana  p^fiefia^f,  el,  jp^,^uf  x  ,ffPVt%  ]^n.    (i) 
Poñá\/íha.  ^ 

¿cómo  taú' despació  estáis?^      ^ 
^'^  iktque.       \  .- 

Por  líósoli^os ,nó  temáis,       « 

qn  iet  ad  d.  'hermoso  pechó ; 

paes  con  probar  ía  violencm 
.     que  intentó  aquel  caballero  i"^  * 

^   '  en  nuestro  layor  espero 

que  tendremos  la  sentencia.        , 

Y  por  su  reputación 

.  ,        "^  ,  .  ,,      .;  .iti  '.«  it 

le  estará  mas  bien  callar ; 

no  penséis  q^e  na  tp  tratar 

de  tornar^  satisfacción    , 

por  justicia  un  caballero.  * 

¿^o  Vjeis  ió  mal  que  sonara , 

que  derid^  se  cóníesá^á. 

del  brasóS'it'de  un  cochero  . 

'^jln  tan  ilustré  séáor',  ,    '     ! 

dueño  de  tantos  vasallos  r., 

De  estos  casds  el  callallos 

'  es  el  remedio  meior.  ,•  ^      ,   v 

Doña  Ana,  ^       ^^  j 

.  .         Siéutome  taur  obligada  ,   o 

(l)     Todos  como  acabaron  d  secundo  acto^ 


A6& 


¡que  el*  Uiinpr; é{y  oe^tfos  áíÜiá^ 
toda  me  iiéue  turbada  ! 

;         .  JMauh' 
1^o  temáis. 
././    ,      Doria 'Mam*^'^  t- 

El  pecbo  fiel  ,     ^ 

'.^¿aflo  tWt  Í>ré'iíbitfiidí>.*  '     '  * 

Quifu  pudp  Vv*r  f  íí^?'^'^^! 
'  "pu<lr4*dcfeij¿efse  3i^,«l^,  ,  .  ,     ,     * 

£a  hablar  la»  coi  tfsfjjicg ,         , 
iau  valíeiiteí;  en  obry^  ^^^     ^ 
mucho  da u  qup  soáj-ufibar 
esloa  cucberos.  ,.,«  i».. 

Du'úa  Ana.  .        ,,.    _v*/ 

,  Las  manqs  . 

.1      i"»    •     '  i  *  Y  '  * 

les  mira  ,  que  la  \ei;daa^         .   / 

nos  diráu.         .,»,,,,.-.    .   ',  X 

íiae  lieues  á  su  lealtad,     ._      a5| 
pues  p4»r  estas,  manos  quedan 
tu  honestidad  detendida.         c 
X  Ay  señora  de  wi  vi^a !.       .  ^  ^,^,4) 
blandas  son  como  una  seda,       , 
y  cu  llegaudo  cerca  ,  son  , 


(i)     A  do'a  Ana  al' oído.  ,  '' 

{%)     A  Celia  al  oida.   '  V  \''\;l^  ^^^  ^ 

(3)     TWia  ¿flí  i7/<iViós  át  íhique  y  iwloese,  #  ft»* 

mar  aparté  d dona  Ana.     „,    .,     ^  .  *  ^V      ;   j 


457 
sus  olores  sopranos. 

¿Buen- olor  y  IméHfts  máods?  '  > 
clara  esÜá'U «Itiforaí&cidti.  '--  ^•■^' 
Disimula.  '^^^  •' 

El^olro  está  •  »•-    •      *  r 

sietopre  cubierto  y  callado  9  (i) 

cogeréio  lidesQuid^íéo  ; 
pues  la  aurora  alurobira^aV  "'  * 
lo  que  basta  á  coiióbelio.  {2) 

f  •>  Ikiña  Ana, 
.  -  Amibos  ^  ^úes «o^ qá^  así  * '  '  *^  "^ 
os  arriesgaseis  por  mí,  ;  ''  "í 
siu  obligaeioit  dt«  bacelté  ^^  "  * 
de  estajca&a  y  di:  mibati^idn  '  ^ 
os  valed.t       •  ,    .  •        jo^ttít 

Duque.  .    iv  .  :  . 

Los^piés  ósbeso; 
mas  yo  no  pasé»  por'eso, 
que  no  es  razón*  yjUe  se  entienda  f 
que  fbiiiíroWtgaciortt    ■<]  xt^ii*^;, 
j        el  serviros  y'pvies  dé  un  modo 
se  la  pone  al  moudo  todo^*^  '''  ^'-^ 
vuestra  rara  p«rfecbiuu. 
Porqult^ift  qérfc>n|  os>1le¿á  i  ver 
dai^  glor««  ton  sinime^áí^^  '"^  !» 
que  auuquef'os  'pague  ctftf  IfVtte^i 
os  queda  mncbfl  á  debel^  '  '.        ^ 

'.t-í'  /  !..! .  í"  •'  .' '.' : 

\- .;,.  :,., '   ,  ,ui.\  >'^  /^  " 

'  (i)    ^Don  Juaaáge4Std ¡eseondiéo ' dctráVTteí  Duque. 
(i>     Fa  Celia  pot  itétrmk  dé  tmkfS  doogW^kie  cara  d 
dan  jfuan.      ...Jg  9t  'ir..  ...     ■    ,    b  «vfi.O^ 


46S 


¿Y  TOS  «oís  «inda^  c6t1i«ro  ?       é.d.  Jmam 

¿¿ti  ^oé  rsUU  irUu  ?  yoír9á$ 

alxar  el  irostro,  aprended 

ánimo  del  compañero.   . 

¿  £1  que  riñó  sio  iemfr  f 

teme  sin  reñir  agora  i 

En  vano  os  cansáis  ^scSoray 
^ne  es  modo. 

Píen  pnede  ser. 
Mas  yo  don  Joan,  de  Mendosa         wp* 
pienso  qqe  es  ^  él  es  ^  ¿qoé  dndo ? 
El  trist^  se  fen^e.mndo 
por  %ft .  per4er .  Ip  que  ^osa 
mientras  encabierto  esii,i 
¿Quién  dirá  ,  señora ,  qoe  et 
el  callado  ? 

^.Diilo  ^oes»  ;    .u    -f 

¿Quién  piensas,  tú  qne.Mrá  ? 
<.bi*i '  Voia  Ana»    i.  •  /; 

No  lo  S^.: .»».   i 

i   /  *  ÍQnién,  pnsdt  ser*  , 

qaien  siendo  fran  c^bsUevé^ 

í^í^^  wr  tn :  co<)béro ,     . 

solo  por  ||oderte  ^tarí.n  ...,-. 

;  Quién  el  que  con  tal  valor 
"Ffrü'ntsnrce'tan  estrecSoi  '  ' 

pufitw.á, la  espada  elcpeobn<    ^         '* 
' |>9>r, asegurar,  tu  bonor!.).,  i       v      "V     (;  ; 

¿Quién  el  que  en  penar  se  goza       ^  \ 


por  tu  amor  ¿^  y  tu  desden 
sigue  enamórak^o1  |  quién?, '' 
lina' don  Juan  de  Mendoaárt       ' 

Do^  Ana* 
Bien  dices,  solo  el  haria         '*^  ^ 
finezas  tan  estfenaadaj. 

•'   •   ''^■''  ^  Cetia. 
Bien  merecen  ser  pcemkdaá/-  ' 

Dona  Ana» 
Que  no  la^'  ^i^rde  confia. 

Duque, 
£1  sol' s^Ie,  porque  vos 9      * 
que  sol  al  mundo  habéis  sido 
en  tan^o  que  él  ha  dormido  •  , 
reposéis  agoci*;'  á  Dios,     '  * 

T  así  I9S  cielos  I  que-ps  dan     ,    .  ^ 
1>e]leza  ,  os  den  larga  vida ,     ^  '' 
que  no  os  inquiete  la  herida 
d<i  dó'nlVíendq  de  Gusman. 

ESCENA  H;' '" "•■'^'^ 
fHi^s,mems  el  D.ui^0f^,,,: 

D¿Ílá  Ana.    . 
Tras  la  óft'n'áa  qne  bain¿eníado, 
no  bay^'^rque  inqujetaVme  púcáa, 
que  ni  aun  *)k^' ceniza  qued.a 
en  mí  derááoi^  ilásaUó/ '   '•       ' 
Deten  á'^n'Júan'^  q^ue  quiero 
hablalle.       *  ^ 

Veha, 

servirte  voy. 

¿)o^a  Ana,  ,  ., 

mientras  con  el  estoy, 
entreten  al  coió pañero./  **    ,       * 


469 


46S 


¿Y  TOS  «oís  «Qnda^  c6tH«ro  ?       d,  d.Joú 
¿de  ^ué  rsUis  tri*4e  ?  Volved ^ 
misar  el  irostro ,  aprended 
áninio  del  compañero.   .  .      i 
I  £1  que  riñó  si  o  temer  f 
teme  sin  reñir  agora  i 
,,         ^ .  ,       Ihtqm*  ■•"    • 

£a  vaoo  os  ca asáis  fScSora^ 
^«e  es  modo. 

Píen  pvede  ser. 
Mas  yo  don  Joan,  de  Meodoxá         dp. 
pienso  qqe  es  ^  él  e«  ^  ¿qoé  dodo? 
El  trbt^  i^t  &n^e.9i|ido 
por  %fitperder.lp  que  ^a :. 
mientras  encubierto  está,;   . 
¿Quién  dirá ,  señora,  qoe  et 
el  callado  ? 

^  ,.Di¡lo  ifoes»  .    .u    -f 

¿Quién  piensa.  tiSi  qneiMráf: 

ttUin.f    JDO^  AlUf»  \     ii  I    /  t 
No  lo  S^a        .      ..,...;     a.  ; 

C«<Í0.,  ..  ■.  t  »  . 
i   ;  ¿  !Quién.  pn^  4íer4  , 

quien  síievdo  ^ran  c^bslkrd^ 

flftj^^  HK  tu;co<)b*co,     .. 

solo  por  ||oderte  ^etrin     o- . 

;  Quién  el  que  con  tal  valor 
"TfPfin'lSTrce'tan  estrecBoi  ' 
\  pqfWíi.á^la  espada  ekpeobn*      .    •    '» 
^•|>9i'^a>«gurar.  tu  lionor!  »•,  t  \     (• 

¿Quién  el  que  en  penar  se  goza       ^ 


por  tu  amor  ¿^  y  tu  desden 
sigue  enamórak^o1  ;qaiéiC>   ' 
lina  don  Juan  de  Mendoaárt    '  ' 

Do^  Ana» 
Bien  dices,  solo  el  haria         '*'  ^ 
finezas  tan  estfeniadaj. 
'    '     ■'   ■   '""     CrJía. 
Bien  merecen  ser  pcemkdaá.  '  • 

Dona  Ana, 
Que  no  lai^'^i(/rde  confia. 

Duque, 
El  soiskie,  porque  vos,      * 
que  sol  al  mundo  habéis  sido 
en  tanto  que  él  ha  dormido*  , 
reposéis  agoc^  ;  a  Dios, 
T  así  los  cielos  y  que^s  dan     ,    .  ^ 
1>elleza  ,  os  dien  larga  vida  ,     ^  ** 
que  no  os  inquiete  la  hftida 
d<i  don  iVIendq  de  Gusman. 

ESCÍINA  H:- ^  ""^"'^ 
ÍU^si.mems  el  D!ui^9^K 

D^a  Ana.    , 
Tras  la  óft'n'áa  qne  ha  ingeniado, 
Bo  hay*^rc(tíe  inquietarme  pueda» 
qne  ni  aun  Ik^' ceniza  qnedja 
en  mí  de1*'áliío1í*^asaa^6/''   '    '  "^ 
Deten  á''c(bü!'3úan,.  q^ue  quiero  ' 
hablalle.       «         ' 
Celia* 
servirte  voy. ' 
Doria  Ana,  ,  ._ 

mientras  con  él  estoy, 
entreten  al  c¿i¿ pañero./ *"  "  *    * 


A69 


470 


Sedar  cpchtxo  ñnpAo  9. 

wí  doeAo  os  iUffit ;  eiper^. 

Don  Juan» 
Un.         . 

No  hay  |7/i ,  «volved  y  hablad  < 
qae.ya'  09  hemos  coAoeído.:  . 

.    ESCENA  |il,. 

Do^a  ^/la  jr  don  Juan. 

Don  Juan.      , 
2  £0*0  deuo  á  ipí  ventura ! 

Doña  Ana*       . 
jQaé'es  esto  ^  don  Juan  ? 

Z?o/i  Juan, 

',    '        ,  Amor. 

Locara  ,  dirás  m(>.}<|i:.| 
2)o/í  Juan, 
¿  Cuando  amor  no'fbé  fccfófa  ? 
Doña  ^01 

S'y.  pías  lo»  fíneA  ígnof»^  ^^ 
*de  Mtos  disfmrfs  fjue.jyfto^.  ,♦  , 

Así  miro,  i  quien  ^^e^,|     , 
a»)  sirvo,  é  qufen  )a^op9.:. 

Do^a  Ana, 
No;  Iraidoras  inlejicioncs. 
encubren  estos  disf^aj^^e^ 

Dan  Juar\ 
Falsas  conjeturas  haces., 
por  negar  obligaciones. 


471 

no  es  difeir.  .^^      ,  .^^    ..  ..uu  >». 


tino  á  pagatla  y^  me.  p|>li^o. 


¿y  á  qu¿.  fiii,^vi^»e,CQ,^lÍ5Q,?,,,  M    . 

y  «scocballos  escoMcJído'.   ...  „.  ,,* 

J  podras  decir  nue,  iio  ha  sido,     ;.r. 

■      .   .tif. (ti  ,n "  'r  .í  1        J  <  '-3 

con  [^usa^ñpiPi^tos  li.aidof-esfj       , 

¡Cuan  lejos  d,el  blanco  das  y»  {.   .   ^ 
pues  sí  traVdores  los  Úamas  ,   : 
la  inavor  fineza  iiiiaipas^         i  •  v 
que  I  m  hecho  er  amor  iamás!    ,    i 

Do  a  Ana. 
Dda  pues  ,  que  áagcadecelia  »       i 
ralla,  me. pjili^o,      \   .  ,j 

jpo/í    /liia/i.  ,.   ^„;^ 

Por  obedeqpt* ,  la  dí^o ,    ^  '^ 

^no  por  ohíicar  con  ella.  .   , 

Como  mi  mucba  afición  •  .  . 

y  poco  merecimiento 
en(;endró  en  mi  pensamiento 
justa  desesperación ; 
vino  amor,  á  dar  uo  medio 
en  desventura  tan  fiera  ,  ^ 

que  á  mi  mal  consuelo  fuera  ^       r 
ya  que  np  fuera  remedio.  ^ 

T  fué  ,  que  te  aícaiice  quien 
ie'merezca;tn/bi^n  quiero» 
qoc  el  efecto  verdadero 
es  este  de  fj[uerer  liieu. 


47} 


A  Mte  fin  ♦  tíi's  i»artes\e1Uf 

al  Duque  Urbin  aconta  ^ 

sí  contar  posible  fué      "*  >*     ' 

en  el  cielo  las  es^t relias : 

^1  de  tn  fáioa  tñéviá^, 

de  ta  recato  obltsii¿k> » 

este  disfraz  bá  ordfenaílo'^ 

con  que  té  bá 'visto  ^j^' oído. 

Y  ofáll;  qúe'cotíocfeBdo  * 

to  SQ^eto'solierano, 

dé,  étín  preteiidÍer*'ta' mano^     '  ' 

efecto 'aloque  pretéii  Jo;  '    •    '* 

que  yo ,  con  verte  éú  estado 

igual  al  niereciipíeátp  ^ • 

al  fin  quedaré' contento,;    *  J 

ya  que  no  quede  pagado. 
Esta  básído  raí  intención  p       * 
y  si  escuchaba  ésp'óiidido  y  ,  _ 

fué  pirque  el  iér^'conó^ido  * 
no  estorvase  la' iii Vención/    '  ^'  * 
Qut  )ozgucs  agolpa  quiero»,  ^ 

si  he  merecido-,  ó'peba4í>,  '   * 

pues  de  puro  en á mofado  " 

Tengo  á  áervtr  de  tercerón      ' 

Doria  Ana, 
Tu  v'ól n n Cád  á g rade'zco  ,  ' 

pero  condeno  tu  engaito  , 
que  presumes  por  mi  dafiío 
mas  de  mí,  qué  yo  merezco. 
Porijue  no  es  4  la  escelpocía 
del  Duque  igual  m\  vaVoi' ,  ; 

que  no  eiigaiiaVl  propio  amor  ^ 
dondc'bay  tarUá' diierencia. 
Fué  mi  padre  un  caballero 
ilustre,  mas'yóimagiiro, 
que  pensara  honrarle  Ürbin5 


«7í 
si  lo  1iíc]'fra^n(»«4l»df«*Or  '    ►  /  d 

Y  así  á  ta^n  locos. iitt^iilois  '  :  ;  / 
tas  lísonjai^  no- meánciUU'^  i  ^ 
que  afreiito#pS;\pr«c>|iitan 

los  soberbios  ,p«fisp«iúeiftto0..'    A 

Mucbo ,  señoi;*^  i^e^tolendes  t 
porqae  sin  ia.cal^a|dj     >      .    '^ 
digna  es. poc, sí' ta  (beldad    .       ^ 
de  mas  bien  qn^  ^^tCAto^empreiitdes* 
Note  iD(^r9c^[;g09a9i  ,      '         '    { 
el  Duque ^.nii, el  Ee^itni.M  ;> 

f.M Peñü.^mK^  ..         í  .* 

Tente; 
la  fiebre  4e/|ii|qi<^4¥4i4nte  * 
te  obliga  á  desatinar.        ^     ,    . 
Ttf  amoroso  pc^nsa miento 
encarece  tu  ^yalorv  vCl 
diérasle^l  I>nque<>tq>»mot:* '•  *f  i^ 
que  yo  le  diera  -iu  intento^     ••  mi 

'     DofhJutdMji  ''  ¡        • 

¿  Quién  podrá  queireete  menos  ^l ; 
en  vi^do  «lu  perfección  f. 

.  Doñmuáñch»  ,     •'» 

Al  fin  9  por  toicoraison  ...» 

quie|:;es.  ini8gar:losia:geno5  ;  .  » 

y  es  enfi^ño  conocido  9  •  \^ 
que  si  el.tuyo  f>or  tni  muere f  •  'x 
no  con  una  flecha  hiere  <  '  '{ 

todos  los  pechos  Gu{íida  $        .  '  /  ^ 
y  aunque  el  Daque>  tenga  amor  9 
gala^  querrá  ser:,  don- Juan  i    'A 
y  honra,  mas V  quci- un  Rey  galao^ 
un  u^arido  labradov,        i      ;       > 

Y  aunque  en  del  Dttque  es  forzosa 


47« 


grande  ffát»  iÁfb^soff  ■ 

ti  prqüciia  ^1*11  ♦wjW»»».  *"^ 

ofrnde  tu  oalldad.^  ^^ 

Doña  tAáÚ^.  *'^'* 

Df  mi  coiM^V  d«*N  ' ''  ipi"*í 
dr  terciar  eWie*ií^¡ttti*iHo;'  **  "'J' 
'■por<|tte 'ni»yt#r  r^K^íf  artiti  "  "^ ' 
puede  al  fin  ifntrróé^m;-  *^^ 
quien  pr#tt*»de'Hj^a'¡éiS^^  :■'  '-^  ^'^ 
que  quieo  f«ivk^4|lWVcaazt. 

•  .-íínMeEN-A'lVv  '•  -'^'^  -^ 

líoii  Juan. .Y  después  BeUran^  ; 

Don  ifúiñ  .  1'  •>  • 
¿  Posílde  Mí  q«e  4a|»  favor'  ♦- 
merecieron »iDÍ»"6idí»»  ?  '  '.  -^  i' 
¡dichosos  in»l«»^^«fiMdos! 
¡duUsts  v«litn»i*«í'd]e  aifiMirf  »•  '  7'  ^^ 
Que  leiidrá  ma¿  p*pfratia«V'  '  '' ' 
dijo ,  si  bien  la  ewíeiiJí , 
quien  pretenda  .pana 3  sí  ,'  •  «^  '^ 
que  quien  .p&pia  i4iti*»  alcancaV  -'  .' 
Que  la  pretenda  iw i 'a nM>r »  *  '  ^. 
me  aeotM(^P  darafie^té,  *  •.• 

y  la  moger,  fjw«^>ns*etite 
ler  amada  ;  l^ac^  fa^dr. 

Mira  que  elOuqtie^té  espcRr» , 
^n'o  «I  p»dpe'di«'Fael»fi ,'    •         '" 
que  á  publicar  tn  invención. 


im 


,i/í 


En  cas  de  mi  ^.«l^a  bella 
son  los  añ^s.pMQ^ot  áwcrr^s;* 

E||  Ja  t^überna  no  bet>ps  | 
pero  te  jíw?Jf  Aft  em*4lal  o'., 

Don  Juan. 
Bien  lo  enti^ndek-.il  íííH 

Belfran,   ^    ^ 

TÍerten  tas  o}t>s  ;  «e£br. 

Jínn  ¡hiano  '  * 
Hacen^ficAias  áifnTi  Sttw^h  '• 

Mucho  alcansa^la''^ov4hu:  * 

ESCENA^  V. 

Don' Juan  f 
Cejiá  9  amif^a  »'  Didsvtlk  goarde. 

T  te  ¿é  el  bien  ifoc  )a(9i4s* ' '       * 

Don  JuÜn- 
,0^110, de  mt  parte  si>as  , 
no  hay  ventafcanfée^o  bghardél 
C/r/í/i.      r   .  !  '}    .'    -> 
Si  en  mi  tnan^  hiibiidra  sido « 
tu  dic^a  farra  laOn^ia  ; 
nías ,  don  Jaa«x^*.silrve  y  porfia  | 
que  no  vá  t<i  a:níor  pMlido.'    *  ^ 

ÉSGENÁ  Vi:"*"'  *      •  ■• 

Celia  j^  Beliran* 
¿  T  á  mí  me  aprovecfa^rÍ9  • 


4TÍ 

d  fcrvi»  cofDa*i  mi  amo  f 

I  Pocf  «mM  Umbien  ? 
Béltran. 

Tó  áintt 
por  ftolo  hacer  compadia," 

ESCENA  Vn;      ^  '  • 
^  Dichoár  doña  Ana» 

Celia  está  com  él  criado^ 
de  don  JEitan^«  yno  sosiego"  •    '' 
basta  hablalle  $  f  a  ^U  el  fnego^ 
en  mi  pac^o. declarado. 

Mi  seSora. 

Yoyoie. 
• .  1  Doña  Ana.  ^  '    ' 

Hidargo 
ToWed.  ¿  Qaiétt '  sois  ?      '         •   ' 
^.ffsf<ran/< 

Soy  Bchü^ii', 
vn  criado  deidon  Joan  -       **     '< 
*         de  Mendoza. 

Do^'Ana.     ^  ^ 
¿rQapreis  alg|<^f-     '^ 
,     "     -  •/  ^'BtUrmn.     "    '  t  "  "< 
Servírtelo  quisiera:  ■  '  ^"^    "I' 
aqai  á  Celia  f  1^  decia ,     • 
que  amo  por  compañía.  ^ 

Mjona  Atra 
No  es  conchisillfei' Verdadera, 
¿Satiiiaásf^'^T"*  .*•    ••»  '  ^^  &  ^  i 


NocoDvieiúey 
tqiie  f9Q  pnede  4olo  hacer., 
qi|í|^  BO  iicnc  que  pétdtP  , 
ó  qué  le  .4ig4Q  oo  tiéM. 
¿  Pero  JO ,  como  (pieri»s 
.q^e  predique  ^  stob  ser  :sftnto  f 
¿  qué  íaltf s.  diré ,  ti  bay  «auto 
qac^  remediar  en.  las  imiai  f  • 

Tu  gusto  desacredita».  ^  .     . 
con  esa  <>Me^dA:  Inle^don  • 
porque,  i, la  Cojav^rsacioB 
la  mejor  salsa  le  quíta«i   / . 

Si  ejl^iisa  aftilaav  «s^mqy  costosa , 
señora,  qqe.bte*.  oí  irado, 
ni  hay  n^as  iutttíl  pecado , 
ni  «a4sa  mas  ptlignosa. 
l^tígM»  ^qe  onó  ba  ^iého  mal  ¿ 
saca  de  hacerlo  a%tía  «bien  ? 
Los  que  k  escuoban  mas  Inen,  ^ 
esos^  qmeiren  paás  mal ; 
^piAMll«..coaletatne.afr    ^      ;    .  . 
dice ,  oyendo  al  «i^aldicifeBte  t  .. 
este,  cuando  yo  mé  ausente t 
lo^ntAmo  diri  de.iñf. ,  i<  -   . 
Pues  si  aquel  y  dn^uien  murmura  | 
lo  sa|>f„  qa^  es  fácil  cosa', 
¿  qué  m<$a  tiene  gustosa  1. 
¿^é  cama  iiene  segura?  . 

Viciosos  hay  de  mil  modos , 
que  no  aborrecen  la  gente  , 
y  solo  del  maldiciente 
huyen  con  cuidado  todos. 


ílW 


«» 


IVI  milo  mas  pérliBix 
lastím?  Ja  >deav«iKt>ra , 
solamente  «I  que  lotnrmntrn 
íleva  el  ¿ial^o  «i|  bax  y  en  pfta. 
*Ea  la  corle  bay  «o  seíer»    ' 
qae  mnciías  Tfcee  o< , 
(  esto  «Bcaia  ¿¡«naiiaí  'á^ 

pava*  4f  «ilarln  «t  aai^r  ) 
qoe  está  4ual  iféiaCo  de  idodé^ 
por  vicioso  «o «mvírtiiorar, 
qoe  ai  lo  viccatt/iyoeaiar 
difra  Icna^'d  péeUo  fodo. 
¿No  conocer 4' ^M^  Aieíido    . 
de  GazmaD'  f  •      • 

,,    ,     .     /  s  Beteffan  detalle V' • ' 
¿el  vídotdel  naidlcíptil^  •  '  >    - 
has  esculo  maldkáendot'      *  *     * 

y  con  tal  d«aeo3iók|ira 

^  doA  ]ll¿ad¿  bar  iuiNnriWrffl6f  ^ 

..'  '.fieman. 
Pifiiao4|aaaaicaóept«ado      .   '*  ^ 
inarmorar.del  qoe  aiiirAm^T 
dicen  qoe  el>  qoi  «bu k4a  al  íalAMr 
gana  perdbaícs ,  •««dora.       '  *  '     ' 

Dicea  mal ;  ictr  éu  boem  boMr  ' 

Da  á  nviifpiotraaciapi^l^ott'; 

sí  acasc/üeáásidiaKdstado.    ■  "  '  -* 

Mal  diaiáisla^iaian  alir««  •  -    m^^ 


47> 


•  Donh^/4ná  y  Ceiía, 

Apagado  se  hsk/b.  Uaoia  , 
ina^QkUq(tai>r9(3«ii>á^  qiaeéáúár.  » 
pues  su  otVit^Jtoi.oi'ftlidio. 
Sin  dud^;q^  9il-44|i<m««9orla  ^  ■> 
ha  borrfid^aai^4f4k  hisItírilLy'     > 
que  pstji.nd^i>ei.|i«  pasév  :       .     !  j 

Glia >  ten  |i(VÍ0r/A tlíMÍ  .bbta^ ^ «' !  t, 
tuira  que  [iKÍA^nor,u<|>iideSy    . 
cuai|4^!d«tfQíh|»<í((}ho»e<i:iieÉdet  i  -^ 
que  ^tv.^dft  %9Í  «tes  H^tai^o&l 
No  los  inaJQS,)^tol%id«da., 
que  ha  dicho  ^  fíii  do/i  Mendo , 
la  inramealMli)««l»  fe*^<>9  vkiido  ,  . 
que  hoy  e^)«li«;^mfp  ha  iutentadoi. 
cu  que  cla|idi?4i»lei;Mek>»>.  .  í 

pues  tainp«cOfnie')rt^ti«iabA^  ..    <I 
que  fAftidQMÜiiMWCniNiJl^at,     >.  ;      ; 
tolo  cuiDplir.tM^J«9»feoa^l.     ..'•     ti 
G>iique  ya  ^lK^91l^|MHULam¡ent^ 
lio  solo  el  iue^o  apa{;ué,  *i    ,    *  ' ;. 
pfA'o  cuauto  el.a'ilW^*  lué» 
es  el  a\KH>ri«1)b|H(^i|Pt  nr:  ' 
Mas  eslyíiMi^.da Jiteí<icU  '  ..  ^ 

de  horp4H*ír,|andeAJificad^is 

hable  mal  e;»,;|||i|  |»tf  SfiobMi?}  ,  •  / 

que  fMft^rí  la^foqmiptad ,  .  v 

que  eivUT<  d<Mii^hlfl^  •ftOif^ienif .  í 

pier^t»  flWftli^  i9<i)!if^'  .       '  '^ 


4M 


ni  el  TÍlUiio  1«  bamildad. 
Esto «  Celia  \  tné  hñ  oUi^ado 
á  indi{(Darine  con  Belirao  ^ 
que  no  porque  ya  don  Jaam 
no  esté  aolo  en  mí  coklado. 

.    •     Celia. 
j  Al  fin  iO  ie  te  lia'Tenddo ? 

Doiia^Ana.  t 

Con  lo  qoe  anécfae  pasó , 
coanto  áon  Mendé^  liafó  ,  . 
él  en  mi  roeda  iia-s^rirido.^       '*. 

Celia.    « 
¿  DecUrásIele  '4a  «mov  > 

•  Doña' Afta. 
¿Tan  Irviana  me  ba»  bailado?    ' 
I  no  basta,  baberle  tttostrado 
resplandores  de  foror?  "         '   - 

»•   :.CWm¿.  • 
!  Liviana  di«es  ^  después 
ae:dos  aSoS  qne :p»rtr     « 
'  ba  andado  fincrá^de  ■(!    '  '  > 

Bien  parece  qneno»^^es'  -      *^-  »í 
lo  que  en  las  eom^lias  baoai 
las  infanUstde>L«Mi.*'  ^ 

•  ■        •  Dtfiíia'ifinúu  -  ' 
¿Cómo?    '::-.■•  ^  -■"'  =     ■'-'  "*' 

Con  tal  'condición  »  ' '  ' ' 
¿  con  tal  d^sdicbk  4iaeeQ  ^  •  '  ' ' 
qae  en  vittido^ni  fabmbi^/al  nfénenlo 

le  ruegaír,'  f^bdan^ragé; '' 

y  sirviéndoli- det  ptfge^-  '   '* 

▼an  conJas^^i«wias*'ál»vfe*to.  •*!* 
Pues  tú^v  que  >obli^d«  >stáiK  > '  ' 
de  Unto  UempiKy  ^ife^4a&l«  |  •>  "i 


si  bien  -señora  i  no  infanta  f 
honestamente'  podrás 
decirle  ta  voluntad 
con  prevenciones  discretas  f 
sin  temer  que  á  los  poetas .  . 
les  parezca  impropiedad^ 

iktñá'  Ana\ 
I  Poco  k  poeo  nd  t%  mejor  f 

¿Tdqn^reslo?       í 

Bofhi  *Ana» 
Celia  ,  sí. 

¿  Sabes  qne  éi^^mti^re  por  ti? 

Béñá  Aha. 
Bien  cierta  esté/  de  sa  amoi^^ 

Pues  cnando  d^esa  vtrdad 
bay  certidüml^rcí  \  yo  bailo 
maa  crueldad  en  dilatallo  i 
que  en  dedllo  liviandad  ;    ' 
qoe  el  tiempo  sirve  de  dar,"^  ' 
del  amor  infoiunacion^ 
y,  es  necia  la  dilación , 
aino  ^«eda  qife  probar. 

Doña  Ana, 
£1  sngetarme  es  fareoso  9     ' 
Celia  9  á  tu  a^deaa  ¡estraSa; 

Cüia.  "  '^ 

Eá  verdad  que  es  poca  haaaiKi| 
persuadir  á  nn  deseoso. 


31 


481 


1482 

I 

SaL4  SU  ChBk  DI  DOH  MlHDO. 

JDon  Mertdo  con  banda ,  sin  espada^  r  ^  Conde. 

MU  ooch«r^  me  bai»  ludido » 
di)0  mi  enemig»  apenas , 
coando  en  espada*  f  dagu 
trocean  azalea  y.  riendaa , 
y  como  animosoa  #  mndof  p 
indicio  de  in  ^er^saa , 
qne'dá  el  valor  AJoa  pechos « 
lo  qae  lea  qatU  4  U»  lenguaa. 
Embifi^QQ  doa.á  doa 
coii  tal  íropetq.  y  violencia, 
que  pensé  ^  viendo,  el  eiceao 
de  so  v^lor  y  anafioeraas» 
que  tra*forjiiado,an  cochero  f 
Jove  por  wi  inicia  bella 
\ibrahf.  rayo»,  ardieulea 
para  vendar  sua  ofenaaaj 
p jrque  «u»,  yM^n\es  golpea 
eran  tantpa  t  qfie  no  suenaa 
en  la  íragoa  de  Vuleano 
los  marttlloa  Un. apriesa. 
Al  fia:,/pnjrDQr  tflwe  á,!iroa,aolo 
puedo  confesar  ni  gírenla  ) 
la  fspac|a  de  nn  bombile  bamildi 
pudo  herirflLe  efiJa  cab^a, 
y  tanta  sangre  corría , 
con  ser  la  herida  pequeña  t 
que  cegándome  los  ojos 
puso  fin  á  la  pendenc^s* 


Volví  i  ctíratTnc  i  Álcali  t 
qnf  e^aba  iin  cuarto  de  legüá  § 
inas  con  rabia  dé  la  Causa  , 
qué  del  efecto  ton  pena.  . 
Esto  (la  podido  tn  áoÁa  Ana 
tifia  mal  fü'ndada  queja  ^ 
y  esté  es  el  (irétnio  que,  traígol 
dé  celebraría  én  hi  fiestas. 

Chinde,         I 
i  fíay  suteso  róa^  eUraño  i 
¿  Y  habéis  sabido  quién  erail 
tochéros  tan  valerosos? 
Jboh  Merido* 
Cottto  séVá  ton  cautela 
proco t*ando  por  mi  honor  i 
que  el  suceso  no  sé  sepa  ,- 
Jio  es  averiguarlo  íacñ ; 
iá^  yo  itngo  tina  sOspecfaa^ 
qtié  síéntpfé  e&tüs  viudas  inosas^ 
hipócritas  y  santeras  i 
iícueu  galanes  btíttildes , 
para  que  nadie  lo  entienda. 
Tal  valor  en  nrt  Cothero 
los  ¿elos  ño  tñAs  lo  engendran  i 
qoe  ntittta  así  por  leales 
los  hombt-es  bajos  sé  arriesgan» 
Esto  sé  Viene  rbdádo  i 
qué  si  no  t  no  lo  digera  , 
que  ya  sabéis  que  no  suelo 
Inetériné  éü  vidas  agenas. 

Cohdé. 
\  Ast  iengatf  U  diAlndí  apt 

No  veAgo  en  esa  áospécíia  | 
t\  enojo  os  precipita 
€OtlU«  ilut  honrado  preñdafi 


483 


Á 


4S4 


y  no  es  Jntlo  batUr  .»•' 
de  q«¡en  pae^e  »er  que  »ea 
Vuestra  esposa. 

Don  Mendo. 

Ya  he  perdido 
>  U  eiperania  y  la  paciencia. 
Conde. 
¿Tan  presto? 

Jion  Mendo. 

Volverme  qniero 
4  ni  constan  le  Lucrecia. 

Conde, 
•  Malas  nuevas  te  dé  Dios!  api 

indicios  dais  de  flaqueza : 
9i  doña  Ana  esU  engañada 
procurad  satisfacerla. 
Don  Mendo. 
Niega  á  mi  vo»  los  oidos. 

Conde» 
entrad  y  babladla  por  fuena; 
porque  quien  el  dueño  ha  sido,- 
siempre  tieue  esa  licencia» 
mieuiras  uo  se  satisface      . 
de  que  es  la  mydauía  cierta. 
Qaizá  enojada  o»  ca  tiga^ 
y  no  os  despide  resuella  ; 
ó'ciecid  vuestras  disculpa» 
en  un  papel  ^ 

Don  Mendo: 
'  Yo  16  hiciera» 

ii  hubiera  de  recibillo.^ 

Conde. 
lo  roe  oblifio  á  que  lo  le^ 

Don  Mendo. 
¿Cómo?  y. 


485 


Conde, 
Dádmele »  qae  yo 

lo  pondré  en  sus  manos  mesinas^ 
Don  Mendo, 

Al  punto  voy  á  escribir.  ^ 

ESCENA  X.      '    \   ^ 

Et  Conde. 

Y  yo  á  pedir  á  Lucrecia  ' 

que  me  cumpla  su  palabra  ^ 

pues  ha  visto  sus  ofensas  ;     , 

que  pues  con  doña  Ana  vino  . 

de  Atcalá  en  un  coche ,  es  fuer  sil 

que  viera  lo  que  ha  contado  t     ^ 

y  9ia  desengaño  viera  ; 

y  este  papel  ha  de  ver ,    '     . 

para  que  negar  no  pueda  ; 

qué  modo  habrá  dé  escusarme^  . 

cuando  don  Mendo  lo  sepa : 

y  consiga  yo  mi  intento  9    , 

suceda  lo  que  suceda  ^ 

que  no  mira  inconvenientes        ^ 

el  que  ciega  amor  deverat.        ,'< 

ESCENA  XI. 
Dof^,Juanjr  Beliran, 

Bellran.  '\ 

¿Que  llegó  el  tiempo? 
Do/i  Juan* 

O    ■  .  í 

el  fiti'de'lás  ansias  mías.  ' 

JBéUran.  .  f 

]  Gracias  i  IKosv  qae  tn  mis  dlaal 


.486 


un  milagro  tacedlo! 

iQué  á  Doila  Ana  le  das  pena? 

¿  qué  olvida  al  Go^iqaii  narciso? 

este'  es  el  tiempo  t  que  qviíso 

yer  fl  Marque*  de  Villena. 

Es  verdad ,  qqe  de  c^da  #$o 

lo  mismo  decir  he  oído  , 

pero  viepe  aqaí  nacido 

coa  snceso  tan  ealrafio* 

^Qoé  %t  <\n\tTe  Ineii? 

»    *  $iii  dada; 

ya  lo  dijo  claramente , 
V  un  ¿ngel,  B-ltran,  i|q  ipiente^ 
^    '  BcUrun- 

Todb  en  efecto  se  muda « 
paes  algqn  tírnipo  averigaO| 
que  fue  yá  la  pa|va  fiermosa : 
jarnos  r4  tiempo  reposa  ; 
¿  ho  dice  un  romance  ai|iigao  ^ 
por  mayo  era  por  mayo  • 
cqando  los  grandes  j^alores  ^ 
coando  los  enamorador 
á  sos 'damas  llevan  flores  ? 
Pues  ves  aqní  se  ha  pasada 
4  setiembre  ya  el-cMor; 
pero  sospecho  ,  seSor  , 
que  td.iambien  te  has  mqdado* 
¿De  qné  tal  melancolía 
te  ha  cargado  en  nn  ¡tíataAte  ? 
taiir  parece  el  amant^ » 
pues  na  dqrA  su  alearía  ; 
pero  advierte  que;  es  fl^^iif;t^¡  ;, 

Pójame  cpn  jBji.afU^^, 


BéHran. 
¿Ello  importa  á  U  ki vención  f 
«etlor  ?  p ves  ya  de  tristeza» 

Don  Juan.         i  • 
Beltrau  la  mná^tizM  niiai' 
en  mudarse  todo  está  , 
que  tambiemse  nadará    r  •  < 
la  causa  de  mi  alearía. 
Que  adora  a^í  «a  beMad         '    « 
el  Duque  Ür^bioo  ,  que  creo  » 
que  por  lograr  so  deseo , 
perderá  la  •libertad. 

Bél4ran, 
¿  Qae  ae.  case  temes  t 

J9on  Juan. 

Si.  .' 
•  Beltran» 
Pues  si  tu  querida  alcanza 
de  vista  aquésa  esperanza  , 
bien  pueden  doblar  por  t^ 
¿  Qué  por  llamarse  esctlenciá , 
que  no  hará  ñna  moger? 

Don  Juan»  ^ 
Eso  me  obliga  á  perder 
la  esperanza  y  la  paciencia. 

Meliran. 
Pues  al  remedio  f  señor*     > 

Don  Juan.  *       ". " 
Dilo  td  f  si  algnno  ves. 

Deliran. 
Si  él  ama  así,  no  lo  es 
el  declaralle  tu  amor. 
Mas  porque  tu  amada  bella  , 
contigo  esté  declarada  y 
antea  que  él  la  persuada  9 


487 


4M 


¿Cómo  la  podré  oUigar 
tan  brevemente  ? 

BsÜrmn. 

Fingiendo 
qoe  la  hedida  de  don  Mendo 
•e  ha  sabido  en  el  logar ; 
y  con  esto  el  migo  toca 
en  la  opinión  de  dofta  Ana , 
qoe  tengo  por  cota  llana  p 
que  por  taparle  la  boca  , 
ii  ae  ha  de  determinar 
tarde »  que  quiera  temprano 
darte  de  esposa  la  mano: 
con  esto  puedes  mostrar 
«in  desconfiado  pecho 
con  recelos  de  so  fé « 
porque  la  mano  te  dé 
para  verte  satisfecho. 
Qn^  pues  dice  claramente 
que  te  quiere  y  tú  la  quieres^ 
ó  ha  de  hacer  lo  qoe  quisieres  ^ 
ó  ha  de   confesar  que  miente. 

Don  Jucm. 
Al  jardín  irá  esta  tArde; 
allí  la  tengo  de  ver  ^ 
y  seguir  tu  parecer. 
Behraa. 
Nunca  ba  vencido  el  cobarde. 
Bl  Oaqoe  ta  este. 


489 
ESCENA  Xill. 

Dichos  9  el  Duque  jr  Fabio. 

'   Don  Juan* 

¿  Señor  ? 
,  Duque. 

Don  Jaan ,  amigo ».  yo  maero. 

Don  Juan, 
¿Cómo? 

Duque.  * 

£n  un  combate  fiero 
de  ze1o8f  desden  y  amor. 
Al  ingrato  ,  como  bello 
ángel  qoe  adoro »  escribí 
hoy  un  papel. 

.     Don  Juan. 

\  Ay  de  m( !         vp* 
Duque* 
T  AO  ba  querido  leello. 

Don  Juan, 
Él  alma  al  cuerpa  me  ba  vi\elto«     ap¿ 
¿Poes  como  tanto  rigor  f 

Duque,  * 

Nacido  es  de  ageno  amor 
on  disfavor  tan  resuelto. 

(  Don  Juan 

y  o  á  ser  amada  atribuyo  -^ 

el  mostrarse  tan  ingrata. 

Duque, 
Cuando  el  efecto  me  mata 
sobre  la  cansa' «o  arguyo. 
Lo  que  es  cierto  es  que  yo  mo^ro  i 
vafe)  ^ni  Juan  ,  me  aconsejad. 

Don  Joan* 
De  taA<maelt«  oraeldad    « 


490 


la  madanza  desespero. 
Dejallo  es  mi  paircer , 
antes  que  crezca  el  amor. 

'  Duque. 

Ta  no  paede  ser  mayor. 

Don  Juan, 
Pues  amar  y  padecen 

ESCENA  Xin. 

Dicftos  y  Marcelo* 

Marido. 
I  Puedo  hablarle  ? 
Duque. 

Si ,  Marcd»^ 
Marcelo. 
Páme  albricias. 

DuqUfi. 

Ta  tardaoM 
me  mata. 

Marcelo. 
Ta  tf»  esperanza 
ba  bailado  puerta  en  tu  cielo. 
Hoy  vá  tu  dueño  cruel 
al  jardín»  y  un  escudero 
(que  esto  ha  podido  el  dinero) 
quiere  darle  entrada  en  él. 

.  Duque. 
Abrázame. 

&K£-«Kv.         Bekran.  ^ 

¡QnédabloMi! 
.  Duque. 
¿No  iréis  conmigo » ddn  Jéafi?. . 

Don  Juan. 
Señor ,  I9S  que  apio»  yaa , :    . 


491 
g¡»z$n  hkn  Ui  oeéé¡ottt§. 

Duque, 
Bien  á^éi$ ;  vcdme  det pttfit 
qoe  ie  esconda  el  lol  dorado  , 
#abref«  lo  que  me  ha  pasado.  f^0M« 

JDon  Jáan. 
\yU\  baya  el  vil  íuUrés, 
por  qaien  ni  honor «  ni  opinión 
podeoioi  aaegMrar! 

Beltran. 
IfO  qne  íniporU  es  inadni|;ar 
7  bortalle  la  bendición. 

ESCENA  XIV. 

Dsco&AaoM  DB  Jardiv* 

^/  Conde  jr  4año  tucrecia. 

Conde. 
I  Ne(;arás  t  señora  mía , 
Ja  palabra  que  me  diste? 
Doña  ÍMcrecla* 
To  no  la  niego* 

Conde. 

I X  qoé  yjste 
coando  dofta  Ana  venia 
de  Alcalá »  tn  desengaño  ? 
Z>o/^  iMcrecia. 
Eso  tampoco  te  iiíego  | 
mas  aunqoe  se  apagó  el  fuego 
quedan  reliquias  del  dado. 

(Jonde* 
Poes  porque  arrofes  del  pecbo 
las  cenizas  qoe  han  qnrdado, 
nira  ü  ftprl  qoe  ac  lu  d«d^ 


492 


don  Meado «  de  amor  desliedlo  i 

para  aplacar  «I  rigor 

de  doña  Ana  de  Contreras; 

si  mas  agravios  esperas      / 

será  bajeza ,  y  no  amor;  {t} 

Doña  Lucrecia* 
Bi  que  sin  oir  conderuM,  ^ 
oyendo  ha  de  condenar , 
esto  me  obliga  á  pensar 
que' es  sin  remedio  mi  pena. 
Ya  que  el  cielo  asi  ¡o  ordena^ 
dadme  solo  un  ^ato^  oido  9     f 
que  si  culpado  lo  pido  , 
pa^a  mas  pena  lux  de  ser 
sino  que  os  dañe  saber 
quejamos  os  he  ofcnjiido. 

Conde» 
¿Conoces  la  letra  ? 

Doiia  Lucrecia* 
Si. 
Conde, 
I  Ves  tn  engaño  ? 

Doria  Lucrecia, 

Ya  lo  veo. 
Conde ,  y  pagarte  deieo 
lo  que  j^adeces  por  m(  ; 
que  demás  de  que  premiarlo 
es  justo  tan  firme  f é  ^ 
gusto  á  mi  padro  daré 
que  es  en  ejsto  de  tu  parte. 
Hazme  gusto  de  esconderte 
por  el  {ardin ,  no  te  vea 
mi  prima. 

( 1 )     Dcde  un  papel  j  lee  Lucrcfiia. 


f»^3 
Coiidé. 
£1  alma  dése* 
por  gloria  t\  ohedccerU.      ' 

ESCENA  XV. 

Doña  Lucrecia ,  doña  Ana  y  -Celia^ 

Celia. 
¿Qaé  de  c«a  manera  estás? 

Doña  Ana, 
Después  que  estoy  declarada, 
CuaMto  mas  resisK  helada, 
i^nfk  voy  ardiendo  mas. 
¡Quién  de  tras  de  este  arrayan 
súbitamente  lo  hallara! 

Celia. 
¡Ay  Celia  ,  y  qué  mala  cara , 
^  y  mal  talle  de  don  Juan ! 
¿Ves  lo  que  en  un  hombre  vale 
el  buen  trato  y  condición  ? 

Doña  Ana. 
Tanto  y  que  ya  en  mi  opinioa 
no  hay  Narciso  qjae  le  iguale. 
I  Prima ,  qué  es  eso  que  leetf 

Doña  Lucrecia. 
Un  billete  de  don  Mefido  f 
y  mostrártelo  pretendo 9 
por  si  sus  promesas  crees. 

Doña  Ana.. 
Ki  le  escucho  y  ni  le  crebf 
bien  puedes  vivir  segura* 

Doña  Lucrecia.  ^ 

¡  No  le  dé  Dios  mas  ventura 9    .     (i) 

(i)     Da  el  papel  á  d^a  Ana,  jr  ella  upojfu  á  Íeetl0m 


Á 


4M  ' 

de  la  que  yo  k'deii^o! 
Solo  preteodo'qoe  del 
entiendas  lo  qqe  «e  quiere.- 
Harele  el  mal  que  podif  re       ap^ 
pae»  dá  ocaáion  el  papel. 

ESCENA  XVI.  ^ 

Díchoi  y  don  JuaH4         ( 

/      Ctlia. 
Uegt  atrevido  y  dichoso.  (i) 

Don  Juan. 
Uu  papel  está  leyendo ^  áp4 

y  la  letra  es  de  don  Mendo. 
¿Tendrá  licencia  un  teloso^ 
á  quien  tii  dueáo  has  llamado 
para  vei*  ése  papel  f 

Düñd  Ana, 
Aon  Juan  ,  si  ha  nacido  de  i\ 
ese  celoso  cuidado^ 
pide  licencia  primero  / 

á  mi  prima  ,  y  lo  verás^ 

jDo/|'  Jáan. 
I  líuego  licencia  me  dis 
de  decille  que  té  quiero  ? 

Doña' Ana. 
Si ,  qoe  esf e  es  lance  foraoio  ^ 
puesto*  que  el  alma  fe  adora. 

Dart^  Juan.* 
Dadme 'licencia  I  señora»  ^ 
por  amante^  6  por  zelosoV 
para  ver  nté  papel 

^  '        ■  '  -     " 

•<  I  >     A  don  Juan  ^ne  se  liega  por  un  iodo  d 
'Ana*  ■   • 


4H 
Dofla  Lucrecia. 
Mi  gnsio  en  doSa  Ana  vive. 

Doña  Ana*  < 
A|;<ira  iabe  qaa  escribe 
don  MendQ  á  Lucrecia  en  él. 

¡  Don  Juan 

I  Df  1^  Mendo  á  Locrecia  ? 
Doña  Ana* 

Sii 
decirlo  puede  mi  prima. 

Don  Juan. 
Si  Upto  tu  gusto  estima f 
mas  que  tBú  dirá  por  tí.  • 

Percí  aquí  el  mismo  papel 
es  bien  que  el  testigo  sea. 
Doña  ÍMcreciaf 
Satisfacerme  desea  ^ 
y  audiencia  me  pide  en  éL  (i) 

Don  Ju€m  leyendo» 
El  qué  sin  oir  condena  , 
oyendo  ha  de  condenar  ¿ 
jr  esto  me  obliga  d  ptnsar  , 
4jue  es  sin  remedio  mi  pena  C 
ja  que^  el  cielo  asi  lo  ordena  , 
dadme  solo  un  ralo  oido  , 
que  si  culpado  \o  pido  » 
para  mas  pena  ha  de  ser, 
sino  0/e  os  daríe  saber 
que  jamás  os  he  ofendido, 
¿  Doña  Ana ,  qué  te  ha  obligado 
á  pretenderme  engañar  T 
I  qué  te  puedo  yo  importar 
no  quejido  ^  y  engañado  ? 

(t)     Tema  él  papel  X  lu. 


496 


A  tí  ▼ieaoi  dirigidas 
las  rasones  que  he  leidoy 
qae  fohre  lo  Aucedido 
aon  palabras  conocidas. 

Doña  Ana. 
Caando  á  mi  veoga  el  pspel 
¿  dá  gracias  de  algan  favor  |^ 
ó  quejas  de  mi  rigor  ? 
]ae§o  te  obligo  con  él. 
Don  Juan. 
Mejor  modo  de  obligar 
fuera  no  haberlo  leído; 
que  quien  escucha  ofendido  f 
no  huye  de  perdonar. 
I  Ageno  papel  recibes 
cuando  mía  te  has  nombrado  I 
6  poco  me  has  estimado  t 
ó  livianamente  vives. 
De  donde  hé  ya  conocido  « 
que  vivir  me  está  mas  bíea 
desdichado  en  tu  desden , 
que  en  tu  favor  ofendido. 
Yo  me  iré  donde  jamás 
pueda  otra  vez  engaSarmo 
tu  favor. 

Doña  Ana* 

¿Quieres  matarme f 
seSor? 

Don  Juan. 

Suelta. 

Daña  Ana. 

No  te  iris 
sin  oirme ;  prima  mía 
ayúdamele  á  tener. 


497 

Soltad. 

.  Doña  Lucrecia,      , 
Ya  C4  t%\o  perder 
la  debida  corles/a,  ^ 

,  Cr/iVf. 
Don  Bfendo  'stá  en  el  jí^rd^tt* 

Doua  Ana*  . .      »       * 

I  Don  Meodo  ?  ' 

Celia.  ,   .^     . 

Por  fnerza  lia.  entrada 
Dona  Ana.     .     ,, ;'    [ 
A  coynntiira  ha  llegado     .y 
que  dar^  á  t|»#  ^los  fio*      ^  ; 
Los  dos  im^^fife  arrajran 
os  entrad  ^  donde  escondidos 
los  ojos  y  los  aidos 
satisfacción  o#  4^^»^* 

Z^n  Juan.  .«, 

Sola  ta  mano, ha  de  ser  , 

quien  m|i  tenga  satisfecho. 

Doña  Ana. 
Seftor  eres  ya  del  pecho » 
poco  te  qo^  qoe  hacer.     ,    (i) 

kSCENA  XVII. 

Dtthot  X  ^^  Mendo*  \ 

,  Z)o«  Mendo.       ^  ^_ 
lí¡  quiero  que  me  pirdonesy 
ni  volver  quiero  á  ta  gracia  |^ 
y  si  tal  pidiere,  cierra 
el  o/do  á  mis  palabras. 

^'— ^—  '  <  ii]i    I»  ■  I     »    ■  fc 

(i)     EfcomUaHOQaJuanjdaiualucr^a. 


4M 


Mis  dei  cargos  «oláiDnile 
f|aicro  que  eicuches ,  <iofia  Ana  f 
por  ydver  por  mí  oplniooy 
jto  por  ctitp9r  tu  mildatisa* 
Si  al  Daqae  Urbiiio  /de  ti 
dije  uoa  noche  mil  faltas  , 
fué-  htmov  de  qoe  en  su  pecho 
engendrase  amor  tn  fama  ; 
porque  don  Juan  de  Mendoza 
contaba  tns  alabanzas  f 
*         y  á  *fl  pdlvora  de  un  mozo 
lo  menor  centella  basta. 
A  tu  prima  le  escribí 
mií  agravios  por  til  canta  ^ 
deseogafianda  su  amor , 
y  eilcaredendo  tus  gradas. 
Si  ella  te  ha  dicho  otra  cosa  , 
plesto  verás  qne  te  ei^gaBa, 
que  el  traslado  traigo  aqu{| 
oye  sus  lüísiúas  palabraii. 
£ee«       T*^  sentimiento  encmreces 
sin  escuciiar  mis  disculpas 
cuanto  sin  rasan  me  culpas 
^c^to  can  razan  padeces^ 
si  miras  lo  que  mereces  , 
verás  cotho- la  pasión      ' 
te  Miéi^  4  qu0  sin  rijtwoa 
agravies  en  tu  locura, 
con  las  iludas,  ía  hermosura p 
con  tos  zelos  ,  la  eléteíon* 
Lutteéia  ,  de  ti  d  do  a  Aña 
ventaja  liay  mas  vonocidoi,  ^ 
que  de  la  muerte  <i  la  vkla  f 
Se  la  -HtHihe  d  la  m^ñana^ 
¿  ^¿uütn  -é  lu  Aiffmos»*dj4mtm   ' 


trocará  por  una  'tsi^eÚa  f 

deja  la  injusta  (fueri'Ua 

desengaña:  tus  ^finjos ,        o  % ,  1 1 

ifue  tengo  Una  alma  y  dos  ojoi 

para  escoger  taimas  beUlá. 

Mira  ai  mas  clar^itiftiié 

|>tfde  ^ó-dVs«n  gaña  fia  « 

ái  ella  lo  eq<t«iKÍió  o(  revés 

én  mi  lio  e«ti|vo  la  falta  ^-        ' 

que  quíi<}^f»  eljcampo  asar 

de  fuerza  ,  4irÍ9,  ¡  Ab  ingrata! 

¿orno  á  estMXsa.lo  iiiieoté  ^ 

ai  te  ofeii4<  comoá  esiraña ;      i 

y  delinquir  en.  «i. Cftitip0 

lio  fue  iiiucb<w,i»  Uevabá 

anticipado  el  <íiisÍJgo 

£on  mil  ^etbal.  en  el  alma. 

Tiis  quejaS  i  y  mis  disculpas 

«stas  Son  j  la  furia'  amansa  ^ 

huya  de  tu  bermos»  cielo 

la  nube.^e  mi  desgracia; 

qUe  el  cielo  ^  el  aire^  la  tierra 

son  tcsifgos  de  mis  ansias: 

Ao  hay  quieA  dude  mis  verdades 

sino  tú ,  qu#  eres  ía  causp. 

Esta  es  mi  ma^iode  esposo^ 

y  con  disculpa  íart  clara  i 

6  no  niegues  mí  firmeast 

ó  confiesa  iu  mudanaa^ 

•  Doña  Lucrecia» 
Aquí  se  casan  sin  duda* 

Don  Juan^ 

Aquí  sin  duda  se  casa4# 
¿Saldré I  Calia,f 


499 


$00 

'  '  •   <M/tt.  ^  •^^*'*  -''      '  * 
N(yla  enoffí   -^"^  ' 

cuando  te  iin[>ort^  dBHgallá. 

ESCENA  y Viü.   ^ 

Diír/^5  ,  e/  Duque  con  un  escudero  jr  gue^^pse  al  pono. 

Aquí  pod<ií«  aj^fi^rAiP'  •  -  * 
á  qué^^ou  M«tf^  s«  taya.         ^ 

Don  Mena©',  ydUe^roiifiéso,  ' 
qup;»u»i^M»i%**s'ti*éry  Üauo,' 
y  qne  con  dartiM'  iH  ^nfá^óo  ^ 

parde  c«<rarae  «K§roct^d^ 
^ro  to  inlftitd'lib^tíéiífe 
remedio  ,  ya  iilfe'lias*  pii-dido  i "  * 
y  ref^eho  elofeftdtdo,  ' 
tardñ  la  disclilf^í^iéóe;*  "* 

Digo,  qae  fité^á*  In-íencion  *  '^ 
con  qu(5  babkiár^-n)tft'il%  mi       * 

al  Duque, 'qiw*r*r*'lifí -' 

librarme  de  s»  afición  f         '   •'' 

inbétfaé  piíblfCi»>^  4^ablár,         ' 

la  intención  ole oHia' foé,'    *     * 

si  poí^^lo  ji»crílo'»)ifÉ*i»é  i 

no  te  w^  pneck^'qli^^f  ^  ^ 

y  agorar  fe'de«f>if*áfié=  »       '    '        * 

de  caan  nuilo  eaí'hhhl^r  Mal  ;'   ' 

pues  con^ser  la  k:abBa  I  al, 

y  f  1  fin  lan  lMi©no,'*fe  ffiífla.'*:  '* 

Por  el  mal  ^edío,  condeno 

el  buen  fio  ;  tudo  lo  igualo  « 

en  que  ve^a«  <yiiK  lo  maTo 

aun  para  buen  fi'n'  nb'ea  1iaetio»> 


(i)    Tu  Icqg^ifi  pondijnó,  :„.,j  ,,  ,;r 
sin  reroe.íiio^.á  i[n¡  do^fien  ; 
á  tilda  ley  ,  hallar  biea  ^  ,  ,     ^7 
qae  á  nadie  jamás  dafió. 
Con  «$lo  si  prW^^^re(0| 
mudar  ii^(f;iM>  podrás. 
4jfon  Mentólo. 

¿Resuelta  en  afreto  estás f     *  .> 
ZhfÍ€i  Ana*  <  ; » 

Resuelta  estoy  «yi '«^Vcto. 

.Dan  Méndo,    '     «    •    í 
Mira  lo  que  dices. 

Do^a  Ana, 

4  Di^o  ..  '  T 

.que  es  vana  tqi  prcsundap, 
porque  es4íi.,  ro^o lucida  .    ^ 

es,  doi^  ftleiido  ,.00  castigo, 

„   I^n  Mtmdo,  ,4 

^a  lo  que  d;ce  de  tí   .        .   .  .  •    ,, 
)a  fama  crjener  es  jqslo, 
que  ialoridajle  ^u.joj^I  gusto 
el  aborre.cerii^^, á.qií. 
Del  coclíero  que  in$i;Utrió,.  ,  ,  ,*} 
se  habla  nial,.y,n^l  sospecho  > 
que  taMn'io  cu  bajo  pecho 
de  tus  favores  nacjó. 

/rv                      Doiia  Ana. 
i   )                r  '  ;  .          :  ,  í,          ,.',,' 
--      Tente,  no  tco  digas  mas,.           ^ 
yo  estorbaré  mi.^  afrentas; 
■*  "poT  doirde  Dbii^ariiir  intentas   

El  cechero  que  te.hirió,         ..,.,,  »^ 


501 


S02 


Biíiii  podáis  salir;  cocbéro,         '*    (i) 

Don  Juan', 
Yo  soy  «]  cocbfro. 

T  yp. 
po^a  jénch 
Caballeros ,  deleneos ,    ' 
que  á  mi  ese  dat^o  me  baceis, 

Pasta  qae  vos  lo  maii4«U* 

Pon  Jmn- 

3erviros  son  mis  deseos. 

pq'^ia  Anq^ 
Kstos  los  co^beros  ^on  | 
pOr  ^i|Ífn  mi  opinión  se  ii|fai||$>; 
y  por  quitar  á  la  íí>ina 
de  mi  afreula  la  ocasión  ^ 
le  doy  la  mano  de  esposa 
ii  don  Juan.  (^) 

Pon  Juan, 
y  yo  os  lá  doy. 
Ce  fia.' 
I  Puenfi  pascqa  ! 
<  B^lii^an, 

\  Ia>co  es^oy !  • 

Duque. 

Vuestra  ainistad  engañosa  (3) 

{Castigaré. 


(i)     fiaJen  ni  teaint,  y  émpá/lan  todas  ta$  pspadas 

(a)      Ddrtse  las  manos.  '  '•'. 

(3)     Empaña  él  Dut¿ule  ^otiira  don  Juan. 


ÍC3 


Don  Juan^ 
Peten  etic , 
qn(^  yo  nunca  os  engacé  ; 
recato  y  uo  engauo  i'ué 
eucnbriros 'mis  deseos; 
que  si  03  queréis  acordar  ^ 
solo  os  tercié  para  vella^ 
y  en  eoipczando  á  querella  ^ 
os  dejé  de  acompadar. 

T  en  fin  y  sí  bien  io  miráis, 
icl  dueño  fui  de  tni  mano , 
y  sobre  m\  {^asloeu  vano 
ain  mi  Qstsio  disputa ia. 
A  don  Joan  U  mano  d/# 
porqae  me  obligó  diciendo 
Lien  de  mf »  lo  que  don  Menda 
perdió  hablando  mal  de  mi. 
Este  es, mi  ^nalo,  si  bien' 
misterio  del  cieV>  ba  sido, 
con  qae  mostrar  ha  qnerido 
cuanto  vaJü  jri  hahiar  bien.* 

J)on  Mrndo. 
Antes  sospecho  que  fué 
pena  del  loco  rigor» 
con  que  por  tí  al  firme  amor    '' 
de  tu  prima  desprecié: 
mas  soii^  llorar  mi  mudanxa 
y  ¿ozar.su  mano  bella  ^  \ 

estorbaré  su  qoereNa  , 
y  mi  eog^ada,  y  tu  venga lUak 

.  fhma  JLucretia. 
¿Quién  os  dijo  que  sustenta 
hasta  agora  er  alma  mia 
vuestra  memof  ta  ? 


«04 


:  El  hacia 

ftia  la  huéspeda  la  cuenta. 

Doña  Lucrecia, 
Vos  haWasles  ,  pretendiendo 
é  dojpia  Ana ,  mal  de  mí. 

Don  Mendo, 

\  To  4  doña  Ana  mal  de  t{ ! 

jpona  Lucrecia, 

Las  paredes  oyen  9  Menido. 
Mas  puesto  qae  en  vot  e6  tal 
la  imprudencia  ,  que  qvereis 
ser  mi  esposo  »  cuando  habéis 
h*al»bdo  de  mí  tan  mal ; 
yo  no  pienso  ser  tan  necia  , 
que  esposa  pretenda  ser , 
de  qoieri  quiere  por  muger 
á  la  unisma  que  desprecia  ; 
y  porque  con  la  esperanza 
fi  castigo  no  aliviéis , 
lo  que  por  falso:  ^lerdeis, 
el  Conde  por  firtne  alcanza. 
Yuñstra  soy.       •-  (i) 

Don  Mendo. 

¡Todo  lo  pierdo! 
I  para  que  quiero  la  vida  ? 

Conde- 
Jdzgala  también  perdida  ^ 
bí  en  hablar  no  eres -mas  cuerda^ 


(i)     Da  la  mano  al  Comle». 


m 

"Beltran. 
T  paeteáte  ejemplo  ven » 
f aplico  á  vuesas  mercedes 
miren  ,  qac  oyen  las  paredes  ¿ 
jr  á  (oda  ley  hablar  bien, 


I-í. 


$06 

J^u  Paredes  Ojren. 


X  «rece  qae  don  Joan  Ruis  de  Alarcon  tomó  el  «tira* 
to  de  ctia  céroediai  de  la  qne  bemut   insertado  eo  el 
primer  tomo  de  Lope  de  Vega,  titalada  El  Premio 
del  bien  hablar  ;  pero  aunque  así  sea  el  qdodo  de  des* 
empeñarle,  es  tan  diferente,  que  no  admite  compara- 
ción. Lope  compnso  una  comedia  de  intriga  bien  com« 
binada »  agradabir  ^  interesante ;  cuando  Alarcon  se 
propuso  directamente  en  la  suya  nn  fin  moral:  quiso 
probar   que  el   m  a  Id/cien  te  es  odioso  en    la  sociedad, 
y  digno  de  aprecio  y  estimación  el  hombre  tolerante 
y  comedido.  Estos  dos  caracteres  contrastan  maravi^ 
Ilesamente.  Don  Mendo  es  caballero ,  galán ,  discreto 
y  rico  ;  pero  tan  mordaz  que  no  perdona  la  opinión 
mas  respetable ;  murmura  de  sus  amigos  p  de  sns  pa- 
rientes ,  de  »n$  amantes  :  no  perdona  á  la  misma  á 
quien  ama  y  solicita  para  desposarse  con  ella.   Don 
Joan  9   al  contrario,   oo   ha  debido  á  la   naturaleza 
ninguna  gracia  personal ,  es  pobre ;  pero   tiene  una 
alma   noble  y  generosa,  elogia  el   mérito  ageno,de« 
fiende  las  prendas  y  la  nobleza  de  la  que  adora ,  ton- 
que uo  tiene  esperansa  de  poseerla ,  y  pondera  ej  va- 
lor y  la  destreza  de  su  mismo  rival.  Estos  dos  perso- 
nages  puestos  en  acción  y  obrando  cada  uno  confor* 
me  á  su  carácter,  producen  un  efecto  admirable,  y 
un  interés  tan  sostenido  ,  que  prueban  el  juicio  y  la 
inteligencia  del  poeta.  Lace  mas  todavía  su  talento  en 
el  papel  de  doña  Ana.  Ama  esta   perdidamente  á  don 
Mendo  y  desprecia  á  don  Juan  ;  pero  cuando  en  la 
escena  XX  del  acto  primero,  que  es  una   de  las  mas 
bien  imaginadas  y  mas  teatrales  qne   pueden  presen* 
tarse  en  la  «scena,  oye  la  maledicencia  de  sa  amante 


<07 
y  loa  tlopoB  del  qae  abotrtceiiio  puede  contener  $u 
indignación. 

Estoy  loca» 
'  Celia. 

¿  A  este  hombre  tienes  amor  ? 

J)0na  Ana. 
¡El  pexho  abrasa  «I  furor!  ^ 

¡  Fue{;o  arrojo  por  la  boca! 
¡  Posible  es  que  tal  o|! 
¡  Vil,  á  quiín  te  qniere  infamas! 
\  \s\  tratas  á  quien  amas! 

Por  la  declaración  de  Lucrecia  en  la  escena  III  d^ 
aegundo  acto»  acaba  doiía  Ana  de  conocer  el  carácter 
de  dou  Mendot^  X  ^^  pintora  que  hace  Celia  de  don 
Juan  en  la  escena  IV  ^  la  inclinan  á  estimarle. 

Dofia  Ana*  • 

^o  nie^o  que  desde  el  dia , 

qiie  defenderme  le  oí» 

tien^  ya  don  Juan'«n  mí 

mejor  \uL%^t ,  que  sdia  ; 

jorque  el  beneficio  cria 

obligación  natural; 

y  pues  e)  rigor  mortal 

aplacó  ya  mi  desden» 
í       principio  es  de'qtfprer  bien  , 
"     el  dejar  de  qnerer  mal.  * 


EUta  escena  es  mnj  agradable ,  porque  el  especta-* 
dor  está  ya  interesado  á  éavor  de  ñ6n  Jaan^  y  desea 
que  Ibgre'^la  mano  4e  dolbi  Ao'a.  Oye  complacido  los 
^b^iMdiCelia^  y  ifniMeia  «t^r^síorstiie  ^Hnto  au  par- 


taasioii  qne  qbedase  'rendido  inm^diátkifi^tite.  Esté 
senlimiento  qae  se  esperímenla  al  leer  la  comedia, 
prueba  la  bondad  del  carácter  de  don  Joan  El  de  Ce- 
lia es  también  digno  de  clo^ ,  porque  no  la  mueve 
el  interés  á  favorecerle. 

Doña  Alta.  ,  * 

I  Quí  te  obliga  á  cpie  tan  mal     • 
te  parezca  mi  desden  ? 

Celia*   . 
Tener  á  quien  habla  bien 
Üiíkclioacion  natural  ;    ^ 
y  sin  ella  me  «bli^ára  .  . 

la  razón  á  que  lo  hiciera. 

'  Doña  Ana. 
¡  Celia ,  si  don  Juan  tuviera 
.     '.  mejor  talle,  y  «lejor  cara  !..... 

Celia: 
\  Pues  cómo !  ¿en  eso  repara 
una  tan  cuerda  muger  ?  > 

En  el  ^ombre  no  has  de  ver 
la  hermosura  ,  ó' gentileza  ; 
su  hermosura  its  la  nobleza  , 
sa  gentileza  el  saber :  A:c. 

Las  escenas  I,  II ,  III\y  iVU  del  acto  tercero,  son 
de  las  mas  bellas  de  la  camedi^  ,  y  en  l;|s  ^que  mani- 
fiesta el  autor  su  talento  y  su  conocimiento  del  arle. 
En  fin,  el  desenlace  nada  deja  que  desear  ,  pues  el 
maldiciente  recibe  el..casti{;o  de  su  maledicencia.  Ví* 
que  don  Joan  se  casa  con  doña  Ana  ;  y  cuando  acu- 
de'para  despicarse  á  dona  LiKrecta  y  Je  .desdeña  ;)que« 
da   completamente  sátfsfecho:el  ^spectaddr» 

Nada  diremos  de  la. deog»aí¡a4a  esteasidn  de  iiem^ 
po  y  de  ilij0afr  que  ot  im^  t\  aaier.  ^  aUcsUoí^o* 


tores  le.  habrá  tal  ve.  sucedido  ,1  leerla,  lo  qoe  nos 
ha  sucedido  á  «osolrt^  „q„^  folvidados  de  eslos  de- 
lectes ,  hemos  segaido  al  poda  hasta  el  fin  de  la  co- 
«aeJ.»  ,.cg»  si  ^«ayor  i,,(^é,^  complacencia. ,     ,^ 


^•1 


(.•j¿ 


'O;.  '.',■,■ 


)\-      j'.-    \   ,. 


'",",'>     .n>»v 


.  .!r.  ;-o  ..  ••  .  ■,-, 


ÍNDICE 
De  las  comediad  contenídasí  en  este  tomd^ 

Cañar  amigos.  ^  ^  ^ ......  ^  ^  S 

Examen. *,  ii^ 

La  verdad  sospechosa.  - . .  .^  ia3  ^ 

Examen^  .*..........  aSi  ^ 

f  /  examen  de  Maridos.  , .  ^  aSy 

Examen.  4. . 677 

Zcw  Paredes  oyen.  ^ *  38x 

Examen. ..-...*  5o6 


i 


/ 


APR  1  -  1960