CUADERNOS DEL SEMINARIO
DE Integración Social Guatemalteca
N? 8
Lenguas Indígenas
de Guatemala
ARTURO VALDÉS OLIVA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Guatemala, Centro América — 1965
Digitized by the Internet Archive
in 2009 with funding from
Universidad Francisco IVIarroquín
http://www.archive.org/details/cuadernosdelsemiOOartuguat
CUADERNOS
2 ai ^dmLtiatLo
2a ^nta^taclóit
N» 8 Segunda Serie 1965
ARTURO VALDÉS OLIVA
Jl.
2a <J=^iLat<Linaía
CENTRO EDITORIAL "JOSÉ DE PINEDA IBARRA"
Ministerio de Educación Pública — Guatemala, C. A.
1965
SEMINARIO DE INTEGRACIÓN SOCIAL GUATEMALTECA
Consejo Consultivo
Vicente Díaz Samayoa
Adolfo Molina Orantes
José Rolz Bennet
Jorge Skinner-Klée
Ernesto Chinchilla Aguilar
Juan de Dios Rosales
David Vela
Hugo Cerezo Dardón
Secretario General
Flavio Rojas Lima
,,,,,,. ^,, , .NOTA DEL SEMINARIO
En un enfoque cultural sobre la sociedad guate-
malteca como necesario punto de partida para cual-
quier jormulación programática, orientada a promover
el desarrollo integral del país, el fenómeno de la diver-
sidad lingüística es una cuestión asaz importante. Efec-
tivamente, no puede soslayarse la circunstancia de que
Guatemala, en un territorio de ciento treinta y un mil
ochocientos kilómetros cuadrados, y con un total de
cuatro millones doscientos setenta y ocho mil trescientos
cuarenta y un habitantes — según los resultados del
censo de 1964 — presenta poco más de veinte lenguas
y una asombrosa proliferación de formas dialectales que
frenan cualquier actividad encaminada a propiciar
el desarrollo de las áreas rurales, particularmente
cuando tal actividad hubiese sido planificada con
desatención de las estructuras teóricas generales y las
particulares que han sido formuladas, con acierto y
rigor científico, en función directa de la misma socie-
dad de Guatemala.
Es deseable, por ende, que los guatemaltecos pue-
dan disponer de muchos más y diversificados elemen-
tos informativos para abordar los temas relacionados
con sus propios sistemas culturales y las principales
notas características de éstos, para que, asimismo, con
los necesarios recursos de apreciación, puedan captar
más fácilmente los postulados de la Integración Social.
En este orden de ideas, el Seminario juzga ade-
cuada una labor de intensa divulgación de aspectos
que, como el lingüístico, son indispensables en un aná-
lisis focal de la esencia y origen de los mayores proble-
mas sociales de Guatemala, Esta circunstancia inme-
diata y precisa, más que otras más ambiciosas como
sería la de hacer nuevas aportaciones en el estudio
científico de las lenguas indígenas, ha inducido al
Seminario de Integración Social Guatemalteca a la
publicación de este trabajo debido a la dedicación
del historiador y actual Director del Archivo General
de la Nación, señor Arturo Valdés Oliva.* Las ilustra-
ciones incluidas con los mismos propósitos de divulga-
ción, fueron tomadas del mapa lingüístico de Gua-
temala compilado por el antropólogo licenciado Anto-
nio Goubaud Carrera y recientemente reeditado por el
Seminario de Integración Social.
* El Seminario, sin embargo, se encuentra preparando la edición
de un estudio completo sobre las principales lenguas indígenas de
Guatemala.
8
COMPLEJIDAD DEL GRUPO MAM EN LA ZONA
NORTE DE HUEHUETENANGO
ARTURO VALDES OLIVA
Sorprende a quienes en el exterior estudian las
lenguas indígenas de los países latinoamericanos, que
en una de las cinco pequeñas naciones del istmo cen-
troamericano sean tantas las lenguas nativas que
hablan sus habitantes, máxime que su población
apenas sobrepasa los cuatro millones según el último
censo de abril de 1964.
Pues bien, esa pequeña nación en territorio es
Guatemala, donde actualmente la gran mayoría de sus
habitantes hablan en las lenguas indígenas de la familia
Maya-Quiché. Si en realidad la población de Gua-
temala es de poco más de cuatro millones de habitantes,
debe tenerse como dato seguro que tres de esos cuatro mi-
llones hablan en las lenguas indígenas correspondientes
a los grupos: quiche, mam, pocomam, chol, maya y
caribe. El millón restante — llamémoslo así — habla
el idioma castellano todavía con bastante pureza.
Es necesario explicar cómo están divididos y hasta
subdivididos cinco de esos seis grupos de lenguas indí-
genas que se hablan actualmente en nuestro país y
en zonas determinadas donde la población rural forma
los grandes núcleos de habitantes. Esa división es
como sigue: Grupo Quiche: quiche, cakchiquel, tzutu-
jil y uspanteca. Grupo Mam: mam, aguacateca, jacal-
teca, kanjobal, chuj e ixil. Grupo Pocomam: kekchí,
pocomchí, pocomam oriental y pocomam central. Gru-
po Chol : chortí y lacandón chol. Grupo Maya : lacan-
dón del norte, yucateco y mopán. El grupo Caribe,
o sea el sexto, lo forma la lengua llamada caribe ara-
guaco, también la llaman kekchí-caribe.
Y si es sorprendente para los estudiosos de las
lenguas indígenas, que en Guatemala sus habitantes
se entiendan valiéndose de distintos dialectos — dado
lo pequeño de su territorio — mayores sorpresas expe-
rimentan cuando llegan a saber que sólo en la región
norte del departamento de Huehuetenango, en cinco
comunidades se hablan distintas lenguas, lo que obliga
a pensar en la necesidad de hacer un detenido estudio
que aclare el porqué de esa complejidad lingüística
en una zona de poca extensión.
Esa zona norte de Huehuetenango y las lenguas
que se hablan en cada una de sus poblaciones, puede
ser descrita así: el aguacateca se habla en Aguacatán;
el ixil es la lengua dominante en tres poblaciones de
importancia, especialmente por" el número de sus habi-
tantes: Nebaj, Cotzal y Chajul; el kanjobal se habla
en otro grupo nutrido de población formada por los
siguientes pueblos: Santa Cruz Barillas, Santa Eulalia,
San Rafael La Independencia, San Pedro Soloma,
San Miguel Acatan y San Juan Ixcoy; el chuj es la
lengua de los pobladores de San Mateo Ixtatán y
San Sebastián Coatán; y finalmente el jacalteca^ con
exclusión de toda otra lengua, se habla en San Antonio,
Jacaltenango, Concepción y Nentón. r*:
10
El porqué de esta variedad de lenguas en esa
región de Huehuetenango ciertamente ha desconcer-
tado en más de una ocasión a diversos etnógrafos y a
los estudiosos de las lenguas nativas. Y es que si se
carece de una documentación adecuada para ese
fin, o no se cuenta con relatos que verdaderamente
sean dignos de crédito, toda labor que tienda a esta-
blecer los motivos que originaron la adopción de tan
diversas lenguas en comunidades vecinas, resulta no
sólo difícil sino infructuosa.
De ahí, por ejemplo, que en el año de 1938 el
etnógrafo Oliver La Farge, al estudiar y luego com-
parar lo que llamó "variedad lingüística del mam",
se limitara a sugerir que se designara a dicha varie-
dad con el nombre de kanjohal, palabra que según
lo expresara en un impreso el Instituto Indigenista
Nacional, quiere decir "esa es mi lengua".
El propio La Farge publicó en el año de 1931
una monografía de Jacaltenango, con el título de
"The Year Bearer's People", en la que sugiere una
marcada afinidad entre las lenguas chuj con el maya
y el jacalteca. con el chol. Por su parte J. Alden
Masón derechamente hace la clasificación del jacal-
teca situándolo dentro del grupo motozintlecano, según
se lee en su trabajo titulado "The Native Languages
of Middle American" en "The Maya and Their Neigh-
bors", publicado en Nueva York en el año de 1940.
Como se ve, tanto La Farge como Alden Masón
no están en la capacidad de explicar las razones que
describan aun objetivamente los móviles de la división
y acaso subdivisión de la lengua mam^ no obstante
los extensos conocimientos de dichos etnógrafos, así
como los estudios que hicieron en las comunidades
11
indígenas de los mames. Masón, por ejemplo, en su
obra coloca al chuj dentro del grupo chañabaloide
y sin explicar el porqué deja de clasificar al solomeca.
Obras de indudable importancia lingüística, como
la de Paul Rivet, "Langues de TAmerique Central"
en Les Langues du Monde, París, 1924; y la de Frede-
rick Johnson, "The Linguistic Map of México and
Central America", 1939 — se limitan a hacer refe-
rencia de la variedad lingüística del mam siendo en
cambio muy rica la información que ofrecen sobre
las lenguas indígenas de otras regiones de Guatemala.
La complejidad de las lenguas indígenas en la
zona norte del departamento de Huehuetenango y que
figuran en el grupo mam^ contrasta en el aspecto de
extensión territorial con la única lengua que se habla
desde la zona sureña del citado departamento para
luego extenderse a todo el de San Marcos, hasta abar-
car las secciones sur-orientales de Quezaltenango y
Retalhuleu, finalizando en la propia costa sur. Esta
lengua es el mam y por ella se entienden los moradores
indígenas de los municipios de Cabricán, Cajolá, San
Miguel Sigüüá, San Juan Ostuncalco, Concepción
Chiquirichapa, San Martín Sacatepéquez, Huitán,
Colomba, Coatepeque, Genova, Flores Costa Cuca y
Palestina, todos del departamento de Quezaltenango,
y el municipio de El Asintal, de la jurisdicción depar-
tamental de Retalhuleu.
Los límites geográficos de dicha región lingüística
apenas son superados en el aspecto de su extensión,
por la zona en que se habla el kekchí; y aunque gran
parte de esta zona limita por su lado poniente con la
región norte de El Quiche, precisamente donde se
habla la lengua ixil, es de saberse que ella no tiene
12
la menor similitud con el kekchí ni tampoco con el
pooomchí, lengua en la que se comunican los habitan-
tes de Santa Cruz Verapaz, Tactic, Tamahú, San
Cristóbal Verapaz y San Miguel Tucurú.
El kekchí lo habla la enorme población verapa-
Cense comprendida en los municipios de Cobán, Pan-
zós, San Pedro Carcha, Senahú, San Juan Chamelco,
El Estor, Chahal, Lanquín, Chisec y Cahabón. La
misma lengua domina en los municipios de San Luis
y Sayaxché, del departamento de El Peten. Y ya
combinada con otras lenguas lo hablan en Purulhá,
Baja Verapaz, con el nombre de pocomchí-kekchí;
y en Livingston, municipio de Izabal, se le llama por
Jos nativos de color, kekchí-caribe.
La mezcla de lenguas indígenas como las que
hemos mencionado, es indudable que obedece a que
grupos de indígenas, familias enteras, emigran de los
lugares nativos y forman colonias de forasteros que
hablan en su propia lengua, y la cual se va mixtifican-
do por la adopción del idioma del lugar. Así ha
ocurrido en los pueblos del departamento de Solóla
llamados San Lucas Tolimán, San Pablo La Laguna
y San Marcos La Laguna, donde se habla la lengua
mezclada cakchiquel-tzutujil; en Santa Bárbara,
Suchitepéquez, donde el idioma de los nativos es el
quiché-cakchiquel; y en El Chol, Baja Verapaz, donde
domina la lengua cakchiquel-quiché. Nada raro será
que con el curso del tiempo sean tantas las lenguas
combinadas que hablan los indígenas, que den lugar
finalmente a que nadie se entienda, y lo que es peor,
a que pierdan su gran valor las lenguas matrices, de
las que se derivan ya tantos dialectos.
13
Los etnógrafos franceses y norteamericanos que
han visitado nuestro país con fines de estudio, es noto-
rio que han concretado prácticamente sus actividades
en determinadas regiones guatemaltecas, por ejemplo
la de Huehuetenango. Además de la complejidad de
las lenguas indígenas del norte de ese departamento, les
ha atraído investigar, paso por paso, cuáles son los pue-
blos en que se habla en toda su pureza la lengua mam.
Pareciera que no les interesa saber nada del aguaca-
te ca, el jaculteca, el kan jo bal ^ el chuj y el ixil que
figuran en el grupo mam y por lo tanto tendrán simi-
litud en la pronunciación de las palabras y su variación
apenas diferirá de los conceptos de la lengua matriz,
el mam.
Ya hemos dicho que esa lengua es la dominante
no sólo en Huehuetenango sino en la totalidad de
poblaciones del departamento de San Marcos, en doce
de Quezaltenango y una de Retalhuleu. Los munici-
pios de muy apreciable población indígena de Huehue-
tenango donde se habla, son los siguientes: San Pedro
Necta, Chiantla, Cuilco, Santa Bárbara, San Ildefonso
Ixtahuacán, La Democracia, La Libertad, Todos San-
tos Cuchumatán, Colotenango, San Juan Atitán, San
Sebastián Huehuetenango, y Tectitán. Tanto en
estos doce municipios, como en los veintiuno del depar-
tamento de San Marcos, están unificados los criterios
sobre el nombre de la lengua de sus moradores, el mam.
Dato curioso es el relativo a los pueblos del occi-
dente del país donde se habla el ixil, lengua que figura
en el grupo mM,m y que de consiguiente debería ser domi-
nante en por lo menos un municipio de Huehuetenango.
No es así. El ixil es la lengua en que se entienden
los habitantes de tres comunidades del departamento
H
de El Quiche: Santa María Nebaj, Ghajul y San
Juan Cotzal. Aparece firmemente incluido entre las
lenguas mames, no como el jacalteca^ el chuj y el kan-
jobal, cuya relación lingüística al parecer es aún incier-
ta, no obstante que estas lenguas son de las que se
hablan en el norte de Huehuetenango, precisamente
en la región fronteriza con los Estados Unidos Mexi-
canos, Estado de Chiapas.
15
GRUPO MAM
I MAM
--;:;-"
: AGUACATECA
; JACALTECA
{HHrC
: KANJOBAL
'■'^ '•■'•'
1 CHUJ
|:|.-|:"|;|
IXIL
2^na geográfica que ocupa el grupo Mam.
o c
11
c
C
«O ü
•G «>
.S-o
«^ a
í¿ o-
G
"I
.G Q.
2 c)
Q u
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA CONFORME
ACTUAL UBICACIÓN
Los distintos grupos indígenas de Guatemala
ocupan zonas o regiones determinadas de nuestro suelo,
lo que es interesante saber, entre otras razones, porque
así se simplifica establecer las causas que identifican
o que separan a esos distintos grupos, ya que es en
verdad apreciable la diferencia que existe entre la
mayor parte de los dialectos conocidos y clasificados
en nuestro país, así como los hábitos de quienes
los hablan.
Las labores encaminadas a hacer la distribución
de las lenguas indígenas de Guatemala, es decir, las
actuales, se iniciaron formalmente en nuestro medio
en el año de 1946, cuando el Instituto Indigenista
Nacional realizó una actividad digna de encomio que
culminó con la publicación del titulado "Mapa de las
lenguas indígenas actuales de Guatemala", compilado
por el licenciado Antonio Goubaud Carrera y el pro-
fesor A. Arriaga ; escala 1 : 1 000 000."^ Tal como lo
expresaron en aquella época los citados compiladores,
el mapa "... es de carácter preliminar y por lo tanto
no aspira a ser una presentación definitiva de la com-
pleja realidad lingüística de la población indígena.
* Reeditado, en tamaño grande y con adiciones, por el Seminario
de Integración Social Guatemalteca. 1964.
17
Para llegar a desentrañar esta complejidad de las
lenguas autóctonas de Guatemala, el Instituto empren-
de un estudio circunstanciado de las diferencias que
puedan existir entre los diversos dialectos que se hablan
actualmente en los municipios del país. Pero como
el resultado definitivo de esta labor, que es de consi-
derable magnitud, no se tendrá a la vista sino tal vez
hasta dentro de unos dos años, optamos por ofrecer
ahora este mapa preliminar, el cual si bien se verá
ampliado y posiblemente modificado por dicho estudio,
ya representa los lincamientos generales de las regiones
donde hablan lenguas indígenas".
Los "lincamientos generales" del mapa han sido
de gran utilidad para quienes se han interesado en
los estudios de antropología y etnología en el medio
guatemalteco. No sabemos que posteriormente se
halla ampliado o modificado sustancialmente el estu-
dio realizado por los señores Goubaud Carrera y Arria-
ga. Y aunque así fuera, el mapa publicado en 1946
con el carácter de "preliminar", sí señala con exac-
titud en qué regiones de Guatemala se hablan len-
guas indígenas y cuál es el dialecto que predomina en
la zona sometida a estudio, o simplemente investigada.
Al tratar de hacer una descripción de cómo están
ubicadas en la actualidad las lenguas indígenas, lo
aconsejable es principiar por el lado norte del país
donde se hablan los dialectos del grupo maya. En ima
apreciable extensión de terreno del lado nor-oriente de
El Peten y Belice, que remata en el norte de la bahía
de Chetumal, y linda en el sur y poniente con las
tierras mexicanas de Quintana Roo, se habla el yuca-
teco. En tierras del propio Peten se hablan otras
lenguas a las que lingüísticamente se les llama "mino-
18
ritarías" debido al cada vez más escaso número de
personas que se entienden por ellas. En Chocop pre-
domina el dialecto lacandón del norte ; en San Antonio,
territorio de El Peten y Belice, el mopán; en Sayaxché,
el kekchí; y en San Francisco, el lacandón-chol.
Prácticamente, en el Peten van en camino de ex-
tinguirse totalmente los grupos indígenas, siendo más
notoria tal extinción en los choles o lacandones que
se han desplazado hacia el norte y poniente, hasta
el lado mexicano, cruzando las impenetrables selvas
peteneras. De ahí que sea difícil ubicar en la actua-
lidad, con exactitud, cómo están o dónde están radi-
cados los millares de individuos que formaban las
comunidades indígenas en la región del norte de
Guatemala. Por ejemplo, ¿qué será actualmente de
los maya-itzáes que hasta hace pocos años habitaban
en los alrededores oeste y norte del lago de Petén-Itzá?
¿Emigraron como los lacandones del norte?
De manera que en el Peten no hay lengua indí-
gena dominante si se considera su gran extensión terri-
torial y su aun bastante escaso número de pobladores.
Asimismo, Belice presenta apenas una minoría indí-
gena que como ya lo expresamos, habla el yucateco,
lengua que ya se escucha muy mixtificada con frases
inglesas en los lugares llamados Orange Walk y Coro-
zal. Nos referimos, desde luego, a las áreas rurales
de esos lugares.
Al ser publicado el mapa de las lenguas indígenas
actuales de Guatemala, en el año de 1946, sus compi-
ladores dejaron escrita la siguiente constancia: "He-
mos incluido en el mapa los idiomas indígenas que se
hablan en el territorio de Belice, porque los derechos
19
jurídicos que tiene Guatemala sobre dicho territorio
son sólidos y bien claros".
Según J. Alden Masón, el yucateco que se habla
en el Peten y Belice es una variedad del lenguaje maya,
juntamente con el mopán y el lacandón. La nomen-
clatura la describe así: "FAMILIA MAYOIDE. Sub-
familia maya. Grupo mayano, Lenguaje maya. Varie-
dades: yucateco, mopán, lacandón'\
La demarcación geográfica de la lengua caribe,
araguaco o kekchí-caribe está en la zona costera de
Belice, desde el norte de Stann Creek hasta Punta
Gorda y Sarstún, para finalizar en Livingston por el
lado sur. Se trata de ima faja angosta de terrena con
pronunciadas variantes ubicadas en la cálida región
de la bahía de Amatique, por el sur, y del mar Caribe
por el centro y norte. Esta lengua clasificada entre
las minoritarias la hablan generalmente los habitantes
de color, de Livingston y también los que viven en
el territorio guatemalteco de Belice, hasta Stann Creek.
En el mapa del Instituto Indigenista Nacional
aparece en el lado sur del municipio de Livingston
y norte del lago de Izabal demarcada una zona en la
que se habla español y kekchí. Hacia el oeste de dicha
zona está la vasta región verapacense en que predo-
minan las lenguas kekchí y pocomchi, 3. las que ya
nos referimos en nota anterior, como ya lo hicimos
también con las del grupo mam que predominan en
la vasta región occidental de Guatemala, zona fron-
teriza con México.
Uno de los idiomas llamados mayoritarios por su
extensa ubicación en la población indígena del país,
es el quiche, palabra que quiere decir muchos árboles
— qui= muchos, che = árboles — . Es la lengua domi-
20
nante en los municipios de Quiche, Chiche, Chinique,
Zacualpa, Santo Tomás Chichicastenango, Patzité,
San Antonio Ilotenango, San Pedro Jocopilas, Cunen,
Joyabaj, San Andrés Sajcabajá y Sacapulas, todos
del departamento llamado El Quiche, en la zona occi-
dental de Guatemala.
En varios municipios de ese departamento se
hablan otras lenguas, por ejemplo en San Miguel
Uspantán el uspanteca-quiché y el ixil en Chajul, San
Juan Cotzal y Santa María Nebaj.
Esos idiomas son los principales en el grueso de
las poblaciones, aunque para los asuntos de tipo comer-
cial ajustan sus negocios en la lengua quiche^ que es
la materna, los individuos que actúan como media-
dores así como las autoridades que por razón de su
cargo autorizan con su firma cierta clase de contratos.
Se puede comprobar reiteradamente que el idioma
quiche es entre la variedad de lenguas indígenas el
que más se utiliza en los principales mercados y cen-
tros comerciales del país para la venta e intercambio
de diferentes productos. La importancia de ese idioma
se comprueba en la multitud de pueblos en que, además
de la región quichelense, se habla, por ejemplo, en
los municipios de San Miguel Chica j, Rabinal y Cu-
bulco, del departamento de Baja Verapaz; Santa Ma-
ría Visitación, Santa Lucía Utatlán, Nahualá, Santa
Catarina Ixtahuacán y Santa Clara La Laguna, del
departamento de Solóla; Totonicapán, San Cristóbal
Totonicapán, San Francisco El Alto, San Andrés Xecul,
Momostenango, Santa María Chiquimula y Santa
Lucía La Reforma, del departamento de Totonicapán;
Quezaltenango, Salea já, Olintepeque, San Carlos Sija,
Sibilia, San Francisco La Unión, La Esperanza, El
Xt
Palmar, San Mateo, Almolonga, Cantel y Zunil del
departamento de Quezaltenango; Mazatenango, Cuyo-
tenango, San Francisco Zapotitlán, San Bemardino,
San José El ídolo, Santo Domingo, San Lorenzo, Sa-
mayac, San Pablo Jocopilas, San Miguel Panán, San
Gabriel, San Juan Bautista, Santo Tomás La Unión
y Zunilito, del departamento de Suchitepéquez ; Retal-
huleu, San Sebastián, Santa Cruz Muluá, San Martín
Zapotitlán, San Felipe, Pueblo Nuevo, San Andrés
Villa Seca y Nuevo San Carlos, del departamento
de Retalhuleu.
Conforme las estimaciones hechas, no menos de
600 000 habitantes hablan en la lengua quiche ; están
dentro del monolingüismo el 78% de esos habitantes,
o sean los que viven en las regiones más aisladas de
los centros urbanos, y el veintidós por ciento lo consti-
tuyen los ladinos de habla castellana así como aquellos
indígenas que entienden el cakchiquel u otras lenguas.
El tzutujil ha sido colocado entre las lenguas que
forman el grupo quiche. Sin embargo, y conforme la
opinión de personas ladinas que saben la lengua quiche,
es mucho más fácil a quienes hablan dicha lengua
aprender el cakchiquel o el uspanteca que el tzutujil,
idioma que por su variada pronunciación les parece
ininteligible.
La región de Guatemala donde predomina el
tzutujil está ubicada en el sur del lago de Atitlán, y
la forman los municipios llamados San Juan La Lagu-
na, Santiago Atitlán, San Pedro La Laguna. En otras
tres comunidades, San Lucas Tolimán, San Pablo La
Lagima y San Marcos La Laguna, sus habitantes ha-
blan la lengua mezclada cakchiquel-tzutujil. Todos
estos municipios pertenecen al departamento de Solóla,
22
de la zona occidental del país. Más hacia el sur
está la zona agrícola de Chicacao. Tanto en su cabe-
cera municipal como en las áreas rurales la lengua
predominante es la tzutujil.
Esta lengua de los tzutujiles forma entre el grupo
de las minoritarias, aunque hasta hoy no hay indicios
de que tienda a extinguirse como ha ocurrido con otras,
especialmente en la región norte de Guatemala.
La reconstrucción histórica de los pueblos indíge-
nas es acaso la principal tendencia que ha movido a
los investigadores para estudiar sus lenguas. Es indu-
dable que quienes se entregaron a esa labor durante
los años finales del siglo pasado encontraron en las
distintas regiones de Guatemala una gran variedad de
idiomas que aún se hablaban con bastante pureza;
esto que aquí llamamos variedad lo estamos compro-
bando al leer en el estudio de Goubaud Carrera,* el
Cuadro número 1. "Nomenclatura de las Lenguas
Indígenas de Guatemala según algunos autores", en el
cual abundan los "variantes" de tales lenguas, dándo-
se a la vez la filiación y subfiliación correspondientes;
labor extensa.
J. Alden Masón, en el año de 1940, coloca a la
lengua cakchiquel entre las variedades del lenguaje
quiche, juntamente con el tzutujil y el uspanteca. Es-
tando así situado, parecerá a los no entendidos en los
aspectos geográfico y lingüístico que el cakchiquel es
im idioma minoritario, cuando en realidad por los
estudios de que ha sido objeto y por las vastas regiones
en que se habla, figura entre los mayoritarios con el
kekchí, mam y quiche^ ya descritos en estos apuntes.
* Antonio Goubaud Carrera. Indigenismo en Guatemala. Semi.
nario de Integración Social Guatemalteca. 1964.
23
La lengua cakchiquel está ubicada en la zona
central de la república. En épocas pretéritas llegó
a regiones indígenas de otras zonas por medio de fami-
lias emigrantes, originándose la mezcla de lenguas,
como ocurre en los pueblos del departamento de Soló-
la, San Marcos La Laguna, San Lucas Tolimán y San
Pedro La Laguna, donde el idioma de sus moradores
€s el cakchiquel-tzutujil; se habla casi por mitad en
cada lengua.
En el departamento de Guatemala se comunican
por medio del cakchiquel los habitantes de los siguien-
tes municipios: San Juan Sacatepéquez, Chuarrancho,
San Pedro Ayampuc, San Raymundo y San Pedro
Sacatepéquez. La distribución territorial de los idio-
mas en el departamento de Sacatepéquez demuestra
que la lengua a que hacemos mención, predomina en
los siguientes mimicipios: Jocotenango, Pastores, Sum-
pango, Santo Domingo Xenacoj, Santiago Sacatepé-
quez, San Bartolomé Milpas Altas, San Lucas Sacate-
péquez, Magdalena Milpas Altas, Santa María de Jesús,
San Miguel Dueñas, Alotenango, San Antonio Aguas
Calientes y Santa Catarina Barahona. Y respecto al
departamento de Chimaltenango, el cakchiquel es la
lengua indígena que se habla en los diez y seis muni-
cipios, incluyendo la cabecera departamental.
En siete municipios del departamento de Solóla
también se habla esa lengua : Solóla, San José Chacayá,
Concepción, San Andrés Semetabaj, San Antonio
Palopó, Santa Cruz La Laguna, Santa Catarina Palo-
pó y Panajachel. Y también en uno del departamento
de Escuintla: Santa Lucía Cotzumalguapa.
Otras lenguas indígenas actuales de Guatemala
son el pocomam central que se habla en Mixco y Chi-
24
nautla, municipios del departamento de Guatemala;
y en Palín, de la jurisdicción departamental de Escuin-
tla; el pocomam oriental, único idioma de los habi-
tantes de dos regiones del departamento de Jalapa
que comprenden los municipios de Jalapa, San Pedro
Pinula, San Luis Jilotepeque, San Carlos Alzatate y
Mataquescuintla. Estas lenguas, aunque figuran en-
tre las minoritarias, tienden a extenderse en sus pro-
pias regiones, siendo más notoria esa tendencia en las
áreas del pocomam oriental, probablemente porque allí
se desconoce la influencia de otras lenguas indígenas
en las zonas vecinas.
El chortí es la lengua que figura en el grupo chol
con el lac andón- chol. Su ubicación está en la zona
oriental de Guatemala, exactamente en la frontera
con la hermana república de Honduras. Hablan en
chortí los habitantes de los municipios de Jocotán y
Camotán, en la zona fronteriza, y los de la cabecera
departamental de Chiquimula. Se ha repetido que
esa lengua era la predominante en toda la región de
Chiquimula y una extensa área de Zacapa, lo que
quiere decir que no se ha extinguido pero sí concen-
trado en las regiones de Camotán y Jocotán ya citados
y La Unión, que es municipio del departamento de
Zacapa.
Hemos citado en estos apuntes a las lenguas actua-
les que hablan los indígenas de Guatemala, señalando
su ubicación en el territorio nacional. Hemos dicho
las lenguas actuales porque muchas de las que oíamos
mencionar en los colegios o bien han desaparecido o
se les ha dado el nombre que lo^ antropólogos y etnó-
grafos consideraron como el más adecuado conforme
las investigaciones que hicieran sobre el origen de di-
25
versas lenguas. Así, por ejemplo, vemos que el agua-
cateca que se habla en Aguacatán, Huehuetenango, se
le llama ahora chalchiteco.
También parece que dejaron de ser objeto de
estudio o se les llama con otro nombre a las lenguas
antes llamadas pipil, pupuluca, alagüilac, jutiapa-
queño, yupilte pequeño y otras cuya ubicación no apa-
rece en el mapa del Instituto Indigenista Nacional, que
registra 20 de las 23 lenguas.
El estudio de las lenguas indígenas de Guatemala
deberá tenerse como una labor constante, nunca inte-
rrumpida por ninguna clase de azares o circunstancias.
Cuidar de esas faenas y estimularlas por los medios
adecuados será tenido como un signo de inteligencia
de quienes las impulsen. Esforcémonos por mantener
esa riqueza lingüística que es orgullo de la casta autóc-
tona y que en el exterior da renombre a nuestra patria.
26
De este folleto: Lenguas Indíge-
nas DE Guatemala, publicación
Cuaderno N' 8 del Seminario de
Integración Social Guatemalteca, se
imprimieron 3000 ejemplares en
papel bond 80 gr., el día 20 de
enero de 1965, en los talleres del
Centro Editorial "José de Pineda
Ibarra" del Ministerio de Educa-
ción Pública, bajo la jefatura del
señor Miguel Castro Aristondo en
la ciudad de Guatemala, C. A.
Ministerio de
Educación