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Full text of "Diálogo de doctrina christiana; y El salterio, traducido del hebreo en romance castellano"

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DIALOGO  DE  DOCTRINA  CHRISTIANA 

Y 

EL  SALTERIO  TRADUCIDO  DEL  HEBREO 
EN  ROMANCE  CASTELLANO 


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.     I     OCT  27  1966 
JUAN    DE  VALDESV-^ 


DIALOGO  DE  DOCTRINA 
CHRISTIANA 

y 

EL  SALTERIO  TRADUCIDO  DEL 
HEBREO  EN 
ROMANCE  CASTELLANO 

Transcripcion,  introduccion  y  notas  de 
DOMINGO  RICART 


UNIVERSIDAD  NACIONAL  AUTONOMA  DE  MEXICO 

MEXICO,  1964 


Primera  edicion:  1964 


Derechos  reservados  conforme  a  la  ley 
@  1964,  Universidad  Nacional  Autonoma  de  M 
Ciudad  Universitaria.  Mexico  20,  D.  F. 

DiRECciON  General  de  Publicaciones 

Impreso  y  hecho  en  Mexico 
Printed  and  made  in  Mexico 


I 


DIALOGO  DE  DOCTRINA  CHRISTIANA  ! 
nueuaraente  compuesto  por  un  Religioso 


Dirigido  al  muy  ilustre  Senor 
Don  DIEGO  LOPEZ  PACHECO 
Marques  de  Villena 


ALCALA  DE  HENARES 
15  2  9 


INTRODUCCION 


Por  primera  vez  los  eruditos  y  los  amantes  de  las  letras  castellanas  van 
a  tener  a  su  disposicidn,  en  una  edicion  exacta  y  fdcil  de  manejar,  dos 
joyas  de  la  literatura  religiosa  del  Renacimiento  espanol:  el  Dialogo  de 
doctrina  cristiana,  ahora  ya  atribuido  definitivamente  a  Juan  de  Valdes, 
y  el  Salterio,  traducido  del  hebreo  por  el  mismo. 

Estas  dos  obras  no  son  completamente  ineditas,  pero  para  todos  los 
efectos  prdcticos  pueden  conslderarse  como  tales.  El  Dialogo  de  doc- 
trina cristiana  lo  descubrio  Marcel  Bataillon  en  un  ejemplar  unico  de  la 
edicion  de  Alcald  de  Henares,  1529,  en  la  Biblioteca  Nacional  de  Lisboa 
y  lo  publico  en  edicion  facsimile  en  Coimbra,  1925.^  Cuatro  anos  mas 
tarde,  con  motivo  del  cuarto  centenario,  se  publico  en  Madrid,  1929,  una 
transcripcion  del  texto,  destinada  al  publico  evangelico.  Los  editores  no 
solo  se  permitieron  modernizar  la  ortografia,  sino  que  se  tomaron  otras 
liber  tades  con  el  texto,  modificando  palabras,  expresiones,  y  las  for  mas 
verbales  arcaicas.  La  edicion  de  B.  Foster  Stockwell,  Buenos  Aires,  1946. 
destinada  al  mismo  publico,  reproduce  la  edicion  de  Madrid  de  1929.- 

La  traduccion  del  Salterio  la  publico,  en  edicion  muy  limitada,  en 
Bonn,  1880,  Eduard  Boehmer  que  habia  descubierto  un  manucristo  de 
la  misma  en  la  Biblioteca  Imperial  de  Viena  — hoy  Biblioteca  Nacio- 
nal— ,  junto  con  otras  obras  ineditas  de  Juan  de  Valdes.^  Esta  edicion, 

1.  Juan  de  Vald6s,  Dialogo  de  doctrina  cristiana.  Reproduction  en  fac-simile  de  1' 
cxcmplaire  de  la  Biblioth6que  Nationale  de  Lisbonne  (edition  d'  Alcala  de  Henares, 
1529),  avec  une  introduction  et  des  notes,  par  Marcel  Bataillon,  Coimbra,  Imprensa  de 
Universidade,  1925. 

La  Introducci6n  Uega  hasta  la  pdgina  202;  las  notas  de  la  pagina  217  a  la  307.  Con- 
tiene  tambien  un  Index  de  particularit^s  linguistiques,  que  va  de  la  pdgina  211  a  la  218. 

2.  [Juan  de  Vald£s],  Dialogo  de  doctrina  cristiana,  nuevamente  compuesto  por  un  re- 
ligioso.  Dirigido  al  muy  ilustre  Senor  Don  Diego  Lopez  Pacheco,  Marqu6s  de  Villena. 
Impreso  en  1529  en  Alcali  de  Henares  y  publicado  nuevamente  con  motivo  del  cuarto 
Centenario.  Madrid,  1929,  Librerfa  Nacional  y  Extranjera. 

Juan  de  Vald£s,  Dialogo  de  doctrina  cristiana.  Con  notas  biograficas  y  criticas  por 
B.  Foster  Stockwell,  Editorial  La  Aurora,  Buenos  Aires;  Casa  Unida  de  Publicacioncs 
Mexico  [1946]. 

3.  Las  obras  rccientes  donde  puede  hallarse  una  bibliografia  bastantc  completa  dc 
Juan  de  Valdds  y  de  sus  escritos  son:  Edmondo  Cione,  Juan  de  Valdes,  la  sua  vita  e  it 
suo  pensiero  religioso  . .  .  Bari,  Laterza,  1938;  Domingo  de  Santa  Teresa,  o.  c.  d.,  Juan 
de  Valdes,  1498(?) — 1541,  su  pensamiento  religioso  y  las  corrientes  espirituales  de  su 


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prdcticamente  inaccesible  hoy  dia,  en  general  es  bastante  fiel;  pero  Boeh- 
mer  se  perinitio  bastantcs  lihertades  con  la  ortografia  del  original,  los 
versiculos  de  los  salmos  estdn  publicados  a  renglon  seguido,  apartdndose 
de  la  forma  tradicional  que  es  tambien  la  del  manuscrito,  y  supriniio 
porciones  considerables  del  Prologo-dedicatoria  del  traductor. 

Es  pues  evidente  que  se  iniponia  una  nueva  edicidn  de  las  dos  obritas, 
prdcticamente  desconocidas  de  los  estudiosos,  y  que  mencionan  sdlo  de 
paso,  y  por  referencias  de  segunda  niano,  los  historiadores  de  la  litera- 
tura  espailola;  edicidn  que  respetara  escrupulosamente  el  texto  de  la 
impresidn  de  Alcald  para  el  Dialogo  de  doctrina,  y  del  manuscrito  de 
Viena  para  el  Salterio.  Este  ha  sido  el  objetivo  primordial  que  ha  guia- 
do  la  preparacidn  y  publicacidn  del  volumen  que  ahora  sale  a  luz. 

Por  tentadora  que  fuera  la  empresa,  y  sin  perjuicio  de  intentarla  en 
otra  ocasidn,  no  se  ha  propuesto  el  editor  hacer  un  estudio  a  fondo  de 
las  dos  obritas  bajo  sus  aspectos  Unginstico,  literario  e  ideoldgico.  El 
llevarlo  a  cabo  hubiera  requerido  muclias  pdginas  que  habrian  distraido 
del  propdsito  principal  de  esta  edicidn  que  es  poner  a  la  disposicidn  de 
los  eruditos  y  de  los  anion  tes  de  nuestra  lengua  cldsica  dos  testimonios 
de  la  literatura  religiosa  espahola  de  la  primera  mitad  del  sigh  xvi  ex- 
tranamente  ignorados.  Lo  mds  importante  era  dar  a  conocer  las  dos 
obritas  de  Valdes,  mds  que  detenerse  prolijamente  en  su  significado. 

Con  todo,  no  serd  superfluo  apuntar  brevemente  las  razones  por  las 
cuales  se  consideran  estas  dos  obritas  de  particular  importancia  y  dignas 
de  ser  desenterradas  del  olvido. 

Desde  el  pwito  de  vista  lingiiistico  es  preciso  senalar  el  lugar  que  ocu- 
pan  en  el  panorama  de  la  prosa  castellana  en  los  primeros  anos  del 
reinado  de  Carlos  V,  y  en  el  contexto  de  las  otras  obras  del  mismo  Juan 
de  Valdes.  El  Dialogo  de  doctrina,  obra  de  la  juventud  del  autor,  cuan- 
do  no  se  ha  movido  todavia  del  reino  de  Toledo,  como  llama  el  a  Castilla 
la  Nueva,^  representa  el  habla  popular  y  culta  del  reino  y  de  la  Corte: 
las  particularidades  foneticas,  reflejadas  en  gran  parte  en  la  ortografia, 
la  morfologia  y  el  lexico,  liacen  de  esa  obrita  un  testimonio  lingiiistico 

tempo.  Roma,  Universidad  Gregoriana,  1957  y  Domingo  Ricart,  Juan  de  Valdes  y  el 
pensomiento  religioso  eiiiopeo  en  los  siglos  xvi  y  xvti,  Mexico,  Colegio  de  Mexico  y  Uni- 
versidad de  Kansas,  1958. 

4.  ". .  .  en  tierra  de  Campos,  que  llaman  Castilla  la  vieja,  y  otros  y  otras  en  el  reino 
de  Toledo,  .  .  .  como  a  hombre  criado  en  el  reino  de  Toledo  y  en  la  corte  de  Spana,  os 
pregimtaremos  de  la  lengua  que  se  usa  en  la  corte".  Juan  de  Valdes,  Dialogo  de  la  len- 
gua. edici6n  y  notas  por  Jose  F.  Montcsinos,  Cliisicos  Castellanos,  Madrid,  Ediciones  de 
"La  Lectura",  1928,  pdgina  33. 


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excepcional.  Las  mismas  inconsistencias  ortogrdficas,  comiines  de  la  epo- 
ca,  aparecen  acrecentadas  en  esa  edicion  que  se  hizo  probahlemente  con 
gran  prenmra  y  en  la  que  tal  vez  tambien  se  rejlejan  hdhitos  lingiUsticos 
del  cajista.  Todo  ello,  hasta  la  misma  correccion  precipitada  e  incom- 
petente  de  las  pruebas,  puede  tener  un  interes  lingiiistico  especial;  pues 
muy  a  menudo  las  incorrecciones  y  solecismos  son  mas  reveladores  que 
las  fonnas  nonnales  y  aceptadas.  Marcel  Bataillon  hizo  una  lista  alfa- 
betica  de  las  principales  particularidades  lingiUsticas,  a  la  que  nos  refe- 
rimos  por  el  nwmento,  pero  que  estd  lejos  de  agotar  la  materia. 

En  el  contexto  de  la  obra  valdesiana,  el  Dialogo  de  doctrina  se  halla- 
ria,  como  se  ha  insinuado,  en  el  umbral;  el  Dialogo  de  la  lengua,  admi- 
tiendo  la  cronologia  de  Montesinos,^  de  1535,  ocuparia  el  centro  y  el 
Salterio,  escrito  hacia  los  ultinws  anos  de  su  vida,  1539-41,  estarta  casi 
al  fjial.  La  mae stria  esfilistica  de  Valdes  es  mas  patente  en  el  Dialogo 
de  la  lengua;  pero  en  el  Dialogo  de  doctrina,  ya  se  Italian  en  germen 
sus  mismas  caracteristicas  fundament  ales.  En  este  ultimo,  el  dialogo  es 
todavia  bastante  forzado,  la  frase  se  mueve  con  cierta  pesadez,  pero  a 
menudo,  si  bien  en  periodos poco  sostenidos:  como  en  la  narracion  de  algu- 
nas  anecdotas,  en  momentos  de  entusiasmo  y  en  algunas  intervenciones  del 
ingenuo  y  simple  Antronio,  la  mano  del  futuro  autor  del  Dialogo  de  la 
lengua  ya  es  patente.  No  seria  dificil  demostrar  como,  no  solo  en  el 
lexico,  sino  en  la  misma  arquitectura  de  la  frase,  los  dos  didlogos  tienen 
mas  en  comun  de  lo  que  la  disparidad  del  tema  v  la  nmdurez  artistica 
de  Valdes  al  componer  el  segundo,  liarian  suponer. 

El  interes  lingiiistico  y  literario  del  Salterio  es  excepcional  en  otro 
sentido.  Se  trata  de  una  empresa  sumamente  ardua,  compleja  y  arries- 
gada,  emprendida  por  un  laico,  cristiano  nuevo,  cuyo  conocimiento  del 
hebreo  no  era  probablemente  muy  profundo,  e  independientemsnte  a  la 
vez  de  la  tradicidn  rabinica  y  de  los  centres  escripturisticos  universitarios 
y  eclesidsticos.  Como  nos  dice  en  su  Dedicator ia,''  la  empresa  procede 
de  un  imperativo  inter  no:  su  deseo  de  ir  mas  a  fondo  y  mds  hacia  sus 
origenes  en  el  estudio  de  las  bases  de  la  espiritualidad  cristiana;  y  de 
su  conviccidn  de  que  los  Salmos  habian  sido  mds  impropiamente  trasla- 
dados  y,  por  lo  tanto,  mds  necesitados  de  una  traduccidn  fiel. 

Al  emprender  esta  tarea,  Valdes  se  vio  enfrentado  con  una  serie  de 
problemas  formidables:  aparte  de  que  su  conocimiento  del  hebreo  parece 
relativamente  reciente  y  no  muy  profundo,  como  se  ha  dicho,  su  preocu- 

5.  Obra  citada  en  nota  4,  Introducci6n,  p.  lii. 

6.  Manuscrito,  folios  5  y  6  (paginas  133  y  134  de  la  presentc  edicion). 

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pacion  por  la  fidelidad  de  la  traduccion,  nacida  de  su  escrupulosa  since- 
ridad,  y  en  parte  de  su  conviccidn  religiosa,  le  fuerzan  a  huscar  soluciones 
Uterarias  a  menudo  atrevidisimas,  las  cuales  debido  a  su  profunda  sen- 
tido  de  la  lengua  y  a  su  aristocrdtico  buen  gusto  resultan  muchas  veces 
geniales.  Como  dice  en  la  Dedicator ia:  7  ".  .  .  .  los  Salmos  de  Dauid,  as 
los  he  puesto  en  romance  castellano,  sacdndolos  de  la  letra  hebrea  easy 
palabra  por  palabra,  en  quanto  lo  ha  sufrido  el  hablar  castellano.  Y  aun 
me  he  atreuido  mas  vezes  a  la  lengua  castellana,  hablando  impropiamen- 
te,  que  a  la  hebrea,  alterdndola" .  El  resultado  han  sido  unos  hallazgos 
est  ills  ticos  sorprendentes,  una  expresividad  en  la  frase,  un  vigor  sobrio  y 
una  armonizacion  de  lo  popular  con  lo  culto,  tanto  en  el  vocabulario  co- 
mo en  los  giros  idiomdticos,  que  hacen  de  esta  version  un  monumento 
unico  de  nuestra  lengua  y  una  obra  de  anticipacion.  No  es  de  extrahar 
que  M.  Menendez  y  Pelayo,  a  quien  tanto  molestaban  las  ideas  religio- 
sas  de  Valdes,  se  sintiera  cautivado  por  esta  traduccion.^ 

Un  estudio  marginal,  sumamente  tentador,  seria  la  confrontacion  de- 
tallada  de  la  traduccion  valdesiana  con  el  original  hebreo  y  con  las  otras 
traducciones  castellanas  del  mismo  sigh  xvi  que  siguieron  a  la  de  Valdes. 
Fue  la  primera,  superior  a  todas  y  seguramente  poco  conocida  por  haber 
permanecido  inedita.  Precede  a  la  traduccion  judia  en  la  Biblia  de  Ferra- 
ra,  1553;  los  Salmos  de  David,  de  Juan  Perez  de  Pineda,  el  unico  que 
probablemente  la  conocio,  1557,  la  famosa  traduccion  castellana  de  la 
Biblia,  de  Casiodoro  de  la  Reina  y  la  revision  de  Cipriano  de  Valera, 
1596,  sin  omitir,  naturalmente ,  las  versiones  poeticas  de  fray  Luis  de 
Leon.^  Pero  tambien  seria  esta  una  tarea  de  fuertes  alientos,  ajena  al 
propdsito  de  esta  Introduccion  que  se  limita  a  presentar  las  obras  que 
se  publican  y  situarlas  en  su  contexto  historico  y  literario. 

El  significado  de  estas  dos  obritas,  en  el  momento  religioso  que  vive 
Espana  en  las  primeras  decadas  del  sigh  xvi,  es  patente.  El  Dialogo  de 

7.  Manuscrito,  fol.  4  vo.  (pagina  133  de  la  presente  edicidn). 

8.  Marcelino  Menendez  y  Pelayo,  Historia  de  los  heterodoxos  esparwles,  2a.  edicion 
refundida.  Volumen  iv,  Madrid,  1928,  "Addenda  et  corrigenda,  p.  xuv  y  xlv." 

9.  Eduard  Boehmer,  Bibliotheca  Wiffeniana.  Spanish  Reformers  of  two  Centuries  from 
1520.  Their  lives  and  writings.  3  voliimenes,  Strassburg,  Triibner,  1874-1904. 

Sobre  Juan  Perez  de  Pineda,  vol.  ii,  pp.  55-100.  En  el  mismo  volumen  ii,  pp.  321 
-374:  "Specimens  of  various  Bible  Translations  in  Spanish  with  notices  about  the  His- 
tory of  the  Spanish  Bible."  En  las  dos  paginas  encaradas,  324-325,  hay  varios  ejemplos 
de  traducciones  del  Salmo  primero,  del  s.  xiii  al  xvi  y  mas  adelante. 

Para  las  traducciones  de  fray  Luis  de  Leon,  Poesias  completas.  Recopilaci6n,  nota 
preliminar  y  notas  de  Felix  Garcia,  O.S.A.  Colecci6n  Crisol.  Madrid,  Aguilar  (1953), 
parte  tercera,  "traducciones  sagradas". 


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doctrina,  de  inspiracion  netamente  erasmiana,  aparece  en  un  momento  en 
que  la  oposicidn  al  reformista  de  los  Paises  Bajos  empieza  a  arreciar 
en  Espafia,  y  va  dedicado  precisamente  a  Diego  Lopez  Pacheco,  Marques 
de  Villena,  cuyo  consejero  espiritual hah'ia  sido  e/alumbrado  Pedro  Ruiz  de 
Alcaraz  y  a  quien  el  franciscano  Francisco  de  Osuna  habia  dedicado, 
en  1525,  su  Tercer  abecedario.'°  Es  pues  una  obrita  que  representa  la 
convergencia  de  varios  movimientos  de  espiritualidad  que  enriquecieron 
la  vida  religiosa  de  Espana,  y  de  la  Nueva  Espana,  en  los  primeros  dece- 
nios  del  siglo  xvi.  Anos  mas  tarde,  con  la  unificacion  religiosa  a  ultranza 
y  la  supresion  de  toda  tendencia  divergcnte,  esa  espiritualidad  gana  fuer- 
za,  pero  pierde  variedad  y  flexibilidad,  y  recite  un  golpe  fatal  que  pro- 
ducird,  a  la  larga,  su  estancamiento.  La  trascendencia  doctrinal  del 
Dialogo,  cuyos  ecos  y  vestigios  se  hallan  en  varios  catecismos  ante  y 
post-tridentinos,  en  Espana  y  Nueva  Espana,  ha  sido  bien  estudiada  por 
su  descubridor  Marcel  Bataillon.^^  La  obra,  en  apariencia  modes ta  de 
un  joven  erasmista,  impresa  en  Alcald,  en  1529,  e  incorporada  en  gran 
parte  a  la  Suma  de  doctrina  cristiana  del  candnigo  de  Sevilla  Dr.  Cons- 
tantino, 1543,  salta  el  Atldntico,  en  las  ediciones  que  de  la  ultima  se 
hicieron  en  Mexico,  en  1545  y  1546,  por  orden  de  su  primer  obispo  fray 
Juan  de  Zumdrraga,  y  sirve  de  inspiracidn  a  la  Doctrina  breve,  del 
propio  Zumdrraga.  En  Espana  se  persigue  implacablemente  el  Dialogo, 
del  que  sdlo  se  salva  un  ejemplar  en  la  Biblioteca  Nacioual  de  Lisboa, 
procedente  de  la  Biblioteca  del  Monasterio  de  San  Vicente  de  Fora,^- 
pero  por  lo  menos  sob  revive  largos  anos,  a  t  raves  de  las  obras  que  lo 
han  utilizado  dentro  y  fuera  de  la  Peninsula. 

La  traduccidn  del  Saltcrio  tambien  corresponde  a  dicha  convergencia 
de  influencias  en  la  formacidn  y  en  la  madurez  intelectual  de  Juan  de 
Valdes:  a  la  recomendacidn  erasmiana  de  familiar izarse  con  las  Escritu- 
ras  leidas  en  lengua  vulgar;  a  la  interpretacidn  espiritualista  y  mistica 
de  la  Escritura  y  de  los preceptos  de  la  fe,  de  los  mandamientos  e  institu- 
ciones  eclesidsticas ,  de  raiz  alumbrada;  y  al  cultivo  y  respeto  por  las 
lenguas  sagradas,  griega  y  hebrea,  heredados  probablemente  de  la  Uni- 

10.  Domingo  Ricart,  Juan  de  Valdis,  . .  .pp.  27-28. 

11.  Marcel  Bataillon  en  Juan  de  VALois,  Dialogo  de  doctrina.  .  .  Introduccion, 
passim;  y  del  mismo  autor,  Erasmo  en  Espana,  estudios  sobre  la  his  tor  ia  espiritual  del  si- 
glo xvt,  trad.  Antonio  Alatorre,  Mexico,  Fondo  de  Cultura  Economica  [1950],  vol.  n,  pp. 
96  y  siguientes,  y  el  Ap6ndice:  Erasmo  y  el  Nuevo  Mundo,  pp.  443  y  siguientes.  Domingo 
Ricart,  op.  cit.  pp.  30-32. 

12.  Marcel  Bataillon,  Juan  de  Valdes,  Dialogo  . .  .  Avant-propos,  p.  9. 


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versidad  de  Alcald  de  Heuares,  de  do/ide  habi'a  salido,  en  1513-17  la 
primera  Bihlia  Poliglota. 

En  el  prologo-dcdicatoria  de  la  traduccion  del  Salterio  a  su  famosa 
discipula  Julia  de  Gonzaga,  Valdes  relaciona  esta  nueva  empresa  con  sus 
traduciones  del  gi'iego  de  partes  del  Nuevo  Testamento  y  sus  com?nta- 
rlos:  "Mora,  quiero  que  sepa  vuestra  Senon'a,  que  lo  que  he  hecho  en 
los  Salinos,  quise  hazer  prime ro  en  las  Epis tolas  de  san  Pablo  .  .  v 
tambien  con  su  teorla  sobre  los  interpretes  de  la  Escritura,  tal  coma  se 
halla  formulada  en  un  Aviso  sobre  los  interpretes  de  la  Escritura  que 
parece  dio  a  fray  Bar  to  lame  Carranza  de  Miranda.  t.ste  lo  distribuyo 
entre  algunos  de  sus  discipulos  y  luego  aparecio  en  el  famoso  proceso  de 
diclio  arzobispo  de  Toledo  coino  uno  de  los  testiinonios  de  cargo.  Este 
Aviso,  cuyas  ideas  bdsicas  se  kalian  incorporadas  en  la  dedicatoria  del 
Salterio,  representa  probablemente  una  redaccion  preliminar  de  la  Con- 
sidcracion  54  de  la  obra  mas  fanwsa  v  conocida  entre  los  escritos  reli- 
giosos  de  Juan  de  Valdes,  Las  ciento  y  diez  consideraciones  divinas.''' 

Estas  dus  obritas,  que  aqui  se  presentan,  son  pues  un  testimonio  muy 
significativo  de  su  tiempo,  y  un  docwnenio  que  atestiqua  una  vez  mas  la 
variedod  y  riqueza  de  mat  ices  que  caracterizan  la  espiritualidad  esparlo- 
la  del  periodo  pretridentino. 

En  el  contexto  mas  amplio,  el  de  la  literatura  asceticomistica  del  Si- 
gh de  Oro  espanol.  Juan  de  Valdes  ( 149S( ?)-l541 ) ,  y  su  contempordneo 

13.  Manuscrito,  folio  5  vo.  (presente  edicion  p.  133)  Juan  de  Valdes  tambien  escribio  un 
Comentario  a  los  Salmos  (a  los  cincuenta  primeros).  Edward  Boehmer  descubrio  en  Vie- 
na  un  manuscrito  que  publico,  primcro  en  Revista  Cristiana,  Madrid,  anos  1882  y  1884, 
y  luego  aparcci6  en  un  volumen,  Madrid,  1885. 

14.  Como  se  sabe,  el  original  espaiiol  completo  nunca  sc  ha  hallado.  Edward  Boehmer 
tambidn  encontro  en  la  misma  Biblioteca  Imperial  de  Viena.  unas  treinta  y  seis  Coiiside- 
raciones  y  otros  opiisculos  valdesianos,  que  publico  bajo  el  titulo  de  Tmiaditos,  Bonn, 
Imprenta  de  Carlos  Georgi,  1880. 

Se  considera  como  edicion  principe  la  italiana:  Le  Cento  e  died  divine  Considerationi 
del  S.  Giovanni  Valdesso  .  .  .,  publicada  por  el  humanista  Celio  Secondo  Curione,  Basilea, 
1550.  (Hay  una  edicion  moderna  de  Edmondo  Cione,  Milano,  Fratelli  Bocca,  1944).  De 
la  edici6n  de  Basilea  salen  las  traducciones  que  sc  hicieron  a  distintas  lenguas  europeas 
y  una  retroversion  espafiola  contemporanea.  Un  ejemplar  de  la  misma  circulaba  entre 
los  miembros  del  niicleo  evang^lico  de  Valladolid,  deshecho  por  la  Inquisicion.  El  texto 
de  la  Consideracion  54  se  halla  en  cl  fol.  85  ro.  del  volumen  primero  del  Proceso  del  Ar- 
zobispo Bartolome  de  Carranza,  en  la  Biblioteca  de  la  Academia  de  la  Historia  de  Ma- 
drid. El  texto  completo  se  conserva  integro  en  un  manuscrito  de  1558,  Municipal  de 
Hamburgo.  Lo  public6  Luis  de  Usoz,  en  el  volumen  xvi  de  su  coleccion:  Reformistas 
Antiguos  Espaiioles  (Madrid),  1862. 

Sobre  las  Considcraciones,  sus  ediciones,  traducciones  y  difusion  por  Europa,  v6ase 
Domingo  Ricart,  Juan  de  Valdes  ....  passim. 


12 


fray  Francisco  de  Osma  ( 1497(?)-1542} ,  representan  la  generacion 
iniciadora.  Ambos  publican  su  primera  obra  jovenes  todavia,  y  a  pocos 
alios  de  diferencia:  el  Tercer  alfabeto  espiritual  en  1527,^^  Dialogo  de 
doctrina  cristiana,  en  1529.  Los  otros  dos  grandes  escritores  que  prece- 
den  a  Sta.  Teresa,  a  San  Juan  de  la  Cruz  y  a  fray  Luis  de  Leon,  aunque 
solo  mas  jovenes  de  unos  pocos  anos,  escriben  y  publican  sus  primeras 
obras  en  su  madurez  y,  por  lo  tanto,  pueden  ser  considerados  literaria- 
niente  como  pertenecientes  a  otra  generacion.  El  Bto.  Juan  de  Avila 
( 1500-1569),  publica  su  primera  obra  Audi  Filia  o  Libro  espiritual,  en 
1556  (aunque  parece  que  lo  escribio  hacia  1530),  y  fray  Luis  de  Grana- 
da ( 1504-1588) ,  publica  el  Libro  de  la  oracion  y  meditacion,  en  1554. 

A  Osuna  y  a  Valdes  pertenece  el  merito  de  haber  contrilmido  en  for- 
ma decisiva  a  liacer  de  la  lengua  castellana  un  instrumento  adecuado 
para  la  expresion  de  los  conceptos  mas  elevados  y  de  las  e.xperiencias  es- 
pirituales  mas  profundas.  A  ellos  les  ha  tocado  la  responsabilidad  de 
manipular  la  prosa  castellana  y  moldearla  hasta  convertirla  en  un  medio 
de  expresion  adecuado  para  los  nienesteres  de  la  literatura  religiosa.  Su 
estricta  formacion  humanistica  y  teologica,  su  estilo  impregnado  de  un 
fuerte  sabor  popular  y  una  conciencia  de  las  posibilidades  expresivas  de 
nuestro  idioma  hablado,  gobernados  siempre  por  su  instintivo  buen  gusto 
y  su  aristocratismo  espiritual,  hacen  que  estos  dos  escritores  ya  hayan 
acusado,  desde  un  principio,  los  rasgos  que  han  de  caracterizar  la  buena 
literatura  religiosa  del  Siglo  de  Oro. 

Francisco  de  Osuna,  tedlogo  profesional,  dotado  de  imaginacion  y  en- 
tusiasmo  tipicamente  andaluces,  es  mas  artist  a  y  crea  un  estilo  torren- 
cial,  brillante  y  expresivo.  Juan  de  Valdes,  castellano  de  la  Mancha,  se 
esfuerza  en  crear,  primero  en  el  Dialogo  de  doctrina,  v  mas  tarde  en 
las  Consideraciones  v  otros  escritos  doctrinales,  una  prosa,  ante  todo, 
clara,  Idgica,  razonada,  compleja  a  menudo,  con  la  estructura  racional 
y  el  balance  geometrico  de  un  palacio  renacentista  o  mejor,  de  la  con- 
cepcion  herrerista  del  Escorial.  Los  recursos  de  la  retorica  cldsica,  tal 
como  los  entendia  el  Renacimiento ,  los  emplea  con  un  solo  proposito: 
convencer  y  declarar.  Toda  ornamentacion  superflua  queda  eliminada  en 
un  esfuerzo  de  ascetismo  literario  al  servicio  de  una  profunda  sinceridad. 
Mas  pensador  que  artista,  se  halla  a  mitad  camino  entre  la  prosa  plate- 
resca  y  amanerada  de  su  contempordneo,  y  posiblemente  conocido,  fray 

15.  "Nueva  Biblioteca  de  Autores  Espanoles",  volumen  xvi,  Madrid,  1911.  Para  mas 
detalles,  vease  E.  Alisson  Peers,  Studies  of  the  Spanish  Mystics,  dos  voliimenes,  London, 
Sheldon,  1927  y  1930. 


13 


Antonio  de  Guevara,  y  la  prosa  maduramente  cldsica  y  perfectamente 
balanceada  del  que  fue,  ante  todo,  poeta  y  a  quien  precede  en  casi  cin- 
cuenta  anas,  fray  Luis  de  Leon  ( 1527-1591 ) ,  cuyos  Nombres  de  Cristo, 
son  de  1576}^ 

En  el  Salterio  encontramos  los  dos  tipos  de  prosa  mas  caracteristicos 
de  Valdes:  en  la  Dedicatoria  -  prdlogo,  la  prosa  periodica,  descrita  mas 
arriba,  que  es  tambien  la  de  las  Consideraciones  y  los  comentarios  es- 
cripturlsticos ;  y  en  los  Salmos,  la  prosa  es  robusta,  sintetica,  expresivay 
desnudamente  cldsica.  Realmente  no  tiene  precedentes;  no  se  amolda  a 
ninguna  formula  retorica,  ni  tuvo  imitadores.  Todas  las  traducciones 
que  en  castellano  se  han  hecho  de  aquella  joya  de  la  poesia  hebrea  le 
son  inferiores,  de  acuerdo  con  el  juicio  de  Menendez  y  Pelayo.^'' 

Como  conclusion,  solo  unas  palabras  para  explicar  el  metodo  seguido 
en  la  pre  sent  e  edicion. 

Para  el  Dialogo  de  doctrina  se  ha  transcrito  fielmente  el  texto  de  la 
edicion  de  Alcald,  reproducido  en  facsimile  en  la  obra  de  Marcel  Batai- 
llon.  Se  han  resuelto  las  pocas  abreviaturas  que  contiene,  todas  de  tipo 
corriente  y  sin  particular  signijicado,  y  se  han  corregido  los  errores  ti- 
pogrdfcos  obvios.  Cuando  se  ha  tratado  de  simples  trasliteraciones  o  de 
erratas  evidentes,  sin  importancia  ni  valor  lingiiistico ,  se  han  enmendado; 
en  los  otros  casos,  que  son  la  mayor ia,  se  ha  corregido  el  texto  pero  se 
ha  mencionado  en  nota  la  version  del  impreso. 

Se  han  separado  las  palabras,  como  es  costumbre;  se  ha  regular izado 
y  modernizado  la  puntuacion  y  se  han  anadido  los  acentos  para  facilitar 
la  lectura.  Las  supresiones  se  han  marcado  (   )  y  los  anadidos  [  ]. 

Para  el  Salterio,  traducido  del  hebreo,  se  ha  seguido  fielmente  el  ma- 
nuscrito  de  la  Biblioteca  Nacional  de  Viena.  Es  evidente  que  no  se  trata 
de  un  autografo:  Jose  F.  Montesinos,^^  reprodujo  dos  facsimiles  con  su 
escritura,  que  resulta  muy  diferente  de  la  sumamente  cuidada,  de  ama- 
nuense  profesional,  en  que  estd  copiado  el  Salterio.  La  lectura  del  ma- 
nuscrito  es  realmente  fdcil  y  no  presenta  ningun  problema;  los  errores 
son  insignifcantes  y  si  se  ha  hecho  alguna  alteracion  se  ha  mencionado 
en  nota.  Se  ha  respetado  escrupulosamente  la  ortografia  del  manuscri- 

16.  Vdasc  la  disertacion  doctoral  manuscrita  de  Helen  Goode,  University  of  Kansas, 
1962.  The  Rhetoric  Prose  of  Fray  Luis  de  Le6n  in  Los  nombres  de  Cristo. 

17.  M.  Menendez  y  Pelayo,  Historia  de  los  heterodoxos,  ed.  y  vol.  citados,  p.  xlix 
de  Addenda  et  Corrigenda. 

18.  Josfi  F.  MONTESINOS,  Cartas  ineditas  de  Juan  de  Valdes  at  Cardenal  Gonzaga,  Re- 
vista  de  Filologia  Espanola. — Anejo  XIV,  Madrid,  1931,  pdginas  101  y  102. 


14 


to,  con  sus  inconsistencias ,  relativamente  escasas,  y  en  muchas  ocasiones 
con  los  acentos  domle  hoy  no  los  usamos.  En  este  caso  se  han  conser- 
vado,  por  el  valor  que  puedan  tener;  en  los  otros,  se  han  anadido  en  los 
lugares  en  que  hoy  dia  los  usamos,  tambien  para  facilitar  la  lectura.  ' 

Se  ha  conservado  la  division  de  verswulos  como  se  halla  en  el  manus- 
crito,  que  en  algunas  ocasiones  no  corresponde  exactamente  a  la  division 
aceptada  en  la  Vulgata  y  otras  versiones  modernas.  j 

Como  el  proposito  de  esta  edicion  es  esencialmente  literario:  facilitar  i 
a  los  eruditos  y  estudiosos  dos  monumentos  de  la  prosa  religiosa  de  la 
primera  mitad  del  sigh  xvi  prdcticamente  inaccesibles,  se  ha  aligerado 
el  texto  del  Dialogo  de  doctrina  de  las  citas  escripturisticas  marginales,  \ 
que  no  anaden  nada  valioso  al  texto  y  pueden  entorpecer  su  lectura.  Por  I 
otro  lado,  se  han  marcado  en  el  texto  las  grandes  divisiones  que  sugiere 
la  tabla  del  principio  y,  siempre  que  ha  sido  posible,  se  han  subdividido 
los  extensos  capltulos  en  apartados  mas  breves. 

La  Tabla  de  correspondencia  de  los  salmos  con  la  numeracion  del  ; 
Salterio,  que  corresponde  al  hebreo,  y  a  la  Vulgata,  aunque  este  men-  I 
cionada  al  fin  de  la  dedicatoria-prdlogo ,  se  ha  suprimido  tambien  por  no 
considerarse  necesaria  ni  util  desde  el  punto  de  vista  liter ario.^'^  \ 

Finalmente  solo  resta  dar  las  mas  sinceras  gracias  a  la  American  Phi- 
losophical Society,  de  Filadelfia,  por  su  ayuda  que  hizo  posible  un  viaje 
a  Viena  para  examinar  el  manuscrito  del  Salterio  y  otros,  obtener  copias  \ 
de  los  mismos  y  despues  preparar  el  texto  de  la  presente  edicion.  A  la 
Endownment  Association  de  la  Universidad  de  Kansas  por  su  coopera- 
cidn,  y  a  la  Universidad  Nacional  Autonoma  de  Mexico  por  la  acogida 
generosa  dispensada,  cual  a  otro  ex i lado,  a  Juan  de  V aides  en  dos  de  sus 
obras,  el  mas  profundo  y  leal  agradecimiento.  ] 

Domingo  Ricart 

Universidad  de  Kansas  I 

I 


19.  Ms.  folio  18  ro.  (p.  139  de  la  presente  edicion)  que  concluye  con  esa  mencion:  "En 
la  tabla  que  esta  al  fin  del  libro  se  ha  guardado  la  orden  de  los  Salmos,  segiin  comunmen- 
te  se  lee  en  latin,  porque  assy  mas  facilmente  se  pueda  hallar  el  que  la  persona  querri 
buscar." 


15 


Al  muy  illustre  senor  Don  Diego  Lopez  Pacheco,  Marques  de  Villena, 
Duque  de  Escalona,  Conde  de  Sant  Esteuan,  etc. 

El  autor 

Passando  vn  dia,  muy  illustre  Senor,  por  vna  villa  destos  Reynos, 
y  sabiendo  que  por  mandato  del  Seiior  della,  y  aun  a  su  costa,  ense- 
nauan  los  curas  en  sus  yglesias  a  los  ninos  los  principios  r  rudimentos 
de  la  Dotrina  Christiana  — lo  qual  muchos  dias  antes  yo  desseaua 
se  hiziesse —  me  fuy  a  poner  entre  los  nirios  de  vna  yglesia,  assi  con 
intencion  de  saber  alli  alguna  buena  cosa  que  introduzir  en  mi  mo- 
nesterio,  como  tambien  para  ver  si  aune  algo  en  que  yo,  con  mis 
letras  y  esperiencia,  pudiesse  ayudar  y  augmentar  aquella  buena  obra 
y  celestial  exercicio;  y  aunque  el  cura  que  ensenaua  era  ydiota,  y  no 
estaua  tan  fundado  en  las  cosas  que  dezia  como  fuera  menester,  por 
ser  la  cosa  de  la  calidad  que  era,  yo  me  console  y  tome  recreacion  alli 
vn  buen  rato.  Como  el  cura  vuo  acabado,  auiendome  visto  (vo.)  entre 
sus  ninos,  con  habito  religioso,  se  vino  para  mi,  desseando,  segiin  di- 
xo,  saber  de  mi  que  me  parecia  de  lo  que  le  auia  oydo  dezir.  Yo, 
viendo  su  buena  intencion,  y  pareciendome  que,  aun  que  era  ydiota, 
era  abil  y  docil;  y  viendo  assi  mesmo  el  prouecho  que  de  auisarle  se 
podria  seguir,  despues  de  auerle  muy  mucho  alabado,  como  era  razon, 
su  bueno  y  santo  exercicio,  y  animandole  a  que  le  prosiguiesse,  y  ansi 
mesmo  amonestasse  y  aconsejasse  a  otros  hiziessen  lo  mismo,  le  rogue 
nos  fuessemos  entramos  juntos  a  comunicar  este  negocio  con  Don 
Fray  Pedro  de  Alua,  argobispo  de  Granada,  porque  allende  de  ser 
bien  que  con  su  autoridad,  como  de  perlado,  se  hiziesse  vna  cosa  ver- 
daderamente  Christiana  y  euangeUca  como  esta,  el,  como  persona  de  le- 
tras sagradas  y  spiritu  christiano,  nos  podria  largamente  instruyr,  de 
donde  el  r  yo,  no  solamente  yriamos  edificados,  para  lo  que  a  nosotros 
conuenia,  pero  instructos  en  aquellas  cosas  que  para  instruyr  a  otros 
son  necessarias. 

Al  cura  parecio  muy  bien  mi  consejo;  y  assi,  sin  mas  dilacion,  el 
dexo  su  casa  r  yglesia,  r  yo  el  camino  donde  yua —  porque  lo  mas  es 
razon  que  priue  a  lo  menos — ,  r  juntos  nos  fuymos  a  buscar  al  (fol. 
Ill)  Serior  Arpobispo,  al  qual,  ordenandolo  Dios  assi —  segiin  que  suele 


17 


ayudar  y  fauorecer  las  buenas  voluntades — ,  hallamos  en  vn  Moneste- 
rio  de  su  Orden  donde,  por  librarse  de  la  molestia  de  ios  negocios  que 
la  dignidad  trae  consigo,  por  algunos  dias  se  aula  retraydo.  De  Su 
Senoria  fuymos  recebidos  con  mucho  amor  y  caridad,  assi  porque  esta 
era  su  costumbre,  como  tambien  por  ser  yo  algo  su  conocido,  lo  qual 
todo  se  le  acrecento.  Mas  quando  supo  la  causa  de  nuestra  venida, 
despues  que  nos  leuantamos  de  comer  con  el  a  su  mesa,  nos  tomo  por 
las  manos,  diziendo  que  queria  estar  con  nosotros  toda  aquella  tarde, 
r  nos  lleuo  a  vna  huerta  que  en  el  Monesterio  estaua;  y  assentados 
todos  tres  junto  a  vna  fuente  — porque  esto  era  por  Sant  Juan —  no- 
sotros abiertamente  propusimos  nuestra  embaxada;  y  su  Senoria  muy 
largamente  nos  respondio  y  satisfizo,  no  solamente  al  cura,  el  qual 
estaua  algo  lexos  de  saber  lo  que  conuenia  a  los  ninos  que  doctrinaua, 
pero  tambien  a  mi,  que  a  mi  parecer  lo  sabia  mediamente  bien.  Pues 
deseando  yo  que  vuestra  seiioria,  a  quien  se  aplazen  tanto  las  cosas  se- 
mejantes  que  jamas  se  canssa  de  leerlas,  ni  de  platicarlas,  supiesse  lo 
que  alli  (vo.)  passamos,  y  assi  mismo  lo  supiessen  todos  los  que  tienen 
en  esto  el  affecto  que  vuestra  Sefioria,  acorde  de  escreuirlo  todo,  segun 
se  me  acordo  en  esta  breue  escriptura;  r  porque  fuera  cosa  prolixa  y 
enojosa  repetir  muchas  vezes:  "dixo  el  Ar^obispo,"  y  "dixo  el  Cura," 
y  "dixe  yo,"  determine  de  ponerlo  de  manera  que  cada  vno  hable  por 
si,  de  suerte  que  sea  dialogo  mas  que  tratado;  y,  tambien  porque  el 
que  lo  leyere,  quando  oyga  que  habla  el  Ar?obispo,  este  atento  a  oyr 
las  palabras  graues,  pias  y  eruditas  de  aquel  excelente  varon,  pues  a 
el  piense,  vuestra  seiioria,  que  oye  r  no  a  mi. 


INTRODUCCION 
EusEBJO,  Antronjo,  Cura,  Ar^objspo 

Ar^objspo:  Vuestro  santo  zelo  con  que  desseays,  hermanos  mios,  sa- 
ber estas  cosas  que  aueys  propuesto,  me  parece  tan  bien  que  no 
puedo  dexar  de  alabaroslo  y  assi  mismo  teneros  en  mucho  el  traba- 
jo  que  aueys  tomado  en  venirme  a  buscar  por  maestro  y  guia  de 
vuestro  buen  desseo;  r  aunque  yo  no  tenga  tanta  sufficiencia  y  es- 
periencia  como  conuernia  para  satisfazeros,  tengo  buena  esperanga 
en  la  suma  bondad  r  magnificencia  de  Dios,  que  viendo  vuestros 
desseos  que  te  — (fol.  iv) —  neys  de  saber,  r  assi  mismo  mi  buena 
voluntad  que  tengo  de  satisfazeros,  dara  entendimiento  r  saber  a 


18 


mi  coragon  r  abrira  assi  mismo  mi  boca  para  que  satisfaga  a  mi 
y  a  vosotros.  Pues  esto  mismo  liizo  otro  tiempo  con  muchos  pro- 
fetas  r  personas  de  baxo  r  humilde  entendimiento,  r  tambien,  pues 
prometio  Jesu  Christo,  Nuestro  Seilor,  de  hallarse  presente  a  nuestras 
platicas  todas  las  vezes  que  nos  juntassemos  dos  o  tres  en  su  nombre; 
assi  que,  pues  aqui  nosotros  nos  auemos  ayuntado  en  su  nombre,  de 
creer  es  que  El  estara  presente  a  nuestras  platicas  r  con  su  espiritu 
alumbrara  nuestros  coragones  para  que  lo  que  aqui  hablaremos  sea 
para  gloria  de  su  santissimo  nombre  y  edificacion,  no  solamente  de 
nuestras  animas;  pero  de  las  de  aquellos  que  nos  tienen  las  suyas 
encomendadas.  La  manera  sea  esta:  para  que  mas  a  vuestro  plazer 
se  haga,  que  vosotros  me  pregunteys  lo  que  desseays  saber,  r  yo  os 
respondere  segiin  Dios  me  diere  sabiduria  y  entendimiento. 
EusEBJo:  Lo  vno  y  lo  otro  ha  dicho  vuestra  seiioria  christianamente, 
r  muy  bien. 

Ar^obispo:  No  cures  agora  de  (vo.)  essas  senorias,  que  pues  estamos 
aqui  solos,  no  quiero  que  me  hableys  vosotros  con  mas  cortesias 
que  yo  a  vosotros. 

EusEBJo:  Tambien  me  contenta  esso  que  dezis  agora,  como  lo  que  di- 
xistes  denantes;  y  pues  assi  es,  yo  quiero  dexar  al  cura  que  pregunte, 
y  sobre  lo  que  el  preguntare  repreguntare  yo,  si  algiin  escrupulo  me 
quedare. 

Antronjo:  Muy  mejor  sera  que  vos  pregunteys,  pues  lo  sabreys  me- 
jor  hazer  que  yo,  conforme  a  lo  que  vos  desseays  saber,  r  yo  os  he 
comunicado,  porque  desta  manera  yo  quedare  mas  satisfecho  y  me- 
jor instruto. 

EusEBJo:  Sea  como  mandaredes:  yo  huelgo  de  hazer  lo  que  quereys; 
y  pues  tengo  de  empegar,  quiero  leuantar  la  platica  desde  el  princi- 
pio  de  la  Christiandad,  porque  con  la  gracia  de  Dios  la  traygamos 
al  fin ;  y  pues  assi  es,  primeramente  nos  dezid  por  que  nos  Uamamos 
este  nombre  de  christiano  r  de  donde  tuuo  principio. 

Ar^objspo:  Llamamosnoslo,  porque  assi  como  antiguamente  de  Is- 
rael se  llamaron  israelitas  los  que  eran  del  linaje  de  Israel,  assi  es 
razon  que  nosotros,  de  lesu  Christo,  nos  llamemos  christianos,  pues 
tenemos  fe  en  El.  Donde  este  nombre  primero  se  puso  fue  en  An- 
tiochia.  La  causa  fue  esta:  que  (fol.  v)  viendo  los  Apdstoles  que 
crescia  el  niimero  de  los  que  se  allegauan  a  su  predicacion,  parescio- 
les  que  era  bien  que  todos  los  que  confessassen  la  fe  de  lesu  Chris- 
to guardassen  la  ley  euangelica  de  Christo  se  llama ssen  christianos. 


19 


EusEBjo:  {.Que  differencia  ay  entre  el  christiano  y  el  no  christiano? 

Ar^objspo:  Que  el  christiano,  despues  de  auer  recebido  el  agua  del 
baptismo,  se  funda  principalmente  en  fe  y  charidad,  y  lusgo  en 
aprouechar  a  todos  y  no  danar  a  alguno,  y  en  fin,  en  biuir  a  exem- 
plo  de  Jesu  Christo,  Nuestro  Seiior,  pura  y  sinceramente. 

EusEBJo:  Y  al  que  vieramos  que  tiene  todo  esso,  ^tenerle  emos  por 
christiano? 

Ar^objspo:  Si,  ^.por  que  no? 

EusEBJo:  Porque  nos  podremos  largamente  engaiiar. 
ARgoBJSPo:  ^Como? 

EusEBJo:  Yo  OS  lo  dire.  Quanto  a  la  fe  y  caridad,  que  son  virtudes 
interiores,  ya  veys  que  no  podremos  juzgar  si  vno  las  tiene  o  no;  lo 
demas,  tambien  lo  puede  tener  vn  infiel,  pues  de  muchos  gentiles 
leemos  que  lo  tuuieron. 

Ar^objsfo:  Bien  se  donde  vays;  quereys  dezir  que,  iuntamente  con 
lo  que  dixe,  es  menester  que  el  christiano  guarde  las  cerimonias  y 
estatutos  de  la  Yglesia. 

Eusebjo:  Muy  bien  me  entendistes. 

ARgoBJSPo:  Mirad,  Padre,  lo  que  yo  dixe  que  el  christiano  deue  tener 
es  lo  principal;  estotro  (vo.)  es  accessorio;  assi  que,  de  la  misma  ma- 
nera  que  no  tenemos  por  christiano  al  que  no  guarda  las  cerimonias 
de  la  Yglesia,  querria  yo  que  no  tuuiessemos  tampoco  por  christiano 
al  que  no  hiziesse  lo  que  primero  dixe.  Pero  estan  en  este  caso  los 
juyzios  del  vulgo,  y  avn  de  mas  que  vulgo,  tan  corrompidos,  que 
quando  en  ello  pienso,  es  cierto  que  de  lastima  se  me  rompen  las 
entranas.  Pero  desto  qui?a  hablaremos  adelante  a  otro  proposito. 

Eusebjo:  En  verdad;  vos  haueys  respondido  harto  mejor  que  vn  cier- 
to donado  nuestro,  que  preguntandole  vna  vez,  por  reyr,  que  diffe- 
rencia auia  entre  los  christianos  y  los  moros,  dixo  que  el  no  sabia 
otra  sino  que  nosotros  no  comemos  carne  la  quaresma  y  ellos  si,  y 
nosotros  guardamos  los  domingos  y  fiestas,  y  ellos  no;  pues,  si  os 
plaze,  bien  auia  treynta  anos  el  mancebo  que  era  donado. 

Ar^objspo:  Por  cierto,  el  auia  deprendido  harto  con  vuestra  conuer- 
sacion.  ! Aosadas !  que  esse  tal  era  mas  afficionado  al  torrezno  que  al 
libro.  Pues,  tornando  a  nuestro  proposito,  es  menester  que  el  chris- 
tiano tenga  la  seiial  de  christiandad  que  dixo  Jesu  Christo,  Nuestro 
Seiior,  a  los  Apostoles,  quando  les  dixo:  En  esto  conosceran  todos 
que  soys  mis  discipulos,  si  os  amaredes  vnos  a  otros.  Porque,  pues, 
aiin  agora  nosotros,  al  que  no  anda  vestido  (fol.  vi)  con  estas  vesti- 


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duras,  no  le  tenemos  por  frayle  de  Sant  Hieronymo,  porque  algunos 
dizen:  es  esta  la  senal  que  dexo  Sant  Hieronymo  a  sus  frayles;  es 
tambien  mucha  razon  que  al  que  no  tuuiere  la  senal  que  Jesu  Chris- 
to  dexo  a  los  suyos,  no  le  tengamos  por  christiano. 

EusEBJo:  Esta  esso  muy  bien  dicho,  y  pues  aqui  auemos  de  tratar  de 
como  vn  christiano  deue  ser  instruydo  en  la  dotrina  de  Jesu  Christo, 
dizidnos,  ^que  es  la  primera  cosa  que  se  deue  ensenar  al  christiano? 

Ar^objspo  :  Ya,  por  lo  que  encomendays  a  los  padrinos  de  los  niiios, 
quando  los  baptizays,  sabeys  que  lo  principal  deue  ser  istruyrlos  en 
la  fe  y  en  buenas  y  santas  costumbres,  r  ensenarles  el  Pater  Noster 
y  el  Am  Maria  y  el  Credo.  Esto  es  menester  les  encomendeys  muy 
ahincadamente  y  muy  de  veras,  r  lo  mismo  encomendareis  a  sus 
padres;  y  esto  no  solamente  quando  los  acabays  de  baptizar,  pero 
siempre  que  se  ofresciere  oportunidad,  encargandoles  assi  mismo  que 
tengan  mucho  cuydado  r  vigilancia  para  que  los  animos  de  sus  hijos 
no  se  corrompan  con  malas  companias  ni  con  malas  platicas;  de 
manera  que,  en  quanto  fuere  possible,  aparten  sus  hijos  de  si  quan- 
do hablan  o  entienden  en  alguna  cosa  que  no  sea  Christiana,  r  que 
los  apliquen  r  enamoren  a  la  doctrina  de  Jesu  Christo ;  de  tal  mane- 
ra que,  aun  en  nombrarlo,  se  (vo.)  deleyten  y  tomen  plazer.  AUende 
desto,  deueysles  encomendar  que  miren  mucho  en  cuyo  poder  ponen 
sus  hijos,  para  que  los  doctrinen  en  buenas  costumbres  y  les  ensenen 
letras;  y  dezirles  que  procuren  que  el  maestro  sea  tan  honibre  de 
bien,  y  de  tan  buenas  y  santas  costumbres,  que  juntamente  aprendan 
del  los  niiios  letras  y  santidad. 

Antronjo:  Y  el  que  no  tiene  para  poder  hazer  esso,  ^que  hard? 

ARgoBJSPo:  Encomendadlo  vos  a  todos,  y  el  que  no  tuuiere  para  po- 
derlo  hazer,  a  lo  menos  hard  lo  que  pudiere.  Creedme  vna  cosa: 
que  si  los  seiiores  y  personas  ricas  tuuiessen  este  auiso,  no  harian 
lo  que,  no  sin  gran  detrimento  de  la  christiandad,  comunmente  ve- 
mos  que  hazen. 

Antronjo:  ^Que  es  lo  que  se  haze? 

AR90BJSP0:  Yo  OS  lo  dire.  Parece  que  tienen  mds  cuydado  en  hazer 
de  vna  muleta  buena  mula,  que  no  de  sus  hijos  buenos  christianos. 
Antronjo:  iDq  que  manera? 

AR90BJSP0:  Desta.  Vemos  que  para  la  mula  no  toman  sino  persona 
que  sepa  muy  bien  regirla,  de  manera  que  le  haga  muy  bien  andar 
y  no  trotar,  y  la  sepa  bien  pensar,  y  no  estragar;  pero  para  sus  hijos 
no  curan  de  mirar  si  es  el  ayo  o  maestro  que  les  quieren  dar  perso- 


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na  de  buenas  costumbres  o  de  malas,  quito  de  vicios  o  vicioso,  ami- 
go  de  virtudes  y  (fol.  vii)  bondades  o  dc  maldades  y  ruyndades,  y, 
en  fin,  buen  christiano  o  malo;  sino  miranie  no  mas  questo:  si  tiene 
buen  Coram  vobis,  como  dizen,  para  parecer  entre  sefiores,  y  si  es 
de  linaje,  y  assi  otras  cosas  de  que  al  pobre  mochacho  se  le  puede 
seguir  muy  poco  prouecho  y  se  le  siguen,  a  ratos,  muy  muchos  da- 
nos.  Y  assi  como  en  la  tierna  edad  se  embeuen  los  tales  en  costum- 
bres mundanas,  por  marauilla  despues  las  pueden  desechar  de  si;  y 
como  esto  cae  en  los  principalcs,  a  quien  todos  tienen  por  dechado, 
a  la  mi  fe  vanse  todos  por  aquel  camino.  Pues  ya  vos  veys,  si  esto 
se  remediasse,  jquan  gran  parte  de  bien  seria  en  la  christiandad ! 
Antronjo:  Por  mi  fe,  que  teneys  grandissima  razon  r  que  me  con- 
tenta  en  extremo  lo  que  dezis;  r  yo  os  prometo  de  hazerlo  de  aqui 
adelante  dessa  manera.  Pero  dezidme,  i,que  os  parece  deuo  primero 
r  principalmente  ensenar  a  los  nifios  que  acostumbran  a  venir  a  mi 
yglesia? 

ARgoBJSPO:  Deziros  he  esto  por  la  misma  orden  que  yo  tengo  acorda- 
do  se  haga  en  todo  mi  argobispado;  r  assi  digo  que  lo  primero  sea 
traerles  muchas  vezes  a  la  memoria  el  voto  que  hizieron  en  el  bap- 
tismo  y  darselo  muy  claramente  a  entender. 

Antronjo  :  iQui  (vo.)  voto  es  esse  que  dezis,  que  yo  ni  le  se  ni  jamas 
oy  dezir  que  ouiesse  tal  voto? 

Ar^objspo:  i,C6mo  no?  Quando  baptizays  vn  nino,  ^sus  padrinos  no 
prometen  en  su  nombre  que  biuira  y  morira  en  la  fe  y  doctrina  de 
Jesu  Christo,  y  en  serial  desto  no  les  hazeys  dezir  el  Credo? 

Antronjo:  Si,  hago. 

Ar^objspo:  Pues  luego,  ino  os  paresce  que  esto  es  hazer  voto? 

Antronjo:  Por  mi  salud,  que  dezis  verdad;  nunca  auia  mirado  en 
ello,  avnque  creo  he  baptizado  en  este  mundo  mas  de  quinientos 
ninos  y  niilas ;  ni  avn  pensse  que  auia  otros  votos  sino  los  que  hazen 
los  frayles. 

Ar^objspo:  Antes  essos  de  los  frayles  son  solamente  para  poder  con 
mas  aparejo  guardar  este,  que  es  el  principal,  y  sin  el  qual  ni  por 
pensamiento  somos  christianos.  Este  voto,  pues,  conuiene  que  les 
traygays  muchas  vezes  a  la  memoria,  diziendoles  que  se  acuerden 
que  en  el  baptismo  renunciaron  a  Satanas  con  todas  sus  pompas  y 
malos  desseos,  y  assi  mismo  renunciaron  al  mundo;  quiero  dezir 
los  appetitos  y  desseos  mundanos,  y  prometieron  de  ser  perfectos 
en  la  Orden  de  Jesu  Christo,  para  tener  con  El  fe  y  amor,  y  seguir 


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su  santissima  doctrina  y  imitar  su  perfectissima  vida,  pues  que  este 
es  el  fin  a  que  todo  christiano  deue  tener  siempre  ojo. 

Antronjo:  (Fol.  viii)  Por  las  ordenes  que  rescebi,  nunca  jamas  oy  lo 
que  vos  agora  me  dezis.  Y  quanto  a  lo  primero,  yo  huelguo  harto 
de  saberlo  para  mi  prouecho,  y  en  lo  demas,  yo  os  prometo  que 
ningun  dia  passe  sin  dezirlo  a  mis  mochachos. 

EusEBJO :  Esso  hareys  vos  muy  bien,  y  muy  conforme  a  lo  que  deueys ; 
y  pues  quisistes  que  yo  preguntasse,  dexadme  hazer;  y  vos,  seiior, 
nos  dezid  que  es  lo  que  despues  desso  se  deue  de  enseiiar. 

Ar<jobjspo:  El  Credo  o  symbolo  que  dezimos  de  los  Apostoles,  por- 
que  alii  estan  los  articulos  de  la  fe,  que  es  [lo]  que  el  christiano  es 
obligado  a  creer.  Esto  es  menester  que  muy  discretamente  se  lo  de- 
clareys,  de  manera  que  entiendan  que  es  lo  que  en  cada  articulo  han 
de  creer  y  como  lo  han  de  creer. 

EusEBJo:  Bien  esta;  esso  nos  direys  despues;  agora  dezidnos  lo  que 
despues  se  deue  enseiiar. 

ARgoBJSPO :  Despues  del  Credo,  los  diez  Mandamientos,  porque  es  me- 
nester que  sepan  como  han  de  agradar  a  Aquel  en  quien  ya  creen, 
y  como  han  de  cumphr  su  voluntad;  lo  qual  todo  se  muestra  en 
ellos ;  y  conuiene  que  se  lo  declareys  muy  enteramente  y  que  les  deys 
a  entender  como  para  ser  christianos,  ni  avn  el  menor  de  todos  ellos 
jamas  han  de  quebrantar.  Junto  con  estos  Mandamien(vo.)  tos  es 
bien  que  les  enseiieys  los  capitulos  de  Sant  Matheo,  quinto  y  sexto 
y  septimo,  porque  alii  esta  la  suma  y  complimiento  de  la  Doctrina 
Christiana;  y  deziendoles  esto,  procurareys  de  afficionarlos  y  enamo- 
rarlos  a  la  doctrina  euangelica,  dandoles  a  entender  como  es  jugo 
suaue  r  carga  muy  Huiana  al  que  con  amor  y  afficion  la  toma.  En- 
senarles  eis  luego,  de  que  se  deuen  guardar,  para  que  biuan  siempre 
con  continua  cautela.  Aqui  les  direys  algo  de  los  siete  peccados  mor- 
tales,  r  dezirselos  eys  de  manera  que  les  empiecen  desde  niiios  a 
aborrecer.  Assi  mismo  es  bien  que  sepan  los  dones  del  Spiritu  San- 
to, las  virtudes  theologales  y  assi  otras  cosas  semejantes.  Conuiene 
tambien  que  les  declareis  muy  santa  y  breuemente  la  oracion  del 
Pater  Noster,  y  se  la  encarezcays  muy  mucho,  para  que  la  tengan 
en  lo  que  es  razon,  r  no  hagan  como  el  vulgo  de  los  ygnorantes,  que 
rezan  r  no  saben  que  es  lo  que  dizen. 

Antronjo:  no  os  parece  que  sera  bien  abezarles,  junto  con  esso, 
[a]  algunas  oraciones  deuotas? 

ARgoBJSPO:  En  esso  hazed  vos  como  quisierdes;  aqui  solamente  os 


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dezimos  lo  que  es  necessario  que  todo  christiano  sepa;  en  essotro 
no  me  entremeto.  AUende  desto,  sera  muy  bien  que  en  vn  bre-(fol. 
ix)-uezito  compendio  r  arte  les  enseiieis  todo  el  discurso  de  la  Sa- 
grada  Escriptura,  donde  se  comprehenda  sumariamente  lo  que  acon- 
tecio  desde  que  crio  Dios  el  cielo  y  la  tierra,  y  todo  lo  que  en  ellos 
esta,  hasta  el  gloriosissimo  aduenimiento  de  Jesu  Christo,  Dios  y 
Senor  nuestro. 

Antronjo:  Esso  querria  que  me  dixessedes,  pues  lo  deueys  tener  bien 
aprendido, 

Ar^objspo:  Si,  tengo,  y  si  os  lo  dire,  pero  a  su  tiempo. 

EL  CREDO  O  SIMBOLO  DE  LOS  APOSTOLES 

EusEBJO:  Dezis  muy  bien,  y  pues  dezis  que  lo  primero  que  a  los  niiios 
se  deue  ensefiar  es  el  Credo,  es  menester  que  nos  digays  sobre  cada 
articulo  del  lo  que  os  paresce  se  les  deue  dezir. 

Ar^objspo:  Soy  contento.  Preguntadmelo  vos  de  la  manera  que  lo 
desseays  saber  y  yo  os  respondere,  y  desta  manera  quedara  decla- 
rado,  de  suerte  que  pueda  el  cura  tomar,  para  sus  muchachos  lo 
que  mejor  paresciere. 

Antronjo:  Sea  assi. 

1.  EusEBJo:  El  primer  articulo  dize:  Creo  en  Dios  Padre  Todopo- 
deroso,  que  crio  el  cielo  y  la  tierra. 
ARgoBJSPo:  Assi  es  verdad. 

EusEBJo:  Pues  veamos  agora,  quando  dezimos  Dios,  i,que  auemos  de 
entender? 

Ar^objspo  :  Que  es  vn  Ser  eterno  que  ni  jamas  tuuo  principio  ni  ha 
de  tener  fin,  y  que  es  tal  que  no  ay  cosa  que  en  grandeza  ni  en  sabi- 
duria  se  le  pue-(vo.)-da  ygualar,  El  qual  con  solo  su  querer  crio 
todas  las  cosas,  assi  visibles  como  inuisibles,  y  con  su  marauillosa 
sabiduria  las  rige  r  gouierna;  con  su  suma  bondad  todas  las  apa- 
cienta  r  conserua;  el  qual  tambien  restituyo  al  linage  humano  de  la 
miseria  en  que  por  el  pecado  del  primer  hombre  cayo. 

EusEBJo:  Veamos,  ^que  es  el  prouecho  que  de  considerar  estas  tres 
cosas  en  Dios  se  puede  sacar? 

ARgoBJSPo:  Yo  OS  lo  dire:  que  quando  le  consideramos  omnipotente, 
sometemonos  todos  r  del  todo  a  El,  viendo  que  delante  de  su  ma- 


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gestad  es  nada  toda  la  alteza  de  los  hombres  r  de  los  angeles;  y 
assi,  luego,  con  grandissima  fe  y  entera  certidumbre,  creemos  todas 
las  cosas  que  en  la  Sagrada  Escriptura  se  cuentan  que  hizo;  r  tam- 
bien  creemos  que  acontescera  lo  que  prometio  que  acontescene,  y 
de  aqui  viene  que,  desconfiando  de  nuestras  fuergas,  que  son  en  la 
verdad  flacas  r  ruines,  nos  ponemos  muy  de  verdad  en  las  manos  de 
Aquel  que  puede  todo  lo  que  quiere.  Quando  pensamos  en  su  suma 
sabiduria,  ningiin  caso  hazemos  de  nuestra  sabiduna  ni  de  la  de 
ningun  hombre,  pero  creemos  que  todas  las  cosas  quel  haze  las  haze 
recta  r  justamente;  puesto  (fol.  x)  caso  que  al  juyzio  humano  algu- 
nas  parezcan  absurdas.  Quando  consideramos  su  suma  bondad,  co- 
noscemos  claramente  que  ninguna  cosa  ay  en  nosotros  que  no  la 
deua[mos]  a  su  magnifica  liberalidad,  y  pensamos  tambien  que  no 
ay  pecado,  por  graue  que  sea,  que  El  no  huelgue  de  perdonar  al 
que  muy  de  ueras  se  buelue  r  conuierte  a  El,  y  de  mas  desto,  que 
ninguna  cosa  ay  en  el  mundo  quel  no  huelgue  de  dar  al  que  con 
entera  confianza  se  la  pide. 
EusEBJo:  Y,  veamos,  ^creeys  que  basta  solamente  creer  que  es  Dios 
tal  como  dezis? 

Ar^objspo  :  No,  de  ninguna  manera ;  antes,  de  mas  desto,  es  menester 
que  con  syncero  y  puro  animo  pongamos  en  El  todo  nuestro  amor, 
esperan?a  y  confianga,  y  abominemos  y  maldigamos  a  Satanas  con 
toda  la  ydolatria  y  todas  las  maneras  de  artes  magicas,  y  que  a  vn 
solo  Dios  adoremos,  y  ninguna  cosa  aya  que  tengamos  en  mas  ni  en 
tanto  como  a  El:  ni  angel,  ni  padres,  ni  seiior,  ni  riquezas,  ni  hon- 
ras,  ni  deleytes;  assi  que  estemos  aparejados  a  perder  la  vida  por  su 
causa,  con  entera  r  firme  certidumbre  que  no  puede  perescer  el  que 
se  pone  todo  en  sus  manos. 

EusEBJo:  Veamos;  ^ay  alguna  cosa  que  deuamos  honrrar,  temer  o 
amar  sino  a  vn  solo  Dios?  (vo.) 

Aii^OBJSPO:  Si  alguna  cosa  honrraremos,  si  algo  temeremos,  si  algo 
amaremos  fuera  del,  por  su  amor  lo  deuemos  honrrar,  temer  r  amar, 
atribuyendolo  todo  a  su  gloria,  haziendole  siempre  gracias  por  todas 
las  cosas  que  nos  succedieren,  agora  sean  tristes,  agora  sean  alegres. 

Antronjo:  Veamos,  seiior,  ^esso  es  para  todos? 

Ar^objspo:  Si,  sin  dubda;  para  todos  los  que  quisieren  gozar  de  la 
pasion  de  Jesu  Christo  es  esto,  r  no  para  vnos  mas  que  para  otros. 

EusEBJo:  Esta  bien,  vamos  adelante. 


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§  2.  El  secundo  articulo  es  creer  en  Jesu  Christo,  Hijo  de  Dios,  vn 

solo  Senor,  Dios  nuestro. 
Ar^objspo:  Es  verdad. 

EusEBJo:  Pues,  decidnos,  ^como  pudo  ser  quel  mesmo  Jesu  Christo 
fuesse  Dios  inmortal  r  hombre  mortal? 

ARgoBJSPO :  Fue  essa  vna  cosa  muy  ligera  de  hazer  a  Aquel  que  puede 
todo  lo  que  quiere;  y  de  mas  de  creer  que  Jesu  Christo  es  tal  por 
causa  de  la  naturaleza  diuina  que  tiene  comiin  con  el  Padre,  todo  lo 
que  de  grandeza,  de  sabiduria  r  bondad  atribuymos  al  Padre,  auemos 
de  atribuyr  tambien  al  Hijo;  r  todo  lo  que  deuemos  al  Padre,  aue- 
mos de  creer  que  deuemos  tambien  al  Hijo.  Verdad  es  que  quiso  el 
Eterno  Padre  criar  todas  las  cosas  r  darnoslas  mediante  el  Hijo.  (fol  xi) 

EusEBJo:  iVor  que  la  Sagrada  Escriptura  llama  al  hijo  Hijo? 

Ar^objspo:  Porque  es  propio  del  Hijo  ser  engendrado  r  nacer  del 
Eterno  Padre. 

EusEBJo:  i,Por  que  lo  llama  linico? 

Ar^objspo:  Por  hazer  differencia  entre  el  Hijo  natural,  que  es  Jesu 

Christo,  r  los  hijos  adoptiuos  que  son  todos  los  que  estan  allegados 

r  vnidos  con  El  por  vnion  de  amor. 
EusEBJo:  Pues  veamos,  i,por  que  quiso  Dios  que  su  Hijo,  siendo  Dios 

se  hiziesse  hombre? 
Ar^objspo:  Porque  mediante  hombre  fuessen  los  hombres  reconcilia- 

dos  con  Dios. 

Antronjo:  Huelguome  en  estremo  de  oyros,  porque  si  bien  pregunta 

el  vno,  muy  mejor  responde  el  otro. 
Eusebjo:  Yo  os  prometo  que  vos  oyays  cosas  de  que  mas  os  mara- 

uilleys. 

§3.  El  tercero  articulo  es  creer  que  Jesu  Christo  fue  concebido  por  obra 
de  Spiritu  Santo,  y  que  nascio  de  la  Virgen  Maria. 
La  causa  por  que  quiso  nascer  desta  manera  nos  dezid. 

Ar^objspo:  Porque  assi  conuenia  que  nasciesse  Dios  r  assi  era  nece- 
ssario  que  nasciesse  el  que  venia  a  limpiar  las  inmundicias  r  suzie- 
dades  de  nuestro  nascimiento.  Quiso  Dios  nascer  hijo  humano, 
para  que  nosotros,  nasciendo  otra  vez  en  virtud  suya,  por  nueuo 
nascimiento  spiritual,  nasciessemos  hijos  de  Dios. 

Eusebjo:  Y  dezidme,  ^.avemos  de  creer  queste  (vo.)  mismo  Jesu  Chris- 
to conuerso  aca  en  el  mundo,  r  hizo  aquellos  milagros,  r  enseno 
aquellas  cosas  que  cuentan  los  euangelistas? 


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Ar^objspo:  Mucho  mejor  que  creer  que  yo  soy  hombre. 

EusEBJO:  Luego,  ^tambien  avemos  de  creer  que  es  este  el  Mexias  que 

estaua  figurado  en  las  figuras  de  la  Ley  Vieja,  el  qual  hauian  prome- 

tido  los  prophetas,  r  los  judios  por  luengo  tiempo  hauian  esperado? 
Ar^objspo:  Si,  sin  ninguna  dubda,  r  de  la  misma  manera  deueys  creer 

que  para  alcan^ar  entera  r  perfecta  santidad,  basta  ymitar  r  seguir 

la  vida  r  dotrina  del  mesmo  Jesu  Christo. 
EusEBJo:  Destos  tres  articulos  passados,  yo  quedo  bien  satisfecho. 

§  4.  El  quarto  ya  sabeys  que  es  creer  que  este  mesmo  Jesu  Christo, 
Senor  nuestro,  padescio  muerte  r  passion  en  tiempo  de  Poncio  Pila- 
to,  y  que  fue  crucificado,  muerto  r  sepultado. 

Ar^objspo:  Si  se;  pero  tambien  conuiene  que  sepamos  que  fue  cor- 
dero  sin  manzilla  r  que  padescio  todas  estas  cosas  muy  de  buena 
gana,  sin  culpa  suya,  r  como  aquel  que  para  nuestra  saluacion  mu- 
cho las  desseaua  padescer,  r  tambien  que  fue  todo  por  ordenacion 
de  su  Eterno  Padre. 

EusEBJo:  Dezidnos  mas,  ^por  que  el  Padre  quiso  que  su  tan  (fol.  xii) 
querido  Hijo,  siendo  la  misma  innocencia,  padesciesse  cosas  tan 
crueles,  tan  indignas  y  terribles? 

Ar^objspo:  Porque  mediante  este  altissimo  sacrificio  fuessemos  re- 
conciliados  con  el  quando  pusieremos  en  su  nombre  toda  la  con- 
fianga  y  esperanga  de  nuestra  justificacion. 

EusEBJo:  Otra  cosa  nos  dezid,  ^por  que  consentio  Dios  que  todo  el 
linaje  humano  cayesse  de  tal  manera?;  r  ya  que  lo  consentio,  vea- 
mos,  ^no  pudiera  reparar  por  otra  via  nuestra  cayda? 

Ar^objspo:  Esto  me  da  a  mi  a  entender,  no  la  razon  humana.  la  qual 
desto  alcanga  muy  poco,  sino  la  fe,  que  por  ninguna  otra  via  se 
pudiera  hazer  mejor  ni  con  mas  vtilidad  nuestra. 

Antronjo  :  Una  cosa  ha  mucho  que  yo  desseo  saber,  la  qual  os  quiero 
preguntar:  ^por  que  quiso  Jesu  Christo  morir  esta  manera  de  muer- 
te antes  que  otra  ninguna? 

ARgoBJSPO:  Porque  estaua  assi  prophetizado,  y  porque  el  mundo  la 
tenia  esta  manera  de  muerte  por  la  mas  deshonrrada  de  todas,  por- 
que los  tormentos  della  son  crueles  y  pesados;  assi  que  de  tal  muer- 
te conuenia  que  muriesse  Aquel  que,  tiniendo  estendidos  los  bragos 
hazia  todas  las  partes  del  mundo,  combida  a  todas  las  gentes  del  a 
la  salud  y  vida  eterna.  Y  assi  (vo.)  mismo  llama  a  los  hombres  que 
Stan  sampuzados  en  cuydados  terrenales,  a  que  gozen  de  los  gozos 


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celestiales;  r,  en  fin,  puesto  de  aquella  manera  en  la  cruz,  nos  represen 
to  la  serpiente  que  Moyses  colgo  del  madero,  para  que  los  oue  fucssen 
mordidos  de  las  serpientes,  puniendo  los  ojos  en  ella,  sanassen. 
EusEBJo:  Esta  bien;  pero  veamos,  ^por  que  quiso  ser  sepultado  con 
tanta  curiosidad,  embuelto  con  enguentos,  encerrado  en  nueuo  mo- 
numento  cauado  en  piedra  biua,  r  sellada  la  puerta  r  puestas  guar- 
das  publicas? 

ARgoBJSPo:  Por  muchas  causas,  r  la  vna  es  porque  fuesse  mds  notorio 

r  claro  que  verdaderamente  auia  resuscitado,  r  no  resuscito  luego; 

porque  si  la  muerte  fuera  dubdosa,  fueralo  tambien  la  resurrecion, 

la  qual  quiso  El  que  fuese  certissima. 
EusEBJo:  Pues  nos  aueys  ya  satisfecho  a  nuestras  preguntas,  vamos 

adelante. 

§  5.  El  quinto  articulo  es  creer  que  descendio  a  los  infiernos  r  que  re- 
suscito al  tercero  dia  dent  re  los  muertos. 
Antronjo:  Veamos,  ^padescio  alii  algun  detrimento? 
Ar^objspo:  No,  en  ninguna  manera. 
Antronjo:  Pues,  ^a  que  baxo? 

Ar^objspo:  a  sacar  las  animas  de  los  santos  padres  que  luengo  tiem- 
po  le  auian  esperado,  (fol.  xiii)  r  tambien  para  que,  auiendo  El  que- 
brantado  el  reyno  del  demonio,  de  alii  adelante  pudiessemos  noso- 
tros  mds  a  nuestro  saluo  pelear  contra  el  mismo  demonio. 

Antronjo:  ^Por  que  quiso  resucitar? 

Ar^objspo:  Por  tres  cosas  principales:  la  primera,  por  darnos  cierta 
esperan^a  de  nuestra  resurrection;  la  segunda,  porque  supiessemos 
que  es  immortal  r  assi,  de  mejor  gana,  pusiessemos  en  El  la  espe- 
ran?a  de  nuestra  salud;  la  vltima,  porque  muertos  nosotros  (me- 
diante  la  penitencia),  a  los  pecados,  y  sepultados  juntamsnte  con 
Jesu  Christo  mediante  el  baptismo,  fauorescidos  con  su  gracia,  re- 
sucitassemos  para  biuir  nueua  manera  de  vida. 

Antronjo:  En  verdad,  estas  tres  razones  me  parecen  a  marauilla  bien. 
iQuien  tuuiese  en  escripto  todo  lo  que  aqui  dezis! 

Eusebjo:  Pareceme  que,  pues  os  parece  bien,  lo  deueys  escriuir  en 
vuestra  memoria;  o  por  mejor  decir,  en  vuestra  anima;  pero  jdad 
aca!,  no  perdamos  tiempo. 

§  6.  El  sexto  articulo  es  creer  que  Jesu  Christo  subio  al  cielo,  r  que 
estd  sentado  a  la  diestra  de  Dios  Padre. 


28 


Ar^objspo:  Assi  es  verdad,  y  assi  lo  deuemos  todos  creer. 

EusEBJo:  Veamos,  ^por  que  quiso  dexar  el  mundo? 

Ar^objspo:  Porque  todos  le  amassemos  spiritualmente  (vo.)  r  junta- 
mente  leuantassemos  nuestras  animas  al  cielo;  r  assi  ninguna  nacion 
vuiesse  que  particularmente  se  pudiesse  vanagloriar  o  tener  en  su 
tierra  a  Jesu  Christo;  ni  menos  vuiesse  ninguno  que  per  la  presencia 
corporal  le  amasse,  como  paresce  que  algun  tiempo  lo  amaron  los 
Apostolos. 

EusEBJo:  Es  sin  dubda  muy  buena  r  Christiana  razon  la  que  dezis, 
y  pluuiesse  a  Dios  que  aprendiessemos  todos  los  que  nos  Uamamos 
christianos  a  no  hazer  tanto  hincapie  en  estas  cosas  corporales  y 
exteriores,  r  a  poner  todo  el  fundamento  de  nuestra  christiandad 
en  las  espirituales  r  interiores.  Esto  hard  Dios  quando  fuere  seruido. 

§  7.  Quiero  yo  preguntar  adelante:  el  septimo  articulo  es  creer  que 
el  mismo  Jesu  Christo  desde  alii  ha  de  venir  a  j'uzgar  los  biuos  r  los 
muertos.  Y  quiero  que  me  digays  lo  que  destos  aduenimientos  sentis. 

Ar^objspo:  Soy  contento.  EI  primer  aduenimiento  fue,  segun  las 
prophecias,  en  el  qual  vino  Jesu  Christo,  humilde  r  abiecto,  para 
instruir  nuestra  vida;  quiero  dezir,  para  mostrarnos  como  auemos 
de  biuir  si  quere-  (fol.  xiiii)  -mos  ser  particioneros  de  su  gloria,  la 
qual  quiso  EI  que  alcangassemos  en  virtud  de  su  justicia.  Sera  tam- 
bien  el  segundo  aduenimiento,  segun  las  prophecias,  en  el  qual  verna 
con  gran  magestad.  Y  estaran,  mal  que  les  pese,  ante  su  acatamiento 
todos  los  hombres,  de  qualquier  estado  o  nacion  que  scan,  porque 
todos  los  que  desde  el  principio  del  mundo,  hasta  aquel  dia  fueren 
muertos,  en  vn  instante  resucitaran,  r  cada  vno,  vestido  con  su  mes- 
mo  cuerpo,  vera  el  eterno  juez.  Hallarse  an  alii  los  bienauenturados 
angeles  como  sieruos  fieles.  Hallarse  an  tambien  los  demonios  para 
ser  juzgados.  Y  entonces,  aquel  diuino  juez  Jesu  Christo  pronun- 
ciara  desde  lo  alto  aquella  immutable  sentencia,  por  la  qual  embiara 
a  los  eternos  tormentos  a  todos  los  que  siguieron  la  vandera  del 
demonio;  y  a  todos  los  buenos  santos  Ileuara  consigo  para  que  jun- 
tamente  gozen  del  Reyno  celestial,  ya  seguros  de  toda  molestia  r 
trabajos.  Verdad  es  que  no  quiso  manifestarnos  el  dia  deste  adue 
nimiento;  lo  qual  todo  conuiene  que  creamos  assi  los  christianos,  y 
que  lo  enseiiemos  assi  mismo  a  los  que  instruimos.  (vo.) 

Antronjo:  Quanto  que  a  mi,  pareceme  cosa  de  entre  suenos  oyr  lo 
que  oygo,  porque  de  todo  ello  no  sabia  mas  que  vna  tabla. 


29 


EusEBJo:  Bien  esta. 


§8.  El  octavo  articulo  es  creer  en  el  Spiritu  Santo.  Deste  bien  se  yo 
que  nos  direis  marauillas.  ' 

Ar^objspo:  Lo  que  os  puedo  dezir  es  que  conuiene  que  todos  crea- 
mos  quel  Espiritu  Santo  es  verdadero  Dios,  juntamente  con  el  Padre 
r  con  el  Hijo;  r  que  de  tal  manera  son  tres  personas,  que  es  vna  | 
mesma  essencia,  quiero  dezir,  vn  mesmo  ser.  Y  porque  no  ay  razo- 
nes  humanas  que  scan  bastantes  para  persuadir  r  para  entender  esto, 
es  menester  que  el  entendimiento  humano  se  sojuzgue  r  someta  a  la 
obediencia  de  la  fe.  Por  este  mismo  Spiritu  auemos  de  creer  que 
fueron  inspirados  los  que  nos  escriuieron  los  libros  del  viejo  r  nueuo  j 
Testamento,  sin  cuyo  fauor  r  gracia  ninguno  alcanga  vida  ni  salud  j 
eterna.  i 

EusEBJo:  ^Por  que  se  llama  Spiritu?  i 

Ar^objspo:  Porque  assi  como  nuestros  cuerpos  biuen  mediante  el 
hanelito  o  huelgo,  assi  mediante  las  secretas  inspiraciones  que  se  , 
atribuyen  al  Spiritu  Santo,  son  nuestros  animos  viuificados.  j 

EusEBJo:  Veamos.  ^es  licito  Uamar  al  Padre,  Spiritu? 

Ar(;objspo:  Si,  ^por  que  no?  (fol.  xv)  j 

EusEBJo:  Porque  parece  que  se  confunden  las  personas.  ' 

Ar^objspo:  No  hazen;  que  el  Padre  Uamasse  Spiritu,  porque  es  in- 
corporeo,  lo  qual  es  comiin  a  todas  tres  personas  segiin  la  natura- 
leza  diuina.  Pero  la  tercera  persona  Uamase  Spiritu  porque  a  ella 
se  atribuye  que  inspira  r  inuisiblemente  traspassa  por  nuestros  ani- 
mos, assi  como  los  ayres  traspassan  por  la  tierra  o  por  el  agua. 

Antronjo:  Quanto  que  esso  por  alto  se  me  passa  a  mi;  alia  os  aue-  ; 

nid  vosotros  que  lo  entendeis.  , 

i 

§  9.  EusEBJo:  Aunque  agora  no  lo  entendeis,  no  cureis  que  vos  lo 
entendereys  algun  dia;  porque  se  nos  va  ya  el  tiempo,  ya  veys,  que 
el  nono  articulo  es  creer  la  Santa  Yglesia  Catholica,  que  es  ayunta-  \ 
mientos  de  Santos.  | 

Ar^objspo:  Bien  dezis.  j 

EusEBJo:  Pues  quiero  que  me  digays,  por  que  no  dezimos  en  la  Santa  i 
Yglesia.  | 

Ar^objspo:  La  causa  desto  nota  muy  bien  Sant  Cipriano,  el  qual  dize 
que,  porque  en  solo  Dios  somos  obligados  a  creer,  por  esso  no  pu- 
sieron  los  Apostolos  en  la  Santa  Yglesia,  sino  Santa  Yglesia. 

30  ■ 

I 
I 
I 
I 


Antronjo:  Esso  no  entiendo,  si  no  me  lo  dezis  mas  claro. 

ARgoBJSPO:  Lo  que  Sant  Cipriano  dize  es,  que  conuiene  que  tenga- 
mos  nuestra  esperanga  del  todo  puesta  en  Dios,  r  no  en  criatura 
ninguna,  r  porque  la  Yglesia  consiste  de  (vo.)  hombres  que  son  cria- 
turas  en  las  quales  no  es  licito  que  pongamos  nuestra  esperanpa  ni 
confianga,  por  esso  se  haze  aquella  differencia. 

Antronjo:  Esta  bien,  pero  a  essa  cuenta  querria  dezir:  creo  Santa 
Yglesia. 

Arcobjspo:  Aueys  de  saber  que  Yglesia  es  vocablo  griego  r  quiere 
dezir  congregacion  o  ayuntamiento.  Pues  lo  que  en  este  articulo  de- 
zimos  que  creemos,  es  que  ay  aca  en  el  mundo  vna  yglesia  que  es 
vn  ayuntamiento  de  fieles,  los  quales  creen  en  vn  Dios  Padre  r  ponen 
toda  su  confianga  en  su  Hijo  r  son  regidos  r  gouernados  por  el 
Spiritu  Santo  que  procede  de  entramos.  De  la  qual  congragacion 
se  aparta  qualquier  que  comete  pecado  mortal,  r  assi  dizen  algunos, 
segun  vos  parece  que  lo  entendeys,  que  lo  que  se  aiiade,  ayunta- 
miento de  santos,  no  es  otra  cosa  sino  declaracion  de  lo  primero. 
Como  si  dixera :  Santa  Yglesia  catholica,  quiero  dezir,  ayuntamiento 
de  santos,  que  es  breuemente  vna  tal  participacion  r  comunica- 
cion  entre  todos  los  santos,  que  son  los  verdaderos  christianos,  que 
desde  el  principio  del  mundo  fueron  r  seran,  de  todas  sus  buenas 
obras,  qual  es  la  amistad  r  compailia  de  los  miembros  del  cuerpo, 
de  tal  manera  (fol.  xvi)  que  los  vnos  se  ayudan  a  los  otros.  Pero 
fuera  desta  congregacion  que  digo,  aun  sus  propias  buenas  obras 
aprouechan  a  ninguno  para  la  vida  eterna,  si  no  se  reconcilia  r  tor- 
na  a  juntar  a  la  santa  congregacion. 

§  10.  R  por  esta  causa  se  sigue  luego  el  x  articulo  que  es:  creer  la 
remisidn  o  perdon  de  los  pecados;  porque  fuera  de  la  yglesia  que 
digo,  a  ninguno  se  perdonan  los  peccados;  puesto  caso  que  se  aflija 
mucho  r  atormente  con  penitencias  o  exercite  todas  las  obras  de  mi- 
sericordia;  y  mirad  que  digo  que  en  la  Yglesia,  no  de  los  ereges  sino 
santa;  quiero  dezir,  que  esta  ayuntada  con  el  spiritu  de  Jesu  Christo. 
Ay  remission  de  pecados,  mediante  el  baptismo;  r  despues  median- 
te  la  penitencia  r  las  llaues  que  Jesu  Christo  dio  a  la  Yglesia.  Todo 
esto  se  deue  saber,  y  creer  y  enseiiar  desta  manera;  r  yo  assi  tengo 
determinado  de  mandar  se  haga  en  mi  argobispado ;  porque  dizien- 
dose  desta  manera  mostrarse  a  la  necedad  grossera  de  muchos  que 
temeraria  r  locamente  dizen  que  ya  no  ay  en  el  mundo  sanctos;  r 


31 


los  necios  no  miran  que  lo  que  por  vna  parte  confiessan  en  el  Cre- 
do, por  otra  lo  niegan  en  sus  platicas;  esto  les  viene  de  no  saber 
lo  que  confiessan  que  creen;  r  por  ventura  no  lo  saben,  porque  no 
han  tenido  quien  (vo.)  se  lo  declarare. 
Antronjo:  Por  las  ordenes  que  recebi,  que  yo  he  caido  en  ess  a  ne- 
cedad  muchas  vezes  sin  mirar  en  ello.  Pero  de  aqui  adelante  sa- 
bre mas. 

EusEBJO:  Si  sabreys,  yo  os  prometo,  r  por  tanto  me  deueis  dexar 
preguntar. 

§  11.  El  vndecimo  articulo  es:  creer  la  resurrection  de  la  came.  De- 

zidnos,  ^que  deuemos  entender  por  carne? 
Ar^objspo:  El  cuerpo  humano  animado  con  anima  humana. 
Antronjo:  Pues  tan  a  mi  plazer  respondeis,  dezidme  a  mi;  ^auemos 

de  creer  que  cada  anima  tornara  a  tomar  el  mismo  cuerpo  que  dexo? 
Ar^objspo:  Si,  sin  duda  ninguna. 

Antronjo:  Regia  cosa  parece  que  despues  de  auer  sido  traydo  vn 
cuerpo  muerto  de  aca  para  aculia  pueda  resucitar  todo  junto. 

Ar^objspo:  Mirad,  hermano,  al  que  pudo  criar  todo  quanto  quiso  de 
nonada,  creedme  que  no  le  sera  difficultoso  tornar  en  su  primera 
figura  lo  desfigurado.  La  manera  como  esto  se  ha  de  hazer,  no  cu- 
remos  aqui  de  disputarla,  pues  nos  basta  abra^andonos  mas  con  la 
fe  que  con  razones  humanas.  Creed  que  el  que  esto  prometio  es  de 
tal  manera  verdadero  que  no  puede  mentir,  y  es  de  tal  manera  po- 
deroso  que  en  vn  memento  puede  hazer  quanto  quisiere. 

Antronjo:  (fol.  xvii)  Yo  quedo  desto  satisfecho;  pero  dezidme  otra 
cosa:  ^que  necessidad  aura  entonces  de  cuerpos? 

Ar^objspo:  Sabed,  hermano,  que  quiere  Dios  que  todo  el  hombre, 
cuerpo  r  anima,  se  gozen  en  la  gloria  con  Jesu  Christo,  pues  aca  en 
el  mundo  fue  todo,  cuerpo  r  anima,  affligido  por  Jesu  Christo. 

§  12.  Eusebjo.  Al  menos,  desto  no  os  quexareys  que  no  quedays  sa- 
tisfecho ;  r  pues  ya  no  nos  queda  sino  el  vltimo  articulo  que  es :  creer 
la  vida  eterna,  por  charidad,  nos  lo  declarar  muy  altamente. 

ARg:oBJSPo:  Declararlo  he  como  supiere.  Aueys  de  saber  que  en  esta 
vida  ay  dos  maneras  de  muertes :  la  vna  del  cuerpo,  y  esta  es  comiin 
a  los  buenos  r  a  los  malos;  la  otra  del  anima.  En  la  otra  vida,  des- 
pues de  la  vniversal  resurreccion,  ternan  los  buenos  vida  eterna,  assi 
del  cuerpo  como  del  alma.  Y  el  cuerpo  sera  ya  libre  de  toda  fatiga 


32 


r,  hecho  spiritual,  sera  regido  por  el  spiritu;  y  el  anima,  siendo  libre 
de  toda  tentacion,  gozara  sin  fin  del  sumo  bien  que  es  Dios.  Ternan 
por  el  contrario  los  malos  muerte  eterna,  assi  del  cuerpo  como  del 
anima,  porque  ternan  cuerpo  immortal,  para  que  eternamente  sea 
atormentado,  r  anima  que  sin  esperan^a  de  misericordia  sea  siem- 
pre  afligida  (vo.)  con  stimulos  de  pecados. 

Antronjo:  En  verdad,  esso  me  contenta  mucho.  Pluuiesse  a  Dios 
que  lo  supiesse  yo  tambien  sentir  como  vos  sabeys  dezir. 

Ar^objspo  :  Mirad,  hermano,  el  saber  dezir  bien  las  cosas  es  a  las  ve- 
zes  — como  dizen — ■  gracia  natural.  Pero  el  saberlas  gustar  r  sentir 
creedme  que  es  don  de  Dios;  digolo,  porque  si  lo  que  he  hecho  os 
parece  bien  r  desseays  el  fructo  dello,  deueis  pedirlo  a  Dios;  r  pedir- 
lo,  no  tibia,  ni  friamente,  sino  con  mucho  feruor,  conociendo  vuestra 
necessidad,  porque  quiero  que  sepays  que  tanto  feruor  tenemos  en 
la  oracion,  quanta  es  la  necessidad  que  en  nosotros  conocemos. 

EusEBJo:  Esme  Dios  testigo,  que  entre  muchas  declaraciones  del  Cre- 
do que  he  oydo,  es  esta  que  aqui  aueys  dicho  la  que  mas  me  satis- 
faze;  r  por  esto  os  suplico,  senor,  que  mi  digays  si  la  aueys  apren- 
dido  en  algiin  Ubro, 

Ar^objspo:  Que  me  plaze  de  muy  buena  gana.  Bien  aureys  oydo 
nombrar  vn  excelente  doctor,  verdaderamente  theologo,  que  agora 
blue,  el  qual  se  llama  Erasmo  Roterodamo. 

EusEBJo:  Si,  he. 

Arcobjspo:  ^Ya  aueys  leydo  algunas  obras  suyas? 

EusEBJo:  No,  porque  algunos  me  han  aconsejado  que  me  guarde  de 
(fol.  xviii)  leerlas. 

Arcobjspo:  Pues  tomad  vos  mi  consejo  r  dexad  a  essos  para  necios;  r 
vos  leed  y  estudiad  en  las  obras  de  Erasmo  r  vereys  quan  gran  fruc- 
to sacais;  r  dexado  aparte  esto,  aueis  de  saber  que  entre  las  obras 
deste  Erasmo  hay  vn  librito  de  Colloquios  familiares,  el  qual  dize  el 
que  hizo  para  que  los  ninos  juntamente  aprendiessen  latinidad  r 
christiandad,  porque  en  el  trata  muchas  cosas  Christianas.  Entre  es- 
tos,  pues,  ay  vno  donde  se  declara  el  Credo  casi  de  la  manera  que 
yo  aqui  os  lo  he  declarado;  r  no  os  marauilleys  que  lo  tenga  assi  en 
la  cabe^a,  que  lo  he  leydo  muchas  vezes  r  con  mucha  atencion. 

EusEBJo:  Digoos  de  verdad  que,  dexada  aparte  la  auctoridad  de  vues- 
tra persona,  la  qual  yo  tengo  en  mucho,  solamente  esta  declaracion 
del  Credo  me  afficionara  ha  leer  en  Erasmo,  r  nunca  dejarlo  de  las 
manos;  lo  cual  entiendo  hazer  assi  de  aqui  en  adelante. 


33 


1 


Antronjo  :  Por  el  habito  de  Sant  Pedro,  que  aunque  por  informacion 
de  algunos  amigos  mios  estaua  mal  con  esse  Erasmo  que  dezis,  yo  de  , 
aqui  adelante  este  bien,  pues  vos,  senor,  le  alabays  tanto.  Mirad,  j 
quanto  haze  al  caso  la  buena  (vo.)  comunicacion;  pero  ha  de  ser  j 
con  esta  condicion,  pues  yo  no  entiendo  essos  latines,  que  me  aueys  ] 
de  dar  vn  traslado  desse  coUoquio  o  como  le  llamays.  I 

ARgoBJSPo:  Soy  contento;  yo  hare  que  se  os  de;  pero  mirad,  padre  ! 
honrrado,  las  cosas  semejantes  mas  es  menester  que  se  tengan  im-  ' 
primidas  y  encaxadas  en  el  anima  que  escritas  en  los  hbros.  Digos- 
lo  porque  querria  hiziessedes  mas  caso  de  tener  lo  dicho  en  vuestra 
anima  que  en  vuestra  camara. 

Antronjo:  Vuestro  consejo  es  como  de  tal  persona  se  espera.  Yo  os 
prometo  de  trabajar  quanto  pudiere,  con  la  gracia  de  Nuestro  Se-  | 
nor,  en  hazer  lo  que  dezis. 

Ar^obispo:  Hazedlo  vos  assi,  r  yo  os  doy  mi  palabra  que  no  perdays 
nada.  Tambien  podreys  de  aqui  collegir  la  manera  como  aueys  de 
declarar  a  vuestros  muchachos  el  Credo,  r  despues  que  lo  sepa  al- 
guno,  deueysle  vos  mismo  de  preguntar,  assi  como  Eusebio  ms  ha  ; 
preguntado  a  mi  1 

Antronjo:  Digo  que  tambien  hare  esso.  j 

EusEBJO:  Pues  ya  el  Credo  esta  declarado,  conuiene  que  pasemos  ade-  ' 

lante.  i 

i 

LOS  DIEZ  MANDAMIENTOS  \ 

I 

Al  principio  dexistes  que  lo  primero  que  al  nino  christiano  se  le  deue  ' 
ensenar,  despues  del  Credo,  es  los  diez  mandamientos.  Aueys  nos  agora 
de  dezir  la  causa. 

Ar^'Objspo:  (fol.  xix)  Que  me  plaze.  Claro  esta  que,  despues  que  el  horn-  ! 
bre  ha  sabido  en  quien  ha  de  creer,  y  despues  tambien  que  ha  sabido 
que  es  lo  que  ha  de  creer,  lo  qual  auemos  mostrado  en  el  Credo,  es 
menester  que  sepa  la  voluntad  de  Aquei  a  quien  ya  conocs  y  en 
quien  ya  cree.  Esta  voluntad  declare  Dios  en  otro  tiempo  a  los  hi-  i 
jos  de  Israel,  dandoles  los  diez  mandamientos,  que  tambien  agora  j 
somos  nosotros  obligados  a  guardar  r  declaroles  mas  Jesu  Christo,  | 
Nuestro  Senor,  estando  y  conuersando  aca  en  el  mundo,  como  : 
qui^a  diremos  adelante;  r  por  esta  causa  dixe  lo  que  dixe. 

EusEBJo:  Y  aun  fue  muy  bien  dicho;  r  pues  nos  aueys  de  declarar  los 
mandamientos,  querria  me  dixessedes  primero  por  que  casi  en  todos 


34 


los  diez  mandamientos  no  maiida  Dios  lo  que  quiere  que  hagamos, 
sino  lo  que  quiere  que  no  hagamos.  Quiero  dezir,  ^por  que  no  dize: 
Adorards  a  vn  solo  Dios,  sino:  no  adorards  dioses  agenos,  y  semejan- 
temente  en  los  mas  de  los  otros? 
Ar(70BJSP0:  Essa  es  cosa  que  la  certidumbre  della  pende  de  la  sabidu- 
ria  de  Dios;  pero  con  su  gracia  os  dire  lo  que  a  otro  que  me  pre- 
gunto  lo  mismo  respond!,  r  si  vos  supieredes  otra  mejor  cosa,  dezid- 
la.  Aueys  de  sa-(vo.)-ber  que  las  leyes  de  los  hombres  solamente 
se  ponen  porque  no  hagamos  de  nueuo  lo  que  ellas  nos  viedan;  pero 
la  ley  de  Dios  es  muy  de  otra  manera;  por  la  qual  no  solamente 
somos  para  delante  auisados  de  lo  que  deuemos  hazer  r  no  hazer, 
pero,  como  dize  Sant  Pablo,  por  ella  venimos  en  conoscimiento  de 
los  malos  pecados  que  auemos  hecho  contra  Dios;  r  assi  muestranos 
como  somos  pecadores,  el  qual  conocimiento  es  principio  de  verda- 
dera  justificacion.  Assi  que,  quando  yo  oyo  que  es  la  voluntad  de 
Dios  que  no  adore  dioses  agenos,  mejor  vengo  en  conocimiento  de  lo 
que  en  esto  he  pecado  que  si  me  dixesse:  "adora  a  vn  solo  Dios". 
Porque  en  dezirmelo  de  la  manera  primera,  pareceme  a  mi  que  me 
dize  la  ley:  jo,  miserable  hombre;  Ves,  aqui  te  muestro  tu  maldad. 
Deuias  ser  tal  que  ni  tuuiesses  dioses  agenos,  ni  tomasses  el  nombre 
de  tu  Dios  en  vano,  r  que  ni  matasses,  ni  fornicasses,  y  veste  aqui 
muy  ageno  desta  bondad,  r  peruerso". 

§  1 .  EusEBJo:  Por  mi  fe,  que  vuestra  respuesta  ha  sido  harto  sutil  y  har- 
to  Christiana;  r  de  la  misma  manera  tengo  buena  esperana  que  nos 
direys  lo  (fol.  xx)  demas.  Y  pues  ya  tenemos  que  el  primer  manda- 
miento  es:  no  ternds  dioses  agenos,  resta  que  nos  declareys  breue- 
mente  r  digays  que  es  lo  que  queriedes  que  del  supiessen  todos  los 
christianos,  porque  assi  sabremos  nosotros  lo  que  les  auremos  de 
ensenar. 

Ar^objspo:  Que  me  plaze.  Quanto  a  lo  primero,  pues  que  este  man- 
damiento  se  quebranta  con  el  pecado  de  la  ydololatria,  es  menester 
que  sepan  que  ay  principalmente  dos  maneras  de  ydololatria,  vna  es 
exterior  r  otra  interior.  La  exterior  es  adorar  vn  madero,  vna  piedra, 
vn  animal  o  alguna  cosa  tal;  assi  como  parece  por  el  Testamento 
Viejo  r  por  las  escripturas  de  los  gentiles  que  antiguamente  algunos 
hazian;  y  esta  procedia  de  la  interior,  la  qual  es  quando  el  hombre, 
o  por  temor  de  la  pena,  o  por  su  interesse  propio,  dexa  de  adorar 
exteriormente  estas  criaturas,  pero  en  lo  interior  tiene  puesto  su 


35. 


amor  r  su  confianga  en  ellas.  Poca  santidad  es,  a  la  verdad,  no 
hincar  las  rodillas  a  las  honrras,  ni  a  las  riquesas,  ni  a  otras  criatu- 
ras,  si  por  otra  parte  les  offrecemos  nuestros  cora^ones,  que  es  la 
mas  noble  parte  del  hombre.  Por-(vo.)-que  esto  no  es  otra  cosa 
sino  adorar  a  Dios  con  la  carne,  que  es  con  el  cuerpo  exterior,  r 
adorar  interiormente  a  la  creatura  con  el  spiritu.  Pues  conociendo 
Dios  esta  tan  grandissima  affrenta  que  le  hazemos,  se  quexa  della 
en  muchas  partes  de  la  Sagrada  Escriptura.  Assi  como  aquello:  "Is- 
rael, si  me  oyeres,  no  ternas  Dios  nueuo,  ni  adoraras  Dios  ageno." 
En  lo  qual  parece  que  a  cada  vno  de  nosotros  dize:  "O,  hombre 
peccador,  sabete  que  con  tus  fueras ,  ni  tus  exercicios,  jamas  podras 
venir  a  tanta  perficion  que  no  adores  dioses  agenos,  porque  puesto 
caso  que  no  adores  exteriormente  estatuas  ;  en  tu  coraon,  empero, 
amas  mas  las  criaturas  que  a  Mi.  Pues  creeme  que  entonces  no  ado- 

'  raras  Dios  ageno  quando  me  oyeres  a  Mi  r  confiandote  en  mis  pa- 
lab  ras  las  creyeres.  Y  solo  esta  confianga  te  quitara  r  apartara  de 
toda  cobdicia  r  confianga  que  tengas  en  las  cosas  exteriores,  r  te 
trahera  a  Mi,  que  soy  tu  criador." 

Antronjo:  Gran  cosa  es  essa  que  aueys  dicho.  Por  charidad  me  de- 
zid,  i,c6mo  se  podra  hazer  esso? 

Ar^objspo:  Aueys  de  saber  que  la  fe  y  confianga  que  en  Jesu  Christo 
ponemos  alanza  fuera  to-(fol.  xxi)-da  confianga  de  propia  sabiduria, 
justicia  r  virtud,  porque  nos  enseiia  que  si  Jesu  Christo  no  ouiera 
muerto  por  nosotros,  ni  nosotros  mismos,  ni  ninguna  otra  creatura, 
nos  pudiera  dar  verdadera  felicidad.  Y  deste  conoscimiento  nasce 
que  menospreciemos  todas  las  cosas  exteriores,  de  manera  que  el  que 
quisiere  hazer  lo  que  vos  preguntays,  es  menester  que  muy  de 
veras  tenga  esta  tal  coniianza;  y  assi,  quando  el  christiano  oye  que 
Jesu  Christo  padescio  por  el,  r  lo  cree,  nascele  vna  nueua  confianga 
r  vn  cierto  amor,  a  marauilla  sabroso;  r  juntamente  peresce  todo  el 
.  desseo  de  las  cosas  exteriores  r  nasce  vna  estimacion  de  solo  Jesu 
Christo,  el  qual  conosce  que  solo  le  basta  y  del  qual  espera  todas 
las  cosas.  De  manera  que  esta  claro  que  solamente  aquellos  cum- 
plen  este  primer  mandamiento  que  tienen  entera  fe,  firme  esperanga 
y  perfecto  amor  con  Jesu  Christo  nuestro  Dios  y  Redemtor,  desa- 
ssidos  totalmente  de  todo  affecto  de  cosas  exteriores,  para  lo  qual 
es  sin  dubda  menester  especial  gracia  de  Dios. 

Antronjo:  Quanto,  que  si  vos  me  preguntays  a  mi  si  tengo  Dios  age- 
no,  direos  que  no,  de  ninguna  (vo.)  manera. 

* 

36 


ARgoBJSPO:  Assi  lo  creo  yo  que  lo  direys,  y  avn  de  ay  precede  todo 
el  mal,  que  como  no  conoscemos  nuestro  mal,  no  procuramos  el 
remedio  del,  y  assi  estamonos  muy  de  reposo  en  el.  Venid  aca,  por 
vuestra  vida,  ^estays  vos  tan  del  todo  muerto  a  todas  las  cosas  y  tan 
seguro  en  Jesu  Christo,  que  ni  os  ensoberuesceys  con  las  riquezas, 
ni  menos  os  humillais  con  la  pobreza,  y  que  ni  las  honrras  os  en- 
salcen,  ni  las  afrentas  os  abaxan,  y  que  ni  os  alegrays  con  la  vida, 
ni  OS  entristeceys  por  la  muerte,  y,  en  fin,  de  tal  manera  estays  de 
la  vna  parte  y  de  la  otra  seguro  y  sossegado  que  de  qualquier  parte 
que  las  cosas  caigan,  o  a  bien  o  a  mal,  os  assegurays  con  que  teneys 
puesta  en  Jesu  Christo  vuestra  esperanga  y  confianga? 

Antronjo:  Todo  esso  me  paresce  bien;  pero  veamos,  senor,  esso  que 
vos  dezis,  ^no  es  solamente  para  los  perfetos? 

Ar^objspo:  a  la  fee,  si,  para  los  perfectos  son  estas  cosas;  conuiene 
a  saber,  para  los  christianos,  y  no  para  los  infieles. 

Antronjo:  Luego,  segun  esso,  ^vos  no  hazeys  differencia  en  los  esta- 
dos  de  la  yglesia  mi-(fol.  xxii)-litante,  pues  ygualays  en  perficion  al 
plebeyo  con  el  obispo? 

Ar^objspo:  Yo  no  hablo  desse  genero  de  perfecion,  sino  de  la  perfe- 
cion  Christiana,  de  la  qual  quanto  vno  mas  alcanga  es  mas  perfeto. 

Antronjo:  De  manera  que,  segun  vuestra  sentencia,  i,todos  los  que 
no  tienen  essa  perficion  se  van  al  infierno? 

Ar^objspo:  No  digo  yo  tal;  pero  digo  que  este  es  el  puesto  o  termino 
adonde  auemos  de  tener  ojo  para  alcangarle;  y  digo  mas,  que  de 
los  que  no  lo  alcangan,  solamente  aquellos  son  perdonados  que  con 
dolor  de  su  anima  conoscen  y  confiessan  que  no  son  tales  como 
conuiene,  y  tambien  los  que  cada  dia  trabajan  por  ser  tales  y  por 
alcangar  esta  perficion,  y  que  mientras  que  no  la  alcan?an  dizen 
aquello  del  Pater  Noster:  Dimitte  nobis  debita  nostra  sicut  et  nos 
dimittimus  debitoribus  nostris.  Y  aquello  de  Dauid:  Cor  mundum 
crea  in  me  Deus;  r  spiritum  rectum  innoua  in  visceribus  meis.  Pues  a 
estos  digo  que  se  les  perdonan  sus  faltas,  mediante  Jesu  Christo, 
nuestro  Seiior,  en  el  qual  creen,  pero  aquellos  que  sin  temor  r  sin 
cuydado  de  aprouechar  en  este  (vo.)  camino  duermen  a  pierna  ten- 
dida,  verdaderamente  no  guardan  este  mandamiento,  y  yo  os  pro- 
meto  que  no  se  escusaran  con  dezir  que  no  es  sino  para  los  per- 
fectos, como  vos  dixistes,  pues  esta  claro  que  no  se  dio  para  las 
piedras,  sino  para  los  hombres. 

Antronjo:  A  mi,  digos  de  verdad,  que  me  tiemblan  las  carnes  en  oy- 


37 


ros,  y  no  se  que  os  respoonda;  ^que  hard,  pues,  a  los  muchachos  si 
yo  les  tengo  de  dezir  esso? 

Ar^objspo:  Essa  es  pusilanimidad  muy  grande,  assi  que  no  os  tiem- 
blen,  sino  considerad  que,  por  muy  rezio  que  este  mandamiento  sea, 
es  mas  fuerte  la  gracia  de  Dios,  con  la  qual  facilmsnte  lo  podreys 
cumplir,  y  considerando  esto,  pedilda  a  Dios  con  humildad,  y  yo  os 
prometo  que  no  os  la  negara,  y  assi  vereys  quan  liuiano  y  sabroso 
es  lo  que  agora  os  paresce  pesado  y  aspero,  y  aconsejad  tambien 
esto  mismo  [a]  todos  los  christianos,  chicos  y  grandes. 

Antronjo:  Yo  hare  lo  que  dezis,  pero  querria  que  me  dixessedes  par- 
ticularmente  quien  son  los  que  en  este  mandamiento  peccan. 

Ar^objspo:  No  querays,  por  amor  de  mi,  que  gastemos  aqui  nuestro 
tiempo  en  esso,  pues  topareys  por  ay  mil  confessionarios  que  os  lo 
digan,  especialmente  vno  de  vn  Maestro  Cyruclo  (fol.  xiii). 

Antronjo:  Bien  lo  he  visto,  pero  holgara  de  oyrlo  de  vos. 

Ar^objspo:  Esto  os  baste,  que  le  quebrantan  todos  aquellos  que  no 
biuen  con  la  simplicidad  r  puridad  que  auemos  dicho. 

EusEBJo:  Holgadome  [he]  en  extremo  de  oyr  las  preguntas  del  cura,  y 
pues  este  primer  mandamiento  queda  ya  bien  declarado. 

§  2.  Passemos  al  segundo,  el  qual  es :  No  tomards  el  nombre  de  tu  Se- 

fior  Dios  en  vano,  y  dezidnos  lo  que  del  sentis. 
Arcobjspo:  Este  mandamiento,  assi  como  todos  los  demas,  penden 

del  primero,  porque  el  que  guardare  el  primero,  guarda  todos  los 

otros. 

EusEBJo:  Pues  si  assi  es,  (,por  que  los  ponen  distintos? 

Arcobjspo:  Para  socorrer  a  nuestra  ceguedad  y  torpeza,  que  ni  sabe- 
mos  que  es  lo  que  auemos  de  hazer  exteriormente  ni  avn  interior. 
Ansi  que  en  el  primer  mandamiento  se  instruye  el  cora?6n  y  el  hora- 
bre  interior  para  con  Dios,  y  con  este  se  intruye  la  boca ;  porque  assi 
como  pecamos  contra  Dios  en  tres  maneras,  con  el  cora?6n  y  con 
la  boca  y  con  la  obra,  assi  para  cada  vna  ay  su  mandamiento,  de 
manera  que,  assi  como  el  que  pecca  con  el  cora?6n  no  peya  tan  po- 
co  con  la  boca  ni  con  la  obra;  assi  el  que  pecca  con  el  cora?6n,  ni 
por  (vo.)  la  boca  ni  por  la  obra  puede  ser  justificado.  Pues  viniendo 
a  nuestro  mandamiento  aueys  de  entender:  que  al  mandarnos  que 
no  tomemos  el  nombre  de  Dios  en  vano,  se  nos  da  licencia  que  lo 
tomemos  para  Uamarle,  alabarle  y  confessarle.  Y  assi  dize  Sant  Pa- 
blo: qualquiera  que  Uamare  el  nombre  del  Seiior,  sera  saluo.  De 


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manera  que  diremos  que  lo  toman  en  vano  los  hschizeros  y  los  que 
vsan  semejantes  artes,  y  los  que  trahen  por  officio  r  grangeria  jurar 
y  renegar,  y  avn  por  ventura  pudriamos  poner  entre  estos  a  los  que 
vsan  de  no  se  que  ensalmos.  Porque  estos  tales,  como  vemos,  no 
toman  el  nombre  de  Dios  para  salud  de  sus  animas  ni  de  las  de  sus 
proximos,  ni  mucho  menos  lo  toman  para  gloria  de  Dios;  por  don- 
de  paresce  que  lo  toman  en  vano,  pues  que  en  vano  lo  toman  los 
que  lo  toman  sin  necessidad  y  sin  causa.  La  causa  para  que  es  li- 
cito  tomarlo  es  para  gloria  de  Dios  y  para  salud  de  nuestras  animas, 
que  todo  casi  es  vno,  y  avn  en  la  verdad  lo  es. 

EusEBJo:  Al  de  menos,  de  los  que  con  buena  intencion  vsan  destos 
ensalmos  nos  direys  que  pecan. 

ARgoBJSPo:  iPoT  que  no? 

Antronjo:  Porque  (fol.  xxnii)  dizen  que,  tal  es  la  obra  qual  es  la  in- 
tencion. Pues  si  la  intencion  destos  es  buena,  ^por  que  sera  mala 
la  obra? 

ARgoBJSPO:  Enganado  estays,  que  esse  dicho  no  lo  terna  Sant  Pablo 

en  todo  por  verdadero. 
EusEBJo:  ^Como  no? 

ARgoBJSPO:  Porque  dize:  el  que  da  testimonio  de  los  judios,  que  su 
intencion  para  con  Dios  era  buena,  pero  que  la  obra  de  estar  siem- 
pre  en  su  pertinacia  era  mala;  y  la  causa  por  que  era  mala  es  porque 
era  nescia  la  buena  intencion. 

EusEBJo:  Bien  esta. 

ARgoBJSPO:  Pues  veys  ay;  lo  mismo,  si  fuera  biuo,  es  de  creer  que 
dixera  destos. 

EusEBJo:  De  manera  que  quereys  dezir  que  algunas  vezes  es  la  inten- 
cion buena  y  la  obra  mala. 

Ar^objspo:  Si,  digo;  y  si  no  hos  basta  el  autoridad  de  Sant  Pablo, 
daros  he  otra  de  Jesu  Christo,  Nuestro  Senor,  el  qual  dixo  a  sus 
discipulos  que  vernia  tiempo  quando  los  que  los  matassen  creerian 
que  hazian  un  seruicio  a  Dios.  La  intencion  destos,  claro  esta  que 
era  buena,  de  hazer  seruicio  a  Dios;  pero  tambien  esta  claro  que  la 
obra  de  matar  los  Apostolos  era  mala.  ^Por  que  les  acontecie  esto 
assi?  Porque  la  intencion  era  nescia.  Buena  tambien  paresce  que  era 
la  intencion  de  Saiil  (vo.)  en  su  sacrificio,  pero  mirad  lo  que 
gano;  y  buena  la  de  Dauid  en  contar  el  pueblo;  y  buena  la  de  Oza 
en  tener  el  area  que  no  cayesse;  r  buena  la  de  Sant  Pedro  en  offre- 
cerse  a  la  muerte  con  Jesu  Christo;  pero  porque  en  sus  buenas  in- 


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tenciones  no  tenian  discrecion,  fueron,  como  veys,  castigados.  De 
manera  que,  para  que  la  obra  sea  buena  es  menester  que  la  inten- 
cion  sea  buena  r  discreta. 
EusEBJo:  Bien  me  aueys  concluydo;  mal  defensor  tomaron  en  mi  los 
ensalmadores. 

Ar^objspo:  Aldemenos,  si  yo  biuo,  antes  de  mucho  hare  en  mi  argo- 
bispado  vn  tal  castigo  en  ellos  que  sea  sonado;  pero  dexado  esto, 
que  es  casi  fuera  de  proposito,  digo  que  en  quanto  al  jurar  querien- 
do  Jesu  Christo,  Nuestro  Serior,  quitar  de  nuestros  animos  la  mala 
costumbre  y  vicio  de  jurar,  dixo,  segun  cuenta  Sant  Matheo:  Ya 
oystes  que  fue  dicho  a  los  antiguos,  "no  te  perjuraras",  pues  yo 
agora  os  digo  a  vosotros  "que  en  ninguna  manera  jureys".  Lo  que 
a  mi  parescer  quiso  Jesu  Christo,  Nuestro  Seiior,  dezir  en  esto,  es: 
A  los  judios  les  era  mandado  que  no  se  perjurassen;  pero  erales 
permittido  que  jurassen  como  se  les  antojasse.  A  vosotros,  empero, 
OS  digo  que  de  ninguna  manera  jureys,  en  lo  qual  sin  (fol.  xxv)  dub- 
da,  quiere  que  ninguno  por  su  voluntad  y  sin  proposito,  jure  jamas, 
y  assi  quita  y  vieda  la  propia  voluntad  de  jurar,  para  que  ninguno, 
en  quanto  fuere  en  si,  jure :  de  manera  que  si  de  su  propia  voluntad 
y  sin  algun  proposito  dize  mas  que  si  por  si  y  no  por  no,  va  contra 
esta  dotrina  de  Jesu  Christo;  y  baste  esto  del  segundo  mandamiento. 

§  3.  EusEBJo:  Baste,  pues  os  parece,  y  passemos  al  tercero,  el  qual  es: 
Acuerdate  de  sanctificar  las  fiestas.  Este  nos  dad  a  entender  muy 
bien,  porque  me  paresce  que  yo  no  lo  entiendo,  o  el  juyzio  del  vul- 
go  en  este  caso,  es  falso. 

ARgoBJSPo:  De  todo  diremos,  con  la  gracia  de  Dios,  lo  necessario. 
Quanto  a  lo  primero,  aueys  de  mirar  que  ya  en  este  mandamiento 
nos  manda  Dios  obrar,  o  por  mejor  dezir,  holgar;  porque  entonces 
huelgue  el  anima,  quando  cumple  la  voluntad  de  Dios,  para  que 
holgando  assi  no  offendamos  a  Dios  en  obras  seruiles  y  de  pecca- 
dos.  De  manera  que  estos  tres  mandamientos  aparejan  el  hombre 
para  Dios,  assi  como  limpia  materia  con  que  edifique;  conuiene  a 
saber,  para  que  huelgue,  de  la  manera  que  dixe,  con  el  coragon,  con 
la  boca  y  con  la  obra ;  quiero  dezir,  con  el  hombre  exterior,  interior 
y  me-(vo.)-dio,  que  son  la  parte  sensual,  racional  y  spiritual,  para 
que  desta  manera  tenga  verdadera  holganga. 

Antronjo:  Por  vuestra  vida,  seiior,  que  no  me  metays  en  essas  sub- 
tilezas  que  yo  no  entiendo. 


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Ar^objspo:  Soi  contento;  y  pues  assi  lo  quereis,  yo  os  hablare  mas  a 
la  clara.  Este  mandamiento  ya  veis  que  fue  dado  a  los  judios  para 
que  guardassen  el  sabado,  los  quales  solamente  lo  entendian  literal- 
mente  y  pensauan  que  en  no  trabajar  aquel  dia  lo  cumplian. 

EusEBJo:  Quanto  que  en  esso  yos  prometo  que  poca  ventaja  les  lle- 
uan  muchos  de  nuestros  christianos. 

Ar^objspo:  Bien  lo  veo,  y  aun  lo  siento  en  el  anima.  Verdad  es  que 
tambien  les  eran  vedadas  aquellas  obras  exteriores,  las  quales,  aun- 
que  son  buenas,  son,  empero,  figuradas  por  ellas  las  obras  del  pe- 
cado.  Desta  manera  es  menester  que  los  christianos  principalmente, 
lo  entendamos;  conuiene  a  saber,  que  nos  manda  Dios  que  en  los 
dias  de  fiesta  principalmente,  estemos  limpios  de  pecado,  porque 
esto  es  propiamente  sanctificar  las  fiestas:  hazernos  santos  en  ellas. 

Quan  mal  se  guardo  esto  entre  los  christianos,  no  ay  necessidad 
de  dezirlo;  pero  creedme,  que  quando  veo  los  dias  (fol.  xxvi)  de 
fiesta  algunos  corrillos  de  murmuradores,  a  los  quales  llama  con  ra- 
zon  Dauid  cathedra  pestilentie  y  otros  de  jugadores,  vnos  en  las  pla- 
gas,  otros  en  las  barbacanas,  me  enciendo  en  una  tal  ira,  que  querria 
dar  bozes  de  lastima.  Como,  ^y  no  seria  mucho  mejor  que  todos 
aquellos  entendiessen  en  trabajar  en  sus  haziendas,  que  no  en  offen- 
der a  Dios?  No  se  que  os  diga,  sino  que  veo  que  son  ya  venidas  las 
costumbres  de  los  christianos  a  tanta  miseria,  y  son  caidas  en  tanta 
ceguedad,  que  con  lo  que  pensamos  guardar  las  fiestas  las  quebran- 
tamos,  y  en  los  m  i  s  m  o  s  dias  que  nos  manda  Dios  que  nos 
hagamos  santos  y  nos  demos  todos  y  del  todo  a  El,  en  aquellos 
mismos  nos  hazemos  infernales  y  nos  damos  todos  y  del  todo  a 
Satanas. 

EusEBJo:  Pues  que  tan  mal  os  parece  esso,  ^por  que,  pues,  soys  per- 
lado,  no  lo  remediais? 

Ar<;'Objspo:  Quereis  que  os  diga:  estas  cosas  tienen  necessidad  de  re- 
medio  general,  y  lo  que  yo  siento  es  el  poco  cuidado  que  ay  en  po- 
ner  este  remedio;  y  si  en  mi  estuuiesse,  yos  doy  mi  palabra  que  ello 
se  remediasse  muy  presto;  si  no,  veldo  en  que  ya  en  mi  argobispa- 
do  se  empie9a  a(vo.)  remediar,  y  si  biuo,  yo  hare  de  manera  que  las 
cosas  anden  de  otro  norte  que  andan. 

Pero,  dexando  esto  a  parte,  digo  yo  que  el  buen  christiano  ha  de 
pensar  que  todos  los  dias  son  fiestas,  y  que  en  todos  ha  de  cumpUr 
este  precepto  y  se  ha  de  sanctificar;  quiero  dezir,  mejorar  en  su  ma- 
nera y  arte  de  biuir  hasta  que  alcance  entera  perficion,  aunque  prin- 


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cipalraente  en  los  domingos  y  fiestas.  Pero  aueis  de  saber  que  todos 
los  mandamientos,  para  que  se  puedan  guardar  de  tal  manera  que 
por  ellos  se  alcance  vida  eterna,  requieren  que  el  que  los  guarda 
este  fuera  de  pecado  mortal  y  tenga  charidad,  que  es  amor  perfecto 
de  Dios ;  porque  donde  esto  no  ay,  aunque  se  cumplan  exteriormen-  i 
te  los  mandamientos,  no  se  cumplen  a  la  intencion  para  que  fueron  ' 
instituidos,  pues  para  tener  esta  charidad  es  menester  que  la  pida-  i 
mos  a  Dios.  Y  assi  es  mi  thema:  que  el  que  quisiere  guardar  los  j 
mandamientos  como  deue,  no  ha  de  tomar  otro  medio  mas  principal 
que  la  oracion,  y  hara  mas  que  por  otra  via  ninguna.  Aqui  fuera  \ 
razon  que  dixeramos  de  los  exercicios  en  que  el  christiano  deue  gas-  , 
tar  estos  tales  dias,  y  de  que  como  ha  de  oyr  su  missa  y  su  sermon,  | 
y  assi  otras  cositas;  pero  quedarse  an  (fol.  xxvii)  para  otro  dia. 

EusEBJo:  Muy  bien  dezis,  pero  marauillome  como  hos  passastes  tan 
ligeramente  por  el  juycio  del  vulgo  en  esto  de  las  fiestas,  que  creen  , 
las  guarda  el  que  no  caua  ni  cose,  aunque  en  todo  el  dia  no  haga 
sino  jugar  y  entender  en  otras  cosas  tales  y  aun  peores.  | 

Ar^objspo:  Pues  esso  es  tan  comiin  y  avn  en  mas  que  vulgo,  que  no 
ay  para  que  hablar  en  ello  mas  de  lo  dicho. 

Antronjo:  Quiero  hos  contar  vna  cosa  donosa  que  haze  a  este  pro- 
posito,  que  acontecio  en  mi  tierra,  siendo  yo  mochacho,  que  en  oy-  | 
dos  lo  que  dezis  se  me  ha  venido  a  la  memoria.  Aueis  de  saber,  que 
vn  dia  de  la  Transfiguracion  apedreo  muy  fieramente;  y  acontecio 
que  en  aquel  mesmo  dia  vn  labrador,  hombre  de  buena  simplicidad, 
sembro  vnos  nabos;  y  vnos  vezinos  suyos  que  lo  vieron,  dixeronlo 
a  otro,  y  assi  de  poco  en  poco  se  supo  en  la  cibdad;  y  todos  aueri- 
guaron  que  la  causa  de  la  piedra  hauia  sido  porque  aquel  labrador,  | 
con  el  sembrar  de  sus  nabos,  quebranto  la  fiesta;  juntaronse  los  de 
su  cabildo  y  sentenciaronle  en  que  pagasse  cierta  cera  y  missas,  y 
le  diesse  en  su  confadria  vna  comida  a  todos,  que  le  costo  al  pobre 
hombre  harto  dinero. 

Ar^obispo:  Donoso  cuento  es  esso.  Por  cierto  essa  fue  propiamente 
sen-(vo.)-tencia  de  confadria;  veys  ay,  auria  en  la  cibdad  muchos 
que  gastarian  aquel  dia  en  jugar  a  naypes  y  a  dados  y  en  andar  con 
mugeres,  y  mintiendo,  murmurando,  trafagando  y  haziendo  otras  i 
cosas  semejantes,  y  no  les  achacauan  la  piedra,  y  achacauanla  a  el 
pobre  labrador.  jO,  bendito  sea  Dios  que  tanta  paciencia  tiene  pa- 
ra consentir  tantos  males  y  tanta  ceguedad!  Digos  de  verdad  que 
quando  en  esto  pienso  se  me  rompe  el  coragon.  No  digo  yo  que  no 

! 

42 


hizo  mal  el  labrador;  pero  quexome  del  poco  respecto  que  se  tiene 
a  los  mandamientos  de  Dios,  y  quexome  del  falso  juizio  y  enganoso 
con  que  juzgamos  estas  cosas. 

§  4.  EusEBJo:  (Ora  sus!  Dexemos  agora  esto  y  vamos  al  quarto  man- 
damiento,  que  es : 

Honrrards  a  tu  padre  y  a  tu  madre.  Deste  mandamiento,  porque 
se  haze  tarde,  bastard  que  en  breues  palabras  nos  digais  lo  que  nos 
conuiene  saber. 

ARgoBJSPo:  Soy  contento.  Aueis  de  saber  que  este  mandamiento  se 
ha  de  entender  spiritual  y  literalmente.  La  spiritual  honrra  que  se  a 
de  dar  a  los  padres,  es  darles  el  coragon  y  vna  voluntaria  obeden- 
cia  y  vn  digno  aca[ta]miento,  teniendo  dellos  muy  buena  opinion. 
Literalmente  se  entiende,  honrrandolos  con  cerimonias  exteriores  y 
dandoles  lo  que  han  menester,  si  les  falta,  y  proueyendolos  larga- 
mente  en  sus  (fol.  xxviii)  necessidades ;  y  digo  que  si  no  lo  tienen, 
son  obligados  a  buscarlo  con  puro  trabajo.  y  assi  os  enc  omiendo  lo 
encargueys  a  todos. 

Pero  mirad  que  tambien  conuiene  que  los  padres  hagan  lo  que 
son  obligados  con  sus  hijos,  y  lo  principal  es  instruyrlos  en  la  fe  y 
en  buenas  y  santas  costumbres,  y  a  monstrarles  que  sepan  temer  a 
Dios  y  no  a  los  hombres,  y  que  no  sean  pusilanimes;  de  manera 
que  no  piensen  que  temen  y  acatan  a  sus  padres,  como  a  hombres 
solamente,  sino  que  temen  y  acatan  a  Dios  en  ellos;  y  assi  sepan 
que  si  offenden  a  sus  padres,  offenden  no  solo  a  ellos,  sino  a  Dios. 

Tambien  pertenesce  a  este  mandamiento  enseiiar  en  que  manera 
las  mugeres  deuen  ser  subjectas  a  sus  maridos,  y  esta  subjecion  de 
que  manera  deue  ser ;  lo  qual  ensena  bien  el  Apostol  trayendo  en  vna 
Epistola  suya  vn  exemplo  de  Sara. 

Assi  mismo  pertenesce  a  este  mandamiento  enseiiar  como  los 
maridos  se  deuen  auer  con  sus  mugeres,  lo  qual  muy  bien  enseiia 
Sant  Pedro.  AUende  de  esto,  se  deue  enseiiar  en  que  manera  los 
criados  deuen  obedescer  a  sus  senores,  porque  tambien  pertenesce  a 
este  mandamiento ;  pues,  segiin  cuenta  la  Sagrada  Escritura,  a  Naa- 
man  llamauan  sus  criados  padre;  assi  que  los  criados  deuen  honrrar 
a  sus  (vo.)  senores,  como  denantes  dixe  de  los  hijos,  con  honrra 
exterior  y  interior;  y  esto  es  lo  que  Sant  Pedro  quiere.  Conuiene 
tambien  que  los  sefiores  sean  auisados,  que  no  sean  tyranos  con  sus 
criados,  sino  que  se  acuerden  que  los  vnos  y  los  otros  tienen  vn 


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padre  y  senor  celestial,  y  assi  los  traten,  no  corao  a  esclauos,  sino 
como  a  hermanos.  Por  este  mandamiento  tambien  deueys  dezir  que 
son  obligados  todos  a  obedescer,  acatar  y  honrrar  a  los  perlados  y 
a  los  sacerdotes,  a  los  pnncipes,  a  las  personas  que  administran  la 
justicia,  pues  son  constituydos  por  Dios. 

En  fin,  les  deueys  dezir,  que  deuen  acatar  y  honrrar  los  nifios  y 
grandes  a  sus  maestros  y  a  sus  mayores,  assi  en  edad,  como  en  dig- 
nidad ;  pues  avn  la  naturaleza  nos  ensena  esto,  quando  naturalmente 
llamamos  a  vn  viejo,  padre  o  tio,  y  a  vna  vieja,  madre  o  tia.  Tenien 
este  mandamiento  los  judios,  assi  como  los  otros,  por  mil  partes 
corrompido  y  dreprauado;  y  assi  dauan  a  entender  a  los  hijos  que  lo 
que  auian  de  dar  a  sus  padres,  valie  mas  ofrecerlo  al  templo;  para 
lo  qual  no  les  faltauan  palabras  con  que  encubrir  su  ruindad. 

Antronjo:  Por  mi  vida  que  haueys  hablado  muy  a  mi  proposito; 
pues  en  esse  caso  tambien  (fol.  xxix)  he  pecado  yo  mi  parte. 

Ar^objspo:  Pluuiesse  a  Dios  que  fuessedes  vos  solo,  pero,  mal  peca- 
do, enfermedad  es  a  muchos  comun.  Nuestro  Senor,  por  su  infinita 
bondad,  la  remedie,  pues  no  basta  otro  ninguno.  Lo  que  vos  par- 
ticularmente  deueis  aconsejar  a  vuestros  nirlos  acerca  desto,  es  que 
con  sus  haziendas  ayuden  quanto  pudieren  primeramente  a  sus  pa- 
dres, si  tuuieren  necessidad;  despues,  a  sus  parientes,  r  despues,  a 
las  personas  necessitadas;  y  que  destos  deuen  elegir  aquellos  que 
vieren  mas  christianos,  porque  assi  lo  aconseja  el  Apostol.  En  fin, 
que  socorran  a  sus  proximos  quando  los  vieren  en  necessidad.  R 
por  concluir  con  este  mandamiento,  digo  que  la  primera  honrra 
deuemos  a  Dios,  como  a  padre  de  quien  tantos  bienes  recebimos; 
luego  a  nuestros  propios  padres;  luego  a  las  personas  constituidas 
en  dignidad  y  que  tienen  jurisdiccion,  assi  a  las  ecclesiasticas  como 
a  las  seglares;  luego  a  las  personas  ancianas  r  viejas;  y  esto  porque 
se  guarde  enteramente  la  paz  r  concordia  Christiana.  Y  baste  esto 
para  este  mandamiento. 

§  5.  EusEBJo:  Baste,  pues  os  parece  que  basta.  Y  dezidnos  del  quin- 
to,  el  qual  es,  No  matards. 

Ar^objspo:  Antes  (vo.)  que  passemos  adelante,  os  quiero  mostrar  la 
marauillosa  orden  que  lleuan  estos  mandamientos.  Aueys  de  notar 
que  los  quatro  passados  paresce  que  se  enderegan  a  Dios  r  a  sus 
vicarios,  que  son  los  padres  de  cada  vno;  los  seys  que  se  siguen  se 
enderegan  al  proximo,  y  en  estos  quiero  que  noteys  vna  marauillosa 


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orden,  y  es  que  empieQan  desde  lo  que  es  mas  arduo,  hasta  lo  que 
es  mas  baxo;  porque  gran  dano  es  matar  vn  hombre,  r  luego,  cabe 
[a]  este,  tener  acceso  a  vna  muger;  luego  el  hurtar;  y  porque  el  que 
no  puede  en  estos  danar  con  obra,  con  la  lengua,  si  quiere,  daiia, 
se  sigue  el  falso  testimonio.  R  porque  los  que  aun  en  estos  no  pe- 
can, siquiera  con  el  coragon  dessean  lo  que  no  pueden  traer  a  effec- 
to,  por  esso  se  siguen  los  otros  dos. 

Este  mandamiento,  assi  como  los  demas,  corrompian  los  phari- 
seos;  r  assi  dezian  que  no  pecaua  contra  el  sino  el  que  por  sus  ma- 
nos  propias  mataua  alguno;  r  por  esto,  r  otras  cosas  semejantes, 
dixo  Jesu  Christo:  "Si  vuestra  justicia  no  fuere  mayor  que  la  de  los 
phariseos,  r  letrados,  no  entrareys  en  el  reyno  de  Dios."  La  causa 
era,  porque  enten-(fol.  xxx)-dian  la  ley  a  la  letra  r  no  segiin  la  in- 
tencion  de  Dios  que  dio  la  ley;  y  por  esta  causa,  queriendo  Jesu 
Christo,  nuestro  Seiior,  segun  cuenta  Sant  Matheo,  declarar  este 
mandamiento,  dize:  "Ya  oystes  que  fue  dicho  a  los  antiguos,  no 
mataras;  yo  empero  os  digo  a  vosotros,  que  el  que  se  ayra  o  enoja 
contra  su  hermano  ..."  Donde  paresce  clarissimamente  que  por 
este  mandamiento  somos  obligados  a  no  tener  yra  alguna,  ni  rancor 
contra  nuestros  proximos,  ni  dezirles  detras  ni  delante  cosa  que  les 
pueda  dailar. 

Antronjo:  Luego,  a  essa  cuenta,  los  que  tienen  por  gentileza  r  aun 
por  officio,  andar  contino  mofando  r  burlando,  bien  ternan  en  que 
entender. 

ARgoBJSPo:  Y  aun  de  esso  me  duelo  yo,  que  veo  a  cada  passo  muchos 
dessos  que  dezis,  los  quales  r,  con  traer  vnas  cuentas  colgando  de 
su  puilalejo,  y  vn  librillo  de  rezar  en  la  manga,  r  oyr  cada  dia  missa, 
piensan  y  tienen  por  cierto  que  si  se  assentassen  a  cuenta  con  Dios, 
le  alcangarian  de  cuenta. 

EusEBJo:  Esso  no  ay  mas  que  pedir.  Yo  os  prometo  que  confiesso  yo 
hartos  dellos,  en  quien  veo  que  es  verdad  lo  que  dezis;  r  que  si  las 
cuentas  son  benditas,  r,  si  allende  desso  traen  no  (vo.)  se  que  abi- 
tillo  de  la  Trinidad,  entonces,  a  buena  fe,  que  a  su  parecer  pueden 
ellos  en  su  justicia  saluar  las  animas  de  sus  compafleros,  quanto 
mas  las  suyas. 

Ar^objspo:  Porque  para  hablar  en  esto  auia  yo  menester  mas  pacien- 
cia  de  la  que  suelo  tener,  r  aqui  es  demasiado,  es  bien  dexarlo  r 
tornar  a  nuestro  proposito. 
Aueis  de  saber  que  este  mandamiento  es  tan  profundo,  que  nin- 


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guno  lo  puede  enteramente  cumplir  sin  gracia ;  porque,  en  la  verdad, 
si  cada  vno  se  escudrina  bien,  aura  pocos  que  no  coxquean  deste 
pie;  de  manera  que  el  que  quisiere  cumplir  este  mandamiento,  tra- 
baje  en  quanto  le  fuere  possible  de  amar  con  entraiiable  amor  a 
todos,  o,  por  mejor  dezir,  ruegue  a  Dios  que  le  de  gracia  para  que 
alcance  este  amor.  R  mire  que  no  presuma  de  dezir  que  no  quiere 
mal  a  nadie,  porque  sin  dubda  el  hombre  que  en  este  mandamiento 
no  peca,  es  harto  pacifico  r  humilde;  porque  aquella  yra  spiritual 
que  aqui  se  vieda  es  tan  profunda,  que  puesto  caso  que  ni  por  pa- 
labra,  ni  por  seiial  se  muestre  de  fuera,  viue  muchas  vezes  esta  muy 
arraigada,  alia  en  lo  mas  interior. 

Antronjo  :  Pues,  dad  aca,  dezidnos :  ^como  conocere  yo  si  tengo  odio 
contra  mi  proximo  o  no? 

Ar^objspo:  Yo  (fol.  xxxi)  os  lo  dire.  Quando  conocieredes  en  vos 
que  teneis  vuestro  spiritu  tan  apaziguado  r  amortiguado,  que  puesto 
caso  que  os  quitassen  todo  quanto  teneis,  r  la  vida  con  ello,  no  ter- 
niedes  odio  contra  el  que  os  lo  quitasse;  hazed  cuenta  que  estais 
libre  deste  pecado. 

Antronjo:  Como,  i,que  tan  puro  es  menester  que  sea  el  hombre  que 
ni  aun  rencor  no  ha  de  [tener]  por  los  males  que  le  hazen? 

ARq'OBJSPo:  Digo  que  tan  puro,  porque  ninguna  cosa  immunda  ha  de 
entrar  en  el  reyno  de  los  cielos.  Pues  oyd  mas,  que  no  solamente 
conuiene  que  en  tal  caso  el  hombre  christiano  no  se  mueua  a  yra, 
pero  es  menester  que  diga  bien  de  los  que  dizen  mal  del,  r  que  haga 
bien  a  los  que  le  persiguen,  r  ruegue  por  ellos;  y  en  fin,  que  de  la 
misma  manera  de  gracias  a  Dios  en  las  aduersidades  que  en  las 
prosperidades ;  de  manera  que  todo  piense  le  viene  por  sus  pecados, 
r  assi  aborrezca  el  pecado  r  no  la  pena  que  por  el  le  dan. 

Antronjo:  No  se  que  me  diga,  sino  que  creeria  yo  que  esso  solamen- 
te es  para  los  perfectos. 

Ar^objspo:  Assi  es  la  verdad;  que  para  alcan?ar  esto  que  digo,  me- 
nester es  que  seamos  perfectos;  pero  es  razon  que  todos  lo  sepan, 
porque  el  que  se  hallare  falto  dello  conozca  que  no  es  perfecto; 
r  que  no  siendolo,  no  guarda  enteramente  (vo.)  este  mandamiento,  r 
assi  trabaje  con  continua  oracion  a  Dios,  para  que  de  imperfecto 
lo  haga  perfecto,  pues  todo  christiano  deue  tener  ojo  a  esta  perfi- 
cion.  R  porque  concluyamos  este  mandamiento,  digo  que  aueys  de 
mirar  que,  entendido  de  lo  que  es  menos  pecado  y  mas  interior,  se 
entiende  de  lo  que  es  mas  manifiesto  y  exterior;  r  por  esso  no  he 


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hablado  de  los  que,  o  son  en  dicho,  o  en  hecho,  o  en  consejo,  [cul- 
pables]  de  la  muerte  de  alguno. 

§  6.  EusEBJo:  Assi  lo  entendemos.  Lo  que  aueis  dicho  basta.  Y  pues 

queda  ya  este  declarado,  digamos  del  sexto  mandamiento,  que  es: 
No  cometerds  adulterio;  y  deste  quiero  que  digays  poco;  porque 

se  que  hablays  de  mala  gana  en  el  por  vuestra  honestidad. 
Ar^objspo  :  Si,  hago  en  verdad ;  pero  yo  hablare  teniendo  este  presu- 

puesto,  que  sabeis  todas  las  maneras  como  este  mandamiento  se 

quebranta  con  pecados  carnales. 
EusEBJo:  Dezis  muy  bien. 

ARgoBJSPo:  Pues  sabed  que,  porque  tambien  los  phariseos  tenian  per- 
uertida  la  intelligencia  deste  mandamiento,  quiso  Jesu  Christo,  segiin 
cuenta  Sant  Matheo,  declararlo;  r  dixo  que  qualquiera  que  mirare 
la  muger  para  co-(fol.  xxxii)-diciarla,  ya  ha  cometido  con  ella  adul- 
terio en  su  coragon;  de  manera  que,  segun  estas  palabras  de  Jesu 
Christo,  podemos  nosotros  poner  quatro  maneras  de  pecar  en  este 
mandamiento,  conuiene  a  saber:  con  el  desseo,  con  senal,  con  pa- 
labra  r  con  obra.  Estas  no  sera  menester  expecificarlas  aqui,  pues 
se  que  hablo  con  quien  lo  entiende. 

Ay  otra  manera  de  adulterio,  que  assi  como  menos  se  siente,  assi 
es  mas  peligrosa;  esta  es,  quando  el  anima  del  christiano  que  sola- 
mente  deue  amar  a  Dios,  r  poner  en  el  todo  su  pensamiento  r  affi- 
cion,  se  ama  a  si,  o  qualquier  otra  cosa  que  sea,  fuera  de  Dios.  jO, 
quan  grandissimo  es  este  adulterio,  r  quan  grande  iniuria  r  affrenta 
haze  el  anima  del  christiano  a  Dios,  que  auiendose  de  emplear  toda 
y  del  todo  en  el,  se  emplea  en  buscar  al  mundo,  quiero  dezir,  en 
buscar  honrras,  riquezas,  seiiorios,  extimaciones,  fauores,  priuan?as 
r  otras  cosas  semejantes!  A  la  fe,  para  guardar  enteramente  este 
mandamiento  es  menester  velar  a  Dios  en  oracion  de  noche  y  de  dia. 

EusEBJo:  Digo  que  teneis  mucha  razon  r  que  aueis  hablado  en  esto 
muy  a  mi  plazer. 

Antronjo:  De  mi  os  se  dezir  que  se  me  antoja  que  voy  ya  cayendo 
(vo.)  en  la  cuenta  que  hasta  agora  no  auia  sabido  que  cosa  es  chris- 
tiandad.  Bendito  sea  Dios  que  me  lo  ha  ya  manifestado. 

EusEBJO :  Esta  bien ;  r  yos  prometo  que  vos  lo  digays  aun  mas  de  veras 
quando  caygays  mas  en  la  cuenta. 

§  7.  Y  dexado  esto,  el  septimo  mandamiento  es:  No  hurtards. 


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ARgoBjspo:  Assi  es  verdad;  r  aueyslo  de  entender  en  dos  maneras.  La 
primera  a  la  letra,  r  assi,  diremos  que  aqui  es  prohibido  el  hurtar. 
Desta  manera  sola  lo  entendian  los  judios;  r  asi,  el  que  no  hurtaua, 
se  tenie  por  santo.  La  segunda  manera  es  spiritualmente,  r  segiin 
la  principal  intencion  de  Dios  que  nos  lo  dio ;  assi  que  de  tal  mane- 
ra es  aqui  prohibida  toda  cobdicia  que  reyna  en  el  coragon,  que  es 
impossible  que  lo  cumpla  sino  el  que  fuere  pobre  de  spiritu. 

EusEBJO:       quien,  veamos,  llamais  pobre  de  spiritu? 

Arcobjspo:  A1  que  ninguna  cosa  quiere,  ni  dessea  mas  de  lo  que  tic- 
ne,  r  aun  de  lo  que  tiene  a  quitado  tan  del  todo  su  afficion,  que 
aunque  se  lo  quitassen,  no  recibirie  pena. 

Antronjo:  Luego,  segun  esso,  ^.tambien  nos  mandan  en  este  manda- 
miento  que  no  tengamos  cobdicia? 

Arcobjspo:  En  esso  no  dubdeys  que  para  cumplirle  menester  es  que 
mortifiquemos  aquella  bestia  insaciable  del  auaricia,  la  qual  dize  el 
Apostol  (fol.  xxxiii)  que  es  raiz  de  todo  mal ;  r  tambien  dize  que  es 
el  auariento  ydolatra.  AUende  desto,  quebrantamos  este  manda- 
miento  hurtando  a  Dios  lo  que  es  suyo.  Esto  es,  quando  el  acata- 
miento,  el  amor  y  el  temor  que  le  auiamos  de  dar  a  el  — pues  es 
suyo  propio —  lo  damos  a  las  creaturas.  R  si  tambien  nos  pusiesse- 
mos  a  desemboluer  y  escudriiiar  si  el  hombre  paga  lo  que  deue  a 
su  anima;  r  si  pagan  los  hijos  lo  que  deuen  a  sus  padres;  o  los  pa- 
dres a  sus  hijos;  r  los  criados  a  sus  seiiores;  r  los  seiiores  a  sus  cria- 
dos,  seria  para  nunca  acabar.  Pues  que  si  entrassemos  entre  noso- 
tros  los  ecclesiasticos,  yo  os  prometo  que  hallassemos  marauillas; 
pero  mi  thema,  como  os  he  dicho,  es,  que  assi  este  mandamiento, 
como  todos  los  demas,  guarda  solamente  el  varon  spiritual. 

Antronjo:  Por  vuestra  vida,  que  me  digais  a  quien  llamays  varon 
spiritual.  ^Dezislo  qui?a  por  los  frayles  o  por  los  clerigos? 

Arcobjspo:  Muy  enganado  estays,  que  ni  lo  digo  por  los  vnos  ni  por 
los  otros;  ^sabeis,  padre,  quien  es  varon  spiritual?  El  que  gusta  r 
siente  las  cosas  spirituals  y  en  ellas  se  deleyta  y  descansa;  y  de  las 
corporales  y  exteriores  ningiin  caso  haze,  (vo.)  antes  las  menospre- 
cia  como  cosas  inferiores  a  el;  y  en  fin,  el  que  tiene  puesto  en  Dios 
todo  su  amor  y  lo  viuifica,  r  conserua  la  gracia  del  Spiritu  Santo, 
agora  sea  mancebo,  casado,  clerigo  o  frayle. 

Antronjo:  ^Quereys,  senor,  que  os  diga?  Muy  demasiadamente  es 
estrecha  esta  vuestra  religion,  quanto  que  dessa  manera  muy  pocos 
guardan  los  mandamientos  de  Dios. 


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ARgoBjspo:  Que  sean  pocos  los  que  los  guardan  yo  os  lo  confiesso; 
pero  tarabien  os  confiesso  que  de  los  que  no  los  guardan  son  per- 
donados  aquellos  que  conocen  su  falta  r  se  huraiilan  delante  de  Dios 
y  procuran  guardarlos  lo  mejor  que  pueden;  r  se  confiesan  r  hazen 
penitencia  de  las  faltas  en  que  an  caydo,  y  esperan  alcan^ar  perdon 
mediante  la  sangre  de  Jesu  Christo. 

§  8.  EusEBJo:  Lo  dicho  basta  para  la  declaracion  deste  mandamiento. 
Dezidnos  agora  lo  que  entendeis  del  octauo  mandamiento,  el  qual 
es:  No  hablards  contra  tu  proximo  falso  testimonio. 

ARgoBJSPO:  En  este  mandamiento  nos  manda  Dios  que  no  offenda. 
mos  a  nuestros  proximos,  danandoles  o  en  la  fama  o  en  la  horurra- 
Contra  este  pecan  infinitas  maneras  de  gentes:  los  murrauradores, 
maldizientes,  mentirosos,  enganadores,  y  pecan  tambien  los  maes- 
tros  que  a  sus  discipulos  ensenan  cosas  falsas,  r  los  pre[d]icado-(fol. 
xxxiiii)-res  que  no  dan  al  pueblo  la  dotrina  como  la  sienten  r  la 
deuen  sentir,  sino  como  a  ellos  mejor  les  esta;  porque  todos  estos 
es  menester  que,  para  taer  las  cosas  a  sus  intenciones,  leuanten  mil 
falsos  testimonios.  Entre  estos,  sin  ninguna  dubda,  tienen  mayor 
culpa  los  predicadores  que  por  traer  la  Escriptura  Sagrada  a  que  di- 
ga  lo  que  ellos  quieren,  la  tuercen  r  corrompen,  haziendole  que  diga 
lo  que  no  quiere;  r  tambien  los  que,  por  mouer  el  pueblo  a  vnas 
deuociones,  no  se  que  tales,  les  predican  en  piilpitos  r  fuera  dellos, 
no  se  que  milagros  falsos,  y  les  cuentan  cuentos  r  cosas  falsas  y 
mentirosas;  r  todo  teniendo  respeto  a  sus  interesses  malditos  r  dia- 
bolicos,  de  los  quales  dize  el  Apostol  que  su  dios  es  el  vientre.  Pero 
porque  estos  r  otros  semejantes  a  ellos  son  personas  que  todas  y 
del  todo  se  an  dedicado  a  seruir  al  mundo,  r  su  exercicio  no  es  otro 
sino  complazer  a  sus  apetitos  carnales;  y  de  christianos  solamente 
tienen  el  nombre,  no  quiero  que  gastemos  nuestro  tiempo  en  hablar 
en  ellos,  ni  menos  que  tengamos  cuenta  con  ellos  mas  que  para  ro- 
gar  a  Dios  los  saque  de  sus  ruynes  r  viciosos  tratos,  y  les  de  animo  s 
obedientes  a  su  santissima  voluntad.  Desseo  yo  que  todos  los  prela- 
dos  fuessemos  tales  que  conociessemos  muy  bien  la  maldad  destos, 
(vo.)  r  conoscida,  los  castigassemos  largamente  para  que  siquiera 
de  necessidad  hiziessen  virtud. 

§  9.  EusEBJo:  En  todo  teneys  mucha  razon;  yo  espero  en  Dios  que, 
por  vuestra  parte,  lo  remediareys.  Agora  nos  dezid  del  nono  man- 


49 


damiento.  que  es.  No  cobdiciards  la  muger  de  tu  proximo. 

Ar^objspo:  Este,  si  se  os  acuerda,  declaramos  en  el  sexto  mandamien- 
to.  Porque  lo  mismo  que  acuUa  diximos  que  aula  dicho  Jesu  Chris- 
to  declarando  aquel,  suena  este. 

EusEBJo:  Assi  es  verdad,  pero  todavia  nos  dezid  algo. 

Ar^objspo:  No  se  que  deziros,  sino  que  nos  quiere  Dios  tan  del  todo 
limpios  de  todo  pecado,  r  tan  puros  en  lo  exterior  y  en  lo  interior, 
que  no  se  contenta  con  dezir  en  el  sexto  mandamiento  que  no  co- 
metamos  adulterio,  sino  afiadionos  este  para  que  quitemos  r  desa- 
rrayguemos  muy  de  rayz  las  rayzes  de  donde  el  adulterio  nasce,  que 
es  la  concupiscencia;  porque  assi  como  veemos  que,  para  que  vn 
mal  arbol  que  vna  vez  cortamos  no  torne  a  nacer,  es  menester  que 
le  saquemos  todas  las  rayces  que  tiene,  assi  tambien  es  menester,  si 
no  queremos  que  el  arbol  del  adulterio,  despues  de  vna  vez  cortado, 
torne  a  nascer  (fol.  xxxv)  que  le  arranquemos  las  rayzes  de  donde 
nasce,  que  son  los  desseos  danados  de  pecar. 

§  10.  EusEBJo:  Esto  esta  tan  bien  dicho  como  todo  lo  demas.  Pero 
vamos  adelante,  r  digamos  del  vltimo  mandamiento,  que  es:  No 
cobdiciards  la  hazienda  de  tu  proximo. 

Ar(JOBJSPO:  Tambien  declaramos  largamente  este  mandamiento  quan- 
do,  en  el  septimo,  hablamos  de  la  cobdicia,  de  la  qual  diximos  que 
dize  Sant  Pablo  que  es  rayz  de  todo  mal,  r  que  los  que  quieren  en- 
riquecerse  caen  en  tentaciones  y  en  lazos  del  demonio.  Aliende  pues 
de  todo  lo  que  auemos  dicho,  quiero  daros  vn  buen  r  sutil  auiso 
para  que  entendays  en  breue  todo  lo  dicho ;  y  es  que  en  las  negacio- 
nes  destos  mandamientos  se  concluyen  affirmaciones,  las  quales  los 
declaran  desta  manera. 

§11.  El  primero,  que  dize:  No  ternds  dioses  agenos,  por  su  affirma- 
cion  se  declara  diziendo :  adoraras  a  vn  solo  Dios  r  a  El  solo  amaras. 

El  segundo,  que  dize:  No  tomards  el  nombre  de  tu  Dios  en  vano, 
por  su  affirmacion  assi  mesmo  se  declara  diziendo :  tomaras  el  nom- 
bre de  tu  Dios  con  mucho  acatamiento,  r  con  temor  le  inuocaras  r 
le  glorificaras,  r  le  bendeziras  con  conocimiento  de  tu  baxeza  r  po- 
quedad,  r  jura-(vo.)-ras  su  nombre  solamente  quando  se  ofreciere 
necessidad. 

El  tercero,  que  es :  Santificards  las  fiestas,  quiere  dezir :  no  haras 
en  ellas  ob[r]a  seruil,  sino  cessaras  de  todo  trabajo  corporal  r  spiri- 


50 


tual.  El  trabajo  spiritual  es  el  offender  a  Dios,  porque  en  ninguna 
cosa  trabaja  mas  el  anima  que  quando  se  vee  apartada  de  Dios. 

El  quarto,  que  es:  Honrrards  a  tu  padre  r  a  tu  madre,  bien  claro 
esta,  y  es  tambien  affirmatiuo. 

El  quinto,  que  es:  No  matards,  se  declara  assi  mismo  diziendo: 
sey  pacifico  r  manso  de  coragon,  paciente,  sosegado  r  quieto;  r  haz 
con  tus  proximos  lo  que  querrias  que  hiziessen  contigo. 

El  sexto,  que  es:  No  cometerds  adulterio,  tambien  se  declara  por 
su  affirmacion,  diziendo:  sey  casto,  continiente,  templado,  sobrio  r 
modesto;  y  esto  de  intimo  r  alegre  coragon. 

El  septimo,  que  es:  No  hurtaids,  de  la  misma  manera  se  declara, 
diziendo:  sey  pobre  de  spiritu,  contentate  con  lo  que  tienes  y  sey 
modesto. 

El  octauo,  que  es :  No  leuantards  falso  testimonio,  declara  su  affir- 
macion, dizien[do]:  ternas  muy  de  coragon  en  tu  proximo  amistad, 
excusandolo,  deffendiendolo,  y  en  fin  (fol.  xxxvi)  haziendo  con  el 
lo  que  querryas  que  el  hiziesse  contigo. 

El  nono  y  el  decimo,  que  son:  No  desseards  la  muger  de  tu  pro- 
ximo, ni  su  hazienda,  assi  mismo,  por  lo  dicho,  esta  claro  que  los 
declaran  sus  affirmaciones,  diziendo:  fauoreced  muy  de  coragon  a 
vuestros  proximos  y  quereldes  todo  bien,  r  ningiin  mal  les  hagays. 
De  manera  que  de  lo  dicho  podemos  muy  bien  colegir  que  los  diez 
mandamientos  estan  muy  bien  declarados  por  Jesu  Christo,  Dios  y 
Seiior  nuestro,  r  por  sus  Apostolos,  adonde  ensefian  que  tengamos 
fe,  esperanga,  charidad,  obediencia,  reuerencia,  humildad,  manse- 
dumbre,  paz,  paciencia,  modestia,  castidad,  pobreza,  bondad,  be- 
nignidad  y,  en  fin,  que  nos  amenos  vnos  a  otros.  Para  alcangar  todo 
esto,  sin  lo  qual  no  se  puede  cumplir  la  ley  de  Dios,  es  menester 
especial  gracia  de  Dios,  porque,  sin  su  fauor,  ninguna  cosa  podemos 
hazer  que  sea  verdaderamente  buena,  y  por  esto  dize  Sant  Pablo 
que  la  ley  es  spiritual,  porque  para  cumplirla  es  menester  spiritu,  o 
por  mejor  dezir,  no  la  puede  cumplir  sino  el  varon  spiritual. 

EusEBJO :  Dos  cosas  necessarias  restan  que  nos  digays  (vo.)  acerca  des- 
tos  mandamientos,  las  quales  ha  muchos  dias  que  yo  desseo  saber: 
la  vna  es,  i,que  es  la  causa  por  que  nos  dio  Dios  mandamientos  que 
con  solas  nuestras  fuergas  humanas  no  los  pudiessemos  cumplir, 
como  vos  aueys  dicho?;  r  la  otra  es,  ^'.por  que  entre  estos  diez  man- 
damientos no  se  pone  a  la  letra  el  del  amor  de  Dios  y  del  proximo, 


51 


I 


pues  vemos  que  en  el  Testamento  Nueuo  muchas  vezes  se  ponen  , 
por  primero  y  segundo? 

ARgoBJSPO:  De  lo  vno  r  de  lo  otro  os  dire  yo  de  muy  buena  voluntad 
lo  que  supiere.  Quanto  a  lo  primero,  aueis  de  saber  que  dize  Sant 
Pablo  que  la  Ley  se  dio  para  que  mostrasse  el  pecado ;  quiere  dezir, 
para  que  nos  mostrasse  como  en  muchas  cosas  cada  dia  pecamos; 
porque  del  pecado  de  nuestro  primer  padre  cobramos  esta  mala  in- 
clinacion  de  ser  aparejados  para  mal.  Esta  mala  inclinacion  no  la  i 
conocimos  hasta  que  vino  la  Ley,  la  qual  nos  la  mostro;  r  nos  mos-  ; 
tro  assi  mesmo  el  bien;  pero  no  era  bastante  para  darnos  fuergas  ' 
para  obrar;  solamente  ganauamos  con  ella  que  nos  daua  a  conocer 
nuestra  miseria,  poquedad  r  mala  inclinacion,  para  que  con  este 
conocimiento  nos  humillassemos  delante  de  Dios,  y  nos  conociesse- 
mos  por  pecadores;  y  asi  dize  Sant  Pablo  que  no  conociera  la  con- 
cupi-(fol.  xxxvii)-cencia  si  no  le  dixera  la  Ley:  No  cobdiciards.  Veis  ' 
aqui  el  officio  de  la  Ley.  Despues,  venido  Jesu  Christo,  danos  spiri- 
tu  con  que  obremos  aqueilo  que  la  Ley  nos  muestra  que  es  bueno;  y  ^ 
de  aqui  nos  viene  que  conoscemos  que,  lo  que  por  nuestras  fuergas  i 
y  industria  no  pudiamos  hazer,  mediante  el  fauor  de  Jesu  Christo 
podemos  cumpUr;  y  assi  conoscemos  por  experiencia  como  noso- 
tros,  por  nuestra  propia  naturaleza,  no  podemos  hazer  cosa  perfec- 
tamente  buena;  y  que  por  el  fauor  de  Jesu  Christo  podamos  hazer  ! 
y  cumphr  todo  lo  que  conoscemos  ser  bueno;  y  assi,  desconfiando 
totalmente  de  nuestras  propias  fuergas,  aprendemos  a  confiar  ente-  | 
ramente  en  el  fauor  y  gracia  diuinal;  en  cuyas  manos,  con  este  tal 
conoscimiento,  holgamos  de  muy  buena  gana  poner  todas  nuestras  \ 
cosas,  ciertos  que  no  nos  faltara.  Esto  fue  menester  que  se  hiziesse  ; 
assi  para  que  el  hombre  se  humillasse  delante  de  Dios  y,  humillan-  j 
dose,  alcance  la  gloria  eterna,  la  qual,  como  denantes  os  dixe,  quiso 
Dios  que  ganassemos  con  humildad,  pues  por  soberuia  la  auian  los 
malos  angeles  perdido.  Veis  aqui,  que  es  lo  que  yo  siento  de  vuestra  , 
primera  pregunta,  y  aun  si  quereis  mirar  en  (vo.)  ello,  de  lo  dicho  i 
podeis  coUegir  la  differencia  que  ay  entre  la  Ley  y  el  EuangeUo.  ! 

EusEBJo:  Esta  muy  bien;  yo  quedo  harto  satisfecho  de  lo  primero.  | 
Agora  nos  responded  a  lo  segundo.  ! 

Ar^objspo  :  En  verdad,  yo  no  tengo  cosa  muy  aueriguada  que  deziros  i 
en  este  caso;  aunque  se  bien  que,  segun  cuenta  Sant  Matheo,  vn  i 
doctor  de  la  Ley  pregunto  a  Jesu  Christo  diziendo:  "6qual  es  el  ! 
mayor  mandamiento  en  la  Ley?"  y  que  El  respondio:  "Amaras  a  tu  i 

52  ; 


Senor,  Dios,  de  todo  tu  coragon  y  con  toda  tu  anima  y  con  toda  tu 
voluntad",  y  este  es  el  primero  y  mayor  mandamiento  en  la  Ley;  pe- 
ro  el  segundo  semejante  es  a  este:  "Amaras  a  tu  proximo  como  a 
ti  mismo."  Y  anade  luego:  "destos  dos  mandamientos  pende  toda 
la  ley  y  los  prophetas".  De  estas  palabras  poderaos  collegir  dos 
cosas:  La  primera,  que  en  quanto  llama  a  estos  mandamientos  pri- 
mero y  segundo,  podemos  dezir  que  no  entiende  en  orden  ni  en 
niimero,  pues  en  el  niimero  de  los  diez  no  los  hallamos  expressos, 
sino  que  entiende  en  dignidad;  la  segunda  que,  pues  anade  que  des- 
tos dos  mandamientos  pende  todo,  la  Ley  y  los  prophetas,  que  tara- 
bien  los  diez  mandamientos  que  aue-(fol.  xxxviii)-mos  dicho  se 
encierran  en  ellos,  como  en  la  verdad  se  encierran. 
EusEBJo:  iDc  que  manera? 

AR90BJSPO:  Yo  OS  lo  dire.  Los  tres  primeros  mandamientos,  que  se 
refieren  a  Dios,  se  incluyen  en  el  amor  de  Dios,  porque  claro  esta 
que  el  que  amare  a  Dios,  a  el  solo  adorara,  y  no  tomara  su  nombre 
sino  para  glorificarlo  y  alabarlo,  y  que  assi  mismo  santificara  las 
fiestas.  Estos  tres  son  los  que  llaman  de  la  primera  tabla;  los  otros 
siete,  que  llaman  de  la  segunda  tabla,  se  encierran  en  el  amor  del 
proximo;  porque  cosa  clara  es  que  el  que  amare  a  su  proximo,  ni 
hurtara,  ni  matara,  ni  hara;  en  fin,  cosa  ninguna  de  las  que  alii 
manda  Dios,  que  no  se  hagan.  De  manera  que  bien  dize  Sant  Pa- 
blo: que  el  que  ama  cumple  la  Ley;  y  en  otra  parte,  que  el  cumpli- 
miento  de  la  Ley  es  el  amor. 

EusEBJo:  Verdaderamente,  senor,  vuestro  saber  y  juyzio  es  estremado 
sobre  quanto  yo  he  visto  y  comunicado. 

§13.  Antronjo:  Vos  dezis  muy  gran  verdad;  pero  para  mi  proposi- 

to  resta  que  en  dos  palabras  nos  declare  su  senoria,  si  manda,  estos 

dos  mandamientos. 
ARgoBJSPO:  En  mi  verdad,  yo  no  se  que  mas  declaracion  quereys  de 

lo  que  auemos  dicho,  assi  en  el  primer  articulo  del  Credo,  como  en 

el  primer  mandamiento,  si  empero  se  os  acuerda.  (vo.) 
Antronjo:  Si,  acuerda  y  muy  bien;  pero  bien  se  yo  que  todavia  nos 

direis  algo  de  bueno. 
Ar^objspo:  Pues  vuestro  zelo  es  bueno,  es  menester  que  os  obedezca 

y  cumpla  con  lo  que  quereis. 
Aues  de  saber  que  el  cora^on  humano  no  puede  dexar  de  amar  al- 

guna  cosa,  y  en  esto  no  ay  medio,  sino  que  ha  de  amar  a  si  mismo,  y 


53 


por  su  prouecho  y  interesse  todas  las  cosas;  o  ha  de  amar  a  Dios, 
y  en  Dios  y  para  gloria  de  Dios,  todas  las  cosas.  Pues  conosciendo 
Dios  que  si  el  hombre  se  ama  a  si  mesmo  con  este  amor  desordena- 
do,  jamas  podra  hazer  cosa  que  buena  sea  delante  su  acatamiento ; 
y  que  ni  puede  estar  subjecto  a  la  Ley,  ni  puede  dexar  de  seguir  sus 
apetitos  irracionales,  porque  su  amor  propio  lo  ciega;  mandanos, 
desseando  nuestra  saluacion,  que  le  amemos  a  el  sobre  todas  las 
cosas,  porque,  como  el  es  sumamente  bueno,  amandole  a  el  sobre 
todas  las  cosas,  amamos  todo  lo  que  es  bueno  y  aborrescemos  todo 
lo  que  es  malo.  Y  assi,  mouidos  con  el  amor  que  le  tenemos,  nos 
holgamos  de  cumplir  su  Ley,  muy  de  buena  gana  y  alegremente,  y 
assi  esperimentamos  ser  muy  gran  verdad  lo  que  dixo  Jesu  Christo, 
nuestro  Seiior:  (fol.  xxxix)  que  su  yugo  es  apazible  y  su  carga  liuia- 
na;  lo  qual  todo  experimentan  al  contrario  los  que  se  aman  a  si 
mesmos,  porque  todo  se  les  haze  duro  y  pesado.  De  manera  que, 
quando  vos  oyeredes  a  alguno  dezir  que  se  le  haze  cosa  rezia  cum- 
plir la  ley  de  Dios,  y  que  la  dotrina  de  Jesu  Christo  es  terrible  de 
sufrir;  aunque  por  otra  parte  le  veais  hazer  milagros;  creedme  que 
le  falta  este  amor.  Esta  misma  experiencia  deueis  de  hazer  en  vos 
mismo  cada  dia,  y  siempre  hallareis,  por  muy  bueno  que  a  vuestro 
parescer  seals,  que  os  falta  algo,  y  aun  mucho;  y  cuando  os  parescie- 
re  que  no  os  falta  nada,  tened  por  cierto  que  os  falta  todo.  Tambien 
podemos  prouar  que  tanta  parte  tenemos  en  este  amor,  desta  mane- 
ra: tomad  cuenta  a  nuestros  animos,  si  estan  muy  de  veras  determi- 
nados  a  perder  hazienda,  honrra  y  fama,  y  a  morir  mil  muertes  antes 
que  consentir  en  vn  pecado  mortal;  y  si  vieremos  que  estan  firmes 
de  todas  partes  en  este  proposito,  buena  esperanga  ay  que  aueis  al- 
cangado  parte  deste  amor.  Pero  no  creais  que  lo  teneis  hasta  que 
por  suma  experiencia  lo  proueis.  Empero  si  ho  hallaremos  nuestros 
animos  con  (vo.)  esta  firme  determinacion  que  digo,  podemos  tener 
por  cierto  que  somos  amadores  de  nosotros  mismos  y  no  de  Dios;  y 
entonces  deuemos  con  animo  varonil  arrimarnos  a  Jesu  Christo  y  pe- 
dirle  con  grandissima  efficacia  su  gracia  y  fauor  diuinal,  para  que 
cobremos  esto  que  conoscemos  nos  falta;  y  si  nosotros  tuuieremos 
buena  esperan^a  que  nos  lo  dara,  sin  dubda  ninguna  no  nos  faltara. 

Antronjo  :  Agora,  dezid  vos  lo  que  quisieredes ;  que  cosa  es  muy  rezia 
de  guardar  este  mandamiento. 

Ar^obispo:  Mirad,  padre  cura,  quan  engaiiado  estais;  que  os  certifico 
que  OS  puedo  con  verdad  dezir  esto,  que  me  paresce  a  mi  que  deuo 


54 


mucho  mas  a  Dios,  porque  me  mando  que  desta  manera  que  aue- 
mos  dicho  le  amasse,  que  no  El  a  mi  porque  le  ame;  y  mas  os  digo, 
que  todas  las  vezes  que  me  acuerdo  deste  mandamiento,  me  afficio- 
no  nueuamente  y  de  nueua  manera  a  Dios;  y  aun  no  se  si  os  diga 
que  se  me  antoja  que  deuo  mas  a  Dios,  por  el  fauor  que  en  mandar- 
me  que  le  ame,  me  muestra,  que  porque  me  crio  y  hizo  hombre  y 
no  animal  bruto.  Pues,  por  concluyr  digo  que  para  guardar  este 
mandamiento  es  menester  que,  no  solamente  el  hombre  no  se  ame 
a  si  mismo  (fol.  xl)  pero  que  se  aborresca  a  si  y  a  sus  cosas,  sus  pla- 
zeres  y  deleites,  y  que  en  todo  mortifique  sus  humanos  desseos;  y  el 
que  esto  no  tuuiere,  sepa  que  no  guarda  este  mandamiento. 
Antronjo  :  Por  mi  fe  que  me  aueis  espantado  con  esto  que  agora  aca- 
bais  de  dezir  de  vos,  mas  que  con  quanto  aqui  aueis  dicho.  Bien 
paresce  que  hablais  como  esperimentado  y  como  letrado,  de  mane- 
ra que  ninguna  cosa  os  falta;  y  pues  assi  es,  dezidnos  algo  del  amor 
al  proximo. 

Ar^objspo:  No  se,  en  verdad,  que  otra  cosa  os  diga,  sino  que  en  este 
mandamiento  tambien,  como  en  el  passado,  contempla  mi  anima  la 
summa  bondad  y  benignidad  de  Dios  en  dos  maneras :  la  vna,  quan- 
do  veo  que  me  manda  que  haga  aquello  que  naturalmente  soy  obli- 
gado  a  hazer;  y  paresceme  a  mi  que  me  lo  manda,  porque,  si  lo 
cumpliere,  tenga  causa  de  darme  por  ello  la  gloria  que  tiene  apare- 
jada  para  solos  los  que  en  esta  vida  le  fueren  obedientes.  ^Paresceos 
que  ay  liberalidad  o  magnificencia  que  con  esta  se  ygualen?  La  otra 
manera  es  quando  veo  que  Dios  me  puso  aca  en  quien  mostrasse  el 
amor  que  le  tuuiesse,  mandandome  que  amasse  (vo.)  a  mi  proximo, 
por  el  qual  mandamiento  me  obliga  a  que  jamas  piense,  diga,  ni 
haga  cosa  que  sea  en  perjuyzio  de  mi  proximo ;  allende  desto,  a  que 
siempre,  en  quanto  me  fuere  possible,  le  haga  bien,  y  le  allegue  su 
prouecho,  y  le  aparte  su  daiio;  y  aun  a  que,  muchas  vezes,  pospon- 
ga  mi  interesse  particular  por  el  bien  de  mi  proximo. 

Todas  estas  cosas,  assi  como  os  las  digo,  deueis  dezir  y  dar  a 
sentir  a  todos  los  que  ensenaredes  de  qualquier  condicion  que  sean; 
porque  assi  de  la  misma  manera  tengo  yo  ordenado  se  haga  en  mi 
argobispado,  lo  qual,  si  a  Dios  pluguiere,  se  hara  muy  presto.  R  si 
alguno  OS  preguntare,  diziendo:  ^quien  es  mi  proximo?  direisle  que 
qualquier  hombre,  agora  sea  christiano,  agora  no.  Verdad  es  que  so- 
mos  mas  obligados,  segun  lo  que  enseiia  Sant  Pablo,  a  hazer  mas 
bien  a  los  que  mas  aman  a  Dios  y  vemos  que  son  mas  obedientes  a  El. 


55 


Antronjo:  Mucho  me  marauillo  desso  que  dezis.  ^Como,  no  dize 
Dios  que  la  charitas  bene  ordinata  incipit  a  seipso? 

ARgoBJSPo:  Assi  lo  he  oydo;  pero  no  se  que  lo  diga  Dios,  sino  que 
los  hombres  que  son  amadores  de  si  mesmos  se  lo  leuanten;  y  aun- 
que  podria  tener  buen  sentido  (fol.  xli),  no  quieren  ellos  sino  darle 
el  peor  que  pueden.  ^No  vistes  que  donosa  regla?  No  cierto  de 
charidad,  sino  de  carnalidad ;  por  esso  muy  engaiiado  estais,  si  pen- 
sais  que  esso  es  assi. 

Antronjo:  Digo  que  de  aqui  adelante  no  lo  pensare;  y  yo  creo  bien 
que  vos  me  aueis  de  hazer  otro  hombre,  si  mucho  hablays  comigo. 

ARgoBJSPo:  Hazello  ha  Jesu  Christo  por  su  infinita  bondad.  Pues 
quede  esta  por  verdadera  conclusion:  que  estos  dos  mandamientos 
son  tan  conexos  y  vnidos,  que  es  impossible  que  se  guarde  el  vno 
sin  el  otro,  porque  el  que  ama  a  Dios,  conoce  que  la  voluntad  de 
Dios  es  que  ame  a  su  proximo,  y  como  su  desseo  no  sea  otro  sino 
agradar  a  Dios,  luego  ama  a  su  proximo,  y  ni  mas  ni  menos  cumple 
toda  la  ley  de  Dios.  Verdaderamente  no  se  como  no  tienen  empa- 
cho  vnos  hombres  que,  sin  monstrar  en  toda  su  vida  serial  deste 
amor,  por  no  se  que  cerimonias  y  deuociones  que  ellos  se  inuentan, 
se  tienen  por  mas  que  christianos;  y  lo  que  mas  es  de  notar,  y  aun 
de  Uorar  en  los  tales,  es  que  al  que  veen  que  no  toma  y  adora  sus 
frias  y  vanas  deuociones,  aunque  este  tal  claramente  biua  conforme 
a  la  ley  de  Dios,  no  le  tienen  por  christiano.  Esta  es,  sin  dubda 
ninguna,  la  justicia  pha-(vo.)-risaica,  que  ensalga  sus  obras  exterio- 
res,  y  disminuye  y  tiene  en  poco  las  interiores  de  los  otros.  Dexad- 
me  el  cargo,  que  si  Dios  me  da  vida,  yo  hare  en  esto  cosas  de  que 
los  ruynes  se  spanten  y  los  buenos  se  gozen. 

EusEBJo:  Plega  a  Dios  darosla,  y  con  ella  su  gracia,  para  que  hagays 
lo  que  dezis;  y  pues  tan  altamente  nos  aueys  declarado  los  manda- 
mientos, es  menester  que  passemos  adelante,  porque  aya  tiempo 
para  todo. 

ARgoBJSPo:  Dezis  muy  bien;  dexemos  ya  los  mandamientos  y  ved  lo 
que  de  mas  quereys  saber. 

EusEBJo:  Acuerdaseme  que,  al  principio,  nos  dixistes  que,  despues  de 
los  mandamientos,  conuiene  que  el  christiano  aprenda  los  tres  capi- 
tulos  de  Sant  Matheo,  quinto,  sexto  y  septimo.  Pues  agora  nos  de- 
zid  que  es  la  causa  por  que  os  paresce  que  se  deue  hazer  assi. 

Ar^objspo:  iQue  me  plaze!  El  anima  que  ya  esta  instruyda  en  la  fe, 
como  creo  que  os  he  dicho,  y  cree  ya  lo  que  de  Dios  se  deue  creer, 


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es  menester  que  sepa  la  voluntad  de  Dios,  para  que  obre  segiin  cree. 
Parte  desta  se  declara  en  los  diez  mandamientos,  y  par-(fol.  XLii)-te 
en  estos  capitulos  de  Sant  Matheo  que  digo;  y  por  esta  causa  me 
paresce  que  es  menester  que  qualquier  christiano  luego  los  sepa; 
porque  alH  ensena  Jesu  Christo  en  que  consiste  la  bienauenturanga 
que  en  esta  vida  puede  vno  alcangar;  y  como  los  buenos  son  los  que 
el  mundo  persigue  y  los  malos  los  perseguidores.  Y  alii  nos  manda 
que  perdonemos  vnos  a  otros  las  injurias,  y  que  no  seamos  pleytis- 
tas,  y  que  no  demos  mal  por  mal,  sino  bien  por  mal;  y  que  si  nos 
dieren  vna  bofetada,  paremos  el  otro  carrillo  para  suffrir  otra.  Tam- 
bien  dize  que  si  alguno  nos  quisiere  poner  a  pleito  nuestras  capas, 
le  dexemos  los  sayos  antes  que  venir  a  juyzio  con  el.  Y  alii  manda 
que  demos  a  quien  nos  pide,  y  que  prestemos  a  quien  nos  demanda 
prestado,  y  que  amemos  a  nuestros  enemigos.  AlH  nos  enseila  co- 
mo auemos  de  ayunar,  y  como  y  que  auemos  de  rezar,  y  otras  cosas 
desta  calidad.  De  donde  aprendemos  a  menospreciar  estas  honrras 
y  riquezas,  en  que  el  vulgo  piensa  que  esta  la  bienauenturanga;  y 
aprendemos  a  recebir  con  paciencia  las  injurias  y  denuestos  que  los 
hombres  nos  hazen;  y  (vo.)  aprendemos  a  ser  humildes,  pacificos  y 
quietos;  y  aprendemos  a  no  ser  hypocritas,  y  aprendemos,  en  fin,  a 
no  ser  auaros,  sino  liberales  y  francos  con  todos.  Todas  estas  cosas 
es  menester  que  no  solaraente  qualquier  christiano  las  sepa  de  coro, 
pero  que  muy  de  veras  las  encaxe  en  su  anima  antes  que  se  corrom- 
pa  con  falsas  y  danosas  opiniones. 
Antronjo:  Vos,  seiior,  ^no  veys  que  essas  cosas  no  son  sino  de  con- 
sejo? 

ARgoBJSPo:  Esso,  mal  pecado,  dizen  los  que  quieren  tener  puerta  pa- 
ra ser  ruynes;  yo  assi  creo  que  son  consejos,  y  aun  tales  que,  sin 
ellos,  no  se  puede  guardar  perfectamente  la  paz  y  tranquilidad  Chris- 
tiana; y  pues  esto  es  assi,  por  vuestra  vida,  que  no  cureys  de  dezir 
que  son  estos  consejos,  sino,  pues  veys  que  importan  tanto,  ense- 
naldos  a  todos,  que  no  les  haran  mal. 

Antronjo:  Soy  contento;  pero  con  condicion  que  vos,  senor,  me  lo 
hagais  dar  en  romance. 

ARgoBJSPo:  Esso  hare  yo  de  buena  voluntad;  y  aun  luego,  porque 
para  hazer  que  en  mi  ar^obispado  se  enserien,  he  hecho  que  los  pon- 
gan  en  romance. 


57 


LOS  SIETE  PECADOS  CAPITALES 


Antronjo:  Aldomenos  si  a  todos  los  que  vienen  a  negociar  con  vos 
los  embiays  como  a  mi,  ninguno  yra  descontento.  Y,  pues  estamos 
nuestro  espa-(fol.  XLiii)-cio,  por  vuestra  vida  que  nos  digays,  de  los 
siete  pecados  mortales,  que  se  deue  enseiiar. 

AR90BJSP0:  Cosa  es  essa,  para  deziros  verdad,  en  que  hablo  no  de 
muy  buena  gana;  porque  este  escudrinar  de  pecados,  a  los  ruynes 
se  que  aprouecha  poco,  y  a  los  buenos  engendra  no  se  que  escru- 
pulos;  pero  pues  tengo  de  hazer  lo  que  quereis,  direos  lo  que  me 
paresciere.  Vos  de  alii  tomareys  lo  que  quisieredes. 

EusEBJo:  Primero,  nos  dezid,  i,por  que  les  pusieron  este  niimero  de 
siete? 

ARgoBJSPo:  Lo  que  Sant  Juan  Chrisostomo  dize  (que)  a  esso  es,  que 
assi  como  los  hijos  de  Jsrael  pelearon  para  ganar  la  tierra  de  pro- 
mision  con  vnos  siete  reyes,  assi  conuiene  quel  christian©  pelee  con 
estos  siete  vicios  para  entrar  en  su  tierra  de  promission,  que  es  la 
bienauenturan?a. 

EusEBJo:  Por  mi  salud  que  el  dicho  es  conforme  a  quien  lo  dixo.  Ago- 
ra dezid  lo  demas. 

AR90BJSP0:  Quanto  a  lo  primero,  aueys  de  saber  que  en  los  diez  rnan- 
damientos  son  proibidos  estos  siete  pecados  mortales,  como  os  lo 
mostrare  luego.  De  manera  que,  el  que  guardare  los  mandamientos, 
es  impossible  que  tropiece  en  ninguno  destos  pecados  desta  manera. 

§  1.  El  primer  pecado  (vo.)  es  soberuia,  la  qual  es  en  dos  maneras: 
exterior,  quando  el  hombre  se  ensoberuesce  por  sus  bienes  corpora- 
les,  y  interior  quando  assi  mesmo  se  ensoberuece  por  sus  bienes  spi- 
rituales;  y  por  esta  causa  esta  proibida  en  el  primer  mandamiento, 
en  el  qual,  como  ya  auemos  dicho,  nos  mandan  que  no  tengamos 
dios  ageno.  Quiero  dezir,  que  en  ninguna  cosa  confiemos,  con  nin- 
guna  nos  deleitemos,  agrademos,  ni  alegremos,  sino  con  solo  Dios. 
Y  la  soberuia,  ya  veys  que  vnas  vezes  haze  a  el  hombre  que  se  precie 
de  sus  riquezas,  de  [sus]  fuergas,  de  (sus)  su  manera  de  vestidos,  de 
su  poderio,  de  su  honrra  y  de  su  nobleza  y  generosidad;  y  tambien 
interiormente  tiene  confianga  y  se  precia  de  su  sabiduria,  sciencia  r 
ingenio,  justicia,  virtud  y  santidad,  de  manera  que  lo  que  auie  el 
hombre  de  dar  a  Dios,  lo  da  a  estas  cosas.  Trahe  allende  desto  la 
soberuia  dos  cosas  consigo:  la  vna  que  haze  al  presuncioso  tenerse 


58 


a  si  en  mucho,  y  la  otra  que  le  haze  menospreciar,  aborrescer  y  tener 
en  poco  a  los  otros;  por  esta  causa  encierra  tambien  en  si  la  vana- 
gloria.  De  manera  que  el  soberuio,  quando  conosce  en  si  alguna 
vir-(fol.  XLiiii)-tud,  no  da  gracias  a  Dios  por  ella,  ny  la  atribuye  a  el 
como  seria  razon,  sino  attribuyela  a  si  mismo,  y  assi  se  cumple  en 
el  lo  que  dize  Sant  Pablo,  que,  tiniendose  por  sabios,  quedaron  por 
nescios  y  locos.  Este  peccado  podeys  tener  por  muy  peligroso,  y  la 
causa  es,  porque  como  no  tiene  tomo,  ni  se  vee  exteriormente,  no 
procuramos  de  desecharlo,  porque  no  lo  vemos,  ny  pensamos  que 
lo  tenemos;  y  de  aqui  es  que  a  muchos  vemos  que  los  acompana 
hasta  la  sepultura;  de  lo  qual  nos  dan  testimonio  muchos  testamen- 
tos  que  cada  dia  vemos  tan  Uenos  de  vanidad  y  soberuia  que  es 
grandissima  lastima.  La  verdad  es  que  buena  parte  de  la  culpa  des- 
to  echo  yo  a  los  confessores. 

Antronjo:  Espantado  me  teneys  con  lo  que  aueys  dicho;  y  pues  me 
descubristes  la  llaga,  por  charidad,  os  pido  que  me  deys  la  medicina, 
diziendome  alguna  manera,  como  pueda  yo  huyr  deste  peccado,  y 
(a)  mostrar  a  otros  que  tambien  huyan  del;  y  mirad  que  aueys  de 
hazer  lo  mismo  en  los  demas. 

ArvObjspo:  Soy  contento.  El  primero  y  mas  efficaz  remedio  es  que 
muy  de  veras  co-(vo.)-nozcays  que  soys  inclinado  a  el,  y  que  con 
pena  de  veros  con  esta  inclinacion  gimais  continuamente  delante  de 
Dios,  y  le  pidais  su  gracia  con  que  al  peccado  ensefioreeys,  y  la  in- 
clinacion muera.  AUende  desto,  aprouecharos  ha  mucho  si  tuuier- 
des  siempre  ojo  a  acompararos  con  los  que  son  y  valen  mas  que 
vos,  y  no  con  los  que  son  menos;  y  tambien  os  aprouechara  pensar 
mas  a  la  contina  en  vuestras  faltas  y  males,  que  en  vuestras  virtudes 
y  bienes. 

EusEBJo:  Por  cierto,  que  si  la  llaga  se  descubrio  mucho,  que  la  medi- 
cina es  harto  bastante  para  sanarla;  y  pues  assi  es,  dezidnos  de  la 
auaricia. 

§  2.  Ar^objspo:  A  la  auaricia  llama  Sant  Pablo  raiz  de  todo  mal; 
porque  los  que  andan  por  ser  ricos  caen  en  los  lazos  del  demonic 
y  en  muchos  desseos  vanos  y  sin  prouecho  y  daiiosos.  Este  pecado 
esta  prohibido  en  dos  mandamientos,  conuiene  a  saber,  en  el  sep- 
timo  y  en  el  vltimo ;  y  aun  tambien,  primero ;  porque  en  mandarnos 
que  no  hurtemos,  nos  manda  que  no  seamos  auarientos;  y  assi  mis- 
mo manda(r)nos  que  no  desseemos  la  hazienda  de  nuestros  proxi- 


59 


mos;  y  pues  del  primero  no  ay  que  dezir,  que  claro  estd  que  el  (fol. 
XLv)  que  es  auariento,  dessea  algo  fuera  de  Dios,  r  assi  quebranta 
el  primer  mandamiento ;  lo  qual  aun  mas  euidentemente  muestra 
Sant  Pablo  quando  dize  que  el  auariento  es  esclauo  de  los  ydolos. 
Tengo  yo  este  pecado  por  muy  danoso,  por  la  misma  razon  que  el 
primero;  porque  como  es  pecado  del  anima,  no  se  vee,  r  no  viendo- 
se,  no  se  conoce,  r  no  conociendose,  no  procuramos  de  desecharlo. 

R  para  deziros  la  verdad,  yo  no  osaria  dezir  que  no  soy  auarien- 
to, ni  aun  consejaria  a  nadie  que  lo  creyesse  de  si,  por  muy  libre  que 
a  su  parecer  estuuiesse  de  auaricia;  antes  siempre  confessare  mi  ma- 
la inclinacion  que  a  ella  tengo,  y  esto  me  sera  materia  de  gemir 
delante  de  Dios,  y  confesar  mi  miseria;  r  por  otra  parte,  consolarme 
[he]  con  lo  que  dize  Jesu  Christo,  que  bienauenturados  son  los  que 
Uoran,  porque  ellos  seran  consolados. 
EusEBJo:  Son  todas  vuestras  razones  tan  Christianas  que  no  ay  mas 
que  pedir;  r  pues  tan  bien  sabeys  descalabrar  y  sanar,  dezid  agora 
de  la  luxuria. 

§  3.  ARgoBJSPo:  Este  peccado,  dize  Sant  Pablo,  que  no  se  nombre 
entre  los  christianos,  r  con  mucha  razon,  pues  es  tan  torpe  y  bestial, 
(vo.)  Este  es  prohibido,  como  veys,  en  el  sexto  mandamiento,  donde 
nos  mandan  que  no  cometamos  adulterio,  del  qual  ya,  a  mi  pares- 
cer,  diximos  harto. 

El  remedio  para  este  es  la  templanga  en  el  comer  y  en  el  beuer,  r 
la  conuersacion  honesta  r  casta,  y  el  huyr  de  la  ociocidad,  la  qual 
es  madre  de  todo  mal  r  pecado.  Pues  deste  peccado  deueys  dezir  lo 
menos  que  pudieredes  a  los  ninos,  r  lo  que  les  dixeredes  sea  de  ma- 
nera  que  antes  lo  aborrezcan  que  lo  conozcan. 

Antronjo:  Digo  que  hare  como  mandays,  esto  r  todo  lo  demas. 

§  4.  EusEB JO :  Esta  bien ;  dezidme  de  la  yra. 

ARgoBJSPO:  Yo  os  doy  mi  palabra  que,  si  queremos  meter  la  mano, 
que  ay  bien  en  que,  porque,  si  yo  no  me  engano,  apenas  ay  quien 
della  se  Hbre;  vnos  mas  r  otros  menos.  Diximos  pues  deste  [pecado] 
algo  en  el  quinto  mandamiento,  diremos  agora  otro  poco,  r  despues, 
con  la  gracia  de  Dios,  daremos  armas  con  que  todo  christiano  se 
pueda  defender  del. 

Pues,  para  que  mejor  nos  entendamos,  digo  que  la  yra  aueys  de 
entender  que  es  todo  aquello  que  el  hombre  piensa,  dize,  o  haze  con 


60 


indinacion  contra  su  proximo,  quando  no  precede  consideracion  de 
la  charidad  Christiana;  y  es  tam-(fol.  XLVi)-bien  vna  mala  superflui- 
dad  del  mal  spiritual,  la  qual,  en  alguna  manera,  se  podria  llamar 
malicia.  Este  pecado,  como  se  ensenorea  en  la  mas  noble  parte  del 
hombre,  que  es  el  cora?6n,  por  marauilla  ay  quien  despues  de  en- 
trado  lo  pueda  desechar,  quereyslo  ver?  Hallareys  vn  hombre 
pacifico,  manso  r  quieto,  tanto  que  os  paresce  que  es  impossible 
auer  en  el  yra;  r  si  le  hazeys  ninguna  cosa  que  le  pese,  vereys  luego 
como  sale  r  se  manifiesta  la  yra  que  en  el  animo  estaua  escondida. 
R  acontescele  como  a  la  cal  biua  que,  sino  le  hechays  agua,  estasse 
quieta,  pero  en  hechandosela  luego  hierue;  r  assi  como  si  quando 
la  cal  hierue,  le  echays  vn  poco  de  azeyte  se  amata;  assi,  si  a  la  yra 
le  echays  vn  poco  de  charidad  Christiana,  la  matareis  luego. 

Pues  para  que  antes  que  saiga  la  mateis,  es  menester  que  seays 
diligente  a  oyr;  pero  negUgente  a  hablar;  r  no  basta  esto,  sino  que 
OS  acostumbreis  a  hazeros  fuerga  a  vos  mismo,  y  a  uencer  vuestros 
afectos.  Lo  primero,  como  dixe,  deueis  ser  tardio  en  hablar  quando 
estuuieredes  ayrado ;  r  lo  secundo,  que  es  mas  perfecion,  que  pongais 
en  vuestro  coraQon  de  no  querer,  por  todo  el  mundo,  ayraros ;  r  aun 
de  querer  alguna  (vo.)  vez  experimentar  si  soys  bastante  para  sufrir 
alguna  injuria  sin  moueros  a  yra  contra  el  que  os  la  haze.  Desta  yra 
habla  largamente  en  muchas  partes  la  Sagrada  Escriptura,  r  special- 
mente  Santiago,  el  qual,  assi  mismo,  da  remedies  para  ella ;  r  habla 
tambien  de  otra  yra,  que  es  santa  y  buena.  Esta  es  quando  nos  ayra- 
mos  contra  el  vicio  de  nuestro  proximo  r  no  contra  su  persona. 
Tambien,  segun  ensena  el  propheta  Dauid,  es  menester  para  que  no 
pequemos  que  nos  ayremos  contra  nuestros  vicios  r  pecados  propios. 

§  5.  EusEBJo:  Aueys  hablado  tan  a  mi  proposito  como  si  supierades 
mi  intencion;  r  assi  creo  que  hareys  en  el  quarto  pecado  mortal, 
que  es  gula. 

ARgoBJSPo:  Este  pecado  pone  Sant  Pablo  debaxo  del  primer  manda- 
miento,  quando  dize  que  el  dios  de  los  malos  es  el  vientre;  en  el 
qual  podemos  dezir  que  pecan  todos  los  que  hazen  cuenta  que  biuen 
para  comer,  r  no  que  comen  para  biuir,  porque  en  los  tales  quadra 
muy  bien  el  dicho  del  Apostol  que  su  dios  es  el  vientre. 

Podemos  muy  bien  dezir  que  este  peccado  es  prohibido  en  el  sexto 
mandamiento;  porque  el  que  nos  manda  que  seamos  castos,  man- 
danos  sin  dubda  que  tomemos  los  medios,  (fol.  xlvii)  de  la  castidad 


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que  son,  templan?a  en  el  comer,  poco  dormir,  trabajos  corporales, 
oracion,  licion,  contemplacion,  estudio,  hazer  buenas  obras  al  pro- 
ximo, padescer  frio,  calor  r  pobreza. 
EusEBJo:  Por  mi  saiud  que  me  ha  contentado  esto  en  extremo,  porque 
en  pocas  palabras  aueys  dicho  mucho. 

§  6.  Antronjo:  Cierto,  si  ha;  sino  que  yo  quisiera  que  se  declarara  ' 
mas;  pero,  pues  os  parece  que  basta,  vengamos  al  quinto  pecado 
que  es  inuidia. 

ARgoBJSPO:  Digoos,  en  mi  verdad,  que  tengo  yo  en  mi  pensamiento 
a  este  pecado  por  el  mas  graue  de  todos,  que  me  parece  que  sale  de 
animo  apocado  y  ceuil.  El  que  pequa  en  este,  va  contra  todos  los  | 
diez  mandamientos,  pues  derechamente  va  contra  la  charidad  en  que 
todos  ellos  estan  fundados;  pero  por  las  palabras  de  Sant  Juan 
veemos  claramente  que  el  quinto  mandamiento  es  el  que  principal- 
mente  se  quebranta  con  este  pecado,  porque  el  dize  que  el  que  abo-  , 
rrece  a  su  hermano,  teniendole  embidia,  este  tal  es  homicida;  y  por 
esto  me  parece  en  extremo  bien  lo  que  ley  vna  vez  en  Sant  Augus- 
tin,  que  conuiene  que  resistamos  a  la  yra,  porque  no  se  torne  en  i 
inuidia  y  en  enemistad.  Deuiera  el  de  ymaginar  que  la  (vo.)  yra  es 
como  vn  arbolico  y  la  inuidia  es  como  un  arbol  grande,  r  por  esto 
mando  que  cortasemos  el  arbolico  de  la  yra,  porque  no  se  hiziesse  ! 
arbol  grande  de  la  inuidia.  ' 

§  7.  EusEBJo:  Esta  muy  bien  dicho.  Resta  agora  que  nos  digays  algo 
del  vltimo  pecado  mortal  que  es  pereza.  i 

Ar^objspo:  Este  es  el  postrimer  lazo  con  que  el  demonio  procura  de  j 
enlazar  el  anima.  Es  prohibido  este  pecado  en  el  tercer  mandamien- 
to, que  es  sanctificar  las  fiestas.  Assi  que  offendemos  a  Dios  en  el 
en  dos  maneras,  corporal  r  spiritualmente :  corporal,  dexando  de  yr  i 
a  la  yglesia  a  missa  r  al  sermon;  dexando  de  rezar,  de  leer,  r  assi  j 
de  otros  exercicios  que  son,  o  pueden  ser,  santos  r  buenos;  spiri-  i 
tualmente,  quando  auiendo  empegado  a  caminar  por  el  camino  de  ' 
la  virtud,  quiero  dezir,  por  el  camino  de  Dios,  somos  negligentes  y 
nos  paramos  y  estamos  tibios  r  seguros,  perdido  el  amor  r  temor  , 
de  Dios;  y  a  estos,  dize  la  Escriptura,  que  son  malditos,  porque  ha- 
zen  las  obras  de  Dios  con  negligencia.  De  aqui  nacen  hipocritas  r  ' 
falsos  christianos ;  r  aun  sabeis  que  veo  muchas  vezes  que,  con  color  ; 
de  bien,  engaiia  muchas  vezes  el  demonio  mu-(fol.  XLViii)-chas  per- 


62 


sonas  senaladas  en  la  bondad  r  los  hace  caer  miserablemente  en 
este  pecado. 
EusEBJo:  ^De  que  manera? 

ARgoBJSPO:  Hazeles  entender  que  vale  mucho  la  paz  r  quietud;  lo 
qual  ellos  no  pueden  negar;  r  luego  hazeles  que,  por  no  perder 
aquello  que  ya  conoscen  ser  bueno,  dexen  de  hazer  el  bien  que  po- 
drian  a  sus  proximos;  r  assi  les  haze  que  entierren  el  talento  que 
Dies  les  dio  para  que  grangeassen  con  el  a  sus  proximos. 

EusEBJo:  La  razon  es,  a  mi  parescer,  harto  buena;  r  creo  yo,  sin  dub- 
da  ninguna,  que  esta  misma  os  hizo  a  vos  dexar  vuestra  quietud  r 
reposo,  donde  solamente  negociauades  con  Dios  r  con  vuestros  U- 
bros,  r  venir  a  tomar  la  carga  enojosa  deste  ar^obispado. 

§  8.  ARgoBJSPo:  Desso  Dios  sabe  la  verdad;  r  plazera  a  el  que  yo 
haga  obras  por  donde  la  muestre  a  todos;  pero  porque  concluya- 
mos  con  este  pecado  r  con  los  demas,  digo  que  el  remedio  que  yo 
hallo  mas  efficaz  y  verdadero,  y  el  que  a  mi  parescer  vos,  padre 
cura,  principalmente  deuenades  encomendar  a  vuestros  niiios,  es 
que  todo  christiano  tenga  buena  y  entera  voluntad  de  no  querer  por 
cosa  (vo.)  ninguna  offender  a  Dios;  r  conozca  assi  mismo  con  esta 
voluntad  quan  peligrosos  r  sutiles  son  los  lazos  del  demonio,  r  quan 
inclinado  es  el  animo  humano  al  mal.  R  como,  quando  mas  seguro 
se  piensa  que  esta,  estonces  tiene  mas  peUgro ;  y  en  fin,  que  siempre 
piense  que  poco  o  mucho  offende  a  Dios  en  todos  estos  pecados. 
R  que  con  todo  este  conocimiento,  desconfiando  totalmente  de  sus 
naturales  fuergas,  las  quales  sin  dubda  no  son  bastantes  para  tan 
gran  empressa,  deue  pedir  con  mucha  instancia  el  fauor  r  ayuda  de 
Dios,  para  poder  veneer  todos  estos  vicios  en  general,  r  particular- 
mente  para  aquel  de  que  se  sintiere  mas  fatigado.  R  junto  con  esto 
es  menester  que  tenga  firme  confianga  que  Dios  le  dara  aquello  que 
le  pide. 

En  fin,  aprouecha  mucho  aborrecer  el  pecado  r  amar  la  virtud,  r 
donde  quiera  que  vieremos  el  bien,  imitarlo  en  quanto  nos  fuere 
possible,  y  el  mal,  huyrio  como  pongona  pestilencial;  y  el  que  esto 
tuuiere,  creame  que  esta  cerca  del  bien,  y  tambien  el  que  no  lo  tu- 
uiere,  sepa  que  esta  dentro  del  mal;  y  de  aqui  digo  yo  que  no  se 
arrepiente  del  pecado  sino  el  que  muy  de  veras  le  aborrece  [y]  dexa. 
Antronjo:  Por  las  ordenes  que  recebi  (fol.  xlix),  que  no  os  puedo 
d[e]zir  otra  cosa,  sino  que  para  hazer  lo  que  dezis,  es  menester  hun- 


63 


dirme  r  hazerme  de  nueuo.  \0,  valame  Dios,  en  que  ceguedad  biui- 
mos  y  en  que  tinieblas,  aun  los  que  nos  tenemos  por  luz  del  mundo 
r  sal  de  la  tierra!  Por  charidad,  senor  mio,  pues  tanta  gracia  puso 
nuestro  Senor  en  vos,  no  os  canseys  de  hablar  con  nosotros;  r  agora 
me  dezid:  ^por  que  no  aueys  dicho  nada  de  las  circunstancias  que 
agrauian  el  pecado?;  pues  nosotros,  en  nuestras  confessiones,  ha- 
zemos  tanto  caso  dellas. 

ARgoBJSPo:  Mirad,  padre  cura;  lo  que  yo  en  todas  mis  platicas  pre- 
tendo  es  monstraros  lo  que  conuiene  para  que  todos  seamos  verda- 
deros  christianos,  legitimos  r  no  fingidos,  euangelicos  r  no  ceremo- 
niaticos,  spirituales  r  no  supersticiosos,  de  animos  generosos  r  no 
escrupulosos,  r  para  que  pongamos  nuestra  christiandad  en  la  sin- 
ceridad  del  animo,  y  no  en  solas  las  aparencias  exteriores;  y  en  fin, 
para  que  conozcamos  en  que  consiste  la  libertad  euangelica,  r  a 
quanto  se  estiende.  R  para  que  hagamos  nuestra  cuenta  que  si  ago- 
ra somos  ninos  en  Jesu  Christo,  quiero  dezir,  que  no  tenemos  criado 
del  todo  a  Jesu  Christo  en  nuestras  animas,  es  menester  trabajar  por 
criarle;  y  entonces  lo  ternemos  criado,  quando  fueremos  varones 
perfe-(vo.)-ctos ;  a  la  qual  perfecion  somos  sin  dubda  obligados  to- 
dos  los  christianos,  al  demenos,  si  no  a  tenerla,  cierto  a  procurarla. 
Pues,  para  este  effecto,  os  digo  que  tengo  yo  por  muy  aueriguado 
que  dana  en  alguna  manera  el  deraasiado  escudriilar  de  circunstan- 
cias, como  hazen  algunos  escrupulosos,  porque  engendra  escriipulos 
en  las  consciencias;  r  los  que  estos  tienen,  son  como  las  mugercillas 
a  quien  reprehende  Sant  Pablo,  que  andan  siempre  aprendiendo  r 
nunca  acaban  de  alcangar  el  perfecto  conocimiento  de  la  verdad. 
i,Quereis  que  os  diga  que  es  lo  que  yo  hallo  que  agrauia  o  disminu- 
ye  principalmente  el  pecado?  El  animo  con  que  se  haze. 

Antronjo:  No  entiendo  lo  que  dezis,  si  no  me  lo  declarais. 

Ar^obispo:  Aueis  de  saber  que,  entre  otros,  ay  dos  maneras  de  hom- 
bres  que  comunmente  pecan:  vnos  que  por  flaqueza:  estos  son  los 
que,  siendo  tentados,  r  no  pudiendo  facilmente  resistir  a  la  teata- 
cion,  caen  en  ella.  Destos  fue  Dauid  quando  peco  con  Bersabe  r 
tuuo  manera  como  matase  a  su  marido;  y  destos  fue  Sant  Pedro, 
quando  nego  a  Jesu  Christo ;  y  en  fin,  si  leeys  en  vn  libro  que  llaman 
Vitas  Patnim  hallareis  desta  manera  muchos  que  asi  como  cayan  en 
algunos  pecados  por  flaqueza  r  por  la  fuerga  de  la  tentacion,  r  no 
por  vellaqueria  ni  mahcia;  assi  luego,  como  cayan,  conociendo  (fol. 
l)  su  pecado  r  arrepentiendose  del,  se  tornauan  a  leuantar. 


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Ay  otros  que  pecan,  no  porque  son  tentados,  sino  por  costumbre 
vellaca  que  tienen  de  pecar,  y  por  malicia;  los  quales,  assi  como 
aman  el  vicio,  assi  jamas  pueden  ni  quieren  salir  del.  Estos  tales,  a 
mi  ver,  pecan  por  falta  de  fe,  porque  si  fe  tuuiessen,  ella  los  traeria 
en  conocimiento  de  Dios,  r  conociendole,  yo  os  prometo  que  abor- 
reciessen  los  vicios  que  antes  amauan. 

Assi  que  podemos  dezir  que,  assi  como  los  primeros  pecan  por 
flaqueza  r  poquedad,  assi  estos  pecan  por  infidelidad;  y  de  aqui  es 
que  vereis  vnos  hombres  que  se  estan  tan  de  assiento  r  reposo  en 
sus  pecados,  como  si  por  ellos  vuiessen  de  alcangar  alguna  biena- 
uenturanga.  No  quiero  dezir  lo  que  de  las  confessiones  de  los  tales 
siento,  pues  no  tengo  aqui  ninguno  dellos;  pero  algun  dia  les  dare  a 
entender  quan  perdidos  andan,  r  como  el  fruto  de  su  perdicion  sera 
pena  eterna. 

EusEBJO:  Plega  a  Dios  lo  hagais  como  dezis,  y  que  hecho,  aproueche 
tanto  como  todos  desseamos;  que  verdaderamente  en  esto  ay  gran- 
dissima  perdicion.  R  agora  quieros  dezir  esto:  que  se  me  figura  que 
con  esta  vuestra  diuision  de  pecadores,  entiendo  algunos  lugares  de 
la  Sagrada  Escritura  que,  a  mi  ver,  sin  ella  estan  escuros. 

ARq:oBJSPo:  Digos  de  verdad,  que  el  que  a  mi  me  la  dixo,  me  decla- 
(vo.)-r6  por  ella  algunos  que  yo  hasta  entonces  ni  por  pensamiento 
entendia. 

EusEBJo:  Ea,  dezid  alguno. 

Ar^objspo:  Porque  no  es  agora  tiempo,  quedese,  si  os  paresce,  para 
otro  dia. 

EusEBJo:  Bien  dezis.  Sea  como  mandaredes,  (r)  pues  el  dia  es  grande, 
r  aura  tiempo  para  todo.  Dezidnos  agora  muy  particularmente  de 
las  obras  de  misericordia,  assi  corporales,  como  spirituales. 

Ar^objspo:  Mirad,  hermanos;  (para)  el  christiano,  que  de  ueras  ama 
a  Dios  r  a  su  proximo,  sabe  que  es  obligado  a  socorrerle  en  todas 
sus  necessidades,  de  qualquier  manera  que  sea,  assi  como  dessea 
que  a  el  socorran  en  las  suyas.  A  mi  parecer  ay  muy  poca  necessi- 
dad  de  senalar  estas  obras  de  misericordia;  r  aun  si  miramos  en 
ello,  tanpoco  para  los  demas,  pues  ninguno  es  tan  sin  juyzio  que  no 
sepa  que  es  obligado  a  hazer  con  sus  proximos  lo  que  querria  que 
ellos  hiziessen  con  el. 

EusEBJo:  Pues  veamos,  ^por  que  se  seiialaron  estas  siete  cosas? 

Ar^objspo:  Esso  preguntadlo  vos  al  que  las  sefialo;  pues  yo,  ni  lo  se, 
ni  se  me  da  nada  por  saberlo. 


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LAS  QUATRO  VIRTUDES  CARDINALES 


EusEBJO:  For  mi  salud  que  teneys  razon,  pero,  pues  esto  no  quereys 
dezir,  dezidnos  de  las  virtudes  cardinales;  r  primero  nos  dezid,  por 
que  las  nombran  assi. 

Ar^objspo:  Nombranlas  assi,  porque  (fol.  li)  con  ellas  heredamos  el 
nombre  de  los  filosofos  gentiles,  los  quales  las  llamauan  cardinales, 
porque  a  su  parecer  en  ellas,  como  en  quiciales,  se  gouierna  r  sus- 
tenta  la  vida  humana.  Pero  seria  bien  que  ya  entre  los  christianos 
perdiessen  el  nombre,  pues  tenemos  otras  que  son  mucho  mas  que 
ellas,  a  las  quales  Uamamos  teologales. 

EuSEBJo:  Pues,  ^como  querriades  que  se  llamassen? 

ARgoBJSPo:  Podrianse  Uamar  virtudes  morales,  pues  todas  ellas  son 
para  instruir  humanamente  vn  hombre,  r  pueden  estar  en  vno  que 
no  sea  christiano. 

EusEBJo:  i,De  que  manera? 

Ar^objspo:  Desta.  La  prudencia,  que  consiste  en  el  conocimiento  de 
las  cosas;  r  assi  llamamos  prudente  al  que  habla  honesta  y  templa- 
damente  en  lo  que  se  le  offrece,  r  se  exercita  en  cosas  vtUes  r  hones- 
tas;  trata  a  cada  vno  como  conuiene,  Claro  esta  que  es  virtud  mo- 
ral, r  assi  la  puede  tener  vn  gentil. 

Tambien  la  justicia,  la  qual  consiste  en  ygualdad,  dando  a  cada 
vno  lo  que  es  suyo,  es,  en  la  verdad,  gran  color  de  virtud ;  r  al  que 
la  tiene  llamamos,  con  razon,  buen  varon;  a  la  qual  es  muy  con- 
junta  la  benignidad  r  clemencia.  Es  tambien  moral  r  puede  estar 
en  vno  que  no  sea  christiano. 

Allende  desto,  la  magnanimidad,  que  es  la  tercera  virtud,  a  la 
qual  assi  mesmo  llaman  for-(vo.)-taleza.  Consiste  en  acometer  grandes 
r  arduas  cosas,  y  en  menospreciar  las  cosas  mundanas,  que  son  infe- 
riores  al  hombre ;  y  en  no  entristecerse  con  las  cosas  aduersas,  ni  ale- 
grarse  demasiado  con  las  prosperas.  Es,  de  la  misma  manera,  moral. 

En  fin,  la  templanga  que  es  la  vltima  virtud,  que  consiste  en  ser 
vno  templado,  no  solamente  en  actos  illicitos,  pero  aun  en  todos 
affetos,  y  ser  senor  dellos  r  no  sieruo,  y  en  ser  mo  desto  r  sufrido, 
tanto  que  de  ninguna  manera  se  aparte  de  lo  que  viere  ser  honesto 
r  bueno.  Es  tambien  moral,  como  las  otras  virtudes,  las  quales  ya 
vos  veis  que  pueden  estar  en  vn  hombre,  como  dixe,  no  christiano. 

Y  assi  como  a  este  tal  podrian,  sin  dubda  ninguna,  ser  causa  de 
hazerle  caer  en  el  vicio  de  la  soberuia,  porque  no  atribuyendolas  ni 


66 


endere^andolas  a  Dios,  sino  a  si  mismo,  es  for^ado  que  se  preciana 
dellas;  assi  tambien,  si  caen  en  vn  animo  christiano,  contienen  en 
si  gran  bien;  de  manera  que,  para  que  ellas  sean  verdaderas,  es 
menester  que  las  hagamos  Christianas  y  las  baptizemos;  pues  si  las 
baptizamos,  ningun  inconueniente  es  que  les  quitemos  el  nombre; 
specialmente  pues  veemos  que  injustamente  lo  posseen.  R  quando 
vos,  padre  cura,  a  vuestros  ninos  y  a  otros  qualesquiera  enseiiaredes 
estas  virtudes,  sera  bien  que  (fol.  lii)  las  apliqueis  a  la  doctrina  de 
Jesu  Christo,  para  que  quando  sean  grandes,  r  las  topen  en  algiin 
libro  de  algun  filosofo,  las  sepan  entender  como  christianos  r  no 
como  filosofos. 

Antronjo:  Esso  hare  yo  de  muy  buena  gana,  aunque  no  fuesse  sino 
porque  soy  enemigo  destas  filosofias  r  letras  profanas;  pero  es  me- 
nester que  vos  me  digais  como  lo  tengo  de  hazer. 

Ar^objspo:  Como,  padre,  ly  aueisos  dado  algiin  tiempo  a  estas  letras? 

Antronjo  :  No,  en  verdad,  ni  aun  quisiera. 

Ar^objspo:  Pues,  ^por  que  estais  mal  con  lo  que  no  conoceis? 

Antronjo:  Por  vuestra  vida  que  no  me  metais  en  estas  preguntas, 
sino  que  me  digays  esto  que  os  pregunto. 

ARgoBJSPO:  Soy  contento.  Aueis  de  saber  que  la  prudentia  podeis  de- 
zir  que  nos  la  encomendo  Jesu  Christo,  Nuestro  Serior,  quando  di- 
xo:  "Sed  prudentes  como  serpientes  y  simples  como  palomas";  la 
justicia,  quando  nos  mando  que  hiziessemos  con  los  hombres  lo  que 
querriemos  que  ellos  hiziessen  con  nosotros,  r  la  magninimidad, 
quando,  animando  a  sus  discipulos,  dixo:  "No  tengays  miedo  de  los 
que  matan  el  cuerpo,  pues  no  tienen  poder  para  matar  el  anima." 
La  temperancia,  quando  dixo:  "Qualquier  hombre  que  mirare  algu- 
na  muger  para  cobdiciarla,  ya,  en  su  coragon,  ha  cometido  con  ella 
adulterio."  Veis  aqui  de  que  manera  las  podreis  apHcar.  (vo.) 

Antronjo:  Esta  muy  bien  dicho;  pero  para  que  yo  enteramente  las 
entendiera,  r  supiera  essas  autoridades  del  Euangelio,  fuera  menester 
que  me  lo  declararades  mas. 

ARgoBJSPo:  Si,  hare,  pero  otro  dia. 

LAS  TRES  VIRTUDES  THEOLOGALES 

EusEBJo:  Muy  bien  dezis;  r  pues  tan  altamente  aueis  hablado  en  estas 
virtudes,  hablando  en  ellas  de  mala  gana;  por  vuestra  vida,  que  nos 


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digays  algo  de  las  virtudes  theologales,  pues  en  estas,  por  ser  Chris- 
tianas, se  que  holgareys  de  hablar. 
ARgoBJSPO:  Si  hare,  en  verdad;  r  aun  que  todo  lo  demas  que  he  dicho 
me  ayays  de  agradecer  vosotros  a  mi,  esto  os  agradecere  yo  a  voso- 
tros,  que  me  lo  querays  escuchar,  porque  todas  las  vezes  que  destas 
virtudes  hablo,  siento  muy  a  la  clara  que  nueuamente  r  de  nueua 
manera  empiegan  a  crecer  en  mi  anima.  Plega  a  Dios  que  de  la 
misma  manera  crezcan  en  las  vuestras,  que  en  la  verdad,  todo  el 
fin  de  las  platicas  de  los  christianos  deueria  ser  este. 

Son,  pues,  tres  las  virtudes  theologales;  conuiene  a  saber:  fe,  es- 
peranga  r  charidad;  las  quales  estan  tan  conjunctas  r  ayuntadas  en- 
tre  si,  que  la  vna  nace  de  la  otra;  r  assi  tengo  por  muy  aueriguado 
que  el  que  perfectamente  tuuiera  la  vna,  las  terna  todas  tres. 

§  1.  Digamos,  pues,  primero  de  la  primera,  que  es  la  fe.  (fol.  liii) 
Quanto  a  lo  primero,  es  menester  que  sepays  como  este  vocablo, 
fe,  se  toma  de  dos  maneras  en  la  Sagrada  Escriptura:  en  la  vna, 
entendemos  que  fe  es  vna  certidumbre  y  creencia  de  las  cosas  que 
nunca  vimos;  esta  puede  estar  muerta,  sin  obras,  y  puedela  tener 
vn  ladron  y  vn  desuellacaras,  aunque  imperfecta.  Desta  aueis  de 
saber  que  habla  pocas  vezes  la  Sagrada  Escritura,  y  esta  es  la  que 
dize  Santiago  que,  quando  no  esta  acompanada  con  charidad,  esta 
muerta;  quiere  dezir,  que  vale  poco. 

En  la  otra  manera  entendemos  que  fe  es  confianga,  assi  como  si 
quando  oymos  algunas  palabras  de  Dios,  despues  de  auer  creydo 
que  son  suyas  y  verdaderas,  ponemos  toda  nuestra  confianga  en 
Dios,  que  las  cumplira.  Entonces  tenemos  la  fe  biua,  la  qual  es 
raiz  de  las  obras  de  charidad.  Y  assi  como  de  la  raiz  del  arbol  salen 
las  ramas,  y  donde  ay  raiz  no  puede  ser  que  a  su  tiempo  no  aya  ra- 
mas,  assi  donde  esta  tal  fe,  como  esta,  no  puede  ser  que  no  aya 
obras  de  charidad,  si  empero  se  ha  de  conseruar.  Mas  os  digo:  que 
porque  esta  fe  de  que  yo  hablo,  a  la  qual  los  theologos  Uaman  fe 
formada,  es  como  vn  biuo  fuego  en  los  coragoues  (vo.)  de  los  fieles, 
con  el  qual  de  cada  dia  mas  se  apuran  y  aUegan  a  Dios,  por  esso  la 
comparo  yo  al  fuego:  porque  assi  como  es  imposible  que  el  fuego 
no  escallente,  assi  tambien  es  impossible  que  esta  fe  no  obre  obras 
de  charidad,  porque  si  no  las  obrasse  dexaria  de  ser  fe  verdadera. 
De  todo  esto  podemos  muy  bien  concluyr  que  para  que  vn  chris- 
tiano  tenga  fe  es  menester  que  crea  en  Dios,  y  que  crea  a  Dios. 


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Antronjo:  Para  mi  seria  esso  menester  mas  claro. 

ARgoBJSPO:  Pues  yo  os  lo  declarare.  Quando  digo  que  es  menester 
que  crea  a  Dios,  digo  que  ha  de  creer  todas  las  cosas  que  estan  en 
la  Sagrada  Escriptura  escritas  de  Dios.  Quando  digo  que  es  menes- 
ter que  crea  en  Dios,  digo  que  ha  de  creer  y  tener  entera  confianga 
en  Dios,  como  en  vltimo  fin  suyo  y  en  los  prometimientos  de  Dios; 
puesto  caso  que  le  parezca  todo  sobre  razon  humana,  pues  en  tal  ca- 
so  es  menester  que  este  subjuzgada  la  razon  a  la  obediencia  de  la  fe. 

§  2.  EusEBJo:  Veamos,  ^y  dessa  manera  no  se  confunde  con  la  fe, 
la  esperan^a? 

ARgoBJSPo:  No,  de  ninguna  manera;  y  para  que  veays  esto  muy  cla- 
ramente,  os  porne  vna  comparacion,  y  despues  de  puesta,  auremos 
declarado  que  cosa  es  esperanga.  Imaginad  (fol.  liiii)  agora,  que 
vn  hombre  que  tiene  la  cabe?a  y  los  pies  de  cera  esta  de  aquella 
parte  de  aquel  monte,  el  qual  es  todo  de  fuego,  y  que  viene  a  el  vn 
otro  hombre  y  le  dize:  "Si  quieres  passar  de  la  otra  parte,  donde  ay 
vn  lugar  a  marauilla  deleytoso,  confiate  en  mi  y  dame  la  mano,  que 
yo  te  passare;  y  si  nunca  te  apartares  de  mi,  ni  me  dexares  por  cosa 
ninguna,  ponerte  he  en  el  lugar  deleytoso  que  te  digo."  Luego  el 
hombre,  aunque  le  paresce  cosa  impossible,  confiandose  en  el,  me- 
tese  en  el  fuego,  y  aunque  en  el  camino  tropiega  y  cae,  jamas  pierde 
la  confianga  que  tiene  en  su  guiador,  sino,  tornando  a  leuantarse, 
passa  adelante :  veys  aqui  la  fe.  Este  mismo  hombre  Ueua  muy  gran- 
de  esperanga  en  su  guiador,  que,  passados  del  monte,  lo  porna  en 
el  lugar  deleitoso  que  le  dixo,  si  no  se  aparta  del  ni  le  dexa:  veys 
aqui  la  esperanga. 

EusEBJo:  Por  mi  salud,  que  es  la  comparacion  a  marauilla  linda. 

Antronjo:  Por  amor  de  Dios  os  suplico  que  la  declareys  mas  para  que 
mejor  la  entienda  yo,  porque  me  paresce  que  tiene  gran  moralidad. 

EusEBJo:  Si,  tiene;  y  aun  qui?a  mas  que  pensais;  pero  porque  no  nos 
detengamos  agora,  acordamelo  vos  quando  estemos  de  espacio,  que 
yo  OS  lo  declarare  largamente. 

§  3.  Ar^objspo:  Muy  bien  os  dize;  (vo.)  de  manera  que  pues  tene- 
mos  ya  dicho  de  la  fe  y  de  la  esperanga,  resta  que  digamos  de  la 
charidad. 

De  las  cosas  que  desta  madre  y  raiz  de  todas  virtudes  os  dixe  en 
el  principio  del  Credo  y  en  los  dos  mandamientos  del  amor  de  Dios 


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y  del  proximo,  bien  creo  que  os  acordais;  por  tanto  a  ello  me  remi- 
to,  pues  charidad  no  es  otra  cosa  sino  amor  de  Dios  y  del  proximo. 
Esta  es  mucho  menester  que  este  encaxada  en  nuestros  animos,  pues 
sin  ella  no  podemos  ser  christianos.  Esta  es  la  seilal  que  Jesu  Chris- 
to,  Nuestro  Seilor,  quiso  que  tuuiessen  los  suyos  entre  todos  los 
otros;  "En  esto,  dixo  El,  conosceran  todos  que  soys  mis  discipulos, 
si  OS  amaredes  vnos  a  otros".  De  esta  charidad  nos  da  Jesu  Christo 
nueuo  mandamiento,  quando  dize:  "Vn  nueuo  mandamiento  os 
doy,  y  este  es  que  os  ameys  vnos  entre  otros  como  yo  os  amo." 
Esta  es  la  virtud  de  que  tanto  habia  Sant  Pablo  en  todas  sus  Epis- 
tolas,  a  la  qual  sobre  todas  ensalga.  Esta,  dize  Sant  Pedro  que  es 
la  que  atapa  y  cubre  la  muchedumbre  de  nuestros  pecados.  Esta  la 
prefiere  Sant  Pablo  a  la  fe  y  a  la  esperan?a;  sin  esta  dize  que  no 
valdria  nada,  (fol.  lv)  puesto  caso  que  tuuiese  todas  las  demas.  Es- 
ta, en  fin,  dize  que  no  cae  jamas,  ni  cessa,  aunque  se  acabe  esta 
vida ;  y  si  OS  ouiesse  de  dezir  lo  que  de  toda  la  Sagrada  Escriptura 
tengo  coUegido  desta,  seria  para  nunca  acabar.  Pues,  concluyendo, 
digo,  que  si  bien  mirays  en  ello,  hallareys  que  la  hermandad  destas 
virtudes  es  tanta,  que  jamas  esta  la  vna  verdadera  sin  la  otra;  por- 
que  el  que  tiene  verdadera  y  biua  fe,  esta  claro  que  tiene  charidad; 
porque  para  creer,  conosce;  y  creyendo  y  conosciendo,  ama;  y  aman- 
do,  obra;  y  assi  mismo  espera  en  aquel  a  quien  conosce,  cree  y  ama. 

EusEBJo:  Enamorado  me  han  vuestras  palabras.  Bendito  sea  Dios 
que  tan  alto  juycio  y  spiritu  os  dio,  y  plega  a  su  immensa  bondad 
y  misericordia  que  hagan  en  nuestras  animas  el  fruto  que  vos  al 
principio  dixistes.  jO,  quien  viesse  tiempo  en  que  estas  cosas  desta 
manera  se  dixissen  en  los  pulpitos,  pues  tanto  importa  que  todo 
christiano  las  sepa! 

Ar^objspo:  Y  aun  porque  veo  yo  que  no  se  dizen,  por  esso  quiero 
hazer  de  manera  que  particularmente  cada  padre  instruyga  a  su  hijo 
de  ellas  y  cada  maestro  a  su  disci'pulo. 

Antronjo:  iY  si  el  padre  no  las  sabe? 

Ar^objspo:  Que  las  pro-(vo.)-cure  de  saber;  y  si  no  quiere  sino  ser 
el  ruyn,  busque  alguna  persona  que  las  ensene  a  su  hijo,  pues  val- 
dran  ciertamente  mas  que  quanta  hazienda  le  puede  dexar. 

Antronjo:  Si,  no  tomeys  menos;  tras  cada  rincon  os  hallareys  quien 
sepa  hazer  y  dezir  esso  o  quien  quiera. 

EusEBJo:  Dexaos  dessas  repUcas,  que  yos  prometo  no  faltarien,  si  los 
buscassen;  pero  jmal  pecado!,  al  ruyn  padre  no  se  le  da  nada  que 


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su  hijo  sea  tan  ruyn  como  el.  Pero  dexemos  esto,  que  es  perder  tiem- 
po;  y  si  no  os  cansan  nuestras  preguntas,  dezidnos  agora  que  deue- 
mos  ensenar  acerca  de  los  dones  del  Espiritu  Santo. 

LOS  SIETE  DONES  DEL  ESPIRITU  SANTO 

ARgoBJSPO:  Esso  hare  yo  de  muy  buena  voluntad;  y  quiero  que  se- 
pals de  ml  vna  cosa :  que  noches  y  dlas  no  me  cansarla  de  hablar  en 
lo  que  aqul  hablamos,  porque  entonces  descanso  yo,  quando  pienso 
y  hablo  en  cosas  Christianas;  y  pues  quereys  que  os  diga  de  los  do- 
nes del  Espiritu  Santo,  aueis  de  estar  muy  attentos. 

Antronjo:  Que  nos  plaze. 

ARgoBJSPo:  De  los  dones  que  da  Dios  al  anlma  que  eUge  y  escoge 
para  si,  a  los  quales  con  mucha  razon  llamamos  dones  del  Splritu 
Santo,  quisiera  tener  mas  tiempo  para  hablaros  largamente  todo  lo 
que  siento  y  se,  y  querria  (fol.  lvi)  que  todos  sintiessen  y  supiessen; 
pero  mejor  sera  que  solamente  os  apunte  de  cada  vno  lo  que  haze 
al  caso,  para  que  sobre  aquello  podays  vosotros  enseiiar  a  vuestros 
siibditos  lo  que  os  paresciere  que  mas  les  conuiene.  Plega  a  la  bon- 
dad  de  Dios  que  de  tal  manera  hablemos  en  ellos,  que  despues  de 
platicados  queden  muy  de  raiz  imprimidos  en  nuestras  animas. 

Aueis  de  saber  que  destos  dones  principalmente  habla  el  propheta 
Esaias  en  vna  licion  que  empiega:  Egredietur  virga  de  radice  Jesse, 
etc.  donde  pone  siete  dones  de  que  fue  dotada  el  anima  de  Jesu 
Christo,  Nuestro  Seilor  y  Redemptor;  y  aunque  en  ella  estuuieron 
todos  juntos,  repartelos  empero  Dios  en  nosotros,  dando  a  cada 
vno  segun  su  capacidad.  Deste  repartimiento  de  dones  habla  larga- 
mente Sant  Pablo  en  vna  de  sus  Epistolas,  donde  cuenta  los  estados 
que  Dios  pone  en  su  yglesia.  Aquello  querria  que  leyessedes,  lo  qual 
hallareis  en  la  primera  Epistola  ad  Corinthios,  en  el  capitulo  doze. 

EusEBJo:  Presupuesto  esto,  digamos  de  que  manera  cada  vno  de  los 
dones  se  deue  entender  y  que  se  deue  sentir  dellos,  y  que  es  el  effec- 
to  que  haze  en  el  anima  del  christiano  cada  vno  dellos.  (vo.) 

§  1 .  [ARgoBJSPo] :  Primeramente,  el  don  de  sabiduria  da  Dios  comun- 
mente  al  anima  para  que  le  conozca  y  guste;  y  particularmente  lo 
da  a  los  que  an  de  ensenar  a  sus  proximos,  para  que,  mediante  el, 
sepan  ensefiar  toda  verdad  con  mucho  feruor  y  sin  temor  ninguno; 
y  ensefiar,  no  por  interesse  ni  con  ambicione  de  ser  tenidos  y  esti- 


71 


mados  por  sabios,  sino  solamente  de  magnificar  y  engrandescer  la 
dotrina  de  Jesu  Christo  y  imprimirla  y  encaxarla  en  los  animos  de 
todos.  Esta  es  la  sabiduna  con  que  hablauan  los  Apostolos,  y  con 
esta  gustauan  y  sentian  lo  que  hablauan  al  sabor  desta,  y  al  olor 
corrian  los  donzellas  que  dize  el  Sabio  en  los  Cantares ;  con  esta  es- 
criuieron  los  santos  Dotores.  Desta  manera  aueys  de  entender  este 
don  de  sabiduna;  y  este  es  el  effecto  que  haze  en  el  anima,  porque 
como  esta  sabiduna  venida  del  cielo  es  sciencia  sabrosa,  de  tal  ma- 
nera se  imprime  y  encaxa  en  nuestros  animos,  que  nos  da  feruor  y 
efficacia  para  predicar  la  bondad  y  misericordia  de  Dios  muy  de  otra 
manera  que  si  no  la  tuuiessemos,  puesto  caso  que  alcan?assemos 
toda  la  sciencia  que  con  fuer9as  humanas  se  puede  alcangar. 

§  2.  (fol.  LVii)  El  segundo  don,  que  es  entendimiento ,  da  Dios  a  los 
que  han  de  oyr  la  dotrina,  para  que  mediante  el  oyan  con  mucha 
attencion  y  entiendan  con  amor  lo  que  oyeren,  y  entendiendolo  lo 
sepan  aplicar  segiin  la  necessidad  [que]  tuuieren,  y  se  sepan  apro- 
uechar  dello.  Assi  que  el  anima  a  quien  Dios  da  este  alto  don  sabe 
muy  bien  aplicar  a  si  y  aprovecharse  de  todas  las  cosas:  en  todas 
halla  a  Dios,  todas  le  predican  y  dizen  la  grandeza,  bondad,  omni- 
potencia  y  sabiduna  de  Dios;  en  todas  lo  conosce,  en  todas  lo  halla 
y  en  todas  lo  vee;  en  fin,  todo  lo  entiende,  en  quanto  le  puede  apro- 
uechar  para  su  saluacion ;  de  manera  que  la  sabiduna  da  armas  a  la 
boca,  y  el  entendimiento  arma  al  coragon. 

§  3.  El  tercer  don  que  es  consejo,  da  Dios  al  anima  para  que  sepa  dar 
buen  consejo  a  sus  proximos,  y  aun  tomarlo  para  si.  Este  don  es 
el  que  haze  a  los  buenos  que  den  buenos  y  sanctos  consejos  a  los 
que  se  lo  piden. 

Antronjo:  Quanto  a  mi,  lo  mismo  me  paresce  que  es  este  don  que 

el  primero. 
ARgoBJSPo:  ^Por  que? 

Antronjo:  Porque  creo,  y[o]  que  el  que  tiene  sabiduria  terna  tam- 
bien  consejo. 

ARgoBJSPO:  Enganado  estais;  (vo.)  que  muchas  vezes  acontece  que  es 
vno  sabio  y  le  falta  consejo;  ^quereyslo  ver  por  autoridad  de  la  Sa- 
grada  Escritura?  Moses,  ^no  creys  vos  que  tenia  don  de  sabiduria? 

Antronjo:  Si,  creo,  sin  dubda  ninguna  y  aun  grande. 

Ar^objspo:  Pues  mirad  como  le  falto  el  don  de  consejo,  que  segun  se 


72 


cuenta  en  el  Exodo,  estando  Moyses  con  grandissimo  trabajo,  por- 
que  era  juez  de  todas  las  pendencias  del  pueblo  de  Israel,  vino  a 
verlo  Jethro,  su  suegro,  y  aconsejole  que  repartiesse  aquel  trabajo 
entre  doze  personas  escogidas  del  pueblo,  porque  el  no  lo  podria 
sufrir;  a  Mosen  le  parescio  bien  el  consejo  de  su  suegro  y  piisolo 
por  obra.  Veys  aqui  como  lo  que  falto  a  Mosen  tuuo  su  suegro, 
que  fue  este  don  de  consejo,  y  aun  por  ventura  se  podria  traer  a 
este  proposito  la  reprehension  que  hizo  Sant  Pablo  a  Sant  Pedro. 

EusEBJO :  No  cureys ;  lo  dicho  basta.  Con  que  aueys  muy  bien  proua- 
do  vuestra  intencion,  dezidnos  adelante. 

Ar^objspo:  Bien  dezis. 

§  4.  El  quarto  don,  que  es  fortaleza,  da  Dios  al  que  es  aconsejado, 
para  que  con  buen  animo,  fuerte  y  perseuerante,  ponga  en  effecto 
el  consejo  que  recibe.  Este  don  es  en  todos  muy  necessario,  porque 
(fol.  LViii)  todos  tenemos  necessidad  de  consejo,  vnos  mas  y  otros 
menos,  pero  ninguno  se  escapa,  por  mas  estirado  que  sea;  y  el  que 
piensa  que  menos  lo  ha  menester,  aquel  tiene  mas  necessidad  del. 

EusEBJo:  Verdaderamente  vos  dezis  muy  gran  verdad,  porque  yo  co- 
nozco  algunas  personas  que,  aunque  por  vna  parte  son  buenas  y 
sabias,  por  otra,  confiandose  en  sus  paresceres,  y  no  quiriendo  to- 
mar  el  consejo  que  con  charidad  y  santo  zelo  sus  proximos  les  dan, 
han  venido  a  caer  en  algunas  cosas  de  que  a  muy  poca  costa  se 
pudieran  librar. 

Ar^obispo:  Muy  a  mi  proposito  aueys  hablado,  y  quisiera  en  este  ca- 
so  hablar  mas  largamente  con  vos,  pero  quedarse  ha  para  otro  dia. 
Agora  digamos  adelante. 

§  5.  El  quinto  don,  que  es  sciencia,  da  Dios  a  aquellos  que  eUge  por 
predicadores  y  pregoneros  de  su  dotrina  sagrada. 

Antronjo:  Veamos,  i,que  differencia  hazeys  vos  entre  sabiduria  y 
sciencia?,  porque  a  mi  todo  me  paresce  una  misma  cosa. 

ARgoBJSPO:  Yo  os  la  dire:  que  la  sabiduria,  que  es  sciencia  sabrosa, 
es  para  conoscer,  gustar  y  sentir  a  Dios,  y  assi,  quanto  el  anima 
mas  tiene  desta  sabiduria,  mas  conosce  y  mas  (vo.)  siente  y  mas 
gusta.  Esta  da  muchas  veces  Dios  a  una  viejezica  y  a  vn  idiota  y 
niegala  a  vn  letradazo,  de  tal  manera,  que  si  le  hablais  en  ella  le 
parescera  que  es  algarauia  o  tal  que  cosa.  Es  la  sciencia  particular- 
mcnte  para  los  que  han  de  enseiiar  la  palabra  de  Dios,  y  assi  aueis 


73 


de  entender  que  esta  es  la  que  Jesu  Christo  prometio  a  sus  Aposto- 
les,  a  la  qual,  les  dixo,  que  no  podnan  los  hombres  resistir.  Bieii 
es  verdad  que  muchas  vezes  se  toma  la  vna  por  la  otra,  quiero  dezir, 
la  sabiduna  por  sciencia  y  por  el  contrario;  pero  mirad  que  debaxo 
deste  nombre  de  sciencia  no  entendays  esta  que  con  industria  hu- 
mana  se  adquiere,  la  qual  hincha  y  ensoberuece. 
Antronjo:  Ya  entiendo  bien  esto.  Dezid  adelante. 

§  6.  Ar^objspo:  El  sexto  don,  que  es  piedad,  da  Dios  al  anima  con 
que,  despues  de  recebida  la  dotrina,  sea  santificada,  porque  piedad 
quiere  dezir  santidad;  assi  que  el  que  recibe  don  de  piedad  recibe 
don  de  verdadera  religion  y  santidad. 

Antronjo:  Luego,  segun  esso,  ^todos  los  christianos  que  auemos  re- 
cebido  la  dotrina  de  Jesu  Christo  auiamos  de  ser  santos? 

Ar^objspo:  Por  cierto,  tales  auiamos  de  ser;  (fol.  ux)  y  no  lo  son  los 
ruynes,  que  los  buenos  si  son,  porque  con  la  dotrina  euangelica 
reciben  don  de  santidad,  y  son  santos  todos  los  que  la  abragan  y 
cumplen  como  deuen,  y  aun  a  este  proposito  llama  Sant  Pablo  a  los 
christianos,  santos 

Antronjo:  No  lo  creays. 

Ar^objspo:  Si,  quiero  creerlo,  porque  lo  se  muy  bien. 
Antronjo:  ^Quien  os  lo  dixo? 

Ar^objspo  :  Yo  lo  he  leydo  en  muchas  partes  muchas  vezes,  y  particu- 
larmente  lo  hallareys  donde,  enbiando  San  Pablo  encomiendas  a 
ciertas  personas  a  quien  escriue,  dize:  encomiendanseos  todos  los 
sanctos,  especialmente  los  que  moran  en  casa  del  Emperador. 

Antronjo:  No  cureys  de  mas,  que  yo  lo  creo;  no  dezis  cosa  que  no 
sea  mucha  verdad.  Dezid  adelante. 

§  7.  Ar^objspo:  El  septimo  don,  que  es  temor,  da  Dios  al  anima  para 
que  biua  en  continuo  recelo  y  recatamiento  de  no  offenderle;  as- 
si que  es  este  santo  temor  parte  de  dulcissima  religion,  y  es  muy 
excelente,  porque  por  el  se  conseruan  los  otros  dones,  y  quanto  mas 
tiene  el  anima  deste,  tanto  mas  y  mas  se  guarda  y  conserua  justa  y 
sanctamente  en  el  amor  y  gracia  de  Dios.  Este  te-(vo.)-mor  es  muy 
contrario  al  que  dize  Sant  Juan  que  no  puede  estar  junto  con  la 
charidad,  la  qual,  si  es  perfecta,  segun  el  mesmo  dize,  alcanna  fuera 
al  mal  temor.  Es  tambien  este  temor  de  quien  dize  Dauid:  "Venid 
aca,  mis  hijos,  oydme  y  enseilaros  he  el  temor  del  Senor",  del  qual 


74 


tambien  en  otras  muchas  partes  habla  la  Sagrada  Escriptura,  asis 
como  es  aquello:  "El  que  teme  a  Dios  obrara  obras  buenas."  Y 
aquello  del  Sabio:  "Hijo,  quando  te  allegares  al  seruicio  de  Dios, 
esta  en  justicia  y  en  temor,  y  apareja  tu  anima  para  la  tentacion." 
Y  assi,  desta  manera,  hallareys  alabado  este  santo  temor  en  muchas 
partes. 

Assi  que  veys  aqui  lo  que  yo  se  de  los  dones  del  Espiritu  Santo, 
y  allende  desto,  se  dellos  otra  cosa  mas  prouechosa;  esta  es  que  vale 
mas  gustarlos  y  sentirlos  en  el  anima,  que  no  platicarlos  ni  dezirlos 
con  la  lengua.  j  O,  valame  Dios,  y  quan  grande  dulgura  y  que  mara- 
uilloso  gozo  deue  sentir  el  anima  quando  conosce  en  alguna  manera 
en  si  estas  tan  ricas  joyas  o  parte  dellas,  dadas  de  mano  de  su  esposo 
Jesu  Christo!  jque  alegria,  que  contentamiento,  que  descanso!  i  co- 
mo se  (fol.  Lx)  hallara  rica  y  bienauenturada  con  tan  verdaderas 
riquezas,  y  como  terna  por  vassura  estas  cosas  que  los  amadores 
del  mundo  tienen  por  riquezas!  icon  quanto  seiiorio  las  posseera; 
con  quanta  liberalidad  las  repartira!  Tengo  yo  por  muy  aueriguado, 
que  el  que  no  goza  destas  riquezas  spirituals,  no  puede,  como  deue, 
menospreciar  las  corporales,  ni  ser  senor  dellas.  Quando  esto  pien- 
50,  no  tengo  en  mucho  los  trabajos,  las  fatigas,  los  tormentos,  las 
afrentas,  los  martyrios  que  dizen  que  los  santos  martyres  passaron, 
pues  sin  dubda  ternian  adornadas  sus  animas  con  estos  tan  ricos 
joyeles,  los  quales  sentian  y  conoscian  que  eran  vna  manera  de  em- 
pressa  o  prenda  de  la  vida  eterna;  y  allende  desto,  porque  los  lleua- 
ua  al  martyrio  el  amor,  el  cual  dize  [el  Sabio]  que  es  fuerte  como 
la  muerte. 

EuSEBJo:  Por  mi  fe,  que  vuestras  palabras  son  de  tanta  efficacia  que 
creo  bastan  para  mouer  vn  cora?6n  de  piedra  dura;  especialmente 
quando  os  encendeys  vn  poco. 

LOS  CINCO  MANDAMIENTOS  DE  LA  YGLESIA 

Antronjo:  ^Sabeis  en  que  he  mirado?  Que  nunca  le  aueys  preguntado 
de  los  mandamientos  de  la  Yglesia,  y  di-(vo.)-gos  de  verdad  que  es 
esto  lo  que  yo  mas  desseo  saber. 

EusEBJo:  No  penseys  que  se  me  han  oluidado;  pero  porque  es  mas 
principal  lo  que  hasta  agora  he  preguntado,  por  esso  los  he  dexado. 

Antronjo:  ^Como  mas  principal? 


75 


1 


EusEBJO:  Yo  OS  lo  dire;  porque  es  mas  necessario  que  el  christiano  se-  ' 
pa,  que  es  lo  que  ha  de  hazer  para  con  Dios,  que  para  con  la  Ygle- 
sia.  Se  que  no  somos  obligados  a  seruir  a  Dios  por  la  Yglesia,  sino 
a  la  Yglesia  por  Dios. 

Antronjo:  Digo  que  teneis  razon;  pero  si  mandays,  todavia  querria  | 
que  nos  dixese  algo  destos  mandamientos,  ! 

Arcobjspo:  Si,  dire,  por  hazeros  plazer.  j 
Quanto  a  lo  primero,  ya  sabeys  que  los  mandamientos  que  dicen  i 
comunmente  de  la  Yglesia,  son  cinco,  Diremos  de  cada  vno,  por  ! 
su  orden,  lo  que  sintiremos  que  convernia  que  todos  los  christianos  I 
supiessen,  y  especialmente  lo  que  sera  bien  que  enseiieys  vosotros 
a  vuestros  subditos;  pues  este  es  nuestro  principal  intento.  j 

i 

§  1.  El  primero  es  oyr  missa  enter  a  los  domingos  y  fiestas  de  guardar. 
La  intencion  con  que  la  Yglesia  (fol.  lxi)  se  mouio  a  mandar  esto  es 
porque,  pues  mandaua  que  los  tales  dias  cessassemos  de  los  trabajos 
corporales,  y  esto  para  que  en  honrra  de  las  fiestas  nos  diessemos  a 
los  spirituals,  pareciole  que  era  menester  hazernos  yr  a  la  Yglesia, 
donde  todos  y  del  todo  nos  offreciessemos  a  Dios;  [y]  assi  mismo 
oyessemos,  los  tales  dias,  predicaciones,  de  donde  fuessen  nuestros 
animos  edificados  en  sana  y  santa  dotrina.  j 
Y  mandanos  que  oyamos  la  missa  para  que  entendamos  los  mis-  j 
terios  que  alii  se  representan,  y  assi  mismo  tomemos  de  la  doctrina 
que  en  la  Epistola  y  en  el  sagrado  Euangelio  nos  leen.  De  manera 
que,  considerando  esto,  no  creays  que  cumple[n]  con  el  mandamien- 
to  de  la  Yglesia  los  que  ni  por  pensamiento  estan  atentos  a  lo  que 
en  la  missa  se  dize;  antes,  todo  aquel  tiempo,  se  estan  parlando  en 
cosas  que  aun  para  detras  de  sus  fuegos  no  son  honestas.  Son  quasi 
como  estos  los  que  lleuan  a  la  Yglesia  sus  librillos  de  rezar  r  sus 
rosarios  en  que  no  hacen  sino  rezar  todo  el  tiempo  que  la  missa  se 
dize,  r  quanto  es  mayor  el  numero  de  los  psalmos  r  de  los  pater-  j 
nostres  que  han  ensartado,  tanto  se  tienen  por  mas  santos,  r  piensan  I 
que  han  hecho  (vo.)  mayor  seruicio  a  Dios;  r  yo,  en  la  verdad,  no 
osaria  tassar  el  valor  de  aquella  su  oracion,  pues  veo  que  si  quando 
salen  de  la  Yglesia  les  preguntais  que  Euangelio  se  canto  en  la  mis- 
sa, o  que  dezia  la  Epistola,  no  os  sabran  dezir  palabra  dello,  mas 
que  si  estuuieran  en  las  Indias.  i 

Antronjo:  ^Y  essos  dezis  que  no  cumplen  con  la  intencion  de  la  i 
Yglesia? 

76 

I 


Ar^objspo:  Si,  sin  dubda.  Digo  mas:  que  a  los  primeros,  les  estu- 
uiera  mucho  mejor  estarse  en  sus  casas,  y  a  los  segundos,  tener  por 
entonces  cerrados  sus  librillos,  a  lo  menos  en  tanto  que  dizeii  la 
Epistola  y  el  Euangelio,  r  las  oraciones  publicas  de  la  missa. 

Antronjo:  Esta  bien  en  esso,  ya  os  entiendo.  Dezidme  la  manera 
que  OS  parece  deuo  enseiiar  que  tengan  en  el  oyr  de  la  missa. 

Ar^objspo:  Quanto  a  lo  primero,  les  deueis  dezir  que  procuren,  si 
fuere  possible,  de  lleuar  los  tales  dias,  quando  van  a  la  yglesia,  sa- 
bido  el  Euangelio  r  la  Epistola  que  aquel  dia  se  ha  de  cantar;  y  que, 
en  entrando  en  la  yglesia,  procuren  de  ponerse  en  tal  parte  que 
no(s)  se  le[s]  apegue  algun  parlador  que  les  haga  perder  el  reposo 
r  quietud  que  deuen  tener;  y  que  oyan  su  missa  con  mucha  deuo- 
cion  r  atencion,  notando  muy  bien  lo  que  alli  se  haze,  se  representa 
y  se  dize.  De  tal  ma-(fol.  LXii)-nera  que  ninguna  cosa  se  les  passe 
el  Euangelio  y  la  Epistola  les  encomendareis  que  noten  bien,  para 
que  con  lo  que  alli  tomaren  tengan  en  que  platicar  todo  aquel  dia. 

Antronjo:  Como,  ^que  en  tan  poco  teneys  la  Epistola  y  el  Euangelio, 
que  quereis  que  aun  los  mochachos  r  mugeres  hablen  en  ello? 

Ar^objspo  :  i  Donoso  sois !  Antes  porque  lo  tengo  en  mucho,  y  es  ne- 
cessario;  por  esso  querria  que  todos  essos  lo  platicassen. 

Antronjo:  Espantaisme  con  dezir  vna  cosa  tan  nueua  r  tan  fuera  de 
razon. 

EusEBJo:  Por  mi  salud,  que  yo  no  os  suffra  esso.  Dezidme,  por  vues- 
tra  vida,  ^terniades  por  malo  que  vn  mochacho  supiesse  lo  que  su 
seiioria  nos  ha  dicho  aqui? 

Antronjo:  No,  por  cierto.  Se  que  no  soy  tan  desuariado  que  me  a 
de  parecer  mal  lo  bueno. 

EusEBJo:  i,C6mo  creeis  vos  que  lo  puede  aprender? 

Antronjo:  Ensenandoselo  r  platicandolo. 

EusEBJo:  Luego  veis  ay  como  no  deueis  tener  sino  por  muy  bueno 
que  todos  hagan  lo  mismo;  i,pues  os  pareceria  bien  vno  que  lo 
vuiesse  hecho? 

Antronjo:  Digo  que  teneis  razon;  pero  bien  creereis  que  yo  no  saco 
esto  de  mi  cabe^a. 

EusEBJo:  Bien  lo  creo  esso;  pero  tambien  creo  que  si  no  dexarades 
vos  entrar  en  vuestra  cabega  vna  opinion  tan  ruin  r  tan  contraria  a 
buena  christiandad,  no  la  sacarades  agora.  Pero  para  adelante,  te- 
ned  esta  verdad  por  muy  (vo.)  aueriguada;  que  tales  somos  noso- 
tros  como  son  nuestras  continuas  platicas  r  conuersaciones,  r  tales 


77 


quales  son  los  libros  en  que  [de]  continue  leemos;  de  manera  que,  j 
si  quereys  que  sean  vuestros  subditos  santos  r  buenos,  deueis  holgar 
que  lean  r  hablen  en  cosas  santas  r  buenas;  r  quanto  mas  santas 
fueren  es  mucho  mejor.  Y  porque  lo  que  es  mas  santo  es  lo  que 
Jesu  Christo,  Nuestro  Seiior,  nos  enseiio,  y  sus  apostoles,  por  esso  , 
OS  dizen  que  deueys  aconsejar  a  vuestros  subditos  que  siempre  se  ; 
exerciten  en  ello.  j 
Antronjo:  jAora  sus!,  que  yo  lo  hare  como  mandais.  Dezidnos  ade-  i 
lante. 

Ar^objspo:  Dezidles  assi  mismo  que  quando  vuiere  sermon,  lo  oyan, 
r  con  mucha  atencion;  y  que  si  el  predicador  dixere  cosas  buenas, 
Christianas  y  euangeUcas,  las  escuchen  con  mucha  atencion  y  de  buena  j 
gana,  rogando  a  Dios  las  imprima  en  sus  animas;  r  que  si  fuere  al-  i 
gun  necio  o  chocarrero  le  oygan  tambien,  para  que,  mouidos  con  { 
zelo  christiano,  se  duelan  del  affrenta  que  se  haze  a  Dios  y  a  su 
sacratissima  dotrina,  r  le  rueguen  muy  affectuosamente  embie  bue- 
nos y  santos  trabajadores  en  esta  su  viila  que  es  la  Yglesia.  Veis 
aqui  lo  que  en  este  mandamiento  me  pare-(fol.  Lxiii)-ce  les  deueis 
dezir;  r  si  os  pareciere,  les  deueis  dar  a  entender,  que  no  cumple 
con  la  intencion  de  la  Yglesia  el  que  no  lo  haze  assi. 

Antronjo  :  Yo  os  prometo  de  hazerlo  todo  de  la  manera  que  lo  dezis, 
y  pues  esto  esta  ya  dicho,  dezidme  agora  del  segundo  mandamiento. 

§  2.  Ar^objspo  :  El  segundo  mandamiento  es  que  nos  confessemos  vm 

vez  en  el  mo  por  quaresma.  Bien  os  podria  dezir  hartas  cosas  acerca  j 

de  la  confession,  porque  con  mucha  curiosidad  las  he  escudrinado;  ; 

pero  otra  vez  quiga  hablaremos  largo  en  ella.  Agora  solamente  di-  ; 

remos  lo  que  haze  al  caso  para  que  el  padre  cura  instruya  a  sus  ! 
subditos.  Quanto  a  lo  primero,  deueisles  dezir  que  la  confession  se 

dio  para  remedio  del  pecado;  quiero  dezir,  para  que  si  despues  de  > 

recebida  el  agua  del  baptismo  pecaremos,  conociendo  nuestro  peca-  ; 

do  r  confessandolo,  nos  perdone  Dios.  Dicho  esto,  les  direis  quan  ; 

gran  bien  es  no  tener  necessidad  de  confessarse  en  toda  su  vida.  \ 

Antronjo:  jComo!  ^y  teneis  esso  por  bueno?  ' 

Arcobjspo:  Y  aun  por  mas  que  rebueno.  i 

Antronjo:  i,Por  que?  , 

ARgoBJSPo:  Porque  si  es  bueno  que  no  pequen,  tambien  serd  bueno  ' 

que  no  tengan  necessidad  de  confessarse. 

Antronjo:  Esso  es  im-(vo.)-possible.  I 

78 


Ar^objspo  :  No  digais,  por  vuestra  vida,  esso  que  es  muy  grande  error. 

Como,  ^no's  paresce  que  con  la  gracia  de  Dios  es  possible? 
Antronjo:  Si,  pero  .  .  . 

Ar^objspo:  No  digais  pero:  que  pues  es  possible  con  la  gracia  de 
Dios,  y  es  possible  alcan^ar  la  gracia  de  Dios,  tambien  sera  possi- 
ble no  pecar  mortalmente  r,  no  pecando  mortalmente,  no  auria  ne- 
cessidad  de  confession. 

Antronjo:  Digo  que  teneis  razon,  pero  ^no  veis  vos  que  dessa  mane- 
ra  no  cumplirian  con  este  mandamiento  de  la  Yglesia,  si  en  toda  su 
vida  no  se  confessassen? 

Ar^objspo:  Mai  me  entendistes;  que  yo  dixe  que  no  se  confessassen 
en  su  vida  con  necessidad;  y  quise  entender  que  es  bien  que  se  con- 
fiessen  sin  ella,  quando  la  Yglesia  lo  manda;  y  esto  por  muchas 
causas  que  seria  luengo  dezirlas. 

Antronjo:  Yo  me  satisfago  bien  con  vuestra  razon,  pero,  por  vuestra 
vida,  que  me  digais,  iquQ  es  la  causa  que  los  que  comunmente  vee- 
mos  que  son  los  mejores  christianos,  r  que  biuen  mejor  r  mas  san- 
tamente,  se  confiessan  mas  vezes? 

Ar^objspo:  Pluuiera  a  Dios  que  yo  lo  supiera,  que  si  dixera  de  bue- 
na  gana. 

Antronjo:  Todavia  quiero  que  me  digays  vuestro  parecer  en  ello. 

AR90BJSP0:  Lo  que  os  pue-(fol.  LXiiii)-do  dezir,  es  que  yo  querria 
nunca  jamas  hazer  cosa  que  tuuiesse  necessidad  de  confessaria,  ni 
de  que  mi  conciencia  me  accusasse;  r  assi  confessarme  mas  que  de 
ario  a  ano,  solamente  por  cumplir  con  la  Yglesia.  Quanto  a  lo  que 
essos  que  vos  Uamais  mejores  christianos  hazen,  no  me  parece 
que  mi  juyzio  es  bastante  para  juzgarlos;  yo,  sin  ninguna  dubda, 
creo  que  si  essas  tales  personas  supiessen  lo  que  de  la  confession  se 
dcue  saber,  y  que  es  lo  que  el  christiano  es  obligado  a  confessar,  r 
que  no,  por  ventura,  si  son  tales  como  vos  dezis,  se  confessarian 
menos  vezes,  saluo  si  no  piensan  que  es  alguna  sanctidad  confessarse 
muchas  vezes,  que  en  tal  caso  no  digo  nada. 

Antronjo:  Pues  dezidnos,  por  charidad,  ^que  es  lo  que  deuemos  con- 
fessar? 

ARgoBJSPo:  Larga  cosa  me  pedis;  pero  en  dos  palabras  os  digo:  que 
solamente  aquellas  cosas  de  que  nuestra  consciencia  nos  accusa,  y 
aquello  en  que  offendimos  a  Dios,  o  por  ygnorancia,  o  por  flaqueza, 
o  por  malicia. 

EusEBJo:  Digoos  que  me  aueys  contentado  en  esto  mas  que  pensays, 


79 


porque  os  doy  mi  fe,  que  muchas  vezes  me  voy  a  confessar,  r  por 
tener  que  dezir,  digo  algunas  cosas  de  que  ni  por  pensamiento  (vo.) 
me  acusa  mi  conciencia;  r  aun  conozco  esto  mismo  en  algunos  de 
los  que  se  vienen  a  confessar  comigo,  y  en  la  verdad,  aunque  no  es 
malo,  pero  tampoco  es  bueno;  pues  esta  mas  cerca  de  mal  que 
de  bien. 

Antronjo:  Pues  que  vos  os  aueis  confessado,  no  es  mucho  que  yo 
tambien  me  confiesse;  y  digoos  que,  por  las  ordenes  que  recebie, 
ninguna  vez  me  voy  a  confessar  que  mire  en  nada  desso,  ni  si  me 
acusa  la  conciencia,  ni  si  no.  Ni  menos  me  confiesso,  sino  por  vna 
buena  costumbre  que  tengo  de  hazerlo;  r  assi  me  pareceria  que 
quando  no  lo  hiziesse  era  perdido;  y  aun  os  prometo  que  creo  hazen 
lo  mismo  la  mayor  parte  de  los  clerigos;  esto(s)  veran  muy  bien  los 
que  nos  confiessan;  porque  los  mismos  pecados  que  confessamos 
antaiio  confessamos  ogaiio,  r  lo  mismo  oy  que  ayer. 

Ar^obispo  :  No  passen  vuestras  confessiones  adelante ;  que  aun  podria 
yo  dezir  tambien  mi  parte,  si  dixese  lo  que,  siendo  mochacho,  mis 
compaiieros  me  contauan,  quando  venian  de  confessarse,  de  lo  que 
sus  confessores  passauan  con  ellos.  Yo,  por  mi  verdad,  no  se  por 
que  lo  hazen,  ni  que  sienten  de  la  confession,  ni  se  si  piensan  que 
fue  instituida  para  remedio  de  las  animas  de  (fol.  lxv)  los  fieles,  o 
para  sus  granjerias;  pero  mas  vale  callar  esto,  pues  no  aprouecha 
nada. 

Y  digo,  tornando  a  lo  que  primero  dixe,  que  junto  con  dezirles 
a  todos  lo  que  primero  dixe,  les  deueis  dezir  tambien,  que  si  acaso 
por  flaqueza  cayeren  en  algun  pecado,  pidiendo  a  Dios  perdon  del, 
tomen  el  remedio  de  la  confession;  y  esto,  con  mucha  cordura  r 
discrecion,  no  curando  de  confessar,  como  dixe,  mas  de  aquello  de 
que  sienten  que  sus  conciencias  les  accusan;  y  esto  breuemente,  sin 
entremeter  platicas  de  ayre.  Es  tambien  menester  que  les  auiseis 
que  solamente  los  lleue  a  la  confession  el  dolor  de  la  offensa  que 
vuieren  hecho  a  Dios.  Esto  es  para  quanto  a  los  que  se  van  a  con- 
fesar. 

Aliende  desto,  deuen  los  confessores  guardarse  de  no  ensenar  a 
pecar  a  los  que  confiessan.  Digolo,  porque  ya  los  mas  tienen  por 
costumbre  preguntar  en  la  confesion  cosas  que  seria  mejor  callarlas, 
quanto  que  a  mi  muchas  maneras  de  pecados  me  han  ensenado  con- 
fessores necios,  que  yo  no  sabia.  Bastard,  pues,  auiendo  oydo  la 
confession  del  penitente,  [que]  el  confessor  lo  absoluiesse,  y  auisan- 


80 


dole  y  amonestandole,  segun  conuiene,  acerca  de  lo  que  ha  confesa 
do,  lo  anime  assi  (vo.)  para  que  de  alii  adelante  se  guarde  de  offen- 
der a  Dios;  como  para  que  crea,  que  ya  Dios  le  ha  perdonado  sus 
pecados,  mediante  su  confession  r  la  absolucion  del  sacerdote. 

Y  si  desta  manera  se  haze,  la  conciencia  del  otro  yra  apaziguada, 
y  escusarse  han  algunas  ninerias,  y  aun  podna  dezir  vellaquerias, 
que  passan  so  color  de  confession.  La  penitencia  que  aueis  [de]  dar 
al  que  viene  a  confessar,  es  menester  que  principalmente  sea  man- 
darle  leer  en  algun  Hbro  donde  pueda  hallar  buena  dotrina  r  algun 
remedio  para  el  pecado  a  que  es  mas  inchnado,  porque  assi  mejor 
se  pueda  apartar  del. 

2.  Antronjo:  No  puedo  dezir  sino  que  teneis  grandissima  razon  en 
todo  lo  que  aueis  dicho;  r  pues  todo  lo  dezis  tan  bien,  dezidnos  ago- 
ra del  tercer  mandamiento,  que  es,  recebir  el  Santissimo  Sacra- 
mento por  Pascua  de  Resurrecion. 

Ar^objspo:  La  institucion  deste  Santissimo  Sacramento  ya  sabeis  co- 
mo fue  el  Jueues  Santo,  cenando  Jesu  Christo  con  sus  amados  apos- 
toles;  r  dioselo  despues  de  auerles  lauado  los  pies,  en  lo  qual  nos 
quiso  ensenar  que,  para  recebir  en  la  posada  de  nuestras  (fol.  lxvi) 
animas  tan  gran  huesped,  es  menester  que  las  lauemos  de  toda 
macula  de  pecado.  Lo  mismo  nos  ensena  Sant  Pablo  en  vna  de  sus 
Epistolas,  r  no  sin  gran  misterio.  Y  assi  creo  yo,  r  aun  querria  que 
todos  lo  creyesen,  que  vno  de  los  effectos  que  este  Sanctissimo  Sa- 
cramento tiene,  es  que  ayuda  marauillosamente  al  anima,  que  pura- 
mente  lo  recibe,  a  veneer  del  todo  los  desseos  d[e]  pecar;  y  mas 
creo,  que  vna  de  las  causas  por  que  antiguamente  acostumbrauan  a 
recebirlo  cada  dia,  era  por  este  eflfecto.  Despues,  como  se  empepo 
a  esfriar  el  feruor  de  la  fe,  r  a  matar  el  ardor  de  la  charidad,  reci- 
bianlo  todos  los  domingos;  agora  somos  tan  ruynes  que  lo  auemos 
alargado  de  aiio  a  ano.  En  este  caso  tengo  de  hazer  que  los  clerigos 
r  los  frayles  tengan  mucho  cuydado,  r  que  den  a  entender  al  pueblo, 
que  es  lo  que  deuen  sentir  deste  tan  alto  Sacramento,  para  que  se- 
pan  que  en  recebirle  dignamente,  reciben  augmento  de  gracia. 

Antronjo  :  Luego,  segun  lo  que  antiguamente  dezis  que  hazian,  ^bien 
es  recebir  a  menudo  este  Santo  Sacramento? 

ARgoBJSPo:  ^Quien  os  dize  (vo.)  otra  cosa? 

Antronjo:  Veamos,  para  recebirlo  ^no  es  menester  que  el  hombre 
se  confiesse? 


81 


ARgoBJSPo:  Si,  el  que  tiene  que,  y  el  que  no,  no,  sino  quando  la  Ygle- 
sia  lo  manda.  Veamos,  quando  vos  quereis  dezir  missa  ^confessais- 
os,  si  no  teneis  que? 

Antronjo:  No,  i,a  que  proposito? 

ARgoBJSPo:  Pues  tampoco  tiene  necessidad  de  confessarse  para  rece- 

bir  el  Sacramento  el  que  no  tiene  que. 
Antronjo:  Digo  que  teneys  razon;  pero  si  vos  viessedes  a  vno  yrse 

a  comulgar,  sin  auerse  confessado  ^no  lo  terniedes  por  graue  cosa? 
Ar^objspo:  No,  por  cierto,  porque  creeria  lo  que  de  mi,  que  se  con- 

fessara  si  tuuiera  que. 
Antronjo:  Yo  os  prometo  que  halleis  bien  pocos  que  en  este  caso 

digan  lo  que  vos  dezis. 
Ar^objspo:  Engafiaisos  en  esso,  que  no  hallare  sino  muchos,  aunque 

bien  se  que  seran  mas  los  que  diran  lo  contrario.  La  causa  es  que 

dondequiera  son  mas  los  ruynes  r  necios,  que  los  buenos  r  discretos. 
Antronjo:  En  esso  vos  teneis  mucha  razon;  pero,  dad  aca,  ^pareceos 

que  deuo  dezir  a  los  mochachos  que  comulguen? 
Ar^objspo:  Si,  a  los  que  tienen  discrecion  r  son  de  edad.  R  mirad 

que  OS  encargo  que  muy  de  veras  los  afficioneis  y  enamoreis  a  estes 

Santissimo  Sacramento,  de  tal  manera  que  los  que  no  tienen  edad 

para  recebirlo,  la  desseen  tener  por  gozar  de  tanto  bien;  y  los  que 

(fol.  Lxvii)  la  tienen,  conozcan  el  grandissimo  bien  que  alcanga 

quando  lo  reciben. 
Antronjo:  Esso  hare  yo  de  muy  buena  voluntad,  lo  mejor  que  pu- 

diere.  Y  pues  ya  aueis  dicho  desto  lo  que  basta,  dezidnos  lo  que  del 

quarto  mandamiento  se  deue  dezir  y  ensefiar. 

§  4.  Ar^objspo:  Soy  contento,  aunque  me  dexo  harto  por  dezir  de 
lo  que  quisiera  de  la  confession  y  del  Santissimo  Sacramento;  pero 
otro  dia  se  aura. 

El  quarto  mandamiento  es,  ayunar  los  dias  que  manda  la  Yglesia. 
Es  menesterque  sepamos  dedonde  se  empe?6  el  ayuno;  y  que  es  la 
virtud  del,  r  tambien  que  mouio  a  la  Yglesia  para  que  lo  diesse  por 
precepto;  pues  parece  cosa  que  aula  de  ser  voluntaria;  y  en  fin,  pa- 
ra que  el  ayuno  que  hizieremos  sea  bueno,  que  condiciones  ha  de 
tener.  Dicho  esto,  vereis  que  es  lo  que  conuiene  dezir  y  ensenar. 

Quanto  a  lo  primero,  el  ayuno  se  empego  mucho  antes  del  adue- 
nimiento  de  Jesu  Christo,  Nuestro  Seiior,  r  la  primera  vez  que  se 
halla  nombrado  en  la  Sagrada  Escriptura  es  en  el  libro  de  los  Nii- 


82 


meros;  pero,  segiin  paresce,  entonces  el  ayuno  era  para  affligirse 
los  cuerpos  y  estar  en  silencio  y  tristeza.  Despues  los  ayunos  de  los 
Santos  padres  que  estauan  en  el  yermo  de  Egypto.  Era  vna  conti- 
nua  abstinencia  de  todos  manja-(vo.)-res,  que  fuessen  exquisites;  r 
lo  que  comian  era  io  que  mas  sin  trabajo  podian  hallar  en  la  tierra 
donde  morauan.  No  se  les  daua  mas  que  fuesse  carne  que  pescado, 
comian  templadamente,  no  para  hartar  los  cuerpos,  sino  para  subs- 
tentar  las  vidas.  Este  es  el  ayuno  que  en  muchas  partes  de  la  Sa- 
grada  Escriptura  esta  alabado;  y  este  es  el  que  yo  desseo  que  de- 
prendiessen  a  ayunar  los  que  se  precian  de  ayunadores,  que  no  a 
no  comer  carne,  r  gastar  en  pescados,  traydos  de  no  se  donde,  dos 
vezes  mas  que  gastarian  en  carne;  r  de  aquello,  con  tanto  que  no 
sea  carne,  piensan  que  les  es  licito  comer  hasta  rebentar.  Esta  ma- 
nera  de  ayuno,  yo,  ni  la  tengo  por  ayuno,  ni  por  nada,  sino  por 
vicio.  El  otro,  a  la  fe,  es  el  que  subjuzga  la  sensualidad  a  la  razon, 
r  la  carne  al  spiritu,  r  assi  haze  al  anima  que  se  allegue  a  Dios,  r 
que  aborrezca  los  plazeres  de  la  carne,  r  aquellos  comeres  demasia- 
dos  y  glotonerias. 

Pues  dexado  esto,  despues,  andando  el  tiempo,  la  Yglesia,  mouida 
por  causas  santas  r  buenas,  instituyo  el  ayuno  que  agora  tenemos  r 
de  la  manera  que  lo  tenemos.  Verdad  es,  que  personas  supersticio- 
sas  lo  (fol.  Lxviii)  tienen  corrompido,  como  muchas  otras  cosas, 
vsando  del,  no  segiin  la  intencion  de  la  Yglesia,  sino  segiin  lo  que 
ellos  se  fingen.  Pues  dexando  estos,  que  ellos  daran  cuenta  a  Dios 
de  lo  que  hazen,  digo  que  en  este  caso  de  ayunos,  no  querria  que 
dixessedes  otra  cosa,  especialmente  a  los  niiios,  sino  que  el  ayuno 
principal  del  christiano  deue  ser  abstinencia  de  pecados  r  de  vicios; 
y  esto  deueiselo  aconsejar  muy  ahincadamente ;  y  deste  otro  ayuno 
corporal  no  cureis  de  dezir  a  los  niiios  nada;  antes  les  dezid  r  decla- 
rad  como,  en  tanto  que  son  mochachos,  no  son  obligados  a  ayunar. 

Antronjo:  ^Para  que?  ^No  es  mejor  que  ayunen,  aunque  no  scan 
obhgados? 

Ar^objspo:  No. 

Antronjo:  i,Por  que  no? 

Ar^objspo:  Porque  los  ayunos  veemos  muchas  vezes  que  causan  a  los 
mochachos  enfermedades.  La  causa  es  que,  como  el  dia  que  ayu- 
nan,  acordandose  que  no  han  de  cenar,  comen  a  mediodia  demasia- 
do,  de  lo  que  suele  hazerles  mal.  Ay  assi  mismo  otro  inconueniente, 
que  yo  tengo  por  mayor,  y  es  que,  si  les  poneis  desde  niiios  en  que 


83 


piensan  que  es  gran  christiandad  ayunar  mucho,  ponen  en  aquello 
su  sanctidad,  y  en  lugar  de  hazerlos  pios  r  sanctos  hazeyslos  supers- 
ticiosos  y  ruynes. 

Antronjo:  (vo.)  dezisme  de  veras  que  diga  esso  a  los  mochachos? 
Ar^objspo:  Si,  y  aun  mas  que  de  veras. 

Antronjo:  Pues  yo  os  prometo  de  tomar  vuestro  consejo;  aunque, 
a  mi  juyzio,  siquiera  por  la  buena  costumbre,  seria  bueno  que  ayu- 
nassen, 

Ar^objspo:  La  buena  costumbre  hazed  vos  que  ia  tengan  en  amar  a 
Dios  y  a  sus  proximos,  y  desotras  no  se  os  de  nada. 

§  5.  Antronjo:  Digo  que  me  plaze;  pero,  dad  aca,  veamos;  del pagar 
diezmos  r  primicias,  que  es  el  quinto  mandamiento,  ^que  nos  dezis? 
Ar^objspo:  iQnt  quereis  que  os  diga?  Nonada. 
Antronjo:  ^Como  no? 

ARgoBJSPO:  Yo  os  lo  dire;  porque  para  deziros  verdad,  pues  aqui  to- 
do  puede  passar,  yo  tengo  por  tan  de  buen  recabdo  a  los  ecclesias- 
ticos,  que  no  dexaremos  yr  al  otro  mundo  muy  cargadas  de  diezmos 
las  animas  de  nuestros  feligreses.  Aosadas,  pluuiesse  a  Dios  que 
tanto  recaudo  r  diligencia  pusiessemos  en  instruyr  el  pueblo  en  la 
doctrina  Christiana  quanto  ponemos  en  hazerles  pagar  los  diezmos 
r  las  primicias.  Si  esto  se  hiziesse  assi,  yo  os  prometo  que  todos 
fuessemos  santos. 

Antronjo:  ^Pues  no  os  parece  que  es  bien  que  los  clerigos  cobremos 
nuestras  rentas? 

Ar^objspo:  Yo  no  digo  que  no  se  cobren,  pero  digo  que  seria  bien 
que  nosotros  (fol.  lxix)  hiziessemos  dellas  lo  que  somos  obligados, 
y  no  lo  que  hazemos,  y  que,  pues  nos  dan  los  legos  sus  rentas,  por- 
que les  demos  dotrina,  la  diessemos.  Se  que  Sant  Pablo  muy  mejor 
era  que  ninguno  de  nosotros,  y  con  mucho  mejor  titulo  podia  pedir 
diezmos  y  rediezmos,  pero  ya  sabeys  que  era  tanta  su  modestia,  que 
por  no  ser  a  ninguno  molesto,  y  porque  no  paresciese  que  por  in- 
teresse  predicaua  a  Jesu  Christo,  jamas  dexaua  de  dia  o  de  noche 
de  trabajar  en  su  officio,  con  que  por  sus  propias  manos  ganaua  de 
comer  para  si  y  para  los  que  traya  consigo,  de  lo  qual  el  mismo,  en 
muchas  partes  y  con  mucha  razon,  se  alaba;  y  dize  que  notemos, 
para  guardarnos  dellos,  a  los  que,  andando  ociosos,  quieren  mante- 
nerse  de  los  trabajos  ajenos.  Pues,  considerando  esto,  digo  yo  que 
no  es  malo  que  nosotros  cobremos  nuestras  rentas,  pero  que  es  bue- 


84 


no  y  justo  que  los  que  nos  las  dan  cobren  de  nosotros  aquello  por 
que  nos  las  dan,  que  es  la  dotrina;  y  mientras  ellos  no  cobran  esta 
dotrina  de  nosotros,  creedme  que  no  merescemos  las  rentas  que  nos 
dan.  Y  no  tan  solamente  somos  obligados  a  darles  dotrina  por  sus 
rentas,  pero  a  gastarlas  en  (vo.)  aquellas  cosas  que  quiere  la  Yglesia 
que  las  gastemos.  Verdaderamente,  yo  no  se  como  no  tenemos  em- 
pacho  los  ecclesiasticos  de  gastar  las  rentas  que  nos  dan  para  reme- 
dio  de  los  pobres  en  cosas  profanas  y  mas  que  mundanas. 

Antronjo:  Quanto  a  mi,  no  me  demandara  Dios  nada  desso. 

Ar^objspo:  ^Como  no? 

Antronjo  :  Porque,  aldemenos  no  gasto  mi  renta,  como  essos  que  vos 

dezis,  en  juegos,  ni  en  vellaquerias,  ni  en  cosas  semejantes. 
Ar^objspo:  iFnes  en  que  las  gastays? 

Antronjo:  En  sostener  lo  mejor  que  puedo  mi  honrra  y  la  de  mis 
parientes,  segiin  conuiene  a  vna  persona  que  tiene  la  renta  y  digni- 
dad  que  yo. 

Ar^objspo:  iY  desso  estais  muy  contento? 

Antronjo:  Si,  sin  falta;  ^por  que  no  le  tengo  destar? 

Ar^objspo:  Porque,  pues  no  os  las  dan  para  que  las  gasteys  en  esse, 
sino  en  sostener  la  honrra  de  Dios  y  de  su  Yglesia,  no  teneis  por 
que  estar  muy  contento  dello. 

Antronjo:  ^Como  se  sostiene  la  honrra  de  Dios? 

ARgoBJSPo:  Haziendo  en  todo  lo  que  Dios  quiere;  porque  no  se  hon- 
rra el  de  otra  cosa  mas  que  de  que  sus  criaturas  cumplan  su  volun- 
tad;  y  esto  es  lo  principal  a  que  vos,  y  yo,  y  todos,  d[e]uemos  tener 
respeto;  y  conforme  a  esto  deuemos  gastar  todo  lo  que  tuuieremos. 

Antronjo:  (fol.  lxx)  Bien  esta  esso;  pero  la  honrra  de  la  Yglesia, 
i,en  que  esta? 

Ar^objspo:  En  que  la  obedezcamos  siempre  y  en  todas  las  cosas,  assi 
que,  pues  ella  nos  manda  que  gastemos  nuestras  rentas  con  los  po- 
bres y  necessitados,  es  menester  que,  haziendolo  assi,  cumplamos 
con  su  honrra.  iNo  os  paresce  a  vos  que  se  honrraria  mucho  Dios 
y  su  Yglesia  si  entre  los  christianos  ouiesse  tanto  amor  y  charidad 
que  los  que  algo  tienen  no  dexassen  padescer  necessidad  a  los  que 
son  pobres? 

Antronjo  :  Si,  por  cierto ;  pero  no  se  yo  por  que  le  ha  de  pesar  a  Dios 

que  yo  gaste  mi  renta  en  lo  que  tengo  dicho. 
Ar^objspo:  Pues  no  lo  sabeys,  yo  os  lo  quiero  dezir.  Venid  aca,  per 

vuestra  vida.  Si  vos  embiassedes  a  la  feria  de  Medina  del  Campo  vn 


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criado  vuestro  con  cient  mil  marauedis,  los  quales  le  mandassedes 
que  gastasse  en  lo  necessario  para  su  persona,  y  en  comprar  algunas 
cosas  que  vos  le  mandassedes  a  vuestro  proposito,  ^no  hoigariades 
que  lo  hiziesse  conforme  a  vuestra  voluntad? 
Antronjo:  Si,  sin  dubda. 

Ar^objspo:  Y  si,  sin  cumplir  vuestra  voluntad,  gastasse  aquellos  di- 

neros  en  lo  que  a  el  se  le  antojasse,  puesto  caso  que  fuesse  bueno, 

^que  le  hanades?  (vo.) 
Antronjo:  Hariale  que  me  pagasse  mis  dineros,  y  allende  desto  cas- 

tigariale  muy  a  mi  plazer. 
Ar^objspo:  Muy  bien  aueys  respondido,  y  muy  a  mi  proposito;  y 

pues  tan  bien  respondistes,  dezidme,  ia  vos  no  os  embio  Dios  a  la 

feria  deste  mundo? 
Antronjo:  Si,  embio. 

Ar^objspo:  no  os  dio  cient  mil  marauedis,  o  mas,  de  renta,  que 
gastassedes  en  lo  que  ouiessedes  menester  y  en  lo  que  El  os  man- 
dasse? 

Antronjo:  Si,  dio. 

Ar^^objspo:  Y  si  vos,  dexando  de  gastar  vuestra  renta  en  lo  que  Dios 
quiere,  la  gastays  en  sostener  vuestra  honrra  y  la  de  vuestros  pa- 
rientes,  ino  os  parece  que  con  justa  razon  os  dara  Dios  a  vos  la 
pena  y  castigo  que  dixistes  dariades  a  vuestro  criado? 

Antronjo  :  Si,  paresce ;  pero,  pues  me  da  a  mi  Dios  licencia  que  tome 
para  mi  lo  necessario  — y  yo  tengo  por  muy  principal  mi  honrra  y 
la  de  mis  parientes — ,  licito  me  es  gastar  lo  que  tengo  en  ello. 

Ar^objspo:  ^A  que,  veamos,  Uamais  vos  honrra? 

Antronjo:  A  biuir  con  aquel  estado  y  autoridad  que  biuen  otras  per- 
sonas  que  tienen  la  dignidad  y  renta  que  yo. 

Ar^objspo:  Mirad,  padre  cura,  muy  engafiado  estais  en  esso.  Licito 
os  es  a  vos  tomar  de  vuestra  renta  para  lo  que  aueis  menester,  se- 
gun  vuestro  estado  y  manera;  (fol.  lxxi)  y  esto  muy  moderatamente, 
sin  tener  respeto  a  la  dignidad  y  renta  que  teneys,  pues  la  honrra  de 
la  dignidad  consiste  en  que  vos  hagays  en  ella  lo  que  deueis,  y  no 
en  que  tengais  buenas  mulas  y  muchos  criados;  assi  que  la  honrra 
del  cristiano  mas  deue  consistir  en  no  hazer  cosa  que,  delante  de 
Dios  ni  de  los  hombres,  parezca  fea,  que  no  en  cosa  ninguna  mun- 
dana;  porque  essa  honrra  que  vos  dezis  que  sosteneys,  es  camino 
del  infierno,  pues  tiene  anexas  a  si  la  auaricia  y  ambicion.  Y  por- 
que mas  entendays  lo  que  en  esto  os  quiero  dezir,  os  contare  vna 


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cosa  que  hazia  el  primer  argobispo  desta  Yglesia,  con  quien  yo  biui 
muchos  anos,  que  se  llamaua  don  fray  Fernando  de  Talauera,  de 
cuya  dotrina  y  santidad  bien  creo  aureys  oydo  hablar. 
Antronjo:  Si  he,  y  muchas  vezes. 

ARgoBJSPo:  Aureys  de  saber  que  tenia  vnas  hermanas  donzellas,  las 
quales,  si  el  no  fuera  ar^obispo,  se  casaran  con  algunos  officiales; 
pero  ellas,  creyendo  que  su  hermano  haria  como  otros  algunos  ha- 
zen,  leuantaron  sus  pensamientos  y  pidieron  a  su  hermano  que  las 
casasse  con  sendos  caualleros,  diziendo  que  assi  conuenia  a  la  hon- 
rra  de  su  dignidad.  El  buen  hombre,  con-(vo.)-siderando  que  las 
rentas  de  la  Yglesia  no  son  para  mantener  honrras  mundanas,  ja- 
mas quiso  hazer  con  ellas  mas  de  requerirles  que,  si  se  querian  ca- 
sar,  el  les  daria,  como  a  huerfanas,  [a]  cada  [una]  treinta  mil  mara- 
uedis,  con  que  podrian  escoger  officiales  a  su  voluntad;  pero  que  si 
otra  cosa  querian,  perdonassen  que  el  en  ninguna  manera  lo  podia 
hazer.  ^Pareceos  que  este  santo  hombre  tenia  respeto  a  sostener  con 
las  rentas  de  la  Yglesia  su  honrra  o  la  de  sus  parientes? 

Antronjo:  No,  por  cierto;  ipero,  vos  no  veys  tambien  que  esso  era 
estremo? 

Ar^objspo:  Pluuiese  a  Dios  que  el  mismo  estremo  tomassemos  todos 
los  que  tenemos  rentas  ecclesiasticas,  pues  sin  dubda  seria  mucho 
mejor  que  no  dexar  mayoradgos  de  los  bienes  de  los  pobres. 

Antronjo:  Sin  dubda  ninguna,  vos  me  aueis  de  hundir  y  hazer  de 
nueuo;  y  pues  assi  es,  supHcos  me  digays  como  hare  para  gastar 
bien  mi  renta. 

Ar^objspo  :  Leed  en  la  Sagrada  Escriptura,  a  donde  declara  Dios  en  esto 
su  voluntad  en  muchas  partes,  y  hazed  conforme  a  lo  que  leyeredes. 
Antronjo:  ^A  que  llamais  Sagrada  Escritura? 

Ar^objspo:  a  la  Biblia,  Testamento  Viejo  y  Nuevo,  donde  Dios  no 
nos  (fol.  Lxxii)  encomienda  otra  cosa  sino  que  gastemos  lo  que  el 
nos  da  con  personas  necessitadas;  y  de  otra  cosa  no  veo  que  haze 
mencion;  y  pues  no  la  haze,  de  creer  es  que  sola  esta  quiere  y  le 
agrada.  Y  si  todos  tuuiesemos  respecto  a  solo  esto,  yo  os  prometo 
que  procurassemos  de  dexar  nuestras  memorias  en  el  cielo  y  no  en 
el  suelo. 

§  6.  EusEBJo:  Mucho  nos  auemos  detenido  en  esto.  Dexemoslo,  se- 
nor,  ya,  y  dezidme,  ^que  differencia  hazeys  entre  los  mandamientos 
de  Dios  y  estos  de  la  Yglesia,  quanto  a  la  guarda  dellos? 


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ARg:oBJSPO:  Yos  la  dire.  Que  los  mandamientos  de  Dios  somos  obli- 
gados  a  guardarlos  exterior  y  interiormente,  y  con  muy  entera  y 
pronta  voluntad,  tanto  que  aldemenos  con  el  espiritu  nos  holgue- 
mos  con  ellos,  y  se  nos  hagan  dulces  y  sabrosos,  como  en  la  verdad 
lo  son.  Los  mandamientos  de  la  Yglesia,  segiin  dize  Juan  Gerson, 
basta  para  complir  con  ella  que  los  guardemos  exteriormente ;  y 
aunque  los  guardemos  de  mala  gana,  con  tanto  que  los  guardemos, 
cumplimos  con  la  Yglesia;  porque  ella  solamente  juzga  de  lo  exte- 
rior, de  manera  que  puede  vno  dezir  sin  pecar :  pesame  que  me  man- 
de  la  Yglesia  que  ayu-(vo.)-ne  oy,  porque  quisiera  comer  carne;  y 
por  el  consiguiente,  de  los  otros  mandamientos,  que  aunque  le  pese 
de  guardarlos,  si  los  guarda,  cumple  en  lo  exterior.  Pero  pecara 
grauemente,  si  dize :  pesame  que  me  mande  Dios  que  ame  a  mi  pro- 
ximo como  a  mi  mismo,  porque  quisiera  amarme  mas  a  mi;  o  pe- 
same que  me  mande  Dios  que  no  hurte,  porque  quisiera  hurtar,  y 
assi  por  el  consiguiente  de  los  demas. 

Antronjo:  Luego,  a  essa  cuenta,  quando  yo  veo  en  la  Quaresma  co- 
mer carne  a  algiin  enfermo  y  desseo  comerla  yo  tambien,  ^no  peco? 

Ar^objspo:  Segiin  con  el  animo  que  lo  desseays. 

Antronjo:  ^Si  lo  desseo  por  biuir  mas  sano,  porque  el  pescado  me  es 
muy  daiioso  para  la  salud? 

Ar^objspo:  No  pecais,  porque,  en  tal  caso,  vuestro  desseo  no  es  sino 
que  quisierades  que  la  Yglesia  no  os  mandara  aquello,  porque  es 
danoso  para  la  salud  de  vuestro  cuerpo,  y  por  auentura  para  la  de 
vuestra  anima;  pero  no  por  esso  dexais  de  guardar  lo  que  os  manda. 

EusEBJo:  Quanto  a  esse  mandamiento  del  ayuno,  yo  os  confiesso  que 
teneys  razon;  pero  de  dar  la  confession,  se  que  no  aprouecha  nada 
al  que  de  mala  gana  la  haze. 

AR90BJSP0:  Assi  es  la  verdad;  ni  aiin  al  que  la  haze  sola-(fol.  Lxxni)- 
mente  por  cumphr  con  la  Yglesia.  Lo  que  yo  os  digo  no  es  sino 
quanto  al  cumpUmiento  de  los  vnos  o  de  los  otros,  porque  al  que  se 
confiessa,  aunque  lo  haga  de  mala  gana,  no  lo  castigara  la  Yglesia; 
pero  castigara  Dios  al  que  de  mala  gana  dexa  de  hurtar. 

Antronjo:  Y  el  que  va  de  mala  gana  a  oyr  missa  el  dia  de  fi[e]sta, 
ocreeys  que  cumple? 

Ar^objspo:  Con  la  Yglesia,  claro  esta  que  si,  y  tambien  con  Dios,  en 
algiin  caso,  porque  puede  ser  que  vno,  alguna  vez,  tenga  algiin  ne- 
gocio  santo  y  bueno  en  que  entender,  donde,  a  su  parecer,  seruiria 
mucho  a  Dios,  y  puedele  pessar  de  dexarlo  por  yr  a  cumplir  el  man- 


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damiento  de  la  Yglesia  en  oyr  la  missa;  y  en  tal  caso,  cumple  tam- 
bien  con  Dios.  Dadme  vos,  padre  cura,  vn  animo  recto  y  discreto 
que  tenga  en  todas  sus  cosas  enderepada  su  intencion  a  solo  Dios, 
como  seria  razon  que  todos  los  que  nos  Uamamos  christianos  la 
tuuiessemos,  r  yos  prometo  que  todas  estas  cosas  le  salgan  a  bien. 

Antronjo:  Yo  lo  creo  como  lo  dezis;  pero,  veamos,  ^dezis  lo  mismo 
del  pagar  de  los  diezmos? 

Ar^objspo:  Esso  ya  vos  de  antes  de  agora  os  lo  sabeys. 

Antronjo:  No  lo  se,  en  verdad. 

ARgoBJSPo:  Luego,  si  no  lo  sabeys,  impiedad  (vo.)  es  muy  grande  que 
descomulgueis  a  vuestros  feligreses  por  los  diezmos,  si  no  creeis 
que  cumplen,  aunque  los  paguen  de  mala  voluntad. 

Antronjo:  Digo  que  aunque  no  fuera  sino  por  esto,  creyera  todo  lo 
demas  que  de  la  guarda  destos  mandamientos  de  la  Yglesia  aueys 
dicho,  porque  en  todo  teneis  mucha  razon;  pero,  dezidnos,  iholga.- 
reys  que  todas  estas  cosas  se  digan  y  ensenen  assi  a  todo  el  pueblo 
para  que  apriendan  a  tener  cada  cosa  en  lo  que  es  razon? 

ARgoBJSPo:  Ciertamente  no  holgaria  de  cosa  mas. 

DEVOCIONES 

Antronjo:  Yo  os  lo  creo  assi.  Pero,  dad  aca,  veamos,  ^que  deuociones 
OS  paresce  sera  bien  se  ensenen  a  los  ninos  christianos  luego  que 
empie?an  a  entender  y  conoscer  algo  de  las  cosas? 

Ar^objspo:  Quanto  a  lo  primero,  sera  bien  que  les  hagays  que  tomen 
por  deuocion  amar  a  Dios  sobre  todas  las  cosas  y  a  sus  proximos 
como  a  si  mismos;  y  que  se  aficionen  y  enamoren  de  la  ley  de  Dios 
y  propongan  en  si  de  hazer  bien  a  todos,  en  quanto  pudieren,  y  no 
danar  a  ninguno. 

Antronjo:  Se  que  essa  no  es  deuocion,  sino  mandamiento  de  Dios. 

Ar^objspo:  Assi  es  verdad,  que  es  mandamiento  de  Dios;  pero  lo  que 
yo  en  esto  digo  es  que  (fol.  lxxiiii)  la  deuocion  que  vnas  personas  po- 
nen  en  no  se  que  ayunos  y  otras  cosas  que  no  las  manda  Dios,  la  mes- 
ma  hagays  vos  que  pongan  en  lo  que  manda  Dios,  de  manera  que  sea 
tan  grande  su  deuocion,  que  lo  que  es  de  precepto  lo  hagan  volunta- 
rio,  holgandose  de  guardarlo  y  cumplirlo  con  entera  afficion  y  amor. 

Antronjo:  Esta  bien;  pero  yo  no  os  pregunto  dessa  manera  de  deuo- 
cion, sino  desotra  que  comunmente  tenemos. 


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ARgoBJSPo:  Pues  yo  digo  desta,  porque  al  que  esta  no  tiene,  poco  le 
aprouecha  esotra,  y  el  que  esta  tiene,  no  ha  menester  que  le  diga 
nadie  que  es  lo  que  ha  de  tomar  desotra.  Creedme,  padre,  y  el 
principal  fundamiento  que  ouieredes  de  poner  en  los  animos  de  los 
ninos  sea  amor  del  bien  y  aborrescimiento  del  mal;  y  luego  hazed 
que  encaxen  en  sus  animos  la  ley  de  Dios,  de  tal  manera  que  jamas 
se  les  pueda  desencaxar. 

Quanto  a  esotras  deuociones  de  rezares  y  ayunos  y  cosas  semejan- 
tes,  que  es  todo  acessorio,  como  son  cosas  que  toma  cada  vno  por 
su  voluntad,  sin  ninguna  obligacion,  deueis  dexar  que  cada  vno  ha- 
ga  lo  que  mas  le  agradare.  Pero,  aun  con  todo  esto,  siempre  deueis 
procurar  que  las  oraciones  de  los  que  doctrinaredes  sean  muy  (vo.) 
discretas,  y  que  en  ellas  no  pidan  a  Dios  sino  solamente  aquello 
que  es  para  gloria  suya  y  para  salud  de  sus  animas;  y  que  esto  no 
siempre  lo  pidan  con  esta  oracion  o  con  aquella,  sino  con  las  pala- 
bras  que  su  corapon,  conforme  a  su  necessidad,  les  ensenare;  por- 
que aueis  de  saber  que  el  ardiente  desseo  del  anima  hiere  las  orejas 
de  Dios,  que  no  el  estruendo  ni  la  muchedumbre  de  las  palabras. 

Antronjo:  Luego,  segiin  esso,  no  querriades  vos  que  rezassemos  en 
libros,  no  siendo  obligados,  ni  en  cuentas. 

Ar^obispo:  No  digo  yo  tal;  sino  que  reze  en  ellos  el  que  quisiere  mu- 
cho  en  buen  hora;  mas,  por  deziros  verdad,  ni  ternia  por  malo  al 
que  no  rezasse  en  libro,  no  siendo  obligado,  ni  en  cuentas,  si  vies- 
se  que  biuia  bien;  ni  por  bueno  al  que  rezasse  mucho  en  lo  vno  y  en 
lo  otro,  sino  le  uiesse  otra  cosa  mas  que  fuesse  serial  de  christiano. 
Esto  digo,  porque  conozco  muchos  que,  si  les  veys  en  la  yglesia  con 
sus  libros  y  sus  cuentas,  paresceros  ha  que  son  vnos  Hieronimos;  y 
salidos  de  alii,  y  aun  alii,  en  acabando  el  niimero  de  sus  Pater  nos- 
tres  y  Psalmos,  traen  tan  ligera  la  lengua  en  murmurar  de  sus  pro- 
ximos,  y  en  dezir  mentiras,  ruyndades  y  vellaquerias,  que  es  grandis- 
(fol.  Lxxv)-sima  lastima. 

EusEBJo:  Esso  deuelo  causar  que,  como  tienen  vsada  la  lengua  a  dar 
priessa  a  los  psalmos,  no  pueden  tenerla  quando  hablan  en  estotras 
cosas. 

Ar^objspo:  Sea  lo  que  fuere;  que  al  fin  ellos  se  hallaran  burlados,  por 
bien  que  negocien,  si  no  dexan  sus  ruynes  costumbres.  Consuelome 
con  que  ay  vna  vida  alegre  y  eterna  para  los  buenos,  y  vna  muerte 
triste  y  sin  fin  para  los  malos. 

Antronjo:  Pues  aun  con  todo  esso  que  dezis,  creo  yo  que  terneys  por 


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bueno  que  todos  los  christianos  rezen  el  Pater  noster,  y  que  para 
esto  se  les  declare  muy  bien. 
Ar^objspo:  Mirad  si  tengo,  y  aun  por  rebueno;  pero  despues  que 
ayan  sabido  lo  que  he  dicho,  que  es  mas  principal  y  que  mas  les 
conuiene  saber.  Pues  para  que  su  oracion  sea  agradable  a  Dios,  es 
menester  que  passen  por  lo  que  auemos  dicho;  y  entonces  es  muy 
bien  que  sepan  hazer  oracion;  y  assi  mismo  es  bien  que  sepan  lo 
que  oran,  y  por  esto  es  menester  que  en  breues  palabras  se  les  de- 
clarasse,  como  dezis,  el  Pater  noster  de  manera  que  sepan  lo  vno  y 
lo  otro,  quiero  dezir,  la  oracion  y  la  declaracion  della. 

LA  ORACION  DEL  PATER  NOSTER 

Antronjo:  Quanto  que  en  esso  yo  digo  que  teneys  mucha  razon;  pe- 
ro, dad  aca  (vo.),  decidnos  como  os  paresce  se  deue  dezir  essa  breue 
declaracion. 

AR90BJSP0:  Dezirosla  he  como  Dios  me  la  diere  a  entender.  Plega  a 
Dios  que  sea  tan  a  proposito  que  vosotros  y  yo  quedemos  contentos 
y  satisfechos. 

Antronjo:  No  puede  ser  sino  que  nos  contente  y  satisfaga  lo  que 
vos  dixeredes. 

Ar^objspo:  Pues  con  essa  confianga  digo  que  es  bien  que  todos  sepan 
y  sientan  del  Pater  noster  desta  manera: 

Quanto  a  lo  primero,  deue  todo  christiano  saber  que  esta  oracion 
compuso  nuestro  Redemptor,  Jesu  Christo.  Y  assi  fue,  que  llegan- 
dose  a  el  sus  discipulos,  le  pidieron  que  les  ensenasse  a  orar.  Luego 
El,  despues  de  auerles  dicho  que  quando  orassen  no  multiplicassen 
palabras,  les  enseno  esta  oracion,  y  por  esta  causa  deue  ser  tenida 
en  mucho  mas  que  todas  juntas  quantas  estan  escritas.  En  esta  ora- 
cion nos  ensena  Jesu  Christo,  nuestro  Seiior,  como  auemos  de  orar. 
Y  la  manera  de  la  oracion  nos  enseiia  que  deue  ser  breue  en  pala- 
bras, pero  prohxa  en  sentencia;  y  esta  tal  es  oracion  de  christianos. 
Aliende  desto,  deue  la  oracion  ser  mas  en  espiritu  que  en  palabras; 
pues  tenemos  (fol.  lxxvi)  ya  el  tiempo  que  dixo  Jesu  Christo  que 
vernia,  quando  los  verdaderos  adoradores  auian  de  adorar  a  su 
Eterno  Padre  en  espiritu  y  en  verdad;  porque  con  estos  tales  adora- 
dores, dize  el,  que  se  huelga  su  Eterno  Padre  celestial. 

Es  assi  mismo  menester  que  la  oracion  se  diga  con  mucha  atten- 


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cion,  y  con  grandissimo  feruor,  con  entera  y  firme  fe,  y  con  conti- 
nua  perseuerancia  y,  en  fin,  con  entero  conoscimiento  de  Dios  y  de 
nosotros  mismos.  Veys  aqui,  breuemente,  como  deue  todo  chris- 
tiano  orar. 

Tambien  so  nos  muestra  lo  que  auemos  de  orar,  tomando  toda 
la  oracion,  que  es  no  mas  de  aquello  que  pertenesce  para  gloria  de 
Dios,  y  salud  de  nuestras  animas,  y  de  la  de  nuestros  proximos. 

Dicho  esto,  es  bien  que  digamos  que  es  lo  que  qualquier  christia- 
no  deue  considerar  quando  reza  esta  oracion;  y  assi,  con  esta  con- 
sideracion,  quedara  declarada  de  la  manera  que  vosotros  la  deueis 
ensenar,  porque  de  la  misma  tengo  yo  ordenado  se  enseiie.  Aueys 
de  saber  que  toda  esta  oracion  se  parte  en  siete  peticiones,  las  qua- 
les  sefialaremos  como  fueremos  diziendo.  Assi  que  quando  el  chris- 
tiano  dize:  (vo.) 

1 .  Padre,  despues  de  auer  considerado  la  suma  benignidad  de  Dios, 
con  que  huelga  que  le  llamen  padre  de  sus  enemigos  que  cada  dia 
delante  su  acatamiento  le  offenden,  es  menester  que  considere  si  sus 
obras  son  como  de  verdadero  hijo;  y  si  no  las  hallare  tales,  se  con- 
funda  y  humille  delante  de  Dios  y  conozca  su  poquedad  y  miseria. 
Quando  dize  nuestro,  acuerdese  que  por  esta  palabra  muestra 
que  todos  los  que  llaman  este  mismo  nombre,  y  lo  pueden  llamar, 
son  sus  hermanos;  y  luego  escudriiie  bien  si  haze  con  todos  ellos 
obras  como  de  hermano,  y  si  como  a  tales  de  entero  coragon  los 
ama.  Quando  en  esto  se  hallare  defectuoso,  con  biuas  lagrimas,  no 
solo  de  los  ojos,  pero  del  cora^on,  pida  a  Dios  le  de  espiritu  de 
amor  con  que  ame  a  sus  hermanos. 

Quando  dixere:  Que  estds  en  los  cielos,  acuerdese  del  destierro  en 
que  esta,  y  sospire  muy  de  veras  por  yr  a  aquella  su  patria  celestial 
a  gozar  de  la  vision  deleytable  del  Eterno  y  Soberano  Dios,  a  donde 
el  alegria  y  descanso  es  perfecto  y  entero,  pues  se  goza  sin  miedo  de 
perderse;  del  qual  gozo,  aun  aca  en  el  mundo,  da  Dios  al  anima 
ciertos  gustos  para  que,  enamorada  (fol.  lxxvii)  con  la  suauidad 
dellos,  menosprecie  todas  las  cosas  deste  mundo  r  tenga  por  menti- 
rosos  r  vanos  sus  plazeres  r  deleytes. 

Quando  viniere  a  dezir,  Santificado  sea  el  tu  nombre,  considere 
que  lo  que  aqui  pide  a  Dios  es  que  no  permita  que  el  ni  nadie  pien- 
se,  diga,  haga,  tenga,  ni  proponga  sino  aquello  que  se  enderega  a 
la  gloria  de  Dios,  y  que  en  todas  las  cosas,  mediante  su  gracia,  tenga 


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respecto  a  su  amor  r  temor,  porque  desta  manera  es  sanctificado  el 
nombre  de  Dios,  quando  nosotros  nos  hazemos  saiitos. 

Esta  es  la  primera  peticion,  y  voylo  diziendo  lo  mas  breuemente 
que  puedo,  porque  para  que  mejor  se  les  quede  a  todos  en  la  me- 
moria,  es  menester  que  assi,  en  pocas  palabras,  se  declare  muchas 
vezes  al  pueblo,  r  principalmente  a  los  ninos. 

§  2.  EusEBJo:  Pareceme  lo  mejor  del  mundo  la  orden  que  lleuais;  r 
pues  que  assi  es,  proseguid,  senor,  adelante. 

ARgoBJSPO:  Soy  contento;  pero  es  menester  que  esteys  muy  atento; 
pues  porque  no  puede  ser  el  nombre  de  Dios  santificado,  si  spiritu 
no  mora  r  reyna  en  nuestras  animas,  por  esso  se  sigue  luego  !a  se- 
gunda  peticion,  en  la  qual  pedimos  desta  manera:  Venga  el  tii  reino. 
Donde  (vo.)  conuiene  que  sepa  todo  christiano  que  lo  que  con  estas 
palabras  pide,  es  que  libre  Dios  a  todos  los  hombres  de  la  crudelis- 
sima  tyrannia  que  sobre  todos  tiene  el  demonio,  y  el  mundo,  y  la 
carne,  con  la  qual  los  traen  a  lo  que  quieren,  y  aun,  muchas  vezes, 
como  de  los  cabellos;  y  que  assi  mismo  quiera  que  su  spiritu  reyne 
r  sea  absoluto  seiior  de  todos  nosotros. 

Es  tambien  menester  que  sepan  que  este  reyno  de  Dios,  en  nuestras 
animas,  no  es  otra  cosa  sino  vna  voluntaria  subjecion  y  obediencia 
entera  al  mesmo  Dios,  r  vna  verdadera  paz,  vn  marauilloso  descan- 
so  r  vn  perfecto  contentamiento.  Sepan  tambien  que  la  causa  para 
que  esto  piden  a  Dios,  es  para  que,  rompida  la  tyrania  del  demonio, 
y  alangado  muy  lexos  el  pecado,  su  anima  quede  libre  r  agradable 
delante  de  su  majestad,  y  assi  sea  templo  biuo  de  Dios,  y  no  reyne 
en  ella  sino  solo  Dios,  de  manera  que,  por  obediencia  exterior  r  in- 
terior, sea  reyno  donde  reyne  Dios.  Es  esta  vna  grandissima  verdad; 
que  si  alcangassemos  a  conocer  que  tan  grande,  y  de  quanto  valor 
es  el  bien  que  el  anima  tiene,  quando  tiene  a  Dios  por  rey  y  senor, 
diriamos  con  tan  ardiente  desseo  r  con  tan  grandissimo  feruor  estas 
palabras,  que  se  nos  (fol.  lxxviii)  rasgarian  las  entrarias  r  se  nos 
romperia  el  coragon,  desseando  el  cumplimiento  deltas.  Por  amor 
de  vn  solo  Dios  os  encomiendo,  padre  cura,  que  encomendeis  muy 
ahincadamente  a  todos  que  miren  mucho  en  esto,  porque  les  va  la 
vida,  r  mucho  mas  que  la  vida,  en  ello. 

§  3.  Assi  que,  porque  no  reyna  Dios  en  nuestras  animas,  sino  quando 
le  son  muy  obedientes  interior  y  exteriormente,  r  para  alcangar  este 


93 


reyno,  es  menester  hazer  la  voluntad  de  Dios.  Por  esso  nos  enseno 
Jesu  Christo,  Dios  r  Senor  nuestro,  que  en  la  tercera  peticion  dixes- 
semos  desta  manera:  Hdgase  tu  ' voluntad  en  la  tierra,  assi  como  se 
haze  en  el  cielo. 

Aqui  conuiene  que  considere  el  christiano  que,  porque  de  su  na- 
turaleza  propia  es  inclinado  a  mal  r  a  ser  desobediente  a  Dios,  r 
assi  le  pesa  quando  le  corrige  r  castiga,  por  esso  pide  a  Dios  le  de 
su  gracia  para  que  de  buena  voluntad  consienta  que  se  cumpla  en 
el  la  voluntad  de  Dios,  como  si  le  dixese:  "Padre  eterno,  puesto  caso 
que  mi  sensible  carne  se  sienta,  no  cureis,  sino  hazed  lo  que  hazeys. 
Dadme  el  castigo  que  quisieredes;  cumplid  vuestra  voluntad  r  no 
la  mia;  la  qual  en  (vo.)  ninguna  manera  quiero  que  se  cumpla,  pues 
siempre  es  contraria  a  la  vuestra,  la  qual  sola  es  buena  — assi  como 
solo  vos  sois  bueiio — ,  y  la  mia  es  siempre  mala,  aun  quando  me  pa- 
rece  muy  buena." 

EusEBJo:  Se  que  no  es  essa  cosa  solamente  donde  deuemos  dessear 
que  se  cumpla  la  voluntad  de  Dios. 

Ar^objspo:  Assi  es  la  verdad;  pero  dixeos  primero  esto  porque  es 
cosa  en  que  mas  se  nos  haze  rezia  de  suffrir  la  voluntad  de  Dios,  r 
porque  el  que  obedeciere  a  Dios  en  esto,  muy  bien  le  podra  obe- 
descer  en  lo  demas. 

Assi  que  el  christiano  pide  aqui  que  absolutamente  se  cumpla  en 
todas  las  cosas  la  voluntad  de  Dios  aca  en  la  tierra,  assi  como  se 
cumple  en  el  cielo,  donde  todos  son  obedientes  a  Dios;  y  esto  con 
mucha  alegria  y  entera  voluntad,  porque  tienen  la  suya  conformada 
con  la  de  Dios;  de  manera  que  el  que  muy  de  veras  dize  las  pala- 
bras  desta  peticion  y  dessea  el  cumplimiento  dellas,  de  la  manera 
que  OS  tengo  dicho,  yo  os  prometo  que  no  haze  poco. 

Antronjo:  Quanto  que  a  mi,  bien  me  parece  que  las  rezo  de  ueras. 

Ar^objspo:  Yo  lo  creo  bien;  pero  no  se  si  las  sentis  tan  de  veras  co- 
mo dezis  que  la  rezais. 

§  4.  Pues,  tornando  a  nuestro  proposito:  porque  (fol.  lxxix)  tener 
los  hombres  esta  entera  r  firme  conformidad  con  la  voluntad  de 
Dios,  es  cosa  que  sobrepuja  las  fuergas  humanas,  aconsejonos  nues- 
tro Dios  que  la  quarta  peticion  la  dixessemos  desta  manera:  Nuestro 
pan,  el  de  cada  dia,  ddnoslo  oy. 

Quando  estas  palabras  dice  el  cristiano  mire  bien  que  lo  que  aqui 
pide  es  gracia  para  poder  cumplir  la  voluntad  de  Dios,  que  es  pan 


94 


spiritual  que  substenta  r  da  vida  a  nuestras  animas.  Este  pan  es  la 
gracia  del  Spiritu  Santo,  sin  la  qual  ni  vn  solo  momento  pueden  ser 
agradables  nuestras  animas  delante  de  Dios,  de  que  el  anima  mara- 
uillosamente  se  mantiene.  Y  quando,  mediante  este  pan,  tuuieren 
nuestras  animas  impressa  en  si  la  ymagen  de  Jesu  Christo,  el  qual 
es  verdadero  y  celestial  pan,  podran  enteramente  r  con  mucha  ale- 
gria  romper  r  quebrar  en  todo  sus  voluntades  y  sentiran  assi  mismo, 
por  dulce  r  sabrosa,  qualquier  persecucion  que  Dios  les  embiare. 
Deue,  en  fin,  el  christiano  pedir  a  Dios  en  esta  peticion  que  nos 
embie  verdaderos  r  santos  dotores  que  repartan  al  pueblo  christiano 
el  pan  de  la  dotrina  euangelica,  limpio  r  claro,  y  no  deprauado  ni 
suzio,  con  opiniones  r  affe-(vo.)-ttos  humanos,  de  lo  qual  ya  veis 
quan  grandissima  es  la  necessidad  que  ay. 
EusEBJo:  Es  tan  grande,  que  no  puede  ser  mayor.  Y  pues  tan  bien 
lo  dezis,  no  quiero  atajaros;  sino  proseguid  adelante,  que  me  con- 
tenta  en  extremo  la  orden  que  lleuais. 

§  5.  ARgoBJSPO:  Porque  este  celestial  pan  no  conuiene  se  de,  ni  se 
puede  dar,  a  los  perros,  que  son  los  que  estan  suzios  con  pecados, 
por  esso,  para  alimpiarnos  dellos,  nos  amonesta  la  quinta  peticion 
que  digamos :  Perdonanos  nuestras  deudas,  assi  como  nosotros  perdo- 
namos  tambien  a  nuestros  deudores,  en  la  qual  deue  todo  christiano 
mirar  mucho ;  pues  lo  que  aqui  pide  deue  ser  con  muy  entero  cono- 
cimiento  de  sus  culpas  y  defectos,  los  quales  pide  a  Dios  le  perdone; 
porque,  libre  dellos,  pueda  assentarse  a  la  mesa  de  los  hijos  de  Dios 
r  comer  deste  celestial  pan  del  qual  no  comen  sino  solos  aquellos  a 
quien  Dios  ha  perdonado  sus  pecados  r  ha  acceptado  por  suyos. 

Y  porque  sin  este  mandamiento  no  pueden  nuestras  animas  libre- 
mente  caminar,  por  las  fatigas  deste  mundo;  y  este  no  se  da  sino  a 
los  que  Dios  accepta  por  suyos,  r  no  accepta  el  sino  a  los  que  per- 
dona;  y  porque  en  todas  ay  que  perdo-(fol.  Lxxx)-nar,  por  muy 
santos  que  seamos;  por  esso  es  menester  que  cada  dia  le  digamos 
que  nos  perdone,  r  que,  juntamente  con  dezirselo,  conozcamos  que 
tenemos  algo  que  nos  perdone.  Y  es  menester  se  sepa  aqui  otra 
cosa:  que  no  por  esso  somos  dignos  que  Dios  nos  perdone  nuestros 
pecados,  porque  nosotros  perdonamos  a  nuestros  deudores;  quiero 
dezir,  a  los  que  nos  offenden,  sino  que,  porque  Dios  quiso  perdo- 
narnos  por  su  immensa  bondad  r  misericordia  con  esta  condicion, 
por  esso  somos  perdonados. 


95 


De  manera  que  es  menester,  para  que  Dios  nos  perdone,  que  per- 
donemos  nosotros  a  nuestros  proximos,  pero  que  no  pensemos  que 
por  esso  nos  perdona  Dios,  porque  nosotros  perdonamos,  porque 
esto  seria  atribuir  a  nosotros  lo  que  deuemos  atribuir  a  solo  Dios. 
Conozco  yo  algunos  que,  presumiendo  de  muy  santos  r  sabios,  di- 
zen  quando  estan  enemistados  con  alguno,  r  no  le  quieren  perdonar, 
que  no  dicen  ellos  esta  parte  del  Pater  noster,  sino  que  se  la  passan. 
^Vistes  en  vuestra  vida  mayor  boueria  r  necedad?  No  temen  de  11a- 
mar  a  Dios,  Padre,  siendo  hijos  de  Satanas;  r  quieren  r  piden  el 
pan  celestial,  el  qual  no  se  da  sino  a  los  limpios  de  cora?6n;  y  te- 
men de  (vo.)  pedir  a  Dios  que  les  perdone,  porque  no  les  demande 
el  cumplimiento  de  la  condicion  que  piden. 
Antronjo:  Por  mi  salud,  que  yo  hazia  esso  todas  las  vezes  que  estaua 
mal  con  alguno  de  mis  companeros;  y  aun  no  pensaua  que  hazia 
poco  en  ello. 

Ar^objspo:  Pues  catad  que  no  lo  hagais  de  aqui  adelante. 

Antronjo:  Soy  contento;  pero  ^pareceos  que  sera  mejor  dexar  de 
dezir  el  Pater  noster  todo,  que  sola  esta  parte? 

Ar^objspo:  Si,  por  euitar  esta  supersticion  nueua.  Si  no  quereis  dexar 
la  yra  que  teneys  contra  vuestro  hermano,  con  condicion  que  no  de- 
xeis  de  rogar  a  Dios  os  de  su  gracia,  para  que  con  ella  os  hagais 
fuerga  a  vos  mismo,  y  la  dexeis;  aunque  muy  mejor  seria  que  de- 
xassedes  la  ira  y  lo  perdonassedes,  r  assi  diriades  bien  toda  vuestra 
oracion. 

Antronjo:       si  no  es  mas  en  mi  mano,  ni  la  puedo  dexar? 

Ar^objspo:  Si  a  vos  os  pesa  de  no  poder  quitar  de  vos  el  rencor  que 
teneis  contra  el,  ya  entonces  podeis  dezir  toda  la  oracion  r  rogar  a 
Dios  que  ayude  a  vuestra  buena  voluntad;  r  que  pues  os  dio  gracia 
para  que  quisiessedes  el  bien,  os  la  de  para  que  lo  pongais  en  effecto. 

Ajsttronjo:  Assi  biua  yo,  que  me  aueis  dado  la  vida  en  dezirme  esto, 
porque  me  aprouechare  dello  para  (fol.  lxxxi)  mi  y  para  otros. 

§  6.  Ar^objspo:  Assi  quiera  Dios.  Agora  estad  atentos  y  prosegui- 
remos  lo  demas.  Ya  que  auemos  pedido  a  Dios  que  nos  perdone; 
porque  la  perseuerencia  en  el  bien  es  la  que  es  coronada,  y  esta 
jamas  la  podemos  tener  de  nuestra  cosecha;  porque  naturalmente 
somos  inconstantes,  y  de  poca  fe  r  confianga,  y  muy  ligeramente 
caemos  en  tentaciones.  Por  esso  la  sexta  peticion  nos  dize  que  diga- 
mos:  No  consientas  que  seamos  derribados  ni  vencidos  en  la  tentacion. 


96 


Quando  el  christiano  estas  palabras  dize  conuiene  que,  para  al- 
can?ar  con  ellas  el  effecto  para  que  se  dizen,  conozca  la  flaqueza 
grandissima  de  sus  fuer^as,  y  assi  mismo  la  mucha  fuer^a  y  diuer- 
sidad  de  las  tentaciones  con  que  el  demonio,  el  mundo  y  la  carne 
nos  tientan;  y  assi,  con  este  conocimiento,  considere  que  lo  que  pi- 
de  a  Dios  en  esta  peticion  es  que  lo  conserue  y  tenga  de  su  mano,  y 
no  consienta  que  jamas  sea  vencido  de  tentacion  alguna,  ni  tome  a 
pecar,  sino  que  le  de  gracia  de  perseuerancia  con  que  varonilmente 
pueda  pelear  hasta  la  muerte.  Pues,  porque  conocemos  que  Dios  es 
justo,  y  que,  por  tanto,  es  menester  que  por  nuestros  pecados  nos 
castigue  y  que  nosotros  suframos  (vo.)  el  castigo,  pues  nuestra  mal- 
dad,  que  es  pecado  que  reina  en  nuestros  miembros,  es  el  que  da 
la  causa  para  ello. 

§  7.  Por  esso  se  sigue  luego  la  vltima  peticion,  que  nos  aconseja  diga- 
mos :  Libranos  del  mal. 

Aqui  conuiene  que  el  christiano,  teniendo  el  conocimiento  que 
tengo  dicho,  haga  mucho  hincapie  y  considere  que,  lo  que  ruega 
aqui  a  Dios  es  que,  porque  este  mal,  que  en  nuestra  carne  mora,  es 
el  que  causa  que  seamos  tentados,  y  caygamos  en  la  tentacion,  y 
seamos  por  ella  castigados,  por  esso  el,  con  su  summa  potencia,  lo 
libra  deste  mal,  para  que,  libre  de  todos  males  y  pecados,  sea  jun- 
tamente  con  los  amadores  de  Jesu  Christo,  sanctificador  del  nombre 
de  Dios;  sea  tambien  reyno  de  Dios;  cumpla  en  todas  las  cosas  la 
voluntad  de  Dios;  y  com.a  y  se  sustente  con  el  pan  de  cada  dia  de 
la  gracia  del  Spiritu  Santo ;  y  jamas  more  en  el  pecado  que  luego 
no  le  sea  perdonado.  Y  assi  mismo  no  sea  vencido  de  las  tentacio- 
nes de  que  no  podemos  del  todo  ser  libres  mientras  que  en  este 
mundo  biuimos. 

EusEBJo:  Essa  me  parece  vna  muy  nueua  manera  de  declaracion. 
ARgoBJSPO:  No  es  tan  nueua  como  pensais,  y  a  mi  parecer  es  mejor 

que  todas  las  que  he  leydo,  y  mas  al  proposito. 
EusEBJo:  ^En  que  se  lo  veis? 

§  8.  ARq;oBJSPo:  Yo  os  lo  dire;  y  (fol.  lxxxii)  para  que  lo  veais  me- 
jor, OS  dire  primero  otras  dos  declaraciones.  La  vna  es  que  quiera 
esto  dezir,  libranos  de  todo  mal;  y  aqui  los  theologos  hazen  sus  dis- 
tinciones,  diziendo  que  no  es  del  mal  de  la  pena,  sino  del  mal  de  la 
culpa.  En  esto  no  me  quiero  entremeter;  pero,  segiin  dizen  los  que 


97 


saben  griego,  que  es  la  lengua  en  que  los  Euangelistas  escriuieron, 
es  fuera  de  proposito  esta  declaracion  y  distinction,  y  por  esta  causa, 
Erasmo,  en  su  traducion  del  Testamento  Nueuo,  dize  Ubranos  de 
aquel  malo,  entendiendo  del  demonio.  Y  esta  es  la  segunda  declara- 
cion. Entramas,  a  mi  ver,  son  santas  y  buenas;  pero  a  mi  juyzio,  la 
que  yo  os  he  dicho,  viene  mas  a  proposito;  porque  de  otra  manera 
paresce  que  no  pedimos  mas  en  esta  peticion  que  en  la  passada. 
EusEBjo:  i,De  que  manera? 

Arcobjspo:  El  que  pide  a  Dios  que  lo  libre  y  guarde  que  no  cayga  en 
tentaciones,  ^no  os  paresce  que  juntaraente  le  pide  que  lo  libre  del 
demonio? 

EusiEBJo:  Si,  sin  dubda. 

Arcobjspo:  Pues  lo  mismo  diriades  de  la  otra  declaracion. 

Antronjo:  No  cureys,  seiior,  por  vuestra  vida,  de  hablar  mas  en  esto. 
Yo  estoy  bien  satisfecho  con  lo  que  dezis.  No  cureys  de  mas  re- 
plicas, (vo.) 

Arcobjspo:  Yo  hare  lo  que  dezis,  y  concluyendo  digo  que  viene  muy 
a  proposito  que,  despues  que  auemos  pedido  a  Dios,  en  la  peticion 
passada,  que  no  permita  que  seamos  derrocados  en  la  tentacion,  le 
pidamos  en  esta  que  nos  libre  del  mal  que  acarrea  la  tentacion,  que 
es  aquella  mala  inclinacion  que  del  pecado  de  nuestros  primeros  pa- 
dres nos  vino. 

EusEBJo:  Yo  OS  certifico  que,  aunque  he  replicado  en  esta  declara- 
cion, que  me  ha  en  estremo  contentado. 

§  9.  Arcobjspo:  Esta  bien.  La  conclucion  sea  que  lo  que  dezimos 
Amen,  es  vna  manera  de  confirmacion  y  absoluta  peticion  de  todo 
lo  ya  dicho.  Es  aliende  desto  necessario,  si  queremos  conseguir  el 
fruto  de  esta  peticion,  que  traygamos  a  nuestra  memoria,  que  Jesu 
Christo  nos  enseno  esta  manera  de  orar;  y  tambien  que  el  mismo 
prometio  de  otorgarnos  lo  que  le  pidiessemos,  si  se  lo  supiessemos 
pedir;  y  que,  pensando  en  esto,  tengamos  firmissima  esperanga  que 
nos  dara  y  concedera  Dios,  por  cumplir  su  palabra,  lo  que  por  esta 
oracion  le  pedimos. 

Antronjo  :  Veamos ;  ly  si  yo  no  puedo  creer  que  Dios  me  ha  de  oyr? 

Arcobjspo:  Hazed  lo  que  hizo  aquel  que  truxo  su  hijo  endemoniado 
a  Jesu  Christo,  que  diziendole  Jesu  Christo:  "Si  puedes  (fol.  lxxxiii) 
creer,  todas  las  cosas  son  possibles  al  que  cree";  el  respondio:  "Se- 
nor,  yo  creo,  mas  tu  ayuda  y  fauorece  a  mi  incredulidad  y  poca  fe." 


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EusEBJO:  Asi  biua  yo,  que  le  aueis  respondido  gentilmente,  y  nos  aueis 
declarado  harto  bien  el  Pater  iioster.  Yo  os  prometo  que  el  que  to- 
das  estas  consideraciones  hiziesse,  todas  las  vezes  que  las  rezasse, 
edificaria  harto  su  anima. 

Antronjo:  Assi  es  verdad.  Pero  ^como  podria  cumplir  con  los  Pater 
nostres,  y  Aue  Marias  que  nos  mandan  que  rezemos,  a  los  que  so- 
mos  ordenados,  y  aun  a  los  que  no  lo  son,  el  que  vuiesse  de  consi- 
derar  en  cada  vn  Pater  noster  todo  esso?  Pues  aun  en  todo  vn  dia 
no  podria  acabar  vno,  y  tambien  los  seglares  que  tienen  deuocion  de 
rezar  sus  rosarios,  y  sus  coronas,  y  otras  cosas  semejantes. 

ARgoBJSPO:  Esta  pregunta  ya  vos  veys  que  es  fuera  de  proposito. 

§  10.  Antronjo:  Si  veo,  sin  dubda  ninguna;  y  esto  no  lo  dixe  sino 
por  ver  que  diriedes.  Pero  pues  ya  yo  tengo  muy  determinado  de 
hazer  lo  que  me  dixeredes;  y  pues  assi  mismo  yo  os  tengo  de  dar 
credito  en  todo,  suplicoos  me  declareis  el  Aue  Maria  y  la  Salue  Re- 
gina  de  la  misma  manera  que  aueys  declarado  (vo.)  el  Pater  noster, 
porque  soy  cn  estremo  deuoto  de  Nuestra  Seiiora. 

Ar^objspo  :  Essas  son  cosas  que  ninguna  necessidad  tienen  de  declara- 
cion,  mas  que  entender  el  latin  dellas;  assi  que,  para  vos  que  lo  enten- 
deis,  esto  os  basta.  Para  los  demas,  hazedlas  trasladar  en  romance, 
y  hazed  que  en  romance  las  apriendan;  y  esto  tambien  les  bastara. 

Quanto  a  la  deuocion  que  dezis  teneis  con  Nuestra  Senora,  yo  lo 
tengo  por  muy  bueno;  y  en  este  caso  no  os  querria  dar  la  ventaja; 
pero  no  querria  que  hiziessedes  como  muchos  que  yo  conozco  ha- 
zen,  que  por  vna  parte  se  tienen  y  precian  de  deuotos  de  Nuestra 
Senora,  y  por  otra  son  mortales  enemigos  de  Nuestra  Senora. 

Antronjo:  ^Como  es  esso? 

ARgoBJSPo:  Yo  OS  lo  dire.  Conozco  yo  muchas  personas  que  andan 
embueltas  en  mil  cuentos  de  vicios,  y  ni  por  pensamiento  muestran 
en  si  otra  sefial  de  christianos,  sino  dezir  que  son  deuotos  de  Nues- 
tra Seiiora;  y  con  la  confianga  que  ponen  en  esta  su  deuocion,  pien- 
san  que  les  es  licito  hacer  las  vellaquerias  que  hazen.  Y  por  esto 
suelo  yo  dezir  muchas  vezes  que,  los  que  peor  sienten  de  Nuestra 
Senora,  son  los  que  tienen  estas  deuociones  deste  arte,  porque  los 
que  sienten  bien  de  Nuestra  Senora,  (fol.  lxxxiv)  y  le  son  verdade- 
ramente  deuotos,  procuran,  en  quanto  pueden,  imitar  la  humildad 
de  Nuestra  Sefiora,  su  castidad,  su  charidad  y  su  honestidad.  Pues- 
con  esto  se  honrra  ella  mas  que  con  hazerle  dezir  muchas  missas,  ni 


99 


rezarle  muchas  oraciones,  ni  ayunarle  muchos  dias,  puesto  que  esto 
todo  es  bueno.  Donosa  bouena  es,  que  siendo  yo  vicioso,  me  tcnga 
por  deuoto  de  Nuestra  Senora,  porque  le  rezo  no  se  que  oraciones, 
y  le  ayuno  no  se  que  dias;  a  la  fe  es  esta  vna  burleria  y  abominacion 
la  mayor  del  mundo. 

Antronjo:  Segiin  esso  que  dezis,  no  creo  que  aueis  visto  vn  libro  de 
los  milagros  que  Nuestra  Senora  ha  hecho,  por  personas  que  tenian 
con  ella  la  misma  manera  de  deuocion  que  aueis  reprehendido. 

Ar^objspo:  Si,  he  visto  y  he  Icido  buena  parte  del;  y  quando  pienso 
en  la  ocasion  que  aquel  librillo  da  a  algunos  necios,  para  que  scan 
viciosos,  no  puedo  dezir,  sino  que  mal  viaje  haga  quien  le  escriuio 
y  el  primero  que  lo  imprimio. 

Antronjo:  ^,Por  que  dezis  esso? 

Ar^objspo:  Porque  vna  cosa  tan  contraria  a  la  dotrina  euangeUca, 
no  se  auia  de  permitir  entre  christianos. 

Antronjo:  iEn  que  hallais  vos  que  es  contraria  a  la  dotrina  euangelica? 

AR90BJSP0:  Yo  OS  lo  dire.  Sant  Pablo  dize,  aliende  de  otras  muchas 
cosas  a  este  proposito,  [lo]  que  en  otras  (vo.)  partes  los  Euangehs- 
tas;  y  tambien  el  dize  que  ni  el  luxurioso,  ni  el  auariento,  ni  el  que 
esta  embuelto  en  pecados,  entrara  en  el  reyno  de  Dios.  Y  vuestro 
librico  cuenta  de  muchos  que  tenian  esto  todo  que  el  Apostol  dize; 
y  otras  muchas  cosas  mas  y  mas  feas;  y  que  quando  muria,  alguno(s) 
dellos,  porque  se  hallo  que  rezaua  cada  dia  el  Aue  Maria,  se  fue  al 
cielo.  ^.Visteys  mas  donosa  manera  de  deuocion? 

Antronjo:  Assi  Dios  me  salue,  que  teneis  grandissima  razon;  y  yo 
nunca  auia  caydo  en  la  cuenta  de  lo  que  dezis. 

ARg;oBJSPo:  Dezidme,  por  vuestra  vida;  el  que  leyere  esto,  o  otra  cosa 
semejante,  de  las  quales  ay  muchas,  y  lo  creyere  ^no  os  parece  que 
con  rezar  el  otra  Aue  Maria,  pensara  que  le  es  Hcito  ser  quan  gran- 
dissimo  vellaco  quisiere? 

Antronjo  :  Si,  por  cierto ;  y  aun  quipa  soy  yo  buen  testigo  de  algo  de 
lo  que  dezis. 

AR90BJSP0:  Yo,  por  mi  fe,  no  se  que  consciencia  les  basta  a  los  obis- 
pos  y  perlados,  para  passarse  sin  ver  esto ;  r  si  lo  veen,  yo  no  se  por 
que  no  lo  remedian. 

EusEBJo:  Pues  veamos,  ^por  que  vos,  pues  sois  perlado,  no  remediays 
vuestra  parte? 

Ar^objspo:  Porque  he  tenido  hasta  agora  tanto  que  hazer  en  otras 
cosas,  que  no  he  podido  entender  en  esto;  pero  dexadme  el  cargo 


100 


que  vos  (fol.  lxxxv)  vereys  lo  que  yo  hago  con  esse  librillo  y  otros 
semejantes. 

Y,  dexado  aparte  esto,  sabed,  padre  cura,  que  la  deuocion,  para 
que  sea  buena,  deue  empegar  de  Dios.  Assi  que  lo  primero  que 
deueria  todo  hombre  procurar,  es  alcaiigar  esta  y  despues  procurar 
las  demas,  porque  el  que  no  lo  haze  assi,  creedme  que  se  queda 
anegado  en  la  mar  de  los  uicios,  porque  no  tiene  remos  de  fe,  ni 
espiritu  y  lumbre  de  charidad,  que  lo  saque  al  puerto. 

Antronjo:  Por  mi  se  puede  dezir  que  fuy  por  lana  y  buelbo  tresqui- 
lado,  y  aun  a  cruzes.  Quiseme  alabar  de  deuoto,  pensando  que  por 
ello  ganaria  algiin  credito  con  vos,  y  saliome  al  reues.  Pareceme 
que  soys  tan  de  veras  amigo  de  Dios,  que  no  os  contenta  sino  solo 
aquello  que  esta  perfeto  y  bien  fundado  en  solo  Dios. 

ARgoBJSPo:  Verdaderamente  yo  no  se  a  quien  puede  contentar  deuo- 
cion ninguna,  si  no  vee  que  derechamente  esta  enderegada  y  funda- 
da  en  solo  Dios. 


COMPENDIO  DE  LA  SAGRADA  ESCRIPTURA 

Antronjo:  jAora  sus!;  yo  quedo  en  esto  bien  satisfecho,  y  quiero  que 

me  digays  lo  que  al  principio  prometistes,  me  diriades. 
ARgoBjspo:  ^Que  es  ello? 

Antronjo:  Quando  dixistes  que  quiriedes  que  a  todos  los  christianos 
se  diesse  vna  noticia  de  la  Sagrada  Escriptura  en  vn  breuecito  com- 
(vo.)-pendio,  dixistes  tambien  que  nos  diriades  la  manera  como  que- 
riades  que  fuesse  esto. 

Ar^objspo:  Vos  dezis  muy  gran  verdad;  que  yo  os  lo  prometi  denan- 
tes  esso,  y  agora  estoy  aparejado  para  cumplir  mi  promesa. 

Antronjo  :  Verdaderamente  vos  hablays  como  quien  soys,  y  pues  assi 
es,  primero  quiero  que  me  digais  a  que  proposito  queriades  que  se 
les  dixesse  esso. 

Ar^objspo  :  A  proposito  que  embeuiessen  en  sus  ternezicos  animos  es- 
tas  cosas  sagradas,  que  en  si  son  santas  y  buenas,  y  nos  traen  en 
conoscimiento  de  Dios,  para  que  el  animo  del  niiio,  fundado  con 
tales  cimicntos,  no  pudiesse  ligeramente  caer  de  su  inocencia,  ena- 
morandose  en  cierta  manera  de  la  ley  de  Dios,  por  lo  que  del  oyesse 
dezir;  y  aborresciesse  ansi  mesmo  la  tirania  del  demonio,  como  ma- 
la, peruersa  y  perniciosa. 


101 


Sacan'a  tambien  otro  prouecho,  y  es  que,  ocupados  en  estas  co- 
sas,  tomarian  sabor  en  ellas;  y  assi,  tomando  este  exercicio,  dexa- 
nan  el  que  agora  muchos  tienen  en  no  se  que  libros:  vnos  que  los 
affiicionan  a  no  ser  christianos,  sino  mundanos,  vanos  y  vicio- 
sos;  y  otros,  que  les  afficionan  a  vna  christiandad  mas  cerimonia- 
tica  que  verdadera.  A  lo  menos  yos  prometo  de  mirar  ya  bien,  que 
libros  son  los  que  mis  feligreses  leen,  porque,  como  os  dixe, 
tales  animos  cobramos  quales  son  los  libros  en  (fol.  lxxxvl)  que 
nos  exercitamos. 

Antronjo:  Muy  bien  lo  dezis  y  assi  creo  que  lo  hareis.  Entre  tanto, 
por  vuestra  vida,  Sefior,  que  nos  digais,  como  querriades  que  se  di- 
xesse  esse  discurso,  o  como  le  llamais,  de  la  Sagrada  Escritura.  Y 
querria  lo  dixessedes  de  la  misma  manera  como  querriad[e]s  se  di- 
xesse  a  todos. 

Ar^objspo:  Todo  lo  hare  a  vuestra  voluntad.  Seria  bien,  a  mi  pare- 
cer,  que  les  dixesse[des]  desta  manera. 

§  1.  Pues  que  por  la  bondad  de  Dios,  hermanos  mios,  somos  christia- 
nos, y  el  principal  y  mas  continuo  exercicio  del  christiano  deue  ser 
en  la  ley  de  Dios,  que  se  contiene  en  la  Sagrada  Escritura  — porque 
sola  esta  es  la  que  nos  declara  la  voluntad  de  Dios  y  sola  esta,  sin 
faltar  vna  letra,  es  escrita  por  el  Spiritu  Santo;  y  a  sola  esta,  sobre 
todas  quantas  escrituras  ay  en  el  mundo,  somos  obligados  a  creer  to- 
das  las  cosas  que  nos  dixere,  sin  faltar  ninguna — ,  os  quiero  dezir 
breuemente  lo  que  en  ella  se  contiene  sin  especificar  particularidades 
ningunas,  porque  estas,  quando  Dios  quiera  que  seays  mayores,  vo- 
sotros  OS  las  leereis. 

Assi  que  es  menester  que  esteis  atentos,  pues  lo  que  aqui  aueis 
de  oyr,  es  todo  sacado  de  lo  que  enseilo  y  dicto,  no  algiin  sabio 
hombre,  sino  el  mismo  Spiritu  Santo;  ni  son  tanpoco  nueuas  de  las 
Indias,  o  de  Siria,  sino  venidas  de  alia  del  alto  cielo  (vo.) 

§  2,  Y  pues  esto  es  assi,  estad  attentos  y  sabed  que  tenemos  vn  Dios 
el  qual  es  sumamente  bueno,  y  la  misma  bondad ;  sumamente  pode- 
roso,  y  la  misma  omnipotencia ;  el  qual,  assi  como  nunca  tuuo  prin- 
cipio,  assi  jamas  ha  de  tener  fin. 

Este,  con  su  eternal  sabiduria,  crio  de  nonada  todas  las  cosas,  y 
esto  muy  facilmente,  porque  su  querer  es  hazer;  y  assi,  en  quiriendo 
que  se  hiziessen,  fueron  hechas.  Desta  manera  crio  el  cielo  y  la  tie- 


102 


rra  y  todo  quanto  en  ellos  esta;  lo  qual  todo  de  contino  substenta 
con  su  virtud,  porque  todo  peresceria  si  el  no  lo  substentasse. 

Crio  assi  mismo  los  spiritus  angelicos  para  que,  como  sus  minis- 
tros,  siempre  estuuiessen  delante  su  magestad.  Entre  estos  vuo  vno 
que  era  entrellos  mas  excelente,  al  qual  llamamos  Lucifer.  Este, 
mouido  con  loca  y  temeraria  presuncion,  quiso  poner  su  silla  cabe 
el  muy  alto  Dios,  y  ser  semejante  a  El;  y  en  pena  de  su  loco  y  des- 
uariado  atreuimiento  echo  Dios  de  alia  del  cielo  a  el  y  a  los  otros 
angeles  que  fueron  participantes  en  aquella  maldad  y  atreuimiento; 
y  los  puso  a  donde,  para  siempre  jamas  ternan  grandissimos  tor- 
mentos  y  trabajos. 

§  3.  Hecho  esto,  viendo  Dios  que  aquellas  sillas  que  los  angeles  (fol. 
Lxxxvii)  malos  auian  perdido  estauan  vazias,  quiso  criar  el  linaje 
humano,  para  que  las  posseyessen  aquellos  que  le  fuessen  obedien- 
tes;  las  quales,  porque  auian  sido  primero  perdidas  por  soueruia, 
quiso  se  ganassen  por  humildad;  y  assi,  de  vn  poco  de  tierra,  formo 
al  hombre  primero,  y  diole  spiritu  de  vida,  y  a  este  llamo  Adam,  que 
quiere  dezir  hombre;  y  luego,  haziendo  que  se  durmiesse  Adam, 
le  tomo  vna  costilla,  de  la  cual  formo  vna  muger,  y  llamola  Eua. 

Estos  dos  fueron  criados  en  estado  de  innocencia,  y  fueron  pues- 
tos  en  el  parayso  terrenal,  que  era  vn  huerto  a  marauilla  deleytoso, 
a  los  quales  mando  Dios  comiessen  la  fruta  de  qualquier  arboles 
que  quisiessen;  pero  de  vn  arbol  que  estaua  en  medio  del  Parayso 
-el  cual  se  llamaua  el  de  la  sciencia  del  bien  y  del  mal-  no  comiessen. 

Luego  el  angel  malo,  viendo  que  Dios  auia  criado  aquellos  hom- 
bres  para  que  gozassen  de  lo  que  el  y  sus  sequaces  auian  perdido, 
mouido  por  embidia,  acordo  de  engaiiallos  y  hazerles  que  fuessen 
desobedientes  a  Dios,  para  que  Dios  los  castigasse  como  hauia  he- 
cho a  el.  Y  assi,  en  figura  de  serpiente,  con  falsas  y  enganosas  pala- 
bras,  hizo  a  Eua,  que  comiesse  de  la  (vo.)  fruta  del  arbol  que  Dios 
les  auia  mandado  que  no  comiessen;  y  luego  que  ella  ouo  comido, 
dio  della  a  su  marido  Adam,  para  que  comiesse,  el  qual  assi  mismo 
comio.  Y  por  esta  desobediencia  y  poca  fe,  que  tuuieron  en  creer 
mas  al  demonio  que  a  Dios,  perdieron  el  estado  de  la  innocencia,  y 
fueron  echados  del  parayso  terrenal;  y  por  el  mismo  caso,  todos  los 
que  destos  dos  nascemos,  somos  concebidos  y  nacidos  en  pecado,  y 
quedamos  hijos  de  yra  y  de  maldicion,  subjectos  a  mil  malas  incli- 
naciones,  a  mil  trabajos  y  fatigas,  y  en  fin,  a  pena  eterna. 


103 


Pero  como  nuestro  Dios  es  tan  misericordioso,  aun  al  tiempo  que 
les  daua  el  castigo  de  la  culpa,  les  dio  esperan9a  del  remedio  della, 
diziendo  al  demonio  que,  de  la  muger  que  aula  enganado,  aula  de 
nascer  quien  le  rompiese  a  el  la  cabe?a,  y  cobrasse  lo  que  la  muger 
aula  perdido.  Esto  dixo  el  por  su  vnico  hijo  Jesu  Christo,  Dios  y 
Seiior  nuestro. 

§  4.  Esto  hecho,  ya  la  malicia  empegaua  a  reynar  en  los  hombres,  y 
assi  fue  que  Cayn,  hijo  de  Adam  y  Eua,  mato  por  inuidia  a  su  her- 
mano  Abel;  y  como  yua  multiplicandose  la  generacion  humana,  yua 
tambien  cresciendo  la  maldad;  tanto  que,  desde  a  algunos  anos, 
enoja-(fol.  LXXXViii)-do  Dios  de  los  peccados  de  los  hombres,  acor- 
do  de  destruyr  el  mundo  por  agua;  y  no  hallando  en  todo  el  sino 
solo  vn  hombre  justo,  el  qual  se  llamaua  Noe,  mando  a  este  que 
hiziesse  vna  area,  en  que  se  saluase  el  y  los  de  su  casa  que  en  el  area 
metiesse,  y  el  hizolo  assi.  Y  luego  embio  Dios  tan  grandissimo  di- 
luuio  en  el  mundo,  que  duro  quarenta  dias  y  quarenta  noches  con- 
tinuas.  Y  las  aguas  subieron  quinze  cobdos  sobre  el  mas  alto  monte 
del  mundo,  y  assi  fue  todo  destruydo;  y  solamente  se  saluaron  en 
el  area,  que  por  mandado  de  Dios  hauian  hecho,  Noe  y  su  muger, 
y  sus  tres  hijos  con  sus  mugeres;  y  assi  mismo  los  animales  que  por 
mandado  de  Dios  hauia  metido  Noe  consigo. 

Estos,  pues,  empe?aron  a  multipUcar  el  mundo.  Luego  no  falta- 
ron  vnos  malos  gigantes  que  mouidos  con  presuncion,  quisieron  edi- 
ficar  vna  cierta  torre,  a  los  quales  Dios  destruyo,  y  derribo  la  torre, 
y  a  ellos  desparzio  por  todas  las  partes  del  mundo. 

§5.  En  este  tiempo  saco  Dios  de  su  tierra,  y  de  entre  sus  parientes, 
vn  varon  justo  y  sancto,  que  se  llamaua  Abraham  y  Ueuolo  a  Pales- 
tina.  A  este  hizo  Dios  muy  (vo.)  grandes  prometimientos;  el  qual 
todos  los  creyo;  y  por  esta  causa  su  fe  es  muy  alaba[da]  en  la  Sa- 
grada  Escritura. 

Este  tuuo  vn  hijo;  no  menos  bueno  y  amigo  de  Dios  que  su  pa- 
dre, al  qual  assi  mismo  largamente  fauorescio  Dios.  Este  se  llamo 
Jsac,  y  tuuo  vn  hijo  que  fue  Uamado  primero  Jacob;  y  despues,  en 
vna  lucha  que  con  vn  angel  tuuo,  le  fue  mudado  el  nombre  y  llama- 
ronle  Israel,  de  donde  despues  los  del  pueblo^  de  los  judios  se  11a- 
maron  israeUtas. 


104 


§  6.  Este  tuuo  doze  hijos,  entre  los  quales  tuuo  vno  que  se  nombraua 
Joseph,  al  qual  el  padre  fauorescia  y  quena  mas  que  a  todos ;  y  por 
esta  causa,  mouidos  con  embidia  los  otros,  se  juntaron  contra  el  y 
lo  vendieron  a  vnos  que  yuan  a  Egypto;  al  qual  dio  Dios  tan  buena 
dicha  y  tanta  prosperidad  en  Egypto,  que  dende  a  pocos  anos  fue  el 
principal  de  la  casa  del  rey  Pharaon  que  era  senor  de  aquella  tierra. 

Y  acontecio  que  vino  vna  grandissima  hambre  en  la  tierra  donde 
Jacob  y  su  padre  y  los  otros  sus  hijos  morauan,  y  el  padre  embio 
a  los  hijos  a  Egypto  a  comprar  trigo,  los  quales  conoscieron  a  su 
hermano  Joseph,  que  ellos  auian  vendido.  El  qual,  vs6  de  tanta 
misericordia  con  ellos,  (fol.  lxxxix)  que,  haziendoles  mucha  honrra, 
les  mando  que  boluiessen  por  su  padre  y  toda  su  familia  y  se  vinies- 
sen  a  aquella  tierra,  donde  el  les  daria  largamente  lo  que  ouiessen 
menester.  Ellos  lo  hizieron  assi,  de  manera  que  vinieron  Jacob  y 
sus  hijos  y  familia  a  morar  en  aquella  tierra,  donde  murio  Jacob, 
y  dexo  doze  hijos,  de  los  quales  tomaron  nombre  los  doze  tribus  de 
Israel.  El  vno  dellos  se  Uamaua  Judas,  de  donde  tomaron  nombre 
los  judios.  Todos  estos  se  saluauan  en  fe  de  Jesu  Christo,  que  espe- 
rauan  auia  de  venir  a  redemirlos;  assi  como  nosotros  en  fe  del  mis- 
mo  que  ya  vino. 

§  7.  Assi  que,  mientras  fue  biuo  Joseph,  el  pueblo  de  Jsrael  fue  muy 
fauorecido  y  bien  tratado  en  tierra  de  Egypto;  pero  muerto  el  y 
muerto  el  rey  que  le  queria  bien,  empe?aron  los  reyes  de  Egypto  a 
afligir  aquel  pueblo  de  Dios  por  algunos  anos,  y  tanto  quanto  mas 
se  augmentaua  por  virtud  de  Dios,  tanto  mas  los  de  Egypto,  como 
ministros  de  maldad,  los  affligian. 

Mouido  pues  Dios  con  misericordia,  se  doho  de  la  fatiga  de  su 
pueblo  y  embioles  a  Mosen,  varon  santo  y  justo,  para  que  los  sa- 
casse  de  aquel  catiuerio ;  y  despues  de  auer  affligido  (vo.)  Dios  toda 
la  tierra  de  Egypto  con  grandissimas  y  crudehssimas  plagas  que  les 
embio  porque  el  coragon  del  rey  Pharaon  estaua  endurecido,  y  no 
los  queria  dexar  yr;  al  fin  vn  dia,  por  mandado  de  Dios,  fingieron  los 
israelitas  que  hazian  vnas  bod  as  y  cada  vna  pidio  a  su  vezina 
prestadas  muchas  joyas  de  oro  y  plata,  y  a  la  noche,  secretamente, 
sin  que  los  egyptianos  lo  sintiessen,  se  salieron  huyendo.  Y  era  tan 
grandissimo  el  amor  que  Dios  tenia  a  este  pueblo,  y  el  fauor  que  le 
daua  — aunque  malo  y  desobediente— ,  que  les  dio  vna  columna  de 
fucgo,  que  de  noche  les  alurabrase  por  el  camino;  y  dioles  assi  mis- 


105 


mo  vna  nuue,  que  de  dia  les  quitasse  el  calor  del  sol.  Y  abrio  el 
Mar  Bermejo,  para  que  a  pie  enxuto  passassen  por  el;  y  en  el  mismo 
mar  ahogo  al  rey  Pharaon,  y  a  todos  los  egyptianos  que  yuan  tras 
ellos. 

§  8.  Todos  estos  fauores  les  hizo  por  mano  de  Mosen  y  de  Aaron, 
su  hermano;  el  vno  dellos  era  caudillo,  y  el  otro  sacerdote  mayor. 
Aliende  desto,  aunque  los  deste  pueblo  israelitico,  como  malos  y 
desconocidos,  siempre  blasphemauan  y  murmurauan  contra  Dios, 
mientras  que  caminauan  por  el  desierto  hazia  la  tierra  que  Dios  les 
aula  prometido,  que  era  Palestina;  faltandoles  a-(fol.  xc)-gua,  ma- 
rauillosamente  se  la  dio ;  y  faltandoles  que  comer,  les  enbio  del  cielo 
codornizes  y  vn  mana  suauissimo  y  sabrosissimo,  mas  excelente  que 
quantos  manjares  ay  en  el  mundo. 

Y  viendo  que  ni  aun  con  todos  estos  regalos  los  podia  atraer  a 
que  le  amassen,  sin  que  luego  se  boluiessen  a  adorar  idolos,  acordo 
de  dalles  vna  ley,  toda  llena  de  cerimonias,  en  que  se  occupassen; 
no  porque  El,  siendo  como  es  spiritu,  se  holgase  ni  contentase  con 
aquellos  tabernaculos  y  altares,  ni  con  aquella  multitud  de  sacrifi- 
cios;  pero  diosela  por  tenellos  impedidos  y  ocupados  en  aquellas 
cosas,  hasta  que  se  cumpliese  el  tiempo  en  que  El,  en  su  eternal  sa- 
biduria,  tenia  determinado  de  enbiar  a  su  propio  hijo  al  mundo, 
hecho  hombre,  como  muchas  vezes  lo  aula  prometido. 

Dioles  assi  mismo,  en  el  Monte  Sinay,  los  diez  mandamientos  que 
nosotros  agora  guardamos,  y  otros  muchos  que  seria  largo  de  dezir. 
Mientras  que  en  estas  tierras  anduuieron,  les  dio  Dios  grandes  vic- 
torias contra  sus  enemigos;  y  antes  que  entrassen  en  la  tierra  que 
les  aula  prometido,  muerto  Mosen,  les  dio  por  caudillo  a  Josue,  por 
el  qual  assi  mismo  hizo  Dios  grandes  marauillas.  Este  passo  a  pie 
enxuto  el  pueblo  de  Israel  y  el  Area  (vo.)  del  Testamento  por  el  rio 
Jordan,  y  lo  puso  en  la  tierra  que  buscauan.  Por  intercesion  destos 
caudillos  no  destruyo  Dios  muchas  vezes  aquel  pueblo  maio  y  deso- 
bediente,  a  lo  qual,  con  su  poca  fe  y  mucha  maidad,  le  prouocauan. 

§  9.  Muerto  Josue,  gouernaron  este  pueblo  juezes  por  espacio  de  qui- 
nientos  y  cincuenta  y  cinco  aiios;  en  el  qual  tiempo  tuuieron  conti- 
nuas  guerras;  y  siempre  que  obedecian  lo  que  Dios  les  mandaua, 
eran  vencedores;  y  assi  mismo,  quando  se  apartauan  de  la  voluntad 
de  Dios,  eran  miserablemente  vencidos. 


106 


En  este  medio  tiempo  les  embiaua  Dios  prophetas  y  santos  varo- 
nes  que  los  encaminassen  en  su  ley,  y  a  ninguno  obedecian;  y  pen- 
sando  librar  mejor,  pidieron  a  Dios  les  diesse  rey,  el  qual  les  dio  a 
Saul.  Este  los  affligio  y  maltrato,  mientras  los  senoreo.  Luego  les 
embio  Dios  por  rey  a  Dauid,  con  el  qual,  aunque  era  santissimo 
varon,  nunca  les  falto  continua  guerra.  Despues  succedio  su  hijo 
Salomon.  Este  los  tuuo  en  mucha  paz  y  sossiego;  pero  muerto  este, 
se  diuidio  el  pueblo  y,  por  su  rebeldia  y  maldad,  jamas  les  falto  a 
los  vnos  ni  a  los  otros  trabajo  y  fatiga.  Conuertianse  a  (fol.  xci) 
adorar  jdolos,  y  siempre  Dios  les  embiaua  santos  profetas  que  los 
encaminassen  en  bien,  a  los  quales  ellos  matauan  y  maltratauan. 

Y  despues  de  auer  passado  muchos  ailos  y  reinado  muchos  reyes, 
permitio  Dios  que  Nabucdonosor,  rey  de  Babilonia,  captiuasse  este 
su  pueblo,  y  lo  lleuasse  a  su  tierra  de  Babilonia,  despues  de  auer 
destruido  aquella  gran  ciudad  de  Jerusalem  y  vn  grande  y  rico  tem- 
plo  que  el  rey  Salomon  auia  con  muy  gran  costa  edificado.  En  esta 
captiuidad  estuuieron  algunos  aiios,  hasta  que  Dios  vuo  misericor- 
dia  dellos  y  los  libro  y  truxo  a  su  tierra  de  Palestina;  y  ellos  su  poco 
a  poco  restauraron  el  dano  de  la  cibdad  y  del  templo. 

§10.  En  fin,  cumpliendose  ya  el  tiempo  en  que  Dios  auia  prometido 
a  este  su  pueblo  en  particular,  y  en  general  a  todo  el  humano  linaje, 
de  librarlos  del  captiuerio  y  subjecion  del  demonio,  y  de  la  gran  ti- 
rania  que  sobre  ellos  tenia,  con  que  les  hazia  ser  desobedientes  a 
Dios,  eligio  el  mesmo  Dios  vna  santissima  donzella  de  la  tribu  de 
Juda  y  del  linaje  de  Dauid,  la  cual  se  llamaua  Maria,  y  embio  a  su 
vnigenito  Hijo,  para  que  tomasse  della  carne  humana  por  obra  del 
(vo.)  Espiritu  Santo,  y  se  hiziesse  hombre;  porque,  hombre,  satisfi- 
ziesse  a  Dios  la  offensa  que  el  primer  hombre  Adam  le  auia  hecho, 
y  cobrasse  assi  mismo  para  todos  la  gracia  que  por  su  causa  todos 
auiamos  perdido.  Y  abriendo  las  puertas  del  cielo,  a  donde  hasta 
entonces  ningun  hombre  auia  entrado,  de  alii  adelante,  todos  los 
que  con  fe  y  amor  se  allegassen  a  el,  gozassen  de  aquella  bienauen- 
turanga. 

Fue,  pues,  el  Hijo  de  Dios  concebido  por  obra  del  Espiritu  Santo, 
siendo  para  ello  el  mensajero  el  angel  Sant  Gabriel.  Quiso  nascer 
de  muger,  aunque  virgen  y  santissima,  pero  pobre  y  de  baxo  estado, 
segun  el  mundo,  y  biuir  en  pobreza  y  abatimiento,  por  mostrarnos 
que  es  menester  con  humildad  y  mansedumbre  la  gracia  para  agradar 


107 


a  Dios  en  este  mundo;  y  assi,  por  la  gracia,  alcancemos  la  gloria,  que 
es  gozar  para  siempre  de  su  presencia  deleitable  en  la  vida  eterna. 

Esto,  pues,  es  lo  que  digo  yo  que  se  deuena  dezir  a  todo  christia- 
no;  y  aunque  lo  he  dicho  lo  mas  breuemente  que  he  podido,  creo 
que  he  sido  prolixo,  y  por  no  serlo  mas,  he  passado  assi  tan  breue- 
mente por  los  misterios  del  Testamento  Nueuo,  los  quales  tambien 
es  menester  se  especi-(fol.  xcii)-fiquen  muy  largamentc. 

§11.  Antronjo  :  Por  cierto,  a  mi  me  ha  parescido  todo  en  extreme 
bien,  y  me  he  holgado  mucho  de  oyros;  porque  aunque  casi  todas 
las  cosas  que  aueis  dicho  me  sabia  yo,  de  oyrlas  en  sermones,  no 
las  sabia  assi  por  tan  buen  concierto,  ni  tan  asidas  vnas  de  otras. 
Bendito  sea  Dios  que  doto  vuestra  anima  de  tal  y  tan  alta  sabiduria. 

EusEBJo:  Agora  nos  tornad  a  dezir,  ^para  que  otro  effecto  querriades 
que  a  todos  los  christianos  se  dixi[e]sse  esto? 

ARgOBJSPo:  Para  que,  viendo  los  hombres  lo  que  Dios  a  hecho  con 
el  linaje  humano;  y  la  paciencia  con  que  tanto  tiempo  lo  ha  suffrido 
y  sufre,  se  animen  a  amarlo  mas  y  mas ;  y  tambien  para  que,  viendo 
las  mercedes  y  fauores  que  a  aquel  pueblo  de  Israel  hizo,  siendole 
siempre  rebelde,  aprendan  a  tener  entera  confian^a  en  el,  que  assi 
misno  los  fauorecera  y  conseruara,  si  todos,  y  del  todo,  se  dieren  a 
el,  y  con  mucha  confian?a  se  pusieren  en  sus  manos. 

EusEBJo:  Bien  se  me  figure  a  mi  que  denantes  se  os  oluido  de  dezir 
esto  que  agora  aueis  dicho;  y  por  esto  os  lo  pregunte. 

Antronjo:  Quanto  que  a  mi,  todo  se  me  haze  tan  nueuo  que  ninguna 
cosa  hecho  menos.  Por  las  ordenes  que  recebi,  vos  solo  bastais  para 
conuertir  medio  mundo  con  vuestra  sabiduria,  discrecion  y  santidad. 
(vo.)  Yos  prometo  de  dezirlo  de  la  mesma  manera  que  lo  aueys 
dicho  a  mis  fehgreses,  porque,  segiin  vos  soys,  bien  se  que  no  se 
os  hara  de  mal  de  mandarmelo  escreuir  todo  assi  como  lo  aueys 
dicho. 

Ar^objspo:  Antes  no  holgare  de  cosa  mas;  porque  si  yo  algo  soy  o 
valgo,  mas  lo  queria  emplear  en  prouecho  de  mis  proximos  que  en 
el  mlo;  pues  se  que  para  esto  me  lo  dio  Dios  y  esto  es  lo  que  el 
quiere. 

Antronjo:  No  dezis  cosa  que  no  sea  muy  buena;  y  pues  todo  lo 
aueys  dicho  a  mi  proposito,  supUcos  que  me  digais,  ^que  tanto  tiem- 
po ha  que  empegastes  a  saber  e  obrar  esta  doctrina  que  aqui  nos 
aueys  ensenado? 


108 


Ar^objspo:  Quanto  ha  que  tengo  juyzio  para  saber  dicernir  entre  lo 
bueno  y  lo  malo. 

Antronjo:  quien  fue  el  que  os  instruyo  al  principio  en  ello?,  por- 
que  no  puedo  creer  sino  que  milagrosamente  os  ha  ensenado  Dios; 
pues  ay  muchos  theologos  y  grandes  letrados  que  no  sabrian  hablar 
en  lo  que  vos  aueys  hablado  tan  puramente  ni  tan  al  proposito. 

ARgoBJSPo:  Huelgome  mucho  que  ne  aygays  preguntado  esso,  porque 
yo  desseaua  que  lo  supiessedes.  Aueys  de  saber  que  mi  padre  tenia 
esta  costumbre:  que  cada  maiiana  en  leuantandose,  juntaua  a  sus 
hijos,  y  ami  a  algunos  (fol.  xcm)  de  su  casa  en  vna  sala;  y  alii,  muy 
particularmente,  les  enseiia[ua]  casi  todas  estas  cosas  que  yo  os  he 
dicho.  Y  despues  que  nos  las  aula  dicho,  nos  las  preguntaua  a  no- 
sotros  casi  de  la  misma  manera  que  vosotros  me  las  aueis  pregun- 
tado a  mi;  porque  dezia  el,  que  assi  como  el  prelado  es  obligado  a 
instruir  en  la  dotrina  Christiana  a  los  de  su  obispado,  y  el  cura  a  los 
de  su  yglesia,  assi  tambien  era  el  obhgado  a  instruir  a  sus  hijos  y  a 
los  de  su  casa;  specialmente  siendo  letrado,  y  no  auiendo  aprendido 
letras  para  ganar  de  comer  con  ellas,  sino  para  edificacion  de  su 
anima  y  de  las  de  los  de  su  casa. 

Antronjo:  \0,  buena  vida  le  de  Dios  a  tal  hombre!  jPluguiesse  a 
Dios,  que  todos  los  obispos  r  los  curas  hiziessemos  essa  considera- 
cion  y  tuuiessemos  tan  santo  exercicio! 

Ar^objspo:  Pues  veis  aqui;  como  yo  oya  estas  cosas  muchos  dias,  y 
tambien  las  dezia  a  mis  hermanos,  y  como  me  parescian  bien  r  las 
aprendia,  no  solamente  para  saberlas  sino  tambien  para  obrarlas, 
quedaronseme  como  veis  en  la  memoria.  AUende  desto,  tenia  mi 
padre  en  su  casa  vn  maestro,  para  que  amostrasse  a  ler  y  escreuir 
a  mi  y  a  mis  hermanos,  el  qual  assi  mesmo  era  (vo.)  amigo  de  toda 
cosa  buena  y  Christiana;  y  con  la  continua  communicacion  y  con- 
uersacion  deste,  hallo  que  gane  mucho,  y  que  aprendi  hartas  cosas 
de  las  que  aqui  os  he  dicho. 

EusEBJo:  For  cierto,  es  verdad  que  en  forma  he  cobrado  grandisima 
aficion  a  vuestro  padre.  Dios  le  de  por  ello  el  galardon;  que  si  creo 
que  se  lo  aura  dado.  Pluuiesse  a  Dios  que  uuiesse  muchos  tales 
como  el.  No  oy,  en  mi  vida,  cosa  mejor.  Sobre  la  cabe^a  se  deuria 
poner  tal  persona  como  essa.  Digoos  que  soys  harto  obhgado  a 
vuestro  padre,  y  mas  que  si  os  dexara  diez  cuentos  de  renta. 

ARgoBJSPo:  Esso  conozco  yo  muy  bien.  Bendito  sea  Dios  por  ello,  y 
mucho  mas  quando  veo  algunos  padres  que  no  curan  de  hazer  a 


109 


sus  hijos  hombres  de  bien,  porque  piensan  que  harto  hazen  en  de- 
xarles  bien  de  comer.  No  vi  en  mi  vida  mayor  crueldad  o,  por 
mejor  dezir,  mayor  impiedad. 

EusEBJo:  Digoos  de  verdad,  que  conozco  yo  hombre  que  todo  su  exer- 
cicio  y  vigiiancia  pone  en  buscar  maneras  como  dexar  a  su  hijo  vn 
gran  mayoradgo,  y  no  quiere  dar  vna  miseria  a  vn  maestro  que  ins- 
truya  al  mismo  hijo  en  buenas  costumbres,  y  le  amuestre  como  ha 
de  biuir.  Yo  no  se  que  ceguedad  diabolica  es  esta,  que  aunque  no 
fuesse  sino  porque  supiesse  bien  aprouecharse  de  la  ren-(fol.  xciv)- 
ta  que  le  dexa,  auie  de  procurar  que  fuesse  hombre  de  bien.  Quanto 
mas  que,  pues  se  precian  los  hombres  de  christianos,  seria  razon  que 
lo  fuessen  ellos;  y  hiciessen  que  lo  fuessen  tambien  sus  hijos.  Y  esto 
no  penseis  que  es  solamente  en  este  que  digo,  que  en  verdad,  si  mi- 
rais  en  ellos,  hallareis  que  deste  pie  coxquean  casi  todos  los  ricos. 

Ar^objspo:  Dexadme  dezir,  y  vereis  como  aun  deuo  mas  de  lo  que 
pensais  a  mi  padre,  y  es  esto;  que  como  el  me  vido,  siendo  mocha- 
cho,  inclinado  a  todo  lo  que  parecia  santo  y  bueno,  procure  con 
mucha  dihgencia,  desseando  que  este  mi  desseo  antes  se  acrecentasse 
que  se  perdiesse,  de  ponerme  en  casa  de  aquel  bienauenturado  ar- 
gobispo,  de  quien  denantes  os  dixe.  El  qual,  como  sabeis,  era  muy 
desseoso  de  instruir  santamente  a  los  ninos,  segiin  podeis  ver  por 
algunas  cosas  que  dexo  escritas. 

Antronjo:  Assi  es  verdad;  yo  las  he  visto. 

Ar^objspo:  Pues  con  la  continua  conuersacion  que  yo  tuue  con  este 
santo  hombre,  y  con  ver  sus  costumbres  y  santidad,  aproueche  mu- 
cho  en  aquellas  cosas  que  mi  padre  y  mi  maestro  me  auian  enseiia- 
do ;  y  aun  si  al  presente  tuuieramos  mas  tiempo,  no  holgara  de  cosa 
mas  que  de  contaros  algunas  cosas  de  aquel  bienauenturado  argo- 
bispo.  Y  ellas  fueron  tales  y  tan  senaladas,  que  a  qualquie-(vo.)-ra 
deste  argobispado  que  las  pregunteis,  os  las  dira. 

EusEBJo:  Bienauenturado  vos,  senor,  que  tal  padre  vos  tuuistes,  y 
bienauenturado  el  que  tuuo  hijo  que  tambien  se  supiesse  aproue- 
char  de  lo  que  el  le  ensenaua.  Ciertamente,  si  en  el  mundo  vuiesse 
algunos  tales  como  vuestro  padre,  seria  menester  que  nosotros  nos 
fuessemos  a  la  Yndias,  pues  haziendo  ellos  lo  que  nosotros  deuia- 
mos  hazer,  no  aurie  por  que  nos  diessen  sus  haziendas.  Y  si  assi 
mesmo  vuiesse  muchos  maestros  tales  como  el  vuestro,  no  se  co- 
rromperian  los  animos  de  los  ninos  tan  temprano  como  veemos  que 
se  corrompen  por  falta  de  los  maestros  que  los  tienen  a  cargo;  y  si 


110 


tales  perlados  vuiesse  como  el  que  aueis  nombrado,  que  assi  procu- 
rassen  el  bien  de  sus  subditos  y  criados,  ciertamente  aurie  otra  ho- 
nestidad,  bondad,  virtud  y  christiandad  que  al  presente  ay.  Pero, 
por  nuestros  pecados,  los  padres  ruynes  no  curan  que  sus  hijos  sean 
buenos,  y  los  maestros  viciosos  no  pueden  ensenar  a  sus  discipulos 
sino  vicios;  y  de  los  perlados  ambiciosos  y  auarientos  no  pueden 
los  subditos  aprender  sino  ambicion  y  auaricia.  Esta  es  vna  regla 
muy  cierta  y  verda-(fol.  xcv)-dera. 
Antronjo:  Vos  dezis  muy  gran  verdad  en  todo;  y  quisiera  que  tam- 
bien  dierades  su  xaque  a  los  curas,  porque  me  cupiera  a  mi  mi  par- 
te; pero  creo  que  lo  dexastes  porque,  por  ruyn  que  fuere  el  xaque, 
segun  somos,  fueramos  luego  mate. 

DE  LA  ORACION  Y  CONTEMPLACION 

EusEBJo:  Muy  a  mi  plazer  aueis  hablado;  pero  sera  menester  que  ca- 
lleis  agora,  para  que  el  seiior  argobispo  nos  diga,  para  mi  proposito, 
como  se  ha  en  sus  contemplaciones. 

ARgoBJSPo:  Como  se  auia  el  propheta  Dauid,  y  como  nos  dize  Sant 
Pablo  que  nos  ayamos. 

EusEBJo:  Esso  me  dezid  mas  claro. 

ARgoBJSPo:  Leed  el  psalmo  de  Dauid,  que  empiepa:  Beati  immaculati 
in  via,  y  alii  vereis  como  toda  la  contemplacion  y  exercicio  de  aquel 
santissimo  propheta  era  pensar  en  los  mandamientos  y  en  la  ley  de 
Dios;  y  lo  mismo  hallareis  en  otros  muchos  psalmos.  Pues  si  leeys 
algunas  epistolas  de  Sant  Pablo,  en  todas  ellas  no  hallareis  otra  ma- 
nera  de  contemplacion.  Tened,  pues,  por  cierto,  que  esta  tal  es  la 
verdadera  contemplacion;  porque  de  aqui  toma  el  anima  conoci- 
miento  de  la  suma  bondad,  grandeza  y  misericordia  de  Dios;  de 
aqui  viene  en  conocimiento  de  su  propia  poquedad  y  miseria.  Aqui 
aprende  que  es  (vo.)  lo  que  deue  hazer  para  con  Dios,  y  que  para 
con  sus  proximos,  y  que  para  consigo  mismo.  No  ay,  en  fin,  bien 
ninguno  que  con  esta  continua  contemplacion  no  se  alcance.  Que 
esotras  ymaginaciones  —no  se  de  que  arte — ,  que  algunos  tienen  por 
contemplaciones,  yo  no  se  que  son,  ni  que  fruto  sacan  dellas,  sino 
vn  seco  contentamiento  de  parecerles  que  han  empleado  bien  aquel 
tiempo;  y  llamole  seco  porque  destas  tales  ymaginaciones  se  queda 
el  anima,  que  es  la  que  ha  de  gozar  dellas,  muy  fria  y  seca. 


Ill 


EusEBJO:  iQue  libro  os  ensena  a  vos  esso? 
ARgoBJSPo:  La  experiencia. 

EusEBJo:  Luego,  segiin  esso,  vsado  aueis,  de  semej antes  contem- 
placiones. 

ARgoBJSPo:  Si  he,  por  cierto;  y  aun  no  me  pesa. 
EusEBJo:  Pues  las  teneis  por  no  buenas,  i,por  que  no  os  pesa  de  auer- 
las  tenido? 

ARgoBJSPo:  Por  algunos  respetos  que  yo  algun  dia  os  dire,  de  mi  a 

vos,  quando  tengamos  lugar. 
EusEBJo:  Sea  como  mandaredes. 

Antronjo:  Aora,  no  se  que  me  diga.  Yo  os  hallo,  senor,  en  todo 
muy  al  contrario  de  todos  quantos  hombres  he  hablado  en  mi  vida. 

ARgoBJSPo:  Con  tanto  que  no  me  halleis  contrario  de  la  dotrina  de 
Jesu  Christo,  ni  de  sus  Apostoles,  ni  de  la  Yglesia  cathohca,  no  me 
da  nada.  Quanto  mas  que  hallareis  muchos  que  os  digan  lo  que  yo. 

EusEBJo:  Yo  no  se  que  os  diga;  sino  que  tambien  a  mi  (fol.  xcvi)  me 
aueis  mostrado  a  contemplar;  porque  os  digo  de  verdad,  que  aun- 
que  yo  tenia  por  buenas  essas  ymaginaciones  que  aueis  reprehen- 
dido,  hanme  conuencido  tanto  vuestras  palabras,  quanto  mas  las 
miro,  y  hallolas  tan  verdaderas,  que  no  las  puedo  contradezir. 

Antronjo:  ^Sabeis,  sefior,  que  me  parece  que  no  dezis  palabra  que 
no  sea  muy  al  proposito?  Y  pues  que  assi  es,  dezidnos,  por  vuestra 
vida,  en  que  libros  de  romance  teneys  por  bueno  que  mande  a  mis 
feligreses  que  lean. 

DE  LAS  LECTURAS 

Ar^OBJSPO  :  En  el  Libro  de  las  Epistolas  y  Euangelios  y  Sermones  del 
am;  aunque,  para  deziros  verdad,  ni  los  sermones  me  contentan,  ni 
aun  la  traslacion  de  lo  demas  esta  como  deuia  estar.  Y  tambien  en 
los  Cartuxanos,  donde  ay  mucha  dotrina  de  santos  dotores;  y  en  el 
Enquiridion  de  Erasmo;  y  en  algunas  cositas  del  mismo  que  ay  en 
romance,  assi  como  la  Declaracidn  del  Pater  noster,  y  vn  Sermoncico 
del  nino  Jesus,  y  algunos  CoUoquitos.  Tambien  en  el  Contemptus  mm- 
di,  que  dizen  de  Gerson,  y  en  las  Epistolas  de  Sant  Hieronimo;  y  tam- 
bien en  los  Morales  de  Sant  Gregorio,  que  agora  se  han  imprimido  en 
romance ;  y  assi  mismo  en  algunas  cositas  que  ay  de  Sant  Agustin.  (vo.) 

Antronjo:  ^Y  no  leeran  en  algunos  libricos  que  ay  de  contemplacion 
y  otros  de  personas  deuotas? 


112 


ARgoBJSPo:  No  va  nada  que  los  lean;  pero  no's  digo  yo  agora,  sino 
los  que  deueis  dezir  que  tengan  familiares.  Y  tambien  ya  os  he  di- 
cho,  si  me  aueis  querido  entender,  que  no  soy  nada  amigo  de  las 
ymaginaciones  que  essos  ensenan. 

Antronjo:  Suplicoos  que  me  digais  la  manera  que  teneis  en  el  leer 
de  los  libros  sagrados  y  de  varones  santos. 

ARgoBJSPo:  Quando  leo  en  algiin  libro  de  los  que  dezis,  si  topo  al- 
guna  cosa  que  mucho  me  agrada,  pienso  en  mi  la  riqueza  que  mi 
anima  tendria  si  aquella  cosa  tuuiesse;  y  assi  luego  mi  spiritu  se 
leuanta  con  grandissimo  y  feruiente  desseo  a  pedir  a  Dios,  me  de 
aquello  que  alii  hallo  me  conuiene  tener;  y  assi  de  la  Hcion  hago 
oracion  y  contemplacion.  Y  quiero  que  sepais  que,  a  mi  ver,  el  que 
desta  manera  acostumbrare  a  leer  y  estudiar,  aprouechara  mas  en 
vn  ano,  que  otro  en  ciento.  Y  por  esta  causa,  todas  las  vezes  que 
yo  tomo  algun  hbro  para  estudiar,  especialmente  si  es  de  la  Sagrada 
Escriptura,  lo  tomo  con  grandissimo  acatamiento  y  reuerencia,  hu- 
millando  mi  spiritu  delante  de  la  presencia  de  Dios,  y  assi  le  (fol. 
xcvii)  supUco  que  de  tal  manera  alumbre  mi  entendimiento,  que  lo 
que  yo  alii  entendiere  sea  no  mas  que  para  gloria  suya,  edificacion 
de  mi  anima  y  prouecho  de  mis  proximos.  Y  verdaderamente,  todas 
las  vezes  que  esto  hago,  quando  dexo  el  libro  me  parece  que  quedo 
con  vn  nueuo  desseo  de  Dios  y  con  vna  nueua  afficion  a  la  virtud. 

EusEBJo:  Mucho  me  he  holgado  de  oyros  esto,  porque,  con  la  gracia 
de  Dios,  entiendo  imitar  esta  vuestra  manera  d[e]  estudio,  y  aun 
aconsejare  a  muchos  hagan  lo  mismo;  y  el  padre  cura  tambien  ter- 
na  cuydado  de  hazer  como  yo. 

Antronjo:  Por  mi  fe,  si  tenga;  y  aunque  nunca  fuy  afficionado  a  es- 
tos  estudios,  yo  lo  sere  de  oy  mas. 

ARgoBJSPo:  Veamos,  ^por  que  no  aueis  sido  aficionado  al  estudio? 

Antronjo:  Yo  os  dire  la  verdad.  Suelen  dezir  que  no  alaba  mas  vno 
de  lo  que  alcanna;  y  como  yo  no  alcangaua  del  estudio  sino  muy 
poco,  o  casi  nada,  no  podia  ser  afficionado  a  el. 

DE  LA  REFORMA  DE  LA  YGLESIA 

EusEBJo:  Vos  aueis  respondido  muy  bien  y  muy  a  proposito,  y  hareis 
bien  en  aphcaros  de  aqui  adelante  a  alguna  manera  d[e]  estudio, 
assi  para  lo  que  conuiene  a  vos,  como  para  lo  que  conuiene  a  vues- 


113 


'  tros  feligreses;  que  pues  os  dan  sus  haziendas,  mucha  razon  es  que 
vos  les  deis  dotrina;  (vo.)  y  no  se  la  podeis  dar,  si  no  la  sabeis  para 
vos;  y  no  la  podeis  saber  bien,  sino  con  trabajo  y  estudio. 

ARgoBJSPo:  Dizeos  muy  gran  verdad.  No  dexeys  de  hazerlo  assi. 

Antronjo  :  Digo  que  me  plaze ;  pero  ^como  quereys  que  vn  hombre 
como  yo,  que  pasa  de  cinquenta  afios,  empiega  a  estudiar  gramma- 
tica? 

Ar^objspo:  Como,  ^que  no  sabeis  latin  ninguno? 
Antronjo:  Un  poquito  aprendi,  siendo  rapaz;  pero  luego  se  me  ol- 
uido. 

Ar^objspo:  Pues,  ^como  os  ordenaron  de  missa? 

Antronjo:  Yo  os  lo  dire.  Siendo  mancebete  me  meti  frayle;  y  como 
tenia  buena  boz,  en  siendo  de  edad,  me  hizieron  ordenar  de  missa, 
aunque  no  sabia  latin,  ni  aun  apenas  leer,  porque  como  sabeis,  a 
los  frayles  no  los  examina  el  obispo,  sino  sus  guardianes,  y  assi  pas- 
se yo  entre  otros.  Despues,  por  no  se  que  desconcierto,  dexe  el  ha- 
bito,  y  tambien  porque  no  me  hallaua  bien  alii. 

ARgoBJSPo:  Yo  OS  certifico  que  essa  es  vna  cosa  muy  rezia  que  se 
de  orden  sacra  a  hombre  que  no  sepa  entender  lo  que  lee,  puesto 
caso  que  sea  frayle,  como  si  no  tuuiessen  tambien  ellos  necessidad 
de  saber  como  los  demas.  Aldemenos,  en  mi  argobispado,  siendo 
yo  biuo,  no  se  ordenara  ninguno,  sea  quien  se  pagare,  sin  que  yo 
mismo  lo  examine,  y  (fol.  xcviii)  muy  bien  examinado;  y  no  sola- 
mente  le  examinare  de  lo  que  sabe,  pero  antes  que  lo  ordene,  hare 
hazer  pesquisa,  y  muy  de  veras,  sobre  el,  para  ver  como  blue  y  ha 
biuido,  algunos  dias  antes.  Si  hallare  que  su  vida  ha  sido  y  es  muy 
conforme  a  la  religion  Christiana,  y  que  junto  con  esto  es  persona 
de  letras  y  abilidad,  darle  he  ordenes;  y,  si  no,  por  qualquiera  cosa 
destas  que  le  falte,  aunque  me  importune  todo  el  mundo,  no  lo  or- 
denare  ni  aun  de  grados. 

EusEBJo:  (O,  buena  vida  os  de  Dios,  y  quan  a  mi  plazer  lo  dezis! 
Plega  a  Dios  que  biuais  muchos  anos,  para  que  reformeis  esto  y 
otras  muchas  cosas,  en  que  ay  tanta  perdicion,  que  es  la  mayor  las- 
tima  del  mundo.  Yos  prometo  que  auria  otra  manera  de  christian- 
dad  que  ay  si  todos  los  prelados  hiziessen  desta  manera;  pero  como 
no  se  mira  nada  de  lo  que  vos  dezis  en  el  que  se  viene  a  ordenar,  no 
hazen  sino  hazer  clerigos,  y  la  gente  halo  ya  tornado  por  granjeria. 
Y  como  crecen  los  clerigos,  y  tambien  los  frayles,  cresce  el  descon- 
cierto y  mal  biuir  dellos.  Y  los  legos  toman  de  alii  occasion  de  ser 


114 


ruynes,  y  assi  va  todo  perdido.  Y  para  remediarse,  no  ay  otro  mejor 
medio  que  el  que  vos  agora  aueis  dicho;  y  si  en  el  re-(vo.)-cebir  de 
los  frayles  se  hiziesse  otro  tanto,  sin  dubda  ninguna  seria  gran  bien. 
Antronjo:  i  Agora  sus.!  Respondedme  a  mi  y  dexaos  de  refomiar 
agora  la  Yglesia. 

Ar^objspo  :  A  vos  no  ay  otra  cosa  que  responderos,  sino  que,  pues  ya 
no  teneis  tiempo  para  aprender  latin,  estudieys  muy  raucho  en  libros 
de  romance;  y  que  assi  mismo  tomeis  en  vuestra  compaiiia  alguna 
persona  de  buenas  letras  y  buen  spiritu,  al  qual  vos  dels  la  mitad 
de  vuestra  renta,  porque  el  vos  instruya  a  vos  en  lo  que  deueis  ha- 
zer.  Y  no  se  os  haga  esto  de  mal,  que  yo  os  certifico,  si  fuerades  mi 
subdito,  no  librarades  tan  bien. 

Antronjo:  No  quiero  que  digais,  seiior,  esso;  que  el  mayor  bien  que 
yo  creo  pudiera  tener,  fuera  ser  vuestro  subdito;  tan  grandissimo  es 
el  amor  que  os  he  cobrado.  Y  pues  esto  es  sin  dubda  assi,  suplico- 
os  me  trateis  como  a  mas  que  a  vuestro  subdito,  porque  en  ello  re- 
cebire  muy  crecida  merced.  Y  lo  que  mandais  que  haga,  hare  de 
muy  buena  voluntad;  y  de  mejor,  si  la  persona  que  vuiere  de  tomar 
me  la  dais  vos  de  vuestra  mano. 

ARgoBJSPO:  Yo  OS  agradezco  mucho  vuestra  buena  voluntad;  y  por 
cierto  ella  nos  (fol.  xcix)  obliga  a  que  hagamos  mucho  por  vos;  y 
essa  persona  que  dezis  os  de  de  mi  mano,  os  la  dare,  y  aun  tal,  que 
vos  seals  muy  contento.  Lo  que  yo  os  ruego  mucho,  y  encargo,  es 
que  primeramente  vos  os  determineis  de  ser  verdadera  y  puramente 
christiano,  conforme  a  lo  que  aqui  auemos  tratado ;  y  para  esto  sera 
menester  que  desarraigueis  del  todo  de  vos  essos  desseos  que  teneis 
de  honrras  mundanas,  porque  estas  impiden  mucho  al  anima 
que  quiere  bolar  al  cielo.  Esto  hareis  facilmente  si,  assi  como  los  que 
siruen  al  mundo  tienen  bueltas  las  espaldas  a  Dios,  assi  vos  las  bol- 
uieredes  al  mundo  muy  determinadamente,  sin  pensar  en  otra  cosa, 
sino  en  seruir  y  agradar  a  Dios,  no  tiniendo  ningiin  respecto  a  cosa 
ninguna  de  las  que  el  mundo  y  sus  amadores  puede  dezir  de  vos. 
Porque  si  esto  hizieredes  assi,  siendo  vos  tal  qual  quiere  Dios  que 
seals,  procurareis  que  assi  mesmo  lo  sean  aquellos  que  teneis  de 
parte  de  Dios  en  cargo;  y  procurando  esto,  cumplireis  muy  larga- 
mente  con  el  cargo  que  teneis.  Para  todo  esto  dareis  mucho  credito 
a  la  persona  que  yo  os  diere  que  este  con  vos,  porque  el  es  tal  per- 
sona que  OS  sabra  muy  bien  in-(vo.)-struir  y  gouernar. 

Antronjo:  Yo,  seiior,  procurare,  con  la  gracia  de  nuestro  Seiior,  de 


115 


hazer  todo  lo  que  mandais.  Y  veys  que,  aunque  hablo  aqui,  yo  os 
prometo  que  estoy  dando  gracias  a  Dios  por  la  merced  que  me  ha 
hecho,  en  auer  traydo  ocasion  para  que  yo  os  aya  conocido,  y  que 
vos  me  ayays  dicho  tantas  y  tan  buenas  cosas  y  tales.  Al  padre  Eu- 
sebio  seruire  yo  toda  mi  vida,  porque  el  me  truxo  a  que  os  cono- 
ciesse.  iO,  bendito  sea  aquel  dia  que  vos  entrastes  en  mi  yglesia! 

ARgoBJSPO :  i  Ora  sus !  Los  frayles  tanen  a  cerrar,  y  no  sera  razon  que 
les  hagamos  tener  la  puerta  abierta.  Si  ay  mas  que  preguntar  sea 
luego,  porque  ni  agora  ay  lugar  para  detenernos,  ni  manana  estare 
yo  tan  desocupado  como  oy,  porque  tengo  de  entender  en  ciertos 
negocios  del  colegio  que  empiego  a  hazer. 

Antronjo:  Pues  que  ansi  es;  porque  yo  no  Ueue  escrupulo  ninguno, 
supHcoos,  senor,  me  digais  si,  haziendo  lo  que  me  aueis  mandado 
y  aconsejado,  podre  sin  scrupulo  dezir  misa  y  Ueuar  las  rentas  de 
mi  beneficio. 

Ar^objspo:  Si,  podreis  lo  vno  y  lo  otro,  que  lo  que  yo  os  pido  no  es 
que  hagais  mudan^a  de  estado,  sino  de  costumbres. 

Antronjo:  Sin  dubda  ninguna  vos,  senor,  me  embiais  tan  del  todo 
trocado  que,  segiin  (fol.  c)  pienso,  los  que  me  vieron  no  me  cono- 
ceran.  Y  hazeseme  tan  de  mal  apartarme  de  vos,  que  jamas  querria 
hazer  otra  cosa,  sino  besaros  las  manos  y  los  pies,  i  Dichosa  yglesia 
que  tal  prelado  ha  alcan?ado! 

Ar^objspo:  Bien  esta.  Yos  agora  con  la  paz  de  Dios,  que  si  otro  dia 
venis,  yos  dire  otras  cosas  particulares  con  que  holgueis. 

Antronjo:  Esso  hare  yo  de  muy  buena  gana,  aunque  mas  lexos  bi- 
uiesse.  Y  pues  agora  no  ay  lugar  para  mas,  quede  Dios  con  vuestra 
seiioria. 

ARgoBJSPO:  El  vaya  con  vos;  y  vos,  padre  Eusebio,  yos  con  el  padre 
cura,  y  hazed  que  le  hagan  mucha  onrra. 

EusEBJo:  Yo  hare  lo  que  v[uestra]  s[enoria]  manda. 

Antronjo:  Agora  que  estamos  a  nuestras  solas,  os  quiero  dezir  vna 
cosa,  de  que  a  marauilla  estoy  espantado;  y  es  esta:  que  no  puedo 
pensar  ^que  fue  la  causa  que  mouio  al  senor  Argobispo  a  tomar  el 
cargo  desta  yglesia,  siendo,  como  es,  tan  buena  persona,  tan  sin 
auaricia,  sin  ambicion  y  sin  ningun  otro  vicio  malo  y,  en  fin,  tan 
verdaderamente  christiano? 

EusEBJo:  La  causa  yo  os  la  dire,  y  vos  vereis  que  es  harto  bastante;  r 
yo[s]  seguro  que,  despues  de  dicha,  le  tengays  en  mas  auerlo  toma- 
do,  que  si  lo  ouiera  rehusado. 


116 


Aueis  de  saber,  senor  cura,  que  las  personas  que  verdaderamente 
se  dedican  al  (vo.)  seruicio  de  Dios,  es  menester  que,  por  todas  las 
vias  y  maneras  que  pudieren,  procuren  de  emplearse  todas,  y  del 
todo,  en  seruirle,  sin  mirar  ningun  interesse  suyo  particular.  Y  por- 
que  en  ninguna  cosa  podemos  nosotros  mas  verdaderamente  seruir 
a  Dios  que  en  ser  aca,  en  el  mundo,  sus  procuradores,  assi  para  ga- 
narle  de  nueuo  animas,  sacandolas  del  seruicio  del  demonio,  y  tra- 
yendolas  al  suyo,  como  tambien  para  conseruarle  las  ganadas,  es 
menester  que  nuestro  principal  intento  sea  este.  Y  que  para  este  fin 
tomemos  los  medios  que  fueren  mas  conuenientes;  y  porque  nin- 
giin  medio  ay  oy  mas  al  proposito  que  es  ser  perlado  — porque  con 
su  autoridad  y  rentas  puede  aprouechar  mucho — ,  hazen  muy  bien 
los  que,  para  este  fin,  toman  los  semejantes  cargos.  Assi  como  ha- 
zen muy  mal  los  que  para  otro  alguno  los  toman.  Assi  que,  siendo 
el  seiior  argobispo  la  persona  que  aueys  visto,  ^no  os  paresce  que 
hiziera  mal  si,  offreciendole  esta  dignidad,  sin  procurarla  el,  la  re- 
husara,  pudiendo  aprouechar  en  ella  tanto  como  veys? 

Antronjo:  Sin  dubda  ninguna  vos  teneys  mucha  razon  en  lo  que 
aueys  dicho,  y  me  han  con-(fol.  ci)-tentado  en  estremo  vuestras 
razones.  Y  agora  tengo  en  mucho  mas  a  este  buen  hombre,  pues 
pospuso  su  interesse,  que  era  biuir  en  su  reposo  y  descanso,  por 
aprouechar  a  muchos  con  su  desasossiego  y  trabajo.  Ciertamente 
el  deue  mucho  a  Dios  que  tal  animo  le  dio;  y  nosotros  mucho  a  el 
que  a  tanto  se  pone  por  nuestro  prouecho. 

EusEBJo:  Yos  certifico  que  teneis  mucha  razon  de  dezir  lo  que  dezis; 
y  quiero  que  sepais  que,  assi  como  me  parece  muy  mal,  porque  en 
la  verdad  lo  es,  andar  procurando  de  auer  estas  dignidades,  y  que- 
rerlas  para  honrrarse  con  ellas;  assi  tambien  tengo  por  mal  quando 
veo  que  las  dan  a  algunos  que  parece  podrian  aprouechar  en  ellas  y 
seruir  a  Dios,  y  las  rehusan,  porque  parece  que  quieren  mas  biuir 
para  si,  quiero  dezir,  no  teniendo  respecto  sino  a  si,  que  para  sus 
proximos  y  para  Dios.  Aunque  esto,  mal  peccado,  acontece  bien 
pocas  vezes ;  y  de  aqui  viene  que  tenga  el  vulgo  por  mejor  a  vn  buen 
hombre,  si  rehusa  los  tales  cargos,  que  si  los  acepta;  en  lo  qual  vos 
tambien  parece  que  estauades  engaiiado. 

Antronjo:  Si,  estaua,  en  verdad;  y  pues  ya  estoy  desengaiiado  assi 
en  esto  como  en  otras  muchas  cosas,  querria  saber  de  vos  que  me- 
dio terne  para  huyr  de  algu-(vo.)-nas  compaiiias  de  mal  arte  que 
alia  en  mi  tierra  tengo. 


117 


EusEBJO :  Ya  veys  que  Uegamos  a  la  posada.  Callemos  agora,  que  en  esso, 
y  en  lo  demas  que  quisierades,  podremos  despues  hablar  largamente. 
Antronjo:  Sea  assi. 

EL  AUTOR 

Todas  estas  cosas,  muy  illustre  senor,  y  otras  muchas  mas,  passa- 
mos  aquella  tarde,  el  cura  y  yo,  con  aquel  argobispo  de  buena  me- 
moria,  el  qual,  sin  dubda  ninguna,  segun  los  buenos  conceptos  [que] 
tenia,  reformara  muchas  cosas  en  su  ar^obispado,  de  donde  toma- 
ran  exemplo  los  otros  prelados  desto[s]  reynos,  para  hazer  lo  mismo 
en  sus  diocesis,  y  assi  se  siguiera  vn  gran  bien  en  mucha  parte  de  la 
christiandad.  Pero  pues  fue  Dios  servido  de  leuarle  desta  que  Ua- 
mamos  vida,  al  tiempo  que  a  nuestro  parecer  mas  pudiera  aproue- 
char,  para  darle  mas  temprano  la  otra,  que  es  verdaderamente  vida, 
lo  mas  sano  y  mejor  es  darle  por  ello  muchas  gracias. 

Y  porque,  en  el  Didlogo  estan  muchas  vezes  alabados  los  tres 
capitulos  del  EuangeUo  que  escriuio  Sant  Matheo,  los  quales  aquel 
ar^obispo,  de  gloriosa  memoria,  con  mucha  razon  tenia  en  mucho, 
acorde  de  traduzirlos  en  nuestro  romance  castellano,  y  ponerlos 
aqui,  porque  si  auiendolos  Vuestra  (fol.  cii)  Sefloria  oydo  alabar 
en  el  Didlogo,  los  desseasse  ver,  despues  de  auerlo[s]  leydo,  pudiese 
con  ellos  cumplir  su  desseo.  El  qual  plega  a  nuestro  Senor  cumpla 
en  todo  a  vuestra  sefioria,  dandole  en  esta  vida  mucha  abundancia 
de  gracia,  y  en  la  otra,  muy  crecida  gloria.  Amen. 


Traducion  de  los  capitulos  quinto,  sexto  y  septimo  del  EuangeUo 
de  Sant  Matheo,  de  griego  en  nuestro  romance  castellano. 

CAPITULO  QUINTO 

Luego,  como  jesus  vido  las  campaiias  de  gente  que  le  seguian,  su- 
biose  en  vn  monte,  y  como  se  ouo  sentado,  llegaronse  a  el  sus  dis- 
cipulos,  y  abriendo  su  boca,  enseiiauales,  diziendo: 
1.  Bienauenturados  son  los  pobres  en  el  espiritu;  porque  suyo  es  el 
reyno  de  los  cielos. 


118 


2.  Bienauenturados  son  los  que  Uoran;  porque  ellos  seran  consolados. 

3.  Bienauenturados  son  los  que  tienen  mansedumbre;  porque  ellos 
seran  herederos  de  la  tierra. 

4.  Bienauenturados  son  los  que  estan  hambrientos  y  sedientos  de  jus- 
ticia;  porque  ellos  recibiran  hartura.  (vo.) 

5.  Bienauenturados  son  los  que  hazen  misericordia  porque  con 
ellos  sera  Dios  misericordioso. 

6.  Bienauenturados  son  los  que  tienen  el  coragon  limpio;  porque 
ellos  veran  a  Dios. 

7.  Bienauenturados  son  los  que  ponen  en  paz  a  sus  proximos;  por- 
que seran  llamados  hijos  de  Dios. 

8.  Bienauenturados  son  los  que  por  ser  justos  son  perseguidos;  por- 
que de  los  tales  es  el  reyno  de  los  cielos. 

9.  Bienauenturados  soys  quando  los  hombres  os  dixeren  injurias  y 
OS  persiguieren,  y  por  mi  causa  os  dixeren,  mintiendo,  qualquiera 
mala  palabra. 

Entonces  gozaos  y  alegraos,  porque  en  los  cielos  teneys  abun- 
dante  premio  por  vuestros  trabajos.  Digoos  de  verdad  que  los 
prophetas  que  fueron  antes  de  vosotros  de  la  misma  manera  fue- 
ron  perseguidos. 

10.  Vosotros  soys  la  sal  de  la  tierra,  pues  si  la  sal  pierde  su  fuer?a, 
^con  que  se  salara?  Claro  esta  que  dende  adelante  no  vale  para 
mas  que  para  que  la  echen  en  la  calle  y  la  pisen  los  hombres. 

11.  Vosotros  soys  luz  del  mundo.  La  ciudad  que  esta  assentada  sobre 
algun  monte,  es  (fol.  cm)  impossible  que  se  asconda;  y  quando  al- 
guna  candela  encienden  no  la  ponen  debaxo  del  almud,  sino  encima 
del  candelero,  para  que  alumbre  a  todos  los  que  estan  en  casa. 

Pues  de  tal  manera  quiero  yo  que  vuestra  luz  resplandezca  de- 
lante  los  hombres,  que  vean  vuestras  buenas  obras,  y  den  gloria 
a  vuestro  Padre  el  que  esta  en  los  cielos. 

12.  No  penseys  que  vine  a  destruyr  la  ley  o  los  prophetas:  sabed  que 
no  vine  a  destruyrla,  sino  a  cumplirla. 

Digoos  de  verdad  que  primero  dexara  de  ser  el  cielo  y  la  tierra, 
que  vna  jota  o  vna  tilde  quede  por  cumplirse  de  lo  que  esta  escri- 
to  en  la  ley. 

13.  De  manera  que  quien  quiera  que  quebrantare  vno  destos  peque- 
iiuelos  mandamientos,  y  lo  enseiiare  assi  a  los  hombres,  pequenue- 
lo  sera  nombrado  en  el  reino  de  los  cielos ;  pero  el  que  los  guardare 
y  los  ensenare,  alcan?ara  gran  nombre  en  el  reyno  de  los  cielos. 


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14.  Digoos  de  verdad,  que  si  vuestra  justicia  no  fuere  mayor  que  la 
de  los  phariseos  y  de  los  letrados,  no  podreys  entrar  en  el  rey- 
no  de  los  cielos. 

15.  Ya  oystes  como  fue  dicho  a  los  antiguos:  No  mataras,  y  qual- 
quiera  que  matare  es  digno  (vo.)  de  ser  condenado  en  juyzio. 

Agora  yo  os  digo  a  vosotros,  que  el  que  se  ayra  contra  su  pro- 
ximo, se  obliga  a  estar  a  juyzio;  y  que  el  que,  con  seiial  exterior, 
menospreciare  a  su  proximo,  se  obliga  a  que  sobre  el  se  haga  con- 
cilio;  aliende  desto,  que  el  que  le  dixere  bouo,  sera  digno  del  fue- 
go  del  infierno. 

16.  De  manera  que  si  fueres  a  ofrecer  tu  ofrenda  en  el  altar,  y  alii  se 
te  acordare  que  tu  proximo  tiene  algiin  enojo  contigo,  dexa  alii  tu 
ofrenda  delante  el  altar,  y  ve  primero,  y  reconciliate  con  tu  pro- 
ximo, y  estonces  torna  y  ofrece  tu  ofrenda. 

17.  Conciertate  con  tu  aduersario  presto,  mientras  que  estas  en  el  ca- 
mino  con  el,  porque  no  acontezca  que  tu  aduersario  te  ponga  en 
las  manos  del  juez,  y  el  juez  te  entregue  a  su  executor,  y  te  echen 
en  la  carcel;  porque  te  digo  en  verdad,  que  no  saldras  de  alii,  sin 
que  primero  pagues  hasta  la  postrera  meaja. 

18.  Tambien  oystes  como  fue  dicho  a  los  antiguos:  No  cometeras 
adulterio.  Agora  yo  os  digo  a  vosotros:  que  quien  quiera  que  mi- 
rare  la  muger  agena  para  cobdiciarla,  ya  cometio  con  ella  adulte- 
rio en  su  coraQon. 

19.  De  manera  que,  si  sintieres  que  tu  ojo  derecho  te  escandaliza,  sa- 
catelo  y  echalo  de  ti,  porque  ciertamente  mas  te  cumple  que  se 
pierda  (fol.  ciin)  vno  de  tus  miembros,  que  no  que  todo  tu  cuerpo 
sea  echado  en  el  infierno. 

20.  Y  si  tu  mano  derecha  te  escandalizare,  cortala  y  echala  de  ti, 
porque  de  verdad,  mas  te  cumple  que  se  pierda  vno  de  tus  miem- 
bros, que  no  que  sea  todo  tu  cuerpo  lan^ado  en  el  infierno. 

21.  Aliende  desto  fue  dicho:  Quienquiera  que  desechare  a  su  muger, 
dele  carta  de  quitacion.  Agora  os  digo  yo:  que  quien  quiera  que 
desechare  su  muger,  si  no  fuere  por  causa  de  adulterio,  le  da  cau- 
sa que  cometa  adulterio;  y  quien  quiera  que  se  casare  con  ella, 
comete  assi  mesmo  adulterio. 

22.  Tambien  oystes  que  fue  dicho  a  los  antiguos:  No  te  perjuraras, 
pero  satisfaras  a  Dios  aquello  por  que  juraras.  Agora  yo  os 
digo  a  vosotros:  que  de  ninguna  manera  jureys:  ni  por  el  cielo, 
porque  es  trono  de  Dios;  ni  por  la  tierra,  porque  es  vanquillo 


120 


de  sus  pies  ni  por  Jerusalem,  porque  es  ciudad  del  gran  Rey. 
Ni  tampoco  juraras  por  tu  cabega,  pues  no  tienes  poder  para 
hazer  vn  cabello  bianco  o  negro.  Pero  sera  vuestra  palabra,  si 
por  si,  y  no  por  no;  porque  lo  que  se  aiiade  de  mas  desto,  de 
animo  malo  sale,  (vo.) 

23.  Oystes  que  fue  dicho:  Ojo  por  ojo  y  diente  por  diente.  Agora  yo 
OS  digo  a  vosotros  que  no  resistais  al  que  os  hiziere  mal;  pero  si 
alguno  te  diera  vna  bofetada  en  tu  carillo  derecho,  bueluele  el 
izquierdo;  y  si  alguno  te  quisiere  leuar  a  juyzio,  y  tomarte  tu  sa- 
yo,  dexale  tambien  la  capa;  y  si  alguno  te  alquilare  para  que  vayas 
con  el  vna  legua,  ve  con  el  dos.  Y  assi  mismo  te  mando,  que  des 
al  que  te  pidiere,  y  que  al  que  quisiere  que  le  prestes  algo,  no  se 
lo  niegues. 

24.  Tambien  oystes  que  fue  dicho:  Amaras  a  tu  proximo  y  aborrece- 
ras  a  tu  enemigo.  Agora  yo  os  digo  a  vosotros:  amad  a  vuestros 
enemigos,  dessead  bien  a  los  que  os  dizen  mal;  hazed  bien  a  los 
que  con  mala  voluntad  os  persiguen;  rogad  por  los  que  os  danan 
y  OS  afflgen,  porque  seais  hijos  de  vuestro  Padre  el  que  esta  en 
los  cielos,  el  qual  permite  que  su  sol  saiga  sobre  los  buenos  y  so- 
bre  los  malos,  y  llueua  sobre  los  justos  y  sobre  los  injustos. 

Porque,  si  amays  a  los  que  os  aman  ique  galardon  alcan?areys? 
Dezidme,  ^los  publicanos  no  hazen  lo  mismo? 

Y  si  tan  solamente  amaredes  a  vuestros  hermanos  ^que  gran 
cosa  hazeis?  ^Por  ventura  no  hazen  lo  mismo  los  publicanos? 

Sed,  pues,  vosotros  perfetos,  assi  como  vuestro  Padre,  el  que 
estd  en  los  cielos,  es  perfeto.  (fol.  cv.) 

CAPITULO  SEXTO 

25.  Guardaos  de  hazer  vuestras  limosnas  delante  de  los  hombres,  con  in- 
tencion  de  ser  vistos  dellos,  porque  si  assi  lo  hazeys,  no  terneys  por 
ellas  gualardon  acerca  de  vuestro  Padre,  el  que  esta  en  los  cielos. 

De  manera  que  quando  tii  quisieres  dar  Umosna,  no  la  des  con 
atruendo,  como  hazen  los  ypocritas  en  los  ajuntamientos  de  gen- 
tes,  por  las  calles  y  lugares  publicos,  porque  los  hombres  los  ala- 
ben  y  glorifiquen.  En  verdad  os  digo,  que  los  tales  ya  reciben  su 
galardon. 

Tu,  empero,  quando  quisieres  dar  limosna,  mira  que  sea  tan  se- 


121 


creta  que  tu  mano  yzquierda  no  sepa  lo  que  haze  la  derecha;  por- 
que  tu  limosna  sea  en  secreto,  y  tu  Padre  que  la  vee  en  secreto,  cl 
mismo  te  la  pague  en  publico. 

26.  Y  tu,  quando  orares,  no  seras  como  los  ypocritas;  porque  estos 
suelen,  puestos  en  pie,  orar  en  las  congregaciones  y  en  los  canto- 
nes  de  las  plagas,  porque  los  vean  los  hombres.  En  verdad  os  digo 
que  ya  reciben  su  galardon. 

Tii,  empero,  quando  oras,  entrate  en  tu  camara,  y  cerrada  tu 
puerta,  haz  oracion  a  tu  Padre,  el  que  esta  en  secreto;  y  tu  Padre, 
que  la  vee  en  secreto,  te  la  pagara  en  publico. 

Pero  mirad,  que  quando  orais,  no  hableys  mucho,  como  hazen 
los  gentiles,  que  (vo.)  piensan  que  por  su  mucho  hablar  han  de 
ser  oydos;  pues  digoos  que  no  seays  semejantes  a  estos,  porque 
ciertamente  sabe  vuestro  Padre  celestial  de  que  teneys  necessidad, 
antes  que  nada  le  pidays.  Desta  manera,  pues  orad  vosotros: 

27.  Padre  nuestro,  que  estas  en  los  cielos,  santificado  sea  el  tu  nom- 
bre.  Venga  el  tu  reyno.  Cumplase  tu  voluntad  en  la  tierra,  assi 
como  se  cumple  en  el  cielo.  Nuestro  pan  el  de  cada  dia,  danosle 
oy.  Y  perdonanos  nuestros  pecados,  assi  como  tambien  nosotros 
perdonamos  a  los  que  nos  ofenden.  Y  no  permitas  que  seamos 
derribados  y  vencidos  en  la  tentacion;  pero  Hbranos  del  mal:  por- 
que tuyo  es  el  reyno,  y  el  poderio  y  la  gloria,  en  los  siglos  de  los 
siglos.  Amen. 

De  manera  que  si  perdonaredes  a  los  hombres  sus  culpas,  per- 
donaros  ha  tambien  a  vosotros  vuestro  Padre  celestial;  y  si  no 
perdonaredes  a  los  hombres  sus  culpas,  ni  vuestro  Padre  celestial 
OS  perdonara  a  vosotros  las  vuestras. 

28.  Aliende  desto,  quando  ayunaredes,  no  os  hagays  como  los  ypo- 
critos,  tetricos;  los  quales  entristecen  y  desfiguran  sus  caras,  por- 
que vean  los  hombres  que  ayunan.  En  verdad  os  digo  que  estos 
ya  reciben  su  galardon. 

Tu,  empero,  quando  ayunas,  vnta  tu  cabega  y  laua  tu  cara,  por- 
que no  co-(fol.  cvi)-nozcan  los  hombres  que  ayunas,  pero  tu  Pa- 
dre, el  que  esta  en  secreto,  y  tu  Padre,  que  lo  vee  en  secreto,  te 
satisfara  a  ti  en  publico. 

29.  No  pongays  vuestros  thesoros  en  la  tierra,  adonde  la  carcoma  y  la 
polilla  corrompen,  y  adonde  los  ladrones  cauan  y  hurtan;  pero  es- 
conded  vuestros  thesoros  en  el  cielo,  adonde  ni  la  carcoma  ni  la 
pohlla  corrompen,  y  adonde  los  ladrones  ni  cauan  ni  hurtan;  por- 


122 


que  alii  estara  vuestro  coragon,  donde  estuuiere  vuestro  thesoro. 

30.  Ya  sabeys  que  la  candela  y  lumbre  del  cuerpo  es  el  ojo ;  pues  si  tu 
ojo  fuere  simple,  todo  tu  cuerpo  sera  claro  y  resplandeciente ;  y 
si  tu  ojo  fuere  malo,  todo  tu  cuerpo  sera  tenebroso.  De  manera 
que,  si  la  lumbre  que  esta  en  ti  es  tinieblas,  las  mismas  tinieblas 
^qudn  grandes  seran? 

31.  Ninguno  puede  seruir  a  dos  seiiores,  porque  es  forgado  que,  o  ha 
de  amar  al  vno  y  aborrecer  al  otro,  o  allegarse  al  vno  y  menos- 
preciar  al  otro;  no  podeys  seruir  a  Dios  y  a  las  riquezas. 

Por  tanto  os  digo,  que  no  tengdys  congoxa  por  lo  que  au6ys  de 
comer,  o  beuer,  para  sustentar  vuestra  vida;  ni  por  lo  que  aueis 
de  vestir  para  cubrir  vuestros  cuerpos.  Dad  aca,  veamos :  ^la  vida 
no  es  mas  que  el  manjar,  y  el  cuerpo  no  es  mas  que  la  vestidura? 

Pues  creed  que  quien  os  dio  lo  que  (vo.)  es  mas,  os  dara  lo  que 
es  menos. 

Bolued  vuestros  ojos  a  las  aues  del  cielo,  que  ni  siembran  ni 
allegan  en  graneros;  y  vuestro  Padre  celestial  las  cria  y  sustenta; 
pues  veamos,  ^vosotros  no  vales  muy  mucho  mas  que  ellas? 

Dezidme,  ^quien  de  vosotros,  pensando  con  solicitud,  puede 
aiiadir  a  su  estatura  vn  cobdo?  Pues  veamos,  de  lo  que  os  aueys 
de  vestir,  i,para  que  teneys  cuydado?  Mirad  como  crecen  los  lirios 
del  campo,  que  ni  trabajan,  ni  hilan;  y  digos  de  verdad,  que  ni 
aun  Solomon,  en  toda  su  prosperidad,  estuuo  tan  bien  vestido 
como  vno  destos. 

De  manera  que,  si  las  yeruas  del  campo,  que  oy  son  y  manana 
las  echan  en  el  horno,  Dios  viste  desta  manera  ino  os  paresce  que 
lo  hara  mucho  mejor  con  vosotros,  o  hombres  de  poca  confianga? 

Pues  que  assi  es,  no  tengays  solicitud  diziendo:  iqu6  comere- 
mos,  o  que  beueremos,  o  que  nos  vestiremos?,  porque  los  infieles 
son  los  que  buscan  todas  estas  cosas;  bien  sabe  ciertamente  vues- 
tro Padre  celestial,  que  teneis  necessidad  de  todo  esto. 

Buscad,  pues,  primero  el  reyno  de  Dios  y  su  justicia,  y  todas 
estas  cosas  se  os  anadiran.  Assi  que  no  tengays  cuydado  ni  solici- 
tud de  maiiana,  porque  el  dia  de  maiiana  terna  cuydado  de  si; 
bien  le  basta  al  dia  su  fatiga.  (fol.  cvii.) 


123 


CAPITULO  SEPTIMO 


32.  No  condeneis,  porque  no  seais  condenados;  porque  de  la  manera 
que  juzgaredes,  de  la  misma  sereis  juzgados;  y  por  la  medida  que 
medieredes  sereis  medidos  de  los  otros.  ^Por  que,  veamos,  miras 
tu  la  pajuela  que  esta  en  el  ojo  de  tu  hermano  y  no  consideras  la 
viga  que  esta  en  tu  ojo?  O  ^con  que  cara  diras  tu  a  tu  hermano : 
dexame  que  te  saque  esa  pajuela  de  tu  ojo,  tiniendo  tii  en  tu  ojo 
vna  viga?  Hypocrita,  mira  que  saques  primero  la  viga  de  tu  ojo, 
y  entonces  veras  para  poder  sacar  la  pajuela  del  ojo  de  tu  hermano. 

33.  Catad  que  no  deis  lo  que  es  santo  a  los  perros;  ni  echeis  vuestras 
piedras  preciosas  delante  los  puercos,  porque  los  vnos  no  las  pa- 
teen  alguna  vez  con  sus  pies,  y  los  otros,  bueltos  contra  vosotros, 
OS  despedacen. 

34.  Pedid  y  daros  han;  buscad  y  hallareis;  Hamad  y  abriros  han;  por- 
que a  qualquiera  que  pide,  dan;  y  quienquiera  que  busca,  halla; 
y  al  que  llama,  abren. 

Dezidme,  ^ay  algiin  hombre  de  vosotros,  que  si  su  hijo  le  pidie- 
re  pan,  le  dara  vna  piedra,  o  que  si  le  pidiere  vn  pez,  le  dara  vna 
serpiente? 

Pues  luego,  si  vosotros,  siendo  malos,  sabeis  dar  buenas  dadiuas 
a  vuestros  hijos,  i,quanto  mejor  os  las  dara  a  vosotros  vuestro  Pa- 
dre cele-(vo.)s-tial,  si  se  las  pedis  a  el? 

35.  Pues  mirad  que  hagais  con  los  hombres  todo  lo  que  queriades  que 
ellos  hiziessen  con  vosotros;  porque  os  digo  de  verdad,  que  en 
esto  consiste  la  ley  y  los  prophetas. 

36.  Entrad  por  la  puerta  angosta,  porque  la  puerta  que  Ueua  a  perdi- 
cion  ancha  es,  y  el  camino  espacioso,  y  muchos  son  los  que  entran 
por  ella;  y  la  puerta  que  Ueua  a  la  vida  eterna  es  angosta,  y  el 
camino  estrecho,  y  pocos  son  los  que  la  hallan. 

37.  Guardaos  de  los  falsos  prophetas,  que  vienen  a  vosotros  con  ves- 
tiduras  de  ouejas,  pero  dentro  son  lobos  robadores.  Por  sus  obras 
los  conocereis.  Veamos,  ^de  las  espinas  cogen  vuas,  o  de  los  abro- 
jos  higos?  Pues  assi  es  que  todo  arbol  bueno  haze  buen  fruto,  y 
el  arbol  podrido  haze  mal  fruto.  No  puede  el  arbol  bueno  hazer 
malos  frutos,  ni  tampoco  el  arbol  podrido  hazer  buenos  frutos. 
Todo  arbol  que  no  haze  buen  fruto  cortanlo  y  echanlo  en  el  fue- 
go.  Pues  digo  que  por  sus  obras  los  conocereis. 

38.  No  qualquiera  que  me  dize,  Senor,  Senor,  entrara  en  el  reyno  de 


124 


los  cielos;  pero  el  que  hiziere,  la  voluntad  de  mi  Padre  el  que  esta 
en  los  cielos. 

Muchos  me  diran  en  aquel  dia  del  juyzio:  (fol.  cviii)  Senor,  Se- 
nor,  veamos,  ^.no  prophetizamos  en  tu  nombre,  y  en  virtud  de  tu 
nombre  echamos  demonios,  y  en  tu  nombre  hizimos  muchas  ma- 
rauillas  y  cosas  grandes?  Y  entonces  respondereles  diziendo :  nun- 
ca  OS  conoci;  apartaos  de  mi  los  que  obrais  la  maldad. 

39.  A  qualquiera  que  me  oye  estas  palabras,  y  las  cumple,  compararle 
he  al  varon  prudente,  que  edifice  su  casa  sobre  piedra;  y  descen- 
dio  la  lluuia,  y  vinieron  los  rios,  y  soplaron  los  vientos,  y  hizieron 
impetu  sobre  aquella  casa,  y  no  se  derribo ;  la  causa  es  que  estaua 
fundada  sobre  piedra. 

Y  qualquiera  que  oye  estas  palabras  y  no  las  cumple,  sera  seme- 
jante  al  varon  necio,  que  edifico  su  casa  sobre  arena,  y  decendio 
la  lluuia,  y  vinieron  los  rios,  y  soplaron  los  vientos,  y  dieron  sobre 
aquella  casa,  y  derribose  y  fue  su  caida  grande. 

40.  Y  acontecio,  que  como  lesu  ouo  acabado  estas  razones,  espanta- 
ronse  aquellas  compaiias  de  oyr  su  dotrina,  porque  les  ensefiaua 
como  persona  que  tiene  auctoridad,  y  no  como  los  letrados  y 
phariseos. 


125 


i 


1 


I 
i 


T  A  B  L  A 


Las  cosas  de  que  trata  el  presente  dialogo  son  las  siguientes: 

I.  El  Credo,  o  simbolo  de  los  Apostoles,  donde  estan  los  articulos 
de  nuestra  fe. 

II.  Los  diez  Mandamientos  de  Dies  y,  particularmente,  los  dos  del 
amor  de  Dios  y  del  proximo. 

III.  Los  siete  pecados  mortales. 

IV.  Las  quatro  virtudes  que  llaman  cardinales. 
V.  Las  tres  virtudes  theologales. 

VI.  Los  siete  dones  del  Spiritu  Santo. 
VII.  Los  cinco  Mandamientos  de  la  Yglesia. 
VIII.  La  oracion  santisima  del  Pater  Noster. 
IX.  Un  breuezito  compendio  de  la  Sagrada  Escriptura. 
X.  Tratanse,  al  fin,  otras  cosas  particulares,  las  cuales  vera  el  que 
io  leyere. 


Ay  mas  tres  capitulos  del  Euangelio  que  escriuio  San  Matheo :  con- 
uiene  a  saber:  quinto,  sexto,  septimo,  traduzidos  de  griego  en  nuestro 
romance  castellano. 


I 


Fue  impreso  el  preseiite  Dialogo  de  Dotrina 
Christiana  en  la  Vniversidad  de  Alcald 
de  Henares,  en  casa  de  Miguel  de  Eguia. 
xiiii,  del  mes  de  enero  de  MDXXIX  anos. 


I 


^octrim  cbiidm 
nueuamentecom, 
pueflo  pozxn 

muvilluflrcfaio:i>5 

cbcco/niarqiu'3 
DC  ^illau. 


EL  SALTERIO,  TRADUCIDO  DEL  HEBREO 
EN  ROMANCE  CASTELLANO 


Segun  el  manuscrito  de  Viena 
Transcripcion  de  Domingo  Ricart 


I 
I 


I 


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I 

I 


I 


A  LA  ILLVSTRISSIMA  SENORA 
LA  SEivfORA  DONA 
[JULIA  DE  GONZAGA] 


fol.  1  ro 


Illvstnssima  Senora: 

Todos  los  hombres,  en  quanto  en  su  primera  criacion  fueron  criados 
a  la  imagen  y  semejanga  de  Dios,  naturalmente  dessean  inmortalidad 
y  vida  eterna;  y  todos  ellos  entendiendo,  vnos  por  relacion  y  escrittu- 
ras,  y  otros  por  reuelacion  y  diuina  inspiracion,  como  a  la  inmortali- 
dad y  vida  eterna  se  va  por  el  camino  de  la  piedad  y  justicia,  quiero 
dezir,  que  solamente  los  que  son  pios  y  justos  alcangan  inmortalidad 
y  vida  eterna,  pretenden  y  dessean  ser  pios  y  justos.  Pero  acontece 
que  los  que  entien /den  esto  por  relacion  y  escritturas,  enganados  del  vo. 
juizio  de  la  prudencia  humana,  la  qual,  como  dize  san  Pablo:  Non 
percipit  ea  quae  sunt  spiritus  Dei,  piensan  que  la  piedad  y  la  justicia 
consisten  en  biuir  virtuosamente  segiin  lo  que  ensena  la  filosofia  hu- 
mana, y  en  suplir  con  trabajo  y  con  fatiga  corporal,  y  con  otras  cosas 
desta  calidad,  aquello  en  que  faltan  al  biuir  moral. 

De  donde  resulta  que  vnos  hombres,  desconfiando  de  poder  biuir 
virtuosamente,  y  no  quiriendo  tomar  la  fatiga  de  suplir  por  aquello 
en  que  faltaran,  se  resueluen  en  no  querer  piedad  ny  justicia;  y  ha- 
ziendo  esta  resolucion  trabajan  por  persuadirse  que  no  ay  Dios,  que 
no  ay  immortalidad  y  que  no  ay  vida  eterna.  Estos,  perdiendo  con  fol.  2  ro 
esta  resolucion,  aquello  en  que  son  superiores  a  los  otros  animales, 
vienen  a  ser  yguales  y  semejantes  a  ellos. 

Resulta  mas  del  engano  de  la  prudencia  humana:  que  otros  hom- 
bres, trabajando  y  fatigandose  por  biuir  virtuosamente,  y  procurando 
satisfazer  a  Dios  por  aquello  en  que  ellos  conocen  que  faltan  en  el 
biuir  virtuoso,  y  no  assegurandose  jamas  de  auer  alcan?ado  la  piedad 
ny  la  justicia  que  pretenden,  biuen  en  continua  aflicion  y  en  terrible 
miseria  de  animo,  dubdando  siempre  de  aquello  que  mas  dessean:  que 
es  alcangar  immortalidad  y  vida  eterna. 

Estos  (sy  fuesse  possible),  no  querrian  que  vuiesse  Dios,  ny  que 
vuiesse  otra  vida ;  assy  como  el  que  dubda  de  su  /  justicia,  no  querria  vo. 
que  vuiesse  juez  ny  sentencia;  y  estos,  aunque  se  conseruan  en  la  su- 
perioridad  que  tiene  entre  los  otros  animales,  no  vienen  jamas  a  reco- 


133 


brar  aquella  imagen  y  semejangai  de  Dios  con  que  el  primer  hombre 
fue  criado;  y  assy  no  alcangan  piedad  ny  justicia  en  la  presente  vida, 
ny  alcan^aran  la  immortalidad  y  vida  eterna  que  naturalmente  dessean 
y  querrian.  j 

Acontece  mas,  que  los  hombres  que  por  reuelacion  y  por  diuina 
inspiracion  entienden  que  la  immortalidad  y  vida  eterna  se  alcanga  j 
con  piedad  y  justicia,  siendo  guiados  y  encaminados  por  el  Espiritu  ' 
Santto,  el  qual,  como  dize  san  Pablo :  Omnia  scrutatiir,  etiam  profunda 
Dei,  entienden  que  la  piedad  consiste  en  que  el  hombre  tenga  buena  y 

fol.  3  ro.  retta  opinion  de  Dios,  /  tiniendo  por  cierto  que  todas  las  cosas  vienen 
del,  como  aquel  que  todas  las  rige  y  las  gouierna.  Y  tambien  en  que 
se  reduzga  a  contentarse  con  todo  lo  que  Dios  haze,  aprouandolo  todo  i 
por  justo,  por  santto  y  por  bueno;  y  certificandose  que  en  Dios  ay  mi- 
sericordia,  bondad,  verdad,  fidelidad  y  justicia;  y  en  que  tiene  Dios 
mucho  mayor  cuidado  de  cada  vno  de  los  que  atienden  a  la  piedad, 
que  vn  bonissimo  padre  tiene  de  vn  obedientissimo  hijo.  I 

Y  entienden  por  el  mesmo  Espiritu  que  la  justicia  consiste  en  que 
el  hombre,  renunciando  y  condenando  todas  las  justicias  que  ensena 
la  prudencia  humana,  se  atenga  solamente  a  aquella  que  realmente  y 
vo.  con  efetto  fue  esecutada  en  el  propio  hijo  de  /  Dios,  Jesu  Christo, 
nuestro  Senor,  abragandose  con  ella  y  tiniendo  por  cierto  y  firme,  y 
sin  poner  en  ello  dubda  ninguna,  que  por  aquella  justicia  Dios  lo  tiene  ' 
a  el  por  justo.  Bien  assy  como  sy  el  propio  vuiera  biuido  con  la  ino- 
cencia  con  que  biuio  Christo,  y  vuiera  padecido  en  su  persona  todo  lo  , 
que  padecio  Christo,  obedeciendo  a  su  eterno  y  celestial  Padre.  Estos, 
entendiendo  esto  assy,  siguen  la  enseiianga  del  Espiritu  Santto  y  por 
ella  vienen  a  alcangar  la  verdadera  piedad  y  la  verdadera  justicia;  y 
assy  vienen  a  certificarse  de  su  immortalidad  y  vida  eterna;  y  por  tan- 
to  biuen  con  mucha  contenteza  y  satisfacion  de  animo.  Estos,  en  la 
presente  vida,  comiengan  a  recobrar  la  imagen  y  semejanga  de  Dios  ' 

fol.  4  ro.  en  el  animo  /  y  en  la  otra  vida  la  acabaran  de  recobrar  en  el  animo, 
y  cobraranla  tambien  en  el  cuerpo,  siendo  semejantes  a  Dios  en  la 
bondad,  verdad,  fidelidad  y  justicia;  y  tambien  en  el  ser  impassible 
incorruttible  e  immortal.  De  manera  que  entre  todos  los  hombres,  i 
solamente  aquellos  que  por  reuelacion  y  diuina  inspiracion  alcangan 
a  entender  en  que  consisten  la  piedad  y  la  justicia,  vienen  a  ser  pios  y 
justos  y  a  alcangar  lo  que  dessean,  que  es  immortahdad  y  vida  eterna. 

Considerando  yo  todo  esto,  y  desseando  ayudar  con  mis  flacas  fuer-  i 
^as  a  Vuestra  Sefioria  en  esta  su  aplicacion  a  la  piedad  y  a  la  justicia. 


134 


y  por  ella,  y  con  ella  a  algunas  otras  personas  en  quien  conozco  esta 
mesma  aplicacion;  y  pareciendome  /  que  para  hazeros  muy  pia  os  vo. 
seruira  mucho  la  licion  de  los  Salmos  de  Dauid,  os  los  he  puesto  en 
romance  casiellano,  sacandolos  de  la  letra  hebrea,  easy  palabra  por 
palabra,  en  quanto  lo  ha  sufrido  el  hablar  castellano.  Y  aun  me  he 
atreuido  mas  vezes  a  la  lengua  castellana,  hablando  impropiamente, 
que  a  la  hebrea,  alterandola.  Esto  he  hecho  assy,  pareciendome  cosa 
conueniente  y  justa  que  las  cosas  escrittas  con  Espiritu  Santto,  sean 
tratadas  con  mucho  respeto.  He  mezclado  del  mio  algunas  palabras 
a  fin  que  la  letra  Ueue  mas  lustre,  vaya  mas  clara  y  mas  sabrosa.  Es- 
tas,  porque  sean  conocidas,  van  escrittas  con  tinta  colorada,  preten- 
diendo  que  se  les  ha  de  dar  el  credito  que  se  deue  dar  a  palabras  de 
/  hombre,  haziendo  diferencia  entre  ellas  y  las  que  son  de  Spiritu  fol-  5  ro. 
Santto.  Es  bien  verdad  que,  por  la  mayor  parte,  las  palabras  que  van 
escrittas  con  tinta  colorada  se  entienden  de  suyo  en  la  letra  hebrea. 
Hora,  quiero  que  sepa  Vuestra  Seiioria  que,  lo  que  he  hecho  en  los 
Salmos  de  Dauid,  quise  hazer  primero  en  las  Epistolas  de  san  Pablo, 
entendiendo  que,  assy  como  la  licion  de  Dauid,  quando  son  bien  con- 
siderados  y  bien  entendidos  sus  diuinos  concettos  y  sus  espirituales 
sentimientos,  sirue  mucho  para  encaminar  al  hombre  en  la  verdadera 
piedad,  que  es  por  el  conocimiento  a  Dios,  y  para  acrecentar  al  que 
es  ya  entrado  en  ella;  assy  tambien  la  licion  de  san  Pablo,  quando  son 
bien  considerados  y  bien  /  entendidos  sus  diuinos  concettos  y  sus  vo. 
espirituales  sentimientos,  sirue  mucho  para  encaminar  al  hombre  en 
la  verdadera  justincacion,  que  es  por  el  conocimiento  de  Christo,  y 
para  acrecentar  al  que  es  ya  entrado  en  ella. 

Y  entendiendo  tambien  que,  assy  como  para  conozer  a  Dios,  es  me- 
nester  conocer  primero  a  Christo;  assy  para  entrar  en  la  piedad  y  cre- 
cer  en  ella  es  menester  entrar  primero  en  la  justificacion  y  crecer 
en  ella;  lo  qual  he  dexado  de  hazer,  tanto  porque  entiendo  que 
los  Salmos  tienen  mas  necessidad  de  buena  traslacion  que  las  Episto- 
las, por  estar  ellos  en  los  libros  latinos  mas  impropiamente  traladados 
que  no  estan  ellas,  quanto  porque  entiendo  que  siendo  mas  natural  al 
/  hombre  la  piedad  que  la  justificacion.  Tengo  por  cierto  que  mas  fol.  6  ro. 
presto  gustara  vn  hombre.  (que  siendo  llamado  y  escogido  de  Dios 
pone  fin  a  la  ambicion,  a  la  propia  estimacion  y  a  la  gloria  del  mundo, 
resoluiendose  enteramente  con  el  y  juntamente  se  aplica  a  Dios  y  se 
aplica  a  Christo)  de  los  concettos  y  de  los  sentimientos  de  Dauid  que 
de  los  de  san  Pablo;  sy  bien,  (como  he  dicho)  primero  viene  a  la  jus- 


135 


tificacion  que  a  la  piedad,  siendo  primero  justo  que  pio,  porque  prime-  • 
ro  conoce  a  Christo  que  a  Dios.  Pienso  bien,  con  el  fauor  de  Dios,  i 
hazer  en  san  Pablo  lo  que  he  hecho  en  Dauid;  para  que  assy  mejor 
cotejando  Vuestra  Senoria  los  efettos  de  la  piedad,  que  leyendolos  en 
vo.    Dauid,  buscara  en  su  dnimo  con  /  los  efettos  de  la  justificacion  que  le-  j 
yendolos  en  san  Pablo;  buscara  dentro  de  sy,  adorne  y  atauie  su  ani-  j 
mo  con  los  diuinos  concettos  y  espirituales  scntimientos  que  hallara 
en  Dauid  y  en  San  Pabio. 

Y  sabed  que  entre  los  concettos  de  Dauid  pongo  la  buena  y  retta 
opinion  que  Dauid  tenia  de  Dios  y  de  todas  las  cosas  que  son  del  es- 
piritu  de  Dios;  y  la  mala,  pero  cierta,  opinion  que  tenia  del  iiombre 
y  de  todas  las  cosas  que  son  del  hombre;  de  la  prouidencia  de  Dios  en 

lo  general,  en  todas  las  cosas,  y  en  lo  particular,  en  las  que  pertenecen  j 
a  los  que,  stando  en  el  reyno  de  Dios,  son  regidos  y  gouernados  por  i 
fol.  7  ro.  Dios.  Y  lo  que  conocia  de  la  bondad  de  Dios,  /  de  su  misericordia,  | 
de  su  liberalidad,  de  su  verdad,  fidelidad  y  justicia;  y  lo  que  conocia  de  I 
la  miseria,  de  la  vileza  y  baxeza  del  hombre,  de  su  vanidad,  de  su  instabi-  , 
lidad,  falsedad,  maUnidad,  impiedad,  rebelion,  iniquidad  y  deprauacion.  j 

Y  entre  los  scntimientos  de  Dauid  pongo  su  confianga  en  Dios,  su 
pobreza  de  spiritu,  su  amor  y  su  temor  de  Dios;  su  orar  en  presencia 
de  Dios,  biuir  en  presencia  de  Dios,  sentir  la  presencia  de  Dios  y  ueer 
la  presencia  de  Dios,  y  en  fin,  su  dependencia  de  Dios.  Y  pongo  esto 
entre  los  sentimientos  de  Dauid,  pretendiendo  que  de  todo  ello,  tanto 

se  alcanga,  quanto  se  siente  y  no  nada  mas.  I 
Entre  los  concettos  de  san  Pablo  pongo  la  buena  y  retta  opinion 
vo.  que  tenia  /  de  Christo,  conociendo  en  el  suma  obediencia  a  su  eterno 
Padre,  mucho  amor  a  los  hombres,  mucha  justicia,  verdad,  bondad,  | 
misericordia  y  piedad,  mucho  sufrimiento  y  mucha  paciencia.  Y  pon-  ' 
go  lo  que  conocia  de  la  virtud  y  eficacia  del  Espiritu  Santto,  que  se  al-  j 
canga  creyendo  en  Christo. 

Y  entre  los  sentimientos  de  San  Pablo  pongo  el  llamamiento  a  la 
gracia  del  Euangelio,  la  justificacion  por  la  fe,  la  paz  de  la  conciencia, 

la  mortificacion  de  todo  lo  que  es  carne  y  prudencia  humana,  por  la  i 
encorporacion  en  la  muerte  de  Christo,  el  gouierno  del  Espiritu  San-  ' 
fol.  8  ro.  tto,  la  certificacion  de  la  resurrecion,  de  la  glorificacion,  /  y  vida 
eterna.  Y  pongo  esto  entre  los  sentimientos  de  san  Pablo,  pretendien- 
do que  tanto  se  alcanga  dello  quanto  se  siente  y  se  esperimenta,  y  no 
nada  mas,  porque  entiendo  que  el  negocio  christiano  no  consiste  en 
ciencia,  sino  en  esperiencia. 

136 


De  lo  dicho  hasta  qui  se  seruira  Vuestra  Senoria  para  entender  my 
intento  en  la  traslacion  destos  Salmos;  y  para  saber  que  es  lo  que 
aueis  de  pretender  alcangar  en  la  licion  dellos  y  que  en  la  licion  de 
las  Epistolas  de  san  Pablo. 

De  lo  que  dire  ahora  se  seruira  Vuestra  Senoria  para  entender  algu- 
nas  cosas  que  pertenecen  solamente  a  la  letra  de  los  Salmos. 

De  los  titulos  que  los  Salmos  tienen  en  los  libros  hebreos,  he  puesto 
solamente  los  /  nombres,  o  del  autor  del  Salmo  o  del  cantor,  o  de  vo. 
aquel  por  quien  se  compuso;  como  sera  dezir:  de  Dauid,  de  Asaf,  de 
los  hijos  de  Corach,  etc.,  dexando  todo  lo  demas;  porque  aun  los  pro- 
pios  Hebreos  lo  entienden  quien  de  vna  manera  y  quien  de  otra.  So- 
bre  sy  son  todos  los  Salmos  de  Dauid,  6  sy  ay  algunos  compuestos 
por  otras  personas  y  que  personas  fueron  estas,  se  fatigan  algunos. 
Dexemosles  a  ellos  esta  curiosidad,  contentandonos  con  buscar  en  los 
Salmos  los  concettos  y  los  afettos  espirituales  que  ay  en  ellos,  y  los 
curiosos  vayan  buscando  y  aueriguando  quienes  fueron  los  que  los 
compusieron. 

Por  la  mesma  causa  que  he  dexado  los  /  titulos,  queria  dexar  aque-  fol.  9  ro. 
Ua  palabra  Sela  que  sta  al  fin  de  algunos  versos;  y  hela  puesto  assy 
hebrea,  porque  creo  que  tiene  eficacia  adonde  sta.  Seruiraos  de  seiial 
para  que  topandola  os  firmeis  vn  poco  a  considerar,  a  que  fin  sta  ally, 
no  curando  de  saber  otra  sinificacion  della,  como  en  el  verso  ii,  del 
Salmo  III,  adonde  entiendo  que  la  palabra  Sela  aduierte  al  lettor  de  la 
turbacion  que  causan  en  el  animo  pio  atribulado  los  diuersos  pensa- 
mientos  que,  por  apartarlo  de  la  piedad,  le  dizen  que  no  tiene  por  que 
asperar  salud  de  Dios.  Y  como  en  el  verso  iiii,  del  mesmo  Salmo, 
adonde  entiendo  que  la  mesma  palabra  aduierte  al  lettor  /  de  la  satis-  vo. 
facion  que  el  hombre  siente  quando  Dios  le  responde  otorgandole  lo 
que  le  demanda.  Y  esto  me  parece  que  basta,  quanto  a  esta  palabra. 

Porque  adonde  en  la  letra  hebrea  sta  el  santtissimo  nombre  de  Dios, 
al  qual,  (porque  tiene  quatro  letras  en  el  hebreo),  los  griegos  llaman 
tetragramaton,  y  por  el  qual  los  hebreos,  tiniendo  por  cosa  ilicita  pro- 
nunciarlo,  acostumbran  leer  Adonay;  y  los  griegos  (pienso  que  por  no 
hallar  como  esprimir  la  sinificacion  del  diuinissimo  nombre)  siguiendo 
lo  que  los  hebreos  leen,  traduzen  Cirios,  y  los  latinos,  siguiendo  la 
Ucion  de  los  hebreos  y  la  traducion  de  los  /  griegos,  traduzen  Domi-  fol.  10  ro. 
nus,  yo  he  traduzido  senor,  escriuiendo  con  letras  grandes,  pretendien- 
do  que  importa  mucho  para  la  inteligencia  del  Salmo  saber  adonde  sta 
el  tetragramaton.  Lo  mesmo  he  hecho  en  el  lA  que  va  todo  a  vno; 


137 


I 


porque  aueis  de  saber  que  en  el  nombre  sta  easy  esprimido  el  propio 
ser  de  Dios  que  por  sy  es,  y  da  ser  y  da  vida  a  todas  las  cosas  que  son  i 
y  biuen,  como  se  entiende  por  la  respuesta  que  dio  Dios  a  Moisen, 
Exodus,  nil.  En  algunas  partes,  adonde  me  ha  parecido,  he  dexado  el  | 
mesmo  vocablo,  como  se  puede  screuir  con  nuestras  letras,  puniendo  I 
vo.      lEHOVA.  Pero  /  aduertid  que,  hallando  escritto  senor  con  letras  gran- 
des,  aueis  de  hazer  cuenta  que  sta  este  mesmo  nombre,  porque  haze 
mucho  al  caso  para  la  inteligencia  del  Salmo.  Como  sera  en  aquello:  | 
"Dixo  el  SENOR  a  my  seiior",  salmo  CX,  adonde  hallareis  escritto  se-  | 
iior,  con  letras  pequeiias,  entended  que  en  el  hebreo  sta  Adonay  que 
sinifica  seiior,  amo  6  patron.  Porque  los  hebreos  estos  vocablos  como 
son  el,  elim,  elohiin,  por  los  quales  ordinariamente  se  traduze  Dios,  no 
solamente  los  atribuyen  a  Dios,  pero  tambien  a  angeles,  reyes,  princi- 

fol.  11  ro.  pes,  juezes  y  personas  illustres,  assy  como  en  el  /  verso  v  del  Salmo 
VIII,  adonde  por  elohim  vnos  entienden  angeles  y  otros  entienden  Dios; 
y  como  en  el  verso  prim.ero  del  salmo  xxxix,  adonde  por  elim  vnos 
entienden  Dios  y  otros  entienden  personas  illustres;  y  como  en  el  ver- 
so primero  del  salmo  L,  adonde  por  el  vnos  entienden  Dios  y  otros 
entienden  fuerte,  illustre.  Yo  en  ellos  he  guardado  esto  que,  adonde  , 
ay  ambiguidad,  he  dexado  el  mesmo  vocablo  hebreo;  y,  adonde  no  la  i 
ay,  he  traduzido  Dios.  Terneis  este  auiso,  que,  adonde  vereis  el  voca-  ' 
bio  hebreo,  lo  podreis  atribuir,  como  digo  que  lo  atribuyen  los  he- 
vo.      breos,  segun  parecera  que  es  mas  a  proposito.  / 

Los  Hebreos  tienen  tres  vocablos  con  que  nombran  al  hombre:  Js, 
Addn,  Enos,  y  easy  por  el  ordinario  atribuyen  el  primero  a  las  personas 
valerosas  y  nobles,  por  el  qual  siempre  yo  he  traduzido  vardn;  y  el 
segundo  a  las  personas  baxas,  y  por  el  yo  he  puesto  hombre,  y  el  ter-  i 
cero  a  las  personas  miserables,  adonde  yo,  por  hazer  diferencia  he  i 
quitado  la  aspiracion  y  dicho  ombre.  Assy  como  en  el  verso  segundo  ! 
del  salmo  xlix,  adonde  por  hijos  de  varon  entiende  hombres  nobles,  j 
y  por  hijos  de  hombre  entiende  hombres  baxos,  lo  qual  da  mucha  cla- 

fol.  12  ro.  ridad  a  la  inteligencia  de  todo  el  Salmo;  /  y  como  en  el  verso  iiii  del 

Salmo  VIII,  adonde  primero  pone  ombre,  denotando  la  miseria  del  ' 
hombre,  y  luego  pone  hijo  de  hombre,  denotando  su  baxeza.  Aproue-  ' 
cha  para  la  inteligencia  de  los  Salmos  este  auiso,  bien  que  no  siempre  \ 
se  guarda  esta  diferencia.  | 
Acostumbran  los  hebreos  poner  futuro  por  preterito,  y  preterito  por  j 
futuro,  y  esto  muchas  vezes;  y  muchas  mas  vsan  del  futuro  del  indica-  j 
tiuo  por  imperatiuo,  diziendo:  amards  a  Dios  por  ama  a  Dios.  Esto  \ 

138 


i 


digo  a  fin  que  sepais  que  podeis  acomodar  estos  tiempos  y  estos  mo- 
dos  segun  aquella  inteligencia  que  os  /  parecera  mas  conforme  a  todo 
el  Salmo.  Y  aduertid  que  los  hebreos,  en  los  futures,  entienden  conti- 
nuacion,  como  en  el  verso  vi  del  Salmo  v,  adonde,  diziendo  aborrece- 
rd,  entiende  que  ha  aborrecido,  que  aborrece  y  que  siempre  aborrecerd. 
Tambien  aduertireis  que  los  mesmos  hebreos  vsan  de  singular  por  plu- 
ral, diziendo  hombre  por  hombres,  oueja  por  ouejas,  cassa  por  cassas, 
justo  poT  justos,  etc. 

Tambien  quiero  auisaros  desto,  que  las  autoridades,  que  de  los  sal- 
mos  estan  alegadas  en  el  Testamento  Nueuo,  van  mas  conformes  a  la 
letra  griega  que  a  la  hebrea.  Esto  digo  a  fin  que  no  os  marauilleis 
hallando  disconformidad  /entre  aquellas  alegaciones  y  estas  traducio-  fol. 
nes.  Y  estos  auisos  seruiran  quanto  a  la  letra. 

Auiendo  auisado  a  Vuestra  Senoria  de  lo  que  pertenece  a  la  inteli- 
gencia de  la  letra,  resta  que  le  auise  del  tino  que  ha  de  lleuar  para  al- 
can^ar  el  espiritu  della,  para  leerla  como  Christiana  y  no  como  hebrea. 

Qvanto  a  lo  primero,  conuiene  que  reduzgais  a  vuestra  memoria 
como  el  reyno  de  Dauid  fue  figura  del  reyno  de  Jesu  Christo,  nuestro 
Seilor;  y  que  lleuando  esto  en  la  memoria,  vais  verificando  en  Christo 
lo  que  leereis  en  Dauid;  lleuando  tambien  en  algunos  Salmos  tres  in- 
tentos:  el  vno,  a  la  persona  de  Dauid,  el  otro,  a  la  de  Christo,  y  el 
otro,  vnas  vezes  /  a  la  vuestra,  y  otras  vezes  a  la  de  la  yglesia  Chris- 
tiana, como  sera  en  el  Salmo  ii,  en  el  xxii  y  en  el  lxix,  en  los  quales, 
mas  que  en  ningunos  otros,  hallareis  muchas  cosas  que  quadren  en 
Christo,  al  qua!  conuiene  que  en  esta  licion  Ueueis  siempre  delante  los 
ojos  de  vuestra  anima,  sin  consentir  que  jamas  se  parta  dellos;  y  sy 
alguna  vez  se  apartara,  sera  bien  que  por  estonces  dexeis  estar  la  li- 
cion, pues  en  ella  no  pretendeis  sino  edificacion  Christiana  y  espiritual. 

Reduzireis  tambien  a  vuestra  memoria  como  quando  leemos  en  la 
Santa  Escrittura:  Dios  habla  con  nosotros;  assy  como  quando  oramos 
nosotros,  hablamos  con  Dios;  y  assy  os  acordareis  que,  X  leyendo  en  fol. 
estos  Salmos,  habla  Dios  con  vos;  y  que  orando  con  estos  Salmos,  ha- 
blais  vos  con  Dios. 

Y  porque  en  ellos  ay  muchas  demostraciones  de  odio  contra  los 
enemigos,  de  desseo  de  venganga,  y  de  biueza  de  afettos,  quanto  al 
poco  sufrimiento  en  el  padecer,  y  assy  otras  cosas  que  al  parecer  son 
poco  conformes  al  espiritu  christiano,  os  acordareis  que  fueron  escri- 
ttos  en  tiempo  de  la  Ley,  quando  el  espiritu  de  Dios  inspiraua  a  ven- 
ganga,  y  quando  aun  Jesu  Christo,  nuestro  Sefior,  (el  qual,  matando 


139 


en  la  cruz  su  preciosissima  carne,  mortifico  en  la  nuestra  la  biueza  de 
los  afettos  y  de  los  apetitos),  no  era  venido  al  mundo.  Y  porque  lo 
vo.      que  aqui  leereis  que  /  tira  a  uenganpa,  y  que  tira  a  biueza  de  afettos> 

no  despierte  en  vos  algun  afetto  vindicatiuo  6  impaciente  y  mal  sufri-  j 
do,  acordaos  siempre,  que  este  tiempo  no  es  tiempo  de  Ley,  sino  de  | 
Euangelio,  en  el  qual  el  Espiritu  Santo  inspira  a  perdonar  las  injurias, 
a  padecer  y  a  sufrir;  en  el  qual  (como  he  dicho)  ya  Christo,  matando 
su  carne,  ha  mortificado  la  de  los  que,  creyendo  en  el,  se  hazen  miem-  ' 
bros  suyos. 

La  esperiencia  desto  se  conoce  en  que  tanto  ay  de  verdadera  morti-  | 
ficacion  en  vn  hombre,  quanto  ay  de  verdadera  fe;  quiero  dezir:  que  j 
adonde  ay  fe,  ay  mortificacion ;  y  que  adonde  ay  biueza  de  afettos  y  i 
fol.  1 5  ro.  apetitos  de  mundo  y  de  carne,  no  ay  fe.  De  /  manera  que  la  biueza  I 
denota  incredulidad  e  infidelidad;  y  la  mortificacion  denota  fe  y  con-  | 
fianga.  Esto  procede  de  que,  encorporado  el  hombre  por  la  fe  en  ' 
Christo,  y  en  la  muerte  de  Christo,  (cosa  marauillosa),  muere  el  tam- 
bien.  En  los  que  se  mortifican  sin  fe,  muriendo  vn  afetto,  rebiue  otro; 
y  assy  nunca  en  ellos  ay  perfetta  mortificacion,  por  mucho  que  ellos  ! 
la  pretendan  y  la  procuren.  Y  sabed  que  la  mortificacion  es  muerte  . 
imperfetta;  assy  como  la  viuificacion  y  regeneracion,  son  resurrecion 
imperfetta. 

Tambien  aduertireis  que  eran  enemigos  a  Dauid,  los  que  impidien- 
dole  el  reyno  de  Jsrrael,  impedian  la  esecucion  de  la  voluntad  de  Dios, 
vo.  que  lo  auia  elegido  y  /vngido  por  rey  de  Jsrrael,  por  lo  qual  eran 
tambien  enemigos  de  Dios.  De  manera  que,  rogando  Dauid  contra 
sus  enemigos  rogaua  contra  los  enemigos  de  Dios;  y  tiniendo  Dauid 
el  espiritu  de  Dios,  que  segiin  san  Pablo,  escudrina  las  profundidades 
de  Dios,  sta  claro  que  rogaua  contra  sus  enemigos ;  lo  que  por  el  espi- 
ritu de  Dios  entendia  que  Dios  tenia  determinado  de  hazer  con  ellos. 
Los  que  oran  sin  espiritu  de  Dios,  oran  lo  que  sus  propios  espiritus 
dessean  y  querrian  por  su  propia  satisfacion.  I 

Esto  mesmo  que  considerais  en  Dauid,  podreis  considerar  en  lo  que  j 
en  estos  Salmos  oraua  el  pueblo  hebreo  contra  sus  enemigos.  Anadien-  j 
do  esto:  que  sy  el  pueblo  christiano  crece,  siendo  perseguido;  triunfa,  I 
fol.  l6ro.  siendo  /vencido;  y  es  ensalcado,  siendo  abatido;  el  pueblo  hebreo, 
por  el  contrario,  crecia  persiguiendo;  triunfaua,  uenciendo;  y  era  en- 
salgado,  abatiendo  a  otros  pueblos.  Esta  consideracion  sirue  mucho 
por  todos  los  Salmos.  j 

Quando  os  parecera  que  en  estos  Salmos  se  haze  demasiadamente 


140 


cuenta  de  las  felicidades  y  de  las  infelicidades,  del  bienestar  y  del  ma- 
lestar,  en  lo  esterior;  os  acordareis  que  fueron  escrittos  en  tiempo  que 
el  bienestar  y  la  felicidad  esterior  era  prometida  por  la  obseruacion 
de  la  ley,  y  el  malestar  y  la  infelicidad  esterior,  era  prometida  por  cas- 
tigo  de  la  transgression  de  la  ley;  y  acordandoos  que  /stais  en  tiempo  vo. 
que,  por  la  fe,  es  prometida  la  justificacion,  el  reyno  de  Dios,  el  Espi- 
ritu  Santto,  la  resurrecion  y  la  vida  eterna,  en  lo  qual  consiste  la  ver- 
dadera  felicidad.  Terneis  solamente  por  infelicies  a  los  que  stan  fuera 
del  reyno  de  Dios,  estando  sin  Christo;  y  por  felices,  a  los  que  stan 
en  el  reyno  de  Dios,  tiniendo  siempre  a  Christo. 

Dexando,  pues,  de  imitar  en  Dauid  aquellas  cosas  que  eran  propias 
del  espiritu  de  la  Ley,  y  son  agenas  del  espiritu  del  Euangelio,  lleua- 
reis  mucha  atencion  a  considerar  en  el  muchos  afettos  y  muchos  con- 
cettos  espiritualissimos  y  diuinissimos,  del  /"todo  conformes  a  los  del  fol.  17  ro. 
espiritu  del  Euangelio.  Con  los  afettos  de  Dauid  ireis  cotejando  los 
vuestros;  antes  mejor,  con  los  afettos  de  Dauid  ireis  descubriendo  y 
entendiendo  los  vuestros.  Y  con  los  concettos  de  Dauid  ireys  forman- 
do  los  vuestros;  y  aun  pretendereis  ir  mas  adelante  con  el  espiritu 
christiano;  porque,  yendo  cotejando  los  efettos  de  la  piedad  que  co- 
nocereis  en  Dauid,  con  los  efettos  de  la  justificacion  que  conocereis 
en  el  Euangelio,  ireis  acrecentandoos  en  los  vnos  y  en  los  otros. 

Finalmente,  considerando  bien  estos  afettos  y  estos  concettos  deste 
diuinissimo  rey,  ireis  rogando  a  Dios  que  imprima  en  vuestro  animo 
otros  tales,  y  aun  mayores,  como  pertenece  para  ser  miembro  de  vna 
tan  perfettissima  cabega,  como  es  /  el  hijo  de  Dios  Jesu  Christo  nues-  vo. 
tro  Senor.  Con  cuyo  fauor,  tanto  en  esta  escrittura  quanto  en  todas 
las  que  leereis,  vuestro  intento  sera  siempre  que  en  vuestra  anima  crez- 
ca  la  fe,  que  consiste  en  creer  las  palabras  de  Dios;  y  en  confiarse  en 
los  prometimientos  de  Dios,  crezca  la  speranga,  que  consiste  en  aspe- 
rar^con  sufrimiento  el  cumpUmiento  de  los  prometimientos;  y  crezca 
la  caridad,  que  consiste  en  amar  lo  que  se  cree  y  lo  que  se  confia, 
y  aquello  que  se  aspera,  que  es  la  resurrecion,  la  immortaUdad,  y  la 
vida  eterna,  en  la  qual  Vuestra  Senoria  pretendera  gozar  de  Dios,  no 
por  sy,  syno  por  la  bondad  y  por  la  mi /sericordia  de  Dios;  el  qual,  fol.  l8ro. 
por  dar  a  los  suyos  su  reyno,  esecuto  el  rigor  de  su  justicia  en  su 
vnigenito  Hijo,  Jesu  Christo,  nuestro  Seiior,  al  qual  sea  gloria  por 
siempre.  Amen. 

Hase  de  aruertir  que,  adonde  stan  estas  palabras  pobreto  y  pobretos, 
puede  dezir  afligido  y  afligidos  y,  (a  my  ver)  las  mas  vezes  sta  major. 


141 


(LIBRO  PRIMERO) 


Salmo  Primero 

1 .  Bienauenturado  el  varon  que  no  sigue  el  parecer  de  impios,  ny  se / 
firma  en  camino  de  peccadores,  ny  se  asienta  en  asentamiento  de 
mofadores; 

2.  pero  tiene  su  aficion  en  la  ley  del  senor,  y  en  su  ley  se  exercita  dia 
y  noche. 

3.  Y  es  como  aruol  plantado  junto  a  repartimientos  de  aguas,  que 
produze  su  frutto  a  su  tiempo,  y  sus  hojas  no  se  marchitan,  y  todo 
lo  que  haze  lo  haze  con  prosperidad.  / 

4.  No  son  assi  los  impios,  sino  como  la  pajuela  que  leuanta  el  viento. 

5.  Por  tanto  no  se  leuantaran  impios  en  juizio,  ny  peccadores  en 
congregacion  de  justos. 

6.  Porque  conoge  el  Senor  el  camino  de  los  justos;  y  el  camino  de  los 
impios  perecera. 


143 


Salmo  II 


1.  ^Por  que  se  alborotan  gentes,  y  pueblos  imaginan  vanidad? 

2.  Ponense  reyes  de  la  tierra,  y  principes  conjuran  a  vna  sobre  el 
SENOR  y  sobre  su  vngido,  diziendo : 

fol.  20  ro.    3.  Rompamos  sus  ataduras,  y  echemos  de  nosotros  sus  lazos.  / 

4.  El  que  mora  en  los  cielos  se  reira,  y  el  Senor  se  burlara  dellos. 

5.  Estonces  les  hablara  con  su  ira,  y  con  su  sana  los  atemorizara. 

6.  Y  yo,  dize  Dios,  he  constituido  a  mi  rey,  sobre  Sion,  monte  de  mi 
santtidad. 

7.  Contare  el  estatuto,  el  senor  me  ha  dicho  a  my:  Tii  eres  my  hijo; 
yo  te  he  oy  engendrado. 

8.  Demandame  y  yo  te  dare  gentes  por  tu  heredad,  y  fines  de  la 
tierra  por  tu  possession. 

9.  Romperaslas  con  vara  de  hierro;  quebraraslas  como  vaso  de 
ollero. 

vo.      10.  Y  ahora,  reyes,  sed  sabios;  dexaos  enseilar,  juezes  de  la  tierra.  / 

1 1 .  Servid  al  senor  con  temor,  y  gozaos  con  temblor. 

12.  Besad  la  mano  al  hijo  de  Dios,  porque  no  se  aire  Dios  y  perdais 
el  camino,  porque  se  encendera  presto  su  ira.  Bienauenturados 
todos  los  que  confian  en  el. 


144 


Salmo  ni 
de  Dauid 

1.  SENOR,  iquanto  que  an  crecido  los  que  me  angustian!  Muchos  so 
leuantan  contra  my, 

2.  Muchos  dizen  a  mi  anima :  No  ay  salud  para  el  en  Dios.  Sela. 

3.  Y  tii,  SENOR,  eres  escudo  para  my;  my  gloria  y  ensal?ador  de  mi 
cabe?a,  de  my  dinidad. 

4.  Con  my  boz  Ilamare  al  senor,  y  El  me  respondera  desde  su  santto 
monte.  (Sela.) 

5.  Yo  me  acuesto,  duermo;  y  despierto  porque  el  senor  me  sustenta./fol. 

6.  No  temere  de  diez  millares  de  pueblos,  que  sten  puestos  alrrede- 
dor  de  my. 

7.  Leuantate,  senor;  saluame,  Dios  mio;  que  heriste  a  todos  mis 
enemigos  en  la  maxilla,  y  rompiste  dientes  de  impios. 

8.  Del  SENOR  es  la  salud:  sobre  tu  pueblo  tu  benedicion.  (Sela.) 


145 


I 


Salmo  iiii 
de  Dauid 

1.  Quando  Uamare,  respondeme,  Dios  de  my  justicia;  en  la 
tribulacion  me  ensanchaste;  compadecete  de  my  y  oye  my  oracion, 

2.  Hijos  de  varones,  ^hasta  quando  ira  my  gloria  en  vituperio, 
vo.         amareis  vanidad,  buscareis  mentira?  ( Sela.)  / 

3.  Y  sabed  que  el  senor  se  ha  escogido  a  su  misericordioso,  vaso  de 
misericordia;  el  senor  me  oira  quando  lo  llamare. 

4.  Atemorizaos  y  no  pequeis;  hablad  en  vuestro  coragon  sobre 
vuestro  lecho  y  callad.  (Sela.) 

5.  Sacrificad  sacrificios  de  justicia,  y  confiad  en  el  senor. 

6.  Muchos  dizen:  ^Quien  nos  hara  ver  el  bien?  Leuanta  sobre 
nosotros,  senor,  la  luz  de  tu  presencia. 

7.  Das  alegria  en  my  cora?6n,  al  tiempo  que  estos  con  su  trigo  y  su 
mosto  son  acrecentados. 

8.  Con  paz  juntamente  me  acostare  y  dormire;  porque  tii  solo,  senor, 
me  hazes  morar  confiado. 


146 


I 


Salmo  V 


de  Dauid 

1.  Da,  SENOR,  orejas  a  mis  dichos;  entiende  my  pensamiento.  / 

2.  Ascucha  la  boz  de  my  clamor,  rey  mio  y  Dios  mio,  porque  a  ti 
orare  siempre. 

3.  SENOR,  de  manana  oiras  my  boz;  de  manana  te  me  aparejare  y 
atalayare. 

4.  Porque  tu  eres  Dios  a  quien  no  aplaze  impiedad;  nunca  morara 
contigo  el  mal. 

5.  No  se  pornan  delante  tus  ojos  los  locos;  siempre  aborreciste  a 
todos  los  que  obran  vanidad. 

6.  Destruiras  a  los  que  hablan  mentira;  al  varon  de  sangre  y 
engaiioso  aborrecera  siempre  el  senor. 

7.  Y  yo,  con  la  muchedumbre  de  tu  misericordia,  entrare  en  tu 
casa :  acoruareme  adorando  en  tu  santto  templo  con  temor  tuyo. 

8.  Encaminame,  senor,  con  tu  justicia  por  los  que  me  miran  mis 
persiguidores;  enderega  en  my  presencia  tu  camino.  / 

9.  Porque  en  su  boca  no  ay  rettitud;  su  interior  es  maldades,  su 
garganta  es  sepultura  abierta ;  lisongean  con  su  lengua. 

10.  Haz,  Dios  mio,  que  queden  destruidos;  caygan  de  sus  consejos; 
derribalos  en  la  muchedumbre  de  sus  maldades,  porque  se  an 
rebelado  contra  ti. 

11.  Y  alegraranse  todos  los  que  confian  en  ti;  perpetuamente 
cantaran  y  ampararaslos ;  y  holgaranse  contigo  los  que  aman  tu 
nombre. 

12.  Porque  tii,  senor,  bendeziras  al  justo,  como  con  escudo;  con 
buena  voluntad  lo  coronaras,  lo  rodearas. 


147 


SaLMO  VI 

de  Dauid 

1.  SENOR,  no  me  reprehendas  con  tu  furor,  ny  me  castigues  con  tu 
ira. 

2.  Compadece,  senor,  de  my  que  estoy  enfermo;  saname,  senor, 
que  Stan  /  atemorizados  mis  huesos. 

3.  Y  my  anima  sta  muy  atemorizada;  y  tu,  senor,  ^hasta  quando? 

4.  Retorna,  senor,  escapa  a  my  anima;  saluame  por  tu  misericordia. 

5.  Porque  en  la  muerte  no  ay  memoria  de  ti,  en  la  sepultura  ^quien 
te  confessara? 

6.  Cansado  estoy  de  sospirar;  todas  las  noches  hago  que  nade  my 
estrado;  con  my  lagrima  vano  my  lecho. 

7.  Carcomidos  estan  por  la  turbacion  mis  ojos;  mis  aduersarios  me 
los  tienen  enuegezidos. 

8.  Apartaos  de  my  todos  los  que  obrais  vanidad;  porque  oida  ha  el 
senor  la  boz  de  my  Uanto. 

9.  Oido  ha  el  senor  my  peticion;  el  senor  ha  acettado  my  oracion.  / 
10.  Quedaran  confusos  y  muy  atemorizados  todos  mis  enemigos; 

retornaran  a  su  costumbrada  tristeza;  quedaran  confusos  luego. 


148 


SaLMO  VII 

de  Dauid 

1.  SENOR  Dios  mio,  en  ti  he  confiado;  saluame  de  todos  mis 
perseguidores  y  Hbrame, 

2.  porque  no  arrebate  my  enemigo  como  leon  mi  anima, 
despedagando  y  no  librando. 

3.  Senor  Dios  mio,  sy  hize  esto  que  he  dicho;  sy  ay  peruersidad  en 
mis  palmas; 

4.  sy  he  gualardonado  con  mal  a  my  confederado ;  y  sy  hize  huir 
a  my  aduersario  sin  causa, 

5.  persiga  el  enemigo  mi  anima,  y  alcancela  y  patee  en  tierra  my 
vida,  y  ponga  my  gloria  en  el  poluo.  Sela. 

6.  Leuantate,  senor,  con  tu  furor;  al^ate  por  las  indinaciones  de  mis 
adversarios;  /  despierta  por  my  segun  el  juizio  que  mandaste       foi.  24  ro. 
ordenar. 

7.  Y  congregacion  de  pueblos  te  rodeara,  y  por  ella  retorna  en  alto. 

8.  El  SENOR  juzgara  pueblos;  juzgame,  senor,  conforme  a  my 
justicia,  y  conforme  a  my  integridad  que  sta  sobre  my. 

9.  Cesse  ya  el  mal  de  los  impios,  y  confirmaras  al  justo;  tii,  Dios 
justo,  que  esaminas  coragones  y  renes. 

10.  Dios  es  my  escudo,  que  salua  a  los  derettos  cora^ones. 

11.  Dios  es  justo  juez,  y  se  comueue  cada  dia. 

12.  Sy  no  retornara,  afilara  su  espada;  doblegara  su  arco  y 
aparejaralo. 

13.  Y  aparejarale  vasos  de  muerte,  fabricara  sus  saetas  para 
persiguidores.  /  vo. 

14.  Veis  que  el  impio  pare  iniquidad:  concibe  dolor  y  pare  falsedad. 

15.  Abre  pozo  y  caualo,  y  cae  en  el  hoyo  que  haze. 

16.  Su  trabajo  retornara  sobre  su  cabega,  y  su  peruersidad  baxara 
sobre  sus  caxcos. 

17.  Confessare  al  senor  conforme  a  su  justicia,  y  cantare  el  Altissimo 
nombre  iehova,  senor. 


149 


SaLMO  VIII 


de  Dauid 

1.  SENOR,  senor  nuestro,  jquan  valeroso  es  tu  nombre  en  toda  la 
tierra,  que  has  puesto  tu  gloria  sobre  los  cielos! 

2.  De  bocas  de  ninos,  y  que  maman,  fundaste  fortaleza  por  tus 
aduersarios;  por  reprimir  al  enemigo  y  al  vindicatiuo. 

3.  Quando  miro  tus  cielos,  que  son  obra  de  tus  dedos,  la  luna  y  las 
fol.  25  ro.      estrellas  que  aparejaste,  digo:  / 

4.  que  es  el  hombre  que  te  acuerdes  del?  i,y  el  hijo  de  Adan  que 
lo  visites? 

5.  Y  hezistelo  poco  inferior  a  Elohim,  Dios;  con  gloria  y  manificencia 
lo  coronaste. 

6.  Distele  senorio  en  las  obras  de  tus  manos;  todo  lo  pusiste  debaxo 
sus  pies : 

7.  la  oueja  y  todos  los  bueyes,  y  tambien  los  animales  del  campo; 

8.  las  aues  del  cielo  y  los  peces  del  mar;  lo  que  passa  por  los  senderos 
de  los  mares. 

9.  SENOR,  senor  nuestro,  iquan  valeroso  es  tu  nombre  en  toda  la 
tierra ! 


150 


Salmo  IX 


de  Dauid 

1 .  Confessare  al  senor  con  todo  my  corapon ;  contare  todas  tus 
marauillas. 

2.  Alegrareme  y  holgareme  contigo;  cantare  tu  nombre  altissimo.  / 

3.  En  auer  tornado  atras  mis  enemigos;  caen  y  perecen  a  tu 
presencia. 

4.  Porque  heziste  my  juizio  y  my  causa;  sentastete  en  silla,  juzgando 
justicia. 

5.  Destruiste  gentes,  heziste  que  pereciesse  el  impio;  raiste  sus 
nombres  para  siempre  y  siempre. 

6.  jO  enemigo!,  ^concluiste  las  finales  destruciones,  y  destruiste  las 
cibdades ;  perecio  su  memoria  con  ellas? 

7.  Y  el  SENOR  para  siempre  stara  sentado,  y  tiene  aparejada  su  silla 
para  juzgar. 

8.  Y  el  juzgara  con  justicia  al  mundo;  juzgara  pueblos  con 
ygualdades. 

9.  Y  sera  el  senor  refugio  al  oprimido;  refugio  en  los  tiempos  de 
angustia. 

10.  Y  confiaran  en  ti  los  que  conoceran  tu  nombre;  porque  nunca 
desamparaste,  /  senor,  a  los  que  te  buscan. 

1 1 .  Cantad  al  senor  que  mora  en  Sion ;  diuulgad  en  pueblos  sus 
hazarias. 

12.  Porque  buscando  sangres  se  acuerda  dellos;  y  no  oluida  el 
clamor  de  los  pobretos. 

13.  Compadecete,  senor,  de  my;  mira  my  aflicion  que  padezco  de  los 
que  me  aborrecen,  ensalgandome  de  las  puertas  de  la  muerte. 

14.  Para  que  cuente  todas  tus  alaban?as  en  las  puertas  de  la  hija  de 
Sion,  en  Jerusalen,  y  gozareme  con  tu  salud. 

15.  Cayeron  las  gentes  en  la  hoya  que  hizieron;  en  esta  red  que 
ascondieron  fue  enrredado  su  pie  dellos. 


151 


16.  Conocido  es  el  senor,  juizio  hizo;  en  la  obra  de  sus  propias 
palmas  es  enlazado  el  impio.  { Consider acion.  Sela.)  / 

17.  Retornaran  los  impios  a  la  sepultura;  todas  las  gentes  oluidadas 
de  Dios. 

18.  Porque  no  sera  hasta  el  fin  oluidado  el  pobre;  ny  la  esperan^a  de 
los  pobretos  perecera  para  siempre. 

19.  Leuantate,  senor;  no  se  forlifique  el  ombre;  sean  juzgadas  las 
gentes  en  tu  presencia. 

20.  Pon,  SENOR,  temor  a  ellos,  a  los  impios;  conozcan  las  gentes  que 
son  ombres.  ( Sela.) 


152 


Salmo  X 


de  Dauid 

1.  i,Por  que,  Senor,  estaras  lexos?  ^te  asconderas  en  los  tiempos  de 
tribulacion?  Mira  que 

2.  ensoberuecido  el  impio  persigue  al  pobreto;  en  estas  astucias  que 
piensan  sean  asidos. 

3.  Porque  se  alaba  el  impio  del  desseo  de  su  anima;  y  bendize  al 
auariento,  blasfema  al  senor.  /  fol. 

4.  El  impio,  ensoberuecido  en  su  ira,  no  considera;  no  ay  dios,  son 
todos  su  pensamientos. 

5.  En  todo  tiempo  paren  maldades  sus  caminos;  por  alto  passan  tus 
juizios  de  delante  del;  sopla  en  todos  sus  adversarios,  desprecialos. 

6.  Dize  en  su  coragon :  no  vacilare,  de  generacion  en  generacion,  que 
no  estoy  en  mal. 

7.  Su  boca  sta  llena  de  maledicencia,  de  enganos  y  de  falsedad ; 
debaxo  de  su  lengua  ay  maldad  e  iniquidad. 

8.  Asientase  en  las  acechangas  de  las  aldeas;  en  escondrijos  mata  al 
inocente;  sus  ojos  aguardan  al  pobre, 

9.  Acecha  en  ascondido  como  leon  en  su  cueua ;  acecha  por  arrebatar 
al  pobreto :  arrebatara  al  pobreto  echandolo  en  su  red.  / 

10.  Agagapase  y  abatese,  y  caen  en  sus  fuertes  vnas  muchos  mezquinos. 

11.  Dize  en  su  cora?6n:  Oluidado  sta  Dios;  ascondido  ha  su  presencia; 
no  vera  jamas. 

12.  Leuantate,  senor  Dios,  al?a  tu  mano,  no  oluides  a  los  pobretos. 

13.  ^Sobre  que  blasfemara  el  impio  a  Dios?  Ha  dicho  en  su  cora^on 
quien  no  pesquisaras. 

14.  Visto  lo  has  porque  tii  consideras  la  maldad  y  la  injuria,  para 
ponerlas  en  tu  mano ;  sobre  ti  se  dexa  el  mezquino ;  tii  eres  amparo 
al  huerfano. 

15.  Rompe  el  bra?o  al  impio;  y  al  malo  buscaras  su  impiedad  y  no  la 
hallaras. 


153 


1 6.  El  SENOR  es  rey  perpetuamente  y  siempre ;  perecieron  las  gentes  de 
su  tierra  del.  / 

17.  Oido  has,  senor,  el  desseo  de  los  pobretos:  aparejaras  su  corapon; 
ascuche  tu  oreja; 

18.  para  juzgar  al  huerfano  y  al  necessitado,  para  que  el  ombre  no  se 
atreua  mas  a  maltrattarlos  sobre  la  tierra. 


154 


Salmo  XI 
de  Dauid 

1.  En  el  SENOR  he  confiado.  ^Por  que  direis  a  my  anima:  buela  de 
vuestro  monte,  paxaro? 

2.  Porque,  como  vees,  los  impios  estienden  arco;  aparejan  sus  saetas 
sobre  cuerda,  para  assaetear  en  la  obscuridad  a  los  derettos 
coragones. 

3.  ^Por  que  hasta  los  cimientos  aya  todo  de  ser  destruido?  ^Que  ha 
hecho  el  justo? 

4.  El  SENOR  en  su  santto  palacio;  el  senor  tiene  en  el  cielo  su  silla. 
Sus  ojos  miraran,  y  sus  parpados  esaminaran  a  los  hijos  de  Adan.  / 

5.  El  Senor  esaminara  al  justo;  y  al  impio  y  al  que  ama  la  maldad, 
aborrece  su  anima. 

6.  Llouera  sobre  los  impios  lazos;  fuego  y  agufre,  y  viento  tempestuoso 
parte  de  su  vaso  dellos. 

7.  Porque  el  senor  es  justo,  ama  las  justicias;  mirara  lo  retto  con  su 
presencia. 


155 


SaLMO  XII 


de  Dauid 

1.  Salua,  SENOR,  porque  ya  falta  misericordioso;  porque  acabados  son 
los  leales  entre  los  hijos  de  Adan. 

2.  Falsamente  habla  el  varon  con  su  proximo;  con  labrios  de  lisonjas 
hablen  de  coragon  y  cora?6n  enganosamente. 

3.  Cortara  el  senor  todos  los  labrios  lisongeros;  y  la  lengua  que  habla 
grandezas ; 

fol.  29ro.  4.  que  dizen:  Con  nuestra  lengua  valercmos;  /  nuestros  labrios  con 
nosotros;  ^quien  nos  es  Senor? 

5.  Por  la  destrucion  de  los  pobretos;  por  el  gemido  de  los  pobres,  ya 
me  leuanto,  dize  el  senor;  pomelos  en  salud,  soplaralo  al  impio. 

6.  Los  dichos  del  senor  son  dichos  puros;  plata  acendrada  en  crisol  de 
tierra,  siete  vezes  purificada. 

7.  Tu,  SENOR,  los  conseruaras;  libraraslo  a  Dauid  desta  generacion 
para  siempre. 

8.  En  derredor  andaran  los  impios,  al  tiempo  de  ensalgar  las  vilezas  de 
los  hijos  de  Adan. 


156 


SALMO  XIII 

de  Dauid 

1.  ^Hasta  quando,  senor,  me  olvidaras?  ^siempre?  ^hasta  quando 
asconderas  de  my  tu  presencia? 

2.  ^Hasta  quando  pome  consejos  en  mi  anima?  ^tristeza  ordinaria  en 
my  coraQon?  /  ^hasta  quando  se  leuantara  my  enemigo  sobre  my? 

3.  Mira,  respondeme,  senor  Dios  mio;  da  luz  a  mis  ojos  porque  no 
duerma  muerte; 

4.  porque  no  diga  my  enemigo:  Vencido  lo  he;  ny  se  gozen  mis 
perseguidores  quando  vacilare. 

5.  Y  yo  en  tu  misericordia  he  confiado;  gozavase  mi  coragon  con  tu 
salud.  Cantare  al  senor,  porque  me  aura  remunerado. 


157 


Salmo  xiiii 


de  Dauid 

1.  Dixo  el  loco  en  su  coragon:  No  ay  Dios.  Corrompieron  su  biuir, 
hizieron  abominable  obra;  no  ay  quien  haga  bien. 

2.  Considera  el  senor  desde  los  cielos  sobre  los  hijos  de  Adan,  por  ver 
fol.  50  ro.      sy  ay  quien  entienda  — conozca — ,  que  busque  a  Dios.  / 

3.  Todos  se  apartaron;  juntamente  se  deprauaron;  no  ay  quien  haga 
bien,  no  ay  ny  aun  vno. 

4.  i,C6mo  no  conoceran  todos  los  que  obran  iniquidad,  los  que  se 
comen  a  my  pueblo  como  comen  pan,  que  no  inuocan  al  senor? 

5.  Ally  en  el  conocimiento  temerian,  porque  Dios  sta  en  generacion  de 
justos. 

6.  El  consejo  del  pobreto  confundireis,  porque  el  senor  es  su 
confianza. 

7.  ^Quien  dara  que  desde  Sion  venga  salud  a  Jsrrael?  Quando 
retornara  del  senor  la  cattiuidad  de  su  pueblo,  gozarase  Jacob  y 
alegrarase  Jsrrael. 


158 


Salmo  XV 
de  Dauid 

1.  SENOR,  i,quien  morara  en  tu  tienda?  ^.quien  repossara  en  tu  santto 
monte?  / 

2.  El  que  anda  perfetto,  y  el  que  obra  justicia,  y  el  que  habla  verdad 
en  su  cora?6n. 

3.  No  se  desmanda  con  su  lengua;  no  haze  mal  a  su  proximo,  y  no 
leuanta  denuesto  sobre  su  vezino. 

4.  El  despreciado  de  Dios  en  sus  ojos  del  es  abominable;  y  honrra  a 
los  que  temen  al  senor.  Jura  de  hazer  mal  al  despreciado  y  no  se 
mudara. 

5.  No  da  su  dinero  a  logro,  y  no  toma  dadiua  sobre  el  inocente.  El 
que  haze  esto,  no  vacilara  jamas. 


159 


SaLMO  XVI 

de  Dauid 

1.  Guardame,  Dios  m'lo,  pues  he  confiado  en  ti. 

2.  Dixiste,  anima  mia,  al  senor:  Tii  eres  my  senor.  Mi  bien  no  para 

fol.  51  ro.  ti.  / 

3.  A  los  propios  santtos  que  stan  en  la  tierra,  y  a  los  valerosos  toda 
mi  voluntad  aplicare  a  eilos,  sy 

4.  multiplicaran  sus  idolatrias  y  despues  se  apressuraran ;  no 
sacrificare  sus  sacrificios  de  sangre,  y  no  tomare  sus  nombres  en 
mis  labrios. 

5.  El  SENOR  es  la  parte  de  my  heredad  y  my  caliz;  tu  manternas  my 
suerte. 

6.  Cuerdas  en  repartimiento  me  an  caido  en  partes  apazibles; 
tambien  preciosa  heredad  ha  uenido  sobre  my. 

7.  Bendezire  al  senor  que  me  aconsejara.  Tambien  las  noches  mis 
renes  me  enseiiaran. 

8.  Pvse  siempre  al  senor  delante  de  my;  porque  sta  a  my  diestra,  no 
vacilare. 

9.  Por  tanto  se  alegra  my  cora^on  y  se  goza  /  my  gloria;  tambien 
my  carne  morara  confiada. 

10.  Porque  no  desampararas  my  anima  en  el  infierno  o  — sepultura — ; 
no  daras  a  tu  misericordioso  a  uer  corrupcion  — o  fossa — . 

11.  Ensefiarasme  el  camino  de  vida  eterna;  hartura  de  gozos  ay  en  tu 
presencia;  y  plazeres  a  tu  diestra  siempre. 


160 


SaLMO  XVII 

de  Dauid 

1.  Oye,  SENOR,  la  justicia;  ascucha  my  clamor;  da  orejas  a  my 
oracion,  pronunciada  sin  labrios  de  engano. 

2.  Saiga  de  tu  presencia  my  juizio  — sentencia — ;  miren  tus  ojos  a  las 
ygualdades. 

3.  Prouaste  mi  coraQon;  visitastelo  de  noche;  acendrasteme ;  no 

hallaras  que  condenar:  /  my  pensamiento  nunca  passara  de  my  fol.  32  ro. 
boca.  Mirando. 

4.  a  las  obras  del  hombre  con  la  palabra  de  tus  labrios,  he  yo 
considerado  los  caminos  del  destruidor. 

5.  Svstenta  mis  passes  en  tus  caminos;  no  vacilen  mis  pissadas. 

6.  Yo  te  he  llamado,  porque  me  responderas,  Dios  mio ;  incliname  tu 
oreja,  oye  lo  que  digo. 

7.  Haz  marauillosas  tus  misericordias  a  los  que  confian  en  ti,  de  los 
que  se  leuantan  contra  tu  diestra. 

8.  Guardame  como  a  la  niileta  hija  del  ojo;  ascondeme  a  la  sombra 
de  tus  alas, 

9.  de  la  presencia  destos  impios  que  me  destruyen,  de  mis  enemigos 

que  hasta  el  anima  me  van  rodeando.  /  vo. 

10.  Tienen  el  riiion  cubierto;  con  su  boca  hablan  soberuia. 

11.  Nuestros  passos  ahora  me  los  van  rodeando;  tienen  puestos  sus 
ojos  para  derribar  por  tierra  a  los  pios. 

12.  Sv  semejanga  como  leon  que  dessea  arrebatar,  y  como  leoncillo 
sentado  en  ascondrijos. 

13.  Leuantate,  senor;  vale  a  la  mano;  abatelo.  Libra  my  anima  del 
impio  que  es  espada  tuya; 

14.  de  los  mortales  que  son  mano  tuya,  senor;  de  los  mortales  del 
siglo,  heredados  en  sus  vidas,  y  tii  de  tu  secret©  les  hinches  su 
vientre,  hartaranse  sus  hijos,  y  dexaran  lo  que  les  sobrara  a  sus 
pequefiuelos. 

1 5.  Yo  con  justicia  vere  tu  presencia;  hartareme  en  el  despertar  (de)  tu 
semejanga. 


161 


SaLMO  XVIII 


de  Dauid 

fol.  33  ro.    1.  Amarete,  senor,  fortaleza  m!a.  / 

2.  SENOR,  roca  mia,  fuerte  mio,  librador  mio;  Dios  mio,  fuerga  mia, 
confiare  en  el;  escudo  mio  y  cuerno  de  my  salud,  refugio  mio. 

3.  Inuoque  al  Senor  alabado,  y  fui  saluo  de  mis  enemigos. 

4.  Dolores  de  muerte  me  rodeauan,  y  auenidas  terribles  me 
atemorizauan ; 

5.  dolores  de  sepultura  me  rodeauan;  lazos  de  muerte  me  preuenian. 

6.  En  my  tribulacion  inuoque  al  senor,  y  llame  a  my  Dios;  y  el, 
desde  su  templo,  oyo  my  boz;  y  my  llamar  en  su  presencia  entro 
en  sus  orejas. 

7.  Y  estremecese  y  tiembla  la  tierra,  y  los  cimientos  de  los  monies 
son  sacudidos;  y  tiemblan  quando  el  sta  airado. 

vo.       8.  Sube  el  humo  en  su  ira,  y  fuego  que  /  consume  sale  de  su  boca, 
con  el  qual  enciende  caruones. 

9.  Inclina  los  cielos  y  deciende;  y  ay  obscuridad  debaxo  sus  pies. 

10.  Caualga  sobre  Cherubin  y  buela;  buela  sobre  alas  de  viento. 

11.  Pone  en  tinieblas  su  ascondrijo,  alrrededor  del  sta  su  tabernaculo; 
obscuridad  de  aguas,  nuues  celestes. 

12.  Con  el  resplandor  que  ay  delante  del  passan  sus  nuues;  granizo  y 
caruones  de  fuego. 

13.  Y  trona  en  los  cielos  el  senor,  y  el  Altissimo  da  su  boz;  granizo 
y  caruones  de  fuego. 

14.  Y  echa  sus  saetas  y  destriiyelos;  embia  relampagos  y  atemorizalos. 

15.  Y  son  vistas  auenidas  de  aguas,  y  son  descubiertos  los  cimientos 
fol.  54  ro.        del  mundo;  /  con  tu  reprehension,  senor,  con  el  soplo  del 

espiritu  de  tu  ira. 

16.  Embio  de  lo  alto  y  tomome;  sacome  de  muchas  aguas. 

17.  Librome  de  my  fuerte  enemigo,  y  de  los  que  me  querian  mal, 
porque  preualecian  mas  que  yo. 

18.  Preuinome  en  el  dia  de  my  perdicion,  y  el  senor  me  sustento. 


162 


19.  Y  sacome  a  anchura;  librome  porque  se  contento  de  my. 

20.  Remunerome  el  senor  segiin  my  justicia;  segiin  la  limpieza  de  mis 
manos  me  recompense. 

21.  Porque  considere  los  caminos  del  senor;  y  no  me  preuarique  de 
my  Dios. 

22.  Porque  tuue  todos  sus  juizios  deiante  de  my,  y  nunca  aparte  de 
my  sus  estatutos.  / 

23.  Y  fui  perfetto  con  el,  y  guardeme  de  my  iniquidad. 

24.  Y  recompensome  el  senor  segun  my  justicia,  segun  la  limpieza  de 
mis  manos  deiante  sus  ojos. 

25.  Con  el  santto  te  santtificaras,  senor;  con  el  varon  perfetto  te 
perficionaras. 

26.  Con  el  puro  te  purificaras;  y  con  el  peruerso  te  peruertiras. 

27.  Porque  tii  al  pueblo  desechado  salvaras,  y  a  los  ojos  eleuados 
abatiras. 

28.  Porque  tu  encendiste  my  candil;  el  senor  Dios  mio  hizo 
resplandencientes  mis  tinieblas. 

29.  Porque  contigo  rompi  exercito;  y  con  mi  Dios  traspasse  muro. 

30.  El  es  Dios;  su  camino  es  perfetto;  lo  que  dize  el  senor  es 
acendrado;  el  es  escudo  de  todos  los  que  confian  en  el.  /  fol 

31.  Porque  ^que  otro  Dios  ay  sino  jehova?  y  ^que  otro  fuerte  sino 
nuestro  Dios? 

32.  El  mesmo  Dios  me  ha  ceriido  de  valentia,  y  ha  dado  perficion  a 
my  camino ; 

33.  ygualando  mis  pies  a  los  de  las  ceruas,  y  haziendome  star  sobre 
mis  alturas; 

34.  Enseiiando  mis  manos  a  la  guerra,  y  rompia  con  mis  bra?os  arco 
de  azero. 

35.  Y  disteme  el  escudo  de  tu  salud;  y  tu  diestra  me  sustento  y  con  tu 
beninidad  me  acrecentaste. 

36.  Asegurastc  mis  pissadas  debaxo  de  my;  y  no  resualaron  mis 
talones. 

37.  Segui  a  mis  enemigos  y  alcancelos;  y  no  torne  hasta  acabarlos. 

38.  Herilos  y  no  pudieron  leuantarse;  cayeron  debaxo  de  mis  pies. 

39.  Y  ceiiisteme  de  fuer(ja  para  la  guerra,  y  /  a  los  que  se  me 
leuantauan,  pusiste  debaxo  de  my; 


163 


40.  y  de  mis  enemigos  me  diste  las  espaldas;  y  tambien  de  los  que  me 
quenan  mal,  desh'izelos. 

41.  Bozeauan  y  no  aula  quien  los  saluasse;  al  senor,  y  no  les 
respondio. 

42.  Molilos  como  el  poluo  en  presencia  del  viento;  como  el  lodo  de 
las  plazas  los  desmenuze. 

43.  Librasteme  de  contiendas  de  pueblo;  pusisteme  por  cabega  de 
gentes.  El  pueblo  que  no  conoci,  me  sirue. 

44.  Al  oir  de  la  oreja  me  oye;  hijos  estranos  me  mienten  de  miedo. 

45.  Hijos  estrafios  fallezen,  y  temen  en  sus  encerramientos. 

46.  Blue  el  senor,  y  bendito  my  fuerte;  y  sea  ensalgado  el  Dios  de  mi 
salud. 

47.  Dios  es  el  que  me  da  las  vengangas  que  hago;  y  el  que  amansa 
fol.  36  ro.        pueblos  debaxo  de  my;  / 

48.  el  que  me  libro  de  mis  enemigos,  y  aun  me  ensalgo  sobre  los  que 
se  leuantaron  contra  my;  del  varon  falso  me  scapaste. 

49.  Por  tanto,  te  confessare  entre  gentes,  senor;  y  cantare  a  tu 
nombre,  diziendo: 

50.  que  engrandece  las  saludes  de  su  rey,  y  haze  misericordia  con 
Dauid  su  vngido  y  con  su  simiente,  para  siempre. 


164 


SALMO  XIX 

de  Dauid 

1.  Los  cielos  cuentan  la  gloria  de  Dios,  y  el  firmamento  publica  las 
obras  de  sus  manos. 

2.  El  dia  al  dia  mafia  habla;  y  la  noche  a  la  noche  amuestra  ciencia. 

3.  No  ay  en  ellos  habla,  ny  palabras,  ny  son  oidas  sus  bozes. 

4.  Por  toda  la  tierra  sale  su  ygual  derechura,  y  hasta  la  fin  del  mundo 

sus  dichos.  En  ellos  puso  tabernaculo  al  sol.  /  vo. 

5.  Y  el,  como  esposo  que  sale  de  su  talamo,  se  goza  como  valiente  a 
correr  el  camino. 

6.  Del  estremo  de  los  cielos  es  su  salida,  y  hasta  el  estremo  delios  es 
su  tornada.  No  ay  cosa  ascondida  de  su  calor. 

7.  La  ley  del  senor  es  perfetta,  y  reduze  al  anima;  el  testimonio  del 
SENOR  es  fiel,  y  haze  sabio  al  iiiorante. 

8.  Las  comissiones  del  senor  son  rettas.  y  alegran  al  coragon;  el 
mandamiento  del  senor  es  puro,  y  alumbra  los  ojos. 

9.  El  temor  del  Sefior  es  limpio,  y  permanece  siempre;  los  juizios  del 
senor  son  verdad,  justificados  juntamente;  son 

10.  mas  desseables  que  oro  y  que  mucho  oro  fino,  y  mas  dulces 
que  miel  y  que  dulguras  de  panales. 

11.  Tambien  tu  siervo  es  amonestrado  por  ellos;  /  y  en  la  guardia      fol.  37 ro. 
dellos  ay  mucha  remuneracion. 

12.  ^Quien  entendera  los  errores?  De  los  secretos  me  alimpia. 

13.  Tambien  de  las  insolencias  refrena  a  tu  sieruo;  no  me  ensefioreen: 
estonces  sere  perfetto,  y  limpio  de  mucha  rebelion. 

14.  Sean  a  tu  voluntad  las  palabras  de  my  boca,  y  la  contemplacion  de 
my  cora?6n  en  tu  presencia,  senor,  fuerga  mia  y  redentor  mio. 


165 


Salmo  XX 
de  Dauid 

1.  Respondate  el  senor  en  el  dia  de  la  tribulacion ;  amparete  el  nombre 
del  Dios  de  Jacob. 

vo.      2.  Embie  tu  soccorro  desde  el  santtuario,  y  desde  Sion  te  sustente.  / 

3.  Acuerdeese  de  todas  tus  ofrendas,  y  encenize  — convierta  en  ceniza — , 
tus  holocaustos.  Sela. 

4.  Dete  segiin  tu  coragon  dessea,  y  cumpla  todo  tu  consejo. 

5.  Gozaremosnos  con  tu  salud  y  en  el  nombre  de  nuestro  Dios 
algaremos  pendones.  Cumpla  el  senor  todas  tus  peticiones. 

6.  Haora  he  conocido,  que  ha  saluado  el  senor  a  su  vngido. 
Responderale  desde  los  cielos  de  su  santtidad,  con  las  valentias 
saludabies  de  su  diestra. 

7.  Estos  se  acordaran  de  carro  y  estos  de  cauallos;  y  nosotros  del 
nombre  del  senor  Dios  nuestro  nos  acordaremos. 

8.  EUos  tropegaron  y  cayeron;  y  nosotros  nos  leuantamos  y  estamos  en 
pie. 

9.  Salua,  senor;  el  rey,  nos  respondera  en  el  dia  que  Uamaremos. 


166 


SaLMO  XXI 


fol.  58  ro. 


de  Dauid 

1.  Seiior,  dc  tu  fortaleza  se  alegrani  el  rey;  y  de  tu  salud  se  gozara 
muy  mucho. 

2.  Hasle  dado  el  desseo  de  su  coragon,  y  no  le  has  negado  lo  que  sus 
labrios  han  pronunciado.  Sela. 

3.  Porque  lo  preueniste  con  bcndiciones  de  bien;  pusistele  sobre  su 
cabe(;a  corona  de  oro  fino. 

4.  Demandote  vida,  y  distele  longueza  de  dias,  eterna  y  perpetua. 

5.  Grande  es  su  gloria  por  tu  salud;  potencia  y  hermosura  pornas 
sobre  el. 

6.  Porque  lo  pornas  en  bendiciones  para  siempre,  regozijaraslo  con  el 
alegria  de  tu  presencia. 

7.  Porque  el  rey  confia  en  el  senor,  y  en  la  misericordia  del 
Altissimo  no  vacillara. 

8.  Hallara  tu  mano  a  todos  tus  enemigos;  hallara  tu  diestra  a  los  que 

te  aborrecen.  /'  vo. 

9.  Ponerlos  has  como  horno  de  fuego,  al  tiempo  de  mostrar  tu 
presencia:  el  senor  con  su  ira  los  tragara,  y  comeralos  el  fuego. 

10.  Haras  que  perezca  de  la  tierra  su  frutto,  y  su  simiente  de  entre  los 
hijos  de  Adan. 

1 1 .  Porque  inclinaron  mal  sobre  ti :  consultaron  consejo  que  no 
podran  esecutar. 

12.  Porque  los  pornas  a  vna  parte,  endere?aras  tus  neruios  — saetas — 
contra  sus  caras. 

13.  Ensalcate,  senor,  en  tu  fortaleza.  Cantaremos  y  taneremos  tu 
valentia. 


167 


SALMO  XXII 


de  Dauid 

1.  Dios  mio,  Dios  mio,  ^por  que  me  has  desamparado?  Lexos  estan 
de  my  salud  las  palabras  de  my  bramido. 

2.  Dios  mio,  ^llamarete  de  dia  y  no  responderas,  y  de  noche  y  no  aura 
fol.  39  ro.        silencio  en  my?  / 

3.  Y  tu,  santto,  assentado  ascuchas  las  alabangas  de  Jsrrael. 

4.  En  ti  confiaron  nuestros  padres;  confiaron  y  librastelos; 

5.  a  ti  llamaron  y  fueron  librados;  en  ti  confiaron  y  no  quedaron 
confusos. 

6.  Y  yo  soy  gusano  y  no  varon,  denuesto  de  Adan  y  desprecio  de 
pueblo. 

7.  Todos  los  que  me  veen  se  burlan  de  my;  tuercen  labrio  y  mueuen 
cabega,  diziendo: 

8.  Hase  buelto  al  senor,  libraralo;  escaparalo  pues  se  agrada  del. 

9.  Tu,  empero,  me  sacaste  del  vientre,  eres  my  confianga  desde  las 
tetas  de  my  madre. 

10.  Sobre  ti  fui  echado  de  la  madre;  desde  el  vientre  de  my  madre  tu 
ores  my  Dios. 

vo.      11.  No  te  alexes  /  de  my,  porque  la  tribulacion  sta  cercana;  porque 
no  ay  quien  ayude. 

12.  Muchos  toros  me  tienen  cercado;  fuertes  como  de  Bassan  me  an 
rodeado; 

13.  an  abierto  contra  my  su  boca;  como  leon  que  arrebata  y  brama. 

14.  Como  agua  estoy  vaziado,  y  todos  mis  huesos  estan 
descoyuntados;  como  cera  sta  derretido  my  coragon,  en  medio  de 
mis  entranas. 

15.  Seca  sta  como  olla  mi  virtud;  y  mi  lengua  sta  pegada  a  my 
paladar,  y  en  poluo  de  muerte  me  reduzes. 

16.  Porque  perros  me  tienen  cercado;  congregacion  de  peruersos  me 
fol.  40 ro.        an  rodeado;  anme  horadado  mis  manos  y  mis  pies.  / 

17.  Contare  todos  mis  huessos;  ellos  veen  y  miran  en  my. 


168 


18.  Repartiraii  entre  sy  mis  vestiduras;  y  sobre  my  veste  echaran 
suerte. 

19.  Y  tu,  SENOR,  no  te  alexes;  fortaleza  mia,  en  my  socorro  te 
apressura. 

20.  Libra  my  anima  de  cuchillo;  de  mano  de  perro  la  que  me  es  vnica. 

21.  Saluame  de  boca  de  leon,  y  de  cuernos  de  vnicornios. 
Respondeme. 

22.  Contare  tu  nombre  a  mis  hermanos;  en  medio  de  congregacion  te 
alabare,  diziendo: 

23.  Los  que  temeis  al  senor,  alabadio;  toda  simiente  de  Jacob, 
glorificadlo,  y  temedlo,  toda  simiente  de  Jsrael.  /  vo. 

24.  Porque  no  desprecio  ny  aborrecio  la  baxeza  del  pobreto;  ny  le 
ascondio  su  presencia,  y  quando  lo  Ilamaua  lo  oyo. 

25.  De  ti  sera  my  loor  en  grande  congregacion;  pagare  mis  votos 
deiante  de  los  que  lo  temen  — a  Dios — . 

26.  Comeran  pobretos  y  hartaranse;  alabaran  al  senor  los  que  lo 
buscan;  biuira  vuestro  coragon  para  siempre. 

27.  Acordaranse  desto  y  conuertiranse  al  Serior  todos  los  fines  de  la 
tierra;  y  acoruaranse  en  tu  presencia  todos  los  linages  de  gentes. 

28.  Porque  al  senor  pertenece  el  reyno,  y  el  senorea  a  las  gentes. 

29.  Comeran  y  acoruaranse  todos  los  gordos  de  la  tierra;  en  su 

presencia  se  arrodi /Uaran  todos  los  que  baxan  a  polvo,  y  su  fol.  41  ro. 
anima  no  biuira. 

30.  La  simiente  lo  seruira;  sera  contada  al  senor  en  generacion. 

31.  Vernan  y  manifestaran  su  justicia  al  pueblo  estonces  nacido, 
porque  hizo  esto. 


169 


SALMO  XXIII 


de  Dauid 

1.  El  SENOR  cs  my  pastor;  nunca  padecere  necessidad. 

2.  En  dehesas  de  yerua  me  hara  repossar;  hazia  aguas  apazibles  me 
guiara. 

3.  A  my  anima  la  retornara;  lleuarame  por  caminos  de  justicia,  por  el 
nombre  suyo. 

4.  Aun  quando  andare  por  valle  vmbroso  de  muerte,  ningiin  mal 
temere,  /  porque  tu  seras  conmigo;  tu  baston  y  tu  cayado  ellos  me 
consolaran. 

5.  Aparejaras  en  my  presencia  messa  delante  de  los  que  me  atribulan; 
vn taste  con  olio  mi  cabega;  my  vasso  sta  colmado. 

6.  Ciertamente  bien  y  misericordia  me  seguiran  todos  los  dias  de  my 
vida;  y  morare  en  la  casa  del  senor  por  longueza  de  dias. 


170 


Salmo  xxiiii 
de  Dauid 

1.  Del  SENOR  es  la  tierra  y  su  plenitudud;  el  mundo  y  los  moradores 
del; 

2.  porque  el  sobre  mar  la  edifice,  y  sobre  rios  la  aparejo. 

3.  oQuien  subira  al  monte  del  senor?  y  ^quien  se  levantara  al  lugar 

de  su  santtidad?  /  foi.  42  ro. 

4.  El  de  limpias  palmas  y  puro  coragon;  que  no  toma  en  vano  el 
anima  mia,  6  suya,  ny  jura  para  engano. 

5.  Tomara  bendicion  del  senor,  y  justicia  del  Dios  de  su  salud. 

6.  Esta  es  la  generacion  de  los  que  lo  buscan,  que  buscan  tu 
presencia,  Dios  de  Jacob.  Sela. 

7.  Al?ad,  puertas,  vuestras  cabegas;  y  al?aos,  puertas  perpetuas,  y 
entrara  el  rey  de  gloria. 

8.  ^Quien  es  este  rey  de  gloria?  El  senor  fuerte  y  valiente;  el  senor 
valiente  en  guerra. 

9.  Algad,  puertas,  vuestras  cabegas;  y  al?aos,  puertas  perpetuas, 
entrara  el  rey  de  gloria. 

10.  ^Quien  es  este  rey  de  gloria?  El  Seilor  /  de  exercitos,  el  es  el  rey  vo. 
de  gloria.  Sela. 


171 


SaLMO  XXV 

de  Dauid 

1.  A  ti,  Senor,  leuantare  mi  anima. 

2.  Dios  mio,  en  ti  he  confiado;  no  quede  auergonQado;  ni  se  alegren 
mis  enemigos  de  my. 

3.  Tampoco  queden  auergongados  todos  los  que  te  asperan;  queden 
auergongados  los  que  preuarican  sin  causa. 

4.  Hazme,  senor,  conocer  tus  caminos;  enseiiame  tus  veredas. 

5.  Encaminame  en  tu  verdad  y  enseilame,  porque  tii  eres  Dios  de  my 
salud;  a  ti  he  asperado  cada  dia. 

6.  Acuerdate,  senor,  de  tus  compassiones  y  de  tus  misericordias,  pues 
son  eternas. 

7.  De  los  peccados  de  my  juuentud  y  de  mis  rebeliones  no  te 
acordaras;  segun  tu  /  misericordia  acuerdate  tii  de  my,  por  tu 
bondad,  senor. 

8.  Bueno  y  retto  es  el  Senor;  por  tanto  instruira  a  los  peccadores  en 
el  camino. 

9.  Encaminara  a  los  pobretos  en  juizio;  y  ensenara  a  los  pobretos  su 
camino. 

10.  Todas  las  veredas  del  senor  son  misericordia  y  verdad  a  los  que 
guardan  su  patto  y  sus  testimonios. 

11.  Por  tu  nombre,  senor,  perdonaras  my  iniquidad,  porque  grande  es 
ella. 

12.  i,Quien  es  el  varon  que  teme  al  senor?  Enseriarale  el  camino  que 
escogera. 

13.  Sv  anima  trasnochara  en  bien;  y  su  simiente  heredara  la  tierra. 

14.  El  secreto  del  senor  a  los  que  lo  /  temen;  y  hard  que  sepan  su 
patto. 

15.  Mis  ojos  siempre  al  senor;  porque  el  librara  de  red  a  mis  pies. 

16.  Mirame  y  compadecete  de  my;  porque  solo  y  mezquino  soy  yo. 

17.  Las  tribulaciones  de  my  cora^on  se  an  estendido;  sacame  de  mis 
angustias. 

172 


18.  Mira  my  miseria  y  my  trabajo;  y  perdona  todos  mis  peccados. 

19.  Mira  a  mis  enemigos  que  an  crecido,  y  con  aborrecimiento  malino 
me  aborrecen. 

20.  Guarda  a  my  anima  y  librame;  no  quede  auergongado  por  auer 
confiado  en  ti. 

21.  Perficion  y  rettitud  me  mantengan,  porque  te  he  asperado.  /  fol. 

22.  Rescata  Dios  a  Israel,  de  todas  sus  tribulaciones. 


173 


SaLMO  XXVI 

de  Dauid 

1.  Juzgame,  senor,  pues  yo  en  my  perficion  he  andado;  y  en  el 
SENOR  he  confiado;  no  vacilare. 

2.  Prueuame,  senor,  y  tientame;  acendra  mis  renes  y  my  cora^on, 

3.  porque  tu  misericordia  sta  delante  mis  ojos;  y  andare  en  tu 
verdad. 

4.  No  me  he  assentado  con  hombres  vanos;  ny  he  entrado  con  los 
que  se  asconden. 

5.  He  aborrecido  congregacion  de  peruersos;  y  nunca  me  assentare 
con  impios. 

6.  Lauarc  con  limpieza  mis  palmas;  y  rodeare,  senor,  tu  altar.  / 

7.  para  hazer  oir  con  boz  la  confession,  y  para  contar  todas  tus 
marauillas. 

8.  Amado  he,  senor,  la  morada  de  tu  casa,  y  el  lugar  del  tabernaculo 
de  tu  gloria. 

9.  No  encierres  con  peccadores  a  mi  anima,  ny  con  ombres 
sangrientos  a  my  vida, 

10.  que  tienen  en  sus  manos  vellaqueria,  y  sus  diestras  Uenas  de 
dadiuas. 

11.  Y  yo  en  my  perficion  andare :  rescatame  y  compadecete  de  my. 

12.  My  pie  ha  estado  en  rettitud;  y  en  congregaciones  bendezire  al 

SENOR. 


174 


SALMO  XXVII 


de  Dauid 

1.  El  SENOR  es  mi  luz  y  my  salud:  ids  quien  temere?  El  senor  es  la 
fuerga  de  my  vida:  ^de  quien  me  atemorizare? 

2.  En  acercarse  sobre  my  malinos,  a  comerse  my  carne;  mis 
atribuladores  y  mis  enemigos,  ellos  tropegaron  y  cayeron.  /         fol.  45  ro. 

3.  Sy  porna  real  sobre  my  vn  exercito,  no  temera  mi  cora?6n;  sy  se 
leuantara  guerra  sobre  my,  en  esto  yo  confiare. 

4.  Vna  gracia  he  demandado  al  senor;  esta  buscare:  que  more  yo  en 
la  casa  del  senor,  todos  los  dias  de  my  vida,  para  ver  en  hermosura 
al  SENOR,  y  para  escudriiiar  en  su  templo. 

5.  Porque  me  ascondera  en  su  tabernaculo  en  el  dia  malo;  harame 
star  secreto  en  el  secreto  de  su  tienda,  sobre  roca  me  ensal?ara. 

6.  Y  ahora  ya  se  ensalgara  my  cabe^a  sobre  mis  enemigos  que  me 
tienen  rodeado;  y  sacrificare  en  su  tienda  sacrificios  de  jubilacion. 
Cantare  al  senor. 

7.  Oye,  SENOR,  my  boz,  porque  llamare;  compadecete  de  my  y 
respondeme.  /  vo. 

8.  De  ti  en  tu  nombre  ha  dicho  my  coragon:  Buscad  my  presencia. 
Tu  presencia,  senor,  buscare. 

9.  No  me  ascondas  tu  presencia;  no  deseches  con  ira  a  tu  sieruo.  Tii 
has  sido  mi  socorro,  no  me  dexes;  no  me  desampares,  Dios  de  my 
salud. 

10.  Quando  my  padre  y  my  madre  me  desampararon,  el  senor  me 
recogio. 

11.  Ensename,  senor,  tu  camino;  y  guiame  por  vereda  derecha,  por 
mis  aduersarios. 

12.  No  me  entregues  al  anima  de  mis  atribuladores,  porque  se  an 
leuantado  contra  my  testigos  falsos,  y  habla 

cada  uno  de  ellos  injuria  desfallegiera 

13.  Si  no  que  crei  para  ver  el  bien  del  senor,  en  la  tierra  de  los  que 
biuen. 

14.  Aspera  al  senor;  sta  fuerte;  y  el  fortificara  tu  /  corapon;  y  foi.  46 ro. 
aspera  al  senor. 


175 


SaLMO  XXVIII 

de  Dauid 

1.  A  ti,  SENOR,  llamare;  roca  mia,  no  te  me  ensordezcas;  porque, 
callandome  tu,  sere  semejante  a  los  que  baxan  al  pozo. 

2.  Oye  la  boz  de  mis  ruegos  quando  te  Uamo,  quando  aI?o  mis  manos 
al  oraculo  de  tu  santtidad. 

3.  No  me  entregues  con  los  impios  ny  con  los  que  obran  iniquidad; 
que  hablan  paz  con  sus  proximos,  y  tienen  mal  en  su  coragon. 

4.  Dales  a  ellos  segun  su  obra  y  segiin  la  maldad  de  sus  exercicios ; 
segiin  las  obras  de  sus  manos  les  da  a  ellos,  restituyelos  su 

vo.         gualardon.  / 

5.  Porque  no  consideran  a  las  obras  del  senor,  ny  a  lo  que  hazen  sus 
manos,  destruiralos  y  no  los  edificara. 

6.  Bendito  el  senor,  que  oyo  la  boz  de  mis  ruegos. 

7.  senor,  fortaleza  mia  y  escudo  mio,  en  el  ha  confiado  my  coragon  y 
he  sido  socorrido;  y  hase  gozado  my  coragon  y,  con  my  cantarlo, 
confessare  a  el. 

8.  El  senor  les  es  fortaleza;  y  la  fuerga  de  las  saludes  de  su  vngido 
es  el. 

9.  Salua  a  tu  pueblo  y  bendize  a  tu  heredad;  y  apacientalos  y 
ensalgalos  para  siempre. 


176 


Salmo  xxex 
de  Dauid 

1.  Traed  al  senor,  hijos  de  Elim,  Dios;  traed  al  senor  gloria  y 
fortaleza, 

2.  Traed  al  senor  la  gloria  de  su  nombre;  /  acomaos  al  senor  en  la  f  ol.  47  ro. 
santta  hermosura. 

3.  La  boz  del  senor  sobre  aguas,  el  dios  glorioso  truena;  el  senor 
sobre  muchas  aguas. 

4.  La  boz  del  senor  con  virtud;  la  boz  del  senor  con  hermosura. 

5.  La  boz  del  senor  rompe  cedros;  y  rompe  el  senor  los  cedros  del 
Libano, 

6.  y  hazelos  saltar  como  bezerro;  a  Libano  y  a  Sirion  como  a  hijo  de 
vnicornio. 

7.  La  boz  del  senor  rompe  llamas  de  fuego. 

8.  La  boz  del  senor  haze  temblar  al  desierto;  el  senor  haze  temblar 
el  desierto  de  Cades. 

9.  La  boz  del  senor  haze  parir  a  las  cieruas,  y  descubre  bosques.  Y 
en  su  tempio  todo  hombre  dize:  j Gloria! 

10.  El  senor  sta  sentado  en  diluuio;  y  sta  el  senor  rey  perpetuo.  \o. 

1 1 .  El  senor  dara  fortaleza  a  su  pueblo.  El  senor  bendezira  a  su 
pueblo  con  paz. 


177 


SALMO  XXX 


de  Dauid 

1.  Ensalgarete,  senor,  porque  me  has  sublimado,  y  no  has  alegrado  a 
mis  enemigos  de  my. 

2.  SENOR,  Dios  mio;  llame  a  ti  y  sanasteme. 

3.  SENOR,  heziste  subir  de  la  sepultura  my  anima;  vivificasteme  del 
niimero  de  los  que  baxan  al  pozo. 

4.  Can  tad  al  senor,  vosotros  sus  misericordiosos;  y  confessad  la 
memoria  de  su  santtidad. 

5.  Porque  en  su  ira  ay  vn  momento,  y  vidas  en  su  voluntad.  A  la 
tarde  trasnochara  el  plantto,  y  a  la  manana  verna  el  canto. 

6.  Y  yo  dire  en  my  felicidad:  No  vacilare  jamas. 

fol.  48  ro.    7.  SENOR,  por  tu  voluntad  auias  puesto  /  fortaleza  en  my  monte; 
ascondiste  tu  presencia  y  fui  perturbado. 

8.  A  ti,  SENOR,  Uamare;  y  a  my  senor  rogare,  diziendo: 

9.  Slxxi  prouecho  ay  en  my  sangre,  en  my  baxar  a  la  fossa? 
^Confessarate,  por  ventura,  el  poluo?  ^Publicara,  por  ventura  tu 
verdad? 

10.  Oye,  SENOR,  y  compadecete  de  my;  senor,  sey  mi  ayudador. 

1 1 .  Tornasteme  my  planto  en  bayle ;  desataste  mi  saco  y  cenisteme  de 
alegria. 

12.  For  tanto  te  cantara  la  gloria,  y  no  callara.  senor,  Dios  mio, 
perpetuamente  [te]  confessare. 


178 


SaLMO  XXXI 

de  Dauid 

1 .  En  ti,  SENOR,  he  confiado ;  no  reciba  yo  /  confusi6n  jamas :  con  vo. 
tu  justicia  me  libra. 

2.  Inclina  tu  oreja  a  my;  apressiirate,  Hbrame;  seyme  como  fuerte 
roca,  como  casa  de  municiones  para  saluarme. 

3.  Pues  tii  eres  my  piedra  y  my  roca;  y  por  tu  nombre  me  guia  y  me 
encamina. 

4.  Sacame  desta  red  que  me  an  ascondido ;  pues  tu  eres  my  fortaleza. 

5.  En  tu  mano  encomiendo  mi  espiritu;  rescatasteme  tu,  senor,  Dios 
verdadero. 

6.  He  aborrecido  a  los  que  guardan  vanidades  vanas;  y  yo  en  el 
SENOR  he  confiado. 

7.  Gozareme  y  alegrareme  con  tu  misericordia;  con  que  auras 
mirado  a  my  miseria,  y  auras  conocido  a  my  anima  estando  en 
tribulaciones. 

8.  Y  no  me  auras  encerrado  en  la  mano  /  del  enemigo;  y  auras        fol.  49  ro. 
colocado  en  anchura  a  mys  pies. 

9.  Compadecete,  senor,  de  my,  que  la  tribulacion  es  comigo; 
carcomidos  estan  de  fastidio  mis  ojos ;  my  anima  y  my  vientre. 

10.  Porque  en  tristeza  sta  consumida  my  vida,  y  mis  anos  en  sospiro. 
En  my  iniquidad  ha  atollado  my  virtud,  y  mis  huessos  estan 
carcomidos. 

11.  De  todos  lo[s]  que  me  atribulan  he  sido  denuesto;  mayormente  de 
mis  vezinos.  Y  he  sido  espanto  a  mis  conocidos.  Los  que  me 
veian  fuera  de  casa  huian  de  my. 

12.  Oluidado  estoy  como  muerto  de  coragon  de  hombres;  soy  como 

vaso  perdido.  /  yo 

13.  Porque  he  oido  la  infamia  de  muchos,  el  temor  me  cerca  por  todas 
partes;  en  su  aconsejar  juntamente  sobre  my,  consultan  de 
quitarme  el  anima. 

14.  Yo  en  ti,  senor,  estoy  confiado;  dixe:  Tu  eres  mi  Dios. 


179 


15.  En  tu  mano  estan  mis  tiempos;  Hbrame  de  la  mano  de  mis 
enemigos  y  de  mis  perseguidores. 

16.  Illustra  tu  presencia  sobre  tu  sieruo,  saluame  con  tu  misericordia. 

17.  SENOR,  no  reciba  yo  confusion  por  auerte  inuocado;  reciban 
confusion  los  impios;  callen  puestos  en  la  sepultura. 

18.  Enmudezcan  los  labrios  mentirosos,  los  que  hablan  dureza  contra 
fol.  50  ro.        el  justo,  con  arrogancia  y  menosprecio.  / 

19.  jQuan  grande  es  tu  bien,  el  que  tienes  ascondido  para  los  que 
temen,  y  obraste  con  los  confiados  en  ti  delante  de  los  hijos  de 
Adan! 

20.  Asconderaslos  en  el  secreto  de  tu  presencia  de  insolencias  de 
varon;  asconderaslos  en  tu  tabernaculo  de  contencion  de  lenguas. 

21.  Bendito  el  senor,  que  me  ha  hecho  marauillosa  su  misericordia  en 
cibdad  bastecida. 

22.  Y  yo  dixe  en  my  apressurar:  Escluido  soy  de  delante  tus  ojos.  Tii 
empero  oiste  la  boz  de  mis  ruegos,  quando  te  llamaua. 

23.  Amad  al  senor  todos  sus  misericordiosos;  a  los  leales  ampara  el 
SENOR,  y  paga  abundantemente  al  que  obra  insolencia. 

24.  Fortaleceos  y  el  fortificara  vuestros  coragones,  todos  los  que 
asperais  al  senor. 


180 


SaLMO  XXXII 

de  Dauid 

1 .  Bienauenturado  el  perdonado  de  la  rebelion,  y  el  cubierto  del 
peccado. 

2.  Bienauenturado  el  hombre  a  quien  el  senor  no  pone  en  cuenta  la 
iniquidad:  y  no  ay  en  su  animo  engano. 

3.  Porque  calle,  se  enuegecieron  mis  huessos;  en  my  bramar  cada  dia. 

4.  Porque  dia  y  noche  carga  sobre  my  tu  mano ;  es  tornado  my  jugo 
en  sequedades  de  verano.  Sela. 

5.  My  peccado  te  manifeste,  y  my  iniquidad  no  te  la  encubri;  dixe: 
Confessare  sobre  mis  rebeliones  al  senor,  y  tii  perdonaste  la 

iniquidad  de  my  peccado.  Sela./  fol.  51  ro. 

6.  Sobre  esto  [te]  rogara  todo  misericordioso,  al  tiempo  de  hallar. 
Cierto  el  auenida  de  muchas  aguas  no  llegaran  hasta  el. 

7.  Tii  eres  my  ascondrijo;  de  la  tribulacion  me  guardaras;  de 
cantares  de  liberacion  me  rodearas.  Sela. 

8.  Harete  entendido  y  enseriarete  en  este  camino  por  donde  andaras; 
aconsejarete  con  my  ojo. 

9.  No  seais  sin  entendimiento  como  cauallo  y  como  mulo;  con 
bocado  y  con  freno  su  maxilla  es  reprimida;  no  allegue  a  ti. 

10.  Muchos  dolores  rodearan  al  impio,  y  al  confiado  en  el  senor 
misericordia  lo  rodeara. 

11.  Alegraos  con  el  senor  y  gozaos,  justos;  y  jubilad  todos  los  de 
rettos  coragones. 


181 


SaLMO  XXXIII 

de  Dauid 

vo.        1.  Gozaos,  justos,  con  el  senor;  a  los  rettos  adorna  el  loor. 

2.  Confessad  al  senor  con  vihuela;  con  salterio  de  diez  cuerdas  le 
cantad. 

3.  Cantadle  nueuo  cantar;  hazed  buen  sonido  con  jubilacion, 
diziendo: 

4.  que  es  retta  la  palabra  del  senor;  y  que  en  todas  sus  obras  ay 
verdad. 

5.  Amador  de  justicia  y  de  juizio;  de  la  misericordia  del  senor  sta 
Uena  la  tierra. 

6.  Con  la  palabra  del  senor  fueron  hechos  los  cielos ;  y  con  el  espiritu 
de  su  boca  todos  sus  exercitos  dellos. 

7.  Recogendo  como  en  monton  las  aguas  del  mar;  y  dando  por 
tesoros  los  abismos. 

fol.  52  ro.    8.  Temed  del  senor,  toda  la  tierra;  del  se  /  atemorizen  todos  los 
moradores  del  mundo. 
9.  Porque  el  dixo  y  fue;  el  mando  y  estuuo. 

10.  El  senor  rompe  el  consejo  de  gentes;  haze  vanos  los  desenos  de 
pueblos. 

1 1.  El  consejo  del  senor  para  siempre  stara;  los  desenos  de  su  cora?6n 
de  generacion  en  generacion. 

12.  Bienaventurada  la  gente  que  tiene  a  jehova  por  su  Dios;  el 
pueblo  que  el  se  ha  escogido  por  su  heredad. 

13.  Desde  los  cielos  mira  el  senor;  vee  a  todos  los  hijos  de  Adan. 

14.  Desde  su  aparejado  aposento,  considera  a  todos  los  moradores  de 
la  tierra. 

15.  Formando  juntamente  sus  coragones,  entendiendo  todas  sus  obras 
dellos. 

16.  No  ay  rey  que  salue  con  muchedumbre  de  exercito;  ny  valiente 
que  se  libre  con  muchedumbre  de  virtud. 


182 


17.  Enganoso  es  el  cauallo  para  saluar;  y  con  la  muchedumbre  de  su 
fuerga  no  librara. 

18.  Ved  que  el  ojo  del  senor  mira  a  los  que  lo  temen,  a  los  que  asperan 
su  misericordia, 

19.  para  librar  de  muerte  sus  animas,  y  para  mantenerlos  en  tiempo 
de  hambre. 

20.  Nuestra  anima  aspera  al  senor;  nuestro  socorro  y  nuestro 
escudo  es  el, 

21.  porque  con  el  se  alegrara  nuestro  cora96n;  porque  en  [su]  santto 
nombre  auemos  confiado. 

22.  Sea,  senor,  tu  misericordia  sobre  nosotros,  segun  que  te  auemos 
asperado. 


183 


Salmo  xxxiiii 
de  Dauid 

1.  Bendezire  al  senor  en  todo  tiempo;  continuamente  su  loor  estara 
en  mi  boca.  / 

2.  Del  SENOR  se  pregiara  my  ^nima;  oiran  esto  los  mezquinos  y 
alegraranse. 

3.  Engrandeced  al  senor  comigo;  y  juntos  ensal^emos  su  nombre. 

4.  Busque  al  senor  y  respondiome;  y  de  todos  mis  temores  me  libro. 

5.  Miraran  hazia  el  y  seran  alumbrados;  y  sus  caras  no  seran 
denostadas. 

6.  Este  mezquino  llamo,  y  el  senor  lo  oyo;  y  de  todas  sus 
tribulaciones  lo  saluo. 

7.  Sta  el  angel  del  senor  arrededor  a  los  que  lo  temen  y  libralos. 

8.  Gustad  y  vereis  que  bueno  es  el  senor;  bienauenturado  el  varon 
que  confiara  en  el. 

9.  Temed  al  senor,  santtos  suyos,  porque  no  padecen  necessidad  los 
que  lo  temen. 

10.  Leones  empobrecen  y  an  hambre;  y  a  los  que  buscan  al  Senor  no 
les  faltara  todo  bien. 

11.  Venid,  hijos,  y  oidme;  enseiiareos  el  temor  del  senor. 

12.  ^Quien  es  el  varon  que  dessea  vida,  que  ama  dias  de  vida  para 
ver  bien? 

13.  Guarda  tu  lengua  de  mal,  y  tus  labrios  de  hablar  engaiio. 

14.  Apartate  de  mal  y  haz  bien;  busca  la  paz  y  siguela. 

15.  Los  ojos  del  senor  miraran  a  los  justos,  y  sus  orejas  a  sus  clamores. 

1 6.  La  cara  del  senor  contra  los  que  hazen  mal,  para  desarraigar  de  la 
tierra  la  memoria  dellos. 

17.  Llaman  los  justos  y  el  senor  los  oye;  y  de  todas  sus  tribulaciones 
los  libra. 

18.  Cercano  sta  el  senor  a  los  de  coragon  quebrantado;  y  a  los  de 
espi[ri]tu  molido  saluara. 


184 


19.  Muchos  males  rodean  al  justo;  y  de  /  todos  ellos  lo[s]  librara  el  fol.  5-1  ro. 

SENOR. 

20.  Guardale  todos  sus  huessos;  vno  dellos  no  sera  quebrado. 

21.  Matara  al  impio  el  mal;  y  los  que  aborrecen  al  justo  seran 
destruidos. 

22.  Rescata  el  senor  el  anima  de  sus  sieruos;  y  no  sera  destruido 
ninguno  de  los  que  confian  en  el. 


185 


SaLMO  XXXV 


de  Dauid 

1.  Litiga,  SENOR,  contra  mis  litigadores;  pelea  contra  mis  peleadores. 

2.  Toma  escudo  y  adarga,  y  levantate  en  my  socorro. 

3.  Saca  langa  y  cierra  al  encuentro  de  mis  perseguidores.  Di  a  mi 
anima:  Yo  soy  tu  salud. 

4.  Queden  confussos  y  auergon^ados  los  que  buscan  a  my  anima; 
vo.  tornen  atras  y  sean  denostados  los  que  piensan  my  mal.  / 

5.  Sean  como  pajuelas  a  la  presencia  del  viento;  y  el  angel  del  senor 
los  rempuxe. 

6.  Sea  su  camino  oscuro  y  deleznable;  y  el  angel  del  senor  los 
persigua. 

7.  Porque  sin  causa  me  ascondieron  el  hoyo  de  su  red;  sin  causa 
cauaron  para  my  any  ma. 

8.  Vengale  la  destruicion  que  no  conoce,  y  su  red  la  que  ascondio  lo 
prenda;  cayga  en  la  propia  destruicion. 

9.  Y  my  anima  se  gozara  con  el  senor;  alegrarase  con  su  salud. 

10.  Todos  mis  huessos  diran:  senor,  ^quien  como  tu,  que  libras  al 
pobreto  del  mas  valiente  que  el,  y  al  pobreto  y  al  mendigante  del 
que  lo  roba? 

11.  Leuantanse  testigos  falsos;  lo  que  no  supe  me  preguntan. 
fol.  55  ro.  12.  Paganme  mal  por  bien;  orfandad  para  my  anima.  / 

13.  Y  yo,  en  su  enfermar,  a  vestirme  de  saco;  afligi  con  ayuno  my 
anima,  y  my  oracion  sobre  my  seno  se  torne. 

14.  Como  amigo  y  como  hermano  a  my  anduue;  como  el  que  llora 
madre,  enlutado  me  acorue. 

15.  Y  ellos  en  my  enfermedad  se  gozauan  y  se  congregauan; 
congregauanse  contra  my  viles,  y  no  lo  supe;  abrian  sus  bocas  y 
no  callauan. 

16.  Con  fingidores,  burladores,  y  truhanes;  reganauan  contra  my  con 
sus  dientes. 


186 


17.  SENOR,  iquando  miraras?  Retorna  a  my  anima  de  sus  destruiciones 
dellos,  y  de  leoncillos  a  my  vnica. 

18.  Confessarete  en  congregacion  grande;  en  mucho  pueblo  te  alabare. 

19.  No  se  alegren  de  my  mis  falsos  enemigos;  ny  los  que  me  aborrecen 

sin  causa  se  hagan  del  ojo.  /  vo. 

20.  Porque  nunca  hablaran  paz;  y  sobre  los  pascificos  de  la  tierra 
pensaran  palabras  engafiosas. 

21.  Y  abrieron  contra  my  sus  bocas,  y  dixeron:  jYa,  ya,  visto  an 
nuestros  ojos! 

22.  Visto  has,  senor,  no  calles;  senor,  no  te  alexes  de  my. 

23.  Despierta  y  vela  a  my  juizio;  Dios  mio  y  senor  mio,  a  my  lite. 

24.  Juzgame  segiin  tu  justicia,  senor  Dios  mio ;  y  no  se  alegraran  de 
my. 

25.  No  diran  en  sus  cora^ones:  jHo  de  nuestras  animas!;  ni  diran: 
i  Tragado  lo  auemos ! 

26.  Quedaran  confiisos  y  denostados  juntamente  los  que  huelgan  de 
my  mal;  seran  vestidos  de  confusion  y  de  verguenga  los  que  se 
engrandegen  sobre  my.  /  fol.  56  ro. 

27.  Jubilaran  y  alegraranse  los  que  quieran  my  justicia;  y  diran 
siempre :  Engrandecido  sea  el  senor,  que  quiere  la  paz  de  su 
sieruo. 

28.  Y  my  lengua  predicara  tu  justicia,  cada  dia  tu  loor. 


187 


SaLMO  XXXVI 


de  Dauid 

1.  Dize  la  rebelion  del  impio  en  medio  de  my  coragon:  No  ay  temor 
de  Dios  delante  sus  ojos. 

2.  Porque  se  lisongea  el  impio  a  sy  mesmo  en  sus  ojos,  para  que  sea 
haUada  su  iniquidad  para  aborrecimiento. 

3.  Las  palabras  de  su  boca  son  iniquidad  y  engaiio;  desiste  de  ser 
enseiiado  a  hazer  bien. 

4.  Iniquidad  pensaran  sobre  su  lecho ;  firmarase  en  camino  no  bueno, 
al  mal  no  lo  aborrecera. 

5.  SENOR,  en  los  cielos  sta  tu  misericordia ;  y  tu  verdad  Uega  hasta  las 
nuues. 

6.  Tu  justicia  es  como  monies  de  Dios ;  tus  juizios  son  grande 
vo.  abismo ;  hombre  y  bestia  /  saluaras,  senor. 

7.  jComo  es  preciada  tu  misericordia,  Dios!  y  los  hijos  de  Adan  a  la 
sombra  de  tus  alas  confiaran. 

8.  Embriagaranse  de  la  grasseza  de  tu  casa,  y  del  torrente  de  tus 
deleytes  los  abeuraras. 

9.  Porque  en  ti  ay  fuente  de  vidas;  con  tu  lumbre  veremos  lumbre. 

10.  Continua  tu  misericordia  a  los  que  te  conocen ;  y  tu  justicia  a  los 
de  retto  cora?6n. 

11.  No  me  entre  pie  de  soberuia;  ny  mano  de  impios  me  distraiga. 

12.  Ally  cayeron  los  que  obran  iniquidad;  fueron  rempuxados  y  no  se 
pudieron  leuantar. 


188 


SaLMO  XXXVII 

de  Dauid 

1 .  No  te  resientas  por  los  malinos,  ny  tengas  inuidia  de  los  que  obran 
iniquidad, 

2.  porque  como  yerua,  presto  seran  segados;  y  como  el  verdor  de  la 
yerua  se  marchitaran.  /  fol. 

3.  Confia  en  el  senor  y  obra  bien;  mora  la  tierra  y  apacienta  verdad. 

4.  Y  deleytate  sobre  el  senor;  y  darate  las  peticiones  de  tu  coragon. 

5.  Buelue  sobre  el  senor  tu  camino;  y  confia  en  el;  y  el  hara; 

6.  y  sacara  como  luz  tu  justicia;  y  tus  juizios  como  el  mediodia. 

7.  Calla  al  senor  y  asperalo;  no  te  resientas  por  el  prosperado  en  su 
camino,  por  el  varon  que  esecuta  sus  deseiios. 

8.  Aparta  la  ira  y  dexa  el  furor;  no  te  resientas;  cierto  vernas  a 
malearte, 

9.  porque  los  malinos  seran  cortados,  y  los  que  asperan  al  senor 
ellos  heredaran  la  tierra. 

10.  Y  de  aqui  a  poco,  y  no  sera  el  impio;  y  consideraras  sobre  su 
lugar,  y  no  estara  el, 

11.  y  los  pobretos  heredaran  la  tierra,  y  deley /taranse  con 
muchedumbre  de  paz. 

12.  Consulta  el  impio  contra  el  justo;  y  regana  contra  el  con  sus 
dientes. 

13.  El  senor  se  reira  del,  porque  vee  que  verna  su  dia. 

14.  Sacan  espada  los  impios;  y  flechan  su  arco  para  derribar  al 
pobreto  y  al  mendigo;  para  matar  a  los  que  son  rettos  en  camino. 

15.  Su  espada  entrara  por  sus  coragones;  y  sus  arcos  seran  quebrados. 

16.  Mejor  es  poco  al  justo,  que  abundancia  en  muchos  impios; 

17.  porque  los  bragos  de  los  impios  seran  quebrados;  y  el  senor 
sustenta  a  los  justos. 

18.  Conoce  el  senor  los  dias  de  los  perfettos;  y  su  heredad  sera 
perpetua. 


189 


19.  No  recibiran  confusion  en  mal  tiempo,  y  en  dias  de  hambre  seran 
fol.  58  ro.        hartados.  / 

20.  Porque  los  impios  pereceran,  y  los  enemigos  del  senor  como  lo 
preciado  de  los  corderos:  fallecen,  en  humo  fallecen. 

21.  Toma  prestado  el  impio  y  no  paga;  y  el  justo  se  apiada  y  da; 

22.  porque  sus  benditos  heredaran  la  tierra,  y  sus  malditos  seran 
cortados. 

23.  El  SENOR  ordena  las  pissadas  del  valiente;  y  su  camino  le  agradara. 

24.  Quando  tropegara,  no  caera;  porque  el  Senor  lo  sostiene  con  su 
mano. 

25.  Mo?o  fui  y  enuegeci;  y  nunca  vi  justo  desamparado,  ny  a  su 
simiente  buscando  pan. 

26.  Cada  dia  apiada  y  presta;  y  su  simiente  para  bendicion. 
vo.      27.  Apartate  del  mal  y  obra  bien;  y  mora  para  siempre.  / 

28.  Porque  el  senor  ama  el  juizio,  y  no  desamparara  a  sus 
misericordiosos :  para  siempre  son  conseruados,  y  la  simiente  de 
los  impios  es  cortada. 

29.  Los  justos  heredaran  la  tierra,  y  moraran  perpetuamente  en  ella. 

30.  La  boca  del  justo  exercitara  sabiduria;  y  su  lengua  hablara  juizio, 

31.  La  ley  de  su  Dios  estara  en  su  coragon;  no  vacilaran  sus  pissadas. 

32.  Atalaya  el  impio  al  justo,  y  busca  de  matarlo. 

33.  El  SENOR  no  lo  dexara  en  su  mano  del  impio,  y  no  lo  condenara 
quando  sera  juzgado. 

34.  Aspera  al  senor,  y  considera  su  camino ;  y  ensalgarate  para 
fol.  59  ro.        heredar  la  tierra;  y  veras  quando  seran  cortados  los  impios.  / 

35.  Vy  al  ympio  robusto  y  logano,  como  laurel  con  hojas; 

36.  y  passose,  y  veis,  ya  no  era;  y  busquelo  y  no  fue  hallado. 

37.  Considera  lo  perfefto  y  mira  lo  retto;  porque  el  fin  del  varon  es 
paz; 

38.  y  los  rebeldes  juntamente  perecen;  y  el  fin  de  los  impios  es  cortado. 

39.  Y  la  salud  de  los  justos  depende  del  senor;  el  es  su  fortaleza  en 
tiempo  de  tribulacion. 

40.  Y  socorreralos  el  senor  y  libraralos;  libraralos  de  los  impios  y 
saluaralos,  porque  auran  confiado  en  el. 


190 


SaLMO  XXXVIII 


de  Dauid 

1.  SENOR,  no  me  reprehendas  con  tu  furor;  ny  me  castigues  con  tu  ira.  vo. 

2.  Porque  tus  saetas  an  decendido  en  my,  y  ha  decendido  sobre  my 
tu  mano. 

3.  No  ay  semejan^a  en  my  came  por  causa  de  tu  ira,  no  ay  paz  en 
mis  huessos  por  causa  de  my  peccado. 

4.  Porque  mis  iniquidades  passaron  de  my  cabega;  y  como  carga 
pessada  pessara  mas  que  yo. 

5.  Empodrecieronse,  hediondas  estan  mis  ronchas,  por  causa  de  my 
inorancia. 

6.  Oprimido  y  acoruado  estoy  muy  mucho;  todos  los  dias  ando 
enlutado. 

7.  Porque  mis  yjadas  estan  llenas  de  fealdad  por  la  llaga,  y  no  ay 
semejanga  en  my  came. 

8.  Debilitado  y  molido  estoy  muy  mucho;  he  bramado  por  el  ruido 
de  my  coragon. 

9.  SENOR,  delante  de  ti  sta  todo  my  /  desseo,  y  my  sospiro  no  te  es  fol.  60  ro. 
ascondido. 

10.  My  coragon  sta  desatinado;  my  virtud  me  ha  desamparado;  y  la 
luz  de  mis  ojos,  tambien,  ellos  no  estan  en  my. 

1 1 .  Mis  amigos  y  mis  vezinos  delante  de  my  plaga  estaran ;  y  mis 
proximos  de  lexos  an  estado. 

12.  Y  an  enrredado  los  que  buscan  my  anima;  y  los  que  buscan  my 
mal  an  hablado  maldades,  y  engafios  pensaran  todos  los  dias. 

13.  Y  yo  como  sordo  no  oire;  y  como  mudo,  que  no  abrira  su  boca. 

14.  Y  sere  como  varon  que  no  oye;  y  que  en  su  boca  no  ay 
replicaciones. 

15.  Porque  a  ti,  senior,  he  asperado;  tii  me  responderas,  sefior,  Dios 
mio.  /  vo. 

16.  Porque  dixe:  Porque  no  se  gozen  de  my;  en  el  vacilar  my  pie, 
sobre  my  se  engrandecen. 


191 


17.  Porque  yo  a  coxedad  estoy  aparejado;  y  mi  dolor  estard  siempre 
delante  de  my. 

18.  Porque  manifestare  my  iniquidad;  congoxareme  por  mi  peccado. 

19.  Y  mis  enemigos  biuen  y  estan  robustos;  y  an  crecido  los  que  me 
aborrecen  sin  causa. 

20.  Y  los  que]^tornan  mal  por  bien  me  aborrecen,  porque  sigo  el  bien, 

21.  No  me  desampares,  senor;  Dios  mio,  no  te  alexes  de  my. 

22.  Apressurate  a  socorrerme,  senor,  salud  mia. 


192 


SaLMO  XXXIX 

de  Dauid 

1.  Dixe:  Guardare  mis  caminos  de  peccar  con  my  lengua;  guardare 

my  boca  con  /  bogal,  mientras  sta  el  impio  delante  de  my.  fol.  6i  ro. 

2.  Enmudeci  con  silencio ;  calle  aun  lo  bueno ;  y  my  dolor  se 
encrudelecio, 

3.  Inflamose  mi  cora?6n  dentro  de  my;  en  my  meditacion  ardera  el 
fuego.  Hable  con  my  lengua,  diziendo: 

4.  Hazme  saber,  senor,  my  fin;  y  la  medida  de  mis  dias  qual  es; 
sepa  yo  de  que  tiempo  soy  yo. 

5.  Vees  que  a  palmos  has  dado  mis  dias;  y  my  tiempo  es  easy  nada 
delante  de  ti;  ciertamente  toda  vanidad  es  todo  hombre  que  sta, 
que  biue.  Sela. 

6.  Ciertamente  en  imagen  andara  el  varon;  ciertamente  en  uano  se 
alborotaran ;  amontonara  y  no  sabra  quien  lo  recogera. 

7.  Y  ahora  ^que  he  asperado,  senor?  My  esperan?a  sta  en  ti.  /  vo. 

8.  De  todas  mis  rebeliones  me  Ubra;  no  me  pongas  al  denuesto  de 
loco. 

9.  Enmudecido  he,  no  abrire  my  boca;  porque  tii  lo  heziste. 

10.  Aparta  de  sobre  my  tu  plaga;  por  la  contienda  de  tu  mano  yo 
estoy  desfallecido. 

1 1 .  Con  reprehensiones  sobre  iniquidad  castigas  al  varon ;  y  consumes 
como  polilla  su  preciado;  ciertamente  todo  hombre  es  vanidad. 
Sela. 

12.  Oye,  SENOR,  my  oracion,  y  ascucha  my  clamor;  no  te  ensordezcas 
a  mis  lagrimas,  porque  pelegrino  soy  yo  contigo;  forastero  como 
todos  mis  padres. 

13.  Aparta  de  my  tu  castigo,  y  tornare  en  my,  antes  que  vaya,  y  no 
sere  yo. 


193 


SALMO  XL 


de  Dauid 

fol.  62  ro.     1.  Asperando  aspere  al  senor;  e  inclinosc  hazia  my  y  oyo  my  clamor. 

2.  Y  sacome  de  pozo  enturuiado;  de  lodo  cenagoso,  y  leuanto  sobre 
piedra  mis  pies;  enderego  mis  pisadas. 

3.  Y  dio  en  my  boca  cantar  nueuo,  loor  a  nuestro  dios. 

4.  Veran  esto  muchos  y  temeran :  y  confiaran  en  el  Senor  y  diran : 

5.  Bienauenturado  el  varon  que  puso  en  el  senor,  su  confianga;  y  no 
boluio  hazia  los  arrogantes  y  que  tiran  a  lo  falso. 

6.  Muchas  heziste  tu,  senor  Dios  mio;  tus  marauillas  y  tus 
pensamientos  de  nosotros  no  ay  quien  los  ordene  a  ti:  publicarelos 
y  hablarelos;  passaron  de  niimero. 

7.  Sacrificio  y  ofrenda  no  te  agrado,  horadasteme  las  orejas,  no 
demandaste  holo /causto  ny  expiacion. 

8.  Estonces  dixe:  Ves,  aqui  vengo  con  el  libro  arrollado;  escritto 
sobre  my. 

9.  Para  hazer  tu  voluntad,  Dios  mio,  agradome;  y  tu  ley  sta  en 
medio  de  mis  entraiias. 

10.  Publique  justicia  en  congregacion  grande;  ves  que  no  detuue  mis 
labrios;  senor,  tu  lo  has  sabido. 

11 .  Tu  justicia  no  la  ascondi  en  medio  de  my  coragon;  tu  verdad  y  tu 
salud  hable. 

12.  Nunca  encubri  tu  misericordia  ny  tu  verdad  a  la  congregacion 
grande. 

Tu  senor,  no  detengas  de  my  tus  piedades;  tu  misericordia  y  tu 
verdad  siempre  me  amparen. 

13.  Porque  males  sin  mimero  me  an  rodeado;  anme  comprenhendido 
mis  iniquidades,  y  no  pude  para  ver  a  ti;  sobre/pujar  a  los 

fol.  63  ro.        cabellos  de  my  cabega,  y  my  coragon  me  ha  desamparado. 

14.  Huelga,  senor,  de  librarme;  senor,  en  my  socorro  te  apressura. 

15.  Queden  confusos  y  sean  denostados  juntamente  los  que  buscan  my 
anima  para  destruirla.  Tornen  a  tras  y  sean  injuriados  los  que 
quieren  my  mal. 

194 


r 


16.  Sean  desolados  en  pago  de  su  confusion  los  que  dizen  de  my: 
iHo,  ho! 

1 7.  Gozense  y  alegrense  contigo  todos  los  que  te  buscan,  y  digan 
siempre  los  amadores  de  tu  salud :  engrandecido  sea  el  senor. 

18.  Y  yo,  pobreto  y  mendigo,  el  senor  piensa  por  my.  My  socorro  y 
el  que  me  libra  eres  tu.  Dios  mio,  no  te  tardes. 


195 


Salmo  xli 


de  Dauid 

1.  Bienauenturado  el  que  entiende  del  pobre;  en  el  dia  malo  lo 
^o.           librara  el  senor. 

2.  El  SENOR  lo  conseruara  y  lo  viuificara;  beatificaralo  en  la  tierra;  y 
no  lo  entregara(s)  al  anima  de  sus  enemigos. 

3.  El  Senor  lo  sosterna  sobre  dolorida  cama;  todo  su  lecho  le 
rebuelues  en  su  enfermedad. 

4.  Yo  dixe:  senor,  compadecete  de  my;  sana  my  anima,  porque 
peque  contra  ti. 

5.  Mis  enemigos  diran  mal  a  my.  ^Quando  morira  y  perecera  su 
nombre? 

6.  Y  sy  alguno  me  viene  a  ver,  habla  falsamente  en  su  coragon ;  se 
recoge  vanidad;  sale  fuera  y  habla. 

7.  luntamente  murmuran  sobre  my  todos  los  que  me  aborrecen; 
fol.  64  ro.        sobre  my  piensan  mal  para  my.  / 

8.  Cosa  terrible  sta  derramada  en  el;  y  el  que  sta  acostado  nunca 
verna  a  leuantarse. 

9.  Tambien  el  varon,  my  pacifico,  en  el  que  yo  confie;  el  que  comia 
my  pan ,  ha  engrandecido  sobre  my  su  pie. 

10.  Y  tu,  senor,  compadecete  de  my;  leuantame  y  remunerarelos. 

11.  En  esto  he  conocido  que  te  contentas  de  my;  que  my  enemigo  no 
triunfara  sobre  my. 

12.  Y  yo,  en  my  perficion  estare;  sustentarasme  y  pornasme  en  tu 
presencia  para  siempre. 

13.  Bendito  el  senor,  dios  de  Jsrrael,  desde  el  siglo  hasta  el  siglo. 
Amen  y  amen. 


196 


I 


(LIBRO  SEGUNDO) 

Salmo  xlii 
de  los  hijos  de  Corah 

1.  Como  la  cierua  bramard  por  arroyos  de  aguas;  assy  my  anima 
bramara  desseandote  a  ti,  Dios  mio.  /  vo. 

2.  Sedienta  ha  estado  my  anima  por  Dios;  por  Dios  biuo.  ^Quando 
verne  y  vere  la  presencia  de  Dios? 

3.  My  lagrima  me  ha  sido  pan  dia  y  noche;  en  dezirme  cada  dia: 
^Adonde  sta  tu  Dios? 

4.  Desto  me  acordare,  y  derramare  sobre  my  my  anima;  porque 
passaria  con  grande  niimero;  acompafiarialos  hasta  la  casa  de 
Dios;  con  boz  de  canto  y  de  confession  yendo  la  turba  festiuando. 

5.  i,Por  que  te  acoruas,  anima  mia,  y  te  desasosiegas  en  my?  Aspera 
a  Dios,  porque  aun  lo  confessare  (por)  las  saludes  de  su  presencia. 

6.  Dios  mio,  mi  anima  se  acorva  en  my;  por  tanto  me  acordare  de  ti, 

desde  la  tierra  del  Jordan,  de  Hermonim,  desde  el  monte  Miznar.  fol.  65  ro. 

7.  El  abismo  llama  al  abismo  a  la  boz  de  tus  canales;  todas  tus  olas 
y  tus  auenidas,  passaron  sobre  my. 

8.  De  dia  mandara  el  senor  su  misericordia;  y  de  noche  su  cantar 
estara  conmigo,  que  sera  oracion  al  Dios  de  my  vida. 

9.  Dire  a  Dios:  Piedra  mia,  ^por  que  me  has  oluidado?  i,Por  que 
andare  enlutado  en  la  opression  del  enemigo? 

10.  Como  cuchillo  en  mis  huessos  siento  lo  que  me  denuestan  mis 
atribuladores;  con  su  dezirme  cada  dia:  ^Adonde  sta  tu  Dios? 

1 1 .  ^Por  que  te  acoruas,  anima  mia?  Y  ^por  que  te  desasosiegas  en 
my?  Aspera  a  Dios  porque  aun  lo  confessare,  diziendo  que  es 
saludes  de  my  presencia  y  my  Dios. 


197 


Salmo  xliii 


1.  luzgame,  Dios  mio,  y  litiga  my  lite;  de  gente  no  misericordiosa,  de 
varon  enganoso  y  perverse  me  libra. 

2.  Porque  tii  eres  Dios  de  my  fortaleza,  i,por  que  me  has  desechado? 
^por  que  andare  enlutado  en  la  opression  del  enemigo? 

3.  Embia  tu  luz  y  tu  verdad;  ellas  me  guien,  y  me  metan  al  monte  de 
tu  santtidad,  y  a  tus  tabernaculos. 

4.  Y  entrare  al  altar  de  Dios;  al  Dios  que  es  alegria  de  my  plazer;  y 

confessarete  con  vihuela;  Dios,  Dios  mio, 

5.  iPoT  que  te  acoruas,  anima  mia?  y  ^por  que  te  desasosiegas  en  my? 
Aspera  d  Dios  porque  aun  lo  confessare,  diziendo  que  es  saludes  de 
my  presencia  y  my  Dios. 


198 


Salmo  xliiii 


de  los  hijos  de  Corach 

1.  Dios  mio,  con  nuestras  orejas  oimos;  nuestros  padres  nos  /         fol.  66  ro. 
contaron  la  obra  que  obraste  en  sus  dias  antiguos. 

2.  Tii,  con  tu  mano,  alcan?aste  gentes  y  plantaste  a  ellos;  rompiste 
pueblos  y  heziste  echar  raizes  a  ellos. 

3.  Porque  no  con  su  espada  heredaron  la  tierra,  y  su  brago  no  los 
saluo  a  ellos;  pero  tu  diestra  y  tu  bra?o,  y  la  luz  de  tu  presencia, 
porque  te  agradaste  dellos. 

4.  Tu  eres  my  rey,  Dios  mio :  manda  saludes  a  Jacob, 

5.  Contigo  acoruauamos  a  los  que  nos  afligian;  con  tu  nombre 
acoceauamos  a  los  que  se  nos  leuantauan. 

6.  Por  tanto,  no  confiare  en  my  arco,  y  my  espada  no  me  saluara.  /  vo. 

7.  Porque  tii  nos  saluauas  de  los  que  nos  afligian;  y  dauas  confusion 
a  los  que  nos  aborrecian. 

8.  De  Dios  nos  preciauamos  cada  dia;  y  confessaremos  para  siempre 
tu  nombre.  Sela. 

9.  Tanbien  nos  aborreciste  y  nos  auergongaste ;  y  no  saliste  en 
nuestros  exercitos. 

10.  Hezistenos  tornar  a  tras  por  el  que  aflige;  y  los  que  nos  aborrecen 
se  saquearon  lo  que  hallaron. 

11.  Entregastenos  como  oueja  a  ser  comida;  y  entre  gentes  nos 
esparziste. 

12.  Vendiste  a  tu  pueblo  de  balde;  y  no  acrecentaste  los  precios  dellos. 

13.  Ponesnos  por  denuesto  a  nuestros  vezinos;  por  burla  y  escarnio  d 
nuestros  comarcanos. 

14.  Ponesnos  por  refran  entre  gentes;  por  /  mouimiento  de  cabega     foi.  67  ro. 
entre  pueblos. 

15.  Cada  dia  my  deshonrra  sta  delante  de  my,  y  la  uerguen?a  de  my 
cara  me  ha  cubierto. 

16.  Por  la  boz  del  que  denuesta  y  blasfema,  por  causa  del  enemigo  y 
del  vindicatiuo. 


199 


17.  Todo  esto  nos  ha  uenido,  y  no  te  auemos  oluidado;  y  no  auemos 
mentido  d  tu  patto. 

18.  No  ha  tornado  a  trds  nuestro  coragon,  y  no  se  desuiaron  nuestras 
pissadas  de  tus  senderos. 

19.  Aunque  nos  tienes  molidos  en  lugar  de  dragon;  y  has  cubierto 
sobre  nosotros  sombra  de  muerte. 

20.  Sy  vuiessemos  oluidado  el  nombre  de  nuestro  Dios,  y  vuiessemos 
vo.           algado  nuestras  palmas  a  Dios  ageno.  / 

21.  ^Por  Ventura  no  auria  Dios  escudrinado  esto?;  pues  elconoce  los 
secretos  del  coragon. 

22.  Porque  sobre  ti  somos  matados  cada  dia;  somos  estimados  come 
oueja  de  carniceria. 

23.  Despierta,  ^por  que  dormiras,  senor?  jDesuelate!  No  nos 
aborrezcas  para  siempre. 

24.  ^Por  que  asconderas  tu  presencia?  ipor  que  oluidaras  nuestra 
miseria  y  nuestra  aflicion? 

25.  Porque  acoruada  sta  hasta  el  poluo  nuestra  anima.  A  tierra  Uega 
nuestro  vientre. 

26.  Leuanta,  ayiidanos,  y  rescatanos  por  tu  misericordia. 


200 


Salmo  xlv 
de  los  hijos  de  Corah 

1.  Saca  mi  cora^on  cosa  buena;  dedico  yo  mis  obras  al  rey.  Mi 
lengua  pluma  de  screuiente  abil  en  escriuir. 

2.  Mas  hermoso  eres  que  los  hijos  de  Adan;  gra/cia  sta  derramada  fol.  68  ro. 
en  tus  labrios;  por  tanto  te  bendixo  Dios  para  siempre. 

3.  Ciiiete  tu  espada  sobre  el  muslo,  valiente,  por  tu  gloria  y  tu 
ornamento ; 

4.  y  con  tu  ornamento  sey  prospero;  caualga  sobre  palabra  de 
verdad  y  mansedumbre  de  justicia,  y  enseiiarate  tu  diestra  cosas 
terribles. 

5.  Tus  saetas  sean  agudas;  pueblos  cairan  debaxo  de  ti;  entraran  en 
el  cora?6n  de  los  enemigos  del  rey. 

6.  Tu  silla,  Elohim,  perpetua  y  eterna;  vara  derecha  la  vara  de  tu 
rey  no. 

7.  Amaste  justicia  y  aborreciste  impiedad;  por  tanto  te  vngio  Dios, 
Dios  tuyo,  con  oUo  de  gozo  mas  que  a  tus  compafieros. 

8.  A  mirra,  encienso,  y  ambar  huelen  todas  /  tus  vestiduras;  vo. 
sacadas  de  palacios  de  marfil  de  donde  te  alegran. 

9.  Hijas  de  reyes  tienes  entre  tus  preciadas;  sta  tu  muger  a  tu  diestra 
con  ornamento  de  oro. 

10.  Oye,  hija,  y  mira,  y  abaxa  tu  oreja,  y  oluida  tu  pueblo  y  la  casa  de 
tu  padre, 

11.  y  enamorarase  el  rey  de  tu  hermosura,  porque  el  es  tu  seiior;  y 
acoruate  a  el. 

12.  Y  la  hija  de  Tiro  con  dadiuas,  y  pueblos  ricos  rogaran  en  tu 
presencia. 

13.  Toda  es  gloriosa  la  hija  del  rey,  la  intrinsica;  de  oro  entretexido  es 
su  vestidura. 

14.  Con  brosladuras  es  traida  al  rey;  donzellas  vienen  tras  ella;  sus 
compaiieras,  traidas  a  ti,  /  fol.  69  ro. 

15.  son  traidas  con  alegrias,  y  plazer;  entran  en  el  palacio  del  rey. 


201 


16.  Por  tus  padres  seran  tus  hijos;  pornaslos  por  pnncipes  en  toda  la 
tierra. 

1 7.  Hare  que  aya  memoria  dej.u  nombre  en  toda  generacion  y 
generacion;  por  tanto  pueblos  te  confessaran  perpetuamente  y 
siempre. 


202 


Salmo  xlvi 
de  los  hijos  de  Corah 

1.  Dios  a  nosotros  es  amparo  y  fuerpa;  socorro  en  tribulaciones  muy 
a  tiempo. 

2.  Por  tanto  no  temeremos  en  el  mudar  la  tierra,  y  en  el  vacilar  mon- 
tes  en  el  coragon  del  mar. 

3.  Bramen,  hinchense  sus  aguas;  tiemblen  monies  por  la  soberuia  del 
mar.  Sela. 

4.  Los  arroyos  de  su  no  alegraran  la  cib/dad  de  Dios:  santtidad  vo. 
de  los  tabernaculos  del  altissimo. 

5.  Dios  reside  en  medio  della,  no  vacilara;  socorrerala  Dios  a  la  pre- 
sencia  del  alua. 

6.  Alteranse  gentes,  vacilan  reynos;  suena  su  boz  y  derritese  la  tierra. 

7.  EI  SENOR  de  exercitos  es  con  nosotros;  nuestro  refugio  es  el  Dios 
de  Jacob.  Sela. 

8.  Venid,  mirad  las  obras  del  senor,  que  ha  puesto  destruiciones  so- 
bre  la  tierra. 

9.  Haze  cessar  las  guerras  hasta  el  fin  de  la  tierra;  rompe  arco,  quie- 
bra  langa;  quema  carros  con  fuego. 

10.  Dexad  y  conoced  que  yo  soy  Dios;  ensalgareme  en  gentes;  ensal- 
gareme  en  la  tierra. 

11.  El  SENOR  de  los  exercitos  es  con  nosXotros;  nuestro  refugio  es  fol.TOro. 
el  Dios  de  Jacob.  Sela. 


203 


Salmo  XLvn 


de  los  hijos  de  Corah 

1.  Todos  pueblos,  sonad  con  la  palma;  jubilad  a  Dios  con  boz  de 
canto. 

2.  Porque  el  senor  altissimo  es  espantoso;  rey  grande  sobre  toda  la 
tierra. 

3.  Derriba  pueblos  debaxo  de  nosotros,  y  naciones  debaxo  de  nuestros 
pies. 

4.  Excogio  a  nosotros  nuestra  heredad;  la  ecelencia  de  Jacob  que  amo. 
Sela. 

5.  Subio  Dios  con  jubilacion:  el  senor  con  boz  de  trompeta. 

6.  Cantad  a  Dios,  cantad;  cantad  a  nuestro  rey,  cantad. 

7.  Porque  rey  de  toda  la  tierra  es  Dios;  cantad  el  que  de  vosotros  sabe. 
^o.      8.  Reyna  Dios  sobre  gentes;  Dios  se  asienta  /  en  la  silla  de  su 

santtidad. 

9.  Grandes  de  pueblos  se  ayuntan  al  pueblo  del  Dios  de  Abraha[m]; 
porque  a  Dios  pertenecen  los  escudos  de  la  tierra,  que  es  muy 
ensal^ado. 


204 


SaLMO  XL VIII 

de  los  hijos  de  Corah 

1.  Grande  es  el  senor;  y  muy  alabado  en  la  cibdad  de  nuestro  Dios, 
monte  de  su  santtidad. 

2.  Hermoso  sitio,  gozo  de  toda  la  tierra  es  el  monte  de  Sion  que  sta 
a  los  lados  de  Aquelon,  cibdad  del  gran  rey. 

3.  Dios  en  sus  palacios  della  es  conocido  por  refugio. 

4.  Porque,  veis,  los  reyes  se  congregaron;  pasaron  juntamennte.  /  foi. 

5.  EUos  vieron  ser  assy,  marauillaronse,  espantaronse  y 
apressuraronse. 

6.  Temblor  les  sobreuino  alii;  y  dolor  como  de  la  que  pare. 

7.  Con  viento  oriental  romperas  las  naues  del  mar. 

8.  Como  lo  oimos,  assy  lo  vimos,  en  la  cibdad  del  senor  de  exercitos, 
en  la  cibdad  de  nuestro  Dios;  Dios  la  establecera  para  siempre.  Sela. 

9.  Asperado  auemos,  Dios  mio,  tu  misericordia,  en  medio  de  tu 
templo. 

10.  Qual  es  tu  nombre,  Dios  mio,  tal  es  tu  loor,  hasta  los  fines  de  la 
tierra.  De  justicia  sta  llena  tu  diestra. 

11.  Alegrese  el  monte  de  Sion;  gozense  las  /  hijas  de  Juda,  por  tus 
juizios. 

12.  Rodead  a  Sion  y  cercadla;  contad  sus  turriones. 

13.  Poned  vuestro  coragon  a  la  barbacana;  ensalgad  sus  palacios;  para 
contarlo  a  la  generacion  venidera. 

14.  Porque  este  Dios  es  nuestro  Dios  perpetuamente  y  siempre;  el  nos 
guiara  hasta  la  muerte. 


205 


Salmo  xlex 


de  los  hijos  de  Corah 

1 .  Oid  esto,  todos  pueblos ;  ascuchad  todos  los  moradores  del 
mundo: 

2.  tanto  hijos  de  Adan,  quanto  hijos  de  varon,  juntamente  rico  y 
pobre. 

3.  My  boca  hablara  sabidurias;  y  el  concetto  de  my  coragon 
prudencias. 

fol.TZro.    4.  Inclinare  a  parabola  my  oreja;  abrire  /  con  vihuela  my  enigma. 

5.  ^Por  que  temere  en  dias  del  mal?;  ^por  que  la  iniquidad  de  mis 
calcano[s]  me  cercara? 

6.  Los  que  confian  en  su  abundancia,  y  de  la  muchedumbre  de  sus 
riquezas  se  precian,  no  veen  que 

7.  al  hermano  rescatando,  no  rescatara  el  varon,  ny  dara  a  Dios  su 
precio. 

8.  Y  seria  preciado  el  rescate  de  sus  animas,  y  cessaria  para  siempre; 

9.  y  biuiria  hasta  la  fin;  no  ueria  la  fossa; 

10.  pero  uiendo  morir  a  los  sabios,  que  juntamente  perecen  locos  y 
necios,  y  dexan  a  estrangeros  su  abundancia. 

11.  Su  intrinsico  dellos  es  que  duren  sus  casas  para  siempre;  y  sus 
abitaciones  de  generacion  en  /  generacion.  Inuocan  sus  nombres 
sobre  las  tierras. 

12.  Y  el  hombre  no  trasnochara  en  estimacion;  sera  comparado  a  las 
bestias  que  mueren. 

13.  Este  su  camino  es  su  locura;  y  sus  decendientes  en  sus  bocas  dellos 
se  contentaran.  Sela. 

14.  Como  oueja  son  puestos  en  la  sepultura;  la  muerte  los  pace;  y  en 
la  manana  los  rettos  se  ensenorearan  dellos,  y  su  figura  para 
consumir  en  la  sepultura  que  es  abitacion  para  el. 

15.  Pero  Dios  rescatara  a  mi  anima,  de  la  mano  de  la  sepultura 
quando  me  tomara.  Sela. 


206 


16.  No  temas  quando  se  enrriquecera  el  varon;  quando  crecera  la 
gloria  de  su  casa; 

17.  porque  en  su  muerte  no  lo  tomara  todo,  ny  baxara  tras  el  su 
gloria.  /  fol. 

18.  Porque  en  su  vida  bendezira  a  su  anima(e),  y  te  confessardn  quando 
te  trataras  bien. 

19.  Passara  su  anima  hasta  la  generacion  de  sus  padres;  hasta  el  fin  no 
veran  luz. 

20.  El  hombre  que  stando  en  estimacion  no  entendera;  sera 
comparado  a  las  bestias  que  mueren. 


207 


Salmo  l 


de  Asaf 

1.  El  SENOR,  El,  Elohim,  Dios,  Dios  hablara;  Uamara  la  tierra,  desde 
el  nacimiento  del  sol  hasta  su  poniente. 

2.  Desde  Sion ;  desde  la  perfetta  hermosura,  resplandecera  Dios. 

3.  Verna  nuestro  Dios  y  no  callara;  fuego  consumidor  ird  en  su 
presencia;  y  a  rrededor  del  sera  mucha  tempestad. 

4.  Llamara  a  los  cielos  de  lo  alto,  y  a  la  /  tierra  para  juzgar  a  su 
pueblo. 

5.  Congregadme  a  mis  misericordiosos;  confederados  comigo  sobre 
sacrificio. 

6.  Y  publicaran  los  cielos  su  justicia;  porque  Dios  es  el  juez.  Sela. 

1.  Oye,  pueblo  mio,  y  hablare;  Jsrrael,  y  atestiguare  contra  ti,  Dios, 
Dios  tuyo  soy  yo. 

8.  No  te  reprehendere  sobre  tus  sacrificios,  y  tus  holocaustos  que 
Stan  delante  de  my  continuamente. 

9.  No  tomare  de  tu  casa  nouillo,  ny  de  tu  aprisco  cabrones. 

10.  Porque  mia  es  toda  bestia  de  bosque,  con  los  animales  que  stan  en 
mil  montes. 

11.  Conocida  tengo  toda  aue  de  monte;  y  las  fieras  campestres  estdn 
comigo.  / 

12.  Sy  aure  hambre  no  lo  dire  a  ti,  porque  mio  es  el  mundo  y  su 
plenitud. 

13.  i,Comere,  por  ventura,  came  de  toros?  o  ^beuere  sangre  de 
cabrones? 

14.  Sacrifica  a  Dios  confession;  y  paga  al  Altissimo  tus  votos. 

15.  E  inuocame  en  el  dia  de  la  aflicion;  librarete  y  glorificarasme. 

16.  Y  al  impio  dixo  Dios:  Que,  i,toca  a  ti  contar  mis  estatutos,  y 
tomas  mi  patto  sobre  tu  boca? 

17.  Y  tu  aborreciste  la  diciplina;  y  echaste  mis  palabras  detras  de  ti. 

18.  Sy  viste  al  ladron,  consentiste  con  el;  y  con  adulteros  pusiste  tu 
parte. 


208 


19.  Embiaste  tu  boca  a  mal;  y  tu  lengua  ensartara  engano.  /  vo. 

20.  Asentado  hablaras  contra  tu  hermano;  contra  el  hijo  de  tu  madre 
pornds  uerguenga. 

21.  Esto  heziste  y  calle;  pensaste  que  sena  como  tii,  castigarete  y 
sacare  tus  cosas  delante  tus  ojos. 

22.  Entended  ahora  esto,  los  oluidados  de  Dios;  porque  no  arrebate 
y  no  aya  quien  libre. 

[23].  El  que  sacrilica  confession  me  honrrara;  y  al  [que]  compone  su 
camino  le  hare  uer  la  salud  de  Dios. 


209 


Salmo  LI 


de  Dauid 

1.  Compadecete  de  my,  Dios  mio,  segun  tu  misericordia;  segun  la 
muchedumbre  de  tus  piedades  borra  mis  rebeliones. 
fol.  75  ro.    2.  Multiplica  tus  piedades;  lauame  de  /  my  iniquidad;  y  alimpiame 
de  my  pecado. 

3.  Porque  yo  conocere  mis  rebeliones;  y  my  peccado  estara  siempre 
delante  de  my. 

4.  Contra  ti,  contra  ti  solo  peque;  y  hize  el  mal  en  tus  ojos.  Por 
tanto  seras  justo  en  tu  hablar,  y  seras  limpio  en  tu  juzgar. 

5.  Mira  que  en  iniquidad  fui  formado,  y  en  peccado  me  concibio  mi 
mad  re. 

6.  Mira  que  te  agrada  verdad  en  lo  interior;  y  que  en  lo  secreto  me 
ensenaras  sabiduria. 

7.  Alimpiame  con  hisopo  y  sere  limpio ;  lauame  y  quedare  mas 
bianco  que  la  nieue. 

8.  Hazme  oir  plazer  y  alegria;  gozaranse  los  huessos  que 
quebrantaste. 

9.  Asconde  tu  presencia  de  mis  peccados,  y  borra  todas  mis 
vo.  iniquidades.  / 

10.  Coragon  limpio  cria  en  my,  Dios  mio;  y  espiritu  acertado  renueua 
dentro  de  my. 

11.  No  me  eches  de  tu  presencia;  y  no  quites  de  my  tu  espiritu  santto. 

12.  Restituyeme  el  gozo  de  tu  salud;  y  con  espiritu  uoluntario  me 
sustenta. 

13.  Ensenare  a  rebeldes  tus  caminos;  y  peccadores  retornaran  a  ti. 

14.  Librame  de  sangres,  Dios,  Dios  de  my  salud;  y  cantara  my  lengua 
tu  justicia. 

1 5.  Abriras,  senor,  mis  labrios,  y  my  boca  publicara  tu  loor. 

16.  No  quieres  sacrificio  y  daretelo;  no  te  contenta  holocausto. 

17.  Los  sacrificios  de  Dios  son  el  espiritu  quebrantado;  el  coragon 
quebrantado  y  molido  esto  no  lo  despreciaras,  Dios  mio. 


210 


18.  Haz  bien  de  tu  voluntad  a  Sion;  edifica  los  muros  de  Jerusalem./^  foi  75  ro. 

19.  Estonces  querras  sacrificios  de  justicia;  holocausto  y  entera 
ofrenda;  estonces  pornan  sobre  tu  altar  bezerros. 


211 


Salmo  Lll 
de  Dauid 

1.  iPoT  que  te  uanaglorias  en  el  mal,  valiente?  La  misericordia  de 
Dios  es  cada  dia. 

2.  Maldades  pensara  tu  lengua;  como  nauaja  afilada  haziendo  engano. 

3.  Has  amado  el  mal  mas  que  el  bien;  la  mentira  mas  que  hablar 
justicia.  Sela. 

4.  Has  amado  todas  palabras  de  perdicion;  o  lengua  enganosa. 

[5].  Tambien  Dios  te  destruira  hasta  el  fin;  te  quitara  y  te  sacara  del 
tabernaculo;  y  te  dessarraigara  de  la  tierra  de  los  que  biuen.  Sela. 

6.  Y  ueranlo  justos  y  temeran ;  y  sobre  el  se  reiran.  / 

7.  ^Veis  el  valiente  que  no  puso  en  Dios  su  fuerga,  y  confio  en  la 
muchedumbre  de  sus  riquezas,  y  se  fortifico  en  su  maldad? 

8.  Y  yo,  como  oliua  logana  en  la  casa  de  Dios,  he  confiado  en  la 
misericordia  de  Dios  perpetuamente  y  siempre. 

9.  Confessarete  perpetuamente  porque  heziste  esto,  y  asperare  [en]  tu 
nombre,  porque  bueno  es  delante  de  tus  misericordiosos. 


212 


Salmo  liii 
de  Dauid 

1.  Dixo  el  loco  en  su  coragon:  no  ay  Dios.  Corrompieron  su  biuir  y 
hizieron  abominable  iniquidad.  No  ay  quien  haga  bien. 

2.  Considera  Dios  desde  los  cielos  sobre  los  hijos  de  Adan,  para  uer 
sy  ay  quien  entendienda  que  busque  a  Dios. 

3.  Todo  hombre  ha  tornado  atras,  juntamente  /  se  an  deprauado.  77 
No  ay  quien  haga  bien,  no  ay  ny  aun  vno. 

4.  ^Como  no  conoceran  los  que  obran  iniquidad,  los  que  se  comen  a 
my  pueblo  como  comen  pan,  que  no  inuocan  a  Dios? 

5.  Ally  temieron  temor  adonde  no  auia  temor;  porque  Dios  esparzi6 
los  huessos  de  los  que  te  tenlan  cercado;  causasteles  confusion 
porque  Dios  los  aborrecia. 

6.  ^Quien  dara  desde  Sion  saludes  a  Jsrrael?  Quando  retornara  Dios 
la  cattiuidad  de  su  pueblo,  gozarase  Jacob  y  alegrarase  Jsrrael, 


213 


Salmo  liiii 
de  Dauid 

1.  Dios  mio,  por  tu  nombre  me  salua;  y  con  tu  valentia  haz  my 
vo.         venganga.  / 

2.  Dios  mio,  oye  my  oracion;  ascucha  los  dichos  de  my  boca. 

3.  Porque  estrangeros  se  an  leuantado  sobre  my,  y  violentos  buscan 
my  anima.  No  an  puesto  a  Dios  delante  de  sy.  Sela. 

4.  Ved  que  Dios  es  my  ayudador;  el  senor  es  con  los  que  sustentan 
my  anima. 

5.  Restituira  el  mal  a  mis  aduersarios;  por  tu  uerdad  los  destruye. 

6.  Con  animo  liberal  te  sacrificare;  confessare,  senor,  tu  nombre, 
diziendo  que  es  bueno. 

[7.]  Que  de  toda  tribulacion  me  libro,  y  que  en  mis  enemigos  vieron 
mis  ojos. 


214 


Salmo  lv 
de  Dauid 

1.  Ascucha,  Dios  mio,  my  oracion;  y  no  te  ascondas  a  my  ruego.//  fol.  78ro. 

2.  Sta  comigo  y  respondeme;  bramare  en  my  oracion  y 
desasosegareme. 

3.  Por  la  boz  del  enemigo,  por  causa  de  la  estrechura  en  que  me 
pone  el  impio ;  porque  mueuen  contra  my  iniquidad,  y  con  ira  me 
aborrecen. 

4.  My  coragon  tiembla  dentro  de  my,  y  espantos  de  muerte  an  caido 
sobre  my. 

5.  Temblor  y  temor  me  ha  venido,  y  horror  me  ha  cubierto. 

6.  Y  dixe:  ^Quien  me  dara  ala  como  de  paloma?  Bolaria  y  repossaria. 

7.  Ved  que  me  alexaria  uagando,  trasnocharia  en  desierto.  Sela. 

8.  Aceleraria  my  libracion  mas  que  viento  vehemente;  mas  que 
tempestad.  / 

9.  Destriiyelos,  Senor:  diuide  su  lengua,  porque  visto  he  injuria  y 
pleyto  en  la  cibdad. 

10.  Dia  y  noche  la  cercan  sobre  sus  muros;  e  iniquidad  y  dolor  ay  en 
medio  della. 

11.  Maldades  ay  en  medio  della,  y  no  se  parte  de  su  plaga  fraude  y 
engaiio. 

12.  ^No  era  enemigo  el  que  me  denosto,  y  comportare?  i,No  me 
aborrecia  el  que  sobre  my  se  engrandecio,  y  ascondereme  del? 

13.  Pero  tu,  ombre,  que  eras  como  otro  yo,  my  guia  y  my  conocido; 

14.  juntamente  tomauamos  dulce  consejo,  en  la  casa  de  Dios 
andauamos  con  compailia. 

15.  Cargue  la  muerte  sobre  ellos,  baxen  /  biuos  a  la  sepultura,  fol.  79  ro. 
porque  males  ay  en  sus  corillos,  en  medio  dellos. 

16.  Yo  a  Dios  llamare;  el  senor  me  saluara, 

17.  A  la  tarde  y  a  la  maiiana  y  al  mediodia  orare,  y  hare  rumor  y  el 
oira  my  boz. 


215 


18.  Rescatara  en  paz  a  my  anima  de  la  guerra  que  es  comigo,  porque 
muchos  son  comigo. 

19.  Oira  Dies  y  abatiralos;  y  el  sentado  ab  inicio.  Sela.  Porque  no  ay 
mudangas  en  ellos,  y  no  temen  a  Dios. 

20.  Echo  aquel  la  mano  a  sus  pacificios,  y  uiolo  su  patto. 

21.  Ablandaron  mas  que  manteca  su  boca;  y  ay  guerra  en  sus 
coragones.  Molificaron  mas  que  olio  sus  palabras,  y  ellas  eran 
cuchillos. 

22.  Echa  sobre  el  senor  tu  carga,  y  el  te  sus /tentara.  No  dara  para 
siempre  caida  al  justo. 

23.  Y  tu,  Dios  mio,  los  haras  baxar  a  los  impios  al  pozo  de  la  fossa. 
Ombres  de  sangre  y  de  engaiio  no  demediaran  sus  dias,  y  yo 
confiare  en  ti. 


216 


Salmo  lvi 


de  Dauid 

1.  Compadecete  de  my,  Dios  mio,  porque  me  ha  tragado  el  ombre; 
cada  dia  combatiendo  me  oprimira. 

2.  Traganme  cada  dia  los  que  me  persiguen,  porque  son  muchos  los 
que  me  combaten,  ;  o  Altissimo ! 

3.  El  dia  que  temere  yo,  en  ti  confiare. 

4.  En  Dios  alabare  su  palabra;  en  Dios  he  confiado,  no  temere  lo 
que  me  podra  hazer  la  carne,  los  hombres.  / 

5.  Cada  dia  caluniaran  mis  palabras;  sobre  my  son  todos  sus 
pensamientos  para  mal. 

6.  Ellos  se  congregaran  y  asconderan;  guardaran  mis  pissadas  assy 
como  asperaron  a  my  anima. 

7.  ^Sobre  su  iniquidad  se  libraran  ellos?  No,  que  con  ira  abates  los 
pueblos,  Dios  mio. 

8.  Tu  tienes  contada  my  vagacion;  pon  en  tu  odre  mi  lagrima,  como 
^y  no  la  pornas  en  tu  libro? 

9.  Estonces  tornaran  a  tras  mis  enemigos,  en  el  dia  que  invocare;  esto 
he  sabido  porque  Dios  es  comigo. 

10.  En  Dios  alabare  la  palabra;  en  el  senor  alabare  la  palabra. 

11 .  En  Dios  he  confiado ;  no  temere  lo  que  me  podra  hazer  el  hombre./' 

12.  Sobre  my  stan,  Dios  mio,  tus  votos;  pagarete  confessiones 
diziendo : 

13.  que  libraste  mi  anima  de  muerte,  tambien  mis  pies  de  caida,  para 
que  ande  en  presencia  de  Dios  en  la  luz  de  los  que  viuen. 


217 


Salmo  lvii 


de  Dauid 

1.  Compadecete  de  my,  Dios  mio;  compadecete  de  my,  pues  que  en 
ti  ha  confiado  my  anima;  y  a  la  sombra  de  tus  alas  confiare,  hasta 
que  passen  las  violencias. 

2.  Llamare  al  Altissimo  Dios,  al  Dios  que  cumple  sobre  my,  por  my. 

3.  Embiara  de  los  cielos  y  saluarame  del  denuesto  que  me  traga. 
fol.  81  ro.       Sela.  Em/^biara  Dios  su  misericordia  y  su  verdad. 

'  4.  My  anima  sta  en  medio  de  leones;  estare  echado  entre  llamas  de 
fuego;  estas  son  hijos  de  Adan,  los  dientes  de  los  quales  son  lan?a 
y  saetas,  y  su  lengua  espada  afilada. 

5.  Ensalgate  sobre  los  cielos,  Dios  mio;  sobre  toda  la  tierra  tu  gloria. 

6.  Red  aparejaron  a  mis  pissadas;  acoruo  el  enemigo  my  anima; 
cauaron  en  my  presencia  hoya ;  cayeron  en  medio  della.  Sela. 

1.  Aparejado  sta  my  coragon,  Dios  mio;  aparejado  sta  my  cora?6n; 
taiiere  y  cantare. 

8.  Despierta,  gloria  mia;  despierta,  salterio  y  vihuela;  despertare  al 
vo.  aurora.  / 

9.  Confessarete  entre  pueblos,  senor;  cantarete  entre  naciones; 

10.  que  es  grande  hasta  los  cielos  tu  misericordia;  y  hasta  los  cielos  tu 
verdad. 

1 1 .  Ensalgate  sobre  los  cielos,  Dios  mio ;  sobre  toda  la  tierra  tu  gloria. 


218 


Salmo  lviii 
de  Dauid 

1.  ^Por  Ventura,  o  junta,  hablareis  jamas  justicia?  ^Juzgareis 
rettamente,  hijos  de  Adan?. 

2.  Tambien  de  cora^on  cometereis  maldades  en  la  tierra;  falsedad 
pessaran  vuestras  manos. 

3.  Agenados  van  los  impios  desde  la  madre;  errados  van  desde  el 
vientre  los  que  hablan  mentira.  / 

4.  Pongona  tienen,  semejante  a  la  pon?ona  de  la  serpiente,  como  la 
de  la  biuora  sorda  que  atapa  su  oreja; 

5.  que  no  oira  boz  de  encantadores;  de  encantador  ensenado  en 
encantar. 

6.  Dios  mio,  rompeles  sus  dientes  en  sus  bocas;  quiebra,  senor,  las 
muelas  de  los  leones. 

7.  Viertanse  como  agua;  vayanse  en  sy  mesmos;  estiendan  sus  saetas 
como  quando  son  quebradas. 

8.  Como  caracol  que  se  consume  vaya;  como  aborton  de  muger  que 
no  vee  sol. 

9.  Mas  presto  que  vuestras  oUas  sienten  la  espina;  como  lo  biuo, 
como  furos,  assy  sea  inquietado.  / 

[10.]  Alegrarase  el  justo  quando  vera  venganga;  lauara  sus  pies  en 
sangre  de  impio. 

[11.]  Y  dira  el  hombre:  Ciertamente  ay  frutto  para  el  justo; 
ciertamente  es  Dios  juez  en  la  tierra. 


219 


Salmo  lix 


de  Dauid 

1.  Librame  de  mis  enemigos,  Dios  nuo;  de  los  que  se  me  leuantan 
me  ampara, 

2.  Librame  de  los  que  obran  iniquidad;  y  de  ombres  sangrientos  me 
salua. 

3.  Cata  que  van  espiando  a  my  anima;  congreganse  contra  my 
fol.  83  ro.       robustos;  no  por  my  rebelion  ny  por  my  peccado,  senor.  / 

4.  Sin  maldad  mia  corren  y  se  aparejan;  despierta  para  salirme  al 
encuentro  y  mira. 

5.  Y  tu,  SENOR,  Dios  de  exercitos,  Dios  de  Jsrrael;  vela  para  visitar 
todas  las  gentes;  no  te  compadezcas  de  ninguno  de  los  que 
peruersamente  exercitan  iniquidad.  Sela. 

6.  Retornan  a  la  tarde;  reganan  como  perro,  y  rodean  la  cibdad. 

7.  Ves,  ^hablan  con  sus  bocas?  cuchiUos  ay  en  sus  labrios,  porque 
dizen:  i,Quien  oye? 

8.  Y  tu,  SENOR,  te  reiras  dellos;  te  burlaras  de  todas  las  gentes. 

vo.       9.  Su  fortaleza  en  ti  la  guardare;  porque  Dios  demy  refugioerestu./ 

10.  El  Dios  de  my  misericordia  me  preuenga;  Dios  me  haga  ver  en 
mis  aduersarios. 

11.  No  los  mates,  porque  no  lo  oluide  my  pueblo;  haz  que  anden 
vagando  en  tu  pueblo  y  desgradualos,  Senor,  escudo  nuestro. 

12.  Peccado  de  sus  bocas  sea  la  palabra  de  sus  labrios;  y  sean 
comprehendidos  en  su  soberuia,  y  de  perjurar  y  de  mentir  cuenten. 

13.  Consume  con  furor,  consume,  y  no  seran  ellos:  y  conoceran  que 
Dios  gouierna  en  Jacob  hasta  los  fines  de  la  tierra.  Sela. 

fol.  S4ro.  14.  Y  retornan  a  la  tarde ;  reganan  como  perros,  [y]  rodean  la  cibdad./ 

15.  Ellos  andaran  vagando  por  comer;  si  no  se  hartaran,  y 
trasnocharan. 

16.  Y  yo  cantare  tu  fortaleza,  y  alabare  de  manana  tu  misericordia, 
diziendo  que  me  has  sido  refugio  y  amparo  en  el  dia  de  my 
tribulacion. 


220 


[17],  Fortaleza  mia,  a  ti  cantare;  diziendo  que  Dios  es  my  refugio, 
Dios  de  my  misericordia. 


221 


Salmo  lx 
de  Dauid 

1.  Dios  mio,  aborreci'stenos,  destruistenos;  stas  airado,  retorna  a 
nosotros. 

2.  Heziste  temblar  la  tierra;  rompistela;  sana  sus  roturas  porque  sta 
vacilando. 

3.  Mostraste  a  tu  pueblo  dureza;abreuastenos  con  vino  pongonoso.  / 

4.  Diste  a  los  que  te  temi'an  vandera,  para  triunfar  por  causa  de  la 
verdad.  Sela. 

5.  Porque  sean  librados  los  que  tii  amas;  salua  con  tu  diestra  y 
respondeme. 

6.  Hablado  ha  Dios  en  su  santtuario;  gozareme,  diuidire  a  Sichen, 
y  medire  el  valle  de  Sucoth. 

7.  Mio  es  Gilead,  y  mio  as  Menasse,  y  Efraim  es  la  fuerga  de  my 
cabega,  y  Juda  es  my  dador  de  ley,  my  principe. 

8.  Moab  es  vaso  para  lauarme,  sobre  Edon  arrojare  mi  gapato;  sobre 
my  triunfa  tu,  Palestina. 

9.  ^Quien  me  lleuara  a  la  cibdad  fortificada?  ^quien  me  guiara  hasta 
Edon?  / 

10.  ^Por  Ventura  no  lo  haras  tu,  Dios  mio,  que  nos  aborreciste;  y  no 
saliras,  Dios  mio,  en  nuestros  exercitos.? 

11.  Socorrenos  en  la  tribulacion;  vana  es  la  salud  del  hombre. 

12.  Con  Dios  haremos  fuerga;  y  el  acoceara  a  nuestros  enemigos. 


222 


Salmo  lxi 
de  Dauid 

1.  Oye,  Dios  mio,  my  cantar;  ascucha  my  oracion. 

2.  Desde  lo  vltimo  de  la  tierra  Uamare  a  ti  con  afan  de  mi  coragon; 
en  piedra  alta  mas  que  yo  me  pornas. 

3.  Porque  has  sido  my  confian?a;  my  torre  fuerte  a  la  presencia  del 
enemigo.  / 

4.  Morare  en  tu  tienda  muchos  siglos;  confiare  en  el  ascondrijo  de  tus 
alas.  Sela. 

5.  Porque  tu,  Dios  mio,  oiste  mis  votos;  disteme  la  heredad  de  los 
que  temen  tu  nombre. 

6.  Dias  sobre  dias  ariadiras  al  rey;  sus  anos  seran  como  generacion  y 
generacion. 

7.  Morara  perpetuamente  en  presencia  de  Dios ;  apareja  misericordia, 
y  verdad  que  lo  conseruen. 

8.  Assy  cantare  tu  nombre  para  siempre,  pagando  mis  votos  de  dia 
en  dia. 


223 


Salmo  lxii 
de  Dauid 

1.  Cierto  my  anima  calla  asperando  a  Dios;  del  depende  my  salud. 
fol.  86  ro.    2.  Cierto  el  es  my  roca  y  my  salud ;  my  /  refugio,  no  vacilare 
mucho, 

3.  ^Hasta  quando  espiareis  sobre  el  varon?  Perecereis  todos 
uosotros,  como  el  muro  incllnado ;  como  la  pared  rempuxada. 

4.  Cierto  del  alteza  suya  del  varon  consultan  para  rempuxarlo ; 
huelgan  con  la  mentira;  bendizen  con  su  boca  y  dentro  de  sy 
maldizen.  Sela. 

5.  Cierto  my  anima  calla  asperando  a  Dios,  porque  del  depende  my 
asperanga. 

6.  Cierto  el  es  my  roca  y  my  salud;  my  refugio,  no  vacilare. 

7.  Sobre  Dios  my  salud  y  my  gloria;  la  roca  de  my  fuerga  y  my 
confianga  sta  en  Dios. 

vo.       8.  Confiad,  pueblos,  en  el  todo  tiempo;  der  /  ramad  en  su  presencia 
vuestros  coragones.  Dios  es  nuestra  confianga.  Sela. 
9.  Cierto,  vanidad  son  los  hijos  de  Adan;  mentira  son  los  hijos  de 
varon;  para  subir  en  balangas  ellos  juntamente  mas  que  la 
vanidad. 

10.  No  confieis  en  engano  ny  en  robo;  no  os  aliuianeis  quando  las 
riquezas  creceran;  no  apliqueis  el  coragon  a  ellas. 

11.  Vna  uez  hablo  Dios;  dos  vezes  he  oido  esto:  que  la  fuerga  viene 
de  Dios. 

12.  Y  tuya  es,  senor,  la  misericordia :  porque  tu  pagaras  al  varon 
segun  sus  obras. 


224 


Salmo  lxiii 
de  Dauid 

1.  Dios,  my  Dios  eres  tii;  a  ti  madru  /  gare.  Sedienta  sta  por  ti  my  fol.  87  ro. 
dnima ;  desseosa  sta  de  ti  my  carne ;  en  tierra  yerma,  esteril,  sin 

aguas. 

2.  Assy  como  estoy  en  el  santtuario  te  he  mirado;  por  ver  tu 
fortaleza  y  tu  gloria. 

3.  Porque  mejor  es  tu  misericordia  que  muchas  vidas;  mis  labrios  te 
alabaran. 

4.  Assy  te  bendezire  por  toda  my  vida;  en  tu  nombre  algare  mis 
palmas. 

5.  Como  de  enxundia  y  grasseza  se  hartara  my  anima;  y  con  labrios 
de  cantares  te  alabara  mi  boca. 

6.  Sy  me  he  acordado  de  ti  sobre  mis  estrados ;  y  en  mis  vigilias 
pensare  en  ti. 

7.  Porque  has  sido  my  socorro;  y  a  la  sombra  de  tus  alas  cantare.X  ^o- 

8.  Apegada  va  my  anima  tras  ti;  tu  diestra  me  sustentara. 

9.  Y  estos,  para  destrucion,  buscaran  a  my  anima;  entraran  en  las 
profundidades  de  la  tierra. 

10.  Passaranlo,  al  impio,  a  filo  de  espada;  seran  parte  de  rapojas. 

11.  Y  el  rey  se  gozara  con  Dios;  sera  alabado  todo  el  que  jurara  por 
el,  porque  sera  cerrada  la  boca  de  los  que  hablan  mentira. 


225 


Salmo  lxiiii 
de  Dauid 

1.  Oye,  Dios  mio,  my  boz  en  my  oracion;  del  temor  del  enemigo 
guarda  my  vida. 

2.  Ascondeme  del  consejo  de  los  malinos;  de  los  alborotos  de  los 
que  obran  iniquidad. 

3.  Los  quales  afilan  como  espada  su  /  lengua;  tiran  su  saeta  que  es 
palabra  amarga. 

4.  para  asaetear  en  ascondrijos  al  perfetto ;  de  presto  los  asaetearan 
y  no  temeran. 

5.  Fortificaran  en  sy  mala  palabra;  contaran  de  asconder  lazos, 
diziendo :  ^Quien  los  vera? 

6.  Buscaran  malicias;  esecutaran  lo  que  buscando  auran  buscado, 
aiin  dentro  del  varon  y  en  coragon  profundo. 

7.  Y  asaetearalos  Dios;  con  repentina  saeta  seran  heridos. 

8.  Y  haran  que  sus  propias  lenguas  caygan  sobre  ellos  mesmos; 
moueranse  todos  los  que  los  miraran. 

9.  Y  veralo  todo  hombre ;  y  publicara  las  /  obras  de  Dios ;  y  en  su 
cbra  se  haran  entendidos. 

10.  Gozarase  el  justo  con  el  senor,  y  confiara  en  el;  y  gloriaranse 
todos  los  de  rettos  coragones. 


226 


Salmo  lxv 
de  Dauid 

1.  A  ti,  Dios  mio,  cabe  el  alabanga  en  Sion;  y  a  ti  sera  pagado  el 
voto. 

2.  Que  oyes  la  oracion;  a  ti  verna  toda  carne. 

3.  Palabras  o  cosas  de  iniquidades  preualecieron  sobre  my;  nuestras 
rebeliones  tii  las  purgaras. 

4.  Bienauenturado  el  que  eligiras  y  te  allegaras ;  morara  en  tus 
palacios;  hartaremonos  en  el  bien  de  tu  casa,  que  es  tu  santto 

templo.  /  fol.  89  ro. 

5.  Cosa  marauillosa,  con  justicia,  nos  responderas,  Dios  de  nuestra 
salud;  confian?a  de  todos  los  fines  de  la  tierra,  y  de  los  alexados 
del  mar. 

6.  Aparejando  monies  con  su  virtud;  cenido  de  valentia; 

7.  refrenando  el  ruido  del  mar;  el  ruido  de  sus  olas  y  el  alboroto  de 
pueblos. 

8.  Y  temen  los  que  moran  en  los  fines  de  la  tierra  de  tus  senales; 
hazes  que  te  alaben  las  salidas  de  la  maiiana  y  de  la  tarde. 

9.  Visitas  la  tierra,  y  agradaste  della;  enrriquecesla  mucho.  El 
arroyo  de  Dios  sta  Ueno  de  aguas;  aparejas  sus  trigos,  porque 

assy  la  aparejas.  /  vo. 

10.  Hartasle  sus  sulcos;  abaxasle  sus  alterones;  ablandasla  con  lluuias 
menudas;  bendizes  su  frutto. 

1 1 .  Coronas  al  ano  con  tus  bienes,  y  tus  caminos  estilan  grasseza. 

12.  Estilaran  en  las  moradas  del  desierto;  y  los  collados  se  ceniran  de 
gozo. 

[13.]  Las  llanuras  se  vestiran  de  oueja;  y  los  valles  se  cubriran  de 
trigo.  Jubilaran,  tambien  cantaran. 


227 


Salmo  lxvi 
de  Dauid 

1 .  Jubilad  a  Dios  todos  los  de  la  tierra. 

2.  Cantad  la  gloria  de  su  nombre;  poned  gloria  en  su  loor.  / 

3.  Dezid  a  Dios:  jQuan  admirable  eres  en  tus  obras!;  por  tu  mucha 
fortaleza  te  mentiran  tus  enemigos. 

4.  Todos  los  de  la  tierra  se  te  acoruaran  y  te  cantaran;  cantaran  tu 
nombre.  Sela. 

5.  Venid  y  mirad  las  obras  de  Dios;  que  es  admirable  en  obra  sobre 
los  hijos  de  Adan. 

6.  Conuirtio  el  mar  en  sequedad;  por  el  no  passaron  a  pie;  ally  nos 
gozauamos  con  el. 

7.  Senorea  con  su  valentia  al  siglo:  sus  ojos  atalayan  las  gentes;  los 
que  se  apartan  no  se  ensalgaran  en  sy  mesmos.  Sela. 

8.  Bendezid,  pueblos,  a  nuestro  Dios;  y  hazed  que  sea  oida  la  boz 
de  su  loor. 

9.  Puso  nuestras  animas  en  vida;  y  no  dio  a  que  vacilassen  nuestros 
pies. 

10.  Porque  nos  prouaste,  Dios;  acendrastenos  como  es  acendrada 
la  plata.  / 

11.  Meti[ste]nos  en  lazo;  pusiste  molestia  en  nuestros  lomos. 

12.  Encaualgaste  ombre  en  nuestras  cabe?as;  entramos  en  fuego  y  en 
agua,  sacastenos  a  regadio. 

13.  Entrare  en  tu  casa  con  holocaustos;  pagarete  mis  votos: 

14.  los  que  pronunciaron  mis  labrios;  y  hablo  my  boca  en  my 
tribulacion. 

15.  Holocaustos  de  animales  gruessos  te  ofrecere;  con  encienso  de 
cameros  hare  que  aya  bueyes  y  cabrones.  Sela. 

16.  Venid,  oid,  y  contare  [a]  todos  los  que  temeis  a  Dios,  lo  que  ha 
hecho  a  my  anima. 

17.  A  el  llame  con  my  boca;  y  el  fue  ensalgado  debaxo  de  my  lengua. 

18.  Sy  vy  iniquidad  en  my  coragon;  no  me  oira  el  senor. 


228 


9.  Per  o  oyome  Dios,  y  ascucho  la  boz  de  my  oracion.  /  fol. 
20.  Bendito  Dios,  que  no  aparto  de  sy  my  oracion,  ny  su  misericordia 
de  my. 


229 


Salmo  lxvii 


1.  Compadezcase  Dios  de  nosotros  y  bendiganos;  esclarezca  su 
presencia  en  nosotros.  Sela. 

2.  Para  conocer  en  la  tierra  tu  camino;  en  todas  las  gentes  tu  salud. 

3.  Confiessente  pueblos,  Dios  mio;  confiessente  pueblos  todos  ellos. 

4.  Alegrense  y  huelguense  naciones,  porque  juzgaras  pueblos  con 
ygualdad,  y  guiaras  naciones  en  la  tierra.  Sela. 

5.  Confiessente  pueblos,  Dios  mio;  confiessente  pueblos  todos  ellos. 

6.  La  tierra  produzga  su  frutto;  bendiganos  Dios,  Dios  nuestro. 

7.  Bendiganos  Dios;  y  temanlo  todos  los  fines  de  la  tierra. 


230 


Salmo  lxviii 
de  Dauid 

1 .  Leuantandose  Dios  seran  esparzidos  sus  enemigos ;  y  huiran  de  su 
presencia  los  que  lo  aborrecen. 

2.  Como  es  alangado  el  humo,  los  alangaras;  como  se  derrite  la  cera 
a  la  presencia  del  fuego,  pereceran  los  impios  a  la  presencia  de 
Dios. 

3.  Y  los  justos  se  alegraran  y  gozaran  por  la  presencia  de  Dios,  y 
regozijaranse  con  alegna. 

4.  Can  tad  a  Dios,  cantad  su  nombre;  ensal^ad  al  que  caualga  sobre 
los  cielos;  de  lA  es  deriuado  su  nombre;  y  gozaos  en  su  presencia. 

5.  Padre  de  huerfanos  y  abogado  de  bibdas;  Dios  en  su  santta 
morada. 

6.  Dios  a  los  solos  haze  morar  en  entera  familia;  saca  a  los  que  stan 
pressos  con  grillos,  tarn /hitn  los  apartados  del  moran  en  fol 
sequedad. 

7.  Quando  tii,  Dios,  saliste  en  presencia  de  tu  pueblo;  quando 
caminauas  por  el  desierto ;  Sela 

8.  La  tierra  temblo,  tambien  los  cielos  estilaron;  a  la  presencia  de 
Dios,  testigo  es  este  Sinaj;  a  la  presencia  de  Dios,  del  dios  de 
Jsrrael. 

9.  Lluvia  a  voluntades  hazias  algar,  Dios,  sobre  tu  heredad;  y 
cansada  tii  la  aderegaste. 

10.  Tu  congregacion  moro  en  ella;  aparejarasla  con  tu  bondad  al 
pobreto,  Dios  mio. 

1 1 .  El  senor  dara  palabra,  a  las  cantoras  de  exercito  grande. 

12.  Reyes  de  exercitos  huiran;  huiran  y  la  que  mora  en  casa  repartira 
el  despojo. 

13.  Sy  bien  estareis  echados  entre  oUas;  sereis  como  alas  de  paloma 
cubiertas  de  plata,  y  sus  plumas  verdor  y  oro.  / 

14.  Desbaratando  el  Omnipotente  reyes  en  ella;  nieua  en  Zaimon. 


231 


15.  El  monte  de  Dios,  monte  de  Basan;  monte  de  coUados,  monte  de 
Basan. 

16.  ^Por  que  saltareis,  montes  de  coUados?  Este  monte  quiso  Dios 
para  su  abitacion;  tambien  el  senor  lo  morara  para  siempre. 

17.  El  carro  de  Dios  lleuan  veinte  mil  millares  de  angeles;  y  el  senor 
en  ellos,  como  en  Sinay,  en  el  sagrario. 

18.  Subiste  en  alto;  cattiuaste  cattiuidad;  tomaste  dones  en  hombre,  y 
aun  de  apartados,  para  que  more  el  senor  Dios. 

19.  Bendito  el  Senor  de  dia  en  dia;  carguenos  de  bienes  el  Dios  de 
nuestra  salud.  Sela. 

20.  El  mesmo  Dios  es  a  nosotros  Dios  de  saludes ;  y  del  senor,  senor 
fol.  93  ro.        son  las  salidas  a  la  muerte.  / 

21.  Ciertamente  Dios  herira  la  cabega  de  sus  enemigos;  la  moUera 
cabellada  del  que  anda  en  sus  delittos. 

22.  Dixo  el  Seiior:  Como  de  Basan  los  retornare;  retornarelos  como 
de  las  honduras  del  mar. 

23.  Por  tanto  terliras  tu  pie  en  sangre;  la  lengua  de  tus  perros  en  la 
que  salira  de  enemigos  del. 

24.  Vieron  tu  pompa,  Dios  mio ;  la  pompa  de  my  dios  y  my  rey  en  el 
sagrario. 

25.  Delante  iuan  cantores;  despues  tanedores;  en  medio  donzellas 
tanendo  panderos,  diziendo: 

26.  En  congregaciones  bendezid  a  Dios;  al  Seiior  los  de  la  linea  de 
Jsrrael. 

27.  Ally  iua  Benjamin  pequeno,  senor  dellos;  principes  de  Juda,  la 
fuerga  dellos;  principes  de  Zebulon;  principes  de  Naftalin. 

vo.      28.  Mandote  tu  Dios  tu  fortaleza;  fortalece,  /  Dios  mio,  esto  que 
has  obrado  en  nosotros. 

29.  Desde  tu  templo  sobre  Jerusalem;  por  tanto  reyes  te  trayran  dones. 

30.  Reprehende  a  la  bestia  del  cailaueral;  la  congregacion  de  fuertes; 
entre  novillos  de  pueblos  humillarase  con  pedagos  de  plata: 
destruye  los  pueblos  que  quieren  guerra. 

31.  Vernan  grandes  de  Egitto;  Etiopia  hara  que  corran  sus  manos  a 
Dios. 

32.  Reynos  de  la  tierra,  cantad  a  Dios;  cantad  al  Senor.  Sela. 


232 


33.  Al  que  caualga  sobre  cielos  de  cielos  de  antiguedad;  ved  que  dara 
con  su  boz,  boz  fuerte. 

34.  Dad  fortaleza  a  Dios,  sobre  Jsrrael  muestra  su  grandeza,  y  su 

fortaleza  en  las  nuues.  /  fol.  94  ro. 

35.  Admirable  eres,  Dios,  desde  tus  sagrarios,  el  Dios  de  Jsrrael;  el 
dara  fortaleza  y  fuerga  al  pueblo.  Bendito  Dios. 


233 


I 


Salmo  lxix 


de  Dauid  I 

1.  Saluame,  Dios  mio,  porque  entrado  an  aguas  hasta  el  anima. 

2.  Capuzado  estoy  en  hondo  cieno;  y  no  tengo  en  que  estribar;  he 
entrado  en  honduras  de  aguas,  y  la  creciente  me  ha  anegado. 

3.  Cansado  me  tiene  my  llamar;  ronca  sta  my  garganta;  an 
desfallecido  mis  ojos  del  asperar  a  my  Dios. 

4.  Crecido  an  mas  que  los  cabellos  de  my  cabega  los  que  sin  causa 
me  aborrecen;  fortificados  estan  los  que  me  matan,  digo,  mis 

vo.  enemigos  de  falsedad;  lo  que  no  robe,  estonces  lo  restituigo.  / 

5.  Dios,  mio,  tii  has  conocido  my  locura;  y  mis  delittos  no  tc  son 
ascondidos. 

6.  No  reciban  confusion  por  my  los  que  te  asperan,  senor,  Senor  de 
exercitos;  no  sean  auergongados  por  my  los  que  te  buscan,  Dios 
de  Jsrrael. 

7.  Porque  por  ti  he  sufrido  denuesto;  verguenfa  ha  cubierto  my  cara. 

8.  Estrangero  he  sido  a  mis  hermanos;  y  forastero  a  los  hijos  de  my 
madre. 

9.  Porque  el  zelo  de  tu  casa  me  ha  comido;  y  los  denuestos  de  los 
que  te  an  denostado  an  caido  sobre  my. 

10.  Y  llorando  he  afligido  con  ayuno  my  anima,  y  hame  causado 
denuestos. 

fol.  95  ro.  1 1.  Y  puse  por  my  vestidura  saco,  y  heles  /  sido  por  refran. 

12.  Platican  de  my  los  sentados  a  la  puerta;  y  cantan  can  tares  los  que 
beuen  cerueza. 

13.  Y  yo  my  oracion  a  ti,  senor,  al  tiempo  de  voluntad;  Dios  mio, 
con  la  muchedumbre  de  tu  misericordia,  respondeme  con  la 
verdad  de  tu  salud. 

14.  Sacame  del  lodo  y  no  sere  capuzado;  sere  librado  de  los  que  me 
aborrecen  y  de  honduras  de  aguas. 

15.  No  me  aniegue  la  creciente  de  aguas;  y  no  me  trague  el  profundo; 
y  no  cierre  sobre  my  el  pozo  su  boca. 

234 

i 


16.  Respondeme,  senor,  pues  que  es  buena  tu  misericordia ;  conforme 

a  la  muchedumbre  de  tus  piedades,  mira  hazia  my.  /  vo. 

17.  Y  no  ascondas  tu  presencia  de  tu  sieruo;  porque  la  tribulacion 
sta  comigo;  respondeme  presto. 

18.  Allegate  a  my  anima  y  rescatala;  por  causa  de  mis  enemigos  me 
redime. 

19.  Tu  has  conocido  my  denuesto,  my  confusion  y  my  verguen^a; 
delante  de  ti  estan  todos  mis  atribuladores. 

20.  El  denuesto  ha  quebrantado  a  my  coragon  y  estoy  debilitado ;  he 
asperado  consuelo  y  no  lo  ay;  y  consoladores  y  no  he  hallado. 

21.  Y  anme  dado  para  comer  hiel;  y  para  my  sed  me  an  abreuado 
con  vinagre. 

22.  Seales  su  mesa  en  su  presencia  por  lazo;  y  sus  cosas  pacificas  por 
tropiego.  /  fol.  96  ro. 

23.  Seanles  oscurecidos  sus  ojos  para  que  no  vean:  y  haz  que  sus 
lomos  siempre  vacilen. 

24.  Derrama  sobre  eUos  tu  indinacion;  y  el  furor  de  tu  ira  los 
comprehenda. 

25.  Su  palacio  quede  desierto;  y  en  sus  tiendas  no  aya  morador. 

26.  Porque  al  que  tu  heriste  an  perseguido,  y  del  dolor  de  tus  heridos 
contaran. 

27.  Da  iniquidad  sobre  su  iniquidad;  y  no  entren  en  tu  justicia. 

28.  Sean  raidos  del  libro  de  biuos;  y  con  justos  no  scan  escrittos. 

29.  Y  a  my,  pobreto  y  dolorido,  tu  salud,  Dios  mio,  me  ensalgara. 

30.  Alabare  el  nombre  de  Dios  con  cantar;  y  engrandecerelo  con 
confession. 

31.  Y  agradara  al  senor  mas  que  buey,  o  novillo;  que  echa  cuernos  y 
vilas. 

32.  Veran  pobretos,  y  alegraranse  los  que  buscan  a  Dios,  y  biuira 
vuestro  coragon. 

33.  porque  el  senor  oye  a  los  mendigos,  y  a  sus  encarcelados  no  los 
desprecia, 

34.  Alabenlo  cielos  y  tierra,  mares  y  todo  lo  que  nada  en  alios. 

35.  Porque  Dios  saluara  a  Sion,  y  edificara  las  cibdades  de  Juda;  y 
moraran  ally  y  heredaranla. 

36.  Y  la  simiente  de  sus  sieruos  la  posseara;  y  los  amadores  de  su 
nombre  moraran  en  ella. 


235 


Salmo  lxx 


de  Dauid 

fol.  97 ro.  1.  Dios  mio,  a  librarme;  senor,  a  my  socorro  te  apressura.  / 

2.  Queden  confusos  y  denostados  los  que  buscan  a  my  anima.  Tornen 

a  tras  y  scan  auergongados  los  que  quieren  my  mal. 

3.  Retornen  en  pago  de  su  confusion  los  que  dizen:  jHo!  jho! 

4.  Gozaranse  y  alegraranse  contigo  todos  los  que  te  buscan,  y  diran 

siempre:  Engrandecido  sea  Dios,  los  que  aman  tu  salud. 

5.  Y  yo  pobreto  soy  y  mendigo,  Dios  mio;  apressurate  a  mi.  My 

socorro  y  my  liberacion  eres  tu.  senor,  no  te  tardes. 


236 


Salmo  lxxi 

1 .  En  ti,  SENOR,  he  confiado ;  no  quede  yo  confuso  jamas.  /  vo. 

2.  Con  tu  justicia  me  scapa  y  me  libra;  inclina  hazia  my  tu  oreja  y 
saluame. 

3.  Seyme  como  roca  fuerte,  para  venir  a  ella  siempre;  mandaste  a 
saluarme,  porque  my  piedra  y  my  castillo  eres  tii. 

4.  Dios  mio,  Hbrame  de  la  mano  del  impio;  de  la  palma  delperuerso 
y  del  caluniador. 

5.  Porque  tu  eres  my  esperan^a;  senor,  Senor  mio  confianga  mia, 
desde  my  ninez. 

6.  Sobre  ti  he  sido  sustentado  desde  el  vientre;  de  las  entrarias  de  my 
madre  tu  me  sacaste ;  de  ti  sera  siempre  my  loor. 

7.  Como  monstruo  he  sido  a  muchos;  y  tii  eres  my  fuerte  confianga. 

8.  My  boca  stara  llena  de  tu  loor;  cada  dia  de  tu  gloria.  /  fol.  98  ro. 

9.  No  me  deseches  al  tiempo  de  la  vejez;  quando  me  faltara  la 
virtud;  no  me  desampares. 

10.  Porque  hablan  mis  enemigos  de  my,  y  los  que  aguardan  a  my 
anima  se  aconsejan  juntamente, 

11.  diziendo:  Dios  lo  ha  desamparado;  perseguidlo  y  prendedlo, 
porque  no  ay  quien  lo  escape. 

12.  Dios  mio,  no  te  alexes  de  mi;  Dios  mio,  a  my  socorro  te  apressura. 

13.  Reciban  confusion  y  sean  consumidos  los  que  aborrecen  a  my 
anima;  sean  cubiertos  de  denuesto  y  de  infamia  los  que  buscan 
my  mal. 

14.  Y  yo  siempre  asperare,  y  anadire  sobre  todo  tv  loor.  /  vo. 

15.  My  boca  contara  tu  justicia;  cada  dia  tu  salud,  porque  no 
entiendo  numeros. 

16.  Entrare  en  las  valentias  del  senor;  Seiior  mio,  acordareme  de  tu 
justicia,  de  ti  solo. 

17.  Dios  mio,  enseiiasteme  de  sde  my  ninez,  y  hasta  ahora  publicare 
tus  marauillas. 


237 


18.  Y  aiin  hasta  la  vejez  y  las  canas,  Dios  mio;  no  me  desampares, 
hasta  que  publique  tu  bra^o  a  la  generacion  presente,  y  tu 
valentia  a  toda  generacion  venidera. 

19.  Y  tu  justicia,  Dios  mio,  hasta  lo  alto;  que  heziste  grandezas,  Dios 
mio,  ^quien  como  tii? 

20.  Que  has  hecho  ver  tribulaciones  muchas  y  malas;  retornaras  y 
fol.99ro.      .  viuifi  Xcarasme;  y  de  los  abismos  de  la  tierra,  retornando,  me 

subiras 

21.  Acrecentaras  mi  grandeza  y  tornando  me  consolaras. 

22.  Tambien  yo  te  confessare  con  instrumento  de  miisica;  tu  verdad, 
Dios  mio,  te  cantare  a  la  vihuela,  o  santto  de  Jsrrael. 

23.  Gozaran  mis  labrios  quando  te  cantare;  y  my  anima  la  que 
rescataste. 

24.  Tambien  my  lengua  cada  dia  se  exercitara  en  tu  justicia ;  porque 
confuses,  porque  denostados  quedaran  los  que  buscan  my  mal. 


238 


Salmo  lxxii 
de  Salomon 

1.  Dios  mio,  da  tus  juizios  al  rey,  y  tu  justicia  al  hijo  del  rey.  /  vo. 

2.  Juzgara  a  tu  pueblo  con  justicia;  y  a  tus  pobretos  con  juizio. 

3.  Trairan  los  montes  paz  al  pueblo;  y  los  coUados  con  justicia. 

4.  Juzgara  a  los  pobretos  del  pueblo;  saluara  a  los  hijos  de  los 
mendigos ;  y  quebrantara  al  vsurpador. 

5.  Temerante  con  el  sol  y  en  presencia  de  la  luna,  generacion  y 
generaciones. 

6.  Caira  el  rey  como  Uuuia  sobre  prado  segado ;  como  lluuia  menuda 
que  remoja  la  tierra. 

7.  Florecera  en  sus  dias  el  justo;  y  aura  mucha  paz  hasta  que  no  aya 

luna.  /  foi.  lOOro. 

8.  Y  ensenoreara  de  mar  a  mar,  y  desde  el  rio  hasta  los  fines  de  la 
tierra. 

9.  En  presencia  del  se  acoruaran  solitarios;  y  sus  enemigos  lameran 
poluo. 

10.  Reyes  de  Tarsis  y  de  insulas  daran  dones;  reyes  de  Sceba  y  de 
Saba  trairan  dadiuas. 

11.  Y  acoruaransele  todos  los  reyes;  todas  las  gentes  lo  seruiran. 

12.  Porque  librara  al  mendigo  quando  bozeara;  y  al  pobreto  y  que  no 
tiene  auydador. 

13.  Compadecerase  del  necessitado  y  del  mendigo;  y  saluara  las 
animas  de  los  mendigos. 

14.  De  fraude  y  de  engaiio  rescattara  su  anima  dellos;  y  la  sangre 

dellos  sera  preciada  en  los  ojos  del.  /  vo. 

15.  Y  biuira  y  darale  del  oro  de  Sceba;  y  siempre  rogara  por  el.  Cada 
dia  lo  bendezira. 

16.  Acontecera  que  un  puriado  de  trigo  sembrado  en  tierra,  en  cabega 
de  montes,  sera  meneado  como  en  el  Libano  su  frutto;  y 
floreceran  los  de  la  cibdad  como  la  yerua  de  la  tierra. 


239 


17.  Durara  su  nombre  para  siempre;  en  presencia  del  sol  sera 
propagado  su  nombre;  y  bendeziranse  en  el.  Todas  las  gentes  lo 
beatificaran. 

18.  Bendito  el  senor  Dios,  Dios  de  Jsrrael,  que  haze  marauillas 
solo  el. 

fol.  101  ro.   19.  Y  bendito  el  nombre  de  su  gloria  para  /  siempre,  y  sea  Uena  toda 
la  tierra  de  su  gloria.  Amen  y  Amen. 

Fenecen  las  oraciones  de  Dauid,  hijo  de  Jesse. 


240 


(LIBRO  TERCERO) 


Salmo  lxxiii 
de  Asaf 

1.  Ciertamente  es  bueno  Dios  a  Jsrrael;  a  los  de  limpio  coragon. 

2.  Y  a  my  easy  se  me  apartaron  mis  pies;  por  poco  se  derramaron 
mis  pissadas. 

3.  Porque  zelaua  a  los  locos;  y  miraua  la  paz  de  los  impios. 

4.  Que  no  ay  ataduras  en  sus  muertes ;  y  esta  ente(r)a  su  virtud. 

5.  En  dolor  de  ombre  no  estan;  y  con  hombre  no  son  a?otados. 

6.  Por  tanto,  la  soberuia  les  es  collar;  cubrira(n)se  para  tomar  vio- 

lencia  para  sy.  /  vo. 

7.  Salenseles  por  la  grasseza  sus  ojos;  pasan  de  los  pensamientos  del 
coragon. 

8.  Hazen  dissolutos  a  otros,  y  hablan  en  el  mal  de  rapina;  desde  alto 
hablan. 

9.  Ponen  en  los  cielos  su  boca;  y  su  lengua  anda  por  la  tierra. 

10.  Por  tanto,  retorna  su  pueblo  de  Dios  a  esto(?);  y  agua  de  lleno 
les  salen  a  ellos. 

1 1 .  Y  dizen :  como,  ^y  conoce  Dios?  y  ^ay  conocimiento  en  el 
Altissimo? 

12.  Ved,  estos  son  impios,  y  stan  pacificos  en  el  mundo,  y  alcan?an 
riquezas. 

13.  Ciertamente  en  vano  he  alimpiado  mi  coragon,  y  he  lauado  con 
limpieza  mis  palmas. 

14.  Y  he  sido  agotado  cada  dia,  y  mi  castigo  /  fue  en  las  mafianas.     foi.  102  ro. 

15.  Sy  he  dicho:  Contare  assy;  ves,  a  la  generacion  de  tus  hijos  he 
defraudado ; 

16.  y  considere  para  saber  esto;  pero  era  trabajo  en  mis  ojos, 

17.  hasta  entrar  en  los  sagrarios  de  Dios;  y  entender  lo  ultimo  destos, 
impios. 

18.  Ciertamente  en  estados  deleznables  los  pones;  derribaslos  en 
destruciones. 


241 


19.  iQuan  de  presto  son  destruidos!  Fenecen,  son  acabados  de  los 
horrores. 

20,  Como  el  sueno  passado,  del  despertado,  Senor;  en  la  cibdad 
despreciaras  las  imagines  dellos. 

vo.       21 .  Pero  inflamose  mi  cora?6n,  y  aguzeme  en  mis  riiiones.  / 

22.  Y  yo  era  inorante  y  no  sabia;  como  bestia  era  contigo. 

23.  Y  yo  siempre  contigo;  porque  tomaste  con  la  mano  my  diestra. 

24.  Con  tu  consejo  me  guiaras,  y  despues  a  gloria  me  tomaras. 

25.  ^Quien  para  my  en  los  cielos?  Y  contigo  no  he  querido  a  ninguno 
en  la  tierra, 

26.  Desfallecen  my  carne  y  my  coragon;  la  fuerga  de  my  coragon  y 
my  parte  es  Dios  para  siempre. 

27.  Porque,  ves,  lo[s]  que  se  alexan  de  ti  pereceran;  heziste  morir  a 
todo  hombre  que  te  haze  fornificacion. 

fol.  103  ro.  28.  Y  a  my,  el  Uegarme  a  Dios  me  es  bueno;  /  he  puesto  en  el  Seilor, 
SENOR  mio,  my  confianpa,  para  contar  todas  tus  obras. 


242 


Salmo  lxxiiii 


de  Asaf 

1.  ^Por  que  te  alexas,  Dios,  para  siempre?  ^Humeara  tu  ira  contra 
la  oueja  de  tu  dehesa? 

2.  Acuerdate  de  tu  congregacion  que  posseiste  de  principio;  de  la 
vara  de  tu  heredad  que  redemiste;  deste  monte  de  Sion  en  que 
moraste. 

3.  Leuanta  tus  pissadas  a  destruciones  perpetuas;  todo  enemigo 
maltrata  en  el  sagrario. 

4.  Braman  tus  aduersarios  en  medio  de  tus  sinagogas;  ponen  sus 
vanderas  por  vanderas. 

5.  Parece  como  el  poner  segures  en  lo  alto  de  aruol  espesso. 

6.  Y  ahora  sus  magonerias  juntamente  con  /  pico  y  con  martillos  vo. 
las  rompen. 

7.  An  echado  en  fuego  tu  sagrario;  por  tierra  an  profanado  el 
tabernaculo  de  tu  nombre. 

8.  An  dicho  en  su  coragon:  Demos  en  ellos  a  vna.  An  quemado 
todas  las  sinagogas  de  Dios  en  la  tierra. 

9.  Nuestras  senales  no  las  vemos,  ya  no  ay  profeta;  y  no  ay  con 
nosotros  quien  sepa  hasta  quando. 

10.  O  Dios,  ^hasta  quando  iniuriara  el  que  aflige?  ^Menospreciara  el 
enemigo  tu  nombre  para  siempre? 

1 1 .  ^Por  que  retiraras  tu  mano  y  tu  diestra?  Sacandola  de  en  medio 
de  tu  seno,  consume. 

12.  Y  Dios  es  my  rey  de  antiguo;  que  obra  saludes  en  medio  de  la 

tierra.  /  fol.  I04ro. 

13.  Tu  con  tu  fuerga,  diuidiste  el  mar;  quebraste  cabegas  de  dragones 
sobre  las  aguas. 

14.  Tii  quebran taste  las  cabegas  de  la  gran  vallena;  y  distela  por 
manjar  al  pueblo  de  los  yermos. 

15.  Tu  abriste  fuente  y  rio;  tii  secaste  rios  cabdales. 


243 


16.  Tuyo  es  el  dia,  tambien  es  tuya  la  noche;  tii  aparejaste  la  luz  y 
el  sol. 

17.  Tu  estableciste  todos  los  terminos  de  la  tierra;  al  verano  y  al 
yuierno  tu  los  formaste. 

18.  Acuerdate  desto:  que  el  enemigo  denuesta  al  senor;  y  que  pueblo 
loco  ha  menospreciado  tu  nombre. 

19.  No  entregues  a  ayuntamiento  de  enemigos  el  anima  de  tu  tortola; 
vo.            y  del  ayuntamiento  de  tus  pobretos  no  te  oluides  para  siempre.  / 

20.  Mira  al  patto,  porque  llenas  estan  las  obscuridades  de  la  tierra  de 
moradas  de  violencia. 

21.  No  retorne  confuso  el  amedrentado ;  el  mezquino  y  el  mendigo 
alaben  tu  nombre. 

22.  Leuanta,  Dios  mio;  litiga  tu  lite;  acuerdate  de  tu  denuesto,  el  que 
oyes  del  loco  cada  dia. 

23.  No  oluides  la  boz  de  tus  aduersarios;  el  ruido  de  los  que  se  te 
leuantan  sube  siempre. 


244 


Salmo  lxxv 
de  Asaf 

1 .  Confessaremoste,  Dios ;  confessaremoste ;  y  cercano  sta  tu 
nombre;  contaronnos  tus  marauillas. 

2.  Quando  tomare  tiempo,  yo  juzgare  ygualdades. 

3.  Derretidos  la  tierra  y  todos  los  moradores  della;  yo  apareje  sus 

colunas.  Sela.  /  fol.  105  ro. 

4.  Dixe  a  los  desatinados:  no  desatineis;  y  a  los  impios:  no  alceis  el 
cuerno. 

5.  No  alceis  en  alto  vuestro  cuerno;  no  hableis  con  dura  ceruiz. 

6.  Porque  ny  de  oriente  ny  de  poniente;  ny  de  hazia  el  desierto  sera 
alteza; 

7.  porque  juzgando  Dios,  a  este  abaxara,  y  a  este  algara. 

8.  Porque  vaso  ay  en  la  mano  del  senor,  y  de  vino  tinto,  Ueno  de 
mezcla;  y  derramara  del  ciertamente ,  sus  hechos,  esprimira[n]  y 
beuera[n]  todos  los  impios  de  la  tierra. 

9.  Y  yo  publicare  esto  para  siempre;  cantare  al  Dios  de  Jacob. 

10.  Y  cortare  todos  los  cuernos  de  los  impios;  y  los  cuernos  del  justo 
seran  ensalgados. 


245 


Salmo  lxxvi 


de  Asaf 

vo.         1-  Conocido  es  Dios  en  Judea;  y  en  Jsrrael  es  grande  su  nombre.  / 

2.  Y  en  Salem  estuuo  su  tabernaculo,  y  su  morada  en  Sion. 

3.  Ally  rompio  flech(i)as  de  arco;  escudo,  espada  y  batalla.  Sela. 

4.  Resplandeciente  eres  tii  y  fuerte ;  mas  que  montes  de  rapina. 

5.  Despojados  fueron  los  de  rezio  coragon,  durmieron  su  sueno;  y  no 
hallaron  sus  manos  todos  los  hombres  de  fuerga. 

6.  Por  tu  reprehension,  Dios  de  Jacob;  se  aturdio  y  carro  y  cauallo. 

7.  Tu  eres  admirable,  tii;  ^y  quien  estara  en  tu  presencia  al  punto  de 
tu  ira? 

fol.  106 10.     8.  Desde  los  cielos  heziste  oir  la  causa;  /  la  tierra  temio  y  callo, 

9.  en  levantarse  Dios  a  juizio,  para  saluar  a  todos  los  pobretos  de  la 
tierra.  Sela. 

10.  Porque  el  furor  del  hombre  te  confessara;  las  reliquias  del  furor 
tu  las  ceiiiras. 

1 1 .  Votad  y  pagad  al  senor  Dios  vuestro ;  todos  los  de  derredor  del 
traed  dones  al  Admirable. 

12.  Refrenara  Dios  el  espiritu  de  principes;  es  admirable  a  los  reyes 
de  la  tierra. 


246 


Salmo  lxxvii 
de  Asaf 

1.  My  boz  a  Dios  y  Uamare;  my  boz  a  Dios  y  ascucharame. 

2.  En  el  dia  de  my  tribulacion  busque  al  Senor  de  noche;  se  salia  my 
mano  y  no  se  remitia;  desecho  my  anima  de  ser  consolada.  /  vo. 

3.  Acordauame  de  Dios  y  desasosegauame,  quexauame  y 
angustiauase  my  espiritu.  Sela. 

4.  Tii  tenias  la  velas  de  mis  ojos;  deshaziame  y  no  hablaua. 

5.  Consideraua  los  dias  de  antiguetad;  los  anos  de  siglos. 

6.  Acordauame  de  my  taner  en  la  noche ;  hablaua  con  my  cora?6n  y 
escudriiiaua  my  espiritu,  pensando : 

7.  ^Por  Ventura  se  alexara  por  siglos  el  Senor?  ^y  no  tornara  mas  a 
querer? 

8.  ^Por  Ventura  faltara  para  siempre  su  misericordia?  ^Fenecio  el 
dicho  suyo  por  generacion  y  generacion? 

9.  ^Por  Ventura  ha  Dios  oluidado  de  com/padecerse?  ^Sy  ha  foi.  io7 
retenido  con  ira  sus  piedades?  Sela. 

10.  Y  dixe:  Enfermedad  mia  es  esta;  anos  ay  en  la  diestra  del 
Altissimo. 

11.  Acordareme  de  las  obras  del  senor;  porque  me  acordare  de 
principio  de  tus  marauillas. 

12.  Y  pensare  en  todas  tus  obras;  y  hablare  en  tus  hechos,  diziendo: 

13.  Dios  mio,  en  santtidad  es  tu  camino.  i,Que  Dios  ay  grande  como 
Elohim,  Dios? 

14.  Tii  eres  el  Dios  que  haze  marauillas;  manifestaste  en  pueblos  tu 
fortaleza. 

15.  Rescataste  con  brago  a  tu  pueblo;  hijos  de  Jacob  y  Joseph.  Sela.  / 

16.  Vieronte  las  aguas,  Dios  mio;  vieronte  las  aguas  y  temieron; 
tambien  los  abismos  se  alteraron. 

17.  Derramaron  las  nuues  aguas;  los  cielos  dieron  boz;  tambien 
discurrieron  tus  saetas. 


247 


18.  La  boz  de  tu  trueno  en  rueda;  esclarecieron  al  mundo  los 
relampagos;  temblo  y  fue  sacudida  la  tierra. 

19.  En  el  mar  sta  tu  camino;  y  tu  vereda  en  muchas  aguas;  y  tus 
pissadas  no  son  conocidas. 

20.  Truxiste  como  oueja  d  tu  pueblo,  por  mano  de  Moisen  y  Aron. 


248 


Salmo  lxxviii 


de  Asaf 

1.  Ascucha,  pueblo  mio,  my  ley;  inclinad  vuestras  orejas  a  los  dichos 

de  my  boca.  /  fol. 

2.  Abrire  con  parabola  my  boca;  hablare  enigmas  de  tiempo  antiguo. 

3.  Las  que  oimos  y  supimos,  y  nuestros  padres  nos  contaron. 

4.  No  las  encubriremos  a  sus  hijos,  contando  a  la  generacion 
venidera  los  loores  del  senor,  y  su  fortaleza  y  sus  marauillas  las 
que  hizo. 

5.  Y  establecio  testimonio  en  Jacob;  y  puso  ley  en  Jsrrael,  en  que 
mando  a  nuestros  padres  que  lo  hiziessen  saber  a  sus  hijos, 

6.  a  fin  que  sepa  la  generacion  venidera,  los  hijos  que  naceran. 
Leuantaranse  y  contaranlo  a  sus  hijos. 

7.  Y  pornan  en  Dios  su  confianga,  y  no  oluidaran  las  obras  de  Dios, 
y  guardaran  /  sus  mandamientos. 

8.  Y  no  seran  como  sus  padres,  generacion  apartada  y  rebelde; 
generacion  que  no  aparejo  su  cora?6n,  y  que  su  espiritu  no  creyo 
a  Dios. 

9.  Los  hijos  de  Efrain,  armados  de  tiradores  de  arco,  boluieron  a  tras 
en  el  dia  de  la  batalla. 

10.  No  guardaron  el  patto  de  Dios;  ny  quisieron  caminar  en  su  ley. 

11 .  Y  oluidaronse  de  sus  hechos,  y  de  sus  marauillas  que  les  hizo  uer. 

12.  Delante  de  sus  padres  hizo  marauillas,  en  tierra  de  Egitto,  campo 
de  Zoan. 

13.  Diuidio  el  mar  y  passolos;  y  hizo  estar  las  aguas  a  manera  de 
muro.  /  fol. 

14.  Y  triixolos  con  nuue  de  dia,  y  toda  la  noche  con  luz  de  fuego. 

15.  Rompio  piedras  en  el  desierto;  y  abreuolos  en  abismos  grandes. 

16.  Y  saco  arroyos  de  piedra,  y  hizo  correr  aguas  a  manera  de  rios. 

17.  Y  ailadieron  aun  a  peccar  contra  el,  prouocando  al  Altissimo  en 
el  yermo. 


249 


18.  Y  tentaron  a  Dios  en  sus  cora^ones;  demandando  manjar  para 
sus  animas. 

19.  Y  hablaron  contra  Dios,  diziendo:  ^Podra,  por  ventura,  Dios 
aparejar  mesa  en  el  desierto? 

20.  Ved  que  hirio  la  piedra  y  salieron  aguas;  y  rios  salieron  de  madre. 
^Podra,  por  ventura,  dar  tambien  pan  y  aparejar  carne  a  su 

vo.  pueblo?  / 

21.  Por  tanto  oyo  el  senor,  y  enojose;  y  fuego  se  encendio  contra 
Jacob ;  y  tambien  subio  ira  contra  Jsrrael ; 

22.  porque  no  creyeron  a  Dios  y  no  confiaron  en  su  salud. 

23.  Y  mando  a  las  nuues  de  alto;  y  abrio  las  puertas  de  los  cielos, 

24.  y  llouio  sobre  ellos  mana  para  comer;  y  trigo  de  los  cielos  les  dio. 

25.  Pan  de  valientes  comio  el  varon;  embioles  de  comer  hasta  hartar. 

26.  Mouio  al  viento  euro  de  los  cielos ;  y  truxo  con  su  virtud  el  viento 
africo ; 

27.  y  llouio  sobre  ellos  carne  como  poluo ;  y  como  el  arena  del  mar 
fol.  ]  10  ro.        aues  con  las  alas.  / 

28.  Y  echolas  en  medio  de  sus  reales;  a  derredor  de  sus  tabernaculos ; 

29.  y  comieron  y  hartaronse  mucho;  y  vinoles  lo  que  desseauan. 

30.  No  se  auian  agenado  de  su  desseo;  aun  su  manjar  estaua  en  su 
boca, 

31.  y  la  ira  de  Dios  subio  en  ellos,  y  mato  a  sus  gordos,  y  abatio  a  los 
escogidos  de  Jsrrael. 

32.  Con  todo  esto  aun  peccaron,  y  no  creyeron  a  sus  marauillas, 

33.  y  consumio  en  vanidad  sus  dias,  y  sus  anos  en  perturbacion. 

34.  Sy  los  mataua,  lo  buscauan;  y  retornauan  y  madrugauan  a  buscar 
a  Dios. 

vo.        35.  Y  acordauanse  que  Dios  era  su  fortaleza,  /y  el  Altissimo  Dios 
su  redentor. 

36.  Y  lisongearonlo  con  sus  bocas;  y  con  sus  lenguas  le  mentian. 

37.  Y  su  coraQon  dellos  no  estaua  derecho  con  el;  y  no  creian  a  su 
patto. 

38.  Y  el,  siendo  misericordioso,  perdonaua  la  iniquidad  y  no  destruya; 
y  hazia  mucho  por  refrenar  su  ira,  y  no  despertaua  todo  su  furor. 

39.  Y  acordauase  que  eran  carne;  espiritu  que  va  y  no  torna. 


250 


40.  iQuantas  vezes  lo  irritaron  en  el  desierto,  y  lo  lastimaron  en  la 
soledad ! 

41.  Yretornauansey  tentauanaDios;ylimitauanalsanttode  Jsrrael.  /  fol 

42.  No  se  acordauan  de  su  mano;  del  dia  que  los  redimio  del  angustia; 

43.  que  aula  puesto  en  Egitto  sus  senales;  y  sus  milagros  en  el  campo 
de  Zoan. 

44.  Y  conuirtio  sus  nos  en  sangre;  y  sus  arroyos  porque  no  beuiessen. 

45.  Embio  en  ellos  mezcla  de  animalejos  y  comiolos;  y  ranas  y 
destruy[o]los. 

46.  Y  dio  al  pulgon  su  frutto,  y  a  la  langosta  su  trabajo. 

47.  Gasto  con  granizo  su  vid,  y  con  yelo  su  higuera. 

48.  Y  entrego  al  granizo  sus  bestias,  y  a  los  rayos  sus  ganados. 

49.  Embio  sobre  ellos  el  furor  de  su  ira,  la  /  indinacion,  el  enojo  y 
la  tribulacion,  cosa  embiada  de  angeles  malos. 

50.  Pondero  el  sendero  de  su  ira;  no  perdono  la  muerte  a  su  anima 
dellos;  y  entrego  a  la  peste  su  vida  dellos. 

51.  Y  hirio  a  todo  primogenito  en  Egitto;  primicias  del  vigor  dellos  en 
las  tiendas  de  Can. 

52.  Y  mouio  como  oueja  a  su  pueblo;  y  truxolos  como  rebano  al 
desierto. 

53.  Y  truxolos  con  confianga  y  no  temieron;  y  a  sus  enemigos  dellos 
cubrio  el  mar. 

54.  Y  metiolos  al  termino  de  su  santtidad;  a  este  monte  que  aquisto 

su  diestra.  /  fol 

55.  Y  de  su  presencia  les  alango  gentes;  y  hizolos  caer  en  suerte  de  la 
heredad;  y  hizo  que  morassen  en  sus  tiendas  los  tribus  de  Jsrrael. 

56.  Y  tentaron  y  prouocaron  al  Altissimo  Dios;  y  sus  testimonios  no 
los  guardaron; 

57.  y  tornaron  a  tras  y  preuaricaron  como  sus  padres;  torcieronse 
como  arco  enganoso. 

58.  E  irritaronlo  en  sus  alturas;  y  con  sus  estatuas  lo  desdeiiaron. 

59.  Oyo  Dios  e  indinose,  y  menosprecio  mucho  a  Jsrrael. 

60.  Y  desamparo  el  tabernaculo  de  Silo;  la  tienda  en  que  moro  entre 
hombres.  / 


251 


61. 

Y  dio  a  cattiuidad  su  fuer^a;  y  su  nermosura  en  mano  del 

aduersario. 

oz. 

Y  entrego  a  su  pueblo  al  cuchillo;  y  contra  su  heredad  se  indino. 

63. 

ruego  comio  a  sus  mancebos;  y  sus  donzellas  no  lueron  loadas. 

64. 

li                                                                 '                                                                                        1*11  11 

Sus  sacerdotes  cayeron  a  cuchiUo;  y  sus  bibdas  no  lloraron. 

65. 

Y  desperto  como  sy  durmiera  el  Senor;  como  el  valiente  que 

brauea  de  vino ; 

66. 

y  hirio  a  sus  enemigos  a  tras;  denuesto  perpetuo  les  dio. 

67. 

'\.  r                                ''lit                                                   1                                     ''i.'i  1 

Y  menosprecio  el  tabernaculo  de  Joseph;  y  no  escogio  el  tnbu  de 

Efraim. 

fol.  ll?ro.  68. 

Y  escogio  el  tnbu  de  Juda;  el  monte  de  Sion  que  amo.  / 

69. 

Y  edifico  como  alturas  su  santtuario ;  como  tierra  que  fundo  para 

siempre. 

70. 

Y  escogio  a  Dauid  su  sieruo;  y  tomolo  de  corrales  de  ouejas. 

71. 

De  ir  tras  las  preiiadas  lo  saco,  para  apacentar  a  Jacob  su  pueblo. 

y  a  Jsrrael  su  heredad. 

72. 

Y  halos  apacentado  conforme  a  la  integridad  de  su  cora^on;  y 

con  la  prudencia  de  sus  palmas  los  guiara. 

252 


Salmo  lxxix 
de  Asaf 

1.  Dios  mio,  gentes  vinieron  en  tu  heredad;  ensuziaron  el  tempio  de 
tu  santtidad ;  pusieron  a  Jerusalen  en  montones  de  piedras. 

2.  Dieron  los  cuerpos  muertos  de  tus  /  sieruos  por  manjar  a  las  vo. 
aues  del  cielo ;  y  la  carne  de  tus  misericordiosos  a  las  bestias  de  la 
tierra. 

3.  Derramaronles  su  sangre  como  aguas;  a  derredor  de  Jerusalen  y 
no  aula  quien  enterrasse. 

4.  Fuimos  denuesto  a  nuestros  vezinos;  burla  y  escarnio  a  nuestros 
comarcanos. 

5.  ^Hasta  quando,  senor,  te  airaras?  ^Para  siempre?  ^Ardera  como 
fuego  tu  zelo? 

6.  Derrama  tu  furor  en  las  gentes  que  no  te  an  conocido;  y  sobre  los 
reynos  que  no  an  inuocado  tu  nombre. 

7.  Porque  an  comido  a  Jacob;  y  an  destruido  su  abitacion. 

8.  No  nos  acuerdes  las  iniquidades  pass//^adas|  apressiirate  y  foi.  iHro. 
anticj'penos  tus  piedades  porque  debilitados  estamos  mucho, 

9.  Ayudanos,  Dios  de  nuestra  salud,  por  causa  de  la  gloria  de  tu 
nombre;  y  libranos  y  sey  propicio  a  nuestros  peccados  por  tu 
nombre. 

10.  Porque  diran  las  gentes:  ^Adonde  sta  el  Dios  destos?  Sepase  entre 
las  gentes  a  nuestros  ojos  la  venganpa  de  la  sangre  de  tus  sieruos, 
la  derramada. 

11.  Entre  a  tu  presencia  el  gemido  del  presso;  segiin  es  la  grandeza  de 
tu  brago  assy  desata  a  los  hijos  de  la  muerte. 

12.  Y  restituye  a  nuestros  vezinos  las  setenas;  en  su  seno;  su  denuesto, 

con  que  te  an  denostado,  senor.  /  \  o. 

13.  Y  nosotros,  tu  pueblo  y  oueja  de  tu  dehessa,  te  confessaremos 
para  siempre;  de  generacion  en  generacion  contaremos  tu  loor. 


253 


Salmo  lxxx 
de  Asaf 

1.  Pastor  de  Jsrael,  ascucha;  que  lleuas  como  oueja  a  Joseph;  que 
stas  sentado  en  cherubines,  resplandece. 

2.  En  presencia  de  Efraim  y  Benjamin  y  Manasse,  despierta  tu 
valentia;  y  ven  a  salud  a  nosotros. 

3.  Dios  mio,  retornanos;  y  haz  que  resplandezca  tu  presencia,  y 
seremos  saluos. 

4.  SENOR,  Dios  de  exercitos,  i,hasta  quando  humearas  orando  tu 
fol.  115  ro.        pueblo?  / 

5.  Hazesles  comer  pan  de  lagrima;  y  hazesles  veuer  lagrimas  en 
abundancia. 

6.  Ponesnos  en  contencion  a  nuestros  vezinos;  y  nuestros  enemigos 
entre  sy  mofan. 

7.  Dios  de  exercitos,  retornanos;  y  haz  que  resplandezca  tu  presencia, 
y  seremos  saluos. 

8.  La  vid  passaste  de  Egitto;  alcanpaste  gentes  y  plantastela  a  ella. 

9.  Escombraste  en  presencia  della;  y  arraygo  sus  raizes,  y  hincho  la 
tierra. 

10.  Montes  fueron  cubiertos  con  su  sombra;  y  sus  ramos  cedros  de 
Dios. 

vo.        11.  Estendio  sus  samiientos  hasta  el  mar;  y  sus  pampanos  hasta  el  rio. 

12.  i,Por  que  has  derribado  su  valladar?;  y  cogenla  todos  los  que 
passan  por  el  camino. 

13.  Hinche  su  vientre  en  ella  el  puerco  del  bosque;  y  la  fiera  del 
campo  se  la  pace. 

14.  Dios  de  exercitos,  retorna  ahora,  mira  desde  los  cielos,  y  vee  y 
visita  esta  vid, 

15.  Y  el  lugar  que  planto  tu  diestra,  y  sobre  el  hijo  pimpollo  que  te 
fortificaste. 

16.  Encendida  sta  con  fuego  y  talada;  por  la  indinacion  de  tu 
presencia  pereceran. 


254 


17.  Sea  tu  mano  sobre  el  varon  de  tu  diestra;  sobre  el  hijo  de  Adan 
que  te  fortificaste. 

18.  Y  no  nos  arredraremos  de  ti;  viuificarasnos  [e  invocaremos  tu 
nombre]. 

19.  Senor  Dios  de  exercitos;  retornanos;  haz  que  resplandezca  tu 
presencia  y  /  seremos  saluos.  fol.  116 


255 


Salmo  lxxxi 

de  Asaf 

1.  Cantad  a  Dios,  nuestra  fuerga;  jubilad  al  Dios  de  Jacob.  ' 

2.  Algad  cantar.  y  dad  al  pandero,  a  la  vihuela  apaziblc  con  el  | 
salterio.  j 

3.  Taned  trompeta  en  nueua  luna;  en  el  tiempo  detcrminado  de  | 
nuestra  fcstiuidad.  i 

4.  Porque  este  es  precetto  a  Jsrrael;  juizio  del  Dios  de  Jacob.  1 

5.  Pusolo  por  tcstimonio  en  Joseph,  en  su  salir  de  tierra  de  Egitto. 
Estonces  oi  Icnguage  que  no  aula  conocido. 

6.  Aparte  su  ombro  de  llcuar  cargas;  sus  manos  passaron  libres  de 
caldero. 

vo.         7.  En  la  tribulacion  llamaste  y  librete;  /  respond'itc  desde  el  secreto 
trueno ;  prouete  sobre  las  aguas  de  Meriba.  Sela. 

8.  Oye,  pueblo  mio,  y  testificare  contra  ti;  Jsrrael,  sy  me  oiras  a  my. 

9.  No  aurcl  en  ti  Dios  ageno;  y  no  te  acoruaras  a  Dios  estrangero. 

10.  Yo  soy  el  senor  Dios  tuyo,  que  te  hize  subir  de  la  tierra  de  Egitto; 
abre  tu  boca  y  henchirela. 

1 1 .  Yo  no  oyo  my  pueblo  my  boz,  ny  Jsrrael  me  creyo  a  my. 

12.  Y  embielo  al  endere^amiento  de  su  coragon;  andaran  tras  sus 
consejos. 

13.  jO,  sy  my  pueblo  me  oyesse  a  my  I  jsy  Jsrrael  anduuiesse  por  mis 
caminos ! 

fol.  117  ro.    14.  Quan  presto  abatiria  a  sus  enemigos;  y  /  boluiera  my  mano  sobre  I 
sus  aduersarios.  > 
15.  Los  que  aborrecen  al  senor  le  mentirian;  y  su  tiempo  dellos  seria  | 
perpetuo. 

[16].  Hariale  comer  del  meolio  del  trigo;  y  de  piedra  de  miel  te  ' 
hartaria. 


256 


Salmo  lxxxii 
de  Asaf 

1.  Sta  Dios  en  congregacion  de  Dios;  en  medio  de  dioses  juzga, 
dizicndo: 

2.  ^Hasta  quando  juzgareis  peruersamente,  y  algareis  las  caras  de  los 
impios?  Sela. 

3.  Juzgad  al  debilitado  y  al  huerfano;  hazed  justicia  al  mezquino  y  al 
pobre. 

4.  Librad  al  debilitado  y  al  mendigo;  de  mano  de  impios  los  sacad. 

5.  No  conocen  y  no  entienden,  en  tinieblas  andan;  vacilaran  todos  los 
cimientos  de  la  tierra.  / 

6.  Yo  dixe:  Dioses  sois  vosotros;  y  hijos  del  Altissimo  todos  vosotros, 

7.  Pero  como  hombres  morireis;  y  como  vno  de  los  principes  caireis. 

8.  Leuanta,  Dios  mio,  juzga  a  la  tierra ;  porque  tii  te  heredaras  en 
todas  las  gentes. 


257 


Salmo  lxxxiii 

de  Asaf 

1.  Dios  mio,  no  te  calles;  no  te  ensordezcas,  ny  reposes,  Dios. 

2.  Porque,  ver,  tus  enemigos  reganaran;  y  los  que  te  aborrecen  al^an 
cabepa. 

3.  Contra  tu  pueblo,  con  astucia  consultan  secreto;  y  aconsejanse 
contra  tus  ascondidos. 

4.  An  dicho:  Venid  y  cortemoslos  del  ser  gente;  y  no  aya  memoria 
mas  del  nombre  de  Jsrrael.  / 

5.  Porque  de  cora^on  sc  an  consejado  juntamente,  contra  ti  se  an 
confederado ; 

6.  las  tiendas  de  Edon  y  de  los  Jsmaelitas;  Moab  y  los  Agarenos; 

7.  Gebal  y  Ammon  y  Anialec,  Palestina  con  los  moradores  de  Tiro. 

8.  Tambien  Assur  se  ha  acompanado  con  ellos;  son  brago  a  los  hijos 
de  Lot.  Sela. 

9.  Haz  a  ellos  como  a  Midia;  como  a  Sisera;  como  a  Jabin,  al  rio 
Quison. 

10.  Fueron  destruidos  en  la  fuente  Dor;  fueron  estiercol  a  la  tierra. 

11.  Ponlos  a  sus  principes  como  a  Oreb,  y  como  a  Zeeb,  y  como  a 
Zeba,  y  como  a  Zalmuna,  a  todos  sus  principes; 

12.  los  quales  an  dicho:  Heredemosnos  las  abitaciones  de  Dios.  / 

13.  Dios  mio,  ponlos  como  rueda;  como  arista  en  presencia  del 
viento. 

14.  Como  fuego  que  quema  bosque;  y  como  llama  que  enciende 
montes. 

15.  Assy  los  persigue  con  tu  tempestad;  y  con  tu  toruelino  los 
atemoriza. 

16.  Hinche  sus  caras  de  injuria;  y  buscaran,  senor,  tu  nombre. 

17.  Quedaran  confuses,  y  atemorizados  perpetuamente;  seran 
denostados  y  pereceran ; 

18.  y  conoceran  que  tu  te  llamas  jehova;  solo  tii  Altissinio  sobre 
toda  la  tierra. 


258 


I 


Salmo  lxxxiiii 
de  los  hijos  de  Corah 

1.  iQuanto  que  son  amados  tus  tabernaculos,  senor  de  exercitos! 

2.  Arde  de  desseo  y  aun  desfallece  my  anima;  por  los  palacios  del 

SENOR  /  my  coragon  y  my  cariie,  cantaran  al  Dios  biuo.  fol.  119  ro. 

3.  Aun  el  paxaro  halla  casa;  y  la  golondrina  nido  para  sy  en  que 
pone  sus  golondrinos,  a  tus  altares,  senor  de  exercitos,  rey  mio  y 
Dios  mio. 

4.  Bienauenturados  los  que  moran  en  tu  casa;  siempre  te  alabaran. 
Sela. 

5.  Bienauenturado  el  hombre  que  tiene  su  fuer?a  en  ti;  senderos  ay 
en  el  coragon  dellos. 

6.  Los  que  passan  por  el  valle  Abbaca;  ponen  en  el  fuente;  tambien 
la  Uuuia  cubre  lagos. 

7.  Van  de  quadrilla  en  quadrilla;  es  visto  cada  uno  dellos  de  Dios 
en  Sion. 

8.  senor,  Dios  de  exercitos,  oy(e)  my  oracion;  ascucha,  Dios  de  Ja- 
cob. Sela.  /  vo. 

9.  Escudo  nuestro,  mira,  Dios;  y  vee  la  presencia  de  tu  vngido. 

10.  Porque  mejor  es  vn  dia  en  tus  palacios,  que  mil  otros;  escogido 
he  por  mejor  tener  el  umbral  en  la  casa  de  my  Dios,  que  morar 
en  tiendas  de  impiedad. 

11.  Porque  sol  y  escudo  es  el  senor  Dios;  gracia  y  gloria  dara  el 
senor.  No  prohibira  el  bien  a  los  que  andaran  en  perficiones. 

12.  senor  de  exercitos,  bienauenturado  el  hombre  que  confia  en  ti. 


259 


Salmo  lxxxv 


de  los  liijos  de  Corah 

1.  Quesiste,  senok,  a  tu  ticrra;  rctornastc  la  cattiuidad  de  Jacob, 
ol.  120  ro.     2.  Perdonaste  la  iniquidad  de  tu  pueblo,  /  cubriste  todos  sus 
peccados.  Sela. 

3.  Recogiste  toda  tu  indinacion;  retiraste  de  furor  tu  ira. 

4.  Retornanos,  Dios  de  nucstra  salud;  y  rompe  cl  enojo  que  tienes 
con  nosotros. 

5.  i,Por  Ventura  para  siempre  to  airaras  contra  nosotros?  i,Dilataras 
tu  ira  de  generacion  en  generacion? 

6.  ^.Por  Ventura  no  retornaras  tu  y  nos  viuificaras?  /.Y  tu  pueblo  se 
alegrara  contigo? 

7.  Mucstranos,  senor,  tu  misericordia;  y  danos  tu  salud. 

8.  Oirc  lo  que  hablara  el  senor  Dios;  porque  hablara  paz  a  su 
vo.  pueblo,  y  a  sus  misericordiosos,  y  no  retornaran  a  locura.  / 

9.  Ciertamente  su  salud  sta  cercana  a  los  que  lo  temen;  para  que 
more  gloria  en  nuestra  tierra. 

10.  La  misericordia  y  ia  verdad  se  toparan;  la  justicia  y  la  paz  se 
bessaran. 

11.  La  verdad  nacera  de  la  tierra;  y  la  justicia  mirara  del  cielo. 

12.  Tambien  el  senor  dara  el  bien;  y  nuestra  tierra  produzira  su 
frutto. 

13.  La  justicia  caminara  en  su  presencia,  y  porna  por  su  camino  sus 
pissadas. 


260 


Salmo  lxxxvi 


Oracion  de  Dauid 

1.  Inclina,  senor,  tu  oreja;  respondeme,  porque  afligido  y  mendigo 
soy  yo. 

2.  Guarda  a  my  aiiima,  pues  que  misericordioso  soy  yo;  salua  a  tu 

sieruo  tu,  Dios  mio,  al  que  confia  en  ti.  /  fol.  121  ro. 

3.  Compadecete,  senor,  de  my;  porque  a  ti  Uamare  cada  dia. 

4.  Alegra  al  anima  de  tu  sieruo,  porque  a  ti,  Serlor,  leuantare  my  anima. 

5.  Porque  tu,  Seilor,  bueno  y  perdonador  eres;  y  abundante  en 
misericordia  para  todos  los  que  te  Uaman. 

6.  Ascucha,  senor,  my  oracion;  y  sta  atento  a  la  boz  de  mis 
demandas. 

7.  En  el  dia  de  my  tribulacion  te  llamare,  porque  me  responderas. 

8.  No  ay  otro  como  tu  entre  dioses,  Seiior;  ny  ay  cosa  como  tus 
obras. 

9.  Todas  las  gentes  que  heziste  vernan,  y  se  acoruaran  a  tu  presencla, 
Seiior;  y  glorifica(r)ran  a  tu  nombre.  /  vo. 

10.  Porque  grande  eres  tii  y  hazedor  de  marauillas;  tu  eres  Dios,  solo  tu. 

11.  Ensename,  senor,  tu  camino;  caminare  por  tu  verdad.  Ayunta 
my  coragon  al  temor  de  tu  nombre. 

12.  Confessarete,  Seiior  Dios  mio,  con  todo  mi  coragon;  y  glorificare 
tu  nombre  para  siempre,  diziendo: 

13.  que  es  grande  comigo  tu  misericordia;  y  libras  a  my  anima  de 
sepultura  honda. 

14.  Dios  mio,  insolentes  se  an  leuantado  contra  my ;  y  ayuntamiento  de 
violentos  buscan  a  my  anima  y  no  te  an  puesto  delante  de  sy. 

15.  Y  tu,  Seiior,  eres  Dios  benino  y  piadoso;  sufrido  en  enojos,  y 
abundante  de  misericordia  y  de  verdad.  /  fol.  122  ro. 

16.  Mira  hazia  my,  y  compadecete  de  my;  da  tu  fortaleza  a  tu  sieruo, 
y  salua  al  hijo  de  tu  esclaua. 

17.  Haz  comigo  senal  de  bien,  y  veranla  los  que  me  aborrecen  y 
confundiranse,  porque  tu,  Sefior,  me  auras  ayudado  y  me  auras 
consolado. 


261 


SALMO  LXXXVII 


de  los  hijos  de  Corah 

1.  Sus  cimientos  estan  en  montcs  santtos. 

2.  Ama  el  senor  las  puertas  de  Sion  sobre  todas  las  abitaciones  de 
Jacob. 

3.  Gloriosas  cosas  se  dizen  en  ti,  cibdad  de  Dlos.  Sela. 

4.  Acordare  a  Egitto  y  a  Babilonia  a  los  que  me  conocen.  Ved  que 
de  Palestina  y  Tiro  con  Etiopia  se  dira:  este  nacio  ally.  / 

5.  Y  de  Sion  se  dira:  varon  y  varon  es  nacido  en  ella;  y  el  mesmo 
Altissimo  la  establecera. 

6.  El  SENOR  contara  al  escreuir  pueblos :  este  nacio  ally.  Sela. 

7.  Y  assy  cantores  como  tanedores:  todas  mis  fuentes  en  ti. 


262 


Salmo  lxxxviii 
de  los  hijos  de  Corah 

1.  SENOR,  Dios  de  my  salud;  dia  y  noche  bozeare  delante  de  ti. 

2.  Entre  my  oracion  a  tu  presencia ;  inclina  tu  oreja  a  my  cantar. 

3.  Porque  harta  sta  de  males  my  anima;  y  llegado  ha  my  vida  a  la 
sepultura. 

4.  Contado  soy  con  los  que  baxan  al  pozo;  soy  como  valiente  sin 

fuer^a.  Como  /  fol.  l23ro. 

5.  entre  muertos  libre,  como  heridos  que  duermen  en  sepulcro,  que 
no  te  acuerdas  mas  dellos;  y  ellos  de  tu  mano  son  ya  cortados. 

6.  Hasme  puesto  en  honduras  de  pozo;  en  oscuridades,  en 
profundidades. 

7.  Sobre  my  sta  confirmada  tu  ira;  y  con  todas  tus  tempestades  me 
has  afligido.  Sela. 

8.  Alexaste  de  my  a  mys  conocidos;  pusisteme  por  abominacion  a 
ellos;  encerrado  estoy  y  no  puedo  salir. 

9.  Mis  ojos  por  my  aflicion  me  duelen;  hete,  senor,  llamado  cada 
dia;  he  abierto  a  ti  mis  palmas. 

10.  ^Por  Ventura,  con  los  muertos,  haras  marauillas?  ^Sy  los  defuntos 
resucitaran  a  /  confessarte?  Sela. 

11.  ^Por  Ventura  sera  contada  en  el  sepulcro  tu  misericordia?  tu 
verdad  en  la  perdicion? 

12.  ^Por  Ventura  seran  conocidas  en  la  oscuridad  tus  marauillas? 
tu  justicia  en  la  tierra  de  oluido? 

13.  Y  yo  a  ti,  senor,  he  llamado;  y  de  maiiana  my  oracion  te  preuenira. 

14.  ^Por  que,  senor,  desecharas  a  my  anima  y  asconderas  de  my  tu 
presencia? 

15.  Afligido  y  desafiuzado  soy  yo  desde  my  niiiez;  sufrido  he  tu 
miedo;  dubdare. 

16.  Sobre  my  an  passado  tus  furores;  tus  espantos  me  an  cortado.  /  fol.  124  ro. 

17.  Anme  rodeado  como  aguas  cada  dia;  juntamente  me  an  cercado. 

18.  Alexaste  de  my  amigo  y  vezino;  y  a  mis  conocidos  en  oscuridad. 


263 


Salmo  lxxxix 
de  Ethan  Ezrraita 

1 .  Las  misericordias  del  senor  cantare  siemprc  de  generacion  en 
generacion;  notificare  tu  verdad  con  my  boca. 

2.  Porque  he  dicho:  Siempre  la  misericordia  sera  edificada;  los  cielos 
estableceras  tu  verdad  en  ellos. 

3.  Estableci  patto  con  my  escogido;  jure  a  David  my  sieruo: 

4.  para  siempre  establecere  tu  simiente;  y  edificare  tu  silla  de 
vo.  generacion  y  generacion.  Sela.  / 

5.  Y  confessaran,  senor,  los  cielos  tu  marauilla;  ta(m)bien  tu  verdad 
en  yglesia  de  santtos. 

6.  Porque  ^quien  en  el  cielo  se  ygualara  al  senor;  o  sera  semejante 
al  SENOR  entre  hijos  de  EHm,  hombres  illustres? 

7.  Muy  admirable  es  Dios  en  ayuntamiento  de  santtos;  y  terrible 
sobre  todos  los  que  stan  a  rrededor  del. 

8.  SENOR,  Dios  de  exercitos,  ^quien  como  tu,  Sefior,  fuerte?;  y  tu 
verdad  sta  a  rrededor  de  ti. 

9.  Tii  ensenoreas  en  el  impetu  del  mar;  quando  alga  sus  olas,  tu  las 
reprimes. 

10.  Tii  quebraste  como  herido  a  Egitto;  con  tu  fuerte  brago  esparziste 
fol.  125  ro.        a  tus  enemigos.  / 

11.  Tuyos  son  los  cielos,  y  tuya  es  la  tierra;  al  mundo  y  a  su  plenitud 
tu  los  fundaste. 

12.  A  aquilon  y  al  mediodia  tii  los  criaste;  Thabor  y  Hermon  en  tu 
nombre  saltaran. 

13.  Tii  tienes  bra^o  con  valentia;  fortificarase  tu  mano;  leuantarase  tu 
diestra. 

14.  Justicia  y  juizio  son  el  atauio  de  tu  silla;  misericordia  y  verdad 
precederan  tu  presencia. 

15.  Bienauenturado  el  pueblo  adonde  conoceran  la  jubilacion.  senor, 
a  la  luz  de  tu  presencia  andaran. 


264 


16.  En  tu  nombre  se  gozaran  cada  dia;  y  en  tu  justicia  se  ensalgaran. 

17.  Porque  la  gloria  de  su  fortaleza  eres  tu;  y  por  tu  voluntad 
ensal9aras  nuestros  cuernos.  /  yo 

18.  Porque  el  senor  es  nuestro  escudo;  y  el  santto  de  Jsrrael  nuestro 
rey. 

19.  Estonces  hablaste  en  vision  a  tus  misericordiosos;  y  dixiste: 
puesto  he  fuerga  sobre  el  valiente;  he  ensal^ado  al  escogido  del 
pueblo. 

20.  Halle  a  Dauid  my  sieruo;  con  my  santto  olio  lo  vngi. 

21.  Con  que  my  mano  sera  estable  en  el;  tambien  my  bra^o  lo 
fortalecera. 

22.  No  preualecera  contra  el  enemigo;  y  hijo  de  iniquidad  no  lo 
afligira. 

23.  Y  rompere  en  su  presencia  a  sus  aduersarios;  y  herire  a  los  que  lo 
aborrisceran. 

24.  Y  my  verdad  y  my  misericordia  seran  con  el;  y  en  my  nombre 

sera  ensalpaXdo  su  cuerno,  foi  izg 

25.  Y  porne  en  el  mar  su  mano;  y  en  los  rios  su  diestra. 

26.  El  me  Uamara:  Padre  mio;  tu,  dios  mio,  y  fuerga  de  my  salud. 

27.  Tambien  yo  lo  porne  por  primogenitor  Altissim.o  a  reyes  de  la 
tierra. 

28.  Para  siempre  le  guardare  my  misericordia;  y  my  patto  le  sera  fiel. 

29.  Y  porne  perpetua  su  simiente;  y  su  silla  como  los  dias  de  los 
cielos. 

30.  Sy  sus  hijos  desampararan  my  ley;  y  no  andaran  en  mis  juizios; 

31.  si  violaran  mis  estatutos,  y  no  guardaran  mis  mandamientos, 

32.  castigare  con  vara  sus  rebehones,  y  con  /  agotes  sus  iniquidades.  vo. 

33.  Y  my  misericordia  no  la  apartare  de  con  el  rey;  y  no  mentire 
contra  my  verdad. 

34.  No  uiolare  mi  patto;  y  lo  salido  por  mis  labrios  no  lo  mudare. 

35.  Yna  uez  yo  he  jurado  por  my  santtidad :  Sy  mintiere  a  Dauid. 

36.  Su  simiente  sera  para  siempre;  y  su  silla  sera  como  el  sol  delante 
de  my. 

37.  Como  la  luna  sera  establecida  siempre;  y  testimonio  fiel  en  el 
cielo.  Sela. 


265 


38.  Y  tii  has  desamparado  y  aborrecido;  haste  indinado  contra  tu 
vngido. 

39.  Has  desechado  el  patto  dc  tu  sieruo;  has  profanado  en  la  tierra  su 
diadema.  / 

40.  Has  derribado  todos  sus  muros;  has  pucsto  sus  municiones  a 
perdicion. 

41.  Robanlo  al  rey  todos  los  que  passan  por  el  camino;  sta  por 
denuesto  a  sus  vezinos. 

42.  Has  ensalgado  la  diestra  de  sus  aduersarios;  has  alegrado  a  todos 
sus  enemigos. 

43.  Tambien  boluiste  el  filo  de  su  espada;  y  no  lo  heziste  superior  en 
la  guerra. 

44.  Has  puesto  fin  a  su  limpieza;  has  echado  por  tierra  su  silla, 

45.  Has  abreuiado  los  dias  de  su  juuentud;  haslo  cubierto  de 
confusion.  Sela. 

46.  i,Hasta  quando,  senor,  te  asconderas?  ^Para  siempre?  ^.Ardera 
como  fuego  tu  furor? 

47.  Acuerdate  de  my  de  quanto  tiempo  soy;  ^P^ra  que  en  balde  has 
criado  a  todos  los  hijos  de  Adan?  / 

48.  i,Que  valiente  biue  y  no  uera  la  muerte?  ^.Librara  su  anima  de 
mano  de  la  sepultura?  Sela. 

49.  i,Ad6nde  stan,  Senor,  tus  misericordias,  las  primeras,  las  que 
juraste  a  Dauid  en  tu  verdad? 

50.  Acuerdate,  Seiior,  del  denuesto  de  tus  sieruos;  en  my  seno  traygo 
todo  el  de  muchos  pueblos. 

51.  i  Con  que  an  denostado  tus  enemigos ;  senor,  con  que  an  denostado 
los  passos  de  tu  vngido! 

52.  Bendito  el  senor  para  siempre.  Amen  y  amen. 

Aqui  acaban  los  Hebreos  el  libro  tercero  de  los  Salmos. 


266 


Salmo  xc 


[LIBRO  QUARTO] 
Oracion  de  Moisen 

1.  Tii,  SENOR,  nos  has  sido  abitacion,  de  generacion  en  generacion. 

2.  Antes  que  naciessen  los  montes,  y  la  tierra  comengasse,  y  el 

mundo,  y  desde  siglos  hasta  siglos,  tii  eres  Dios.  /  foi.  12s  ro. 

3.  Retornas  al  ombre  hasta  el  molimiento;  y  dizes:  retornad,  hijos 
de  Adan. 

4.  Porque  mil  anos  en  tus  ojos  son  como  el  dia  de  ayer  que  passo; 
y  como  la  vela  en  la  noche. 

5.  Anegaslos;  sueno  son;  como  yerua  en  la  manana  que  sera  muda. 

6.  En  la  manana  florece  y  crece;  a  la  tarde  es  cortada  y  se  seca. 

7.  Porque  en  tu  ira  desfalecemos,  y  en  tu  furor  somos  atemorizados. 

8.  Pones  nuestras  iniquidades  delante  de  ti,  nuestro  secreto  a  la  luz 
de  tu  presencia. 

9.  Porque  todos  nuestros  dias  passan  en  tu  indinacion;  consumimos 
nuestros  anos  como  la  palabra. 

10.  Los  dias  de  nuestros  anos  en  ellos  son  setenta  anos;  y  sy  en 
hombres  robustos  son  /  ochenta  anos;  y  su  logania  es  trabajo  y  vo. 
molestia,  por  que  presto  passa  y  nosotros  somos  bolados. 

11.  ^Quien  conoce  la  fuerga  de  tu  ira  y,  como  tu  temor,  tu  indinacion? 

12.  Para  contar  nuestros  dias,  ensefianos  desta  manera  que  he  dicho, 
y  ofreceremos  coragon  sabio. 

13.  Retorna,  Seiior,  ^hasta  quando?,  y  recreate  con  tus  sieruos. 

14.  Hartanos  de  manana  con  tu  misericordia;  y  cantaremos  y 
gozaremos  en  todos  nuestros  dias. 

15.  Alegranos  segun  los  dias  que  nos  has  afligido,  y  los  aiios  que 
auemos  visto  mal. 

16.  Aparezca  en  tus  sieruos  tu  obra;  y  tu  gloria  sobre  los  hijos  dellos.  /  fol.  ll!9  ro. 

17.  Y  la  hermosura  del  Seiior  Dios  nuestro  sea  sobre  nosotros;  y 
apareja  en  nosotros  la  obra  de  nuestras  manos;  y  aparejala  en 
nosotros,  la  obra  de  nuestras  manos. 


267 


Salmo  xci 

1.  El  sentado  en  el  ascondrijo  del  Altissimo,  a  la  sombra  del 
Onmipotente  se  deterna. 

2.  Dire  al  senor:  confianpa  mia  y  fortaleza  mia;  Dios  mio,  y  confiare 
en  el. 

3.  Porque  el  te  librara  de  lago  de  cagador,  de  peste  danosa. 

4.  Con  su  ala  te  cubrira;  y  estando  debaxo  de  sus  alas  confiaras; 
escudo  y  rodela  te  sera  su  vcrdad. 

5.  No  temeras  al  temor  de  la  noche;  ny  anirna  a  la  saeta  que  buela 
de  dia. 

vo.         6.  a  la  peste  que  caminara  en  obscuridad;  /  ny  a  la  destrucion  que 
estraga  al  medio  dia.  Sy 

7.  Cairan  a  tu  lado  mil,  y  diez  mil  a  lu  diestra;  no  llegara  a  ti. 

8.  Solamente  miraras  con  tus  ojos,  y  veras  el  pago  de  los  impios. 

9.  Porque  tu,  senor,  eras  my  confianQa;  en  alto  has  puesto  tu 
abitacion. 

10.  No  te  acontecera  mal  ninguno,  y  no  se  ailegara  plaga  a  tu 
tabernaculo. 

11.  Porque  a  sus  angeles  mandara  de  ti,  para  que  te  guarden  en  todos 
tus  caminos. 

12.  Sobre  sus  palmas  te  trairan,  porque  no  tropieces  cn  piedra  con  tu 
foi.  F-Oro.        pie.  / 

13.  Sobre  leon  y  basilisco  pissaras;  patearas  ieoncillo  y  dragon. 

14.  Porque  me  ha  desseado  a  my.  yo  lo  librare;  ensal?arelo  porque  ha 
conogido  my  nombre. 

15.  Llamarame  y  responderele;  con  el  estoy  yo  en  la  tribulation; 
Hbrarelo  y  glorificarelo. 

16.  De  longueza  de  dias  lo  hartare,  y  harele  ver  my  salud. 


268 


Salmo  XCII 


1.  Bueno  es  confesar  al  senor;  y  cantar  a  tu  nombre,  jo,  Altissimo! 

2.  Publicar  de  manana  tu  miscricordia;  y  en  las  noches  tu  verdad. 

3.  Sobre  el  de  diez  cuerdas  y  sobre  salXterio;  sobre  el  de  buen  vo. 
sonido  con  vihuela. 

4.  Porque  me  has  alegrado,  senor,  en  tus  hechos;  en  las  obras  de  tus 
manos  cantare. 

5.  iQuan  engrande?idas  son  tus  obras,  senor!  Muy  hondos  son  tus 
pensamientos. 

6.  El  varon  inorante  no  conocera;  y  el  loco  no  entendera  esto: 

7.  Quando  florecen  los  impios  como  yerua,  y  producen  frutto  todos 
los  que  obran  iniquidad,  es  para  ser  destruidos  perpetuamente. 

8.  Y  tu  alto  eres  para  siempre,  senor. 

9.  Porque  ves  tus  enemigos,  senor;  porque  ves,  tus  enemigos 
pereceran;  seran  diuididos  todos  los  que  obran  iniquidad. 

10.  Y  sera  ensal(;ado  my  cuerno  como      e!  del  vnicorno;  y  my         foi.  151  ro. 
mezcla  con  olio  verde. 

11.  Y  vera  my  ojo  en  los  que  me  rniran;  y  en  los  malinos  leuantados 
sobre  my  oira  my  oreja. 

12.  El  justo  como  palma  florecera;  como  cedro  en  el  Libano  crecera. 

13.  Los  plantados  en  la  casa  de!  senor,  en  los  palacios  de  nuestro 
Dios  floreceran. 

14.  Aun  en  la  vejez  fruttificaran;  estaran  grasses  y  verdes. 

15.  Para  publicar  que  el  senor  es  retto,  fortaleza  mia,  y  en  el  no  ay 
maldad. 


269 


Salmo  xchi 


1.  El  SENOR  ha  reynado,  base  uestido  de  grauedad;  base  uestido  el 
SENOR  de/  fortaleza  y  base  ^enido.  Tambien  ba  firmado  el  mundo, 
no  vacilara. 

2.  Firmada  sta  tu  siila  desde  stonces;  ab  eterno  eres  tii. 

3.  Algaron  nos,  senor,  algaron  nos  su  boz;  algaron  nos  su  rottura. 

4.  Mas  que  bozes  de  mucbas  aguas;  poderosas  olas  de  mar,  es 
poderoso  en  lo  alto  el  senor. 

5.  Tus  testimonies  son  muy  verificados;  a  tu  casa  adorna  la  santtidad, 
senor,  en  longueza  de  dias. 


270 


Salmo  xciiii 


1 .  Dios  de  vengangas,  senor,  Dios  de  uengan?as,  resplandece. 

2.  Al?ate,  juez  de  la  tierra,  retorna  el  /  gualardon  a  los  soberuios.  foi.  133  ro. 

3.  ^Hasta  quando  impios,  senor,  hasta  quando  impios  gozaran? 

4.  ^Murmuraran  y  hablaran  aspero ;  vanagloriaranse  todos  los  que 
obran  iniquidad? 

5.  ^Quebrantaran,  senor,  a  tu  pueblo,  y  afligiran  a  tu  heredad? 

6.  ^Mataran  bibda  y  forastero,  y  haran  morir  huerfanos? 

7.  Y  diran:  ^No  vera  el  senor,  y  no  entendera  el  dios  de  Jacob? 

8.  Entended,  inorantes  del  pueblo;  y  vosotros,  locos,  ^quando  sereis 
sabios? 

9.  El  que  pianta  oreja,  ^por  uentura  no  oira?  Si  cria  ojo,  ^por 
Ventura  no  uera? 

10.  El  que  castiga  gentes,  ^por  uentura  no  reprehendera? ;  El  ensena 

al  hombre  ciencia  /  vo. 

1 1 .  El  senor  conoce  los  pensamientos  del  hombre,  que  ellos  son 
vanidad. 

12.  Bienauenturado  el  valiente  que  tu  castigaras,  senor;  y  por  tu  ley 
lo  ensenaras. 

13.  Para  aquietarlo  en  los  dias  de  mal,  hasta  que  sea  cauada  para  el 
impio  la  fossa. 

14.  Porque  no  dexara  el  senor  a  su  pueblo;  ny  desamparara  a  su 
heredad. 

15.  Porque  a  justicia  retornara  el  juizio;  y  tras  el  iran  todos  los  de 
rettos  cora^ones. 

16.  ^Quien  se  leuantara  por  my  contra  los  malinos?  ^Quien  estara  por 
my  contra  los  que  obran  iniquidad? 

17.  Sy  el  senor  no  me  vuiera  socorrido,  por  poco  morara  en  silencio 
my  anima. 

18.  Sy  dixe:  Vacila  my  pie,  tu  misericordia,  senor,  me  sustentara.  /    fol.  134 ro. 

19.  En  la  muchedumbre  de  mis  pensamientos  dentro  de  my,  tus 
consolaciones  regozijaran  a  my  anima. 


271 


20.  i,Acompanarase,  por  ventura,  contigo  la  silla  de  peruersidades, 
formando  dolor  sobre  estatuto? 

21.  Ayuntaran  exercito  contra  el  anima  del  jiisto;  y  condenaran 
sangre  inocente. 

22.  Y  el  SENOR  me  ha  sido  por  refugio;  y  my  Dios  por  piedra  de  my 
conlianga. 

23.  Y  retornara  sobre  ellos  su  iniquidad  dellos;  y  en  su  malicia  los 
destruira.  Destruiralos  el  senor  Dios  nuestro. 


272 


Salmo  xcv 


1.  Venid,  cantemos  al  senor;  jubilemos  a  la  roca  de  nuestra  salud. 

2.  Preuengamos  su  presencia  con  confission;  con  /  cantares  lo 
jubilemos. 

3.  Que  dios  grande  es  Iehova;  y  grande  rey  sobre  todos  los  dioses. 

4.  El  qual  tiene  en  su  mano  los  ascondrijos  de  la  tierra;  y  las 
cumbres  de  monies  son  suyas. 

5.  Del  qual  es  el  mar  y  el  lo  hizo;  y  la  tierra  formaron  sus  manos. 

6.  Venid,  acoruemonos  e  inclinemonos;  arrodillemonos  en  presencia 
del  SENOR,  nuestro  hazedor. 

7.  Porque  el  es  nuestro  Dios;  y  nosotros  pueblo  de  sus  dehesas,  y 
oueja  de  su  mano.  El  dia  de  oy,  sy  oyeredes  su  boz, 

8.  no  endurezcais  vuestro  cora^on  como  en  Meriba,  como  en  el  dia 
de  Massa  en  el  desierto; 

9.  quando  me  tentaron  vuestros  padres;  prouaronme  y  aun  vieron 
my  obra. 

10.  Quarenta  aiios  contend!  con  esta  gener/acion,  y  dixe:  pueblo 
que  yerran  en  cora^on  son  estos ;  y  ellos  no  conocieron  mis 
caminos. 

11.  A  los  quales  jure  airado :  Sy  entraran  en  my  holganfa. 


273 


Salmo  xcvi 

1.  Cantad  al  senor  nueuo  cantar;  cantad  al  senor,  toda  la  tierra. 

2.  Cantad  al  senor,  bendezid  su  nombre;  publicad  de  dia  en  dia  su 
salud. 

3.  Cantad  entre  gentes  su  gloria;  en  todos  los  pueblos  sus  marauillas, 
diziendo: 

4.  iQue  grande  es  el  senor  y  muy  alabado!;  que  es  terrible  el  sobre 
todos  los  dioses. 

5.  Que  todos  los  dioses  del  pueblo  son  vasura;  y  que  el  senor  hizo 
los  cieios.  Que 

vo.       6.  hermosura  y  gentileza  ay  en  su  presencia;  for/taleza  y  honrra  en 
su  santtuario. 

7.  Traed  al  senor  parentelas  de  pueblos ;  traed  al  senor  gloria  y 
fortaleza. 

8.  Traed  al  senor  la  gloria  de  su  nombre;  algad  ofrenda  y  entrad  en 
sus  palacios. 

9.  Acoruaos  al  senor  en  la  gentileza  santta;  temblad  a  su  presencia 
toda  la  tierra. 

10.  Dezid  entre  gentes:  el  Senor  ha  reinado;  tambien  el  mundo  sera 
firraado,  no  vacilara ;  juzgara  pueblos  con  ygualdades. 

11.  Alegraranse  los  cieios  y  gozarase  la  tierra;  sonara  el  mar  y  su 
plenitud. 

12.  Holgarase  campo,  y  todo  lo  que  sta  en  el;  estonces  cantaran 
todos  aruoles  de  bosque. 

13.  En  presencia  del  senor  porque  viene;  porque  viene  a  juzgar  la 
tierra.  Juzgara  al  mundo  con  justicia,  y  pueblos  con  su  verdad. 


274 


Salmo  xcvii 

1 .  El  SENOR  ha  reynado ;  gozose  la  tierra ;  alegrense  muchas  islas.  /  fol.  1 36  ro. 

2.  Nuucs  y  obscuridad  ay  arrededor  del;  justicia  y  juizio  son  el 
atauio  de  su  silla. 

3.  Fuego  caminara  en  su  presencia;  y  quemara  arrededor  a  sus 
aduersarios. 

4.  Sus  relampagos  alumbraron  al  mundo;  vido  y  estremeciose  la 
tierra. 

5.  Los  montes  se  derritieron  como  cera  a  la  presencia  del  senor,  a 
la  presencia  del  Senor  de  toda  la  tierra. 

6.  Publicaron  los  cielos  su  justicia,  y  vieron  todos  los  pueblos  su 
gloria. 

7.  Auergongaranse  todos  los  que  adoran  estatua;  los  que  se 

glorifican  en  vasuras;  acoruaronse  a  el  todos  dioses.  /  vo. 

8.  Oyo  esto  y  alegrose  Sion;  y  gozaronse  las  hijas  de  Juda,  por  tus 

juizioS,  SENOR. 

9.  Porque  tii,  senor,  altissimo  eres  sobre  toda  la  tierra;  muy 
ensalgado  sobre  todos  los  dioses. 

10.  Amadores  del  senor,  aborreced  el  mal;  el  guarda  (de)  las  animas 
de  sus  misericordiosos ;  de  mano  de  impios  las  librara. 

1 1 .  Luz  es  esparzida  al  justo,  y  a  los  de  rettos  coragones  alegria. 

12.  Alegraos,  justos,  con  el  senor;  y  confessad  su  santta  memoria. 


275 


Salmo  xcviii 


1.  Cantad  al  senor  nueuo  cantar;  porque  ha  hecho  marauillas: 
saluose  con  su  diestra  y  con  su  santto  brago. 

2.  Notifico  el  senor  su  salud;  a  los  ojos  de  las  gentes  reuelo  su 
fol.  i37ro.      justicia.  / 

3.  Acordose  de  su  misericordia  y  de  su  verdad  prometida  a  la  casa  de 
Jsrrael;  vieron  todos  los  fines  de  la  tierra  la  salud  de  nuestro  Dios. 

4.  Jubilad  al  senor,  toda  la  tierra,  sonad,  alabad  y  cantad. 

5.  Cantad  al  senor  con  vihuela;  con  vihuela  y  boz  de  canto. 

6.  Con  trompetas  y  boz  de  cuerno  jubilad  en  presencia  del  rey 
iehova,  senor. 

7.  Resuene  el  mar  y  su  plenitud;  el  mundo  y  los  que  moran  en  el; 

8.  los  rios  den  palmadas;  juntamente  los  montes  baylen, 

9.  en  presencia  del  senor  porque  viene  a  juzgar  la  tierra;  juzgara  al 
mundo  con  justicia,  y  a  los  pueblos  con  ygualidad. 


276 


Salmo  xcix 


1.  El  SENOR  ha  reynado;  atemorizense  pueblos.  Assentado  sta  en  vo. 
cherubines,  mueuase  la  tierra. 

2.  El  SENOR  es  grande  en  Sion;  y  alto  es  el  sobre  todos  pueblos. 

3.  Confessaran  tu  nombre  grande  y  espantoso;  y  santo  Santto  es  el. 

4.  Y  la  fortaleza  del  rey  ha  amado  el  juizio :  tu  estableciste  ygualdades ; 
tu  heziste  juizio  y  justicia  en  Jacob. 

5.  Ensalgad  al  senor  Dios  nuestro,  y  acoruaos  al  vanquillo  de  sus 
pies;  Santto  es  el, 

6.  Moysen  y  Aron  de  sus  sacerdotes,  y  Samuel  de  los  que  inuocan  su 
nombre.  Inuocando  ellos  al  senor,  el  les  respondia. 

7.  En  coluna  de  nuue  les  hablaua;  guardaron  sus  testimonios,  y  el 
estatuto  que  les  dio. 

8.  senor,  Dios  nuestro;  tii  les  respondias;  Dios  /  propicio  fuiste  d     fol.  138ro. 
ellos,  y  uengaste  sus  obras. 

9.  Ensal^ad  al  senor  Dios  nuestro,  y  acoruaos  a  su  santto  monte; 
porque  santto  es  el  senor  Dios  nuestro. 


277 


Salmo  c 


1 .  Jubilad  al  senor,  toda  la  tierra, 

2.  Seruid  al  senor  con  alegria;  entrad  en  su  presencia  con  can  tar. 

3.  Conoced  que  el  senor  el  es  Dios;  el  hizo  a  nosotros,  y  no  nosotros 
a  el;  pueblo  suyo  y  oueja  de  su  dehesa. 

4.  Entrad  por  sus  puertas  con  aficion,  por  sus  palacios  con  loor; 
confessadlo,  bendezid  su  nombre. 

5.  (Que  bueno  es  el  senor!  Para  siempre  es  su  misericordia,  y  hasta 
generacion  y  generacion  su  verdad. 


278 


Salmo  CI 


de  Dauid 

1 .  Misericordia  y  juizio  cantare :  a  ti,  senor,  cantare.  /  vo. 

2.  Gouemareme  sabiamente  en  camino  perfetto,  quando  uernas  a  my; 
andare  con  perficion  de  my  coragon  en  medio  de  my  casa. 

3.  No  porne  delante  mis  ojos  cosa  de  deprauacion;  he  aborrecido 
el  hazer  preuariaciones;  nunca  tal  liegara  a  my. 

4.  Coragon  peruerso  se  apartara  de  my;  al  mal  no  lo  conocere. 

5.  Al  que  murmura  en  secreto  contra  su  proximo  cortare;  al  de  ojos 
eleuados  y  de  corapon  hinchado,  no  lo  sufrire. 

6.  Mis  ojos  sobre  los  verdaderos  de  la  tierra  para  sentarlos  comigo; 
el  que  camina  camino  perfetto  me  seruira. 

7.  No  morara  en  medio  de  my  casa  el  que  ha  /  ze  engano;  el  que  139 
habla  mentiras  no  se  firmara  delante  mis  ojos. 

8.  For  las  maiianas  cortare  a  todos  los  impios  de  la  tierra;  para  cortar 
de  la  cibdad  del  senor  a  todos  los  que  obran  iniquidad. 


279 


Salmo  cii 
Oracion  del  afligido 

1 .  SENOR,  oye  my  oracion,  y  my  clamor  entre  hasta  ti. 

2.  No  ascondas  de  my  tu  presencia:  en  el  dia  de  mi  tribulacion, 
inclina  hazia  my  tu  oreja;  en  el  dia  que  llamare,  respondeme  con 
presteza. 

3.  Porque  fallecido  an  como  humo  mis  dias;  y  mis  huessos,  como  el 
hogar,  estan  quemados. 

4.  Herido  y  seco  como  yerua  sta  my  coragon,  porque  he  oluidado  de 
comer  my  pan. 

5.  Por  la  boz  de  my  gemido  my  huesso  sta  pegado  a  my  came. 

6.  Semejante  soy  al  pelicano  del  desierto ;  y  soy  como  el  buho  de  las 
soledades.  / 

7.  Velado  he,  y  soy  como  pdxaro  solitario  sobre  terrado. 

8.  Cada  dia  me  denuestan  mis  enemigos;  y  mis  injuriadores  juran 
por  my. 

9.  Porque  he  comido  ceniza  como  pan;  y  he  mezclado  mi  beuer  con 
planto, 

10.  por  causa  de  tu  enojo  y  de  tu  sana;  porque  me  ensalgaste  y  me 
abatiste. 

11.  Mis  dias  son  como  sombra  inclinada,  y  yo  como  yerua  me  seco. 

12.  Y  tu,  seiior,  para  siempre  te  assentards;  y  tu  memoria  ira  de 
generacion  en  generacion. 

13.  Tu  te  leuantards  y  te  compadeceras  de  Sion;  porque  tiempo  es  ya 
para  compadecerte  del,  porque  ya  vino  el  tiempo. 

14.  Porque  querido  an  tus  sieruos  a  sus  piedras;  y  de  su  poluo  se 
compadeceran. 

15.  Y  temeran  gentes  al  nombre  del  senor,  y  todos  los  reyes  de  la 
tierra  a  tu  gloria ;  / 

16.  quando  edificara  el  senor  a  Sion,  y  sera  vista  su  gloria; 

17.  miro  a  la  oracion  del  desuelado,  y  no  desprecio  la  oracion  dellos. 


280 


18.  Escreuirase  esto  para  la  generacion  venidera;  y  el  pueblo  criado 
alabrara  al  senor. 

19.  Porque  miro  de  lo  alto  de  su  santtidad;  el  senor  de  los  cielos  a  la 
tierra  miro, 

20.  para  oir  el  gemido  del  preso;  para  desatar  a  los  hijos  de  muerte; 

21.  para  que  cuenten  en  Sion  el  nombre  del  senor;  y  su  loor  en 
Jerusalen, 

22.  al  juntarse  pueblos  en  vno,  y  reynos  para  seruir  al  senor.  El  qual 

23.  afligio  en  camino  my  virtud;  abrevio  mis  dias, 

24.  diziendo  yo:  Dios  mio,  no  me  lleues  en  la  mitad  de  mis  dias;  de 
generacion  en  generacion  son  tus  afios. 

25.  Ya  antes  fundaste  la  tierra,  y  obra  de  tus/manos  son  los  cielos.  vo. 

26.  EUos  pereceran  y  tu  estaras;  y  todos  ellos  como  vestidura  se 
enuegeceran,  como  vestimento  los  mudaras  y  seran  mudados; 

27.  y  tii  eres,  y  tus  anos  no  feneceran. 

28.  Los  hijos  de  tus  sieruos  moraran,  y  la  simiente  dellos  por  tu 
presencia  sera  firmada. 


281 


Salmo  cni 
de  Dauid 

1 .  Bendize  tu,  anima  mia,  al  senor  ;  y  todas  mis  cosas  interiores  a  su 
santto  nombre, 

2.  Bendize  tu,  anima  mia,  al  senor;  y  no  oluides  todos  sus 
gualardones ; 

3.  que  perdona  todas  tus  iniquidades;  que  sana  todas  tus 
enfermedades; 

4.  que  rescata  de  la  fossa  tu  vida;  que  te  corona  de  misericordia  y 
piedades; 

5.  que  harta  de  bien  tus  maxillas;  que  renueua  como  la  del  aguila  tu 
fo].  H]  ro.        mocedad,  / 

6.  haziendo  justicias  el  senor,  y  juizios  a  todos  los  oprimidos. 

7.  Manifesto  sus  caminos  a  Moisen;  a  los  hijos  de  Jsrrael  sus  obras. 

8.  Benino  y  piadoso  es  el  senor,  sufrido  y  muy  misericordioso. 

9.  No  contendera  hasta  el  fin;  ny  guardara  para  siempre. 

10.  No  hizo  con  nosotros  segun  nuestros  peccados;  ny  segiin  nuestras 
iniquidades  nos  remunero. 

11.  Porque  como  el  alteza  de  los  cielos  sobre  la  tierra,  preualece  su 
misericordia  sobre  los  que  lo  temen. 

12.  Como  la  longura  de  oriente  a  occidente,  ha  alongado  de  nosotros 
nuestras  rebeliones. 

13.  Como  se  compadece  el  padre  de  los  hijos,  se  ha  compadecido  el 
senor  de  los  que  lo  temen. 

vo.        14.  Porque  el  conoce  nuestra  hechura ;  acuerdase  que  somos  poluo  que 

15.  los  dias  del  ombre  son  como  yerua;  como  flor  del  campo 
assy  florece[n]. 

16.  Porque  el  espiritu  passa  en  el  y  ya  no  es  el;  y  no  lo  conocera  ya 
su  lugar. 

17.  Y  la  misericordia  del  senor  de  siglo  hasta  siglo  sobre  los  que  lo 
temen,  y  su  justicia  a  hijos  de  hijos ; 


282 


18.  a  l[o]s  que  guardan  su  patto,  y  a  los  que  se  acuerdan  de  sus 
comissiones  para  hazerlas. 

19.  El  SENOR  en  los  cielos  establecio  su  silla;  y  su  reyno  lo  ensenorea 
todo. 

20.  Bendezid  al  senor,  angeles  suyos;  valientes  en  vigor  que  hazeis  su 
palabra,  para  oir  en  boz  su  palabra. 

2 1 .  Bendezid  al  senor,  todos  sus  exercitos,  ministros  suyos  que  hazeis 
su  voluntad. 

22.  Bendezid  al  senor,  todas  sus  obras,  en  todos  los  lugares  de  su 
dominio.  Bendize,  /  tu,  anima  mia,  al  senor.  fol.  H2  ro 


283 


Salmo  ciim 


1.  Bendize  tu,  anima  mia,  al  senor.  senor,  Dios  mio,  mucho  te  has 
engrandecido ;  de  gentileza  y  hermosura  te  has  vestido. 

2.  Cubierto  de  luz  como  de  vestidura,  estendiendo  los  cielos  como 
cortina ; 

3.  enmaderando  en  las  aguas  sus  techos;  puniendo  nuues  por  su 
carro ;  caminando  sobre  alas  de  viento ; 

4.  haziendo  a  sus  angeles  espiritus;  a  sus  ministros  fuego  que  quema. 

5.  Fundo  Dios  la  tierra  sobre  sus  cimientos  della;  no  vacilara 
perpetuamente  y  siempre. 

6.  De  abismo  como  de  vestimento  la  cubriste;  sobre  monies  estauan 
aguas. 

7.  Por  tu  reprehension  huyeron;  por  la  boz  de  tu  /  trueno  se 
apressuraron; 

8.  subieron  montes;  baxaron  valles,  a  este  lugar  que  les  fundaste. 

9.  Termino  pusiste;  no  lo  passaran;  no  retomaran  a  cubrir  la  tierra. 

10.  Embiando  fuentes  en  rios;  entre  montes  correran.  Adonde 

11.  beuen  todos  los  animales  del  campo;  y  asnillos  monteses  matan 
su  sed. 

12.  Junto  a  ellos  morara  el  aue  de  los  cielos;  entre  las  ojas  dara  boz. 

13.  Regando  montes  desde  sus  techos;  del  frutto  de  tus  obras  se 
hartara  la  tierra. 

14.  Haziendo  que  nazca  feno  para  la  bestia,  y  yerua  para  seruicio  del 
hombre;  para  que  saque  pan  de  la  tierra. 

15.  Y  el  vino  alegrara  el  coragon  del  ombre;  oUo  para  aluziar  las 
caras,  y  el  pan  /  sustentara  el  coragon  del  ombre. 

16.  Hartaranse  los  dnioles  del  senor,  los  cedros  del  Libano  que 
planto. 

17.  Ally  adonde  anidaran  paxaros;  la  cigiiena  terna  en  hayas  su  casa. 

18.  Montailas  altas  para  cabras  monteses;  piedras  escondrijo  para 
conejos. 

19.  Hizo  la  luna  para  determinar  tiempos;  el  sol  conoce  su  poniente. 


284 


20.  Pones  obscuridad  y  es  noche;  en  ella  se  mueue  todo  animal  de 
bosque. 

21.  Leones  bramando  por  arrebatar,  y  para  buscar  de  Dios  su  manjar. 

22.  Salido  el  sol  se  recogen;  y  en  sus  cueuas  se  echan.  Estonces 

23.  sale  el  hombre  a  su  lauor,  y  a  su  seruicio  hasta  la  tarde. 

24.  iQuanto  an  multiplicado  tus  obras,  senor!  Todas  ellas  con 
sabiduria  las  heziste;  la  tierra  sta  Uena  de  tus  possessiones. 

25.  Este  gran  mar  y  anchuroso  de  spacio;  ally  ay  pescado  y  sin 
cuento,  animales  pequenos  con  grandes. 

26.  Ally  caminan  naues;  esta  vallena  que  criaste  par[a]  jugar  en  el. 

27.  Todas  ellas  asperan  a  ti,  para  que  les  des  su  manjar  a  su  tiempo. 

28.  Darasles  y  recogeran;  abriras  tu  mano,  hartanse  de  bien. 

29.  Asconderas  tu  presencia  y  perturbaranse;  recogerasles  su  espiritu 
y  pereceran,  y  a  su  polvo  se  tornaran. 

30.  Embiaras  tu  espiritu  y  criaranse;  y  renouaras  la  haz  de  la  tierra. 

31.  Sea  la  gloria  del  senor  para  siempre;  ale/grese  el  senor  en  sus    foi.  144  ro. 
obras. 

32.  Mirara  el  a  la  tierra  y  temblara ;  tocara  en  montes  y  humearan. 

33.  Cantare  al  senor  por  toda  my  vida;  cantare  a  my  Dios  mientras 
sere. 

34.  Sera  dulce  sobre  el  my  hablar;  yo  me  alegrare  en  el  senor. 

35.  Consiimanse  los  peccadores  de  sobre  la  tierra ;  y  no  aura  ya  impios. 
Bendize  tii,  anima  mia  al  senor.  halelvya 


285 


Salmo  cv 

1.  Confessad  al  senor;  inuocad  su  nombre;  publicad  en  pueblo  sus 
obras. 

2.  Cantadle,  tanedle;  hablad  de  todas  sus  marauillas. 

3.  Preciaos  de  su  santto  nombre;  alegrese  el  coragon  de  los  que 
buscan  al  senor. 

4.  Buscad  al  senor  y  su  fortaleza;  /  buscad  continuamente  su 
presencia. 

5.  Acordaos  de  sus  marauillas,  las  que  hizo,  de  los  milagros  y  juizios 
de  su  boca. 

6.  Simiente  de  Abraham  su  sieruo;  hijos  de  Jacob  sus  escogidos. 

7.  El  es  el  senor  Dios  nuestro;  por  toda  la  tierra  van  sus  juizios. 

8.  Hase  acordado  para  siempre  de  su  patto;  palabra  que  mando  por 
mil  generaciones. 

9.  El  que  establecio  con  Abraham;  y  su  juramiento  con  Jsac. 

10.  Constituyolo  a  Jacob  por  estatuto;  a  Jsrrael  por  patto  perpetuo. 

11.  Diziendo:  darete  la  tierra  de  Canaan,  la  suerte  de  vuestra  heredad. 

12.  Siendo  ellos  hombres  en  cierto  numero;  easy  pocos  y  forasteros 
en  ella.  / 

13.  Y  andauanse  de  gente  en  gente,  de  vn  reyno  a  otro  pueblo. 

14.  No  dexo  que  hombre  los  injuriasse;  y  castigo  reyes  por  causa 
dellos.  Diziendo: 

15.  no  toqueis  a  mis  vngidos,  ny  trateis  mal  a  mis  profetas. 

16.  Y  Uamo  hambre  sobre  la  tierra;  quebro  toda  caiia  de  pan. 

17.  Embio  antes  que  a  ellos  al  varon;  por  esclauo  fue  uendido  Josef. 

18.  Afligieron  en  cepo  su  pie;  el  hierro  le  entro  a  su  anima. 

19.  Hasta  el  tiempo  de  venir  su  palabra,  el  dicho  del  Senor  lo  acendro. 

20.  Embio  al  rey  y  hizolo  soltar;  el  enseiioreador  de  pueblos,  y  librolo. 

21.  Pusolo  senor  de  su  casa,  y  ensenoreador  /  de  toda  possession 
suya. 

22.  Para  atar  a  sus  principes  a  su  aluedrio,  y  que  a  sus  ancianos 
hiziesse  sabios. 


286 


23.  Y  entro  Jsrrael  en  Egitto,  y  Jacob  anduuo  pelegrinando  en  la 
tierra  de  Ham. 

24.  Y  hizo  crecer  a  su  pueblo  mucho,  y  fortificolo  mas  que  a  sus 
enemigos. 

25.  Y  boluio  el  corapon  dellos  para  que  aborreciessen  a  su  pueblo; 
para  machinar  contra  sus  sieruos. 

26.  Embio  a  Moisen  su  sieruo,  a  Aron  que  escogio  para  sy.  Los  quales 

27.  pussieron  en  ellos  las  palabras  de  sus  senales  y  prodigios  en  la 
tierra  de  Ham. 

28.  Embio  obscuridad  y  obscureciose,  y  no  rebelaron  a  sus  palabras. 

29.  Conuirtio  sus  aguas  en  sangre,  y  hizo  /  morir  su  pescado.  fol.  146  ro. 

30.  Produxo  su  tierra  ranas  en  las  camaras  de  sus  reyes. 

31.  Dixolo,  y  vino  mezcla  de  animalejos,  piojos  por  todo  su  termino. 

32.  Dio  por  sus  plumas  granizo;  fuego  que  abraza  en  su  tierra. 

33.  Y  hirio  su  vid  y  su  higo;  y  rompio  todo  aruol  de  su  termino. 

34.  Dixolo  y  vino  langosta  y  pulgon,  y  sin  niimero. 

35.  Y  comio  toda  yerua  en  su  tierra,  y  comio  el  frutto  de  su  territorio. 

36.  Y  hirio  todo  primogenito  en  su  tierra,  primicia  de  toda  su  fuer?a. 

37.  Y  sacolos  con  plata  y  oro;  y  no  auia  en  sus  tribus  enfermo 

ninguno.  /  vo. 

38.  Alegrose  Egitto  en  su  saUda;  porque  hauia  caido  su  temor  sobre 
ellos. 

39.  Estendio  nuue  para  cobertura,  y  fuego  para  luz  de  noche. 

40.  Mando  Dios  y  hizo  uenir  codorniz;  y  de  pan  de  los  cielos  los 
harto. 

41.  Abrio  piedra  y  saUeron  aguas;  corrieron  por  sequedades,  rios. 

42.  Porque  se  acordo  Dios  de  su  santta  palabra,  dada  a  Abraham  su 
sieruo. 

43.  Y  saco  a  su  pueblo  con  gozo;  con  cantar  a  sus  escogidos. 

44.  Y  dioles  las  tierras  de  las  gentes;  y  el  trabajo  de  pueblos 
heredaron. 

45.  A  fin  que  obseruassen  sus  estatutos,  y  /  guardassen  sus  leyes.     fol.  147  ro. 

HALELVYA. 


287 


Salmo  cvi 


Haleluya 

1 .  Confessad  del  senor  que  es  bueno :  que  es  perpetua  su  misericordia. 

2.  ^Quien  hablara  las  valentias  del  Senor?  ^Hara  que  sean  oidos 
todos  sus  loores? 

3.  Bienauenturados  los  que  guardan  juizio;  el  que  haze  justicia  en 
todo  tiempo. 

4.  Acuerdate,  senor,  de  my  con  la  voluntad  de  tu  pueblo ;  visitame 
con  tu  salud, 

5.  para  ver  el  bien  de  tus  escogidos;  para  alegrarme  con  el  alegna  de 
tu  gente,  para  gloriarme  con  tu  hcredad. 

6.  Peccamos  como  nuestros  padres;  deprauamonos ;  hezimos 
vo.             impiedad.  / 

7.  Nuestros  padres  en  Egitto  no  entendieron  tus  marauillas;  no  se 
acordaron  de  la  muchedumbre  de  tus  misericordias;  y  rebelaronse 
junto  al  mar,  al  mar  Bermejo. 

8.  Y  saluolos  Dios  por  su  nombre,  para  manifestar  su  valentia. 

9.  Y  reprehendio  al  mar  Bermejo,  y  secose;  y  hizolos  caminar  por 
abismos  como  por  desierto. 

10.  Y  saluolos  de  la  mano  del  que  los  aborrecia,  y  rescatolos  de  la 
mano  del  enemigo. 

11.  Y  cubrieron  las  aguas  a  sus  aduersarios:  vno  dellos  no  quedo 
biuo. 

12.  Y  creyeron  a  sus  palabras;  cantaron  su  loor. 

fol.  148  ro.    13.  Apressuraronse,  oluidaron  sus  obras;  no  /  asperaron  su  consejo. 

14.  Y  dessearon  desseo  en  el  desierto;  y  tentaron  a  Dios  en  la  soledad. 

15.  Y  dioles  lo  que  demandauan;  y  embio  flaqueza  en  sus  animas. 

16.  Y  tuuieron  embidia  a  Molsen  en  los  reales,  a  Aron,  el  santto  del 

SENOR. 

17.  Abriose  la  tierra,  y  trago  a  Datan;  y  cubrio  a  la  junta  de  Abiron. 

18.  Y  ardio  fuego  en  su  junta;  la  llama  abraso  a  los  impios. 

19.  Hizieron  bezerro  en  Oreb,  y  acoruaronse  al  esculpido; 

288 


20.  y  trocaron  su  gloria  dellos,  por  semejanga  de  buey  que  come  yenia. 

21.  Oluidaron  a  Dios  su  saluador,  hazedor  /  de  grandezas  en  Egitto;  vo. 

22.  de  marauillas  en  la  tierra  de  Ham;  de  cosas  espantosas  al  mar 
Bermejo. 

23.  Y  dixo  de  querer  destruirlos,  sy  Moysen,  su  escogido,  no  estuuiera 
en  la  diuision  en  presencia  del,  para  retornar  su  indinacion  de  la 
destrucion. 

24.  Y  abominaron  la  tierra  desseable;  no  creyeron  a  su  palabra. 

25.  Y  murmuraron  en  sus  tiendas  dellos;  no  oyeron  la  boz  del  senor. 

26.  Y  al?6  su  mano  a  ellos,  para  derribarlos  en  el  desierto, 

27.  y  para  derribar  su  simiente  entre  gentes,  y  esparzirlos  por  las 
tierras. 

28.  Y  juntaronse  a  Baal-Peor  (sic),  y  comieron  sacrificios  /  (sacrifi-  fol.  149  ro. 
cios)  de  muertos. 

29.  E  irritaron  a  Dios  con  sus  obras;  y  crecio  en  ellos  la  plaga. 

30.  Y  estuuo  ally  Pineas  y  oro;  y  detuuose  la  plaga. 

31.  Y  fueie  contado  a  justicia,  por  generacion  y  generacion,  para 
siempre. 

32.  E  indinaron  a  Dios  junto  a  las  aguas  de  Meriba;  y  fue  mal  a 
Moisen  por  causa  dellos; 

33.  porque  le  alteraron  su  espiritu,  y  hablo  inconsideradamente  con 
sus  labrios. 

34.  No  destruyeron  los  pueblos,  los  que  el  senor  les  auia  dicho; 

35.  y  mezclaronse  entre  gentes  y  aprendieron  sus  obras; 

36.  y  sirvieron  a  sus  estatuas;  y  fueron  a  /  ellos  por  tropie^o,  vo. 

37.  Y  sacrificaron  sus  hijos  y  sus  hijas  a  los  demonios ; 

38.  y  derramaron  la  sangre  inocente,  la  sangre  de  sus  hijos  y  de  sus 
hijas  que  auian  sacrificado  a  las  estatuas  de  Canaan;  y  fue 
contaminada  la  tierra  con  sangres. 

39.  Y  profanaronse  con  sus  obras,  y  fornicaron  con  sus  hechos; 

40.  Y  encendiose  la  ira  del  senor  contra  su  pueblo,  y  abomino  a  su 
heredad ; 

41.  y  diolos  en  manos  de  gentes,  y  los  que  los  aborrecian  los 
enseiiorearon, 

42.  y  afligieronlos  sus  enemigos;  y  fueron  humihados  debaxo  su 

mano.  /  fol.  1 50  ro. 

289 


43.  Muchas  vezes  los  libro,  y  ellos  [se]  rebelaron  por  su  propio  con- 
sejo;  y  fueron  abatidos  en  su  iniquidad; 

44.  y  miro  en  la  tribulacion  dellos,  en  oyendo  su  clamor. 

45.  Y  acordose  por  ellos  de  su  patto;  y  arrepintiose  segiin  la 
muchedumbre  de  su  misericordia ; 

46.  y  diolos  a  ser  apiadados  en  presencia  de  todos  sus  cattiuadores. 

47.  Saluanos,  senor,  Dios  nuestro,  y  recogenos  de  entre  gentes,  para 
confessar  tu  santto  nombrc,  para  gloriarnos  en  tu  loor. 

48.  Bendito  el  senor  Dios  de  Jsrrael,  desde  el  siglo  y  hasta  el  siglo;  y 
diga  todo  el  pueblo:  Amen,  halelvya. 

Aqui  acaban  los  Hebreos  el  quarto  libro  de  /  los  salmos. 


290 


(LIBRO  QUINTO) 
Salmo  cvii 

1 .  Confessad  del  senor  que  es  bueno ;  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

2.  Digan  los  redimidos  del  senor,  los  que  redimio  de  la  mano  de  la 
tribulacion ; 

3.  y  de  tierras  diuersas  los  congrego;  del  oriente  y  del  poniente,  del 
aquilon  y  del  mar;  los  que 

4.  an  errado  el  camlno  en  el  desierto,  en  despoblado,  no  hallando 
cibdad  de  abitacion. 

5.  Hambrientos,  tambien  sedientos,  sus  animas  en  ellos  desfallecen . 

6.  Y  Uaman  al  Senor  en  su  tribulacion;  y  libralos  de  sus  angustias; 

7.  y  encaminalos  por  camino  derecho;  y  van  /  a  cibdad  de  fol.  151  ro. 
abitacion. 

8.  Confiessen  al  senor  su  misericordia;  y  sus  marauillas  a  los  hijos 
de  Adan,  diziendo : 

9.  que  harto  al  anima  vazia,  y  hinchio  de  bien  al  anima  hambrienta. 

10.  Los  asentados  en  tinieblas  y  sombra  de  muerte,  atados  con 
aflicion  y  con  hierro, 

11.  por  auer  sido  rebeldes  a  las  palabras  de  Dios;  y  auer 
menospreciado  el  consejo  del  Altissimo, 

12.  y  el  humilia  con  trabajo  su  cora^on  dellos;  caen  sin  tener 
socorredor; 

13.  y  Uaman  al  senor  en  su  tribulacion;  y  salualos  de  sus  angustias. 

14.  Sacalos  de  tinieblas  y  sombra  de  muerte,  /  y  rompeles  sus  vo. 
prissiones. 

15.  Confiessen  al  senor  su  misericordia,  y  sus  marauillas  a  los  hijos  de 
Adan,  diziendo: 

16.  que  rompio  puertas  de  azero;  y  quebro  cerrojos  de  hierro. 

17.  Los  inorantes,  que  por  su  camino  rebelde,  y  por  sus  iniquidades, 
son  afligidos. 

18.  Todo  manjar  aborrece  su  anima,  y  llegan  hasta  las  puertas  de  la 
muerte. 

19.  Y  Uaman  al  senor  en  su  tribulacion,  y  salualos  de  sus  angustias. 

291 


20.  Embia  su  palabra  y  sanalos,  y  son  librados  de  sus  perdiciones. 

21.  Confiessen  al  senor  su  misericordia,  y  sus  marauillas  a  los  hijos  de 
Adan; 

fol.  152  ro.  22.  y  sacrifiquen  sacrificios  de  confission,  /  y  cuenten  sus  obras  con 
jubilacion. 

23.  Los  que  baxan  al  mar  con  naues;  los  que  negocian  en  muchas 
aguas, 

24.  ellos  veen  las  obras  del  senor,  y  sus  marauillas  en  el  profundo. 

25.  Y  dize  Dios,  y  haze  star  viento  tempestuoso,  y  alga  sus  olas  del 
mar. 

26.  Suben  a  los  cielos  y  baxan  a  los  abismos;  sus  animas  son  en  mal 
derretidas. 

27.  Van  desatinados  y  son  mouidos  como  embriago;  y  toda  su 
sabiduria  es  perdida. 

28.  Y  Uaman  al  senor  en  su  trlbulacion,  y  sacalos  de  sus  angustias. 

29.  Detiene  a  la  tempestad  en  bonanza,  y  callan  sus  olas. 

30.  Y  alegranse  porque  se  asosiegan  las  olas;  y  lleualos  Dios  al  puerto 
vo.             que  quieren.  / 

31.  Confiessen  al  senor  su  misericorida,  y  sus  marauillas  a  los  hijos  de 
Adan. 

32.  Y  ensalcenlo  en  ayuntamiento  de  pueblo;  y  en  asientamiento  de 
ancianos  lo  alaben. 

33.  Pone  rios  en  desierto;  y  salidas  de  aguas  en  sequedad. 

34.  Tierra  fruttifera  en  salinar;  por  causa  de  la  malicia  de  los 
moradores  della. 

35.  Haze  de  desierto  lago  de  aguas;  y  de  tierra  seca  salidas  de  aguas. 

36.  Y  asienta  ally  hambientos,  y  aparejan  cibdad  de  abitacion; 

37.  siembran  campos  y  plantan  viiias;  y  hazen  frutto  de  renta. 

38.  Y  bendizelos  Dios  y  multiplican  mucho;  y  no  disminuye  sus 
bestias. 

fcl.  155ro.  39,  Y  son  por  tiempo  disminuidos  y  abatidos  /  del  imperio,  malicia 
y  aflicion. 

40.  Esparze  menosprecio  sobre  principes;  y  haze  que  anden  errados  en 
vazio  sin  camino : 

41.  y  leuanta  al  mendigo  de  la  aflicion;  y  pone  como  oueja  familias. 


292 


42.  Veran  esto  los  rettos  y  alegraranse;  y  toda  peruersidad  cerrara  su 
boca. 

43.  El  que  es  sabio  considerara  estas  cosas,  y  entendera(n)  las 
misericordias  del  senor. 


293 


Salmo  cvni 

1.  Aparejado  sta  my  coragon,  Dios  mio;  cantare  y  tanere  tambien 
con  my  gloria. 

2.  Despierta,  salterio  y  vihuela;  despertare  al  aurora. 

3.  Confessarete  entre  pueblos,  senor,  y  cantare te  entre  naciones. 

vo.         4.  Que  es  grande  sobre  los  cielos  tu  miseri  //cordia,  y  hasta  los  cielos 
tu  verdad. 

5.  Ensalgate  sobre  los  cielos,  Dios  mio,  y  sobre  toda  la  tierra  tu 
gloria. 

6.  Para  que  sean  librados  los  que  amas,  salua  con  tu  diestra  y 
respondeme. 

7.  Hablado  ha  Dios  en  su  santtuario:  gozareme,  dividire  a  Sichen; 
y  medire  el  valle  de  Sucoth. 

8.  Mio  es  Gilead,  mio  es  Menasse;  y  Efraim  es  la  fuer9a  de  my 
cabega;  Juda  es  my  dador  de  ley. 

9.  Moab  es  vaso  para  lauarme;  sobre  Edon  arrojare  my  gapato; 
sobre  Palestina  triunfare. 

10.  ^Quien  me  lleuara  a  la  cibdad  fortificada?  ^Quien  me  guiara  hasta 
Edon? 

1 1 .  ^Por  Ventura  no  lo  haras  tu,  Dios  mio,  que  nos  desechaste?  no 
fol.  l54ro.         saliras  en  nuestros  exercitos?  / 

12.  Danos  socorro  en  la  tribulacion;  que  vana  es  la  salud  del  hombre. 

13.  Con  Dios  haremos  fuerga;  y  el  pateara  a  nuestros  aduersarios. 


294 


Salmo  cix 


de  Dauid 

1.  Dios  de  my  alaban^a,  no  te  ensordezcas, 

2.  porque  boca  de  impio  y  boca  de  engano  sobre  my  estan  abiertas; 
an  hablado  de  my  con  lengua  mentirosa; 

3.  y  de  palabras  de  odio  me  an  cercado,  y  anme  combatido  sin  causa. 

4.  En  pago  de  my  amor  me  contrastan;  y  yo,  a  la  oracion. 

5.  Y  an  puesto  sobre  my  mal  en  pago  del  bien ;  y  odio  en  pago  de  my 
amor. 

6.  Constituye  sobre  el  tal  al  impio;  y  Satan  ste  a  su  diestra.  /  vo. 

7.  Quando  sera  juzgado,  saiga  impio;  y  su  oracion  le  sea  peccado. 

8.  Sean  sus  dias  pocos:  su  comission  tomela  otro. 

9.  Sean  sus  hijos  huerfanos,  y  su  muger  bibda; 

10.  y  vagando  anden  vagando  sus  hijos,  y  mendiguen;  y  busquen 
desde  sus  moradas  destruidas. 

1 1 .  Enlaze  el  logrero  a  todo  lo  que  el  tiene,  y  roben  forasteros  su 
trabajo. 

12.  No  aya  quien  tenga  del  misericordia ;  ny  aya  quien  apiade  a  sus 
huerfanos. 

13.  Sea  cortada  su  posteridad  en  otra  generacion;  sea  raido  el  nombre 
dellos. 

14.  Acuerdese  el  senor  de  la  iniquidad  de  sus  padres;  y  el  peccado  de 

su  madre  no  sea  raido.  /  fol.  155  ro. 

15.  Esten  siempre  delante  del  senor,  y  sea  cortada  de  la  tierra  la 
memoria  dellos. 

16.  Por  causa  que  no  se  ha  acordado  de  hazer  misericordia,  y  ha 
perseguido  al  varon  afligido  y  mendigo,  al  de  entristezido  coragon, 
por  matarlo. 

17.  Y  ha  amado  la  maldicion,  y  vengale;  y  no  ha  querido  la  bendicion, 
y  alexese  del. 

18.  Y  ha  uestido  la  maldicion  como  vestidura  suya;  y  entre  como 
aguas  en  medio  del,  y  como  olio  en  sus  huessos. 

295 


19.  Scale  como  manto  en  que  se  embuelua,  y  como  cinta  siempre  que 
la  cenira. 

20.  Esta  sea  obra  del  senor  a  los  que  me  contrastan,  y  a  los  que 
hablan  mal  contra  my  anima. 

21.  Y  tu,  SENOR,  Senor  mio,  haz  por  my  por  tu  /  nombre;  pues  que 
buena  es  tu  misericordia,  librame. 

22.  Pues  que  afligido  y  mendigo  soy  yo;  y  my  coragon  sta  llagado 
dentro  de  my. 

23.  Como  sombra,  como  en  su  inclinarse  estoy  passado;  soy  sacudido 
como  langosta. 

24.  Mis  rodillas  vacilan  por  el  ayuno;  y  my  came  ha  enmagrecido  de 
su  grasseza. 

25.  Y  yo  he  sido  denuesto  a  ellos;  veianme,  mouian  su  cabe^a. 

26.  Socorreme,  senor,  Dios  mio;  saluame  segiin  tu  misericordia. 

27.  Y  conozcan  estos  que  esta  es  tu  mano;  tu,  senor  has  hecho  esto. 
28  Maldigan  ellos  y  bendize  tu;  leuantaronse  y  sean  confusos;  y 

alegrese  tu  sieruo.  / 

29.  Vistan  los  que  me  contrastan  vergUenga;  y  embueluanse  como  con 
manto  de  su  confussion. 

30.  Confessare  al  senor  mucho  con  my  boca;  y  en  medio  de  muchos 
lo  alabare. 

31.  Porque  stara  a  la  diestra  del  mendigo,  para  saluar  de  juezes  su 
anima. 


296 


Salmo  cx 


de  Dauid 

1.  Dixo  el  SENOR  a  my  Senor:  assientate  a  my  diestra,  hasta  que  ponga 

a  tus  enemigos  por  vanquillo  de  tus  pies. 
2.  La  vara  de  tu  fortaleza  embiara  el  senor  desde  Sion;  ensenorea 
con  ella  en  medio  de  tus  enemigos. 

3.  Tu  pueblo  voluntario  en  el  dia  de  sacar  tu  exercito,  en  la  hermosura 
santta;  al  abrir  del  aurora  te  es  rucio  de  tu  juuentud.  /  vo. 

4.  Juro  el  senor  y  no  se  arrepentira :  tu  seras  sacerdote,  o  principe, 
para  siempre,  segiin  la  orden  de  Melquizedec. 

5.  El  senor  a  tu  diestra  hirio,  en  el  dia  de  su  furor,  reyes. 

6.  Juzgo  entre  gentes,  hincho  la  tierra  de  cuerpos  muertos;  hirio  la 
cabega  sobre  mucha  tierra. 

7.  Beuio  de  arroyo  en  el  camino,  por  tanto  al96  cabega. 


297 


SaLMO  CXI 


Halelvya 

1.  Confessare  al  senor  con  todo  coragon,  en  secreto  de  rettos  y  en 
congregacion. 

2.  Grandes  son  las  obras  del  senor;  buscadas  de  todos  los  que  se 
agradan  dellas. 

fol.  l57ro.     3.  Gentileza  y  hermosura  son  sus  obras;  y  /  su  justicia  sta  perpetua. 

4.  Ha  puesto  en  memoria  sus  marauillas,  el  benino  y  piadoso  senor. 

5.  Dio  el  despojo  a  los  que  lo  temian;  acordose  para  siempre  de  su 
patto. 

6.  Manifesto  a  su  pueblo  la  eficacia  de  sus  obras,  dandoles  la 
heredad  de  gentes. 

7.  Las  obras  de  sus  manos  son  verdad  y  juizio;  fieles  son  todos  sus 
precettos. 

8.  Establecidos  perpetuamente  y  siempre,  hechos  con  verdad  e 
ygualdad. 

9.  Rescate  embio  a  su  pueblo;  mando  para  siempre  su  patto;  santto 
y  espantoso  es  su  nombre. 

10.  Principio  de  sabiduria  el  temor  del  senor;  entendimiento  bueno  a 
todos  los  que  lo  hazen ;  su  loor  sta  para  siempre. 


298 


Salmo  CXII  vo. 
Haleluya 

1 .  Bienauenturado  el  varon  que  teme  al  senor,  que  en  sus 
mandamientos  se  agrada  mucho. 

2.  Valiente  sera  en  la  tierra  su  simiente;  la  generacion  de  los  rettos 
sera  bendita. 

3.  Sustancia  y  riqueza  aura  en  su  casa;  y  su  justicia  estara  para 
siempre. 

4.  Hace  en  la  obscuridad  luz  a  los  rettos:  el  benino  y  piadoso  y  justo. 

5.  El  buen  varon  apiada  y  presta;  y  gouierna  sus  cosas  con  juizio. 

6.  Porque  para  siempre  no  vacilara;  para  memorla  perpetua  sera  el 
justo. 

7.  No  temera  de  mala  fama;  firme  tiene  su  coragon  confiando  en  el 

SENOR.  /  fol.  1 58  ro. 

8.  Confirmado  sta  su  coragon,  no  temera;  hasta  que  vea  en  sus 
aduersarios. 

9.  Derrama  y  da  a  pobres;  su  justicia  sta  para  siempre;  su  cuerno 
sera  ensalgado  con  gloria. 

10.  El  impio  vera  e  indiiiarase;  con  sus  dientes  regaiiara  y  se  deshara; 
el  desseo  de  los  impios  perecera. 


299 


Salmo  cxiii 
Haleluya 

1.  Alabad,  sieruos  del  senor;  alabad  el  nombre  del  senor,  Diziendo: 

2.  Sea  el  nombre  del  senor  bendito,  desde  ahora  y  para  siempre. 

3.  Desde  el  nacimiento  del  sol  hasta  su  poniente  sea  alabado  el 

nombre  del  senor. 

vo.        4.  Alto  es  sobre  todas  gentes  el  senor;  sobre  los  cielos  su  gloria.  / 

5.  ^Quien  como  el  senor  Dios  nuestro  que  se  ensalga  en  abitacion; 

6.  que  se  humilia  para  mirar  en  los  cielos  y  en  la  tierra? 

7.  Que  leuanta  del  poluo  al  debilitado;  del  estiercol  alga  al  mendigo, 

8.  para  asentarlo  con  principes;  con  los  principes  de  su  pueblo, 

9.  Assentando  a  la  esteril  en  familia,  madre  alegre  con  hijos.  halelvya. 


300 


Salmo  cxiiii 

1.  Saliendo  Jsrrael  de  Egitto,  la  casa  de  Jacob  del  pueblo  barbaro, 

2.  fue  Judea  su  santtificacion  de  Dios,  Jsrrael  su  dominio. 

3.  El  mar  vido  y  huyo;  el  Jordan  retorno  /  a  tras.  fol.  159  ro. 

4.  Los  montes  saltaron  como  carneros;  los  collados  como  hijos  de 
oueja. 

5.  ^Que  acontecio  a  ti,  mar?  ^por  que  huiste?;    Jordan,  retornaste  a 
tras? 

6.  Montes,  i,que  saltastes  como  carneros?;  ^.collados,  como  hijos  de 
oueja? 

7.  A  la  presencia  del  senor  tiembla,  \o  tierra!;  a  la  presencia  del  Dios 
de  Jacob, 

8.  que  conuierte  piedra  en  laguna  de  aguas,  y  pena  en  fuente  de  aguas. 


301 


Salmo  cxv 


I.  No  a  nosotros,  senor,  no  a  nosotros,  pero  a  tu  nombre  da  gloria; 
por  tu  misericordia  y  por  tu  verdad.  / 

2.  Porque  diran  las  gentes:  ^Adonde  sta  ahora  el  Dios  destos? 

3.  Y  nuestro  Dios  en  los  cielos;  todo  lo  que  ha  querido  ha  hecho. 

4.  Sus  estatuas  de  las  gentes  son  plata  y  oro;  obra  de  manos  de 
hombre. 

5.  Boca  tienen  y  no  hablaran;  ojos  tienen  y  no  veran; 

6.  orejas  tienen  y  no  oiran;  nariz  tienen  y  no  oleran; 

7.  manos  tienen  y  no  palparan ;  pies  tienen  y  no  andaran;  no  hablaran 
con  su  garganta. 

8.  Semejantes  a  ellas  sean  los  que  las  hazen;  todo  el  que  confia  en 
ellas.  / 

9.  Jsrrael,  confia  tu  en  el  senor:  el  es  su  socorro  y  su  escudo 

10.  Casa  de  Aron,  confia  tu  en  el  senor:  el  es  su  socorro  y  su  escudo. 

I I .  Los  que  temeis  al  senor,  confiad  en  el  senor  :  el  es  su  socorro  y 
su  escudo. 

12.  El  senor  es  ha  acordado  de  nosotros:  bendezira  la  casa  de  Jsrrael; 
bendezira  la  casa  de  Aron; 

13.  Bendezira  a  los  que  temen  al  senor,  a  los  pequenos  con  los 
grandes. 

14.  Ariada  el  senor  sobre  vosotros;  sobre  vosotros  y  sobre  vuestros 
hijos. 

15.  Benditos  seais  vosotros  del  senor,  hazedor  de  cielos  y  tierra. 

16.  Los  cielos,  (los  cielos)  son  del  senor  y  dio  la  tierra  a  los  hijos 
de  Adan. 

17.  No  alabaran  los  muertos  al  senor;  ny  todos  los  que  baxan  al 
lugar  de  silencio. 

[18].  Ty  nosotros  bendeziremos  al  senor,  desde  ahora  y  para  siempre. 

HALELVYA. 


302 


Salmo  cxvi 

1.  Ame,  porque  oyo  el  Senor  la  boz  de  mis  ruegos. 

2.  Porque  incline  su  oreja  a  my,  y  en  mis  dias  inuocare. 

3.  Auianme  rodeado  dolores  de  muerte,  y  tribulaciones  de  sepultura 
me  auian  hallado:  tribulacion  y  tristeza  aula  hallado, 

4.  Y  en  el  nombre  del  senor  inuoque  diziendo:  /  suplicote,  senor,  fol.  161  ro. 
libra  a  my  anima. 

5.  Benino  es  el  senor  y  justo;  y  nuestro  Dios  es  piadoso. 

6.  Guarda  de  senzillos  es  el  senor;  empobreci  y  a  my  fue  a  salud, 

7.  Retornate,  anima  mia,  a  tu  reposso;  porque  el  senor  te  ha 
gualardonado. 

8.  Porque  libraste,  senor,  a  my  anima  de  muerte,  a  my  ojo  de 
lagrima,  a  my  pie  de  ser  rempuxado,i 

9.  Andare  en  presencia  del  senor  en  tierra  de  biuos. 

10.  Crei:  por  tanto  hablare;  yo  estaua  my  afligido. 

11.  Yo  dixe  en  my  apressuramiento :  todo  hombre  es  mentiroso.  /  vo. 

12.  i,Que  retornare  al  senor,  por  todos  sus  gualardones  hechos  a  mi? 

13.  Al^are  el  caliz  de  saludes,  y  en  el  nombre  del  senor  inuocare. 

14.  Pagare  mis  votos  al  senor;  ahora  delante  de  todo  su  pueblo. ' 

15.  Preciada  es  en  los  ojos  del  senor  la  muerte  de  sus  misericordiosos. 

16.  Mira,  senor,  que  yo  soy  tu  sieruo,  hijo  de  tu  esclaua:  desataste 
mis  ataduras. 

17.  A  ti  sacrificare  sacrificio  de  confission,  y  en  el  nombre  del  senor 
inuocare. 

18.  Pagare  mis  votos  al  senor  ahora  delante  de  todo  su  pueblo;  /       fol.  162  ro. 

19.  en  los  palacios  de  la  casa  del  senor;  en  medio  de  ti,  Jerusalen, 

HALELVYA. 


303 


Salmo  cxvn 

1.  Alabad  al  senor,  todas  gentes;  loadlo,  todos  pueblos. 

2.  Porque  fortificada  sta  en  nosotros  su  misericordia,  y  la  verdad,  del 
SENOR,  sera  para  siempre.  halelvya. 


304 


Salmo  cxviii 

1.  Confessad  del  senor  que  es  bueno:  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

2.  Diga  ahora  Jsrrael :  que  es  perpetua  su  misericordia. 

3.  Diga  la  casa  de  Aron:  que  es  perpetua  su  misericordia.  /  vo. 

4.  Digan  ahora  los  que  temen  al  senor:  que  es  perpe[tua]  su 
mise[ricordia]. 

5.  Desde  la  tribulacion  inuoque  al  senor;  respondiome  en  anchura 
el  senor. 

6.  El  senor  es  comigo :  no  temere.  Sl\xi  me  hara  el  hombre? 

7.  El  senor  es  comigo  en  mis  valedores:  y  yo  vere  en  los  que  me 
aborrecen. 

8.  Mejor  es  esperar  en  el  senor  que  confiar  en  hombre. 

9.  Mejor  es  esperar  en  el  senor  que  confiar  en  principes. 

10.  Todas  las  gentes  me  auian  rodeado:  en  el  nombre  del  senor  que 
las  cortare. 

11.  Auianme  rodeado;  tambien  me  auian  ro  /deado;  en  el  nombre  fol.  l65ro. 
del  SENOR ;  que  las  cortare. 

12.  Auianme  rodeado  como  auejas;  fueron  apagadas  como  fuego  de 
espinas:  en  el  nombre  del  senor;  que  las  cortare. 

13.  Rempuxando  me  rempuxaste  para  caer;  y  el  senor  me  socorrio. 

14.  My  fortaleza  y  my  cantar  era  el  senor,  y  fueme  a  salud. 

15.  Boz  de  cantar  y  de  salud  en  tiendas  de  justos  es  esta;  la  diestra 
del  senor  haze  valentias. 

16.  La  diestra  del  senor  es  alta;  la  diestra  del  senor  haze  valentia. 

17.  No  morire,  pero  biuire,  y  contare  las  obras  del  senor.  /  vo. 

18.  Castigando  me  castigo  el  senor;  y  no  me  entrego  a  la  muerte. 

19.  Abridme  las  puertas  de  justiciar  entrare  por  ellas,  confessare  al 
senor. 

20.  Esta  puerta  es  del  senor;  justos  entraran  por  ella, 

21.  Confessarete,  que  me  respondiste,  y  me  causaste  salud. 


305 


22.  La  piedra  que  desecharon  los  cdificadores,  ha  sido  por  cabega  de 
rincon. 

23.  Esta  fue  obra  del  senor:  ella  es  marauillosa  en  nuestros  ojos. 

24.  Este  dia  hizo  el  senor;  gozemos  y  alegremonos  en  el. 

fol.  164  ro.  25.  SupHcote,  senor,  salua  ahora;  sup/Hcote,  senor,  prospera  ahora. 

26.  Bendito  el  que  viene  en  el  nombre  del  senor;  bendezimo(s)os 
desde  la  casa  del  senor. 

27.  Ei  Dios  lEHOVA  nos  ha  illustrado:  atad  la  vittima  con  cuerdas 
hasta  los  cuernos  del  altar. 

28.  Tu  eres  my  Dios  y  confessarete;  my  Dios,  y  ensal?arete. 

29.  Confessad  del  senor  que  es  bueno;  que  es  perpetua  su 
misericordia. 


306 


Salmo  cxix 
Alef 

1.  Bienauenturados  los  de  perfetto  camino;  que  andan  en  la  ley  del 

SENOR. 

2.  Bienauenturados  los  que  guardan  sus  testimonios;  con  todo 

coragon  lo  buscan.  /  vo. 

3.  Tambien  los  que  no  an  obrado  iniquidad,  y  an  andado  en  sus 
caminos  de  Dios. 

4.  Tu  mandaste  tus  comissiones  a  ser  guardadas  mucho. 

5.  jOxala  esten  adere?ados  mis  caminos  a  guardar  tus  estatutos! 

6.  Estonces  no  me  auergongare,  quando  mirare  a  todos  tus 
mandamientos. 

7.  Confessarete  con  rettitud  de  cora^on,  quando  aure  aprendido  los 
juizios  de  tu  justicia. 

8.  Guardare  tus  estatutos;  no  me  desampares  mucho. 


307 


Parte  ii.  Bet 


fol.  165  ro.   1.  6Con  que  alimpiara  el  mancebo  su  ca/mino?.  Guardandose  segiin 
tu  palabra. 

2.  Con  todo  my  coragon  te  he  buscado;  no  me  hagas  deuiar  de  tus 
mandamientos. 

3.  En  my  coragon  he  ascondido  tu  dicho;  por  tanto  no  peccare 
contra  ti. 

4.  Bendito  tu,  Senor;  ensename  tus  estatutos. 

5.  Con  mis  labrios  he  contado  todos  los  juizios  de  tu  boca. 

6.  En  el  camino  de  tus  testimonios  he  holgado,  como  sobre  mucha 
riqueza. 

7.  De  tus  comissiones  hablare,  y  mirare  tus  senderos. 

8.  Con  tus  estatutos  me  deleytare;  no  oluidare  tu  palabra. 


308 


Parte  iii.  Guimal 


vo. 


L  Concede  a  tu  sieruo  que  biua,  y  guarde  tu  palabra. 

2.  Abre  mis  ojos,  y  mirare  las  marauillas  de  tu  ley, 

3.  Forastero  soy  yo  sobre  la  tierra;  no  ascondas  de  my  tus 
mandamientos. 

4.  Deshazese  my  anima  de  desseo  a  tus  juizios  en  todo  tlempo. 

5.  Reprehendiste  a  los  soberuios;  malditos  los  que  yerran  de  tus 
mandamientos. 

6.  Aparta  de  sobre  my  denuesto  e  injuria,  pues  que  he  guardado  tus 
testimonios. 

7.  Tambien  se  assentaron  principes,  contra  my  hablaron;  tu  sieruo 

pensara  en  tus  estatutos.  /  fol.  166  ro. 

8.  Tambien  tus  testimonios  son  mis  plazeres,  varones  de  my  consejo. 


309 


Parte  iiii.  Dalet 


1.  Apegada  sta  mi  anima  al  poluo;  viuificame  segun  tu  palabra. 

2.  Mis  caminos  he  contado;  y  respondisteme  ensename  tus  estatutos. 

3.  Hazme  entender  el  camino  de  tu  comissiones,  y  hablare  de  tus 
marauillas. 

4.  Estila  my  anima  de  congoxa;  confortame  segun  tu  palabra. 

5.  Quita  de  my  camino  mentiroso;  y  con  tu  ley  te  compadece  de  my. 
vo.      6.  Camino  verdadero  he  escogido;  tus  juizios  me  he  propuesto.  / 

7.  Apegado  me  he  a  tus  testimonios;  senor;  no  me  auerguences, 
[8].  El  camino  de  tus  mandamientos  correre,  quando  ensancharas  my 
coragon. 


310 


Parte  v.  He 


1.  Ensename,  senor,  el  camino  de  tus  estatutos,  y  guardarelo  hasta  el 
cabo. 

2.  Dame  entendimiento  y  cumplire  tu  ley;  y  guardarela  con  todo 
cora?6n. 

3.  Encaminame  por  el  sendero  de  tus'mandamientos,  porque  a  el  estoy 
aficionado. 

4.  Inclina  my  coragon  a  tus  testimonies,  y  no  a  interesse. 

5.  Aparta  mis  ojos  de  ver  vanidad;  viuificame  en  tu  camino.  / 

6.  Confirma  a  tu  sieruo  tu  dicho,  el  que  es  para  temerte. 

7.  Aparta  my  denuesto,  el  que  he  temido,  pues  tus  juizios  son  buenos. 
[8].  Mira  que  he  amado  tus  comissiones;  con  tu  justicia  me  viuifica. 


311 


Parte  vr.  Vau 


1.  Vengame,  senor,  tu  misericordia  y  tu  salud  conforme  a  tu  dicho, 

2.  Y  respondere  al  que  me  reprocha  la  palabra :  que  he  confiado  en  tu 
palabra. 

3.  Y  no  quites  de  my  boca  palabra  de  verdad  en  ninguna  manera, 
pues  que  a  tu  juizio  he  asperado. 

vo.      4.  Y  guardare  tu  ley  de  contino,  para  siempre  y  siempre.  / 

5.  Y  caminare  en  anchura,  porque  he  buscado  tus  comissiones. 

6.  Y  hablare  de  tus  testimonies  delante  dereyes;  y  no  me  auergongare. 

7.  Y  holgareme  con  tus  mandamientos,  los  que  he  amado. 

8.  Y  algare  mis  pahnas  a  tus  mandamientos,  los  que  he  amado;  y 
hablare  en  tus  estatutos. 


312 


Parte  vii.  Zain 


1.  Acuerdate  de  la  palabra  dada  a  tu  sieruo,  sobre  la  qual  me  has 
hecho  asperar. 

2.  Esta  ha  sido  my  consolacion  en  my  aflicion;  porque  tu  dicho  me 

viuifico,  /  fol.  168  ro. 

3.  Soberuios  me  an  mofado  muy  mucho;de  tu  ley  no  me  he  apartado. 

4.  Acordauame  de  tus  juizios  de  antiguo,  senor,  y  consolauame. 

5.  Temblor  me  tomaua  de  los  impios  desamparadores  de  tu  ley, 

6.  Can  tares  me  fueron  tus  estatutos;  en  la  casa  de  mis  pelegrinaciones. 

7.  Acordauame  de  noche  de  tu  nombre,  senor;  y  guardaua  tu  ley. 

8.  Esto  me  fue  assy,  porque  cumpli  tus  comissiones. 


313 


Parte  viii.  Chet 


1.  My  porcion,  senor,  he  dicho  que  es  guardar  tu  palabra.  / 

2.  He  orado  tu  presencia  con  todo  coragon ;  compadecete  de  my, 
conforme  a  tu  dicho. 

3.  Considere  mis  caminos,  y  retorne  mis  pies  a  tus  testimonies. 

4.  Apressureme;  y  no  tarde  a  guardar  tus  mandamientos. 

5.  Lazos  de  impios  me  ataron,  pero  no  oluide  tu  ley. 

6.  A  media  noche  me  leuantare  a  confessarte  sobre  los  juizios  de  tu 
justicia. 

7.  Companero  soy  yo  a  todos  los  que  te  temen;  y  que  guardan  tus 
comissiones. 

8.  De  tu  misericordia,  senor,  sta  llena  la  tierra;  ensename  tus 
estatutos. 


314 


Parte  ix.  Tet 


1.  Bondad  has  vsado  con  tu  sieruo,  senor,  conforme  a  tu  palabra./  fol.  169  ro. 

2.  Buen  gusto  y  ciencia  me  ensena,  pues  que  he  dado  credito  a  tus 
mandamientos. 

3.  Antes  de  afligirme  y[o]  erraua;  y  ahora  he  guardado  tu  dicho. 

4.  Bueno  eres  tu  y  Uberal;  ensename  tus  estatutos. 

5.  Amontonaron  sobre  my  soberuios  mentira;  yo  con  todo  coragon 
guardare  tus  comissiones. 

6.  Engordado  sta  como  enxundia  su  coragon  dellos;  yo  con  tu  ley  me 
he  deleytado. 

7.  Bueno  es  para  my  que  he  sido  afligido;  por  tanto  aprendere  tus 
estatutos.  /  vo. 

8.  Buena  es  para  my  la  ley  de  tu  boca,  mas  que  millares  de  oro  y  de 
plata. 


315 


Parte  x.  lod 


1.  Tus  manos  me  hizieron  y  me  aparejaron;  dame  entendimiento  y 
aprendere  tus  mandamientos. 

2.  Los  que  te  temen,  me  veran  y  se  alegraran,  porque  a  tu  palabra  he 
asperado. 

3.  Conocido  he,  senor,  que  ay  justicia  en  tus  juizios,  y  con  uerdad  me 
afligiste. 

4.  Sea  ahora  tu  misericordia  para  consolarme,  conforme  a  lo  que  has 
dicho  a  tu  sieruo. 

5.  Venganme  tus  compassiones  y  biuire,  pues  que  tu  ley  es  my  deleyte. 

6.  Queden  confusos  los  soberuios,  porque  falsamente  me  quieren 
fol.  170  ro.       peruertir:  yo  /  hablare  en  tus  comissiones. 

7.  Retornen  a  my  los  que  te  temen,  y  los  que  conocen  tus  testimonios. 
[8].  Ste  perfetto  my  cora^on  en  tus  estatutos,  para  que  no  reciba  yo 

confussion. 


316 


Parte  xr.  Caf 


1 .  Desfallecido  ha  my  anima  en  la  speranga  de  tu  salud ;  en  tu  palabra 
he  asperado. 

2.  Desfallecido  an  mis  ojos  en  la  speranga  de  tu  dicho,  diziendo: 
^Quando  me  consolaras? 

3.  Aunque  he  stado  como  odre  al  humo,  no  he  oluidado  tus  estatutos. 

4.  ^Quantos  son  los  dias  de  tu  sieruo?  ^Quando  haras  juizio  de  mis 
perseguidores? 

5.  Cauaronme  soberuios  hoyas,  las  quales  /  no  eran  conforme  a  tu 
ley. 

6.  Todos  tus  mandamientos  son  verdad;  con  falsedad  me  persiguen, 
socorreme. 

7.  Por  poco  me  vuieran  hecho  desfallecer  en  la  tierra ;  y  yo  no 
desampare  tus  comisiones. 

8.  Conform.e  a  tu  misericordia  me  viuifica;  y  guardare  los  testimonios 
de  tu  boca. 


317 


Parte  xii.  Lamed 


1 .  Para  siempre,  senor,  tu  palabra  permanece  en  los  cielos. 

2.  De  generacion  en  generacion  tu  verdad ;  aparejaste  la  tierra ;  y  estara. 

3.  A  tus  juizios  estan  oy ,  porque  todo  te  es  sieruo. 

fol.  171  ro.  4.  Si  no  que  tu  ley  ha  sido  my  deieyte;  esto/nces  pereciera  en  mi 
aflicion. 

5.  Para  siempre  no  oluidare  tus  comissiones,  porque  con  ellas  me  has 
viuificado. 

6.  Tuyo  soy  yo,  saluame;  pues  que  he  buscado  tus  comissiones. 

7.  A  my  asperaron  los  impios  para  echarme  a  perder;  entendere  tus 
testimonios. 

8.  A  todo  desfallecimiento  he  visto  fin;  muy  ancho  es  tu  mandamiento. 


318 


Parte  xiii.  Mem 


1.  jO  quanto  he  amado  tu  ley!;  cada  dia  ella  es  my  hablar. 

2.  Mas  que  a  mis  enemigos  me  haras  sabio  con  tus  mandamientos , 
porque  siempre  ella  sta  comigo. 

3.  Mas  que  todos  mis  precettores  he  entendido,  porque  tus 
testimonies  son  my  hablar.  / 

4.  Mas  que  ancianos  entendere,  porque  he  guardado  tus  comissiones. 

5.  De  todo  mal  sendero  he  apartado  mis  pies,  por  guardar  tu  palabra. 

6.  De  tus  juizios  no  me  he  apartado,  porque  tu  me  has  ensenado. 

7.  jO  quanto  son  dulces  a  my  paladar  tus  dichos,  mas  que  miel  a  my 
boca! 

8.  De  tus  comissiones  me  hare  entendido;  por  tanto  he  aborrecido 
todo  sendero  falso. 


319 


Parte  xiiii.  Nun 


1 .  Candil  es  a  my  pie  tu  palabra,  y  luz  a  mis  senderos. 
fol.  172  ro.  2.  Jure  y  delibere  de  guardar  los  juizios  de  tu  justicia.  / 

3.  Afligido  estoy  muy  mucho;  senor,  viuificame  segun  tu  palabra. 

4.  Lo  voluntario  de  my  boca  acetta,  te  suplico,  Seilor;  y  ensename 
;  tus  juizios. 

5.  My  anima  sta  en  my  palma  siempre;  y  no  he  oluidado  tu  ley. 

6.  Pusieronme  los  impios  lazo;  y  no  erre  de  tus  comissiones. 

7.  Herede  tus  testimonios  para  siempre,  porque  gozo  de  my  coracon 
[son]  ellos. 

8.  Incline  my  coragon  a  hazer  tus  estatutos  para  siempre  jamas. 


320 


Parte  xv  Samech 

1.  Inuenciones  de  hombres  he  aborrecido;  y  a  tu  ley  he  amado.  /  vo. 

2.  My  ascondrijo  y  my  escudo  eres  tu;  a  tu  palabra  he  asperado. 

3.  Apartaos  de  my,  malinos;  y  cumplire  los  mandamientos  de  my 
Dios. 

4.  Sustentame  en  tu  dicho  y  biuire;  y  no  me  causes  confusion  por  my 
speran^a. 

5.  Sustentame  y  sere  saluo;  y  holgare  con  tus  estatutos  siempre. 

6.  Acoceaste  a  todos  los  que  se  apartan  de  tus  estatutos;  porque 
falsedad  y  engano  ay  en  ellos. 

7.  Como  escorias  desheziste  a  todos  los  impios  de  la  tierra;  por  tan  to 
he  amado  tus  testimonios. 

8.  Espeluznado  se  ha  my  carne  por  tu  /  temor;  y  de  tus  juizios  he     fol.  173  ro. 
tenido  temor. 


321 


Parte  xvi.  Haim 


1.  He  hecho  juizio  y  justicia;  no  me  entregues  a  los  que  me  vsurpan. 

2.  Haz  dulce  a  tu  sieruo  lo  bueno;  no  me  vsurpen  soberuios. 

3.  Mis  ojos  an  desfallecido  asperando  tu  salud,  y  el  dicho  de  tu 
justicia. 

4.  Haz  con  tu  sieruo  segun  tu  misericordia;  y  ensename  tus  estatutos. 

5.  Sieruo  tuyo  soy  yo,  dame  entendimiento,  y  sabre  tus  testimonios. 

6.  Tiempo  es  que  haga  castigo  el  senor,  porque  an  gastado  tu  ley. 
vo.      7.  Por  tanto  he  amado  tus  mandamien/tos,  mas  que  oro,  y  que  oro 

fino. 

8.  Por  tanto  todas  las  comissiones,  todas  las  he  tenido  por  rettas; 
todo  camino  falso  he  aborrecido. 


322 


Parte  xvii.  Pe 

1 .  Marauillosos  son  tus  testimonios ;  por  tanto  los  ha  guardado  my 
anima. 

2.  La  puerta  de  tus  palabras  alumbra,  y  da  entendimiento  a  los 
simplices. 

3.  Abri  my  boca  y  respire;  porque  desee  tus  mandamientos. 

4.  Mirame  y  compadecete  de  my,  conforme  al  juizio  de  los  que  aman 
tu  nombre. 

5.  Refirma  mis  pissadas  en  tu  dicho;  y  no  me  enseiioree  iniquidad 

ninguna.  /  fol.  l74ro. 

6.  Rescatame  de  calunia  de  hombre;  y  guardare  tus  comissiones. 

7.  Haz  resplandeciente  tu  presencia  en  tu  sieruo;  y  ensename  tus 
estatutos. 

8.  Arroyos  de  aguas  an  baxado  de  mis  ojos,  sobre  que  no  guardaron 
tu  ley. 


^23 


Parte  xviii.  Zadic 


1.  Justo  eres  tu,  Senor,  y  rettos  son  tus  juizios. 

2.  Mandaste  justicia  en  tus  testimonies,  y  mucha  verdad. 

3.  Mi  zelo  me  consumia,  porque  oluidauan  tus  palabras  mis  aduersa- 
rios. 

vo.      4.  Mucho  es  acendrado  tu  dicho;  y  tu  sieruo  lo  ha  amado.  / 

5.  Pequeno  y  menospreciado  soy  yo;  no  he  oluidado  tus  comissioness 

6.  Tu  justicia  es  justicia  para  siempre;  y  tu  ley  es  verdad. 

7.  Tribulacion  y  angustia  me  hallaron;  tus  mandamientos  fueron~mis 
plazeres. 

(8).  La  justicia  de  tus  testimonios  es  para  siempre;  dame 
entendimiento  y  biuire. 


324 


Parte  xix.  Cof 


1.  Llamado  he  con  todo  cora^on;  respondeme  senor.  cumpUre  tus 
estatutos. 

2.  A  ti  he  llamado;  saluame,  y  guardare  tus  testunonios. 

3.  Anticipe  al  aurora  e  inuoque;  a  tus  palabras  aspere.  /  foi.  175  ro. 

4.  Anticiparon  mis  ojos  las  velas  de  la  noche,  para  hablar  en  tu  dicho. 

5.  Oye  my  boz  segiin  tu  misericordia;  segun  tu  juizio  me  viuifica. 

6.  Acercaronse  los  que  buscan  mal  pensamiento;  de  tu  ley  se  alexaron. 

7.  Cercano  stas  tii,  senor;  y  todos  tu  mandamientos  son  verdad. 

[8].  Ya  antes  conod  de  tus  testimonios,  que  para  siempre  los  fundaste. 


325 


Parte  xx.  Res 


1.  Mira  my  aflicion  y  librame;  pues  que  no  he  olvidado  tu  ley. 

2.  Litiga  my  lite  y  rescatame;  con  tu  dicho  me  viuifica.  / 

3.  Lexos  sta  de  los  impios  la  salud;  porque  no  buscaron  tus  estatutos. 

4.  Tus  piedades  son  muchas,  senor;  segun  tu  juizio  me  viuifica. 

5.  Muchos  son  los  que  me  persiguen  y  me  contrastan;  y  no  me  he 
apartado  de  tus  testimonios. 

6.  Vi  a  los  engafiosos  y  tome  fastidio;  los  que  no  guardauan  tu  dicho. 

7.  Mira  que  he  amado  tus  comissiones,  senor;  segiin  tu  misericordia 
me  viuifica. 

8.  La  cabepa  de  tu  palabra  es  verdad;  y  para  siempre  permanece  todo 
juicio  de  tu  justicia. 


Parte  xxi.  Sin 


1.  Pnncipes  me  an  perseguido  sin  causa;  y  de  tus  palabras  ha  temido  fol.  176 ro. 
mi  coragon. 

2.  Gozado  me  he  yo  con  tu  dicho;  como  quien  halla  mucho  despojo. 

3.  Aborrecido  y  abominado  he  la  falsedad,  y  he  amado  tu  ley. 

4.  Siete  vezes  al  dia  te  he  alabado,  por  los  juizios  de  tu  justicia. 

5.  Mucha  paz  toca  a  los  que  aman  tu  ley;  y  no  ay  para  ellos  tropiego. 

6.  Asperado  he,  senor,  tu  salud;  y  he  hecho  tus  mandamientos. 

7.  Guardado  ha  my  anima  tus  testimonios,  y  halos  amado  mucho. 

8.  Guardado  he  tus  comissiones  y  tus  testimonios;  porque  todos  mis 
caminos  stan  de/lante  de  ti.  vo. 


327 


Parte  xxii.  Tau 


1.  Acerquese  my  clamor  a  tu  presencia,  senor;  segun  tu  palabra  me 
da  entendimiento. 

2.  Entre  my  peticion  a  tu  presencia;  segun  tu  dicho  me  libra. 

3.  Pronunciaran  mis  labrios  loor,  quando  me  ensenaras  tus  estatutos, 

4.  Dira  my  lengua  de  tu  dicho,  que  todos  tus  mandamientos  son 
justicia. 

5.  Sea  tu  mano  para  socorrerme;  pues  que  he  escogido  tus 
comissiones. 

foi.  i77ro.  6.  Desseado  he  tu  salud,  senor;  y  tu  ley  es  mis  plazeres.  / 

7.  Biua  my  anima  y  alabarete;  y  tus  juizios  me  socorran. 

8.  Descarriado  he  andado  como  res  perdida;  busca  a  tu  sieruo,  pues 
que  no  he  oluidado  tus  mandamientos. 


328 


Salmo  cxx 


Canticum  graduale 

1 .  En  my  tribulacion  Uame  al  senor,  y  respondiome. 

2.  SENOR,  libra  a  my  anima  de  labrio  mentiroso,  de  lengua  enganosa. 

3.  ^Que  cosa  dara  Dios  a  ti,  o  que  anadira  a  ti,  o  lengua  enganosa? 

4.  Saetas  de  valiente,  agudas  con  caruones  de  enebro. 

5.  (Guay  de  my,  que  voy  pelegrinando  en  Mesech;  he  morado  en  las 
tiendas  de  Cedar!  /  vo. 

6.  Mucho  tiempo  ha  morado  my  anima  con  el  que  aborrece  la  paz. 

7.  Yo  a  paz;  y  quando  hablo,  ellos  a  guerra. 


329 


Salmo  cxxi 
Canticum  graduale 

1.  Algare  mis  ojos  a  los  montes,  mirando;  ^de  donde  me  verna  socorro? 

2.  My  socorro  de  el  senor,  hazedor  de  cielos  y  tierra. 

3.  No  dara  a  vacilacion  tu  pie;  no  se  adormecera  el  que  te  guarda. 

4.  Ved  que  no  se  adormecera  ny  dormira  el  que  guarda  a  Jsrrael. 

5.  El  SENOR  es  tu  guarda;  el  senor  es  tu  sombra,  a  la  mano  de  tu 
diestra. 

fol.  178  ro.  6.  De  dia  no  te  herira  el  sol,  ny  la  luna  de  noche.  / 

7.  El  Sefior  te  guardara  de  todo  mal;  guardara  a  tu  anima. 

8.  El  Senor  guardara  tu  salir  y  tu  entrar,  desde  ahora  y  para  siempre. 


330 


Salmo  cxxii 
Canticum  graduale  -  De  Dauid 

1 .  Alegrado  me  he  con  los  que  me  dizen :  a  la  casa  del  senor  iremos. 

2.  Estado  an  nuestros  pies  en  tus  puertas,  Jerusalen; 

3.  Jerusalen  la  edificada  como  cibdad  que  sta  vnida  juntamente. 

4.  Adonde  suben  tribus,  tribus  del  senor,  testimonio  a  Jsrrael,  para 
confessar  el  nombre  del  senor. 

5.  Porque  ally  estan  sentadas  las  sillas  para  juizio,  las  sillas  de  la  casa 
de  Dauid. 

6.  Rogad  paz  a  Jerusalen,  diziendo:  repossen  los  que  te  aman.  /  vo. 

7.  Aya  paz  en  tu  barbacana,  y  reposo  en  tus  palacios. 

8.  Por  causa  de  mis  hermanos  y  de  mis  proximos,  hablare  ahora 
diziendo:  paz  en  ti. 

9.  Por  causa  de  la  casa  del  senor  Dios  nuestro,  buscare  bien  para  ti- 


331 


Salmo  cxxiii 


Canticum  graduale 

1 .  A  ti  he  algado  mis  ojos,  que  moras  en  los  cielos. 

2.  Ved  que  como  los  hijos  de  los  sieruos  miran  a  la  mano  de  sus 
senores,  como  los  ojos  de  la  esclaua  miran  a  la  mano  de  su  seiiora, 
assy  nuestros  ojos  miraran  al  senor  Dios  nuestro,  hasta  que  se 
compadezca  de  nosotros. 

3.  Compadecete,  senor,  de  nosotros;  compadecete  do  nosotros, 
fol.  179  ro.      porque  muy  hartos  estamos  de  desprecio.  / 

4.  Mucho  sta  harta  nuestra  propia  anima  de  scarnio  de  ricos,  de 
desprecio  de  soberuios. 


332 


Salmo  cxxiiii 


Canticum  graduale.  —  De  Dauid 

1.  Sino  que  el  Seiior  es  con  nosotros,  diga  ahora  Jsrrael; 

2.  sino  que  el  Seiior  es  con  nosotros,  al  leuantarse  el  hombre  contra 
nosotros ; 

3.  estonces  nos  tragaran  biuos,  quando  heruia  su  furor  contra 
nosotros. 

4.  Estonces  las  aguas  nos  anegaran;  el  rio  passara  sobre  nuestras 
animas; 

5.  estonces  passaran  sobre  nuestras  animas,  aguas  ensoberuecidas. 

6.  Bendito  el  senor,  que  no  nos  dio  por  destrogo  a  sus  dientes. 

7.  Nuestra  anima  es  como  el  paxaro  es /capado  de  lazo  de  cagadores;  vo. 
fue  roto  el  lazo  y  nosotros  escapamos. 

8.  Nuestro  socorro  ha  sido  en  el  nombre  del  senor,  hazedor  de  cielos 
y  tierra. 


333 


Salmo  cxxv 
Canticum  graduale 

1.  Los  confiados  en  el  senor  son  como  el  monte  de  Sion,  que  no 
vacilara,  y  para  siempre  stara. 

2.  Jerusalen  tiene  montes  arrededor  della,  y  el  senor  sta  arrededor  de 
su  pueblo  desde  ahora  y  hasta  siempre. 

3.  Porque  no  dexara  la  vara  de  la  impiedad  sobre  la  suerte  de  los 
justos;  por  causa  que  no  estiendan  los  justos  a  iniquidad  sus  manos. 

4.  Haz,  SENOR,  bien  a  los  buenos,  y  a  los  rettos  en  sus  coragones. 
fol.  iSOro.  5.  Y  a  los  que  declinan  a  sus  peruersidades,  /  lleuara  el  senor  con 

los  que  obran  iniquidad.  Paz  sobre  Jsrrael. 


334 


Salmo  cxxvi 
Canticum  graduale 

1.  Al  retornar  el  senor  la  cattiuidad  de  Sion,  seremos  semejantes  a  los 
que  ensuenan. 

2.  Estonces  se  hinchira  nuestra  boca  de  riso,  y  nuestra  lengua  de 
jubilacion ;  estonces  se  dira  entre  gentes :  engrandecido  ha  el  senor 
el  hazer  por  ellos. 

3.  Engrandezido  ha  el  senor  el  hazer  por  nosotros;  estaremos  alegres. 

4.  Retorna,  senor,  nuestra  cattiuidad,  y  sera  como  poner  arroyos  al 
mediodia,  adonde 

5.  los  que  siembran  con  lagrima  cogeran  con  jubilacion. 

6.  Andando  andara,  y  Uorando  lieuara  costal  /  de  simiente;  viniendo  vo. 
verna  con  jubilacion,  trayendo  sus  manojos. 


335 


Salmo  cxxvii 
Canticum  graduale.  —  De  Salomon 

1.  Sy  el  SENOR  no  edificara  la  casa,  en  vano  trabajan  los  que  edifican 
en  ella;  sy  el  Senor  no  guardara  la  cibdad,  en  vano  vela  la  guarda. 

2.  Vano  es  a  vosotros,  madrugadores  el  leuantar,  tardando  el  sentar 
los  que  comeis  pan  de  dolores;  assy  dara  Dios,  d  su  querido,  sueno. 

3.  Ved  que  la  heredad  del  Senor  son  hijos;  el  gualardon  frutto  de 
vientre. 

4.  Como  saetas  en  mano  de  valiente,  assy  son  los  hijos  de  la  juuen- 

fol.  181  ro.         tud.  / 

5.  Bienauenturado  el  varon  que  aura  hinchido  su  aljaba  dellas:  no 
recibirdn  confusion,  quando  hablaran  con  enemigos  en  puerta. 


336 


Salmo  cxxviii 
Canticum  graduale 

1.  Bienauenturado  todo  aquel  que  teme  al  senor,  que  anda  en  sus 
caminos. 

2.  Quando  comeras  el  trabajo  de  tus  palmas,  bienauenturado  tii,  y 
bien  para  ti. 

3.  Tu  muger  sera  como  vid  fruttifera,  en  los  cantones  de  tu  casa;  tus 
hijos  como  pimpoUos  de  oliuas,  arrededor  de  tu  mesa. 

4.  Ved  que  assy  sera  bendito  el  valiente,  temeroso  del  senor. 

5.  Bendigate  el  senor  desde  Sion,  y  haga  que  veas  en  bien  a  Jerusalen 
todos  los  dias  de  tu  vida.  /  vo. 

6.  Y  que  veas  hijos  de  tus  hijos.  Paz  sobre  Jsrrael. 


337 


Salmo  cxxix 


Canticum  graduale 

1.  Mucho  me  fatigaron  desde  my  mocedad,  diga  ahora  Jsrrael; 

2.  mucho  me  fatigaron  desde  my  mocedad,  pero  no  preualecieron 
contra  my. 

3.  Sobre  my  espalda  araron  los  aradores,  y  alongaron  su  sulco. 

4.  El  SENOR  justo  corto  las  cuerdas  de  los  impios. 

5.  Quedaran  confusos  y  retornaran  a  tras  todos  ios  que  aborrecen  a 
Sion. 

6.  Seran  como  yerua  de  tejados,  que  antes  de  ser  cogida  se  seca, 

7.  de  la  qual  no  hinche  su  palma  el  segador,  ny  su  seno  el  que  haze 
los  hazes. 

fol.  182  ro.  8.  Y  no  dizen  los  que  passan:  la  bendicion  del  /  senor  venga  a 
vosotros;  bendezimos  os  en  el  nombre  del  senor. 


338 


Salmo  cxxx 
Canticum  graduale 

1 .  Desde  honduras  te  he  Uamado,  senor. 

2.  SENOR,  oye  my  boz;  esten  tus  orejas  atentas  a  la  boz  de  mis  ruegos. 

3.  Sy  guardaras,  senor,  a  las  iniquidades,  senor,  ^quien  estara? 

4.  Porque  contigo  sta  el  perdon,  por  tanto  seras  temido. 

5.  Esperado  he  al  senor,  esperado  ha  my  anima;  y  en  su  palabra  he 
asperado. 

6.  My  anima  va  al  senor  antes  que  las  guardas  de  la  maiiana.  Que 
las  guardas  de  la  maiiana. 

7.  Aspera  tu,  Jsrrael,  al  senor;  porque  con  el  senor  sta  la 
misericordia,  y  con  el  sta  copiosa  la  redencion.  /  vo. 

8.  Y  el  redemira  d  Jsrrael  de  todas  sus  iniquidades. 


339 


Salmo  cxxxi 
Canticum  graduale.  —  De  Dauid 

1.  SENOR,  no  se  ha  ensalgado  my  corapon;  no  se  han  eleuado  mis  ojos; 
y  no  he  andado  en  grandezas  ny  en  marauillas  que  son  sobre  my, 

2.  Sino  ha  abaxado  y  tenido  en  silencio  a  my  anima,  como  el 
destetado  junto  a  su  madre;  como  el  destetado  junto  a  my  sta  my 
anima. 

3.  Aspera  tii,  Jsrrael,  al  senor  desde  ahora  y  hasta  siempre. 


340 


Salmo  cxxxn 
Canticum  graduale 

1 .  Acuerdate,  senor,  de  Dauid,  de  todas  sus  afliciones ; 

2.  el  qual  juro  al  senor;  voto  al  fuerte  Dios  de  Jacob.  /  fol.  183 ro. 

3.  Sy  entrare  en  la  tienda  de  my  casa,  sy  subire  sobre  el  lecho  de  mis 
estrados, 

4.  sy  dare  sueno  a  mis  ojos,  a  mis  parpados  adormecimiento ; 

5.  hasta  que  halle  lugar  para  el  senor;  aposento  para  el  fuerte  Dios 
de  Jacob. 

6.  Ved  que  lo  oimos  el  aposento  en  Efrata;  lo  hallamos  en  campos 
de  bosque. 

7.  Entramos  en  sus  aposentos ;  acoruamonos  al  vanquillo  de  sus  pies. 

8.  Leuantate,  senor,  a  tu  holganga;  tu  y  el  area  de  tu  fortaleza. 

9.  Tus  sacerdotes  vestirdn  justicia,  y  tus  misericordiosos  jubilaran. 

10.  Por  causa  de  Dauid,  tu  sieruo,  no  retornes  la  cara  de  tu  vngido. 

11.  Juro  el  senor  a  Dauid  verdad;  no  se  retornara  /  della;  del  frutto  vo. 
de  tu  vientre  porne  en  tu  silla. 

12.  Sy  guardaran  tus  hijos  my  patto,  y  my  testimonio,  este  que  les 
ensenare,  tambien  sus  hijos  perpetuamente  se  asentaran  en  tu  silla. 

13.  Porque  escogio  el  senor  morada  en  Sion;  desseola  para  su 
abitacion,  diziendo: 

14.  Esta  sera  my  holganga  perpetuamente;  aqui  me  asentare  porque 
la  dessee. 

15.  Bendezire  bendiziendo  a  su  mantenimiento ;  a  sus  mendigos 
hartare  de  pan. 

16.  A  sus  sacerdotes  vestire  de  salud;  y  sus  misericordiosos  jubilando 
jubilaran. 

17.  Ally  hare  que  florezca  el  cuerno  a  Dauid;  ally  ordene  candyl  d  my 
vngido. 

[18].  A  sus  enemigos  vestire  de  confussion;  y  florecera  sobre  el  su 
corona. 


341 


Salmo  cxxxiii 
Canticum  Graduale.  —  De  Dauid 

1.  jVed  quanto  es  bueno  y  quanto  es  apazible  morar  los  hermanos 
fol.  l84ro.       y  /  en  conformidad! 

2.  Como  el  olio,  el  bueno,  sobre  la  cabega,  que  baxa  por  la  barba, 
barba  de  Aron;  que  baxa  por  la  orilla  de  sus  vestiduras. 

3.  Como  el  rucio  de  Hermon,  que  baxa  por  los  montes  de  Sion; 
porque  ally  mando  el  senor  bendicion,  vidas  hasta  siempre. 


342 


Salmo  cxxxiiii 
Canticum  graduale 

1.  jEa,  sus!  bendezid  al  senor  todos  los  que  sois  sieruos  del  Senor;  los 
que  stais  en  la  casa  del  senor  en  las  noches. 

2.  Leuantad  vuestras  manos  a  la  santtidad,  y  bendezid  al  senor. 

3.  Bendigate  el  senor  desde  Sion,  el  hazedor  de  cielos  y  tierra. 


343 


Salmo  cxxxv 
Haleluya 

1.  Alabad  el  nombre  del  senor;  alabad,  sieruos  del  senor, 

2.  los  que  stais  en  la  casa  del  senor,  en  los  palacios  de  la  casa  de 
nuestros  Dios. 

3.  Alabad  al  senor,  porque  bueno  es  el  senor;  cantad  a  su  nombre, 
porque  es  deleytable. 

4.  Porque  a  Jacob  se  escogio  el  senor;  a  Jsrrael  por  cosa  suya. 

5.  Porque  yo  he  conocido  que  es  grande  el  senor,  y  nuestro  senor 
mas  que  todos  los  dioses. 

6.  Todo  lo  que  ha  querido  ha  hecho  el  senor,  en  los  cielos  y  en  la 
tierra,  en  mares  y  en  todos  abismos. 

7.  El  lleuanta  nuues  de  lo  vltimo  de  la  tierra;  haze  relampagos  de 
lluuia;  saca  viento  de  sus  thesoros. 

8.  El  hirio  a  los  primogenitos  de  Egitto,  desde  el  hombre  hasta  la 
bestia.  / 

9.  Embio  senales  y  milagros  en  medio  de  ti,  Egitto,  en  Faraon  y  en 
todos  sus  sieruos. 

10.  El  hirio  muchas  gentes  y  mato  reyes  fuertes: 

11.  a  Sion,  rey  de  Amorreos,  y  a  Og,  rey  de  Bassan,  y  a  todos  los 
reynos  de  Canaan. 

12.  Y  dio  la  tierra  dellos  por  heredad,  heredad  a  Jsrrael  su  pueblo. 

13.  SENOR,  tu  nombre  durara  para  siempre;  senor,  tu  memoria  de 
generacion  en  generacion. 

14.  Porque  sentenciara  el  senor  por  su  pueblo;  y  con  sus  sieruos  se 
aplacara. 

15.  Los  estatutos  de  las  gentes  son  plata  y  oro,  obra  de  mano  de 
hombre. 

16.  Boca  tienen  y  no  hablaran;  ojos  tienen  y  no  veran; 

17.  orejas  tienen  y  no  oiran;  ny  aun  tienen  espiritu  en  sus  bocas.  / 


344 


18.  Semejantes  a  ellas  scan  los  que  las  hazen;  todo  el  que  confia  en 
ellos. 

19.  Casa  de  Jsrrael,  bendize  tii  al  senor;  casa  de  Aron,  bendize  tu  al 
senor; 

20.  casa  de  Leui,  bendize  tii  al  senor;  los  que  temeis  al  senor; 
bendezid  al  senor. 

21.  Bendito  el  senor  desde  Sion,  el  que  mora  en  Jerusalen.  haleluya. 


345 


Salmo  cxxxvi 


1 .  Confessad  del  senor  que  es  bueno :  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

2.  Confessad  del  Dios  de  dioses:  que  es  perpetua  su  misericordia. 
fol.  1 86  ro.     3.  Confessad  del  senor  de  senores :  que  es  perpetua  su  misericordia.  / 

4.  Del  que  haze  marauillas  grandes,  solo  el;  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

5.  Del  que  hizo  los  cielos  con  entendimiento :  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

6.  Del  que  estendio  la  tierra  sobre  las  aguas :  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

7.  Del  que  hizo  las  lumbreras  grandes:  que  es  perpetua  su 
misericordia; 

8.  al  sol  para  sefiorear  de  dia:  que  es  perpetua  su  misericordia; 

9.  a  la  luna  y  a  las  estrellas  para  seiiorear  en  la  noche:  que  es 
perpetua  su  misericordia. 

10.  Del  que  hirio  a  Egitto  en  sus  primogenitos:  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

11.  y  saco  a  Jsrrael  de  medio  dellos:  que  es  perpetua  su  misericordia; 

12.  con  mano  fuerte  y  con  bra90  estendido:  que  es  perpetua  su 
vo.  misericordia.  / 

13.  Del  que  diuidio  al  Mar  Bermejo  en  diuisiones,  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

14.  y  hizo  passar  a  Jsrrael  por  medio  del:  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

15.  Y  rempuxo  a  Faraon  y  a  su  exercito  en  el  Mar  Bermejo:  que  es 
perpetua  su  misericordia. 

16.  Del  que  truxo  a  su  pueblo  por  el  desierto:  que  es  perpetua  su 
misericordia. 

1 7.  Del  que  hirio  reyes  grandes :  que  es  perpetua  su  misericordia ; 

18.  y  mato  reyes  illustres:  que  es  perpetua  su  misericordia; 

19.  a  Sicon,  rey  de  Amorreos:  que  es  perpetua  su  misericordia; 

346 


20.  y  a  Og,  rey  de  Basan :  que  es  perpetua  su  misericordia. 

21 .  Y  dio  la  tierra  dellos  por  heredad :  que  es  perpetua  su  misericordia ; 

22.  Por  heredad  a  Jsrrael  su  sieruo,  que  es  perpetua  su  misericordia. 

23.  El  qual  en  nuestra  humildad  se  acordo  /  de  nosotros:  que  es        fol.  187  ro. 
perpetua  su  misericordia. 

24.  Y  libronos  de  los  que  nos  afligian :  que  es  perpetua  su  misericordia. 

25.  Del  que  da  pan  a  toda  carne:  que  es  perpetua  su  misericordia. 

26.  Confessad  del  Dios  de  los  cielos :  que  es  perpetua  su  misericordia. 


347 


Salmo  cxxxvn 


1.  Junto  a  los  nos  de  Babilonia,  ally  nos  sentamos;  tambien  lloramos 
en  acordarnos  de  Sion. 

2.  De  los  sauzes  que  stauan  en  medio  della,  colgamos  nuestras  vihuelas. 

3.  Porque  ally  nos  preguntaron,  los  que  nos  auian,  cattiuado  palabras 
de  cantar,  y  nuestros  instrumentos  de  alegna,  diziendo:  cantadnos 
del  cantar  de  Sion. 

vo.        4.  ^Como  cantaremos  el  cantar  del  senor  /  en  tierra  agena? 

5.  Sy  te  oluidare,  Jerusalen,  oluidese  de  sy  my  diestra. 

6.  Apeguese  my  lengua  a  my  paladar,  sy  no  me  acordare  de  ti,  si  no 
subiere  a  Jerusalem  sobre  la  cabega  de  my  alegria. 

7.  Acuerdate,  senor,  de  los  hijos  de  Edon  en  el  dia  de  Jerusalen;  de 
los  que  dezian:  vaciad,  vaciad  hasta  el  cimiento  en  ella. 

8.  Hija  de  Babilonia  destruida;  bienauenturado  el  que  te  dara  tu 
gualardon,  el  que  tii  gualardonaste  a  nosotros. 

9.  Bienauenturado  el  que  tomara  y  aporreara  a  tus  pequenuelos  en 
piedra. 


348 


Salmo  cxxvm 
de  Dauid 

1.  Confessarete,  senor,  con  todo  my  coragon:  /  delante  de  Elohi'm  fol.  188 
te  cantare. 

2.  Acoruareme  al  templo  de  tu  santtidad,  y  confessare  tu  nombre  por 
tu  misericordia  y  por  tu  verdad;  porque  has  engrandecido  sobre 
todo  tu  nombre  y  tu  dicho. 

3.  En  el  dia  que  Uame,  me  respondiste;  fortalecerasme  puniendo  en 
my  dnima  fuerga. 

4.  Confessarante,  senor,  todos  los  reyes  de  la  tierra,  porque  auran  oido 
los  dichos  de  tu  boca. 

5.  Y  cantaran  de  los  caminos  del  senor,  diziendo:  que  es  grande  la 
gloria  del  senor; 

6.  que  es  alto  el  senor  y  mira  lo  baxo;  y  conoce  de  lexos  a  lo  eleuado. 

7.  Sy  andare  en  medio  de  la  tribulacion,  ally  me  viuijficaras ;  y  sobre  el 
furor  de  mis  /  enemigos  embiaras  tu  mano,  y  saluarame  tu  diestra.  vo. 

8.  El  senor  cumplira  por  my;  senor,  tu  misericordia  para  siempre;  las 
obras  de  tus  manos  no  las  desampararas. 


349 


Salmo  cxxxix 


de  Dauid 

1.  SENOR,  escudrinasteme  y  conocisteme. 

2.  Tu  conociste  my  asentar  y  my  leuantar;  entendiste  my  pensar 
desde  lexos. 

3.  My  caminar  y  my  acostar  has  rodeado;  y  todos  mis  caminos  has 
considerado. 

4.  Quando  no  ay  palabra  en  my  lengua;  ves,  senor,  tii  la  has 
conocido  toda  ella. 

fol.  l89ro.     5.  Detras  y  delante  me  formaste,  y  pusiste  sobre  my  tu  palma.  / 

6.  Marauillosa  ciencia  mas  que  yo  puedo  entender,  subhmada  es,  no 
puedo  llegar  a  ella. 

7.  ^Adonde  ire  huyendo  de  tu  espiritu?,  y  ^adonde  huire  de  tu 
presencia? 

8.  Sy  subire  a  los  cielos,  ally  stas  tii;  y  sy  me  echare  a  dormir  en  la 
sepultura,  ally  stas  tii. 

9.  [Si]  tomare  alas  de  aurora,  sy  morare  al  ultimo  mar, 

10.  tambien  ally  tu  mano  me  lleuara,  y  me  tomara  tu  diestra. 

11.  Y  sy  dire:  quiga  la  obscuridad  me  cubrira;  y  la  noche  es  luz  para 
my. 

12.  Tambien  la  obscuridad  no  te  obscurecera  a  ti,  y  la  noche  como 
vo.  dia  luzira,  tanto  la  obscuridad  quanto  la  luz.  / 

13.  Porque  tu  posseiste  mis  renes;  cubristeme  en  el  vientre  de  my 
madre. 

14.  Confessarete  sobre  esto  que  admirablemente  me  has  hecho 
marauilloso;  marauillosas  son  tus  obras  y  my  anima  lo  conoce 
mucho. 

15.  No  te  fue  encubierto  my  huesso,  que  fui  formado  en  secreto, 
broslado  en  profundidades  de  tierra. 

16.  My  materia  sin  forma  vieron  tus  ojos,  y  en  tu  Ubro  todos  ellos 
esta[n]  escrittos;  en  dias  son  formados,  y  no  aula  uno  en  ellos. 


350 


17.  Y  a  my  jquanto  que  me  son  caros  tus  pensamientos,  Dios  mio! 
i  quanto  que  an  preualecido  sus  cabegas ! 

18.  ^Contarelos?  Crecerdn  mas  que  el  arena;  desuelome,  y  aun  estoy 

COntigO.  /  fol.  190  ro. 

19.  Sy  mataras,  Dios  mio,  al  impio,  dire:  Ombres  sangrientos, 
apartaos  de  my. 

20.  Los  que  hablan  vellacamente  de  ti,  an  algado  en  vano  tus 
enemigos  tu  nombre. 

21.  ^Como,  SENOR,  no  aborreceras  a  los  que  te  aborrecen?,  y  ^contra 
los  que  se  te  leuantan  me  indinare? 

22.  Con  entero  odio  los  he  aborrecido;  y  anme  sido  enemigos. 

23.  Escudrifiame,  Dios  mio,  y  conoce  my  coragon;  prueuame,  y 
conoce  mis  pensamientos. 

24.  Y  mira  sy  en  my  ay  camino  malo;  y  Ueuame  por  el  camino  del 
siglo. 


351 


Salmo  cxl 


de  Dauid 

1.  Librame,  senor,  del  hombre  malo;  del  varon  de  maldades  tne 
vo.  guardaras.  / 

2.  Los  quales  piensan  malicias  en  el  coragon,  cada  dia  ayuntan 
guerras. 

3.  Afilan  su  lengua  como  serpiente;  pongona  de  aspide  sta  debaxo 
sus  labrios.  Sela. 

4.  Guardame,  senor,  de  las  manos  del  impio,  de  varon  de  maldades 
me  guardaras;  los  quales  an  pensado  rempuxar  mis  pissadas. 

5.  An  ascondido,  soberuios,  lazo  contra  my;  y  cuerdas  de  red  an 
estendido;  junto  al  camino  me  an  puesto  tropiegos.  Sela. 

6.  Dixe  al  senor:  Tii  eres  mi  Dios;  ascucha,  senor,  la  boz  de  mis 
ruegos. 

7.  SENOR,  senor  mio,  fuer^a  de  my  salud,  cubriste  a  my  cabe?a  en  el 
fol.  191  ro.        dia  de  arma.  / 

8.  No  cumplas,  Senor,  los  desseos  del  impio;  no  hagas  que  le  saiga 
su  pensamiento;  ensal?aranse.  Sela. 

9.  La  cabega  es  de  los  que  me  rodean,  el  trabajo  de  sus  labrios  lo 
cubra. 

10.  Caigan  sobre  ellos  caruones  en  fuego;  los  derrita  Dios  en  hoyos; 
no  se  leuanten. 

11.  El  varon  de  lengua  no  sea  confirmado  en  la  tierra;  al  varon  de 
maldad  el  mal  lo  cace  para  precipitaciones. 

12.  He  sabido  que  el  senor  hara  la  causa  del  afligido,  el  juizio  de  los 
mendigos. 

13.  Ciertamente  los  justos  confessaran  tu  nombre;  assentaranse  los 
rettos  en  tu  presencia. 


352 


Salmo  cxli 
de  Dauid 

1 .  SENOR,  llamado  te  he ;  apressurate  a  my.  /  Ascucha  my  boz  vo. 
quando  te  llamo. 

2.  Sea  endere?ada  my  oracion  como  encienso  en  tu  presencia,  y  el 
leuantar  de  mis  manos  como  el  sacrificio  de  la  tarde. 

3.  Pon,  SENOR,  guarda  a  my  boca;  y  vela  tii  sobre  la  puerta  de  mis 
labrios. 

4.  No  inclines  my  coragon  a  cosa  mala,  a  exercitar  exercicios  con 
impiedad;  con  varones  que  obran  iniquidad;  y  no  coma  yo  de  sus 
delicadezas. 

5.  Hierame  el  justo,  ternelo  por  misericordia,  y  reprehendame.  El  olio 
de  cabe?a  no  rompa  my  cabe?a,  porque  aun  y  my  oracion  va 

contra  sus  maldades.  /  fol.  192  ro. 

6.  Sean  derribados  en  lugares  de  piedra  sus  juezes  dellos;  y  oiran 
mis  dichos  que  son  suaues. 

7.  Como  quien  rompe  y  corta  en  la  tierra,  son  esparzidos  nuestros 
huessos  a  la  boca  de  la  sepultura. 

8.  Porque  a  ti,  senor,  senor  mio,  miran  mis  ojos.  En  ti  he  confiado; 
no  vazies  my  anima. 

9.  Guardame  de  las  manos  del  lazo  que  ascondieron  contra  my,  y  de 
los  tropiegos  de  los  que  obran  iniquidad. 

10.  Caigan  en  las  redes  del  los  impios,  juntamente;  yo  siempre  passe. 


353 


Salmo  cxlii 
de  Dauid 

vo.       1.  Con  my  boz  llamaua  al  senor;  con  my  boz  rogaua  al  senor.  / 

2.  Derramaua  en  su  presencia  my  hablar;  publicaua  en  su  presencia 
my  angustia. 

3.  Al  atormentarse  my  espiritu  sobre  my,  y  tii  conocias  my  sendero; 
en  esta  via  por  donde  ando  auian  ascondido  lazo  contra  my.  Y  yo 

4.  mirar  a  la  diestra  y  ver;  y  no  aula  quien  me  conociesss;  auia 
perecido  el  refugio  de  my,  no  auia  buscador  para  my  anima. 

5.  Llame  a  ti,  senor;  dixe:  Tu  eres  my  confianga;  my  parte  en  tierra 
de  biuos. 

6.  Ascucha  a  my  clamor,  porque  stoy  muy  debilitado;  librame  de  mis 
fol.  193  ro.       perseguidores,  porque  an  preualecido  mas  que  yo.  / 

7.  Saca  de  carcel  a  my  anima  para  confessar  a  tu  nombre;  ceniranme 
los  justos  porque  me  auras  gualardonado. 


354 


Salmo  cxlhi 
de  Dauid 

1.  SENOR,  oye  my  oracion,  ascucha  mis  ruegos  con  tu  verdad;  me 
responde,  con  tu  justicia. 

2.  Y  no  entres  en  juizio  con  tu  sieruo;  porque  no  sera  justificado  en 
tu  presencia  todo  biuiente. 

3.  Porque  perseguido  ha  el  enemigo  a  my  anima;  ha  mohdo  por 
tierra  my  vida;  puesto  me  ha  en  tinieblas  como  los  ya  muertos. 

4.  Y  deshazese  my  espiritu  sobre  my;  my  coragon  ha  desfallecido 
dentro  de  my. 

5.  Heme  acordado  de  los  dias  de  principio;  he  considerado  todas 

tus  obras;  he  contado  /  los  hechos  de  tus  manos.  vo. 

6.  He  abierto  mis  manos  a  ti;  my  anima  como  tierra  sedienta  a  ti. 
Sela. 

7.  Apressurate,  respondeme,  senor,  desfallecido  ha  my  espiritu;  no 
ascondas  de  my  tu  presencia,  y  no  sere  comparado  con  los  que 
baxan  a  la  fosa. 

8.  Hazme  oir  de  maiiana  tu  misericordia,  porque  en  ti  he  confiado; 
haz  que  sepa  este  camino,  y  andare,  porque  a  ti  he  leuantado  my 
anima. 

9.  Librame  de  mis  enemigos,  senor;  en  ti  me  he  ascondido. 

10.  Ensefiame  a  hazer  tu  voluntad,  porque  tu  eres  my  Dios;  tu 

espiritu,  el  bueno,  /  me  guiara  en  la  tierra  de  rettitud.  fol.  194  ro. 

1 1 .  Por  tu  nombre,  senor,  me  viuificaras ;  con  tu  justicia  sacaras  de 
tribulacion  a  my  anima. 

12.  Y  con  tu  misericordia  destruiras  a  mis  enemigos;  y  haras  que 
perezcan  todos  los  que  atribulan  a  my  anima,  porque  yo  soy  tu 
sieruo. 


355 


Salmo  cxliiii 


de  Dauid 

1.  Bcndito  el  senor,  my  fuerga,  que  ensena  mis  manos  a  la  pelea,  y 
mis  dedos  a  la  guerra. 

2.  My  misericordia  y  my  alcapar;  my  amparo  y  el  que  me  libra;  my 
escudo,  y  en  /  el  he  confiado,  que  somete  a  my  pueblo  debaxo 
de  my. 

3.  SENOR,  ^que  cosa  es  el  hombre,  que  lo  conoces?  i,el  hijo  del  ombre 
que  piensas  en  el? 

4.  El  hombre  a  la  vanidad  es  scmejante:  sus  dias  son  como  la 
sombra  que  passa. 

5.  SENOR,  inclina  tus  cielos  y  deciende;  toca  en  los  montes  y 
humearan. 

6.  Asaeteando  a  saeta  y  esparzelos;  embia  tus  rayos  y  espantalos. 

7.  Embia  tus  manos  desde  lo  alto;  rescatame  y  librame  de  muchas 
aguas,  de  mano  de  hijos  de  ageno, 

8.  la  boca  de  los  quales  habla  vanidad,  y  su  diestra  es  diestra  de 
falsedad.  / 

9.  Dios  mio,  cantar  nueuo  te  cantare;  en  salterio  de  diez  cuerdas  te 
tanere. 

10.  Al  que  da  salud  a  reyes,  al  que  rescato  a  Dauid  su  sieruo  de  mal 
cuchillo. 

11.  Rescatame  y  librame  de  mano  de  hijos  de  ageno,  la  boca  de  los 
quales  habla  vanidad,  y  su  diestra  es  diestra  de  falsedad. 

12.  A  fin  que  nuestros  hijos  en  su  juuentud  sean  como  plantas 
crecidas;  y  nuestras  hijas  como  cantones,  cortados  a  semejanga  de 
templo. 

13.  Nuestros  rincones  esten  Uenos,  sacando  de  prouision  en  prouision; 
nuestras  ouejas  paran  de  millares  a  millones  en  nuestros  exidos. 

14.  Nuestros  bueyes  sean  trabajadores ;  no  aya  rotura  ny  salida,  ny 
aya  grito  en  nuestras  plagas.  / 

15.  Bienauenturado  el  pueblo  a  quien  sera  assy;  bienauenturado  el 
pueblo  a  quien  iehova  sera  su  Dios. 


356 


Salmo  cxlv 
de  Dauid 

1 .  Ensalgarete,  Dios  mio,  rey,  y  bendezire  tu  nombre,  perpetuamente 
y  siempre. 

2.  Cada  dia  te  bendezire,  y  alabare  tu  nombre  perpetuamente  y 
siempre. 

3.  Grande  es  el  senor,  y  muy  alabado;  y  para  su  grandeza  no  ay 
inuestigacion. 

4.  Generacion  a  generacion  alabara  tus  obras;  y  publicara  tus 
valentias. 

5.  La  hermosura,  la  gloria  y  tu  gentileza,  y  yo  las  cosas  de  tus 
marauillas  hablare. 

6.  Diran  ellos  la  fuer^a  de  tus  obras  /  espantosas;  y  yo  contare  tus  fol.  196  ro. 
grandezas. 

7.  La  memoria  de  tu  mucha  bondad  platicaran,  y  cantaran  tu 
justicia,  diziendo: 

8.  benino  y  piadoso  es  el  senor;  tardio  a  la  ira  y  grande  a  la 
misericordia. 

9.  Bueno  es  el  senor  para  todos;  y  sus  piedades  stan  sobre  todas  sus 
obras. 

10.  Confessarante,  senor,  todas  tus  obras;  y  tus  misericordiosos  te 
bendeziran. 

11.  La  gloria  de  tu  reyno  diran,  y  tu  valentia  hablaran, 

12.  para  ensenar  a  los  hijos  de  Adan  sus  valentias  de  Dios,  y  la  gloria 
y  hermosura  de  su  reyno. 

13.  Tu  reyno  sera  reyno  en  todos  los  siglos,  y  X  tu  imperio  en  toda  vo. 
generacion  y  generacion. 

14.  Sostiene  el  senor  a  todos  los  que  caen;  y  leuanta  a  todos  los 
doblegados. 

15.  Los  ojos  de  todos  asperaran  a  ti;  y  tu  das  a  ellos  su  manjar  a  su 
tiempo. 


357 


16.  abriendo  tus  manos,  y  hartando  todo  biuiente  a  voluntad. 

17.  Justo  es  el  senor  en  todos  sus  caminos,  y  misericordioso  en  todas 
sus  obras. 

18.  Cercano  sta  el  senor  a  todos  los  que  lo  llaman,  a  todos  que  lo 
Uaman  con  verdad. 

19.  La  voluntad  de  los  que  lo  temen  cumplira;  y  oira  su  clamor  y 
saluaralos. 

20.  Guarda  el  senor  a  todos  sus  amadores;  y  a  todos  los  impios 
destruira.  / 

21.  El  loor  del  senor  hablara  my  boca;  y  toda  carne  bendezira  su 
santto  nombre,  perpetuamente  y  siempre. 


358 


Salmo  cxlvi 
Haleluya 

1.  Alaba,  anima  mia,  al  senor. 

2.  Alabare  al  senor  por  toda  my  vida;  cantare  a  my  Dios  mientras 
sere. 

3.  No  confieis  en  principes,  en  hijo  de  Adan,  en  el  qual  no  ay  salud. 

4.  Salese  su  espiritu  y  el  tornase  a  su  tierra;  en  aquel  dia  perecen 
sus  desenos. 

5.  Bienauenturado  el  que  tiene  al  Dios  de  Jacob  por  su  valedor,  su 
esperanga  sobre  el  senor  Dios  suyo : 

6.  hazedor  de  cielos  y  tierra,  del  mar  y  de  /  todo  lo  que  ay  en  el; 
guardador  de  verdad  para  siempre; 

7.  hazedor  de  juizio  a  los  oprimidos;  dador  de  pan  a  los  hambrientos. 
el  SENOR  desata  a  los  pressos. 

8.  El  SENOR  abre  a  los  ciegos;  el  senor  enhiesta  a  los  doblegados;  el 
SENOR  ama  a  los  justos. 

9.  El  SENOR  guarda  a  los  pelegrinos,  al  huerfano  y  a  la  bibda 
acrecienta;  y  trastorna  el  camino  de  impios. 

10.  Reynara  el  senor  para  siempre;  tu  Dios,  Sion,  de  generacion  en 
generacion.  halelvya. 


?59 


Salmo  cxLvn 


fol.  198  ro.     1 .  Alabad  al  senor,  porque  bueno  es  cantar  /  a  nuestro  Dios, 
porque  suaue  y  apazible  es  el  loor. 

2.  Edificando  el  senor  a  Jerusaien,  a  los  esparzidos  de  Jsrrael 
congregara, 

3.  curando  a  los  de  coragon  molido,  y  amelezinando  sus  dolores. 

4.  Contando  Dios  el  niimero  dc  las  estrellas,  a  todas  ellas  llama  por 
nombre. 

5.  Grande  es  el  senor  nuestro,  y  de  mucho  vigor;  para  su 
entendimiento  no  ay  numero. 

6.  Leuanta  a  los  afligidos  el  senor;  abate  a  los  impios  hasta  la  tierra. 

7.  Celebrad  al  senor  con  confission;  cantad  a  nuestro  Dios  con 
vihuela; 

vo.         8.  al  que  cubre  los  cielos  con  nuues,  al  que  apa /reja  para  la  tierra 
pluuia,  al  que  haze  produzir  a  los  monies  yerua, 
9.  dando  a  toda  bestia  su  manjar,  y  a  los  hijos  del  cueruo  que 
llaman. 

10.  No  le  plaze  valentia  de  cauallo;  no  se  contenta  con  piernas  de 
varon. 

1 1 .  Contentase  el  senor  de  los  que  lo  temen,  de  los  que  asperan  su 
misericordia. 

12.  Alaba  tu,  Jerusaien,  al  senor;  alaba  a  tu  Dios,  Sion. 

13.  Porque  refor?6  los  cerrojos  de  tus  puertas;  bendixo  a  tus  hijos  en 
medio  de  ti. 

14.  El  porna  en  tu  termino  paz;  del  meoUo  del  trigo  te  hartara. 

fol.  199  ro.   15.  El  embiara  su  dicho  a  la  tierra;  con  /  ligereza  correra  su  palabra. 

16.  El  da  nieue  como  lana;  esparze  elada  como  ceniza; 

17.  Echa  su  piedra  como  pedagos;  a  la  presencia  de  su  frio  ^quien 
estara? 

18.  Embia  su  palabra  y  derritCiOs;  haze  que  sople  su  viento,  y  corren 
aguas. 


3^P 


19.  Manifesta  sus  palabras  a  Jacob,  sus  estatutos  y  sus  juizios  a 
Jsrrael. 

20.  No  hizo  assy  a  toda  gente;  y  sus  juizios  no  los  conocieron. 

HALELVYA. 


361 


Salmo  cxlviii 
Haleluya 

1.  Alabad  al  senor  desde  los  cielos;  alabadlo  en  las  alturas. 

2.  Alabadlo  todos  sus  angeles;  alabadlo  todos  sus  exercitos.  / 

3.  Alabadlo  sol  y  luna;  alabadlo  todas  estrellas  de  luz. 

4.  Alabadlo  cielos  de  cielos,  y  las  aguas  que  stan  sobre  los  cielos. 

5.  Alabad  el  nombre  del  senor,  porque  el  lo  mando,  y  ellas  fueron 
criadas ; 

6.  y  constituyolas  perpetuamente  para  siempre.  Dio  estatuto  y  no  lo 
passara. 

7.  Alabad  al  senor  desde  la  tierra,  dragones  y  todos  abismos, 

8.  fuego,  granizo,  nieue  y  vapor,  viento  tempestuoso  que  comple  su 
palabra  de  Dios; 

9.  montes  y  todos  collados,  aruol  fruttifero  y  todos  cedros,  toda 
fol.  200  ro.   10.  fiera  y  toda  bestia,  sierpe  y  aue  de  ala.  / 

11.  Reyes  de  la  tierra  y  todos  pueblos,  principes  y  todos  juezes  de  la 
tierra, 

12.  mancebos  y  tambien  virgenes,  viejos  con  nifios, 

13.  alabaran  el  nombre  del  senor,  porque  sublimado  es  su  nombre; 
solo  el,  su  loor  sobre  tierra  y  cielos. 

14.  Y  ensalgara  el  cuerno  de  su  pueblo;  loor  de  todos  sus 
misericordiosos;  de  los  hijos  de  Jsrrael,  pueblo  cercano  a  el. 

HALELVYA. 


362 


Salmo  cxlk 
Haleluya 

1.  Cantad  al  senor  cantar  nueuo;  su  loor  en  congregacion  de 
misericordiosos. 

2.  Alegrarase  Jsrrael  con  su  hazedor;  los  hijos  de  Sion  se  gozaran  con 
su  rey. 

3.  Alabaran  su  nombre  en  corro;  con  pandero  y  con  vihuela  le 
cantaran.  / 

4.  Porque  se  huelga  el  senor  con  su  pueblo,  atauiara  a  los  afligidos 
con  salud. 

5.  Gozaranse  los  misericordiosos  con  gloria;  contentos  cantaran  en 
sus  camas. 

6.  Los  ensal^amientos  de  Dios  estaran  en  su  garganta;  y  cuchillo  de 
dos  filos  en  la  mano  dellos, 

7.  para  hazer  venganga  en  gentes,  y  castigos  en  pueblos ; 

8.  para  atar  a  sus  reyes  de  las  gentes  [con]  cadenas,  y  a  sus  nobles 
con  prisiones  de  hierro; 

[9].  para  hazer  en  ellos  el  juizio  escritto.  Esta  honrra  toca  a  todos  sus 
misericordiosos.  halelvya.  /  fol. 


363 


Salmo  cl 
Haleluya 

1.  Alabad  a  Dios  en  su  santtidad;  alabadlo  en  el  firmamento  de  su 
fuerga. 

2.  Alabadlo  por  su  valentia;  alabadlo  segiin  la  muchedumbre  de  su 
grandeza. 

3.  Alabadlo  con  sonido  de  trompeta;  alabadlo  con  salterio  y  vihuela. 

4.  Alabadlo  con  pandero  y  corro;  alabadlo  con  cuerdas  y  organo. 

5.  Alabadlo  con  sonajas  que  se  oigan;  alabadlo  con  sonajas  que 
suenen  bien. 

6.  Todo  cspiritu  alabe  al  senor.  halelvya. 


364 


Correcciones  hechas  a  la  edicion  de  1529  del 


DIALOGO     de     DOCTRIN  a  CHRISTIANA 


Folio 

Edicion  pre  sent  e 

Edicion  1529 

Pag. 

linea 

V  vo. 

20 

37 

este 

VI  vo. 

21 

22 

ensenan 

vo. 

21 

25 

y  letras  santidad 

VIII  vo. 

23 

32 

virtutes 

XII  ro. 

27 

19 

querieo 

XII  ro. 

27 

35 

dellas 

XII  vo. 

28 

7 

biuo 

XIX  ro. 

34 

32 

sepan 

XX  ro. 

35 

31 

ANTRONJO 

(corregido  al  margen) 

XXII  ro. 

37 

32 

esto 

XXII  vo. 

37 

35 

promete 

XXVII  ro. 

42 

23 

finamente 

XXX  vo. 

46 

6 

presume 

XXX  vo. 

46 

11 

arraigado 

XXXI  ro. 

46 

14 

XXI 

XXXVI  ro. 

51 

17 

querrays 

XXXVII  ro. 

52 

20 

podamos 

XXXIX  vo. 

55 

9 

assi 

XLII  vo. 

57 

21 

liberalos 

XLIII  vo. 

59 

assi 

XLIIII  ro. 

59 

5 

assi 

XLIIII  vo. 

59 

39 

deessemos 

XLVI  vo. 

61 

24 

esta 

XLIX  vo. 

64 

32 

resister 

LI  ro. 

66 

9 

homana 

LI  vo. 

67 

1 

assi 

LII  vo. 

68 

10 

theologolos 

365 


Folio  Edicion  presente  Edicion  1529 


Pag. 

Unea 

LIII 

ro. 

68 

32 

theologolos 

LIII 

vo. 

69 

14 

imaginidad 

LVII 

ro. 

72 

19 

assi 

LIX 

ro. 

74 

15 

LXI 

LXI 

ro. 

76 

22 

manad 

LXIIII 

vo. 

80 

10 

se 

LXIIII 

vo. 

80 

13 

la 

LXV 

vo. 

81 

11 

pudea 

LXV 

vo. 

81 

14 

tambien 

LXVI 

ro. 

81 

28 

affecto 

LXVI 

vo. 

82 

8 

gomulgar 

LXVIII 

ro. 

83 

38 

suelen 

LXVIII 

ro. 

84 

1 

piensa 

LXX 

ro. 

86 

3 

holeariadas 

LXX 

vo. 

86 

9 

ANCRO 

LXX 

vo. 

86 

13 

tambien 

LXXI 

ro. 

86 

38 

assi 

LXXI 

ro. 

87 

2 

muchas 

LXXII 

ro. 

88 

3 

tonto 

LXXII 

ro. 

88 

4 

dulfos 

LXXII 

vo. 

88 

24 

da 

LXXIII 

ro. 

89 

39 

passar 

LXXIII 

vo. 

89 

28 

assi 

LXXIIII 

vo. 

90 

13 

pide 

LXXIIII 

vo. 

90 

15 

piden 

LXXVIII 

ro. 

94 

10 

sentible 

LXXXI 

ro. 

97 

9 

puede 

LXXXI 

vo. 

97 

28 

libre 

LXXXVIII 

ro. 

104 

17 

turo 

LXXXIX 

ro. 

105 

11 

LXXIX 

XCIIII 

vo. 

110 

32 

tambien 

XCIIII 

vo. 

111 

37 

coromperian 

XCVI 

ro. 

112 

30 

contentos 

XCVIII 

vo. 

115 

17 

tambien 

XCIX 

ro. 

115 

32 

mando 

CI 

vo. 

118 

13 

seyendo 

366 


Folio  Edicion  prescnte  Edicidn  1519 


Pag. 

Imea 

L,l  vo. 

1  1  c 
1  I  o 

1  Q 
1  O 

copitulos 

/^TTTT  m 

i^iiii  ro. 

1  T  1 
1  Z  i 

/ 

tan  poco 

i^vi  ro. 

1  T) 
1 

ayunss 

i—vi  vo. 

fatigo 

cvn  vo. 

124 

31 

38 

CVII  vo. 

124 

39 

39 

CVIII  ro. 

125 

8 

40 

CVill  ro. 

125 

17 

41 

367 


J    N    D    I    C  E 
DIALOGO  DE  DOCTRINA  CHRISTIANA 

Pag. 


Introduccion  de  Domingo  Ricart   7 

Portada  de  la  edicion  original  del  Dialogo  de  Doctrina  .  ...  17 

Dedicatoria   17 

Introduccion   18 

El  credo  o  simbolo  de  los  apostoles   24 

Los  diez  mandamientos   34 

Los  siete  pecados  capitales   58 

Las  quatro  virtudes  cardinales   66 

Las  tres  virtudes  theologales   67 

Los  siete  dones  del  Espiritu  Santo   71 

Los  cinco  mandamientos  de  la  Yglesia   75 

Devociones   89 

La  oracion  del  Pater  Noster   91 

Compendio  de  la  Sagrada  Escriptura   101 

De  la  oracion  y  contemplacion   Ill 

De  las  lecturas   112 

De  la  reforma  de  la  Yglesia   113 

EI  autor  (advertencia)   118 

Traduccion  de  los  capitulos  v,  vi  y  vii  del  Evangelio  de 
San  Mateo: 

Capitulo  Quinto   118 

Capitulo  Sexto   121 

Capitulo  Septimo  '  .  .  .  124 

Tabla   127 

Colofon  de  la  edicion  de  MDXXIX   129 

EL  SALTERIO,  TRADUCIDO  DEL  HEBREO  EN 
ROMANCE  CASTELLANO 

Dedicatoria   133 


368 


Pag. 

LIBRO  PRIMERO 

Salmo  Primero   143 

Salmo  II   144 

Salmo  III   145 

Salmo  iiii,  de  Dauid   146 

Salmo  V,  de  Dauid   147 

Salmo  VI,  de  Dauid   148 

Salmo  VII,  de  Dauid   149 

Salmo  VIII,  de  Dauid   150 

Salmo  IX,  de  Dauid   151 

Salmo  X,  de  Dauid   153 

Salmo  XI,  de  Dauid   155 

Salmo  XII,  de  Dauid   156 

Salmo  XIII,  de  Dauid   157 

Salmo  xiiii,  de  Dauid   158 

Salmo  XV,  de  Dauid   159 

Salmo  XVI,  de  Dauid   160 

Salmo  XVII,  de  Dauid   161 

Salmo  XVIII,  de  Dauid   162 

Salmo  XIX,  de  Dauid   165 

Salmo  XX,  de  Dauid   166 

Salmo  XXI,  de  Dauid   167 

Salmo  XXII,  de  Dauid   168 

Salmo  XXIII,  de  Dauid   170 

Salmo  xxiiii,  de  Dauid   171 

Salmo  XXV,  de  Dauid   172 

Salmo  XXVI,  de  Dauid   174 

Salmo  xxvii,  de  Dauid   175 

Salmo  xxvm,  de  Dauid   176 

Salmo  XXIX,  de  Dauid   177 

Salmo  XXX,  de  Dauid   178 

Salmo  XXXI,  de  Dauid   179 

Salmo  XXXII,  de  Dauid  .   181 

Salmo  XXXIII,  de  Dauid   182 

Salmo  xxxiiii,  de  Dauid   184 

Salmo  xxxv,  de  Dauid   186 

Salmo  xxxvi,  de  Dauid   188 


369 


Pdg. 


Salmo  XXXVII,  de  Dauid   189 

Salmo  XXXVIII,  de  Dauid   191 

Salmo  XXXIX,  de  Dauid   193 

Salmo  XL,  de  Dauid   194 

Salmo  XLi,  de  Dauid   196 

LIBRO  SEGUNDO 

Salmo  XLii,  de  los  hijos  de  Corah   197 

Salmo  XLiii   198 

Salmo  XLiiii,  de  los  hijos  de  Corah   199 

Salmo  XLV,  de  los  hijos  de  Corah   201 

Salmo  XLVi,  de  los  hijos  de  Corah   203 

Salmo  XLVii,  de  los  hijos  de  Corah   204 

Salmo  XLViii,  de  los  hijos  de  Corah   205 

Salmo  XLix,  de  los  hijos  de  Corah   206 

Salmo  L,  de  Asaf   208 

Salmo  Li,  de  Dauid   210 

Salmo  Lii,  de  Dauid   212 

Salmo  Liii,  de  Dauid   213 

Salmo  Liiii,  de  Dauid   214 

Salmo  LV,  de  Dauid   215 

Salmo  LVi,  de  Dauid   217 

Salmo  LVii,  de  Dauid   218 

Salmo  LViii,  de  Dauid   219 

Salmo  Lix,  de  Dauid   220 

Salmo  LX,  de  Dauid   222 

Salmo  LXi,  de  Dauid   223 

Salmo  LXii,  de  Dauid   224 

Salmo  LXiii,  de  Dauid   225 

Salmo  LXiiii,  de  Dauid   226 

Salmo  LXV,  de  Dauid   227 

Salmo  Lxvi,  de  Dauid   228 

Salmo  Lxvii,   230 

Salmo  Lxviii,  de  Dauid   231 

Salmo  LXix,  de  Dauid   234 

Salmo  Lxx,  de  Dauid   236 


370 


Pdg. 


Salmo  Lxxi   237 

Salmo  Lxxir,  de  Salomon   239 

LIBRO  TERCERO 

Salmo  Lxxiii,  de  Asaf   241 

Salmo  Lxxiiii,  de  Asaf   243 

Salmo  Lxxv,  de  Asaf   245 

Salmo  Lxxvi,  de  Asaf   246 

Salmo  Lxxvii,  de  Asaf   247 

Salmo  Lxxviii,  de  Asaf   249 

Salmo  Lxxix,  de  Asaf   253 

Salmo  Lxxx,  de  Asaf   254 

Salmo  Lxxxi,  de  Asaf   256 

Salmo  Lxxxii,  de  Asaf   257 

Salmo  Lxxxiii,  de  Asaf   258 

Salmo  Lxxxiiii,  de  los  hijos  de  Corah   259 

Salmo  Lxxxv,  de  los  hijos  de  Corah   260 

Salmo  Lxxxvi,  Oracion  de  Dauid   261 

Salmo  Lxxxvii,  de  los  hijos  de  Corah   262 

Salmo  Lxxxviii,  de  los  hijos  de  Corah   263 

Salmo  Lxxxix,  de  Ethan  Ezrraita   264 

LIBRO  QUARTO 

Salmo  xc,  Oracion  de  Moisen   267 

Salmo  xci   268 

Salmo  xcii   269 

Salmo  xciii   270 

Salmo  xciiii   271 

Salmo  xcv   273 

Salmo  xcvi   274 

Salmo  xcvii   275 

Salmo  xcviii   276 

Salmo  xcix   277 

Salmo  c   278 

Salmo  CI,  de  Dauid   279 

Salmo  cii,  Oracion  del  afligido   280 


371 


Pdg. 


Salmo  cm,  de  Dauid   282 

Salmo  ciiii   284 

Salmo  cv   286 

Salmo  cvi,  Haleluya   288 

LIBRO  QUINTO 

Salmo  cvii   291 

Salmo  cviii   294 

Salmo  cix,  de  Dauid   295 

Salmo  cx,  de  Dauid   297 

Salmo  CXI,  Haleluya   298 

Salmo  cxii,  Haleluya   299 

Salmo  cxiii,  Haleluya   300 

Salmo  cxiiii,   301 

Salmo  cxv   302 

Salmo  cxvi   303 

Salmo  cxvii   304 

Salmo  cxviii   305 

Salmo  cxix,  Alef   307 

Parte  ii.  Bet   308 

Parte  III.  Guimal   309 

Parte  iiii.  Dalet   310 

Parte  V.  He   311 

Parte  vi.  Vau   312 

Parte  vii.  Zain   313 

Parte  viii.  Chet   314 

Parte  ix.  Tet   315 

Parte  x.Iod   316 

Parte  xi.  Caf   317 

Parte  xii.  Lamed   318 

Parte  xiii.  Mem   319 

Parte  xiiii.  Nun   320 

Parte  xv,  Samech   321 

Parte  xvi.  Haim   322 

Parte  xvii.  Pe   323 

Parte  xviii.  Zadic   324 


372 


Pdg. 


Parte  xix.  Cof   325 

Parte  xx.  Res   326 

Parte  xxi.  Sin   327 

Parte  XXII.  Tau   328 

Salmo  cxx,  Canticum  graduale   329 

Salmo  cxxi,  Canticum  graduale   330 

Salmo  cxxii,  Canticum  graduale.  -  De  Dauid   331 

Salmo  cxxiii,  Canticum  graduale   332 

Salmo  cxxiiii,  Canticum  graduale.  -  De  Dauid   333 

Salmo  cxxv,  Canticum  graduale   334 

Salmo  cxxvi,  Canticum  graduale   335 

Salmo  cxxvii,  Canticum  graduale.  -  De  Salomon   336 

Salmo  cxxviii,  Canticum  graduale   337 

Salmo  cxxix,  Canticum  graduale   338 

Salmo  cxxx,  Canticum  graduale   339 

Salmo  cxxxi,  Canticum  graduale.  -  De  Dauid   340 

Salmo  cxxxii,  Canticum  graduale   341 

Salmo  cxxxiii,  Canticum  graduale.  -  De  Dauid   342 

Salmo  cxxxiiir,  Canticum  graduale   343 

Salmo  cxxxv,  Haleluya   344 

Salmo  cxxxvi   346 

Salmo  cxxxvii   348 

Salmo  cxxxviii,  de  Dauid   349 

Salmo  cxxxix,  de  Dauid   350 

Salmo  CXL,  de  Dauid   352 

Salmo  cxLi,  de  Dauid   353 

Salmo  cxLii,  de  Dauid   354 

Salmo  cxLiii,  de  Dauid   355 

Salmo  cxLiiii,  de  Dauid   356 

Salmo  CXLV,  de  Dauid   357 

Salmo  CXLVI,  Haleluya   359 

Salmo  cxLvii   360 

Salmo  cxLViii,  Haleluya   362 

Salmo  cxLix,  Haleluya   363 

Salmo  CL,  Haleluya   364 

Tabla  de  correcciones  a  la  edicion  del  Didlogo  de  Doctiina 

Christiana  de  MDXXIX   366 


En  la  Imprenta  Universitaria,  ba- 
jo  la  direccion  de  Ruben  Bonifaz 
Nuno,  se  termino  la  impresion  de 
estas  obras  de  Juan  de  Valdes,  el 
dia  10  de  agosto  de  1964.  La  com- 
posicion  fue  hecha  en  monotipo 
y  se  emplearon  en  ella  tipos  Times 
New  Roman  de  8  y  11  puntos. 
El  libro  fue  impreso  en  papel  Li- 
tografia  de  65  kilogramos  y  en- 
cuadernado  por  Encuadernacion 
Frogreso,  S.  A.  La  edicion  estuvo 
al  cuidado  de  Eduardo  Lizalde.  Se 
hicieron  3000  ejemplares.